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  • COMO HACER UN COCHE | ADRIAN NEWEY | Casa del Libro

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  • Cómo hacer un coche (Tapa dura) · Deportes sobre Ruedas

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  • “Cómo hacer un coche”, la genialidad de Adrian Newey en un ...

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  • Cómo hacer un coche - Adrian Newey | PlanetadeLibros

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  • CÓMO HACER UN COCHE (Libro en papel)

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  • Viri (Simplemente Amor 2) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • Mariposas en tu estomago (Octava entrega) de Natalie Convers de

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    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad. Centro mi atencion en la figura inmovil del agente de arte con curiosidad. Dado que Alex me comento que Hugh, nada mas llegar a Espana, ha tratado todo el tiempo de contactar con el, y Alex no ha respondido a ninguna de sus llamadas o mensajes, ni siquiera me resulta raro ver que al fin Hugh ha decidido ir a buscarlo directamente a su estudio. Pero me fijo en que todavia no se ha movido ni un poco de su sitio, y empiezo a dudar si ese ruido que he oido solo ha sido parte de mi imaginacion. De pronto, Hugh vuelve la cabeza a ambos lados con la mirada en alerta al igual que un halcon, lo que me obliga a esconderme de nuevo. Pero cuando me asomo otra vez, el ya no esta. Reprimo un gemido de sorpresa. !Oh, Dios mio! ?Donde ha podido meterse? Todavia sin entender que ha sucedido, me arriesgo a salir de mi refugio para localizarlo. No obstante, es como si una sombra se lo hubiera tragado. Y ahora que no esta, toda la calle parece permanecer bajo el hechizo de un silencio que engulle a otro silencio mucho mayor, mas profundo e inquietante, porque en estos momentos no hay coches u otras personas que circulen por la acera, ni gorriones y palomas que peleen por migajas de pan en el suelo, solo yo.

  • El coloquio de las perras de Luna Miguel

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    Recuperando el titulo de un pequeno cuento con el que la puertorriquena Rosario Ferre analizo la misoginia literaria en los anos 90, este ‘El coloquio de las perras’ pretende ser un homenaje a las escritoras hispanohablantes que sortearon todo tipo de obstaculos para hacer su literatura.

  • Flores muertas de Julio Cesar Cano

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    Los viejos rockeros a veces mueren. Sobredosis de intriga y flores muertas en el nuevo caso del inspector Monfort.

  • Voy a volverte loco de Pilar Pinero

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    Enamorarse de su jefe no estaba en los planes de Eva.

  • El paraiso de las mil islas de Elena Clarke

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    Una mujer. Un viaje a un paraiso de playas virgenes. Una historia de amor prohibida.

  • La Chica de la ira y otros relatos de Sonia Molinero Martin

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    <>, penso. Y dio un trago tan largo que casi se ahoga. Todas las mananas lo mismo, el mismo proceso antes de salir de casa. Ducharse, vestirse, comer algo rapido, con desgana, coger sus cosas y antes de cruzar el umbral de la puerta, dar un buen trago de cualquiera de sus licores salvavidas. Estaba enfermo y en el mas recondito hueco de su miserable ser, lo sabia. Era un conocimiento antiguo, desgastado, sin ningun interes para el en la actualidad. Cuando llegaba a sentirlo, a sentirlo con profunda honestidad, sonreia cansado y convencido de que si lo intentaba de nuevo, volveria a fallar. Habian pasado ya tres anos desde su recaida y no habia noche que no lo pensara. Pero estaba harto de si mismo, de repetirse la misma historia una y otra vez, a cada vuelta en la cama, a cada pesadilla que le dejaba sudoroso y extasiado antes del amanecer. <> Y esos puntos suspensivos, le mantenian convencido de que efectivamente llegaria un dia en que tuviera los suficientes cojones como para beberse el miedo y pasar pagina. Casi todo el mundo tiene en la cabeza que lo normal es que un alcoholico tenga una vida precaria, dura, dificil y poco llevadera. Que viva en soledad, con problemas economicos o con la familia. Pero la realidad no es esa. Un hombre como Santiago lo tiene todo. Tiene fama, tiene una gran carrera, tiene una bella mujer e hijos, una gran casa y un coche a la altura de las circunstancias. Y por encima de todo tiene algo que le une a cualquier otra persona con su mismo problema. Tiene miedo. --!Marina! Soy yo. Ve preparando la documentacion para la reunion como te explique ayer. Avisa a los japoneses, ya estoy llegando --montado en su coche vuelve a dar un trago a la pequena petaca que lleva en uno de sus maletines. Despues, y como siempre, la pastilla que su buen amigo el Dr. Aguado le receto para el mal aliento. Aquella manana lluviosa no iba a ser menos, tenia que estar a tope para ofrecer su mejor version en la sala 36, repleta de desconocidos. Ya en la oficina, el cafe que Marina posaba en sus manos con avidez, completaria el ritual antes de la reunion. Fue un exito rotundo, salio a medio dia de alli con los bolsillos mas llenos que nunca y con una sed primitiva que sabia que le iba a costar calmar. Lucia un sol esplendoroso. Todos estaban esperandolo en la azotea del hotel para celebrarlo como merecia la ocasion. Incluso su mujer se acerco por alli con un par de amigas y companeras del despacho. Vino, cava, champan, whisky, ron, ginebra, de todo de la mejor calidad, para acompanar mariscos, pescados y suculentos caprichos carnivoros que les llevarian de la mano, mas que satisfechos, hasta bien entrada la madrugada. Eran unas cincuenta personas bailando sobre un emblematico edificio de una ciudad que no podia dormir. Y entre todas ellas, una, queria beberse todo lo que estaba a la vista. Queria olvidar quien era, seducir a la muerte, tentar a su buena suerte y abandonarse a esa sensacion de plenitud sin limites. Aunque sabia que aquello duraria poco, en unas horas viviria sin remedio la caida mas mortal, su temida cuesta abajo. Y eso es justo lo que paso. El hoyo era cada vez mas profundo y lo veia venir antes. Ya no le era suficiente con firmar un contrato millonario de una punta a otra del mundo, o tener una intensa vida social. Tampoco la sensacion ocasional, casi forzada, de vivir completo, de tenerlo todo por tener amor. ?Tenia de verdad amor? ?Por que el no sentia eso? ?Por que no le servia de consuelo en momentos asi? Ahora solo queria dormir sobre una cama que no fuera la suya, con otro <> que no le representara a el y que al mirarse en el espejo tras vomitar, no le sonriera amargamente desde el otro lado para darle las buenas noches y gritarle en toda la cara un: <>. Amanecio solo en una cama desconocida. Recogio sus cosas de inmediato y se dio a la fuga lo mas rapido que le permitio su resaca. Lo unico que tenia claro es que era sabado y que no tenia que ir a la oficina. Bien, eso era suficiente para empezar. Poco a poco, las lagunas en las que nadaba profundamente a medida que conducia por la autovia, se iban calmando. Una sonrisa borrosa aqui y cuatro palabras alla, unas llaves en la mano, un mensaje antes de cerrar los ojos, iban apareciendo en su cabeza situandole en lo que fue el final de una noche para olvidar. Todo el mundo estaria saboreando el exito de aquella operacion redonda, pero el no. Quizas tuvieran un ligero dolor de cabeza por haber tomado alguna copilla de mas, el queria morirse. De nuevo, se sentia hundido y avergonzado. Miro su telefono con miedo, pero antes de abrir el mensaje de su mujer, un trago. Cuando sostuvo la petaca en la mano se miro en el espejo retrovisor, pero no vio a nadie. Contuvo la respiracion por unos instantes y entrando en panico, echo la cabeza hacia atras para sentir bien como bajaba el nudo de la garganta, empujado por el magico elixir de su pequena botella. Pero aquella vez, no bajo. Todo salio disparado por la ventanilla abierta y le dejo atemorizado. Paro el coche en el arcen en cuanto pudo y se puso a llorar. Habia pasado resacas peores que aquella pero era la primera vez que un trago se le resistia. ?Habria llegado el momento? ?La vida le habia sentenciado con un <> alto y claro? Eso parecia. Volvio al movil, con los ojos furiosos envueltos en lagrimas. Su mujer le habia dejado un mensaje que apenas podia leer y decidio cerrarlos por unos momentos. Imagino lo que ponia y lloro con mas potencia; creyo que seria el punto y final de una vida llena de lujos y desfases por su parte, de un sube y baja continuo que le llevaba inconsciente por una vida familiar por la que pasaba siempre de puntillas. Las lagrimas ahora eran un torrente incontrolable, salvaje, que se deslizaba por su cuello y le empapaban la camisa pringada de borracho trasnochado que aun llevaba puesta. Se habia levantado vestido, eso lo recordaba claramente. Arranco el coche con furia y decidio parar en la primera gasolinera que encontrara. Un senor altisimo y peludo le saludo desde el surtidor de al lado. No tenia ni la mas remota idea de quien era. No le devolvio el gesto, se giro extranado hacia el coche que habia dejado mal aparcado encima de un bordillo mordisqueado. Saco de atras su maleta de viaje y la arrastro lentamente hasta llegar a un antiguo restaurante que estaba a escasos metros, asi podria descansar, comer algo y tomar un cafe. Pidio y sin esperar se fue directo al bano. Alli paso lo que imaginaba, al volver a verse frente a un espejo rompio a llorar de nuevo. Abrio el grifo y empezo a lavarse, cambiarse y a intentar mantener la compostura para ir a desayunar. --Buenos dias --Una voz masculina lo inundo todo. Pero Santiago no vio a nadie y se quedo desconcertado--. Estoy aqui, tras la puerta numero 3. --Hola, ?por que me hablas? ?Que quieres? --Ahora mismo nada, en su dia te hubiera dicho que lo mismo que todo el mundo, encontrar la paz.--Y tanto, como lo sabes... --Ahi me he encontrado yo muchas veces, mas de las que recuerdo… Y se que para que una persona entre a un aseo de una gasolinera perdida de la mano de Dios y rompa a llorar asi, la cosa es grave. --?La encontraste? --Digamos que ya se donde buscarla. --Esperanzador, pero demasiado utopico para mi en este momento. --Es normal y natural. Las dudas, digo. Aquella extrana conversacion le estaba haciendo incorporarse un poco mas, dejar esa postura de animal desvalido y mirarse de nuevo al espejo sin tanto odio, mientras se intentaba peinar con los dedos aun mojados. Su respiracion empezo a ser mas calmada y ya no se entrecortaba. --Escuchame --continuo la voz-- me he sentido tan identificado contigo al notar que llorabas, que pese a estar sentado detras de esta puerta, he tenido que hablarte. No eres ese que ves en el espejo, amigo, ni siquiera eres ese que crees ser, o mejor dicho, que imaginas que eres constantemente. Tampoco eres esa voz que te habla, que esta siempre en tu cabeza dando por saco en el peor de los momentos, que crees que te incita a hacer las cosas que haces y que no te gustan, y por las que te sientes tan culpable... Tu no eres todo eso, eres algo mas. La puerta de entrada al bano golpeo con fuerza en la pared despues de que entrara el senor alto del surtidor de al lado. --Caray, que fuerte me he levantado hoy. Habria que poner un tope por detras de esta puerta, !hola de nuevo! --Hola, que hay --continuo acicalandose frente al espejo mientras iba guardando sus cosas en la bolsa de aseo. --!Santi! ?Verdad? Estas igual, macho. ?No te acuerdas de mi? Soy Fernan, el de la clase de tercero A, viajamos juntos a Italia cuando estudiabamos. --Perdona, no te recuerdo --y penso a mil por hora <>. Aun asi, cuando el otro se le acerco para darle la mano, sintio verguenza, como si aquel pensamiento lo hubiera compartido en voz alta. --Bueno, ?y que tal? A juzgar por el cochazo que has aparcado ahi afuera, eres un tio con suerte. La gente como tu ya destaca desde muy joven, se veia venir que ibas a tener exito en la vida, !me alegro hombre! Santi no reaccionaba, se habia quedado mudo. --Seguro que tienes una preciosa familia, ya he visto las sillas de los ninos en la parte trasera... yo estoy solo, pero estoy bien, ahora me voy a hacer un viaje por Asia en cuanto coja las vacaciones. --Paro de hablar solo para coger aire--. Despues probablemente pueda conocer varios paises porque me debian dias del ano pasado en la empresa, !y los pienso aprovechar todos juntos!. Soy un apasionado de la comida y me voy a comer el mundo ?lo pillas? --y se rio aparatosamente dando una sonora palmada en su espalda. Santiago no sabia donde esconderse. Miraba por el espejo con ansiedad, a ver si detras de el aparecia aquel hombre con el que estaba hablando justo cuando entro el parlanchin de Fernan, pero de alli no salia nadie. Con un poco de suerte, si aguantaba un poco mas asintiendo sin parar en aquel monologo, apareceria su salvador al rescate. Pero nada, silencio absoluto tras la puerta numero 3. Espero un par de minutos por si acaso y reacciono tajantemente. --Lo siento, tengo que irme. El cafe se me habra quedado helado y ademas, tengo un poco de prisa. Que tengas buen viaje Fernan. --!Vale Santi! !Encantado de verte hombre! Justo antes de salir de alli, no pudo evitar girarse para al menos ver los zapatos de aquel hombre tras la puerta, pero no lo consiguio. Fue un poco extrano, parecia que no hubiera nadie. La camarera le miro con cara de no entender a que se debia tanta tardanza, Santi la sonrio amargamente y le puso el dinero en la barra para zanjar otra posible conversacion cuanto antes. Estaba mareado. Se dejo caer sobre la silla y apoyo los codos en la mesa llevandose las manos a los ojos para restregarselos varias veces. Vio salir a Fernan y espero que tras el, apareciera el otro hombre. Pero eso no ocurrio. No podia creer que aquella conversacion no hubiera tenido lugar en el bano, estaba seguro de que habia sido real. Pero pasaban los minutos y nadie salia. De repente, una mano en el hombro le sobresalto y le hizo dar un pequeno respingo en la silla. --!Increible! !Que casualidad! ?Pero donde os habeis metido que os estamos llamando todo el dia Santi? --Sus suegros estaban alli de pie, mirandolo con un entusiasmo imposible de disimular --. Mi hija nos han contado lo de la firma, vamos a pasar el fin de semana con vuestros vecinos ?no te lo ha dicho Anita? Nos vamos a ese pueblo tan ideal… ?como se llamaba?, bueno da igual. La cuestion es que de paso queriamos ver a los ninos, les traemos unos regalitos de Grecia. <>, penso. <> No habia contestado a Ana... Ni tampoco a la multitud de mensajes y llamadas perdidas que seguro tendria. Desactivo el modo silencio. Sus suegros ya se habian acomodado en la mesa y el no atinaba a encontrar las palabras exactas, aquellas que no comprometieran su alarmante estado. Pero no hizo falta, la vida tiene una curiosa forma de encajar las piezas. La abuela sonreia al yerno con condescendencia, comprendiendo que quizas la noche se hubiera descontrolado un poco tras la fiesta. Se la veia orgullosa, le guino un ojo y le resto importancia a lo extrano de aquella situacion. Comieron y bebieron en silencio, pero en paz. Sono su telefono y reacciono con inquietud. Santiago temblaba mientras se lo acercaba a la oreja, su mujer estaba al otro lado. De repente, recordo las palabras de aquel desconocido del bano, <> y se dejo llevar por ese pensamiento tranquilizador. --Carino ?estas bien? --Aquella pregunta le sorprendio, esperaba mas hostilidad. --Regular, ?y tu? --!Bien! Estoy recogiendo a los ninos ahora mismo, ya estamos montados en el coche direccion a casa. El no pudo contestar... --Santi, ?no recuerdas nada verdad?

  • De postre, tu de Claudia Velasco

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  • Sus nombres son leyenda de Juan Antonio Garrido Ardila

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    La longeva historia de Espana se ha fraguado en buena medida gracias a las acciones y proezas de individuos excepcionales, cuyos altos empenos la conformaron como ente cultural, social y politico. A esa categoria de hombres y mujeres, protagonistas de sus epocas y artifices del progreso, los antiguos denominaron <>.

  • Laila Winter y la maldicion de Ithirie de Barbara G. Rivero

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    Los vientos del otono han dejado paso el invierno mas frio y cruel. El mundo calido de Laila se desmoronara cuando descubra la terrible verdad sobre su madre y los ithiries. La amistad parece romperse en trozos de hielo, todo se vuelve neblinoso bajo la mano de acero del Reino Blanco. Mientras Ialanthilian cae poco a poco en la negrura, las sombras se revuelven, implacables, dispuestas a devorarlo todo a su paso.
    Con la tercera entrega de la saga de Laila Winter, Barbara G. Rivero sobrepasa el altisimo liston que ella misma se habia puesto, y nos sumerge en las intrigas y las maquinaciones de este maravilloso mundo de fantasia que ya no tiene limites, superando con creces la literatura fantastica a la que estabamos acostumbrados.

  • Dos amores para Cassie 3 – Mark Miller de Mark Miller

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    Tras su aventura por Europa, Cassie regresa un ano despues a su casa para intentar reconstruir su vida y su destrozado corazon. Devline ha estado junto a ella en todo momento, pero sus planes para reencontrarse se truncaran.
    Y sera en ese momento cuando David, su amor, regresara. ?Cuales seran sus intenciones? Y lo que es mas importante: ?que decidira el corazon de Cassie?
    Dos hombres y una sola eleccion para el corazon de la protagonista.

  • Hellraiser de Clive Barker

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    Hellraiser es una de las mejores creaciones de Clive Barker. Una novela desgarradora sobre los grandes terrores y extasis que alberga en su reino infinito el corazon humano. Habla de la codicia y el amor, de la falta de amor y de la desesperacion, del deseo y la muerte, de la vida y el cautiverio, de campanas y sangre. Es una de las historias mas aterradoras que hayas leido jamas.

  • Aniquilacion de Mariah Evans

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    Tras la llegada de los vampiros al tranquilo pueblo de Banff y la invocacion de la bestia, Christopher se infiltra en la comisaria como agente de policia, con el objetivo de ocultar las pruebas que ponen de manifiesto la guerra iniciada por lobos y vampiros por la conquista del territorio.

  • No soy tu novio de Dina Reed

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    Era una manana calurosa, a pesar de ser mediados de octubre, tanto que a James le entraron unas ganas tremendas de pedir sushi y bajar a zamparselo a Central Park sentado en el cesped con los pies descalzos, como si fuera un turista mas de los que a esas horas frecuentaban el parque. Desde su maravilloso despacho en una de las mejores torres de la ciudad tenia unas vistas privilegiadas al parque, ese parque que tanto le gustaba y que disfrutaba a diario cuando al amanecer salia a correr durante una hora. Pero en ese momento el parque lucia tan hermoso, con esa variedad de ocres, con esa luz dorada y calida mas propia de un verano que se resistia a irse, que era dificil no caer en la tentacion de salir a disfrutar del dia. Ademas estaba tan feliz, pues despues de unos meses de duras negociaciones por fin habian cerrado la compra del 1.8% de la farmaceutica Danles, que sentia que merecia mas que nunca tomarse un par de horas libres. Si bien ante de premiarse con nada, debia hacer algo importante y que le fastidiaba como nada en el mundo: llamar a su padre. Estaba obligado a comunicarle la noticia de la compra porque, a aunque el viejo vivia en las Bahamas, todavia seguia al frente de la Presidencia y en breve tendria que reunirse con los de la farmaceutica para proceder a la firma final. Respiro hondo y le telefoneo frustrado como siempre que le tocaba hacer esa clase de llamadas, a las que cada vez encontraba menos sentido. Su padre vivia en la playa, apenas pisaba las oficinas asi que ?por que narices no soltaba de una vez la Presidencia de la empresa y le dejaba al fin operar a sus anchas? Ademas habia demostrado con creces que estaba mas que preparado para asumir la Presidencia, ya que desde que el estaba al frente de todo la empresa habia presentado sus mejores balances. Por tanto ?a que esperaba su progenitor para entregarle al fin las riendas de la empresa? Sin saber ya ni que responderse a si mismo para serenarse, se desanudo un poco la corbata y espero a que su padre descolgara el telefono... Doce tonos despues, James escucho a su padre, con su inconfundible tono de voz contundente y firme, decir: --Estoy a punto de hacer un birdie, espero que lo tengas que decirme sea importante. James bufo desesperado ya que no sabia como se las apanaba su padre que siempre le hacia sentir como si tuviera tres anos. --Se lo importante que es el punetero golf para ti, asi que como imaginaras no te llamo para avistarte de que me he quedado sin papel higienico. --Tu siempre tan a la defensiva, hijo. ?Cuando aprenderas a relajarte? --?Tal vez cuando empieces a tratarme como a un adulto? Te llamo porque hemos cerrado al fin la compra de la farmaceutica. No pienso detallarte lo que ha sido la fase final de las negociaciones, pero imagina el infierno mas jodido que conozcas y multiplicalo por mil... --James, tu siempre tan exagerado... --No, padre, ha sido una negociacion durisima. Pero lo hemos logrado, ya solo falta que nos sentemos para la firma final. --Perfecto. Avisame cuando sepas dia y hora. Y ahora te dejo... James se paso la mano por la cara porque aquella respuesta tan fria le parecio el colmo: --?No me vas a felicitar? --No. Siempre te he dicho que no debes buscar mas aprobacion que la tuya propia. ?Tu estas satisfecho con el trabajo que has hecho? --!Para no estarlo! Tu sabes muy bien que todo el mundo desea meter la cabeza en esa maldita farmaceutica. --Pues ya esta... No necesitas ni mi felicitacion ni la de nadie. James se mordio los labios, pues habia algo que le quemaba por dentro y lo solto como quien arroja aceite hirviendo desde lo alto de un castillo: --Lo que si que necesito es que me pongas de una vez al frente de la Presidencia. Con lo a gusto que estas en tu retiro, ?por que diablos no sueltas de una vez la Presidencia? --Que cansino eres, hijo mio. ?Cuantas veces tengo que decirte que ese momento llegara cuando estes preparado? --?Te parece poca preparacion mi estudios en Harvard y los ochos anos en la direccion con unos resultados excelentes? El senor Nash lanzo un suspiro de puro aburrimiento porque el tema le tenia bastante harto y le recordo: --Solo cuando tengas una familia estaras preparado... --!Familia! --bufo James, dando un manotazo al aire--. !No se necesita una familia para dirigir un emporio como el nuestro! Al contrario, al no tener familia puedo entregarme en cuerpo y alma a los negocios. ?Es que no lo entiendes, viejo testarudo? --El que no lo entiendes eres tu. Solo cuando tengas una existencia plena y equilibrada estaras preparado... --Argggg, padre. Me pones de los nervios cuando hablas asi. ?Acaso las personas solteras no pueden dirigir empresas? !Que bobadas dices! --Claro que pueden pero yo hablo de ti. Te conozco mejor que nadie y se que necesitas formar una familia para dar lo mejor de ti. --O sea que hasta que no tenga siete hijos no vas a soltar la punetera Presidencia. --Me basta con que te cases... James estuvo a punto de echarse a reir porque para el casarse era como poco sinonimo de cadena perpetua. El tenia amigas con las que tenia perfectamente cubiertas sus necesidades afectivas y sexuales y desde luego que no pensaba a renunciar a ellas para dedicarse a una sola mujer. El no iba a cometer el mismo error que el resto de sus amigos que estaban atrapados en unos matrimonios convencionales y aburridisimos que como mucho les procuraban unos instantes fugaces de felicidad tediosa. Desde luego que el no queria eso para su vida y lo tenia tan claro que le replico a su padre: --Sabes que jamas pasare por ese aro. --Y tu sabes que jamas te pasare la Presidencia como no lo hagas. --Me parece que he demostrado en estos anos suficiente compromiso, responsabilidad, dedicacion, exigencia y excelencia como para merecerme de una vez por todas ese puesto. Llevar una alianza en el dedo no me va a hacer mejor... --Claro que si. Espera a llevarla y me cuentas... --No me interesa el matrimonio, padre. No se como tengo que decirtelo. --Ay, hijo, no insistas. Se perfectamente lo que te conviene. --?Incluso mejor que yo mismo? --pregunto ofuscado, apretando fuerte el puno. --Incluso mejor que tu mismo. Y ahora voy a colgar que estoy perdiendo la concentracion... Avisame para la firma... James colgo como siempre que hablaba con su padre de ese tema, furioso y desesperado, y cayo derrotado en el sofa de piel al tiempo que Joana su secretaria llamaba con los nudillos a la puerta. Sabia que era ella porque su forma de llamar insistente y machacona era irreconocible. Le irritaba como nadie lo habia hecho jamas llamando a su puerta... --Senor Nash, traigo el informe que me pidio hace un rato... --dijo tras asomar la cabeza. James la miro con los ojos echando chispas y un rugido de tripa enorme que le hizo replicar: --Pideme sushi, el menu superespecial que trae de todo. Tengo un hambre de mil diablos. Joana le entrego el informe y justo en ese instante James se percato de que su secretaria llevaba la puntera del zapato de tacon medio envuelta en cinta aislante. --Sushi... Si... Claro... --balbuceo muerta de la verguenza porque su jefe se habia percatado del percance con el zapato. --Dios mio, Joana, ?tan mal estas de dinero que no puedes comprarte unos zapatos nuevos? Y lo que es peor ?te haces una ligera idea de la imagen que estas dando de la compania? Joana se ruborizo, se cruzo de brazos y, deseando que la tierra la tragara, replico: --Es que se me ha despegado la suela cuando venia esta manana al trabajo. Vengo caminando... Solo es una horita y media... Y los zapatos ya tenian unos anos... Pero le juro que cuando he salido de casa estaban perfectos... James penso que no se podia ser mas desastre que esa chica a la que precisamente habia elegido por su penosa situacion financiera. La habia investigado lo suficiente como para saber que no solo tenia un curriculum brillante, sino que estaba hasta arriba de deudas, lo que le hacia la candidata perfecta para ocupar el puesto. Era obvio que alguien tan brillante y necesitado de dinero iba a dar el resto para no perder su empleo, como asi habia sido con Joana que trabajaba mas que nadie. Claro que de vez en cuando tenia esas cosas como que se plantara en la oficina con unos zapatos viejos que daban pena... Pero era una buena chica, inteligente, trabajadora, competente, servicial... y... La sucesion de adjetivos ceso de pronto porque inesperadamente una idea loca, descabellada, tal vez estupida, asalto su mente...

  • No llores por un beso de Mary Higgins Clark

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    La extraordinaria nueva novela de Mary Higgins Clark

  • Suicidio Perfecto de Petros Markaris

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    Tras haber sobrevivido al disparo recibido mientras resolvia su anterior caso (Defensa cerrada), el comisario Jaritos arrastra una aburridisima existencia de convaleciente lejos del ajetreo policial. Una noche, mientras ve pasar las noticias por el odiado televisor, una escena lo arranca de cuajo de la mediocre monotonia en que ha caido: en medio de una entrevista, un celebre empresario griego saca una pistola y comete un acto que deja pasmados a todos los televidentes. ?Por que un hombre de negocios tan discreto y bien considerado realiza una accion tan espectacular? El instinto del viejo sabueso despierta y Jaritos se pone en movimiento. Aunque esta de baja y otra persona ha ocupado su despacho en las dependencias de la policia, el olfato del comisario es insustituible para esclarecer un caso cuyas repercusiones aumentan cada dia. Las pesquisas de Jaritos nos llevaran por la Atenas olimpica, donde se percibe la corrupcion inmobiliaria y la modernizacion creciente convive con el cafe al mas puro estilo griego.

  • Esposa de mi jefe de Roxana Aguirre

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    Alexandra Carlin es una chica recien graduada en la universidad, sin exito en el campo laboral. Un dia es contratada por fin como secretaria del presidente de una revista de prestigio a nivel internacional, Oliver Anderson, un joven apuesto de veinticinco anos. Oliver esta a punto de perder la presidencia de la empresa por no tener una vida formal. De repente, sus vidas dan un giro cuando hace un contrato con Alex para ser su esposa durante seis meses.

  • La oportunista de Tarryn Fisher

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    ?Que demonios? ?No sabes quien soy? ?Como te atreves a OLVIDAR a quien te rompio el corazon?

  • Tu regalo soy yo de Jenny Del

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    Llevaba tan solo un mes trabajando en aquel hotel y una cosa tenia clara; en el pasado debi ser dominicano, porque fue llegar a el y sentir que yo pertenecia a aquel lugar, desde siempre. Por razones que no me apetece reproducir, al ser demasiado dolorosas, en Espana apenas me quedaba un reducido punado de parientes, ninguno de ellos demasiado cercanos, por lo que podria decirse que carecia de raices y que, por tanto, no sabia donde "poner el huevo". Un buen dia, mi amigo Borja, que ya intuireis que con ese nombre era mas pijo que hecho de encargo, me hablo de la posibilidad de irnos a trabajar a un hotel a Republica Dominicana. Bueno, creo que ante todo no estaria mal que me presentase. Me llamo Aitor y en ese momento contaba con veinticinco anos, sin rima, por favor. Borja y yo no hacia demasiado que acabamos la carrera de Turismo y, aunque a el le iba mejor porque entro a trabajar en una empresa del sector con su padre, le apetecia cambiar de aires y salir de debajo del ala paterna. En cuanto a mi, que compatibilizaba el trabajo que me iba saliendo por aqui y por alla con mi pasion, la de ser escritor de novela romantica, la suya me parecio, en principio, una idea un tanto extravagante. No obstante, con el paso de los dias, me lo comence a plantear como una posibilidad real y vine a decirme mas o menos eso de "?quien dijo miedo?". --?Tu lo ves viable? --le pregunte, asi como una semana despues. --?Tu crees que si no lo viera me meteria en semejante movida? Ya te he dicho que mi padre tiene amistad con Cristopher, el director del hotel al que iriamos. --Se me olvidaba que siempre has sido un enchufado y que siempre lo seras, jodido. --Y a mi se me olvidaba que tu eres un cagado, Aitorcito. --Mira, guaperas de playa, a mi no me toques la moral que a dia de hoy no ha nacido quien me de miedo. --Eso esta bien, porque tambien se viene con nosotros Samuel--me anuncio. --?Samuel? No puedes estar hablando en serio, que te gusta quedarte conmigo. --Si, si, me encanta, pero aparte Samuel se viene con nosotros. --?No es una trola? Venga ya, sabes que no es mal tio pero que tiene... --Una fijacion contigo, ?y? ?Que temes? El chaval no puede evitar haberse enamorado, Aitor, reconoce que estas en racha y has atraido tambien a Samuel. --Vaya, hombre, que suerte la mia. Pero solo me ire con vosotros si me prometes que te haras cargo de el. --Claro, hombre, ?quieres que le ponga tambien un bozal? Y a ver si luego vamos a comprarle la correa, del color que el senor Aitor quiera, no sea que haya mosqueo. Asi comenzo nuestra aventura dominicana, con la Navidad a la vuelta de la esquina. Una aventura que no abordariamos los tres solos, no, porque Borja tenia un corazon muy pijo, si, pero que no le cabia en el pecho y se llevo tambien a Mercedes, una amiga nuestra, super buena gente, pero pava como ella sola y a su antitesis, Elizabeth. Elizabeth, al contrario que Mercedes, era un torbellino que se jactaba de serlo, divertida al maximo y con la que no nos faltaria diversion. Ademas, bailaba salsa que era una locura y, desde el mismo momento en el que supo que nos marchabamos, no dejo de enviarnos videos con "tutoriales" grabados por ella para que nos fueramos poniendo al dia. --Para que no os tomen por tres pavisosos y tengais la oportunidad de ligar tambien--nos solia decir en la confianza de que ella lo haria tan pronto como aterrizara. Un mes, un solo mes y nuestras previsiones se habian cumplido y mejorado. --Aitor, un coctel de esos azul y rosa como el que me pusiste anoche--me pidio Sebas, un espanol que llevaba alli un par de dias y con el que ya me habia hartado de hablar la noche anterior. --Un momento, un momento, ?azul y rosa dices? Metele algun color mas y sera un unicornio con el cuerno de colores, ?no te habras equivocado? --Que va, si me lo pusiste asi anoche, tio. --?A que hora? Porque despues de la tercera copa, todos los gatos son pardos. --Chato, ?eso fue antes o despues de que me pegaras a mi el repaso? Porque lo mismo es que despues de eso ya viste la vida en colores--Le guino el ojo Elizabeth a Sebas. --Tia, tu no vas a dejar titere con cabeza--le dije negando porque no habia un tio que estuviera bien con el que ella no acabase en el catre. --Espera, espera, ?y me lo estas diciendo tu? Porque bien que nos vendiste que antes eras un tanto timidin y tal, pero eso debio ser en otra vida, no vea si te has desmelenado. --No te voy a negar que Punta Cana me ha sentado muy bien, guapa, tienes razon--Le di una palmada en el culo porque teniamos mucha confianza y al final es lo que pasa. --Oye, estoy pensando que, dado que tu y yo hemos catado a la mitad del personal que transita por aqui, podrias pasarte esta noche por mi habitacion para intercambiar impresiones--me propuso. No era la primera vez que la quimica saltaba entre nosotros, lo que ocurre es que hasta ese momento ninguno de los dos se lo habia propuesto abiertamente al otro. --Pues no te digo yo que no, luego tratamos de hacer el cambio. --No, si aqui el unico que no echa un polvo es Samuel, que ese pobre esta gafado--Hablo de el mismo en tercera persona y vimos que estaba peluson. --Pero esta noche te mandamos a Merceditas para que te de chachara--le propuse. --?A Merceditas? Esa mosquita muerta me pone de los nervios y lo sabes. --No seas malo, que ella es muy buena gente, solo que le falta... --Un hervor, eso es lo que le falta a la pan sin sal esa, y me pone de los nervios, ?por que no te quedas tu a darme palique, Aitor? --Porque eso no es lo que tu quieres que te de y lo sabes. No me hagas hablar. --Ay, nino, si supieras lo que te estas perdiendo, yo podria llevarte a universos que ni imaginas. --Mira, Samuel, algo si que me imagino, ?por que no vas a tirarle fichas a Rafael? Yo creo que con el tendrias mas posibilidades, pero que muchas mas. Rafael era otro companero nuestro, gay, dominicano, musculado, con una parla increible y una marcha en el cuerpo de no te menees. El era animador y bailaba de locura, por lo que era habitual el pillar a Samuel mirandolo embobado. --Claro, montones de posibilidades tendre con el, ?no ves que el tio no tiene con quien ligar? Dios mio, si se lo tirarian todas las mujeres de la sala y la mayoria de los maromos tambien. --Para el carro, Samuel, que yo no me lo tiraria--le comente. --Pero eso es porque tu has llegado a esta isla con prejuicios, nino, solo por eso. --?Yo con prejuicios? Venga ya. --Pues eso, que se te debe abrir la mente ya. --Como si fuera la mente lo que tu aspiras a abrirme. Mira, te mando luego a Merceditas y no se hable mas. --?Que le pasa a Merceditas? --Llego ella de servir mesas con cara de pocos amigos. --Que esta noche duermes con los chicos--le ordeno Elizabeth. --?Y eso por que? --Porque Aitor y yo tenemos jarana. Es eso o te unes, tu eliges--Ya sabia la bocachancla de Elizabeth que con ese comentario la estaba escandalizando. --?Unirme? Sois unos guarros, es que sois todos unos guarros. La teniamos frita, a que negarlo. La pobre tenia muy poquito animo, pese a ser una chica guapisima que llamaba la atencion; pelirroja, alta, con unos ojos claros de esos que parecen dos faros... --?Que te ha pasado ahora, corazon? --resoplo Samuel, sabiendola apurada. --Aquel grupo, ?lo ves? Pues que los tios esos se han pensado que todo el monte es oregano y uno de ellos me ha dado un pellizco en el culo. --?Y? Aitor acaba de darme una palmada en el mio y yo estoy encantada. --Elizabeth, no compares--le dije porque tenia cosas de bombero retirado. --?Y eso por que? A mi me has puesto to perra, te lo advierto desde ya. --Pues a mi me han puesto de un humor de perros, que es parecido, pero no igual. Yo voy a decir que me metan en oficinas y ya, paso de estar aqui con todos estos, que van mas salidos que el pico de una plancha. Ay, ya me esta dando el mareo... --Nina, ni se te ocurra darnos un susto, ?eh? Mercedes tenia esa peculiaridad, que cuando estaba demasiado agobiada, no podia respirar y terminaba en el suelo. --!Ayuda! --pedi y en esas que llegaba Borja. --Merceditas, ?otra vez llamando la atencion? Mira que me vas a obligar a hacerte el boca y boca y lo mismo lo graba alguien y se hace viral. --?Que dices? Quita, quita, que ya estoy mejor. --Oye, tio, tu si que la entiendes--le dije a Borja. --Es que, ahi donde la ves, la tengo en el bote. --?Si? Pero si no me habia dado cuenta, mira es que yo creo que veo a Merceditas como un ser asexual, como los angeles, vaya. --Chaval, todavia te falta recorrido, la tengo comiendo en la palma de mi mano, pero la estoy dejando a su aire porque a mi me gusta otra. --Joder, pues ni cuenta me habia dado, claro que con el ritmo que llevamos tampoco es para percatarse de nada. --Sobre todo tu, que no paras de triunfar. Esta noche, ?cual? --Esta noche Elizabeth, se me acaba de poner a tiro. --Venga ya, pero si yo lo he intentado un par de veces y no me ha seguido el rollo. --Pues a mi me ha bastado con darle una palmadita en el trasero, guaperas, lo mismo tus metodos no son tan efectivos como tu crees. --Ay, yo moriria por darle una palmada en el trasero a Rafael--suspiro Samuel mientras lo veia bailar. --Pues olvidate, que me han dicho que esta liado con Cristopher--le comento Merceditas. --?Que dices, nina? A ti te dan los mareos esos y ya estas inventando, ?como va a ser eso? --?Y por que no? Cristopher esta que cruje--intervino Elizabeth. --A lo mejor prefieres irte con el--le sugeri. --Aitor, no te pongas celoso que seria ya lo que me faltase por ver, hay que reconocer que el tio esta buenisimo. --Si, tiene cuarenta y cinco tacos, pero a mi me parece un galan de esos del tipo de George Clooney--suspiro Merceditas. --Un viejo, es un viejo, ?como va a estar con Rafael? --Samuel no daba credito, estaba indignado. --!Que no es ningun viejo! --le aclararon las dos chicas a la vez, porque Cristopher seguia teniendo una planta impresionante. --Que me dejeis, que me estais agobiando, eso te lo has inventado tu para hacerme sufrir, mosquita muerta--le solto a Merceditas. --?Como me has llamado? Mira, tu, no te vayas a creer que no se defenderme porque todavia te canto las cuarenta y de lo que te entra te... --Perdona, si es que tienes razon, el problema es que no me entra nada--Se echo las manos a la cabeza y yo tambien. --Mira que emprenderla con Merceditas, tio, ya te vale... --Si es que la abstinencia es muy mala, Aitor. Tu no lo sabes porque estas que te sales, pero que te digo que, de esta, palmo. --Ya sera menos, Samuel, ya sera menos. --?Y tu no podrias hacerme un favor, aunque fuera solo uno chiquitito? Una cosita rapida, lo que viene siendo de toda la vida de Dios, un alivio... --Samuel, estoy intentando tener paciencia, pero no se cuanto me durara. Mira, aqui viene Borja, pideselo a el. --?Que me tiene que pedir? --Borja era el unico de nosotros que no ponia copas porque el se encargaba de dar clases de surf durante el dia, mientras que el resto lo mismo las poniamos en cualquiera de los locales nocturnos que en el chiringuito de la piscina durante el dia. --Un favor chiquitito, que estoy muy falto. --Tio, ?me quieres dejar en paz? Buscate la vida, pues anda que no hay tios buenos aqui por metro cuadrado. Y, ademas, la costumbre es que le tires los trastos a Aitor, ?a que viene ahora esto? --Gracias por la parte que me toca, con colegas asi no me hacen falta enemigos--le dije mientras miraba a un monumento de orondas caderas que avanzaba hacia mi. Capitulo 2 Para caderas tambien las de Elizabeth. Yo ya me habia fijado en ellas muchas veces, pero no es lo mismo ver algo que tenerlo entre tus manos, como yo lo tenia en ese momento. --Que caderas, que caderas tienes... --Si es que a veces uno no se fija en lo que tiene al lado, atontado, que eres un atontado. --?Y quien te dice a ti que yo no me habia fijado? --Pues razon no te falta, pero como no te lanzabas... Aunque tambien es verdad que ni tiempo te ha dado, vas a una por noche. --Como que tu te las pasas rezando el rosario, venga ya... Estabamos desmadrados, lo cierto era que lo estabamos. Al menos nosotros dos y Borja, a quien tampoco le falaba compania. Lo de los otros dos era harina de otro costal... Terminamos de quitarnos la ropa y comenzamos a comernos la boca como si no hubiera un manana. Elizabeth era pura fogosidad y yo me habia imaginado mas de una vez que estar con ella debia ser poco menos que explosivo. --Alucinante, es que es alucinante. --Mi buen dinero que me costaron, no te vayas a creer que estas cayeron del cielo... Le miraba aquel par de buenas razones que tenia en la delantera y resoplaba. --Pues que trabajo mas bien hecho... Comence a lamerla mientras ella, completamente desnuda ya, cabalgaba sobre mi muslo, al que amenazaba con derretir. Sus jadeos no se hicieron esperar. Tan pronto yo saque a pasear mi lengua y su sexo se acoplo en ese muslo que nadie habia rozado asi hasta la fecha, jadeo incesantemente, con tal intensidad que temi que nos llamaran la atencion. --Eres una escandalosilla--Le puse mi mano en la boca y ella comenzo a mordisquearla.

  • Adelgaza para siempre: De forma facil, saludable y definitiva – Angela Quintas de Angela Quintas

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    Despues de dietas efectivas pero con consecuencias nefastas para la salud (y ajenas a la tradicion alimenticia mediterranea), el publico demanda mas que nunca una dieta definitiva, realista a medio y a largo plazo y, ante todo, saludable.

  • Sobre las luces de Chicago de Patricia A. Miller

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    a muerte de mi padre me ha traido de nuevo a Chicago, donde solo he encontrado problemas: he tomado las riendas de la empresa familiar, que esta ahogada por las deudas, he descubierto secretos que jamas hubiera imaginado y reconozco que tengo serias dificultades para mantenerme alejada de el: Tyler Gallagher. Un bombero insoportable cuyo cinismo me impulsa a correr en sentido contrario.

  • Gladis de Maria Acosta

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    Un asesino peculiar, un romance de ensueno y una pava con mucho caracter…

  • Tu seras mi chica de la puerta azul de Claire Phillips

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    Ella era timida, del todo ajena al mundo en el que el se movia y carecia del aspecto que solian tener las mujeres que el llevaba colgadas de su brazo, aun asi, lo atraia de un modo que lo desconcertaba y lo asustaba.
    El era demasiado atractivo, demasiado seguro de si mismo, demasiado arrogante, era demasiado de todo lo que ella detestaba. Era un capullo con mayusculas, aun asi, lograba desconcertarla y despertar su lado mas desconocido, atrayendola y poniendola en guardia hasta el punto de querer esconderse para no salir herida.
    Dedicar sus vacaciones a viajar a un pueblecito italiano para cuidar y atender al hermano de Ron, marido de una de sus mejores amigas, que, tras un pequeno accidente necesitaba ayuda, no habia sido la mejor de sus ideas y menos cuando el hombre a su cuidado era tan guapo y atractivo como “capullo”. De hecho, Clara no tardo en pensar en Alex como un capullo arrogante merecedor del premio al “mayor capullo sobre la faz de la tierra”.
    Quizas habia algo malo en ella para que ese capullo lograse enfadarla con la misma facilidad que lograba atolondrarla con sus sonrisas de seductor y su aspecto de perfeccion masculina cuando ya habia logrado olvidarse de el y de su breve y forzada convivencia muchos meses atras.
    Alex no sentia gusto alguno por las parejas estables, de hecho, no escogia a sus amantes por sus atributos fuera de la cama, sino precisamente por la falta de ellos para ser novia formal. ?Por que demonios iba a sentirse atraido por esa espanola que tiempo atras le cuido como un favor a su hermano? Quizas fuesen remordimientos de conciencia por lo mal que se porto con ella o quizas simple curiosidad por un tipo de mujer completamente alejado de aquello a lo que estaba acostumbrado y que le gustaba. Ademas, ?por que iba a querer cambiar su vida, su estupenda vida, para llevar una distinta?

  • Navegando por la tentacion de Lorraine Heath

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    Tres jovenes herederos encerrados por un despiadado tio escaparon en direccion al mar, a las calles o a guerras lejanas, esperando el dia en que pudieran regresar y reclamar sus derechos de herencia.

  • Seduciendo al canalla de Olivia Kiss

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    Sebastian Cook ha conseguido todo lo que tiene a base de trabajo duro y sacrificio, asi que se prometio que jamas caeria en las redes de una de esas damas de la alta sociedad para las que durante anos fue invisible. Ahora, siendo rico, poderoso y atractivo, es famoso en Londres por sus escarceos amorosos y por dirigir junto a su socio uno de los clubs de juego mas conocidos. Por eso cuando Daphne Smith irrumpe en su local con una propuesta de lo mas escandalosa, el no duda en intentar deshacerse de ella lo mas rapido posible. En primer lugar, porque es una solterona y no quiere verse metido en ningun lio. En segundo lugar, porque la chica resulta ser mas interesante y avispada de lo esperado. Y, en tercer lugar, porque presiente que si la deja entrar en su vida podria terminar siendo su perdicion. Pero ?como librarse de esa joven que parece destinada a cruzarse en su camino?

  • Desinformacion de Pascual Serrano

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  • Romance en la oficina de Nina Klein

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    No tener pareja el dia de San Valentin no era gran cosa, o al menos eso pensaba Maya.
    Peor que estar sola era tener que ir a una fiesta de San Valentin en la oficina. la idea mas horrible que se le habia ocurrido nunca a nadie.
    Pero todavia peor que eso era emborracharse con vino barato, tropezarse con el dueno de la empresa y dar la peor primera impresion que una podia dar.
    ?O no?
    Todo lo que pasa en una fiesta de la oficina, se queda en la oficina.
    O eso esperaba.

  • Suenos hechos realidad de Nora Roberts

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    La vio venir. Aunque llevaba unos pantalones vaqueros, una chaqueta y casco, Katch reconocio su feminidad. Tenia una moto Honda pequena. El le dio una calada al cigarro y admiro su forma competente de entrar en el aparcamiento del mercado. Ella aparco la moto y se bajo. Era alta. Debia de medir un metro setenta centimetros, y era esbelta. El se apoyo en la maquina de refrescos y siguio mirandola por pura curiosidad. Entonces, ella se quito el casco. Al instante, su curiosidad se multiplico. Era una mujer despampanante. Tenia el pelo suelto y liso, largo casi hasta los hombros, de un color moreno al que el sol arrancaba reflejos dorados y rojizos. Tenia una cara fina, de rasgos marcados. El habia conocido modelos que se mataban de hambre para conseguir los angulos y las sombras del rostro de aquella mujer. Sin embargo, su boca era carnosa, amplia. Katch conocia bien las sutilezas del uso de los cosmeticos, y sabia que ella no habia usado ninguno para anadirle interes a sus rasgos. No los necesitaba. Tenia los ojos de color castano. Le recordaban a los ojos de un potro, profundos, grandes y alerta. Sus movimientos carecian de afectacion; tenian una gracia indefinible, tambien parecida a la de un purasangre. Era una mujer joven, de unos veinte anos. El dio otra calada a su cigarro. Claramente, aquella mujer era magnifica. --!Eh, Megan! Megan se volvio, apartandose el flequillo de los ojos mientras se movia. Al ver a las gemelas Bailey parar junto a la acera, en su Jeep, sonrio. --Hola --dijo, y cuando termino de abrochar el casco con una correa a su moto, se acerco al coche. Les tenia mucho carino a las gemelas. Igual que ella, tenian veintitres anos. Eran rubias, de ojos azules y tez clara. El viento las habia despeinado por el camino. Ambas miraron mas alla de Megan, hacia el hombre que estaba apoyado en la maquina de refrescos. En un acto reflejo, ambas se atusaron la melena y se metieron los mechones detras de las orejas. Tacitamente, pensaron que su perfil derecho era el mejor. --Hacia tiempo que no nos veiamos --dijo Teri Bailey, sin apartar la mirada de Katch mientras hablaba con Megan. --He estado ocupada. Tenia que terminar algunas cosas antes de que comience la temporada --dijo Megan. Su voz era grave y tenia el acento suave de la costa de Carolina del Sur--. ?Como estais? --!Muy bien! --respondio Teri, que estaba sentada tras el volante--. Tenemos la tarde libre. ?Por que no te vienes de compras con nosotras? --le pregunto a Megan. Ella tambien tenia a Katch en su vision periferica. --Me gustaria... --Megan ya estaba negando con la cabeza mientras hablaba--. Tengo que recoger unas cuantas cosas aqui. --?Como por ejemplo, a ese hombre de los espectaculares ojos grises? --pregunto Teri. --?Como? --pregunto Megan con una carcajada. --Y hombros --anadio Teri. --No le ha quitado los ojos de encima, ?verdad, Teri? --comento Teri--. Y nosotras que nos gastamos doce cincuenta en esta camiseta --dijo, y toco con el dedo el tirante fino de la camiseta rosa que llevaba, igual a la de su hermana. --?De que estais hablando? --pregunto Megan con desconcierto. --Detras de ti --respondio Teri, inclinando ligeramente la cabeza--. Hay un monumento junto a la maquina de refrescos. Es guapisimo --dijo, pero al ver que Megan volvia la cabeza, continuo con un susurro desesperado--: !No te des la vuelta, por Dios! --?Pero como voy a verlo si no me doy la vuelta? --pregunto Megan, razonablemente, mientras se giraba. Era un hombre rubio, aunque su pelo no era tan claro como el de las gemelas, sino mas parecido al color de la arena de la playa. Tenia el cabello espeso y rizado. Era delgado y alto, y llevaba unos pantalones vaqueros desgastados. Tenia una expresion de inteligencia, de relajacion, y estaba apoyado en la maquina, bebiendo de una lata. Sin embargo, su semblante no era perezoso, penso Megan, sino de atencion. Necesitaba un buen afeitado, pero su estructura facial era fabulosa. Tenia una ligera hendidura en la barbilla, y una boca larga y delgada. Por lo general, a Megan le habria parecido un rostro fascinante, de rasgos fuertes y bellos. Sin embargo, su mirada era de insolencia. Tenia los ojos gris oscuro, y era algo maleducado, decidio Megan, frunciendo el ceno. Habia visto a aquellos tipos mas veces. Solitarios, errantes, en busca de una efimera compania femenina. Ella fruncio el ceno de nuevo. La estaba mirando sin disimulo, y al llevarse la lata a los labios, le guino un ojo lentamente. Al oir la risita de una de las gemelas, Megan volvio a girarse. --Es adorable --dijo Jeri. --No digas tonterias --respondio Megan--. Es tipico. Las gemelas se miraron, mientras Jeri arrancaba el motor del Jeep. --Eres demasiado selecta --declaro. Despues, las dos hermanas sonrieron y se alejaron de la acera. --!Adios! Megan les arrugo la nariz, pero les dijo adios con la mano antes de darse la vuelta. Ignoro a proposito al hombre que estaba a la entrada del supermercado y entro. El tendero la saludo, y ella le devolvio el saludo. Megan se habia criado en Myrtle Beach. Conocia a todos los comerciantes que habia a siete kilometros a la redonda del parque de atracciones de su abuelo. Despues de tomar una cesta, comenzo a recorrer el primer pasillo. Solo iba a comprar unas cuantas cosas, se dijo mientras agarraba un carton de leche. No tenia mas que las bolsas de la moto para llevar la compra. Si la furgoneta no se hubiera estropeado... Se quito de la cabeza aquel problema en concreto. No podia hacer nada por el momento. Megan se detuvo en la seccion de galletas. No habia comido, y las cajas y bolsas de aquella parte le resultaban tentadoras. Tal vez las de cebada... --Estas son mejores. Megan dio un respingo al ver una mano que se alargaba por delante de ella para tomar una bolsa de galletas con doble racion de pepitas de chocolate. Giro la cabeza y se encontro con aquellos ojos grises e insolentes. --?Quieres las galletas? --pregunto el, con la misma sonrisa que tenia fuera. --No --respondio Megan, mirandole significativamente la mano, que el habia posado en su cesta. El se encogio de hombros y aparto la mano, pero para irritacion de Megan, siguio caminando a su lado. --?Que tienes en la lista, Megan? --le pregunto cordialmente, mientras abria la bolsa de galletas. --Me las arreglare sola, gracias --dijo ella, y continuo caminando hacia el siguiente pasillo, en el que tomo una lata de atun. Megan advirtio que el caminaba como un pistolero, con pasos largos y con un poco de balanceo. --Tienes una moto muy bonita --dijo el hombre, y mordio una galleta--. ?Vives por aqui? Megan tomo un paquete de te y lo metio en la cesta. --No es asunto tuyo. --Que mona --dijo el, y le ofrecio una galleta. Megan le hizo caso omiso, y paso a la siguiente seccion. Sin embargo, cuando Megan iba a tomar una bolsa de pan, el puso una mano sobre la de ella--. Es mejor el pan integral. Megan noto la palma de su mano, dura y firme sobre el dorso de la suya, y con indignacion, se aparto. --Mira, tengo que... --Sin anillos --dijo el, e hizo que sus dedos se entrelazaran--. Sin compromisos. ?Te apetece cenar conmigo? --Ni hablar --respondio Megan, y zarandeo la mano, pero se dio cuenta de que el la habia atrapado con firmeza. --No seas antipatica, Megan. Tienes unos ojos muy bonitos --replico el, y le sonrio como si fueran las dos unicas personas del mundo. Alguien paso por detras de Megan con un murmullo de fastidio, para poder tomar una bolsa de rebanadas de pan de centeno. --?Quieres dejarme en paz? --le ordeno ella en voz baja. Se habia quedado asombrada de que el consiguiera afectarla con su sonrisa, aunque ella supiera perfectamente lo que pretendia--. De lo contrario voy a montar un numerito. --No pasa nada --dijo el--. No me molestan los numeritos. --Mira --respondio Megan enfadada--. No se quien eres, pero... --David Katcherton --informo el con otra sonrisa--. Katch. ?A que hora quieres que pase a recogerte? --No vas a recogerme. Ni ahora, ni nunca. Sueltame la mano. --La Camara de Comercio asegura que Myrtle Beach es un pueblo muy hospitalario, Meg -- dijo Katch, y le solto la mano--. Vas a darle mala fama. --Y deja de llamarme Meg --respondio ella furiosamente--. No te conozco de nada. Entonces, salio disparada por el pasillo, empujando la cesta por delante de ella. --Pero me conoceras --respondio el en voz baja. Sin embargo, Megan lo oyo. Sus miradas volvieron a cruzarse, la de ella, oscura de ira, y la de el, segura. Megan se dio la vuelta y camino rapidamente hacia la caja. --No te vas a creer lo que me ha pasado en el supermercado --dijo Megan mientras dejaba la bolsa de la compra sobre la mesa de la cocina, de un golpe. Su abuelo estaba sentado a la mesa, con toda su atencion en la mosca que estaba confeccionando. Gruno a modo de saludo, pero no levanto la vista. Ante si tenia plumas e hilo de pescar, y pesos, apilados con orden. --Un hombre increiblemente maleducado me ha abordado en la seccion de galletas --dijo ella, mientras comenzaba a guardar las cosas--. Queria que fuera a cenar con el. --Umm --dijo su abuelo, y siguio atando, meticulosamente, una pluma amarilla a la mosca--. Que lo pases bien. --!Abuelo! --exclamo ella con frustracion, pero no pudo evitar sonreir. Timothy Miller era un hombre bajito y delgado, de sesenta y cinco anos. Tenia el rostro arrugado y moreno, y el pelo y la barba blancos. Sus ojos azules conservaban todo el brillo, a pesar de la edad. Megan se dio cuenta de que estaba completamente concentrado en sus cosas. El hecho de que hubiera oido algo de lo que decia era prueba de lo mucho que aquel hombre queria a su nieta. Ella se acerco y le dio un beso en la cabeza.

  • Anos de hotel de Joseph Roth

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    Durante las decadas de 1920 y 1930 Joseph Roth viajo por toda Europa. Sus vagabundeos, que lo llevaron de un hotel a otro, le brindaron la incomparable oportunidad de observar y escribir sobre los lugares que visitaba. En los articulos que publico, reunidos por primera vez en esta antologia, Roth retrato un continente abocado al cambio y sin embargo aferrado a la tradicion.

  • Flores y mentiras de Monica Benitez

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    Camino hacia la comisaria con el corazon en un puno y los nervios a flor de piel. Es mi primer dia como policia, jamas pense que lo lograria, pero aqui estoy. No puedo decir que sea la primera de mi promocion ni la segunda, pero, aunque sea un poco tarde, a mis treinta y dos anos lo he logrado con mucho esfuerzo y pienso entregarme en cuerpo y alma. Cruzo la calle, el dia ha amanecido gris y las primeras gotas de una lluvia que amenaza con quedarse todo el dia empiezan a caer. Como siempre, no he cogido el paraguas. Llego al otro lado de la calle, cinco minutos mas y cruzare esa puerta que tanto tiempo llevo ansiando, y entonces lo veo, frente a mi, caminando a paso rapido unos metros por delante, vestido con un chandal tan gris como el dia y la capucha puesta. Nada anormal, un chico como cualquier otro, solo que este, da un fuerte tiron al bolso de una senora cuando pasa por su lado y se lo arranca del brazo. La senora cae al suelo de forma estrepitosa a la misma vez que el joven echa a correr. No dudo ni un instante, y como movida por un resorte salgo corriendo detras de el. Mientras intento que mis pulmones no estallen por el esfuerzo me pregunto que cojones estoy haciendo. Deberia haberme parado a socorrer a la senora y dejarme de gilipolleces de heroina, nadie me ha pedido nada, hasta dentro de quince minutos no estare oficialmente de servicio ni tendre que presentarme ante la que sera mi superior, la inspectora Blanco. No puedo haber tenido mas suerte, novata y me destinan directamente al grupo de homicidios, eso si, solo a ayudar a los inspectores en lo que me pidan. Sigo corriendo como no recuerdo haberlo hecho nunca, el chico es agil y rapido como una gacela. Sortea coches como si llevase haciendolo toda la vida mientras que yo ya he tropezado dos veces, he resbalado tres y me he rasgado la chaqueta en una esquina. --!Policia! !Parate, cabron! --grito mas por rabia que por la esperanza de que lo haga. Se que el chico no se detendra. Tuerce en una esquina, el es rapido, pero yo soy terca como una mula y a pesar de sentirme a punto de desfallecer, sigo corriendo con todas mis fuerzas. El muchacho mira hacia atras cada vez mas a menudo y vuelve a torcer por otra calle, de repente dejamos atras las avenidas mas transitadas para llegar a una calle de esas llenas de chales adosados para familias felices con un monovolumen, dos hijos y un perro. Hay menos coches aparcados y eso me da cierta ventaja, porque corriendo en linea recta empiezo a ser mas rapida que el, cosa sorprendente porque el deporte y yo jamas nos hemos llevado bien, de ahi que haya tardado tanto en conseguir entrar en el cuerpo, suspendi tres veces las pruebas fisicas. La distancia se va acortando, el chico vuelve a mirar hacia atras y yo intento retener en mi retina alguno de sus rasgos por si el cabron se me escapa. Todos los agresores en general me parecen escoria, pero los que agreden y se aprovechan de personas vulnerables e indefensas como esa pobre senora, mas. Ya hemos pasado otras dos calles y empiezo a flaquear, siento los pulmones a punto de estallarme dentro del pecho y los gemelos tan tensos que en cualquier momento sentire un calambrazo de esos que me haran trastabillar y pegarme la hostia de mi vida. Mi carrera por media ciudad habra sido en vano. La poca gente que pasa por la calle ataviada con sus paraguas nos observa sin comprender nada, podria gritar a los que estan mas adelante para que me ayuden a detener al chaval, pero eso seria ponerlos en peligro de forma absurda y mi sentido de la moral no me lo permite. Vuelve a girar. --Me cago en la leche--jadeo sin aliento. El chico, buscando un modo de deshacerse de mi, de repente trepa con dos saltos que me dejan asombrada y se sube al muro que separa las casas de la calle. Empieza a correr sobre ese muro que segun calculo apenas tendra un palmo de ancho, y se que, si yo no subo, en cualquier momento podria saltar al interior de alguna casa y hacer dano a alguien con tal de escapar. Asi que, ruedo los ojos negando y decido que tambien he de subir. Obviamente, no lo hago en dos saltos como el, yo tengo que encaramarme como un chimpance, dejarme la piel de las palmas de las manos y la rodilla izquierda y empezar a hacer equilibrios para correr sin caerme hacia un lado o el otro. Empieza a llover, hemos pasado cuatro casas y si echo la vista al frente la hilera se me antoja interminable. ?Cuantos putos chales tiene esta calle? De repente, el muchacho se detiene en seco y se gira, a mi ese acto me coge desprevenida, no me lo esperaba y mucho menos lo que el chico hace a continuacion. Desesperado por dejarme atras, decide deshacerse del bolso y salir corriendo, pero se deshace de el lanzandomelo a mi. El jodido bolso me impacta en el pecho con un golpe seco y lo agarro con ambas manos justo en el momento en el que mi pie derecho se resbala hacia un lado, el izquierdo lo hace hacia el otro y mi cuerpo desciende de repente quedando el muro entre mis piernas. En decimas de segundo, noto como la cara interna de mis muslos se desgarra con el roce del hormigon y el escozor que me produce me parece insoportable, pero no es nada comparado con el dolor que siento cuando mi entrepierna golpea de forma seca contra la parte superior del muro. Ni siquiera soy capaz de soltar un grito de dolor porque la respiracion se me corta y me mareo, lo que provoca que mi cuerpo se ladee hacia el interior del muro y caiga desgarrandome todavia mas la cara interna de mi pierna izquierda. Si todo eso me parece fruto de la mala suerte, lo que sucede despues me parece el colmo; porque antes de tocar el suelo, noto como algo afilado me desgarra la piel del costado, del torso, los brazos y la cara. No comprendo lo que pasa hasta que ya estoy en el suelo y abro los ojos. A las buenas personas que viven en esta casa se les ha ocurrido decorar su jardin con unos enormes rosales que tiene ramas como dedos de gordas y espinas como unas. Al menos huele bien, pienso mientras vuelvo a marearme. --!Levanta las manos y sal de ahi! --escucho gritar a alguien. Todavia jadeando por el esfuerzo de la carrera y sintiendo un dolor punzante en varias zonas de mi cuerpo, intento buscar la procedencia de la voz. --?Estas sorda? --me pregunta lo que ahora me parece la voz de una mujer. Giro lentamente la cabeza a mi derecha y entonces la veo a traves de las ramas del rosal, al otro lado, esta de pie, con un pijama del Monstruo de las galletas, el pelo negro suelto y revuelto, mojandose cada vez mas bajo la lluvia. La vision me parece una autentica maravilla, y estaria dispuesta a decir que el super tortazo que me he dado ha merecido la pena por verla si no fuese porque la mujer me esta apuntando con un arma. Capitulo 2 Miriam --No dispare, soy policia--logro decir entre jadeos y muecas de dolor. --Policia soy yo y no me suenas de nada, bonita--suelta en tono borde--ponte en pie muy despacito. --No puedo, se lo juro, si me muevo me rajo con estos jodidos pinchos. La mujer con el pijama del Monstruo de las galletas me observa en el suelo sin acabar de comprender que cojones hago ahi. --Cuando he salido despues de ver algo caer por mi muro, pensaba que seria el gilipollas del cartero, al que ultimamente le ha dado por lanzar los paquetes desde el otro lado del muro, algo que sin duda pienso solucionar poniendo la debida reclamacion. Lo que no esperaba era encontrarme a una mujer tirada detras de mis rosales, de esos que con tanta paciencia y mimo he regado y cuidado y que ahora voy a tener que podar de forma salvaje si quiero sacar a una loca que dice ser policia de ahi--explica mas para ella que para mi. Da un paso hacia la derecha y se agacha un poco, como si todavia no se creyese que estoy aqui, en medio de las putas ramas mas gordas de los rosales. --Joder--dice poniendo los ojos en blanco--intenta no moverte, voy a sacarte de ahi. --Tranquila, no tengo intencion de hacerlo. Lo que no le digo es que no estoy muy segura de ser capaz de mantenerme en pie, las piernas me duelen horrores, por no hablar de la preocupacion extrema que siento por mi sexo, que por primera vez en mi vida no palpita de excitacion, lo hace de dolor. La mujer deja su pistola en la repisa de la ventana y camina hacia un armario de exteriores, del que saca unos guantes de jardineria y unas tijeras de podar que hacen que abra los ojos perpleja en cuanto la veo. --Ten cuidado con eso, por favor. --Tranquila, preocupate mas por la pistola, porque como me hayas mentido, te arrepentiras--amenaza antes de dar el primer tijeretazo. La mujer comienza a cortar con cuidado todas las ramas que de algun modo estan pegadas a mi cuerpo o suponen un riesgo. Las va retirando con suma delicadeza, sobre todo cuando observa que me encojo de dolor cuando separa las que estan tocando mi piel. Cuando por fin termina, mira hacia un lado y ve ese monton de ramas llenas de espinas que han acabado con la vida de sus rosales porque una tia que dice ser policia se ha caido por su muro.--Levantate--me pide calada hasta los huesos. La observo desde el suelo mientras me incorporo lentamente hasta estar sentada, dudo que pueda hacer mas que eso, las piernas me tiemblan, mas de dolor que de miedo. --Ensename tu placa--me pide la mujer, a la que ya no le viene de mojarse un poco mas. --Esta en la bandolera, puedes cogerla tu misma. Me observa recelosa, mira la bandolera que cuelga del lado derecho de mi cuerpo y entonces repara en que sobre mis piernas hay un bolso que sin duda no me pega nada. ?Que chica de treinta y pocos va por ahi con una bandolera y un bolso? La pobre tiene que estar flipando, quiza demasiada informacion para alguien que acaba de levantarse. Estira el brazo y coge el bolso sin permiso. --Ese no es--me quejo, pero ella ya lo ha abierto y ha sacado un enorme monedero de piel de color negro. Lo abre y busca entre un punado de tarjetas hasta dar con lo que parece que busca, mi documento de identificacion. --Te conservas muy bien para tener setenta y dos anos--dice mordaz mientras me mira inquisitiva. Pienso que en otra ocasion seria el momento perfecto para hacer una de mis bromas, pero en esta me podria costar un tiro por listilla, y ademas me encuentro mal, siento escalofrios y el dolor empieza a ser intenso en mis piernas. --No es mio. --Eso ya lo veo. ?Eso es lo que hacias? ?Huir porque le has robado el bolso a una senora? Deberia darte verguenza. La mujer me observa incapaz de comprender nada, como si toda la situacion le pareciese surreal. No la culpo. Le devuelvo la mirada, una mirada que creo que a ella no le parece la de una delincuente, y por su forma de mirarme tengo la sensacion de que ha visto muchas. Despues su modo de enfocarme cambia y noto que lo hace de otro modo, del mismo en el que lo he hecho yo con ella al descubrir que me parecia atractiva, y eso hace que me ruborice un poco y sienta la necesidad de cortar esa conexion entre nuestros ojos. --Yo no le he robado a nadie. La respuesta saca a la mujer de sus pensamientos, sin duda algo turbados, y la deja descolocada unos instantes. --?Eh? --El bolso. Yo iba camino de comisaria, de hecho, estaba llegando, y un gilipollas en chandal le dio un tiron a una senora y salio corriendo. --Y tu detras de el...--anade ella esbozando media sonrisa que me hace temblar. --Exacto, me he dejado el cono para recuperar ese bolso, asi que no me acuses de haberlo robado. Mi frase es literal, solo que ella no lo sabe y el lenguaje que he usado, en lugar de parecerle soez, le arranca otra sonrisa divertida que hace que algo chispeante me recorra el pecho. Se vuelve a acercar a mi y esta vez me coge la bandolera, donde en efecto, encuentra la placa que demuestra que no miento, o eso, o llevo la falsificacion de placa mas lograda que esta mujer ha visto en su vida. --?Le has visto la cara? --?A quien? --pregunto descolocada. --Al chorizo del chandal.

  • Diecinueve minutos de Jodi Picoult

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    Jodi Picoult, autora de Por la vida de mi hermana, nos presenta su libro mas fascinante, con una alarmante y conmovedora historia acerca de las repercusiones devastadoras de una tragedia en un pueblo pequeno de los Estado Unidos.

  • El demonio en el Hogar de Ramon Somoza

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    La pequena Tanit logro regresar con su madre, despues de haber ido mas lejos que ningun ser humano. Ahora vive feliz en el planeta que su padre descubrio y bautizo como Thuis, el Hogar.
    Pero negros nubarrones surgen en el horizonte: La Tierra esta preocupada por el descubrimiento de alienigenas en Thuis y ha enviado a un gobernador militar para estudiar el caso. Pronto Tanit descubrira que dicho gobernador tiene una siniestra reputacion, y que su familia extraterrestre va a estar en su punto de mira… y tambien ella misma.
    ?Podra ella imponerse a alguien que dispone de un ejercito y puede invocar todo el poderio de la Tierra? Aunque sea una nina, a Tanit nunca le han dado miedo los desafios.

  • Comimos y bebimos de Ignacio Peyro

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  • No entres docilmente en esa noche quieta de Ricardo Menendez Salmon

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    Este libro comienza en la habitacion donde un hombre agoniza mientras su hijo, el escritor Ricardo Menendez Salmon, busca en el ultimo paisaje que su padre ha contemplado una revelacion que quiza no exista. No entres docilmente en esa noche quieta es una ofrenda, una elegia y una expiacion; el intento por reconstruir una existencia que camina hacia la madurez, la de quien escribe, a traves de una existencia que se ha agotado sin remedio, y la de quien le entrego la vida.
    Como Philip Roth en Patrimonio, como Amos Oz en Una historia de amor y oscuridad, como Peter Handke en Desgracia impeorable, Ricardo Menendez Salmon se zambulle en las aguas de la historia familiar para explicarse a si mismo a traves de las luces y sombras de su padre. El resultado es un texto que recorre las estancias del heroismo y la miseria, la bondad y el desden, el gozo y la enfermedad, y que nos entrega un documento de contenida emocion y ardiente honestidad.

  • Espiritus del pasado (Secretos del alma 2) de Victoria Magno

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    Un mundo nuevo, una familia desconocida, un amor imposible y un secreto aun mas grande que desvelar, se encierran en esta segunda parte de la serie <>.

  • El significado del amor de Valeria Rose

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    Una entretenida y dramatica historia que nos recordara el verdadero significado del amor.”
    Alexia pensaba que los amores de la infancia duran para toda la vida, pero solo era eso, algo que sentia en su corazon, nada que hubiera vivido.
    Cuando regresa a su ciudad natal de vacaciones, Harry, su amigo de la infancia, le hara creer que, tal vez, ella tiene razon y su amor sera verdadero. ?O todos los para siempre tienen un final?
    Con ellos conoceremos el significado del amor.

  • Deuda de sangre de Conti Constanzo

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    Cuando Emily claxon recibio la mision mas importante en su carrera como agente jamas imagino que eso la llevaria por un oscuro camino, pero a la vez excitante. Infiltrada dentro de la mafia rusa en Moscu bajo una falsa identidad, descubrira que su primer objetivo de investigacion es solo un espejismo, pues existen cosas mucho mas profundas de las que no pueden observar a simple vista. Sin embargo, sera la mano derecha del vor quien la coloque en una verdadera encrucijada, pues el apuesto y enigmatico ruso no tardara en hacer tambalear sus valores.

  • Nunca fui un angel (Hija de la mafia 1) de Blanca Santoro

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    John Preston no era un buen tipo, aunque tampoco se enorgullecia de serlo.
    Al contrario, sabe muy bien que solo es un hijo de puta con suerte. Y, quizas por esto, cuando le proponen matar al don de la mafia italiana, Giaconno Spavanta, acepta el encargo. Solo es un muerto mas en su dilatada carrera como profesional del crimen. Lo unico que ignora es que el destino tiene otros planes para el y que debera de arriesgar la vida para salvar a la mujer que ama.

  • Melocotones de vina de Lola Lopez De Lacalle

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    En la inmediata postguerra, Pilar y Paulina, dos sencillas vecinas de un pueblo de la Rioja Alavesa, temerosas de Dios, que nunca se han saltado una misa en una fiesta de guardar, comparten un terrible secreto. Viuda una con dos hijos, despues de que su marido fuese cuneteado por los falangistas, y madre de doce criaturas la otra, tejeran una urdimbre de lealtad para protegerse a si mismas y a sus familias, incluso mas alla de la muerte.

  • Es facil dejar de fumar, si sabes como de Allen Carr

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    Reconocido mundialmente como el sistema mas eficaz para dejar de fumar, quien sigue el metodo EASYWAY no solo dejara de fumar de inmediato, sino que lo encontrara facil y disfrutara del proceso.
    Funciona para todos, incluso para el fumador empedernido. Cualquiera que siga sus instrucciones se mantendra como no fumador y estara feliz de serlo durante el resto de su vida.

  • Siete esqueletos de Lydia Pyne

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    DURANTE EL SIGLO XX, la busqueda de nuestros ancestros abarco cuatro continentes y dio como resultado el descubrimiento de cientos de fosiles. La mayoria de estos descubrimientos viven placidamente en colecciones de museos, pero algunos se han convertido en celebridades, abrazados por amplias audiencias y considerados puntos de referencia para entender nuestros origenes. En este libro, la divulgadora cientifica Lydia Pyne explora la forma en que siete esqueletos alcanzaron la fama.

  • Luna perdida de Ayla Soriano Gomez

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    Todavia faltaba un rato para que el sol desapareciera en el horizonte, cuando en el refugio de Marinaterra retumbo la sirena de emergencia. Los mas jovenes del refugio acababan de empezar la jornada asistiendo a las diferentes clases de supervivencia, pero aquel sonido los lleno de excitacion. -Pero que significa esto… -musito el supervisor que se encargaba de explicar el procedimiento de depuracion y carga de agua. -Atencion a todos los habitantes del refugio -comenzo a hablar una voz a traves de los altavoces-. Un vehiculo no identificado se esta aproximando. Parece que nos envia senales para establecer comunicacion. Todos los responsables del refugio acudan inmediatamente a la Sala de Mando. Al resto, les ruego mantengan la calma. El nerviosismo y la expectacion se extendio con rapidez entre los jovenes. Estaban ansiosos de cualquier novedad que les distrajera de la monotonia del dia a dia. -Bueno chicos vamos a mantener la calma y quedarnos aqui esperando instrucciones. Esto no va con nosotros -dijo la supervisora del grupo de los mas pequenos. Un muchacho del grupo de los mayores se levanto y salio tranquilamente caminando por la puerta haciendo caso omiso de la llamada de su supervisor. -!Anibal!!vuelve aqui ahora mismo!. El resto contemplaron desaparecer por la puerta a su companero en silencio para despues observar por unos instantes a sus supervisores que les observaban con gesto severo. Pero el rictus estricto de sus superiores no tuvo el efecto esperado y acto seguido la clase entera decidio salir corriendo en tropel tras Anibal. -!Chicos! !ni se os ocurra! -les llamo la supervisora tratando de sostener por el brazo a uno de los mas pequenos. El nino consiguio desasirse y seguir a los demas a la carrera-. !Volved aqui inmediatamente, o vais a tener problemas! !Maldita sea! -Dejalo - le dijo su companero resignado-. A esos monstruos no hay manera de impedirles nada. Corrieron por los pasillos riendose y chillando en direccion a la Sala de Mando como si fueran a asaltar una fortaleza. Pero conforme doblaron la ultima esquina que les separaba de su ansiada meta, se encontraron con que habia seguridad. Un hombre que no llegaba a la treintena, de mandibula cuadrada y torso musculoso les escucho llegar desde lejos y al verlos cruzo los brazos y esbozo una sonrisa de desden. -?A donde creeis que vais vosotros mocosos? -les pregunto en tono burlon. -Axel quitate de en medio. Queremos enterarnos de quien ha venido -le espeto Anibal enfrentandose a el. El muchacho tenia el pelo corto, recortado con prisas y de un denso color negro. Sus ojos eran castanos y expresivos, enmarcados por largas pestanas. Su ojo derecho estaba salpicado por unas pinceladas de color grisaceo que le proporcionaban una mirada algo ausente. Vestia siempre con ropa ancha que heredaba de su hermano, al que ahora mismo tenia frente a el. Pero solo se quedaba la que fuera de color mas oscuro. -Vosotros no teneis permiso para subir. Id a jugar a otro sitio si no quereis que os de una patada en el culo a cada uno. -Intentalo si quieres -le desafio Anibal cerrando fuerte los punos. -Venga anda, no seas asi… -le dijo Dana con voz aterciopelada dando un paso adelante y acariciando el brazo de Axel-. Te prometo que nos vamos a portar bien. -A ti te dejo si quieres -le contesto con una sonrisa-. Pero estos crios se tienen que quedar aqui. -?Quieres ver lo que estos crios son capaces de hacer contigo? -le amenazo Teo. Todos, incluso los mas pequenos se pusieron en guardia y miraron con gesto amenazante a Axel. Se prepararon para saltar sobre el a la menor senal. El tambien se preparo para quitarse de encima a manotazos la montana de golpes y mordiscos que se le venia encima cuando la puerta que vigilaba se abrio tras de si. Aparecio un hombre robusto, en su cincuentena, con una poblada barba y gesto de preocupacion. -?Que haces aqui aun? -le pregunto a Axel con una voz calida-. Tu padre me ha pedido que vaya a buscarte-. El hombre dirigio entonces sus profundos ojos castanos a la turba de jovenes que estaban plantados frente a la puerta-. Vosotros desapareced de mi vista e id a seguir con lo vuestro. Esto no va con vosotros. Si me entero de que habeis desobedecido sereis castigados. Ninguno de ellos se atrevio a rechistarle a aquel hombre que resultaba una maxima autoridad en el refugio. Agarro con firmeza del brazo a Axel y lo metio en la habitacion cerrando de golpe la puerta en sus narices. -!Tu hermano es un capullo! -exclamo Teo en cuanto hubieron desaparecido. -Y tu padre un pesado -replico Anibal-. Estoy hasta las narices de que nunca nos dejen enterarnos de nada. -Jo pero yo queria ver el vehiculo que se acercaba, no es justo… -se lamento Dana. La mayoria de los chicos empezaron a dispersarse cabizbajos de vuelta a la sala de entrenamiento. -!Esperad! -susurro Teo al pequeno grupo que todavia no se habia marchado-. Si de verdad quereis salir, tengo la contrasena de la otra puerta. -?En serio? -le pregunto sorprendido Bruno-. ?Como la has conseguido? -Escuche cuando mi padre se la dijo a mi madre en el ultimo cambio de contrasena - contesto orgulloso. -Como nos pillen saliendo por alli nos cortan el cuello -apunto Oliver-. Ademas de que no estamos preparados. Tendriamos que coger agua, el sol no se ha ido del todo. Tiene que ser un horno estar ahi fuera... -Pues quedate aqui esperando, yo voy -respondio Anibal y los otros confirmaron con la cabeza para indicar que tambien se apuntaban. -Yo tambien quiero ir -dijo una voz aguda tras ellos y los chicos se giraron para ver quien habia hablado. Se trataba de una nina de 13 anos delgada y paliducha que tenia fama en el refugio de ser la alumna preferida de Orion. -?Tu quieres venirte enana? -le pregunto Anibal como si le pareciera absurdo. -Eres exactamente igual que tu hermano -le reprocho Teo-. Venga vamonos de una vez que nos lo vamos a perder. Los chicos reemprendieron la carrera. El refugio de Marinaterra estaba excavado varios metros bajo tierra. Era un bunker de 9.000 metros cuadrados en el que vivian 198 personas en el ultimo recuento. Constaba de 3 pisos de 3.000 metros cuadrados cada uno repartidos en diferentes zonas y ambientes. Disponian de pequenas casas particulares, salas para ejercitarse, e incluso huerto y granja propios. El auto abastecimiento era clave para la supervivencia de un refugio, ya que la vida animal y vegetal fuera de el era imposible. La mayor parte del refugio estaba decorado con motivos marinos y superficies de color azul que recordaban al mar. No porque el refugio estuviera cerca de una zona costera, eso nunca. El mar era demasiado peligroso para la vida humana. Pero a sus miembros les gustaba acercarse en algunas epocas del ano a las aguas del Mediterraneo que estaban a un punado de kilometros de distancia. Sobre la tierra, encima del refugio, estaba construida la parte externa de Marinaterra. Una fortaleza flexible y aislante capaz de resistir la mayor parte de impactos de la naturaleza. A pesar de la firmeza de la construccion, los seres humanos habian aprendido durante decadas de forma dolorosa, que en estos tiempos el lugar mas seguro donde vivir era bajo tierra. Asi que la parte superficial del refugio era usado sobre todo para el abastecimiento de energia y agua. Habia dos maneras de salir de aquel bunker subterraneo. La puerta mas usada era la de la Sala de Mando a la que solo los adultos seleccionados tenian permiso para acceder. Habia una segunda puerta situada en el nivel mas superficial que estaba pensada para usarse en caso de emergencia. Ambas puertas estaban custodiadas por gigantescos portones blindados que solo podian abrirse con contrasena. Por suerte para ellos, esta vez Teo la tenia y la introdujo en el panel que habia junto a la puerta. Escribio los numeros que se habia aprendido de memoria y cruzo los dedos para que funcionara. El chirrido que produjo el pestillo al abrirse les hizo saltar de alegria. A todos menos a Oliver, que se quedo atras y no accedio al pasillo junto al resto. -Tio, ?no te vienes? -le pregunto Teo cuando se dio cuenta de que su amigo no los seguia. -No, paso. No quiero deshidratarme ni cargarmela.

  • Londres, 1891 de Juan Ramon Biedma

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    <<El baston de paseo de Holmes seguia apoyado en la roca donde yo lo habia dejado. Pero no habia indicios de su presencia y de nada me sirvio gritar.>>

  • El club del Grim (Witches 2) – Tiffany Calligaris de Tiffany Calligaris

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    La vida de Madison Ashford ha dado un vuelco en el ultimo ano. No solo encontro al amor de su vida, sino que ademas el desperto su magia a traves de un hechizo y la convirtio en bruja. Madison debe decidir si esta lista para asumir un compromiso tan grande mientras todavia lucha por sobrellevar los recuerdos de su secuestro. Sobre todo ahora, cuando Alexa Cassidy, la exnovia de Michael, la sigue de cerca.

  • Mi cenicienta XL. Diez anos mas tarde de Myrian Gonzalez Britos

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    ?Quien no se acuerda de "Mi cenicienta XL?"Diez anos pasaron desde entonces y Patricia sigue tan loca como de costumbre, pero esta vez tiene otras aliadas: sus hijas. La vida de casada no podia ser mas divertida y a la vez llena de aventuras.?Te perderas esta deliciosa historia de amor y locura?

  • El Vaticano como nunca te lo habian contado de Javier Martinez-brocal

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    Un libro para viajeros y curiosos que nos ofrece una visita inolvidable por la basilica de San Pedro, un recorrido a traves de sus personajes y hazanas en este lugar tan especial.
    Aprenderemos que, en el siglo xvi y durante 150 anos, en la colina vaticana se concentro una densidad artistica sin precedentes para construir la mas grande de las iglesias de la cristiandad: Rafael, Miguel Angel, Bernini, Borromini… Obra maestra indiscutible, para comprenderla no basta con explicar sus tecnicas artisticas, porque en San Pedro nada esta ahi por casualidad: detras de cada estatua o adorno hay una historia increible, una anecdota escondida o un misterio por descubrir.

  • Beautiful Player. Un seductor irresistible (Beautiful 3) de Christina Lauren

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • Los invisibles de Roy Jacobsen

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    Ingrid Barroy nacio en una pequena isla que lleva su apellido en la costa del norte de Noruega: un refugio para una sola familia con su ganado y sus cosechas, sus esperanzas y sus suenos. Es la primera mitad del siglo XX. La vida de los pescadores labriegos del archipielago no es facil, una lucha por la supervivencia por medio del mar y la tierra. Pero a la familia Barro y no le faltan agallas ni habilidades para salir adelante. El padre de Ingrid suena con mas ninos, una isla mas grande y una vida diferente, con construir un muelle que los conecte al continente, a pesar de que estrechar lazos con el mundo tiene un precio. La madre tiene sus propios suenos: mas ninos, una isla mas pequena y una vida diferente. Ingrid crece con el mar y las tormentas, los pajaros y el horizonte. Sin embargo, el eterno ciclo de las estaciones se ve interrumpido por la guerra y el contacto con el mundo exterior. Noruega tambien esta despertando a un mundo mas grande y moderno. La tragedia golpea a la familia e Ingrid debe luchar para proteger el hogar en el que ha crecido.

  • Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma facil y saludable de L. Jimenez

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    Este no es un libro de dietas. Es un libro de divulgacion sobre obesidad y nutricion que le ayudara a adelgazar y a ser su propio nutricionista. No encontrara obviedades y consejos inutiles como “para adelgazar lo que hay que hacer es comer menos y hacer mas ejercicio”, conocera los ultimos descubrimientos e investigaciones cientificas que le daran las claves para combatir el sobrepeso y cuidar su salud.

  • Un bolso y un destino de Leigh Himes

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  • Entre flores y algo mas de Loren Gray

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    Melisa jamas ha tenido una vida facil; sin embargo, el don que tiene con las flores ha conseguido que su esfuerzo valga la pena y la vida por fin empiece a sonreirle.

  • El Club de la Elite de Esteban Navarro

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    Pau no podia apartar los ojos de la pantalla de su movil. Y mientras que con la mano izquierda sostenia el volante del Nissan Micra, con la derecha aguantaba el telefono con pericia. En una rampa del barrio de Salamanca, en la calle Jorge Juan, tuvo que cambiar de velocidad con gran dificultad, sin soltar el movil de la mano. Con el vaiven se le cayo el telefono en el asiento del copiloto y, al agacharse para recogerlo, sus ojos se clavaron en el letrero que indicaba el nombre de la calle. --Calle de Claudio Coello --leyo en voz alta. En ese momento le parecio un mal presagio pasar por alli, por esa calle. Aunque era lo suficientemente joven, tan solo tenia dieciocho anos, como para no haber vivido epocas oscuras de Espana, si que conocia que en esa calle asesinaron al entonces vicepresidente del Gobierno de Franco: el almirante Carrero Blanco. Al llegar a la calle Principe de Vergara, viro situandose bien pegado al carril de la izquierda. En cuanto le fuera posible detendria el coche para poder llamar a Luis Miguel. O Luismi, como lo conocian todos sus amigos. Tenia que contactar con el. Habia de contactar con el. Era una necesidad imperante que su amigo descolgara. Luismi le habia estado enviando numerosos mensajes de WhatsApp durante toda esa manana y el no le habia respondido porque estuvo ocupado instalando el sistema operativo en el ordenador de un conocido. Eso es lo que tenia ser estudiante de Ingenieria en Computacion e Informatica: que todas tus amistades quieren que les repares los fallos de su ordenador. <>, le habia escrito. No habia duda de que esos mensajes los habia anotado Luismi, de forma atribulada, seguramente mientras conducia. Pau detuvo el Nissan en un hueco que hallo en una zona de carga y descarga frente a un supermercado. Soporto con estoicismo el bocinazo del taxista que llevaba pegado detras. Esos dias los taxistas andaban a la grena con los de Uber y se palpaba en el ambiente el malestar que habia entre los dos colectivos. Agarro con fuerza el telefono movil con la mano izquierda y con un dedo de la mano derecha busco a Luismi en la agenda. No disponia de tiempo para dejar que <> se encargara de hacerlo por el. En la pantalla vio la fotografia de su amigo. Sonriente, como siempre lo conocio. Le caia el pelo lacio alrededor de las orejas. Su tez agitanada, que recordaba a un Joaquin Cortes en sus anos mozos, ensombrecia la pantalla del movil y Pau penso en que le preocuparia a su amigo para que le hubiera enviado tantos mensajes. El logotipo de un telefono de color verde se encendia y se apagaba, indicando que la llamada estaba en curso. --Vamos, vamos --chillo--. Coge el telefono de una puta vez. Un mendigo se acerco hasta la ventanilla del Nissan. Era el orgulloso poseedor de un enorme bigote que se esparcio por el cristal como si fuese una medusa dentro de una pecera. El hombre mostro un paquete de panuelos de papel, mientras que sus ojos desvariaron por los tatuajes de los brazos de Pau. --La voluntad --dijo. Pau cogio un punado de monedas de la bandeja que tenia al lado del freno de mano y, sin contarlas, se las entrego al mendigo por el minusculo hueco que quedo al bajar la ventanilla. Una bofetada del calor de julio paso al interior del Micra, como si en ese instante se hubiese abierto la tapa del infierno. El hombre, de ropajes sucios y harapientos, pero de tez lampina y mirada limpia, cogio las monedas con una mano enguantada. --Gracias, senor --dijo con un acento indeterminado, que tanto podia ser rumano como ruso. La llamada realizada a Luismi se corto cuando paso el suficiente tiempo sin que su interlocutor descolgara. Pau no creyo necesario llamar de nuevo. Cuando Luismi viera la llamada la devolveria, sin duda. Siguio conduciendo por la calle Principe de Vergara hasta que hallo un hueco al lado de unos contenedores de basura. Orillo el coche. Alli podia pensar sin que nadie lo molestara, se dijo. Todo comenzo cuando Luismi le conto que estaba trabajando en la investigacion de un club de lectura muy elitista. Luis Miguel Artapalo, al igual que Sonia, era un detective privado que trabajaba sin oficina. Fue policia local del ayuntamiento de Madrid durante diez anos, pero hacia dos que lo habian echado, nunca supo por que. Tampoco se lo pregunto, pero sabia que hay que hacerla muy gorda para que te echen de la policia. Desde entonces se habia dedicado a la investigacion con desigual exito. El abanico de posibilidades de los detectives era muy reducido y el margen de ganancia nulo. Era complicado, por no decir imposible, que un detective que trabajara por su cuenta pudiera hacerse rico. A Luismi lo habia contratado la mujer de un escritor para que investigara a un extrano club de lectura. Eran un grupo de notables que se reunian en un chale de la urbanizacion Caraquiz, en Uceda, un pequeno municipio de la provincia de Guadalajara. Luismi le habia dicho que, una vez al mes, se juntaban en la casa de un conocido alcalde de Matasena varias personalidades de la region. <>, le habia preguntado Pau. Su amigo lo nego de forma tajante. Aquellas reuniones no tenian nada que ver con el club Bilderberg. Los congregados eran: un alcalde, un presidente de una Diputacion, un fiscal, un juez, un comisario de la Policia Nacional y un mando de la Guardia Civil. --?Y para que se reunen? --se intereso Pau. --Dicen que para hablar de literatura --respondio su amigo--. Ellos dicen que es un club de lectura de novela negra --explico con voz cavernosa. Pau siempre quiso saber, desde que lo conocio, la cantidad de cigarrillos negros que habria fumado para tener semejante voz--. Escogen una novela y se reunen en una tertulia privada donde comentan que les ha parecido. Pau basculo la barbilla sin percibir nada extrano en ese club. Luismi, que mientras hablaba removia en el aire sus enormes manos, insistio en lo extrano que era que un grupo de notables se reuniera cada mes con el pretexto de comentar una novela. --?Extrano? ?Que hay de extrano? --habia preguntado Pau. --Esos hombres se reunen cada mes en el chale de Caraquiz --explico su amigo--. Al finalizar la reunion deciden el titulo y el autor de la novela que han de leer para el siguiente encuentro. Pero hace un mes, en la primera reunion literaria desde que se sepa, la del 31 de mayo, ocurrio algo por lo que me han contratado. --Pau contuvo la respiracion esperando a que Luismi se explicara--. El autor de la novela que comentaron en aquella reunion fallecio en un accidente de trafico una semana despues de que se reunieran los notables, cuando conducia su Chrysler 300. --?Casual? --consulto Pau. --Es posible. El autor era vecino de un pueblo que hay entre Pinto y Valdemoro. Se llamaba Cesario Pidal y su novela tenia un titulo tan poco sugerente como repelente: Todos los idiotas. --Pero si entre Pinto y Valdemoro no hay nada --objeto el joven agente. --!?Como que no hay nada?! --protesto colerico Luismi--. Esta Matasena. --Matasena es un municipio de apenas cuatrocientos habitantes, enclavado entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro--. Pero la coincidencia es que el alcalde de ese municipio es uno de los notables del club de lectura, ademas de propietario del chale de Caraquiz donde se reunen. En esa conversacion fue cuando Pau se entero de que la esposa del escritor fallecido habia contratado a Luismi, que ademas era amigo personal de Pau y habia tenido una relacion intensa con Sonia Ruiz, su companera de aventuras y pesquisas. La senora Pidal lo contrato para que investigara la muerte de su marido, porque no se creia que hubiera fallecido en un accidente. La guardia civil, que son los que habian llevado la investigacion, determino que su esposo habia muerto en un accidente de trafico en el tramo entre Pinto y Valdemoro, pero ella no se lo crecia. Asi que no le quedo mas remedio que contratar los servicios de un detective privado para que indagara. Luismi y Pau habian quedado unos dias despues de que iniciara la investigacion, para tomar una cerveza en una terraza del Retiro. Pau temio que le solicitara ayuda. Los detectives privados necesitaban de la estrecha colaboracion de la policia para avanzar en sus investigaciones. Un detective privado sin contactos dentro de la policia o del CNI es como una pistola sin municion: no sirve para nada. Luismi le manifesto su preocupacion a hurgar en ese club.