• martin garrido melero - Martin Garrido

    https://gigalibros.com/no-hay-lugar-para-la-poesia.html

    Santiago es un abogado de asuntos menores: accidentes de trafico, juicios civiles, demandas inmobiliarias y poca cosa mas. Una noche es requerido para defender de oficio a un viejo marinero que ha regresado a la ciudad tras largos anos de ausencia. La vida insustancial de Morilla sufrira un giro de ciento ochenta grados cuando asalten su despacho, lo amenacen de muerte y descubra que su cliente no es quien dice ser.
    Morilla se desentendera de todos sus casos para investigar quien es este hombre, sumergiendose poco a poco en una trama de corrupcion, marginacion y violencia que estara a punto de costarle la vida.

  • Todos los libros del autor Garrido Melero Martin

    https://www.todostuslibros.com/autor/garrido-melero-martin

    27 títulos para "Garrido Melero Martin" · El testamento y su interpretación · Derecho de familia · Fideicomisos y Fiducias en el Derecho Catalán · A LOS AMERICANOS ...

  • Martin Garrido Melero: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Martin-Garrido-Melero/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AMartin+Garrido+Melero

    1-16 de 21 resultados · Derecho de sucesiones (dos tomos) · La culpa la tuvo el brandy · Sucesiones. · Instituciones de Derecho Privado. · Instituciones de Derecho ...

  • MARTIN GARRIDO MELERO | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/martin-garrido-melero/26259

    DERECHO DE FAMILIA (2ª ED.) Martin Garrido Melero. En el año 1999 salió la primera edición de este libro, en una tirada larga no habitual entre las obras ...

  • Libros de Martín Garrido Melero - Agapea

    https://www.agapea.com/Martin-Garrido-Melero/

    El Consejo General del Notariado y la editorial Thomson Reuters Aranzadi presentan la nueva edición de las INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO. Después del éxito ...

  • El testamento y su interpretación, Martín Garrido Melero

    https://www.agapea.com/Martin-Garrido-Melero/El-testamento-y-su-interpretacion-9788413782126-i.htm

    Comprar el libro El testamento y su interpretación de Martín Garrido Melero, Editorial Tirant Lo Blanch (9788413782126) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en ...

  • Martín Garrido Melero - Dialnet

    https://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=33718

    Libros — Libros. Derecho de familia: (un análisis del Código Civil catalán y su correlación con el Código Civil español). Martín Garrido Melero.

  • Martín Garrido Melero - Editorial Tirant

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    Libros escritos por Martín Garrido Melero. ... Libro electrónico*: Disponible en versión pdf drm Disponible lectura nube. 24,00 €. Añadir a cesta ...

  • Libros Martín Garrido Melero - TROA Librerías

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  • Libros de Garrido Melero, Martín - Marcial Pons

    https://www.marcialpons.es/autores/garrido-melero-martin/1077318/

    libro segundo del Código Civil de Cataluña. Barrada Orellana, Reyes;; Garrido Melero, Martín;; Nasarre Aznar, Sergio; Editorial Bosch. , 2011.

  • MARTÍN GARRIDO MELERO | ALIBRATE

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  • Sexo y Dinero de Blanca Moral

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    Idolo Sexual: Sexo y Romance con la Estrella de Rock y la Fan Virgen
    No soy una chica facil. No soy chica de polvos de una noche.
    De hecho, soy virgen. A mis 19 anos.
    Pero es dificil resistirse a mi idolo de la adolescencia.
    Al mejor cantante de Rock del pais.
    El final del concierto termino en su cama.
    El ultimo sitio en el que esperaba encontrarme.
    El sueno de toda fan hecha realidad.
    La mejor noche de mi vida.
    Sin embargo, ?que podia hacer al despertarme?
    Vi sus abdominales de acero, su sonrisa traviesa durmiendo.
    Abrumada por tener al hombre de mis suenos al lado. corri.
    Recogi mi ropa, incluyendo las bragas en la lampara del techo, y corri.
    Sin embargo, Angel King no iba a rendirse tan facilmente.
    Yo habia sido el mejor polvo de su carrera.
    Virgen, joven, entregada, servicial. Enamorada.
    Intente resistirme, pero el era todo lo que queria.
    Rompio todos mis esquemas. Me demostro quien era de verdad.
    Y me enamore perdidamente, sin vuelta atras.

  • Mientras Sonabamos Mirando al Cielo de C.g. De La Cruz

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    ?Que sucede cuando no consigues olvidar?
    ?Volvera Amelia a creer en el amor?
    ?Conseguiran Aiden y Xavier volver a entrar en su vida?
    En esta segunda parte de la bilogia viviremos como Amelia intenta resolver su pasado enfrentandose a sus mayores temores y tomando las riendas de su vida.
    Si crees en los flechazos y alguna vez te has enamorado de quien no debias… esta es tu historia.
    Una novela llena de risas, canciones, accion y mucho amor.
    Mientras sonabamos mirando al cielo, una historia que te enamorara.

  • Los imperdonables de Cristina Campo

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    Imperdonable, Cristina Campo, como Hugo von Hofmannsthal, Marianne Moore o Gottfried Benn, porque su pasion es la perfeccion: <>. Estas son las primeras frases del texto <> que da titulo a este libro, en el que fueron reunidos sus escritos sobre las fabulas, sobre autores en los que ella se reconoce y cuya lectura llega hasta el fondo mismo de su ser para mostrarlos sin mascaras, en su mas absoluta desnudez, como le confeso intimidado William Carlos Williams.

  • Resurgir (Cronicas de Onteira 2) de Andrea Menendez

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    Los caminos de Emma y Jack se han separado inevitablemente. Ella debe encontrar una forma de controlar su magia, que amenaza con destruirla, y el esta a punto de guiar a su pueblo a la guerra.En este mundo, nada salvo la victoria importa. Las profecias amenazan con robarles todo lo que quieren: incluso la vida misma.El camino es largo, la batalla es dura, y con una simple accion, todo lo que conocen podria destruirse.?Preparado para la batalla?

  • Acordes bastardos de Daniel Hermosel Murcia

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    Acordes bastardos arranca con una noche de copas fallida. En su regreso a casa, Marina se topa con su hermano Andres, rockerillo de medio pelo, que iba camino a una fiesta en la que no faltaran la musica, las drogas y el sexo psicodelico.
    Fruto de esa noche atipica, tendra un nino bastardo al que no terminara de querer del todo. Varios anos mas tarde, el retraso de un tren de cercanias provocara una cascada de demoras que haran que Roa, el hijo ya adulto de Marina, se vea forzado a tomar una ruta alternativa para llegar a su oficina, una ruta que pondra patas arriba su vida.

  • En la boca del lobo de Michael Morpurgo

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    Una historia real y estremecedora de dos hermanos y la guerra que lo cambio todo.
    Francis y Pieter siempre han sido muy distintos. Se acerca otra gran guerra y eligen caminos diferentes: Pieter se alista para combatir mientras Francis, feroz pacifista, rehusa tomar las armas. Lo que ocurre a partir de ese momento cambiara la vida de Francis para siempre y lo arrojara directo a la boca del lobo.
    Intensa y conmovedora, considerada por Morpurgo como una de sus obras mas personales, En la boca del lobo nos cuenta la epica historia real de los tios del autor durante la Segunda Guerra Mundial.

  • Amberly, la esposa perfecta (Hermanas Davenport 1) de Veronica Mengual

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    Descubre a las hermanas Davenport en esta trilogia.
    Tres hermanas que haran su “pequena revolucion” dentro de la epoca en la que les toca vivir.

  • La madre de Fiona Barton

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    Un escueto parrafo en el periodico anuncia el hallazgo de unos restos antiguos de un bebe en una zona en construccion de Londres. Muy pocos lectores siquiera le echaran un vistazo.
    Para tres mujeres, sin embargo, la noticia es imposible de ignorar.
    Para la primera, es el recuerdo de lo peor que le ha pasado en la vida.
    Para la segunda, la peligrosa posibilidad de que su secreto mas oculto sea revelado.
    Para la tercera, la periodista Kate Waters, la primera pista en una carrera para descubrir la verdad.
    Secretos guardados durante anos, enterrados bajo tierra y en el fondo del corazon, saldran a la luz para cambiar tres vidas para siempre.
    Fiona Barton vuelve con su protagonista Kate Waters en un nuevo thriller imposible de olvidar.

  • Un hombre para Zafiro (Joyas de la nobleza 3) de Catherine Brook

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    Un amor profundo que surgio de la desesperacion.

  • Sonrisa mortal de Joseph Knox

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    El detective Aidan Waits, a quien conocimos en Sirenas, emprende la caza del hombre que sonrie.

  • Sociedad Literaria Tolbooth de Margarita Garcia Gallardo

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    En Edimburgo, en 1859, cinco amigos unidos por su amor al arte y a la literatura forman la Sociedad Literaria Tolbooth. De manera inesperada, se ven envueltos en la investigacion del robo de un reloj chino que, desgraciadamente, ha acabado con la muerte de Lord Greenwich. Sera la misma Lady Maximilienne Greenwich, una excentrica dama, tia abuela de uno de los miembros de la sociedad literaria, quien les pida su ayuda para dar con los criminales.

  • Amor y vino de Erina Alcala

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    Papa -le dijo Gino a su padre en su casona de la Toscana. -?Que pasa hijo? -He conseguido una importante venta a Estados Unidos, una red de restaurantes nuevos, en todo el pais, sobre todo en Nueva York. -Eso es estupendo, hijo, este ano nos viene mejor que nunca Gino. Tenemos excedente de cosecha que no vamos a poder vender. -Tu lo has dicho, pero hay un problema. -?Que problema si has encontrado donde introducir nuestros excedentes? -Lo seria si no nos faltara produccion. -Ahora te introduces en el mercado americano y vas a vender, no solo lo que nos sobra, sino lo que nos falta, que no tenemos y a ver de donde lo sacamos. Pero ?Por que has hecho eso? Eres demasiado impulsivo y competitivo, tenias que vender lo que nos sobra. Nada mas. -Me han pedido mas y no he querido decir no, porque perderiamos todo. ?Y si se echan para atras? -Pero hijo, si este ano ha sido muy buena la cosecha, -decia el padre sentado en la puerta, debajo de una gran parra que daba frescor al porche de piedra de la gran casona. Te has metido en un buen lio, a ver como salimos de el y donde encontramos unos vinos como los nuestros. El padre de Gino, Gaspare Santoro, habia sufrido una ciatica en la pierna y no podia moverse. Los dolores eran insoportables y ademas habia tenido una caida y el medico le recomendo reposo absoluto, pero Gaspare Santoro, no queria estar acostado, y lo tenian en su mecedora con la pierna en alto en el porche de la gran casona de piedra. Alli estaba bien. Y al frescor de la tarde. Cuando su hijo salio a hablar con el desde el despacho, se lo dijo. Y ambos estaban preocupados. El despacho lo tenia en pleno ventanal, desde donde veia todo el vinedo que tenian en la Toscana, un lugar maravilloso a las afueras de Grosseto, una ciudad antigua de mas de 81.000 habitantes, con un rio precioso, el Ombrone, a pocos kilometros de la costa del mar Tirreno. Gino se habia comprado una casa fabulosa cerca del rio, un barco pequeno y un jet no demasiado grande, pero iba todos los dias a los vinedos de su padre, donde trabajaba. A veces, se quedaba a dormir con sus padres y la abuela que aun vivia, en la gran casona que dominaba los vinedos interminables. Las bodegas, estaban situadas a la derecha de la casona, a un kilometro de ella. Desde que Gino salio de la universidad y antes, le habia encantado el campo, la bodega, los vinedos... Comprarse la casa, fue un lujo para llevar a chicas y tener algo propio en la ciudad. Era joven y queria algo suyo, y tenia mas que cualquier chico de su edad, claro que eran ricos. Eran uno de los bodegueros mas famosos de la Toscana, tambien los mas ricos. Y de la mitad de Italia. Tenian coches, para el campo, para salir... Gino tenia un BMV y hasta un pequeno avion privado que usaba cuando tenia que ir a ver clientes fuera del pais, donde exportaban mayoritariamente o dentro del pais, pero lejos. Y ahora acababa de introducirse en el mercado americano, con un problemilla por resolver. -?Y que piensas hacer Gino? Hijo eres impulsivo. No puedes ofrecer lo que no tienes, aunque te lo pidan. Le repetia el padre machaconamente. -Buscar un vino parecido al nuestro, este ano ha sido un ano de produccion para todo el mundo. -Pero ninguno es como el nuestro, lo sabes y no pues mandarle un vino diferente al que les has ofrecido, a ver donde vas a buscarlo hijo. ?Te has comprometido? -Si, lo he hecho porque si no, no sacamos nuestro excedente y el mercado americano es el que mas paga. -Pero Gino, yo jamas he hecho eso en mi vida. -Voy a solucionarlo, no te preocupes, tengo un mes para eso, mes y medio para enviarles los vinos aparte de a nuestros clientes habituales. Eso ya lo estan embotellando y metiendo en cajas en la bodega y enviandose. Mateo esta en ello con los trabajadores. Y yo tengo que ir a Espana. -A Espana, si, me voy esta noche en el jet. -Pero a Espana ?Por que? -Hay una ciudad en el sur, bueno, un pueblo grande, Jerez de la Frontera y espero no equivocarme. Un pueblo bodeguero por excelencia. Alli hay un vinedo, sus vinos son iguales a los nuestros. Y se que tienen excedentes suficientes, los que nos faltan y no tienen donde venderlos. -?Estas seguro? -Lo estoy, nuestro sumiller los ha probado, toma... -Y le puso dos copas delante.-El padre los probo. -No bebas demasiado con las medicinas. Solo probarlos. -Son iguales Gino. Bueno, un poco... -Son practicamente iguales. -Si, iguales del todo. Eso no es normal. ?Y conoces la bodega? -He estado estudiandola. Se llama Casa de la Marquesa. La lleva un tal Juan Luis Perez con sus hijas Soledad y Elvira. Perez, es viudo, Elvira se encarga de los vinedos y Soledad de la bodega, y las ventas y supongo que todo lo relacionado con el despacho. Con ella es con la que tengo que tratar. Estos son-y le enseno las fotos de padre y de sus hijas en la bodega. -!Que guapas son! Son chiquitas como me gustan. ?No te gusta alguna Gino? -!Papa!... Estamos en otra cosa. -Eres un soso. No te gustan sino esas con las que sales. Guapas, si pero no son mujeres para el campo. Y Gino no queria iniciar una y otra vez a misma conversacion con su padre. Vivia bien, mejor que queria, tenia todo en la vida y el trabajo que le encantaba. Le gustaba vestir bien cuando volvia de los vinedos e ir a sitios exclusivos. Para ellos trabajaba como un mono durante la semana y habia hecho de los vinedos lo que eran y su padre estaba muy orgulloso de el, pero en ese aspecto... -Ademas -continuaba Gino-puedo dejar el jet en el pueblo, tiene un pequeno aeropuerto. Ya hemos hablado con el aeropuerto. -Pero Gino, ?Sabes si tiene produccion para venderte? ?Has hablado con ellos? -No, ire directamente. -?Y si lo tiene vendido a otras personas? -De momento no, por eso nos vamos esta noche. -Bueno tu veras, pero ir sin llamar ni avisar me parece el factor sorpresa. -A ver si te vas a llevar tu la sorpresa y tienen vendidos los vinos... -Lo se de buena tinta. Les va a sobrar, y sera nuestra, se la compraremos. Han tenido demasiada produccion para los vinos jovenes como los nuestros. No tienen suficientes clientes. No es una gran bodega como la nuestra a gran escala. Asi que le haremos una oferta que no podran rechazar. -A ver si no vamos a ganar nada. -Vamos a ganar, ?Cuando has visto que tu hijo pierda algo? -Nunca, la verdad. Deberia retirarme en cuanto tenga bien la pierna. Tu madre me lo dice. -No digas tonterias papa, tienes 60 anos, y las bodegas te necesitan si no quieres ir al campo, solo echas un vistazo y a la bodega. -Bueno, ?Llevas dinero? -Claro. -?Cuanto piensas comprarles? -Todo lo que les sobre. Lo necesitamos. -Bueno, espero que tengas suerte. ?Cuando sales? -A las seis, tardaremos unas tres horas. Nos quedaremos en un hotel y manana por la manana les hago una visita, alquilo un coche. -Me llamas. -Claro que si papa. Dame un abrazo, me despido de mama, me tengo que ir, me llevo a Marco, viene conmigo, y Mauro el piloto. Y Virginia. -Tened cuidado. -Lo tendremos. El tiempo es bueno. -Suerte. Ya me cuentas. Y Gaspare Santoro, penso que le hubiese gustado tener el arranque de su hijo, pero su hijo habia comprado tierras aqui y alla y habia conformado uno de los vinedos mas grandes de lo que el jamas habia sonado. Era un buen hijo y estaba orgulloso de lo que habia conseguido en esos siete anos. En la bodega La Marquesa De Jerez, Soledad hablaba con su padre en el cortijo que tenian en el vinedo, la decima parte o mucho menos que el vinedo de Gino. Solo exportaban vino dentro de Espana, tenian sus clientes principalmente en Andalucia, el sur, pero ese ano la produccion era excesiva y Soledad, su hermana Elvira y su padre, estaban preocupados por ver a quienes vendian su excedente. Soledad buscaba a diario, pero nada, no habia manera. -Papa, ha habido demasiada produccion y no puedo sacarla toda. Vamos a tener un excedente sin poder sacarlo-le decia Soledad. -No te preocupes, -le dijo el padre -sigue llamando a clientes y les ofreces mas, busca clientes, restaurantes en el norte. -?Crees que no lo he hecho? llevo una semana y me temo que vamos a perder un buen dinero si no encuentro quien nos compre la cosecha. -Bueno, deja ya eso, es de noche, -su hermana Elvira-vamos a cenar y manana ya veremos con mas claridad, Soledad. Soledad, era la menor de las hermanas. Se llevaba 3 anos con su hermana, se preocupaba mucho por la Hacienda, llevaba todo, excepto los vinedos que esos eran de Elvira y habia trabajado bien ese ano, tanto que tenian vino de sobra. Soledad, echaba una ojeada a la bodega y llevaba las cuentas y ventas. Su padre era mas del campo. Pero ella habia estudiado en la universidad y habia hecho un curso de sumiller que le sirvio de mucho para su bodega. Tenian un vino tinto y otro dulce, pero su fuerte, era el vino blanco. La super produccion le preocupaba porque no tenia donde ubicarlo. Era una pena que tuviera una buena cosecha y se desperdiciara. Soledad era pequena, le pelo largo, unos ojos verdes grandes, de largas pestanas y un cuerpo bien proporcionado, con una trenza o una cola alta siempre para el trabajo, unas botas, vaqueros y camisetas, era lo que mas utilizaba. Su hermana Elvira era un poco mas alta que ella, pero eran guapas ambas, los ojos marrones como su madre, que les falto cuando Elvira tenia 10 anos y Soledad de 7, de un cancer. Si salian, se vestian como jovenes que eran con 24 anos Soledad y 27 Elvira. Trabajaban tanto que no salian apenas. Desde que su madre murio hacia unos anos, estuvieron cuidando de su padre y Soledad, terminaba la carrera y el curso, e iba todos los fines de semana a casa desde Sevilla donde estudiaba Administracion de Empresas. Y en ese tiempo fue Elvira la que con su padre se encargaba de todo, hasta que Soledad volvio y le descargo trabajo a su hermana. No tenian tiempo de nada, entre la enfermedad de su madre, su muerte, cuidar a su padre, no tenian tiempo para chicos ni para salir, ademas sus amigas estaban en Sevilla, las de las dos que habian estudiado alli. Sin embargo, ya estaba empezando a salir porque Elvira decia que eran jovenes y debian salir los fines de semana, que tenian hombres que se encargaban del campo y de la bodega y Maria que cuidaba la casa, le podia echar un ojo a su padre, porque ultimamente se desorientaba mucho. Estaba como en su mundo. Fue progresivo desde que murio su madre, pero le habian aumentado las ausencias. Lo bueno es que vivian en el cortijo que estaba a cinco kilometros de Jerez. A la manana siguiente, llego al cortijo y coche negro impresionante, como de ejecutivos. Pero ella sabia que era un coche alquilado del aeropuerto, los conocia, por otros clientes que iban al cortijo. Estaba saliendo de la bodega y se acerco a la casa donde paro el coche. Su padre estaba en el campo con Elvira y Maria, que se encargaba de la casa, salio a recibir a esos dos hombres impresionantes y elegantes. Y Soledad vio como Maria la senalaba. Cuando se acerco, los saludo. -!Hola! Soy Soledad Perez, duena de esta bodega, bueno mi padre es el dueno y ustedes son... dandoles la mano, primero al que parecia llevar la batuta en la conversacion y que era un modelo de tio bueno y moreno con unos ojos verdes de muerte. -!Hola! Senorita Perez. -Y le apreto la mano como hacen los ejecutivos, ni lacia ni demasiado fuerte, con entusiasmo. -Soledad por favor. -Entonces me llama Gino, Gino Santoro y el es mi secretario Marco. -?Son italianos? -Somos italianos, si senorita. De la Toscana. -?Y que hacen en mi bodega y en mi casa desde tan lejos? -Negocios.- Contesto Gino con firmeza y esa voz preciosa y susurrante que tenia como si te hiciera el amor, mirandola de arriba abajo. -?Nos sentamos, por favor? ?Quieren cafe, limonada, cerveza... Si no han desayunado Maria puede prepararles algo. -Gracias, cafe solo. Hemos desayunado. Se lo agradecemos. Y Soledad, le dijo a Maria que trajera cafe y leche y unas pastas. Les senalo el sitio en la gran mesa que a Gino le recordo a la que tenian en sus vinedos. Y se sentaron uno a cada lado de Soledad. -Habla bien espanol. -Si, gracias. -Hablo unos cuantos idiomas, ?y usted? -Ingles, italiano y Castellano simplemente. No me exigian mas en la carrera y no he tenido tiempo. Llevo esto casi sola. Pero, llamame, Soledad y te llamare Gino, eres joven -dijo ella alegremente. Era alegre y simpatica, una buena anfitriona. -Gracias, mejor asi, Soledad. Al menos nos entendemos, si no en castellano, en italiano. -Bueno, mi padre esta dando una vuelta al campo, aunque yo tomo las decisiones, pero puedes decirme mientras viene, que te trae desde tan lejos. Asi que usted dira, Gino Santoro. -Y Gino le sonrio.

  • El proceso de Franz Kafka

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    El proceso, sin duda una de las obras clave del genio del absurdo que fue Franz Kafka, enfrenta al lector a la angustia de comprobar que algunas cosas son demasiado reales para ser ciertas.

  • Imperfecta rara avis de M. C. Gomez

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    Detuvo el coche en donde le fue posible, el trafico en hora punta siempre le fastidio mas de lo necesario. Ella se sento a su lado. --Hola guapo, siento haberte hecho esperar tanto rato, pero ahi arriba son de la Gestapo por lo menos. --No sera para tanto, anda vamonos que no estamos en un buen sitio y me multaran. De pronto una mujer cruzo por delante de su coche, atractiva pero no excesivamente guapa, de figura perfecta y paso firme, emanaba seguridad por todos los poros de su piel. Caminaba a paso ligero, pero aunque solo fue un segundo, consiguio captar su esquiva mirada. <>, penso para sus adentros. --?Conoces a esa chica? --pregunto el fascinado. --?Quien?, ?esa? --pregunto ella senalando con el dedo y luego anadio. -- Nadie, no te gustaria conocerla, creeme. Arranco el coche, pero ese dia, el siguiente, el otro y todos los de mas alla, no consiguio quitarsela de la cabeza. CAPITULO 1 Me llamo Daniela Wolf, soy la directora financiera de Claiser Iberica, una empresa que fabrica y distribuye productos que prometen dejar tu hogar limpio como una patena, otra cosa es que eso sea cierto. Soy una trabajadora incansable, mi vida es trabajo, mas trabajo y si me sobra tiempo, me dedico a trabajar. Elia, mi mejor amiga y la recepcionista de la empresa, siempre me dice que morire sin conocer el amor y aunque me enfado muchisimo con ella, pienso para mis adentros que tiene toda la razon. Hace siglos que no tengo una cita. Hace tiempo que la fecha de mi documento nacional de identidad es algo que pienso dos veces antes de mostrar, estoy en los ultimos coletazos de la treintena. Pero en realidad, ?para que quiero complicarme la vida? Con lo bien que estoy yo soltera, sin dar cuentas a nadie, haciendo cuanto me place y llorando a moco tendido cuando veo peliculas en las que todo el mundo esta enamorado y feliz de la vida. Sintiendo envidia de la mala el Dia de San Valentin porque a mis companeras les regalan rosas, las invitan a cenar y les hacen proposiciones matrimoniales de novela romantica con hincar de rodilla incluido por parte de los muy galantes enamorados. Lo siento, pero para no pensar tengo que seguir trabajando, escalando peldanos, llegando a ser la mujer mas dura de la empresa, algo que me he ganado con mi lucha diaria y todo el esfuerzo del mundo. No necesito a ningun hombre para sentirme realizada, y eso lo tengo muy claro. Suena el despertador, no sucumbo a la tentacion de atrasarlo cinco minutos mas, eso no es para mi, soy la mujer de hierro. Me levanto de un salto y me dirijo al cuarto de bano para darme una ducha rapida alternando el agua caliente para abrir los poros y luego la fria para cerrarlos, hay que hacer las cosas bien. Abro mi impoluto vestidor lleno de trajes de chaqueta practicamente iguales, Elia dice que mi armario es lo mas aburrido que ha visto en su vida, monotono, escrupulosamente ordenado, sin color, sin polillas, sin nada que de la nota, asi soy yo, la mujer perfecta. Arranco mi coche, un Mini blanco que siempre tengo como los chorros del oro, trabajo en una compania que fabrica productos de limpieza, seria muy raro que estuviera sucio, ?o no? Me dirijo al trabajo por la autovia A-7, siempre respetando los limites de velocidad, con las dos manos en el volante, nunca cojo el movil mientras conduzco, no es legal. Y puedo presumir de ser la persona espanola con mas puntos en el carne de conducir. Hago mi entrada triunfal en la oficina, todo el mundo se calla cuando yo paseo mis ruidosos tacones por el reluciente suelo de marmol. Se que hablan de mi a mis espaldas, pero eso es algo que no puedo evitar, al fin y al cabo, soy la jefa de mi departamento. Y, ?quien no ha despotricado de su jefe a la espalda alguna vez?, yo no, claro esta, pero la gran mayoria humana si lo hace, puede que por ello sea un bicho raro, pero no me gustan los cotilleos ni hacerle un traje a nadie, las cosas a la cara. No siempre fui asi, en mi adolescencia era una chica rebelde y alocada, pero todo ello me paso factura y con los anos, cultive mi personalidad, aprendi que el esfuerzo y la superacion eran las claves del exito, pero a cambio de todo ello perdi algo, la nina que un dia fui, esa que era feliz en su barrio, jugando con sus amigos, ensuciandose en los charcos, llegando a casa descalabrada dia si dia tambien, a veces que creo que perdi mi alma, o se la vendi a alguien que la codiciaba. A veces, algo dentro de mi me dice que no soy feliz. CAPITULO 2 Hoy es un dia importante, mi jefe se jubila y su hijo ocupara su lugar a partir de ahora, hoy es la <>. La verdad es que una persona joven y sin experiencia demostrable ocupe un cargo asi en una empresa de la envergadura de Claiser me irrita, pero, donde manda capitan, no manda marinero y como empleada fiel que soy, aceptare lo que venga. Todo el personal de oficinas esta reunido en el salon de actos. El senor Claiser se sube al atril y comienza a hablar, de pronto todo se silencia a mi alrededor, no puedo creer lo que ven mis ojos, es el hombre mas impresionante que he visto en mi vida. Alto, ojos verdes, pelo castano, facciones perfectas, porte elegante, sencillamente me he quedado de piedra y en mi momento de obnubilacion no me doy cuenta de que el senor Claiser me ha llamado para que acuda junto a el. --Senorita Wolf, ?le ocurre algo? --No, disculpe. --Y me acerco al atril intentando que no se note mi momento de flaqueo hormonal. --Senorita Wolf, estoy seguro de que usted hara un magnifico equipo con mi hijo Carlos, ambos son un modelo de perfeccion, perseverancia y ambicion. Creo que se entenderan muy bien y haran que este orgulloso de Claiser hasta el fin de mis dias. Carlos me clava sus grandes ojos verdes, intento no mirar, pero es imposible, hay algo en la mirada de este hombre que me hipnotiza. Pensaba que era una mujer dura, creia que a mi no me iba a pasar, pero creo haber caido donde no debia, creo que me he enamorado.

  • El secreto del faro de Jean E. Pendziwol

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    Cuando vives en una isla, nada puede ser secreto.

  • Aquel diciembre de Estefania Jimenez

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    Tras recibir un mensaje urgente, Diego Narvaez parte desde Motril hacia el pequeno pueblo granadino de Tablate para reunirse con su hermana y su madre. Alguien ha acusado a esta de brujeria, complicando aun mas su ya delicada situacion como morisca en aquellos anos de represion.

  • Hombres por Civilizar de Isabel Conde

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    Placer y Poder: Romance, Erotica y Sexo entre la Virgen y el Mafioso Millonario y Dominante
    No soy ninguna santa. Al contrario. Me case a los 18 con un mafioso para poder disfrutar de una casa bonita y una vida sin complicaciones. Por supuesto, olvide que mi marido era un autentico cretino, algo que solo empeoro con los anos.
    Sin embargo, un dia paso lo imposible; Faltaba una semana para firmar los papeles del divorcio, mi marido metio la pata demasiado hondo, y a mi me toco pagar las consecuencias. Me converti en el pago, secuestrada por otro mafioso para saldar sus deudas.
    Debi verlo venir.
    Arthur siempre me habia deseado. Siempre.
    Y Arthur era la principal competencia de marido.
    Sin embargo, Arthur era... diferente.
    Inspiraba poder, miedo, y... deseo.
    Podia ver como me devoraba con los ojos.
    Y ahora era suya.
    Sorpresa la mia cuando descubri a quien y a que me enfrentaba de verdad. Arthur no tenia escrupulos, piedad o remordimiento, pero se preocupaba por mi. Ademas... ?y si siempre lo habia deseado? ?Y si mi marido solo se caso conmigo para ocultar su homosexualidad? ?Y si sigo virgen?
    Solo queria dejar que ese animal me destrozase y me tomase en matrimonio. A mis 21 anos, siendo la obsesion de un capo de la mafia, y con mi historial, ?que esperas? Tras destrozar su dormitorio y foll*rmelo contra los cristales rotos solo quedaba una cosa por hacer.

  • La posadera de Ivy Hill de Julie Klassen

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    Un amor, una apuesta y una muerte misteriosa que dejan a la que fue una gran dama en la disyuntiva de luchar por seguir adelante o dejarlo todo.
    En Ivy Hill, un pueblecito situado en una colina, esta The Bell, la posada que es el alma del pueblo, alli donde se detienen los coches de postas, donde llegan las noticias, el correo, los viajeros y los productos mas diversos.

  • Fragil de Belgica Cortes Jimenez

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    Un dia para otro puede cambiar tu vida, ya sea para bien o para mal.
    Emilia Jimenez es una exitosa directora creativa en Chile. Su mejor amigo Alejandro Ossandon es un reconocido fotografo internacional que la “mima” como solamente un amigo lo puede hacer.
    Una extrana situacion dara origen que Emilia conozca a un desconocido extranjero, lo cual provocara que su secreto salga a la luz.

  • Gente que conoci en los suenos de Luis Mateo Diez

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    Las cuatro historias de Gente que conoci en los suenos, libro inedito del escritor leones Luis Mateo Diez, tienen el comun denominador de una mezcla de irrealidad y fantasmagoria y, en tal sentido, algunas secretas revelaciones de lo que nos sucede e inquieta mas alla de la vigilia, donde existen habitantes que se nos pueden aparecer, ademas de ser como nosotros mismos.

  • Me lo has dado todo de Sophie Saint Rose

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    Querida, disimula un poco --dijo su madre antes de beber de su copa de champan--. Es evidente que pareces desesperada. Fulmino a su madre con sus ojos azul violaceo. --Me has ensenado bien, madre. Cumplire con la mision que me encomendaste cuando me trajiste al mundo. No debes preocuparte. Steffani Arden sonrio ironica, sin que se le notara ni una sola arruga. Para tener cincuenta anos, aparentaba treinta. De hecho, quien no las conocia, pensaba que eran hermanas. Pues eran iguales. Iguales en todo, excepto en una cosa y eso torturaba a Rebeca desde hacia anos. --No me preocupa. Has aprendido de la mejor. --Eso es cierto. Nadie como tu para venderte al mejor postor. El ojo de su madre temblo y Rebeca ignorandola se alejo de ella, porque al final terminarian discutiendo como siempre sobre el mismo tema. Ignorando las miradas de varios hombres, supo que esa noche estaba perfecta. Su vestido de gasa entallado, aparentaba que no llevaba nada debajo, y sus pequenos cristales hacian que cada movimiento hicieran resaltar su maravillosa figura. Figura que esculpia durante dos horas en el gimnasio todos los dias desde los catorce anos para estar perfecta. Bebio de su copa acercandose al enorme ventanal que mostraba Nueva York iluminado y miro al exterior, pero ella no se fijo en eso, sino en su reflejo y en las miradas posadas en ella. Vio que un mechon rubio de su impecable recogido rozaba la mejilla ocultando la unica tara que tenia. Una pequena cicatriz debajo del ojo, obsequio del segundo marido de su madre. De cuando habia llorado con cuatro anos, porque el dia de Navidad no habia encontrado debajo del impresionante arbol la muneca que queria. Esa fue la unica vez que vio a su madre realmente furiosa y cogio a su hija entre sus brazos como una leona, antes de salir de aquel piso. Por supuesto no lo denuncio, pero se encargo de sacar a su marido todo lo que podia. Desafortunadamente su estilo de vida era caro y llego el tercer marido. Ese habia sido un buen hombre, pero desgraciadamente murio. El cuarto, para su alivio, la pillo en la universidad y ya no tuvo que soportarlo. Pero desafortunadamente su aspecto hacia que no la tomaran en serio. Despues de esforzarse muchisimo en la universidad para sacar un expediente decente, todavia recordaba la mirada socarrona que tenia el hombre que la recibio en su primera entrevista de trabajo. Se burlo de ella mientras se humillaba suplicando aquel trabajo de becaria en una empresa que no llegaba ni a la suela de los zapatos a la mayoria de las empresas de sus amistades. La miro con desprecio viendo su traje de firma que costaba mas de lo que el ganaba en seis meses y le dijo con sorna --No espere nuestra llamada. Y asi fue en una entrevista tras otra. Nadie la ayudo a encontrar trabajo y despues de dos anos mantenida por su madre, se dio por vencida. Asi que habia llegado alli. A la caza de un marido como habian hecho su madre y su abuela antes de ella. No seria dificil conseguir un marido rico que las mantuviera. Lo dificil era conseguir un marido que no la hiciera vomitar con solo pensar que le pusiera la mano encima. Lo unico malo era que no tenian mucho tiempo. El alquiler de su piso vencia en dos meses y vivian de la compensacion del ultimo marido de su madre. Despues de tres anos, estaban casi sin fondos. Su madre habia sido muy clara. Necesitaba que colaborara y si era lista, encontraria a un marido que las mantuviera a ambas de por vida. Solo tenia que conseguir enamorarle antes de la boda, para que le diera verguenza pensar siquiera en un acuerdo prematrimonial. Bebio de su copa y al tragar, vio a traves del cristal llegar a la fiesta a dos hombres vestidos de smoking, que saludaban a los anfitriones como si se conocieran desde hacia tiempo. Si les conocian, era que tenian dinero. Los Forrester no se relacionaba fuera de determinada escala social. --Te veo muy sola --dijo un hombre acercandose y apoyando la mano en el cristal. Levanto una de sus finas cejas, sin dejar de mirar a uno de los hombres que acababan de llegar, sin hacerle ningun caso al tipo que tenia al lado. Era realmente guapisimo y muy alto. Perfecto para ella que media uno setenta. Ademas, estaba muy moreno de pelo y piel. Pero lo que la volvio loca, fue su sonrisa. Tenia una sonrisa ironica que le dijo que era un hombre muy seguro de si mismo. --?Quieres otra? Volvio la vista hacia el pesado y le reconocio enseguida. --?Eres Carter Willis, verdad? El tenista. Nada de deportistas. Se volvian locos con el dinero. En cuando su carrera se acababa, se quedaban sin un dolar. Y a pesar de lo que decia su madre, ella queria que su matrimonio funcionara. Era lo que mas deseaba. Casarse por amor. O al menos por un deseo arrollador, que la hiciera olvidarse de su horrible objetivo. Llevar la mejor vida que pudiera. --Exacto, bonita. Soy Carter Willis. --Sonrio como en las fotos publicitarias y la verdad es que era atractivo, pero no soportaria levantarse todos los dias con esa sonrisa estupida al lado. --Te traigo otra copa. Entrecerro sus preciosos ojos violetas. --Si, hazme el favor. Me apetece --mintio sin que se le notara. Solo queria que el moreno viera que alguien que era un playboy estaba interesado en ella--. Gracias. --Sonrio como una nina buena y el tipo casi sale corriendo. Mirando sobre su hombro como si estuviera distraida, paso la vista por el salon y cuando sus ojos pasaron por el moreno viendo que los tenia claros, no se detuvo, sino que paso de largo como si no hubiera visto nada que le interesara. Pudo sentir su mirada en ella en ese mismo instante y como si estuviera aburrida, volvio a mirar por la ventana. --Aqui tienes, preciosa. --Carter le entrego la copa de champan. -- ?Como te llamas? --Rebeca --respondio encantadoramente. --Un nombre precioso. --Gracias, eres muy amable. --No te habia visto nunca. ?Eres amiga de los Forrester? --Mi madre y Daisy son intimas desde hace anos. De hecho, fui al colegio con Stella. Carter se echo a reir. --No conozca a la mitad de los que has dicho. A mi solo me invitan a estas cosas por dar un poco de glamour. Ese tio no sabia lo que era el glamour ni aunque lo tuviera delante. --Nena, siento llegar tarde. Sorprendida miro hacia atras y vio a su moreno sonriendo encantadoramente. Maliciosa por la jugada, bebio de su copa y el se acerco besandola en la mejilla, haciendo que su corazon saltara al oler su colonia. -- ?Estas enfadada? --Un poco. ?Conoces a Carter Willis? --pregunto recuperando el aliento. --Por supuesto. --Alargo la mano y se la estrecho a Carter, que parecia decepcionado. --Soy un admirador. Paolo Viotti. Disimulo su sorpresa, porque sabia de sobra quien era. Y era realmente el premio gordo. No se podia creer la suerte que tenia. No se le podia escapar. --He oido hablar de usted --dijo Carter con admiracion--. Me han dicho que su ultimo barco es excepcional. --Buque. --Su correccion le dejaba en evidencia ante ella, pero Rebeca lo paso por alto, aparentando estar aburrida y mirando a su alrededor. --Y si, es excepcional. El buque mas grande de la historia. --Me han dicho que ya no hay plazas disponibles para el primer viaje. --Y le han dicho bien. --Miro a Rebeca. --Cara, ?vamos a saludar a Stella? Creo que acaba de llegar. --Esta en Paris... --dijo ironica mirandolo a los ojos--. Caro. Eso parecio hacerle gracia y Carter no se dio cuenta que pasaban de el mientras no dejaban de mirarse. Empezo a ponerse nerviosa porque esos ojos grises le decian claramente que queria que pasara la noche con el. Algo realmente excitante. Y tentador. Muy tentador. --?No cree que podria conseguirme un pasaje? Pagare lo que sea -- continuo diciendo Carter como si nada. --Lo siento, pero solo me queda una suite y es para mi. --Cogio a Rebeca de la cintura y la alejo un par de pasos. --Pero si hay alguna cancelacion, mi secretaria se pondra en contacto con usted. --Gracias, amigo. Divertida se dejo llevar sintiendo la mano en su cintura, mientras su cadera rozaba con la suya al caminar. Era algo demasiado intimo para el primer contacto, pero no pudo evitarlo. --Si hubiera esa cancelacion, no le llamarias. --No. Yo no me encargo de esas cosas --le susurro al oido--. Pero por ti haria una excepcion. Sonrio deteniendose y dandose la vuelta para mirarle de frente. --Crees que porque eres atractivo, rico y medianamente inteligente, lo tienes todo ganado, ?verdad? Paolo se echo a reir. --Algo asi. Dios, era fascinante y se quedaria embobada mirandole toda la noche. --Pues yo tambien soy atractiva, rica y medianamente inteligente, asi que estamos empatados. --Entonces tendre que esforzarme. --?Y cual es tu objetivo? --?Pasarlo bien? Eso le hizo gracia a Rebeca y se rio sin poder evitarlo. Le encantaria pasarlo bien con el, pero no estaba alli para eso. El era su objetivo y lo conseguiria. --Buenas noches, senor Viotti. Paselo bien. Se estaba volviendo cuando la cogio del codo deteniendola. --No se como te llamas, cara. --Rebeca. Los ojos de Paolo brillaron. --?Y eres como ella, Rebeca? Se tenso interiormente al darse cuenta de lo que queria decir, pero aun asi pregunto haciendose la tonta --?Que quieres decir? --?Eres fria y calculadora igual que la de la pelicula? Esa pregunta la ofendio, pero al fin y al cabo era cierto que Rebeca habia sido asi. Se habia casado Maximilian de Winter sin amarle, unicamente por lo que podia ofrecerle. Le habia sido infiel, aparentando ser la esposa perfecta ante todos. Y habia sido danina hasta la muerte. El paralelismo era tan exacto, que palidecio y solto su brazo mirandole friamente. --Buona notte, signor Viotti. --Buona notte, bella. Sintio su intensa mirada mientras se alejaba yendo hacia su madre, que simulaba hablar con una conocida hasta que llego a su lado. En cuando la mujer, de la que no recordaba el nombre, se alejo, Steffani la miro a los ojos. --?Viotti? --Demasiado listo --susurro intentando calmarse--. Me ha calado desde el principio. --No eres tan descuidada. Solo te esta tanteando. Se ha sentido atraido hacia ti desde que entro en la sala. --No se por que tuviste que ponerme ese estupido nombre. --?Acaso no te gusta? A mi me encanta. Mi ninera se llamaba asi. Siempre me ha gustado ese nombre. Miro a su madre con sorpresa y ella sonrio ironica. --Ya se por donde vas. Nunca me lo habias contado. --El paralelismo con la pelicula... Su madre la cogio por la muneca para que la mirara a los ojos. --No eres como ella. Nunca dejes que nadie te haga de menos. Jamas. ?Me has entendido? Vio en sus ojos lo que habia visto aquel dia que la cogio en brazos y la saco de aquel piso y se dio cuenta de algo… Que su madre era una superviviente en un mundo de tiburones y queria que ella estuviera preparada. --?Crees que ellos no nos utilizan? Hasta que llega la siguiente y pasan pagina. Una mas bella y joven por la que te dan la patada. --dijo sin demostrar que estaba enfadada--. Tienes que ser mas lista que yo, hija. Tienes que ser mas lista que ellos. Yo cometi el error de enamorarme de tu padre, ?y de que me sirvio? ?De que te sirvio a ti? Una pension compensatoria y a por la siguiente rubia. Tienes cinco hermanos que ni conoces y que no han mostrado interes por ti jamas. Y en cuanto cumpliste los dieciocho, sus abogados se pusieron en contacto con nosotros para decir que se cerraba el grifo. --Sonrio con desprecio. --No merecen que te sientas mal por ellos. Los buitres son ellos, no nosotras. Nosotras solo nos mantenemos a flote. --Nunca me habias hablado asi. A veces te muestras tan fria al respecto, que... --Steffani algo palida bebio de su copa y Rebeca se dio cuenta que la frase que le habia dicho antes le habia dolido. --Mama... --Ahora no. --Muy seria dejo la copa sobre la bandeja del camarero que pasaba a su lado y fue a penas imperceptible que su mano temblaba. Rebeca se sintio fatal. Odiaba hacer aquello, pero no tenia derecho a criticar a su madre cuando ella habia disfrutado de todo lo que habia conseguido con sus matrimonios. --Soy una hipocrita, ?verdad? Su madre la miro sorprendida y se echo a reir al darse cuenta de lo que queria decir. Acaricio su mejilla con carino. --Me encantaria tener todo el dinero del mundo para que vivieras tranquila toda la vida. Pero no lo tengo. -- Suspiro decepcionada. --Y ya no soy como tu. Me costara un poquito el siguiente.

  • Descubriendo el Amor (Corazones Opuestos 1) de Natalia Lee

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    “Uh … ?tierra llamando a Daphs?” Aparte la vista de mi ventana, “?Huh?” A Britney y a mi nos llevaba el chofer contratado por mi madre. Nos dirigiamos a casa desde el aeropuerto despues de una gira europea de seis meses, un regalo de graduacion de mis padres. Solo podia llevar una amiga conmigo y elegi a Britney. La idea de trabajar era lo mas alejado de mi mente. Solo deseaba estar con mi padre y verlo sonreir y ser feliz era lo unico que me importaba. Mi padre es un agente encubierto del FBI y ha estado de incognito durante cinco anos para derribar un importante cartel de drogas. El y mi madre han estado separados durante cuatro anos despues de que se le pidio que se mudara a otro estado para involucrarse seriamente en el trabajo. Ella dijo que todavia lo amaba y que el tambien la amaba, pero que ya no podian llevarse bien. Papa solo me visitaba dos veces al ano, una para Navidad y la otra para mi cumpleanos. “Estas tan silenciosa , ?que te pasa?” Me anime, esbozando una sonrisa falsa, “Nada, Brits … ?Que dijiste?” Ella puso los ojos en blanco, “?Cuales son tus planes ahora que el viaje ha terminado?” “Oh …” exhale. A veces creia que Britney tenia nueces en el cerebro. “Abrir mi tienda de moda. ?Lo olvidaste?” “Oh si…” O tal vez estaba tratando de conversar ya que el coche estaba en silencio. “Espero que dentro de los proximos ocho meses este funcionando”, continue. “Sabes que tengo que trabajar para ti. No hay otra manera”. “Por supuesto, carino, y tu puedes ser mi modelo personal”. El chofer se detuvo frente a la casa de Britney, interrumpiendo nuestra conversacion. Ella me abrazo y luego me mostro un signo de paz antes de desaparecer detras de su puerta blanca. “Duke, pasa un momento por casa de Blake “, le dije al chofer . Blake era mi novio de secundaria. Habiamos estado juntos durante tres anos y desde entonces habiamos sido inseparables. El era el amor de mi vida y yo era el suyo . Siempre habiamos sido la pareja mas popular del instituto. La gente estaba muy celosa de nuestra relacion perfecta. ?Y quien podia culparlos ? “Tu mama me pidio que te trajera a casa, senorita Stone”. “Bueno, mi madre no esta aqui y yo soy practicamente tu jefa ahora . !Entonces, dejame ver un momento a Blake!” El exhalo una respiracion profunda, “Esta bien, pero solo cinco minutos, estoy a tiempo”. “A quien le importa.” Duke se detuvo en la casa de Blake cinco minutos despues. “Tienes cinco minutos”, grito mientras me pavoneaba por el camino. Ugh! Era tan antiguo. Me llevaria tanto tiempo como fuera necesario. Golpeando suavemente la puerta blanca , me ajuste la parte superior y me peine. La madre de Blake aparecio. Sus ojos se iluminaron mostrando las patas de gallo en las esquinas de sus ojos. Ella me dio un fuerte abrazo, luego me admiro con el brazo extendido. “Mirate, incluso te has vuelto mas alta “. Me mire las piernas, “?En serio? ?Lo crees ?” “Si carino.” Ella miro por encima del hombro, “!Blake!” “Esta bien, senora Talon, lo buscare en su cuarto “. Ella asintio, “Vale “, y se fue. La escalera era una tarea en si misma. Parecia interminable y ademas tenia una curva. Mi pobre pecho estaba muy agitado cuando llegue al ultimo escalon. Su puerta estaba abierta, “Blake?” Cruce la habitacion de su hermana en el lado opuesto. Nadie . No tenia tiempo para esto. Una chica grande como yo no deberia tener que peinar una casa entera en busca de una persona. “!Blake!” “!Si! !Estoy en el bano!” Me detuve en el pasillo, “?Que?” Apenas podia escucharlo. “!Estoy en el bano!” Corri por el pasillo, abriendo la puerta del bano. Estaba en el lavabo cepillandose los dientes y con solo una toalla anudada a su cintura, luciendo todo magnifico. Podria estar cubierto de tierra y aun lucir sexy con su cabello dorado y desordenado y su figura atletica. Era mi mariscal de campo personal. Me acerque hacia el, abrazandolo por la espalda. “Blake, !Dios mio, te he extranado tanto!” Escupio la pasta de dientes restante en su boca y se giro para encontrarse con mi cara. Beso mi frente, “Yo tambien te extrane. ?Como estuvo tu viaje en avion?” “Meh …” le dije . “?Que te pasa guapo? ?Saliste de la ducha ahora?” Olia a locion de afeitar y a coco. Antes de que pudiera responder, sono una bocina ensordecedora afuera. Dios … Duke . Podria ser un idiota a veces. Aun no habian pasado cinco minutos. Bueno, eso me parecia . Toco la bocina de nuevo. “Escucha, Blake, me tengo que ir ahora, pero ?podemos vernos manana?” “Si, no hay problemas D. ” Lo bese en los labios y corri hacia abajo. “!Cristo Duke , no tenias que ser tan grosero! !Ya Venia! Eres una verguenza”. Ya era bastante malo que pasara los cinco minutos enteros tratando de encontrar a Blake. Me senti enganada por mi precioso tiempo. El cinturon de seguridad parecio atascarse cuanto mas me lo ponia . Era culpa de Duke que todo no funcionara como debia . Lo fulmine con la mirada sabiendo que podia verme desde el espejo retrovisor. Debia ver lo enfadad que estaba. El coche se detuvo lentamente frente a nuestra casa. Mientras esperabamos que se abriera la puerta del parking , no pude evitar preguntarme que habria planeado mama para mi como regalo de bienvenida a casa. A lo mejor era ropa nueva. Tan pronto como estuvimos aparcados , sali, cerrando la puerta. “Por favor, maneja mis maletas con cuidado, tengo cosas valiosas alli”. Duke tenia un don para tirar y arrastrar cosas por el suelo. Tenia ropa de Milan y de disenadores caros en mi equipaje, , sin mencionar mi valija Gucci de cuatro mil dolares. Empuje la puerta de entrada, “!Mama! ?Mama? Mami, he vuelto”. Anita, mi ninera de la infancia y ahora nuestra ayuda para limpieza y cocina, aparecio desde la lavanderia. “Hola, Daphney. Bienvenida de nuevo. ?Como estuvo tu viaje?” “Fue genial, Anita”. Inspeccione la habitacion, notando que no habia globos ni senales de bienvenida. ?Que demonios estaba pasando? “?Donde estaba mama? “Ella tuvo que salir , me dijo que te dijera que llegaria un poco tarde”. ?Tarde? “?Que? Pero ella sabia que iba a venir, ?por que se iria? Son mas de las seis de la tarde. ?A donde podria ir?” “No estoy segura … Llamala”, dijo, alejandose . ?Por que demonios se iria, sabiendo que hoy volveria? ?Que clase de madre haria eso? ?Y a donde habria ido ? Es vieja, no tenia nada que hacer ademas del trabajo. Saque mi movil y marque su numero. Ugh! Sin respuesta. Marque una y otra vez hasta que me obligue a dejar un mensaje de voz. “!Mama! ?Donde estas? Vine a casa y tu no estabas aqui. Sabias que iba a volver a casa, ?que podria ser mas importante que yo? !Ven a casa ahora!” Colgue. Habian transcurrido casi diez minutos desde que habia llegado a casa y Duke no estaba a la vista. ?Que podria llevarle tanto tiempo con mis maletas? No tenia que ser tan viejo y lento. Mire alrededor del gran espacio de la nada. Volver a esto me recordo lo simple que era Londres. Los pisos en los que nos alojamos eran mucho mas pequenos y reconfortantes. Aqui, realmente podia escucharme respirar. Subi las escaleras, aventurandome a mi habitacion. Oh Dios mio. “!Oh Dios mio!” Pura blancura. !Guauu! Una nueva habitacion estaba frente a mi, literalmente. Paredes de lavanda, muebles blancos, incluyendo mi cama, tocador, armario … !Era una locura ! Era como si me hubiese transformado de Barbie a Barbara . Maldita mama! Zambullendome en mi cama, me acurruque pasandome el lino blanco de las sabanas en la cara. Incluso olia a lavanda. Mama se habia superado esta vez. Y yo pensando que ella no habia hecho nada. No perdi el tiempo enviando de inmediato mensajes a Britney y a Blake para contarles sobre mi nueva habitacion. Unos diez minutos despues, Duke aparecio, luchando con mis maletas. El sudor cubria su frente rebordeo como si hubiera hecho un maldito maraton. !Solo eran maletas ! “Te tomaste el tiempo suficiente”, le dije. Duke puso los ojos en blanco, cojeando hacia la puerta. Me sente derecha , “?Me llamaste mocosa ?” “No, senorita Stone”. “Lo habre imaginado …” Dos horas despues, me bane y me puse mi pijama favorito de cerditos rosados . Hambrienta , fui a buscar algo en la cocina. Normalmente, llamaria a Anita y le pediria que me la llevara a mi habitacion, pero supuse que mama deberia volver pronto. Encontre a Anita horneando pan. “Anita, me muero de hambre. ?Que tienes para comer?” Abri el frigorifico y lo volvi a cerrar.

  • Un caballero en Moscu de Amor Towles

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    Condenado a muerte por los bolcheviques en 1922, el conde Aleksandr Ilich Rostov elude su tragico final por un inusitado giro del destino. Gracias a un poema subversivo escrito diez anos antes, el comite revolucionario conmuta la pena maxima por un arresto domiciliario inaudito: el aristocrata debera pasar el resto de sus dias en el hotel Metropol, microcosmos de la sociedad rusa y conspicuo exponente del lujo y la decadencia que el nuevo regimen se ha propuesto erradicar. En esta curiosa historia se basa la segunda novela de Amor Towles, que despues de recibir innumerables elogios por Normas de cortesia, su opera prima, se consolida como uno de los escritores norteamericanos mas interesantes del momento. Erudito, refinado y caballeroso, Rostov es un cliente asiduo del legendario Metropol, situado a poca distancia del Kremlin y el Bolshoi. Sin profesion conocida pese a estar ya en la treintena, se ha dedicado con autentica pasion a los placeres de la lectura y de la buena mesa. Ahora, en esta nueva y forzada tesitura, ira construyendo una apariencia de normalidad a traves de los lazos afectivos con algunos de los variopintos personajes del hotel, lo que le permitira descubrir los jugosos secretos que guardan sus aposentos. Asi, a lo largo de mas de tres decadas, el conde vera pasar la vida confinado tras los inmensos ventanales del Metropol mientras en el exterior se desarrolla uno de los periodos mas turbulentos del pais. Ademas de mantenerse durante casi cincuenta semanas en las principales listas de exitos de Estados Unidos y de superar el millon de ejemplares vendidos, Un caballero en Moscu ha obtenido numerosos premios, entre los que destacan el del Libro del Ano segun The Times y The Sunday Times. Escrita con suma elegancia, calido sentido del humor y un aprecio muy profundo por los grandes clasicos de la literatura rusa, esta novela excepcional nos habla de nuestra inagotable capacidad para arrostrar los infortunios de la existencia.

  • Que sea la ultima vez… de Maxim Huerta

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  • SOS microbios de

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    ?Como esta el consumo abusivo de antibioticos avivando la aparicion y la propagacion de plagas modernas?

  • Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout

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    Hubo una epoca, hace ya muchos anos, en la que tuve que estar en el hospital durante casi nueve semanas. Era en Nueva York, y por la noche tenia desde mi cama una vista clara, justo enfrente, del edificio Chrysler, con su esplendor geometrico de luces. Durante el dia la belleza del edificio se atenuaba, poco a poco se convertia simplemente en una gran estructura mas recortada contra un cielo azul, y todos los edificios de la ciudad parecian distantes, silenciosos, remotos. Era mayo, paso junio, y recuerdo que miraba la acera desde la ventana y observaba a las mujeres jovenes - de mi edad- que habian salido a comer, con su ropa primaveral: veia sus cabezas moverse mientras hablaban, sus blusas ondeantes con la brisa. Pense que cuando saliera del hospital no volveria a andar por la calle sin dar las gracias por ser una de aquellas personas, y lo hice durante muchos anos, recordar la vista desde la ventana del hospital y alegrarme por la acera por la que andaba. Al principio fue una cosa sencilla: ingrese en el hospital para que me extirparan el apendice. Despues de dos dias empezaron a darme de comer, pero no podia retener nada. Y de repente se presento la fiebre. No fueron capaces de aislar ninguna bacteria ni de explicarse que habia salido mal. Ni entonces ni nunca. Tomaba liquidos por una via intravenosa y antibioticos por otra. Iban sujetas a un palo metalico con las ruedas flojas que podia arrastrar de un lado a otro, pero me cansaba en seguida. Fuera cual fuese el problema que se habia aduenado de mi, desaparecio a principios de julio, pero hasta entonces me encontraba en un estado muy raro -literalmente una espera febril-, y angustiada de verdad. Tenia marido y dos hijas pequenas en casa, echaba terriblemente de menos a las ninas y llegue a temer que la preocupacion por ellas me pusiera mas enferma. Cuando mi medico, por el que sentia un profundo afecto -era un judio de mofletes caidos que llevaba una delicada tristeza a sus espaldas, cuyos abuelos y tres de sus tias habian muerto en los campos de concentracion, segun le oi contarle a una enfermera, tenia una esposa y cuatro hijos mayores aqui, en Nueva York-, ese hombre tan encantador creo que sintio lastima por mi y se encargo de que mis ninas -tenian cinco y seis anos- pudieran ir a verme si no tenian ninguna enfermedad. Las llevo a mi habitacion una amiga de la familia, y vi que tenian la carita sucia, y tambien el pelo. Entre con ellas en la ducha, empujando el aparato de las vias, pero gritaron: <>. Estaban realmente asustadas. Se sentaron conmigo en la cama mientras les secaba el pelo con una toalla y despues se pusieron a dibujar, pero con miedo, quiero decir, que no se interrumpian cada dos por tres para decir: <>. Hablaron muy poco. Sobre todo la pequena parecia incapaz de decir palabra, y cuando la rodee con mis brazos vi que sacaba el labio inferior y le temblaba la barbilla: era una criaturita que intentaba con todas sus fuerzas ser valiente. Cuando se marcharon no me asome a la ventana para verlas andar por la calle con la amiga que las habia traido y que no tenia hijos.

  • Tango a medianoche de Isabella Marin

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    En la ciudad del jazz y el color, vive una joven mujer profundamente infeliz, atrapada en un matrimonio a la deriva, y un hombre que ha huido de un aserradero de Maine persiguiendo un sueno dorado de riqueza y bienestar.

  • El dia que se fue de Adrian De La Torre

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    David nunca fue un nino normal, no lloro cuando nacio, ni siquiera cuando su hermano menor le ocasiono por accidente una quemadura que le dejaria el rostro marcado de por vida. Unos dias antes de navidad, David observa como un hombre se lleva al pequeno Alan y decide no decir lo que vio, ni a las autoridades ni a sus padres. Anos despues, David se prepara para ser policia mientras Alan es liberado del encierro sin ningun recuerdo previo a su secuestro, buscando al hombre que en su cabeza cree que lo amo. El encuentro con la verdad se vuelve cada dia mas inevitable mientras David hace todos sus esfuerzos por enterrar el pasado.

  • Recuerdos del pasado de Chris Razo

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    Huir de una vida pasada y de unos recuerdos dolorosos, nunca fue tan complicado.
    Triana, decide cambiar su vida radicalmente y empezar de cero. Lo que no imagina es que, de la manera mas inesperada, el amor volvera a ella, porque este, siempre lo hace sin llamar.

  • Blackmoore, Julianne Donaldson de Julianne Donaldson

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    En la Inglaterra de 1820 la unica carrera para la mujer es casarse. Pero Kate Worthington conoce su corazon y sabe bien que nunca lo hara. Su plan es viajar a la India, aunque solo sea para encontrar la paz que le pide su espiritu inquieto y para escapar de una familia a la que aborrece. Sin embargo, su entrometida madre tiene otros planes para ella, asi que le plantea un trato: podra ir a la India, si, pero solo tras haber conseguido -y rechazado- tres propuestas de matrimonio. Decidida a cumplir su parte del trato, Kate parte hacia la mansion de Blackmoore, para pedir ayuda a su amigo de la infancia, Henry Delafield. ?Sera capaz de rechazar una propuesta que, en realidad, es lo unico que puede dar alas a su corazon?

  • Chick de Eneida Wolf

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    Esa ha sido siempre la diferencia entre tu y yo. Que yo creo en el amor aunque nunca me han querido, y tu no crees en el aun teniendolo delante de las narices.

  • Retratos Turbios de Carlos Eduardo Zavaleta

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    Retratos turbios adviene como el mayor esfuerzo “totalizador” efectuado por Zavaleta hasta el momento. Su integrador diseno congrega multiples connotaciones sociales, politicas, geograficas, psicologicas, etc., por medio del contrapunto de los personajes. En el caso de los protagonistas, los primos hermanos Tono e Ismael, el juego de oposiciones se erige como la verdadera trama de la novela. Una rivalidad de polos complementarios que pugna entre si, sin arribar a una sintesis autentica, solo a nexos falsos, impuestos, turbios. Sumese a este duelo central (Zavaleta admira El duelo de Joseph Conrad), la contrastante red que hilvanan Monica, Martha, Maruja y Melisa -todas con la inicial M-, tendiendo una luz poliedrica sobre el personaje vertebrador Tono. Sobre su comportamiento turbio con su mayor destinatario, el verdugo-victima Ismael, resultaria arduo detallar todas las connotaciones movilizadas por Retratos Turbios, en la medida que desfilan el civil y el militar, la costa y la sierra, la pobreza y el arribismo, la migracion dentro y fuera del pais, la autenticidad y la hipocresia, la sensatez y la pasion, el desprecio y la envidia, la inteligencia y la fuerza bruta, la rebeldia y el sometimiento, la necesidad de cambio y la defensa del orden existente, etc.

  • Lluvia mortal de Jose Antonio Avila

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    El cuerpo de Monica Zulueta aparece abandonado en una en una pista forestal del Goierri guipuzcoano. El comisario Xavier Uralde a cargo de la policia autonoma en la provincia, intuye complicaciones sobre las que le ha puesto en antecedentes un oficial de investigacion de la Guardia Civil. Segun le ha comunicado el teniente Ortega tres mujeres han aparecido muertas a lo largo del ano en otras provincias espanolas.

  • Los poderes de la oscuridad de Bram Stoker

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  • La historia de amor mas bonita del mundo, Brendan Kiely de Brendan Kiely

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    Hendrix es un joven de diecisiete anos solitario e interesado en la poesia. Su madre viaja mucho por trabajo y su abuelo reside en un complejo de apartamentos adaptados para enfermos de alzheimer. Siente que su familia se esta desmoronando. Entonces conoce a Corrina, una joven de su clase de poesia que canta en la calle. Corrina quiere huir a Nueva York y Hendrix decide ayudarla. El camino es largo, esta lleno de aventuras, imprevistos y sorpresas.Un viaje en el que no hay vuelta atras y que les cambiara para siempre.

  • El chico de los ojos secos de Fabian Tapia

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    Me alquilo para sonar, para sonar que aun me suenas porque ese sueno ya no ha acudido. Me alquilo para sonar con una nueva primavera, con una mariposa que se pose en mi ventana y me avise que llovera. Me alquilo para sonar con un tren que me lleve a ti. Ya todos los mapas no funcionan: me tienen perdido. [Mas que tus ojos] Me alquilo para sonarte con los brazos abiertos, con un panuelo para cuando llore sobre tus hombros, con tu sweater gris dandome calor, un espacio en tu abdomen donde alcance a escuchar tu corazon y tocar tu pecho. Me alquilo para sonar, porque es lo unico que hago en esta soledad. Ya no pienso en los atardeceres, ni en el amanecer, estoy en un limbo, donde solo puedo flotar mientras te pienso. Lo odio. Pero a veces tambien me alquilo para sonar para ya no sonarte. ALGUIEN QUIERE HACER UNA FUENTE CON MIS LAGRIMAS Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas. Una que adorne su jardin de plantas putrefactas y lirios venenosos. Como un trofeo, de quien impacta para dejar cicatrices, como un meteoro que extinguira la vida. Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas. Me dice que necesito drenarme y me ofrece sus manos para juntarlas. Oh, si te dijera. Tus manos no las acapararan todas. Dentro de mi siempre llueve y no hay paraguas. Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas y no sabe que para eso esta el cielo. Que para como he sufrido ya, estamos igual de llanto. Mis lagrimas parecen ser de plata liquida, de algo en extincion, porque cuando alguien las provoca, cada una hace sentir su desprendimiento como algo sagrado. No te preocupes, carino, tendras tu fuente, sera lo unico eterno en esto tan efimero; mis lagrimas son para siempre. ORGANS Da la casualidad que siempre descuido mi torax (es muy facil de penetrar) y cuando entra la luz, todo el polvo se va y parece venir la primavera. … Pero es un nuevo otono sin arboles, todo plateado, sin mar, todo desolado, muerto, frio, porque se transforma en iniverno y me recuerda que debo ser de titanio, no de huesos, no de sangre, no de piel, no de musculo. Necesito saber que para pelear con monstruos y salir bien de ese amor, requiero de armaduras, no de historias, no de poesia, requiero renacer y morir y renacer y no quebrarme aunque odie al invierno. Y aunque la nieve quiebre mis femures. GIRANDULAS Espero que las estrellas me consuelen. Estan gloriosas, girando en anillos por encima de mi como girandulas, despidiendo una luz que deseo guardar con mis manos. Quiero que me digan secretos, que le susurran al cielo cuando llega la noche, si la luna las quiere o solo es algo mas. Algo como tu, que solo aparecio en mi cielo para asombrarme, para capturar mi mirada, para que olvidara las demas estrellas. Les pregunto si sienten frio en la soledad del universo, si al estallar dejan recuerdos, que si al estar lejos tambien se enamoran de lo pasajero. Pero solo resplandecen. Ojala cuando alguien me pregunte si estoy bien, tambien pueda solo resplandecer. DEJAME EXPLICARTE Dejame explicarte que me has dejado sin explicaciones. Que cada paso que doy cuesta porque parece que retrocedo cuando intento acercarme y la gravedad pesa mas. Que los puentes se han destruido al declamarte poesia; no soportan el dolor de una voz interrumpiendo el silencio a herida abierta. Dejame explicarte que a veces la detonacion no tiene por que dejarte sordo. A veces, solo te deja admirar el fuego para decir “no habra forma de apagarte”. Eres el arte que sobrevivio a mi bomba atomica. El secreto mas guardado de quien no tiene llave. Eres mas amanecer que el mismo amanecer. Y mas desolacion que un aeropuerto. COMATOSO Oh, podria darte una lista de lo que me hace entrar en coma en esta vida. Por ejemplo, cuando tocas cada lunar de mi cuerpo con tu respiracion. Cuando mueves la lengua para humectar tus labios. Cuando ries a rabiar y me haces reir [estallar]. Cuando contienes las palabras para no herir y hieres mas. Cuando dices estar frio para que te abrace. [Y solo es un pretexto. Estas hirviendo] Cuando agitas tu mano para decir adios. Pero, oh, mierda. Detras de la ventana de un avion A cien metros de mi. EL ARTE DE AMARTE VIENDOTE LA ESPALDA Mientras tu me das la espalda, me imagino todo un lienzo sobre el cual puedo pintarnos en medio del mar, con las olas golpeandonos y el sol nadando entre nuestros ojos, con tu pelo lleno de arena y tus labios rebozando verano, con tus manos buscandome los hombros mientras yo me hundo muy profundo para que vengas a mi rescate. Dibujo en tu lienzo todo en acuarelas; una despedida vestida de bienvenida, unos llantos vestidos de sonrisas largas, unos brazos languidos sujetando todo mi cuerpo, un grito desesperado vestido de orgasmo, unos ojos secos vestidos de oceanos. El arte de amarte viendote la espalda consiste en hacerme nudos la garganta queriendo gritarte lo que ya has escuchado mil veces. Consiste en arrancarle las alas a las mariposas para que ya dejen su revolucion, en apretar las nubes para que llueva de una vez y dejar de ser nublado para quien es sol. EL LADO DE LA VENTANA Siempre elijo el lado de la ventana para perseguir las gotas de lluvia con mi dedo, para ver quien va quedando dormido tras un dia agotador, o quien encuentra mi mirada y la rechaza. Ya ves lo que dicen: el dolor es una casa y a veces me gusta ver otras para distraer lo que late con insistencia. Asi, puedo ver que alguien levanta sus brazos al cielo como diciendo que aun no se ha rendido, alguien que espera un cambio de luz en el semaforo para suicidarse, alguien que viene de una cita fallida con una rosa que se marchita a cada segundo, alguien que piensa en el pasado como si lo pudiera amasar, alguien que no tiene tiempo mas que para ver el dia en blanco y negro, alguien que espera el autobus y que extrana los brazos de mama. Siempre elijo el lado de la ventana, porque cuando veo una gota de lluvia me imagino lo ultimo que paso por la cabeza de Virginia Woolf, me hace pensar que todos vamos a ir a un lago a pesar de no saber nadar; nacemos en el agua y morimos en el agua… Nacemos en el lago de la vida Y morimos en el lago de las lagrimas. DUELE TANTO AFERRARSE Duele tanto aferrarse a la misma herida, a lo que nunca pudo ser pero que sucedio en tu cabeza… Es como aferrarse a un tren en movimiento con tu cuerpo colgando y listo para caer al vacio, solo que no es un sueno. Es una realidad recalcitrante en un cuerpo autoinmune al dolor que, de tanto sentirlo, ya no puede vivir sin el. Duele tanto aferrarse y duele tanto sangrar pero la sangre es lo unico vivo que recorre mi piel.

  • Rindete amor mio (Que peligro tiene mi jefe 1) de Kelly Dreams

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    Cuando el destino llamo a su puerta, Emily Burton lo perdio todo. En un abrir y cerrar de ojos se encontro despojada de sus suenos, privada de su primer amor y entregada a un hombre al que no amaba.
    Ahora, quince anos despues, el destino vuelve a intervenir y Matthew Oliver ve la oportunidad de recuperar aquello de lo que fue privado, la bruja que ha nacido para contener su magia, la unica mujer destinada a unirse a el para toda la vida. La pregunta es, ?era ya demasiado tarde o podia albergar esperanzas de que Emily todavia lo quisiera?

  • Sabor a chocolate de Christian Martins

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    Los ojos azules de Harding Wayne me siguen pareciendo igual de hipnotizantes que aquella primera vez que me cruce con ellos. El problema es que, segun transcurre el tiempo, esa hipnosis empeora notablemente. Harding, ahora mismo, es mi obsesion. Me gustaria que fuera de otra manera. Me gustaria poder controlar mis sentimientos hacia el y que todo resultase mas sencillo. Pero no puedo hacerlo. Se podria decir que, nada mas verle, senti un flechazo directo. Puede que suene un poco cursi hablar de amor a primera vista; pero si no es asi, ?como voy a describirlo? Pude sentir esa quimica indescriptible al instante. Despues esa conexion, la atraccion sexual... Y ahora que le conozco, todo es mucho mas intenso. Porque el me encanta. Esa forma que tiene de sonreir ironicamente, como se acentua su respiracion cuando comienza a quedarse dormido y esos pequenos ronquiditos que se le escapan de madrugada. No puedo evitar mirarle cuando esta distraido. Y supongo que son los detalles mas insignificantes los que han provocado que sienta por el algo mas que una mera atraccion sexual. Su forma de peinarse la melena hacia atras con los dedos, como frunce el ceno cuando las cosas se complican y, sobre todo, su humildad. Puede que Harding Wayne sea la persona mas inteligente que he conocido jamas. Puede no, lo es. Harding Wayne es la persona mas inteligente que he conocido en mi vida. Y lo mejor de todo, es que el ni siquiera es consciente de ello. Se piensa que ha llegado a ser profesor tan joven gracias a su esfuerzo, pero la realidad es otra muy diferente. Estoy tumbada en la cama, a su lado. Son la una y cuarto de la madrugada. Despues de hacer el amor, nos hemos quedado charlando sobre todo y nada, y antes de que hubiera ocasion se ha quedado dormido. Y si, supongo que me apena despertarle. Ambos debemos madrugar al dia siguiente y nuestros fugaces y secretos encuentros nocturnos comienzan a pasar factura. Esta cansado. No duerme demasiado y la culpable soy yo. Le acaricio suavemente el antebrazo, pero no se despierta. Sonrio. Me gustaria que lo nuestro fuera algo mucho mas serio, pero he decidido conformarme con lo que tenemos. Ademas, el proximo ano Harding se marchara a otra universidad y yo tendre que retomar mi vida sin el. Tendre que continuar mi camino y olvidarle, me guste o no. --Deberia marcharme... --susurro en voz baja. Ultimamente no estoy demasiado centrada en mis estudios y eso ha conllevado a que la primera criba de examenes sea un fracaso total. Solamente he aprobado uno de los controles; y no me siento orgullosa al admitir que ha sido con un suficiente raspado. Harding abre los ojos. Mi guapo profesor de ojos azules me dedica una sonrisa y yo creo que estoy a punto de derretirme. Le devuelvo el gesto. --?Dices algo...? --murmura adormilado. --Que deberia irme --repito, esta vez empleando un tono de voz mas normal--. Se nos esta haciendo tarde. Estira el brazo para atraerme hacia el. Me envuelve con sus brazos y desliza sus dedos por mi vientre desnudo, entreteniendose ligeramente en mi ombligo. --No quiero que te marches... --Manana hay clase --le recuerdo. Y no se lo recuerdo por mi gran sentido de la responsabilidad, no. Sino porque manana tendremos que salir de su apartamento en hora punta y se que lo ultimo que quiere es que alguien pueda vernos juntos. A mi tampoco es algo que me entusiasme demasiado, porque se que un encontronazo de ese tipo significaria, de forma directa, el fin de nuestra relacion Su mano asciende aun mas hasta terminar filtrandose por debajo de mi sujetador. Jadeo cuando masajea mi pecho. Sus ojos azules estan fijamente clavados en mi, y esa mirada tan intensa me hace sentirme, por un momento, avergonzada. Despues gana el placer y cualquier atisbo de verguenza queda en un segundo plano. Suelta el sujetador y libera mis pechos. Comienza a tocarlos, tirando de mis pezones suavemente. --Si sigues asi no podre marcharme... --ronroneo, juguetona. --Quizas no quiera que te marches. Me encanta escucharle decir eso. Sonrio. El tambien sonrie. Continua masajeando mis senos y yo, involuntariamente, comienzo a mover las caderas. Voy sintiendo como el fuego inunda mis entranas, instalandose con fuerza en mi bajo vientre. Quiero mas. Siempre quiero mas. Mi deseo por Harding Wayne es insaciable. Baja una de las manos y la introduce en mis braguitas. Yo, sin pensarmelo, hago lo mismo con sus boxers. El ya esta duro, erecto y preparado. Y eso hace que el calor que siento sea mucho mas intenso. --Me encantas... Cierro los ojos cuando vuelve a repetirmelo. "Le encanto". Introduce un dedo en mi interior mientras yo masajeo su ereccion. Jadeo mas. Harding tiene la capacidad de volverme loca, de hacerme perder el control en muy pocos segundos. Despues de tantos anos de relacion con Derek, por fin he descubierto lo que es la pasion. Introduce dos dedos en mi interior sin dejar de pellizcar mis pezones. Yo, muerta de placer, me muerdo el labio inferior procurando no gritar... Pero soy incapaz. !Por Dios! Son la una de la madrugada... ?Que van a pensar los vecinos de Harding? "Deja de preocuparte por esas tonterias, Bridie, y disfruta", me dice una voz en mi interior. Y decido hacerle caso. El entra y sale, masajeandome el clitoris, mordiendome los pezones, restregandose contra mi y haciendome perder la cabeza. Mis jadeos ya son gritos de placer. Pronuncio su nombre de forma desesperada, ansiosa por recibir mas... y mas... y mas. Harding se detiene. Sus ojos azules, que aun siguen clavados en mi, me dedican una sonrisa traviesa. Si, mi guapo profesor tiene la habilidad de sonreir con la mirada. Sujeta mis manos, colocandolas sobre mi cabeza, y se desliza lentamente hasta quedar sobre mi. Me besa. Nuestras lenguas comienzan un frenetico baile, entrelazandose sensualmente mientras su miembro recorre externamente mi humedad antes de penetrarme de una estocada. Grito de placer. Grito su nombre. Me encantaria gritarle que me vuelve loca, que quiero sentirle cada noche, que adoro su forma de besar, que me enloquece como me hace el amor... Pero no me atrevo. Asi que simplemente grito su nombre. --Harding... Harding... ?Como no voy a tener cada parte de su cuerpo grabada en mi mente si nadie, jamas, me habia hecho sentir semejante placer? Entra y sale de mi interior, cada vez mas rapido, mientras me besa salvajemente el cuello. Noto una ligera presion y me revuelvo incomoda por si ha podido dejarme una marca de chupon. Pero, ?que mas da? No le debo explicaciones a nadie y es absurdo preocuparme por esas tonterias cuando tengo, sobre mi, al hombre mas atractivo con el que he sonado jamas. Las embestidas cada vez son mas fuertes. Siento como su respiracion se entrecorta aceleradamente y sospecho que esta a punto de llegar al orgasmo. Harding desliza una mano a mi sexo y, sin dejar de penetrarme, comienza a masajear mi clitoris. !Ay, Dios! Acelera el ritmo de ambas cosas. Siento como el fuego que arde en mis entranas me abrasa con tanta fuerza, que creo que en cualquier momento me desmayare aqui mismo. Pero en lugar de perder el conocimiento, exploto. Grito su nombre, agarro su antebrazo sin importarme clavarle las unas y le atraigo con todas mis fuerzas hacia mi. Y eso, ese pequeno gesto, hace que el tambien estalle de placer. Se queda sobre mi unos instantes antes de hacerse a un lado. Nos miramos. Ambos estamos sudorosos y agotados, pero sonreimos. Estoy a punto de levantarme, pero Harding deja caer su brazo sobre mi vientre, inmovilizandome. --?Tienes prisa? Me rio como una nina pequena.

  • La eleccion perfecta (Siete Pecados 3) de Sophie Adams

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    Damien Callaughan era un hombre ambicioso. Rico, hermoso y muy exitoso, el tenia el mundo en sus manos y estaba dispuesto a hacer todo para mantenerse en la cima del poder.
    La joven y dulce Gabrielle Clark fue a Raleigh en busca de una nueva vida, lejos de los recuerdos tristes de su pasado.
    Cuando el camino de Damien y Gabby se cruzaron, el deseo y la pasion los envolvio, aunque ambos supieran que sus mundos eran muy diferentes. Contrariando todas las expectativas, ellos construyeron una intensa relacion a largo plazo, pero repleto de secretos.
    Para quedarse juntos, Damien necesitaba hacer una eleccion y Gabby necesitaba aprender a confiar. ?Estan listos para dejar sus miedos de lado y seguir lo que manda el corazon?
    La eleccion perfecta es el tercer cuento de la serie Siete Pecados.

  • Secretos de un hombre despiadado de Cathy Williams

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    Poder, riqueza y una hermosa mujer a su disposicion...

  • Mas fria que la guerra de Fabian Plaza Miranda

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    Paz, amor y menudo cuelgue. Los pies del Listo chapotearon por el barro con la gracilidad de un borracho. O para ser exactos, con la de alguien que llevaba varios dias consumiendo mas cosas de las que su cuerpo podia tolerar. Habia perdido la cuenta. Alcohol, si, de muchos tipos. Un poco de acido. Y porros. Alguna pastilla. Ahora que lo pensaba, era un milagro que siguiera de pie. Un milagro. Dios estaba con el. La carcajada que solto fue tan fuerte que varios hippies dejaron de prestar atencion a la musica y lo miraron con cierta desgana. Tampoco era que un colgado en mitad de un viaje fuera tan raro por ahi. Dejo de reirse de su propio chiste, recupero el aliento y siguio avanzando hacia el escenario, donde las sensaciones serian mas intensas. Podria dejarse llevar hasta con aquellos tipos, los noseque Dead; unos que hacian una mezcla de rock y folk. Al Listo le parecian tan malos como el escenario, que daba la sensacion de estar a punto de hundirse por el peso del equipo, pero tampoco podia quejarse. !Estaban en una granja, joder! !Una granja! Era normal estar rodeado de animales. Animales. Reprimio el impulso de volver a reirse y se centro en la musica. Al menos, el gordo barbudo de la guitarra no lo hacia mal. Habia estado bien lo del espontaneo, cuando un fulano habia subido al escenario y habia soltado un rollo sobre algo de la costa. Ni el mismo se entendia. Los de la banda se habian mirado en plan <>, hasta que uno le habia ofrecido un canuto y lo habia sacado de en medio. Luego habian vuelto a sus conazos de canciones. En la oscuridad de la noche casi golpeo una roca con sus pies desnudos. El Listo llevaba las deportivas colgando al cuello, atadas por los cordones, como un atrapasuenos de pesadilla, o como los pendientes de una diosa vuelta del reves, o... Uououooo... El mareo le hizo parar hasta asegurarse de que la Tierra habia dejado de bailar. Asi. Mejor. Respirar hondo. Lo llamaban Festival de Woodstock y el Listo no tenia ni puta idea de por que. El pueblo no se llamaba asi. Tampoco la granja. Pero oia el nombre por todas partes, entre los corrillos de melenudos tirados en la hierba. La hostia de gente habia ido a ver el espectaculo. Tantos que las carreteras estaban colapsadas y todas aquellas tiendas de campana parecian una... a saber... una invasion marciana. Una invasion apestosa. Los organizadores no habian contado con tanta gente, asi que no habia suficiente sitio para mear y cagar. Pero eso para los hippies no era problema, claro. Pagar entradas tampoco. El aforo extra se debia a todos los que se habian colado, y colarse en mitad de un campo no era muy dificil, la verdad. El Listo habia entrado asi, dando un rodeo y saltando una valla que no habria podido frenar ni a una vaca. Por supuesto, habia sido por hacer la puneta. De haber querido, solo habria tenido que sacar el talonario de su padre. Pero eso le quitaba la chispa al asunto. La idea era romper todos los limites, hacer lo que se suponia que no debia, incluso hundir en el fango su apellido y --en especial-- avergonzar al cabeza de familia. Por desgracia, le daba la sensacion de que el riguroso don Faustino ya no se escandalizaba como antano con las tropelias de su heredero el bala perdida. La prueba estaba en que el viaje a Estados Unidos habia corrido de su cuenta. Quiza se habia percatado de que el Listo tambien podia gastarse el dinero y hacer el crapula estando en Madrid. Tal vez hubiera decidido que al menos podia ser util que su primogenito aprendiera algo de ingles mientras dilapidaba la fortuna familiar con algunas frescas americanas. Seguro que en las reuniones sociales hasta presumia de que el Listo estuviera <>. Visto asi, la fiesta se aguaba. No tenia la misma gracia si a padre le parecia bien. Joder con don Faustino. Era capaz de causarle bajones incluso cuando no estaba presente. Resoplo unas cuantas veces y volvio a caminar. Necesitaba encontrar un grupo de gente con la que mezclarse, como habia estado haciendo todo ese tiempo. Al Listo se le daba muy bien congeniar, y su exotico aire de espanol le abria muchas puertas ante los multiculturales hippies. Aunque igual lo que necesitaba era tumbarse y dormir un rato. Estaba cansado, aun no se habia secado del todo del chaparron del dia anterior, y con aquellas ropas de lino se sentia como si estuviera en una chirigota de los carnavales de Cadiz. Joder. Ya era oficial. El bajon don Faustino le dominaba. Mejor buscar un sitio para echarse a roncar. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero la musica de los pesados del escenario sonaba mas y mas entrecortada. Estaban perdiendo el ritmo. A veces era el bajo, a veces uno de los guitarristas, pero iban descoordinados. Que malos eran, por favor. Se fijo en que el gordo de la guitarra sacudia la mano y fruncio el ceno. Le habia parecido ver una descarga electrica. Si. El gordo se frotaba la mano como si le doliera. Y los otros igual. Por eso se saltaban compases. Su equipo de tres al cuarto les daba calambres. Je. Como se escapara una chispa en mitad de aquel escenario medio empapado lleno de aparatos, se podia armar una buena. El Listo recupero parte de sobriedad al mirar las caras del grupo. Todos parecian preocupados. Todos pensaban lo mismo que acababa de pensar el: <>. Pero no tuvieron tiempo. Fue con el otro guitarrista, el delgado. En uno de los punteados se oyo un petardazo y, de repente, todo se apago. Luces, sonido, todo. El estrellado cielo nocturno de la campina yanqui volvio a reinar sobre aquellos cientos de miles de cabezas, incluso a traves de las nubes. Quienes no abuchearon a los musicos se deleitaron con el acojonante espectaculo de la Via Lactea. Un cuadro impresionista que, ahora que el hombre habia llegado a la Luna, parecia al alcance de la mano. Hasta que empezo el otro brillo: un resplandor anaranjado que ilumino todo de improviso. Primero pensaron que el fuego al fin habia prendido; luego, el Listo se percato de que la luz venia de varios metros por encima del escenario. Y los incendios no suelen provocarse en mitad del aire. Cayo en la cuenta de que aquel fulgor poco tenia que ver con una combustion; era mas bien una mancha amorfa, como una gigantesca ameba fosforescente varada frente a el. Y tambien estaba el ruido, una especie de zumbido ritmico, un vaiven sonoro que se oia cada vez con mas claridad. Entonces aparecieron las criaturas. Surgieron atravesando la luz naranja, como si fuera una delgada membrana que hasta entonces las habia contenido. El Listo no tuvo tiempo de preguntarse donde, porque la imagen de los seres centraba toda su atencion. Cada uno media un par de palmos y tenia el aspecto de un negro insecto, con largas antenas en la cabeza, elitros negros y alas transparentes que provocaban el zumbido. Sin embargo, en vez de seis patas tenian ocho, y en sus mandibulas se agitaban gruesos queliceros peludos. En la cabeza, varios ojos de diferentes tamanos, algunos facetados y otros no, reflejaban los destellos azafranados del lugar. El Listo apenas noto una vaharada de olor a alcanfor antes de darse cuenta del alcance de lo que tenia ante si. Habia decenas, cientos de aquellos animales. Y a cada segundo que pasaba mas de ellos cruzaban la luminosa barrera. Revoloteaban por doquier, con el pausado zigzag de las moscas domesticas, tan lentos que cualquiera habria podido atraparlos... si es que alguien hubiera querido llevar a cabo tan incomprensible tarea. Paseaban entre la gente o por encima de ella. Algunos se habian posado en el suelo y lo exploraban erraticamente. Nada de aquello parecia autentico, asi que lo primero que penso el Listo fue que se lo estaba imaginando. El abuso de narcoticos le pasaba factura y le hacia alucinar con la pesadilla mas repulsiva que su mente habia podido crear. No obstante, un rapido vistazo alrededor echo por tierra esa hipotesis. Los demas asistentes al festival tenian la boca tan abierta como la del Listo, estaban tan aturdidos como el y tambien seguian con la mirada a los extranos seres. No eran capaces de hablar siquiera, dado que sus cerebros trataban de asimilar tanta irrealidad. El unico sonido que los envolvia era aquel zumbido colectivo. Hasta que alguien junto al Listo atino a silbar, un melenudo tirado en el suelo que tenia a una de las criaturas subiendo por su brazo. --!Tio! --dijo, con los ojos desenfocados--. !Menudo mal viaje! Eso parecia, desde luego. Un mal viaje psicotropico que los hubiera golpeado a todos a la vez. Algo tan irracional que deberia haberlos hecho chillar, encenderlos en un arrebato de unanime pavor, pero que, en vez de eso, los habia dejado estupefactos. Uno de los insectos-arana paso volando justo por delante del Listo, como pavoneandose y dejandose contemplar. Algo tan grande no deberia haber volado, no con aquellas alas en apariencia fragiles, pero ahi estaba. Un inflado cuerpo con torax y abdomen diferenciados, y vellosidades por toda su oscura figura. Los queliceros estaban serrados y parecian capaces de arrancar un dedo de un mordisco. Sus ojos multiples daban la impresion de contemplarlo todo. El Listo se vio reflejado en ellos. La imagen le parecio incluso hermosa. Extendio la mano para tocarlo, para acariciarlo como una exotica mascota. Todos los seres enloquecieron al unisono, igual que si se hubiera dado una senal silenciosa. Su vuelo dejo de ser parsimonioso para convertirse en espasmodico. Sus patas convulsionaron como si trataran de aferrarse a un asidero invisible. Sus mandibulas se abrieron y cerraron, hambrientas. Las criaturas aletearon con furia. Un enjambre caotico cuyo zumbido habia aumentado en intensidad, tan agudo que ponia los pelos de punta. El Listo retiro la mano, asustado, pero el monstruo que tenia frente a el no le hizo nada. Otros no tuvieron tanta suerte. Los bichos comenzaron a arrojarse como bestias salvajes contra la gente. Clavaron sus patas en vientres descubiertos, en brazos, incluso en caras; cualquier trozo de piel en el que pudieran hincar sus unas. Y lo hicieron a fondo, a juzgar por los regueros de sangre que abrian. El silencio se convirtio al fin en un estallido de panico. Gritos de dolor, de terror, gente tratando de escapar del surreal avispero, incluso pisoteando a quienes estaban tendidos en el suelo. Casi nadie ayudaba a los heridos; la respuesta instintiva estaba siendo la huida, una primaria busqueda de la supervivencia. El Listo no. Estaba petrificado, ojos abiertos de par en par, casi sin respirar y congelado por el terror. Por la pavorosa certeza de que no se podia escapar de aquello. Asi que fue un mudo e inmovil testigo de todo. Vio aguijones salir de los abdomenes y clavarse en sus victimas. A una joven que estaba junto a el y que luchaba por arrancarse el monstruo que tenia sobre su cabeza, la pua le perforo el ojo y quiza llego hasta el cerebro, dado que la chica se desplomo inerte. Otros dardos desgarraron cuellos, oidos o mejillas. Vio como los engendros arrancaban pedazos de carne y los devoraban. Los queliceros cortaron piel y musculo siempre que pudieron, las cabezas de las criaturas incluso se sumergieron en las tripas de algunos para cebarse tambien con sus organos internos. Cuando el Listo creia que aquella escena no podia ser mas dantesca, vino lo peor. Los seres que habian hecho presa en alguna persona comenzaron a iluminarse con el mismo tono anaranjado de la puerta por la que habian llegado. Su fulgor cada vez fue mas fuerte y el Listo noto tambien un aumento de la temperatura. Las monstruosas luciernagas se encendieron mas y mas... y sus victimas dejaron escapar desesperados berridos casi animales. En cuestion de segundos, todo aquel lugar quedo salpicado de teas insectoides. Los engendros se mezclaron con la piel de sus presas, extendiendose y deshaciendose como una mancha de cera hirviente. Apenas unos instantes despues, otro tanto ocurrio con las personas que habian sufrido el ataque. El fulgor las consumio por completo, fundiendolas como mantequilla. Unos charcos viscosos en el suelo fueron los unicos restos que quedaron tras las deflagraciones. Ante eso, el panico alcanzo su nivel maximo. Alrededor del Listo, todo eran gritos, llantos, frenesi, miles de personas tratando de alejarse en todas direcciones, de huir de aquel infierno que no entendian. Y junto a ellos, decenas de monstruos eligiendo a sus victimas casi al azar. Muchos zumbaron junto al Listo, aturdido e inmovil, pero ninguno se lanzo contra el. El resplandor anaranjado se estaba apagando. El Listo quedo mesmerizado mirandolo y todo el caos que le rodeaba dejo de parecerle importante. Solo aquel brillo merecia su atencion y solo a el se la dedico. La muerte, las combustiones y los abominables depredadores se le antojaron irrelevantes. Apenas una mota de polvo en el ciclopeo tapiz cosmico. La luz en cambio... la luz lo contenia todo. El Listo abrio su mente, ansioso por beber de aquel manantial. Recibio todo lo que deseaba y mas. Sintio su cabeza a punto de estallar. Chillando de dolor y de impotencia, aferrandose las sienes como si aquello pudiera aplacar su agonia, el Listo cayo de rodillas. Luego enloquecio por completo y se sumio en la inconsciencia.

  • Alias Candy de Monica Benitez

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    Candy Tengo todo el cuerpo descolgado hacia atras, los pies de gato ajustados al maximo a las presas inferiores, mi mano izquierda aferrada a una con forma de luna por encima de mi cabeza en una de las paredes mas desplomadas del rocodromo, mientras balanceo mi cuerpo un par de veces antes de lanzar mi mano derecha a por la presa que necesito para avanzar. Finalmente tomo un ultimo impulso y me lanzo, alcanzando mi objetivo casi por los pelos, dos de mis dedos se aferran a esta nueva presa, noto la tension en todos los musculos de mi cuerpo y observo con rapidez la pared en busca del siguiente apoyo que necesito, estoy en una posicion realmente incomoda, es de esas en las que solo puedes aguantar unos segundos, o encuentro el modo de avanzar o me espera un espaldazo sobre la colchoneta. --Venga Candy, casi lo tienes--oigo que dice Eli, una chica que conoci aqui en el rocodromo, donde imparto clases de escalada un par de horas cada tarde despues de salir del trabajo y con la que sorprendentemente, he entablado una amistad muy sincera en poco tiempo. Los dedos de la mano izquierda comienzan a resbalarme, me suelto y me agarro rapido esperando poder cogerme mejor, pero la tension acumulada, sumada a que estamos llegando a final de semana y estoy cansada, me obligan a hacer un movimiento desesperado para salvar la caida. Cambio la posicion de los pies con agilidad, escuchando el silbido de asombro de Eli, y consigo avanzar a traves de varias presas casi hasta el final de la zona desplomada, digo casi porque en uno de los pasos no he logrado agarrarme a la presa y acabo de pegar un espaldazo sobre la colchoneta que me tiene atontada. --Joder--me quejo haciendo una mueca. Eli se planta a mi lado y me mira desde arriba con una amplia sonrisa. --?Estas bien? --Si, creo que tendras que seguir soportandome--bromeo. Mi amiga resopla y me tiende una mano que acepto con gusto para ayudarme a ponerme en pie. --Creo que ya esta bien por hoy--sonrie. --Si--sonrio yo tambien, a veces parece que la profesora sea ella y no yo. Nos apartamos a un lado para no molestar y ambas hacemos unos cuantos estiramientos antes de dar por acabada la sesion. --?Sabes algo de tu abogado? ?Has hablado con el? --pregunta con interes. --Si, precisamente me reuni con el hace un par de dias--digo lanzando un suspiro al aire. --?Y? --Pues regular, mas bien tirando a mal. --?Quieres hablarlo? --pregunta preocupada. --No hace falta, es mas de lo mismo y no quiero aburrirte--digo encogiendome de hombros. --Tu nunca me aburres so burra, ademas, ya sabes que soy una masoca sin remedio-- bromea. Se que hablar de mi problema con Eli no lo resolvera, pero supongo que al menos me permitira sacar un poco de mierda, a veces pienso que ya no me cabe mas y me da miedo explotar cualquier dia de estos. --Esta bien, pero en otro sitio, aqui hay demasiada gente. --Si quieres nos damos una ducha y tomamos algo en la cafeteria de la esquina. Yo te invito. --La ultima vez pagaste tu, hoy pago yo o no voy--le aseguro muy seria. --Eres un chollo de entrenadora, que lo sepas--dice sonriente. --Y tu la que aguantara toda mi chapa. --Eres mi entrenadora favorita Candy, ya lo sabes. --Me vale con que seas mi amiga, desde que empezo toda esta mierda me siento como el bicho raro al que todo el mundo senala. --Espabila, anda, a ver si se me van a saltar las lagrimas--me dice con su eterna sonrisa en la boca. En la ducha, dejo que miles de gotas caigan sobre mi cuerpo desnudo haciendo que me olvide momentaneamente de todos los problemas. Siento la presion del agua sobre los musculos de la espalda, tensos del esfuerzo de la escalada, y me permito unos segundos para que el calor me relaje. La voz de Eli me devuelve a la realidad. Odio que me interrumpan en esos momentos. Podria pasar horas bajo una buena ducha de agua caliente y en la ratonera a la que llamo casa no puedo permitirmelo. Tengo que ahorrar cada centimo que caiga en mis manos si quiero llegar a final de mes, asi que las duchas largas son siempre en el gimnasio. Al salir, ella ya ha terminado de secarse. Bromea mientras nos vestimos para intentar sacarme una sonrisa, tratando de que me olvide aunque sea por unos instantes, del desastre de vida que me han dejado mis padres. Si, mis padres, ellos son los culpables de mi situacion actual. Al llegar a la cafeteria, elegimos una mesa un poco mas alejada del resto en la que poder hablar tranquilas. Tras pedir una cerveza y algo de picar, Eli me mira con cara seria y a la vez expectante. --Venga, suelta eso que te preocupa tanto --exige mi amiga. --Yo no he dicho que este preocupada --murmuro alzando una ceja. --Ya claro, por eso llevas media tarde dandole vueltas a la bola del piercing, cualquier dia te arrancas el labio. --?Que tiene que ver el piercing con esto? --Cada vez que estas preocupada o pensativa le das vueltas a la bola. --?Eh? No es verdad--comento sorprendida. --Claro que lo es, venga--asegura convencida--cuentame. --Pues pinta bastante mal Eli, para que te voy a decir otra cosa--digo encogiendome de hombros--he conseguido reunir todos los papeles para llevarselos al abogado, aunque me ha costado la misma vida porque mi padre los tenia desperdigados por todos los rincones del taller. Eso cuando los tenia, porque he tenido que ir pidiendo copias a proveedores, bancos... En resumen, un desastre. --?Y que te dijo el abogado al ver la documentacion? --Fue una autentica pesadilla. Tuve que esperar a que un mediador aceptase mi caso e intentase negociar con los acreedores, pero ninguno de ellos ha querido llegar a un acuerdo de pago. --Bueno, pero por lo que me han contado eso pasa bastantes veces. Ahora vais a juicio, ?no? --Pues ahi es donde tengo el problema, ahora tendria que ir a juicio, el juez verificaria el intento de acuerdo con los acreedores, comprobaria mis bienes, que son nulos claro, y concederia o no la condonacion de la deuda. --Entonces, ?que problema le ves? --pregunta sin comprender--para eso esta la Ley de Segunda Oportunidad. --No es tan facil, Eli. Tras la negociacion con los acreedores he tenido que pagar al abogado y al mediador, asi que ahora estoy aun peor de lo que estaba cuando empece. Si vamos a juicio, parte de las deudas son con Hacienda y la Seguridad Social que tienen prioridad, y como mucho el juez me aprobaria un plan de pagos a cinco anos, sin garantia de que me lo vayan a conceder. Tal y como estan las cosas, ni siquiera se si seguir adelante. --Bueno, pero tienes que intentarlo, ?no? ?Que pierdes? --Pues para empezar mi independencia economica, porque el abogado concursal tomaria el control de mi cuenta, pero bueno, eso lo dejaremos a un lado--digo al ver la cara de circunstancias de Eli. --Joder--murmura con los ojos muy abiertos. --Pues la cosa es mucho mas complicada. --?Mas aun? --Para mi desgracia, si. --?Y eso? --Dos de los acreedores amenazan con llevarme a juicio por estafa. --!Pero si tu no has hecho nada! --exclama indignada. --Ya, pero aparezco como administradora de la empresa, firmaba las cuentas todos los anos. Recuerda que el cabron de mi padre se ocupo de que todo estuviera a mi nombre, el no aparece en ningun documento. --?Y si te condenan? --Me caen de seis meses a tres anos. --Joder, !vaya putada! Pero bueno, se podria probar que tu no tuviste nada que ver. ?Que dice el abogado? --Se podria intentar probarlo, pero si no lo consigue, ve dificil que me puedan caer mas de dos anos en caso de que acabemos en un juicio y sea condenada. --Entonces no entrarias en prision, ?no? --No, pero si me condenan no puedo acogerme a la Ley de Segunda Oportunidad. Pierdo en todos los casos, es una mierda. Y son aun mas gastos entre abogados y procuradores, te juro que a veces me entran ganas de coger la mochila y desaparecer. --No me extrana !Menuda situacion que te dejo montada tu padre, guapa! --A mi me lo vas a contar... --?Puedo ayudarte de algun modo? --pregunta con sinceridad. --Salvo que te sobren unos cincuenta mil euros mas los intereses de cada mes para pagar las deudas que me ha dejado mi padre, no. --Sabes que si los tuviese te los dejaria. --Lo se, pero no los aceptaria porque no podria devolverlos tampoco. --?Te has planteado pedir un prestamo al banco? --Con las deudas, mi nombre sale en todas las listas de morosos, ahora mismo no podria cambiarme ni de compania de telefono--resoplo incredula. --No se que decirte Candy, la verdad es que tienes una situacion muy complicada. A ver si tienes suerte y llegais a un acuerdo con los que te quieren demandar o algo. !Vaya faena! Siento no poder ayudarte mas. --Ya me ayudas bastante escuchandome, de verdad. Ahora mismo solo puedo esperar algun tipo de milagro en mi vida para salir de esta. --O atracar un banco. --Solo me faltaba eso--me rio--bastantes problemas me han causado ya las actividades ilegales de mi familia como para meterme yo tambien.

  • El cielo en tus ojos de Angela Drei

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    Evan ha aprendido desde pequeno que cada logro va a acompanado de esfuerzo y dolor.
    Cuando por fin encuentra el amor, el pasado regresa para hacerle caer de nuevo.
    Quiza esta nueva vida junto a Allyson no es para el, tal vez solo es un sueno imposible.
    Tendra que luchar por ser el hombre que ella merece porque, despues de todo, el no sabe escribir poesia, pero sabe que esta enamorado de ella.

  • Si hubiese un manana de Kristel Ralston

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    La vida de Paige Valois parecia ir en picada. Su reputacion de problematica princesa del pop habia hecho mella al punto de amenazar su ya precario futuro economico. Sin salida, ella acepta el salvavidas que le lanza su agente a modo de ultimatum si quiere salir a flote de nuevo. Debe cumplir con todas las exigencias de un reconocido sello discografico o puede olvidarse de la industria del entretenimiento musical para siempre. ?Como negarse cuando no solo su vida profesional pende de un hilo, sino tambien la seguridad de su manipuladora familia?

  • Yo, La Peor de Monica Lavin

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    La novela definitiva sobre sor Juana Ines de la Cruz. Una mujer fuera de epoca, una escritora flagrante, apasionada y sensual que entregada a la razon y consagrada en su fe, tomo los retos mas grandes para lograr que su alma se dejara conducir por los seductores caminos del conocimiento.

  • En tu mundo (Entre dos mundos 1) de Nadia Noor

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    Primera entrega de la bilogia <>.

  • El barquero de almas de Claire Mcfall

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    Dylan ha escapado ilesa de un horrible accidente ferroviario. Pero, en realidad, no es asi. El paisaje sombrio que la rodea no es Escocia. Es un paramo donde merodean espectros en busca de almas humanas. Y el extrano que esta esperandola no es un chico comun y corriente. Tristan es un barquero, cuya tarea consiste en transportar su alma al mas alla, un viaje que ya ha hecho miles de veces. Pero esta vez hay algo diferente. Indecisa entre el amor y el destino, Dylan comprende que no puede separarse de Tristan, pero tampoco puede quedarse con el. Tarde o temprano, inevitablemente, los espectros capturarian su alma y ella se perderia para siempre. ?Podra el verdadero amor vencer los limites de la muerte? El barquero de almas es una historia que nos hace pensar, un relato verdaderamente original de un amor que se niega a dejarse limitar por la muerte.

  • ?No te lo habia dicho, carino? Los polos opuestos se atraen, Claire Phillips de Claire Phillips

    https://gigalibros.com/no-te-lo-habia-dicho-carino-los-polos-opuestos-se-atraen-claire-phillips.html

  • Breve tratado de historia de las religiones de Frederic Lenoir

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    ?Cual fue la primera religion de la humanidad? ?Como surgieron las nociones de dios, sacrificio, salvacion, plegaria, clero…? ?Por que se paso de la adoracion a las deidades femeninas a las masculinas? ?De la creencia en muchos dioses a uno solo? ?Cuales

  • Surcando el cielo de Maria Canizares

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    Chloe es la unica chica que ha conseguido entrar en Silver Wings en mucho tiempo, el programa mas exigente en la mas prestigiosa academia de pilotos del ejercito.
    Decidida a ser la numero uno de su promocion, no dejara que nada ni nadie se interponga en su camino… ni siquiera en atractivo y arrogante capitan Black.
    William Black, capitan a pesar de su juventud, posee una hoja de servicio envidiable y anos de experiencia en combate.
    Todos conocen su leyenda en la academia Silver Wings, y nadie se atreve a retarlo. Hasta que aparece Chloe.
    Secretos y mentiras del pasado volveran tejiendo una oscura sombra sobre ambos y lo que, sin poder evitar, comienzan a sentir el uno por el otro.

  • El crimen de Lara de Manuel Zamora Carranza

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    “El ano 943 el conde de Lara y de Castilla, Fernan Gonzalez, fue encarcelado por el rey de Leon, Ramiro II, para impedir la independencia del condado castellano. Durante su reclusion en una torre de Burgos, dos caballeros parientes del nuevo conde de Castilla, Assur Fernandez, fueron asesinados en el castillo de Lara. El alcaide de la fortaleza, temeroso de la reaccion del nuevo conde, encargo al fisico y boticario mahometano ben- Hadi y al condestable Rodrigo Rodriguez el esclarecimiento de ambos crimenes. Despues de una exhaustiva investigacion regida por la logica y potenciada por la atrevida curiosidad del medico, ambos consiguieron aclarar lo sucedido y restituir el orden y la tranquilidad en el castillo.”

  • El asunto Danvers de Elsa Tablac

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    Mientras contemplaba el tibio anochecer sobre la City de Londres desde el piso veintiseis de la Torre NatWest, Julian Danvers noto una presencia a su espalda. No le hizo falta contemplar el reflejo en la ventana para saber que se trataba de Susan Laymon, su eficaz secretaria. Parpadeo antes de dar la espalda a la ventana, regresando bruscamente a la realidad. ?Cuantos minutos llevaba ensimismado, contemplando el ajetreo de la ciudad desde el pasillo acristalado? --Julian, son casi las nueve de la noche. Creo que me marcho ya…Si no necesitas nada mas, quiero decir --dijo Susan, con la voz algo entrecortada, fruto de un reciente catarro. Contemplo su maquillaje y su cabello rubio ceniza recogido en lo alto de la coronilla, impecables desde las nueve de la manana. --Por supuesto, Susan. Siento mucho que el dia se haya alargado. ?Sabes si ya esta aqui mi cena? La secretaria lo observo atonita. Hacia un buen rato que habia llegado la comida, encargada a traves de una app a Solomon's, uno de los restaurantes favoritos de Julian. Echo un vistazo a su mesa. Ni siquiera se habia molestado en sacarla de la bolsa de papel. O tal vez no la habia oido cuando le aviso de que la cena ya estaba sobre la mesa de su despacho. Julian contemplo el minimo gesto de decepcion en su boca y el sutil juego de miradas. Entendio a la velocidad de la luz todo lo que estaba pasando por la mente de su secretaria. No le gustaba nada que se quedase en las oficinas de Danvers Holdings hasta tan tarde, pero llevaba un par de dias consumido por todo aquel asunto del problematico informe para McKinney. Y, en un plano mas personal, por la imperiosa necesidad de deshacer de una vez por todas su compromiso con Athena Richardson, su prometida. No podia alargarlo ni un dia mas. La fecha de aquella boda que nunca tendria lugar se acercaba peligrosamente. La secretaria, ya con el bolso sobre el hombro y el abrigo en la mano, se encamino de nuevo hacia su mesa, dispuesta a organizar su cena, pero Julian se adelanto rapidamente. --No, no te preocupes, Susan. Marchate ya a casa. Yo mismo me ocupo de calentarlo todo en el microondas, faltaria mas. Ya te he entretenido demasiado por hoy --le dijo, acompanando la orden con una de las sonrisas a las que recurria para salirse siempre con la suya. Ella torcio el gesto en senal de agradecimiento, pero el cansancio era mas que obvio en cada uno de sus movimientos. En su meteorico ascenso como consultor economico siempre habia sentido debilidad por las secretarias mayores y experimentadas. Sonrio mientras la veia abandonar la oficina, apagando las luces a su paso y dejandolo en una incierta penumbra. Hacia unos anos que Susan habia pasado la cincuentena. Tecnicamente podria ser su madre --el estaba a punto de cumplir treinta y tres-- y sin embargo, despues de tres anos a su lado, seguia encontrandola atractiva. Pero nunca cruzaria ese limite con ella, a pesar de que a veces su intuicion le decia que ella lo miraba de una forma demasiado intensa. Julian metio los recipientes de carton de Solomon's en el microondas y espero a que su cena estuviese de nuevo caliente. Se rio de su ocurrencia con respecto a Susan. Jamas se le habria pasado por la cabeza tener un lio con una de sus maternales secretarias. Para regocijo de su prometida, Athena, siempre habia preferido trabajar con mujeres mucho mayores que el. Su primera asistente, Rachel, apenas se habia quedado a su lado seis o siete meses. En cambio con Susan, o con su antecesora, la nordica Kristiane --ya jubilada-- no tendria esos problemas. No sentian ese hambre por escalar profesionalmente, esa voracidad profesional que las obligaba a saltar de un empleo a otro. En su caso, necesitaba a alguien a quien pudiese confiar practicamente todas sus intimidades. Athena. Suspiro, y de repente el dolor de cabeza que habia estado atenazandolo durante toda la tarde se manifesto en forma de severo pinchazo en su sien derecha. Supuestamente todo estaba casi a punto para la boda, pero las cosas habian ido demasiado de prisa entre ellos y ahora sentia la imperiosa necesidad de echar el freno. Se sentia un cerdo por ello, y a cada dia que pasaba esa sensacion iba en aumento. No solo por el hecho de abandonarla casi a las puertas del altar, sino porque era del todo consciente de que estaba retrasandolo. La decision estaba practicamente tomada desde hacia un mes, y aun no habia reunido el valor necesario para decirselo. Para decirle que lo suyo no tenia futuro. Que no estaba preparado para el matrimonio. Aun no. Que sentia que se habian apresurado demasiado, porque apenas hacia dos anos que se conocian, y uno que habian empezado a salir formalmente. Que lo de casarse habia salido de su boca en un euforico momento durante sus ultimas vacaciones en Ibiza, bajo los efectos del alcohol. Cualquier excusa serviria. O todas a la vez. Cualquier excusa, excepto la real: que no estaba enamorado de ella. Que no la queria como ella a el. Y que en los ultimos meses habia algo de su comportamiento que no le encajaba. Obviamente, eso era lo unico que era incapaz de confesar. El "ding" del microondas lo expulso de su ensonacion. Saco los dos recipientes de carton del microondas y se dirigio de nuevo a su mesa. Realmente no sabia por que no se habia marchado a su recien estrenado apartamento en Newington, o incluso a cenar en Solomon's, en lugar de dar cuenta de aquella triste cena en una oficina gelida y fantasmal. Pero, en el fondo, sabia muy bien el motivo: era miercoles, y los miercoles Athena acudia a su apartamento para pasar la noche con el. En realidad, seria el momento perfecto para enviar la cena directamente a casa, sentarse a tener esa conversacion serena y romper con ella, pero se autoconvencio con una burda excusa: habia tenido un dia duro en la oficina. Necesitaba una copa antes de regresar a casa. O mas bien, tenia que trabajar un rato mas en el informe McKinney antes de permitirse el lujo de dormir. Noto como se le cerraba el estomago. Alli estaba Julian Danvers, inmovil, en su enorme mesa de cristal sin saber muy bien que hacer. Finalmente, agito el raton y activo la pantalla de su gigantesco ordenador Mac. Busco la aplicacion de Facetime y llamo a Athena. Su novia contesto enseguida, como siempre. Alli estaba, esperandolo en su apartamento, cada vez mas integrada en su papel de ama de casa del siglo veintiuno. Se aseguro de que la camara del ordenador recogiera sin posibilidad de duda el lugar en el que se encontraba, su oficina en la torre NatWest. Ella arrugo la nariz al verlo rodeado de comida y de papeles. --Ya... ya se lo que me vas a decir... --Lo siento mucho, carino. Aun me queda un buen rato en la oficina. McKinney me matara si no tiene sus previsiones para el proximo ano al final de esta semana. --?No te espero despierta, entonces? --Es mejor que descanses... Intentare no hacer ruido cuando llegue. Athena esbozo una triste sonrisa. --Mas bien me gustaria todo lo contrario. Que me despertases cuando llegues. Sabia muy bien por que Athena lo decia. Ya eran tres miercoles seguidos los que habia llegado tarde a casa por "quedarse trabajando hasta bien entrada la noche". Y se habia dormido en el enorme sofa del salon, con la excusa de no despertarla. Pero Athena no era idiota. A veces, si veia que podia salir beneficiada, se hacia la tonta, pero no lo era en absoluto. Sabia que algun tipo de conversacion seria se cernia sobre ellos. De hecho, hacia dias que no le consultaba nada respecto a los preparativos de la boda. Ella tambien esquivaba el tema, intentando ganar tiempo. Julian suspiro. La cena, o lo que quedaba de ella, se estaba enfriando de nuevo. La cuestion era que ya no tenia hambre. Insistio, y con ello zanjo la conversacion: --Intentare no despertarte cuando llegue a casa. Buenas noches, Athena. No espero a que ella contestara. Cerro la aplicacion y su despacho quedo de nuevo en la penumbra, tan solo iluminado por la carisima lampara de Tom Dixon que tenia junto al ordenador, la unica pieza de diseno que albergaba la majestuosa oficina acristalada con vistas al Tamesis. No podia dejar pasar ni un dia mas. Manana desayunaria con su prometida y le diria lo que probablemente ya sospechaba: que la boda quedaba cancelada. Julian revolvio con cierta desgana los deliciosos tallarines Parsley de Solomon's, uno de sus platos favoritos. El mismo que aquella noche era incapaz de terminarse. Lo del informe para McKinney era totalmente cierto, y a pesar de que durante el fin de semana pasado habia avanzado bastante, sabia muy bien que "Kinney", como ya se permitia llamar a uno de sus mejores clientes, ni siquiera recordaba la fecha que habian fijado. Si lo llamaba el lunes siguiente para decirle que tenia los datos listos para sus proximas inversiones le contestaria balbuceante que OK; que todo bien, que se lo enviase con un mensajero y que ya le echaria un vistazo. Kinney tenia un problema evidente con el alcohol, y eso, por increible que parezca, tiene sus ventajas a la hora de estirar las fechas de entrega.