• libro herido level - Eloy Tizon

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    ?Como lee un escritor? ?En que aspectos se fija? ?A que abismos se asoma? ?De que manera las ficciones atrapan y modifican nuestra mirada? Todas estas cuestiones, y muchas otras, comparecen en este ensayo literario, articulado en torno a ocho constelaciones tematicas, en las que creadores y libros dialogan entre si, se complementan, discuten o colisionan, siguiendo la maxima del autor segun la cual: “Diamante corta diamante”.

  • Herido Tapa blanda - Suzuma, Tabitha, Garc�a, Eva ...

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  • Herido leve: Treinta a�os de memoria lectora - Libros ...

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    Herido leve: Treinta a�os de memoria lectora: 275 (Voces / Ensayo) : Tiz�n, Eloy: Amazon.es: Libros.

  • Herido leve - Editorial P�ginas de Espuma

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    Eloy Tiz�n. El primer libro de ensayos literarios de uno de los maestros del cuento espa�ol. Treinta a�os de lecturas, rese�as y trabajos sobre una ...

  • Libro Herido Nuevo | Meses sin intereses

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  • herido leve: treinta a�os de memoria lectora-eloy tizon ...

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  • Herido de Tabitha Suzuma? libro gratis pdf y epub - Hola Ebook

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  • �qui�n es rayden? - Josi Cortes

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    Adem�s de su faceta dentro de la cultura hip-hop, en este mes de marzo, RAYDEN publicaba su primer libro, un poemario bajo el nombre Herido Diario, ...

  • El Sanador herido - Mercaba.org

    https://mercaba.org/mediafire/el%20sanador%20herido.pdf

    Por eso este libro lleva el t�tulo de El sanador herido. New Haven, Connecticut. 8. I. EL MINISTERIO EN UN MUNDO DESESTRUCTURADO.

  • HERIDO DIARIO. MART�NEZ �LVAREZ, DAVID. 9788494268687 ...

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    HERIDO DIARIO, MART�NEZ �LVAREZ, DAVID, $299.00. Los libros lo saben todo de quien los escribe, leerlos es igual que leerle la mano a su autor.

  • Pleyades de Michael Dantes

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    Era el ano 1942 cuando los Nazis avasallaban una gran parte del continente europeo, la segunda guerra mundial se mantenia fuerte y sangrienta mientras que millones de personas perdian sus vidas. Jericco Goldstein era uno de los tantos Doctores en el imperio Nazi, lo fue hasta el dia en que fue sorprendido vendiendo informacion privada de Alemania a Rusia y a Los Estados Unidos de Norteamerica, fue sentenciado a una muerte lenta y miserable.
    Despues de morir se enfrenta a terribles sucesos que seguro nadie esperaria despues de la muerte, el terror y el misterio lo acompanaron desde el inicio de su sufrimiento. El renace en un mundo medieval que se asimila al planeta Tierra y se ha de topar con los hechos mas sucios y oscuros de la historia, desamparado y solitario, es senalado y juzgado como un hereje por parte de los sombrios enemigos que hizo desde su gran llegada a Pleyades.

  • La redencion del lobo (Wolfheart 2) de Jess Gr

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    Hace diez anos deje escapar a la mujer de mi vida. Desde entonces me he convertido en un hombre frio y sin escrupulos, pero ahora ella ha vuelto para recordarme que aun hay bondad en mi interior.

  • Maldito United de David Peace

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    En 1974, el brillante y controvertido Brian Clough tomo las riendas como entrenador del Leeds United, que la temporada anterior habia ganado la Liga liderado por su anterior Mister, Don Revie, el eterno rival de Clough. El fugaz y fatidico periplo de Clough en el Leeds duraria tan solo cuarenta y cuatro dias.
    El relato intercala estas funestas jornadas con la narracion de la trepidante trayectoria de un joven Clough, que, tras sufrir una temprana lesion que lo aparto prematuramente de los terrenos de juego y de dirigir al Hartlepool, logro que un Derby County por el que nadie daba un duro fuera campeon de Segunda Division en la temporada 1968-1969 y se coronara campeon de Primera en 1972, gesta que convirtio a Clough y a su segundo entrenador, Peter Taylor, en leyendas.
    Con una prosa adusta y obsesiva que reinventa el “stream of consciousness” joyceano y bebe del particular estilo de Thomas Bernhard, Peace erige el retrato de un hombre enloquecido por una ambicion desmedida, iracundo y crapula, despotico y vengativo, que conmociono y fascino a partes iguales a los ingleses desde los banquillos, los platos de television y las columnas de la prensa deportiva. A partir de un exhaustivo proceso de documentacion, Peace reconstruye en esta sobresaliente obra de ficcion documentada algunos de los dias mas aciagos e intensos del futbol britanico.
    Maldito United esta considerada una de las mejores novelas jamas escritas sobre el futbol.

  • Trufas para el comisario de Pierre Magnan

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    En la pequena localidad de Banon, en la Alta Provenza, los campesinos viven de la cria de cabras y, sobre todo, del lucrativo comercio de la trufa. ?Quien le iba a decir al comisario Laviolette -dispuesto a degustar en forma de tortilla poco cuajada el delicioso hongo de la region- que se encontraria con un buen monton de cadaveres y que una cerda llamada Roseline seria su mejor aliada? ?O que se toparia con una sepultura de los protestantes expulsados por la iglesia cuatrocientos anos atras, y que, tras una serie de estrepitosos fracasos, la solucion al caso surgiria ante el por azar, en una comunidad plagada de odios larvados y viejas supersticiones?
    Publicada originalmente en 1978, la inteligente y atmosferica obra de Pierre Magnan -sin duda uno de los grandes nombres de la novela negra europea-, a mitad de camino entre Fred Vargas y Jean Giono, es un autentico festin de ironia, sutileza y oscuridad.

  • Einstein y el arte de montar en bicicleta de Ben Irvine

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    Ben Irvine nos explica como experimentar la sabia manera de ver la vida de Einstein a traves del sencillo placer de montar en bicicleta. Esta obra arroja una nueva luz sobre la vision holistica del mundo de uno de los grandes iconos de la ciencia y explora como alcanzar el equilibrio y la atencion plena a traves del placer de montar en bicicleta. Ben Irvine nos muestra una forma de vida ecologicamente consciente, integrando conceptos filosoficos, practicos y personales.

  • El castillo de hielo de Irene Adler

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    l tren se detuvo justo en mitad del valle. Al otro lado de la ventanilla, los bosques de abetos que tapizaban las laderas de las montanas se dejaban acariciar por el sol de la tarde. Todo parecia inmovil y sereno, como en un paisaje colgado en el salon de alguna anciana de la alta sociedad. El contraste entre aquel panorama y mi estado de animo me arranco de los labios un corto suspiro. Debiamos de llevar parados un rato, pero no me di cuenta hasta aquel momento, como si me hubieran despertado las voces que ahora se oian en el valle. --Una vaca en las vias... o algun otro pequeno incidente por el estilo --me explico Horace Nelson, nuestro fiel mayordomo, con una sonrisa apenas esbozada--. Estoy seguro de que dentro de poco nos pondremos en marcha de nuevo. Mire por la ventanilla y no vi vacas pastando, pero si me parecio ver algo, apenas una sombra huidiza en el verde brillante del prado que desaparecio enseguida entre los abetos. Yo, distraida por muchos otros pensamientos, no le di importancia. Tendrian que pasar algunos dias para que me percatara de que aquel episodio insignificante habia sido, en realidad, el primer indicio de un gran misterio. El mas denso e intrincado con el que me habia tropezado nunca. Por entonces, de todos modos, no tenia la menor sospecha y no hice mas que asentir, esbozando a mi vez una palida sonrisa para Horace. Reflexione, por contra, acerca de cuanto habia cambiado el comportamiento del senor Nelson con respecto a mi en aquellas ultimas semanas. Era como si hubiera retrocedido varios pasos para volver a la discreta cortesia que siempre me habia reservado, hasta unos meses atras. Aquella era su manera de hacerme saber que comprendia la convulsion en que se hallaba mi espiritu y que, en lo que de el dependiera, tenia intencion de dejarme en paz. Pero la paz en si era para mi algo extremadamente distante, inalcanzable, en aquellos dias. De hecho, ?como podia encontrar la paz quien acababa de ver como el destino ponia patas arriba su vida y como todo lo que le parecia seguro de repente se escurria entre sus dedos? www.lectulandia.com – Pagina 6 Todo habia ocurrido pocas semanas antes, mientras me encontraba en Paris: acababa de salir de un oscuro asunto en el que Sherlock y Arsene, mis grandes amigos, y yo misma nos habiamos visto involucrados, no sin grandes peligros, cuando el destino habia decidido imponer un brusco giro a mi vida. Una senora de hermoso rostro y ojos profundos con la que me habia encontrado en varias ocasiones en el pasado, siempre de manera fugaz y un tanto misteriosa, esta vez se habia sentado a hablar conmigo y me habia desvelado por fin su (!nuestro!) secreto; se llamaba Alexandra Sophie von Klemnitz y era mi verdadera madre. Muchas veces, con el transcurso del tiempo, he vuelto a pensar en las horas siguientes a aquella revelacion con la esperanza de comprender, al menos en mi recuerdo, cuales fueron mis sentimientos. Pero cada vez que la memoria trata de aferrar aquellos momentos, todo se vuelve borroso y no puedo dejar de ser avasallada de nuevo por la misma confusa sinfonia de impresiones y estados de animo. Recuerdo, por ejemplo, que tuve la sensacion de encontrarme en un extrano sueno en el cual nada de lo que me ocurria era real. Y tambien recuerdo que pense largo y tendido en mis sentimientos hacia el senor y la senora Adler; por mucho que los quisiera, especialmente a mi padre, ?acaso no habia advertido siempre una inexplicable sensacion de que me eran ajenos? Asi era. Pero !que desconcierto habia provocado en mi el enterarme de que no se trataba de la intangible impresion de una muchachita de animo inquieto, sino de algo que tenia todo el peso y toda la crudeza de la realidad! Y recuerdo, ademas, ciertos pensamientos que trataba de mantener alejados y que retornaban continuamente para herirme como punzadas. ?Por que aquella mujer de aspecto tan amable me habia abandonado, aceptando separarse de mi, de su hija? ?Como habian podido los senores Adler vivir tanto tiempo ocultando aquella mentira? ?Como habian podido, dia tras dia, prestarse con tanta dedicacion a tal farsa? Y, sobre todo, ?quien era yo realmente? ?Quienes eran mi padre y mi familia? Tal vez sea precisamente ese sentimiento el que recuerdo con mayor nitidez: la intransigencia de la chica que era yo por entonces, deseosa de obtener todas las respuestas de inmediato para poder poner fin asi al carrusel de mentiras en que me parecia que se habia convertido mi vida. Y estos son, tambien, los recuerdos para mi mas dolorosos hoy. Porque el odio y el desprecio que en aquellos dias rezumaba mi alma herida no excluian siquiera a quien, como el senor Leopold Adler, no merecia en realidad ninguna condena, pues habia tomado cada una de sus decisiones guiado por una innata bondad de espiritu. Pero el corazon de una chica es impetuoso y considera enganos o viles excusas todo lo que no contribuya a aplacar su sed de verdad. Con tal turbulencia animica viajaba entre los majestuosos perfiles de los Alpes suizos en direccion a Davos, donde precisamente iba a encontrarme con Alexandra Sophie von Klemnitz, la desconocida, la que debia esforzarme en aprender a llamar <>. Aquel encuentro, obviamente, habia sido decidido de comun acuerdo con los senores Adler. Porque mis padres adoptivos, pese a mi insistencia cada vez mas vehemente, www.lectulandia.com – Pagina 7 se habian empenado en no darme ninguna explicacion sobre las circunstancias de mi adopcion. --Son explicaciones que una madre tiene el derecho, es mas, el deber de dar a su hija mirandola a los ojos --me habia dicho la senora Adler, tensando los musculos de la cara para contener las lagrimas--. Tendras que esperar, pues, a poder hablar con la senora Von Klemnitz.

  • La Chica Que Queria Una Aventura de Olivia Saint

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    Deja que el te lleve en una aventura de amor y placer, para que descubras un nuevo mundo.
    Jess decide realizar un intercambio, yendo a otro pais con su mejor amiga, pero todo cambia cuando conoce a un chico malo que le produce sensaciones que nunca jamas habia experimentado antes. El la llevara; por una montana rusa de sensaciones extremas en donde el placer es el principal protagonista.

  • La Isla Inaccesible de David Rotger Llinas

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    Madrugada del dia 26 de junio de 1582. Grupo de islas Terceras, a seis leguas al sur de la isla de San Miguel. Desde la tarde del dia 22, las escaramuzas entre la flota espanola, bajo el mando del almirante Alvaro de Bazan, y la corsaria francesa a las ordenes del condotiero Felipe Strozzi, han sido continuas y ambas escuadras se vigilan desconfiadas.

  • Con mi tanga no se juega, !bruja! (Brujas 1) – Monica Garub de Monica Garub

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    “Dicen que las brujas debemos estar escondidas, que nuestro don ha sido otorgado por un ser de la oscuridad y que ante todo no sabemos amar sin utilizar nuestra magia.

  • Mi jefe otra vez de Whitney G

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    Cuando ella y Jonathan empiezan a preparar la boda de sus suenos para formalizar su compromiso de amor eterno, Claire se da cuenta de que el doloroso pasado que habia dejado atras esta mucho mas encima de lo que pensaba, y la duda parece querer instalarse en su perfecta vida junto a Jonathan.

  • Fuego blanco (Inspector Pendergast 13) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    Pasado y presente se entrelazan en este nuevo y escalofriante misterio del inspector Aloysius Pendergast.

  • Cenizas de carnaval de Mariana Travacio

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    Un anciano que cumple con la ultima voluntad de su esposa y arroja sus cenizas en el rio. Una madre obsesionada con la limpieza que obliga a los hijos a rituales insolitos. Un hombre perturbado por el movimiento de las cosas pretende que todo quede inmovil, como el mosquito que mato en la pared. Una hija que recuerda a su madre muerta, que nunca la escuchaba y la hacia comer todo el tiempo.

  • Ex luna de miel de Nina Klein

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    Mi matrimonio habia durado exactamente cuatro dias. Bueno, cinco, si contaba el dia de la boda.
    Seguramente haya batido algun record.
    George, mi marido, me habia abandonado aquella misma manana para irse con una mujer que habia conocido durante nuestra luna de miel.
    Juro que no me lo estoy inventando. Parece increible, pero alli estaba, en un resort de cinco estrellas en Aruba, con once dias de luna de miel por delante. Sola.
    Rodeada de parejitas felices por todas partes.
    Asi que decidi emborracharme. ?Que otra maldita cosa podia hacer?

  • Me entregaras tu corazon de Sophie Saint Rose

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    Sondra Anderson es la hija del ranchero mas importante de la zona y desde su nacimiento sabe que va a ser quien dirija el negocio. La llegada de Kevin al rancho provoca mil cosas, sobre todo en su corazon, pero no le gustaba nada que metiera las narices en las decisiones que ella debia tomar con su padre. Vale que era muy bueno en su trabajo y los hombres le respetaban, pero ella era la duena. Aunque eso no era lo unico que le molestaba. Que la considerara una cria la ponia de los nervios y solo habia una manera de vengarse, fastidiarle todo lo que podia.

  • Irse de Esmeralda Berbel

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    Hecho de sentimientos, Irse es el diario personal de Esmeralda Berbel a lo largo de tres anos clave en su vida: los de su divorcio. “Me abandonas dos veces, entre una vez y otra pierdo un puente; me duelen las rodillas y los nudillos de la mano derecha; entre una vez y otra, escribo, lloro y te dejo. Me hago dano. Me enamoro. Vuelves. Te vas. Y veo en la palabra abandonar la palabra dar y la palabra mujer.” El movimiento es una constante, asi como las voces de sus allegados, dialogos que se transforman en paisajes y que tan pronto traen una descripcion de la Barceloneta como de Portland o de la selva amazonica. Berbel hace de la escritura un boquete por el que mirar, una forma de asomarse a la vida que fue y ya no es. “Me gustaria ver, en la palabra, cuando cambia el lenguaje, cuando cambia el dolor, cual de los dos se anticipa.” Su lectura fluye como una novela gracias a su prosa y a la prudente distancia literaria en la que esta escrito.

  • Texas no suena mal de Christian Martins

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    Violet observo el rebelde mosquito que, a pesar del frio, se movia libremente por la habitacion a sus anchas. Febrero acababa de llegar al calendario y penso que aquel pequeno insecto debia de ser un verdadero superviviente si habia superado las peores nevadas. Carlos estiro el brazo sudoroso y lo dejo caer sobre el vientre de ella. Se sintio pegajosa, sucia y asqueada, pero se contuvo y no dijo nada. Sabia que ese "momento de despues" a el le encantaba y, en su justa medida, habia decidido ser tolerante en esos pequenos aspectos. Violet podia ser complicada, si. Pero con Carlos se mordia la lengua y se lo guardaba dentro, lo que la llevaba a aparentar el aspecto externo de una chica --casi-- normal. ?Y por que se mordia la lengua Violet? ?Por que intentaba ser mas permisiva con el de lo que habia sido con el resto de sus parejas? Porque Carlos era el mejor amante que jamas habia tenido. Quizas se debia a la sangre latina que corria por sus venas, o puede que, simplemente, la buena herencia que tenia entre sus piernas hacia que todo fuera mas sencillo. Violet no lo sabia, aunque tampoco le importaba demasiado. Carlos era genial en la cama y con eso, le bastaba. --?Estas feliz conmigo? Despues de hacer el amor, Violet solia salir escopetada a la ducha. Odiaba sentirse sucia y la repugnaba saber que tenia restos de otra persona en su interior. Si, por Carlos hacia un esfuerzo y se quedaba en la cama, abrazada a el, durante varios minutos. Pero solian hacerlo en silencio, no manteniendo una profunda y absurda conversacion. --Claro que si --respondio, como si la duda resultara ofensiva. Aunque, en el fondo, Violet no tenia muy claro que significaba ser feliz. Nunca habia sabido con exactitud que era lo que queria y esperaba en la vida, lo que conllevaba a que, de vez en cuando, padeciera la desagradable sensacion de "estar perdida en el mundo". --Me alegro --respondio Carlos, justo antes de besarla en el hombro desnudo. Violet se obligo a sonreir. --Me voy a la ducha --dijo, incorporandose, cuando considero que ya se habia mantenido un tiempo prudencial junto a el. --No, no... Quedate aqui conmigo un rato mas --suplico, reteniendola--. Me encanta estar aqui, tumbado, junto a ti --mascullo--. Hueles tan bien... Cogio aire profundamente y se obligo a serenarse. Su obsesion por la limpieza la habia enfrentado en mas de una ocasion con sus parejas, y con Carlos estaba aprendiendo a contenerse. Segun su psicologo, aquellos ultimos meses estaba avanzando a pasos agigantados. --Esta bien, pero... ?Podrias traerme un poco de agua? --pregunto, sin borrar esa sonrisa falsa que habia aprendido tan bien a poner--. Estoy sedienta. Violet habia asimilado que nadie la querria tal y como era en realidad, asi que habia pasado al plan b: aparentar. Su psicologo se empenaba en decir que sufria de "filofobia", pero ella estaba convencida de que, en el fondo, no tenia ningun problema. Solo era diferente a los demas, nada mas. Carlos asintio sin dudar y se levanto de la cama. Ella se quedo alli tiraba, observando sus apretadas y firmes nalgas hasta que desaparecieron por detras de la puerta. En ese instante, calculo que tenia unos dos minutos aproximados para levantarse, correr hasta el bano, asearse, lavarse los dientes y volver a la cama. Salto del colchon y, con rapidez, corrio hasta el bano. Se lavo las axilas con agua y jabon mientras se enjugaba la boca con solucion oral. Escucho a Carlos en el exterior y se apresuro a regresar con rapidez al colchon, corriendo. El entro en la habitacion con un vaso de agua en la mano, le dedico una esplendida sonrisa y senalo a Mila, la perrita de Violet. Violet adoraba a su perra y le tenia muchisimo mas aprecio que a la mayoria de las personas de su vida, pero odiaba con toda su alma que se subiera en la cama. Y Carlos lo sabia. Contuvo el aliento mientras se disponia a llamarle la atencion. --Carlos, por favor... Saca a Mila de la habitacion --le pidio con voz pausada, sin alterarse. Su psicologo solia decirle que, en momentos de estres como ese, debia contar hasta diez tranquilamente y recordarse a si misma que no debia exagerar. Si, Carlos habia dejado entrar a Mila en la habitacion, pero... Ya esta. No pasaba nada. Y eso era lo que Violet debia recordar siempre que se inquietaba por algo que en el fondo no tenia ninguna importancia. Carlos solto una risotada mientras se dejaba caer de nuevo en el colchon, junto a ella, antes de propinar un par de palmaditas a la colcha. Mila salto junto a el con agilidad mientras Violet sentia como las pulsaciones se le aceleraban y el ritmo cardiaco se descompensaba. --!Mila, fuera! --grito, pero el can decidio no obedecer a su duena. En lugar de salir, se tumbo sobre ella a lamerle la cara. Violet sintio como la vena de la frente se le empezaba a hinchar mientras las carcajadas de felicidad de Carlos resonaban de fondo. --!Mila, fuera, para! --grito, enfadada y disgustada al mismo tiempo. La sujeto con fuerza del collar y la obligo a descender. Y en ese preciso instante, sintio un bulto en el cuello del animal que, hasta el momento, habia pasado desapercibido. --Pero... que... --murmuro, agachandose junto a su perrita. Se quedo mirando fijamente la cajita que el animal llevaba atada con un cordel a su collar. Alzo la vista hacia Carlos, preguntandose si aquello era cosa suya. El continuaba sonriendo, feliz. Violet cogio aire, tiro del cordel y desato la cajita. Anhelaba con toda su alma sacar a Mila de la habitacion lo antes posible, pero Carlos la miraba tan fijamente que se vio obligada a sonreir y abrir la cajita antes de continuar poniendo en orden su casa y su vida. Rasgo el envoltorio y entreabrio la tapa. Y en ese preciso momento, cuando vio el anillo de pedida en su interior, sintio como sus aceleradas pulsaciones desaparecian. Se quedo petrificada, helada. El corazon le dejo de latir y su cabeza se quedo totalmente en blanco. Solamente era capaz de repetirse una cosa, una y otra vez, en bucle: "otra vez no, por favor". Carlos se bajo de la cama y se arrodillo frente a la joven, mirandola directamente a los ojos. Parecia estar a punto de echarse a llorar. --Violet Ross... Se que tienes panico al compromiso, que tu vida es muy complicada y que odias pensar en el dia de manana. Pero creo que conmigo el manana sera diferente --dijo, procurando buscar las palabras mas sinceras--. Sera un manana que merecera la pena descubrir. Estos ultimos meses a tu lado han sido... !Uf! --resoplo--. Una verdadera montana rusa de emociones, asi que he decidido lanzarme. --?Lan...zar...te? --repitio, boquiabierta, mientras rezaba internamente porque no formulase la tan odiada y aterradora pregunta. --Violet Ross... ?Quieres hacerme el hombre mas feliz del planeta y casarte conmigo? Sintio como sus pulsaciones se reanudaban de forma descontrolada. Podia escuchar retumbando el bombear del corazon en sus oidos. Sonaba como una locomotora. Temblo de pies a cabeza, sin saber que decir, hasta que observo como la sonrisa de felicidad de Carlos se iba esfumando muy lentamente. Violet odiaba el compromiso con toda su alma. Incluso dudaba que fuera capaz de llegar a enamorarse. Pero si algo odiaba de verdad, mas que cualquier otra cosa, era el tener que enfrentarse a una situacion dificil. Los problemas, por alguna razon incomprensible, debia resolverlos de puertas para adentro, en soledad. --Violet... dime algo, por favor --suplico el con la voz rota mientras comenzaba a sentir como el corazon se le hacia anicos. --Si... --murmuro con un hilillo de voz casi inaudible. Le temblaban las piernas y tenia la sensacion de que en cualquier momento se vendria abajo, pero saco fuerzas de su interior y mantuvo la compostura. --Si, Carlos... si --repitio, procurando sonar mas segura y convencida de sus palabras. Y aunque el gesto de su rostro decia algo muy diferente a sus palabras, Carlos solto una risotada estruendosa y se apresuro a coger a Violet para levantarla al vuelo. Mila solto un par de ladridos por el estallido de felicidad que se palpaba en el ambiente, y cuando por fin Carlos volvio a dejar a la chica en el suelo, lo hizo para colocarle el anillo de pedida. Una hora mas tarde, Carlos se marcho de esa casa pensando dos cosas; que el postre de chocolate que Violet habia comido en la cena y que el habia rechazado estaba malo y que, por esa misma razon, la ultima hora se la habia pasado vomitando en el cuarto de bano. Y que estaba prometido con ella. Si, !Carlos y Violet estaban prometidos!

  • Ausencia de Tania Sexton

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    Me llamo Alejandra Pacheco Cortes. Desciendo de mexicanos, que, a su vez, descienden de espanoles, pero he nacido en California, y soy. perfecta.
    No lo digo yo, lo ve cualquiera, sobran las palabras. Pero si mi cuerpo y mi rostro son perfectos, mi cerebro es superior.
    He conseguido muchas cosas, la mayoria con sacrificio y trabajo. otras. con planificacion y sangre fria; pero ahora, toca el siguiente paso. Ya estoy preparada, y lo estoy porque lo he encontrado. Es el, a quien deseo por esposo, el hombre con el que formare una familia, y sera mio sin lugar a dudas, eliminando cualquier obstaculo, cualquier impedimento que surja.
    Espero no equivocarme. Hasta ahora, no me ha pasado.
    Yo soy la que planifico mi futuro, igual que planifique el pasado.
    Yo soy la que decido.
    El libre albedrio me pertenece.
    Y la ausencia de sentimientos me hace mas fuerte.
    ?No te lo crees?
    Preguntaselo a mi familia.

  • Todas Las Heridas Sanan de P. Franciscana

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    A veces, una herida puede ser algo horrible, algo doloroso, y sin embargo, en mi caso fue la mejor cosa que me pudo haber pasado en la vida. Fue gracias a estar herida que lo conoci.
    Todas las heridas sanan, pero yo esperaba que esta jamas lo hiciera. Que permaneciera abierta, sin importar el dolor que pudiera ocasionarme, siempre y cuando no me separaran de su lado.

  • Pide un deseo de Lana Fry

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    Nuestra vida esta plagada de deseos cumplidos y por cumplir; aquellos que creemos conocer y los que solo nuestra alma conoce; los que mueven montanas y los que nos mueven a nosotros a seguir avanzando.
    Mientras la fe de Thea en los deseos se tambalea, Ethan esta a punto de cumplir el suyo.
    Diez anos atras, la vida les llevo por caminos separados. Ahora, Thea vive en Roma y es duena de una coqueta boutique de joyas. Puede que la relacion con sus padres no sea la mejor y eche de menos a sus amigos, pero es feliz. Por otro lado, Ethan esta en su mejor momento. ?Como no estarlo, si tiene el ascenso por el que ha peleado sin descanso al alcance de la mano? Nada puede salir mal.
    Pero el destino es caprichoso. Reencontrarse por sorpresa no solo tambaleara sus vidas sino que abrira viejas heridas que creian curadas.
    No hay nada como mirar a los ojos al pasado para darse cuenta de que, por mucho que traten de esconderse, hay suenos y deseos que son imposibles de apagar.
    <>.

  • Salvando el para siempre 1 de Lexy Timms

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    A veces, el corazon necesita un tipo diferente de rescate.averigua si Charity Thompson encuentra una manera de salvar el para siempre en esta novela del ambito hospitalario por la aclamada escritora de novelas romanticas, Lexy Timms.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • El sentido de la vida de Carla Pi (Los libros de Nico y Carla 2), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • El panuelo negro de Rafael Sarmiento

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    Habian pasado treinta anos, pero el rostro de Elisaveta no lo aparentaba. Ni su figura, ni su porte ni el aura que rodeaba la elegancia de aquella hermosa mujer. Al menos asi lo pensaba Marek, su marido. Treinta anos hacia que la habia tomado por esposa y el seguia viendo en ella a aquella joven alta y rubia, de maneras lozanas, ojos picaros y sonrisa mordaz que le cautivo en su juventud y que, aun entonces, cuando ambos habian sobrepasado de largo la cincuentena, seguia dejandole sin habla cuando le miraba con ese gesto confiado tan cargado de sensualidad. La cena habia sido excelente, muy acorde con la celebracion de dicho aniversario. El siguiente seria un buen dia para continuar con la rutina de sus vidas, pero aquella noche pasearian tranquilamente, si el frio lo permitia. Marek nunca descuido a su esposa, a pesar de la enorme responsabilidad que conllevaba su trabajo, pero vivia con el pesar de no haberle dedicado mas tiempo, que era lo que de verdad le hubiera apetecido. Siempre penso que no se puede tener todo, que quien mucho abarca, poco aprieta y que llevaban una vida de ensueno, al menos en comparacion con la inmensa mayoria de la poblacion del pais en el que vivian. Pero dicha vida era consecuencia de su trabajo, de su estatus, y ese era el precio que debia pagar. Sin embargo, aquel dia era para ellos. Aquel dia, no habia otra cosa que no fueran ellos. Acababan de terminar los postres y, al tiempo que avisaba al camarero para que le trajera la cuenta, Marek hizo un gesto a Juliusz, su escolta, que esperaba en otra mesa mientras tomaba algo y leia un libro. De inmediato, se levanto de su asiento y se dirigio a la salida. Hasta que el no lo autorizara, Marek y Elisaveta no saldrian del restaurante. – Aqui tiene, senor-. El camarero, perfectamente vestido, como era propio en un sitio de lujo como aquel, tardo apenas un minuto en traerles la cuenta. Era quien les habia atendido desde que entraron en aquel lugar y habia hecho su trabajo de una manera mas que eficiente, lo cual satisfacia sobremanera a Marek. Era algo que el valoraba mucho en un profesional, daba igual el rango o el sector. En su opinion, el trabajo habia que hacerlo bien, terminar siempre lo que se empieza, nunca dejar nada a medias y emplearse a fondo para que el resultado sea el mas satisfactorio posible. A pesar del nivel en el que se manejaba en la vida, no juzgaba a los demas en funcion de su estatus o su ocupacion, sino por la efectividad con la que lo realizaba. Y aquel camarero habia aprobado con nota alta segun su escala de valoracion. Una vez pagada la cuenta, la pareja permanecio en sus asientos hasta que Juliusz se asomo desde la puerta de salida y les hizo un gesto. – Ya nos podemos ir-. Marek se levanto entonces y retiro la silla de su esposa para facilitarle a ella el que lo hiciera tambien. Luego, ambos se dirigieron al guardarropa, donde les dieron sus abrigos, se los pusieron y salieron del restaurante, ella agarrada al brazo de el y el encantado de sentir el contacto de ella. En verdad, hacian una pareja imponente. Ambos altos, bien parecidos y con el porte gallardo tan propio de quienes, por su posicion, miran la vida por encima del hombro, por mucho que traten de evitarlo viviendola con sencillez y sin estridencias, como era el caso. Juliusz se echo a un lado y les dejo pasar delante de el. Luego, espero unos segundos mientras Marek y Elisaveta caminaban, para empezar a hacerlo el unos metros por detras, de manera que pudiese tenerlos a la vista y al alcance, pero sin molestarles en lo mas minimo. – Hace una noche preciosa, a pesar del frio-. Exclamo Elisaveta, mostrando su agradable sonrisa. – No ha querido fallarnos y tambien ella nos acompana-. Asintio Marek, pasandole el brazo por encima de los hombros para abrazarla. – Podriamos ir al mismo lugar que fuimos cuando vino a visitarnos tu hermana el mes pasado-. Propuso ella entonces-. Me gusto mucho el vino que sirvieron. – Y con un poco de suerte, coincidiremos con el mismo pianista. Tocaba muy bien. Es un sitio muy agradable, me parece buena idea. – El problema es que hace demasiado frio para pasear. Podriamos acortar camino callejeando, en lugar de ir por la avenida. Marek hizo una mueca y se quedo callado. No le gustaba ir a los sitios por calles secundarias y solitarias. Eran, sin duda, mucho mas peligrosas que las principales. No llevaba escolta por gusto, la responsabilidad de su cargo lo hacia conveniente, y en el estaba facilitarle la tarea, no hacersela mas complicada. Y eso se conseguia, entre otras cosas, con pequenos detalles como aquel. Sin embargo, Elisaveta tenia razon. Hacia mucho frio y no queria que nada le estropeara una velada tan especial. Ni siquiera eso. Ademas, el lugar al que se dirigian estaba cerca y no les llevaria demasiado tiempo llegar hasta el, de modo que, despues de ese momento de duda, accedio a los deseos de su esposa. No fue buena idea, sin embargo. En absoluto. No llevaban recorridos ni cincuenta metros de una calle estrecha y oscura cuando un grito a sus espaldas sobrecogio a la pareja. Apenas se dieron la vuelta cuando aquel hombre les dio alcance. No era demasiado alto, pero tenia pinta de fuerte. Sus ropas eran oscuras y llevaba la cabeza cubierta con un gorro de lana. Les amenazaba con una navaja de grandes dimensiones, la misma que habia utilizado para herir a Juliusz, el cual yacia en el suelo unos metros mas alla, sin poder levantarse y retorciendose por el dolor. – Si no hacen ninguna tonteria, nadie mas tiene por que acabar herido-. Les dijo, pero Marek no hizo caso y trato de abalanzarse contra el para arrebatarle el arma. No obstante, el hombre fue capaz de revolverse y le hizo caer de un fuerte punetazo en la cara, tras lo cual, agarro con fuerza a Elisaveta por un brazo y la inmovilizo, para a continuacion amenazar su cuello con la hoja de la navaja. – Esta bien, no le hagas dano-. Le rogo Marek, que se habia levantado de inmediato y se llevaba la mano a la nariz para comprobar que le sangraba. – Ahora es tarde-. Respondio el hombre con frialdad-. Se lo adverti, nadie mas tenia por que salir herido, pero ahora es tarde-. Y entonces, apreto la navaja contra el cuello de Elisaveta, provocando el grito de esta y haciendola sangrar levemente. – !No! !No sigas! ?Que quieres de nosotros? – En principio, solo queria dinero, pero ahora no se… Marek suponia que aquel hombre solo pretendia robarles, pero estaba sobreactuando para provocarles mientras mas miedo mejor y asi conseguir lo que pretendia evitando que el volviera a revolverse. Ademas, debia ser consciente de que ellos eran buena presa. Incluso, era muy probable que llevara espiandoles desde hacia rato. Marek sabia que habia ladrones que controlaban las entradas de los restaurantes de lujo para atacar a los clientes que salian de ellos porque eran gentes de dinero, y aquel hombre debia ser uno de aquellos. Les habria estado observando, habria visto que llevaban proteccion y lo primero que hizo fue eliminarla. Se habia quitado de en medio al guardaespaldas antes que nada y ahora les atacaba a ellos, ya sabiendo que Juliusz no les podria ayudar. Sin embargo, saber todo eso no le valia para nada y Marek, al no encontrar la manera de salir de aquel entuerto, se decidio por lo facil, saco la cartera del bolsillo interior del abrigo y alargo el brazo para acercarsela. En ese momento, el hombre solto una carcajada. – Las cosas no son asi de faciles, aunque lo pueda parecer-. Le dijo entonces este-. Se quien es usted, pedazo de hijo de puta. ?Sabe? En verdad, le he mentido con eso de que nadie tiene por que salir herido. Solo pretendia que bajaran la guardia. La cartera me la voy a llevar, no le quepa duda, pero quiero hacer mas. Voy a hacer mas. Yo le odio a usted y todo lo que representa y no hay cosa que desee mas que tomarme venganza, aunque solo esto que voy a hacer no seria suficiente para todo lo que ustedes han hecho antes. Pero mejor que nada, sin duda. – Por favor, suelteme, no me haga dano-. Suplicaba entre lagrimas Elisaveta mientras Marek, impotente, no sabia que hacer.

  • Un hombre cae de Jordi Baste

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  • La casa del callejon de David Mitchell

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    <La casa del callejon. Es una historia delirantemente imaginativa, espeluznante y -aunque retrata otro mundo- maravillosamente humana sobre una casa embrujada.>>
    Gillian Flynn (autora de Perdida)

  • El instante mas oscuro de Anthony Mccarten

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    Este es el relato del tiempo angustioso que vivio Gran Bretana en mayo de 1940, desde el dia 10, en que las tropas de Hitler iniciaron la invasion de Holanda, hasta el 29, cuando los soldados britanicos y franceses derrotados por los alemanes embarcaron en Dunquerque para refugiarse en Inglaterra. Esta es una historia que se suele narrar en tonos de epopeya, pero que aqui se revive en torno a la figura de Winston Churchill, de acuerdo con la verdad de aquellos dias inciertos, reconstruida con una amplia documentacion, que incluye las discusiones del gobierno, y con los testimonios de sus contemporaneos. McCarten nos muestra las dudas de unos dias en que se penso seriamente en negociar con Hitler, aceptando la victoria que habia puesto Europa entera en sus manos, y nos descubre la evolucion que llevo a Winston Churchill a manifestar, el 4 de junio, su voluntad decidida de no rendirse, aunque hubiese que luchar contra los alemanes en las playas, en un discurso que iba a cambiar el rumbo de la historia.

  • Mas rojo sangre de Katarzyna Puzynska

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  • A la caza de la dama de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Alastair Miller espera cuando pasa la noche en una posada y descubre a un intruso merodeando en su carruaje, es que ese intruso no sea un ladron al uso, sino una mujer. Una mujer preciosa que dice dedicarse al oficio mas antiguo del mundo. Alastair no quiere problemas, pero es incapaz de dejarla abandonada a su suerte, asi que termina compartiendo parte del camino con la joven, pero ?es Diane quien dice ser o esconde mas secretos de los que Alastair puede siquiera empezar a imaginar? ?Y es posible que uno de los solteros mas famosos de la ciudad termine enamorandose de esa dama misteriosa que podria cambiarlo todo?

  • Codigo criminal de Alfredo De Braganza

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    Una esfera estroboscopica de estilo de los anos setenta giraba sobre la pista de baile. La discoteca estaba llena de gente. Parapetado tras su cristal, el disc jockey pinchaba una mezcla de canciones de peliculas clasicas de Bollywood con modernas de musica electronica. Jaime Herrero escruto el ambiente. Habia un grupo de chicas jovenes altas, flexibles, parecian modelos. De hecho, estaba seguro de que lo eran, tenian cuerpos de infarto. Como estrategia de marketing, los hoteles de cinco estrellas de Nueva Delhi promovian a agencias de modelos femeninas a invitar a sus representadas a sus piscinas, pero tambien a las discotecas, para llenar el ambiente con guapas y atractivas mujeres. Desde que habia llegado a Nueva Delhi para ocupar el cargo de agregado cultural en la embajada espanola no habia visto mujeres de ese tipo. <>, se dijo apoyandose en la barra. Aquel era el nuevo orden en la India. Un pais moderno en el que se fundia lo occidental con lo oriental. Fuera del hotel de cinco estrellas, podria encontrar la miseria mas putrefacta, y en el interior, el lujo mas fatuo. <>. Pidio una cerveza Kingfisher. <>, dijo al barman, alzando la voz debido al volumen altisimo de la musica que hacia que incluso en algunos momentos le vibrase el pecho. Aquel sabado habia participado en un pesado y somnifero simposio sobre la historia de la literatura india. Nada mas llegar a su apartamento, se encontro con la necesidad de salir, de despejarse. Al dia siguiente comenzaban sus vacaciones y el vuelo a Espana lo tenia reservado para la tarde. Se ducho, se cambio de ropa, cambiando el traje y la corbata por ropa mas juvenil y moderna, se hizo un sandwich, que devoro conforme bajaba al parking, y condujo con su coche oficial a la conocida discoteca Privee Club del hotel Shangri-La's Eros. Degustando su cerveza, Jaime Herrero disfrutaba observando el ambiente alegre y juvenil. Al ritmo de parpadeantes luces de colores, en la pista de baile la multitud de cuerpos se contoneaba al son de la musica electronica y disco. La gente cantaba a grito pelado estribillos de una cancion en hindi, al tiempo que reian. Un grupo de sijs salto a la pista. La escena le parecio jocosa al espanol, que saco su telefono movil y grabo a los jovenes con turbante moviendose como si fueran modernos John Travolta en Fiebre del sabado noche. El siempre quiso aprender a bailar. Desde muy joven disfrutaba viendo las peliculas de Gene Kelly que ponian los fines de semana durante la sobremesa en el canal publico de la television espanola. Una joven india se acerco a el y le pregunto si queria bailar. No era muy guapa, pero iba vestida de modo atractivo; un top rojo y unos pantalones estampados de flores. Jaime acepto con una sonrisa y un <>. <>, se dijo a si mismo mientras ella le cogia de la mano y se iban a la pista de baile. Jaime comenzo a moverse torpemente. Nadie parecia fijarse en el. <>. La chica le sonreia y le animo a adentrarse un poco mas en la masa giratoria de gente bailando. Jaime se encogio de hombros, haciendo saber que le parecia bien. <>. Se atrevio a mover con mas desenfado brazos y piernas. <>. El consumo de cerveza le habia hecho estragos en los rinones. Tenia ganas de vaciar la vejiga. Por encima de la cabeza de varias personas vio el simbolo de los servicios. --Ahora vuelvo --dijo a la joven senalando el lateral semioscuro donde se veia el signo en neon de los servicios de caballeros. La chica asintio alegremente sin dejar un momento de contonearse. Jaime maniobro hasta salir de la pista, camino entre las mesas y fue directo al pasillo que indicaba la senal. Bajo unas escaleras y camino por otro pasillo revestido de madera. Una puerta indicaba con un vector de hombre que era el servicio de caballeros. Jaime entro. Orino y fue a lavarse las manos. Frente al espejo, mientras se enjuagaba, vio que el hombre que tenia a su lado sacaba una jeringuilla e hizo amago de clavarsela en el cuello. Jaime hizo una finta esquivando su mano. El hombre blandio la jeringuilla como si se tratase de un cuchillo. Un joven sij entro en el servicio, quedandose estremecido por la escena. Entonces el atacante echo una mano a la espalda y saco una pistola, momento que aprovecho Jaime para situarse detras del sij, abrir la puerta y salir corriendo. Cuando cruzaba el pasillo escucho una detonacion producida dentro de los servicios. Se estremecio. Una expresion de horror aparecio en su rostro. Se tropezo con el primer escalon de las escaleras. --!No! !No! --exclamo en voz alta, levantandose de un salto. Corrio hacia el interior de la discoteca. El horror se transformo en desesperacion, abriendose paso a empujones. Iba a alcanzar la salida situada al otro extremo del local cuando sintio un fuerte impacto en la cabeza. Un disparo habia acabado con su vida. 2 Aquella misma noche, a esa misma hora, Agustin Cortazar se encontraba con un empleado indio de la embajada espanola en Nueva Delhi, en el local Dabaang Delux, en el limite entre el estado de Delhi y Uttar Pradesh. La musica estridente parecia que saliese de un radiocasete. Todo parecia casero. Aquel sabado por la noche Sudeep Agarwal habia llevado al joven espanol a conocer un espectaculo donde los hombres echaban billetes a las bailarinas. Repantingado en su silla, Agustin no dejaba de reirse de la absurdidad de aquel espectaculo. El espanol se lo habia pedido desde hacia tiempo, pero Sudeep argumentaba que esos espectaculos eran ilegales, y que mejor se fuera al Mall y se tomase una cerveza tranquilamente en un lugar limpio y con buena gente, como el bar habitual al que iban los becarios espanoles de la embajada, como el Ruby Tuesday en Connaught Place. Agustin Cortazar llevaba cinco meses trabajando como becario en la seccion consular y estaba convencido de que en la Camara de Comercio de su comunidad autonoma no le renovarian por otros seis meses. Por este motivo Sudeep accedio, pero con la promesa de que no se lo dijera a ningun espanol de la embajada. De este modo, Agustin les dijo a sus companeros de apartamento que se iba al cine y que mas tarde cenaria en Old Delhi en un puesto callejero: comida tipica india y deliciosa hecha en barbacoas o tandoor. Habian quedado en un punto de encuentro y, desde alli, con Sudeep conduciendo su moto, habian llegado al local que ocupaba tres plantas de un edificio cubierto de cables y anuncios de todo tiempo de productos a la venta. Era una edificacion dentro de una zona llena de comercios. Habia tanto ruido en la calle que el volumen de la musica que hubiera en el interior pasaba desapercibido. --Tu no hables. No digas nada. Ya de por si tienes aspecto de musulman --le dijo aparcando la moto. --?Me tomas el pelo? --pregunto Agustin sin evitar reirse. --Si se enteran de que eres extranjero esperaran de ti que gastes todo el dinero que llevas contigo. --Bueno, no llevo mucho. --Pues entonces, mejor no abras la boca --termino de advertirle mientras subian las escaleras --. Y ni se te ocurra sacar el movil y grabar como si fueras un turista en un local de estriptis de Las Vegas. El interior del local era cochambroso. Habia cables electricos pelados que colgaban de todas partes. El suelo estaba levantado en algunas zonas, y el joven becario habia visto ya dos ratas corriendo de un lugar a otro. Una vez que se sentaron en una mesa, Sudeep pidio unas cervezas y contemplaron el espectaculo. Para el espanol, las jovenes bailarinas le parecieron de las indias mas feas que habia visto, pero no vulgares; vestian con trajes elegantes. Podrian pasar incluso por bailarinas de una pelicula de Bollywood de bajo presupuesto. La verdad es que no era lo que se habia imaginado: ver a jovenes indias con cuerpos perfectos contoneandose en posturas que le despertarian la imaginacion, como hizo la primera vez que vio un libro ilustrado sobre las posturas del Kamasutra. En la mesa de al lado, un indio con una barriga enorme y con pinta de comerciante silbaba estruendosamente mientras que su companero tiraba billetes al aire en direccion a una bailarina cargada de peso que movia sus caderas al son de la musica hindi. El espanol se tapaba la cara riendose a mas no poder de lo cutre que le parecia todo aquello. --?Y ya esta? --pregunto Agustin a Sudeep en voz baja. --?Como que si ya esta? --Hombre, ?luego no hay…? --Y se rio--. Ya me entiendes. --Agustin --contesto frunciendo el ceno--, te dije que esto no es un burdel. Aqui, en el norte, no tienen mucho glamur, pero en Bombay estos espectaculos son mas sofisticados. Aun asi, siguen siendo ilegales. --?Por que? --Porque la mayoria de estas chicas estan forzadas a hacer esto. Las traen de los interiores de la india para bailar delante de hombres. A muchas incluso las fuerzan a prostituirse. --Venga ya, hombre. Lo que tengo ganas es de emborracharme, quitarme la camiseta y salir a bailar. --Ni se te ocurra, que nos echan a palos. Ya sabia yo que habia sido mala idea traerte. Como se entere el senor Federico Villa… --Calla, calla, el agregado comercial esta de viaje en Calcuta. Conociendole, a esta hora estara en algun lugar con los pantalones bajados. Dos hombres se situaron frente a ellos, tapandoles la vista de la pista de baile. Llevaban pantalones vaqueros y chaquetas de cuero. Sudeep penso que eran policias de paisano, y que habia llegado el momento de soltar el argumento plausible que tenia preparado para la ocasion: <>. Agustin ni se inmuto, pensaba que si llegara el caso tendria que ensenar su tarjeta de visita con el escudo de Espana encima de la frase Embassy of Spain. --Os lo pasais bien, ?eh? --dijo uno de ellos mientras un tercer hombre, por la espalda, levantaba el menton de Sudeep y le rebanaba el cuello con rapidez y adiestramiento, como lo hacian los vendedores de pollos matando al animal, al estilo halal. La conmocion sacudio a Agustin Cortazar con tal violencia que lo dejo sin aliento. El fue el siguiente. 3 En Madrid, como inspector general de Servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores, a Santiago Gonzalez no le habia costado renunciar a la cerveza y al vino. El itinerario entre su residencia al trabajo y su rutina diaria llena de reuniones y eventos sociales, le habian hecho perder las ganas de beber por si solas. En cambio, ocupando el puesto de embajador de Espana en la India, esas ansias habian reaparecido con contundencia. Nueva Delhi es considerada la ciudad con mas sedes diplomaticas del mundo. Cada semana se suceden fiestas oficiales de celebracion del dia nacional de un pais extranjero, recepciones y cualquier otro motivo plausible que implique el contacto entre extranjeros e indios y fortalecer lazos politicos y comerciales. En esos eventos se come y se bebe, y Santiago se habia excedido en el consumo de alcohol y comida, especialmente de dulces, durante los pasados meses. Ademas, el clima sofocante de Nueva Delhi, y el letargo de su rutina diaria en la embajada, le habia incitado a ingerir grandes cantidades de cerveza fria. Incluso no parecia que hubiera ningun problema en beberse diariamente una botella entera de vino. Le habia prometido a Carmen Losada, su mujer desde los ultimos treinta y cuatro anos, que se jubilaria tras su puesto como embajador en la India. A ella le repetia que sus ganas de ascender en el escalafon de la diplomacia fuera una buena prueba de su narcisismo y que a la hora de la verdad no habia lugar para ella. ?Por que, si no, habia aceptado su puesto en la India? En Estepona, en Malaga, tenian un apartamento cerca de la playa. Desde que el invierno habia tocado su fin en Nueva Delhi y habia comenzado el caluroso verano, no habia dia que rememorasen los paseos en el cercano Puerto Banus de Marbella, las cenas en las terrazas, los banos en la playa y las partidas de cartas de la tarde. <>, le habia dicho para animarla. <>. Aquel domingo al mediodia, sentado en su lujosa residencia, Santiago leia los periodicos digitales en su ordenador portatil mientras degustaba un sabroso aperitivo y una cerveza fria antes de comer. Aun no habia trascendido a la prensa las noticias sobre la muerte de los espanoles empleados en la embajada. La policia habia puesto en la morgue los cuerpos de los fallecidos a la espera de los miembros del departamento de criminologia, a quienes se les esperaba el lunes. Al ser domingo, se acentuaba aun mas la lentitud burocratica. No habian avisado a nadie. Mas tarde, el gobierno de Espana exigiria explicaciones por este flagrante modo de actuar. Por su parte, el gobierno indio se escudaria en que los asesinatos habian sido tan crueles que merecian ser investigados de manera profesional antes de informar a la embajada de Espana. En el salon de la residencia del embajador, el aire acondicionado estaba puesto a dieciseis grados y los ventiladores de techo estaban a una velocidad media. En las noticias nacionales indias se comentaba que aquel verano iba a ser el mas caluroso de los ultimos cincuenta anos. --Traeme otra --pidio a su mujer, levantando la mirada de la pantalla de su ordenador.

  • La conspiracion de las sombras de Rodrigo Munoz Blazquez

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    Ricardo Tierno es un brillante inspector de homicidios, cuyos servicios como agente del bien llegan a requerir importantes asociaciones internacionales, pero sin ningun tipo de protocolo social.
    En el Madrid de un futuro cercano, Cupido, un asesino en serie, al que hay que capturar. Ricardo tiene como nuevo companero a Carmelo Blazquez, una persona brillante y candida con quien choca en muchos puntos, pero coinciden en los realmente importantes.
    Fruto de esta convivencia nace una amistad en la cual al genio se le contagia la humanidad y, al hombre, la genialidad.

  • Consentida y caprichosa (Ditton 2) de Erina Alcala

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    Gaby II, era el hijo de Gaby y Gina. habia crecido y se habia convertido en un hombre, igual que su padre, alto, guapo , elegante y de ojos grises. Dirigia el despacho de abogados de su padrastro, junto con su hermano. habia tenido algunas relaciones, pero nada importante. Era serio y trabajador.
    Sin embargo Nina, era una chica extrovertida, hija de los mejores amigos de sus padres, que lo habia tenido loco desde que ella cumplio 14 anos y se enamoro perdidamente de ese chico guapo. pero por mas que hacia, 'le no se fijo en ella. hasta que volvio de pasar dos anos en Paris, terminando sus estudios, y los padres de el, le pidieron que la metiera en el bufete. Y eso no le gusto nada, pero tuvo que hacerlo.
    sin embargo, ahora Nin se habia convertido en una mujer preciosa y no queria molestarlo y a el le gustaba que lo molestara.
    ?Cambiarian las cosas despues de los anos? ?Se enamoraria ahora Gaby de ella?

  • Un ardiente y largo verano, Kat French de Kat French

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    Estar casada con un actor famoso no era para tanto, sobre todo si ese famoso tenia una aventura muy sonada con la protagonista femenina...

  • Laberinto de espias (Jack Bale 1) de Simon Wade

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    Una operacion de rescate que termina en tragedia.
    Un topo en lo mas alto de los servicios secretos.
    Una terrorista sin escrupulos de vuelta de la muerte.

  • Hablame bajito, Macarena Berlin de Macarena Berlin

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    Con una sensibilidad extraordinaria, Macarena Berlin nos presenta una novela llena de humor y delicadeza en la que disecciona como nadie nuestros miedos. Lo hace con esa voz que nos habla bajito y que queremos seguir escuchando incluso despues de terminar estas paginas.

  • Quien mato a Angela Blanco de Adrian Aragon

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  • Solo anhelo tu aroma de Priscila Serrano

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    Antes ?Positivo? No podia ser verdad, no podia estar embarazada. Dios, ?por que todo me pasaba a mi? Ya sabia que tantos mareos, nauseas y ganas de comer como una foca no era normal, pero ni por asomo me imaginaba que fuera esto. ?Que iba a hacer ahora? Inmediatamente pense en Hugo. --El es el padre. Hugo es el padre y no esta --musite lavandome las manos. Me moje la nuca, me estaba mareando de solo pensar en lo que se me venia encima. Iba a ser madre, una madre soltera. Suspire a la vez que mi movil comenzaba a sonar, la musica de J Balvin me ponia siempre de buen humor, pero hoy no era ese dia. Mire la pantalla, era Judith. Joder, ?como le decia esto? No podia contarselo a nadie, no por ahora, o nunca, si no lo contaba no se enteraban. <>, mi mente divagaba sola. Sali del bano, tenia que prepararme para ir a trabajar. El dia no empezaba de la mejor manera, pero tampoco podia quedarme en casa a darle vueltas a la cabeza, eso no serviria de nada. Ahora solo tenia que pensar en como salir de esta. En el trabajo estaba completamente ausente, mi companero me pregunto en mas de una ocasion si me sucedia algo, no tenia buena cara y no me sentia bien. Las nauseas persistian, los olores de la cocina no eran una buena combinacion conmigo. Sali buscando algo de aire fresco, necesitaba respirar. Me sente en una de las sillas que teniamos los empleados en la parte trasera, por donde entrabamos a diario para la jornada laboral, a la vez que escuchaba mi nombre; alguien preguntaba por mi y la verdad no sabia quien era, no estaba muy puesta en el sonido de su voz. --Fernanda, te estoy llamando. ?Para que cono tienes el movil? --La voz de Judith me atraveso el timpano; como chillaba la jodia cuando queria. --No me grites, cono --le pedi--. Tengo el movil en silencio, te recuerdo que cuando estoy trabajando no lo tengo encima y mucho menos estoy pendiente de el. --?Y esta manana? Porque te he llamado antes de que entraras. --Alzo una ceja. --Vale, lo siento. ?Que haces aqui? No te esperaba. Me extrano tenerla en el restaurante, desde que estaba con Hector su burbuja se habia cerrado tanto que no salian de ella ni para dar los buenos dias, estaban todo el dia enganchados. --Estaba preocupada por ti, hace dias que no hablamos y, al no tener respuesta esta manana, no me lo he pensado. ?Estas bien? Estas muy palida --refirio acercandose a mi. Asenti, mintiendole descabelladamente; claro que no estaba bien. ?Como iba a estarlo si tenia dentro a un feto haciendo conmigo lo que le daba la gana? La palabra feto sonaba fatal, pero aun no era capaz de referirme a el... o ella de otro modo y no me creia capaz de hacerlo pronto. Cuando me senti un poco mejor, e ignorandola por completo, me levante de la silla para volver al trabajo. Judith me siguio extranada por no decirle nada mas, yo no era de las que se quedaban calladas, siempre tenia algun improperio para soltarle, pero desde hacia meses no era la misma y, ahora, mucho menos volveria a ser asi, alocada y despreocupada. --Fer, dime que te pasa. --No me pasa nada, Judith. ?Por que deberia pasarme algo? Sabes que no me pasa nada -- repeti varias veces intentando convencerme a mi misma de ello, aunque era completamente imposible. --Esto es mas grave de lo que me creia --menciono agarrandome del brazo--. Vamos, tomate un descanso de cinco minutos y asi hablamos --propuso tirando de mi. --No, Judith..., no puedo. --Suspire--. No porque venga la novia de mi jefe y me diga que haga algo que no deba lo voy a hacer, ?entiendes? --Arrugo la frente confundida--. Lo siento, no queria decir eso, pero entiendeme, no puedo dejar mi puesto para hablar contigo. Si quieres -- pense bien mis palabras--, nos vemos despues en tu casa. Se encogio de hombros y, tras despedirse de mi con un adios bastante seco, se marcho. Sentia mucho hablarle asi, ella no tenia la culpa de mi problema, todo lo contrario, estaba segura de que se pondria feliz, pero ?y yo?, ?me pondria feliz yo? Era tenerlo en mente, haber visto esa prueba, y ponerme de mala hostia. No era el momento para mi, <>, agache la mirada hasta mi vientre y suspire. Obligandome a mi misma a no seguir dandole vueltas al asunto, segui con mi trabajo y hubo tanto que hacer que ni tiempo me dio para acordarme de ello. A la hora de la salida todo volvio a mi mente y la unica persona en la que podia confiar en ese momento era mi amigo del alma, el que seguramente me diria cuatro cosas cuando le contara lo que me estaba pasando. No era que no confiara en Judith, pero estaba segura de que, en cuanto se lo dijera, me preguntaria por el padre averiguando quien era; ya la veia buscando la manera de contactar con el y yo no queria eso. El tenia su vida fuera, no sabia donde, pero estaba lejos de mi y asi debia seguir. Me monte en la moto y sali del aparcamiento para luego incorporarme a la autovia en direccion al apartamento de Jesus, dejando a Judith tirada. Solo esperaba encontrarlo en su casa, ya que estaba liado con la apertura de la sex shop. Jesus no me esperaba y se sorprendio mucho al verme. Con una sonrisa me animo a entrar. --Hola, corazon. ?Que haces aqui, habiamos quedado? --pregunto cerrando la puerta, y negue--. ?Te ha pasado algo? ?Judith esta bien? --Volvi a negar, esta vez con una sonrisa. --Tranquilo, ansias, parece que no vengo nunca a verte --me queje sentandome en el sofa. --No es eso, pero si hace bastante que no lo haces. ?Que tal el trabajo? --Se sento a mi lado --. ?Quieres un cafe? --Un vaso de agua esta bien, si es fria mejor. --A sus ordenes. Se levanto de nuevo para ir a la cocina y regreso enseguida con la botella y un vaso para servirme todo lo que me hiciera falta. Como me conocia, ya sabia el que esta conversacion iba para largo. Volvio a sentarse sin apartar sus ojos de mi, expectante a lo que tuviera que decirle. Jesus era como el hermano que nunca tuve; al igual que Judith, los dos eran demasiado importantes para mi, eran mi familia y por eso siempre podia confiar en ellos, aunque habia veces, como esta especialmente, en las que primero hablaba con el por el simple hecho de no provocarle a Judith un ataque al corazon, era demasiado joven para que le pasase eso por mi culpa. No era que yo fuera un desastre andante, ni mucho menos, siempre habia llevado mi vida con responsabilidad, pero cuando me liaba con algun tio, salia escaldada y este no iba a ser menos. --?Me vas a decir ya lo que te pasa? --interrumpio mis pensamientos, que estaban volviendome loca. --Estoy embarazada --solte sin miramientos, ?para que? Jesus se quedo callado, mirandome de arriba abajo, dejando unos segundos la vista en mi barriga, comprobando que no fuera una broma. No se me notaba demasiado, o eso creia yo, aunque con la ropa que llevaba tampoco era que se pudiera ver mucho. --Estas de cona, ?no? --Negue--. Vamos, Fernanda, no estamos en el dia de los Inocentes. --No soy de bromas, ya lo sabes. Abri mi bolso con la clara intencion de ensenarle la prueba de embarazo, la habia metido ahi para, si no me lo creia, volver a mirarla. A veces fallaba, ?no? La puse en la mesa sin querer observarla otra vez y la cogio. Sus ojos se abrieron tanto que por poco se le salieron de las orbitas. Joder, cualquiera que se enterase de una noticia asi se pondria feliz, en cambio, yo no podia, no era el momento... No podia manejar mi vida, mucho menos podria con un bebe. --?Se lo has contado a Judith? --Agache la cabeza a modo de respuesta--. ?Por que? Es tu mejor amiga y seguro que se pondra feliz. Ya sabes lo importante que es para ella tener un bebe, aunque no sea de ella. --Lo se, pero, si se lo digo, va a saber quien es el padre y no quiero que le digan nada. Hugo se fue y no sere yo quien le joda la vida --declare reprimiendo las ganas que tenia de echarme a llorar y me regane internamente por ser tan tonta, yo no era una mujer sensible. Jodidas hormonas. De pronto me dieron ganas de vomitar y sali corriendo hasta el bano para echar hasta la primera papilla que me dio mi madre. Jesus agarro mi pelo, ni siquiera sabia que habia venido tras de mi. --Si, no hay duda, estas prenada hasta la boca. --Su ocurrencia me hizo reir. --?Acaso lo dudabas? Yo si, pero cada vez me aclaro mas --dije levantandome. Me lave las manos y la boca ademas de echarme agua en la cara, cada vez que vomitaba me moria. Fuimos al salon para sentarnos y Jesus, al verme tan mal, cogio mis manos con carino. Ahora lo que necesitaba eran mimos, carino y, sobre todo, apoyo. --?Sabes lo que vas a hacer? --No, no lo se y eso es lo que peor llevo. ?Como me voy a hacer cargo de un hijo...? --O hija --me interrumpio. --O hija, tu ya me entiendes. ?Como lo voy a hacer, Jesus? No es que sea una irresponsable, pero mi vida se basa en trabajar, volver a casa, salir a emborracharme y volver a trabajar. ?Donde entra un bebe ahi? Y lo peor, sin padre. --Tendra padre, Fernanda... Yo sere su padre, si me dejas. --Me quede en silencio mirandolo perpleja--. Puedes decir que es mio, asi Hugo no tiene por que enterarse. Me levante abrumada, era demasiado para un mismo dia. Comence a dar vueltas de un lado al otro pensando en su oferta, en los pros y contras, y todo me parecia una locura. --?Como voy a decir que eres el padre si eres gay, Jesus? Eso no hay quien se lo crea -- hable de pronto. --Cierto, soy gay, pero tu y yo tenemos muy buena relacion y nos hemos emborrachado juntos mas veces de las que recuerdo. Podemos decir que es fruto de una noche loca que ninguno recuerda por el alcohol. ?Que puede salir mal? Nadie tiene por que enterarse y asi tu puedes criar a ese pequeno sin miedo a que Hugo irrumpa en tu vida, ademas de que tendras mi ayuda, carino. Se acerco a mi y me abrazo y fue el momento en el que me derrumbe y solte todo lo que estaba reteniendo desde que Hugo se marcho. Me di cuenta de lo que sentia por el cuando decidio irse sin despedirse, sin decirme nada y solo hicieron falta unos dias con el para demostrarme quien era y como podria ser si estuviesemos juntos. Sin embargo, parecia que el no sentia lo mismo, de ser asi, no se habria ido. --Esta bien --musite tras sopesarlo unos minutos--. Diremos eso, tu eres el padre de mi hijo.

  • Sentir (Serie Again 3) de Mona Kasten

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    Sawyer e Isaac no podrian ser mas diferentes. Ella es dura, desinhibida y aparentemente despiadada. El es timido, torpe y, con sus gafas de nerd y su ropa friki, es un desastre con las chicas.
    Desde la muerte de sus padres, Sawyer siempre se las ha tenido que arreglar sola y nunca ha permitido que nadie se acerque a ella. Y nunca se habria fijado en Isaac, pero, cuando una noche unas chicas se burlan de el, Sawyer decide actuar: sin pensarselo dos veces, lo besa delante de todos. El plan parece funcionar tan bien que deciden hacer un trato: Sawyer ayudara a Isaac a deshacerse de su reputacion de empollon, convirtiendolo en un chico malo; a cambio, ella documentara el cambio y lo usara para su proyecto de fotografia.
    Pero ese acuerdo, a primera vista inofensivo, lo cambiara todo: Sawyer volvera a sentir su corazon vibrar.

  • En el mar hay cocodrilos de Fabio Geda

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  • La muerte de Erick Lanz de Julio R. Marichal

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    Erick Lanz es un joven comun que ha llevado una vida excepcional.

  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • El ultimo tesoro visigodo de Jose Calvo Poyato

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    Una novela llena de accion, amor y ambicion, escrita con la maestria literaria, la claridad de ideas y el exquisito rigor historico de Jose Calvo Poyato.

  • Todos tus huesos apuntan al cielo de Ricardo Miguel Costa

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    Todos tus huesos apuntan al cielo, del escritor argentino Ricardo Costa, es una obra donde el pasado es un doloroso abismo donde es necesario entrar. Secuela de Fauna terca (El Suri Porfiado, 2011), esta novela sigue los pasos de Neno Corvalan, "la amante mas perversa del coronel Diaz Galvan", cuya historia es reconstruida por su hijo Mauro a traves de los relatos de diversos personajes que contradicen, denigran o reivindican la figura de una mujer, quien sera testigo de los diversos golpes de Estado y la dictadura militar que asolo Argentina durante la segunda mitad del siglo XX.
    Ganadora del Premio Internacional Ink de Novela Digital "Rene Aviles Fabila" 2019, ha sido considerada por el jurado como "una obra con firme pulso narrativo y con una estructura fragmentada funcional que vuelve interesantes y entranables a los personajes"; ademas de que "ofrece una reflexion sobre el pasado reciente de Argentina, donde se mezcla lo intimo de una tragica historia familiar con los conflictos sociales".
    Con esta obra, Ricardo Costa no solo aborda el dificil tema de las relacion madre-hijo en el contexto de la represion militar: tambien apela a la memoria como recurso para resarcir las heridas del pasado y como arma social para poder decir, con todo el peso historico que contiene: "Nunca mas".

  • Oriente en tus ojos (Seleccion RNR), Isabel Jenner de Isabel Jenner

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  • Shokunin de David B. Gil

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    Shokunin es un spin-off de El guerrero a la sombra del cerezo, la novela de ficcion historica mejor valorada en las librerias on-line.

  • Maquinas como yo de Ian Mcewan

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    McEwan explora la ciencia ficcion: ?puede una maquina llegar a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano?
    Londres, anos ochenta del siglo pasado. Pero un Londres distopico y alternativo, en el que la historia ha seguido algunos senderos diferentes. Por ejemplo, el Reino Unido ha perdido la Guerra de las Malvinas y el cientifico Alan Turing no se ha suicidado atormentado por las consecuencias del juicio al que fue sometido en los anos cincuenta por su homosexualidad, sino que sigue vivo. No solo vivo, de hecho, sino plenamente activo, y dedicado al desarrollo de la inteligencia artificial, campo en el que ha conseguido un hito: la creacion de los primeros seres humanos sinteticos, unos prototipos a los que da el nombre -segun su sexo- de Adan y Eva.
    Charlie compra uno de los Adanes de la primera hornada, pensados para hacer compania y ayudar en la casa, y con ayuda de su amante, la joven Miranda, lo programa a su gusto. Pero Miranda oculta un terrible secreto,
    y ese ser sintetico practicamente perfecto, sin las fisuras pero tambien sin los matices morales de los verdaderos humanos, acabara descubriendolo.

  • Del barrio a la mansion…!En Vespa! de Hugo Sanz

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    Kora se siente feliz el dia que comienza a trabajar en la lujosa casa de Steven. Le esperan un bonito empleo, cuidando de su hija India, y un buen salario. Gracias a ello puede afrontar su nueva vida lejos del hogar de su complicada madre, compartiendo piso con su amiga Zora.

  • El camino de los Madigan de Anne Enright

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    <>. VICENTE MOLINA FOIX, Babelia Hace tiempo que los cuatro hijos de Rosaleen Madigan abandonaron su pueblo natal en la costa atlantica de Irlanda en pos de unas vidas que nunca habrian sonado, en Dublin, Nueva York o Segu. Ahora que su madre, una mujer tan dificil como fascinante, ha decidido vender la casa familiar y dividir la herencia, Dan, Constance, Emmet y Hanna regresan a su antiguo hogar para pasar alli la ultima Navidad, con la sensacion ineludible de que su infancia y su historia estan a punto de desaparecer para siempre… Hay pocos escritores que, como Anne Enright, sepan dotar al lenguaje de tanta tension y tanto brillo, que puedan mostrar como las vidas de sus protagonistas estallan en mil pedazos para luego volver a fundirse en un cristal perfecto. O en palabras de la propia autora: <>.

  • Los muertos no saben nadar de Ana Lena Rivera

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    Estimado lector: Las dos novelas anteriores de Ana Lena Rivera, Lo que callan los muertos y Un asesino en tu sombra, tuvieron muy buena acogida, por lo que estamos muy contentos de poder presentarte Los muertos no saben nadar. En esta tercera entrega volvemos a encontrarnos con la investigadora de fraudes Gracia San Sebastian, que ahora trabaja para la policia. La novela arranca en Gijon, en la playa de San Lorenzo, cuando a mediados del mes de diciembre un nino encuentra el brazo amputado de un hombre. A partir de ese hallazgo, todo es vertiginoso: la extremidad amputada pertenece al director financiero de una empresa de inversiones que en esos momentos esta siendo investigada por Gracia San Sebastian. La entidad, sospechosa de ser la tapadera de estafas a gran escala, es originaria de Rumania y posee ramificaciones por toda Europa, sobre todo en los paises del este con un sector inmobiliario emergente, como Moldavia o Bulgaria. Ademas, tiene conexion directa con un asesor fiscal de Gijon y su familia, que llevan un tren de vida muy por encima de sus posibilidades y tienen mas de un secreto que ocultar. Te reencontraras con la protagonista, Gracia, que esta intentando dejar atras el pasado para empezar una nueva relacion de pareja. Mientras, su exmarido continua velando por sus propios intereses, y su madre, Adela, sigue haciendo de las suyas. Una mafia rumana que opera con absoluta falta de escrupulos, la ciudad de Oviedo en plena preparacion de las fiestas navidenas y el comisario Miralles con su desesperada lucha contra el sobrepeso, son los ingredientes de una novela que no defraudara a ningun lector. ?A que esperas para empezar a leerla? Estoy segura de que te encantara. La editora A los que viven la vida en presente porque no saben si habra un manana Sabado, 7 de diciembre de 2019. 10:00. Playa de San Lorenzo. Gijon --!MIRA, PAPA! MIRA lo que he encontrado. --?Que es eso, Isma? --pregunto el hombre extranado al ver a su hijo acercarse con lo que parecia la mano de un maniqui viejo y sucio. El horror que sintio cuando el pequeno le entrego su recien encontrado tesoro le persiguio durante varios dias. Los momentos siguientes se fijaron de manera caotica en su memoria: como arrojo el brazo putrefacto de una patada lejos de su hijo, los ojos llorosos de este ante la reaccion de su padre, la confusa llamada a emergencias, la carrera desenfrenada y torpe por la arena con el nino en brazos, la cara de los agentes cuando les explico que habia dejado un brazo humano en la playa, el traslado a comisaria para tomarles declaracion despues de examinar el brazo y de permitirles recoger su pelota abandonada. A Ismael, en cambio, la visita a la comisaria con todos aquellos policias alrededor le compenso con creces la perdida de su hallazgo. Los agentes se interesaban en su historia, tuvo que repetirla varias veces, hasta le dieron gominolas y un batido de chocolate. Su padre le permitio tomarselo todo y le prometio llevarle esa tarde a darle la carta a Papa Noel. Fue uno de los dias mas geniales de su vida. --Entonces --quiso confirmar el agente de policia con el pequeno Ismael--, ?no encontraste el brazo en la orilla? --No, estaba escondido en mi agujero del muro. Siempre dejo alli las conchas que cojo. --?Cuando fue la ultima vez que dejaste conchas en tu agujero del muro? --El ultimo domingo que estuve con papa. Si hace bueno bajamos a jugar al futbol a la playa. --?Y eso cuando fue exactamente? --pregunto el policia mirando al adulto. --Hace dos semanas --respondio Julio, el padre de Ismael--. Mi mujer y yo estamos divorciados, paso con Isma un fin de semana de cada dos. Si no llueve y hay marea baja nos gusta jugar al futbol en la arena. Ismael tiene la ilusion de que le fiche el Real Madrid, ?sabe usted? Esta en la escuela de futbol del Sporting. --?Donde estaba usted cuando su hijo encontro el brazo? --Le estaba esperando en la zona humeda. Si la arena esta seca no se puede jugar bien. Isma fue a revisar el agujero del muro. Le gusta recoger conchas y meterlas dentro. Siempre que bajamos, comprueba si todavia estan alli. A veces las encuentra y otras no. Despues de hacerles algunas preguntas de rutina y tomarles los datos los dejaron ir, no sin antes dar las gracias a Ismael y nombrarle miembro honorifico de la policia de Gijon en una ceremonia improvisada que hizo las delicias del nino. <>, penso Julio cuando iban para casa. Todavia sentia el estomago un poco revuelto. 1 Sabado, 7 de diciembre de 2019. 21:00 MARIO MENENDEZ TAPIA, jefe de policia del Principado, encendio un puro sentado en el sillon orejero de su salon y miro a los turistas que caminaban por la calle, en pleno casco historico de Oviedo, en busca de un restaurante para cenar. Menendez fumaba de tanto en tanto, resto de un habito que intento asumir como propio cuando los hombres muy hombres fumaban, y mas si eran tipos duros como los policias. De aquella no llego a conseguir que el tabaco le enganchara del todo. En cambio, cuando llego el momento en el que las fotos de pulmones podridos por la nicotina sustituyeron a las del vaquero de Marlboro, el habito no arraigado se nego a abandonarle. El cerebro humano, como la vida, era caprichoso. Mario era un hombre de principios, satisfecho con su trabajo, a pesar de los treinta anos que llevaba dedicado al Cuerpo de Policia, y firme creyente de que la labor policial era vital para la sociedad. Policias, medicos y profesores eran, en su opinion, los pilares basicos de la humanidad, los que conseguian que la sociedad siguiera funcionando y que el mundo fuera cada dia mejor. Con semejante vision de la vida y de su profesion, recuperaba en los integrantes del cuerpo la ilusion infantil que los habia llevado a ser policias. Sin familia directa, y sin mas aficiones que cantar en el Coro Vetusta, con el que incluso habia grabado un disco, dedicaba muchas horas al trabajo y exigia lo mismo a sus equipos.

  • Confia en mi, Silvania de Anais Debeba

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    Cuando Silvania conoce a Lucas, no puede decirse que su vida se encuentre en su mejor momento, mas bien es un autentico desastre. Su marido la abandono y se largo con otra; su madre la machaca y la desquicia hasta decir basta; su trabajo es un toston y la nevera se ha convertido en su mejor aliada. Si a eso le sumamos una vida sexual en estado vegetativo, Silvania tiene todos los ingredientes necesarios para fabricar una bomba depresiva a punto de estallar. ?Podra Lucas devolverle la estabilidad o terminara por volverla loca de remate?

  • El camino del soutjin. El vagabundo de B.p Gallego

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    Para los amantes de la fantasia, con las intrigas de Juego de Tronos y la aventura de El Senor de los Anillos.
    Debian asesinarlos a todos, eran las ordenes que habian recibido del Principe. Pero el capitan no lo hizo, traicionando a su amo y, contra todo pronostico, adopto al chico.
    Asi comienza el relato de Ryon y su camino para convertirse en Soutjin. El dia de su nombramiento, unos horribles acontecimientos lo llevaran a viajar y a descubrir la realidad que se esconde tras las ensenanzas de sus maestros, desafiando a todo un Imperio.

  • La sonrisa incierta (Las doce puertas 5) de Vicente Raga

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    Dos historias narradas en paralelo. La primera trascurre en los principios del tribunal de la inquisicion de Valencia, donde es protagonista destacado el humanista Luis Vives, la inquisicion y sus secretos. Todos los personajes existieron en su epoca y todos los hechos narrados se corresponden con la realidad historica. La segunda historia es protagonizada por un grupo de amigos en la actualidad, que descubren que el misterio que creian resuelto, en realidad no ha hecho mas que comenzar.
    El lector va cambiando de historia cada 4 o 5 paginas. Personajes diferentes y relatos diferentes separados por quinientos anos. Parecen dos novelas en una. El lector se pregunta, ?y esto a que viene? ?Por que estoy leyendo dos narraciones sin aparente conexion?

  • La muerte blanca de Tapio Saarelainen

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    Simo Hayha esta considerado como el francotirador mas letal de toda la historia.