Ver todos los libros de: Ester Davo
NO ESTOY NEGOCIANDO CONTIGO--, grito firmemente por telefono. --Te he dado mi oferta y se acabo. Creo que necesitas recordar que me necesitas mucho mas de lo que yo te necesito a ti. Mi corazon truena en mi pecho, bombeando sangre caliente alrededor de mi cuerpo a un millon de millas por hora. Doy vueltas al cordon del telefono alrededor de mi dedo de una manera que probablemente parece que estoy ansioso… pero no estoy sintiendo para nada ansiedad. Es anticipacion, adrenalina, emocion. Me encanta cuando se llega a un acuerdo, especialmente cuando esta a mi favor, que es lo que definitivamente esta sucediendo. Se como conseguir lo que quiero y como sacar lo mejor de cada uno. Es lo que me ha hecho tan exitoso. Las nuevas empresas tecnologicas nunca son faciles, pero lo he hecho muy bien y estoy orgulloso de ello, Decker Enterprises tiene exito gracias a mi y solo a mi. --Si, si, ya veo--, el tipo malhumorado del otro lado del telefono tartamudea como si se estuviera cagando en los pantalones solo por mis palabras. --Lo entiendo, pero mi jefe…. --?No estas en posicion de tomar ninguna decision?-- Me burlo. --?No te dejan tener ese tipo de poder? Pense que estaba hablando contigo por una razon. Por favor, dime que no estoy perdiendo el tiempo hablando contigo. Realmente no me gustaria oir algo asi. --No.-- Suspira, puedo oir la derrota en su tono. --?Sabes que? Si, esta bien. Golpeo mi mano en mi escritorio con regocijo. --Brillante, muchas gracias. Una vez que cuelgo el telefono me rio entre dientes. Tal vez no es la manera mas etica de comportarse, enganando a estos duenos de negocios mas debiles, pero para ser honesto ellos deberian saber a que se enfrentan. Tengo la reputacion de ponerme a mi mismo y a mi compania en primer lugar, y se que no soy el peor. Esta gente necesita endurecerse. No me siento culpable. Yo tambien tuve que aprender por las malas. Tengo intereses en juego, necesito que mi compania tenga exito. Nada mas importara jamas. --Tock, Tock. La sonrisa en mi rostro solo se hace mas brillante cuando escucho la voz suave y sedosa de mi asistente personal, muy bien elegida. Leila, asoma la cabeza por la puerta. --?Puedo entrar? Me recuesto en mi silla y le echo los ojos encima. Su rostro fuertemente maquillado me excita, porque se que lo hace solo para mi, especialmente esos labios pintados de rojo, ella sabe que me encantan. Me provocan como un loco. --Si, por favor, hazlo. Sabes que mi puerta siempre esta abierta para ti. Tambien lo digo en serio. Contrate a Leila por encima de muchas otras candidatas mas calificadas debido a su impresionante buen aspecto. Eso, y el hecho de que ella instantaneamente dejo claro que estaba loca por mi. Siempre me gusta tener a alguien a mi alrededor que aumente mi ego. Y tambien, por si acaso. Es lo suficientemente buena en lo que hace, siempre sabe donde se supone que debo estar y cuando. Y lo mas que me gusta de ella son sus labios sexys. Cuando estan envueltos alrededor… bueno, !no hay nada mejor! --Solo he venido a decirle que el Sr. Wong ha cancelado su conferencia esta tarde, citando asuntos familiares, asi que tiene toda la tarde libre--. Se posa en el borde de mi escritorio y se inclina hacia adelante para que su escote se salga de la parte superior de su blusa. Su cabello rubio cae hacia adelante, pero por suerte para mi no se interpone en el camino de la increible vista. Lo unico que me distrae es esa prominente abertura en su falda. --Asi que, puedes hacer lo que quieras. --Oh, si puedo, ?puedo?-- Muevo las cejas sugestivamente hacia ella. --Hmmm, ?que debo hacer? Leila voltea el pelo y me empuja los pechos aun mas. --Tengo algunas ideas… Estas cosas ingeniosas de ella son las que me encantan. Siempre esta dispuesta a hacerlo, sin importar donde ni cuando. Puede ser ahora mismo en mi oficina, cuando todos los demas podrian oirnos si realmente quisieran, o cuando estoy en un viaje de negocios, lo que lo hace mucho menos aburrido y doloroso, pero a ella tampoco le importa que me conecte con otras personas. Incluso me animo a salir con una chica del area de contabilidad en la fiesta de Navidad. En realidad, si recuerdo bien, ella fue quien nos presento…. Leila nunca hace preguntas, no quiere saber nada de mi vida, no quiere ningun compromiso, lo cual es perfecto porque yo no quiero nada de eso. Solo estoy en esto por el lado divertido de las cosas. Nada serio, es una ley en mi vida. Balancea sus caderas mientras se pavonea sobre mi, lamiendose los labios mientras lo hace. Casi instantaneamente mi pene comienza a crecer dentro de mis pantalones, suplicando ser liberado. Cuanto mas se acerca a mi, mas tiemblo de emocion. Gracias al Sr. Wong que cancelo. Hablar con el es una perdida de tiempo comparado con esto. A medida que se acerca a mi, puedo ver la espesa lujuria en sus ojos. Ella presiona sus manos sobre mis rodillas y cae al suelo frente a mi, sabiendo instintivamente lo que quiero sin que yo tenga que pedirlo. Mis manos se abren paso en su cabello mientras me preparo para lo que esta por venir. Mi boca comienza a salivar, no me di cuenta de lo mucho que necesitaba esto hasta este mismo momento. --Oh, joder--, murmuro en anticipacion mientras juega con mi cremallera. Son estas pequenas cosas las que hace de mi vida, una gran vida, y puede sonar como una maldita frase positiva, pero en los pequenos momentos como estos me encuentro afortunado. El placer es parte importante de mi felicidad. Lo tengo todo. Un buen negocio, un gran auto, una casa increible, dinero a montones, mujeres increibles a mi alrededor… es maravilloso. Si me concentro en esas cosas magnificas, entonces no necesito pensar en nada que la haga mejor. Quizas mas tiempo para disfrutar de todo lo que tengo, pero una cosa por otra. --Oh, Leila. Eventualmente me libera y jadea de alegria mientras lo hace. Me encanta la forma en que hace obvio, lo mucho que adora mi miembro, me excita aun mas, y me recuerda en lo poderoso que me he convertido. Su mano sube y baja a lo largo de mi eje, haciendome estremecer. Sus amplios ojos marrones se encuentran con los mios, vuelve a lamer sus labios de nuevo, dejando un perfecto enrojecimiento solo para mi. --Deja de perder el tiempo--, me refiero a que mis caderas adquieren un movimiento propio. Se abalanzan hacia ella con agilidad. --Solo tomame en tu boca ahora, ?quieres?. Por suerte para mi, Leila sabe cuando no estoy de humor para bromas y juegos, y hoy es uno de esos dias, asi que hace lo que le ordeno. Pone su humeda y calida boca a mi alrededor y me desliza hasta la parte posterior de su garganta, abriendose para mi mientras lo hace. Definitivamente puede meter mas de mi pene en su boca de lo que solia hacerlo, lo cual es otra cosa encantadora de ella. Se siente jodidamente increible tener las bolas en su interior. Especialmente cuando mueve la lengua por todas partes, como si quisiera probarme en todos los rincones. Probablemente si quiere. Es una chica sucia. Maldita sea, me encanta. Tiro fuertemente de su pelo para controlar la velocidad a la que mueve la cabeza hacia arriba y abajo. Se que a Leila no le importa mi lado controlador, una virtud mas que sumarle a esta chica, porque no se como dominarlo. Mis muslos se tensan y puedo sentirme temblar. Se que estoy cerca, pero de alguna manera eso no me satisface lo suficiente. Siento que quiero mas… asi que la saco rapidamente. --Agachate sobre mi escritorio--, le ordeno. --Abre bien las piernas y coloca las palmas de las manos sobre el mueble. Sonrie y se pavonea por alli. Mira por encima de su hombro y me da la mirada mas sexy que he visto. Antes de separar las piernas y poner las manos en el escritorio, se sacude las bragas de encaje y las patea a un lado de la habitacion. Espero que se acuerde de recogerlas antes de irse porque no siempre lo hace… y eso ha llevado a algunas conversaciones incomodas. Mientras estoy de pie y gruno con lujuria, mis pantalones caen al suelo y deslizo mis calzoncillos junto con ellos. Luego me meto en uno de los cajones y cojo un condon de alli que desgarro con mis dientes y lentamente lo hago rodar sobre mi pene. --Oh, me encanta verte hacer eso--, dice Leila con un seductor movimiento de culo. --Me excita tanto
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