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Mari Carmen Sinti
Me parece oportuno aclararlo: no soy prologuista, ni academico, ni un profesional del ambito literario. Simplemente soy un lector, uno de tantos. Por eso cuando Mari Carmen Sinti me pidio unas lineas para introducir su primera novela, decline amablemente el ofrecimiento. Le dije que no le costaria demasiado encontrar a alguien mucho mas preparado que yo, alguien que estuviera a la altura de lo que su Sudor frio merecia. Pero insistio. Y lo hizo con tanta determinacion, que no me atrevi a negarme de nuevo. Y ahora se lo agradezco. Sudor frio me ha resultado una lectura gratamente sorprendente, que para nada parece la obra de una debutante. Aunque la autora ya ha publicado relatos breves en varias antologias, el salto a una novela me parece algo serio, una empresa mayor. La historia debe sostenerse en un espacio mucho mas prolongado. Y eso hay que trabajarlo duro, ademas de tener la capacidad de los buenos escritores para lograrlo. Y Sinti la tiene. Desde las primeras paginas te quedas con la sensacion de estar ante un proyecto maduro. Detras de cada palabra, de cada frase, de cada parrafo, se adivina una tarea concienzuda para encontrar la mejor forma de transmitir lo que quiere. Y lo consigue sin aspavientos innecesarios ni giros imposibles, con una prosa alejada de toda arrogancia, de manera sencilla. Lo de <
> viene a colacion porque ultimamente he tenido que dejar bastantes novelas a medio leer. Tal vez sea que con la edad te vas volviendo mas selectivo, y si al cabo de unas paginas ves que la historia no te llena lo suficiente, cierras el libro sin mas contemplaciones y lo mandas directamente a la estanteria. O es que quizas de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda intentar imitar a los autores barrocos del Siglo de Oro. Y eso me cansa de manera soberana. Hay quien cree que su obra tendra mas nivel literario por el hecho de emplear palabras que obliguen al lector a tirar de diccionario. Y utilizan hasta el aburrimiento figuras retoricas y metaforas que no vienen a cuento. !Que pereza! A todos ellos les recomendaria que tomaran buena nota de como escribian Jim Thompson, Mario Puzo o el Umberto Eco de El nombre de la rosa. Por suerte, Sinti ya lo hizo. El comienzo de Sudor frio apunta alto, es de esos que te dejan pegado a tu sofa orejero favorito, con el alma en un puno y una necesidad incontenible de seguir pasando paginas. Paginas de una historia de suspense de dialogos jugosos y con sentido, que discurre por una trama bien enlazada, que siempre mantiene el pulso, donde nada sobra. Los capitulos fluyen con deliciosa cadencia, te agarran, te sumergen en la ficcion. Sin darte cuenta, pasas a formar parte de ella, como un personaje mas. He disfrutado con la lectura de Sudor frio, me ha hecho pasar gratos momentos. Y me ha dejado ese dulce aroma que solo te dejan las buenas novelas. Y creo no equivocarme si afirmo que Sinti nos brindara grandes momentos literarios en el futuro. Y si no, al tiempo. Josep Camps Sudor frio Diciembre 2018 Capitulo 1 I always have an alibi You allow me there But tonight I have no conscience So what comes after that? Siempre tengo una coartada Tu me dejas ahi Pero esta noche no tengo conciencia Entonces, ?que viene despues de eso? <>, Robbie Williams. La noche estaba siendo un fracaso hasta que aparecio Marius. Alto, rubio y con una sonrisa seductora, le habia hecho olvidar que estaba en aquel pub de moda, en lo alto de Montjuic, totalmente asqueada de haber decidido aceptar la invitacion de su companera de piso. De hecho, ni siquiera era companera. Lo compartian cuatro chicas con derecho a una habitacion, lavabo y cocina, pero la mayoria de los dias ni siquiera se cruzaban. Hoy era el cumpleanos de Irina y no pudo negarse aun sabiendo que no era santo de su devocion. Lo notaba en aquellas miradas de envidia que se clavaban en su agraciada figura pues, no teniendo las proporciones perfectas, sabia sacar provecho de ellas. Y no entendia por que, ya que no tenia nada de exito con el genero opuesto. Quizas fuera su maldita falta de autoestima. Pero Marius, al contrario del resto para el que pasaba desapercibida, la vio nada mas cruzar sus miradas y ya no habia dejado de hacerlo hasta que, con el vaso en la mano y con total descaro, se habia sentado a su lado y, con un par de frases bonitas con esa voz que encandilaba, habia trocado su hastio desde hacia mas de una hora, sentada en aquel pub, en todo un mundo de colores, el corazon palpitando, el cuerpo incandescente y con la expectativa de acabar la noche con el hombre de sus suenos. Lejos de acelerar la situacion, Marius se tomo su tiempo. Durante hora y media le regalo los oidos con toda clase de piropos, y aunque algunos de ellos eran manidos, a ella le supo a gloria poder experimentar lo que tan solo habia leido en aquellas noveluchas romanticas que, de pequena, veia como devoraba su madre. Y siguieron bebiendo, incluso acepto cuando el se levanto para traerle otra copa. <> penso con una risita tonta, esperando a que le trajera el combinado y dando por hecho la obviedad del porque y del como iba a acabar la noche. Siguio flotando en su nube, escuchando su boca y sus ojos que la seducian, formando parte de aquel ritual de conquista. Incluso cuando ella se excuso para ir al lavabo, el la siguio con la mirada, recorriendo tanto su cuerpo por delante cuando se levanto, como por detras cuando se dirigia a la otra parte del local. Lo sabia, la sentia clavada en su culo. Y eso hizo que un latigazo de fuego le recorriera desde su sexo hasta la garganta, algo que hacia mucho tiempo que no sentia. Con la promesa de que iba a pedir una cancion para bailarla juntos, ella se tomo su tiempo en el servicio, arreglando su maquillaje y componiendo un poco las ojeras que, sorprendentemente vio en su reflejo del espejo. <> penso, aunque la cabeza le empezaba a dar vueltas, seguramente a causa de la bebida, ya que no acostumbraba a tomar alcohol. Volvio con una sonrisa en la boca, pero se le congelo sintiendo en las entranas el dolor de la evidencia. Marius estaba en la pista bailando demasiado agarrado a una rubia con un jersey de plumas rosas, de un modo en el que no cabian equivocos. El le decia algo al oido y ella reia con esa coqueteria de las chicas que estaban siendo seducidas con placer. Se tuvo que agarrar a la columna para no perder el equilibrio. Sintio el rechazo en lo mas profundo del pecho, un aguijonazo que le lastimo fisicamente y la hizo tambalearse. Por un momento no supo que hacer. Queria huir de alli, solo pensaba en alejarse precipitadamente de aquel lugar y sobre todo de aquella persona que estaba destrozando sus ilusiones y su dignidad. Pero habia venido con las chicas, no tenia coche ni medio de llegar a casa. Con los ojos anegados en lagrimas y mareada por el impacto, se acerco a la mesa, recogio el abrigo y el bolso y, sin tenerlo aun claro, se dirigio a la puerta. Aire, al menos tomaria el gelido aire del exterior y pondria los pensamientos en claro. En su escapada choco con un tipo. Sorprendida le miro. Aquellos ojos negros se le clavaron y con voz pastosa le solto: --!Que rica estas, nena! Vente conmigo. Te comeria el cono como nadie te lo ha comido jamas. Horrorizada salio por la puerta del pub con el unico pensamiento de abandonar todo aquello que se estaba distorsionando para convertirse en un infierno y, sin pensarlo siquiera, corrio carretera abajo. Estaba lejos, casi en el fin del mundo, en la cima de la montana, pero no se paro a pensarlo. Necesitaba llegar al centro de la ciudad, en la plaza Espana cogeria algun autobus y una vez en casa se tranquilizaria e intentaria olvidar esa mierda de noche. Bajaba trastabillando, no entendia por que las piernas le pesaban de aquella manera y por que le costaba tanto mantenerse derecha. La carretera estaba insuficientemente iluminada y en cada curva creia ver las sombras al acecho. El miedo empezo a apoderarse de su mente y no le ayudaba nada que estuviera empezando a ver todo borroso. Le faltaba el aire y la respiracion se le estaba volviendo desacompasada. El corazon le iba a estallar. No sabia cuanto le faltaba para llegar abajo, a la civilizacion tranquilizadora y segura, cuando una furgoneta se paro a su lado. No la oyo llegar, y en ese momento solo penso cuanto tiempo hacia que estaba siguiendola. Solo noto por el rabillo del ojo que la puerta lateral se abria y unas manos la agarraban cuando estaba a punto de desfallecer. Sintio el suelo frio y duro debajo de su espalda sin poder ni siquiera chillar. Debia haber sentido dolor por la brusquedad en que la arrojaron dentro, pero no lo noto. La paralisis en todo su cuerpo la hacia insensible y el sopor de su mente vulnerable. Un sudor frio le recorrio la espalda desde la nuca y antes de desvanecerse creyo ver en su delirio un pelo rubio que hacia poco tiempo le habia parecido maravilloso, unos ojos negros y unas plumas rosas. Con los ojos cerrados escucho a alguien decir: --Con mas cuidado. No vayas a estropear la mercancia ahora que todo nos ha salido a las mil maravillas. Eso fue lo ultimo. Perdio el conocimiento.
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