• libro hielo rojo pdf - Julia de La Fuente

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    Cuando el lago se congela y los lobos aullan, el pequeno poblado junto al fiordo se estremece. Una magia oscura campa a sus anchas por el bosque.
    Aila no es mas que una granjera pero, cuando un cuervo la visita en suenos, descubrira que tal vez tenga que empunar un hacha que no le pertenece para salvar a aquellos a los que quiere.

  • (PDF) EL LIBRO DEL HILO ROJO | Lorena Yashan

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    EL LIBRO DEL HILO ROJO. El PODER DE LA PROTECCIÓN. Tecnología para el Alma. YEHUDÁ BERG. PRÓLOGO Si no hubiera sido por un fin de semana en particular, ...

  • El hilo rojo

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    que nace un hilo rojo a su muñeca, ese hilo está atado a muchos hilos, que a ... en el libro del hombre, va a cogerla de nuevo con la mano, pero al.

  • Leer El hilo rojo – Erika Halvorsen (Online)

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    29 sept 2018 — el hilo rojo pdf gratis; libro hilo rojo pdf; libro hilo rojo; el hilo rojo pdf descargar; leer el hilo rojo. Más libros para leer y descargar ...

  • El hilo rojo - Descargar libros ePub y PDF

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    28 ene 2017 — El hilo rojo es una novela de Ann Hood que se basa en la leyenda del hilo rojo. Según dice, existe un hilo rojo invisible que conecta a las ...

  • Hilo Rojo Versión PDF - Scribd

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    Hilo Rojo del destino. El Club de las Escritoras. No se permite la reproduccin total o parcial de este libro sin permiso previo del titular del copyright en ...

  • ▷ Descargar libro Hilo Rojo de Christine Tales en pdf y epub ...

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    18 nov 2021 — DESCARGAR] ✓» Hilo Rojo de Christine Tales PDF - ePUB - Kindle ». Más de un MILLÓN de libros gratis online para leer.

  • ▷ Descargar el libro El hilo rojo (PDF - ePUB) - Somoslibros.net

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    Sinopsis del Libro. “El hilo rojo” es una novela de Ann Hood que se basa en la leyenda del hilo rojo. Según dice, existe un hilo rojo invisible que conecta ...

  • Heredera de plata de Julia De La Fuente

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    La ambicion desmedida de un monarca desata la guerra en la hasta entonces pacifica region de Adrastea.
    En este mundo de venganzas, traiciones y dolor, protegida tras los muros de su castillo, una joven princesa con alma aventurera y nobles ideales suena con ser caballero.
    Heredera al trono mas poderoso de los nueve reinos, la sospechosa muerte de su padre la situara en el centro de una complicada trama de intrigas.

  • Una oportunidad para el amor de Maureen Child

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  • Al final de la calle 118 de Clara Cortes

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    La calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. <>, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana

  • Mujeres asesinas 3 de Marisa Grinstein

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    Una tarde, sola en su casa, Blanca A. empezo a escuchar voces. Ni por un momento se asusto ni penso que habia entrado alguien a robarle ni que se habia vuelto loca. Eran voces desconocidas pero firmes que le decian que tenia que cuidar a su marido. Las voces llegaron en una epoca en la que Blanca habia empezado a temer por la estabilidad de su matrimonio. Llevaba 16 anos casada con Cacho, un electricista apocado y honesto que la habia elegido como mujer despues de un desengano sentimental con su novia de toda la vida. Blanca, por su parte, tambien habia tenido un noviazgo frustrado que termino sin pena ni gloria por un clarisimo desinteres por parte del novio. Asi, la union de Blanca y Cacho estuvo marcada por el agradecimiento mutuo: cada uno sentia que el otro lo ponia a salvo de opciones peores y conflictivas. Cuando se casaron, Blanca tenia 24 anos y su marido 32. La diferencia de edad tranquilizaba a Blanca, cuya madre, Aurora, siempre le habia machacado sobre el mismo asunto. "Los maridos -le explicaba- tienen que ser bastante mayores. Si no, se aburren de una y se van con otras mujeres mas jovenes." Asi, Blanca vivio sus relaciones con un miedo enfermizo a que se aburrieran de ella. Y contra eso no podia hacer nada, tenia la certeza de que era una persona anodina, que no podia despertar el interes de nadie. Desde muy chica, Blanca queria ser arquitecta para construir casas enormes con vista a jardines. Pero Aurora la habia convencido de que su capacidad no daba para tanto. Impaciente, le recomendaba ser maestra y tener un trabajo seguro y menos complicado. Blanca acepto. Su hermana Rosa, cinco anos mas grande, la cuidaba y habia intentado preservarla de la asfixia materna. Pero muy pronto se fue de la casa: se caso un mes despues de haber terminado el colegio secundario y se instalo en otro barrio. Blanca todavia tenia 13 anos, de modo que paso su adolescencia como hija unica, escuchando los sermones de su madre. Su padre, un empleado municipal enfermo y depresivo, pasaba el tiempo escuchando radio y haciendo crucigramas, aunque una vez por semana, todos los miercoles, desaparecia de la casa a las 7 de la tarde y no volvia hasta las 11 de la noche. Cuando Blanca se animo a preguntarle a Aurora por el misterio de esas ausencias, recibio una cachetada. Mucho mas tarde, cuando su padre murio de un infarto y ella ya estaba casada, se entero de lo que ya suponia: su padre reservaba las tardes de los miercoles para encontrarse con su amante. El matrimonio de Blanca fue rutinario desde el comienzo. Sin embargo, ella compensaba la falta de pasion con la certeza intima de que Cacho se iba a cansar de ella y le pediria el divorcio. Y esa certeza hacia que el interes por su marido estuviera activado constantemente. Durante los primeros anos, trabajaba como maestra. Daba clases a alumnos de septimo grado, pero despues se dio cuenta de que nada le interesaba de la ensenanza primaria. Cada dia era una tortura: los planes de estudio le parecian mediocres, los alumnos la asustaban, sus madres le resultaban agresivas. Solia dar clases parapetada tras su escritorio, indecisa y fragil. Los chicos habian advertido sus puntos debiles y la martirizaban: le tiraban tizas, se burlaban de ella, la imitaban, le pegaban chicles en la silla. Volvia a su casa llorando y se quedaba en la cama todo el dia. Los medicos le habian dado varias licencias psiquiatricas hasta que, al fin, la jubilaron anticipadamente, a los 33 anos. Cacho, su marido, la acompanaba en este proceso. Nunca minimizo sus miedos ni sus fobias, y siempre fue partidario de que abandonase un trabajo que -era evidente- no la hacia feliz. Un dia, mientras tomaban el desayuno en la cocina. Cacho anuncio que Gutierrez, uno de sus mas antiguos clientes, queria instalar un negocio de articulos de electricidad. Habia alquilado un local a una cuadra de la estacion de trenes y, como sobraba espacio, lo habia invitado para poner alli mismo su taller de arreglos. Blanca estaba espantada. Todos sus miedos se materializaban: su marido, al fin, tal como ella habia imaginado, se iria. Al borde de las lagrimas, le suplico que no aceptara la propuesta de Gutierrez. A pesar de los antecedentes psicologicos de su esposa. Cacho no entendia esa reticencia absurda. Los miedos y traumas de Blanca eran demasiado complejos para un hombre sencillo como el. Tres meses despues, Gutierrez y Cacho inauguraron el local. Una semana antes, Blanca empezo a escuchar las voces que la alertaban sobre el alejamiento de su marido, y se acostumbro a contestarles. Solia hablar sola en voz alta, y disimulaba en cuanto llegaba su marido. Para distraerse, limpiaba su casa freneticamente. Compraba revistas femeninas en las que buscaba todo tipo de consejos para el hogar. Asi, se habia acostumbrado a varios rituales: frotaba las alfombras con vinagre, pasaba espatulas en las juntas de los azulejos, les daba brillo a las canillas usando un trapo con jugo de limon. Sus habitos de limpieza le calmaban los nervios, le hacian pasar mas rapido el tiempo en el que Cacho estaba fuera de la casa y le daban la idea de que su marido, viendo una casa reluciente y pulcra, no estaria tan ansioso por abandonarla. Paralelamente, habia desarrollado la costumbre de rascarse el brazo izquierdo hasta lastimarse. Durante anos, Blanca y Rosa respetaban la costumbre de visitar juntas a su madre una vez a la semana. Pero desde que Cacho habia instalado su taller en el local de Gutierrez, Blanca habia dejado de ir. Estaba demasiado desmoralizada y desganada como para, ademas, escuchar las permanentes criticas de su madre. Una tarde, sin embargo, Rosa fue a buscarla y la llevo casi a rastras. En casa de Aurora se comporto de forma tan esquiva que la madre y la hermana advirtieron que algo extrano estaba pasando. Blanca ofrecio resistencia, pero al final confeso que se sentia debil y sin ganas de nada. "Por ahora, Cacho se va a trabajar, pero dentro de poco me va a dejar. ?No entienden? Se va a ir y no va a volver", dijo. El marido de Rosa habia muerto hacia dos anos y vivia sola. Como su hermana, jamas habia podido quedar embarazada, pero si bien Rosa vivia este hecho como una injusticia menor, Blanca se sentia culpable de no haberle dado un hijo a Cacho. Le pregunto otra vez quien le habia contado que Cacho se iba a ir. Blanca no aguanto mas y dijo: "Escucho voces". Rosa la convencio de que fuera a un psiquiatra. Antes, tuvo que jurarle a Blanca que la acompanaria y no le contaria lo de las voces ni a su marido ni a su madre ni a nadie. Blanca siguio escuchando voces. Tomo las pastillas durante unas semanas, pero antes de que hubiera pasado el tiempo necesario para producir efecto las abandono. Las voces ya no solamente le confirmaban sus miedos y sospechas, sino que habian empezado a darle ordenes. Asi, las voces le exigieron que controlara de cerca la actividad de Cacho. Blanca pasaba entonces tardes enteras espiandolo desde la esquina del local, histerica ante la posibilidad de ser descubierta, rascandose el brazo hasta lastimarse. Otro dia, cuando Cacho llego a su casa mas tarde de lo habitual y explico que habia estado terminando un arreglo atrasado, las voces le dijeron a Blanca que el mentia. Enceguecida, ella le dijo que queria saber la verdad y que sus explicaciones eran falsas. Todo termino en una pelea feroz. Cacho estaba al tanto de la precariedad emocional de su esposa. Rosa, su cunada, le habia contado lo de las voces, las sesiones con el psiquiatra y los medicamentos. De modo que Cacho, a su vez, tambien espiaba a su mujer: escondido, pudo verla hablando sola, destornillador en mano, o cortando un tomate mientras movia los labios como si rezara. Una manana Cacho se despidio mas temprano que lo usual. Dijo que tenia que buscar un dinero en la casa de Gutierrez y despues pasar por el banco. En cuanto se fue, Blanca advirtio que habia dejado su caja de herramientas. Se sento al lado de la caja, pensativa. Las voces le indicaron que Cacho estaba mas dedicado a su trabajo que a ella, y que era esa dedicacion enfermiza lo que estaba acabando con su matrimonio.

  • Corazon escoces de Miranda Bouzo

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  • La sensacion de lo que ocurre de Antonio Damasio

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    ?Como puede nuestra mente llegar a conocer? ?Como podemos tener sensacion y consciencia del ser? ?De que manera se produce la transicion de la ignorancia y la inconsciencia al conocimiento y a la identidad del ser? Estas son las preguntas que plantea y responde en este libro Antonio Damasio, uno de los mayores expertos mundiales en neurologia.

  • Cartas Quemadas de Angel Paudo Veloso

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    Mi abuelo hace mucho que nos dejo, tanto, que yo apenas recuerdo que alguna vez haya estado aqui. En mis escasos recuerdos, el siempre estaba triste, callado, ausente. Por eso, el dia que fallecio, todos lo vimos como un paso mas, no como la interrupcion de algo. Mi abuelo pasaba la mayor parte del dia en su despacho, siempre sentado en aquel mueble de caoba tan senorial. Cuando enfermo, la llave giro sobre la cerradura y aquel despacho quedo cerrado durante muchos anos sumido en la mas profunda oscuridad. Ahora que mi familia se planteaba vender la vieja casa, habia que abrir aquella habitacion y vaciarla, dando salida a todos los fantasmas tristes, callados y ausentes que alli debian habitar. Cuando la puerta se abrio, nadie queria entrar alli, ni siquiera mi abuela. Todos miraban hacia aquella oscuridad como si hubiese algo que ellos veian, pero que yo no podia imaginar. El polvo ocupaba cualquier minusculo espacio de aquella oscuridad infinita. Al final, fue mi abuela la primera que se decidio a entrar y cuando levanto las persianas, incluso a la luz le costaba introducirse en aquel espacio, buscando huecos entre las manchas de los cristales para iluminar la estancia. Mi abuela atraveso la puerta despacio, con cautela, como si tuviera miedo de pisar algun recuerdo que hubiese quedado olvidado en el suelo. Yo la observaba desde fuera sin atreverme a cruzar el umbral, era como un viaje al pasado, a un pasado demasiado oscuro, tras ella la puerta se cerro de nuevo. No tardo mucho en abandonar el despacho, apenas quince minutos. Cuando salio, lo hizo con una vieja caja de zapatos atada con un lazo raido, intente hablar con ella, curiosear que era aquello, pero estaba como ausente, mis palabras no llegaban a sus oidos, camino por el pasillo despacio, con la mirada perdida y, finalmente, entro en su habitacion y cerro la puerta suavemente, luego echo la llave. Mi abuela habia reaccionado de un modo extrano, encerrandose en su habitacion. Ella no era como mi abuelo, a ella le gustaban los cuartos abiertos, nunca antes habia echado la llave de su habitacion. Yo, preocupado, desde la ventana la observaba en silencio, agazapado, con la curiosidad del que ve, que las cosas cambian demasiado rapido e intenta asimilarlas a una velocidad normal, antes de que estas perdieran su sentido, mientras mi familia se desmoronaba rapidamente. A traves de la ventana, podia ver a mi abuela leyendo una montana de cartas que se amontonaban junto a un raido lazo rojo. Mi abuela leia y leia sin apartar la vista, de manera casi enfermiza, como quien ha entrado en un sitio del que ya no puede salir. Mientras ella leia, en la penumbra yo podia ver el reflejo de sus lagrimas descendiendo por sus mejillas. Cuando por fin termino de leer, con los ojos enrojecidos de tanto llorar, amontono las cartas en una papelera, se seco las lagrimas, encendio una cerrilla y les prendio fuego. Mi padre siempre decia que todos queremos dejar algo a nuestro paso por la tierra, pero no por cuestion de ego, en realidad es una necesidad o, mas bien, una obligacion que todo ser humano sentia a lo largo de su vida; y mi abuela le acababa de robar a mi abuelo todo eso en un instante, porque aquellas cartas eran su legado, lo unico que aquel hombre triste y callado habia dejado de su paso por este mundo. Eso y un colgante, con un extrano trozo de metal retorcido que siempre llevaba al cuello como su reliquia mas preciada. Tras las llamas vino el silencio, mi abuela se nego a responder a ninguna de nuestras preguntas sobre lo que alli ponia, sobre aquellas palabras que habian removido tanto en su interior como para hacerla reaccionar de una manera tan encendida. Por la noche me acerque a la papelera y entre los restos negros de papel carbonizado, apenas pude rescatar parte de la direccion de un remite, como unica prueba de que alli antes existieron letras, que formaron palabras, que formaron frases y que juntas cobraron tanto sentido que hicieron llorar a mi abuela desconsoladamente durante un dia entero. Yo, por mi parte, intente que me contase que ponia en aquellas cartas, que se abriera y se sincerase, necesitaba que compartiera conmigo aquello, lo unico interesante que habia aparecido en medio de todo el silencio que envolvia la vida de mi abuelo. Pero, de repente, no tenia nada que decir, parecia que habitaba ahora en el extrano lugar donde antes lo hacia mi abuelo. Era ella ahora la que no hablaba, la que observaba la vida pasar en silencio, ausente, con una mirada perdida. Todo esto provocaba aun mayor necesidad en mi de saber que era lo que habia ocurrido, que era lo que ponia en aquellas cartas y que extrano secreto habia dejado dos vidas en suspension de aquella manera. Mis abuelos siempre habian mantenido una relacion cordial, se querian, se respetaban, pero nunca vi ese algo especial que si observaba en la relacion de mis padres, practicamente, hasta que mi padre fallecio. En pocos anos, los cambios habian sido tantos y afectado a generaciones tan diferentes entre si, que quien podia calificar el comportamiento o las costumbres de una generacion que nada tenia que ver con la nuestra. En cualquier caso, mis abuelos siempre estuvieron juntos, se hacian compania y no se dejaban ni a sol ni a sombra, yo solo eche de menos entre ellos esa pasion que en mis padres desbordaba por todas partes. Yo habia perdido a mi padre por una enfermedad larga y agonica que fue acabando con el poco a poco y, realmente, tengo pocos recuerdos suyos fuera de la cama o alejado de su enfermedad. Ademas, su padre murio en la guerra. Esa era una de las razones por las que la guerra civil era un tema tabu para el, como si, por no hablar de las cosas, estas desaparecieran. La familia para nosotros era un gran conjunto de fantasmas sin ningun recuerdo ni ninguna historia a la que aferrarse. La abuela decia que el abuelo se rompio en la guerra y que no siempre fue un hombre triste y melancolico, el hombre que vino con ella a Alicante fue transformandose a lo largo del trayecto, de manera que el hombre que llego a Alicante nada tenia que ver con el hombre que salio del pueblo. Era como si con cada paso, con cada trecho recorrido, sus recuerdos y lo que el habia sido, se iban quedando alli en el barro, en cada pisada. Pero que hubo un tiempo, antes de que la gente empezase a dispararse unos a otros, en que cuando mi abuelo entraba a un sitio, ese sitio resplandecia, se iluminaba. Despues de lo de las cartas, le di muchas vueltas a todo, yo estaba pasando un extrano momento, una epoca mala, una epoca mala que duraba ya demasiado tiempo. Me habia dejado llevar y estaba completamente perdido, apatico y sin ganas de hacer nada, sin ilusion, sin ninguna meta, asi que me propuse averiguar lo que pudiera de aquellas cartas, a lo mejor asi, averiguaba algo de aquella familia de la que no sabia absolutamente nada. La mia. El domingo, unos dias despues de lo de las cartas, cogi una mochila, guarde en una bolsa de plastico el pequeno trozo del remite, algo de dinero y me subi sin pensarmelo demasiado en un autobus con direccion a Madrid a visitar a una amiga y a buscar un pedazo de la historia. La historia de mi familia, que al igual que la historia del pais durante aquellos anos, se escondia entre las sombras a buen recaudo, enterrada en una montana de remordimientos, rencores y pena, mucha pena. Antes de marcharme, busque entre las cosas de mi abuela y cogi uno de los pocos recuerdos que en la casa quedaban, quiza el unico. Sin contar aquel extrano colgante con un trozo de hierro retorcido, que, desde hacia ya tiempo, era mi posesion mas preciada. Aquel extrano colgante que mi abuelo antes de morir me colgo un dia al cuello, dedicandome una sonrisa, la unica que yo recuerdo haberle visto, pero sin explicarme nada. Asi de raro era mi abuelo. Como digo, cogi ese recuerdo, una foto de aquella epoca en blanco y negro castigada por el tiempo, por si me era de ayuda en mi busqueda. En la foto estaban mi abuelo, mi abuela y un grupo de personas desconocidas para mi, conectadas por sus cuerpos, buscando un lugar en el encuadre, compartiendo el espacio fotografiado con una sonrisa como del que no sabe lo que se le avecina. Estas fotos de antes y del periodo de entreguerras me producian miedo y nostalgia, parecen de una epoca tan lejana, en la que siempre intuyo una extrana felicidad y una mirada con un brillo especial, del que nada tiene y nada espera. Creo que hemos perdido algo necesario y muy importante en este tiempo, pero no se bien que es, solo se que, cuando veo fotos de aquella epoca, los rostros tienen un brillo especial que ahora soy incapaz de encontrar. Es como si, con el paso del tiempo, hubiesemos perdido nuestra razon de ser y ahora no supiesemos muy bien lo que queremos o lo que buscamos. Llegue a Madrid al atardecer, la sensacion al llegar a la ciudad en la que creci era siempre especial y dificil de explicar, una mezcla de nostalgia y de falso arrepentimiento de haberla cambiado por otra ciudad. Pero, sobre todo, me sentia importante, siempre paseaba altivo sintiendome alguien especial por sus calles, aunque era como si se pudiese oler que ya no pertenecia a ella, pero andaba por sus calles con la seguridad de alguien que sabe por donde pisa. Al mismo tiempo, mientras caminaba me sentia insignificante, dejaba de ser alguien, ese alguien que en las ciudades pequenas tenia nombre y apellido y era reconocido por todos, para integrarme en esa masa sin forma con multitud de individuos que vagaba de un sitio a otro sin fijar su mirada en nada ni en nadie. Esa masa donde la singularidad perdia todo su sentido, una autentica contradiccion, como todo lo que esta ciudad me hacia sentir. La casa de Eva estaba en pleno barrio de Malasana, uno de los barrios mas antiguos y autenticos de Madrid. Tenia el encanto de las viejas construcciones de principio de siglo, una corrala donde el cuarto de bano estaba fuera de la casa, aunque varios de los estudios que se habian creado en las antiguas viviendas ya reformadas, disponian de cuarto de bano en su interior. Pero esto te recordaba como habian cambiado las cosas en poco tiempo y esos patios exteriores ahora vacios, te hacian pensar en la vida que antes debian tener en su interior, donde todos sus vecinos se conocian y no se esquivaban unos a otros como hacen hoy en dia y era facil imaginar a toda aquella gente relacionandose y hablando en esa zona donde ahora no habia vida ninguna y donde reinaba el silencio mas absoluto. Eva tardo bien poco en encontrar una direccion y el nombre del pueblo en aquel pequeno trozo de papel casi vacio, con apenas unas letras. Le resulto muy facil, tan solo tuvo que hacer un filtrado en internet y unas cuantas busquedas en Google Maps. Apenas tardo una hora en conseguir algo que yo podia haber tardado toda una vida en averiguar. "Masegoso del Tajuna" en Guadalajara era el sitio elegido, el pueblo al que debia ir a buscar las raices sobre las que descansaba el futuro incierto de mi familia, a punto de ser talado por los rapidos golpes certeros del destino. Es curioso como un pueblo completamente desconocido para mi, con un nombre que me sonaba tan extrano, habia marcado el principio y el final de mi familia. Un pueblo donde descubriria con el tiempo que mi apellido era compartido por gran parte de los aldeanos. Que mis ancestros habian corrido por aquellas callejas y vivido durante decadas en un sitio que para mi era completamente desconocido. Aquel sitio, que no significaba nada para mi, era el sitio donde descansaba toda la historia de mi familia, una clara muestra de que todo lo importante en la vida, queda sepultado por el tiempo. El ?De donde venimos? y el ?A donde vamos? ahora cobraba un nuevo sentido y una de las dos preguntas al final quedaba respondida y quien sabe si quiza la segunda a raiz de este viaje tambien quedase respondida. Porque a veces las respuestas como las desgracias vienen todas de golpe sin saber si quiera si estamos preparados para ellas. Sin mas dilacion, le dije a Eva que al dia siguiente por la manana saldria para Masegoso. Yo no era una persona paciente y una vez sabido el nombre del pueblo no tenia sentido que siguiera en aquella casa, no debia perder mas tiempo en Madrid. Ademas, la situacion con Eva se habia convertido en algo un poco raro e incomodo. Es increible como se puede querer y compartir tanto con una persona y, con solo estar un par de anos separados, ser ahora los dos tan distintos, como dos extranos que buscan a la otra mitad que dejaron, siempre en el sitio equivocado y que echan mano a recuerdos de un pasado tan cercano como lejana esta ahora la quimica que antes habia. Era como, si desde el momento de nuestra separacion, cada uno hubiera tomado el camino mas alejado del que habiamos compartido hasta entonces, pero en direcciones opuestas y nos hubieramos convertido en dos personas tan distintas, que ni siquiera nuestros recuerdos de los mismos hechos coincidian ahora, por no hablar de esos silencios incomodos que estaban cubiertos de reproches. De camino a la estacion volvi a caer en la cuenta de que Madrid sigue siendo una ciudad especial para mi y que siempre lo sera por mucho tiempo que pase y que cada rincon de la ciudad me traia algun extrano recuerdo. Recuerdos olvidados que venian a la cabeza al pasar por aquellas calles. Ahora que me marchaba, en la estacion tuve claro que amaba tanto a Madrid por la capacidad que tenia para ponerme triste. Ademas de encontrarme la direccion del pueblo, Eva me dijo algo en lo que yo no habia pensado. Y es que, practicamente, todo en esta vida tiene su reverso y en este caso, no simplemente era importante la direccion, sino que habia algo mucho mas importante. Todas las cartas que vinieron tuvieron respuesta en otras que fueron y que, aunque mi abuela quemo unas, las cartas de mi abuelo, si es que las hubo, no pudo quemarlas y habia una posibilidad de que tambien descansaran en la oscuridad de algun armario o de alguna caja de zapatos y estuvieran alli esperandome, quiza en Masegoso, aquel pueblo que me esperaba en la provincia de Guadalajara, una provincia que era una autentica desconocida para mi.

  • Tu te lo buscaste! 4 de Emma Green

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    Valentine Nils... ?Un asesino? Se supone que el objetivo de la Black Gala es recolectar fondos reuniendo a varias estrellas vestidas de negro. En todo caso, eso es lo que contaran, a partir de manana temprano, las paginas de las revistas de espectaculos y los sitios de Internet que no tendran nada mejor que decir. Pero en ningun lado estara escrito que este evento de caridad mando muy lejos mis creencias mas profundas. Y sin embargo, siento como si estuviera presenciando uno de esos momentos clave, cuando uno todavia no sabe que direccion tomara su vida, pero que puede presentir desde ahora que dara un giro radical. Justo ahi, en medio de la noche y del vestibulo lleno de gente, Milo acaba de acusar a Nils de asesinar a una rica heredera… y por lo tanto, de tener las peores intenciones conmigo. El primero ha bebido ligeramente de mas, o por lo menos lo suficiente para tener el valor de enfrentar a su rival. El segundo no temblo ni un instante: eligio huir en vez de defenderse. Mientras que lo miro alejarse, con el corazon hecho pedazos y el estomago hecho nudo con miles de preguntas, Milo se burla a mi lado, con una voz demasiado fuerte y gestos sin control: - !Valentine, abre los ojos, maldita sea!! !Ni siquiera intenta negarlo! !Le abriste la puerta a ese hombre, le confiaste toda tu vida sin siquiera saber nada de el! Sus palabras entran en mi cerebro, lentamente, como un suero de la verdad ardiente. Luego el Vikingo da media vuelta, a veinte metros de alli. Su mirada gris acero me fusila. Le bastan algunos pasos, inmensos y agiles, para venir a plantarse frente a mi. Cerca, muy cerca. Su figura de iceberg me domina, sus ojos glaciares me petrifican, su aliento fresco se filtra entre mis labios abiertos, y su voz grave llega hasta mi como una ola poderosa, devastadora. - No voy a justificarme frente a ese idiota. Si quieres la verdad, sigueme. Dos frases, trece palabras. Es todo lo que se necesito para que la ola me arrastrara con el. Nils me ha salvado la vida dos veces ya, me siento obligada a darle una oportunidad. Una sola. Dejo ahi a Milo, Aina, Roman, Charlie y sus ojos redondos, inquietos, furiosos. Tomo la salida, recorro la alfombra roja desierta, atravieso la calle sin mirar, sigo a mi bodyguard en traje negro, que camina frente a mi, sin voltearse jamas, seguro de que lo estoy siguiendo. Nils se detiene frente al auto negro que nos trajo hasta aqui y golpea con la palma de la mano la ventanilla delantera. Dos veces. Ted, el chofer, sale precipitadamente ajustandose el gorro en la cabeza. Mientras llego hasta ellos, veo al coloso rubio dejandole un billete de cien dolares sobre el torso antes de murmurarle, suavemente pero con firmeza: - Toma un taxi. Ahora. Luego Ted se va y Nils se sienta detras del volante. Azota la portezuela con un gesto brusco que me parecio decir: << !Tu, la princesa, sentada! !Aqui! !Y pronto! >> Jamas dejaria que un hombre me hablara con ese tono, que me diera ordenes como si fuera un perro, pero aun asi obedezco. Como hipnotizada. Tomo el asiento delantero, el del copiloto, preguntandome si estoy cometiendo la peor estupidez de mi vida, si este hombre con modales de cavernicola va a dejarme muerta en la cajuela de este auto, o a hacerme firmar un seguro de vida para poder recibir una enorme suma despues de degollarme. Y comienzo a esperar que por lo menos hagamos el amor antes. Esta vez es seguro, estoy desvariando. Nils cierra con seguro el auto desde el centro de control pero no enciende el motor. Se desamarra la corbata mirando directo hacia el frente y rodea su mano con la tela como si fuera la venda de un boxeador. Me estremezco. Pero extranamente, no tengo miedo. Tengo frio, calor, nauseas, pero miedo no. Me jalo el vestido (definitivamente demasiado corto) y su voz grave resuena en la cabina como un cerro partiendose. - De Clare no sabe nada de esa historia. Fue uno de los tantos fracasos de mi padre, a quien tuve que rescatar moviendo mis relaciones en la policia. Samuel recien acababa de salir de la carcel. Tuvo la genial idea de hacerse mantener por una mujer tan vieja como rica. La sedujo. La convencio de que modificara su testamento a su favor. Y con eso pensaba asegurarse un futuro tranquilo. Solo que la abuelita murio en un accidente sospechoso poco tiempo despues. Mi hermano no tuvo nada que ver con eso. Pero unos investigadores demasiado dedicados a su trabajo y demasiado idiotas concluyeron que habia sido asesinato sin ir mas lejos. Sam no tenia coartada, sus motivos parecian evidentes y, con su historial de fraudes, todo lo acusaba. Yo era policia, asi que hice lo posible para evitarle la cadena perpetua. Por mi parte, no fui acusado de nada. Me vi envuelto en ese problema para salvar el trasero de mi hermano. Como siempre. Eso todo lo que hay que saber. - De acuerdo… – farfullo con una voz casi inaudible. - Otra cosa: la proxima vez que Milo de Clare se divierta mandandome a investigar por un detective privado, recuerdale que conozco a todos los de aqui. - OK... – asiento estremeciendome. Siento la mirada de Nils recorriendo la carne de gallina por mis brazos, mis muslos desnudos. Eso me perturba pero no basta para calentarme. No se que pensar, que sentir, ni siquiera por que tengo tanto frio. Solo quisiera que dejara de mirarme, para poder pensar. - Y una ultima cosa – murmura el gigante frio a mi lado – ese vestido es definitivamente demasiado corto. El se inclina hacia el frente, recarga la mandibula sobre el volante, se quita el saco con un gesto sutil y luego lo extiende sobre mi como una cobija. Este es tan grande, tan largo, que logra cubrirme de los hombros a las rodillas. Me acurruco en el y me dejo ir contra el reposacabezas. Mi cerebro en ebullicion se tranquiliza por fin. Le creo a Nils. Creo que le creo. Digamos, en un 9 9 ,9 %. La minuscula duda que subsiste en el fondo de mi me permite solamente permanecer alerta, no ceder totalmente ante su voz hechizante, su mirada fascinante, sus gestos protectores, su aplomo infalible (y totalmente exasperante). Me siento aliviada de que me haya dado esa explicacion sin rodeos, sin que necesitara pedirsela, sin dejar preguntas sin respuesta. Tengo las ideas claras. Durante algunos segundos, estuve a punto de creer que el disfraz de Vikingo irresistible escondia a un espia, un manipulador, o peor aun; a un asesino. Todavia no se lo que se encuentra debajo de la armadura, pero eso no me preocupa. Ya no. Casi. - ?Tienes algo que decir? – me pregunta abriendo los botones de sus punos, antes de enrollarse metodicamente las mangas de la camisa. - Si – digo recobrando por fin el animo. – Gracias por no haber destrozado a Milo. - Ni sus huesos ni su ego lo hubieran soportado – se burla Nils abriendo y cerrando los punos, como si estos se lo hubieran pedido. – ?Alguna otra cosa? - Si. Deja en paz mi vestido – anuncio muy seriamente, sosteniendo su mirada. Los ojos de niebla dejan los mios para ir a rozar su saco negro, ahi donde mis muslos desnudos se cubren (y se estremecen, pero Nils no necesita saber eso). - Si quieres regresar a esa gala, te espero aqui – declara mirando al vacio, con una sonrisa sobre los labios. - No, regresame a casa – decido, encendiendo yo misma el auto. - Sabia decision – concluye, aparentemente satisfecho. Mi bodyguard conduce en silencio hasta la mansion Cox. Me dejo arrullar por el suave ronroneo del comodo auto. Me dejo invadir por mi propio calor bajo el saco de Nils y por un sentimiento extrano, mezcla de serenidad, tension, seguridad y vulnerabilidad. A medida que dejamos la animacion nocturna de L.A. para entrar en la quietud de Santa Monica, me repongo suavemente de mis emociones, respondo los mensajes enloquecidos de Aina para tranquilizarla, vuelvo a pensar en Milo y su prisa por quitar al coloso de su camino (sin duda con buenas intenciones). En este instante, tal vez mi vida ha dado un giro. Pero no el que temia. Confio en mi chofer para hacerse cargo del camino y me duermo contra la ventanilla. Nils me cargo del auto hasta mi habitacion, sin despertarme, todavia abrigada con su saco. El me coloca delicadamente de pies, justo frente a la puerta, sin invitarse a entrar a mi mundo. Le resoplo un gracias y le regreso su saco. El me sonrie. Con un ligero tono de burla en su voz grave, murmura: - Puedes darme tu vestido tambien, si quieres. - ?Para que lo conviertas en confetti? No gracias. - No... Finalmente, creo que podria quedarme bien… – me provoca comiendome con la mirada, de arriba hacia abajo. - Ni siquiera lo intentes – susurro, sintiendome flaquear. - Buenas noches, princesa consentida. El Vikingo se burla en silencio y se va, caminando hacia atras, en medio de la obscuridad. Bien pudo haberlo intentado un poco mas. ?Puede ser que se de la media vuelta, como en la Black Gala? ?Puede ser que espere que lo alcance esta vez? Pero Nils se voltea y se aleja, con el saco colgado de un dedo sobre su hombro. Y mierda, nuevamente tengo frio.

  • Aquellos labios que no bese de Joan Bekker

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    Hay gente que no consigues olvidar jamas…

  • Se buscan princesas (Forever 1) de Cristina Bosca

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    Una novela agil y joven, fresca, un fan fiction sobre los Gemeliers, una historia inolvidable que habla de musica, de fans, del amor a diferentes edades, de la amistad, de la traicion y de surf…

  • Sospechas de Herman Koch

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    Celebrado internacionalmente por obras como La cena, que en los Paises Bajos gano el Premio del Publico y fue decla-rada Libro del Ano en 2009, cautivo a mas de un millon de lectores en todo el mundo y logro situarse entre los diez primeros puestos en la lista de The New York Times, Herman Koch vuelve a abordar sin tapujos el doble rasero moral, la hipocresia y la violencia estructural de la sociedad contemporanea.

  • Ahogados por la muerte (Dead 1) de Daniel Hernandez

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    Ya hace 100 anos, cuando un amado crucero nocturno se hundio, bajo las profundas y oscuras aguas del pacifico. Hoy nos encontramos en el puerto de, San Fernando, mismo lugar de donde zarpo aquel crucero, y donde cientos de hechos paranormales son vividos a diario, muchos de ellos con personas muertas en el agua, como firmando un tratado con el mismisimo diablo, por aquellas personas que murieron en ese accidente. Durante la oscura y helada noche, cuando se hundio el crucero mas amado por el pueblo, se vivieron horas de panico dentro y fuera del barco, porque a pocos metros mar adentro, se pudo contemplar una bola de fuego salir, por la parte lateral derecha, danando gran parte del patio, donde los tripulantes pasaban la mayor parte del tiempo, tomando el sol, bailando o dandose un banquete, con el bufe que habia a final de semana. Segundos despues de la explosion, se empezaron a oir los primeros gritos de auxilio, gente atrapada en el agua, desde ninos hasta personas mayores. Socorristas y todo el personal de rescate disponible, acudio rapidamente a su ayuda, embarcandose en pequenas lanchas hinchables, destinados a arriesgar sus vidas por salvar a los demas. Pero el silencio se hizo, una bola de luz roja, se abrio paso entre las densas nubes, dejando un circulo rojo en medio, para a continuacion, crear una cupula alrededor del accidente, envolviendo con una especie de campo de energia dicha zona, dejando fuera a algunos pocos socorristas, pero a otros muchos atrapados en ella. Minutos despues, la cupula se desaparece, como una estrella espacio, dejando toda zona sin nada. Desde esa noche, ya casi nadie navega, solo los barcos comerciales en busca de pescado fresco. Ahora el puerto San Fernando, es el lugar mas temido de toda la zona, donde cada dia se cuentan y se escuchan leyendas, sobre aquella bola de luz roja, que se reflecto esa noche. Sentado al borde del embarcadero, me concentre en el anaranjado horizonte de tarde, dejando volar mi imaginacion, e intentando alguna respuesta razonable a lo que se vio, pero despues de mucho pensar, solo llegue a una posible conclusion. Todo me llevaba a imaginar que estabamos en medio de una maldicion. Mirando al mas alla, vivo en primera persona la proyeccion en el cielo, de una "D" formada con pequenas nubes rojas, se situaba justo encima de donde se hundio el barco, esto me causo tanta intriga, que aprovecho de adentrarme en las profundidades marinas. Cojo mi linterna acuatica y equipo de buceo, para a continuacion tirarme en al agua helada, donde la vision era muy borrosa, el fondo marino estaba lleno de barro y bastante polvo, la marea estaba muy alterada, impidiendome nadar con normalidad. Durante los primeros minutos que me logro mantener bajo el agua, no consigo ver nada del barco, asi que, al estar quedandome sin aire, me decido por salir a la superficie, pero sabiendo que no deberia de estar lejos, porque por lo que se tiene entendido, la supuesta cupula que aparecio aquella noche, solo se llevo a las personas, pero el barco lo dejo. Tras coger otra vez aire, me sumerjo de nuevo y retomo la busqueda del naufragio. Finalmente consigo visualizar algo del barco, pero al estar tan hondo solo me pude aproximar unos pocos metros antes de volver a salir. Como dicen algunos, "a la tercera bala vencida", al haber fallado los dos primeros intentos, cojo todo el aire que puedo y me vuelvo a sumergir rapidamente, bucee y bucee, hasta que finalmente llegue. Al llegar al naufragio con una antiguedad de 100 anos, puede ver como grandes algas lo cubrian por completo. La popa estaba bastante reventada, al igual que el estribor y el babor, zonas en las que mas afecto la explosion. Examinando mas a fondo el barco, me doy cuenta de que, la "D" que habia visto proyectada en medio del mar, tambien estaba pintada en la popa trasera del barco del mismo color, ademas, me quede observandola durante unos segundos, pero me vuelvo a empezar a quedar sin aire, sin olvidar tambien que empezaba a rascar, obligandome salir del agua para no congelarme. Llegado al embarcadero, me dirijo rapidamente a mi casa para darme un bano caliente, pero el cielo aparte de desprender un relajante olor a lluvia, tenia el mismo color que el cielo de aquella noche. Estaba lleno de nubes rojo vino tinto y enormes rayos, entonces fue ahi, cuando me di cuenta de la horrible posibilidad, sobre que la profecia o se lo que fuese, se fuera a cumplir un siglo despues. Extranado y sorprendido tras ver aquello, decidi irme a mi casa. Al llegar, me dirijo rapidamente a mi habitacion, busco el pijama, y me lo llevo al bano para empezar a ducharme. Al apagar el grifo de la ducha, pude escuchar un extrano y escalofriante sonido que venia de la cocina. --?Que cono ha sido eso? --pregunte aterrorizado-- ?Hola? ?Hay alguien ahi? --cuestione nuevamente, mientras me visto lo mas rapido que puedo. Sali sigilosamente del bano, asomandome lentamente por pasillo que conectaba con la cocina, e intentando localizar algo o a alguien que pudiera estar provocando dicho ruido. Segundos despues, consigo ver algo por el ventanal de la cocina: una cola gigante de color rojo y azul-celeste pasar rapido frente a mi casa. --?Que? --me interrogue confundido. Durante unos minutos estaba alucinando, pues no conseguia creerme lo que habia visto hasta que, de repente, me sorprendi por la violenta e inesperada entrada de una especie de dragon, con cabeza de calavera y enormes ojos "vacios"; reventando asi la mitad de mi casa. --Tengo que estar sonando --musite, mientras contemplaba a aquella bestia. A continuacion, el extrano dragon se inclina hacia mi y me empieza a mirar de pies a cabeza. --Tu podras vivir; no eres parte de la tripulacion del naufragio -- comento en voz baja. --?Puedo saber que eres exactamente, y que haces aqui? -- indague algo desconfiado, pero lleno de curiosidad. --Eso ya lo iras descubriendo tu solo --respondio con una voz seca. La curiosidad me esta matando. Mis impulsos me ganaron y, sin pensarlo, pregunte: --?Podremos salvar a las personas de aquella noche? El callo un momento, pero luego contesto: --Haces demasiadas preguntas. Deja que todo surja a su debido tiempo, chaval. Todo era muy secreto y misterioso, pero no me pensaba quedar alli parado sin hacer nada. !Necesitaba intentar llegar al fondo de todo esto!

  • Un desastre fabuloso de Maite Herranz

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    ?Y si nunca estuviste hecha para encontrar a tu media naranja, sino que en el mundo te esperaba un medio limon?

  • Perfecto error de Ali Novak

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  • Perfecta de Sofi Bautista

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  • La venganza de Candy Townsend de Kate L. Morgan

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    !Era feliz! !Era su momento esperado! Y, sin embargo, sentia que algo fallaba. Lady Candy Townsend, miro los diferentes regalos que llegaban al hogar de sus padres. Los traian desde todos los rincones del reino. Su padre, segundo hijo del baron de Thistle, no se habia dedicado al sacerdocio como era propio en los hijos segundos, todo lo contrario, se habia forjado una reputacion como juez, y tenia muchisimos amigos y conocidos que lo respetaban. Ella se habia criado entre la elaboracion de las leyes del parlamento, y juicios a delincuentes, pero habia sido una nina feliz y se sentia amada por su madre y por su padre. La muchacha de cabellos de fuego y ojos de color celeste como una tarde de verano, observo atenta su vestido de novia. Habia sido confeccionado por la mejor modista de Londres; Madame Roswell. El corte, al mas puro estilo victoriano, tenia un diseno muy voluminoso de gran falda y mangas abullonadas, escote con volantes y cola de tres metros. Estaba cosido en tafetan de seda de marfil del vestido de novia de su madre, encaje antiguo del velo de novia que habia pertenecido a su abuela, y que habia sido bordado con hilos de plata y mas de cinco mil perlas. El resto de tejidos con los que habia sido confeccionado provenian de artesanos tradicionales ingleses. Candy miro su anillo de compromiso; una impresionante esmeralda rodeada de diamantes que se veia demasiado grande en una mano tan pequena como la suya. Sentia nerviosismo, pero se tranquilizo porque era algo habitual en las novias. Su prometido era el tercer hijo del conde de Magpie, un hombre de florida verborrea y mirada vacua que apenas le prestaba atencion. Ella se habia quejado varias veces porque le extranaba la actitud de su prometido, pero su madre, Olivia Townsend, le habia dejado muy claro que un hombre del talante y linaje de su prometido, no perdia el tiempo escuchando la palabreria de una muchacha ignorante como ella. Esa descripcion de su madre no le habia gustado nada, pero era una hija obediente. Por eso, no tuvo que esforzarse mucho en convencerla, y en asegurarle que despues de la boda todo cambiaria para ella, pero Candy se hacia muchas preguntas. El noviazgo era el momento mas dulce para una mujer, sin embargo, ella veia a su prometido en contadas ocasiones, y siempre acompanado. Todavia no conocia lo que era un beso apasionado y caricias lujuriosas que habia leido en novelas de romance, y ese desconocimiento la hacia sentir impaciente. Porque aunque lo ocultaba bajo una fria indiferencia, su cuerpo bullia de pasion. Ansiaba ser besada, acariciada, pero tendria que esperar a la noche de bodas para dar rienda suelta a todos esos sentimientos que burbujeaban en su interior. Su madre le decia que desear era pecado, pero ella no podia sentirse una pecadora. Si Candy fuera una muchacha docil, si fuera obediente, y nada impulsiva, ahora se encontraria viajando por el mundo y probandolo todo, pero era una hija aplicada, y esperaba el dia de su boda como toda muchacha de su edad. Era lo propio. Era lo justo, pues sus padres anhelaban ese dia mucho mas que ella pues estaban encantados con la boda de su unica hija, porque ello les permitiria entrar en el estrecho y cerrado circulo de la alta nobleza. Candy sabia que jamas le faltaria de nada, que tendria todo aquello que deseara porque la fortuna del conde Magpie era de sobra conocida. Entonces, ?por que sentia en lo mas profundo de su corazon que algo no encajaba? ?Que sentia que le faltaba? Se pregunto por enesima vez. Estaba asustada por lo que el destino le tuviese preparado. Ella sabia que no era muy hermosa, sobre todo por su color de cabello tan escandaloso, pero tenia buen corazon e iba a ser la companera adecuada pues habia sido instruida desde la ninez para ser la esposa perfecta. Se consolo diciendose que lo mas destacable de su persona eran sus ojos de color celeste, porque estaban acompanados de largas pestanas bajo unas perfectas cejas cobrizas que los realzaban. Sentia nerviosismo, y se tomo un tiempo para tranquilizarse porque debia llevar algunos regalos a la casa que seria su hogar despues de la boda. Una bonita mansion a orillas del Tamesis con un bonito jardin delantero. A pesar del nerviosismo, una sonrisa se dibujo en su rostro. Su madre habia aceptado que pasara el fin de semana con sus queridas amigas, Aline y Melany, en la pequena casita de Combe Down, donde podria despedirse de su solteria en una fiesta intima donde solo estarian ellas tres. Incluso habian prescindido del servicio. Candy se coloco la capa sobre los hombros, se puso los guantes, y se ajusto el sombrero. Pensaba entretenerse lo minimo posible en su futuro hogar porque tenia poco tiempo para arreglar su valija con las prendas que necesitaria en su breve viaje. Sonriendo, salio del hogar de sus padres sin sospechar el cambio tan drastico que iba a sufrir su existencia. Todo iba a cambiar para ella en cuestion de minutos. La vida le tenia reservada una gran sorpresa que cambiaria su vida para siempre. Cotswolds, tierras de Bath Aline Rawson arreo las monturas mientras seguia conduciendo la calesa por el estrecho camino rural. Llegaba tarde y lo sabia. La sinuosas curvas hacia dificil que pudiera conducir de forma mas rapida, pero ella, que solia ser prudente en demasia, se intranquilizaba por momentos, pero confiaba en sus sementales. Manejarlos era un autentico placer, aunque sus amigas no pudiesen comprender por que motivo les tenia tanto carino. Respirar el aire de la campina inglesa le levantaba el animo mejor que cualquier conversacion estimulante con un caballero de lengua dulce y manos atrevidas, pero le preocupaba la discusion que habia mantenido esa tarde con sus padres, y de los interrogantes que habia dejado sin resolver. Volvio a centrar su atencion en el camino porque solo faltaban unas millas, y ya habia pasado el pequeno pueblecito de Marshfield. Ella y sus dos amigas del alma iban a hospedarse en una casita de dos plantas en el bello pueblecito de Combe Down en pleno corazon de Cotswolds, muy cerca de Bath, una villa turistica ubicada en el campo ondulado del suroeste ingles, conocida por sus termas naturales y la arquitectura georgiana. El padre de Aline era el tercer hijo del baron de Lark, una familia con un titulo menor, pero con una herencia considerable. Y entonces se dedico a pensar en las familias de sus dos amigas del alma. El padre de su amiga Candy era el segundo hijo del baron de Thistle, pero no se habia dedicado al sacerdocio sino que era juez. Y el padre de Melany era el baron de Turtledove, pero estaba en la mas absoluta ruina. Las tres amigas vivian cerca de Londres, y, aunque estaban en edad casadera, solo Candy estaba prometida al segundo hijo del conde de Magpie, y la boda iba a celebrarse en breve. Ese era el motivo para que las tres amigas hubieran decidido hospedarse en Combe Down, la casita de Maggie Rawson, su unica tia, que era una adorable ancianita que siempre la ayudaba a mantener encuentros fraternales alejadas de los padres de todas, pero sobre todo de su hermano el baron que ejercia un ferreo control sobre su unica hija. Para la tia Maggie, Aline era su sobrina favorita, y se lo demostraba cada vez que podia. La encantadora vivienda era muy antigua, y, aunque su tia nunca ponia pegas o trabas para que ella la disfrutara de vez en cuando, en esa escapada solo iban a ocupar la primera planta. Miro hacia la curva que se cerrada hacia la derecha, y, aunque lo intento, no consiguio vislumbrar el bosque de castanos, ese lugar conseguia conmoverla por su quietud y paz. Aline creia que faltaban solo doce minutos para las seis, se cerro demasiado en una curva, y tuvo que sujetar mejor las bridas. La conduccion tan temeraria que estaba ejercitando echaba por tierra anos de buen juicio y sensatez. Menos mal que su padre no podia verla. Tomo una doble curva, y vislumbro el pueblo frente a ella. Las estrechas calles empinadas estaban desiertas a esa hora, pero Aline no se sorprendio. El mes de abril estaba siendo muy frio en comparacion con otros, fue pensarlo, y percibio un escalofrio involuntario que la recorrio de pies a cabeza. Ya vislumbraba la casa. Observo humear la alta chimenea, y llego hasta su nariz el olor de la lena quemada. Aparco la calesa en el granero donde antano se resguardaba a los animales, su tia Maggie lo habia reformado recientemente. Nada mas descender del vehiculo, sus zapatos se hundieron en el barro pues habia llovido el dia anterior. Sus medias y zapatos eran demasiados finos, pero ella no habia tenido tiempo de cambiarse, habia salido directamente en direccion a Bath porque no queria llegar demasiado tarde, aun asi el trayecto habia durado demasiado. Saco la pequena maleta, y dirigio sus pasos hacia la calidez de la casa. Se moria por una taza de te. Cuando llego al interior, deposito la maleta en la entrada y dirigio sus pasos hacia el salon donde podia oir la voz de Melany. En el momento que abrio la puerta y fijo sus ojos en sus amigas, una amplia sonrisa se dibujo en su rostro. Las dos mujeres que estaban esperandola desde hacia cuatro horas, se levantaron al unisono para dirigirse directamente hacia ella. --!Llegas tarde! --la firme voz de Melany le arranco una sonrisa conciliadora. --Lo se, pero queria salir de inmediato. Tanto Melany como Candy miraron al unisono el atuendo de Aline y levantaron los ojos al cielo. --!No te has cambiado el vestido de fiesta! --exclamo Melany con tono incredulo, pero Aline no le permitio continuar. --?Crees que no lo se? --trato de justificarse--. Si me hubiese cambiado de vestuario, mi madre habria impedido mi marcha --le contesto--. He tenido que correr mucho y ser sigilosa. Melany resoplo de forma poco femenina al escucharla. El control que ejercian los padres de Aline sobre ella le parecia inhumano. --?No le has dicho a tus padres que ibas a pasar el fin de semana en Combe Down? No puedo creerlo --la recrimino--. Pues deberias haberlo hecho. Aline sonrio ante el tono aspero de su amiga. Nadie en el mundo manejaba el sarcasmo como ella, si bien al sentirse reganada, entrecerro los ojos suspicaz, y miro su semblante adusto. En ocasiones detestaba la forma franca que tenia de decir las cosas, pero callo en un intento de que el fin de semana fuese lo mejor posible, y, por ese motivo, clavo los ojos en la copa que sostenia Candy entre sus manos. --Yo tambien quiero un poco de eso --dijo con una sonrisa en los labios. Aline hizo un gesto con la cabeza hacia la copa que sostenia Candy. --?Champan? Te recuerdo que tu bebes unicamente te y limonada fria --le recordo. Aline hizo un gesto exasperado con la cabeza, ella tambien bebia champan cuando asistia a los espectaculos en Covent Garden. Que sus amigas la considerasen tan anodina, la preocupaba. --Pero ahora he decidido beber lo mismo que vosotras. Aline tomo asiento en el unico lugar vacio frente al enorme hogar encendido, cogio la copa llena con el dorado liquido que Candy le acerco amable. --Hoy brindaremos por el dulce y maravilloso futuro que se abre ante ti, por el esposo que te hara la mujer mas feliz del mundo, y porque veremos con nuestros propios ojos que la prosperidad te inunda y llena tu vida por completo --le dijo Aline con una sonrisa genuina. Melany hizo una mueca al escucharla. --Es increible, Aline, lo empalagosa que te pones en ocasiones --la carcajada de Candy al escucharla no se hizo esperar. Melany fijo sus ojos en ella. Tenia en el rostro una mirada que no habia visto nunca. Candy levanto la copa con ojos chispeantes, y, sin previo aviso, les espeto a ambas. --Por el bastardo de mi prometido. !Ojala le estalle el corazon dentro del pecho! --tanto Aline como Melany clavaron sendas miradas con asombrosa incredulidad en el rostro de ella. La miraron beberse de un trago la copa y volver a llenarsela sin una duda--. ?Que...? ?No os ha gustado mi brindis? --las dos seguian con las copas todavia llenas si bien la apuraron de un trago. El silencio que reino en la pequena sala por unos breves instantes, fueron el preludio del caos que acontecio poco despues. Candy comenzo a maldecir, a mascullar y blasfemar de tal forma, que habria conseguido sacarles los colores a unas verduleras en el mercado. Tanto Melany como Aline estaban asombradas. No conseguian entender su arranque inesperado, y la miraban indecisas ante la noticia sorprendente. Tanto Aline como Melany eran conscientes de que Candy era la mas prudente y comedida de las tres. Candy ceso en su retahila de insultos hacia su prometido, e inspiro profundamente antes de volver a sentarse como si nada hubiera ocurrido. Como si por sus labios no hubiera salido semejante aluvion de insultos. Melany, fue la primera en romper de nuevo el silencio --?Que ha sucedido? --le pregunto. Aline estaba realmente preocupada. --?Es algo serio? --se intereso la otra en un tono suave. Candy solto una carcajada ausente de humor, y, de pronto, los ojos se le llenaron de lagrimas que apenas pudo contener. Aline se levanto presurosa de su asiento y encauzo los pasos hacia ella. Cuando llego a su lado, la abrazo fuerte. Ese detalle consiguio desbordar la presa que Candy intentaba contener a duras penas. No queria molestar a sus dos amigas del alma. Melany seguia mirando en silencio a sus jovenes amigas, y un suspiro amargo broto de su garganta ante la infelicidad que empanaba ese momento. Eran amigas desde siempre, tanto Candy como ella habian nacido en Basingstoke, salvo Aline que era de Newbury, pero las tres habian asistido al mismo colegio de senoritas, y seguian estando tan unidas como cuando eran adolescentes llenas de inseguridades.

  • Multimillonario Descubierto de J. S. Scott

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    ?QUE SUCEDE CUANDO EL HOMBRE AL QUE SIEMPRE HAS ODIADO RESULTA SER QUIEN TE SALVA, ARRIESGANDO SU PROPIA VIDA PARA RESCATARTE DE UNA MUERTE SEGURA?
    Todo esta borroso. Lo que siempre creiste cierto resulta no estar tan claro ahora.

  • Chispas de amor en el aire de India Alvarez

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    Tres entretenidos y emotivos relatos de amor con un nexo comun.
    Una fecha magica, rodeada de chispas, de suenos y deseos, que parecen solo posibles en esa epoca del ano, la Navidad.
    Hay casualidades que, en ocasiones, nos empujan en una direccion y un camino en la vida que, aunque no siempre parezca el mejor, si sera aquel que nos lleve al amor y la felicidad.
    Estas historias romanticas podrian pasarte a ti, pero…., en este caso, los protagonistas son Mar y Carlos, Sonia y Manu, y Maya y Alex.
    Las chispas de amor que cambiaron sus vidas.

  • ?Quien necesita un angel? de Maya Moon

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    Ella no necesitaba un guardaespaldas pero el debia cumplir con su trabajo.
    ?O quizas si que lo necesita?

  • Protegeme de Sophie Saint Rose

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    Laia hacia anos que no tenia una relacion con un hombre y en la despedida de soltera de su amiga Grace, se solto un poco la melena. Bueno, igual no fue un poco porque las consecuencias de esa noche iban a cambiar su vida para siempre. Lo preocupante era que no recordaba muy bien lo que habia ocurrido.

  • Boda con un extrano (Millonarios italianos 3) de Florencia Palacios

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    Tercera entrega de la saga millonarios italianos.
    La presente es una novela de romance, erotismo con cuotas de misterio y suspenso, distinta a las anteriores.
    Boda con un extrano.
    Una manana Isabella despierta en un hospital sin recordar nada, aturdida y con un fuerte dolor de cabeza, solo sabe que ha perdido la memoria y toda su historia parece atrapada en una especie de limbo.
    A su lado hay un hombre guapo y seductor, un italiano que lleva anillo de casado y la trata como a una reina.
    No sale de su asombro al enterarse que ese hombre es su marido.
    No puede creer su buena suerte. pues de repente recuerda que era una chica profuga y solitaria.
    Descubrir la verdad se convertira en su obsesion y tambien descubrir quien es ese hombre que dice ser su esposo y del que no puede recordar nada.

  • Suenos en una botella de Nut de

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    A ver... ?quien quiere salir ahora? --pregunto Mary. Varias docenas de manos infantiles se alzaron con precipitacion, sacudiendose en el aire para mostrar su descontrolada impaciencia. Mary las contemplo henchida de orgullo; el entusiasmo de sus pequenos alumnos de seis anos siempre la llenaba de una satisfaccion profesional que en ocasiones rozaba la inmodestia. --Jason. --Apunto con el menton a un nino regordete sentado en el tercer pupitre de la fila central--. ?Quieres ensenarnos tu dibujo? Jason bajo de la silla ilusionado, tanto que los nervios le hicieron trastabillar y a punto estuvo de caer al suelo. Los otros alumnos celebraron su torpeza a carcajadas. El, luciendo una sonrisa pintada de chocolate, correteo con el dibujo apretujado entre los dedos hasta donde su profesora le esperaba, ignorando feliz las agudas risas. --?Como se llama tu monstruo, Jason? --le interrogo la mujer acuclillandose a su lado. El nino estiro los brazos y mostro su obra a los expectantes companeros sujetandola con ambas manos, tan tensa su pose que el papel amenazaba con rasgarse. --!El Terrible Hombre Brocoli! --anuncio usando un tono grave y tenebroso que pretendia asustar, aunque lo unico que logro fue arrancar mas risotadas infantiles. En el papel, entre pegajosas manchas marrones, se podia apreciar una figura imprecisa, que recordaba vagamente a un ser humano de color verde musgo con cabeza de alcachofa. --?Y que te da miedo del <>? --inquirio Mary, recogiendo detras de la oreja del crio un rizo rebelde de su negra pelambrera. --Mis padres dicen que si no me como todo el brocoli vendra el y me comera a mi --declaro abriendo mucho los ojos y asintiendo con el convencimiento de un erudito. La sonrisa benevolente de Mary no desaparecio, pero tras sus labios los dientes se apretaron hasta rechinar unos contra otros. Los padres, siempre ellos. Necios egoistas que infiltraban en aquellas maravillosas mentes miedos y baldias supersticiones sin querer ser conscientes del dano que sembraban. En honor a esos padres olvidadizos y pateticos, empenados en repetir con sus hijos los mismos errores que sus progenitores cometieron con ellos, cada Halloween ponia en practica junto a sus ninos <>, como le gustaba definir aquel sencillo experimento mas sicologico que pictorico. --Pero no tenemos que tenerle miedo, ?verdad, Jason? --El nino sacudio la cabeza a un lado y a otro con tanta fuerza que le temblaron los mofletes--. Porque los monstruos... --!No existen! --concluyeron los ninos con un grito triunfal y escandaloso. --Por eso no pueden hacernos dano --sentencio Mary, irguiendose con aire victorioso, acogiendo aquellas voces estridentes como el mejor premio a sus esfuerzos. Si de pequena alguien hubiera tenido la deferencia de ayudarla a deshacerse de sus monstruos como ella ayudaba a sus alumnos, quizas su infancia no seria el lugubre recuerdo invadido de sombras e indefinidos temores que era. <>. Durante anos, aquella repetida amenaza domestica la hizo vivir en un estado de aprensivo nerviosismo. Crecio como una nina asustadiza e insomne, que por las noches, al cerrar los ojos, intuia en los rincones de su dormitorio la presencia agazapada de aquel hombre sin rostro que aguardaba alerta para saltar sobre ella justo en el instante en que dejara de ser una nina buena. Un ente de quien sabia, unicamente, que existia para causarle un incierto dano que por desconocido, era aun mas aterrador. --?Quien quiere salir ahora? --pregunto, desterrando de sus pensamientos al Hombre Oscuro, obsoleto fantasma vencido hacia ya mucho tiempo a fuerza de voluntad, y animando a Jason con un empujoncito maternal a regresar a su asiento. De nuevo los ninos apuntaron al techo con sus energicos brazos. Incluso aquellos que ya habian participado mostrando su dibujo se unieron al resto, deseosos de repetir aquel instante de inocente gloria. Y de nuevo Mary, para su disgusto, percibio, al igual que habia ocurrido en cada anterior ocasion, la ausencia de una mano alzada en el ultimo pupitre de la fila junto a la ventana. La nina que lo ocupaba, fiel a su mal habito, no se habia dignado a mostrar el mas minimo interes por lo que sucedia a su alrededor. Mary torcio el gesto. En cada curso, con cada nueva avalancha de ninos, aparecian uno o dos alumnos que, por indescifrables motivos, le inspiraban un frio rechazo, el cual, aun siendo poco profesional, se veia incapaz de remediar. Ese era el caso de aquella criatura introvertida y taciturna. No sabia que detestaba mas de ella, si el pelo encrespado y negro que coronaba su testa siempre inclinada, el rostro macilento y anguloso, los huidizos ojos azules que nunca miraban de forma directa a nadie o la inquietud y repulsa que inspiraba en los otros alumnos. --Lily, ?has hecho tu dibujo? --le pregunto, a sabiendas de que muy posiblemente no habia cumplido con su tarea. Lily no respondio, se levanto sin alzar la vista y, tomando de su pupitre una hoja de papel, camino con pasos cortos y amortiguados bajo la mirada atenta y silenciosa de los demas alumnos. Al llegar junto a Mary se detuvo, los huesudos brazos flaccidos a los lados del cuerpo y la hoja pendiendo de su mano inerte. --?Como se llama tu monstruo? --la interrogo, alzando suspicaz una ceja. --El Hombre que Sonrie --respondio en un susurro. Algunas risitas afloraron entre los ninos. <>, penso Mary, resignada. <>. --?Y por que te da miedo? --continuo, sin mucho interes. --Porque por las noches se mete en mi cama --respondio en una pausada locucion que hizo que todos los ojos se posaran en ella con recelosa curiosidad--. Se sienta encima de mi, me aplasta y me hace dano. Mary percibio la corriente de alarma que, semejante a un latigazo, recorrio el aula. --No te puede hacer dano --se apresuro a corregir Mary--. Porque los monstruos... --!No existen! --corearon los ninos, pero sin el entusiasmo esperado. Lily inclino un poco la cabeza para poder mirar de soslayo a su profesora. --El mio si --musito con voz ronca. Mery no supo si fueron los inesperados golpes en la puerta lo que la hicieron dar un respingo o la vision fugaz de las hondas, dilatadas y huecas pupilas, que eran los ojos de aquella nina. --Senorita Renfield. --La airosa cabeza de la directora asomo tras la puerta--. El senor Myers, el padre de Lily, ha venido a recogerla --anuncio --. Tiene cita con el medico. --Ve a por tus cosas. --No sin cierto alivio, Mary empujo a la nina apartandola de su lado--. No hagas esperar a tu padre --le insto, al tiempo que distraida tomaba la hoja que Lily le tendia--. Ningun monstruo es real. Solo existen en los cuentos --recito examinando con desaprobacion el dibujo--. Por eso no pueden hacernos dano. <>, cavilo con desden mientras contemplaba la torpe ilustracion esbozada en el papel de un hombre alto y por completo calvo, que lucia una sonrisa ancha trazada de oreja a oreja, y que por ojos tenia un par de borrones azul cobalto pintados con exagerado vigor.

  • La Utopia Larga (La Tierra Larga 4) de Terry Pratchett

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    La Utopia Larga es la esperada cuarta entrega de la saga <>, una aclamadisima colaboracion entre los dos gigantes de la ficcion especulativa Terry Pratchett y Stephen Baxter, que ya lleva vendidos mas de un millon de ejemplares en todo el mundo.

  • Las horas de terciopelo de Alyson Richman

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    Cuando los nazis amenazan con tomar el control de paris, una joven cierra para siempre el maravilloso departamento de su abuela, dejando tras sus puertas tesoros y bellezas inimaginables.

  • Las sombras de la catedral de Emma Maldonado

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    Cambiar de aires nunca fue facil. Sobre todo cuando llegas a una ciudad nueva y descubres que estas en el sitio equivocado en el momento equivocado.

  • Mira dentro de Maria De Castro

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    Rico, alto, moreno y guapo, Marcos Benedetti, marques de Monteferro, solo echa algo en falta: la vista. A los veinte anos, su padre moribundo le habia obligado a prometer que viajaria a Oriente, donde habia oido de la existencia de una cura para su ceguera. Obligado por la palabra dada, Marcos viaja en una busqueda infructuosa de la que regresa tan ciego como se marcho, pero mucho mas maduro y cargado con un pecado, una promesa y una deuda de honor. Diez anos despues de ese viaje, se vera obligado a elegir entre mantener la promesa realizada o conservar a la mujer que ama.

  • La chica de Simon’s Bay de Barbara Mutch

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    Simon’s Town, base de la Marina Real britanica en Sudafrica, primera mitad del siglo XX. Louise Ahrendts es una chica de piel oscura, con caracter y decidida: quiere ser enfermera pese al rol que le depara una sociedad condicionada por leyes no escritas sobre el color de la piel. David Horrocks es ingles, blanco y teniente de la Marina. El destino va a hacer que se crucen sus caminos. A contracorriente, ambos quieren unir sus vidas pero la Segunda Guerra Mundial y las presiones sociales haran todo lo posible por impedirlo, sembrando de obstaculos su dia a dia. La llegada del ” apartheid ” supondra un nuevo escollo en la vida de Louise y su familia. ?Podran superarlo? Como ya hizo en ” La hija de la criada ” , Barbara Mutch nos describe con una gran precision las costumbres y condicionantes sociales de una epoca concreta de la historia sudafricana; y, al mismo tiempo, con un enorme lirismo, la sorprendente belleza natural del lugar: el mar vibrante que bana Simon’s Town, las montanas cubiertas de fynbos que la rodean, los pajaros, el viento constante…, en esta bonita historia de amores prohibidos en tiempos aciagos que es ” La chica de Simon’s Bay ” .

  • Lo que tarda en morir un idiota de J.m. Aguilar

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    Un abogado es asesinado de forma brutal y sin motivo aparente…

  • Tipos singulares de Tom Hanks

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  • El silencio de la Encina de Antonio Pascual-garcia

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    Una mujer llamada Sonia Montes consigue una plaza de sargento de la Guardia Civil en un pueblo, de la provincia de Cuenca. El padre de la agente, que fue teniente en ese mismo cuartel, desde un primer momento le advirtio que se olvidara de ese destino y que intentara conseguir otro mas adecuado. Ante la impotencia de su padre, Sonia Montes, como si se trarara del mayor de los retos, termina por acudir al cuartel y no tardara en darse cuenta de que, algunas veces, algunos sucesos dramaticos del pasado se suelen ocultar con el silencio.

  • La manguera que nos unio de Elena Garcia

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    Son mas de las doce y el encargo que le hice a la distribuidora sigue sin llegar. Llevo mas de dos semanas esperando a que me envien un paquete con medicamentos importantes y aqui no aparece nadie con ellos, y lo peor de todo es que cada vez que entra un cliente y se marcha con las manos vacias, se que no volvera. Los he llamado infinidad de veces y me dan largas continuamente. Como a ellos esta situacion no les genera perdidas, no llevan ninguna prisa. Si ya de por si en el negocio me va mal, esto sin duda lo empeorara. Salgo del mostrador aprovechando que no hay nadie y repongo los productos de higiene que se ha llevado la ultima persona que entro. Alzo la mirada y vuelvo a fijar mis ojos en la caja de las bolas chinas. Llevo vendiendolas en la tienda mas de seis meses y cada vez llaman mas mi atencion. Las ofrezco como ejercitadores de suelo pelvico para mujeres que acaban de dar a luz o que tienen algun problema de incontinencia, pero mi mente no deja de llevarlas a otro lugar. Mi amiga Lucrecia se las compro en un sex shop hace algunos meses y dice que es de lo mejorcito que ha probado, y eso que de esto tiene un buen arsenal. Yo, en cambio, en el tema sexo siempre he sido muy tradicional. Quizas mucho mas de lo que deberia, pues nunca he llegado a probar nada fuera de lugar. Mi expareja quiso experimentar conmigo en la cama y siempre me negue, asi que nunca he ido mas alla de las cuatro punaladas de carne. Asi me fue… En cuanto tuvo la oportunidad me dejo por otra. Por mi vecina para ser exactos. Por lo visto, y segun llego a mis oidos despues, va contando por ahi que esa si que se la chupa bien. Como si yo le hubiese hecho eso alguna vez. !Que asco! Imagino que esta especie de frigidez que me atormenta viene de atras y sospecho que se debe a que me he criado en un hogar un tanto puritano. Mi madre siempre criticaba a quienes lo hacian y mi padre, si era necesario, nos metia los dedos en los ojos a mi hermano y a mi para evitar que viesemos una escena subida de tono en la television. Eso si, el no le quitaba el ojo de encima, hasta que mi madre se daba cuenta y se armaba la guerra. Que tiempos aquellos… Ojala no vuelvan. --Buenos dias--. Margarita, la estirada e insoportable duena del local donde tengo instalada la botica, entra como cada dia a revisar que todo este en orden. --Hola… --respondo carente de entusiasmo. Esta mujer saca lo peor de mi. Si llego a saber esto el dia que firme el alquiler, me busco otro lugar. Es la persona mas pesada y agobiante que he conocido en mi vida. Por su avanzada edad quiero creer que ya chochea porque no logro hacerle entender que si estoy pagando por un espacio, es mio hasta que deje de hacerlo y puedo colocar el mobiliario como me de la gana. --?Que es eso? --Se inclina y rasca con una de sus unas recien pintadas el yeso de la pared. <> protesto para mis adentros. Ayer por la tarde, el senor Tomas casi se cae al entrar por mirarme los pechos y con la garrota golpeo una de las paredes, haciendo que un trocito insignificante de la pintura se desconchara. La imperfeccion apenas medira un par de centimetros. ?Como ha podido verla? Ojala mi abuela, que debe tener sus anos, tuviera tambien su vista. Dios se la bendiga mucho tiempo. --No lo se. --Trato de ignorarla para que se marche. Como se me ocurra darle alguna explicacion, la cosa se pondra mucho peor. --Tendras que pedir que lo arreglen o te lo descontare de la fianza. Todos los dias es la misma historia. Me tiene hasta los ovarios. En cuanto ve algo, por pequeno que sea, que pueda estar mal, comienza con las amenazas. Me duele la lengua de mordermela y si me he callado hasta ahora ha sido por respeto a sus canas. Si tuviera unos anos menos se iba a enterar. La suerte parece estar de mi lado y tras pasearse a sus anchas durante algunos segundos mas, observandome por el rabillo del ojo como si me perdonase la vida, finalmente se marcha. Expulso el aire de mis pulmones con alivio y continuo con lo que estaba haciendo. Alzo de nuevo la mirada y vuelvo a encontrarme de frente con las puneteras y llamativas bolas. Las observo varios minutos mas y juraria que puedo oir como me llaman: “Mariajo… Mariajo… dejanos ser tu badajo”, pestaneo varias veces pensativa y, cuando por fin sucumbo a la tentacion, estiro mi brazo para hacerme con una de las cajas. No puedo aguantar mas este suplicio, tengo que saber que se siente con ellas. La abro para sacar su contenido y, nada mas hacerlo, las pego contra mi pecho imaginando mil cosas que hacer con ellas, aunque en realidad solo sirvan para una. Cuando mas entregada estoy al fantaseo, el sensor de la puerta me indica que alguien esta entrando y en un acto reflejo las lanzo bajo el mostrador para evitar ser descubierta. --Buenos dias. --La voz de un hombre suena a mi espalda y rezo para que no lo haya visto. Despues de tanto como me ha costado tomar esta jodida decision, lo ultimo que quiero es que alguien me pille con las manos en la masa--. Si esta tratando de jugar a la petanca con eso, le va a ir muy mal. --Mis ojos se abren con sorpresa y toda la sangre del cuerpo se me agolpa en la garganta. Permanezco inmovil unos segundos mas, sin saber muy bien que hacer debido a la verguenza y, viendo que no me muevo, continua--. Siento decepcionarla, pero, para que el lanzamiento funcione, las bolas deben ser metalicas. Por su acento deduzco que no es de la zona. Cuando oigo como se rie, no se donde meterme y me giro poco a poco con intencion de recuperarme antes de encararlo. Al hacerlo, me encuentro de frente con un hombre enormemente atractivo y bastante alto. Casi tanto como mi primo Juanra, que mide alrededor de un metro noventa, pero ni que decir tiene que este le da mil vueltas y nada tiene que ver con mi pariente el larguirucho que, ademas de idiota, se cree guapo, cuando es mas feo que un gato sin pelo. Tambien parece mas joven, calculo que no alcanzara la treintena, y aunque eso es algo que en otro momento me agradaria, ya que practicamente solo atiendo a personas mayores durante todo el dia, esta vez no esta siendo asi. ?Que estara pensando de mi? Ojala en vez de el hubiese entrado el senor Tomas que, aunque es un poco acosador, no sabria que es eso que anda rodando por ahi y mi dignidad, de alguna forma, seguiria intacta. --Ho…la. --Mi voz suena forzada, como si alguien me estuviese estrangulando desde atras. Si a algo le doy gracias es a que todavia esos trastos del demonio estan fuera de mi cuerpo. De no ser asi, de tanto como estoy apretando el culo ya se me habrian subido a la traquea--. Ya se que no son para eso… --finjo reir y sueno como una puerta oxidada--. La caja estaba rota y, bueno…, se me han caido. Ahora las recogere. ?En que puedo ayudarle? --Aprieto la mandibula mientras el aguanta la risa al ser testigo de mi bochorno. --Necesito… --carraspea para seguir disimulando--, lubricante. --?Como? --Ya no se si habla en serio o es que esta pretendiendo hacerse el gracioso. --Quiero un bote grande de lubricante. El mejor que tenga. --Me mira directamente a los ojos y mis piernas flojean. Tiene la mirada mas sexi y empotradora que he visto en mi vida. Con un maromo asi seguro que se me quitaban las ganas de andar jugando con pelotitas. Lastima que los tipos como el ni siquiera se fijen en las mujeres como yo, porque a este si que le chuparia hasta el tuetano. ?Que cono acabo de pensar?--. Tambien quiero una caja de condones. Con esa frase logra sacarme de mis pensamientos y, por fin, me centro para prestarle atencion. --Ahora mismo. Me giro para ir a buscarlos y, por sorpresa, me detiene sujetando mi mano. --Espera. --Observo como su enorme brazo oprime mi muneca y mi mente vuelve a divagar. Debo de estar con la ovulacion porque, si no, no me lo explico--. Los condones deben ser grandes. De talla especial. --Ammm… Ok. --Muerdo mi labio y un enorme pene aparece en mis pensamientos. Por alguna razon que nunca sabria explicar, lo imagino como si fuese un tripode y sonrio sin darme cuenta. Cuando vuelve a hablar, soy consciente de lo que estoy haciendo y guardo las formas para ponerme seria. --?Tiene la talla XXL? Busco en su mirada algo que me indique que esta bromeando, aun a riesgo de parecer tonta, y al no encontrarlo me disculpo para entrar a la parte de atras y buscarlos. Si no recuerdo mal, esa talla equivalia a mas de veintidos centimetros, asi que ahora es la imagen de una anaconda la que me atormenta. Rio a placer aprovechando que no puede verme y, tras un par de minutos revisando las estanterias, por fin doy con ellos. Los guarde aqui hace un par de meses al no venderse por ser una talla poco usual y aproveche el lugar que dejaron en la vitrina para colocar otras cosas. --Aqui tiene. Los coloco sobre el mostrador y veo aparecer una sonrisa de satisfaccion en su cara. --Es curioso --habla, y le miro atenta esperando a ver que dice--. Es la primera vez que los compro sin tener que hacerlo por encargo. --No se a que se refiere. --De sobra lo se, pero prefiero disimular. Tampoco sabria que decir y, con lo nerviosa que estoy, apostaria lo que fuera a que suelto algo que todavia me ridiculice mas. --Mi...., bueno --rie y rapidamente me arrepiento de no haberle dicho otra cosa--. Mi Miniyo tiene unas medidas un poco… --Mi cara se vuelve tan roja como un tomate--, fuera de lo comun, ya me entiende. --Nah, no se crea… --Cada vez lo arreglo mas. ?Por que narices he dicho eso y por que no cierro la bocaza de una jodida vez? --Pues la experiencia me dice todo lo contrario. --Levanta una ceja, picaro, y ruego para que la tierra me trague de una vez. --No se preocupe, aqui vienen muchos asi --miento para salir del paso--. Si necesita mas de lo mismo, ya sabe donde encontrarme. --En el momento en que acabo la frase me doy cuenta de que se puede malinterpretar y rectifico--: Quiero decir… que cuando se le terminen o caduquen… --Mierda, ?acabo de insinuarle que no mantendra relaciones? --Quiero decir…, que si quiere mas… --Con cada palabra que suelto me siento mas absurda--. Tengo mas de lo que quiere en la parte de atras. --Suena bien eso. Creo que le tomare la palabra. --Me guina un ojo, deja el dinero en el mostrador y, en el momento en que se marcha, resoplo cubriendome la cara con las dos manos. --Madre del amor hermoso… --balbuceo. Es la primera vez que deseo que un cliente no regrese. CAPITULO 2 A la hora de cerrar todavia no he logrado sacarme de la cabeza el suceso y mi mente tampoco me ayuda. Y, para colmo, cada vez que tiene oportunidad me lanza una imagen clara y concisa del posible tamano de ese… animal. Recojo lo que puedo y, procurando dejar todo preparado para la jornada de manana, me marcho. Odio llegar a casa y saber que todavia me quedan cosas por hacer. Si quiero desconectar del trabajo esta es la unica manera. Cuando estoy bajando el cierre de seguridad, dando por hecho que ya he terminado, recuerdo que no he desconectado los automaticos y tengo que volver a subirlo para regresar. Desde hace meses noto que, si apago todo, a excepcion de las neveras, desembolso casi la mitad en la factura de la luz. Algo me dice que la estirada duena del local tiene algun tipo de enganche ilegal y es a mi a quien estan cobrando su consumo. Con lo racana que es Margarita podria apostar lo que fuese y no lo perderia. Abro la puerta del cuadro electrico, bajo los diferenciales que no necesito y, cuando estoy presionando el ultimo, una rafaga de luz sale proyectada en mi direccion. --!Que mierda ha sido eso! --Apenas he sentido dolor, pero el brillo inesperado de la luz me ha dejado ciega. Busco con las manos la pared para guiarme y, tras luchar contra cientos de destellos oculares, poco a poco voy recuperando la vista. Vuelvo la atencion al cuadro de luz buscando una explicacion y lo unico anormal que encuentro son unas motitas de hollin en el suelo. Definitivamente, la bruja de arriba me la esta jugando y manana sin falta hablare con ella. Igual que a mi me cobra por todos los desperfectos externos, esto es algo interno y debe hacerse cargo. Compruebo que los interruptores de las neveras estan bien, esta vez presionandolos con un liston de madera por si las moscas y, al ver que todos funcionan a la perfeccion, hago lo que deberia haber hecho hace rato y me voy. A medio camino, mientras conduzco, abro un poco mi ventanilla e inspiro profundamente el dulce aroma que desprenden las flores de azahar. Soy sevillana de nacimiento y si por cualquier razon tuviese que marcharme de aqui, lo primero que echaria de menos seria este adictivo perfume. Solo Sevilla puede oler asi. Aunque ya es tarde y apenas hay luz solar, no puedo evitar echar una mirada a traves de los cristales. Desde la carretera se aprecia la Giralda en todo su esplendor y, aunque paso cerca de ella todos los dias, me tiene totalmente enamorada. No se si sera por su altura, ya que durante anos fue la torre mas alta del mundo, o por su portentosa estructura con la que logra impactar a todos los que la visitan, pero lo cierto es que cada vez me gusta mas. Aunque quizas, pensandolo bien, tenga mas que ver con mi abuelo y el amor con el que me habla de ella. Alli fue donde beso por primera vez a mi abuela y eso debio de calar muy hondo en su corazon. Es tal su pasion por este campanario, que hasta llego a encargar un cuadro del Giraldillo, la escultura que corona la torre sobre una gran bola de bronce. --!Mierda! --Piso el pedal del freno-- !Las bolas! --Al pensar en la de bronce recuerdo que las he dejado encima del mostrador de la farmacia--. !Sabia que al final me olvidaria de algo! -- Golpeo el volante y por suerte no viene nadie detras. Es muy tarde para volverme ya y, por descuidada, me toca esperar hasta manana. !Con las ganas que tenia de probarlas! Al llegar a casa mi hermano esta en ella y me sorprende verlo. Es solo dos anos mayor que yo, pero se independizo hace, al menos, cuatro. --!Hola, hermanita! --Se acerca a mi y me besa en la frente--. Cada dia estas mas guapa. --Y tu mas pelota --rio mientras lo abrazo. Me parece increible que ahora nos llevemos tan bien, cuando siempre nos hemos estado peleando y hasta sacando trozos de piel. Aun recuerdo la vez que, en venganza por romperle uno de sus coches, me coloco varias cerillas entre los dedos de los pies mientras dormia y las encendio. !Menudo hijo de perra! Era mas malo que la carne de cabra vieja--. ?Que haces aqui? --Vive, al menos, a cien kilometros de distancia y, por las horas que son, entreveo que tambien se quedara a dormir. --Manana tengo una reunion importante aqui al lado y he aprovechado para venir ya y asi pasar un poco mas de tiempo con vosotros. --Llevabamos cuatro meses sin vernos--. ?Como va el negocio?

  • Ojala de Xavi Guimera

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    La vida me sonrie. Soy feliz. Tengo todo lo que un adolescente puede desear. La consola ultimo modelo de Stopsation con mogollon de juegos en mi cuenta para jugar online, colecciones de comics completas (lo mio me costo, anos y anos de patearme librerias especializadas, convenciones frikis y foros de internet...) y varias pagas mensuales para poder salir con los colegas al cine (a ver principalmente films de accion como "Lento a todo correr 8", "Encarcelado 3") y de botellon. Para tener dieciseis anos no me lo monto nada mal, ya me he enrollado con tres tias (Maria, Isabel y Carla) eran del monton, ni muy guapas ni muy feas, pero a las tres les iba la marcha y se dejaron tocar. !Ay!, la boca de Maria, el culo respingon de Isabel y (suene como suene) las tetas de Carla. Lastima que sigan buscandome por los pasillos del "insti" porque ya no me interesan. Ahora todo mi cuerpo (e imagino que mi alma tambien) pertenece a Noemi, aunque ella aun no lo sabe. Es un pibon sacado de las pelis de accion (delgada, rubia con la melena larga y con cada una de sus curvas marcadas a la perfeccion). Ufff solo pensar en ella voy a romper el pantalon. Bueno total me voy a dar un homenaje. Pero de hoy no pasa que le pido salir, una tia como ella tiene que ser mia. --Raul, el desayuno esta listo. Sal de tu cuarto, desenchufate de la tecnologia y baja al mundo terrenal --dijo mi madre desde la planta de abajo interrumpiendo lo que tan alegremente llevaba entre manos. --!Voooy! --le respondi malhumorado subiendome el tejano. Me ha roto el rollo. Tendria que seguir sonado con Noemi en otro momento. Menos mal que pronto la vere. La mesa ya estaba puesta. Una cosa menos de las que no me gustan. Le ha tocado otra vez a mi hermanita pequena. Papa ya se ha ido a currar y Mama ha puesto de todo. Cojo un trozo de bizcocho y me salgo por la puerta mientras grito: --!Hasta luegooooo! No quiero llegar tarde, me espera la chica de mis suenos. Me encuentro con Tomas, Julio y Adrian por el pasillo, esperandome para entrar juntos al aula. Y alli esta ella. Sonriendo con pasmosa elegancia, con ese halo de magia que la envuelve. Derrochando belleza con cada sencillo movimiento que hace. Su cuerpo emanaba deseo por todos los poros. Seguro que es una diosa del sexo. Que ganas tengo de comprobarlo por mi mismo. Pero tendre que esperar tres interminables horas. "La Conazo" ya se ha plantado delante de la pizarra a darnos la brasa con la peor asignatura que existe: las matematicas. Dos horas nada mas y nada menos. No hay forma de que se entere que yo soy de letras y siempre me acaba sacando (delante de todos) a resolver las jodidas operaciones. Y luego (como si no fuera bastante suplicio ya) viene el unico y genuino, el inigualable Dr. Alegre. El hombre que le encantaba la fisica cuantica cuando era joven, pero ano tras ano, su estado animico es mas deprimente, arrastra los pies, anda cabizbajo y nunca, nunca (aunque estemos gritando como animales en el matadero) alza la voz. O sea que sus clases son soporiferas. La alegria de la huerta vamos. Ojala se pusiera enfermo y no tuviera que aguantarlo. Pero al menos me queda el consuelo de que cuando deje de sufrir, igual que Jesucristo en la cruz, me sentire realizado como ser humano al besar apasionadamente a mi novia (y si puedo le metere la lengua hasta la yugular). Entonces la tortura habra merecido la pena. Una vez mas (pese a que deseaba librarme del hecho en cuestion) me toco salir a la pizarra a pelear con los numeros para recibir (de nuevo) una soberana paliza. Ya solo falta la fisica y podre tener a mi amada. Cual ha sido mi sorpresa al ver entrar en el aula a "La Pija", la de ingles. Es pija pero esta buenorra. --Buenos dias, chicos, el profesor de fisica ha contraido el virus de la gripe, asi que durante unos dias yo os impartire esta asignatura. Eureka. Puesto a aguantar un rollo mejor con "La Pija" que con el "Alegre". Lo que le faltaba al tio, ponerse enfermo. Con lo deprimido que esta, esta gripe le durara meses. Y asi paso la hora mas larga de mi vida. Miraba constantemente las manecillas del reloj que parecian haberse detenido adrede. !! RIIIIINNNNNGGGGGG !! El timbre. Salvados por la campana. Voy raudo y directo a por Noemi. --Hola preciosa. Quiero que sepas que me gustas y pienso que hacemos muy buena pareja los dos juntos --le dije a bocajarro acompanando las palabras con la mejor de mis sonrisas. --Esto, hola Raul. A mi me pareces muy mono. Pero... no estoy preparada para una relacion. Lo siento --me respondio como una metralleta y se metio ipso facto en el bano de las chicas, dejandome con cara de tonto en medio del pasillo. Tarde un rato en asimilar lo ocurrido. Rechazado. Me habia rechazado. A mi. !Sera zorra, estupida! !Ojala se le volviera el pelo blanco! No me lo explico. Si soy el mejor partido de los de la clase. Mierda. Me cago en la puta madre que pario a todas las tias. Joder, joder. Lo peor de todo es que me sigue gustando. No, no y mil veces no. No lo acepto. Ella tiene que ser mia. Hoy iba a ser el mejor dia de mi vida y nadie va a impedirmelo, mucho menos una ninata como esta. !Joder, joder! Estoy seguro que es porque no estoy lo suficientemente delgado. Toda esta sarta de mentiras que me han contado una y otra vez mis padres sobre que es nuestra constitucion, que somos bajitos, que solo estamos un poco fondones etc... no es mas que eso. Mentiras unas tras otras. Pero no pienso conformarme. Desde ahora me voy a poner a hacer deporte a saco y cuando Noemi vea mi nuevo aspecto caera rendida a mis pies. !A tomar por el culo todo! Me salto las clases y me voy a correr. veinte kilometros para empezar no estara mal. Y luego abdominales. Estoy hecho un machote. Se va a cagar. Cuando dentro de poco se me acerque babeando por mis musculos y mi "tableta" lo sabre. Sabre lo que se siente cuando la tia que me ha rechazado, de golpe se hipnotiza, se queda como alelada dandose de ostias en la cara preguntandose una y otra vez ?por que lo deje escapar? Y entonces, solo entonces cuando la tenga ahi, dispuesta a entregarse a mi, sin dudas ni titubeos, antes de poseerla, le hare sufrir para que experimente que se siente al no ser correspondido. Sera mia. Lo se. Estoy seguro. No podra resistirse. Sera mia. Lo se. Estoy seguro. No podra resistirse. Sera mia. Lo se. Estoy seguro. No podra resistirse. Esas fueron las frases que mi mente repitio constantemente durante todo el tiempo que estuve corriendo, hasta que llegue a casa, me meti en la ducha, me frote energicamente y el desague se llevo mi ira, mi frustracion y mi tristeza cuando (imaginandome a Noemi) alcance el orgasmo. 2 Mierda el punetero despertador de nuevo. Que asco tener que levantarse, con lo poco que he dormido. Parte de la noche enganchado a los yutubers frikis del fitness para saber que comer y que beber para perder peso y quemar grasas. Bueno manos a la obra. Lo primero, Raul, veinte flexiones, a vestirse y jopar para abajo. Pili, mi madre, aun con el pijama puesto y con tropecientas leganas pegadas en los parpados, se rascaba la cabeza reflexionando a cerca de los extranos hechos por los que hoy (la primera vez en dieciseis anos) no habia tenido que llamar veinte veces a su hijo para que bajara a desayunar. Y si con esto no hubiera tenido motivos suficientes para poner su cerebro a trabajar a toda pastilla (consiguiendo unicamente quemar cientos de neuronas sin llegar a comprender el quid de la cuestion) ha flipado en colores cuando me he hecho un zumo de limon con agua caliente para desayunar. Es de lo mejor para quemar grasas. Toni, mi padre, que se ha manchado la corbata untandola en el bol de leche con cereales y Gema, mi hermanita, que se ha quedado con la boca abierta sin articular palabra (cosa que solo ocurre cuando duerme, puesto que habla por los codos) me miraban alucinados cuando al poco (en lugar de mi clasico bocata de jamon serrano) he cogido un punado de nueces y dos barritas energeticas antes de marchar al instituto. --Adios familia. Que tengais una buena manana --les he dicho a todos antes de salir por la puerta, dejandoles aun en un estado semicatatonico. Me he puesto chandal y voy a ir al instituto corriendo y para volver lo mismo. Menos mal que he "pillado" el desodorante porque una cosa es que me ponga fibrado y la otra es que con mi olor ahuyente a toda hembra cercana en un radio de diez kilometros a la redonda. Me ha costado llegar, las agujetas que me generaron los veinte kilometros de ayer, mas los diez de hoy, empiezan a pasar factura. Pero no pienso rendirme. Noemi sera mia. Lo se. No podra resistirse. Nadie va a impedirmelo. --No jodas que ahora te ha dado por el deporte --me dijo Adrian nada mas verme, puesto que siempre voy con vaqueros. --Me voy a poner macizorro "pa" las titis --le respondi yo cogiendole por los hombros en plan colegas. --Pues seguro que triunfas --afirmo Adrian con una sonrisa. Y de nuevo, alli estaba ella, preciosa para variar. Se habia tenido el pelo de pelirrojo y habia sido todo un acierto, le quedaba estupendo. ?Como lo haran las tias que estan tan buenas para saber combinar con excelente gusto las ropas, los colores el maquillaje y los complementos adecuados?

  • Valle de fuego de Sandra Becerril

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    Un dia fui a unos ojos y no logre volver jamas. Cuando era menor de edad y comence a escribir en la soledad de mi habitacion historias de terror, siempre imagine que iria a Las Vegas a jugar en los casinos y a perderme en alcohol. No a convertirme en asesina. Vuelvo a casa con la boca llena de sangre y el eco de los fantasmas acechandome desde su oscuridad. Tinieblas, noche, lejania, recuerdos. Nunca se iran, las sombras, las cuencas de los ojos huecos de vida, los lamentos, el sonido de los pasos detras, siempre detras, intentando alcanzar el cabello y murmurar en el oido lento y suave: tu me orillaste a hacer esto. Hay cosas que no debemos olvidar. Porque al hacerlo, quedamos indefensos ante sus gemidos. Y entonces nadie podra salvarnos. 1 La cordillera roja, las hormigas rojas, el cielo rojo de las dunas que se quedaron fosilizadas en la era de los dinosaurios, hace ciento cincuenta millones de anos. Todo era de fuego en aquel valle en Nevada, incluso tu sexo en mis labios. Extranaba a Ian, con desesperacion, pero no evitaba amarte cuando estabas frente a mi, eras el deseo mezclado con un coctel de ojos verdes desparramados con nuestra ropa adentro de la tienda de campana. Eras tu, Noah, y no queria dejarte ir de nuevo. Frenabas mi caida al vacio despues de su partida. Queria que me penetraras hasta los pensamientos porque nunca habia hecho el amor como lo hacia contigo. Jamas me habia sentido tan humeda debajo de un cuerpo, no sabia lo que eran las ganas hasta que una noche deje que me cogieras tanto que la luna fatigada se escondio recurrente en mis fantasias y en los orgasmos ahogados que ahora gritaba en el valle en medio de Clark County. Tus cejas fruncidas terminando y llenandome de ti. Te recargaste en mi hombro y abrace tu espalda con mis muslos temblorosos, respirabas agitado y reias. A traves de un orificio de la tienda puede apreciar las estrellas nacer como parto multiple en el cielo, a lo lejos los coyotes aullaban, y anhele que tu cuerpo perfecto fuera el de Ian. Nunca fuimos normales, mas el saber que no lo eramos era precisamente lo que nos apartaba de los demas. Sali a fumar un churro de mota que escondia en la mochila mientras dormias, esperando que la hierba me ayudara a meditar mejor. Me sente con las piernas cruzadas en flor de loto sobre una roca y mire las montanas cobrizas devoradas por la oscuridad y la nada del sonido del valle. Quiza nada existia en realidad y los dias eran los suenos de las rocas perforadas por la erosion y los millones de anos que llevaban esperando despertar. Tal vez yo no existia. Y entonces tampoco hubiera existido Ian, sus peliculas o sus horrores. A lo lejos, otro turista encendio una fogata que me recordo la primera vez que nos acostamos, la noche en que te infiltraste en medio de mis muslos aprovechando el alcohol de las diez cervezas alemanas que llevaba en mi sangre; me deje ir en ti enfrente de la chimenea falsa de tu departamento, con una luna curiosa parecida a esta, pero asomandose desde la ventana en la Ciudad de Mexico. La pelicula Casablanca se escuchaba en la pantalla de tu habitacion, aunque ya no la veiamos: <>. Mientras Ilsa le confiesa a Rick en el cafe que sigue amandolo desde que lo encontro por primera vez en Paris y el se pregunta por que de todos los cafes del mundo ella tenia que entrar justo a ese, yo me preguntaba por que de todos los cuerpos que habia probado antes, el tuyo me sabia mejor que ninguno. Que bueno que no follamos antes, porque me volvi adicta a ti desde el primer instante. Parecias hecho de nicotina, mota, Valium y alcohol, todo revuelto en el sabor de tu piel, de tu pene, de mi cuerpo cuando terminabas y me quedaba escurriendo de ti. Con la combinacion de tu imaginacion atrayente y maligna, decidi aceptar quedarme contigo a dormir esa madrugada. Y todas las siguientes. No somos libres mas que para elegir entre el placer y la amargura, y entre eso prefiero mil veces el placer. Me enamore en un solo crepusculo de tu forma de hacer el amor. Que jodido. Enamorada de ti hasta el pasado. Cerre los parpados, esperando que el lugar arqueologico donde estabamos se llamara asi porque desde adentro de cada una de esas cuevas, alguien nos vigila, examina y estudia. Y somos nosotros los monstruos ahogados hasta el cuello de la mierda cotidiana. Las criaturas del desierto olian a cobre y cometas. Suspiros encarnados, profundos, las rocas regalandonos su piel, las cordilleras con sus miradas perdidas sobre sus siluetas reflejadas en el cristal de las dunas congeladas por cientos de miles de anos. Mire una vez mas para no extraviar la noche con aquel farol, para observar si, como decia Ian, aqui habia estrellas fugaces. Siempre he creido en los deseos. Alguna vez fui a que me leyeran el tarot en Coyoacan, otras, la mano en la Roma, las runas en la Condesa, la noche en la piel. Tu piel. Cualquier cosa, cualquier pensamiento me remitia a tu piel, Noah. Desde que eramos ninos quise acariciar tu espalda y dormir abrazada a ella, sintiendote con mi pecho desnudo. Tu tambien lo querias, y por eso me tarde tanto en amarte, porque cuando ya sabes que el amor esta ahi, permanentemente esperandote, siempre se puede querer y vivir otras vidas antes de dejarse ir en el. A lo lejos habia rayos, latigos del cielo, y dos minutos despues los escuche cerca, como si el corazon me estallara en medio de tanta montana y tanta soledad. Vine a Las Vegas contigo para vivir lo que no puedo vivir entre recuerdos, entre pasos sin huellas. Ademas de lo de Ian, desde que habia muerto mi madre decidi no volver a la Ciudad de Mexico porque descubri que era ella la que la hacia tan mia, no era la calle donde estaba la secundaria que me derrumbo la adolescencia con su bullying o la casa embrujada --llena de sombras y retratos que movian los ojos cuando no los veiamos-- que habitabamos solas cuando mi papa murio. No eran los bares de Insurgentes a los que entraba con una identificacion falsa o el primer beso escondido en el garaje de una fiesta de Halloween con mi mejor amigo, Roman. Crei que aquello era todo, y resulto ser nada. Presente mi primer libro y despues realizaron mi primer guion, y una madrugada vi a los personajes que imagine andar de ahi para alla, que desfachatez, de un lado a otro, como si nada; me dieron aquel premio de guion que tire a la basura ese mismo crepusculo, en una borrachera que no me acuerdo ni en que termino, porque quise dedicarselo y supe que no estaba entre el publico, sino en el hospital. Vi aquella pelicula sobre clones y desee que ella tambien tuviera uno para que le donara sus organos y el cancer no la matara. Pero igual se la llevo. Y entonces descubri que mi ciudad no era Mexico ni todo lo anterior, sino ella, su olor y su piel. Era su canto en mi oido para quitar pesadillas, era su abrazo en sus delgados y fragiles brazos, eran los hoyuelos en sus mejillas y el labial rojo. Era nuestro camino de regreso, juntas, porque despues no volvi a manejar sin su voz criticandome en el asiento de al lado. Era la ventana sucia que nadie mas limpio desde que se fue, era el cielo nublado que veia desde su hombro. Una infinidad de tristezas se acumularon en su cuarto hasta que se iba la luz de tanta soledad. Cuando quedaba en una oscuridad absoluta, entonces me dormia y a veces te sonaba cerca de mi, a veces a Ian. Nunca he sabido dormir sola, sin un cuerpo apretado a mi. Para acabar de joder mis dias, desde que Ian murio, poco despues de que mi madre fallecio, los demas --amigos, familiares, conocidos, companeros de trabajo-- no hacian otra cosa que pedirme que viviera mi vida, dejarlo ir. Frases como <>, <>, <>, <>, <>, <>, <>, pura mierda tipo Paulo Coelho. ?De verdad me veian tan jodida? Repetian ese tipo de frases hasta el cansancio, sin que les pidiera consejo o consuelo. Finalmente, decidi hacer como que los escuchaba para que dejaran de molestarme. Sin soltarlo, en secreto, invocandolo en cada sueno entre tus besos. La muerte no nos roba a los seres amados, nos los guarda y los inmortaliza en nuestros recuerdos. La vida si los roba de nuestros dias muchas veces y para siempre. La partida de Ian y la de mi madre le dieron sentido a mi existencia mas que quitarsela, porque el dolor solo sana cuando lo sentimos a plenitud. Y yo me revolcaba con el puto dolor todo el tiempo. Por eso, cuando cancelaron la pelicula aquella que Ian y yo estuvimos preparando por dos anos y que por un capricho de un tipo gordo y narco que se llamaba a si mismo <> se fue a la chingada, decidi venir a <> a averiguar que carajo habia pasado con Ian aca. Y de paso, traerte conmigo. Porque un dia me desperte, te vi a mi lado y descubri que estaba aferrada a tu respiracion, que si te levantabas al bano me sentia sola y que me encantaba enmaranar mis dedos en tu cabello de alacran. Porque no te amaba, pero si te deseaba como a nadie. No me gustaban tus ideas, tus historias locas sobre la reencarnacion o que te sintieras poeta barato de Coyoacan, pero si tu ceno fruncido cuando te venias, la forma en que me acariciabas y tus pies frios enredados en los mios cuando estabamos empiernados en la cama. Y era por Ian. Porque ese cabron habia decidido irse, o no detenerme lo suficiente. Al fin y al cabo, era lo mismo para mi. Porque lo habia amado con las entranas, en novelas y guiones, entre peliculas, en medio de horrores y proyecciones de terror. Y porque me harte, muy cobardemente, lo se, de las criticas de la sociedad cuando hasta el vecino mas metiche me recalcaba que parecia mi abuelito. Ni Jose Jose hubiera acertado con su <<40 y 20>> con los sesenta y cinco de Ian y mis veintinueve. Tu, Noah, tenias veintisiete y alma de seis. Me hacias reir hasta que me dolia el estomago, me hacias querer volver a escribir, a crear, a ser nina y a mandar todo a la chingada por un beso. Porque tus besos y tu lengua eran adictivos. Ahi estaba (cerre los ojos comprendiendo todo de pronto), era adicta a ti, como si fueras el ultimo cigarro en el mundo o la ultima plantita de mota del universo. El frio del desierto no se compara con el frio de la ciudad, seco, amarillo y polvoroso. En el desierto, hasta el frio es mas sincero, se te mete a los huesos, en la inhalacion, te apaga el cigarro para que no estes molestando y de paso te manda unos coyotes que confundes con perros. No obstante, les huyes cuando los ves de cerca. Asi era Valle de Fuego, de hielo. Con sus alargadas rocas amarillas y sus sinuosas dunas petrificadas que son, en realidad, arenisca azteca. Alli estabamos cerca de monumentos naturales como la Atlatl Rock, en la que encontramos unos grabados rupestres, petroglifos, o la Elephant Rock, una curiosa roca con forma de elefante. Las vistas al atardecer en aquel paisaje feroz son espectaculares: el rojo resplandece magico y con toda su fuerza en el horizonte. Me ajuste la chamarra, como si eso fuera a protegerme de la eternidad del lugar. Pero nada es una barrera para la naturaleza, que se burlaba de mi y de mis meditaciones budistas mirandome con las montanas como si estas fueran a levantar sus enaguas en cualquier oportunidad para volver a reinar, tomando la revancha contra los soberbios hombres. En rojo. Mire la debil tienda de campana y te supuse dormido en ella. Los primeros dias que dormimos juntos solo pensaba en Ian mientras me hacias el amor con toda tu furia. Pensaba que estaria ahi, viendonos coger y sufriendo porque no era el, porque decidio irse antes de averiguar por que yo habia salido huyendo. Y me hubiese encantado que en dias asi, cuando mas lo odie por amarlo tanto, nos contemplara, sin que lo supieramos, escondido en el closet que me regalo, que viera como me hacias gemir, gritar, morderte hasta el espiritu. Que viera tu cuerpo perfecto y sobre todo tu mirada. Que viera que no era el unico con ojos de mar en el mundo, que yo tambien podia encontrar un lago en los tuyos. Una laguna que era reflejo del desamparo que se me imponia en los suspiros azules que no queria que escucharas. Supongo que un dia te diste cuenta de eso porque, entre dormida y despierta, te escuche llegar y, pensando que estaba en el pasado, dije: <>. Te sentaste cerca de mi, recalcando con voz de ultratumba: <>. Yo no pude hacer lo mismo. No queria enganarte, no lo hice. Es solo que mi pensamiento andaba muy lejos, alla por Docklands Light Railway donde Ian dirigia su nueva pelicula, o en la fotografia que lo mostraba con un Oscar en su perfil de Facebook, o aquella en Cannes, o esa otra con el abrigo que le regale en Sitges. Nadie lo imaginaba, lo de Ian y yo, sin embargo, todos lo sabian. Porque cuando Ian venia a Mexico y nos dabamos nuestros encerrones en hoteles de lujo, la prensa siempre se enteraba de un modo u otro. Y a ambos nos encantaba, aunque dijeramos que no, porque, ?a quien diablos le importa la vida de una guionista y de un director de cine ingles? A nadie. O eso creiamos, porque cuando el <> narco de doscientos kilos de grasa cancelo la pelicula por esa razon, para evitar el escandalo, nos dimos cuenta de que Ian debia dejar su vida de refugiado en Estados Unidos o yo la mia en Mexico. No tuvimos el valor para correr y abrazarnos en una carretera solitaria en medio del desierto que une a los dos paises. Quiza era porque el ya habia huido antes de Londres y no queria volver a escapar, o porque nos abrazamos demasiado en Paris o en Inglaterra, su pais de origen, en el estreno de una de mis peliculas, o porque paso lo mismo en Guatemala, a donde nos escapamos aquel fin de semana solo porque de nina siempre quise ver Antigua con sus cafes con nombres hermosos como Nuestro lugar de siempre o Nunca me dejes. Tal vez nos abrazamos demasiado con la diferencia de idiomas y su encantador acento para decir: <>. O me adentre tanto en su mar, que solo recibi el desamparo de un oceano en calma. Era demasiado para la eternidad que buscaba con cada guion. Ian ya habia vivido, cambiado de pais, viajado, casado, cogido, amado, perdido a sus padres, hermanos, tios y amigos. Estaba solo en el mundo, empero tenia a sus creaciones que lo acompanaban por todo el mundo, y este ya le iba quedando chico. Sus fans lo detenian en la calle para tomarse una fotografia con el y hasta su reina le habia dado un reconocimiento publico y nombrado <>, sir Ian. Se habian muerto su primera, segunda y tercera esposa, y su hijo que vivia en Londres con su padrastro no le hablaba desde los once anos. Habia millones de sitios en Google con su nombre y su biografia era poco mas que una pelicula llena de accion pasando por todos los generos, inclusive el epico. Y ese hombre me habia amado mas que a nada en su mundo y me decia a diario que yo era la cosa mas hermosa que habitaba el planeta.

  • El asesinato del hombre perfecto de Elizabeth Gill

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    Una obra de teatro excepcional, su singular autor y el productor, melodramatico y desmesurado. Una joven encantadora y su prometido: el intelectual lord Charles Kulligrew. Un millonario siniestro, un profesor despistado, su intransigente hermana y… el Tigre.

  • 11 ciudades de Axel Torres Xirau

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    El futbol es mucho mas que un deporte que enfrenta a dos equipos de once jugadores. Axel Torres lo sabe bien y, a pesar de su juventud, es actualmente una de las voces mas brillantes y respetadas del periodismo deportivo en lengua castellana. Sus comentarios e ideas sobre el deporte rey han forjado una extensa comunidad de oyentes y telespectadores -desde el programa “Marcador Internacional”, de Radio Marca, y desde “Planeta Axel”, de Gol TV- que viven el futbol como un fenomeno que trasciende lo deportivo y que forma parte de la cultura personal de un modo vivo e intenso.

  • Infiltrada de David B. John

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    Preparate para el thriller mas original del ano
    Mientras lo lees creeras estar en Corea del Norte,
    y al acabarlo te juraras nunca poner los pies alli

  • El Reino de Istar de Margaret Weis

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    El mundo de Krynn es fuente de inagotables sorpresas, basten dos ejemplos: en uno de los siete cuentos incluidos en el presente volumen, un Kender se convierte en caballero de Solamnia (bueno, casi lo consigue). En otra narracion, un ogro llega a ser salvador de la caza de los enanos, !vivir para ver! El libro se cierra con una novela corta de Margaret Weis y Tracy Hickman, <>, en la que se cuenta la suerte que corrieron los verdaderos clerigos y como Nuitari, guardiana de la magia negra, intenta frustar las ambiciones del hechicero Tunica Negra, conocido como Fistandantilus.

  • Una dama en apuros de Marta Bezares

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    William Monroe decide dejar atras una vida que no le satisface. Renuncia a ser duque y a su entrenamiento como caballero a cambio de ser libre de elegir su destino.

  • Los senores del Norte (III) de Bernard Cornwell

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    “Los senores del norte” es una excelente recreacion de los tiempos oscuros en los que Inglaterra empezaba a tomar forma, del turbulento choque entre la cultura anglo-sajona y la danesa, entre el cristianismo y el paganismo, entre dos concepciones del mundo irreconciliables, en el que a Alfredo el Grande le correspondio un papel protagonista.
    El joven Uhtred, despues de haber ayudado a Alfredo el Grande a convertir Wessex en un reino sajon independiente, regresa al norte con el proposito de encontrar a su hermanastra. Pero por el camino hallara unas tierras envueltas en el caos y la guerra, y a un Guthred que ha pasado de ser un esclavo a pretendiente al trono.
    La fuerza narrativa, el rigor historico y la plasticidad de la recreacion de ambientes que caracterizan la obra de Cornwell vuelven a atrapar al lector desde las primeras paginas para proponerle un viaje a uno de los momentos mas turbulentos, desconocidos y emocionantes de la historia.
    Bernard Cornwell no es solo el autor de novela historica de mas exito en nuestros dias, sino uno de los escritores vivos de mayores ventas en todo el mundo. Escogido en el ano 2000 como uno de los 25 autores del siglo XX preferidos por los lectores britanicos, en la actualidad sus novelas han sido traducidas a veintitres lenguas y adaptadas al teatro y a la television. Se han calculado las ventas de Cornwell en todo el mundo en mas de 30 millones de ejemplares.
    “Los senores del Norte” lleva un paso mas alla el planteamiento de la serie, dedicada sobre todo a la presentacion de escenarios, personajes y conflictos politicos, y en esta novela la capacidad para narrar acciones belicas y describir sus consecuencias, uno de los signos de identidad de Cornwell, brilla a mayor altura, en unos escenarios devastados por la guerra perfectamente recreados.
    Disponible tambien en tapa dura en nuestra coleccion de Narrativas historicas.

  • La sombra de su pasado de Elizabeth Bermudez

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    Ano 2001, Londres. Tras un fin de semana lleno de festejos en la mansion de los duques de Gordon, Jasper, su unico hijo, un nino de ocho anos al que sus padres amaban con locura y era su prioridad, dormia en su confortable cama. Habia caido rendido tras la carrera de caballos de aquella tarde. Los duques celebraban, como cada ano, su aniversario de bodas. Invitaban a amigos intimos y familiares a pasar el fin de semana en la gran casa que poseian en Totteridge, rodeada de campos y naturaleza. Una autentica maravilla. Unas voces mas altas de lo normal llegaron hasta la habitacion de Jasper, situada en la planta superior de la propiedad. El nino se asusto un poco ante los sonoros gritos en el silencio de la noche. Cuando sus padres lo llevaron a la cama aquel dia ya habian despedido a todos los invitados. No quedaba nadie mas en la casa, tan solo ellos tres. Hasta el servicio se habia marchado de descanso tras las intensas horas de trabajo. Jasper, alertado por las continuas voces que le eran familiares, salio de la cama decidido a ver que ocurria en el salon de su casa. El ambiente familiar en el que vivia y se habia criado era inmejorable. Fue testigo diario del amor que se profesaban sus padres, y nunca los habia oido pelear ni discutir. A los ojos de todos eran una familia modelo. Por ello, le extrano tanto aquella acalorada discusion en medio de la noche. A medida que Jasper recorria el largo pasillo que conectaba desde su habitacion hasta las escaleras principales de la gran mansion, las voces y gritos se incrementaron. Reconocio con claridad la voz de su padre, estaba muy enfadado. Su madre lloraba entre lamentos y la voz de su tio, Nelson, tambien aparecio. Nunca tuvo mucho trato con el, lo habia visto poco, pero el hombre tenia un timbre de voz ronco, muy significativo, que era dificil de olvidar. Jasper se quedo unos minutos agazapado entre los barrotes de la escalera y observo la escena que tenia delante de sus ojos antes de bajar. Su padre y su tio Nelson renian de una forma muy acalorada, hacian aspavientos con las manos, incluso llegaron a empujarse. Beatrice, la madre de Jasper, se interpuso entre ambos para que no llegasen a mayores. De repente, en todo ese gran revuelo de discusiones, Nelson saco una pistola de la chaqueta y apunto a Thomas al pecho. Estaba decidido a todo, esa noche habia llegado con la firme decision de recuperar lo que era suyo y su hermano mayor le habia arrebatado. Beatrice se interpuso de nuevo entre su marido y su cunado, trato de arrebatarle la pistola a Nelson, mientras le gritaba desesperada, pero este se resistio. No estaba dispuesto a perder una vez mas. En el intenso forcejeo entre ambos, en el que Beatrice le rogaba que bajase el arma, intento quitarsela de las manos sin exito. De repente, el sonido de una bala resono en toda la estancia. Jasper pudo ver de inmediato como su madre caia al suelo y como la sangre manaba de su abdomen de inmediato. Thomas se arrodillo junto a ella y la tomo en sus brazos, grito y acuso a su hermano con severas palabras, entre lamentos, mientras que acunaba el cuerpo de su amada esposa rogandole que no lo dejase e intentaba parar la hemorragia. Nelson no pretendia herirla, queria demasiado a su cunada como para infligirle dano alguno. Se quedo paralizado al verla entre los brazos de Thomas medio moribunda. Habia mucha sangre y el rostro de Beatrice era cada vez mas palido. Lamentablemente, tras unos segundos de agonia, en los que intento despedirse de su marido sin exito, Beatrice cerro los ojos para siempre. Al comprobar el cuerpo inerte de su mujer, una rabia incontenida embargo a Thomas tras ser consciente de que no habia nada que hacer por ella. Dejo el cuerpo de su esposa sobre la gruesa alfombra que presidia el salon, y se lanzo contra su hermano con el unico deseo de matarlo. Nelson estaba asustado, no habia ido a casa de su hermano con el proposito de danar a nadie, solo llevaba la pistola como defensa. Cuando Thomas le golpeo, lo cogio desprevenido, le dio un par de punetazos en la cara hasta que lo tiro al suelo. Continuo pegandole con todas sus ganas, solo queria matarlo como el acababa de hacer con la mujer de su vida. Mientras, Jasper observaba toda la escena con lagrimas en los ojos, sin ser capaz de moverse del lugar en el que permanecia. Estaba como paralizado. Queria hacer algo, pero sus extremidades no le respondian. Tras unos minutos en los que se escucharon continuos golpes y graves acusaciones entre hermanos, donde se echaban en cara cosas del pasado que Jasper no conseguia comprender, el sonido de otro disparo saco al nino del trance en el que se encontraba. Despues, solo sobrevino un ensordecedor silencio que hizo que Jasper, tras largos minutos, con pasos poco firmes y el rostro banado en lagrimas, se encaminase hasta el lugar del suceso. Decidido, fue a ver que mas habia pasado en el salon de su casa. Los pequenos pasos de Jasper, que iba descalzo, apenas resonaron en el ambiente. Tan solo el audible grito de terror del nino, al descubrir a sus padres tirados en el suelo y ensangrentados, saco a Nelson del estado de shock en el que se encontraba, sentado en el suelo junto a la chimenea, con la pistola aun entre sus manos. Cuando levanto la cabeza con lentitud y vio a su sobrino ante si, con el rostro banado en lagrimas, las pupilas dilatadas por el terror que lo azotaba, y como temblaba ante la cruel escena que presenciaba, tuvo ganas de acabar con todo aquello de una vez y pegarse un tiro en la cabeza, pero le falto el valor y el coraje necesario para hacerlo. 1 Londres, 17 anos despues. Encerrado en la habitacion que ocupaba desde hacia mucho tiempo, Jasper no podia dormir. Conciliar el sueno por voluntad propia era algo que no le sucedia desde que tenia ocho anos. Cuando no le administraban algun medicamento para tenerlo sedado y dormido, sus noches y dias transcurrian pensando, trazando planes y haciendo ejercicio fisico en el espacio reducido que habitaba, ya que era consciente de que tener una buena condicion fisica le ayudaria a salir de alli. Estaba convencido de que algun dia se escaparia de aquel lugar, y para ello le hacia falta poseer fuerza fisica y resistencia. Desde los dieciseis anos comenzo a hacer abdominales y flexiones en el suelo a diario, hasta que terminaba rendido y sudando, y ni asi conseguia dormir, pero se sentia satisfecho. Todo aquel esfuerzo formaba parte de una preparacion. La venganza que tenia trazada no solo se sostenia de rencor, sabia que para llevarla a cabo debia poseer otros factores. Por ahora tan solo se ocupaba de los necesarios para huir de aquel lugar. Una vez fuera ya se encargaria de la persona en concreto que le interesaba destruir para siempre. Con el paso de los anos habia descubierto que estar callado y tener un buen comportamiento le beneficiaba. No le ponian una camisa de fuerza ni le administraban medicacion que lo tuviese atontado durante dias. Tras una larga noche en la que solo se dedico a mirar por la ventana, mientras en su mente imaginaba como seria su vida una vez que consiguiese escapar de alli y vengarse de la persona que mas odiaba en este mundo, decidio meterse en la ducha y aclarar su mente. Habia pensado demasiado y necesitaba despejarse. Se repetia de forma constante, esto le daba fuerzas, que tenia que estar mejor que nunca para fugarse de aquel lugar. El momento habia llegado. Por su buen comportamiento ya lo dejaban salir al jardin a dar largos paseos. Habia contado los pasos que habia hasta salida de la propiedad, los minutos que le llevaria alcanzarla. Solo quedaba esperar con paciencia la ocasion perfecta. Un descuido de las personas que lo vigilaban, y entonces se marcharia para siempre. No podia fallar, sabia muy bien que solo tenia una oportunidad, si esta no salia bien seria imposible escapar de aquel lugar en el que lo retenian en contra de su voluntad desde hacia anos. Lo que mas lo desolaba era que no tenia a nadie en quien confiar ni en quien apoyarse. Estaba solo. Llevaba solo y aislado diecisiete anos. Durante todo ese tiempo no habia recibido ni un solo gesto de carino, ni un beso, ni un abrazo de nadie. Anoraba y lloraba a diario a sus padres, recordandolos muertos en el suelo de su casa, llenos de sangre, y lo peor de todo era que el culpable de todo aquello disfrutaba de una vida que no le pertenecia. Jasper Walsh era un hombre roto desde hacia mucho tiempo y solo sonaba con la venganza, el unico sentimiento que afloraba en su duro corazon. *** --Este loft es toda una pasada, Kate. De mayor quiero ser como tu abuela --le dijo Ada mientras acoplaba cajas en el suelo y admiraba las vistas que tenia ante si. Ambas amigas compartieron una mirada complice y estallaron en carcajadas, ser como Meghan requeria casi un master. La marquesa de Richmond, la abuela paterna de Kate, se caracterizaba por decir y hacer lo que le placia sin importarle ir en contra de las normas ni del decoro. Durante su larga vida siempre habia optado por vivirla al maximo, y desde que era viuda se habia encargado de supervisar que su unico hijo y sus nietos viviesen felices. Cuando descubrio que Kate era un alma libre encerrada en un mundo de normas ridiculas, inculcadas por su estricta madre desde pequena, le puso todo al alcance para que tuviese la vida que su nieta preferida deseaba. Le hizo un ofrecimiento que pocas personas hubiesen aceptado a la primera. La Marquesa le puso por delante las escrituras de propiedad de un lujoso loft en el barrio de Bermondsey, con unas vistas espectaculares a la Tower Bridge y un trabajo como el que Kate siempre deseo, que le diese independencia y libertad. A cambio solo tendria que renunciar a casarse con su prometido, un millonario financiero, y buscar su propia vida sin importarle el escandalo que esto causase en la sociedad londinense. Meghan estaba convencida de que esto le produciria un infarto a su nuera, una mujer que se habia esforzado por casar a su hija con uno de los hombres mas rico de Londres y preparaba esa union por todo lo alto. Minerva nunca estuvo de acuerdo con la carrera que su hija Kate escogio, por ello se encargo personalmente de que no ejerciese como psiquiatra. Cuando termino la universidad y volvio a casa, se encargo de alejarla del mundo laboral. Le prometio que si la acompanaba durante algun tiempo a cenas y eventos sociales como los que ella acudia a diario, moveria sus hilos y le conseguiria un empleo como el que deseaba. Kate confio en ella y lo unico que obtuvo, fue verse comprometida con un hombre del agrado de su madre, como el que siempre deseo para la pequena de la familia. Cuando Kate le hizo saber que iba a romper el compromiso con Andrew, la amenazo con quitarle todo su apoyo y dejarla sin nada. Minerva Griffin era una persona muy influyente en la sociedad londinense, conocia a la flor y nata, y Kate sabia que si su madre se lo proponia no podria trabajar ni como limpiadora en ningun lugar de todo Londres. Pero si habia alguien que disfrutaba llevandole la contraria a Minerva esa era su propia suegra. La marquesa de Richmond siempre supo que se caso con su hijo por la posicion economica que le proporcionaba ser la mujer de Alan Griffin. Este se puso al frente del imperio naviero de su padre tras la repentina muerte del Marques. Y lejos de todos los augurios de llevarlo a la ruina, ya que Alan solo tenia veinte anos, lo llevo a lo mas alto. Meghan estaba orgullosa de el, era trabajador, un buen padre y un buen marido, pese a no ver que su mujer lo unico que hacia era gastar su dinero y manejarlo como a un titere, al igual que con sus tres hijos. Pero Kate habia pasado demasiados veranos con la Marquesa y esta le mostro lo que era ser un espiritu libre y sonador. Por eso, en cuanto que le ofrecio en bandeja la vida que ella siempre deseo, no dudo en tomar lo que le brindaba. A cambio se gano el repudio de su madre y la incomprension de sus dos hermanos mayores junto con su padre, que la catalogaron de loca e irresponsable, cuando dejo a su prometido plantado casi a las puertas del altar. En esos momentos, Kate se encontraba en la etapa mas complicada de su vida. Tan solo la apoyaban Ada, que era su mejor amiga, y su abuela. El resto de amigos y conocidos le habian dado la espalda por dejar a Andrew a pocas semanas de la gran boda. Pero no se dejo vencer por las duras acusaciones que recibio, solo queria una vida como la que siempre sono, no como la que llevaba su madre y le habia trazado con maestria. --Tengo miedo --confeso en voz alta Kate mientras sus ojos se posaban en las turbias aguas del Tamesis y se abrazaba a si misma. Una sensacion extrana le recorrio la columna vertebral. Hacia un dia gris, el viento y la velocidad con la que pasaban las nubes presagiaba que lloveria en breve. --Esto es lo que siempre has deseado --la animo Ada acudiendo a su lado--. Si, lo admito, debe ser duro. Pero es una etapa necesaria para llegar hasta tus suenos. Siempre deseaste ejercer tu profesion, vivir sola, vivir de tu trabajo y encontrar el amor verdadero. Nada de lo que tenias antes era real. Por buena y por confiada te dejaste llevar por una madre egoista que solo queria hacer de ti alguien como ella, pero gracias a Dios que tienes a una abuela que sabe ver mas alla, y supo verte. Ahora solo debes de superar todo y adaptarte a esta nueva vida. Estoy segura de que te va a ir muy bien. La conviccion y la seguridad con la que Ada le hablo hicieron que Kate se girase hacia ella y la abrazase con un profundo agradecimiento. Necesitaba sentir que alguien la apoyaba y la comprendia, no estaba loca como le habian dicho hasta la saciedad. Estaba segura de que romper con su vida anterior la habia devuelto a la cordura. --Gracias por todo --le susurro a su amiga. --Eres como una hermana para mi, deseo que seas muy feliz y te voy a ayudar en todo lo que necesites. --Se distancio un poco de Kate, la tomo por ambas manos y cambio de tema--. ?Cuando comienzas en el trabajo? --En una semana. Estoy nerviosa. Hace dos anos que termine la carrera y como bien sabes nunca he ejercido. --Bueno... vivias en un mundo de locos --bromeo Ada--. Creo que tienes mejor curriculum que muchos de los psiquiatras de este pais. Estoy segura de que lo vas a hacer muy bien --la animo ya de forma seria, para transmitirle toda la confianza del mundo. --Me han pasado todos los expedientes de los pacientes que voy a tener. Ya he estudiado algunos. La mayoria son personas mayores de los cuales sus familiares apenas desean saber de ellos. La abuela de Kate le consiguio un trabajo en una clinica psiquiatrica en las afueras de Londres. El director le debia un gran favor y no se pudo negar ante la insistencia de la Marquesa. --Ya sabes que estoy aqui para ayudarte en lo que sea. Solo tienes que pedirmelo. Ada tambien era psiquiatra, tenia una consulta privada en el centro de Londres que cada dia le iba mejor. Le habia propuesto a Kate que fuese a trabajar con ella en varias ocasiones, pero esta conocia bien a su influyente madre y no deseaba interponer por medio a Ada. Cuando a Minerva se le metia algo en la cabeza, no le importaba a quien arroyase. --Lo se. Gracias por todo tu apoyo en estas semanas, han sido una locura. --Ahora solo te queda disfrutar de este lugar y ser muy feliz. --Admiro el nuevo hogar de su amiga y presagio que todo le iba a ir muy bien--. Yo me marcho antes de que descarguen esas nubes. --Miro por la ventana y vio el cielo mas negro que minutos antes--. Robert me prometio que hoy llegaria temprano para cenar. --Dale un beso de mi parte --le indico Kate a Ada ya en la puerta, despidiendose de ella. Robert era el novio de Ada, vivian juntos desde hacia solo unos meses. En las ultimas semanas a Kate le dio apuro molestarlos tanto, pero ambos se portaron muy bien con ella. Cuando Ada se marcho, Kate se quedo de espaldas al porton cerrado, observo su casa, se quedo pensativa en lo que le dijo su amiga; solo le quedaba disfrutar de su nueva casa y ser feliz, y estas palabras retumbaron en su mente como algo muy grande y pesado. Se dejo caer hasta el suelo, deslizando la espalda por la puerta y sintiendo el roce de la madera en la columna. Se abrazo las piernas, las llevo hasta el pecho y fijo la vista en la enorme cristalera que tenia ante si con un paisaje espectacular de la Tower Bridge iluminado, el rio y los barcos que pasaban por el. Feliz, se dijo a si misma. De ahora en adelante esa iba a ser su vida, esa iba a ser su casa y en ella iba a empezar sus suenos. Le dio las gracias en voz alta a su adorada abuela y tras unos minutos de reflexion, de paz y soledad se levanto y fue a por el movil, deseaba hablar con la Marquesa e invitarla a casa dentro de un par de dias, cuando hubiese guardado las cosas de todas las cajas en su lugar. Su abuela no solo le regalo ese loft y le consiguio un buen trabajo, hizo mucho mas, le compro un coche y la autorizo en sus cuentas bancarias para que hiciese uso del dinero que necesitase. La madre de Kate, tras romper el compromiso con Andrew, la echo de casa y le quito todo el apoyo economico, pero como era algo que Meghan habia previsto, Kate no tuvo tiempo de verse sin nada ni desamparada, como era la intencion de su madre. Su abuela se encargo de todo, la llevo a vivir con ella unos dias y le brindo una vida como la que su nieta se merecia. A Meghan no le gustaba el bullicio del centro de Londres, desde hacia anos vivia en el sur, en Sutton, una zona tranquila. Alli se dedicaba a su gran pasion, las plantas. Tenia un jardin que cuidaba con mimo y en el que pasaba la mayor parte del dia cuando no hacia mal tiempo.

  • Mi jefe de Whitney G

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    La carrera de Claire Gracen como directora de marketing no podia ser mas meteorica, y, ademas, estaba felizmente casada con el hombre del que habia estado enamorada desde la adolescencia; su vida era perfecta.

  • Noches de neon de Scarlett De Pablo

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    Cuando Butterfly conoce a Blake Novak, un luchador de artes marciales, instantaneamente se siente atraida hacia el. Lo que Blake no sabe de ella es que vive una doble vida, y que debajo de ese encanto infantil y las pelucas de colores, esta Mia Gabrielli, la hija de un jefe del crimen organizado.

  • Sonrie, te ves mas guapo de Ariadna Baker

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    Sonrie, te ves mas guapo--le dije a Fabio en tono apenas audible sabiendo que me lo iba a tener que currar todavia un poco mas... Y lo de un poco era un decir, porque en las dos semanas que yo llevaba en el grado de fotografia todavia no le habia visto esbozar ni una leve sonrisa. --Tu flipas si crees que lo vas a lograr, Lourdes. Eres una ilusa. --Ya me estaba Gema cargando. --Y tu una mujer de poca fe, te he dicho que lo voy a lograr y lo voy a lograr, ?que te juegas? --Pues una noche de copas en el bar de Adan, que ese si que esta bueno. --Ya, ya, he oido que lo llamas "el paraiso", por motivos obvios. --Claro, te juego tambien lo que quieras a que dentro de nada yo sere su Eva. Le di un coscorron, pero pensando que bendito el momento en el que los caminos de aquella petardilla y el mio se habian cruzado. En los pocos dias que llevaba en Madrid, mi vida habia dado un giro de ciento ochenta grados. Y hablando de grados, si algo me sentaba rematadamente mal de la capital de Espana, era los pocos que marcaba el termometro. Vale que corria el mes de octubre y que no estoy hablando de un frio polar, pero es que, para una canaria como yo, unos grados de menos se convierten en una especie de tragedia que solo puede ser combatida con kilos y kilos de ropa. Que se le va a hacer y ademas ese otono se presento especialmente gelido. --Toma tu sobre camisa, tu jersey, tu abrigo, tus guantes, tus...--Gema no paraba de hacer bromas sobre que yo llevaba mas capas de ropa que una cebolla. --Muy graciosa, tu como eres de Avila y alli estais acostumbrados a convivir con los pinguinos, pues eso... riete de mi, pero ya llegaran los mios. --?Y cuales son los tuyos si es que puede saberse? --Julio y agosto, esos son los mios, con ese calorcito tan rico. --Pero para entonces lo tengo claro, me apalanco en casa de cierta amiga canaria que acabo de conocer y me paso un verano de escandalo. --Tu no tienes cara, ?verdad? --Anda, si estas deseando tenerme de huesped todo el verano. ?Tu sabes lo bien que nos lo vamos a pasar juntas en las islas? Las vamos a quemar... --Cuidadito con lo que dices que ahora la gente esta muy sensible con el tema de los piromanos, no nos vayan a meter presas por tu culpa. --Mira, Lourditas, que yo el mechero lo llevo para echarme un piti de vez en cuando, pero hasta ahi. Mientras hablaba con Gema no podia evitar hacer eso que tanto me gustaba, perderme en las facciones de Fabio. Para no variar, el me pillo mirandole y yo tuve que disimular. Lo hizo con ese gesto afable y carinoso que tanto me atraia, pero mas que serio. Y la pregunta del millon volvia una y otra vez a mi mente, ?que le sucederia para que la amargura se hubiera aduenado de el? Fabio era uno de los mejores, por no decir el mejor en su sector. Su escuela de fotografia gozaba de una merecida fama nacional e incluso diria tambien que internacional, pues algunos de mis companeros de curso habian llegado desde otros paises atraidos por el halo de su fama. Su elevado nivel de profesionalidad estaba fuera de toda discusion. Pero en lo tocante a su vida personal, esa debia ser harina de otro costal... Por Dios que yo no es que me tuviera por una Chiquita de la Calzada de la vida, pero me habia prometido a mi misma arrancarle una sonrisa mas pronto que tarde y yo siempre cumplia mis promesas. Ese pensamiento me llevo a recordar las ultimas palabras que me dijo mi madre antes de embarcar rumbo a Madrid. --Lourdes, prometeme que vas a esforzarte en sacar el curso. Por favor, no dejes que lo sucedido este ano trunque tambien tus suenos. --Te lo prometo, mama--le respondi con total decision, pues a mis veintidos anitos estaba segura de que me iba a comer el mundo. Cierto, me comeria el mundo. Entre otras personas, se lo debia a mi madre. Pero tambien a mi padre, que era el que estaba mas afectado desde que mi hermano Oliver nos dejo. Todavia era inevitable que la piel se me pusiera de gallina cada vez que pensaba en mi muneco rubio de ojos verdes, el nino de mis ojos, mi hermano pequeno... Ojala el tambien nos hubiera dejado para ir a estudiar fuera como yo, a Londres, como el queria. Pero no, Oliver nos habia dejado para ir a un lugar en el que yo estaba segura de que nos esperaba, pues me negaba a creer que jamas volveria a verlo. Todo fue demasiado rapido. La primera vez que en aquella fria consulta del especialista escuchamos el nombre del tumor que habia invadido su cuerpo, mi madre y yo nos quedamos en shock. Como el valiente que era, fue Oliver el que nos animo a la salida de la consulta. Dieciocho anitos tenia y el mas triste de los pronosticos; solo unos meses de vida por delante. Unos meses de vida que nos supieron a muy poco y a los que el les saco el maximo partido hasta el ultimo momento... unos meses en los que yo me fui aficionando a la fotografia gracias a el, pues todo mi afan era mantener vivo su recuerdo a traves de imagenes. Super emotivo fue el tributo que le rendi en casa dias antes de su partida. Para ello trabaje con ahinco y consegui recrear un reportaje con fotos a tamano real que coloque estrategicamente por todo su dormitorio. Sencillamente flipo, pues eran las instantaneas que resumian los mejores momentos de nuestra vida familiar. Ahora, unos meses despues de su marcha, tenia que reconocer que los mejores recuerdos de mi hermano yo los habia grabado en el disco duro de mi memoria; pero parte de su legado lo constituia el amor que me habia transmitido por una profesion en la que yo queria despuntar. Rotos de dolor, mis padres se habian proyectado totalmente en mi tras su fallecimiento. Esa fue una de las razones por la que me animaron a matricularme en la escuela de Fabio, pues despues de documentarnos al respecto, llegamos a la conclusion de que no habia mejor lugar para que yo me formara. --Pero eso debe costar un huevo de pato--les comente. --Nunca hemos escatimado en la formacion de nuestros hijos, y habla bien, Lourdes, que eso si que es gratis--me contesto mi madre. Tanto mi padre, que tambien se llamaba Oliver, como mi padre, Nadia, eran de lo mas correctos. Sin embargo, yo era un poco discola y tenia la lengua un tanto suelta, un defectillo de nacimiento que a mi hermano siempre le hizo mucha gracia. --Oliver, es que yo no puedo ser como tu, que eres mas cumplido que un luto--le solia decir. --Y tu mas bruta que un arado, Lourdes... Lo mismo es que eres adoptada, te dejarian debajo de una vaca para que te alimentaras y papa y mama te recogieron--me respondia el preparandose para recibir el preceptivo capon que yo le daba en momentos asi. Por bruta no me tenia, pero si por un poco deslenguada, como vengo diciendo. En cualquier caso, hubiera dado un brazo porque el pequenajo, con el que me llevaba tres anos, me hubiera llamado asi o como le hubiera venido en gana durante toda la vida. Lo echaba tanto de menos que a veces me pellizcaba para sentir dolor fisico y olvidarme momentaneamente del otro, del dolor en el corazon que me producia que ya no estuviera con nosotros. Desde que nos faltaba, tampoco es que mi madre se hubiera convertido precisamente en la alegria de la huerta, pero como ya he apuntado, el que lo llevaba verdaderamente mal era mi padre, que se habia sumido en un peligroso bucle depresivo del que no encontrabamos la forma de sacarlo. El psicologo nos decia que era cuestion de tiempo, que el solito tenia que pasar el duelo e ir volviendo de modo paulatino a su realidad, pero mi madre y yo teniamos mas miedo que siete viejas de que su caracter hubiera cambiado de manera irremediable para siempre.

  • Tu, mi princesa en zapatillas de Chris Razo

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    Un desengano, y un pasado lleno de dificultades, hacen que Ariadna decida marcharse a Estocolmo. A su vuelta, poco queda de esa chica extrovertida. Los golpes de la vida han hecho de ella, una persona fria y distante. Pero todo eso cambia cuando conoce a Lucas. Un chico muy atractivo, pero tambien muy tierno que hara que todo lo que ella ha construido se caiga en pedazos. El hara que la antigua Ariadna vuelva y que sus ojos vuelvan a brillar.

  • La duquesa de Danielle Steel

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    Traicionada. Abandonada. Invencible. Angelique Latham no es realmente duquesa, aunque tras perder a su madre cuando era muy pequena, se ha criado en el majestuoso castillo de Belgrave junto a su padre, el duque de Westerfield, que siempre la quiso con locura. Pero ahora su padre ha muerto, y sus hermanastros han decidido desheredarla. Esta sola en el mundo. A sus dieciocho anos, Angelique es lista y muy hermosa, pero tiene mala suerte, pues, aunque consigue colocarse como ninera de una familia acomodada, un suceso desagradable e injusto la deja otra vez en la calle. Sin hogar, sin referencias ni contactos, viajara a Paris. Alli, despues de rescatar a una joven de una situacion horrible, tendra la clave de su futuro. Un negocio insolito y una ocupacion al borde del escandalo marcaran la inesperada vida de la hija de un duque.

  • Fernando VII de Emilio La Parra

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    Fernando VII (1784-1833) ha sido considerado uno de los monarcas mas nefastos de la historia de Espana, tanto por su caracter, muy influenciable, determinado por su doblez y desconfianza hacia todo y hacia todos, como por sus actuaciones. Autoritario y cruel, ejercio un acusado poder personal y reprimio toda disidencia. Entre otras consecuencias, ello supuso la perdida de casi la totalidad de las colonias americanas y el declive de Espana como potencia internacional.
    Basado en multiples fuentes y documentos, en los relatos de la epoca y en las interpretaciones de la historiografia actual, Fernando VII. Un rey deseado y detestado --brillante ganador del XXX Premio Comillas de Historia, Biografia y Memorias en 2018-- traza la biografia de este contradictorio monarca, mitificado por algunos de sus contemporaneos, que lo convirtieron en el rey virtuoso e inocente, y detestado al mismo tiempo por casi todos. Su reinado marco el final de una epoca y el inicio de la politica moderna en Espana.

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • Democracia de Henry Adams

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    “Democracia” es la novela politica de Henry Adams. Bajo el relato de una doble seduccion, la de Madeleine Lee ?una mujer que siente la tentacion del Poder? y el senador Ratcliffe ?irresistiblemente atraido por ella?, se dan cita temas como las desilusiones tras la guerra civil, la regeneradora influencia femenina o el valor imprevisible de la amistad frente a la “politica de la desesperacion”. Todo ello contribuye a enriquecer un verdadero simposio sobre la democracia con el telon de fondo de la corrupcion.

  • Amor y calabazas de Vanessa Lorrenz

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    Hope estaba pasando por un momento caotico que ella definia como: el apocalipsis de su vida. Alguien estaba tratando de destruir su carrera como columnista en un periodico de renombre. Y su editora la habia enviado al ultimo lugar donde puede salvar su carrera, pero. ?una granja de calabazas?
    Acompana a Hope a descubrir que es lo que sucede cuando mezclas amor y calabazas.

  • Objetivo principal de Jessica Andersen

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    Cuando un paciente suyo murio de manera misteriosa, la doctora Ripley Davis comenzo a buscar respuestas… Pero entonces aparecio Zachary Cage, agente de seguridad en cuestiones de radiacion, y le lanzo un sinfin de acusaciones. Ripley no disponia de tiempo para demostrarle su inocencia a aquel atractivo hombre. Lo unico que la preocupaba era salvar a sus pacientes y mantenerse con vida.

  • El amor se rie de mi de Loles Lopez

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  • Amor ortodoxo de Julissa Sanchez Arias

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    Susan Mowrer es una joven escritora que despues de tres anos vuelve a casa de sus padres buscando recobrar la inspiracion para terminar su proximo libro, pero es ahi cuando su vida da un giro al conocer a quien se presenta como su fan, Isaac Stewart.

  • Sangrando bajo la piel (En compania de vampiros 4) – A.R. Morena de A.r. Morena

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    Carmen, una bella vampira aplastada por un terrible pasado.
    ?Como quitar de su espalda ese horrible peso?
    ?Como borrar la negra mancha que le nubla la mente?
    Michael, un vampiro neofito que se desvive por una hembra.
    ?Sera capaz de conquistar su corazon?
    Y, lo mas importante, ?podra asumir que sea de otra manera?
    La vida sigue en Nueva York, girando, entrelazando y atando las cuerdas del destino, mientras todos los integrantes de la comunidad encuentran su camino.