• libro emilia pardo bazan - Isabel Burdiel

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    Isabel Burdiel restituye la figura de la novelista espanola por excelencia, personalidad clave del siglo XIX.

  • EMILIA PARDO BAZAN | Casa del Libro

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    Nuevos libros de EMILIA PARDO BAZAN ; la madre naturaleza-9788437617190 · LA MADRE NATURALEZA ; los pazos de ulloa-9788437615370 · LOS PAZOS DE ULLOA ; los pazos ...

  • Todos los libros del autor Pardo Bazan Emilia

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    765 títulos para "Pardo Bazan Emilia" · Los Pazos de Ulloa · La cita · El encaje roto · Los pazos de Ulloa · Los Pazos de Ulloa · Los Pazos de Ulloa. La madre ...

  • Los mejores libros de Emilia Pardo Bazán, todo un icono ...

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    10 Extraordinarios libros de Emilia Pardo Bazán, una de nuestras escritoras más destacadas · 1. Los pazos de Ulloa · 2. Insolación · 3. La madre naturaleza · 4. La ...

  • Emilia Pardo Bazán: Libros - Amazon.es

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  • Emilia Pardo Bazán - Amazon

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    Este libro ha sido convertido a formato digital por una comunidad de voluntarios. Puedes encontrarlo gratis en Internet. Comprar la edición Kindle incluye la ...

  • Emilia Pardo Bazán - Editorial Renacimiento

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    Autor de numerosos libros de texto, ha publicado el libro de lingüística Lengua resuelta (1999), los poemarios Notas a pie de página (2005), La sed provocadora ...

  • Libros de Emilia Pardo Bazán

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    1190 Resultados para: Libros de Emilia Pardo Bazán Ejemplares antiguos, descatalogados y libros de segunda mano · 1. POR LA EUROPA CATÓLICA · 2. EL LIRISMO EN LA ...

  • EMILIA PARDO BAZÁN - El Corte Inglés

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    EMILIA PARDO BAZÁN · Libros de EMILIA PARDO BAZÁNVolver · La quimera (Bolsillo) (Tapa blanda) · Cuentos (Tapa blanda) · Los pazos de ulloa (Bolsillo) (Tapa dura).

  • Catálogo de libros de viaje de Emilia Pardo Bazán - Biblioteca ...

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    Catálogo de libros de viaje de Emilia Pardo Bazán · Texto. Título: Al pie de la torre Eiffel / Emilia Pardo Bazán · Texto. Título: Cuarenta días en la Exposición ...

  • 3 mejores libros de Emilia Pardo Bazán › marzo 2022 - Juan ...

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    3 mejores libros de Emilia Pardo Bazán. Entre los siglos XIX y XX dos escritoras gallegas acopiaron el necesario reconocimiento literario de lo femenino en ...

  • El secreto del boticario de Amanda Clark

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    Ano 2018. Paola Godoy es una joven periodista que trabaja desenmascarando a farsantes que aseguran tener cualidades paranormales. Cuando le asignan investigar a Lorenzo Santillan, un famoso hipnotista, no imagina que su vida dara un giro de ciento ochenta grados. Unos extranos recuerdos afloraran desde lo mas profundo de su mente.

  • Malaherba de Manuel Jabois

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    Manuel Jabois llega a la novela.

  • Sananda 1 de Lena Valenti

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    Hay cosas a las que con solo echarles un vistazo uno percibe que no son nada ordinarias. Hay lugares marcados por una extrana energia a la que los humanos no sabemos ponerle nombre, por mucho que sintamos en nuestro fuero interno que algo especial sucede ahi. Nos encanta observarlos y gozar de ellos sin pagar entrada ni pedir permiso, porque consideramos que no estan regidos ni por estatutos comunitarios ni son propiedad de nadie en especial. Estan ahi para la contemplacion y el goce, vengan del mundo que vengan. Son Patrimonio de la Humanidad. Eso sucede con es Vedra. Es Vedra formaba parte de Eivissa en la antiguedad; pero un dia, por alguna extrana razon, decidio independizarse de ella y nadar a traves del mar hasta quedarse flotando como una roca, parecida a una espectacular catedral gotica, que flanqueaba a los ibicencos, guardandoles, protegiendoles y amandoles desde la distancia, pero fuera de ellos y de su nucleo. La atrevida fechoria de es Vedra para con Ibiza fue el acto de independencia mas pacifico y natural de la historia, en el que ni los intereses ni los prejuicios humanos podian delimitar si uno podia liberarse o no. Y es que... ?quien se puede oponer a las fuerzas de la Naturaleza? Las Antiguas, llamadas mujeres de Iboshim, aquelarres de sabias y ancestrales brujas que poblaban las islas desde epoca fenicia, ocultas solo para aquellos que no las quisieran ver, contaban en petit comite que es Vedra necesitaba el aislamiento para mantenerse pura y acumular energia, puesto que era y seria un importantisimo punto de equilibrio telurico y magnetico para la Tierra. No sabian decir por que era asi, pero asi era. Por tanto, aquella gigantesca roca, fuente de leyendas, mitos, magia y todo tipo de sucesos paranormales, emergia de las profundidades del mar Mediterraneo, desde sus entranas, para hacer de vigia de la gente de Eivissa y banarlos con su poder. Ofreciendose para ellos siempre que lo necesitaran y siempre que la respetaran. Y alli estaba Amanda Balanzat, descendiente de las mujeres de Iboshim. A sus treinta y cinco anos, tenia unos dolores de parto tan fuertes que parecia que la estaban matando. Cada contraccion le arrancaba un ano de vida, y suponia que, una vez diera a luz, su larguisimo pelo rojo estaria entrecano y las comisuras de sus ojos verdes lucirian arrugas marchitas; lamentablemente, ninguna de ellas seria causada por sonreir. Los medicos le habian recomendado que no tuviera esos bebes. Su embarazo habia sido declarado de alto riesgo y por eso decidio no continuar visitando a su equipo medico, pues ya no confiaban en el exito del alumbramiento. Amanda no queria dar marcha atras; sus ginecologos decian que lo mejor para preservar su salud era abortar, y aquella diatriba habia generado un serio conflicto entre ellos, mas aun, sabiendo que su madre, Pietat, habia sido una doctora muy respetada en las islas. No obstante, los medicos no creian en aquello que las Balanzat, temidas por algunos, tenian por ciencia cierta, como eran los conocimientos, tan antiguos como la mismisima vida de sus maravillosas islas, que atesoraban con celo y que habian sido transmitidos de generacion en generacion desde la Antiguedad. Es Vedra era magica y tan real como que el sol salia cada manana y la luna se alzaba por las noches, tan magica como habia sido su caso de embarazo. Amanda habia sido declarada rematadamente esteril. Con solo un ovario, <> como decia ella, se habia quedado embarazada en contra de los diagnosticos aplastantes de sus medicos. Y no solo de un bebe. Ni de dos. Tres. Tres eran las bebes que esperaban nacer de su vientre abultado, estriado y varicoso. Una cuna de carne que las habia resguardado el tiempo necesario como para que se formaran, pero no el suficiente y recomendado para que las pequenas, que no serian trillizas identicas, pudieran sobrevivir a la vida fuera de su protector interior. Amanda acaricio la parte baja de su barriga y tomo aire por la nariz para sacarlo por la boca. Aquello debia salir bien. El linaje de las Balanzat no podia acabar solo con ella; ellas eran las guardianas de Eivissa y su linea de sangre debia persistir. Mama Pietat, su madre, y su amado y descuidado marido, Angel, la acompanaban para la ocasion. Una le secaba el sudor de la frente con un pano blanco remojado en el agua fria de la orilla del islote mientras recitaba una oracion a es Vedra. Tenia el pelo blanco trenzado, y sus ojos azules y conmovedoramente claros, a diferencia de su hija, si tenian arrugas de felicidad a su alrededor. La mujer no dejaba de sonreir, alegre por saber que las Balanzat proseguirian su camino en la vida de la mano de esas tres ninas que verian la luz de la luna llena esa misma noche. Pietat se negaba a creer otra cosa que no fuera un exito rotundo en el parto. --Tu, que eres madre y sostienes a tus hijos; tu, que nos vigilas y no juzgas; tu, que nos ayudas y nos purgas. Sobre tus faldas yace mi hija, la tuya; ayudala a dar vida y ayudala a sanar despues. La vida con muerte no es vida, la vida con vida lo es. --Remojo su rostro de nuevo y acuno su mejilla roja en su mano--. Vas a estar bien, carino. Ya lo veras. --Me matan los dolores. Cada contraccion es peor que la anterior --susurro ella dejandose mimar por su madre, abatida y y ya muy cansada. --Lo se, amor --dijo Angel encendiendo la ultima vela pequena y de tallo grueso a su alrededor. Se incorporo y con el indice recoloco sus gafas de pasta negra, que se habian deslizado debido al sudor sobre el puente de su gran nariz. Amanda observo a Angel y se sorprendio de lo mucho que lo seguia amando. A muchas parejas el tiempo les desgastaba, aniquilando todo el amor que un dia habian sentido el uno por el otro, como si fuera un recuerdo de un sueno; pero ese no era su caso. Basaron su relacion en el respeto y en la admiracion mutua que se profesaban como personas. Su amor no habia sido nada fulgurante, se habia forjado a fuego lento, y de ello habia resultado un inmejorable cocido del que todavia paladeaban su sabor. ?Que futuro podrian haber tenido una curandera y el disenador de la planta desalinizadora de Formentera? Probablemente no mucho. Angel era un hombre de negocios, muy rico y de ideas muy vanguardistas. Ella era solo una chica sonadora de un pueblo ibicenco, en es Cubells. Pero una noche de San Juan entre hogueras, alcohol y ritos naturistas podia dar mucho de si. Y vaya si lo habia dado. Desde entonces, la pareja se habia vuelto inseparable y se habian querido tanto o mas que el primer dia. Por eso Amanda no queria fallar. Necesitaba sobrevivir al suplicio de sacar a tres personitas adelante, sufriera los dolores que sufriera. Y si ella no seguia adelante, al menos, que sus hijas conocieran al maravilloso padre que tenian y a su esplendida abuela. Que vieran la vida con los ojos vivos con los que ella la veia. La vida era un regalo que todos merecian sin distincion. Y su deseo mas profundo era que sus hijas la experimentaran. --De acuerdo, preciosa --le dijo Angel colocandose tras su espalda para que ella se apoyara en el. Habian intentado facilitar todas las comodidades posibles a la parturienta pero, al final, no habia nada mas seguro y tranquilizador que el sosten que conferian el cuerpo y los brazos de la persona que te queria y que no permitiria que hicieras ese viaje sola. Los hombres no sufrian dolores de parto, pero si sufrian el temor y el dolor de ver a su mujer gritando entre lagrimas, sangrando y desfalleciendo, y Angel no era inmune al hecho de no poder apaciguar siquiera un poco de su tormento. Pero, al menos, estaria ahi para ella. Le ofrecio la mano derecha a su mujer, y ella se la cogio, amarrandose a el como si fuera un salvavidas. --Rompeme todos los huesos si quieres --le susurro el al oido, con ternura infinita--. No me voy a ir. Amanda sonrio y apoyo la cabeza en su pecho. Su respiracion se habia disparado y ahora ya no llevaba ritmo ni control. Mama Pietat se arrodillo entre sus piernas y arremango las mangas de su camisa roja de estilo ibicenco. --Muy bien, hija. Ya estas muy dilatada --La inspecciono con los dedos entre las piernas--. Madre mia... Ya toco la cabeza de una de ellas --sonrio con ojos brillantes--. Cuando diga tres, empujas con fuerza. --Mama... --susurro llorosa-- la ultima ecografia que me hice reflejaba que una de ellas estaba atravesada... --sorbio por la nariz--. No se si podre... No se si ha sido buena idea... --Las dudas, inevitablemente, la acecharon en el ultimo momento. --Chis, nina --la corto la madre--. Las mujeres llevan pariendo desde hace milenios... No te va a pasar nada, carino. Estamos en lugar sagrado y no podemos ofender a es Vedra. Mis nietas estaban mal colocadas antes. --Alzo los ojos claros al cielo y a la luna llena. El pico lleno de acantilados de es Vedra recortaba el color nocturno y lleno de luces titilantes de la boveda celeste--. Pero ahora, el espiritu de Mama Vedra hara lo propio --dijo refiriendose a la magica roca--. Empuja --le ordeno seria y llena de determinacion, sin perder de vista la expresion asustada de su hija--. !Empuja, Amanda! Amanda no tardo ni un segundo en reaccionar y obedecerla. Impulso su cuerpo hacia adelante con toda el alma y contemplo a su madre, que con ojos abiertos y estupefactos, llenos de maravilla y fascinacion, recibian al primer bebe en un pano rosa y caliente. Actuo con diligencia y corto el cordon umbilical con unas tijeras nuevas que habian comprado ese mismo dia. Todo era nuevo y a estrenar: las mantitas, la cuna triple que pondrian sobre la lancha para salir del islote, las gasas, los hilos... Todo seria casero para salir del paso. Despues, cuando Amanda acabara de dar a luz a su tercera hija, se la llevarian al hospital municipal de Ibiza. La bebe ni siquiera lloro. Pietat la observo con detenimiento cuando la pequena abrio los ojos y, medio prematura como era, fijo la mirada en ella. Unos ojos tan verdes como los de Amanda. Tenia los punitos apretados contra su pecho desnudo y resbaladizo y hacia pucheros con su boquita en forma de pinon. --Por todos mis antepasados... --susurro Pietat, estremecida--. Esta nina tiene ojos de vieja. --Se llamara Nicole --sentencio Amanda. --Todos los bebes son viejos enanos al nacer --dijo Angel, con una sonrisa estupefacta en sus labios--. Viene otra mas, Pietat. Dejala en la cuna--la urgio nervioso, animando a Amanda y besandola en la coronilla. --!La quiero coger! --clamo Amanda. --No, aun no --le prohibio Pietat--. Despues cogeras a las tres. Ahora centrate, esto aun no ha acabado. --Vamos, cielo. Ya hay una parte del camino hecho --la espoleo Angel. Amanda lloraba con fuerza; los dolores se hacian insoportables. Una vez habia salido la primera, empujaba la segunda. Sin embargo, esta segunda no tuvo nada que ver con la de antes. Amanda sintio una paz increible al empujar; tanto que, incluso, pudo sentir como parte de su cuerpo, internamente magullado y desgarrado, se regeneraba y sanaba milagrosamente.

  • Porque lo dice Low (Sea Breeze 2), Abbi Glines de Abbi Glines

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  • No me debes nada de Conti Constanzo

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    Cuando Antonia recibe una llamada desde una clinica de Buenos Aires, lo deja todo para ir al lado de su hermana. En el aeropuerto conoce a Jose Ignacio, un hombre que tiene la virtud de sacarla de quicio, pero que a su vez le atrae profundamente.

  • La conquista romana de Hispania de Javier Negrete

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    Esta es la historia ilustrada de una de las mayores epopeyas de la Antiguedad, la conquista romana de Hispania. Marcada por continuas guerras y conjuras, la llegada de Roma a la peninsula forjo el caracter y el destino de este territorio a lo largo de sucesivos siglos. Javier Negrete nos introduce con su habitual maestria en una epoca fascinante apoyado por la reconocida ilustradora Sandra Delgado, que ha realizado treinta obras originales para plasmar la vida, la lucha y la muerte en la Hispania romana. Cartago, los pueblos iberos o las guerras civiles, se entremezclan en un relato trepidante con personajes como Escipion, Anibal, Viriato o el gran Julio Cesar para ofrecer al lector uno de los episodios historicos mas apasionantes de nuestro pasado.

  • Dr Jekill y Mr Seek de Anthony O'neill

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  • Quien bien te quiere te hara reir (Bad Boy’s Girl 4) de Blair Holden

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    Cuarta entrega de la adictiva serie #BadBoysGirl.

  • Inmersos en el deseo de Linda Turner

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  • Comer para no morir, Michael Greger de Michael Greger

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    La gran mayoria de muertes prematuras podrian prevenirse con tan solo llevar a cabo sencillos cambios en la dieta y en el estilo de vida. En Comer para no morir, el doctor Michael Greger, experto en nutricion y medico de fama mundial, analiza las quince primeras causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cancer, diabetes, enfermedad de Parkinson o hipertension arterial, entre otras) y explica como algunos cambios en la alimentacion y el estilo de vida pueden ser mas eficaces que las pastillas u otros tratamientos farmacologicos y quirurgicos, y de este modo vivir una vida mas saludable.

  • Eso lo explica todo de John Brockman

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    Jared Diamond sobre la electricidad biologica. Nassim Nicholas Taleb sobre el estres positivo. Steven Pinker sobre las profundas raices geneticas del conflicto humano. Richard Dawkins sobre el reconocimiento de patrones. El premio Nobel de Fisica Frank Wilczek sobre la simplicidad. Lisa Randall sobre el mecanismo de Higgs. Brian Eno sobre los limites de la intuicion. Richard Thaler sobre el poder del compromiso. V. S. Ramachandran sobre el <> de la conciencia. El premio Nobel de Fisiologia Eric Kandel sobre el poder de la psicoterapia. Mihaly Csikszentmihalyi sobre el <<dictum de Lord Acton>>. Lawrence M. Krauss sobre la unificacion de la electricidad y el magnetismo.

  • Sakura de Matilde Asensi.

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    En 1990, Ryoei Saito, un multimillonario japones, adquirio El retrato del doctor Gachet, de Vincent Van Gogh, en una subasta de Christie’s por la suma mas grande pagada hasta entonces por una pintura: 82,5 millones de dolares. El multimillonario fallecio poco despues y, con el, el cuadro desaparecio para siempre.

  • La puerta de Abadon (The Expanse 3) de James S. A. Corey

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    La tercera parte de <>, la saga superventas de The New York Times en que se basa la exitosa serie de television homonima producida por Syfy y emitida en Netflix.

  • El Libreto de Alejandra Diaz

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    El 18 de julio de 1936, mientras el general Francisco Franco llegaba desde Canarias para tomar el control del ejercito del Protectorado y Santiago Casares Quiroga, incapaz de contener la rebelion ya generalizada, dimitia de su cargo de presidente del Gobierno, Hilda Valladares abrazaba su abultado vientre y le pedia al ser que habitaba en su interior que se mantuviese en silencio y tranquilo durante esta ola amenazante; el mismo silencio que ella mantendria meses mas tarde, cuando se llevaran a su propio padre delante de sus narices... Nunca mas supo de el. A la manana siguiente, entre el horror y el desconcierto, y con la adrenalina en descenso a causa del agotamiento y el hambre, Hilda sintio la oleada de oxitocina que su cuerpo gravidico necesitaba liberar. Ayudada por su madre, dona Lucia, y por una comadrona de manos grandes y fuertes, apodada dona Cata, que residia en su mismo barrio de la sacudida ciudad de Madrid, dio a luz con dolor y desesperacion mientras Espanase quebraba parasiempre. Juan Dominguez Albornoz fue uno de los pocos hombres que no estaba en el frente. El trabajo de parto de su mujer lo mantuvo a salvo. Queria salir y defender su pensamiento y sus ideales republicanos. Las calles militarizadas y el ambiente de rebelion exaltaban su espiritu, pero cuando vio al recien nacido y sintio la esperanza del llanto energico de este nuevo ser que dependia de el, decidio que haria lo que fuese necesario para protegerlo de cualquier destino infantil indigno. Sin embargo, esto no se concretaria hasta trece meses despues en Alicante, cuando tuvo la oportunidad de embarcar con destino a Argentina gracias alos contactos politicos de dona Lucia. --!Las oportunidades se presentan para tomarlas! --les comento depositando sobre la desgastada mesa de la cocinalos papeles que harian posible el viaje hacia America del Sur. --!Tengo miedo, madre! --Hilda, vais a estar bien o, al menos, mejor que aca. !Eso os lo aseguro! --la calmo mientras la rodeaba con sus rollizos brazos. --!Si vinieses con nosotros...! --sollozo Hilda con un nudo en la garganta. --Una madre nunca abandona a un hijo. Tu hermano no va a descansar hasta saber el paradero de vuestro padre --agrego dona Luciaala par que le daba palmaditas en laespaldaasu acongojada hija. Las dudas y las preguntas merodearon por los suenos de Hilda. Los meses previos a iniciar la travesia fueron de incertidumbre, pero intuia que esa guerra civil anticiparia un cataclismo mundial y ello le pesaba aun mas y alteraba su descanso. No queria dejar a su madre, pero la familia que estaba formando merecia una oportunidad parasobrevivir. --Nos iremos a Mexico. Es la alternativa mas sensata en estos momentos. Es el unico pais que tiene unainstitucion organizada paralos espanoles --manifesto Hilda. --Si vamos a emigrar, prefiero que sea a la Argentina --rebatio Juan--. Es un pais que ofrece un mayor potencial para mentes inquietas como la mia. --Pero Argentina no recibe republicanos. Ellos simpatizan con el regimen franquista --discrepo ella, intentando calmar los nervios que laaquejaban desde hacia varios dias. --Los lazos intelectuales de este pais de Sudamerica podrian acallar verbalmente mi espiritu para salvar alafamilia que llevo --aseguro el para convencerla. Fue asi como los Dominguez Valladares partieron rumbo a America con su hijo Enrique, de tan solo dos anos, bien sujeto a su espalda; y lo que en principio era un objetivo ansiado y desesperado se transformo en un sentimiento de angustia y desolacion. La travesia por mar duro veintiseis dias y finalizo en el puerto de Buenos Aires. Viajaron con otras familias de espanoles que lograron convertirse en la suya propia. Junto con ellos formaron una comunidad de refugiados de la guerra, con contactos que daban apoyo necesario para poder asentarse en las mejores condiciones posibles. A traves de estas redes Juan consiguio su primer trabajo. Gracias a sus estudios y a sus conocimientos en el area de la filosofia, ocupo un cargo como asistente de catedratico en la Universidad Estatal de Buenos Aires. El trabajo completaba la mente de Juan, pero la remuneracion era insuficiente para mantener a una familia que anunciaba su crecimiento. Poco tiempo despues se entero de que en el pais vecino existian tierras a la venta que poseian las condiciones necesarias para ser cultivadas; de buena calidad y a un precio minimo. Todo ello con el objetivo de tratar de poblar ese pais tan aislado. --?Donde queda Chile? --pregunto Hilda, desconcertada. Los meses de adaptacion habian sido un sufrimiento para ella, asi que el simple hecho de pensar en la posibilidad de moverse otra vez la descoloco. --Estamos cerca y latravesiasera corta --le aseguro Juan, intentando calmarla. La personalidad sonadora de este espanol le otorgaba audacia de sobra para conseguir cualquier objetivo propuesto. Hilda, por el contrario, era una mujer terrenal a la que las situaciones de riesgo o ambivalenciale provocaban ansiedad. --No estoy segura --titubeo, y se llevo ambas manos a la cabeza a la vez que cerraba sus pequenos ojos color miel--. Aqui yatenemos un trabajo estable. --!Pero tendremos nuestras propias tierras, Hilda! --solto el, exasperado. Despues se acerco a paso lento a la ventana y miro a traves del cristal. Pudo observar la suciedad y la inmundicia que presidian las calles de aquel barrio. Luego de un instante, agrego--: Tendriamos la posibilidad de criar a nuestros hijos en un lugar que fuese nuestro... Podriamos construir un hogar paraellos. --!Nuestro hogar lo perdimos para siempre al dejar Espana! --expreso ella, que ya habia perdido bastante. Dias despues, con otras dos familias, partieron rumbo a aquel pais ubicado al final del mapa. Con los contactos adecuados, adquirieron las visas chilenas requeridas. Aun resonaban en su mente las recomendaciones de dona Lucia sobre la importancia de llevar efectivo para comprar tierras y poder trabajarlas ellos mismos. Ese fue el argumento que utilizo Juan asu favor para convencer asu mujer. La travesia duro dos semanas. Lo mas dificil fue cruzar la cordillera de los Andes. El frio se calaba en los huesos a traves de los fierros del ferrocarril y Juan temio por la vida de su hijo y del pequeno que crecia en el vientre de Hilda; los abrazo y rezo para que pudiesen mantenerse a salvo. Y en ese momento desesperado decidio que, si sobrevivian, lo unico que hariaen esta vidaseriaser feliz. Chile les otorgo todo lo que esperaban al dejar Espana. Las veinte hectareas en el sur fueron mas que suficientes para vivir de todas las bondades que proporcionaba la tierra y mantener a esa gran familia. Pero lo que este pais no pudo lograr fue borrar el resentimiento y el rencor en la mente de Hilda. Ella era una mujer menuda, de contextura media y personalidad fuerte, con facciones marcadas por los gestos expresivos de su rostro. Con solo veintidos anos sus ojos revelaban mas historias de las que ella hubiese deseado. A esas alturas habia perdido a su padre y a su unico hermano, de tan solo dieciseis anos. A este ultimo lo detuvieron mientras buscaba informacion sobre el desaparecido progenitor y lo fusilaron en el norte de Espana. --!Dime que mi hermano no esta muerto! --le grito a Juan con la carta, arrugada, todavia en las manos--. !Erasolo un nino! El pensamiento constante de la vida olvidada hacia que la energia ya no le alcanzara, asi que a los veintisiete anos se le notaba la labilidad y el peso del sufrimiento en las lineas de expresion que surcaban su cara. Anos mas tarde, la llegada de una segunda carta, esta anunciando la muerte de dona Lucia, la unica persona que le quedaba en Espana, acabo por resquebrajarle el alma. Rezo en silencio a los pies de su cama de fierro y maldijo el instante en el que abandono a los que mas queria. Odio la Espana mutilada que la separo de los suyos y la obligo a dejar sus suenos por la imposicion de los otros. Entonces tomo la determinacion de que nunca mas hablaria de sus raices, y mucho menos de la guerra. Hilda cerro el libro de su pasado porque no podia vivir el presente con dolor. Se resigno a la suerte y al destino impuesto y envejecio a una velocidad acelerada: primero de espiritu, pues perdio las ganas de seguir, y luego fisicamente. Su cuerpo parecia el de una mujer senil. Ni todas las palabras romanticas de Juan ni los besos efusivos y pegajosos de sus hijos pudieron retenerla en esta tierra que no queria. Anhelaba lo perdido y, sin angustia alguna, un dia dejo de respirar. A los cuarenta y dos anos abandono este mundo y aquel pais americano y dejo a un esposo destrozado y nueve hijos. La vida de Juan Dominguez Albornoz corrio distinta suerte. En Espana vivian sus padres y sus dos hermanas menores, Ines y Rosario, quienes tenian doce y seis anos, respectivamente, al momento que este habia emigrado. Habian sobrevivido a la guerra y a la dictadura. Pese a ello, el rostro de Juan nunca pudo borrar las huellas del llanto por los que se habian quedado en su tierra natal. Para alejar de su mente los pensamientos del recuerdo de sus seres queridos, trabajo la tierra en Chile como si siempre lo hubiese hecho; estafue en el sustento de su descendencia. Su hijo, Enrique Dominguez Valladares, crecio siendo un nino feliz, como anhelaba su padre. Aunque habia nacido en Espana, dejo este pais en el pasado. No habia nada que recordar, pues toda su vida habia transcurrido en Chile. Aqui habia aprendido a leer y a escribir gracias a su madre, dona Hilda, porque la escolaridad era un lujo que no podian permitirse. Sin embargo, ayudo a sus hermanos menores a ir a la escuela y aprendio de ellos. Leyo todos los libros que estuvieron a su alcance, se relaciono con la gente mas influyente de la epoca y se convirtio en uno de los hombres mas apuestos y refinados, con un gusto innato por el arte. Se habia casado con Matilde de la Fuente, una chilena proveniente de una familia conservadora y acomodada, con quien tuvo cuatro hijos. El mayor se llamaba Fernando. Matilde era una mujer de descendencia alemana, cuyos antepasados tambien habian llegado al pais en un afan colonizador. Era robusta, con el cabello dorado, y tenia hermosas y delicadas facciones. Enrique y Matilde fueron un matrimonio pleno y dichoso; tanto es asi que el dia que Enrique abandono este mundo Matilde decidio que no aceptaria que la muerte los separase y, simplemente, dejo de comer. Intentaron alimentarla de mil maneras, con caldo de avena, sustancia de cogote de gallo y compota con harina tostada, pero ella solo queria morir. Era demasiado catolica para hacer una autolisis directa, asi que dejo que su cuerpo se apagase despacio por la inanicion. Treinta y cinco dias despues y en soledad acompano parasiempre asu espanol inmigrante. Felipe Dominguez Abarzua, cuarto en la linea sucesoria, afloro con su espiritu inquieto y artistico y quiso recuperar el pasado espanol de su linaje. --!Recuperemos la nacionalidad espanola, papa! --?Para que la quieres? No tenemos nada alla --afirmo Fernando, convencido de que aquel esfuerzo no acarrearia ningun beneficio. --Me gustariairme a vivir a Europa --explico. Pese a los esfuerzos de ultratumba de Hilda Valladares, los genes no se pueden cubrir con tierra y el instinto por subsistir de las generaciones futuras dibujo la historia. De este modo, las busquedas y los recuerdos borrados salieron de nuevo a la luz y lograron descifrar lentamente el arbol cortado, sus enlaces y su descendencia. Fue asi como Sara se entero de que la hermana de su bisabuelo Juan, Rosario Dominguez Albornoz, estaba viva... y residiaen Madrid.

  • Conspiraciones ?Por que no goberno la izquierda de Jesus Cintora

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    Intrigas, conspiraciones y una encarnizada lucha por el poder se suceden en Espana en la caida del bipartidismo. Por primera vez, el pais vive casi un ano con un Gobierno en funciones, mientras se maniobra para mantener el status quo. ?Por que querian ya cortarle la cabeza a Pedro Sanchez semanas despues de convertirse en lider del PSOE? ?Que ocurre para que Podemos acabe dividido entre pablistas y errejonistas? ?Como consigue Mariano Rajoy quedarse en La Moncloa con el apoyo del socialismo y de Ciudadanos? Felipe Gonzalez quiere que Rajoy siga en la Presidencia, <>. ?Quien impide un Gobierno alternativo?

  • Un amor inesperado (El corazon de un libertino 1) de Kathia Iblis

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    Primera entrega de la nueva serie romantica historica victoriana <>.

  • La vecina del tercero derecha de Eugenia Dalmau

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    La aparente tranquilidad que se respira en el edificio de un elegante barrio de Valencia se vera perturbada por el inesperado fallecimiento de Enrique Giner, uno de sus vecinos.La desaparicion de un talonario de recetas medicas que Ignacio, psiquiatra y vecino del atico, echa de menos la noche de la muerte de Enrique alertara a Violeta, quien comenzara a fisgar en la vida de cada uno de los residentes: una viuda empenada en conseguir todo lo que se propone y su hijo soltero de cuarenta y cuatro anos; un atractivo y solitario vecino; una mujer dominada y anulada por su retorcido marido, convencida de que va a ser asesinada; un matrimonio idilico, padres de cuatro perfectos retonos; y una estirada vecina, esposa del fallecido.Con la ayuda de Ignacio y de la avispada portera, Violeta ira descubriendo que nada es lo que parece y poco a poco se sumergira en una peligrosa marana de mentiras que la llevara a temer por su propia vida.

  • Un cafe al final de todo (Cafenamorada 2) de Bet Alifanow

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    Carmela !Caras vemos, corazones no sabemos!, no es posible que Santiago me proponga un amor tan bonito cuando tenia su vida hecha con la tal Romina y ahora con un hijo en camino... Definitivamente el amor no es para mi... Ahora debo redimensionarme, olvidar a Santiago, reconstruir Cafenamorada y seguir adelante. Como decia mi abuela, !Si llegas a caer, no te queda mas que limpiar tus rodillas y seguir adelante!, !Nunca decaigas, somos mujeres guerreras!, !Nunca lo olvides! Esas palabras me retumban en la cabeza mientras dura el trayecto desde el desastre de almuerzo con Santiago y Cafenamorada, pero no puedo creer lo que veo cuando llego. Sebastian esta con un grupo de personas a los que veo que les da ordenes. Me bajo rapidamente del taxi y corro a enfrentarlo, no me importa armar un espectaculo. !Estoy llena de ira!--!Que carajo haces aqui! --le grito. --?No es evidente? Estoy tratando de arreglar el desastre que dejo el incompetente de tu amante, porque la unica forma que algo te salga bien, es que yo este presente solucionandote todo. Mi rabia es tan grande que la use para estamparle una sonora cachetada, vi sus punos cerrarse, y aunque me dio miedo que me golpeara lo enfrente. --?No habras tenido tu algo que ver con este incendio para poder ser despues la solucion? --le digo con toda la rabia que cargo acumulada--. Pues estas muy equivocado, !Largarte que yo me basto sola! Para mi sorpresa quedo tan impactado con la acusacion que solo me miro con rabia, se dio la vuelta y se fue, eso solo me dio pie para pensar que definitivamente aqui hay gato encerrado. No parare hasta que la verdad salga a la luz... Me quedo parada mirandolo todo, no se de donde ha salido esta gente, ni que hacen aqui, bueno evidentemente estan tratando de ordenar las cosas luego del incendio, pero no puedo permitir que pase esto, eso seria dejar que Sebastian se salga con la suya. Me acerque hasta el hombre que estaba hablando con Sebastian para hablar con el. --Buenas tardes, disculpe, pero me gustaria saber ?quien es usted y que hace aqui? --le digo con voz calmada. El tipo me mira de arriba abajo en una inspeccion nada decente que me hizo sentir incomoda y me lleno de rabia. --?Y usted es? --me replica con arrogancia. --La duena del lugar --le espeto sin mas--, y aun estoy esperando por saber ?quien es usted y que hace aqui? --le digo con altaneria, ya que me irrito su actitud. Sin ningun tipo de remordimiento por su parte, con altivez me responde. --A mi me contrato su esposo para arreglar este desastre, me dijo expresamente que solo debo hablar con el sobre las necesidades y arreglo del local. !Esto es el colmo de las cosas malas del dia!, mi paciencia y los buenos modales se fueron de vacaciones en este instante, cierro los ojos por unos segundos e inhalo con mas fuerza que nunca, cuando los abro, lo miro con fiereza y le digo: --En primer lugar, no es mi esposo, en segundo lugar, yo soy la unica duena y en tercer lugar tiene exactamente cinco minutos para salir de aqui con sus hombres antes que llame a la policia y levante cargos por allanamiento --digo con voz fuerte y cargada de rabia. --!Usted no me da ordenes! --me dice el muy descarado--, tengo con contrato que... --!Me importa un comino su contrato! --le grito interrumpiendolo--, yo no lo contrate asi que me vale mierda lo que opine, salga de mi negocio o lo denuncio por allanamiento, robo y cualquier otra cosa que se me ocurra --le digo mientras marco el numero del jefe de policias en mi telefono. --No hay necesidad de alterarse senora --me dice el tipo haciendo enfasis en el "senora"--, ya le digo a mis hombres para salir de aqui, pero alguien debe hacerse cargo del trabajo que empezamos a hacer y... --Salga de aqui inmediatamente y arreglese con quien lo contrato, yo no tengo nada que ver con usted --le digo sin dejarlo decir mas nada. Mientras sigo intentando con la llamada, veo como me dirige una mirada de muchisima rabia, se da la vuelta y va a hablar con su gente, minutos despues todos se van en una camioneta Ford azul. No se que me impulso a colgar la llamada y tomarle una foto a la camioneta justo antes que cruzara. Reviso la imagen, aunque soy mala tomando fotos y la tembladera que tenia no era normal, la foto quedo lo bastante nitida para que se distinguiera la placa y el modelo. Vuelvo a insistir con la llamada al jefe de policia, esta vez enseguida me contesta y le explico lo que acaba de ocurrir, me pide que le envie la foto por WhatsApp, para investigarlo todo. A groso modo le explico que no tengo ningun trato ni relacion con mi ex esposo, por si esta gente le da por denunciarme. Muy amablemente atendio mi pedido, quedando que debia pasar lo mas pronto posible por la comisaria para formalizar una denuncia si era mi gusto. Me recomienda que llame a una empresa de seguridad por si quiero resguardar el negocio hasta que empiece la remodelacion. Conversamos unos minutos acerca de los hechos y nos despedimos. Aun intranquila, le envio la foto y recibo de vuelta el numero de la empresa de seguridad. Enseguida me pongo en contacto con ellos, le explico la urgencia y ellos me dicen que me atenderan inmediatamente. Como no tengo oficina donde atenderlos para finiquitar el contrato, los cito en un cafe que queda a pocas cuadras de Cafenamorada, quedamos en 40 minutos. Un poco mas calmada, pero con la tristeza a flor de piel, me voy caminando con el frescor de la tarde dandome en la cara hacia el cafe donde me vere con la empresa de seguridad. Mi mente es un cumulo de imagenes y conversaciones que se mezclan sin sentido alguno. El incendio, la situacion con Santiago, Sebastian y su aparicion con la gente para la remodelacion, demasiado rapido pense, la angustia y la incertidumbre se apoderaron de mi por un instante. Llego al cafe, los muchachos de la barra me conocian, me dieron su pesar por lo sucedido, me sente en una mesa al fondo del local, enseguida me trajeron <>, segun sus propias palabras. Yo me rio ante la ocurrencia y le doy las gracias. El muchacho que me atiende sonrie y se aleja dejandome sola rumiando con mis pensamientos. Mientras saboreaba el cafe, me acorde de una frase que me decia mi papa que, segun el, era del Rey Alejandro de no se donde, que decia: "parece ser una necesidad basica del corazon humano en toda crisis importante, una buena taza de cafe caliente", cuanta razon tenian ambos… Toca pensar, pero mi mente es un torbellino de imagenes, mi corazon una montana rusa de sentimientos, quiero llorar, pero mis ojos estan secos, debo calmarme para poder pensar con cabeza fria todo lo que esta pasando y planificar como resolverlo. Tengo que enfrentarme a mi realidad, debo ser fuerte, pero no se de donde sacar fortaleza, pienso en mis hijos, en todo lo que he pasado para llegar aqui. Sin darme cuenta mi super cafe se termina y enseguida veo como lo cambian por otro, !que buen servicio!, cierro mis ojos mientras sigo con mi cafe, pongo mi mente en blanco, no quiero pensar por unos minutos... Los retos son los que hacen la vida interesante: superarlos es lo que hace que tenga sentido. (Joshua J. Marine). Santiago Salgo corriendo detras de Carmela, veo como sube al taxi y yo sin poder detenerla. Me quedo como un estupido paralizado viendo como se aleja... La molesta voz de Romina me saca de mi momento de dolor. --Santiiiiiiii, ?quien es esa mujer?, ?Por que sales detras de ella? --me dice mientras toca mi antebrazo. --Lo que yo quiero es saber Romina, ?como demonios llegaste aqui?, ?quien carajo te dijo que yo queria verte? y ?de donde salio la ridicula idea que estas embarazada? --Ay Santiiii son muchas preguntas, ya se me olvido la primera y no me alces la voz que estoy embarazada !Dios mio!, en que estaba pensando yo cuando empece a salir con esta mujer. Mi cara es fiel reflejo de la molestia que sentia. --Santi... --me dice agarrando mi mano. --Romina... --digo con voz de hastio y soltandome de su agarre--, en primer lugar, tu cuento de estar embarazada de mi es practicamente un imposible, creeme se muy bien por que te lo digo y, en segundo lugar, aunque ya no me importe, quiero saber a que viniste. --Pues una noticia como esta tenia la obligacion de dartela en persona Santi --me dice con voz melosa--, despues de hablar con tus padres y decirles que serian abuelos nuevamente, me dijeron que estabas aqui y vine a sorprenderte. Masajeo mis sienes, me esta empezando la migrana y tener a Romina aqui no me ayuda, debio ser muy convincente para que, por segunda vez en mis cuarenta y dos anos, mi madre se meta en mis asuntos sentimentales. --Realmente no se si es que no entiendes lo que se te dice o te haces la desentendida a proposito --le digo mirandola con cansancio, veo como su cara se contrae por unos segundos para luego poner la misma expresion cansina que tanto me disgusta. Camino a su alrededor estresado y con un mar de pensamientos e imagenes revoloteandome en la cabeza, paro en mis divagaciones para preguntarle: --?Donde estan tus cosas? --pregunto. --Estaba tan emocionada que viaje con lo que cargo encima Santiii. Pense que podiamos salir de compras aqui. No conteste nada, simplemente la tome por el codo y nos dirigimos al lobby del hotel, le doy las llaves de la habitacion mientras le digo: --Sube a la habitacion y esperame alli. --?A donde vas Santi? --Ya regreso. Salgo del lugar sin voltear a ver a Romina, la suave brisa de la tarde refresca mi cara, y me hace consciente del problema en el que estoy metido. Necesito buscar a Carmela y explicarle la mentira de Romina...

  • Todo no dura siempre de Alexandra Ferrara

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    Hace ocho meses que Adriana y Juan perdieron a sus padres, y ahora les toca mudarse a una pequena ciudad costera con sus abuelos, donde no conocen a nadie y les tocara empezar de cero. Lo que Adriana no sabe es que tras el dolor que siente y las ganas de desaparecer, hay muchas aventuras por vivir y muchas cosas por aprender como que la amistad no es lo que ella ha conocido hasta ese momento, que las apariencias enganan, y que siempre hay dos versiones de una misma historia. Pero sobre todo, conocera el amor, el amor incondicional, puro y verdadero.

  • Desde mi ventana (Juntos y revueltos 2) de Eleanor Rigby

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    Cuando quieres estar cerca de alguien, ser solo su vecina puede no ser suficiente.

  • Herencia misteriosa de Leona Karr

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    Una tormenta empujo a la rica heredera Stacy Ashford a los brazos de un misterioso desconocido, un hombre duro y tremendamente atractivo. Pero ese encuentro con Josh Spencer parecia algo mas que una casualidad. Para hacerse con su herencia, Stacy tenia que reconstruir el fantasmagorico hotel en el que habia muerto la hermana de Josh. Y aunque Stacy no podia confiar en los motivos por los que el la ayudaba, su presencia la hizo mantenerse fuerte cuando alguien… o algo intento atemorizarla.

  • Walkscapes de Francesco Careri

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    El andar es un acto cognitivo y creativo capaz de transformar simbolica y fisicamente tanto el espacio natural como el antropico. Este libro narra una historia de la percepcion del paisaje a traves del acto de caminar: del nomadismo primitivo a las vanguardias artisticas de principios siglo XX, de la Internacional Letrista a la Internacional Situacionista, del minimalismo al land art, Francesco Careri repasa algunas de las propuestas historicas que han concebido el acto de deambular no solo como una herramienta de configuracion del paisaje, sino como una forma de arte autonoma, un instrumento estetico de conocimiento y modificacion fisica del espacio atravesado que pasa a convertirse en intervencion urbana.
    Esta nueva edicion actualizada del clasico de Careri incorpora un epilogo del propio autor donde hace un balance de la trayectoria del libro desde que fuera publicado por primera vez en 2002.

  • El nombre del canalla de Adriana Hartwig

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    En medio de los susurros de un pasado que, como un fantasma, se niega a
    morir del todo, se esconde un nombre. Otro, canalla, que invoca a un
    alguien aborrecido, lo reemplaza. ?Quien es el hombre que se esconde
    detras de ese otro sin escrupulos, vacio de sentimiento, que se hace
    llamar Dante Rivera?

  • The End, El Nuevo Mundo de G. Michael Hopf

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    Para Gordon Van Zandt, la lealtad y el deber para con su patria eran tan evidentes que, tras el 11 de septiembre, dejo la universidad y se alisto al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos; sin embargo, no tardo en abandonar este idealismo juvenil en una ciudad iraqui devastada por la guerra. Diez anos mas tarde, Gordon Van Zandt continua luchando contra los fantasmas de su pasado cuando, de repente, el y su familia deben enfrentarse a una nueva realidad. America del Norte, Europa y el Lejano Oriente sufren un superataque de pulso electromagnetico con consecuencias devastadoras que afectan las redes de electricidad y todos los dispositivos electricos. Tras el colapso total de toda la infraestructura economica --sin automovil y sin telefono--, Gordon sabe que debera luchar por unos recursos cada vez mas limitados y escasos. Junto con otros vecinos amigos, Gordon decide tomar todas las medidas que sean necesarias, y entre las cuales no se incluye el respeto por los demas.
    Gordon debe tomar todos los dias decisiones que en el “viejo mundo” hubieran parecido extremas y sumamente brutales, pero que ahora son vitales para la supervivencia.

  • Pequenas cicatrices de Luisa R. Bueno

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    Celia se sentia como una tonta, !una relacion de cinco anos al carajo! Alli iba, a sus veintisiete anos, calle arriba, tirando de dos enormes maletas camino de casa de su madre. Una casa que llevaba casi cinco anos sin pisar y a la que tan solo la imperiosa necesidad del momento le hacia volver. Llevaba la frente alta, digna, queriendo compensar con este gesto su hondo sentimiento de patetismo. La indignacion que sentia le impedia escuchar el estruendo de los dos maletones rodando por el suelo y ni siquiera era capaz de notar como su frente comenzaba a humedecerse con el esfuerzo. Aquel era el agosto mas caluroso que recordaba en mucho tiempo. Apenas eran las nueve de la manana y ya se adivinaba que aquella humedad iba a convertir el dia en otro tan pegajoso y plomizo como los anteriores. A pesar de la hora, la calle permanecia vacia; tan solo, de cuando en cuando, el ruido lejano de algun coche osaba competir con el del rodar de las maletas. <>, se decia mientras emprendia la ultima cuesta con gesto decidido, <>. La rabia que sentia era mayor que las ganas de llorar, !ni una lagrima!, y eso era justamente lo que Enrique le habia reprochado cuando le abria la puerta y le dejaba salir con los dos maletones. --No te apena nada de esto. Yo creia que me querias. Celia le dedico una larga y acusadora mirada. !Pues claro que le queria!, cinco anos juntos eran prueba de ello. Pero eso no significaba que fuera un amor eterno; ?acaso existia algo asi? Cuando salio por la puerta estaba completamente convencida de que la culpa de todo aquello era de Enrique, como siempre. ?No podia dejar las cosas tranquilas? El sabia de sobra que ella no creia en el matrimonio; ya habia visto a su alrededor suficientes matrimonios rotos como para embarcarse en uno de ellos. ?No era mejor vivir el dia a dia sin pensar en otra cosa? Y, sabiendo todo eso, ?como se le ocurria pedirle que se casara con el? Celia habia llegado del trabajo con ganas de darse una ducha, las piernas le estaban matando. Llevaba todo el dia en pie y su mente solo pensaba en la mesita del pequeno salon donde, sin duda alguna, iba a poner sus piernas en alto. Solo necesitaba quince minutos para reponerse, un cigarrillo antes de cenar y una ducha reconfortante. Al parecer eso era pedir mucho. Enrique la esperaba sonriente en la entrada, todavia llevaba puesto el uniforme de policia. Algo importante tendria que decirle para haberle esperado sin ni siquiera cambiarse. Aquel gesto tan suyo de satisfaccion le iluminaba la mirada de tal manera que Celia olvido al instante todo el cansancio. Observo divertida el brillo de sus ojos, verdes como la primavera en el campo, verdes como las ramas de los espartafilos que tenian en la mesa del salon. Aquel brillo tenia la misma intensidad que la de un nino en la manana de Reyes, y eso le hizo sonreir. Se acerco con la intencion de abrazarse a aquel hombre que habia traido paz a su vida cuando mas falta le hacia. Todo en el era bonito: sus manos tenian la virtud de calmarla o excitarla dependiendo de la ocasion. Sus anchas espaldas le daban la seguridad de que nada malo podria pasarle a su lado, y sus verdes ojos sabian leer en ella de una manera sencilla y certera. Se abrazo a Enrique y su boca se lleno con aquellos labios jugosos y dulces que tanto la excitaban. Fue un beso breve, porque el se metio la mano en el bolsillo y puso ante los ojos de Celia una pequena cajita abierta que mostraba un precioso anillo de compromiso. El roce de algo aspero sobre sus parpados hizo que Celia abriese mecanicamente los ojos. Se separo de un respingo de aquel hombre, que parecia la viva imagen de un triunfador y le miro con miedo. --!Casemonos, que ya toca! --Exclamo Enrique moviendo las manos con torpeza delante de la cara de Celia. Los nervios y la excitacion del momento le gastaron una mala pasada y casi se le cae la cajita con el anillo. La cogio al vuelo, enredando, sin querer, sus dedos en el pelo de Celia que permanecia atonita delante de el. Celia dio un paso atras. Contuvo el aire. Apreto los labios. ?Que ya toca? ?Se podia ser mas simple? Sintio la tentacion de salir de la estancia con el deseo de que todo fuese distinto al entrar de nuevo. Su estomago habia sentido una sacudida y no precisamente de alegria. ?A que venia este arranque? Era verdad que estaban muy bien juntos, pero lo que esta bien hay que dejarlo asi y no cambiarlo. Y menos porque <>. La alegria en el rostro de Enrique se fue borrando, dando paso a la incredulidad ante la cara tensa e impavida de Celia. --?Es que no quieres? Celia se dejo caer en el pequeno butacon. De pronto se le habia puesto seca la boca. Tanteo con la mano sobre la mesita de centro buscando su paquete de tabaco. No iba a fumar, pero necesitaba tocarlo. Aquel tacto era lo mas parecido a llevarse un cigarro a la boca y algo tan toxico y adictivo era lo unico que podia calmarla en ese momento. --?Es que no quieres? --repitio. !Pues claro que no queria! Vivir juntos era una cosa, pero casarse era algo mucho mas serio. --?Por que voy a querer? --pregunto indignada--. Sabes que nunca me casare, es algo que nunca ha entrado en mis planes. ?Por que no dejas las cosas como estan? Enrique la miro con expresion desencajada. Con el anillo aun entre los dedos, sonrio con una mueca y hablo de sopeton: --Carino, voy a cumplir los treinta y tres, Cristo murio a esa edad. No quiero pasar mis mejores anos esperando algo que nunca va a llegar. No dijeron mas. Enrique dejo el anillo sobre el aparador de la entrada y se marcho. No hubo despedidas ni explicaciones. Algo muy intimo acababa de romperse entre ellos y Celia casi pudo escuchar el chasquido, el mismo que habria producido una vara de madera al quebrarse, dejandola profundamente confundida. A la manana siguiente Celia se encontro las maletas en la puerta del cuarto. Las mismas que habia usado para mudarse con Enrique. Unas lagrimas quisieron asomarse a sus ojos, pero las seco incluso antes de que salieran. No era pena lo que sentia, era rabia. Una rabia dolorosa y agria porque la sinrazon de Enrique le hacia volver al sitio del que, un dia, vino huyendo. Metio sus cosas apresuradamente, a bulto. De nuevo huia. Llegaria a ser toda una experta en abandonos. Suspiro. Le tocaba volver a la casilla de salida y eso le daba una sensacion de desamparo que le oprimia el pecho. ?Por que tenian que romper por una peticion de matrimonio? Enrique tenia que saber que no iba a aceptarlo. !Jamas habia creido en el matrimonio! Cerro como pudo la ultima maleta y, antes de cogerlas para marcharse, recorrio con la mirada el pequeno apartamento, alli habia sido feliz cinco anos. Se detuvo en las cortinas del pequeno salon, que habian comprado en una tienda de chollos cuando llevaban casi un ano juntos. Seguian arrastrando su tela mal rematada, pero ya no les molestaba verlas asi. Habian bromeado mil veces con quedarse una noche y montar un pequeno taller de costura para arreglarlas, pero nunca encontraron el momento. Despues fijo la vista en el minusculo aparador donde guardaban las llaves. Dentro de un cajon seguia escondido un paquete de tabaco. <>, decian entre risas. No soportaban la falta de un cigarro despues de un buen polvo. Abrio el cajon y miro la cajetilla. Estaba medio vacia. Igual que se sentia ella. Estuvo tentada a cogerla, despues de todo ya no les iba a hacer falta, pero cerro de golpe el cajon. Enrique llego justo cuando Celia abria la puerta. Se miraron. Tenia ojeras, la noche no habia sido buena tampoco para el y, por su gesto serio, se veia que aun estaba dolido. Por un momento penso que venia a disculparse, que nada de lo ocurrido la noche anterior tenia la menor importancia. Pero no. --Piensa bien lo que haces. --Le recrimino con gesto adusto--. Sabes que te quiero, que lo que te pido es lo logico en una relacion. Si te vas, si no me aceptas, el amor acabara por apagarse y no estare aqui siempre. Aun estas a tiempo. Aquello, que sonaba a amenaza, acabo de alterar a Celia que, sin decir nada, cogio las dos maletas y cerro la puerta tras ella. Celia llego a casa de su madre con la frente rociada de sudor por el esfuerzo y el calor. Unos pocos mechones de su negra melena se habian pegado por su cuello y mas que incomoda la ponian de un humor de perros. Aquella manana amenazaba con convertirse en un dia insoportable. Al sonido del timbre acudio una mujer de pelo blanco y profundas ojeras. El paso del tiempo la habia castigado hondamente, pero no habia conseguido quitarle ni un apice de su elegancia natural. Se le ilumino la cara, pero no se sorprendio. Miro primero las maletas y despues el rostro inexpresivo de aquella hija que un dia desaparecio y de la que no volvio a saber nada. Quiso abrazarla, quiso preguntarle si todo en su vida iba bien, pero el gesto distante, con el que Celia camuflo su inquietud ante la reaccion de su madre, apago sus deseos y se limito a cederle el paso. --?Que traes ahi, nina? --pregunto, como si hiciera poco que se habian visto. --!Mis ultimos cinco anos! --espeto con rabia contenida. Paso como una tromba por el pasillo sin pararse ni a saludar. La voz de su tia Leo se escucho al fondo de la casa. --?Quien es, Adela? Se dirigio al que habia sido antes su cuarto, dejando a su madre, tan confundida que renuncio a seguirla. A su espalda Adela contesto dubitativa, como si aquello no pudiera estar pasando: --Es la nena, mi hija. Abrio la puerta de su antiguo dormitorio. Una bofetada de infancia agredio todos los sentidos de Celia. Todo seguia igual, hasta la cinta del pelo que Olga le habia regalado en su noveno cumpleanos seguia anudada a la lampara de la mesilla. Tiro las maletas encima de la cama intentando no pensar. El olor a su vida anterior se le agarraba al cuello impidiendole respirar. Los sonidos del ayer volvian, involuntariamente, hasta sus oidos. El taconeo incesante de la senora Valeria, la vecina de arriba, le recordo que, desde que su marido la habia abandonado, hacia mas de diez anos, seguia arreglada y vestida como si en cualquier momento fuera a volver. El soniquete imperterrito de las teclas del piano de Beatriz, la nina de al lado, le hizo ponerse las manos en los oidos. Celia sonrio con un deje de burla; las notas seguian sonando igual de desacompasadas. El ladrido intermitente de Ruido, el perro que un dia el senor Valentin recogio de un cubo de basura cuando apenas era un cachorro de pocos dias, le hizo recordar la historia que, en mas de una ocasion, el mismo habia contado: --?Pero... que te hicieron, pequeno? --Valentin retiro de encima del cachorro los cascotes de unas botellas y las bolsas de plastico rotas y lo limpio con cuidado con el frontal de su camisa--. ?Que salvaje te tiro alli, mi hijito? El cachorro lamio con ternura las manos de su salvador, poco mas hacia falta para acabar de conquistar a aquel hombre solitario. --!Que hijoputas!, !maldita mala baba, cabrones! --se repetia, entre dientes, mientras acurrucaba al cachorro. Valentin habia llegado a Espana en los anos ochenta huyendo del hambre que asolaba Argentina. Su vida de migrante habia consistido en dar tumbos de un lado a otro, hasta que dio con el apartamento del tercer piso y poco despues encontro el carino de su pequeno amigo. Su vida nunca fue facil. Enlazo trabajos sin conseguir nada fijo y casi llego a acostumbrarse a ese sentimiento cruel de provisionalidad que no te deja echar raices en ningun sitio. Cuando se jubilo se encontro totalmente solo. Penso en volver a su anorada Argentina, pero alli ya no le quedaba nadie. Reunio todo lo ahorrado en aquellos casi cuarenta anos de esfuerzo y se compro un pequeno pisito. No necesitaba mucho, solo tranquilidad y el amor de su pequeno, al que puso el nombre de Ruido.

  • El otono del patriarca de Gabriel Garcia Marquez

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    Gabriel Garcia Marquez declaro una y otra vez que El otono del patriarca es la novela en la que mas trabajo y esfuerzo invirtio.

  • Chocolate Negro de Francisco Correa

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    Durante todo el dia, Lisa Blank habia permanecido cabizbaja, con una actitud un poco reservada y seria. No era natural verla con esta actitud, ya que, era del tipo de chica alegre y extrovertida que siempre se hacia notar en la oficina. Rachel Wilson, habia conseguido un trabajo de medio tiempo en un importante edificio de abogados de la ciudad, donde simplemente llevaba actividades basicas como organizar documentos, responder correos y ocuparse de hacer cafe para los ejecutivos. Esto, no habia sido demasiado relevante en su vida y basicamente era una forma de ganar un poco de dinero para mantenerse en medio de una situacion economica que no era nada sencilla. Cualquier trabajo era bueno si era decente. Siempre y cuando pudiese llegar al final de mes, no importaba si estaba barriendo las calles o simplemente se acaba el sudor de algun tenista durante los eventos deportivos. Para Rachel simplemente era una forma de ganarse la vida, ya que, su verdadera pasion siempre habia estado en la cocina. Habia sonado toda la vida con convertirse en una importante chef de algun restaurante lujoso y prestigioso, pero esto, tomaba tiempo, trabajo y mucho esfuerzo. Hasta el momento, solo habia pagado un ano de estudios en una importante academia de gastronomia, pero esto, no era suficiente para poder ganarse la confianza de los ejecutivos del mundo de los restaurantes de la ciudad de Nueva York. Sabia que tarde o temprano encontraria una oportunidad de demostrar cuan inmenso era su talento y hasta donde podian llegar sus capacidades cuando sus manos comenzaban a trabajar en la comida. Podia convertir pequenos alimentos insignificantes en platillos que explotaban de manera orgasmica en el paladar de cualquiera. Rachel se habia ganado el reconocimiento de sus companeros de trabajo al siempre estar dispuesta a colaborar durante las reuniones entre amigos, mientras todos terminaban embriagandose en la sala principal. Esta se encontraba en la cocina trabajando en platillos magnificos que dejaban a todos deslumbrados. De hecho, no habia nadie mas que preparara el cafe de una manera tan exquisita como lo hacia Rachel, por lo que, quiza era este el elemento que la mantenia trabajando en este lugar. No era demasiado habil con las manos en el ordenador y su personalidad era bastante insegura, por lo que, en cada una de las tareas que llevaba a cabo, siempre solia dudar, titubeaba, y esto, restaba tiempo y efectividad, por lo que, siempre terminaba haciendo las cosas dos veces para poder confirmar que realmente las habia hecho bien. Rachel era una de las mas jovenes de la oficina, con sus 22 anos de edad, es la consentida del lugar, pero no necesariamente la mas inexperta. Ha tratado de mantenerse siempre preparada y un paso adelante del resto de sus companeros, ya que, la competitividad en la oficina cada vez es mas intensa. No quiere perder su empleo, y al contar con la amistad de todos, siente que esta en familia cuando se encuentra en la oficina. Es un ambiente laboral agradable, no hay tensiones, no hay presion, y la vida de Rachel podria ser mejor, pero las cosas comenzaron a cambiar desde hacia un ano atras. Y todo comenzo a desmoronarse desde el momento en que John Cramer decidio terminar su relacion con ella, algo que la dejo totalmente fria y sin palabras. Aquel chico habia llegado hasta la puerta de su residencia sin decir mas palabras que las que aun retumbaban en su mente. --No puedo seguir adelante con esto. Estoy enamorado de Lisa. --Dijo John. Aquella chica se habia quedado con su rostro sonriente totalmente paralizado sin entender que era lo que habia pasado. Todos los acontecimientos habian cambiado de manera drastica de un segundo a otro, y mientras tenia unas ganas increibles de saltar sobre el y abrazarlo para saludarlo, este habia lanzado un balde de agua fria sobre su rostro. Esas ganas incontrolables que habian surgido de abrazarlo, se convirtieron en unas intenciones muy claras de asesinarlo, apretar su cuello, y sofocarlo hasta que sus ojos saltaran de su cabeza. Un tren habia pasado sobre ella. Pero Rachel se habia quedado totalmente petrificada y vio como John simplemente se dio media vuelta para salir de alli. Sabia que todo se tornaria muy complicado y quizas terminarian discutiendo de una manera muy acalorada y no estaba de humor para ellos. Aquel miercoles habia sido inolvidable, el mes de abril siempre recordaba esta epoca en la cual habia sido lanzada a la basura como si fuese un papel viejo. Lo mas doloroso de esto no era haber sido dejada por el hombre del que se habia enamorado, lo mas duro de toda esta situacion era que este se habia enamorado de Lisa, su mejor amiga, su companera de trabajo y una de sus confidentes, quien habia escuchado cada uno de los problemas sentimentales que esta habia tenido con el. El hecho de que John se hubiese enamorado de ella, no significaba que la chica le correspondiera, pero Rachel hubiese querido estar equivocada. Cuando aquel joven declaro que estaba enamorado de su mejor amiga, la chica no habia visto algo mas alla de lo que son los ojos y sus miedos le permitian. Realmente habia un vinculo, habia un nexo que se habia creado entre ellos, ya que, de lo contrario, John no se habria arriesgado a revelar a la chica lo que estaba pasando. Fueron dias de lagrimas, de depresion, de encierro, sabiendo que entre ellos habia surgido una relacion, y era tan noble y buena persona, que no era capaz interponerse entre ellos. Una corazonada, el instinto, o simplemente la personalidad ingenua e inocente, le decia a Rachel que tarde o temprano este chico se arrepentiria y volveria con ella. Habian tenido una relacion totalmente diferente a la que habia existido entre Lisa y el. Todo era muy reservado, tranquilo, tardes de domingo viendo peliculas hasta avanzadas horas de la noche mientras devoraban una gran cantidad de golosinas. Estaba segura de que de esto se trataba una relacion, asi que, para atizaba que estoy duraria mucho tiempo. Pero la monotonia, la rutina y lo aburrido que se habia tornado todo, habia comenzado a votar a John, quien habia visto en Lisa a una chica totalmente extrovertida y alguien en quien podria encontrar una vida mucho mas interesante y llena de adrenalina. La indisposicion de Rachel entregarle su cuerpo, habia sido la cereza del pastel. Sentia que no estaba preparada para acostarse con el, ya que, habiendo crecido en una familia bastante recatada, sentia que posiblemente debia esperar al matrimonio. Pero sus hipotesis, su concepto de la vida, habian terminado dejandola completamente sola y destruida, emocionalmente devastada y con dudas acerca de si realmente estaba llevando a cabo las cosas de la manera correcta. No era facil para una chica a partir de ese momento tener que ver a su mejor amiga en compania de su ex novio, el chico que habia amado con una intensidad indescriptible, y con quien se hubiese casado y hubiera formado una familia sin dudarlo. Lisa se habia convertido en su modelo a seguir, queria convertirse en ella para tratar de recuperar a su ex novio, pero cada intento resultaba sobreactuado e incoherente. No parecia ser natural absolutamente nada de lo que hacia, asi que, estaba perdiendo su propia identidad. Cuando Lisa le habia pedido la autorizacion para que Rachel dejara que saliera con su ex, esto, la habia puesto a prueba una vez mas. Realmente lo unico que queria era meterlos a ambos en una gran fosa llena de lava ardiente y que ambos se consumieran alli para que no la hicieran sufrir. Pero no era nadie para interponerse en la felicidad de dos personas que aparentemente estaban realmente enamoradas, asi que, Rachel no dudo en aceptar, ya que, al menos esto era una posibilidad de estar cerca de ellos. Quiza era masoquista, probablemente estaba buscando una esperanza y se aferraba a ella, pero era algo totalmente enfermizo y distorsionado que terminaria por generar mucho mas dolor con el tiempo. Habia una parte de la seguridad y la autoestima de Rachel, que aun permanecia intacta, y era esta la que le decia a gritos que tarde o temprano John Cramer volveria arrepentido a sus brazos. Los dias se transformaron en semanas y las semanas en meses y esto no ocurria, lo que fue acabando con las esperanzas de esta chica de volver a estar en brazos del hombre que basicamente habia perdido gracias a su personalidad aburrida y recatada. En muchas oportunidades, habian surgido solicitudes por parte de su novio, quien le sugeria que utilizara minifaldas, blusas escotadas, que soltar a su cabello, que utilizara maquillaje, un perfume mucho mas intenso, pero Rachel Wilson seguia aferrada a sus esquemas de personalidad de toda la vida. Esto fue alejando cada vez mas a un chico que buscaba algo completamente diferente en su pareja. Habia entendido demasiado tarde cuales eran las consecuencias que le habian llevado a ese estado de depresion y soledad. Cada dia a partir de ese momento, era una lucha que se llevaba a cabo en el interior de esta joven neoyorquina para poder sonreir frente al espejo. Despertaba cada manana con un pesar tremendo, como si una roca estuviese sobre ella y no le permitiera levantarse. Esta batalla campal que se llevaba a cabo contra ella misma, finalmente se convertia en una victoria tras salir de su habitacion caminando hacia el cuarto de bano. Cuando se veia en el espejo en las primeras horas de la manana, sentia unas ganas de volver a la cama y no volver a salir de alli nunca mas. Era el lugar donde se sentia protegida, quiza, la sabana era su cobertor indestructible, el cual la mantenia aislada de ese mundo que parecia querer aplastarla en cada oportunidad. Pero aquel dia, al ver tan triste y desorientada a Lisa, una esperanza crecio en el corazon de Rachel, ya que, imagino que las cosas no estaban saliendo tambien como ella esperaba con John. Esta, no era una actitud demasiado honorable por parte de una buena amiga, ya que, no podia sentirse bien por el malestar de alguien que confiaba en ella. --Te veo un poco distraida, Lisa. ?Quieres que te prepare uno de esos cafes que suelen reanimarte rapidamente? --Dijo Rachel. --Eso seria increible. Sin azucar, por favor. --Dijo la chica con cierta timidez. Era una actitud completamente diferente a la que solia utilizar Lisa para expresarse. Todo ese dia desde horas de la manana, se habia mantenido silenciosa, encerrada en su oficina, sin compartir demasiado con las personas, algo que la hizo ser el centro de atencion de la mayoria durante el desarrollo de ese dia laboral. Habia algo en la actitud de Lisa que no terminaba de ser claro, pero Rachel seguia insistente tratando de tomar parte en este asunto donde posiblemente saldria mas lastimada de lo que ella creia. Entrar en una dinamica de interrogatorio con Lisa no funcionaria, asi que, tenia que tomar en cuenta todos los detalles que estaban en su entorno para poder entender que era lo que estaba pasando. Era posible que John la hubiese enganado. Posiblemente tenia problemas con sus padres, pero ella queria pensar que era la primera opcion. Estos pensamientos de que posiblemente era mejor que no estuviese con ninguna de las dos, hacian que Rachel deseara con todas sus fuerzas que este chico se alejara de su vida. Habia sido bastante duro para ella tener que verlo constantemente en reuniones entre amigos, y tener que asumir que simplemente era ahora la amiga de su novia. En muchas ocasiones, Rachel habia tenido que escuchar algunas de las conversaciones de Lisa Blank, la cual, narraba los eventos que ocurrian entre ellos y como habia sido la primera vez juntos. La envidia, el dolor, la desesperacion y la impotencia, tenian que ser tragadas con saliva ya que, parecian quedarse atascadas en su garganta con unas ganas de aflorar y que la naturaleza real de Rachel se expresara de una manera ilimitada. Parecia estar cansada de tener que satisfacer siempre los deseos de los demas con sus silencios, con su actitud callada, tratando de ser la buena persona que sus padres habrian enviado, pero esto no le habia dejado buenos resultados, tenia un trabajo de mierda en una oficina que no le prometia absolutos beneficios o capacidad de ascender en el futuro. Estaria alli convertida en una simple secretaria que haria cafe hasta la eternidad, y este no era precisamente el plan principal de la chica. Pero cuando veia realmente cuales eran sus opciones, se quedaba totalmente congelada en el tiempo. Sentia que el miedo la apresaba, no la dejaba surgir, la convertia en una chica debil y fragil que siempre estaria a disposicion de aquellos que buscaban a alguien que trabajara para ellos, la independencia y la autonomia no parecian ser una posibilidad que se encontrara cerca en su horizonte. --Aqui tienes. Bien caliente y sin azucar como te gusta. --Dijo Rachel mientras se sentaba a un lado de Lisa.

  • Primeras personas de Juan Cruz Ruiz

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  • Escandalo en el dormitorio de Caitlin Crews

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    Un multimillonario desaparecido y una mujer inocente para… doblegarlo.

  • ?Cuanto pesan las nubes? de

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  • Construye tu SUPERMEMORIA volviendo a ser nino de Marcos Mugica

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    ?Quieres aprender y memorizar mas deprisa?

    No quiero prometer otro metodo mas para mejorar la memoria y aprendizaje en pocos dias. Pero lo que si puedo prometer, es que este libro por un coste ridiculo, tendra un efecto permanente en tu dia a dia personal y profesional durante toda tu vida. El metodo esta basado en rescatar la imaginacion y creatividad que teniamos cuando eramos ninos. Asi como aprender desde cero, sin juzgar. Esta es la principal razon de que los ninos aprendan tan deprisa y lo que emularemos en el libro. El contenido del mismo es suficiente para que tengas una extraordinaria memoria y gran capacidad de aprendizaje.

  • Un lugar en tu corazon de Amaya Evans

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    Violet estaba sentada frente al espejo, mirando su rostro completamente rojo. No podia evitar que adquiriera ese tono, cuando se enojaba o estaba triste y lloraba mucho. No era como su hermana que hasta un desmayo le quedaba bien, por lo hermosa que era. A ella en cambio, todo le quedaba mal, siempre tenia que esforzarse mas que Rose para obtener las cosas y para que algun gesto elegante le saliera perfecto. En su hermana Rose todo era natural -- penso aburrida. Violet--hija, el carruaje nos espera--le dijo su madre, tocando la puerta de su habitacion para apresurarla. --Ya voy, mama--todavia estaba molesta por lo que su hermana le habia dicho. Siempre se las arreglaba para hacerla llorar o al menos hacerla sentir mal. Ahora tendria que ir a la casa de Christopher con la cara roja y el pensaria que era horrible. Seguramente su hermana ya estaba dentro del carruaje, y le constaba que se habia levantado casi de madrugada haciendo que Rita, su doncella le ayudara en todos los menjurjes que le ponia a su cuerpo y a su rostro supuestamente para verse mas hermosa. Rose ya se veia como la marquesa de Eaden, viviendo en la enorme casa de Christopher con 50 o mas sirvientes a sus servicio. Violet se vio una vez mas en el espejo, arreglo su cabello. El tono cobrizo de este, la hacia ver simple y normal, su baja estatura y su tez algo rolliza, no ayudaban mucho a que los pretendientes hicieran fila en la puerta de su casa. Solo sus ojos en un extrano color violeta, la hacian diferente en un buen sentido. Su padre decia que sus dos hijas eran las mas hermosas flores de su jardin y por eso a cada una le habia dado nombre de flor, pero la sorpresa fue cuando ya con el nombre Violet, sus padres comenzaron a notar que sus ojos empezaron a cambiar de un tono oscuro de azul a un tono violaceo. Muchas personas curiosas se acercaban mucho para ver si era cierto y entonces se sentia como una rareza en una feria. -- ?Vas a venir o nos haras esperar toda una vida hasta que sientas que te ves bien?--le pregunto su hermana entrando arbitrariamente por la puerta de su habitacion, sin siquiera tener la cortesia de golpear antes. Se veia muy hermosa, aunque le doliera reconocerlo, su cabello rubio recogido en la parte de arriba, estaba adornado a los lados con dos hermosas hebillas en forma rosas, que su padre le habia traido de la india. Llevaba un vestido de tarde hecho en seda, la parte izquierda y derecha del vestido eran en dos tonos de verde y las separaciones en tonos dorados, en la mitad la tela era de color crema liso que hacia perfectamente juego con los otros dos colores y estaba decorado con perlas. Las mangas en forma de tulipan, que estaban muy de moda, decoradas con hilos dorados trenzados en los bordes. Zapatillas de color crema y una estola en cashimir completaban el hermoso conjunto, que solo realzaba la belleza de su hermana. --Suspiro aburrida--ya estoy lista, estaba por bajar. --Gracias a Dios, de todas formas no habrias podido hacer nada mas--le dijo de manera desdenosa. --Gracias querida hermana, tu siempre tan atenta. --Solo digo la verdad--le respondio con su actitud ingenua, con la que se ganaba a todo el mundo. Violet, no queria discutir, asi que solo paso a su lado y se dirigio a las escaleras, sintiendo que su mirada la seguia de cerca. Ella habia escogido un vestido mas recatado, pero a su manera de verlo, muy bonito. En muselina blanca con algunos toques de azul rey en el escote y el dobladillo, las mangas eran cortas adornadas en encaje. Su tocado era de estilo griego, pues le gustaba ocultar su cabello y los guantes largos junto con sus zapatillas eran de color blanco. Mientras bajaba las escaleras se preguntaba porque sus padres estaban tan obsesionados con casarlas con hombres de la alta sociedad. Ella se sentiria feliz de poder casarse con un hombre que la quisiera y le diera una vida comoda, sin tanta opulencia y banalidad, pero nada podia hacer ante la voluntad de su padre que siempre habia querido lo mejor para su familia y es por eso que se habia esforzado tanto en llegar tan lejos , el era muy pobre cuando comenzo en los negocios, su madre le habia contado que era un pandillero en la ciudad de Nueva York y que a base de juegos y apuestas , se habia hecho una pequena fortuna, que luego tuvo la buena de cabeza, de invertir en un pequeno negocio de construccion. Pues era muy aficionado a todo lo que tenia que ver este tema. Su abuelo Charles, el padre de su padre, era albanil y siempre lo llevo de pequeno a su trabajo, le inculco el amor por las construcciones, le enseno los diferentes tipos de materiales que se usaban, le mostro como trabajaba, siempre buscando la perfeccion en lo que hacia. Su padre desvio un poco el camino cuando crecio, pero cuando tuvo el dinero en sus manos para poder hacer algo bueno con su vida, se acordo de su padre y sus ensenanzas e invirtio en ello. Ahora era el dueno de todo un imperio de la construccion y todo el mundo lo buscaba, ya que tenia fama de hacer las mejores casas adosadas del Reino Unido, pero la sociedad era tan cerrada que no olvidaban los origenes de nadie y ellos a pesar de ser un hombre respetable, y tener mucho dinero, seguian pensado que era un simple comerciante nuevo rico y esa misma percepcion que tenian de el, la hacian extensiva a su familia. No pasaba mucho, pero algunas veces ella podia sentir el escrutinio de los demas sobre ella y su hermana. Otras veces la hicieron sentir incomoda con algunos comentarios fuera de lugar. Por eso sus padres querian a como diera lugar, buenos matrimonios para sus hijas, de preferencia con la nobleza. -- !Hija por Dios! Ya era hora--dijo su madre. -- !Ya estoy aqui! -le respondio--Solo el saber que veria a Christopher, le daba dolor de estomago, pero saber que solo tendria ojos para su hermana y ni siquiera se daria cuenta de que ella estaba alli, le daban ganas de vomitar. --Nina, vamos a la casa de un marques, no a la casa de tu tia o a la modista. El nos espera a las seis de la tarde y falta media hora. No quiero tener que ir con prisas. --Bueno madre, ya estoy aqui, ya podemos irnos--le dijo con cierta impaciencia. Su madre la reprendio con la mirada y se dirigio al coche. Rose la siguio y su padre y ella entraron de ultimos. El trayecto fue mas bien tranquilo, cada uno sumido en sus pensamientos, hasta que llegaron a la imponente residencia del marques. El mozo salio a recibirlos en la verja de la entrada y el cochero dio sus nombres a lo que el enseguida respondio con una sonrisa, al tiempo que abria la puerta para dejar pasar el coche hacia el patio. Llegaron a la entrada principal donde el mayordomo, los esperaba y le dijo a un sirviente con librea que los ayudara a bajar y los hiciera pasar al salon azul. Casi enseguida de haber entrado, al elegante vestibulo, un par de criadas se acercaron y saludando con una reverencia, las ayudaron a quitarse abrigos y sombreros. Luego el mayordomo los llevo a todos al salon azul, donde habia enormes retratos de antepasados de Christopher. Una habitacion hermosa, calida y acogedora. Acto seguido, ellos fueron anunciados y Christopher, el marques de Eaden, se levanto para saludarlos. Con una enorme sonrisa, se acerco y Violet se quedo sin habla, como siempre que lo veia. Estaba vestido con un frac de doble botonadura en color negro, camisa blanca de lino, cuello alto, pantalon de lino que se ajustaba a sus muslos. Su cabello negro corto peinado hacia adelante en los laterales, lo hacia ver muy varonil y su rostro siempre adusto, pero tan atractivo. Violet solia mirarlo cuando el no se percataba y observaba detenidamente el tono bronceado de su piel, color que habia adquirido por tanto tiempo al sol, pues le encantaba cabalgar. Su menton fuerte y labios gruesos, le hacian desear besarlo y en muchas ocasiones sola en su habitacion, se lo habia imaginado observandola con esos ojos gris plomo, que la hacian estremecer cuando la miraban, apoderandose de sus labios hasta dejarla sin aliento. Era un sueno recurrente y sin embargo tan alejado de la realidad que al volver a esta, dolia demasiado. --Buenas tardes, saludo Christopher--Senora Amelia, siempre tan hermosa--le dijo a su madre. Su madre estaba feliz con el cumplido y le dio la mano para que el la besara-- Excelencia, siempre tan galante. Christopher le dio la mano a su padre-- Senor Prescott, un placer tenerlos a todos en mi casa. --Muchas gracias, su excelencia, estamos honrados de su invitacion y bueno, muy complacidos por el motivo de esta. Violet se pregunto cual seria ese motivo, del que su padre hablaba. A ella solo le habian dicho que era una invitacion formal del marques, pero nada mas. --Senorita Rose, se ve usted deslumbrante--la miro con deseo, con todo el amor con el que ella queria la mirara. --Muchas gracias, su excelencia. Me arregle asi para usted ?le agrada? -- !Rose!--la reprendio su madre--Ese no es el comportamiento adecuado para una senorita. --No se preocupe--el marques se dirigio a su madre--la senorita Rose nunca podra hacer nada que me haga pensar mal de ella--le sonrio. Rose solo movia las pestanas como si fuera la mas ingenua, modesta y dulce de las criaturas. --Senorita Violet ?Como se encuentra? Me han dicho que estaba un poco indispuesta. --Oh si, pero solo fue un resfriado--recordo que la ultima vez que Rose habia querido salir al parque con el, su madre le habia dicho que si no iba debidamente escoltada por una dama de compania y Violet, no podria ir. Su madre lo hacia con una segunda intencion; que el marques le presentara algun amigo o conocido de la nobleza, que pudiera emparejar con ella. Por eso ella habia dicho que se sentia terrible, de esa manera no tenia que salir con ellos y pasar por el martirio de ver a Christopher junto a su hermana.

  • El amor no se etiqueta de Ani M. Zay

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    Sylvia es una editora que esta rota emocionalmente.
    Manu es un bombero que trabajaba como stripper.
    Un incendio en 1994 marcara la vida de un nino, mientras que en el 2016, Manu se convierte de forma casual en la solucion a los problemas de una desesperada Sylvia.
    Misterio, romance y comedia es la mezcla de este thriller romantico que combina dos lineas temporales.
    ?Puede el pasado condicionar el futuro?

  • Deja que ocurra (Completa) de Alice Kellen

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    Todo puede cambiar en un instante.>> Habia escuchado esa frase muchas veces a lo largo de mi vida, pero nunca me habia parado a masticarla, a saborear el significado que esas palabras pueden dejar en la lengua cuando las desmenuzas y las sientes como propias. Esa sensacion amarga que acompana a todos los <> que se desperezan cuando ocurre algo malo y te preguntas si podrias haberlo evitado, porque la diferencia entre pasar de tenerlo todo a no tener nada a veces es tan solo de un segundo. Solo uno. Como entonces, cuando ese coche invadio el carril contrario. O como ahora, cuando el decidio que no tenia nada por lo que luchar y los trazos negros y grises terminaron por volver a engullir el color que unos meses antes flotaba a mi alrededor... Porque, en ese segundo, el giro a la derecha. Yo quise seguirlo, pero tropece con una barrera. Y supe que solo podia avanzar hacia la izquierda. ENERO (VERANO) 1 AXEL Estaba tumbado encima de la tabla de surf mientras el mar se mecia con suavidad a mi alrededor. Aquel dia el agua cristalina parecia contenida dentro de una piscina infinita; no habia olas, ni viento ni ruido. Podia oir mi propia respiracion calmada y el chapoteo cada vez que hundia los brazos, hasta que deje de hacerlo y tan solo permaneci alli, sin moverme, con la mirada clavada en el horizonte. Podria decir que estaba esperando a que el tiempo cambiase para poder pillar una buena ola, pero sabia perfectamente que ese dia no habria ninguna. O que pasaba el rato, algo que hacia a menudo. Pero recuerdo que lo que de verdad estaba haciendo era pensar. Si, pensar en mi vida, en que tenia la sensacion de haber alcanzado todas las metas y de haber ido cumpliendo un sueno tras otro. <>, me dije. Y creo que fue el tono que resono en mi cabeza, esa leve interrogacion, lo que de repente me hizo fruncir el ceno, sin apartar la vista de la superficie ondulante. <>, cuestione. No me gusto esa duda que parecio agitarse en mi cabeza, viva y reclamando mi atencion. Cerre los ojos antes de zambullirme en el mar. Despues, con la tabla de surf cargada bajo el brazo, regrese a casa caminando descalzo por la arena de la playa y el sendero plagado de malas hierbas. Abri la puerta de un empujon, porque siempre estaba atascada por culpa de la humedad, deje la tabla en la terraza trasera y entre. Coloque una toalla doblada encima de la silla y no me vesti para sentarme delante de mi escritorio, que ocupaba todo un lado del salon y era caotico. Al menos, para cualquier persona cuerda. Para mi, era el orden en su maxima expresion. Papeles repletos de notas, otros con pruebas descartadas y el resto con trazos sin sentido. A la derecha, tenia un espacio mas despejado, con boligrafos, lapices, pinturas; encima, un calendario con varios tachones en el que marcaba los plazos de entrega y, al otro lado, mi ordenador. Repase el trabajo acumulado y conteste un par de correos antes de decidir continuar con el proyecto que tenia entre manos, un folleto turistico de Gold Coast. Era basico, con una ilustracion de una playa y olas de lineas curvas bajo las que surfeaban algunas sombras con poco detalle. Justo el tipo de encargo que mas disfrutaba: sencillo, rapido de hacer y bien pagado y explicado. Nada de <> o <>, sino un simple <>. Pasado un rato, me prepare un sandwich con los pocos ingredientes que quedaban en la nevera y me servi el segundo cafe del dia, sin azucar y frio. Estaba a punto de llevarme la taza a los labios cuando llamaron a la puerta. No era muy dado a recibir visitas inesperadas, asi que deje el cafe sobre la encimera de la cocina con el ceno fruncido. Puede que, si en ese momento hubiese sabido todo lo que arrastrarian ese par de golpes, me hubiese negado a abrir. ?A quien quiero enganar? Jamas podria haberle dado la espalda. Y habria ocurrido, de todos modos. Antes. Despues. ?Que mas da? Tenia la sensacion de que, desde el principio, fue como jugar a la ruleta rusa con todas las balas cargadas; estaba destinado a que alguna me atravesase el corazon. Todavia sostenia el marco de la puerta en la mano cuando supe que aquello no era una visita de cortesia. Me aparte para dejar que Oliver, taciturno y serio, entrase en casa. Lo segui a la cocina preguntandole que habia ocurrido. El ignoro el cafe y abrio el armario alto en el que guardaba las bebidas para coger una botella de brandy. --No esta mal para ser un martes por la manana --dije. --Tengo un jodido problema. Espere sin decir nada, aun vestido solo con el banador que me habia puesto al despertar. Oliver llevaba pantalon largo y una camisa blanca metida por dentro; el tipo de ropa que juro que jamas se pondria. --No se que voy a hacer, no dejo de pensar alternativas, pero las he agotado todas y creo..., creo que te voy a necesitar. Eso capto mi atencion; principalmente porque Oliver nunca pedia favores, ni siquiera a mi, que era su mejor amigo desde antes de que aprendiese a andar en bicicleta. No lo hizo cuando vivio el peor momento de su vida y rechazo casi toda la ayuda que le ofreci, no se si por orgullo, porque pensaba que era una molestia o porque queria demostrarse a si mismo que podia hacerse cargo de la situacion, por dificil que fuese. Quiza por eso, no titubee: --Sabes que hare cualquier cosa que necesites. Oliver se termino de un trago la bebida, dejo el vaso dentro del fregadero y se quedo ahi, con las manos apoyadas a ambos lados. --Me han destinado a Sidney. Es algo temporal. --?Que cojones...? --abri los ojos. --Tres semanas al mes durante un ano. Quieren que me encargue de supervisar la nueva sucursal que van a abrir y que vuelva cuando todo se estabilice. Me gustaria poder rechazar la oferta, pero, joder, me doblan el sueldo, Axel. Y ahora lo necesito. Por ella. Por todo. Lo vi pasarse una mano por el pelo, nervioso. --Un ano no es tanto tiempo... --dije. --No puedo llevarmela. No puedo. --?Que significa eso? No nos enganemos, conocia muy bien las implicaciones que escondia aquel <> y se me seco la boca en respuesta porque sabia que no podia negarme, no cuando ellos eran dos de las personas que mas queria en el mundo. Mi familia. No la que te toca, de esa iba bien servido, sino la que eliges. --Se que lo que te estoy pidiendo es un sacrificio para ti. --Si que lo era--. Pero es la unica solucion. No puedo llevarmela a Sidney ahora que ya ha empezado el curso, despues de que perdiese el anterior, no puedo arrancarla en este momento de todo lo que conoce, vosotros sois lo unico que nos queda, y serian demasiados cambios. Dejarla sola tampoco es una opcion; tiene ansiedad y pesadillas, y no esta..., no esta bien; necesito que Leah vuelva a <> antes de que se vaya a la universidad este proximo ano.Me frote la nuca mientras imitaba los movimientos que Oliver habia hecho minutos antes y abria el armario para sacar la botella de brandy. El trago me calento la garganta. --?Cuando te marchas? --pregunte. --En un par de semanas. --La hostia, Oliver. 2 AXEL Acababa de cumplir siete anos cuando a mi padre lo despidieron del trabajo y nos mudamos a una ciudad bohemia llamada Byron Bay. Hasta entonces, siempre habiamos vivido en Melbourne, en el tercer piso de un bloque de edificios. Cuando llegamos a nuestro nuevo hogar, tuve la sensacion de que era como estar permanentemente de vacaciones. En Byron Bay no era extrano ver a gente caminando descalza por las calles o el supermercado; se respiraba un ambiente relajado, casi sin horarios, y creo que me enamore de cada uno de sus rincones antes incluso de abrir la puerta del coche y golpear con ella al nino con cara de malas pulgas que, a partir de entonces, iba a convertirse en mi vecino. Oliver llevaba el pelo despeinado, la ropa holgada y parecia un salvaje. Georgia, mi madre, solia relatar ese momento con frecuencia, en las reuniones familiares, cuando se tomaba una copa de vino de mas, diciendo que estuvo a punto de cogerlo y arrastrarlo a nuestra nueva casa para darle un bano de espuma. Por suerte, los Jones salieron justo cuando ella ya estaba sujetandolo por la manga de la camiseta. Lo solto en cuanto comprendio que tenia enfrente la raiz del problema. El senor Jones, sonriente y con un poncho manchado de pintura de colores, le tendio una mano. Y la senora Jones la abrazo, dejandola congelada en el sitio. Mi padre, mi hermano y yo nos reimos al ver la estupefaccion que cruzaba su rostro. --Imagino que sois los nuevos vecinos --dijo la madre de Oliver. --Si, acabamos de llegar --mi padre se presento. La charla se alargo unos minutos mas, pero Oliver no parecia demasiado interesado en darnos la bienvenida, asi que, con cara de aburrido, vi como se sacaba del bolsillo un tirachinas y una piedra, y apuntaba con el a mi hermano Justin. Acerto a la primera. Yo sonrei, porque supe que ibamos a llevarnos muy bien.

  • La Mirada del Amor de Alison Mingot

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    Cuando las mentiras se mezclan con amor y pasion.las cosas comienzan a cambiar de rumbo

    Tomas Gotti, mi jefe, es un hombre poderoso, multimillonario y codiciado por muchas mujeres. Lo tiene todo, pero a pesar de eso, quiere algo muy especial. quiere que me case con el.

  • Causas naturales de Barbara Ehrenreich

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    ?Para que sirve cuidarse si nuestros cuerpos no son de fiar?

  • Confidencias y traiciones de Catherine O'connell

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    A la manana siguiente de su despedida de soltera, Maggie Trueheart despierta en su cama junto a un desconocido. Pero haber enganado a su prometido no sera lo peor de un dia que empieza con mal pie: su amiga Angie ha sido asesinada. Cuando el amante ocasional se convierte en el principal sospechoso del asesinato, la integridad de Maggie tambalea: ?debe ayudarlo confesando que paso la noche con el o mentir para proteger su futuro matrimonio? Mientras ella se debate entre la verdad y la mentira, la policia investiga a cada una de sus amigas poniendo al descubierto secretos aparentemente insignificantes. Alguna de ellas miente. ?o quizas todas?

  • Vive mas y mejor de Miquel Porta

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    Uno de los expertos mundiales en contaminacion interna nos ensena en este libro que hacer para reducir los contaminantes en nuestro dia a dia. Si te interesa tu salud y la de los tuyos, no dejes de leerlo y descubrir los toxicos que conviven silenciosamente con nosotros.

  • El vuelo de Lena de Sara Ballarin

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    ?Se puede avanzar hacia el futuro con las cicatrices del pasado? Lena esta a punto de descubrirlo. ?Quieres leer su historia?

  • El Secreto de Rhonda Byrne

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    El Gran Secreto siempre ha estado presente de forma fragmentada en las tradiciones orales, en la literatura, en las religiones y en las distintas filosofias de todos los tiempos. Por primera vez, todos esos componentes se han reunido en una increible revelacion que transformara la vida de todo aquel que la experimente.

  • Borikai. El terror aguarda en el paraiso de V.m. Granda

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    Una hermosa isla privada en el Golfo de Guinea, buen tiempo, un empleo bien pagado ?que podia salir mal? A fin de cuentas, el sueno de cualquier persona es trabajar en un lugar asi. Nada podia hacer cambiar de opinion al grupo de espanoles que se desplazaron hasta ella para trabajar en la construccion de un hotel de lujo. Pero no tardaron en darse cuenta de que algunos detalles no encajaban. Un excentrico multimillonario, una isla privada que llevaba mas de cien anos deshabitada, una vieja mansion victoriana y una antigua maldicion vudu.
    Lo cierto es que las senales estaban ahi y que solamente habia que querer verlas para no aceptar aquella oferta de empleo, pero ?desde cuando una vieja leyenda se ha interpuesto en el camino de unos jovenes (y no tan jovenes) profesionales? ?Las puertas del infierno? !Tonterias! Simples supercherias de los islenos. Una oportunidad asi no se podia dejar pasar.
    Y eso si que era cierto. No todo el mundo tiene la oportunidad de cruzar al mundo de los muertos. y regresar. Aunque en realidad, que se sepa nunca nadie ha regresado del otro lado… ?O tal vez si?

  • La Isla de Asa Avdic

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    Una tarde, la secretaria de la unidad vino a mi despacho. --Quiere verte en la planta catorce del Edificio de Secretariado. --?Quien? --!El quiere verte! La secretaria de la unidad parecia muy exaltada. Sus gruesas gafas se deslizaron hacia abajo en la punta de la nariz y se las empujo hacia arriba en un gesto frenetico, para que volvieran a resbalar de inmediato. Entendi por que estaba tan nerviosa. Era raro que los del Edificio del Secretariado mostraran interes por nuestras actividades, y mas aun en uno de nosotros personalmente. Cuando finalmente volvi a casa desde Kyzyl Kum, el Presidente envio un ramo de flores a mi despacho con mi nombre mal escrito en la tarjeta, asi que supuse que no le importaba. Por lo visto, me equivocaba. Me senti halagada y nerviosa al mismo tiempo. --?Cuando? --Esta tarde. Miro un segundo de mas mi camisa arrugada, como si sopesara algo. --Tienes tiempo de ir a casa a cambiarte --dijo, luego dio media vuelta y se fue tan rapido que ni siquiera tuve tiempo de fingir que estaba ofendida. Tres horas despues estaba cruzando el patio del Edificio del Secretariado entre el viento cortante y una lluvia helada. Grandes capas de aguanieve medio congelada soplaban de lado y me azotaban la cara, para de pronto cambiar de direccion y atacar desde el otro lado. Era uno de esos dias de febrero en que todo esta gris y humedo y frio y la luz no es mas que una esperanza. Aquel invierno habia habido muchos dias asi. Se mencionaba cada dia en las noticias que nunca habiamos tenido tan pocas horas de luz solar como el ano anterior. Tal vez fueran las emisiones, el cambio climatico o ambas cosas. O algo aun peor, pero eso no lo decian en las noticias, claro. Era ese tipo de cosas de las que solo se hablaba cuando uno estaba seguro de que no escuchaba nadie mas. El edificio se irguio ante mi mientras subia la escalera, como si entrara en las fauces de una ballena gigante, y el viento casi me arrojo contra las puertas. Dentro del vestibulo me registre en el mostrador de recepcion, me dieron una placa de visita, me hicieron pasar por varias puertas de seguridad, entregue el abrigo y el bolso al guardia y me indicaron un ascensor. Las paredes y el techo estaban cubiertos de espejos de color humo que me hicieron ser dolorosamente consciente de mi chaqueta nueva y los anodinos botines de vieja de la cadena de ropa mas cercana a la oficina. La chaqueta me quedaba bien, pero era de un material rigido que picaba y empece a sudar ya antes de salir del ascensor. Tenia los pies humedos y frios y las medias caidas. Me habia maquillado con la esperanza de parecer menos demacrada de lo que me sentia, pero sospechaba que habia conseguido el efecto contrario. La lluvia me habia corrido el maquillaje y habia eliminado casi todo el colorete barato de las mejillas; lo que quedaba se estaba descascarillando sobre el eccema en el puente de la nariz y en el nacimiento del pelo. Me sentia fuera de lugar, como si llevara un disfraz. Lo primero que me impresiono cuando sali del ascensor de la planta catorce fue que el sonido era distinto, mas amortiguado. Los suelos estaban cubiertos por una moqueta gruesa de pared a pared, lo que hacia casi imposible caminar con tacones sin dar un traspie. Era un suelo para hombres. Madera oscura, acero cromado, grandes plantas verdes: todo reluciente, caro. Las paredes, el suelo y el techo estaban impregnados de poder. Un aparato de aire acondicionado zumbaba cerca, sonando como un helicoptero distante. No sabia que hacer: no habia donde sentarse, ni cuadros para fingir contemplarlos. Se abrio una puerta y salio una elegante mujer mayor. Pronuncio mi nombre y me pidio que la siguiera. Fui tras ella por el pasillo y me percate de que, pese a los tacones, se movia por el suelo blando con pasos seguros y rapidos. Abrio la puerta al final del pasillo y me hizo pasar a una sala de reuniones con unas vistas de vertigo. --?Cafe? ?Te? ?Agua? --Cafe, por favor. Solo. Asintio, hizo un leve gesto con la mano, como para darme permiso para tomar asiento, y luego me dejo sola. Se oyo un sonido de succion cuando cerro la puerta, como si se hubiera hecho el vacio en la sala. Me vi en el centro. Todos los detalles, desde el pomo de la puerta hasta los zocalos, parecian bien disenados. Era como si estuviera violentando ese interior tan coordinado por el mero hecho de estar alli. Cuando estaba a punto de sentarme en una silla, la puerta se abrio de nuevo y la elegante secretaria hizo pasar al Presidente. Era un hombre alto con el pelo espeso y viejas cicatrices de acne en el rostro y, pese a que llevaba un traje caro que podia ser importado o hecho a medida, parecia que no le quedaba bien, como si alguien hubiera vestido a una estatua. Lo habia conocido en una ocasion, cuando visito nuestra unidad. Recuerdo que todos nos quedamos de pie junto a nuestras mesas, como huerfanos que esperan ser adoptados, mientras el se paseaba con los jefes e inspeccionaba la zona de trabajo y al personal. El ambiente fue tenso y forzado durante aquella visita, y ahora la sensacion era mas o menos la misma. Dio unos pasos hacia mi y me tendio la enorme mano. --!Anna Francis, es maravilloso conocerla por fin! Me miro y, cuando lo hizo, entendi por que, pese a su poder, la gente hablaba de el con tanto carino. Tenia una expresion totalmente sincera y afable: te hacia sentir atendida, como si fueras la persona mas importante del mundo. Como si de verdad pensara que era fantastico conocerme, a mi. Estuve a punto de creerle. --El placer es mio --consegui decir. --Por favor, sientese. El Presidente hizo una senal hacia las sillas alrededor de la mesa, y mientras yo tomaba asiento el la rodeo y se sento frente a mi. --En primer lugar, me gustaria aprovechar la ocasion para agradecerle sus fantasticos esfuerzos en Kyzyl Kum. Fue esplendido, simplemente esplendido -- dijo con tanto enfasis que me plantee si la conversacion se estaba grabando. Continuo--: Espero que sepa lo contentos que estamos con su trabajo. El Ministerio tambien le envia saludos. Estan encantados, por supuesto. Hacia muchos anos que no teniamos tan buena reputacion. Somos una potencia humanitaria. Justo lo que ordeno el doctor, todos lo pensamos. Y, por supuesto, estamos encantados de haber podido apoyarla en un trabajo muy, muy importante, Anna. --Le agradezco mucho la oportunidad --me oi decir, al tiempo que me percataba de que no era el mejor inicio para mi. Solo llevabamos unos minutos de reunion y el Presidente ya habia conseguido que le agradeciera la oportunidad de destrozarme a mi misma y mi vida durante muchos anos. Resultaba obvio que era muy listo. Empece a preguntarme por que estaba ahi en realidad. El se inclino sobre la mesa. --Anna, lo que quiero comentar contigo es estrictamente confidencial. Lo que estoy a punto de decir debe quedar entre tu y yo, en cualquier circunstancia. Me miro directamente a los ojos para comprobar que realmente entendia lo que estaba diciendo. Lo entendi. Habia pasado tiempo suficiente con la junta y el ejercito en Kyzyl Kum para saber que eso significaba <>, asi que asenti. Si, lo entendia. El continuo: --Anna, ?has oido hablar del Proyecto RAN? Asenti de nuevo, y me senti aun mas nerviosa. El Proyecto RAN era de esos de los que todo el mundo habia oido hablar, pero en realidad nadie sabia que era. A juzgar por el enorme secretismo que lo rodeaba, tampoco era de esas cosas que uno desea saber. Una vez en Kyzyl Kum, uno de los soldados menciono un caso que habia asumido el grupo RAN, pero cuando empece a hacerle preguntas se mostro incomodo, casi asustado, y cambio de tema, asi que lo deje. Hay un tipo de conocimiento al que no es necesario tener acceso. --Se que existe, pero no se que es. El Presidente hizo un gesto de desaprobacion. --Bueno, en realidad prefeririamos que ni tu ni nadie supiera ni siquiera eso. --Se inclino un poco mas sobre la mesa--. Antes de seguir, Anna, necesito saber si puedo contar con tu discrecion. Si no, la reunion ha terminado. Trague saliva y sopese las opciones que tenia. Ninguna. --Por supuesto --conteste--. ?De que se trata? El Presidente, satisfecho, dejo una carpeta sobre la mesa. <>, pense confundida. No habia visto ningun maletin, y la mesa estaba vacia cuando entramos en la sala. --Anna, estas aqui hoy porque queremos tu ayuda. Como imaginaras, tiene que ver con el Proyecto RAN. No te voy a abrumar con demasiados detalles, solo una cantidad limitada de personas tiene acceso al trabajo del grupo, y ahora, por lo que parece --se reclino en la silla y suspiro antes de continuar--... por lo que parece, el brazo operativo del proyecto ha sufrido una desercion. El hecho es que nos falta un hombre, o una mujer. La frase quedo suspendida en el aire y a mi se me seco la boca. --Le agradezco mucho su confianza en mi, pero no estoy segura de que yo... Me calle al ver la cara de estupefaccion del Presidente. Me miro unos segundos con las cejas levantadas y luego solto una fuerte carcajada amable. --!No, no estoy insinuando que tu formes parte del grupo RAN! No, querida Anna, debo decirte que tenemos otros candidatos con... bueno, distintas cualificaciones. Pero nos gustaria que nos ayudaras durante la fase de seleccion. Senti una verguenza increible, como cuando respondes a un saludo y luego ves que iba dirigido a alguien que esta detras de ti. Me la trague lo antes posible y procure continuar. --?Como puedo ayudar? El Presidente dio una palmada. --Estoy seguro de que entenderas que estamos viendo a muchos candidatos ahora mismo, cada uno con cualificaciones excelentes a su manera. Lo que queremos hacer es ponerlos a prueba en una situacion de gran estres. Podriamos decir que es como un ejercicio de campo. Y ahi es donde intervienes tu, Anna. Tienes mucha experiencia en tratar y evaluar a gente en condiciones extremas. Servirias para valorar los puntos fuertes y las flaquezas. Sabes hasta donde pueden llegar las personas, y tambien cuando estan al limite. Ese conocimiento es unico, Anna, no mucha gente lo tiene.

  • Volvi a sonar (Por amor 6) de Maria Beatobe

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    Por fin Naira escucha las explicaciones que tantas ganas tenia de darle Gael. Pero eso no sera suficiente para aclarar las cosas entre los dos.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico (Los libros de Nico y Carla 3), A. M. Irun de A. M. Irun

    https://gigalibros.com/aqui-se-quisieron-carla-y-nico-los-libros-de-nico-y-carla-3-a-m-irun.html

  • Ni todas las mujeres quieren flores ni todos los heroes llevan capa de Irene Hall

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    Existe un piso en Madrid donde conviven tres inquilinos: Maravillas, Arantxa y Eloy. Maravillas trabaja en los multicines del centro comercial y desde su taquilla suena con un buen desenlace para el largometraje de su vida. Arantxa se esta volviendo imprevisible. Ahora resulta que busca emociones fuertes y no se le ocurre otra cosa que lanzarse a seducir a una hetero. Eloy se encuentra perdido. Su novia esta lejos y el futuro de ambos es incierto.

  • El club de lectura de las chicas traviesas de Sophie Hart

    https://gigalibros.com/el-club-de-lectura-de-las-chicas-traviesas.html

    Si leiste Cincuenta sombras de Grey… Apuntate a este club.

  • Sms. Soltera muy selectiva de Becca Devereux

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    Del sms al amor solo hay un paso

  • Seduciendo a la chica especial de Anna Olsson

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    Iban es un chico que cree en el amor, lo vive a diario junto a sus amigas, hasta que un dia decide hacer un viaje sorpresa a Estocolmo, Suecia, donde a conocera a la interesante Karin. Disfrutad de la novela.

  • Conquistando a Alice de Susana Oro

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    Samuel Davila siempre sintio admiracion por la vida disipada de su tio Arturo, un hombre libre, independiente, y al que nunca le faltaba una mujer para compartir el lecho.
    Pero el tio Arturo ha muerto. Y su sobrino se ve acorralado por su idolo, puesto que le ha dejado su hostal en herencia con la condicion de que siente cabeza.
    Samuel Davila, digno sobrino de Arturo, necesita urgente una esposa para quedarse con la herencia de su tio. Lamentablemente, en su larga lista de mujeres, ordenada alfabeticamente, no hay una en la que pueda confiar para ofrecerle un matrimonio con fecha de caducidad.
    La unica confiable y que, por logica, no esta en su larga lista sino tachada de ella, es la honesta, noble y generosa Alice Montiel. Una amiga de la familia de toda la vida. Una romantica empedernida que le produce prurito. La mujer de la que siempre ha huido despavorido.
    ?Que son seis meses de soportarla?
    Pero en ese tiempo, Samuel descubre que Alice Montiel no es lo que siempre habia imaginado. Alice Montiel es una caja de sorpresas.

  • El caso Vermont de Maureen Johnson

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    Stevie Bell es una entusiasta fan de la investigacion criminal. ?Y que mejor lugar para profundizar en sus conocimientos que la Academia Ellingham, el centro privado fundado en 1930 por el millonario excentrico Albert Ellingham en las remotas montanas de Vermont? La prestigiosa y exclusiva academia, en la que solo se acepta a un reducido numero de alumnos brillantes, fue la escena de un crimen que lleva decadas sin resolver y del que Stevie lo sabe casi todo.

  • Una subita sensacion de libertad de Daniel C. Narvaez

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    Desde que su hermana desaparecio, Judith vive obsesionada con descubrir a los responsables. En el largo camino para encontrar informacion sufrio las consecuencias de enfrentarse a una red de trata de mujeres. Sin embargo, tiempo despues, encuentra la ayuda inesperada de Laura (protagonista de la novela Siete dias) y un amigo comun que las une: Jukka Lehto (protagonista de Horizonte vacio y Siete dias). En el recondito paraje de Torremanzanas, en los ultimos dias del verano, comienza una amistad entre ambas que las enfrenta a preguntas del pasado y decisiones del presente. Aunque con lo que no contaban es con algo inesperado que las va a unir aun mas.

  • Desmadre en Escocia de Dylan Martins

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    Esta es la historia de seis hermanas, seis mujeres que, siendo unas ninas, crecieron unicamente con el amor y el carino de Ines, su madre. El amor llego a Ines, cuando menos lo esperaba, de la mano de un misterioso escoces que la colmaba de atenciones. Con el tiempo, ese amor dio sus frutos, y nacieron las trillizas Carmen, Silvia y Ana. La pareja estaba feliz, el amado de Ines, era un padre atento y carinoso, pero sus viajes y largas estancias en su Escocia natal, lo mantenian separado de sus chicas. Con el paso de los anos, el amor entre ambos seguia vivo como el primer dia. Ines se sentia la mujer mas feliz del mundo y esa felicidad se vio aumentada cuando, a los cinco anos de nacer las trillizas, llegaron a la familia Mila y Laura, dos mellizas que duplicaron la alegria para ambos padres. Su escoces, el amor de su vida, era el mejor padre del mundo y, aunque siguiera viajando a sus tierras, no desatendia a sus chicas y a la vuelta las colmaba de regalos, besos y abrazos de esos que, para Ines, siempre fueron tan valiosos. Contaban las trillizas con ocho anos, y las mellizas con tres, cuando llego una nueva bendicion para todos. La pequena Lourdes, se convirtio en la munequita de sus hermanas y en el ojito derecho de Ines. Siempre se ha dicho que los hijos llegan con un pan debajo del brazo, pero, para Ines, la llegada de Lourdes, venia acompanada de una amarga verdad que nunca supo. Un secreto que, tras varios anos, finalmente vio la luz... Los viajes, las largas estancias en Escocia, esas ausencias de su gran amor en aquellas tierras lejanas, no eran por cuestiones de trabajo, como ella pensaba, sino porque alli tenia otra familia. Ines, con el corazon roto en pedazos y con todo el dolor del mundo, tomo la decision que mas le habia costado en la vida, dejar al hombre que tanto amaba y al que, bien sabia ella, jamas podria olvidar. El, no es que luchara mucho por su querida Ines, como solia llamarla, sino que decidio que aquello era lo mejor y dejando Espana, regreso definitivamente a Escocia, para no volver. A pesar de que ninguno quisiera saber del otro nunca mas, el, como el buen padre que habia sido, no dejo ni un solo mes de mandarle dinero para sus hijas, pues eran suyas tambien, aunque las hubiera dejado. Las mas mayores preguntaban siempre cuando regresaria su padre, pues, aunque estaban acostumbradas a sus ausencias, siempre regresaba y les daba el carino que nunca les falto. Pero ese hombre, ese padre al que tanto querian, nunca regreso, por lo que la pequena Lourdes, ni siquiera lo conocio, solo supo que existia, que vivia en Escocia y que las habia dejado a todas por su tierra natal. Las seis hermanas crecieron sin el, tan solo viendo aquellas viejas fotos que su madre conservaba, recuerdos de un amor tan grande como nunca mas sintio otro, y es que Ines, desde que el escoces se marchara, vivio por y para sus ninas. Con el paso de los anos todas se fueron olvidando de ese hombre que les dio la vida, hasta que la desgracia volvio pisando fuerte con la muerte de su adorada madre. Unas palabras dichas en su lecho de muerte, fueron el detonante para todo lo que estaba por llegarles. --Me entere que vuestro padre murio --fue la confesion de Ines que, con lagrimas en lo ojos, recordo a ese hombre al que tanto habia amado--. Tenia dos hijos, vuestros hermanos, Sloan y Sim, de vuestra edad --senalo a sus tres hijas mayores, las trillizas Carmen, Silvia y Ana--. Teneis que hacer lo posible por conocerlos, ni ellos, ni vosotras sois culpables de los actos de vuestro padre, ademas, sabeis que siempre mando dinero para ayudarme a sacaros adelante, se que os queria, aunque a mi me dejara. Hijas, estoy segura que, siendo como era, algo en herencia os dejaria. Las seis se miraron y, cuando Ines cerro los ojos, partiendo asi al lugar en el que volveria a encontrarse con su gran amor, todas decidieron cumplir con esa ultima voluntad de su madre. Conocer a sus hermanos. Y asi fue como, mi mejor amiga, Lourdes, me pidio que, como buena abogada que me consideraba, investigara lo necesario sobre su padre y esos dos hermanos de los que acababan de saber su existencia. En el bufete en el que trabajaba con mi hermano Enrique, comente el caso de mis amigas y empece a investigar tal como me habian pedido. Mi hermano me ayudo bastante y eso fue lo que hizo que, en cosa de un ano, ya tuviera todo atado y bien atado. Papeleos, negociaciones, mas papeleos, conversaciones y alguna que otra amenaza, y, por fin pude darles una respuesta a las chicas. Los mellizos Sloan y Sim, habian accedido a dejar que todas nos alojaramos en sus tierras, alli en Escocia para llevar a cabo las negociaciones y que las seis tuvieran las mismas posibilidades que ellos a reclamar todo lo que su padre hubiera dejado en herencia y fuera repartido, en su justa medida, en ocho partes, una para cada hijo del difunto. Asi que, aqui me veia con las seis hermanas, a quienes a veces y de modo carinoso las llamaba, mis mujercitas, por aquella famosa pelicula de cuatro hermanas y servidora, Carlota, la abogada, preparando un viaje a Escocia que, sin que ninguna de nosotras lo supiera, nos cambiaria la vida. Si era para bien o para mal, no podria deciros, por lo que os invito a seguir leyendo y descubrir que, cuando se juntan siete amigas para hacer un viaje a un lugar que tantas veces han querido visitar, las risas, las locuras y algun que otro desmadre, estan mas que asegurados. ?Nos acompanais en esta divertida y alocada aventura? Mis mujercitas y yo, prometemos ser buenas... O tal vez no.