• siete inviernos despues - Francisco Villegas Rodriguez

    https://gigalibros.com/siete-inviernos-despues.html

    La doctora paseaba con calma entre el ajetreo del final de la tarde hacia la parada del autobus. La brisa, algo mas fresca a esa hora, se colaba entre las casas del residencial saturada de aroma a brotes verdes. Se hizo a un lado, sin llegar a detenerse, para esquivar a dos chavales que se perseguian entre carcajadas, y contemplo con agrado los tonos rojizos y azules del anochecer mientras las farolas de la calle ganaban en intensidad. Inspiro un par de veces para disfrutar de la sensacion. Procedente de alguna casa cercana una musica violenta ponia la nota discordante, pero cuando el volumen comenzaba a resultar molesto se desvanecio de repente. En el silencio, le parecio escuchar un grito que pedia auxilio. Se detuvo atenta. El grito se repitio desesperado: <>. Por encima de la valla, a su izquierda, un hombre junto a un ventanal abierto se agarraba la cabeza y volvia a gritar. Sin pensarlo demasiado empujo la cancela y recorrio a toda prisa el camino de grava que ascendia por el cesped. --Soy medico --dijo al llegar junto al hombre--, ?que le pasa? --Lo sujeto por los brazos. --!Es mi hijo! --exclamo espantado, la mirada vuelta hacia el salon. --!Calmese! --Tuvo que zarandearlo un poco--. ?Donde esta su hijo? El hombre senalo tras el ventanal y cuando ella entro, a la tenue luz de un par de lamparas pudo ver dos cuerpos tendidos en el suelo. Uno de mujer, con el vestido subido hasta el pecho dejando a la vista la ropa interior, la cara congestionada vuelta hacia ella y los ojos demasiado abiertos pero sin ver. A un par de metros, un muchacho tumbado boca arriba con un charco de sangre que se extendia bajo su cabeza respiraba con dificultad. Se arrodillo a su lado y le cogio la muneca; habia pulso, aunque debil. Se volvio hacia la puerta. Junto al padre habia un par de vecinos mas. --Avisen al enfermero del centro de salud --ordeno--, que venga con la mochila de parada, y a emergencias, digan que hemos comenzado la reanimacion. !Y a la policia! --grito cuando los otros dos ya se alejaban hacia la calle. El padre se acuclillo a su lado. Lloraba. --Dios mio, no, no dejes que muera. --!Digame como se llama su hijo! --Leandro, se llama Leandro. La respiracion del chaval sonaba a burbujas. Le abrio la boca y le limpio los restos de algo espeso. Mientras actuaba no cesaba de repetir como un mantra el nombre del nino. El pulso seguia debil y cuando paso una mano por detras de la cabeza una parte del craneo cedio bajo sus dedos; al retirarla estaba cubierta de sangre. Mando al padre a por una toalla limpia y se la coloco con cuidado bajo la cabeza. --No lo vamos a mover hasta que lleguen los sanitarios --dijo mientras con disimulo se limpiaba la mano en el pantalon. Se acerco a la mujer para asegurarse y regreso junto al nino. Un policia local muy joven se asomo por la hoja abierta del ventanal. --?Que ocurre...? --comenzo con voz segura, aunque al ver el cadaver se interrumpio en seco con una mano en la boca y la cara tan palida que la doctora temio que se fuera a desmayar. --Oiga --le dijo--. !Oiga! --Consiguio que apartara los ojos de la muerta. --?Que ha pasado? --volvio a preguntar con voz temblorosa y la mano aferrada al marco. --Alguien los ha atacado --explico ella--. La mujer ha muerto. --Por el padre, evito decir que el nino estaba muy mal--. ?Puede confirmar que se ha dado el aviso a emergencias? El policia parecio agradecer la sugerencia y salio. Al instante la sirena de una ambulancia se escucho cada vez mas cercana hasta detenerse frente a la casa y el equipo de emergencias entro escoltado por el mismo policia, seguidos por el enfermero de su consulta. Ella les resumio la situacion y comenzaron a estabilizar al nino. Se aparto unos pasos hacia el padre, que desde cierta distancia contemplaba al muchacho mientras los de emergencias se ocupaban de el. Las lagrimas brotaban mansas, mezcladas en la mejilla derecha con la sangre que goteaba de cuatro aranazos paralelos bastante profundos. Quiso saber como se los habia hecho, pero el, absorto en su hijo, no parecio escucharla. --?Se pondra bien? --pregunto sin desviar la mirada. Ella lo miro de lado sin saber que responder. Fuera ya habia oscurecido; el reflejo anaranjado de las luces de la ambulancia iluminaba intermitente el techo del salon y entrecortaba los movimientos de los presentes, como si la alarma de incendios se hubiese disparado en mitad de una representacion. Miro a su alrededor mientras una angustiosa sensacion de futilidad le oprimia la garganta y tuvo la acuciante necesidad de curar los aranazos de la cara de aquel hombre. --Esta en buenas manos, seguro que si --mintio mientras empapaba una gasa. Martes, 6 de mayo de 2008 * 21:50 h Empujado por la calida brisa, el visillo proyectaba una inquieta mancha de luz con un vaiven como el de las olas en una orilla lejana. La pantalla de un telefono olvidado sobre la mesilla de noche refulgia con la cadencia irregular de un faro averiado cada vez que la mancha de luz lo salpicaba. La cortina se apaciguo y el telefono, contagiado por la urgencia de la llamada, desperto con exigente zumbido y emprendio un insensato viaje por encima del tablero. A tres dedos del filo, la vibracion se detuvo y dejo en el ambiente la calma de un mal presagio. Un instante despues, resuelto, el movil reanudo su danza. El tono de llamada se interrumpio con un chasquido. --Si. --?Ernesto...? --Un hilo de voz temblorosa. De fondo, otras voces; en la distancia, una sirena. --?Estefano? --Preocupado--. ?Eres tu, Estefano? ?Estas bien? --Han matado a Blanca. --Una pausa--. Leandro esta malherido. --Otra pausa, un sollozo--. Lo llevan al hospital. --!Dios mio! Pero, ?que os ha pasado? --Yo... no lo se. --Una voz distante le ordenaba poner fin a la llamada--. Ahora no puedo hablar. ?Puedes ir al hospital hasta que yo llegue? Viernes, 13 de enero de 2017 * 21:30 h Ernesto Perez Quiroga se despidio de su ultimo paciente de la tarde. Cerro la libreta, desconecto el ordenador y salio al recibidor con la bufanda en el cuello y su abrigo largo y negro sobre el brazo. --Que tenga un buen fin de semana, doctor Quiroga --dijo la secretaria con una sonrisa. --Igualmente, Carolina --respondio el tirando de la puerta--. Hasta el lunes. Hacia mucho frio esa noche, y el contraste de las calles ahora vacias y en penumbra con el bullicio y la iluminacion de la recien terminada Navidad acentuaba la gelida sensacion. Para el frio del invierno, Ernesto se calzo los guantes y se ajusto el cuello del abrigo; para mitigar el de dentro, sin pararse a pensarlo, decidio que era el momento de comprar un teleobjetivo que acechaba desde hacia meses. Con esa idea consiguio hacer a un lado la anoranza de otras Navidades y disfrutar del paseo. Le gustaba el frio; le gustaba pasear bien abrigado por las calles de Granada en invierno y volver despues al calor de un buen fuego en la chimenea, un te negro bien caliente y una buena novela. En algunas ocasiones, de rodillas frente al toril de sus recuerdos, se atrevia a abrir el porton y reconocer, al compas de las cornadas, que todo aquello no eran mas que los sustitutos de un hogar y una familia. Tiempo atras, poco despues de la muerte de Estefano y su propio divorcio, pensar en eso le resultaba demasiado doloroso. Aun asi, mas a menudo de lo saludable, se deslizaba con cruel determinacion hacia ese espinoso paisaje, forastero entre las lapidas de su pasado, como si hurgar en ese dolor y paladear su sabor amargo fuese un perverso antidoto contra el olvido. Pasaron los anos, las llagas cicatrizaron y el pesar por sus perdidas, igual que la punzada de un hueso roto en dias de lluvia, quedo reservado solo para fechas senaladas, como un recordatorio en el almanaque de la cocina o una pregunta sin responder. Y asi, excepcion hecha de esos aniversarios de venerada melancolia, su vida transcurria placida y previsible con la tranquilidad de quien, por fin, ha aceptado que algunos lugares no son para el. Cruzaba Trinidad en diagonal hacia calle Duquesa cuando noto la vibracion del movil en el bolsillo de su camisa. El aire helado se le colo hasta el pecho al desabrochar el abrigo para alcanzar el telefono.

  • Siete inviernos después Versión Kindle - Amazon

    https://www.amazon.es/inviernos-despu%C3%A9s-Francisco-Villegas-Rodr%C3%ADguez-ebook/dp/B08NF81XVQ

    Este es un libro raro u original. ¿Porqué? No intenta descubrir el culpable, porque ya hay un condenado por asesinato y homicidio, que además se ha suicidado en ...

  • Siete inviernos después - Ediciones Miguel Sanchez

    https://edicionesmiguelsanchez.com/producto/siete-inviernos-despues/

    Han transcurrido siete años desde que Estéfano Rinaldi se suicidase en la cárcel tras haber sido condenado por el asesinato de su exmujer y su hijo.

  • SIETE INVIERNOS DESPUES - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-siete-inviernos-despues/9788471691941/11936612

    El libro SIETE INVIERNOS DESPUES de FRANCISCO VILLEGAS RODRIGUEZ en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • siete inviernos después - Machado Libros.

    https://www.machadolibros.com/libro/siete-inviernos-despues_590738

    Han transcurrido siete años desde que Estéfano Rinaldi se suicidase en la cárcel tras haber sido condenado por el asesinato de su exmujer y su hijo. Siete años ...

  • 'Siete inviernos después', una novela de intriga con capas de ...

    https://www.diariodealmeria.es/ocio/inviernos-despues-novela-intriga-bioetica_0_1522348175.html

    23 nov 2020 — El traumatólogo Francisco Villegas (Granada, 1965), ha publicado su primera novela, Siete inviernos después (Ediciones Miguel Sánchez) un ...

  • siete inviernos despues - Librería Papelería

    https://www.libreriapapelo.es/libro/siete-inviernos-despues_124222

    Han transcurrido siete años desde que Estéfano Rinaldi se suicidase en la cárcel tras haber sido condenado por el asesinato de su exmujer y su hijo. Siete años ...

  • Siete Inviernos Después - FRANCISCO VILLEGAS - Agapea

    https://www.agapea.com/Francisco-Villegas/Siete-inviernos-despues-9788471691941-i.htm

    Comprar el libro Siete inviernos después de Francisco Villegas, Ediciones Miguel Sánchez, S.L. (9788471691941) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra ...

  • Siete inviernos después de Francisco Villegas Rodríguez

    https://www.holaebook.com/book/francisco-villegas-r-siete-inviernos-despus.html

    Siete inviernos después de Francisco Villegas Rodríguez Libro gratis en PDF, MOBI y EPUB. «lo que te pido es que participes, que te involucres. eres la ...

  • Amor descontrolado (Sweet love 2), Moruena Estringana de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/amor-descontrolado-sweet-love-2-moruena-estringana.html

    Debbie no sabe como pero acaba metida en un juego del que espera no salir lastimada.
    Neill le propuso algo simple: explorar su sexualidad juntos, ese deseo que los consume cuando estan cerca y que les quema la piel cada vez que se tocan, y ver donde les lleva. Como amigos claro, ella no quiere enamorarse de el, sigue teniendo el gran defecto de ser capitan del equipo de futbol.

  • Llegaste para quedarte, Carol S. Brown de Carol S. Brown

    https://gigalibros.com/llegaste-para-quedarte-carol-s-brown.html

    Elliot Wise, segundo hijo del duque de Lennox, ya no ha vuelto a ser el mismo desde hace un ano. Una horrible tragedia se cernio sobre el, destruyendo su vida, por eso, ante la noticia de ser el heredero de el ducado de Weston, no muestra demasiado entusiasmo. Dicha herencia conlleva un titulo y responsabilidades con nombre de mujer. ?Quien es esa joven, que no se comporta como una dama, pero que le despierta sentimientos que creia olvidados hace ya mucho tiempo?
    Cassie Price, vive de cerca la perdida del viejo duque de Weston, siendo este su padrino, ahora vera como un desconocido hereda su titulo y se instala en la casa. Algo le dice que el nuevo duque no sera tan permisivo con ella. Ese hombre querra tener voz y voto en su futuro, y eso es algo que ella no piensa permitir.

  • Te amo, luego existes de R. Freire

    https://gigalibros.com/te-amo-luego-existes.html

    Te gustara si te gusto “Y acompasar nuestros pasos por la acera”.
    ?En que instante una amistad inocente se transforma en una atraccion irresistible? ?Que palabras o que hechos son necesarios para que todas las barreras que erigimos con cautela salten por los aires dejandonos sin defensa? Me habia hecho a mi misma la firme promesa de no enamorarme jamas de una mujer heterosexual y, sin embargo, habia sucedido. !Era tan dificil resistirse al encanto de Angela!
    “?Como podiamos estar tan cerca la una de la otra, en una casita perdida en la montana, y a la vez tan monstruosamente separadas? No conseguia dejar de pensar en ello: Angela dormia a escasos cinco metros de mi, Julian se habia ido. y sin embargo me faltaba el valor para tomar la iniciativa.”
    “La espalda de Angela era esbelta y aristocratica, su cintura tan breve que hubiera podido abarcarla con la mitad de mi brazo. Sus caderas, amplias y femeninas, me hacian temer perder el control. !Hubiera sido tan facil bajar un poco mas, asir sus nalgas, extender por alli la crema fingiendo indiferencia y simple amistad! O besar sus hombros, tan cerca de mis labios que podia aspirar su aroma, imaginar su sabor, anhelar su contacto.”

  • La razon de su secreto de Virginia Sainz-rasines

    https://gigalibros.com/la-razon-de-su-secreto.html

    ?Si tus hijos desaparecen, hasta donde serias capaz de llegar para encontrarlos?
    La desaparicion de dos ninos:
    Frederick y Hazel Dunne desaparecen de forma inesperada de su casa la manana del 23 de setiembre de 1942. Estaban al cuidado de Allie Watters, su ninera, y de Diane Cliston, la nodriza. No hay indicios de lo que puede haber sucedido. El matrimonio Dunne queda devastado y anos mas tarde, en octubre de 1947, una nueva tragedia golpea sus vidas al incendiarse el pueblo en donde viven, Bar Harbor, Maine.
    Una misteriosa herencia:
    La ilustradora de libros infantiles Adeline Moore y la escritora Martha Cravit heredan de forma inesperada una mansion abandonada en Bar Harbor, Maine. Ambas han llevado hasta ahora una placentera vida en Vermont, pero ?que misterio esconde este caseron que han heredado?
    Un secreto oculto:
    El descubrimiento de un barco americano perteneciente al astillero de Terrence Dunne, hundido en territorio canadiense, llevara a la detective Philippa Lowell y a la periodista Piper Cook a desenterrar una marana de secretos que se remontan a la segunda guerra mundial. Los fantasmas del pasado han regresado en busca de la verdad.
    Una fascinante novela que sumerge al lector en un laberinto de intriga y secretos.

  • Una noche nuestra de Christian Martins

    https://gigalibros.com/una-noche-nuestra.html

    La vida de las hermanas Townsend ya no es lo que era.La atractiva Arianna, esa por la que todos los hombres suspiran en Castle Combe, parece no superar los problemas que la rodean; por mucho que se esfuerce en olvidar a Jason no lo consigue y, ademas, su padre no quiere rendirse y continua intentando emparejarla con el poderoso Steve Lowell.Steve ha resultado no ser lo que parecia, y ese buen hombre adinerado y poderoso, estara dispuesto a lo que sea por lograr la mano de la mediana de las hermanas.Ademas, el pequeno error que cometio Grace tendra fatales consecuencias y la perfecta vida de la pequena Rose se vendra abajo cuando todo por lo que habia luchado se desmorone en sus pies.

  • Excalibur (Britannia. Libro 1), Javier Pelegrin de Ana Alonso , Javier Pelegrin

    https://gigalibros.com/excalibur-britannia-libro-1-javier-pelegrin.html

  • De Vuelta Al Inicio de Dani Capdevila

    https://gigalibros.com/de-vuelta-al-inicio.html

    Pese a que ya habia estado buscando alguna vez por el despacho del papa, tal y como le ordenaron, Hugo aun no habia sido capaz de hallar ningun indicio de ese plan del que le hablaban sus superiores. La puerta se abrio. --?Ya esta todo dispuesto? --pregunto el papa. --Si, su santidad. Todo listo. --Entonces ha llegado el momento. Me puede gustar mas o menos, pero no queda otra alternativa. Al escuchar aquellas palabras, el cuerpo de Hugo se estremecio. Un hormigueo le subio por la columna vertebral. <>, pensaba mientras tragaba saliva para contestar. --Si usted lo estima preciso, seguro que es el deseo de Nuestro Senor. --Asi es, hijo mio. Asi es. --?Quiere cambiarse? --No hay tiempo --contesto el papa--. Lo hare en el aeropuerto. A traves de las amplias vidrieras de su despacho, contemplaba la plaza de San Pedro. Siempre le invadia la tristeza cuando, caida la noche, la veia vacia. El bullicio de la muchedumbre que habitualmente se formaba en ese lugar le reconfortaba. Le hacia sentir que su mision en la tierra tenia sentido, que todas las almas que se apinaban alli esperaban que la cumpliera. Acababa de celebrar una de las nuevas misas que habia instaurado. Quince feligreses eran elegidos al azar entre los millones de solicitudes que llegaban a traves de la pagina web del Vaticano. Los agraciados asistian a una misa privada celebrada por el mismo. Hugo le ayudo a ponerse el abrigo, que cubria por completo la sotana papal. Cogio un paraguas negro --pues amenazaba tormenta--, las llaves de un coche y espero. --Cuando usted quiera --dijo tras ver que el papa no se movia. Dando un profundo suspiro, el pontifice se acerco a la libreria donde tenia una de las colecciones mas valiosas del mundo y tiro de los Evangelios de Enrique el Leon hacia el. Detras de la gran mesa de roble negro, la pared giro para descubrir un pasillo oscuro en el que no se veia el final. --Vamos. Empezaron a caminar. Hugo acciono una palanca que habia justo en la entrada y la pared volvio a recuperar su posicion inicial. Unos focos halogenos se encendian y apagaban a su paso, iluminando el pasillo unicamente por el trecho que recorrian. Cada vez que entraba en ese pasadizo temia que fuera la ultima. Llevaba ya bastante tiempo trabajando como secretario papal y ya lo habia utilizado mas de veinte veces. Don Santiago le coloco en ese puesto tras convencer al nuevo papa de que era el candidato perfecto. Caminaron unos diez minutos hasta que se toparon con el muro de salida. A la derecha otra palanca y en el centro un pequeno agujero que hacia las veces de mirilla. Hugo observo a traves de ella. --Podemos continuar. No se ve a nadie. El pasaje llevaba al bano de discapacitados de un restaurante que estaba a unas cinco manzanas del palacio. --Nunca me ha terminado de parecer correcto que el representante de Dios en la tierra tenga que salir de su casa a hurtadillas. Creo que nunca me acostumbrare. --Es por su seguridad. --Lo se, hijo mio. Lo se. Hugo acciono la palanca y la pared giro. El santo padre encajo un sombrero negro en su cabeza pelada y se abrocho todos los botones del abrigo para que no se viera la sotana. Los dos salieron del servicio con la mayor naturalidad del mundo, como si lo hicieran todos los dias. Con un movimiento leve de cabeza, el secretario saludo al camarero que estaba en la barra del bar y este le correspondio con el mismo gesto. Siempre se preguntaba que favores recibiria el dueno del restaurante a cambio de no haber desvelado esa puerta oculta a nadie. Se marcharon por la puerta trasera, que les llevo a una calle llena de cubos de basura, donde iban a parar los desperdicios del restaurante. Al fondo, un Hummer negro con las lunas tintadas. El agua caia muy intensamente. Llevaba lloviendo un par de dias, pero ahora diluviaba con mucha fuerza. Los relampagos iluminaban el callejon. Hugo saco el mando del bolsillo y apunto al coche. Desplego su paraguas para que el papa no se mojara y abrio la puerta trasera del vehiculo con gesto servil, pero el santo padre le cedio el paso. Cogio el mando y el paraguas. Hugo lo miro con cara de extraneza y levanto los hombros en senal de aceptacion. Los ojos negros y profundos del papa lo observaban fijamente. Con un movimiento de sus pobladas cejas le indico que subiera al coche. Obedecio. <>, se dijo. Llegaron al aeropuerto de Roma-Fiumicino y aparcaron dentro del garaje privado, situado en las mismas pistas de aterrizaje. --No bajes del coche, tengo algo que contarte. Se sento junto al secretario en la parte de atras. <>. El papa comenzo a hacerle preguntas sobre religion y sobre Dios. Hasta que senalo al fondo del garaje. --Entonces, hijo mio, estas listo. ?Ves la caja que esta al lado de la mesa, alli al fondo? --Si. <>. Se giro para mirarla y de repente empezo a notar una presion en el cuello. Se estaba quedando sin oxigeno. Trato de liberarse. Noto un cordel, pero no lograba quitarselo. Cuanta mas fuerza hacia para soltarse mas presion notaba en la garganta. Desesperado, decidio hacerse el muerto. No tenia nada que perder, ni ninguna otra alternativa. Tomo el aire que pudo y poco a poco fue dejando caer su cuerpo, como si ya no tuviera vida. El papa siguio tirando del cordel pero cada vez con menos fuerza. Hugo no respiraba. Contaba con, al menos, un minuto de oxigeno en sus pulmones. <>. Tenia que quedarse totalmente quieto para intentar que el santo padre no se diera cuenta del engano. Era la unica forma de salvar su vida. Paso medio minuto y Hugo no se movia, se habia desplomado sobre el asiento. Noto como su agresor bajaba del coche, pero por precaucion siguio sin moverse. La puerta se volvio a abrir y sintio que le tapaba con una manta y lo empujaba para que cayera a la zona de los pies. Escucho la puerta del aparcamiento cerrarse de golpe. El papa, ahora vestido con unos vaqueros y una sudadera con capucha, subio a su avion, que le esperaba cerca. Con esa ropa tenia un aspecto aun mas juvenil del que aparentaba. Los cuarenta y dos anos que acababa de cumplir lo convertian en uno de los papas mas jovenes de la historia. Dentro del coche, el secretario dejo pasar un tiempo prudencial antes de volver a moverse. <>. Poco a poco fue incorporandose para asomar por la ventana. Estaba todo a oscuras. Tras volver a pensarlo se animo a bajar del coche. Saco el movil del bolsillo mientras pensaba en cuanta prisa debia de tener el papa. Ni siquiera le habia tomado el pulso para confirmar su muerte. Hizo una llamada. --?Don Santiago? --Si, dime. --Tenian razon. Ha intentado matarme. --Te lo dijimos. ?Donde estas? --En su garaje privado del aeropuerto. --Vale. Envio ahora mismo a alguien para que te saque de alli. Ten en cuenta que habra muchas camaras grabando, asi que intenta ser todo lo discreto que puedas. --No creo que tenga ningun problema --decia mientras abria la bolsa que habia en el maletero del coche--. Tengo su sotana y su sombrero. Creo que pasare por el perfectamente. --Mejor. --Por cierto, ?sabe donde estaba guardada la famosa caja que recibio el mes pasado desde Kufstein? --!No me lo puedo creer! --Si, voy a ver que es lo que hay dentro. Se acerco a la caja de carton y rompio el embalaje. --!Informa! --Efectivamente, no se lo va a creer. Le mando una foto al telefono para que lo vea usted mismo. Al recibirla, don Santiago abrio los ojos como si estuviera viendo un fantasma. Se trataba de una cruz de madera de tamano natural y estaba casi seguro de que era la misma que robaron del Museo Egipcio de El Cairo hacia un par de meses. Decian que esa era la cruz donde murio Cristo y que habia estado oculta hasta que una banda de criminales asalto un chale de las afueras de Berlin y, por casualidad, la encontraron alli. La habian intentado vender en el mercado negro a un coleccionista, pero un chivatazo puso a la policia en alerta y consiguieron recuperarla. --Van a ir a buscarte con una furgoneta. Cargad la caja y sacadla de alli. Luego ya veremos como procedemos. Tu, de momento, haz caso a la persona que mandemos a recogerte y estaras seguro. --Muy bien, don Santiago. Estare preparado. Hugo se puso la ropa papal, se ajusto el sombrero y siguio registrando el garaje por si encontraba algo interesante. Pasada media hora sono un claxon fuera. Dos horas mas tarde, el avion del papa aterrizaba en Madrid-Barajas. Alli le esperaba otro Hummer, esta vez blanco impoluto. --Su santidad --empezo a hablar el conductor sin mirar por el espejo--, me han pedido que le dijera que todo esta dispuesto, tal y como solicito. El senor Torres y el senor Ortega le estan esperando. <>, penso mientras miraba por la ventana. Tras mas de una hora y media por los atascos habituales de la capital, llegaron a un hotel. El coche bajo una rampa cercana, donde habia plazas de aparcamiento individuales y cerradas. Entraron en una de ellas y una persiana metalica bajo tras ellos. El chofer salio del coche y abrio la puerta trasera, echandose a un lado y bajando la mirada para no encontrarse con los ojos del pontifice. --Le voy a hacer una pregunta y espero que sea totalmente sincero, porque conozco la respuesta. ?Que piensa el mundo de los cristianos? --?Eh? --Trago saliva--. No... No lo se. --?Usted cree en Dios, nuestro senor todopoderoso? --suspiro. --Por supuesto. Acompana mis acciones y me guia en mi camino. --Asi es, hijo mio --contesto el santo padre mientras ponia su gran mano en su colleja--. Asi debe ser. El chofer se relajo. Se habia quitado un peso de encima porque sabia del caracter del nuevo papa. Miro como se encaminaba al ascensor que habia dentro del aparcamiento. El pontifice pulso el unico boton que habia en la cabina. Las puertas se cerraron y comenzo a subir. Cuando se abrieron vio una gran sala con tres sillones, una mesita perfectamente encuadrada entre ellos y una cristalera enorme desde la que se veia toda la ciudad. A su derecha, un mueble bar en el que estaban tomando una copa dos hombres, que dejaron los vasos para acercarse a recibirle. <>, penso. Primera Parte Capitulo 1 --Me gusta estar tan alto. Es como estar mas cerca de Dios. Si se afina el oido, incluso se le puede escuchar --decia el papa mientras miraba por la inmensa cristalera--, ?no creen? --Por eso mismo compre este edificio, su santidad. ?Sabe que en este momento esta en el lugar mas alto de Madrid? --se pavoneaba Ortega con aires de prepotencia. --La cercania a Dios no es suficiente para que nos ame, hijo mio. Usted puede creer que esta muy cerca de El y El, quiza, ni siquiera le mire. No tengo mucho tiempo. Quiero ver todos los detalles antes de proceder. Tengo asuntos que tratar en el Vaticano y cuanto mas rato estoy aqui, mas quedo al descubierto --dijo sin quitar los ojos de la panoramica que le ofrecia la ventana--. Contadme. Ortega se acerco al mueble bar para recoger su copa. Quito el tapon a la botella mas robusta y oliendolo le pregunto al santo padre: --?Querra probarlo, su santidad? --Le enseno la botella de Yamazaki, uno de los mejores wiskis del mundo. --Por lo que veo siguen siendo de gustos caros... No, prefiero un poco de vino. Se acomodo en el sillon mientras Ortega descorchaba una botella de Vega Sicilia que saco de la vinoteca y le sirvio una copa. El papa olio el caldo y lo cato. Una ligera sonrisa se dibujo en su cara. Ortega se sento en el sillon de la izquierda. Torres tambien recogio su copa y abrio un ordenador portatil junto a las bebidas. Con un mando a distancia oscurecio los cristales y desplego una pantalla que ocupaba toda la pared de la puerta por la que se entraba al atico. Apunto al techo y bajo un proyector. Dejo el mando en la mesa y tomo el control del portatil. Varias imagenes de una chica se veian a la derecha de la gran pantalla. --Tras varios meses buscando creemos que ella se ajusta perfectamente al perfil. Se llama Maria Jesus, tiene veintiun anos, es huerfana desde los dos y no tiene familia conocida. Ha vivido entre casas de acogida y conventos toda su vida y el ano pasado decidio independizarse. --Muy bien --asintio el papa. --Empezo a trabajar de cajera en un supermercado y a los seis meses la echaron. Vive alquilada en San Pablo, un barrio de Zaragoza --continuo Torres--. Ahora no tiene empleo. Se costea el alquiler trabajando para el dueno del edificio en la limpieza de las zonas comunes y como su asistenta durante cuatro horas al dia. --Pero no recibe ni un euro --anadio Ortega--. Todo es para pagar el alquiler. Yo creo que mantienen una relacion. Las fotos de la chica pelirroja iban pasando en el proyector. --Le gusta salir por las noches a ligarse a hombres mayores con el animo de que le inviten a cenar y asi llevarse algo de alimento a la boca. Su unica posesion material, aparte de la ropa, que sepamos, es un movil que robo hace un par de meses de la mesa de un restaurante. No puede llamar porque no tiene saldo, pero lo utiliza para buscar trabajo en Internet segun sus registros de navegacion. --Gracias a la red wifi de su vecino --volvio a matizar Ortega. --Exacto. No depende de nadie, ni nadie depende de ella. Entiendo que deberia ser muy facil. Se produjo un silencio. --Para ser sinceros, tras encontrarla no hemos buscado mas porque a nuestro entender es perfecta. ?Que opina? --le pregunto al santo padre, deteniendo el proyector. --Es una mujer muy bella, puede que demasiado. Eso nos puede ocasionar problemas. Pero su entorno y su pasado son los adecuados. --Eso pensamos. --?Y el hombre? --Ayer por la manana, el ordenador nos aviso de una alta nueva en la web Life, otra de las redes que vigilamos. El perfil se acercaba al que nos pidio --dijo Torres cambiando las diapositivas--. De momento no sabemos el nombre real. Se hace llamar <>, tiene veinticuatro anos y en el formulario de acceso dice que es de Barcelona, pero que ha vivido casi toda su vida en Argentina. Es de prever que aqui no tenga mucha familia. Habria que investigar mas. --Esta misma manana le hemos seguido. --Ortega se levanto del sillon y se sirvio otra copa antes de continuar la explicacion--. Hemos preguntando por los lugares que frecuenta y nos han dicho que trabaja media jornada repartiendo publicidad de una tienda de compraventa de oro por las Ramblas. --No consta en ningun registro que haya terminado los estudios basicos. Al parecer tiene alquilada una habitacion en un piso de inmigrantes. Torres dejo de hablar para mirar la cara del papa. Esperaba aprobacion, pero este permanecia absorto en la imagen de la pantalla. Parecia que no habia escuchado nada de lo que le habian estado contando. --Es atractivo --dijo al fin, levantandose del sillon--. No tiene cara de ser muy inteligente. Quiero saber si tiene algun familiar en Espana. Si no lo tuviera, activen el protocolo tres inmediatamente. Quiero el informe diario de como transcurre todo antes de las nueve de la noche. --Asi sera. --Regreso al Vaticano. Tengo otros asuntos importantes que he dejado sin terminar. Alzo la mano y ambos besaron el anillo papal con gesto de sometimiento. La pantalla se replego sobre el techo y el papa salio por la puerta sin despedirse. Abajo estaba esperando el chofer. Le abrio la puerta con la cabeza gacha y lo llevo de nuevo al aeropuerto. Ortega y Torres se miraban con cara de satisfaccion. Sabian que si el santo padre estaba contento su camino iba a ser mucho mas sencillo. Tenian la sensacion de que la reunion, pese a ser una de las mas cortas que habian tenido con el, fue tambien de las mas productivas. Ortega tenia multiples negocios por todo el mundo en los que su principal y practicamente unico cliente era la Iglesia catolica. Desde comedores sociales hasta empresas de reciclaje de ropa, pasando por los terrenos en los que se levantaban los nuevos templos o las empresas que los construian. El papa se puso en contacto con el directamente para encargarle un proyecto unico, y obviamente acepto. Por otro lado, era la primera vez que Torres trabajaba para el Vaticano. Esperaba que este trabajo fuera el mas importante de su vida pese a contar ya con innumerables exitos profesionales a sus espaldas. La envergadura de lo que tenian entre manos era tal que incluso se habia separado de su familia. Su mujer se habia tenido que ir a Alemania por motivos de trabajo llevandose a su hijo con ella, pero el decidio quedarse en Madrid para atender la peticion del Vaticano. Ortega le pidio, como favor personal, que trabajara en cuerpo y alma en este encargo y no dudo ni un segundo en dejarlo todo por su nuevo cliente. Su mujer no lo entendio. No le pudo dar ningun detalle de la peticion papal y, debido a que en tema de ambiciones eran iguales, hizo las maletas y se marcho. Torres sabia que cuando todo terminara su mujer lo comprenderia y volverian a estar juntos.

  • Feminismo para torpes de Nerea Perez De Las Heras

    https://gigalibros.com/feminismo-para-torpes.html

    Partiendo de escenas cotidianas, planteadas desde el humor, y desde su propia experiencia, Nerea Perez de las Heras analiza de manera critica todos los aspectos relacionados con el feminismo: el patriarcado y la manera de estar en el mundo de los hombres, los hitos de la historia del feminismo, los cliches del negacionismo machista, los mensajes que la sociedad envia a las mujeres sobre como deben comportarse, cosas que parecen feministas pero no lo son. Todo ello desgajado en escenas cotidianas cargadas de humor que sirven como punto de partida y a la vez como toque de atencion de la presencia del machismo en el dia a dia.

  • Noche de Fin de Ano de Nina Klein

    https://gigalibros.com/noche-de-fin-de-ano.html

    Laura esta dispuesta a terminar el ano acampada delante de la television, en pijama, tragandose pateticos especiales de Nochevieja. Sus companeros de piso, Mike y Sharon, no son capaces de convencerla para que les acompane a la fiesta de ano nuevo a la que iban a ir juntos y terminan yendose sin ella.
    Hasta que le llega una notificacion de Instagram, la abre y ve una foto de su exnovio con su nuevo amor.
    En la misma fiesta a la que ella iba a ir aquella noche.
    Asi que decide vestirse a toda prisa para presentarse en la fiesta de improviso, justo antes de que den las doce, teniendo solo una cosa en mente: venganza.
    Sin embargo, la noche no terminara exactamente como esperaba.

  • Virtual Life. Vision de Mario Escobar

    https://gigalibros.com/virtual-life-vision.html

    El superdeportivo se movia a gran velocidad por las calles de San Francisco (Cupula 2204), mientras yo sentia la fuerza del motor en la yema de mis dedos aferrados al volante. Los viandantes se lanzaban a un lado y a otro, al tiempo que el Bugatti Veyron 26.9 derrapaba y se subia a una de las aceras de la empinada calle que llevaba hasta el puerto. El sol brillaba sobre la gran cupula, y yo no queria que aquel momento terminase nunca. Unas luces rojas salieron de un lateral, y cuando mire de reojo por el retrovisor vi que un coche mixto de la policia de la Cupula 2204 intentaba interceptarme. Pise el acelerador y sali de la acera de hormigon amarillento para regresar al asfalto apelmazado de fijacion inteligente. Los neumaticos parecian celebrar la vuelta a su elemento natural cuando di un volantazo y el Bugatti se puso sobre dos ruedas durante mas de cinco segundos. Entonces percibi el primer parpadeo. Fue rapido, como un fogonazo de oscuridad que absorbia la luz, pero enseguida mis ojos contemplaron de nuevo la ciudad. Mi cara sentia el aire calido y suave de California, al tiempo que la adrenalina parecia estallar en mi cerebro. Algunos llaman libertad a esta sensacion; para un chico de quince anos como yo es simplemente un juego. El coche de policia logro ponerse a mi lado. Sus puertas blancas brillaban al lado del chasis negro, y los tapacubos con el escudo de la Cupula 2204 soltaban destellos dorados. Desde la ventanilla me observo un policia de circulacion version 8.2. Aquel tipo de androide estaba unido al vehiculo, como los viejos cochecitos de metal de mi tatarabuelo, pero con sus dispositivos de frenado, disparo o bloqueo podia detener un vehiculo si lograba ponerse a un metro de distancia. Por eso acelere, y mi superdeportivo volo sobre el trafico que a esa hora llenaba las calles centrales de la cupula. Entonces se produjo la primera larga desconexion. Todo lo que habia a mi alrededor se convirtio en cuadriculas grandes, como si hubiera llegado al Game Over. Los fuertes colores de los edificios dejaron paso a un desolado paisaje de casas medio derruidas, construcciones agrietadas y repletas de grafitis de pigmentos quemados por el sol. Instintivamente mire hacia atras. Ya no estaba en mi increible superdeportivo de color negro y blanco, ni tampoco me perseguia una unidad especial de la policia de la Cupula 2204. Estaba sentado en una clase en la que se impartian nociones basicas de manejo de matrices para la fabricacion de aparatos de aire acondicionado, en una mesa mugrienta, cubierta por frases y nombres de los miles de alumnos que habian pasado por aquella escuela. Delante de mi, el androide de formacion Cum Laude tenia sus veinte senales wifi conectadas a nuestras terminales de recepcion de informacion. En el ano 2134 nadie tenia que memorizar ni aprender nada. La placa base de la zona posterior del craneo distribuia la informacion por nuestro cerebro de manera automatica, y un nino de cinco anos podia tener el mismo conocimiento que un abuelo centenario. Mire a mi alrededor, angustiado. Nunca habia visto esa aula antes. Que yo supiera, ya habia terminado mis estudios basicos y llevaba un ano en el Centro de Alta Tecnologia Biorrobotica (CATB) de la Cupula 2204. Aun vivia con mis padres, ya que las leyes de la corporacion Life System, duena de las cupulas de la costa oeste, no permitian a ningun menor de dieciocho anos vivir solo. Cuando me puse en pie y observe al resto de mis companeros, todos parecian hallarse en un estado catatonico. Note que mis piernas fallaban, como si llevara muchas horas sentado. Contemple mis musculosos brazos, pero, para mi sorpresa, lo unico que vi fueron unos rollizos antebrazos y unos hombros caidos, que se disimulaban en parte por mi camisa a cuadros de manga corta. El androide de formacion Cum Laude me miro con sus ojos rojos, y con voz metalica me pidio que me sentara. Me sentia tan aturdido que, en lugar de hacerle caso, abri la puerta de madera desvencijada y sali al sucio pasillo, cubierto de papeles y otros desperdicios. Camine durante mas de diez minutos, hasta que note que las fuerzas me fallaban. Me sentia mareado y angustiado por aquel deprimente lugar. Antes de llegar a las escaleras me desplome, y rode hasta el piso de abajo.

  • Ahi abajo, entre raices y hueso de Seanan Mcguire

    https://gigalibros.com/ahi-abajo-entre-raices-y-hueso.html

    Las gemelas Jack y Jill tenian diecisiete anos cuando las conocimos en
    “Cada corazon, un umbral”. Esta es la historia de lo que ocurrio primero. De como las hijas perfectas, modeladas segun los deseos de los padres, a los doce anos bajaron por una escalera que las llevo a los Paramos, y descubrieron que el simulacro de amor en el que habian vivido no las habia preparado para un mundo de decisiones y muerte.

  • La guerra total de Canal Historia

    https://gigalibros.com/la-guerra-total.html

    Llega el libro de Historia que todos los seguidores estaban esperando: el relato unico y fascinante de la Segunda Guerra Mundial, la contienda que cambio el mundo para siempre.

  • Heredaras nuestros pecados (Almas rotas 1) de Alejandro Riera Guignet

    https://gigalibros.com/heredaras-nuestros-pecados-almas-rotas-1.html

    Heredaras nuestros pecados es una intensa novela de suspense psicologico que muestra la terrible encrucijada entre la razon y la locura.
    ?Determinan los pecados de los adultos el futuro de los ninos?
    A traves de los ojos de una mujer enamorada descubriremos el enigma de uno de esos ninos maltratados.
    Pero ?existe una salida para un laberinto que se halla en la propia mente?
    Dos jovenes enamorados se adentraran en un mundo inquietante donde los pecados del ayer han regresado para amenazar su felicidad. Con la ayuda de una pareja de psicologos y con su amor como unico amparo descenderan al infierno de la violencia de genero y del maltrato infantil.
    Primera novela de la serie "Almas rotas" que desciende a los misterios mas ocultos de la mente humana.

  • El amanecer de tu sonrisa de Inma Cerezo

    https://gigalibros.com/el-amanecer-de-tu-sonrisa.html

    Un ranchero empenado en olvidar.

  • Camino Hacia el Pasado de Mary Higgins Clark

    https://gigalibros.com/camino-hacia-el-pasado.html

    Emily Graham es una joven abogada criminalista que intenta reconstruir su vida tras la amarga ruptura de su matrimonio una complicada situacion personal que se ve agravada en el terreno profesional por su implicacion en la investigacion de dos asesinatos relacionados entre si pero distanciados en el tiempo por ciento diez anos.

  • El Hijo del Traidor (El Sendero del Guardabosques 1) de Pedro Urvi

    https://gigalibros.com/el-hijo-del-traidor-el-sendero-del-guardabosques-1.html

    Un reino en peligro, una gran traicion, un chico buscando redimir el honor de su padre. ?Conseguira eximirlo y salvar el reino de un enemigo en las sombras antes de que sea demasiado tarde para todo el norte?

  • Amor se escribe con H y otras maneras de decirte que te quiero de Andrea Longarela

    https://gigalibros.com/amor-se-escribe-con-h-y-otras-maneras-de-decirte-que-te-quiero.html

    Eva suena con conocer a un caballero que la venga a buscar en un corcel blanco y la bese siempre con los ojos cerrados, como ha visto infinidad de veces en las peliculas. El problema es que la realidad nunca es como la ficcion, y tiene que conformarse con sexo una vez por semana y deshojar margaritas. Pero no solo de Eva va esta novela. Tambien estan Carla, su hermana, que ni siquiera se atreve a mirarse en el espejo, y mucho menos a reconocer que siente algo por un mejor amigo; Gina, que busca llenar sus vacios bajo un cuerpo. o dos, y Maria, que desearia ir a un concierto de rock y liarse con el bateria, pero no se atreve. Si crees que el amor tiene muchas caras, que existen muchas maneras de manifestarlo, de disfrutarlo y de vivirlo, esta historia es para ti.

  • Las Navidades de mi vida de Ariadna Baker

    https://gigalibros.com/las-navidades-de-mi-vida.html

    --Clara, te acompano en el sentimiento --me dijo Don Damian, el cura del pueblo. --Muchas gracias, se lo agradezco de corazon. --Un corazon muy grande es el que siempre has tenido tu, nina. No cambies, ?eh? --Don Damian, un poco enfadada si que estoy con el de ahi arriba, a usted no le puedo mentir. --Hija mia, no digas eso ni en broma. Dios nuestro Senor ha tenido a bien acogerlos en su seno por alguna razon, ?no te parece? --No, lo siento mucho, Don Damian, pero no me parece. Mire sus lapidas y las lagrimas cayeron como punos desde mis ojos... Con el cuerpo completo perlado de sudor, me sente en la cama de un salto. Un salto mas... Y una madrugada mas sin pegar un ojo. Aquella situacion era insostenible. Seis meses habian transcurrido desde el fallecimiento de mis padres y seis meses en los que estaba por primera vez que lograra dormir a pierna suelta. Imposible hacerlo. No cuando aquella pesadilla me asaltaba una y otra vez. Ni que decir tiene que la clave estaba en que yo no podia soportar su marcha. Me lo decia mi amiga Carla, que estaba estudiando Psicologia. Y me lo corroboraba cada noche, mientras charlabamos un ratito despues de la cena, mi tia Marita, la unica hermana de mi madre, con la que yo me habia marchado a vivir desde la muerte de mis progenitores. --Carino, ?otra vez la misma pesadilla? --Ya la tenia en el quicio de la puerta, como cada noche cuando aquello ocurria. --Me temo que si. Y lo que mas siento es que te despierto a ti, no es mi intencion. --No seas bobita, mi nina. Te voy a preparar un vasito de leche calentita y, si quieres, te doy un poquito de palique mientras te vas durmiendo, como cuando eras pequenita y te quedabas a dormir aqui en mi casa algun fin de semana, ?te acuerdas? --Como no voy a acordarme, tita, si eras la mejor cuenta cuentos del mundo... --Imaginacion si que he tenido siempre, es cierto... Pero es que no me costaba ningun trabajo, carino, tu has sido siempre tan agradecida... --Y tu la mejor tita del mundo... No exageraba, pero lo cortes no quitaba lo valiente. Mi tia, que ademas era mi madrina, siempre habia derrochado carino conmigo, pero ello no le restaba ni un apice de dolor a mi corazon por el fallecimiento de mis padres. Cincuenta anitos tenian, justo el doble de mis veinticinco. Estaban en la flor de la vida, mejor que nunca, ahora que creian que por fin me habian metido en vereda haciendome estudiar. Cuanto me arrepentia de no haberles dado antes ese gusto, pero es que yo estaba convencida de que no servia para hincar codos con los libros. Y ellos, que no habian tenido esa oportunidad de jovenes, morian porque su unica hija fuera universitaria. Total, que, siguiendo mi instinto, me puse a trabajar en la panaderia de la senora Lola a los dieciocho anos, cuando termine el Bachillerato. Y alli permaneci hasta que cumpli los veintiuno. --Hija, que poco nos gusta a tu padre y a mi que te deslomes en esa panaderia por cuatro duros --me decia cada dos por tres. --Mami, pero es que tengo que trabajar, ?o quieres que sea como los ninis esos que no dan palo al agua? --Claro que no, Clarita, pero tu tienes cabeza para hacer la carrera que te venga en gana, otra cosa es que para coger los libros si que eres mas floja que un muelle guita y eso tienes que reconocerlo. Lo reconocia, pero tanto me lo dijeron mis padres que finalmente me matricule en Sociologia a los veintiun anitos. Y justo iba a graduarme cuando ellos fallecieron. Solo una semana faltaba. Ni acudir al acto de graduacion queria. No me sentia con fuerzas. Si no hubiese sido por mi tia Marita, que me llevo practicamente a rastras, alli no me hubieran visto el pelo. Fue acabar el acto y volver para casa. No quise ir a la cena de celebracion con mis companeros. A diferencia de ellos, que se sentian victoriosos, yo pensaba que aquella victoria se la debia a mis padres y ya no estaban para verlo. El verano fue una autentica pesadilla para mi, con unos dias largos que invitaban al ocio y que se me hacian eternos, dado que el mencionado ocio era lo ultimo que me apetecia. A decir verdad, ni me apetecia el ocio ni absolutamente nada. Aquel accidente de trafico habia truncado mis suenos. Mis padres fueron, mientras vivieron, el gran puntal de mi vida y yo me sentia tremendamente desgraciada por su marcha. A medio verano, volvi a trabajar a la panaderia de la senora Lola. --Pero vamos a ver hija, ?se puede saber como una senorita licenciada va a desempenar el mismo trabajo de cuando no tenia estudios? --me recrimino mi tia. --Es que, empezar a buscar trabajo de lo mio, me supone marcharme del pueblo y tenerme que ir a la capital y eso no me llama ahora. Salamanca capital me encantaba y yo habia sido muy feliz estudiando alli, pero desde la marcha de mis padres no habia tenido agallas para volver y ahora solo queria refugiarme en el pueblo. La senora Lola fue la primera sorprendida en verme aparecer por su local con la intencion de trabajar, pero como yo habia dado el callo como la primera mientras estuve alli, me acogio con los brazos abiertos. Desde entonces ya habian transcurrido varios meses y, dado que alli tambien se vendian dulces, con la campana de Navidad a las puertas estabamos a tope. Despues de una noche toledana como la que he descrito, tuve que disimular mis ojeras para poder ir a trabajar como Dios manda. Por el camino me encontre a la senora Ana, quien no tardo en pararme. --?Como estas, Clarita? En el pueblo todos me llamaban por mi diminutivo. Dias atras yo le habia preguntado a mi tia por cuando creia que dejaria la gente de hacerlo y me comento que probablemente nunca. --Hija, es que como pareces una chiquilla... Con esas facciones tan tiernas, ese pelito rubio y esos ojos azulitos, pues que dan ganas de achucharte. Me dio uno de sus achuchones habituales y se quedo en la gloria con su explicacion. Lo peor no era ya solo que me trataran como a una nina, sino que en los ultimos meses habia vivido asi. Atras, en Salamanca capital, quedo mi noviazgo con Cesar. La muerte de mis padres se lo termino de llevar por delante, aunque no voy a decir que ese fuera el unico motivo. Cesar y yo llevabamos saliendo un par de anos. El era el hijo de la pareja que nos alquilo un piso de estudiantes a mi y a mis companeras, Mara y Raquel, mientras duraron nuestros estudios. Un buen dia, cuando ya llevabamos dos cursos alli, Cesar aparecio para sustituir una lampara estropeada y lo que se ilumino entre nosotros fue la llama del amor. Eso si, pasados los primeros meses, la relacion tampoco es que fuera la bomba y un par de anos despues yo me planteaba hasta que punto era el hombre con el que deseaba compartir mi vida. El fallecimiento de mis padres le dio jaque mate a nuestro noviazgo, pues yo me aparte del mundo por completo, lo que le incluia a el. Y tampoco es que Cesar luchara demasiado por lo nuestro. Digamos que ambos fuimos dejando que nuestro amor muriera poco a poco, dando paso a una cierta amistad y poco mas. --Ahi vamos, senora Ana --le conteste con muy pocas ganas de entrar en honduras. --Poco a poco, hija. Ya en nada tenemos aqui las Navidades y... La mujer lo solto de sopeton y en automatico se callo, pues debio darse cuenta de su metedura de pata. Malditas ganas que tenia yo de celebrar las Navidades ese ano. Si hasta me queria zafar de decorar la casa con mi tia y no sabia como hacerlo. La pobre me habia "amenazado" con que el puente de la Constitucion debiamos hacerlo y yo no paraba de darle largas. --Ya, ya... Por cierto, ?y Lucas? Hace mucho que no lo veo. Su hijo Lucas y yo habiamos sido grandes amigos en la infancia y adolescencia. --Dificilito esta que lo veas, hija. Se fue con la muchacha esa con la que salia, con Elsa, a Laponia a vivir. --?A Laponia? --Si, si, hija, a la gran puneta, vaya, que ademas hace alli un frio que pela. Pero como a ellos les ha encantado, pues nada. --Me quedo loca, yo no veia a Lucas demasiado lejos del pueblo, vaya vueltas que da la vida. --Ni yo, hija. Pero se fueron este verano y alli estan, regentando una tienda de galletas de jengibre que por lo visto para los lugarenos son lo mas de lo mas. --Que personaje este Lucas.... Me despedi de la senora Ana y pense en lo sorprendente que era la vida. De ninos, yo le decia a Lucas que seria jefa de una gran compania y el a mi que astronauta. Y ahora resulta que el vendia galletas en Laponia y yo en el pueblo. Y eso pese a que los dos eramos licenciados.... Una casualidad que me saco la sonrisa, cosa que no ocurria todos los dias en los ultimos meses. Llegue a la panaderia y la senora Lola me indico el cerro de trabajo que debiamos realizar. Hasta la espalda se me estaba resintiendo desde que teniamos la Navidad en puertas. --Clarita, ya le he dicho a Lorenzo, mi marido, que como esto siga asi al final vamos a tener que ampliar el negocio. Francisco, el chico del local de al lado, lo deja en breve y creo que seria una gran oportunidad para hacerlo de una vez por todas tambien pasteleria. --?Y no lo es ya, senora Lola? Por el amor de Dios, si aqui servimos mas dulces que gente hay en la guerra. --Es verdad, hija, incluso nuestros turrones artesanales estan teniendo un exito de no te menees. Son ya muchas las personas de otros pueblos que se estan acercando a por ellos. De hecho, yo queria hacerte luego un ofrecimiento, Clarita, a ver que te parece. --De acuerdo --asenti mientras me cambiaba y me ponia el uniforme de trabajo que recientemente la buena mujer habia encargado para mi.

  • El rey del Honka de Tomas Gonzalez

    https://gigalibros.com/el-rey-del-honka.html

    Los cinco cuentos que recoge este libro fueron publicados por primera vez en la decada de los 90. Todos ellos hablan sobre personajes que, llevados por las circunstancias, abandonan el camino trazado por la vida para emprender viajes sin regreso. <> narra la historia de un pintor afectado por la muerte de un ser querido; en <>, un maestro enamorado se enfrenta a la frustracion y a la verguenza; en el <>, una mujer jubilada se lanza a una aventura solitaria en altamar; <> incursiona en los vericuetos del amor traicionado y la <> narra las peripecias de un bailador de salsa que se inventa una vida paralela para intentar ser feliz. En este magistral libro de cuentos Tomas Gonzalez recuerda, con la intensidad de su lenguaje narrativo, que pocas veces el mundo es normal.

  • La vida es corta y luego te mueres de Enric Pardo

    https://gigalibros.com/la-vida-es-corta-y-luego-te-mueres.html

    <>

  • Como ser famosa de Caitlin Moran

    https://gigalibros.com/como-ser-famosa.html

    A Johanna Morrigan, que firma sus cronicas musicales con el seudonimo de Dolly Wilde, la conocimos en Como se hace una chica, donde fuimos testigos de los ultimos coletazos de su adolescencia y sus primeros pasos en el mundo adulto y el mundillo musical. Aqui nos la encontramos ejerciendo de columnista en pleno estallido del britpop de los anos noventa.
    Con esta banda sonora de lujo, Como ser famosa relata los amorios de la protagonista con John Kite, que ahora se ha convertido en un cantante famoso con una apretada agenda; su amistad con la irreverente y ocurrente Suzanne, cantante del grupo femenino The Branks, y tambien su escarceo o encontronazo con un famoso comediante mas bien impresentable que responde al nombre de Jerry Sharp. Acaban en la cama y el graba el acontecimiento, para despues hacer correr entre sus colegas el video, que terminara en boca de medio Londres y obligara a Johanna a tomar una decision valiente y provocadora para atajar el bochorno…

  • Con la Tierra nos Basta de Isaac Asimov

    https://gigalibros.com/con-la-tierra-nos-basta.html

    En este volumen, el maestro Asimov muestra en quince lecciones como se escribe el cuento corto de ciencia ficcion: la idea brillante, el desarrollo rapido con economia de medios expresivos, el sorprendente giro final, encerrando tal vez la pequena moraleja que nos hace pasar de risuenos a pensativos.

  • Entregame tu corazon de Maribel Martin

    https://gigalibros.com/entregame-tu-corazon.html

    William era el hombre perfecto, al menos lo era para su amiga y Kristine estaba convencida a hacer cualquier cosa con tal de que empiecen a salir pero ?que ocurriria si ella comienza a enamorarse de el?

  • Un hermoso accidente de Veronica A. Fleitas Solich

    https://gigalibros.com/un-hermoso-accidente.html

    Domenico Martinelli, mas conocido como Dome, es un hombre divertido y sin prejuicios que tiene muy buena fama tanto dentro como fuera de Delice.

  • Amor proximo de Clara Voghan

    https://gigalibros.com/amor-proximo.html

    Bautista, con ayuda de su madre y aislandola de sus amigos y familiares, ha logrado dominar a Luisina, su esposa, hasta convertirla en una sombra de la persona vital y exitosa que era.

  • El zapato de oro de Maria Parra

    https://gigalibros.com/el-zapato-de-oro.html

    Esta historia comienza hace muchos, muchisimos anos en un prospero y pacifico reino; mas concretamente en una deslumbrante mansion rodeada por un bello jardin. Alli vivia un noble caballero junto a su joven hija, cuya madre habia fallecido hacia unos anos. Desde entonces la pequena Isabella, dotada de una desbordante energia, habia contado por unico companero de juegos a su gatito negro. Un dia, meditando acerca de su actual situacion, el padre decidio que no podian continuar asi. Su hija necesitaba los cuidados de una madre. Ademas, merecia disfrutar de la compania de unas hermanas. Por ello, el noble senor marcho de viaje para buscar, entre las damas de la nobleza del reino, a la mujer capaz de llevar su hogar y educar a su hija. Al cabo de unos meses escogio a una viuda, madre ya de dos hermosas y gentiles chiquillas de edades muy similares a la de Isabella. Se celebro con presteza la boda, sin ostentaciones ni algarabias, como correspondia al ser unas segundas nupcias. Tras el enlace, el padre de Isabella envio una misiva a la mansion con el fin de informar de la feliz noticia y el pronto regreso con su nueva madre y hermanas. Y llego el dia en cuestion. Isabella se encontraba en las cocinas, ocupada en ayudar en la preparacion de la comida, cuando uno de los mozos irrumpio en la estancia anunciando a voz en grito la llegada del amo. Desde el jardin se divisaba un carruaje aproximarse. --!!Que alegria!! !!Papa ya viene con mi nueva mama y mis hermanitas!! --exclamo la chiquilla henchida de alborozo al oir la ansiada nueva. Tan contenta estaba que al ir a quitarse el delantal, que protegia su vestido de posibles manchas, olvido soltar la larga cuchara de madera con la que instantes antes removia el guiso. Sucedio entonces que, al girarse con un impetuoso movimiento, tiro la cazuela al suelo. Por fortuna, gracias a estar hecha de resistente cobre no se hizo anicos. En cambio, su contenido no corrio la misma suerte y se desparramo por completo. La cuchara escapo de su mano y fue a aterrizar sobre la cabeza de una de las pinches. Sobresaltada, la jovencita lanzo una exclamacion de dolor mientras se llevaba las manos a la zona magullada. Tan entusiasmada se encontraba Isabella con la llegada de su nueva familia, que ni cuenta se dio del desastre organizado. Salio disparada de la cocina tirando el delantal al aire tras ella que volo y volo hasta posarse en el suelo, justo delante del sirviente portador de la noticia justo en el preciso instante en que se disponia a ayudar a varias sirvientas. Apresuradas querian limpiar el estropicio; ?que diria la nueva senora si se topaba con semejante desaguisado al llegar a su nuevo hogar? Y, sin darse cuenta, el hombre piso el delantal. Entonces, el tejido resbalo sobre las losetas de piedra haciendole patinar. Sorprendido, trastabillo y trato de recuperar el equilibrio mientras se esforzo por frenar su patinazo. Pero no lo logro e instantes despues cayo de culo justo sobre los restos del aun humeante guiso. Cuando Isabella cruzaba el umbral de la mansion se oyeron los alaridos del pobre mozo; acababa de abrasarse el trasero ademas de hacerse polvo la espalda. Sin embargo, la muchacha ni se dio cuenta. Tal era su emocion que ni veia, ni oia. Tan solo pensaba en su nueva madre y hermanas. --Que el cielo proteja a nuestra nueva senora --rezo suplicante la cocinera elevando los ojos al techo tras observar el panorama que presentaba su cocina--. Le va a hacer mucha falta con esta nina --anadio y dejo escapar un suspiro de alivio. Aunque en semejante situacion pareciera extrano tal sentimiento, lo cierto era que la fornida mujer preferia mil veces ver su cocina vuelta del reves y libre de la presencia de Isabella, que ordenada pero con ella entrometiendose en todo. Haciendo honor a su respetable oficio no soportaba las intromisiones en sus dominios y sus dominios eran las cocinas de aquella mansion, aun si la intrusa era una dulce y amable jovencita siempre deseosa de ayudar al projimo; incluso cuando el projimo no se lo pedia ni la necesitaba para nada. Y en opinion de la curtida cocinera, Isabella era una segura invitacion al desastre. Con ella cerca nunca podia estar tranquila. Siempre con el corazon encogido preguntandose que nueva calamidad caeria sobre su querida cocina. Entretanto, con aun mas entusiasmo, Isabella proseguia su carrera por el jardin directa hacia el carruaje. Justo acababa de parar a la entrada de la propiedad. --!Papa, querido papa! --exclamaba a voces mientras el caballero, su nueva esposa y las dos muchachas descendian del transporte. En su carrera agitaba los brazos saludando a su familia como si sus gritos no fueran suficiente llamada de atencion y en uno de esos movimientos, golpeo un rastrillo medio apoyado a la carretilla del jardinero. Este, como todos los dias, se hallaba ocupado con sus rosales, primulas, gladiolos y demas plantas que componian el delicado jardin. Pero, claro esta, para tener un hermoso jardin es necesario trabajar duro y dedicarle muchas horas. Por ello, al viejo empleado de la familia que no era muy dado al trato humano y poco le importaba si el amo estaba en casa o fuera o si llegaban visitas o nuevos miembros a la familia siempre y cuando no pisaran sus parterres, estaba concentrado en sus cosas sin prestar atencion a nada que no tuviera raices hundidas en la tierra. En tanto, sus utensilios se hallaban dispersos por la zona a la espera de ser usados. Del mismo modo, sin prestar atencion a la briosa y ruidosa carrera de la chiquilla, se encontraba Lucifer; el minino de la casa. Pese a tan sobrecogedor nombre era un gato de lo mas tranquilo. Y aun asi, el nombre resultaba de lo mas acertado. Por lo general, el felino gustaba de pasar el dia dormido, tirado en cualquier lado. La mayoria de las veces en los lugares mas insospechados o inoportunos. En cambio, si tenia un dia inusitadamente activo, medio dormitaba mientras observaba trabajar a alguno de los sirvientes de la mansion. Sin embargo, a la caida del sol, como les suele pasar a muchos de sus congeneres, se trasformaba en un animal activo y se dedicaba a pasear a sus anchas por la vivienda mientras todos descansaban. Asi, cuando alguno de los sirvientes o un miembro de la familia se levantaba de noche, porque habian olvidado cerrar una ventana o querian tomarse un vaso de leche con el fin de espantar el insomnio, y avanzaban en la penumbra de los silenciosos pasillos portando por unica iluminacion una vela con su correspondiente debil llamita y de pronto, entre las fantasmagoricas sombras proyectadas por la llama unidas a las producidas por su propia imaginacion, se topaban con unos ojos brillantes como brasas salidas de los infiernos, daban un brinco con el corazon palpitando a mil por hora y proferian siempre identica exclamacion: --!!Por Lucifer!! Con lo cual no podia haber mejor nombre para el. Ese dia Lucifer estaba tumbado sobre la blanda hierba, sintiendo como los rayos del dorado astro acariciaban su pelaje de ebano. Con los ojos convertidos en apenas unas ranuras ambarinas observaba cautivado como el jardinero se afanaba en sus labores, al tiempo que luchaba contra la agradable modorra que le invitaba al reino de los suenos. En tanto el minino lidiaba su particular batalla entre dormir o mantenerse despierto, el rastrillo golpeado por Isabella salio volando. Giro sobre si mismo y el palo choco con el otro lado de la carretilla lo cual impulso el rastrillo haciendolo volar mas alto. Sin que nadie observara la escena, hizo un nada desdenable vuelo por el cielo. Sobre todo para ser un rastrillo carente de alas. Pero el aterrizaje no parecia ser el punto fuerte del utensilio de jardineria y aterrizo con estrepito, por la parte puntiaguda, muy cerca de Lucifer. Tan cerca que casi le ensarta la cola. Se desperto de lo mas sobresaltado y con un verdadero susto de muerte, salio volando. Los gatos a pesar de igualmente carecer de alas, pueden volar muchisimo mas alto que los rastrillos de jardinero; sobre todo cuando se asustan. Aunque en aterrizajes son tan inexpertos como los utiles de jardineria. Eso si, tienen unas afiladas garras con las que aferrarse a lo primero que pillen. Y lo primero con lo que se topo Lucifer en su descenso, convirtiendose en su improvisada pista de aterrizaje, no fue otra cosa que la cara de Druzilla; una de las nuevas hermanastras de Isabella. Al notar como aquella cosa peluda y negra, salida de la nada, la aranaba y mordia aferrandose a ella como una lapa, la pobre muchacha pego un tremendo alarido mientras forcejeaba, desesperada por liberarse. Anastasia, la otra hermanastra de Isabella, fue en su auxilio. Lucho por apartar a Lucifer. Pero cuanto mas notaba que tiraban de el mas se asustaba y con mas fuerza clavaba unas y dientes. Ademas, los gritos de ambas jovencitas, la una por el sufrimiento y la otra rogando socorro, no ayudaban mucho precisamente a que el minino se sosegara. La madre de las chicas, muda de estupor, observaba tan rocambolesca escena. Entretanto, su esposo notaba como un sudor frio comenzaba a correrle por la frente. A todo esto, Isabella, sin enterarse de nada a pesar de estar por completo en su campo de vision, proseguia su particular maraton. Cuando apenas le quedaban unos metros para llegar hasta su nueva madre tropezo con su propio vestido, perdio el equilibrio y cayo hacia delante. Luego, rodo como una pelota la distancia restante hasta su familia para finalmente acabar espatarrada, sentada de culo y con las piernas abiertas justo frente su madrasta. --!!Mamita!! --exclamo jubilosa. Se abrazo a la cintura de la mujer, en su actual posicion era lo mas alto que llegaba, mientras ignoraba las vueltas que daba su cabeza. La noble dama se quedo de piedra y miro a la joven con el asombro grabado en el rostro. Luego dirigio la mirada a su nuevo esposo. --Querida, te presento a mi hijita --musito el caballero tras un nervioso carraspeo con una sonrisa forzada. Sudaba a mares. Su esposa no dijo palabra pero su cara lo decia todo. Senor, ?Donde me he metido? El padre de Isabella albergaba la esperanza de que la incorporacion de las tres feminas a sus vidas, lograra apaciguar el impulsivo caracter de la chiquilla. La noble senora, con el apoyo de sus hijas, puso todo su empeno en lograr sosegar a su hijastra. Intento aficionarla a la costura y el bordado, actividades propias de damas educadas, que ayudaba a templar el caracter dotando de mayor paciencia a las doncellas. Sin embargo, todo fue en balde y pronto comprendieron que no tenia remedio. Finalmente la familia asumio que la jovencita, a pesar de carecer de malicia alguna, era una verdadera fuerza de la naturaleza. Un desastre natural de proporciones devastadoras semejante a los tornados, terremotos, monzones o a la caida de meteoritos. Eventos de inevitable destruccion, los cuales era mejor que no te pillaran de por medio. Por ello, los habitantes de la mansion, resignados, hicieron lo unico posible; apartarse cuanto pudieron del camino de Isabella e intentar no salir heridos cuando estaba cerca. De este modo, fueron pasando los anos.

  • No hay reglas para olvidar de Iris T. Hernandez

    https://gigalibros.com/no-hay-reglas-para-olvidar.html

    Nasha dejo atras su zona de confort y se separo de su novio, Andres Zuniga, para lanzarse a la aventura, levantar su negocio y construir su reino.

  • El misterio de la palabra desvelada (La cancion de los viejos dioses 1) de Manuel Criba

    https://gigalibros.com/el-misterio-de-la-palabra-desvelada-la-cancion-de-los-viejos-dioses-1.html

    Alguien ha pronunciado una palabra oculta durante siglos y las consecuencias se dejaran ver en el otro lado del mundo
    Cordoba, siglo XI. La ciudad trata de levantarse de las ruinas del califato cuando una extrana maldicion parece haber caido sobre sus habitantes. Hace meses que ningun nino nace vivo dentro de sus murallas. El dolor se extiende entre las familias y nadie encuentra la razon de tal horror.
    Ludovicus es un sabio conocedor de la magia que llega a la ciudad en busca de su hija desaparecida. Pronto descubrira que la busqueda de la pequena y la solucion al misterio estan unidas por un hilo invisible. Para resolverlo tendra que abandonar todo aquello en lo que siempre creyo y mirar de frente al secreto que el mismo esconde.

  • Toda la verdad de Karen Cleveland

    https://gigalibros.com/toda-la-verdad.html

    Vivian Miller es una brillante analista de contrainteligencia de la CIA, donde se encarga de destapar celulas de espias rusos encubiertos en Estados Unidos. Tras acceder al ordenador de un posible agente, Vivian descubre un archivo con cinco fotografias. Un clic mas tarde, su vida se detiene: quien le sonrie desde una de las imagenes es su marido. Marido perfecto. Padre perfecto. ?Perfecto mentiroso?

  • Judas de Amos Oz

    https://gigalibros.com/judas.html

    Judas, el regreso de Amos Oz a la novela, genero que no habia frecuentado desde Una historia de amor y oscuridad, plantea una audaz y novedosa interpretacion de la figura de Judas Iscariote en el contexto de una angustiosa y delicada historia de amor.

  • Desgracia impeorable de Peter Handke

    https://gigalibros.com/desgracia-impeorable.html

    Publicada en 1972, “Desgracia impeorable” ocupa un lugar destacado dentro de obra de Peter Handke (1942), uno de los escritores actuales mas importantes, polemicos y populares en lengua alemana. En el libro, escrito pocas semanas despues del suicidio de su madre por una sobredosis de narcoticos, la angustia lleva al autor a profundizar en la memoria y encontrar para sus recuerdos formulaciones adecuadas. Y, en esta prosa cristalina, el relato preciso de la existencia de la madre (un mero salir adelante en que cobra fuerza la voluntad por dejar de ser <> para convertirse en <>), construido sobre un recuerdo vivido intensamente, se transforma en un ajuste de cuentas con la realidad, asi como en una lucida reflexion sobre la tarea del escritor.

  • Hermosa eternidad de Renee Ahdieh

    https://gigalibros.com/hermosa-eternidad.html

    El Aramis deberia haber legado al amanecer, tal como lo hacia en los suenos de Celine. El a se despertaria debajo de un cielo iluminado por el sol con la sal del oceano en la nariz y la ciudad se elevaria bril ante sobre el horizonte. Llena de promesas. Y de perdon. En vez de eso, la campana de laton que estaba en la proa del Aramis sono a la hora del crepusculo, el momento del dia que su amiga Pippa l amaba <>. Celine creia que eso era algo muy britanico. Habia comenzado a coleccionar ese tipo de expresiones al poco tiempo de conocer a Pippa hacia cuatro semanas, cuando el Aramis se habia detenido durante dos dias en Liverpool. Hasta el momento, su favorita era <>. Celine no sabia por que esas frases le habian parecido importantes en ese momento. Quizas era porque creia que, en los Estados Unidos de America, esas expresiones muy britanicas la bene ciarian mas que las expresiones muy francesas que el a era mas propensa a usar. En cuanto Celine oyo el sonar de la campana, se abrio camino hacia babor, seguida de los pasos ligeros de Pippa. El cielo estaba cubierto de zarcil os oscuros como la tinta que se expandian en forma de abanico, y una niebla fantasmagorica envolvia la Ciudad de la Luna Creciente. El aire parecio espesarse en el momento en el que las dos chicas escucharon al Aramis entrar en las aguas del Misisipi y acercarse cada vez mas a Nueva Orleans. Cada vez mas lejos de las vidas que habian dejado atras. Pippa inhalo y se froto la nariz. En ese instante, parecia tener menos anos que los dieciseis que tenia en realidad. --Despues de escuchar todas las historias, creia que seria mas bonita. --Yo creia que seria exactamente asi --respondio Celine con un tono tranquilizador. --No mientas. --Pippa le echo una mirada de reojo--. No me hara sentir mejor. --Quizas miento tanto para mi bene cio como para el tuyo. --Una sonrisa se asomo en la cara de Celine. --Sea como sea, mentir es un pecado. --Al igual que ser molesta. --Eso no esta en la Biblia. --Pero deberia estarlo. Pippa tosio para intentar disimular su sonrisa. --Eres terrible. Las hermanas del convento de las Ursulinas no sabran que hacer contigo. --Haran lo mismo que hacen con todas las chicas que no estan casadas y desembarcan en Nueva Orleans con todas sus posesiones materiales: me conseguiran un marido. --Celine contuvo el impulso de fruncir el ceno. El a habia tomado esa decision. Era lo mejor entre lo peor. --Si les pareces impia, te juntaran con el tonto mas feo de toda la cristiandad. No cabe ninguna duda de que sera alguien con una nariz bulbosa y una gran barriga. --Pre ero un hombre feo antes que uno aburrido. Y una gran barriga signi caria que es de buen comer, asi que... --Celine inclino la cabeza hacia un lado. --En serio, Celine. --Pippa rio, su acento de Yorkshire se entrelazaba entre las palabras como si se tratara de un encaje de Chantil y--. Eres la francesa mas incorregible que haya conocido. --Me atreveria a decir que no has conocido a muchas francesas. -- Celine sonrio a su amiga. --Al menos ninguna que hablara ingles tan bien como tu. Es como si hubieras nacido hablandolo. --Mi padre creyo que seria importante que lo aprendiera. Celine levanto un hombro, como si eso fuera todo y no apenas la mitad. Con la mencion de su padre, un frances respetable que habia estudiado linguistica en Oxford, una sombra amenazo con descender sobre el a. Una tristeza cuyo peso aun no podia soportar. Celine coloco una sonrisa torcida en su cara. Pippa cruzo los brazos como si se abrazara a si misma. La preocupacion parecia acumularse en su frente, debajo de su equil o rubio, mientras las dos chicas seguian observando la ciudad desde lejos. Todas las jovenes a bordo habian oido las historias susurradas. En alta mar, los mitos que habian compartido mientras bebian tazas de cafe arenoso y amargo habian cobrado vida propia. Se habian mezclado con las historias del Viejo Mundo y habian formado relatos mas ricos y oscuros. Nueva Orleans estaba embrujada. Habia sido maldita por piratas. Era merodeada por bribones. Se trataba de un ultimo refugio para quienes creian en la magia y el misticismo. Hasta habia algunas lenguas que hablaban de mujeres que poseian tanto poder y tanta in uencia como cualquier hombre. Eso habia hecho reir a Celine. Y, al mismo tiempo, el a se habia atrevido a tener esperanzas. Quizas Nueva Orleans fuera algo diferente de lo que parecia ser a primera vista. Afortunadamente, el a tambien lo era. Y si habia algo que podia decirse sobre las jovenes viajeras a bordo del Aramis, era que la posibilidad de conocer una magia como esa --un mundo como ese-- se habia convertido en algo vital. Sobre todo para quienes deseaban deshacerse del fantasma de sus pasados. Quienes deseaban convertirse en algo mejor y mas bril ante. Y mas que nada era vital para quienes querian escapar. Pippa y Celine observaban mientras se acercaban cada vez mas a lo desconocido. A sus futuros. --Tengo miedo --susurro Pippa. Celine no respondio. La noche habia tenido el agua, como si fuera una mancha oscura sobre un trozo de organza. Un marinero desalinado se balanceaba sobre una viga de madera con toda la gracia de un equilibrista mientras encendia una lampara en la proa del barco. Como si fuera una respuesta, el agua parecio l enarse de lenguas de fuego que cobraron vida y pintaron la ciudad con un tono verde todavia mas fantasmagorico. La campana del Aramis volvio a repicar para avisar a quienes estaban en el puerto que distancia le quedaba por recorrer al barco. Otras pasajeras subieron a la cubierta y se colocaron junto a Celine y Pippa mientras murmuraban en portugues y espanol, ingles y frances, aleman y holandes. Eran mujeres jovenes que habian dado un salto de fe y habian dejado sus tierras en busca de nuevas oportunidades. Sus palabras se mezclaban para formar una dulce cacofonia de sonidos que, en cualquier otra circunstancia, habria tranquilizado a Celine. Ya no. Desde aquel a noche fatidica entre las sedas del atelier, Celine habia anhelado estar rodeada de un silencio comodo. Hacia semanas que no se encontraba segura en presencia de otros. Ni segura con el alboroto de sus propios pensamientos. Lo mas parecido a la sensacion de vadear por aguas mas bien tranquilas habia sido estar en presencia de Pippa. Cuando el barco ya estaba bastante cerca del puerto, Pippa se aferro de forma repentina a la muneca de Celine, como si intentara armarse de valor. Celine ahogo un grito de sorpresa. Se estremecio ante el contacto inesperado. Como si hubiera recibido una salpicadura de sangre sobre la cara y la sal hubiera tenido sus labios. --?Celine? --pregunto Pippa con los ojos muy abiertos--. ?Que sucede? Celine respiro por la nariz para tranquilizar su pulso y envolvio ambas manos alrededor de los dedos frios de Pippa. --Yo tambien tengo miedo. UN ESTUDIO SOBRE CONTRASTES Veintitres pasajeras desembarcaron del Aramis, cada una con un baul de madera sencil o l eno con sus posesiones materiales. Despues de consultar el mani esto, el o cial de la aduana les permitio pisar suelo estadounidense. Una hora mas tarde, siete chicas subieron a un carruaje sencil o y comenzaron a avanzar a traves de las cal es oscuras de la ciudad hacia el convento de las Ursulinas. El futuro de las demas las aguardaba en el puerto. El carruaje descubierto rodaba sobre los adoquines. A todo su alrededor, habia ramas que colgaban con el peso de las ores coloridas. Las cigarras y los escarabajos sonaban desde las sombras y sus susurros parecian hablar de una historia embrujada. Una brisa tropical se sacudio entre las ramas de un roble que lindaba con una plaza pequena. Celine sintio de una forma rara la calidez de ese brazo contra su piel, sobre todo en contraste con el ligero frio de una noche de nales de enero. Pero el a sabia que no debia quejarse. Era muy probable que la cal e de Paris en la que estaba su casa estuviera salpicada de nieve, y faltarian semanas para que pudiera usar el comodo vestido de muselina que l evaba puesto en ese momento. Celine recordo el junio anterior, cuando lo habia confeccionado con los retazos que habian sobrado del elegante vestido que habia disenado para una mujer adinerada conocida por sus encuentros infames. En ese momento, Celine habia imaginado como seria asistir a una de esas reuniones y mezclarse con los miembros mas chic de la sociedad parisina. Los deslumbraria con su amor por Shakespeare y Voltaire. Usaria ese mismo vestido, cuyo tono purpura intenso contrastaba de forma encantadora con su piel clara y cuya sobrefalda estaba repleta de pliegues y volantes elaborados. Y l evaria sus rizos negros apilados sobre la coronil a, el ultimo peinado en adornar las cabezas de las amantes de la moda en la ciudad. Celine rio hacia sus adentros divertida por el recuerdo de la chica de diecisiete anos que solia ser. Por las cosas que esa chica habia sonado con experimentar. Por las cosas que habia deseado tener y disfrutar: la entrada a la sociedad de mujeres elegantes para quienes confeccionaba vestidos que el as desecharian un par de dias mas tarde. La posibilidad de enamorarse de un joven guapo que le robara el corazon con poemas y promesas. Ahora la mera idea le parecia ridicula. Despues de varias semanas de viaje en barco durante las cuales habia estado enterrado en las profundidades de un baul de madera, el vestido arrugado que Celine tenia puesto esa noche re ejaba el giro inesperado que habia tomado su vida. No era un atuendo apto para la misa del domingo, mucho menos para una esta. Al pensarlo, Celine se acomodo sobre el asiento de madera y sintio que el corse se clavaba en sus costil as. Cuando respiro hondo, las varil as le pel izcaron los pechos. Y percibio un aroma tan delicioso que la distrajo. Inspecciono la plaza en busca de su origen. En la esquina que estaba delante del roble, habia una panaderia al aire libre que le hizo acordarse de su boulangerie favorita en el Boulevard du Montparnasse. El aroma a masa frita y al azucar que se derretia con lentitud oto entre las hojas cerosas del arbol de magnolias. No muy lejos, las contraventanas de varios balcones se cerraron con un golpe y una celosia cubierta con buganvil as de un color rosa intenso se sacudio e hizo que las ores temblaran como si tuvieran miedo. O, quizas, como si anticiparan algo. Deberia haber sido algo bel isimo de contemplar. Pero la encantadora imagen parecia estar tenida con algo siniestro. Como si un dedo palido se hubiera colado entre las cortinas y la estuviera l amando hacia un abismo oscuro. La sabiduria le dicto que hiciera caso a la advertencia. Sin embargo, Celine se sintio fascinada. Cuando echo un vistazo a las otras seis chicas que estaban en el carruaje --habia cuatro sentadas a un lado y tres, al otro--, noto un conjunto de miradas de ojos bien abiertos y expresiones que parecian ser varios ejemplos de inquietud. ?O quizas fuera entusiasmo? Al igual que con las buganvil as, era imposible estar segura. El carruaje se detuvo en una esquina ajetreada y los cabal os que lo arrastraban sacudieron sus crines. Un grupo de personas con todo tipo de vestimentas --desde los mas adinerados con sus cadenas de relojes de oro hasta los mas humildes con sus harapientas prendas de lino-- cruzaron Decatur Street con paso rapido y determinado, como si tuvieran una mision que cumplir. La situacion parecia rara en ese momento del dia, que solia estar marcado por los nales mas que por los comienzos. Como Pippa era quien estaba mas cerca del conductor, fue el a quien se inclino hacia adelante para dirigirse a el. --?Hay algun evento importante esta noche? ?Algo que explique la multitud de personas?

  • Momentos especiales (Extras Moteros 5) de Patricia Sutherland

    https://gigalibros.com/momentos-especiales-extras-moteros-5.html

    Despues de semanas viendo a Pau echar el resto para poder estar juntos, Tina decide, por una vez, ser quien de el paso, y se presenta por sorpresa en Menorca.

  • El Plan C de Anna Polux

    https://gigalibros.com/el-plan-c.html

    Sandie Davies y Elizabeth Cooper trabajan juntas en una revista para mujeres lesbianas y bisexuales y, a pesar de que

  • La Torre de Daniel O'malley

    https://gigalibros.com/la-torre.html

    <>. Asi comienza la carta que Myfanwy Thomas tiene en las manos cuando despierta en un parque de Londres sin ningun recuerdo de su identidad y rodeada de cadaveres. Las instrucciones que le ha dejado su antiguo yo la conducen hasta una agencia secreta al servicio de Su Majestad para la que supuestamente trabaja con el alias de <> investigando casos <>; por ejemplo, gente que se cuela en suenos ajenos, ninos letales o personas que poseen varios cuerpos y que pueden suponer una amenaza sobrenatural para el Reino Unido. Para colmo, pronto descubre otra amenaza inesperada: hay un topo en la organizacion que la quiere muerta. Pero ?como detectar al traidor entre un monton de nuevos companeros a los que podria decirse que ha olvidado? Rebosante de suspense y humor, La torre constituye un debut literario desvergonzadamente imaginativo que encandilara a los seguidores de las novelas de espias con una buena racion de misterio y elementos sobrenaturales. Proximamente Lionsgate producira su adaptacion televisiva para Starz.

  • El nombre del canalla de Adriana Hartwig

    https://gigalibros.com/el-nombre-del-canalla.html

    En medio de los susurros de un pasado que, como un fantasma, se niega a
    morir del todo, se esconde un nombre. Otro, canalla, que invoca a un
    alguien aborrecido, lo reemplaza. ?Quien es el hombre que se esconde
    detras de ese otro sin escrupulos, vacio de sentimiento, que se hace
    llamar Dante Rivera?

  • Mi hermanastro es un highlander de Olivia Kiss

    https://gigalibros.com/mi-hermanastro-es-un-highlander.html

    Samantha resoplo --por octava vez aquella tarde-- cuando por la megafonia del avion informaron de que estaban a punto de atravesar una zona de turbulencias. Aun no entendia que diablos estaba haciendo en aquel avion. Como se habia dejado convencer para atravesar el Atlantico para asistir a la enesima locura de su madre en los ultimos siete anos. Mas en concreto... a la tercera boda de su madre en los ultimos siete anos. A Samantha le costaba identificar a la mujer que ocupaba el asiento contiguo al suyo con la madre que la habia criado durante los primeros dieciseis anos de su vida. Connie Ross habia sido una mama de pelicula. Literalmente. De esas que se utilizan como topico en el cine y las series de television. Horneaba galletas para las fiestas escolares, era la presidenta de la Asociacion de Padres, llevaba a Samantha tres dias a la semana al entrenamiento de gimnasia ritmica y estaba, ademas, siempre de buen humor. Y guapa. Muy guapa, tambien. Cuando a Samantha le quedaban un par de anos para acabar el instituto y matricularse de Arquitectura en Harvard, su madre dio la sorpresa. Se habia enamorado de su profesor de salsa y queria el divorcio. Samantha y su padre se quedaron tan impactados que tardaron algunas horas en darse cuenta de que no era una broma. Y si a Samantha alguien le hubiera preguntado si preferia quedarse a vivir con su padre o marcharse con su madre... estaba segura de que habria elegido permanecer en la vivienda familiar, en la que habia crecido, junto a su padre, que era un hombre formal pero divertido, un arquitecto de prestigio cuyos pasos sonaba seguir su unica hija. Pero es que nadie le dio opcion. Connie, segun sus propias palabras, queria <>. Seguramente su intencion no era mala al decir aquello, incluso Samantha entendia en parte a que se referia, pero... tardo anos en perdonarla. Irse a la universidad fue una liberacion. Su padre habia quedado destrozado despues del divorcio, perdido sin la presencia del amor de su vida. Ademas de que ni siquiera sabia donde guardaba los calcetines. Cuando Samantha comprobaba su inutilidad domestica, a veces tenia tentaciones de comprender a su madre. Pero se le pasaban pronto. Ella se convirtio en la sustituta de su madre al frente de la casa, a pesar de que solo era una adolescente cuando aquella responsabilidad le cayo sobre los hombros. Pero todo compenso cuando se fue a Harvard. Alli vivio un ano en una residencia de estudiantes, donde conocio a Amy y Lisa, que a partir del segundo curso se convirtieron en sus companeras de piso. En Harvard estudio mucho, pero tambien disfruto, aprendio bastante sobre la vida y acabo de definir lo que queria hacer con su futuro: regresar a Nueva York, entrar a trabajar en el estudio de su padre y utilizar el fideicomiso de su abuela para comprarse un apartamento bonito en Manhattan. Acababa de cumplir los veintitres, pero nadie podia negarle que el resto de su vida estaba perfectamente planificado. --?De verdad no quieres una copa de champan? --Connie la distrajo de sus pensamientos --. !Es gratis! Edward se ha portado fenomenal pagandonos el pasaje en primera clase, ?no crees? --De maravilla --le respondio, con una mueca sarcastica. Sus dos maridos anteriores tambien habian sido <> hasta que dejaron de serlo--. Pero no bebo, mama, no se cuantas veces tengo que decirtelo. --?Ni siquiera cuando es gratis? Samantha miro a su madre durante unos segundos. Retuvo en la punta de su lengua una respuesta mordaz y se limito a contestar con un resoplido, coger la almohada que la azafata le habia dado al entrar en el avion y recostarse contra la ventanilla. Sabia que no dormiria --nunca lo lograba en los aviones--, pero fingiria si hacia falta durante las seis horas que aun restaban para aterrizar en Edimburgo. Samantha habia asistido a la segunda boda de su madre, la primera despues de dejar a la familia. Habia sido con aquel bailarin cubano y la celebracion no habia estado mal, pero el matrimonio duro exactamente diecisiete dias. Asi, al modo de las famosas que se casan en Las Vegas en una locura de amor. Cuando, dos anos despues, le comunico que volvia a casarse, Samantha alego un examen importantisimo en la facultad y se salto el trance de volver a ver a su madre haciendo el ridiculo. Y aun no sabia como habia logrado convencerla para asistir a esa tercera boda. Desde luego, si hubiera sabido antes de aceptar que la boda se celebraria al otro lado del mundo, su respuesta habria sido un rotundo <>. Que se le habia perdido a ella en Edimburgo, se preguntaba Samantha mientras aquel avion se meneaba de un lado a otro en su vuelo sobre el Atlantico. A ella ni siquiera le gustaba Europa. Samantha era cuadriculada, en todos los sentidos posibles del termino. Le gustaban las cosas ordenadas, las ciudades como Manhattan, que componen una cuadricula perfecta sobre el suelo. Ella misma aseguraba que era capaz de atravesar las doce avenidas con los ojos cerrados, sabiendo los pasos exactos que separaban una manzana de otra. Habia viajado en sus anos de estudiante y no habia logrado enamorarse de Paris, Londres ni Roma como lo habian hecho sus amigas. No le gustaban sus callejuelas estrechas, los incomodos adoquines, la piedra envejecida. Ella habria construido el mundo entero en madera clara, acero y cristal. En blanco, negro y gris. Habia leido algo sobre Edimburgo cuando se habia enterado de que la boda se celebraria alli. Se habia emocionado un poco al saber que la ciudad se dividia en la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, pero su gozo habia caido directo al pozo de la desilusion europea al descubrir que la Ciudad Nueva databa del siglo XVIII. ?Pero de cuando era la Vieja, entonces? ?De la Prehistoria? --?Sabes en que barrio esta nuestro hotel? --le pregunto a su madre en cuanto su iPad consiguio conectarse a la wifi del avion. No tenia sentido seguir fingiendo que dormia si podia dedicar un rato a navegar por internet. --?Hotel? --Su madre estallo en una carcajada--. ?Que hotel? --El hotel en el que nos alojaremos, mama. ?Que hotel va a ser? --?Pero tu te crees que Edward va a permitir que nos alojemos en un hotel? !Nos quedaremos en su casa! --No, no, no, no. --Una migrana. Eso estaba naciendo en las sienes de Samantha mientras iba recibiendo nuevas informaciones sobre el viaje. La entrega de su proyecto final de master la habia tenido demasiado distraida en las semanas anteriores y no habia podido supervisar todos los detalles con el celo habitual en ella--. Yo no me voy a alojar en casa de un hombre al que apenas conozco. Dime ahora mismo la zona en la que esta su casa y busco un hotel cercano. --Espera que lo busco. --Connie abrio su agenda y leyo--: Clashindarroc. --?Clashindarroc? ?Eso es la calle? --Debe de ser. Samantha hizo una busqueda en su tablet. Y despues otra. Y otra mas. A la cuarta se convencio de que no fallaba Google, sino la informacion que le habia proporcionado su madre. --Segun Google, Clashindarroc es un pueblo a unas tres horas en coche de Edimburgo. --Ah, si, claro. Donde esta el castillo. --?Que castillo? --A Samantha le costaba dilucidar si su madre se habia pasado con el champan o, simplemente, era asi. --El castillo donde se celebrara la boda. --??Vais a casaros a tres horas de donde nos alojamos?? ?Pero a que hora vamos a tener que levantarnos? --No entiendes nada. --Connie puso los ojos en blanco, como si no fuera ella la de la informacion deficiente, sino Samantha a la que le costaba pillarlo--. El castillo es la casa de Edward. Bueno, no la de el exactamente, sino la de su familia, desde hace algo asi como tres o cuatro siglos. El ahora vive en Edimburgo en un apartamento, pero quiso que la boda se celebrara alli porque... --Mama, para. --Samantha no queria gritar. Ella nunca gritaba. Mucho menos, en un avion --. ?Me estas diciendo que Edward y tu os casais en un castillo en las Highlands, y que es alli donde habiais pensado que nos alojaramos? --!Claro! ?Que no has entendido? Samantha se nego a contestar. Si las ciudades europeas no eran su fuerte, desde luego, los pueblos perdidos en medio del campo eran algo parecido a su idea del infierno. Cogio su iPad de nuevo y tecleo con tanta furia que tuvo miedo a cargarse la pantalla con una de sus unas de manicura perfecta. Esa si seria una desgracia dificil de soportar. --?Y que estas haciendo ahora? --Buscar un hotel en Clashinro... Clashdan... Clashindarroc. O como cono se llame ese lugar perdido del mundo. --Buena suerte. El tono ironico y la carcajada seca de Connie podrian haberle dado una pista a Samantha de que su busqueda no iba a ser tan sencilla, pero ni siquiera le estaba prestando atencion, en medio de su frenesi de busqueda de alojamiento. --Mierda de wifi... --Samantha no solia decir palabrotas; esa era una de las muchas normas que se autoimponia, pero no pudo evitarlo cuando actualizo por cuarta vez la pagina de busqueda de hoteles y los resultados seguian saliendo en blanco. --?Que pasa? --No me carga los hoteles del pueblo ese. --Es que no hay hoteles --dijo Connie, como si tal cosa. --?Que? --Que no hay ningun hotel en Clashindarroc. --?Como no va a haber...? --Es un pueblo de unos sesenta habitantes. El hotel mas proximo esta a un buen trecho en coche y es en realidad un bed and breakfast sin bano en la habitacion siquiera. Creeme, Edward se informo de todo para alojar a los invitados de la mejor manera posible. Los mas cercanos se alojaran con nosotros en el castillo y algunos otros en Inverness y llegaran en un autobus a primera hora de la manana del dia de la boda. --Pues... --Y no, no quedan plazas ni en ese hotel ni en el autobus. --Maldita sea... Samantha dijo <> como resumen. Lo que en realidad habria querido decir era la version completa: <>. La habia enternecido su madre en una visita que le hizo al campus. Llevaba ya dos anos de relacion con Edward cuando el le pidio matrimonio y, por una vez, parecia que aquello iba en serio. Hasta Samantha tenia que reconocer que no se podia comparar a las dos anteriores experiencias matrimoniales de Connie. Incluso Edward habia aparecido por sorpresa al dia siguiente para entregarle en persona el precioso tarjeton --color marfil, tipografia clasica, letras doradas, un elegante filo de estampado de tartan-- a traves del cual la invitaban a acompanarlos en el dia mas importante de sus vidas. Asi lo habia dicho el. Y alli estaba, en aquel maldito avion que no dejaba pasar ni una sola turbulencia. No le sonaba apetecible cuando creia que estaba volando a Edimburgo. Empeoraba bastante si pensaba en un pueblo de las Highlands, un castillo lleno de desconocidos y una boda que solo podia cruzar los dedos para que fuera la ultima a la que asistiera. Al menos, con su madre como protagonista. Sabia que no iba a dormir, pero Samantha se acurruco de nuevo en su almohada de viaje. De repente, volvia a sentirse como una nina pequena, enfurrunada, triste y con unas ganas enormes de estar de vuelta en su cama, rodeada de sus cosas. En el medio de su zona de confort, su lugar favorito del mundo.

  • El Secreto de la senorita Sinclair de Amylynn Bright

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-la-senorita-sinclair.html

    Anna Sinclair es una inglesa que se niega a asentarse; no si todas sus amigas han encontrado el amor. Cuando recibe un mensaje diciendo que su padre, el general Sinclair, esta perdido y se lo presume muerto en America poco despues de la guerra de 1812, sabe que no tiene nada que perder yendo a buscarlo. En un pais salvaje, tendra que navegar por el rio Mississippi, atravesar kilometros de bosque, terremotos, indios y un capitan americano absurdamente atractivo.

  • El mar blanco de Roy Jacobsen

    https://gigalibros.com/el-mar-blanco.html

    Nadie puede estar solo en una isla… Sin embargo, Ingrid esta sola en Barroy, la isla que lleva su nombre, mientras la guerra de su infancia ha sido sustituida por una guerra aun mas terrible y Noruega se encuentra bajo el dominio de los nazis.
    Cuando el mar arrastra a la orilla los cuerpos de los soldados de un buque bombardeado, Ingrid no se imagina que uno de ellos aun tendra vida suficiente para borrar toda una existencia de soledad.
    Tampoco se imagina lo que sufrira para proteger a su amante de los alemanes y de los colaboradores noruegos ni el periplo al que se enfrentara para volver a casa tras ser arrancada de su isla. Ni que, durante los estragos de la guerra, rodeada de refugiados que huyen de la hambruna por tierra quemada, recibira un regalo de valor inconmensurable.
    Roy Jacobsen retoma a los personajes de Los invisibles y nos sumerge con mayor profundidad en sus vidas al tiempo que hace un poderoso retrato de un ano decisivo en la historia de Noruega.

  • Valentine de Eva P. Valencia

    https://gigalibros.com/valentine.html

    Basta un instante para que la vida de cualquier persona cambie para siempre>>.

  • Solo tienes que pedirmelo de Emily Blaine

    https://gigalibros.com/solo-tienes-que-pedirmelo.html

  • El ultimo regalo de Paulina Hoffmann de Carmen Romero Dorr

    https://gigalibros.com/el-ultimo-regalo-de-paulina-hoffmann.html

    Paulina Hoffmann crece en el infierno del Berlin nazi, pero el horror invade del todo su vida cuando el ejercito ruso ocupa la ciudad al final de la guerra. En esos dias, su madre toma una decision que marcara para siempre la historia de Paulina: su huida desesperada al Madrid de la posguerra, su apasionada juventud en Espana, su inesperado matrimonio y, sobre todo, el gran amor hacia sus hijos y su unica nieta, Alicia.
    Sera Alicia la que, muchos anos mas tarde y tras la muerte de Paulina, decida viajar sola a Berlin para sumergirse en el pasado de la mujer de la que tanto aprendio y comprender el ultimo secreto de su abuela, una autentica superviviente que logro decidir su propio destino a pesar de los recuerdos y el silencio.

  • Contrato con Dios de Juan Gomez Jurado

    https://gigalibros.com/contrato-con-dios.html

    Un multimillonario estadounidense y un arqueologo israeli, acompanadospor una intrepida periodista espanola, encabezan una expedicion secreta al monte Sinai para encontrar el Arca de la Alianza. Una mision apasionante pero plagada de peligros, pues deben sortear las intrigas de los servicios secretos vaticanos y de un terrorista maquiavelico; si el Arca cayera en malas manos nadie podria impedir el estallido de la Tercera Guerra Mundial. Gomez-Jurado nos ofrece una aventura fascinante de ritmo frenetico y lectura agil que recorre con intriga dos mil anos de historia de Oriente Medio.

  • Revoluciones de Joaquin Estefania

    https://gigalibros.com/revoluciones.html

    El ultimo medio siglo (1968-2018) ha sido testigo de una generacion que amanecio a la madurez con la alegria revolucionaria de Mayo del 68 y que se esta jubilando en pleno vigor de una revolucion conservadora y de los populismos de extrema derecha que amenazan con llevarse por delante muchas de las conquistas civilizatorias de este tiempo. Esa generacion es la que ha mandado. Una generacion que con sus aciertos, sus contradicciones, sus arrebatos de colera (a veces ingenuos; a veces violentos; casi siempre justos) o su resignacion ha tratado de cambiar el mundo, aunque no con la profundidad y la velocidad que previeron sus protagonistas, algunos de los cuales podrian decir: ‘Queriamos cambiar el mundo y el mundo nos ha cambiado a nosotros’. A cada ano magico revolucionario (1968: Paris, Praga, Mexico; 1999: movimiento antiglobalizacion; 2011: los indignados) le ha sucedido una reaccion (1979-1980: Thatcher y Reagan; 2011: los neocons; 2017: Trump) que ha pretendido siempre volver al statu quo anterior, a lo que creian un estado natural de las cosas, utilizando los principios de coercion y persuasion, el poder duro y el poder blando. Durante aquellos anos magicos, los jovenes como categoria historica han disputado a la clase obrera el monopolio del protagonismo redentor de los cambios que esta tuvo durante el siglo xix y primera parte del xx. El sentido de la historia lo daba el progreso, pero el motor de la historia no ha sido solo la lucha de clases, sino las ansias de un grupo transversal de ciudadanos que ha reivindicado su lugar en la politica, la economia y la cultura.

  • Mi hermana, asesina en serie de Oyinkan Braithwaite

    https://gigalibros.com/mi-hermana-asesina-en-serie.html

    Apuesto a que no sabiais que la lejia enmascara el olor a sangre. La mayoria de gente la utiliza indistintamente y da por hecho que es un producto que sirve para todo. No se molestan en leer la composicion en la etiqueta, ni en volver a echar un vistazo a la superficie que acaban de limpiar. La lejia desinfecta, pero para eliminar residuos no es ninguna maravilla. Por eso no la uso hasta haber eliminado cualquier rastro de vida y de muerte del cuarto de bano. Es evidente que lo han reformado hace poco. Tiene ese aspecto de no haberse utilizado nunca, sobre todo despues de haberme pasado casi tres horas limpiandolo. Lo mas complicado ha sido llegar a la sangre que se habia filtrado entre el plato de ducha y la junta, un sitio facil de descuidar. No hay nada sobre ninguna superficie: el gel, el cepillo de dientes y la pasta dentifrica estan guardados en el armario que hay sobre el lavabo. Luego esta la alfombra de ducha: una cara negra sonriente dentro de un rectangulo amarillo en una habitacion por lo demas blanca. Ayoola esta sentada sobre el asiento del inodoro, con los pies arriba, abrazandose las rodillas. Se le ha secado la sangre del vestido y no hay riesgo de que gotee sobre el suelo blanco y, ahora, brillante. Lleva las rastas recogidas en un mono para que no rocen el suelo y no deja de mirarme con sus grandes ojos marrones. Le da miedo que este enfadada, que cuando termine lo que estoy haciendo le eche un sermon. Yo no estoy enfadada. En todo caso, estoy cansada. Me cae el sudor de la frente al suelo y lo limpio con la esponja azul. Cuando me ha llamado estaba a punto de cenar. Habia dejado todo preparado en la bandeja: el tenedor a la izquierda del plato, el cuchillo a su derecha. Habia doblado una servilleta en forma de corona y la habia colocado en el centro. Habia pausado la pelicula en los creditos iniciales y el temporizador del horno acababa de sonar cuando mi telefono ha empezado a vibrar violentamente sobre la mesa. Cuando llegue a casa, la cena ya estara fria. Me levanto y aclaro los guantes en el lavabo, pero no me los quito. Ayoola mira mi reflejo en el espejo. --Tenemos que mover el cuerpo --le digo. --?Estas enfadada conmigo? Quiza una persona normal lo estaria, pero ahora lo que siento es la urgente necesidad de deshacerme del cuerpo. Cuando he llegado, lo hemos transportado hasta el maletero de mi coche para poder limpiar y fregar sin tener que estar soportando su fria mirada. --Coge tu bolso --respondo. Volvemos al coche y el sigue en el maletero, esperandonos. A estas horas de la noche, en el Puente Continental 3 apenas hay trafico y, como no hay farolas, esta muy oscuro, pero mas alla del puente se ven las luces de la ciudad. Lo llevamos al mismo sitio donde llevamos al ultimo: lo lanzamos y cae al agua. Por lo menos no estara solo. Se ha filtrado un poco de sangre en el revestimiento del maletero. Ayoola se ofrece a limpiarla, porque se siente culpable, pero yo le quito la mezcla de las manos. La he preparado yo misma con una cucharada de amoniaco y dos de agua. La echo sobre la mancha. No se si en Lagos tienen la tecnologia necesaria para llevar a cabo una investigacion rigurosa de una escena del crimen, pero Ayoola nunca podria limpiar de manera tan eficiente como yo. LA LIBRETA --?Quien era? --Femi. Estamos en mi habitacion y yo escribo el nombre. Ayoola esta sentada con las piernas cruzadas en mi sofa, descansando la cabeza sobre el respaldo del cojin. Mientras se banaba, he quemado el vestido que llevaba y ahora se ha puesto una camiseta rosada y huele a polvos de talco. --?Y su apellido? Ella arruga la frente, aprieta los labios y sacude la cabeza, como si intentara lograr que el apellido salte del fondo del cerebro hasta la parte frontal. No le sale y se encoge de hombros. Yo deberia haber cogido su cartera. Cierro la libreta. Es pequena, mas que la palma de mi mano. Una vez vi un video de TEDx en que un hombre afirmaba que le habia cambiado la vida el hecho de llevar una libreta encima y anotar en ella un momento feliz cada dia. Por eso la compre. En la primera pagina, escribi: <>. Desde entonces no he escrito practicamente nada en ella. --No es culpa mia, ?sabes? Pero yo no lo se. No se a que se refiere. ?A su incapacidad de recordar el apellido? ?O a su muerte? --Cuentame que paso. EL POEMA Femi le habia escrito un poema. (Ella recuerda el poema, pero no su apellido. ) Te reto a que encuentres un defecto en su belleza; o a dar a luz a una mujer capaz de estar a su lado sin palidecer. Se lo habia dado escrito en un trozo de papel dos veces doblado que recordaba a nuestra epoca en el instituto, cuando los adolescentes se pasaban notas de amor en la ultima fila del aula. Todo eso la habia conmovido (pero vamos, a Ayoola siempre le conmueve que alaben sus meritos), de modo que habia aceptado ser su novia. Cuando cumplieron un mes de relacion, ella lo apunalo en el bano de su piso. No era su intencion, por supuesto que no. El se habia enfadado y le gritaba en la cara con su aliento caliente que apestaba a cebolla. (Pero ?por que llevaba la navaja?) Era por proteccion. Con los hombres nunca se sabia, querian lo que querian cuando lo querian. Ella no pretendia matarlo, solo ahuyentarlo, pero a el no le habia asustado su arma. Media mas de metro ochenta y ella le pareceria una muneca, con su cuerpo pequeno, sus pestanas largas y sus carnosos labios rosados. (Descripcion de ella, no mia.) Lo mato con la primera punalada, directa al corazon. Pero despues le asesto dos mas para asegurarse. El cayo al suelo y ella solo oia su propia respiracion. CUERPO ?Este os lo sabeis? Entran dos chicas a una habitacion. La habitacion esta en un piso situado en una tercera planta. En la habitacion hay un cadaver de un hombre. ?Como llevan el cuerpo hasta la planta baja sin ser vistas? Primero, reunen el material. --?Cuantas sabanas necesitamos? --?Cuantas tiene? Ayoola salio corriendo del bano y volvio armada con la informacion de que habia cinco sabanas en el armario de la colada. Yo me mordi el labio. Necesitabamos muchas, pero me daba miedo que su familia sospechara si la unica sabana que quedaba era la que tenia puesta en la cama. Para el hombre promedio eso no hubiera sido nada peculiar, pero este era meticuloso. En la estanteria los libros estaban ordenados alfabeticamente por autor. En el bano tenia la gama completa de productos de limpieza; hasta compraba el mismo desinfectante que yo. Y la cocina estaba reluciente. Ayoola parecia estar fuera de lugar, como una plaga en una existencia por lo demas pura. --Trae tres. Segundo, limpian la sangre. Absorbi la sangre con una toalla y la escurri en el lavabo. Repeti la operacion hasta que el suelo quedo seco. Ayoola rondaba por alli, se apoyaba en un pie y luego en el otro. Yo ignore su impaciencia. Se tarda mucho mas en deshacerse de un cuerpo que de un alma, sobre todo si no quieres que quede ningun rastro de juego sucio. Pero yo no dejaba de lanzar miradas al cadaver desplomado, apoyado contra la pared. No podria hacer un trabajo riguroso hasta que el cuerpo estuviese en otro sitio. Tercero, lo convierten en momia. Extendimos las sabanas en el suelo ya seco y ella enrollo el cuerpo. Yo no queria tocarlo. Distingui su torso esculpido por debajo de la camiseta blanca. Parecia un hombre capaz de sobrevivir a un par de heridas, pero lo mismo podia decirse de Aquiles o de Cesar. Era una pena pensar que tras la muerte, su espalda ancha y sus abdominales tonificados irian menguando hasta quedar reducidos a poco mas que hueso. Cuando llegue, le comprobe tres veces el pulso, y despues otras tres mas. Podria haber estado durmiendo, con aquel aspecto tan apacible. Tenia la cabeza hacia delante, la espalda curvada contra la pared y las piernas de lado. Ayoola empujaba el cuerpo hacia las sabanas con la lengua fuera. Se limpio el sudor de la frente y se mancho de sangre. Doblo un trozo de sabana y cubrio el cuerpo con ella, ocultandolo de la vista. Despues la ayude a hacerlo rodar y a envolverlo firmemente entre las sabanas. Nos pusimos de pie y lo miramos. --?Ahora que? --pregunto.

  • Cibertormenta de Matthew Mather

    https://gigalibros.com/cibertormenta.html

    Mike Mitchell es un hombre corriente, con una vida corriente, que hace todo lo posible por mantener a su familia unida, pero de pronto se encuentra luchando solo para mantenerla con vida cuando una extrana cadena de desastres empieza a destruir el mundo que los rodea. Internet se cae.

  • El regreso de !Y tenia que ser – Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter

    https://gigalibros.com/el-regreso-de-y-tenia-que-ser-8211-norah-carter.html

    La felicidad cuesta y no es eterna. Eso lo descubre Davinia tres anos despues de su idilica vida junto a Peter.
    Un e-mail para el hace que las alarmas de ella salten y, aunque al principio no cree soportarlo, decide jugar. Vengarse de el…
    Una ex-mujer que reaparece cuando otra desconocida tambalea su relacion. Unos mosqueteros, sus amigos, quienes, mas que nunca, la apoyaran y un cumulo de erroneas decisiones llevaran al limite a la pareja perfecta.
    ?Un amor real? Eso solo lo descubriras con la reaparicion de El Jefe.

  • El Traje Gris de Andrea Camilleri

    https://gigalibros.com/el-traje-gris.html

    A lo largo de su brillante carrera profesional al frente de una entidad bancaria siciliana, donde ha demostrado su habilidad para resolver las complejidades financieras en un entorno minado por la mafia, el protagonista de esta novela ha recibido tres cartas anonimas. Ahora, en la primera manana de su vida de jubilado, despliega cuidadosamente los tres sobres junto a una caja de cerillas. Una de las cartas, recibida unos pocos anos atras, contiene insinuaciones sobre la supuesta infidelidad de su esposa, la joven viuda con la que se caso hace una decada, una mujer elegantisima y enigmatica, replica exacta de una de las divas americanas del cine en blanco y negro. Adele, esplendida e irresistible femme fatale, ocupa el lugar central de este nuevo y sugestivo relato de Andrea Camilleri. Dotada de una sensualidad desinhibida que contrasta con el esmero con el que guarda las apariencias burguesas, Adele es una esposa tan entregada como escurridiza. Solo en muy determinadas ocasiones viste un viejo traje de chaqueta gris, de una impecable sobriedad, un traje que adquirira un inquietante simbolismo, cuyo significado seria mejor no tener que desentranar jamas. En esta breve e intensa novela de misterio psicologico, el matrimonio es el escenario de la dimension cotidiana de la tragedia, a un tiempo ultimo reducto del deseo y de la fantasia, y espejo de una sociedad esencialmente corrupta. El traje gris, que Camilleri ha descrito como <>, demuestra la fecundidad y la maestria literaria del gran autor siciliano que, una vez mas, consigue sorprendernos sin dejar de ser fiel a si mismo.

  • Un dia mas sin ti, Pat Casala de Pat Casala

    https://gigalibros.com/un-dia-mas-sin-ti-pat-casala.html

    Julia y Zack estaban destinados a estar juntos aunque lo suyo fuera un amor lleno de obstaculos. Les separan once anos, ella es la hija menor de edad del General de la base donde viven y el un Capitan de la Fuerza Aerea incapaz de saltarse las reglas por mucho que su corazon sufra con sus decisiones. Pero a veces amar es suficiente y ella lucho con todas sus fuerzas por demostrarlo.
    Hasta esa manana.
    Zack esta roto, no se puede creer ese final ni esta dispuesto a aceptarlo. Entra en su casa con la firme determinacion de vengarse, no descansara hasta encontrarle porque sin Julia su vida esta acabada. Su historia no puede acabar asi despues de todos los obstaculos a los que se han enfrentado para estar juntos.
    Escucha un sonido en la cocina. Esta tan desesperado por verla acurrucada en su sofa con su enorme sonrisa… ?Acaso su mente le traiciona?

  • Cruelity Free de Elizabeth Betancourt

    https://gigalibros.com/cruelity-free.html

    Suky Rider es una mujer muy inusual, para empezar es totalmente lo opuesto a lo que la actual sociedad define como "belleza". Ella es una mujer curvilinea, bajita, espontanea, dulce y muy apasionadal. Debido a una infancia desastrosa y una madre que siempre trato de bajar su autoestima, Suky nunca supo el potencial que realmente tenia, pero su caracter colorido y espontaneo siempre la hizo llamar la atencion. En un momento de su vida en el que se entera que practicamente ha vivido en una mentira se volcara en una gran aventura que consistira en salvar su marca de maquillajes favorita (Cruelity Free), lo que no espera encontrarse por el camino es a una serie de catastroficas desdichas y a un hombre tan atractivo que la hara temblar de la cabeza a los pies.

  • Cuando vuelva la luz de Julio Septien Del Castillo

    https://gigalibros.com/cuando-vuelva-la-luz.html

    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • Victory, en algun lugar desconocido de Maite R. Ochotorena

    https://gigalibros.com/victory-en-algun-lugar-desconocido.html

    Plymouth, Inglaterra, 1817.
    Tras el horrible asesinato de Anne Pembleton, Sebastian Avendale embarca en el Victory, con destino a la lejana colonia penal de Port jackson. Pero el navio desaparece sin dejar rastro y su familia no vuelve a saber nada de el. Sophie se niega a perder la esperanza. Cuando su padre le habla de la posibilidad de enviar al Oracle a buscarle, siente que la vida vuelve a sonreirle.