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Anyta Sunday
Z Piscis se lleva a tauro al agua ane cedio el paso a Beckett para que entrara en la cabana que habia alquilado. Dejo caer su mochila maltrecha y sus sacos de dormir y cerro con prisa la puerta para que el frio de la noche no se colara dentro. Encendieron las luces, pero Zane estaba demasiado distraido como para fijarse en nada que no fuera quitarle la ropa a Beckett y llevarlo a la mullida alfombra que habia frente al sofa de piel. --Desvistete tu tambien --le pidio Beckett, tiritando. Sin mas preambulo, Zane se quito las botas y el resto de su ropa y lanzo todo al suelo, junto a las prendas empapadas de Beckett. Echo entonces un vistazo a la habitacion y vio una especie de manta decorativa colgada en la pared. --?Crees que descolgar eso es buena idea? --le pregunto Beckett, sus dientes castaneteando. --Es una manta, Becky, y tu estas tiritando. --Ya, pero prefiero cogerme un resfriado a que cometas un delito. Zane se rio ante la actitud superprecavida de Beckett. --Es solo una manta colgada en la pared. --Pero es una cabana antigua, en medio de una reserva natural neozelandesa. Seguro que todos los muebles que hay aqui contienen un pedacito de historia. --Pues vamos a darle mas historia aun --dijo Zane, guinandole el ojo mientras terminaba de descolgar la gruesa manta de lana--. Una historia con final feliz; de como esta fue la manta que salvo a mi novio --?prometido?-- de morir de hipertermia. Beckett nego con la cabeza y dijo: --Hipo. Nada mas decirlo, otro temblor le recorrio el cuerpo y Zane lo cubrio con la manta. --?Que tipo de tapiz sera este? --Del tipo calentito --contesto Zane, percatandose de que el tapiz en cuestion tenia una etiqueta colgando sobre el hombro de Beckett. Se acerco a leer lo que ponia y se quedo de piedra. Beckett giro la cara para mirarlo, sus preciosos ojos azules haciendo que a Zane le diera un vuelco el corazon, igual que la primera vez que lo vio, y cada vez desde entonces. --?Que pasa? --le pregunto. Zane le dedico una sonrisa timida y beso con suavidad sus labios helados. --Si me arrestan, habra merecido la pena. Porque sin toda esta tela mullidita cubriendote, te pondrias enfermo y, a diferencia de mi, tu no tienes sangre kiwi y no puedes andar por ahi desnudo sin sentir ni pizca de frio. Beckett lo miro con incredulidad, pero apreciando la vista de su cuerpo desnudo. --?Y por que iban a arrestarte? --Pues porque segun esta etiqueta es una manta muy antigua. Tiene unas decadas. Una docena de decadas, para ser exactos. Vamos, que esta manta tendria que estar en un punetero museo. Beckett gimoteo y se empezo a desprender de ella. Zane la cogio por el borde antes de que cayera y volvio a envolverle los hombros con ella. --Mejor en ti que en el museo. Zane se acuclillo al lado de Beckett y estudio los rojos y blancos de la manta. --Mmm... Beckett se las apano para alzarle una ceja entre escalofrio y escalofrio. --Mmm, ?que? --El estampado --dijo Zane--. Es un anzuelo gigante. --Miro a su novio tauro y sintio mariposas en el estomago una vez mas. Beckett Fisher, alias <
> en ingles, habia sabido tirar la cana y pescar a Zane Penn, que no queria librarse de ese anzuelo jamas--. Hay algo especial en este momento, ?no lo sientes? Es como si estuvieramos destinados a vivirlo. --Eso que sientes --susurro Beckett--, se llama entumecimiento. Zane se rio, pasandose la mano por su pelo empapado. --Siento lo del puente. Beckett abrio un poco la manta y envolvio a Zane con ella, acercandose a el hasta que sus costados quedaron pegados, el brazo y la cadera helados de Beckett, rozando la piel calida de Zane, a quien se le ocurrio una idea estupenda para mantener caliente a su hombre: se deslizo un poco por la alfombra hasta ponerse delante de el, de espaldas, cubriendole la parte delantera con su cuerpo y su calor, mientras el tapiz le tapaba la espalda a modo de manto. Tiro de los brazos de Beckett hasta rodearse el pecho con ellos. Beckett temblo y le dejo un suave beso en el hombro. --Se suponia que tenia que ser romantico --anadio Zane, suspirando. --Y no hay nada mas romantico que besarse en la oscuridad de la noche, en un puente giratorio a punto de derrumbarse sobre un arroyo de agua sucia. --Habia luna llena. Y creia que te estaba gustando. Zane noto la risa de Beckett como una caricia contra su omoplato. --Y me estaba gustando hasta que... --?Nos caimos al agua? --No, antes de eso, cuando... --?Cuando sin querer le di una patada a nuestra mochila y se cayo al arroyo? --Antes de eso. Beckett apoyo la frente contra su espalda y Zane deseo poder traspasarle todo el calor de su cuerpo. --?Antes de eso? --Zane le froto los muslos, que habia colocado alrededor de los suyos, intentando que entrara en calor--. Antes de eso todo era ardiente y supersexi. --Hmm. No se si yo usaria la palabra <> para describir el momento. Oh. Zane, muerto de verguenza, bajo la mirada hacia sus pies, que sobresalian desde debajo de la manta-tapiz. Beckett apoyo la frente en su nuca y dijo: --Te has quedado muy callado. Zane se encogio de hombros. Intento reirse, pero sono mas asustado que otra cosa. --Asi que..., ?no te estaba gustando? ?No... hmm, querias hacer eso conmigo? Los brazos de Beckett se tensaron a su alrededor, y lo agarro fuerte de los hombros, soltando la manta que los cubria y haciendo que esta se resbalara y cayera hasta sus cinturas. --Date la vuelta, Zane. Zane lo hizo, poniendose de rodillas y manteniendo la vista baja, fija en el suave pero duro pecho de Beckett. Un dedo bajo la barbilla le hizo levantar la cara y la mirada. Beckett estudio su expresion con ojos cautelosos, tiernos, curiosos y llenos de deseo. --Me niego a que tu primera vez sea en la oscuridad de la noche, en un puente giratorio a punto de derrumbarse sobre un arroyo de agua sucia --le dijo. Zane intento apartar la mirada, pero Beckett no le solto la barbilla, acercandose a el hasta que sus labios estuvieron casi pegados --. Pero no dudes que me apetece. Me apetece mucho. Zane temblo, pero no tuvo nada que ver con el frio. --Ahora estoy nerviosisimo e hipoexcitado. Beckett sonrio contra su boca y Zane se aparto un poco para poder admirar su expresion, la alegria en su rostro, el brillo en sus ojos y esa sonrisa que curvaba sus labios de la forma mas sensual. Zane no pudo evitar atraerlo a un beso lento y ardiente. Beckett se aparto, riendose entre dientes. --Pero no esta noche. --Pero es una manera maravillosa de mantenernos calientes. --Que romantico --dijo Beckett con sarcasmo. Zane estuvo de acuerdo: --Es verdad. Mi primera vez deberia estar llena de romanticismo. Asi que seguire buscando la situacion perfecta hasta que las ganas te puedan, te abrumen y no tengas mas remedio que perforarme... --Eso no significa lo que crees que significa. --?Percutir...? --Ay, por Dios. --?Propulsarte en mi interior? !Oye! ?A donde vas? --A propulsarme al agua desde un puente. Tirarme una vez no ha sido suficiente. --!HABEIS VUELTO! --GRITO DARLA EN CUANTO EL TAXI LOS DEJO FRENTE A LA CASA DE BECKETT. Zane dejo su maleta en el suelo, corrio por el camino de entrada de su vecina y sumergio a la vieja alcahueta en un abrazo enorme, levantandola del suelo y todo. --Ahora me acuerdo de por que te he echado tanto de menos --le dijo ella al oido--. Y, si no es mucho pedir, ?podrias venir el martes, a eso de las cinco de la tarde, cargarme sobre el hombro y darme unos azotes en el culo? Beckett tosio a su espalda y Zane dejo a Darla en el suelo, sonriendo: --?Que pasa el martes a las cinco? --Bueno, pues que he conocido a un hombre en la biblioteca y va a pasarse por casa a recoger una de mis antiguedades, una silla de epoca. --Tu no tienes ninguna silla de epoca. --Pero eso el no lo sabe y, a lo mejor, ya que esta, termina quedandose con alguna otra antiguedad --dijo Darla. Zane se rio. --Yo te azoto cuando quieras. --Es como estar en clase --dijo Beckett--. Soy ese profesor al que nadie presta atencion.
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