• sindone las guerras de la sabana santa - Juan Carlos Boiza Lopez

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    Hace 2000 anos un hombre murio crucificado dejando tras de si un testimonio vivo de su pasion; la Sabana Santa. Ahora,Gabriel King, un joven periodista especializado en historia antigua, se vera incriminado en el asesinato de un famoso criminologo forense, Friederich Ramalla, que acababa de presentar un libro sobre la famosa reliquia. Acompanado de Nichole, la hija del hombre asesinado,Gabriel tendra que iniciar una investigacion en busca de los verdaderos asesinos.
    Poco a poco, iran descubriendo una complicada trama de enfrentamientos y traiciones que se remonta a dos mil anos en el pasado, y cuya conclusion puede cambiar el mundo para siempre..

  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa Versión Kindle

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    Síndone: Las guerras de la Sábana Santa eBook : Boíza López, Juan Carlos: ... asesinado mientras presenta en Barcelona, un libro sobre la Sábana Santa.

  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa Tapa blanda

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  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa - Escritores.org

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  • 9781847535108: Síndone: Las guerras de la Sábana Santa

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  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa

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  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa - Libros De Mario

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  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa - Goodreads

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    Síndone book. Read 3 reviews from the world's largest community for readers. Hace 2000 años un hombre murió crucificado dejando tras de sí un testimonio ...

  • Síndone_Las guerras de la Sábana Santa - Juan Carlos ...

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    La brisa de la mañana hizo temblar el cuerpo del anciano mientras se dirigía con paso firme y presuroso hacia las afueras de la ciudad.

  • Síndone: Las guerras de la Sábana Santa - JCBoiza

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    17 jun 2017 — La investigación que realicé sobre la reliquia me llevó a descubrir una serie de datos, coincidentes con la trama de la historia con tal ...

  • la hermandad de la sábana santa - Librería Publics.

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    Una intriga en torno a la Sábana Santa: un fascinante recorrido histórico desde la actualidad hasta la época de Jesucristo. Un incendio en la catedral de ...

  • El Libro de Toth de Juan Carlos Boiza Lopez

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    Del Libro de Toth, la mitologia egipcia cuenta que su lectura concedia poderes inimaginables sobre el cielo, la tierra y el mar, permitia controlar personas y animales, resucitar a los difuntos e incluso daba poder para mirar al sol cara a cara.
    Una serie de sucesos de caracter sobrenatural estan sacudiendo el mundo por lo que el Vaticano decide encargar a Antonio Alviero, un joven sacerdote y brillante investigador de la Iglesia Catolica, que averigue que esta ocurriendo. La investigacion concluye que un terrible poder, temido desde tiempo inmemorial por al Vaticano y conocido como "La Fuente", esta despertando. El padre Elias, un oscuro sacerdote venerado y temido a partes iguales en la Iglesia, por ser el responsable del Circulo Octogonus, una organizacion secreta bajo el mando directo del Santo Padre, sera el encargado de buscar "La Fuente" y neutralizarla con la ayuda del padre Alviero.

  • El secreto del galeon de Ana Alcolea

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    Principios del siglo XIX: Marina viaja junto a su familia a Espana desde las colonias americanas. Ella no se parece en nada a sus hermanas: no piensa en casarse ni en bordar su ajuar, solo desea vivir en el mar, convertirse en marinero; algo del todo imposible. De sus pensamientos y anhelos sabe mucho su esclava Ramira, una mujer a la que le han arrebatado todo lo que alguna vez ha amado y que oculta un gran poder heredado de sus antepasados africanos.

  • En busca de April de Benjamin Black

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    Era el tiempo mas crudo del invierno, y April Latimer parecia haber desaparecido. Por espacio de varios dias, la niebla de febrero se habia asentado y no daba el menor indicio de que fuese a levantar. En el silencio embozado la ciudad parecia presa del desconcierto, como un hombre al que de pronto le fallara la vista. Los transeuntes, como invalidos, avanzaban a tientas en medio de una oscuridad permanente, pegandose a las fachadas de las casas y a las barandillas y deteniendose con incertidumbre en las esquinas, para pisar con cautela las aceras en busca del bordillo. Los automoviles con los faros encendidos aparecian de pronto como si fueran insectos gigantes, dejando a su paso un reguero lacteo de humo de escape. El periodico de la tarde traia a diario el computo y la relacion de los contratiempos sufridos. Se habia producido una colision de gravedad en el extremo del canal de Rathgar Road, en la que estuvieron involucrados tres vehiculos y un motorista del Ejercito. Un chiquillo fue atropellado por un camion de carbon en Five Lamps, aunque no perdio la vida; la madre juro y perjuro ante el periodista que fue a entrevistarla que se habia salvado por la milagrosa medalla de la Virgen que le habia obligado a llevar colgada del cuello. En Clanbrassil Street fue asaltado un viejo prestamista a plena luz del dia, aparentemente por una banda de amas de casa; la Guardia seguia una linea de investigacion precisa. Una esquinera de Moore Street fue atropellada por un furgon que ni siquiera se detuvo, y la mujer estaba en coma en el hospital de St. James. Y durante el dia entero atronaban en la bahia las bocinas para avisar de la niebla. Phoebe Griffin se consideraba la mejor amiga de April, pero llevaba una semana sin noticias suyas, y estaba convencida de que habia tenido que pasarle algo. No sabia que hacer. Desde luego, April bien podia haberse largado a donde fuera sin decir nada a nadie, asi era April: en opinion de algunos nada convencional, y al decir de otros una bala perdida, aunque Phoebe estaba segura de que ese no habia sido el caso. Las ventanas del primer piso en que vivia April, en Herbert Place, tenian ese aspecto impavido de los interiores que nada dan a conocer, y no solo debido a la niebla: las ventanas tienen ese aspecto cuando las habitaciones que hay tras ellas estan desiertas. Phoebe no sabria decir como, pero asi era. Cruzo al otro lado de la calle y se planto con la barandilla del canal a la espalda y miro la hilera de altas casas, los exteriores de ladrillo oscuro, amenazador, que brillaban humedos en el aire velado. No estaba muy segura de que era lo que tenia la esperanza de ver, acaso un inapreciable movimiento en una cortina, una cara en una ventana, pero alli no habia nadie, no habia nada. La humedad se le filtraba bajo la ropa y contrajo los hombros para protegerse del frio. Oyo pasos a su espalda en el camino de sirga, pero al darse la vuelta no vio a nadie en medio de las colgaduras de un gris impenetrable. Los arboles sin hojas, con las ramas desnudas en alto, parecian casi humanos. El caminante al que no vio tosio una vez, y sono como el ladrido de un zorro. Volvio y ascendio los peldanos de piedra de acceso al portal, y aun apreto otra vez el timbre colocado encima de la tarjeta que ostentaba el nombre de April, aunque supo que no obtendria respuesta. Algunos granos de mica brillaban en el granito de los peldanos; que raros, esos minimos destellos, tan secretos bajo la niebla. Un chirrido desgarrador le llego desde la serreria del otro lado del canal y se dio cuenta entonces del olor que habia percibido antes sin saberlo, el aroma de la madera recien cortada. Echo a caminar por Baggot Street y doblo a la derecha, alejandose del canal. Los talones de sus zapatos planos hacian un ruido sordo en las aceras. Era la hora de almorzar de un dia laborable, pero mas semejaba un domingo al amanecer. La ciudad parecia que estuviera casi desierta, y las pocas personas con que se topo pasaron de largo en un visto y no visto, siniestras como espectros. Iba razonando. El hecho de que no hubiera visto a April desde mediados de la semana anterior, el hecho de no tener noticias suyas, no significaba que April llevara ausente tanto tiempo; ni siquiera significaba que se hubiera ausentado. A pesar de todo, ?ni una palabra desde entonces, ni siquiera una llamada telefonica? En el caso de cualquier otra persona, una semana de silencio tal vez no tuviera mayor relevancia, pero April era una de esas personas de las que se suelen preocupar los demas, y no porque no fuera capaz de cuidarse por si sola, sino porque estaba demasiado segura de que era muy capaz. Las luces estaban encendidas a ambos lados de la puerta del hotel Shelbourne, relucian de un modo extrano, como gigantescos dientes de leon a punto de esparcirse en el aire. El portero, con librea y capote, inmovil ante la puerta, se llevo la mano al sombrero de copa gris y la saludo. De buena gana habria propuesto a Jimmy Minor que se reuniese con ella en el hotel, solo que Jimmy desdenaba esos sitios que consideraba de puro lucimiento y no ponia el pie en ellos a no ser que anduviera investigando una posible noticia, o que fuera a entrevistar a un notable de visita en la ciudad. Siguio adelante, cruzando Kildare Street, y se encamino hacia las escaleras de bajada al Country Shop. A pesar del guante, percibio lo fria y grasienta que estaba la barandilla de las escaleras. En el interior, en cambio, el pequeno cafe le ofrecio calor y luminosidad, y un acogedor aroma de te y de pan recien hecho y de pasteles. Ocupo una mesa junto a la ventana. Habia muy pocos clientes mas, mujeres todas ellas, con sus sombreros, sus bolsas de la compra, sus paquetes. Phoebe pidio una tetera y un sandwich de huevo. Podria haber esperado a que llegara Jimmy, pero ya sabia que se iba a retrasar, como siempre; sospechaba que lo hacia adrede, pues le gustaba dar la sensacion de que andaba mucho mas ajetreado que el resto del mundo. La camarera era una chica grandullona y sonrosada, con papada y una sonrisa amable. Tenia un lobanillo encajado en la hendidura de la aleta nasal al que Phoebe procuro no mirar demasiado. El te que le llevo era casi negro, amargo, con fuertes taninos. El sandwich, cortado en dos triangulos, se rizaba levemente por las esquinas. ?Donde estaria April en ese preciso instante, que podia estar haciendo? En alguna parte tenia que estar, ya que no se encontraba alli. No cabia pensar en ninguna posibilidad distinta. Paso media hora antes de que llegara Jimmy. Lo vio por la ventana bajar a saltos las escaleras y le sorprendio como siempre su ligereza, una persona en miniatura, mas bien un colegial arrugado que un hombre de verdad. Llevaba un impermeable de plastico transparente, del color de la tinta aguada. Tenia el cabello rojizo y ralo, la cara pecosa, y siempre iba desalinado, como si hubiera dormido sin quitarse la ropa y se acabara de levantar de repente. Prendia un cigarrillo con una cerilla cuando entro por la puerta. La vio y se acerco a su mesa, sentandose enseguida y aplastando el impermeable en forma de pelota que coloco bajo la silla. Jimmy todo lo hacia deprisa, como si cada instante fuera la hora tope de entrega a la que tanto temia no llegar. --Bueno, Pheeb --dijo--. ?Que pasa? Tenia brillos de humedad en el cabello, por lo general inerte. El cuello de la chaqueta de pana marron ostentaba una minima nevada de caspa, y cuando se adelanto sobre la mesa a ella le llego su aliento, que olia a tabaco rancio. Sin embargo, tenia la sonrisa mas dulce del mundo, siempre sorprendente por el modo en que le iluminaba ese rostro comprimido, pequeno, vivo. Una de las cosas que mas le divertian era fingir que estaba enamorado de Phoebe, y teatralmente se quejaba ante todo el que quisiera escucharle diciendo que era una mujer cruel, de duro corazon, pues se negaba de plano a concederle el mas minimo avance en sus pretensiones. Era reportero de la seccion de sucesos del Evening Mail, aunque era mas que probable que en esta ciudad adormilada no se produjeran suficientes sucesos delictivos para tenerlo tan ajetreado como a todas horas afirmaba estar. Ella le dijo lo de April, le conto el tiempo que habia pasado desde la ultima vez que hablaron. --?Solo una semana? --dijo Jimmy--. Pues seguramente se habra ido a dar un garbeo con alguno. No se si lo sabes, pero es que de eso tiene fama. Jimmy afectaba un acento copiado de las peliculas; empezo siendo una broma que parecia gastarse a si mismo --<>--, pero ya se habia convertido en un habito, y a estas alturas ni siquiera parecia darse cuenta de lo irritante que resultaba a quienes estaban con el y tenian que aguantar ese retintin impostado. --Si se hubiera marchado a donde sea --dijo Phoebe--, me lo habria dicho. Estoy segurisima. Se acerco la camarera y Jimmy pidio un vaso de cerveza de jengibre y un sandwich de ternera. --Con mucha salsa de rabano picante, encanto. Bien de salsa. Me gusta que pique --lo pronuncio a su manera, diciendo <>. La chica rio con disimulo--. Vaya verruga --dijo cuando se marcho la camarera, tras un silbido apenas audible. --Lobanillo --dijo Phoebe. --?Como? --Es un lobanillo, no una verruga. Jimmy acababa de terminarse el cigarro y prendio uno nuevo. No habia nadie que fumara tanto como Jimmy; una vez le conto a Phoebe que a menudo le daban ganas de fumar cuando ya estaba fumando, y en mas de una ocasion, por descontado, habia prendido un cigarro pese a tener otro encendido en el cenicero, delante de donde estaba. Se retrepo en la silla y cruzo una pierna fina como un palillo, expeliendo una bocanada de humo en forma de corneta a la vez que miraba al techo. --?Entonces tu que crees? --dijo. Phoebe removia con la cucharilla los restos frios del te. --Creo que ha tenido que pasarle algo --dijo con voz queda. El le lanzo una mirada veloz, de soslayo. --?De verdad estas preocupada? Quiero decir, ?de verdad de la buena? Ella se encogio de hombros. No queria parecer melodramatica, no queria darle motivos para que el se riese de ella. La miraba aun de soslayo, con el ceno fruncido. Una noche, en una fiesta que dio en su piso, el le habia dicho que la amistad que tenia ella con April Latimer no dejaba de tener su gracia, y anadio: <>. Estaba aquella vez un poco achispado, y despues acordaron tacitamente olvidar ese dialogo, aunque lo que habia dado a entender de manera un tanto esquinada siguio pesando sobre los dos de un modo que les causaba cierta incomodidad. Y por mas que pudiera ella reirse del comentario y restarle importancia, a Phoebe le dio que pensar, y ese recuerdo aun la contrariaba un poco. --Lo mas probable es que tengas razon, claro --dijo ella entonces--. Lo mas seguro es que sea una de las tipicas chaladuras de April, que por algo es como es. Se habra ido a pasar fuera unos dias y se habra olvidado de decirselo a nadie. Pero en el fondo no se lo podia creer; sencillamente no podia. Al margen de todo lo que pudiera ser, April no era tan desconsiderada, o no de ese modo, y menos cuando se trataba de sus amigas. Llego la camarera con el pedido de Jimmy. Dio un mordisco en forma de media luna al sandwich, y, masticando, dio una honda calada al cigarrillo. --?Y que hay del Principe de Bongo-Bongolandia? --pregunto sin vocalizar. Trago rapidamente, pestaneando por el esfuerzo--. ?No has ido a preguntarle nada a Su Majestad? Lo dijo sonriendo, aunque con un brillo raro en la sonrisa, y la punta de un colmillo afilado le asomo un segundo por la comisura de la boca. Estaba celoso de Patrick Ojukwu; todos los hombres de su circulo de amistades estaban celosos de Patrick, al que apodaban el Principe. Mas de una vez, Phoebe se habia preguntado, de una manera turbada y turbadora, por Patrick y April. ?Se lo habian... o no se lo habian...? Aquello tenia todas las trazas de ser un jugosisimo escandalo, la chica blanca que en el fondo era una bala perdida y el hombre negro, lustroso y llamativo. --Yendo mas a lo que iba --dijo Phoebe--, ?que hay de la senora Latimer? Jimmy afecto un ataque de panico, dando un respingo y levantando una mano. --!Un momento! --exclamo--. Una cosa es el moro, y otra muy distinta es Morgana. La madre de April tenia una reputacion temible entre las amistades de su hija. --Creo que deberia llamarla por telefono, en serio. Ella tiene que saber donde esta April. Jimmy enarco una ceja con todo su escepticismo. --?De verdad te lo parece? Tenia razon al ponerlo en duda, y ella lo sabia. April habia dejado de confiar en su madre tiempo atras; de hecho, las dos apenas se hablaban. --?Y el hermano? --dijo ella. Jimmy se rio con ganas. --?El Gran Ginecologo de Fitzwilliam Square, fontanero de la creme de la creme, para el que no hay tuberia que se resista, por pequena que sea? --No seas repugnante, Jimmy --dijo. Dio un sorbo del te, pero estaba frio--. Aunque ya se que April no le tiene ningun aprecio. --?Que no le tiene aprecio? ?Por que no pruebas a decir que lo aborrece? --Bueno, ?y entonces que quieres que haga? --pregunto. El dio un sorbo de cerveza de jengibre. --?Por que no podras --dijo en tono planidero-- quedar conmigo como una persona normal, en un pub como es debido? No lo entiendo. Parecia que hubiese perdido todo interes por el paradero de April. Hablo con desgana de otros asuntos durante un rato, y luego recogio el tabaco y las cerillas y pesco el impermeable de debajo de la silla, diciendo que tenia que marcharse. Phoebe hizo una senal a la camarera para que le llevase la cuenta. Ya sabia que le tocaria pagar a ella, Jimmy andaba siempre sin blanca, y no tardaron en subir por las escaleras humedas y resbaladizas a la calle. Arriba, Jimmy le puso una mano en el brazo. --Tu no te preocupes --dijo--. Sobre April, quiero decir. Ya aparecera. Un lejano, calido olor a estiercol les llego desde la calle, desde el lugar donde, junto a la barandilla del Green, habia una hilera de coches de caballos que se ofrecian a los turistas para dar una vuelta por la ciudad. En la niebla tenian un aire espectral, los caballos quietos de una manera antinatural, con la cabeza gacha, abatidos, y los cocheros con capote y sombrero de copa encaramados al pescante en actitud de inmovilidad completa, a la expectativa, como si esperasen la orden ya inminente para emprender camino hacia el Paso del Borgo o hacia el domicilio del doctor Jekyll. --?Vuelves al trabajo? --le pregunto Jimmy. Miraba alrededor con los ojos entornados; estaba claramente pensando en otra cosa. --No --dijo Phoebe--. Hoy libro por la tarde --dio una calada al cigarrillo y noto que el aire humedo le entraba con frialdad en el pecho--. He de ir a ver a alguien. A... a mi padre, de hecho. Supongo que no te apetecera acompanarme, claro. El no la miro a los ojos, y se afano en prender un cigarro mas, volviendose de lado y encorvandose sobre las manos, con las que formo pantalla. --Lo siento --dijo a la vez que se enderezaba--. Hay delitos que denunciar, historias que cocinar, reputaciones que mancillar... No hay descanso para el sabueso que husmea en pos de la noticia, ya lo sabes --dijo. Ella le sacaba facilmente una cabeza de estatura. Su impermeable de plastico olia a productos quimicos--. Nos vemos, nina. Echo a caminar hacia Grafton Street, pero se paro en seco y se dio la vuelta y regreso. --Por cierto --dijo--, ?que diferencia hay entre un lobanillo y una verruga? Cuando se marcho, ella se quedo un rato sin saber que hacer, mientras terminaba de ponerse despacio los guantes de piel. Tuvo ese sentimiento descorazonador y compungido que tenia todos los jueves a esas horas, cuando se avecinaba el momento de ir a hacerle a su padre la visita semanal. Ese dia, sin embargo, se habia sumado a su sentimiento una sensacion de inquietud. No lograba entender por que habia propuesto a Jimmy que se reuniera con ella: ?que habia imaginado que le diria, que supuso que podria hacer para disipar sus temores? Algo extrano le parecio notar en su manera de comportarse, lo supo desde el instante en que le hablo de April y de sus dias de silencio; habia sido algo evasivo, incluso algo furtivo. Era muy consciente de la antipatia que bajo la superficie existia entre sus dos amigos, tan disimiles entre si. En cierto modo daba la impresion de que Jimmy estuviera celoso de April, como lo estaba de Patrick Ojukwu. ?O era mas bien resentimiento que celos? De ser asi, ?que era lo que encontraba en April, que era lo que le producia ese resentimiento? Los Latimer de Dun Laoghaire eran una familia respetabilisima, terratenientes, como no, pero daba la impresion de que a juicio de Jimmy ella tambien lo fuese, y eso era algo que no parecia echarselo en cara. Miro hacia el otro lado de la calle, a los coches de caballos, a los cocheros que esperaban con aplomo. Estaba segura de que algo malo, algo muy malo, quien sabe si, tal vez, lo peor de todo, habia tenido que ocurrirle a su amiga. De pronto, un nuevo pensamiento se formo en su mente y la hizo sentirse aun mas intranquila.

  • El pacto Churchill de Hitler – Carlos De Napoli

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    Semanas atras, en agosto de 2007, por orden del gobierno britanico, las obras de Winston Churchill dejaron de ser lectura escolar obligatoria. Fue una medida tardia pero oportuna pues pocas veces se ha tergiversado y sacrificado tanto y tan impunemente el rigor historico como en sus escritos, y ya se sabe la medida de las patas de la mentira. Al tiempo que la posguerra lo transformaba en paradigma de sacrificio y entrega por la democracia, lo cierto es que los hombros de Churchill cargan algunas miserias y decisiones que costaron muchos miles de vidas. La Historia, al menos las versiones oficiales, ha intentado y en buena medida conseguido imponer en la opinion publica la ilusoria contraposicion maniquea de las figuras de Adolf Hitler y Winston Churchill: en una esquina, el criminal tirano fascista; en la opuesta, el pasional y sacrificado defensor de la libertad. Es uno de los propositos de este trabajo desmontar ese paradigma, mostrar al contrario que los acercaban mas cuestiones que las que los diferenciaban, y que esa comunidad de intereses, ademas de perfiles ideologicos similares, permitieron contactos muy cercanos, la posibilidad de una alianza y varios pactos secretos. Winston Leonard Spencer Churchill nacio el 30 de noviembre de 1874 en el palacio de Blenheim. Su madre Jeanette Jerome, joven norteamericana, era hija del propietario y director del New York Times. Paso su primera infancia en Dublin con su abuelo John Churchill, duque de Marlborough y virrey de Irlanda. Winston regresa a Inglaterra para asistir a la escuela preparatoria en la Public School de Harrow. Influido por su padre Randolph, ingresa a la Academia Militar de Sandhurst. Es enviado a Cuba como observador para seguir el levantamiento revolucionario de la colonia espanola, y cubre el evento para el Daily Graphic. Mas tarde lo destinan a la India y posteriormente a Sudan, como miembro del Regimiento de Lanceros del ejercito anglo-egipcio. Escribe Savrola y luego Guerra en el rio, que se agota en el Reino Unido. Sufre en Sudafrica la guerra contra los boers. De regreso a Inglaterra, se casa el 12 de septiembre de 1908 con Clementine Hozier. Su carrera politica comienza como legislador del Partido Liberal, es designado luego subsecretario de las Colonias y mas tarde ministro de Comercio. En 1911, como ministro del Interior, reprimio personalmente una insurreccion en la barriada londinense de Sidnay Street. Que la prensa lo fotografiara no lo molesto en la medida en que lo convertia en un personaje ciertamente discutido pero conocido por todo el mundo. Ese mismo ano es nombrado primer lord del Almirantazgo, es decir, dueno y senor de la todavia poderosa flota britanica. Elige como consejero personal a lord Fisher, retirado poco antes como primer lord de mar. Asesorado por Fisher y despues de intensas discusiones, decide la reconversion de la flota reemplazando el carbon por petroleo, un paso de consecuencias enormes para la flota ya que la hara mas veloz, pesadamente acorazada, mejor armada con canones de gran calibre y, por sobre todas las cosas, cuadruplicara virtualmente su radio de accion. Crea tambien la flota de submarinos y, asunto poco conocido, ordena y dirige la fundacion de British Petroleum, la empresa mas grande del mundo. De todas formas cometio durante la Primera Guerra Mundial el grave error de ordenar un desembarco en Gallipoli, desastre militar que le cuesta el cargo. No obstante, al finalizar la contienda lo designaron ministro de Guerra y Aeronautica. El primer ministro Lloyd George registra en Recuerdos de una conferencia de paz el odio que ya entonces manifestaba Churchill por la Union Sovietica. En tal sentido intentaba impulsar el rearme de la Alemania recien vencida para utilizarla contra los bolcheviques. Una carta que envio al primer ministro en esos dias decia: "Despues del armisticio, mi politica se ha orientado hacia la paz con los alemanes y la lucha contra el despotismo bolchevique. Por propia voluntad o por la fuerza, habeis conseguido una politica diametralmente opuesta. (…) En estos momentos podemos valorar los tremendos resultados que pueden conducirnos a la destruccion general, a la anarquia que senalaria el fin de Europa y de Asia. Rusia se esta desintegrando y lo poco que de ella queda esta en manos de monstruos implacables. Alemania, sin embargo, aun puede ser salvada". Aunque en esa empresa estaba politicamente aislado, propicio operaciones concretas para sostener a la contra revolucionaria, como las 100.000 libras que obtuvo en apoyo de los "Blancos", toda una fortuna para la epoca. Despues de esas acciones siguio interviniendo en la politica exterior del Reino, nuevamente como ministro de Colonias. El desmembramiento del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial habia derivado en conflictos en Medio Oriente, crisis que afectaba directamente los intereses petroleros britanicos. Ignorando cuestiones politicas, sociales y religiosas, de la mano de Churchill se dividio la zona en el reino de Irak, donde coronaron a Feysal, y otro en Transjordania bajo la soberania del emir Abdullah, hermano de Feysal. Esas divisiones trazadas en funcion del control del petroleo encerraban en fronteras arbitrarias a minorias y mayorias religiosas inconciliables, que mas temprano que tarde iban a chocar. Esos acuerdos en favor de la causa arabe y que perjudicaban a la minoria judia asentada en Palestina son el origen del actual polvorin sobre el que se asienta la zona. Pocos anos mas tarde, durante la Segunda Guerra Mundial el control de Medio Oriente se habia vuelto complejo a pesar del supuesto orden britanico, o tal vez a causa de las decisiones britanicas. Aunque la trama urdida para lograr el control del petroleo sera tratada mas adelante por su importancia en este libro, alcance por ahora con decir que las mas que discutibles decisiones de Churchill eran responsables directas de lo que estaba ocurriendo, pero en 1945 el entonces primer ministro --es una constante de su conducta, por eso se la expone-- se considera ajeno y molesto por un conflicto que supuestamente heredaba. Cuando se ocupa de "la cuestion Palestina" en su obra La Segunda Guerra Mundial, Churchill escribe: "Del Primer Ministro al ministro de Colonias y al Comite de Jefes de Estado Mayor. 6 de julio de 1945. "Toda cuestion Palestina ha de arreglarse en la mesa de la paz, aunque quiza pueda mencionarse en la conferencia de Potsdam. No creo que debamos asumir la responsabilidad de manejar esa zona tan compleja mientras los norteamericanos se quedan arrellanados en su sillon y critican. ?No han prestado atencion a la idea de que deberiamos pedirles a ellos que se hagan cargo? Creo que seremos mucho mas fuertes cuanto mas los atraigamos al Mediterraneo. En todo caso, el hecho de que no demostremos deseo de conservar el mandato sera una gran ayuda. No tengo noticia de la menor ventaja que le haya venido nunca a Gran Bretana por esa tarea penosa e ingrata". Churchill era racista. Segun un articulo publicado el 7 de agosto de 2007 por el diario ABC de Espana, con la firma de Marcelo Justo, "el ex primer ministro britanico Winston Churchill propuso bloquear toda inmigracion en la decada del 50 por temor a que la 'poblacion de color' amenazara la estabilidad social del pais. Segun documentos oficiales del Archivo Nacional que se dieron a luz en los primeros anos de la decada de 2000, Churchill estaba convencido de que los negros iban a aprovecharse de las ventajas del sistema de seguridad social y aumentarian drasticamente los indices de criminalidad. "En las minutas de la reunion de gabinete del 3 de febrero de 1954, el primer ministro plantea el problema con crudeza. 'Vamos a tener serias dificultades si mucha gente de color empieza a residir aqui. ?Por que vamos a cargar nosotros con los problemas que trae la gente de color?'. Segun las minutas, el gobierno considero tres opciones para resolver el tema. Churchill favorecia el bloqueo total de la inmigracion, pero admitia que por razones politicas, se podia elegir temporalmente otras dos posibilidades: un sistema de cuotas fijas para la inmigracion y la deportacion de los 'elementos antisociales'. La propuesta es coherente con su colorida carrera politica y un temor que parecia obsesionarlo tanto como sus depresiones: la decadencia nacional por el impacto degradante de un grupo marginal. En 1910, siendo ministro del Interior del Partido Liberal, propuso la esterilizacion de mas de 100 mil personas a quienes acusaba de 'debiles mentales' y 'degenerados morales'. "Se trataba de una amalgama que incluia a locos, delincuentes, desempleados, prostitutas e indigentes y que, en la vision del futuro primer ministro, constituian una amenaza porque se reproducian a mayor velocidad que las clases superiores y con el tiempo podrian destruir el entonces imperio y su mision civilizadora". Considerando tales antecedentes no resulta extrano ni contradictorio que Churchill incluyera a Hitler entre las grandes figuras politicas del siglo. Cuando escribio Grandes contemporaneos en 1935, Churchill estaba perfectamente al tanto de las masacres que los nazis estaban cometiendo contra judios, comunistas, opositores de toda especie y minorias. Escribe en Grandes contemporaneos: "Al lado de los campos de instruccion de los nuevos ejercitos y de los grandes aerodromos, los campos de concentracion manchan, como pustulas, el suelo aleman. En ellos miles de alemanes son reducidos a sumision rebanega por el poder irresistible del Estado totalitario. El odio a los judios lleva, por logica transicion, a un ataque a las bases historicas del Cristianismo". Los campos de concentracion y el racismo podian ser abominables, pero Churchill, quiza pensando en su propia posteridad, sienta a continuacion un peligroso principio que tal vez oculte condenables afinidades: "No es posible formular un juicio justo sobre una figura publica que ha alcanzado las enormes dimensiones de la de Adolf Hitler mientras no tengamos ante nosotros, integra, la obra de toda su vida. Aunque las malas acciones no pueden ser condenadas por posteriores acciones politicas, la Historia esta repleta de ejemplos de hombres que han escalado el poder valiendose de procedimientos feos y crueles, y hasta espantosos, pero que, sin embargo, al apreciar su vida en conjunto, se les considero como grandes figuras cuyas vidas han enriquecido los anales del genero humano. Tal puede suceder con Hitler". Semejantes elogios, ademas de los antecedentes de su trayectoria, explican por que la cupula del nacionalsocialismo clasificara a Churchill como amigo de Alemania, mejor aun, de los nazis. Cuando Grandes contemporaneos era un exito en Europa hacia 1937, esa identificacion se materializo en una reunion trascendente para comprender lo que se pondria en juego en la Segunda Guerra Mundial. Como son palabras de Churchill, tienen inmenso valor documental. Asi afirma en La Segunda Guerra Mundial: "Cierto dia en 1937 me entreviste con Von Ribbentrop, embajador aleman en Gran Bretana. En uno de mis articulos quincenales yo habia hecho notar que se habia tergiversado uno de los discursos que aquel habia pronunciado. Desde luego nos habiamos encontrado en varias reuniones sociales. En esta oportunidad me pidio que fuese a verlo para conversar sobre diversos asuntos. "Me recibio en una amplia habitacion de los pisos superiores de la embajada alemana, y alli sostuvimos una conversacion que duro mas de dos horas. Ribbentrop se mostro extremadamente cortes y recorrimos todo el escenario europeo, tanto en lo relativo al armamento como a la politica. La sustancia de lo que me dijo fue que Alemania buscaba la amistad de Inglaterra (en el continente todavia se nos llama 'Inglaterra'). Me dijo que podria haber sido ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, pero que le habia pedido a Hitler que le permitiera venir a Londres con el objeto de promover la formacion de una entente anglo-alemana, y de ser posible una alianza entre los dos paises.

  • El poder del fuego (Cazadores de brujas 3) de Ada Cruz

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    La reina del Aquelarre oscuro los ato a ella extrayendo su energia, y ahora, ellos, cazadores inmortales, buscan destruir la brujeria y todos cuantos la practican, pero el asunto no es tan simple como ellos creen.
    Arnau perdio lo que mas queria a manos del Aquelarre Oscuro y vivio un infierno de inmortalidad atandose a sus recuerdos, pero el destino le da una nueva oportunidad para resolverlo y recuper todo.
    Mina, la hija heredera de la reina del Aquelarre Oscuro debe atrapar y llevar a Arnau hasta su madre, pero en el juego del gato y el raton nunca se sabe quien es el cazador y quien la presa, y en este proceso todo puede ocurrir, incluso que se enamore de su enemigo.
    La trama de los cazadores de brujas continua mostrando las peculiaridades del Aquelarre Oscuro desde los ojos de Mina, la hija heredera de la reina, y reflejando el juego de poder que los brujos llevan realizando desde hace siglos, alimentados por odios ancestrales y rivalidades.
    Es el tercer libro de los Cazadores de brujas. Los anteriores: El Inquisidor Negro, y La ira de la tierra, tambien los puedes descargar en Amazon.

  • Desesperada (Novias 2) de Eva Alexander

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    Ni la mitad. Estaba recorriendo la carretera que me llevaba a mi ciudad natal y no sentia ni la mitad de la felicidad que deberia sentir, esa felicidad que era un sueno para mi. Mi primer recuerdo era de la entrada a la ciudad, el camino rodeado de arboles verdes y altos hasta el cielo. Recuerdo que iba sentada en el asiento de atras sosteniendo un muneco de Mickey Mouse, mirando por la ventanilla del coche y escuchando a mis padres hablar. Se por lo que me contaron mis padres y por las fotos que llenaban cada pared de nuestra casa que ese dia volviamos de Disneyland, que me llevaron para celebrar mi tercer cumpleanos, pero lo unico que yo recuerdo es que estaba muy feliz, que mientras el coche iba por esa carretera era la nina mas feliz del mundo. Mi madre decia que era porque era la primera vez que salia de la ciudad y que nada se puede comparar con la felicidad de volver a casa. No digo que no tenia razon, pero no he vuelto a sentir esa felicidad, ni ahora ni en las otras veces que he vuelto a casa. Tal vez tiene algo que ver con el hecho de que mis padres ya no estan. ?Tal vez? Seguro que si. Estaba volviendo a casa, mejor dicho, estaba corriendo de vuelta a casa. He conseguido hacer un desastre de mi vida y todo por buscar esa felicidad que ahora me doy cuenta de que no existe para mi. Anos y anos de busqueda para nada, tiempo perdido, esfuerzo y lagrimas en vano. El nunca llego. El, el hombre que me haria tan feliz como mi padre hizo a mi madre. Se que estas pensando, que estoy persiguiendo un sueno que no es mio, que si algo fue bueno para mi madre no necesariamente sera bueno para mi. Que estoy buscando algo para sentirme cerca de ellos, de tenerlos a mi lado a pesar de que llevan veinte anos muertos. Deberia saber mejor que eso, ?verdad? Al fin y al cabo, soy psicologa, se todo lo que hay que saber sobre traumas. !Dios! A cualquier paciente le diria que deberia olvidar el pasado, le ayudaria a encontrar algo mas en que centrar su atencion. Pero ?lo hago? No, yo sigo adelante con la busqueda de ese hombre sin importar las consecuencias y eso es lo que me ha llevado a este momento, a volver a casa llorando. Abandone mi consulta, mis pacientes, mis amigos, para ir a casa a llorar, a curar mis heridas. Lo que no sabia era si iba a conseguirlo, nunca en mi vida estuve tan herida, tan humillada y avergonzada. Nunca senti ese dolor tan atroz en mi corazon. La ultima vez que pase por algo parecido consegui sobrevivir aqui, en casa, tuve ayuda, mucha, y por eso estaba volviendo. Kent Village, mi ciudad natal, la ciudad de mis padres, la ciudad donde nacieron mis abuelos y bisabuelos. Un pueblo pequeno en la montana rodeado de bosques, donde la gente vivia tranquila y eso era justo lo que necesitaba. Soledad, tranquilidad. Queria ir a pasear por el bosque, respirar el aire fresco y aclarar mi mente. Queria poner orden en mi vida y este era el lugar perfecto. Poco despues de entrar en el pueblo gire a la derecha echando un vistazo a la senal oculta por las ramas de los arboles. Mountain Lounge. !Dios! Mi padre era el mejor del mundo, pero ahi habia fallado y mira que no era muy dificil encontrar un buen nombre para las cabanas. No se como hizo para encontrar clientes, pero lo consiguio. Las cabanas estaban siempre reservadas, invierno y verano, los huespedes llegaban para pasar un buen rato. No habia mucho que ver excepto la montana, pero me imagino que eso era lo que ellos buscaban. Soledad, tranquilidad. Se notaba la falta de cuidados y no solo en los hierbajos que rodeaban el camino, el propio camino era un desastre. Mi pequeno hibrido Lexus de color rojo solido era perfecto para la ciudad, para la montana no tanto y solo de pensar en la factura del taller mecanico me entraba un ataque de panico. Habia ahorrado durante mucho tiempo para comprarme el coche y no pense que un dia iba a tener que hacer un viaje en la montana por caminos llenos de rocas, baches y socavones que iban a destrozarlo. Era mi culpa por haber salido corriendo de la ciudad y no pensar en el coche, pero la verdad es que no pense en nada mas que no fue correr. Correr de mi vida. Correr de esa mirada que veia cada vez que cerraba los ojos. Correr de esa palabra pronunciada con tanto asco. Desesperada. Ahora tampoco era un buen momento para pensar en lo que me hizo coger el coche y venir aqui, tenia que concentrarme en llegar a las cabanas con el coche de una sola pieza. Muchos minutos despues llegue al claro que debia ser el aparcamiento, pero en cambio era solo un mar de hierbajos. Ni loca iba a dejar a mi precioso coche ahi asi que segui adelante y me detuve delante de la fuente. Justo enfrente estaba la cabana principal y a los lados las otras cabanas. Tres a la izquierda, tres a la derecha y otras cuatro detras de estas. Todas formaban un circulo y en el medio estaba la fuente, una que habia construido mi madre con piedras que recogio en el rio que bajaba de la montana t corria detras de la propiedad. Tenia una forma extrana, piedra sobre piedra con el agua saliendo de un lugar que no podia ver, y de pequena pasaba horas mirando e intentando averiguar que era. A veces me parecia que era un elefante, otras que era una nube. Cuando estaba convencida de que habia conseguido dar con la forma justa iba corriendo a contarle a mi madre y ella me abraza riendo, diciendo que debia intentar una vez mas. Nunca averigue lo que mi madre quiso construir y tal vez no esta mal, tal vez es asi como debe ser, tal vez deberia pasar el resto de mi vida sentada en el porche intentando descifrar el misterio de la fuente. Las cabanas estaban en mal estado y no queria imaginarme como estaban en el interior, con el exterior tenia suficiente. Pintura que una vez fue blanca ahora estaba gris ahi donde quedaba algo, algunas ventanas estaban rotas, el techo de la cabana Rosa tenia un agujero. Si, cabana Rosa. Mi padre nombro el establecimiento y mi madre las cabanas. Rosa, Blanca, Roja, Azul, Verde, Morada, Gris, Violeta, Amarillo y Turquesa. La verdad es que mis padres hicieron muchas cosas que ahora me cuesta entender, mira que hicieron con los nombres con lo facil que hubiera sido poner numeros como en los hoteles. Baje del coche y al poner el pie en el suelo maldije. Mis sandalias eran tan ideales para este sitio igual que el Lexus para un camino de montana. Salir corriendo no fue una buena idea y ahora me tocaba pagar el precio. Maldije entre dientes mientras caminaba y sentia los tacones hundiendose en el barro, mientras la hierba raspaba mis tobillos. Me sente en el pequeno banco que estaba enfrente de la fuente y mire la cabana principal. Mi casa. Yo naci ahi, mi madre se puso de parto durante la nevada mas horrible de ese invierno y sobrevivi gracias a que mi abuela estaba de visita y ayudo a mi madre. Creci ahi, dije mis primeras palabras, di mis primeros pasos, hice muchas cosas y me faltaban muchas por hacer. Este sitio siempre fue mi lugar feliz y ahora solo era uno abandonado, deteriorado por el tiempo y por el dolor. Veinte anos cambian un lugar, cambian a las personas. Cerre los ojos y recorde como estaba antes. Las cabanas blancas, las flores de todos los colores brillando en tiestos en cada porche. El sonido del hacha de mi padre cortando los troncos para la chimenea. El olor a galletas que estaba horneando mi madre. Las risas de los ninos que llegaron por la manana con sus padres y se hospedaban en la cabana Blanca. No habia soledad o tranquilidad, solo ruido, risas y felicidad. Lo queria para mi, lo busque sin encontrarlo durante los ultimos diez anos de mi vida y empiezo a creer que lo estuve buscando en el lugar equivocado. Abri los ojos mientras una idea se formaba en mi cabeza, pero no tuve tiempo para dejarla fluir. El sonido de un coche llego y aun despues de tantos anos reconoceria ese motor entre miles. Era un milagro que todavia estuviera funcionando y tambien era un milagro que la persona que lo estaba conduciendo pudiera hacerlo. Me quede quieta mientras aparcaba el coche, mientras bajaba y caminaba hacia mi y solo cuando se detuvo detras de mi me levante. --Hola, abuela --dije sonriendo. --Hija. Eso fue todo, una sola palabra y las lagrimas empezaron a salir a una velocidad increible como si el tono de la abuela fue la senal de que podrian comenzar. --Hija --repitio la abuela mientras yo le rodeaba los hombros con los brazos y la abrazaba con fuerza. Llore recordando la ultima vez que lo hice en los brazos de ella. Fue hace veinte anos cuando la policia llamo a la puerta y dijo que mis padres habian fallecido en un accidente de coche. El ultimo fin de semana de cada mes era para mis padres, era su ritual, su tiempo de enamorados como lo llamaba mi padre y el accidente ocurrio justo cuando volvian de uno de esos fines de semana. Nunca supe a donde iban, si iban en coche o en avion, y no me importaba ya que ellos volvian felices. Yo pasaba esos dias con los abuelos y hacia todo lo que mis padres me prohibian. Era feliz hasta ese dia, cuando mi padre ignoro los avisos de tormenta y condujo a casa, bueno, debido a la falta de visibilidad y a la carretera mojada condujo hacia un barranco. Cayeron, el coche exploto, se incendio y no quedo nada para enterrar. Me quede huerfana a los diez anos y gracias a mis abuelos, los padres de mi madre, he sobrevivido. Estaba en su casa cuando me dijeron sobre mis padres y es ahi donde me quede hasta que me fui a la universidad. Nunca mas volvi a casa. Dos dias despues del funeral la abuela quiso llevarme a casa para recoger algo de ropa y en cuanto tomo el camino que llevaba a las cabanas empece a llorar y a gritar. Paso lo mismo semanas despues, meses despues, hasta que entendieron que no podia, que no queria volver a este lugar que habia sido mi hogar. Ya no lo era, lo que lo convertia en mi hogar eran mis padres y ellos ya no estaban ahi asi que no tenia sentido volver. Los abuelos respetaron mi decision, no vendieron la casa, no la cuidaron, no la tocaron, la dejaron como estaba que fue lo que yo les pedi. Hasta cuando llego el momento de enfrentar al pasado, de olvidar y de darle una oportunidad al futuro, de darme la oportunidad de ser feliz sin la necesidad de tener lo que ellos tenian. Sin amor. La abuela sintiendo que mi crisis habia terminado rompio el abrazo y en esos dos segundos que tarde en bajar mis brazos ella consiguio sacar un panuelo que me entrego. Blanco, planchado, doblado perfectamente y con sus iniciales bordadas. C.A.K. Caroline Anne Kent, mi abuela que a sus ochenta anos tenia una mirada que expresaba vitalidad, confianza y optimismo y eso es algo que yo no habia heredado. La confianza la tenia, bueno, en mi vida profesional si, en lo de privado no tanto. ?El optimismo? Nunca lo tuve y con cada paciente que no conseguia ayudar me iba mas hacia el lado oscuro, ese en el que no habia esperanza. --Has vuelto --dijo la abuela. --Si --asenti limpiando mi rostro con el panuelo que olia a vainilla. --Vamos a devolverle la gloria a este lugar --dijo ella mirando hacia las cabanas. ?Como diablos sabia que habia vuelto para hacer justo eso cuando ni yo misma no lo sabia hasta hace poco? La mire con los ojos entrecerrados y ella me atrapo. Se acerco, levanto la mano y acaricio mi mejilla. Sus ojos azules, y los de mi madre, brillaban con una emocion desconocida mientras que sus labios esbozaban una pequena sonrisa ensenando sus dientes perfectos. Ochenta anos y tenia la dentadura perfecta, el cutis de una mujer de sesenta y el cabello blanco, pero ni una de esas cosas delataban su verdadera edad. Para cualquiera podria pasar por una mujer mucho mas joven y mas de una vez me pregunte como lo hizo. Como sobrevivio a una infancia dificil, a la perdida de dos bebes, a la muerte de la unica hija que le quedaba y finalmente a perder al que fue su amor durante mas de cincuenta anos, el abuelo.--Este es tu lugar, Jane, siempre lo fue. Solo tenias que darte cuenta tu misma --declaro la abuela antes de darse la vuelta y caminar hacia la casa principal. Me quede mirandola, extranada por la agilidad de sus pasos. Parecia que estaba flotando, su chaqueta de punto que le llegaba hasta los tobillos pareciendo la capa de un superheroe. Malva, su chaqueta era de color malva igual que la falda y la camisa. El pequeno sombrero era blanco como el cabello que le caia poco por debajo de los hombros. Seguramente olvido que tenia cita en la peluqueria para cortarlo, a la abuela le gustaba el mismo corte desde hace mas de cincuenta anos. Corte bob a la altura de la mandibula y le sentaba tan bien que hace anos se lo robe, ahora era mi corte de cabello y la unica diferencia era que mi color era castano, un castano normal y aburrido. La abuela llego a la puerta y empezo a buscar en sus bolsillos, en los de la chaqueta, en los de la falda. Nada, la llave no estaba. Sonrei acercandome al pillar del porche, el de la izquierda donde justo a metro y medio de altura habia un escondite. Mi padre hizo un agujero en la madera y ahi guardaba la llave de repuesto, mejor dicho, las llaves. Veras, la abuela es muy olvidadiza en cuanto a las llaves y no es de ahora que ya tiene ochenta anos, no. Eso le viene de muy joven, es alguna mierda genetica que heredo mi madre y luego yo. Mi padre, harto de volver de donde estaba para abrirle la puerta a mi madre cada vez que ella olvidaba las llaves tuvo la idea de esconder algunas. Llaves, muchas llaves. Es extrano como funciona la mente humana, mi madre recordaba cada lugar en las que estaban escondidas, pero nunca recordaba coger la llave cuando salia de casa. A mi me pasa algo parecido, tanto que tengo al cerrajero en la lista de contactos favoritos. Intente todo lo posible, poner una nota en la puerta para verla antes de salir, colgarla de una cadena a mi cuello como los ninos, hice cincuenta copias y las guarde en todos mis bolsos. ?Y sabes que? Pues que en vez de mirar hacia la puerta y ver la nota yo miraba mis zapatos, la cadena me la quitaba cuando llegaba a casa y olvidaba ponerla de nuevo, las cincuenta llaves se acabaron un dia y olvide hacer otras copias. Al final renuncie y puse una cerradura electronica ya que el codigo nunca se me olvidaba. La parte mala es que no es muy barata y para reemplazar todas las cerraduras de las cabanas iba a salir muy caro, tanto que no podia permitirmelo. Voy a tener que seguir el ejemplo de mi padre y encontrar nuevos lugares para guardar llaves fuera de la casa. Recordar hacer copias tambien era buena idea. Menos mal que no hay muchos robos en el pueblo que si no los ladrones tendrian una manera muy facil de entrar a mi casa. --Jane, la puerta se ve muy floja. ?Por que no le das una patada a ver si la abres? -- pregunto la abuela. Mire la puerta despues de recoger la llave de su escondite y muy floja no parecia, la verdad es que la madera se veia muy solida. Y sucia, me arme de valor mientras miraba las telas de aranas y buscaba a esos bichos que me provocaban un miedo atroz. --?Por que romper la puerta si tengo una llave? --pregunte acercandome. --Esta es mi chica. --Sonrio la abuela. Meti la llave en la cerradura y la gire, la puerta se abrio haciendo un ruido espeluznante y juro que casi espere ver una arana gigante en la casa. Pero no, el sonido era algo normal en una puerta que llevaba veinte anos cerrada. Tal vez deberia reconsiderar mi decision. Tal vez. Segui a la abuela dentro, pero mientras ella iba hacia la cocina Dios sabe porque, yo me quede en la entrada. Justo delante estaba el escritorio que usaba mi madre para todo relacionado con las cabanas. Encima estaba el ordenador y la agenda de mi madre con su boligrafo favorito. Detras, en la pared, estaba el armario de las llaves con llaveros coloridos para saber a que cabana pertenecia. Amaba ese rincon, de pequena me sentaba ahi y me imaginaba que era mayor, que este era mi negocio. Pero lo que mas amaba era la agenda de mi madre, que no se porque razon encontraba tan fascinante. Me acerque al escritorio e ignorando el polvo cogi la agenda y la abri. Nombres, fechas, numeros de telefonos. Mi madre nunca me dejo tocarla y creia que ahi escondia secretos oscuros, pero lo unico que habia era la lista de clientes y las citas de mi madre. Jueves, diez de la manana, peluqueria. Viernes, ocho de la tarde, cena en el CP. Sabado, diez de la noche, CP con FP. Esas eran las ultimas notas de mi madre, las ultimas citas que hizo y de repente ya no quise recordar. Cerre la agenda y la deje en el mismo lugar. Limpie el sudor de mis manos en el vestido veraniego que llevaba y camine hacia el salon. Era el lugar en el que mas tiempo pasabamos como familia, fue mi lugar favorito, pero ahora solo podia sentirme agobiada. Las paredes de un marron extrano, las estanterias que cubrian todas las paredes de la habitacion, los muebles grandes y feos, los objetos que llenaban cada superficie. Me estaba ahogando, la habitacion parecia que me queria ahogar y tuve que dar media vuelta e ir a buscar a la abuela. La encontre en la cocina. Limpiando. --?Abuela? --Coge un trapo y ayudame --dijo ella. Despues de seis horas de conducir sin una sola parada para comer o ir al servicio, lo que menos me apetecia era limpiar suciedad de veinte anos. Estaba mirando los trapos y buscando la manera de convencer a la abuela de que esto era una mala idea cuando ella se dio la vuelta, puso las manos en las caderas y me miro. --?Vas a limpiar o vamos a casa y me cuentas sobre lo que te ha traido de vuelta a casa? --pregunto la abuela. Suspirando di un paso hacia la mesa y cogi un trapo. --Voy a limpiar --murmure. --Lo sabia. Claro que lo hacia, ella lo sabia todo y antes de darme cuenta iba a saber la razon de mi vuelta, pero no ahora. Lo que importaba en ese mismo instante era pasar tiempo con la abuela en lo que fue mi casa durante los primeros anos de mi vida y lo que esperaba que iba a ser mi hogar hasta el fin de mis dias.

  • Una terraza frente al mar de Elisa Mayo

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    Vera es valiente. Se atreve con todo para seguir sus propias convicciones, aunque eso signifique perder a personas por el camino; pero siempre encuentra el punto exacto desde donde volver a luchar. Ve el lado positivo de las situaciones y se dejaria arrancar un brazo por sus amigas.
    Jorge es prudente. Vive una situacion familiar complicada que lo hace actuar de forma poco razonable. No acaba de saber el camino que debe tomar, y eso le va a dificultar mantenerse cuerdo. No obstante, unas vacaciones en la costa le van a cambiar la vida.

  • El collado de la marquesita, Miguel de Leon de Miguel De Leon

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  • Pescando salmones en Alaska de Caridad Bernal Perez

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  • Entre senderos de lavanda de Mariela Gimenez

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    ?Es posible RECUPERAR fragmentos de una historia perdida?
    ?Puede el AMOR unir todas las piezas?
    ?Hasta donde se puede llegar en la busqueda de la VERDAD?
    Anna es fotografa forense y una noche de verano acude a la escena que le cambiara la vida.
    Una carta, una verdad oculta y el impulso de conocer su
    propia historia seran la invitacion para transitar senderos desconocidos.
    Si se deja guiar por el corazon, podra encontrar mas de lo que busca.

  • Habra tiempo para arrepentirse, Stevie Turner de Stevie Turner

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    Paul despierta con una misteriosa mujer en su cama. Sin recuerdo alguno de como llego ahi, Cat Taylor se adentra en su vida y acaba mudandose a su apartamento. Este arreglo le funciona a Paul – hasta que conoce a Anita Fairfax.

  • Seduciendo su Corazon (Manhattan Dinner Club 2) de Jean Joachim

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    El timbre de aviso del ascensor sorprendio a Bess Cooper. Se abrieron las puertas revelando un hombre y una garganta. El hombre atractivo levanto un parpado y giro la cabeza levemente. Solto un poco la mujer a la que habia estado besando y miro con ironia a Bess. --?Quien demonios es usted? Si ha venido para ver el apartamento, ya esta vendido--, dijo mientras se enderezaba. --Yo vivo aqui. ?Quien demonios es usted?-- Bess descanso los punos en las caderas. --Yo tambien vivo aqui--. El hombre se aflojo la corbata y desabrocho el boton del cuello de su camisa. --?Asi que usted es el nuevo dueno del quince B?-- Alto, delgado, pelo negro precioso. Y esos ojos. Vaya. Esta cara me suena. --Me contaron que una ancianita vivia en el quince A--. Se saco un panuelo del bolsillo y se limpio la boca. --?Los de la inmobiliaria?-- El afirmo con la cabeza. --Gran sorpresa. Un agente inmobiliario que miente--, hizo un mohin cambiando de postura. --?Es usted mi nuevo vecino?-- --Culpable. Y, ?usted es la viejecita?-- Su mirada pausada la recorrio de arriba abajo en un latido. Una lenta sonrisa aparecio en sus labios perfectos. --Muy bien conservada --. Bess solto una risita sin querer, cubriendose la boca con la mano. --Oye, Whit...-- La morena en el ascensor tiro de la solapa de su chaqueta. --?Whit? Ahora me acuerdo de donde le he visto. Usted es Whitfield Bass. Usted es el hombre de las noticias, ?verdad?-- El sonrio y se inclino. --Nuevamente culpable--. Coloco la palma de la mano en el trasero de la mujer con el y los dos salieron del ascensor. --Ella es Candy Wayne y, ?usted es?-- Al oir su nombre, la mujer delgadisima de pelo negro corto rodeo con un brazo la cintura de Whit y se apreto contra el. --Bess Cooper.-- Ella extendio una mano. Whit la sacudio brevemente, pero Candy permanecio adherida a su lado, mirando a Bess con frialdad. --Encantada de conoceros--, dijo Bess. --Yo te he visto antes--. Whit se acaricio la barbilla sin afeitar. --Yo soy modelo. ?A que te dedicas tu?-- pregunto Candy. --Yo cocino--, contesto Bess. --Oh, eres una criada--. La morena miro con desprecio a Bess. --!Ya se!-- Whit chasqueo los dedos. --No es una criada, es una cocinera. En la tele. Cocinando Con Bess, ?verdad?-- Se le ilumino la cara. Bess se sonrojo. --Culpable--. --?No eres un poco gordita para estar en la tele?-- Candy alzo pestanas negras densas y falsas con una mirada reprobatoria a las caderas de Bess. --No segun mi productor--. Bess entro en el ascensor y pulso el boton para bajar. --A mi no me pareces gordita--, comento Whit, descansando la mirada en el escote de ella. --Peso exacto--, dijo el mientras se cerraban las puertas. Bess rio levemente mientras bajaba el ascensor. Cuando llego abajo, su portero favorito, Crash, estaba al frente del mostrador de entrada. --Buenos dias, senorita--. Ladeo su gorra. --Un nuevo vecino. ?Que te parece a ti, Crash?--. Se acerco al hombre de uniforme. "No muy amigable. Se cita con modelos de moda. Solo es un famoso mas--. --?Es de los que tiene parejas intercambiables?-- --Si. Este tipo es de los que las repone rapido--. Crash se sonrojo al decir esto. Bess enarco una ceja. --No me sorprende. Comentarista famoso de los noticieros. Tipo atractivo--. --Ahora, no vaya usted perdiendo la cabeza por el, Senorita Bess. Es un ligon. Usted es una chica decente. No me gustaria verla ser lastimada por este tipo--. Ella le dio unas palmadas en el brazo. --Gracias, Crash, eso es un buen consejo. Estoy inmunizada. Ademas, tengo a Terry y no soy una ligona--. El rio un poco. --No senora. Usted siga con un solo tipo. Por lo menos, uno por uno --. Ahora era el turno de Bess el ponerse roja. --Lo intento, Crash--. --Este tipo. El poli. Es una buena persona. Me cae bien--. --Me alegro de que te parezca bien. Me marcho a hacer la compra. Hasta luego--. Crash sonrio y se llevo la mano a la gorra otra vez. Bess salio al aire matutino agradable de mediados de septiembre. Fruncio las cejas mientras consideraba como iba a ser compartir el pasillo con un hombre con chicas calientes entrando y saliendo todo el tiempo. Y seguramente a todas horas, tambien. Aunque la vision de su mandibula recta, ojos claros que parecian desnudarla con la mirada y su cuerpo atractivo daban vueltas en su cerebro, sono una alarma. Es un ligon. Manten las distancias. Enderezo los hombros mientras subia caminando por Central Park a la calle West 81 st , luego se dirigio hacia el oeste hasta la tienda de Zabar. Tengo a Terry. No le le necesito a el. Whitfield Bass, puedes seguir con tus maneras ligonas. No mancilles el umbral de mi puerta. Una vez dentro de la tienda de productos gourmet, se dirigio a la seccion de cafes. Despues de comprar pequenas cantidades de varias marcas, eligio una variedad de tipos de te. Para cuando habia terminado, ya tenia dos bolsas de la compra llenas de cosas. Bess las alzo, sorprendida de ver lo poco que pesaban. El te no pesa nada. Siguio camino abajo pensando en que iba a preparar para cada bebida. Crash abrio la puerta del Wellington y Bess le saludo con la cabeza mientras seguia caminando hacia las escaleras. Pensando en lo que iba a cocinar, no vio a Candy Wayne avanzar hacia ella hasta que ella y la modelo chocaron. La joven mujer delgadita choco contra Bess haciendola soltar sus bolsas con su contenido tirado por el suelo. --Se me ha roto un tacon--, dijo Candy mostrando la mitad de un zapato de tacon muy alto antes de bambolearse dentro del ascensor. Cuando Bess dijo un taco para sus adentros, su perra doguillo, Albondiga, empezo a ladrar. Estaba sin arreglar, la parte de arriba de su vestimenta medio metida en la falda que estaba ladeada. --Lo siento. Lo siento--, murmuro la modelo a medida que se cerraron las puertas. El ascensor siguio su camino. Bess escucho aranazos en su puerta al tiempo que la puerta en la otra punta del pasillo se abrio. Whit, vistiendo un albornoz de color blanco como unica prenda, saco la cabeza. --?Que demonios es ese jaleo?-- --Mi perra. Cuando me oye, ladra--. Bess estaba de rodillas recogiendo cajitas de te y bolsitas de cafe. --?Que tienes alli dentro? ?Un Rottewiler? ?Un pastor aleman?-- Bess rio. --Una doguillo, ella cree que es una Rottweiler--. --?Una doguillo?-- Rio un poco. --?Te echo una mano?-- --Todo bien--. --?Ha sido Candy la que ha hecho eso?-- Bess cerro los labios en una linea firme y delgada y siguio recogiendo su compra. Albondiga siguio ladrando. Whit salio descalzo de su apartamento y se agacho al lado de Bess. Recogio varias cosas y leyo las etiquetas. --Te Chai, cafe Kona, mermelada Loganberry...--. Bess tomo cada articulo de las manos de el uno por uno y los metio rapidamente en la bolsa. --Estoy haciendo un poco de investigacion sobre el cafe y el te--. --Que interesante. Mi investigacion consiste en revisar articulo aburrido tras articulo aburrido en internet--. --Esa es la razon por la cual hace lo que hace y yo hago lo que hago--. Al ponerse en pie, el le entrego un paquete de regaliz negro. --Me apuesto que somos las dos ultimas personas en la ciudad a quienes nos gusta esto--, dijo el. --Lo dudo--. Si se cree que me va a adular para acostarme con el. Que lo vaya olvidando. Pero, a medida que el se inclino, su albornoz se abrio un poco y ella pudo ver su pecho. Era totalmente tocable, firme pero no duro tipo gimnasio. Vello negro en moderacion le hizo sentir picores en las puntas de los dedos al pensar en deslizarlos sobre sus pectorales. Con un gran esfuerzo, dejo de mirar el cuerpo de el y dirigio la mirada hacia los paquetes de comida todavia en el suelo. --Gracias--, dijo ella, con desgana de deberle nada, aunque solo fuese por el gesto de el de recoger un articulo. --No podia hacer menos despues de que Candy chocara contra usted--. Bess hizo un breve gesto con la cabeza y se encamino hacia su puerta. Al abrir la puerta, la pequena doguillo salio corriendo. Se fue directamente hacia Whit, ladrando una y otra vez. El se rio pero se retiro hacia atras. Es una bestia pequena pero feroz. --Odio los cliches, pero ?no va a llamar a su perro?-- dijo el con la espalda contra la pared. --!Albondiga! Albondiga, ven aqui, pequena--. Llamo Bess. La doguillo cerro la boca y se volvio hacia su ama. Despues de una mirada suspicaz hacia Whit, la perra se retiro, jadeando y obedeciendo. --Ella no le haria dano--. --?En serio? ?Esta usted segura de que ella lo sabe?-- La arruga en su frente se borro un poco. Se arremetio su albornoz y tiro de la banda que cerraba su albornoz apretandola. --Tu novia necesita una leccion de buenos modales--, dijo Bess, recogiendo una bolsa en cada mano. Albondiga miraba a Whit pero se quedo al lado de Bess. --Oh, no es mi novia--. --?Oh?-- Bess subio las cejas. --Pues a mi me podria haber enganado eso--. --De hecho, esa solo era nuestra segunda cita. Una cita larga quizas, pero solo la segunda. Yo tengo bastantes amigas--. El la miro otra vez con una mirada que le hizo sentirse desvestida por el. Instintivamente se tapo el pecho con el brazo. --Pues que bien. Ten cuidado con las enfermedades de transmision sexual, pueden ser bastante desagradables--, dijo ella. --?Hablando por experiencia propia?-- El enarco una ceja mirandola. El ardor subio por sus mejillas al tiempo que perdio la compostura. Solto ambas bolsas lo cual hizo que Albondiga volviese a ladrar. --Tiene mucho descaro--. --Tu eres la que lo menciono. No yo. Yo soy un gran defensor del sexo seguro. ?Lo eres tu?-- --Eso no te incumbe--. Dijo Bess recogiendo sus cosas y silbando hacia Albondiga que se callo inmediatamente y siguio a su ama. --?Tendre que usar un desinfectante cada vez que pase por delante de tu puerta?-- dijo el haciendo una mueca burlona. --!Muy gracioso! No entiendo por que no te has dedicado a la comedia en vez de las noticias. Vamos a ver... ?quizas porque no eres gracioso?-- Ella entro en su apartamento y cerro la puerta de golpe. La carcajada de el era alta y sonora. Que desagradable. Puede acostarse con todas las mujeres de Nueva York, pero a mi nunca me va a pillar. Odio a los hombres ligones. Cargo con su compra hasta la cocina con Albondiga trotando tras ella. La perrita se arrecosto en su pequena camita y ya roncaba antes de que Bess hubiese guardadado todas las compras. Se prepare un cafe y se sento con un cuaderno y un boligrafo. El telefonillo de la puerta la saco de sus pensamientos. Descolgo y le dijo a Crash que el visitante podia subir. Su ayudante, Ned Lester, entro directamente. Ella nunca cerraba la puerta con llave, pensaba que con unos porteros tan vigilantes, no tendria necesidad de hacerlo. --?Donde has estado? He dejado diez mensajes. ?Te hacia falta que recogiera algo de camino?-- --Lo compre todo yo misma. Estaba en el pasillo. Maldito vecino nuevo. Su novia repelente choco contra mi. Luego, el salio para ayudar a recoger las cosas que se habian caido--. Los ojos de Ned brillaron. --?Era mono?-- --?No tienes a alguien?-- --No has contestado mi pregunta. No para mi. Para ti--. --Supongo que se podria decir que es bastante atractivo para ese tipo de cosa--. --?Que tipo de cosa?-- Ned se sento en un taburete al lado del mostrador, su libreta lista, boligrafo en mano y los ojos azules mirando a Bess. --Quiero decir, pelo negro, ojos grises, buen fisico--. --Vaya. ?Mejor que Serge?-- --Era irritante--. Bess volvio a la cafetera y le sirvio una taza a Ned. --Ahora se que estas mintiendo. Siempre adivino. Se te ve un temblorcillo bajo el ojo izquierdo. Solo un instante, pero se ve--. --Vale. Es guapisimo pero es un ligon. Ademas, tengo a Terry--. --?Lo tienes de verdad? ?No es solo una vez a la semana y nunca se queda a dormir? -- --?Y?-- Bess bebio sorbitos de su cafe. --A mi me parece que estais algo atascados--. --Me gusta. Es un poli. Me hace sentirme segura. Estoy contenta con las cosas tal como estan--. --?De verdad?-- Ned miro fijamente, pero Bess evito mirar sus ojos. --Vamos a ponernos a trabajar. ?Como enmarcar esto? Mejores postres para cafe y mejores para el te?-- --De esa manera, a lo mejor podemos conseguir dos programas de esta idea en vez de uno solo--, dijo el apuntando en su cuaderno. --Bien pensado. Hmm, ?que va mejor con el cafe? Cualquier cosa de chocolate--. --Oh, dios. Chocolate. Aqui voy. Y de paso, a mi no me enganas. Te estoy dejando cambiar de tema... de momento--. Dijo Ned sonriendo. Bajo, con pelo marron y ojos azules, Ned era atractivo pero estaba fuera del alcance de Bess ya que era gay. Se cuidaba mucho el fisico, vestia impecablemente y la cuidaba a ella muy bien. Si yo tuviese un hermano pequeno, me gustaria que fuese exactamente igual que Ned. Bueno, quizas no tan meticon. El guardaba sus secretos y compartia su amor por la comida. Ned era mas familia para ella que su familia de verdad. Listo para convertirse en su cocinero segundo, Ned habria sido la eleccion perfecta, pero a Bess le disgustaba la idea de tener que ensenarle las cosas a un nuevo ayudante. Aunque estaba deseando que le dieran la promocion a el, tambien temia ese momento. Ella dependia de su apoyo y el jamas ponia en duda el juicio de ella. Eran el tandem perfecto. Ned repaso los cien libros de cocina que ella tenia en sus estanterias, buscando aquellos que se especializaban en postres. En media hora, ella estaba totalmente inmersa en el tema, comentando y seleccionando recetas con el. El episodio estaba empezando a tomar forma y ella habia olvidado al devastadoramente atractivo Whit Bass y su desfile de mujeres deseosas. Hicieron una lista de la compra. Ned se fue a la tienda mientras Bess se tomo un descanso. Se acerco a la ventana con su taza de cafe. Albondiga se estiro y se acerco a ella. Sus elecciones de posibles postres eran lo suficientemente numerosas para que pudiera estar segura de que habria unas cuantas opciones muy destacables para el programa. Su mente volvio al nuevo vecino. ?Por que estoy pensando en el? Es un problema para cualquier mujer soltera. Yo quiero tener hijos algun dia. No podria hacer eso con un tipo como Whitfield Bass. ?Y Terry? Ni siquiera le tengo dos veces a la semana. Se mordisqueo una una y luego se detuvo, horrorizada. --?Cuantas veces te he tenido que decir que dejes esa costumbre asquerosa?-- Ned entro, cargando dos bolsas. --Lo se, lo se. Lo siento. No estaba pensando--. --Tus manos y unas se ven. No puedes estar destrozandolas con los dientes--. Suavemente le dio una palmada en la mano y luego la elevo para besarla. --Tienes razon. Se me olvida. Preocuparme por mi aspecto ante la camara es la peor parte de este trabajo. ?Cuando podre morderme las unas y que no le importe a nadie?--. --Cuando te quedes sin trabajo. Y como ese dia no ha llegado aun, deja de hacer eso --. Recupero un paquete que se habia caido en la entrada de la puerta y lo llevo a la cocina. Mientras sacaba cosas de la compra y las guardaba, iba charlando. --?Que te tenia tan ensimismada cuando entre?--

  • Cari Mora de Thomas Harris

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    Hannibal Lecter tiene un sucesor.

  • Locura de amor de Vanessa Lorrenz

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    Habia leido que la paciencia es una virtud, pero Harper estaba segura que ella no era virtuosa para nada. Su vida iba cuesta abajo y toda la culpa la tenia su amiga que la habia obligado a inscribirse en una aplicacion de citas en linea, ?encontraria el amor verdadero en esa aplicacion de citas? Descubre si es posible no perder el corazon cuando Harper no hace otra cosa que cometer locuras de amor.

  • La hora de las mujeres sin reloj de Mamen Sanchez

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    Mamen Sanchez ha vuelto a hacerlo; una irresistible combinacion de humor y sensibilidad sostiene una trama tan original como absorbente: sus protagonistas son el inquieto e hipersensible Tony Cienfuegos y Estela Valiente, que, haciendo honor a su apellido, ya desde nina era tan intrepida como inteligente.

  • El espia ingles de Daniel Silva

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    Tumbada sin la parte de arriba del bikini en la cubierta de proa, con una copa en la mano, su piel impecable tostandose al sol, estaba la mujer mas famosa del mundo. Y una cubierta mas abajo, preparando un aperitivo de tartar de atun, pina y pepino, estaba el hombre que iba a matarla.

  • Susurros de amor (El corazon de un libertino 4) de Kathia Iblis

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    Continua la serie <> con esta cuarta entrega.

  • La receta del amor de Fernando Claudin

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    En este magno cuento de hadas para todos los publicos el autor nos ofrece su particular receta del amor.

  • Sebastian en la laguna de Jose Luis Serrano

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    Aquel verano vi mi primer muerto, morado, hinchado, guapo aun, con los rizos revueltos. Ahogado en la laguna, aunque quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie. Muerto antes que ahogado, eso decian los del pueblo. Tampoco es que haya visto muchos mas despues: tan solo a Alfredo Kraus y a mi padre. Hermoso, porque el era hermoso incluso morado y muerto, con el pelo revuelto, ensangrentado y lleno de algas, tardaron horas en encontrar el cadaver, enredado entre los juncos, con la cara fria y el torso desnudo, ese bellisimo torso que tantas veces habia visto henchirse con su respiracion. Resultaba extrano verlo ahora tan quieto, en la arena, junto a la verja azul. Era de noche y se habia levantado una ligera brisa, como casi todas las noches de verano junto a la orilla de la laguna, tan oscura. Estaba tumbado boca arriba, rodeado por los vecinos de los apartamentos. Mama bajaba corriendo por las escaleras, un poco desencajada, supongo que para impedir que mis hermanas y yo lo vieramos. Pero yo ya lo habia visto (no asi ellas: el padre del muerto se habia llevado a todos los ninos pequenos a la parte de atras, a pesar de su dolor, quiza para preservar la intimidad del cadaver, tan desnudo). Yo lo sigo viendo muchas noches, hermoso, amoratado y frio. Fosforescente. Por las algas, supongo. Con el pelo apelmazado por los coagulos de sangre ya medio seca. Tumbado boca arriba con los brazos extendidos. La boca semiabierta y los ojos cerrados. Rigido como los alamos en invierno. Se escurrio en la barca y se golpeo en la cabeza con el motor, luego se intento incorporar y, cuando estaba de pie, se desequilibro y cayo al agua, pero estaba ya muerto, no murio ahogado, quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie, eso decian. 2 Pero yo no se si voy a poder contar algo porque no se puede contar nada nunca, porque el presente se va y cuando se va ya todo es mentira, o es incompleto, y lo que recordamos y lo que inventamos se mezcla, y pasan mas presentes, uno cada segundo, uno cada fraccion de segundo, y cuantos mas pasan mas nos alejamos y la verdad se nos antoja cada vez mas inaprensible. Ni siquiera yo mismo se si vi o imagine y mas aun al cabo de los anos, treinta ya, o casi, o quiza sean mas, porque todo se mezcla y cuando uno se cuenta una historia o alguien nos cuenta una historia dejamos de saber si lo que de verdad paso fue realmente lo que paso o lo que nos contaron fue mas real, porque es imposible contar una historia sin mentir, que me lo digan a mi, aunque yo intente hacerlo y no sea consciente de las mentiras, solo hay presente y es imposible captarlo todo en cada instante, asi que se escapa y entonces ya no es posible contarlo sin mentir porque solo dura un segundo, una centesima de segundo y entonces intentamos contar lo que acaba de pasar, una estrella fugaz, un orgasmo, un latido que se ha hecho esperar mas de lo debido, pero ya mentimos sobre la trayectoria de la estrella, sobre la intensidad del orgasmo (que ya es imposible reproducir porque no deja huella, como el dolor no deja huella, algo que me ha sido muy util para enfrentarme a algun dolor de muelas: vencerlo en cada instante puesto que no es acumulativo, aunque no dirian lo mismo los que de verdad sufren dolores terribles, quiza les valga lo que digo, ojala lo hiciera), sobre la duracion del latido que no llega. Lo habia intentado hacia unos anos con alguna redaccion para el colegio, pero no me habia salido bien, o yo no habia quedado especialmente contento con el resultado. No con el resultado literario sino con lo que paso despues: no me gusta del todo, eso dijo mama, has inventado cosas, no ocurrio exactamente asi, lo has idealizado, entonces papa le dijo que era una envidiosa, eso dijo papa, y una enredadora y se monto una buena. Esto fue lo que escribi: Habia una vez un colegio de una ciudad pequena de provincias. El edificio estaba en el borde de la ciudad antigua y tenia dos puertas: una que comunicaba con el centro de la ciudad, por la que cada manana entraban los hijos de los abogados, los medicos y los maestros, y otra trasera que daba a los barrios de los obreros. Sus hijos tenian que cruzar cada dia una calle de cuatro carriles con un trafico espantoso por un paso de cebra sin semaforos. Algunos acabaron alli sus cortas vidas. En esa puerta trasera habia un terreno triangular lleno de cardos y escombros que pertenecia al Ayuntamiento. Uno de los maestros, que habitualmente cuidaba el comedor, decidio dedicar ese tiempo que les quedaba libre a los ninos que no iban a comer a casa, entre las clases de la manana y la tarde, para ensenarles a cultivar un jardin. Recogieron los escombros, arrancaron los hierbajos, cavaron la tierra, la regaron y, finalmente, empezaron a plantar. Dedicaron una parte, la mas externa, a poner plantas con flores: rosales, geranios, margaritas. Y en el interior, junto a la valla, los chavales aprendieron el milagro de la vida con las lentejas, las judias o los garbanzos que traian de casa y que rapido empezaban a germinar con sus altos tallos verdosos. Asi, los ninos que cruzaban del otro lado empezaron a presumir de jardin e incluso algunos padres del centro rodeaban el patio del colegio para ver aquellas lozanas margaritas y sentir la fragancia de las rosas. Un dia, el Ayuntamiento comunico a la direccion del colegio que ese terreno era suyo y que tenia previsto acondicionarlo para poner un jardin. La direccion, sorprendida, le hizo saber que ya habia un jardin, y que los ninos estaban encantados. Pero el Ayuntamiento penso que era peligroso, que estaba junto a la carretera, y que los ninos no debian salir del recinto vallado del colegio. A los dos meses, el jardin era de nuevo un estercolero lleno de hierbajos y, poco despues, fue asfaltado. Una senora que miraba cada dia desde su ventana a los muchachos trabajando con tanta ilusion, escribio varias cartas a los periodicos, y el Ayuntamiento, algo avergonzado, concedio el titulo de ciudadano ejemplar al maestro. Pero el jardin ya era solo un trozo mas de asfalto gris en una ciudad llena de asfalto gris. Recuerdo la tarde de mayo en la que el maestro hizo cerrar las persianas de la clase: <>. Desde la calle llegaba el sonido de la excavadora que arrancaba las rosas y las plantas de tomates. Pero el maestro abrio un libro y comenzo a leerlo. Se llamaba <>. Ese dia supe que mi padre era un hombre especial y que el mundo era, en general, una mierda. Asi que me enfade mucho y deje de escribir porque si todo era siempre mentira o no era nunca del todo verdad no me apetecia seguir enganando. Hasta hoy, que he dibujado circulos en la arena de la playa recordando a Olivier, el subnormal, que parecia un pajarillo, esperando, casi ansiando, que me lleve con el, con los felices, sin preocuparme por verdades o mentiras y sin saber si voy a ser capaz de contar una historia sin hacer dano a nadie. 3 Hacia ya varios anos que pasabamos una parte de las vacaciones de mi padre en la laguna. Unas veces en julio, otras en agosto. Alquilabamos un apartamento muy agradable, de tres habitaciones (una para mis padres, otra para mi y la tercera para mis dos hermanas pequenas, las mellizas), con un salon enorme que daba a una terraza soleada frente a la laguna. El apartamento formaba parte de un bloque horizontal de dos pisos de ladrillo visto, el unico que habia en la orilla y que seguramente incumplia todo tipo de normativas. Eran otros tiempos. Ahora habria sido construido en el mismo sitio, pero cumpliendo todo tipo de normativas y algun politico de medio pelo se habria hecho rico. La fila de apartamentos salvaba el desnivel entre el pie de la montana y la laguna. Los apartamentos superiores, seis en total, a los que se accedia desde la carretera, como el nuestro, eran todos de alquiler, pero casi siempre las mismas familias los ocupabamos ano tras ano. A los apartamentos inferiores se entraba por una rampa de asfalto que desembocaba en la zona en la que tomabamos el sol, una especie de playita artificial con arena un poco gruesa separada de la laguna por una verja de hierro azul y una hilera de alamos blancos, que dejaban paso a unos cuantos sauces llorones en los extremos. En la verja habia tres puertas que daban a unas escaleras desde las que nos lanzabamos al agua siempre helada, y que servian para que la gente mayor bajara a refrescarse, agarrados siempre a la escalera porque la laguna era muy profunda. Esos pisos inferiores estaban ocupados por las familias duenas de todo el bloque, todos emparentados entre si y que habian hecho fortuna con una fabrica textil en la epoca en la que los pantalones vaqueros se pusieron de moda. Ahora eran ya mayores y sus hijos rondaban los veinte o treinta anos, y cada vez aparecian menos por la laguna. La alegria llegaba de los apartamentos de alquiler (<>, eso decian <>): montones de crios pequenos y ruidosos que correteaban o gateaban por la arena, o montaban en bici o se pasaban las horas muertas en la piscina con forma de rinon (tan sombria siempre, tan helada, con el suelo lleno de hojas resbaladizas y podridas, pese a que el agua se cambiaba a diario, llenandola desde la laguna por la manana y vaciandola en ella cada noche), con los labios morados y temblando de frio. Porque en la laguna casi nunca hacia demasiado calor, al menos no hacia ese calor de julio o agosto de la ciudad. Salvo a las tres de la tarde, la hora en la que Sebastian salia de su casa, en la esquina de la izquierda. Tambien era la hora de Olivier, pobrecico, el subnormal. 4 Sebastian era de <>. Tenia unos veinte anos y los ojos azules, y un bigotillo rubio que a mi me hacia mucha gracia. El pelo rizado y alborotado siempre, sin peinar, como un emperador romano, eso decia papa, este chico parece un emperador romano. Su madre era noruega, pero llevaba ya montones de anos en Espana y hablaba un castellano divertidisimo, muy de pueblo, pero con un acento complicado cuya procedencia nadie era capaz de adivinar. Su otro hijo, Tadeo, vivia en Nueva York y yo solo lo habia visto un par de veces en mi vida, moreno, muy moreno y con una barba larga y descuidada, habia salido al padre, al empresario textil con fabrica en uno de los poblachones grandes cercanos a la laguna. Tadeo tenia una moto pequenita y negra en la que nos daba paseos a los ninos las veces que aparecia por los apartamentos, pero yo ya llevaba dos o tres anos sin verle. No era tan guapo como Sebastian, eso desde luego. Pero bastante mas sociable. Salvo ese ultimo ano, que no pudo ni salir de su habitacion

  • Juro vengarte (Agente especial Ainara Pons 1) de Raul Garbantes

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    Una agente decidida a encontrar la verdad. Un asesino que conoce sus pasos. Cada decision que ella tome puede ser la ultima.

  • Entre fotos apareciste tu de Ivan Arolle

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    La pasion de Lucia es la fotografia y su trabajo. En uno de sus viajes y por cosas del destino, se enamora de Arturo, pero la vida lo quitara rapidamente de su camino.
    Con el paso del tiempo, decide olvidar lo que fue y poner todas sus fuerzas en construir una relacion con Efrain, sabiendo que, quizas, nunca podra amarlo como se merece. No deja de intentarlo, hasta que la vida pone de nuevo al hombre que amo en su camino, pero esta vez Arturo aparece como el prometido de su mejor amiga.
    Decisiones que tomar, donde en algun momento habra que elegir entre la amistad y el amor.

  • !O no hay trato! de Carolina Gattini

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    El destino y la mala suerte llevan a Miriam a la desesperacion. No es capaz de pagar sola el alquiler al que se habia comprometido con su reciente ex, las deudas la ahogan y finalmente decide vivir en un lugar con todas las comodidades, "comodos" sofas, bano y ducha, salas de reuniones…, es decir, la oficina donde trabaja.
    Miguel Garmendia esta a punto de perder lo unico que tiene, la empresa que levanto desde joven porque precisamente dedico su vida a trabajar, en lugar de disfrutar de ella como hicieron sus amigos y hermanos. Confiar en la persona equivocada, su contable, le ha llevado practicamente a la quiebra. Sin embargo hay una esperanza, conseguir la herencia de su madre, bajo la condicion de casarse. Claro que, no es tan facil encontrar a una mujer que quiera casarse con un hombre como el y renunciar a una vida normal, aunque sea por unos meses. O tal vez si… El unico problema es que esa mujer es adicta al sexo y la abstinencia de ese matrimonio no es compatible con ella… Asi las cosas… Miriam tendra que establecer sus propias condiciones… !O no habra trato!

  • La improbabilidad del amor de Hannah Rothschild

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    Una novela deslumbrante sobre el amor, un famoso cuadro desaparecido y un oscuro secreto del pasado. Una brillante combinacion de thriller, romance y satira sobre el mundo del arte.

  • 30 dias para casarme de Elisa Castro

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    ?Que decirles? Estaba borracha.

  • Cita con Rama de Arthur C. Clarke

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    La llegada al Sistema Solar, hacia el ano 2130, del monstruoso Rama, esa masa de cuarenta kilometros de longitud, plantea a los cientificos de la Tierra una serie de enigmas a estudiar y resolver. ?Se trata de un astro con luz propia?

  • En la frontera del tiempo de Lina Galan

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    El caballero, sobre su caballo blanco y al frente de sus leales soldados, por fin siente que el hogar esta cerca. Los bosques de pinos o las suaves montanas daban fe de ello, dejando atras las vastas llanuras. Rodearon la aldea y su muralla y, sobre la elevacion mas alta, aparecio la gran fortaleza rodeada por la mas robusta muralla, como una madre que abre los brazos para proteger a sus hijos. Cruzaron el foso sobre el puente levadizo para entrar en el patio de armas, donde escuderos y pajes se apresuraron a atender a sus exhaustos y polvorientos senores y a sus igualmente fatigadas monturas. El senor de Montsolis, tras bajar de su caballo, alzo la mirada hacia las almenas, como siempre que volvia a casa. Pero, como siempre, nunca encontraba a nadie esperandole. Siempre que regresaba de alguna de las revueltas sarracenas o, como en esta ocasion, de una reunion en Las Cortes, imaginaba, fugazmente, que su dama le esperaba impaciente en alguna de las almenas o sobre el adarve de la muralla. Incluso en ese mismo instante le parecia estar divisando una oscura silueta femenina recortada sobre el rosado cielo del ocaso, con sus ropas y sus cabellos ondulando al viento. Sacudio la cabeza para salir de su ensonacion y volver a la realidad. Se quito el yelmo y se dejo ayudar por Nuno, su escudero, ofreciendole sus armas para su limpieza. Todavia con la cota de malla, aunque sacandose el mismo el almofar y la crespina por la cabeza, subio las escaleras de la torre del homenaje para encaminarse a sus estancias privadas. Primero, como tenia por costumbre, saludaria a su esposa, aunque ya sabia de antemano que ella apenas le devolveria el saludo. Ni siquiera le miraria a los ojos. En realidad, penso, no sabia de que color eran esos ojos que siempre miraban hacia el suelo. Ademas, apostaria su vida a que se encontraria flanqueada por sus inseparables guardianas, sus propias hermanas, que, como hermanas mayores del senor y en su calidad de viudas de sendos senores ciertamente notables, se encargaban de la organizacion domestica. Algo que a la propia senora del castillo parecia agradarle sobremanera, ya que era mas feliz bordando o tejiendo algun tapiz mientras sus cunadas revoloteaban a su alrededor como si quisieran protegerla hasta de su propio marido. Despues de pedir permiso, flanqueo la puerta de la estancia mas soleada del castillo, donde un grupo de mujeres bordaban y tejian y suaves murmullos femeninos llenaban el aire, aunque cesaran de repente al advertir la presencia del senor. Sus hermanas, Elvira y Mencia, tan frias como siempre, fueron las primeras en dirigirle algo parecido a una bienvenida. --Hermano --saludaron con un movimiento leve de sus cabezas. --Hermanas --correspondio el. Y seguidamente dirigio su mirada a su esposa--, esposa --y se Inclino levemente. Amicia parecio mover ligeramente los labios, aunque su marido no estaba seguro si como saludo o como plegaria por su poca deseada presencia. Asi que, volviendose a inclinar, pidio permiso para retirarse y salio para encaminarse a sus propios aposentos. Si, siempre habia deseado volver al hogar, despues de batallas o reuniones con nobles o con el rey. Pero cada dia que pasaba sentia mas un vacio interior y un hueco en su corazon que necesitaba llenar pero que cada vez se hacia mas y mas grande. Siempre tuvo claro que, como heredero de la baronia, tendria que casarse con la mujer elegida para el. Y asi fue. El mismisimo rey Jaime I le habia concertado el matrimonio con Amicia de Bearn, para evitar una guerra promovida por el rey frances que llevaba acechando al monarca desde hacia varios anos. De esta manera, el rey Jaime seguia dominando el sur de Francia y se aseguraba la fidelidad de su caballero al convertirlo por herencia y por matrimonio en Guillem I de Montsolis y vizconde de Bearn. Guillem recordaba ahora el dia de su enlace con Amicia. Nunca se habian visto antes, pero era algo que ocurria muy a menudo y no le importaba especialmente. Pero en el fondo habia esperado algo mas. Sus propios padres se habian entendido bastante bien. Incluso sus desapegadas hermanas habian tenido unos matrimonios aceptables. El habia imaginado al menos una companera que esperase su regreso, o para conversar sobre temas cotidianos, como compania en la mesa y, por supuesto, en su cama. Pero habian sido deseos vanos. Tras un ano de casados, no sabia como era la voz de su esposa, ni tan siquiera el color de su cabello, que siempre llevaba tapado por un virginal velo blanco, casi tan virginal como ella misma. Ese era otro tema que si le preocupaba. Ese matrimonio necesitaba descendencia, ya que la falta de hijos podria acarrear un serio problema incluso a nivel politico, puesto que el rey Luis intentaria reconquistar las tierras a falta de herederos. Pero hacia ya demasiado tiempo que no visitaba la cama de su esposa. Un rictus amargo se le formo en la boca al recordar la noche de bodas. Su experiencia con mujeres nobles podia ser exigua, pero esa noche intento comportarse como el caballero que era. Mientras recorria el angosto pasillo envuelto en su propia sombra proyectada por la luz de las antorchas, recordo. Recordo la camara nupcial, en la mas completa oscuridad, con solo un pequeno atisbo de la silueta de su esposa metida en la cama y tapada hasta la barbilla. A el, colocandose encima, mientras ella, rigida como una tabla, recitaba una letania de oraciones. Despues de esa noche vinieron varias mas, en las mismas condiciones y sin resultado de embarazo tras varios meses. No era de extranar. Pensaba que un acto realizado con tanto miedo y aversion no podria dar nunca como fruto un hijo. Guillem entro en sus aposentos privados y suspiro cansado. Se sintio viejo, aunque a sus veintiseis anos deberia sentirse en la flor de la vida, una mezcla de juventud y experiencia. Miro a su alrededor y se sintio relativamente satisfecho. La estancia, disponia de una antesala, con una mesa, silla y documentos para revisar, y del dormitorio, donde el mueble que mas resaltaba era la gran cama. Podia no importarle que la decoracion y el resto de mobiliario fuesen escasos y austeros, como indicaba la sencilla presencia de un baul, un arcon y una pequena comoda. Pero despues de anos ayudando a su rey en multitud de batallas, sobre todo la conquista de Valencia, viviendo en las mas atroces condiciones, para Guillem eran muy importantes el descanso y la comida. Por eso no encontraba nada frivolo poseer una gran y comoda cama y una mesa donde nunca faltara la buena comida. Mientras le preparaban una tina de agua para el bano, se asomo a la ventana y observo el paisaje. Al menos la vision del entorno familiar que lo rodeaba le daba la seguridad y la fuerza necesarias para pensar en el futuro. Por lo demas, Dios proveeria. Habia vuelto al hogar. CAPITULO 1 Barcelona, mayo de 2014 Correr calle Muntaner abajo para poder coger el tren, sin tropezar y sin que la atropellaran en el intento, era un riesgo al que cada dia se enfrentaba Beatriz, o Bea, como preferia que la llamaran. Bea trabajaba en un hospital de esa zona como enfermera y se consideraba afortunada de tener una profesion que le encantaba y por haber conseguido un puesto para los tiempos que corrian. Pero ese dia deseaba cuanto antes poner tierra de por medio. Hay dias en los que es mejor no levantarse de la cama, le oia decir muchas veces a su madre, y ese, especialmente, habia sido uno de ellos. Al levantarse por la manana, no le habia sonado la alarma del movil, ya que se le habia apagado sin bateria. Sin tiempo para desayunar, habia corrido hasta la boca del metro para descubrir que solo habia servicios minimos por la huelga de transportes, por lo que tuvo que coger un taxi, donde el pobre taxista se habia visto obligado a sortear velozmente el trafico de esa hora de la manana, debido a la orden imperiosa de una usuaria con los nervios de punta. Al llegar, habia tenido que aguantar la mala cara de la companera a la que relevaba y, para colmo, Oscar habia vuelto al hospital tras su excedencia. Ahora, volviendo para casa, y por fin en el interior del vagon, Bea se agarro a la barra, apoyo su frente en ella y cerro los ojos. ?Que mas podia haberle salido mal ese dia? ?Por que habia tenido que volver a verle a el?

  • Todos mis ex de Barbara Lorenzo

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    .?Que tienen en comun el empollon de la clase, el quarterback del equipo del instituto, un universitario perteneciente a una fraternidad, un jugador profesional de beisbol, un ejecutivo de una gran multinacional, un psiquiatra y un hacker?
    Aparentemente nada, pero todos han pasado por la vida de Olivia McCain, una famosa bloguera de moda de Los Angeles, que pasara su cuarenta cumpleanos de una forma muy diferente a como ella esperaba de la mano de Matthew, su angel de la guarda.

  • Play (Stage Dive 2) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    Ericson, baterista de la famosa banda de rock Stage Dive, necesita limpiar su imagen rapido -al menos por un corto tiempo. Tener una chica buena en su brazo deberia hacer el trabajo facil. Pero no contaba precisamente con lo divertido que podria ser estar con la chica correcta. Anne Rollins nunca penso que conoceria al dios del rock con quien empapelaba las paredes de su dormitorio de adolescente-especialmente no en estas circunstancias. Anne tiene problemas de dinero. Unos grandes. Pero que te paguen para fingir ser la novia de un loco baterista nunca podria terminar bien. Sin importar cuan caliente fuera. Y ahora que aparentemente no esta libre, el finalmente esta prestandole atencion. Si tan solo la quimica entre ella y su estrella de rock dejara de alcanzar tales alturas.

  • Suspiros al Alba de Katy Molina

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    Suspiros al Alba es un libro compuesto de tres historias cortas romanticas y eroticas.

  • Valerie (Damas Victorianas 1) de Camila Winter

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    Norwich, Inglaterra ano 1879 En el salon del anciano conde de Gladstone se encontraban reunidos un grupo de jovenes, disertando sobre temas mundanos muy importantes y trascendentes como los misterios de la ciencia, el destino, la existencia de Dios, la politica, la filosofia y ese tema tan inquietante como era la inmortalidad. La ciencia era un tema apasionante por si y le conde Gladstone ademas de erudito, era un solteron empedernido que gustaba del sabor de esas charlas interesantes y trascendentes. Era un provocador que le gustaba hacer pensar a los demas y hacerles creer tambien que el realmente estaba a punto de hacer un descubrimiento muy trascendente y perturbador. Pero en esos momentos solo queria enriquecerse con esa charla. Sus favoritos eran el doctor Murray y su primo el joven Francis, estudiante de arqueologia e historia. Sin embargo, el joven Francis estaba algo callado ese dia. Triste. Apagado y no podia entenderlo. Se pregunto si tal vez algun problema familiar o contratiempo financiero lo tenia tan preocupado. Lo noto distinto y de pronto recordo cierto enredo amoroso con la bella hija del conde de Kingston. A la edad en que muchos hombres perdian la cabeza por una hermosa dama, su amigo Francis no era la excepcion, al contrario. --?Y que me dicen del amor, mis amigos? ?Es una invencion producto de la necesidad de tener una companera para tener descendencia o es algo profundo y duradero? --pregunto de pronto. Se hizo un silencio general. --Rayos. ?Que pasa aqui? ?Acaso esto es el club de los corazones rotos? --dijo el anfitrion observandoles con cierta malicia. --Tal vez --se atrevio a responder el joven Francis con inusitada franqueza. --El amor es un sentimiento puro y noble--dijo sir Clemens con profundo respeto. Otros dijeron que el amor era un triste invento y cosas como esas. Muy pocos hablaron bien del amor romantico. No era para menos, todos eran solterones y guardaban tristes historias del corazon. Abandonados, despreciados por no ser guapos, ricos ni encantadores. --Es asombroso como las apariencias son el mejor engano para las damas, senores. Fingir ser algo es mas importante que serlo-dijo el anfitrion. Todos estuvieron de acuerdo en eso. El joven Francis no dijo nada. Prefirio guardar silencio, pero en su mirada estaba todo y el anfitrion lo noto. Todavia estaba triste por ese amor malogrado y no correspondido. Si bien muchos se habian fijado en esa joven y habian intentado llegar a ella con sutilezas en un vano intento de cortejo, ninguno habia tenido suerte. Valerie Kingston no era como las jovencitas de su edad que comienzan a llevar a cabo la maliciosa coqueteria para atrapar un marido, muy por el contrario, vivia recluida en su mansion campestre desde su llegada de Northumbria hacia meses. Ella era como una bella flor encerrada en su huerto triste y solitario, como si una gran pena gobernara su caracter y fuera incapaz de sobreponerse. Por eso era practicamente inalcanzable para el joven Francis o para cualquier otro candidato. Claro que esas eran habladurias, divagaciones de personas que no conocian en profundidad a la senorita Valerie Kingston de Melrose house. En lo personal, sir Gladstone el anfitrion, pensaba que era una joven guapa, pero de personalidad rara. Se rumoreaba que poseia un caracter melancolico que le impedia ser sociable y alegre en la edad en que las muchachas rien y charlan y son como gorriones volando de aqui y alla, la alegria de su familia, de las fiestas y demas. Hermosas y jovenes, risuenas y coquetas. La senorita Valerie en cambio era inusitadamente seria y retraida, silenciosa. Pero muy hermosa. Bella como una flor y se decia que su escaso talento para sociabilizar y sonreir se debia a que no disfrutaba de las reuniones sociales y que las muchedumbres la agobiaban. Al igual que los caballeros que caian rendidos de sus encantos y aguardaban una senal confiable para avanzar. Y a pesar de que muchos lo intentaron, se decia que uno de los talentos de la joven era dar de calabazas a todos ellos pues no estaba interesada en el matrimonio a pesar de tener la edad adecuada. No era su prioridad, ni su deseo. Al conde le entristecia pensar que su amigo Francis habia sido uno mas. ?Que le ocurria a esa jovencita? ?Acaso era incapaz de ver la nobleza y el afecto sincero en su joven amigo? El pobre parecia triste y habia oido que sufria en silencio. Ajeno a las maquinaciones de su erudito amigo, Francis Richmond pensaba que el amor era un demonio tirano que le corroia las entranas desde hacia tiempo al haberse enamorado de una joven que simplemente no correspondia a su amor. Pero muy lejos de querer hablar de ese amor sin esperanzas por la senorita Valerie, prefirio guardar silencio: no queria mostrarse triste y resentido. Ademas, aunque su familia era de solido linaje, su fortuna era escasa, no era un candidato deseable para la hija del conde, pero al menos gozaba de su estima y amistad. Era tan fria y tan hermosa, y sus conversaciones tan interesantes. Rayos, esa joven habia leido tanto y era tan inteligente y sagaz. A veces se preguntaba si no tenia el don de leer los pensamientos, si no era una hechicera perversa que enamoraba a todos y luego los alejaba con sutileza. No. Debia ser justo. Ella no era una coqueta ni una bruja. Pero el encontraba encantador su rostro, el cabello castano ensortijado, y esos ojos de un tono azul aguamarina, intensos y dulces a la vez, almendrados y tiernos. Fue mirarle una vez y dejarle flechado al instante, pero sabia que solo a el le paso, no fue algo reciproco. Al ser presentados en la velada de la senora Riverton sintio algo tan intenso, mientras la miraba y charlaban supo que deseaba que esa joven fuera su esposa. Y luego su andar suave y delicado y habia caido rendido a sus pies cuando la vio por primera vez. Fue tan extrano. Nunca le habia ocurrido algo asi. Su corazon se regocijo al saber que era la hija menor del conde y era aun soltera a pesar del extrano anillo de oro y zafiros que llevaba en su mano derecha… Una perla escondida, hermosa, delicada y tan inteligente. Escucho su disertacion esa noche sobre un descubrimiento inquietante y se enamoro, se enamoro de sus dulces ojos azules, de su piel de terciopelo, sus labios delicados y llenos, y durante meses, durante incontables veces asistio a las reuniones de la sociedad y aporto sus conocimientos, y logro mas simpatizantes, pero para el ir a la mansion de la familia Kingston tenia una razon: Valerie. No tardo en comprender que estaba locamente enamorado y a medida que su amor crecia se daba cuenta que ella se mantenia distante y se alejaba de el, como si adivinara sus sentimientos mas profundos y no quisiera alentarle ni herirle. Eran solo amigos. Una amistad reciente que habia crecido de forma insospechada, pues tenian mucha afinidad y las mismas preocupaciones. Ella le hablaba de los recientes descubrimientos de la ciencia, de la musica que despertaba la conciencia interior y tantos temas apasionantes y sabia que podian estar horas charlando... cualquier excusa era buena para ello, y para el esas charlas eran algo especial, sentia esa afinidad... Cuando se enfrascaban en esas grandes disertaciones el se sentia proximo, se sentia tan cautivado por su belleza e inteligencia y tenia la esperanza de que ella correspondiera a su amor. Su corazon tenia esperanzas, pero era un hombre practico, ademas de sonador y sabia que a pesar de que su familia fuera noble, digna y muy antigua, una de las mejores del condado, no tenia mas herencia que un senorio decadente. Su padre habia tenido que vender varias propiedades para poder solventar los gastos y sus ultimos negocios invertidos en Londres no habian dado los frutos necesarios. Era el hijo mayor y un dia ese caserio seria suyo, pero no podia darle a esa joven la vida que ella merecia. Y al comprender la verdad decidio distanciar las visitas, alejarse, para que el ultimo adios no fuera tan doloroso. Ademas, creia haber notado que la dama se sentia abrumada al ser cortejada por otros caballeros y a muchos les habia rogado que no regresaran a la mansion Melrose. Se sentia afortunado que ella no lo pusiera en la lista negra, habria muerto de tristeza, pero en verdad que su situacion no era muy diferente. Por eso jamas le hablo, jamas le dio a conocer sus sentimientos. Temia ser rechazado, no correspondido y, ademas, no tenia nada que ofrecerle. Valoraba mucho mas su amistad, que no deseaba perder. Aunque sufriera por no poder verla y conversar con ella, temia delatarse y que ella sintiera pena al comprender la verdadera naturaleza de su tristeza. La senorita Valerie era su amor, su unico amor, pero era inalcanzable y podia imaginar su futuro como el solteron de la familia, el solteron del condado, reuniendose con sus amigos felices y casados, aunque sus otros amigos tampoco habian tenido suerte en el amor. Casi se veian como el club de los hombres tristes y abandonados. Hasta su gran amigo; el conde de Gladstone era un solteron que sufrio amores contrariados en su juventud y por eso nunca se caso. Habia oido que se enamoro de la hija de un vicario, pero ella prefirio a fugarse con el pretendiente que su familia no aprobaba por licencioso y jugador. El adoraba a esa joven, pero no pudo salvarla del cruel destino. Murio al dar a luz su tercer hijo y dicen que murio de pena al verse sumida en la tristeza y el abandono de aquel que le arrebato su inocencia de juventud, sus suenos de amor para sumirla en el dolor y la miseria. Francis tambien sufria al pensar en la senorita Kingston tan bella y tan distante, imposible para el... Le dolia pensar que sus propios sentimientos intensos y desesperados lo habian apartado de la joven, espaciando las visitas. Y ahora se moria por verla, solo un momento, conversar, saber que estaba bien. Aunque supiera que era un amor sin esperanzas se negaba a renunciar a su amistad a pesar de saber que era lo mas sensato. Y cuando esa noche regreso a su casa le quedo la alegre satisfaccion de la compania y la charla y el triste saber de su vacio amoroso. De ese amor sin esperanzas que lentamente comenzaba a consumirle. Era como un prisionero de su propia desdicha, enredado en una ilusion, en una hermosa quimera y le costaba mucho desprenderse de ella. y nada mas llegar y apoyar la cabeza en su almohada suspiro al recordar su perfume, el calido sonido de su voz, sus hermosos ojos mirandole a la distancia y se imagino que la tenia alli entre sus brazos y le hacia el amor, porque era suya, suya para siempre.... Tanto habia acariciado ese anhelo y sin embargo ahora ese deseo ardiente se habia vuelto un recuerdo doloroso, pero se moria porque fuera suya un dia, porque sucediera un milagro y el pudiera convertirla en su esposa. Luego comprendia que no era digno de pedir su mano, era solo un festejante sin fortuna sin herencia. Su familia jamas lo aprobaria y el era demasiado caballero para siquiera hacer una insinuacion amorosa que arruinaria lo unico que le quedaba: su amistad. ************* Valerie se movio inquieta cuando anunciaron la llegada de su amigo Francis Richmond. Algo en sus ojos la delataba y tambien una creciente turbacion que su hermano mayor no dejo de notar. --Valerie, ?que sucede? --le pregunto. Ella lo miro inquieta y sonrojada. No habia nada peor que ser puesta en evidencia. Pero eran muy cercanos con su hermano asi que era imposible ocultarle algo. --?Os agrada el? --le pregunto en un susurro aprovechando que su padre habia abandonado la reunion en compania de su hijo menor. La joven lo miro mortificada, no era necesario que respondiera y sin embargo su hermano no parecio feliz con ese gesto. --Es imposible y bien lo sabeis. --Si, lo se, pero no puedo evitarlo. --?Te has enamorado de ese pobre hombre? --No es un pobre hombre. --Lo sera cuando tu esposo se entere. Valerie lo miro furiosa. --Mi esposo esta muerto, ?por que no puedo tener un companero bueno y leal? --Porque os casasteis sin oir a nuestra madre con un hombre ruin y perverso, y luego de tu boda se desato la desgracia. Por eso. --No, no es verdad. --Nuestra madre murio del corazon seis meses despues luego de avisarte que el no era lo que tu creias, nuestra madre siempre lo supo y vos erais tan joven y obcecada, tan ciega. --?Por favor Alan, es que vais a culparme de eso? Tambien sufri por la muerte de nuestra madre, pero no fue mi culpa. --No, no lo fue... sin embargo muchas cosas nefastas sucedieron luego de tu boda con ese siniestro conde. ?Debo recordartelo? --No, no lo hagais por favor. Solo quiero ser feliz, por favor. Creo que he encontrado a un hombre bueno y leal y sospecho, siento que sus sentimientos por mi son sinceros y profundos. --Entonces os habeis enamorado? Su hermano mayor le hablaba como si estuviera enferma, como si hubiera pillado un resfriado furioso. la miraba espantado y francamente alarmado. --Sabeis que es una locura, que todavia estais atada a ese hombre. --mi esposo murio, yo lo enterre. Fallecio hace anos. por que insistes en decir lo contrario? ?Es que no sabes que me hace dano? --Porque lo he visto, es como una sombra nefasta siguiendo vuestros pasos Valerie. El jamas os habria dejado escapar. Desde el instante en que te vio supo que serias suya y aun ahora, luego de esa tragedia, aun despues de muerto ese hombre vendra por ti y tu lo sabes. No te dejara en paz. No hay hechizo ni conjuro que pueda apartarlo de ti y os lo digo sintiendo terror en mi corazon pues nada me inquieta mas que vuestro bienestar, que vuestra felicidad. --Alan por favor, el esta muerto, esta en el lugar donde nadie puede regresar y eso me atormento durante anos. era tan joven, tan inocente. Pero mi esposo no era quien yo pense. Y aunque mi matrimonio fue por amor luego termine atrapada sin sentir mas que terror y desesperacion. Pero ahora es un milagro, ahora al fin mi corazon ha vuelto a latir y a pesar del miedo que siento a veces, el miedo y la duda, se que el joven Francis es un hombre bueno y leal. Y que me hablaria si yo... Su hermano la miro horrorizado. --Oh no por favor, Valerie. No lo hagais. No le deis esperanzas al pobre caballero, me agrada y su familia es una de las mejores del condado. Nada tendria que objetar de su amistad, pero en cuanto a lo otro si. Ella miro a su hermano angustiada. Tenia razon, ay que pena sentia. --Mi esposo esta muerto, era tan joven entonces... --Es tarde para lamentaciones. Sabeis lo que paso con ese caballero que intento cortejaros hace tiempo. acaso lo habeis olvidado? Ella lo miro angustiada. Su cuerpo estaba marcado, su alma tambien, jamas seria feliz con otro hombre pues antes de morir su marido le dijo que siempre seria suya, hasta que volvieran a encontrarse en otra vida. En otro cuerpo... sus creencias paganas eran muy extranas. Tenia la insolita creencia que la muerte no existia, que no era el fin como todos creian y que luego de morir el alma no se iba ni al infierno, ni a un lugar mas reconfortante, sino que volvia a casa. A su antiguo hogar, para luego regresar pues la vida humana era tan efimera y fugaz. La vida humana era un hilo rojo, asi de fragil que cualquier cosa podia terminar con ella. Su esposo era un hombre extrano y ella lo amo, estaba embrujada, dominada por el y por eso lo soporto todo, sus prolongadas ausencias, sus bruscos cambios de humor y las marcas que habia dejado en su cuerpo y en su corazon. Nunca supo por que de repente sentia que era un extrano para ella y luego de su muerte, sintio dolor y alivio, mucho alivio, como si una sombra oscura que durante anos la hubiera mantenido atrapada e infeliz al fin hubiera desaparecido como por ensalmo. Y en ese pueblo nadie sabia que era viuda, todos la conocian por la senorita Valerie Kingston, heredera de un antiguo y distinguido linaje, rica pero soltera. Su familia habia decidido negar su apellido de casada junto con la circunstancia de que habia tenido esposo y era viuda. Su hermano creia que no era de buen augurio mencionar ese triste asunto y todos sus recuerdos, retratos, sus encendidas cartas de amor habian perecido en el fuego, junto ese amor que enterro de igual manera en un esfuerzo desesperado por recomenzar y ser feliz. Por eso abandono la mansion de su esposo y regreso temblando a casa de sus padres. Jamas conto el horrible infierno que vivio luego de perder a su esposo y penso que estaria a salvo si se alejaba de esa mansion maldita, pero a veces sentia su presencia. Como un triste y cruel fantasma su marido seguia sus pasos como si la vigilara, aun ahora despues de tanto tiempo a veces lo veia en suenos y despertaba angustiada pues esos suenos siempre eran pesadillas. La voz de su hermano la desperto de sus pensamientos, ella lo miro inquieta. --Eso no puede ser y lo sabes, no es correcto. No esta bien que juegues con los sentimientos de ese joven. Esta loco por ti y todos lo saben. Pero tu no puedes corresponderle. No puedes hacerlo. --Alan por favor, no digais eso. --Es la triste verdad, Valerie.

  • Elogio de la duda de Victoria Camps

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    Fue Bertrand Russell quien dijo que la filosofia es siempre un ejercicio de escepticismo. Aprender a dudar implica distanciarse de lo dado y poner en cuestion los topicos y los prejuicios, cuestionar lo incuestionable. No para rechazarlo sin mas, sino para examinarlo, analizarlo, razonarlo y, por fin, decidir.

  • Un oceano entre tu y yo de Alexandra Roma

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    Adriana parpadeo un par de veces tumbada sobre la hierba fresca. Aspiro profundamente, para llenarse los pulmones de ese olor a mar entremezclado en su justa medida con el de la naturaleza que la rodeaba. Los expertos habian dicho que esa noche habria una lluvia de estrellas como no se habia visto antes. Caerian entre cien y cuatrocientos meteoros por hora, un hermoso espectaculo que podia rivalizar con el de las famosas perseidas. Era consciente de que a lo largo y ancho del mundo, miles de personas se encontraban como ella, exactamente en su misma postura, esperando a que el infinito universo los maravillara como solo el sabia hacer, con su grandeza eterna. Sin embargo, Adriana era una afortunada. Tenia una de las mejores panoramicas del acontecimiento, desde la cumbre montanosa que custodiaba su ciudad en las Rias Baixas, Vilagarcia de Arousa. Casi podia competir con la del mirador de Lobeira. El manto oscuro cubria hasta donde alcanzaba la vista y, como banda sonora, poseia el silencio de la intimidad, adornado con el balanceo de las ramas de los arboles y los roedores, animales y aves que, conscientes de que ese territorio les pertenecia, se movian en el con total libertad. Las luces de las diferentes viviendas de las colinas parecian luciernagas que pintaban un cuadro gallego imposible de olvidar. Los arboles, salvajes e independientes como sus habitantes, crecian sin control, tratando de rozar con su copa esas nubes que alli estaban mas cerca de la tierra que en ningun otro sitio. De pequena, Lidia, su madre, siempre le decia que la linea que separaba lo terrenal de lo divino era mas tenue en Galicia. <>, repetia sin cesar. Pero su criterio era poco objetivo y, por si alguna vez tenia alguna duda, solo era necesario que sacara a relucir las viejas leyendas de las meigas. Distinguio el primer astro que caia, transformandose en un rastro que trazaba un difuminado camino blanquecino que se perdia en el firmamento, entre las constelaciones. Lo senalo, pese a que estaba sola, e imagino la cantidad de deseos que se estarian formulando en ese mismo instante. Ella no pidio ninguno. No estaba acostumbrada a dejar su vida en manos del azar ni de antiguas supersticiones. Si algo tenia que pasar, ocurriria sin que una estrella tuviera que interceder. No le gustaba sonar con fantasias futuras, sino modificar su realidad para vivir el presente deseado. Permanecio en la misma postura, hasta que esa imagen de postal se enturbio con la aparicion de un halo de luz blanca que provenia directamente de entre las nubes, enfocando un punto en el mar. No, no estaba presenciando una especie de acontecimiento paranormal. Se trataba de un helicoptero de la Policia Nacional, que acababa de localizar una lancha que trataba de introducir droga, no sabia si cocaina o heroina, que era con lo que mas se traficaba alli, en el interior de las rias. El barco comenzo a moverse entre las olas, serpenteando bajo la atenta mirada del piloto, que perseguia a los narcotraficantes sin tregua. Estos, en lugar de tirar los fardos o entregarse, trataban de huir. A saber cuanto dinero costaba la mercancia que transportaban y las consecuencias de no llegar al punto fijo que habian pactado con los cabecillas de la organizacion. Tal vez en esos momentos los delincuentes no temian entrar en la carcel, sino el dia que tuvieran que salir de ella y enfrentarse a otro tipo de justicia mas irracional. Con la sangre comenzandole a hervir, Adriana fue consciente de que debia regresar a casa si no queria que notasen su ausencia. Desde que tenia uso de razon, su padre, Edelmiro, siempre habia sido un poco exagerado en cuanto a la seguridad se referia. Pero su paranoia se habia incrementado notablemente desde que, en las ultimas semanas, habian recibido un par de cartas en las que, con letras recortadas de periodicos y revistas, amenazaban a su familia. Pese a la alarma que eso habia generado en casa de los Sierra, Adriana no estaba preocupada. Era normal que en el hogar de un politico, concretamente el alcalde de Vilagarcia de Arousa, los detractores de sus medidas les dirigiesen mensajes poco amables, repletos de insultos y alguna que otra advertencia para intimidarlos. El problema, segun su opinion, era que se les daba demasiado credito a palabras viscerales, surgidas de manera irracional, que en realidad no eran mas que una forma de expresar la frustracion de muchos. Se lo habia intentado explicar a Edelmiro en innumerables ocasiones mientras este caminaba arriba y abajo de su despacho, pero su padre siempre contraatacaba con lo mismo. El pertenecia a la generacion de los anos setenta, esa que el llamaba generacion perdida, y, segun su experto e inalterable punto de vista, se empezaban a repetir los mismos sucesos. Le hablaba de la historia negra de la costa gallega, donde el dinero, la droga y el poder se juntaron, fulminando de golpe a toda una poblacion de jovenes que se entregaban al polvo blanco, la farina, como comunmente la llamaban en su tierra, sin prever las consecuencias. La convivencia con el narcotrafico provoco que el consumo se viera con total normalidad. Hombres como su abuelo, que, crecidos en familias salidas de la miseria, tras enriquecerse con el negocio invertian en caprichos con los que nunca antes habian sonado y se permitian pazos, vinedos de albarino, joyas y coches de lujo. Pero a ninguno de los capos, la mayoria de ellos rondando la carcel, se les ocurria probar la mercancia de sus clientes, a los que, por otra parte, despreciaban. Adriana sabia que ese habia sido el escenario en el que Edelmiro se habia criado, viendo como su padre incrementaba la fortuna gracias a actos delictivos. Y por ese mismo motivo, por su experiencia, habia dedicado su vida a eliminar ese lastre impuesto, demostrandose a si mismo y a los demas que la delincuencia no era hereditaria. El era un hijo de mafioso transformado en politico, que dedicaba su tiempo a borrar la huella familiar con las medidas mas restrictivas que se recordaban en la ria de Arousa. Pese a su esfuerzo, Edelmiro aseguraba en las largas comidas en su churrasqueria preferida, A Ria de Carril, frente a al Parque Nacional Islas Atlanticas de Galicia, que la ciudad estaba revolucionada. El dinero facil siempre era atractivo y tentador, pero a diferencia de los anos setenta, los nuevos cabecillas no lo usaban para sacar adelante a sus familias, sino para quemarlo con sus vicios, dejando parte de la mercancia en casa para consumo propio. Y era consciente de que si se mezclaba el negocio y el vicio, el resultado eran ajustes de cuentas, venta y consumo. En mitad de esa lucha encarnizada contra la droga, estaba su familia. Lo unico con lo que podian atacar a Edelmiro y volverlo vulnerable. Y a eso se debia la <> de Adriana. Avisar de todos sus movimientos y no poder salir de casa una vez llegada la noche, eran las consecuencias que pagaba. Aunque ella no hacia caso en absoluto de las normas impuestas entre los muros de su hogar, con veintisiete anos, le parecia absurdo tener que escaparse a hurtadillas para ver una lluvia de estrellas. Y si ese dia habia operativo, el ambiente estaria caldeado en casa de los Sierra. No queria ni imaginar como se pondria Edelmiro si se percataba de que esa noche su hija mediana habia desobedecido sus normas. Pese a saber que se debia dar prisa, la curiosidad le pudo y se quedo hasta que vio como un policia se lanzaba desde el Condor hasta la lancha. Desde donde estaba no podia distinguir los detalles, pero al ver que el pequeno barco blanco habia frenado en seco, supuso que el agente habia amedrentado a los delincuentes con su arma y no habian tenido mas remedio que abortar la mision que los narcos les habian encomendado. Meditando sobre cual seria el castigo para la persona que pilotaba el navio, y no se referia a la carcel, sino a la ley de la calle, Adriana deshizo el camino hasta llegar a la valla que limitaba el pazo de los Sierra. Una antigua construccion de piedra rodeada por ostentosos jardines y la fragante presencia de cientos de eucaliptos. La luz de la segunda planta estaba encendida, lo que significaba que su madre y sus hermanas estarian viendo algun concurso de cocina, cuyas recetas la primera pondria en practica, posiblemente al dia siguiente. Tambien vio encendida la del despacho y eso la preocupo un poco mas. Rodeo la casa hasta llegar a la parte trasera. Exactamente a la parte donde la valla poseia menor altura y estaba en un punto muerto de las camaras de seguridad. Por ahi escapaba Adriana dia tras dia, volviendo a sentirse con la adrenalina de una adolescente que evita a sus padres para ocultarles que se ha pasado con la bebida. Paso un pie por encima y noto como la piedra se le clavaba en los muslos desnudos. Se tendria que haber puesto algo mas de tela que sus shorts vaqueros. Una vez arriba, sonrio satisfecha por su hazana y salto.

  • Salamanca misteriosa de Alvaro Anula Pulido

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    Salamanca guarda en su ciudad y provincia grandes misterios y secretos que permanecen ocultos a los ojos de la mayoria de ciudadanos, que no se atreven a cruzar la delgada barrera que separa lo real de lo imposible. Cuevas donde impartio clases el mismisimo Diablo, simbolos hermeticos en los grandes edificios salmantinos, fenomenos paranormales y sucesos extranos, enigmaticos objetos voladores en el cielo, apariciones marianas y milagros… Salamanca es uno de los lugares de la Espana Magica que cualquier amante de lo desconocido debe visitar por lo menos una vez en vida como los musulmanes hacen con La Meca.

  • El mecanismo de los secretos de Jose Gil Romero

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    Septiembre de 1859. Tras la extrana tormenta solar, la ciudad aguarda en una calma tensa: esta a punto de cumplirse una amenaza escrita hace siglos.

  • Al corriente de Christophe Van Gerrewey

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    Un hombre joven se despierta en una casa perteneciente a unos amigos que se han ido de vacaciones. Acompanado de un gato, Ratoncito, unico ser vivo del que consigue aun encarinarse, se acuerda del verano anterior, cuando todavia le amaba una mujer. Decide escribir una carta para tenerla al corriente de los ultimos acontecimientos de su vida. Recuerda las casas donde pernoctaron, las palabras que se dijeron, los secretos que compartieron.
    Pero los roles se invierten, y la amada ausente comienza a responderle, hasta que su voz desplaza a la del protagonista y expone todas sus faltas. Al corriente es el sutil e ingenioso balance de una relacion pasada que continua reverberando en el presente, un intento tragicomico de vislumbrar las dificultades practicas y los deseos en conflicto del amor moderno. ?Como conseguir comprender el amor si no nos comprendemos ni siquiera a nosotros mismos?

  • La vida cotidiana en el antiguo Egipto de Jose Miguel Parra

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    Soldados, esclavos, sacerdotes, reinas, madres, estudiantes, embalsamadores, criminales? la sociedad egipcia era un mosaico complejo de hombres, mujeres y ninos. El dia a dia a orillas del rio era un ciclo en el que se relacionaban un monton de piezas que de algun modo encajaban las unas con las otras, manteniendo en pie la estructura social de aquellos que vivian bajo la atenta mirada del dios Amon Ra.

  • Las Navidades de mi vida de Ariadna Baker

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    --Clara, te acompano en el sentimiento --me dijo Don Damian, el cura del pueblo. --Muchas gracias, se lo agradezco de corazon. --Un corazon muy grande es el que siempre has tenido tu, nina. No cambies, ?eh? --Don Damian, un poco enfadada si que estoy con el de ahi arriba, a usted no le puedo mentir. --Hija mia, no digas eso ni en broma. Dios nuestro Senor ha tenido a bien acogerlos en su seno por alguna razon, ?no te parece? --No, lo siento mucho, Don Damian, pero no me parece. Mire sus lapidas y las lagrimas cayeron como punos desde mis ojos... Con el cuerpo completo perlado de sudor, me sente en la cama de un salto. Un salto mas... Y una madrugada mas sin pegar un ojo. Aquella situacion era insostenible. Seis meses habian transcurrido desde el fallecimiento de mis padres y seis meses en los que estaba por primera vez que lograra dormir a pierna suelta. Imposible hacerlo. No cuando aquella pesadilla me asaltaba una y otra vez. Ni que decir tiene que la clave estaba en que yo no podia soportar su marcha. Me lo decia mi amiga Carla, que estaba estudiando Psicologia. Y me lo corroboraba cada noche, mientras charlabamos un ratito despues de la cena, mi tia Marita, la unica hermana de mi madre, con la que yo me habia marchado a vivir desde la muerte de mis progenitores. --Carino, ?otra vez la misma pesadilla? --Ya la tenia en el quicio de la puerta, como cada noche cuando aquello ocurria. --Me temo que si. Y lo que mas siento es que te despierto a ti, no es mi intencion. --No seas bobita, mi nina. Te voy a preparar un vasito de leche calentita y, si quieres, te doy un poquito de palique mientras te vas durmiendo, como cuando eras pequenita y te quedabas a dormir aqui en mi casa algun fin de semana, ?te acuerdas? --Como no voy a acordarme, tita, si eras la mejor cuenta cuentos del mundo... --Imaginacion si que he tenido siempre, es cierto... Pero es que no me costaba ningun trabajo, carino, tu has sido siempre tan agradecida... --Y tu la mejor tita del mundo... No exageraba, pero lo cortes no quitaba lo valiente. Mi tia, que ademas era mi madrina, siempre habia derrochado carino conmigo, pero ello no le restaba ni un apice de dolor a mi corazon por el fallecimiento de mis padres. Cincuenta anitos tenian, justo el doble de mis veinticinco. Estaban en la flor de la vida, mejor que nunca, ahora que creian que por fin me habian metido en vereda haciendome estudiar. Cuanto me arrepentia de no haberles dado antes ese gusto, pero es que yo estaba convencida de que no servia para hincar codos con los libros. Y ellos, que no habian tenido esa oportunidad de jovenes, morian porque su unica hija fuera universitaria. Total, que, siguiendo mi instinto, me puse a trabajar en la panaderia de la senora Lola a los dieciocho anos, cuando termine el Bachillerato. Y alli permaneci hasta que cumpli los veintiuno. --Hija, que poco nos gusta a tu padre y a mi que te deslomes en esa panaderia por cuatro duros --me decia cada dos por tres. --Mami, pero es que tengo que trabajar, ?o quieres que sea como los ninis esos que no dan palo al agua? --Claro que no, Clarita, pero tu tienes cabeza para hacer la carrera que te venga en gana, otra cosa es que para coger los libros si que eres mas floja que un muelle guita y eso tienes que reconocerlo. Lo reconocia, pero tanto me lo dijeron mis padres que finalmente me matricule en Sociologia a los veintiun anitos. Y justo iba a graduarme cuando ellos fallecieron. Solo una semana faltaba. Ni acudir al acto de graduacion queria. No me sentia con fuerzas. Si no hubiese sido por mi tia Marita, que me llevo practicamente a rastras, alli no me hubieran visto el pelo. Fue acabar el acto y volver para casa. No quise ir a la cena de celebracion con mis companeros. A diferencia de ellos, que se sentian victoriosos, yo pensaba que aquella victoria se la debia a mis padres y ya no estaban para verlo. El verano fue una autentica pesadilla para mi, con unos dias largos que invitaban al ocio y que se me hacian eternos, dado que el mencionado ocio era lo ultimo que me apetecia. A decir verdad, ni me apetecia el ocio ni absolutamente nada. Aquel accidente de trafico habia truncado mis suenos. Mis padres fueron, mientras vivieron, el gran puntal de mi vida y yo me sentia tremendamente desgraciada por su marcha. A medio verano, volvi a trabajar a la panaderia de la senora Lola. --Pero vamos a ver hija, ?se puede saber como una senorita licenciada va a desempenar el mismo trabajo de cuando no tenia estudios? --me recrimino mi tia. --Es que, empezar a buscar trabajo de lo mio, me supone marcharme del pueblo y tenerme que ir a la capital y eso no me llama ahora. Salamanca capital me encantaba y yo habia sido muy feliz estudiando alli, pero desde la marcha de mis padres no habia tenido agallas para volver y ahora solo queria refugiarme en el pueblo. La senora Lola fue la primera sorprendida en verme aparecer por su local con la intencion de trabajar, pero como yo habia dado el callo como la primera mientras estuve alli, me acogio con los brazos abiertos. Desde entonces ya habian transcurrido varios meses y, dado que alli tambien se vendian dulces, con la campana de Navidad a las puertas estabamos a tope. Despues de una noche toledana como la que he descrito, tuve que disimular mis ojeras para poder ir a trabajar como Dios manda. Por el camino me encontre a la senora Ana, quien no tardo en pararme. --?Como estas, Clarita? En el pueblo todos me llamaban por mi diminutivo. Dias atras yo le habia preguntado a mi tia por cuando creia que dejaria la gente de hacerlo y me comento que probablemente nunca. --Hija, es que como pareces una chiquilla... Con esas facciones tan tiernas, ese pelito rubio y esos ojos azulitos, pues que dan ganas de achucharte. Me dio uno de sus achuchones habituales y se quedo en la gloria con su explicacion. Lo peor no era ya solo que me trataran como a una nina, sino que en los ultimos meses habia vivido asi. Atras, en Salamanca capital, quedo mi noviazgo con Cesar. La muerte de mis padres se lo termino de llevar por delante, aunque no voy a decir que ese fuera el unico motivo. Cesar y yo llevabamos saliendo un par de anos. El era el hijo de la pareja que nos alquilo un piso de estudiantes a mi y a mis companeras, Mara y Raquel, mientras duraron nuestros estudios. Un buen dia, cuando ya llevabamos dos cursos alli, Cesar aparecio para sustituir una lampara estropeada y lo que se ilumino entre nosotros fue la llama del amor. Eso si, pasados los primeros meses, la relacion tampoco es que fuera la bomba y un par de anos despues yo me planteaba hasta que punto era el hombre con el que deseaba compartir mi vida. El fallecimiento de mis padres le dio jaque mate a nuestro noviazgo, pues yo me aparte del mundo por completo, lo que le incluia a el. Y tampoco es que Cesar luchara demasiado por lo nuestro. Digamos que ambos fuimos dejando que nuestro amor muriera poco a poco, dando paso a una cierta amistad y poco mas. --Ahi vamos, senora Ana --le conteste con muy pocas ganas de entrar en honduras. --Poco a poco, hija. Ya en nada tenemos aqui las Navidades y... La mujer lo solto de sopeton y en automatico se callo, pues debio darse cuenta de su metedura de pata. Malditas ganas que tenia yo de celebrar las Navidades ese ano. Si hasta me queria zafar de decorar la casa con mi tia y no sabia como hacerlo. La pobre me habia "amenazado" con que el puente de la Constitucion debiamos hacerlo y yo no paraba de darle largas. --Ya, ya... Por cierto, ?y Lucas? Hace mucho que no lo veo. Su hijo Lucas y yo habiamos sido grandes amigos en la infancia y adolescencia. --Dificilito esta que lo veas, hija. Se fue con la muchacha esa con la que salia, con Elsa, a Laponia a vivir. --?A Laponia? --Si, si, hija, a la gran puneta, vaya, que ademas hace alli un frio que pela. Pero como a ellos les ha encantado, pues nada. --Me quedo loca, yo no veia a Lucas demasiado lejos del pueblo, vaya vueltas que da la vida. --Ni yo, hija. Pero se fueron este verano y alli estan, regentando una tienda de galletas de jengibre que por lo visto para los lugarenos son lo mas de lo mas. --Que personaje este Lucas.... Me despedi de la senora Ana y pense en lo sorprendente que era la vida. De ninos, yo le decia a Lucas que seria jefa de una gran compania y el a mi que astronauta. Y ahora resulta que el vendia galletas en Laponia y yo en el pueblo. Y eso pese a que los dos eramos licenciados.... Una casualidad que me saco la sonrisa, cosa que no ocurria todos los dias en los ultimos meses. Llegue a la panaderia y la senora Lola me indico el cerro de trabajo que debiamos realizar. Hasta la espalda se me estaba resintiendo desde que teniamos la Navidad en puertas. --Clarita, ya le he dicho a Lorenzo, mi marido, que como esto siga asi al final vamos a tener que ampliar el negocio. Francisco, el chico del local de al lado, lo deja en breve y creo que seria una gran oportunidad para hacerlo de una vez por todas tambien pasteleria. --?Y no lo es ya, senora Lola? Por el amor de Dios, si aqui servimos mas dulces que gente hay en la guerra. --Es verdad, hija, incluso nuestros turrones artesanales estan teniendo un exito de no te menees. Son ya muchas las personas de otros pueblos que se estan acercando a por ellos. De hecho, yo queria hacerte luego un ofrecimiento, Clarita, a ver que te parece. --De acuerdo --asenti mientras me cambiaba y me ponia el uniforme de trabajo que recientemente la buena mujer habia encargado para mi.

  • La respuesta del universo de Felix Toran

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    ?Sabe usted que puede convertirse en todo lo que desea, creando de forma deliberada la vida de sus suenos? ?Y sabe que tambien puede experimentar todo ello por si mismo a traves de sencillos ejercicios, incluso utilizando su ordenador? Todo esto es posible gracias al conocimiento de una ley universal: la Ley de la Atraccion, que nos descubre como los pensamientos se convierten en hechos, lo cual significa que la mayor parte del tiempo nos convertimos en aquello en que pensamos.

  • Vidas en ruinas de Rachel Van Dyken

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    Rachel van Dyken, autora que ha estado en las listas de los libros mas vendidos de The New York Times, Wall Street Journal y USA Today.

  • La Flor de Chamberi de Claudia Gomez

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    Julia Prado, una periodista de radio y television, a traves de la historia que le cuenta Margarita, una vendedora de flores casi anciana, es capaz de descubrir quien es ella en realidad. Pasado y presente conviven en esta apasionante novela ubicada en el Madrid republicano y que nos trae una historia fascinante de nuestro pasado reciente. Conspiraciones, muerte, enganos…, se cruzan en las historias de vida de “La Flor de Chamberi”, vidas que nos emocionan con la profunda sinceridad y cercania de sus personajes.”

  • El chico bajo la lluvia de Ami Mercury

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    Relato corto con un comienzo ambientado en un suceso real. El treinta de septiembre de 1997, Alicante sufrio una de las peores inundaciones del siglo XX. La intensa tromba de agua anego barrios enteros, destruyo propiedades y se llevo la vida de cinco personas.

  • Hablame bajito, Macarena Berlin de Macarena Berlin

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    Con una sensibilidad extraordinaria, Macarena Berlin nos presenta una novela llena de humor y delicadeza en la que disecciona como nadie nuestros miedos. Lo hace con esa voz que nos habla bajito y que queremos seguir escuchando incluso despues de terminar estas paginas.

  • Culpa nuestra (Culpables 3) de Mercedes Ron

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  • Tierra de Eloy Moreno

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    El problema de buscar la verdad es encontrarla y no saber que hacer con ella

  • Morire por ti (Descubriendo a Seytton 3) de Anne Garber

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    Aqui concluye el final de esta historia... una historia en la que el destino unio a dos corazones que lamentablemente volvieron a sufrir la crueldad de aquellos que no lo poseen.
    Por fin Alec va a compartir con ella esa parte de su pasado... la mas desgarradora y espeluznante; un pasado como bien dijo el, nunca olvidara. ?Podra Chloe soportarlo? Y... ?Su amor sera tan fuerte, para acabar de una vez con todo lo que le atormenta? Nada es lo que parece, imaginad a descubrir lo inimaginable y nunca olvideis que... nada sucede como se espera.

  • No todo es casualidad, Sandra Estevez Calvar de Sandra Estevez Calvar

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    Elisabeth Garcia es una joven madrilena muy salerosa y con mucho talento.
    ?Su profesion? Ella presume de ser “Wedding Planeer”, lo que todos conocemos como “Organizadora De Bodas”, pese a haber hecho la carrera de psicologia. Disfruta planeando la boda de los demas y sabe que es la mejor realizando esa labor.
    Despues de trabajar varios anos de forma ininterrumpida, su jefa la convence para coger vacaciones. A reganadientes acepta y aprovecha para conocer la Ribeira Sacra gallega. Tras alojarse en el mejor hotel de la zona aunque un poco apartado de aquellos hermosos parajes, alquila un vehiculo y se dirige al muelle desde el cual saldra el catamaran esa tarde. Al llegar comprueba que su telefono movil no tiene cobertura; algo que ya le habia advertido Francesco, el fornido y macizo capitan de la nave. Tras acomodarse, se adentraron en los canones del Sil. La gente no dejaba de hacer fotografias de aquel paisaje peculiar, y Eli se levanto para hacer lo mismo, pero, en un momento en que la embarcacion hizo un giro un poco brusco, su movil cayo al agua…

  • A lo lejos de Hernan Diaz

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  • Cosas peores de Margarita Garcia Robayo

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    < detuviera y se derramara furiosa sobre el. Hasta arrasarlo, hasta que no
    quedara nada>>.

  • Mientras Mirabamos al Cielo (Bilogia Amelia, Xavier & Aiden 1) de C.g. De La Cruz

    https://gigalibros.com/mientras-mirabamos-al-cielo-bilogia-amelia-xavier-038-aiden-1.html

    Amelia es racional, logica y la mejor en su trabajo. A ella le encanta sonar mirando las estrellas.
    Xavier vive en su mundo o eso quiere hacer creer. Atractivo a rabiar, levanta pasiones alli donde va, pero el solo tiene una debilidad, y esa es Amelia, su companera de trabajo.
    Eran los mejores amigos, puede que mas que amigos, pero el destino sacudio sus vidas.
    Cuando Amelia decide dejar de creer en el amor, aparece Aiden quien le devuelve las ganas de sonar. Siente que el universo que creia que se habia detenido, empieza a girar de nuevo.
    Una historia sobre hechos cotidianos y a la vez excepcionales. De gente que parece corriente, pero dispuesta a sacrificar su vida por hacer un mundo mas seguro.

  • La posada del pozo de Raquel Victoria Morea

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    En la Espana de los anos veinte, en un pueblo limitrofe de Teruel, Nieves regenta, junto a su padre, una legendaria y reputada posada familiar. Su fuerte caracter y su avanzada mentalidad le llevaran a concienciarse con las miserias y penurias padecidas por la gente humilde de su entorno. Mas tarde, con su marido Bernardo, sus amigas y otros paisanos, se involucrara en la lucha de clases por la igualdad y la justicia social, alentada por un pueblo que vive del campo y las minas. La repentina llegada de la Guerra Civil truncara los propositos de todos ellos, pero hara fluir sus sentimientos mas profundos y honestos, que floreceran en medio de un universo lleno de angustia y desolacion, volviendose cada vez mas aterrador con el paso de los dias.

  • La caja secreta de Xana de Iris Rodriguez Mieres

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    Suena el despertador; son las siete de la manana. Me levanto y voy al servicio. Pero antes me paro en la cocina, preparo un chocolate y como unas magdalenas riquisimas que hice ayer. Soy muy maruja, !me encanta cocinar! Me doy una ducha, depilo los pelos que se ven, y cuando ya me estoy vistiendo, suena el telefono. Es mi amiga Marta. --Dime…. --le respondo poniendo los ojos en blanco y con un suspiro, a pesar de que no me esta viendo. --Oye, ?estas lista no? Vamos a llegar tarde. En cinco minutos baja de casa. --Es una marimandona, todo lo tiene que llevar bajo control. --!Vale siiii… voy! --Le cuelgo y termino rapido. !Uf, Marta y sus prisas! !Me pone de los nervios! Me visto rapido. Me pongo unos leggins, una camiseta de tirantes y las zapatillas Nike. Me peino con una cola alta, cojo la mochila y compruebo que lo he cogido todo para salir rapido. Bajo y ahi esta ella; riendose dice: --!Venga mujer, cada dia tardas mas! Mientras me subo al coche, la miro con ojos de asesina y le digo con tono imponiendo: --!Pasa de mi, solo dormi tres horas! ?Yo trabajo sabes? !Si voy es solo por ti porque no me apetece nada hacer el descenso del Sella en canoa! --Xana, !tu siempre protestas por todo y luego eres la que mejor se lo pasa! --!Venga vamos! --Le digo animandome. Vamos en un coche Opel Corsa, que en realidad es mio, pero como ayer bebi un poco al salir de trabajar, Marta me llevo para casa. !Es a la unica que le dejo llevar mi super bolido!, que por cierto !esta cayendose a cachos, pero son mis cuatro ruedas las que me llevan a todas partes! Llegamos a Ribadesella; donde se realiza el descenso del rio Sella en canoas, y nos juntamos con un grupo de gente, conocidos de unos amigos, haciendolo en grupo sale mas economico; ademas resulta tambien mas divertido, conoces a otras personas y sales de la rutina de siempre. Observando a mi alrededor, veo a varias parejas, chicas, chicos...; cuando me doy cuenta que Marta me esta mirando y riendose. Yo la miro con cara de "?Que miras? "Ella se da por aludida y me dice: --?Fichando ya a alguno Xana? --Bueno, todos los que mejor estan vienen con pareja, asi que... --Me empiezo a reir con cara de picara mirando para un moreno, nosotras con solo mirarnos, nos decimos casi lo que pensamos, nos conocemos perfectamente la una a la otra. --!Venga Xana! Ese moreno creo que no tiene novia, la que le acompana es su ex, lo conozco de vista ya que es el amigo de mi primo. --!Uf! !Tu primo tampoco esta nada mal eh! --Le digo riendome. --!Te levantaste juguetona! --Lo que pasa es que llevo dias sin masturbarme !imbecil! -Las dos reimos sin parar con nuestras locuras. Mientras estamos todos conversando, llega un monitor, que la verdad, !tambien tiene su punto! (aunque es rubio y a mi no me van los rubios). Nos explica como funciona todo, y tras su explicacion, nos montamos en las canoas y nos empujan como por una especie de bajada, parecida a un tobogan. Y … !uoooooo! !Nos sube la adrenalina nada mas empezar! !Menuda sensacion, esto es una pasada! Empezamos a remar y no podemos dejar de reirnos; !nos dio un ataque realmente bueno de risa! Y encima el dia acompana, !este sol tremendo hace que sea un comienzo de dia estupendo! Remando como locas, se pone delante nuestro el chico moreno en el que me habia fijado... !muy chulo sin chaleco! Y decidimos Marta y yo ir a por el. El se da cuenta y nos provoca mirandome a mi y diciendo: --!Morena, estas muy seca! !Cuando te descuides voy a por ti! Me rio en mi interior pensando "?por mi? !Ten cuidado machote, que no me conoces bien a lo que puedo llegar!" Seguimos riendonos y remando como locas, pero el muy traicionero, viene al mismo tiempo y nos vuelca. !Sera cabron! El se rie a carcajadas limpias mientras yo le grito: --!Gilipollas! Marta me da un golpe nada mas que yo le insulto, para darme un toque de atencion, para que no me enfade con el. Me conoce de sobra y sabe que enseguida me sube una adrenalina por dentro que muerdo a quien se me ponga delante. Pero me contengo. Llegamos al destino tras cuatro horas remando. Nos habiamos parado a medio camino a comernos un bocadillo, ya que hacer el descenso del rio en canoa agota que da gusto. El chico moreno no se atrevio a decirme nada mas y tampoco a empujar mi canoa. En el fondo me sentia mal al haber sido tan desagradable con el. Marta y yo nos vamos a los vestuarios. Estamos muy cansadas. --Por favor Xana... !vamos a Gijon ya! !Me muero por ir a casa! Salimos en direccion al coche para irnos a casa cuando me encuentro al chico moreno de camino para el coche. Este me guina un ojo y me dice: --!No te enfades morena! Yo le guine tambien un ojo y le hice el gesto de tirar un beso al aire. No podiamos casi ni conducir, el cuerpo nos dolia de tanto remar. !E incluso la barriga nos dolia de tanto reirnos! 2 EL MORENO Por fin llego a casa, abro la nevera y cometo el mayor atracon de mi vida, empezando por cortarme queso de cabra y terminando por un cola-cao bien calentito. La verdad es que mi estomago, a veces, es un pozo sin fondo. Con mi barriga ya para estallar, voy en direccion a mi habitacion y caigo redonda en la cama. Cojo mi movil para cotillear el Instagram y el Facebook, es mi momento de relax, descansar un poco. En ese momento recibo una peticion de amistad de un moreno que me suena… !Pero si es el amigo del primo de Marta! Veo que se llama Pablo y le acepto la peticion, para empezar a husmear su perfil. En el, veo sobre todo fotos de coches de Formula 1; pero ni rastro de la chica con la que iba, que decia Marta que era su ex novia. Bueno si, veo una foto que sale a lo lejos con mas gente sentados en una mesa, pero que parece una simple foto de amigos, sin mas. !Un mensaje privado! !Es el! Pablo: !Hola morena! Xana: Hola moreno. ?Que haces tu por aqui? Pablo: Me llamo Pablo, no hace falta que me llames moreno. Xana: Igualmente, me llamo Xana, no hace falta que me llames morena. Pablo: Anda, !que caracter! Xana: ?Igual que el tuyo no? Pablo: Bueno, quiza tengas razon, estoy empezando mal. Me pareciste muy agradable y por eso te envie la solicitud, para conocerte algo mas, si no te importa. ?Conocerme algo mas? !Este que no se emocione, que yo paso de complicaciones con ex y no ex de nadie! Xana: No se porque camino vas Pablo, pero, no soy de conocer a chicos con pareja. No quiero tener ningun problema y tampoco hacer lo que no me gustaria que me hicieran a mi. Pablo: Puedes estar tranquila, que ya no estamos juntos, pero quedamos como amigos. Estuvimos dos anos juntos y como amigos nos llevamos bien, pero como pareja eramos pesimos; de eso hace ya tiempo. Xana: Bueno pues encantada de conocerte, pero estoy ya acostada en la cama, con mi gato aqui al lado y se me cierran los parpados. Asi que, en otra ocasion hablamos. Pablo: Encantado Xana, sin problemas. Hablamos en otro momento, descansa y feliz noche. Por cierto, que suerte tu gato. Un saludo. Xana: !Mas suerte la mia! Me quedo mirando el movil como una tonta pensando, por que un chico como ese, podria fijarse en mi. Yo soy una chica morena, de metro y medio, un poco subida de peso. Como se suele decir, tengo donde agarrar. Y el es un chico moreno, alto, con una espalda de cuatro metros por lo menos de lado a lado, y al menos mide dos metros de altura, seriamos como Shakira y Pique si me junto a alguien asi. Mi ex, era todo lo contrario, no llegaba a 1. 65 m. !Me encantaba ponerme tacones y sentirme a su altura! Y a todo esto, me quedo dormida... Al dia siguiente, me levanto con un hambre tremendo, tengo a mi bola de pelo Misi maullando porque me espera para que le ponga su comida. Abro la nevera y me preparo unas tortitas, junto con un cafe; "!que sea doble por favor!" Y me siento en la cocina a desayunar. La verdad, que hoy casi me duermo, tengo unas agujetas tremendas, !creo que se me va hacer largo el dia de trabajo! Espero que al ser lunes no tengamos una agenda repleta de faena. Trabajo en una peluqueria, por lo que tengo que estar bien activa, empieza la temporada de bodas y comuniones y tenemos muchas pruebas de peinados. Siempre al llegar, mi companera Claudia y yo nos peinamos y nos preparamos la una a la otra para poder estar bien presentables para nuestras clientas. Aprovechamos ese ratito para contarnos nuestras penas, alegrias, cotilleos... Es nuestro momento "!vieja del visillo!" Nuestro jefe, Javi, viene cuando puede. El tiene otro local que lleva junto a su mujer. Asi que Claudia y yo, somos las que hacemos y deshacemos en la peluqueria. Llevamos trabajando juntas cinco anos. --Xana, ?que tal ayer? ?Agujetas? --me pregunta riendose, ya que bajar el rio Sella supone hacer un gran esfuerzo fisico y hay momentos muy complicados. Se trata de una actividad muy tradicional de los asturianos, que por cierto !creo que no voy a bajarlo mas en mi vida! Ir en canoa, remando sin parar, con mas gente bajando y riendote, es divertido, pero a su vez, !revienta hasta al increible hombre Hulk! --!Pues me voy a morir hoy Clau! Pero tia, !ayer conoci a un morenazo! Que por cierto ya lo tengo fichado en Facebook. Y ayer en la noche estuve mensajeando con el. --Le digo orgullosa, con una sonrisa picara al pensar en ese hombre tan sexy. No deberia tener tantas ilusiones en mi cabeza y dejar que fluyan las circunstancias. --!Jolines!, en el transcurso de cinco anos que no estas con tu ex, ya perdi la cuenta de cuantos me cuentas que conoces, !debes centrarte! --Me dice mi companera muy preocupada. Tiene mucha razon, aunque no se la dare. Ante todo, esta mi orgullo. --?Centrarme? El cuerpo me pide marcha y se la doy, pero el corazon no me hace tik tak. Debio quedarse seco. --Le bailo mientras le daba la respuesta, haciendo gestos de un reloj con las manos y jugando con los dedos. Le saco una pequena sonrisa. --Yo lo digo por tu nena carino... --me mira con cara de pena, ella quiere mucho a mi hija Sara, pero yo no tengo la culpa de todavia sentir palpitaciones cuando se acerca a buscar o traer a la nina mi ex y no sentir eso por otro hombre. Solo tengo sexo y a veces me da hasta pereza, porque en ocasiones, prefiero masturbarme y ser yo misma quien me de placer antes de quedar con ningun tio. --Ya lo se Claudia, lo que pasa que desde que me divorcie, no senti nada por nadie. La cria tiene ya siete anos y ya se entera de todo. ?Crees que no lo pienso? --!Claro que se que lo piensas! !Ya veras que cuando menos te lo esperes, tu corazon seco y partido volvera a latir! --Sonrio a Claudia, me encantan las palabras que siempre me dedica, es una gran companera, amiga y todo para mi, un encanto de persona. Termina mi jornada, cojo el coche y voy a buscar a Sara al cole. Me pongo en la puerta y no hay dinero que pague lo que siento cuando la veo despues de estar sin ella quince dias, que son los dias que le corresponde estar con su padre, ya que tenemos custodia compartida. Sale por la puerta en fila con todos sus companeros, y cuando le toca salir, viene corriendo gritando: --!!Mamiiiii!! Me da un abrazo que me quita la respiracion. Su olor… mi bebe, !como la quiero! Lo paso muy mal cada vez que le toca estar con su padre, me siento vacia y muy perdida cuando no esta mi pequena. --Mi mujercita, !como te eche de menos! --!Y yo mami! --Nos abrazamos muy fuerte. Ese olor de mi nina es lo mas valioso que hay, me transmite mucha fuerza. Me mira con esa carita de bebe, que sigue siendo para mi, que me apetece comermela entera. Ser madre soltera es dificil y mas cuando parece que se asustan la mayoria de los hombres cuando les cuentas que con veinticinco anos tienes un ex marido y una nina de siete anos con el. Se que fuimos muy deprisa. Cuando nos enamoramos su padre y yo, con diecisiete anos, me quede embarazada y recuerdo que a mi padre casi le da un infarto y mi madre se quedo sin palabras. Y lo mas fuerte fue cuando con dieciocho anos me case a escondidas en el juzgado con Juan, porque sus padres decian que teniamos que hacerlo y fuimos simplemente un jueves a firmar, con dos testigos y ningun invitado mas. Todo para que a los dos anos terminara y me dejase con veinte anos destrozada, porque me puso los cuernos, con la que era mi mejor amiga. Esa amiga con la que vas siempre juntos en pareja a cenar, al cine y miles de cosas mas. Todo se quedo en un polvo de una noche, !los dos destrozaron sus relaciones solo por eso! Logicamente, por mas disculpas que me dio Juan, yo nunca le perdone y ella, vamos... !que no se atreva nunca a mirarme cuando me vea! --Sara, vamos a comer a casa de la abuela, hizo fabada como a ti te gusta. --!Si! Tengo muchas ganas de verla. Nos montamos en el coche, voy a meter la llave para arrancar el motor y suena el movil. Lo miro y abro el Messenger del Facebook, cuando veo un mensaje de… ?Pablo? Me quedo de piedra y me entra un escalofrio por el cuerpo, cuando leo:

  • LONDON: ?Destino o casualidad? de Luz Rios

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    El mundo conspira, las circunstancias se acoplan y las piezas de mi vida encajaron hasta llevarme a mi alma gemela. ?Casualidad o destino? Mi respuesta es destino, no puede haber otra cuando el viaje de tu vida te lleva a encontrar a ese ser que te ilumina, te mejora, te comprende y te acompana; ese amor que tiene el poder de destruirte, pero que dentro de la destruccion te hace renacer en una mejor version de ti. Esta novela habla de lo que me llevo a encontrar ese amor, aceptarlo en mi vida y permitirme renacer.
    Se que a el lo encontrare en cada una de mis vidas.

  • Mi sabor preferido eres tu de Andrea Adrich

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    Eva esta lejos de ajustarse a los canones de belleza que dicta la sociedad. Sus complejos e inseguridades impiden que fantasee con la idea de que un hombre como Adrian Montenegro pueda desearla.
    El es guapo, sexy, elegante. y puede tener a la mujer que quiera. Pero el dijo que la queria a ella.
    Sin embargo, el secreto y los miedos con los que convive Eva pueden mandarlo todo al traste y acabar con cualquier oportunidad para ellos. Sobre todo cuando se da cuenta de que el pasado y sus fantasmas tienen una y mil formas de pasar factura en el presente.