• libro el mejor de los pecados - Mario Benedetti

    https://gigalibros.com/el-mejor-de-los-pecados.html

  • El mejor de los pecados (Lumen Gráfica) Tapa dura - Libros

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  • EL MEJOR DE LOS PECADOS | MARIO BENEDETTI

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    Este precioso libro, ilustrado por Sonia Pulido, recoge una selecci#n de diez relatos magistrales de Mario Benedetti que se centran en el acto amoroso a ...

  • El mejor de los pecados | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/30576-libro-el-mejor-de-los-pecados-9788426404381

    Este precioso libro, ilustrado por Sonia Pulido, recoge una selección de diez relatos magistrales de Mario Benedetti que se centran en el acto amoroso a ...

  • El mejor de los pecados - Libro de Mario Benedetti - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/102807/el-mejor-de-los-pecados

    Resumen y sinópsis de El mejor de los pecados de Mario Benedetti ... Este precioso libro, ilustrado por Sonia Pulido, recoge una selección de diez relatos ...

  • El mejor de los pecados, de Mario Benedetti - Libros y Literatura

    https://www.librosyliteratura.es/el-mejor-de-los-pecados-de-mario-benedetti.html

    25 may 2017 — Hoy hablo de un libro que se titula El mejor de los pecados sin tener mucha idea de qué es un pecado. Pero me he dado cuenta de que no he ...

  • El mejor de los pecados, de Mario Benedetti - Blog de Juan ...

    https://www.juanherranz.com/libro-el-mejor-de-los-pecados/

    En este libro de Mario Benedetti nos acercamos a diez relatos empapados de amor, sudor y pasión. El cóctel perfecto.

  • el mejor de los pecados - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/el-mejor-de-los-pecados_288621

    EL MEJOR DE LOS PECADOS, BENEDETTI, MARIO, 20,10€. Este precioso libro, ilustrado por Sonia Pulido, recoge una selección de diez relatos magistrales de ...

  • el mejor de los pecados - Machado Libros.

    https://www.machadolibros.com/libro/el-mejor-de-los-pecados_490420

    EL MEJOR DE LOS PECADOS, BENEDETTI, MARIO (1920-2009), 20,90€. Este precioso libro, ilustrado por Sonia Pulido, recoge una selección de diez relatos ...

  • El mejor de los pecados - Mario Benedetti -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a1340768/Mario-Benedetti-El-mejor-de-los-pecados

    12 abr 2017 — El mejor de los pecados, libro o eBook de Mario Benedetti. Editorial: Lumen. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Reseña de "El mejor de los pecados", de Mario Benedetti

    https://www.fantasymundo.com/el-mejor-de-los-pecados-de-mario-benedetti-la-poesia-la-narrativa-y-el-amor/

    14 mar 2018 — Es este un libro precioso tanto en su continente como en su contenido, con diez cuentos de Benedetti seleccionados entre los “Cuentos ...

  • Quiero que conozcas a alguien, Estefania Yepes Sanchez de Estefania Yepes Sanchez

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    Su historia empezo un verano. Aquellos besos robados fueron el sustento y su amor, la perdicion. Sin embargo, el destino quiso que se alejara de ella sin dejar ninguna huella tras sus pasos. Ahora han transcurrido veintiseis anos desde que sucedio y Elsa, joven, entusiasta y sonadora, continua sin conocer el verdadero origen de su pasado. No obstante, las casualidades haran que se cruce en su camino Luca, un enigmatico joven que pondra en jaque aquello que ella habia creido real hasta el momento. Despues de sentirse abrumada por la magnitud de sus descubrimientos, Elsa decide alejarse de su vida para intentar poner orden a lo que siente por Bosco, su mejor amigo, y lo que supone la aparicion repentina de Luca en su vida, mientras trata de descifrar si es cierto todo lo que su madre siempre le habia contado. ?Podrias olvidar tu pasado y empezar de cero?

  • Una navidad para Lola de Hugo Sanz

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    La vida de Marc parecia completa gracias al carino de su pequeno hijo, el apoyo de sus padres, un trabajo que le entusiasmaba y buenos amigos con los que pasar el tiempo libre. Unicamente el amor parecia darle esquinazo...
    Sin embargo, aquella Navidad el destino le tenia preparado el mejor de los regalos: conocer a Lola, una chica muy especial que desde el principio despunto como candidata ideal para ocupar su corazon.
    Lo suyo se fue forjando poco a poco, disfrutando ambos jovenes con intensidad de cada uno de los momentos que podian compartir, tanto a solas, como en compania de sus respectivos complices, Alex y Carmen, presos a la vez de una fascinante atraccion.
    El mimo de Lola hacia Nico, el hijo de Marc, fue el detonante para que el entendiera que ella representaba una oportunidad que no podia dejar escapar...
    ?Era oro todo lo que relucia? ?Por fin triunfaria el amor, desinteresado y sin reservas? ?Representaba aquello el principio de una romantica relacion alumbrada por las brillantes luces propias de las fechas mas entranables del ano?
    Una historia preciosa con sabor navideno...

  • Cuando ya te habias ido – Rafael Alcolea Harold de Rafael Alcolea Harold

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    ?Que ocurriria si descubrieses que todo lo que sabes de tu vida fuese una gran mentira…?
    A los 18 anos Sara debe renunciara a su felicidad al lado de su primer amor, Javier, para tratar de salvar a su familia de la ruina. Es empujada a casarse con un hombre mayor que ella, rico, a quien no conoce, e irse a vivir a Inglaterra, lejos de todo lo que conoce.
    Resignada a vivir como una marioneta, el caprichoso destino hara que ese amor de juventud reaparezca en su vida para remover los secretos e intrigas que la rodean.
    Un historia repleta de intriga, romance, secretos y emocion hasta el final.

  • Me faltabas tu de Sophie Saint Rose

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    Madeline Burton queria cambiar de vida y ?que mejor que trasladarse a un rancho de Australia por un ano, para vivir una autentica aventura por una vez en la vida? Lo malo es que su companero de viaje se empenaba en que debia volver a Nueva York…

  • Fuera de combate de Anna Garcia

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    Kai O’Sullivan ha demostrado sobradamente que es mucho mas que el hermano mayor de Connor. Es arrogante, aprovechado, caradura, descarado, apasionado, cabezota y mujeriego… Pero acaba enamorado perdidamente de Sarah.
    ?Os quedasteis con ganas de saber algo mas sobre uno de los secundarios de lujo de la historia “Esta sonando nuestra cancion”? ?Os apetece saber como acabo el cazador cazado? ?Quereis saber algo mas acerca de su infancia? ?Conocer a su primer amor? ?Saber quien le rompio el corazon por primera vez?

  • Sola en bici de Cristina Spinola

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    UN VIAJE QUE DEMUESTRA LA FUERZA QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO

    En el Salvador me atracaron dos hombres con un machete, pero no me robaron la bicicleta, que es lo importante”. Asi empieza este libro.

  • Muerte en Las Dunas (Isla de Lornea 1) de Gregg Dunnett

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    Veo el cuerpo desde la ventana de mi habitacion. Yace en mitad de la playa, probablemente lo arrastro la marea durante la noche. Es lo unico que interrumpe la plateada arena de la orilla y no tengo duda alguna de lo que es, incluso desde aqui lo tengo claro. Es curioso, siempre he sabido que, viviendo donde vivo, algun dia veria algo asi. Lo ponen a menudo en las noticias de la television: <>. Y por fin hoy he encontrado el mio. Agarro los prismaticos. Son grandes, capaces de aumentar la imagen hasta 10 veces y pesan tanto que me resulta dificil mantenerlos firmes. Por eso, aunque los aprieto con fuerza contra el cristal de la ventana, lo unico que logro ver son fragmentos desiguales de piel, una fantasmagorica mancha blanca en el vientre y un color rojo intenso donde una herida le corta el dorso. Es una joven. Eso si alcanzo a verlo. Tendida en un charco de sangre y agua salada. Yace muerta en medio de la playa, de mi playa. De repente soy consciente de mi respiracion por las pequenas nubes de vaho que se forman cada vez que expulso aire por la boca. ?Podria ser mi imaginacion? Tal vez estoy dormido y esto no es mas que un sueno. Pero el resto de la habitacion parece real. El armario esta abierto y veo mi uniforme escolar colgado dentro. Los posteres de mi habitacion son los correctos: la tabla periodica y mi lista de <> con todos los nombres en latin. Me fijo en este ultimo, no estarian escritos correctamente si estuviera sonando porque no me los se todos de memoria. Escojo uno al azar: Lubina estriada <>. Definitivamente, no estoy sonando. Miro de nuevo por los prismaticos. Esta vez noto las gaviotas. Algunas revolotean sobre el cuerpo; otras se posan con tranquilidad, como si fuera una roca nueva que broto durante la noche. Entonces noto que no solo estan de pie, sino que se inclinan, picoteando. Desgarrando trozos de carne. Veo a una moviendo el pico directamente en el ojo. Suelto los prismaticos y pienso. Deberia decirselo a papa. Se que deberia hacerlo. Pero algo me hace dudar. Ultimamente esta de un humor bastante raro. Se enfada por tonterias. La playa va a estar llena de policias y de periodistas, y papa odia a esa gente. Si se lo cuento igual le da por insistir que no nos metamos en esto. Incluso igual dice que pasemos la manana en casa y entonces no podre examinarla. ?Y con que frecuencia tengo una oportunidad asi? Para alguien como yo esta es una ocasion increible. Quiero decir, tambien es triste, por supuesto, pero no sirve de nada ponerse sentimental con estas cosas. Por encima de todo, es una oportunidad que no se debe desperdiciar. Asi que, aunque me siento un poco culpable, concluyo que no se lo voy a contar a papa. Me llamo Billy, por cierto. Tengo once anos, pero soy un poco mas interesante que la mayoria de los chicos de once anos. Bueno, eso juzgando por los que van a mi instituto. Estoy seguro de que estarias de acuerdo si los conocieras. Afortunadamente, hoy es sabado y no hay clases. Tenemos una rutina bastante establecida para los fines de semana. Lo primero, papa va a hacer surf por la manana temprano ya que luego se llena y no le gusta mezclarse con la gente. Yo voy con el pero nunca hago surf. Eso requeriria meterse en el agua y yo no me meto al agua. No obstante, no me quedo en el coche esperandolo. Eso seria bastante aburrido. Siempre tengo muchos proyectos en marcha. Como mi proyecto de la cabana, por ejemplo. La construi el ano pasado, con materiales que a papa le habian sobrado del trabajo. Esta en el bosque detras de las dunas pero estoy seguro de que no la encontraras porque pinte las paredes de camuflaje. Tarde un siglo en terminarla. Resulta que no se puede comprar pintura de camuflaje; en realidad tiene sentido cuando lo piensas, ya que los colores se mezclarian en la lata. Bueno, de todos modos, ese fue mi proyecto del ano pasado. Ahora tengo otros que son aun mejores. Pero, obviamente, hoy no estoy pensando en mis proyectos. Hoy hay un cadaver en la playa. Decido que tengo que despertar a papa y salir de casa lo mas rapido posible. Asi puedo ser el primero en llegar. Tal vez sea yo quien la descubra. Papa suele levantarse despues que yo. Baja y se hace un cafe. Si no llueve o hace demasiado viento, se lo toma afuera. Se coloca en nuestro pequeno jardin en la cima del acantilado y mira hacia la playa para decidir donde hacer surf. Si hay un buen oleaje vamos a nuestro extremo de la playa, cerca del acantilado, porque las olas aqui son mas pequenas y menos potentes. Pero si no hay mucho oleaje vamos a Silverlea, el pueblo que esta en medio de la bahia. Alli, la playa esta mas expuesta al oceano. Y claro, si no hay nada de olas o si el viento sopla demasiado fuerte, entonces no vamos a hacer surf. Y eso si que es un rollo porque significa que papa se pasara todo el dia de mal humor. En casa vivimos solos papa y yo. No tengo hermanos ni hermanas. Ni madre o, al menos, ya no. Y, despues de lo que paso con los pollitos de gaviota, papa no me deja tener mascotas. Asi que estamos solos los dos. Y hemos vivido aqui, en nuestra casa en lo alto de un acantilado desde que tengo uso de razon. Decido que esta manana hare yo el cafe. Y lo hago de una manera realmente ruidosa para despertar a papa, cerrando los armarios con portazos y revolviendo los cubiertos para coger la cuchara. Necesito que se de prisa si quiero ser yo quien descubra el cuerpo. Tenemos una de esas cafeteras plateadas donde pones el cafe en el medio y con dos partes que se enroscan. No estoy seguro de cuanto cafe poner pero se que a papa le gusta fuerte, asi que lo lleno hasta arriba. Al poco tiempo, la cafetera empieza a silbar y a echar espuma y la cocina empieza a oler a cafe. Cojo una taza para papa y cierro la puerta del armario con otro portazo. Oigo a papa arriba en el cuarto de bano, echando un chorro largo como todas las mananas. Cuando finalmente termina, grito hacia arriba. --!Papa, cafe! Luego salgo al jardin para echar otro vistazo. Todavia esta alli, nadie la ha descubierto. Pero me doy cuenta de que hay otro problema, las olas. Hoy son pequenas. Eso significa que papa querra ir a Silverlea donde las olas seran mas grandes. Normalmente no me molestaria porque mis proyectos estan bien distribuidos por toda la zona por lo que no me importa ir a donde quiera papa. Pero el cuerpo esta aqui, en nuestra playa. Si vamos a Silverlea, tendre que caminar todo el camino de regreso y corro el riesgo de que alguien la descubra mientras voy de camino. No quiero que eso suceda. Quiero ser yo el que la descubra. Asi que cuando papa sale a reunirse conmigo, cafe en mano, ya estoy pensando en una forma de resolver el problema. Lo miro con cautela. Anoche llego tarde y creo que debio beber bastante porque tiene cara de resacoso. --?Por que has hecho tanto ruido esta manana, Billy? --papa se frota los ojos--. Pense que te estaban matando en la cocina o algo asi. --Se rie y toma un sorbo de cafe--. !Dios! Esto es gasolina pura --exclama. Frunzo el ceno porque no estoy seguro de si eso es bueno o malo. Papa pone la taza en la tapia del jardin. Luego bosteza y estira los brazos. Lleva unos vaqueros viejos y una camiseta que se le levanta un poco, lo suficiente para que se le vean los musculos de la tripa. Todavia se le nota el moreno del verano incluso ahora al final de la temporada. A pesar de que la hierba esta mojada por el rocio, va descalzo. El no nota el frio. Nos quedamos en silencio un rato observando las vistas. Justo delante de nuestra tapia esta el viejo camino del acantilado. Lo cerraron hace un tiempo porque se volvio demasiado peligroso, pero yo todavia se de un camino hacia abajo. Pasado el viejo camino hay un gran acantilado sobre la playa, que tiene siete millas de largo y se extiende mas alla de la ciudad de Silverlea, hasta Northend. Hacia la derecha se ve el bosque. A la izquierda es solo oceano. La verdad es que tenemos una vista increible desde nuestro jardin. --Tiene buena pinta, ?no? --dice papa, cogiendo su cafe de nuevo. Quiere decir que las olas parecen buenas. Desde aqui arriba puedes verlo todo pero papa solo se fija en las olas. Por eso creo que mi plan funcionara. Espero unos instantes antes de hablar; le dejo que estudie lo que pasa bajo nosotros. Observa como las olas entran en la playa. Las olas que ves cuando vas a la playa no son siempre del mismo tamano. Vienen en grupos o conjuntos. Por eso en un momento determinado puede parecer que las olas son realmente grandes pero luego, al rato, parecen ser mucho mas pequenas. En este preciso momento, mientras dejo que papa mire, son bastante grandes. De hecho tengo suerte, es probable que sea la ola mas grande que he visto en toda la manana. Perfecto para mi plan. --Son grandes --digo con la mayor naturalidad posible--. Parecen pequenas ahora, pero justo antes de que salieras eran bastante grandes. Yo voto por que vayamos a Littlelea. Si papa lo hubiera observado tanto tiempo como yo le habria sido obvio que estoy mintiendo. Esta claro que el surf sera mejor en Silverlea, donde la playa esta menos protegida. Littlelea es donde esta el cuerpo, asi que necesito que decida ir alli. Y para eso tengo que convencerle de que las olas son mas grandes de lo que realmente son. Papa no responde de inmediato. Estamos de pie, juntos, mirando hacia el oceano. El cuerpo es lo suficientemente visible para cualquiera que lo estuviera buscando, pero el no esta mirando hacia la playa. Sus ojos escanean el horizonte, observando como los pequenos bultos que asoman por el horizonte se transforman en olas segun se acercan. Espera, sorbiendo su cafe. Y es paciente. A medida que pasan los minutos las olas que habian entrado desaparecen y el mar vuelve a estar llano. Hago lo posible por parecer sorprendido. --Me parecen pequenas --dice papa finalmente con una nota graciosa en su voz--. ?Te encuentras bien, Billy? --Se vuelve hacia mi y, por un momento, me preocupa que se vaya a poner de uno de sus extranos estados de animo. Pero esta sonriendo--. Venga, nos vamos a la ciudad. Y ya de paso desayunamos despues. La ciudad es lo que llamamos Silverlea. Asi que vamos a tener que conducir mas de dos kilometros hacia el norte, mas alla del cuerpo y luego tendre que caminar todo el camino de vuelta hasta Littlelea para regresar hacia el. Obviamente estoy decepcionado. Aunque por lo menos, ir a desayunar despues sera un consuelo. Y no voy a hacer que cambie de opinion ahora, asi que mejor asumirlo. Papa se termina el cafe, hace una mueca y me mira. --Salimos en cinco minutos --dice mientras entra en casa para terminar de vestirse. Le sigo y una vez en la cocina me apresuro a apagar el ordenador portatil. Cojo los prismaticos, un cuaderno de notas por estrenar, mi camara de fotos y lo meto todo en la mochila. Papa pasa junto a mi mientras me estoy poniendo las botas de caminar y me mete prisa. Mientras salgo, papa echa su traje de neopreno en la parte trasera de la camioneta. Aterriza con un golpe en la base metalica. Su tabla ya esta alli; practicamente permanece ahi todo el tiempo. Entonces dudo. Cuando esta de buen humor me deja viajar en la parte de atras a pesar de que sea tecnicamente ilegal. Pero cuando esta de mal humor tengo que ir delante con el, con el cinturon de seguridad abrochado y todo. Me arriesgo y subo por la parte de atras sin mirarle a los ojos. Al principio no dice nada, simplemente abre la puerta de la cabina. Antes de entrar me dice: --Si nos cruzamos con la policia te agachas de inmediato. Papa entra en la camioneta, al instante oigo el rugir del motor y la camioneta empieza a renquear. El olor a gasolina llena el aire. Bajamos por nuestro camino hacia la carretera principal y entonces papa comienza a bajar la colina, conduciendo rapido, invadiendo el carril contrario para suavizar las curvas. La playa casi no se ve desde la carretera, solo se vislumbra entre los arboles. Luego, una vez que se cruza el rio esta bastante baja y las dunas la bloquean. Pero solo tardamos diez minutos en llegar y no nos cruzamos con nadie durante el camino. Me parece buena senal. Llegamos a la ciudad por la parte de atras y nos detenemos en la parte delantera del aparcamiento de la playa. La cafeteria Sunrise esta aqui al lado, alli es donde vamos a desayunar, pero todavia no ha abierto. Aun asi, no somos los primeros en llegar. Hay otros cuatro coches. Reconozco dos de ellos, son amigos de papa que tambien van a hacer surf. Supongo que los otros dos seran probablemente gente que ha ido a pasear a los perros. Espero que hayan caminado hacia el norte, hacia Northend y no hacia el sur hasta Littlelea donde esta el cuerpo. Probablemente no se pueda ver el cuerpo desde aqui asi que tengo esperanzas, pero no lo sabre hasta que baje a la playa. --A las diez de vuelta --dice papa. Antes intentaba que fuera a hacer surf con el pero ahora ya ha desistido. Por fin ha entendido que yo no me meto en el agua. --Vale --le contesto--. Hasta luego. --Me pongo en camino mientras se sienta en la plataforma de la camioneta para ponerse el traje de neopreno. No se molesta en taparse con una toalla ya que no hay nadie alrededor. Camino rapidamente por el pequeno sendero hacia la playa. Al principio es facil porque hay un paseo de madera pero luego se acaba y se me hunden los pies en la suave arena. Finalmente llego a las piedras. Hay una barra de rocas planas y grandes como platos. Cuando llego alli, me detengo y saco los prismaticos de la mochila. Incluso antes de enfocarlos del todo veo que algo va mal. Hay gente en la playa. Justo al lado de donde esta el cuerpo. Desde donde estoy no llego a ver quienes son o que estan haciendo, pero es obvio que estan alli parados. Siento como la desilusion me invade. Es gente sacando a los perros. ?Por que no podian haber caminado hacia el otro lado? Fui yo el primero en ver el cuerpo hace mas de una hora y queria ser yo el primero en llegar. Ahora ni siquiera se si voy a poder verlo. Espero que la Guardia Costera llegue pronto para acordonar la zona. O la policia. Estos dias hay un monton de policia por toda la ciudad. Me quedo alli un rato, esperando a que se me pase el disgusto; en realidad no me dura mucho. Despues de todo, quien sea que este alli no va a poder mover el cuerpo, es un poco grande para eso. Supongo que podrian tratar de acordonarlo, pero tampoco hay senales de eso, al menos de momento. Si me doy prisa igual todavia pueda examinarlo. Solo necesito darme prisa en llegar. Me pongo de nuevo en marcha, caminando justo al lado de la marca de la marea alta. Es el mejor lugar para andar porque la arena esta dura y plana. Ademas, a veces, encuentras cosas que ha traido la marea, lo cual es una ventaja. Pero hoy no estoy mirando hacia abajo. Mantengo los ojos enfocados hacia adelante, tratando de distinguir los detalles a medida que me voy acercando. Al rato, cuando ya estoy a mitad de camino, veo un coche de policia conduciendo lentamente por la playa hacia donde yace el cuerpo. Resoplo y suspiro. Se lo que estaras pensando, no es normal que un nino de once anos quiera examinar un cadaver en la playa. Pero como ya dije, no soy como la mayoria de los ninos de once anos. Quiero decir, probablemente, algunos de los chicos del instituto querrian hacerse un selfi o alguna estupidez parecida. Pero yo no quiero hacer nada de eso. Estoy interesado porque quiero estudiarlo, como buen cientifico que soy. Si sabes algo acerca de Silverlea, si has estado de vacaciones aqui o algo asi, puede que tambien te sorprenda que un coche de policia llegue tan rapido y tan temprano por la manana. Pero asi estan las cosas ahora. Este otono estan por todas partes. Se debe a la chica. La que sale en las noticias. Y si tienes en cuenta que no se trata solo de las noticias locales de la isla, sino de las noticias nacionales, junto con las historias sobre el presidente y los terremotos y demas, ya te puedes imaginar como lo estamos viviendo aqui. Esta toda la isla obsesionada con el tema. ?Como puede ser que una adolescente desaparezca asi sin mas? No parece posible. Yo conoci a la chica que desaparecio: Olivia Curran. Mira, igual te lo cuento ahora y todo, ya que incluso a paso ligero me llevara un tiempo llegar hasta alli. Estaba alojada en uno de los chales de los que se encarga papa. Habia venido de vacaciones con su familia: su madre, su padre y su hermano. Estaban en uno de los chales de Seafield. Son los mas caros, a pie de playa y con vistas al mar desde todas las habitaciones. De hecho, estan justo al lado del aparcamiento donde dejamos el coche esta manana. En realidad no tenia que haberla conocido. Yo estaba en el chale de al lado cuando llegaron. Estaba arreglando la wifi porque los huespedes de la semana anterior se habian quejado de que se caia mucho. Esa es otra cosa que hago, configuro la wifi para todas las casas de vacaciones que administra papa. El Sr. Matthews, el jefe de papa, sabe que se me dan bien los ordenadores y por eso me deja. Total, que acababa de terminar de arreglar el problema cuando llegaron. Tenian un todoterreno, o un cuatro por cuatro o algo asi, con bicicletas en la parte trasera y varias maletas en la baca. No hable con ellos, por supuesto. Todos los chales de Seafield son independientes y cuando llegan los invitados obtienen la llave de una caja de metal atornillada a la pared y con una cerradura de combinacion. Asi que simplemente les ignore como de costumbre. Al rato decidi coger un aperitivo del almacen. Hay una pequena caseta de piedra en el patio de los chales donde guardamos la ropa de cama de repuesto, los recambios de toallas y tambien hay pequenos paquetes de galletas para las bandejas de bienvenida que ponemos. Total, que ahi iba yo con mi portatil, de camino al almacen para coger galletas. Y ahi fue cuando me debio haber visto. Porque segun salia del almacen, todavia con el portatil abierto, la chica venia caminando hacia mi desde su chale. --Perdona --me dijo, sonaba un poco insegura--. ?Te alojas aqui al lado o algo asi? Acabamos de llegar y no conseguimos que funcione la wifi. No le conteste. No podia, tenia una galleta en la boca. --Es que te he visto con el portatil. Me preguntaba si tal vez habias conseguido que funcionara. --Tenia el pelo rubio recogido en una cola de caballo, pero algunos mechones se habian escapado y movio la mano para apartarlos de sus ojos. --Bueno, no te molestes, olvida que te he preguntado --dijo y comenzo a darse la vuelta. Aproveche para sacarme la galleta de la boca. --Vivo aqui. No necesito alojarme aqui. Configuro la wifi para los chales del Sr. Matthews. La chica se volvio y me miro de arriba abajo un poco dudosa. --Ah, genial. Pues me vas a venir bien, creo. Ya que no parece funcionar. --Se detuvo y sonrio. Tenia una sonrisa bonita. --Si que funciona. Lo acabo de arreglar --le dije. --Pues … bueno, acabo de intentarlo y a mi no me funciona. --?Has puesto la contrasena? --le pregunte. Los turistas son bastante inutiles, por lo que ponemos instrucciones para todo en las carpetas de bienvenida, incluso cosas tan sencillas como como encender la cocina electrica--. Esta en la carpeta de bienvenida que encontraras en ... --Si, ya la he encontrado. Se conecta bien, pero enseguida se cae. Aquello me molesto porque acababa de tener el mismo problema en el otro chale y pensaba que lo habia solucionado. --?Has cambiado las configuraciones? --pregunte, un poco esperanzado. -- No. Por supuesto que no. --Me echo una mirada graciosa--. Acabamos de llegar. Frunci el ceno. Si no hubiera ido a buscar una galleta no me habria atrapado. Pense en ir al chale numero dos e intentar conectarme desde alli, pero probablemente trataria de venir conmigo. Y seria mas rapido si pudiera conectarme directamente a su ruter. --Tengo que entrar y conectarme al ruter. ?Te parece bien? --Una parte de mi esperaba que dijera que no, pero no lo hizo. La chica, en aquel momento aun no sabia que se llamaba Olivia, movio el brazo de una manera muy elaborada, como si estuviera haciendo teatro o algo asi. --Estas en tu casa. De verdad que tenia una sonrisa preciosa. El ruter en el chale numero uno esta en el aparador junto a la mesa de la cocina. Vi de inmediato que la luz parpadeaba en naranja cuando deberia haber estado brillando en verde. Los chales de Seafield tienen el salon y la cocina juntos y el padre de la chica estaba alli, guardando comida en la nevera. --!Hola! --me dijo segun entraba, pero no tuve que decir nada porque la chica respondio por mi. --No pasa nada, solo esta aqui para arreglar la wifi. Puse mi portatil sobre la mesa y busque en la mochila el cable de red. El padre siguio guardando mas cosas en la nevera pero note que queria decir algo. Finalmente lo hizo. --Eres un poco joven para arreglar ordenadores --solto. Tenia esa voz que los mayores utilizan cuando quieren ser condescendientes hacia los ninos. Me gire un poco para darle la espalda y no le conteste. --Sabes, no importa si no consigues que funcione --continuo--. De todos modos, vamos a estar en la playa todo el dia, ?verdad, Olivia? --?Como? Si, si que importa --interrumpio la chica--. Puede que para ti no sea importante pero este lugar se anuncio como que tenia wifi. ?Que pasaria si en el anuncio hubiera puesto que tenia banera y llegas aqui y no hay banera? Te molestaria, ?verdad? --Vale --le dije. No queria oirlos discutir--. Esto pasa a veces, pero si reinicio desde el panel de control se resuelve el problema. --Creo que sonaba mas seguro de lo que en realidad me sentia ya que no entendia por que seguia fallando asi.

  • Algun dia nuestros ojos veran de Marta Catala Vila

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    Algun dia nuestros ojos veran es una seleccion de veinticinco relatos cortos. Los personajes que dan vida a estas paginas experimentan autenticas revelaciones y abren los ojos a aspectos desconocidos de su entorno o de si mismos. A veces confrontados con su sombra, otras descubriendo su luz, protagonizan historias cotidianas en las qu tiene cabida la fantasia, lo onirico y lo poetico.
    En los limites entre el sueno y la realidad, alternando entre lo romantico y lo inquietante, fragmentos siempre cargados de asombro.

  • Los Pecados de Olivier (Senor Brooks 1) de Andrea Adrich

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    Noah ha dejado su pueblo natal y su familia para perseguir su sueno: ser disenadora de moda. Con mucho trabajo y parte de los ahorros de sus padres abre una pequena tienda en Nueva York. Su sueno y todo su mundo se vienen abajo el dia que un desconocido entra en su tienda anunciando que es el nuevo propietario del local y que tiene que marcharse.
    Ese desconocido es Olivier Brooks, el chico malo de las finanzas. Un empresario despota, manipulador y adicto al control; dueno de un imperio que maneja con mano dura.
    Olivier siempre consigue lo que quiere. hasta que se encuentra con Noah. Ella no esta dispuesta a que le arrebate su sueno, y Olivier no esta dispuesto a que se salga con la suya: las cosas se hacen a su manera o no se hacen.
    ?Sera Noah lo suficientemente imprudente para caer en sus redes? ?Cedera Olivier, por una vez en su vida, el control?

  • Cada estrella de mi cielo de Victoria Vilchez

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    Sobre mi cabeza habia tan solo un cielo plagado de estrellas; bajo mi espalda, un tejado que habia visto tiempos mejores y, a mi lado, estaba Aiden, mi vecino y tambien mi mejor amigo. Nos conociamos desde que ambos usabamos panales. Habiamos quemado muchas etapas juntos y pasado por numerosos dramas; al principio del tipo <>, pero con el paso de los anos habiamos crecido y madurado, y nuestros dramas tambien. Aunque tal vez no del todo, ya que a veces el todavia se entretenia haciendo desaparecer mi movil o mis zapatillas favoritas, y yo le robaba sus camisetas del equipo de futbol porque eran estupendas como pijama. Lo que no habia cambiado era nuestra amistad y la cantidad de tiempo que pasabamos juntos; eso, en realidad, se habia incrementado. --No puedes hablar en serio --me dijo, tumbado a mi lado y con sus ojos azules fijos en el cielo. Era de noche y, si me hubiera mirado, estaba segura de que hubieran parecido casi negros; tambien se le oscurecian cuando se enfadaba. A la luz del dia, en cambio, el tono azul cobalto de su iris resultaba perturbador. Aiden habria podido cumplir con los estandares de chico popular del instituto si se hubiera esforzado un poco para aparentarlo y su vida no estuviera continuamente rozando el desastre. Solo tenia quince anos, los mismos que yo, aunque en apenas unas semanas el cumpliria los dieciseis, y ya alcanzaba el metro ochenta. Era bastante atractivo, no solo por su altura y sus ojos, sino por todo el conjunto: su rostro armonioso, los hoyuelos que solo aparecian cuando sonreia con verdadero entusiasmo, la mandibula cuadrada y un cuerpo digno del equipo de futbol del instituto. Sin embargo, en un pueblo como el nuestro, donde casi todos conocian las miserias de sus vecinos, el estigma de una familia rota pesaba demasiado. El procuraba no prestar atencion a las habladurias, pero yo sabia que le afectaban aun cuando se esforzaba por disimularlo. --Me da igual --respondi, girando la cabeza para observar su perfil--. De todas formas, ?en que momento hemos acabado hablando de mi virginidad? Aiden y yo charlabamos sobre los temas mas variados, y hoy parecia que aquel era el elegido para entretenernos. --No deberias entrometerte --anadi, y solo entonces tambien el volvio el rostro hacia mi. Una de sus cejas se elevo. --?Por que? ?Te gusta alguien? ?Lo conozco? --se intereso, y una sonrisita picara asomo a sus labios. Incluso yo, que me consideraba inmune a sus encantos, apreciaba lo lejos que podia llegar con una sonrisa asi. --?De verdad hay que darle tanta importancia? Tu no se la diste a la tuya. ?Por que habria de darsela yo? ?Porque soy una chica? --refunfune, y su sonrisa se esfumo. --Por eso mismo lo digo, Madi --comento muy serio--. Yo era un crio y lo mio fue un revolcon rapido y del que no me quedo precisamente un buen recuerdo. Esto no tiene nada que ver con que seas una chica. Sencillamente, no quiero eso para ti. Silencie el comentario que me quemaba en la punta de la lengua. Hasta donde yo sabia, esa primera vez suya no se diferenciaba mucho de lo que hacia ahora con algunas de las chicas (la mayoria chicas mayores) con las que salia, pero no iba a echarselo en cara. Aiden tenia serios problemas con las relaciones que implicaran algun tipo de compromiso por su parte. En ese aspecto, yo era su relacion mas larga, y lo nuestro no podria haber sido mas platonico. Sin embargo, entendia que, con todo por lo que habia pasado su familia, no fuera de los que creyera fervientemente en el amor. --Solo es sexo, ?no? --lo chinche, con el unico objetivo de hacerlo sonreir. El agito la cabeza de un lado a otro. --A veces dudo de que tengas realmente quince anos. --Le di un empujoncito con el hombro que lo hizo reir. A continuacion, solto un suspiro y sus ojos se pasearon por mi rostro--. Busca a alguien con el que te encuentres a gusto, aunque no se trate del... amor de tu vida. --Incluso le costaba pronunciar esa palabra. Yo sabia que no creia en el amor, lo decia solo por mi--. Que te haga sentir comoda; un tio que no este unicamente pensando en lo bien que se lo va a pasar luego contandoselo a sus amigos. --?Hablas por experiencia? Ahora fue el el que me dio un codazo, pero no rio mi broma. --Hablo como tu mejor amigo, me preocupo por ti. Nos habiamos puesto serios de repente, a pesar de que ni siquiera habia buscado tener esa conversacion. Yo no era aun mas que una cria que estaba empezando a descubrir el porque de tanto revuelo en torno al sexo. Observe su rostro mientras el volvia a contemplar el firmamento. El ceno fruncido y la linea recta que formaban sus labios bastaron para que comprendiera que sus pensamientos no debian de haber tomado un rumbo agradable. A pesar de nuestra amistad, Aiden a veces resultaba un enigma para mi; descifrar sus pensamientos, un desafio. Habia sombras en el, claroscuros y tambien partes que brillaban tanto que te hacian apartar la vista; las ultimas eran las que el se esforzaba por no mostrar a los demas. --Vale --acepte al fin. No queria continuar con aquella estupida conversacion, pero lo siguiente que dije resulto aun mas estupido--: Hazlo tu entonces. --?Hacer que? --inquirio, confundido, y sus ojos volvieron a recaer sobre mi, turbulentos y arrolladores. Trague saliva. --Conmigo. Hacerlo... conmigo. Durante unos segundos no dijo nada. Su mirada estaba fija en mi rostro, tan intensa que me arrepenti de inmediato de haber dicho semejante tonteria. Acto seguido, comenzo a reirse a carcajadas. --!Eh! --proteste, empujandolo sin demasiada fuerza. No queria que terminara rodando y cayendose del tejado. --Por un momento he creido que lo decias en serio --solto, aun riendo. Mis labios se curvaron en una sonrisa, aunque por algun motivo me costo mas que de costumbre. --Imbecil --me burle, contenta por haber borrado la tristeza de su expresion. --Estas loca, pequena. Me rodeo con el brazo y tiro de mi. Acabe con la mejilla apoyada en su hombro. Estar con el era facil y reconfortante. Al dia siguiente, y como cada manana, Aiden me esperaba en el coche para llevarme al instituto. Contaba con una licencia de aprendizaje que en realidad le permitia practicar y poco mas, pero mi mejor amigo no era de los que se preocupaban en exceso por las normas. Aquello me habia costado mas de una discusion con mi madre, aunque habia accedido finalmente solo para no tener que escucharme refunfunar por la casa y despues de que le repitiera una y otra vez que siempre ibamos directos al instituto. Nada de paradas. Lo cierto era que Aiden solia detenerse en el pueblo para comprarme un cafe; decia que no lograba entender nada de lo que salia por mi boca hasta que tomaba uno. --?No piensas volver al equipo? --le pregunte cuando el instituto asomo al final de la carretera, larga y empinada, por la que conducia. No contesto de inmediato y, con las gafas de sol puestas, me era imposible verle los ojos. --?Aiden? --Es que no me fui exactamente. --?Te han echado? --inquiri perpleja. No se por que me sorprendia. Mi amigo era un iman para los problemas. Nunca habia estado segura de si era el quien se los buscaba o le salian al paso. Se encogio de hombros; expulsado entonces. --?Que has hecho esta vez? Se detuvo junto a un aparcamiento libre, pero no hizo nada para meter el coche en el. --Tienes muy poca fe en mi, ?no? Me rei. El tambien sonreia. --La justita para continuar siendo tu amiga. Era mentira y el lo sabia. Si habia algo que yo tenia, era fe en Aiden. Pero nuestra relacion era asi, un continuo tira y afloja. --Vamos, llegaras tarde --me dijo, invitandome a bajar del coche. No habia parado el motor. Enarque las cejas y le lance una de mis miradas intimidatorias, o al menos lo intente, con Aiden no solian funcionar. --?Tu no vienes? El se inclino y me dio un beso en la sien. --Tengo algo que hacer. Estare aqui para el descanso. Definitivamente, habia llegado la hora de descubrir que estaba pasando. Le arranque las gafas de un manotazo antes de que pudiera hacer nada para evitarlo, dispuesta a bucear en su mirada azul y robarle una respuesta, y se me escapo un gemido al contemplar la hinchazon que se extendia alrededor de su ojo.

  • Alliances. Un juego de luz de Stan Lee

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    Nia es una hacker con mucho talento, pero se siente muy sola. Vive alejada del mundo, con la sola compania de un padre enigmatico y genial. El unico modo que tiene para relacionarse con el exterior son las redes sociales, pero la amistad virtual de un millon de desconocidos no llena ni de lejos el vacio que la envuelve.

  • La isla de las mariposas de Corina Bomann

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    Una fascinante novela de secretos de familia ambientada en un lugar exotico, que se inscribe dentro del genero <>, con mas de 180.000 ejemplares vendidos en Alemania.

  • La increible historia de… la abuela ganster de David Walliams

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    Esta es la historia de Ben y de su abuela, !una ancianita con un secreto super emocionante! Humor y aventuras de la mano del autor numero 1 en Inglaterra.

  • Por y para siempre (La Posada de Sunset Harbor 2) de Sophie Love

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    --Buenos dias. Emily se estiro y abrio los ojos. La imagen que le dio la bienvenida era la mas hermosa que hubiese podido imaginar: Daniel, rodeado por las limpias sabanas blancas y con el halo de la luz matutina besandole el cabello revuelto. Inspiro una bocanada de aire profunda y satisfecha, preguntandose como habia podido alinearse su vida de un modo tan perfecto. Parecia que el destino, tras tantos anos de dificultades, por fin habia decidido darle un respiro. --Buenos dias. --Le devolvio la sonrisa con un bostezo. Volvio a acurrucarse bajo las sabanas, sintiendose comoda, abrigada y mas relajada de lo que lo habia estado nunca. La calma silenciosa de las mananas en Sunset Harbor contrastaban drasticamente con el ajetreo de su antigua vida en Nueva York. Podria llegar a acostumbrarse a aquello: al sonido de las olas rompiendo a lo lejos, al olor del oceano, a tener a un hombre atractivo tumbado junto a ella en la cama. Se levanto y fue hacia las puertas cristaleras que daban al balcon, abriendolas para poder sentir la calidez del sol en la piel. El oceano destellaba en la distancia, y los rayos de luz iluminaron el dormitorio principal que tenia a la espalda. A su llegada, hacia seis meses, habia sido un desastre lleno de polvo, pero ahora era una ensenada de tranquilidad de paredes y sabanas blancas, alfombra suave, una preciosa cama con dosel y mesitas de noche antiguas cuidadosamente restauradas. En aquel momento, con el sol dandole en la cara, Emily sintio que por una vez todo era perfecto. --?Estas lista para tu gran dia? --dijo Daniel desde la cama. Emily fruncio el ceno, con la cabeza todavia demasiado embotada por el sueno como para comprenderle. --?Mi gran dia? Daniel sonrio con suficiencia. --Tu primer cliente, ?recuerdas? A los pensamientos de Emily le hicieron falta un segundo para caer en la cuenta, pero enseguida recordo que tenia a su primer cliente, el senor Kapowski, durmiendo en la habitacion al final del pasillo. La casa que se habia pasado seis meses restaurando habia pasado de ser un hogar a un negocio, y aquello significaba que tenia que preparar un desayuno. --?Que hora es? --pregunto. --Las ocho --contesto Daniel. Emily se quedo paralizada. --?Las ocho? --Si. --!No! !Me he quedado dormida! --exclamo, volviendo a entrar a la carrera al dormitorio desde el balcon. Cogio el reloj despertador y lo agito con furia--. !Se suponia que tenias que despertarme a las seis, maldito cacharro! Lo volvio a dejar con un golpe sobre la mesita de noche y despues se apresuro hacia la comoda en busca de algo de ropa, lanzando sueteres y pantalones por todas partes. Nada le parecia lo bastante profesional.; habia tirado a la oficina toda la ropa que habia tenido para la oficina de su antigua vida en Nueva York, y ahora todo lo que tenia era ropa practica. --Tranquila --rio Daniel entre dientes desde la cama--. No pasa nada. --?Como que no pasa nada? --gimoteo Emily, saltando a la pata coja mientras se ponia unos pantalones--. !El desayuno empezaba a las siete! --Y solo hacen falta cinco minutos para escalfar un huevo --anadio Daniel. Emily se quedo paralizada alli donde estaba, medio vestida y con cara de haber visto a un fantasma. --?Crees que querra huevos escalfados? !No tengo ni idea de como escalfar un huevo! En lugar de tranquilizarla, las palabras de Daniel solo sirvieron para hundirla todavia mas en el panico. Arranco un arrugado sueter liliaceo del cajon y se lo paso con la cabeza, consiguiendo que la electricidad estatica le encrespase el cabello al instante. --?Donde esta mi mascara de pestanas? --pregunto, corriendo de un lado al otro--. ?Y podrias dejar de reirte de mi? --anadio, dirigiendo una mirada enfurecida a Daniel--. Esto no es divertido. Tengo a un huesped. !A un huesped que paga! Y no tengo mas que zapatillas de deporte que ponerme. ?Por que tire todos los tacones? Las risitas ahogadas de Daniel se convirtieron en carcajadas. --No me rio de ti --consiguio decir--. Me rio porque soy feliz. Porque estar contigo me hace feliz. Emily hizo una pausa; aquellas palabras tocaron algo en lo profundo de su ser. Lo miro, alli tumbado de manera languida como si fuera un Dios en su cama. Daniel tenia una cara con la que no se podia estar enfadada mucho tiempo. Daniel aparto la vista. Aunque Emily ya estaba acostumbrada a que Daniel se encerrase en si mismo cuando demostraba demasiado lo que sentia, aquello seguia poniendola nerviosa. Los propios sentimientos de Emily eran tan evidentes que era como si fuera trasparente. No le cabia duda de que siempre llevaba el corazon en la mano. Pero a veces Daniel la hacia sentirse perdida. Con el nunca estaba segura, y aquello le recordaba de manera casi dolorosa a sus relaciones anteriores y a la falta de estabilidad que habia sentido en ellas, como si estuviese de pie en la cubierta de un barco que se balancease sobre el mar y nunca fuese a acostumbrarse al balanceo. No queria que aquella historia se repitiese con Daniel, queria que con el fuese distinto. Pero la experiencia le habia ensenado que en la vida es muy raro conseguir lo que se desea. Volvio a girarse hacia la comoda, ahora en silencio, y se puso unos pequenos pendientes de plata. --Tendra que servir --dijo, desviando la mirada del reflejo de Daniel en el espejo para mirarse a si misma, y su expresion paso de ser la de una chica llena de panico a la de una mujer de negocios decidida. Salio con paso firme del dormitorio y se lo encontro todo sumido en el silencio. El pasillo del segundo piso era ahora imponente, con unas preciosas lamparas de pared y una arana en el techo que atrapaba la luz del sol matutino y la reflejaba en todas partes. El suelo de madera se habia pulido hasta la perfeccion, anadiendo un toque rustico pero glamuroso. Emily miro hacia la puerta que habia al final de dicho pasillo, la puerta de la habitacion que previamente habia pertenecido a Charlotte y a ella. Restaurar aquella habitacion habia sido lo mas dificil de todo, puesto que para ella habia sido como borrar a su hermana. Pero todas las cosas de Charlotte estaban ordenadas con cuidado en un rincon especial del atico, y Serena, amiga de Emily y artista local, habia creado algunas obras de arte asombrosas con la ropa de su hermana. Aun asi, seguia sintiendo un cosquilleo en el estomago al saber que habia un desconocido durmiendo al otro lado de aquella puerta, un desconocido al que ahora tenia que servirle el desayuno. En sus fantasias de convertir la casa en un hostal nunca habia llegado a imaginar como seria realmente, que aspecto tendria ni como se sentiria al respecto. De repente le parecia que no estaba preparada en lo mas minimo, como si fuera una nina jugando a ser adulta. Recorrio el pasillo hacia las escaleras asegurandose de hacer el minimo ruido posible. La nueva alfombra color crema era esponjosa bajo sus pies, y no pudo evitar mirarla con adoracion. La transformacion de la casa habia sido una autentica maravilla que contemplar. Todavia quedaba trabajo por hacer: el tercer piso en concreto era un completo desastre, con habitaciones en las que todavia ni habia entrado, y aquello sin mencionar los demas edificios de la propiedad que contenian una piscina abandonada y todo un ejercito de cajas que organizar. Pero lo que habia conseguido hasta el momento con una pequena ayuda de la amable gente de Sunset Harbor todavia le sorprendia. La casa le parecia ahora una amiga, una que todavia tenia secretos que compartir. De hecho, habia una llave en concreto que estaba demostrando ser todo un misterio; no importaba lo que intentase Emily, no conseguia encontrar que era lo que abria. Lo habia comprobado todo, desde los cajones de los escritorios hasta las puertas de los armarios, pero todavia no lo habia encontrado. Bajo la larga escalera que ahora contaba con unas barandillas pulidas y relucientes, la esponjosa alfombra de aspecto resplandeciente y los afianzadores de cobre que destacaban los colores a la perfeccion. Pero mientras bajaba admirandolo todo, se percato de que habia una mancha en la alfombra: una huella de barro desdibujada. Era claramente la huella de la bota de un hombre. Se detuvo en el ultimo escalon. <>, penso. Pero entonces noto que la huella se alejaba de ella, dirigiendose hacia la puerta principal, lo que significaba que la persona habia bajado las escaleras. Y si Daniel seguia en la cama, entonces aquella huella solo podia pertenecer a su huesped, el senor Kapowski. Emily se apresuro hacia la puerta y la abrio a toda prisa. El senor Kapowski habia llegado con su coche el dia anterior por el camino de entrada recien pavimentado y habia aparcado justo alli. El coche ya no estaba. Emily no se lo podia creer. Se habia ido. CAPITULO DOS Llena de panico, volvio a entrar corriendo en la casa. --!Daniel! --grito desde el pie de las escaleras--. !El senor Kapowski se ha ido! !Se ha ido porque no me he levantado a tiempo de prepararle el desayuno! Daniel aparecio en lo alto de las escaleras cubierto unicamente con unos pantalones de pijama, dejando al descubierto los hombros anchos y el pecho musculoso. Su cabello estaba enmaranado, lo que le daba el aspecto de un estudiante que se hubiese levantado con prisas. --Seguramente tan solo haya ido a Joe's --repuso, bajando las escaleras hacia Emily al trote--. Mencionaste lo buenos que son sus gofres, ?recuerdas? --!Pero se supone que yo le tengo que preparar el desayuno! --exclamo Emily--. El hostal es un B&B, de bed and breakfast, alojamiento y desayuno, no un B de bed a secas! Daniel llego al pie de los escalones y la tomo entre sus brazos, abrazandola suavemente por la cintura. --Quizas no se haya dado cuenta de lo que significa la segunda B. Quizas creia que significaba <>. O banana --bromeo. Le dio un beso en el cuello, pero Emily lo aparto agitando la mano y se escabullo de su abrazo. --!Daniel, deja de hacer el tonto! --espeto--. Esto es serio. Es mi primer huesped y no me he despertado a tiempo de hacerle el desayuno. Daniel sacudio la cabeza y puso los ojos en blanco con afecto. --No es para tanto. Habra bajado a desayunar junto al oceano en lugar de eso. Esta de vacaciones, ?te acuerdas? --Pero desde mi porche se ve el oceano --tartamudeo Emily con una voz que empezaba a fallarle. Se dejo caer sentada en el ultimo escalon sintiendose pequena, como una nina que hubieran castigado a sentarse alli, y dejo caer la cabeza entre las manos--. Soy una anfitriona horrible. Daniel le froto los hombros. --Eso no es verdad. Simplemente todavia no le has cogido el ritmo. Todo es nuevo y extrano, pero lo estas haciendo bien. ?Vale? Dijo aquella ultima palabra con firmeza, casi con paternalismo, y Emily no pudo evitar sentirse reconfortada. Alzo la mirada hacia el. --?Quieres que te escalfe a ti un huevo al menos? --pregunto. --Eso seria un detalle --dijo Daniel con una sonrisa. Tomo el rostro de Emily entre las manos y le dio un beso en los labios. Fueron juntos a la cocina y el sonido de la puerta abriendose desperto a Mogsy y a su cachorro, Lluvia, de su duermevela en el lavadero que habia justo al otro lado de la puerta tipo granero. Emily sabia que mantener a los perros fuera de la cocina y de cualquier otra parte de la casa que necesitase para el negocio del hostal era un deber absoluto si no queria que le cerrasen el negocio al instante por higiene y salubridad, pero se sentia mal por confinar a los perros a un espacio tan pequeno de la casa. Se recordo a si misma que era una situacion temporal; ya habia conseguido que cuatro de los cinco cachorros de Mogsy fuesen adoptados por amigos del pueblo, pero Lluvia, el mas pequeno de la camada, era mas dificil de colocar, y nadie parecia ni remotamente interesado en aceptar a la madre. A fin de cuentas era, siendo amables, una perra callejera bastante fea. Tras llevar a los perros fuera y darles de comer, Emily volvio a la cocina. Mientras tanto Daniel habia logrado salir un momento al jardin para recoger los huevos que habian puesto aquella manana las gallinas Lola y Lolly, y habia preparado una jarra de cafe. Emily acepto una taza agradecida y aspiro el aroma antes de acercarse a los fogones Arga, otra de las reliquias de su padre que habia restaurado, y se puso a practicar el arte de escalfar huevos. De entre todas las habitaciones de la casa, la cocina era su preferida. Aquel pobre espacio habia sido victima del tiempo y el abandono a su llegada, y despues los habia asaltado una tormenta que habia provocado mas danos, y despues la tostadora se habia fundido y habia provocado un incendio. El dano por el humo habia sido mas destructor que el fuego en si: las llamas tan solo habian alcanzado un estante y consumido algunos libros de cocina, pero el humo habia conseguido filtrarse por todos los huecos y resquicios, dejando tras de si manchas negras y el olor de plastico quemado en todo lo que habia tocado. En tan solo seis meses, a aquella habitacion le habia pasado todo lo malo que podia pasarle. Pero tras algunas noches de trabajo duro, por fin habia sido restaurada por tercera vez y tenia un aspecto encantador con su frigorifico retro y su original palangana blanca victoriana Belfast, ademas de sus encimeras de marmol negro. --Resulta --dijo Emily, sirviendo su quinto intento de huevo escalfado en el plato de Daniel--, que no soy una cocinera tan mala despues de todo. --?Ves? --dijo Daniel, cortando la clara del huevo y dejando que la yema dorada cayese sobre la tostada--. Ya te lo habia dicho. Tienes que escucharme mas a menudo. Emily sonrio, disfrutando del humor amable de Daniel. Ben, su ex, nunca la habia hecho reir como lo hacia Daniel, y tampoco habia podido reconfortarla nunca en sus momentos de panico. Con Daniel era como si nada fuera nunca demasiado complicado para hacerle frente. No importaba si se trataba de una tormenta o un incendio, Daniel siempre le hacia sentir que todo iba bien, que podia arreglarse. Su estabilidad era uno de sus rasgos mas atractivos; podia calmarla y tranquilizarla del mismo modo en que la tranquilizaba el oceano. Pero aun asi Emily nunca estaba segura de que opinaba Daniel, de si sentia lo mismo que ella. Tenia la impresion de que su relacion era como la marea, y al igual que esta, no podian controlarla por mucho que lo intentasen.

  • La india secreta de Paul Brunton

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  • El chico de la eterna sonrisa de Brianna Wild

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    Noah es un chico guapo que ha sufrido y Laura es esa amiga a la que nunca deberia haber besado. Un hecho que pone patas arriba sus vidas y a prueba su amistad. Ambos tienen algo que perder, pero pueden ganar mucho mas. ?Seran capaces de olvidarlo y seguir adelante? ?O se lanzaran al fuego sin mirar atras?

  • Palabras contra el olvido de Jose Luis Ferris

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    La figura de Maria Teresa Leon estuvo vinculada a la de Rafael Alberti durante al menos cincuenta anos, en los que ambos vivieron juntos las experiencias decisivas de la guerra y el exilio, pero su relacion con el poeta no debe ocultar la contribucion de una de las escritoras mas deslumbrantes de la generacion del 27.

  • Legendary (Caraval 2) de Stephanie Garber

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    Mientras que algunas habitaciones de la finca tenian monstruos escondidos debajo de las camas, Tella juraba que la suite de su madre ocultaba gran encanto. Toques de luz esmeralda espolvorearon el aire como si las hadas vinieran a jugar cada vez que su madre se fuera. La habitacion olia a flores arrancadas de jardines secretos, e incluso cuando no habia brisa, las cortinas transparentes ondeaban alrededor de la magnifica cama con dosel. Arriba, un candelabro de citrino saludo a Tella con los sonidos musicales de los besos de cristal, lo que le hizo facil imaginar que la suite era un portal embrujado a otro mundo. Los pequenos pies de Tella no emitieron ningun sonido mientras pasaba de puntillas por las gruesas alfombras de marfil hacia el tocador de su madre. Rapidamente, miro por encima del hombro y luego agarro el joyero de su madre. Elegante y pesada en las manos de Tella, la caja estaba hecha de nacar y cubierta de filigrana de oro con tela de arana; A Tella le gustaba fingir que tambien estaba encantada, porque incluso cuando sus dedos estaban sucios, afortunadamente nunca dejaban huellas. A la madre de Tella no le importaba si sus hijas jugaban con sus vestidos o si se probaban sus elegantes zapatillas, pero les habia pedido que no tocaran esta caja, lo que solo lo hacia mas irresistible para Tella. Scarlett podia pasar sus tardes sonando despierta con espectaculos itinerantes como Caraval, pero a Tella le gustaba tener aventuras reales. Hoy fingio que una reina malvada sostenia cautivo a un joven principe elfo, y para salvarlo, necesitaba robar el anillo de opalo de su madre, la joya favorita de Tella. La piedra lechosa era cruda y aspera, con forma de estrella, con puntas afiladas que a veces le pinchaban los dedos. Pero cuando Tella levanto el opalo hacia la luz, la piedra chispeo, cubriendo la habitacion con ascuas de cerezas luminiscentes, oro y lavanda que insinuaban maldiciones magicas y polvo de duende rebelde. Lamentablemente, la banda de laton era demasiado grande para el dedo de Tella, aunque cada vez que abria la caja, todavia se la ponia en caso de que hubiera crecido. Pero este dia, justo cuando Tella se deslizo en el ring, noto algo mas. El candelabro sobre ella se inmovilizo como si tambien hubiera sido sorprendido. Tella se sabia de memoria todos los articulos de la caja de joyeria de su madre: una cinta de terciopelo cuidadosamente doblada con bordes de oro, aretes de color rojo sangre, una botella de plata empanada que, segun su madre, contenia lagrimas de angel, un relicario de marfil que no se abria, una pulsera de chorro que Parecia que pertenecia al brazo de una bruja en lugar de a la elegante muneca de su madre. El unico articulo que Tella nunca toco fue la bolsita de color gris sucio, que olia a hojas mohosas y a dulce muerte de charnela. Mantiene a los duendes alejados, su madre una vez bromeo. Tambien mantuvo alejado a Tella. Pero hoy, el pequeno bolso feo parpadeo, atrayendo a Tella hacia el. En un momento parecia un monton de podredumbre y olia a descomposicion. Un parpadeo despues, en su lugar, descansaba un reluciente mazo de cartas, atado con una delicada cinta de raso. Luego, en un instante, volvio a la desagradable bolsa antes de que se transfigurara nuevamente en las tarjetas. Abandonando su mision de juego, Tella rapidamente agarro el cordon sedoso y levanto la cubierta de la caja. Al instante dejaron de moverse. Las tarjetas eran muy, muy bonitas. Eran de un tono tan oscuro de sombra de noche que eran casi negros, con pequenos toques de motas doradas que brillaban a la luz y hebras remolinos de un profundo relieve rojo violeta que hacia que Tella pensara en flores humedas, sangre de brujas y magia. No se parecian en nada a las debiles cartas en blanco y negro que los guardias de su padre le habian ensenado a jugar juegos de apuestas. Tella se sento en la alfombra. Sus agiles dedos hormiguearon mientras desataba la cinta y volteaba la primera carta. La joven retratada le recordo a Tella a una princesa cautiva. Su hermoso vestido blanco estaba desgarrado, y sus ojos en forma de lagrima eran tan bonitos como el cristal de mar pulido, pero tan tristes que les dolia mirarlos. Muy probablemente porque su cabeza estaba enjaulada en un globo redondo de perlas. Las palabras "La doncella de la muerte" se escribieron en la parte inferior de la tarjeta. Tella se estremecio. No le gustaba el nombre, y no le gustaban las jaulas, ni siquiera las nacaradas. De repente tuvo la sensacion de que su madre no querria que ella viera estas cartas, pero eso no impidio que Tella volcara otra.

  • Stay de Lucia M

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    Stay es una historia a contrarreloj en la que John y Anna tendran que decidir si tan solo tres dias de sus vidas seran suficientes para cambiar el resto de la misma.

  • 7 things de Natalia Olmedo

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    Ariadna se siente enjaulada bajo la obsesion de su madre por las apariencias y el protocolo.
    Rodrigo tiene un sueno: conquistar a Ariadna.
    Los destinos de ambos se cruzan para ponerlos a prueba.
    ?Sera el amor tan fuerte como para superar todo tipo de adversidades?
    Adentrate en esta intensa historia de amor donde nada es como te esperas y la musica tiene un papel protagonista en la vida de Ariadna y Rodrigo.
    ?Te atreves?

  • Llamarada de sol (Sombra de vampiro 5) – Bella Forrest de Bella Forrest

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    Bienvenidos de nuevo a La Sombra…

  • Domingo. Relatos cronicas y recuerdos de Natalia Ginzburg

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    Se despierta con una penosa angustia en el corazon. Algo ha terminado definitivamente. Junto a la cama ve su bata de franela roja; la otra, la de flores verdes y azules, la han guardado con la ropa de verano. Es ahora cuando se da cuenta de que ha terminado el verano, que manana empezaran de nuevo las clases. Mientras se lava, una mosca se posa sobre su espalda desnuda. La espanta con rabia. Siente que detesta la mosca, que se detesta a si misma y tambien el sosten de tul rosa que esta tendido en la silla. Afuera llueve a cantaros sobre el jardin tranquilo y sobre los pinos altos. La grava fina del patio delantero parece mas oscura. Anita baja a desayunar: el pelo mal cepillado le da un aire tosco y desalinado. Aun no hay nadie en el comedor, solo la pequena Paola en su trona. Tiene un conejo bordado en el babero. Anita le da un beso, besa sus manos rollizas. <>. Anita inclina la cabeza sobre la taza. Hace un mes que espera y teme que llegue este dia, pero no ha querido pensar en el. <>, lamenta, y se le llenan los ojos de lagrimas. Manana tendra que ir corriendo al colegio con su enorme cartera llena de libros. Ya no tendra tiempo de mirar a su alrededor, de confrontar las cosas y a si misma. Un ansia, un afan continuo: los dias breves, la noche que sobreviene como una amenaza cuando aun no ha terminado los deberes. Las manos manchadas de tinta y en los oidos un zumbido de versos en latin, y la geografia, !esa dichosa geografia! Recorre las habitaciones en busca de un rincon en el que estar a solas y tranquila, pero alla adonde va encuentra escobas, trapos para el polvo, sillas boca abajo y ventanas abiertas. Las mujeres canturrean y hacen un ruido tremendo. <>, repite despacio. ?Donde esconder su tristeza? Al final se encierra en el salon: libros y alfombras, grandes sillones de cuero; en la mesita baja de estilo oriental hay una caja de cerillas coloradas. <>. Filippo, su hermano mayor, ha entrado silenciosamente: fuma una pipa pequena, esta de pie, junto al escritorio. Anita se acerca y el le pone las manos sobre los hombros: le gusta acariciarle el menton liso, redondo, y esas pequenas arrugas que se le forman en la comisura de los labios. Ella le abraza con un placer inconsciente. Siempre que se pelea con todos y corre a llorar a su habitacion, el la sigue y la consuela bromeando un poco con ella, lo que le hace sentir aun mas ira hacia los demas mientras trata de sofocar los sollozos en su hombro. <>, querria decirle, pero no se atreve: en su relacion no hay mas que una timida ternura, disfrazada de bromas y de una ironia amable. <>, le pregunta Filippo despeinandole el pelo de la nuca. Se sientan en el mismo sillon y en el cristal de las vitrinas ven reflejados sus rostros parecidos. Anita sabe que Filippo debe marcharse, que esta noche cogera el tren y que ya tiene preparadas las maletas: va a pasar el ano en el extranjero, en Alemania. Le dice que estudie. <>. Anita no le escucha. Piensa en el invierno, en ese largo invierno sin el... Le toma la mano, una mano rolliza de unas rectangulares y mates, una mano rolliza y masculina. <>, anade Filippo, pero enseguida cambia de tema, tal vez porque se ha emocionado, y Anita deja caer su mano. Se marchara hoy mismo, esta noche, tal vez ni siquiera le de un beso. En su habitacion cerraran las contraventanas y cubriran los muebles con sabanas blancas. --?Como lo prefieres, Grazia, con leche o con limon? Llueve a cantaros en el desolado jardin. El reloj de pendulo da las cinco en la oscuridad. Anita toma el te con su amiga Grazia. --?Lo entiendes, Anita? Para mi habria sido bonito enamorarme de el, pero no podia, ?sabes?, no podia... Anita se quema la lengua con el te hirviendo. Le arranca petalos a los crisantemos marchitos que estan en el jarron de cristal del centro de mesa. --Que triste es este septiembre... Grazia, ?tu has hecho todos los deberes de vacaciones? --?Deberes de vacaciones? No los he hecho, ?que me importa a mi eso? La vieja se pondra hecha una furia, pero ?que me importa a mi?--Asi es Grazia: la vieja no le importa lo mas minimo. Ni siquiera cuando esa misma vieja, la profesora de italiano, escriba una equis azul, de falta, bajo su nombre--. !Tengo cosas mas importantes en las que pensar! Como te estaba diciendo, aquella noche, en la terraza... Anita la escucha con una sensacion de hastio. Grazia, su amiga Grazia, de vez en cuando le resulta tan ajena como una desconocida. Aquellos tres meses de verano han roto la armonia de su amistad. Grazia..., un hombre enamorado de Grazia...; de ella, de Anita, nadie se ha enamorado nunca. Se sacude ese pensamiento con furia. Se pone en pie tan de improviso que Grazia se sobresalta. --?Quieres ver a mi hermanita? En el cuarto de juegos la nodriza cose sentada en el vano de la ventana y la pequena Paola la mira con ojos como platos desde el taburete que esta a sus pies. --Y entonces el reyezuelo partio la tercera nuez y salieron las carrozas y los caballos...-- Anita y Grazia se tumban sobre la alfombra, entre los juguetes desordenados. En mitad del silencio, la voz ronca de la nodriza contando el cuento tiene un tono grave y solemne. La pequena esta tan emocionada que aguanta la respiracion--. Y asi empezo a correr hacia el castillo del ogro... La habitacion es bonita y agradable: las cortinas cuelgan lisas junto a las ventanas, las paredes blancas y sobre las paredes los estampados ingleses, todos iguales, con ninas rubias regordetas y perros peludos con grandes hocicos amables. La nodriza esta sentada en el vano de la ventana con su delantal a cuadros y el perfil de la nina tiene un aire absorto. Anita se siente de pronto tranquila y sencilla: puede que el mundo no sea asi, puede que haya sufrimiento e inmundicia, pero todas esas cosas quedan ahora lejos, muy lejos; el castillo del ogro esta muy lejos. Ha parado de llover. Anita y Grazia salen a la terraza y se asoman al jardin mojado: les llega un aroma vivo y denso de hojas podridas, de tierra, de fruta empapada. Hasta Paola corre afuera: el cuento ha terminado y el reyezuelo se ha casado con su hermosa reinona y todo ha acabado bien. Anita corre al encuentro de su hermanita, la coge en brazos y la besa: que pequena es y que caliente esta, que frescas tiene las manos, es una lastima que chille y se ria y trate de zafarse de ella. --Me gustaria tener una hija--dice Grazia en voz baja--. ?Te acuerdas de cuando hablabamos aqui de esas cosas? !Que miedo nos daban! Y sin embargo es algo simple y natural. Sonrien sin mirarse. Se han hecho mayores de verdad, pueden hablar de su pasado con desprecio y afliccion, igual que los adultos. Y tambien las envuelve una melancolia semejante, calida y vaporosa: no saben si hablar o callarse, sienten que se desata en su corazon un brote de pensamientos confusos y reprimidos. Anita contempla el campo de tenis al fondo del jardin, esta desierto y silencioso, la pista es de color parduzco a causa de la lluvia y le parece estar viendo a Filippo con sus pantalones cortos de franela blanca y la raqueta, le parece estar oyendo su voz alegre en las mananas luminosas. --Que septiembre tan triste... Pero Anita sabe que con el verano y las vacaciones ha acabado tambien algo importante y que algo importante empieza de nuevo manana con las clases. Tal vez Grazia podria entenderlo..., pero no sabe como explicarselo. Callan las dos, las cabezas cerca la una de la otra. Sin duda es muy triste que hasta eso tenga que tener un final, este momento de complicidad, de silencio compartido. Ambas saben que terminara y que ya no volvera nunca, por eso no quieren separarse aun. Frente a ellas solo se extiende una certeza: el colegio, el invierno. Todo lo demas es palpitante, intangible, incierto. !Cuantas cosas pasan en un ano! Es imposible no sentir miedo a enfrentarse a el, sabiendo que hay que recorrerlo en toda su extension. Pero Grazia dice: --Tengo que irme a casa. Y Anita la acompana a la puerta y contempla como se aleja desde el umbral: --Hasta manana. Despues de cenar Filippo llama a Anita y la agarra del brazo: --Acompaname al jardin a hacer una cosa antes de irme... En el jardin los arboles inmoviles parecen custodiar la noche. El aire nocturno, humedo y puro, se puede respirar. Anita piensa: <>. El la estrecha con el brazo para que camine muy cerca, le habla y ella trata de escuchar. --Querida, tienes que estudiar y portarte muy bien con mama. Escribeme de vez en cuando. Y cuentamelo todo, todo, siempre. Su voz, su voz. Que triste va a ser el invierno, la casa sin la voz tranquila y tierna de Filippo. Solo sus manos saben acariciar asi. --Filippo, Filippo. --Y de pronto ella siente que tiene ganas de llorar, que tiene en el corazon un pensamiento inquieto y tonto--. No te vayas, no te vayas--dice, y se abraza a el. Ya sabe que no sirve de nada, que es absurdo, que las maletas ya estan cerradas en el pasillo. Filippo se inclina para besarla y le toma la cara entre las manos. La casa, iluminada y bulliciosa, queda lejos. Estan solos en medio del jardin oscuro. Se besan. Que terrible que algo asi haya sucedido entre ellos, dos hermanos. De pronto Anita siente miedo de si misma, de el: de el que la esta besando como un amante. --Es bonito quererse tanto--dice ella, pero sabe de sobra que no es bonito, que es demasiado, que no conviene quererse de ese modo. La infancia de los dos parece clara, lejana--. Tenemos que volver--anade de golpe, reprimiendo una ultima palabra desconsolada, aferrandose a el y caminando hacia la entrada, donde la luz esta encendida. Cuando pasan los arboles, ya bajo la luz, Anita se vuelve para contemplar el rostro de su hermano: le descubre un gesto serio, sereno, como si no hubiese sucedido nada entre ellos. Tal vez sea cierto que no ha sucedido nada. Entran en casa.

  • Las notas de nuestra cancion (Las notas de una cancion 2) de Chris Razo

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    ?Podrias olvidar las notas de una cancion?
    Despues de un ano, Patricia y Oliver vuelven a encontrarse, y aunque el trata de hacerle pagar por el sufrimiento que ha vivido, con solo mirarla, se dara cuenta que no ha dejado de quererla, y que lo unico que quiere es volver a su lado.
    Ella por su parte, sigue sumergida en sus miedos, y tratara de que Oliver, se aleje de su vida.

  • Marian y el chico de ojos azules (Familia Reed 1) de Olivia Kiss

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    Marian siempre ha sido reservada y poco atrevida, pero este ano al soplar las velas de su cumpleanos se propone varias cosas: convertirse en una mujer irresistible y segura de si misma, salir con un chico, hacer algo que le de miedo y conseguir cumplir su sueno de montar una pasteleria en el pueblo.
    Lo que no espera es que el encargado de acompanarla en ese camino y de echarle una mano sea Asher, el mejor amigo de su hermano mayor y del que esta enamorada platonicamente desde que puede recordar. El problema es que, acercarse demasiado, en ocasiones provoca que salten chispas, pero ?pueden olvidarse de quienes son y dejarse llevar a pesar de las consecuencias?

  • Una perfecta educacion de Curtis Sittenfeld

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    Cuando su padre la acompana hasta la entrada del prestigioso internado Ault de Massachusetts, no parece que Lee Fiora anore demasiado a la familia que deja atras en su pequena ciudad de Indiana, seducida por las brillantes fotografias del elegante folleto promocional del centro: chicos de uniforme delante de vetustos edificios de ladrillo y chicas con falda escocesa y palos de lacrosse sobre un cesped inmaculado. Pero como no tarda en descubrir, Ault es un mundo aparte, habitado por jovenes ricos, hastiados y atractivos que se rigen por sus propios codigos. Tan intimidada como atraida por su deslumbrante entorno, Lee luchara por construir una nueva identidad que le permita seguir adelante, un delicado equilibrio entre dejar de sentirse una extrana y no olvidarse de ser ella misma.
    Con una protagonista tan autentica y llena de matices como el Holden Caulfield de Salinger o el Mick Kelly de McCullers, Una perfecta educacion es un afilado retrato de la intensa y contradictoria edad de los ritos de paso, una divertida, desprejuiciada y sensual puesta al dia de la eterna novela de aprendizaje.

  • Te deseo para mi (Rosa blanca 6) de Laura A. Lopez

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    Llega la sexta entrega de la serie de romance historico <> de Laura A. Lopez con la historia de Lucy y Dylan.

  • Duma Key de Stephen King

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  • Apostoles de Tom Bissell

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    Un viaje profundo y conmovedor al corazon del cristianismo que explora las vidas y los legados misteriosos y a menudo paradojicos de los doce apostoles.

  • La Chica del Camion de Cecilia Campos

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    Sumergete en la novela erotica que inunda las listas de los mas vendidos en Europa. Segun los lectores, no te puedes perder esta historia picante con un toque de humor.

  • Siempre seras tu (FBI 3) de Vega Manhattan

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    No podia quitarme esa frase de la cabeza. Llevaba dias martirizandome y haciendome sentir como lo peor del mundo. No se le podia decir eso a nadie, era lo mas cruel del mundo. Sobre todo para alguien como yo. Habia tenido pocas relaciones en mi vida. La verdad es que casi podia asegurar que ninguna. No era problema de mi fisico, no en el lado negativo al menos. Al contrario, por culpa de mi fisico es que eso ocurria. Los hombres me veian como un trofeo en su cama, pero como nada mas. No me habia importado hasta el momento, no es que yo quisiera nada con nadie, asi que vivia y disfrutaba del momento. Pero llega un punto o una edad en la que necesitas o quieres algo mas. Mis hermanos, Liam y Alice eran felices con sus parejas, habian encontrado el amor. Y yo seguia sola, parecia que eso no estaba hecho para mi. Era algo que costaba asimilar, pero que se terminaba aceptando. Otra cosa muy distinta es que el hombre por el que empezaba a sentir algo porque creia que era diferente, me dijera, claramente y sin tapujos, que solo era sexo. Un polvo muy bueno, si, pero solo un polvo. Como si con esa aclaracion estuviera arreglando las cosas... Toda mi familia habia estado en casa de mis padres y no hacia mucho que se habian marchado. Yo estaba alli, en el jardin, mirando a la nada. Aun vivia con ellos y como me iban las cosas, iba a tardar en poder independizarme. Tampoco era algo que me preocupase, con ellos no estaba cohibida en ningun sentido. --?Que haces aqui tan sola? Me sobresalte al escuchar la voz de Alan. Se sento a mi lado, en el cesped y miro al cielo. --Pense que te fuiste con los demas. --Tu madre me puso un chocolate caliente al que no me pude resistir --rio. --A mi madre le encanta cebarnos a todos --resople. --Como a la mia. --Siempre lo hizo. Una sonrisa se dibujo en mi cara cuando recorde algunos de los momentos vividos con la familia de Alan. Momentos que gracias a la union de las dos familias, volvian a repetirse. Eso me encantaba. --?En que piensas? --En todo y en nada --suspire y me deje caer en el cesped. El hizo lo mismo y los dos miramos al cielo. --Estan preocupados por ti. --Lo se --resople. Mi hermana Alice habia estado intentando sonsacarme que era lo que me ocurria, pero sin exito. No era algo de lo que quisiera hablar con nadie. Aunque sabia que necesitaba hacerlo. --Me he acostado con mi jefe --solte de sopeton. Mire a Alan de reojo, para ver como reaccionaba. Creo que ni pestaneo... --Ah... --fue toda su respuesta. --Varias veces. --No necesito detalles, Hannah, creeme. --Esta casado. --Entiendo... --apreto la mandibula. --Creia que sentia algo por mi, ?como pude ser tan ingenua? --Supongo que todos lo somos de vez en cuando. --?No vas a criticarme? --?Quieres que te juzgue? --giro la cabeza y me miro-- No lo hare nunca. Es tu vida, tu decides como la vives. --Meti la pata. Me crei cada una de sus palabras. Eres especial, voy a dejarla... Seis meses he estado asi, Alan. Seis malditos meses y cuando le he reclamado un poco mas de atencion, ?sabes que ha hecho? --Sorprendeme --dijo con ironia. --Me ha dicho que soy un simple polvo para el --lo dije con toda la rabia que sentia dentro. Resople y volvi a mirar al cielo. Estaba precioso y yo podria pasarme horas alli, solo mirandolo. --?Y que vas a hacer? --pregunto. --Olvidarlo. No quiero nada con el. Pero me siento tan idiota... --?Y el trabajo? --Tengo que quedarme. Me amenazo con una demanda si lo rompia. Tendre que aguantar los dos meses que me faltan y marcharme. --Puedes romperle las pelotas e irte. --No es tan facil. --Si pudieras demostrar lo que hubo entre vosotros y el chantaje si. --Ya... Pero no puedo --suspire. El se quedo unos segundos en silencio. --Me ire cuando termine, con el finiquito montare mi empresa. --Espero que asi sea... Nos quedamos callados, solo disfrutando de esa hermosa vista. --A veces los envidio, ?sabes? --?A quienes? --pregunto. --A Liam y a Eva. A Alice y a Noah... Es tan bonito verlos enamorados --suspire cual quinceanera. --Lo viviras. --No creo --sonrei con tristeza. --?Por que no? ?No quieres eso? --Pues hasta hace poco no --rei, negando con la cabeza, el me miro con una sonrisa--. Pero desde hace un tiempo... Es bonito imaginar que tal vez hay alguien en el mundo para mi y con los mismos deseos que yo. --Seguro que si. --?Que deseas tu, Alan? El no tuvo que pensarlo demasiado antes de responder. --Lo quiero todo. --?Que es todo? --Boda. Hijos. Casa grande. Un para siempre... --rio, avergonzado-- Como ves, por algo estoy solo. --Mereces eso y mas, seguro que lo consigues. --No lo se, Hannah --miro al cielo. --Tienes que creer en ello, ?no es asi? Si me dices que yo crea, ?por que no hacerlo tu? --Porque la persona con la que quiero mi "todo" ni siquiera se da cuenta de que existo. Lo mire con el ceno fruncido. --No pasas desapercibido para nadie, Alan. Las mujeres suspiran por ti. Y lo sabes. --Pero no la que quiero --se levanto del cesped y me ofrecio la mano--. ?Un chocolate caliente conmigo y me despido? Agarre su mano y me ayudo a ponerme en pie. --Solo si me cuentas quien es ella. --Va a ser que mejor me despido ya... --comenzo a caminar y yo a seguirlo. --Vamos, Alan --rei--. Yo te cuento mis secretos, es tu turno. --Algun dia, que no sera hoy. --?Por que no? --Ahora preocupate por estar tu bien --puso su mano alrededor de mis hombros--. Ellos se preocupan de verdad. Yo tambien. Solo queremos verte feliz. Sonrei, la verdad es que todos eran de lo mejor. --Lo hare, todo estara bien. --Lo se --sonrio--. Y nosotros estaremos contigo. Al menos los tenia a ellos. La mejor familia y amigos del mundo. Aunque mi autoestima como mujer fuera una mierda. Aunque odiara que me vieran como un simple objeto sexual y que nadie se parase a querer conocer que habia en mi interior. --Si acabamos los dos solos, siempre podemos irnos juntos de viaje cuando seamos viejos -- rei--. Con las dos parejas de tortolitos. --?Con esos cuatro? Ni muerto --exclamo haciendome reir. Igual que no se soportaban, no podian estar unos sin los otros. A la vista estaba de que Alan se pasaba ya media vida en casa de mis padres, no se le podia echar de alli ni con agua caliente. Mi vida sentimental podia ser un desastre, pero la familiar... Esa era, ademas de para no aburrirse, casi perfecta gracias a todos ellos. --?Sabes, Alan? Creo que yo tambien quiero un "todo" de los tuyos --suspire, haciendolo sonreir. Alan Estaba enamorada de su jefe. Maldita fuera mi suerte, ?por que me lo tenia que contar a mi? A veces odiaba ser su amigo porque habia cosas que preferia no saber. Que Hannah estaba rara ultimamente y que su humor estaba mas agriado de lo normal era cierto, pero ahora entendia por que. Estaba enamorada de alguien que la habia usado, de un tipo que solo la habia tratado como a un objeto. Maldito imbecil, no tenia derecho a hacer sentir mal a nadie. Llegue a mi casa y, tras una ducha, me tumbe en la cama. Sentia una pequena opresion en el pecho desde que Hannah se habia sincerado conmigo. Hubiera preferido que se lo hubiese guardado para ella. Hannah era una gran amiga para mi. Sobre todo desde que nuestras familias, con el paso de los anos, volvieron a unirse. Eramos adultos y la amistad entre nosotros se retomo rapidamente, convirtiendose en una mejor. Porque en el pasado eramos dos crios que no entendiamos lo que verdaderamente significaba el ser amigo de alguien. Pero ella me hacia sentir algo mas. No sabia que, solo que necesitaba verla bien. No echa una mierda, como parecia estar, por un gilipollas como debia de ser su jefe. Era lo que habia... Era el precio a pagar por ser amigo de una mujer. Ser invisible para ella mientras escuchaba las penas sobre los demas. Ese era mi papel y no es que yo quisiera otro, que va. Solo... Bueno, que habia cosas que preferia que se las contara a su hermana o a la mia antes que a mi. En fin... Que para que iba a negarmelo a mi mismo. Habia cosas de mi amiga, de la mujer por la que sentia algo mas que una simple amistad, que no queria saber. Porque aunque Hannah a mi no me viese de esa manera, para mi desgracia y con el paso del tiempo, yo estaba enamorandome de esa mujer. Y por eso mismo iba a hacer lo que un hombre maduro haria: iba a salir corriendo hasta que se me pasase la jodida calentura. Porque habia que estar loco para enamorarse de una mujer como Hannah. Una asi, me atraparia cada vez mas y el dolor por no ser correspondido podria llegar a hacerme mucho dano. Yo no estaba dispuesto a sufrir. Claro que tampoco estaba dispuesto a sacarla, por completo, de mi vida porque joder, era mi amiga. Asi que eligiera lo que eligiera, estaba jodido. Esa era la unica cosa que sacaba en claro con todo esto. Eso y que tenia que alejarme un poco y quizas, al volver, me diese cuenta de que estaba equivocado y exagerando las cosas. Era posible, ?no?

  • Esto que aqui ves de Monica Carrillo

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    Si alguien me hubiera preguntado, le habria dicho que naci cerca de La Sepultura, donde los dias y las noches eran tristes, igual que hoy, donde la neblina lo cubria todo hasta llegar al pensamiento. Meciendose en las entranas como un canto lugubre y lastimero. Impregnando a cada paso los recuerdos de por si ya confusos. Esa neblina dolorosa que con solo respirar iba humedeciendo cada poro por donde pasaba con una melancolia infinita. Si alguien me hubiera preguntado, le habria dicho que ese constante frio se me fue clavando desde que tengo memoria y ahora regresa todo, de golpe, como un punetazo en la cara que el destino hubiera deseado asentarme desde hace muchos anos. Tu estas ahi, a un paso de la sepultura, pero decidiste consumir tu cuerpo para que nadie te detenga, para volverte parte del aire. Yo me quedo pensando con detenimiento en las esperas, en todo lo que vendra despues, cuando ya nada tenga la huella de tu mano y cada resquicio de ti se encuentre suspendido entre las cenizas. Este que soy, espera ansioso a saber cuando podra decirte de nuevo que eres el otro Uno que le complementa, que le da sentido. Este que soy ahora, resquebrajado y taciturno por el paso de los anos que no se portaron igual con ninguno de los dos. Porque cada golpe de ausencia me recordara que tu te fuiste antes, y yo no se que hacer con tanto tiempo por venir y que no percibo. Porque el cosmos, las palabras, el espacio, se han quedado suspendidos sin una boca perfecta y virtuosa que les pronuncie. Porque recuerdo bien, a cada gota de silaba, que por tu voz fue que yo vi nacer el mundo. Si alguien me hubiera preguntado, si alguien me preguntara ahora, le diria que con gusto volveria a La Sepultura con tal de irme contigo. Estoy cansado. Agrietado y solo. Vuelvo a ser un Uno sin proposito. UNO Hubiera sido mas facil zafarse de este asunto. Digo, pero el siempre estuvo ahi, claro. No habia necesidad de que esto se prolongara tanto. Ya vas a empezar a quejarte, Lilith... me diria ella. Su palido semblante dentro del feretro rosado luce tranquilo ahora, al menos eso alcanzo. Mama lleva en las manos el collar de cuentas del Tibet, que el le trajo, en alguna de sus multiples desapariciones, su cadena con dijes al cuello y los aretes que yo le regale. No puedo comprender lo absurdo que es el amor, la costumbre o lo que sea. Porque ni siquiera se si eso fue amor alguna vez. No, no lo entiendo. Tampoco se si valio la pena su esfuerzo. Acabar asi en esta vida sin sentido le quita a uno las ganas de seguir viviendo. Tuvo muchas oportunidades y las dejo ir. Todos estamos atados a algo. Paseo la vista por este sitio. Paredes frias y grises, muebles burdos. Candelabros, iconografias religiosas, sobrios floreros llenos de plastico. Y la gente. !Ay, la gente! Es algo que no soporto. El olor a velas me produce jaqueca. Los otros floreros, los que estan junto al feretro, unicos con flores naturales, despiden su olor dulzon y agrio a la vez, tan desagradable. Y lo peor es que seguiran llegando las malditas flores. Manana olera peor. No, esta de mas, no lo soporto. Me se de memoria todos y cada uno de los detalles de la vida de Katy porque lo que no vivi me lo platico. El resto lo lei en sus diarios. No se si haya algo que deba aprender o solo terminar de saludar a tanta gente y esperar a que se marchen para cerrar este capitulo y regresar a mi vida. Sigo dandole la mano a cuanto anciano se acerca: Si senora Equis, gracias senora Ye, no senora Zeta, mama se fue tranquila senor Eme, muy amable senor Pe. Esto esta llenisimo, me falta el aire. Salgo. Me veo afuera mirando a lo lejos y encendiendo un cigarro. Maldicion, se me hacen bolas los nombres y ya me dolio la cabeza. !Si al menos se hubiera alejado! No me gustan los sepelios, madre, pero hay que estar aqui y seguir saludando gente, recibiendo el pesame, atendiendo personas o como se diga. Si por lo menos me hubieras dado hermanos, con alguien compartiria esto. ?Que se supone que haga? ?Llorar? Claro, es lo que todos esperan. Pero yo aguardare hasta estar sola, de lo contrario no podria seguir con esto, de pie, con tantas almas en torno mio. Ellos ya lloran bastante, algunos como si de siempre te hubieran conocido. Para mi no son mas que extranos. Tal vez no se me da llorar porque estoy demasiado incomoda, muy molesta. Fumo. Miro tu ataud desde aca. !Cielos, cuanta gente en verdad! Donde estuvieron todos esos cuando la pasaste tan mal. Cuando estuviste sola y con problemas. Donde estuvieron tu madre y tu hermana cuando todo paso, como aquello de que te cambiaste de ciudad y de trabajo, no se por que. No, Katy, no, no y no. Esa no fue forma de vivir ni de morir. Y ese hombre, por Dios, que avejentado esta. Y haciendo guardia en la puerta como si no supiera que no tolero ni verlo. !Ese tipo insoportable ya esta aqui! --Necesitas ayuda... Le dijo el joven a Katy que, con sus veintitantos anos, bajaba un mueble del pequeno coche compacto que le prestaron para la mudanza. En la radio del auto se escuchaba Billy Jean, lo mas sonado del ano, pero lo tuvo que apagar sin ganas para atender al recien llegado. Se sacudio los pantalones relavados y rotos que ahora estaban llenos de tierra al igual que sus choclos converse, los ultimos que compro en El Paso. Se le dificultaba oirlo porque de pronto hablaba muy bajo. El clasico ?perdon ? lo hizo repetir la frase. Ya lo conocia, lo habia visto en la oficina, ella llevaba tres meses ahi. Era habil para hablar y diestro en convencer a las personas por telefono, como si todo lo supiera de memoria, pero retraido y serio en el trato cuando alguien le abordaba de frente. Es trabajo, a fin de cuentas, penso. Tenia ese extrano movimiento, ella ya lo habia notado, una mania rara de inclinar la cabeza hacia su hombro derecho con frecuencia y entornar los ojos como si alguien lo estuviera observando. Un tic, una actitud, una extrana manera de ser que le distinguia de los aguerridos vendedores que eran sus companeros, aquellos con una soltura desparpajada a la hora de hacer su funcion, y capaces de decir cualquier clase de ocurrencia con tal de concretar una venta telefonica. Le dijo que no, pero eso no impidio que el delgado --y algo desarrapado-- individuo tomara un extremo del mueble. No habia sido un ofrecimiento, no habia sido una pregunta. El dijo necesitas ayuda, fue una afirmacion. Un juicio concreto que ejecuto mentalmente y procedio en seguida a ayudarle. No se percato del asombro de la muchacha ni de su mohin de descontento, enfrascado en la tarea de transportar de la manera mas eficiente el voluminoso objeto. Ni siquiera espero a que ella respondiera cuando dijo: ?Puedo?, antes de meterse a la casa con todo y carga. A la chica no le quedo mas que sostener la puerta de malla porque el ya estaba casi dentro. Lo llevo, lo acomodo, lo situo donde le parecio que la joven le indicara con la vista y evaluo, con una precision milimetrica, la ubicacion con el resto del mobiliario. Ella permanecio de pie a una distancia prudente intentando negarse al favor con frases cordiales que, al margen de serle chocantes, para el no parecian tener significado. A la media tarde de ese sabado le sentaba bien el brillo armonioso del sol de primavera. Un cielo celeste definido y limpio se extendia alimentandose del amarillo refulgente de la luz. Esa sensacion de infinitud esparcida en el horizonte era lo que mas le habia gustado a la hora de tomar la decision. En la casa usada que Katy recien habia comprado, a las afueras de la gran ciudad, aun faltandole todo, se respiraba un aire de frescura. Pisos y paredes lavados, cocina pasada por lejia, banos al cloro y aceite de pino para meter sus escasas cosas. La hierba descuidada del jardin emitia su olor humedo emanado del verde tierno. Plantas ajadas a falta de una mano prolija, pintura descolorida cubriendo las paredes.

  • Cowboy de Jorge Borges

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    Ariadna acababa de mudarse.
    No iba a durar ni 2 dias.
    ?Una mocosa de ciudad en este pueblo?
    Imposible.

  • Aprender a hablar con las plantas de Marta Orriols

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  • Cinder y Ella de Kelly Oram

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    ?Que harias si tu mejor amigo virtual fuese una estrella de Hollywood? Ellamara vive en Boston con su madre, esta en su ultimo ano de instituto y le encantan los libros de fantasia, en especial la saga de Las cronicas de Cinder. Eso la llevo a abrir un blog donde resena libros y peliculas. El dia de su cumpleanos, Ella sufre un grave accidente que tendra profundas consecuencias en su vida. Brian Oliver es el actor de moda de Hollywood. Tiene legiones de seguidores y, para que alcance los galardones mas preciados del cine, sus representantes deciden organizar un falso romance con Kaylee, su companera de reparto. Todo va segun lo previsto hasta que Brian recibe un correo electronico de una vieja amiga a la que conocio por internet.

  • Ellos nos quieren a todos de Juan Jose Diaz Tellez

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    Los vecinos de un edificio se ven atrapados por una extrana sustancia de un desagradable color grisaceo que se aplasta contra los cristales de las puertas y ventanas exteriores, haciendo imposible salir. El silencio mas absoluto parece haber tomado el lugar de las comunicaciones: sin Internet, sin senal telefonica, ni radio, ni television, se hace imposible recibir cualquier noticia del exterior. El mundo se reduce ahora a cuatro plantas con dos viviendas de lujo en cada una de ellas, y su poblacion a unos propietarios que guardan extraordinarios secretos, algunos sorprendentes, otros inconfesables.

  • Casi Ausente de Blake Pierce

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    Cuando Cassandra Vale, de 23 anos, acepta su primer trabajo como ninera, la asignan a una familia adinerada en una finca rural en las afueras de Paris, y todo parece demasiado bueno para ser verdad. Pero pronto descubre que detras los portones dorados hay una familia disfuncional, un matrimonio perverso, ninos conflictivos y secretos demasiado oscuros para ventilar.

  • Ecos de amor de Mimi Romanz

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    Cuando Carla menos lo espera, su hermana le anunciara la sorpresa de su pronto matrimonio, y toda la estabilidad emocional que habia conseguido tras dejar atras el instituto en Cartes, se derrumbara al llegar a Madrid. El pasado volvera a su presente, y el perdon que guardaron sus labios por tantos anos por fin podra ser expresado. Sin embargo, conseguirlo sera mas dificil de lo que cree.
    La medicina era la pasion de Julio, pero jamas creyo que la cardiologia iba a ser la especialidad que elegiria, aunque estaba convencido de que la decision de haber optado por esta se debia a la mujer que le habia destrozado el corazon en la adolescencia. Y el destino, como fiel seguidor en su vida, la volvera a poner en su camino.
    Nada sera facil cuando Carla y Julio vuelvan a encontrarse. El rencor y los celos haran mella en el, mientras que el dolor anidara en el corazon de ella, haciendo que el perdon sea aun mas dificil de conseguir.

  • Por el camino de las grullas de Cristina Cerezales

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    Cristina Cerezales ha escrito una novela coral en la que varios personajes se unen en el trayecto vital y catartico del camino de Santiago. Por el camino de las grullas es una novela sobre las complejas relaciones familiares, sobre la amistad, sobre el nexo que une a personas que buscan, sobre la carga del pasado individual y, en definitiva, sobre el sentido del transito en si mismo. Cristina Cerezales crea un fresco de varios personajes complejos -que a la postre somos todos nosotros- en una narracion conmovedora.

  • No todos los principes han sido ranas de Sweet Melibea

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    Ay, mi madre! --Me lleve las manitas a la boca, asombrada ante la belleza de aquel vestido que me iba a prestar mi amiga Cayetana. Cayetana tenia un vestidor de envidia y yo, lo cierto es que, en los ultimos anos habia tenido que renunciar a ciertos caprichos, pues Carmen, mi pequena hijita de tres anos, se habia convertido en mi prioridad en todos los sentidos. --?Te gusta? --me pregunto Cayetana, sonriendo. --?Que si me gusta? --pregunte yo, emocionada--. !Es una preciosidad! La verdad es que lo era. Era un vestido precioso de seda color marfil con ribetes dorados y sisa.--Quedara perfecto con una americana --me aconsejo Cayetana. Asenti, haciendo mover asi mi larga coleta de caballo de color rubio. --De eso si que tengo --dije poniendo morritos, despues cogi el vestido de las manos de Cayetana, el cual estaba metido en una funda de plastico y lo admire de nuevo. --Es un Dior, querida, cuidalo. --Is in Diiir, quirida, ciidili --se burlo Alejandra de Cayetana para despues guinarme un ojo. Ahi estabamos de nuevo las tres, como las tres mosqueteras, solo que, sin espada, pero siempre dispuestas a ayudarnos las unas a las otras. Le saque la lengua a Cayetana. --Te lo cuidare genial --le asegure convencida. Aquel dia era especial, pues Carmencita empezaba su primer dia de colegio, al igual que yo, ya que habia encontrado una plaza en la bolsa de trabajo en la que me habia apuntado y, ademas, tenia una cita. Hale, hale, alegria, todo junto. Lo ultimo es lo que mas preocupada me tenia, pues Carmencita era una nina muy extrovertida y estaba segura de que su adaptacion al colegio no seria un gran problema para ella, y en cuanto a mi nuevo trabajo, estaba encantada, pues ademas era en el mismo centro educativo al que iria Carmen y estaria cerca de ella, a pesar de que no pudiera verla. En efecto, me dedicaba a la docencia y habia tenido la suerte de poder dedicarme a ello nada mas terminar la carrera, algunos anos atras. Estudie un doble grado de magisterio infantil y primaria y, si bien habia trabajado ya con los ninos y ninas mas mayores, en primaria, aquel ano me habia tocado infantil. Pero mi gran drama era que, en aquel momento, en el que tenia casi veintisiete anos, para mi desgracia, todavia no habia encontrado a ese hombre que seria para mi un principe azul, porque, por supuesto, yo si creia en aquellos seres de cuya existencia han dudado la mayoria de las mujeres, asi que lo que mas angustiada me tenia era eso: la busqueda. No queria darme por vencida, pues Dani, el padre de Carmen y mi primer novio formal, perdio el azul de su capa de principe, asi que ansiaba encontrar un nuevo amor que tuviese aquellas caracteristicas. Mi relacion con Dani se habia convertido en algo un tanto toxico, pues tantos intentos nunca son buenos, por lo que hacia tiempo que habia decidido cortar de raiz cualquier lazo amoroso y tener una relacion meramente cordial por Carmen, la unica union que teniamos. Si habia tardado tanto tiempo en hacer aquello habia sido porque Dani era demasiado. Chupa de cuero, pelito de punta, algun que otro tatuaje escondido, chico de gym... tu ya me entiendes. Ademas, a todos esos atributos se sumaba el tiempo que habiamos estado como pareja y todos los momentos que habiamos pasado juntos. Pero, pese a todo eso, no dejabamos de ser incompatibles y eso yo lo sabia de sobra. Por supuesto, mis amigas Alejandra y Cayetana, habian decidido tomar partido en aquel asunto y, con fin de aportar su granito de arena, presentarme un par de chicos para que tuviera algunas citas. Nunca se sabia donde se podia encontrar el amor verdadero. --Seguro que impresionas a Miguel --dijo Cayetana. Asenti con la cabeza, aunque no las tenia todas conmigo, pues los nervios solian jugarme a menudo malas pasadas. Miguel era una de aquellas citas, amigo de Cayetana, y con el que quedaria para cenar aquella noche. --Y el a ti --anadio Alejandra sonriendo. --!Ya me diras! Alto, guapo, rubio como tu, nena. Y piloto. --Cayetana me guino un ojo. --Me estais poniendo nerviosa --admiti borrando toda sonrisa de mi cara--, y cuando me pongo nerviosa me hago cacota, asi que, por favor, os pido que... --Uy, cacota, dice --se carcajeo Alejandra interrumpiendome--. Carino, tranquila, todo va a salir bien. Eso no sucedera hasta esta noche, primero tienes que llevar a Carmen a su primer dia de escuela. Trague saliva, un apice mas tranquila, Alejandra tenia razon, aunque... --Un momento, ?me estas diciendo que esta noche si me cagare encima? --pregunte con la ceja arqueada. Alejandra solto una risotada. --!No! --exclamo--. Solo era una forma de hablar. Tengo que irme, mi turno en el hospital comienza en nada. Alejandra beso nuestras mejillas y se marcho de mi casa. Habiamos quedado pronto, justo antes de que me marcharse al colegio con Carmen, porque durante el dia, entre unas cosas y otras, nos seria imposible vernos. --Yo tambien me voy --dijo Cayetana. --?Tienes algo que hacer? --le pregunte interesada al tiempo que cogia el babi del colegio de Carmen y lo metia en su mochila de Peppa Pig, la cerdita rosa de dibujo animado que traia loca a mi hija. --Lo cierto es que no --contesto Cayetana mirandose una una--, asi que supongo que ire un rato al spa. Arrugue el ceno. Cayetana era asi, tenia dinero y solamente se dedicaba a actuar en recitales de piano. Menos mal que desde que Alejandra recupero su buena suerte, una vez la hubo perdido por haber interrumpido un ritual, nosotras tambien sufrimos el rebote de la buena fortuna y la habiamos recuperado tambien, y Cayetana habia logrado de nuevo subirse a un escenario y yo que me hija comiese como antes, ya que me escupia el pure en la cara y, por supuesto, volver a tener citas. Me encogi de hombros y Cayetana se levanto del sofa para marcharse, haciendo resonar por las baldosas del suelo sus caros zapatos de tacon. --Llamame cuando Miguel te haya traido a casa. --De acuerdo. --Un besito, cielo. --Cayetana se despidio con la mano antes de salir del apartamento y despues cerro la puerta. Fue en ese momento, cuando me quede sola, con Carmen un tanto adormecida en el sofa como unica compania, que tuve que respirar para controlar los nervios. <>, pense. --Carmen, bonita, ?al cole? --pregunte a mi nina con una sonrisa, conteniendo aquellas tontas ganas de gritar que habian aparecido de pronto. La pequena me miro a los ojos y asintio sin rechistar. --Perfecto. Vamos a ello. Y asi, comenzo mi dia, como tambien el resto de mi vida, aunque yo todavia no era consciente. Capitulo 2 Como habia esperado, la puerta del colegio estaba abarrotada de mamas y papas emocionados por el primer dia de colegio de sus retonos, sobretodo en el area de infantil. Los futuros companeros de clase de Carmen lloraban desganitados, tornandose asi rojas como los tomates sus caras; otros soltaban algun que otro gemido lastimero al tiempo que los moquillos salian de su nariz. Y luego estaba Carmen, que parecia totalmente impasible a lo que sucedia a su alrededor. --Mira todos tus amigos, Carmen --le dije agachandome para ponerme a su altura. Ella miro a su alrededor y despues mordio una de sus unitas, algo que habia heredado de mi. --Estan llorando, mama --dijo con la boquita pequena. --Si, tienen un poco de miedo, pero no va a pasar nada --le dije sonriendo, no fuera a ser que se pusiera a llorar ella tambien, con lo que bien que iba todo--. Tu no lloras, eres muy valiente. Ella me miro y me sonrio ladeando un tanto la cabeza, haciendo que sus dos coletitas se movieran. --?Me tengo que ir con la profesora? --Claro, aunque esta profesora es de ninos y ninas mayores, como tu. --Es verdad. --Vas a jugar un monton --le recorde acariciandole la pequena espalda con la palma de mi mano. Ella sonrio y asintio con la cabeza. En ese momento, la atencion de las madres se desvio hacia una persona que venia hacia el lugar en el que nos habiamos concentrado; suponia que seria la profesora, que venia a por sus pequenos alumnos, por lo que no preste demasiada atencion. Suerte que, al principio, durante algunas semanas, entraban de forma escalonada para que la adaptacion fuera menos dura. --?Es mi profe, mami? --pregunto Carmen, estirandome de la camiseta. Arquee mis cejitas. --Pues... Entonces, de entre todas las miradas que tenia a su alrededor, se centro en la mia, como si la estuviera buscando, como si realmente esperara encontrarme ahi. --?Nerea? Parpadee un par de veces, un poco aturdida. !Menuda casualidad! --Si --atine a decir, nerviosa. ?Por que? Pues no se, si no pasaba absolutamente nada, pero yo era asi, asi que vete acostumbrando a mis meteduras de pata por ponerme taquicardica. --Nerea Robles, si --dijo el chico, abriendose paso entre las mamas y papas, que comenzaban a mirarme con mucho interes. Sonrei. --Nacho, ?que haces aqui? --pregunte.

  • Juro vengarte (Agente especial Ainara Pons 1) de Raul Garbantes

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    Una agente decidida a encontrar la verdad. Un asesino que conoce sus pasos. Cada decision que ella tome puede ser la ultima.

  • El juego de Clayton. Mate de Mirian G. Blanco

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    Despues de rescatar a Marc, la banda decide idear un plan para poner fin a la guerra contra Alex Smith, uno de los mayores monstruos de San Francisco.
    Pero Regina le oculta un gran secreto a Marc, consiguiendo que los problemas y la tension entre ellos aumenten.
    A pesar del enorme peligro que van a correr, el amor entre ellos se hace cada vez mas fuerte. Ambos saben que se necesitan el uno al otro para seguir adelante y ganar la batalla.
    Pero, ?que pasara cuando Marc descubra el gran secreto que le oculta Regina? ?Sera capaz de terminar con esta pesadilla y poner fin a la guerra contra Alex Smith? Y lo mas importante... ?Cumplira la promesa que le hizo a Regina?

  • Constantine (Mon 4) de Cristo Alcala

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    Dicen que hay personas, que matarian por amor.Constantine, murio por el.Otros, que en horas oscuras vendieron su almas al diablo, para luego pagar el precio.Constantine, compro al diablo.Porque, el es duro.Solitario.Y sexi.Un guerrero con corazon de fuego, negandose a rendirse tan facilmente por su sed de justicia.Sacrifico su cordura, su cuerpo y hasta su pasado, para salvar a su hermano.Y lo haria de vuelta de ser necesario.

  • Amor con vistas al mar de Eva Zamora

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    ?Tiene precio el amor verdadero?

  • Un grito de honor de Morgan Rice

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    En UN GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) – [Libro #4 de El Anillo del Hechicero – (The Sorcerer’s Ring), Thor ha regresado de Los Cien como un guerrero endurecido, y ahora debe aprender lo que significa la batalla por su patria, combatir por la vida y la muerte. Los McCloud han invadido el territorio de los MacGil – mas adentro que nunca en la historia del Anillo – y mientras Thor cabalga hacia una emboscada, caera sobre su cabeza repeler el ataque y salvar la Corte del Rey.

  • Amor a la italiana de Amy Meyer

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    Claire es la hija de un magnate entregado a su trabajo que consiste en gestionar sus restaurantes por todo el mundo. Como cualquier hija de millonario ha vivido siempre una vida frivola y superficial, ha asistido a fiestas y su maxima preocupacion es la marca de los proximos zapatos que se va a comprar.
    Su padre quiere acabar con esta vida de nina bien y le exige que haga algo para ganarse el pan que come, asi que decide enviarla a Italia con uno de los mejores chef del mundo.
    Claire viaja alla sin demasiado convencimiento con la idea de cumplir con su padre pero sin demasiado estimulo de conocimiento. Una vez alli empieza a descubrir otra realidad, no solo se apasiona con los ingredientes de cada comida y su origen, tambien se apasiona con Romeo, un chico que parece de todo menos un chef pero con el que descubrira otra realidad que se vera amenazada por el crimen de uno de los alumnos de la escuela de cocina.

  • La llamada del desierto (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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    El ultimo ano ha sido duro para las gentes de Bahir, especialmente para las tribus del desierto que se vieron afectadas por la presencia de terroristas entre sus filas. Durante meses, Tarek Al-Hanak, ha ayudado a rastrear los deserticos territorios con el unico proposito de encontrar y sofocar los ultimos coletazos de rebelion.Con los recuerdos del atentado a las ruinas vivos en su mente y en sus pesadillas, el joven tygrain solo encuentra solaz en la tranquilidad del desierto. Y sera este, en la forma de una adorable e inolvidable mujer, quien sanara su alma y lo conducira a un pasado olvidado donde se encuentran las bases de su futuro.Danika Sahin sentia que en la inmensidad del desierto podria encontrarse a si misma.

  • Cuando despiertes de Dena Ruz

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    Tras un accidente que la deja en coma, Victoria decide dar un giro a su vida y comenzar a escribir. Lejos de la capital y de su mundo, se convierte en voluntaria de un hospital. Alli conoce a Santiago, un piloto que se convierte en el amor de su vida. El inconveniente es que el esta dormido.
    Cuando despierta del letargo, los dos descubren que no son dos desconocidos. El amor ha surgido. ?Sera eso suficiente cuando ni siquiera se conocen? ?Sera ese amor peculiar el verdadero?
    Romanticismo, humor y sentimiento puro son los ingredientes de esta novela.

  • Dicen que la luna se dejo atrapar de Alexandra Trece

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    William no entiende como ha podido dejar pasar el tiempo entre su querida Eve Jane y el. Pasaron de compartirlo todo de ninos a mirarse como extranos, como si en sus vidas no representaran mas que recuerdos o ilusiones pasadas. Por eso, la decision insistida por ambas familias de que se unan en matrimonio le imposibilita dormir por las noches. Eso, y las terribles pesadillas en las que muere ahogado por unas manos que el tanto anhela y conoce. Pesadillas tan reales como la amenaza que se cierne sobre Vant Konur y sobre Jane. El primogenito de los Montybell no cree en las leyendas sobre las damas de agua que acechan en el bosque, hasta que la verdad toma forma y amenaza con llevarsela a ella, y a todo aquel que se interponga en el camino de la luna. Porque luna siempre consigue lo que quiere.

  • Lo que queda de nosotros: Paris de Lina Perozo Altamar

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    Mientras Brigitte estuvo sentada en aquella banca en la estacion de trenes Victoria, con su mundo y sus sentimientos hechos pedazos, nunca llego a pensar que conseguiria rehacer su vida lejos del hombre que la hizo feliz, pero que tambien termino causandole un profundo dolor.
    Timothy, hundido en su desesperacion por haber perdido a Brigitte, tendra que aprender de la manera mas dura a que en la vida nada se puede dar por sentado, ni siquiera aquel amor que creia incondicional.
    A su vez, Donatien luchara por ser el hombre que despierte nuevas emociones en ella, ese que la acompane en el viaje de autodescubrimiento, que la convertira en la mujer que siempre quiso ser.
    Paris sera el escenario de un reencuentro que trastocara sus vidas, justo en el momento en que todo parecia ser perfecto y creian el pasado superado. Y los hara cuestionarse la posibilidad de un nuevo comienzo o aceptar que ya no queda nada entre ellos.
    Lo que queda de nosotros: Es una novela donde cada personaje luchara por tener una segunda oportunidad, pero quizas no todos sean merecedores de la misma.

  • Mi ascenso, tu muerte de Miguel Angel Rosique

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    Javier trabaja en Tenerife, en la empresa de publicidad Creatif, trabajo sonado que le apasiona y en el que esta apunto de ascender, cumpliendo su meta de convertirse en el maximo responsable de la misma. Alvaro, joven ambicioso que hace poco trabaja en la empresa, en principio, buen amigo de Javier, pronto se convertira en un competidor implacable por el ascenso tan anhelado. Esto crea un oscuro caldo de cultivo en el que germinaran actos inconfesables, traiciones inesperadas, y despiadadas venganzas, llegandose a extremos inimaginables de maldad.

  • Nuestro tiempo perfecto de Leah Heart

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    Viola Halley, estudiante de los primeros anos de Historia del Arte en la Universidad de Saint Andrews, durante una de las visitas de aprendizaje de campo en una de las galerias del Londres se ve atraida por la pintura del joven Duque de Somerset.

  • El Angel de su alma gemela de Laura Zarraga

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    A sus veintinueve anos, Alexander no ha sido capaz de mantener una relacion que sobrepase mas de una noche; para el, la idea de comprometerse es absurda.