• libro la culpa es de la vaca - Carlos Sanchez

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    Carlos es el unico responsable de la muerte del marido de la mujer que ama, Angela. Ademas de la culpa, su conciencia tendra que soportar el dolor que siente y la preocupacion por la mujer de la que esta enamorado, conviertiendolo en alguien que no es.

  • La culpa es de la vaca/ The Cow is to Blame: Anecdotas ...

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    La culpa es de la vaca/ The Cow is to Blame: Anecdotas, Parabolas, ... Fables and Reflections on Leadership : Gutierrez, Jaime Lopera: Amazon.es: Libros.

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  • LA CULPA ES DE LA VACA - LOPERA GUTIÉRREZ JAIME y ...

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    Este libro nos ofrece anécdotas, parábolas, fabulas y reflexiones acerca del liderazgo, sus autores son: Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal Trujillo ...

  • La culpa es de la vaca - Remasterizado - Planeta de Libros

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    24 may 2021 — Una luz de esperanza en los momentos más complejos de la vida. La culpa es de la vaca reúne anécdotas, fábulas y parábolas que proporcionan ...

  • la culpa es de la vaca: anecdotas, parabolas, fabulas y ...

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    Este libro es, en palabras de los compiladores, "un trabajo colectivo en favor de un nuevo humanismo". La culpa es de la vaca reúne anécdotas, fábulas y ...

  • la culpa es de la vaca - IberLibro.com

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    CULPA ES DE LA VACA, LA de Jaime Lopez Gutierrez; Martha Ines Bernal Trujillo y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en ...

  • 9789587572001: La Culpa Es De La Vaca Para Desmotivados

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    Libro de Autoayuda La motivación es el motor de nuestra vida El tema de la motivación ha sido siempre de interés para mucha gente, porque cada acto de la ...

  • LA CULPA ES DE LA VACA - Jaime Lopera Gutiérrez - Alibrate

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  • La culpa es de la vaca - Libro de Jaime Lopera y Marta Inés ...

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    Una luz de esperanza en los momentos más complejos de la vida. En La culpa es de la vaca Jaime Lopera y Marta Bernal reúnen anécdotas, fábulas y parábolas que ...

  • la culpa es de la vaca para niños - Todos tus libros

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    LA CULPA ES DE LA VACA PARA NIÑOS. JAIME LOPERA GUTIERREZ & MARTA INES BERNAL. Editorial: INTERMEDIO; ISBN: 978-958-709-643-9. Más información. Materias:.

  • Hasta que llegaste tu de Ariadna Tuxell

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    En <> la escritora nos explica la vida de Giovanna, una profesora que esta separada y tiene un hijo pequeno. La protagonista iniciara una relacion sentimental con su hombre ideal que le hara volver a creer en el amor verdadero haciendola sentir una mujer totalmente deseada, amada, querida y afortunada.

  • Piso para dos de Beth O'leary

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    Tiffy y Leon comparten piso.
    Tiffy y Leon comparten cama.
    Tiffy y Leon no se conocen.

  • Un dia en la guerra de Miguel Rodriguez Echeandia

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    Asi comienza Un dia en la guerra, una novela corta en la que Miguel Rodriguez Echeandia nos pone en la piel de un soldado de infanteria que se enfrenta a la jornada mas peligrosa de su vida. Un relato en el que el protagonista cuenta de primera mano sus impresiones de cada momento de la batalla, abriendose paso a base de coraje para sobrevivir. Es la narracion completa de unas largas veinticuatro horas en las que incertidumbre y miedo se suceden dentro en la crueldad de la guerra, donde la soledad del protagonista es constante y la muerte acecha a cada paso.

  • Todo el mundo miente de Seth Stephens-davidowitz

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    En un dia promedio de principios del siglo xxi, los seres humanos que buscan en Internet acumulan ocho billones de gigabytes de datos. Esta asombrosa cantidad de informacion puede decirnos mucho sobre quienes somos, los miedos, deseos y comportamientos que nos impulsan y las decisiones conscientes e inconscientes que tomamos. De lo profundo a lo mundano, podemos obtener un asombroso conocimiento sobre la psique humana que hace menos de veinte anos parecia insondable. Stephens-Davidowitz nos ofrece informacion fascinante, sorprendente y a menudo graciosa, sobre temas que van desde la economia hasta la etica, los deportes, el sexo, etc. Todo ello extraido del mundo del big data. A partir de estudios y experimentos sobre como vivimos y pensamos realmente, el autor demuestra en que medida todo el mundo es un laboratorio. Con conclusiones que van desde lo extrano pero cierto hasta lo provocador y lo perturbador, explora el poder de este suero de la verdad digital y su potencial mas profundo, revelando sesgos profundamente arraigados en nosotros; una informacion que sin duda podemos utilizar para cambiar nuestra cultura. La influencia del big data se esta multiplicando exponencialmente, y Stephens-Davidowitz nos desafia a pensar de una manera diferente sobre el mundo y la forma en que lo vemos.

  • El Manifiesto de Margarita B. Sainz

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    Violeta observaba el lento discurrir de las turbias aguas del Guadalquivir a traves de la ventana de su despacho, privilegiado observatorio en el edificio Helvetia. Miraba absorta a los turistas que aguardaban, bajo un sol de justicia, formando largas colas para entrar a la Torre del Oro. Protegian sus cabezas con variopintos sombreros; sin embargo, sus indumentarias se asemejaban mucho entre si. Por lo general, consistian en pantalones cortos, camisetas de algodon y sandalias guiris, de esas que sujetan el pie con tiras gruesas y suelas de goma. Algunos, incluso, se atrevian a llevarlas con calcetines. Siguio atendiendo al cadencioso remar de los piraguistas que cruzaban ante sus ojos. El rio siempre estaba repleto de ellos, no en vano la de Sevilla era una de las federaciones mas potentes del territorio nacional. La cantera siempre habia aportado buenos deportistas en esa disciplina. Asi lo demostraban todas las medallas olimpicas en su haber. Sintio un tiron en el pecho que la hizo salir de sus cavilaciones y poso su mirada en los titulares del periodico que aun sostenia entre sus manos. Bajo la vista para seguir leyendo. Necesitaba asegurarse. LA ARISTOCRATA SEVILLANA ROSARIO VALENCIAGA REVELA SU SECRETO TRAS TREINTA ANOS DE SILENCIO, DESVELANDO LOS SUPUESTOS ABUSOS QUE SUFRIO EN LA CONSULTA DEL PSIQUIATRA JERONIMO CORONADO. Ha llegado el momento de hablar. El otro dia, merendando con unas amigas en Sevilla, comentaron el rumor que corre estos dias sobre Jeronimo Coronado. Jamas se me paso por la cabeza que hubiera mas mujeres viviendo lo mismo. Me senti culpable durante todos los anos que estuve enferma. Llegue a su consulta con veintidos o veintitres anos, sumida en una fuerte depresion: vulnerable, maleable. Con los limites de lo moral borrosos y otros problemas anadidos que el ignoro. Me aferre a Jeronimo Coronado como a un clavo ardiendo. Aquella relacion indefinible se prolongo en el tiempo; luego me case y se convirtio en una especie de amistad. Jeronimo Coronado abuso de una persona enferma, desesperada, a lo largo de los anos. No prestando ayuda, ignorando los problemas, manipulando como solo puede hacer un buen conocedor de los resortes de la mente, que es lo que no podemos negarle. Jeronimo Coronado Ibanez me llamo por telefono pocos dias antes de mi intento de suicidio e hizo mencion a tres temas en concreto que desencadenaron en mi cabeza la desesperacion absoluta. Lo hizo porque yo habia empezado a contar cosas de el. No tengo miedo, porque las que hemos pasado por esto no tenemos mucho que perder, y si mucho que ganar. Hoy por hoy no siento nada por Jeronimo Coronado, excepto cuando veo pasar al Senor de las Penas sabiendo que el esta ahi, el mismo que decia no creer en Dios. Me parece un sinsentido, inexplicable. Lo cuento para advertir a las mujeres de que en la consulta de Jeronimo Coronado Ibanez no van a encontrar ayuda, y si mucho dolor. Lo cuento con el apoyo de mis hijos, que, cuando he empezado a relatarles mi calvario, han entendido cosas que antes no podian, y los han hecho sufrir. No tengo miedo y no siento verguenza. He superado todo, y si yo lo he hecho, todas pueden lograrlo. Esta carta va dirigida a las victimas de Jeronimo Coronado Ibanez, porque ellas la van a entender y a ellas les puede aportar algo de consuelo; o eso espero, al menos. Con todas mis fuerzas y todo mi carino. Rosario Valenciaga Una convulsion, semejante a un incipiente temblor de tierra, comenzo a sacudirla por dentro. La minuscula capsula donde almacenaba los recuerdos del pasado comenzaba a agrietarse; se habia olvidado de que estaban alli. El estremecimiento la hizo tiritar. De repente, la manana ya no se le antojaba agradable. Lo habia guardado todo en un lugar oscuro de la memoria porque dolia. Dolia sentirse culpable y dolia avergonzarse por lo ocurrido en aquella consulta. La herida no estaba cerrada, solo anestesiada. La agitacion interna amenazaba con dominarla. Se sirvio un vaso de agua de la bandeja que estaba sobre la mesa y bebio con ansias. Le temblaban las manos. Debia calmarse. El telefono de su mesa empezo a sonar con insistencia, haciendola retornar a la realidad. Lo descolgo como un automata. --Digame --contesto con tono seco. El corazon le seguia bombeando con fuerza. --Hola, carino. --La voz de su marido la acaricio por dentro. Violeta cerro los ojos para sentirla mejor--. ?Te apetece que saque entradas para el estreno del ballet nacional checo? Representan La Bayadere en el teatro de La Maestranza. --!Por supuesto! --Suavizo la voz, dejando entrever sin querer parte de su angustia--. Ya sabes cuanto disfruto con el ballet clasico. --Eso pense. Pues ya esta hecho. Apunta en la agenda que el viernes proximo, a las ocho de la tarde, tenemos una cita. --Su buen humor se transmitia a traves de la linea. --Gracias, Daniel. Siempre tan atento y detallista. Esa es una de las cosas por la que me enamore de ti --le dijo medio en broma. El era su mundo, y penso en lo afortunada que se sentia de estar a su lado. Solo el hecho de oir su voz la tranquilizaba. --No seas tonta; ya sabes que no me cuesta ningun esfuerzo. Por cierto, ?que tal llevas el dia? Fue en ese instante cuando, con un ramalazo de intuicion, se dio cuenta de la razon de su llamada: el tambien habia leido el periodico. De nuevo, sintio como se le aceleraba el pulso. Nunca, en veinte anos de casada, la habia telefoneado para interesarse solo por su jornada de trabajo. Siempre lo hacia para consultarle algo en concreto y luego colgaba, debido al continuo estres que acarreaba su profesion. La incertidumbre la picoteo como carcoma: la estaba sondeando. Por un momento penso que, en realidad, se interesaba por ella. No pudo remediar que una leve decepcion hiciera mella en su animo. Enseguida lo aparto de la mente. --Hoy va todo tranquilo. --Se hizo la despistada--. Me estaba tomando un descanso mientras leia la prensa. ?Lo has hecho tu? --Intento sonar despreocupada. Quiza estaba un poco paranoica, o quiza lo que le ocurria era que lo conocia bien. --Si. Yo tambien lo he hecho. --El tono de su voz sono hueco, como si hablara desde un bidon vacio. --Daniel, deja de darle vueltas al coco. ?Me has llamado por algo mas? --Como me temia...: te ha afectado bastante. Tranquilizate y despues lo hablamos en casa. -- Acto seguido, corto la conversacion. No le dio opcion a contestarle. Violeta no se podia creer lo que acababa de oir. Se sintio menospreciada. Su marido la trataba como si estuviera enferma de los nervios, a pesar de que era el quien no tenia la mas minima idea de como manejar el tema. <>. Ya estaba harta de tantas tonterias. Al fastidio habia que anadir ahora el mosqueo que le provocaba su actitud. Hasta esa llamada, el dia se le habia antojado agradable, pero, gracias a Daniel, habia perdido todo su encanto. Su ansiedad subio en la escala. --Buenos dias. --En ese momento, su socia, Elena Torres, entro en tromba en su despacho. Tomo asiento frente a ella con la vista fija en una tablet y puso los pies encima de la mesa. --Elena, ya sabes que me revienta que entres asi --le reprocho, cabreada--. ?Te imaginas que estoy reunida con alguien? ?Y si estuviera manteniendo una conversacion importante? -- Intento por todos los medios que no notara lo alterada que se encontraba. --Veo que estas de mala leche. ?Ha ocurrido algo o simplemente te has levantado con el pie izquierdo? --Su socia alzo una ceja, examinandola con la mirada. --Me niego a hablar contigo hasta que cierres la puerta. --Cruzo los brazos sobre el pecho con actitud obstinada. --!Joder! La cosa es seria. --Elena se levanto y cerro sin miramientos--. Venia a ponerte al dia de las novedades, pero ahora soy yo la que no quiere hablar contigo hasta que no me digas que te ocurre --remedo con la voz. --Mejor es que lo veas por ti misma. --Violeta le lanzo el periodico, abierto por la pagina que habia estado leyendo. Durante el tiempo que su amiga tardo en informarse, el silencio se instalo en la habitacion. Solo se oian las voces de las personas que trabajaban en la oficina, amortiguadas por el cristal que las separaba. Violeta le dio la espalda para seguir contemplando por la ventana a los visitantes, que embarcaban en uno de los barcos turisticos para iniciar el recorrido por el rio. Eran casi todos orientales y portaban coloridas sombrillas. Permanecian sentados muy ordenadamente en la cubierta superior del crucero, mientras que el guia, microfono en mano, los informaba de la duracion y caracteristicas de la ruta que iba a comenzar. --!Madre mia! --la oyo gritar--. Esto significa que no es un caso aislado. !Menudo cabron! --Elena sonaba entre sorprendida y furiosa--. Y tu, ?como te lo has tomado? --Se levanto para ponerse a su lado y poder observarla. --Estoy bien. --Le apreto la mano para tranquilizarla--. Por un lado, me alivia saber que no soy la unica. Siempre me pregunte por que ocurrio una cosa asi. Por otro, me preocupa que haya otras personas en igual o peor situacion que la mia --le dijo, clavando sus ojos negros en los castanos de su amiga. No pudo evitar que se le pasara por la mente que Daniel no se habia interesado por su bienestar. El pensamiento volvia recurrente a ella. --No te preocupes y veras como todo se andara. --Le rodeo el cuello con sus brazos para transmitirle su carino--. Nos iremos enterando de todo. Seguro. Lo importante es que tu te encuentres bien. Violeta le devolvio el abrazo, emocionada. No quiso dejar a Elena con la impresion de estar afectada. Todavia no se sentia preparada para contarle hasta que punto la habia trastocado. --Petarda, ya esta bien de chachara --quiso zanjar el tema--. Ahora ponme al dia de todas las cosas que querias contarme.

  • Carmen, la rebelde de Pilar Eyre

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    Los ojos del rey de Espana, Alfonso XIII, se clavaron en los de la actriz Carmen Ruiz Moragas y en ese preciso instante comenzo una pasion turbulenta, intensa y peligrosa, como el desdichado tiempo historico que les toco vivir. Carmen habia tenido una vida azarosa y un matrimonio tragico con un famoso torero, y aunque el amor del rey era tan profundo y desenfrenado que estuvo a punto de convertirla en reina, ella se nego a renunciar a su profesion, su independencia y su libertad.

  • Un juego muy peligroso 2 de Norah Carter

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    Queria morir. Cuando sali del avion, parecia que el mar me hubiese escupido a la playa como un fardo o un trozo de madera. Estaba indefensa y sentia que la impotencia iba a ser una de mis aliadas de por vida. Me esperaba Alejandra. Las amigas nunca fallan. Amigas como ella son las que hacen que la vida merezca la pena. Al verme, ella tambien rompio a llorar. Sabia que mi apariencia era la de una mujer destruida. Quiza esa expresion se queda corta para definir lo que sentia en aquel momento. No era yo. Sentia que yo era otra persona a la que habian machacado lentamente. Como una idiota, habia creido que Ethan apreciaba mi generosidad, mi entrega, mi forma de hacerle sentir un placer intimo e indescriptible. Como una idiota, habia creido que el juez podia llegar a quererme algun dia. A veces, en las peliculas suceden cosas asi, pero lo que yo habia vivido no tenia nada de pelicula. No voy a negarlo. Estaba pillada por aquel cabron y aquel cabron habia renunciado a mi, me habia forzado a sentirme sucia, a desear que no existiera otra cosa en el mundo que la perversion. Ethan habia sido perverso y manipulador y yo, al firmar aquel contrato, le habia dado licencia para que lo fuera, para que finalmente me demostrase que no era ese hombre encantador y sensible que yo habia conocido. ?De que servia enganarme? Habia sido una mujer codiciosa, habia sido una imbecil, una mujer que pensaba que la vida, mi vida, mi futuro, se basaria en una vivencia sostenida por el placer mas exquisito. Y yo era una triste dependienta, maleducada, que solo daba voces. Durante el vuelo me dio tiempo a pensar en muchas cosas. ?Habia firmado aquel contrato porque lo amaba? ?Habia firmado aquel contrato porque estaba harta de la rutina? No lo sabia con certeza, pero habia cometido un error, el error mas grave que podia haber cometido alguien como yo. Y ese error no era otro que la pereza. La pereza a no querer superarme, la pereza a no saber quien era Ethan mas alla de un cuerpo de infarto. Habia sido perezosa hasta para dudar, pues creia que todo iba a ser tan facil como firmar un cheque en blanco y ser la acompanante de un juez que se iba a tomar dos anos sabaticos para viajar por el mundo y uno de ellos queria que estuviese a su lado. Me cago en Pretty Woman y en todas las comedias de amor que me habian llenado la cabeza de pajaros. Estaba desatada, estaba deseosa de triunfar en mi propia mediocridad y, bravo por mi, eso es lo que habia conseguido. Ser una fracasada, una mediocre, una perezosa, una mujer insultada por un hombre que preferia callar antes que confesarme que no era el hombre maravilloso que decia ser. Alejandra me beso en los labios y luego en mis mejillas humedas por las lagrimas. Nos fundimos en un abrazo mientras la luz del amanecer nos barria, mientras nos perdiamos en una corriente de viajeros que se movian sin cesar de un extremo a otro de la terminal. No nos dijimos nada. Me cogio de la cintura y nos sentamos a tomar un cafe. --Necesito algo caliente, Alejandra. --Lo se. No te preocupes. Necesitas un cafe y yo tambien. --No se por donde empezar. No se... --temblaba al hablar. --No hables ahora, por favor. Nos sentamos una frente a la otra. Los ojos vidriosos de Alejandra me estremecieron. Paso un rato largo antes de que una de nosotras se decidiera a decir algo. --?Puedo confesarte una cosa? -- pregunto ella con timidez. --Si, claro. No me voy a asustar a estas alturas. --Nunca te he visto asi antes, Maika. ?Que demonios te ha pasado? Calle durante unos minutos. Mi mirada se perdia en el vacio. No la miraba a ella. No queria mirarla a los ojos. Estaba avergonzada. Me sentia ridicula. --No se que he hecho. --No has hecho nada malo. Has vuelto a casa y ya esta. --No puedo creer que haya sido capaz de cometer un error tan grave. --No seas idiota. Podia haber sido peor Y yo te anime. Yo te dije que, en tu lugar, habria hecho lo mismo. Fui una idiota. --La unica idiota que hay aqui soy yo. No sabes el miedo que he pasado hasta llegar hasta aqui. --Claro que no lo puedo imaginar. Pero ya estas en casa. --No estoy en ninguna parte. Me dan ganas de quitarme de en medio -- exclame con ira. --No digas eso ni en broma. No se que haria sin ti, Maika. Entiendo que estes jodida. Pero podia haber sido mucho peor. --?A que te refieres? -- pregunte mirandola a los ojos. --Imagina que ese tio formara parte de una red de prostitucion. Hay toda una mafia alrededor de eso. ?No lo pensaste? --Es un juez. ?Como iba a pensar eso? Sus palabras eran totalmente creibles. Firme el contrato convencida de lo que estaba haciendo. --Aunque sea un juez, el tio es un manipulador y te ha tratado como una mierda. Hay jueces y policias metidos en asuntos muy sucios. --No lo habia mirado desde ese punto de vista. Ethan parecia tan encantador... --Encantador de serpientes, Maika -- me interrumpio con tono energico. -- Todos los dias amanecemos con noticias terribles de trata de blancas. --Mierda de Pretty Woman -- dije con desagrado y conteniendo de nuevo el llanto. --Mierda de todo -- protesto mi amiga cogiendome la mano. --No estamos llamadas a ser princesas, ?verdad? -- pregunte con aire infantil. Cuando dije eso, Alejandra se limito a sonreir mientras una balada triste sonaba de fondo en aquella cafeteria. --Somos unas princesas especiales, Maika. --?Que quieres decir con eso? -- pregunte esbozando una sonrisa. --Que somos princesas a nuestra manera, con nuestros vestidos de tubo y nuestros tacones de aguja, con nuestro gin-tonics en un parking de discoteca mientras unos chicos que no valen nada nos devoran con los ojos. Somos princesas de extrarradio, condenadas a ganar mil euros al mes porque no nos salio del cono estudiar, condenadas a que nuestro futuro marido engorde lentamente y se quede calvo, y a que nosotras echemos un culo de hipopotamo despues de dar a luz a cuatro hijos. Nosotras somos esa clase de princesas, Maika. Desenganate. --Joder, que negro lo pintas. --Es el destino de la mayoria de chicas como nosotras. Nos levantamos un dia y creemos que nos vamos a comer el mundo. Pero el tiempo pasa y el mundo nos come a nosotras y nos damos cuenta, como lo has hecho tu en este momento, que Pretty Woman es una mierda de pelicula y que una puta jamas puede ser una mujer feliz -- sus duras palabras sonaban a verdad. Alejandra sorbio del cafe. Apoyo la mano en su barbilla y giro la cabeza. Movia nerviosa una de sus piernas como si pisara un pedal invisible. --?Que voy a hacer con mi vida, Alejandra? --?Que vas a hacer? ?Que vas a hacer? -- canturreo sonriendo. --Si, ?Que voy a hacer? --Lo de siempre. Volver a la tienda. Ser feliz y pobre. Buscarnos problemas en las discotecas los sabados por la noche. Ligar con jugadores de futbol de Tercera Division, hacer fotos a nuestras heces, mandarnos emoticonos antes de dormir y pelear por un sueldo de mierda todas las mananas. No nos queda otra. --Tienes razon. No esperaba que fueras tan sensata. Es un momento muy jodido para mi. --No fui sensata cuando te dije que habias hecho bien en firmar. Yo la he cagado tambien en este asunto --repuso con tono de arrepentimiento. --Aqui solo hay una culpable y soy yo -- dije con actitud de martir. --Debes olvidarlo todo. --No va a ser facil, Alejandra. Estaba muy pillada por ese tio, pero acabo portandose como un cerdo. --?Como has podido ser tan valiente, Maika? --No he sido valiente. He sido una temeraria. La policia ha estado a punto de detenerme. Podia haberla cagado aun mas. --Vienes sin maleta y sin nada. No quiero verte asi. Nos vamos para casa ahora mismo. ?Como has cometido esta locura? --Me asfixiaba, Alejandra. Me asfixiaba -- repeti con el corazon encogido. No soltaba la mano de mi amiga. Su mano era el unico asidero que yo tenia para no volverme loca del todo. --Vi cosas muy raras en Ethan y su actitud me empezo a parecer repulsiva. Entramos en un juego muy peligroso donde temi que me hiciera dano, que ese contrato, donde yo era una acompanante, se convirtiera en un pretexto para abusar de mi cuando a el le pareciera. Y no me refiero al sexo, sino a su forma de tratarme, de callar, de mirarme con odio, de silenciarme, de obligarme a permanecer encerrada para que no le causase problemas. -- ?Temiste por tu vida? --pregunto ella con expectacion, mordiendose el labio inferior. --Por esa razon, hui. No queria ser un mero objeto. No queria ser su puta. Y empezo a darme miedo, mucho miedo. No era el hombre que habia conocido aqui. --Maika, fuiste su puta al firmar ese contrato. --Yo no lo vi entonces asi. Lo vi como un juego, como una fantasia sexual hecha realidad, como una forma de conquistarme. Todo eran ventajas, Alejandra -- argumente como una ilusa. --Te equivocaste. A mi tambien me parecio muy atractivo, pero no. Ahora veo que no. --Somos princesas especiales -- dije con ironia. --Lo somos, te guste o no te guste. Vayamonos de aqui. --Tengo que pasar por su casa, Alejandra. --?Estas loca? ?Como vas a pasar por la casa de ese loco? La mirada de mi amiga era la mirada de alguien que teme, de alguien que espera que, mas pronto que tarde, le suceda algo malo. --Tiemblo solo en pensarlo. --Alejandra, tengo mi coche en su casa y todas mis cosas, joder. --Pero, ?y si esta el alli? -- pregunto mi amiga con un hilo de voz. --No le ha dado tiempo. Estoy segura. Por un lado, era cierto que lo que iba a hacer junto a mi amiga era una verdadera locura. Habia huido de Ethan para ahora meterme en la boca del lobo, para aparecer en su casa como si tal cosa. Por otro lado, necesitaba demostrarme a mi misma que era capaz de no amilanarme, de ser lo suficientemente valiente para enfrentarme a el, como lo habia sido al desobedecerle escapando de Costa Rica. --Por favor, no me hagas esto, Maika. --Te prometo que no pasara nada. Solamente te pido que me lleves hasta alli y te vas. --?Como te voy a dejar sola? Estare a tu lado -- dijo con un tono de confianza amable y fraternal que me conmovio. Me cogio de la cintura y avanzamos hasta el parking del aeropuerto. Montamos en su coche y nos marchamos en direccion a Sotogrande. Durante el trayecto, intentamos hablar de temas que nada tenian que ver con Ethan, salvo una vez que paramos a repostar y a comer algo en una de esas gasolineras que no aparecen ni en los mapas. --?Has leido 50 sombras de Grey? --No. Sabes que no leo casi nada, Alejandra. He visto la pelicula. Y ya se por donde vas. --?No te ha pasado algo parecido? --No. Al principio todo parecia de ensueno, pero pronto se convirtio en una maldita pesadilla. --No se por que he nombrado las 50 sombras. Perdoname. --No pasa nada. Pero, al final, aquello no tuvo nada de romantico y la sumision no va conmigo. Hubo un momento en que la sumision dejo de ser un juego pactado entre los dos -- sentencie. --No me puedo poner en tu lugar, Maika. Ha debido ser horrible. Tan lejos y tan sola. --No me entra nada. No puedo masticar, Alejandra. Tengo hambre, pero no puedo tragar. Despues de pagar, Alejandra me beso en la frente y, como si se tratase de una madre, envolvio mi bocadillo y se lo llevo, pensando que mas tarde me lo podria comer. Solo me apetecia beber agua. Nada mas. Eche una cabezada en el interior del vehiculo. Y no sone con Ethan ni con esa personalidad distante y dominadora que encarnaba. Tampoco se puede decir que fuese un sueno reparador. Al despertar, Alejandra me dijo algo que me hizo llorar. --Maika, ?sabes una cosa? --?Que? -- respondi despues de un bostezo --Sabes que te quiero -- pronuncio con aire risueno. --Y yo a ti. Le acaricie el pelo

  • Un Legado Sorprendente de Cathy Williams

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    VIOLET DUDO durante un instante antes de enviar el correo. Habia empezado a sentir como el vacio de la perdida empezaba a clavarle los dientes. Respiro profundamente y trato de contener el panico al pensar en lo desconocido, que se abria ante ella como si fuera un abismo insondable. Ya no era una nina, sino una adulta de veintiseis anos. No resultaba apropiado tener miedo a lo que le esperaba a la vuelta de la esquina. Podia enfrentarse a ello. Apreto la tecla, cerro los ojos y trato de ignorar todos los ruidos de fondo, los que indicaban que la vida seguia desarrollandose con normalidad en el exterior de su lujosa casa a las siete y media de una preciosa tarde de domingo del verano londinense. Sabia exactamente como iba a reaccionar su jefe al recibir aquel correo. Para empezar, gracias a Dios, no lo leeria hasta la manana siguiente, cuando entrara en su despacho ridiculamente temprano, a las seis y media. Se prepararia una taza de cafe bien cargado, se sentaria a su escritorio, que siempre estaba cubierto de papeles, notas, informes y una impresionante coleccion de objetos de papeleria y empezaria su dia. Lo primero que haria seria leer sus correos y el de Violet estaria entre ellos. Lo abriria y entonces... enfureceria. Violet se puso de pie y se estiro para aliviar sus doloridas articulaciones. Decidio que, en aquel momento, habia un limite para las cosas en las que podia centrarse y, hacerlo en la reaccion de su jefe cuando supiera que ella habia dimitido tendria que esperar. No le quedaria mas remedio que enfrentarse a el cuando fuera al trabajo al dia siguiente. Habia decidido hacerlo a las nueve y media, que era una hora mucho mas segura. La oficina estaria llena de empleados y la posibilidad de que el perdiera el control delante del resto de todos ellos era menor. En realidad, a Matt Falconer parecia importarle un comino lo que pensara el resto de la gente. Se regia por sus propias leyes. En los dos anos https://www.facebook.com/novelasgratis 5 y medio que Violet habia estado trabajando para el, lo habia visto abandonar hecho una furia reuniones de alto nivel porque alguien le habia contrariado o porque no habia logrado seguir su directa y brillante logica. Ella habia impedido que rechazara informes redactados incorrectamente y habia trabajado con el hasta altas horas de la madrugada para completar un acuerdo simplemente porque no podia esperar. Violet tambien habia sabido evitarle su presencia cuando el se habia metido entre las cuatro paredes de su despacho, como en trance, porque la inspiracion le habia abandonado temporalmente. Antes, se habia preparado una ensalada, pero no le apetecia comer. Tenia la cabeza demasiado llena. En el espacio de solo una semana, su vida se habia puesto patas arriba y aun no habia conseguido serenarse. A Violet no le gustaban los cambios. Ni las sorpresas. Le gustaba el orden, la estabilidad... la rutina. Le encantaban todas las cosas que, normalmente, las chicas de su edad despreciaban. No queria aventuras. Nunca hubiera considerado dejar su trabajo, aunque, en lo mas profundo de su ser, sabia que habria tenido que hacerlo mas temprano que tarde porque... a lo largo del tiempo, los sentimientos por su inteligente, temperamental e imprevisible jefe se habian convertido en algo un poco incomodo. Sin embargo, verse obligada a dejarlo... Aparto el plato y miro a su alrededor. Se sintio como si lo estuviera viendo todo por primera vez, algo que, por supuesto, no tenia ningun sentido. Llevaba viviendo en aquella hermosa y exclusiva casa desde que tenia veinte anos. Sin embargo, la posibilidad de alquilarla a un perfecto desconocido le hacia considerar todo lo que tenia. Anos de recuerdos perfectamente organizados, las estanterias cargadas de sus tomos de trabajos musicales, de manuscritos con anotaciones realizadas a lo largo de muchos anos, de fotografias, de adornos... Las lagrimas amenazaron con aparecer. Una vez mas. Trago saliva y las contuvo. Se centro en recoger la cocina mientras la radio sonaba. Musica clasica, por supuesto. Su favorita. Solo se dio cuenta de que habia alguien en la puerta cuando resonaron unos fuertes golpes, incansables e innecesarios, porque, fuera quien fuera, no habia tenido la decencia de darle tiempo a reaccionar para poder llegar a la puerta. Se apresuro a abrir antes de que los vecinos empezaran a quejarse. Y alli estaba el. https://www.facebook.com/novelasgratis 6 Matt Falconer. Su jefe y la ultima persona que habia esperado ver alli en aquel momento. ?Como demonios sabia donde vivia? Ella ciertamente nunca se lo habia dicho. Habia convertido la reticencia de hablar sobre su vida privada en un arte. Sintio que se sonrojaba. Se sentia totalmente desprevenida, sin haber tenido tiempo para prepararse para el impacto que el ejercia sobre ella, por lo que solo pudo mirarlo y admirar los hermosos rasgos de su rostro. Dos anos y medio y el aun ejercia el mismo efecto sobre Violet. Era muy alto y su constitucion perfecta, con una estrecha cintura y unas largas y musculosas piernas. Llevaba el cabello algo largo y sus ojos azules estaban enmarcados por unas oscuras y espesas pestanas. Ademas, tenia un tono de piel muy exotico, ligeramente bronceado. Tenia sangre espanola por parte de su madre. A su lado, el resto de los mortales tenian un aspecto enfermizo y anemico. -?Como? Senor, ?que esta haciendo aqui? -tartamudeo Violet mientras se recogia unos mechones de su cabello castano detras de la oreja. -?Senor? ?Senor dices? ?Desde cuando me tratas de usted? Hazte a un lado. Quiero entrar. Violet dio automaticamente un paso atras, pero no retiro la mano del pomo de la puerta. Esta estaba ligeramente abierta, pero ella no podria impedirle el paso por muy suave que fuera el empujon que el le diera. Ademas, por el gesto airado que el tenia en el rostro, se veia que no iba a pensarselo mucho si tenia que forzar la entrada. -Es domingo -dijo Violet con voz muy tranquila, la voz que reservaba para el trabajo y, en especial, para su temperamental jefe-. Supongo que has venido por mi... carta... bueno, por mi correo. -?Carta? -rugio Matt-. De algun modo, una carta implica que el contenido de la misma va a ser cortes. -Vas a molestar a los vecinos -le espeto Violet. -En ese caso, dejame entrar y asi no los molestare. -Ha sido una carta de dimision muy educada. -?Quieres tener esta conversacion aqui fuera, Violet? A mi no me importa llamar a todas las puertas de tus acaudalados vecinos para invitarles a que salgan a escuchar. A todo el mundo le gusta estar al aire libre con este tiempo tan bueno y mucho mas si hay algo interesante que ver.

  • Ave lira de Cecelia Ahern

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    Asi que el se queda quieto, ella le sonrie. El hechizo se ha consumado.

  • Amor a distancia de Tania Alcala

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    Estar enamorado conlleva que un conjunto de emociones y sentimientos salga a flote. Es esa sensacion de necesitar ver, abrazar, sentir y tocar a la persona que tanto amas. Sientes que el reloj se detiene y junto a el, el mundo. Y en ese instante solo piensas en esa persona que te hace tocar las estrellas. Pero ?que sucede cuando ese ser que tanto amas esta a muchos kilometros de ti? ?Sigue siendo lo mismo? ?Seran lo suficientemente intrepidos y capaces de mantener la relacion?Paulo Coelho dice: <><<--Somos como el yin yang. --Me observo fijamente a traves de la camara de su computadora.--?Blanco y negro? --Enarque una ceja y rei--. Somos como el yin yang pues nos complementamos, me das el equilibrio que sonaba encontrar… --hizo una pausa corta--... Basura… Me refiero a que estamos muy… Unidos a pesar de…--La distancia --lo interrumpi. Suspire pesadamente mientras asentia--. Te amo, y los kilometros no podran con este sentimiento.>>

  • Amurao. Monstruos en la oscuridad de Fran Barrero

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    La desaparicion de un adolescente en una pequena aldea de la sierra de Huelva provocara la estrecha colaboracion entre la Guardia Civil y la Policia Nacional, especialmente tras aparecer el cadaver de un vecino con claros sintomas de violencia.
    Laura y Marcos vuelven al lugar en el que veraneaban en su adolescencia, donde recuperaran amistades y recuerdos casi perdidos.

  • Un canalla que no lo era (Escandalos y canallas 1) de Sarah Maclean

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    Si la condesa de Liverpool no hubiera sido una ferviente admiradora de las criaturas acuaticas, quiza todo habria sido diferente. Tal vez entonces nadie hubiera sido testigo de los acontecimientos del 13 de junio en la legendaria fiesta que ofrecio para celebrar el final de la temporada de 1833. Quiza Londres se hubiera sentido feliz hablando de la miriada de anfitriones que se propagarian como escarabajos por los campos britanicos a lo largo del idilico verano. Quiza. Pero un ano antes, la condesa de Liverpool habia recibido de regalo media docena de carpas naranjas y blancas que se decia que eran descendientes directas de los venerados Shoguns de Japon. Sophie consideraba que la historia era totalmente inverosimil y que Japon seguia estando muy aislado del resto del mundo, pero lady Liverpool se sentia muy orgullosa de sus mascotas y las cuidaba con una pasion casi enfermiza. Seis se habian convertido en dos docenas y la fuente en la que vivian aquellas criaturas habia dado paso a un lugar que solo podia describirse como un estanque. Sin embargo, los peces habian despertado la imaginacion de la condesa, y la soiree veraniega de los Liverpool tuvo como tema un extrano mundo chino a pesar de que la condesa sabia todavia menos sobre China que sobre Japon. De hecho, cuando los saludo, iba envuelta en una elaborada y diafana seda blanca y naranja con la que pretendia evocar a sus preciadas carpas. --Por lo que se ve, nadie sabe nada sobre Japon --les dijo, explicandoles su razonamiento--. Los japoneses son muy reservados, lo que los hace poco divertidos para una fiesta tematica. Sin embargo, China esta tan cerca... que es casi lo mismo. Cuando Sophie le dijo a la condesa que ambas culturas no se parecian en absoluto, esta solto una risita y agito un brazo cubierto por aletas de seda. --No se preocupe, lady Sophie. Estoy segura de que en China tambien hay carpas. Sophie habia lanzado a su madre una mirada desesperada al escuchar aquellas ignorantes palabras, pero esta no se dio por enterada. Durante semanas, Sophie habia insistido en que China y Japon no eran lo mismo, aunque nadie la habia escuchado. Su madre estaba demasiado agradecida por que las hubieran invitado a un evento tan exclusivo. Despues de todo, las hermanas Talbot no solian frecuentar tales acontecimientos. Tanto ellas como el resto de la aristocracia se habian ataviado con una enorme variedad de brocados, cada uno mas elaborado que el anterior, de tonos rojos y dorados, y se habian cubierto la cabeza con extravagantes sombreritos que habian mantenido ocupadas a todas las modistas de Londres en cuanto se empezaron a recibir las invitaciones. Sophie, sin embargo, se habia resistido ante la insistencia de su madre a participar en la farsa y, para consternacion de su familia, su atuendo era de un ordinario amarillo palido. Y asi fue como aquel precioso dia de mediados de junio, lady Liverpool se fijo en la pobre y poco interesante Sophie --que no era la mas hermosa, la mas loca ni la que mejor tocaba el piano de las Talbot-- y le sugirio que quiza le gustaria ver las nuevas carpas en un entorno adecuado. Sophie acepto tan contenta la oferta, agradeciendo poder alejarse de la fiesta repleta de aristocratas y de sus intensas miradas, que tanto ella como su familia evitaban siempre que podian. Despues de todo no habia una mirada tan penetrante como aquella que fingia eludir el objeto de su curiosidad. Y eso era particularmente cierto cuando los objetos en cuestion eran imposibles de ignorar. Las miradas habian seguido a las jovenes Talbot desde que comenzaron a ser presentadas en sociedad --cinco hermanas en cuatro anos--, y cada una fue peor recibida que la anterior, mientras las invitaciones habian ido disminuyendo cada temporada que pasaba. Sophie siempre habia deseado que su madre abandonara ese sueno de querer que sus hijas fueran aceptadas en la sociedad, ya que era algo que jamas ocurriria. En consecuencia, Sophie estaba alli, ocultandose como podia en los ornamentados jardines de los Liverpool, fingiendo no estar escuchando los insultos que lanzaban contra sus hermanas con tanta regularidad que ya no suponian ninguna novedad. Asi fue como, con no poco alivio, Sophie siguio las instrucciones de su anfitriona y se dirigio al legendario invernadero de los Liverpool, una enorme construccion de vidrio donde se podia admirar una impresionante variedad de flora, que prometia no proporcionar ningun chisme. Busco en su interior el estanque de peces, caminando entre los limoneros, que crecian exuberantes en macetas, y los impresionantes helechos, hasta que oyo unos sonidos: una especie de gritos ritmicos e inquietantes, como si alguna pobre criatura estuviera siendo torturada entre los rododendros. Convencida de que la criatura en cuestion necesitaba claramente ayuda, se acerco a investigar. Por desgracia, cuando encontro el origen de los ruidos, se hizo muy evidente que la mujer en cuestion no necesitaba asistencia. Ya la estaba recibiendo. Del cunado de Sophie. Es preciso anotar que la mujer no era su hermana. Razon por la cual, despues de recuperarse de su conmocion inicial, se sintio con todo el derecho de interrumpir. --Excelencia... --pronuncio con voz firme y clara, rompiendo el silencio con el desprecio que sentia por ese hombre y por el mundo que le habia otorgado tanto poder. La pareja se quedo inmovil. Una bonita cabeza rubia aparecio por detras del brazo de su cunado, cubierto con una pagoda de seda roja de la que colgaban multitud de borlas doradas, unos grandes ojos azules se clavaron en ella parpadeando. El duque de Haven no se digno siquiera a mirarla. --Vete. Sin duda, no habia nada en el mundo que Sophie odiara mas que la aristocracia. --?Sophie? Mama esta buscandote... Ha interceptado al capitan Culberth en el campo de croquet, pobre hombre, esta a punto de matarlo con ese enorme abanico que ha insistido en llevar. Debes ir a rescatarlo. Sophie cerro los ojos al escuchar aquellas palabras, deseando no haberlas oido. Deseando que la persona que las acababa de decir estuviera a mucha distancia. Se dio la vuelta para detener el avance de su hermana. --No, Sera... --!Oh! --Seraphina, duquesa de Haven, de soltera Talbot, se detuvo en seco cuando doblo la esquina hacia el bosquecillo de plantas en maceta, percibiendo la escena con las manos sobre su vientre, que sobresalia ligeramente donde crecia el futuro duque de Haven--. !Oh! --Sophie percibio la sorpresa en la expresion de su hermana al asimilar la escena, que fue seguida con rapidez por otra de tristeza y luego una de fria calma--. Oh... -- repitio. El duque no se movio. No miro a su esposa, a la madre de su futuro hijo. En su lugar, empujo con una mano la cabeza de rizos rubios y hablo con la boca pegada al cuello de su amante. --He dicho que os vayais. Sophie miro a Seraphina, que se irguio en toda su altura y trato de ocultar todas las emociones que debia estar sintiendo. Que Sophie no pudo evitar sentirlas con ella. Deseo que su hermana dijera algo. Que luchara por si misma. Por su hijo no nacido. Pero Seraphina se dio la vuelta. Sophie no pudo reprimirse mas. --!Sera! ?No piensas decir nada? --La mayor de las Talbot sacudio la cabeza. Aquel movimiento de renuncia hizo que Sophie se viera atravesada por una sacudida de ira e indignacion que la impulso a volverse hacia su cunado--. Si no lo hace ella, lo hare yo. Eres un pomposo asqueroso. Un ser deleznable y repugnante. El duque le dirigio una mirada desdenosa. --?Debo continuar? --espeto Sophie. La rubia jadeo entre los brazos de su cunado. --!Por favor! No se puede hablar a un duque de esa manera. Es una terrible falta de respeto. Sophie resistio el impulso de arrancar el ridiculo sombrerito de la cabeza de aquella mujer y pisotearlo. --Tiene razon. Soy la unica que esta faltando el respeto en este momento -- ironizo. --Sophie... --susurro Seraphina. Sophie percibio la urgencia en aquella palabra, como si quisiera impulsarla fuera de la escena. El duque emitio un largo suspiro, solto a la dama en cuestion, le bajo la falda y le indico que se levantara del lugar donde estaba sentada. --Vete... --Pero... --He dicho que te vayas. La mujer sabia lo que le convenia y obedecio al instante, enderezando sus borlas y alisandose las faldas antes de desaparecer. El duque se volvio hacia ella, todavia abrochandose los pantalones. Su duquesa aparto la mirada; Sophie no. De hecho, se puso delante de su hermana como si asi pudiera proteger a Seraphina de aquel terrible hombre con el que se habia casado. --Si piensas que vas a asustarnos con tu vulgaridad, puedes ir olvidandolo. El arqueo una ceja. --Claro, vuestra familia esta acostumbrada a la vulgaridad. Las palabras querian ofender, y lo hicieron. La familia Talbot era el escandalo de la aristocracia. El padre de Sophie y Seraphina era un conde de nuevo cuno, hacia solo una decada que habia recibido el titulo del rey. A pesar de que su padre nunca habia confirmado los rumores, era creencia comun que habia sido la fortuna que Jack Talbot habia hecho con el carbon lo que habia comprado el titulo. Algunos decian que lo habia ganado en una partida de faro y otros que era el pago por haberse hecho cargo de una deuda particularmente embarazosa del rey. Sophie no lo sabia y tampoco le importaba demasiado. Despues de todo, el titulo de su padre no tenia nada que ver con ella; jamas hubiera elegido relacionarse con el mundo aristocratico. De hecho, habria elegido cualquier otro entorno antes que ese, donde la gente hablaba mal y se metia con sus hermanas. Alzo la barbilla y se enfrento a su cunado.

  • La quema de Cibola (The Expanse 4) de James S. A. Corey

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    La novela en la que se basa la cuarta temporada de la serie de TV The Expanse.

  • Destino Italia de Adrianne Holt

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    Hanna MacCain era muy joven cuando el mundo le abrio un universo de oportunidades. Acababa de cumplir 22 anos y habia terminado la carrera con el promedio mas alto de su generacion. Quienes la conocian sabian que tenia un increible talento creativo y le auguraban un futuro prometedor en el mundo del diseno. Andrew Sabato, su novio, estaba consciente de ello y no titubeo al pedirle que trabajara a su lado en una de las agencias de diseno mas reconocidas del pais; con un excelente salario y una extraordinaria vista del distrito financiero de Manhattan desde su oficina su vida era poco mas que perfecta. Seis meses despues… Hanna entro a la pasteleria corriendo, pasaban de las 9 y tenia que entregar un encargo. Puso su bolsa sobe el perchero y se coloco la filipina, ato su cabello y entro a la cocina. Saco del refrigerador una charola con galletas y encendio el horno de conveccion. Mientras este se calentaba, tomo su celular para ver la hora, su protector de pantalla aun tenia una foto de ella con Andrew. Penso en lo mucho que habian cambiado las cosas cuando el asumio la direccion de la agencia y le propuso matrimonio. Guardo el telefono y metio la charola de galletas dentro del horno para despues recargarse en la pared y cerrar los ojos, necesitaba escapar de todo lo que la agobiaba. Hanna aprendia con facilidad cualquier cosa asi que no se le dificulto en nada incursionar en el mundo de la gastronomia cuando llego el momento de buscar un plan B. Sin embargo, su trabajo en la pasteleria pasaba desapercibido para la duena de Sweet's, quien poco o nada, reconocia el talento de Hanna a pesar de que las ventas se habian incrementado desde que ella entro a trabajar ahi. Se acerco a la mesa de trabajo y extendio el fondant, corto un par de petalos y empezo a armar las flores que irian por encima del pastel. Su trabajo no le desagradaba del todo, tenia la oportunidad de explotar su creatividad cuando decoraba las tartas, cada pieza que armaba tenia una profunda dedicacion y perfeccion. La campana de la puerta principal sono anunciando la llegada de un cliente. Se limpio las manos con un pano y se quito la filipina dirigiendose al mostrador. Esbozo una calida sonrisa dandole la bienvenida a su cliente, quien se mostro grosera y poco cordial al verla. --?El pastel de la senora Monic? Hanna sabia que del trato que diera a las personas dependia su trabajo, necesitaba el dinero, asi que no podia arriesgarse a que la corrieran o a perder un cliente. --Claro, esta listo --respondio sonriendo y se acerco al refrigerador. Saco el pastel y lo coloco cuidadosamente dentro de una caja a la cual le enredo un par de listones de colores y un par de flores secas. Hanna tenia un rostro angelical, emanaba confianza, incluso al borde de perder la cordura parecia amable, quizas en parte se debia a su extravagante forma de vestir, siempre colorida, o a los brillantes adornos que usaba en el cabello, llenos de piedras o listones, mismos que ella disenaba. --?Cuanto pago mi hija por eso? --pregunto la mujer usando un tono despectivo. --?Me permite su recibo? Por favor. --Esta frente a ti --respondio cortante y se aparto del mostrador dando de vueltas por la pasteleria. Hanna tomo el recibo e ingreso el folio en la computadora. --500 dolares --respondio gentil, no podia permitirse perder los estribos con los clientes, su trabajo pendia de un hilo y necesitaba el dinero para cubrir sus gastos en lo que encontraba algo mejor. --Mi hija esta loca. Si me hubiera preguntado le habria dicho que gastara el dinero en otra cosa. Hanna volvio a sonreir y se mantuvo callada mientras enredaba el pastel. --Le agradezco su compra. --!Que locura! Espero valga la pena. --Le aseguro senora que no se llevara una desagradable sorpresa. Todos nuestros ingredientes son de la mas alta calidad y desde luego el sabor es incomparable. --!Como digas! --respondio incredula. La mujer tomo la caja y salio del lugar ante la atonita mirada de la joven quien se disponia a volver a la cocina justo en el momento en que su celular sono. Lo saco rapidamente de una de las bolsas de sus jeans y antes de que pudiera emitir una palabra escucho su nombre. --!Hanna! --Hola Darcy, ?sucede algo? Estoy trabajando --respondio casi murmurando. --Perfecto estoy a media cuadra de la pasteleria, te vere en un minuto -- dijo y colgo. Hanna aprovecho para acomodar unos cupcakes en el mostrador mientras esperaba a su amiga. Cualquier cosa que la ayudara a distraerse era bienvenida, aun no superaba el asunto de Andrew, en especial porque no dejaba de reprocharse todo lo que habia perdido cuando lo dejo. Toda esa vida perfecta que parecia tener de pronto se transformo en caos. Minutos despues, Darcy entro a la pasteleria con su cabello alborotado, se quito la panoleta que enredaba su cuello y corrio al mostrador completamente agitada sin decir una palabra. --?Que sucede? Me estas poniendo nerviosa. --!Nada! Queria saludarte, ver si estabas bien --dijo tomando un cupcake de la charola--. ?Como te has tomado las cosas? --?Que cosas? --pregunto extranada. Le quito el capacillo y le dio una gran mordida, se deleito con el exquisito sabor del red velvet mientras Hanna la observaba intrigada. --!Cada vez te quedan mas ricos! Deberias abrir tu propia pasteleria y dejar de malgastar tu talento en esta tienda. --Ya tengo un negocio, ?lo olvidas? --dijo senalando su diadema--. ?Me diras que te pasa? --Nada, queria saludarte ya te lo dije. --Vamos Darcy, se perfectamente que esa no era tu intencion, no te tomarias la molestia de venir hasta aca solo para ver si estoy bien, pudiste solo llamarme. --Somos amigas, ?por que no? Ademas necesitaba uno de tus pasteles, tuve un dia pesado. !Hey! No vas a creer lo que paso --anadio nerviosa--, ?recuerdas ese tour por Italia que mis padres ganaron en el club? --Si. --Resulta que no podran hacerlo y no pueden venderlo, una clausula extrana del concurso, como sea, me dieron los boletos a mi --sonrio emocionada. --Todo ese asunto del sorteo suena tan extrano. --Lo se, pero a quien le importa, lo verdaderamente interesante es que nos iremos a Italia. --!Que! --exclamo anonadada. --Eres mi mejor amiga, a quien mas se supone que deberia llevar. Ademas son solo 8 dias ya sabes, Venecia, Roma, terminando en Sicilia -- dijo sujetando con una mano el pastelillo mientras buscaba los boletos del avion con la otra dentro de la enorme bolsa de gabardina que llevaba. --Si quieres te detengo el… --hizo una sena hacia la mano donde sostenia el cupcake. --!Lo tengo! --respondio agitada sacando la mano de la bolsa y metiendola a su pantalon--. Olvide que te acaba de llamar, ni siquiera tuve tiempo de guardarlos, estoy tan emocionada. Me los dieron hoy, aunque la noticia la recibi hace una semana. --?Por que no me lo dijiste? --Porque no queria darte tiempo de inventar una excusa para no ir conmigo --reprocho y los coloco sobre el mostrador--. Nos iremos pasado manana, lo tengo todo planeado, sera el viaje perfecto como cuando estabamos en la universidad. Hanna palidecio por una fraccion de segundos, pero se recupero de inmediato y continuo acomodando los cupcakes en el exhibidor. --No puedo ir, tengo trabajo. --!Vamos Hanna! Es el pretexto que te hace falta para salir de aqui. --No puedo ir a Italia, su familia esta alla. --Y nunca la conociste, !que mas da! --?Que hay de Fabrizio? --?Que con el? Fabrizio esta aqui, ademas no puedes vivir escondiendote todo el tiempo --dijo sentandose en un banco--. Hablando de el, lo encontre hace un par de dias en un bar. Me dijo que Andrew --hizo una pausa, queria decirle que se habia enterado de que se casaria pero no se atrevio--, esta bien. --Me da gusto por el --respondio indiferente. --Si, me recomendo algunos lugares a donde podemos ir. --Asi que le dijiste a el antes que a mi. --!Vamos Hanna! Tuvimos nuestro momento y cuando terminamos, el y yo decidimos llevarnos bien por ustedes.

  • Una prueba de amor (Las guerreras Maxwell 5) de Megan Maxwell

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    La joven pelirroja Demelza nacio fruto del amor entre una escocesa y un vikingo, algo que Urd, la mujer de este, nunca perdonara. Demelza, a la que todos llaman Pelirroja salvaje, crecio con unos hermanastros que la adoraban y un padre que la veneraba. Urd, sin embargo, se la tiene jurada y, con la ayuda de un malvado vikingo llamado Viggo, urde un plan para destrozar el futuro de su hijastra. El padre de la joven, creyendo todo lo que se dice de ella, la obliga a casarse con Viggo, algo de lo que mas tarde se arrepentira y que, sin duda, marcara el resto de su vida.

  • Te pertenezco de Yaz Miller

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    Primera parte de la trilogia Te Pertenezco

  • Nos vemos en esta vida o en la otra de Manuel Jabois

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    Una de las caracteristicas del mal es dejar de ser una tentacion. Eso fue lo que me empezo a interesar de la historia de Gabriel, conocido como Baby y al que la prensa apodo, despues de los atentados del 11-M en Madrid, El Gitanillo. Su normalidad era comun hasta que se hizo demasiado grande para mantenerla como tal.

  • Cenizas (Amores Inesperados 1) de Tamara Bueno

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    Un equinoccio, un cambio. Un antes y un despues en mi forma de enfrentarme a la vida. Eso supuso para mi el verano de 2012. Se fueron los colores, los aromas, las risas... todo, pero ese hecho trajo algo consigo. Una luz nueva, diferente y capaz de obrar... un milagro. Lo que es seguro es que todo puede dar un giro en cuestion de horas y dejar solo... gris. Sin vida. Perdida y desolacion, y en el centro el rugir de las llamas abriendose paso y en mi mente, solo una imagen: mama con los ojos enrasados en lagrimas. Pero algo debe suceder para devolver todo a su cauce. Para traer la sonrisa una vez mas a su rostro, para casar la historia... porque esto no puede quedar asi. No se puede haber perdido todo. Un antes y un despues. Un nuevo y excitante sendero a seguir capaz de hacerse un hueco... hasta mi. 1 Cenizas. El aire estaba impregnado de ese residuo alquitranado que invade los sentidos. Mirase donde mirase solo las lagrimas cubrian el paraje que me rodeaba. Arboles caidos que hacian del paisaje algo desolador. Ni musgos ni helechos, nada. El paso de aquellas lenguas de fuego no habia dejado nada. Sentia mi cuerpo sin fuerzas. Aquel nudo en la garganta amenazaba con ahogarme. Tras convencer a Leonard de que necesitaba comprobar los danos por mi misma, nuestros companeros, hacha en mano, se propusieron echar abajo lo que habia quedado de la puerta del que era mi hogar. Mis padres habian insistido en acompanarme, pero no estaba segura de lo que se encontrarian alli y por nada del mundo queria que ellos sufrieran aun mas. Mi madre habia crecido en ese pueblo, en esas montanas, en la casa que frente a mi ahora se erguia solo por la fuerza de sus gastados cimientos. Aquello ya no parecia mi hogar, todo era gris. El humo era lo unico que mis pulmones podian asimilar, la pureza del agua de las nieves habia desaparecido, la lavanda o el romero, los robles... No sabia cuanto mas podria aguantar. La piel se me antojaba palida y los surcos bajo los ojos no daban lugar a dudas. Siempre me habia sentido orgullosa de llevar en la sangre la perfeccion que me habian inculcado, tanto mi madre como mi abuela. Ahora me miraba y a mi alrededor con desazon. Orgullosa de mi aspecto, siempre bien peinada, con un toque puro y perfecto de color en el rostro, con el maravilloso olor de las rosas aderezando mi cuerpo y ahora no tenia ni tan siquiera eso. El tiempo que habia pasado ayudando a mi equipo me habia despojado de aquello, tal y como me ocurria en las jornadas de trabajo de ese calibre, solo que en las circunstancias presentes no podia volver a mi hogar para mi pequeno ritual, ahora debia hacer acopio de las pocas fuerzas que tenia para personarme en el interior de aquella casa que desde hace mas de cien anos habia pertenecido a mi familia y de la que ahora, a pesar de que siempre habia sido un refugio para mi corazon, apenas quedarian intactos unos pocos recuerdos. La fachada estaba calcinada y la puerta apenas habia opuesto resistencia al acero de aquellas hojas de acero, aquellas hachas que de forma alternativa chocaron contra ella. Nada mas ceder una bola de humo ocupo todo el espacio y las primeras lagrimas fueron restanadas de mi rostro con ferocidad. Podia ser dura como la que mas, pero los sucesos acontecidos me herian en lo mas hondo. Tenia ganas de gritar. Personas como las que alli habitaban no se merecian algo asi, mis padres no se merecian algo asi. Quizas alguien menos ducho en este terreno habria supuesto que el interior podria haber quedado protegido en su mayor parte por la fachada, pero yo sabia lo que veria. En las casas de los pueblos de alta montana el material predominante en cualquier obra era la madera. Mirando a mi alrededor todo estaba vacio, sin color. Y dentro no seria diferente. Apenas podia respirar. ?Como se recupera uno de algo asi? ?Como lo haran mis padres o vecinos? Tantos anos pasando de padres a hijos. Todos habiamos dejado recuerdos, nuestra historia escrita en aquellas paredes. El muro que sostenia la escalera, justo al lado de la pequena puertecita que el bisabuelo anos atras habia construido con sus propias manos, siempre se habian dibujado marcas de crecimiento de todos y cada uno de los ninos que habian llenado la casa con sus risas y suenos para mis amantes padres, abuelos, todos... y ahora no quedaba nada. Las lagrimas ardian en el fondo de mis ojos y se disponian a obligarme de nuevo a restanarlas de alli. Lo siento. Aquellas sencillas palabras pronunciadas en un susurro de los labios de Leonard fueron un respiro que hizo descender por mi rostro la senal del dolor que me esforzaba en ahogar. Sali a grandes zancadas y no mire atras. Necesitaba tiempo, espacio. Por suerte la cabana de caza de papa, situada al otro lado de la ladera, estaba ilesa y ese lugar era justo lo que necesitaba. Habia comprado lo que pudiese necesitar en la ciudad, al otro lado del valle, y me habia instalado en la cabana sin muchos preambulos. Mis padres habian insistido en que me quedase con ellos en la pension, pero era ferrea en mis decisiones y no daba el brazo a torcer facil cuando habia tomado una determinacion. Alla arriba, en la sierra, la temperatura era significativamente mas baja y daba igual la estacion porque al menos un chandal y una bufanda eran imprescindibles. E intentas no helarte las manos mientras procuras hacer una tarea tan sencilla como poner la mesa para uno, sin guantes, puesto que de mala manera has comprobado que con ellos seria un desastre muy pringoso. Habian pasado cinco dias desde la extincion total del incendio. Cinco dias en los que habia paseado por el piso de madera, mirado por las ventanas y suspirado una y otra vez, deseando no hacer lo que sabia que debia hacer. Mis padres necesitaban volver a su hogar y para ello debia contratar a un equipo para reconstruir y limpiar todo. Estaba desesperada puesto que solo imaginar el dolor en los ojos de mi madre me hacia morir por dentro y solo pensaba en evitar esa situacion en la que me encontrase al lado de ella mostrandole los pedazos rotos de toda una vida, restos incinerados de los suenos de muchos, todos borrados sin remedio. No podia permitir eso. Carla, mi madre, habia llamado en numerosas ocasiones a lo largo de los dias pidiendo que por favor la llevase, decia que anoraba su casa. Habia llorado una y otra vez implorando, pero gracias al apoyo de papa pude mantenerme entera. Ahora debia hacer esa llamada. Leonard me habia hablado de un hombre que trabajaba la madera y con una reputacion intachable que segun pensaba era la persona ideal para ayudarme. La idea era rescatar de mi memoria cada detalle e intentar restaurar cada rincon y necesitaba a alguien que de verdad se prestase a que lo corrigiesen una y mil veces si hacia falta hasta conseguir recomponer todas las piezas que habian formado parte de nuestras vidas. Sabia que era complicado, pero Leonard tenia buen ojo para la gente, de modo que no perdia nada por intentarlo. Gregory Anderson. Asi se llamaba. Sin pensarlo mas, tome el movil y marque. Un tono, dos... cinco y el bip. <>. Solte el aire despacio y colgue. Quizas no estuviese preparada, quizas era lo ultimo que queria hacer, pero disponia de los conocimientos necesarios para estar en un edificio en las condiciones en las que se encontraba la casa y habia llegado el momento de enfrentarse a todo. Cogeria el jeep. Este era como un segundo hogar. Pasaba mucho tiempo en su interior por lo que personalizarlo fue un gran placer. Los panuelos en el reposacabezas, los amuletos y talismanes colgados aqui y alla, barritas de incienso. Todos eran objetos que me hacian sentirse abrazada, y gracias a ellos, cuando atravese el cortafuegos y la explanada incinerada se mostro ante mi, pude obtener, de ese aire viciado, algo de oxigeno para elevar desde el interior las fuerzas necesarias y seguir adelante los sesenta y siete kilometros que me separaban de la casa. Lo que quedaba de los arboles ahora era negro y austero. Daba igual hacia donde mirase, no habia color. Las hojas habian desaparecido, y las flores, no habia pajaros ni mariposas. Y los animales salvajes habian huido, los que pudieron. Fue rapido y ahora todo era destruccion y ceniza. El cielo habia perdido su color, intoxicado aun por los residuos de este desastre. Despues de unos cuarenta y cinco minutos infinitamente largos y lagrimas incontenidas, llegue a la casa. Me apee de mi bebe y me recogi la larga melena negra en una enorme y voluminosa trenza y me coloque el mono de trabajo que traia sobre el vaquero y la camiseta sin mayor protocolo. Me calce las botas y con el casco en mano y un maletin de herramientas penetre en el interior del que hasta hacia muy poco fuera un lugar de colores y risas, de palabras de afecto. Todo ahora perdido. La casa tenia dos plantas con cinco habitaciones y dos cuartos de bano, ademas del salon, comedor y cocina. Para mama aquella ultima parte era muy importante, alli era donde alimentaba a sus hijos, donde mi abuela habia dado de comer a los suyos y donde hijos, nietos y primos habiamos aprendido a cocinar con todo el amor que nuestras madres ponian en cada plato. Las recetas de la bisabuela Maria estaban en un cajon de la mesa de esa sala. Esta era de madera, por lo que lo guardado en su interior... Fue lo primero que quise comprobar. Aquellas palabras escritas con amor hacia anos estaban tan gastadas la ultima vez que las vi que temia que no quedaria mas que polvo. De todas maneras debia comprobarlo. Al entrar en aquella sala senti que el corazon dejaba de latirme. Las puertas de la despensa colgaban de forma precaria y la vajilla de la abuela estaba toda ella hecha anicos, a la vista no quedaba ni un vaso intacto, era desolador. Sentia los palpitos en la garganta y las lagrimas en el corazon. ?Como sustituir todo aquello? Mejor dicho, ?como recuperarlo?

  • ALEXY (Genesis 1) de Maricela Gutierrez

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    Alexy no es el tipico heroe que lucha por salvar a la humanidad, despues de todo, tiene sus propias batallas que librar. Para el no existe nada mas que su busqueda de venganza, aquella que ha perseguido durante siglos, hasta que aparecio ella, un angel en medio de la oscuridad.

  • El tiempo regalado de Andrea Kohler

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    La vida esta tejida por un hilo continuo de acontecimientos y esperas. <> -reza la primera frase del libro-, pero esperar es inevitable; es algo que hacemos constantemente: esperamos a que cese el dolor, a que nos respondan, a que se cumpla una promesa o a que estalle la risa despues de un chiste; aguardamos en la consulta del medico, en la cola del supermercado o en la estacion de ferrocarril.

  • Siete son tus razones (Zuzunaga 2) de Jorge Alberto Gudino Hernandez

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    Han asesinado a un empresario y Cipriano Zuzunaga esta a cargo del caso, sin apoyo policiaco, como una suerte de investigador privado. Pronto descubrira que nada es lo que parece, sobre todo porque en el expediente consta que el presunto asesino murio en una redada pero su sepulcro esta vacio. ?Por que sus jefes lo pusieron a investigar un caso resuelto? ?Quien aseguro a los deudos que el asesino habia muerto y por que sabian que en la tumba no habia un cadaver? La investigacion enfrentara a Zuzunaga con una rencilla familiar y lo pondra en contacto con personajes en quienes debera aprender a confiar.

  • Eulalia de Arlette Geneve

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    En el interior de la cripta cerrada, Eulalia se despojo de las prendas que vestia, y se dispuso a colocarse el vestido que habia guardado toda su vida. Era su mayor tesoro, porque para ella era como la carta escrita con letras de plata y oro que nunca recibio del amor de su vida. Toco la tela, y contuvo un sollozo. El vestido de encaje color perla habia sido disenado para ser muy voluminoso, pero Eulalia habia dejado en su alcoba de Redtower las diversas capas de enaguas que lo acompanaban. Con el vestido en las manos, se permitio recordar el pasado cuando era una muchacha de dieciseis anos completamente enamorada del hombre mas maravilloso del mundo. Habia conocido a Alonso Miguel en una feria de ganado en Sevilla. Su familia gitana vendia caballos de tiro y aperos de labranza. Despues se volvieron a encontrar en el cafe Tarantos, y ese fue el detonante de la relacion que comenzaron ambos. Alonso Miguel la miro la primera vez, y el cuerpo de Eulalia se estremecio de la cabeza a los pies. Todo dejo de existir para ella salvo el hombre misterioso y atractivo que no dejaba de mirarla. Se fijo en su esbelta figura, en su caminar decidido. Era un hombre de reales porque las ropas que vestian era de la mejor calidad que ella habia visto nunca. Eulalia se escabullo hasta el lugar donde se encontraba el, y cuando le susurro si era un angel o una hechicera, Eulalia solo pudo ocultar la mirada y bajar los ojos. Ese fue el comienzo de algo muy especial entre ambos, y que siguieron alimentando en cada ocasion que podian, ya fuese en la feria, en el puerto, o en el Cafe Tarantos. De las conversaciones pasaron a los besos, de los besos a las caricias superfluas, y poco despues a los encuentros intimos que tan feliz la hicieron. Vivio junto a Alonso Miguel momentos unicos e inolvidables, donde no existia la separacion de clases ni de pensamientos. Eran dos personas que se amaban con toda su alma, pero que no podian estar juntas porque la sociedad no lo permitia, ni su etnia tampoco. Para estar mas cerca de el, Eulalia habia convencido a sus padres de que la dejaran visitar a su familia materna de Lora del Rio, y alli, en una vivienda que el duque de Alcazar habia rentado, dieron rienda suelta al amor que se profesaban. Pero todo termino descubriendose. Alonso era un hombre demasiado importante para pasar desapercibido, y, hasta que las murmuraciones y las complicaciones no los alcanzaron, ella ignoraba que estaba enamorada de un duque. Conocer esa verdad no vario ni un apice los sentimientos que seguian naciendo y fructificando en su interior, pero ambos pertenecian a dos mundos muy opuestos: el, a la nobleza, ella, a los gitanos. Despues del amor, vino el desastre pues la familia de Eulalia busco la venganza a la deshonra que ella habia consumado. La apartaron sin contemplaciones del lado de el, y la encerraron en un cortijo en Malaga. Durante semanas, el llanto era lo unico a lo que Eulalia podia recurrir para dar desahogo a su desesperacion, y entonces descubrio que estaba encinta, y cuando hizo calculos, se llevo la mano a la boca porque estaba embarazada de casi cuatro meses. La ilusion y la angustia convergieron en su interior porque conocer esa noticia tan maravillosa podria cambiar su existencia, pero Eulalia se equivoco pues su familia no se atuvo a razones, e hicieron planes para mandarla a la ciudad portuaria de Cartagena. Supo que el duque la buscaba, y que habia hablado con su familia. Llego a saberlo por una de sus primas que se habia compadecido de ella al constatar su embarazo. Tambien fue la que le informo de los planes que tenia su familia para ella, pero Eulalia no pensaba conformarse e hizo todo lo posible por escapar, y lo consiguio. Eulalia trato en vano de ponerse en contacto con el, pero en Silencios le dijeron que se encontraba de viaje. Regreso varias veces, pero el duque estaba ausente, y a ella no le quedo mas remedio que esconderse lejos de Sevilla, y lo hizo en la serrania de Malaga, pero poco le duro la libertad porque su padre y su tio Raimundo la encontraron meses despues. Cuando su padre vio su vientre pronunciado, la miro con tal odio, que Eulalia supo que su vida corria peligro. Trato de escapar de nuevo, y entonces fue cuando la golpearon hasta casi provocarle la muerte. Su padre la maldijo, y la dejo tirada en una zanja en el campo. Alli la encontro su nina Ines, y sin nada mas que el vestido raido que llevaba puesto y empapado en sangre. Eulalia, cuando se recupero de sus heridas bajo los cuidados amorosos de los Velasco, regreso tiempo despues a la zanja donde la habian tirado como a un perro, y rescato el saco que contenia todas sus ilusiones. El hermoso vestido no habia sufrido dano alguno, y ella lo guardo con celo en el interior de un arcon que siempre la acompanaba alli donde iba. Habia pasado mucho tiempo desde entonces. Anos de ilusiones perdidas, porque jamas podria verse frente a un altar acompanada del el amor de su vida. Saco el velo que tenia algunos jirones, tambien la corona de perlas que lo sujetaba. A Eulalia le habian sobrado razones para guardarlo todo porque en el fondo de su corazon siempre habia tenido la esperanza de regresar junto a el, y ser la esposa que perfecta que Alonso Miguel se merecia. Habia secado las flores del unico ramo que Alonso Miguel le habia regalado en uno de sus encuentros intimos. Eulalia habia pretendido engarzarlas junto al que seria su ramo de novia, pero no pudo ser. Se llevo las secas flores a la nariz, e inhalo el poco olor que todavia desprendian. El olor de las flores era seco, como el conjunto de sus ilusiones. Decidio no perder mas tiempo. Se paso el vestido por la cabeza, y se lo ajusto al busto y a las caderas. No pudo abotonarse los ultimos botones de la espalda porque no llegaba, pero no le importo. Se quito la peineta de bronce que sujetaba su cabello, la redecilla, y deshizo el mono prieto. Dejo la pequena peineta sobre el sepulcro de piedra al mismo tiempo que se masajeaba el cuero cabelludo. Que Eulalia guardara una de las llaves de la cripta familiar de los Penword, habia sido toda una ventaja, pues era consciente de que la buscarian en el momento que notaran su ausencia en Redtower, pero en el interior de la cripta, y frente al sepulcro del anterior duque de Arun, nadie la buscaria. Confiaba que Elina O'Brien cumpliera sus deseos y repartiera las cartas que le habia confiado, sobre todo la de el: el hijo de sus entranas que la habia despreciado. Eulalia habia llorado durante horas hasta quedarse sin una gota de liquido en el interior de su cuerpo, pero las lagrimas no habian limpiado su alma ni habian detenido los inmensos dolores que la habian azotado hasta el ultimo de sus cabellos. Dolia tanto conocer la verdad. Dolia tanto el engano infame al que la habian sometido, y precisamente por las personas a las que amaba, a las que consideraba su familia. Eulalia contuvo un nuevo sollozo. Ella habia hecho lo propio, y como gitana que era, habia vengado el agravio vertido sobre su persona. La mujer que habia sido la instigadora de todos su infortunio, estaba maldita, aunque tenia que entregar algo muy valioso para que la maldicion fuera eterna, y para que nada ni nadie pudiera deshacerla. Eulalia guardo las prendas que se habia quitado en un saco de arpillera. No se olvido de la peineta, dejarla sobre el marmol de la tumba del duque era toda una intencion. Aurora la veria, cuando el primer dia de cada mes y como era costumbre, llegara a la cripta familiar para cambiar las flores marchitas por frescas. Se coloco el velo de novia sobre el cabello para ocultar el rostro. Fuera del cementerio tomaria un carruaje de alquiler para que la llevara al lugar que seria su ultimo destino. Sin titubear un momento, Eulalia sujeto el saco bajo su brazo, se despidio del difunto duque, y salio de la cripta en silencio bajo el anonimato del velo. Su intencion era la de parecer una viuda, y penso que lo habia logrado. Fuera del cementerio tomo un carruaje, y le dio la direccion al cochero cuando la ayudo a introducirse en el interior. Llegar hasta el lugar escogido le llevaria unas horas, pero Eulalia tenia todo el tiempo del mundo. No durmio durante el trayecto, y tampoco se permitio el lujo de llorar de nuevo. Todas las lagrimas habian sido ya derramadas, y ahora tenia que cumplir su ultima mision. El cochero la dejo muy cerca de Richmond Bridge. Como era tarde, todo estaba desierto. No habia ni un alma por las calles, ni ella las esperaba. Eulalia habia escogido ese lugar porque lo habia visitado en una ocasion con la Familia Beresford: era un lugar tranquilo y alejado de todo. Lo mas importante, nadie lo recordaria, por ese motivo se habia decidido por ese sitio. Vestida de novia, y con el velo cubriendole el rostro, Eulalia camino decidida. Una vez que alcanzo la mitad del puente, se subio a la barandilla de piedra. Observo durante un momento las aguas que discurrian bajo sus pies. Parecian mansas, pero ella intuia que no lo eran. Inspiro profundo varias veces, pero no por miedo, sino por una cierta vacilacion de ultimo momento. Eulalia habia tomado una decision: iba a saltar sobre las aguas y se dejaria llevar por ellas. Como no sabia nadar, su muerte estaba garantizada. --Yo te maldigo, Maria --susurro entre dientes--. Maldito seas tambien, hijo de mi carne. Que nunca encontreis la paz como no la he podido encontrar yo, y por eso, malditos ambos. Eulalia termino de decir las palabras, y salto...

  • En tus caricias (Serendipity) de Moruena Estringana

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  • Te quiero a ti de Elizabeth King

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    Carolina se encuentra en la edad de casarse, pero ella no desea otra cosa que casarse por amor y no vivir lo que su mejor amiga, su madre y otras mujeres viven en una epoca donde los hombres tienen a la mujer para estar en casa y tener hijos. Sin embargo, los milagros existen y Carolina encuentra en los Thompson y lord Hunter una gran ayuda para evitar ese matrimonio que sus padres desean para ocultar un enorme secreto. Lord Hunter desea ayudarla, la ama aunque no lo sabe, pero sus propios problemas le acarrean una tristeza inmensa de la cual unicamente Carolina parece poder sacarle. ?Podran estar juntos? ?Cual es ese secreto que lleva a esa boda? ?Se liberara Carolina de ese matrimonio?

  • Transgenicos sin miedo de J.m. Mulet

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    La alimentacion y los transgenicos se han convertido en uno de los debates cientificos por excelencia en Espana y el mundo entero en los ultimos anos. La manipulacion genetica de los alimentos es hoy uno de los mayores tabues en nuestra sociedad. Los grupos ecologistas han organizado campanas contra ellos y contra sus supuestas consecuencias negativas para la salud. ?Pero alguien se ha preguntado cuales son los beneficios de los transgenicos y de los avances cientificos aplicados a la alimentacion? ?Que opinan los cientificos acerca de este tema? ?Tenemos toda la informacion que necesitamos para poder juzgar por nosotros mismos? ?O estamos sometidos a la influencia de intereses cruzados que nada tienen que ver con lo que nos conviene o no?

  • Besos humanos de Francisco Ferrer Lerin

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    Puede que el adjetivo que mas convenga a los relatos reunidos en este volumen sea el de <>. Pero la crueldad que los distingue no se desprende solo de la materia que muy a menudo los ocupa -atrocidades sin cuento, salvajadas sin nombre, bestialidades que hielan la sangre-, sino que tiene que ver, ademas -y sobre todo-, con la actitud del narrador, con su modo tan despiadado de tratar esa materia, de tratar al lector mismo. Como en ese monton de miembros y visceras informes en el que se reconoce sin embargo un cuerpo humano, asi tambien, en no pocas de estas piezas, se reconoce su condicion de relatos a pesar de que carecen de casi todos los atributos del genero. Tanto mayor es el impacto de su escritura directa, cargada de tension y de peligro, de suspense y de misterio, y tambien de humor. Porque el humor -un humor tan eliptico como desopilante- es el clavo ardiendo que al lector se le brinda para sustraerlo al horror que tan a menudo inunda estas paginas, repletas de crimenes, de monstruos, de pesadillas, de enormidades. De sorprendentes confesiones, ademas. Asi como de una belleza inesperada.
    Estos Besos humanos vienen a proclamar abiertamente una evidencia hasta ahora apenas susurrada: que, camuflada bajo su reputacion de poeta esquivo, de escritor <>, <>, la obra de Ferrer Lerin esconde una de las propuestas mas audaces y radicales de la narrativa espanola de las ultimas decadas. Espigadas tanto de sus diferentes libros como de su blog personal, las piezas reunidas en este volumen recorren esta faceta insuficientemente destacada de un autor en todos los sentidos politicamente incorrecto: un maestro del miedo que es a la vez, sin paradoja alguna, un seductor.

  • Un romance entre recetas de Ariel Moncalvo

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    Emilio y Griselda se conocen en una Isla alejada de la ciudad. Ambos intentan escapar de su pasado, pero no les resulta nada facil. Ella es chef de un Hotel 5 estrellas y sabe muchas recetas de memoria. El tuvo su esplendor en Francia y ahora es un chef venido a menos, muy desordenado y desprolijo. Cuando aparece el romance, sus ex se hacen presentes intentando reconquistar a sus parejas. ?Como continuara la vida de Emilio y Griselda? ?Podran cortar con su pasado para recomenzar una vida? Este libro es una comedia romantica llena de enredos, donde el drama esta presente con cada historia que se les presenta.

  • El hombre sin miedo de Colette Green

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    Un periodista investiga la muerte de Julio Diaz, “El hombre sin miedo” como la mayoria lo conocia. Murio de forma misteriosa y su investigacion lleva a nuestro protagonista a encontrarse en situaciones emocionantes, apasionantes, y llenas de placer. ?Sera estas distracciones entorpeceran su trabajo? o podra resolver el misterio…

  • Heroe Anti-Virgenes de Jorge Borges

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    Pocas eran las veces que Helio habia amanecido con una chica. Su regla principal siempre habia sido nada de abrazos, nada de caricias, nada de ternura despues del sexo. Era el mejor en la cama, de eso no habia duda, y si habia alguien que podia convertirse en un verdadero Superheroes mientras se encontraba sin ropa era Helio Jones. Por su sangre corria la ardiente sensualidad de un hombre que estudiaba a las mujeres una manera minuciosa como si se tratara de una ciencia. Buscaba siempre sus puntos debiles, las mejores formas de hacer las correrse de una manera magnifica, pero, aunque era uno de los mejores en la cama, siempre, todo superheroe tenia una debilidad de un punto debil. Para el siempre habia sido el amor, algo con lo que no sabia manejarse en lo absoluto, perdia por completo la razon cuando sentia que estaba vinculandose de una manera muy estrecha con alguna mujer. Esto lo hacia descontrolarse totalmente y terminaba o yendo para no enfrentar a este enemigo que siempre terminaba de rotando. Desde muy joven, Helio siempre habia sido un chico enamoradizo, su corazon permanecia constantemente abierto a nuevas posibilidades, nuevas experiencias, pero su aspecto poco agraciado, gafas gruesas, cuerpo desnutrido, y diminuto tamano, siempre lo habian hecho ser victima del engano de las chicas. Era el mas inteligente de su clase, y eso lo convertia en el objeto de atencion de algunas aprovechadas que trataban de sacar partido del talento y la inteligencia de este joven. La falta de experiencia y malicia en su personalidad lo hacian sucumbir rapidamente ante los encantos y el aroma de alguna chica linda. Rapidamente les prestaba su ayuda sin ningun tipo de interes, no pedia nada a cambio, pero se ilusionaba con rapidez y siempre terminaba con el corazon lastimado. Cada una de estas experiencias que se fueron sumando en la vida de Helio, fueron construyendo un concepto completamente distorsionado del amor y los verdaderos sentimientos que podian crecer entre dos seres humanos. Para el, era mucho mas sencillo compartir con alguien sin ningun tipo de responsabilidad, sin compromisos, ir a la cama, pasar un buen rato, fumar un cigarrillo y salir huyendo por la ventana sin dar demasiadas explicaciones. Nunca podia repetir con una mujer, de esto ni siquiera podia haber negociaciones, el hecho de volver a la cama con alguien significaba a mayores probabilidades de que se creara un vinculo, asi que, el prodigioso chico de amante del sexo, era como una especie de vengador que lo unico que podia proveer era placer magnifico a sus acompanantes. Pero luego dejarlas exhaustas y completamente rozagantes en gusto, desaparecia para proveerle esta oportunidad de conocer sus talentos a otra chica diferente. Pero aquella manana, mientras Helio se encuentra completamente dormido, su principal regla, la cual nos mantiene firme, estable y segura emocionalmente, habia sido completamente rota. Este, habia amanecido en los brazos de Amy, quien estaba absolutamente rendida con su cabeza reposando en su pecho. Esta era una de esas pequenas situaciones insignificantes que rapidamente se convertian en un verdadero dolor en las bolas de cualquier hombre. Todo habia iniciado como una simple conversacion en un bar, posteriormente, habian salido en un par de oportunidades, ya que, la primera noche aquella mujer no habia querido abrir las piernas. Helio no podia rendirse con facilidad, asi que, trataba constantemente de crear la ilusion de que estaba mas interesado en ella de lo que esta creia. Su verdadera intencion era encontrarse entre sus piernas, rebotar contra ella durante toda una noche y hacer un poco de ejercicio mientras la hacia gritar de placer. Una vez que consiguiera esto, nunca mas volveria a verla, de eso estaba absolutamente seguro. Pero sus constantes intentos por llevar a la cama a Amy habian terminado en multiples salidas que habian permitido que este hombre conociera algo mas profundo de aquella mujer. Habia una faceta de ella que le fascinaba, le agradaba estar azulado, y paso de ser un simple vengador del placer hacer un hombre que se interesaba en una chica comun. El unico detalle es que Amy estaba comprometida. La habia conocido durante la celebracion de su despedida de soltera, mientras iba acompanada de algunas amigas. La vio en la barra, le sonrio y esta quedo absolutamente perdida por el. Su futuro esposo era un importante empresario de gran renombre, con una reputacion impecable y quien se habia encargado de mostrar a la chica en todas las paginas de sociales que podia. Amy era una mujer espectacular, con un cuerpo delgado, ya veras anchas, senos naturales que solia exhibir constantemente en deliciosos escotes que hacian poner duro a cualquier hombre. Helio habia sido una de estas victimas que habia quedado completamente cautivado por la perfeccion anatomica que mostraba esta divina dama. Ella tampoco habia podido evitar quedar cautivada con este hombre, un chico misterioso que se encontraba completamente solitario en la barra sujetando aquel vaso de cristal a punto de llevarlo a su boca. Era enigmatico, con una sonrisa llena de picardia y una mirada profunda que la habia escaneado por completo sin ningun tipo de verguenza. Helio se inclino para visualizar a la victima desde la punta de sus pies hasta sus ojos, quedando completamente seguro de que esta era la proxima opcion para aquella noche. Despues de que estrecharon sus manos, habian quedado absolutamente atrapados el uno en el otro, no habia forma de separarlos, y lo que habia sido una celebracion de despedida de soltera especialmente para Amy, se habia convertido en la primera oportunidad que habia tenido esa pareja para conocerse. Desde aquella noche, todo habia comenzado avanzar de una manera rapida, ninguno de los dos habia planeado inmiscuirse en la vida del otro, pero mientras mentian, para tratar de salir del apuro, sentian que no tenian posibilidades de escapar. Amy se habia convertido en una invasora de su realidad, tenia una pareja que respetar y una vida por construir, pero no habia tenido valor para dar los pasos hacia esa vida que esperaba por ella. Ella solo habia retrasado el dia de la boda una y otra vez sin ninguna razon. En algunas oportunidades simplemente no le gustaba realmente el vestido, en otras, trataba de ubicar el lugar perfecto, y en otras, la lista de invitados sera modificada una y otra vez. Su futuro esposo estaba a punto del colapso, ya no queria seguir esperando por ella y lo unico que deseaba era contraer matrimonio con aquella perfeccion de mujer. Pero la decision esta en las manos de Amy y esta no terminaba de decidirse si realmente este sujeto y sus millones eran la opcion adecuada o tenia que optar por aquel curioso hombre de 29 anos que habia encontrado de manera aleatoria en un bar de la ciudad de San Francisco. Habian conocido juntos los lugares mas emblematicos de la ciudad, la joven se habia convertido en toda una experta para sacar el tiempo y escaparse junto a Helio, algo que lo hacia sentir completamente especial y seguro de que tarde o temprano conseguiria que esta chica rompiera con este compromiso. Pero Helio se cuestionaba realmente si esto era lo que estaba buscando, ya que, no le parecia justo destruir una relacion y modificar la vida y los planes de Amy para un juego. Esto es basicamente lo que eran para el los vinculos y las relaciones, juegos que nunca terminaban en absolutamente nada serio, pero esta chica, habia modificado por completo su manera de ver el mundo. Era imposible dejar de pensar en ella, y durante un par de meses, se volvio absolutamente exclusivo para esta mujer. Salieron en multiples oportunidades, y aunque nada habia pasado, y la carne los habia tentado, pero no se habian rendido, seguian compenetrandose cada vez mas. Era la regla principal que no se podia violar, pero Helio hacia caso omiso de lo que estaba ocurriendo y seguia perdido en la mirada de ojos grises de esta espectacular mujer con un lunar bajo sus labios. El simple hecho de tenerla a su lado, disfrutar de su aroma, de los juegos entre sus dedos, los roces involuntarios, haciendo que cada dia fuese mas especial, pero cuando finalmente habia logrado hacer que esta mujer terminar en su cama, todo habia llegado al punto de quiebre. El ego de un hombre como Helio Jones es gigantesco, el sabe perfectamente que cualquier mujer puede dejarlo todo por el, puede modificar cualquier decision para salvar el vinculo existente con este sujeto. Pero quizas, con Amy este completamente equivocado, ya que, tiene una vida prometedora en el horizonte, un esposo amoroso que da la vida por ella, mientras en el otro lado lo unico que tiene es un amante espectacular que esta acostumbrado a cazar nuevas chicas para darles un placer excepcional. Este era el punto mas fuerte a favor de Helio, un hombre que jamas fallaba en su tarea de complacer a sus amantes. La vida sexual de Amy y su esposo era absolutamente aburrida y monotona. Era un hombre de 55 anos que simplemente se quedaba alli postrado en una cama mientras ella tenia que hacer practicamente todo el trabajo para el. De alguna otra forma, sentia que lo que pasaba entre ellos no era hacer el amor, era simplemente un acto de sexo en el cual ella le retribuia todos sus regalos y lujos. Pero con Helio era completamente diferente, este hombre se dedicaba totalmente a satisfacerla, a tocarla, a crear una conexion entre ellos, al menos asi lo habia descubierto aquella noche en que habia entregado su cuerpo. Hubiese querido tener la voluntad para resistirse, pero al entrar al departamento del seductor sujeto, sintio que finalmente habia tomado la decision. Entregarias cuerpo a aquel hombre despues de beber algunos tequilas, algo que la habia calentado de una manera sobrenatural. Termino bailando con aquel hombre un poco de musica latina, algo que jamas habia hecho ya habia terminado en una escena completamente vergonzosa pero muy divertida. Sus pies descalzos caminaban por toda la sala al ritmo de las trompetas de la musica mexicana, mientras Helio sentia que el momento, aunque era bastante curioso, no podia ser mas perfecto. Esta, habia tropezado sin querer con la pata de una silla de caoba ubicada en la sala. Habia golpeado su dedo menique del pie, y el profundo dolor que se habia generado habia llevado a la chica a caer al suelo para tratar de apaciguar el dolor. El grito se habia escuchado en todo el departamento, y Helio habia corrido en auxilio de la chica. Mientras esta se retorcia en medio de los fuertes dolores, Helio simplemente masajea va el pequeno dedo menique, el cual lucia bastante enrojecido e inflamado. -- Vaya golpe que te has dado. Dejame darte un pequeno beso de sanacion. Dicen que tengo poderes magicos para hacer que el dolor se vaya. -- Dijo Helio mientras acercaba el pequeno dedo a su boca. -- No lo hagas, morire de las cosquillas. -- Dijo la chica mientras se resistia. Helio logro dominar a la chica y entre sus labios logro obtener el pequeno dedo. Succionaba con un erotismo tremendo, mientras la chica comenzaba excitarse gradualmente. La lengua de este hombre se entrelazaba entre sus delicados y perfectos dedos, mientras esta sabia que no podria resistirse. No hubo cosquillas, lo que hubo fue un estimulo increible que la mujer no pudo dominar. Helio comenzo a ascender directamente hacia su tobillo, con pequenos besos delicados que caian como pequenas gotas sobre el tejado durante la lluvia en invierno. La joven simplemente pudo cerrar sus ojos y experimentar un estimulo tremendo, sentia que la gravedad estaba desapareciendo y dejaba de actuar sobre ella permitiendo que flotar hacia la galaxia. No tenia control de su voluntad, hubiese querido rechazarlo, de tener toda esa locura, era una mujer que estaba por casarse, de hecho, ya finalmente habia definido la fecha para que se llevara a cabo este acto. Helio tenia que aceptar definitivamente que habia perdido la batalla, pero ni siquiera sabia que, en horas de la manana, Amy debia marcharse rapidamente ya que, debia alistar absolutamente todos los ultimos detalles para casarse cerca de horas del mediodia. Esto era basicamente una especie de despedida que estaba a punto de llevar a cabo la joven, una apasionada mujer que simplemente estaba entre dos caminos y estaba a punto de elegir el mas seguro. Desde cualquier perspectiva, cuando analizaba lo que tenia junto a Helio, sabia que no tenia ningun futuro, y aunque este hombre la habia hecho sentir una ilusion tremenda, lo unico que quedaria despues de todo ese fuego que ardia entre ellos aquella noche serian cenizas. La ardiente chica, quien llevaba un vestido corto hasta las rodillas, dejaba ver sus muslos lisos y tercios, completamente emocionada ante la lluvia de besos que le proporcionaba este hombre. Su corazon latia fuertemente y sus manos sudaban, y al ver como los labios de este hombre comenzaban a ascender hacia sus rodillas, sentia que no habria manera de detenerlo. Estaba absolutamente decidido a complacerlas, era un hombre totalmente seguro de si mismo, y la manera en que la tocaba, la llevaba a un lugar en el cual se sentia especial y unica. Aquellos besos corrieron por toda su pierna en direccion ascendente, ubicandose directamente en la zona genital. Cuando comenzo a besar su clitoris por encima de su ropa interior, la chica temblaba de miedo, ya que, eran sensaciones explosivas que detonaban en su vientre y terminan directamente su columna vertebral. -- Espera, Helio. Mejor detente, creo que hay algo que debes saber. -- Dijo la chica. -- No quiero escucharte negarte mas, Amy. Lo que esta a punto de pasar lo deseamos ambos. Dejemos que sean nuestros cuerpos los que se expresen y luego escuchare lo que tengas que decir. -- Dijo Helio mientras colocaba su dedo sobre la boca de la chica. Esta, se vio tentada a tomar a su dedo indice y comenzar a succionarlo, y asi lo hizo. Su lengua rodeaba su dedo, comenzaba a lubricarlo y a humedecerlo mientras Helio hacia su trabajo en la zona genital de la chica. Su lengua habia hecho un trabajo magistral apartando la pequena tanga, alli, habia comenzado a generar un sexo oral tremendamente perfecto. No tenia comparacion, Amy habia acertado en su idea de que este hombre debia ser un amante excepcional. Lo veia en su mirada, en sus actitudes, asi que, el arrepentimiento comenzo a disminuir, ya que, esta era la mejor despedida de soltera que podia tener. La infidelidad terminaria aquella noche, ya que, a partir del momento en que se convirtiera en la esposa de Julio Cazolli, no volveria a ver nunca mas a Helio, y esto era exactamente de lo que hablarian. Aquel hombre finalmente se habia deshecho de la tanga de la joven, se habia ubicado en el medio de sus piernas. Sus pantalones en sus rodillas habian dejado ver un enorme y jugoso pene que estaba a punto de entrar en la excitada mujer. Amy no tenia mas opcion y lugares a donde ir, queria que yo fuese mas romantico y especial, pero habia iniciado de una manera muy improvisada y asi debia continuar. Apoyaron en el suelo de la sala, como dos adolescentes apasionados sin reglas. Ni siquiera se habian dado a la tarea de quitarse la totalidad de la ropa, ya que, emociones, asi como la pasion y la lujuria era completamente descontrolada.

  • El espia del Inca de Rafael Dumett

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    Yunpacha, un antiguo espia del servicio secreto del imperio incaico, es convocado por el general Cusi Yupanqui para realizar una ultima mision: infiltrarse en Cajamarca y preparar el ataque que liberara al Inca Atahualpa, capturado por unos extranjeros. Yunpacha parece ideal para este rol. Aunque es hijo de campesinos chancas, accedio a una educacion privilegiada en el Cuzco por su capacidad de contar cifras a extraordinaria velocidad. El Espia del Inca recrea, con una solida documentacion a sus espaldas pero asumiendo las licencias de la ficcion novelistica, este infructuoso intento de rescate.

  • Salvame de los espiritus de Isai Flores

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    !NO TE DEJARAN EN PAZ!
    La novela debut del escritor mexicano Isai Flores, ahora bajo el sello de Editorial Endira, disponible en librerias de Mexico.

  • Nebraska. En el corazon del rancho grande de Ariadna Baker

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    Tras terminar su carrera, Keira vuelve al rancho familiar. En Nebraska no solo esta su familia, tambien un hombre que despertara en ella sentimientos inesperados.
    Izan, quien ahora se encarga de los caballos, se convertira en mucho mas que un simple trabajador.
    Su mejor amiga, Silvia, planea visitarla y, al parecer, ambas encontraran en ese lugar mas de lo que podian imaginar.
    ?Que ocurrira despues de que los sentimientos tomen el control?

  • Conspirando con Mi Duque de Dawn Brower

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    Serenity Drake regreso en el tiempo por razones altruistas. Su hermana Peyton estaba muriendo y necesitaba que su otra hermana regresara para salvarle la vida. En el camino, no esperaba encontrar al unico hombre al que no podria resistirse.

  • Nemesis de Cristian Rolandini

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    Alondra es una brillante abogada que se destaca tambien como una infalible detective en la fuerza de seguridad mas importante de su pais.
    Al verse en peligro su reputacion, en un intento desesperado para salvarla, acude al peor de sus instintos para involucrar y condenar a Alex, su amante, a la prision por un crimen que no cometio.
    Anos despues su vida, y principalmente la de su amada hija Lisa, se vera atrapada en un alud de sangre del que les sera practicamente imposible escapar.
    Muertes, enganos y desamores hacen que esta historia mantenga al lector en suspenso desde el principio hasta el final.

  • Vida 3.0 de Max Tegmark

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  • Resurreccion (Siete pecados 2) de Nathan Burkhard

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    Despues de tres anos Reed no puede dejar de pensar en Naval. Por mas que intenta rehacer su vida a lado de Amanda, el fantasma de Naval lo persigue constantemente.
    Despues de un fatidico accidente, Reed esta convencido que quizas Naval no murio, asi que intenta buscar una respuesta en la ultima persona que la vio con vida: su mejor amigo Dylan Dupree. Al emprender ese viaje, se da cuenta de que su amigo ha ocultado mucho mas de lo que pensaba.
    La venganza acecha, poniendo a prueba a la pareja de enamorados. Ninguno de los dos bandos parara hasta que alcancen su objetivo. Quizas solo la muerte.

  • A Sexy Berling New Year (Sexy Berling 2) de Maya Blair

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    Estoy desnuda frente al espejo. No hay nadie mas en el dormitorio salvo yo, mis pensamientos y esa fotografia de Thomas Green que descansa apoyada de cara al armario empotrado y que resulta peor que ser apuntada sin clemencia por un dedo acusador. El peso de las decisiones de esa noche cae sobre mi con toda su fuerza y, mientras observo el desfigurado reflejo que me devuelve el cristal, albergo en mi pecho cierto cargo de conciencia por mis alocados actos. Actos que se asientan sobre mis hombros y me hacen sentir como si fuera alguna especie de Atlas del nuevo siglo. No puedo dormir. Da igual lo que haga, el me persigue. Gabriel esta presente en todos lados, su alargada sombra me acecha alla donde voy. Se ha infiltrado en mi consciente y en mi inconsciente. Me persigue en mis suenos, vive en mis deseos, pasea por mi mente. Se refleja en las marcas de nuestra pasion compartida, las mismas que comienzan a desdibujarse en mi piel poco a poco, y en esa fotografia que no he vuelto a mirar desde hace dos dias. Desde que paso todo. Me centro en mi e intento desterrarlo de mi cabeza al menos por unos minutos, empujandolo al rincon mas sombrio al tiempo que vuelco mi atencion en la imagen que me devuelve el espejo. La imagen de una mujer de treinta y cuatro anos, de rasgada mirada verde y nariz coqueta que de repente ya no conozco tan bien. ?Por que? ?Que hay de diferente en mi para que me sienta asi?, me pregunto sin dejar de observarme. Aparto la oscura y lisa melena, que cae sobre mi hombro y se derrama por mi espalda con un sutil cosquilleo que pone en alerta a las terminaciones nerviosas de mi piel, y aquieto un estremecimiento de placer. Entonces, apoyo las palmas en la frialdad del cristal y escudrino en esa mirada gemela en busca de los misteriosos senderos que llegan a lo mas profundo, alli donde reposa el alma. Pero no encuentro nada. Me repito que soy yo, que sigo siendo yo, y sin embargo se que algo ha cambiado. Algo tan sutil que no soy capaz de darle forma o nombre, tan solo de sentirlo. <>. Despego la mano derecha de la superficie del espejo y la llevo a mi rostro para trazar con la punta de los dedos sus lineas y curvas mientras Wrapped Around Your Finger empieza a sonar dentro de mi cabeza. Retengo la musica alli hasta que mis labios se entreabren y empiezan a articular las palabras entre susurros quedos. --<>. El ritmo se aduena de mi y mis pies comienzan a moverse, ajenos a mi voluntad. De repente, me encuentro bailando con la mas improbable de las parejas; mi propio reflejo. Pero me da igual. Entrecierro los ojos y me dejo llevar. Ahora somos yo y ella; la real y el eco que esta atrapado en esa prision transparente. Dos cuerpos que se mueven a la par y cuyas manos acarician sus respectivas pieles, como si fueramos adivinas en trance deslizandolas sobre una bola de cristal. Los roces se vuelven cada vez mas osados, mas sensuales. La musica suena y suena sin parar dentro de mi. Mas oscura, mas voluptuosa. Me estoy excitando sin remedio. <>. La voz de Gabriel vibra en mi interior, alimentando el fuego que amenaza con devorarme. Prisionera de mis mas bajos instintos, abandono el espejo, me acerco a la fotografia y le doy la vuelta antes de caer de espaldas sobre la cama, delante de ella. <>. No esta aqui, y sin embargo tiene el control. Me maldigo por ello mientras permito que mis manos jueguen con mis henchidos senos hasta que mis parpados se cierran temblorosos. Entonces, imagino que son las suyas las que me tocan. Que son sus dedos los que pellizcan mis prietos pezones, los que descienden por mi estomago y trazan espirales en mi ombligo. Los mismos que avanzan hasta ese lugar entre mis piernas que se deshace por el. Gimo y me retuerzo cuando siento las primeras caricias en el clitoris. Al principio son suaves, lentos circulos que se pierden a continuacion entre los pliegues de mi sexo para volver a ascender de nuevo en direccion al insaciable boton. Pero segun el hambre crece, asi lo hace la intensidad de los roces. Veo a Gabriel sobre mi. Su torcida, maliciosa sonrisa de suficiencia mientras le ruego que me de mas. Mis dedos resbalan en direcciones contrarias y jadeo su nombre con una mano perdida entre los muslos y la otra ahuecando un pecho a la vez que hundo dos dedos en mi. Lenta pero inexorablemente. Una falange. Dos. Asi hasta que se han deslizado hacia lo mas profundo de mi vagina. Aprieto las resbaladizas y calientes paredes de mi hambriento sexo entorno a ellos, tiro de un pezon y dejo que un gemido incontrolado se me escape de entre los labios. Saco los dedos con pereza y vuelvo a sumergirlos. Lo repito. Mis caderas se retuercen, la respiracion se acelera. Sigo dandome placer durante lo que parece una eternidad, hasta que ya no puedo contenerme mas y, abandonada a mi propia lujuria, empiezo a masturbarme cada vez mas rapido. Mas duro. Estoy tan humeda... Puro deseo empapa mis dedos, brota de mi vagina y resbala por los muslos abiertos de par en par. <>. Lo hago y al instante el orgasmo me barre por completo. Tiemblo sin control y lo apuro y exprimo hasta el ultimo segundo, hasta la ultima contraccion.

  • El nido del lobo de Gema Tacon

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    Las mentiras unen el destino de dos mujeres separadas en el tiempo.
    La apacible vida del pequeno y encantador pueblo de Ochagavia se enturbia cuando Blanca llega desde el sur para hacer sus practicas. Los oscuros secretos que todos guardan atan su vida a la de Aintzira, una chica que murio hace anos y que, sin saber como ni por que, tiene una extrana conexion psiquica con ella.
    Sus noches se hacen eternas cuando tras cada pesadilla su cuerpo sufre las consecuencias de ir revelando la verdad. Poco a poco va desentranando una red de enganos que intentan ocultar no solo la misteriosa muerte de la joven, sino que tambien hara que descubra que su vida ha sido una farsa practicamente desde que nacio.
    La muerte persigue a Blanca desde hace tiempo mientras que a Aintzira ya la encontro. Ambas tienen en comun el coraje de querer descubrir la verdad, su verdad.
    Un crimen sin resolver, una sombra que la acecha y un asesino que esta presente en sus suenos es con lo que tendra que lidiar nuestra protagonista.
    ?Podras leer cada linea sin mirar detras de ti?
    Tictac, tictac.

  • El arbol de las almas perdidas de Emma Kelsen

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    agia”

  • Siempre en mi vida de Mileth Pineda

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    Kassidy es una exitosa analista de inversiones que en su momento decidio alejarse de Kilian, el que creyo el amor de su vida y eligio una relacion con Roger, del que descubrio un secreto que nunca imagino y por ello corre peligro.

  • El cielo en llamas (HQN), Claudia Velasco de Claudia Velasco

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  • Extranos (Extranos 1) de Kimberly Mccreight

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    El nuevo fenomeno juvenil, con el ritmo de La chica del tren y la accion de la <>. Una novela trepidante de intrigas, traiciones y secretos en el que una pequena decision va a cambiarlo todo…

  • Secretos en el Vecindario de Gabriela Montilla

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    Mara esta a dos semanas de cumplir dieciseis, y su vecino… treinta. El usa camisa y corbata, y cuando no, usa trajes de saco. Tiene una familia y parece estar “felizmente casado”
    No importa. El es el primer “gran enamoramiento” de Mara, y eso, que habia jurado no volverse a enamorar.
    Mara haria todo lo que fuera por besarlo. Pero ademas de casado, es super sospechoso y guarda un par de secretos. Cuando Mara lo descubra ?seguira teniendo ese enamoramiento platonico con el o saldra a decir todo lo que sabe?
    Bueno, si el no la silencia primero.

  • Un lugar al que volver de Jose A. Perez Ledo

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    Verano de 2017. Cuando Tomas se queda en el paro, decide aceptar un singular trabajo. Ejercera como chofer y guia de Tess, una adinerada mujer de Miami, y su hija adolescente en un viaje de tres semanas por el sur de Espana. Solo pone una condicion: ser acompanados por Hugo, su hijo de 13 anos, con quien mantiene una complicada relacion desde su divorcio.
    Asi es como estos cuatro personajes emprenden una travesia que los llevara hasta los origenes familiares de Tess y en cuyo recorrido descubriran que las cosas mas importantes no son necesariamente las
    mas urgentes.
    Decia el fotografo Henri Cartier-Bresson que la mision ultima de la fotografia consiste en atrapar ese momento unico que ya nunca volvera a producirse. Lo llamo <>. De esos momentos fugaces e irrepetibles trata esta novela.

  • Nikola Tesla. El genio al que le robaron la luz de Margaret Cheney

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    La primera biografia que se publica en espanol sobre uno de los personajes mas influyentes de la ciencia contemporanea. Un relato completo de la vida y la obra de Tesla en el entorno de la revolucion industrial. Hoy pocos recuerdan a Nikola Tesla, pero gracias a el se enciende la bombilla del techo cuando pulsamos un interruptor. Fue el descubridor del campo magnetico rotatorio, la base de la corriente alterna que hoy ilumina el mundo; pero tambien el padre de tecnologias visionarias en su epoca como la robotica, la informatica o las armas teledirigidas. Nikola Tesla es el paradigma del inventor genial, la mente creativa sin perspicacia para los negocios, y su vida es la historia de un fogonazo de luz que ilumino a todos los que lo rodearon, para apagarse de forma triste...y resurgir hoy, con el homenaje y el recuerdo de los cientificos modernos que reconocen a Tesla como "el padre de la tecnologia moderna".

  • Yo, Julia de Santiago Posteguillo

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    192 d.C. Varios hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de reyes, madre de cesares y esposa de emperador, piensa en algo mas grande: una dinastia. Roma esta bajo el control de Comodo, un emperador loco. El Senado se conjura para terminar con el tirano y los gobernadores militares mas poderosos podrian dar un golpe de Estado: Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Comodo retiene a sus esposas para evitar su rebelion y Julia, la mujer de Severo, se convierte asi en rehen.

  • La Amante Robada Del Jeque de Jessica Brooke

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    Amy Monroe sonrio al mirar la postal enviada por su hermana, Alexis. Aproximadamente dos anos atras, su hermana habia sido secuestrada por el jeque Farzad Yassin y ahora era su jequesa. En la foto que le habia enviado, estaban ella y su hijo, Farid, jugando en los vastos jardines de su palacio. Era una imagen adorable y aunque al principio Amy no se habia sentido emocionada con el nuevo rumbo que habia tomado la vida de su hermana, ahora estaba contenta. Este tipo de felicidad no se puede fingir y, ademas, Farid era realmente el nino mas mono que nunca hubiera conocido. Una parte de ella estaba muy celosa de su hermana, que habia encontrado a alguien, aunque hubiera sido practicamente de la forma menos convencional posible. Y si, una parte de Amy tambien se preocupaba porque Alexis practicamente habia arruinado su carrera de abogada por un romance, pero en todo el tiempo que habian vivido juntas, nunca habia visto a su hermana sonreir tanto. Suspirando, dejo la postal y las fotos que la acompanaban y se dirigio a su armario. Buscando torpemente en su interior, se puso el omnipresente conjunto de pantalones negros y camiseta y se paso los dedos por su cabello negro, que llevaba corto y despuntado. No ere su color natural y, en los ultimos tiempos, se habia sentido tentada de hacerse mechas de color azul medianoche o moradas. Trabajaba en una cafeteria proxima al campus de la Universidad de Boston. Probablemente, esto le hacia sentirse mas cerca de formar parte de la contracultura del campus. Poniendose una diadema para sujetar su pelo corto hacia atras, Amy cogio su bolso y corrio hacia la puerta. Iba a ser una larga noche, puesto que tenia el ultimo turno y la cafeteria se cerraba a la una de la madrugada. Siendo un pequeno negocio familiar, se habia hecho todo lo posible que Lem's pudiera obtener el permiso para vender alcohol. Puesto que podian convertir un cafe en cafe irlandes y tenia una lista habitual de bandas de garaje locales y bandas universitarias que tocaban alli, siempre abrian hasta tarde por la noche. Aun asi, Amy lo preferia. Era horrible levantarse antes de que amaneciera, especialmente en los interminables inviernos de Boston. Teoricamente, despues de graduarse, habia ido alli a intentar estudiar un Master en Bellas Artes, en Escritura Creativa. Lo dejo poco despues y se dio cuenta de que, a pesar de que tenia mucha ambicion, ahora mismo lo unico que parecia encajar con su actitud general y su hastio, era servir cafe con muf ins. No era exactamente donde habia pensado que estaria a los veintitres. Cono, fuera de bromas, teniendo en cuenta que dos amigas de su circulo mas intimo eran literalmente reinas de sus propios paises, realmente parecia una vaga. No es que lo fuera exactamente, pero se sentia como si hubiera metido la pata, ya que no tenia ni idea de que se suponia que iba a hacer con su vida o, incluso, que era lo que queria hacer. Claramente, servir cafe mezclado con licor a companeros de estudios borrachos no era lo que queria, pero era lo mejor que podia hacer por el momento. Se acercaba el final de su turno. Era jueves, lo que significaba que no habia bandas tocando (eran los especiales de las noches de los viernes y los sabados) y estaban al inicio del semestre. La gente no estaba lo bastante desesperada todavia para estar tecleando energicamente sus trabajos trimestrales con su sexta taza de cafe. Lo estarian. Coger un buen sitio cerca de una salida en Lem's, en epoca de finales podia convertirse en una competicion sangrienta. Sin embargo era una noche tranquila y, excepto dos clientes habituales sentados en la parte de atras leyendo novelas rusas del tamano de un maldito sujeta-puertas, estaba sola por lo que se puso fregar, restregando el fregadero y la maquina de capuchinos. Al menos, habia estado sola. Veinte minutos antes de la hora de cerrar, el hombre mas guapo que nunca habia visto entro en la cafeteria. Era alto, media mas de un metro ochenta, de hombros anchos y tez morena, olivacea. Sus ojos eran un sorprendente y profundo tono verde jade y llevaba la barba muy recortada. El unico de sus rasgos que podia "estropearle" era una cicatriz cerca de su ceja izquierda, pero, en realidad, estaba segura de que podria hacer volverse a cualquier chica entusiasta. Cuentale la historia de la "herida de guerra" y acabara siendo incluso mas encantador que al principio. Cono, si solo sus ojos eran suficiente para que Amy se perdiera en ellos. "?Como puedo ayudarle?" pregunto ella. "Dvar," dijo el, sonriendo y leyendo despues su identificacion. "Y tu eres Amy." "Asi que, ya sabemos que sabes leer, genial. Entonces, puedes elegir lo que necesites." "?Y que pasa si lo que necesito eres tu?" Ella se sonrojo y se le pusieron los ojos en blanco. No habia tenido una cita desde hacia mucho tiempo. No era que no fuera atractiva. Francamente, desde que habia sido patinadora artistica (no muy buena, pero bueno) cuando era jovencita, siempre habia estado pendiente de conservar su estilizada figura. Estaba delgada, pero tambien era bajita. Media escasamente un metro cincuenta y cinco, si midiera cinco centimetros mas, y era delgada y esbelta. Nunca habia sido el tipo de mujer que dejaba a la gente con la boca abierta cuando entraba en una habitacion. No tenia ese tipo de exito. Sin embargo, la manera en que Dvar la estaba observando, bueno, parecia un hombre que se hubiera arrastrado por el desierto y hubiera encontrado un oasis. Era abrumador, pero le gustaba, admitio para si mientras se ponia el flequillo detras de la oreja. "Eso no esta en el menu, pero tenemos un cafe moka explosivo y quedan unos pocos brownies. La gente adora nuestros bagels de brotes germinados." Dvar solto una risita. "?En serio?" "Cualquiera que sea un estudiante universitario tratando de ser vegano, macrobiotico o lo que sea, lo que no es tan raro." "Creo que prefiero tomar algo con un poco mas de sustancia", dijo, con su voz como un profundo ronroneo. ?Que tienes para mi?" "Tenemos un magnifico capuchino mezclado con Bailey's. Te lo preparare ahora mismo", dijo ella, ya hirviendo la leche. Amy no pudo evitar sonrojarse bajo la mirada fija del hombre. En serio, habia visto modelos de fotografia menos atractivos. ?Seria ese su trabajo? Quiza era un modelo de Nueva York, que, vaya usted a saber por que motivo, habia decidido que era el momento de visitar Boston - porque., ?a quien no le encantan las pilas y pilas de nieve y basura que nunca pueden recogerse? Dios mio, no es que lo use mucho, pero si tiene que volver a sacar su coche de la nieve una sola vez mas, se volveria loca. Dvar le sonrio cuando termino de preparar su bebida. Despues, se agacho a cogerla de su mano y fue obvio que se estaba tomando su tiempo deliberadamente, que no lo habia hecho por error cuando sus dedos se cerraron sobre los de ella al coger la taza. "Ha sido todo un placer que me sirviera una belleza como tu." Amy se sonrojo de nuevo y se retiro el flequillo despuntado de los ojos. Dios mio, ahora desearia haber mantenido su pelo en su color castano dorado natural y con algo que recordaba a los bucles. Cono, hacia mucho tiempo que no tenia a un hombre - y menos aun a uno tan abrasadoramente sexy - prestandole atencion. No era como si siempre tuviera la sensacion de tener el mejor cebo. "Entonces, demuestremelo con una buena propina. Una chica tiene que ganarse la vida." El sonrio y fue una sonrisa de un megavatio como nunca habia visto antes. De repente, parecia como si su teoria de que el trabajaba como modelo no fuera tan disparatada. Dvar saco un billete de veinte del bolsillo de su chaqueta con su mano libre y lo dejo en el bote de las propinas. "Yo no me preocuparia por eso, Amy." "Gracias, pero por muy amable que seas, veinte dolares no van a alejar a los lobos de mi puerta durante mucho tiempo." El asintio con la cabeza y retrocedio, y ella quiso gimotear un poco por la perdida de contacto y de proximidad fisica. "Entonces, ten cuidado con esos lobos. Nunca sabes cuando vas a encontrarte con ellos." Con eso, el senor Alto, Oscuro y Delicioso habia vuelto a salir por la puerta, dejando a Amy con su anodina vida. Suspirando, termino de limpiar la cocina de atras y cogio tambien el cubo de la fregona. Tenia mucho que fregar todavia. *** En Boston hacia un frio terrible. Obviamente, eso no era noticia. Estaban en mitad de la mayor y mas potente ola de frio que la ciudad nunca hubiera conocido. Cada fin de semana parecia haber una nueva tormenta de nieve y todo el mundo hablaba del record de nevadas y como, pronto, seria literalmente el invierno con mas nieve registrado. Al notar que sus dientes castaneteaban al volver hacia su apartamento, Amy se cino mas el abrigo al cuerpo. Se habia dejado las condenadas orejeras en la cafeteria y lamentaba haber cometido un error tan estupido. Ya las sentia como dos cubitos de hielo y aun tenia que caminar, al menos, cuatro manzanas mas. De todas formas, no es exactamente que lo estuviera pasando bien. Los montones de nieve le llegaban a las pantorrillas y se sentia como si se estuviera hundiendo, sin importar como de ligera y agil tratara de ser con sus botas. Puf, necesitaba vacaciones. Bueno, su hermana se habia ofrecido a organizar su visita y el sol del desierto tenia que ser mejor que la interminable aguanieve. Sacudiendo la cabeza, saco el movil y empezo a marcar el largo codigo internacional que le permitiria hablar con Alexis. No habia llegado muy lejos antes de oir unos pies que se arrastraban tras ella. Amy se volvio a mirar y fruncio el ceno. Habia unos cuatro tipos detras de ella y todos ellos eran de tez morena. Algunos tenian barbas pobladas y frondosas, negras o incluso canosas, un poco parecidos a los hombres que habia visto en la ceremonia de la boda de su hermana. Parecian estar un poco fuera de lugar. Fruncio el ceno, arrepentida y se movio hacia el lateral de la ocupada acera. "Lo siento. Estaba ocupando todo el espacio de la calle. No ha sido muy amable por mi parte. ?Saben que? Continuen y ya me preocupare de llamar por telefono mas tarde. " Los hombres no se movieron, solo la miraban fijamente como si fuera un filete gratis en un buffet. Metiendo su telefono en el bolsillo, Amy trato de tomarselo con calma. Asintio y volvio al centro de la acera. "Bien, entonces yo me movere primero. De nuevo, siento haber ocupado todo el espacio, fue sin querer," termino, comenzando a caminar a un ritmo que era mas rapido que antes, pero no era una realmente correr. Tenia miedo de que empezaran a perseguirla si se ponia a correr. Asi fue, en cuanto ella comenzo a andar, ellos comenzaron a caminar detras de ella, los pasos de los hombres sonaban regulares y comedidos detras de los suyos propios. Cuando paso por delante de una peluqueria con los cristales muy tintados, Amy temblaba por razones que nada tenian que ver con el frio. Los cuatro hombres estaban apenas a quince centimetros de ella y caminaban siguiendo sus pasos. Sujetando su bolso con mas fuerza, decidio que tratar de ignorarlos no iba a ayudar. Claramente, querian algo de ella, ella estaba aterrorizada de pensar lo que eso podria significar exactamente. Podia adivinarlo y sin embargo, pensar en ello le revolvia el estomago. Solo quedaban dos manzanas (muy nevadas) hasta su apartamento. Respirando profundamente y deseando lo mejor, comenzo a correr. Le quemaban los pulmones y deseo que no fueran casi la una y media de la madrugada. Dios mio, como deseaba poder ser mas rapida, no sentir que se resbalaba un poco mas a cada paso que daba. En la primera manzana, los hombres siguieron pesadamente sus pasos, tan cerca que uno tiro de la correa de su bolso y le empujo, dejando que se rompiera, dejando que se llevara todo. Ya reemplazaria las condenadas tarjetas de credito mas tarde, siempre y cuando no se convirtiera en una victima mas en las estadisticas. La segunda manzana no fue tan facil. Estaba cerca de su bloque de apartamentos cuando se resbalo en una gran placa de hielo. Amy se estrello duramente, vio las estrellas y el mareo ya llegaba a ella desde que su cabeza se golpeo contra el cemento. Habia cuatro pares de manos sobre ella y se retorcia en su agarre, golpeando y gritando a cada intento de tocarla. No fue suficiente. El mas alto de los hombres, de casi metro noventa y cinco, con una gran barba canosa, finalmente consiguio sujetarle los brazos a la espalda. "!Dejenme ir!" grito. Arqueando el cuello, miro alrededor, pero la calle estaba vacia. "Dejenme ir y no se lo dire a nadie, se lo juro." El mas alto sacudio la cabeza y le paso algo oscuro, una especie de pasamontanas, por la cabeza y no pudo ver nada excepto el tejido negro. "No, senorita Monroe, eso no va a funcionar. Despues de todo, necesitamos llevarle ante nuestro jefe a la nueva jequesa. " Eso fue todo lo que supo porque despues de palabras de tan mal aguero, algo afilado mordio su cabeza detras de la oreja y todo fue oscuridad. Capitulo Dos El jeque Dvar Yassin de Jardania seguramente tenia cosas mas importantes que hacer. Lo cual, en realidad, no era mentira. Sus primos, Farzad y Munir, ambos de naciones vecinas, estaban interesados en conseguir un frente organizado frente a los mercenarios y el ejercito de Lebano [1] , para, finalmente y de una vez por todas, conseguir pararles a ellos y al populacho al que provocaban. Dvar no podia objetar nada a este plan. Despues de todo, el pais beligerante habia creado en Jardania mas problemas de los que le correspondian, especialmente tras su agresion a la frontera oriental. Estaban corrompiendo a los grupos insurrectos dentro de las propias fronteras de Jardania y estaban ocurriendo cosas horribles, atrocidades que nunca hubieran pensado que pudieran suceder en su reino. Habia estado con sus primos en una larga cumbre, de tres dias de duracion la semana pasada. Parecia como si, en este punto, la guerra total fuera inevitable. Dvar solo esperaba que Estados Unidos se alineara con ellos. Despues de todo, Emma, la esposa de su primo Munir, tambien era hija de un poderoso senador. Nada podia ayudar porque los problemas estaban llegando a todas las tierras que gobernaba la dinastia Yassin y solo podia ponerse peor. Pero no podia pasarse la vida encerrado en la sala de guerra, y confiaba en que sus primos fueran capaces de manejar todo el asunto durante una semana o mas, el tiempo que necesitara para consolidar los asuntos que necesitaba poner en marcha. Era posible... bueno no era posible, era seguro, Dvar estaba rabiosamente celoso de sus primos. Ambos habian encontrado novias increibles y seductoras al raptar mujeres americanas. Farzad parecia particularmente encantado con Alexis Monroe y, francamente, tras haber espiado a su bonita y menuda hermana en la celebracion de la boda unos meses antes, Dvar podia ver por que. La familia entera era mas que notable. Se habia enamorado totalmente de la hermana pequena, Amy, desde lejos. Este era el motivo por el que se encontraba sentado a una mesa, en medio del patio principal de la Universidad de Boston, vigilando a la chica. Queria hacerse una idea de como era antes de llevarla con el a Jardania. Hasta el momento, podia decir que sobre todo se cuidaba a si misma. Aunque habia dejado la escuela de graduados, era muy probable que estuviera en el campus, sentada en el patio, viendo pasar a la gente, o no pocas veces encerrado en lo mas profundo de la biblioteca. Era una intelectual. Al recordar su tinte y sus piercings - una verdadera jequesa no los llevaria - se sorprendio un poco. Era bastante reganona, cosa que el habia podido oir por si mismo en la boda. Amy no habia medido sus palabras hablando con Farzad, especialmente respecto a los metodos de seduccion de su primo. Sin embargo, su lado mas tranquilo y amable habia sorprendido y encantado a Dvar. Habia algo en las personas observadoras que podia ser educado, que podia ser controlado y alentado para que llegara a ser el tipo de equilibrio y pensamiento cuidadoso por el que destaca una verdadera jequesa. Ella se movio un poco y miro por encima de su hombro, y el levanto el periodico hasta su cara. Desde que empezo a vigilarla, algunas veces casi le habia sorprendido haciendolo, al casi verle mirarla fijamente. Amy era avispada ademas de estar pendiente de su entorno. Por supuesto, Dvar habia servido y conducido su propio ejercito durante varios anos. Tampoco era facil de sorprender. "Maravilloso," se dijo a si mismo. "Lo hara esplendidamente." *** Hakim, su sirviente de mas confianza, entro en la parte privada de su jet. El hombre mayor llevaba sujeto el paquete pequeno, colorido y blasfemante que Dvar habia estado esperando. "Mi jeque, hemos puesto a salvo a la senorita Monroe, como pidio. Estamos ya en el aire y estaremos en Jardania en las proximas diez horas." El sonrio y asintio en direccion a la chica. "Esta bien, ahora dejanos" "Es un poco problematica, mi senor." Se rio, realmente conmovido de que Hakim estuviera preocupado por el. Aunque si la fierecilla estuviera diciendo palabrotas sin parar y, francamente, tratando de golpear cualquier cosa que estuviera cerca de ella, apenas media un metro cincuenta y probablemente pesaria unos cuarenta kilos chorreando agua. "Creo que podre manejarla." "Fue capaz de magullar a Asaad, senor." "Entonces, puede que ella disfrute con diferentes juegos," dijo, asintiendo hacia Hakim. "Ahora, por favor, vete." Hakim titubeo un momento mas antes de hacer una reverencia y volver a la parte principal del avion. El pasamontanas todavia cubria la cabeza de la chica y sus manos estaban atadas a su espalda con bridas. Dvar se aprovecho de la situacion y cerro la puerta, asegurando la cerradura. "Ahora," dijo el, rodeandola y rozando su clavicula con la mano. Le habian quitado el abrigo antes de atarla. Por eso, lo que vio fue la misma camiseta negra que se cenia incitante a sus bonitos pechos. Podia incluso sentir su piel, tambien, suave y cremosa. "Esta a mas de veinte mil pies de altitud. No puede escapar si quiere hacerlo y no le aconsejo que salga de esta habitacion. Yo juego sucio, senorita Monroe." Ella jadeo y el pudo ver como se encogia incluso bajo la oscura capucha negra que llevaba. "?Por que me esta haciendo esto?" El se encogio de hombros y retiro la negra capucha que cubria su cara. Sus ojos, agudos, inteligentes y tan azules como el cristal tallado, se fijaron en el. Amy parpadeo algunas veces mas, como si estuviera tratando de orientarse. "Te conozco, ?verdad? En cualquier caso, no solo de la cafeteria." El asintio. "Estabas muy enfadada con mi primo, Farzad, y con como habia tratado a tu hermana, segun tu percepcion." Se volvio hacia el, y pudo ver el fuego que quemaba en aquellos inolvidables y profundos zafiros. "?Que tu que? ?Es que me estas gastando alguna broma rara? Yo no estoy metida en esa mierda de la princesa arabe. !Quiero irme a casa!" Se abalanzo contra el y trato de golpearle. Dvar tenia que reconocerle el merito, la chica era rapida. LA esquivo, justo por los pelos y giro para ponerse detras de ella. Empujandola hacia la cama, la giro para que quedara de frente a el, sujetandola entre su cuerpo y el colchon. "Bueno, esto no ha sido muy agradable, fierecilla." Ella se retorcio debajo de el, pero el tenia unos cuarenta y cinco kilos de musculo encima de ella y no tenia ninguna esperanza de poder moverle. "!Joder, quitate de encima!" El sonrio y beso su garganta dejando que su lengua se demorara, lamiendo el punto en el que se sentian los latidos de su corazon. "No, eso vendra despues, mi jequesa. Aunque eso no quiere decir que no podamos divertirnos un poco aqui. ?Nunca has querido unirte al Club de la Milla de Altura?" Se quedo tan quieta como una estatua debajo de el. "Quiero irme a casa. No quiero ser reina como mi hermana y sin duda, no he firmado para esto." "No, no creo que lo hicieras," dijo el. "Ahora, voy a levantarme y tu no te vas a mover de esta cama. Si lo haces, no van a gustarte las consecuencias." Ella asintio desde debajo de el. "No vas a hacerme dano, ?verdad?" "Hay algunos juegos que me gustan, fierecilla, pero nada de eso es relevante aqui o ahora. No te arrojare de nuevo a una cama si tu no huyes o intentas pegarme otra vez. ?Te parece un acuerdo justo? Sere civilizado mientras tu tambien lo seas." "!No se que significa civilizado para ti en ese retrogrado y diabolico agujero del desierto del que vienes, pero para mi significa que no se secuestran mujeres que van del trabajo a casa y se les atan las manos!" dijo ella. El se puso de pie y le devolvio una sonrisa de suficiencia, mientras ella se ponia boca arriba. "Bueno, fierecilla, cada familia tiene sus costumbres. Los hombres Yassin saben lo que quieren. Vemos lo que deseamos y lo cogemos para nosotros. Definitivamente, tu eres algo que, sin mas, deseaba tener desde el momento en el que puse mis ojos en ti." "Bueno, no puedo decir que el sentimiento sea mutuo, imbecil." El se encogio de hombros. "Necesitamos encontrar cosas mejores que hacer con esa boca tuya, Amy." "Creo que tengo millones de cosas que puedo decirte. ?Te he dicho que te vayas al infierno?" El se rio entre dientes. No le extranaba que su primo estuviera embelesado por su hermana Alexis. Tenia mucho caracter, era muy intensa. Suponia un desafio mayor que ninguno planteado por cualquiera de las mujeres de su harem. Definitivamente, era una distraccion que merecia la pena frente a las preocupaciones de la guerra y el caos. Dvar se rio profundamente otra vez y se inclino sobre ella. No se dejo caer de nuevo en la cama o la aprisiono con su peso, simplemente se inclino sobre ella para besarla en los labios. Amy cerro fuertemente los labios y no se movio bajo el. Eso no podia quedarse asi, no si el tenia algo que decir al respecto. Finalmente, estiro una mano y amaso su pecho. Lo noto suave y blando a su contacto, de forma natural. Era pequena y delgada, pero el adoraba la sensacion de tener su delicado pecho en la mano. Ya podia sentir como se endurecia el pezon a traves del fino tejido de la camiseta y el sujetador. Dvar paso su pulgar sobre su pecho y ella se estremecio, el pezon se endurecio instantaneamente debido a sus atenciones. Puso la boca en la oreja de ella. "No te plantees siquiera intentar morderme." "No lo hacia," dijo ella, pero su tono era debil y titubeante. Habia pensado en ello. Una vez mas, probaba que era una luchadora, una excelente cualidad par una jequesa, para una futura madre de la dinastia Yassin. "No me gusta esto." "Tu pezon se ha endurecido con mi contacto" dijo el, enfatizando sus palabras con un movimiento circular alrededor del pezon, disfrutando de como se sentia bajo sus esfuerzos. "Tu respiracion se ha convertido en jadeos irregulares. Joder, hasta se te estan dilatando las pupilas. Estas mas excitada de lo que tu quisieras." Enfatizo sus palabras besandola en los labios, dejando que sus dientes mordisquearan la suave carne. No la hizo sangrar, nada tan dramatico como eso, pero disfrutaba la sensacion de tener su labio, tan suave y vulnerable, entre los dientes. Amy tomo aire bruscamente y se estremecio debajo de el. Sus parpados temblaban y ella lo evaluo, con los ojos entrecerrados y expresion hambrienta a pesar de su enfado. El sonrio de nuevo y la beso, bajando por su garganta y yendo hacia su clavicula. Le rozo el hombro con los dientes, disfrutando la forma en la que se estremecia al tocarla. Su mano todavia masajeaba su pecho y el no podia esperar para sentir su calor rodeando toda su longitud, sentirse en casa al hundir su carne dentro de ella. Pero para eso aun queda mucho tiempo, deja que te lo diga. Nada es divertido si lo coges todo desde el principio. Despues de todo, ?la paciencia no es una virtud? Aun asi, quiza disfrutar un poco mas de diversion no estaria mal. Beso sus labios una ultima vez e incluso permitio que su lengua invadiera la boca femenina, enroscandose con la de ella y luchando por dominar el beso. Incluso entonces, ella se retorcia y luchaba debajo de el, como si ni siquiera un beso fuera algo que Amy rindiera gratuitamente. Dios, ella estaba tan motivada y era tan testaruda como el. Esto se iba a convertir en un duelo de voluntades que el no podia esperar a ganar. Al besarla, hundio su firme dureza en sus caderas, prometiendole mucho mas cuando llegaran a casa, a Jardania. Se puso de pie, sonriendole. "Hasta pronto, fierecilla... ?cuando te volvere a ver?" "?Me dejaras ir, gilipollas egocentrico?" exigio ella, "No, tenemos que jugar, de verdad."

  • Tres dias de agosto de Jordi Sierra I Fabra

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    El septimo caso del inspector Mascarell, la serie de novela policiaca de Jordi Sierra i Fabra. Miquel Mascarell tiene tres dias para resolver un misterio que se ha mantenido en pie desde hace doce anos y que esta relacionado con los bombardeos de 1938 en Barcelona.

  • Vidas fragiles de Stephen Westaby

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  • En el jardin del ogro de Leila Slimani

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    Adele parece tener una vida perfecta. Trabaja como periodista, vive en un bonito apartamento en Montmartre con su marido Richard, medico especialista, y con su hijo de tres anos, Lucien. Sin embargo, bajo esta apariencia de cotidianidad, Adele esconde un inmenso secreto, la necesidad insaciable de coleccionar conquistas. <> es la historia de un cuerpo esclavo de sus pulsiones, una novela feroz y visceral sobre la adiccion sexual y sus implacables consecuencias. <> De la autora de <>, Premio Goncourt 2016.

  • La hechicera indomita (La Era de los Cinco Dioses 2) de Trudi Canavan

    https://gigalibros.com/la-hechicera-indomita-la-era-de-los-cinco-dioses-2.html

    Continuan las aventuras de Auraya en un universo de magia, heroismo, intriga y amor prohibido, en esta segunda entrega de <>.

  • La mujer del porvenir de Concepcion Arenal

    https://gigalibros.com/la-mujer-del-porvenir.html

    Escrito en 1869, La mujer del porvenir es un tratado donde Concepcion Arenal analiza la inferioridad en la que vive la mujer y la marginalidad que sufre, y a la vez aporta medidas y soluciones para acabar con dicha situacion, como mejorar su educacion.