• libro cero se repite siempre - G. S. Prendergast

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    OCTAVO es un soldado de bajo rango del ejercito Nahx carente de voz propia, pero sabe cual es su deber: proteger a su companera, y dejar que sea ella quien dispare, quien mate a los humanos. RAVEN es una chica de dieciseis anos de edad que se encuentra en un campamento de verano cuando ocurre la terrible invasion de los Nahx. Aislada en el bosque, Raven solo puede esperar el rescate, pero un alienigena asesina a su novio y ella se oculta para evitar sufrir su mismo destino. Arrojados en un mundo violento y desconocido, Octavo y Raven son presas del odio y el miedo. Pero cuando Raven es gravemente herida, y Octavo abandona su unidad de asalto, su supervivencia dependera de la confianza que puedan depositar el uno en el otro.

  • Cero se repite siempre (Novela joven adulto) - Amazon.es

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    Cero se repite siempre (Novela joven adulto) : Prendergast, G.S., Manuel Bellón, Marcelo Andrés: Amazon.es: Libros.

  • CERO SE REPITE SIEMPRE (INVASIONES NAHX 1)

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  • Cero se repite siempre, de GS Prendergast - Reseñas de ...

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    Opinión personal de la novela · Hoy os traigo la Reseña de 'Cero se repite siempre' un libro escrito por 'G.S. Prendergast' y publicado por la editorial Océano ...

  • Reseña: Cero se repite siempre (Cero se repite siempre #1)

    http://voragineinterna.blogspot.com/2018/02/resena-cero-se-repite-siempre-cero-se.html

    3 feb 2018 — Opinión personal: Inevitablemente, en lo primero que me fijé de este libro cuando la editorial anunció su publicación fue en su preciosa portada ...

  • CERO SE REPITE SIEMPRE - GS PRENDERGAST - Agapea

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  • La conclusión de "Cero se repite Siempre" ya tiene portada en ...

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    21 mar 2020 — A principios de 2018 se publicaba en España la primera parte de la bilogía Invasiones Nahx titulada Cero se repite siempre de G.S. ...

  • Cero se repite siempre - Gabrielle Prendergast - Babelio

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    Críticas (11), citas (22) extractos de Cero se repite siempre de Gabrielle ... llamados Nahx hacen que este libro, que tan desconocido era para mí, ...

  • Cero se repite siempre - -5% en libros | FNAC

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    Cero se repite siempre, libro de . Editorial: Oceano gran travesia. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • cero se repite siempre. las invasiones nahx (1 de 2) - Librería ...

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    Sinopsis; Comentarios ( Sé el primero en comentar este libro ). Octavo es un soldado del ejército "Nahx". Raven es una chica de dieciséis años que se ...

  • CERO SE REPITE SIEMPRE (Libro en papel)

    https://www.atenealibreria.com/libro/cero-se-repite-siempre_181642

    CERO SE REPITE SIEMPRE, PRENDERGAST, G.S., 17,95€. Octavo es un soldado del ejército.

  • Las rosas de las espinas de Alexandra Martin Fynn

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    Elizabeth Colt, la propietaria de la fabrica de revolveres mas importante de los Estados Unidos, se hallaba trabajando frente al pequeno escritorio que habia dispuesto en su alcoba. A traves de los enormes ventanales, enmarcados por cortinas satinadas, se atisbaba el hilo ceruleo que comenzaba a ganar la batalla a la noche. Una lampara de aceite iluminaba el gesto concentrado de la mujer, que respondia a la carta que le habia enviado Abraham Lincoln. Desde que iniciara la Guerra de Secesion, un ano atras, la demanda de armas se habia duplicado y la compania recibia permanentes presiones por parte del Gobierno. La elegante caligrafia de la <>, tal como la llamaban, ornaba las paginas de la misiva que dirigia al jefe de Gobierno: Respondiendo a su inquietud, senor presidente, confie en que la compania Colt seguira funcionando al maximo de su capacidad para apoyar su magnifica gesta. Si los mas de mil empleados con los que cuento no alcanzan para sostener la produccion, contratare a mil mas. Debemos ganar esta guerra, para que el sueno de la libertad de los esclavos se vuelva realidad. Si los estados del sur se independizan de los Estados Unidos y fundan una nacion basada en el trafico de personas, la humanidad toda habra fracasado. Esta fabrica no descansara hasta que la Union se alce victoriosa. La mujer debio abandonar la tarea por un momento para limpiarse la enrojecida nariz. Desde hacia dos dias no paraba de toser y estornudar. Sin duda, aquella indisposicion era consecuencia de todos los pesares que habia debido sobrellevar en los ultimos diez meses: su esposo habia fallecido el pasado enero, victima de la enfermedad de la gota y, en agosto, debio afrontar la perdida de su embarazo, que se encontraba en estado avanzado. Aquella criatura que llevaba en el vientre habia sido el unico consuelo frente a la muerte de Samuel. Pero el destino se llevo tambien a su pequena nina, dejandola devastada. En aquel momento, entro en el cuarto la senora Witts, el ama de llaves de la mansion. Cualquiera la hubiera confundido con la duena de la casa, de tan orgullosa y augusta que era su postura. --Buenos dias, senora --saludo--, ya son casi las seis de la manana, ?desea que le haga traer una taza de chocolate? --Buenos dias, querida. En un rato, por favor. Aun no termino con esto --respondio Elizabeth, entre toses. --En media hora le hare subir el servicio. La mujer ya se retiraba, pero se volvio y dijo: --No lo tome a mal, senora, pero, ?me permite hacerle una sugerencia? --Por supuesto. --Quiza le convendria guardar cama, al menos por un par de dias. Y llamar al medico. Aunque usted insista en ignorarlo, es evidente que esta cursando un fuerte constipado. Elizabeth desestimo aquello con un ademan y replico: --Querida, agradezco mucho su preocupacion, pero no tengo tiempo para caer enferma. Estamos en guerra; no puedo permitirme ni la debilidad ni el descanso. --Lo se, senora, pero… --Tengo apenas treinta y cinco anos. Dormire cuando sea vieja. En aquel momento, una doncella entro a la habitacion. --Senora Colt, disculpe la interrupcion --dijo--. Acaba de llegar un jinete; un soldado. Dice que trae una carta urgente de parte del comandante del Ejercito del Potomac, el general George McLellan, y que debe entregar el sobre en mano. Le dije que usted no estaba en condiciones de recibirlo, pero el insistio mucho. Ante la mencion de su viejo amigo, Elizabeth se envolvio en su pesada bata e indico: --Que pase a verme. --Pero... !usted esta en ropa de cama! --reclamo el ama de llaves. --El cabalgo tres dias seguidos desde Arlington Heights para llegar aqui y no lo voy a tener esperando. Hagalo subir y prepare un cuarto para que el pobre se asee y descanse. Las dos empleadas se retiraron y cerraron la puerta tras de si. El joven militar se mostro avergonzado cuando sus botas dejaron un reguero de barro en la lujosa alfombra Aubusson. Estaba tan sucio que el azul de su uniforme casi no se distinguia bajo las capas de polvo que lo cubrian. No acepto la invitacion a sentarse, por temor a dejar inservible la silla que le ofrecian. --?Cual es su nombre, muchacho? --se intereso Elizabeth. --Gregory Hall, senora. --Muy bien, Gregory. Digame, ?cual es el mensaje que desea entregarme personalmente? --El comandante McLellan me pidio que le de esta carta. Debo aguardar a que usted escriba la respuesta, para llevarsela a el lo antes posible. --La leere en este mismo instante. Ahora, vaya con la senora Witts. Ella le esta preparando un cuarto para que pueda lavarse, comer y descansar un poco. --Le agradezco su generosidad, senora Colt, pero debo partir lo antes posible. Si tengo sueno o hambre, no tiene importancia. Debo responder a mi comandante. Elizabeth sonrio. Era sabido que McLellan era idolatrado por sus tropas. --Si no come ni duerme, caera rendido en el camino y no podra cumplir la orden de su superior --la mujer tiro del cordel que llamaba al servicio--. El ama de llaves lo acompanara. El muchacho agradecio y siguio los pasos de la empleada. Cuando se encontro a solas, Elizabeth rompio el sobre con el sello del Ejercito y leyo la carta que contenia. De inmediato comprendio porque McLellan no habia utilizado ni el correo militar ni el telegrafo para comunicarse con ella. Arlington Heights, Campamento General del Ejercito del Potomac, 5 de octubre de 1862 Querida E.: Espero que te encuentres muy bien y que el pequeno Caldwell este creciendo sano y fuerte. Lamento mucho no haber podido visitarte luego del fallecimiento de tu esposo. Bien sabes el afecto y el agradecimiento que le he profesado a lo largo de estos anos, pues el ha sido para mi una fuente invalorable de inspiracion y apoyo. Yo me encuentro bien, aunque mi alma sangra por el resultado de la batalla de Antietnam. Obtuvimos una victoria sobre el ejercito que comanda el general Lee, pero eso no me brinda mas que la tibia satisfaccion de haber cumplido con mi deber. En un solo dia perdi a 12 000 soldados, entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. Desde el parapeto en el que me encontraba mientras se producia la lucha, vi a mis muchachos caer y amontonarse como pilas de carne inerte. Y observe a los sobrevivientes, arrastrando sus maltrechos espiritus, con los miembros agarrotados y los ojos secos de tanto llorar a sus companeros. Al final de aquella dramatica jornada, recibi ordenes de Lincoln en las que me instaba a lanzarme, de inmediato, tras las tropas confederadas. Su plan era cortar la retirada a Lee, antes de que el pudiera reponerse de sus perdidas en el campo de batalla. Sin embargo, desoi sus demandas, pues hacer aquello hubiera implicado sacrificar miles de hombres mas. El se niega a comprender que hoy no cuento con los recursos necesarios para asegurar una victoria: los regimientos estan mermados y las municiones escasean. Tambien tenemos una urgente necesidad de nuevas armas, pues muchas de las que teniamos se averiaron en la refriega y hemos perdido miles a manos de los rebeldes. Tengo la conciencia tranquila, pues se que mi decision fue acertada. Sin embargo, todos se han vuelto en mi contra: los politicos, los oficiales y los periodistas opinan que soy indeciso y cobarde. Peor aun; me llaman traidor, por haber dejado escapar a Lee. Y Lincoln sigue presionandome para que lance mis tropas al campo de batalla, aun en la precaria situacion en la que se encuentran. Yo resisto en mi conviccion, pero se que, mas temprano que tarde, seran sus ordenes las que se ejecuten. Por ello, me urge recuperar mis recursos. Nuestro ejercito sera arrasado si no contamos con armas suficientes antes de una nueva lucha. En suma, necesito tu ayuda. No te pedire nada en concreto, pues lo ultimo que deseo es comprometerte. Si lo unico que puedes enviarme son palabras de aliento, estas seran para mi un tesoro en este escenario de desolacion. De mas esta decir que esta comunicacion y todas las que sigan, sea cual fuere su naturaleza, deben mantenerse en el mayor de los secretos. Si envias a alguien a reunirse conmigo, asegurate de que sea una persona de nuestra mutua confianza. Recelo de todo el mundo. Tuyo, G. Elizabeth dejo la carta sobre el escritorio y se tomo el rostro con las manos. Penso que McLellan debia estar realmente desesperado para ponerla en una situacion tan delicada como aquella. El no podia ignorar que, si se descubria que ella le habia enviado armas de manera ilegal, aquel seria el fin de la compania Colt. Y habia sido inteligente al elegir las palabras que estampara en su carta: ?como podria alguien negarse a brindar una ayuda que evitaria la muerte de miles de seres humanos? La mujer se restrego los ojos, como si de ese modo pudiera aclarar su vision. Pero solo un cumulo de ideas contradictorias se enredaron en su mente. --Si tan solo Sam estuviera aqui… --susurro. Entonces, se puso de pie y se acerco a la enorme pintura en la que estaba plasmada la figura de su esposo. Y con un suave ademan, extendio la mano para acariciar el marco dorado. --?Que debo hacer, querido mio? --le pregunto a la imagen del retrato. Elizabeth sabia muy bien que el padre del comandante habia sido una persona muy importante para Samuel Colt. Su apoyo habia sido clave en un momento en el que el contexto economico y politico se presentaba muy adverso para el inventor de armas. Tan estrecha se volvio la amistad entre ambos que, en el lecho de muerte del anciano doctor McLellan, Samuel le juro que velaria por el porvenir de sus dos hijos varones. Dado ese compromiso, Elizabeth estaba segura de que su esposo hubiera deseado que ella honrara la promesa hecha a un moribundo. Aquella certeza la inclinaba en favor de enviar la ayuda que el militar le solicitaba. Por otra parte, ella no dudaba de que McLellan ansiaba salvar la vida de miles de soldados; una gesta que apoyaria cualquier persona con corazon. Sin embargo, comprendia cabalmente que enviarle armas al comandante, sin la anuencia del Gobierno, era una jugada que podia poner en riesgo el futuro de su fabrica y de todo aquello por lo cual ella y su esposo habian luchado tanto. Urgida por resolver su conflicto interior, la mujer unio las manos en oracion. Su padre, el reverendo William Jarvis, le habia inculcado el camino de la fe, y ella lo transitaba cada vez que necesitaba reunir fuerzas para salir adelante. En aquel momento, requeria mas que nunca la guia del Senor, pero de El solo obtuvo un angustioso silencio. Agobiada por la roca que le pesaba en la espalda, volvio a dirigir la mirada a la imagen de su amado. Fue entonces cuando los primeros colores del alba iluminaron la habitacion y un reflejo rojizo parecio dar vida al retrato de Samuel Colt. A Elizabeth se le empanaron los ojos y, por un instante, tuvo la impresion de que el le sonreia. Entre lagrimas, tomo aquello como la senal que estaba esperando y se sintio algo mas aliviada. En su corazon y en su mente, la decision estaba tomada: no ignoraria el pedido del general McLellan, en honor a todo lo que su padre habia hecho por Samuel Colt. Y, menos aun, dejaria indefensos en la batalla a miles de soldados que luchaban por una causa noble. Estaba dispuesta a correr los riesgos que fueran necesarios. Con la decision asumida, regreso a su escritorio, coloco la mano sobre la carta que habia estado escribiendo a Lincoln y dijo, en voz alta: --Perdoname, Abraham, por hacer esto a tus espaldas. Es en beneficio de tu causa. Con algo de alivio por la resolucion adoptada, era menester reflexionar acerca de como instrumentar la ayuda que le ofreceria a McLellan. Lo primero que debia decidir era que tipo de armamento enviar. Sabia que al comandante le convendria recibir rifles Springfield, los mismos que el Ejercito distribuia entre los soldados; pero aquello no seria posible. Deshacerse de un gran numero de armas largas implicaria incumplir el contrato que la Colt habia firmado con el Gobierno y aquello resultaria en multas monstruosas para la compania. Elizabeth decidio, en consecuencia, entregar revolveres que, ademas, serian mas simples de transportar de incognito. George habia mencionado que muchas de las armas con las que contaba se habian averiado en batalla. Ella sabia que algunas podrian ser reparadas por sus empleados, pero la fabrica no podia prescindir de los brazos de sus operarios, dada la enorme cantidad de trabajo que tenian pendiente. Sin embargo, si se reordenaban los turnos y se ajustaban algunos procesos, podia hacer el sacrificio de enviar algunos hombres. Pero solo serian unos pocos; los suficientes para sacar del aprieto a McLellan. La idea era que los enviados permanecieran unos dias en el campamento militar, tratando de arreglar la mayor cantidad de revolveres y rifles que fuera posible. Ahora Elizabeth debia pensar en quienes serian las personas idoneas para realizar semejante labor. Sin duda, deberian ser excelentes trabajadores, ademas de hombres de su entera confianza. Casi sin proponerselo, tres nombres acudieron a su mente: William Green, George Arlen y Jim Carson, tres obreros que, ademas de ser excelentes personas, eran incansables y muy capaces. Los tres habian sido esclavos fugitivos que, tras su huida, se refugiaron en la fabrica de Colt, al amparo de Samuel y de ella. Y Elizabeth sabia que el honor de aquellos hombres haria que dieran su vida por cualquier causa en la que ella se embarcara. Por ultimo, McLellan habia enfatizado que, si ell

  • Siete susurros de Roser A. Ochoa , Yolanda Garcia

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    Desde el principio de los tiempos han existido romances que se hicieron eternos. Entre estas paginas encontraras siete efimeras historias de amor, cargadas de ternura, sensualidad, nostalgia, magia, alma…

  • El juego de Clayton. Jaque de Mirian G. Blanco

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    Cuando Regina Jones conoce a Marc Clayton, su vida da un giro tan inesperado como arriesgado.
    Marc es intenso, impredecible y lleva la palabra peligro marcada a fuego por todo su cuerpo.
    Armas, persecuciones policiales, conflictos entre bandas, asesinatos.
    Ella sabe que tiene que mantenerse alejada de el, pero su corazon no se lo permitira. Porque con Marc, Regina descubrira que no todos los heroes llevan capa y aprendera a impartir justicia a la manera de Clayton. Y con Regina, Marc descubrira el verdadero amor y se vera obligado a cambiar las tacticas de su juego porque, ahora, su prioridad sera proteger a la reina.

  • Mi paraiso eres tu (HQN), Arwen Grey de Arwen Grey

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  • Senor Costabal de Conti Constanzo

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    A veces creemos que tenemos la vida resuelta, somos plenos y felices hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar, demostrandote que puedes quedar sin nada. Y cuando sucede, no nos queda otra opcion que ponernos la armadura, salir al mundo y pelear con nuestros propios demonios. Mauricio Costabal, o el diablo, como le llaman en su trabajo, es un verdadero H.D.P.: arrogante, soberbio, egoista., pero totalmente apetecible, que toma lo que quiere cuando se le antoja, hasta que se encuentra con alguien diferente que le hace darse cuenta que su corazon no es tan inerte como el quiere creer, porque tan solo con una sonrisa podria cambiarlo todo, pero el, el senor Costabal, no esta dispuesto a aceptarlo, asi que hara lo unico que se le da bien: apagar esa maldita luz. Beatriz Andrade es una joven inteligente, vivaz, decidida a seguir sus suenos y a encontrar al principe azul que la tome en sus brazos y le de el tan ansiado beso de amor, pero no todos los que tienen armadura lo son. Y lo aprende cuando aparece el, el hombre mas despota que habia conocido, que hace incluso que cambie su forma de pensar. Y como para estar con el diablo hay que estar dispuesta a pecar, ella lo intentara, aunque no por eso esta dispuesta a abandonar su tan ansiado cuento de hadas. Pero todas sabemos que. el que juega con fuego se quemar. ?Podra Beatriz domar al diablo que vive dentro del Sr. Costabal y no perderse ella en el intento? ?Es realmente tan fuerte el amor como para sacar a alguien de la oscuridad? No te pierdas esta nueva novela, donde conoceras al real H.D.P. y no sabras si amar u odiar a los personajes que te llevaran por un camino de extasis sin igual…

  • Hope de Wendy Davies

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    Wendy Davies regresa al panorama de la literatura inspiracional con una novela que narra la historia de una nina diferente, un trasunto de Momo, una Matilda adolescente que tiene como complices a una marioneta, al dueno de un pequeno teatro y a sus palabras como escudos frente a una perdida irreparable, pero tambien como peldanos de una escalera de esperanza hacia el futuro.

  • Los destinos invisibles de Eshkol Nevo

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    ?ES POSIBLE EMPEZAR DE NUEVO?
    Cuando Mani desaparece en algun lugar de America Latina, su hijo Dori, un joven padre de familia en plena crisis, parte en su busqueda. Alli se encuentra con Inbar, una periodista que ha escapado de su vida en Berlin y de un hombre al que ya no ama. Juntos buscan a Mani al tiempo que sus vidas y destinos se entrelazan.
    En esta extraordinaria y apasionante novela, Eshkol Nevo traza una bella historia de amor a traves de dos generaciones que buscan nuevas oportunidades, un lugar de deseos y palabras nuevas, con la esperanza de empezar otra vez. O, acaso, busquen la posibilidad de contemplar el rumbo de sus vidas con una mirada diferente.

  • Segunda piel de Nadia Noor

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    La atraccion, el amor y el deseo llevaran a los protagonistas de esta novela de Nadia Noor a dejarse llevar por sus sentimientos y vivir una apasionante historia.

  • Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton

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    Segundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.

  • Jardines de la Luna de Lidia Craveiro

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    "Fines del siglo XVIII en Portugal, en la llanura alentejana. Isabel Rebelo, la segunda hija de un Senor de Mayorazgo, ingresa al convento por orden paterna para no tener que darle un dote. El derecho sucesorio a la herencia paterna incluye solo al primogenito varon y a Isabel le queda solamente el convento. Cinco anos mas tarde, se niega a hacer los votos definitivos y la madre superiora le indica un lugar de maestra en una casa senorial, sin el consentimiento de su padre. Al llegar al solar se encuentra con un Conde aun joven que desborda una virilidad que la vuelve loca. Isabel comienza un juego de seduccion y erotismo con Su Senoria, capaz de hacer enrubecer a la mas depravada de las meretrices.
    Pero ella tiene secretos que el Conde Manuel Alfonso de Barbosa desconoce y los problemas empiezan cuando el codicioso Senor de Mayorazgo, padre de Isabel, contrata a un gitano para encontrarla y extorsionar al Conde.
    Cuando la pasion y la lujuria dan lugar al amor, sus vidas comienzan a unirse y el Conde tiene que tomar una decision dificil para su vida. ?Parte hacia Brasil con su sobrina para cuidar las haciendas y se arriesga a perder a Isabel para siempre o se queda y asume la pasion que lo consume, enfrentando los miedos que lo persiguen hace anos? "

  • Miradas que matan de Agustin Sanchez Gonzalez

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    Ellas matan mejor, ese era un titulo de un libro espanol que encontre casualmente en una de las librerias de la Cuesta de Moyano, en Madrid. Por aquel tiempo, aun no existia la moda televisiva que recogio diversas historias de mujeres asesinas. Esas historias de mujeres espanolas me conmovieron y me invitaron a recoger las historias de las damas connacionales que vivieron el drama del crimen, la tragedia por vivir en una sociedad que las aplasta. Poco a poco fui leyendo y releyendo historias que habia sub- rayado en diversos libros, en periodicos del siglo XIX o en las hojas volantes impresas por Antonio Vanegas Arroyo, que fueron ilustradas por Jose Guadalupe Posada. Asi me centre, en principio, en los primeros anos del Mexico Independiente con una historia que habria de repetirse una y otra vez: una mujer que asesina a su marido, en 1836, un diputado de aquella epoca. Ahi arranca este libro. Despues llegaron otras historias, hasta terminar en el siglo XX, cuando los Jurados Populares absolvieron Maria Teresa Landa, la primera Miss Mexico, una historia que ha cautivado durante decadas a quienes la conocen. Este libro, recoge cronicas que son un fiel retrato de una ciudad y un pais que se niega a cambiar sus patrones de conducta; mu- chas de ellas fueron transcritas tal cual, otras han sido reelaboradas, pero todas, confirmado, existieron, son parte de la tragedia y de la tragicomedia nacional. Por ello, este libro tiene una deuda con autores como Enrique Flores, que prologo Unipersonal del arcabuceado, que se constituyo en una fuente fundamental para recoger algunos de los primeros relatos. Varias lecturas mas, contribuyeron a la realizacion de este libro, como la marquesa Calderon de la Barca, quien no sale del azoro al descubrir muchas caras bonitas entre las mujeres matadoras de hombres. Otros grandes escritores como Federico Gamboa y Angel de Campo; el primero, famoso autor de Santa, fue un amigo de la Malaguena, una celebre prostituta, quien fue asesinada por la Chi- quita, otra hetaira que genero uno de los casos mas revisados de esa epoca y cuya referencia la escribio en Mi diario. De Angel de Campo, el gran escritor costumbrista que firmaba como "Micros" o como "Tick Tack", transcribimos un fragmento de una de las novelas fundamentales de nuestra historia: La Rumba. Importantes fuentes de consulta fueron los escritos de Carlos Roumagnac, sobre todo Los criminales en Mexico, de donde recogimos un par de casos; el estudio de Julio Guerrero, La genesis del crimen en Mexico: estudios de psiquiatria social; el texto El jurado absuelve, del abogado Federico Sodi, quien fue protagonista de una epoca en que, como dijimos antes, los Jurados Populares llegaron a tener tanto poder que absolvieron a muchas mujeres (y hombres) tan solo por simpatia, lo que a la postre condujo a su desaparicion. Fue esencial revisar una coleccion que escribimos hace varios lustros: La nota roja, en la cual participo una decena de autores, coordinados por Eugenio Aguirre, y entre los que se encontraban Victor Ronquillo, Victoria Brocca, Ana Luna, Gerardo de la Torre, Myriam Laurini, Rolo Diez y otros mas, ademas del que esto escribe. Finalmente, este libro tambien es un homenaje al genial Jose Guadalupe Posada, personaje fundamental en nuestra cultura, que ilustro un sinfin de historias de nota roja en hojas volantes que salian de la Imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, redactadas por diversos escritores hoy olvidados, cuyas palabras quedaron como un fiel testimonio de la epoca y que rescatamos ahora. Algunos de estos geniales maestros de la pluma, creadores de excepcionales cabezas que permitian a los ninos gritones, vendedores de periodicos, solazarse con ellas, y que escribieron muchas de esas cronicas fueron Constancio S. Suarez, Rafael Garcia, Rafael A. Romero, Ramon N. Franco, Manuel Romero, Manuel Flores del Campo, Francisco Zacar, El Choforo Vico, Ramon N. Franco, Pablo Calderon de Becerra, Armando Molina, Gabriel Corchado y Abundio Garcia. El libro culmina con la historia de como la primera Miss Mexico asesino a su marido, un militar que la habia enganado y que pago con la vida su burla a la mujer que habia representado la belleza mexicana moderna. Uno de los crimenes mas frecuentes cometido por mujeres fue contra los charlatanes que las enganaban, lo que genero en la decada de los anos treinta, inclusive, un escuadron de mujeres matadoras de hombres en la carcel. Las historias de mujeres asesinas del pasado no tienen mayor pretension que mostrar, a traves de las notas de prensa de la epoca, que el crimen y la miseria existencial, lamentablemente, siempre han estado presentes en nuestro mundo.

  • El banquete celestial de Donald Ray Pollock

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    La nueva novela del norteamericano Donald Ray Pollock es un western que se mueve en el territorio de McCarthy, Faulkner y O’Connor, y que mezcla la satira con saludables dosis de violencia cinematografica al mas puro estilo de Peckinpah, Tarantino o los Coen.

  • El amor mas grande de Olga Watkins

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    Este es el fascinante y dramatico testimonio del viaje de Olga, una joven que no dudo en llegar hasta el mismisimo corazon del Tercer Reich para buscar al hombre que amaba.

  • La formula de la felicidad de Alvaro Asensio

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    Mi unica y poderosa motivacion para escribir este libro es guiarte en tu camino hacia la felicidad. Todos queremos ser felices. Tu tambien lo deseas. Y si estas leyendo este libro, lo mas probable es porque te sientas incompleto, con un vacio en tu corazon. Algo te falta. Y te entiendo, porque asi tambien me sentia en una etapa de mi vida. Llegue a pensar que la felicidad era imposible de alcanzar. Que era algo intermitente. Que un dia te sentias bien y luego venia el bajon. Y eso era lo normal. Y que todas las personas sienten lo mismo. Hasta que descubri que estaba totalmente equivocado. Y quizas tu tambien hayas pensado lo mismo. Pues te aseguro que si existe una formula para la felicidad. Yo la descubri y quiero compartirla contigo. Es cierto que muchas personas viven amargadas e infelices. Y lo que es peor, es un estado de apatia ante la vida. Pero eso no quiere decir que sea una regla que aplique para todos. Tu puedes salirte del rebano y ser diferente, porque la felicidad esta al alcance de todos. Aun no lo sabes, pero a medida que sigas leyendo este libro lo entenderas mejor. !Que sensacion tan placentera la de ser feliz! Amaneces cada dia con ganas de comenzar el dia, de luchar por tus suenos, de amar a tu familia y amigos. Despiertas con hambre de vivir, de descubrir cosas nuevas, de experimentar algo inedito. Cuando veo hacia el pasado y recuerdo como me sentia, me parece mentira que esa personas era yo. No me parezco en nada. Debo reconocerlo, antes era una persona amargada, triste, pesimista, cabizbaja, gris. No se como alguien queria estar conmigo. Pero eso cambio. Ahora, finalmente, puedo decir que soy una persona feliz, llena de paz. Me siento libre para expresar quien soy, para demostrar mis talentos, para hacer lo que quiero hacer y decir lo que quiero decir, sin importar lo que otros piensen. Libre para seguir a mi corazon. Y quiero que tu tambien te sientas asi. ?Has escuchado que hay libros que te cambian la vida? Pues este libro te ayudara a ser la persona que siempre has sonado. Y no se trata de un libro magico, ni de brujeria. Nada de eso. Necesito de tu interes y de tu compromiso para poner en practica el secreto que te sera revelado. Te sorprendera lo facil que es de aplicarlo. Incluso te preguntaras por que no lo habias practicado antes, si esta al alcance de todos. Pero solo voltearemos hacia el pasado para no repetir los errores que te llevaron al estado actual en el que te encuentras, y en el que no quieres continuar. Lo que encontraras en este libro sera una oportunidad para darle un vuelco a tu destino para siempre, para que finalmente abraces la esencia de tu alma y de quien eres en realidad. Tan solo imagina esa deliciosa sensacion de despertar cada dia con una sonrisa en el rostro y lleno de energia para perseguir tus suenos mas hermosos. Asi despierto yo cada manana. Finalmente encontre la formula de la felicidad, esa que tanto habia buscado. Y ahora quiero compartirla contigo. Y si te preguntas porque tanto interes en tu felicidad. La respuesta es simple: porque quiero y sueno con un mundo mejor. Y el cambio comienza en el corazon. Muchos creen que la responsabilidad del cambio esta en los politicos. Pero aunque las autoridades tienen mucho poder para cambiar ciertas cosas en la sociedad, ellos jamas podran acercarte a la felicidad que tanto anhelas. Eso depende de ti. Antes pensaba que mi felicidad llegaria con otra persona. Con una esplendida pareja, por ejemplo. Pero estaba equivocado. La felicidad es una experiencia personal. Algo que todos debemos alcanzar por nosotros mismos. Pero lo mejor de todo es que todas las respuestas las tienes dentro de ti y te voy a ayudar a encontrarlas. Si cambia la persona, cambia el mundo. Y confio en ti, creo en todo el potencial que tienes guardado en tu ser y que estas muy cerca de descubrir.

  • Mi vida, mis reglas de Julianne May

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    Siempre existen esos momentos en los que crees que tu vida no puede empeorar mas, hasta que un dia -o una noche- descubres que no hay imposibles y mucho menos en la ciudad en la que los suenos se vuelven realidad. Claro que esto puede ser tan maravilloso como peligroso, pues no solo depende ti, creeme, sino tambien del hada madrina que este disponible para ayudar… Mi nombre es Adam Style, y esta es mi historia… o, al menos, esa pequena parte de mi vida que jamas podre olvidar. Capitulo 1 <>. Si. Esas fueron las primeras palabras que habia oido en el dia. Bueno, en realidad, las segundas despues del matutino <> de mis dos hijos mellizos y preadolescentes. Digamos que solia ser el saludo afectuoso que me daban cada manana antes de que partieran a la escuela. Y Vicky, mi escultural esposa, pues… no tenia tiempo ni para eso. Pero era algo que yo entendia. Vivia trabajando, pues ser una de las mejores relacionistas publicas de Hollywood implicaba varios sacrificios, o por lo menos eso era lo que ella decia. Y a mi de verdad que solo me importaba verla feliz, asi que… si, luego de esas mananas, debia esperar durante todo el dia hasta la noche a que alguien me dirigiera la palabra. Suena extrano, pero asi era… Bueno, tal vez no siempre. Monica y Bea, del sector de contabilidad, a veces me hablaban. No era que fueran largas conversaciones -porque, siendo honestos, no lo eran-, pero escuchar que alguien se dirigiera a mi aunque fuera con un <> era para mi suficiente. Al menos para saber que para alguien de mi trabajo yo existia. Y se lo que estaran pensando: <>. Lo mismo que mi unico y mejor amigo, Robert, me decia cada vez que nos juntabamos en la playa para terminar hablando de mi vida. Claro que lo ultimo de lo que yo queria conversar era de mi, pero, luego de que lo observara montar y domar esas tremendas olas del mar californiano, pues se relajaba en la arena junto a mi a reflexionar al estilo Robert. En fin… Sabia a lo que se referia cuando me decia que renunciara, pero ese habia sido mi primer y unico trabajo por casi veinte anos. En serio. Y se que comprar papel higienico o ser el eterno asistente personal de Hugh Lawrence, director de la compania, nada tenia que ver con mi sueno de ser un gran columnista o escritor, pero lo tomaba como el trampolin ideal para lograrlo, pues no habia persona que en todo el estado no deseara trabajar para el California News, el periodico mas leido del oeste del pais. Y el ver mi empleo de esa manera no era una mera fantasia mia. Hugh mismo me lo habia asegurado el dia que empece a trabajar con el, cuando aun vivia mi madre. Me conocia desde mi infancia y, si bien aun no habia cumplido del todo su promesa de nombrarme columnista de alguna de sus secciones, no dejaba de ser un gran hombre…, al menos hasta esa tarde de viernes. -Lo siento mucho, Adam -dijo luego de que yo elevara la vista desde mi pequeno escritorio al haber oido el <>. No suelo ser una persona de esas que viven quejandose, pero, a decir verdad, aquella diminuta mesa nada se parecia a las del resto de la oficina. Eso sacando que la silla que solia usar tenia una de sus rueditas averiada desde tiempos inmemoriales… y esto sin tener en cuenta que estaba ubicado en un rincon, lo que me mantenia alejado de todo el departamento de inquietos y triunfadores periodistas. Sin embargo, segun Hugh, el que yo me mantuviera al margen, alejado de todo el mundo, no era mas que una ubicacion estrategica para darme una mejor vista de lo que seria mi futuro. No estaba tan seguro de su metodo, pero el insistia en que la visualizacion directa era la mejor tecnica para inspirarme. Solte la agenda en la que organizaba su dia a dia -ya que carecer de un ordenador o tablet era parte de la tecnica, pues se suponia que, al no poseer nada de todo eso, creceria en mi el deseo por adquirirlo- y parpadee mas de la cuenta antes de que pudiera abrir la boca, algo a lo que me animaba solo porque ya no habia nadie en la oficina a excepcion de nosotros dos. -?Es… es una broma, Hugh? -Mi titubeo se entremezclo con mi agitada respiracion. Bajo la mirada y, al tiempo que inspiro profundo, coloco las manos en jarra sobre su cintura. Aquello hizo que pasara lo que todo el dia murmuraban Monica y Bea, pues su pecho, claramente trabajado en el gimnasio, se elevo mas y se fundio con la camisa slim fit[3] turquesa que amaba lucir cada viernes. Y claro, sus jeans de tiro bajo me confirmaron que era cierto que usaba ropa interior fluorescente… Como fuera, largo todo el aire, calculo que con pena, y volvio a mirarme a los ojos. -En serio, me agradas y no tengo nada para decir en contra de ti, pero… -Suspiro inseguro. Se tomo unos segundos y, tras sacudir la cabeza, continuo determinante-. Pero ya es hora de que tomes un nuevo rumbo. Lo siento, Adam. -Y resoplo como si se hubiera sacado un enorme peso de encima. ?Era cierto? Veinte anos trabajando para el y otros tantos mas de relacion cercana que habia tenido -pero que no va al caso mencionar-, !?y no tenia nada mas para decirme?! Frunci las cejas y el sudor frio que senti en mis sienes me impulso a levantarme. Claro que la vieja silla de escritorio hizo que casi me cayera gracias a su jamas reparada ruedita. Pero, por fortuna, Hugh me tomo por el brazo, lo que evito que terminara en el suelo junto al clasico asiento de los noventa. -?Despedido? -Volvi a parpadear varias veces y, tras un incomodo silencio, necesite seguir-. Hugh, ?me estas diciendo lo ultimo que hubiera esperado escuchar de ti y no puedes darme un motivo mas que debo tomar un nuevo rumbo? -exprese sin quitarle la mirada de encima, pero el no se atrevia a elevar la vista, y crei saber por que. Pero mi silencio y mi espera lo obligaron a hacerlo. -!Oh, por Dios! !No hagas esto mas dificil de lo que ya es, Adam! -exclamo alterado y al tiempo que se paso una mano por su gris pero moderna cabellera. Nos quedamos mirando fijamente por varios segundos. Y pude haber continuado presionando para saber por que, pero, ademas de que no era mi estilo ni por lejos, sus cejas fruncidas, su respiracion nerviosa y su mirada, suplicante y llena de culpa, me decian que el motivo era tan impronunciable que no sabria si seria mas doloroso para el, al tener que decirlo, o catastrofico para mi al tener que escucharlo. No hacia falta hacer grandes deducciones… Tenia bien en claro que el <> que mis hijos usaban como saludo por la manana era la palabra con la que toda la oficina me identificaba. En pocas palabras, Hugh nunca habia creido en mi como futuro periodista. O peor aun: en todo ese tiempo, yo no habia conseguido que el creyera en mi. Baje la mirada, asenti con la cabeza y simplemente hice lo que Adam Style haria: -Esta bien, Hugh. No lo sientas. Te entiendo. -Y lo abrace. Sin dudas que aquello lo sorprendio y dejo sin aliento, pues apenas se animo a apoyarme una mano en la espalda, y yo, despues de eso, simplemente me marche. *** -!?Eres idiota?! -grito Rob. Por poco, destruye mi oido y el sistema de sonido de mi automovil, por lo que agradeci no haber tenido el movil pegado a mi oreja. -Hey, calmate, ?si? -Suspire mientras mantenia la vista fija en el camino para volver a mi casa. Necesitaba relajarme-. Deberias haber estado alli. Pude sentir su culpa. Su mirada lo decia todo, Rob. Si tu hubieras… -!Si yo hubiera estado alli, le hubiese apretado las bolas contra aquel estupido escritorio que jamas te cambio desde que trabajas con el! !Y no lo hubiese soltado hasta que rogara perdon y te diera el maldito puesto que te prometio desde siempre, Adam! -Y largo todo el resto de aire que tenia contenido. Revolee los ojos y frene ante la luz roja del semaforo. -Rob, se lo que dices y por que, pero entiendo la posicion dificil de Hugh. -Suspire enojado conmigo mismo y avance tras ver el cambio a verde-. El problema soy yo. Y si hay algo que debo admitir es que tampoco he hecho nada por merecerme un mejor lugar alli, asi que… -!Cierra el maldito pico de la version drogada del Buda que te hayas aspirado! !El que ahora tiene una posicion dificil eres tu! !Acabas de perder el trabajo y todavia te queda lo peor! !Ni yo quisiera lidiar con la zorra esa! -Calma, Rob… -le adverti, como siempre. -OK, perdon. No debi llamar <> a la zorra de Vicky… -Suspiro al tiempo que yo negue con la cabeza-. En fin… Calculo que aun no le has dicho nada, ?cierto? De lo contrario, no estarias vivo… -Rob… -suspire. La verdad era que, de algun modo, tenia razon. Vicky tenia un temperamento digamos que… fuerte, y sus aspiraciones eran, cada ano, mas altas. Y siendo honestos, no sabia como tomaria mi despido. O tal vez si…

  • Un amor mas en la ciudad de Daniela Arias

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    Sofia apreto los labios y se dio media vuelta para buscar su telefono en la cartera. Ya sabia lo que Mario iba a decirle. --?Entonces nunca debi haber malinterpretado el hecho de que te quedaras en mi casa casi todos los fines de semana por las ultimos tres meses? !Eso se llama una relacion, Mario! --Mira Sofi, me ha encantado estar contigo pero yo no quiero confundirte mas. Fui claro cuando te conoci aquella primera noche que estuvimos juntos. Yo no quiero romance, solo pasarla bien. --Yo tambien, pero no podemos negar lo que ha pasado aqui. --No, pero creo que tu eliges ponerle subtitulos a mis palabras y a mis acciones, Sofi. Escucha lo que te he dicho y creeme: yo no quiero una relacion ahora. Soy muy joven para formalizar algo. Me encantas, pero yo no estoy entusiasmado como creo que si lo estas tu. --Ok, ok. Yo no quiero nada aqui... Adios Mario. Sofia se le acerco tomandole el cuello y apoyandole los labios en la mejilla, esperanzada en que el proximo viernes por la noche Mario tocaria a su puerta buscando otro fin de semana de diversion. --Adios Sofi, y si me permites decirte algo: yo creo que debajo de la imagen de chica de fiesta que pintas al principio, tu buscas una pareja. Piensalo. Adios. Sofia intento concentrarse en el ruido de los pajaros o en el calor que ese sol invernal le regalaba a su piel, pero tuvo que escuchar lo que este muchacho, cuatro anos mas joven que ella, le decia acerca de sus motivaciones en la vida -- !uff! ?Y este quien se ha creido? ?Un guru? Mientras buscaba un taxi libre, imposible de conseguir esa tarde de domingo, llamo a Catalina para su usual descargo de ruptura amorosa: --!Y de nuevo Cata! Que ya no se lo que les pasa a los hombres, son todos unos cobardes al fin y al cabo. Me ha cortado, !te dije que esto olia mal! --Hola Sofi, Lo siento nena. ?Y como lo has tomado? ?Estas bien? Vente a casa y hablamos, carino. --Si, si. Buscando taxi para ir a tu apartamento. Nos vemos alli. *** Sofia entro, abrazo a Catalina y luego se dirigio a la cocina a buscar su postre favorito. --Este postre ya no se puede llamar "Cata Carrot Cake", se deberia llamar "Le han roto el corazon a Sofia otra vez" --dijo mientras cortaba un largo trozo que seria acompanado con su te de jengibre favorito. --Sirvete todo lo que quieras, lo he preparado ayer y es solo para ti. --Suerte que he hecho los ejercicios de intervalo toda la bendita semana Cata, comere sin culpa. --Pero cuentame, ?que ha pasado? --dijo su amiga mientras le recogia su largo pelo castano para que no se manchara con el pastel. --No te aburrire con detalles, porque esto ya parece guion de novela dramatica de media tarde, pero al final de la conversacion Mario se puso en modo zen y me ha dicho que yo solo aparento buscar fiesta pero que en realidad busco romance. !Pufff! --Sofia se dio media vuelta para mirarla y agrego:-- !Si vuelve el proximo viernes yo sere la maestra zen y debera escucharme! --Parecia muy agradable este tal Mario, lo siento por ti Sofi, ya habra alguien para ti. --Pero Cata, esto es lo que le vine diciendo, que yo no quiero nada, pero tampoco puedo evitar las senales. Todo comienza de fiesta y son ellos los que me indican que quieren mas. Que yo no estoy loca. --Esta bien Sofi, solo manten la mente abierta y reflexiona sobre lo que te ha dicho el y otras personas mas. --?Eres Team Sofia o Team Mario? --Team "ya no le rompen mas el corazon a Sofi" --dijo riendo Cata mientras la abrazaba--. Quedate esta noche en casa, comemos algo rico y abrimos un vino. Manana vas al trabajo directo, carino. --?Y vas a prestarme la falda que heredare el dia que vengas con un crio en el vientre y ya no te entre mas? --dijo Sofia con una sonrisa mientras se tocaba la cola. --Si, ya te he prometido que algun dia esa falda sera mi herencia para ti. !Me haces sentir que soy vieja, Sofia! Las amigas pasaron una noche de risas, vieron una comedia y bailaron algo de musica acorde a una ruptura romantica: la banda sonora de Bridget Jones 2, al borde de la razon. *** Sono el despertador por quinta vez cuando Cata entraba corriendo a la habitacion de invitados para subir las persianas y asi sacar a su amiga de una larga noche de sueno reparador. --Sofi, !es tarde amiga! --le dijo mientras le acariciaba la cabeza para que recobrara la conciencia. --Mmm. !No Mario, no! --No soy Mario, soy Cata !y llegaras tarde a la oficina! --?Que? !Oh no! --dijo Sofia mientras saltaba de la cama hacia el bano. --Ve, ve. Aqui te dejo la falda con algunas remeras para que elijas. ?Llamo a un taxi o iras con el metro? --Metro, metro --balbuceo Sofia con una cantidad excesiva de pasta de diente en la boca. Se vistio pero no pudo recogerse el cabello como hacia siempre. Eligio la remera mas formal y se coloco por debajo de la falda que resaltaba su cintura. Tomo las sandalias bajas que habia traido con ella y corrio a la salida. --Sofi, ?puedes creer que me he quedado sin cafe? !Te lo debo amiga! --Esta bien carino, no te preocupes --le tiro unos besos con la mano y salio en busca del ascensor... Capitulo II Martin y Juana llegaron a la ciudad cansados de cargar valijas y recuerdos. Obligados, despues de un corto funeral, a dejar el pueblo que los habia visto crecer. Su madre se habia dedicado en cuerpo y alma a cuidarlos para que ellos pudieran estudiar. Martin sabia que llegaria el dia en que se fuera de su pequeno pueblo, pero nunca penso que seria en estas circunstancias. El y su hermana solos en la gran ciudad para poder salir adelante. Se sentia muy agradecido por el hecho de que su madre le pagara los cursos online de diseno que ahora deberian rendir sus frutos. Por suerte un tio lejano, Jose, lo contacto con una consultora dedicada al mundo de IT que pudo ayudarlos a conseguir su primer puesto fijo en una empresa dedicada al marketing digital. Cuando bajaron de la camioneta con todas sus posesiones, miraron hacia arriba y se dieron cuenta de que el edificio no tenia fin. Alli arriba simplemente se fundia con el sol. Subieron al piso 17 y abrieron la puerta del apartamento 3. Juana corrio, se apuro a espiar las dos habitaciones disponibles y eligio la que tenia una ventana que dejaba ver algo parecido a una callecita con cafes. A Martin no le importaba, solo queria que se acomodaran las cosas y empezar, de alguna manera, a vivir. Esto era la mudanza para el: empezar a vivir la vida con la que siempre habia fantaseado. Una gran ciudad, cafes, bares, callecitas secretas y un mundo entero por descubrir. --Mi habitacion da a una callecita llena de cafes, hay una bakery justo en la esquina, !ire a ver si tienen cookies y chocolate caliente! --Ok, ve, ?tienes dinero? --Si, si. --Toma un poco mas por las dudas. --Yo no voy a pagar de mas. Martin se arrimo a la ventana y se puso a mirar a la gente que pasaba, apurada, con tazas de alguna bebida caliente que les animara el cuerpo para seguir caminando a pesar del crudo frio invernal. Sentia emocion y al mismo tiempo queria tener la cabeza en frio para poder hacer todo bien. Deberia trabajar, ahorrar, poner a su hermana a estudiar, on line o presencial, los primeros cursos de diseno de indumentaria y luego veria como hacer para juntar el dinero necesario para el instituto de los suenos de Juana, el lugar donde estudiaban los grandes. Y ademas de todo esto, quedaba un poco de espacio para desear un poco de diversion. Aprender a catar cafe, vinos. Ver musica en vivo. Recorrer cada rinconcito de la ciudad. --No encontre en la esquina pero a mitad de cuadra hay una tienda de chocolates que hace su propio chocolate caliente, !huele delicioso! Y encontre cookies con jengibre, las probaremos y si no van ya sabremos que fue un error. Martin rio y le hizo senas para que se sentara en el suelo con el. --Mmmm !muy rico chocolate! --!Si!, a mama le hubiera gustado. --Mama nunca vendria a esta parte del mundo a probar un chocolate caliente --Martin se quedo mirando la taza. --Es verdad... Probar un chocolate que no fuera el de su madre hubiera sido algo cercano a una traicion para Martin mientras vivia en el pueblo, ahora sentia que buscaba un reemplazo para algo que nunca mas sucederia. Su madre jamas volveria a traerle chocolate caliente; a besarle la cabeza y acariciarle el hombro mientras el estudiaba. Martin y Juana ordenaron toda la casa esa misma tarde, porque a Martin no le gustaba el desorden y Juana conocia su mal humor ante el mismo. Esa noche cenaron la pizza favorita de Juana. --!Manana es tu gran dia hermano! ?Tienes nervios? --No lo se. Solo quiero llegar y ver el ambiente. Hay lugares que suelen ser mas pesados, pero he escuchado cosas buenas de esta compania. --Seguro que si, ademas seguro les encantaran tus disenos. --Eso espero. Bueno, limpiemos este desorden y vayamonos a dormir que manana quiero levantarme temprano --Pero recien son las nueve. --!Si! Tardisimo, !y mientras ordenamos la cocina se haran las diez! Manana te despertare a las seis asi puedes ver que cursos online tomaras. --Pero... hermano, !ya casi soy mayor de edad!, ?no crees que puedo elegir mi horario de manana? --Nada de eso Juana, te levantas y empiezas, luego a la tarde cuando vuelva podemos ir a recorrer juntos, pero debemos trabajar duro si queremos quedarnos aqui. Los ahorros no duran toda la vida y siempre es mejor no gastarlos. --!Puff! --Juana se levanto para llevarse los platos a la cocina. Yo lavo, tu ve a descansar. Luego de una ducha, Martin fue a su dormitorio y recordo encender el celular. Tenia mensajes de algunos amigos del pueblo deseandole una vida feliz y un mensaje de voz de Jose, su tio lejano, ofreciendole una bienvenida a la ciudad. Se verian el proximo fin de semana para pasear los tres juntos por algunos puntos de la ciudad. *** Cuando sono la alarma, Martin miraba el techo de la nueva habitacion, con el corazon acelerado y las manos un poco sudadas. Se levanto, se ducho y luego de despertar a su hermana desayunaron juntos. --Te dare la contrasena de mi ordenador y veras desde alli que cursos tomaras --Martin tomo su laptop y la desbloqueo para Juana. --Esta bien, debemos pensar en comprar un ordenador solo para mi. Y tambien necesitare una mesa de corte, tengo espacio en la habitacion asi no la dejamos en la sala. --Si, lo veremos esta semana despues de que elijas curso. --Sabes, es muy triste que mama ya no este aqui, pero estoy contenta de que estemos juntos. Gracias por no dejarme sola en el pueblo. --Jamas te hubiera dejado con la prima Rosita, ella es muy buena pero no es tu familia, yo lo soy. Ademas quiero que estudies duro y seas alguien en la vida. Juana se acerco y lo abrazo. --Me ire, no quiero llegar tarde y no se como me ira con el metro. --!Ten un lindo dia Martin, te quiero! Martin la abrazo con fuerza para que Juana supiera que el tambien la queria... a pesar de que nunca le respondia con palabras. Capitulo III Martin estaba encantado con el hecho de que tan solo habia tardado diecisiete minutos en llegar a la oficina. Aun faltaban algunos minutos para que el reloj marcara las nueve de la manana. Vio una casa de cafe que tenia un pequeno cartel: Tenemos chocolate caliente. "Ya me agrada este lugar", penso. Entro, se coloco en la fila y pidio un chocolate caliente con una cookie. --?Nombre? --dijo el cajero que aparentaba no haber dormido muy bien.

  • El gato tuvo la culpa de Hebe Uhart

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    "El gato tuvo la culpa" compila relatos de los primeros libros de Hebe Uhart, editados en los 60 y los 70, hasta ahora inaccesibles a los lectores, y les suma otros, fechados entre los 80 y los 90 que no fueron incluidos en “Relatos reunidos” (Alfaguara, 2010). Contiene, entre otros, "La elevacion de Maruja", una nouvelle nunca antes reeditada.
    Cuentos o cronicas en que la mirada de Hebe Uhart recala en historias de personajes con habitos que oscilan entre la logica y el capricho, conmovedores, siempre alejados del sentido comun, en un mundo que progresa mas alla de sus voluntades.
    Una obra de la que tempranamente se hizo duena una voz potente que ha permanecido con el paso de los anos y se mantiene vigente. La idea del libro es acercar a los nuevos lectores de Uhart sus textos mas secretos.
    Los relatos de “El gato tuvo la culpa” nos han esperado todo este tiempo para seguir iluminando bellamente partes de un mundo que sentimos proximo y a la vez extrano.

  • La Bailarina y el Millonario de Katherine York

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    Malika y yo teniamos todo para ser la pareja ideal, pero no fue lo que sucedio. La conoci cuando ella aun tenia 15 anos y me enamore completamente de esa nina sonriente y traviesa. Hija del socio de mi padre, James, eramos casi obligados a pasar mucho tiempo juntos. La amistad se convirtio en citas, y entonces en matrimonio. Ella fue mi primer beso, mi primer amante y mi primer amor. Vivimos ese sueno dulce de las familias con dinero: dos herederos que se enamoraron temprano y se casaron a los 18 anos, con toda vida por delante. Eso de preocuparse por los negocios y el fin de la dinastia parecia olvidado porque ya habiamos resuelto el “problema” sin ninguna presion de nuestras familias. Asi que, entre sus estudios y los mios, seguiamos juntos, hasta que Malika se fue. Simple y naturalmente. Un dia era la mujer que conoci y de la que me enamore, otro, era como vivir con una desconocida. Desde su llegada a la escuela de medicina, Malika cambio, tratando de probar su valor a los companeros y profesores. Queria siempre ser la mejor, mientras tanto, cuanto mas lo intentaba, menos eso pasaba. Yo vivia en el trabajo con mi padre, iba a la universidad y apenas veia a mi esposa, que vivia bajo el efecto de estimulantes. Ella siempre trataba de aclararme, que yo, “como un hombre”, jamas entenderia lo que sucedia a ella por ser una mujer negra, intentando ser doctora, haciendo frente a una universidad llena de privilegios y gente odiosa. Podia sentir el asco en mi garganta por sus historias, a todo que fue obligada vivir, aunque su familia fuera rica. No puedo perdonarme por no haberme dado cuenta antes. Malika estaba rendida a farmacos que aumentaran su rendimiento y por la noche tomaba calmantes para dormir. Siempre me decia que era por lo cansancio y la creia. Jamas me queje porque tenia miedo de que me malinterpretaran y, para ser honesto, ya estabamos en dificultad, y analizar los problemas de Malika en profundo podria abrir otra puerta en nuestro matrimonio, en la que traeria a la luz el poquisimo tiempo que pasabamos juntos o cuanto de atencion dedicabamos uno al otro. Un dia, la encontre desplomada en el sofa, y me confeso haber tomado demasiados tranquilizantes, pero que fue apenas una vez. Esa vez. No voy a mentir. Fui un adolescente con mucho dinero, tuve facil acceso a todo tipo de cosas, probe drogas y bebi hasta desmayarme antes mismo de los dieciocho. No pense que fuera gran cosa Malika tratar de resolver sus problemas con las pildoras, era normal. Asi fue, tres veces mas hasta que la interrogue y descubri que no habia forma de relajarse, Malika Green era una adicta. Fui un marido de mierda que dejo que su esposa se convirtiera en drogadicta porque no se dio cuenta a tiempo. A cada dia, ella se convertia en un pedazo a menos de la mujer que conoci, y aun si, no hice nada. Malika empezo con los estimulantes, tranquilizantes y lo mezclaba todo con bebidas y cocaina. Ya no iba a las clases y esperaba que yo fuera al trabajo para comenzar su “rutina”. Esto aseguraba que por el momento en que regresara, ella no iba estar tan mal para darme cuenta. El personal de la casa no dijo nada, solo observo como se autodestruia. <> Hasta que un dia pase en casa para cambiarme la ropa. Fue por algo estupido como derramarme salsa en la camisa y necesitaba cambiarme para una junta por la tarde. Malika estaba aturdida, arrojada en una posicion antinatural en el piso de la habitacion y me dio una sonrisa ironica cuando entre en la habitacion. A partir de ese dia, me di cuenta de que no era normal. Cancele mis juntas y decidi quedarme en casa los proximos dias. Cuando se dio cuenta de que estaria en casa todo el tiempo y no podia seguir su rutina, se asusto, grito, sus ojos tenian algo brutal. – !Necesitas ayuda! – perdiendo la paciencia gradualmente — puedes ir a una clinica y… – !Se lo que es mejor para mi! – grito ella, interrumpiendome. – Malika, eres un problema… !mirate! Fueron palabras equivocadas, pero, a los 23 anos, sabia que tenia que ayudarla y me enojaba lo que se estaba haciendo a si misma. Estaba flaca, enferma, sus ojos inyectados en sangre de rabia y despecho. Tuvimos dias con ella enojada y gritando hasta que la atrape tratando de salir. Llame a James, su padre, de pronto. Malika se puso enojada por haberme contactado su padre y le informe todo lo que pasaba, pero fue apenas despues quedarse encerrada con el por mas de dos horas, que acepto la ayuda. Paso los tres meses siguientes en la rehabilitacion. En los primeros dias, la dulce y timida Malika habia regresado y me senti lleno de esperanzas. Pero hubo momentos en que no miraba a nada y no se movia por minutos. Algo en ella parecia roto y yo me senti condenado, especialmente despues de estar fuera tanto tiempo. Me senti culpable por no quererla otra vez, por disfrutar de mi vida cuando estabamos lejos. Amaba a esa mujer con locura, pero ya no queria estar con ella, no era la persona que conoci y me sentia fatal por pensar asi. Era como si su memoria fuera suficiente, y la realidad me dolia en los huesos. Despues de dos semanas de regreso, se quedaba por la casa como un fantasma, sin hablar mas que tres palabras, hasta que desaparecio. Tuve que volver al trabajo, estaba terminando mi especializacion y, aunque me sentia culpable por no estar alli las 24 horas del dia, no pude detener todo otra vez. Estuve todo tiempo posible en casa, pero Malika conocia mi rutina, y una tarde cuando fui a la oficina, no pude impedirla y simplemente se fue. Llame la policia, los detectives y cualquier otra persona que pudiera ayudarme a encontrarla antes que hiciera dano a si misma. James y yo sabiamos lo que estabamos buscando, pero no sabiamos exactamente donde. No sabiamos como siempre lograba las drogas o quien las vendia, necesitabamos contar con la eficiencia de quien estaba siguiendo los pasos de mi esposa. Dos dias despues, el detective nos informo que la habian visto en el centro de Los Angeles. Contra todo consejo, use la direccion que me dio y conduje hasta Skid Row para recogerla. Estaba solo. En ese lado de California, hay muchos antros, pero nunca hubiera imaginado que encontrar a mi nina traviesa dentro de uno de ellos. Habia ido a buscar cocaina y nunca volvio, lo cual, sospecho, era la forma de pagar el producto porque no tenia dinero. Estaba aterrorizado de lo que podrian haberle hecho. Abri la puerta de par en par despues de haber pasado por una calle llena de personas sin hogar, basura y personas que se llenaban de drogas a la luz del dia. Un pasillo largo y oscuro me saludo cuando un tipo grande parado en una extremidad vino hacia mi. Las paredes eran de un amarillo en donde se podia ver, mesclado a un color marron engrasado. – !No puedes entrar ahi! – Hablo con una mirada amenazante. – Solo vine a buscar a una persona. Voy a recogerla y me voy. – Maldita sea, ricon. Largate o te parto la cara ?oyes? – me apunto con un arma y no tuve reaccion. Era la primera vez que veia una tan de cerca. Pero yo era un hombre en una mision y no queria rendirme tan facilmente. – Ayudame con eso. Tomo a la chica y me voy…- dije, levantando los brazos en senal de rendicion. Estaba desarmado, lo cual era muy estupido, y podia ser asesinado en cualquier momento sin una forma de defenderme. Mi plan B era llamar a la policia, pero no seria agradable y no sabia que tan rapido llegarian a ese lugar a punto de derrumbarse. – Te lo dije, cabron. Sigue tu camino. Si la chica esta aqui, es porque ella quiere- senalo otra vez a la pistola – Tendre que hablar de nuev… – !Cannon! ayudame, !la puta chica esta arruinando todo! El hombre grande, Cannon asi se llamaba, rompio hasta el final del pasillo. Me fui a su espalda porque tenia un sexto sentido sobre quien era “la puta chica”. Cuando me detuve en la habitacion, habia un tipo con la verga hinchada, afuera de su pantalon y Malika estaba caida frente a el, convulsionandose en el suelo e intentando respirar. Tenia espuma en la boca y su vomito estaba en todas partes, incluyendo en el hombre que intentaba limpiarse, ignorando por completo a la mujer a sus pies. – ?Que carajo…? – dijo el guardia, mirando la confusion frente a el. – Esa mierda que le sirve Riley es demasiado fuerte, avise a la perra pero quiso de cualquier manera…- El hombre dijo a Cannon. Estaba contra el reloj y a esos hombres no les importaba Malika. Mientras trataban de averiguar que hacer, aproveche y fui hasta Malika, poniendola sobre mi regazo mientras corria por el pasillo. Los hombres gritaron, escuche que armaban la pistola y algunos susurros de “dejala, ya esta muerta”. Cuando llegue a la entrada, abri los hombros y corri hacia mi auto. Le grite a un grupo alrededor de mi coche, claramente tratando de robarlo, que se dieron un paso atras cuando vieron la condicion de mi esposa. No sabia mucho que hacer, pero era mejor conducir a un hospital que esperar ayuda en un lugar como aquello. Los espasmos se habian detenido cuando la puse en el asiento trasero y rogue en silencio que eso no significase que se asfixio. Me detuve en el primer hospital que vi y me volvi loco en la emergencia. La llevaron adentro y espere. A la media hora siguiente me converti en viudo a los 23, y todo lo que tenia para aplacar mi furia por nuestra historia interrumpida era un nombre: “Riley”. 2 Sophie Nadie esta preparado para recibir la noticia de que tiene un tumor cerebral. Si, esta soy yo. Dos desmayos en los ensayos de la Compania de Ballet de California y me fui al hospital. Me pincharon, me examinaron y me agotaron hasta sentir dolor, ahogada en una emergencia que no podia pagar. – Necesito asegurarme de que no tengas ninguna enfermedad alimentar, Sophie, la prensa esta siempre con los ojos encima- dice Rubens, coreografo, antes de enviarme al hospital. Sabia que si no tenia una buena respuesta en el proximo ensayo, estaria fuera del grupo. A los 25 anos, pense que mi vida seria diferente, pero lo que tengo me hace feliz. Fui a una universidad que hoy ya no me sirve, muy tarde, me junte a la Compania de Ballet de California. Por eso, siempre estare en el cuerpo de baile y nunca sere la Prima ballerina, la principal del espectaculo. Nunca me desanime, incluso cuando tuve que tomar un segundo trabajo para poder pagar las deudas. Como fui un supuesto “milagro” de una pareja de mediana edad, perdi a mi padre en la infancia y a mi madre poco despues de graduarme de la escuela. A los dieciocho anos, tenia mi propia casa como herencia y un futuro lleno de dudas. Estaba confundida y sola, y, en ese momento, decidi hacer cargo del legado de mi madre. Estudie finanzas como ella, trabaje con ahorros tarifarios y fui inmensamente infeliz. Me estaba enterrando en algo que no queria y necesitaba parar. Vivi en Pennsylvania, cuando fui a Wharton con una beca completa, y obtuve un trabajo en Philadelphia. Tarde un ano antes de rendirme y volver a California. Siempre baile, entrene el ballet en todos los lugares donde vivi. A mama y a papa les encantaba verme bailar y muchos de mis maestros dijeron que podian hacer carrera. Me respondieron que necesitaba una forma segura de mantenerme, y fue con ese pensamiento que me rendi a las finanzas. La seguridad se fue por la ventana cuando me puse en llanto en el trabajo. Queria ir a casa, queria bailar. Entonces, a los veinticuatro anos, y a pesar de ser demasiado mayor para las otras candidatas, hice una audicion para el Ballet de California y fui aprobada. Yo vivia agotada. Ensayaba muchas horas y trabajaba en mi otro empleo en los intervalos. He trabajado duro, mi comida era escasa, y el dolor y el cansancio hacian parte en mi rutina. Baje de peso, sentia como si cualquier viento fuera derrumbarme. Cuando me desmaye, pense que el problema era el cansancio, pero Rubens no queria dejarlo pasar. No que fuera buena onda o un amigo, no estaba preocupado por mi salud. Pero yo era parte del cuerpo de baile, y una persona menos era un problema para la compania. Cuando los examenes de emergencia fueron preocupantes, me enviaron a un especialista. No entendia bien las palabras o por que estaba con un neurologo, pero fui advertida de que necesitaba uno, urgente. Asi es como termine sentada frente al Dr. Roberts. – ?Un tumor? – Si… Es lo que muestran los examenes. Por eso hiciste tantos en un mismo dia. Querian estar seguros de eso. – Pero… Si no siento nada… – Desmayaste. Ademas, estas cansada, bajaste de peso… – Bueno… – La buena noticia es que el tumor no se parece a uno agresivo, y esta en una fase muy primaria, porque no tuviste ningun cancer que causara metastasis- Dijo, interrumpiendome y mostrandome una imagen- El tamano es constante y no tuviste ningun otro sintoma de los que he enumerado, por lo que la llevaron a la emergencia. En la resonancia, es posible ver que el tumor es un astrocitoma, el afecta lo que llamamos glia. Es lo que apoya a las neuronas. – ?Lo que estas diciendo es que mi sistema nervioso esta mal? ?Que estoy muriendo? Estaba visiblemente nerviosa, no podia dejar de mover las piernas, intentando prestar atencion. No entendia la mitad de lo que el doctor me decia, pero sabia que aquello era una sentencia de muerte. Debe ser horrible tener un empleo como ese, decir a la gente que se estan muriendo. Crei que me iba decir que necesitaba unas gafas, o unas tantas vitaminas, pero jamas que tenia un tumor. <>

  • Universos infinitos de Guillermo Tato

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    ?Alguna vez has imaginado como habria sido tu vida si esa noche magica hubiese acabado de otra manera?

  • El libro negro del orgasmo femenino, Jeen Jenkins [PDF] de Jeen Jenkins

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    Usted y yo sabemos que el sexo y el climax del orgasmo- ambos en bases regulares – son un elemento importante, no fundamental, que forma parte de un ambiente sano y una vida normal. Eso es porque tener un orgasmo libera un poderoso coctel que, entre otras cosas.

  • November 9, Colleen Hoover de Colleen Hoover

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  • Promesas del pasado (Los Rawson 3) de Amber Lake

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    Kenneth se siente afortunado. Ha encontrado a la familia que nunca supo que tenia, su futuro en el Foreign Office se le presenta brillante y recibe la noticia de que su abuelo materno, Laird de Dolmuck, acaba de fallecer y le ha nombrado heredero. Ante esta inesperada situacion, viaja a las Highlands para vender las posesiones y regresar a Londres. Guarda penosos recuerdos de aquel lugar, del que huyo a los dieciseis anos, y no desea permanecer mas tiempo del necesario.

  • El ladron de penas de Antonio Jodar Calpe

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    Metio la llave en la cerradura despues de varios intentos, dos veces se le habia caido al suelo tratando de abrir la puerta; veia el pasillo muy a duras penas. El atardecer se oscurecio mas de lo previsto y un viento inoportuno hizo que las hojas de los arboles susurrasen a manera de cantos de reproche. Hacia rato que el tiempo se notaba denso y especialmente humedo. Las nubes ennegrecidas amenazaban con una tormenta brutal. En sus primeros indicios, las ventanas del edificio no dejaban ver mas que algun relampago todavia lejano. Por los cristales se distinguia la luz palida que cubria el cielo. Trato de hacer girar la llave pero no pudo, la mano le temblaba; estaba transido de frio y los ojos cargados por las noches de insomnio, y esta seria la siguiente. Giro otra vez la llave y cedio al final. Al traspasar la puerta encendio la luz y miro el reloj que se hallaba en la mesilla de noche, vio que eran las tres de la madrugada. Iba bebido y se dejo caer sobre la cama boca abajo. En el instante de caer dio un gemido y se quedo inconsciente sin que nada, excepto un leve tic-tac del despertador, alterase el silencio. La luz se quedo encendida y tenia una palidez facial estremecedora. Nadie sabia que estaba alli completamente solo y tal vez fuese a morir en esa condicion. Los que lo juzgaban no habrian podido leer sus sentimientos reales, pero el tampoco. Ahora yacia en un sopor que fue breve. Se desperto de repente y al mirar de nuevo el reloj vio que habian pasado treinta minutos, solamente treinta. Los truenos se oian ahora con mas fuerza, los cristales de la ventana empezaban a albergar las primeras gotas de agua, las cuales resbalaban por el cristal igual que el sudor por su frente y las lagrimas que brotaban de sus ojos por las mejillas, tan descoloridas, bajo unos ojos de mirada doliente tras el verde claro. Abrio el minibar, cogio una botella de whisky y se lleno un vaso a la mitad. Recorrio la habitacion del hotel como un oso enjaulado, con el vaso de Whisky en la mano, dando pequenos sorbos, temblando de pies a cabeza. Tenia el pelo castano con restos de gomina y algo desgrenado, llevaba una chaqueta y un pantalon azul oscuro manchado, tambien los zapatos por restos de vomito. La camisa era blanca, estaba sucia y le faltaban varios botones, del cuello le colgaba una corbata desanudada, un extremo por cada lado. De repente estampo el vaso contra la pared encolerizado y el estruendo lo encolerizo todavia mas. Dio un fuerte punetazo con el puno derecho a la mancha de Whisky que habia tenido la pared hiriendose los nudillos que acabaron ensangrentados. Gritando de dolor se restrego frenetico los nudillos por la camisa, anadiendole tonos rojizos, lo que no hizo mas que aumentar su colera hasta romper a llorar. Hablaba entre sollozos profiriendo frases incoherentes a la vez que se arrollaba un panuelo en los nudillos. Se dejo caer sentado en el suelo con las piernas estiradas, jadeando, llorando con cara de asustado; se quedo como extraviado mirando la puerta de la habitacion. Se llamaba Hector y ni siquiera eso tenia claro, la vida lo estaba ahogando, creia. Cerro los ojos y los abrio de nuevo arrugando el ceno. Lo repitio tres veces mas deseando que un espiritu nocturno velase por el, aunque mas bien seria el mismo monstruo que habitaba debajo de su cama cuando era un nino. Proyectaba una sombra fantastica sobre la pared que no era mas que una caja de carton agujereada. Los anos habian volado y ahora el mismo era una figura prisionera del resplandor de algunos relampagos. Abrio la puerta de la habitacion, la 708, dejandola entornada; se precipito hacia la escalera con pasos vacilantes aferrando la botella de whisky que habia cogido. Subio medio a tientas el primer escalon para no dar la luz y que alguien lo descubriese, pero se encendio automaticamente. Continuo subiendo a grandes zancadas lo mas rapido que pudo hasta alcanzar la azotea. La puerta tendria que haber estado cerrada pero no tenia cerradura, parecia como si estuviera arrancada y habia manchas de yeso alrededor. Como pudo empujo la puerta, la traspaso hasta notar un viento de tormenta, el que antes hubo susurrado en los arboles. La tormenta la tenia encima y el viento le daba en la cara, tambien el reflejo parpadeante de los relampagos que resonaban con toda su fuerza como una maravilla de la naturaleza que no transigia con la maleza de antenas wifi, las cuales ondulaban en un angulo pronunciado, viendose amenazada su endeble verticalidad. Hacia gestos con una cara de enloquecido, como drogado, contrayendo las mejillas sin poderlas controlar; en sus ojos se reflejaba un profundo deseo de enloquecer todavia mas. <>. Avanzo hacia el centro de la azotea, la lluvia caia ahora abundante, empapandole por completo, la sangre seguia brotando de sus nudillos y la que tenia en la camisa se diluia emborronandola. Su cara empapada disimulaba el lloriqueo que no podia cortar, sintio frio y se levanto las solapas de la chaqueta inutilmente. Sus infortunios pasaron del llanto al lamento cuando cruzo hasta llegar al antepecho de la cornisa. Era una altura de doce pisos mas la azotea trece. A Hector le temblaban las piernas con mayor violencia y su jadear coreaba cada trueno, su cara seguia resplandeciendo en el relampaguear cada vez menos intermitente, sus ojos resaltaban desorbitados. Se quito la chaqueta y la lanzo al vacio quedandose en el antepecho. Completamente empapado salto a la cornisa pero no miro hacia abajo, no se atrevio. La desesperacion lo acometio sin ninguna clase de misericordia, sintiendose paralizado pero decididamente dispuesto a terminar con ese pesar etereo. Sintio vertigo y nauseas, panico, pero tambien una ira desmandada y una tristeza penetrante. En un arrebato decisivo extendio los brazos como si fuese a saltar de un trampolin y cerro los ojos. --?Me dejas ver como lo haces? --sono una voz que clamaba a su espalda y que lo interrogo en japones. --?Quien anda ahi? --pregunto Hector en un idioma que no dominaba mucho. Bajo los brazos y se dio la vuelta. --Alguien que esta de paso --le contesto la figura de un hombre cuya cara no se veia por la penumbra y la lluvia insistente. --?Que hace usted aqui? --quiso saber Hector tratando de ver al hombre aquel; se quitaba el agua de la cara dandose zarpazos como un gato. --Nada, solo quiero mirar --dijo el hombre. La lluvia caia torrencial, una rafaga de agua le impidio decir nada a Hector y le chorreo por el pelo, las orejas, la nariz, y finalmente por el cuello de la camisa. Dio un traspie que casi lo hizo caer de espaldas. El retumbar de los truenos iba en aumento. --!Maldita sea! --grito Hector. --?Vas a hacerlo o no? --la voz de aquel hombre sono impertinente. Hector grito y volvio a gritar que se marchara de alli, que lo dejara en paz. Aun sentia la adrenalina en su cuerpo y le aumento porque alguien, un chiflado que no podia ver bien, lo estaba provocando. Pero no tenia ningun sentido que alguien pudiera estar en la azotea en medio de una tormenta y menos justo cuando iba a… poner fin a todo. --Mi jodida borrachera, si, eso es, !desaparece de mi vista! --Hector se cogio de las sienes, cerro los ojos y los abrio por reiterada vez. El viento gimio provocando mas rafagas de agua, mientras el hombre salia de la oscuridad. Iba tan empapado como Hector, debia de tener mas de cincuenta, aunque no se le veia bien, de mediana estatura, vestido con unos vaqueros y un chubasquero rojo, con la capucha puesta; lo estaba mirando y su mirada era penetrante, no la apartaba para nada, ni siquiera parpadeaba a pesar de la lluvia. --Desde luego que estas bebido, pero quiero verlo --dijo el hombre. --?Ver, que? !Dejame en paz! --Como lo haces, simplemente. --Pero ?que dices? !Que te largues! --Hector levanto el puno amenazante; era el derecho, se le cayo el panuelo al suelo deshaciendose los coagulos de las heridas en los nudillos. Sangro de nuevo. --No importa lo que yo diga --dijo el hombre. Hector no sabia que responder, unicamente se lamia el bigote como si quisiera escurrirlo. Bajo el puno. El hombre se le acerco y anadio: --!Acaba de una vez! --!Largate! !Largate de aqui! !Dejame! --No esta bien que me hagas perder el tiempo. --Estas completamente loco, seas quien seas, !completamente loco! El hombre guardo silencio, pero no dejaba de mirarlo y se le acerco aun mas. --!Quedate donde estas! --grito Hector, la voz le temblaba. El hombre no le hizo caso, sorteo el antepecho situandose junto a Hector. --Seguro que no has mirado abajo --le dijo el hombre. Era cierto que no habia mirado abajo, como si la decision no la hubiese tomado de verdad. Miro al rostro de aquel hombre y se le antojo sereno, sin que hiciese muecas por el viento y la lluvia que vapuleaba sus rostros sin piedad, ni tan siquiera pestaneaba. No era como el que constrenia la frente, los ojos y ambas mejillas, dando la impresion de estar ahogandose en un vaso de agua. --No vas a poder ayudarme --conjeturo Hector. Seguia sin mirar abajo. --?Ayudarte? No, no tengo esa intencion. --Debes ser… de seguridad… si, del hotel --dijo Hector--. Si, claro, has venido a impedirlo -- senalo a la calle--, pero tu que sabras… !No te metas donde no te llaman! Hablaba como si estuviera constatando un hecho, decia lo que pensaba como si fuera verdad. De fondo, la tormenta seguia estremeciendo el lugar. Hector veia como los relampagos se reflejaban en la cara del hombre. Pero la suya reflejaba un miedo terrible, miedo a decidir, a caer, a ser rescatado, o tal vez a ser ignorado por aquel extrano, quien se echo a reir a carcajadas. Sin dejar de reir cogio a Hector por los hombros y lo obligo a darse la vuelta hacia la calle. Casi se cae de espaldas por la sorpresa antes de que lo cogiera. --!Mira! --le dijo, sin soltarle los hombros. Hector quiso retroceder pero el hombre se lo impidio; tenia mucha fuerza. --Mira abajo --le insistio

  • Manana te toca a ti de Stefan Ahnhem

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    VEINTE EXCOMPANEROS DE CLASE.

  • Desafiando a Kilian Reinhardt (Hermanos Reinhardt 1) de Velvet Black

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    ?Una Historia de Sexo o Una Historia de Amor?

  • Ausencia de Tania Sexton

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    Me llamo Alejandra Pacheco Cortes. Desciendo de mexicanos, que, a su vez, descienden de espanoles, pero he nacido en California, y soy. perfecta.
    No lo digo yo, lo ve cualquiera, sobran las palabras. Pero si mi cuerpo y mi rostro son perfectos, mi cerebro es superior.
    He conseguido muchas cosas, la mayoria con sacrificio y trabajo. otras. con planificacion y sangre fria; pero ahora, toca el siguiente paso. Ya estoy preparada, y lo estoy porque lo he encontrado. Es el, a quien deseo por esposo, el hombre con el que formare una familia, y sera mio sin lugar a dudas, eliminando cualquier obstaculo, cualquier impedimento que surja.
    Espero no equivocarme. Hasta ahora, no me ha pasado.
    Yo soy la que planifico mi futuro, igual que planifique el pasado.
    Yo soy la que decido.
    El libre albedrio me pertenece.
    Y la ausencia de sentimientos me hace mas fuerte.
    ?No te lo crees?
    Preguntaselo a mi familia.

  • Coffee Sugar. Un lugar para empezar de Ariadna Baker

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    La vida de Valeria transcurre de lo mas tranquila, dedicada en cuerpo y alma a regentar la pasteleria que acaba de inaugurar junto con su novio, Edu. De la noche a la manana, el toma de la decision de marcharse con otra mujer, dejando a la joven con el corazon roto y al frente del pago de numerosas deudas.

  • Quiero guasavi de Cristina Busto

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    Alicia es un poco descerebrada, tiene un trabajo que ni fu ni fa y es de las que actua y luego piensa.
    Biel es padre, ronda los cuarenta y esta calvo. Vale que es arquitecto y tiene un cuerpazo, pero hasta el momento, su vida no era muy interesante.
    Ella vive con Sebi, y dos companeros mas, en casa de Biel. Pero el no lo sabe, piensa que ha alquilado su preciosa casa a dos prometidos enamorados. ?Te imaginas que puede pasar si se entera?
    Son dos caracteres opuestos que no pegan ni con cola, pero el caprichoso destino y un amigo con ideas de bombero, haran que sus vidas se crucen y cambien.
    ?Quieres saber porque la vida es mas divertida en Converse y subida a una Vespa? ?Por que, a veces, las cosas que pensabas que no encajaban en tu vida de repente lo hacen?
    Y, sobre todo, ?Quieres saber por que quiere “guasavi”?

  • El rey ante el espejo de Ana Romero

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    Esta es la cronica del primer trienio de Felipe VI, que reina en el momento mas convulso de la democracia. Cuatro retos en cuarenta meses: salvar el trono que heredo de su padre, romper con su hermana mas querida, funcionar diez meses sin Gobierno y hacer frente al peligro de la desintegracion de Espana. En la batalla lo acompana la reina Letizia, la primera consorte plebeya de la historia, la experiodista que captura el imaginario colectivo hasta convertirse en una Maria Luisa de Parma contemporanea. Mitos, topicos, prejuicios y fobias rodean a esta mujer hieratica en constante transformacion fisica que libra su propia pelea en una sociedad cada vez mas mediatizada. El nuevo rey se mira en un espejo en el que ve muchas sombras. La de Juan Carlos I, cuyo legado aun fresco se proyecta en una cohabitacion dificil con su hijo. La de algunas mujeres que se quedan en el camino, como la reina Sofia, las infantas Elena y Cristina o Corinna. La de un personaje oscuro, el excomisario Jose Manuel Villarejo, que busca un tesoro en la carrona real. Hay intrigas y traiciones, desgarros y aciertos en este relato shakespeariano en el que late la hipersensibilidad emocional que rodea a Felipe VI, el primer rey constitucional de nuestra historia, un hombre frio y obstinado que quiere preservar la Corona para su hija Leonor tanto como su propia esposa. A diferencia de su bisabuelo, su abuelo y su padre, este rey esta decidido a no renunciar nunca al trono de Espana.

  • Contigo en la Tempestad de Lorena Cervantes

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    Es la historia de dos jovenes que se enamoran a pesar de pertenecer a clases sociales diferentes, en una sociedad llena de prejuicios rodeada de intrigas, secretos, medias verdades, y traiciones, lo que hace que su amor se bambolee como lo hacen las olas del mar.

  • Las islas de Poniente de Julio Alejandre Calvino

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    Alvaro de Mendana parte del Peru a la conquista de las islas Salomon y el descubrimiento de las Regiones Australes al mando de una flota. Un aprendiz de cirujano, preso de la justicia virreinal, se enrola, para escapar a su condena, en uno de los navios: la nao Santa Ysabel. A bordo tambien viajan la dama por cuyo amor habia sido apresado; un marinero fanatico que, iluminado por una vision, confecciona una lista de los bienaventurados que se habran de salvar en la travesia, y una tripulacion de soldados y marineros, mujeres recatadas, atrevidas busconas, hidalgos aventureros y familias de colonos, todos en busca de fama, fortuna y una vida mejor en el otro confin del mundo. Pero en medio del Pacifico una sublevacion contra el capitan hace que la nao cambie el rumbo, se separe de la flota e inicie un viaje tan incierto como apasionante por mares y tierras desconocidos. Las islas de Poniente es una apasionante novela de viajes y descubrimientos --entre ellos, el del continente australiano--, pero tambien una historia marcada por las traiciones, los crimenes, las penurias y las aventuras de un punado de expedicionarios que, perseguidos por una fatidica profecia, luchan por el poder, la codicia o la mera supervivencia.

  • Por un simple cafe de Maria Santos

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    El sol ilumina desde el celeste cielo la gran ciudad que, despierta ya a esas horas, se prepara para el acontecimiento que tendra lugar. Las aves se pasean con majestuosidad por las calles, el aroma que desprenden las primeras flores de la primavera inunda cada rincon de la ciudad donde una joven pareja comienza los preparativos para su gran dia. Los nervios, las prisas y los detalles de ultima hora enmarcan el final de 7 meses de larga espera. El momento ha llegado. Las notas del Canon de Pachebel comienzan a sonar por todo el lugar. La novia inicia la marcha. A los pies del altar un nervioso novio espera impaciente para convertirla en su mujer. El padrino avanza orgulloso por el engalanado pasillo de la iglesia, la novia lo acompana con la mirada depositada en su futuro marido. – Hermanos estamos aqui reunidos para unir en santo matrimonio a estos dos jovenes que con seguridad y firmeza aceptan hoy delante de sus seres queridos convertirse en marido y mujer. La ceremonia transcurre entre emociones contenidas, llantos silenciosos y nervios ocultos. El momento tan esperado para la pareja llega. Los dos de pie y mirandose a los ojos se disponen a realizar los votos matrimoniales con los que sus vidas quedaran unidas. – Tu Sergio tomas a Natalia como tu legitima esposa en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. – Si quiero- dijo Sergio con una gran sonrisa dibujada en su rostro. – Tu Natalia tomas a Sergio como tu legitimo esposo en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. Un largo silencio se hizo tras las palabras del sacerdote, un silencio roto solamente por el murmurar de los alli congregados temerosos de lo que estaba a punto de pasar. La novia continuaba en el mas absoluto de los mutismos cuando en un rapido movimiento empezo a correr por el gran pasillo, para desde la puerta decir dos unicas palabras que desgarraron el corazon del joven enamorado. – No puedo. Sergio desperto de golpe. Finas gotas de sudor se dejaban guiar por la gravedad a traves de su rostro. Su respiracion todavia agitada esperaba para recuperar su ritmo normal. Aquella pesadilla se presentaba cada noche como un cruel invitado dispuesto a colarse en sus suenos para entorpecer su descanso. Sergio se resigno a no dormir una noche mas y se levanto a refrescarse un poco en el bano. La imagen que observo en el espejo era la de un hombre demacrado, aplastado por los golpes de la vida que se habia dejado hacer sin luchar, desde hacia casi tres anos no se reconocia cuando se miraba al espejo. Aquel joven alegre, lleno de vida, que siempre veia la vida de forma objetiva habia dado paso a un ser infeliz, rabioso con el mundo que acababa por pagar su amargura con todo aquel que se le acercase. La noche, como todas aquellas en las que el insomnio ganaba la batalla, se presentaba larga y tediosa. Como otra noche mas se dirigio a uno de los dormitorios de su casa. En aquella habitacion, decorada en tonos pastel, dormia en una pequena cama una nina de apenas 3 anos, que con una sonrisa en la boca se deja guiar por el magico mundo de los suenos entrando en reinos fantasticos, mezclandose con principes y princesas, hadas y magos, castillos y grandes barcos piratas e introduciendose en mil y un aventuras. Su padre la mira con ternura desde la puerta. Ella es lo unico bueno que le ha quedado de aquella historia que termino con sus ilusiones, con sus alegrias, y en definitiva con el hombre que una vez fue. Ahora solo vivia por y para ella, para aquella pequena de ojos verdes cual esmeraldas que sin articular palabras habia conquistado su corazon hacia casi 3 anos. – Nadie volvera a jugar con nosotros. No dejare que vuelvan a hacernos dano- prometio Sergio a su hija, promesa que repetia cada noche desde hacia practicamente tres anos. Sergio volvio a arropar a su pequena y salio del cuarto en direccion a su despacho, rendido a pasar otra noche mas en vela. A varias manzanas de alli, en un pequeno apartamento alejado del centro de la ciudad, una joven se sienta frente al televisor con la esperanza de que los programas dirigidos a noctambulos hagan efecto somnifero y el sueno vuelva a instalarse en su mundo. Sus cabellos negros recogidos en una desalinada coleta y sus ojos del color del carbon abiertos como platos desvelan el insomnio que la invade. – ?No piensas dormir?- dice una joven acercandose al sofa. – No queria despertarte. Lo siento pero no puedo dormir. – Es por lo de manana. Leire no te preocupes que seguro que te cogen. – Ya, pero no puedo evitar estar nerviosa. Sabes que necesito el trabajo, ese dinero es la unica forma de poder pagarme la universidad y ya llevo unos anos de retraso como para seguir posponiendolo. – Mira si no quieres dormir alla tu como, pero yo me voy a la cama. Y no te preocupes en serio que conozco a Pablo Aguilar, el tio que lleva las contrataciones en mi revista y es un tio guay, seguro que te contrata. – Gracias por conseguirme la entrevista, ya se que solo es de camarera pero algo es algo. – Si de verdad quieres agradecermelo baja el volumen anda, que yo si quiero dormir. La conversacion termino con un cojin volando derecho a la cabeza de su companera de piso, que solo deseaba dormir tras un dia de trabajo. Leire continuo en el salon pensando en sus suenos, poder convertirse en una periodista de renombre era algo que anhelaba desde la mas tierna infancia y ahora gracias a ese trabajo de camarera en una revista puntera podria pagar las matriculas de la universidad y hacer realidad su sueno. CAPITULO 2 Por la manana Leire se preparo para su entrevista de trabajo. Desayuno cuanto pudo ya que los nervios le habian cerrado el apetito. La entrevista seria para un puesto de camarero en la revista Pasarela una de las revistas de moda mas importantes del pais. Leire estaba contenta ya que aunque solo fuera como camarera entraria a trabajar a una gran revista de moda y podria conocer de primera mano los entresijos que se encierran en una redaccion. Rocio, su companera de piso era redactora de la revista e intentaba calmarla hablandole de la gente de la empresa, de los companeros, pero aun asi Leire sabia lo que se jugaba y por ello estaba tan nerviosa. – Tu tranquila Leire. La gente en la revista es muy maja. – ?Incluso Arturo?- dijo Leire con sarcasmo conocedora del jueguecito que se traian ella y su companero Arturo. – Arturo es territorio prohibido senorita- dijo Rocio siguiendo el juego- Aunque no te lo creas hay un buen ambiente en la revista. Mira la mas estirada seria Mercedes, del departamento de marketing, pero incluso ella es simpatica cuando quiere. Todos son amables, agradables y...bueno deberia decir todos menos Sergio. – Sergio ?ese es el hermano de la estirada Mercedes? – Si, el redactor jefe y mi mas inmediato superior. Es un amargado. – No sera para tanto. – ?No? Yo llevo trabajando en la revista cerca de un ano y no lo he visto sonreir ni un solo dia. Su hija lo aguanta porque solo tiene 3 anos y no le queda mas remedio, sino ya se hubiera emancipado. – Bruta- dijo Leire al oir el comentario de Rocio. – Bruta no. Cuando entre a trabajar me contaron un poco la historia, al parecer su mujer y madre de la cria le abandono hace unos anos. Claro que si yo estuviera casada con ese muermo tambien saldria corriendo. – Seguro que no es para tanto. Y venga que al final con tanta charla me vas a hacer llegar tarde. ******************************************************************* – Venga cielo un poquito mas y terminamos. – No... – Vamos Arancha esta cucharada y ya ?vale? La nina acerco su cara hasta el utensilio y abriendo la boca se termino el desayuno. – Muy bien, ahora mientras papa recoge esto ves a por la mochila, que tenemos que ir a la guarderia. – Con Pilu...- grito la nina. – Siii. Venga corre- dijo Sergio mientras recogia el tazon del desayuno de su hija. La nina llego corriendo con su abrigo y la pequena mochila que llevaba cada dia a la guarderia con todo lo que pudiese necesitar: una muda de ropa y un panal por si acaso, toallitas, el almuerzo y agua. – Arancha, no corras que te vas a caer. Ven que te ponga el abrigo. – Y uego amos a ve a la titas Merce y Ana. – Claro que si- dijo Sergio besando a su hija. Sergio cogio a su hija en brazos y se marcho con ella dispuesto a comenzar otro dia de rutina en su vida. Tras dejar a su hija en la guarderia, Sergio se dirigio a su despacho. La revista se encontraba en un alto edificio situado en una de las mejores zonas empresariales de la capital. Nada mas entrar en su despacho se dejo caer en su silla con la intencion de relajarse un poco antes de ponerse a trabajar, cosa que le fue imposible al entrar su amigo Arturo. – Macho vaya cara traes. Dejame adivinar, otra noche sin pegar ojo. – Tanto se me nota. Esa maldita pesadilla se repite noche si, noche tambien. Y no lo entiendo, podria tomarmelo como un recuerdo mas pero en el sueno Natalia y yo no llegamos a casarnos, sin embargo en la vida real si que nos casamos y fuimos matrimonio durante cerca de 2 anos. – Quizas deberiamos leer uno de esos libros para conocer los significados de los suenos, igual si entendieses el sueno dejaria de repetirse. – Si o podriamos hacer una ouija, invocar al gran Sigmund Freud y que lo descifre el. Asi me ahorraria el dinero del libro. Arturo no me digas que crees en esas cosas. – Solo era una idea, pero tranquilo que dejo el tema. Macho desde que te dejo Natalia eres un autentico aguafiestas. No se porque sigo siendo tu amigo. – Pues largate tu tambien- dijo Sergio con tono enfadado- tampoco te necesito- dejo los papeles que tenia en la mano y salio del despacho en direccion a los ascensores. – Sergio- grito Arturo sin poder evitar que su amigo se marchase. Poco despues entraban en la revista Rocio acompanada de Leire. Al ver a Arturo sentado en la cafeteria con semblante preocupado ambas se le acercaron. – Buenos dias- dijo una alegre Rocio. – Buenos dias- respondio Arturo de manera automatica. – Menos entusiasmo por favor, que me abrumas. – Lo siento Rocio pero es que creo que he metido la pata con Sergio. Esta muy susceptible y a veces se me olvida. – Con ese hombre es dificil no meter la pata, no entiendo porque sigues siendo su amigo. – Rocio no seas cruel. Sergio es un buen tipo solo que esta pasando por una situacion complicada, pero cuando salga del bache y vuelva a ser el que era tendras que pedirme perdon. – Yo a ti te pido lo que sea, sabes que me encantan las reconciliaciones- dijo Rocio picaramente- Uy que descortes soy, mira Arturo te presento a mi companera de piso y mejor amiga Leire Garces. Con suerte se incorporara a las filas de Pasarela como nuestra nueva camarera. – Encantado- dijo Arturo dandole dos besos a Leire.

  • No puedo creer que no me quieras de Nunila De Mendoza

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    Ella, la mas bonita, la mas vivaz, la mas intrepida.
    El, el mas guapo, el mas atleta, el mas bacan.
    Dos jovenes destinados a ser novios, amantes y esposos.

  • Robinson Crusoe de Daniel Defoe

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    Despues de ser apresado y convertido en esclavo en Africa, como consecuencia de un naufragio, Robinson Crusoe llega a una isla deshabitada cerca de la desembocadura del rio Orinoco y se enfrenta al reto de crear un nuevo modo de vida, partiendo de cero.

  • Y si tu me olvidas (Alana 1) de Iris Romero Bermejo

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    Primera entrega de la trilogia <> que hara las delicias de los lectores.

  • Lo que encontre cuando te perdi [LGBT] de Fabian Tapia

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    La vida de Zile Thorn se esta cayendo a pedazos y su unica forma de sobrellevar el dolor es destrozando a la unica persona que lo habia hecho sentir completo. Hasta ese fatidico accidente en un concurso de ballet cuando Rob Hilsen se equivoco en su melodia y le ocasiono el retiro perpetuo de las pistas. Su relacion -una en la que no cabian las pesadillas- ahora se ha vuelto tormentosa volcada en ese precipicio de rencor, lagrimas y canciones rotas. Zile no solo no podra volver a bailar, sino tampoco volver a amar, pues lidiar con ese abismo le resulta abrumador y prefiere cobrar venganza rompiendo un corazon en todas sus formas posibles.

  • 7 Historias para una tarde de verano de Jossy Loes

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    Las tardes de verano dan para mucho y creo que en eso me dareis la razon, comenzando con una siesta tostandote al sol tratando de que aparezca ese moreno que te han pedido para el posado del Hola… !Vale!, me he pasado un poco. Lo que si es cierto es que en esas largas tardes disfrutamos de la compania de amigos y momentos llenos de diversion y complicidad.
    Los veranos cambian el animo a todos, reimos, nos vamos de fiesta, viajamos descubriendo parajes maravillosos y, tal vez, terminamos topandonos con esa persona que nos mueve todo nuestro mundo. Es lo que tiene la estacion mas calida del ano, en otra epoca se prestaba para que los bailes fueran el momento perfecto para aquellos que sentian a su corazon palpitar mas rapido de lo normal, pudiesen reencontrarse.
    Es el tiempo de atardeceres con ese primer amor el que mas de uno se vuelve un tanto tonto o ese anochecer tan esperado cenando con una brisa que nos cobija, adelantando lo que sucederia en las horas siguientes, descubriendo la pasion enardecida de dos cuerpos que se unen para vivir una historia inolvidable.

  • Historias extranas de Japon, Ana Traves de Ana Traves

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    Desde tiempos antiquisimos, los monstruos y seres sobrenaturales han formado parte del folklore y la supersticion de todas las culturas de nuestro planeta. En la mayoria de los casos, estas criaturas se han ido transformando de generacion en generacion, pasando de ser verdaderamente temidas a simplemente leyendas bonitas y curiosas de recordar. La legendaria cultura nipona no iba a ser menos, contando con una gran variedad de criaturas mitologicas. Algunos de estos seres son terrorificos y, ademas de asustar, buscan danar a los humanos. Otros son representados como criaturas encantadoras, amables y guardianes de la naturaleza. Es a estos seres a los que dedico estas historias.

  • Susurrame al oido otra vez de Chris Razo

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    Hace casi seis meses que me fui de mi casa, y no hay ni un solo dia que no lo eche de menos. No solo a mi casa, a mi gente, tambien a el. No hay dia que no desee con todas mis fuerzas volverlo a ver. Hace meses le bloquee del WhatsApp, pero sigo viendo su foto El tiempo pasa, pero mis sentimientos por el no se van. Mis temblores casi han desaparecido. Sigo en terapia, y mi padre...bueno mi padre me esta ayudando mucho. Viene casi todas las semanas a verme. Hemos conseguido sincerarnos el uno con el otro, y supongo que ha logrado perdonarme. No hablamos casi nunca de Marc. Evita el tema por todos los medios. Aunque el sabe lo que quiero oir y siempre me dice que Marc esta bien. Se que tome la mejor decision al irme, y aunque tan solo estoy a veinte kilometros de el, parece que fueran mucho mas. Dentro de un mes cumplo los diecisiete, y quiero volver a casa. Mi padre no esta muy de acuerdo con eso, pero yo quiero celebrar alli mi cumpleanos, aunque luego tenga que volver aqui. Siento la necesidad de volver a verle. No se como reacciono cuando me fui de casa, ni siquiera se si me echara de menos, pero necesito algunas respuestas, pero sobre todo necesito saber si mis temblores siguen si estoy cerca de el. Decido contarle lo que tengo pensado a mi terapeuta. Me dice que puede ser bueno que vuelva a enfrentarme a la realidad, pero que tambien puede ser que las cosas empeoren. Me dice que eso es una decision que solo yo puedo tomar, y tiene toda la razon. Ni siquiera mi padre puede meterse en eso. Se cuanto le duele lo de Marc, aunque no lo diga, lo veo en sus ojos. Pero es hora de afrontar los problemas. -Papa, quita esa cara. Todo esta bien. -?No podemos celebrar tu cumpleanos en otro sitio? -?Y que mejor sitio que mi casa? -No lo entiendo. -Si lo que te preocupa es Marc, puedes estar tranquilo. Todo va a estar dentro de la normalidad. -Quizas seria mejor que el no estuviera. -La terapeuta me ha dicho que lo mejor es afrontar las cosas. Llevo siete meses sin verle, y necesito saber si mis temblores estan curados. -?Le sigues queriendo? -No quiero hablar contigo de eso. -Nunca hemos hablado de eso. Y creo ya va siendo hora. No eres una nina ya carino. -Claro que le quiero papa, irme seis meses a veinte kilometros de el, no ha hecho que deje de quererle. Solo ha dejado de doler tanto, nada mas. -No creo que verle te haga bien. -La solucion no es seguir huyendo papa. Ademas, segun tu, las cosas con el estan como siempre. Era lo que el queria. No perder tu amistad. -Y no la ha perdido, pero no quiere decir que yo este de acuerdo con lo que ocurrio. -?Te has dado cuenta que en siete meses no me has hecho ninguna pregunta? -Quizas sea porque no quiera escuchar las respuestas. -No puedes quedarte con eso dentro. Se que tienes muchas cosas que decirme. Estoy dispuesta a escucharlas. -No creo que sea bueno remover ese tema. -Los dos lo necesitamos. -Mira hija. Estos meses han sido muy duros. No puedo sentarme a hablar contigo como si no me importaran las cosas. He tratado de dejar el tema a un lado, porque lo que mas me importaba es que tu estuvieras bien, pero duele. -Para mi tambien es doloroso, pero si nunca nos enfrentamos a ello, seguira doliendo. -?Por que nunca me lo contaste? -?Y que querias que te dijera? ?Que me gustaba tu mejor amigo? ?Acaso me hubieras escuchado? -Si me lo hubieras contado, quizas las cosas podrian haber sido distintas. -?Crees que porque te lo hubiera contado hubiera dejado de estar enamorada de el? -!Es que no entiendo el enamoramiento! Uno se enamora cuando convive, cuando esta con a otra persona, cuando la conoce. -?Eso crees? Yo me enamore de el cuando le vi sonreir, cuando de su boca solo salian buenas palabras hacia mi, cuando me cuidaba, me protegia, cuando me miraba papa. ?Tu te enamoraste de mama cuando te fuiste a vivir con ella? Siempre has dicho que lo vuestro fue amor a primera vista. -Lo de tu madre nada tiene que ver con esto. -Claro que tiene que ver papa. Porque al igual que mama y tu, lo nuestro era un amor sincero, el unico problema es que vivimos en una maldita sociedad que tiene la cabeza cuadriculada. Que la gente tiene que estar separada por edades. No puede haber un modelo distinto de familia, al que ya esta establecido, pero ?quien marca las reglas? ?Acaso hay que pedir permiso a alguien para enamorarse? Se que te duele mucho mas porque es tu amigo, pero yo no lo elegi papa. Aunque no tienes de que preocuparte. El no me eligio a mi. Te eligio a ti. – Mi padre comienza a tocarse el pelo. Esta nervioso. -El no me eligio a mi. -Si papa. Decidio que para el era mucho mas importante tu amistad, que el poder estar conmigo. -Creo que eso no fue lo que ocurrio. ?De verdad no ves lo que pasa entre vosotros? !Nadie en su sano juicio se plantearia una relacion con una nina de dieciseis anos! -?Y por que no? Si los dos se quieren, ?que importa lo que piense la gente? -Daniela, no sabes nada de la vida. -Se mucho mas de lo que piensas. Solo quiero que sepas que yo he renunciado a el porque es un maldito cobarde, que no ha sido capaz de afrontar tus sentimientos, porque, aunque te cueste creerlo, el si me queria. Pero es un cobarde que prefiere callarse para no afrontar lo que realmente siente. Asi es el. Eso es algo que nunca podre perdonarle. -Es mejor asi. ?Que crees que iba a durar esa locura? Solo te hubiera hecho mas dano hija. -No sabes nada. No sabes lo que es quererle y tener que alejarme de el, porque cuando veo que no le importo, creo que voy a morir. Me falta el aire, y me duele. -Lo entiendo. -No entiendes nada. Si lo hubieras entendido... -?Si lo hubiera entendido te hubiera echado a sus brazos? -No. -Yo no soy el culpable en esta historia. Entiende que lo mejor es que te hayas alejado de el. Tienes que hacer tu vida. -Vale papa. Pero, yo decido lo que hago. Y quiero volver a casa por mi cumpleanos, eso no puedes prohibirmelo. Igual que no le puedes obligar a que se vaya de casa. -Si es lo que quieres no lo hare. Solo quiero que seas feliz. Ahi se acaba nuestra conversacion. Tantos meses para hablar de ello, y me he dado cuenta de que no hemos resuelto nada. Todo sigue igual. Mi padre sigue creyendo que lo mio con Marc, no es mas que un arrebato de nina pequena. Despues de siete meses, volvere a mi casa. Solo por unos dias, pero para mi sera el comienzo de una nueva vida. Sabre si todo sigue igual, o si el estar lejos ha valido la pena. 2 Hace meses que sueno con este momento, y por fin ha llegado. Tengo la maleta preparada, y estoy lista para volver a casa. Manana es mi cumpleanos, y espero que sea un dia inolvidable, Hace dias que no concilio el sueno. Me pregunto como sera volver a casa. Si estara el alli, si nos saludaremos. Tengo tantas preguntas. -?Estas lista hija? -pregunta mi padre. -Si. Ya voy. Me monto en el coche. Estoy a tan solo veinte minutos de ti. Tengo miedo de mi reaccion al verte, pero no puedo negar que me muero por hacerlo. En poco mas de veinte minutos, estoy subiendo las escaleras de mi casa. Mi padre abre la puerta, y el corazon me da un vuelco. Entro. Todo esta como siempre, el mismo olor, las mismas cosas. Todo sigue igual. -Voy a bajar un momento. -Vale. Yo voy a colocar las cosas. Entro en mi habitacion, dejo la maleta. Paso por el pasillo, y me paro en su puerta. La rozo con los dedos, toco el pomo, estoy a punto de abrir la puerta, cuando mi padre me dice: -No esta. -?Se ha ido? -No. Esta trabajando. Yo tambien tengo que irme. Vendre por la noche. Espero que... -Puedes estar tranquilo papa de verdad. -Sabiendo que estas aqui es imposible estar tranquilo. -Se acerca a mi y me besa en la mejilla. -Nos vemos luego. ?De verdad piensa que despues de siete meses sin vernos, el se va a tirar a mis brazos? Mi padre ha visto demasiadas peliculas. Ni siquiera se si sere capaz de saludarle. En cuanto que recojo todo, llamo a mis amigas. Me muero de ganas por verlas. Hemos estado en contacto todos estos meses, pero echo de menos abrazarlas. Quedamos en casa para cenar, y contarnos todo.

  • Rosa Primitiva de Ele Serfstone

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    La historia transcurre en el verano del ano 2041, en un pueblo ficticio llamado Rosa que se inspira en una comunidad rural ubicada en lo alto de la Sierra Madre Occidental, al norte de Mexico. En el lugar se dedican al cultivo y tala de madera de una especie de encino geneticamente modificado, del que, entre otras cosas, se obtiene una suerte de combustible limpio en la forma de carbon. Estos son usados para la generacion de electricidad como una alternativa al escaso y contaminante combustible fosil o a la inestable fusion nuclear. Recientemente ocurrio una tragedia a nivel mundial conocida como la gran purga, en la que poco mas de un tercio de la poblacion se suicido, principalmente jovenes y adolescentes.

  • Seduccion Vengativa de Trish Morey

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    Su vengativa seduccion. !los uniria para siempre!

  • Yo soy aquel de Osvaldo Bossi

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    ABRO LOS OJOS, cierro los ojos. ?Soy un arbol o soy un nino? Soy un nino. Tengo nueve anos y esta es mi casa: cuatro paredes de madera y un techo de carton, nada mas que eso. El bano esta afuera y es casi lo mismo. Cuatro tirantes y un par de chapas y una cortina de tela. Abro los ojos, los cierro. Que mas, que mas... En el fondo hay un arbol de eucaliptus, la bomba de agua, un patio de tierra, un caballo que se llama Tornado, y el carrito de mi papa. Si llueve se escucha la lluvia, pero ahora no llueve. Las chapas duermen su sueno tranquilo despues de soportar, todo el dia, el sol del verano. A veces crujen un poco, como si estiraran las piernas, pero en general estan dormidas o mirando la noche. Acostado en mi cama, las miro. ?Estoy dormido o estoy despierto? La luna, desde la ventana, me mira y se sonrie. ?Es importante eso? La miro y le digo que no. Creo que no, le digo. Luego pasa un mosquito, zumbando. Chau, nos vemos otro dia, me dice, de refilon y a las apuradas. Aca no se puede respirar... Y me senala el humo de los espirales que estan apoyados, haciendo equilibrio, cada uno sobre el pico de una botella. --Chau --le digo. Abro los ojos, los cierro. PAPA SE QUITA la camisa, apaga la luz de la cocina y vuelve a la pieza. Se acerca hasta la ventana y mira el cielo, de un negro purisimo, como una mancha de alquitran. Del bolsillo de su camisa saca un paquete de cigarrillos y el encendedor. Mama lleva puesto un camison blanco, holgado; parece una nube. Lo mira a mi papa, se le acerca. Apoya la cabeza sobre su hombro. Papa se lleva un cigarrillo hasta los labios, espera un segundo, mira por la ventana y despues lo enciende. De su boca, de su nariz, salen dos chorros de humo. Largos, espesos. Mama lo mira y luego mira la noche por la ventana. El aparta el cigarrillo de sus labios; ella se suelta el pelo, negro, hasta la cintura. El la mira, la atrae junto a si. Ella se rie. A lo lejos, se escucha el run-run de la radio y las aletas de un ventilador dando vueltas. Cierro los ojos, pero no puedo dormirme. Mama se da cuenta y se aleja enseguida de mi papa. Ahora vengo, le dice. El trata de retenerla, pero ella se aleja, se escurre, se acerca hasta mi cama. --Hola --me dice. No le contesto nada. La escucho. --Se que estas despierto. Abro los ojos. --No tengo sueno... --?Queres que te cante una cancion? --Bueno. Entonces se pone a cantar, bajito. Casi no se le escucha la voz. Papa sigue en la ventana, le da una ultima pitada al cigarrillo y le pregunta: ?Se durmio? Ella le dice que si. Me da un beso tibio, como un pajarito, sobre la frente y luego otro, sobre la mejilla, y vuelve a su lado. Al rato, me duermo. En el sueno, atravieso el cielo de una punta a la otra, como un cometa que no sabe si va a chocar contra la Tierra, o dar la vuelta y seguir su camino por la galaxia. Al verme, mi papa se sonrie. Mama apoya la cabeza sobre su hombro, como si estuviera muy enamorada o muy cansada, o las dos cosas a la vez. En eso, sin dejar de mirar el cielo, papa le senala un punto brillante que cruza la noche a toda velocidad. --Mira, es un cometa --le dice--. ?Lo ves...? Pero cuando mi mama levanta los ojos para verme, ya estoy en otra parte, muy lejos... --A donde. Parece una nina. Papa se rie. --No importa --le dice, y aspira el humo de su cigarrillo, y luego lo arroja al aire, y luego se acerca. Mama lo mira, mira esa rafaga de humo, y cierra los ojos. AL LADO DE MI CASA esta la casa de mi tia Magdalena. Y un poco mas alla, la casa de mi padrino Serafin y de mi tia Rosa. Y otro poco, pero mas lejos, la misma casilla de madera en donde viven mi tia Pirucha y el tio Carolo. Desde afuera parece una villa, pero no es una villa, porque somos todos de la misma familia, dice siempre la tia Nene, con su cara redonda, como un plato. Mama la escucha y se sonrie. Cuelga las camisas de mi papa y un solero lleno de flores azules y anaranjadas, y mi ropa, que ocupa la mitad de la soga. Cuando llega la tia Pirucha (un poco enojada, como siempre) agarra la ropa y la tira toda junta adentro del fuenton. Mama se rie otra vez. Tia Pirucha cuenta que no pudo pegar un ojo en toda la noche, con este calor insoportable, y dice una mala palabra. Es temprano. No corre una gota de aire. Cada tanto, abro el cuaderno y trato de concentrarme en la tarea de la escuela. Pero a mi alrededor todo arde, tiembla, como si no estuviera en el patio del fondo, bajo la sombra del eucaliptus, sino adentro de un panal de luz, y mis tias y mi mama fueran un punado de abejas transportando enormes carretillas de miel. En eso, tia Pirucha deja la ropa y vuelve hasta su casa y pone en el tocadiscos una cancion, a todo volumen. Es una cancion que habla de cosas tristes, pero a mi y a mi mama nos gusta. A tia Magdalena, en cambio, parece que no, porque dice que para sufrimientos esta la vida, y que mas lindas son las canciones alegres. Igual le pregunta: ?El que canta es un ciego, no? Tia Pirucha le dice que si, e inmediatamente se olvida de todo lo que esta pasando a su alrededor. Se olvida de mi mama, de la ropa en la soga, del calor, y se pone a cantar a los gritos. Yo la miro, un poco encandilado, como si todo lo que le esta pasando al muchacho de la cancion, le estuviera pasando a ella en realidad. Al verla, tia Magda se vuelve corriendo para la cocina. Mama y yo, todo lo contrario, nos quedamos mirandola, los ojos muy abiertos, como hipnotizados. A ella, y al ciego que mato a la chica de la que estaba enamorado, y ahora, en la carcel, espera ser llevado a la silla electrica. Tio Carolo se asoma por la ventana de la cocina, en cueros, con un mate en la mano, y se sonrie. A mi mama se le cae una lagrima, y enseguida la seca, con el dorso de la mano. Yo, al principio, no se que hacer; pero despues lo entiendo al ciego y pienso: Si yo fuera la chica, aunque estuviera muerta, lo perdonaria. Lo perdonaria, estoy seguro. --Lo que pasa es que sos muy bueno --dice mi mama, que lee todos, o casi todos mis pensamientos. Levanto los ojos y la miro. Sin darle tiempo a nada, como si estuviera poseido por el espiritu de la chica, le contesto, con absoluta conviccion: --No se confunda, senora, lo que pasa es que estoy... esta, la chica quiero decir... enamorada... Solo eso... ?Es tan dificil de entender? Aparentemente si, es muy dificil, ya que ella me mira, un poco aterrorizada, y sin saber que hacer, exactamente, conmigo. Si llevarme de un brazo, corriendo, fuera del alcance de mi tia Pirucha, o si pedirme que la disculpe y darme la razon. Yo aprovecho el barullo y me dejo transportar, con los ojos llenos de lagrimas, hasta el cielo, y en el cielo me abrazo con el muchacho recien electrificado. Tanto, que puedo sentir yo tambien, en mi propio cuerpo, el mismo cortocircuito. Y ahi nomas nos perdonamos, el uno al otro, y nos olvidamos de todas las cosas horribles que nos pasaron en la Tierra. ES LA HORA de la siesta. Estoy acostado en mi cama y mama en la suya, los ojos cerrados, como si estuviera dormida. A veces da vueltas para un lado y a veces para el otro, o se acurruca, o estira los brazos y las piernas como si llevara, en secreto, una incesante actividad. Yo hago todo lo contrario: me quedo quieto y pienso en el frio. Pienso en grandes bloques de hielo, y en una tormenta de nieve acercandose hasta los pies de mi cama. ?Estare dormido o despierto? Abro los ojos y miro la pieza. Miro la luz que entra por las hendijas de madera y pienso: Dormido o despierto, tengo que irme... Y antes de que pudiera darme cuenta, ya estoy afuera, en el patio. Empujo la puerta de alambre. El sol, en lo alto, como una bola de fuego incandescente. A unos pocos metros, veo la casa de mi amigo Luis. Es una casa grande, de material. Un rectangulo de pasto con algunas flores adelante; la puerta principal y la puerta del pasillo, a un costado.

  • Extranos en el tren nocturno de Emily Barr

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    Cuando menos te lo esperas, tu esposa se puede convertir en una extrana.

  • Al fondo a la izquierda de Jesus Marana

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    A las seis de la tarde del 1 de octubre de 2016 el PSOE estalla en su sede central de la calle Ferraz de Madrid. Espana entera observa con estupor un espectaculo de urnas clandestinas, insultos, llantos y amenazas, rematado con la impactante defenestracion de Pedro Sanchez, secretario general del partido. Con su salida arranca un periodo de incertidumbre cuyo efecto electoral todavia se desconoce.

  • El coleccionista de John Fowles

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    Frederick Clegg es un hombre solitario y anodino que colecciona mariposas. Miranda Grey es una radiante e inteligente nina bien que estudia arte en Londres. Frederick, que admira a Miranda pero es incapaz de abordarla con normalidad, la secuestra y la aloja con todas las comodidades en un sotano en su propiedad, una trampa perfecta acondicionada como una jaula de oro. Fowles recrea un intenso duelo psicologico donde captor y prisionera intercambian papeles con refinamiento y crueldad, cada cual defendiendo sus propios objetivos: Miranda desea recuperar su libertad, Frederick quiere ser aceptado como un igual por el objeto de su obsesion. El resultado es una novela magistral que, haciendo gala de un engranaje tan milimetrico como febril, ha sido leida por cientos de miles de lectores

  • Deseo concedido de Megan Maxwell

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    Si algo tiene claro Lady Megan Philiphs es que ningun hombre doblegara su caracter y su voluntad. Acostumbrada a cuidar y velar por la seguridad de sus hermanos, Megan es una joven intrepida, de bello rostro moreno, a la que le divierten los retos y no le asusta el sonido del acero.

  • Todas las malditas veces que la tuve debajo de mi de Cristina Prada

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  • Amor. para septiembre de Bruno Ribero Liern

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    El ser humano es asi: envidioso y ruin. Materialista. Avaricioso... Creo que es algo innato en el, como si estuviese escrito en su codigo genetico y no se pudiese hacer nada por evitarlo. Quizas esteis pensando que exagero, que no se de lo que hablo, e incluso puede que os pregunteis quien narices soy yo para afirmar algo asi de un modo tan contundente. Muy sencillo. Mi nombre es Annie Richmon, y soy la que cada fin de mes se averguenza de las actitudes horrendas de su familia y pierde un poco mas la esperanza en la humanidad. Y hoy es fin de mes: el dia que mas detesto, con diferencia. Las estrictas normas familiares han pasado de un Richmon a otro generacion tras generacion y, a pesar de que los anos han diluido algunas de ellas, mi padre se empena en conservar las que considera de vital importancia para nuestro crecimiento personal. Termino de arreglar mi pelo frente al tocador que tengo junto al inmenso ventanal que da al jardin, y me veo ridicula, como cada maldito fin de mes. Por ese motivo suelo ser de las ultimas en bajar, total, la bronca de la abuela y sus miradas de odio infinito me alcanzaran por cualquier otro motivo, asi que lo mismo me da. --No se lo tengas en cuenta --me repite papa una y otra vez desde anos inmemoriales. Pero me resulta imposible. Son tantas sus manias que a veces me planteo si ha sido poseida por un ente tocapelotas que lo unico que quiere es divertirse a nuestra costa. La campana suena desde abajo, y el rebano empieza a acudir al gran evento. Escucho a mi hermana, Violet, bajar la escalinata de madera de antiguo roble, y la reconozco por el sonido que producen los tacones cortos que utiliza para la ocasion. Logro convencer a la abuela de que eso no son tacones, y de que le permitiera usarlos. No se como lo hace, pero Violet siempre logra todo lo que se propone. En ese sentido me da mucha envidia. Ama nuestro estilo de vida a niveles que no soy capaz de explicar. No tiene aspiraciones en la vida mas que la de ser la comidilla de todos y todas. Se mueve como huron en madriguera, y no alcanzo a entender como ha logrado vivir de las rentas de papa sin dar un palo al agua. Imagino que usar ese tonito de voz que tanto detesto --infantil y pijo a partes iguales-- la ha hecho vulnerable a ojos de mi padre. Fragil y delicada, asi es como debe verla, sin duda. Pero nada mas lejos de la realidad. Mi hermana puede ser una vibora si se lo propone. La campana vuelve a sonar, recordandome por que odio tanto los ultimos de mes. Me siento asfixiada, quizas mas que de costumbre, pero aun asi me levanto. Me miro en el espejo de pie que hay tras el paraban decorado con la portentosa imagen del Taj Mahal, y me veo horripilante. Si estuvieran grabando una serie de television en mi jardin sobre una familia Amish, podria colarme por el fondo y pasaria desapercibida. Esto que llevo puesto se parece mas a un saco de patatas que a cualquier otra cosa, aunque tras el ultimo London Fashion Week, bien podria ser una prenda de alto standing. En fin. Me resigno --como siempre--, y me decido a acudir al <>. Abro la puerta y escucho a mis sobrinos en el piso de abajo. Eso significa que Gregor ha llegado, y me alegro mucho. Gregor es mi hermano mayor, y probablemente, quien mas y mejor me escucha y comprende. A veces pienso en la edad que nos separa y me abrumo: podria ser mi padre. Pero esa diferencia de edad no es obstaculo para nosotros. Tenemos un gran feeling, y por eso siempre quiero sentarme a su lado en la mesa. El lo sabe, y procura guardarme el sitio. Soy su amiga y confidente, a la que recurre para contarle las cosas que a nadie mas se atreveria a contar, como por ejemplo, que siempre quiso tener una nina. Por eso tiene seis monstruitos a los que adoctrinar, porque buscando, buscando... la cosa se le fue de las manos. Mi cunada ha metamorfoseado su cuerpo tras tanto embarazo, y ahora su fisico es un mal chiste comparado con lo que fue. De ahi que me atreva a decir que soy su ojito derecho, porque despues de tantos anos al fin se ha resignado, y soy lo mas parecido a la hija que nunca tendra. Bajo las escaleras algo mas motivada y, al verlo en la cocina, me relajo. --Hola, enana --saluda como siempre. Voy hasta el y le propino un fuerte abrazo. Este mes ha viajado mas de lo habitual y no lo he visto casi nada. --?Que tal? ?Como estas? --tantea, al ver mi cara de desagrado. --Pfff... yo que se... --Vamos... --dice con carino--, es solo una cena al mes. Podria ser peor --dice bajito--, imagina esto todas las semanas. La asistenta nos escucha, pero no dice nada. Cada dia tengo mas claro que es una santa. Puede que sea la unica que conoce todos los trapicheos de cada uno de nosotros. A veces imagino que es una enviada de arriba cuya mision secreta es la de combatir las fuerzas del mal, representadas --como no-- en la figura de mi abuela. Gregor me sonrie, pero no estoy animada para seguirle. --Ve con los Gremlins, anda, yo le echo una mano a Gabriela en la cocina. --No es necesario, Gregor, muchas gracias --dice la mujer con una sonrisa de oreja a oreja. --Es la misma conversacion de siempre, Gabri --insiste mi hermano, mostrando sin ningun pudor el carino que siente por ella--. Sabes que no me voy a ir, ?verdad? La mujer deja de remover el guiso que humea en la olla y que, por cierto, huele superbien, para mirar a mi hermano con ojos brillantes. Ojos que muestran una gratitud inconmensurable. Podria decirse que Gabriela fue la encargada de criarnos, y estoy convencida de que este tipo de gestos que suele tener Gregor con ella, hacen que la mujer sienta que el esfuerzo merecio la pena. --Eres un sol. Gracias... Gregor me guina un ojo y es la senal para que vaya con los enanos. Entro en el salon y no me sorprende que ya esten todos en la mesa. Los peques, cuyas edades van desde el anito hasta los diez, sentados unos frente a otros; mi hermana Violet junto a mi padre --para hacerle la pelota, como siempre--, y mis padres, uno a cada lado de la abuela, que preside la mesa con la campanita de marras en la mano. La mujer me fusila con la mirada nada mas atravesar la puerta doble del gran salon --el de los actos oficiales--, y casi me agacho de forma involuntaria por si me alcanza un proyectil. Le devuelvo la mirada de odio, y la mujer alza la campana de nuevo y la hace sonar una sola vez, como diciendo: <>. --!Hola, pequenajos! --saludo, tratando de ignorar a la abuela. --!Hola, tia! --contestan todos con la educacion que los caracteriza. --!Brandon me esta dando golpes con los pies! --dice uno de ellos. --!A mi tambien! --suelta el pequeno, el mono repetidor. --!A ti no te he dado, mentiroso! --!Pues si! --!Pues no! --Chicooos... --dice mi padre con voz suave, tratando de calmarlos, lograndolo al momento. --Hola, papa. Hola, mama. Hola, abuela. --Estas muy guapa, vida mia --dice mi madre. --Mama... no hace falta mentir... --suelta la estupida de Violet. Claro, como ella esta increible con lo que se ponga... --Violeeet... --Es broma, papi... ya lo sabes --dice arrimandose a su hombro y sonriendole como una idiota--. Estas <>, hermanita --suelta con esa sonrisita cinica en la cara. No llego a entender en que momento empezo a tenerme esa mania que siempre trata de demostrarme de modos tan sutiles como este. Pero ya no le hago ni caso. Saludo a la mujer de mi hermano, que trata de controlar a los peques a pesar de que se comportan mejor que muchos adultos, y Jack entra en el salon. Al verlo, maldigo el haber nacido mujer. A ellos les permiten acudir a la cena con camisa y vaqueros, zapatos y, eso si, corbata. !Ah! Y recien afeitados, que no se me olvide. Le miro a el, despues me doy un vistazo a mi misma, comparo, y la diferencia es arrolladora. Ademas, Jack es atractivo. Siempre ha tenido exito entre las mujeres y nunca ha sido de una sola. Le gusta picotear, como el lo llama. Y por todo eso le envidio, ademas de porque papa le da manga ancha. Creo que, de entre todos, es su preferido. Puede que por su aficion a los deportes, no lo se. --Rubia... --Jack es un chulin. Tiene la costumbre de cambiarme el mote constantemente, y rara vez repite. Tiene gracia, lo admito, y ademas, es agil y sagaz. Gregor y Gabriela entran en el salon portando cada uno una fuente bastante grande. En una hay un caldo de pescado y marisco variado, y en la otra, un asado de carne. Y lo se porque cada fin de mes se repite el menu, por orden, claro esta, de la madre superiora. --Abuela --dice Gregor, adelantandose a ella--, lo hago porque considero que debo hacerlo, y si no le gusta, lo siento. Gregor siempre le ha hablado de usted a la abuela, y gracias a Dios, esa costumbre es una de las pocas que ha ido diluyendose a lo largo de los anos hasta extinguirse. Cosa que la abuela no se cansa de recordar, y motivo por el cual, a Gregor le permite ciertas licencias que a otros nos estarian vetadas por completo. --Se le paga para que haga su trabajo --recrimina la anciana delante de Gabriela, importandole bien poco que este presente. --Claro --contesta Gregor--, y lo hace de maravilla. ?No lo huele, abuela? La Sargento mira con impasibilidad a su primer nieto, pero no anade nada mas, solo un leve grunido. Gregor acude a mi lado, da la espalda a la abuela con disimulo y me sonrie sin ser detectado. La campana suena de nuevo, y esta vez con impetu: Liam ha agotado su corta paciencia, como siempre. Es el ultimo en bajar, y el mas raro de todos los presentes. Pasa casi la totalidad de su tiempo encerrado en su habitacion, frente al monitor de su ordenador. Es un experto en informatica y, en los ultimos anos, en la bolsa, donde parece que se gana la vida con bastante soltura. Tiene ojo para los negocios, y sabe donde invertir y cuando vender. Los test de inteligencia a los que nos sometian de pequenos revelaron que, de todos nosotros, el es el mas inteligente, pero nunca ha querido estudiar. En cuanto a la sociabilidad... bueno, eso es otra historia. No tiene amigos en la vida real, y solo se comunica con el exterior a traves de su computadora. Un friki, vaya. Cuando Liam entra en el salon, se cruza con Gabriela que regresa a la cocina a por el vino blanco. La saluda con la cabeza un poco gacha, y entra directo a su asiento, el unico que queda libre. <>, pienso. <>. --Llegas tarde --senala la abuela. Liam asiente, pero no dice nada. --Liam... Papa tiene un don para lograr imposibles usando solo una palabra al hablar, alargandola hasta la extenuacion y empleando una tonalidad que nos advierte de un comportamiento incorrecto. --Lo siento --se disculpa Liam al fin, levantando la cabeza. --Bien, estamos todos --dice mi padre--. Empecemos. Gregor, tu el primero, como siempre. ?Como ha ido? --Bien --contesta--. Hemos ampliado el mercado europeo, tal y como teniamos previsto. Llegaremos a diez nuevas ciudades durante los proximos doce meses, entre las que se incluyen Valencia o Niza. Esto supondra un gasto inicial de unos dos millones de dolares, que recuperaremos en un tiempo estimado de dos anos. Gabriela aparece con la botella de vino, y la desconcha junto a mi padre. Es una experta haciendolo. Las leyendas cuentan que mi abuela estuvo a punto de despedirla el dia que empezo a trabajar con nosotros por no saber hacerlo del modo correcto. Ahora podria ir a un concurso y proclamarse vencedora sin derramar una sola gota de sudor. --Suena bien, Gregor --le motiva mi padre--. ?Algun problema con el que pueda ayudarte? Gregor niega con la cabeza. --En principio, no. --Perfecto, como siempre. Mantenme informado de los avances. --Claro. Gabriela comienza a servir el vino en las copas, y mi abuela la observa con detenimiento. La pobre ha forjado a su alrededor una coraza que, en su mente, la vuelve invisible, porque de lo contrario se hubiera vuelto loca. --Violet, ?que hay de ti? --He quedado esta tarde con Julia, iremos de shopping. --No hablo de tu vida personal, sino profesional. --!Ay, papi, no me agobies, en serio! Tengo tiempo de sobra por delante. Dejame vivir. Papa carraspea y se contiene. --Tienes que centrarte, ya lo sabes. --Si, papi, ya lo se --contesta, empleando un tono infantil bastante ridiculo--. Estoy pensando en el mundo de la moda. Mi padre enarca una ceja. --?La moda? --Claro. No hay nada en el universo que me guste mas y se me de mejor. ?No te parece? --?Y que has pensado en concreto? --pregunta Gregor, mientras Gabriela comienza a servir sopa en los platos. --Pues... ya sabes... disenar vestidos... confeccionarlos... todo eso. --Si, ya, hasta ahi llego. Pero para eso hacen falta muchas cosas. Lo sabes, ?verdad? --!Pues claro! ?!Te crees que soy boba!? --exclama Violet muy ofendida. --Yo no he dicho eso, pero montar un negocio como ese, al nivel que tu deseas... no es facil. Solo queria que lo supieras. --Necesitare un disenador digital, un taller de costura con varios expertos en el tema, difusion por redes sociales... --Bien --dice papa--, ?y cuando piensas empezar con el proyecto? --Buf... no lo se. Ultimamente he ido muy liada. --De fiesta en fiesta --suelta Jack sin previo aviso. Violet le mira a los ojos sin titubear, y le contesta alzando la voz: --!El que no ha salido de fiesta este ultimo mes! La campana suena, y todos vuelven a sus posiciones iniciales. Saben que la abuela manda, y que hay que respetarla. Gregor siempre hace de mediador, y esta vez no iba a ser menos. --?Y tu, Jack? ?Ya estas matriculado? --Si. Pero he dejado un par de asignaturas para el curso que viene. --?Y eso? --pregunta papa. --Por aquello de lo que hablamos, el negocio que estoy montando con mi companero. ?Recuerdas? Me esta quitando demasiado tiempo para otras cosas. --?Al final va para adelante? --pregunto sin saber. Hace mucho que no se menciona nada del tema, y pensaba que habria caido en saco roto. --Si, eso parece. Estamos bastante emocionados, creemos que puede funcionar. --?Hablas de la cerveceria? --pregunta Gregor, interesado. --No sera una cerveceria --contesta Jack un poco ofendido--. Sera un lugar creado por y para los jovenes. Frente al mar. Con un pequeno escenario para ofrecer musica en directo. Iluminacion tenue, musica de ambiente... --Suena bien --digo sin pensar demasiado. --Gracias. El lugar es idoneo. --?Donde? --indaga papa. --Cerca del puerto maritimo, en una zona bastante exclusiva. Queremos ir a lo grande. --Cuanto mas subas, mas grande sera la caida --le aconseja Gregor, a lo que Jack responde volteando los ojos y dejandolos en blanco. --Conozco vuestras monsergas. Las he escuchado un millon de veces en estas cenas, tranquilos. No soy un pardillo. --Discrepo --suelta papa, tajante--. Es lo que eres, y no te creas ninguna otra cosa. Los negocios son muy serios, y hay que tener la cabeza muy despejada para saber separar la ilusion de la realidad. Y si fueras tan listo como te crees --anade a modo de estocada final--, hubieras hecho un estudio de la estructura antes de comprar. De ese modo, ahora no serias dueno de un local danado, y no necesitarias mas dinero mio para solucionarlo. --?Estas diciendo que no nos vas a ayudar economicamente? Mi padre, que esta a punto de llevarse a la boca una cucharada de sopa, frena a medio camino para mirar a mi hermano Jack a los ojos de un modo bastante duro. --No. Lo que digo es que quiero conocer a ese amigo tuyo. Hablar con el en privado. Si voy a darle mi dinero a un desconocido, lo minimo es que se presente ante mi, y me explique su proyecto y sus objetivos. --Es nuestro proyecto --le espeta Jack. --Si, y mi dinero, y mis normas. Las tomas o las dejas. Jack asiente, pero no se atreve a replicar ni una palabra mas. Y me percato de que mi abuela ya tiene la campana preparada de nuevo. El silencio se hace presente, generando una sensacion desagradable y rara en el ambiente. --Esta deliciosa, ?verdad carino? --Mi padre le habla a mi madre en un tono de voz que nada tiene que ver con el de hace un instante, como si no hubiera sucedido nada. Ella todavia no ha dicho ni una palabra. A decir verdad, no suele hacerlo. Los negocios de la familia nunca le han interesado demasiado. Prefiere mantenerse al margen y dejar hacer a mi padre. Al fin y al cabo, siempre se le han dado de maravilla. Dicen que el dinero llama al dinero, pero como no tengas buen ojo, el dinero se esfuma de un plumazo por mucho que tengas. --Si, muy rica --contesta sonriendo. El mas pequeno de mis sobrinos se tira la sopa por encima en un descuido, manchando parte del mantel, la tapiceria de la silla en la que esta sentada mi cunada, y la alfombra persa que tenemos bajo los pies. --!Esta familia es un desastre! --protesta la abuela. --Abuela... --le increpa con carino Gregor--, es un nino... ha sido un accidente... --!Si la asistenta le diera de comer estas cosas no pasarian! --Abuela... --insiste Gregor--, queremos que el pequeno coma con nosotros. Si ensucia, pues lo limpiamos. No pasa nada. Gabriela entra en la estancia nada mas escuchar el barullo. --No se preocupen, yo me encargo de todo --dice la mujer un poco angustiada, recogiendo la sopa que hay volcada sobre la mesa a toda prisa, tratando de evitar que caiga mas de ella sobre la alfombra. --!Tardas demasiado! --le grita la abuela. --Mamaaa... --Mi padre hace uso de su don, y surte efecto de nuevo. Es increible. Cuando el desastre se ha solucionado, la cena continua y le llega el turno a Liam. Siempre sucede de la misma manera: uno a uno, y por orden de llegada al mundo, nos preguntan/interrogan por nuestros avances en el mundo en general. Como si de un mes a otro nuestras vidas fuesen a cambiar de forma radical. --?Que hay de ti, Liam? ?Algun cambio? --Alguno... --contesta Liam sin demasiado entusiasmo. Todos aguardamos, pero no dice nada mas. --?Y bien? --insiste mi padre. A Liam hay que sacarle las palabras, y nunca lograre entenderlo. Mira que he conocido a gente rara en esta vida, pero lo de mi hermano es de otro nivel. Como si viviera en un mundo paralelo al nuestro y se dejara caer por aqui solo para alimentarse e ir al bano. --He ganado mi primer millon. Todos los que en ese momento estabamos sorbiendo sopa, la echamos por la nariz. Sin excepcion. --?!COMO!? ?!HAS DICHO UN MILLON!? A mi padre no le sorprende que alguien pueda ganar un millon de dolares. De hecho, el supero esa cifra hace mucho. Lo que le sorprende es que uno de sus hijos, sin su ayuda, lo haya logrado. --Si, un millon. --?!Como lo has hecho!? --pregunta mi padre. --Invirtiendo aqui y alla. En una de esas, !bingo! Sono la flauta. --?Cuando fue eso? --pregunta Gregor. --Hara unos quince dias --contesta Liam. --?!Y cuando pensabas contarlo!? --preguntamos Gregor y yo al mismo tiempo. A veces nos ocurre, estamos casi conectados. Liam se encoge de hombros. --No pensaba. Pero si preguntais... --Quiero saber cuando ingresaste ese dinero, y a que cuenta. Tengo que llamar a Michael, debo informarle de... --Papa... Liam interrumpe a mi padre, en cuya cabeza solo hay cabida en estos momentos para la evasion de impuestos. Mi padre mira a Liam, y este habla cuando tiene su atencion:

  • La alegria del orden en la cocina de Roberta Schira

    https://gigalibros.com/la-alegria-del-orden-en-la-cocina.html

    <La magia del orden haber cambiado su vida; y entre ellas estoy yo. Sin embargo, me di cuenta de que en su libro faltaba casi siempre un espacio: la cocina, la estancia en la que exprimo mi pasion por todo aquello que rodea a la comida: convivir, compartir, cuidar de nosotros a traves del cuidado a los demas.>>
    Roberta Schira

  • Isla de Plata de Christian Martins

    https://gigalibros.com/isla-de-plata.html

    Isla de Plata tiene unas calas magicas, un parque de atracciones flotando en la montana y muchos secretos.
    Sarah Owens viaja a la isla intentando encontrar su lugar en el mundo, pero en ella encontrara muchisimo mas; un gran amor y una historia secreta que cambiara su vida para siempre. Aunque ella aun no lo sabe, este sera el viaje de su vida.
    ?Te apetece dar un paseo por la isla?

  • Piluca y el sindrome de Willy Fog de Carla Crespo

    https://gigalibros.com/piluca-y-el-sindrome-de-willy-fog.html

    Harlequin se queda contigo y te acompana alli donde estes. Con este motivo nuestras autoras han escrito unas maravillosas historias para ti. Esperamos que las disfrutes.

  • El verano que aprendimos a volar, Silvia Sancho de Silvia Sancho

    https://gigalibros.com/el-verano-que-aprendimos-a-volar-silvia-sancho.html

    Asier es un enigma. Atractivo, irreverente y descarado, es profesor de tenis durante el verano en un camping de la sierra de Madrid. El sitio perfecto donde esconderse de una realidad que le ha dado la espalda en el pasado.