• libro yo por dentro - Sam Shepard

    https://gigalibros.com/yo-por-dentro.html

    De madrugada, echado en la cama, debatiendose entre el sueno y la vigilia, un hombre solitario medita, evoca escenas y ajusta cuentas con el pasado. Por su cabeza merodean recuerdos, en ocasiones fugaces, de su juventud, de su carrera como actor, de la relacion compleja con su padre y del papel de las mujeres en su vida.

  • Yo por dentro - Shepard, Sam - 978-84-339-8006-9 - Editorial ...

    https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/yo-por-dentro/9788433980069/PN_976

    Yo por dentro ... La primera novela del legendario actor y escritor. Una historia crepuscular sobre la familia, el amor y la pérdida. De madrugada, echado en la ...

  • YO POR DENTRO | SAM SHEPARD | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-yo-por-dentro/9788433980069/6395859

    11 abr 2018 — El libro YO POR DENTRO de SAM SHEPARD en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Yo por dentro: 976 (PANORAMA DE NARRATIVAS) - Amazon ...

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    Yo por dentro: 976 (PANORAMA DE NARRATIVAS) : Shepard, Sam, Zulaika, Jaime: Amazon.es: Libros.

  • Yo por dentro (Panorama de narrativas nº 976) Versión Kindle

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    En Anagrama se han publicado los libros de relatos Cruzando el paraíso y El gran sueño del paraíso, la obra teatral Locos de amor, los volúmenes misceláneos ...

  • YO POR DENTRO - SHEPARD SAM - Sinopsis del libro ...

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    De madrugada, echado en la cama, debatiéndose entre el sueño y la vigilia, un hombre solitario medita, evoca escenas y ajusta cuentas con el pasado.

  • yo por dentro - shepard, sam - Librería La Puerta de ...

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    YO POR DENTRO, SHEPARD, SAM, 18,90€. De madrugada, echado en la cama, debatiéndose entre el sueño y la vigilia, un hombre solitario medita, evoca escenas y ...

  • Yo por dentro - El Español

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    13 abr 2018 — Yo por dentro, el críptico nuevo libro de Sam Shepard (1943- 2017), ha recibido la etiqueta de obra de ficción, aunque su protagonista -un ...

  • Yo por dentro - Meganova

    https://www.meganova.es/es/libro/yo-por-dentro_2450090976

    Yo por dentro. , Shepard, Sam, 18,90€ ... Por su cabeza merodean recuerdos, en ocasiones fugaces, de su juventud, de su carrera ... Otros libros del autor.

  • YO POR DENTRO | Traficantes de Sueños

    https://traficantes.net/libros/yo-por-dentro

    Venta de libros on-line. Amplio fondo, con más de 30.000 títulos especializado en pensamiento crítico, movimientos sociales y narrativa de otros mundos. 91 532 ...

  • YO POR DENTRO - SAM SHEPARD - 9788433980069

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  • Los mejores reyes fueron reinas de Vicenta Marquez De La Plata

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    La fascinante historia de siete ilustres monarcas femeninas protagonistas de reinados admirables y periodos de prosperidad y gloria para sus pueblos. Al indagar en el devenir de las principales monarquias pronto se hizo patente que las personalidades seductoras y llamativas y los reinados mas admirables, eficientes y <>, si es que pude usarse ese adjetivo refiriendose a reinados, fueron los de algunas reinas. Ha habido muchas menos reinas que ejerciesen la auctoritas y la potestas, que reyes, sin embargo el resultado de ejercicio de la potestas es abrumador a favor de estas.

  • La tentacion vive arriba de

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    Las vacaciones de Marta y Javier, en Mallorca, estaban llegando a su fin, faltaban cuatro dias para regresar a la rutina de Madrid. Esa manana, Javier, recibio una llamada de Ricardo, les invitaba a cenar, para despedir el verano que habian pasado juntos, hasta el del ano siguiente y para comentar algo con el. Javier comento a Marta la llamada de Ricardo, y estaban algo intrigados por que seria lo que tenia que comentar con Javier.

  • Poder y Secretos de

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    El Club Secreto de los Millonarios: Romance Peligroso, Erotica y Amor con la Chica Prohibida
    Me ama, y ni siquiera sabe como me llamo.
    El quiere mas. Mas que mi cuerpo.
    Pero si se lo doy, todo se sabra.
    No puedo permitirlo, aunque le rompa el corazon.
    Pero... ?y si no puedo evitarlo?

  • Connor (Mia 3) de A.g. Keller

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    Connor Blair siempre ha estado rodeado de lujos, excentricidades y un aparente carino. Hace ocho anos necesito del apoyo y comprension de sus padres, los duenos de la cadena de supermercados Bronty, que al saber de lo que se trataba no dudaron ni un segundo en darle la espalda. Despues de todo Connor ha vuelto a Nueva York con un solo proposito, terminar de conquistar el corazon de Mia, una relacion que apenas comienza cuando ella lo acepto como su novio. Hay muchas cosas que Mia desconoce y que Connor no se atreve a confesarle por temor a perderla y, cuando cree que nada puede salir mal, aparecera en sus vidas la unica persona que tendra el poder de estropearlo todo. Sembrando la duda en su corazon, empujandola a tomar una decision que podria cambiar el destino de los dos. ?Quieres saber lo que Connor no se atrevio a contarle?

  • Trabajo temporal de Carmen Grau

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    Anna Estebanell se toma su vida laboral como una aventura. Salta de trabajo en trabajo aprendiendo cosas nuevas y disfrutando todo lo que puede, hasta que se aburre y busca algo mejor. Despues de un par de meses como teleoperadora representando al Futbol Club Barcelona, aparece en su vida la oportunidad de trabajar en un velero de lujo como azafata. Sin experiencia previa, se lanza a una nueva aventura temporal, que promete ser unas vacaciones pagadas. En vez de eso, se ve inmersa en un mundo de diferenciadas clases sociales. La convivencia en el reducido espacio vital del velero conduce a un verdadero temporal de relaciones humanas.

  • Una figura en las sombras (Los casos de Lewis Barnavelt 2) de John Bellairs

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    La segunda parte del clasico del suspense juvenil La casa del reloj en la pared, !la pelicula familiar del ano!

  • La mesa del rey Salomon (Los buscadores 1), Luis Montero Manglano de Luis Montero Manglano

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  • Aquel Viejo Sentimiento de Lorena Valois

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    Los tres hermanos Hunter parecian tenerlo todo gracias a su talento, atractivo y carisma.
    Forjando una carrera de musicos, cosechaban exitos y suspiros de sus fans.
    Pero fuera del escenario, no todo era color de rosa.
    Dylan habia encontrado al amor de su vida muy pronto y lo habia perdido por causa de un gran malentendido ocasionado por los celos y la desconfianza.
    Benjamin, tambien habia hallado el amor,aunque su discolo caracter escondia un duro secreto por debajo.
    Frederick, el mayor de los tres, amaba a la misma mujer desde hace anos, pero nunca se permitio acercarse a ella, desperdiciando valiosos anos en la espera.
    En medio de esa voragine en sus vidas, se veran envueltos en unos sucesos de venganza y oscuridad, que podria destruir todo cuanto le es querido.
    ?Que decision tomaran al verse enfrentados entre viejos sentimientos y unas nuevas emociones?
    Con mucha musica de por medio, unos personajes entranables y finales inesperados, Lorena Valois nos trae su primera novela romantica contemporanea.

  • Reyes de la noche (Nueva York 2) de Mariah Evans

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    Segunda entrega de la serie <>.T
    ras salvar a una nina, Katy, de las garras de un vampiro, Brad conocera a Lucy, la hermana mayor de esta, la cual trabaja en el hospital y mantiene una relacion con Bob, su jefe de cirugia.Dado el grave peligro que corren tanto Lucy como Kate, la division, y en concreto Brad, se vera obligado a protegerlas. La investigacion y la lucha por liberar a la ciudad de los depredadores que la tienen aterrorizada continua, encontrando un peligro aun mayor que pondra en jaque a toda ciudad y a la division.?Conseguira Brad el amor de Lucy? ?Lograra mantener a ambas hermanas a salvo?Amor, pasion, intriga… Apasionante saga de romance paranormal que causa sensacion.

  • Dime, quien es como Dios de Florencia Bonelli

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    Una mujer extraordinaria, que atraviesa la siniestra Guerra de los Balcanes en los anos 90 del siglo XX, trata de luchar contra sus fantasmas y encuentra la redencion en el amor. Esta historia se cuenta en dos volumenes: Aqui hay dragones. La historia de La Diana I y Dime, ?quien es como Dios? La historia de La Diana II.

  • Pasion (Apuesto y maldito) de Anisa Gjikdhima

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    Apuesto y maldito - Atraccion parecia una historia con feliz final. Sin embargo no es oro todo lo que reluce. De hecho, ser la compania de Erik Truston no es nada facil, sobre todo por su pasado turbulento y oculto. El dia de la boca ocurre algo impensable, la esposa no acude al altar. El pasado se asomara impetuosamente dando vuelta a la situacion. Un hombre frio y calculador como Erik esta acostumbrado a enfrentarse a todo, pero tambien el tiene un talon de Aquiles, y es Elisa. Inicia de este modo una carrera contra el tiempo, una sucesion de giros inesperados que llevan a los enamorados al limite.

  • El primogenito (La rendicion de un libertino 1) de Laura Merce

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    Primera entrega de la trilogia <>.

  • Real Money de Lynda Rees

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    El agente de bienes raices, el novio de Chloe Roberts, el alguacil adjunto Leo Sanders, sospecha que su madre, Ava, mato al rico amante de Ava. El mafioso reformado, su abuelo Tony, se ha recuperado recientemente de la muerte y es otro sospechoso. La vida amorosa de Chloe esta al borde de la distincion, y no puede esconder la nariz de la investigacion. Mientras tanto, el asesino tiene hambre de sangre nueva.

  • Bajo el arbol de los suenos de Sara Witch

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    Hacia calor. Se habia tumbado con su mochila bajo la cabeza, junto a un gran sauce lloron en el parque, despues de pasar el dia andando por toda la ciudad. No habia tenido suerte ese dia tampoco y cada vez le seria mas dificil encontrar un trabajo y un techo bajo el que guarecerse cuando empezara el frio. Se duchaba y comia en un albergue de la ciudad, y apenas le quedaban diez dolares en el bolsillo. Tenia que encontrar algo y pronto o su situacion seria desesperada. Ya hacia demasiado tiempo que estaba asi. No podia volver a casa, todo se habia precipitado con la muerte de su madre, y el seguia alli. Oyo una risa timida a su lado y, poco a poco, abrio los ojos. Sonrio al ver a una pequenaja de unos seis anos mirandola y tapandose la boca para amortiguar su carcajada. Ella la observo sonriendo sin entender de que se reia la nina, hasta que le senalo los pies. Despacio, giro su rostro hacia donde le mostraba y se sorprendio al ver a una ardilla en la punta de sus botas. Lentamente, saco de su bolsillo unos cacahuetes y se los mostro al roedor que empezo a oler el aire. Con toda la confianza del mundo, el pequeno animal se acerco a su mano, cogiendo uno de los frutos con los que la humana le tentaba. En el momento en que se hizo con el, se enderezo sobre sus patas traseras y huyo corriendo hasta el arbol mas proximo, escapando de algo que ellas ignoraban. --!Maggie! ?Cuantas veces he de decirte que no te separes de mi? --grito una rubia estilizada sacudiendo a la nina por el brazo. --No me hacias caso, estabas con el movil, me aburria y vi a la ardilla... Me haces dano. --Sam vio los ojos anegados de la nina y se levanto. --Deja de mentirme. Hablare con tu padre, esto no puede seguir asi. Eres una nina insoportable y muy desobediente. --Perdona, le estas haciendo dano. ?Por que no la sueltas? --?Y a ti que cono te importa? --La miro de arriba abajo con el desprecio marcando cada silaba--. Eres una muerta de hambre y no tienes ni idea de lo que puedo o no puedo hacer. --Solo te he dicho que le estas haciendo dano, ?por que no la sueltas y te calmas? No es mas que una nina --repitio. --!Policia! !Policia! --empezo a gritar la rubia, llamando la atencion de todos los que estaban proximos a ellas. --Pero ?que haces? --susurro asustada Sam--. ?Estas loca? --Ponerte en tu sitio, ?no lo ves? Sam cogio su mochila y empezo a alejarse. No podia hacer nada, solo meterse en problemas si la pija la denunciaba, aunque fuera con una mentira. Nadie la iba a creer a ella con sus pintas. Era una sintecho, alguien de quien no fiarse... Miro a la preciosa ninita, agacho la cabeza impotente al no poder ayudarla y se fue. Hacia una semana que dormitaba en la calle, concretamente en ese parque. Ya no podia ir al albergue, no queria que su pasado la encontrara, ya no podria ducharse ni buscar un empleo, porque nadie le daba una oportunidad al ver su aspecto desalinado y sucio. Aunque intentaba adecentarse con el agua de las fuentes, no obtenia el resultado optimo. Triste y decaida, se sento junto al arbol del parque donde pasaba algunos ratos pensando en como habia cambiado su vida en ese ultimo ano. --!Hola! Se giro y vio a la nina que conocio dias atras. --!Hola! ?Estas bien? --Le sonrio, pero, antes de que ella le respondiera, un hombre con traje se aproximo a ellas, cogiendole la mano a la pequena. --Maggie, ?que te tengo dicho? No se habla con desconocidos. --Miro a la mujer que estaba sentada junto al arbol y se dio cuenta de que era una indigente, que seguramente viviria en ese parque--. Disculpe a mi hija si la ha molestado. --!Papi, papi, papi! No es una desconocida. --Sonrio la pequena, mostrando la falta de un diente--. Es la chica de la ardilla. Ya te dije que estaria aqui. --!Vaya! --Volvio a observarla--. Es un placer conocerla, senorita... --Me llamo Sam, Samantha Johnson. Se sonrojo al ver como la escrutaba y como le tendia la mano para saludarla. Se sintio mas sucia que nunca y escondio las suyas a la espalda. Era un hombre muy atractivo con unos ojos oscuros, casi negros, que la observaban. El cabello largo, castano, recogido en un mono en la nuca que le daba un aire desenfadado en contraste con el traje oscuro y serio, seguramente hecho a medida. El se dio cuenta de su apuro y, como si no se hubiera percatado de su gesto, sonrio al ver como lo miraba. --Mi nombre es Andrew Turner. Maggie lleva dias viniendo a ver si te veia. Sam lo observo pensando que era la sonrisa mas bonita que habia visto nunca. Sonrio al recordar el momento en que descubrio la ardilla y las risas de la nina, pero volvio a ponerse seria al pensar en la rubia que iba con ella aquel dia. ?Andaria tambien por alli? No queria comprobarlo y meterse en lios. --Es mejor que me vaya. --?Por que? Por favor, no te vayas. Ibamos a tomar un helado, ?te apetece acompanarnos? --No --respondio tajante--. --No creo que sea buena idea. --Suavizo su respuesta y se sonrojo. --Vamos, tienes que contarme lo de esa ardilla, Maggie lleva dias hablando de ti y de ese bicho, y no estoy seguro de que lo que cuenta sea real. Ella miro su ropa y luego volvio la vista hacia el. --Es mejor que no, no quiero ser una molestia. Y mi aspecto... --No seras una molestia. ?Me permites que te ayude a levantarte? --Volvio a ofrecerle su mano ignorando sus ultimas palabras. Ella la miro y poco a poco la cogio. Cuando se tocaron una descarga le recorrio el cuerpo y se ruborizo. El no parecio sentirla, asi que no le dio mas importancia y, cuando estuvo de pie, se solto de inmediato. Cruzaron el parque andando uno al lado del otro y compraron los tres helados en un puesto ambulante. Mientras los adultos se sentaron en un banco, Maggie se fue a los columpios. --Entonces, ?de donde eres, Sam? --Soy de Chicago. --?Y como acabaste en Nueva York? --Es una larga historia... Y yo no... --Tranquila. Si no quieres hablar de ello, no pasa nada. ?Vives por aqui cerca? Ella nego con la cabeza. --Cerca no. Vivo aqui, en el parque. --Agacho la cabeza, avergonzada--. Las cosas no han ido demasiado bien. --Pero eso es muy peligroso para una muchacha. --Apreto la mandibula por lo que estaba oyendo. --Ahora mismo no puedo hacer otra cosa, no encuentro trabajo y todo es... --Lo miro a esos ojos oscuros que la habian cautivado--. Lo siento. Tengo que irme. --Por favor, no te vayas. --Se levanto al mismo tiempo que ella--. ?Puedo proponerte algo? --Sam lo miro con recelo. No era la primera vez que le ofrecian dinero a cambio de sexo. Sabia que debajo de toda la mugre que la cubria seguia siendo bonita. Sus ojos verdes eran un reclamo para los hombres--. No te asustes, por favor. Es una propuesta que puede ser ventajosa para los dos. --Le escucho. --Lo miro recelosa. --Veras, soy un hombre muy ocupado y estoy buscando a una chica interna para trabajar en casa y que se haga cargo de Maggie. Prepararle el desayuno, llevarla y recogerla en la escuela, venir al parque cuando salga por la tarde... Me preguntaba si te interesaria trabajar con nosotros. --?Por que? Quiero decir... ?Por que yo? No me conoce de nada. ?Y su madre? --Porque Maggie no suele relacionarse con nadie y desde que te vio en el parque no ha parado de hablar de ti, bueno, y de la ardilla. --Sonrio--. Tampoco conoceria a la chica que me mandaria la agencia. A Maggie le gustas y, por lo que parece, igual te vendria bien un cambio. Seria bueno para las dos, ?no crees? Su madre nos abandono cuando Maggie cumplio tres anos, asi que te encargarias de ella cuando no este en la escuela. --Me vendria bien, muy bien ese cambio. Eso seguro. Un trabajo... ?Lo dice en serio? --Muy en serio. No seras una ladrona o algo asi, ?no? ?Nada de drogas? --No, no. No soy una ladrona y estoy limpia. Solo que no he tenido suerte en esta vida. Puede investigarme... --Entonces, ?aceptas el trabajo? Creo que puedes ser buena para Maggie. Si necesitas pensarlo... --Acepto --respondio rapidamente, no queria que cambiara de opinion y seguir sobreviviendo en la calle. Esa era una buena oportunidad para ella. No habia nada que pensar. Le ofrecia un trabajo y un techo. No podia haber tenido mas suerte--. Pero usted no sera un psicopata o algo asi, ?no? Andrew lanzo una carcajada sin poder evitarlo. --No, no, puedes estar tranquila. --Recogieron a Maggie y, mientras le explicaba a la pequena lo que habia hablado con Sam, se dirigieron a su casa. Con los ojos como platos se quedo mirando la fachada de su nuevo hogar. La casa era mas grande de lo que habia pensado en un primer momento y se sorprendio cuando llegaron, al ver que una mujer de unos sesenta anos les abria la puerta. --Buenas tardes. --Ella creyo entender que buscaba una interina. --Buenas tardes, Molly, Te presento a Sam. A partir de hoy sera la nueva ninera de Maggie y te ayudara con las tareas de la casa cuando no se haga cargo de ella. Sam, esta es Molly, mi nana y asistenta. --Muy bien, senor. Encantada, Sam. --La muchacha hizo un pequeno asentimiento a modo de saludo. --Llevala a la habitacion de invitados para que se asee y se instale. Encargate de Maggie mientras tanto. Yo he de salir un momento. Nos vemos en un rato. --Papi, ?vuelves a irte? --Su hija lo miro con cara de pena, y el se agacho para ponerse al nivel de su cara y le susurro--: Voy a comprar unas cosas y vuelvo enseguida, ?vale? Puedes ensenarle tus juguetes a Sam cuando termine de asearse. --Ella asintio satisfecha, su nueva amiga se quedaba en casa--. ?Quieres que traiga hamburguesas para cenar? --Si, si, siiiii. --Salto abrazandose al cuello de su padre, con sus pequenos bracitos. --Molly, hoy no prepares la cena, yo la traere --se dirigio a su nana.

  • Solo de Alvaro Vizcaino

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    Una novela inspiradora y llena de mensajes de superacion, escrita a partir de una increible historia real de supervivencia.

  • Un vinedo para Allison de Olivia Kiss

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    Cuando eran jovenes, Alexandre y Allison se reunian todos los veranos en El Vinedo Morriset y su amistad pronto dio paso a algo mas, un sentimiento profundo. Sin embargo, antes de la amarga despedida, el le prometio que le escribiria, pero nunca lo hizo.
    Diez anos mas tarde, el vinedo esta en venta. El senor Morriset quiere que termine en manos de alguien que realmente entienda lo que significa aquel lugar, asi que Alexandre y Allison acaban siendo los unicos aspirantes y deberan pasar unas semanas juntos en ese sitio en el que se enamoraron, aunque ahora el odio, el dolor y el sabor de la traicion parezca interponerse irremediablemente entre los dos. ?Pueden los muros de aquella casa derribar los que ellos mismos han construido? ?Realmente ya no sienten nada el uno por el otro?

  • Patrick (Detras de la musica 3) de Yunnuen Gonzalez

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    Amar siempre… Siempre perdonar

    Ser los bajistas de The Radicals y The Border puede ser lo mejor como musico. La atencion no siempre esta sobre ellos y pueden disfrutar la fama tranquilamente. Pero ?que sucede cuando las malas decisiones personales afectan a los grupos?

  • Embrujo de mujer de Jose Antonio Prades

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  • Retratos Turbios de Carlos Eduardo Zavaleta

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    Retratos turbios adviene como el mayor esfuerzo “totalizador” efectuado por Zavaleta hasta el momento. Su integrador diseno congrega multiples connotaciones sociales, politicas, geograficas, psicologicas, etc., por medio del contrapunto de los personajes. En el caso de los protagonistas, los primos hermanos Tono e Ismael, el juego de oposiciones se erige como la verdadera trama de la novela. Una rivalidad de polos complementarios que pugna entre si, sin arribar a una sintesis autentica, solo a nexos falsos, impuestos, turbios. Sumese a este duelo central (Zavaleta admira El duelo de Joseph Conrad), la contrastante red que hilvanan Monica, Martha, Maruja y Melisa -todas con la inicial M-, tendiendo una luz poliedrica sobre el personaje vertebrador Tono. Sobre su comportamiento turbio con su mayor destinatario, el verdugo-victima Ismael, resultaria arduo detallar todas las connotaciones movilizadas por Retratos Turbios, en la medida que desfilan el civil y el militar, la costa y la sierra, la pobreza y el arribismo, la migracion dentro y fuera del pais, la autenticidad y la hipocresia, la sensatez y la pasion, el desprecio y la envidia, la inteligencia y la fuerza bruta, la rebeldia y el sometimiento, la necesidad de cambio y la defensa del orden existente, etc.

  • La nueva formula del trabajo de Laszlo Bock

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    El vicepresidente senior de gestion de personas de Google revela por primera vez una formula de trabajo que se ha convertido en leyenda global.

  • VOLVER A TI de E. Manzanares

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    Cuando dos personas estan destinadas a estar juntas ni los anos, ni la distancia, ni el tiempo, nada puede impedir que sus destinos se juntes. Ella tuvo que aprender sobre la marcha a ser una mujer fuerte.
    Un dia todo su mundo cambio y con valentia enfrento esa prueba que la vida le puso y aprendio que la sonrisa puede ser una llave que te abre muchos corazones. Un dia siendo todavia muy joven el amor llego a su vida y sin darse cuenta ese amor se convirtio en la fortaleza que le ayudo a mantener su vida a flote.
    Si estas buscando una novela con la cual pasar una tarde agradable puedes leer esta novela en ella encontraras una historia de amor que te hara recordar que el amor es siempre la mejor eleccion.

  • No te dejare atras de Linda Howard

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  • No mas secretos, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Mutatis mutandis (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida

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  • Carmen, la rebelde de Pilar Eyre

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    Los ojos del rey de Espana, Alfonso XIII, se clavaron en los de la actriz Carmen Ruiz Moragas y en ese preciso instante comenzo una pasion turbulenta, intensa y peligrosa, como el desdichado tiempo historico que les toco vivir. Carmen habia tenido una vida azarosa y un matrimonio tragico con un famoso torero, y aunque el amor del rey era tan profundo y desenfrenado que estuvo a punto de convertirla en reina, ella se nego a renunciar a su profesion, su independencia y su libertad.

  • La ciudad siempre gana de Omar Robert Hamilton

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    La ciudad siempre gana nos situa en primera linea de una revolucion. Inmersos en el alzamiento de 2011 de la plaza Tahrir, al igual que miles de jovenes que protestan contra la dictadura pese a la represion policial, Mariam, Khalil y Hafez recorren las agitadas calles de El Cairo, convencidos de que son parte de una transformacion historica imparable. A medida que la dictadura se tambalea, y mientras la nacion se resquebraja por el extremismo ideologico, el compromiso de Mariam y Khalil se vera puesto a prueba. Esta novela electrica y hermosa, elogiada por autores de la talla de J. M. Coetzee, Richard Ford y Naomi Klein, no trata unicamente sobre la Revolucion Egipcia, sino sobre una generacion que pretende cambiar el mundo.

  • Gordo de feria de Esther Garcia Llovet

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    Un borracho. Un borracho de Semana Santa. Un borracho de Semana Santa atraviesa la plaza Mayor de la capital de Espana, son las cinco de la tarde, parece que va hablando por el movil pero la verdad es que no tiene movil porque se lo han robado hace horas y no se ha dado ni cuenta. Habla solo. Se llama de usted. -Que cosa mas rara me ha pasado -dice el borracho. El borracho se ha puesto a mirar una obra de canalizacion. En realidad se ha quedado apoyado en la valla amarilla que ponen en las obras para tener algo a lo que agarrarse, porque como se suelte sabe que se va al suelo, derecho a la zanja que hay en cualquier calle, las zanjas, las largas y hondas trincheras de Madrid, en guerra permanente contra todo lo contemporaneo. Ha trabado el pie ahi, ha cruzado los brazos sobre la valla y ha pensado eso en voz alta. -?Como dice? -Me ha pasado algo rarisimo -repite el borracho. El que esta a su lado es un chaval de pueblo de la sierra; ha venido a Madrid a ver si encuentra novia, que no la va a encontrar. El borracho se mete la mano en el bolsillo de atras, lleva bermudas y un polo blanco que le aprieta por todas partes. Saca una cartera que le ensena al chaval, una cartera de cuero, negra, muy usada, deformada de haber sentado el culo encima un millon de veces. -Mira -le dice al chaval-. Anoche un senor me dio esto. El chaval asiente con la cabeza. -Muy bien. Al chaval no le ha dado el sol en los ultimos cincuenta y cinco anos. -Aqui dentro esta mi destino. ?Tu crees en el destino? -Yo lo que creo es que me faltan dos euros para el interurbano. -Pues aqui me parece que te vas a quedar. -Vaya. Silencio. Se quedan mirando las obras otra vez, aunque no hay obras que ver, ni un solo obrero. Solo esta la zanja que deja a la vista una tuberia muy ancha y otra muy estrecha y los estratos cada vez mas profundos, mas negros y humedos y el cielo tan bonito, tan transparente, tan velazqueno, ahi al fondo del todo. No hay nadie trabajando. Es Domingo de Resurreccion. -Aqui ponia yo a trabajar a quinientos ochenta chinos -dice el borracho bien alto. -Yo tambien. El borracho se llama Luis. Se llama Luis pero le llaman Castor. Anoche, a las tantas, a las cinco y cuarto de la madrugada, Castor seguia sentado en la barra interminable del Plus Ultra, viendo en la tele la retransmision de un partido de la liga china, en directo. A veces le parecia que jugaban veintisiete chinos contra otros veintisiete. Mas anuncios. El camarero estaba hablando todo el tiempo, solo, a veces se quedaba afonico, no sabia escuchar, no le interesaba nada de lo que nadie le contara. No parecia un camarero. -Callate ya, joder -le dijo Castor. Pero el camarero no se callo. Habia abierto el bar para poder hablar con quien le diera la gana. Cuando no le dejaban hablar se ponia a hacer preguntas para poder empezar una conversacion cualquiera, asi que le pregunto a Castor que si queria un arroz a la cubana. Castor le dijo que no. -No. -Luego cogio un hueso de aceituna y se lo metio en la boca. Empezo a roerlo despacio, con ganas. Era su metodo habitual de procesar a fondo todo lo que se le iba pasando por la cabeza, su forma de triturar minuciosamente su conciencia con las muelas del juicio hasta que le dolian los oidos. Le hubiera gustado mucho tener un jefe para poder ciscarse en el, pero no tenia jefe. El jefe era el. -A ver, donde esta la prensa del dia -solto. Si no en un jefe, por lo menos le quedaba ciscarse en los politicos y en los ecologistas y en los periodistas. Y en la cultura, siempre tan a mano. El camarero saco un par de periodicos de debajo de la barra, los dejo frente a el y fue a sentarse a una mesa junto a la ventana, a escribir whatsapps que nadie le contestaria jamas. Castor cogio un periodico, no tenia mas que tres paginas, era Semana Santa. Y entonces fue cuando paso lo raro. El tipo entro como una sombra, sin abrir el pico. Y se encaramo al taburete a su lado, codo con codo. El resto de la barra estaba vacia. Castor le echo un vistazo al bies en el espejo ahumado detras de las botellas; era morenito, menudo, chato, con unos rizos como de astracan. Luego Castor bajo la vista y siguio mirando el periodico, sin leerlo en realidad. Achicando los ojos. Estaba pendiente del tipo este, esperando a ver que mierdas queria. Ahi se produjo un silencio de unos tres minutos. -Buenos dias -dijo Castor al fin. No podia mas. El morenito se froto las manos. Era lo que estaba esperando. -Buenos dias los que va a tener usted -dijo. Castor debia de estar muy borracho, porque cuando se volvio hacia el morenito le parecio que tenia el tamano del dedo de una mano y que lo miraba de abajo arriba desde el mismo centro del ruedo amarillo del asiento. -?Eres torero? -Soy la esperanza. -Lo que tu digas. Castor volvio a coger el periodico. -Ay, no le voy a contar mi vida -dijo el morenito. -Claro que no. -Yo antes era como usted -dijo. Castor solto una carcajada-. Si. No me contradiga. Como usted y como toda Espana y los espanoles. Estaba perdido para el mundo, asi le digo, para el sentido y el norte de las cosas, cada dia hacia lo mismo y no me daba cuenta, no me daba ni cuenta, todo me parecia que me pasaba por primera vez y a la vez me sonaba repetido, ya me entiende. Un barranco de aire, eso era yo. Yo he vivido en Pitis toda mi vida, detras de los hospitales. He vivido ahi a rachas, cuando venia una buena me iba y luego volvia, he tenido rachas muy largas eh, aqui donde me ve yo me he paseado por la Ribera de Curtidores de cabo a rabo y ahi no habia nadie que no hubiera puesto yo, pero luego me han venido flacas y hay que ir a alguna parte, y hace unos meses, cuando volvi a Pitis, Pitis ya no existia. No esta. Nada. Hay bloques y gruas. Y aparcamientos. Coches no hay, pero aparcamientos, muchos. Mi casa, mis gallinas y el tinglado del tiro al blanco, de eso no quedaba ni la sombra. Que rapido construyen ahora, no se como lo hacen. Las gallinas me dijeron que se las habia quedado uno que vive por detras de Bravo Murillo, en un patio, se han hecho viejas muy rapido tambien. Alli ademas de las gallinas habia una dominicana con unas gafas de cristales amarillos, gordos como tabiques. La dominicana tenia una gallina en un muslo y un huevo en la mano. Un huevo blanco y una gallina negra. Y una dominicana en medio. Si le aburro me lo dice. Con la otra mano leia la Biblia, la muy sinverguenza, ahora somos todos un poco evangelistas. Se canta mas. La dominicana me dijo que me llevara mis cosas pero que le dejara las gallinas. Cuanto cuesta una gallina, seis euros, eso no lo sabia usted. Mis cosas estaban en una caja de carton de Amazon. Habia alli tambien unas ninas, o bueno, igual no eran tan ninas, colgando ropa en los tendederos del patio siete pisos mas arriba. El patio era muy estrecho, un patio de luces. Sacaban sabanas una detras de otra, era mediodia pero ahi abajo se estaba haciendo cada vez mas oscuro. Las ninas se reian como locas, es lo que pasa con el chocolate, hasta que se callaron de pronto, a la vez. Yo mire para arriba y por encima de ellas el sol te quemaba los ojos. Tenian los pelos largos. Era el 1 de enero. Cuando baje la vista de nuevo, el patio estaba oscuro, estaba negro del todo, el suelo de alquitran. La dominicana se habia largado de ahi, y las gallinas. Se habia ido, la dominicana, con su huevo en la mano. Yo me lleve mi caja, pesaba muy poquito. Pero si no habia casi nada ahi dentro aunque fuera mi vida entera: media docena de moviles, una guia de telefonos y el rosario de la aurora. Y esto. El morenito entonces metio la mano en el bolsillo y saco una cartera de cuero negro que dejo frente a Castor. -Mire que me ha costado dar con usted -le dijo-. La he llevado siempre encima los ultimos tres meses, desde que se la quite, por si acaso, por si lo veia. -?Y esto que es? -Su cartera. Se la devuelvo. -?Me la devuelves? -Yo. A usted. Si. Lo he reconocido y le he visto meterse aqui y me he metido un copazo para darme valor antes de entrar. La cartera tenia un pin bastante gastado que parecia un escudo del Atletico de Madrid. -Bueno. No es verdad -continuo el morenito-. Lo he seguido desde Pontones, anda que no pasea usted, y lo he seguido hasta aqui. Ya esta. La cartera estaba entre los brazos extendidos de Castor, que la miraba como si fuera un plato que no le apetecia nada comerse. -Bueno -dijo el morenito-. Yo me voy. -?No quieres nada? ?Un cafe? ?Donde vives? -Por ahi. -Como que por ahi. -Pero si yo estoy bien en cualquier parte -dijo saltando al suelo. Castor asintio despacio. Luego miro todo alrededor, habia un billar, una pila de sillas, una guirnalda de luces color naranja, una bandera de Andalucia. -Pues yo no estoy bien en ninguna. Cuando llego a casa no encendio las luces. Le gusta encontrarsela a oscuras, asi tiene la sensacion de que entra en una sala de cine. Ademas se deja la tele puesta para que parezca que hay alguien dandole al pico dia y noche. En realidad se deja encendidas varias teles a la vez. Cinco, cada una en un reality diferente y en una habitacion diferente.

  • Una fiebre de ti mismo de Gonzalo Torne

    https://gigalibros.com/una-fiebre-de-ti-mismo.html

    Una antologia que reune los grandes nombres del romanticismo ingles.

  • Ejemplaridad publica de Javier Goma Lanzon

    https://gigalibros.com/ejemplaridad-publica.html

    Javier Goma, Premio Nacional de Ensayo 2004, propone la ejemplaridad como principio necesario y organizador de la democracia moderna.

  • Suite Italiana de Javier Reverte

    https://gigalibros.com/suite-italiana.html

    Un libro sobre libros, viaje y paisaje, a medio camino entre el diario y el ensayo literario, banado por la maravillosa luz del Mediterraneo italiano

  • Sean Cote no tiene limites de Iris T. Hernandez

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    No creas que para llegar hasta aqui el camino ha sido facil. Hemos tenido que sortear demasiados baches, y no me siento orgullosa de cuanto he hecho. Puede que si no hubiera actuado de forma impulsiva hubiese evitado consecuencias que han cambiado el sentido de nuestra vida.

  • El resurgir de los lobos (Canada 1) de Mariah Evans

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    “-Se lo que eres… cazador.
    Adrien la miro confundido.
    -?Como puedes saberlo? Nuestras identidades son secretas.
    -Ayudame por favor o manana morire -suplico.”

  • La sirena y la senora Hancock de Imogen Hermes Gowar

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    CORTESANAS, SIRENAS, AMBICIONES, NAUFRAGIOS… LA MEJOR NOVELA SOBRE EL SIGLO XVIII DESDE EL SIGLO XVIII.

  • Yo (El Juego1) de Azminda Cangar

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    Erotismo + Amor = El Juego

  • Cuatro poetas en guerra de Ian Gibson

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    Antonio Machado, Juan Ramon Jimenez, Federico Garcia Lorca y Miguel Hernandez son cuatro de las mejores voces poeticas de la Espana del siglo XX. Unidos no solo por su absoluta dedicacion a las letras, sino por su lealtad a la Segunda Republica, enarbolaron una defensa acendrada de la libertad y la democracia.

  • No te enamores del Devorador – Lighling Tucker Wolf de Lighling Tucker Wolf

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    Leah es solo un juguete. Como prostituta en el club "Diosas Salvajes" no tiene derecho a sentir, unicamente obedecer. Pero todo cambia cuando su jefe decide que esa noche es distinta. No atendera a sus clientes habituales sino a alguien aterrador: Dominick Garlick Sin, un Devorador de pecados. Y, a pesar del miedo inicial al verle en el reservado, no puede evitar sentirse atraida. El es diferente, es la personificacion del miedo y, a su vez, la de la provocacion. Dominick decide ir una noche mas al club "Diosas Salvajes" con uno de los novatos que entrena. Las reglas son claras: nada de sexo. Debe mantener una conversacion con una de las chicas y alimentarse de sus pecados. El destino le tiene preparado un cambio radical a su vida. Mientras espera que la sesion del novato llegue a su fin, una asustada humana de ojos azules entra en el reservado. Es una mas de las chicas y, a su vez, distinta a todas. ?Que tiene de especial? Hasta sus propios poderes deciden manifestarse para sentirla cerca. Ademas, la vida se complica cuando un malentendido provoca que la vida de Leah corra peligro. Esa misma noche, con una sola mirada, el destino de ambos se sello para siempre. Son como nosotros, respiran y hablan como los humanos, pero son Devoradores de pecados. Perversos, peligrosos y con ansias de saciarse del lado oscuro de las personas. Mienteles y satisface su hambre.

  • Las aguas rebeldes de Sara Raasch

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    Una revolucionaria. Un pirata. Un principe.

  • Amor, ultima apuesta de Laura Perez Caballero

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    Cuando se decidio poner en marcha el proyecto, nos aseguraron que nada de lo que imaginabamos podria pasar. Como siempre. Pero la historia se repite, a eso estamos condenados. Los humanos tropezamos una y otra vez con la misma piedra. ?Por que? Porque nos creemos invencibles y superiores. Superiores, he ahi el error. Aun creyendonos mejores que nadie, una raza insuperable, siempre buscamos ir mas lejos. Asi crearon a los “Precoces”. Se tardo un periodo exiguo de tiempo para que el Gobierno aprobara el proyecto, pese a las criticas de algunas de las grandes potencias. La no intervencion se habia firmado poco tiempo antes y creo que de ello se aprovecho Astonia para poner en marcha aquel experimento. Los ADN de mas de un millon de personas fueron modificados y luego en grandes laboratorios gubernamentales se gestaron los Precoces de forma artificial. Los Precoces eran igual que el resto de los humanos, solo que ellos eran rubios, todos. Tambien tenian los ojos y la piel clara, y, sobre todo, todos tenian el mismo apellido: Solares. El de su padre y creador. Los Precoces se repartieron en varios asilos estatales donde se les daba una formacion especial basada unicamente en las matematicas y las ciencias. Se les dirigia hacia el aprendizaje practico de soluciones a problemas en la vida real, esto parecia haber creado hombres y mujeres cuyo sentido empatico no existia. Solo se centraban en las soluciones practicas. Se les veia frios y calculadores, lo cual al Gobierno no dejaba de parecerle perfecto pues eran mas faciles de manejar. Cuando llegaban a la mayoria de edad se les colocaba en laboratorios y fabricas de investigacion con la idea de conseguir el mas alto rendimiento en I+D de cualquier otro pais en el mundo. Se les proporcionaba una vivienda y se les animaba a integrarse con el resto de los habitantes del pais. Sin embargo, no se sabe si debido a su falta de empatia, al haber estado aislados durante toda su infancia y adolescencia o a su desconfianza, cuando se incorporaban a la sociedad se concentraban en comunidades formadas por Precoces y mantenian el minimo contacto con el resto de las personas. Procreaban entre ellos y sus hijos se criaban en los mismos centros en los que ellos lo habian hecho, hasta que, a su vez, llegaban a la mayoria de edad. Y un dia, cuando se acercaban las elecciones presidenciales en Astonia, un “Precoz” presento su candidatura y puso patas arribas todo el sistema. Se puso en duda si era posible que un Precoz se presentara, pero puesto que el Gobierno los habia reconocido como ciudadanos en todo momento, no encontraron excusa para que no pudiese hacerlo. Poco despues todas las calles estaban forradas con propaganda electoral del Precoz Augusto Solares. A pesar de que los precoces no solian relacionarse con el resto, poco antes de que todo comenzara, muy poco antes, cuando en el fondo todos estabamos seguros de que algo asi pasaria aunque ya nadie lo dijese en voz alta, yo conoci a Dylan Solares. Y asi, con ese punto de partida, me gustaria contarles esta historia. 1. Papa no recordaba bien en que momento el Gobierno de Astonia habia aprobado el proyecto, porque el era aun pequeno, tenia seis anos. Sabia que se habia anunciado en todos los telediarios y en las redes sociales como un gran acontecimiento, un acontecimiento que supondria el despegue de Astonia para ponerse a la cabeza del resto de naciones, para crear un pais puntero en I + D. Esta era la apuesta de Astonia, generar cabezas pensantes, hombres y mujeres adelantados a su tiempo. Lo que si recordaba bien, y me contaba a menudo, era cuando la primera generacion de Precoces salio de los Asilos estatales y se incorporo a la sociedad. Ahora ya hay tres generaciones viviendo entre nosotros. Cuando llegaba a esa parte del relato abria los ojos como platos y su voz tomaba un tono mas bajo, pero admirado. --Era muy dificil describirlos fisicamente. Su belleza superaba la de los angeles de los cuadros. Eran... eran perfectos. Ahora estamos tan acostumbrados a verlos que ya no nos llaman tanto la atencion, pero entonces... Entonces me miraba y sonria. Seguia manteniendo la dulzura en sus ojos a pesar de que las arrugas que los rodeaban cada vez eran mas profundas. --Bueno, tu puedes entenderlo bien. Tu eres como ellos. Cuando naciste se lo dije a mama: ?Con que precoz me has enganado? --se reia y miraba a mama, que trasteaba por la casa y que siempre movia la cabeza a los lados sin decir nada, como si se avergonzara con el comentario. Papa siempre me lo contaba. Cuando naci hasta la matrona y las enfermeras quedaron sorprendidas con la tersura de mi piel completamente blanca a pesar del esfuerzo para salir del vientre de mama. Luego, fui creciendo y cada vez mi cabello se volvia mas claro, caia en mechones suaves y lisos que mama peinaba con premura y admiracion. Por la calle los vecinos me observaban, embelesados con mis ojos azul marino y con la gracia de mi cuerpecito delgado y elastico. --Tan hermosos como inaccesibles --decia papa refiriendose a los Precoces. El primer error del Gobierno al tratar de que los Precoces se integraran en la sociedad y con el resto de habitantes fue facilitarles viviendas en barrios preparados para ellos. Esto solo reforzo su sentimiento de Comunidad y les aislo mas del resto. Como se dedicaban a trabajar en laboratorios y fabricas de investigacion tenian autobuses que los recogian en cada barrio y los repartian en su trabajo, con lo que su contacto con el resto se limitaba al que mantenian con los humanos no precoces que habia en esas fabricas y con los dependientes y duenos de establecimientos en los que tenian que abastecerse para su supervivencia. Por lo demas, cualquier actividad de ocio, como ir al cine, al teatro, ballet, a centros comerciales o cualquier otro lugar tambien la realizaban entre ellos. Eran una sociedad aparte. --Quiza sea mejor asi --decia mi padre--. No todo el mundo estaba de acuerdo en su "creacion". Tenia algo de... antinatural, e ir contra la naturaleza no suele terminar bien nunca. Y si no que se lo digan ahora a las autoridades... Papa se referia a que hacia unos meses, uno de los precoces se habia presentado como candidato para las elecciones presidenciales de Astonia. Y lo que en un momento parecia imposible, ahora, si se tenian en cuenta las encuestas, parecia estar a punto de cumplirse contra todo pronostico. --Astonia dirigida por Precoces, ?lo imaginas? --preguntaba mi padre -- Dirigida por gente que jamas se ha integrado entre nosotros. Por gente que no nos conoce. Y entonces era el quien movia la cabeza de un lado a otro. --No nos conocen, Ruth, ni nos conocen ni tienen el mas minimo interes en conocernos. Pero ahi se equivocaba, al menos habia un precoz que si tenia interes en conocer a un no precoz. Bueno, a una no precoz. Vaya, en concreto tenia interes en conocerme a mi. 2. Desde muy nina me habia obsesionado con el ballet. Miraba extasiada las imagenes de las bailarinas en mi dispositivo movil y les decia a mis padres que yo seria una gran bailarina. Apenas naciamos nos colocaban entre las manos una tableta y disponiamos de total libertad en su uso pues determinados contenidos se activaban unicamente cuando llegabamos a los dieciseis anos de edad. Para que esto fuese asi, las tabletas que ibamos adquiriendo se registraban a nuestros nombres y estos iban directamente al registro civil en el que estaban nuestros certificados de nacimiento. Esta claro que era, ademas, una forma de mantenernos controlados, de disponer de infinita informacion sobre nosotros y de tenernos localizados en todo momento. Esto habia logrado que nos volvieramos totalmente dependientes de todos los dispositivos electronicos, pero no habia terminado aislandonos en una realidad virtual, tal y como papa contaba que su abuelo y la generacion del mismo siempre habia temido. Asi, yo me pasaba horas y horas observando a aquellas bailarinas, sonando con sus cuellos despejados, largos, etereos. Con sus piernas ligeramente musculadas, dentro de aquellas medias blancas que aun les daban un aspecto mas fragil, mas fantasmal... En las tiendas deportivas iba a la seccion de ballet y acariciaba las zapatillas con puntera, los lazos, los tutus. Imaginaba mi cuerpo vestido con aquellas mallas con olor a nuevo. Con seis anos papa me dio la noticia una tarde al volver del colegio. --No te cambies, vamos a volver a salir. Yo le miraba sorprendida. --?Juntos? --Juntos, si. --?Y la tienda? --Hoy abrire un poco mas tarde. Papa tenia una tienda de venta de telas al peso. Mama cosia las mismas telas que otras senoras compraban y ellas le encargaban convertir en faldas, blusas o vestidos. Cogida de la mano de ambos, atravese la puerta del lugar que se convertiria en mi segundo hogar durante trece anos. La Escuela de Ballet clasico oficial de Astonia. La senorita Claudia, que entonces y durante los trece anos que yo estuve en la Escuela fue la directora, nos condujo entre lo que entonces me parecio un laberinto de pasillos, y mas tarde me aprenderia al dedillo, mientras nos iba senalando una y otra puerta a los lados y nos decia a que sala correspondia. Asi hasta llegar a la que yo ocuparia como principiante y donde se encontraban las ninas que tenian mas o menos mi edad. El suelo era de madera, pero habia perdido su brillo original. Las ninas se apoyaban contra la barra anclada a la pared y cesaron su actividad cuando la directora abrio la puerta. Mis ojos, avidos por aprender, lo registraban todo. Una, dos, tres, cuatro... diecisiete ninas. Tres llevaban mallas negras, una de ellas rosa palido y el resto de color blanco. Cerre los ojos y trate de imaginarme entre ellas, con mi propia malla, y, mientras, la directora se dirigia a ellas para decir: --Esta es Ruth, va a ser vuestra nueva companera. Yo pensaba en el color de la malla que iba a elegir al tiempo que Apretaba, emocionada y agradecida, las manos de papa y mama.

  • Regalo Inesperado: Un Amor Para Compartir, Ruby Martinez de Ruby Martinez

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    Hay diferentes tipos de amor, el que les vengo a presentar es uno de los mas puros y verdaderos que pueda existir.
    Todo fue tan inesperado, y aunque los acontecimientos en cierta forma avisaban, nadie lo vio venir. La muerte de Christina Gracia nadie la vio venir. Pero no estaba sola, dentro de ella habitaba una vida que cambiaria por completo el mundo de Eralda, su sobrina.
    Eralda, una joven universitaria apasionada por las letras y la poesia, se ve en la necesidad de truncar sus estudios, pues su fallecida tia la deja como heredera y, sobre todo, encargada de su recien nacida hija Becky.

  • No cambies por mi, amor de Sophie Saint Rose

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    Natalya tiene una vida perfectamente ordenada. Ha conseguido el trabajo que siempre habia sonado y tiene unas amigas estupendas. La unica pega es que no tiene novio y por mucho que lo intentaba no conseguia al hombre de sus suenos. ?Era demasiado exigente? Puede, pero estaba en su derecho. Aunque sus amigas consideraban que la conocian lo suficiente para encontrar al hombre que encajara en su vida, ?debia arriesgarse? Mira que tenian gustos muy distintos y podia llegar a salir con hombres que ella ni miraria dos veces. Pero el premio era demasiado tentador.

  • Pulpa de Flor Canosa

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    ?Que significado cabe encontrar hoy en las distopias, cuando las pesadillas del siglo XX parecen haberse materializado entre nosotros? Es poco lo que dicen chapucerias tecnofobas y humanistas como Black Mirror, y por suerte no es ese el camino que eligio Flor Canosa en Pulpa, su primera novela de ciencia ficcion. Flor prefirio escarbar en el corazon oscuro del genero y sacar a la luz los horrores del cuerpo y el estado, o, mejor, el terror del estado que ha colonizado los cuerpos y su dolor, sus secreciones, sus emociones. Todo sin miedos, sin resabios, sin atavismos de un sujeto ya perimido, porque Pulpa es una novela viva, vibrante y jugosa, atravesada por nervios, visceras y temblores, por orgasmos: porno o postporno duro, en la mejor tradicion de J.G.Ballard y David Cronenberg.

  • Ultima Navidad en Paris de Encarna Magin

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    Navidad… la epoca mas magica del ano donde todos los milagros son posibles.
    Paris… la ciudad del amor.
    ?Que puede fallar?

  • Amara Sofia de Angel Cura

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    Amara Sofia es una chica mexicana universitaria, que tiene una vida normal con problemas normales. Una familia con conflictos. Una madre enferma a quien debe cuidar. Una hermana menor, a quien no comprende su actuar y proceder. Un novio, quien le habla bonito, pero ella no esta segura de los sentimientos de el. Una amiga, Carmen, quien le es inseparable y la apoya en los momentos dificiles, pero no puede ayudarle a encontrar las respuestas a sus constantes incognitas.Amara, mas joven, tuvo contacto con el pensamiento griego, disciplina que le robo el corazon y por eso estudia Filosofia y Letras. Una noche tiene un sueno, lleno de paisajes surreales y aventuras; el encuentro con diferentes personajes, dioses y lugares le haran mirar la vida de otra forma. Ella no se siente lista para responder a sus dudas sobre la vida, pero el sueno le demostrara lo contrario.

  • La acabadora de Michela Murgia

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    Fillus de anima. Asi es como llaman a los ninos engendrados dos veces, por la pobreza de una mujer y por la esterilidad de otra. De este segundo parto era hija Maria Listru, fruto tardio del alma de Bonaria Urrai. Cuando la anciana se detuvo bajo el limonero a hablar con la madre de Maria, Anna Teresa Listru, la nina tenia seis anos y era el error despues de tres aciertos. Sus hermanas eran ya unas senoritas, asi que ella jugaba sola en el suelo a hacer un pastel de barro amasandolo con hormigas y poniendo el esmero de una mujercita. Las hormigas movian sus rojizas patas entre la masa mientras iban muriendo lentamente bajo las decoraciones de flores silvestres y el azucar de arena. Al cruento sol de julio, el pastel le crecia en las manos, hermoso como a veces lo son las cosas malas. Cuando la nina levanto la cabeza del barro, vio a su lado a la tia Bonaria Urrai a contraluz, sonriendo con las manos apoyadas en su vientre seco, satisfecha por algo que Anna Teresa Listru acababa de darle. Que era exactamente, Maria no lo comprendio hasta pasado un tiempo. Se marcho con la tia Bonaria ese mismo dia, con el pastel de barro en una mano y en la otra un cesto lleno de huevos frescos y perejil, miserable viatico de agradecimiento. Aunque sonreia, la nina intuia que en alguna parte habria un motivo para llorar, pero no consiguio que le viniera a la mente. Tampoco pudo conservar el recuerdo del rostro de su madre mientras se alejaba, como si la hubiera olvidado hacia ya tiempo, en el momento misterioso en que las hijas deciden por si solas con que es mejor amasar el barro de los pasteles. En cambio, durante anos recordo el cielo ardiente y los pies de la tia Bonaria calzados con sandalias, uno asomando por el borde de la falda negra y el otro oculto debajo, en una alternancia muda cuyo ritmo las piernas seguian con dificultad. La tia Bonaria le proporciono una cama solo para ella en un dormitorio lleno de santos, todos malos. Alli, Maria comprendio que el paraiso no era un sitio para ninos. Dos noches paso en silencio, escudrinando con ojos bien abiertos la oscuridad para sorprender lagrimas de sangre o destellos en las aureolas. La tercera noche se dejo vencer por el miedo al Sagrado Corazon, que apuntaba hacia su pecho chorreante con un dedo que el peso de tres rosarios hacia visiblemente amenazador. No aguanto mas y grito. Menos de un minuto despues, la tia Bonaria abrio la puerta y encontro a la nina de pie junto a la pared, abrazando la almohada de basta lana escogida como peluche defensor. Luego miro la imagen sangrante, que le parecio mas proxima a la cama que nunca. Cogio el Sagrado Corazon y se lo llevo sin decir palabra; al dia siguiente desaparecieron tambien del mueble la pila de agua bendita con el altorrelieve de santa Rita y el cordero mistico de escayola, de pelaje crespo como un perro vagabundo y feroz como un leon. Maria tardaria un poco en volver a rezar el avemaria, y lo haria en voz baja, para que la Virgen no la oyera y la tomara en serio en la hora de nuestra muerte, amen. No resultaba facil calcular los anos de la tia Bonaria por aquel entonces, pero eran anos detenidos desde hacia tiempo, como si hubiera envejecido de golpe por decision propia y luego se hubiera limitado a esperar pacientemente a que el tiempo la alcanzara con retraso. Maria, en cambio, habia llegado demasiado tarde incluso al vientre de su madre y de inmediato se habia acostumbrado a ser la ultima preocupacion de una familia que ya tenia demasiadas. Sin embargo, en casa de aquella mujer experimentaba la insolita sensacion de haberse vuelto importante. Cuando por la manana dejaba la puerta a su espalda y apretaba la enciclopedia entre las manos camino del colegio, tenia la certeza de que, si se volvia, la encontraria alli, mirandola, apoyada contra el quicio como si sujetara las bisagras. Maria no lo sabia, pero la anciana la observaba sobre todo de noche, en esas noches corrientes sin ningun pecado al que culpar de estar despierto. Entraba en el dormitorio a hurtadillas, se sentaba frente a la cama de la nina y la miraba en la oscuridad. Aquellas veladas, Maria, que creia ser la primera de todas las preocupaciones de Bonaria Urrai, dormia sin sentir aun el peso de ser la unica. En Soreni comprendian sobradamente las razones de Anna Teresa Listru para haberle dado su hija menor a la anciana. Desatendiendo los consejos de la familia, habia hecho un mal matrimonio y se habia pasado los quince anos siguientes quejandose de aquel hombre que solo sabia hacer bien una cosa. Con las vecinas, Anna Teresa Listru se complacia en lamentarse de que su marido no habia conseguido serle util ni en la muerte, pues ni siquiera habia tenido el detalle de morir durante la guerra a fin de dejarle una pension. Declarado no apto, Sisinnio Listru habia acabado sus dias tan estupidamente como los habia vivido, aplastado igual que un grano de uva en el lagar bajo el tractor de Boreddu Arresi, para quien trabajaba de vez en cuando como aparcero. Al quedar viuda con cuatro hijas, Anna Teresa Listru habia pasado de la pobreza a la miseria y aprendido a hacer el puchero, aseguraba, hasta con la sombra del campanario. Ahora que la tia Bonaria le habia pedido a Maria como hija, no acababa de creerse que pudiera echar todos los dias a la olla dos patatas de las tierras de los Urrai. Si el precio era la criatura, pues muy bien: a ella, criaturas aun le quedaban tres. En cambio, nadie entendia realmente por que, a su edad, la tia Bonaria Urrai se habia hecho cargo de la hija de otra. Los silencios se alargaban como sombras cuando la anciana y la nina pasaban por la calle juntas, suscitando comentarios a media voz entre la vecindad. Bainzu el estanquero se regodeaba con la idea de que un rico tambien necesitaba en la vejez dos manos que le limpiaran el culo. Pero Luciana Lodine, la hija mayor del fontanero, no veia la necesidad de buscar una heredera para que hiciera lo que podia hacer cualquier sirvienta bien pagada. A Ausonia Frau, que de culos sabia mas que una enfermera, le gustaba poner fin a la conversacion sentenciando que ni siquiera la zorra quiere morir sola, y llegados a ese punto nadie anadia nada. Por supuesto, si no hubiera sido rica, Bonaria Urrai habria acabado como todas las que se quedan sin hombre, que no es precisamente teniendo una fill'e anima. Viuda de un marido que no habia llegado a desposarla, en otras condiciones quiza habria sido prostituta, o monja, con los postigos siempre cerrados y vestida de negro hasta el ultimo aliento. El vestido de novia se lo habia robado la guerra, aunque en el pueblo se decia que no era verdad que Raffaele Zincu hubiera muerto en las riberas del Piave, donde se habian librado terribles combates: lo mas probable es que, con lo espabilado que era, hubiera encontrado hembra alli y se hubiera ahorrado el viaje de vuelta para dar explicaciones. Tal vez por eso Bonaria Urrai era vieja desde joven, y ninguna noche se le antojaba a Maria tan negra como su falda. Pero el pais estaba repleto de viudas de maridos vivos; eso lo sabian las mujeres que chismorreaban y tambien Bonaria. Por ese motivo, cuando iba por la manana a comprar el pan recien hecho, andaba con la cabeza alta sin pararse nunca a hablar y volvia directa a casa como la rima de una octava cantada. En la decision de adoptar una fill'e anima, lo mas dificil para Bonaria no habia sido ni mucho menos la curiosidad de la gente, sino la reaccion inicial de la nina. Despues de seis anos compartiendo el aire de un solo cuarto con sus tres hermanas, era evidente que el espacio que Maria consideraba propio no iba mas alla de lo que podia abarcar con un brazo. La llegada a la casa de Bonaria Urrai trastoco esa geografia interior; entre aquellas paredes, los espacios unicamente suyos eran tan amplios que la pequena tardo semanas en comprender que en las puertas de las numerosas habitaciones cerradas no apareceria nadie diciendo: <>. Bonaria Urrai jamas cometio el error de invitarla a que se sintiera en su hogar, ni dijo ninguna de esos topicos que suelen decirse para recordar a los invitados que no estan en su casa. Se limito a esperar a que los espacios que durante anos habian permanecido vacios tomaran gradualmente la forma de la nina, y cuando, al cabo de un mes, todas las puertas de las habitaciones habian sido abiertas para siempre, tuvo la sensacion de no haberse equivocado dejando que la casa se adaptara. Una vez que se sintio segura de la nueva confianza adquirida con aquellas paredes, Maria empezo a mostrar poco a poco mayor curiosidad por la mujer que la habia llevado a vivir con ella. --?De quien es hija usted, tia? --pregunto un dia, mientras comia menestra. --Mi padre se llamaba Taniei Urrai, era ese senor de ahi... Senalo la vieja fotografia amarillenta colgada sobre la chimenea, en la que Daniele Urrai, tieso con un chaleco de pana, aparentaba unos treinta anos. A la nina podia parecerle cualquier cosa excepto el padre de la anciana que tenia delante, incredulidad que Bonaria leyo en su cara sonrosada. --Ahi era joven, yo aun no habia nacido --preciso. --?Y no tuvo madre? --insistio Maria, que no estaba muy familiarizada con la idea de que se pudiera ser hija de un padre. --Claro que si, se llamaba Anna. Pero ella tambien murio hace muchos anos. --Como mi padre --anadio, seria, la pequena--. A veces lo hacen.

  • Volveras de Maria Girardet

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    Santiago un hombre soltero rico y empresario, solitario por su forma de ser amargada y poco divertida debido a sus obligaciones y poco interes en la sociedad, se vera atrapado en las riendas del amor, el cual, sin tan siquiera imaginarselo llegara a su vida en la noche de su cumpleanos, una noche que como decia su fallecida madre, traia consigo buenos augurios cuando esta, fuera tan oscura y estrellada al mismo tiempo, ese buen augurio, tiene nombre y apellido, <> quien trae consigo, un gran secreto y unas dulces espinas, que haran a Santiago. . Enloquecer.

  • Sentada al borde de la cama de Roberto Sanchez

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    No lo podia entender. No me cabia en la cabeza que hubieras dejado tu vida en mis manos. Y menos que lo hubieras escrito en ese papel del demonio. Era imposible que supieras nada cuando lo firmaste. Al dia siguiente se cumplia el plazo, Marta. Se habia empezado a descubrir toda la verdad sobre ti, sobre mi. Quedaban veinticuatro horas para que me dieras alguna senal y tomara una decision. Si hubieras podido oirme, habria bastado ese tiempo para ponerte al dia de lo que ocurrio desde que entraste en ese sueno profundo, en ese silencio que te estaba matando a ti y que nos habia condenado a las dos. Me costo reconocerte. Quizas porque entre deslumbrada. Llegue con los ojos llorosos, como se me ponen cada ano por esas fechas cuando empieza la primavera lanosa de Madrid. Vi el numero en la puerta: 227. Como para no creer en las casualidades. El veintidos, Marta, el de la suerte. Y el veintisiete, el que nos salvo una vez; tu numero fetiche. Entre mi conjuntivitis y la media luz, no me habia fijado, pero aquella habitacion tenia hechuras de una suite de hotel a la que hubieran ido vaciando poco a poco; ahora un cuadro, mas tarde un aplique, manana una alfombra, hasta que la dejaron unicamente con lo puesto, en los huesos. Como estabas tu. Pero una suite, al fin y al cabo. Llevabas un ano ajena a todo, dormida, inmovil, en mitad de aquel vacio, en una cama pequena, diminuta, amarrada a la vida por un lio de cables y tubos. Olia a clavo y a zotal. A consulta de dentista. Tambien habia algo tuyo en el ambiente. Me transporto a mil momentos, aunque se me agolpaban todos y ninguno era capaz de colocarse en su sitio. Lo intento ahora al escribirlo. Observe un frasco medio abierto de tu perfume de toda la vida sobre el estante inferior, junto a un liquido desinfectante y tu reloj de pulsera que seguia parado. A saber desde cuando. Por la hora podria ser desde el instante fatal. Me costo reaccionar. Me debati entre dar aquel paso o salir huyendo. Cuando estaba a punto de sentarme junto a ti, volvi una vez mas hacia la puerta para preguntar cuanto tiempo podia quedarme. Desee que me dijeran, marchese, vayase cuando quiera. En cambio, me respondieron que estuviera tranquila, que me tomase mi tiempo: <>. Me temblaba todo. Queria que despertaras. Lo deseaba, y sin embargo te hablaba en susurros, como cuando me colaba a hurtadillas en tu habitacion a la hora de la siesta. Pero no vi tus zapatillas ni a un lado ni otro de la cama, ni tuve que apartar tus trapitos que habrian estado hechos un higo, tal cual hubieran caido en aquel galan que era otro esqueleto, o revueltos de cualquier manera sobre la butaca en la que deje el bolso. Un sillon abatible para las visitas. Me hubiera quedado a dormir alli mas de una noche, pero sabes que no podia correr ese riesgo. Llevaba los documentos que habia leido millones de veces. Los entendia menos que los valores de las dos pantallas que te custodiaban. Respecto a estas, supuse que todo estaria bien mientras fueran marcando una misma cadencia, mientras no saltara la alarma y se llenara todo aquello de enfermeras. Imagino que tambien de policias. Me fio de ti. De lo que escribiste. Por muy sospechoso que resultara que antes del accidente hubieras sido capaz de dejar las instrucciones sobre tu legado dispuestas con tanta precision. Si descartamos la brujeria, no se me ocurre ninguna otra posibilidad. He barajado muchas hipotesis, pero no dejan de ser conjeturas. Ninguna de ellas esta exenta de cierta dosis de conspiranoia. Y no faltan razones para alimentarlas: desde tu posible conexion con las tramas corruptas del excomisario Bermejo, a tu peligrosa cercania con el ministro del que fuiste companera de pupitre. No habia aparecido todavia el tipo del tatuaje, el que conducia el Tiguan de color negro. No habia sido capaz de encontrarlo. Tampoco quedaba rastro del dinero. Cada manana, cuando me despertaba, lo unico que sabia es que era martes, o lunes, o jueves ...y que me llamaba Alicia. Poco mas. Me sorprendia alli, donde fuera, boca abajo, restregandome con una almohada desconocida, intentando recordar donde habia dormido. Hundia bien la nariz y aspiraba con fuerza. Nunca me resultaba familiar la funda aspera de turno que habrian lavado mil veces, aunque no recientemente. Digo mil porque es cuando empiezan a brotarle esas pequenas borlitas con las que me aranaba las mejillas. Era la casa de un hombre. Otro mas. Un tipo que ni siquiera habia tenido el detalle de colocar unas sabanas limpias. Aquellas desprendian un olor espeso, con una solera que no se consigue facilmente. Mira que hay que vestir una cama durante muchos dias seguidos y que no le hayan concedido ni unos minutos diarios de ventilacion para llegar a acumular ese buque al que me refiero. !Que asco, por Dios! Bueno, esas no serian precisamente las blasfemias que saldrian de mi boca unas horas antes, cuando las hubiera mordido con todas mis fuerzas, cuando estuviera poniendo de mi parte para aumentar el pozo sin fondo de germenes que acumulaba. Soy asi de generosa cuando me lo estan dando todo, ya lo sabes. A ese tipo tambien le habria dicho que me llamaba Alicia. Una de todas esas Alicias en las que me habia convertido durante ese ano. Todas las que habian estado buscando a nuestro hombre. He perdido la cuenta de las mentiras a las que he tenido que recurrir para llegar a saber la verdad, Marta. En ninguna de esas citas habia sido quien soy para quienes creen conocerme: la mujer que acaba de cumplir los cuarenta --cuarenta y pocos--, la profesional de exito, la de la envidiable solvencia economica para los tiempos que corren; esa tipa con una formacion solida, leida, cultivada, intelectualmente inquieta, con ciertas necesidades culturales. Y sin abuela que estoy. Eso es. Empece sin una idea sobre lo que podia ocurrirme. Sin prejuicios. Total, era una mujer soltera, sin obligaciones ni ataduras sentimentales; que seguia sin conocer lo que es tener una relacion estable; que sabia que a su edad eso no es muy normal; que no esta bien visto socialmente; que levanta sospechas. Todavia hoy en dia. Sobre todo, en una mujer. Das pie a que te tachen de rarita, a que les des mala espina y quieran salir huyendo. <>, se pregunta el personal. Sabes que no soy de esas que tienen aversion a las de su especie. En todo caso soy algo timida. Me obsesiono por el que van a pensar de mi si hago esto o si digo aquello otro. Quizas sea esa la coraza con la que me protejo de mis inseguridades y mis complejos y la que acaba dando una idea bastante distorsionada de mi; de una persona altiva o distante. Eso recuerdo que me dijiste nada mas conocernos, Marta. O Dolly, porque en la Facultad de Derecho todos te llamaban asi. ?De donde te venia? De muneca, explicabas; que asi te habian bautizado en el instituto de Connecticut donde cursaste el equivalente al COU espanol. Claro que, con el tiempo, cualquiera que llegara a conocerte sabia que era mucho mas cauto poner en cuarentena todas las anecdotas con las que tu misma, cuando no tus hagiografos, contribuyeron a alargar la sombra de tu carisma hasta convertirte en una leyenda. Habia que ir con sumo cuidado al aproximarse a tu perfil, no fuera a ser que acabara contaminado por alguno de esos bulos prenados de intencion. Tambien me dedique a eso: a indagar. Porque siempre habia dado por bueno lo que me contaste sobre tu pasado. ?Por que tendria que dudar? Supuse que el hecho de ser una profesional del engano no obliga a ser una mentirosa compulsiva con la gente que quieres. Hemos sido amigas y me has querido, ?verdad, Marta? A grandes rasgos, si una se pone a bucear en tu biografia, parece que no existe ninguna duda de que Marta Suarez Enjuanes nacio en Elche, en 1976. Hija de Margarita, aparadora de calzado de profesion, y de un viajante de comercio al que nunca llegaste a conocer. O sea, a efectos de inventario, toda la vida has llevado a cuestas el sambenito que se le pone en los pueblos a las hijas de madres solteras. Porque poco o muy poquito se sabia de quien te habia dado el Suarez del primer apellido. Nunca te contaron ni tan siquiera que tipo de estampados, de telas o de pulimentos llevaba ese vendedor en su cartera. El tal Suarez dejo de dar senales de vida despues de recibir la noticia de que de su ultima visita no habia fructificado unicamente un pedido millonario de los que solia facturar a Calzados Anton. Ahi entrariamos en el capitulo de las especulaciones. Ninguna probada. Aunque me contaste, con cierta guasa, que habia dos teorias que corrian como la polvora y con mejor suerte que el resto: las dos tenian en comun tu parecido con el propio patron de la marca, con Amadeo Anton, una retirada que iba algo mas alla de la casualidad. Mas adelante descubriste que tambien teniais maneras de proceder muy similares. Eso mismo, tal cual me lo confiaste, lo pude corroborar sobre el terreno. Alli volvi a oir la hipotesis que sostiene que nunca hubo un Suarez como tal, sino que tu serias la consecuencia de la furtiva relacion de tu madre, Margarita, con el patriarca de la empresa. Una relacion consentida por su mujer. ?Consentida? ?Por que? Al parecer, a cambio de que Amadeo Anton no le pusiera a ella cortapisas a sus pulsiones amatorias, que iban en direccion contraria, ya me entiendes. Las verdaderas preferencias sexuales de la senora eran conocidas, pero tanto los padres de uno como de otra no las tuvieron en cuenta. Es mas, las pisotearon cuando arreglaron la boda entre ellos. Lo hicieron con noble intencion de salvar su alma. Tambien para que no se diluyera la sociedad patrimonial que sumarian entre las dos familias. Pero, chica, sigue teniendo peso y hace furor entre el chafardeo la otra escuela, la que argumenta realmente eras nieta de Amadeo Anton, nada de hija. Porque este, en uno de sus escarceos extramaritales, dejo embarazada a una alemana que, camino de Denia para embarcar hacia las islas y perder sus rumbos en las playas ibicencas, recalo en Elche sin saber muy bien ni como ni por que. E igual que aquel destino no entraba en sus planes, tampoco le encajaba en su futuro idealizado lo de cargar con la criatura del bombo que se llevaba de recuerdo. A Anton no le resulto dificil convencerla de que volara ligera y que dejara a su cargo al bebe; tu madre, a la postre. Puso en el empeno una dosis de afilada labia, incluida una sutil insinuacion que quizas a alguien muy quisquilloso le podria haber sonado como un principio de extorsion. Tambien puso en la mochila de la alemana un argumento muy atractivo: un rulo de billetes de mil pesetas. Asi se las gastaba el abuelo.

  • Las chicas perfectas de Sara Shepard

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    El universo de Pequenas Mentirosas continua con el spin-off que cobra vida en esta bilogia que arranca con La chicas perfectas, que tendran tambien serie de television.

  • El guardes silente (El librero de toledo 2) de Manuel Peitado

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    Han pasado cinco anos desde que Domenico, nuestro joven protagonista,ingreso en un centro psiquiatrico para expiar sus culpas y cancelar su deuda con la sociedad. La Espana con la que amanecera, nada tiene que ver con aquella que dejo en 1.975. Su liberacion nos hara plenamente conscientes y participes de la inminente justicia, que irremisiblemente llegara a todos los que propiciaron muertes sin sentido, con un desproposito lleno de impiedad y locura. En esta segunda entrega, el protagonista no dudara en adentrarse en los ambientes mas sordidos de la epoca y nos hara vibrar, sufrir y disfrutar con sus andanzas que nos deja expectantes, esperando su destino que hacemos nuestro. Personaje querido y odiado que, gracias a su autor, sigue sin dejarnos indiferentes y que nos lleva de la mano hasta las profundidades de un final inesperado y, quizas, fatal. Domenico, hombre sadico y nino desvalido fuertemente influenciado por los conflictos de su entorno, emprendera una lucha encarnizada contra aquellos que creen que gozan de un poder omnimodo que les permite burlar las leyes y dar justicia a su capricho. Manuel Peiteado aborda asuntos tan delicados como la pederastia, la homofobia o mismamente el sado, que no dejara indiferente al lector. Novela trepidante que seduce y enamora por su ritmo, escrita sin artificios y en la que la intriga va in crescendo a lo largo de sus paginas.

  • El ultimo acto de Mari Jungstedt

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  • Propuesta de acuerdo sobre el lenguaje inclusivo de Alex Grijelmo

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    ?El idioma invisibiliza a la mujer? ?Es compatible la lucha feminista con el respeto al sistema de la lengua? ?Tiene sentido que el masculino generico se presente como simbolo de la dominacion del varon? ?Es eficaz actuar sobre el lenguaje para combatir el machismo?

  • Lo que encontre cuando te perdi [LGBT] de Fabian Tapia

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    La vida de Zile Thorn se esta cayendo a pedazos y su unica forma de sobrellevar el dolor es destrozando a la unica persona que lo habia hecho sentir completo. Hasta ese fatidico accidente en un concurso de ballet cuando Rob Hilsen se equivoco en su melodia y le ocasiono el retiro perpetuo de las pistas. Su relacion -una en la que no cabian las pesadillas- ahora se ha vuelto tormentosa volcada en ese precipicio de rencor, lagrimas y canciones rotas. Zile no solo no podra volver a bailar, sino tampoco volver a amar, pues lidiar con ese abismo le resulta abrumador y prefiere cobrar venganza rompiendo un corazon en todas sus formas posibles.

  • Solo una primavera 1 de Victoria Vilchez

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    --No siempre sera invierno --dijo Cam, haciendo malabarismos para mantener el movil contra la oreja. Lily estaba sobre su regazo comiendose otra galleta. Parecia que al final si que habia acertado con algunas de sus preferencias. Maverick, a su lado, se encontraba recostada sobre el. Cam no podia ser mas feliz; las tenia, a ambas, e iba a seguir compartiendo su vida con ellas. --Si, ya --replico Lea, al otro lado de la linea--, como que la primavera llega manana. Pero ?que se supone que significa eso? Cam sonrio. --Que las cosas empezaran a ir a mejor. Lea no estaba segura de que eso fuera a pasar en su caso, pero no queria atosigar a su primo con los detalles de su pesima vida social. El habia estado llamandola para interesarse por como iban las cosas en el instituto y, en una de esas llamadas, le habia confirmado lo que su tia ya le habia dicho: Cam era padre de una nina de seis anos, la misma que ambos habian visto patinando en el lago en Baker Hills durante las Navidades junto con su madre, Maverick Parker. No dejaba de sorprenderla que los tres hermanos Donaldson hubieran encontrado el amor en menos de un ano. Aria, en verano en Lostlake; Sean, durante el otono en la universidad; y Cam, en el invierno que llegaria a su fin manana, se habia reencontrado con la chica de la que se habia enamorado en la adolescencia y habia formado una familia. La Lea del pasado seguramente hubiera sentido una envidia malsana, pero ya no era esa chica. Ahora se alegraba por ellos. --?Vas a venir a hacernos una visita? Quiero conocer a Lily -- le dijo, rehuyendo el tema que sabia que preocupaba a Cam. --Bueno, la boda de Sean y Olivia sera en verano en Lostlake. Nos veremos alli seguro. --Cam echo un vistazo a Maverick, que le guino un ojo. Ya habian hablado del tema y ella estaba deseando conocer Lostlake--. Pero puede que podamos escaparnos antes. Cam se estaba aplicando incluso mas que de costumbre para sacar adelante las asignaturas que le restaban para graduarse. Sean ya habia firmado con los Rams para jugar con ellos la proxima temporada, y todos se quedarian a vivir en California. Incluso su madre se estaba planteando vender la empresa familiar y trasladarse para estar mas cerca de ellos, pero Baker Hills siempre seria un hogar al que los Donaldson no dudarian en regresar. Hablaron durante un rato mas y, cuando colgaron, Lea permanecio tumbada sobre la cama de su habitacion mirando el techo. Habia acabado un trabajo que tenia que entregar al dia siguiente y no tenia otros deberes pendientes, tampoco nada que hacer. Asi que cogio los libros que habia sacado de la biblioteca y se dijo que podria acercarse a devolverlos. Los dias transcurrian con demasiada pereza en Baker Hills, al menos para ella. Pero la llegada de la primavera anunciaba el principio de un final que estaba mas que deseosa de alcanzar. En unos pocos meses se graduaria en el instituto y se olvidaria por fin del infierno que le habian hecho vivir sus companeros despues de lo sucedido con aquella maldita fotografia. Empezaria de nuevo, muy lejos de ese pueblo, en la primera universidad que la admitiera; no le importaba donde. Se puso el abrigo y aviso a su madre de que iba a salir. No tardaria. Sus tardes habian estado mucho mas ocupadas cuando aun tenia amigas, si podia llamarlas asi. Ahora comprendia que la unica persona que se habia preocupado por ella era Aria. Su prima habia dado la cara en su nombre a pesar de que eso le habia costado su propia reputacion. Agradecio en silencio que la hubiera perdonado por todo lo que habia sucedido luego, no era como si realmente se lo mereciera. La biblioteca de Baker Hills no era gran cosa, pero Lea habia encontrado un refugio en ella. Ademas de los libros que empleaba para algunas de sus tareas del instituto, habia empezado a sacar tambien otros por puro entretenimiento. Devolvio los que llevaba y se deslizo entre las exiguas estanterias en busca de nuevas lecturas con las que pasar las horas muertas. Al final, encontro una trilogia completa de fantasia que llamo su atencion y decidio llevarsela. Al salir cargando con los tres tomos y su mochila, el aire fresco le arano la cara y tiro del faldon de su abrigo, que habia olvidado abrocharse. Mechones de pelo rubio se agitaron frente a sus ojos y maldijo por no ser capaz de retirarlos. Con suerte, la aceptarian en Berkeley como a Aria y no tendria que pasar otro invierno padeciendo el frio de Ohio. Sin ver demasiado bien por donde iba, metio el pie en un charco. No llovia en ese momento, pero en los dos ultimos dias no habia parado y habia agua por todas partes. El bajo del pantalon se le empapo al instante y estuvo a punto de resbalar y acabar con el culo metido tambien en el charco. Maldijo de nuevo, esta vez en voz alta y de una forma muy imaginativa. Escucho un silbido. --Vaya boca... Su humor empeoraba por momentos. Seguro que seria alguno de sus companeros de instituto, muy dispuesto a burlarse de sus miserias y recordarle lo explicita que habia sido la maldita fotografia. Resoplo y dejo de mirarse los pies. Al empezar a levantar la vista lo primero que vio fue unas botas negras de cordones y las ruedas de una moto. ?Que clase de loco conducia una moto con ese tiempo? Sus ojos continuaron ascendiendo, deslizandose por un pecho amplio y bien formado sobre el que el desconocido cruzaba los brazos, y luego... mas arriba... tropezo con unos labios curvados en una sonrisa socarrona y unos ojos verdes que brillaban divertidos. Los mechones de su pelo negro tambien se agitaban con el aire frio, aunque a el no parecia molestarle. Era guapo, mas que cualquier chico con el que Lea se hubiera tropezado jamas, o al menos eso le parecio a ella. La cuestion era que ese rostro le resultaba extranamente familiar... Sabia que lo habia visto antes, pero no recordaba donde. El chico debia de tener al menos un par de anos mas que ella, por lo que podria tratarse de algun companero que ya hubiera terminado sus estudios en el instituto y con el que se hubiera cruzado en algun momento por los pasillos. Baker Hills era un pueblo relativamente pequeno, pero no tanto como para que todos sus habitantes se conocieran. --Tus padres se horrorizarian si supieran las cosas que salen por esa boca --senalo, y Lea no pudo evitar ponerse a la defensiva. No le importaba si estaba bromeando, era mas que probable que supiera de ella y de lo sucedido el curso anterior y aquello solo fuera otra de tantas burlas. Empezaba a cansarse. --Nadie te ha preguntado --le espeto, resentida, y el alzo las manos en senal de rendicion. --Te recordaba mas amable, y tambien mas... pequena. Sus sospechas eran ciertas entonces, ya se conocian. Pero Lea estaba convencida de que no hubiera podido olvidar una cara como esa, por mucho que su propietario fuera un imbecil arrogante y engreido, especialmente si era asi; a su antigua yo le encantaban ese tipo de tios. <>, se reprocho, pero el chico continuaba observandola con un descaro irritante. Si lo sabia, si habia visto la fotografia que habia circulado por cada telefono movil de todos los alumnos del instituto, no cambiaria nada que se mostrara brusca con el; tal vez asi desistiera de su afan de humillarla. Se debatio durante unos segundos, pero al final gano la batalla la parte de ella que aun luchaba por mantener cierta dignidad. --Pues yo no te recuerdo en absoluto, asi que si no te importa... Comenzo a caminar por la acera. Volveria a su casa, al calor de su dormitorio, y se sumergiria en el primer volumen de la historia que acarreaba entre las manos. Evadirse con la lectura era, a buen seguro, la mejor forma de esperar a que llegara la primavera. Pero el dejo la moto atras y se apresuro a colocarse a su lado. --No he cambiado tanto --le dijo, mientras se adaptaba a su paso rapido. Sonreia. Lea lo sabia a pesar de no estar mirandolo, de alguna forma extrana y retorcida era consciente de ello. Apreto el paso. No estaba dispuesta a soportar mas burlas, ni una mas.