Ver todos los libros de: Carmen Gracia
Un sobresalto, remuevo el antifaz antiarrugas de mis ojos y miro a mi alrededor. Las persianas de mi habitacion ya iluminadas por los suaves rayos de luz que penetraban, avisando que la hora ya era la justa. Mis ojos entrecerrados adormecidos y atormentados por la radiante iluminacion. Tomo mi movil y miro la hora. Son las 7:30, la misma hora de siempre. Me levanto de la cama y voy al bano. Deslizo por mis piernas mi short de pijama de seda para poder orinar. Contemplo un poco el desorden del lugar y en mi mente vuelvo a repetirme debo limpiarlo lo antes posible, como me lo he estado repitiendo desde hace ya dos semanas y como me recordaba a mi misma todas las demas cosas que debia hacer: la lavanderia, las compras, llamar a mi madre y reparar la luz de la sala. Era mi lista mental de las cosas que tenia que hacer y olvidaba hacerlas. Revise de nuevo mi telefono, llevaba una lista de los eventos a los que debia asistir cada dia, tarea que se supone que deberia hacer mi agente, pero mi contrato con mi agencia acababa de vencerse y estaba en espera para viajar y firmar uno nuevo, asi que por los momentos debia hacer el trabajo yo misma. Bostece un poco, habia dormido bien, unas solidas 9 horas, lo cual era casi un record Guinness en horas de descanso para mi, pero me sentia cansada. Eso es lo que sucede despues de cinco sesiones de fotos y tres castings. La verdad es que el mundo del modelaje no era todo color de rosas. Tenia cuatro anos en esta industria y se sentian como veinte. Comence a trabajar como modelo desde los dieciocho anos de edad. Naci en Mexico y en Latinoamerica, si una chica quiere ser modelo o actriz puede ser solo un cliche mas, pero si no trabajas lo suficientemente duro tu destino esta predeterminado a las novelas del mediodia, los programas de historias de la vida real con moralejas babosas o a las portadas de un catalogo de Avon, trabajos que no son horribles, claro esta, pero siempre supe que no eran lo que buscaba. Desde nina veia las pasarelas europeas, me encantaba la moda, los disenos, el caminar de las modelos, sabia que queria ser una modelo desde siempre y no solo me inspiraba la television, mi madre era una ex supermodelo muy famosa en mi pais, llego a aparecer en las mejores revistas y portadas del mundo entero. Hasta que quedo embarazada de mi a los 21 anos y tuvo que retirarse, sus amigos de la industria siempre me decian que triunfaria igual que ella o mas. Mi padre siempre ignoro mi existencia, mi mama dice que era un fotografo muy famoso con el que tuvo una alocada historia de amor, pero estaba casado con la editora de una revista muy conocida, lo cual a mi madre no le importo en lo mas minimo, claro esta. Al enterarse que ella estaba embarazada consiguio milagrosamente un trabajo en Moscu y se mudo alla. Cuando cumpli 8 anos me envio una carta diciendome que lo sentia y que queria conocerme para "disculparse personalmente por todo lo que habia sucedido", me visito por tres dias, me compro un pez y nunca mas volvi a verlo. Mi madre decia que todo estaba destinado a pasar y que ese hombre era un ser que Dios habia puesto en su camino para concebirme, mi madre tambien estaba un poco loca y atribuia razones de sucesos a posiciones astrales y energias cosmicas, asi que yo solo le seguia el juego. El punto es que estuve inmersa en el mundo del modelaje desde que tengo uso de razon. Desde los dos anos acompanaba a mi madre a sus sesiones de foto, las pocas que tuvo luego de tenerme, incluso modelo mientras estaba embarazada, viajamos por todo el pais, solo mi madre y yo, mientras ella perseguia su sueno de aun ser modelo incluso luego de tener un bebe. Durante la busqueda del exito mi madre conocio a Jorge, un veterano americano que estaba de vacaciones en Cancun, se enamoraron perdidamente, se casaron y cuando tenia 10 anos nos mudamos a Florida a vivir con el. Jorge era realmente dulce, amaba a mi madre y eso me hacia feliz, tambien me trataba como su hija y era realmente una figura paterna para mi. Nos habia adoptado como su familia y eso habiamos construido, una pequena familia, mas de mi madre que mia, pero igual la disfrutaba. Termine la escuela en Florida decidi irme a la capital de la moda: Nueva York. Trabaje desde los 16 anos ahorrando para mi proximamente vida sonada y al cumplir los dieciocho me mude a mi propio piso alli, era pequeno y estrecho pero para mi era justo lo suficientemente hermoso. Mi primer mes fue doloroso, mis expectativas se redujeron a menos cien y mis trabajos eran bastante escasos. Para cubrir con los gastos de la renta tuve que conseguir un trabajo como cajera en un cafe cercano. Luego de casi seis meses en la ciudad lo unico que habia logrado era aprender a hacer un macchiato delicioso y a sonreirle gentilmente a cualquiera que me dirigiera la palabra. Siempre que estaba a punto de rendirme y regresar a casa llamaba a mi madre. Ella habia pasado por lo mismo y siempre sabia las cosas correctas que decir. Mis animos subian un poco y volvia al ruedo, mi madre tenia un punto: mi apariencia era diferente a la de las demas chicas. Por ser latina, mi tono de piel era bronceado y mis facciones eran exoticas: labios gruesos, ojos verdes grandes, nariz fina y cabello castano oscuro que desde los quince llevaba con un flequillo desordenado cubriendo mi frente, media 1.80 y era delgada, pero con curvas y buenas proporciones. Definitivamente habia heredado la apariencia de mi madre y ser modelo aparentaba estar en mis genes. Muchos podrian pensar que incluso ella me impulsaba o me obligaba a lograr este sueno porque sentia que lo estaba logrando ella, que vivia a traves de mi, pero esa no era la historia. Tuve muchas oportunidades para negarme a entrar al mundo del modelaje, a comer lo que me provocase, a no ejercitarme y ser como cualquier chica que puede lucir como le plazca, pero eso no era lo que queria. Yo veia mucho mas, veia el arte, veia la gracia, veia el usar mi cuerpo para comunicar emociones, para vender a masas, para hacerme notar. Independientemente de lo que mi madre quisiese, yo siempre habia querido ser una modelo y mi madre fue solo una inspiracion que lo hizo todo mucho mas sencillo. Sin embargo casi ninguna de las personas que estuvo en la industria al mismo tiempo que ella seguia estando y sus llamadas para conseguirme contactos exitosos eran un fracaso. Ademas, tampoco queria ser esa chica que triunfaba a rastros del exito de su madre, queria triunfar por mi sola. Queria que la gente conociese a Carmela Varon, no a la hija de Mariana Varon. Una tarde, mientras me resignaba a mi futuro como cajera/barista/mujer sonrisa, conoci a Emma. Era una delgada rubia de Boston, que resulto estar viviendo en la ciudad persiguiendo el mismo sueno que yo, solo que ella ya tenia un ano en esto. Charlamos unos minutos mientras su pedido estaba listo y me comento que venia de un casting en el que la habian rechazado pues su apariencia era "demasiado casual" y buscaban algo mas diferente. Mientras conversabamos la rubia me miro de pies a cabeza y sugirio que quizas yo pudiese ser el tipo de modelo que buscaban. Minutos despues y con un turno de trabajo abandonado, me dirigi al lugar en el que era el casting. Para mi sorpresa el resultado fue excelente, me seleccionaron entre 80 chicas y consegui un contrato en una agencia muy buena. Mas sesiones fueron surgiendo y mas contratos fueron llegando, a mis 22 anos ya habia sido portada de diez revistas, lo que era considerada una gran hazana. Estaba en el punto maximo de mi carrera y parecia solo crecer mas. Viajaba cada semana a locaciones distintas. Vestia los mejores disenadores y mi pequeno piso de Nueva York se convirtio en un mucho mas comodo y espacioso loft. En cuatro anos habia logrado muchas cosas. Con el tiempo uno pensaria que se vuelve todo mas facil, pero la verdad es que es todo lo contrario. Es dificil obtener el exito, pero aun mas dificil mantenerlo. Mi rutina diaria era intacta: me despertaba a las 7:30 am maximo, me vestia e iba al gimnasio hasta aproximadamente las 10:00, regresaba a mi apartamento, me banaba, vestia y salia a cualquier trabajo que tuviese. Esta rutina se repetia aproximadamente 6 dias de la semana, a veces los 7 dias completos, dependiendo de la temporada. Comia entre sesiones, dormia en autos, y mis compromisos sociales eran nulos, sin embargo estaba feliz y eso era lo que me importaba. Habia conocido lugares hermosos y mi agencia era una de las mejores del mercado, mi nombre pertenecia a la lista de modelos mas exitosas del ano. Grabe algunos papeles extras para peliculas y, por supuesto, estuve en los tabloides por mis supuestos "romances" con uno que otro actor los cuales ni conocia o ni siquiera habia hablado con ellos alguna vez en mi vida. Sin embargo no era muy conocida fuera de Estados Unidos y esto me hacia querer expandirme un poco. Cualquiera podria pensar que ya era una persona famosa, pero ese no era el caso. Era famosa en el mundo del modelaje, pero no era ninguna celebridad. Vivia de la misma manera, hacia mis cosas de la misma manera, no habia paparazzis siguiendome por todos lados ni fanaticos que gritaran mi nombre, seguia viajando en clase comercial y mis habitaciones de hotel seguian siendo reservadas como las mas sencillas, yo era solo una modelo mas.
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