• libro la familia martin - David Foenkinos

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    Me costaba escribir; no avanzaba. Habia pasado anos imaginando muchas historias y nutriendome muy pocas veces de la realidad. Estaba entonces con una novela relacionada con los talleres de escritura. La trama transcurria durante un fin de semana dedicado a las palabras. Pero quien no tenia palabras era yo. No sentia interes alguno por mis personajes, me aburrian tanto que me daban mareos. Pense que cualquier relato real seria mas interesante. Cualquier existencia que no fuese ficticia. Cuando iba a firmar libros, muchos lectores acudian para decirme: <>. Seguro que era cierto. Podia bajar a la calle, parar a la primera persona que pasara, pedirle que me proporcionase algunos elementos biograficos y estaba casi seguro de que iba a motivarme mas que una nueva invencion. Asi fue como empezo todo. Me dije en serio: <>. 2 Debajo de mi casa hay una agencia de viajes; paso a diario delante de esa extrana oficina sumida en la penumbra. Una de las empleadas sale a menudo a fumar delante del local y se queda ahi quieta, mirando el movil. A veces me he preguntado en que estaria pensando; creo firmemente que los desconocidos tambien tienen una vida. Asi que sali de casa diciendome: <>. Pero la desconocida no estaba. Y yo habia estado a una voluta de humo de convertirme en su biografo. A pocos metros vi entonces a una senora mayor que cruzaba la calle tirando de un carrito morado. Me absorbio la mirada. Esa mujer no lo sabia, pero acababa de entrar en el territorio de la novela. Acababa de convertirse en el tema principal de mi nuevo libro (si aceptaba mi propuesta, claro). Yo podria haber esperado a que llegara la inspiracion u otra persona que me atrajera mas. Pero no, tenia que ser <>. No habia mas alternativa. Tenia la esperanza de que esa casualidad organizada me condujera a una historia emocionante o hacia uno de esos destinos que permiten comprender alguna de las apuestas esenciales de la vida. A decir verdad, lo esperaba todo de esa mujer. 3 Me acerque, disculpandome por molestarla. Me dirigi a ella con la cortesia melosa de los que quieren venderte algo. Aflojo el paso, sorprendida seguramente de que alguien se le acercase asi. Explique que vivia en el barrio y que era escritor. Cuando paras a alguien que va andando hay que ir al grano. Suele decirse que las personas de edad son desconfiadas, pero la mujer me dirigio en el acto una amplia sonrisa. Me senti lo bastante a gusto como para exponerle mis planes. --Pues vera: me gustaria escribir un libro sobre usted. --?Como dice? --Ya se que puede sonar un poco raro... Pero es como un reto que me he puesto a mi mismo. Vivo justo ahi --dije senalando mi edificio--. Le ahorro los detalles, pero se me ha ocurrido que me gustaria escribir sobre la primera persona con quien me cruzase. --No entiendo. --?Podriamos ir a tomarnos un cafe para que le explique la situacion? --?Ahora? --Si. --No puedo. Tengo que subir a casa a meter algunas cosas en el congelador. --Ah, si, claro, me hago cargo --conteste, preguntandome si ese primer contacto no estaba tomando un giro de lo mas patetico. Me habia animado mucho seguir mi impulso, pero resulta que ya habia llegado al extremo de escribir sobre la necesidad de no volver a congelar los productos descongelados. Pocos anos despues de haber recibido el premio Renaudot, notaba como me bajaba por la espalda el escalofrio del declive. Le propuse esperarla en el cafe que estaba al final de la calle, pero prefirio que la acompanase. Al pedirme que fuera con ella me estaba brindando, ya de entrada, su confianza. Yo en su lugar no habria permitido nunca que un escritor se me metiese en casa con tanta facilidad. Sobre todo un escritor carente de inspiracion. 4 Pocos minutos despues estaba sentado a solas en el salon de la senora, mientras ella trajinaba en la cocina. De forma totalmente inesperada, me embargo una intensa emocion. Mis dos abuelas llevaban muchos anos muertas y hacia mucho que no me encontraba asi metido en el decorado de la vejez. Habia tantas cosas en comun: el hule, el reloj ruidoso, los marcos dorados rodeando la cara de los nietos... Con el corazon oprimido, me acorde de cuando iba a visitarlas. No nos deciamos nada, pero me gustaban nuestras conversaciones. Mi protagonista volvio trayendo una bandeja con una taza y unas pastas. No se le ocurrio poner algo para ella. Para tranquilizarla, le conte mi trayectoria en pocas palabras, pero no parecia preocupada. La idea de que pudiera ser un hombre peligroso, un impostor o un manipulador no se le habia pasado por la cabeza. Mas adelante le pregunte a que se habia debido ese exceso de confianza. <>, me contesto, dejandome un tanto perplejo. A mi, la mayoria de los escritores me parecen libidinosos o depresivos. A veces, ambas cosas. Asi que, para esta mujer, tenia la cara adecuada para mi trabajo. Que ganas tenia de descubrir mi nuevo argumento de novela. ?Quien era? Lo primero era saber como se llamaba: --Tricot --me desvelo. --?Tricot, como de tricotar? --Si, eso es. --?Y el nombre? --Madeleine. Asi que me hallaba en presencia de Madeleine Tricot. Un nombre que me dejo dubitativo unos segundos. Nunca habria sido capaz de inventarlo. A veces me he pasado semanas buscando el nombre o el apellido de un personaje, completamente convencido de la influencia de la sonoridad en un destino. Era algo que me ayudaba incluso a entender algunos caracteres. Una Nathalie no podia portarse como una Sabine. Sopesaba los pros y los contras de cada denominacion. Y resulta que, sin tener que cavilar, tenia una Madeleine Tricot. Esa es la ventaja de la realidad: se ahorra tiempo. En cambio, hay un inconveniente de envergadura: la falta de alternativas. Habia escrito ya una novela sobre una abuela y la problematica de la vejez. ?Iba a tener que someterme otra vez a ese tema? La verdad era que no me entusiasmaba, pero tenia que aceptar todas las consecuencias del proyecto. ?Que interes tendria la cosa si empezaba a distorsionar la realidad? Tras pensarlo, se me ocurrio que no me habia encontrado con Madeleine por casualidad: los escritores tienen con su tema predilecto una relacion no muy distante de la cadena perpetua.[1] 5 Madeleine llevaba cuarenta y dos anos viviendo en el barrio. A lo mejor ya me habia cruzado con ella, aca o alla, pero su cara no me sonaba de nada. Dicho lo cual, yo todavia era relativamente nuevo por alli, pero me gustaba pasarme horas recorriendo las calles para pensar. Soy de esos para quienes escribir esta emparentado con una forma de anexionar un territorio. Madeleine debia de saberse la historia de muchos de los moradores del barrio. Debia de haber visto crecer ninos y morir vecinos, debia de saber detras de que comercio nuevo se ocultaba una libreria desaparecida. Seguramente pasarse la vida entera en el mismo perimetro conlleva cierto placer. Lo que yo veia como una carcel geografica era un mundo de referencias, de evidencias, de protecciones. Mi aficion inmoderada por la huida me impulsaba muchas veces a mudarme (tambien soy de esa clase de gente que nunca se quita el abrigo en el restaurante). A decir verdad, me gustaba alejarme del decorado de mis recuerdos, al contrario que Madeleine, que seguramente iba pisando a diario por las huellas de su pasado. Cuando pasaba delante de la escuela de sus hijas, quiza volvia a verlas corriendo hacia ella y echarse en sus brazos gritando: <>. Aunque aun no fueramos intimos, nuestra charla habia arrancado de forma muy fluida. Al cabo de unos minutos, a los dos se nos habia olvidado, me parece, el contexto de nuestro encuentro. Lo cual confirma algo evidente: a la gente le gusta hablar de si misma. Un ser humano es un condensado de autoficcion. Notaba que Madeleine estaba radiante al pensar que le interesaba a alguien. ?Por donde ibamos a empezar? Lo ultimo que queria yo era guiarla por la jerarquia de sus recuerdos. Acabo por preguntarme: --?Tengo que empezar por hablarle de mi infancia? --Bueno. Pero no es obligatorio. Podemos empezar por otras epocas de su vida. --?...? Parecio un poco perdida. Era preferible que la guiase por el laberinto del pasado. Pero, en el momento en que iba a empezar a entrevistarla, giro la cabeza hacia un marco pequenito. --Podriamos hablar de Rene, mi marido --dijo--. Hace mucho que murio... Asi que le gustara que hablemos primero de el. --Ah, de acuerdo --conteste, tomando nota de paso de que, ademas de a los lectores vivos, tambien iba a tener que contentar a los muertos. 6 Entonces Madeleine inspiro hondo, como si fuera a bucear a pulmon libre y los recuerdos, precisamente, estuviesen ocultos bajo el agua. Y el relato empezo. Habia conocido a Rene a finales de la decada de 1960, en el baile del 14 de julio en un cuartelillo de bomberos. A una amiga y a ella se les habia metido en la cabeza buscarse a un guaperas para bailar. Pero fue una silueta mas bien enclenque la que se le acerco. De entrada a Madeleine la conmovio ese hombre; se le notaba que no solia acercarse a hablar con desconocidas. Lo cual era cierto. Algo excepcional habria sentido, en el cuerpo o en el corazon, para tener la osadia de lanzarse asi. Rene le conto mas adelante las razones de su turbacion. Segun el, Madeleine era clavada a la actriz Michele Alfa. Igual que me ocurria a mi, Madeleine no la conocia. Hay que senalar que no hizo demasiadas peliculas despues de la guerra. Al descubrir su cara en una revista, la joven se quedo sorprendida: el parecido era remoto. En el mejor de los casos, podia decirse que se daban un aire. Pero, para Rene, Madeleine era casi la doble de esa actriz poco conocida. Esa emocion tenia origen en una dimension distinta. Aquello lo habia remitido a un episodio aterrador de su infancia, durante la guerra. Su madre pertenecia a una red de la Resistencia. Una vez que la perseguia la milicia, escondio al nino en un cine.[2] Muerto de miedo, Rene se aferro, por decirlo de alguna manera, a las caras de la pantalla. La de Michele Alfa se habia convertido en una inolvidable fuerza protectora y reconfortante. Y resulta que, algo mas de veinte anos despues, volvia a encontrar una de sus expresiones en la mirada de una mujer con la que se habia cruzado en el baile de los bomberos. Madeleine le pregunto el titulo de la pelicula. La aventura esta en la esquina, le contesto Rene. Disimule mi pasmo: era un curioso guino a mi proyecto. Madeleine tenia por entonces treinta y tres anos. Todas sus amigas estaban ya casadas y con hijos. Se planteaba si no le habria llegado el momento de <>. Aclaro que usaba esa palabra refiriendose al libro de Simone de Beauvoir Memorias de una joven formal, publicado unos anos antes. Aunque no pretendia faltarle al respeto a su marido, preferia decirme la verdad: por entonces habia hecho mas caso al cuchicheo de la razon que al de la pasion. Le gustaba mucho que la quisiera un hombre reconfortante y seguro de lo que sentia; tanto que hasta le resultaba posible olvidarse de lo que sentia de verdad. Con el tiempo, la delicadeza de Rene acabo triunfando. No quedaba ya la menor duda. Madeleine lo habia querido. Pero nunca habia notado por el los estragos de su primer amor. * Callo un instante, sin duda con reticencias ante la perspectiva de recordar esa historia que parecia dolorosa. <>, pense. Por supuesto, me intrigaba esa referencia a una pasion tragica, con toda verosimilitud. Para mi novela, me parecia una pista que habia que tomarse en serio. Las confidencias que ya me estaba haciendo Madeleine eran tan espontaneas que no queria forzarla pidiendole que desarrollase aquello que acababa de esbozar. Ya volveria a salir mas adelante. Y, aunque no puedo desvelar ahora mismo lo que iba a saber mas adelante, si que puedo anunciar que esa historia, por su naturaleza intensa, va a ocupar un lugar determinante en el relato. * Por ahora, sigamos con Rene. Despues de conocerse en el baile, se prometieron volver a verse muy pronto. A los pocos meses ya estaban casados y, a los pocos anos, eran padres. Stephanie nacio en 1974 y Valerie, en 1975. Por entonces era bastante inusual convertirse en madre casi a los cuarenta. Madeleine lo habia ido retrasando mas que nada por razones profesionales. Aunque habia disfrutado de la maternidad, le habian sentado muy mal las consecuencias que habia tenido para su carrera. Bajo su punto de vista, era una injusticia que les imponia a las mujeres una sociedad de hombres. <>, dijo entonces con lo que aun sonaba a amargura. Pero parecia bastante inutil echarselo en cara a un muerto. Seguramente, Rene no habia caido en la cuenta de lo frustrada que se sentia su mujer. Estaba orgulloso de su trayectoria en la RATP, el consorcio de transportes de Paris. De simple conductor de metro habia acabado en uno de los mayores puestos de responsabilidad del consorcio. Para el era una segunda familia, hasta tal punto que la jubilacion le cayo como una condena a muerte. Madeleine se encontro con un marido completamente desvalido. <>, repitio tres veces, cada vez mas bajo. Hacia ya veinte anos que se habia ido, pero nuestra conversacion otorgaba al pasado el brillo de una emocion muy reciente. Rene se levantaba por las mananas como un combatiente sin guerra. Su mujer lo animaba a volver a estudiar, a dedicarse a algun voluntariado, pero el rechazaba toda proposicion. A decir verdad, le habia herido profundamente la forma en que todos sus antiguos companeros se habian ido desentendiendo de el. Se dio cuenta de la absoluta vacuidad de las relaciones que habia trabado y, a partir de ahi, todo le parecio absurdo. Un cancer de colon acompano esa decadencia; una forma de poder ponerle nombre a un estado difuso. El dia del entierro, apenas un ano despues de la jubilacion, acudieron muchos directivos y empleados de la RATP. Madeleine los miro uno por uno sin decir nada. Algunos pronunciaron unas palabras durante la ceremonia, elogiaron a un hombre recto y cordial, pero el no estaba alli para oir esos tardios testimonios de una amistad indeleble. A su mujer le parecio un comportamiento francamente patetico, pero no dijo nada. Cedio mas bien al recuerdo de lo bonito que habia habido entre ellos, esa forma de apacible entendimiento. Habian llevado a cabo tantas cosas juntos, habian tenido alegrias y penas, y ahora todo se habia acabado. De que manera tan viva hablo Madeleine de Rene (casi se podia creer que iba a aparecer en el salon para unirse a nosotros). Desde mi punto de vista, era la posteridad mas hermosa; seguir existiendo en un corazon. Me pregunte como era posible sobrevivir al amor de una vida. Pasar cuarenta o cincuenta anos con una persona, tener a veces la sensacion de que es tu propio reflejo en el espejo, y luego un dia ya no queda nada. Al estirar la mano tocas el aire, notas movimientos raros en la cama o dices palabras que se convierten en conversaciones huerfanas. No vives solo, sino con una ausencia.

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    Y resulta que nos convence de que sí, que la vida es eso, una repetición cíclica molecular en la que cada personaje que habita en esa vida, hecha libro o en ...

  • La final de nuestras vidas de Andres Burgo

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    La final de nuestras vidas es un libro a la altura de lo que hubo en juego entre los dos equipos mas grandes de la Argentina durante la edicion 2018 de la Copa Libertadores de America. Y su autor, un experto en escribir sobre encrucijadas deportivas que marcaron a fuego la historia del futbol argentino: ya lo habia hecho en Ser de River en las buenas y en las malas y en El partido, Argentina-Inglaterra 1986, dos de sus exitosos libros. Con talento, oficio y sentimiento, Andres Burgo le da forma en estas paginas a una historia inolvidable sobre los partidos que ya nadie nunca podra olvidar.

  • En el momento adecuado de Ana Castellar

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    Dos almas que buscan encontrarse.
    Dos personas que necesitan darle algo de color a sus vidas.

  • Descendiente de las tinieblas 3 de Tamara Kruger

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    La lucha por liberar a Badru de la oscuridad continua y Eleonor llegara al lugar en donde inicio todo. El Valle Oscuro. En este reino ademas de convivir y conocer las costumbres de sus habitantes tambien seguira descubriendo su tirania y el despojo de emociones de la vinculacion.
    Las visiones que fueron entregas y que revelaron como terminar con el encantamiento que une a hombres y lobos se convertira en la clave para que no pierda la esperanza. Lamentablemente el sombrio enlace sera mas poderoso de lo que pudo imaginar y la arrastrara a liderar una batalla entre la razon y las tinieblas.
    Un nuevo desafio la inducira a buscar su real naturaleza mientras que esta vez la destruccion del enlace la enfrentara a uno de sus mayores miedos.

  • Feliz Vida de Lorena Franco

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    Si te gusto Maldito karma, disfrutaras leyendo las aventuras de esta ex “Top model” al borde de un ataque de nervios en su inesperada y proxima vida. Laura Smith, una popular y egocentrica top model, muere de manera absurda e inesperada cuando estaba en su mejor momento profesional en Nueva York. En su primer paseo como espiritu en la ciudad de los rascacielos coincide, entre otros, con el mismisimo John Lennon. Pero al llegar a la luz y conocer a San Pedro, este le dice que tiene que volver. Con otro cuerpo, con otra vida y en otro lugar, recordara mas de su anterior existencia que de la actual, con un toque del otro lado que hara que su nueva vida se complique por momentos. Laura empezara a vivir en el cuerpo de Marta, una cajera de supermercado extremena que vivia en un pequeno pueblo de Extremadura con varios problemas a los que la nueva inquilina de su cuerpo se tendra que enfrentar. <>.

  • La rosa escondida de Reyes Monforte

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    Una nueva historia basada en la tormentosa vida de una inmigrante que llega a Espana huyendo de la guerra de Bosnia.

  • El triunfo de los principios de Toni Montesinos

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    Se asocia frecuentemente a Henry David Thoreau tanto con la desobediencia civil, en un contexto de lucha contra la esclavitud y la guerra en unos Estados Unidos que se estaban formando, como con la atraccion que sintio por la vida de los indios. Pero lo cierto es que este observador de la naturaleza y el comportamiento humano abordo en su dia todo lo que hoy es importante para nosotros. En Walden, pero tambien en el resto de sus libros, diarios y cartas, hablo desde una perspectiva autobiografica de la amistad, el amor, la economia, la educacion, la politica, la religion, la hipocresia social. Siempre asentandose en ideas firmes y practicando la austeridad, confiando en los sentidos y la intuicion, con la voluntad de hacer de su presente algo que le trascendiera.

  • Solo una chica buena de Fabiola Arellano

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    Maricela se preparo para enfrentar el que, creia, seria el dia mas importante de su vida. Los anos de lucha en contra del machismo y acoso por fin se verian recompensados. El tan ansiado ascenso al puesto de direccion comercial en SAACSA era practicamente un hecho. Se ducho con calma, disfrutando en todo momento de la refrescante sensacion del agua al resbalar por su piel como si se tratase de la suave caricia de un amante. Salio del cuarto de bano sintiendose renovada. <>, prometio a su doble opuesto mirandose al espejo con aprobacion. Su rostro ovalado de finas facciones estaba adornado con unos ojos color caramelo de largas pestanas y mirada penetrante. Labios suaves y llenos de un apetecible tono rosado. No solia llevar mucho maquillaje, apenas si usaba algo de rimel, un gloss brillante en los labios y listo. Acostumbraba llevar su larga cabellara castana en un rigido mono. <>. No cabia de jubilo, habia llegado el momento de mostrar a todos esos machistas, en especial a su padre, la autentica valia de una mujer decidida. Ella seria la primera persona del sexo femenino en ocupar un puesto directivo en esa empresa, mismo que durante generaciones habia sido destinado en exclusiva para los varones. El movil sono indicandole que tenia un mensaje: Hoy Cinthya: Hola, senora manda mas, solo quiero desearte suerte en el gran dia de tu coronacion. [?] 07:15 a.m. Maricela: Adoro tu sarcasmo, me levanta el animo, pues estoy muy nerviosa. X3. 07:16 a.m. Cinthya: Eso es normal, este paso es decisivo para tu carrera. Relajate, bonita, y disfruta de lo que con tanto esfuerzo te has ganado. 07:17 a.m. Maricela: No puedo estar tranquila, el imbecil de Luis Alfredo tiene dias de lo mas amable conmigo, y eso no me da buena espina. Se que algo grande se trae entre manos. 07:18 a.m. Cinthya: Amiga, tu siempre tan imaginativa. Deja esa costumbre de crearte telenovelas en la cabeza. Lo mas probable es que don Acosador este feliz por el puesto que le ofrecieron en el extranjero y no pueda ocultar su regocijo. 07:19 a.m. Maricela: Tal vez tengas razon, quiza estoy siendo un poco paranoica, pero esa actitud en el no es normal. Tengo la certeza de que no se ira sin dejarme un recuerdito. Los tipos como el jamas olvidan ni perdonan un rechazo. 07:21 a.m. Cinthya: Hiciste bien en ponerlo en su lugar. Lo que no estoy de acuerdo contigo es que no lo denunciaras. Las ratas como esa tienen que estar en donde pertenecen: las cloacas. 07:23 a.m. Maricela: Se que mis motivos pueden parecerte absurdos, pero creeme cuando te digo que el tipo tiene demasiada influencia sobre los viejos accionistas, para ellos es San Luis Alfredo, su palabra es incuestionable y no hay quien lo baje del pedestal en el cual lo han colocado. Yo siempre he llevado las de perder, pues, para mi desgracia, no tengo modo de probar mis acusaciones. Por fortuna ya se va y me librare del el. 07:25 a.m. Cinthya: ?Lo ves? No hay de que preocuparse, don Acosador ya es cosa del pasado y no volvera a molestarte. Pobres de las chicas en la filial a la que ira, seran ellas las que tengan que soportar sus constantes acosos. 07:27 a.m. Maricela: No se, tengo el extrano presentimiento de que esta guerra entre nosotros no ha terminado. 07:28 a. m. Cinthya: Tranquila, bonita, como ya te dije: relax... Nos vemos el viernes, recuerda que tenemos que celebrar a lo grande tu acenso; con bombos y platillos. 07:29 a.m. Maricela: De acuerdo. Ya me urge que llegues, te extrano. Me encantaria ir a recibirte al aeropuerto, pero como comprenderas me es imposible. 07:31 a.m. Cinthya: Lo se, no te preocupes, Dante estara esperandome, supongo que con todo y comitiva de bienvenida. Ya nos pondremos al dia cuando nos veamos. Arrasa con toda esa sarta de machos arcaicos, ?de acuerdo? Besos. 07:33 a.m. Maricela: Ok. Deseame suerte, amiga. 07:35 a.m. Cinthya: !Suerte, bonita!!! :* 07:36 a.m. Durante un momento, estuvo tentada a preguntar, una vez mas, sobre el asunto de la inminente boda de Alex, pero la actitud de Cinthya era de lo mas normal y relajada, mostrandole que estaba bien y que sus palabras en la anterior conversacion, cuando creyo haber metido la pata al decirle sin mas la buena nueva, eran verdad; la obsesion de su amiga por Alex era cosa del pasado. Esto la hizo reflexionar; quiza debia cortar cuerda a su desbocada imaginacion y centrarse mas en sus problemas reales. Emocionada, miro el traje sastre que descansaba sobre su cama. Lo habia comprado especialmente para la ocasion. El color azul metal era unico y el estilo elegante y discreto le concedia la imagen que deseaba dar a los accionistas de la empresa: una mujer exitosa, en la cuspide de su carrera. Y lo mejor de todo, que no necesitaba valerse de sus atributos fisicos para conseguirlo. La falda de tubo llegaba debajo de la rodilla, el saco no delataba el cuerpo que se escondia debajo y la sobria camisa blanca con rayas azul claro era el toque perfecto entre seriedad y buen gusto. El trayecto a su trabajo le precio inusualmente lento, se dijo que quiza era debido a la ansiedad que sentia. Se quedo unos minutos mirando la fachada acristalada del edificio central, tomo una gran bocanada de aire y entro decidida a enfrentarse a los buitres. --!Buenos dias, Claudia! ?Alguna novedad? --pregunto tratando de ocultar su nerviosismo bajo la mascara de profesionalismo con la cual a diario se revestia al cruzar la puerta de su oficina. --No, Mary. Todo esta en orden. ?Preparada para tu gran dia? --la cuestiono su secretaria con una sonrisa complice. --Por supuesto. --?Crees que tengamos algun problema con la nueva jefa si abrimos esto al terminar la junta de accionistas? --pregunto, con una sonrisa picara, Dafne, otra de las chicas de su equipo de trabajo, mientras les mostraba una botella de champana. --No lo se, quiza esa tipa resulte ser peor de quisquillosa que Luis Alfredo. Menos chisme y mas accion. --Maricela dio un par de palmadas--. !A trabajar, flojas, que no se les paga por venir a cotillear! --bromeo e hizo una mueca imitando al susodicho. Las chicas rieron ante tan magistral interpretacion. --Es un alivio que se vaya, es de lo mas incomodo trabajar con el. Por muy recatada que sea tu ropa, parece que tuviera un escaner, te desnuda con la mirada y siempre esta toqueteandote accidentalmente --expreso Claudia con verdadero desagrado. --!Accidente nada!, eso que se lo crea su abuela --alego Dafne con una mueca de asco--. A mi me insinuo que si yo queria, me ponia apartamento y coche a cambio de mantenerlo calientito todas las noches. Por fortuna, en cuanto me case con Emilio, dejo de molestarme. --Yo lo siento por Mary, le ha tocado recibir la peor parte, el tipo parece obsesionado con ella. <>, penso Maricela con amargura al recordar el dia que, por poco, ese canalla consigue mancillarla. Gracias a Julian, del apartamento de finanzas, que llego a tiempo para interrumpirlo, es que pudo salvarse. Desde entonces procuro nunca mas quedarse a solas con su jefe. No les conto a las chicas hasta que grado habia llegado el asunto, pero si les pidio que cada vez que Luis Alfredo la mandase llamar y cerrara la puerta de su oficina, se inventaran cualquier pretexto para rescatarla lo mas pronto posible, y gracias a eso, el no habia podido atacarla de nuevo. --No saben como les agradezco que siempre estuvieran al pendiente de mi. --Les sonrio con afecto--. Creo que mas que festejar mi ascenso, tenemos que celebrar que esa vibora no volvera a molestarnos. --Mary tiene razon, por fin nos libraremos de esa alimana. Pobres de las chicas de la filial a la que va, ahora les tocara a ellas lidiar con el --reitero Dafne. --Es curioso, eso mismo me dijo Cinthya esta manana. --Por cierto, ?como esta? Con eso de que es toda una celebridad y acaba de ganar otro premio... --Quiso saber Claudia, pues ella, al ser la secretaria, recibia las llamadas entrantes del apartamento y la fotografa le habia simpatizado de inmediato desde la primera vez que llamo. --Bien, llegara el viernes para asistir a la boda de su hermano. --Oh, si, lo habia olvidado, y eso que fui yo quien recibio a los tortolitos cuando vinieron a traerte la invitacion. !Que memoria la mia! --Perdon que interrumpa su hora del chisme, chicas, pero esta por comenzar la junta y Mary tiene que entrar --les comunico Dafne. Mientras avanzaban por el pasillo, continuo--: No quiero dejar pasar la oportunidad de agradecerte el que me recomendaras con los accionistas para ocupar el puesto de asistente que tu dejaras vacante. Claudia, Ariana, Dafne y Maricela se habian acoplado de maravilla, se apoyaban unas a las otras; <>. Ese era su lema. Como siempre que una pieza es movida, habia que llenar el hueco. Cuando a Luis Alfredo se le ofrecio el puesto de director comercial de la nueva division Estados Unidos, los accionistas habian llamado a Maricela y le dijeron que el candidato mas viable para ocupar el puesto vacante era ella. Entre otras cosas, le preguntaron que, en caso de darse el ascenso, a quien recomendaria para ocupar la plaza de su asistente y le dieron un par de dias para pensarlo. Maricela no necesito tanto, convoco a junta de chicas en el bano de damas y, por unanimidad, decidieron que fuera Dafne la afortunada, ya que su esposo se habia quedado sin trabajo y lo estaban pasando mal para completar las facturas de cada mes. --No tienes nada que agradecer, sera un placer tenerte como asistente. Se que lo haras bien. --Se abrazaron emocionadas, y Mary siguio su camino.

  • El Sexo siempre es la Respuesta de Jorge Borges

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    Como Animales: Romance, Sexo y Erotica con el Licantropo Alfa

  • En el jardin del ogro de Leila Slimani

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    Adele parece tener una vida perfecta. Trabaja como periodista, vive en un bonito apartamento en Montmartre con su marido Richard, medico especialista, y con su hijo de tres anos, Lucien. Sin embargo, bajo esta apariencia de cotidianidad, Adele esconde un inmenso secreto, la necesidad insaciable de coleccionar conquistas. <> es la historia de un cuerpo esclavo de sus pulsiones, una novela feroz y visceral sobre la adiccion sexual y sus implacables consecuencias. <> De la autora de <>, Premio Goncourt 2016.

  • ?Quedamos esta noche? Rafael Belda Ros de Rafael Belda Ros

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    Raul y Tina sospechan que entre ellos existe una fuerza extrana que los separa, y sin embargo, saben que si continuan juntos viviran la mayor historia de amor de sus vidas. En toda historia hay un punto de inflexion que te permite seguir o abandonar. En este relato, tu decides si quieres dar el paso para conocer La formula del amor.

  • Multimillonario & Canalla de Ella Valentine

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    Adam Walter ha tenido una vida de excesos: drogas, alcohol, mujeres. Pero ahora que ha salido de la clinica de desintoxicacion y esta apunto de asumir un cargo en la multinacional que dirige su padre, necesita limpiar su reputacion con urgencia. Para ello contrata a un especialista en la rehabilitacion de personajes publicos, quien le asegura que la mejor forma de conseguirlo es fingiendo una relacion estable con una chica normal.

  • Razones para seguir viviendo de Matt Haig

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    Hace trece anos pensaba que esto no podria ocurrir. Iba a morirme, ?sabes? O a volverme loco. Era imposible que siguiera aqui. A veces dudaba incluso de poder aguantar diez minutos mas. Y me resultaba imposible pensar que llegaria a sentir la confianza y la seguridad suficientes como para escribir sobre ello. Uno de los sintomas clave de la depresion es que no se ve esperanza alguna. Ningun futuro. No solo no se ve una luz al final del tunel, sino que ambos extremos parecen bloqueados, y tu estas dentro. Asi que si hubiera podido conocer el futuro, saber que seria mucho mas luminoso que cualquier momento que hubiera vivido, entonces un extremo de ese tunel habria volado en pedazos, y yo podria haber visto la luz. De modo que el hecho de que este libro exista prueba que la depresion miente. La depresion te hace pensar cosas equivocadas. Pero la depresion en si no es una mentira. Es lo mas real que he experimentado en mi vida. Por supuesto, es invisible. Los demas, a veces, ni la perciben. Andas por ahi con la cabeza en llamas pero nadie puede ver el fuego. Y asi --porque la depresion es algo oculto y misterioso que, por lo general, no se ve-- el estigma sobrevive. Esto es particularmente cruel para los depresivos, porque afecta los pensamientos, y la depresion es una enfermedad del pensamiento. Cuando estas deprimido te sientes solo, y crees que nadie sufre como estas sufriendo tu. Tienes tanto miedo de parecer loco que lo callas todo, y temes tanto que los demas te tomen por raro que te encierras en ti mismo y no hablas de lo que te sucede, lo cual es una pena, porque hablar de ello ayuda. Las palabras --habladas o escritas-- nos conectan con el mundo, de manera que hablar con la gente sobre lo que nos pasa, y escribir sobre ello, nos ayuda a conectarnos con los demas y con nuestro verdadero yo. Ya se, ya se, somos humanos. Somos una especie que tiende a esconderse. A diferencia de otros animales, nos cubrimos con ropa y procreamos a puerta cerrada. Y sentimos verguenza cuando las cosas nos van mal. Pero podemos superarlo, y la forma de hacerlo es hablar del problema. Y quiza tambien leer y escribir al respecto. Yo lo creo. Porque fue en parte leyendo y escribiendo como encontre una especie de salvacion en medio de la oscuridad. Desde el instante en que me di cuenta de que la depresion mentia sobre el futuro quise escribir un libro sobre mi experiencia, para abordar de frente la depresion y la ansiedad. De modo que este libro pretende dos cosas: reducir ese estigma y --acaso la ambicion mas quijotesca-- lograr convencer a la gente de que el fondo del valle nunca te ofrece las mejores vistas. Escribi este libro porque los viejos topicos siguen siendo los mas ciertos. El tiempo cura. Hay luz al final del tunel, aunque no seamos capaces de verla. Y tras la tormenta siempre llega la calma. Las palabras, a veces, pueden liberarte. UN COMENTARIO ANTES DE ABORDAR DE LLENO NUESTRO TEMA Las mentes son unicas. Se estropean de manera unica. Mi mente fallo de un modo ligeramente diferente de como lo hacen otras. Nuestra experiencia puede coincidir en ciertos aspectos con la de otras personas, pero nunca sera exactamente la misma. Los grandes titulares, como depresion (y ansiedad y trastorno de panico y TOC) son utiles, pero solo si entendemos que no todos los experimentamos de la misma manera. Cada persona vive la depresion de una forma distinta. El dolor se siente de varias maneras, en diferentes grados, y provoca reacciones diversas. Dicho esto, si los libros, para resultar utiles, tuvieran que reproducir exactamente nuestra experiencia del mundo, los unicos que valdria la pena leer serian los escritos por nosotros mismos. No existe una manera correcta o equivocada de tener depresion, ni de sufrir un ataque de panico, ni de querer suicidarse. Todo esto simplemente se da. El padecimiento, como el yoga, no es un deporte de competicion. Pero a lo largo de los anos he descubierto que leer acerca de otras personas que han sufrido, han sobrevivido y han superado la desesperacion ha sido un consuelo. Me ha dado esperanza. Ojala este libro consiga lo mismo. I CAER Pero, al final, uno necesita mas coraje para vivir que para quitarse la vida. ALBERT CAMUS, La muerte feliz EL DIA EN QUE MORI Recuerdo el dia en que murio mi antiguo yo. Todo empezo con un pensamiento. Algo estaba fallando. Ese fue el comienzo. Antes de saber que era. Y luego, al cabo de unos segundos, note una sensacion extrana dentro de la cabeza. Alguna actividad biologica en la parte de atras del craneo, un poco mas arriba del cuello. El cerebelo. Un latido o un parpadeo intenso, como si hubiera una mariposa atrapada dentro, combinado con una sensacion de hormigueo. Yo todavia no conocia los extranos efectos fisicos que la depresion y la ansiedad podian generar. Solo pense que estaba a punto de morirme. Y entonces empezo a fallarme el corazon. Y despues empece a fallar yo. Me hundi, rapido, y cai en una nueva realidad claustrofobica y asfixiante. Paso mas de un ano hasta que volvi a sentirme minimamente norma

  • Entre la calma y la tempestad de Sabrina Mercado

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    ?Cuando descubre una persona el verdadero amor?
    Amelia, una profesora de frances y escritora novel, acaba de atravesar una tragedia en su vida y ha perdido las ganas de vivir. Tras ser convencida por su familia, deja Buenos Aires para darse una oportunidad en un pequeno pueblo de la region de Normandia en Francia.
    En el lento proceso de adaptacion a su nueva vida seran vitales Christophe, el director del colegio donde trabaja como docente, y su hermana Isabelle, jefa del departamento de idiomas.
    A medida que se inserta en la vida laboral, conoce a Mathieu, un joven emprendedor con un pasado tortuoso. Queda deslumbrada por este joven bello y hurano por igual, que no deja traslucir sus sentimientos y se comporta por momentos de manera desconcertante. Mathieu descubre en Amelia una nueva manera de ver la vida, pero su temperamento inestable y su historia intrincada le juegan en contra, mas aun cuando hay algo de su pasado que desea ocultar.
    ?Descubrira Amelia todo aquello que estimaba irrecuperable? ?Encontrara Mathieu la redencion que creia imposible? ?Acaso la culpa que ambos sienten les impida amar?
    Cuando sus vidas comienzan a transitar un mismo rumbo, sucesos terribles e inesperados logran separarlos, probablemente para siempre.

  • Dicen que cantaron canciones de Federico Garrido Villar

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    Cuando abrio la puerta de la taberna, el oficial ya le esperaba sentado en el fondo, con los brazos cruzados y el rostro cenudo. Envuelto en una maltratada capa de lana, con la mano sobre la espada, Soronas cruzo ante la barra, saludo al tabernero con un ligero gesto, intercambio unas breves palabras con varios conocidos y se sento frente al oficial, quien le saludo de manera fria. --Un lugar muy agradable para cerrar un trato, ?no crees? --dijo, con media sonrisa. El tabernero, un hombre alto y desgarbado, se acerco, dejando dos jarras de cerveza sobre la mesa. El oficial rechazo la suya. --No, gracias. No suelo beber. El tabernero miro a Soronas y este se encogio de hombros. Cuando se quedaron de nuevo a solas, el oficial se inclino sobre la mesa y se atuso el espeso bigote. Era un hombre maduro, de facciones marcadas y ojos frios. --?Sabes quien soy? Soronas nego con la cabeza. --Soy el capitan Bundas Bland, segundo oficial de la Guardia Real. Soronas ni siquiera parpadeo. No parecia muy impresionado, a pesar de estar sentado frente a la mano derecha del comandante Gando y uno de los oficiales de mayor confianza del rey Peldas. --No es habitual que un oficial de mi rango se reuna en tugurios como este con la clase de gente que… bueno… alguien como tu… --Asesino, esa es la palabra que buscas --gruno Soronas. --Si, bueno, en ese aspecto eres la persona mas indicada, Soronas el Silencioso. Tu reputacion te precede. Mercenario, espadachin y asesino. Dicen que estuviste en la batalla de Cronton y que un dia tu tambien serviste a nuestro Rey. --Hace tiempo --mascullo Soronas. --Tambien dicen que mataste a Orfald el Fiero en los bosques de Astaria y fuiste el primero en coronar las murallas de Intis. Muchos te daban por muerto. Incluso el rey Peldas. --Estoy vivo --se limito a replicar Soronas, que hacia honor a su fama de hombre parco en palabras. --?Como te convertiste en… asesino a sueldo? ?Como pasaste de ser un respetado caballero, un gran capitan, a malvivir vendiendo tu espada por una bolsa de monedas? --No estoy aqui para hablar de mi --repuso Soronas con frialdad. Bebio un trago de cerveza y anadio:--. ?Que tengo que hacer, capitan? --Dentro de un rato, llegaran un joven y un hombre alto y fornido. Un noble de alta cuna y su escolta. Deberas acompanarlos por este apestoso barrio hasta el lupanar de Davay. Supongo que lo conoces. Soronas hizo un debil gesto con la cabeza. --Muy bien --dijo Bland, mesandose el bigote--. Indicales el camino y procura que nadie os moleste. Una vez en el burdel, acompanalos al interior y quedate ante la puerta de la habitacion que escoja el joven. No te muevas de ahi ni abras la boca, y luego traelos de vuelta, sin un rasguno. Ese es tu cometido. --Un trabajo sencillo --dijo Soronas. --Espero que lo sea --repuso Bland--. Por eso te he hecho llamar. Y por los viejos tiempos. Por la memoria de mi padre. Soronas no dijo nada. En otro tiempo, muchos anos atras, antes de que acabara en el peor barrio de Ulis trabajando como espadachin, matando o protegiendo a desconocidos por unas monedas, el capitan Urtas Bland habia sido su companero de armas, su colega, su amigo. En otro tiempo. Ahora era un hombre diferente. --Conoci a tu padre. Era un amigo fiel. --Lo se --dijo Bland, con voz queda--. Me hablo mucho de ti. El capitan Grey. Nunca imagine que fueras tu, Soronas el Silencioso. El mercenario le sostuvo la mirada, sin pronunciar palabra. --El capitan Grey murio hace mucho --susurro, al cabo de un rato. --Esta noche podras volver a servir al Rey --dijo Bland, con firmeza--. No de la manera en que lo hacias en el pasado, en el campo de batalla, junto a mi padre. Pero me encargare de que Su Majestad lo sepa. --No --dijo Soronas, con voz gelida--. Hare el trabajo, pero el Rey no sabra nada. Esa es mi unica condicion. --De acuerdo. Lo que tu prefieras. Aqui tienes una parte --le entrego una bolsa de monedas, que Soronas cogio en silencio--. Cien reales de plata. Otros cien cuando el joven noble este aqui de vuelta. Soronas apuro la jarra de cerveza y se puso en pie. --?A donde vas? No tardaran en llegar. --Esperare en la calle. Cuando abandono la taberna, apoyo la espalda contra la pared, junto a un perro famelico que mordisqueaba un hueso, y saco su pipa de madera tallada para fumar "hojahierba", una costumbre que los Enanos de Montenegro habian traido a Uliman. Acababa de dar las primeras chupadas, cuando vio aparecer entre el gentio a un joven embozado, de modales timidos, y un hombreton con cota de malla y espada al cinto. Soronas se acerco a la pareja y se coloco delante del gigante, quien le miro irritado. Tenia una cara que parecia cincelada en marmol y cuajada de cicatrices. --!Apartate, escoria! --escupio, levantando una mano. Antes de que llegara a rozarle, Soronas se aparto la capa, mostro una afilada daga, y entre dos parpadeos coloco el arma en la garganta del veterano. Su joven acompanante retrocedio, temeroso. En ese preciso instante, el capitan Bland llego a la carrera y miro la escena asustado. --Por todos los dioses, Grey. Guarda esa maldita daga. Con una sonrisa, Soronas volvio a esconder el arma bajo su ropa y dio una calada a la pipa. --Me llamo Soronas el Silencioso. --Mi senor --dijo Bland, dirigiendose al joven--. Este es el hombre que acabo de contratar. Os podeis fiar de el. Os conducira a salvo hasta la Casa de Davay y luego os traera de vuelta sin ningun percance. --?Este mendigo? --repuso el gigante, arrugando aun mas el ceno. A Soronas le recordaba un toro-- ?De que cloaca lo habeis sacado, capitan? --No es ningun pordiosero, os doy mi palabra. Es un gran luchador. En otra epoca sirvio en el ejercito. --Ya --mascullo el gigante. --Pronto se hara de noche --indico el joven, con voz aflautada--. Si es posible, querria estar cuanto antes en la Casa de Davay. --Claro que si, mi senor --dijo Bland, con aire solicito. Miro al gigante y anadio:--. Cuida de el, Hunk. Lo dejo en tus manos. --Teneis mi palabra de que no le ocurrira nada, capitan. Bland se volvio hacia Soronas y le escruto en silencio: --Recuerda el trato. Protege al chico y no hagas preguntas. A la vuelta, recibiras el resto del dinero. ?Esta claro? --Como una cancion de los Silfos. Con un gesto, sin dejar de inhalar el humo de "hojahierba", Soronas se alejo por la calle, seguido por Hunk y el joven noble, mientras Bland los contemplaba con los brazos en jarra. Fue un trayecto corto y sin incidentes, a pesar de que se encontraban en el peor barrio de Ulis, conocido como el Basurero de Atras. En las calles de tierra apisonada, cubiertas de charcos de orina e inmundicias, entre edificios de madera o de adobe, pululaban vagabundos, jaques, ladrones, rameras y buscavidas. A los mas afortunados les robaban las escasas monedas que llevaran encima y a los menos, les degollaban en una esquina y abandonaban su cadaver desnudo sobre la basura. Habia tugurios donde servian licores que dejaban ciego, casas de juego, burdeles, pensiones en las que se violaba, robaba y asesinaba a los incautos, patios invadidos por las malas hierbas y la basura, sotanos donde se vendian esclavos, carnicerias cuya mercancia era de todo menos comestible, templos dedicados a los Dioses Mayores en los que hacia anos no entraba un solo fiel, oscuros recintos destinados a la venta de venenos y drogas. Un mundo cruel y miserable, en el que Soronas sabia como moverse. Hunk lo pudo comprobar en cuanto se internaron en un laberinto de calles malolientes donde pendencieros armados con espadas se apartaban al ver a Soronas y muchas personas le miraban con una mezcla de miedo y recelo. --La gente aqui te respeta --comento Hunk.

  • Prisionero del agua de Alexis Diaz-pimienta

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    Cuando se publico por primera vez (Espana, 1998), esta novela cubana gozo de gran acogida entre el publico y la critica. Obtuvo el Premio Alba-Prensa Canaria ese mismo ano. En enero de 1999 la ya desaparecida revista literaria Ajoblanco la selecciono entre uno de los cinco libros “mas buscados” por los espanoles. En diciembre de 1998, en el suplemento El Cultural, del diario ABC de Espana, fue seleccionada como una de las diez mejores operas primas del ano en ese pais.

  • El oro de los dioses de Alfonso Cost Ortiz , Juan Bautista Roldan Aranda

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    Julian, doctor en ciencias exactas, abandona su monotono trabajo como profesor en un instituto de Granada para enfrascarse en un arduo empeno: el de resolver tres antiguos enigmas planteados por Bartolome Colon, el hermano del celebre navegante, antes de su detencion en 1500 por orden de los Reyes Catolicos, y cuya existencia ha sido mantenida en secreto hasta nuestros dias. Para ello contara con la ayuda de Luis Martinez de Saq, un enigmatico librero aquejado de una enfermedad terminal, y de Anna, una atractiva profesora norteamericana experta en algebra, junto a la que iniciara un periplo a contrarreloj por las ciudades europeas en las que se encuentran diseminadas las diferentes pistas.

  • La dama del lago de Andrzej Sapkowski

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    <> Flourens Delannoy, Cuentos y leyendas Andrzej Sapkowski es el gran renovador de la literatura fantastica de nuestros tiempos, un genio del lenguaje y la caracterizacion cuya prosa ya ha hechizado a millones de lectores en todo el mundo.

  • La sombra de tinta negra de Luciana Zavattaro

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    "Mis manos estan manchadas de sangre... las hojas de tinta"

  • El Beneficio de la Duda de Flor M. Urdaneta

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    Laurel Moore es una abogada exitosa, decidida y tenaz. La vida le ha ensenado a no confiar en nadie, mucho menos en los hombres.

  • El don de la batalla de Morgan Rice

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    Thor se enfrenta con su mayor y ultimo reto, al adentrarse mas en la Tierra de Sangre en un intento por rescatar a Guwayne. Al encontrarse con enemigos mas poderosos de lo que jamas hubiera pensado, Thor pronto se da cuenta de que se enfrenta a un ejercito de tinieblas, para el que sus poderes no estan preparados. Cuando descubre que un objeto sagrado puede otorgarle los poderes que necesita -un objeto que se ha mantenido en secreto durante mucho tiempo- debe embarcarse en una mision final para recuperarlo antes de que sea demasiado tarde, con el destino del Anillo en una balanza.

  • El abrazo del monstruo de Felix J. Palma

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  • Doce Campanadas Y Un Beso de Olivia Ardey

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    Celia, recibe este anillo, simbolo de mi amor por ti --dijo, deslizandolo en su dedo--. Esta alianza te recordara cada dia cuanto te amo, que te soy y sere fiel y que, pase lo que pase, siempre me tendras a tu lado. Ella le tomo la mano derecha y lo miro a los ojos. --Alvaro, recibe este anillo --pronuncio, al tiempo que se lo colocaba en el dedo anular--, como simbolo de mi fidelidad, de mi entrega a ti y que te recordara siempre lo grande que es nuestro amor. El sonrio. Tomo la mano de Celia y se la llevo a los labios. --Te quiero --silabeo en silencio, antes de besar la alianza que acababa de ponerle y ella que no se quitaria jamas. Mosen Silvino continuo con la ceremonia y Celia se hizo un nudo en la garganta al escuchar su precioso alegato, que hablaba de dos manos unidas para siempre, dos corazones en un solo latir, dos almas y una sola vida. Emocionada, observo de reojo a su suegra que, al lado de Alvaro, miraba hacia el cielo en un esfuerzo imposible por contener las lagrimas. Celia atisbo hacia la derecha, su padre y padrino de boda sacaba en ese momento un panuelo del bolsillo del uniforme de gala de Infante de Marina. Miro con disimulo por encima del hombro y al ver a su madre tan guapa, con dos lagrimones y la nariz roja como un tomate, ya no pudo contenerse. Una lagrima se le escapo, a pesar de haberle prometido a Alvaro que no lloraria. Al verla coger el panuelo de la mano de su padre, Alvaro le tomo el rostro entre las manos y le seco la mejilla con el pulgar, con cuidado de no estropearle el maquillaje. --Es de felicidad --se excuso ella, ya que el no queria llantos en un dia tan feliz. --Lo se. --murmuro Alvaro con una sonrisa. En ese momento se sentia el hombre mas completo de la tierra y supo que recordaria esas lagrimas de Celia hasta el dia de su muerte. Convertidas en el simbolo de su felicidad, que valiosas eran. El cura carraspeo para que los novios le prestaran atencion y ellos dos miraron al frente para retomar el hilo de la ceremonia. A unos metros por detras, Nicolas Roman se estiro el chaque y cogio a Max de la mano. Todo estaba saliendo a la perfeccion. Ya tenian experiencia en lo tocante a organizar bodas de tronio, puesto que el enlace de Susana y Javier, celebrado tambien en la casa Grande durante el otono anterior, habia supuesto la prueba de fuego para su restaurante y fue todo un exito. Nico miro a su alrededor, que maravilloso se veia el jardin de la finca. Parecia un homenaje a la primavera: las sillas con sus faldones de blanco pique, las flores, el templete emparrado de hiedra sobre el altar. Penso en el banquete que habia preparado, y que constituia su regalo de boda a sus dos mejores amigos. Estaba seguro de que las sorpresas exquisitas que les tenia preparadas arrancarian aplausos entre los invitados. El reputado enologo Maxim Dupres miro a su marido. --Estas orgulloso, ?a que si? --murmuro apretando sus dedos unidos. --Gracias a ti --aseguro Nicolas con una sonrisa agradecida; el apoyo incondicional de Max era su seguridad. Aquella era una dichosa y soleada manana de finales de mayo. Todos los alli reunidos, el pueblo entero de Taraban, ademas de los invitados llegados de los alrededores, de Madrid, Cartagena y otros puntos de la geografia, eran la imagen de la felicidad. Todos, menos un hombre. Solo uno de entre todos los presentes, tenia la mirada ensombrecida por los recuerdos tristes. Diego Nuno odiaba las bodas desde hacia dos anos y medio, pero Alvaro y el habian sido amigos de juventud. Solo era un ano mayor que Nico y que el, pero los tres pertenecieron a la misma pandilla que recorria los pueblos en verano de verbena en verbena. Diego habia regresado a Taraban hacia seis meses y la invitacion a la boda de Alvaro Siurana lo pillo por sorpresa, pero habria sido un feo gesto por su parte rehusar asistir. Diego suspiro con alivio al escuchar los primeros acordes de la marcha nupcial, que indicaban que el mal trago tocaba a su fin. La fiesta posterior ya seria otra cosa. El agape, los gritos pidiendo <>, las risas y el baile no se le hacian tan cuesta arriba. Diego Nuno contemplo a los novios cuando desfilaron por el pasillo cogidos de la mano. Tuvo que tragar en seco. Hacia ya mucho que habia asumido que Paula se habia marchado para siempre. Pero le costaba hacerse a la idea de que su vida no era la que habia imaginado el dia de su boda, cuando caminaba con ella del brazo sonriendo a los invitados, con la misma felicidad contagiosa que irradiaban los rostros de Alvaro y de Celia en ese momento. En lugar de un matrimonio dichoso, el destino habia convertido su existencia en una continua prueba de obstaculos. Y no por la soledad; era muy duro enfrentarse al dia a dia, viudo a sus treinta y cinco anos y padre de dos ninas pequenas. * * * Acabo la balada y vino el aplauso. El baile quedaba inaugurado. Los novios se retiraron de la explanada, que fue literalmente invadida en cuanto los musicos la emprendieron con un ritmo latino. Alvaro entrelazo los dedos con los de Celia y la llevo hacia la mesa de las bebidas, en la que Nicolas pedia a un camarero, justo en ese momento, una botella de cava que este le entrego junto con dos copas. --Nunca podremos agradecerte todo esto, Nico --dijo Alvaro, agarrando a su amigo en un fraternal abrazo--. Mas que un regalo de boda, nos has preparado un autentico homenaje. --Nada que vosotros no merezcais, asi que no me des las gracias -- concedio satisfecho--. Me conformo con que me traigais un iman para la nevera de Sicilia. Celia y Alvaro se miraron sonrientes. La bella isla del Mediterraneo era el lugar escogido para su luna de miel y, aunque se sentian felices de tener alrededor a tantas personas queridas, apenas faltaban unas horas para poder gritar el tan deseado <>. --Me voy a ver si encuentro a Max por ahi --decidio Nicolas--. Ya es hora de que brinde con el por lo bien que esta saliendo el convite. Y tu, ten cuidado --advirtio a Alvaro, senalandole a Celia con la barbilla--, que los italianos disparan a todo lo que se mueve. A ver si en un descuido te la van a quitar. Alvaro miro a Celia y sonrio con orgullo. --No hay peligro --aseguro--. Mi mujer no tiene ojos para otro. --Mi mujer --repitio emocionada--. !Ay, que bien suena eso en boca de mi marido! --Mmm… Que bien suena esa palabra en boca de mi esposa --murmuro Alvaro, comiendosela con la mirada. Nico simulo estremecerse, con cara de disgusto. --Y que angustia me esta entrando a mi con tanto almibar pasteloso. Pareceis un par de recien casados. Alvaro premio la broma con un amistoso golpe en el brazo y Nico se escabullo entre los invitados en busca de Max, antes de que se enfriara la botella de cava que llevaba en la mano. Imagino a su marido en medio de un corrillo de mujeres, embobadas con su encanto, su cabello rapado a lo presidiario y sus gafas de chico intelectual. O de hombres, quiza. Su irresistible acento frances seducia hasta a las piedras, a pesar de que Max marcaba las distancias en lo tocante al genero masculino. Le bastaba con seducir cada dia al hombre de su vida. Nico esbozo una sonrisa de orgullo porque ese hombre no era otro que el, y nadie mas que el. Los padres de Celia, acompanados del abuelo Cele, se acercaron a los recien casados. El anciano, una vez mas, dio la enhorabuena a Alvaro por la joya de mujer que se llevaba mientras Rosita achuchaba a su hija con unos cuantos besos emocionados y le arreglaba la cola del vestido, a esas horas llena de rodales de tierra y pisotones.

  • Role Playing. Una apuesta arriesgada de Minerva Hall

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    Tras sobrevivir a una dificil y traumatica experiencia, Brenda necesita reencontrarse consigo misma, alcanzar la paz y redescubrir esas emociones que, de pronto, le resultan esquivas. Sabiendo que esta vacia por dentro y ansiosa por volver a sentir, se interna en el ambiente de seduccion del Pleasure’s Club, sin esperar que esa decision la vuelva a poner de lleno en el ojo del huracan.
    Gabriel Grier es uno de los Amos del club erotico mas exclusivo de la ciudad, o al menos lo era, ahora lleva meses sin disfrutar del sexo. La dominacion, tan necesaria para el como respirar, de pronto lo enferma y se descubre incapaz de tener una ereccion con cualquiera de sus habituales sumisas.
    Sin embargo, la noche de los viernes, cuando su nueva bailarina ameniza la velada, su cuerpo responde, su alma la anhela y su corazon sufre porque sabe que nunca podra tenerla.
    Pero cuando ella vuelve a ser objetivo de una mente perversa, sabra que sera capaz de cualquier cosa con tal de mantenerla a salvo.
    ?Seran capaces estas dos almas perdidas de abrir el corazon y amar por una vez y para siempre jamas?

  • Tierra americana de Jeanine Cummins

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    Lydia Quijano Perez vive en Acapulco, Mexico, donde regenta una libreria. Tiene un hijo de ocho anos, Luca, el amor de su vida, y un maravilloso esposo que es periodista. Y aunque la situacion en Acapulco comienza a agrietarse debido a los carteles de la droga, Lydia lleva una vida confortable.

  • Rosa Primitiva de Ele Serfstone

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    La historia transcurre en el verano del ano 2041, en un pueblo ficticio llamado Rosa que se inspira en una comunidad rural ubicada en lo alto de la Sierra Madre Occidental, al norte de Mexico. En el lugar se dedican al cultivo y tala de madera de una especie de encino geneticamente modificado, del que, entre otras cosas, se obtiene una suerte de combustible limpio en la forma de carbon. Estos son usados para la generacion de electricidad como una alternativa al escaso y contaminante combustible fosil o a la inestable fusion nuclear. Recientemente ocurrio una tragedia a nivel mundial conocida como la gran purga, en la que poco mas de un tercio de la poblacion se suicido, principalmente jovenes y adolescentes.

  • 10 anos y 10 dias de Poppy Garcia

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    Bienvenidos a la saga de sierra Negra.

  • Antes de Verano de Marta Escudero

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    Manana es mi cumpleanos numero veintiuno. Deberia de estar emocionada, muchos lo esperan con ansias. Yo ya no lo sentia de ese modo, pues despues de la muerte de mi madre se volvio una fecha muy deprimente, hasta el punto de casi odiarlo. No me gustaba sentirme asi. Sabia que si mi mama pudiera verme, trataria de animarme para que continuara adelante con mi vida. Ella se emocionaba mucho celebrando mis cumpleanos. Le encantaba consentirme en aquellos dias especiales con lo mejor que sabia cocinar: grandes pasteles de chocolate, fresa o ambos. Adoraba su sabor, recuerdo que siempre trataba de probar la cubierta de chocolate que rebosaba antes de picar el pastel, y mi madre siempre me capturaba en pleno acto. No entiendo como es que se daba cuenta tan rapido. !Mi madre era increible! Pero esos dias se acabaron hace un ano, cuando recibi la noticia de parte de mi padre sobre la muerte de mi madre. Fue el peor dia de mi vida. Yo me encontraba en clases y despues de la llamada me fui corriendo hasta el hospital, quedaba a unas calles de la universidad. Encontre a mi padre en la entrada, me estaba esperando. Mi madre habia fallecido entre la llamada y el tiempo que me tomo llegar al hospital. Me derrumbe por completo, quede desolada. No pude ayudar a mi padre con los preparativos del funeral. Me aleje de todos, cree una burbuja personal. Estoy encerrada en mi cuarto recordando aquellos momentos junto a ella. En la mesa tengo dos cartas: una para mi madre, donde le escribi todo aquello que me hubiese encantado hablar con ella, y otra para alguien muy especial para mi. Una carta la cual no terminaba de escribir. Siendo sincera, solo tenia el encabezado, no sabia como continuar. La unica persona con quien he mantenido contacto, ademas de mi padre, ha sido Francisco. Francisco y yo tenemos mas de cinco anos de amistad, de hecho, nos consideramos los mejores amigos. Pero la verdad, mi perspectiva hacia el ha cambiado en los ultimos anos. Por primera vez un hombre llama mi atencion de tal manera. Desde el primer dia que lo conoci me encanto, y mantuve la esperanza de gustarle un tiempo, pero su trato y comportamiento me demostraron que era (y sigue siendo) unilateral el sentimiento. No soy de fijarme en cualquier hombre guapo, antes pensaba que todos eran unos patanes, pero es increible el impacto que el causo en mi. ?Como le explicas a tu mejor amigo que tienes anos enamorada de el? Hace un momento llamo para preguntarme como me siento. Sabe que estos dias son dificiles para mi, y estoy muy agradecida por ello. Sin embargo, no puedo evitar pensar que mi madre estaria enojada al verme. Lo he pensado, y quizas ya es momento de seguir adelante. No quiero seguir recordando a mi madre con tristeza, ella no se merece eso. Por ello habia decidido escribir la segunda carta: deseaba plasmar todo lo que sentia por el, sacarlo todo. Necesitaba un medio para decirle lo que sentia a Francisco, nunca me habia atrevido de hacerlo en persona. Crei que seria sencillo, pero no tenia ni idea de por donde empezar. Estaba hastiada de estar en la friendzone, viendo como pasaba de novias, “amigas” y mujeres de una sola noche, mientras yo aqui; siendo la del despecho, la que escuchaba sobre Luisa, Andreina, Mariana, Claudia, o como fuese que se llame la chica de turno, para aconsejarle que hacer con cada una, pero nunca siendo yo la protagonista. Ha sido una pesadilla tener que aguantarme las emociones de sus relaciones inestables. La primer relacion amorosa seria que tuvo me afecto muchisimo, porque practicamente coincidio con el fallecimiento de mi madre. El momento en el que mas lo necesitaba. Hace unas semanas celebraron su primer aniversario, y sigue siendo dificil para mi verlo acompanado por Veronica, su novia, como tortolas estupidos, repartiendo su amor por todos lados, tomados de la mano o dandose besos en cualquier lugar. Son inevitables estas escenas. Por ello mi relacion con Francisco menguo hasta al grado de huir cuando los veo juntos. El reloj marca las doce y diez, oficialmente habia comenzado mi cumpleanos. Tenia mi movil apagado, no queria recibir ni llamadas, ni mensajes, ni ningun tipo de felicitacion. Mi companera de casa Angela entro a mi habitacion a desearme feliz cumpleanos, y algo en mi rostro debio avisarle que algo ocurria, porque se me arrojo encima y me dio un fuerte abrazo de oso. Se quedo conmigo hablando, con su ayuda pude adelantar un poco la carta. Eran las tres de la manana y yo solo esperaba que estas paginas fueran suficiente para apaciguar lo que sentia por el. Tenia meses tratando de terminar esta carta, y al fin lo logre. En ella le explicaba mis sentimientos a Francisco, como habia sido mi amor platonico durante estos tres anos, cuanto me habian dolido sus relaciones y cuanto me dolia el hecho que siempre me veria como su mejor amiga y nada mas que eso. Era hora de dormir y dejar las cosas en las manos del destino. Manana encontraria el valor para entregarla. * * * * Hace algunas horas amanecio y yo aun sigo metida en la cama, cubierta con mi sabana de pies a cabeza. Lo unico en lo que puedo pensar es que ya pronto llegan las vacaciones. La clase de esta tarde sera la ultima del mes, y luego de eso tendre dos semanas para perderme en mi y descansar de todo. Son solo dos semanas, pero para mi, una asidua lectora y amante de las peliculas, es demasiado tiempo. La universidad absorbe todo mi tiempo, dejandome muy poco para disfrutar del placer de un buen libro. Son casi las 12, por lo que decidi enfrentarme al destino y encender mi movil. El buzon tenia algunas felicitaciones de mis familiares y amigos, tanto en los SMS como en las redes sociales. Despues les respondere, por ahora quiero seguir acostada, disfrutando la tranquilidad de mi cuarto hasta que sea la hora de irme a la universidad. Mi movil vibro, un mensaje nuevo. Era Francisco. *Buenos dias cumpleanera, espero que estes presentable, porque necesitamos hablar y estoy en camino. Asi que despierta y alistate para mi* ?Presentable? ?A que se referia? es obvio que no, es mi cumpleanos y no debo estar en la universidad sino hasta las tres de la tarde. Tocaron la puerta, tal vez sea mi padre, sorprendiendome con una visita rapida, ya que Angela se fue temprano a la universidad. Me levanto con lentitud, pero seguian tocando el timbre insistentemente. Abro la puerta rapidamente, esperando sorprender a mi padre con mi aspecto, pero… no puedo creer a quien veo en su lugar: Francisco estaba frente a mi, riendo a carcajadas al verme y con un regalo muy llamativo escondido entre sus manos. --!Feliz cumpleanos Marta! --clama Francisco, y repentinamente se lanza sobre mi para abrazarme. !Estoy totalmente avergonzada! Aunque Francisco y yo hemos convivido ya muchos anos, todavia detesto que me vea tan desarreglada, especialmente hoy, ya que el shock de la situacion no hace mucho por disimular la melancolica que me produce pensar que mi madre ya no esta. --Gracias Francisco… --Finalmente respondo y tambien lo abrazo carinosamente. --Por nada linda. Y hey... --Toma una de mis manos, y coloca lentamente la pequena caja en ella-- Mira, traje esto para ti. --!Oh, gracias! ?Que sera? --Clamo algo entusiasmada. No suelo aceptar regalos este dia, pero recorde que tambien habia decidido cambiar algunas cosas. Abro rapidamente el regalo, emocionandome un poco mas y veo que es un hermoso reloj color plata con algunos que otros brillantes. Evidentemente quede fascinada. --!Que hermoso! !Me encanta! Gracias... Si que tienes talento para estas cosas, casi me haces sentir mal por el abrigo barato que te di en tu cumpleanos Francisco sonrie. --!Sabia que te iba a encantar! Oye Marta, se lo dificil que puede ser este dia para ti, hasta me imagino tus planes para este fin pero... hoy quiero que aceptes mi invitacion. -- ?Invitacion? ?A donde? --Respondo confusa. Francisco no suele ofrecer invitaciones asi... Siempre vamos a salidas planeadas por nuestro propio grupo de amigos ?que rayos estaba sucediendo? --Eso es una sorpresa. --dijo, con una inmensa sonrisa. --Uhmmm... Bueno... Pero solo por un rato. No tengo muchas ganas de celebrar nada, la verdad. --Justamente por eso es que quiero que salgas de este encierro --dijo, frunciendo ligeramente el ceno--. Y si, con un rato es suficiente. Vamos, te va a gustar. -- Oye... ?y Veronica? ?No pensara mal si salimos solos tu y yo? -- Ella no es importante en este momento, hoy es el cumpleanos de mi mejor amiga y no podemos pasarlo por alto. Y tu me necesitas con urgencia para distraerte. Ademas, ella sabe lo mucho que te aprecio y cuan importante eres para mi. --Yo tambien te aprecio muchisimo Francisco... Gracias. --?Ella no es importante? Como desearia que esas palabras fueran ciertas. Lo miro fijamente a los ojos, el tambien me mira, pero su mirada es carinosa, protectora... en fin, la mirada de un hermano. --Para eso somos los buenos amigos... !Bueno! Creo que ya deberiamos irnos, se hace tarde --clama y me hala una vez mas de la mano, mientras yo sigo ocultando mi decepcion, preparandome para volver a mi rol de amiga. --!Espera! !No saldre en pijamas! --Y tampoco con esa melena de Leon --bromea, y enseguida volteo hacia el espejo del salon y rio a carcajadas mientras veo mi desastroso cabello color castano claro, y mi rostro palido.

  • Tejido de favores. Asuntos pendientes de Alex A. Moresti

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    Han transcurrido dos anos. Gema Romero comienza a rehacer su vida, tras el duro golpe que le asestaron la empresaria Stela Miro y su exmarido Javier Marquez, arruinando su vida personal y profesional.

  • Carol de Patricia Highsmith

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    Claire Morgan, una autora desconocida y que eligio permanecer en el mas absoluto anonimato, publico en 1952 una novela, El precio de la sal, notablemente audaz para la epoca. Los criticos trataron el libro con una mezcla de desconcierto y respeto, pero el exito de publico fue inmediato, y se vendieron mas de un millon de ejemplares de la edicion de bolsillo. La novela no volvio a editarse, y ahora reaparece con el titulo Carol, que originalmente le habia dado su autora, y firmada por esta con su verdadero nombre.

  • Secretos del corazon (Corazones prohibidos 1) de Norah Jones

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    La manana avanzaba demasiado deprisa para Heather Hamilton, pues la joven no tenia el menor interes en volver a su casa. Preferia estar como en ese momento: tranquila. Duena de sus actos, de sus decisiones y sin tener que estar luchando consigo misma, para no oir las discursiones diarias de sus padres. Cierto, que tenia el apoyo de Grace, pero ultimamente estaba distante, y cada vez que le preguntaba el motivo, respondia con evasivas sin sentido. --?Sabes una cosa, Regina? --pregunto tras un largo silencio, unicamente roto por el sonido de los caballos que a esa hora llenaban Hyde Park. --Vas a aceptar. ?A que si? --pregunto Regina Harper, una buena amiga de Heather casada hacia dos anos y que, desde hacia seis mesees, ella misma se consideraba viuda, pues su esposo tomo un y nada mas se supo. --Pues si, voy a aceptar --sentencio con una leve sonrisa de satisfaccion--. No sere la unica soltera, Grace puede acompanarme y tu tambien iras ?verdad? --Claro que ire, no me perderia una tarde, y menos un fin de semana, en un lugar como ese ni loca --sentencion con una carcajada de orgullo--. Ademas, estoy segura de que lo pasaras muy bien, como tu misma has dicho, no seras la unica soltera, y si tus padres intentan fastidiar, ya me encargare yo. Confia en mi. --Confio en ti, por eso voy --dijo sonriente. Ambas amigas continuaron un rato mas cabalgando por el parque londinense. A ninguna se le pasaba que muchas miradas quedaban clavadas en ellas, miradas, algunas, que lamentaban la situacion de lady Harper, ignorando que ella estaba viviendo los mejores meses desde que se vio obligaba a comprometerse con lord Harper, un vividor y juerguista cuyos ojos nunca estuvieron puestos en su esposa. Heather conocia muy bien lo pasado por su amiga, ambas fueron confidentes una de la otra desde el dia que fueron presentadas en sociedad, teniendo una 16 anos y la otra, 18. Aquella noche, todos los ojos fueron puestos en Heather Hamilton. Su belleza quedo en un segundo plano, pues lo mas llamativo de ella fue su ternura, su silencio y su simpatia. El comportamiento de su madre dejo mucho que desear, de hecho, interrumpio dos bailes y la joven acabo llorando a escondidas, pero nadie lo tuvo en cuenta, no tardaron en llegar las primeras invitaciones a bailes y eventos sociales, asi como las primeras notas de interes por parte de las primeras amistades, entre ellas: Regina. Lady Harper, vio en Heather la oportunidad perfecta de tener una amistad con quien hablar, con quien ser ella misma y, sabia, eso tambien le convendria a la joven, sobre todo, despues de conocer a la madre, quien a todo lo que se referia a su hija, decia lo mismo: no. Heather recibio una educacion esmerada, digna de una princesa. Sabia tocar el piano, cantar, bailar, hablar frances y espanol, dibujar, coser, montar a caballo, escribir y, pese a la negativa de su madre, tambien le fue ensenado algo de cocina, pues la institutriz no lo vio con malos ojos y la cocinera, no podia negarse a una peticion tan inocente si llegaba de parte de alguien como ella. Pero todo eso estaba destinado para algo tan sencillo como el matrimonio, aunque aun no habia aparecido el hombre adecuado. Por suerte. Heather Hamilton unicamente deseaba vivir, disfrutar un poco, pero con tantas negativas le resultaba muy dificil. Sin embargo, los consejos de su amiga y de Grace, la instituriz, que se quedo por motivos desconocidos, hicieron de ella una chica mucho mas valiente, que, si bien respetaba a sus padres, tomaba sus propias decisiones, como lo era acudir a pasar el fin de semana en la mansion de los Jefferson, quienes lo celebrarian en su casa de campo, en Silverley. Un lugar desconocido por ella, quien quedo ensimismada observando una mariposa posarse con delicadeza en las crines de su caballo blanco. --Tierra llamando a Heather --dijo Regina con una amplia sonrisa-- ?Has oido lo que te he dicho? --Perdona, estaba observando la mariposa --respondio mientras seguia con la mirada el vuelo del pequeno insecto cuales colores parecian imposibles--. ?Que decias? --Decia que si quieres venir a mi casa, puedes decir en la tuya que te vienes para hacerme compania, de seguro que no te lo niegan, y con tu institutriz para vigilarte… --dijo con segundas intenciones pero sin maldad alguna. --Me parece una idea fantastica. ?Puedo serte sincera? --pregunto Heather con seriedad. --Claro, ?que pasa? --pregunto Regina intrigada, pues si su amiga se ponia asi, significaba que el tema a tratar o era muy delicado o era un asunto muy privado. --?Recuerdas cuando al desaparecer Nicholas fuiste a mi casa? --pregunto con el caballo detenido cerca de la entrada de Hyde Park. --Si, lo recuerdo. Tu madre me dio un sermon sobre como debia tratar a mi marido y que hacer para recuperarlo. No he vuelto a tu casa y no pienso volver a hacerlo, un sermon asi no me lo dio ni mi madre y eso que lo de casarme con Nicholas fue cosa suya --explico Regina sin enteder muy bien hacia donde iba Heather. --Aquel dia casi te pregunte si querias que me fuera a tu casa a hacerte compania --dijo Heather, sin saber si debia o no contarlo. --?Y por que no lo hiciste? --pregunto Regina extranada--. Crei que eramos amigas y que no habia secretos entre nosotras. --Temi que me dijeras que no --confeso ella avergonzada. Lady Regina Harper no pudo evitar reir a carcajadas por aquella confesion. Para su amiga no resultaba gracioso, pero sabia, cuando pasara el tiempo lo comprenderia, y tambien reiria. --Pues ahora soy yo quien te lo pregunta, o mejor, te invito. Nada mejor que pasar al temporada juntas ?te animas? --pregunto con una sonrisa. --Claro que si --respondio Heather con una grata sonrisa, ilusionada, pues le daba la impresion de que cumplir los 18 anos habia sido lo mejor que le podia pasar, aunque no hubiera sido posible sin aquella noche de presentacion que tan desastrosa le resulto, pero tantas, alegrias le dio luego. --Pues vamos a tu casa, recoges tus cosas y te vienes conmigo. Y tambien se viene Grace, me cae muy bien, seguro hace buena amistad con mi criada --dijo con la esperanza de poder ayudar a ambas, pues por alguna razon, Grace le caia muy bien, tanto como lo hacia Jane. Las dos amigas se dirigieron a la casa de lady Heather Hamilton, la cual nada mas llegar, solicito la presencia de su institutriz, quien no tardo en responder a la llamada. --Por favor, recoge mis cosas y las tuyas, vamos a pasar una temporada en casa de Regina --dijo con una sonrisa. --Por supuesto, sera un placer senorita --respondio

  • Tienes que entenderlo de Sophie Saint Rose

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    Lama se va a vivir a los Estados Unidos siguiendo un impulso. Pensaba que iba a ayudar a su amiga Ninette, que iba a traer al mundo a sus trillizas, pero se llevo una sorpresa al conocer al hombre de su vida. Al fin le habia encontrado. Aunque se resistia un poco, le conseguiria. Era el destino y cierto destino es imposible de cambiar. ?O no?

  • Amurao. Dos dientes de plata de Fran Barrero

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    Acurrucadas en el sofa, para envidia de Pablo, que juega con la pequena Eva a adivinar los animales que dibuja con extranos garabatos en un cuaderno, Cristina y Livia estan terminado de ver una pelicula de policias. --!Otra vez, otra vez! --grita Livia, derramando las pocas palomitas que quedan en el cuenco sobre su regazo. --?Que dices? ?Te ha dado un flus? --Su mejor amiga la observa entre asombrada y divertida. --?No lo ves, Cris? Mira la tele. El malo esta usando a uno de los polis como escudo humano, y sus companeros no disparan por miedo a herirle. --Claro, es logico. --Pero eso es absurdo a la vez. Casi todas las peliculas de policias muestran escenas asi en el final, con lo sencillo que seria salir de esa situacion. Cristina sonrie. --En alguna pelicula he visto que se dispara al costado o el hombro del policia y asi se abate al malo. --Pero eso no es efectivo, Cris. El malo puede disparar como acto reflejo y volarle la cabeza. --Eso es cierto, pero solo es una pelicula. No deberias tomartelo tan al pie de la letra. --?Y si pasa en la vida real? ?Y si nos enfrentamos alguna vez a alguien y nos vemos en esa situacion? --Esta bien, pues dime que quieres que hagamos. --Cristina sonrie, le encanta ver a su amiga tan entusiasmada con el trabajo. --No se, supongo que habria que apartarse muy deprisa del malo para que tu companero le disparase en la cabeza. --Para eso se necesitan muchas cosas. --?Como cuales? --Livia se gira y se sienta frente a ella con las piernas cruzadas como un indio. --Pues necesitas que quien dispare tenga una precision y rapidez de tiro casi perfectos. --Yo 95 y tu 96, somos las mejores. --No tan rapido, tambien requiere una rapidez de movimiento extremo por parte del rehen. Y lo ultimo y mas dificil de todo --Livia la observa como un nino de diez anos viendo por primera vez Los Gremlins--: usar una especie de codigo entre companeros. --?Un codigo? ?Como es eso? --Pues imagina que te guino un ojo para que sepas que me voy a apartar rapido. --?Y cuando tendria que disparar yo? --Pues tras una cuenta atras coordinada, por ejemplo, guinando el ojo tres veces. --Pero eso puede llevar a error, serian cuatro guinos, el primero para avisar y los otros tres para disparar. --Vale, pues otra senal, quizas con las manos. La V de victoria. --No me gusta. --Estas un poco puntillosa. --Es que prefiero la senal del triple de baloncesto. --?Como es eso? Pablo interviene y lo hace con la mano, describiendo un circulo entre el pulgar y el indice, de modo que los otros tres dedos queden hacia arriba. --Me parece bien. La senal del triple y luego los tres guinos. --Y tenemos que acordar si disparamos al tercer guino o despues. --Ahora eres tu la que lo complica, Livia. ?Que es eso de despues? --Ya sabes. A la de tres y disparas, es decir: <> y luego disparas, <> y disparas. --Esa ultima, mismamente, ?que mas da? --Es la parte mas importante, la que decide si me vuelas la cabeza a mi o al criminal. --Vale, pues uno dos y disparo. Por cierto, me he perdido todo el final de la pelicula por tu culpa. --?Y que importa? No habia ningun chico guapo. Dos dientes de plata Rumania Nicoleta sabe hacerlo, no tiene que ensenarle nadie. Lo ha visto hacer muchas veces y tambien ha practicado cuando sus padres y su hermano no la observaban. La nina otea el horizonte al otro lado de la ventana del pequeno salon, solo logra ver las lejanas copas de los arboles mecidas por la brisa y un leve destello azulado empujando el manto negro de la noche sobre el cielo. En menos de media hora estaran todos despiertos en la casa y se sorprenderan de que ella haya demostrado que no es tan pequena como aseguran. Sabe donde esta todo, incluso el sitio en el que guardan las cerillas. Una vez reunidos los materiales necesarios, hace una bola con dos hojas de una vieja revista y las coloca en el centro del hogar; encima, pasto seco y fino, creando una pequena montana que crece a medida que anade palos delgados, luego mas gruesos. Cuando la cerilla se adentra en el conglomerado y toca el papel, todo comienza, tal cual lo ha visto hacer cientos de veces. No hay error posible. Tarda unos quince minutos en obtener la recompensa. Su padre, el primero que se levanta cada dia, entra en el salon y observa el fuego, luego a ella, vuelve a mirar el fuego, sonrie y se marcha. La nina no esperaba mas. ?Para que? Es mas que suficiente. Ya es mayor. Una vez desayunado y en el patio de atras, justo al lado del cobertizo de las herramientas del huerto, su hermano Costel corta lena, aunque tienen de sobra almacenada para el siguiente invierno. La nina se acerca, como cada dia, y ruega para que le deje ayudarlo. --Es muy peligroso para ti, puedes cortarte. --Tu usabas el hacha cuando tenias mi edad. --Es diferente, soy un chico. --Yo tambien puedo hacerlo. Ya oiste a mama esta manana, igual que tata cuando vio el fuego en la chimenea. Ya puedo hacer todo lo que quiera. Ya soy mayor. --No digas tonterias, eso te lo han dicho para que te sientas bien, por el detalle de encender el fuego. Encender fuego puede hacerlo hasta un mono. --!Eso es mentira! !Retiralo! --Bueno, esta bien, tu lo has querido. --Costel mira hacia la casa. Padre esta en el huerto y parece que madre no les vigila desde la ventana de la cocina--. Toma el hacha y haz lo que te diga. La nina se embriaga de emocion, responsabilidad y valentia a partes iguales. Toma el hacha por primera vez en su vida, nunca habria imaginado que pesaria tanto, casi no puede sostenerla con las dos manos, ni siquiera usando los consejos de su hermano mayor. Levanta la herramienta como le indica Costel, con la mano derecha en la parte inferior del mango y la izquierda casi pegada al frio metal. La eleva sobre su cabeza con determinacion y luego la deja caer con todas sus fuerzas sobre un pequeno tocon que ha colocado su hermano sobre la base. El filo ni roza el tocon, tampoco la base del enorme roble que se seco antes de que ellos nacieran y que usan para trocear la lena. Nicoleta siente que ha gastado las energias de una semana entera para hacer el ridiculo, pero eso solo le dura unos segundos. --Quiero intentarlo otra vez. --Te vas a hacer dano. Has estado a punto de darte en una pierna, te la habrias cortado y luego tata me mataria . --Solo una vez mas, por favor. Ni siquiera espera la autorizacion de su hermano, levanta el hacha y lo deja caer con mucha mas fuerza que antes, sin medir en ningun momento la precision para lograr su objetivo. El hacha se incrusta en el centro del tocon, pero no mas de unos milimetros. Costel rie al ver demostrada su teoria. El casi partio un tocon parecido cuando lo intento por primera vez, de eso hace seis anos. --Las chicas no teneis fuerza. Las chicas solo podeis trabajar en la casa. Vete a la cocina o a limpiar. Ella se enfada, observa el tronco y escupe al suelo con furia, como ha visto a su tata hacer desde que tiene uso de razon cuando esta enfadado. Mierda de vida, ella no decidio nacer chica. Se marcha corriendo a la casa, tiene muchas tareas pendientes de hacer. Habia pensado, ingenua, que podria cambiarlas si demostraba esa manana que podia encender fuego y cortar lena. Creia que mama usaria su autoridad para cambiar definitivamente las tareas de cada uno y asignarle las que ella queria desempenar. <>. Aun. Se pasa dos semanas preparandose para un nuevo intento, catorce dias en los que se levanta temprano, antes que los demas, enciende el fuego y luego se marcha a golpear con el hacha los troncos que coloca sobre la base del roble seco. Tambien lo hace algunas tardes, cuando su hermano y sus padres estan ocupados y sabe que no la observan. Practica hasta tener callos sangrantes sobre los anteriores callos resecos, hasta que suena por las noches con dar golpes, hasta que su vida se limita exclusivamente a golpear un estupido trozo de lena para convertirlo en dos. Esta manana no practica, se limita a esperar a que Costel este por la zona, ahora interesado en encontrar su azadon para ir al huerto. Nicoleta camina con decision hacia su objetivo, toma la herramienta y coloca un tocon mayor del que puso su hermano dos semanas atras. Este la observa desde la puerta de cobertizo, a tres metros, entre sorprendido e intrigado al ver su determinacion. No necesita un segundo golpe, el tocon se parte en dos ante el asombro del adolescente. --?Lo has visto? ?Lo has visto, Costel? De un solo golpe. --Habras tenido suerte, seria un trozo muy seco o podrido. --Puedo hacerlo otra vez. --Solo si yo elijo el tronco. --Me da igual, lo cortare de un solo golpe de nuevo. El chico coloca un trozo mucho mayor que el anterior, uno que el mismo no seria capaz de cortar de un solo golpe. Ella nunca lo ha intentado con semejante trozo de madera, ni la mitad. Sabe que no lo lograra, y no es una duda, se trata de logica, como dice su padre cuando le explica que la lena humeda no es buena para prender fuego, que no se puede plantar patatas en octubre y que una mujer nunca servira para nada mas que trabajar en el interior de la casa. <>. La nina aprieta los dientes, se aferra al mango del hacha y lo eleva sobre su cabeza. Usa el punto de apoyo del pie izquierdo, luego equilibra, pasa al derecho, adelantado, y deja caer con todas sus fuerzas la herramienta. El tocon no se parte, pero el hacha entra hasta la mitad del mismo. Todo un logro que no esperaba. Se gira con cara sonriente. Su hermano no sonrie, alberga un semblante extrano en la cara. La nina baja la mirada y observa la hoja del cuchillo que le ha brotado al chico en mitad del pecho, gotea sangre espesa y oscura, despacio. Vuelve a mirar la cara de su hermano, la mueca es ahora grotesca, como una mascara, un hilo de saliva rojiza cae de su boca abierta. Corre en un acto reflejo, corre con todas sus fuerzas. En casa esta mama y ella sabra que hacer. Antes de llegar a la puerta trasera, la que da a la cocina, un tipo enorme aparece y ella resbala antes de chocar contra el, esta aterrada, lo mira sin comprender como ha salido ese extrano, ese monstruo, del interior de su casa. El tipo enorme sonrie y muestra dos dientes de plata entre otros deformes y oscuros. Se agacha ante ella y le susurra. --?Tienes miedo, pequena? --Si. --Nicoleta ni siquiera sabe de donde ha salido el susurro de la respuesta. --No deberias tenerlo. ?Sabes que, segun la Biblia, el diablo no ha matado a nadie nunca? -- Y sonrie de nuevo, a sabiendas del efecto que produce la vision de su dentadura en la nina.

  • La dama del velo y el laurel de Begona Pro Uriarte

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    La dama del velo y el laurel es la segunda entrega de la saga La chanson de los Infanzones. Convertido en hombre de confianza de Sancho, Miguel viajara a Chipre, conocera Roma y desafiara las murallas de Toulouse. Pero no podra dejar atras un pasado que le persigue y que le empuja a enfrentarse con el cruel Yenego Martinez de Subiza, con el que tiene una deuda pendiente. Esta enemistad lo obligara a elegir entre su amistad con Alvaro Yeneguez y la lealtad que debe a los Almoravid. Todo ello sin renunciar a su sueno de crear una hermandad que luche contra los abusos de hombres como Yenego: las Juntas de Infanzones.

  • La Importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde

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    Gran Bretana, 1890. Jack tiene un secreto. Por un lado, disfruta de una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bellisima Cecilia. Pero, por otro, cuando necesita ciertos alicientes, se escapa a Londres, donde se hace pasar por su imaginario hermano Ernesto Worthing, un hombre tan disoluto y extravagante como su intimo amigo Algy. Sin embargo, el objetivo de su ultimo viaje a Londres es proponer matrimonio a Gundelinda, la prima de Algy. La chica, que ignora la identidad de Jack, acepta la propuesta; pero su madre, la temible Lady Bracknell, que tiene otros planes para su hija, descubre la verdad sobre el origen social de Jack: que, siendo un bebe, fue hallado en una bolsa abandonada en la Estacion Victoria. Mientras tanto, Algy, aprovechandose de la preocupante situacion de su amigo, decide visitar a Cecilia. Cuando se presenta como Ernesto, descubre encantado que Cecilia hace tiempo que suena con casarse con el hermano errante. Pero, cuando Jack regresa con la noticia de que su hermano ha fallecido, las cosas empiezan a complicarse seriamente.

  • Dos gatos y el misterio del mercado de la cebada de C. R. Martinez

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    La accion arranca en una polleria en Madrid, donde Consuelo, una viuda de 62 anos, descubre una cara misteriosa en el suelo de su tienda. ?Es una aparicion religiosa? ?Un complot de la mafia de los polleros? ?O incluso un fantasma? ?Es posible que un cambio en el pelaje de su gato tenga algo que ver con todo esto? Su hallazgo la lleva a un viaje inesperado lleno de sorpresas y descubrimientos extraordinarios.

  • Delirios de un hombre cuerdo de Leonardo Grinn

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    Los delirios del autor, nos proponen otra miradas con sentido de una realidad agotada por su frenesi del consumo. Textos embriagados de trazos donde las palabras cobran vida.

  • Cicatrices inutiles de Juan David Morgan

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    En 1989 Estados Unidos intervino militarmente en Panama para acabar con el gobierno dictatorial de Noriega, antiguo colaborador de la CIA. Cicatrices inutiles es la novela sobre este evento fundamental de la historia reciente de America Latina.

  • Un matrimonio de anuncio, Romina Naranjo de Romina Naranjo

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    Oliver Hamer, afamado publicista y reconocido playboy, se enfrenta a uno de los mayores retos de su carrera profesional cuando un titan mexicano de la industria automovilistica se interesa en el para que dirija la campana publicitaria de su nueva flota de vehiculos.

  • La ultima pintura de Sara De Vos de Dominic Smith

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    Con La ultima pintura de Sara de Vos, Dominic Smith ha cosechado un exito rotundo de ventas, y la critica ya compara su obra con clasicos como El jilguero, de Donna Tartt, o La joven de la perla, de Tracy Chevalier.

  • Recuerdame que es el amor de Johanna Sanz

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    Lo veria y se iria. Eliza sabia que esa seria la unica oportunidad que tendria de ver en persona a su amor platonico, el joven, atractivo y misterioso empresario Dannyel Kenerlan por quien hasta una mujer divorciada como ella tambien se permitia suspirar y no veia nada de maldad en esperar por una desafortunada equivocacion junto al resto de candidatas para ser entrevistada por ese hombre para el puesto de secretaria. Si, solo seria echar una ojeada al hombre de sus suenos y marcharse, ?que podia salir mal?

  • Inmortal de Alma Katsu

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    ?Para que usariamos la inmortalidad? Una historia de amor y venganza a traves de los siglos, con Maine, Boston, Paris y

  • Comer y amar, todo es empezar de Mayte Esteban

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    El despertador salio de su letargo a la hora programada, las siete y media, al ritmo de una melodia animada. Carlos se levanto con el sueno todavia prendido en sus ojos, se vistio con la ropa de trabajo y, medio dormido aun, abrio la ventana. El viento helado de la madrugada castellana de finales de diciembre se colo en la habitacion como un visitante indeseado. El silencio lo presidia todo; en Grimiel aun seguia siendo de noche. Con el rastro del sueno marcado en el rostro --la sabana le habia dejado su impronta en la mejilla, oscurecida por la barba de un par de dias--, se preparo el desayuno. Carlos Herrero tenia veinticinco anos y era el dueno de un picadero en un pequeno pueblo. Su negocio se situaba a las afueras, a muy pocos metros de un extenso pinar. Dedicaba su actividad a la tutoria de caballos y a rutas para los eventuales inquilinos de las casas rurales de la zona. Tambien se ocupaba de la formacion de jinetes, aunque esto no fuera mas que una manera elegante de llamar a lo que en realidad era ensenar a unos cuantos ninos a no caerse del caballo. En un lugar donde apenas habia actividades de ocio, el picadero de Carlos casi era la estrella. Le proporcionaba a su propietario los recursos suficientes para vivir y tambien le habia ayudado a no tener que marcharse a la ciudad, como habian tenido que hacer la mayoria de sus amigos. Cuando despues de desayunar salio de casa, el frio de la calle le golpeo en las orejas. Rebusco en los bolsillos de su abrigo, pero el gorro que siempre llevaba se habia quedado en el tendedero, con la colada del dia anterior. Era inutil que volviera a entrar para buscarlo, lo mas probable era que siguiera empapado. Echo mano de la capucha del abrigo, que servia mas bien de poco, y se encamino hacia el trabajo. Fue andando hasta el a buen paso para entrar en calor. El picadero distaba de su casa kilometro y medio y, en mananas tan gelidas como aquella, tal vez pudiera estar justificado ir en coche, pero Carlos preferia no hacerlo si no era imprescindible. Era un firme defensor de la naturaleza y trataba de aportar su granito de arena todos los dias para cuidar de ella. Caminar un poco, ademas de que le venia bien a su forma fisica, le ahorraba al planeta unas cuantas emisiones toxicas. Dejo atras los vehiculos, que dormitaban tenidos de blanco, y las aceras desiertas, brillantes bajo la mortecina luz de las farolas que a intervalos rasgaban la penumbra del camino. Faltaban apenas un par de minutos para que dieran las ocho cuando llego a la puerta de acceso a su negocio. Saco la llave del bolsillo y se dispuso a abrir. --!Buenos dias! Una voz femenina, demasiado euforica para la temprana hora, lo tomo por sorpresa y le hizo dar un brinco involuntario. Era Paola, una de sus amigas de la infancia y tambien clienta asidua del picadero, que acababa de salir de un coche aparcado a unos metros de la entrada. Carlos, pensativo como iba y con la capucha tapandole parte de su campo de vision, no la habia visto. --!Que susto me has dado, Paola! ?Que haces aqui? --le pregunto. El dia apenas empezaba a deshacer en el horizonte las tinieblas que en la noche envolvian al pueblo dormido. No eran horas, ni mucho menos, para hacer uso de los servicios del picadero. Si por el fuera, se habria quedado en la cama un rato mas, pero no tenia mas remedio que levantarse temprano para ocuparse de los animales, limpiar las cuadras y ponerles agua y comida fresca. Era preciso que todo estuviera listo antes de la hora de apertura. --He venido a ver a Leyenda --le dijo ella. Leyenda era la yegua blanca de Paola, un impresionante ejemplar pura raza espanola de ocho anos que tenia desde que era una potrilla. Carlos introdujo la llave en la cerradura e intento abrir la puerta, pero esta se obcecaba en encasquillarse. Dio un golpe con el hombro para ayudarse y, al final, logro vencer su resistencia. En el forcejeo, la capucha se le cayo y se la volvio a colocar. La helada de la noche habia dejado su impronta como un manto blanco que lo cubria todo y hacia demasiado frio como para dejar al descubierto las orejas, que amenazaron con convertirse en tempanos de hielo en segundos. --?No tienes un gorro? --le pregunto Paola. --Se ha quedado en casa --respondio el. --Creo que tengo uno en el coche, espera. Paola volvio a su vehiculo, abrio la puerta trasera y recogio del asiento uno de lana en color crudo. Se lo ofrecio a Carlos en cuanto volvio frente a el. --Toma. Era un gorro muy poco masculino, uno de esos que Paola usaba a menudo y que a ella le quedaban tan bien. Enmarcaba su delicado rostro y dejaba escapar los rebeldes rizos de su pelo castano dandole aspecto de hada de invierno, pero no creia que en el tuviera el mismo efecto estetico. Mas bien pareceria un fantoche. Carlos se quedo mirandolo y sonrio. Era tipico de Paola pensar que el podria ponerse aquello. Rehuso utilizarlo con amabilidad, mientras atravesaba la puerta seguido de la chica. --Gracias, pero no. --Tu mismo... Hace un frio espantoso y nadie te va a ver, yo no lo rechazaria --le dijo Paola, adivinando por su cara de circunstancias lo que estaba pensando. No le era dificil seguir algunos pensamientos de Carlos, habian sido inseparables desde el colegio. --Perdona, tu me estas viendo --dijo el divertido, excusandose de nuevo por no querer ponerse el gorro. --Bueno, ni que no te conociera desde el primer dia de colegio... -- respondio ella, riendose tambien. Carlos termino de cerrar la puerta y echo el cerrojo interno. No volveria a abrir hasta que a las diez el negocio se pusiera en marcha. --Venga, no seas bobo y pontelo, porfa --le rogo. Le miro componiendo una mueca exagerada de suplica, a lo que el respondio emitiendo un resoplido que en cierto modo le recordo a Paola al de un caballo, lo que provoco que se riera con ganas. Sin esperar su permiso, ella levanto los brazos, bajo la capucha del abrigo y le coloco el gorro a Carlos. Se distrajo un momento mirando su rostro, los enormes ojos castanos y las facciones cuadradas de el que conocia desde siempre. Al ajustarlo sobre las orejas, las yemas de los dedos de Paola le acariciaron las mejillas. El suave roce accidental a el le descoloco un latido y un subito calor, que se contradecia con el gelido comienzo del dia, se apodero de su animo. --A ver si nos afeitamos --le dijo ella, divertida por la seriedad que mostraba de pronto. El volvio a resoplar. O mas bien fue un suspiro con el que trato de recomponerse. --?Por que has venido tan pronto? --le pregunto, para dejar de pensar en lo que habia sentido cuando ella le toco--. Aun no he preparado a los caballos, no abro hasta dentro de un par de horas. Es demasiado temprano para montar a la yegua. Paola solto el aire contenido en sus pulmones y, con el, la sonrisa se fue desinflando en su rostro. Trago saliva y tomo aire, como si lo que iba a contarle necesitara oxigeno nuevo para no ahogarse; como si le costase mucho confesar la verdadera razon por la que se habia levantado tan temprano y se habia presentado en el picadero. --Me quedan solo unos pocos dias con Leyenda, Carlos. La vamos a vender. Quiero pasar todo el tiempo que pueda con ella y a las diez tengo que entrar a trabajar en la farmacia. Necesito verla y por eso he venido ahora. Carlos no necesitaba que Paola le contase lo que sentia por ese animal. Llevaba con la yegua desde la adolescencia y Leyenda y Paola parecian un todo. No entendia muy bien por que habia tomado la decision de deshacerse de ella si era casi la prolongacion de si misma. --?Vender a Leyenda? ?Por que? ?Que me he perdido? --pregunto, extranado. --He encontrado un trabajo fuera y despues de Navidad me ire del pueblo --le dijo. --?Te vas? --pregunto. Las palabras salieron de su boca con una alarma que hubiera preferido ser capaz de evitar. --Si. Mi contrato de media jornada en la farmacia se acaba el treinta y uno de diciembre. La farmaceutica se jubila y su hijo ha decidido volver de Madrid y quedarse con el negocio. No cuenta conmigo. Su mujer tambien trabajara con el y ya sabes que esto no da para tres sueldos, ni siquiera para dos y medio. --Vaya, no sabia que te ibas. --Tampoco lo he contado, bastante me disguste cuando me lo dijo a principios de otono. Pero bueno, he tenido tiempo de buscar un nuevo trabajo en Valladolid, en otra farmacia, y esta vez seran ocho horas. Supongo que vendre a menudo, pero desde luego no podre montar a Leyenda todos los dias como ahora. Es mejor para ella que la venda y otra persona la cuide como necesita. --Te vas --afirmo Carlos, quiza para confirmarse a si mismo que lo que estaba escuchando era cierto. --Aqui no hay futuro ni trabajo. Si quiero progresar, tengo que hacerlo. Ademas, tiene su lado bueno; Ricardo vive en Valladolid, podremos vernos mas a menudo que ahora. Ricardo era el novio de Paola. Como la mayoria de los jovenes, habia decidido quedarse en la ciudad una vez terminada la universidad, seducido por una oferta de empleo. Las oportunidades de trabajo, mucho mas deslumbrantes que las del campo, ofrecian alli un futuro que distaba mucho del callejon sin salida que parecia el pueblo. Con la mayoria de edad recien estrenada, los chicos se marchaban a Madrid, a Burgos, a Salamanca, a Valladolid... ciudades que una vez terminada su formacion, no los devolvian. Al final, la madre de Carlos tenia razon cuando decia que en el medio rural, si no quieres perder a tus hijos y que la ciudad se los quede, no debes darles estudios. Carlos penso que Paola habia tardado mucho en seguir ese camino. Era, sin duda, una anomalia en ese proceso. Estudio, pero ella regreso a Grimiel y encontro un hueco en la farmacia. Fue la excepcion, aunque tiempo despues la realidad del desempleo la estuviera devolviendo de un empujon al mundo urbano. --Mi padre me ha dicho que ya tiene ofertas por Leyenda. Al escucharla, Carlos salio de sus pensamientos e intento poner cara de circunstancias y hacerse el sorprendido, aunque en realidad no lo estaba. Dias atras oyo una conversacion a medias en el bar y en ese momento empezo a atar cabos. Era de Leyenda de quien estaba hablando el padre de Paola con unos conocidos. Les habia preguntado si alguien se la queria quedar, pero Carlos no presto mas atencion. Ni se le paso por la cabeza que la conversacion girase en torno a la yegua. Se quedo observando a Paola, intentando encontrar en su rostro el beneplacito con la decision tomada de deshacerse del animal. --?Estas segura de que quieres vender a Leyenda? --Al mirarla, a Carlos no le parecio que estuviera muy conforme. --No me mires asi --le dijo la chica, ahogando las ganas que tenia de llorar. --?Asi como? --Con pena, Carlos. Era justo de ese modo como la estaba mirando, triste porque sabia lo que significaba la yegua para su amiga. Se imaginaba que nada de aquello estaba siendo facil para Paola. Ella, buscando unos instantes de intimidad en los que desahogar el nudo que se le habia hecho en el pecho, se dirigio hacia la cuadra y abrio el cerrojo que mantenia encerrados a los animales de noche. Dos perros de raza indefinida salieron corriendo, libres por fin despues de pasar la noche cautivos. Cada uno eligio un poste del cercado para deshacerse de la urgente necesidad matutina y despues corrieron hacia Paola, que los acaricio. Luego, como hacia siempre, cogio a uno de ellos, Drako, en brazos. --No hagas eso --le dijo Carlos--. Cuando te vayas yo no pienso mimarlo y lo echara de menos. ?O te lo piensas llevar contigo? Drako era un perro especial. Le faltaba una de las patas delanteras. Paola los habia salvado, a el y a su hermano, de una muerte segura a manos de su madre anos antes, cuando la perra se volvio loca y mato a mordiscos a la mayoria de la camada que acababa de parir. La chica, apenada por el suceso, se llevo a los dos perritos supervivientes a casa para cuidarlos en esos dias tan delicados. Black crecio sin problemas, pero sacar adelante a Drako costo bastante porque un mordisco de su madre lo dejo sin una de las patas delanteras. Tardo mas de cuatro meses en devolverlo al picadero y, desde entonces, el perro adoraba a la muchacha casi tanto como la yegua. --No creo que sea bueno que me lo lleve, esta demasiado acostumbrado a corretear por aqui y encerrarlo en un piso no es buena idea. Este perro necesita hacer mas ejercicio que los demas. Paola dejo a Drako en el suelo, que la siguio con su paso renqueante de perro de tres patas, y se dirigio al establo. Alli, Leyenda la recibio aproximando su enorme cabeza a la cara de la muchacha, que apoyo la frente en la de la yegua. Ambas estuvieron asi un rato, en silencio. Al verlas, uno suponia que se estaban contando secretos sin palabras. Incluso las dos cerraron los ojos al unisono, mientras el perrito lisiado y Carlos, apoyado en el quicio de la puerta, las observaban de cerca. El iba a echar de menos a Paola cuando dejase de ir tanto como los perros o la yegua. Estaba seguro de que extranaria los momentos en los que la muchacha se mantenia pegada a su animal y ambas se quedaban suspendidas en algun lugar indefinido que, si hacia caso de la sonrisa de Paola, era lo mas parecido a la felicidad que podia imaginar. Estaba seguro de que el tambien lo pasaria fatal cuando Paola tuviera que despedirse. Se lo estaban diciendo unos latidos erraticos en su pecho a los que le era imposible poner freno. Carlos decidio que ya habia perdido demasiado tiempo y abandono su posicion de espectador, por mucho que le pesara dejar de mirar a Paola. Le transmitia un millon de sensaciones que hacia mucho que preferia no analizar. Lo mejor que podia hacer era ponerse con su tarea y no pensar. Tenia apenas dos horas para dejarlo listo todo. --Si quieres, te ayudo --le dijo ella, cuando advirtio su presencia en la puerta del establo. --Me vendra bien, pero has venido a montar a Leyenda. --He venido a verla, pero te quiero ayudar. El joven le paso la pala que tenia en las manos y fue a buscar otra para el. Ambos, sin intercambiar mas palabras, se pusieron manos a la obra, mientras los perros correteaban a su alrededor. Durante una hora se dedicaron a reemplazar la paja sucia por otra fresca y rellenaron con agua fresca los abrevaderos. --Pao, deberias montar a Leyenda ya si no quieres llegar tarde a la farmacia. Son las nueve --le dijo Carlos cuando fue consciente de la hora. --?Pero cuantas veces te tengo que decir que no me gusta nada que me llames asi? --le dijo ella, con un tono que ni se aproximaba a ser de enfado. --!A sus ordenes, Pao! Hizo un gesto comico y ella puso los ojos en blanco y le lanzo unas briznas de paja. No habia manera. Carlos empleaba muchas veces el diminutivo absurdo que le habia puesto en el colegio y que dejaba a su nombre mutilado. Nego con la cabeza, resignada a no conseguir jamas que dejara de hacerlo, y preparo a Leyenda. Limpio sus cascos, cepillo con suavidad el lomo y despues ajusto los estribos y la cincha sobre la silla de montar antes de elevarla y colocarla sobre una almohadilla de ensillar que ya tenia encima de la yegua. Despues ato los arreos, tranquilizando al animal con suaves palabras. Coloco las riendas sobre la cabeza del animal y empujo con suavidad el bocado hasta que Leyenda lo tomo mansamente. Como siempre que hacia esto, premio al animal con una chucheria que guardaba en el bolsillo. Poco despues, subida a lomos de su yegua, daba vueltas por el recinto del picadero. Carlos llevaba razon, se habia entretenido y no tenia mas de veinte minutos porque deberia volver a casa, ducharse y cambiarse para ir a la farmacia.

  • Amarte a escondidas de Mabel Diaz

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    Ana vio entrar a la joven en la cafeteria y alzo la mano para indicarle donde estaba sentada. Mientras se acercaba, la observo. Era muy guapa y voluptuosa. Piernas largas que ensenaba la minifalda que llevaba puesta, cintura estrecha y pecho grande, fruto de la cirugia estetica. Se pregunto que talla seria. ?Una noventa y cinco o una cien? !Bah, que mas daba! Subio los ojos hasta su cara para encontrarse con una expresiva mirada verde y unos labios carnosos, tambien operados. <>, penso Ana. Sabia por su marido, companero en el concesionario de coches donde trabajaba la joven, que rondaba los treinta anos y que se llamaba Noelia. Lo que desconocia y le intrigaba era por que se habia citado alli con ella si apenas tenian relacion. Cuando recibio un wasap de un numero desconocido, estuvo a punto de borrarlo, pero no lo hizo porque la chica se identificaba como la companera de Damian. En el breve mensaje le decia que tenia que reunirse urgentemente con ella. Le indico el lugar, la hora y el dia. Y alli estaba Ana, intentando averiguar que era lo que queria decirle esa jovencita. Supuso que, como el cumpleanos de su marido estaba cerca y siempre recibia regalos de sus companeros en la pequena fiesta que organizaban en la oficina del concesionario, querria hablar con ella de eso para que le diera ideas sobre que comprarle entre todos. Pero ?por que no se lo habia comentado por WhatsApp y ya esta? Noelia llego a la mesa a la que estaba sentada Ana y esta se levanto para darle dos besos. Tras el saludo inicial, ocuparon las sillas, una frente a la otra, y Ana alzo la mano para llamar la atencion del camarero y que fuese a servirles. --Yo no quiero tomar nada, Ana. Ademas, tengo poco tiempo. Ya sabes que me he escapado del trabajo solo para hablar contigo y tengo que regresar en quince minutos --explico Noelia muy seria. --Oh, vale --contesto Ana haciendole otra senal al camarero para que no se acercase al final--. Bueno, pues tu diras. Coloco las manos entrelazadas sobre la mesa y espero a que la joven comenzase a hablar. La notaba tensa y muy seria. Las pocas veces que habia visto a Noelia siempre tenia una preciosa sonrisa en los labios y, segun Damian, era la alegria del concesionario. ?Que le pasaria ese dia? Se dio cuenta de que esquivaba su mirada. Parecia no tener valor suficiente para clavar sus ojos verdes en los castanos de Ana y hablar con ella. --Estoy embarazada --solto a bocajarro. Tras unos segundos de desconcierto, Ana reacciono. --!Vaya! !Enhorabuena! --dijo con una gran sonrisa mientras se preguntaba: <>. Noelia alzo por fin los ojos y la miro con lagrimas en ellos. --Yo no queria que esto pasara. De hecho, el me prometio que no sucederia. Pero le gusta jugar, sentir piel con piel. Ha salido a tiempo todas las veces que lo hemos hecho en estos meses. Supongo que esto de ahora ha sido mala suerte. Ana se habia quedado estupefacta. ?Eso no deberia hablarlo con su madre, su mejor amiga o incluso con el padre del bebe? Mientras recordaba que Damian le habia comentado que Noelia llevaba tiempo saliendo con un chico de su edad, la joven comenzo a sollozar. Gruesos lagrimones cayeron de sus ojos y se deslizaron por sus pomulos dejando un rastro de rimel negro hasta la barbilla. Ana se apiado de la pobre chica. Coloco una mano sobre las de ella en un intento de infundirle animo y consuelo. --Tranquila. No llores. Tener un hijo es lo mas maravilloso que te pueda pasar. Cuando le veas la carita, se te olvidara este mal trago --susurro con ternura para calmarla--. Ademas, ya no eres una nina. ?Cuantos anos tienes? ?Veintinueve? ?Treinta? Tienes un trabajo estable, y supongo que tu novio tambien lo tendra. No habra ningun problema para criar al bebe. --?Mi novio? --pregunto la chica descolocada sin dejar de llorar --. Yo no tengo novio. --Hizo una pausa, en la que se sorbio los mocos de una manera nada educada, y confeso--: Estoy embarazada de tu marido. Acto seguido, se levanto de la silla y se marcho veloz, dejando a Ana con la boca abierta por la sorpresa, preguntandose si habria oido mal aquella declaracion. Pero no. Lo habia oido perfectamente. Y, aunque su mente le decia que no podia ser, su corazon le gritaba que era cierto. Damian habia tenido una relacion --no sabia si sentimental pero si sexual-- con esa chica. O seguia manteniendola. Le estaba siendo infiel o lo habia sido en algun instante del pasado. Cayo en la cuenta de que ella habia dicho <>, o sea, que su marido se la habia follado en repetidas ocasiones. No habia sido un desliz de una noche de juerga cuando tenian la cena de empresa. No. En ese momento se dio cuenta de todas las veces que su marido llegaba a casa con excusas que ella se creyo sobre por que habia salido mas tarde del concesionario; el repentino interes por mantenerse en forma apuntandose a un gimnasio con la consiguiente perdida de peso y la mejora en el estilo de vida saludable, controlando lo que comia para no engordar; el perfume de otra en su ropa y en su piel; las pocas ganas --por no decir ninguna-- de hacer el amor con ella, que Ana achaco al estres porque las ventas de coches habian bajado y el corria el riesgo de perder el empleo; el cansancio y otros detalles mas que no habia querido ver. Las senales estaban ahi y ella las obvio. Su corazon se rompio en mil pedazos. El dolor se extendio por su pecho igual que si le hubieran clavado un punal para abrirlo en canal. La respiracion comenzo a faltarle y supo que se iba a desmayar. El ultimo pensamiento antes de que todo se volviera negro fue que su marido le habia sido infiel y habia dejado embarazada a su amante.

  • Puedes darme un beso de Chris M. Navarro

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    Zoe sabia que volver al pueblo despues de dieciseis anos y sin haber cumplido sus suenos no seria facil, y mucho menos para su hija Helena, una adolescente incapaz de ver con buenos ojos que la sacara de su adorado Manhattan.

  • Redes de Raquel Antunez

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    Mertixell y Ariadna, dos amigas y periodistas de un importante periodico, se ven envueltas en la investigacion policial del asesino en serie mas buscado de los ultimos tiempos.
    San Antonio y Santa Catalina son dos ciudades unidas por una serie de sucesos que haran temblar a todo el pais, donde ambas companeras -tan diferentes entre si- trabajaran en equipo con la policia y seran claves para armar las piezas de un macabro puzle que deparara en una conclusion inesperada.
    Y si, ademas de la tension que viven en esos momentos, le sumamos que la vida privada de ambas se ve completamente patas arriba y que tienen que lidiar con sentimientos encontrados, nuevos, inapropiados, explosivos. -lo cual no es suficiente para frenar sus impulsos-, la cosa se complica un poco mas.
    ?Conseguiran atrapar al Asesino del Mordisco?
    Un sorprendente thriller erotico escrito a dos voces, una mezcla perfecta entre suspense y erotismo.

  • La septima silla de Constanza Sartory

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    La psiquiatra Elina Amille esta a punto de retirarse de una prestigiosa carrera de mas de 35 anos. Sin embargo, mediante un acontecimiento inesperado, descubre que existe una forma de saldar, aunque sea en parte, una dolorosa deuda que tiene con el pasado.
    Por otro lado, seis mujeres de distintas edades y ocupaciones, se encuentran al iniciar un novedoso tratamiento a traves del cual pretenden arreglar sus desastrosas vidas.
    El destino se encarga de cruzar los caminos de estas siete mujeres, dando por resultado una compleja historia de suspenso, romance, drama y humor.

  • Cafe contigo al despertar de

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    Maria Lopez, Abogada Dominicana de Veintisiete anos, decide que no esta lista para casarse, su pareja Reed se llena de venganza y odio hacia ella y comienza a crear rumores sobre supuestos sobornos aceptados por Maria, sobornos de los cuales siquiera eran por parte del defendido por ella. Despues de una discusion con los directivos del Buffet, Maria decide tomarse unas vacaciones a su tierra natal en vispera de Noche Buena.
    En el avion conoce a Julio Medina, un hombre de piel canela, ojos color Miel y mirada cautivadora, que recientemente habia encontrado a su mujer siendole infiel. Julio se interesa por Maria y le propone a una noche de sexo sin compromisos. Ella despues de todo, ya no esta prometida con nadie y decide aceptar la propuesta indecente.
    Julio es el cambio que ella necesita en su vida, un hombre tierno, atento, romantico y lo mas importante…AMA EL CAFE!
    ?Sera que es muy tarde cuando Maria se da cuenta que el amor a primer cafe si existe?
    ?Aguantara Julio a que Maria se de cuenta que lo ama?

  • Una promesa de gloria de Morgan Rice

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    En UNA PROMESA DE GLORIA (Libro #5 de El Anillo del Hechicero), Thor se embarca con sus amigos de La Legion en una busqueda epica en la vasta selva del Imperio para intentar encontrar la antigua Espada del Destino y salvar al Anillo. Las amistades de Thor se profundizan mientras viajan a nuevos lugares, enfrentan monstruos inesperados y luchan en una batalla inimaginable. Encuentran tierras exoticas, criaturas y personas mas alla de lo que podrian haber imaginado, a cada paso de su viaje aumenta el peligro. Tendran que convocar todas sus habilidades si quieren sobrevivir, mientras siguen el rastro de los ladrones, mas y mas profundamente en el Imperio. Su busqueda les llevara hacia el corazon del Inframundo, uno de los siete reinos del infierno, donde los No Muertos gobiernan, y los campos se alinean con los huesos. Mientras Thor debe invocar sus poderes, mas que nunca, se esfuerza por comprender su naturaleza.

  • El significado del amor de Valeria Rose

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    Una entretenida y dramatica historia que nos recordara el verdadero significado del amor.”
    Alexia pensaba que los amores de la infancia duran para toda la vida, pero solo era eso, algo que sentia en su corazon, nada que hubiera vivido.
    Cuando regresa a su ciudad natal de vacaciones, Harry, su amigo de la infancia, le hara creer que, tal vez, ella tiene razon y su amor sera verdadero. ?O todos los para siempre tienen un final?
    Con ellos conoceremos el significado del amor.

  • Jasper (Sin reglas ni principios 2) de Alina Covalschi

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    A fuego lento se derriten los corazones helados. A fuego lento se queman los recuerdos frios. A fuego lento se enciende la pasion.

  • Game Boy de Victor Parkas

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    Victor Parkas dispara contra la hombria en Game Boy. Esta suma endiabladamente pop de sangrantes columnas de opinion y relatos tragicomicos es un dardo directo al ocaso de las masculinidades toxicas.

  • Inquebrantables de Bruno Puelles

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    Varios siglos despues de una catastrofe nuclear, unas pocas ciudades sobreviven bajo tierra para escapar de la radiacion que todavia persiste. Una de ellas decide organizar una expedicion en busca de lo que parece un asentamiento cercano y asi poder colonizarlo. La unica manera de hacerlo es cruzando la antigua red de metro en unos vehiculos terrestres que llaman naves y rezando para no perderse en el laberinto de tuneles.
    Olivia lleva toda su vida formandose para ser piloto. Cuando la admiten en la expedicion y esta a punto de cumplir su sueno no se imagina que entre la tripulacion, ademas de al guapisimo capitan Barrow, conocera a Hawke, el extrano inventor que la obligara a desobedecer las ordenes de su superior y embarcarse con el en una aventura llena de peligros.