• lucifer el ultimo corazon roto reparto - Natalia Sanchez Diana

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    El florecimiento de los cerezos habia comenzado por todo Seul un par de semanas antes. Muchas avenidas estaban cubiertas por un lecho de petalos que iban del rosa al blanco e incluso, cuando el aire los transportaba, no era dificil que se enredaran en los cabellos de los transeuntes. El lugar preferido de Song para contemplarlos caer era el parque Songpa Naru, desde el que podian verse el lago Seokchon y la torre de su familia, y en el que se celebraba incluso un festival para conmemorar tal acontecimiento primaveral. Ese ano el lema era <> y a Song, a diferencia de en otras ocasiones, le parecio algo triste, porque dentro de ella todo estaba muerto. Estaba segura de que nada podia crecer ya en su interior. Al menos no con la misma intensidad e ilusion que habia sentido con Joon Hee. ?Fue asi como se sintio Macarena cuando perdio a su primer amor? Ultimamente no dejaba de pensar en su mejor amiga, de ponerse en su piel. Ahora entendia, mejor que nunca, lo destrozada que estaba cuando llego a Seul. Pero en el corazon de Macarena habia brotado de nuevo el amor porque su amiga era fuerte y, sobre todo, era libre. No como ella, que nunca lo habia sido. Su abuelo se lo habia repetido la noche anterior, recordandole que se habia enganado a si misma. ?En que momento habia creido que podia luchar contra tantas y tantas cosas y alzarse victoriosa? <>, se dijo. Cerro los ojos. La brisa de la primavera la saludo con dulzura, acompanada de una leve caricia de los rayos de sol que se permitio sentir sin pensar en las consecuencias que pudieran dejar sobre su piel palida. Era un dia precioso. Y, en ese momento, decidio que seria el ultimo en que pensaria en todos los posibles que se habian hecho anicos. Si. Asi haria. Las otras opciones y los otros caminos desaparecerian de su mente. Como uno de tantos y tantos petalos que el viento se lleva y se extravian y luego desaparecen. Los suenos de Song habian sido solo eso. Se concederia ese ultimo instante de pena, de compasion, y luego seguiria adelante sin pensar en lo mucho que habia perdido. Si antes habia vivido sin amor, ?por que no iba a ser capaz de hacerlo de nuevo? Al final, si lo pensaba friamente, el amor era una eleccion, ?no? Dejarse llevar, derribar murallas, conocer a otra persona, abrir el corazon, declararse... Todo eso podia evitarse. Amar era un acto voluntario que ella no estaba dispuesta a volver a cometer. No sabiendo como sabia el precio que exigia. Cuando abrio los ojos se dio cuenta de que en su regazo el viento habia depositado dos petalos de una forma tan azarosa -y cruel- que parecian un corazon partido por la mitad. Song sonrio con tristeza. Los tomo con delicadeza y los coloco en la palma, protegiendolos con sus dedos. Sin embargo, cuando los abrio y alzo levemente la mano, una leve corriente se los llevo. Ella los siguio con la mirada y, para su sorpresa, no fueron demasiado lejos ya que impactaron contra el pecho de alguien. Encontrarnos... Una vez que se dio cuenta de la amplitud de ese torso masculino cubierto por una camisa negra bastante desabotonada, no pudo evitar reparar en el tatuaje que asomaba, ya que el tejido tremolaba por la brisa. Enseguida le reconocio, a pesar de que hacia anos que no estaban cara a cara. <> repitio en su mente, mientras que su corazon, que unos instantes antes habia considerado sin vida, se le aceleraba agitado por aquel nombre. Con un vistazo rapido evaluo su pose corporal, con los brazos cruzados de una forma que hacia resaltar sus musculos; la cabeza ligeramente ladeada y ese aire fanfarron que se reflejaba en la sonrisa curvada y tambien en la mirada, aunque en ese momento la mantenia agachada, por lo que las gruesas pestanas cubrian a medias esos ojos que Song sabia exactamente de que color eran. A pesar de que no habian establecido contacto visual directo en mucho tiempo. Desde que Song fundo Dress&Dream habian coincidido en saraos y actos de diverso tipo. En muchas ocasiones, porque ella lo habia arreglado todo para que se cruzaran con una esperanza que no llego a verse realizada. Recordaba tambien con exactitud todas las ocasiones en las que lo habia vislumbrado en la zona vip de las discotecas mas prestigiosas de Gangnam, siempre rodeado de mujeres guapas y otros artistas. Supo por Yiseo, una de sus empleadas, que Chris regreso a Corea y creo su propia discografica cosechando un gran exito. Ademas, lo habia visto en muchos programas de television, siempre con los tatuajes cubiertos, incluso los de las manos, gracias a guantes negros, demostrando ese carisma arrollador y esa inteligencia que descubrio durante un festival de Chuseok al que lo llevo su hermano, cuando apenas eran unos adolescentes. Chris era de esas personas que dejaban huella y a ella, de naturaleza timida e impresionable, no le habia resultado indiferente. Sobre todo, porque cuando se conocieron se sorprendio al descubrir que el la miraba a los ojos sin reparo. De igual a igual. Siendo una Park y descendiendo de quien lo hacia, estaba acostumbrada a vivir en esa jerarquia que provocaba reverencias y muestras de respeto como la de evitar el contacto visual. Hasta que aquel muchacho aparecio en ese festival otonal que celebraba la cosecha. Al principio se sintio un poco cohibida, pero luego acabo por acostumbrarse. Taecyeon le dijo que el no se habia criado en Corea, asi que les pidio perdon a todos en su nombre por sus fallos en las normas de cortesia. Song no lo dijo, pero penso que no queria que Chris cambiara. Que esa frescura, esa naturalidad y, en el fondo, esa rebeldia, se mantuvieran intactas. Sin embargo, el peso de la tradicion fue mas fuerte. Anos despues, cuando volvieron a encontrarse en un acto de moda en el DDP al que ella llego con su recien estrenado Dress&Dream, pero al que habia conseguido acceder por ser una Park - en una perversa ironia que siempre la atormentaba-, aunque compartieron espacio, el se mantuvo apartado y con la mirada gacha en una muestra de sumision que ella detesto. Cada vez que se habian cruzado a lo largo del ultimo ano, el habia actuado igual. Pese a que Song habia deseado otra cosa. ?Cuantas veces lo habia mirado, esperando que hicieran contacto visual para que pudieran saludarse y hablar? Habia perdido la cuenta. Al principio, cuando coincidian, pensaba que no la reconocia. Habian pasado muchos anos, ambos habian estado fuera; habian cambiado. Pero luego en su cabeza germino la idea de que, en algun momento, Chris habia sido consciente de quien era ella realmente y habia empezado a importarle tanto como para tratarla con frialdad disfrazada de respeto. O tal vez era que la tradicion, la cultura y la jerarquia habian acabado aplastando el espiritu indomable de Chris, al igual que habian terminado por destruir sus propias ganas de volar. Se pregunto si el tambien se habia sentido asi. Si en algun momento comprendio que no podia ser como deseaba en realidad. Que tenia que claudicar y adaptarse. --Buenos dias, senorita Park --dijo el en un coreano perfecto, muy diferente al de la primera y unica vez que hablaron. Acto seguido ejecuto una reverencia muy inclinada. Song se puso en pie y le saludo del mismo modo. Al alzarse, se permitio mirarle directamente, esperando que el rompiera las normas por una vez y sus ojos se encontraran. <>, deseo. No sucedio. Song noto que se le dibujaba una sonrisa triste, cargada de decepcion. El hizo ademan de seguir su camino, pero entonces a ella se le ocurrio una cosa: --Chris... De nuevo <> era la maxima que Chris se aplicaba a si mismo. Solia decirla con una sonrisa un poco socarrona cuando alguna mujer le preguntaba por su estado sentimental. Pero esa frase escondia una verdad y una mentira a la vez. Nunca se habia enamorado. Aunque en una ocasion lo deseo intensamente. Una vez, ocho anos antes, durante el primer festival de Chuseok que celebro en Corea, conocio a una chica cuyo nombre significaba cancion en su idioma natal. El no era mas que un trainee en PGC; ella ya por aquel entonces era una princesa intocable. Pero ambos se miraron y el mundo se detuvo. Igual que en ese mismo instante, cuando escucho como su nombre real sonaba en los labios de Park Song. Los pies le frenaron en seco. Todo su cuerpo se quedo quieto, aunque notaba que los musculos se habian movido, solo para tensarse. Si era sincero consigo mismo, habia decidido trabajar con Dress&Dream con la intencion de coincidir con Song en alguna ocasion, pero eso no habia sucedido. En su lugar, habia entrado en su vida el "huracan Macarena" que lo habia llevado de nuevo al que habia sido su amigo Taecyeon. --?Si? --dijo el sin alzar los ojos. --Se que ha firmado con mi estudio y que esta llevando mi marca, pero aun no hemos coincidido. --Asi es --respondio el secamente. Queria alzar la mirada y perderse en el rostro de aquella mujer, pero no debia hacerlo, asi que pego los brazos con mas fuerza contra sus costados apretando los punos hasta que le dolieron los dedos. --Esa camisa que lleva es de mi coleccion de Doota, ?verdad? Como respuesta, un asentimiento rotundo, aunque breve. Ese era uno de los secretos que Chris tenia: habia estado comprando ropa en la tienda de Song desde su apertura -a la que acudio-, al igual que habia asistido a todos los desfiles de la Seoul Fashion Week en los que ella participaba, incluido el ultimo, con el triunfal regreso de Park Taecyeon. --?Le gusta? ?Es comoda? Desconcertado por aquel repentino interes, Chris olvido la maxima que solia aplicarse y alzo la cara. Sus miradas colisionaron. De nuevo. El se fijo en sus ojos oscuros, tan hermosos como recordaba, pero tambien en como la brisa hacia flotar su cabello, sobre el que caian petalos de cerezo. Trago saliva cuando penso que en las distancias cortas aun era mas guapa. Y eso que habia comprado la ultima revista de moda en la que ella aparecia -junto al presentador de Sweet Designer- y habia contemplado las fotos, algunas de primer plano, hasta que su companero Khai lo habia descubierto. En persona Park Song era un angel. Siempre se lo habia parecido. Por eso, entre otras muchas razones -como los universos diferentes en los que habitaban y que nunca se tocarian- se habia impuesto la regla de no mirarla. Aunque no era la unica norma que se aplicaba con respecto a aquella mujer. Llevaba anos tan decidido a olvidarla que solo habia estado con mujeres que fueran todo lo opuesto a ella y que pegaran mas con el. Habia intentado asi encontrar la magia. El fracaso habia sido de proporciones epicas, obviamente. --Si, lo es --dijo al recordar la pregunta que aun seguia pendiente--. Me gusta. <>, se dijo, un poco avergonzado. Y ella debio ver su cara de mortificacion, porque sonrio. A Chris se le escapo un suspiro demasiado sonoro y se apresuro a bajar los ojos de nuevo. Song ladeo un poco la cabeza, desconcertada. --Tambien he elegido piezas de la nueva coleccion para mis proximos videos musicales -- fue capaz de decir el. --Lo se. Me lo ha contado Macarena. El nombre de la espanola le hizo alzar los ojos de nuevo. --Creo que se han hecho amigos, ?verdad? --Si, asi es. No sabia que salia con Taecyeon. Song bajo la cara. Sonreia cuando dijo: --Basicamente se enamoraron a primera vista, por mucho que ambos intentaran negarlo, asi que era cuestion de tiempo que acabaran juntos. --Macarena es deslumbrante. Song le miro. Los ojos le brillaban. --Si, lo es. Y valiente. Mucho mas de lo que yo... --pero se callo subitamente. Aparto la mirada y entonces Chris se dio cuenta de toda la tristeza que reflejaba el rostro de Song. Antes de que pudiera decir algo (quiso que su cerebro funcionara mas rapido para poder consolarla) ella se adelanto: --Ya que son amigos, ?le gustaria ayudarme a prepararle una fiesta sorpresa por su cumpleanos? A pesar de que la expresion parecia serena, con una sonrisa levemente dibujada, Chris descubrio que los ojos parecian a punto de anegarse en llanto, pero ?por que razon? Asi que decidio que tenia que averiguar que era lo que sucedia en la vida de Park Song. Y no habia nada mejor que hacerlo con la excusa de aquella amiga en comun que tan importante era para ambos. --Me encantaria ayudar, senorita Park. ?Que necesita?

  • Anexo:Tercera temporada de Lucifer - Wikipedia

    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Tercera_temporada_de_Lucifer

    La tercera temporada de la serie de televisión estadounidense Lucifer se ... «El último corazón roto», Hanelle Culpepper, Alex Katsnelson & Mike Costa ...

  • El último corazón roto | Lucifer Wiki

    https://lucifer.fandom.com/es/wiki/El_%C3%BAltimo_coraz%C3%B3n_roto

    El último corazón roto es el décimo octavo episodio de la tercera temporada de Lucifer. Chloe y Lucifer van en busca de un asesino serial que elige como ...

  • Lucifer Temporada 3 Episodio 18 - Tomatazos

    https://www.tomatazos.com/series/466976/Lucifer/temporada/3/episodio/18

    El último corazón roto (The Last Heartbreak) - Chloe y Lucifer van en busca de un asesino serial que elige como víctimas a parejas enamoradas. Pierce...

  • Temporada 3 de Lucifer Serie - PLAY Series - ABC

    https://www.abc.es/play/serie/lucifer-3580/temporada-3/

    El último corazón roto. Chloe y Lucifer buscan a un asesino en serie que ataca a parejas. Pierce se da cuenta de que el caso está relacionado con un ...

  • Lucifer | Sitio oficial de Netflix

    https://www.netflix.com/es/title/80057918

    Lucifer. 2016 | 16+ | 6 temporadas | Series TV policiacas. Cansado de ser el señor del infierno, el diablo se muda a Los Ángeles, donde abre un bar y conoce ...

  • Lucifer | Sitio oficial de Netflix

    https://www.netflix.com/us-es/title/80057918

    Ve Quieto, Lucifer. Buen diablo.. Episodio 2 de la temporada 1. 2. Quieto, Lucifer. Buen diablo. 44 min. Lucifer saca tiempo para investigar ...

  • 'Lucifer' temporada 6: final explicado ¿el que merecía la serie?

    https://www.fotogramas.es/series-tv-noticias/a37554599/lucifer-temporada-6-final-explicado/

    11 sept 2021 — Desafortunadamente para él, el destino está en su contra. El último adiós. db woodside, lucifer season 6. Netflix.

  • Lucifer: ¿Habrá un spin off de la serie con Maze o Rory?

    https://www.esquire.com/es/actualidad/tv/a37578752/lucifer-spin-off-serie-netflix-rory-maze/

    13 sept 2021 — La respuesta a la pregunta sospechamos que se encuentra no en las declaraciones de los actores durante la promoción del final, ...

  • Amor Sublime de

    https://gigalibros.com/amor-sublime.html

    Fernando Alvarado vive atormentado por su suerte, ser el senor de Bellavista con el trasfondo que eso encierra. Lo unico que aplaca el alma del rico y joven heredero es la llegada de las vacaciones y el arribo de la senorita Celeste a la hacienda vecina. Cuando lo mandan a estudiar a Europa, teme que a su retorno la encuentre comprometida, le ruega que lo espere, que a su regreso la convertira en su esposa y sellan el pacto con un beso en los labios: <>.

  • En la mas alta torre de Marisa Ayesta

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    El rencor y las ansias de venganza se desvanecen con la fuerza del amor.

  • La dulzura de Daniel Mugica

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    La joven Gadea desaparece el mismo dia en el que, en la estacion madrilena de Atocha, los trenes estallan. Es un 11 de marzo. Sus hermanas Estela y Malena la buscan denodadamente, temen que estuviera en uno de aquellos trenes. Y la busca tambien Juda, escritor frustrado, enamorado de ella hasta el tuetano. Pero pasan las horas, los dias, y no hay noticias de Gadea. Durante esa angustiosa busqueda, los diversos personajes que la trataron rememoran el tiempo pasado junto a ella, el modo en que influyo en sus vidas, y las circunstancias que propiciaron su internamiento en un lobrego centro psiquiatrico; una decision adoptada por Eneko, su padre, un hombre marcado por el fundamentalismo religioso, cuyas obsesiones gravitan sobre el clan familiar.

  • Mas alla de las estrellas (Los chicos Otamendi 1) de Susana Oro

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    ?Cuanto tiempo la habia protegido y querido en su epoca de juventud?, se pregunto Alex regresando del pasado mientras miraba desde el ventanal de su casa la soledad del campo.
    Sobre la tranquera un buho ululaba llamando a su pareja y el croar de las ranas eran los unicos sonidos que interrumpian sus pensamientos. La negrura de la noche dejaba ver los millones de estrellas que brillaban en el cielo.
    Supuso que Ana las estaria mirando desde algun lugar. Tal vez, lo recordaria como el la recordaba en esa noche de cielo estrellado. No sabia si las pesadillas la seguirian atormentando, o si algun hombre bueno calmaria sus angustias. Deseo que si, que hubiera encontrado a alguien comprensivo que calmara aquellos malos recuerdos que regresaban a sus suenos.

  • ZAC (Huida desesperada 3) de Sabina Rogado

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    El club de dudosa reputacion estaba repleto a esas horas intempestivas y las mesas de juego se erguian coronadas por nobles depravados, los cuales acostumbraban a ejercer el poder que les otorgaba el titulo heredado sin el menor remordimiento. Sabian lo que querian y buscaban alicientes acordes a su manera de ser y no a los convencionalismos de siempre, de ahi que naciera un tugurio que presumia en lo referente a la escasez de normas y de senoritingos estirados y aburridos. En el interior de sus discretas paredes resultaba habitual respirar el aire viciado, mientras apostaban cantidades indecentes de libras, propiedades y lo que se terciara. La espesa neblina ocasionada por el tabaco cubria la mayor parte de la estancia y se mezclaba con los diferentes olores y sonidos; el toque dulzon venia a traves del perfume de las damas de compania, el alcohol corria de vaso en vaso como la polvora y las voces de las personas alli congregadas se escuchaban demasiado elevadas. Sin duda alguna, cualquier caballero de honor, integro y de buenas formas, ni siquiera se dejaria caer por el barrio a riesgo de permanecer en boca de lenguas viperinas y malintencionadas durante semanas, convirtiendose en un cotilleo escabroso y asegurando asi los pecados inconfesables de almas corrompidas. Lo que no se ve no se comenta y, por lo tanto, no existe. Al fondo, un pianista, una cantante de suntuosas curvas y varias bailarinas con un vestuario indecente amenizaban la frenetica noche, al tiempo que varias amantes se acomodaban sobre el regazo de sus respectivas companias y alardeaban de la buena suerte que estaban dispuestas a brindarles. El conjunto en general era el consecuente de arrastrar a los envalentonados socios a situaciones nefastas, terminando en mas de una ocasion con una cita en Hyde Park; el famoso parque en el que se debatian los duelos entre caballeros al dejarse llevar por la impulsividad y la euforia incuestionable que les otorgaba el whisky, las trampas, y alguna que otra muchacha recien llegada y que levantaba el revuelo entre los mas mujeriegos de inmediato. En una de esas mesas, Zac ojeaba las cartas que sujetaba en su mano derecha y alzo la vista en busca de su companero de juegos o, mejor dicho, de juergas. Ultimamente, las escapadas nocturnas se acortaban entre unas y otras y, lo que era peor, cada vez ansiaba, con una necesidad acuciante, vivir a contracorriente para empaparse de las delicias que la vida podia ofrecerle tras dejar atras el internado en el que curso sus estudios, y en el que compartio habitacion con su amigo Henry, para terminar, como era el caso, en una multitud ingente de lugares de dudosa reputacion. Cada dia le perdia el respeto a lo que podria sucederle, no terminaba de encajar en la ciudad londinense y se dejaba llevar. Atras quedo el chiquillo de dieciseis anos que tuvo que armarse de valor, viendose obligado a abandonar el rancho de sus padres fallecidos, en el oeste americano, con el unico proposito de salvar a su hermana Zoe de las garras de un ser deleznable, el cual, de no huir a tiempo, habria desposado a su hermana a la fuerza y se hubiese quedado con la propiedad que no le correspondia. Por fortuna, los planes de huida jugaron a favor de los desprotegidos hermanos y, ese ser deleznable, termino con el final que le correspondia al otro lado del oceano. Eso si, debia reconocer que la aventura emprendida les pudo salir demasiado cara, no todo fue un camino de rosas, y de no ser por la providencial aparicion de Nick, duque de Hackins, el destino de Zoe, y de el mismo, no se habria semejado ni una pizca con el actual, mas resulto que ese hombre se convirtio en la tabla de salvacion para ambos. [1] De ese episodio habian transcurrido diez anos, en la actualidad, Zac tenia veintiseis y contaba con una formacion academica excelente; el que su cunado fuese un noble tan poderoso le bastaba para acceder a un sinfin de oportunidades inalcanzables para cualquier otro individuo, quiza por ello, y a pesar de tener la edad perfecta para sentar la cabeza, ni por asomo pretendia dar por finalizada su etapa de bribon y mujeriego, ampliandola hasta limites demasiado peligrosos. No, por supuesto que no dejaria ese tipo de vida. ?Para que con lo divertido que era? Zac dejo atras sus pensamientos, presto atencion al hombre situado frente a el, y una mueca socarrona salio de su boca al interpretar un movimiento sospechoso. <>. El aspecto del hombre en cuestion lo delataba por si solo, y lo corroboro al percatarse de su mano dirigiendose al corbatin en un intento de aflojarlo. La frente resplandecia perlada por el sudor y la mirada huidiza conferia que la situacion le vencia por momentos; con cada detalle dejaba entrever la incomodidad y la desesperanza de encontrarse en ese lugar, aunque claro, que lo hubiese pensado antes de quedarse sin ninguna libra y terminar apostandose la propiedad de campo que poseia a las afueras de la ciudad. Estos nobles se creian impunes y a la vista estaba que nunca aprenderian. El jamas hubiese sido capaz de apostar el rancho de sus padres, el bien mas preciado que tanto su hermana como el poseian en Wyoming, y menos en una misera partida de cartas. No, jamas. Y le dio exactamente igual el estado de desconcierto de su rival. La disposicion a zanjar el asunto, en la mayor brevedad posible, era lo unico que le importaba en esos instantes, pues de pronto, estar rodeado de gente como aquella consiguio que la repugnancia invadiera el vacio alojado en su interior cada vez que recordaba su pasado. La nostalgia resurgio, el malestar de Zac se agrando, y de ahi broto la disposicion a actuar con total impunidad. Una casa de campo le vendria demasiado ventajosa para retirarse durante un tiempo de la ciudad depravada, llena de formalismos y teatralidades por doquier. Quien sabe, puede que aquella oportunidad fuese la excusa perfecta para replantearse que hacer con su vida, porque claro, lo que se dice claro, no lo tenia en absoluto, comenzando a aceptar que la vida de excesos que llevaba no le aportaba la felicidad que ansiaba, sino todo lo contrario. Mientras, en la mente del otro sujeto, una lucha esclarecedora se debatia con fervor ante el clamor que le otorgaba una informacion primordial. Nadie de su condicion era ajeno a las habladurias en torno al cunado del duque de Hackins; los varones de la alta sociedad eran conocedores de la destreza magistral con cualquier tipo de arma, al igual que sabian que, gran parte de esa destreza surgio a consecuencia del tiempo en el que tanto su hermana como el convivieron entre una tribu india, cuando escapaban del destino que trataron de marcarle a la duquesa de Hackins a la fuerza (HUIDA DESESPERADA). Es por ello que debia de templar los nervios, recomponerse y practicar un intento desesperado para que el azar jugase a su favor, al menos por esta vez. Si el muchacho contra el que jugaba descubria las intenciones de hacer trampas, y le retaba a duelo, las posibilidades de salir impune brillarian por su ausencia, en cambio, si seguia adelante, la baza de cartas que poseia entre sus manos con toda la probabilidad le dejaria sin una de sus propiedades. Solo de pensar en la humillacion y la verguenza que pasaria, primero ante la obligacion de confesarselo a su esposa, y despues siendo el tema de conversacion de las malas lenguas, le provocaba espasmos y sudores frios. La determinante debilidad por el juego no entendia de limites y acechaba en su interior sin darle tregua alguna, pues la obviedad resulto tan grande que no le quedo otra alternativa que aceptar la delicada situacion en la que se encontraba por su poca cabeza. Parecia predestinado a ser empujado hacia el abismo y, antes de caer, debia armarse de valor y coraje. De bien sabidos era que eligiese la opcion que eligiese el perderia. ?Como diablos consintio en llegar hasta estos limites indecentes? La reflexion llegaba tarde, demasiado tarde, de hecho. --?Quiere otra carta? --escucho a Zac, sintiendo como si el corbatin tuviese vida propia y se empecinara en atenazarle el cuello, impidiendole respirar con normalidad. El noble supo que si aceptaba, y por muy buena que fuera, no le serviria para su proposito, y eligio la opcion que segun el mas se adecuaba a las nefastas circunstancias. ?O no? Pronto lo descubriria. --No, mejor quiero otro whisky --desvio la atencion, tratando de que su voz no lo delatara. Sin mas, se dejo llevar y, a la desesperada, procedio con la actuacion estelar, lo que ocasiono a que alertara por unos segundos a las mesas proximas, al alzar una de las manos para avisar a la muchacha que servia las bebidas, mientras tiraba a proposito el vaso vacio contra el suelo.--Vaya, que inoportuno --lamento, aprovechando de inmediato la situacion que el mismo acababa de provocar. Solo tendria una oportunidad para salir airoso de un aprieto tan grande, y sin lugar a dudas era ahora o nunca, por lo que su siguiente movimiento fue agacharse a recoger los cristales aparentando una normalidad absoluta. Ni a Zac, ni a su amigo, le pudo pasar por alto el movimiento rapido de una de sus manos, observando como sacaba algo de la manga. La rabia de Zac no tardo en aparecer y no perdio ni un segundo de su tiempo. Tiro los naipes sobre la mesa y siseo en un tono escalofriantemente calmado: --Lo que acaba de hacer ha sido una temeridad, amigo. --?A que se refiere? --le encaro con una gota de sudor cayendole por la sien. --Supongo que sabra que las cartas estan marcadas, ?me equivoco? Nunca juego sin que sea asi. La palidez invadio la cara del noble y trago con dificultad. --?Que esta insinuando? --dudo delatandose. --?De verdad tengo que aclararselo, o mejor nos disponemos a arreglar el asunto como es debido? Le cedo la oportunidad de elegir dia y hora, no quiero molestar a mis padrinos. --Yo... --titubeo acorralado. Con normalidad, cuando alguien retaba a duelo a otro en un local de esas caracteristicas, el revuelo aparecia de inmediato y hacia participes a cada una de las mesas, no asi en esta ocasion, y todo gracias a la templanza de Zac y al aturdimiento del tramposo. --Por favor --suplico de repente perdiendo la decencia--, salvo su amigo nadie se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, por tanto le suplico que tenga misericordia conmigo. Lo que faltaba. --Disculpe, ?acaso pretende ablandarme? Porque en el caso de ser asi pierde el tiempo. --Por favor, acepte mis excusas y olvidemos este malentendido. He escuchado que es un hombre justo y le prometo que no volvera a verme en lugares asi. He aprendido la leccion y no puedo dejar viuda a mi esposa. Esta enferma y... --!Basta! --exclamo levantando una mano--. Se equivoca conmigo, la gente como vos no levanta ninguna simpatia en mi y desprecio su falta de hombria. Ademas, si tan estima le tiene a su esposa, ?que hace aqui y no en su compania? El hombre perdio la palidez y un rojo intenso cubrio su rostro mostrando una verguenza absoluta. --Estas ultimas semanas he perdido bastante dinero y no puedo hacer frente a los medicamentos tan caros que precisa --se excuso avergonzado--, es por ello que continuo buscando una buena racha y asi enmendar mis actos indecorosos. Por mi poca cabeza he llegado tan lejos que me averguenzo de mi mismo y la conciencia no me deja dormir por las noches. Los ojos de Zac parecian escupir fuego, de la rabia contenida, tras dicha confesion. Odiaba que gente sin escrupulos le mintiera en su propio beneficio, aunque claudico al percatarse de que ese tipo bien podria estar diciendo la verdad. Cada uno de sus gestos lo delataba y parecia avergonzado, aunque, ?que diantres le importaba a el? De seguido, maldijo por lo bajo y miro a su amigo en busca de una respuesta que no deberia de admitir siquiera, pero sus correrias, borracheras y mala vida, al parecer no terminaban de bastar para aplacar al hombre frio e insensible que se empenaba en mostrar ante los ojos de seres egoistas y carentes de sentimiento alguno. Henry se limito a asentir con la cabeza, dando credibilidad al testimonio, y a Zac le basto. Su amigo conocia al dedillo cada chisme referente a las vidas de esos fulanos, pues desde bien pequeno aprendio la valia de saber cada punto debil de los ricachones en general, y asi obtener una ventaja que siempre podria aprovechar en su propio beneficio. Zac expulso el aire con pesar y hablo antes de arrepentirse. --Largo de aqui, no quiero volver a verle. --Oh, milord, gracias, gracias --repetia servil, levantandose del asiento sin todavia creerse el acto de buena fe de su contrincante. --Por su bien espero que venda la propiedad que deberia de ser mia y pague sus deudas, de no ser asi se tendra que atener a las consecuencias. No habra mas oportunidades. --Lo hare, no le quepa la menor duda, buen hombre. Inclino la cabeza en una muestra de respeto y, sin tiempo que perder, anduvo hasta la entrada. Alli aguardo a que le llevaran la chistera y el baston, e, inmediatamente despues, se largo del local que ni loco volveria a pisar, y lo hizo con pasos apresurados y sin echar la mirada atras en ningun momento. Al salir, el aire choco contra su rostro acalorado y pudo respirar con la normalidad debida, alzo el menton y avisto el coche de caballos que le esperaba. Subio con un alivio creciente y apoyo la espalda contra el respaldo. La certeza de salir indemne, de una muerte segura, consiguio que recapacitara de una vez por todas. Su lugar estaba al lado de Mary, y no le importaria echar por tierra su honor al vender la casa de campo que le salvaria de las cuantiosas deudas acumuladas en su haber. Y le dio las gracias al muchacho que le acababa de dar una de las lecciones mas i m p o r t a n t e s d e l a v i d a. G r a c i a s a e l v o l v i a a t e n e r o t r a o p o r t u n i d a d y n i p o r a s o m o p e n s a b a d e s a p r o v e c h a r l a. No, ni habl a r.

  • Anxious II, Idoia Amo y Eva M. Soler de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    Me dirijo a todos los supervivientes del desastre que esta asolando nuestra querida nacion para darles un mensaje de esperanza. Me he visto obligado a declarar el estado de excepcion, pero el ejercito esta ahi para ayudarles. Si se encuentran con algun soldado, no huyan: identifiquense y seran evacuados a un lugar seguro.
    No todo esta perdido.
    Nuestro pais se encuentra inmerso en una lucha por la supervivencia y pasaran anos antes de que sea habitable de nuevo. Nuestro ejercito y cientificos se estan encargando de ello. Hasta entonces, estamos organizando varios lugares donde poder reinstaurar nuestra sociedad y modo de vida americano.
    Aquellos que se encuentren en la costa Oeste, dirijanse a los puertos de Seattle, San Francisco y San Diego.
    En la Costa Este, a los puertos de Jacksonville, Nueva York, Boston y Portland.
    La frontera con Mexico se encuentra cerrada y Canada esta en la misma situacion que nosotros, por lo que las unicas salidas son por mar.
    Unidos, lo lograremos.
    Buena suerte.

  • ?Donde crece el dinero? de Laura Mascaro

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    ?Por que las huchas tienen forma de cerdito?

  • La Isla de las Flores de Nora Roberts

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    Laine Simmons estaba, por fin, preparada para enfrentarse al pasado, y viajo hasta Hawai para reconciliarse con un padre al que apenas recordaba. Sin embargo, no habia atravesado medio mundo para que Dillon O’Brian, el atractivo socio de su padre, la acusara de tener motivos ocultos. ?Como se atrevia a meterse en sus asuntos familiares y, ademas, tener la audacia de encender su corazon siempre que estaba cerca?

  • La lucha contra el demonio de Stefan Zweig

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    La lucha contra el demonio (titulo original en aleman “Der Kampf mit dem Damon”) es un libro escrito por Stefan Zweig, donde describe la vida de tres individuos peculiares: Friedrich Holderlin, un gran poeta maldito, que acabo sus dias en el manicomio; Heinrich von Kleist, un escritor sin fortuna, que acabo suicidandose con 34 anos tras buscar, con sus obras maestras, un exito que se le nego; y Nietzsche, el filosofo que pregonaba que Dios habia muerto creando asi una futura revolucion filosofica, y que tambien acabo sus dias recluido por una enfermedad nerviosa en una casa de locos.

  • F de fugitivo de Sue Grafton

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    Cuando Kinsey Millhone acepta trabajar para el viejo Fowler y averigua quien mato hace diecisiete anos a la jovencisima Jean, no se da cuenta en seguida de que las heridas familiares pueden ocultar tanto misterio y tanta pasion. Bailey, hijo de Fowler, habia sido juzgado y declarado culpable y, tras un ano de prision, habia huido y desaparecido. Fowler quiere probar la inocencia de su hijo para que pueda volver a su lado. Kinsey descubrira que Jean era mas bien ligera de cascos; sabra donde fueron a parar los 40.000 dolares que el primer sospechoso dejo a la jovencita antes de que ella muriera; y por que tambien podrian haber sido sospechosos el director de la escuela, el propietario de un yacuzzi o la chiflada de su mujer, el abogado del acusado o incluso el pastor anglicano. Entretanto la policia tropieza con el fugitivo Bailey, que vive otra vida con otro nombre. Vuelve a abrirse el caso, y todo sigue igual que la manana en que habian encontrado el cuerpo estrangulado de Jean en las arenas de la playa.

  • Conquistando a la Perla de Sophie Kiss

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    Cuando menos lo esperamos o ni siquiera lo pedimos el amor aparece. Eso le ha currido a Sabrina Lutens, una periodista que espera aventuras en su trabajo, su jefe la envia a cubrir una noticia a un lejano bosque que sera destruido. James, un adinerado y poderoso empresario encabeza la resistencia para salvar el bosque, lo que nadie sabe son los motivos por los cuales el quiere salvarlo, Sabrina reportea todo descubriendo un mundo de sensaciones. Por otro lado Kenneth, el ex novio de Sabrina, padece de una adiccion afectiva hacia ella, jamas pudo superar el terminar su relacion, se va a buscarla donde sea necesario para quedarse a toda costa con ella.

  • En tan solo un instante (Serendipity 3) de Moruena Estringana

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  • Vision binocular de Edith Pearlman

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    Edith Pearlman fue hasta hace poco una desconocida para el grueso de los lectores, pese a que a sus ochenta y un anos ha escrito unos doscientos cincuenta cuentos que han visto la luz en revistas y se han reunido en varios libros publicados a partir de 1996 en pequenas editoriales. Todo empezo a cambiar con la aparicion de Vision binocular, antologia con treinta y cuatro de sus mejores piezas que ayudo a darla a conocer en Estados Unidos y Europa y recibio una larga lista de premios, entre los que destaca el prestigioso National Book Critics Circle Award.
    Los cuentos de Pearlman son una prodigiosa combinacion de sutileza, elegancia, ironia y deslumbrante capacidad de exploracion de los sentimientos y conflictos humanos. Su hondura psicologica y riqueza de matices los convierte en inagotables. En el prologo, Ann Patchett, que compara a la autora con Updike y Alice Munro, dice: <>
    Buena parte de los relatos aqui reunidos estan situados en Estados Unidos, pero los hay tambien ambientados en Latinoamerica y Europa, donde aparece la diaspora judia tras el Holocausto, como en el cuento sobre un grupo de judios alemanes que en 1947 esperan papeles para emigrar; en otro retoma a dos de los personajes, un matrimonio ya instalado en Nueva York que recupera el mundo perdido a traves de un abrigo. Pero el repertorio de situaciones es muy variado: la nina que espia a sus vecinos con unos binoculares; la exiliada polaca que vive en Centroamerica, de donde debera huir por segunda vez; la doctora jubilada que se confronta con la muerte en un solitario paraje natural.
    En este libro bellisimo, que elude ostentaciones y florituras, Pearlman nos deslumbra sin estruendo, porque le basta apenas un susurro.

  • Transcrepuscular (Los ojos bizcos del sol 1) de Emilio Bueso

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    Esta es la historia de una busqueda que arranca con el canto de los caracoles para viajar mas alla del ocaso, de los huertos surcados por escarabajos de tiro, de los refugios de tormentas, los funcionarios simbioticos, los establos de las libelulas, los templos de cristal de los animistas, los circulos de dolmenes de los astrologos, las cuevas de hielo siete y los bosques de helechos plagados de aranas gigantes.

  • Un baile mas de Katherine Pancol

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    La novela que dio origen a la trilogia <>

  • Me enamore de mi sumisa de Dayli B

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    Una historia de amor donde el mensaje y la intencion de la obra te llevaran a comprender lo que implica realmente una relacion bedesemera sin necesidad de ir a los extremos como la mayoria de las personas suponen. No te prives de nuevas experiencias por falta de conocimiento…
    ?Estas listo para dejar el mundo vainilla? Tendras una relacion intensa, satisfaccion 100% garantizada.
    Estimada sumisa: no deposites tu confianza en cualquier persona…
    Espero no caigas en manos de cualquiera.
    Estimado dominante: tratarla y conocerla como persona mucho antes de ser tu sumisa es fundamental, conquista a tu sumisa, respetala, es tu bien mas preciado…

  • El oscuro camino hacia la misericordia de Wiley Cash

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    Una historia de sangre, venganza, amor y expiacion. Una vibrante y cautivadora road novel a medio camino entre Matar a un ruisenor y las paginas mas negras de Cormac McCarthy. Wade Quillby es un perdedor, un tipo sin blanca y sin futuro que abandono a sus dos hijas unos anos atras. Wade es ademas un forajido, un ladron implicado en el robo a mano armada de un furgon blindado que transportaba mas de catorce millones de dolares. Sin embargo, la noche en que irrumpe en la casa de acogida donde viven las pequenas y huye con ellas a traves de las infinitas carreteras de Carolina del Norte, solo es un hombre desesperado que no pretende mas que recuperar el tiempo perdido y tener una nueva oportunidad como padre. Pero Wade sabe bien que nunca en su vida ha logrado escapar a sus errores. Y tanto el tutor legal de las ninas como un erratico personaje que lleva anos fraguando su venganza y quiere verlo muerto a toda costa, son tambien conscientes de ello. Por eso no esperan que Wade pueda ganar la carrera a un pasado que siempre parece sacarle demasiada ventaja…

  • A la caza de Jack el Destripador de Kerri Maniscalco

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    Esta deliciosa y espeluznante novela de terror tiene una trama inspirada en los asesinatos de Jack el Destripador y un final inesperado que te helara la sangre.
    Audrey Rose Wadsworth, de diecisiete anos, nacio como la hija de un Lord, con toda una vida de riqueza y privilegios por delante. Pero entre las fiestas de te y los vestidos de seda lleva una vida secreta prohibida.
    En contra de los deseos de su severo padre y las expectativas de la sociedad, Audrey se escapa frecuentemente al laboratorio de su tio para estudiar la espantosa practica de la medicina forense. Cuando su trabajo en una serie de cadaveres asesinados salvajemente la arrastra a la investigacion de un asesino serial, su busqueda de respuestas la llevara muy cerca de su propio mundo protegido.

  • En el corazon del aguila de Myrian Gonzalez Britos

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    Verano de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, el futuro conde von Falkenhausen, Wilhelm, retorno al castillo de su familia tras recibir una llamada de su padre, que se encontraba muy enfermo.El conde exigio a su hijo que desposara a una mujer lo antes posible o su primo, capitan de las SS, Hermann, su enemigo numero uno, seria el nuevo conde. Wilhelm comprendio que era momento de sentar cabeza o perderia el titulo de nobleza y todos los privilegios que conllevaban el mismo como consecuencia.Alli, en medio del caos, conocio a Ela Bokowski, una polaca que habia nacido y crecido en Alemania. Una mujer cuya belleza lo encandilo. Aunque, su caracter y su rebeldia rompian por completo el halo de su beldad angelical.Con el tiempo, descubrio sobre su origen gitano, pero no el mayor secreto que ocultaba bajo siete llaves.

  • Caotica Jimena, Neira de Neira

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    Jimena tiene un plan: vivir tranquila sin salir demasiado de su zona segura, conseguir un trabajo relacionado con sus estudios y no implicarse con nadie a un nivel que no sea puramente fisico.
    El orden, la racionalidad, la dureza.
    Bruno no tiene ninguno, mas que ser feliz con los pequenos placeres de la vida, pero si muchos problemas que debe resolver mientras deja que sus pasos lo guien.
    El caos, la emotividad, la ternura.
    Un piso. Un encuentro. El objetivo de una camara. Un giro inesperado. El desequilibrio.
    Y sucede.
    Dos personas aparentemente opuestas que se cruzan y convergen, cuando sus caminos no lo hacen.
    Porque el amor no siempre llega en el momento indicado ni con la persona adecuada, pero no por ello desaparece.
    Porque, aunque la vida nos haga elegir lo que mas duele, todas las historias de amor del mundo se merecen un final.

  • Tres minutos de color de Pere Cervantes

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    En El color mas probable de las cosas la esteril lucha contra el tiempo y la muerte cobra un significado muy distinto. Coque Brox, el protagonista de la historia, es un inspector de policia de mediana edad, separado, parco en palabras, amante de todo aquello que conserve su esencia y acromatopsico, o lo que es lo mismo, percibe la vida en blanco y negro. Herido de por vida tras sufrir una perdida irreparable, solo le alienta la lucha por recuperar el carino de su hija adolescente. En una Barcelona en caida libre, cuyos locales de diseno no logran acallar la apremiante nostalgia de sus habitantes, investigara la violenta desaparicion de Palma, amigo y companero de profesion. Durante el tiempo que duren las pesquisas se las vera y deseara para mantener enganado a un suspicaz comisario que no lo quiere en la investigacion, sufrira los persistentes intentos de suicidio de su exmujer, y conocera muy de cerca que es una ECM (experiencia cercana a la muerte). Lejos de las clasicas novelas de procedimiento policial, el inspector Coque Brox se vera obligado a visitar un terreno verdaderamente desconocido para el y para el resto de los mortales. Lo que un descreido como el nunca imaginaria es que hay lugares sobrenaturales que albergan la verdad, aunque el camino que conduce a ellos todavia siga siendo un misterio. Y como dijo Jorge Luis Borges: <>. El color mas probable de las cosas explora una cuestion para todos inevitable: ?que hay despues de la muerte? No es una novela escrita solo para que te guste, si lo es para que te estremezca, te haga dudar y reflexiones. La densidad psicologica de los distintos personajes que la integran serviran de contrapunto a una trama policial hasta la fecha inedita.

  • Gold and Diamonds 2 de Eli Jane Foster

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    Glory les observaba sentada en su trono de terciopelo rojo, convenientemente alejada de la pareja. El hombre desnudo ante la mujer y totalmente excitado, la cogia por el cabello rubio metiendole el miembro en la boca casi hasta ahogarla. La chica, que era una de las habituales, estaba atada a una x de madera con unas correas e intentaba apartar la cabeza, pero el no se lo permitia. Glory suspiro cuando ella con lagrimas en los ojos la miro de reojo intentando respirar desesperadamente. Se levanto lentamente cogiendo su latigo de la mesa y camino sobre sus tacones de aguja hasta ellos. --!Sueltala! El tipo la miro sonriendo y tapo la nariz de la chica haciendola gritar de miedo quedandose sin aire. --Si le gusta. ?No ves como disfruta esta zorra? --Se aparto lo suficiente para que la chica aspirara una bocanada de aire y tosiera antes de que el volviera a metersela en la boca. --No estas siguiendo las reglas, guapo. Nada de poner en peligro a las chicas. --Dejo caer la cola de su latigo observando aquel culo caido del tipo que debia tener unos cincuenta anos. --No te lo repito mas. Es nuestra primera sesion y no me conoces, pero hablo muy en serio. !Si yo digo basta, es que basta! --!Callate, puta! !Pago para esto! --Se alejo de la chica pegandole un tortazo. --!Solo estas aqui para observar porque eres una mirona! Esas palabras la enfurecieron, pero aun asi no movio el gesto mirandole friamente. --Como vuelvas a ponerla en peligro, te voy a meter el latigo por el culo. --Sonrio maliciosa. --Seguro que te gusta. Tienes toda la pinta. El tipo se acerco a ella con la mano levantada para pegarla, pero antes de que llegara a ella, levanto el latigo dandole en la cara. El se aparto cubriendose la mejilla con la mano. --!Hija de puta! --Se iba a tirar sobre ella de nuevo y Glory no se reprimio mas. Le dio dos latigazos y uno le dio en su miembro retorciendole de dolor hasta caer al suelo. Lentamente Glory se acerco a el y puso el tacon de acero sobre su pecho. --Como vuelvas a intentar joderme, te voy a dar tal manta de hostias que te dejare lisiado. --Levantando una ceja por debajo de la mascara de latex miro su miembro ahora flacido. Sonrio ironica y clavo el tacon en su pezon haciendolo chillar de dolor. --Se ha terminado la sesion. --Si, ama --siseo mirandola con odio antes de que se apartara de el dandole la espalda. --Desatala y largate. Informare al jefe. --!He pagado una fortuna por ser miembro de esta mierda de club! --El club tiene reglas. Sadomasoquismo consentido. Si ella quiere parar, se detiene la sesion. Punto. --Miro a la chica que no habia disfrutado en absoluto de todo aquello y lloraba del alivio. --?Quieres parar? --Si, Glory. Sueltame, por favor... Este cabron es un sadico, que no tiene ni idea de lo que hace. Glory hizo una mueca al mirar al tipo que estaba furioso sin poder levantarse todavia. --!Tu consentiste! --!Para tener sexo, no para que molieras a hostias, cabron! Glory se echo a reir al ver la confusion en la mirada del viejo y se acerco a la chica abriendo con una mano una de las correas. La chica se desato el resto y salio corriendo desnuda como estaba. --Vaya... --Divertida miro al tipo. --No se la ve muy contenta. --!No tiene que irse contenta, zorra! Yo mando. Glory chasqueo la lengua acercandose con el latigo en la mano. --Estas sesiones se basan en dos cosas muy simples, carino. El placer de ella unido al dolor y tu placer al provocarla hasta el limite. --Le fulmino con sus preciosos ojos verdes. --Nunca rebases el limite porque no tendre piedad. Eso te lo juro. --Esta me la vas a pagar. Glory se echo a reir a carcajadas. --Si me dieran diez pavos cada vez que me dicen eso, seria rica. --Se volvio yendo hacia el ascensor. --Te aconsejo que te vayas. Voy a avisar al jefe de que has sido un chico muy malo. Se subio en el ascensor y sonrio maliciosa mirando a aquel cerdo. Llevaba en ese trabajo seis anos. Cuando tenia diecinueve vivia en la calle y Lucius la recogio dandole un lugar donde vivir en el atico del club. Sabia perfectamente lo que sucedia alli, pero Lucius nunca le pidio que trabajara alli. El anciano la trato como una hija e incluso insistio en que siguiera estudiando, pero ella no quiso sabiendo que al menos le debia trabajar para colaborar en su manutencion. Pidio trabajar en el guardarropa donde alli estaria segura de varios pervertidos del club y el estuvo de acuerdo. Estaba sentada leyendo un libro cuando escucho los gritos del piso de abajo. Miro hacia la puerta, pero el de seguridad debia estar fumandose un cigarrillo y no estaba en su puesto. Glory no se lo penso, porque la que estaba abajo era Shine y era una chica fantastica. Bajo por las escaleras y al ver que un hombre desnudo la tenia encadenada a la pared de espaldas golpeandola con una vara, se acerco furiosa a la pared y cogio el latigo. El tipo ni vio llegar el primer latigazo tan concentrado que estaba en infringir dolor y ya no pudo detener ni el segundo, ni el tercero. Glory perdio el control y le dio una paliza que el tipo no olvidaria nunca. Cuando Lucius bajo y vio la situacion, pidio a sus gorilas que sacaran al tipo de alli y antes de que se lo llevaran a rastras, le cogio por el cabello levantando su cabeza y siseo --Como abras la boca, te la vuelvo a enviar. No se destroza la mercancia, hijo de puta. Solo se disfruta. Mi nina ha hecho lo que hubiera hecho yo. No vuelvas por aqui si quieres seguir conservando la piel en el cuerpo. Unas chicas se acercaron a Shine que estaba inconsciente en ese momento y la desencadenaron llevandosela entre todas para atenderla. Con la respiracion agitada, Glory aun con el latigo en la mano miro a Lucius algo preocupada. Su jefe sonrio. --Nina, has hecho bien. --Metio la mano en el interior de la chaqueta y saco un puro mordiendo el extremo y escupiendo en el suelo de piedra. Saco el mechero y encendiendolo, ilumino su rostro y su pelo blanco mientras aspiraba una y otra vez hasta encenderlo. Lucius sonrio cogiendo el puro entre sus dedos y apartandolo de la boca para expulsar el humo. --?Como te has sentido? Le miro con desconfianza. --?A que te refieres? --pregunto agresiva. --?Crees que no se tu secreto? Eres tan transparente para mi. --Lucius sonrio mirando a su alrededor. --Se lo que opinas de nosotros. Que somos enfermos. --No opino eso de ti. --?Crees que a mi no me gusta dominar a una mujer cuando le hago el amor? --Se que te gusta, pero nunca harias algo asi. --No. --Miro con desprecio los grilletes de la pared. --A mi no me gusta torturarla provocandole dolor. --Sonrio malicioso. --Aunque un poco no viene mal para alargar el extasis, algo continuado me parece excesivo. Glory le observaba sin decir nada. Su porte y su traje demostraban que era un hombre que siempre lo habia tenido todo. Le vio caminar haciendo ruido con sus zapatos italianos sobre el suelo de piedra. --No has contestado a mi pregunta, pequena ?Como te has sentido? --?Golpeando a ese cabron? --?Cuantas veces te he dicho que no digas tacos? Sonrio sin poder evitarlo por la reganina y Lucius movio la cabeza de un lado a otro como si no pudiera con ella. --Me he sentido bien. --?Como de bien? Glory entrecerro los ojos. --No me he excitado, si es lo que preguntas. Lucius suspiro de alivio. --Pero te ha gustado. --Me encantaria pegar a todos esos cabrones, que se creen con derecho a golpear a una mujer --dijo con rabia. --No podras hacerlo si ella disfruta. Esa es la regla. Solo si el se pasa de la raya. Los ojos de Glory brillaron. --?Me dejaras? --Me acabo de dar cuenta que lo que ha sucedido hoy no puede volver a pasar. Tu evitaras que ocurra de nuevo. ?Podras soportarlo? Veras cosas que puede que te escandalicen. Glory levanto una ceja. --?No te has dado cuenta que ya no me escandaliza nada? Lucius la miro con pena. --Siento que siendo tan joven hayas visto tanto. Se encogio de hombros tirando el latigo al suelo. --Me voy con los abrigos o esos ricachones me lo revolveran todo.

  • Todos mienten de Mindy Mejia

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    Hattie Hoffman esta en el ultimo ano de instituto y tiene un futuro prometedor por delante como actriz. Cuando aparece brutalmente asesinada tras el estreno de la obra de teatro de la que era protagonista, la tragedia golpea a quemarropa la pequena ciudad en la que vive. Del Goodman, el sheriff local, muy amigo del padre de Hattie, promete dar con el asesino, pero la investigacion acaba desvelando mas secretos que respuestas: Hattie tambien era una gran actriz fuera del escenario.

  • Un nuevo comienzo (Edentown 12) de Annabeth Berkley

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    Era sabado por la manana. Brooke Sawyer estiro los brazos perezosa. El sol entraba por la ventana de su dormitorio y no tenia ninguna prisa por levantarse. Ya madrugaba demasiado durante la semana para ir a trabajar como profesora al instituto como para hacerlo tambien el fin de semana. Miro el reloj digital de su mesilla. Marcaba las nueve de la manana. Aun asi, ya habia dormido suficiente, penso sonriente. Se levanto con calma. No tenia ningun plan mas que seguir estudiando el ultimo master online al que se habia apuntado. Esta vez era sobre Igualdad de genero, algo que le parecia muy interesante y que, sin duda, le ayudaria a mejorar de alguna manera a la hora de impartir sus clases. El anterior que habia cursado sobre Inteligencia Emocional, lo estaba poniendo en practica con grandes resultados. Bajo las escaleras tranquila y satisfecha mientras se recogia su larga y ondulada melena oscura en una coleta. Fue a prepararse un cafe en la cocina, cuando se quedo parada. ?Habia visto algo al pasar por el salon? Retrocedio sobre sus pasos y se quedo quieta en la puerta. No podia ser cierto. --?Dan? --pregunto con el ceno fruncido. El hombre alto y rubio que estaba en el salon con los brazos de jarras y cabizbajo cogio aire antes de darse la vuelta y mirarla. --Brooke --le dijo a nombre de saludo. Brooke le miro boquiabierta. --?Que estas haciendo aqui? --Tambien es mi casa --le recordo con una sonrisa cinica. Brooke noto que una rabia tremenda se apoderaba de ella. Una rabia que se acentuaba al ver que seguia siendo tan guapo y atractivo como recordaba. Deberia estar prohibido ser perfecto, penso malhumorada. --?Que pretendes? --le pregunto airada--. No pensaras quedarte aqui. --?Por que no? --le pregunto insolente aparentando diversion--. Esta casa es muy grande para ti sola y la mitad es mia. Asi que tengo el mismo derecho que tu. Brooke entro en el salon con los brazos en jarras, en la misma posicion que el y miro la coleccion de maletas y mochilas deportivas que habia a su alrededor. --Pero ?para cuanto tiempo has venido? ?Es que piensas quedarte todo el verano? Dan Sullivan hizo un gran esfuerzo para no decirle lo que realmente pensaba de semejante recibimiento. Apreto los labios con fuerza para evitar que varias palabras malsonantes salieran por su boca. Bastantes problemas tenia en su vida como para tener que lidiar con una solterona frigida y amargada, penso ocultando la furia que sentia. Tenia tanto derecho como ella a vivir en esa casa y estaba decidido a ejercerlo. --Podria decirse que si --le confirmo ocultando que iba a quedarse mas tiempo--. Asi que si tienes algun problema al respecto es cosa tuya. No te voy a quitar la habitacion, me quedare con la del final del pasillo. Dan paso por su lado, cogio dos maletas y subio por las escaleras sin mirarla. Brooke lo vio subir, incredula. Eso no podia ser cierto. No podia estar sucediendo de nuevo. Pero lo peor de todo era tener que darle la razon. Realmente tenia el mismo derecho que ella a estar alli. Su tia se habia casado con el tio de el en segundas nupcias, habian comprado la casa juntos y ambos la habian heredado a partes iguales cuando ellos habian fallecido en accidente de trafico hacia unos diez anos. Fue a la cocina muy molesta. Abrio el armario donde tenia el cafe y cerro la puerta con fuerza. Preparo la cafetera con movimientos secos y bruscos mientras murmuraba todas las groserias y palabras malsonantes que le nacian de dentro. Dan volvio a por el resto de su equipaje y miro hacia la cocina donde una visiblemente malhumorada Brooke preparaba el cafe. La observo con una mueca. Iba descalza y con un pijama veraniego de dos piezas. Tuvo que reconocer que el tiempo la habia tratado bien. La chica que habia conocido e ignorado en el instituto se habia convertido en una mujer atractiva y por lo menos ya no se escondia tras las horribles gafas de pasta que llevaba siempre y sus oscuras ropas dos tallas mas grandes. Ahogando un suspiro subio otras dos maletas. Ella no iba a sacarle de alli y eso lo tenia claro. El habia vuelto a Edentown para quedarse, por lo menos de momento y la casa era suficientemente grande para los dos como para no tener que mirarse siquiera. Sonrio con ironia. En la casa podrian no cruzarse, pero ella no parecia saber que iba a trabajar el ano siguiente como entrenador del equipo de beisbol del instituto donde ella daba clases. Hizo una mueca. Si no lo queria ver era su problema. El debia preocuparse por el, por rehacer su vida, por pensar en su futuro. Necesitaba tranquilidad, espacio, calma, y estaba seguro de que en Edentown iba a encontrarlo. Su ultima lesion en el campo de juego habia acabado definitivamente con su carrera deportiva. Aun no habia saltado la noticia a los medios, y no sabia cuanto tardaria en hacerlo. Habia contactado con el entrenador de su instituto para conocer la posibilidad de entrenar a los estudiantes. Para el habia sido muy humillante, pero queria seguir vinculado al beisbol y era lo primero y lo unico que se le habia ocurrido. Afortunadamente el entrenador Mitchel iba a jubilarse al ano siguiente y se sintio muy afortunado de cederle el puesto sin tener que preocuparse por nada mas. Dan se habia propuesto que fuera temporal mientras pensaba que hacer con el resto de su vida. No habia sido justo que todo su futuro se desmoronara por una estupida lesion. Y no le habia gustado nada tener que decir adios al exito y a la fama. Los contratos publicitarios habian desaparecido. Las llamadas para asistir a las galas deportivas se habian esfumado. Las citas con las modelos y actrices del momento se habian cortado por lo sano, y las pocas entrevistas que habia tenido en los ultimos dos meses habian sido para preguntar maliciosamente por su declive profesional y personal. Poco despues de su accidente habia estado en Edentown para el evento deportivo que se habia organizado en primavera. Habia recordado lo que era un hogar, lo que era estar rodeado de gente que lo conocia desde siempre. Se habia sentido aceptado incluso por antiguos companeros del instituto y eso que reconocia que en su juventud se habia comportado como un autentico idiota. Ya no habia vuelta atras, penso cerrando la puerta de la habitacion en la que iba a quedarse. ?Que habia hecho Brooke con esa habitacion? Pintarla en amarillo y combinarla con tonos azules. Hizo una mueca. Era demasiado femenina para su gusto. Demasiado luminosa, demasiado alegre. Penso en su elegante y lujoso apartamento en la ciudad. Tenia que pensar que hacer con el. Lo habia cerrado con la esperanza de poder volver algun dia, pero sabia que las estrellas de beisbol lesionadas tenian una vida muy fugaz, y mas cuando dejaban de jugar en mitad de la temporada. Maldijo la lesion que le habia sesgado su carrera deportiva y maldijo la soledad tan grande que sentia. Se sento sobre la cama. Si por lo menos Erin no hubiera empezado a salir con el medico ese del que parecia que estaba tan enamorada... Su eterna novia del instituto, tan bonita, tan encantadora... siempre habia estado a su lado. Le habia seguido a la universidad y el se habia portado con ella como el egocentrico irresponsable que era. La habia abandonado embarazada... Por entonces le habia parecido bien. No iba a cargarse con una mujer y un crio cuando empezaba a lanzarse su carrera profesional. Pero ahora no tenia tal carrera, ni a Erin ni al nino que habia perdido poco despues de descubrir que estaba embarazada. Se dejo caer, resbalando, desde la cama hasta la alfombra del suelo. No se podia sentir peor. Estaba completamente solo. Sus padres se habian mudado a la costa hacia tiempo. Llevaban su propia vida. El no iba a preocuparles con sus problemas. La tristeza le arraso los ojos llenandolos de lagrimas. Quiza solo fuera una mala racha, penso. Ademas, Dan Sullivan no tenia problemas, se repitio como tantas veces el ultimo mes. Estiro el brazo hasta una de sus mochilas. Abrio la cremallera y saco la botella de whisky que habia comprado poco antes de llegar a Edentown. Miro por la ventana. El sol lucia radiante, ajeno a todo lo que sentia, penso malhumorado. Abrio la botella. Sabia que era demasiado temprano para beber. Sabia que no solucionaba nada entregandose al alcohol. Ya habia comprobado que tampoco le servia como via de escape. Sabia que ni siquiera le convenia hacerlo. Pero le dio igual. Todo le daba igual. El cafe no habia hecho que el malhumor que sentia Brooke se desvaneciera. Subio a darse una ducha sin comprender que pretendia Dan quedandose alli en Edentown. Esperaba que no hubiera vuelto por Erin. Erin McNamara era muy feliz con Dylan Blake. Ya les habia ocasionado problemas en su anterior visita para la celebracion del evento deportivo. No iba a dejar que les volviera a fastidiar. Ella sentia mucho aprecio por su inseparable companero de instituto y aunque, a veces, todavia le molestaba que Erin fuera tan encantadora y perfecta se alegraba por ambos. Se metio en el cuarto de bano para ducharse. Dan Sullivan no iba a interferir en sus planes de fin de semana. Abrio el grifo del agua. Los pocos dias que habia estado Dan en la primavera y en los que tambien se habia empenado en compartir la casa con ella, apenas habian intercambiado unas pocas palabras. Dan tenia demasiada vida social en Edentown, y cuando no estaba alternando con alguien se encerraba en la habitacion. Brooke recordo que le habia sorprendido bebiendo solo en casa mas de una vez, pero no le presto mayor atencion. Siempre habia ido un idiota egoista y prepotente. Aunque, tenia que reconocer a reganadientes que, desde que habia vuelto a verlo casi sentia pena por el. Todo lo extrovertido, sonriente y exitoso que parecia, desaparecia al entrar en casa. Se encerraba en el dormitorio que habia escogido como propio y no lo volvia a ver hasta el dia siguiente con otra radiante sonrisa segundos antes de pisar la calle. Tambien recordo los dias de instituto cuando el era el capitan del equipo de beisbol. Popular, atractivo a mas no poder y el que se llevaba todas las miradas de las estudiantes. Ella no lo soportaba. Siempre sonriendo, siempre tan guapo, siempre tan atento con su eterna y perfecta novia, la capitana del equipo de animadoras. Jamas se habia fijado en ella. Resoplo molesta. No iba a conseguir estropearle el fin de semana. El agua de la ducha empezo a salir fria, motivo perfecto para salir de alli, secarse el cabello y empezar a estudiar su master. Y, por supuesto, ignoraria a Dan, como siempre habia hecho.

  • La rosa escondida de Reyes Monforte

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    Una nueva historia basada en la tormentosa vida de una inmigrante que llega a Espana huyendo de la guerra de Bosnia.

  • Silence en el ultimo invierno de Geli Wittmann

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    Uno de los jueces americanos, con voz impersonal, le solicito identificarse: --Jochen Probst. Numero 42. Miembro desde 1934 hasta el final de la guerra de las Fuerzas Armadas del Reich. Y, mientras tanto, presa de nostalgia, su alma se traslado al amanecer del dia 16 de diciembre, donde 22 divisiones alemanas --acorazadas y de infanteria-- se lanzaron contra las debiles lineas aliadas en el frente de las Ardenas. Un gelido amanecer donde le parecio escuchar, conjurada como un encantamiento, Silence de Ludwig van Beethoven, y que luego de la guerra seguiria escuchando mezclada en esos copos de nieve que ya no caian en los bosques extensos y montanosos, las carreteras heridas y los pueblos dispersos. Marie Louise tuvo razon. El hechizo no lo protegeria mas alla de la arbolada. Ahora, contra su deseo, todo lo que le quedaba, dolorosamente, era la resignacion y la reminiscencia. De improviso vio en la interprete sentada a su lado la fragil fisonomia de la belga bajo la danza evanescente de los copos de nieve. Estaba mirandolo con las pupilas humedecidas, implorandole para que regresara a su lado, donde nadie lo lastimaria. El fiscal, que vestia el uniforme marron del enemigo, le hablo en ingles: --Voy a leer un parrafo de la declaracion que hizo el 25 de abril: A mi pregunta de que se debia hacer con los prisioneros, respondio: <>. ?Eso es cierto? La interprete tradujo al aleman y Jochen, circunspecto, contesto: --Dije que no perdonariamos a nadie porque ellos nos habrian tiroteado del mismo modo, si hubieramos caido en sus manos. Y ese mismo dia pusimos en marcha la operacion con las mismas condiciones. No obstante, la mujer se confundio en lo ultimo al traducir al ingles y algo turbada le pidio en aleman que repitiera. --Con lo que hacia el mando britanico --anadio luego de escucharlo, levantando la vista y fijandola en el fiscal. Volvio a prestar atencion a la voz de Jochen a su costado, se removio en la silla y transmitio: --Estuve detenido cinco semanas en un sotano que estaba completamente a oscuras. No habia ningun resquicio por el que pudiera entrar la luz. Y en el transcurso de esas cinco semanas, solo pude asearme una sola vez. La interprete ya no le presto atencion. Por el momento, las preguntas del fiscal habian concluido. El acusado numero cuarenta y dos fue conminado a abandonar la silla para reintegrarse al grupo de los setenta y tres hombres que en el ultimo periodo de la guerra estuvieron a su cargo y que ahora permanecian sentados, en hileras, con un numero sobre el torso al fondo de la sala. Jochen fingio que no le importaba. La interprete se levanto y salio de la sala. Era mejor asi. Mientras no viera su fantasma, podria dominar la melancolia. <>. Aunque sabia que no lo haria, pues se habia quedado con el desde el primer invierno. Capitulo 2 --Te contare algo, mi nina. Amelie, tu madre, decia que la nieve de Viena estaba hecha de chocolate, en medio del aroma embriagador que se desprendia de los granos de cacao que se iban derritiendo a fuego lento en su cocina. A veces tenian olor a menta, otras a canela, otras a frutilla, otras a almendras. Incluso a petalos de rosa. El sabor nunca era el mismo. Desde que su esposo habia muerto, para ella, el chocolate, siempre sabia a hiel. Sin embargo, no podia dejar de prepararlo. Se habia vuelto una terapia y una lenitiva conexion al pasado. Maximilian murio amando el chocolate. Ese gigante de mejillas arreboladas y barba blanca disfrutaba elaborando refinadas trufas, barritas y pasteles. Habia abierto una pasteleria en la Stephansplatz, --que en navidad ella decoraba con figuras de mazapan, nueces, anis, bastones rojos, campanas doradas y guirnaldas verdes-- y en un amplio escaparate con relieve exhibia las delicias que nacian de sus manos culinarias. Estaba haciendo un pastel de tres pisos cuando su enorme corazon bondadoso se detuvo y el polvo y la viruta cubrieron los rincones como una maldicion. Era pleno invierno y llovia con cuajarones de nieve. La tienda no volvio a abrir y aquella lluvia se trasunto con el aroma del chocolate de Maximilian. --Estas hablando de papa. Sonrio. Chloe estaba acodado sobre la mesa con aire sonador y su larga cabellera lisa irradiando como un rayo de sol servia de marco a unos ojos grandes y ceruleos como el sueter de cuello alto que la cubria, y se aparto para acercarse a la ventana. Ya era una nina de ocho anos. El tiempo pasaba rapido. Marie Louise se inclino para continuar escribiendo. --!Esta nevando, abuela! Sin levantar la vista, declaro: --Y no dejara de hacerlo mientras dure el invierno. La nina contemplo otro rato mas la nieve que se apinaba como cerros de azucar a lo largo de ese bosque encantado en las Ardenas. Luego volvio a fijar su atencion en la anciana, quien estaba sentada a la mesa escribiendo en un cuaderno que muchas veces vio junto a la estufa de lena. --?Que escribes, abuela? --le pregunto frunciendo el ceno. La anciana, con su eterna cabellera blanca y su sonrisa noble, se detuvo y la miro. --Una receta. --?De que es? --regreso a la mesa y se instalo en la silla frente a ella. --Es secreta y no deberia decirtela. Pero lo hare porque no cesaras en tu curiosidad. Escribo una receta de mermelada de frambuesa que le gusta mucho a tu abuelo Noah --le confidencio. --A papa le gustaba el chocolate. --Asi es. --A mi marido tambien le gustara el chocolate y caera en los copos de nieve. La mujer volvio a sonreir ante su ocurrencia y le froto el dorso de la mano. --No lo dudo, mi pequena Chloe. El chocolate es el alimento del amor. ?Quieres que te prepare un tazon de chocolate caliente? No olvides nunca que tambien ayuda a quitar las penas del alma. Esos cielos borrascosos, algun tiempo despues, sirvieron de telon a la descarnada escena que se estaba desarrollando en los bosques desde principios de diciembre de 1944. Entonces tuvo la impresion de que se trataba de un deja vu. Le parecio visualizar a la pequena Chloe pegada a la ventana resquebrajada de la cocina, mientras le confesaba su deseo de ver caer a su futuro marido del cielo entre los diminutos copos de nieve. En ese momento, con una rara inquietud en el pecho, supo que el anhelo de su nieta se trato de una premonicion, un hecho que ya estaba predestinado. Lo mas curioso de todo era que un rato antes, Chloe, convertida ya en una mujer de veintiseis anos, habia podido conciliar el sueno con una sola caricia de su mano, ajena a los demonios que solian atormentarla desde que su marido, un hombre mayor que no cayo del cielo precisamente, decidio enviarla de regreso a su lado. Cerro las cortinas, persignandose. Almas en pena. Desde hacia unos dias que la tierra se estremecia y, a ratos, una luz apocaliptica iluminaba el firmamento. Al otro lado del bosque, estaban combatiendo alemanes y americanos. Ella habia visto no hacia mucho como los alemanes trasladaban sus blindados a traves de los meandros, machacando raices y asustando a las hadas que se ocultaban en el follaje que cubrio la ventisca. Para no asustar a su amado Noah ni a su nieta, se lo habia callado. Los preferia distantes a esta realidad, protegidos en medio de esas paredes de madera aneja que habian resistido decadas en medio de aquella zona de valles, prados y colinas. El follaje espeso servia de fortaleza a la morada de un piso que habia heredado de su propia abuela. La guerra, que habia comenzado cuatro anos antes, no llegaria ahi. Un hechizo que nadie sabia la envolvia, cual escudo. De todos los cuentos que le relato a Chloe de nina, este fue el unico que se reservo, aunque la pequena siempre presintio que algo magico se escondia en la ancestral casa de su abuela, junto a la cual corria un pequeno arroyo susurrante. Apenas el dia despuntara iria por lena, se dijo mientras se acercaba al lecho de hierro antiguo de Chloe para arroparla. Le acaricio los cabellos y su fisonomia delgada la enternecio. Habia pasado penurias en Bremen y eso no lo podia negar. Pero ya no importaba. Porque ella siempre estaria ahi para contenerla en sus brazos. Asi como lo estaba para Noah. --Mi pequena Chloe, al parecer no estabas tan equivocada... --le susurro cuando se inclino a besarla en la sien, pensando que a lo mejor alguna de esas siluetas que combatia al otro lado del bosque era el marido que su nieta anhelo de nina. Capitulo 3 Al otro lado del bosque, lejos del realismo magico de Marie Louise, Jochen Probst oteo por sus prismaticos. La neblina envolvia al pueblo como si se tratara de una opera macabra y el viaje por aquella carretera tortuosa se habia relentizado convirtiendo al reloj en un asesino. Varios vehiculos se habian perdido por averias mecanicas. Preocupado, bajo los prismaticos y ordeno llamar al SS Haptsturmfhurer Diefenthal, quien descendio de su Sdkfz 251 y se presento ante su comandante: --A la orden SS Haptsturmfhurer. --Acerquese, Diefenthal --le dijo con la mirada fija en la pequena localidad belga--, eche un vistazo, ?que opina? El veterano capitan de las Waffen SS se llevo los prismaticos a los ojos y, asintiendo, replico con voz grave:

  • El asesino del camino norte 1 de Rober H. L. Cagiao

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    Los acordes del Sweet Child O'mine la sacaron de aquella terrible ensonacion. Alguien le golpeaba con un Vieira en la cabeza y quedaba inmovil en el suelo, sin apenas poder moverse. Solo era un sueno. Miro el movil y torcio el gesto. Era Palau. Su jefe. -- Dime, Palau... -- Perdona, Comisaria, se que no son horas, de verdad, y se que te digo esto cada vez que te llamo pero necesito que veais algo. Os mando un video. Por favor, despierta a Costoya y echarle un ojo rapido. Salis manana por la manana para Colindres. -- ?Para donde? -- Colindres, Cantabria, Mar, paz, naturaleza, ?no querias un respiro de la ciudad? -- Si, me encanta el cantabrico, ?pero no se nos va un poco de nuestra zona de influencia? -- !A ver, Paola, Colindres esta en el camino de Santiago, el camino norte, ?te suena? -- Se puso la mano en la cabeza y comenzo a recordar los ultimos muertos en Zarautz y Gernika. -- Despertare al vago este pero no le prometo nada, lo oigo roncar desde aqui. ?No me va a adelantar nada? -- No, Comisaria, vea usted el video y luego hablamos. Les dejo desayunar, pero a las nueve los quiero preparados, intentare conseguirles vuelo a Bilbao y desde alli coche de alquiler a Colindres. -- Entendido, jefe, ?solo me llevo a Costoya? -- No, llevese a Ana y a Portela. El resto se quedan aqui, necesito a gente que vigile a los malhechores gallegos. -- ?Y Maria, aun no ha vuelto? -- Sigue de vacaciones en Madrid y no la voy a hacer volver por esto. Segun vaya la investigacion vamos decidiendo. En cuanto vean eso y esten preparados les voy informando. -- Perfecto. Ahora lo vemos -- Colgo el telefono y abrio el archivo que acababa de mandarle Palau. Al principio solo reinaba la oscuridad. Poco a poco empezo a darse cuenta de la escena. Era de noche, pero alguien arrastraba a otra persona por un camino. Le resultaba imposible saber donde estaban. Si escuchaba los quejidos de un hombre que imploraba el perdon. El video sufria un corte y volvia ya con mas luz en una especie de barrio monumental. Suponia que se trataba del lugar del que le habia hablado Palau: Colindres. Otro corte en el video y ahora si se veia nitidamente a una persona atada a los pies de una cama. Vestia ropajes antiguos. Fueron solo unos segundos. Suficiente para que un escalofrio le recorriese el cuerpo. Volvio a verlo. Tenia que ser el mismo. El que llevaban buscando desde hacia dos meses. El asesino del Camino Norte. Asi lo habia bautizado la prensa. Tenia que despertar a sus companeros. Eran las siete de la manana, les quedaban dos horas para intentar entender de que iba aquella nueva escena. II. EL ASESINO DEL CAMINO NORTE Todos habian visto ya el video. A unos mas que otros se les habia atragantado el desayuno. Paola estaba tranquila. Sabia

  • Delicadeza de Caitlin N. Howley

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    Lord Conall Wiseman era un conde. Su castillo era mas pequeno que el de Lord White y poseia menos tierras, pero a diferencia de este ultimo, Lord Wiseman nunca habia perdido el carino y el respeto de Emily. Ella le conocia desde que era una nina. El padre de Conall y el de Emily habian sido grandes amigos. Ninguno de los dos estaba ya en este mundo, pero sus buenas acciones serian recordadas durante mucho tiempo. Mientras Emily esperaba a que uno de sus criados llamara a las puertas del castillo, se acordo de su padre. Habia muerto hacia solo dos semanas. Al menos, habia partido sabiendo que Emily ya no estaba entre las garras del conde. Recibimiento Lord Wiseman era alto y fuerte, pero ella nunca se habia sentido intimidada en su presencia. Los ojos del marques siempre estaban llenos de ternura cuando la miraba. Era rasgados y de color gris. Tenia el cabello marron rojizo y normalmente, llevaba se dejaba un poco de barba. Cuando las puertas del castillo se abrieron, Emily se sorprendio al verle. Habia esperado ser recibida por un grupo de criados y ser conducida hasta una de las habitaciones, donde tendria que aguardar a que el marques apareciera. Sin embargo, alli estaba: alto, con una capa negra y unos guantes del mismo color. El hombre hizo una reverencia. --Mi senora, es un placer veros. Espero que hayais tenido un viaje agradable. --Asi ha sido, muchas gracias --le contesto Emily. Se fijo en que la expresion de sus ojos era diferente. Si, seguian mostrando la ternura habitual, pero podian leerse mas emociones en ellos. Al observarlos con mas detenimiento, Emily se dio cuenta de que transmitian dolor, rabia y tambien, culpa. Se sorprendio. ?Por que culpabilidad? ?De que se arrepentia? El le tendio la mano derecha y volvio a hablar: --Acompanadme, mi senora. Os ensenare vuestro dormitorio. Emily alargo el brazo con algo de vacilacion. Al percibirlo, el dolor en la mirada de Conall se intensifico, pero el no dijo nada. En lugar de ello, esbozo una sonrisa de animo y espero con paciencia a que ella decidiera darle la mano. Emily tambien llevaba guantes, pero, aun asi, sintio un ligero estremecimiento cuando le toco. Con delicadez, el le estrecho la mano y amplio su sonrisa. Despues, ambos caminaron en silencio hacia las escaleras. Apaciguar el dolor Tres criados les siguieron varios metros por detras con el equipaje de Emily. Cuando llegaron a la habitacion, lo dejaron junto a la cama y se retiraron tras hacer una reverencia. El ultimo de ellos cerro la puerta. Emily no pudo evitar soltar un respingo cuando oyo ese sonido y sus ojos fueron directos al picaporte. Lo miro con nerviosismo. Conall siguio la direccion de su mirada y al entender lo que pasaba, se apresuro a recorrer la distancia que le separaba de la vuelta y volvio a abrirla. --Ya esta --le dijo a Emily con un tono que sono falsamente alegre--. No teneis nada de que preocuparos. Aqui estais a salvo. Emily aparto los ojos del picaporte y le observo. Enseguida, puso una mueca y su respiracion se agito. --Ey, ey, no pasa nada. --Conall se acerco a ella y le toco los hombros--. Aqui estais a salvo. Nadie os hara dano. Os lo prometo. Emily se echo a llorar. El rostro del marques se lleno de tristeza. Muy despacio, le puso una mano en la espalda y la otra en la nuca, y la acerco a el. Emily no opuso resistencia. Enterro el rostro en su pecho y siguio sollozando durante unos minutos mas hasta que se calmo. Conall no dijo nada en todo ese tiempo. Se limito a acariciarle la espalda y a susurrar Shhh Shhh de vez en cuando. Fue Emily la que se aparto de el. Se seco las mejillas con las mangas del vestido y le miro con verguenza. --Lo siento --dijo con un hilo de voz--. No queria reaccionar asi, pero no soporto las habitaciones cerradas. Me empieza a faltar el aire y tengo la sensacion de que las paredes van a derrumbarse y me voy a quedar atrapada bajo los escombros. Lo siento. --Varias lagrimas mas rodaron por sus mejillas. Conall se las seco con las yemas de los pulgares. --Mi senora, no pasa nada. Soy yo quien deberia sentirlo. Emily puso un gesto de extraneza. --?Vos? ?Por que? --Debi darme cuenta del sufrimiento que padeciais con el conde. --Vos no teneis la culpa. Yo no se lo dije a nadie. Pense que no serviria de nada y que era mi obligacion aguantar con estoicismo. Ademas, debo confesaros que me daba verguenza airear mi situacion. --No teniais por que sentir verguenza. El era el monstruo, el que deberia haberse sentido mal. Vos fuisteis su victima. No hicisteis nada malo. --Vos tampoco hicisteis nada malo. --Emily le dedico una pequena sonrisa triste--. Mi padre fue el unico que se entero, poco antes de que el conde muriera, pero yo trate de convencerle de que mi vida con el no era tan mala como parecia. Mi padre estaba muy enfermo. No queria que por mi culpa se agravara su situacion. Sin poder resistir el impulso, Conall le dio un beso en la frente y le dijo: --Debeis desterrar la palabra culpa de vuestro vocabulario cuando os refirais a vos misma. Sois la mujer mas maravillosa que conozco. No habeis cometido ningun error por el que tengais que sentiros asi. Emily volvio a sonreir, pero esta vez con alegria. --Solo si me prometeis que vos dejareis de sentiros culpable por no haberos dado cuenta de mi situacion. --Emily, yo... --Por favor --le corto ella. Conall respiro hondo y cerro los ojos. --Esta bien --murmuro--. Os prometo que me esforzare para desterrar el sentimiento de culpa de mi interior. Emily le acaricio una mejilla y a continuacion, le dio un beso en ese mismo lugar. Noto que el hombre temblaba y vio que seguia con los ojos cerrados. Su respiracion era calida y olia a canela. Emily sonrio al recordar que a Conall le encantaba el bizcocho de centeno, miel y canela. Seguramente, habria comido una rebanada en el desayuno. Le acaricio los labios. Al instante, la respiracion del hombre se volvio mas rapida y el abrio los ojos. La miro con una infinita ternura. --Emily... --susurro. Poco a poco, inclino el rostro hacia delante, los dedos de Emily todavia sobre su boca. Cuando solo les separaban unos milimetros, el se detuvo para darle la oportunidad de que se apartara si queria. Emily no lo hizo. Permanecio quieta y muy despacio, bajo el brazo. Esa fue la senal que Conall que necesitaba para besarla. Cuando sus labios se tocaron, un estremecimiento les recorrio a ambos. Emily apoyo su mano izquierda en el pecho de el, muy cerca de su corazon, pero no lo hizo para apartarle. Fue mas bien como una necesidad de reforzar ese contacto, de sentirse todavia mas cerca de el. Conall la besaba de forma lenta, como si temiera asustarla. Sus movimientos eran suaves, gentiles. Le estaba dando la oportunidad a Emily de acostumbrarse a esa sensacion. Sabia que a ella nunca la habian besado. No, lo que el conde le habia hecho no era besarla. Conall se negaba a utilizar ese nombre para hablar de una demostracion de violencia y poder. Un sabor salado le sobresalto. Enseguida, noto que la boca de Emily dejaba de seguir sus movimientos y escucho un sollozo contenido que reverbero en sus labios. Se aparto de la joven al instante y le tomo el rostro entre las manos. --Lo siento --volvio a disculparse ella. --Shhh, shhh, no pasa nada. --La miro preocupado--. Decidme que deseais. ?Quereis que me vaya para que podais descansar hasta la hora de la comida? Emily nego con la cabeza. Conall no la habia entendido. Inspiro hondo y le explico: --Me habeis conmovido con este beso. Nunca pense que podria ser algo tan hermoso. Conall sonrio y la beso en la frente, y despues en la nariz, y a continuacion en las mejillas. Emily se rio y eso para el fue como un balsamo. Sin apartar sus manos de ella, le dijo: --Cualquier demostracion de carino es hermosa. Estar con la persona adecuada puede haceros sentir cosas maravillosas. Emily se sonrojo. --?Os referis a...? Conall volvio a besarle la frente antes de contestar: --Si, me refiero a hacer el amor. Por favor, no sintais verguenza, no es un acto pecaminoso. Compartir ese grado de intimidad con alguien a quien amas y respetas es algo hermoso. --Vos... ?vos sabeis de lo que hablais? --le pregunto ella. Conall podia notar el calor de sus mejillas y eso le enternecio. Sabia que para Emily resultaba dificil hablar sobre esa clase de temas. Con suavidad, le respondio: --No, no lo se. Por desgracia, nunca he podido estar con la mujer que amo. --Oh... --Emily aparto los ojos y parecio triste de repente. El le giro el rostro con delicadeza para que volviera a mirarle y le dijo: --Nunca he podido estar con la mujer que amo porque nunca me atrevi a confesarle lo que sentia. Cuando se caso, hace once meses, crei que la pena me consumiria por completo, pero la esperanza de que fuera feliz con el conde que su padre habia elegido, sirvio para consolarme. Por eso, cuando me entere de que Lord White era un desgraciado, yo... No pudo seguir porque en ese momento, Emily se puso de puntillas y lo beso con pasion. A Conall se le olvido como seguia la frase, y la imagen del conde se esfumo su mente como si fuera humo. Cuando se separaron, Emily volvio a ponerle la mano en el corazon y sonrio al notar que lo tenia acelerado. El le acaricio la mejilla derecha y le dijo: --Ojala pudiera borrar estos ultimos once meses. Ojala pudiera eliminar vuestro sufrimiento, apaciguar vuestro dolor. La contestacion de ella le sorprendio: --Podeis hacerlo. --Le miro con intensidad--. Hacedlo, os lo pido. Conall dejo de respirar durante unos segundos. Con la voz tenida de emocion, le pregunto: --?Que me estais pidiendo exactamente, mi senora? Los ojos de Emily mostraban una leve pizca de temor, pero su voz no temblo cuando le contesto: --Quiero que calmeis mi dolor, que me ayudeis a enterrar los malos recuerdos. --Hizo una pausa y anadio decidida--. Quiero que hagamos el amor. Pradera Al escucharla, Conall creyo que el corazon se le iba a salir del pecho. Emily, la persona a la que mas queria le estaba pidiendo lo que el llevaba anos con hacer. Las manos empezaron a temblarle. --?Estais segura? --le pregunto con la voz entrecortada. --Si. Necesito saber que el sexo no va siempre asociado con violencia, humillacion y terror. Conall sonrio con tristeza y los ojos se le humedecieron. Muy despacio, volvio a inclinarse hacia ella y le dio un pequeno beso en los labios. --El sexo nunca deberia ir asociado con ninguna de esas tres cosas. Siempre deberia ser motivo de alegria y placer. --?Es agradable incluso cuando no amas a la otra persona? Conall sabia que le estaba preguntando por sus amantes. Suspiro y le contesto: --Si. Y el respeto nunca deberia faltar, no importa como sean las circunstancias. Os prometo que, si estais decidida a seguir adelante, vosotras controlareis la situacion en todo momento. Seguire todas vuestras indicaciones. Parare si me lo pedis. --?Incluso aunque esteis...? --Emily bajo la vista hacia sus pantalones. El sonrio y le levanto el rostro con suavidad para que volviera a mirarle. Entonces, le contesto: --No importa cual sea mi estado. Jamas os obligaria a hacer nada que no quisierais o antepondria mi placer al vuestro. Conmigo no teneis anda que temer, os lo juro. Emily le sonrio nerviosa y le dio un beso rapido. Despues, le pregunto: --?Podemos hacerlo ahora? Conall le devolvio la sonrisa. --Podemos hacerlo cuando lo deseeis. Pero me temo que tendra que ser aqui dentro, o en una de las otras habitaciones, y no nos quedara mas remedio que cerrar la puerta. Si hiciera buen tiempo, podriamos alejarnos unos metros del castillo y tumbarnos en la hierba. Emily cerro los ojos y sonrio como si se lo estuviera imaginando. Al cabo de unos segundos, dijo: --No importa. Estoy segura de que conseguireis aplacar mis miedos. --Lo hare. --Conall la beso, esta vez con un poco mas de pasion que la primera vez. Cuando se separaron, le dedico una sonrisa luminosa y camino hasta la puerta. La cerro procurando hacer el menor ruido posible para no inquietarla y despues regreso junto a ella. Noto que estaba un poco mas nerviosa que antes. Le acaricio una mejilla y le pregunto con tono reconfortante:

  • Una carta en mi buzon (En papel 2) de Elena De La Cruz

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    Adriana vive con el miedo de que su acosador la alcance. Carlos sobrevive a la decepcion y el abandono de la mujer de su vida. Dos almas heridas que se encuentran y se ofrecen su amistad para salir a flote. Cuando la relacion entre ambos empieza a cambiar, un accidente trastocara sus vidas y los hara aun mas vulnerables. Solo la fuerza de sus sentimientos decidira su futuro.

  • Calor asfixiante (Serie Castle 6) de Richard Castle

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  • Siempre fuiste mi Julieta, Mencia Yano de Mencia Yano

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  • Como mueren las democracias de Steven Levitsky

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    Un libro que ha encabezado la lista de los mas vendidos en Estados Unidos.

  • El youtuber que me enamoro (A city of love 2) de Moruena Estringana

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    Claudia decide hacer su luna de miel.sin el novio.
    Tras aceptar que su pareja prefiere un tiempo alejados a casarse con ella decide cerrarle la puerta del todo e irse al que debio ser su viaje mas dulce sola, para encontrarse a si misma y decir adios a alguien que aunque sigue queriendo sabe que no es para ella.
    Ella no quiere oir hablar de enamorarse de nuevo, ni mucho menos, pero no contaba con la entrada en su vida de Niccolo, un espanol medio italiano que esta en Roma descubriendo la ciudad de su madre que no acepta un no por respuesta.
    Lo que ella ignora es que Niccolo tiene un secreto que marcara para siempre sus vidas.

  • Black, black, black de Marta Sanz

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    --?Paula? --?Si, Zarco?, ?que me cuentas? Ayer me puse mis pantalones con la raya perfectamente definida, mi pulover mas elegante, mi chaqueta cruzada, y sali a la calle con los ojos ocultos tras unas gafas de sol. Me perfume con una colonia que huele a madera y a musgo. Como un refinadisimo Philo Vance. Al mismo tiempo, fuerte, viril. Guapo. No puedo evitar ser una persona pulcrita ni que me gusten los muchachos de baja estatura y complexion debil. Ni que se me vayan los ojos. Mis clientes son una familia destrozada por el estrangulamiento de su hija; una familia que no entiende que la policia no haya aun apuntado con el dedo hacia ningun sospechoso y haya archivado el caso despues de un ano de infructuosas investigaciones. El marido de la muerta aun vive en el que fue su hogar conyugal y no puede decirse que sus suegros se fien de el. --Es moro --me informo el padre de la muerta. --?Quiere usted decir arabe?, ?marroqui?, ?argelino?, ?tunecino? --Quiero decir moro. El senor Esquivel no se desdice con facilidad. No tiene una predisposicion complaciente. Cuando me recibe, esta leyendo un diario conservador que ahora descansa encima del sofa abierto por la pagina de necrologicas. Ha estado resolviendo el crucigrama apretando tanto el boligrafo que casi ha traspasado el papel. Un ciego, tocando el reverso de la hoja, hubiera sido capaz de descifrar los trazos del senor Esquivel. Este hombre es tajante y no debe de pensar las cosas dos veces. El craneo lampino se le pliega como un acordeon cuando intuye que alguien matiza sus opiniones, lo que en su lenguaje quiere decir que se le lleva la contraria. --Moro --repito en voz alta mientras apunto el dato en mi cuadernito, y a Esquivel la calva se le vuelve a poner tersa. Las hostilidades entre el marido de la difunta y su familia politica justifican que mis clientes no vean demasiado a su nietecita, Leila, que acaba de cumplir dos anos. --?A usted ese le parece un nombre para una criatura? Mas alla de la eleccion del nombre, de la religion que pudiera profesar en el futuro y de la posibilidad de que Leila de mayor se pusiera un velito para cubrirse, a los Esquivel no les preocupa en exceso ese asunto. Si se resuelve lo del padre, lo de Leila se arreglara solo. Antes de continuar, aprovecho la mencion a la nina para explicarles que yo no puedo intervenir en un caso de asesinato, aunque si de otra indole. Como si se le hubiera ocurrido a el, Esquivel me interrumpe: --El caso esta archivado por la policia y, ademas, usted siempre puede decir que nuestro unico objetivo es recuperar a la nieta. La madre de la difunta, una mujer aparentemente servicial, con los parpados pintados con una sombra rosada, abre la boca: --Le advertimos a Cristina que no se casase. Pero no nos hizo caso. --Era muy bruta. Muy obcecada. Si se le metia algo entre ceja y ceja, no habia forma de hacerla cambiar de opinion. El padre pronuncio su diagnostico con cierto orgullo de casta y la madre rompio a llorar mientras compartia conmigo sus recuerdos: --Tambien estudio medicina por pura cabezoneria. Y todo para acabar limpiando culos, viendo carne vieja en un asilo. --Cristina no limpiaba culos. Y el asilo es una clinica de mucha categoria. --Me da igual. Nosotros le insistimos en que no hacia falta que se esforzase tanto, que con nosotros nada le iba a faltar, pero ella se empeno y, al final, fijese usted, !doctora geriatra! --Y muerta --apostillo el senor Esquivel. En nuestra cultura el empecinamiento esta bien visto. Lo mismo que las voluntades ferreas, la efusividad, la propension al llanto y la sinceridad a ultranza. Eche de menos que los Esquivel disimularan un poco sus fobias, que se mostraran mas corteses y opacos. Tal vez los filtros de su enmascaramiento les hubieran ayudado a no ser exactamente lo que parecian ser: dos viejos que hubiesen estampado, con gusto y cargados de razon, un bate de beisbol contra la cabeza de un pariente politico; un matrimonio anonimo, sediento de venganza, en un linchamiento popular. Quiero decir <>, pero logro que la expresion no se me escape. En su lugar formulo una pregunta: --?Era Cristina hija unica? La senora Esquivel se apresura a contestar con pudibundez: --Si. Aunque nos hubiera gustado, no pudimos tener mas hijos. La casa de los Esquivel es un chale en una zona privilegiada de la ciudad. Un chale anodino, decorado con mal gusto y que no cuenta con ninguna estancia tan hipnotica como el asfixiante invernadero en el que el Coronel recibe a Marlowe despues de que Carmen Sherwood haya intentado tomar asiento en las rodillas del detective: <>. En el chale de los Esquivel no me recibe una muchacha que se chupa el dedo con ojos de perdida mientras restriega su cuerpo contra mi bragueta impasible. Me recibe un matrimonio sesenton con unos rasgos fisicos tan vulgares que los recuerdo con dificultad. Alli no hay invernadero ni orquideas con petalos carnicos. No bebo varios vasos largos de whisky o de conac, llenos hasta el borde, mientras el senor Esquivel se emborracha solo con mirarme y aspira el humo de mis cigarrillos sin filtro para embriagarse por transferencia. Me dan una fanta de naranja y encima de la mesita no hay ceniceros. La camisa no se me empapa en sudor ni la tela deja transparentar la tableta de chocolate de mi musculatura. No es necesario que me quite la chaqueta. La senora Esquivel no tiene oportunidad de abrir la boca y de quedarse con ella abierta por motivos directamente relacionados con la dureza y proporcion de mi anatomia. Este oficio hay que tomarselo o con sentido del humor o con cierto culturalismo. El sentido del humor sirve para los galanteos, las entrevistas con los sospechosos y con los clientes --no esta de mas hacerse el simpatico--, para la aproximacion a la sordidez y para dormir como un tronco cuando uno se acuesta muerto de aburrimiento tras una jornada rutinaria. El culturalismo se aplica para contemplar el agujero de bala, la aguja de la trepanacion, el hachazo, las amputaciones de dedos y de orejas, incluso para darle a la infidelidad otra luz. Todo --los cuerpos desmembrados y los papeles de periodico-- son elementos para un bodegon, por ejemplo, de Chaim Soutine. Chaim Soutine deambulaba por las calles de Paris buscando el mostrador de la carniceria que exhibiera la gallina de sus suenos, la pieza de vacuno abierta, el costillar en exposicion salvaje, el color rojo, granate, magenta, menstrual, burdeos, carmin, bermellon, barroso, carmesi, fuego, sangre, rubi, pimenton, azafran, tomate, sandia, purpura. Chaim Soutine caminaba por las calles de Paris y, despues, se murio en una mesa de operaciones. El culturalismo he de aplicarlo pocas veces, porque yo casi nunca veo sangre a borbotones. Repaso documentos, ingresos y perdidas, asientos contables, tiro fotos. Converso con personas que se quedan palidas. Desde que saque mi licencia, rebusco entre las basuras un pasaje que ya he leido, la escena de una pelicula en la que un director, casi siempre en deuda con el expresionismo aleman, enfoca a contraluz el perfil fumador de un villano trajeado. Pero en la casa de los Esquivel no hay literatura, sino dinero. Invertido con mal gusto, pero dinero. Mientras lo anoto en mi libreta repito en voz alta: --Hija unica. Si hubieran sido conscientes de lo que le agradezco a la senora Esquivel que sea pudibunda; si hubieran podido ver las imagenes que desfilan por mi cabeza, la repugnancia que me produce representarmelos queriendo traer mas hijos al mundo; si hubieran sabido que me parecen atractivas las curvas y la apacibilidad domestica del Dr. Watson, que me encanta su caracter y que imagino lo bien que le irian a sus manos una aguja de ganchillo y una bobina de hilo de perle, que Watson seria el hombre perfecto para iniciar una convivencia en la edad madura, una vez olvidados los efebos, los apretones y el tiempo que perdi, los Esquivel no me habrian contratado jamas. Pero mis aptitudes para el disimulo y para la contencion son mas que notables, y los Esquivel no parecen muy observadores. Solo ven en mi a un hombre educado que apunta con eficiencia algunos datos en su cuadernito. Un hombre que, ademas, huele bien. Probablemente la muerta era un calco de papa, porque el senor Esquivel sigue resobando su idea fija: --Es que es incomprensible. Lo tienen delante de los ojos y !no quieren verlo! Esquivel me presenta el caso como pan comido. --Si mi hija se hubiera casado con un blanco, ya estaria en la carcel el pobre hombre. Pero con los moros nos andamos con pies de plomo...

  • Suenos fragiles de Yara Zgheib

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    Suenos fragiles es una novela emocionante, sincera y desgarradora que narra las vivencias de un grupo de mujeres, unidas por la enfermedad pero tambien por la esperanza, por el apoyo mutuo y por las ganas de vivir.

  • Checkpoint de Elsa Drucaroff

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    Los cuentos de Elsa Drucaroff invitan a no cerrar los ojos ante lo terrible y al mismo tiempo a no callar lo que esta pasando.

  • La ciencia de la salud de Dr. Valentin Fuster

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    ?Como conseguir un peso adecuado y mantenerlo? ?Como dejar de fumar y no recaer? ?Como sobrevivir al estres? El cardiologo Valenti Fuster ofrece en La ciencia de la salud consejos basicos para cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. El libro puede leerse de principio a fin o ser consultado ocasionalmente. La ciencia de la salud presenta en un lenguaje claro y ameno, ilustrado con ejemplos de pacientes anonimos, lo que la medicina sabe hoy dia sobre algunos de los problemas de salud que mas preocupan a los ciudadanos: el control del peso, la dieta ideal, el colesterol, la actividad fisica, la tension arterial, los chequeos de salud, el consumo de alcohol, la adiccion al tabaco, el estres y hasta la felicidad.

  • Placer prohibido (HQN), Julia London de Julia London

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  • En la piel de Barbra (Mujeres heroinas 2) de Anna Anudi

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    Y tu ?que harias por las personas que quieres?

  • El dia antes de la revolucion de Ursula. K Le Guin

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    Publicado originalmente en 1974 en la revista Galaxy Science Fiction,, este relato, ganador de los premios Nebula en 1974 y Locus en 1975, tiene como protagonista a Odo, la lider de la revolucion que dio lugar al odonianismo, sociedad anarquista imaginaria. Ursula K. Le Leguin identifica esta sociedad con el anarquismo, que para ella “es la mas idealista, y la mas interesante de todas las teorias politicas”. Pero lo que realmente le interesa a la autora es contar la hisotria de una mujer; no solo como ideologa de la revollucion, sino como persona, y asi la manifiesta en su presentacion: “Agradeci sumamente cuando Odo aparecio de entre las sombras y atraveso el abismo de lo probable pidiendo un relato, no sobre el mundo que contruyo, sino sobre si misma”.

  • Juro vengarte (Agente especial Ainara Pons 1) de Raul Garbantes

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    Una agente decidida a encontrar la verdad. Un asesino que conoce sus pasos. Cada decision que ella tome puede ser la ultima.

  • La apuesta del padrino de boda de Liz Levoy

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    La Apuesta del Padrino de Boda

  • PROMESAS DE AMOR CUMPLIDAS de Claudia Velasco

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    PROMESAS DE AMOR CUMPLIDAS, segundo libro de la Saga Lancaster, cumple diez anos y lo celebramos con una nueva edicion revisada y actualizada.
    “Despues del exito de El medallon de los Lancaster, primer libro de la serie Lancaster, Claudia Velasco vuelve a unir los destinos de los Forterque-Hamilton y los Lancaster y nos entrega el segundo libro de la saga, Promesas de amor cumplidas, donde conoceremos una nueva y apasionante historia de amor y donde nos reencontramos con Elizabeth y William Forterque-Hamilton, los grandes protagonistas de esta Saga en la que un apasionante viaje en el tiempo nos lleva a la Inglaterra de Enrique VIII.
    Filadelfia, 1920. Madeleine McDonaldson, hija de una acaudalada familia, suena con poder cambiar su destino, esta en contra de las costumbres de su tiempo y se resiste a contraer matrimonio con el hombre que su madre ha elegido para ella. Todos en su familia la ven apenas como a una muchacha confundida por su juventud y cegada por las nuevas ideas que se propagan en la epoca. Cuando la fecha de la boda se vuelve inminente, Madeleine ve como ultimo e improbable recurso para escapar un medallon que ha estado en su familia durante generaciones y del que, dicen, contiene el secreto para viajar en el tiempo.
    Condado de Berkshire, 1537, mientras William Forterque-Hamilton, el respetado duque de Forterque, pena por la ausencia de su esposa Elizabeth, su hermano James, un oficial del ejercito de su Majestad britanica, temido y respetado, se ve sorprendido por la aparicion en sus tierras de una joven misteriosa, que no solo llegara a su condado con las pruebas de un complot para asesinarlo, sino que tambien desatara a su alrededor una gran aventura que los llevara a conocer el amor y una enorme pasion que transformara sus vidas para siempre.

  • Forjado a fuego (Hermanos Chance 1) de Lara Kinsey

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    Brighid Bell se sentia como un pez fuera del agua. Era mejor ladrona que dama, pero no tenia un gran talento para ninguna de las dos cosas. Su lugar estaba en los establos, no en las gradas. Brighid miro a las otras mujeres en el hipodromo con desagrado. No hacia ellas, ellas eran agradables, sonriendo y riendo. No tenia ningun problema con ellas, pero nunca podria ocupar su lugar. Sus manos delicadas cubiertas por guantes descansaban en el hueco de unos codos masculinos. No, lo que le desagradaba eran esos hombres engreidos de manos suaves y miradas crueles. No queria que le controlaran, no queria acostarse y pensar en Inglaterra. Que le dieran a Inglaterra. Levanto la vista cuando un jockey paso por delante, rapido como una flecha sobre su caballo, y alli es donde queria estar. Arriba. Habia estado abajo y no volveria nunca. Su estomago rugio de forma audible. Habia pasado un dia desde la ultima vez que probo bocado y ahora por fin tenia la oportunidad de poner las manos sobre algo de comida. Bajo las escaleras apresurada. Teniendo en cuenta el numero de baratijas robadas que habia metido entre sus faldas, era mejor que se fuera antes de que las carreras terminaran. Escucho una respiracion de asombro colectiva y, por un momento, penso que le habian descubierto. Pero no. Se escucho un chasquido que Brighid pudo sentir en los huesos. Habia oido a caballos gritar antes. Los cascos pasaban en estampida dejando atras al caballo herido y a su jinete desplomado como un bulto inmovil. El mayor peligro era que la gran bestia le cayese encima. No era tan pequeno ni de huesos tan finos como los jockeys habituales, pero una tonelada de animal nervioso le haria dano a cualquiera. Brighid salio corriendo a la pista, esquivando caballos y jinetes. Ya estaba moviendose, tranquilizando a la asustada yegua antes de examinar su pata. Los calcetines blancos de la yegua alazana estaban manchados de sangre y suciedad. No se habia roto la pata, gracias a Dios, pero se habia doblado un tendon. La yegua necesitaria ser estabulada y tratada con hielo, si, y quizas algo de laudano en la comida no le iria mal, pero esta yegua volveria a ser montada, aunque no fuese en las carreras. Sintio una pequena llaga bajo la montura. No era de extranar que el animal hubiera gritado. Esa herida tenia que ser terriblemente dolorosa. Levanto la vista, pero nadie estaba atendiendo al jockey todavia, aunque una multitud de hombres con abrigos estaba corriendo hacia la pista. Su ropa de montar de seda de color azul como el hielo estaba desgarrada y hecha jirones, pero no podia ver ninguna costilla asomando debajo. Paso las manos por sus lados y le encontro aparentemente entero. Le dio la vuelta con cuidado hasta que estuvo boca arriba y cuando la miro entre parpadeos, ella le puso una mano tranquilizadora en la frente. Sus ojos azules y labios gruesos la dejaron ensimismada. El centro la atencion brevemente en su rostro y se agarro a sus faldas de un modo suplicante. Podia prestar atencion, eso era bueno. --Shh --murmuro Brighid, posando un beso impulsivo sobre sus labios. El volvio a tumbarse con un suspiro y cerro los ojos. Sus pestanas oscuras se movieron sobre sus mejillas como si ya estuviera sonando. Palpo sus piernas y sus brazos al completo, presumiblemente buscando lesiones, pero no pudo evitar notar la firmeza de sus gemelos y su pecho bien definido. Queria pasar mas tiempo acariciando los tensos musculos. --!Esta bien! --grito a los hombres que corrian hacia ellos. Paso los dedos por los rizos negros que se posaban sin fuerza sobre la frente humeda. De repente, se encontro rodeada de cuerpos vociferantes--. Mantengalo despierto --le dijo a la mujer mayor que habia aparecido con un decantador de brandy lleno. Despues, sintiendose culpable, le robo la cadena de oro y se perdio entre la multitud. *** Isaiah Chance se desperto en una habitacion oscura, con un pano humedo sobre los ojos y la quemadura del whisky en los labios agrietados. ?Cuanto tiempo habia estado inconsciente? Recordaba unos rizos dorados y unos labios llenos y rosas descendiendo sobre su boca con dolorosa suavidad. Tenia una sensacion de paz profunda, como si un angel le hubiera visitado, pero el dolor en la sien le decia otra cosa. Su cadena no estaba. Nada de un angel, entonces. La picara debia habersela robado. Mags entro ajetreadamente. --No dejare que participes mas en las carreras, Isaiah. Un hombre como tu no deberia tentar a la suerte. --Voy a comprar oficinas --murmuro. Hubiera sido un grunido si hubiese algo de veneno tras las palabras, pero el tono ronco era suave--. Vamos a abrir un negocio. Capitulo 2 Invierno de 1925 Su pequeno imperio crecia dia a dia. La luz de la lampara titilo cuando Isaiah inclino de nuevo la cabeza sobre los libros. Sid no era bueno con los numeros, por lo que recaia en Isaiah no solo ser la cara del negocio, sino tambien el cerebro. De algun modo, la cadena que llevaba acabo en su boca mientras trabajaba. Necesitaba algo que calmara su inquietud para que su mente pudiera centrarse en las columnas de numeros que no tenian fin. Habia poca luz en la estancia y el papel cebolla era casi ilegible. Cerro los ojos con los parpados arrastrandose como si estuvieran llenos de arena. El ardor le hizo recordar que llevaba despierto dos dias y una noche. Su mesa estaba repleta de fotografias: familia, amigos y sus amados caballos. Habia una fotografia pequena en un lugar de honor, un Isaiah mas joven al lado de una yegua alazana con calcetines blancos. Se sentia como si estuviera a punto de explotar. En sus dias como jockey habia tenido muchisimas cosas con las que ocupar su cuerpo y sus manos y despejar la mente: ensillar y quitar la silla, inspeccionar los cascos de su montura. La emocion febril de los dias de carrera. Ahora se mantenia a si mismo profundamente atareado, inclinado sobre los libros por pura fuerza de voluntad. Nunca le habia contado a Sid el esfuerzo que le costaba concentrarse, dejarle a el las cosas fisicas. Necesitaba algo que hacer con las manos. Saco un cigarrillo y lo movio de un lado a otro de la boca antes de dejarlo colgar de sus labios. Podia permitirse un tabaco mejor estos dias, pero los cigarrillos baratos le recordaban de donde venia, le recordaban a donde podia volver si llegaba una racha de mala suerte. La luz de sus oficinas tenia una cualidad grasienta, probablemente por culpa de las ventanas. El ambiente tambien era grasiento. Las lamparas llevaban horas ardiendo y en su pequeno rincon practicamente no se movia ni una gota de aire. Se levanto y se alejo de sus papeles como si estuviera en un sueno y salio por las puertas dobles al aire fresco del patio y los establos. Nunca habia tomado azucar con el te pero siempre llevaba algunos terrones para los caballos. Isaiah respiro profundamente; heno y paja y caballo, tablas banadas en sol y cesped cortado. Esto era lo que le mantenia con vida. Habia poco aire fresco en Birmingham, ahora menos que nunca, con las fabricas funcionando gracias a los hombres que volvieron de la gran guerra. Bueno, algunos de los hombres. No estaba seguro de que el hubiera vuelto a casa del todo, pero descarto cualquier atisbo de miedo o vacilacion o incluso imprudencia. Sidney y Grace le necesitaban. Todo el maldito mundo le necesitaba. Una victoria, una gran victoria, y puedo dejar de mirar atras. Cada vez estaban regulando mas y mas las carreras. Un dia para toda la familia, si, pero ahora a la gente le preocupaban los linajes y los progenitores. Isaiah no conocia su propio linaje y deseaba infernalmente no haber conocido nunca a su progenitor. Suspiro cuando salio de los establos al ruido y el clamor de la calle. Gracie estaba en el mercado, probablemente contado el dinero a escondidas mientras la senora Kimball regateaba sobre telas. Isaiah no le iba a explicar a Gracie como se ganaba la vida, pero ella habia absorbido el cotilleo que flotaba en el vecindario. Enterrador. Corredor de apuestas. Contrabandista. Vandalo. Estos ultimos seguramente se los creia, pero era cosa de familia. Su hermana de ocho anos caminaba erguida, era una de los Chance. Chances Brothers Limited daba trabajo a la mitad de Birmingham. Las voces sonaban en los puestos del mercado de Cheapside. Sus productos y, lo que era mas importante, sus aliados leales inundaban las calles. Camino entre las chispas y el humo, intercambiando inclinaciones de cabeza con todo el que se cruzaba e ignorando los susurros. Gran hombre, Isaiah Chance. Bebe whisky solo. Paga los sueldos puntualmente. Se tiro a la hija de un marques. Mato a un hombre por dinero. Mato a un hombre porque si. He oido que tiene un Bugatti. Se suena la nariz con seda. Tiene dos bastardos en dos paises. El mismo es un bastardo, o un diablo. Pero es nuestro diablo.

  • 11,4 suenos luz de Nicholas Avedon

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    “11,4 Suenos luz” es una novela distopica y oscura, donde los personajes sufren y aman, perdonan y olvidan. Todos ellos quieren empezar de nuevo y despojarse de sus secretos. En el Paris del siglo XXIII donde todo esta en venta, las emociones puras son de gran valor para aquellos que no pueden vivirlas. Esta es la historia de Ariel de Santos, uno de los artistas vivos mas reputados de los Estados Europeos del Sur, un hombre atormentado por sus pactos con el diablo y adicto al Trank, la droga universal. A traves de sus ojos, seremos testigos de una huida del pasado en la empresa humana mas ambiciosa de la historia, un viaje sin regreso hacia un destino en las estrellas.

  • Acero y miel de Ana R. Vivo

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    Karen Preston se ve obligada a viajar a Funchal, Madeira, para tratar de convencer al despiadado J. W. Bernades de que ella y su hermano, Robert, son buena gente. Sin embargo, nada mas llegar a la isla, Karen sentira que los problemas crecen en proporcion a sus miedos y fobias. El susodicho no aparece, todo el mundo se pone en su contra y, por si fuera poco, conoce a un atractivo isleno que la seduce nada mas aterrizar en la capital provocando que olvide a menudo el motivo de su visita, y haciendola vivir situaciones de los mas descabelladas en su, hasta ahora, ordenada y pulcra vida.
    Poco a poco, Karen, se vera involucrada en la vida de los Bernades y su propio pasado le pasara cuenta, obligandola a tomar decisiones muy drasticas.
    ?Conseguira Karen su proposito? ?O se vera envuelta sin remedio, en los lios que le depara esta increible isla del atlantico?

  • Cuando se trata de ti de Lucia Alfaro

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    Ayla es una chica joven timida e inexperta, Victor es un hombre maduro extrovertido y experto. Ayla quiere librarse de algo que ha acabado suponiendo una carga para ella y Victor es un gigolo que necesita el dinero.
    Dos personas completamente distintas con un acuerdo claro. Lo que no saben, es que van a tener mas cosas en comun que el sexo y el dinero.

  • Persigueme de Tessa Bailey

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    Bailey nos muestra una heroina apasionada e independiente que nos hara vibrar y emocionar a partes iguales. Una historia que nos sorprende por su dosis de humor y sus escenas ardientes. Emociones honestas y verdadera pasion.- Publishers Weekly. Roxy Cumberland se traslada a Nueva York con la intencion de lograr su sueno de ser actriz, pero nada es tan facil como parece Para colmo su cuenta bancaria disminuye dia a dia y ya no consigue ni llegar a fin de mes. Asi que ante su desesperacion por conseguir algo de dinero, decide apuntarse a un trabajo que consiste en cantar telegramas -la gente envia telegramas originales a alguien a modo de actuacion-. Su primer cliente es Louis McNally, un joven abogado al que su ligue de una noche le envia un telegrama cantado para reirse de su masculinidad. Por si el tema de la cancion no fuera suficientemente humillante, Roxy tiene que ir vestida de conejita, ?de verdad le esta pasando esto a ella? A pesar de una situacion tan comica, bromean y la tension sexual y la complicidad entre ellos es evidente Louis queda impresionado del audaz ingenio y la sensual voz de Roxy, y mas cuando ella toma la iniciativa para besarlo y dejarlo sin aliento. Desde ese momento, Louis estara perdido, y hara todo lo posible por saber mas de Roxy, simplemente la desea Pero Roxy es una mujer independiente, no esta dispuesta a tener una relacion con un hombre acostumbrado a conseguir todo lo que quiere ?Sera Roxy la excepcion? ?O podria ser Louis el hombre que necesita en su vida?

  • Descubriendo los secretos del macho alfa de Alex Vera

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    Una novela romantica de lectura ligera donde el amor, el suspenso, el romance, la aventura, el erotismo y la intriga, se mezclan en cada capitulo.
    Una hermosa abogada, tierna, inteligente y comprometida con la vocacion de servicio termina por accidente en la propiedad de un millonario guapo pero de un pesimo caracter. El destino parece haber equivocado los caminos con estos dos.
    Ella tenia un proposito laboral de ayudar a un grupo de inquilinos.
    El tenia un pasado oscuro y un secreto que ocultar.
    Las cosas se salen de control y el misterio se apodera de la situacion, pero tambien el romance se comienza a desarrollar. Entre secuestros, decepciones, sentimientos y emociones, la verdad sale a la luz y cada protagonista tiene que tomar sus decisiones.
    ?Un misterioso secreto sera capaz de romper el amor verdadero?

  • Siempre Blue de Amy Harmon

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    ?Es posible enamorarse cuando no sabes quien eres en realidad?

  • El elfo oscuro de Kasia Bacon

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    Yo, Lochan, del famoso clan Feyes, se muy bien lo que significa luchar.
    Como semielfo, he tenido que enfrentarme tanto a los prejuicios de otros, como a mi propio complejo de inferioridad.
    Solitario por naturaleza, he tenido que batallar contra mi aversion a ser tocado y a interactuar con los demas.
    Para convertirme en asesino de La Orden, he tenido que aprender a superar las limitaciones del cuerpo y de la mente.
    Pero negar el poder que Ervyn Morryes ejerce sobre mi, podria ser la unica batalla en la que no me declare vencedor. Porque la verdad es que -y maldito sea por ello- el incansable elfo oscuro consigue ponerme de rodillas ante el.

  • El lugar mas feliz del mundo de David Jimenez

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    David Jimenez vuelve al reporterismo literario que ha convertido su libroHijos del monzonen un exito internacional y nos traslada con sus cronicas a un mundo de paraisos perdidos, guerras olvidadas, heroes improbables y lugares marcados por los extremos de la condicion humana, sus luces y sombras.El lugar mas feliz del mundoes como el dictador de Corea del Norte describe la mas brutal y despotica tirania de nuestro tiempo. Tambien es una de las paradas del corresponsal deEl Mundoen un viaje que le lleva a adentrarse en la prision camboyana donde cumplen condena los pederastas mas peligrosos, ser testigo de la llegada de la television al reino de Butan, acompanar a un grupo de mafiosos yakuza en su intento de abandonar el hampa o permanecer en la desierta ciudad de Fukushima tras el accidente nuclear que mantuvo al mundo en vilo. Y es a menudo en mitad de la oscuridad, en lugares tomados por la desesperanza, donde el autor encuentra a los personajes mas fascinantes, las situaciones mas humanas y los actos de coraje capaces de hacernos creer en un mundo mejor. Ensalzado como el "Kapuscinski espanol", David Jimenez reune en este libro el manual definitivo sobre el periodismo de reportajes, una excepcional radiografia sobre la condicion humana y un recorrido vital de 15 anos en busca de un destino que a menudo esta mas cerca de lo que pensamos:El lugar mas feliz del mundo.