• trilogia de la fundacion isaac asimov - Isaac Asimov

    https://gigalibros.com/trilogia-de-la-fundacion-best-seller-isaac-asimov.html

  • trilogia de la fundacion (fundacion, fundacion e imperio ...

    https://www.casadellibro.com/libro-trilogia-de-la-fundacion-fundacion-fundacion-e-imperio-segunda-fundacion/9788499083209/1701882

    El libro TRILOGIA DE LA FUNDACION (FUNDACION, FUNDACION E IMPERIO, SEGUNDA FUNDACION) de ISAAC ASIMOV en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y ...

  • TRILOGIA DE FUNDACION | ISAAC ASIMOV | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-trilogia-de-fundacion/9788498890648/2002802

    El libro TRILOGIA DE FUNDACION de ISAAC ASIMOV en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Trilogía de la fundación (Best Seller) Libro de bolsillo

    https://www.amazon.es/Trilog%C3%ADa-fundaci%C3%B3n-SELLER-Isaac-Asimov/dp/849908320X

    Comprados juntos habitualmente · Este producto: Trilogía de la fundación (Best Seller). por Isaac Asimov Libro de bolsillo. 14,20 €. En stock. · Los límites de la ...

  • Trilogia de la Fundacion (Alamut Serie Fantástica) Tapa dura

    https://www.amazon.es/Trilogia-Fundacion-Alamut-Serie-Fant%C3%A1stica/dp/8498890640

    Trilogia de la Fundacion (Alamut Serie Fantástica) : Asimov, Isaac, García Campos, Manuel de los Reyes: Amazon.es: Libros.

  • Serie de la Fundación - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Serie_de_la_Fundaci%C3%B3n

    Este aviso fue puesto el 28 de noviembre de 2012. Serie de la Fundación. de Isaac Asimov. Género, novela de ciencia ficción. Libros.

  • Trilogía de la Fundación - Isaac Asimov -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a384191/Isaac-Asimov-Trilogia-de-la-Fundacion

    La «Trilogía de la Fundación» está considerada la mejor serie de la ciencia ficción universal. Como tal, fue galardonada en 1966 con un premio Hugo, ...

  • Trilogía De La Fundación - ISAAC ASIMOV - Agapea

    https://www.agapea.com/libros/Trilogia-de-la-Fundacion-9788499083209-i.htm

    Comprar el libro Trilogía de la Fundación de Isaac Asimov, DeBols!llo (9788499083209) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online Agapea.com; ...

  • ¿En qué orden se debe leer la saga de 'Fundación' de Isaac ...

    https://www.lavanguardia.com/series/20210928/7752163/fundacion-libros-orden-para-leer.html

    28 sept 2021 — Se suele debatir si el libro es mejor o peor que su adaptación en ... ¿En qué orden se debe leer la saga de 'Fundación' de Isaac Asimov?

  • Saga de La Fundación de Isaac Asimov: Guía de lectura

    https://www.lacasadeel.net/2021/09/saga-de-la-fundacion-guia-lectura.html

    26 sept 2021 — La saga de La Fundación cuenta con varios libros, pero decir el número exacto es difícil, ya que algunos son recopilaciones de relatos cortos y ...

  • Trilogía de la Fundación (Fundación, Fundación e imperio ...

    https://www.penguinlibros.com/es/ciencia-ficcion/35765-libro-trilogia-de-la-fundacion-9788499083209

    Escuchar fragmento. 00:00. 00:00 ; Aventuras Ciencia ficción ; Isaac Asimov. Ver Más ; Artículos relacionados con este libro · El 1 de agosto de 1941, un joven ...

  • Peliculas Prohibidas de Lecxia Fenrira

    https://gigalibros.com/peliculas-prohibidas.html

    Todas las personas tienen metas, todas las personas tienen objetivos y el de ella era bastante obvio: queria tener la boda de sus suenos. Si, todo tenia que ser perfecto y como no, para una mujer como ella tan ordenada, abogado, joven y bella, tenia que ser asi. No debia ser de otra forma. Rebeca estaba feliz, no lo podia negar. Habia conocido al hombre de sus suenos: Alberto, un tio que era un exitoso arquitecto quien, por cierto, tenia una firma reconocida en la ciudad. Se conocieron en la universidad y las cosas se dieron como un flechazo instantaneo. La abogado estrella de la corte tuvo una vida tranquila. Era la menor de tres hermanos y, de paso, era conocida por tener los ojos verdes mas brillantes y hermosos que alguien podria admirar. Su cabello era largo, por los hombros, de un rubio brillante. Siempre impecable y siempre bien peinado, por supuesto. De nina desarrollo la necesidad de verse bien, de cuidar su imagen hasta lo mas pequeno. Asi que era muy consciente de que imagen proyectaba a los demas. Esto lo mismo tambien hizo que tomara la decision de ser bien estricta con su alimentacion y establecer una rutina de ejercicios para mantenerse en forma. Asi pues, paso sus anos de secundaria y universidad, no solo como una estudiante destacada, sino tambien por ser una excelente atleta con dotes impresionantes para el deporte. Su figura naturalmente delgada, se convirtio en una mas firme y de musculatura marcada. El lema de "mente sana y cuerpo sano" era muy serio para ella. Sus padres a veces pensaban que para ser una chica tan joven, era un poco estructurada. Pero bien, asi era su hija y la amaba de manera incondicional. Por supuesto, esto represento que ella se convirtiera en una de esas chicas que todos los hombres desean. Sin embargo, gracias a su caracter tan determinante, solo se permitia estar con personas que resultasen verdaderamente interesantes para ella. De resto, ni siquiera se molestaba en interactuar con tios sin cerebro. Alberto no solo era guapo, tambien era brillante y muy educado. Ella sabia que seria la persona perfecta para su familia y bueno, lo demas es historia. Lo cierto es que Rebeca era una persona querida por la gente que se encontraba a su alrededor. Su novio moria por ella, al igual que sus amigos y el resto de su familia. Al igual que alguien que le estaba siguiendo los pasos desde hacia mucho tiempo. --Disculpame que te cite aqui para ver unas flores, pero es que ni mi mama ni mis amigas pudieron venir. Me da mucha pena contigo. --No te preocupes. Yo estoy encantado de estas cosas de bodas y demas. Es... Digamos, entretenido. --Gracias, en serio. No podria hacer esto sola. Francamente pense que seria facil porque tu sabes como soy, pero no. Esto de organizar una boda es abrumador. --Venga, no te quites credito. Eres una tia que esta preparada para lo que sea. De seguro esto no es nada comparado con las cosas que has hecho anteriormente. --Y pues, no lo se. Digamos que es distinto... A veces prefiero olvidarme de este asunto, decirle a Alberto que nos figuemos y nos casemos en Bali. --No es mala idea. Deberias considerarlo seriamente --dijo el picandole un ojo. --Eres terrible. Si sigo contigo seguramente tendre ideas locas. Mark rio a carcajadas, era un tio gracioso, pero le gustaba mas que le hicieran reir. La miro un rato luego de que ella se fijara en unas vitrinas con zapatos que queria para su viaje de luna de miel. Ella no paraba de hablar y el de mirarla fijamente. Mark y Alberto se conocieron de ninos, asi que fue natural la decision del novio de designar a Mark como el padrino de la boda. La notica le puso muy contento, claro, asi que estaba ansioso por conocer a la mujer que habia conquistado el corazon de su amigo. El le comentaba que la chica no solo era hermosa, sino tambien dulce, inteligente, casera y bondadosa. Resaltaba como su lengua afilaba era capaz de desestimar cualquier argumento bobo y le sorprendia la velocidad de su mente. --Ella parece ir mas rapido que los demas. Incluso a veces me cuesta seguirla. Pero la amo, la amo como a nada en la vida. Es perfecta. Mark estaba intrigado, aunque como buen mujeriego pensaba que esas palabras eran eso: palabras vacias que no decian mucho. Las mujeres para el eran diversion de una noche o de varias --en el mejor de los casos--. No la habia conocido como Alberto hubiera querido porque el estaba pasando una temporada en el exterior haciendo cualquier cantidad de cursos, asi que tendria que esperar a que el momento se diera y por fin salir de las dudas. Llego al pais y su amigo insistio tanto en verse esa misma noche que el cedio solo por el. --Venga, tio, esta bien. Solo dejame descansar un poco y despues quedamos para un bonito sitio. --No vayas a traer a ninguna de tus mujeres. Rebeca es una mujer seria y quiero que tenga una imagen buena de ti. --Tio, por Dios, eso sono demasiado medieval. --Es la verdad. --Vale, que no llevo a nadie. Si, estaba de malhumor porque queria salir de alli con cualquier excusa y follar. Pero bien, su amigo era su amigo y no habia nada que hacer. Quedaron en un restaurante que estaba en el centro. En cuanto llego, se encontro a Alberto y se dieron un abrazo de esos sentidos. Mark olvido lo pesado que se puso su amigo al sentirse feliz de verlo. --?Como te fue? --dijo Alberto con una sonrisa. --Bien, no me puedo quejar. Debo decirte que las tias suecas son divinas y no se complican para nada, eh. --No empieces. --Solo te comento... Por cierto, ?en donde esta la senorita en cuestion? Ya a estas alturas estoy que quiero saber quien te tiene asi de enamorado. Pareces un tarro de dulce y promesas. --No juegues con eso, tio. En serio te digo que esta es la mujer. --Pidamos unas pintas mientras llegas. Asi nos ponemos al dia. Estoy que te tengo que contar un monton de cosas. Los dos conversaron como siempre. Entre unas cuantas tapas y cerveza. Mark casi olvido por completo que debian encontrarse con la chica en cuestion. Pero, sucedio y nunca penso que se transformaria de manera abrupta. Ella entro meneando el cabello, las caderas y sonriendo con una sonrisa amable, dulce y tambien de sorpresa porque vio en la mesa a alguien que no conocia. Como fue de esperarse, Alberto estaba contento, pero Mark, el pobre tio, quedo aplastado por ese encanto y la belleza de esa mujer. --!Hola! Debes ser Mark. Lo siento mucho, trate de salir temprano, pero tuve que presentarme para un juicio. Trate de aplazarlo, pero el demandante queria hacerlo hoy. Por eso vengo a esta hora. Alberto la sostenia de la cintura, mientras le daba un beso en la mejilla. Mientras, Mark estaba de pie, tratando de disimular que se habia sentido terriblemente atraido. Ella se sento luciendo ese vestido negro ajustado, el blazer del mismo color, los zapatos de tacon y el cabello pulcramente peinado. Pero lo que realmente lo dejo tonto fueron esos ojos verdes y esos labios gruesos de color rojo. Su rostro, tan blanco y tan lindo, con una expresion que no habia visto en las otras chicas. Se sentaron a comer y a beber. Ella no dejaba de hablar de su trabajo y de que los juicios se estaban volviendo un poco pesados. Pero, lo mas interesante del asunto era que si te ponias a ver la escena desde afuera, los dos estaban como embobados. --Le hable a Mark sobre ti. El no me creia que fueras asi de perfecta. Ahora ya lo sabe y me puede dar la razon. Rebeca se puso un poco roja por la verguenza y le tomo el rostro de su novio con una dulzura que encendio el interior de Mark con el fuego de los celos. --Como sabras, Mark, Alberto tiende a la exageracion, pero supongo que ahi esta parte de su encanto. --?Me excusan un momento? Es que acabo de llegar de viaje y estoy un poco mareado. --?Estas bien? --dijo Alberto con notable preocupacion. --Si, si, no te preocupes. Solo voy a echarme un poco de agua en la cara y regreso. Antes de levantarse, ella le dirigio una sonrisa y fue ahi cuando sintio que algo dentro de el se habia roto para siempre. El ruido del restaurante, la gente hablando, las copas chocando. Todo quedo en el profundo olvido, puesto que el estaba demasiado absorto en la imagen de ella que ya estaba en su memoria. Entro al bano y abrio una de las puertas de los cubiculos que estaban alli. Se sento sobre la tapa del inodoro y se llevo las manos en la cabeza. Cerro los ojos y se le manifesto el fulano mareo que habia mencionado en la mesa y el cual habia inventado porque necesitaba un tiempo para entender lo que le estaba pasando. Ella se le aparecia de manera constante, recurrente. Era tan fuerte que parecia sentir golpes de ella sobre sus retinas. Era doloroso y tambien exasperante. Nunca en su vida habia vivido por una situacion asi. Jamas, asi que no entendia lo que le estaba pasando. Por supuesto, siempre fue un hombre que no tuvo problemas con las mujeres. Era bien sabido que cualquier chica estaba a su disposicion en todo momento. Pero ella se le aparecio en un momento de su vida en el que puso en duda muchas de las cosas que ya un hombre de su edad habia dado por sentado. El corazon le latia con fuerza y la sensacion de malestar se le estaba haciendo cada vez mas real. No podia creer que se sintiera tan descompuesto. Olvido el sabor agradable de la cerveza, las tapas de bacon y aceitunas, el crocante del pan o las anecdotas graciosas de su amigo y las de el. Nada de eso tuvo mas sentido. Salio del lugar y fue al lavabo para echarse agua fresca. Se miro en el espejo y se sorprendio de su expresion de preocupacion. Un poco mas de agua, una rapida secada y saldria como si nada hubiera pasado. Tambien era experto en eso. Volvio a caminar por el pasillo y antes de enfrentarse a la gente, se armo una sonrisa para fingir que todo estaba bajo control. Los encontro riendose y de nuevo el calor en el fondo del estomago, el malestar y las ganas de irse de alli. Ya no queria saber nada mas. --Oye, ?te sientes mejor? ?Que tal si comemos algo? Quizas asi puedas recuperar un poco el color. --Alberto, tambien fue demasiado pedirle que viniera si acababa de llegar de viaje. Rebeca le dirigio una mirada y sus ojos brillantes le dieron a entender que comprendia, de cierto modo, lo que le estaba pasando. Pero, ?como cojones comprenderia esa mezcla tan turbia de sentimientos? --Vale, vale. Que no pasa nada. Debe ser la edad que me tiene con estos achaques tan molestos, hostia. --?Piensas quedarte? ?O prefieres que nos veamos cuando estes descansado? --volvio a preguntar Rebeca. --Creo que mejor me voy. No pense que este tema del jetlag me afectara asi. Que molesto esto. De verdad que no queria arruinar la velada. --No lo haces --dijo ella-- poniendole la mano sobre la suya-- Se que eres una de las personas mas importantes para Alberto, y para mi es mas que suficiente el hecho de que hayas hecho un espacio para conocerme. El contacto de su piel hizo que sintiera como si una corriente de electricidad pasara por todo su cuerpo. Fue calor, frio, hielo, amor, terror, fuerza y debilidad. Todo eso, mucho de todo, que se junto para que se diera cuenta que ya no tendria escapatoria de esa mujer. --Gracias a ti. Bueno, espero que nos podamos reunir con mayor tranquilidad. Lo siento mucho

  • La caverna de Jose Saramago

    https://gigalibros.com/la-caverna.html

    Con las dos novelas anteriores Ensayo sobre la ceguera y Todos los nombres, este nuevo libro de Jose Saramago, forma un triptico en que el autor deja escrita su vision del mundo actual.

  • Un Vaquero Leal (Rancho Atkins 1), Tess Curtis de Tess Curtis

    https://gigalibros.com/un-vaquero-leal-rancho-atkins-1-tess-curtis.html

  • Asesino de brujas 3. Dioses y Monstruos de Shelby Mahurin

    https://gigalibros.com/asesino-de-brujas-3-dioses-y-monstruos.html

    Belladona, eufrasia, baya de arrayan, colmillo de vibora y ojo de buho, pizca de flora, pellizco de animal, para vil posesion o proposito puro. Icor de un amigo, icor de un contrario, un alma negra como noche insondable, pues en la oscuridad se halla el almario do surcan las animas lo inescrutable. El hechizo es familiar; oh, si, muy familiar. Nuestro favorito. Ella nos deja leerlo a menudo. El grimorio. La pagina. El hechizo. Nuestros dedos repasan cada trazo de pluma, cada letra difuminada, y cosquillean con una promesa. La promesa de que jamas estaremos solos, y les creemos. Le creemos a ella. Porque no estamos solos, nunca estamos solos, y los ratones viven en nidos con cientos de otros ratones, con muchisimos ratones. Se refugian todos juntos para cuidar de sus crias, de sus hijos, y encuentran recovecos calientes y secos con mucha comida y magia. Encuentran rincones sin enfermedad, sin muerte. Nuestros dedos se enroscan en torno al pergamino y dejan nuevas huellas. Muerte. Muerte, muerte, muerte, nuestra amiga y enemiga, irremediablemente nos llega a todos. Excepto a mi. Los muertos han de olvidar. Cuidado con suenos que impidan dormir. Ahora desgarramos el papel, lo rompemos en pedazos. En trocitos minusculos. Se desperdigan como ceniza en la nieve. Como los recuerdos. Los ratones se refugian todos juntos, si; se mantienen a salvo y calientes los unos a los otros, pero cuando una cria de la camada enferma, los ratones se la comen. Oh, si. Se la zampan entera, enterita, para alimentar a la madre, al nido. El ultimo en nacer siempre esta enfermo. Siempre es pequeno. Devoraremos a la ratoncita enferma, y ella nos alimentara. Ella nos alimentara. Acecharemos a sus amigos, sus amigos (un grunido brota por mi garganta ante la palabra, ante la promesa vacia), y los alimentaremos hasta que esten gordos de afliccion y culpabilidad, de frustracion y miedo. Alla donde vayamos, ellos nos seguiran. Y entonces los devoraremos a ellos tambien. Y cuando devolvamos a la ratoncita enferma a su madre en Chateau le Blanc, cuando su cuerpo se marchite, cuando sangre, su alma se quedara con nosotros para siempre. Ella nos alimentara. Jamas estaremos solos. Capitulo 2 L'enchanteresse Reid La neblina se extendio por el cementerio. Las lapidas, viejas y agrietadas, con sus nombres borrados hace mucho por los elementos, alanceaban el cielo desde donde estabamos, sobre el borde del acantilado. Incluso el mar en lo bajo estaba silencioso. En esta inquietante luz previa al amanecer, por fin comprendi la expresion silencioso como una tumba. Coco se paso una mano por los ojos cansados antes de senalar hacia la iglesia mas alla de la neblina. Pequena. De madera. Parte del tejado se habia venido abajo. No se veia luz alguna a traves de las ventanas de la rectoria. --Parece abandonada. --?Y si no lo esta? --Beau resoplo mientras sacudia la cabeza, pero se paro con un bostezo--. Es una iglesia y nuestras caras estan pegadas por todo Belterra. Incluso un parroco rural nos reconocera. --Muy bien. --Su voz cansada llevaba menos mordiente de lo que seguramente pretendia--. Duerme fuera con el perro. Todos a la vez, nos giramos para mirar el espectral perro blanco que nos seguia. Habia aparecido a las afueras de Cesarine, justo antes de que decidieramos bordear la costa en lugar de ir por la carretera. Todos habiamos visto lo suficiente de La Foret des Yeux para una eternidad. Durante dias, el perro nos habia seguido, sin acercarse nunca tanto como para que lo tocaramos. Receloso, confuso, los matagots habian desaparecido poco despues de su aparicion. No habian vuelto. Tal vez el perro fuese un espiritu atormentado el mismo, un nuevo tipo de matagot. Tal vez fuese solo un mal presagio. Tal vez fuera por eso que Lou todavia no lo habia bautizado. La criatura nos miro, sus ojos eran un toque fantasmal sobre mi cara. Aprete la mano de Lou con mas fuerza. --Llevamos toda la noche andando. Nadie nos buscara dentro de una iglesia. Es tan buen sitio como cualquier otro para escondernos. Si no esta abandonada --segui hablando a pesar de que Beau habia empezado a interrumpir-- nos marcharemos antes de que nos vea nadie, ?de acuerdo? Lou le sonrio a Beau, con la boca muy abierta. Tan abierta que casi pude contar todos sus dientes. --?Tienes miedo? --Despues de los tuneles --le dijo, tras lanzarle una mirada dubitativa--, tu tambien deberias tenerlo. La sonrisa de Lou desaparecio, y se noto como Coco se ponia tensa y apartaba la mirada. La tension enderezo mi propia columna. Sin embargo, Lou no dijo nada mas; se limito a soltar mi mano y dirigirse hacia la puerta de la iglesia. Giro el picaporte. --Abierta. Sin decir una palabra, Coco y yo la seguimos a traves del umbral. Beau se reunio con nosotras en el vestibulo un momento despues, mientras estudiaba la sala en penumbra con una suspicacia clara. Una gruesa capa de polvo cubria los candelabros. La cera que habia goteado hasta el suelo de madera se habia endurecido entre las hojas muertas y demas restos. Nos llego una corriente de aire desde el santuario un poco mas alla. Sabia a salmuera. A descomposicion. --Joder, este lugar esta encantado --susurro Beau. --Ese lenguaje. --Frunci el ceno en su direccion y entre en el santuario. Se me comprimio el pecho al ver los bancos destartalados. Las paginas rotas de los himnarios amontonadas en un rincon para pudrirse--. Esto fue un lugar sagrado en el pasado. --No esta encantado. --La voz de Lou resono con eco en el silencio. Se detuvo detras de mi para levantar la vista hacia la vidriera. La cara suave de santa Magdalena le devolvio la mirada. Era la santa mas joven de Belterra; habia sido venerada por la iglesia por regalarle a un hombre un anillo bendecido, por el cual su negligente esposa habia vuelto a enamorarse de el y se habia negado a separarse de su lado, incluso cuando su marido se embarco en un peligroso viaje por el mar. Se habia adentrado detras de el en las olas y se habia ahogado. Solo las lagrimas de Magdalena pudieron resucitarla--. Los espiritus no pueden vivir en suelo consagrado. --?Como sabes eso? --pregunto Beau, con el ceno fruncido. --?Como es que no lo sabes tu? --replico Lou. --Deberiamos descansar. --Pase un brazo en torno a los hombros de Lou y la conduje hasta un banco cercano. Estaba mas palida de lo habitual, con oscuras sombras bajo los ojos y el pelo enredado y despeinado por el viento despues de varios dias de duro viaje. Mas de una vez, cuando ella creia que no la estaba mirando, habia visto convulsionarse todo su cuerpo, como si luchara contra alguna enfermedad. No me sorprenderia. Habia sufrido mucho. Todos lo habiamos hecho--. Los aldeanos se despertaran pronto. Investigaran cualquier ruido extrano. Coco se instalo sobre un banco, cerro los ojos y se echo la capucha de la capa por encima de la cabeza. Para no vernos. --Alguien deberia montar guardia. Aunque abri la boca para ofrecerme a hacerlo, Lou me interrumpio. --Lo hare yo. --No. --Negue con la cabeza, incapaz de recordar la ultima vez que Lou habia dormido. Notaba su piel fria y pegajosa contra la mia. Si de verdad estaba luchando contra alguna enfermedad, necesitaba descansar--. Duerme tu. Yo vigilo. Un sonido reverbero muy profundo en su cuello mientras ponia una mano sobre mi mejilla. Su pulgar rozo mis labios, se demoro ahi un poco. Igual que sus ojos. --Preferiria mil veces vigilarte a ti. ?Que veria en tus suenos, Chass? ?Que oiria en tus...? --Ire a ver si hay comida en la despensa --musito Beau. Paso por nuestro lado de mal modo y miro atras para lanzarle a Lou una mirada de asco. Mi estomago gruno mientras lo veia marchar. Trague saliva e ignore la punzada de hambre. La repentina y desagradable presion en mi pecho. Con suavidad, retire la mano de Lou de mi mejilla y me quite el abrigo para darselo a ella. --Vete a dormir, Lou. Te despertare al atardecer y podremos... --las palabras quemaron mi garganta--... podremos continuar. Hacia el Chateau. Hacia Morgane. Hacia una muerte segura. Lou habia dejado bien claro que iria al Chateau le Blanc, la acompanaramos o no. A pesar de mis protestas, a pesar de recordarle por que buscabamos aliados para empezar, por que los necesitabamos, Lou seguia afirmando que podia manejar a Morgane ella sola. Ya oisteis a Claud. Afirmaba que esta vez no dudaria. Ella ya no puede tocarme. Afirmaba que reduciria su hogar ancestral a cenizas, junto con toda su familia. Construiremos uno nuevo. ?Un nuevo que?, habia preguntado yo con recelo. Un nuevo todo. Jamas la habia visto actuar con una intensidad tan decidida. No. Obsesiva. La mayoria de los dias, un brillo feroz iluminaba sus ojos, una especie de hambre salvaje, pero en otros, no los tocaba ninguna luz en absoluto. Esos dias eran muchisimo peores. Se dedicaba a observar el mundo con una expresion aturdida, y se negaba a reconocerme a mi o a mis debiles intentos de consolarla. Habia solo una persona que podia hacer eso. Y el ya no estaba. Ahora tiro de mi para tumbarme a su lado, mientras me acariciaba el cuello casi sin pensar. Sus dedos frios hicieron que un escalofrio bajara correteando por mi columna y senti un repentino deseo de apartarme. Hice caso omiso. La sala se sumio en un silencio denso y pesado, excepto por los grunidos de mi estomago. El hambre era una companera constante esos dias; ya ni siquiera recordaba la ultima vez que habia comido hasta saciarme. ?Con Troupe de Fortune? ?En el Hueco? Al otro lado del pasillo, la respiracion de Coco se hizo poco a poco mas regular. Me concentre en el sonido, en las vigas del techo, mas que en la piel gelida de Lou o en el dolor en mi pecho. No obstante, pocos segundos despues, unos gritos brotaron de la despensa y la puerta del santuario se abrio de par en par. Beau salio disparado y paso como una exhalacion hasta mas alla del pulpito. --!Retirada! --Gesticulo como loco hacia la salida mientras yo me levantaba de un salto--. !Hora de irnos! Ahora mismo, ahora mismo, vamonos... --!Alto! --Un hombre encorvado con las vestiduras de un cura irrumpio en el santuario con un cucharon de madera en la mano. De el goteaba estofado amarillento. Como si Beau hubiese interrumpido su almuerzo de media manana. Los trocitos de verduras desperdigados por la barba canosa y descuidada que ocultaba la mayor parte de su cara confirmaron mis sospechas--. He dicho que vuelvas aqui... Freno en seco y derrapo hasta pararse cuando nos vio al resto. Por instinto, me gire para esconder la cara entre las sombras. Lou se echo la capucha por encima de su pelo blanco y Coco se puso en pie, preparada para salir corriendo. Pero ya era demasiado tarde. Una chispa de reconocimiento ilumino sus ojos oscuros. --Reid Diggory. --Me miro de arriba abajo, luego detras de mi--. Louise le Blanc. --Incapaz de reprimirse, Beau se aclaro la garganta desde el vestibulo y el cura lo miro unos instantes antes de soltar una risita burlona y sacudir la cabeza--. Si, tambien se quien eres tu, chico. Y tu -- anadio en direccion a Coco, cuya capucha todavia ocultaba su rostro entre las sombras. Como habia prometido, Jean Luc habia anadido su cartel de <> al lado de los nuestros. Los ojos del cura se entornaron al percatarse de la daga que habia desenvainado--. Guarda eso antes de que te hagas dano. --Sentimos haber entrado aqui sin permiso. --Levante las manos en ademan de suplica, mientras fulminaba a Coco con la mirada a modo de advertencia. Sali al pasillo con disimulo, y empece a dirigirme poco a poco hacia la salida. Detras de mi, Lou hizo lo mismo--. No pretendiamos causar ningun dano. El cura solto un bufido desdenoso, pero bajo el cucharon. --Os habeis colado en mi casa. --Es una iglesia. --La apatia resto enfasis a la voz de Coco, que dejo caer la mano como si de repente no fuese capaz de soportar el peso de la daga--. No una residencia privada. Y la puerta no estaba cerrada con llave. --Tal vez para tentarnos --sugirio Lou con un placer inesperado. Con la cabeza ladeada, contemplo al cura fascinada--. Como una arana con su tela. El ceno del cura se fruncio ante el abrupto cambio de tema, al igual que el mio. La voz de Beau reflejo nuestra confusion. --?Que? --En las zonas mas oscuras del bosque --explico Lou, arqueando una ceja--, vive una arana que caza otras aranas. L'Enchanteresse, la llamamos. La hechicera. ?No es asi, Coco? --Coco no respondio, y Lou continuo hablando con decision--. L'Enchanteresse se cuela en las telaranas de sus enemigos, tironea de sus hebras de seda y les hace creer que han atrapado a una presa. Cuando las aranas llegan para darse el festin, la hechicera ataca, envenenandolos despacio con su veneno singular. Los saborea durante dias. De hecho, es una de las pocas criaturas del reino animal que disfruta infligiendo dolor. La miramos todos con cara de pasmo. Incluso Coco. --Eso es perturbador --comento Beau al cabo de unos instantes. --Es inteligente. --No. --Beau hizo una mueca, la cara contorsionada--. Es canibalismo. --Necesitabamos un sitio donde refugiarnos --intervine yo, con la voz un poco demasiado alta. Demasiado desesperada. El cura, que habia estado observando como renian con una expresion de desconcierto, se giro hacia mi--. No sabiamos que la iglesia estaba ocupada. Nos marcharemos de inmediato. El hombre continuo mirandonos en silencio, el labio un poco retraido. El oro broto ante mi en respuesta. Buscaba. Tanteaba. Protegia. Hice caso omiso de su pregunta silenciosa. No necesitaria magia ahi. El cura blandia solo una cuchara. Aunque hubiese llevado una espada, las arrugas de su cara indicaban que era mayor. Anoso. A pesar de su altura, el tiempo parecia haber marchitado su musculatura y haber dejado a un anciano enclenque y larguirucho a su paso. Podiamos escapar de el sin problema. Agarre la mano de Lou para estar preparados, lance un rapido vistazo a Coco y a Beau. Los dos asintieron una vez a modo de confirmacion.

  • Rey de diamantes de Isabel Acuna

    https://gigalibros.com/rey-de-diamantes.html

    Brandon King estaba dispuesto a hacerle pagar a Eva James la afrenta infligida anos atras. La pareja habia vivido un apasionado romance en el ultimo ano de universidad, pero un terrible malentendido los llevo por caminos separados.
    Cinco anos despues, en medio de una negociacion empresarial, Brandon y Eva vuelven a cruzar sus caminos. El, convertido en un brillante empresario y comprometido para casarse, enfrenta una lucha entre el rencor y la profunda atraccion que lo lleva a ella una vez mas.

  • El camino que me lleva hacia ti de Francisca Herraiz

    https://gigalibros.com/el-camino-que-me-lleva-hacia-ti.html

    Iba de compras con su madre, necesitaba ropa de invierno nueva para comenzar las clases en septiembre. A diferencia de otros chicos, a el le gustaba ir de compras con su madre, le gustaba pasar tiempo con ella y le gustaba probarse cosas nuevas. La unica pega era que su madre siempre decidia por el, nunca podia elegir su propia ropa y ella siempre compraba la misma ropa aburrida, de cuellos altos, tonos grises o marrones y pantalones azul oscuro. A el le gustaba el color, sobre todo el violeta, o el rosa, pero sabia que no eran colores apropiados para un chico, asi que no decia nada. Pero, aun asi, disfrutaba yendo de tiendas. Por aquel entonces tenia unos once anos y su vida no era complicada, solo debia obedecer a sus padres, estudiar y jugar, no tenia preocupaciones. Su madre se detuvo un momento en la iglesia, a ella le gustaba entrar y encender alguna vela por sus padres, que habian fallecido hacia poco. El les echaba de menos, fueron unos buenos abuelos. No tenia muchos recuerdos de ellos, pero los que tenia eran felices. Recordaba ir los domingos a comer a su pequeno piso de alquiler, donde se reunia toda la familia. Recordaba como su abuela siempre le daba una propina antes de irse y que siempre tenia chocolate en la nevera para sus nietos. A su abuelo le gustaba pasear y siempre le llevaba con el para que jugara en el parque. Al volver le compraba alguna golosina. Su madre se enfadaba, pero sus abuelos siempre le decian: <>. Y asunto zanjado. A el le gustaba recordarles, pero no entendia por que debia hacerlo en una iglesia, podia hacerlo en cualquier momento. A el no le gustaban las iglesias, eran frias y aburridas, aun asi, tenia que asistir cada domingo a misa. Estaba obligado a ir, pero no a entrar para poner velas a sus abuelos, asi que la espero fuera. Mientras esperaba se acerco a la libreria jugueteria que habia justo en frente de la iglesia. Le gustaba pararse a mirar el escaparate, siempre tenia un monton de munecas expuestas. Habia una en especial que le gustaba mucho, era preciosa. Sus cabellos eran largos y rubios, tenia una diadema rosa con una flor en el lateral, un vestido largo, de falta ancha, tambien de color rosa y unos delicados zapatos de tacon. Era muy bonita. Le encantaria poder tener una, pero no se lo podia decir a su madre, ella no lo veria bien. Sus padres siempre le compraban camiones, o coches para navidad y en su cumpleanos, soldados o libros de aventuras. Al menos los libros estaban bien, el resto lo guardaba en el armario, le aburria jugar siempre con coches y soldados. Su madre salio con una sonrisa, le encantaba la iglesia, decia que siempre se sentia mejor despues de asistir a misa o simplemente entrar y mirar la cruz. Segun ella era un lugar sagrado, donde sentia cerca a Dios. El no podia entenderlo, solo veia un bonito edificio con unas campanas escandalosas. Su madre se puso a su lado y continuaron el camino. No tenia hermanos, pero si una prima con la que se llevaba muy bien. Solian venir a visitarlos cada semana, comer juntos los domingos y, mientras los mayores tomaban cafe, fumaban y jugaban a las cartas, ellos dos se iban a jugar al cuarto. Le encantaban los domingos, cuando terminaba la misa de la manana. Despues eran divertido y pasar tiempo con su prima era de lo mejor, porque sentia que ella le entendia. En casa era como si fuera invisible, nadie le escuchaba y solo podia hablar de deberes y de tareas en casa. Con su prima era diferente, nunca le juzgaba, hablaban de cualquier cosa, se reian, lo pasaban bien juntos. Y le encantaba cuando hablaba de cosas de chicas, vestidos, amigas, chicos guapos, era entretenido. Aquel dia, Andrea, su prima, trajo sus munecas Barbie. Cuando el las vio le parecieron una preciosidad. Cogio una y la miro como si fuera el primer juguete que le hubiesen regalado nunca. Por fin tenia una en las manos, era tan delicada, tan bonita y ese vestido... --?A que son bonitas? --le dijo su prima. El asintio. --Vamos a jugar, venga, tu puedes ser esa misma que tienes en la mano, eres la amiga de esta que tengo yo, se llama Julia y la tuya es Sonia. Han quedado para ir a comprar ropa y alli se encontraran con Kevin, que es este chico tan guapo de aqui que, en realidad, es un principe. Su prima continuo hablando, Felipe asentia y se sentia de lo mas feliz. Ir de compras, encontrarse a un apuesto joven, todo le parecia ideal. Entonces su prima se detuvo y le miro. --Ahora que lo pienso, tu deberias ser el principe, sera lo mas normal, ?no crees? Le acerco al muneco. --No, me gusta Sonia, quiero ser Sonia. Andrea se encogio de hombros y continuo. --Esta bien, es normal, porque esa muneca es la mas bonita que tengo. El sonrio, le encantaba poder ser tan natural con ella y que no le mirara raro o se cuestionara nada. Los padres de Andrea la llamaron para volver a casa. --Oh, que fastidio --dijo ella-- ?te parece si continuamos la historia el domingo que viene? El asintio mientras le decia: --?Me dejas tu muneca esta semana? El domingo te la devuelvo, yo no tengo juguetes asi. --Claro, quedatela, igual le digo a mi madre que me compre otra, te puedes quedar a Sonia. Ademas, eres un chico, no creo que tus padres te compren una muneca. --No, ni pensarlo. --Bueno, nos vemos el domingo. Cuida bien a Sonia. Se dieron un abrazo y Andrea salio del cuarto. De forma instintiva, Felipe guardo la muneca bajo la almohada, no queria que la vieran sus padres. Salio a despedirse y despues volvio a su cuarto. Corrio hacia la cama y cogio la muneca, le acaricio el pelo y sonrio. Le gustaria poder tener otra para jugar con ellas, se quedo pensativo. No habia otra, sacaria los soldados y jugaria con ellos, podian rescatar a Sonia que, como diria su prima, era, en realidad, una princesa. Cogio los munecos y se sento en el suelo. Nunca le habia apetecido tanto jugar. Se invento una preciosa historia donde un soldado debia rescatar a la princesa, que se habia escapado de palacio porque no era feliz. Buscaba su amor verdadero, su padre, el rey, queria que se casara con alguien que ella no amaba... --?Se puede saber que haces? Felipe miro hacia la puerta, estaba tan concentrado en el juego que no le escucho entrar. ?Cuanto tiempo llevaria en la puerta? ?Le habria escuchado poner voz de chica? Su corazon latio deprisa y se quedo sin habla, no sabia que decir. Sintio que sus mejillas se ruborizaban, avergonzado. Se sintio culpable, ?de que? No estaba seguro, solo estaba jugando, pasandolo bien, sin molestar a nadie. Su padre se acerco a el y le quito la muneca de las manos. Se le veia enfadado. Al poco aparecio su madre. --?Que son esos gritos? --pregunto desde la puerta. Felipe seguia sentado en el suelo, sin moverse por miedo a la reaccion de su padre. --?Que hacias con esta muneca? --pregunto su padre con seriedad, zarandeando la muneca delante de el. --Es de Andrea, se la ha dejado. --?Y por eso tienes que jugar con ella? --Se giro para mirar a su madre--. Te dije que no era bueno que jugara tanto con Andrea, es una mala influencia, necesita jugar con otros chicos. Manana mismo te apunto al equipo de futbol del colegio. --Miro a su hijo, mostrandole la muneca--. ?Y esto? Si te vuelvo a ver con una muneca, de la paliza que te doy no te levantas en una semana, ?me oyes? --grito. --Solo estaba jugando. --Intento defenderle su madre. --?Con una muneca? Sabes tan bien como yo que eso no conduce a nada bueno, cuanto antes le queden las cosas claras, mejor. --Le volvio a mirar--. Eres un chico y juegas con juguetes de chicos, esto es una mariconada y no quiero volver a verte con una de estas, ?queda claro? Felipe asintio. Su padre salio del cuarto, entregandole la muneca a su madre. Ella le miro entristecida. --No te preocupes, ya sabes como es, guardare la muneca y se la devolvere a Andrea el domingo. Tu sigue jugando con tus soldados, eso estara bien, ?si? El asintio, seguia sin saber que decir. --Tranquilo, veras como jugar al futbol te gusta. Te llamo cuando este la cena. La vio cerrar la puerta con cuidado y llevarse la muneca con ella. Felipe siguio en el suelo, miro los aburridos soldados, la historia ya no tenia sentido. ?Jugar al futbol? Era un deporte absurdo, lo odiaba. Su padre siempre veia los partidos y el no entendia como podia gustarle. Ver a un monton de hombres corriendo detras de un balon. ?Y eso era muy masculino? No entendia a su padre, no se parecian en nada y tampoco queria parecerse. Era un hombre frio, hurano, siempre de mal humor, se enfadaba por cualquier cosa, nunca hacia reir a su madre y siempre la veia triste, sola. Y el ni se daba cuenta ni le importaba. Despues del trabajo solia irse a tomar alguna cerveza con sus companeros. Los sabados se iba al bar a jugar al domino y a seguir bebiendo. A veces venia algo borracho, lo que acentuaba su mal humor. Nunca le veia ir a pasear con su madre, nunca le traia ningun detalle, solia olvidarse de los cumpleanos y, sobre todo, del aniversario. Y su madre callaba, consentia y se refugiaba en la Biblia, que siempre llevaba encima. A veces la escuchaba llorar, pero ella siempre se escondia o fingia si Felipe la descubria diciendole que recordaba a sus padres. Felipe sabia que no era feliz en su matrimonio, pero el solo era un crio y ella no queria preocuparle. Si, era un crio, pero se enteraba de las cosas y sabia cuando su madre estaba triste o decepcionada, o enfadada, o se daba cuenta que sus padres no eran como los padres de Andrea. Sus tios se cogian de la mano, se besaban alguna vez, reian y parecian llevarse bien. Nunca vio a sus padres mirandose como lo hacian sus tios. Nunca los veia cogerse de la mano o besarse en la mejilla. Su madre se pasaba los dias en casa, sola, limpiando, cocinando y cuidando de ellos. Segun ella era lo que debia hacer una buena esposa y madre, cuidar de los suyos. Pero ella tambien era algo mas, era una mujer y deberia dedicarse tiempo a si misma. Por eso a Felipe le gustaba tanto pasar tiempo con ella los dias de compra, al menos la veia mas alegre. Ella se merecia algo mas, pero nunca le escucharia, era su hijo y era un nino, no tenia ninguna autoridad, solo debia obedecer y callar. Cogio los soldados y volvio a guardarlos en el armario. Ya no tenia ganas de jugar. Se tumbo en la cama y se puso a leer, al menos en los libros podia ser quien quisiera, sin miedo.

  • Perdoname (Siempre Te Amare 2) de Lorena Salaz

    https://gigalibros.com/perdoname-siempre-te-amare-2.html

    Luego de traicionar a Federico por un impulso estupido y egoista, Emma se sumira en una profunda depresion. Sera consumida entre la sentimiento de perdida y dolor. Pero ahora tendra que sobrevivir y para esto debera tomar la decision de seguir adelante, para proteger a alguien mas importante que su propia existencia.
    Huyendo de sus captores, los que no descansaran hasta verla muerta, podria encontrar un nuevo comienzo en un pais ajeno, con otra identidad y con otro hombre.
    ?Sera posible que cuando Federico la encuentre, puedan reconciliarse y rehacer sus vidas juntos?, ?El podra olvidar y perdonar el error que ella cometio?, ?Ella podra superar el calvario que ha tenido que librar?, ?O tal vez sea demasiado tarde para su amor?
    Todos cometemos errores, pero no todos merecemos segundas oportunidades. Quiza el perdon no solo se deba dar en una sola via y para perdonar a otro, primero tenemos que perdonarnos a nosotros mismos.
    Perdoname, la segunda parte de la trilogia Siempre te amare, develara muchas de las incognitas que dejo Rescatame. Veremos como Emma y Federico lucharan por su final feliz, a pesar de las adversidades por las que se veran envueltos.
    Intrigas, traicion, celos, desconfianza, venganza, soberbia, arrogancia, pasion y amor, son los elementos que esta novela te ofrece.

  • Todas las benditas decisiones (Everlasting Wound 2) de May Boeken

    https://gigalibros.com/todas-las-benditas-decisiones-everlasting-wound-2.html

    Despues de la ruptura con Gary, Rebeka se refugia en casa de su hermano en Hallerburg, Alemania, para reorientar su vida e intentar olvidar cuanto antes al rockero norirlandes. Se siente perdida, herida y cabreada. Lo echa mucho de menos, pero se niega a recular e intentar arreglar las cosas con el.
    A base de juergas en el Rocco’s -un peculiar bar ilegal-, los cuestionables consejos de su amiga Ana y una nueva amistad con su vecino Daniel -un especimen germano guapo a rabiar-, consigue recuperar el rumbo. Pero lo que tiene el amor es que viene sin avisar y a veces llega sin llamar.
    ?Su relacion con Daniel se convertira en amistad-algo-mas? ?O existiran las casualidades cosmicas y volvera a aparecer Gary en su vida?

  • Fuego irlandes (Corazones irlandeses 1) de Nora Roberts

    https://gigalibros.com/fuego-irlandes-corazones-irlandeses-1.html

    Adelia Cunnane permanecia asomada a la ventanilla, sin ver el magico manto de nubes que se extendian mas abajo. Algunas formaban montanas, otras glaciares, estrechandose y alisandose en lo que semejaba un lago cubierto de hielo. Sin embargo, pese a tratarse de su primer viaje en avion, Adelia no encontraba el panorama nada inspirador. Su mente estaba plagada de dudas e incertidumbres, unidas a una intensa punzada de nostalgia por su pequena granja de Irlanda. No obstante, tanto la granja como Irlanda estaban ya muy lejos, y cada minuto transcurrido acercaba mas a Adelia a America y a personas desconocidas. Penso, con un suspiro de resignacion, que no se hallaba adecuadamente preparada para hacer frente ni a una cosa ni a la otra. Sus padres habian muerto en un accidente de camion, dejandola huerfana a la tierna edad de diez anos. En las semanas siguientes al fallecimiento de sus padres, Adelia habia flotado a la deriva en la niebla de la conmocion, refugiandose en si misma para resistir la agonia de la separacion; para soportar la sensacion, extrana y aterradora, de abandono. Poco a poco, fue erigiendo un muro en torno a su dolor, y se consagro al trabajo de la granja con la dedicacion de un adulto. Lettie Cunnane, su tia paterna, se habia hecho cargo de la nina y de la granja, cuidando de ambas con mano firme. Tenia buen fondo, pero era poco carinosa; por anadidura, carecia de la paciencia o el talante comprensivo necesarios para sobrellevar a una chiquilla imprevisible y, a menudo, tempestuosa. La granja habia sido lo unico que tenian en comun, y la mujer y la nina habian construido su relacion a partir de la fertil tierra y las horas de trabajo que esta requeria. Habian vivido y trabajado juntas durante casi trece anos; posteriormente, Lettie sufrio una paralisis, y Adelia se vio obligada a repartir su tiempo entre las tareas de la granja y el cuidado de una invalida. Adelia habia pasado los dias y las noches librando una decidida batalla para hacer frente a unas responsabilidades cada vez mayores. Sus enemigos habian sido la escasez de tiempo y de dinero. Cuando, al cabo de seis largos meses, volvio a quedarse sola, Adelia bordeaba la desesperacion. Su tia habia muerto y, a pesar de que ella habia trabajado incesantemente, la granja tuvo que ser vendida para sufragar los impuestos. Adelia habia escrito a su unico pariente vivo, Padrick, el hermano mayor de su padre, que habia emigrado a America veinte anos antes, para informarlo de la muerte de su hermana. Su respuesta habia sido inmediata. En una carta afectuosa y llena de carino, habia pedido a Adelia que se fuera a vivir con el. La ultima frase de la misiva era una orden escueta y amable: <>. De modo que Adelia habia empacado sus pertenencias, vendiendo o regalando lo que no podia llevarse consigo, y se habia despedido de Skibbereen y del unico hogar que habia conocido... Un subito movimiento del avion saco a Adelia de sus recuerdos. Se recosto en el respaldo acolchado del asiento, recorriendo con los dedos la pequena cruz de oro que siempre llevaba al cuello. No le quedaba nada en Irlanda, se dijo, combatiendo el hormigueo de su estomago. Todo lo que amaba habia muerto, y Padrick Cunnane era su unico pariente vivo, el unico nexo de union con lo que antano habia tenido. Adelia reprimio una subita oleada de miedo. America, Irlanda... ?que diferencia habia? Movio los hombros con inquietud. Se las arreglaria. ?No lo habia hecho siempre? Estaba decidida a no ser una carga para su tio, aquel hombre impreciso y lejano a quien solo conocia de sus cartas, pues lo habia visto por ultima vez cuando tenia apenas tres anos. En America encontraria trabajo, se dijo, quiza en la granja de caballos que su tio habia mencionado a menudo en su correspondencia. Adelia poseia una habilidad innata para trabajar con animales, y habia asimilado vastos conocimientos de veterinaria en sus anos de experiencia. Su pericia era tal, que a menudo solian requerir su ayuda en partos dificiles o para coser alguna herida. Era fuerte, a pesar de su baja estatura; ademas, recordo cuadrando los hombros inconscientemente, era una Cunnane. Seguramente, se dijo con mas confianza, habria un lugar para ella en Royal Meadows, donde su tio trabajaba como adiestrador de caballos purasangre de carreras. No habria campos que arar ni vacas que ordenar, pero se ganaria el pan aunque fuese fregando suelos. Una vez que el avion hubo tomado tierra, Adelia desembarco y se adentro en la terminal de Dulles, Virginia, donde se quedo boquiabierta ante el caos reinante, fascinada por la escena, confusa por el chapurreo de idiomas extranjeros y la abigarrada mezcla de gente. Se fijo en una familia de indios del Este, ataviados con sus indumentarias nativas. Luego se giro para observar a dos quinceaneros, con vaqueros desgastados, que paseaban de la mano, seguidos de un ejecutivo de mediana edad con un maletin de piel en la mano. Luego, en el vestibulo, miro alrededor con la esperanza de ver alguna cara conocida. Todo el mundo parecia tener prisa, penso. Un cuerpo podia perderse bajo los pies de aquella multitud frenetica y no aparecer nunca mas... --!Dee! !Pequena Dee! --Un hombre se acerco presuroso a ella. Era fornido y compacto, con una rizada mata de cabello gris, y Adelia atisbo brevemente unos ojos azules como los de su padre, antes de verse envuelta en un calido y fuerte abrazo. Se le ocurrio que hacia siglos que nadie la abrazaba asi. --Pequena Dee, te habria reconocido en cualquier parte --el hombre se retiro para mirarle la cara, con los ojos empanados y una sonrisa tierna--. Es como estar viendo de nuevo a Kate. Eres la viva imagen de tu madre. Siguio contemplandola mientras ella trataba de recuperar la voz, su mirada posandose en el lustroso cabello castano rojizo que caia en relucientes ondas sobre sus hombros; en los grandes y profundos ojos verdes de largas pestanas; en la nariz respingona y la boca de labios carnosos que tia Lettie habia descrito como <>. --Eres una autentica belleza --dijo el por fin, con un suspiro de puro placer. --?Tio Padrick? --inquirio Adelia, sintiendo que una multitud de preguntas y de emociones se agolpaban en su interior. --?Y quien voy a ser, si no? --Padrick la miro con ojos llenos de amor y de alegria, y las dudas, los miedos y los interrogantes de ella se desvanecieron en una oleada de jubilo. --Tio Padrick --susurro al tiempo que le rodeaba el cuello con los brazos. Mientras viajaban por la autopista, tras salir del aeropuerto, Adelia miro en torno con asombro. Nunca habia visto tantos coches, todos ellos corriendo a una velocidad vertiginosa. Todo se movia muy deprisa, y el ruido, se maravillo Adelia en silencio, era suficiente para despertar a los muertos. Moviendo la cabeza, empezo a bombardear a su tio con preguntas. ?Estaba muy lejos el lugar adonde iban? ?Todo el mundo conducia tan deprisa en America? ?Cuantos caballos habia en Royal Meadows? ?Cuando podria verlos? Las preguntas relampagueaban en su mente y a traves de sus labios, y Paddy las respondio pacientemente, antojandosele el sonido de su voz dulce como una brisa estival. --?Y en que voy a trabajar? El aparto los ojos de la carretera un momento para mirarla. --No hara falta que trabajes, Dee. --Pero, tio Paddy, tengo que hacerlo --discrepo Adelia girandose hacia el--. Puedo trabajar con los caballos; se me dan bien los animales. Las cejas espesas de Paddy se unieron, formando un dubitativo ceno. --No te pedi que vinieras para trabajar --antes de que ella pudiera protestar, siguio diciendo --: y no se que pensaria Travis si contrato a mi propia sobrina. --Hare cualquier cosa --Adelia se retiro su cabello castano--. Cepillar los caballos, limpiar los establos, acarrear heno... Lo que sea. Por favor, tio Paddy. Me volveria loca en una semana si no tuviera nada que hacer. Su mirada gano la batalla, y Paddy le apreto la mano. --Bueno, ya veremos. Tan absorta habia estado en la conversacion y en el fascinante flujo del trafico, que perdio la nocion del tiempo. Cuando Paddy tomo un camino particular y detuvo el coche, Adelia contemplo los alrededores con una nueva sensacion de maravilla. --Royal Meadows, Dee --anuncio Paddy con un gesto--. Tu nuevo hogar. La entrada del largo y sinuoso camino estaba flanqueada por dos grandes pilares de piedra, y arbustos tachonados de incipientes flores se extendian a lo largo del sendero, hasta donde Adelia alcanzaba a ver. Un verde manto de hierba alfombraba las suaves colinas, y los caballos pacian perezosamente a lo lejos

  • ?Quien viene a cenar esta noche? , Merche Diolch de Merche Diolch

    https://gigalibros.com/quien-viene-a-cenar-esta-noche-merche-diolch.html

    La rutina es el peor enemigo de una pareja. A veces no es suficiente querer, hay que esforzarse por cuidar, mimar y mantener la chispa dentro de una relacion.
    Alvaro y Daniela llevan anos separados y sin verse, pero ninguno de los dos ha solicitado el divorcio todavia. Conocieron el amor mas intenso, vivieron la felicidad plena compartiendo todos sus suenos hasta que sus propios intereses los separaron, llevandoles por direcciones opuestas.
    No se quieren, no sienten nada el uno por el otro o eso afirman, pero cuando la vida los vuelva a unir su mundo cambiara. Las miradas arderan y los silencios hablaran. Las cartas se pondran sobre la mesa y... los platos. Daniela no esta dispuesta a vivir de la caridad de su <> y convertira su lujosa casa en un restaurante de lo mas variopinto y alocado.
    El pasado se presentara con fuerza ante Daniela cuando menos lo espera y no podra huir de el. Alvaro solo quiere ayudarla... y recuperar a la mujer a la que en realidad nunca olvido.
    ?Quedaran cenizas donde antes hubo fuego? ?El amor triunfara o es solo un sueno? ?Existen los finales felices?

  • Despiertame con un beso, Clara Albori de Clara Albori

    https://gigalibros.com/despiertame-con-un-beso-clara-albori.html

    Nerea, una mujer insegura que no confia en los hombres. Hugo, un hombre mujeriego que jamas se ha enamorado. Tres amigas muy liantas y dos cincuentones muy celestinos. ?A que esperas para descubrirlos?

  • Al Rescate de Irina (A la captura del Shadowboy 2) de Adrian Henriquez

    https://gigalibros.com/al-rescate-de-irina-a-la-captura-del-shadowboy-2.html

    Irina, al igual que Elena de Troya esta maldita por su belleza. Obligada a prostituirse por uno de los proxenetas mas importantes de Cuba, la joven es considerada la jinetera mas famosa de la isla. Entre sus clientes se encuentran coroneles y generales. Normalmente estos la usan para que participe en las orgias organizadas para poderosos gobernantes y figuras internacionales que visitan la isla. Su mision es satisfacerlos, grabarlos y luego reportar sus gustos y obsesiones a los jerarcas del Politburo.
    La oportunidad de salirse de ese mundo le llega con Manuel Mendoza. Un experimentado asesino, aparentemente un anciano, que la ayuda a escapar hacia los Estados Unidos. Pero una vez en Mexico sus planes se ven frustrados cuando es capturada por el cartel del Golfo (aliados del general Sandoval) y enviada al Rancho Bacanales. el prostibulo de esclavas sexuales mas famoso de Veracruz.
    En Bacanales tendra que “trabajar” hasta ser devuelta a los generales cubanos. aunque el cartel comete el error de subestimar la inteligencia de la joven prostituta y la de sus poderosos aliados.
    Una visita cruel y real al mundo de la esclavitud sexual.

  • Los exiliados de David Barbaree

    https://gigalibros.com/los-exiliados.html

    Un thriller historico tan apasionante como Juego de Tronos, tan despiadado como House of Cards.
    Segundo volumen de la serie que se inicio con El emperador destronado.

  • Entre Dos Mundos de Maca Soler Alba

    https://gigalibros.com/entre-dos-mundos.html

    Bien, Mal, Paz, Dolor, Sufrimiento, Alegria…todo con un nexo comun: la saltadora.
    Cuando Jacqueline Dubois descubre que el infierno en el que se encuentra sumida puede ser su propia salvacion, decide hacer lo que siempre ha sentido que estaba destinada a hacer: luchar, muchas veces incluso consigo misma.
    Cuando tu destino esta escrito entre dos mundos es algo de lo que no puedes escapar.

  • A corazon abierto (En cuerpo y alma 4) de Mimmi Kass

    https://gigalibros.com/a-corazon-abierto-en-cuerpo-y-alma-4.html

    Las vacaciones en Tromso inician cambios maravillosos en la relacion de Erik e Ines. Tras la vuelta a Chile se entregan a una etapa dulce y sosegada, pero los problemas del dia a dia, en casa y en el trabajo, ponen en peligro el amor que han construido.

  • La Cara Oculta De La Luna de Claudia Cardozo

    https://gigalibros.com/la-cara-oculta-de-la-luna.html

    Surrey, Inglaterra. 1880 Eleanor nunca podria olvidar la ultima vez que tuvo frente a si a James Haversham. Ella tenia doce anos y hasta entonces jamas habia visto a un hombre llorar. No que el pobre caballero se encontrara sollozando a lagrima viva; ni siquiera hubiera podido decir que pareciera hundido por el dolor. En realidad, y la idea en si le parecio tan triste como perturbadora, el discreto llanto del senor Haversham parecia mas bien nacido de la ira y el despecho. Pero en esa epoca Eleanor era solo una nina y su sensibilidad, aunque pronunciada, no era capaz aun de captar esa clase de matices y comprenderlos a cabalidad. Lo unico que tenia claro era que el senor Haversham, ese caballero a quien conocia desde hacia solo unas semanas y que le resultaba tan agradable, se encontraba en ese momento sumido por la pena. Hubiera deseado consolarlo de alguna forma, decirle cualquier cosa que le hiciera sentir mejor. El problema era que ella ni siquiera deberia encontrarse alli y haberlo visto en semejante situacion. Desde luego, todo ese enredo tenia un claro culpable. Una culpable en realidad. Cecily. Siempre era culpa de Cecily. Si su prima aprendiera a comportarse como la joven bien criada que supuestamente era, habrian podido evitar todo ese enredo. Cuando Eleanor la vio salir apresurada de la casa supo que debia de estar planeando algo. Lo mas sensato por su parte hubiera sido hacer como si no la hubiera visto, la experiencia le habia ensenado que era lo mas inteligente para evitar involucrarse en sus problemas; pero ella solo era una nina curiosa en aquella epoca, su tia decia con frecuencia que estaba lejos de ser sensata y le basto con advertir que el senor Haversham tomaba el mismo camino que Cecily para que sus pies empezaran a moverse como si tuvieran vida propia. Mientras recorria el breve trecho entre las cocinas y el establo, donde adivino de inmediato que debian de haberse citado, recordo esas charlas oidas a hurtadillas entre la cocinera y el ama de llaves cuando pensaban que nadie les prestaba atencion. Segun ellas, la senorita Cecily parecia haber caido hechizada por el encanto del nuevo amigo de su hermano y era posible que el senor Haversham consiguiera arrancarle una promesa antes de volver a Oxford. A Eleanor eso le parecia una lastima porque consideraba a aquel joven demasiado agradable para su prima, pero se cuido de decirlo, y no solo porque de hacerlo habria sido descubierta escuchando, sino porque tambien estaba acostumbrada a cuidarse de decir lo que pensaba acerca del comportamiento de Cecily. De cualquier forma, su prima apenas acababa de cumplir dieciseis anos y el senor Haversham no podia haber llegado a los veinte, asi que supuso que un compromiso no era del todo inminente. A lo sumo, quiza, el joven lograra que ella consintiera en mantener correspondencia y que fuera recibido en una proxima visita. Eso si que le parecia una buena noticia, se dijo Eleanor segun daba un rodeo al establo antes de entrar: el senor Haversham era bastante simpatico y, excepto por su primo Gabriel, la unica persona a quien conocia que la trataba con sincera estima. Le gustaria volver a verlo y si para ello era necesario que contrajera algun tipo de relacion con Cecily, bueno, suponia que no seria algo tan terrible siempre y cuando fuera fugaz. El establo era uno de sus lugares favoritos de la propiedad de sus tios. No solo porque amaba a los caballos y pocas cosas le divertian mas que escabullirse alli para admirarlos, sino tambien porque lo consideraba una suerte de refugio en el que podia dar rienda suelta a su imaginacion. El ritmo de la vida parecia perder velocidad cuando conseguia dejar la casa atras y se internaba en su interior. Su cuaderno de notas, un rincon silencioso y el viento que se colaba entre las rendijas de madera: eso era todo lo que necesitaba para sentirse feliz. Eleanor sabia bien por donde debia entrar si no deseaba ser vista; estaba acostumbrada a ello, asi como a subir una escalerilla que llevaba a un altillo que los caballerizos usaban para almacenar el heno y para tomar algunas siestas durante el dia. Ella lo usaba tambien, aunque no para dormir, sino para disfrutar de algo de privacidad cuando trabajaba en sus historias. En ese momento, ademas, comprendio en tanto andaba de puntillas y subia los peldanos con los ojos entrecerrados y rogando por no hacer demasiado ruido, que le daria tambien una posicion estupenda para saber en que nuevo enredo se habia metido Cecily. No sintio demasiados escrupulos en tanto se acomodaba boca abajo sobre el suelo de madera cubierto por paja o mientras agachaba la cabeza hasta que su menton rozo el borde del altillo; sentia demasiada curiosidad para ello. No tuvo que esperar demasiado; cuando llego, su prima ya estaba alli, pero se cuido mucho de que no advirtiera su presencia mientras se movia a sus espaldas. La joven, ademas, lucia muy inquieta, consciente de lo riesgoso de su accionar; se habia quedado de pie bajo el dintel de la entrada con todo el cuerpo oculto en las sombras del interior atisbando a las afueras; Eleanor pudo moverse a su antojo sin llamar su atencion. Su tia Margaret decia con frecuencia que la pequena Ellie, como la llamaban en casa, se movia con la suavidad de un gato de puerto al que era imposible seguir la pista, lo que, si bien dudaba de que fuera dicho como un halago, a ella le complacia mucho. En los escasos minutos en que espero a la llegada del otro convidado a la cita secreta, se permitio admirar el perfil de su prima, algo que hacia con cierta regularidad, aunque odiara reconocerlo. <>, se dijo con un suspiro de enojo. Tal vez Cecily fuera egoista y un tanto odiosa, pero era tambien muy bella. Con su cutis impoluto, su sedoso cabello rubio y los que todos en la familia llamaban unos rasgos perfectos, era imposible que no llamara la atencion. Y ella lo sabia porque habia sido criada para obtener el mejor partido a esos atributos. Eso explicaba la fascinacion que desperto en el senor Haversham tan pronto como la conocio, lo mismo que habia ocurrido con otros antes que el. La diferencia, cavilo Eleanor replegandose en su escondite al oir unos pasos acercandose, era que por primera vez Cecily parecia interesada en alguien que no fuera ella misma. Desde luego, considerando de quien se trataba el hombre que despertaba ese interes, Eleanor no podia culparla. El senor Haversham arribo al establo moviendose con el mismo cuidado que habia mostrado Cecily antes que el, pero no fue de inmediato hacia ella, sino que se mantuvo un momento en la entrada sin dar visos de la impaciencia que Eleanor no dudaba que debia de sentir. Tal y como habia hecho con su prima, aprovecho ese momento de inmovilidad para inspeccionarlo y no pudo evitar esbozar una sonrisa al reparar una vez mas en su rostro atractivo, el cabello oscuro que peinaba sobre la frente y el aire gallardo que a sus ojos sobresalia incluso en la semioscuridad. El seria un estupendo heroe romantico, considero no por primera vez, lamentandose de no poseer aun la habilidad para plasmarlo en el papel. Pero algun dia, se prometio, cuando se sintiera lista para ello, escribiria una historia inspirada en aquel joven. --?Por que ha tardado tanto? ?Nadie lo ha visto? Las preguntas de Cecily, hechas en un tono ansioso que no altero en absoluto su voz musical, la obligaron a dejar sus ensonaciones y a mirar con mayor atencion por encima de la buhardilla. Finalmente habia sido ella quien se acerco al senor Haversham y Eleanor advirtio que posaba una mano sobre su brazo en un movimiento delicado. Eleanor habia perdido la cuenta de las veces en que habia escuchado a la tia Margaret adiestrando a su hija respecto a la forma mas apropiada de acercarse a un caballero e incluso tocarlo si las circunstancias lo permitian, todo ello con exquisito cuidado de mantener el aire ingenuo y angelical que, en su opinion, era su mayor atributo. No pudo oir la respuesta del senor Haversham porque el tomo una de las manos de Cecily entre las suyas y se inclino hacia ella para susurrar algo a su oido. Lo que hubiera dicho, sin embargo, consiguio que ella se ruborizara y Eleanor fruncio el ceno, intrigada. La verdad era que hacian una hermosa pareja, sin duda; el tan alto, con hombros anchos y las facciones afiladas, al lado de ella, espigada como un junco con formas delicadas y el rostro tan lozano como una rosa. Algunas personas decian que Eleanor era una version mas joven y un tanto oscura de su prima, que con el tiempo sus rasgos infantiles ganarian en belleza, pero ella sabia que eso no era del todo cierto ni queria que lo fuera; la apariencia de Cecily, aunque impresionante, le parecia un tanto simplona y ordinaria, pero no le extranaba que resultara tan fascinante para quienes no conocian su interior. Detuvo sus pensamientos respecto a lo que podria esperar de su futuro y que tanto se pareceria a su prima segun creciera al advertir que el senor Haversham acercaba el rostro al de Cecily, buscando sus labios, y estuvo a punto de girar el cuello para evitar ver lo que ocurria, pero una extrana fascinacion parecio hacerla presa de los movimientos de esas dos personas que permanecian ignorantes de su presencia. Espero que su prima se retirara, que hiciera algun gesto para apartarlo porque supuso que eso era lo que una jovencita debia hacer en una situacion como aquella, pero ahogo un jadeo al advertir que ella entreabria los labios y se ponia de puntillas para posar una mano sobre la linea de piel entre el cabello y el cuello de la chaqueta de caza del joven. El beso no pudo durar mas de unos cuantos segundos, pero a Eleanor le parecio como si hubieran pasado horas hasta que el senor Haversham se aparto para luego acariciar su rostro en un gesto cargado de algo que no supo definir, pero que le inspiro un irreprimible deseo de llorar. Cecily, en tanto, respiraba como si acabara de correr y lo veia con los ojos brillantes; Eleanor no podia recordar haberla visto antes mirar a alguien con el mismo anhelo como no fuera a su propio reflejo. --?Tiene que irse? Han sido solo dos semanas; seguro que puede quedarse un poco mas... Eleanor afilo el oido, ladeando el rostro para oir la respuesta al ruego hecho por su prima y esta vez si que alcanzo a escuchar la respuesta del senor Haversham: --Es imposible --explico el, oyendose tan decepcionado como la joven --. No puedo dilatar mi regreso; es mas importante que nunca que cumpla con mis responsabilidades. Usted debe entenderlo mejor que nadie. Eleanor hizo un mohin al comprender lo que deseaba implicar, pero advirtio que a Cecily le tomo un poco mas de tiempo hacerlo; lo supo por su ceno fruncido que revelaba su confusion y que no se relajo hasta que cayo en la cuenta de todo lo que esa frase significaba para el. --No deberia... Fue dificil, pero Eleanor consiguio contener el impulso de emitir un bufido burlon al ver la forma en que su prima batia las pestanas y desviaba la mirada para simular una timidez que sin duda no sentia. El senor Haversham, sin embargo, no parecio advertirlo, porque tomo su mano con mayor impetu y la llevo a su pecho. --Debo. Desde luego que debo decirlo porque es importante que usted lo sepa --dijo el con una voz apasionada que a Eleanor le provoco un extrano cosquilleo en la nuca--. Estoy seguro de que no es una sorpresa para usted. Despues de todo el tiempo que hemos pasado juntos... Hasta donde Eleanor sabia, el tiempo que el mencionaba no habia sido tanto, en absoluto lo suficiente para que el joven pudiera hacerse una idea clara del caracter y las motivaciones de Cecily, pero era obvio que eso a el no le importaba del todo. La cocinera lo habia llamado <>, pero ella no estaba segura de entender a que se referia ni podia preguntarlo porque en primer lugar ni siquiera deberia haberlo oido. Ahora, no obstante, observo a Haversham prestando mayor atencion a la forma en que veia a su prima y comprendio que su mirada parecia limitada a esa figura preciosa que tenia ante el y por completo incapaz de ver lo que estaba mas alla de ese bonito exterior. Segun Gabriel, su amigo era uno de los hombres mas listos que habia conocido y Eleanor podia dar fe de ello tan solo tras haberlo tratado un par de semanas, pero estaba claro que ese <> podia enceguecer a cualquiera. --Cecily, necesito que prometa que esperara por mi --continuo el ante el silencio de la joven. Eleanor fruncio el ceno ante el ardoroso pedido y noto que Cecily hacia otro tanto, mostrandose indecisa por primera vez desde su llegada. --?Esperar? --repitio ella, y Eleanor capto la duda en su voz--. ?Esperar a que? El senor Haversham no debio de advertir esa vacilacion de inmediato porque esbozo una sonrisa y mantuvo sus manos firmemente unidas. --Ya se lo he dicho. Por mi. Por ambos --aclaro el--. No sera sencillo, y tal vez tome tiempo, pero le prometo que valdra la pena. Tan pronto como termine en Oxford iniciare mi viaje y una vez que haya asegurado mi futuro volvere a Inglaterra. Eleanor aprovecho el silencio de su prima para rebuscar en su memoria lo que Gabriel le habia contado de su amigo. Aunque el senor Haversham habia sido encantador con ella, la verdad era que no conto mucho acerca de si mismo en las ocasiones en que compartieron un poco de tiempo, lo que no dejaba de tener logica, claro. ?Por que confiaria sus mas intimos deseos a una nina que solo inspiraba en el ternura y una buena cuota de compasion? Pero Gabriel nunca fue tan discreto y le habia contado que Haversham era el segundo hijo de un vizconde de origen irlandes y que su familia, aunque antigua y con unos blasones irreprochables, distaba de ser rica. Meramente acomodados, fue el termino que uso recordandole un poco a su madre, para su disgusto. Segun el, James, como lo llamaba, era tan inteligente y ambicioso que dudaba de que fuera a conformarse con las circunstancias en las que lo habia puesto la vida. Tenia familiares en America y su mayor anhelo era culminar sus estudios en Oxford para viajar alli y forjarse su propio futuro; uno mucho mas acorde con sus deseos. Todo ello paso por la mente de la chiquilla en unos cuantos segundos y comprendio que era eso lo que el senor Haversham pedia a su prima; que tuviera paciencia y confiara en el lo suficiente para esperar a su regreso. El no tenia como saber, sin embargo, que Cecily ni era paciente ni entregaria jamas su confianza a alguien basada tan solo en una promesa, por mucho que se sintiera atraida por ese alguien. Pero Eleanor si lo sabia y por eso no le extrano comprobar que de pronto ella se veia algo menos entusiasmada de lo que se habia mostrado hasta entonces y que daba un paso hacia atras para poner cierta distancia entre ambos. Ese gesto si que parecio ser lo bastante significativo para que Haversham lo advirtiera porque fruncio el ceno y la observo con extraneza. --?Cecily? La joven sacudio la cabeza de un lado para otro y sujeto una mano contra la otra con la mirada puesta en un punto sobre su hombro como si se supiera incapaz de verlo a los ojos. --Soy muy joven para adquirir un compromiso como el que me pide, mi madre jamas lo consentiria --musito ella simulando una pena que, Eleanor supo, no era del todo fingida; en verdad lo lamentaba--. Ademas, sere presentada en la corte la proxima temporada y no se lo que ocurrira entonces. Tal vez... --Tal vez conozca a alguien mas --culmino el por ella en un tono grave y carente del ardor que habia mostrado hasta entonces--. Alguien mas conveniente. Eleanor hubiera deseado cubrirse los ojos con las manos para no ver la profunda decepcion en cada uno de sus gestos, pero fue incapaz de hacerlo. El deseo de no perderse ni un instante de lo que ocurria parecio ser mas fuerte que ella y se sintio un poco avergonzada por ello. --Espero que no me juzgue. Han sido unos dias deliciosos y confio en que podamos vernos nuevamente... --?Para que? --Haversham interrumpio las palabras de Cecily una vez mas, ahora con mayor aplomo y evidente indignacion--. ?Con que objeto podria desear verme una vez mas, Cecily? ?Por que querria verla de nuevo luego de conocer sus verdaderos sentimientos? La joven exhalo un suspiro que revelaba su enojo y frustracion y levanto el rostro para verlo con ojos brillantes. Eleanor supo sin asomo de duda que eran lagrimas de rabia por lo que hubiera deseado y que sabia que no podia poseer. --?Sentimientos? --repitio ella--. ?Que tienen que ver los sentimientos con esto? --?Que que tienen...? !Todo! --Haversham no parecia poder creer lo que oia--. Le he abierto mi corazon con la esperanza de ser correspondido, pero ahora veo que era un deseo ridiculo. Es evidente que usted no siente lo mismo por mi; de hacerlo, no habria vacilado en asegurar que esperaria a mi regreso. Cecily emitio una risa seca y carente de gracia, y Eleanor sintio que se le erizaban los vellos del brazo; la conocia lo suficiente para saber que su propia frustracion estaba a punto de orillarla a decir algo hiriente y hubiera deseado tener el valor para descubrirse y bajar corriendo para evitar que dijera cualquier cosa que pudiera lastimar mas al hombre que se encontraba frente a ella y que parecia aun demasiado inocente para entender a lo que se enfrentaba. Una vez mas, sin embargo, se vio imposibilitada de mover un solo musculo; tenia demasiado miedo de lo que diria su tia si se enteraba de esa travesura. --Es usted un iluso. Mezcla sentimientos y esperanza con la realidad -- espeto la joven y su hermoso rostro se vio deformado por el desprecio--. ?Cree que arriesgaria todo lo que puedo obtener por unos cuantos besos y una promesa? Usted podria morir, no regresar nunca, y entonces yo habre perdido la oportunidad de ser feliz. Haversham se llevo una mano a la nuca y una mueca de desagrado reemplazo el sufrimiento que habia mostrado hasta entonces. A Eleanor le parecio que finalmente parecia consciente de lo que ocurria y supuso que ese gesto era al fin y al cabo una muestra de lo que pensaba de Cecily y sus principios. --Bueno, tal vez no muera. Tal vez si regrese, pero es posible que lo haga siendo tan pobre como lo soy ahora --comento el con una voz que restallo en el espacio como un latigo--. Esa, supongo, seria una desgracia aun mas penosa para usted que mi muerte, ?verdad? Es eso lo que la atormenta: la ausencia de dinero y poder. Puedo verlo ahora.

  • La nueva vida de Jimena de Ariadna Baker

    https://gigalibros.com/la-nueva-vida-de-jimena.html

    Y te levantas un buen dia y te das cuenta de que nada tiene sentido, que no puedes vivir encerrada llorando las penas por mucho tiempo y que a mis veintiseis anos era joven, necesitaba vivir, queria volver a ser feliz... Me estoy refiriendo a que una no esta poseida por el espiritu de David Bisbal, y por tanto, lo de "llorare las penas..." debia quedar en el baul de los recuerdos. Lo habia pasado muy mal cuando mi novio me dejo por otra, de la noche a la manana, despues de diez anos de relacion. Comenzamos cuando yo solo contaba con quince y me dejo con veinticinco, sin esperarlo, cuando acabamos la carrera. Asi de premio, un premio que no me supo a gloria sino mas bien a cuerno quemado, me explico... Lo peor de todo es que lo hizo una noche por mensaje y a la manana siguiente ya lo habian etiquetado en una foto, una chica abrazada a el diciendo que era su principe azul de esos que no destinen y por supuesto que el le contesto que ella era el amor de su vida. Cero tacto, cero empatia, cero respeto... Me quede en shock y debi maldecir en arameo y en otras lenguas hasta entonces desconocidas para mi. No era para menos, pues ademas de ser lo mas humillante que me habia pasado en la vida, nuestros amigos en comun, todos lo tenian de contacto en la red y lo vieron al igual que yo, asi que imaginad, todo el mundo preguntandome por algo que ni yo sabia, que me habia cogido tan de sorpresa como a ellos, esos que luego me dieron de lado. Asi que de la noche a la manana me quede mas sola que la una, esa era la realidad; compuesta y sin novio y con los que hasta entonces consideraba mis amigos riendoles las gracias a la parejita de moda. Una autentica delicia de esas que o te matan o te hacen mas fuerte, porque otro camino no ves. Esa manana comenzaba a trabajar, era mi primer dia, habia culminado con exito la carrera de Periodismo en junio y ahora a finales de octubre tenia por fin el puesto que tanto deseaba y por el que habia luchado y encima en mi revista favorita. Dicen que "la suerte es loca y a cualquiera le toca" y debia ser que la providencia quiso recompensarme con algo mas que con un par de cuernos de esos bien puestos. Menos da una piedra, que se le iba a hacer... Mi vida no habia sido facil, mis padres murieron dos anos atras, yo no tenia hermanos, estaba sola, primero Dios se llevo a mi padre en un accidente laboral y luego a mi madre a los seis meses de esa maldita enfermedad que no quiero ni nombrar. Bueno digo Dios como podria decir lo que quiera que haya alli arriba o el mismo universo, porque cuando pasan esas cosas una no sabe ya que creer ni a que agarrarse, esa es la unica verdad, verdadera. Tuve que armarme de valor y no puedo negar que emocionalmente Pablo, mi ex, me ayudo mucho. Lo cortes no quita lo valiente y el hecho de que luego se convirtiera en un gusano miserable no es obice para que reconozca que en ese momento lo hizo como si fuera un hombre, cosa que mas tarde el solito se encargo de poner en tela de juicio. Yo me quede en mi casa, de todas maneras, pues la habia recibido en herencia, al igual que los ahorros de mis padres y aquella indemnizacion por el accidente laboral, asi que sali adelante con el alma rota de dolor, pero prometiendo acabar esa carrera que tanta ilusion le hacia a mis progenitores y a mi, que para eso la habia escogido. Si hubiera querido ser astronauta, estoy segura de que mi padre y mi madre me hubieran llevado de la manita a la misma NASA, pues menudos eran ellos en lo tocante a mi futuro. Para ambos no habia una hija mejor en el mundo y hubieran hecho el pino puente con tal de que yo me hubiera convertido en aquello que deseara. Y lo que yo deseaba por encima de todas las cosas era ser una periodista de pro. Y luego vino lo de Pablo, asi que imaginad que los dos ultimos anos de mi vida habian sido los mas tristes y penosos desde que naci, pero hoy queria volver a renacer, sacudirme los hombros y comenzar una nueva etapa en la que comenzaria a cambiar todo. Es mas, pasaria de ser "la depresiva oficial del reino" a ver todo con ilusion y solo necesitaba actitud, asi que lo iba a intentar por todos los medios. La tarea que tenia por delante no era moco de pavo y yo lo sabia, para lo que habia echado mano de un arsenal de libros de esos de inteligencia emocional que prometian hacer de mi una personita mas feliz que una perdiz en un periodo no demasiado dilatado de tiempo. Y en ello estaba. Me tome un vaso de agua en ayunas como cada manana y despues mi vaso de leche, ese que era el pan nuestro de cada dia, mi madre siempre me decia que me habia quedado en la epoca del biberon y tenia razon. No me gustaba el cafe, ni el Cola Cao, ni nada tipico con lo que la mayoria del planeta desayunaba, eso si, los tes me encantaban de todas clases y sabores. Ay, mi madre... No habia dia que no la echara de menos hasta decir basta. Como me costaba que el dia echara a rodar sin ella; sin sus consejos, sin sus recomendaciones, sin su ayuda y sin esa sempiterna sonrisa que jamas de los jamases se borraba del rostro de la que yo consideraba la mujer mas buena que habia conocido. Me cuidaba muchisimo, pero yo tenia curvas y cuando digo curvas, es que las tenia, un buen pecho, cintura plana, pero caderas anchas, nada de ser una nina fina, delgada de esas que no tenian ni que cuidarse, yo si me pasaba me ponia mas redonda. Eso si, no me desagradaba y fea no era, a pesar de no ser el estereotipo de mujer que hoy en dia nos quieren inculcar. En eso si tenia suerte, las cosas como son, porque yo no soy de esas que se mueren por subirse al carro de la moda y, si lo que se lleva es la delgadez, me mato a lechuga hasta conseguir que la bascula marque lo que la sociedad diga que debe marcar. Yo siempre me he negado a ese tipo de sandeces y he lucido mis curvas con arte y salero. Me mire al espejo, por un lado, por el otro, de frente, de culo y todo para ver que ese pantalon vaquero ajustado me quedaba bien y si, me hacia bien mujerona; una camisa suave arriba de color marfil a juego con los tacones y un panuelo en el cuello con un nudo hacia un lado, maquillada y lista para mi primer dia de trabajo. Me veia francamente bien, esa era la realidad, y el mejor complemento que podia lucir era un halo de seguridad que indicaba que estaba dispuesta a comerme el mundo, porque en lo tocante a dejar que fuera ese mismo mundo el que me comiera a mi, no estaba dispuesta. En el ascensor me coloque a la perfeccion la chaqueta roja, me quedaba muy bien a juego con el color de mis labios y es que me veia guapa, hacia mucho que no me arreglaba y me quitaba ese roete que me habia acompanado los ultimos seis meses, ahora no, mi melena lucia lisa y perfectamente planchada. Se acabaron el look marujona y las ojeras esas que ya parecia que formaban parte de mi rostro. Hasta ahi habia llegado la broma y era hora de coger el toro por los cuernos, no en sentido literal, que tanto valor como para meterme a torero no habia acumulado, pero si en el ficticio. Me dirigi a buscar el coche que lo tenia aparcado dos calles mas atras, era el problema de mi zona que habia poco aparcamiento y siempre terminaba dejandolo a bastante distancia, por un lado, me venia bien para andar un poco, bueno realmente deberia de andar bastante cada dia, pero yo para eso era muy floja. Si, si, lo reconozco, para algunas cosillas era mas floja que un muelle guita y yo andar no es que anduviera demasiado y en lo tocante a correr... eso era cosa de cobardes, menos todavia. Llegue al poligono donde estaban las oficinas de la revista, aparque el coche y me dirigi a la entrada donde pase la tarjeta que me habian asignado por la puerta y el acceso se abrio. No puedo describir la sensacion de alegria que percibia al hacerlo. ?He dicho alegria? Bueno quizas fuera satisfaccion, una satisfaccion no exenta de nervios, eso si, pero satisfaccion, al fin y al cabo. El jefe de equipo me esperaba en su despacho a las ocho para ponerme al dia, yo ni lo conocia, solo sabia que se llamaba Carlos y que era un estupido, el grado no tenia ni idea, pero tocaba averiguarlo. Y seguro que a no tardar mucho. Recorde aquella frase tan tipica de mi madre de "mal trago, pasarlo pronto" y me puse manos a la obra. Me puse bien el panuelo y toque a la puerta, un "adelante" me hizo abrirla sonriente. --Buenos dias, soy Jimena, la nueva. --Buenos dias --su rostro reflejaba una seriedad que daba respeto, me senalo a la silla para que me sentara--. En tu despacho tienes los articulos que hay que preparar para la columna, cada uno de ellos te da las directrices de palabras orientativas que debes de hacer y el grado de formalidad que le debes dar a cada uno. --Entendido. --Cada dia tiene que estar todo el trabajo listo antes de irte. --Claro. --Y por supuesto, tienes que revisarlo mucho ya que no puede ir con ningun error ortografico. --No se preocupe por eso, creo que no he tenido faltas de ortografia ni de pequenita. --Claro que me preocupo, soy el responsable de que esta revista funcione como lo lleva haciendo desde que me asignaron este puesto. --Lo entiendo. --Bueno, pues que tengas un buen dia. --Igualmente. Me levante y me fui conteniendo el aire, todo lo que tenia de guapo lo tenia de imbecil y no tenia ni idea de como se trataba a una persona, quizas por eso estaba en la revista pues mandaba al punto de la informacion para sacar los mejores titulares y sin importarle a quien se llevara por delante. Carlos era justo la tipica persona que yo consideraba que estaba en el mundo porque tenia que haber de todo, pero que le iba a hacer, tampoco podia pretender que todos los que estuvieran en la redaccion fueran de mi gusto. Ademas, yo estaba alli para trabajar y no para crear una "chupipandi", asi que era mejor que pensara en ponerme a trabajar codo con codo con cada uno de mis companeros, con independencia de que unos me cayeran mejor y otros como el culo. Me dirigi a mi despacho y salude a dos companeras que levantaron su mano, pero siguieron hablando, por lo visto todos iban a pasar de mi, que buen recibimiento en mi primer dia de trabajo. A ver si los que me iban a caer como el culo iban a ser la mayoria, jolines vaya un comienzo. Justo antes de entrar observe como otras dos companeras me miraban de arriba abajo y hablaban entre ellas ?No les gustaba mi cuerpo o que diantres pasaba? Madre mia que era mi primer dia y ya me daban ganas de irme por donde habia venido, pero no, ya no iba a permitir mas sufrir por los demas; ya estaba bien, estaba asqueada de una sociedad donde no amaban de verdad, donde un fisico delgado prevalecia ante todo y donde cualquier jefe se pensaba que te podia tratar por encima del hombro. Me estaban poniendo a caer de un burro y todavia no me conocian, menuda panda de desgraciados, pero yo a lo mio; no podia dejar que aquello condicionara lo que yo habia ido a hacer alli y que no era otra cosa que trabajar. Me sente en mi despacho despues de colgar el bolso y la chaqueta, me coloque el pelo detras de la oreja y comence a leer todas las directrices de los articulos que tenia que hacer. No eran pocas y aquello requeria grandes dosis de concentracion, pero de eso tenia yo para dar y regalar. A mi no me iban a amilanar asi como asi, eso lo tenia mas claro que el agua. Escribi uno por uno y los revise mil veces, ni la media hora del desayuno utilice, la pase ahi disfrutando de relatar unos buenos articulos que no dieran malos comentarios sino todo lo contrario, que causaran una muy buena impresion. Se iban a enterar todos esos de lo que valia un peine, o mejor dicho, de lo que valia Jimena. A ultima hora se lo envie al jefe de equipo, al senor simpatico, esperaba que me contestara algo en contra de ellos, pero ni para bien ni para mal dijo nada. Mejor asi, los americanos siempre han dicho que la falta de noticias, son buenas noticias, de modo que lo interpretaria de ese modo y santas pascuas. Sali de las oficinas con la sensacion de que todas hablaban a mi espalda, los chicos se veian mas simpaticos y me saludaban amablemente, pero las mujeres... Que pena que seamos entre nosotras mismas las que nos hagamos esas cosas. Mis amigos eran los amigos de mi ex, los teniamos en comun y cuando el me dejo al final terminaron dejandome de lado, quedaban con el y su nueva pareja, realmente todos tenian parejas y saliamos asi por lo que imagino que fue mas facil estar a su lado que al mio que estaba sola, pero bueno, ya me habia acostumbrado a sentir la soledad como unica compania. Estaba comenzando a llover y el dia se vestia de gris, para colmo era viernes, mi primer dia de trabajo y ya me iba de fin de semana, la verdad que mejor, tenia que canalizar esas sensaciones tan feas que habia tenido ese dia y es que me habia sentido el patito feo de la oficina. Compre el pan y me fui para mi casa, aquel lugar en el que me sentia segura ya que era como mi burbuja ante la vida. Encendi la calefaccion, me puse el pijama y calente el puchero que deje preparado y coci un poco de arroz. Comi llorando, asi de tonta era, se me saltaban las lagrimas, tenia pena, me parecio muy feo que nadie me hubiera dedicado una sonrisa de mis companeras y que me miraran como un bicho raro y encima el jefe, ese chulesco que no tuvo ni una leve sonrisa para recibirme. Tras comer con esa tristeza, recogi la cocina y me tumbe en el sofa a ver la tele con una mantita, esa era mi vida, manta, sofa y soledad, pura diversion. Asi me pase toda la tarde con esa pena que me ahogaba, pero me repetia a mi misma que yo era mas fuerte que todo eso y que me tenia que levantar y reconducir mi vida, tenia que salir la chica alegre que fui un dia, la que era feliz con cualquier cosa y disfrutaba de lo que tenia sin necesidad de necesitar mucho mas.

  • Heroes y villanos, espanoles olvidados por la historia de Javier Garcia Blanco

    https://gigalibros.com/heroes-y-villanos-espanoles-olvidados-por-la-historia.html

    En no pocas ocasiones, la Historia -confabulada con aquellos que la escriben y con los caprichos del destino- es injusta y desagradecida. Solo asi se explica que, sin importar la epoca, civilizacion o lugar del globo al que miremos, encontremos siempre un buen punado de personajes a quienes el azar, los historiadores o el vencedor de turno -ya saben aquello de que "la Historia la escriben los vencedores..."- han decidido relegar a las mas reconditas y escondidas "notas al pie" de los libros en los que se glosan victorias, descubrimientos, conquistas y otras grandes hazanas. Y eso con suerte, pues muchas veces se pierden para siempre en el olvido y el silencio de los siglos. Son ya unos cuantos anos los que un servidor lleva escribiendo acerca de temas historicos y, sin importar la cuestion sobre la que me este documentando en cada momento, casi siempre me sucede algo similar. A veces es una mencion vaga en una cronica, otras una pequena pista descubierta por azar, ya sea en un libro o en un documento historico, incluso en un antiguo periodico digitalizado y disponible a traves de Internet. Pero siempre, de una u otra forma, surge un personaje hasta entonces desconocido cuya historia es capaz de atraer nuestra atencion por dos razones: en primer lugar por haber protagonizado algun hecho destacado, merecedor de ocupar un espacio de honor en los libros de Historia; la segunda, precisamente por todo lo contrario, haber sido ignorado casi por completo pese a sus sobrados y destacados meritos como guerrero, estratega, explorador o aventurero. He de confesar que siento una especial debilidad por estos heroes -o villanos- "olvidados", autenticos "grandes secundarios" o actores de reparto de la Historia. Sobre todo si se da la circunstancia de que son espanoles o sus aventuras estuvieron vinculadas de forma especial con Espana. De ahi que, con el paso de los anos, haya ido dando forma a una singular "coleccion" personal compuesta por una nutrida y variada galeria de personajes. Todos ellos con ese denominador comun de ser poco conocidos por el publico y, en algunos casos, incluso por los propios historiadores. Y este ha sido, precisamente, el criterio seguido a la hora de elaborar la seleccion de personajes historicos que dan forma al libro que tiene entre sus manos. He procurado que los protagonistas aqui reflejados cubrieran buena parte de los periodos historicos y, asi, encontramos narrados sucesos que abarcan desde los primeros siglos de nuestra era hasta el reciente siglo XX. En un primer momento habia decidido dar forma al libro presentando una sucesion de historias que intercalaran, de forma mas o menos equilibrada, las peripecias y aventuras de hombres y mujeres "olvidados" por la Historia. Sin embargo, finalmente decidi -excepcion hecha de la historia de la monja Egeria y del capitulo dedicado a Lucrecia de Leon, en ambos casos por razones de similitud tematica con otros personajes-, "excluir" a las damas y reservar, para ellas solas, un futuro trabajo. Ciertamente, material no falta, y sin duda el interes de los episodios protagonizados por estas espanolas de distintas epocas igualan, cuando no superan en muchas ocasiones, al de sus "colegas" masculinos. En cuanto a lo "tematico", he procurado tambien hacer una seleccion lo mas variada posible, presentando a personajes que destacaron en distintos ambitos, ya fueran exploradores, guerreros, pioneros de la arqueologia, cientificos, espias o incluso asesinos de grandes figuras de la Historia. Estoy seguro de que el lector encontrara aqui personajes que ya conocia, pues alguno de ellos ha servido de inspiracion para la realizacion de peliculas, novelas o comics. Sin embargo, incluso en esos casos, dichos heroes o villanos son escasamente conocidos por el gran publico. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el sanguinario Lope de Aguirre cuyas atrocidades, cometidas mientras perseguia las legendarias riquezas de El Dorado, han sido objeto de recreacion en dos peliculas - una dirigida por nuestro Carlos Saura, y otra por el aleman Werner Herzog-, novelas como la de Ramon J. Sender y un par de comics. Y a pesar de semejante "cobertura", Aguirre sigue siendo uno de esos grandes desconocidos. En otros casos, los protagonistas de algunos capitulos si han recibido una Mas sonrojante resulta que algunos de estos personajes -nacidos en la "piel de toro" aunque pasaran a la Historia por protagonizar sucesos ocurridos a miles de kilometros de su hogar-, sean mas conocidos en otros paises que en el nuestro, cuando muchas veces sus hazanas deberian llenarnos de orgullo y ocupar no pocas paginas en los libros de texto. Ese el caso, por ejemplo, de algunos exploradores y aventureros como los Anza, originarios de Hernani, cuyas peripecias se conocen al dedillo los estudiantes de secundaria en toda California, Nuevo Mexico y Arizona, y cuyos nombres y apellidos han bautizado no pocas calles, plazas u hospitales de distintas localidades estadounidenses. Cuentan, incluso, con un Parque Natural que lleva su nombre, y que coincide con la ruta que abrieron, atravesando el desierto mientras se enfrentaban a temibles apaches y comanches, desde el norte de Mexico hasta la region de la Alta California. Algo similar sucede con el conquistador Pedro Menendez de Aviles quien, a pesar de haber derrotado con valor y con inteligencia a media flota corsaria francesa del siglo XVI, y haber fundado la primera ciudad de los Estados Unidos de America -todavia hoy en pie, con un fuerte espanol y repleta de calles con nombres de ciudades peninsulares-, es apenas conocido en Espana, a excepcion de su ciudad natal, donde por suerte se recuerdan sus numerosos meritos. En los dos casos anteriores, basta con echar un vistazo a la bibliografia para descubrir con desanimo que la mayor parte de los textos dedicados a uno y otros personajes estan escritos en la lengua de Shakespeare, cuando deberia ser abrumadora la mayoria de los escritos en la de Cervantes. En otras ocasiones, la falta de documentacion es casi total, y solo la suerte o el azar nos permiten descubrir a quien, oculto bajo un nombre nuevo, esconde una figura tan fascinante como la del navarro Pedro Casenave, quien llego a ser alcalde de Georgetown -nucleo de la actual capital estadounidense-, amigo de George Washington y, ojo al dato, la persona que coloco la primera piedra de la Casa Blanca pues, no en vano, era el Gran Maestre mason que dirigio la ceremonia. Todas las historias que protagonizaron los hombres y mujeres que encontrara a continuacion consiguieron emocionarme cuando descubri por primera vez sus conquistas, descubrimientos, aventuras o incluso sus errores. Espero que al pasar pagina, disfrute usted tanto como hice yo al documentarme y al escribir sobre ellos... Zaragoza, a 22 de mayo de 2012 CAPITULO 1 En busca de las huellas de Dios Durante siglos, miles de personas de toda Europa dejaron atras sus lugares de origen con la intencion de iniciar un viaje hacia lo desconocido. Un periplo hasta los santos lugares de sus respectivas confesiones religiosas que, en algunos casos, dejaron recogidos en sus escritos. No fueron pocos los habitantes de la Peninsula Iberica que, ya desde tiempos remotos, se aventuraron en tan arriesgada travesia para conocer los lugares mas piadosos citados en los distintos textos sagrados. Tierra Santa en general y Jerusalen en particular han atraido desde hace siglos la atencion de miles de personas en todo el mundo. Siglos antes de que la peregrinacion hasta Santiago de Compostela cobrara fuerza y protagonismo, peregrinos de distintas nacionalidades, origenes y credos religiosos ya habian iniciado el viaje hasta los santos lugares del Proximo Oriente. En el caso de los viajeros cristianos, el suceso que marco la "explosion" de las peregrinaciones fue el descubrimiento de la supuesta tumba de Cristo (el lugar hoy conocido como Santo Sepulcro) a comienzos del siglo IV, por parte de Santa Helena, madre del emperador Constantino. A este suceso habria que anadir los escritos dejados por San Jeronimo -autor de la traduccion al latin de la Biblia hebrea y griega-, quien seguramente influyo en el afan viajero de muchos devotos con sus textos relativos a los santos lugares. Junto a los textos del santo, que vivio en Palestina entre finales del siglo IV y comienzos del V, se encuentran otros de vital importancia y que fueron escritos por algunos de los primeros peregrinos. Gracias a estos textos, aquellos que se aventuraban por los peligrosos caminos poseian una especie de guia repleta de consejos y descripciones para viajar hasta Tierra Santa. De este modo los arriesgados viajeros tenian en sus manos una ayuda con la que realizar una visita completa a los santos lugares y poder revivir asi los acontecimientos de la vida de Cristo narrados en los Evangelios. Este es el caso de los textos redactados por el anonimo Peregrino de Burdeos [1] y la monja Egeria, que serian usados durante mucho tiempo por los peregrinos siguientes. Y esta aventurera religiosa es, precisamente, la primera de las protagonistas de este libro. Egeria, la monja que desafio a su tiempo Son pocos los datos que poseemos de esta audaz y valiente monja nacida, muy probablemente, en la Peninsula Iberica. Al parecer, Egeria era la superiora de un convento o eremitorio gallego, que en el siglo IV de nuestra era tomo la decision de viajar hasta los santos lugares para visitar en persona los paisajes descritos en el Antiguo y el Nuevo Testamento y describir despues a sus hermanas todo lo que veia a traves de una serie de cartas abiertas que forman su diario. Aunque se desconoce el lugar exacto desde el que comenzo su viaje, parece claro que este se encontraba en Galicia [2] . La narracion de su diario comienza en diciembre del ano 383 y finaliza en junio del 384. Por tanto, en tan solo seis meses recorrio miles de kilometros, unas veces a pie, otras montada a caballo e incluso a lomos de un camello. Su diario de peregrinacion, Itinerarios, permanecio perdido durante mas de quince siglos, hasta que fue encontrado en la ciudad italiana de Arezzo a finales del siglo XIX. Segun se ha podido comprobar, este diario de viaje esta incompleto, ya que faltan las primeras paginas del mismo. Ademas, su autora solo recoge el segundo de los viajes de peregrinacion que realizo a Tierra Santa, ya que segun relata ella misma en el diario, hizo un primer viaje a Jerusalen del que desconocemos todos los detalles. Posiblemente la monja fue contemporanea del hereje Prisciliano y es probable que conociera sus doctrinas, ya que existen varios pasajes en sus escritos que coinciden en su concepcion religiosa con la de este singular personaje de la epoca. Durante su peregrinacion, la religiosa visito templos, eremitorios y los mas variados escenarios biblicos. En cuanto se encontraba en los lugares descritos por las escrituras, la monja gallega se detenia para leer y meditar los pasajes correspondientes a ese lugar. A lo largo de su peregrinaje, Egeria fue encontrandose con las pretendidas reliquias relacionadas con distintos pasajes del Antiguo y el Nuevo Testamento, y asi lo anota puntillosamente en su diario de viaje. Asi, la monja vio conmovida su alma al contemplar la piedra sobre la que Moises quebro las primeras Tablas de la Ley, el horno donde los israelitas fundieron el becerro de oro o la zarza ardiente a traves de la que Dios se manifesto, y que segun la monja aun seguia viva y continuaba echando brotes. En Jerusalen, por ejemplo, Egeria pudo visitar la columna en la que supuestamente habian azotado a Jesus y que <>.

  • Pequena Ariel de F. Locks

    https://gigalibros.com/pequena-ariel.html

    Cuando suena el telefono en medio de su fallida cena de Navidad, Ana agradece al cielo por su jefe que no se molesto en llamar en cualquier momento, porque en ese momento estaba a punto de enloquecer con su hermana. Pero lo que nunca imagino fue que esta llamada de su guapo jefe vendria con una solicitud absurda que la involucrara a un bebe.

  • Miedo en los ojos de Raul Garbantes

    https://gigalibros.com/miedo-en-los-ojos.html

  • Silencios inconfesables (Bergman 4) de Michael Hjorth

    https://gigalibros.com/silencios-inconfesables-bergman-4.html

    Una familia es hallada asesinada en su propia casa. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se hace cargo del caso, una investigacion que se complica aun mas al descubrir el cadaver del que era el principal sospechoso del crimen.

  • Llueve sangre sobre el asfalto (Balas y Whisky 1) de A. J. Raven

    https://gigalibros.com/llueve-sangre-sobre-el-asfalto-balas-y-whisky-1.html

    Cuando la policia llego al motel, las gotas de sangre aun se deslizaban sin prisa desde el colchon de la cama hasta el suelo de aquel mugriento cuchitril. Hallaron a la asesina tumbada, esbozando una ligera sonrisa y abrazada al cadaver como si fuera una nina dando amor a su osito de peluche. Los dos estaban desnudos alrededor de un charco de sangre y vomito. La prensa local, El Evening Journal , catalogo los crimenes como uno de los mas atroces que habian ocurrido en la ciudad. Sin embargo, no pudo igualarse al asesinato ocurrido cinco anos atras perpetrado por un joven que violo, atropello y quemo a una disminuida por la simple razon, de querer divertirse. Asi mismo, esa misma prensa, la que a veces enganaba a su publico inyectando en el papel tinta envenenada, le otorgo el sobrenombre de la asesina de gordos o la asesina del pene. La comisaria que llevo el caso, la veintidos, su capitan declaro que en mas de los diez anos al frente de la jefatura, jamas habia contemplado un crimen igual; tan sadico y tan salvaje a la vez que despiadado. El capitan tambien anadio que, cuando vio las fotos del primero de sus crimenes, por poco le da un infarto... 1 Para Berta Rogers, por fin llego el dia que tanto habia esperado. Tras ganar su primer caso para el bufete Bender and Bolin , uno de los mas prestigiosos de la ciudad, consiguio aquel puesto fijo como abogada al que siempre habia aspirado. Terminada como becaria a los veintisiete anos de edad, su jefe, un chupatintas de cincuenta anos adicto a la nieve y a las putas caras llamado Andreu Bolin, le asigno un caso facil de llevar, puesto que quiso tantear a una abogada cuyo futuro brillaba en esplendor. El caso en cuestion no fue nada mas que un simple robo en una tienda de licores en donde su asaltante, --un ninato de clase alta que empunaba una pistola de juguete--, sustrajo quinientos dolares en metalico y botellas por valor de cien dolares. En total la suma ascendio a mil dolares. Lo que hizo la mente de la abogada fue cambiar los roles. Al delincuente lo puso como victima y a la victima, como el delincuente. La oscuridad se hundia en la ciudad de los vientos. Era una noche del segundo mes del ano en donde semanas atras, los carnavales habian sazonado un poco las malogradas calles con aquellos disfraces y pelucas de distintos colores, hombres zancudos, animales y un sinfin mas de parafernalia sin sentido. Una noche invernal en la cual la nieve gritaba con sutileza por cada rincon de aquellas arterias ennegrecidas, atormentadas, llenas de maldad, odio y desesperacion. Una capa de cinco centimetros de espesor arropaba las aceras como una madre arropa a su hijo. Los coches dormian con sumo placer bajo un manto de escarcha, las alcantarillas emitian un humo lechoso, triste, y las campanas del ayuntamiento daban las diez en punto. Berta elegia vestido para la fiesta que sus amigas habian preparado por ganar su primer caso. Acababa de salir de la ducha de su casa de dos plantas en el 1149 de la calle 90, en Dunning, al este de la ciudad. En su habitacion, al lado de la cama, frente al espejo, se probaba vestidos. Cogio el negro y se lo probo. No le gusto como la quedaba debido a que pensaba que ese color le hacia tener el culo gordo. Lo dejo apartado y agarro el rojo. Se lo probo mirandose al espejo sin embargo, tampoco le gustaba; pensaba que ese color era para descocadas, tal vez para su amiga Kate. Lo aparto a un lado de la cama y se decanto por el negro. Para nada le hacia tener el culo gordo. Berta era guapa, bastante guapa. Tenia unas medidas de ensueno en una altura de un metro sesenta. Su pelo rubio ondulado, destellante como el oro bajo los rayos del sol, resbalaba hasta sus pequenos y redondos hombros. Los ojos eran grandes como ensaladeras y el color parecia una hermosa pradera verde. La nariz pequena y redonda estaba unida a una sonrisa que daba felicidad a un rostro cuya piel, era de un blanco tan bello que se asemejaba a las alas de un angel. Tambien era una chica brillante, divertida, generosa, culta y con un gran corazon aunque este se transformaba cada vez que se ponia la toga y subia al estrado, convirtiendo ese corazon en un organo inerte. Sus pasiones como cualquier muchacha de su edad, era la moda; a Berta le encantaba la ropa, sobre todo la ropa cara comprada en las tiendas de la calle llamada The Mag Mile. Ademas de comprar ropa, la gustaba nadar al igual que jugar al tenis, ir a sitios caros y la buena comida. A veces, solia salir con un chico de cuerpo musculoso y cabeza vacia, algo informal, un mero revolcon, puesto que a ella la agradaban los chicos inteligentes. Pero que no lo fueran mas que ella. Berta salio de su casa a las once. Un taxi esperaba en la acera con el motor encendido. En su interior se hallaban sus tres amigas: Kate, Wen y Lany. Kate Miller era la mas atrevida y ligera del grupo. Fue companera de Berta y Lany en la misma clase. En la actualidad, ejercia como veterinaria, un trabajo que era su pasion; poder salvar y cuidar animales indefensos era su vida. Era lista, atenta, generosa, fogosa y coqueta. Unas cualidades dentro de un cuerpo perfecto, delgado a su vez que con curvas, y un pelo negro lacio, que llegaba por debajo del cuello. Su cara albergaba unos labios finos, nariz ancha y unos ojos de color gris. Sus pasiones, aparte de cuidar animales moribundos, era la fiesta. La encantaba salir a desmadrarse y pasarlo bien entre copas y chicos. Despues, estaba Wen Zhao. Era una chica algo timida proveniente del gigante asiatico que al terminar de graduarse se hizo profesora adjunta. Poseia un cuerpo fino como el hilo de una cana de pescar. Alguno de sus dioses asiaticos no la bendijo con culo ni pechos; ese dios de ojos rasgados se cachondeo de ella al hacerla plana como una tabla de planchar. El pelo, corto hasta el cuello, parecia un estropajo. La cara era como un pan de hogaza, una frente protuberante y una nariz chata con las aletas definidas. Lectora empedernida de autores confucianos, iba un curso por debajo cuando conocio a las chicas. Sus padres se trasladaron de China despues de nacer Wen. Su padre quiso un futuro mejor el cual, el gigante asiatico no podia proporcionarle, abrio una tienda de licores y comestibles en el barrio chino que no le fue nada mal. Por ultimo, estaba Lany Lopez. De origen cubano, era una portentosa belleza latina. Tenia un pelo moreno largo hasta llegar a media espalda. En las puntas, unas mechas de color verde que hacian juego con sus ojos. Una piel caramelizada, unos labios finos y una nariz aguilena era todo lo que ofrecia su cara. La espalda y las piernas reflejaban tatuajes. Era la rebelde del grupo. Controlaba todo a su paso; era fria calculadora y dominante, pero buena amiga. Le gustaba las motocicletas (cuanto mas grandes mejor) y enfundarse en ropa de cuero. Poseia una lengua viperina y portaba un toque gotico. --?Listas para desmadrarnos esta noche? --pregunto Kate. --Si, pero sin pasarnos --dijo Lany. --?Creeis que este vestido me hace gorda? --inquirio Berta. --Estas deslumbrante --dijo Wen--.Mirame a mi, parezco una tabla de madera, en cambio tu, estas guapisima. --Estas perfecta --anadio Kate--. Ese vestido te hace unas tetitas ricas, dejame tocar. Estiro la mano y la toco un pecho. --!!Deja mis tetas!! --exclamo Berta entre risas. --Yo no tengo tetas --pronuncio Wen. Berta y Kate rieron. --Oiga --espeto Lany al taxista--. Cuando quiera arranque, !eh! --Si no me dicen adonde van… --Al club The Warehouse. El club se ubicaba en el 206 de South Jefferson Street, en el area comunitaria de Greektown. Se habia construido sobre la estructura de una antigua fabrica de tres pisos. Cinco anos atras de la apertura del club, aquella fabrica de calzado fue destruida por un incendio que se inicio a las tres de la madrugada. Los bomberos atribuyeron el suceso a unos viejos cables pelados que recorrian la pared del tercer piso. A los seis meses del incendio, la casualidad hizo que el terreno pasara a un politico de dudosa procedencia. El Warehouse era el club de moda en la ciudad. Cada noche, atraia alrededor de dos mil personas sedientas de una buena juerga. A veces, Berta, Kate y Lany, se podian pasar quemando la pista desde la noche del viernes hasta el medio dia del domingo. Era un club en donde se permitia el sexo al descubierto, eso hacia que estuviera libre de agresiones. Lo mismo lo podias hacer en el bano que en la pista o junto a la cabina del DJ. Tambien era la sede para los hombres negros homosexuales repudiados, tratados como leprosos por su comunidad. Alli se podian juntar y darse amor sin que ningun dedo les senalara. En aquel lugar podian ser ellos mismos. El residente, el que hacia vibrar la pista, era Frankie Knuckles, un DJ afroamericano rollizo, calvo, con gafas de pasta y una perilla. Habia salido de los bajos fondos de la ciudad conocida como la Gran Manzana para empezar a despuntar experimentando con la musica electronica. --Seguro que aparece tu ex novio --dijo Lany a Kate. --Espero que no, quiere volver pero no estoy dispuesta, paso de el. --Venga chicas, relajaos y disfrutemos de la noche --sentencio Wen. El taxista las dejo en la puerta del club. La fachada se iluminaba de blanco por unos pequenos focos que rotaban de forma aleatoria en ambos lados de la puerta. Estaba custodiada por un portero que se podia asemejar a un orangutan, con una piel negra como el carbon y recubierto de musculos en una altura de un metro noventa. Portaba un traje negro y camisa blanca, ambos de una talla menos. Parecia que iba a reventar el traje y colgarse desde el Willis Tower, el rascacielos mas alto de la ciudad. La fila de personas que esperaban entrar al lugar de nacimiento de la musica electronica, daba la vuelta a Jackson Boulevard. Una alfombra roja te acercaba hasta la puerta en donde aparte del orangutan, habia una banda de terciopelo rojo colocado en dos postes de contrachapado banado en oro. Bajaron del taxi y fueron directas hacia el portero. Eran bien conocidas por el dueno pero sobre todo, por el primero. De esa manera, consiguieron saltarse toda la fila sin esperar ni pasar frio en la tortuosa noche. Ellas solo iban a calentar. Kate habia conseguido un reservado para un dia tan especial. --Bienvenidas, chicas --dijo el portero con una voz grave. El orangutan aparto la banda de terciopelo. Berta abrio la puerta y se adentraron a un mundo de lujuria y desenfreno en donde el limite era inexistente.

  • La red de Caronte de Gemma Herrero Virto

    https://gigalibros.com/la-red-de-caronte.html

    Los cadaveres brutalmente mutilados de varias adolescentes aparecen abandonados en parajes apartados de Vizcaya. No hay pistas sobre el asesino, nadie sabe nada del misterioso asaltante y lo unico que tienen en comun todas las victimas es que son jovenes solitarias.
    La investigacion lleva a la joven forense Natalia Egana y al inspector de homicidios Carlos Vega a descubrir que el asesino contacta con sus victimas a traves de Internet. Usando el sobrenombre de Caronte se acerca poco a poco a sus presas, descubre sus secretos mas intimos y las enamora hasta conseguir una cita que sera fatal para ellas.

  • La promesa del escoces de Camila Winter

    https://gigalibros.com/la-promesa-del-escoces.html

    Victoria observo las nubes blancas viajando a gran velocidad por el cielo azul ese radiante dia de verano mientras pensaba: "hace un ano lloraba por haber perdido James y en tres dias sere la esposa de otro hombre, no puede ser verdad, no puede estar ocurriendo, parece una pesadilla... No es mi culpa, el me abandono la primera vez y ahora... Debo olvidar y comenzar una nueva vida junto a Edward, es un joven tan agradable y bondadoso..." Edward Willmond...La jovencita se sonrojo al recordar la noche anterior. Habia estado entre sus brazos bailando un vals y dias antes la habia besado en los jardines y le habia gustado. Su cuerpo habia respondido a sus besos y habia sentido una rara excitacion, y el deseo que siguiera besandola un tiempo mas. Era el hombre adecuado y lo sabia, habian sido presentados y el se habia enamorado de ella nada mas verla y para una jovencita con el corazon roto no habia nada mas irresistible que un joven guapo y enamorado. Suspiro y luego del corto paseo matinal regreso a su habitacion. En ocasiones la invadia la nostalgia, no podia evitarlo, la atraia Edward, sentia un carino especial por el pero no habia olvidado a James, su amor escoces. Ese amor que nacio un verano y fue tan fuerte que habria dejado todo por huir con el a Escocia, no le importaba que fuera pobre, ni que viviera en una granja con un monton de hermanos. Lo habria abandonado todo pero algo ocurrio entonces... Su hermano se entero del romance y los separo. !Malvado Thomas, siempre la habia odiado! Y luego de la muerte de su padre y convertido en tutor, pues se habia vuelto insoportable. No dejaba de darle ordenes, y casi no podia ir a ningun lado sin pedirle permiso y por eso se casaba, para huir de su recalcitrante hermano y del dolor de haber perdido a James, para siempre... Intentaria ser feliz, ser la esposa que el merecia, dejaria atras su pasado, estaba harta de llorar por James. ****** Llego el dia de su boda y Victoria desperto aturdida, cansada, no habia dormido bien. Debia asearse, desayunar y prepararse para ir a la iglesia... Todos sus parientes la esperaban en el comedor y no se atrevio a enfrentarles, no hacian mas que hablar y reir sin parar. Su hermano estaba disgustado porque la visita se habia adelantado pero se esforzaba en disimularlo. Toco de la campanilla para avisar a su doncella que le llevara el desayuno, estaba hambrienta y necesitaba juntar fuerzas... Su tia aparecio un rato despues para ayudarla con el vestido. --Apresurate querida, tu madre quiere verte vestida de novia. Victoria obedecio pero al enfrentarse al espejo con el bello vestido blanco, las flores de azahar y la corona de perlas sujetando su cabello rubio, sintio deseos de llorar y lo hizo. No era ella, era como esos titeres inanimados sin vida movido a capricho de su familia. ?Que demonios le importaba esa boda ni casarse en una hermosa capilla cercana al senorio? --?Que pasa querida? Oh, no debes llorar, arruinaras el peinado y tus ojos... Todos van a verte Victoria por favor. !Tranquilizate! --!A nadie le importa lo que yo sienta tia! Todos me odian en esta casa y me obligan a casarme contra mi voluntad-- estallo la joven. La anciana retrocedio espantada ante sus palabras.

  • Manana. Capuchinos, bikinis #love de Agnes Ruiz

    https://gigalibros.com/manana-capuchinos-bikinis-love.html

    Cassie Gauthier y su mejor amiga se van a las Baleares. En sus maletas hay todo lo necesario para unas vacaciones de ensueno. Bikinis, proteccion solar, gafas de sol… ?Encontraran el amor bajo las palmeras? ?Quiza delante de un capuchino? Pero no hay que fiarse de las apariencias…

  • Te esperare todos los dias de Karla Trier

    https://gigalibros.com/te-esperare-todos-los-dias.html

    Sheila iba preparada para las vacaciones de su vida: el sol del sur, playas, fiestas y risas en su largo viaje en solitario.
    Lo que no imagino fue que Manu, un entrenador que trabaja para el estado, iba a hacer sus vacaciones aun mas interesantes. No solo por la atraccion, si no porque ese feeling se convirtio, para sorpresa de ella, en mucho mas. Pero las cosas no son tan sencillas en la vida, todo el mundo oculta secretos o tiene cosas que no quiere contar. Quizas hay que dejarse llevar y tomarse la historia como un amor de verano. ?O quizas los sentimientos ya son demasiado fuertes para eso?
    Una divertida novela en la que los personajes te enamoraran tanto como te haran reir.

  • Un incidente sin importancia de Rosa M. Sarda

    https://gigalibros.com/un-incidente-sin-importancia.html

    Una carta a su madre, muerta en plena juventud, abre este volumen de relatos en los que Rosa Maria Sarda da vida a todo un conjunto de personajes que conforman una galeria viva y bulliciosa.
    Maria y Pep, sus abuelos, originales, estirpe de comicos desde antes de la guerra, eran los primeros actores de una compania itinerante, aunque, si era necesario, pintaban hasta los decorados. Cuando no viajan, viven en un casita humilde cerca de una fabrica de cemento, el numero 8 de una peculiar galeria de vecinos, ruidosa, llena de dimes y diretes pero transparente y solidaria. Puertas abiertas, gritos de aqui, excursiones para alla.
    La nieta, Rosa Maria, que los visita durante los veranos, encuentra en estos abuelos y en el pintoresco vecindario, la calidez que la acompanara mientras crezca, la calidez de un mundo lleno de viveza, espontaneidad, donde la miseria de la dura posguerra no entela la alegria y la vida. Un mundo donde el simple hecho de seguir vivo ya es una victoria.

  • Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian

    https://gigalibros.com/lo-que-esta-en-juego-es-la-moral.html

    La luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.

  • Por ti, mama de Tania M. Rubio

    https://gigalibros.com/por-ti-mama.html

    Durante la Nochebuena, Kelly se queda atrapada en un ascensor con un misterioso desconocido. Lo que Kelly no sabe es que aquello solo es el comienzo de lo que le va a tocar vivir esa noche. Su vida esta a punto de dar un importante giro. Desde esa noche, ya nada volvera a ser lo mismo. El pasado se hace presente. Cuando nada quede, aun quedaran los recuerdos de su madre…

  • 11 Besos bajo el muerdago y una taza de chocolate de Aurora Salas Delgado

    https://gigalibros.com/11-besos-bajo-el-muerdago-y-una-taza-de-chocolate.html

    Doce relatos navidenos inspirados en personas reales como un pequeno regalo.

  • Cuatrojos de Carolina Carbone

    https://gigalibros.com/cuatrojos.html

    REMEDIOS CASEROS Trate todo para curar el estres. Contar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… Rezar: Dios… !que todo pase de una vez! Comprar: pastillas de magnesio fosforico, y un par de mascaras de ginseng. Tomar: manzanilla, cava y un te loco que tenia valeriana. No paso nada. La cura es no crear monstruos de la nada. CERA Si me sacaras palabras como pelos este si que seria un espectacular mundo. Lampino. No costaria tanto hablar, todos los pelos se van y crecen, pero menos y menos. No callaria, pero jamas, si tu me aseguras: duele menos al hacerlo mas, los poros ceden, los pelos se van sin sentirlos mas. Pues... yo no lo creo. Cada palabra hierve, se pega. No voy a hablar mas. HIPERBOLE Voy desde cero hasta el cielo, con jalada de pelos. No sufro, muero. Disfruto, no puedo. TERAPIA Soy invencible (o eso quiero creer), pero mi peor enemiga tambien. Estoy preocupada porque no quiero hablar con otro sobre problemas que no puedo definir. Soy de lo peor (o eso quiero creer) me averguenza pensar que lo mio no es lo peor. Estoy mejor cuando puedo hablar y vencer las ideas que no me dejan avanzar. NAUSEAS Tengo miedo de fallar, que pena no poder comprar humildad para afrontar la realidad: no tengo que ganar. SIN MEDIDA Necesito unos lentes para ver la locura en toda la gente. Necesito unos lentes para dejar de ver la locura en mi mente. Necesito unos lentes para ver la verdad no estoy sola, de repente. Necesito unos lentes para dejar de ver la verdad, del resto no soy tan diferente. 24/7 Me preguntaste si hoy me quedaba hasta tarde en el trabajo. La pregunta no tenia sentido porque siempre estaba ahi, pensando en lo que hice, no hice y deberia hacer. "Nunca me fui", te respondi. CARTA DE RENUNCIA Dejame ser debil y feliz. Quiero abandonar todo para poder hallarme y darme tiempo para mi. FINAL INFELIZ No hay peor castigo que estar atrapado en tu propio castillo. Es muy dificil escapar cuando tu pelo te acabas de cortar. No te puedes lanzar de una torre asi no mas, te tienes que salvar. ?LE TEMES A LA OSCURIDAD? No, pero cada vez que voy al cine converso con la muerte. Mientras veo superestrellas y galaxias muy, muy lejanas escucho su reclamo: ?Por que te refugias antes de tiempo en la oscuridad? Y yo siempre le repito calmada, antes de ser silenciada por el resto de la sala: "Creo que la pregunta es: ?por que escapo de la realidad?"

  • Alicia y Cedric (Outsiders 4) de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/alicia-y-cedric-outsiders-4.html

    Alicia notaba como su corazon se rompia una y otra vez porque lo apostaba todo al amor. Queria un amor como el de su hermana y Lion. Uno capaz de poner la piel de gallina a los que los veian mirarse. Por ese amor se habia arriesgado una y otra vez. Se preguntaba cuantas veces era capaz de sangrar la misma herida. Tal vez el amor no existia, al menos no para ella. Lo que tenia claro era que ahora no pensaba conformarse con menos que eso. Si empezaba una relacion con alguien no seria para probar, seria porque habia amor. Hasta entonces, a disfrutar la vida. Habia llegado el momento de volver al que ya consideraba su pueblo, porque las rupturas duelen igual en todos lados, pero al menos se sentia en casa. En su pueblo no sentia que no encajaba. No como alli, rodeada de personas que siempre esperaban mas de ella. Capitulo 1 Alicia Miro a mi hermana Destiny hacer mi maleta con tristeza. La hice yo esta manana, pero no la ordene como a ella le gusta y la ha deshecho para que este todo mejor. La dejo hacer porque se que eso la relaja. --Te voy a extranar. --Me quedan dos dias aqui contigo. Podemos salir de fiesta. Ahora, con dieciocho, puedo entrar donde quiera. La miro esperanzada. Destiny tiene siempre tanto trabajo que casi no hemos hecho nada juntas. Las pocas veces que hemos salido ha sido con sus estirados amigos y todas las veces he quedado como una idiota inmadura. Lo peor es que cuando mas nerviosa me pongo mas tonterias salen por mi boca. Al final preferia irme y excusarme a seguir haciendo el tonto por encajar en el mundo de mi hermana mayor. --Claro, donde tu digas. --Y las dos solas, tu novio es muy buena gente, pero me corta el rollo. Y tus amigos..., bueno, son diferentes a mi. --No te metas con mi novio, y si, mis amigos son especiales. Ya te dije que no les hicieras caso. Que tu eres maravillosa. Mi hermana lleva anos en una relacion abocada al fracaso. De hecho, el quiere que ella se vaya a vivir con el y siempre le pone excusas. No se por que se obliga a estar con el si con Lion conocio el amor con mayusculas. Tal vez sea porque tiene poco tiempo, siempre esta trabajando. No ha dejado de ascender en su empresa y ahora dirige dos hoteles. Sus ideas les han hecho crecer en el mercado de la hosteleria y se que esto solo es el principio de su carrera. Tiene una mente brillante para los negocios. Es como nuestro abuelo. Ella siempre ha sabido lo que quiere en la vida y es perfecta en todo lo que hace. No como yo. No nos parecemos en nada. Ella tan rubia y yo con el pelo castano. Su cuerpo es delgado y con gracia, yo tengo mas curvas que una carretera de montana. No estoy gorda; pero mi cuerpo se rie de mi cada vez que como algo que engorda, porque sabe que acabara donde mas me fastidie. Aunque tampoco se si es buena la obsesion de mi hermana por ser perfecta. Los hoteles que regenta son tan serios que, cuando he ido, me ha dado miedo estornudar por si me llamaban la atencion. Es como recuerdo los hoteles de mi abuelo. En ellos nunca respire el amor y la paz que hay en nuestro hostal. Lo echo de menos. Me marche por mis malas decisiones y porque echaba mucho de menos a Destiny. Ahora regreso siendo mas madura y sabiendo que no puedo seguir la estela de mi hermana, por mucho que la quiera; debo marcar mi propio camino. El problema es que no se cual es. Yo creia que con dieciocho anos seria lista, me sentiria superadulta y no la cagaria cada tanto. Pero sigo siendo esa nina que mete la pata cada dos por tres, sigo teniendo la cabeza llena de pajaros y no se como centrarme. Destiny acaba de organizar mis cosas y me abraza. Lo hace tan fuerte que caemos sobre la cama. Me rio. Juntas miramos el techo. --?No has pensado volver a ver como va todo? --le pregunto. --Es verano y es cuando mas trabajo tengo. No puedo ir. --?Es por Lion? --No, lo he superado. La miro a los ojos y se que miente, que una parte de mi hermana se quedo alli. --Me alegro. --No voy por falta de tiempo. Estoy centrada en ello. --En la vida no todo es trabajo. Deberias saberlo. --Lo se. No le digo que lo dudo, que no la veo feliz. Se levanta y tira de mi para que hagamos cosas juntas antes de que la reclamen para irse a trabajar. Tristemente eso no tarda en pasar y casi no nos vemos antes de ir al aeropuerto. Nos hemos quedado sin fiesta, sin cena de despedida y sin mas horas juntas hasta que volvamos a vernos. La abrazo con fuerza antes de subir a mi avion. --Ser la mejor en tu trabajo no siempre es lo mismo que ser feliz --le digo. --Lo se, Ali. --Me da un par de besos--. Escribe cada dia por WhatsApp. No me dejes fuera de tu vida. --No lo hare. La abrazo una vez mas antes de irme. Una vez sola en el avion la emocion de regresar corre por mis venas. Nunca imagine que lo echara tanto de menos, que ese lugar fuera parte de mi. Al fin y al cabo, de los errores no se huye, sino que se aprende. * * * Llego cansada del viaje en avion y luego en autobus a la ciudad mas cercana a mi pueblo, donde en septiembre empezare a estudiar Turismo y, ademas, ire a una escuela de idiomas para perfeccionar los que ya conozco. Estoy deseando empezar. Salgo de la estacion y busco la furgoneta de mi familia. No tardo en verla y veo a alguien apoyado sobre ella. Espero que sea Walter. Me consta que me ha echado mucho de menos durante este tiempo separados, y yo a el. Quien me espera se levanta al verme. Alzo la mirada y me quedo de piedra. Cedric. Reconoceria esos ojos azules en cualquier parte. Ahora tiene veintitres anos y sigue siendo tan sexi y enigmatico como cuando lo conoci. Con ese pelo negro y esa mirada seductora. Si me preguntaran cual es mi tipo de chico ideal, les diria sin ningun atisbo de duda que es el. Alto, hombros anchos, moreno por el sol. Cintura estrecha... Condenadamente atractivo. Y mi amor platonico desde que lo vi. De esas personas que te funden los circuitos, pero sabes que lo vuestro nunca sera real. El nunca se fijaria en alguien como yo. No solo por ser mayor, sino porque siempre lo vi como alguien que jugaba en una liga diferente a la mia. --Hola, Alicia. --Su voz es como recordaba, sexi. --Eh..., hola. Perdona, el viaje me ha dejado agotada. --<>, pienso. --Vamos, ahora podras descansar. Coge mis maletas y las guarda en la furgoneta, que sigue siendo la misma que hace anos. Entramos en ella y su perfume inunda mis sentidos. --?Feliz? --Mucho --respondo sincera--. Al fin he vuelto. Si he de cagarla, la cagare igual aqui. --No tienes por que, pero de todo se aprende. Sobre todo, de los errores. Sus palabras me sorprenden, porque pienso lo mismo. --Cierto. He venido a comerme el mundo. Y espero que el mundo no me coma a mi. --No creo que lo haga, tu solo tienes que ser tu misma. --Ya, bueno..., tengo que madurar. No se puede ser siempre una sonadora. --Cuando dejes de serlo sera cuando habras perdido. La gente lo llama madurar, pero en realidad es la perdida de tu yo-nino. --Bueno, ya se vera, ya no soy la misma que se fue. --Ya lo descubriremos. Le sonrio feliz antes de que ponga la furgoneta en marcha. Pongo musica y canto la cancion a pleno pulmon y muy mal. Algo que no me importa. Estoy nerviosa por estar a su lado, solo puedo cantar o seguir diciendo tonterias... Prefiero cantar. Capitulo 2 Cedric Observo a Alicia cantar a pleno pulmon. Siempre fue pura energia. Su luz siempre me atrajo, su locura me hacia buscarla con la mirada. Sigue siendo esa sonadora a la que vi partir con lagrimas en los ojos y el corazon roto. Me ha aliviado ver que en este tiempo no ha perdido su magia. Porque si, es preciosa, pelo castano y grandes ojos verdes. Pero eso no es lo que mas la define, es su personalidad. No entiendo por que tiene esas dudas sobre como es. Algo que siempre me ha ensenado mi madre es que el exterior solo es fachada y que lo mejor y mas importante esta en el interior. Cuando una persona te atrae es por algo mas que el fisico que ves. La conexion entre los dos es fuerte a otro nivel que no vemos y cualquier gesto o sonrisa se magnifica en la mente del que mira. Con Alicia siempre me ha pasado. Ella es increible. Tiene una sonrisa que acaricia siempre sus bellos ojos. Pelea por aquellos a los que quiere y esto la ha llevado a darlo todo por las personas equivocadas. Algo que nos ha pasado a todos. Que solo se aprende con los anos. --?Tenias ganas de volver? --le pregunto poco antes de entrar al pueblo. --La verdad es que si. Estoy enamorada de este lugar. ?Sigue todo como siempre? --Si y no. ?Que quieres saber? --?A Milo y a su socio les va todo bien? Pia me dice que si, pero no se si es por no preocuparme. --Tienen mucho trabajo y han pagado bastantes deudas. Les queda aun un largo camino para poder respirar tranquilos. Lo importante es que siguen luchando. --Me alegro por ellos. ?Y Lion? ?Ha dejado ya de ser la sombra de su padre y ha evolucionado por si solo? --No. Han abierto una cafeteria muy moderna en la plaza del pueblo y el padre de Lion ahora ya no hace nada moderno. Se ha centrado en la panaderia de toda la vida para competir con los otros. --Cuanto talento desaprovechado. No entiendo por que no sigue su camino.

  • Un amor real, Marion Marquez de Marion Marquez

    https://gigalibros.com/un-amor-real-marion-marquez.html

  • ?Es broma?, Tamara Kruger de Tamara Kruger

    https://gigalibros.com/es-broma-tamara-kruger.html

  • Buscame en el viento de Silvia Montemurro

    https://gigalibros.com/buscame-en-el-viento.html

    Camilla vive de notas esparcidas por el viento. Estudia en el conservatorio y la musica es todo su mundo. Vive en un pueblecito cerca de Milan, el mismo en el que nacio y que, a diferencia de sus amigas, todavia no ha logrado abandonar. Quien sabe, quiza algun dia lo hara, para intentar colmar la inquietud que a veces la asalta.
    Teo acaba de llegar al pueblo y todavia tiene grabado en la retina el mar de su Cerdena, el mismo que de pequeno miraba todos los dias por la ventana, en casa de su abuela. Alli, con la nariz pegada al cristal, hacia descubrimientos extraordinarios, mas instructivos que un libro de texto. Tal vez por eso, al crecer, prefirio arremangarse y ponerse a trabajar, en vez de estudiar. Desde aquella ventana, Teo empezo a observar a las personas y a catalogarlas, y decidio que si un dia tenia que entrar en una de esas absurdas categorias, solo habia una cosa que queria ser: un solitario.
    Camilla y Teo se conocen un dia cualquiera, en un bar cualquiera. Pero en aquel momento, algo ocurre. Porque siempre es algo inocuo lo que nos cambia la vida. Tierra y mar, luz y sombra: Camilla y Teo son dos almas opuestas que, despues de rechazarse brevemente, se atraen. El amor entre ambos es tan intenso y unico que les crea la ilusion de ser invencibles. Pero la vida los obligara muy pronto a afrontar una prueba terrible.

  • Caballero de Pablo Poveda

    https://gigalibros.com/caballero.html

    La precuela de la novela de misterio y suspenso super ventas de 2016 (La Isla del Silencio).
    Si te gusta la novela negra policiaca de suspense espanol, ESTA ES TU NOVELA.

  • Pesadilla (Ametsgaiztoa) de Jon Hernandez Quintana

    https://gigalibros.com/pesadilla-ametsgaiztoa.html

    <>

  • Una chispa de locura de Cora Reed

    https://gigalibros.com/una-chispa-de-locura.html

    Al llegar al hospital para empezar la jornada de aquel dia, lo ultimo que Isy esperaba era descubrir a su novio entre las piernas de una de sus pacientes. Pero eso es lo que ve cuando abre la puerta de su despacho. Y se siente tan perdida, traicionada y dolida que busca encontrarse a si misma en el lugar que la vio crecer: un pequeno pueblo de Extremadura.
    Lo que no imaginaba era que alli se sentiria arropada por el amor de sus padres, volveria a revivir retazos de su ninez y, sobre todo, que se tropezaria con Victor, un tipo reservado y misterioso que parece dispuesto a poner su mundo del reves.

  • Si salieras a vivir…: Habitos para disfrutar de una vida plena de Patricia Ramirez

    https://gigalibros.com/si-salieras-a-vivir-8230-habitos-para-disfrutar-de-una-vida-plena.html

    <<Si salieras a vivir… ?Que harias para tener un dia pleno?>>

  • La guarida del raposo de Antonio Orozco Guerrero

    https://gigalibros.com/la-guarida-del-raposo.html

    La calesa transita con dificultad por la zona de Alcubilla, al oeste de Jerez de la Frontera, ya en las afueras y muy cerca del lugar donde se cruzan el carril de Sanlucar de Barrameda, el camino viejo de Rota y la trocha de El Puerto de Santa Maria, para entrar en la ciudad por el sur. Hace un dia desapacible. Un final de marzo tipico de la zona. El viento de levante se acaba de apaciguar, dando paso a una lluvia debil e intermitente. El carruaje ha salido por la manana temprano del cortijo de los Galvez, y lleva recorridos mas de diez kilometros. Se desplaza entre una marana de chozas, todas casi identicas, a veces apinadas y a veces algo mas dispersas. Las paredes son siempre de adobe, oscurecido por el tiempo y la intemperie, y los techos de enea. En algunas puertas, siempre desvencijadas y viejas, hay ancianos sentados en sillas cuyo asiento esta hecho del mismo material que los techos de los habitaculos inmundos donde viven. Mejor seria decir malviven. Dentro de la calesa, en el sentido de la marcha, estan sentados un hombre y una mujer, ambos jovenes. El es alto, tiene el pelo oscuro y peinado hacia atras. En el rostro, escrupulosamente rasurado, la linea de sus labios parece marcar un caracter resuelto y firme. O tal vez se trata de alguien que esta acostumbrado a hacer siempre su voluntad, de una u otra forma. Los ojos delatarian ante un buen observador a una persona tan educada como cinica. Alguien que gusta de deshacerse en cumplidos y elogios cuando le conviene, pero tambien es capaz de hacer todo lo necesario para desembarazarse de cualquier estorbo, del tipo que sea, sin el menor escrupulo. Ella tiene el pelo mas claro que oscuro, los ojos azules y la tez palida. Entre las manos, algo temblorosas, se mueve, cuenta a cuenta, lentamente, un rosario de fina manufactura. La ropa que lleva es de calidad, aunque sus tonos oscuros desentonan con el rostro. Enfrente de la pareja esta sentada una chica, casi una nina, con cofia y traje inmaculado de criada de buena familia. No suele atreverse a levantar la cabeza salvo cuando es preguntada; y esto no ha sucedido desde que salieron del cortijo, situado algo mas alla de Albaladejo, justo al lado contrario de la ciudad. El conductor de la calesa la detiene de vez en cuando y pregunta a algun anciano de los que estan sentados en las puertas de sus casas, como si no lloviera y estuvieran tomando el sol. Al fin, se detiene delante de una choza. --Don Jesus, aqui es. --Gracias. La pareja permanece en el interior un tiempo. Como si no se terminasen de decidir a bajar. Los dedos de ella recorren el rosario a mayor velocidad y las manos tiemblan ligeramente. La criada baja aun mas la mirada, como si tratara de encontrar la manera de esconderse debajo del suelo. De repente, con un brillo duro en los ojos y los labios apretados, Jesus mira, apremiante, a la criada. --!Nina! ?Se puede saber a que esperas? Ya sabes lo que tienes que hacer. La chica, tremendamente nerviosa, baja de la calesa ayudada por el conductor, que lleva un rato esperando ante la puerta. A continuacion, se dirige a la entrada de la choza y se asoma. Es un habitaculo redondo con un palo vertical en el centro. Hay tres colchones de paja, totalmente ennegrecidos y deformes, en el fondo. Cuatro sillas y una mesa redonda hacia la izquierda, debajo de la cual se puede ver una estufa de picon, que se encuentra apagada. Al lado de la mesa, un armario comido por la polilla y un enorme baul --mejor seria decir una gran caja de madera medio astillada--. A la derecha, una cocina de carbon hecha de ladrillos bastos, junto a la que se encuentra una pila de lena. Sobre la cocina y en la pared de frontal hay varios cacharros totalmente negros por fuera, que sirven para cocinar. Al lado, una tinaja de barro de mas de un metro de altura y una jarra grande para sacar y echar agua. Algunos soplillos de palma, una escoba del mismo material con el mango de cana, un utensilio de madera para lavar la ropa, un cantaro de barro de boca ancha, colgado del palo central, una tina grande de zinc, un pestilente cubo del mismo metal, y pocas cosas mas, completan el <>.

  • La bestia de la bella (La bella y la rosa 1) de Lee Savino

    https://gigalibros.com/la-bestia-de-la-bella-la-bella-y-la-rosa-1.html

    Ella saldara la deuda de su familia de una forma u otra...
    Daphne es hermosa, pero ella no lo sabe.
    Es un patito feo que se convertira en la bella del baile.
    Hace anos, su padre me robo y es hora de mi venganza.
    Yo soy el monstruo en la oscuridad. El minotauro del laberinto.
    El mal del que su padre le advirtio.
    Me la llevare a mi castillo. La encerrare en mi torre. La hare mia de todas las formas posibles.
    Ella pagara por los pecados de su familia... para siempre.
    Ella es la bella y yo soy la bestia.

  • Deslumbran (Diamante 1) de Elizabeth Hayley

    https://gigalibros.com/deslumbran-diamante-1.html

    Ella es una necesitada artista, el un galan multimillonario. Siobhan llego a Nueva York con un proposito: quiere convertirse en una artista de exito. Para pagar sus cuentas, mientras tanto, trabaja como anfitriona en The Stone Room, un bar para atractivos millonarios. Ella esta sola y a gusto, hasta que Derick, un multimillonario experto en tecnologia, le roba el aliento.

  • La ciudad blanca de Karolina Ramqvist

    https://gigalibros.com/la-ciudad-blanca.html

    Final del invierno, el paisaje esta cubierto de nieve. En el interior de una casa que parece deshabitada, una mujer joven se contempla desnuda en el espejo: la barriga le cuelga y esta llena de estrias, tiene los pechos hinchados y bajo la piel asoma una red de finisimas venillas. Son los estragos que ha sembrado en su cuerpo la reciente maternidad. Pero su aspecto fisico no es lo unico que ha cambiado en los ultimos tiempos.</p>
    El mundo de Karin se ha transformado por completo. John, el hombre al que amaba, ya no esta con ella. Y con John ha desaparecido el tren de vida que llevaba: las fiestas amenizadas con coca, los lujos… Ahora esta sola con su hija Dream, el poco dinero que le queda se le esta agotando y el entorno en el que se movia -las otras mujeres de los miembros de la organizacion criminal de la que formaba parte John- le ha dado la espalda. La justicia ha desmontado el entramado economico que sustentaba su placida vida, y en breve se vera obligada a abandonar la casa inhospita y gelida en la que ahora se atrinchera. Acorralada, no le queda otro remedio que asumir riesgos y buscar un modo de salir del atolladero utilizando sus propias armas…
    En parte thriller cargado de tension y en parte novela psicologica sobre una mujer que debe enfrentarse a la transformacion de su cuerpo, de su entorno y de su modo de vida, La ciudad blanca es obra de una de las jovenes escritoras suecas mas aclamadas en su pais. Su carrera ha despegado internacionalmente con este libro galardonado con el prestigioso premio Per Olov Enquist y convertido en Escandinavia en un arrollador bestseller.

  • El resurgir de los lobos (Canada 1) de Mariah Evans

    https://gigalibros.com/el-resurgir-de-los-lobos-canada-1.html

    “-Se lo que eres… cazador.
    Adrien la miro confundido.
    -?Como puedes saberlo? Nuestras identidades son secretas.
    -Ayudame por favor o manana morire -suplico.”

  • La Asesina en el Imperio de Sarah J. Maas

    https://gigalibros.com/la-asesina-en-el-imperio.html

    La asesina Celaena Sardothien parece tenerlo todo: un lugar propio, el amor del atractivo Sam y, sobre todo, su libertad. Pero Celaena no sera absolutamente libre hasta que se distancie definitivamente de su maestro Arobynn Hamel, asi que Sam y ella deciden cometer un ultimo asesinato que los liberara para siempre. Y asi es como Celaena aprende que tenerlo todo significa poder perderlo todo.

  • Tu, mi destino de Elizabeth Betancourt

    https://gigalibros.com/tu-mi-destino.html

    Ashlyn acaba de recibir una carta donde se dice que ha heredado una casa en Alabama. Le viene estupendamente sobre todo porque acaban de despedirla de su trabajo como quimica cosmetica y esta a punto de vivir en un callejon.Ilusionada por esta nueva aventura, emprende el viaje sin saber que se encontrara con muchos secretos familiares y un pueblo dirigido por el sheriff Lorcan Foster que intentara impedir que la mujer se quede en Fairhope por todos los medio posibles, incluso poniendo a todos los habitantes de la pequena ciudad, en su contra.

  • El regreso del joven principe de A.g. Roemmers

    https://gigalibros.com/el-regreso-del-joven-principe.html

    El regreso del Joven Principe es una historia imaginaria del regreso al planeta Tierra del principe que ya no es nino, con una experiencia diferente, pero con la misma vision humanistica y espiritual del mundo, sus habitantes, y los valores basicos que lo sostienen.

  • Una Atraccion Enmascarada (Romance En Londres 2) de Emily Jo Cooper

    https://gigalibros.com/una-atraccion-enmascarada-romance-en-londres-2.html

    --!Clarissa! --grito espantada lady Honoria Bladesdton, como sucedia a menudo, cuando vio ingresar al salon a su pequena hija. La rubia nina la ignoro por completo y se dirigio decidida hacia donde su padre leia el periodico. Cuando escucho el alarido de su esposa, el duque miro a su hija y sus ojos se abrieron por sorpresa. Ella se paro frente a el, acomodando la cola del vestido de novia que la duquesa habia usado cuando se caso con el duque y, embutida en metros de tela, lo contemplo muy seria. --Padre, ?puedes concederme un minuto, por favor? --le dijo con su dulce voz y sus enormes ojos azules expectantes. --Claro, princesa, dime lo que esta tramando esa preciosa cabecita -- respondio su padre, luego de una pausa en la que intento reprimir la risa. --?Recuerdas que me dijiste que cuando me casara yo podria escoger a quien seria mi esposo? -- Siguio la pequena mirandolo fijamente, sin inmutarse ante la exclamacion de su madre. --Mmm si, por supuesto --asintio el duque, ocultando una sonrisa tras su taza de te. --Bien, vengo a informarle de que ya lo he decidido --anuncio Clarisa, repasando a sus padres con la mirada. --?Que has decidido? No te entiendo, hija --inquirio perplejo. --Quiero decir que ya elegi a quien sera mi esposo --aclaro ella con voz impaciente. --Ah, ?si?, pero ?no crees que aun eres muy pequena para pensar en casarte? --pregunto el duque muy divertido ante las ocurrencias de su hija. --Noo, no lo creo. Ayer celebre mi sexto cumpleanos. Ya soy grande, padre --contesto ella negando con su cabeza repetidamente. --Clarisa, hija, por favor, de don... --comenzo a decir su madre, pero se interrumpio al ver la sena imperceptible que le hacia su esposo. --?Por eso estas vestida asi, hija? Aunque tu lo decidas, todavia debes contar con mi permiso y mi bendicion. Puedes decirme quien es el nino --dijo el hombre con los ojos que brillaban de hilaridad. --Clayton..., no le sigas el juego en todas sus ocurrencias --le advirtio Honoria afligida, aunque se veia que trataba de no mostrar su diversion. --No es un juego, madre. Me he enamorado. Y tampoco es un nino, sino un caballero. Hoy mismo me casare; si quieren, pueden asistir a mi boda --los corto la nina. --Asi que un caballero. Pues no puedo prometer que ire, si antes no me aseguro de que es el hombre adecuado para ti --replico Clayton fingiendo meditarlo. La nina los miro sonadora, y con voz solemne anuncio: --!Ohh, es mas que el adecuado! El hombre que escogi es un conde: me casare con lord Steven Hamilton. Capitulo 1 Recuerda que la atraccion no siempre ocurre a primera vista... Capitulo uno del libro Consejos para un romance exitoso Los celos, a menudo, son el comienzo de la atraccion… Capitulo dos del libro Consejos para un romance exitoso Londres, Inglaterra, 1815 Sentada en la ventana de su sala favorita de la casa, Clarissa Bladeston miraba, con melancolica expresion, la profusion de rosas que decoraba el hermoso jardin de su madre. La primavera estaba en su esplendor; mayo llegaba con aire de romance y amor, contagiando a todo aquel que pululaba por la bella Londres. La temporada social estaba a pleno en esos momentos: cada noche se celebraban multiples fiestas, por lo que las anfitrionas debian competir para tratar de atraer a la multitud noble a su evento, y asi garantizar el exito del mismo. Para cualquier persona, ser la hija de un duque y pertenecer a la clase noble y privilegiada, estar en su primera temporada, asistir cada noche a un baile distinto, pasar sus tardes paseando por Hyde Park o en meriendas campestres y tener como pasatiempo ir de compras por Bow Street seria el paraiso absoluto, un sueno cumplido. Para cualquiera menos para ella. Poniendose de pie, salio de la sala de estar para subir a su cuarto. Una vez alli, se sento en su tocador y observo su reflejo en el espejo. Su imagen era la de siempre: su cabello rubio claro seguia impecablemente peinado, sus ojos azules y sus largas pestanas la miraban con fastidio, y una mueca de enojo se percibia en sus labios con forma de corazon. No era que su apariencia le molestara, o que no estuviera agradecida por ser considerada hermosa; lo que le fastidiaba era que su imagen era la de una joven candida e inocente, la de una fragil flor. Por supuesto que su aspecto fisico coincidia con su edad, ya que no hace mucho habia cumplido sus dieciocho anos, pero no por eso le molestaba menos parecer tan nina y poco mujer. A pesar de ser considerada una beldad y un exito en su temporada, y de tener a una joven corte masculina suspirando por ella, nada de eso la satisfacia o hacia feliz. Porque cambiaria todo eso, sin dudarlo, por una sola mirada de ese hombre, el caballero al que le pertenecian sus pensamientos, sus suspiros y su amor, y al que no podia olvidar ni quitarse de la cabeza. Lo habia intentado cientos de veces a lo largo de los anos, pero su corazon se negaba a resignarse. No podia aceptar que su amor por el fuera un completo imposible, por lo que se dedicaba a anorarlo, desearlo y quererlo en silencio. Ese era su secreto: amaba como una loca a un hombre que no la veria nunca como ella queria, aunque por lo menos tenia su amistad, su cercania y su carino, y con eso debia conformarse, porque era a lo maximo que podria aspirar. Para el solo era una agradable jovencita, alguien a quien cuidar, proteger y querer. Tal y como a una de ellas, el la veia como a una de sus tres hermanas. La miraba como a una nina y ella odiaba eso. <>, penso Clarissa mas fastidiada aun. Un golpe en la puerta interrumpio sus tortuosos pensamientos. --Adelante --dijo, girandose en la banqueta para recibir al visitante. --Hija, ?que haces vestida asi todavia? Anda, debes cambiarte o llegaremos tarde al baile de lady Asthon --dijo su madre, con su acostumbrado tono quejoso, cuando la vio. Clarissa la observo unos segundos. A pesar de ya no ser una jovencita, Honoria era realmente bella: conservaba su rubio cabello con apenas unas canas y su gracil y esbelta figura estaba intacta. Ella, como su hija, era su vivo retrato. Eran practicamente iguales, con la diferencia de que su madre no tenia ojos azules, sino que eran de un raro color gris verdoso. --Madre, ?no puedo quedarme en casa hoy? --le pregunto, sabiendo lo que responderia. --Clarissa, no lo repetire. Ya bastante tiempo perdimos yendo a visitar a Bath a mi hermana, y luego con todo lo que sucedio con Nicholas. Esta es tu primera temporada; casi se arruina y caemos en desgracia. Y ya que por un milagro todo se soluciono, debemos aprovechar para conseguirte un buen marido, ?esta claro, hija? --Termino su madre, lanzando una de sus miradas intimidantes. --Si, madre. Estare preparada --respondio, reprimiendo un bufido exasperado. --Bien, llamare a tu doncella. Ponte el vestido lavanda --le ordeno Honoria y luego salio. Suspirando frustrada, Clarissa observo su retirada. Por mas que lo intentase, ella no podia imponerse a su madre. Honoria tenia un caracter dominante e intimidante a partes iguales. Era una madre dedicada y presente, pero tenia la tendencia al drama y a la exageracion. Rara vez sonreia, porque habia sido criada con las reglas inflexibles de la etiqueta y el decoro de la mas exigente alcurnia inglesa. Sin embargo, hacia gala de un gran sentido del humor cuando queria, y Clarissa pensaba que secretamente disfrutaba de la irreverente actitud que siempre tenian Nick y ella. Su familia estaba compuesta por su hermano mayor y actual duque de Stanton, Nicholas; su segundo hermano Andrew, vizconde de Bradford; y su madre, duquesa viuda de Stanton desde que su padre hubo fallecido, hacia ocho anos. Su hermano mayor se habia casado dos dias atras, luego de haber protagonizado el escandalo mas rutilante de los ultimos anos, cuando huyo con una mujer comprometida, lo que hizo que, por poco toda la familia cayese en la ruina social. Si no fuera porque finalmente se casaron dando relativa respetabilidad a esa relacion, y porque a un duque pocas cosas no se le perdonaban, la historia seria otra: estarian sufriendo total ostracismo y ningun apellido o dote alcanzaria para lograr que un caballero pidiese su mano, o siquiera se le acerque, para el caso. Pero como eso no paso, era hora de volver a los salones de baile y hacer de tripas corazon para intentar conseguir un esposo, mientras veia al dueno de su corazon reir, bailar, admirar y, tal vez, seducir a otras mujeres. Y pensar que su reciente amiga y recien estrenada cunada, Elizabeth, habia conseguido el corazon de su duque en un mes, y ella en dieciocho anos no habia logrado ni un beso de su conde. <>. De vuelta en Londres, Steven Hamilton, sexto conde de Baltimore, debia volver a la rutina diaria: divertirse y gozar de los placeres que Londres ofrecia. Su vida si que era buena, de verdad no podia quejarse. Se le habian concedido todas las virtudes: linaje, dinero, apostura y simpatia. Eso no debia sonar muy humilde, pero era cierto. Y no era que el se habia endilgado a si mismo aquellas caracteristicas, sino la propia sociedad inglesa. No seria el quien se lo discutiera; no cuando se habia beneficiado veintiocho anos de ello. Por supuesto, no era tan frivolo para no ver que lo que lo hacia de verdad afortunado era su familia y sus amigos. Luego de la repentina y tragica muerte de sus padres, producida diez anos atras, debio hacerse cargo de sus hermanitas. Se sentia realmente orgulloso de sus tres hermanas pequenas, quienes ya no eran tan ninas, aunque le enfermara admitirlo. Las gemelas Rose y Violet habian cumplido sus dieciseis anos; por esto decidieron retrasar un ano la presentacion de Daisy, la hermana del medio, la cual ya habia cumplido la mayoria de edad, y asi entrar en sociedad juntas. <>, penso Steve atribulado. Asi que, por lo menos, le quedaba un ano para disfrutar de su vida de soltero irresponsable y pensaba aprovecharlo; no como su mejor amigo Nicholas, que ya se habia echado la soga a su cuello ducal. No, el compromiso no era para el conde. El no podia imaginar su vida atada a una sola mujer. Definitivamente no; el tenia un corazon generoso y grande, amaba a todas las mujeres y ellas, a el. El amor y el matrimonio eran demasiado complicados para Steve. ?Para que arruinar su perfecta existencia?: tendria que ser necio para hacerlo. <>, le susurro ese molesto tipo que vivia en su interior. --!Tu, callate! --refunfuno en voz alta justo cuando su carruaje se detenia. --?Milord? --pregunto su lacayo, parado junto a las puertas del coche, intentando ocultar su perplejidad. --Olvidalo, Tim. Te vere mas tarde --respondio Steven, bajandose del vehiculo y dirigiendose a las escalinatas de la gran mansion. El baile de lady Asthon estaba en su auge cuando Steven hizo su entrada. Las parejas se esforzaban girando en la pista y las conversaciones se volvian estridentes, intentando hacerse oir. Con Nick en Edimburgo quien disfrutaba de su luna de miel, se veia obligado a buscar distraccion por su cuenta. Tomo una copa que un lacayo le habia ofrecido, y decidio ir a la sala de juegos, ya que los carnet de baile de las mayoria de las damas estarian llenos a esa altura de la velada. Saludando a sus amistades, que lo detenian a cada paso, comenzo a sentirse sofocado por el agobiante calor que reinaba en la estancia. Asi que, valiendose de su gran estatura, ubico los ventanales que, seguramente, daban paso al jardin de la casa. Cuando se abria paso hacia las puertas ventanas, vio salir a una pareja, ambos altos y rubios, por ellas. De inmediato le llamo la atencion la mujer; sabia de quien se trataba, pues no eran muchas las damas que hacian gala de esa altura. Dejando a un colega con la palabra en la boca, apresuro el paso hasta salir al exterior. La pareja bajaba las escaleras de la terraza, y pronto se perdieron por los altos setos del jardin. <>, penso molesto y frustrado, acelerando la marcha tras de ellos. Luego de un momento de infructuosa busqueda, dio con ellos y lo que vio lo dejo petrificado y furioso. Ellos no habian notado su presencia, asi que camino hasta posicionarse bajo la luz nocturna que la luna les proporcionaba. --Si no apartas tus manos de ella en este instante, puedes darte por muerto, Gauss. --Su voz resono con tono mordaz y amenazante, lo cual logro intimidar mas que su mirada letal y su postura tensa. Capitulo 2 Aveces, intentar desviar la atencion del objeto de su deseo puede resultar una buena estrategia para despertar la atraccion... Capitulo tres de libro Consejos para un romance exitoso En ocasiones, el antagonismo que surge entre dos personas solo es un intento de camuflar la mutua atraccion... Capitulo cuatro del libro Consejos para un romance exitoso Luego de bailar su cuarta cuadrilla, Clarissa se sentia acalorada y un poco mareada; su companero de baile la llevo hasta su madre y se alejo con una reverencia. <>. --Si sigue arrugando asi su linda cara, le quedara una marca --dijo una voz muy grave y masculina justo en su oido, que la hizo sobresaltar. --!Lord Gauss!, !que placer volver a verlo! --Lo saludo cuando giro y vio a Sebastien Albrigth, conde de Gauss, el hermano mayor de su reciente cunada Elizabeth. El se inclino sobre su mano enguantada y deposito un beso un poco mas largo que el permitido por el protocolo. Clarissa de inmediato se ruborizo. El conde era muy apuesto y extremadamente masculino; tenia el pelo muy rubio, como el de ella, pero lo mas fascinante de su apariencia eran sus increibles ojos purpuras, enmarcados por unas largas pestanas muy claras. Gauss se enderezo, dejando ver su gran altura; su contextura era poderosa, con una espalda muy ancha. El la miraba con un brillo travieso en sus ojos y una sonrisa indolente aparecio en su rostro de mandibula cuadrada. --El placer es mio, lady Bladeston, estaba buscandola --comento con voz ronca. !Ohh, Dios!, esa sonrisa era fascinante, pero no le quitaba el aliento ni la hacia sonreir como tonta. ?Por que?, !Por que no podia sentir ni de cerca lo que Steven le provocaba! --?En que puedo servirle, milord? --Se apresuro a responder, antes de que pensara que era lenta o tonta. --Queria saber si ha tenido noticias de mi hermana; desde que la deje en su casa, no he sabido mas de ella --dijo el, luego de saludar a la duquesa viuda, que se habia vuelto hacia ellos para marchar a la sala de bebidas, y dejarla asi con el conde. --Si, milord. Despues de que usted partiera, Lizzy paso la noche en casa. Y al dia siguiente decidio partir con mi hermano hacia Escocia --contesto ella, intentando sonar tranquila. No sabia como reaccionaria el conde si se enteraba de que su hermano habia raptado a la suya. --?Escocia dijo? --respondio perplejo, mostrandose serio de repente. --Mmm... Milord, vera, como le explico... --Empezo a tartamudear incomoda. <>. --No se inquiete, lady Clarissa. ?Le parece que salgamos al jardin para poder hablar mas tranquilos? --La interrumpio el conde al ver su apuro; cuando ella asintio le ofrecio su brazo e iniciaron la marcha. El aire fresco les dio la bienvenida cuando salieron por las puertaventanas, llevandose su sofoco y acaloramiento, pero no su nerviosismo. --Milady, no debe sentirse nerviosa. Puedo asegurarle que no me enfadare con usted por las acciones de su hermano --aseguro el, interrumpiendo el silencio. --Esta bien, milord --asintio Clarissa, mirando su perfil--. Nicholas y Elizabeth decidieron viajar a Gretna Green, hace dos dias se casaron y ahora estan pasando su viaje de novios en Edimburgo. --Termino rapidamente antes de arrepentirse. --Bien, creo que, dada la situacion, es mejor que este alli que en Londres --cavilo el mientras bajaban las escalinatas del hermoso jardin. --Si, ?como esta su padre? --pregunto ella, observando como su expresion se ensombrecia. Dias atras, el padre de su cunada, el marques de Arden, habia sido detenido por la Corona bajo graves acusaciones de espionaje y traicion. --Mi padre esta como cabria de esperarse de un hombre al que lo han injuriado poniendo en duda su honorabilidad. Pero ya ha sido liberado, aunque no puede abandonar Londres hasta que su nombre y su inocencia sean probados --respondio el conde con tono y mirada indescifrables. Clarissa no sabia si Gauss seguia enojado con su hermano y con Steven por haber participado en la investigacion que habia terminado en la detencion del marques. --Lo siento, milord --se disculpo, afligida por aquella situacion, en la que se sentia involuntariamente involucrada. --Aceptare tu ofrenda de paz si me explicas por que Hamilton nos esta siguiendo con un ceno feroz en su rostro --propuso Gauss, volteando a mirarla con una sonrisa divertida. Clarissa tropezo al oirlo y, ayudada por el, retomo el equilibrio, devolviendo su mirada con los ojos abiertos como platos y con las mejillas sonrojadas furiosamente. Incredula, intento girar su cabeza hacia atras para comprobar si su comentario habia sido real. --No lo hagas, o nos delataras --le advirtio el noble, impidiendole mirar y haciendola doblar a su derecha por el camino de setos verdes, perfectamente recortados. --Milord, creo que es mejor que regresemos. No quiero que tenga problemas con lord Baltimore --respondio con repentina inquietud y con la voz temblorosa, tratando de calmar el loco retumbar de su corazon. --No se preocupe; aunque sea evidente que no les agrade a su hermano, el duque, y a su amigo conde, no por eso debo cortar con esta incipiente amistad que esta naciendo entre nosotros, ?no cree? --inquirio Gauss con tono intimo, poniendo una mano sobre la suya, lo cual logro que su sonrojo llegara hasta la raiz de su cabello. --Mmm... si, usted me agrada y, despues de todo, ahora somos familia -- acepto Clarissa tras reflexionar sobre sus palabras. --Que bueno que coincide conmigo. Entonces, ?me dira por que Steven Hamilton nos esta siguiendo? --repitio el conde hilarante. --No lo se, milord. Seguramente se lo pidio mi hermano, siempre actuan asi. Si Nicholas no puede cuidarme, lo hace Steven. No entienden que ya no es necesario: creci y ya no soy una nina --respondio, sin poder ocultar su enojo. El conde la guio hacia un banco de piedra que estaba ubicado junto a una hermosa fuente. Clarissa miro hacia el camino y no vio a Steven, por lo que respiro tranquila, aunque seguia molesta. Estaba harta de ser tratada como una nina. Negandose a admitir que tal vez se estaba comportando como una al esconderse de Steven y permitir que Gauss, quien era conocido por ser un libertino seductor, la alejara de la vista de los demas invitados. Se concentro en su acompanante, que la miraba con una sonrisa indolente y algo perturbadora. --Me parece que es justo, porque lo entendieron, que la protegen tanto, milady --vaticino el, deteniendo sus pensamientos. --?Que quiere decir, milord? --pregunto ella, sin llegar a comprender el sentido de sus palabras. --No, llameme Sebastien, por favor --solicito el, negando con la cabeza y tomando su mano con delicadeza. Sin poder evitarlo, Clarissa se sentia hipnotizada por esos ojos violetas; no era que lo queria, pero no podia negar que se sentia atraida.

  • El quinto sol de los hermanos Arias de Eber Rocha Cervantes

    https://gigalibros.com/el-quinto-sol-de-los-hermanos-arias.html

    Elias es un joven con una vida normal, demasiado normal para su gusto, vive con su madre y es hijo unico, todo eso cambia cuando averigua el paradero de su padre, a quien Elias nunca conocio, motivado por el cambio de rutina y dejar atras su asfixiante presente emprende un viaje en su busqueda, aunque dentro de el sabe, va tras algo mas grande, algo que desconoce hasta tenerlo de frente.

  • Nix (Los Luth 1) de Tamara Marin

    https://gigalibros.com/nix-los-luth-1.html

    La vida de Nix es como la de cualquier otra persona hasta que, despues de un accidente de coche, todo cambia.
    Diego es el jefe de una de las casas de El Circulo, una organizacion que la adentrara en un mundo totalmente nuevo para ella. Alli convivira con Aurea, Tyr y Eros, entre otros.
    Junto a ellos penetrara en el oscuro mundo de los luth y vera por primera vez a Ares, quien cambiara su vida para siempre.
    Pero lo mas importante es que gracias a sus companeros y a El Circulo conseguira conocerse a ella misma, sabra cuales son sus limites y hasta donde pueden llegar sus <>.
    ?Quienes son los luth?
    ?Podra Nix derrotarlos?
    ?Seran capaces Nix y Ares de compartir su amor sin salir heridos?
    ?O preferira Nix el amor de Eros?

  • Tu me robaste el corazon (Destino austral 2) de Yamila Bianqueri

    https://gigalibros.com/tu-me-robaste-el-corazon-destino-austral-2.html

    Morena regresa de su viaje dispuesta a luchar por el, por lo que siente.
    ?Sera correspondida su ilusion?

  • Conspiracion marcial (Nathan Jericho investigador privado 1), Raul Garbantes de Raul Garbantes

    https://gigalibros.com/conspiracion-marcial-nathan-jericho-investigador-privado-1-raul-garbantes.html

    Illinois, 1968. Nathan Jericho es un investigador privado “chapado a la antigua” quien compensa su mal caracter gracias a sus destacadas dotes fisicas y mentales siendo uno de los mejores en su oficio. Su vida toma un giro radical cuando recibe la llamada de un cliente que se hace llamar Idaho y lo contrata para resolver un misterioso caso en torno a un proyecto secreto que revela la existencia de una gran conspiracion que se extiende desde la Segunda Guerra Mundial hasta su presente. Huerfano y atormentado por los recuerdos de su pasado, Jericho descubre que este caso representa una oportunidad para responder las preguntas que ha intentado resolver durante toda su vida: ?De donde viene? ?Por que fue abandonado en un orfanato? ?Que significa el tatuaje “Jericho” marcando su piel desde que era un nino y por el cual tomo su nombre? Pero conforme se adentra en la investigacion Jericho comprometera su seguridad a niveles altamente peligrosos ya que atenta contra los intereses de personas poderosas que haran cualquier cosa para que nadie descubra los secretos detras del Proyecto Jericho. Nada es seguro. Nadie es lo que aparenta ser. ?Podra Jericho resolver el caso sin morir en el intento?