• peligro extremo - Shannon McKenna

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    El regreso mas esperado de Shannon McKenna a Manderley con un thriller romantico de alto voltaje erotico .

  • Peligro extremo (NOVELA POLICÍACA) - Libros - Amazon.es

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    Peligro extremo (NOVELA POLICÍACA) : Ambler, Eric, ALOU RAMIS, DAMIAN: Amazon.es: Libros.

  • Peligro extremo (SUMA) : McKenna, Shannon - Libros ...

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    Peligro extremo (SUMA) : McKenna, Shannon: Amazon.es: Libros. ... Peligro extremo (SUMA) Tapa blanda – 26 junio 2014. de Shannon McKenna (Autor).

  • PELIGRO EXTREMO | ERIC AMBLER | Casa del Libro

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    Sinopsis de PELIGRO EXTREMO ... En la Europa de entreguerras, el periodista Desmond Kenton lucha por hacerse un lugar como reportero internacional. Hábil en su ...

  • PELIGRO EXTREMO | SHANNON MCKENNA | Casa del Libro

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  • Peligro extremo (Shannon McKenna) - Lecturalia

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    Comentarios y opiniones de Peligro extremo. Este libro todavía no ha sido comentado ¿Quieres ser el primero ? Otros libros del ...

  • Peligro extremo (Eric Ambler) - Lecturalia

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    Este libro todavía no ha sido comentado ¿Quieres ser el primero ? Otros libros del autor. Viaje al miedo.

  • PELIGRO EXTREMO - MCKENNA SHANNON

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    Información del libro · GéneroRomántica, erótica · EditorialSUMA DE LETRAS · Año de edición2013 · ISBN9788483654934 · Idioma Español.

  • Libro Peligro extremo (SERIE NEGRA), ERIC AMBLER, ISBN ...

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    Libro Peligro extremo (SERIE NEGRA), ERIC AMBLER, ISBN 9788490063415. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros ...

  • peligro extremo. manderley-rust - Librería Publics.

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    JUGAR CON EL PELIGRO. ... Aunque, para su sorpresa, Becca no se acobarda ante el peligro# ni ante él# TODO Becca sabe que debería ... Otros libros del autor.

  • Peligro Extremo - Shannon Makenna -5% en libros | FNAC

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    Peligro Extremo, libro de Shannon Makenna. Editorial: Suma. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • El arma definitiva de Shannon Mckenna

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    Entra en un mundo de excitante suspense donde el amor es el juego mas arriesgado.

  • El paciente de Juan Gomez Jurado

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    El prestigioso neurocirujano David Evans se enfrenta a una terrible encrucijada: si su proximo paciente sale vivo de la mesa de operaciones, su pequena hija Julia morira a manos de un psicopata. Para el Dr. Evans se inicia una desesperada cuenta atras cuando descubre que el paciente que debe morir para que su hija viva no es otro que el presidente de Estados Unidos.
    Con su habitual maestria en la literatura de intriga, Juan Gomez-Jurado atrapa irremediablemente al lector. Una novela apasionante y emotiva que se desarrolla en 63 freneticas horas, que no da respiro en su lectura y que plantea un dilema moral imposible que puede cambiar el curso de la Historia.

  • El arte de ser normal, Lisa Williamson de Lisa Williamson

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    David Piper ha sido siempre un rarito. Sus padres piensan que es gay y el maton de la escuela lo considera un friki. Unicamente sus dos amigos saben realmente la verdad: David quiere ser una chica.

  • Una heredera obstinada (Las elegidas 2) de Laura A. Lopez

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    Melissa Ross, hija de uno de los magnates burgueses mas influyentes de Londres, opto por convertirse en religiosa, debido a que no encontro ningun pretendiente que deseara desposarla. La llamaban el desperdicio, pues su gran dote que se perderia por falta de un esposo. Sin embargo, Melissa no esperaba que la invitaran al compromiso de su hermana menor, era un hecho que no deseaba ir y muy a su pesar tuvo que hacerlo, tan solo para que su vida diera un estrepitoso vuelco.
    Thomas Sackville marques de Dorset invitado a la fiesta de compromiso, era uno de los incansables solteros de Londres, aunque resulto victima de una de las caprichosas damas casaderas. Un mal plan, una buena samaritana y un matrimonio indeseado serian los resultados de aquella invitacion.

  • Extraccion de Douglas Preston

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    Un relato escalofriante que descubre muchos secretos de la relacion entre los hermanos Pendergast.

  • Mujeres errantes de Pilar Sanchez Vicente

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    Una escritora autodestructiva, una pescadera ambulante y una emigrante sin escrupulos. Tres mujeres unidas por un hilo comun: la huida hacia delante.

  • Bajo tus ordenes de Alina Covalschi

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    Un gran desengano amoroso es el culpable de que Clara decida ingresar en una academia militar. Miedosa pero valiente, infantil pero adulta. Harta del amor pero enamoradiza. Necesita escapar de la realidad y volver a ser la que era antes.
    Acostumbrada a una vida lujosa y de libertad, se ve obligada a trabajar duro y a cumplir las ordenes que los demas le dan.
    Su comportamiento, rebelde por naturaleza, llama la atencion del comandante Gibbins. El mismo que decide darle una leccion que no olvidara en la vida.
    Fantasmas del pasado, miedo al amor y una irrefrenable pasion son los protagonistas de la nueva vida de Clara.

  • Cuenta atras (Manhattan Beach 3) de Raquel Villaamil

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    ?Que sucede despues del <<...y fueron felices para siempre>>? Miriam Sanabria esta viviendo por fin con su gran amor, el apuesto actor Sean Weller, en la idilica playa californiana de Manhattan Beach donde se conocieron. Y su preciosa amiga Sandra mantiene un romance con el director de la pelicula del mismo titulo. Todo parece marchar bien para las dos, pero… Miriam aun sufre pesadillas por el intento de asesinato del que fue victima en el episodio anterior de la trilogia. Sin embargo no esta dispuesta a que eso paralice su vida, asi que, cuando recibe el encargo de dirigir la problematica construccion de un hotel en una isla paradisiaca de Hawai, y pese a sus reticencias por volver a separarse de Sean, decide arriesgarse. Cuando llegue alli, su tarea resultara ser mucho mas complicada y peligrosa de lo que nadie podia haber previsto. Mientras, Sandra parece tenerlo todo: triunfa en Hollywood, posee una tienda de ropa de lujo en Rodeo Drive y provoca la admiracion de todos los hombres por su belleza. Sin embargo, la realidad para ella es otra bien distinta. Cuando un dia la cremallera de un vestido se niega a subir mas alla de su cadera, comienza un infierno al que va siendo arrastrada irremediablemente, justo cuando su mejor amiga esta demasiado lejos para ayudarla. La cuenta atras ha comenzado en Manhattan Beach. ?Vas a perderte el episodio final?

  • A la cuenta de tres, Felix Villacis de Felix Villacis

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    Leo y su mejor amigo Gus parecen estar viviendo otro dia habitual en la escuela hasta que, de repente, lo impensado sucede. Estalla una guerra que nadie vio venir, mucho menos ellos.
    Para sobrevivir, deben llegar a un refugio que se encuentra en la frontera y recorrer la mitad de la provincia sin sus familias y con la sombra de los enemigos sobre ellos. ?Sobreviviran al recorrido? ?Cual es el precio de la vida en situaciones como esta?

  • Cierra los ojos y entregate de Pilar Parralejo

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    TAN pronto como termino la reunion, Miranda Warhol, editora jefe de Stardust Miracle, cerro la libreta sobre sus rodillas, estirandose sobre el puf en el que habia estado sentada durante mas de dos horas. Se puso en pie elegantemente y se coloco bien la chaqueta del traje. --Bien, chicas. Nos vemos aqui el proximo martes con los articulos de los zapatos mas extravagantes del mundo, --senalo a un par de chicas-- el articulo sobre vestidos de epoca, -- miro a otro par de ellas-- y el de los peinados sencillos pero elegantes para citas de ensueno. -- ?Y el de los consejos para conquistar al hombre de tus suenos, del mes proximo? --respondio una de las redactoras a medida que se acercaban a la puerta. --Bueno, de ese articulo me encargo yo --sonrio--. De vez en cuando tambien me gusta colaborar, ya lo sabeis. Cuando todas salieron de la enorme sala de colores en la que se reunian siempre, Miranda indico a su asistente que las siguiera, y este no tardo en unirse a ellas. Las chicas se acercaron a la puerta del ascensor de cristal exterior, desde donde se veia gran parte de la ciudad en una imponente panoramica. --Parece que hara buen tiempo el resto de la semana. Las chicas y yo iremos el viernes a un sitio nuevo ?Querras venir? --pregunto Pauline, una de las redactoras y alguien con quien Miranda se llevaba especialmente bien desde hacia algo mas de tres anos. --Pues no lo se, ese viernes por la tarde vienen los de la mudanza y no se si tardaran mucho --explico--. De todas formas enviame la direccion en un mensaje, si terminan rapido me pasare por alli, no me gustaria perdermelo. --!Hecho! --exclamo--. ?Sabes? A ese sitio nuevo suele ir tu amado Sebastian Jefferson --canturreo con intencion de avergonzar a su jefa. --Por dios Pauli, !callate! --Miranda la regano con los dientes apretados mientras le daba un golpe con el codo en las costillas. -- Vamos Warhol, ya todo el mundo sabe que te gusta el jefazo --rio, entrando en el elevador y corriendo para esconderse detras de sus companeras, haciendo que la editora se sonrojase por ver su secreto al descubierto. --Es cierto… --confirmaron las otras chicas asintiendo efusivamente. Miranda se abrazo a su asistente y fingio que se ponia a llorar, haciendo reir a las muchachas y al secretario. No podian negar que lo pasaban genial en aquel trabajo. Casi como si de una broma se tratase, Bastian, el guapo y sexy director general de New York Paper Ind., la editorial a la que pertenecia la revista de las chicas, esperaba en la puerta del ascensor. Cuando este se detuvo, la mandamas del grupo salio caminando de espaldas y, sin haber visto al hombre, choco aparatosamente con el. Las chicas empezaron a reir y a pasar sobre los papeles para ir a sus puestos y dejarlos solos. --!Oh, madre mia! Lo siento tanto… Disculpa. Lo lamento muchisimo --murmuraba completamente avergonzada, mientras recogia el monton de papeles que el choque entre ellos habia dejado desperdigados por el suelo. --No importa. ?Estas bien? --Si, estoy bien. Tu… ?te he hecho dano? Lo lamento de verdad. --Si, tambien estoy bien --sonrio el, poniendose en pie y presionando el boton para que las puertas del ascensor volvieran a abrirse-- Ten un buen dia. --Gracias, tu… tu tambien --dijo la editora, sonriendo como una tonta antes de darse la vuelta y correr a su despacho hecha un manojo de nervios. A Miranda nunca le habia gustado un hombre como Sebastian. El no era mucho mas alto que ella, tenia el cabello semi-largo, de un castano casi rubio, y ojos azul grisaceo. Era un hombre que siempre llevaba barba sin afeitar de varios dias y mayor que ella por varios anos. Miranda siempre se habia enamorado de tipos como Maximilien, su asistente, chico atractivos, jovenes y seductores. Hombres jovenes con los que podia acostarse una noche y olvidarlos la noche siguiente. Tampoco es que lo hiciera asi, se habia acostado con al menos una decena de chicos desde su adolescencia, pero salio con todos ellos como minimo por un mes. Pauline la habia visto correr a su despacho y, abrio una ventana de chat con el resto de las chicas para burlarse de ella. --Realmente te quita el aliento, ?no? --No --la miro a traves del cristal de su despacho con la cara aun colorada--. ?Por que siempre exagerais tanto? Solamente lo encuentro atractivo. Una de las redactoras habia encontrado una foto del ejecutivo en internet y la compartio en el chat. Miranda se puso en pie para reganarlas por su falta de decoro, pero su expresion risuena cambio inmediatamente, palideciendo mas por momentos. Bastian se acercaba directo a su despacho, con su siempre recta y elegante postura. NYPaper tenia reuniones todas las semanas en la sala de juntas contigua a la que usaban las chicas. Esta, por el contrario, no era en tonos blancos, rosas, naranjas y violetas, ni tenia como asientos cojines, pufs y sillones acolchados. Era una sala fria, gris, con una gran mesa de cristal ahumado en el centro y rodeada de sillas de simil piel color negro. Bastian solto la pila de papeles sobre la mesa conteniendo una sonrisa por el choque con esa chica. --?Pasa algo? --pregunto uno de los editores de la revista masculina que su editorial llevaba. --No, no en realidad. Desvio la mirada al monton de documentos y se dio cuenta de que los suyos estaban mezclados con los de la editora. Por un momento penso en mandar a Sean, su secretario, pero le apetecia verla de nuevo asi que, despues de rebuscar y seleccionar los informes y recortes de Miranda, bajo a su despacho. Al salir del ascensor la vio reir dentro de su acristalada oficina. Su cara aun lucia llena de color y parecia interesada mirando algo en el monitor de su ordenador. Camino despacio, observandola mientras se acercaba, hasta que ella alzo la vista y le miro. Su expresion perdio todo color que pudiera tener. --Buenos dias de nuevo, Senorita Warhol. --Saludo, apoyandose en el marco de cristal de la puerta. --Buenos… dias --respondio ella, colocandose frente a la pantalla en la que aun estaba la imagen. Las chicas reian, mirandolos. Ellas tambien estaban sorprendidas por la visita del jefazo, pero la cara de su editora era un poema y era inevitable no reirse. --Supongo que te sorprende mi visita. --!No! Bueno si. Pero por favor, pasa, sientate. --No. En realidad vengo a por los papeles de mi reunion --ella lo miro sin saber a que se referia, pero Bastian senalo con la mirada el monton que habia en una mesita al lado de su escritorio. --Oh, !lo siento! De verdad que lo siento… --No te disculpes tanto, yo tambien me he llevado los tuyos --anadio, sacudiendo los que llevaba en la mano. Maximilien miraba desde fuera. Habia ido a por los cafes que la mandamas le habia pedido y dudaba si entrar o no. Las chicas le llamaron con gestos, como si le dijeran que se apartase de alli. Su jefa se veia tan emocionada que, obedeciendo a las redactoras se acerco al escritorio de Pauline para no interrumpirles. --?Que ha pasado? ?Por que esta el jefazo en su despacho? --pregunto soltando las bebidas calientes en la mesa de la pelirroja, pero ella no respondio, solo se encogio de hombros sin apartar la mirada de su amiga. Mientras ella rebuscaba entre los papeles para devolverle los que se habia llevado por error, el ojeo el despacho y con el, el reflejo en el espejo que habia detras de ella. Desde ahi pudo ver el monitor, donde habia una foto suya en primera plana. Sin intencion alguna de disimular dio la vuelta al escritorio para verla mejor. --?Y esto? --pregunto risueno. Miranda se giro horrorizada, sin poder articular palabra-- Esa no es de mis mejores fotos, la verdad… ?Son esos? --pregunto, cambiando de tema, restandole importancia a lo que habia estado mirando. --Si… estos son. --Vale. Gracias. Espero chocar mas veces contigo, me gusta sonreir antes de una reunion importante, ayuda a aliviar tensiones --Bastian tendio una mano como saludo y ella la estrecho timidamente. Nunca antes habia pasado esa verguenza. Habia chocado con el, tirando todo lo que llevaba en las manos, le habia hecho ir a por los documentos que se habia llevado y, ademas, le habia pillado con un retrato suyo en la pantalla. Cuando el ejecutivo se marcho Miranda se llevo las manos a la cara, percibiendo sin querer, el aroma que la mano de ese hombre habia dejado impregnado en la suya.

  • Legado de cenizas de Tim Weiner

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    La primera historia completa de la CIA.

  • Todos los veranos del mundo de Monica Gutierrez

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    Helena no sabe como sobreviven las familias cuando coinciden todos sus miembros bajo el mismo techo, pero esta a punto de averiguarlo.

  • El Novio de mi Hermana de Nahomy Rodriguez

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    Anne Salvyn se ha graduado de abogada, poniendo en pausa su sueno de ser fotografa para continuar con el legado familiar. Y viendose envuelta en la desmedida manipulacion de su familia, encontrara apoyo y comprension en quien menos lo espera, Nataniel Rousse, el novio de su hermana.
    Ese apuesto hombre que suele mirarla en secreto y en silencio cuando nadie los ve. El que, asqueado de ser tan correcto, y cansado de vivir en una mentira, despertara en ella la chispa de una indebida pasion contra la que no podran batallar.
    Una apasionada historia de amor, que rompera las barreras de lo debido y se colara en tu corazon para enfrentar el miedo a ser feliz.

  • Matar el pasado, Lizzie Quintas de Lizzie Quintas

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    En un mundo donde la avaricia esta a la orden del dia y la traicion acecha en cada esquina, solo se puede esperar la perdicion del ser humano.

  • Sin ver atras de Carolina Mendez

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    Kara tiene un pasado del que no se siente muy orgullosa. Hacer sentir miserables a las personas es algo de lo que esta profundamente arrepentida, pero la vida tiene maneras de hacerte pagar todo lo que haces, y Kara no es la excepcion a esta regla.

  • No suena a Best Seller de Rebeca Cod

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    Si tu vida tuviera banda sonora, ?sabes como sonaria?

  • La sinagoga del agua de Pablo De Aguilar Gonzalez

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    1391, durante el pogromo, los cristianos atacan la sinagoga donde un judio esconde a su hijo David, recien nacido, junto a su hermano.
    Epoca actual, en Ubeda donde unas excavaciones encuentran restos de aquella sinagoga destruida.

  • Mas alla del equinoccio de primavera de Natsume Soseki

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  • Entrega certificada de Sophie Saint Rose

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    Symone cruzo la calle a toda prisa cargando con su pesada bolsa de cartera y esquivando un taxi que hizo sonar el claxon. Al llegar a la acera suspiro abriendo la bolsa para hacer el reparto y sonrio al ver el sobre rojo -- Claro, hoy es jueves. -- dijo para si subiendo las escaleras del numero cuarenta y siete. El portal estaba abierto y no veia al portero por ningun sitio. El senor Patterson bajaba en ese momento, asi que encantada se acerco con los sobres en la mano-- Le ha llegado carta, senor Patterson. Como todos los jueves. -- miro en el monton del edificio y saco dos cartas para el. --Gracias, ?Sybil? --Symone. Symone Murray. El hombre ya debia tener sesenta y tantos, pero era tan atractivo como un actor de cine. Incluso con su pelo moreno cubierto de canas, se conservaba muy bien para su edad. -- ?Eres nueva en este trabajo? Creo que antes repartia las cartas un hombre, ?verdad? --Phill, pero se jubilo hace un ano. Ahora esta zona es mia. --lo miro maliciosa-- Usted es mio. El hombre se echo a reir y Jack, el portero, se acerco poniendose la chaqueta. Estaba claro que habia ido al bano-- Buenos dias, Symone. --Buenos dias, Jack. ?Como va ese intestino? --Mucho mejor, gracias. --Ya sabes, come mucha fibra. Hasta manana. -- se volvio y le guino un ojo al senor Patterson, que sonrio agradablemente. Hizo su ruta saludando a todo el mundo y charlando un rato con ellos, pero se puso a llover, algo que no era extrano en Nueva York a finales de septiembre. Su pelo castano, que habia tardado una hora en dejar impecable con la plancha la noche anterior, ahora era una masa de rizos desgrenados -- Mierda de tiempo. -- era lo que mas odiaba de su trabajo. El tiempo. En invierno era una pesadilla repartir el correo porque siempre llegaba empapada y muerta de frio cuando nevaba. Desde el ano anterior, que era cuando habia empezado a trabajar en correos, habia pillado cinco resfriados. Habia tenido la nariz roja durante todo el invierno y eso que habia probado de todo. Su amiga Tavie decia que parecia una payasita. Y no solo eso. En verano se asaba con aquellos pantalones ridiculos y los zapatones con cordones. Ademas, la camisa azul le quedaba enorme. Era el uniforme menos sexy del mundo. Asi no se comia ni un rosco y llevaba sin sexo... bueno ahi su trabajo tenia poco que ver, porque hacia dos anos que no echaba un polvo. Cuando por fin llego a casa, se quito la chaqueta de punto azul y puso los ojos en blanco al oir los jadeos de su companera de piso en su habitacion. -Esto es estupendo. -- siseo viendo que el piso estaba hecho un asco mientras iba hacia la nevera y cuando la abrio, pudo comprobar que Tavie no habia ido a comprar esa manana como habia dicho que haria. --Espaguetis otra vez. -- dijo resignada abriendo la alacena. Se puso a cocer los espaguetis sacando una lata de salsa bolonesa ya preparada y cuando tenia la comida ya a punto, escucho el grito de satisfaccion de Tavie terminando la faena. Su novio salio de la habitacion con unos gayumbos rojos sonriendo como un bobalicon mientras se apartaba el cabello rubio de la cara -- Ehh. Ese era el saludo de Cris. Siempre decia Ehh. Estaria bueno, pero era el tio con menos cerebro del mundo. Todavia no entendia como Tavie estaba con el. Por los orgasmos que le proporcionaba seguramente. Cuando su amiga salio de la habitacion atandose la bata de seda rosa que su madre le habia regalado a Symone por Navidad, se dijo que ya tenia bastante-- Esto no puede seguir asi. --Vamos, ?estas enfadada? --No trabajas, tengo que encargarme yo hasta de hacer la comida. !No has ido a la compra! -- dijo enfadada-- !Y hasta coges mis cosas sin mi permiso! -- !Somos amigas! -- exclamo Tavie recogiendo su cabello rubio en una coleta alta mientras la miraba como si dijera disparates. -- !Precisamente por eso! !Si queremos seguir siendo amigas, esto tiene que cambiar! Tavie la miro con sus ojos azules mientras que los verdes de Symone brillaban de rabia por no pegarle cuatro gritos -- Esta bien. Veo que igual me he pasado, pero no me he dado cuenta, te lo juro. -- !Solo faltaria que hubieras sido tan egoista a proposito! --Necesita un polvo. -- dijo Cris cogiendo de la olla unos espaguetis con la mano y metiendoselos en la boca. -- !Cierra la boca, Cris! -- dijeron las dos a la vez. --Esta bien. A partir de ahora colaborare mas. -- su amiga se acerco a los espaguetis y saco un plato de la alacena sirviendose. Cogio un tenedor y se sento sobre la encimera comiendo tranquilamente -- Ire a la compra por la tarde. --dijo sin darle importancia. Cuando un espagueti cayo como a camara lenta sobre la bata que ni ella habia estrenado, lo vio todo rojo-- !Largo! Tavie mastico lentamente dejando el plato sobre la encimera-- Cris, corre. -- ?Que? -- pregunto su novio con la boca llena. -- !Corre! !Tiene esa mirada de loca! Cris la miro y ella indignada grito -- !No tiene gracia! Tavie solto una risita-- Lo siento. Prometo ser buena. Siempre le decia lo mismo y por muy amigas que fueran, aquello ya era el colmo. Nego con la cabeza y Tavie perdio la sonrisa poco a poco-- Hablas en serio. --Mira el apartamento, Tavie. !Tienes veinticinco anos y no limpias, no colaboras, te comes todo lo que compro y este gorron tambien! !No aportas dinero a la renta porque no trabajas y encima tienes el descaro de reirte de mi! !Y me has estropeado una bata que me ha regalado mi madre! --Tavie se sonrojo-- Nos conocemos desde hace anos y cuando te dije que podias vivir aqui, se suponia que era algo temporal. !Llevo un ano manteniendote y estoy harta! --Entiendo. -- dijo muy digna bajando de la encimera-- Hare las maletas. -- ?Y a donde vas a ir? -- pregunto Cris con la boca llena. --A tu casa. Cris abrio los ojos como platos-- !No puedes venir a mi casa! !No entro ni yo! Tavie jadeo indignada-- ?No me quieres en tu casa? --No es eso palomita...-- siguio a su furiosa novia y Symone se mordio el labio inferior sintiendo remordimientos. --No cedas, no cedas. -- se dijo a si misma en voz baja. Saco un plato del armario y cuando llego a la olla vio que estaba casi vacia. Eso la decidio. Furiosa fue hasta la habitacion y cerro de un portazo. Se quito el horrible uniforme y salio con su albornoz rosa hacia el bano. Alli se encontro con Tavie, que estaba recogiendo sus cosas. Symone se sintio fatal sobre todo porque se conocian desde los diez anos y Tavie abrio los ojos como platos cogiendola de la muneca y metiendola en el cuarto de bano a toda prisa-- !No lo digas! -- ?El que? --Cris me acaba de decir que esta bien que me quede en su casa y si te echas atras, nunca querra que viva con el. Symone entrecerro los ojos-- !Lo has hecho a proposito! --Tecnica de supervivencia. -- hizo una mueca--Siento lo de la bata. Ahi me he pasado. --se volvio y siguio recogiendo sus innumerables potingues-- Vamos, parece que no me conoces. Tampoco soy tan desordenada. --Increible. -- siseo-- Tu no estas bien de la cabeza. --En el amor y la guerra todo vale. -- se volvio y le dio un beso en la mejilla-- Te llamo manana. Atonita la vio irse del bano como si nada. Miro el estante casi vacio, pensando que ese pringado no tenia ninguna oportunidad con su amiga. Se lo iba a comer vivo. Se paso lo que quedo del dia recogiendo el apartamento y yendo a la compra. Cuando al fin se tumbo en la cama hizo una mueca porque echaba de menos a Tavie. Siempre hablaban antes de irse a dormir y era un habito que echaria de menos. -- Bueno, Symone... es hora de buscarte un novio. Una semana despues estaba en la central de correos recogiendo la correspondencia de su zona, cuando repasando que todas las cartas estuvieran colocadas por calles, se dio cuenta que faltaba algo. Sin saber que era, las reviso dos veces, pero tenia las cartas de todos los portales y de todas sus calles--Que raro. -- susurro metiendolas por orden de entrega, para ir sacandolas segun las iba necesitando. Esa vez llevaba un carrito porque tenia demasiado volumen y no le cabian en la bolsa. Odiaba el dichoso carrito. Sonrio porque afortunadamente no llovia. Cuando llego al numero cuarenta y siete de la cincuenta y ocho, sonrio cogiendo las cartas para entregarlas-- Buenos dias, Jack. --Buenos dias, Symone. -- de repente se puso palido y salio corriendo. --Vaya. -- subio las escaleras --Pobre hombre. --iba a dejar las cartas sobre la mesa, pero se decidio a meterlas en los buzones para que no tuviera que hacerlo el. Estaba echando las cartas en el buzon de Patterson cuando se detuvo en seco. Paso una carta tras otra -- !Mierda! !La carta roja! Seguro que la habia dejado en la central porque nunca faltaba. Hizo sus entregas en tiempo record corriendo por su zona sin detenerse con nadie. Cuando llego a la central, dejo el carrito en su sitio y fue a la zona de reparto para revisar su cajetin. Al verlo vacio, se llevo la mano a la frente pensando en ello--Mierda, mierda. -- ?Que ocurre? -- pregunto su supervisora mirandola fijamente a traves de sus gafas de pasta negras. --Oh, nada. Creo. Es que un usuario esperaba una carta y me he pasado a mirar por si estaba alli. --No habra llegado. Si se hubiera enviado, la habrias repartido. -- entrecerro los ojos--A no ser que la hayas perdido. Symone abrio los ojos como platos-- Por supuesto que no, senora Liles. Yo no he perdido nada. La mujer sonrio asintiendo-- Nunca hemos tenido una queja de ti y seguro que esta vez sera igual. Esa carta no ha llegado. Punto. --Si, senora Liles. --Bien. ?Has terminado? --Si, senora. Miro su reloj y sonrio encantada-- Muy bien. Un tiempo excelente. Puedes irte a casa. Cuando la mujer se volvio a echarle la bronca a otro, gimio mirando su cajetin-- !Mierda! Despues de darle vueltas durante una hora, se acerco al portal del senor Patterson para disculparse. Estaba convencida que la carta habia desaparecido en algun punto porque las recibia todos los jueves y se sentia culpable porque era mas que evidente que eran cartas de amor. Symone se imaginaba que seria un amor imposible y que solo les era posible comunicarse asi, como en los romances del siglo diecisiete. La posibilidad de que por culpa de ella no hubiera recibido la carta de la semana, le provocaba una desazon que no se iba. Asi que como decia su madre, cuando habia que disculparse, cuanto antes mejor. Entro en el portal y saludo a Jack-- ?Como estas? El hombre que debia tener unos treinta anos sonrio como si estuviera encantado con la pregunta y Symone incomoda porque pensara que tenia interes en el, miro a su alrededor disimulando. -- Mucho mejor. Es que tengo el colon irritable, ?sabes? Y si me pongo nervioso...-- de repente palidecio y salio corriendo. Symone se quedo mirando su espalda con la boca abierta y entonces comprendio que se ponia nervioso al verla. Hizo una mueca esperando que se le pasara, porque le iba a ver casi todos los dias a no ser que la cambiaran de ruta. Algo poco probable. Sujetandose la correa del bolso que cruzaba su pecho fue hasta el ascensor y pulso el octavo. Se miro al espejo y se aparto un rizo castano de la frente. Se paso el dedo por debajo de sus ojos verdes para quitar algo del rimel que se le habia corrido y tomo aire dandose valor porque no sabia como iba a reaccionar el pobre hombre. Esperaba que estuviera en casa. Salio del ascensor y admiro un precioso cuadro que estaba en el pasillo. Era una preciosidad que representaba un puente sobre un rio lleno de flores acuaticas. En su barrio ese cuadro duraria alli tres minutos. Fue hasta la puerta A y toco el timbre. Miro a su alrededor y se sobresalto cuando abrieron la puerta. Una mujer de la edad del senor Patterson le sonrio dulcemente y Symone fruncio el ceno mirando la letra de su puerta. Se suponia que ese hombre no tenia esposa. Nunca habia enviado una carta a la mujer de Patterson, pero temio meter la pata, asi que pregunto-- ?Es la senora Patterson? --Oh no, querida. Soy su asistenta. ?Traes una carta certificada para Richard? Suspiro de alivio-- No, pero necesito hablar con el de un asunto importante. La mujer asintio con una agradable sonrisa mirandola con sus ojos azules --Por supuesto. Pasa, que le aviso. La llevo a un salon que estaba elegantemente decorado. Era masculino en tonos marrones y el gran sofa de cuero le recordo a los que se veian en las peliculas inglesas. Todo estaba puesto con mucho gusto. Habia un cuadro que le llamo la atencion porque no pegaba con la decoracion clasica de ese hombre. Era el retrato de una mujer en tonos pastel. Era preciosa, con su pelo rubio y sus ojos verdes brillando de alegria mientras se reia. Seguro que era alguien importante para el. --Enseguida le aviso. ?Quieres tomar algo? --No, gracias. --se sento en el sofa sacando la correa del bolso por la cabeza para colocarlo a su lado en el sofa-- Acabo de tomarme un cafe. La mujer asintio girandose y yendo hacia una puerta que habia a su izquierda. Llamo a la puerta -Adelante. La senora entro en lo que parecia un despacho. Desde el sofa vio que el senor Patterson estaba sentado detras de un escritorio muy fino. La mujer le dijo algo que ella no llego a entender desde alli y el hombre se levanto rodeando el escritorio. Cuando salio, Symone sonrio levantandose del sofa. Al verla sonrio agradablemente --Pero si es nuestra repartidora de noticias. --Que manera mas delicada de decir repartidora de facturas. El hombre divertido le indico el sofa -- Por favor, sientate. Tienes que estar cansada despues de recorrer las calles toda la manana. Symone se sento mientras la mujer recorria el salon para entrar en otra puerta a su derecha. --Bueno, Symone... ?ha ocurrido algo? -- se sento en la butaca al lado del sofa y ella pudo ver en sus ojos que tenia la esperanza que hubiera sido asi. --Queria disculparme por no haberle traido el sobre rojo hoy. -- dijo preocupada-- En realidad no se que ha pasado y temo haberlo perdido. --Tuteame, por favor. -- la miro con sus ojos grises y apreto los labios-- ?Por que te disculpas si no sabes que ha ocurrido? --Me he imaginado que la culpa ha sido mia, porque ella no falla ni una semana. -- se sonrojo intensamente-- Perdon. Supuse que era una mujer quien... --Tienes razon. -- la interrumpio con una triste sonrisa-- En treinta y dos anos no ha fallado nunca. --eso la hizo sentirse peor aun. Que hubiera pasado en su turno, era tener mala suerte --Desgraciadamente creo que a ella puede haberle pasado algo y por eso no ha escrito la carta de esta semana. --Pero puede enterarse, ?verdad? --pregunto ansiosa. Richard nego con la cabeza --No puedo llamar a su casa. --Entiendo. -- susurro mirando la tristeza en sus ojos -- Si esta casada, puedo ... --No esta casada. Es viuda. Symone le miro confundida-- ?Y si es viuda por que razon no pueden mantener contacto? -- al darse cuenta que habia preguntado algo demasiado personal, se puso como un tomate y susurro --Lo siento, no es asunto mio. El hombre suspiro y miro el cuadro --Cuando conoci a Valeria si que estaba casada. --a Symone se le corto el aliento-- Llevaba casada cinco anos y tenia una hija con su marido. -- ?Como se conocieron? Richard sonrio con nostalgia-- En el cine. Habia ido sola porque su marido no soportaba el cine europeo. Estabamos en la cola de las palomitas y tropece con ella. Fue amor a primera vista. --Oh, que bonito. --Intentamos separarnos, de verdad. Pero era superior a nuestras fuerzas. --miro a Symone a los ojos-- Le pedi mil veces que le dejara y cuando lo iba a hacer, su marido tuvo un problema de salud que le impidio hacerlo. --Algo de corazon, seguro. -- dijo haciendole reir-- En las grandes historias de amor siempre pasa algo asi. --No paso solo eso. Yo me enfade y... --Se separaron. --No queria hacerle dano a su marido, ni a su hija, asi que cuando se entero de que estaba embarazada de mi, no me dijo nada. -- Symone se llevo una mano al pecho sintiendo mucha pena por el -- Yo me case con otra, pero el matrimonio no duro ni dos anos. Me estaba divorciando cuando vi a Valeria en Central Park con el nino en el carricoche. Cuando nos encontramos, volvimos a sentir lo mismo que cuando estabamos juntos, asi que fue inevitable. Pero cuando un dia el nino me llamo papa en uno de nuestros encuentros, ella me miro con horror y ya no quiso volver a verme, sintiendose muy culpable por todo lo que habiamos provocado. --Asi que tu hijo vive en la ignorancia. Richard asintio. -- ?Y su marido? --Murio hace siete anos. -- ?Y por que no estan juntos, si se puede saber? El senalo una foto que habia sobre una estanteria y Symone abrio los ojos como platos al ver a un hombre guapisimo, riendo con la mujer rubia al lado. Tenia los ojos grises y miraba a la camara, pero Symone sintio que la miraba a ella --Esta buenisimo. Richard se echo a reir a carcajadas-- Segun su madre, tiene un exito terrible con las mujeres. No le extranaba nada-- Seguramente usted tambien lo tendria porque son igualitos. -- Symone miro la foto y a su anfitrion varias veces. --Ese es el problema. Que cuando me vea, sabra todo lo que ha pasado y su madre no puede soportar que sepa que le ha enganado. Que ha enganado a toda la familia. Seria demasiado para ella. -- !Por Dios, llevan asi treinta anos! -- dijo ella indignada-- Tienen derecho a ser felices de una vez. El se cabreara, pero tendra que aceptarlo. !No es un nino! Richard la miro con admiracion --Eso mismo le he dicho a Valeria, pero... --Se niega. --Sus hijos son el amor de su vida. --Symone suspiro mirando la foto-- Ademas, no se lo que ha pasado, asi que hasta que no se ponga en contacto conmigo tengo las manos atadas. --Pues me voy a enterar. -- dijo levantandose del sofa decidida-- ?La direccion? Richard abrio los ojos como platos-- ?Que? -- !No puedes pasarte con esta incertidumbre varios dias! Me das la direccion y voy a preguntar por ella. !Soy cartera! De algo tiene que servir mi profesion. El hombre parecio pensarlo-- No es mala idea. --Tu no puedes ir, pero yo si. -- sonrio radiante-- Y si tengo suerte puede que vea a tu hijo. --No le contaras nada, ?verdad? --Soy cartera. -dijo ofendida-- Soy discreta por naturaleza. Si supieras las cosas que se. -- ?Como que? --Soy una tumba. Richard se echo a reir y sus ojos brillaron. Se levanto y fue hasta su despacho donde escribio en un post-it lo que suponia que era la direccion. Cuando volvio, parecio pensarselo mejor con el post- it en la mano-- No dudes mas. Por mi no se enterara de nada. Preguntare por ella. !Incluso puede que no pase nada y yo haya perdido la carta! Richard apreto los labios y le entrego la nota-- Valeria Thorton. --Muy bien. Volvere. -- dijo yendo hacia la puerta con paso firme --Tardare un par de horas. Tengo que pasar por la central. --De acuerdo. Estare aqui esperando. Saliendo del piso apreto los labios. Pobre hombre. Llevaba esperando toda su vida. Su unico nexo de union con su familia eran esas cartas y ella iba a descubrir que estaba pasando. Capitulo 2 A toda prisa fue hasta la central con la esperanza de que hubiera en el cajetin de su calle alguna carta a nombre de Valeria Thorton. Sonrio porque tuvo suerte y discretamente cogio la carta, que era de un banco. Hizo una mueca porque le vendria mejor una certificada, pero le serviria para tener una excusa. Cuando la habia guardado en el bolso, paso su supervisora ante ella. --Symone, ?que haces todavia aqui? --Se me olvido algo en la taquilla y me he pasado a ver como iba el trabajo para manana. La senora Liles la miro asombrada-- No deberias pensar tanto en el trabajo. Eres joven. Sal a divertirte. --Es que me gusta que todo este en orden. --Esta entrega en tu trabajo, me hace pensar que puede que te recomiende para un ascenso a clasificacion. !Dios mio, que horror! Estar todo el dia sentada clasificando cartas por codigo postal. Preferia helarse de frio. --No se moleste. Ya conozco a los vecinos y estoy muy a gusto en la ruta. --Estupendo. Ahora vete y disfruta de lo que queda del dia. --Lo hare. Hasta manana. Salio de alli a toda prisa y corrio a la parada de metro para ir a la calle sesenta y cuatro este. Estaba claro que tenian mucho dinero y Symone esperaba que eso no hubiera tenido nada que ver a la hora de no separarse de su marido. Cuando llego a la casa de tres pisos, miro la fachada de ladrillo rojo y se paso las manos sudorosas por su chaqueta antes de sacar la carta de su bolso. Con la carta en la mano cruzo la calle y subio los cinco escalones que llevaban a la puerta, decorada con un llamador de cobre en forma de leon. --Vamos alla. -- toco el timbre y puso una sonrisa en la cara. -- !Ya voy yo! -- escucho desde dentro de la casa y cuando abrieron la puerta Symone sintio que se le detenia el corazon. El hijo del senor Patterson estaba ante ella con una camisa blanca y unos pantalones negros. Las mangas de la camisa estaban enrolladas hasta los codos mostrando su vello negro y Symone trago saliva al ver el color dorado de su piel. Estaba para comerselo -- ?Si? La voz grave del macizo le hizo levantar la vista a sus ojos grises, igualitos a los de su padre. -- ?Queria algo? --Oh. -miro la carta como si leyera el nombre que se sabia de memoria-- ?Valeria Thorton? --Es mi madre. -- extendio la mano, pero ella la aparto de el sorprendiendolo. -- ?Y eso como lo se? -- ?Perdon? -- ?Esta en casa? --Mi madre esta en el hospital. -- respondio molesto-- ?Me da la carta? -- ?En el hospital? -- pregunto alarmada-- Estara bien, ?no? Richard la miro asombrado y respondio entre dientes-- ?Es asunto suyo? -- !Me gusta saber que mis asignados estan bien! Es de buen cartero. --Querra decir de buena cartera cotilla. Symone jadeo ofendida-- ?Esta bien o no? --Ha tenido una infeccion de vesicula y han tenido que operarla de urgencia. Iba a entregarle la carta cuando la volvio a apartar-- ?Pero esta bien? --Los medicos dicen que si. Tardara unas semanas en recuperarse, pero se pondra bien. Le tendio la carta y Richard iba a cogerla cuando volvio a separarla-- ?En que hospital esta? --Oiga, senora... -- !Senorita! --exclamo ofendida-- Senorita Murray. -- ?Me da la carta de una buena vez? -- !Es por si algun vecino quiere enviarle flores! --En el Lenox Hill. -- respondio entre dientes. -- ?Habitacion? --Trescientos dieciseis. Ella sonrio radiante-- Gracias. -- le entrego la carta, pero cuando el la cogio Symone no la solto-- Por cierto. ?Esta soltero? La miro asombrado-- ?Y eso que tiene que ver con mi madre? --No, si esa pregunta es para mi informacion personal. --No es asunto suyo. --Pues veras… ?te importa que te tutee? No, ?verdad? Pues veras... si de algo me he dado cuenta en el dia de hoy, es que no hay que desaprovechar las oportunidades, porque luego vienen los arrepentimientos. --?No me diga? -- tiro de la carta, pero ella no la solto cogiendola con la otra mano--!Esto es ridiculo! -- ?Esta soltero o no? -- !Si! Y si todas las mujeres son como usted, lo estare muchos anos. Ella se echo a reir dejandolo de piedra-- ?Novia? Se dio por vencido -No. --No eres gay, ?verdad? -- !No! --Tengo un trabajo estable y no estoy mal. ?Quieres casarte conmigo? La miro como si le hubieran salido dos cabezas antes de cerrarle la puerta en las narices. Symone parpadeo mirando el llamador. Parecia que el dichoso leon se reia de ella. -- ?Eso es que no? -- pregunto en alto para que la oyera --Vale, te meto la carta por debajo de la puerta. -- metio la mitad de la carta por la ranura y cuando la carta desaparecio sonrio sin poder evitarlo-- !Por cierto, me llamo Symone! Espero su respuesta, pero al no escuchar nada bajo los escalones lentamente sonriendo como una tonta. !Que hombre! Caminaba por la acera y volvio la vista a la ventana. !La estaba mirando! Ella le saludo con la mano y el cerro la cortina a toda prisa. --Le has gustado. Sino no se hubiera quedado mirando. -- dijo para si loca de contenta. Cuando llego a casa de Richard padre, entro en el portal donde Jack en cuanto la vio se sonrojo intensamente. -- Hola. --Hola, Symone. Sobre lo de antes... --Hablamos luego, tengo prisa. -- dijo entrando rapidamente en el ascensor dejandolo con la palabra en la boca. Cuando llego al octavo, Richard abrio la puerta el mismo, lo que demostraba el estado de nervios en el que se encontraba-- Sabes que estamos en el siglo veintiuno y que existen los moviles, ?verdad? -- ?Esta bien? Entro en el piso sonriendo de oreja a oreja-- Esta bien. La han operado de la vesicula de urgencia, pero esta bien. Richard suspiro de alivio pasandose una mano por la frente -- ?Por que no vas a verla? Esta en el Lenox Hill. Habitacion trescientos dieciseis. -- ?Como te has enterado de eso? --Sonsaque a tu hijo. -- le guino un ojo-- Se me resistia, pero al final hablo. Por cierto, ?como es que no os llamais por telefono? Richard se sento en la butaca --Empezamos con lo de las cartas. En aquella epoca no habia moviles y cuando Richard le regalo uno hace diez anos, no me quiso dar el numero porque su marido pagaba las facturas. --Entiendo. --Despues Richard se encargaba de esas cosas y seguimos como estabamos. --Pero os veis, ?verdad? En algun momento teneis que veros. --Una vez a la semana nos vemos aqui. Suele venir el lunes porque es el dia que tiene mas desocupado. Su hija tiene dos hijos y le quitan mucho tiempo. Ademas, tiene que seguir yendo a sus causas beneficas porque si no sus hijos se extranarian. --Asi que esta muy ocupada con la familia y eso. --Viene cuando puede. A veces me sorprende cuando tiene una tarde libre. Le parecia terrible tener que esperar siempre a que ella pudiera hacerle un hueco. Ese hombre tenia la paciencia del santo Job. Symone se sento en el sofa-- ?Vas a ir a verla? --Por mi iria ahora mismo, pero si Steffani esta alli, se sabra enseguida la verdad. --Por tu parecido con el. --Exacto. --Steffani es su hija mayor, supongo. Richard asintio preocupado-- Ya no lo soporto mas. Todo esto es... --Has tenido mucha paciencia. ?Como lo has soportado? La miro a los ojos-- Si hubieras conocido al amor de tu vida, harias lo que fuera por estar con el, aunque sea un minuto al mes. -el corazon salto en su pecho al oirle hablar -- Se que ella sufre tanto como yo, pero el amor que siente por sus hijos la retiene. Y a mi tambien. No quiero hacerles sufrir. Despues de tantos anos le tengo tanto carino a Steffani como a mi hijo. --senalo una foto donde estaba toda la familia junta. Una chica rubia rodeaba con el brazo al que debia ser su marido, un hombre moreno con cara de buena gente. Al lado del marido estaba Valeria y al otro lado Richard que miraba a sus dos sobrinos sentados en el suelo ante ellos. El gran arbol de Navidad indicaba que estaban en fiestas. El unico que faltaba era el y miro a Richard con pena. --Lo siento. Richard sonrio intentando disimular su estado de nerviosismo-- Nunca nos habia pasado algo asi y estoy preocupado. -- ?Quieres que manana vaya a verla? Si no hay nadie, le dare mi telefono para que hable contigo. Sus ojos grises brillaron-- ?Haras eso por mi? --Claro. -le miro maliciosa-- Ademas, tengo la intencion de ligarme a tu retono. Richard se echo a reir a carcajadas --No te rias. -- dijo indignada-- Lo conseguire. Me gusta. -- ?Te gusta, eh? -- dijo hinchando el pecho --Es un partido estupendo. --Eso ya lo he visto. --Y lleva su empresa con mano de hierro. -- se notaba que estaba muy orgulloso de el. --Eso a mi no me importa. -- dijo levantandose del sofa-- Yo me mantengo sola. Richard la miro pensativo-- ?Sabes que eres una persona estupenda? Nada me gustaria mas que se uniera a una mujer como tu. Symone se sonrojo por el piropo-- Hare lo que pueda. -- fue hasta la puerta y Richard la siguio-- ?Quieres que le diga algo si no puede llamarte? --Que la amo mas que a mi vida. Esa respuesta le corto el aliento y espero que alguien la amara asi algun dia --Lo hare. -- susurro. Forzo una sonrisa y salio del piso. --Gracias, Symone. Gracias por todo. --No es nada. Estamos para servir. -- le guino un ojo haciendole reir y Symone se sintio mucho mejor. Al dia siguiente hizo su reparto como todos los dias, deseando que llegara el fin de semana porque estaba agotada. Antes de ir al hospital, decidio cambiarse de ropa y se puso unos vaqueros ajustados negros y un jersey verde que resaltaba el color de sus ojos. Se maquillo ligeramente y como no le daba tiempo a plancharselo dejo sus rizos castanos sueltos, llegandole la melena a mitad de la espalda. Como no podia presentarse con las manos vacias a visitar a una enferma, decidio comprarle algo de parte de Richard. Entro en la floristeria del barrio y miro a su alrededor. -- ?Puedo ayudarla en algo? Se volvio hacia un chico que por su camisa supo inmediatamente que era gay. Un heterosexual no se pondria ese tono de rosa--Quiero el ramo de flores mas bonito del mundo. Quiero que cuando lo vea, se quede con la boca abierta y sepa que la persona que se lo regala la quiere con locura. --Tu novio es muy afortunado. -- dijo mirandole las piernas. Pues no, no era gay. --No es mi novio. Es un amor imposible que perdura a lo largo de los anos. -- comento distraida mirando un pequeno ramillete de violetas. -- ?Cual es su flor favorita? --No tengo ni idea. -le miro a los ojos que eran de un increible color azul. Llevaba lentillas, era gay -- ?Alguna sugerencia? --Oh carino, tengo miles. -- se volvio hacia los jarrones de cristal llenos de flores que tenia metidos en un expositor refrigerado -- Las rosas son tan tipicas en estos casos. No, tiene que ser algo especial. Gladiolos. -- ?Esas no son para los funerales? --Que va. Los que te vendo son un hibrido con colvillei. -- a ella le sonaba a chino --Mira, estos blancos enormes son magnificos. Eran bonitos. Sus grandes petalos blancos que se curvaban hacia abajo eran delicados y con clase. Perfectos para Valeria. -- ?Son muy caros? --Te hare precio y te saldran mas baratos que las rosas. --Muy bien. Hora de demostrar lo que vales. --Eso es todo un reto. Cogio todo el jarron y lo puso sobre la mesa de trabajo. En menos de cinco minutos habia hecho un enorme ramo envuelto con un precioso celofan y un gran lazo de seda rojo. Era perfecto. -- Eres un artista. --Gracias. -dijo cogiendo la tarjeta de credito que le tendia. --Te recomendare por ahi. El sonrio divertido --Te iba a hacer descuento igual. --Ahora te recomendare mas. El florista se echo a reir y cuando le entrego el recibo, lo firmo pensando que ese mes tendria que hacer algun ajuste por los setenta pavos que se acababa de gastar. Pero si le gustaba, mereceria la pena. Cogio el ramo de flores que casi la cubria y se lo coloco en el costado-- Hasta la proxima... --Alan. --Symone. -- le tendio la mano-- Hasta la proxima, Alan. El se la estrecho divertido y la acompano hasta la puerta. Cuando se la abrio para que saliera, la sorprendio tendiendole una rosa azul. Symone abrio los ojos como platos-- !Es azul! --Preciosa y fuera de lo normal. Como tu. -- ?Es de verdad? -- toco los petalos suavemente y si que era de verdad. Le miro a los ojos-- Gracias es muy bonita. --Ya me contaras si le ha gustado. Symone sonriendo casi se choca con un hombre que entraba y que le dio un beso a Alan en los labios. --Claro que te lo contare. Adios Alan. Cuando llego a la tercera planta del Lenox, salio del ascensor y busco la habitacion trescientos dieciseis. La puerta estaba cerrada, asi que llamo. Cuando se abrio la puerta y vio frente a ella a su Richard sonrio radiante-- !Hola! --Dios, ?que haces aqui? -- pregunto exasperado. --He venido a ver a tu madre. Richard la miro atonito y ella se lo comio con los ojos. Iba con un traje gris que resaltaba el color de sus ojos y la camisa blanca con la corbata azul le sentaban de miedo. -- ?Quien es, hijo? --Tu cartera. Symone le puso una mano en el pecho para empujarlo y que la dejara pasar. La mujer rubia que habia visto en las fotos estaba sentada en la cama algo despeinada y con cara de cansancio. Symone se quedo de piedra al ver la habitacion repleta de flores y algunos ramos eran impresionantes. --Hola, no se si se acuerda de mi, pero soy la sobrina de Patt-- la miro a los ojos mientras se acercaba a la cama y Valeria sonrio sonrojandose -- ?La recuerda? --Si, por supuesto. -- ?La sobrina de Patt? ?Que Patt? -- Richard se cruzo de brazos mirandola como si fuera un peligro. --Va, tu no la conoces. --se volvio hacia Richard y le sonriendole le tendio las flores -Para ti. -- ?Para mi? --Si, ella ya tiene muchas. Valeria se echo a reir---Eso es cierto. ---a miro a los ojos-- Asi que eres la sobrina de Patt. ?Como se encuentra? --Se asusto un poco al enterarse de que estabas en el hospital, pero ahora esta mucho mejor. Esta deseando que le hagas una llamadita para tranquilizarse. --Llama a esa amiga tuya, mama. -- dijo Richard mirando el enorme ramo de gladiolos --Si esta preocupada... Valeria la miro a los ojos emocionada-- No tengo aqui el movil y no se me el numero. --Tranquila. -- ella saco el telefono que tenia preparado y busco al padre de Richard en la agenda. Ahora tenia que entretener a Richard para que no escuchara la conversacion y lo haria encantada. Pulso el boton verde tendiendole el telefono y se giro hacia Richard, que miraba a su alrededor sin saber que hacer con el ramo. -- ?Como estas, guapo? --el la miro como si quisiera salir corriendo-- ?Me has echado de menos, cielito? -- ?Cielito? -- ?Te gusta mas carinito? -- dio un paso hacia el y Richard dio un paso atras con el ramo en la mano -- ?Te gustan mis flores? Son gladiolos. -- ?Esto no se usa en los funerales? Ella se echo a reir porque habia preguntado lo mismo que ella-- Pues no. Pero en las bodas si. ?Te has pensado mi proposicion? Richard buscando una salida miro a su madre, que hablaba con Patt sonriendo radiante. -- Te aseguro que soy un buen partido. -- dijo llamando su atencion. La fulmino con sus preciosos ojos grises rodeados por unas pestanas oscuras y muy largas. Symone suspiro sin poder evitarlo-- Se cocinar muy bien. --Tengo asistenta. --Y hago unos masajes estupendos. Soy fisioterapeuta, ?sabes? -- ?No eras cartera? --La crisis economica. -- dio otro paso hacia el. --Tengo un masajista increible. --Pero no serian como los mios. --Richard puso los ojos en blanco e impaciente volvio a mirar a su madre -- ?Que tal si vamos a comernos una hamburguesa? --Tengo una cena de negocios. -- dijo mirando su reloj de pulsera --Y creo que tengo que irme. -- !No fastidies! !Lo estoy haciendo yo todo! -- puso las manos en las caderas mirandole con el ceno fruncido-- ?Lo de la cena es cierto o es una manera de decirme que no quieres nada conmigo? --Lo primero y lo segundo. Le miro decepcionada-- No te gusto. En sus ojos leyo que creia que estaba chiflada y Symone se echo a reir-- Vamos, dimelo. Si no te gusto, no hay nada que hacer. -- ?Siempre haces esto con los tios? -- pregunto interesado. -- !Ja! !No has dicho que no! -- le senalo con el dedo-- Vamos carinito, si quieres vamos al cine. --Me gusta llevar a mi la iniciativa. -- dijo molesto. -- ?Es eso? Pero si hubiera sido por ti, hubieras cogido la carta sin preguntarme nada... --Sigo sin preguntarte nada. ?Eso no te dice algo? -- dejo el ramo sobre el alfeizar de la ventana. Con lo grande que era se cayo al suelo. Symone entrecerro los ojos. --Ese ramo me ha costado una pasta. Lo menos que podias hacer, es meterlo en un jarron y aparentar que te gusta. --No era para mi. -- !Te lo he regalado yo! !Si tu me regalaras algo, lo cuidaria! Richard se agacho a cogerlo enfadado-- No quiero que me regales nada. -- le puso el ramo en el pecho soltandolo y ella lo agarro antes de que cayera al suelo --De hecho, no quiero saber nada de ti. No me interesas. ?Lo entiendes? -- !Richard! -- exclamo su madre mirandolo asombrada-- ?Y tus modales? --su hijo se sonrojo por la reganina --!Disculpate ahora mismo! --Mama, si me disculpo, no me librare de ella. -exasperado se acerco a su madre y la beso en la mejilla-- Me tengo que ir. Symone se coloco ante la puerta y sonrio --Vale, puede que haya ido demasiado deprisa, pero estoy segura que te volveras loco por mi. --Richard no salia de su asombro -- Eres mi media naranja y no me voy a dar por vencida facilmente. ?Ahora me das un besito de despedida? Richard se volvio hacia su madre-- ?Ves lo que queria decir? Valeria solto una risita-- Dale el besito para que te deje salir. -- !Ni hablar! No pienso dejar que me chantajee. --Symone puso morritos y cerro los ojos esperando su beso. Richard gruno-- Esto es increible. --Me van a doler los mofletes. -- dijo sin apenas mover los labios. -- ?No tenias prisa? -- pregunto Valeria divertida. --?Sabes lo que es el acoso? Symone no se movio de su sitio. Esperaria lo que hiciera falta. Cuando se abrio la puerta empujandola hacia delante, Richard se escabullo antes de darse cuenta. La enfermera que llevaba una bandeja en la mano les miro asombrada. -- !Ya te pillare! -- !Que mas quisieras! Bufo mirando a Valeria que sonreia con su telefono en la mano-- ?Que tal todo con Patt? --Fantastico. ?Que tal todo con Richard? --Se resiste, pero todavia no he utilizado todas mis artimanas. --Estoy impaciente por enterarme de ellas. Sonriendo se acerco a la cama-- ?Como te encuentras? Patt esta algo nervioso. --Me duele un poco, pero no se lo digas. -la miro a los ojos-- ?Como os habeis conocido? --Soy su cartera. --Valeria abrio la boca entendiendo-- Falto tu carta. Se pasaron hablando una hora de como habia logrado enterarse de donde estaba y charlando de todo un poco. -- ?Como puedes vivir asi? -- pregunto sentada a su lado sin recriminarla. --No lo se. -- susurro con la mirada perdida-- Todo empezo sin buscarlo y era tan inevitable...A veces me pregunto como seria mi vida sino hubiera entrado en ese cine hace treinta y dos anos. -- ?Y el verdadero amor? -- ?Que clase de amor es este? Richard no conoce a su hijo y he mentido a todo el mundo. -- sus ojos se llenaban de lagrimas-- Me da tanto miedo hacerles dano. Que me odien por lo que hice... No sabia que decir a eso. Ella no tenia hijos, pero suponia que el amor a un hijo era superior a todo lo que se puede sentir. --Bueno, espero que lo arregleis. -dijo levantandose de su silla--Ahora tengo que irme. --Gracias por venir y por todo lo demas. --No me lo agradezca. He conocido a su hijo. -- le guino un ojo mientras ella se reia -- Por cierto, ?donde trabaja? --En el edificio Thorton de Beekman Street. -- !No! -- exclamo asombrada. !Tenia su propio edificio! --Si. Le encontraras en la ultima planta, querida. Symone hizo una mueca-- Algo se me ocurrira. --Seguro que si. -- sonrio divertida-- No tengo ninguna duda.

  • Beauty, Susana Rubio Girona de Susana Rubio Girona

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  • Ensayo sobre el loco de las setas de Peter Handke

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    En la serie de cinco “ensayos” que ha venido publicando desde 1989, Peter Handke (1942) ha explorado y desarrollado nuevos caminos en el campo de la creacion literaria, en unos peculiarisimos textos que combinan el recuerdo, la autobiografia y la reflexion, al tiempo que alumbran una nueva mirada sobre la cotidianidad. En “Ensayo sobre el loco de las setas” (2013), Handke toma como hilo del que tirar la figura de un amigo de infancia. Iniciado en la actividad de recoger setas en el bosque en la posguerra por motivos esencialmente economicos, la atenta mirada sobre la naturaleza a que aquella lo obliga acaba transformandolo en un ser para el cual la foresta, emblema de la naturaleza, se convierte en lugar de encantamiento y revelacion.

  • Muerte y ceniza de Teo Palacios

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    Teo Palacios nos sorprende con una nueva novela historica, esta vez situada en la epoca del Imperio Romano en Hispania. Una aventura de intriga que nos mantendra firmemente atrapados entre las paginas de esta nueva aventura, pero siempre manteniendo la linea historica real. Una oleada de incendios asolan la ciudad de Hispalis en la Hispania del Imperio romano, sin causa aparente. Las prostitutas son perseguidas y asesinadas en las calles. Y, cuando el cadaver del joven Fabio Justo, hijo de uno de los grandes patricios de la ciudad, aparece de forma inexplicable entre los escombros de una de las insulae quemadas, la clase noble pedira justicia e intentara detener el desastre. El joven abogado Gayo Longo Licinio se vera obligado, para sus sorpresa, a resolver el misterio bajo la presion de los nobles patricios, hostigados por las revueltas de la peble. Los problemas se le acumulan, mientras lidia con los problemas que le causan tanto su bella esposa como su exigente padre, Gayo se ira adentrando rapidamente en un asunto que cada vez resulta mas oscuro y peligroso. Por ello comprara un nuevo exclavo: el famoso Lentulo, un gladiador picto, cuya mision sera la de proteger a su amo. Pero las fuertes manos de Lentulo tal vez no sean suficientes para mantener a salvo a Gayo de una conjura que no solo parece amenaza su vida, sino tambien la estabilidad de todo el Imperio romano.

  • En el huracan catalan de Sandrine Morel

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    A lo largo del convulso otono politico de 2017, los corresponsales en Espana han gozado de una privilegiada mirada sobre los acontecimientos que se produjeron antes, durante y despues del referendum catalan del 1 de octubre. En primer lugar, porque el propio
    Ejecutivo catalan les dio un protagonismo importante de cara a internacionalizar el conflicto. Y, en segundo lugar, porque contemplaban los hechos desde la perspectiva unica que da la falta de vinculacion emocional.
    Sandrine Morel, corresponsal de Le Monde en Espana, nos cuenta en este libro su version de lo acontecido con informacion de primera mano y con un resultado sorprendente. En la obra se reproducen declaraciones de los protagonistas desconocidas hasta ahora. Aunque no es este un analisis aseptico. La vision de Sandrine es critica y mordaz, y pone en evidencia las estrategias de manipulacion y movilizacion llevadas a cabo por las partes, a la vez que da su propia version de los hechos sobre los verdaderos motivos -historicos, politicos y economicos- que confluyeron en el proces.
    Un relato que pone luz a unos acontecimientos que forman ya parte de la historia de este pais y que siguen muy abiertos en nuestras propias vidas cotidianas.

  • Ladronas de Nueva York 4 de Estefania Yepes

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    Me moria de sed. Como si no me hubiera pasado la noche entera bebiendo. Mandaba narices. Encendi la lucecita de la mesilla que habia junto a mi cama y busque la botella de agua, pero esta estaba completamente vacia. Fantastico. Me puse en pie y antes de salir, me acerque a la puerta tambaleandome, con el objetivo de comprobar que ya no quedara nadie en casa. Me habia metido en la cama en ropa interior y una camiseta de tirantes y no tenia ningun tipo de intencion de cambiarme por un simple botellin de agua. ?Como demonios habiamos llegado a beber tanto? Sali y anduve haciendo eses hasta la cocina. Todo el apartamento estaba a oscuras. No obstante, con el tiempo habia desarrollado la virtuosa habilidad de recorrerlo a tientas, sin magullarme los dedos de los pies contra ningun mueble. Me frote la cara y abri la puerta del frigorifico de donde saque un botellin. Fui a cerrarla y entonces, al girarme para regresar, el pulso se me acelero de golpe, alcanzando limites peligrosos. Muy peligrosos. No pude gritar ni moverme; ni siquiera sabia como podia no haberle visto antes. Apoyado contra la mesa del salon estaba Olly. Tenia la respiracion agitada y la vista perdida en algun punto de la mesa. La estampa era... Estaba segura de que si despegaba los labios para preguntarle que hacia ahi se me escaparian las pocas fuerzas que permitian que todavia me mantuviera en pie. Me fije mejor en su aspecto y descubri que llevaba la camisa abierta y su pecho oscilaba arriba y abajo, visiblemente alterado. Mis ojos comenzaron a acostumbrarse a la penumbra y al final, aunque temerosa, di un paso al frente. Como si se percatara por primera vez de mi presencia, elevo el menton y su mirada, turbia y enajenada, me busco. Crei que iba a morir en ese mismo instante. Literalmente. Y juro por Dios que lo hubiera hecho si a cambio hubiera podido seguir siendo observada de ese modo durante el resto de mi eterea eternidad. Pero ese sencillo pensamiento lo unico que logro fue colapsarme las arterias, mientras que sus ojos desfilaban inclementes por mi cuerpo, recorriendolo por completo. No estaba bien, no hacia falta ser adivina para darse cuenta de ello, pero yo tampoco me hallaba en plenas facultades y quiza eso lo volvia todo mucho mas facil todavia... o tal vez menos real. Mis dedos se aferraron con fuerza a la botella de plastico cuando sus ojos se detuvieron sobre mis piernas desnudas. Tal vez me hubiera desmayado a lo largo de la noche y eso no fuera mas que un sueno. Al fin y al cabo, no veia a Elle por ninguna parte, tendria sentido que asi fuera... ?no? Trago saliva a camara lenta y el movimiento de su garganta se perfilo en la penumbra, a traves de la poca luz que se colaba impetuosa a traves de las ventanas. Aparto las manos de la mesa y se irguio por completo, con la camisa completamente abierta y el pecho descubierto. Si antes de salir del dormitorio me moria por un trago de agua es que no tenia ni la mas remota idea de lo que era sentirse asfixiado y deshidratado. Ahora era consciente y a pesar de ello, no hubiera cambiado esa sensacion por todos los botellines de agua del mundo. Preferiria morir en sus ojos que vivir en su invisible presencia. Mi mente se nublo cuando dio un paso al frente, todavia jadeante, sin dejar de mirarme fijamente. Tenia la mirada completamente ida y su aliento destilaba un fuerte aroma a alcohol. Estaba ebrio. Y a mi no me hacia falta tener que dar otro paso para demostrar que tampoco me encontraba precisamente en uno de mis momentos mas lucidos. Me hubiera gustado suplicarle que parara de mirarme asi, que me contara que le pasaba y de ese modo, poder ayudarle. En cambio, no podia dejar de observarlo y de excitarme cada vez que sus ojos volvian a pasearse indecorosos por mi cuerpo, semidesnudo. Dio otro paso mas en mi direccion y supe que perderia el equilibrio si me movia un solo centimetro. Sin pretenderlo, mis ojos se desviaron hacia su torso, cubierto por una fina capa de vello, y senti un intenso cosquilleo en la columna que se esparcio por todo mi cuerpo. Su respiracion seguia igual de agitada, como si aquel estado en el que se hallaba sumido no remitiera. Le veia sufrir y al mismo tiempo veia en sus ojos el deseo. Y yo no era tan fuerte. Nunca lo habia sido. Se acerco todavia mas y nuestros cuerpos quedaron apenas a unos centimetros de distancia. Su aliento me rozo las mejillas y senti vertigo, del de verdad, del que crees que no podras combatir jamas, ni siquiera con el farmaco mas potente del mercado. Olia a vino y cerveza, y en sus labios resultaba una mezcla demasiado tentadora. Me observaba con el fuego crepitando en sus ojos, que incluso en la oscuridad se intuian claros y llameantes. Alzo una mano y la llevo hacia mi rostro. La mantuvo durante unos instantes en el aire, sin moverse, sin dejar de mirarme. No se si pedia permiso o perdon pero, en ambos casos, me lo pedia a mi, solo a mi, y estaba dispuesta a concederle ambas cosas. La yema de sus dedos entro en contacto con mi piel y crei que no iba a poder soportarlo. Era injusto, seguramente ni siquiera sabia lo que estaba haciendo, a juzgar por la turbia intensidad de su mirada. En sus ojos tal vez yo era Elle y a pesar de ello, no me aparte. Sus dedos recorrieron mi mejilla y descendieron muy lentamente por mi cuello. Se deslizaron por mi clavicula y entonces, con una parsimonia que amenazaba con romperme en millones de micropedacitos de mi misma, se detuvo sobre mi pecho y lo contorneo con una delicadeza que podria servir para someter incluso al mas incredulo e insensible. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano por contener un par de lagrimas. La lucha que se estaba librando en mi interior bajo su intensa mirada era algo para lo que nadie me habia preparado jamas. Por un lado queria sentirme libre, sonreir y disfrutar, provocarle y sentirme viva. Sin embargo, a pesar de ello, no podia dejar de pensar en que estaba traicionando a mi mejor amiga. Aunque ella hubiera dicho que no queria estar con el... que no tenian nada serio. Pero, a pesar de eso, el seguiria siendo suyo... Siempre seria suyo. --Olly... --murmure entonces, incapaz de acabar con lo que en realidad habria querido decirle. Su mano ascendio y entonces, con suavidad, su dedo pulgar se poso sobre mi labio mientras que con la palma envolvia mi mandibula. Jugueteo con el dedo y dibujo su contorno, obligandome a levantar un poco la cabeza, gesto al que cedi. No podia dejar de mirarlo, no podia dejar de sentirme viva mientras el siguiera contemplandome de ese modo. No podia dejar de pensar que era la peor amiga del mundo y al mismo tiempo, suplicarle que acabara de una vez por todas con la soga que habia anudado a mi cuello y de la que el estaba tirando demasiado sin ser consciente. --Olly... --intente de nuevo, buscando algun resquicio de razon que pudiera quedar en mi interior. Pero esta vez no me dio tiempo a mas. Sus labios se posaron sobre los mios con una fuerza tan protectora como desconsiderada y entonces, cuando crei que iba a morir, a alcanzar el nirvana o cualquier otra de esas cosas que siempre habia imaginado, paso todo lo contrario. Lo unico que no esperaba; lo unico para lo que no estaba preparada. Deje de pensar. Deje de pensar en el, en mi y en todo lo demas. Nada; no habia absolutamente nada mas en mi interior que no fuera el deseo que sus besos encendieron. No habia remordimientos, miedo ni reproches. No habia inseguridades ni menosprecios. Sus besos me devoraban con pasion, enajenados pero hambrientos, y me entregue a ellos sin poder pensar en nada que no fuera lo bien que sabian despues de haberlos sonado durante tanto tiempo. Una de sus manos se acoplo a la curva de mi espalda y la otra bajo hacia mis nalgas, donde se aferro con una fuerza casi animal. No tarde en reaccionar. No podia creer lo que estaba sucediendo pero no podia detenerme para tratar de comprenderlo. Ni siquiera se como llegamos a mi dormitorio. Lo hicimos sin mas y de repente, sus manos levantaban mi camiseta sin necesidad de pedir permiso. Mis brazos obedecieron y se alzaron, mientras sus besos seguian torturandome con el sabor del mismisimo eden. Asi con fuerza su camisa y tire de ella, dejandola caer al suelo. Todo sucedio demasiado deprisa a partir de ese momento. Tenia un hambre feroz, su necesidad de un cuerpo en el que desahogarse era aniquiladora y el mio estaba preparado y predispuesto, mientras en mi cabeza tenia lugar una contienda muy distinta. Razon y corazon luchaban a muerte, con todas sus armas, con todas sus fuerzas. Ahora sin ejercitos de por medio, tan solo ellos dos. Y mientras tanto, mi cuerpo se liberaba encajado bajo el suyo, sintiendole tan adentro que ni siquiera la gran cantidad de alcohol evito que una lagrima resbalara por mi sien cuando me arquee despues de vibrar con el orgasmo mas puro, intenso y vivo que hubiera experimentado jamas. Lo senti en mi cuerpo, en mi cabeza, en todo mi ser... CAPITULO 2 Sarah. Ahora. --Lorie por favor, deja de llorar... deja de culparte. El llanto silencioso es el mas doloroso de todos. Lo aprendi de jovencita, cuando Mike desaparecio de mi vida sin mas. Lorie tenia razon, por mucho que me negara a aceptarlo --todavia--, siempre fue mi primer amor y aunque lo supere con el tiempo, hay lecciones que jamas puedes volver a olvidar. Y esa era una de ellas. Las lagrimas de Lorie me mojaron el hombro pero su silencio era todavia peor. Sabia que estaba colada por Olly pero jamas llegue a imaginar que lo estaba hasta ese punto. Y eso complicaba muchisimo mas la situacion. --Lorie... --dije, sin dejar de acariciarle la espalda. Lo peor de todo era que el seguia en su dormitorio y tendria que enfrentarse a la realidad, por mucho que esta amenazara con destruirla. ?Como habian podido permitir que eso pasara? Cuando crei que iba a tener que emplear un tono mas severo con tal de hacerla reaccionar de una vez por todas, lo hizo ella por sus propios medios. Aparto lentamente la cabeza y cogio una servilleta que habia sobre la mesa para pasarla por sus mejillas y luego sonarse. Me dolia en el alma verla tan abatida. --?Que he hecho, Sarah? --sollozo, con un sufrimiento contenido que te rompia por dentro. --No te castigues, Lorie. Lo hecho, hecho esta. Pero ahora tenemos que pensar rapido. Elle saldra hecha un basilisco de un momento a otro y Olly todavia esta durmiendo en tu cama... --Oh... mierda --musito, al borde del llanto una vez mas--. !?Que hago?! --Tienes que despertarlo y decirle que se vaya. --No... no puedo, Sarah. No puedo. Cuando su labio inferior comenzo a temblar supe que lo decia de verdad. No tenia fuerzas para enfrentarse a Olly, lo cual no hacia mas que confirmar todas mis sospechas. Lo que sentia por el era mucho mas fuerte de lo que deberia. --Vale, hagamos una cosa --la apremie--. Metete en el cuarto de bano. Yo me encargo de Olly. --?Harias eso...? Escuchamos un ruido al fondo y no supimos identificar de que dormitorio venia, lo que solo confirmo que se nos agotaba el tiempo de verdad. --Ve, corre. Se puso en pie y desaparecio a toda prisa por el pasillo hasta llegar al cuarto de bano, donde se encerro sin hacer ruido. Suspire, me pase las manos por el pelo mientras mi cabeza trabajaba a toda velocidad y al final, tambien me puse en pie. No me importaba que el me viera en pijama, que llevara el pelo revuelo o el maquillaje corrido. Abri la puerta sin llamar siquiera y un fuerte e intenso olor a alcohol me recibio. Cerre y anduve hacia la cama de Lorie, en la que Olly seguia dormido. Estaba tumbado boca abajo con los brazos sobre la almohada y el rostro de lado. Parecia estar teniendo un sueno apacible. Le observe y me senti mal por el y por ellas, por los tres, porque lo que iba a suceder a partir de ese momento les acabaria pasando factura a todos. Me incline y puse la mano sobre su hombro, suave y fuerte. No se inmuto. --Olliver... --murmure flojito. Volvi a zarandearlo--. Olliver... Despierta, Olly. Pero no habia manera. Pase de su hombro y busque directamente su rostro. Primero le acaricie la mejilla y luego le revolvi el pelo. Estaba profundamente dormido y nada le hacia reaccionar. Que dificil iba a resultarme aquello. Eche un vistazo a mi alrededor y vi que todo era un amasijo de ropa, zapatos y almohadones. Exhale un suspiro. A continuacion, cogi sus pantalones, la camisa y lo deje todo sobre los pies de la cama. Desde fuera escuche otro ruido, seguramente era Elle. Volvi a poner la mano sobre su espalda y esta vez trate de moverlo, con mas impetu. Al tercer o cuarto intento comenzo a reaccionar. Le escuchaba murmurar de forma ininteligible mientras escondia la cabeza en la almohada. --Olliver, demonios, !despierta! --?Olliver...? --musito todavia con el rostro encajado en la almohada. De repente, se quedo en silencio y entonces, pasados unos segundos en los que crei que se habia quedado dormido de nuevo, levanto la cabeza con tal brusquedad que di un saltito hacia atras, sobresaltada--. !?Sarah?! --exclamo sin comprender. Lo mire tratando de descubrir hasta que punto estaba despierto o si seguia sumido en un estado de semiinconsciencia todavia

  • Hechicera (La cofradia de las comunes 2) de Diana Scott

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    El capitan golpeo de lleno con el duro mastil de madera. Pequenas gotas de sangre, disueltas en agua salada, surcaban su frente. Los miembros de la tripulacion gritaban como furias enloquecidas mientras las pocas mujeres en cubierta corrian espantadas buscando refugio en la bodega. El barco, cual bebe acunado por gigantes, se agitaba con los intensos vientos del Mar occidental. Quiso centrarse, pero el fuerte dolor de cabeza apenas si le dejaba pensar. La vision se le borraba de a momentos y el cuerpo se tambaleaba sin encontrar el sentido cuando unas manos intentaron sostenerlo por la cintura. ?Estaria muerto y lo transportaban al cielo? Penso al oler ese dulce aroma de mujer, tan fresco, tan delicado y tan floral. No, se contesto a si mismo, el no era hombre de recompensas celestiales. Las Espanas ya no lo esperaban y los cielos no perdonaban. Dos fueron las veces que sacudio su cabeza intentando aclararse y tres las que parpadeo hasta comprender la gravedad del asunto. La vela mayor hecha unos trapos danzaba con los vientos mientras el galeon, sin rumbo, golpeaba con cuanta ola se encontrase. La jovencita de tacto terso y gentil lo acunaba en su abrazo como si se encontrase ante un hombre de dulces declaraciones. "Ingenua", penso aturdido. Hubiese querido no despertar, pero aquellos ojos de sirena, curvas deliciosas como budin de abuela, y voz, penso comenzando a reaccionar, voz excesivamente intensa, se dijo apretandose la sien para que la sesera no se le escapase de la cabeza. --Estoy bien… estoy bien. --Alzo la mano deseando detener la intensa verborrea, pero nada. La sirena no callaba. --Estas sangrando, apenas puedes sostenerte. Te llevare a la bodega junto a las mujeres. Ellas podran curarte. <> Murmuro deseando matar a quienes el filo de su espada habia acallado ya. --Adonay… --Ella era la unica en ver mas alla de las mentiras o la traicion. !Que les importaba a ellos la rojez que circulaba por sus venas! ?Quienes eran ellos para declarar la verdad ante tanta mentira? ?Que profeta era ese que bendecia a los malditos y sentenciaba a las almas puras? --!Id a por la monja! --Grito con la garganta aspera por el temor. --Id a por la monja. --Repitio debilitado. La sangre primitiva le pedia gritar, romper y asesinar, pero el dolor le rogaba llorar. Llorar como ese nino que nunca se permitio ser. Llorar como ese pequeno que se fortalecio en la triste incomprension. Ajusticiar como ese joven que una noche helada de invierno dictamino justicia. Aun lo recordaba, su nombre era Andres. Hijo del tabernero y con apenas quince anos el muchacho era tan desgraciado y putero como su propio padre. Borracho, maltratador y con un rostro que mejor ocultar, el hombre con aficiones dignas de escribirse con minusculas era todo un hijo de puta con mayusculas. Sus vicios, innumerables. Su oficio, la vagancia. Su diversion, apalear judios. Una noche decidio que esa seria la ultima de aquel malnacido. Ese desgraciado no volveria a llamarlos puercos asquerosos ni escupir sus rostros ensangrentados por sus apestosas botas. Con lentitud se levanto de la cama y a escondidas de su padre escapo. Con sigilo bajo por la estrecha calle del mercado apenas iluminada por algunas antorchas de esquina y camino hacia la taberna. Unas cuantas calles cuesta abajo atravesando la Plaza del Solarejo y su destino estaba delante. Sigiloso para no ser visto, enfilo hacia la estrecha ventana trasera. Con el punal en mano y la calma del verdugo en las venas espero que el silencio cubriese la ciudad. "Un ajuste de cuentas" dijeron muchos, y nadie mas pregunto. Esa noche se hizo hombre mas alla de lo que marcaba la edad. --Que demonios… --Beltran no daba credito a la escena. --Id a por la monja… --Repitio perdiendo la poca coherencia que poseia. Ella respiraba, podia notarlo en el subir y bajar de su pecho pero el temor a que fuesen los ultimos suspiros lo estaban desquiciando. El caballero de rizos como el sol se acerco preocupado. Se lo notaba inquieto y puede que incluso algo culpable. Intento acariciarle el palido rostro pero su mano fue detenida por otra mucho mas dura y algo mas callosa. --?Quien sois? --Pregunto con la dentadura entrecerrada. --Ambos se miraron como si de una justa a muerte se tratase, pero fue Beatriz quien rapidamente aclaro. --Estabamos preocupados y decidimos entrar. Mi senor debeis disculparnos. --La voz temblorosa de Beatriz no presagiaba nada bueno. Juda oia pero sin escuchar. Las palabras de la joven se le escapaban como la paja de un granero sin tejado. Cabellos dorados como el trigo, penso observando con detencion, mirada del color del cielo en verano, porte tan elegante como los nobles de cuna y sonrisa tan amplia como su falsedad. --Senor, el es… --Vuestro hermano. --Termino la frase Juda, abrumado. La peor de sus pesadillas se convertia en carne. --Si mi senor, lo creimos muerto y… --Pero no lo esta. --Su voz sono ironica a la vez que desgraciada. Con rapidez busco en los recuerdos. ?Cinfaa aseguro que Gadea aun lo lloraba? ?Habia dicho algo mas? ?Aun lo amaba? ?Aun sonaba con sus recuerdos? ?Se habian besado? Las dudas le asaltaban con la misma intensidad con que los celos se le incrustaban en las carnes. Era suya. El propio Adonay se la habia entregado. Ese desgraciado regresaria al cielo donde todo el mundo le creia reposar, con o sin su punal clavado en el pecho, suya seria la eleccion. --Recuperare todo lo que por derecho me pertenece. --La voz neutra y condescendiente del ricitos trigales lo hizo sonreir. ?Buscaba con nobles modales intimidarlo? No era ningun noble de cuna pero sus ropas eran mas costosas y sus arcas estaban mas rebosantes que muchos de esos imbeciles escasos en tesoros y temerosos de la nueva realidad. --Marcharos. --Susurro como si de una mosca el caballero se tratase. --La mirada ardiente como las llamas presagiaban lo peor del converso pero se silencio ante los gritos de Beatriz.

  • Escarcha de Ernesto Perez Zuniga

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    Dentro de la rica tradicion europea de las novelas de aprendizaje, Escarcha retrata la Espana de la transicion a traves de los ojos de Monte, un adolescente que ha vivido desde la infancia con sensacion de extravio. Y, ademas, a traves de una perspectiva coral: la de multiples personajes arrastrados por su propia inquietud, como el profesor de musica que se empena en hurtar la pureza de sus alumnos antes de que se conviertan en adultos. Monte tendra que aprender que todo, incluso lo mas bello, puede ser fuente de dolor. Pero tambien que hay un tesoro oculto que se puede descubrir en el desprendimiento de la identidad recibida. Una luz cuya plenitud no sera robada. Escrita con tanta intensidad como armonia, Escarcha es una novela generacional, la novela crucial en la obra de Ernesto Perez Zuniga. Un retrato desnudo y extraordinariamente sensible de la experiencia de vivir y del viaje del alma humana hacia la reconciliacion consigo misma.

  • Una tarde en el Tamesis (Un dia en el Tamesis 2) de Diaz De Tuesta

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    Pero, cuando surge el amor, como un fuego abrasador que todo lo arrasa, ?acaso algo mas importa?

  • Sombras. Las profecias de Marife Barchino

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    No estamos solos, nunca lo hemos estado y jamas lo estaremos.
    Unas feroces, tenebrosas y mortiferas sombras
    aguardan con paciencia su momento. Durante siglos han estado ahi,
    esperando la fuerza necesaria para despertar y poder salir del inframundo.
    ?Quien les proporcionara dicha fuerza?
    ?Por que lo hara?
    El sufrimiento y el sacrificio, de generaciones de mujeres de una misma familia,
    proporcionara a la elegida lo necesario para impedir la destruccion de toda la humanidad.
    ?Quien sera la elegida?
    ?Quien invocara a las sombras?
    ?Que pasara mientras llega la elegida?

  • Miercoles (Atemporal 3) de E. L. Todd

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    Seguir adelante tras mi relacion con Hawke fue lo mas dificil que he tenido que hacer jamas.

  • El Guardian de las Auras Verdes de Isabel M Almagro

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    El equilibrio se rige por la hegemonia de las auras verdes que habitan en nuestro planeta. Durante milenios, la oscuridad asolo el universo, mucho antes de ser creada la raza humana. El Sol, fue ensombrecido por las tinieblas y perpetuo el silencio. Un dia, consiguio despertar de su letargo y creo a su hijo, Helios, el primer guardian de nuestra era. Uno tras otro, los guardianes protegieron con su vida la continuidad de las auras, pero el mal siempre habitara en los corazones de los humanos, siempre regresa.

  • En tu vientre de Jose Luis Peixoto

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    El autor revelacion de las letras portuguesas firma una reflexion sobre la maternidad, una obra feminista de gran riqueza literaria y profunda carga emocional.

  • Te odiare toda la vida de Sophie Saint Rose

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    Kaileen, acusada de asesinato se encontro de repente totalmente sola, repudiada por su familia y amigos. Pero lo que nunca imaginaria es que Jack Mallory le diera la espalda, provocandole un dolor indescriptible del que solo brotaria el odio.

  • Las incorrectas de Paloma Bravo

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    Eva, Cristina, Candela e Inma no tienen nada en comun (ni el estado civil, ni la profesion, ni la actitud ante la vida) pero se encuentran en el club de futbol de sus hijos. Alli, inmersas cada una en su propia crisis vital, descubriran que la amistad lo puede todo.

  • Robinson Crusoe de Daniel Defoe

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    Despues de ser apresado y convertido en esclavo en Africa, como consecuencia de un naufragio, Robinson Crusoe llega a una isla deshabitada cerca de la desembocadura del rio Orinoco y se enfrenta al reto de crear un nuevo modo de vida, partiendo de cero.

  • Quedate con mi alma (Las senales existen 1) – Yanira Garcia de Yanira Garcia

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    Alma Flores: la chica perfecta con su vida perfecta.
    Jaime Alcantara: el hombre correcto con su mundo correcto.
    Pero. ?que pasaria si sus vidas dieran un giro de ciento ochenta grados, provocado por una voz y un cruce de miradas? ?Que sucederia si resultara que la perfeccion no existe y que el ser correcto no siempre lleva a la felicidad? ?Cual seria el resultado, si a todo esto, le sumamos unas amigas un tanto particulares?
    Adentrate en esta romantica historia, donde los personajes tienen mucho que contar, pero, sobre todo, mucho amor para dar.
    Tenerife, Malaga, Madrid y Toledo son testigos de que el amor mas puro, se encuentra donde menos te los esperas, y que, las senales y el destino, tienen un papel importante en nuestras vidas.
    Porque las senales existen, solo estan ahi, esperando a ser vistas e interpretadas.

  • Fuiste tu de Fabiana Peralta

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    Spencer Vanderbilt tenia una vida que a simple vista parecia genial. Un semental de ojazos azules verdosos al que la palabra guapo no le hacia realmente justicia.

  • Tu y yo como en una cancion de Joana Arteaga

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    Una emocionante historia de amor en el marco incomparable de la Segunda Guerra Mundial.

  • El serpenteante ser pensante de Julio Suarez Guerrero

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    Desventuras, perversiones, reflexiones y adicciones de un expatriado Millennial quien, fruto de una crisis existencial, decide emprender una nueva vida en Asia. Alli encuentra trabajo como agente inmobiliario de lujo en una importante multinacional con sede en el centro financiero de Shanghai.

  • Sophie (Simplemente Amor 1) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • Todos queremos ser Hippies en verano de Esther De La Torre Gordaliza

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    A Micaela le ha dejado su novio y acude a una bruja mexicana para que le ayude a ser duena de su destino. Unas senales le llevan a viajar sola desde Madrid hasta la Isla de Ons, en Pontevedra, Galicia. La Isla de Ons es famosa por tener un agradable campamento hippie. Pero tambien por ser el lugar donde acontecieron antiguas historias sobre hadas y brujas y donde lo real y lo sobrenatural se confunde. Al llegar a la isla, Micaela camina a traves de un impresionante bosque hasta una playa solitaria frente al Atlantico, donde le esperan el misterio y la magia.

  • Delirio de Laura Restrepo

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  • EL DESAFIO de Agustin Cortamanero

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    En un poblado sin jurisdiccion de ninguna autoridad reyna en especial la delincuencia y el crimen organizado, el gobierno destina un equipo para implementar un organo regulatorio que disminuya el alto indice de inseguridad y criminalidad, pero a la hora de comenzar a trabajar en Villa Union una serie de decesos poco comunes se van desarrollando interfiriendo con las investigaciones criminales correspondientes, es responsabilidad del detective Marcelo Dos Santos investigar y descubrir lo que sucede en torno a toda esta situacion, no sin apoyo de quien fuera el mejor detective del pais durante un par de decadas, en conjunto se encargan de desmenuzar cada situacion misteriosa que convierte a esta investigacion en un Desafio.

  • Una dulce madrilena de Samuele Beni Abram

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    Una historia de amor intensa que pocas parejas pueden decir haberla vivido.Samuel, un italiano de 45 anos, un seductor nato, encuentra a Martina, una madrilena de 20 anos que ha llegado hace poco a Barcelona.Un destino que hara que luchen entre el corazon y la razon. Un amor pasional y perturbador, en el que el sexo y el erotismo se viven mas alla de los limites en una aventura unica y emocionante.En un Swinger en Barcelona - Dos chicos en Formentera - El lesbico con la holandesa y con su amiga intima - El travesti Armandino - Dos masajistas africanos en Cabo Verde - El castillo a Montenegro - El hidromasaje en Paris - Una fiesta privada - Un convento en Roma - Un desconocido...Y otros lugares y otra gente y otras aventuras de amor, de sexo, de erotismo que vale la pena leer. Porque el amor, el de verdad, no es el encuentro de dos cuerpos que banalmente se unen, sino de dos almas nacidas para estar juntas que van por el mundo buscandose para poder amarse. Y ninguna de las dos podra ser feliz sin el alma que le corresponde.

  • Inventate algo de Chuck Palahniuk

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    Palahniuk reune por primera vez sus relatos, un conjunto de historias mas una novela corta que enloqueceran a los fans de sus excesos.

  • Sangre de barro de Maribel Medina

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    El sorprendente debut de Maribel Medina, una nueva voz femenina del thriller de Espana.

  • Olvida que antes de Irene Ferb

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    Carol tiene tanta hambre que hasta envidia el chicle que mastica Lola con esa extravagancia caracteristica suya y hasta imagina que podria nutrirse algo. Celos de un chicle, es patetica… ?tendra algun alimento o sera verdad eso que dice su madre de que son derivados del petroleo? La observa atentamente, tan diva, tan esbelta que parece una estatua, con esa cara de gata iracunda a punto de estallarte, que te desanimaria a acercarte, y, sin embargo, es la mas popular del colegio porque es como el rey Midas: si te toca te conviertes en oro, lanzandote directamente al grupo de los intocables, los <>. Otra pompa, ya lleva diez. Y ella que mataria por masticar y sacar algo de jugo, pero no puede, desde hace mas de un ano. Su mandibula, acorde a su cuerpo, esta mal hecha y su mordida es inaceptable segun el ortodontista, por lo que su madre saco la tarjeta de credito sin preguntarle y ahora lleva unos aparatos que le corrigen la boca y no le dejan morder nada solido. No, no le pregunto si queria ser el objeto de todas las burlas de su clase, de nuevo, por lucir el aparato mas exagerado de todo el colegio. Ahora la llaman presa, porque su boca parece una carcel. Cuando aparecio con el corse para la escoliosis no tardaron en bautizarla como <>, se burlaban de que su cuerpo parecia hecho a piezas. A todo se acostumbra uno… o no, puede que ella nunca lo haga. Su madre le dice que es hipersensible y que deberia importarle un comino lo que los demas digan de ella. Su madre va de fuerte, pero la mira y sabe que habla desde la ignorancia porque nadie se ha burlado jamas de ella, !que sencillo es asimilar los dramas de la vida desde la barrera! En su momento ocupo el lugar que ahora ocupa Lola. Su madre y su perfeccion… ?como puede ser su hija? Su estomago vuelve a rugir, ya van cinco veces, solo espera que durante la clase de etica no le suene, porque suelen estar en silencio haciendo deberes y se va a morir de la verguenza. Si al menos le hubieran dejado el zumo… pero se lo han quitado todo, el flan y el zumo. Anoche no ceno por dolor de tripa y apenas ha desayunado porque se ha despertado muy tarde. Lleva dieciocho horas sin darle trabajo a su estomago. Tiene unos companeros de la peor calana que viven por y para amargar la existencia a los corquis. Corquis: persona que, segun su escala de medir, no esta terminada y prefiere sacar buenas notas antes que estar todo el dia haciendo el ganso. No hace falta aclarar que ella esta en el top cinco de las corquis del cole. Lo que mas le fastidia es que no se lo toman: se lo quitan y encima lo pisotean delante de su cara y se marchan corriendo, como carreras de caballos, haciendo ruido con sus burlas. Y no, es mejor no decirselo a los profesores, solo le faltaba sumar a su lista de apodos el de chivata. Roa vuelve a meter un gol. Van cuatro en veinte minutos. Se rumorea que le va a fichar el Real Madrid, que le ha visto un ojeador. Es muy bueno. Aprovecha que todo el mundo lo hace para mirarle y asi no llamar la atencion… <>. Total, que para no dar mas que hablar prefiere disimular y de refilon ver como se abraza con Alberto, el otro idolo de masas de su colegio y que, a la vez, tambien, es su hermano mayor. Despues chocan los punos y camina en solitario hacia el centro del campo con la cabeza alta, recordandole a esos jugadores profesionales tan chulitos que ponen en la tele. A Roa se le ve de lejos que ha nacido para triunfar. Eso se nota. A ella no… Y por eso, aunque el se pasa tardes enteras en su piscina no sabe ni como se llama. Alberto le saca tres anos, el ya tiene dieciseis. Tambien es muy guapo y debe de ser muy simpatico, pero a ella no le hace ni caso. Vive por y para el deporte y para sus amigos. No se porta mal con ella, directamente la ignora. A veces, ha presenciado como la calana se burla de ella y ha seguido a sus cosas como si nada. Y eso duele mas que cualquier empujon. ?Como no puedes importarle nada a alguien de tu familia? Cuando era mas pequenita se reia mucho con ella y jugaban juntos, ella le adoraba, pero fueron creciendo, se hubo de convertir en invisible y se fue olvidando de ella. Carol de el tambien, poco a poco, pero a veces le cuesta y se le hace nudo. Las chicas de clase vienen hacia ella. Se ha quedado guardando el sitio mientras ellas ensayaban en un rincon el baile de fin de curso. Bea la mira avergonzada, ella es su unica amiga y no suelen separarse para nada, pero la han elegido como su correctora y se ha ido a ver si todas bailaban sincronizadas. --?Que tal, Carol? --le pregunta al tomar asiento. --Pues muerta de hambre. --?Te han vuelto a quitar el desayuno? Con pereza, afirma con la cabeza. --No te preocupes, tengo en mi mochila galletas, ahora te las doy. La mira agradecida. Bea es un sol. Con ella no se meten porque es muy dulce y a la vez atrevida y su hermano Aitor si que la defiende. Las chicas hablan y hablan sobre el baile y Bea y ella escuchan un poco apartadas. A ella no le ofrecieron participar, baila fatal y odia hacerlo. Suena la alarma. Termina el recreo. Se baja del murete y hace un poco mas de ruido de lo normal porque se tropieza con una piedra. No sabe que pasa, tampoco ha sido para tanto, ?por que todos la miran?, ?ehh? ?Por que la senalan y se rien? Busca a Bea, ella esta igual de sorprendida. Se hace un corro a su alrededor, hasta Roa y su hermano han llegado, entre tantas voces los escucha: --?No es tu hermana esa? --Si, tio, vamonos. --!Pobre cria, vaya hermano mas capullo! --Vamonos, macho… que se apane ella. No entiende nada, esta paralizada de la verguenza, sabe que hay algo en ella que les hace reir y hasta algunos juraria que ponen cara de asco. Se mira. ?Que, que es esto? ?Por que tiene tanta sangre en el pantalon? --!Bea! Ella se da cuenta a la vez y le tapa con su cuerpo. --Vamos al bano --le dice al oido--, tranquila… Hay que ser constante, no claudicar jamas, es su leitmotiv desde hace anos. Carol reconoce en todas las entrevistas que concede que asi consigue cualquier objetivo que se propone, y para sus adentros se guarda que asi elimino el horrible acne de su adolescencia y que fue el detonante de la Carol que es hoy en dia. Rutina por la manana y por la noche, cada dia, desde hace quince anos, cinco mil cuatrocientos setenta y cinco amaneceres y las mismas lunas. Le sigue encantando contar. Grano o marca que desaparecia gracias al protocolo de: limpieza, tonico, balsamo, crema antigrasa, serum e hidratante, la hacia sentir una victoria tal, que se animaba a seguir pese al cansancio y asi fue efervescendo su amor por la rutina. Carol es enemiga del azar. Ella no se lo puede permitir, hay quien tiene la suerte de triunfar sin apenas trabajo y consciencia, pero ella cada paso que da esta mas que medido y calculado, y si alguna vez se ha despistado, dejando escapar un centimetro a su arrinconada rebeldia, derrapa. Y no mas caidas, hieren, y ella ya se ha curado muchas cicatrices, se le ha agotado el botiquin. Entra en su habitacion. Observa el vestido de esta noche. Un lujo. Y todo lo que conlleva esa palabra viene a cargo de su madre. Se entero de que este ano si que estaba invitada a la fiesta de la radio y no ceso hasta convencerla de que el vestido era muy importante y que con un Elie Saab que se compro la temporada pasada iba a presumir de figura. Aunque se lleven casi treinta anos, su madre y ella usan la misma talla, asunto que puede ser algo preocupante, pero que para estos menesteres le sale mas que rentable. Carol jamas invertiria tanto en ropa, y no solo se refiere a dinero, es tambien cuestion de tiempo. Ella prefiere leer, ver una buena pelicula, salir a cenar, tomar una copa de vino, ir a pasear mientras escucha podcast, visitar museos, nadar… y comer queso. No hay nada que le guste mas que el queso. Coge una nota que hay sobre la cama: Tu hermano pasara a las ocho a recogerte. Vino ayer de Londres. No puedes ir a un evento asi sola. No seas estupida con el, lo esta pasando mal. <>, se dice Carol. Llevan quince anos sin apenas concederse algo mas que conversaciones de ascensor y hoy se van a tener que comunicar lo quieran o no. Su prometida le ha abandonado dos meses antes de la boda y el se ha vuelto a Espana porque no podia asumir el fracaso y, segun su madre, esta hecho un roto. ?Y cuando ella le necesitaba?, ?el hacia algo para ayudarla o la ignoraba como a un homeless? <>, se repite como un mantra… el mantra que escucho todos los lunes y miercoles a Ricardo en la consulta, durante diez anos. Ya no va, no puede porque ahora son intimos. El es su mejor amigo varon, y el siempre le dice que con ella perdio a una clienta, pero gano a una hermana. Su infancia fue borrascosa, a sus padres les costo entenderlo, pero una vez que lo comprendieron y pidieron ayuda, Ricardo, un recien licenciado en psicologia que ficho el colegio, se cruzo en sus vidas y la vida de Carol se impregno, poco a poco, de nuevos colores. A Ricardo le debe en quien se ha convertido, ella esta orgullosa de si misma y, sobre todo, de que el permanezca en su vida. El y Bea, su amiga desde la prehistoria. Ahora su socia. Carol le envia un mensaje para contarle quien va a ser su acompanante en la velada de esta noche. Sabe que no la va a poder contestar, hoy tenia muchas reuniones. Bea se ocupa de la gestion y legislacion de su empresa, Carol de la parte tecnica, ella es la cara visible. Son las duenas de una pagina web lider en su sector. Carol estudio periodismo, trabajo en varios lugares, hasta dar con la guia Michelin que le apasiono, se formo en el tema, hizo varios cursos y un master en critica gastronomica y ahora se dedica a publicar resenas de restaurantes, hoteles y clubs de Espana, Portugal, Francia e Italia, de momento. Las resenas no solo son escritas, hay videos, entrevistas, opiniones, de forma que el cliente se hace una idea completa del lugar que va a escoger. Son resenas personalizadas, no de plantilla, no un copia y pega como en otras paginas, ese es el secreto de su exito. Llevan tres anos y estan triunfando. Desde hace un ano, tambien organizan viajes a medida. Eso fue idea de Bea que, aunque es la gestora, tiene una cabecita loca llena de ideas. Aunque la ducha suele calmarla, hoy la visita de su hermano la mantiene estresada. Es una adulta, se relaciona con mucha gente al dia, pero Alberto… el puede evocar a sus fantasmas, esos que extinguio tras mucho esfuerzo en la consulta de Ricardo y no quiere ni pensar en revivirlos. Apenas se han visto en los ultimos anos. En navidades y si era indispensable. El vivio varios anos en Catar como jugador de futbol profesional y ahora residia en Londres con su prometida, Alissa, una matematica que trabajaba en Huawey, que se ha enamorado a ultima hora de una mujer. No entiende como a su madre se le ha ocurrido obligarle a ir con el… ?Como estara? Hace bastantes meses que no se ven. Aunque eso le haga ser peor persona, el saber que el esta deprimido le hace sentir un poco de ese gustirrinin que negarias si o si a cualquiera que te preguntase. Es politicamente inaceptable disfrutar del sufrimiento de otros, y por eso no es disfrutar la palabra que ella escoge para autojustificarse, es <>. A Alberto todo se le ha puesto de cara en la vida, ya le iba tocando pasar por la casilla de bancarrota. A ver que tal se relaciona con su equipo de radio, Los clandestinos. Un programa nocturno en Onda radio en el que diseccionan todo lo que tenga relevancia cultural, desde el humor y el amor por el arte. A Carol le apasiona, toda la semana se prepara el tema de turno y habla y aprende de sus companeros, cineastas, periodistas, escritores. A ella la ficharon por sus conocimientos sobre gastronomia, tal cual, porque siempre se ha fijado en los platos que se cocinan en las peliculas y en los libros, y tiene esa diferencia que aportar. Como agua para chocolate fue el inicio de ese amor y nunca penso que podria sacarle provecho. Relacionarse con gente tan culta y tan interesante es fascinante. Nada mas terminar de calzarse suena el timbre de la puerta. Antes de ir para alla, Carol se echa un ultimo vistazo y se ve fabulosa con el vestido, su madre sabe lo que hace. Es elegante y a la vez atrevido. Negro con un importante escote camiseta, entallado en la cintura y con una falda vaporosa con transparencias geometricas. Se ha recogido el pelo en una coleta alta y maquillado suave y le convence el resultado. Carol se gusta hasta recien despertada, eso tambien se lo debe a Ricardo. Toma aire profundo varias veces para relajarse antes de abrir, ensaya una sonrisa, la mantiene y gira el pomo. La luz automatica se enciende e ilumina a Alberto. Y no ve lo que esperaba, un hombre desecho. Encuentra frente a ella a un atractivo y atletico treintanero, moreno de ojos castanos claros, con una sonrisa brillante, un aroma embriagador y una postura de triunfador. --!Dios Santo! !Estas preciosa! --Y para su sorpresa tira de ella y se ve estrechada entre sus musculosos brazos--. !Cuanto me alegra verte tan bien! Ella omite reconocerle que ella siente justo lo contrario… --!Hola Alberto! !Como me despeines te asesino! --espeta--. A ver si no me has abrazado en treinta anos y hoy que me peino has asaltado una tienda de gominolas y vienes carinoso. Alberto se separa, por un momento Carol cree que se ha pasado de dura y esto puede violentar la velada que acaba de empezar, pero cuando le escucha reirse a carcajadas, recuerda que hay pocas cosas que le ofendan. Alberto es como su madre, de otra pasta, asi como de hormigon armado; ya tendria tarea el lobo de los tres cerditos y soplar hasta salirle una hernia, que no derrumbaria a su madre y a su hermano ni con la ayuda de la huracanada Dana. --Se me habia olvidado lo sincera que eras, hermanita. --Normal que se te olvide, con que te acuerdes de como me llamo me doy con un canto en los dientes --le reprocha y despues a si misma porque con esa actitud la noche va a ser infernal. Alberto vuelve a reir. --Creo que era algo como Carolina… --Carol --le corrige ipso facto. --Y que odias que te llamen asi, no me has dejado terminar. Se muchas mas cosas de ti de las que piensas --dice tan pagado de si mismo que cualquier poligrafo dictaminaria que dice la verdad. --Ya lo dudo. Espera que cojo el bolso y cierro. --Carol se da la vuelta y entra en su casa. Mientras recoge, apaga luces y saca las llaves, se dice a si misma que debe frenar la hostilidad y llamar a filas a su cordialidad. --?No me vas a invitar a entrar en tu choza? --le pregunta Alberto cuando le tiene de nuevo frente a ella. Su aroma vuelve a sorprenderla, huele a limpio, pero con unas trazas tostadas e incluso picantes que se aduenan de su pituitaria. --No vamos bien de tiempo --le responde cerrando la puerta energica, como si hiciera un simil consigo misma: ni entras en mi casa, ni en mi vida--. Otro dia. --Vale, vale --su hermano ha captado el impetu--, pero por lo que veo te van bien los negocios, !menudo chalet y que buena zona! --Si, trabajo mucho, Alberto. --Lo se, mama me habla mucho de ti.

  • El lobo de Escocia de Emma G. Fraser

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    Gael Sinclair es uno de los guerreros mas temidos del norte de Escocia. Su fama de despiadado es conocida en las Tierras Altas. Uno de sus enemigos es Calem Sutherland, pero el mayor de ellos lo tiene entre sus muros: Leslie Sinclair. Despues de que Gael la rechazara como esposa, decide vengarse y robar el bien mas preciado de Gael: un colgante de su difunta madre. Para evitar que fuera encontrado, lanza un hechizo sobre el, pero algo sale mal y desaparece. Sin embargo, es encontrado por Sophie Blanc que, en busca de nuevas experiencias en su vida, decide gastar sus ahorros en comprar un castillo en Escocia.

  • Las brujas del hielo de Landon Henker

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    Reporte de guerra. Algun punto en el hemisferio sur cercano a las costas argentinas. Las horas eran diferentes a como todos lo habiamos vivido al otro lado norte del mundo, alla lejanos de todo frio o intemperie, la familia nos despidio con demasiada tristeza puesto que nunca tuvieron la certeza de vernos nuevamente y es que la guerra era mas que solo un tramite, ahora era real. Los antecedentes existieron justamente desde antes, aquella gran guerra librada en Europa les costo la vida a millares de buenos jovenes, personas que pudieron aportar mas al pais que lo que dieron con la llegada de su muerte. Pasaron los dias y las misiones estuvieron a la orden de cualquiera que quisiese tener un poco de accion mas no era nuestro caso. Todavia puedo recordar cuando los militares de rangos superiores hablaban sobre el buen estado en el que se desarrollaba la guerra, sin embargo, no existia demasiada certeza de ello con los diarios circulantes hablando en cada una de sus paginas sobre la madeja de conflictos multinacionales. Al principio solo fue Alemania, despues le siguieron otros como los nipones o los italianos quienes reprochaban a la liga de naciones acerca de lo poco que se les habia apoyado en la postguerra. Fuera la realidad que fuese estaba el planeta al borde del colapso con cada bomba destrozando piedra sobre piedra y no dejando futuro para muchos. Los ingleses lloraron por la ayuda que requerian, el primer ministro sostuvo varias platicas con el presidente, muchas de ellas nunca salieron a la luz por no ser de caracter importante para nuestra nacion, aunque sin duda estabamos todos inmiscuidos en esta terrible calamidad. Realmente nunca supimos la verdadera intencion de nuestro viaje hasta aquel desertico paraje blanco, habiamos hecho una parada antes en argentina y muchos estuvieron contentos por admirar lo hermoso de estas tierras que muchos comparaban con lo virgen de Alaska. El viaje fue cansado, numerosas veces tuvimos que esperar en puertos aliados hasta que se nos diera permiso de seguir avanzando y llegar a la Argentina en su porcion mas cercana a la Antartida, la zona mas al sur de lo que el hombre puede imaginarse. Como si fuera de lo mas primordial, las bitacoras eran llevadas por escribas modernos cuya unica funcion no era mas que dar fe de lo que haciamos, aunque tambien se encontraban las libretas oficiales las cuales quizas diferian mucho de nuestros apuntes baratos y dotados de poca capacidad para expresar nuestras ideas propiamente. Podria ser algo tonto, pero el registro de todas las actividades del ejercito es algo importante y todos asi lo saben pues estan conscientes de que nuestras acciones pudieran ayudar a las misiones venideras y para el analisis de la guerra. Mas de uno llevo, sin mencionarlas, camaras fotograficas y recolectaron una cantidad importante de imagenes que iban desde los pristinos mares, los enormes glaciares a lo lejos e incluso a las jovencitas que conocian en el camino. Era de esperarse que estos caballeros estuviesen contentos pues eran casi tomados por heroes, eso es lo que querian entender de las palabras en espanol que llegaban a sus oidos, era demasiado probable que asi fuera puesto que no importaba quien estuviera observando la guerra, si tenia un palmo de frente seguramente entendia quien era el enemigo y aquellos que no lo eramos. Para mala fortuna de estos companeros, cada uno de esos artefactos fue confiscado y destruido, no estaba permitido tener ninguna evidencia de las actividades o por donde nos desplazabamos; mencionaban los superiores que esto era por el bien de la seguridad de la mision. De entre todos los superiores, uno llamaba mucho mas la atencion que los demas, se trataba de un joven capitan que fungia como la referencia de todos para casi cualquier tema; Cooper. Este soldado, aparentaba estar mas versado en muchos temas que muchos nosotros, aunque no nos llevase mas de algunos anos pues su talante no era diferente al de muchos de los rasos. La comida nunca fue buena, ni siquiera los pasteles de manzana tenian ya un buen sabor, marchitos por el frio; se convirtieron en una comida mas para dejar de ser considerados como un manjar que trajimos desde los Estados Unidos. En el barco en el que nos transportaban, se intentaban mantener la moral y reflejar que alli tambien era suelo norteamericano mas su intento se quedaba en eso; tan solo un intento. Estos tiempos, son los peores que hemos atravesado, todos hemos sido arrancados de nuestros hogares y hemos sido obligados a pasar tiempo fuera de ellas prestando servicio a nuestro pais, no se hasta donde ha abarcado esta guerra con exactitud, pero sin ninguna duda, tengo miedo de que sea mayor de lo que nos han mencionado o incluso de que nos veamos envueltos en el ojo de la tormenta al llegar a nuestro destino. Creer que morir con una bala en el pecho o en la cabeza fuese lo peor, seria aceptable cuando no se conocian algunas de las atrocidades que los alemanes llevaban acabo sobre los indefensos civiles. Esos desgraciados, estan matando a la gente por todos lados, primero Polonia, despues los paises bajos y ahora Francia, se encontraban sumidos en la guerra de las fuerzas alemanas. Paris fue la menos afectada, se habian rendido para salvaguardar la belleza de su ciudad, pero no se podia decir lo mismo de cada uno de los nucleos civiles que fue arrasado de la mano de los tanques enemigos. --A veces es mejor no pensar en todas esas malditas balas. -- Dijo uno de mis companeros, no le conocia del todo, de hecho, muchos de ellos y sus nombres eran desconocidos para mi. --De eso no existen dudas, si se piensa en la muerte tan solo se puede estar atrayendola. --Respondi sin devolverle la mirada. Ambos nos encontrabamos montando guardia en el caso de aquel buque de medias corazas y de carga valiosa. --Sargento, ?Usted ha dejado algo atras? -- Me senti incomodo con la pregunta. --No tiene que responder, casi todos nosotros hemos dejado todo, pero personas como usted, con un grado mas alto, seguramente estuvo esperando este momento durante toda su formacion ?No es asi? -- --Deje la granja de mis padres. -- Le dirigi la mirada. --Y no, nunca quise estar aqui pues tan solo se me dio el puesto por haber llegado a la escuela por un poco mas de tiempo que los demas. -- --Oh ya veo, es un academico... -- --Solo intentaba entrar a la universidad, pero supongo que eso ya no importa. -- --Nada importa ya, sargento. -- Fumo su cigarrillo que luchaba por no apagarse y sorteaba las arrugas en su fino papel. --No me lo ha preguntado, pero yo no deje nada atras, de hecho, doy gracias de estar aqui pues me ha dado una razon mas para vivir... aunque eso signifique la muerte para otros. El soldado tenia razon en sus palabras, no tenia nada mas que perder y aqui a tan solo algunos pasos de estar de lleno dentro del mar de Wedell, daba la impresion de que el era uno de los que afrontaria de mejor manera nuestro viaje. --?Ha escuchado algo acerca del sitio a donde vamos? Los demas estan empezando a decir que daremos la vuelta al mundo para tomar a los alemanes por sorpresa. Guyton ha calculado que podemos llegar hasta el sur de Africa con tan solo circunnavegar la Antartida, seria un verdadero dolor de cabeza para los nazis. -- Se escuchaba ansioso de iniciar la batalla. -- Por cierto, es una descortesia continuar una conversacion sin conocer su nombre, el mio es James Curtis ?Y el suyo? --

  • Ni todas las mujeres quieren flores ni todos los heroes llevan capa de Irene Hall

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    Existe un piso en Madrid donde conviven tres inquilinos: Maravillas, Arantxa y Eloy. Maravillas trabaja en los multicines del centro comercial y desde su taquilla suena con un buen desenlace para el largometraje de su vida. Arantxa se esta volviendo imprevisible. Ahora resulta que busca emociones fuertes y no se le ocurre otra cosa que lanzarse a seducir a una hetero. Eloy se encuentra perdido. Su novia esta lejos y el futuro de ambos es incierto.

  • Con vistas al mar de Sherryl Woods

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    Hannah Matthews estaba orgullosa de su capacidad para solucionar cualquier crisis. Sin embargo, con la negativa de su abuela a irse a una residencia, el inesperado embarazo de su hija y la repentina vuelta de un antiguo amor a su vida, tenia que enfrentarse a unas cuantas crisis. Y el hecho de haber tenido que volver a la casa de su infancia, en Seaview Key, era otro motivo de estres.

  • La preparadora de juicios de Francisco Marco

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    Del famoso detective de Metodo 3*Un impactante thriller que desvela los entresijos del poder, el lujo y la corrupcion de nuestro pais.
    Los tribunales tienen su propios rituales y tambien secretos que encubren pasiones desmedidas de lujo, sexo, dinero y poder... Solo la preparadora de juicios los conoce.
    Barcelona. Nestor Sanchis es un detective privado con una vida sencilla y feliz, hasta que Ricardo Corbin, uno de sus clientes, acaba en prision. No sabe por que lo han encarcelado, pero esta dispuesto a saber la verdad, cueste lo que cueste.Mientras tanto, en Madrid, Tomas Sanchez de Gamonal, un banquero reputado, acaba tambien entre rejas. Hay quien considera que es culpable. Hay quien cree que se trata de una vendetta personal de un juez que quiere deshacerse de el. Pero, ?quien esta en lo cierto? Entre las dos ciudades se va tejiendo una red de contactos, sobornos, amenazas y secretos que afecta a muchas mas personas que los cuatro principales implicados. Una red que va apretandose alrededor de los cuellos de aquellos que no se lo esperaban. Porque la informacion es poder. Y el poder siempre tiene un precio.

  • Mariposas en tu estomago (Cuarta entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • El azaroso arte del engano de Gerardo Herrera Corral

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    El azar, el error y el engano estan presentes en todos los ambitos de nuestras vidas: el trabajo, las relaciones personales, la politica, la economia.