Ver todos los libros de: Ana Allende
Elizabeth Sal, la unica hija de un prestigioso abogado en Manhattan, descubre de mala manera que es adoptada. Su madre, la cual la habia abandonado hace anos atras, reaparece para quitarle todo despues de la muerte de su padre; ella se refugia en un chico que conocio, del cual se enamoro, pero la vida le sigue pagando mal y descubre que, aparentemente, todavia tiene un amorio con su ex novia, asi que decide regresar a casa y recoger los pedazos rotos de su antigua vida. Ante tanto dolor, Elizabeth no contaba que en el camino apareceria un persona que le daria base y estructura a su ya destrozada vida y que tambien la proporcionaria de los medios necesarios para recuperar lo que por ley le pertenece, desvelando por fin la razon del fallecimiento de su padre y, tal vez, recuperando en el camino a su gran amor Liam Johnson. CAPITULO I Me encuentro en shock por lo que me acaba de decir Edna; una vez terminada nuestra llamada telefonica, en donde me explica todas sus dudas, las cuales parecen mas afirmaciones que cualquier otra cosa. Resulta ser que todos estos dias en los que me encontraba jugando a la casita con Liam, a Edna, enfermera y vieja amiga de mi padre, quien lo atendio los ultimos meses de vida, le parecio muy sospechosa la manera en que mi padre murio, sobre todo porque el se mantuvo estable hasta que comenzo a tener ciertas visitas. Al parecer, sin que yo supiese nada, Isabella estuvo visitandolo las ultimas semanas y nadie sabe para que. Cuando ella llegaba a su residencia, mi padre inmediatamente le pedia a todos que los dejaran solos y no los interrumpieran; no puedo creer ni imaginar que de alguna manera el haya querido recuperar el amor de esa mujer sin corazon, pero no puedo afirmar nada. Despues de eso, Edna me asegura que mi papa empezo a desvariar y sus recaidas de salud eran muy seguidas. El dia que fallecio, Edna lo habia dejado solo con Isabella y habia aprovechado la oportunidad para ir a comprar unos viveres que eran necesarios en la casa. Cuando llego, mi padre ya no respiraba, Isabella se encontraba a su lado inmutable y ni siquiera hizo el intento de llamar al 911. En ese momento, todo se le hizo raro, pero entre la desesperacion no penso en nada en particular, hasta despues del funeral, cuando decidio buscar pruebas para ratificar sus sospechas y poder afirmar ante las autoridades lo que pensaba que habia sucedido ese fatidico dia, por lo que decidio comunicarse con un viejo amigo que trabajaba en la clinica donde a mi papa le practicaron la autopsia y despues de un intercambio de favores, Edna le pidio una copia de ese estudio forense y el se la proveyo pidiendo el mas discreto anonimato. Obviamente no faltaba mas, Edna estaba muy clara de que si buscaba su apoyo, podria ser despedido de su trabajo y el era un excelente hombre, esposo y padre de familia, nunca lo pondria en esa situacion. Bueno, volviendo al tema, resulta ser que en dichos examenes mi padre tenia ciertos niveles demasiado altos para ser normal; Edna los comparo con los que le habia realizado semanas antes de que apareciera Isabella y la diferencia era enorme, ?como pudo haber cambiado todo tan catastroficamente solo en un par de semanas? Coincidia con Edna, todo era demasiado... extrano. Sumergida en mis pensamientos escucho mi telefono, miro hacia el y veo que es Liam otra vez, me ha llamado como 50 veces, no se que quiere de mi, jamas volvere a creer en el, mi confianza esta rota e irreparable y no hay vuelta atras; las lagrimas amenazan otra vez las comisuras de mis ojos e inmediatamente coloco una almohada en mi cara y me acurruco nuevamente en mi cama, tal vez con lo de Liam pueda lidiar, pero con un padre que pudo haber sido asesinado, es muy dificil. Han pasado un par de dias, Liam no ha dejado de llamar en ningun momento y Edna me ha mantenido al tanto de sus averiguaciones, quedamos en vernos hoy en mi casa ya que no tengo animos de salir para ningun lado; me encuentro en el bano mirandome en el espejo y me sorprendo de ver a la persona reflejada en el, no es la misma que se vio una vez en el bano de la casa de los padres de Liam, tan feliz y rozagante, ahora soy la sombra de una mujer incompleta, imperfecta y triste, muy triste; creo que he perdido unos 5 kilos y las ojeras casi llegan a la comisura de mi boca, mi cabello esta sucio y enmaranado, y esa sonrisa la cual presumia, ha desaparecido totalmente; quito la mirada y me enfoco en darme una buena ducha, para, por lo menos, verme presentable y serena para cuando llegue Edna. Tengo que estar o por lo menos aparentar estar en mis cinco sentidos para poder discutir el tema de mi padre; tras la muerte de un familiar, siempre hay dudas, pero estas que tenemos nosotras van mas alla y debemos actuar con cautela. No dudo que Isabella tenga ojos en todos lados ahora que se cree todopoderosa, salgo del bano y me siento en mi cama, realmente no tengo animos de nada, seria feliz si pudiera colocarme solo mi pijama, pero se que no es una opcion, asi que abro mi closet y escojo un conjunto deportivo de tres piezas de color negro. Me visto apresuradamente, ya que me percato que estoy sobre la hora, me coloco un par de botas deportivas de corte alto del mismo color del conjunto, me miro en el espejo solo para asegurarme de no verme tan destruida, me veo bien, aunque mi rostro refleja todo mi dolor y mi malestar; bajo las escaleras y me encuentro con Maria y Noah en el comedor, ella me mira y se rie. --?Por que te ries Maria? ?Acaso me veo mal?-- Le digo revisando mi vestimenta por todos lados. --No, te ves bien, es solo que te pareces a ese superheroe que le gusta tanto a mi nino ?Como es su nombre? --!Batman! --Grita Noah y Maria comienza a reir de nuevo con mucha fuerza. --!Sii! Batman. Su risa es estrepitosa y contagiosa y no puedo evitar imaginar la comparacion y comenzar a reir tambien; nos encontramos las dos tomandonos de nuestras barrigas para controlar la risa, cuando escuchamos sonar el timbre, inmediatamente la risa se apaga y mi humor cambia, miro a Maria mientras esta se dirige a la puerta, la abre y escucho entrar a la persona que estuvo cuidando a mi padre hasta el ultimo momento; y cuido de mi cuando era nina, mi queridisima Edna; al verle la cara, puedo apreciar su dolor, la pobre la esta pasando muy mal. Miro discretamente y con dulzura a Maria en senal de que por favor nos deje sola y ella asiente carinosamente, sin embargo, antes de retirarse de la sala, pasa por mi lado y aposenta su mano izquierda sobre mi hombro derecho y levemente lo aprieta, no hace falta decir mas nada, entiendo claramente el mensaje, es su manera de hacerme sentir de que todo estara bien, asi que le sonrio mientras ella finalmente se retira. --Hola Edna ?Como has estado? --Dentro de lo que cabe, bien mi nina ?y tu? --Igual que tu Ed. Me atormenta pensar que alguien haya sido capaz de realizarle tal maldad a mi padre, eso me tiene con el corazon destrozado. Ella me mira de arriba abajo como analizando lo que le he dicho. --Te tiene con el corazon destrozado eso y otra cosa ?verdad? --No puedo evitar sentirme impactada, ?es que acaso se me es muy evidente? Trato de recuperar la compostura, pero es imposible. --Te conozco muy bien mi nina, esa carita triste, esos ojitos llorosos solo significan que tambien estas sufriendo por amor. La miro y mis ojos se encuentran como platos, hago un esfuerzo descomunal para no llorar, no quiero que me vea asi, pero cuando siento que no voy a aguantar mas, me dice:
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ana allende