• libro parece que fuera es primavera - Concita de Gregorio

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    Esta novela relata una historia real. Sucedio en 2011. La vivio Irina Lucidi. Esta novela aborda un dolor para el que muchos idiomas no tienen una palabra: <> Irina es una mujer de padre italiano y madre alemana, criada en Belgica y educada en escuelas italianas, abogada, con experiencia laboral en Estados Unidos, Francia y despues en Suiza, donde se caso con Mathias, un suizo aleman que trabajaba en la misma multinacional que ella. Tuvieron dos hijas gemelas, Alessia y Livia, y se separaron. En enero de 2011 el padre se llevo a las ninas, que entonces tenian seis anos, supuestamente para pasar unas vacaciones con ellas. Se suicido en las vias del tren en Italia y dejo una nota a su ex mujer en la que le decia que las pequenas no habian sufrido y que no las volveria a ver. La novela relata la historia de ese desgarro, de ese dolor. La historia de una madre que busca a sus hijas y topa con la burocracia, con la indiferencia, con la desidia, con el olvido. La historia de una madre que debe aprender a vivir con esa ausencia. La historia de una madre que debe aprender a superar la perdida, a cerrar la herida, a mirar hacia delante, a descubrir que <>. Partiendo de un hecho de la cronica de sucesos y dando voz a la madre doliente, Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, sobre lo innombrable. Una novela que se adentra en el territorio incierto del sufrimiento y recorre el arduo itinerario necesario para superarlo, para salir adelante. Huyendo del sentimentalismo facil y del sensacionalismo barato, la autora crea una novela concisa, valiente, intensa, sobrecogedora, deslumbrante.

  • Parece que fuera es primavera - de Gregorio, Concita

    https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/parece-que-fuera-es-primavera/9788433979872/PN_955

    Parece que fuera es primavera ... La novela de un caso real que conmocionó a Italia. La desgarradora historia de una madre que debe superar la pérdida de sus ...

  • PARECE QUE FUERA ES PRIMAVERA - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-parece-que-fuera-es-primavera/9788433979872/5563752

    14 jun 2017 — Sinopsis de PARECE QUE FUERA ES PRIMAVERA. Esta novela relata una historia real. Sucedió en 2011. La vivió Irina Lucidi. Esta novela aborda un ...

  • Parece que fuera es primavera, de Concita de Gregorio

    https://www.librosyliteratura.es/parece-primavera-concita-gregorio.html

    21 jul 2017 — La palabra perder está ahí, dando vueltas en el libro, perder, porque realmente Irina sí que pierde a sus hijas y con ellas cree perderlo todo, ...

  • PARECE QUE FUERA ES PRIMAVERA - CONCITA DE ...

    https://www.agapea.com/Concita-De-Gregorio/Parece-que-fuera-es-primavera-9788433979872-i.htm

    Comprar el libro Parece que fuera es primavera de Concita De Gregorio, Editorial Anagrama S.A. (9788433979872) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra ...

  • Libros para padres: "Parece que fuera es primavera"

    https://unpapaenpracticas.com/parece-que-fuera-es-primavera/

    13 jul 2017 — 'Parece que fuera es primavera' es una novela dura, desgarradora, de impotencia absoluta y de dolor, pero también una novela que es luz.

  • parece que fuera es primavera - Llibreria Altaïr

    https://www.altair.es/es/libro/parece-que-fuera-es-primavera_162306

    Partiendo de un hecho de la crónica de sucesos y dando voz a la madre doliente, Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, sobre ...

  • Parece que fuera es primavera, Concita de Gregorio ...

    https://elbailedelaspalabras.wordpress.com/2019/02/23/parece-que-fuera-es-primavera-concita-de-gregorio-anagrama/

    23 feb 2019 — Como lluvia de rocío caen las gotas de dolor a través de la lectura, aunque el poso final es de felicidad. Este es un libro sobre el…

  • parece que fuera es primavera - Moito Conto.

    https://www.moitoconto.com/libro/parece-que-fuera-es-primavera_116640

    Partiendo de un hecho de la crónica de sucesos y dando voz a la madre doliente, Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, sobre ...

  • PARECE QUE FUERA ES PRIMAVERA (Libro en papel)

    https://www.atenealibreria.com/libro/parece-que-fuera-es-primavera_174874

    PARECE QUE FUERA ES PRIMAVERA, DE GREGORIO, CONCITA, 16,90€. Irina se casó en Suiza con Mathias. Tuvieron dos hijas gemelas y se separaron.

  • parece que fuera es primavera - Librería Páginas

    https://www.libreriapaginas.com/libro/parece-que-fuera-es-primavera_877442

    PARECE QUE FUERA ES PRIMAVERA, GREGORIO, CONCITA DE, 16,90€. ... Concita De Gregorio ha escrito un libro sobre el absurdo, sobre lo atroz, ...

  • Y si… no fuera el de Manoli Madrono Gomez

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    Me miro una y otra vez en el espejo. Cuento las marcas en mi cara; arrugas que a mis treinta anos empiezan a saludarme, marcas del frio y del calor que se han quedado comodas en mi joven, o ya no tan joven, rostro. Cojo del mueble del aseo unas pinzas y uno a uno voy deshaciendome de los pelos sobrantes de mis cejas. !Listo! Quedan tal y como me gustan, con su cabeza gruesa y su cuerpo fino. Me vuelvo a mirar de nuevo al dichoso espejo y poco a poco me acerco. Otro dia mas con ojeras, pienso para mi misma, pero esta vez son mas oscuras, moradas y con los lagrimales rojizos, que cualquiera que me observe bien se creera que estoy enferma. Me maquillo lo mejor que puedo, para que nadie note esa pena, esa miseria que llevo por dentro. Me dirijo a mi habitacion y me deleito otra vez en el espejo, pero esta vez en el de mayor altura para ver si algo no encaja en mi. Observo mi metro sesenta, cubierto por unos vaqueros grises ajustados a mis perfectas piernas, una blusa negra dejando ensenar un pequeno escote y mis botines marrones favoritos que me hacencrecer diez centimetros mas. Mi larga melena pelirroja cae en cascada por mi delgada espalda. Sonrio y me veo estupenda. Cojo mi chaqueta americana marron y mi bolso a juego, me cercioro de que tengo las llaves y las demas cosas dentro de mi peludo bolso y cierro de un portazo. Estaciono mi Seat Ibiza anaranjado en los aparcamientos subterraneos de la empresa. Me bajo de el y cierro las puertas. Me monto en el ascensor despues de saludar a Sam, ya entrado en anos y vigilante de la planta subterranea; si algo malo pasara, solamente el seria el culpable. Subo desganada, apenas duermo y ultimamente las musas me han olvidado, cosa que no me ayuda para escribir mi columna en el periodico. Respiro hondo y relajo mi cuerpo con tranquilidad, me espera un gran dia. Las puertas se abren, dejandome paso a la decima planta... Capitulo 1 Gire a mano derecha y sali como alma que lleva el diablo del ascensor. Odiaba los sitios cerrados, estrechos y, sobretodo, apelotonarme entre las personas, con los virus que pueden transmitir. !Vale, si! No lo voy a negar, soy demasiado escrupulosa. En su lugar estaba Hannah, mi leal secretaria, ya entrada en edad, pero fiel como un perrito. Era decir cualquier palabra y la tenia a mis pies. --Buenos dias, senorita Gel --me saluda tan amablemente. --Buenos dias, Hannah, un cafe cuando puedas, ?si? --casi le suplique. Tendria que saber despues de tantos anos al ver mi rostro que el cafe deberia de ser en vena y no en vaso. --?Un mal fin de semana? --me pregunto, sabiendo la respuesta. --Quizas peor que mal. --Me deje caer en mi silla y encendi el ordenador. --Vuelvo enseguida --dijo Hannah yendo a por mi cafe. Observe por encima los papeles que me habia dejado mi secretaria, y ni siquiera sabia por donde empezar. <>, me pregunte sin hallar la respuesta. Di una vista atras a mi pasado. Entre en la revista por mi padre. Me consiguio el mismo el puesto, justo despues de terminar la carrera de periodismo. Sabia que mi gran sueno era ser columnista y no estar en las calles buscando el ultimo informativo. Y por ello hablo con uno de sus mejores companeros del "mus", como el solia decir. Despues de hacer la entrevista, el senor Muester quedo encantado conmigo y decidio darme la columna que yo eligiera de las vacantes que existian en ese instante. Con apenas veintidos anos elegi la columna de "Los deseos". Quizas era mi vena romantica o los deseos encerrados en mi ser los que me llamaban a ocupar ese puesto. El comienzo fue duro, pero poco a poco me hice con la revista y sobre todo con el corazon de Muester, que me animo a darle un giro a mi propia columna. Decidi que los lectores tambien se volcaran en ella y no solo fueran historias que salieran de mi cabeza. La idea era que mujeres y hombres me relataran cual era su mayor deseo y yo poderles ayudar a cumplirlos. Asi, cada dia me llegaban emails de personas desconocidas con un pequeno seudonimo para que nadie al leer las preguntas los conociera, solo sabrian ellos mismossu identidad. Poco a poco me hice hueco y la revista subio un escalon a la fama, y todo gracias a mi, por lo que la empresa me estaria eternamente agradecida. Pero ultimamente mi vida era un caos. ?Como ayudar a los demas si ni yo misma podia ayudarme? Esa era mi pregunta diaria. Y lo peor era que en el unico sitio que me encontraba a gusto era en mi oficina, que todo habia que decirlo, aparte de la del senor Muster, era una de las mejores; con su azul cielo cubriendo tres de las cuatro paredes, ya que una de ellas era acristalada y me dejaba ver lo mejor de la ciudad, el mobiliario color gris carretera, y en el suelo una preciosa moqueta gris claro. Definitivamente me encantaba. Era un lujo trabajar en ella y me lo habia ganado honradamente. Seguia inmersa en mis pensamientos hasta que escuche un pequeno golpe en la puerta. --Pasa --le anuncie a Hannah con una de mis mejores sonrisas. La verdad es que la apreciaba muchisimo y no veia mi vida sin ella. --Senorita Bel, queria comentarle algo --me expuso, seria, mientras dejaba mi taza de cafe sobre el escritorio. --Hannah, te he dicho mil veces que me llames Julia. --Le senale la silla que se encontraba delante de mi para que se sentara. --Vera, sabe que... manana cumplo sesenta anos, ?verdad? --termino de decir. --!Si, lo se! --exclame entusiasmada.La semana anterior le habia ido a comprar un detalle que seguro que le encantaria. --Senorita, vera... --Empezo a inquietarse. ?Que le pasaba? --?Estas enferma, Hannah? Te encuentro algo palida --le pregunte, preocupada. --No, no es eso. --Se acerco un poco mas al escritorio. --?Entonces? Dime, me estas poniendo nerviosa. --le suplique. --Manana es mi ultimo dia de trabajo --solto. Y en ese momento senti como si me hubieran echado un cubo de agua encima. Me agarre a los brazos de la silla giratoria, porque crei tambalearme y caer. Respire hondo, lo mas que pude, y poco a poco me levante. Intentaba estar calmada, tarde o temprano esto iba a suceder. Pero yo... Ella… No podia estar pasandome esto a mi. !No! Y menos en esos momentos. --?Se encuentra bien? --observo Hannah alarmada. Ya no pude callar mas. --?Que si estoy bien? ?En serio me preguntas si estoy bien? --Eche el asiento hacia atras y vi miedo en los ojos de Hannah. --Senorita, yo... Lo siento. --Miro hacia sus pies. --!Que lo sientes! ?En serio? --Ella afirmo--. Mira, Hannah, te aprecio como si fueras mi madre. Me has visto crecer en mi puesto de trabajo y flaquear en el personal. Pero !No! Ahora no me puedes dejar. !Me niego! Deambule por el despacho, de una esquina a otra, asomandome por mi preciosa pared de cristal y observando a todos los transeuntes que parecian pulgas a mi merced. Senti caer una de mis lagrimas queriendo provocar un mar de lagrimas y desembocar en mis labios. Pero rapidamente me la limpie, impidiendo que esto no me derrumbara mas de lo que ya estaba. Me di la vuelta hacia Hannah, que estaba cabizbaja y llorando. Pero !Por Dios! ?Que culpa tenia ella? Me acerque y me agache a su altura. Hice que me mirara a los ojos y senti, por primera vez en los ocho anos desde que era mi mano derecha, pena, tristeza y desilusion. --Perdoname. No me he comportado bien. Sabes que no paso por una buena situacion en mi matrimonio y ahora me tengo que despedir de una de las personas mas importante en mi vida --le manifeste. --Pero, ya sabia que esto pasaria. Meses atras lo hablamos. Ademas, ya le tengo la persona perfecta para reemplazarme. Manana vendra conmigo para ensenarle todo y que usted de el visto bueno --anadio en un hilo de voz. --Seguro que sera tan perfecta como tu. Secate esas lagrimas y perdoname --le pedi mientras le daba un tierno abrazo--. Ademas, siempre podremos quedar para tomar un cafe, ?verdad? --Le sonrei. --Claro, senorita. --Se enjuago las lagrimas y me sonrio--. Vuelvo a mi puesto de trabajo, debo adelantar algunos papeles para manana. --Vale, ve. --Le deje via libre y se fue. La observe desde mi puerta. Me fascino nada mas conocerla. Y ya cuando me relato su historia la idolatre. Era una madre coraje y recorde entre lagrimas cuando se abrio a mi y me conto su vida. Madre de cinco hijos y viuda a los veintiseis...Una lastima, pense en ese momento. Perdio a su marido y mejor amigo en un accidente de coche. Por lo visto, el hombre regresaba a casa despues de dos semanas de trabajo sin parar, y un camion se le echo encima, haciendo que su Seat quinientos saliera por la cuneta y perdiera la vida en el acto. Era vendedor ambulante y ganaba lo justo para sobrevivir, aunque sin vicios, pero lo suficiente para que sus hijos y mujer comieran. Me conto que, al no estar asegurado ni tener un seguro de coche en condiciones, ella se vio con una mano adelante y otra atras. Su casero la ayudo porque siempre fueron fieles pagadores y nunca tuvo ningun problema con ellos, y al menos algunos meses podria estar sin pagar el alquiler. Se busco un trabajo en una casa un par de horas y limpiando portales. Despues de un tiempo, vio que esos trabajos no le daban para todo el mes, por lo que decidio terminar sus estudios. Por la tarde cursaba las asignaturas pertinentes para poder obtener el graduado escolar. Y poco a poco se saco su titulo de auxiliar administrativo. Despues de llamar a mas de una empresa en busca de un trabajo, a sus treinta y dos anos consiguio entrar por una baja maternal a su actual trabajo, y Muester quedo prendando de ella y le hizo un contrato fijo, y a la chica que trabajaba en ese puesto la derivo a otra columna de la revista.

  • Tierra (Elementales 2) de Maryah Well

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    Los Elementales son la raza que guarda la seguridad de los habitantes de las siete islas. Tras el nacimiento de uno de ellos, una bruja hace una profecia, pero esta no es seguro que se cumpla y, menos, si la bruja no pone de su parte para ello.
    Despues de rescatar a Samara y a su hermano gemelo Jonathan, en Isla Pyrena, Andrew debe regresar a su trabajo y terminar la proxima mision que le habian asignado en Isla Mercurio. Sin saber como, llega a rescatar y conocer a la hermana de su cunada Miriam, Anabel.

  • Paisley (Divas 3) de Emma Madden

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    Paisley Campbell-Evans empezo su carrera musical muy joven, triunfo a los veintidos anos y a los veintisiete, en el mejor momento de su carrera, su vida personal se desmorona, llega un divorcio inexplicable, y una epoca sentimental muy dura salpicada por intromisiones ajenas, mentiras y malos entendidos que, sin embargo, no logran destrozar su animo, ni la pasion que siente por su hija, por su musica y por el gran amor de su vida, su exmarido, Michael Evans.
    Paisley, la gran estrella mundial de la musica, sobrevive, lucha y brilla en los escenarios para alegria de sus millones de fans, mientras en la intimidad intenta recuperar la estabilidad y la felicidad que le fue arrebatada de forma tan injusta.
    "PAISLEY" es el tercer libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • El Libro de los Abrazos de Eduardo Galeano

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    El libro de los abrazos es una sintesis perfecta del imaginario mas inspirado de su autor. Celebraciones, sucedidos, profecias, cronicas, suenos, memorias y desmemorias, deliciosos y extraordinarios relatos breves en los que hasta las paredes hablan.

  • Mi nino come de todo de Begona Prats

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    Pon en practica el Baby-Led Weaning y prepara menus para toda la semana.

  • Hola, Soledad de Olivier G. Duran

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    Ezra es un ejemplo del exito a sus veintitantos.
    Con trabajo estable, su propio piso de soltero y siendo bueno en su profesion, tiene la vida en sus manos. Nada podria hacerle infeliz.
    ?Que mas podria pedir?
    Tras la mascara de joven exitoso se esconde un corazon atormentado que convive dia tras dia con la soledad, a la cual escribe para desahogarse, sin obtener respuesta...
    ?Y si, de pronto, si fuera respondido?
    Acompana a Ezra en este viaje de huida del mundo y busqueda del bienestar, lleno de decisiones que pueden afectar a su presente y su futuro de manera determinante.
    ?Hasta donde estarias dispuesto a llegar por alcanzar la felicidad?

  • Todos los dias que tuvimos juntos de Anne Zoer

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    Jude Summers es una mujer fuerte, capaz y vulnerable en algunas ocasiones.Ben Randall es un hombre que no solo oculta un secreto, sino que su propio pais trato de matar en cuanto se presento la ocasion.Luego de un aparatoso incidente Jude queda con la duda acerca de quien le salvo la vida y por cuestion del destino su encuentro se vuelve un poco “vergonzoso”

  • La vida de Dani de Christian Martins

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    La vida de Dani es perfecta.
    Se va a casar con Guillermo (alto, guapo, rico) y esta organizando la boda de sus suenos. Todo va sobre ruedas hasta que. Hasta que Alvaro, un amor de su juventud, reaparece en su vida.
    Una noche loca en una piscina marcara un antes y un despues.
    ?Sera capaz de ocultarle a su futuro esposo una infidelidad?
    Y si Alvaro no significa nada para ella. ?Por que diablos tiene tanta ansiedad? ?Por que no consigue sacarlo de sus pensamientos?

  • Historias de un agente inmobiliario de Jacobo Armero

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    UNA NOVELA PARA ENTRAR A VIVIR

  • La ciudad de las viudas de Paloma Sanchez Cortes

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    Esta novela la escribi durante varios anos pese a ser corta y la acabe en 2005. La he reescrito varias veces. Y la historia que subyace se me ocurrio al leer un articulo en un semanario de los domingos y fue asi como la comence. Nuestra protagonista Andrea tiene que hacerse cargo de una herencia al fallecer su abuela y es asi viajando a la tierra de sus padres como descubrira un gran secreto de su pasado y encontrara su destino. Por el tema que toco he de comentar que esto es solo una historia de ficcion. Nada que ver con la realidad. No voy a hacer spoilers ya os ireis enterando de a que me refiero. Espero que os guste. Es una historia en la que caben el misterio, los sucesos paranormales, el romance y los secretos del pasado de la protagonista. Es muy distinta a lo que he publicado hasta el momento y solo espero que la disfruteis y me pongais vuestras opiniones en Amazon. Os doy las gracias por adelantado por escogerme y leer esta historia a la que siempre he tenido especial carino. CAPITULO 1 La primera vez que oi hablar de La Ciudad de las Viudas creo que tendria alrededor de unos cinco anos. Fue mi abuela quien me conto la historia. Ella era una gran contadora de cuentos. Y ese, era mi favorito, aunque pueda resultar extrano. Es la historia de una pequena ciudad de provincias llamada Las Viudas aunque se la conocia mas popularmente por el sobrenombre de La Ciudad de las Viudas. Todo el mundo o al menos casi toda su poblacion, estaba compuesta por mujeres viudas de todas las edades aunque tambien habia algunos hombres, hijos y ancianos solteros que nunca habian contraido matrimonio. Asi comenzaba el cuento y entonces era yo la que preguntaba: --Abuela, y ?por que eran viudas? --y mi abuela replicaba--. Porque los maridos de esas mujeres se morian al poco de casarse en rarisimas circunstancias. Aquel lugar estaba maldito decia mi abuela, todo aquel que se casaba terminaba cavando su propia tumba. La maldicion de la gitana era la culpable de todo. Hacia como unos 85 anos, habia llegado a la ciudad un circo, con sus carromatos y sus artistas, en su mayoria gitanos. Parecia ser que una de aquellas mujeres, que iba vestida como una zingara y que se dedicaba a leer el futuro, se enamoro de un guapo mozo que habitaba en el lugar. Se trataba de un mozo rico que le prometio matrimonio. Aquel la dejo encinta y no quiso casarse con ella y la gitana lanzo su maldicion: todo hombre oriundo de aquella poblacion que contrajera matrimonio no viviria mucho tiempo y aquel lugar quedaria lleno de mujeres viudas, hasta que pronto quedara despoblado por la ausencia de natalidad. La unica forma de huir de aquella maldicion era escapar de alli, vivir en otro municipio, pero a veces, la maldicion, alcanzaba a aquellos que se creian a salvo de ella. Cuando yo le pregunte a mi abuela si habia algun modo de romper aquel hechizo me dijo que si, que solo si un descendiente varon de la gitana se enamorara y casara con una mujer descendiente de aquel mozo, la maldicion terminaria y ya nunca mas alcanzaria a ninguno de sus habitantes. Aquel relato me subyugaba. Se lo hacia repetir una y otra vez. Y la abuela me lo contaba a reganadientes. Solo cuando me fui haciendo mayor me percate de la mirada acuosa y triste que se le ponia a mi abuela cuando me contaba aquel cuento. Jamas de nina cai en la cuenta de cuanto le afectaba aquella historia que yo creia de ficcion. No fue hasta que cumpli 32 anos que fui atando cabos. Fui criada por mi abuela ya que mis padres murieron cuando yo era todavia un bebe, aunque aun no sabia como, puesto que mi abuela nunca quiso contarmelo. Era un secreto que ya no podria revelarme. Una manana, al entrar en su dormitorio, la halle extranamente quieta y palida. Cuando la toque para despertarla su piel estaba extremadamente fria y entonces comprendi que la habia perdido para siempre. Nadie que no haya perdido a un ser querido puede saber lo desamparada y sola que me encontraba. El dolor de aquella perdida, de aquella mujer que era la unica madre que yo habia conocido fue inmenso. Tuve que hacerme cargo de su entierro y de su funeral, al que acudieron pocas personas, amigos mios y algunos vecinos del barrio. Pase unos dias muy malos tras el entierro de mi abuela. Lucinda se habia ido, con ochenta y cinco anos recien cumplidos. Habia sido mi madre y aunque siempre me habia educado de un modo un poco estricto perderla habia sido como un hachazo inesperado. Tenia buena salud y no esperaba que un ictus cerebral se la llevara de mi lado de forma tan rapida. Ya no tenia mas familia y saber que estaba sola en el mundo me desolo por completo. Pase unas semanas en casa sola sin saber que hacer, sabiendo que la unica persona a la que amaba ya no estaria mas a mi lado. Fue duro tener que recomponerme sobre todo porque en ese momento no tenia un trabajo al que dedicarme para no pensar tanto en su fallecimiento y a pesar de que algunos amigos estuvieron ahi para consolarme fue un trago muy dificil de digerir. A los pocos dias recibi una llamada de un despacho de abogados que me notificaba que mi abuela habia dejado escrito un testamento y que yo, era la unica beneficiaria. Hasta el momento no habia imaginado que mi abuela tuviera alguna propiedad que dejarme en herencia que no fueran los escasos muebles y enseres de la casa donde viviamos, que ni siquiera era nuestra. Decidi aquella tarde acudir al bufete de aquel letrado porque me moria de curiosidad por saber que era lo que me tenia que decir. Cuando atravese el umbral de la oficina de Don Jose Miraflores me encontre ante un despacho austeramente amueblado, que contaba con los muebles justos, a saber: un escritorio con su correspondiente asiento, una libreria y unas paredes que aparecian ante mi desnudas de cuadros o de cualquier otro adorno a excepcion, claro esta, del titulo de abogado que se encontraba suspendido en el aire en un marco bastante antiguo y ya de por si un tanto estropeado. Tras la mesa se encontraba un senor de mediana edad, con una calva incipiente y unas gafas de cristal con un aumento tal que su mirada verde aparecia ante mis ojos multiplicando por dos su tamano. El buen hombre era bajito, segun pude comprobar cuando se incorporo de su asiento para estrecharme la mano; bajito y rechoncho. Le sobraban algunos kilos, pero eso si, parecia muy agradable, o al menos esa era la impresion que me causaba su rostro; una cara normal, ni guapo ni feo, pero si graciosa, sobre todo por el modo que tenia de abrir los ojos, muy, muy abiertos con una expresion de sorpresa continua. Llevaba un pequeno bigotito e iba vestido con un traje algo pasado de moda. --Encantada de recibirla, siento mucho la muerte de su abuela. --Muchas gracias. --Sientese por favor. --Gracias, de modo que mi abuela ha dejado testamento. --Pues si, hace cosa de un ano vino aqui y me nombro su albacea. Espere que busque el documento, si, aqui esta. --Saco un sobre lacrado de un cajon y lo abrio, extrayendo el documento que me depararia algunas sorpresas. --Pues bien, creo que le interesara que le lea el documento. --Como usted supone si, adelante. --Bien pasare por alto el lenguaje juridico, en resumen que su abuela le lega una casa en Las Viudas, un pueblo pequeno conocido popularmente como La Ciudad de las Viudas y el dinero que guardaba en su cuenta corriente, cantidad que asciende a 12 millones de pesetas. --?Ha dicho usted La Ciudad de las Viudas? ?Pero ese lugar existe? --Claro que si --se levanto y extrajo de una estanteria un atlas de Espana.

  • Vida con estrella de Jiri Weil

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    Cosida en la chaqueta, justo sobre el corazon, tal y como dictan las normas en una Praga ocupada por los nazis, una estrella convierte a Josef Roubicek en un forastero en su propia ciudad. El, en tiempos un tipo tan normal e inofensivo que resultaba casi anodino, se ve obligado a esconderse en una buhardilla de las afueras con la unica compania de un gato, a trabajar como sepulturero en el cementerio y a mantenerse alejado de las calles. Su vida se centrara a partir de entonces en la supervivencia y en las cosas sorprendentemente pequenas -una cebolla, un libro, un amor perdido- a las que se aferra para perseverar. <> es una conmovedora e inquietante fabula que nos muestra que sobrevivir contra toda probabilidad es el mayor acto de resistencia que se puede concebir.

  • Hechas polvo de Alba Duro

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    Estas frente a una coleccion que incluye 3 libros escritos por Alba Duro.A continuacion te dejo los titulos de las obras:

  • Campo de cielo de Mariano Quiros

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    Hace mas de cuatro mil anos, en una extensa region del norte argentino, se produjo la mayor lluvia de meteoritos sobre la Tierra. Se cuentan cientos de historias sobre ese fenomeno que parece haber determinado la conducta y las costumbres de la gente en los alrededores. Como Julio, el boxeador del pueblo que ve la imagen de un extraterrestre cuando recibe un golpe en la cabeza, o Jorgelina, la cantora, que no puede parar de cantar zambas y chacareras.

  • El nombre de la rosa de Umberto Eco

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  • La busqueda del arcoiris (Herederos del mundo 3) de Mile P. D. Bluett

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    Desenlace de la Saga Herederos del mundo. Paz, Sebastian y Apolo, continuan adentrandose en Tierras Inhospitas. Los aliados crecen, su enemigo se fortalece. La capital los reclama. Nuevos personajes vendran y se volveran entranables. Sebastian y Paz estaran unidos por un hilo invisible y poderoso, que les hara experimentar el amor mas puro que existe. El corazon de Apolo volvera a ser tocado por una mujer. Una adolescente corre hacia su libertad. Un nino reclama los brazos de su madre. Dos seres que tienen todas las respuestas mas alla del arcoiris, pero que no son conscientes de su poder. El final esta muy cerca.

  • Los perdidos de Sheena Kamal

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    Pensaba que su pasado habia quedado olvidado. Se equivocaba...

  • Tiempo de lluvia de Helena Nieto

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    Laura acaba de quedarse viuda. Solo tiene cuarenta anos y una hija de quince, Rebeca. Ambas tendran que enfrentarse a una nueva realidad. Para Laura descubrir que su supuesto perfecto marido no era lo que aparentaba y para Rebeca, afrontar su adolescencia y los retos de esta. La ayuda de su cunado Edward sera fundamental en la vida de ambas.
    ?Superaran Laura y Rebeca todos los problemas que han surgido de repente? ?Podran vivir sin resentimientos dejando atras el pasado y perdonar para poder tomar las riendas de su nueva vida?

    Tiempo de lluvia es una historia de relaciones humanas, heridas emocionales y sentimientos de amor y perdon.

  • El demonio entre las piernas de Cristina Brocos

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    Marta se enamoro, siendo una nina, del cura de su pueblo. Creyo que ese amor se diluiria con el paso del tiempo, pero, como decia la abuela, “el amor, cuando es verdadero, no se olvida, se acrecienta”. Siguiendo los dictados del corazon, que es el unico que conoce el camino verdadero, regreso anos despues, convertida en una mujer de bandera y dispuesta a derribar las Murallas de Jerico. ?Podra el amor luchar contra la fe mas profunda? ?Podra lidiar con todo un pueblo y sus inquinas?

  • En busca del fin del mundo de Walter Vasquez

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    Nunca creas ser lo que crees que eres sino haces lo que en verdad amas hacer; recordaba con nostalgia Walker Joseph Simons, un joven sonador que decide abandonar las riquezas de una de las mejores familias del puerto de Dover. Su sueno; convertirse en el navegante mas intrepido que la historia de los cuatro puntos del indomable mar haya cobijado.
    Durante su destierro camina, deambula y se vuelve un pordiosero de las bulliciosas calles de la epoca medieval inglesa; sin embargo, su aventurero corazon y las ansias de descubrir mas alla de lo que sus ojos contemplan cada manana lo llevan a surcar lo desconocido.

  • Cicatrices de la memoria de Sealtiel Alatriste

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  • Nunca Hemos Sido Amigos de Irene Romo

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    Emma es joven y sus unicos problemas son acudir a la universidad y. David. El apuesto ligon que quiere conquistarla a toda costa y, que para su sorpresa, esconde un gran corazon. Pero ella no tiene ojos para nadie mas que para Marcos.
    David se ha dado cuenta de que no tiene nada que hacer con Emma, pues ella vive una relacion clandestina con su vecino de arriba. Pero David se da cuenta de lo especial que es Emma y entre ellos nace una gran amistad, hasta que una noche que Emma necesita consuelo, ambos se dejan llevar mas alla de la amistad.
    ?Que pasara a partir de ahora?, ?que ocurrira con su amistad?, ?seran capaces de mostrar sus verdaderos sentimientos?

  • Ochate. La puerta secreta de David Zurdo

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    Una impenetrable noche de invierno, tres jovenes llegan por error a un pueblo cercano a Ochate. No saben que sus habitantes los esperan. Los necesitan… Alli se llevan a cabo ancestrales rituales celticos, cuyos dioses reclaman sangre nueva para apaciguarse. En el entorno del pueblo maldito de Ochate, los tres jovenes, ayudados por una guardia civil recien destinada a la zona, tendran que luchar por sus vidas. Una lucha en la que todo parece en su contra.

  • Dejame Enamorarte de Dylan Martins

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    Mire hacia la puerta y vi de nuevo entrar a Rosario, la vecina mas pesada de toda la avenida donde estaba la sucursal del banco donde yo trabajaba. Llevaba un ano por ahi viviendo en el pueblo, cuando quedo viuda se compro un piso en este y se vino de la ciudad. Me quise meter debajo de la mesa para que eligiera a la otra companera, pero ya me habia visto y venia hacia mi como una flecha. --Buenos dias, Rosario --sonrei con amplitud. --Buenos dias, Carolina. Tengo un problema-- dijo sentandose con cuidado. No es que fuera muy mayor, pero ya tenia su edad. --Digame, intentare ayudarle. --Veras, mi hijo Hugo que estaba destinado afuera por un curso de ascenso, ya que es militar... --No sabia que tuviera un hijo militar. --Si, es muy buen chiquillo. Pues ahora se vino ya con su destino aqui fijo y se compro una unifamiliar de las de la entrada del pueblo, le prometi regalarle todos los muebles de la casa. Como tu sabes puse todo mi dinerito en el plazo fijo del banco y creo que no lo puedo sacar hasta diciembre, pero me haria falta ya ?Se puede solucionar de alguna manera? Si mi hijo se entera me mata, no quiere que le regale nada, pero yo quiero tener ese detalle. --Claro, puede rescatar una parte, perdera algunos intereses, pero se puede hacer. --Pues quiero doce mil euros, es lo que le voy a regalar para que ponga su casita como quiera. --Ahora mismo lo miro --entre en su plazo fijo y vi que no habia problema, asi que se lo traspase a su cuenta. --Listo, firme aqui. --Y otra cosa... ?Como lo puedo pasar a la cuenta que tenemos los dos en comun y que el tiene la tarjeta? --Ahora mismo se lo traspaso. La volvi a hacer firmar y listo, operacion arreglada y Rosario ya saliendo de las oficinas. Ese dia no habia dado mucho por saco. Un poquito mas y la hora de la salida... Mire a mi companera Adara, que ya estaba en el momento de recoger las cosas y coger la puerta. Demasiado tenia la pobre, con dos mellizas de cinco anos, Elsa y Adara, aunque tenia quien las recogia del cole y una chica que le limpiaba, cocinaba y se encargaba de las ninas, ella intentaba estar pendiente a todo, pero vamos, lo tenia facil. Adara tenia cuarenta anos, cinco mas que yo, se caso cuando tenia treinta, pero a los treinta y tres viendo que no se quedaba embaraza se puso en tratamiento para hacerlo por inseminacion artificial y de ahi vinieron las mellizas. Su marido Jorge, tenia mas o menos su edad y era dentista, poseia una buena clinica cerca de la sucursal, aunque yo siempre pense desde que entre en el banco tres anos atras, que ella estaba liada con Federico, el director, un hombre de unos cuarenta y cinco anos que estaba para chuparle hasta las unas de los pies. Federico tambien estaba casado y tenia un nino de diez anos que se llamaba como el. Su mujer era Lola y no hacia mas que fundirse lo que el marido ganaba, no trabajaba y vivia como una reina. Luego estaba Martina, la chica de caja, veintiocho anos y con un cuajo que no podia con ella, no se enteraba de nada, le pasaba un tren por encima y ni se inmutaba, esa tenia que estar alli por enchufe, eso por descontado... Y por ultimo en otra mesa Martin, un seductor nato, el terror de las ninas, con unos cuarenta anos, soltero y tenia babeando a todas las feminas del pueblo. Luego estaba yo, un caso aparte, sin mas. Con treinta y cinco anos, vivia sola en un pisito que me compre muy humilde, sin novio, sin ganas de ello y soportando diariamente las llamadas de mi madre que volvia loco al mismisimo demonio. Por eso me independice, me estaba volviendo majara, estaba como una cabra, sin mas, asi era mi madre. Trabajo toda la vida de limpiadora en el hospital del pueblo, me crio sola, ya que mi padre la dejo a la nada de tenerme, ella dice que se fue con otra, yo pienso que se fue por no aguantarla y nunca supimos nada de el. Yo la queria con locura y sabia el esfuerzo que habia tenido que hacer para sacarme hacia adelante, pero es que era demasiado, era un control obsesivo el que tenia sobre mi y encima con menos logica que una nina de quince anos, asi que por eso me independice, cosa que me costo que no me hablara en un mes, que ya podrian haber sido dos o tres, pues poco duro la paz. Sali del trabajo y me fui hacia casa, tenia para comer unas lentejas que me habia llevado mi madre el dia anterior. Me puse a comer y me llegaron mensajes de mi mejor amiga Ines, era viernes y esa noche saliamos, me dijo que sobre las nueve pasaria por mi casa. Ines vivia con sus padres, Luis y Noelia, el profesor y ella ama de casa, adorables como la vida misma y a mi me querian como si fuera una sobrina. Despues de comerme las lentejas me eche en el sofa un rato, estaba reventada de la semana, eso de levantarse a las siete para ir a currar era lo que peor llevaba, me costaba la vida y no habia manera de acostumbrarme. Capitulo 2. Hugo. Observaba la unifamiliar que me habian acabado de entregar, preciosa, como yo la queria, amplia y con mucha luz, ahora solo quedaba amueblarla. En ese momento recibi una llamada de mi madre. --Hijo, ?sobre que hora vendras a comer? --Ya voy de seguida, estan terminando de medir la cocina para hacerla, ya elegi cual queria. --En la cuenta de los dos te puse un regalo, doce mil euros para la cocina y que amuebles la casa. --Mama, ya sabes que tengo dinero reunido, no hacia falta... --Eres mi unico hijo, no hay nada de lo que hablar y no me tardes. --Tranquila, ahora voy. Mi madre era una mujer muy buena, pero era muy pesada, desde que murio mi padre anos atras de un infarto se volvio seca, grosera y era casi imposible sacarle una sonrisa. Estuve una temporada fuera para ascender, ya era oficial de Marina, Alferez de Fragata. Ahora con mi vuelta compre la unifamiliar y me iba a independizar pese al dolor que eso le producia a mi madre, pero necesitaba volar, sentir mi casa como mia y desconectar un poco del nido familiar. Mi vida habia sido muy feliz hasta que murio mi padre, entonces fue cuando mi madre se volvio de aquella manera y tuve que aguantar todos sus arrebatos, malestares, cambios de forma de ser, muchas cosas que pudo haber gestionado de alguna manera, pero que ella lo hizo de esa sin pensar el dano que sin querer me estaba haciendo. Ahora tenia ganas de vivir mi vida en la unifamiliar, independizarme, ir a verla, pero con mi espacio mas marcado, sin tener que levantarme escuchando mil y un consejos que daba de corazon, pero que no tenian ni pies ni cabeza. Esa noche habia quedado con mi amigo Lorenzo, tambien era militar, suboficial, sargento, pero de Infanteria de Marina. Desde que me marche al curso no lo habia visto y estaba loco por tomar unas copas con el y volver a salir como antes haciamos cada fin de semana. Lorenzo era soltero, vivia solo, el si se independizo hacia mucho y la verdad es que el tio vivia como queria, no habia femina que fuera capaz de cazarlo y hacerlo vivir una vida en pareja, eso para el no existia. Llegue a casa de mi madre que ya estaba con la comida puesta sobre la mesa. --Hijo, te veo mas delgado. --Mama estoy mas definido, hago mucho deporte. --No me gusta verte asi... --Bueno, no empecemos, estoy bien y sano ?No es eso lo que importa? --Claro, pero te veo demasiado delgado. ?Cuando te montan la cocina? --El martes, ademas ya escogi el resto de muebles y me lo llevan el lunes, asi que pronto tendre la casa montada. --Y, ?cuando te piensas ir a vivir alli? --La semana que viene, en cuanto lo tenga todo organizado. --?No es muy pronto? --?Y a que tengo que esperar? --Aqui lo tienes todo conmigo, te lavo la ropa, te pongo la comida sobre la mesa... --Lo se mama, pero necesito vivir mi vida y hacer esas cosas, no eres criada de nadie. --Pero soy tu madre... --Ya lo se, no es necesario que me lo recuerdes --sonrei negando. --Espero que vengas a menudo a comer... --Algun que otro dia, no te preocupes por eso, no te dejare en el olvido, aunque seas un poco quisquillosa, sabes que te amo. --Lo se, pero soy quisquillosa porque quiero lo mejor para ti. --?Y no estas orgullosa de mi ascenso? --Mucho, hijo, mucho, pero eso no quita que te quiera seguir cuidando. --Mama, ya tengo edad para saber cuidarme solo --la mire sonriente y ella ni media sonrisa, eso no lo entendia, pensaba que aun era un nino. Le ayude a recoger la cocina y me fui hacia mi dormitorio, necesitaba descansar para coger fuerzas para esa noche, sabia que con Lorenzo nos daria el amanecer en la calle y terminariamos desayunando churros con chocolate en cualquier rincon del pueblo. Capitulo 3. Carolina. Y dale con el timbre... !La iba a matar! --Imagino que se te quedo el dedo pegado --dije al descolgar el telefonillo. --Venga baja, protestona, que la noche nos espera. --Voy... Baje por el ascensor donde me encontre a mi vecino Juan Diego, era joven, unos cincuenta anos y se quedo viudo hacia pocos meses, el pobre daba pena verle la tristeza que reflejaba en su rostro. --Buenas noches, Carolina. --Buenas noches, Juan Diego. ?Que tal? --Pues ahi voy, me llamo mi hermano Paco y vamos a salir a cenar, ya sabes que no he salido de mi casa desde que murio Rosalia. --Pues me parece genial, tienes que salir, eres muy joven para quedarte encerrado en casa. --Ya, pero me esta costando un poco tirar hacia adelante... --Lo se, pero ya es hora de coger algo de impulso. --Claro que si. Y tu, ?bien? --Bueno, no me puedo quejar, tengo salud y trabajo, en los tiempos que corren esas dos cosas son un premio. --Por supuesto. Pasalo bien. --Igualmente --sonrei despidiendolo y me acerque a mi amiga que estaba en una llamada de movil. Le hice senas para que colgara la llamada y me saco la lengua, comenzamos a caminar hacia el centro, saludando a todo Dios, que nos ibamos cruzando. Aquello era un pueblo y alli te sabias hasta los nombres de los perros que, por cierto, uno comenzo a seguirnos y tuvimos que irnos a la puerta de su dueno y llamar para que entrara, de lo contrario el canino se habria hasta de marcha con nosotras. --Por cierto, tengo que hablar contigo --me echo el brazo por el hombro. --Eso es que me vas a pedir algo --rei. --Veras, ya he decidido comprarme el coche. --?En serio? --Si, de verdad, ahora llega el verano y necesitamos uno para movernos. --Pues si y no sere yo quien lo compre --rei. --Por eso ?Crees que en tu banco me lo financiaran? --Claro, estas trabajando fija y tienes la nomina alli. --En la aplicacion me sale que tengo un prestamo preconcedido de hasta veinte mil euros, yo con diez mil me vale, ya que tengo ahorros y el coche me sale por dieciseis mil. ?Que papeles hay que llevar? --Ninguno. Si te sale en la aplicacion, pincha, pones la cantidad que quieres, te saldra el tiempo a elegir y las cuotas, le das a aceptar la que mejor te venga y al instante tienes el dinero en la cuenta. --?En serio...? --Asi es. --Ahora lo vamos a hacer y como sea verdad, me voy el mismo lunes a comprar el que quiero al concesionario. --Menos mal que me lo estas diciendo sin estar borracha, de lo contrario, te hubiese quitado el movil pensando que estabas haciendo una tonteria. --En serio, lo digo en serio, quiero el coche. --Yo me niego a comprar uno y eso que me saque el carne, pero es que no salgo del pueblo, aqui me compro la ropa, hago la compra del supermercado, la playa la tenemos aqui -- senale, pues estaba por todas partes --y salimos aqui de marcha. --Lo tuyo sera comprarte un patinete electrico --rio. --Pues te juro que lo habia pensado. Nos sentamos en la terraza de una plazoleta llena de bares y restaurantes, aquello estaba abarrotado. Como cada noche y dia, alli se concentraba todo el pueblo y parte de los alrededores. Un poco de picoteo para cenar y unas copas de vino mientras Ines iba haciendo lo de la aplicacion y... --!Bingo! --grito al ver el dinero del prestamo en su cuenta --Voy a tener coche !No me lo creo! --Y letras del banco --rei. --Se me puso muy buena la cuota, ni me enterare. --Pues felicidades, espero que lo estrenemos rapido -- sonrei negando. Brindamos con las copas de vino y empezamos a comer esas tortillas de camarones que tanto nos gustaba, ademas de unos rollos de mariscos que ponian a modo de tapas que estaban para bailarles un fandango !Que ricas! --Joder no podia aparecer por aqui otro que Raul --se le dibujo el asco en la cara. --Pues lo mismo que todo el pueblo que sale por la noche y pasa por aqui --resople riendo y levantando la mano para saludarlo, conmigo se llevaba bien. --Ya podia hacer turnos con su taxi por las noches. --Si claro, el pobre, que lo hayais dejado no significa que tenga que pagar por todo lo que os hicisteis los dos. --Yo aguante mucho --dijo con una seguridad que no se creia ni ella. --Fue mutuo, tu una celosa de diez pares y el un huevon de cojones. --Tonteaba con muchas chicas... --Era amable, Ines --voltee los ojos desesperada, pues no habia manera de hacerla bajar del burro. --Paso !Que asquito le cogi! Ines era de lo mas graciosa, pero tenia la capacidad de que cuando se cerraba en algo y creia tener la razon, no habia Dios que le hiciera ver lo contrario. Era preciosa, el pelo liso hasta los hombros, con el flequillo recto sobre la frente, rubia con algunas pequitas que la hacia de lo mas sensual, era una munequita. Yo todo lo contrario, morena con la melena hasta media espalda o mas, con volumen y la cara redonda, pero las dos eramos delgadas, no mucho, pero lo suficiente para darnos por satisfecha con nuestros cuerpos.

  • Remordimiento de F. Javier Beristain Labaca

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    Finales del siglo XX.

  • el amor que me dejas de Patrick Norton

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    A las lectoras que me siguen, que me amparan cuando escribo. A Norah, a su impetu y generosidad. A Monika. "Tu risa es una hoja sobre un rio que no vuelve". Carina Sedevich "Dime lo que he de hacer. Llevame a donde me digan lo que he de hacer. Sus ojos. Tus ojos". Chantal Maillard Amar es fragil "Como arena seca se fue, o la sombra del viento al sol en una playa, (...)" Derek Walcott RECORDARTE Recordarte, vivir en esa quietud, aunque todo pase sin mas. Que no sea amor ni siquiera un recuerdo, nada de lo que quede. Nada de lo que hayamos compartido en este tiempo. Te entregas a mi, o a nosotros, no importa, sin que puedas evitarlo. Y es fragil, tan fragilque no se olvida. NO ESTAS SOLA No estas sola. Aunque los objetos no te permitan recuperarlo. Cada recuerdo es un rasgo de ese hombre y de lo que sucedio entre vosotros. Nada se ama sin el cuerpo, sin otro cuerpo. Lo que mencionas en tus cartas, lo que extranas, una vez que el ha desaparecido, no es mas que un recuerdo. Y hay recuerdos que saben a olvido por desgracia. Demasiadas veces. Todas las veces. Las fotografias, las tuyas junto a el, comentan detalles de un fracaso, que no se parece a lo que viviste. Pero a veces es necesario recordar y mentir en ese recuerdo para no estar sola, para sobrevivir a la ausencia, para convencerte de que hubo una vez que lo amaste, ?verdad? Y con todas tus fuerzas. OTROS ANOS No estas conmigo. Las puertas se cierran a mi paso. Las flores silvestres son empujadas por una fuerza parecida al viento, pero no es quiza el viento. Las nubes descienden a la tierra y demasiado tardan los pajaros en llegar. Otros anos lo hicieron antes, cuando cogias mi mano y callabas para mirarme. Estoy aqui, ante el horizonte desnudo, atraido por una sola palabra. "Quiza". TU NOMBRE Duele que tu nombre se parezca al de la mujer que duerme a mi lado. Las palabras trazan un armonico circulo. Tu cuerpo, lo que era y se fue, importa mucho en algunos recuerdos donde no me reconozco. Acabas de desvanecerte. Entre las olas de luz ha sido, olas que se pliegan al llegar a la orilla. Inutil intencion de alcanzarte. De morir. De repetir una y otra vez esa estupida accion. Nos banabamos y nada era tan importante como dejarnos solos. CADA VEZ Sentir que me hieren. Sentirte. Dejar que el fuego, tuyo y mio, consienta cada encuentro. Tus manos me inspiran. Y esa boca que pronuncia un nombre distinto para mi. Con cada vez. EL HIELO Te deseo desde ese silencio que evocas. Eres la apariencia, no el cuerpo, todavia no. Y, sin embargo, presiento que necesito la soledad a tu lado, el hielo, un roce apenas, la luz intermitente, nuestro cuarto. Siempre. UN MOVIMIENTO Lo que queda de mi no es nada mas que un movimiento, tuyo quiza, cerca de mi, descuidado, una sombra de tu mano que nace de mi pecho, una mirada repetida y hacia la luz. No puedo besarte por alguna ley que quieres que cumpla. LENGUAJE Tu cuerpo es mi lenguaje, eco de una vida anterior donde quiza, alguna vez, ame a quien me recuerdas. Si llega la noche, has de mentirme para no volver a aquella vez que ame a quien me recuerdas. No tengo memoria cuando me atrevo a querer en la oscuridad, a buscar. Un cuerpo. Un tema. Una tarde para leer. Como tu, me conmueve todas las veces. Contemplar tu sombra, su cuerpo "Asi se esta despierto en medio del silencio, una respiracion dormida al lado y las horas de la noche." Miguel Casado ASI ES VIVIR Contemplarte. Algo asi es vivir. Observar tu fragilidad, tu limpieza en los ojos. O ese sincero abrazo de las espigas tras mi sombra. LO QUE TEMES Temes hacerme aquello que tanto deseo. Porque el deseo es el verdadero placer. La ausencia de ti escribe estas lineas. Las orillas me borran. Un fragmento: "No eres tu ni las olitas que mojan tus pies al atardecer, antes de la ultima nevada". Se disipa la primera ave. Luces descargan en la oscuridad que deja. Mueres por mi. O eso dices. TU FRAGILIDAD Tu fragilidad es lo que abandono y que a veces susurres a escondidas: “Dame el placer de los olvidados”. Dejo de escribirte por ahora. Pero ahora tambien es una eternidad para ti, mi soledad, una mujer y otra. UNA ESTRATEGIA Te quiero cerca. Y lejos que queden las visiones del fuego. Tu cuerpo, mi oracion en la oscura resonancia de un sueno. ESTRATEGIA II Deseo sentir que, en tu interior, todo se agita, todo es distinto, ausencia del mundo. Brevemente me esperas como otro cuerpo. Nos queda toda la vida para arrepentirnos de lo que hemos hecho a escondidas: cerre los ojos y me arrastro tu mano y las sombras de ti. Brevemente te tengo. ESTRATEGIA III Ven conmigo. Elevate de mi cuerpo hasta que el placer y un dano sean la misma luz. No olvides cada tarde de invierno. Mi nombre y el tuyo, el nombre de todas las cosas. Trazo oscuro sobre tu cuerpo a punto de desaparecer. Lo miento y sobrevives. UN SOPLO Un beso, soplo de vida. Me miras y camino sobre el fuego. Ganas de desaparecer en un recuerdo tuyo. Azul oscuro. Cafe en una terraza de Montmartre. A veces eramos felices. ESTRATEGIA IV Cuidar de tu gesto bajo el hielo. Quedarme. Querer. No dejes de besarme. Dime que fue de mi y de ti. La realidad, una falsa promesa, los dos, a solas, somos un cuerpo, confuso, que olvida. A ti, no. Ni ese dormitorio, ni su incendio breve. COMO EL CANSANCIO Tus manos, sombra que muere en mi, vibracion de una noche que no repetiremos. Beber entre tus piernas, sentir la luz como el cansancio. Me desvistes y el viento, o tu, o esa leve sucesion de nubes me recuerdan que no existe nada mas parecido a la vida que la ceniza. OCULTOS Plantamos arboles para ocultarnos. La juventud no es esta edad ni la luz. El deseo a veces regresa y luchamos para que lo que quede de vida parezca eterna. Nos mentimos cuando nuestros cuerpos se hieren sin motivo alguno, en ese abrazo, quiza, que tantas veces interrumpe la lluvia. Afuera. O dentro de nosotros. LA CARNE Como te necesito, te imagino. Tras las puertas, no hay otro hombre, sino la mujer que desnudo en la luz. Despoblados lugares son tus ojos y lo que miento es tan bello que piensas que es cierto, como unos versos de Maillard: "Ademas, tambien esta el ahogo. La carne incandescente, la estrechez y el aire que se aspira como se sorbe, a cortas bocanadas, (...)". VENECIA No importa si sucedio en Venecia. En un cafe, los dos nos miramos como dos desconocidos. Casualmente. Eramos dos seres distintos a otros anos, a los arboles que rodeaban nuestra casa e incendiaba la luz, o su transito de la manana a la noche. Eran tus manos, tus labios frunciendose, a punto de rozar los mios, lo que me excitaba, como agua que corre fugaz, sin rumor apenas hasta ese lugar tan familiar donde el placer se parecia tanto al dano. Juntos. Casi nos ahogamos. No importa si sucedio en Venecia. Alrededor, como la niebla "La beso entonces con ternura. Es tan blanca que apenas puedo saber cuando se ausenta". Chantal Maillard TU MANO ES UN PAJARO Te escribo para que no mueras. En ti no hay nada que sea mar o ligero fulgor sobre el mar. Me deseas, pero nada significa eso, cuando estamos desnudos ante la proeza. "?Que proeza?", preguntas sin aliento ya. Que el mar nos sumerja, que algo asi pase, que nada respire a nuestro alrededor salvo nosotros, quienes no hemos heredado nada, quienes olvidaremos pronto este instante. Dos locos. Y tu mano es un pajaro que se guarece en la mia. HABITACION GRIS A lo mejor me basta solo con mirarte. Porque no eres tu, sino lo que queda despues de esa claridad que anega la habitacion gris. Siempre estuvo vacia. No quieres saber mi nombre. Yo se el tuyo. Acabo de inventarlo a la sombra, desnudo tambien, porque no queda otra verdad para mi que mirarte, como quien es tentado, como quien ha de aquietarte, mudo tambien, sin nada que me impida recordarte cuando dejemos este lugar, el polvo, su horma de sombra. AUNQUE TODO PASE Que tu cuerpo suceda a otro. Que nos falte el aire a veces y el movimiento sea nuestro, porque el mundo, como el tiempo, se ha detenido por primera vez. La saliva penetra en la hendidura y cierras los ojos, porque has alcanzado las aguas que te prometi. Aunque todo pase. UN CAFE Deja de mirarme. Deja que termine este cafe. Deja que improvisemos. Estas tan ansiosa como yo. Presientes que no sere como los otros, aquellos que te dejaron sin voluntad de amar nuevamente. Sabes que no soy aquellos. Deja de preguntarte. Deja que nos arrase esta luz. La merecida y fluvial. Un hombre solo no es amor "Vendra la muerte y tendra tus ojos". Cesare Pavese

  • A Merced del Deseo de Tara Pammi

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    Valentina siempre habia creido en la pasion que consumia tanto a Kairos, su marido, como a ella. Hasta que descubrio que su matrimonio no era mas que un frio trato de negocios. A pesar de que entre ellos habia una quimica innegable, ella se nego a permanecer unida a aquel griego despiadado. No obstante, antes de concederle el divorcio, Kairos le exigio que volviera a actuar otra vez como su adorable esposa. Y, cuando se encendio de nuevo la llama de la pasion, Valentina descubrio que estaba a merced de su propio deseo.

  • Sellada (Hilos del Destino 1) de Nayeli Ceron

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    La vida de Aknei da un giro total cuando un dia su aldea es atacada por unas aves come humanos, y ella es rescatada por un joven misterioso, quien le revela su verdadera identidad y mision: Ella es la Ultima Guardiana de la Gotta y su deber es encontrar una joya de gran poder, para asi detener una guerra de mas de veinte anos. Con esto, Aknei iniciara un viaje para cumplir con un destino que le han sellado.

  • Me haces falta de Freya Asgard

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    Luego de la muerte de Teresa, el amor de su vida, Marcos debe seguir adelante, pues no esta solo, ahora tiene un hijo que criar. A pesar del trabajo duro, el dolor parece no menguar; sin embargo, la vida siempre da nuevas oportunidades y, en este caso, puede estar mas cerca de los que sus ojos le permiten ver.
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    Maybe Albornoz es una tipica chica de ciudad que llega a "El Terrano", la hacienda del abuelo de Victoria, cunada de Marcos, mientras huye del novio de su mejor amiga, un hombre golpeador que la amenaza por entrometerse en su relacion, por lo que debe quedarse en el fundo. Esto provoca en ella dudas y molestia, pues vivir en el campo y enamorarse, sobre todo de un hombre como Marcos; no esta en sus planes.
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    ?Podra Marcos dejar el sufrimiento atras y encontrar la paz y el amor? ?Maybe dejara su estructurada vida para aceptar que no siempre todo se puede planear?

  • 25 noches de insomnio de Marcelo Di Marco

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    El terror psicologico, el humor negro, el horror sobrenatural y la apocaliptica sensacion de vacio existencial de la posverdad son los motores que ponen en marcha a estas oscuras narraciones. Muchas de ellas se inspiran en hechos reales a los que el autor sobrevivio para contarlos: el secreto del exito de Marcelo di Marco es sacar a pasear a sus monstruos bajo la tenebrosa y digna luz de un plenilunio comun a todos los que se atreven a sumergirse en las profundidades del alma.

  • Una cabeza llena de fantasmas de Paul Tremblay

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    La apacible vida de los Barrett da un giro cuando su hija Marjorie, de catorce anos, empieza a mostrar sintomas horribles de esquizofrenia que los medicos no consiguen mitigar. Muy pronto la situacion ha empeorado tanto que su descenso a la locura parece imparable. Desesperado, el padre pide ayuda a un cura para practicar un exorcismo. Y es entonces cuando se produce una vuelta de tuerca: debido a sus problemas economicos, acepta la oferta de una productora de reality shows para grabarlo todo. Quince anos despues, una escritora entrevista a la hermana pequena de Marjorie. A medida que ella rememora la tragedia, va desgranandose una impactante historia que plantea interrogantes sobre la memoria y la realidad, los medios de comunicacion, el poder de la ciencia y la religion, y la naturaleza misma del mal. Ganador del Premio de Novela Bram Stoker, Una cabeza de llena de fantasmas es un libro fascinante que combina el terror con el misterio, el drama familiar y la critica a la sociedad del espectaculo en la estela de El resplandor de Stephen King, La maldicion de Hill House de Shirley Jackson y El exorcista de William Peter Blatty.

  • Entre el Sol y la Luna ( Los Lagos 2) – Juani Hernandez de Juani Hernandez

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    La vida sigue tras los ultimos acontecimientos sucedidos en el Reino de Los Lagos, aunque nadie dijo que fuera a ser sencillo.

  • Apuesta intima de Maggie Price

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    La mision de la agente Morgan McCall era atrapar a Carlton Spurlock como sospechoso de asesinato, y su jefe era el sargento Alexander Blade. El problema era que ambos policias iban a tener que hacerse pasar por recien casados y convertirse en los vecinos del sospechoso.

  • Damon de Gloria Vilarino

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    En este baile de mascaras, manipulacion y amor, todos los participes danzan como marionetas en un teatrillo unidos por el hilo del destino que los entrelaza, donde los actos que cada uno de ellos ejecuta tienen consecuencias imprevisibles en la vida de los demas, pues a veces, nuestros errores crean demonios; demonios capaces de perseguirnos incluso mas alla de la muerte.
    Descubrir ese yo que reside en lo mas profundo de cada uno de nosotros, donde sin ataduras sociales o morales sabemos quien y que somos, sin esa careta que esconde nuestro verdadero ser es lo verdaderamente complejo, y es que la maldad usa muchas mascaras y la mas peligrosa es, sin duda, con la que se viste el demonio.

  • Desgracia impeorable de Peter Handke

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    Publicada en 1972, “Desgracia impeorable” ocupa un lugar destacado dentro de obra de Peter Handke (1942), uno de los escritores actuales mas importantes, polemicos y populares en lengua alemana. En el libro, escrito pocas semanas despues del suicidio de su madre por una sobredosis de narcoticos, la angustia lleva al autor a profundizar en la memoria y encontrar para sus recuerdos formulaciones adecuadas. Y, en esta prosa cristalina, el relato preciso de la existencia de la madre (un mero salir adelante en que cobra fuerza la voluntad por dejar de ser <> para convertirse en <>), construido sobre un recuerdo vivido intensamente, se transforma en un ajuste de cuentas con la realidad, asi como en una lucida reflexion sobre la tarea del escritor.

  • Los combatientes de Cristina Morales

    https://gigalibros.com/los-combatientes.html

    Esto va de una juventud rabiosa que flota entre los restos del naufragio; de un grupo de actores teatrales que se convierten en actores politicos y deciden que la realidad solo se puede retratar a traves de la ridiculizacion, y que esta, para ser creible y eficaz, debe empezar por uno mismo y alcanzar a nuestros maestros literarios.
    Quienes son los combatientes: los que saltan a la comba (como los boxeadores en sus entrenamientos), los integrantes de una compania de teatro universitario, los jovenes que en la Espana del s. XXI sobreviven hartandose de amor ya que no pueden hartarse de pan, en palabras de la sociologa Layla Martinez.
    Este es un libro -acaso una novela, acaso una obra de teatro- que cuenta a traves de la ficcion una historia verdadera, que habla de representacion y realidad, de radicalismos impostados y transgresion autentica, del arte como provocacion y de la provocacion como arte, y lo hace retando a la lectora (y tambien al lector) en un juego nada inocente que incorpora, a veces citando y a veces sin citar, textos ajenos.
    Cristina Morales debuto como novelista con esta obra -galardonada con el Premio INJUVE 2012- que acota ya con contundencia el camino literario que la ha convertido en una de las voces mas innovadoras, radicales y necesarias de la actual narrativa espanola.

  • Paradiso Blu: El misterio de Caramelle Dolci de Andrea Leal

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    Paradiso Blu: El misterio de Caramelle Dolci. Parte II.

  • El bouquet del miedo de Xabier Gutierrez

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    En pleno mes de septiembre, tiempo de vendimia, y a pocos dias para que empiece la recoleccion de la uva, al subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra le asignan la investigacion del asesinato de la enologa Esperanza Moreno, encargada hasta entonces de la elaboracion del vino de las Bodegas Saenz de la finca Marbil, una de las mas prestigiosas haciendas de La Rioja, y productora del apreciado vino VVV. Su cuerpo ha sido hallado sin vida en su piso del barrio antiguo de San Sebastian, en medio de un charco de sangre y con la garganta seccionada. Todo parece indicar que se trata de un crimen pasional, cuando a las pocas horas de encontrar el cadaver, desaparece el novio de la victima, Roberto, operador de camara en uno de los programas de television de cocina mas exitosos del pais y dirigido por un afamado cocinero.

  • Oculta en La Sombra de Vanessa Savage

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    Un estremecedor thriller psicologico que cautivara a los fans de ” El resplandor “.

  • La aventura de sonar despiertos de Silvia Sancho

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    Todos me advirtieron de que no debia enamorarme de Sergio: nuestros amigos comunes, mi propia experiencia, hasta el mismo. Sergio llevaba la palabra <> escrita en los caracteristicos frunces de su ceno. Era un espiritu libre, indomable, salvaje. Su magnetismo era tan grande como su falta de compromiso. Con Sergio parecia imposible alcanzar la estabilidad que tanto habia buscado, mi sonado final feliz. El solo estaba dispuesto a ofrecerme dudas, calor entre las piernas y un empleo en su agencia, uno que nunca debi aceptar. No era una buena idea entregar mi corazon a un hombre asi, pero el resto del cuerpo. ?Es de ilusos creer que una aventura puede cambiarte la vida por completo?

  • El secreto de la casa del rio de Sarah Lark

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    Una historia apasionante y envolvente sobre como el pasado puede irrumpir con fuerza y cambiar el presente para siempre.

  • En carrera al amor de Mary Kate Williams

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    Ella:
    Disfruto del olor de las calles, la emocion y la incertidumbre de correr en la clandestinidad. Me gusta este mundo, pero me mantuve al margen porque aun era joven. Este ano es diferente. Todo es muy diferente. Este ano soy la chica que da la partida. Lo que no estaba en mis planes, era ver el regreso de Felix a las pistas. Yo lo habia visto sufrir, lo vi realmente mal. Ni siquiera estaba segura de que este fuera un buen momento para volver. Pero de alguna manera confiaba en el. Creia en el.
    Si tan solo supiera las veces que me quede viendolo cada vez que podia, las ganas que me daban de acercarme y fundirme en el. Es la tentacion hecha carne para mi.
    Puede que sufra, pero tambien puede que seas inmensamente feliz en el lugar correcto. A mi me parece que eso es lo que voy a vivir.

  • Vestida de blanco de Mary Higgins Clark

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    Vestida de blanco es la segunda novela sobre el programa de television de Laurie Moran. El reality que trata de desvelar los misterios sobre casos sin resolver se centrara esta vez en la desaparicion de una novia el dia de su boda.

  • Blackmoore, Julianne Donaldson de Julianne Donaldson

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    En la Inglaterra de 1820 la unica carrera para la mujer es casarse. Pero Kate Worthington conoce su corazon y sabe bien que nunca lo hara. Su plan es viajar a la India, aunque solo sea para encontrar la paz que le pide su espiritu inquieto y para escapar de una familia a la que aborrece. Sin embargo, su entrometida madre tiene otros planes para ella, asi que le plantea un trato: podra ir a la India, si, pero solo tras haber conseguido -y rechazado- tres propuestas de matrimonio. Decidida a cumplir su parte del trato, Kate parte hacia la mansion de Blackmoore, para pedir ayuda a su amigo de la infancia, Henry Delafield. ?Sera capaz de rechazar una propuesta que, en realidad, es lo unico que puede dar alas a su corazon?

  • Gold and Diamonds 2 de Eli Jane Foster

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    Glory les observaba sentada en su trono de terciopelo rojo, convenientemente alejada de la pareja. El hombre desnudo ante la mujer y totalmente excitado, la cogia por el cabello rubio metiendole el miembro en la boca casi hasta ahogarla. La chica, que era una de las habituales, estaba atada a una x de madera con unas correas e intentaba apartar la cabeza, pero el no se lo permitia. Glory suspiro cuando ella con lagrimas en los ojos la miro de reojo intentando respirar desesperadamente. Se levanto lentamente cogiendo su latigo de la mesa y camino sobre sus tacones de aguja hasta ellos. --!Sueltala! El tipo la miro sonriendo y tapo la nariz de la chica haciendola gritar de miedo quedandose sin aire. --Si le gusta. ?No ves como disfruta esta zorra? --Se aparto lo suficiente para que la chica aspirara una bocanada de aire y tosiera antes de que el volviera a metersela en la boca. --No estas siguiendo las reglas, guapo. Nada de poner en peligro a las chicas. --Dejo caer la cola de su latigo observando aquel culo caido del tipo que debia tener unos cincuenta anos. --No te lo repito mas. Es nuestra primera sesion y no me conoces, pero hablo muy en serio. !Si yo digo basta, es que basta! --!Callate, puta! !Pago para esto! --Se alejo de la chica pegandole un tortazo. --!Solo estas aqui para observar porque eres una mirona! Esas palabras la enfurecieron, pero aun asi no movio el gesto mirandole friamente. --Como vuelvas a ponerla en peligro, te voy a meter el latigo por el culo. --Sonrio maliciosa. --Seguro que te gusta. Tienes toda la pinta. El tipo se acerco a ella con la mano levantada para pegarla, pero antes de que llegara a ella, levanto el latigo dandole en la cara. El se aparto cubriendose la mejilla con la mano. --!Hija de puta! --Se iba a tirar sobre ella de nuevo y Glory no se reprimio mas. Le dio dos latigazos y uno le dio en su miembro retorciendole de dolor hasta caer al suelo. Lentamente Glory se acerco a el y puso el tacon de acero sobre su pecho. --Como vuelvas a intentar joderme, te voy a dar tal manta de hostias que te dejare lisiado. --Levantando una ceja por debajo de la mascara de latex miro su miembro ahora flacido. Sonrio ironica y clavo el tacon en su pezon haciendolo chillar de dolor. --Se ha terminado la sesion. --Si, ama --siseo mirandola con odio antes de que se apartara de el dandole la espalda. --Desatala y largate. Informare al jefe. --!He pagado una fortuna por ser miembro de esta mierda de club! --El club tiene reglas. Sadomasoquismo consentido. Si ella quiere parar, se detiene la sesion. Punto. --Miro a la chica que no habia disfrutado en absoluto de todo aquello y lloraba del alivio. --?Quieres parar? --Si, Glory. Sueltame, por favor... Este cabron es un sadico, que no tiene ni idea de lo que hace. Glory hizo una mueca al mirar al tipo que estaba furioso sin poder levantarse todavia. --!Tu consentiste! --!Para tener sexo, no para que molieras a hostias, cabron! Glory se echo a reir al ver la confusion en la mirada del viejo y se acerco a la chica abriendo con una mano una de las correas. La chica se desato el resto y salio corriendo desnuda como estaba. --Vaya... --Divertida miro al tipo. --No se la ve muy contenta. --!No tiene que irse contenta, zorra! Yo mando. Glory chasqueo la lengua acercandose con el latigo en la mano. --Estas sesiones se basan en dos cosas muy simples, carino. El placer de ella unido al dolor y tu placer al provocarla hasta el limite. --Le fulmino con sus preciosos ojos verdes. --Nunca rebases el limite porque no tendre piedad. Eso te lo juro. --Esta me la vas a pagar. Glory se echo a reir a carcajadas. --Si me dieran diez pavos cada vez que me dicen eso, seria rica. --Se volvio yendo hacia el ascensor. --Te aconsejo que te vayas. Voy a avisar al jefe de que has sido un chico muy malo. Se subio en el ascensor y sonrio maliciosa mirando a aquel cerdo. Llevaba en ese trabajo seis anos. Cuando tenia diecinueve vivia en la calle y Lucius la recogio dandole un lugar donde vivir en el atico del club. Sabia perfectamente lo que sucedia alli, pero Lucius nunca le pidio que trabajara alli. El anciano la trato como una hija e incluso insistio en que siguiera estudiando, pero ella no quiso sabiendo que al menos le debia trabajar para colaborar en su manutencion. Pidio trabajar en el guardarropa donde alli estaria segura de varios pervertidos del club y el estuvo de acuerdo. Estaba sentada leyendo un libro cuando escucho los gritos del piso de abajo. Miro hacia la puerta, pero el de seguridad debia estar fumandose un cigarrillo y no estaba en su puesto. Glory no se lo penso, porque la que estaba abajo era Shine y era una chica fantastica. Bajo por las escaleras y al ver que un hombre desnudo la tenia encadenada a la pared de espaldas golpeandola con una vara, se acerco furiosa a la pared y cogio el latigo. El tipo ni vio llegar el primer latigazo tan concentrado que estaba en infringir dolor y ya no pudo detener ni el segundo, ni el tercero. Glory perdio el control y le dio una paliza que el tipo no olvidaria nunca. Cuando Lucius bajo y vio la situacion, pidio a sus gorilas que sacaran al tipo de alli y antes de que se lo llevaran a rastras, le cogio por el cabello levantando su cabeza y siseo --Como abras la boca, te la vuelvo a enviar. No se destroza la mercancia, hijo de puta. Solo se disfruta. Mi nina ha hecho lo que hubiera hecho yo. No vuelvas por aqui si quieres seguir conservando la piel en el cuerpo. Unas chicas se acercaron a Shine que estaba inconsciente en ese momento y la desencadenaron llevandosela entre todas para atenderla. Con la respiracion agitada, Glory aun con el latigo en la mano miro a Lucius algo preocupada. Su jefe sonrio. --Nina, has hecho bien. --Metio la mano en el interior de la chaqueta y saco un puro mordiendo el extremo y escupiendo en el suelo de piedra. Saco el mechero y encendiendolo, ilumino su rostro y su pelo blanco mientras aspiraba una y otra vez hasta encenderlo. Lucius sonrio cogiendo el puro entre sus dedos y apartandolo de la boca para expulsar el humo. --?Como te has sentido? Le miro con desconfianza. --?A que te refieres? --pregunto agresiva. --?Crees que no se tu secreto? Eres tan transparente para mi. --Lucius sonrio mirando a su alrededor. --Se lo que opinas de nosotros. Que somos enfermos. --No opino eso de ti. --?Crees que a mi no me gusta dominar a una mujer cuando le hago el amor? --Se que te gusta, pero nunca harias algo asi. --No. --Miro con desprecio los grilletes de la pared. --A mi no me gusta torturarla provocandole dolor. --Sonrio malicioso. --Aunque un poco no viene mal para alargar el extasis, algo continuado me parece excesivo. Glory le observaba sin decir nada. Su porte y su traje demostraban que era un hombre que siempre lo habia tenido todo. Le vio caminar haciendo ruido con sus zapatos italianos sobre el suelo de piedra. --No has contestado a mi pregunta, pequena ?Como te has sentido? --?Golpeando a ese cabron? --?Cuantas veces te he dicho que no digas tacos? Sonrio sin poder evitarlo por la reganina y Lucius movio la cabeza de un lado a otro como si no pudiera con ella. --Me he sentido bien. --?Como de bien? Glory entrecerro los ojos. --No me he excitado, si es lo que preguntas. Lucius suspiro de alivio. --Pero te ha gustado. --Me encantaria pegar a todos esos cabrones, que se creen con derecho a golpear a una mujer --dijo con rabia. --No podras hacerlo si ella disfruta. Esa es la regla. Solo si el se pasa de la raya. Los ojos de Glory brillaron. --?Me dejaras? --Me acabo de dar cuenta que lo que ha sucedido hoy no puede volver a pasar. Tu evitaras que ocurra de nuevo. ?Podras soportarlo? Veras cosas que puede que te escandalicen. Glory levanto una ceja. --?No te has dado cuenta que ya no me escandaliza nada? Lucius la miro con pena. --Siento que siendo tan joven hayas visto tanto. Se encogio de hombros tirando el latigo al suelo. --Me voy con los abrigos o esos ricachones me lo revolveran todo.

  • Vacaciones al amor de Isabel Keats

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    Pase, el senor Anglada la recibira enseguida --anuncio la desdenosa secretaria, al tiempo que abria la puerta de un amplio despacho de paredes de cristal. El contraste entre el antiguo edificio senorial, con sus grandes ventanales, y la decoracion vanguardista del interior llamaba la atencion. Detras de la mesa interminable un hombre de pelo castano claro, sentado de espaldas, hablaba por el movil. Cuando termino la conversacion giro el sillon de cuero hacia mi y pude verle la cara. Le reconoci de inmediato. Su rostro permanecio inexpresivo; sin embargo, sus ojos turquesa, que brillaban con regocijo al devolverme la mirada, le delataron. Era evidente que el tambien se acordaba de mi, y esos ojos burlones me obligaron a retroceder en el tiempo hasta la semana anterior… Como marcaba la tradicion, las antiguas alumnas de las Esperanzadas en la Fe --una especie de nucleo duro de las Ursulinas--, promocion de… (he olvidado la fecha), celebrabamos nuestro aquelarre anual navideno. Una cena en la que el vino fluia como el petroleo en el golfo de Mexico y donde las colillas parecian castellers intentando fugarse del cenicero, a pesar de los ingentes esfuerzos de los camareros que no daban abasto vaciandolos; mientras nosotras, inseparables desde el colegio, poniamos a caldo a los maridos que quedaban o a los ex que aumentaban de ano en ano. Yo seguia soltera y, tras cortar con mi ultimo novio --la lista de nombres comenzaba a ser dificil de recordar--, sin compromiso. Mis amigas me acusaban de inmadura, de tener una puntuacion de once --en una escala del uno al diez--, del sindrome de Peter Pan. Quiza fuera cierto, pero, como yo les decia a menudo, su ejemplo no invitaba a tirarse de cabeza al abismo del matrimonio y al averno de los hijos, precisamente. La verdad es que no estabamos sacando conclusiones provechosas sobre aquel tema recurrente. Las casadas hacian proselitismo de la familia y los ninos, a pesar de echar pestes de ellos, y las separadas exaltaban la libertad de volver a bailar la danza del apareo una vez cumplido el ciclo natural de la reproduccion y cuidado de las crias; pese a quejarse amargamente de que, a esas alturas, no quedaba ni un solo tio al que se le pudiera aplicar el calificativo de normal. En realidad, dudo mucho que ninguna de ellas estuviera capacitada para extender a nadie el certificado ISO de <>. Cualquier fulano que viera su actitud de perras en celo, siempre a la caza y captura, no entenderia que alguna de ellas hubiera pasado mas de cinco anos en el delicioso estado marital; es mas, incluso podria llegar a pensar que esos anos transcurrieron entre los muros inexpugnables de un convento de clausura, en el que el unico polvo que entro jamas fue el que se acumulaba en los reclinatorios. Yo hacia loas de la vida sin ataduras de ninguna clase. Por un lado, no tenia que aguantar por obligacion los ronquidos de un tipo a mi lado cada noche, conteniendo las ganas de tirarlo al suelo de una buena patada. Tampoco debia soportar la presencia de pequenas alimanas pululando a mi alrededor volviendome la cabeza del reves y sin posibilidad de mandarlas a jugar a la autopista. Pero, al mismo tiempo, renegaba de los donjuanes canis y, a veces, de la soledad. En ese momento de la noche, mi estado era bastante… como lo diria… quiza la palabra mas adecuada fuese <>. Hacia rato que las ganas de hacer pis no me permitian atender a la conversacion, asi que me levante -- estuve a punto de tirar la copa de vino y el platito del pan-- y, un poco tambaleante, me dirigi al lavabo. Aliviada como un hipopotamo en el zoo, me di un retoque de brillo en los labios, ahueque mi melena y sali. Justo en ese instante, se abrio la puerta del bano de caballeros y de el salio un hombre alto, de unos cuarenta anos, de pelo castano y unos impactantes ojos color turquesa. --Oiga! --exclamo y me agarro del brazo. Indignada, me desasi con brusquedad y grite: --No se le ocurra tocarme, baboso! --Solo queria decirle… --insistio el hombre a pesar de todo. No le deje terminar. Sintiendo una agresividad que se me escapaba hasta por las unas de los pies --puede que como consecuencia de la conversacion con mis amigas o, quiza, fuera el efecto de los dos gin-tonics que me habia tomado-- le espete: --?Pero es que no puede una mujer decente salir a cenar sin que cualquier viejo verde se vea en la obligacion de intentar ligar con ella? Los derechos de las mujeres, ?los enmarcamos y nos olvidamos de ellos? ?Acaso seguimos en la Edad Media, aquella deliciosa epoca en la que cualquier pelado barrigon tenia derecho de pernada? A medida que iba disparando una pregunta tras otra, implacable, sentia que de un momento a otro comenzaria a soltar espuma por la boca. El tipo parecio encogerse ante semejante retahila de cuestiones de dificil respuesta y se hizo a un lado asustado. Envalentonada con mi victoria, ergui la cabeza y me deslice triunfante hacia mi mesa, esquivando las de los demas comensales. Debian haberlo oido todo, pues, a medida que avanzaba, podia escuchar a mis espaldas risas disimuladas de apoyo, lo que me produjo una gran satisfaccion. Al llegar donde estaban mis amigas, Ana me dijo: --A ver, date la vuelta, oh, reina de la liberacion de la mujer! De manera teatral, di una vuelta sobre mi misma, sintiendome como una modelo de pasarela o, tal vez, la Bella bailando sin la Bestia; pero, de repente, repare en que las risas de mis amigas se habian convertido en carcajadas histericas. Ahi estaban todas ellas retorciendose en sus sillas, mientras se les saltaban las lagrimas. --?Que pasa? ?Que pasa? --masculle, al tiempo que mi sonrisa se convertia, poco a poco, en una mueca rigida. Por fin, Angela, que era el alma candida de la pandilla, me lo solto: --Hija, al ir al bano se te ha quedado la falda metida por la goma de las bragas y te las ha visto todo el restaurante; pero no te preocupes, que son bastante monas. --Y estan limpitas… --anadio la mala pecora de Isabel, que siempre disfrutaba con las desgracias ajenas. Con la rapidez del viento cuando no hay, coloque la falda en su sitio y me sente, agachando la cabeza hasta que mi larga melena me cubrio la cara. Ahora oia las carcajadas sin reservas de todos presentes; tenia la impresion de que incluso el cocinero habia abandonado sus fogones para venir a reirse de mi. Por un resquicio entre los mechones de mi pelo mire hacia la mesa de al lado… y alli estaba el hombre del bano, mirandome y sufriendo convulsiones. Incapaz de resistir aquella sonada humillacion por mas tiempo, me levante, tire unos cuantos billetes sobre la mesa, y me fui a casa corriendo, dispuesta a no salir de ella durante el tiempo que me quedara de vida. ?Alguien puede imaginarse mi sorpresa y mi consternacion cuando, pocos dias despues, al ir a realizar una entrevista de trabajo --para la que me habia preparado a conciencia durante semanas-- resulto que mi entrevistador era, nada mas y nada menos, que el tipo odioso del restaurante? --Bueno --exclamo aquel mismo hombre, cascando como una nuez el opresivo silencio que reinaba en el despacho--, quiza habria sido mejor que viniera usted hoy con pantalones… Completamente abochornada, senti que me ruborizaba hasta el blanco de los ojos. Entonces, eche mi silla hacia atras, aranando sin piedad el inmaculado parque, le lance mi mejor mirada de desprecio, agarre el bolso con fuerza y me largue de alli dando un portazo; aunque, si tenemos en cuenta que la puerta era de cristal, el efecto no resulto muy dramatico que digamos. Lo que mas rabia me daba de todo el asunto era que, durante un segundo de enajenacion letal, habia encontrado atractivo a ese aborrecible bicharraco. Taconeando con fuerza, sali al vestibulo y me dirigi a toda prisa --es decir, a la velocidad de crucero de una muneca de Famosa dirigiendose al portal que era lo maximo que me permitia mi estrecha falda de tubo-- hacia el ascensor. Las pesadas puertas de acero comenzaban a cerrarse cuando una mano, de dedos largos y fuertes y unas cortas e inmaculadas, aparecio de la nada y las obligo a abrirse de nuevo. --Senorita Poliakova, si fuera tan amable de volver a mi despacho. Todavia no ha terminado la entrevista --comento muy tranquilo. --Para mi si lo ha hecho, senor Anglada, no voy a permitir que nadie se ria de mi.

  • Amor irresistible (Love Me 3) de Elle Kennedy

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    Esta fiesta es un rollo. Deberia haberme quedado en casa, pero estos dias mi casa parece el set de un programa de las Kardashian. Gracias a mis tres companeras de piso, esta saturada de estrogenos. Por supuesto, tambien hay un monton de estrogenos aqui, en la residencia de las Zeta Beta Ni, pero son de esos a los que me puedo sentir atraido. Todas mis companeras tienen pareja, asi que no se me permite tocarlas. <>. Cierto. A causa mi autoimpuesta abstinencia, no tengo permitido tocar a nadie, y punto. Eso me hace plantearme la siguiente pregunta: si un arbol cae en el bosque y no te puedes acostar con nadie en una fiesta celebrada en la residencia de una sororidad, ?todavia se considera una fiesta? Rodeo con los dedos el vaso de plastico rojo que mi amigo y companero de equipo, Matt Anderson, me acaba de plantar en la mano. --Gracias --musito. Doy un trago y hago una mueca. Esta cerveza esta aguada, aunque puede que sea algo positivo. Un buen incentivo para no consumir mas de un vaso. El entrenamiento de manana no empieza hasta las diez, pero habia planeado llegar un par de horas antes a la pista de hielo para trabajar mis canonazos. Tras el desastroso final de la temporada pasada, prometi que haria del hockey mi maxima prioridad. El nuevo semestre empieza el lunes, nuestro primer partido es la semana que viene, y estoy motivado. Briar no llego al campeonato nacional el ano pasado, y fue por mi culpa. Esta temporada sera diferente. --?Que te parece esa chica? --Matt senala discretamente con la cabeza a una chica mona que lleva unos shorts y una camisola rosa palido. No lleva sujetador y se le marca el contorno de los pezones a traves de la tela sedosa. Se me hace la boca agua. ?He mencionado que es una fiesta de pijamas? Yip yip, hace casi cinco meses que no tengo sexo y estoy inaugurando mi tercer ano de carrera en una fiesta donde todas las mujeres apenas llevan ropa. Nunca me he jactado de ser muy listo. --Esta muy buena --le digo a Matt--. Venga, ve a ligartela. --Lo haria, pero... --Suelta un grunido de protesta--. Te esta mirando a ti. --Bueno, estoy fuera del mercado --contesto, y me encojo de hombros--. Eres libre de acercarte y decirselo. --Le doy un toquecito amistoso en el brazo--. Estoy seguro de que te considerara un premio de consolacion adecuado. --!Ja! Que te den. No soy el segundo plato de nadie. Si no se muere de ganas por enrollarse conmigo, prefiero encontrar a alguien que si. No tengo necesidad de competir por la atencion de una mujer. Este es uno de los motivos por los que Matt me cae bien: es competitivo sobre el hielo, pero fuera de la pista es bastante decente. Llevo jugando a hockey toda mi vida, y he tenido companeros que no se lo pensarian dos veces a la hora de robarle la chica a un amigo; o incluso peor, de enrollarse con ella a sus espaldas. He jugado con chicos que tratan a las fans del hockey como si fueran de usar y tirar, y que han compartido a chicas como si fueran caramelos. Chicos con ningun respeto y unos prejuicios terribles. Pero, en Briar, tengo la suerte de jugar con chicos decentes. Por supuesto, no hay ninguna plantilla que se libre de tener un capullo o dos, pero la mayor parte de mis companeros son buena gente. --Si, no creo que te resulte muy complicado --coincido--. La chica morena que esta a las dos en punto ya te esta haciendo de todo con la mirada. Abre mucho los ojos marrones cuando se fija en la chica con curvas que viste con un camison corto blanco. Ella se sonroja en cuanto sus miradas se cruzan, sonrie con timidez y alza el vaso en un brindis silencioso. Matt me abandona sin mirar atras, aunque no me extrana. El comedor esta lleno de chicas en lenceria y chicos en batines a lo Hugh Hefner. Yo no sabia que era un evento tematico, asi que llevo bermudas y una camiseta de tirantes, y voy bien. La mayoria de los tios que me rodean estan ridiculos con los atuendos que llevan. --?Te lo pasas bien? --La musica retumba, pero no esta lo bastante alta como para que no oiga a la chica a la que Matt miraba en un principio. --Si. Ha venido mucha gente. --Me encojo de hombros--. El DJ es bastante bueno. Se acerca, furtiva. --Soy Gina. --Hunter. --Se quien eres. --La simpatia irrumpe en su voz--. Estuve en el partido de la liga contra Harvard, cuando aquel capullo te rompio la muneca. Todavia no me creo que lo hiciera. Yo si. Me tire a su novia. Pero no se lo cuento. De todos modos, tampoco es que lo hiciera a proposito. No tenia ni idea de quien era esa chica cuando me acoste con ella. Aunque, al parecer, ella si que sabia quien era yo. Queria vengarse de su novio, pero yo no me entere hasta el momento en que este se lanzo sobre mi en medio del segundo partido mas importante de la temporada, el que determina quien va a la Frozen Four, el torneo mas importante de la temporada universitaria. La muneca rota fue el resultado de un placaje contra el hielo. El capullo de Harvard no pretendia rompermela, pero ocurrio, y de repente yo estaba fuera del partido. Igual que nuestro capitan, Nate Rhodes, al que echaron por intentar defenderme. Regreso de golpe al presente. --Fue una forma horrible de terminar la temporada --comento. Ella encuentra la manera de posar la mano en mi biceps derecho. Ultimamente, mis brazos estan mucho mas grandes, aunque este mal que yo lo diga. Cuando no practicas sexo, hacer ejercicio es imperativo para no perder la cabeza. --Lo siento --ronronea Gina. Desliza los dedos con suavidad por encima de mi piel descubierta, lo que me provoca unos pinchazos de calor por todo el brazo. Casi gimo en voz alta. Dios santo, estoy tan cachondo que, con solo una caricia en el brazo, una mujer me ha provocado una semiereccion. Se que deberia apartarle la mano, pero hace mucho tiempo que nadie me toca de forma no platonica. En casa, mis companeras de piso me toquetean a todas horas, pero ninguna de forma sexual. A Brenna le gusta darme cachetes o pellizcarme el trasero para burlarse de mi cada vez que pasa a mi lado por el pasillo, pero no me desea. Solo es una cabrona. --?Quieres que vayamos a un sitio mas tranquilo a hablar o algo? --sugiere Gina. He vivido el tiempo suficiente en este planeta como para ser capaz de descifrar el significado oculto de <> en el idioma de las chicas. 1) No vamos a hablar demasiado. 2) Vamos a pasar mucho tiempo haciendo <>. Gina no podria habermelo dejado mas claro, a menos que hubiera levantado un cartel que dijera: !ACUESTATE CONMIGO! Incluso se pasa la lengua por los labios cuando articula la pregunta. Se que deberia negarme, pero la idea de volver a casa ahora mismo y masturbarme en mi habitacion mientras mis companeras de piso se hacen una maraton de temporadas antiguas de The Hills no me atrae demasiado. Asi que anado: --Claro. Y sigo a Gina fuera de la habitacion. * * * Terminamos en un cuchitril en el que hay un sofa, un par de estanterias con libros y un escritorio contra la pared del fondo bajo una ventana. Esta sorprendentemente vacio. Los dioses de la fiesta se han apiadado de mi celibato y nos han proporcionado el tipo de privacidad peligrosa que deberia evitar a toda costa. En lugar de eso, me coloco en el sofa y dejo que Gina me bese el cuello. Su camisola de saten me roza el brazo y la sensacion de placer que me produce el mas minimo roce es casi pornografica. Todo me pone cachondo estos dias. El otro dia se me puso dura mientras veia un anuncio de Tupperware en YouTube porque la MILF que aparecia en el estaba pelando un platano. Entonces lo corto en pedacitos y puso los trozos de platano en un recipiente de plastico, y ni siquiera ese horrible simbolismo me disuadio de tocarme mientras pensaba en la Mujer del Platano. En un par de meses, empezare a penetrar las tartas de manzana que hace cada domingo mi companera Rupi. --Hueles muy bien. --Gina inhala profundamente, suelta el aire y su aliento calido me hace cosquillas en el cuello. Cierra la boca y, como una herradura ardiente, la posa en mi piel de nuevo. Me gusta tenerla sobre mi regazo. Sus muslos torneados atrapan los mios y siento su cuerpo caliente y voluptuoso cubierto por el saten. Tengo que parar esto. Me hice una promesa a mi mismo y al equipo, aunque nadie me lo haya pedido y todos piensen que estoy loco por insistir en no tener sexo. Matt declaro directamente que no creia que dejar de lado mis impulsos sexuales fuera a afectar en lo mas minimo a nuestros partidos de hockey. Pero yo creo que si, y para mi es una cuestion de principios. Los chicos me votaron para que fuera su capitan. Me tomo en serio la responsabilidad y, por experiencia personal, se que tiendo a dejar que las mujeres me enreden la cabeza. El ano pasado, ir de flor en flor me costo una muneca rota. No lo repetire. --Gina, yo... Me interrumpe cuando presiona sus labios contra los mios. De pronto, nos estamos besando y la cabeza me da vueltas. Sabe a cerveza y a chicle. Y el pelo, que le cae sobre un hombro en una cortina espesa de rizos rojos, huele a manzanas. Mmm... Me la quiero comer. Nuestras lenguas bailan y el beso se vuelve mas profundo y apasionado. La cabeza todavia me da vueltas y la lujuria y el descontento libran una batalla en mi interior. He perdido la capacidad de pensar con claridad. La tengo tan dura que me duele, y Gina solo lo empeora cada vez que se restriega contra mi entrepierna. Treinta segundos mas, me digo. Treinta segundos mas y paro esto antes de que vaya mas lejos. --Te deseo tanto... --Vuelve a posar los labios en mi cuello, y entonces, joder, desliza la mano entre los dos. Me agarra el pene por encima de los calzoncillos y casi gimo de placer. Hacia una eternidad que una mano que no fuera la mia me tocaba. El placer es vergonzosamente intenso. --Gina, no. --Gimo, y necesito hacer un gran esfuerzo para apartarle la mano. Mi pene protesta y deja caer liquido preseminal por el interior de mis boxers. Ella se sonroja y se le ponen los ojos vidriosos. --?Por que no? --Estoy... Me estoy tomando un descanso de todo eso. --?De que? --Del sexo. --?Como? --Intento vivir sin... --?Sin que? --Parece tan confusa como yo abatido. --Sin sexo --aclaro, taciturno--. Quiero decir que no tendre sexo durante un tiempo. Frunce el ceno. --Pero... ?por que no? --Es una larga historia. --Hago una pausa--. Bueno, en realidad, no lo es. Este ano quiero concentrarme en el hockey, y el sexo es una inmensa distraccion. Eso es todo. Permanece en silencio durante un largo segundo. Entonces, me toca la mejilla y me acaricia la barba incipiente sobre la mandibula con el pulgar. Se pasa la lengua por los labios, y yo casi me corro en los pantalones. --Si te preocupa que quiera tener algo mas contigo, relajate. Solo busco un rollo de una noche. Tengo muchisimo trabajo este semestre y no tengo tiempo para relaciones. --No tiene nada que ver con las relaciones --trato de explicar--. Es el sexo en general. Una vez empiezo, no quiero parar. Me distraigo y... Vuelve a interrumpirme. --Vale, sin sexo. Te la como. Casi me atraganto con mi propia lengua. --Gina... --No te preocupes, me tocare mientras lo hago. Las mamadas me ponen muy cachonda. Esto es una tortura. Pura tortura. Lo juro, si el ejercito necesita ideas para romper a alguien, dadle a un chaval universitario que tenga una ereccion, echadle a una tia buena sobre el regazo y haced que ella le diga lo mucho que quiere tener sexo sin compromiso y que le ofrezca mamadas porque la ponen <>. --Lo siento --gruno. Entonces, logro realizar una hazana todavia mas dificil: la aparto de mi regazo y me levanto--. Mi estado mental no es el mas apropiado para... nada de esto. Ella se queda sentada y echa la cabeza hacia atras para mirarme. Tiene los ojos abiertos de incredulidad y una pizca de... lo que podria ser compasion. Por el amor de Dios. Ahora se apiada de mi por mi celibato. --Lo siento --repito--. Y para que lo sepas, eres la chica mas atractiva de esta fiesta y mi decision no tiene nada que ver contigo. Me hice una promesa en abril y quiero mantenerla. Gina se muerde el labio inferior y, para mi sorpresa, veo un destello de admiracion en su rostro. --No voy a mentir --dice--, estoy un poco impresionada. No hay muchos tios capaces de mantenerse firmes a esa decision cuando se topan con mi cuerpazo. --No hay muchos hombres tan estupidos como yo. Sonriente, se levanta de un salto. --Bueno, supongo que nos veremos por ahi, Hunter. Me gustaria decirte que te esperare, pero esta chica tiene sus necesidades, y es evidente que no van acordes a las tuyas. Se rie, sale poco a poco del cuchitril y yo observo como balancea su atractivo trasero a cada paso. Me paso ambas manos por el pelo y suelto un gemido ahogado contra las palmas. No se si deberia estar orgulloso de mi mismo o patearme el culo por el ridiculo camino que he tomado. En gran medida, me ha ayudado a concentrarme en el hockey. Saco toda mi frustracion sexual sobre el hielo. Soy mas fuerte y rapido de lo que era la temporada pasada, y casi me deshago de la desesperacion en cada uno de los lanzamientos a porteria que hago. Las balas dan en el objetivo, casi a modo de homenaje a mi pene doliente. Un reconocimiento de que su sacrificio debe ser honrado. Solo es hasta el final de la temporada, me aseguro a mi mismo. Siete meses mas, que sumaran un ano entero de celibato en cuanto cruce la linea de meta. Y entonces me recompensare a mi mismo con un verano lleno de sexo. Un verano de sexo. Un verano de sexo sucio, decadente e interminable. Por favor. Estoy muy cansado de mi propia mano. Y no estoy ayudando a la causa con estupideces como abrirme a la tentacion con preciosas chicas de sororidades. Por primera vez en mucho tiempo, me muero de ganas por que empiecen las clases. Con suerte, tendre tanto trabajo este semestre que me ahogare en el. Deberes, tiempo extra sobre la pista de hielo, entrenamientos y partidos: es todo en lo que me permito concentrarme. Y, por descontado, no mas fiestas de sororidades. Evitar la tentacion es la unica manera de centrarme en el juego y mantener la polla en los pantalones.

  • Al escondite ingles de Reina Gonzalez Rubio

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  • El hijo inesperado del jeque de Carol Marinelli

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    La seduccion del jeque... tuvo consecuencias para toda la vida.

  • Desde el otro lado de Chevy Stevens

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    Un impactante relato protagonizado por la sargento Sandy McBride y la psiquiatra Nadine Lavoie que ya conocimos en NUNCA LO SABRAS, la anterior novela de la autora.

  • La Chica de la ira y otros relatos de Sonia Molinero Martin

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    <>, penso. Y dio un trago tan largo que casi se ahoga. Todas las mananas lo mismo, el mismo proceso antes de salir de casa. Ducharse, vestirse, comer algo rapido, con desgana, coger sus cosas y antes de cruzar el umbral de la puerta, dar un buen trago de cualquiera de sus licores salvavidas. Estaba enfermo y en el mas recondito hueco de su miserable ser, lo sabia. Era un conocimiento antiguo, desgastado, sin ningun interes para el en la actualidad. Cuando llegaba a sentirlo, a sentirlo con profunda honestidad, sonreia cansado y convencido de que si lo intentaba de nuevo, volveria a fallar. Habian pasado ya tres anos desde su recaida y no habia noche que no lo pensara. Pero estaba harto de si mismo, de repetirse la misma historia una y otra vez, a cada vuelta en la cama, a cada pesadilla que le dejaba sudoroso y extasiado antes del amanecer. <> Y esos puntos suspensivos, le mantenian convencido de que efectivamente llegaria un dia en que tuviera los suficientes cojones como para beberse el miedo y pasar pagina. Casi todo el mundo tiene en la cabeza que lo normal es que un alcoholico tenga una vida precaria, dura, dificil y poco llevadera. Que viva en soledad, con problemas economicos o con la familia. Pero la realidad no es esa. Un hombre como Santiago lo tiene todo. Tiene fama, tiene una gran carrera, tiene una bella mujer e hijos, una gran casa y un coche a la altura de las circunstancias. Y por encima de todo tiene algo que le une a cualquier otra persona con su mismo problema. Tiene miedo. --!Marina! Soy yo. Ve preparando la documentacion para la reunion como te explique ayer. Avisa a los japoneses, ya estoy llegando --montado en su coche vuelve a dar un trago a la pequena petaca que lleva en uno de sus maletines. Despues, y como siempre, la pastilla que su buen amigo el Dr. Aguado le receto para el mal aliento. Aquella manana lluviosa no iba a ser menos, tenia que estar a tope para ofrecer su mejor version en la sala 36, repleta de desconocidos. Ya en la oficina, el cafe que Marina posaba en sus manos con avidez, completaria el ritual antes de la reunion. Fue un exito rotundo, salio a medio dia de alli con los bolsillos mas llenos que nunca y con una sed primitiva que sabia que le iba a costar calmar. Lucia un sol esplendoroso. Todos estaban esperandolo en la azotea del hotel para celebrarlo como merecia la ocasion. Incluso su mujer se acerco por alli con un par de amigas y companeras del despacho. Vino, cava, champan, whisky, ron, ginebra, de todo de la mejor calidad, para acompanar mariscos, pescados y suculentos caprichos carnivoros que les llevarian de la mano, mas que satisfechos, hasta bien entrada la madrugada. Eran unas cincuenta personas bailando sobre un emblematico edificio de una ciudad que no podia dormir. Y entre todas ellas, una, queria beberse todo lo que estaba a la vista. Queria olvidar quien era, seducir a la muerte, tentar a su buena suerte y abandonarse a esa sensacion de plenitud sin limites. Aunque sabia que aquello duraria poco, en unas horas viviria sin remedio la caida mas mortal, su temida cuesta abajo. Y eso es justo lo que paso. El hoyo era cada vez mas profundo y lo veia venir antes. Ya no le era suficiente con firmar un contrato millonario de una punta a otra del mundo, o tener una intensa vida social. Tampoco la sensacion ocasional, casi forzada, de vivir completo, de tenerlo todo por tener amor. ?Tenia de verdad amor? ?Por que el no sentia eso? ?Por que no le servia de consuelo en momentos asi? Ahora solo queria dormir sobre una cama que no fuera la suya, con otro <> que no le representara a el y que al mirarse en el espejo tras vomitar, no le sonriera amargamente desde el otro lado para darle las buenas noches y gritarle en toda la cara un: <>. Amanecio solo en una cama desconocida. Recogio sus cosas de inmediato y se dio a la fuga lo mas rapido que le permitio su resaca. Lo unico que tenia claro es que era sabado y que no tenia que ir a la oficina. Bien, eso era suficiente para empezar. Poco a poco, las lagunas en las que nadaba profundamente a medida que conducia por la autovia, se iban calmando. Una sonrisa borrosa aqui y cuatro palabras alla, unas llaves en la mano, un mensaje antes de cerrar los ojos, iban apareciendo en su cabeza situandole en lo que fue el final de una noche para olvidar. Todo el mundo estaria saboreando el exito de aquella operacion redonda, pero el no. Quizas tuvieran un ligero dolor de cabeza por haber tomado alguna copilla de mas, el queria morirse. De nuevo, se sentia hundido y avergonzado. Miro su telefono con miedo, pero antes de abrir el mensaje de su mujer, un trago. Cuando sostuvo la petaca en la mano se miro en el espejo retrovisor, pero no vio a nadie. Contuvo la respiracion por unos instantes y entrando en panico, echo la cabeza hacia atras para sentir bien como bajaba el nudo de la garganta, empujado por el magico elixir de su pequena botella. Pero aquella vez, no bajo. Todo salio disparado por la ventanilla abierta y le dejo atemorizado. Paro el coche en el arcen en cuanto pudo y se puso a llorar. Habia pasado resacas peores que aquella pero era la primera vez que un trago se le resistia. ?Habria llegado el momento? ?La vida le habia sentenciado con un <> alto y claro? Eso parecia. Volvio al movil, con los ojos furiosos envueltos en lagrimas. Su mujer le habia dejado un mensaje que apenas podia leer y decidio cerrarlos por unos momentos. Imagino lo que ponia y lloro con mas potencia; creyo que seria el punto y final de una vida llena de lujos y desfases por su parte, de un sube y baja continuo que le llevaba inconsciente por una vida familiar por la que pasaba siempre de puntillas. Las lagrimas ahora eran un torrente incontrolable, salvaje, que se deslizaba por su cuello y le empapaban la camisa pringada de borracho trasnochado que aun llevaba puesta. Se habia levantado vestido, eso lo recordaba claramente. Arranco el coche con furia y decidio parar en la primera gasolinera que encontrara. Un senor altisimo y peludo le saludo desde el surtidor de al lado. No tenia ni la mas remota idea de quien era. No le devolvio el gesto, se giro extranado hacia el coche que habia dejado mal aparcado encima de un bordillo mordisqueado. Saco de atras su maleta de viaje y la arrastro lentamente hasta llegar a un antiguo restaurante que estaba a escasos metros, asi podria descansar, comer algo y tomar un cafe. Pidio y sin esperar se fue directo al bano. Alli paso lo que imaginaba, al volver a verse frente a un espejo rompio a llorar de nuevo. Abrio el grifo y empezo a lavarse, cambiarse y a intentar mantener la compostura para ir a desayunar. --Buenos dias --Una voz masculina lo inundo todo. Pero Santiago no vio a nadie y se quedo desconcertado--. Estoy aqui, tras la puerta numero 3. --Hola, ?por que me hablas? ?Que quieres? --Ahora mismo nada, en su dia te hubiera dicho que lo mismo que todo el mundo, encontrar la paz.--Y tanto, como lo sabes... --Ahi me he encontrado yo muchas veces, mas de las que recuerdo… Y se que para que una persona entre a un aseo de una gasolinera perdida de la mano de Dios y rompa a llorar asi, la cosa es grave. --?La encontraste? --Digamos que ya se donde buscarla. --Esperanzador, pero demasiado utopico para mi en este momento. --Es normal y natural. Las dudas, digo. Aquella extrana conversacion le estaba haciendo incorporarse un poco mas, dejar esa postura de animal desvalido y mirarse de nuevo al espejo sin tanto odio, mientras se intentaba peinar con los dedos aun mojados. Su respiracion empezo a ser mas calmada y ya no se entrecortaba. --Escuchame --continuo la voz-- me he sentido tan identificado contigo al notar que llorabas, que pese a estar sentado detras de esta puerta, he tenido que hablarte. No eres ese que ves en el espejo, amigo, ni siquiera eres ese que crees ser, o mejor dicho, que imaginas que eres constantemente. Tampoco eres esa voz que te habla, que esta siempre en tu cabeza dando por saco en el peor de los momentos, que crees que te incita a hacer las cosas que haces y que no te gustan, y por las que te sientes tan culpable... Tu no eres todo eso, eres algo mas. La puerta de entrada al bano golpeo con fuerza en la pared despues de que entrara el senor alto del surtidor de al lado. --Caray, que fuerte me he levantado hoy. Habria que poner un tope por detras de esta puerta, !hola de nuevo! --Hola, que hay --continuo acicalandose frente al espejo mientras iba guardando sus cosas en la bolsa de aseo. --!Santi! ?Verdad? Estas igual, macho. ?No te acuerdas de mi? Soy Fernan, el de la clase de tercero A, viajamos juntos a Italia cuando estudiabamos. --Perdona, no te recuerdo --y penso a mil por hora <>. Aun asi, cuando el otro se le acerco para darle la mano, sintio verguenza, como si aquel pensamiento lo hubiera compartido en voz alta. --Bueno, ?y que tal? A juzgar por el cochazo que has aparcado ahi afuera, eres un tio con suerte. La gente como tu ya destaca desde muy joven, se veia venir que ibas a tener exito en la vida, !me alegro hombre! Santi no reaccionaba, se habia quedado mudo. --Seguro que tienes una preciosa familia, ya he visto las sillas de los ninos en la parte trasera... yo estoy solo, pero estoy bien, ahora me voy a hacer un viaje por Asia en cuanto coja las vacaciones. --Paro de hablar solo para coger aire--. Despues probablemente pueda conocer varios paises porque me debian dias del ano pasado en la empresa, !y los pienso aprovechar todos juntos!. Soy un apasionado de la comida y me voy a comer el mundo ?lo pillas? --y se rio aparatosamente dando una sonora palmada en su espalda. Santiago no sabia donde esconderse. Miraba por el espejo con ansiedad, a ver si detras de el aparecia aquel hombre con el que estaba hablando justo cuando entro el parlanchin de Fernan, pero de alli no salia nadie. Con un poco de suerte, si aguantaba un poco mas asintiendo sin parar en aquel monologo, apareceria su salvador al rescate. Pero nada, silencio absoluto tras la puerta numero 3. Espero un par de minutos por si acaso y reacciono tajantemente. --Lo siento, tengo que irme. El cafe se me habra quedado helado y ademas, tengo un poco de prisa. Que tengas buen viaje Fernan. --!Vale Santi! !Encantado de verte hombre! Justo antes de salir de alli, no pudo evitar girarse para al menos ver los zapatos de aquel hombre tras la puerta, pero no lo consiguio. Fue un poco extrano, parecia que no hubiera nadie. La camarera le miro con cara de no entender a que se debia tanta tardanza, Santi la sonrio amargamente y le puso el dinero en la barra para zanjar otra posible conversacion cuanto antes. Estaba mareado. Se dejo caer sobre la silla y apoyo los codos en la mesa llevandose las manos a los ojos para restregarselos varias veces. Vio salir a Fernan y espero que tras el, apareciera el otro hombre. Pero eso no ocurrio. No podia creer que aquella conversacion no hubiera tenido lugar en el bano, estaba seguro de que habia sido real. Pero pasaban los minutos y nadie salia. De repente, una mano en el hombro le sobresalto y le hizo dar un pequeno respingo en la silla. --!Increible! !Que casualidad! ?Pero donde os habeis metido que os estamos llamando todo el dia Santi? --Sus suegros estaban alli de pie, mirandolo con un entusiasmo imposible de disimular --. Mi hija nos han contado lo de la firma, vamos a pasar el fin de semana con vuestros vecinos ?no te lo ha dicho Anita? Nos vamos a ese pueblo tan ideal… ?como se llamaba?, bueno da igual. La cuestion es que de paso queriamos ver a los ninos, les traemos unos regalitos de Grecia. <>, penso. <> No habia contestado a Ana... Ni tampoco a la multitud de mensajes y llamadas perdidas que seguro tendria. Desactivo el modo silencio. Sus suegros ya se habian acomodado en la mesa y el no atinaba a encontrar las palabras exactas, aquellas que no comprometieran su alarmante estado. Pero no hizo falta, la vida tiene una curiosa forma de encajar las piezas. La abuela sonreia al yerno con condescendencia, comprendiendo que quizas la noche se hubiera descontrolado un poco tras la fiesta. Se la veia orgullosa, le guino un ojo y le resto importancia a lo extrano de aquella situacion. Comieron y bebieron en silencio, pero en paz. Sono su telefono y reacciono con inquietud. Santiago temblaba mientras se lo acercaba a la oreja, su mujer estaba al otro lado. De repente, recordo las palabras de aquel desconocido del bano, <> y se dejo llevar por ese pensamiento tranquilizador. --Carino ?estas bien? --Aquella pregunta le sorprendio, esperaba mas hostilidad. --Regular, ?y tu? --!Bien! Estoy recogiendo a los ninos ahora mismo, ya estamos montados en el coche direccion a casa. El no pudo contestar... --Santi, ?no recuerdas nada verdad?

  • Amurao. Dos dientes de plata de Fran Barrero

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    Acurrucadas en el sofa, para envidia de Pablo, que juega con la pequena Eva a adivinar los animales que dibuja con extranos garabatos en un cuaderno, Cristina y Livia estan terminado de ver una pelicula de policias. --!Otra vez, otra vez! --grita Livia, derramando las pocas palomitas que quedan en el cuenco sobre su regazo. --?Que dices? ?Te ha dado un flus? --Su mejor amiga la observa entre asombrada y divertida. --?No lo ves, Cris? Mira la tele. El malo esta usando a uno de los polis como escudo humano, y sus companeros no disparan por miedo a herirle. --Claro, es logico. --Pero eso es absurdo a la vez. Casi todas las peliculas de policias muestran escenas asi en el final, con lo sencillo que seria salir de esa situacion. Cristina sonrie. --En alguna pelicula he visto que se dispara al costado o el hombro del policia y asi se abate al malo. --Pero eso no es efectivo, Cris. El malo puede disparar como acto reflejo y volarle la cabeza. --Eso es cierto, pero solo es una pelicula. No deberias tomartelo tan al pie de la letra. --?Y si pasa en la vida real? ?Y si nos enfrentamos alguna vez a alguien y nos vemos en esa situacion? --Esta bien, pues dime que quieres que hagamos. --Cristina sonrie, le encanta ver a su amiga tan entusiasmada con el trabajo. --No se, supongo que habria que apartarse muy deprisa del malo para que tu companero le disparase en la cabeza. --Para eso se necesitan muchas cosas. --?Como cuales? --Livia se gira y se sienta frente a ella con las piernas cruzadas como un indio. --Pues necesitas que quien dispare tenga una precision y rapidez de tiro casi perfectos. --Yo 95 y tu 96, somos las mejores. --No tan rapido, tambien requiere una rapidez de movimiento extremo por parte del rehen. Y lo ultimo y mas dificil de todo --Livia la observa como un nino de diez anos viendo por primera vez Los Gremlins--: usar una especie de codigo entre companeros. --?Un codigo? ?Como es eso? --Pues imagina que te guino un ojo para que sepas que me voy a apartar rapido. --?Y cuando tendria que disparar yo? --Pues tras una cuenta atras coordinada, por ejemplo, guinando el ojo tres veces. --Pero eso puede llevar a error, serian cuatro guinos, el primero para avisar y los otros tres para disparar. --Vale, pues otra senal, quizas con las manos. La V de victoria. --No me gusta. --Estas un poco puntillosa. --Es que prefiero la senal del triple de baloncesto. --?Como es eso? Pablo interviene y lo hace con la mano, describiendo un circulo entre el pulgar y el indice, de modo que los otros tres dedos queden hacia arriba. --Me parece bien. La senal del triple y luego los tres guinos. --Y tenemos que acordar si disparamos al tercer guino o despues. --Ahora eres tu la que lo complica, Livia. ?Que es eso de despues? --Ya sabes. A la de tres y disparas, es decir: <> y luego disparas, <> y disparas. --Esa ultima, mismamente, ?que mas da? --Es la parte mas importante, la que decide si me vuelas la cabeza a mi o al criminal. --Vale, pues uno dos y disparo. Por cierto, me he perdido todo el final de la pelicula por tu culpa. --?Y que importa? No habia ningun chico guapo. Dos dientes de plata Rumania Nicoleta sabe hacerlo, no tiene que ensenarle nadie. Lo ha visto hacer muchas veces y tambien ha practicado cuando sus padres y su hermano no la observaban. La nina otea el horizonte al otro lado de la ventana del pequeno salon, solo logra ver las lejanas copas de los arboles mecidas por la brisa y un leve destello azulado empujando el manto negro de la noche sobre el cielo. En menos de media hora estaran todos despiertos en la casa y se sorprenderan de que ella haya demostrado que no es tan pequena como aseguran. Sabe donde esta todo, incluso el sitio en el que guardan las cerillas. Una vez reunidos los materiales necesarios, hace una bola con dos hojas de una vieja revista y las coloca en el centro del hogar; encima, pasto seco y fino, creando una pequena montana que crece a medida que anade palos delgados, luego mas gruesos. Cuando la cerilla se adentra en el conglomerado y toca el papel, todo comienza, tal cual lo ha visto hacer cientos de veces. No hay error posible. Tarda unos quince minutos en obtener la recompensa. Su padre, el primero que se levanta cada dia, entra en el salon y observa el fuego, luego a ella, vuelve a mirar el fuego, sonrie y se marcha. La nina no esperaba mas. ?Para que? Es mas que suficiente. Ya es mayor. Una vez desayunado y en el patio de atras, justo al lado del cobertizo de las herramientas del huerto, su hermano Costel corta lena, aunque tienen de sobra almacenada para el siguiente invierno. La nina se acerca, como cada dia, y ruega para que le deje ayudarlo. --Es muy peligroso para ti, puedes cortarte. --Tu usabas el hacha cuando tenias mi edad. --Es diferente, soy un chico. --Yo tambien puedo hacerlo. Ya oiste a mama esta manana, igual que tata cuando vio el fuego en la chimenea. Ya puedo hacer todo lo que quiera. Ya soy mayor. --No digas tonterias, eso te lo han dicho para que te sientas bien, por el detalle de encender el fuego. Encender fuego puede hacerlo hasta un mono. --!Eso es mentira! !Retiralo! --Bueno, esta bien, tu lo has querido. --Costel mira hacia la casa. Padre esta en el huerto y parece que madre no les vigila desde la ventana de la cocina--. Toma el hacha y haz lo que te diga. La nina se embriaga de emocion, responsabilidad y valentia a partes iguales. Toma el hacha por primera vez en su vida, nunca habria imaginado que pesaria tanto, casi no puede sostenerla con las dos manos, ni siquiera usando los consejos de su hermano mayor. Levanta la herramienta como le indica Costel, con la mano derecha en la parte inferior del mango y la izquierda casi pegada al frio metal. La eleva sobre su cabeza con determinacion y luego la deja caer con todas sus fuerzas sobre un pequeno tocon que ha colocado su hermano sobre la base. El filo ni roza el tocon, tampoco la base del enorme roble que se seco antes de que ellos nacieran y que usan para trocear la lena. Nicoleta siente que ha gastado las energias de una semana entera para hacer el ridiculo, pero eso solo le dura unos segundos. --Quiero intentarlo otra vez. --Te vas a hacer dano. Has estado a punto de darte en una pierna, te la habrias cortado y luego tata me mataria . --Solo una vez mas, por favor. Ni siquiera espera la autorizacion de su hermano, levanta el hacha y lo deja caer con mucha mas fuerza que antes, sin medir en ningun momento la precision para lograr su objetivo. El hacha se incrusta en el centro del tocon, pero no mas de unos milimetros. Costel rie al ver demostrada su teoria. El casi partio un tocon parecido cuando lo intento por primera vez, de eso hace seis anos. --Las chicas no teneis fuerza. Las chicas solo podeis trabajar en la casa. Vete a la cocina o a limpiar. Ella se enfada, observa el tronco y escupe al suelo con furia, como ha visto a su tata hacer desde que tiene uso de razon cuando esta enfadado. Mierda de vida, ella no decidio nacer chica. Se marcha corriendo a la casa, tiene muchas tareas pendientes de hacer. Habia pensado, ingenua, que podria cambiarlas si demostraba esa manana que podia encender fuego y cortar lena. Creia que mama usaria su autoridad para cambiar definitivamente las tareas de cada uno y asignarle las que ella queria desempenar. <>. Aun. Se pasa dos semanas preparandose para un nuevo intento, catorce dias en los que se levanta temprano, antes que los demas, enciende el fuego y luego se marcha a golpear con el hacha los troncos que coloca sobre la base del roble seco. Tambien lo hace algunas tardes, cuando su hermano y sus padres estan ocupados y sabe que no la observan. Practica hasta tener callos sangrantes sobre los anteriores callos resecos, hasta que suena por las noches con dar golpes, hasta que su vida se limita exclusivamente a golpear un estupido trozo de lena para convertirlo en dos. Esta manana no practica, se limita a esperar a que Costel este por la zona, ahora interesado en encontrar su azadon para ir al huerto. Nicoleta camina con decision hacia su objetivo, toma la herramienta y coloca un tocon mayor del que puso su hermano dos semanas atras. Este la observa desde la puerta de cobertizo, a tres metros, entre sorprendido e intrigado al ver su determinacion. No necesita un segundo golpe, el tocon se parte en dos ante el asombro del adolescente. --?Lo has visto? ?Lo has visto, Costel? De un solo golpe. --Habras tenido suerte, seria un trozo muy seco o podrido. --Puedo hacerlo otra vez. --Solo si yo elijo el tronco. --Me da igual, lo cortare de un solo golpe de nuevo. El chico coloca un trozo mucho mayor que el anterior, uno que el mismo no seria capaz de cortar de un solo golpe. Ella nunca lo ha intentado con semejante trozo de madera, ni la mitad. Sabe que no lo lograra, y no es una duda, se trata de logica, como dice su padre cuando le explica que la lena humeda no es buena para prender fuego, que no se puede plantar patatas en octubre y que una mujer nunca servira para nada mas que trabajar en el interior de la casa. <>. La nina aprieta los dientes, se aferra al mango del hacha y lo eleva sobre su cabeza. Usa el punto de apoyo del pie izquierdo, luego equilibra, pasa al derecho, adelantado, y deja caer con todas sus fuerzas la herramienta. El tocon no se parte, pero el hacha entra hasta la mitad del mismo. Todo un logro que no esperaba. Se gira con cara sonriente. Su hermano no sonrie, alberga un semblante extrano en la cara. La nina baja la mirada y observa la hoja del cuchillo que le ha brotado al chico en mitad del pecho, gotea sangre espesa y oscura, despacio. Vuelve a mirar la cara de su hermano, la mueca es ahora grotesca, como una mascara, un hilo de saliva rojiza cae de su boca abierta. Corre en un acto reflejo, corre con todas sus fuerzas. En casa esta mama y ella sabra que hacer. Antes de llegar a la puerta trasera, la que da a la cocina, un tipo enorme aparece y ella resbala antes de chocar contra el, esta aterrada, lo mira sin comprender como ha salido ese extrano, ese monstruo, del interior de su casa. El tipo enorme sonrie y muestra dos dientes de plata entre otros deformes y oscuros. Se agacha ante ella y le susurra. --?Tienes miedo, pequena? --Si. --Nicoleta ni siquiera sabe de donde ha salido el susurro de la respuesta. --No deberias tenerlo. ?Sabes que, segun la Biblia, el diablo no ha matado a nadie nunca? -- Y sonrie de nuevo, a sabiendas del efecto que produce la vision de su dentadura en la nina.

  • Parceros de Maleja Restrepo

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    ?Cual es la clave para llevar una relacion honesta, divertida y armoniosa? Para Maleja y Tatan, la pareja que se ha convertido en todo un fenomeno de las redes sociales al compartir los detalles de su matrimonio, no existe una. En este libro hacen un recuento de lo que han vivido hasta ahora y con mucho humor retratan como va transformandose una relacion de pareja y los habitos que pueden hacer que sea mas duradera.