Ver todos los libros de: Claudia Cardozo
Logan llego al edificio principal de la Escuela de Arte de Maryland quince minutos antes de que iniciara la clase de Retrato y figura humana a la que llevaba asistiendo cada sabado desde los ultimos tres meses. Su premura no estaba relacionada con el hecho de que era escrupulosamente puntual, que tambien. En realidad, y le habia costado reconocerlo en tanto hacia el camino de ida, se sentia un poco nervioso. Hasta entonces, la clase habia sido netamente teorica; incluso, habian llevado un interesante seminario de Anatomia Artistica en que aprendio todo lo relacionado con el estudio de las articulaciones, las proporciones humanas y las perspectivas de movimiento. Ahora, sin embargo, tocaba llevar todo ese conocimiento a la practica. Como un artista aficionado que llevaba dibujando desde que tenia uso de razon, a Logan le gustaba pensar que tenia ya una base solida sobre la cual trabajar y no era tan modesto como para no reconocer que era bastante bueno. Pero nunca habia trabajado con modelos vivos y la idea no dejaba de ser un poco extrana. Dibujar algo que se le ocurria de la nada o recordar a algo o a alguien que deseara perpetuar en el papel no era en absoluto lo mismo que contemplar a un ser humano cuyo unico fin era posar durante horas ante un auditorio que podia analizar cada detalle de su cuerpo para plasmarlo en un block de dibujo. Tal vez se inquietara por nada de cualquier forma, se dijo segun ascendia las escalinatas de marmol que conducian al salon principal. Quiza el fuera un principiante en todo aquello, pero sin duda los modelos no lo eran, y tampoco la extraordinaria maestra que impartia el curso. Casi como si la hubiera conjurado, oyo una voz pronunciando su nombre y giro a su izquierda para encontrarse con la avida mirada de Lisa Vossler. La claraboya en lo alto del vestibulo arranco destellos de su cabello de un rubio dorado que caia en lisas cascadas hasta los hombros y que ella despejo con un movimiento elegante. Iba de negro, como acostumbraba, con un vestido cenido hasta debajo de la rodilla; Logan suponia que era muy consciente de lo bien que le quedaba el color y de la forma en que resaltaba sus curvas, y procuraba sacar al mejor partido a aquello. Cuando un conocido le hablo de ese taller no dudo dos veces en inscribirse. Seguia la obra de Lisa desde que descubrio su trabajo en una galeria de Baltimore y creyo que seria fascinante conocerla y aprender de ella. Y asi habia sido, reconocio componiendo una sonrisa al verla llegar a su lado y ponerse de puntillas para depositar un par de besos sobre sus mejillas, una costumbre a la que no creia que fuera a acostumbrarse. Apoyo las manos sobre sus codos para apartarla con delicadeza y dio un paso hacia atras de forma casi inconsciente. Habia algo en ella, en la forma en que lo veia y la postura que asumia cada vez que se encontraban, que no dejaba de hacerlo sentir incomodo. Se trataba de una mujer muy atractiva, sin duda; voluptuosa y con una sensualidad casi palpable; era, en suma, totalmente su tipo. Y era evidente, ademas, que ella lo encontraba tambien muy atractivo. Sin embargo, Logan no podia evitar el mantener la guardia en alto cuando se encontraba cerca. Deformacion profesional, lo habria llamado su madre. --Has llegado justo a tiempo para acompanarme al salon --Lisa le sonrio y se hizo a un lado la melena con un movimiento delicado; tenia una voz aspera y extranamente musical--. Nos espera una buena clase. --Precisamente pensaba en eso al llegar. Logan la siguio por las escalinatas camino al segundo nivel y, en tanto, desvio la mirada de su rostro para admirar el vestibulo desde lo alto antes de girar en un recodo en direccion al ala destinada a las clases de arte y diseno. Nunca dejaria de estremecerse al contemplar la belleza del edificio; era, de lejos, su favorito en la ciudad. --?Nervioso? Logan parpadeo y llevo su atencion a Lisa, que lo observaba a su vez con una pequena sonrisa sardonica. --Algo, supongo --reconocio el con sencillez encogiendose de hombros--. Nunca he trabajado con modelos vivos; sera un reto. --Lo haras bien. Eres bueno, Logan; mejor de lo que piensas --ella lo sondeo con la mirada y sus tacones resonaron sobre el marmol del corredor--. No entiendo como no te dedicas al arte en exclusiva. --Bueno, eso se debe a que no soy tan bueno como crees; estas siendo demasiado generosa. No soy un artista de verdad, no como tu. Lisa entorno los parpados y lo observo con interes. --Nunca he creido que la modestia sea una virtud tan atractiva como algunos piensan --senalo ella--. Aunque debo reconocer que en ti resulta encantadora. Logan sonrio, sin responder, y dio una mirada hacia adelante, agradecido al reconocer la puerta que conducia al auditorio destinado a la clase, y donde un pequeno grupo aguardaba la llegada de la maestra. Esta, al notar su mirada, hizo un pequeno mohin y simulo una expresion animada de bienvenida que engano a todos, excepto a el. ?Por que no?, se pregunto Logan tras ingresar al salon en tanto ella se ocupaba de saludar a los otros estudiantes. Estaba claro que cualquier avance suyo seria bien recibido y, considerando que aquel era un curso libre, no tenia que enfrentarse a ningun problema de etica por involucrarse con la maestra que lo impartia. Lisa era preciosa, inteligente, y una artista renombrada; la consumacion de sus suenos humedos. Estaba claro, ademas, que lo mismo que el, no estaba interesada en una relacion seria, lo que la hacia practicamente perfecta. Podria invitarla al final de esa clase, llevarla a cenar y algo le dijo que no encontraria muchos obstaculos para pasar una noche estupenda a su lado. ?Por que no, ciertamente?, se repitio al dar un rodeo a las sillas dispuestas alrededor de la plataforma en que se ubicaria el modelo. Eligio el lugar mas apartado a la izquierda en primera fila y rebusco en su mochila para sacar el block de dibujo y los utiles que tendria que utilizar durante la clase para disponerlos en el caballete situado a su derecha. Los otros estudiantes empezaron a entrar tambien y a ocupar sus lugares y dio una nueva mirada a la mujer que se ubico en el centro de la clase. Su mirada se detuvo un segundo en su rostro afilado y ella, al notarlo, le dirigio una pequena sonrisa que termino por convencerlo de que se estaba portando como un idiota. Tan pronto como terminara esa clase le propondria una salida, se prometio, aliviado en parte de haber tomado una decision. Lisa cerro la puerta a la hora exacta en que iniciaba la clase y atenuo las luces del salon hasta que quedaron sumidos en una semi penumbra; pero mantuvo una potente lampara encendida sobre la plataforma. Logan dio una mirada alrededor y comprobo que los otros estudiantes parecian encontrarse en su misma posicion: expectantes y un poco nerviosos. Supuso que todos esperaban que en cualquier momento se abrieran las puertas tras la plataforma y un hombre con el tipo de Apolo reencarnado apareciera para empezar la clase. El auditorio estaba compuesto por hombres y mujeres en similar proporcion: todos artistas aficionados, como el, aunque Logan pudo reconocer a un par de expositores que conocia de sus recorridos por las galerias de la ciudad. Ellos captaron su mirada y le sonrieron alzando las manos; Logan hizo un gesto discreto de saludo y volvio su atencion a la plataforma precisamente en el momento en que las puertas batientes tras ella se abrieron y una figura alta y espigada se abrio paso. Lo primero que Logan penso al mirarla con atencion fue que se habia equivocado de plano con la idea de Apolo reencarnado. Era Artemisa. Sus dedos sujetaron el lapiz que acababa de afilar y lo sostuvo de forma casi inconsciente ante su rostro en tanto analizaba los rasgos de la modelo. Ella vestia una bata blanca que la cubria del cuello a los tobillos y por un momento se permitio admirar su rostro. Tenia una fisonomia realmente extrana, se dijo el; pero en el buen sentido. Unas cejas bien perfiladas enmarcaban unos ojos grandes y de un tono cafe con matices de verde que destellaban bajo la luz; sus pomulos pronunciados y una nariz aquilina remataban en una barbilla puntiaguda que lo llevo a pensar irremisiblemente en un ser sobrenatural. Un duende, tal vez. Y su boca... labios de proporcion perfecta que mantenia entreabiertos en tanto veia a la nada. La vio intercambiar un rapido gesto con Lisa, que se habia puesto un metro a su lado, y una marana espesa de cabello castano corto hasta la barbilla refulgio en el momento en que se puso de espaldas y dejo caer la bata a sus pies. Logan estaba seguro de que no imagino el suspiro colectivo que emitio la clase por el asombro al observar la piel expuesta bajo la luz de la lampara. Hasta entonces habia creido que se sentiria incomodo al encontrarse ante una persona que se desnudaba con el fin de que un grupo de gente estudiara sus formas y la plasmara en el papel; pero en ese momento comprendio que se sentia demasiado fascinado como para hacer nada que no fuera admirarla. Habia visto mujeres desnudas antes. Varias y en distintas circunstancias, y definitivamente estaba lejos de ser un mojigato. Asi que no vio nada que no hubiera contemplado antes; sin embargo, recorrer el cuerpo de la mujer en la plataforma le hizo pensar que nunca se habia detenido a apreciar los muchos matices de la naturaleza humana. Tal vez las ultimas clases tuvieran algo que ver con eso, supuso al tomar el lapiz con mayor fuerza y asentarlo sobre el papel sin ser muy consciente de lo que hacia. Las lineas del cuerpo de la mujer le parecieron perfectas bajo la luz; tenia una figura delgada pero atletica; los musculos de los hombros y los brazos estaban bien definidos y hacian un conjunto armonioso con la linea de los omoplatos y su estrecha cintura. Sus caderas delgadas se unian a unas piernas que le parecieron interminables. --El modelo es una de las armas primordiales del arte. La voz de Lisa lo volvio a la realidad y aparto la mirada de la joven para fijarla en ella, que alternaba sus ojos azulados alrededor de la clase con una expresion levemente sardonica. --Es importante no olvidar esa frase; me la dijo mi maestro de anatomia durante mi primera clase de dibujo humano y la repito ahora --continuo ella iniciando un lento paseo alrededor de la modelo--. Admiren la perfeccion humana e intenten replicarla lo mejor que puedan. Ya hemos estudiado la teoria y ahora es momento de llevarla a la practica; hoy nos centraremos en el contorno. Recuerden la importancia del analisis, la atencion al detalle y dejen que su imaginacion fluya. No se preocupen si tienen problemas esta primera vez y no se encuentran satisfechos con su trabajo al final de la clase; lo intentaremos de nuevo en la siguiente. Lisa apenas habia terminado de decir la ultima frase cuando el sonido de los blocks de dibujo y los lapices siendo afilados reemplazaron a su voz. Logan, que tenia todo ya listo y en las manos, le presto atencion a medias; todos sus sentidos estaban puestos en la modelo y en la forma en que permanecia de pie sobre la plataforma sin mover un solo musculo y sin que pareciera como si le afectara que la maestra se refiriera a ella como un cuerpo sin emociones. Claro que no podia verle el rostro, concluyo Logan; tal vez estuviera lejos de sentirse tan serena como aparentaba. Trazo unas lineas sobre el papel con los ojos entrecerrados; alternaba la mirada de la modelo a sus manos e iba bosquejando el contorno con expresion concentrada. Fue mas sencillo de lo que habia pensado que seria y al mismo tiempo lo mas complejo a lo que se habia enfrentado en su vida; al menos en lo que a su inclinacion artistica se referia. El tiempo paso de una forma extrana, lo que le ocurria siempre que se hallaba embebido en su trabajo. Dibujo sin pausa excepto para beber un trago de agua de la botella que llevara consigo y para tender un borrador al hombre ubicado a su derecha y que por algun motivo parecia haber olvidado algo tan importante. Cuando su mirada se encontro con la suya luego de que le diera las gracias en un murmullo, lo reconocio como uno de sus conocidos de las galerias. Este le sonrio y senalo a la modelo con una cabezada y un guino lascivo que, por algun motivo que no se vio capaz de analizar en ese momento, le provoco estampar su rostro contra el caballete. Tal vez se debiera a que no soportaba a la gente que no podia controlar sus instintos, se dijo luego desviando la mirada con una mueca de desagrado y retomando su trabajo. Se perdio de nuevo en lo suyo y no se detuvo hasta que una campanilla marco el final de la clase. El sonido de los lapices rasgunando el papel se detuvieron de golpe y el dejo caer el suyo con un suspiro y un molesto adormecimiento en la muneca. Al mirar en direccion a la modelo, advirtio que ella se inclinaba para tomar su bata y se vestia con ella con movimientos calmados; luego, se perdio por las puertas por la que habia llegado en un parpadeo. Por un momento, Logan se pregunto si no la habria imaginado, pero al mirar a su caballete y encontrarse con el contorno de su figura y la linea de su espalda que habia dibujado y vuelto a dibujar una y otra vez, se dijo que no, que desde luego que habia sido muy real. Lisa dio otro breve discurso entonces antes de dar una mirada a los trabajos de la clase; senalo errores y alabo avances. Al detenerse ante el suyo, arqueo las cejas y le dirigio una mirada entendida, sin decir una palabra; tal vez quisiera implicar con eso que estaba impresionada, Logan no lo tenia muy seguro, pero no se quedo a averiguarlo. Sus companeros comenzaron a despedirse y el hizo otro tanto, pero cuando llego a la puerta del auditorio recordo que se habia prometido invitar a Lisa al salir. Sin embargo, cuando la vio en medio del salon, reuniendo sus cosas, y sus miradas se encontraron un segundo, la suya expectante, tan solo atino a elevar una mano en senal de despedida y se dirigio a la salida del edificio sin pensarlo dos veces. De alguna forma, la idea de pasar el tiempo con ella le parecio menos tentadora que antes. Estaba cansado, se dijo al encaminarse al estacionamiento en busca de su auto. Habia tenido una semana dificil y le esperaba una mas dura aun. Quiza el sabado siguiente, decidio al iniciar el regreso a casa. Entonces estaria bien. Tara olisqueo el aire y emitio un corto gemido de anhelo al tiempo que su estomago empezaba a rugir. Estaba mucho mas hambrienta de lo que habia pensado y el delicioso aroma proveniente de la cocina que le salio al paso tan pronto como puso un pie en casa solo incremento la sensacion. Pasta. En salsa bolonesa, si su olfato no la enganaba. --?Papa? --llamo en voz alta. --!Lavate las manos primero! Tara sonrio y se encogio de hombros, dirigiendose al bano bajo la escalera para hacer lo que su padre ordenara. No importaba la edad que tuviera, los habitos de higiene del senor Duncan permanecian inalterables. Cuando fue a la cocina, lo encontro afanandose ante la estufa; la pequena mesa bajo la ventana que acostumbraban compartir cuando coincidian a la hora de las comidas se encontraba puesta y Tara se acerco a darle un beso en la mejilla antes de llevar unos vasos y el agua que saco de la nevera. --?Que tal el trabajo? --Pregunto su padre. Tara se encogio de hombros y doblo unas servilletas con expresion concentrada antes de responder. --Aburrido. Como siempre --dijo ella al fin observandolo servir el contenido de la cacerola en una fuente--. Pero esta bien. --Bueno, es una suerte que lo tengas y que sea solo los sabados. No podrias hacerlo entre semana con la escuela y todo lo demas. --Me las arreglaria. Su padre arqueo una ceja rojiza y le tendio la fuente que ella se apresuro a sostener en tanto el cogia el baston que dejara apoyado contra la encimera de la cocina. --Si, claro --comento el-- ?Y cuando dormirias? --En clase, claro. ?Donde mas? El senor Duncan se dejo caer sobre la silla con un suspiro ahogado y sostuvo su plato para que Tara lo rellenara luego de ocupar el asiento frente a el. --Mas te vale estar bromeando --dijo el senalandola con el tenedor. Tara no respondio. No hacia falta; el sabia que bromeaba. Comieron en un silencio armonioso, roto apenas para que ella respondiera las preguntas acerca de como habia ido su dia y si la semana siguiente tendria que salir tambien tan temprano como lo hizo en esa ocasion. Tara respondio con monosilabos, y no solo porque se encontrara encantada con el almuerzo; nunca se sentia comoda respondiendo a las preguntas de su padre referidas a su empleo de fin de semana. --En serio. No es nada interesante; de no ser por lo bien que pagan ni siquiera me lo plantearia --comento ella ante su insistencia. El senor Duncan se limpio la comisura de los labios con una servilleta y la observo por encima de su vaso con el ceno fruncido. --No deberias de hablar asi --la reprendio el--. Y vaya que te pagan bien; en especial considerando que es solo por unas horas. ?Que clase de dibujos dijiste que hace esa gente? Tara bajo la mirada a su plato.
General
Para leer y descargar el libro "A contraluz (Baltimore 2) " puedes hacerlo gratis aquí.
libro a contraluz