Ver todos los libros de: Elizabeth Bermudez
Ano 2001, Londres. Tras un fin de semana lleno de festejos en la mansion de los duques de Gordon, Jasper, su unico hijo, un nino de ocho anos al que sus padres amaban con locura y era su prioridad, dormia en su confortable cama. Habia caido rendido tras la carrera de caballos de aquella tarde. Los duques celebraban, como cada ano, su aniversario de bodas. Invitaban a amigos intimos y familiares a pasar el fin de semana en la gran casa que poseian en Totteridge, rodeada de campos y naturaleza. Una autentica maravilla. Unas voces mas altas de lo normal llegaron hasta la habitacion de Jasper, situada en la planta superior de la propiedad. El nino se asusto un poco ante los sonoros gritos en el silencio de la noche. Cuando sus padres lo llevaron a la cama aquel dia ya habian despedido a todos los invitados. No quedaba nadie mas en la casa, tan solo ellos tres. Hasta el servicio se habia marchado de descanso tras las intensas horas de trabajo. Jasper, alertado por las continuas voces que le eran familiares, salio de la cama decidido a ver que ocurria en el salon de su casa. El ambiente familiar en el que vivia y se habia criado era inmejorable. Fue testigo diario del amor que se profesaban sus padres, y nunca los habia oido pelear ni discutir. A los ojos de todos eran una familia modelo. Por ello, le extrano tanto aquella acalorada discusion en medio de la noche. A medida que Jasper recorria el largo pasillo que conectaba desde su habitacion hasta las escaleras principales de la gran mansion, las voces y gritos se incrementaron. Reconocio con claridad la voz de su padre, estaba muy enfadado. Su madre lloraba entre lamentos y la voz de su tio, Nelson, tambien aparecio. Nunca tuvo mucho trato con el, lo habia visto poco, pero el hombre tenia un timbre de voz ronco, muy significativo, que era dificil de olvidar. Jasper se quedo unos minutos agazapado entre los barrotes de la escalera y observo la escena que tenia delante de sus ojos antes de bajar. Su padre y su tio Nelson renian de una forma muy acalorada, hacian aspavientos con las manos, incluso llegaron a empujarse. Beatrice, la madre de Jasper, se interpuso entre ambos para que no llegasen a mayores. De repente, en todo ese gran revuelo de discusiones, Nelson saco una pistola de la chaqueta y apunto a Thomas al pecho. Estaba decidido a todo, esa noche habia llegado con la firme decision de recuperar lo que era suyo y su hermano mayor le habia arrebatado. Beatrice se interpuso de nuevo entre su marido y su cunado, trato de arrebatarle la pistola a Nelson, mientras le gritaba desesperada, pero este se resistio. No estaba dispuesto a perder una vez mas. En el intenso forcejeo entre ambos, en el que Beatrice le rogaba que bajase el arma, intento quitarsela de las manos sin exito. De repente, el sonido de una bala resono en toda la estancia. Jasper pudo ver de inmediato como su madre caia al suelo y como la sangre manaba de su abdomen de inmediato. Thomas se arrodillo junto a ella y la tomo en sus brazos, grito y acuso a su hermano con severas palabras, entre lamentos, mientras que acunaba el cuerpo de su amada esposa rogandole que no lo dejase e intentaba parar la hemorragia. Nelson no pretendia herirla, queria demasiado a su cunada como para infligirle dano alguno. Se quedo paralizado al verla entre los brazos de Thomas medio moribunda. Habia mucha sangre y el rostro de Beatrice era cada vez mas palido. Lamentablemente, tras unos segundos de agonia, en los que intento despedirse de su marido sin exito, Beatrice cerro los ojos para siempre. Al comprobar el cuerpo inerte de su mujer, una rabia incontenida embargo a Thomas tras ser consciente de que no habia nada que hacer por ella. Dejo el cuerpo de su esposa sobre la gruesa alfombra que presidia el salon, y se lanzo contra su hermano con el unico deseo de matarlo. Nelson estaba asustado, no habia ido a casa de su hermano con el proposito de danar a nadie, solo llevaba la pistola como defensa. Cuando Thomas le golpeo, lo cogio desprevenido, le dio un par de punetazos en la cara hasta que lo tiro al suelo. Continuo pegandole con todas sus ganas, solo queria matarlo como el acababa de hacer con la mujer de su vida. Mientras, Jasper observaba toda la escena con lagrimas en los ojos, sin ser capaz de moverse del lugar en el que permanecia. Estaba como paralizado. Queria hacer algo, pero sus extremidades no le respondian. Tras unos minutos en los que se escucharon continuos golpes y graves acusaciones entre hermanos, donde se echaban en cara cosas del pasado que Jasper no conseguia comprender, el sonido de otro disparo saco al nino del trance en el que se encontraba. Despues, solo sobrevino un ensordecedor silencio que hizo que Jasper, tras largos minutos, con pasos poco firmes y el rostro banado en lagrimas, se encaminase hasta el lugar del suceso. Decidido, fue a ver que mas habia pasado en el salon de su casa. Los pequenos pasos de Jasper, que iba descalzo, apenas resonaron en el ambiente. Tan solo el audible grito de terror del nino, al descubrir a sus padres tirados en el suelo y ensangrentados, saco a Nelson del estado de shock en el que se encontraba, sentado en el suelo junto a la chimenea, con la pistola aun entre sus manos. Cuando levanto la cabeza con lentitud y vio a su sobrino ante si, con el rostro banado en lagrimas, las pupilas dilatadas por el terror que lo azotaba, y como temblaba ante la cruel escena que presenciaba, tuvo ganas de acabar con todo aquello de una vez y pegarse un tiro en la cabeza, pero le falto el valor y el coraje necesario para hacerlo. 1 Londres, 17 anos despues. Encerrado en la habitacion que ocupaba desde hacia mucho tiempo, Jasper no podia dormir. Conciliar el sueno por voluntad propia era algo que no le sucedia desde que tenia ocho anos. Cuando no le administraban algun medicamento para tenerlo sedado y dormido, sus noches y dias transcurrian pensando, trazando planes y haciendo ejercicio fisico en el espacio reducido que habitaba, ya que era consciente de que tener una buena condicion fisica le ayudaria a salir de alli. Estaba convencido de que algun dia se escaparia de aquel lugar, y para ello le hacia falta poseer fuerza fisica y resistencia. Desde los dieciseis anos comenzo a hacer abdominales y flexiones en el suelo a diario, hasta que terminaba rendido y sudando, y ni asi conseguia dormir, pero se sentia satisfecho. Todo aquel esfuerzo formaba parte de una preparacion. La venganza que tenia trazada no solo se sostenia de rencor, sabia que para llevarla a cabo debia poseer otros factores. Por ahora tan solo se ocupaba de los necesarios para huir de aquel lugar. Una vez fuera ya se encargaria de la persona en concreto que le interesaba destruir para siempre. Con el paso de los anos habia descubierto que estar callado y tener un buen comportamiento le beneficiaba. No le ponian una camisa de fuerza ni le administraban medicacion que lo tuviese atontado durante dias. Tras una larga noche en la que solo se dedico a mirar por la ventana, mientras en su mente imaginaba como seria su vida una vez que consiguiese escapar de alli y vengarse de la persona que mas odiaba en este mundo, decidio meterse en la ducha y aclarar su mente. Habia pensado demasiado y necesitaba despejarse. Se repetia de forma constante, esto le daba fuerzas, que tenia que estar mejor que nunca para fugarse de aquel lugar. El momento habia llegado. Por su buen comportamiento ya lo dejaban salir al jardin a dar largos paseos. Habia contado los pasos que habia hasta salida de la propiedad, los minutos que le llevaria alcanzarla. Solo quedaba esperar con paciencia la ocasion perfecta. Un descuido de las personas que lo vigilaban, y entonces se marcharia para siempre. No podia fallar, sabia muy bien que solo tenia una oportunidad, si esta no salia bien seria imposible escapar de aquel lugar en el que lo retenian en contra de su voluntad desde hacia anos. Lo que mas lo desolaba era que no tenia a nadie en quien confiar ni en quien apoyarse. Estaba solo. Llevaba solo y aislado diecisiete anos. Durante todo ese tiempo no habia recibido ni un solo gesto de carino, ni un beso, ni un abrazo de nadie. Anoraba y lloraba a diario a sus padres, recordandolos muertos en el suelo de su casa, llenos de sangre, y lo peor de todo era que el culpable de todo aquello disfrutaba de una vida que no le pertenecia. Jasper Walsh era un hombre roto desde hacia mucho tiempo y solo sonaba con la venganza, el unico sentimiento que afloraba en su duro corazon. *** --Este loft es toda una pasada, Kate. De mayor quiero ser como tu abuela --le dijo Ada mientras acoplaba cajas en el suelo y admiraba las vistas que tenia ante si. Ambas amigas compartieron una mirada complice y estallaron en carcajadas, ser como Meghan requeria casi un master. La marquesa de Richmond, la abuela paterna de Kate, se caracterizaba por decir y hacer lo que le placia sin importarle ir en contra de las normas ni del decoro. Durante su larga vida siempre habia optado por vivirla al maximo, y desde que era viuda se habia encargado de supervisar que su unico hijo y sus nietos viviesen felices. Cuando descubrio que Kate era un alma libre encerrada en un mundo de normas ridiculas, inculcadas por su estricta madre desde pequena, le puso todo al alcance para que tuviese la vida que su nieta preferida deseaba. Le hizo un ofrecimiento que pocas personas hubiesen aceptado a la primera. La Marquesa le puso por delante las escrituras de propiedad de un lujoso loft en el barrio de Bermondsey, con unas vistas espectaculares a la Tower Bridge y un trabajo como el que Kate siempre deseo, que le diese independencia y libertad. A cambio solo tendria que renunciar a casarse con su prometido, un millonario financiero, y buscar su propia vida sin importarle el escandalo que esto causase en la sociedad londinense. Meghan estaba convencida de que esto le produciria un infarto a su nuera, una mujer que se habia esforzado por casar a su hija con uno de los hombres mas rico de Londres y preparaba esa union por todo lo alto. Minerva nunca estuvo de acuerdo con la carrera que su hija Kate escogio, por ello se encargo personalmente de que no ejerciese como psiquiatra. Cuando termino la universidad y volvio a casa, se encargo de alejarla del mundo laboral. Le prometio que si la acompanaba durante algun tiempo a cenas y eventos sociales como los que ella acudia a diario, moveria sus hilos y le conseguiria un empleo como el que deseaba. Kate confio en ella y lo unico que obtuvo, fue verse comprometida con un hombre del agrado de su madre, como el que siempre deseo para la pequena de la familia. Cuando Kate le hizo saber que iba a romper el compromiso con Andrew, la amenazo con quitarle todo su apoyo y dejarla sin nada. Minerva Griffin era una persona muy influyente en la sociedad londinense, conocia a la flor y nata, y Kate sabia que si su madre se lo proponia no podria trabajar ni como limpiadora en ningun lugar de todo Londres. Pero si habia alguien que disfrutaba llevandole la contraria a Minerva esa era su propia suegra. La marquesa de Richmond siempre supo que se caso con su hijo por la posicion economica que le proporcionaba ser la mujer de Alan Griffin. Este se puso al frente del imperio naviero de su padre tras la repentina muerte del Marques. Y lejos de todos los augurios de llevarlo a la ruina, ya que Alan solo tenia veinte anos, lo llevo a lo mas alto. Meghan estaba orgullosa de el, era trabajador, un buen padre y un buen marido, pese a no ver que su mujer lo unico que hacia era gastar su dinero y manejarlo como a un titere, al igual que con sus tres hijos. Pero Kate habia pasado demasiados veranos con la Marquesa y esta le mostro lo que era ser un espiritu libre y sonador. Por eso, en cuanto que le ofrecio en bandeja la vida que ella siempre deseo, no dudo en tomar lo que le brindaba. A cambio se gano el repudio de su madre y la incomprension de sus dos hermanos mayores junto con su padre, que la catalogaron de loca e irresponsable, cuando dejo a su prometido plantado casi a las puertas del altar. En esos momentos, Kate se encontraba en la etapa mas complicada de su vida. Tan solo la apoyaban Ada, que era su mejor amiga, y su abuela. El resto de amigos y conocidos le habian dado la espalda por dejar a Andrew a pocas semanas de la gran boda. Pero no se dejo vencer por las duras acusaciones que recibio, solo queria una vida como la que siempre sono, no como la que llevaba su madre y le habia trazado con maestria. --Tengo miedo --confeso en voz alta Kate mientras sus ojos se posaban en las turbias aguas del Tamesis y se abrazaba a si misma. Una sensacion extrana le recorrio la columna vertebral. Hacia un dia gris, el viento y la velocidad con la que pasaban las nubes presagiaba que lloveria en breve. --Esto es lo que siempre has deseado --la animo Ada acudiendo a su lado--. Si, lo admito, debe ser duro. Pero es una etapa necesaria para llegar hasta tus suenos. Siempre deseaste ejercer tu profesion, vivir sola, vivir de tu trabajo y encontrar el amor verdadero. Nada de lo que tenias antes era real. Por buena y por confiada te dejaste llevar por una madre egoista que solo queria hacer de ti alguien como ella, pero gracias a Dios que tienes a una abuela que sabe ver mas alla, y supo verte. Ahora solo debes de superar todo y adaptarte a esta nueva vida. Estoy segura de que te va a ir muy bien. La conviccion y la seguridad con la que Ada le hablo hicieron que Kate se girase hacia ella y la abrazase con un profundo agradecimiento. Necesitaba sentir que alguien la apoyaba y la comprendia, no estaba loca como le habian dicho hasta la saciedad. Estaba segura de que romper con su vida anterior la habia devuelto a la cordura. --Gracias por todo --le susurro a su amiga. --Eres como una hermana para mi, deseo que seas muy feliz y te voy a ayudar en todo lo que necesites. --Se distancio un poco de Kate, la tomo por ambas manos y cambio de tema--. ?Cuando comienzas en el trabajo? --En una semana. Estoy nerviosa. Hace dos anos que termine la carrera y como bien sabes nunca he ejercido. --Bueno... vivias en un mundo de locos --bromeo Ada--. Creo que tienes mejor curriculum que muchos de los psiquiatras de este pais. Estoy segura de que lo vas a hacer muy bien --la animo ya de forma seria, para transmitirle toda la confianza del mundo. --Me han pasado todos los expedientes de los pacientes que voy a tener. Ya he estudiado algunos. La mayoria son personas mayores de los cuales sus familiares apenas desean saber de ellos. La abuela de Kate le consiguio un trabajo en una clinica psiquiatrica en las afueras de Londres. El director le debia un gran favor y no se pudo negar ante la insistencia de la Marquesa. --Ya sabes que estoy aqui para ayudarte en lo que sea. Solo tienes que pedirmelo. Ada tambien era psiquiatra, tenia una consulta privada en el centro de Londres que cada dia le iba mejor. Le habia propuesto a Kate que fuese a trabajar con ella en varias ocasiones, pero esta conocia bien a su influyente madre y no deseaba interponer por medio a Ada. Cuando a Minerva se le metia algo en la cabeza, no le importaba a quien arroyase. --Lo se. Gracias por todo tu apoyo en estas semanas, han sido una locura. --Ahora solo te queda disfrutar de este lugar y ser muy feliz. --Admiro el nuevo hogar de su amiga y presagio que todo le iba a ir muy bien--. Yo me marcho antes de que descarguen esas nubes. --Miro por la ventana y vio el cielo mas negro que minutos antes--. Robert me prometio que hoy llegaria temprano para cenar. --Dale un beso de mi parte --le indico Kate a Ada ya en la puerta, despidiendose de ella. Robert era el novio de Ada, vivian juntos desde hacia solo unos meses. En las ultimas semanas a Kate le dio apuro molestarlos tanto, pero ambos se portaron muy bien con ella. Cuando Ada se marcho, Kate se quedo de espaldas al porton cerrado, observo su casa, se quedo pensativa en lo que le dijo su amiga; solo le quedaba disfrutar de su nueva casa y ser feliz, y estas palabras retumbaron en su mente como algo muy grande y pesado. Se dejo caer hasta el suelo, deslizando la espalda por la puerta y sintiendo el roce de la madera en la columna. Se abrazo las piernas, las llevo hasta el pecho y fijo la vista en la enorme cristalera que tenia ante si con un paisaje espectacular de la Tower Bridge iluminado, el rio y los barcos que pasaban por el. Feliz, se dijo a si misma. De ahora en adelante esa iba a ser su vida, esa iba a ser su casa y en ella iba a empezar sus suenos. Le dio las gracias en voz alta a su adorada abuela y tras unos minutos de reflexion, de paz y soledad se levanto y fue a por el movil, deseaba hablar con la Marquesa e invitarla a casa dentro de un par de dias, cuando hubiese guardado las cosas de todas las cajas en su lugar. Su abuela no solo le regalo ese loft y le consiguio un buen trabajo, hizo mucho mas, le compro un coche y la autorizo en sus cuentas bancarias para que hiciese uso del dinero que necesitase. La madre de Kate, tras romper el compromiso con Andrew, la echo de casa y le quito todo el apoyo economico, pero como era algo que Meghan habia previsto, Kate no tuvo tiempo de verse sin nada ni desamparada, como era la intencion de su madre. Su abuela se encargo de todo, la llevo a vivir con ella unos dias y le brindo una vida como la que su nieta se merecia. A Meghan no le gustaba el bullicio del centro de Londres, desde hacia anos vivia en el sur, en Sutton, una zona tranquila. Alli se dedicaba a su gran pasion, las plantas. Tenia un jardin que cuidaba con mimo y en el que pasaba la mayor parte del dia cuando no hacia mal tiempo.
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