• pierre louys - Pierre Louys

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    Dialogos de cortesanas y Manual de urbanidad para jovencitas suponen el mayor descubrimiento del deseo erotico femenino, hasta entonces mera comparsa del masculino, cuando no sometido a este: por vez primera mujeres y muchachas adolescentes tienen voz para expresar sin tapujos, con desverguenza incluso, sus propios y exclusivos deseos. Pierre Louys pinta en rapidas escenas el erotismo en su momento mas algido, sin arredrarse ante los terminos del amor que, empleados por todos, nunca figuran en los diccionarios.

  • PIERRE LOUYS | Casa del Libro

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    Nascido na França, Pierre Louys (1870 -1925) foi poeta, narrador de língua francesa e membro do movimento simbolista. O romance Afrodite se desenvolve na ...

  • Todos los libros del autor Pierre Louys

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    226 títulos para "Pierre Louys" · Afrodita · Aphrodite · Domains and Lambda-Calculi · Basic Concepts for Simple and Complex Liquids · Torche Per‡ante · La Torche ...

  • Todos los libros del autor Louys Pierre

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    Quieres información sobre los libros de Louys Pierre? ... Si, en poemarios como Canciones de Bilitis, Pierre Louÿs describía la realidad erótica de la Belle ...

  • Pierre Louys: Libros - Amazon.es

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    1-16 de 308 resultados · La Femme Et Le Pantin, Piece En 4 Actes [Par] Pierre Lou S [Et] Pierre Frondaie. · Le Crépuscule des nymphes: Pierre Louÿs 1929 – 1931 ...

  • Afrodita Tapa blanda – 20 enero 2020 - Louys, Pierre

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  • pierre louys - Iberlibro

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    Afrodita de Louys, Pierre y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • afrodita de pierre louys - IberLibro.com

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  • Pierre Louÿs: libros y biografía autor - Lecturalia

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    Libros de Pierre Louÿs · Diálogos de cortesanas. Manual de urbanidad para jovencitas. 1926 (2005) · La mujer y el pelele. 1898 (2005) · Afrodita. 1896 (1999) · Las ...

  • Pierre Louÿs. Afrodita (1896) - Uniliber.com | Libros y ...

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    Libros Antiguos, descatalogados, segunda mano y de ocasión. ... publicada en 1896, constituye la primera novela del autor francés Pierre Louÿs (1870-1925).

  • Libros del Autor Pierre Louys - Buscalibre España

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    Encontramos 451 resultados para pierre louys. Estado. Nuevos y usados. Sólo nuevos. Sólo usados. Formato. Libros Físicos. Ebooks. AudioLibros. Ordenar.

  • El vizconde y la cazafortunas de Lorraine Heath

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  • Mienteme esta noche de Patricia Geller

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    Cuando Abie Olsen termina la carrera de Interiorismo, decide aceptar la propuesta de su hermano y alejarse temporalmente de Londres para meditar sobre su futuro. Sin embargo, tras un accidentado encuentro con Nicholas Thompson, el propietario del hotel en el que se hospedara, sus planes se veran truncados desde el principio.

  • Mujeres de invierno de Luis Carranza Torres

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    Una madre y una hija se admiran con distancia, sin decirselo. Una madre y una hija compiten, discuten, pelean, se recelan una a la otra. Estan, en apariencia, en veredas opuestas, en la Alemania nazi, con la guerra en ciernes. Ambas son rebeldes, adaptadas, contradictorias, hermosas, amantes. Ambas estan presas de la soledad, alejadas del calor, como mujeres de invierno.

  • Que volvamos a vernos de Amanda Garcia

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    El reloj marca las doce en punto y mi cuerpo me pide escaparme de nuevo. Antes, debo de prepararme para ir a misa, como cada domingo, con mi padre y mis hermanas. He de reconocer que, a pesar de mi querer a Dios, temo aburrirme como de costumbre. Mas mi padre, buen hombre desde que tengo memoria, dice que debemos ir y de ese modo honrar a nuestra madre que con Dios descansa en su seno. Pero yo solo quiero que lleguen las cinco de la tarde y poder correr hacia la hemeroteca municipal. Alli, mi refugio, me siento en paz, sin tener que ocuparme de lavar y peinar a mis hermanas o de fregar con esmero el patio. Tan solo se me permite estar hasta las siete fuera de casa, pero para mi es mas que suficiente. Carmen, la secretaria del edificio, me ha acabado cogiendo carino y me deja poder llevarme el libro a casa para poder terminarlo y devolverlo el domingo siguiente. Siempre me dice que estoy invitada a ir cuando quiera y, que, de mayor, sere la mujer con mas cultura del mundo. La misa acaba de terminar y llega la hora de almorzar. Hoy he preparado sopa porque se que a mi senor padre le agrada y, realmente, es facil de hacer, de modo que me dara tiempo a tener todo limpio para cuando den las cinco de la tarde y pueda salir. En mi camino hacia la hemeroteca, veo pasar a multitud de ninos jugando con sus padres, abuelos dando un paseo e incluso parejas dadas de la mano. Mi madre siempre me decia que los hombres no traen mas que desgracias y que procurase buscar a uno bueno que me cuidase para toda la vida, !ay madre, cuanto la echo de menos! Pero la verdad que me llama la atencion como sera eso de ser querida por un chico. Mi amiga Margarita, con la misma edad que yo, ya tiene fecha para su futura boda con un hombre diez anos mayor que ella y, siendo sincera, no es algo que a mi me gustase vivir. Por eso, prefiero ahora vivir las historias de amor que se narran en los libros y ser libre el tiempo que me quede. --Buenas tardes, Clarita --dice la secretaria. --Buenas tardes nos de Dios --respondo educadamente. La secretaria me pregunto que tal se encontraba mi familia y me invito amablemente a sentarme y leer el libro que escogiese. Escoger, que dificil decision. Tantas historias contadas en cada libro que nunca se por cual decantarme, hasta que vi uno que me llamo la atencion. No era de un tamano muy grande, mas bien mediano podriamos decir, y su aspecto era sobrio y descuidado, como si ya tuviese muchos anos. Se notaba que era un libro poco usado, ya que me costo lo suyo poder alcanzarle y tenerle en mis manos. Al sostenerlo, pude sentir que no se trataba de un libro cualquiera. Sus hojas y su portada se encontraban deterioradas por el paso del tiempo y desprendian un fuerte aroma a baul olvidado La intriga pudo conmigo y me dispuse a comenzar a leer la primera hoja, que comenzaba de este modo: Diario de 1854 Hoy comienza mi nueva vida. Llevo mentalizada de este momento desde bien pequena y es lo mejor para todos. Es mi sexto dia como novicia en el convento de San Cadalso y me produce terror el hecho de sentirme sola. Son las seis de la manana y me dispongo a ponerme los habitos y bajar a rezar a la capilla. Sor Maria, la abadesa del convento, me estuvo explicando en mi llegada todos los horarios que debia de cumplir. Mi hermano mayor, que me acompano hasta la propia puerta del convento para despedirse de mi, hizo multitud de preguntas con el fin de quedarse el mismo tranquilo sobre como seria mi vida espiritual en aquel lugar. Se de buena mano que no es de su agrado que tome los votos y me aleje de nuestra bien amada familia, mas mis padres asi han requerido y mi voluntad es obedecerles. De bien pequena, me gustaba fantasear con mi hermano acerca de un futuro prometedor y dichoso, en el que viviriamos juntos y felices dedicandonos a aquello que nos apasionara. Sin embargo, a mi corta edad de nueve anos, pude entender por mi misma que eso no ocurriria. Mi madre, Magdalena Infante, hija de unos pequenos burgueses, quedo embarazada de su tercer hijo, esta vez un varon de nombre Jose, que apenas estuvo con nosotros seis meses de su vida. Tras la perdida de mi hermano pequeno, mis padres cambiaron y apenas mostraban afecto por sus otros hijos. Con tan solo quince anos mi madre me anuncio que en mi mayoria de edad entraria a formar parte de un convento y me ganaria de ese modo una buena reputacion como cristiana. Yo ni siquiera pude intervenir y me resigne a acatar la decision de mi senora madre. Son las ocho de la manana, la misa acaba de terminar y mis entranas empiezan a rugir hambrientas. Si algo bueno tiene estar en el convento, es que nunca me faltara un plato caliente que llevarme a la boca, aunque bien es cierto que sus inconvenientes tiene tambien. Entre estas cuatro paredes la mayor parte de las mujeres son senoras de mas de sesenta anos de edad, que han decidido dedicar su vida a Dios y, la verdad, que me siento fuera de lugar entre ellas. Por ello, le rezo al Divino para que me envie una novicia que, como yo, con mi edad y mis temores, podamos compartir el tiempo. Mientras tanto, tan solo me queda aguardar y esperar que el tiempo pase. Al llegar la noche, las monjas me reclaman para reunirnos a rezar por ultima vez antes de acostarnos, pero un estrepitoso ruido interrumpe nuestras oraciones. Sor Maria Eugenia decide ir a la puerta principal para ver quien osa llamar a nuestro hogar a tan altas horas de la noche, y yo decido acompanarla por lo que pudiese pasar. Al abrir la puerta, encontramos a un hombre mayor, de unos sesenta anos y de buen parecer, rodeado de tres caballeros y una joven. Que alegria me lleve al ver a una jovencita de mi edad despues de pasar todo este tiempo con personas que me triplicaban los anos. --Buenas noches, Madre. Disculpe tan inadecuadas horas, pero nos ha surgido un percance a mi familia y a mi mismo, y es de extremada gravedad poder hablar con la responsable de su bien conocido convento --dijo el senor de manera firme y respetuosa. --Buenas noches, caballero. Si me acompana usted y sus acompanantes, podran hablar de inmediato con Sor Maria, abadesa del convento. Tras pronunciar dichas palabras, el misterioso hombre junto a los caballeros y la joven que la acompanaban entraron sin miramiento alguno con el fin de hablar con la madre superiora. Reconozco que en mi breve vida me habia topado con infinidad de hombres y mujeres, pero ninguno de los que habia visto se asemejaban a los que vi en esta fria noche. Todos vestian hermosos ropajes, incluso la joven, que lucia un hermoso vestido color marfil y una pamela a juego que dejaba entrever su rostro. La curiosidad cada vez era mayor en mi y las preguntas se agolpan en mi cabeza, ?quienes serian?, ?que les habria ocurrido?, ?que querran?… Al llegar al salon principal, Sor Maria nos pidio que abandonaramos la sala a excepcion de los invitados, pero la intriga pudo conmigo, de modo que pongo mi fino oido al ras del porton de madera con el fin de escuchar la conversacion. --?Desean tomar algo? A pesar de que somos una comunidad humilde gustamos de tener buen trato hacia nuestros invitados --dice la madre superiora. --No se moleste senora --responde el mas joven de los caballeros. He de reconocer que en el fue en el primero que me fije. Sus ropajes y su rostro me resultaban conocidos, como si en otra vida nos hubiesemos encontrado. --Vera usted Madre --continua diciendo el hombre mayor--. Tan solo venimos de paso. Ayer al alba, mis hijos, aqui presentes y uno mismo, decidimos partir hacia Canaluero para resolver unos asuntos pendientes, pero uno de nuestros caballos sufrio un percance y anduvimos hasta, gracias a Dios, encontrar vuestro convento. Por ende, nos gustaria alojarnos esta noche y la del dia siguiente a ser posible. Siempre y cuando no seamos un inconveniente. --En absoluto senor... perdone la indiscrecion, pero aun no han mencionado sus nombres -- responde Sor Maria --Mi nombre es Pelayo de Borbosa, y estos son mis cuatro hijos Carlos, Esparto y mis dos hijos menores Felipe y Lourdes --contesta Don Pelayo. A los pocos segundos, comienzo a escuchar una voz que grita mi nombre "Catalina, Catalina". Es la madre superiora que me llama para ir al salon principal, y para que nadie sospeche que me habia quedado escuchando a traves de las paredes, se me ocurre la ingeniosa y desafortunada idea de entrar corriendo a la sala, como alma que lleva el diablo. Pero tal fue mi desgracia, que yo, vestida con los habitos aun de novicia, tropece nada mas abrir la puerta con tal fin de ir a parar sobre los brazos de Felipe. Enseguida mi rostro se torno colorado y la verguenza se apodero de mi.--Lo siento muchisimo senor, no era mi intencion --digo con un hilito de voz con el fin de disculparme. --No se preocupe Hermana, ha sido un accidente --me responde amablemente el joven muchacho y me sonrie. Juro que, por un segundo, mientras el muchacho se disculpaba, nuestras miradas se entrecruzaron y senti que el mundo se habia detenido. Pero ese esplendido resplandor de felicidad es interrumpido por la voz de Sor Maria. --Nuestra querida Catalina aun es novicia, aunque le queda poco para tomar los habitos, si es que no tiene mas descuidos como los de hoy. Acompana a los senores y a la senorita a los aposentos de la entrada, las monjas y yo dormiremos juntas en otro lado --me indica Sor Maria. Y asi lo hago. Acompano a los invitados a sus dormitorios y me dirijo yo al mio, a sabiendas de que en escasas horas llegara la hora del rezo de primera hora de la manana.

  • El amor viste bata blanca de Erina Alcala

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    Laura, era una enfermera simpatica y extrovertida. Terminaba su carrera haciendo las practicas en el Hospital Virgen del Rocio, de Sevilla. Fue asignada a un quirofano de cardiologia. El cardiologo con el que hacia las practicas, se jubilo al poco tiempo y fue sustituido por un joven prodigio venido desde Nueva York. Era joven y era un perfeccionista y era todo lo que una mujer suena. Su tiempo en Espana era limitado. Un ano.
    A pesar del encontronazo que tuvieron al principio, la quimica entre Triana y su cardiologo Norman Martin, fue especial y poderosa. Pero el tiempo paso rapido y al ano, Norman se fue a la gran manzana de nuevo muy a pesar de ambos.
    unos anos despues, los acontecimientos y la casualidad llevarian a Triana a trabajar en el mismo hospital en el que lo hacia Norman.
    ?Volverian a vivir lo que tuvieron en Sevilla? ?Seguirian enamorados como anos atras? Y sobre todo… ?Tendrian un futuro juntos?

  • Puerta de noche (Sombra de vampiro 6) de Bella Forrest

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    Derek y Sofia por fin disfrutan de un merecido descanso. Alojados en un complejo de vacaciones con buena comida, sol y mar, Sofia esta encantada de presenciar la reintroduccion de Derek en el mundo de los humanos.

  • Te deseo de Katee Robert

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    Roman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?

  • Mi ultimo recuerdo, Christian Martins de Christian Martins

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  • Esto que aqui ves de Monica Carrillo

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    Si alguien me hubiera preguntado, le habria dicho que naci cerca de La Sepultura, donde los dias y las noches eran tristes, igual que hoy, donde la neblina lo cubria todo hasta llegar al pensamiento. Meciendose en las entranas como un canto lugubre y lastimero. Impregnando a cada paso los recuerdos de por si ya confusos. Esa neblina dolorosa que con solo respirar iba humedeciendo cada poro por donde pasaba con una melancolia infinita. Si alguien me hubiera preguntado, le habria dicho que ese constante frio se me fue clavando desde que tengo memoria y ahora regresa todo, de golpe, como un punetazo en la cara que el destino hubiera deseado asentarme desde hace muchos anos. Tu estas ahi, a un paso de la sepultura, pero decidiste consumir tu cuerpo para que nadie te detenga, para volverte parte del aire. Yo me quedo pensando con detenimiento en las esperas, en todo lo que vendra despues, cuando ya nada tenga la huella de tu mano y cada resquicio de ti se encuentre suspendido entre las cenizas. Este que soy, espera ansioso a saber cuando podra decirte de nuevo que eres el otro Uno que le complementa, que le da sentido. Este que soy ahora, resquebrajado y taciturno por el paso de los anos que no se portaron igual con ninguno de los dos. Porque cada golpe de ausencia me recordara que tu te fuiste antes, y yo no se que hacer con tanto tiempo por venir y que no percibo. Porque el cosmos, las palabras, el espacio, se han quedado suspendidos sin una boca perfecta y virtuosa que les pronuncie. Porque recuerdo bien, a cada gota de silaba, que por tu voz fue que yo vi nacer el mundo. Si alguien me hubiera preguntado, si alguien me preguntara ahora, le diria que con gusto volveria a La Sepultura con tal de irme contigo. Estoy cansado. Agrietado y solo. Vuelvo a ser un Uno sin proposito. UNO Hubiera sido mas facil zafarse de este asunto. Digo, pero el siempre estuvo ahi, claro. No habia necesidad de que esto se prolongara tanto. Ya vas a empezar a quejarte, Lilith... me diria ella. Su palido semblante dentro del feretro rosado luce tranquilo ahora, al menos eso alcanzo. Mama lleva en las manos el collar de cuentas del Tibet, que el le trajo, en alguna de sus multiples desapariciones, su cadena con dijes al cuello y los aretes que yo le regale. No puedo comprender lo absurdo que es el amor, la costumbre o lo que sea. Porque ni siquiera se si eso fue amor alguna vez. No, no lo entiendo. Tampoco se si valio la pena su esfuerzo. Acabar asi en esta vida sin sentido le quita a uno las ganas de seguir viviendo. Tuvo muchas oportunidades y las dejo ir. Todos estamos atados a algo. Paseo la vista por este sitio. Paredes frias y grises, muebles burdos. Candelabros, iconografias religiosas, sobrios floreros llenos de plastico. Y la gente. !Ay, la gente! Es algo que no soporto. El olor a velas me produce jaqueca. Los otros floreros, los que estan junto al feretro, unicos con flores naturales, despiden su olor dulzon y agrio a la vez, tan desagradable. Y lo peor es que seguiran llegando las malditas flores. Manana olera peor. No, esta de mas, no lo soporto. Me se de memoria todos y cada uno de los detalles de la vida de Katy porque lo que no vivi me lo platico. El resto lo lei en sus diarios. No se si haya algo que deba aprender o solo terminar de saludar a tanta gente y esperar a que se marchen para cerrar este capitulo y regresar a mi vida. Sigo dandole la mano a cuanto anciano se acerca: Si senora Equis, gracias senora Ye, no senora Zeta, mama se fue tranquila senor Eme, muy amable senor Pe. Esto esta llenisimo, me falta el aire. Salgo. Me veo afuera mirando a lo lejos y encendiendo un cigarro. Maldicion, se me hacen bolas los nombres y ya me dolio la cabeza. !Si al menos se hubiera alejado! No me gustan los sepelios, madre, pero hay que estar aqui y seguir saludando gente, recibiendo el pesame, atendiendo personas o como se diga. Si por lo menos me hubieras dado hermanos, con alguien compartiria esto. ?Que se supone que haga? ?Llorar? Claro, es lo que todos esperan. Pero yo aguardare hasta estar sola, de lo contrario no podria seguir con esto, de pie, con tantas almas en torno mio. Ellos ya lloran bastante, algunos como si de siempre te hubieran conocido. Para mi no son mas que extranos. Tal vez no se me da llorar porque estoy demasiado incomoda, muy molesta. Fumo. Miro tu ataud desde aca. !Cielos, cuanta gente en verdad! Donde estuvieron todos esos cuando la pasaste tan mal. Cuando estuviste sola y con problemas. Donde estuvieron tu madre y tu hermana cuando todo paso, como aquello de que te cambiaste de ciudad y de trabajo, no se por que. No, Katy, no, no y no. Esa no fue forma de vivir ni de morir. Y ese hombre, por Dios, que avejentado esta. Y haciendo guardia en la puerta como si no supiera que no tolero ni verlo. !Ese tipo insoportable ya esta aqui! --Necesitas ayuda... Le dijo el joven a Katy que, con sus veintitantos anos, bajaba un mueble del pequeno coche compacto que le prestaron para la mudanza. En la radio del auto se escuchaba Billy Jean, lo mas sonado del ano, pero lo tuvo que apagar sin ganas para atender al recien llegado. Se sacudio los pantalones relavados y rotos que ahora estaban llenos de tierra al igual que sus choclos converse, los ultimos que compro en El Paso. Se le dificultaba oirlo porque de pronto hablaba muy bajo. El clasico ?perdon ? lo hizo repetir la frase. Ya lo conocia, lo habia visto en la oficina, ella llevaba tres meses ahi. Era habil para hablar y diestro en convencer a las personas por telefono, como si todo lo supiera de memoria, pero retraido y serio en el trato cuando alguien le abordaba de frente. Es trabajo, a fin de cuentas, penso. Tenia ese extrano movimiento, ella ya lo habia notado, una mania rara de inclinar la cabeza hacia su hombro derecho con frecuencia y entornar los ojos como si alguien lo estuviera observando. Un tic, una actitud, una extrana manera de ser que le distinguia de los aguerridos vendedores que eran sus companeros, aquellos con una soltura desparpajada a la hora de hacer su funcion, y capaces de decir cualquier clase de ocurrencia con tal de concretar una venta telefonica. Le dijo que no, pero eso no impidio que el delgado --y algo desarrapado-- individuo tomara un extremo del mueble. No habia sido un ofrecimiento, no habia sido una pregunta. El dijo necesitas ayuda, fue una afirmacion. Un juicio concreto que ejecuto mentalmente y procedio en seguida a ayudarle. No se percato del asombro de la muchacha ni de su mohin de descontento, enfrascado en la tarea de transportar de la manera mas eficiente el voluminoso objeto. Ni siquiera espero a que ella respondiera cuando dijo: ?Puedo?, antes de meterse a la casa con todo y carga. A la chica no le quedo mas que sostener la puerta de malla porque el ya estaba casi dentro. Lo llevo, lo acomodo, lo situo donde le parecio que la joven le indicara con la vista y evaluo, con una precision milimetrica, la ubicacion con el resto del mobiliario. Ella permanecio de pie a una distancia prudente intentando negarse al favor con frases cordiales que, al margen de serle chocantes, para el no parecian tener significado. A la media tarde de ese sabado le sentaba bien el brillo armonioso del sol de primavera. Un cielo celeste definido y limpio se extendia alimentandose del amarillo refulgente de la luz. Esa sensacion de infinitud esparcida en el horizonte era lo que mas le habia gustado a la hora de tomar la decision. En la casa usada que Katy recien habia comprado, a las afueras de la gran ciudad, aun faltandole todo, se respiraba un aire de frescura. Pisos y paredes lavados, cocina pasada por lejia, banos al cloro y aceite de pino para meter sus escasas cosas. La hierba descuidada del jardin emitia su olor humedo emanado del verde tierno. Plantas ajadas a falta de una mano prolija, pintura descolorida cubriendo las paredes.

  • La posada Jamaica de Daphne Du Maurier

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    Daphne du Maurier explicaba en una nota preliminar a La posada Jamaica (1936) que la posada a la que alude el titulo aun seguia en pie y que la novela era el producto de sus fantasias sobre como habria sido ciento veinte anos antes. Un carruaje que atraviesa los paramos de Cornualles es zarandeado por la tormenta y en el una joven huerfana, Mary Yellan, se dirige al encuentro del unico familiar que le queda, su tia Patience, que junto con su marido regenta una lobrega posada de mala fama… a la cual el cochero apenas se atreve a acercarse. Las tormentas, los paramos desolados, los bandidos y dos mujeres atrapadas en un universo sin ley, saturado de violencia, componen la atmosfera de esta excelente novela, un autentico clasico moderno que mezcla la fascinacion por la oscuridad con una critica vehemente de la brutalidad domestica. Fue llevada al cine por Alfred Hitchcock en 1939.

  • Los cadaveres blancos de Gemma Herrero Virto

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    ?Por que el asesino deja los cadaveres de las victimas en canteras abandonadas de Vizcaya y las coloca sobre una piedra con los brazos en cruz como si fueran una ofrenda en un altar? ?Por que cubre sus cuerpos con maquillaje blanco y quema sus caras y sus manos con acido? ?Que significan las mascaras blancas sobre sus rostros y las extranas inscripciones escritas en ellas? ?Tienen algun sentido los relojes con las manecillas paradas que llevan en su mano izquierda? ?Que quiere decirnos el asesino con estos extranos rituales?

  • La habitacion cerrada (Inspector Martin Beck 8) de Maj Sjowall

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    Las campanas de Santa Maria daban las dos cuando ella salia de la estacion del metro de Wollmar Yxkullsgatan. Antes de apresurarse hacia la plaza de Maria, se detuvo y encendio un cigarrillo. El ruido ensordecedor y continuado de las campanas de la iglesia resono en el aire, haciendole recordar los tristes domingos de su infancia. Ella habia nacido y se habria criado a unas pocas manzanas de la iglesia de Santa Maria, donde tambien fue bautizada y confirmada (de esto ultimo hacia casi doce anos). Todo lo que ella podia recordar de su preparacion para la confirmacion, era que el vicario le pregunto por que habia citado a Strindberg al escribir aquello del <> de las campanas de Santa Maria. Pero ella no recordaba su respuesta. El sol le daba en la espalda. Despues de cruzar St. Paulsgatan, aminoro el paso, pues no deseaba empezar a sudar. De repente se dio cuenta de lo nerviosa que estaba y lamento no haber tomado un tranquilizante antes de salir de casa. Al llegar a la fuente que hay en medio de la plaza, metio el panuelo en el agua fresca y, habiendose alejado, se sento en un banco a la sombra de los arboles. Se quito las gafas y se froto la cara con el panuelo mojado, se limpio las gafas con una punta de su camisa azul claro, y se las volvio a poner. Los grandes lentes reflejaron la luz, ocultando la mitad superior de su rostro. Se quito el amplio sombrero azul de dril, se levanto el liso pelo rubio, tan largo que le caia sobre los hombros, y se paso la mano por la nuca. Luego, volvio a ponerse el sombrero, se lo encajo hasta las cejas y se quedo sentada e inmovil, con el panuelo arrugado y hecho una bola entre las manos. Al cabo de un rato extendio el panuelo ante ella, sobre el banco, y se froto las palmas de las manos sobre los pantalones tejanos. Miro su reloj: eran las dos y media. Unos minutos para calmarse antes de que tuviera que irse. Cuando el reloj dio las 2.45, ella alzo la tapa del bolso colgante de lona verde oscuro que tenia sobre el regazo, tomo el panuelo, que ahora estaba completamente seco, y, sin doblarlo, lo metio en el bolso. Entonces se levanto, paso sobre el hombro derecho la correa de cuero del bolso, y empezo lentamente a caminar. Al acercarse a Hornsgatan sintio menos tension; y se persuadio a si misma de que todo saldria bien. Era viernes, el ultimo dia de junio, y para muchas personas las vacaciones de verano acababan de empezar. En Hornsgatan, tanto en la calzada como en las aceras, el trafico era muy animado. Saliendo de la plaza, ella giro a la izquierda y penetro en la sombra de las casas. Esperaba haber elegido bien el dia. Sopeso los pros y los contras y se dio cuenta de que podia haber demorado su proyecto hasta la semana siguiente. No habia nada de malo en ello, pero no habia tenido muchas ganas de exponerse a tal tension mental. Llego alli antes de lo que habia pensado, y se detuvo en el lado sombreado de la calle, observando el gran ventanal que tenia enfrente. El cristal reluciente reflejaba el brillo del sol, y el denso trafico le tapaba parcialmente la vista, aunque se dio cuenta de una cosa: las cortinas estaban corridas. Fingiendo mirar escaparates, anduvo lentamente arriba y abajo por la acera, y aunque habia un gran reloj que colgaba en el exterior de una relojeria cercana, siguio mirando al suyo. Y mientras tanto no dejaba de observar la puerta en el otro lado de la calle. A las 2.55 se dirigio hacia el paso de peatones en el cruce. Cuatro minutos mas tarde se hallaba frente a la puerta del banco. Antes de empujarla para abrir, alzo la tapa de su bolso. Al entrar, echo una mirada de reojo a la oficina, la sucursal de uno de los bancos mas importantes de Suecia. Era larga y estrecha; en la pared frontera estaba la puerta y la unica ventana. A la derecha un mostrador iba desde la ventana a la breve pared del otro extremo, y a la izquierda habia cuatro mesas fijadas a la larga pared. Mas alla, habia una mesa baja, redonda, y dos taburetes tapizados con un material rojo a cuadros. Aun mas lejos, una escalera empinada desaparecia hacia lo que probablemente era la camara acorazada del banco. Solo un cliente habia entrado antes que ella: un hombre, que estaba de pie ante el mostrador, metiendo billetes de banco y documentos dentro de su cartera de mano. Tras el mostrador vio sentadas a dos empleadas. Mas alla un empleado permanecia de pie hojeando las cartulinas de un indice. Dirigiendose hacia una de las mesas, la joven saco una pluma del bolsillo exterior del bolso, mientras observaba con el rabillo del ojo como el cliente de la cartera de mano salia por la puerta de la calle. Tomo un impreso de ingresos y empezo a garrapatear en el. Al cabo de un rato observo que el empleado se dirigia hacia la puerta y la cerraba con llave. Luego se inclino y solto el gancho que mantenia abierta la puerta interior. Mientras esta se cerraba con ruido silbante, el volvio a su sitio tras el mostrador. Ella saco el panuelo del bolso. Sujetandolo en la mano izquierda, la hoja de ingresos en la derecha, se acerco al mostrador, fingiendo limpiarse la nariz. Entonces metio la hoja de ingresos en el bolso, saco una bolsa de compra, de nailon, que estaba vacia, y la puso sobre el mostrador. Asio la pistola, apunto con ella a la cajera y, manteniendo el panuelo ante la boca, dijo: --Esto es un atraco. La pistola esta cargada, y si usted hace el menor ruido, disparare. Meta en este bolso todo el dinero que tenga. La mujer que habia detras del mostrador se la quedo mirando con fijeza, tomo despacio la bolsa de nailon y la puso ante si. La otra mujer interrumpio el peinado de su cabello, y dejo caer las manos lentamente. Abrio la boca para decir algo; pero no salio el menor sonido. El hombre, que seguia de pie detras de su mesa, tuvo un violento sobresalto. Inmediatamente, ella le apunto con la pistola y le grito: --!Estese quieto! Y ponga las manos donde yo pueda verlas bien. Haciendo un gesto impaciente con la pistola encanonando a la mujer que tenia delante, evidentemente paralizada por el terror, prosiguio: --!Dese prisa con el dinero! !Pongalo todo! La cajera empezo a meter fajos de billetes en la bolsa. Cuando hubo terminado, la solto sobre el mostrador. De repente, el hombre de la mesa dijo: --Nunca escapara con eso. La policia... --!Callese! --grito ella. Entonces metio el panuelo en el bolso abierto, y agarro la bolsa de nailon, que le parecio agradable y pesada. Retrocediendo lentamente hacia la puerta y apunto por turno con la pistola a cada uno de los empleados del banco. De repente alguien corrio hacia ella desde la escalera, en el extremo opuesto de la habitacion: un hombre alto y rubio con pantalones muy ajustados y una chaqueta ligera de franela azul con botones brillantes y un gran emblema dorado prendido en el bolsillo del pecho. Se oyo en el local un estruendo cuyo eco atrono el espacio cerrado entre las paredes. Y mientras, a causa del retroceso, el brazo de ella se movia hacia el techo, vio caer violentamente hacia atras al hombre de la chaqueta de franela. Sus zapatos eran de calidad, nuevos y blancos, con gruesas suelas acanaladas de goma roja. Solo cuando su cabeza choco contra el suelo de piedra con un horrible golpe sordo, ella se dio cuenta de que lo habia matado. Solto la pistola en el bolso, y miro fija y salvajemente a las tres personas horrorizadas que habia tras el mostrador. Luego echo a correr hacia la puerta. Mientras descorria torpemente el pestillo, tuvo tiempo de pensar antes de salir a la calle: <>. Pero en cuanto se vio en la acera, apresuro el paso hacia el cruce. No veia a la gente que la rodeaba; solo se dio cuenta de que tropezaba con algunas personas, y le parecia que el disparo seguia resonando en sus oidos. Dio la vuelta a la esquina y echo a correr, con la bolsa de compra en la mano y el pesado bolso golpeandole la cadera. Abrio de golpe la puerta de la casa donde habia vivido de nina, siguio el viejo camino familiar hacia el patio, y trato de contenerse y andar al paso. Paso directamente bajo el soportal de una glorieta mirador y salio a otro patio trasero. Bajo por la empinada escalera hasta una bodega, y se sento en el escalon inferior. Trato de meter la bolsa de nailon sobre la pistola en el bolso colgante, pero no habia bastante espacio. Entonces se quito el sombrero, las gafas y la peluca rubia y las metio en el bolso. Su pelo verdadero era negro y corto. Se levanto, se desabotono la camisa, se la quito, y la metio en la bolsa. Bajo la camisa llevaba un jersey de algodon negro, de manga corta. Colgando el bolso sobre su hombro izquierdo, tomo la bolsa de nailon y subio por las escaleras hasta el patio. Salto por un par de muretes antes de encontrarse al fin en una calle en el extremo de la manzana de casas. Entonces entro en una pequena tienda de comestibles, compro dos litros de leche, metio los botes de carton encerado en una gran bolsa de papel, y luego puso encima de ellos la bolsa de nailon. Despues, se dirigio hacia Slussen y alli tomo el metro hasta su casa.

  • El dia que naciste. Granada, 1996 de Jaime Garcia Simon

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    Granada, 4 de mayo de 1996 En una fresca noche de principios de mayo de 1996, en la vieja Granada, el agua se precipitaba sobre la ciudad con la misma fuerza que lo hace el sol sobre el arido desierto al mediodia. Entre las callejuelas del barrio del Albaicin --origen primigenio de la ciudad de Granada-- y rodeados por un mar de fachadas pulcramente blancas sin orden ni concierto, una pareja corria despavorida y agotada. La mujer portaba en brazos un tremendo tesoro envuelto en un par de mantas mientras trataban de esquivar los torrentes de agua que bajaban por las empinadas cuestas de aquella irregular composicion urbanistica. Con ojos temerosos --almendrados en el caso de ella, algo caidos en el de el--, ambos echaban la vista atras reiteradamente al tiempo que doblaban por una u otra esquina, o placeta laberintica de tan singular lugar, tomando precauciones para no resbalar al pisar las desgastadas y deslizantes piedras que conformaban los escalones que salvaban aquellas incesantes pendientes. Creian haber dado esquinazo a sus perseguidores, pero la intuitiva mujer sabia que su anhelo era infundado, puesto que, de pronto y para su mas hondo pesar, los encontraron de cara a unos pocos metros, corriendo en su direccion. El hombre, desesperado, les lanzo un contenedor de basura que encontro a su lado, ayudandose de la leve pendiente que jugaba a su favor y la estrechez de la zona en la que se encontraban. El primero de los perseguidores lo esquivo sin mayores problemas --no asi los que venian detras--, para enzarzarse con su objetivo en una pelea que acabaria en unos pocos segundos al recibir un certero punetazo en la mandibula y dar con sus huesos en el suelo. La mujer, mientras tanto, aprovechaba para huir con toda la presteza que le permitian sus temblorosas y extenuadas piernas, pero, entre el rumor de la lluvia que la acompanaba en su carrera desesperada por aquel precioso y bohemio barrio, fue capaz de escuchar a mas esbirros acercandose por un callejon colindante al que ella misma recorria. Por eso urdio un plan improvisado sobre la marcha, a la vista de lo complicado de salir indemne de aquella peliaguda situacion. Se detuvo nerviosa y jadeante. Giro sobre si misma y comenzo a mirar las casas que tenia alrededor. La mayoria eran plantas bajas muy modestas. Continuo caminando unos cuatro o cinco metros. Exhausta y muerta de miedo, miraba hacia atras porque oia a sus perseguidores en las cercanias. En un recodo oscuro a su derecha, casi imperceptible y sin salida aparente, hallo la austera entrada a una casa cueva, de la que se intuia una familia tremendamente humilde. Aporreo el porton que la resguardaba del exterior con violencia. Espero unos cuantos segundos, en los que a cada poco miraba a su espalda horrorizada. Cuando observo la luz encenderse por debajo de la puerta y sintio unos pasos que se acercaban a ella desde el interior, la mujer se agacho con los ojos completamente anegados de pena y deposito con ternura infinita a esa preciosa bebe indefensa en el suelo. Estaba envuelta con una calida sabana de franela sobre su delicada piel y otra manta gruesa, empapada por el exterior, al cobijo del diminuto y viejo alero de teja de la entrada a esa casa cueva que desaguaba tras de si. Le quito la manta mojada, deshizo el nudo de un colgante que portaba al cuello y lo poso entre sus manos. Despues cogio una botella vacia de plastico que encontro por el suelo y la envolvio en la manta. Tan solo se permitio una ultima mirada antes de marchar y se fue corriendo, destrozada. Al girar en la siguiente esquina, se topo de frente con su companero, lo que provoco un chillido espontaneo por su parte, por lo inesperado del encuentro. El hombre la abrazo con fuerza mientras se calmaba y, mirando el artificial interior de la manta que llevaba en los brazos, junto con su rostro entumecido por el dolor de su corazon, entendio lo que acababa de hacer. Sus ojos se volvieron vidriosos al instante, pero el rumor de las numerosas pisadas que se acercaban chapoteando en su direccion le hicieron tragar saliva amarga y echar a correr de nuevo, junto a la mujer, para continuar con su dificultoso plan de escape, perdiendose por el incomprensible entramado del Albaicin. Cuando por fin consiguieron llegar a su apartamento, alguien los estaba esperando. La explosion fue de tal magnitud que el edificio de dos plantas fue reducido a escombros e incluso dano la estructura de los inmuebles colindantes. Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada. Francisco de Asis de Icaza CAPITULO I Granada, 24 de abril de 2019 Un grupo de unas veinte personas caminaba por los pasillos del antiguo edificio de la Diputacion de Granada en semioscuridad --actualmente el edificio del catastro--, en la centrica calle Mesones, donde por alla por el siglo xv, en tiempos nazaries, se emplazaron, extramuros, gran cantidad de tabernas y mesones, bien frecuentados por los visitantes de la ciudad en busca de comida, bebida y aseo. La noche habia caido en el exterior y apenas unos resquicios de iluminacion procedentes de las farolas se colaban por los treinta y nueve balcones de ese lugar con popular tradicion inquietante. --Como os comentaba, aqui se ubico una gran mezquita en periodo nazari, mas tarde la iglesia de la Magdalena y despues unos depositos con el mismo nombre que, posteriormente, fueron comprados por la importante cadena de almacenes americana Wolworth, hasta quedar clausurados --decia Africa, la joven guia de turismo al cargo de aquel grupo de aventureros visitantes--. En todas y cada una de estas etapas se registraron tragedias, accidentes, sucesos inexplicables y suicidios, asi como hallazgos de huesos humanos en algunas remodelaciones, seguramente de ninos --explicaba concienzudamente la joven. >>En 1984, el inmueble pasa a manos de la Diputacion de Granada. Por estos pasillos y entre estas paredes se contabilizan innumerables casos de sucesos sin explicacion logica alguna, al menos desde el punto de vista humano --aseguraba la chica que caminaba delante del grupo muy lentamente y, a cada poco tiempo, se volvia hacia sus clientes para contarles, con voz susurrante y gesticulando mucho con las manos, algunos de los sucesos, supuestamente paranormales, mas famosos que habian tenido lugar en segun que estancia del insigne inmueble--. Cual seria la presion y el grado de alarma de las personas que aqui trabajaban que incluso los responsables de la diputacion accedieron a que se llevase a cabo un estudio por parte de expertos en casos paranormales en diciembre de 1986. Se trataba del conocido Grupo Omega --resenaba mientras comenzaba a descender por unas escaleras, seguida de los sugestionados turistas. >>Los miembros del Grupo Omega fueron autorizados para investigar durante tres jornadas en este misterioso enclave, con Juan Burgos a la cabeza. El mismo que afirmo haber sentido un dolor agudo en una de sus manos cuando se encontraba bajando por unas escaleras --dijo deteniendose en mitad del descenso y mirando con semblante solemne a los amedrentados visitantes de lo oculto--. El medico del equipo le explicaria mas tarde que las marcas halladas en su mano, en el lugar donde previamente habia experimentado dicho dolor, parecian producidas por la mordedura de un nino. ?Adivinais de que escaleras se trataba? --pregunto retoricamente con perverso regocijo para volverse y seguir bajando con una amplia sonrisa de satisfaccion al observar el embrujo de Granada dibujado en las fascinadas caras de sus clientes, que murmuraban acongojados tras de si. >>Al margen de esta evidencia fisica indiscutible, los investigadores obtuvieron pruebas de gran calidad, tales como luces inexplicables de colores, escalofriantes psicofonias de una voz gutural que resultaba verdaderamente amenazante y la aparicion de una figura fantasmal, a la que mas tarde un dibujante granadino daria forma en un retrato --dijo Africa girandose cuando llego al vestibulo del edificio; mientras, veia como las personas contratantes de esa ruta de la Granada mas misteriosa bajaban en cascada y casi a la carrera para abandonar cuanto antes la supuesta escalera encantada. Todos se arremolinaban junto a ella con premura, deseosos de escuchar sus ultimas y eruditas explicaciones para, de esa manera, dar por concluida la sobrecogedora visita al edificio de la antigua Diputacion de Granada y poder salir de alli de una vez por todas.

  • La lucha contra el demonio de Stefan Zweig

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    La lucha contra el demonio (titulo original en aleman “Der Kampf mit dem Damon”) es un libro escrito por Stefan Zweig, donde describe la vida de tres individuos peculiares: Friedrich Holderlin, un gran poeta maldito, que acabo sus dias en el manicomio; Heinrich von Kleist, un escritor sin fortuna, que acabo suicidandose con 34 anos tras buscar, con sus obras maestras, un exito que se le nego; y Nietzsche, el filosofo que pregonaba que Dios habia muerto creando asi una futura revolucion filosofica, y que tambien acabo sus dias recluido por una enfermedad nerviosa en una casa de locos.

  • Mi eterna protegida de C. J. Benito

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    Gabriel acaba de ser expulsado de la CIA y ahora se ve obligado a trabajar como guardaespaldas en la empresa privada de un amigo. Su primer servicio es tranquilo,
    acompanar a una dulce abuelita a la que le sobran los millones pero todo dara un giro radical cuando su jefe le asigna otro servicio. Ahora debera hacerse cargo del
    equipo de seguridad de la famosa cantante de pop, Alexia Moore.

  • A la caza de un seductor de Alexia Mars

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    Con paso decidido, Sara cruzo el verdoso parquecito que adornaba la entrada de la Ciudad de la Justicia. Traspuso las grandes puertas de cristal y se dirigio al puesto de control. Armando, el guardia civil que controlaba las entradas y salidas, la saludo con una brillante sonrisa. --?Otra vez por aqui, letrada? --Me temo que si, Armando --le respondio ella con tono apagado. --Vaya, no parece usted muy alegre hoy. ?Un dia duro? --apunto observando el aura de tristeza que la rodeaba. --Peor, me siento como si fuese la primera vez que vengo al juzgado. --Y sin que el la oyese senalo--: Bueno, y en cierto modo asi es. --Tranquila, eso nos ha pasado a todos. Vera como manana ve las cosas de otro color. No hay nada que no se arregle con un sueno reparador. --Sara penso en su problema y deseo que pudiese desaparecer tan facilmente. No, lo suyo no se solucionaba durmiendo. --Eso espero --le contesto, mientras pasaba por su lado--. Que tenga un buen dia, Armando. --Lo mismo le digo, abogada. -- Inclino la cabeza a modo de despedida y observo el contoneo de las caderas de la atractiva joven. Suspiro. <> Las puertas del ascensor se abrieron y Sara emprendio el camino hacia el mostrador. Un recorrido que habia hecho cientos de veces, pero que ahora se le antojaba diferente, quiza porque esta vez le atania directamente... Miro el reloj. Nueve menos diez. Bien, tendria que aguardar hasta que llegase su turno. Se dirigio a la zona de espera y tomo asiento. De reojo observo a la mujer que hablaba con la auxiliar y un extrano nerviosismo invadio cada poro de su piel. Cerro los ojos e inspiro. ?!Que le pasaba!? Esto era lo que tanto habia deseado, ?no? Taconeo con sus stilettos negros y entrelazo las manos, masajeando inconscientemente la preciosa alianza que todavia decoraba su dedo anular. Su corazon, ya de por si agitado, sufrio una sacudida cuando un estruendo seguido de un poderoso <> sono tras ella. Observo la escena con el ceno fruncido; una joven habia arrollado a un hombre y ahora se encontraba encima de el, rodeados por un monton de papeles. La rubia del abrigo fucsia se puso en pie con dificultad y se deshizo en disculpas con su victima, quien farfullo algo acerca de <>, recogio sus documentos y desaparecio entre maldiciones.

  • Encierrate Conmigo (Todo Saldra Bien 12) de Laura Lopez Alfranca

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    Tras un buen rato de espera en soledad, Thelma habia llegado a la conclusion de que la muerte era mucho mejor que su vida. Incluso en aquella extrana sala con una mesa enorme, con silla negra a juego y ese extrano cuadro saliendo de esta; sin ser el cielo prometido por las Sagradas Escrituras, le parecia mucho mejor que la vida terrenal. Preferia aburrirse y sentir un terrible sueno mientras esperaba, que tener... No, no iba a pensar en su vida anterior. Es mas, si iba a tener una nueva vida en el Paraiso tras demostrar su modestia y temor de Dios, ya no necesitaba preocuparse por su curiosidad. Ya nadie la azotaria por ella y eso le hizo sentirse como nunca. Nadie la castigaria por... por existir, mucho menos tras ascender. Decidido: iba a ser quien siempre habia deseado. Eso le hizo resplandecer de felicidad, literalmente. Le gusto tener un arcoiris en el corazon y verlo brillar. Al final, a pesar del sufrimiento, tenia la sensacion de que podria ser feliz de verdad. Se estremecio y no pudo evitar un gritito de alegria. Se levanto, se sento en la gran silla de enfrente y toco el cuadro, que era completamente negro. Al hacerlo, de pronto le mostro algo... No creia que fuera arte, porque eran formas geometricas con nombres abajo. --Oh, brujeria --se dijo sin miedo. Eso era extrano, hasta no hacia mucho, la palabra le hacia temblar. Siguio tocando hasta que aparecio un rectangulo gris, que contenia varios chiquititos. Habia cuatro ceros rojos separados y una cara amarilla; no debia de tener muy buena salud. Pulso y de pronto aparecieron numeros de diferentes colores. Volvio a presionar y aparecio un cuadrado rojo con un punto negro, el rostro tenia mala cara. Pobre criatura. Iba a llorar por el, pero aguanto. --Lo siento, amigo. Lo acaricio para consolarlo y, de pronto, todo volvio a estar como al principio, incluso la cara amarilla sonrio otra vez. --La verdadera brujeria es muy extrana, pero no parece especialmente diabolica --se dijo no muy convencida, y volvio a apretar con el dedo. Tras unas cuantas pruebas, entendio que aquello debia de ser una especie de juego pernicioso a la par que divertido. No supo cuanto estuvo asi hasta que sintio una barbilla en su hombro, ni se sobresalto. Debia reconocer que le gustaba esa nueva faceta. --?Sabes? Tambien me aficione al buscaminas cuando llegue aqui --aseguro la mujer con una sonrisa--. Incluso tras tener tantas consolas, sigue siendo mi videojuego favorito. La miro; era una mujer hermosa de piel tostada, cabellos negros, ojos verdes y rasgos afilados. Sus ropas eran extranas, un tanto impudicas y comodas. Empezaba a temer que todos hubieran tenido razon con ella y hubiera acabado en el infierno. Incluso asi, la perspectiva no la asustaba. --?Consola? ?Es otro invento malvado? --pregunto Thelma con curiosidad. --Espera... --pidio la mujer y reviso dentro de lo que parecia papel amarillo, largo y doblado para contener papeles mas pequenos. Debia ser rica si podia permitirse semejante lujo--. Segun las notas, te hemos rescatado en plena epoca de colonizacion estadounidense y durante la caza de brujas. --He entendido la caza de brujas, pero todo lo demas me confunde. Thelma torcio el gesto, lo habia dicho con mucha ligereza. --La muerte nos quita el miedo. Se llama cerebro reptiliano, ?sabes? --aseguro la otra mujer y con un movimiento, la invito a sentarse--. Por lo que no debes temer, has llegado al lugar adecuado para ti. Entonces eso explicaba todo: no habia reptiles del miedo en su cabeza. ?Los reptiles se podian considerar demonios tambien? Nego con la cabeza. Debia ir poco a poco para descubrir lo que realmente ocurria. Por suerte, su interlocutora parecia dispuesta a hablarle. --Esto no parece el paraiso de las Sagradas Escrituras. --La reto con una sonrisa. Era una amiga, no una jueza y la trataria en consonancia. --No, es la antesala y podras ir alli una vez que acabemos, si quieres. ?Te parece bien escucharme? ?Deseas descansar un poco y cuando despiertes te explico? --inquirio la mujer. Thelma nego con la cabeza--. Entonces, lo primero que debo hacer es presentarme: mi nombre es Safo. --Encantada, lady Safo. --Solo Safo, por favor. Lady es para la intimidad --pidio la mujer con un guino. No la comprendio, pero le gustaba--. Lo segundo, es que no eres una bruja. --Al fin alguien me escucha. Era como quitarse un peso de encima. --Sin embargo, tampoco podemos catalogarte como una persona mundana. La miro sin comprender. ?Eso era bueno? Madre siempre decia que habia que tener cuidado con la soberbia, sobre todo las mujeres. --Eres una persona que jamas llego a desarrollar un talento maravilloso destinado a inspirar a las generaciones venideras. En tu caso, deberias haber sido una virtuosa de la musica --explico la mujer--. Aunque se les dieron diferentes senales a tus padres, estos no solo las ignoraron, sino que actuaron con miedo. ?Lo recuerdas? Thelma nego, no recordaba ningun caso en concreto y su familia siempre habia temido al mundo. El pastor y su mujer veian al maligno en cada esquina, incluso en su simiente. Casi podia escuchar a su madre llamandola perezosa porque estaba a punto de quedarse dormida, para luego citar algunos pasajes de la Biblia y golpearla para asegurarse de que escuchaba. --Asi que tenemos dos opciones: puedes ir a descansar en el paraiso de la religion de la que provienes --comento-- o convertirte en un espiritu y musa. --?Espiritu? ?Me convertire en un ser malvado? --pregunto y eso le disgusto porque no deseaba causar dano a nadie. --No, no, no. Volveras al mundo terrenal con tus recuerdos y moralidad, no vas a volverte malvada tras la muerte, solo faltaba. -- La calmo y ayudo Safo --. Se te mandara a un edificio sensible por concentrar a musicos y deberas inspirarlos para que sigan sus caminos, tanto para desarrollar su potencial, como su bondad y felicidad. Ya sea presentandote ante ellos o en sus pensamientos con las tecnicas que consideres oportunas. --?Que considere oportunas? --Exacto, eres tu quien escoge la forma y a quien dar tus dones y tu ayuda. Eso sonaba mucho mejor, sin duda alguna. Bostezo. No sabia si deseaba volver a la vida tras la suya; pero tener un proposito tras la muerte, y tan noble, poco apropiado para alguien como ella... era tentador. --Cuanto mas poder vayas obteniendo, mas amplio sera tu rango de influencia y podras trabajar con otras como tu. Le explico datos sobre movilidad, poderes como espiritu y otros como musa, conocimientos y habilidades que se le concederian cuando aceptase; ademas de que despertaria sin el dolor pasado y cualquier trauma que cargase. Sonaba muy bien, pero no podia pensar. Lo que mas deseaba era descansar durante una eternidad. Le vino a la cabeza algo que decia la comadrona del pueblo: <>. Debia ser igual de cansado salir de la misma. --?Debo decidir ahora? Desearia poder descansar un poco y orar para encontrar la mejor solucion. --Con dormir sera suficiente. La oracion aqui se hace redundante --aseguro Safo--. En cuanto sientas que recuperas las fuerzas tras tu vida y te decidas a un nivel emocional, apareceras alli donde corresponde. Habria deseado preguntarle mucho mas, pero volvio a abrir la boca y la mujer la tapo con una manta pesada, mullida y tan agradable como el fuego del hogar. Cerro los ojos y se dejo descansar. Cuando los volvio a abrir, oyo un ruido muy alto y a alguien gritando. Se preocupo, ?era el infierno? Miro alrededor y se golpeo la cabeza con una lampara; siseo, ya podria haber aterrizado en otro lugar que no fuera el techo. Por suerte, eso hizo que los conocimientos vinieran a su cabeza con suavidad, como cuando la niebla se despliega por encima de la hierba y la cubre. Escucho con mas atencion e identifico que eso no era un grito infernal, sino un tipo de musica llamada heavy metal. Siguio atendiendo y en su cabeza pudo ver la partitura especialmente compleja de esa cancion. Sonrio con orgullo sobre sus nuevos conocimientos; le gustaban mucho. Aunque no estaba satisfecha con solo eso, sentia hambre de mas. Ojala pudiera encontrar la forma de anadir mas sabiduria a su cabeza. Estaba permitido y aplaudido, como su cabeza le dijo en sus recuerdos. Estaba bien que tuviera forma de consultar sus dudas mentalmente. Miro hacia abajo y reconocio que se encontraba en un cuarto de estar. Se concentro: Espana, Madrid, un edificio antiguo --por las paredes y el ladrillo que vislumbro por sus nuevos poderes--. La decoracion del cuarto de estar era mas bien clasica, pero la television era de ese ano. De pronto, sintio en su corazon la musica del mundo y lloro conmovida por su indescriptible belleza. Era otro idioma que comprendia a la perfeccion, uno que hablaba directamente al corazon y ella debia traducirlo para llevar felicidad a otras personas. Suspiro y dejo de mirar con su vista, su alma podia ver las melodias y las historias que las acompanaban: podia percibir personas ancianas con talento sin explotar, gente mas joven perdida en sus caminos y pequenos que no habian florecido. No solo humanos, sino criaturas que en vida habia considerado perversas y las habria temido. Suspiro, aliviada de poder aprender de nuevo y mejor de aquel mundo que, de pronto, se le antojo inmenso aunque estuviera limitado a varias casas. Podria descubrir de primera mano la evolucion de las sociedades, los nuevos inventos... Conocer. Conocer sin que nadie decidiera que debia ser quemada. Iba a dar las gracias a Dios, cuando de pronto alguien empezo a golpearla con fuerza con una escoba por el costado. La musica habia cesado, la del mundo y la de la casa. --!Lo que me faltaba, un fantasma malvado para encantar el piso! --exclamo una anciana de voz rasposa sin dejar de atizarla. --!No soy malvada! --Nina, no mientas, seguro que te ha mandado la del tercero. Voy a quejarme de ella en la junta de vecinos del viernes, !su, su, su... fantasma! --insistio--. !Vete antes de que te exorcice y te duela mas!

  • Vertigo por perderme en ti, Rebeca Banuelos Ortiz de Rebeca Banuelos Ortiz

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  • Amor a lo inesperado de Lina Mars

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    Cuando Alicia conoce a un chico en una fiesta a la que va con su amiga Karina, no imagina que terminara perdidamente enamorada de el. Al comenzar el ultimo ano academico, descubre que su nuevo profesor, es el hombre que desea tanto.

  • Alliances. Un juego de luz de Stan Lee

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    Nia es una hacker con mucho talento, pero se siente muy sola. Vive alejada del mundo, con la sola compania de un padre enigmatico y genial. El unico modo que tiene para relacionarse con el exterior son las redes sociales, pero la amistad virtual de un millon de desconocidos no llena ni de lejos el vacio que la envuelve.

  • Las Ramonas de Ana Cabaleiro

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    Mi marido se acuesta con esta pobre ilusa, vuelve a pensar Mona Otero. Vuelve a pensarlo por tercera o quiza ya por cuarta vez desde que se subio al coche y se desespera, porque no llevan ni tres minutos de trayecto. Esta imagen, la de la pobre ingenua seducida, ya la ha tenido antes, al menos unas veinte o treinta veces mas durante la boda del sabado. Y en simultaneo tambien piensa que ya es mala suerte que le haya tocado ir en el maldito coche con ella. Todavia van a la altura del cruce del gallinero, que ademas de no ser lo que se dice un cruce, no tiene cerca ningun gallinero, solo la granja de pollos de los Novo, que forma parte del paisaje historico del entorno desde que a Mona le alcanza la memoria. Lo que si es cierto es que ese cruce, que es mas bien el empalme de una pista en otra, es como una frontera, el final de Saidres, la parroquia de Mona y el comienzo del exterior, sea cual sea ese exterior, Silleda o Lalin, o incluso Pontevedra o Compostela, esos sitios a los que habitualmente hay que ir por alguna causa: comprar, ir al medico o arreglar algun papel. Ahora ya no es sabado, es lunes, y Mona Otero tiene, en efecto, todo el cuerpo de lunes, acido y pesado, y se ve metida en un coche con una tia que sin duda es la amante de su marido y se siente arrasada por dentro por el fin de semana terrible que acaba de padecer, que ha sido como un rosario de pesadillas extenuantes. Mona Otero sonrie. No sera ella la perdedora de la historia. Nunca lo ha sido en casi quince anos de matrimonio. --Oye, me alegre mucho el sabado cuando vi que te habian contratado. Eres la unica fotografa que conozco que saca guapa a cualquiera. La conductora del coche, la amante de su marido, Ra Meixide, entabla la conversacion justo con lo que mas le puede doler, el machaque de su espiritu profesional con la maldita frase de sacame guapa. Ambas saben que esa fue la causa del encontronazo del sabado y Mona trata de dilucidar si su interlocutora es valiente o una simple inconsciente al volver a hurgar en la herida. --A ti te ha pasado como a mi. Por un lado teniamos que trabajar y, por el otro, ibamos de invitadas, y de tanto atender al trabajo al final no disfrutas de la fiesta. Ra Meixide sigue perorando animada sobre la maldita boda. Demasiado animada, le parece a Mona. Empieza a preocuparse por el rumbo que esta tomando la conversacion, pero no le queda mas remedio que entrar en el juego. --Era la primera boda que hacias, supongo. Como llevas aun tan poco tiempo de concejala... --Si, si, me hizo muchisima ilusion, ?sabes? Porque los novios pidieron ex profeso que los casara yo. Al oirla, a Mona le viene como una rafaga de compasion. Ya no es solo que Ra Meixide le parezca algo ingenua, sino tambien egolatra profunda. Entiende que la flamante concejala de Participacion Ciudadana y Turismo esta ensayando para labrarse la pose de politica humilde, de las que quieren seguir siendo pueblo llano. Para empezar, hoy pone su coche particular a disposicion del projimo, en este caso, a disposicion de Mona, para los viajes compartidos. Ra Meixide, una politica de su tiempo que no malgasta el erario publico, que contribuye a la conservacion del medio ambiente y bla, bla, bla, una persona maravillosa. !Cuantas como ella ha conocido! Apenas estan llegando al atajo que atraviesa la parroquia de Negreiros y que va a dar a la nacional 525, justo antes de la recta de Rolan. !Lo que aun le queda metida en ese coche! Cuarenta kilometros por lo menos. --?Como es que vas hoy a Compostela? Y tan temprano. --Tengo una reunion a primera hora en San Caetano, a primerisima hora, la verdad. Por eso cuando vi tu solicitud en BlaBlaCar me parecio perfecto aprovechar el viaje. A Mona le parecen demasiadas explicaciones. Una reunion en la Xunta en agosto ni siquiera le suena creible, pero Ra Meixide continua hablando como una metralleta, con un soniquete estridente, tal como la recuerda en los mitines de la campana electoral. Al pasar por el trecho de carretera desde donde se ve el lugar de Riobo, todavia en la parroquia de Negreiros, Mona deja volar la parte tonta de la neurona hacia el grupusculo de casas donde paso su primera infancia, en casa de tia Milita, que ni era tia suya ni nada. No era mas que la casa en la que se habia criado su padre despues de que lo hubieran recogido de dios sabe donde. Nunca le han contado ese momento de la historia familiar. Alli queda, escondido, no se ve desde la carretera, el puente de piedra que pasa sobre la via del tren, junto a la casa de Penido. Era en otro tiempo un territorio autonomo, una reserva independiente y secreta, todo un mundo propio, con un pretil de piedra que se curvaba en arco por encima de los railes, que se veian alla al fondo y que atesoraban todo un universo maravilloso de fabulas pobladas de monstruos que vivian entre las zarzas de las lindes y entre las traviesas de la propia via. Era un mundo oscuro, el de los cuentos que se inventaban desde la atalaya del puente, donde no habia espacio para princesas, porque en los cuentos de aldea solo habitan ogros y dragones deformes y amenazantes contra los que hay que luchar a muerte en batallas terribles e imaginadas cada dia, siempre peligrosisimas. Por eso llegaba tarde a comer a casa de tia Milita. Piensa, como de pasada, como si fuera un pensamiento dormido en una galaxia paralela, que deberia plantearse algun proyecto sobre los puentes de piedra, o sobre las vias del tren, o sobre los terraplenes que las limitan infestados de zarzas y maleza, algo que por fin impactara a su galerista. --Me encantaron tus zapatos, de lo mas elegante que he visto en mucho tiempo. La gran Ra Meixide, la concejala animosa, parece sonreirle en senal de paz. Acaban de entrar en A Bandeira, y ante el semaforo en rojo, paradas de un modo absurdo en una calle desierta, silenciosa, desolada a esas horas tan tempranas, se ve a si misma y a la amante de su marido como si estuvieran en la via principal de un poblado del Oeste despues de un tiroteo. Mira con algo de ansia a las aceras, a las ventanas de los bajos, a los escaparates, y no ve ni un triste gato ni un perro callejero ni un pajaro despistado que surque el aire a esas horas de la madrugada. Son apenas las siete y cuarenta de una manana de lunes. Y ademas de ser lunes, es agosto, y llueve malamente y sin ganas, como por tocar las narices. Y ya ha pasado mucho desde la espera en el punto de encuentro, a la puerta de la taberna de Saidres, la de Concha, rogando a los dioses profanos que el conductor de BlaBlaCar no se hubiera perdido. Andar por las aldeas no siempre es tan facil como parece en Google Maps. Diez minutos resguardada bajo el balcon del bar, mirando obsesivamente hacia el lado de A Pena, que era por donde tendria que aparecer el coche, atisbando a la nada, o sea, hacia unas cuantas fincas y la casa abandonada del cura al fondo, con la iglesia en lo alto, y al final, Ra 32 anos conductor nivel experto era la maldita concejala parlanchina. --Y ademas de elegantes, parecian comodos. Eran comodos, ?no? La voz aguda no le da tregua, voz de politica competente y dispuesta, que la devuelve a la noche del sabado, al claustro en ruinas del monasterio de Carboeiro, decorado para la ocasion por algun pijo con infulas artisticas, imitando una especie de jardin silvestre entre piedras historicas. Alli estaba ella, a las siete de la tarde, con sus zapatos dorados recuperados directamente del arcon del desvan de la casa de Saidres, que acumulaba quincalla de cuya procedencia ya nadie en su familia sabia responder; podian ser las cosas del tio Ernesto de cuando estuvo embarcado, o los restos del equipaje de una hermana de la bisabuela que volvio de Brasil rota y moribunda, o simplemente trastos sin historia, restos desvalidos de la vida de cada uno que habian ido llenando, a lo largo de los anos, el arcon del desvan. --Si, eso si, comodisimos. Van pasando por Loimil y grandes nubes grises y bajas siguen lagrimeando mansas. Ra Meixide conduce al limite de la prudencia, pero sin sobrepasarlo, con un punto de correcta contencion. Habla animadamente de la boda, de como conocio a los novios, ahora ya matrimonio, de como le pidieron que fuera ella, la nueva concejala, la del recien formado Gobierno municipal, la que oficiara la ceremonia civil. Ni diez semanas hacia que ostentaba el cargo, era su primera boda. --Me ha encantado la experiencia, la verdad. En general las bodas son momentos de tanta felicidad, todo el mundo se esfuerza para que salga todo perfecto, para que tenga ese toque como de magia, ?no? Ademas, la novia iba taaan espectacular, ?a que si? Para Mona, la novia podria haber ido envuelta en celofan y no habria ido mas espantosa. En realidad, no le apetece hablar de la boda. No quiere hablar de nada con esa tia, pero contribuye a la conversacion como cabe esperar. --La que iba espectacular eras tu. Me encanto el vestido que llevabas, !que tela!, con esos brillos, con esos matices irisados... Le agrada comprobar que Ra Meixide es tan simple como egolatra, y no tiene reparo en seguir con frivolidades. --Bueno, chica, es que en eso de las telas yo juego con ventaja, quieras que no, es una asignatura que me ha tocado estudiar desde la cuna. Mona recuerda la tension en la fiesta patronal de San Juan, cuando ella y sus primas estrenaban sus vestidos, todas tiesas y temerosas de mancharlos o estropearlos. Por aquel entonces, conocia a la gran Ra Meixide por ser la hija de Mucha, la de los retales, en cuya tienda la tia Milita compraba las telas para hacerles los vestidos, todos identicos, a lo mejor cambiando el color de un lazo o de un volante. Las llevaba a sesiones interminables para escoger el genero en los escasos diez metros cuadrados de local, que mas bien parecia el despacho de un estanco, con estanterias y cajas de rollos de tela, de hilos, de gavetas llenas de muestras de botones, de presillas, de pasadores, de corchetes, alli toqueteando, sobando y palpando calidades, consistencias y resistencias, mientras se desgranaba, una a una, la vida de cuanta conocida habia. Y alli estaba ella, la hija de Mucha, la de los retales, sentada en una banqueta en un rincon, entre el mostrador y el escaparate, con el libro abierto sobre las rodillas, atenta a lo que se le mandase: nina, cogeme ahi en ese cajoncito los botones nacarados, ese, si; sacale aqui a la senora esa tira de puntilla fina que acaba de llegar, que me parece a mi que le va perfecta a la cinturilla de estos conjuntos. La pequena Ra Meixide, callada y obediente, podria muy bien haber protagonizado una pelicula de esas de como se alcanza el gran sueno americano, con teson y esfuerzo, la hija de soltera que ayuda en el negocio familiar, estudia con becas publicas y suda sangre y lagrimas hasta que consigue la plaza en propiedad de profesora de quimica en un instituto, que llega incluso a directora del centro, y que se permite una excedencia para ponerse al servicio de la ciudadania en el Gobierno municipal. Y todo antes de la edad de Cristo. Sin perder, por tanto, ni un minuto de su vida. --La del vestido rojo con cristalitos cosidos, ?sabes cual te digo? Claro que Mona sabe cual le dice. Iba armada con una reflex ultimo modelo y un juego de flashes nuevecitos. Mucha idea de fotografia no se le veia, porque se movia de una punta a otra como si tuviera que hacer fotos desde todos los angulos, cuando una profesional de verdad lo que hace antes de empezar es buscar la direccion de la luz y localizar los espacios para ir a tiro fijo. --Me toco compartir mesa con ella, y era simpatiquisima. !Vaya personaje! Estuvo contando anecdotas de sus viajes. Resulta que ha recorrido medio mundo. Simpatica seria, pero Mona recuerda a la supuesta senora viajera usando la camara en automatico y disparando cuando se le antojaba, muchas veces al mismo tiempo que ella, quemandose mutuamente el trabajo con tanto flash, y consiguiendo que le cayeran bien todos los demas invitados que andaban por alli incordiando con sus moviles de ultima generacion para hacerse el tipico selfie con los novios. --!Que risa! Nos conto que en la India tenia que ducharse con un cubo y un cazo, y que un dia por lo visto le toco un cubo con rana y que se fue duchando como pudo mientras la rana la miraba fijamente. !Nos tronchamos! !Si hasta imitaba a la rana y todo! La concejala prosigue animada con las anecdotas del sabado, y Mona, viendo lo mucho que se enrolla con ese tema, sabe que acabaran llegando a la parte espinosa. Dejan atras el puente sobre el rio Ulla, cubierto de niebla y calabobos, y se van acercando ya a Santa Cruz de Ribadulla. Mona se da cuenta de que Ra Meixide hace gala de una mezcla curiosa de politica abierta y dicharachera, de conversacion amable y campechana, con un poso cotilla y desinhibido, que identifica con la herencia de los anos que paso en la tienda materna de los retales. Ya a la altura de la senal de la limitacion a cincuenta, en la entrada de Lestedo, a Mona le viene a la boca un regusto a bilis. Alli, justo alli, pero yendo en sentido inverso, le habia puesto la guinda a la desastrosa jornada del sabado. Alli la paro el agente de trafico, barra luminosa en ristre, y perdio los pocos puntos del carne que le quedaban. Atraviesan Lestedo, y la boda y toda la hecatombe que desencadeno siguen planeando sobre su animo. Es justo en ese punto cuando cae en la cuenta de que la concejala no le ha preguntado que hacia en Saidres, sola y sin coche, un lunes por la manana, cuando ella y su marido viven en Compostela. Y piensa de nuevo lo que ya pensaba en aquel instante preciso de la boda, el sabado por la tarde, lo que lleva pensando desde que se monto en ese coche: mi marido se acuesta con esta pajarraca. Y a continuacion algo aun peor, y el muy cabron me la manda para que me haga de choferesa hasta Compostela. Le entran ganas de abrir la puerta y tirarse en marcha. Quien la habra mandado montarse.

  • El nombre de la rosa de Umberto Eco

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  • Algo tan (estupido) estupendo como el amor de Nina Minina

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    Dejar de ser una nina de papa no es facil, como tampoco lo es reinventarse a una misma y empezar de nuevo. Si no, que se lo pregunten a Malena, que ultimamente no esta viviendo su mejor momento, apartada de su familia y con la sombra de un escandalo sobre su cabeza.
    La oportunidad se le presenta en forma de entrevista de trabajo para una gran editorial. Lo que no sabe Malena es que su futuro jefe tiene unos planes diferentes para ella. A partir de ese momento, algo cambiara, y Malena, poco a poco, ira encontrando todos los ingredientes que le brinda el destino para obtener la formula magica que pinta de colores cada instante de la vida.

  • Mi obstinado protector de Mia Ford

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    En el momento en que mis ojos se encontraron con los de ella, no habia nada que me impidiera entregarselo todo.
    He vivido toda mi vida en mi club, rodeado de motos y con mi familia de acogida, pero ahora ella lo es todo.
    Es devastadoramente hermosa, obstinada e independiente y quiero protegerla de su abusivo ex novio, aunque no quiera. Esta sola y desprotegida y aunque piense lo contrario, soy lo unico que tiene.
    Ella es la unica mujer que he amado y por la que lo daria todo. Por eso hare cualquier cosa por volver con ella y ponerla a salvo. Incluso si ello significa seguirla a todas partes.
    Le daria todo lo que tengo.
    Y la quiero a ella.
    No te pierdas esta historia de amor con toques eroticos y una obsesion que te cautivara el corazon.

  • Querida Veronica de Marta Escudero

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    Querida Veronica,
    Te lo prometi todo. Y te lo di.
    Nuestra hija es lo unico que queda.
    El resto son cenizas.

  • Secreto inconfesable (Pecado 1) de J. Kenner

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  • Falso nueve de Philip Kerr

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    Que el futbol sea un deporte no implica que haya que jugar limpio. Scott Manson, entrenador de futbol, esta buscando trabajo, pero en el actual mundo del futbol, plagado de estrellas, no le va a resultar facil encontrarlo. El puesto de entrenador que le ofrecen en Shanghai resulta no ser sino un elaborado timo, y los del F. C. Barcelona no quieren contratarle como entrenador, sino como detective. Por lo visto, una de las estrellas del Barca ha desaparecido y Scott tiene un mes para dar con ella. Mientras sigue el rastro del futbolista desde Paris a Antigua, Scott se topa con hombres corruptos y con mujeres retorcidas, y descubre lo podrido que esta el corazon de tan bello deporte.

  • De Repente Tu de Tess Watchmaker

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    Heredera de las novelas romanticas inglesas con acento andaluz.

  • Duena de mi corazon de Sandra Gabriel

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    Katri - Capital de Salima. ashid observaba con tristeza como Kalim y Zulima se abrazaban. Hacia tiempo que sospechaba que se amaban, aunque hasta ese dia no habia sido consciente de cuanto. --Te juro que no te olvidare --afirmaba en ese momento Kalim mientras miraba a Zulima. Zulima queria morirse. Tan solo pensar en no volver a verle hacia que se le rompiese el corazon. Aun no comprendia muy bien lo que habia pasado. Lo unico que sabia con seguridad era que algo muy serio habia ocurrido entre Brahim, el primo de Kalim, y Sulaima, su propia hermana. Algo lo bastante grave como para provocar la furia de los padres de Brahim, los reyes de Salima, y que habia ocasionado que su propio padre, uno de los consejeros mas fieles del rey, fuera expulsado del pais junto con toda su familia. --?Tu hermana te ha contado algo? --pregunto Kalim con desesperacion. Si por lo menos supiera cual era el problema, podria intentar arreglarlo e impedir que se llevaran a Zulima lejos de el. --No. Sulaima no quiere hablar conmigo --nego Zulima, que sentia como se le rompia el corazon--. Permanece encerrada en su habitacion y mi padre tampoco quiere contarme nada. Zulima estaba segura de que jamas volveria a ver a Kalim. Lo percibia en cada uno de los poros de su piel. Ni siquiera les habian permitido despedirse. Habian tenido que escabullirse hasta la casa de Rashid para poder verse por ultima vez. --Te escribire --murmuro Kalim mientras la abrazaba--. Te llamare. Aunque te vayas del pais, removere cielo y tierra para encontrarte. Jamas te olvidare. En cuanto pueda, ire a buscarte. !Jurame que me esperaras! --le rogo con desesperacion--. Te amo, duena de mi corazon. Zulima le miro mientras las lagrimas corrian por su rostro. No era la primera vez que la llamaba asi, pero sintio como si fuera la ultima. El tambien era el dueno de su corazon. Le miro con intensidad para grabarse su imagen en la retina. Estaba segura de que esta seria la ultima vez. No porque no creyera en el ni en sus promesas. Estaba segura de que intentaria mantenerlas, pero tambien sabia que sus tios, los reyes de Salima, harian lo que fuera necesario para impedirselo. Brahim era el heredero al trono y si lo sucedido entre el y Sulaima era tan grave como para expulsarlos del pais, estaba segura de que jamas se les permitiria regresar. --Zulima. Debemos irnos --le recordo Rashid apesadumbrado. La habia ayudado a escabullirse de su casa para que pudiera despedirse de Kalim. Desde que Rashid habia llegado al pais se habian hecho amigos. Aunque se habia criado en Inglaterra con su madre, tras la muerte de esta habia descubierto que su padre, del que no sabia nada, vivia en Mulak, el pais vecino. No hacia mucho que convivia con el aunque, por complacerle, habia abrazado gustoso sus tradiciones. Por ello, con tan solo dieciseis anos, su padre le habia enviado a Salima a realizar la instruccion militar, tal y como habian hecho todos los miembros de su familia durante generaciones. Su padre temia que le considerasen debil por haberse criado en Inglaterra. Con la experiencia vivida por sus padres, Rashid no creia en el amor; sin embargo, al ver a sus amigos abrazados y jurandose amor eterno, se sintio conmovido. Era singular la imagen que ofrecian. Con tan solo dieciseis anos, Kalim ya tenia el cuerpo y los musculos de un gran guerrero. Media casi un metro noventa, de pelo negro y largo y con unos ojos verdes del mismo color del musgo que tanto le recordaba a Rashid a Inglaterra, la tierra que le habia visto nacer. Sabia que su amigo podia tener a la jovencita que quisiera y, sin embargo, desde nino parecia que solo tenia ojos para Zulima. Kalim la sostenia entre sus brazos. Con su metro cincuenta parecia tan pequena a su lado… Una muneca de larga melena del color del ebano que desde que se habia hecho mujer cubria con el hiyab, y unos pequenos brazos que en ese momento le abrazaban con desesperacion. Apenas era una nina de quince anos, pero para Kalim era la mujer de su vida. La amaba tanto que a veces le dolia. Mientras permanecia abrazada a Kalim, Zulima miro a Rashid con el corazon en un puno y sus ojos color chocolate empanados por las lagrimas. No creia que volviese a ver nunca mas a ninguno de los dos. Estados Unidos estaba demasiado lejos de Salima o de Mulak. Se aparto de Kalim con renuencia y se acerco a Rashid, quien la abrazo con tristeza. Debia acompanarla de regreso antes de que nadie notase su ausencia. --Cuidale --le pidio mientras miraba a Kalim en la que estaba segura de que seria la ultima vez que lo viera. --Lo hare --le prometio Rashid con voz queda. --Adios, Kalim --susurro por ultima vez antes de irse acompanada de Rashid. --Adios, duena de mi corazon --murmuro Kalim mientras la veia alejarse de su vida--. Esperame porque ire a buscarte. K I Dos anos despues. Anvard - Salima. alim entro en el pueblo en el mismo momento que Rashid lo abandonaba. Iba a caballo secundado por sus hombres. A pesar de ser un ejercito numeroso, cabalgaban en completo silencio solo interrumpido por el sonido de los cascos de los caballos. Cuando llego hasta el se dio cuenta de que estaba totalmente cubierto de sangre. Unos vendajes cubrian su rostro, pero lo que mas le asusto fue su mirada. --?La has encontrado? --pregunto Kalim aunque temia la respuesta. --Esta muerta --afirmo Rashid con frialdad al tiempo que senalaba una especie de carromato que transportaba un cuerpo. Kalim le miro con tristeza. Llevaban meses recorriendo el pais en busqueda de Evangeline. Nunca habian perdido la esperanza de encontrarla. Cuando estaba a punto de preguntarle de nuevo, Kalim oyo el llanto de un nino y vio el bulto que Rashid sostenia entre los brazos y en el que no se habia fijado hasta entonces. --Es su hija --afirmo Rashid al tiempo que apretaba la mandibula. --?Como...? --pregunto Kalim. --La estaban violando cuando llegue --escupio Rashid con repugnancia--. Habia perdido mucha sangre a consecuencia del parto. Ni el hecho de que tuviera una hemorragia les importo a esos cerdos. --?Que has hecho, Rashid? --pregunto mientras contemplaba a los hombres que le secundaban y adivinaba el temor en sus ojos. Temor hacia Rashid. Le miraban como si fuera capaz de cualquier cosa. --Les he ensenado que hay que respetar a las mujeres --anuncio con una sonrisa cruel--. Les he dejado sin lo que ellos creen que los hace hombres. Les he cortado la polla a todos -- anadio con frialdad--. A cada uno de ellos. Kalim palidecio por la crueldad que se desprendia de sus palabras. Trago saliva con dificultad. --?Estan muertos? --No --afirmo Rashid sin borrar la frialdad de su sonrisa--. Me he asegurado de que todos vivan para que no lo olviden. La historia de lo sucedido en Anvard corrio como la polvora por todo el pais, cruzo la frontera y llego hasta Mulak, hogar de Rashid y pronto paso a ser conocido como el Carnicero de Anvard. El rey de Salima, tio de Kalim, se mostraba muy satisfecho con su actuacion, ya que habia descabezado al ultimo bastion de la resistencia. Kalim y Rashid llevaban meses recorriendo el pais con el ejercito en busca de los rebeldes. Lo que el tio de Kalim no sabia era que, en realidad, Rashid solo lo hacia para localizar a Evangeline, a la que su propio padre queria como una hija, y que habia sido entregada a los rebeldes. Aunque la habia encontrado demasiado tarde. A pesar de que no estar unidos por lazos de sangre, la queria como una hermana. Como si la muerte de Evangeline no hubiese supuesto un duro golpe para Rashid, al volver a Mulak descubrio que su padre habia fallecido mientras el trataba de rescatar a la joven. Al final, habia perdido a ambos. *** Un mes despues. Bakara - Mulak. --?Ya has decidido que vas a hacer con la nina? --pregunto Kalim mientras acompanaba a Rashid para recorrer sus tierras a caballo. Estaban en Bakara. Tras los sucesos de Anvard, Kalim habia acompanado a su amigo Rashid hasta Mulak y desde entonces permanecia en su casa. Este no le habia pedido que se quedase, pero tampoco le habia sugerido que se fuera. Kalim sabia que lo ocurrido en Anvard le habia cambiado. Ya no era el joven alegre que una vez habia conocido, sino que se habia transformado en una persona taciturna. Sabia que a pesar de no estar interesado en mantener una relacion estable, antes de lo de Anvard, muchas mujeres se le habian insinuado; las mismas que ahora le rehuian. La cicatriz que recorria su rostro desde la sien hasta el cuello le daba un aspecto feroz. Eso, unido al pelo negro como el ala de un cuervo y a una mirada penetrante que parecia capaz de desentranar hasta el ultimo de tus secretos, hacia que la gente le tuviese pavor. --?Que vas a hacer con la nina? --le pregunto de nuevo Kalim al tiempo que detenia su caballo, ya que Rashid estaba tan sumido en sus pensamientos que ni le habia escuchado. Rashid tiro de las riendas mientras se detenia a la altura de Kalim y miro en silencio a la lejania. Notaba como le palpitaba la cicatriz. Un cruel recordatorio de que no habia sido capaz de salvar a Evangeline. ?Que iba a hacer con la nina? En realidad… no lo sabia. Solo tenia la certeza que no podia dejarla abandonada.

  • La novia gitana de Carmen Mola

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    La novela policiaca mas revulsiva de la literatura espanola.

  • Solo los muertos (Eladio Monroy 2) de Alexis Ravelo

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    El autor de este libro es el mismo de Tres funerales para Eladio Monroy, asi que, como el lector supondra, sigue siendo un mal bicho esencialmente desagradecido. Pero tambien continua habiendo personas a quienes debe dar las gracias por la lectura de las primeras versiones del texto y sin cuya colaboracion este libro no hubiera sido posible o, al menos, hubiera sido bastante peor de lo que es. Ellas son Toni Ramos, Gregorio Gonzalez e Isabel Gonzalez por prestarme sus conocimientos y su casa en Teror; Ivana Di Carlo, por soportar mis ignorancias y aguantar con maternal paciencia las interminables peroratas que le destripaban el argumento de Solo los muertos; Eugenio Fuentes, que entre viaje y viaje siempre tiene un hueco para mi; Antonio Lozano, que me brindo su precision atenta, Zoraida Rodriguez, que a veces confia en mi trabajo mas que yo mismo; Jessy Suarez, a quien imagine benevolamente sonriente mientras engullia mi manuscrito; una novena persona que no desea ser mencionada de ninguna manera, pero cuyos conocimientos sobre los procesos judiciales me resultaron sumamente utiles. Y, por supuesto, el equipo medico habitual: Carmen Sanchez Maria, madre putativa (con perdon) de Eladio Monroy y principal responsable de su existencia; Jorge Liria que esta dispuesto a arruinarse para que las andanzas de mi pobre antiheroe lleguen a las manos del paciente lector; el mago Montecruz, responsable de que mis trabajos acaben pareciendose a libros; Antonio Becerra y Carlos de la Fe, que siguen aguantando las borracheras y neuras del autor; la sala Cuasquias, el Hotel Madrid y la taberna Macabeo, que cuidaron el cuerpo. Un hombre con fe es mas peligroso que una bestia con hambre. La fe los obliga a la accion, a la injusticia, al mal; es bueno escucharlos asintiendo, medir en silencio cauteloso y cortes la intensidad de sus lepras y darles siempre la razon. Y la fe puede ser puesta y atizada en lo mas desdenable y subjetivo. En la turnante mujer amada, en un perro, en un equipo de futbol, en un numero de ruleta, en la vocacion de toda una vida. Juan Carlos Onetti: Dejemos hablar al viento. --Hector Fuentes tomo un avion en direccion a Gran Canaria y despues se lo trago la tierra --resumio Arana volviendo a colocar en su sitio la botella de Macallan. Anciano pero vigoroso, regreso al sofa calentando con las manos su copa de Armagnac tras entregar sus bebidas a Farez y a Bolano. Se habia decidido que la reunion se celebrara alli, en su casa de la Sierra y en fin de semana, lejos de secretarias curiosas e improbables, pero no imposibles vigilancias electronicas. Asi que Arana condescendia a ejercer de anfitrion solicito, sin que ninguno de los tres olvidara no obstante quien mandaba alli. Bolano estaba sentado en el sillon de orejas que habia frente a el, con los codos apoyados en las rodillas abiertas, inhabitualmente enfundadas en unos jeans, descansando la interminable frente sobre la palma extendida mientras la diestra sujetaba su whisky de malta. Farez, alto y delgado, con su sempiterna cazadora de cuero, permanecia en pie, recostado contra la chimenea, consciente de su puesto de subordinado sin atribucion para la toma de decisiones aunque experto en resolver ciertas complicaciones que solo el era capaz de afrontar. Ambos, Bolano y Farez, esperaban las palabras de Arana, que habia interrumpido su argumentacion para ofrecerles las bebidas. --Lo de Esther fue lamentable, pero hay que reconocer que el accidente soluciono la complicacion. Si lo miramos con frialdad, hasta nos beneficio --su mirada y la de Farez se cruzaron un instante, aprovechando que la de Bolano navegaba en el fondo de su vaso--. Y, en lugar de aprovechar ese golpe de suerte, dejamos que volviera a darse el mismo problema. Eso si que fue un error de los gordos. --Quien iba a pensar que --comenzo a decir Bolano, pero se interrumpio cuando Arana dio una sonora palmada sobre la mesa. --!Pero, cono! ?Como que quien? Yo no trabajo con ellos todos los dias. Usted si. Usted tenia que saber que este hombre y Esther eran intimos, cono. Era precisamente usted quien tenia que pensarlo, joder. Se hizo un silencio durante el cual Arana respiro hondo y recupero su tono habitual. Un jefe no debe perder los estribos ante subordinados. --Ahora ya da igual quien tenga o no la culpa. El caso es que ha volado y algo tendremos que hacer. Bolano se volvio un momento hacia Farez. --En esta jodida cadena de errores, no todo se ha perdido. Por lo menos, sabemos la direccion que tomo. Casi pudo sentir el odio de Farez clavandosele en el cogote, antes de oir la voz profunda de aquel: --Eso da exactamente igual. Fue ayer. Desde alli, puede haber tomado un vuelo para cualquier otro sitio. O sea, que no todo esta tan claro. --Estos fallos no se pueden tener --sentencio Arana. --No se nos ocurrio que el tambien estuviera en el ajo hasta anteayer --dijo Bolano. --Si me hubieran dejado solucionar el asunto a mi manera, ahora no tendriamos este problema. Pero usted aconsejo cautela. Mire como estamos ahora por sus remilgos. Bolano se levanto y se volvio nuevamente hacia el. --?Y si nos hubieramos equivocado, que? ?Y si en realidad? --Eso hubiera dado igual. Mas valia asegurarse En cambio, ahora. --Nosotros no somos simples matones. --Yo, lo que no soy, es un aficionado. Sus tonos habian ido subiendo en volumen y en mal yogur a medida que ambos se acercaban hasta quedar encarados. --!Senores! --corto Arana--. Ya esta bien, cono. Farez y Bolano acataron la orden y volvieron a sus sitios. --Me estoy cansando de tanta gilipollez --dijo Arana, algo mas sosegado--. No podemos permitirnos mas errores. A partir de ahora, trabajaremos en equipo. Porque esta claro que tenemos que solucionar este asunto. Nos jugamos mucho. Bolano asintio, pensativo, con la mirada perdida en algun punto de la alfombra. Farez, por su parte, escuchaba atentamente, los brazos cruzados y las piernas abiertas, con un rictus de seriedad en su palido rostro de cera. --Lo primero es localizarlo --propuso el viejo, crujiendose los dedos. --Si me da unos dias --comenzo a decir Farez. --No --le apostrofo el otro--. Prefiero que se quede aqui por el momento. Para eso hay colaboradores habituales en los que se puede confiar. ?No es asi, Bolano? Bolano sostenia entre los labios un cigarrillo que encendia, en ese instante, con fruicion. --Humm Otras veces hemos contratado a una agencia --dijo al exhalar la primera bocanada de humo. --?Con buenos resultados?

  • Al suelo (Enredos con la ley 4) de Ruth M. Lerga

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    Natalia Miralles miraba con rencor hacia la puerta cerrada de su despacho. Desde esa manana habia fuera un policia nacional justo al otro lado, en pie, quieto. Al parecer, estaba <>. O lo que era lo mismo para ella, vigilandola, fiscalizando cada uno de sus movimientos. A ver, que tampoco era que necesitase esconder una plantacion de marihuana en su casa ni tenia la intencion de cargarse a alguno de sus exnovios y meterlo en el maletero del coche… Pero, !por favor!, que debia avisar incluso cuando iba a hacer pis, como en el colegio. Era incomodo, era un engorro y, segun el conseller de Politica Territorial, Obras Publicas y Movilidad --su jefe directo--, era tambien estrictamente necesario hasta que la licitacion de la nueva Ciudad Universitaria se realizase y adjudicase. Era eso o que atrapasen a un pirado que, hasta donde ella sabia, se dedicaba a enviarle amenazas de muerte sobre el plan urbanistico que en breve saldria a licitacion. !Ey!, y que al senor amenazador le molestaba todo de lo que tuviera que ver con el proyecto: quien se presentaria, segun lo poco que se habia apostado o que los propios despachos de arquitectura habian filtrado; el lugar en el que se construirian las nuevas universidades, el destino para el terreno de las antiguas; el precio maximo con el que el pirado especulaba !porque es que ni siquiera se habia decidido todavia! Vamos que, para su acosador, Natalia no habia dado pie con bola. Bueno, para su acosador oficial, si tenia que especificar quien la acosaba, porque, ademas del tarado que enviaba cartas a la Conselleria, estaba el segundo peloton de acosadores personales, <>: los tres escoltas que la guardarian manana, tarde y noche; aun tenia que decidir quien era, como en la serie de los ochenta, el listo, quien el guapo y quien el loco. Los fines de semana serian grupos de Seguridad Ciudadana, significara eso lo que significase, e irian rotando. Habia decidido que los de los sabados y domingos serian M.A., esto era, Mas Azules, por el color de sus uniformes. Sus hermanas la habian llamado encantadas con el hecho de que la protegieran y, ademas, que lo estuviera por --literalmente-- hombretones <>. Para ella no era tan dificil de entender su disgusto: no le gustaban las legumbres, no le gustaba ir en bicicleta y no le gustaban los policias. Manias suyas. --?Que tal las vacaciones? --le pregunto la enesima companera que entraba en su despacho aquella manana a saludarla. No eran tan popular. Era obvio, por tanto, que iban a ver al poli buenorro ubicado a la entrada de su despacho, un tal Puig. Si los otros dos, el de la tarde y el de la noche, eran igual de guapos, iba a tener una procesion infinita de mujeres peregrinando hasta ella dia si, dia tambien. --Marineras --respondio--. Estuve una semana fondeada en Formentera, aprovechando que mis padres no iban a usar el velero, y despues me fui de crucero por las islas griegas. No le diria que habia sido un crucero de solteros, tampoco tenia por que pregonarlo y, ademas, se habia sentido en una especie de High School Musical, como si todos los pasajeros se hubieran rehormonado como en el instituto. --Que envidia, yo me fui al pueblo de mi novio, en la meseta… Y estuvo diez minutos contandole menudencias antes de marcharse y dejarla trabajar. Natalia estudio Arquitectura en la Universidad Politecnica. El mejor amigo de la infancia de su padre era Francisco Camps, quien, ademas de apadrinarla en la pila bautismal, acabo, con los anos, convirtiendose en el Muy Honorable Presidente de la Generalitat Valenciana. Asi que, cuando la crisis la dejo sin trabajo, le ofrecio un empleo. Tres anos despues era la maxima responsable de Obras Publicas, solo por debajo del conseller. Lo increible fue que, cuando el Partido Popular perdio las elecciones, el socialista Ximo Puig la confirmase en su puesto, siendo el suyo un cargo de confianza. Era una privilegiada. Volvio la vista a los terrenos que tenian que urbanizar, al enorme mapa colgado en la pared, en plena avenida Blasco Ibanez. El campus universitario de la Universidad de Valencia, el primero de los tres de la ciudad, se proyecto en 1908, aunque dada la inestabilidad politica de las siguientes cuatro decadas no fue terminado hasta finales de los cuarenta. Eran varios los edificios senoriales, como el de la Facultad de Medicina, ademas de la Biblioteca o el Rectorado, los que componian la primera zona academica que tuvo la ciudad. Estaba situada, junto con otros dos campus mucho mas modernos y algo apartados de la gran avenida, en la entrada norte, el unico acceso <> a Valencia que quedaba, en el sentido de que no tenia municipios adheridos, junto al campo de futbol del Valencia, el Mestalla. Los atascos solian ser importantes por la manana, a la hora de entrada de los estudiantes, y a la salida si coincidia con que habia partido entre semana, momento en el que conducir por la zona era una condena, asi que habia llegado el momento de sacar las facultades --el estadio tambien, pero esa era una cuestion municipal-- a la zona de los campus nuevos, y eso requeria de dos proyectos diferentes y una inyeccion de capital importante que implicaria trabajo para mucha gente. La Ciudad de las Artes y las Ciencias costo mil cien millones y este proyecto llevaba el mismo camino. La Ciudad Universitaria se habia convertido en <> de los grandes estudios de arquitectura, tanto nacionales como internacionales, que querian dejar su sello en una ciudad que, con los anos, se habia ido modernizando y engalanando. Ahi era donde entraba Natalia: seria la encargada de redactar los pliegos, de valorar los proyectos y senalar los validos e, incluso, aconsejar cual debia ser el elegido. Y un jodido pirado la habia tomado con ella. Volvio a fijar los ojos en la puerta, con rencor, y despues miro el reloj. En cuanto acabase lo que tenia en la mesa bajaria a comer, sus tripas le advertian de que necesitaban nuevo combustible para seguir rindiendo. *** --?Te preparo un cafe? Todavia tienes diez minutos. Miro el reloj: pasaban cinco minutos de la una y media. --En breve muchos entraremos o saldremos del trabajo y el paseo de la Pechina estara hasta arriba de trafico. Prefiero ir con tiempo. Pero gracias, mama. Juanjo, de profesion subinspector Rios, comenzaba esa tarde en su nuevo puesto en Valencia despues de mas de dos anos trabajando en Castellon. Se habia acostumbrado a vivir solo e ir a su ritmo, comer en casa de su madre se le hacia extrano. Pero, un par de meses antes, Carmen habia tenido una recaida de su enfermedad de corazon y el habia solicitado el traslado de inmediato. Sus padres, ambos, eran mayores y, a pesar de que tenia otros tres hermanos y constituian una familia bien avenida, queria estar cerca y ayudar, asi que habia aceptado el primer puesto que le habian ofrecido, en el servicio de Escolta, a la espera de que surgiese algo que le gustase mas. Era el unico Rios sin pareja, asi que, por el momento, comeria con ellos a diario y se aseguraria de que todo fuera como debia. Es decir, bien. El resto tambien se turnaba para que estuvieran bien atendidos y acompanados el mayor tiempo posible. Su padre estaba muy orgulloso de la labor de hijos de sus chicos; su madre, en cambio, se sentia agobiada con tanta atencion, acostumbrada como habia estado desde siempre a preocuparse por ellos, no a ser cuidada

  • Los gatos caen de pie de M.j. Fernandez

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    Salazar debera enfrentarse a un crimen desconcertante, al mismo tiempo que atraviesa por uno de los momentos mas dificiles de su vida personal.

    En un barrio elegante de Haro asesinan a toda una familia durante la celebracion del cumpleanos de uno de sus miembros. Todos los Acosta estan muertos excepto el hijo menor, a quien encuentran en su habitacion drogado, dormido y con el arma homicida en la mano. A pesar de la brutalidad del crimen, la resolucion parece muy sencilla a primera vista, hasta que Salazar encuentra evidencias que le hacen sospechar que hay mucho mas detras del aparente parricidio y fratricidio.
    Conforme avanza la investigacion, los detectives de <> descubren que los Acosta ocultaban secretos inconfesables que los convertirian en el objetivo de la venganza de un gran numero de personas, algunas en extremo peligrosas... Incluso para el propio Salazar.
    Al mismo tiempo, don Braulio le pide ayuda a Nestor para encontrar a dos jovenes que se fugaron y perdieron el contacto con sus familias. Lo que en un primer momento parece una chiquillada sin importancia, adquiere caracter oficial con la aparicion de un cadaver. Dependera de Salazar y su equipo detener al homicida antes de que haya nuevas victimas...

  • La version de Emily de Carolina Gattini

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    Emily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.

  • Amor de zafiro de Cherie Noir

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    Alex y Marie se conocieron al entrar en la Universidad. Los dos son muy parecidos, sobre todo en gustos. Alex es un mujeriego empedernido y, por su parte, Marie tambien lo es.Dos sinverguenzas con una curiosa amistad que los une, pero… ?Que pasaria si el amor surgiera entre ellos? ?Seria posible?La sexualidad de uno puede ser un impedimento; un impedimento en que la curiosidad o la suerte pueden jugar un papel crucial.

  • No temas al amor de Alice A. Cross

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    Nunca creyo que el llegaria a romperle el corazon.

  • Vida privada de Josep Maria De Sagarra

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    Una letra de cambio impagada, detonante de un chantaje de tragicas consecuencias urdido por un gigolo nihilista, levantara los tejados de la alta sociedad barcelonesa de los anos treinta -la que todavia frecuentaba el Colon y la Maison Doree, jugaba a encanallarse en el Gambrinus o La Criolla y asistia, con una mezcla de desden y panico, a los cambios provocados por la Exposicion Universal y el paso de la dictadura a la Republica-, revelando un universo decadente de aristocratas arruinados, entretenidas de oropel, parvenus impresentables y asfixiante miseria moral.

  • Cuando vuelva la luz de Julio Septien Del Castillo

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    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • La nina de las agujas del numero 3 de Daniel Diez Crespo

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  • La iglesia y sus enigmas de Lourdes Gomez Martin

    https://gigalibros.com/la-iglesia-y-sus-enigmas.html

    La historia de la Iglesia esta llena de fenomenos sin explicacion aparente, personajes con facultades extraordinarias y objetos a los que se les atribuye un poder divino. Aunque la teologia catolica defiende que no sustenta su fe en estas manifestaciones, en las biografias de los santos encontramos multitud de prodigios y los templos cristianos estan rodeados de leyendas fascinantes. Esta obra profundiza en las reliquias mas importantes, como el Grial o la Sabana Santa; se adentra en los santuarios marianos que acogen las advocaciones mas enigmaticas, como Guadalupe o Fatima; asi como en el mundo de los milagros, las animas, el exorcismo o las luminarias.

  • Doce oportunidades de vivir de Jossy Loes

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    Sophia Baute ha pasado toda su vida entre cintas, saltos y danza, esforzandose en mantenerse en la elite de la gimnasia ritmica. Tras un error basico en una competicion, en la que queda en los ultimos puestos, duda si seria bueno retirarse como habia planeado.
    Sin embargo, todos sus planes se desmoronan en el momento que sufre un grave accidente, hundiendola en un foso oscuro del que no es capaz de salir, pero la insistencia de su amiga Marian la lleva a aceptar ir a Florida, donde un compromiso la pondra en el camino de Blake Clark.
    El no es un chico cualquiera. Durante toda su vida se ha esforzado por llegar a un buen puesto en su profesion y, a pesar de haber cumplido esa meta, lucha constantemente con el fantasma de su pasado. Un pasado que le pondra a prueba desde el instante que tropieza con Sophia, trastocando todos sus planes del presente y del futuro.
    Dos jovenes con vidas distintas y metas planificadas con antelacion que son puestos a prueba de doce maneras diferentes.
    Doce oportunidades para olvidar...
    Doce oportunidades para volver a empezar...
    Doce oportunidades para pedir perdon...
    Doce oportunidades para amar...
    Solo ellos entenderan el significado de: Doce oportunidades de vivir.

  • El secreto de Gaudlin Hall de John Boyne

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    Despues de perder a su anciano padre, la joven Eliza Caine no tiene mas opcion que aceptar un puesto de institutriz en la mansion de Gaudlin Hall, en Norfolk. Pero lo que deberia ser un trabajo digno y sencillo se convierte en una experiencia espeluznante. En cuanto se apea del tren, un par de manos invisibles intentan arrojarla a la via, y cuando finalmente llega al caseron, los unicos que salen a recibirla son dos ninos, Isabella y Eustace, que aparentemente viven solos. Eliza no sabe quien la ha contratado, y una serie de extranos sucesos la convencen de que algo muy grave esta ocurriendo en la casa. Es como si una presencia maligna, que parece querer proteger a los pequenos, se manifestara continuamente, por lo que Eliza comprende que debera desvelar los secretos que Gaudlin Hall guarda celosamente.

  • El largo invierno en Paris, Juan Vilches de Juan Vilches

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  • Refugiado de Alan Gratz

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    JOSEF es un chico judio que vive en la Alemania nazi de los anos treinta. Ante la inminente amenaza de los campos de concentracion, su familia y el se embarcan en un navio rumbo al otro extremo del mundo ISABEL es una nina cubana en 1994. Con los disturbios y la agitacion que asolan su pais, su familia y ella se echan a la mar en una balsa con la esperanza de hallar la seguridad en Estados Unidos MAHMOUD es un muchacho sirio en 2015. Con su patria desgarrada por la violencia y la destruccion, su familia y el inician una larga caminata hacia Europa Los tres ninos partiran en un terrible viaje en busca de refugio. Los tres se enfrentaran a peligros inimaginables: desde la posibilidad de morir ahogado hasta los bombardeos y las traiciones. Pero siempre existe la esperanza de un manana, y, aunque Josef, Isabel y Mahmoud estan separados por los continentes y las decadas, sus historias acabaran por entrelazarse de manera sorprendente.

  • Amor a primera vista, llama al oculista de P. Z. Reizin

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    Cuando Tom y Jen, dos corazones solitarios, se conocen gracias a un misterioso correo electronico, no saben que su Cupido particular es un robot.
    Jen se pasa el dia hablando con Aiden, una inteligencia artificial a quien esta ayudando a actuar de forma mas humana.
    Tom es un divorciado de Londres que persigue su sueno de ser escritor tras vender su agencia de publicidad. Ama su nueva vida, pero sigue buscando a la mujer de sus suenos.
    ?Puede un robot descubrir la inteligencia emocional y ayudar a Jen a encontrar el amor verdadero?

  • Dos cafes y una aventura (Dos mas dos 2) de Ana Alvarez

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    Amor, intriga, aventuras, riesgo, la segunda entrega de la bilogia <> hara que te emociones y que no puedas dejar de leer la apasionante historia de Cesar y Monica.

  • Animales domesticos de Teresa Viejo

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    Todas las historias de amor son peligrosas…

  • Una voz escondida, Parinoush Saniee de Parinoush Saniee

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    Tras el extraordinario exito obtenido con el El libro de mi destino, donde dio voz a las mujeres iranies oprimidas por el fanatismo religioso, Parinoush Saniee aborda en su segunda novela las aciagas secuelas de la insensibilidad y la ignorancia. Basandose en el caso real de un nino que no hablo hasta cumplir los siete anos, Saniee toma el pulso a la sociedad de su pais con una historia en la que el silencio cobra la fuerza de un grito de protesta.

  • Todas mis estrellas de Diana Boswell

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    Cuando Aden y Darya cruzaron sus miradas, ninguno de los dos pudo imaginar que un lazo invisible uniria sus corazones para siempre en una historia de amor inolvidable.
    Aden es un hombre hecho a si mismo, atormentado por todos los secretos que guarda. Ha sacrificado tanto de si mismo que esta convencido que sonar con un futuro que escoja es sonar un imposible.
    Darya es una muchacha que puede ver el interior del alma de las personas, y la de Aden esta marcada por las cicatrices. Su unico impulso es entenderle, arreglarlo. Sobrepasar sus barreras para ayudarle. Para salvarlo.
    Asi es como le demuestra que si tiene un futuro, una luz: ella.

  • El amor no es suficiente de Marian Arpa

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    ?Que hacer cuando el hombre que amas y con quien vas a casarte no confia en ti?

  • Cuidado con lo que deseas de Tierra Salvaje

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    Antonio anhela una vida como la que tiene su jefa, tanto que, en algunos momentos, desearia ser ella. Dicen que si deseas algo con muchas ganas, se cumple. Antonio lo vivira de primera mano, descubriendo asi, todos los secretos que esconde su jefa.

  • Un Dios a mis Pies de Francisco Correa

    https://gigalibros.com/un-dios-a-mis-pies.html

    Alex Gabarda era el hombre perfecto.
    Guapo. Joven. Atractivo. Medico.
    El mejor amigo de mi hermana.
    Y el hombre que salvo a mi padre.