Ver todos los libros de: Juan Martinez
La ciudad de Los Angeles, era conocida mundialmente por el glamour que la rodea, y por la gente que queria ser cada vez mas hermosa, a costa de cualquier cosa, asi que, una de las mejores y mas rentables profesiones era la de cirujano plastico, y eso fue lo que penso Marcos Di Stefano cuando iba a entrar a la universidad. El chico sabia que serian por lo menos diez anos de esfuerzo y dinero, pero la recompensa bien valia la pena. Era hijo de madre soltera, Luciana, mujer trabajadora y entregada totalmente a su hijo. El no habia conocido a su padre, cuando le preguntaba a su madre al respecto, le decia que lo unico que debia saber es que tenia sus ojos, que era muy guapo e inteligente, y que si se hubiese enterado de su existencia lo hubiese querido mucho. Asi que el siempre penso que su padre habia muerto, pero nunca le hizo falta una figura paterna, pues en su abuelo Giacomo, siempre la encontro. La familia Di Stefano era propietaria de una pasteleria, Luciana, Malena y Carlo, habian trabajado muy duro para mantener a flote el negocio familiar, convirtiendola en la mejor de Santa Monica, no eran millonarios, pero vivian de manera bastante comoda, pues su clientela era muy grande, en ella estaban incluidos muchos actores y actrices famosos. Marcos tuvo una infancia y adolescencia un tanto dificil, porque era lo que coloquialmente se conoce como "nerd". Tenia una inteligencia privilegiada, tanto que pudo avanzar a grados muy rapido, y entro a la universidad antes que cualquier otro chico, su coeficiente intelectual superaba los 125, lo que lo definia como inteligencia brillante segun la Escala de Wechsler. Asi que, si la adolescencia ya es dificil para cualquier chico, para el fue aun peor, era blanco de muchos insultos, agresiones, tanto, que cuando estaba en el ultimo ano de la preparatoria fue victima de una agresion grupal. Unos seis chicos lo esperaron cuando iba de camino a casa, lo metieron a un callejon y lo golpearon brutalmente. Su madre insistio en que presentaria una denuncia, pero el la convencio de que no lo hiciera, pues convertirse en un soplon complicaria mas las cosas, Giacomo estuvo de acuerdo con su nieto, no debia convertirse en un soplon. Pero le dijo que la proxima vez, tendria que defenderse o eso nunca pararia. Marcos era alto, flaco y desgarbado, no tenia ni un musculo en el cuerpo, asi que, decidio entrar a un pequeno gimnasio cerca de su casa y alli descubrio su mayor hobbie. Le gustaba mucho dedicarse a hacer ejercicios y mas cuando se dio cuenta de los grandes beneficios que le dejaba a su cuerpo. Asi que, en poco mas de un ano, los cambios en el fueron notables, se convirtio en un chico fuerte, sus uno noventa de estatura jugaban a su favor se veia grande y fuerte. Tambien comenzo a hacer artes marciales mixtas, pues no dejaria que nadie mas lo agrediera. Un dia, venia de regreso de la universidad y se topo con parte del grupo de chicos que lo habian golpeado, quisieron hacer lo mismo, pero se encontraron con los punos de Marcos, el odiaba la violencia, pero no se dejaria amedrentar, se defendio y dejo a un par muy golpeados, los otros dos salieron corriendo al ver que el chico no se amilanaba. Desde ese dia lo dejaron en paz. Su vida de alli en adelante fue mucho mas facil. En la universidad todo le fue muy bien, en la parte academica y tambien en la social, tenia un par de amigos, un chico y una chica, eran un par de anos mayor que el, pues al haber avanzado grados habia entrado antes a la universidad. Edward y Linda, eran buenos chicos y los tres eran inseparables. Aunque dedicaba el noventa por ciento de su tiempo a sus estudios, tambien dejaba tiempo para las chicas, Marcos era un chico muy guapo, tenia el cabello castano con unos mechones rubios gracias al tiempo que se lo pasaba en la playa, los ojos de un color miel preciosos, y unos rasgos cincelados casi perfectos, todo eso en combinacion con el cuerpo que habia conseguido con los ejercicios, lo hacian un especimen masculino muy hermoso y muy cotizado. Atras habia quedado la epoca en que le huian como apestado, de hecho, cuando se encontraba con sus companeras del colegio se quedaban con la boca abierta sin poder creerselo, el cambio que habia dado el chico era radical. Los anos pasaron y Marcos comenzo sus anos de residencia en el Ronald Reagan UCLA Medical Center, un hospital localizado en el campus de la Universidad de California en Los Angeles, solo los mejores podian hacer alli sus practicas. El hospital era uno de los mas utilizados por los famosos. En esos anos de practicas, conocio a James Sullivan un afamado cirujano plastico que se convirtio en su mentor, tanto, que cuando culmino con sus anos de aprendizaje, el doctor Sullivan lo contrato en su clinica privada. Y despues de cinco anos, el chico "nerd", desgarbado y victima de acoso y violencia por parte de sus companeros, se habia convertido en uno de los mas prometedores Cirujanos Plasticos de la ciudad de Los Angeles y de todo el pais. Su amigo y mentor le habia dado participacion accionaria en la clinica, ganaba mucho dinero, tanto, que estaba a punto de terminar la construccion de una enorme casa en Paradise Cove, conducia un costoso coche, y vestia con ropa hecha a medida, entre otros lujos. Por supuesto, continuaba con su aficion al gimnasio, asistia por lo menos dos horas al dia, pues su horario en la clinica se lo permitia, era fijo, a menos que se presentara alguna emergencia. En ocasiones iba dos veces al dia, le encantaba mantenerse en forma, su cuerpo era perfecto, con los musculos definidos. A veces se preguntaba si estaba obsesionado, pero el mismo se contestaba que no, solamente amaba su cuerpo. En su consulta habia visto muchos de los horrores que cometia la gente por ser perezosos, querian tener cuerpos hermosos con un minimo esfuerzo, y en ese afan se ponian en manos de medicos inescrupulosos, y veia liposucciones mal hechas, implantes de abdominales, gluteos y otras partes del cuerpo torcidos, incluso pacientes con infecciones tan agresivas que les costaba la vida. Le molestaban las personas que querian todo facil, el habia logrado los cambios que queria en su cuerpo a base de ejercicios y buena alimentacion. Aunque con esos pacientes era que ganaba la mayor cantidad de dinero, el se encargaba de arreglar todos esos desastres y por eso se habia convertido en uno de los mas cotizados en la ciudad. Los resultados obtenidos, luego de ponerse en sus manos, eran espectaculares. Pero no todo era frivolidad en su vida, Marcos habia comenzado la carrera, no como dicen todos los medicos, "por vocacion", pues el lo hizo con el interes de ganar dinero, pero mientras estudiaba se involucro con una ONG que ayudaba a personas de escasos recursos en paises del tercer mundo, y donaba un par de semanas de su tiempo al ano para colaborar. A nivel sentimental, no le iban muy bien las cosas, aunque el decia que se sentia bien como estaba, era muy inestable, no salia mas de dos meses con la misma chica, por supuesto, siempre hermosas, siempre perfectas por lo menos en apariencia. Habia tenido solo una novia, Melanie Sullivan, era hija del Doctor Sullivan, era modelo, le ofrecieron un contrato muy jugoso en Milan, ella se marcho sin pensarlo mucho y terminaron. Cada vez que visitaba la ciudad llamaba a Marcos para una buena sesion de sexo. Los Sullivan tenian la esperanza de que la relacion continuara, pues para ellos el chico era perfecto para su hija. Luciana, su madre, siempre se preocupaba, pues queria que su hijo sentara cabeza, pero para ella Melanie no era la indicada. La chica era bastante superficial, y nunca se llevaron bien, pero, por su hijo, siempre hizo el esfuerzo de tratarla bien. Queria que su hijo se enamorara, para ella eso era primordial en la vida, era una romantica y decia que todos tenian que tener un amor verdadero alguna vez, sin importar si terminaban tus dias con esa persona, pero debian probar el dulce nectar del amor. Ella le decia que ese habia sido su caso, se enamoro del padre de Marcos, lo engendraron y no lo volvio a ver, pero le habia dejado el recuerdo y ese hermoso regalo que era su hijo.
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