• libro aviones sobrevolando un monstruo - Daniel Saldana Paris

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    Hace muchos anos lei, en un libro de ensayos del poeta Robert Creeley, una pregunta que nunca he logrado sacudirme: <> Este libro es, en parte, un intento de respuesta a esa pregunta. A los diecinueve anos, mientras estudiaba en Madrid la carrera de Filosofia, entre a trabajar como redactor a una revista literaria. Decir que entre a trabajar es, como casi todo en estas paginas, una exageracion: durante un periodo de prueba no recibi ningun sueldo, pero me permitian errar entre las fotocopiadoras y el garrafon de agua unas cuatro o cinco horas por dia. A veces me confiaban un texto para corregir o traducir, o me ponian a capturar el aburridisimo indice anual de colaboradores. Un dia, no recuerdo ya si porque lo propuse o porque me lo propusieron, escribi una resena de una exposicion de arte contemporaneo. Era un texto torpe, escolar y poco informado, pero sin venir a cuento inclui la mencion de una revista neosituacionista inexistente, que segun mi articulo se habia presentado por aquellas fechas en el madrileno barrio de Malasana. En otras resenas de aquella epoca, mas adelante, difundi nuevos rumores sobre aquel exaltado grupusculo neositu en el que, de manera difusa, estaba ya el germen de una novela que escribiria mas tarde. Esa ficcion minima, escondida en un texto que se pretendia non fiction, es lo unico que salvaba a ese primer articulo que firme. Como nadie en la revista tenia mucha idea de arte contemporaneo, y como supongo que tampoco tenian la paciencia para explicarme que mi texto era muy malo, me publicaron la resena y hasta me pagaron por ella. Asi empezo mi carrera de escritor a sueldo. Desde entonces he escrito y publicado muchos textos por encargo, a veces contra reloj, a veces con un tema asignado, a veces incluso como escritor fantasma, poniendo mi prosa pero no mi nombre. Los textos aqui reunidos son producto de una labor analoga a la de aquella primera resena. Algunos fueron escritos, en principio, para cumplir cierta comision o ganar un monto mas o menos irrisorio, pero en las multiples reescrituras y rondas de correcciones cobraron otro sentido. Y, a pesar de su origen pedestre, quiero pensar que todos son fieles a un impulso personal; que todos guardan, entre lineas, ese oscuro corazon ficticio que, no tan paradojicamente, le confiere verdad a una escritura (<>, dice Antonio Machado). La aleatoriedad del freelanceo moderno impone a veces temas medio absurdos. Se me ha llegado a pedir que escriba sobre asuntos de los que no tenia la mas palida nocion, pero una mezcla de cinismo y desempleo me ha empujado a tomar tales propuestas como retos, lanzandome a las bibliotecas publicas a investigar, en jornadas maratonicas, sobre la historia de la cetreria persa, las peregrinaciones budistas o el rosacrucianismo. Con todo, el azar objetivo me ha puesto una y otra vez ante temas que me son caros y sobre los que ya habia pensado antes. El lector o la lectora de estas paginas encontrara, por ejemplo, una reaparicion constante de la ciudad como superposicion de capas narrativas, el sonido de los aviones, el ritual, la enfermedad y el dolor, las drogas. Uno tiene sus duendes, vaya, que lo persiguen de por vida aunque les aseste patadas. De la Ciudad de Mexico a Madrid, de Cuernavaca a Montreal y de alli a La Habana, este libro dibuja, ademas, un recorrido, o un derretimiento autobiografico, por las ciudades que me han marcado. <>, escribe Baudelaire en otro poema que releo mucho, de El spleen de Paris (una ciudad, quiero creer, menos horrible que Cuernavaca). Horrible oficio, anado aqui: solitario e incierto, sembrado de obstaculos reales e ilusorios, desesperante y mal pagado. Pero tambien oficio dulce, que me sosiega y me hace olvidarme de casi todo lo que en general me angustia. Pensar sobre la ciudad desde la que escribo, o sobre el cuerpo que teclea estas palabras, es siempre, invariablemente, pensar tambien el acto mismo de escribir, sus consecuencias. Por eso se cuelan, en estas paginas, algunas reflexiones sobre el oficio, horrible y luminoso, de poner una palabra delante de otra. AVIONES SOBREVOLANDO UN MONSTRUO 1 Me acerco a la ventanilla del avion casi hasta pegar mi cara contra ella. Sobrevolamos la ciudad. Juego a identificar los edificios: el World Trade Center, antes conocido como Hotel de Mexico; la Torre Latinoamericana, a lo lejos, marcando el territorio del Centro Historico; el mall de Reforma 222, por donde pasaba todos los dias para ir a mi trabajo como editor hace unos anos, antes de emigrar a Canada. No habia estado en la Ciudad de Mexico en los ultimos doce meses y lo unico que puedo pensar es que es horrible, y que la amo. Esta contradiccion es perfectamente comun y todos los chilangos la hemos sentido alguna vez cuando atisbamos el monstruo desde lejos. Pienso en todas las veces que he visto el infinito oceano de calles, casas grises y avenidas sucias de la ciudad extenderse bajo mis pies desde un avion. Cada vez, al llegar a Mexico, he experimentado esta misma mezcla de repulsion y encanto, este movimiento de atraccion y rechazo. Ese doble impulso lo sintio tambien Efrain Huerta, que en 1944 publico su <> en el mismo libro en el que se incluia uno de los textos mas hermosos y justos sobre el DF que se hayan escrito nunca: <>. A veces leo ese poema en voz alta, exaltado, para recordar mi origen: <> Hace diez anos, exactamente, aterrice en el Aeropuerto Internacional Benito Juarez de la Ciudad de Mexico al que ahora nos acercamos. En ese entonces volvia procedente de Madrid, despues de pasar cuatro anos viviendo en Espana. Yo era un joven poeta de veintiun anos y tenia una beca del gobierno mexicano para escribir mi primer libro. Nunca habia vivido como adulto en la ciudad, pero una incombustible altaneria -caracteristica de los poetas jovenes- me hacia confiar ciegamente en el futuro. Era octubre de 2006 y me instale en un pequeno departamento de la colonia Roma, que en ese entonces no se habia gentrificado hasta los ridiculos niveles de hoy en dia. La vecindad en la que vivia, llena de plantas y de pericos enjaulados, tenia su entrada justo entre una sinagoga y un local de reparacion de pianos -el soundtrack de mi vida durante esos anos era una mezcla extrana de musica judia y experimentos atonales, como una composicion de John Zorn pero accidental y callejera-. Por una extrana peculiaridad arquitectonica, el breve pasillo que conectaba mi sala, mi cocina y mi cuarto estaba descubierto, sin techo, de modo que cuando llovia tenia que mojarme para pasar de un espacio a otro del departamento. Tenia muy pocas pertenencias: una orquidea que me lleve de casa de mi madre, un punado de libros de poesia y una cafetera italiana. Vivia a base de quesadillas, sexo y cerveza de lata. Me sentaba en una pequena silla de madera en el pasillo sin techo y escribia poemas en una vieja laptop frente a mi orquidea. No conocia a nadie, nadie me conocia. El DF -que ahora ha dejado de llamarse <>- era una aglomeracion de posibilidades. Poco despues, a traves de la beca que tenia para escribir mi primer libro, conoci a otros poetas. Baile con ellos, me pelee con ellos, los ame, me emborrache con ellos, nos insultamos. Las cosas que hacen los poetas jovenes de cualquier ciudad, y que paradojicamente los hacen sentirse unicos. Yo me sentia unico, escuchando las notas imperfectas del afinador de pianos mientras bailaba en el pasillo descubierto de mi pequeno departamento, bajo mi lluvia de interior. 2 Hace ya dos semanas que estoy en la Ciudad de Mexico, despues de aquel aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Benito Juarez -despues de ese momento en que pense, como Efrain Huerta, que amo y odio esta ciudad-. Dos semanas de salir todos los dias, de volver en la madrugada, ebrio de luz electrica, y de intensidad y de smog y de tequila. Dos semanas de este parentesis extrano que es mi visita al lugar donde naci, despues de un ano viviendo fuera. Jorge, Benjamin y yo miramos el cielo, acostados en la azotea, mientras hablamos. La conversacion se interrumpe de vez en cuando por el ruido de los aviones. La colonia Narvarte, en donde estamos, esta en la ruta de aterrizaje del Aeropuerto Benito Juarez: cientos de vuelos comerciales, sobre todo a partir de las dos de la tarde, ejecutan una elegante curva sobre el techo de la casa de Benjamin antes de apuntar hacia alguna de las dos pistas de aterrizaje y despegue del vetusto aeropuerto. (Siempre me sorprendio que el nombre de esas pistas fuera 5L/23R y 5R/23L, como si no fueramos capaces de reconocer que es un aeropuerto de dos pistas, y que bien podrian llamarse 1 y 2, respectivamente.) Hace tres horas, Benjamin, Jorge y yo nos metimos media dosis de LSD cada quien. Ahora conversamos con cierto letargo, desde la lucidez alucinada de la droga, interrumpidos de vez en cuando por el ruido de las turbinas sobre nosotros. Es un domingo resplandeciente y lento. Deben ser las tres o las cuatro de la tarde. Cada vez que el sonido de las turbinas de un avion corta el cielo a la mitad, Benjamin, Jorge y yo nos callamos para mirar y escuchar con todo el poder de nuestra atencion. La aeronave asoma la nariz por el extremo izquierdo de nuestro campo de vision, que imagino corresponde al norte. Desde ahi se desliza suavemente hacia el extremo opuesto, como un cuchillo caliente que atraviesa un bloque de mantequilla. El ruido resuena unos segundos mas, cuando el avion ya no es visible desde donde estamos tumbados. El LSD acentua el efecto Doppler y se que los tres - Benjamin, Jorge y yo- estamos pensando en eso mismo, en la forma en que el sonido de los aviones revela, de un modo casi cientifico, la curvatura del planeta y el tamano exacto de la atmosfera sobre nosotros.

  • Aviones sobrevolando un monstruo: 671 (Narrativas hispánicas)

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  • Aviones Sobrevolando Un Monstruo - Daniel Saldaña París

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  • Aviones sobrevolando un monstruo - Daniel Saldaña - Babelio

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    Resumen: Ciudades, vida, escritura. Un libro seductor, a medio camino entre la crónica, la autobiografía y la narrativa. A medio camino entre la crónica, la ...

  • AVIONES SOBREVOLANDO UN MONSTRUO (Libro en papel)

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  • aviones sobrevolando un monstruo - Nakama Librería.

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  • Aviones sobrevolando un monstruo - -5% en libros | FNAC

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  • Me canse de ti de Walter Riso

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    Si tu pareja te ignora, te vigila, te hace dano o te miente. ?por que seguir con ella? ?Por que soportar una relacion que te hace sufrir? Aqui te va una verdad dolorosa: El amor no es suficiente para mantener unida a una pareja. Y, en algunos casos, aquello que tu consideras <> no es mas que posesion, miedo y costumbre. Walter Riso explora algunos de los motivos que llevan a las personas a cansarse de su relacion. Si estas incomodo con tu vida amorosa, y lo has intentado casi todo, quiza sea hora de replantearse algo mas de fondo. ?El amor se termino o eres tu quien se canso de ese amor? A partir de cartas de despedida escritas por el autor, aprende a decir adios cuando solo puedes pensar: <>. Deja de sufrir inutilmente y permite que el realismo se imponga.

  • non_MOD de David Jimenez Cano

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    ?Que pasaria si la humanidad fuera capaz de trascender como especie y evolucionar hasta llegar a interaccionar con Inteligencia Artificial (IA)?

  • La llamada del crepusculo de Sarah Lark

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    La llamada del crepusculo es la primera novela juvenil de la autora best seller Sarah Lark.

  • El lugar mas feliz del mundo de David Jimenez

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    David Jimenez vuelve al reporterismo literario que ha convertido su libroHijos del monzonen un exito internacional y nos traslada con sus cronicas a un mundo de paraisos perdidos, guerras olvidadas, heroes improbables y lugares marcados por los extremos de la condicion humana, sus luces y sombras.El lugar mas feliz del mundoes como el dictador de Corea del Norte describe la mas brutal y despotica tirania de nuestro tiempo. Tambien es una de las paradas del corresponsal deEl Mundoen un viaje que le lleva a adentrarse en la prision camboyana donde cumplen condena los pederastas mas peligrosos, ser testigo de la llegada de la television al reino de Butan, acompanar a un grupo de mafiosos yakuza en su intento de abandonar el hampa o permanecer en la desierta ciudad de Fukushima tras el accidente nuclear que mantuvo al mundo en vilo. Y es a menudo en mitad de la oscuridad, en lugares tomados por la desesperanza, donde el autor encuentra a los personajes mas fascinantes, las situaciones mas humanas y los actos de coraje capaces de hacernos creer en un mundo mejor. Ensalzado como el "Kapuscinski espanol", David Jimenez reune en este libro el manual definitivo sobre el periodismo de reportajes, una excepcional radiografia sobre la condicion humana y un recorrido vital de 15 anos en busca de un destino que a menudo esta mas cerca de lo que pensamos:El lugar mas feliz del mundo.

  • Mi querido asesino en serie de Alicia Gimenez Bartlett

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    El nuevo caso de la inspectora Petra Delicado empieza cuando encuentran el cuerpo de una mujer de unos cincuenta anos asesinada de modo brutal en su propia casa. Sobre el cadaver hay una carta de amor anonima que reivindica el asesinato, justificandolo con el abandono del presunto asesino por parte de la victima. El caso lo llevan Petra, Garzon y un inspector del cuerpo de los Mossos d’Esquadra a quien sorprendentemente, pues es mas joven que Petra, le encomiendan el mando. Todos sabemos del caracter de Petra, y en este caso, el teson para descubrir la intriga se vera entrelazado con su rebelion interna frente a una situacion que le resulta inaceptable: ?como puede ser que este joven mosso sea quien de las ordenes?

  • Me entregue a ti (Por amor 4), Maria Beatobe de Maria Beatobe

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    Volver a encontrarse con Mora hace que Naira se desestabilice y que Gael empiece a desconfiar sobre la relacion que une a su novia con aquel desconocido. Pero eso no afectara a la gran celebracion que Gael le ha preparado a Naira por el primer mes juntos. Sera dificil que ambos la olviden.

  • Festin de buitres de Alfonso Lopez Araujo

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    Del autor de “El enigma del topo” nos llega otra cautivante novela. Un joven ejecutivo bancario, que maneja cuentas de gente muy importante en la sociedad local, aparece muerto en su departamento, sin que ninguna posta pueda llevar a descubrir quien lo hizo o por que. Una hora mas tarde, un famoso sicario colombiano, conocido por cuidar al maximo de su persona y de los detalles de su “trabajo”, es atropellado por un carro fantasma y su autopsia revela que, extranamente y no acorde con su personalidad ni “modus operandi”, estaba drogado al momento de su muerte. Luego de algunas averiguaciones, la conclusion a la que llega la Policia es inmediata: este joven sicario, de sobrenombre “Mortino”, fue el autor del crimen. Lo que no se sabe es ?por que?.
    La amistad de Gabriel Tomas Sanchez con el Mayor de Policia Ramiro Recabarren, Jefe de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado, lo lleva a involucrarse en este caso, conjuntamente con su joven y brillante pupilo Carlos Maldonado.
    Al adentrarse en la solucion del crimen, empiezan a descubrir una trama de corrupcion que podria impedir el acceso al poder de un candidato, al parecer honesto y con ideas capaz de lograr el progresoy bienestar de su pueblo.
    Nos encontramos con una novela que mezcla romance, investigacion policial, corrupcion politica y narcotrafico. Elementos prersentes en nuestras sociedades del Siglo XXI. Gente con principios, morales y eticos, frente a malandrines que ponen al poder (politico-econ-omico) por sobre cualquier otra consideracion, inclusive por sobre el valor de la vida humana.

  • Memorias del principe perfecto de Phavy Prieto

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    !Con mas de treinta millones de lecturas, regresa la novela mas deseada! Si leiste la historia de Plebeya a Princesa por una noche en las Vegas, no puedes perderte como sucedio todo desde el punto de vista del principe Bohdan Vasylyk I

  • Torquemada en la hoguera de Benito Perez Galdos

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    Torquemada en la hoguera. Benito Perez Galdos

  • Soldado de invierno, Arlette Geneve de Arlette Geneve

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    En un momento decisivo de la historia de Rusia cuando el zar Alejandro gobierna las enormes estepas, y las pasiones de los hombres son mas poderosas que la propia guerra y la politica del pais, una mujer lograra hacerse duena del corazon de uno de sus mas fieles oficiales.

  • La nueva vida de Jimena de Ariadna Baker

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    Y te levantas un buen dia y te das cuenta de que nada tiene sentido, que no puedes vivir encerrada llorando las penas por mucho tiempo y que a mis veintiseis anos era joven, necesitaba vivir, queria volver a ser feliz... Me estoy refiriendo a que una no esta poseida por el espiritu de David Bisbal, y por tanto, lo de "llorare las penas..." debia quedar en el baul de los recuerdos. Lo habia pasado muy mal cuando mi novio me dejo por otra, de la noche a la manana, despues de diez anos de relacion. Comenzamos cuando yo solo contaba con quince y me dejo con veinticinco, sin esperarlo, cuando acabamos la carrera. Asi de premio, un premio que no me supo a gloria sino mas bien a cuerno quemado, me explico... Lo peor de todo es que lo hizo una noche por mensaje y a la manana siguiente ya lo habian etiquetado en una foto, una chica abrazada a el diciendo que era su principe azul de esos que no destinen y por supuesto que el le contesto que ella era el amor de su vida. Cero tacto, cero empatia, cero respeto... Me quede en shock y debi maldecir en arameo y en otras lenguas hasta entonces desconocidas para mi. No era para menos, pues ademas de ser lo mas humillante que me habia pasado en la vida, nuestros amigos en comun, todos lo tenian de contacto en la red y lo vieron al igual que yo, asi que imaginad, todo el mundo preguntandome por algo que ni yo sabia, que me habia cogido tan de sorpresa como a ellos, esos que luego me dieron de lado. Asi que de la noche a la manana me quede mas sola que la una, esa era la realidad; compuesta y sin novio y con los que hasta entonces consideraba mis amigos riendoles las gracias a la parejita de moda. Una autentica delicia de esas que o te matan o te hacen mas fuerte, porque otro camino no ves. Esa manana comenzaba a trabajar, era mi primer dia, habia culminado con exito la carrera de Periodismo en junio y ahora a finales de octubre tenia por fin el puesto que tanto deseaba y por el que habia luchado y encima en mi revista favorita. Dicen que "la suerte es loca y a cualquiera le toca" y debia ser que la providencia quiso recompensarme con algo mas que con un par de cuernos de esos bien puestos. Menos da una piedra, que se le iba a hacer... Mi vida no habia sido facil, mis padres murieron dos anos atras, yo no tenia hermanos, estaba sola, primero Dios se llevo a mi padre en un accidente laboral y luego a mi madre a los seis meses de esa maldita enfermedad que no quiero ni nombrar. Bueno digo Dios como podria decir lo que quiera que haya alli arriba o el mismo universo, porque cuando pasan esas cosas una no sabe ya que creer ni a que agarrarse, esa es la unica verdad, verdadera. Tuve que armarme de valor y no puedo negar que emocionalmente Pablo, mi ex, me ayudo mucho. Lo cortes no quita lo valiente y el hecho de que luego se convirtiera en un gusano miserable no es obice para que reconozca que en ese momento lo hizo como si fuera un hombre, cosa que mas tarde el solito se encargo de poner en tela de juicio. Yo me quede en mi casa, de todas maneras, pues la habia recibido en herencia, al igual que los ahorros de mis padres y aquella indemnizacion por el accidente laboral, asi que sali adelante con el alma rota de dolor, pero prometiendo acabar esa carrera que tanta ilusion le hacia a mis progenitores y a mi, que para eso la habia escogido. Si hubiera querido ser astronauta, estoy segura de que mi padre y mi madre me hubieran llevado de la manita a la misma NASA, pues menudos eran ellos en lo tocante a mi futuro. Para ambos no habia una hija mejor en el mundo y hubieran hecho el pino puente con tal de que yo me hubiera convertido en aquello que deseara. Y lo que yo deseaba por encima de todas las cosas era ser una periodista de pro. Y luego vino lo de Pablo, asi que imaginad que los dos ultimos anos de mi vida habian sido los mas tristes y penosos desde que naci, pero hoy queria volver a renacer, sacudirme los hombros y comenzar una nueva etapa en la que comenzaria a cambiar todo. Es mas, pasaria de ser "la depresiva oficial del reino" a ver todo con ilusion y solo necesitaba actitud, asi que lo iba a intentar por todos los medios. La tarea que tenia por delante no era moco de pavo y yo lo sabia, para lo que habia echado mano de un arsenal de libros de esos de inteligencia emocional que prometian hacer de mi una personita mas feliz que una perdiz en un periodo no demasiado dilatado de tiempo. Y en ello estaba. Me tome un vaso de agua en ayunas como cada manana y despues mi vaso de leche, ese que era el pan nuestro de cada dia, mi madre siempre me decia que me habia quedado en la epoca del biberon y tenia razon. No me gustaba el cafe, ni el Cola Cao, ni nada tipico con lo que la mayoria del planeta desayunaba, eso si, los tes me encantaban de todas clases y sabores. Ay, mi madre... No habia dia que no la echara de menos hasta decir basta. Como me costaba que el dia echara a rodar sin ella; sin sus consejos, sin sus recomendaciones, sin su ayuda y sin esa sempiterna sonrisa que jamas de los jamases se borraba del rostro de la que yo consideraba la mujer mas buena que habia conocido. Me cuidaba muchisimo, pero yo tenia curvas y cuando digo curvas, es que las tenia, un buen pecho, cintura plana, pero caderas anchas, nada de ser una nina fina, delgada de esas que no tenian ni que cuidarse, yo si me pasaba me ponia mas redonda. Eso si, no me desagradaba y fea no era, a pesar de no ser el estereotipo de mujer que hoy en dia nos quieren inculcar. En eso si tenia suerte, las cosas como son, porque yo no soy de esas que se mueren por subirse al carro de la moda y, si lo que se lleva es la delgadez, me mato a lechuga hasta conseguir que la bascula marque lo que la sociedad diga que debe marcar. Yo siempre me he negado a ese tipo de sandeces y he lucido mis curvas con arte y salero. Me mire al espejo, por un lado, por el otro, de frente, de culo y todo para ver que ese pantalon vaquero ajustado me quedaba bien y si, me hacia bien mujerona; una camisa suave arriba de color marfil a juego con los tacones y un panuelo en el cuello con un nudo hacia un lado, maquillada y lista para mi primer dia de trabajo. Me veia francamente bien, esa era la realidad, y el mejor complemento que podia lucir era un halo de seguridad que indicaba que estaba dispuesta a comerme el mundo, porque en lo tocante a dejar que fuera ese mismo mundo el que me comiera a mi, no estaba dispuesta. En el ascensor me coloque a la perfeccion la chaqueta roja, me quedaba muy bien a juego con el color de mis labios y es que me veia guapa, hacia mucho que no me arreglaba y me quitaba ese roete que me habia acompanado los ultimos seis meses, ahora no, mi melena lucia lisa y perfectamente planchada. Se acabaron el look marujona y las ojeras esas que ya parecia que formaban parte de mi rostro. Hasta ahi habia llegado la broma y era hora de coger el toro por los cuernos, no en sentido literal, que tanto valor como para meterme a torero no habia acumulado, pero si en el ficticio. Me dirigi a buscar el coche que lo tenia aparcado dos calles mas atras, era el problema de mi zona que habia poco aparcamiento y siempre terminaba dejandolo a bastante distancia, por un lado, me venia bien para andar un poco, bueno realmente deberia de andar bastante cada dia, pero yo para eso era muy floja. Si, si, lo reconozco, para algunas cosillas era mas floja que un muelle guita y yo andar no es que anduviera demasiado y en lo tocante a correr... eso era cosa de cobardes, menos todavia. Llegue al poligono donde estaban las oficinas de la revista, aparque el coche y me dirigi a la entrada donde pase la tarjeta que me habian asignado por la puerta y el acceso se abrio. No puedo describir la sensacion de alegria que percibia al hacerlo. ?He dicho alegria? Bueno quizas fuera satisfaccion, una satisfaccion no exenta de nervios, eso si, pero satisfaccion, al fin y al cabo. El jefe de equipo me esperaba en su despacho a las ocho para ponerme al dia, yo ni lo conocia, solo sabia que se llamaba Carlos y que era un estupido, el grado no tenia ni idea, pero tocaba averiguarlo. Y seguro que a no tardar mucho. Recorde aquella frase tan tipica de mi madre de "mal trago, pasarlo pronto" y me puse manos a la obra. Me puse bien el panuelo y toque a la puerta, un "adelante" me hizo abrirla sonriente. --Buenos dias, soy Jimena, la nueva. --Buenos dias --su rostro reflejaba una seriedad que daba respeto, me senalo a la silla para que me sentara--. En tu despacho tienes los articulos que hay que preparar para la columna, cada uno de ellos te da las directrices de palabras orientativas que debes de hacer y el grado de formalidad que le debes dar a cada uno. --Entendido. --Cada dia tiene que estar todo el trabajo listo antes de irte. --Claro. --Y por supuesto, tienes que revisarlo mucho ya que no puede ir con ningun error ortografico. --No se preocupe por eso, creo que no he tenido faltas de ortografia ni de pequenita. --Claro que me preocupo, soy el responsable de que esta revista funcione como lo lleva haciendo desde que me asignaron este puesto. --Lo entiendo. --Bueno, pues que tengas un buen dia. --Igualmente. Me levante y me fui conteniendo el aire, todo lo que tenia de guapo lo tenia de imbecil y no tenia ni idea de como se trataba a una persona, quizas por eso estaba en la revista pues mandaba al punto de la informacion para sacar los mejores titulares y sin importarle a quien se llevara por delante. Carlos era justo la tipica persona que yo consideraba que estaba en el mundo porque tenia que haber de todo, pero que le iba a hacer, tampoco podia pretender que todos los que estuvieran en la redaccion fueran de mi gusto. Ademas, yo estaba alli para trabajar y no para crear una "chupipandi", asi que era mejor que pensara en ponerme a trabajar codo con codo con cada uno de mis companeros, con independencia de que unos me cayeran mejor y otros como el culo. Me dirigi a mi despacho y salude a dos companeras que levantaron su mano, pero siguieron hablando, por lo visto todos iban a pasar de mi, que buen recibimiento en mi primer dia de trabajo. A ver si los que me iban a caer como el culo iban a ser la mayoria, jolines vaya un comienzo. Justo antes de entrar observe como otras dos companeras me miraban de arriba abajo y hablaban entre ellas ?No les gustaba mi cuerpo o que diantres pasaba? Madre mia que era mi primer dia y ya me daban ganas de irme por donde habia venido, pero no, ya no iba a permitir mas sufrir por los demas; ya estaba bien, estaba asqueada de una sociedad donde no amaban de verdad, donde un fisico delgado prevalecia ante todo y donde cualquier jefe se pensaba que te podia tratar por encima del hombro. Me estaban poniendo a caer de un burro y todavia no me conocian, menuda panda de desgraciados, pero yo a lo mio; no podia dejar que aquello condicionara lo que yo habia ido a hacer alli y que no era otra cosa que trabajar. Me sente en mi despacho despues de colgar el bolso y la chaqueta, me coloque el pelo detras de la oreja y comence a leer todas las directrices de los articulos que tenia que hacer. No eran pocas y aquello requeria grandes dosis de concentracion, pero de eso tenia yo para dar y regalar. A mi no me iban a amilanar asi como asi, eso lo tenia mas claro que el agua. Escribi uno por uno y los revise mil veces, ni la media hora del desayuno utilice, la pase ahi disfrutando de relatar unos buenos articulos que no dieran malos comentarios sino todo lo contrario, que causaran una muy buena impresion. Se iban a enterar todos esos de lo que valia un peine, o mejor dicho, de lo que valia Jimena. A ultima hora se lo envie al jefe de equipo, al senor simpatico, esperaba que me contestara algo en contra de ellos, pero ni para bien ni para mal dijo nada. Mejor asi, los americanos siempre han dicho que la falta de noticias, son buenas noticias, de modo que lo interpretaria de ese modo y santas pascuas. Sali de las oficinas con la sensacion de que todas hablaban a mi espalda, los chicos se veian mas simpaticos y me saludaban amablemente, pero las mujeres... Que pena que seamos entre nosotras mismas las que nos hagamos esas cosas. Mis amigos eran los amigos de mi ex, los teniamos en comun y cuando el me dejo al final terminaron dejandome de lado, quedaban con el y su nueva pareja, realmente todos tenian parejas y saliamos asi por lo que imagino que fue mas facil estar a su lado que al mio que estaba sola, pero bueno, ya me habia acostumbrado a sentir la soledad como unica compania. Estaba comenzando a llover y el dia se vestia de gris, para colmo era viernes, mi primer dia de trabajo y ya me iba de fin de semana, la verdad que mejor, tenia que canalizar esas sensaciones tan feas que habia tenido ese dia y es que me habia sentido el patito feo de la oficina. Compre el pan y me fui para mi casa, aquel lugar en el que me sentia segura ya que era como mi burbuja ante la vida. Encendi la calefaccion, me puse el pijama y calente el puchero que deje preparado y coci un poco de arroz. Comi llorando, asi de tonta era, se me saltaban las lagrimas, tenia pena, me parecio muy feo que nadie me hubiera dedicado una sonrisa de mis companeras y que me miraran como un bicho raro y encima el jefe, ese chulesco que no tuvo ni una leve sonrisa para recibirme. Tras comer con esa tristeza, recogi la cocina y me tumbe en el sofa a ver la tele con una mantita, esa era mi vida, manta, sofa y soledad, pura diversion. Asi me pase toda la tarde con esa pena que me ahogaba, pero me repetia a mi misma que yo era mas fuerte que todo eso y que me tenia que levantar y reconducir mi vida, tenia que salir la chica alegre que fui un dia, la que era feliz con cualquier cosa y disfrutaba de lo que tenia sin necesidad de necesitar mucho mas.

  • Pena Amaya de Pedro Santamaria

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    Ano 572. Hace un siglo que el Imperio Romano de Occidente ha caido y mas de ciento cincuenta anos desde la irrupcion de los barbaros en Hispania. Pese a las constantes guerras Cantabria, un pais diminuto, se mantiene independiente en parte gracias a la inexpugnable ciudad de Amaya, lugar donde se reune su Senado.
    Despues de sus exitosas campanas contra los bizantinos en el sur peninsular, el rey visigodo Leovigildo sitia la ciudad rebelde de Corduba. Pero su ambicion va mas alla: el monarca pretende unir toda Hispania bajo sus leyes y, para ello, debera marchar con sus huestes hacia el norte de la peninsula.
    Tomas, un joven cantabro que en otro tiempo fue guerrero, ha abrazado la verdadera fe y se ha unido a Emiliano (San Millan), hombre santo cuya fama se extiende por todo el norte peninsular. Este, en un sueno turbador, vera la destruccion de Amaya y elegira a Tomas para que lleve la palabra de Dios a los cantabros, paganos en su mayoria, como unica garantia de salvacion.
    Tomas tendra que enfrentarse a su pasado y a su hermano mayor, Necon, que sera el encargado de defender Amaya, y con ella toda Cantabria, del ataque visigodo.
    Pedro Santamaria, con su habitual prosa fluida, nos presenta un relato heroico cargado de accion, que reflexiona sobre los limites del amor y la resistencia.

  • Enamorame si puedes de Mia Del Valle

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    Toda la vida mi madre dijo que a los hombres " hay que conquistarlos por el estomago". Frase que jamas abandono mi cabeza a lo largo de mis jovenes veintinueve anos. Solo que anos mas tarde aprendi, que a un hombre se lo conquista con una formula de dos componentes: sexo y buena comida. Asi es queridas amigas !sexo y comida! Receta magica que me funciono a la perfeccion... << Por un par de anos>> pero que fue un exito, al menos por un tiempo. Digamos que siempre fui una mujercita en miniatura, cada vez que alguien me preguntaba que queria ser de grande, mi respuesta era " casarme y tener muchos bebes", lo se... !patetico! Gran parte de mis dibujos consistian en una casa con techo a dos aguas, chimenea y un jardin de flores. Frente a ella me encontraba yo, mi esposo y mis cuatro hijos... leyeron bien << cuatro>> A los siete ya me gustaba entrar a la cocina y tras poner un banquito frente a la mesada, jugaba que tenia un programa de reposteria, miraba al frente y le hablaba al cucharon de sopa que descansaba colgado en un gancho en la pared, pues el era mi camarografo. En mi programa, saludaba al publico y luego detallaba a la perfeccion como era el proceso de picar en rodajas los platanos y espolvorearlos con azucar. De mas esta aclarar, que esa era la unica tarea que me permitian hacer mi madre y mis tias. Abuela, madre, tias y hermanas... como veran los plurales femeninos abundan en este parrafo, y es pues... que en casa !todas eramos mujeres! todas XX, ningun XY. Seguramente ningun espermatozoide se animo a cortar con tan ferrea tradicion y continuaron aportando prolijamente su X sin chistar. Fui la quinta en nacer. Tras cuatro hijas mujeres, mis padres habian puesto todas las fichas en que yo seria el ninito de papa. !Error! Cinco ninas... gritaba mi abuela tomandose la cabeza con ambas manos " Madre de Dios... cinco mujeres... tendras que hacer otro bano en la casa Alberto" Alberto era mi padre, el hombre mas bueno y complaciente que haya existido en la faz de la tierra << segun mama>> Murio cuando yo tenia 2 anos y fuemi hermana mayor<< Karina>> quien tuvo el privilegio de pasar mayor parte de su vida con el, tenia veinte anos cuando papa se marcho y la pobre tuvo que buscar trabajo de la noche a la manana para ayudar a mama con los gastos de la casa. Segun cuenta la leyenda, el septimo hijo varon de una familia se convertira en lobizon en su adolescencia... pues en mi casa la quinta hija mujer se convertiria en cocinera. Asi es... co-ci-ne-ra. Naci y creci en una casa italiana, en donde el comer une, el comer cura, el comer soluciona problemas y tambien !enamora! Si a la casa italiana, le sumamos seis mujeres hablando, riendo y cocinando a la vez, el resultado sera un hermoso y ruidoso !caos! Cuando cumpli once anos, sabia cocinar galletas con chispas y en verdad me quedaban muy ricas. Fue en ese entonces que mi tia Nuria me regalo una cuponera de clases de reposteria a la vez que predicaba " no pierdas el tiempo jugando a la cocinerita Val, mejor ponte a estudiar nina" En cambio, mama... << Otra sonadora como yo>> , tenia la conviccion que,si uno no hace lo que ama en la vida,seguro sera un fracaso. " Debemos estar de novios con la vida ninas, << pregonaba>> ... o sino la desdicha nos carcomera desde lo mas profundo y no lograremos la felicidad absoluta" Una gran verdad << en parte>> y luego les contare porque. A los quince era la encargada de preparar el pastel de cumpleanos de quien tuviera el privilegio y la suerte de cumplirlos... porque como bien gritaba tia Martha a mi abuela Yaya, quien se quitaba anos cada pocos meses y se hacia la cruz cuando estaba a dias del aniversario de su nacimiento, " Mami... o los cumples o te mueres" Sabias palabras las de la tia, porque por mas positiva que sea, no hay plan " C" en esa simple ecuacion. A medida que pasaban los anos, mi arte se fue perfeccionando y mi vida tomo el rumbo que siempre desee... !estudiar cocina! Al terminar el secundario entre en una reconocida escuela de cocina, la cual pertenecia a un carismatico y prestigioso chef. Mi amor siempre fue la reposteria, por lo cual me especialice en " Le patisserie" cocina dulce y pasteleria francesa. En el dia estudiaba y en la noche cocinaba exoticos pasteles para vender en una serie de tiendas de las que me habia convertido en proveedor, y de esa forma costeaba mis estudios sin afectar la economia de mi pobre madre. Los gustos de mis pasteles pasaban desde los mas simples como el de chocolate y vainilla, hasta sabores muy particulares creados para paladares mas aventureros como el brownie de cafe con queso azul y caramelo. En casa siempre reinaba un armonioso caos. Con tantas mujeres era practicamente imposible hablar una a la vez y cada una elevaba unos decibeles su tono de voz para hacerse escuchar... realmente no entiendo como mi progenitora sobrevivio a nuestra adolescencia. Todo el tiempo alguna de nosotras perdia algo, otra peleaba con el noviecito de turno, discutiamos entre nosotras para evitar ser la encargada de turno en doblar calcetines, o simplemente escuchabamos musica a todo volumen. Estabamos convencidas que en casa existia un agujero negro que comia calcetines << a esa conclusion llegamos entre risas>> porque por mayor cuidado que tuvieramos,siempre,siempre... !pero siempre! Perdiamos medias luego de cada lavado. Mama era una maestra de primaria sumamente alegre y positiva, si bien nuestra vida era dificil por momentos, mami siempre le encontraba el lado dulce a todo. Segun ella eramos muy afortunadas, el dinero podia faltar, pero el tenernos las unas a las otras era el mejor tesoro del que podiamos gozar. Luego que papa muriera, nunca se volvio a casar ni a tener citas… !nada de nada! Y es que ellos eran de esas parejas que se ven cada cierto tiempo... almas gemelas sin duda, novios desde los doce anos y matrimonio por el resto de los dias que papa nos acompano. De esa forma los anos fueron pasando rapidamente, nosotras fuimos creciendo y los muchachos aparecieron de la noche a la manana. Las mayores se fueron poniendo de novias, luego Karina se caso, mas tarde la siguieron Mariana y Macarena; Natalia en cambio se dedico a estudiar y decidio viajar a Paris para perfeccionar sus estudios en Bellas Artes. Yo... la mas " pequena de la casa" << por asi decirlo>> me encontraba muy ocupada perfeccionando el arte de la dulzura en mi amada escuela, como para pensar en hombres. Salvo uno o dos " noviecitos" en el secundario, nunca lleve un muchacho a casa. Sinceramente ninguno cumplia con mis expectativas. Eran monos y tiernos, pero siempre faltaba algo. Llegue a la conclusion de... o que mis expectativas eran muy altas, o los hombres de mi edad cada dia eran mas inmaduros. Pero fue en ese mismo lugar, en el templo del sabor... << en mi escuela>> donde todo cambio. Porque fue alli que conoci a mis dos amores... los cupcakes y al que seria mi marido. Ricardo << mi esposo>> , no sabia cocinar ni un huevo frito, pero de todas formas era uno de los socios en la escuela del chef. Ricardo era muy habil en los negocios. Tanto es asi, que cuando anos atras se graduo de su carrera de abogacia, obtuvo una beneficiosa propuesta laboral en un gran estudio juridico. Y con tan solo veintiun anos de edad, Ricardo Dalmao fue contratado como parte del selecto bufete de abogados, en el que anos mas tarde seria socio accionista. Yo... cinco anos menor, tan inocente y estupida, y el tan masculino, elegante y bello fue una bomba de lo mas atractiva. Y si a eso le sumamos su autoritaria personalidad, lo que tenemos es un coctel de lo mas atractivo, de esos que disfrutas en una noche de fiesta, pero que, al despertar al siguiente dia, te deja un fuerte dolor de cabeza y gusto a gato muerto en la boca. Me sedujo al instante y obnubilo mi razon. Cuatro meses mas tarde y en contra de lo que mi madre, tias y hermanas comentaban... !decidi casarme! Una ceremonia sencilla,seguida de un brindis en casa de sus padres, y una bella luna de miel en Cancun fue el comienzo de mi vida de casada. De mi sueno. De acercarme al dibujo que hacia de pequena... mi casa a dos aguas, chimenea, esposo perfecto y muchos hijos. Hoy... diez anos despues, con veintinueve anos de edad y mayor madurez, puedo decir que si bien el balance fue positivo no soy una mujer ciento por ciento feliz. En lugar de una casa como la que yo queria, vivimos en el piso 15 de un gran edificio. Una zona muy elegante y costosa, por cierto, pero no es mi casa sonada !no! lejos de eso, es minimalista y fria, abunda el acero en la cocina y falta la madera. Los cuatro bebes que queria tener, brillan por su ausencia, en cambio tenemos un gato. !Un salvaje! que lejos de ser un carinoso minino, es una satanica fiera que adora esconderse debajo de mi cama para aranar mis pies cuando me levanto, tambien disfruta mucho romper mis cortinas y orinar mi almohada. << Tan lindo>> Me gusta llamarlo apestoso cuando Ricardo no esta, porque ellos si se entienden bien, creo que la que sobra en este triangulo amoroso !soy yo!

  • Mi Highlander Atrevido de Amaya Evans

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    Grace Ashfield es una joven, hermosa, educada que lo tenia todo hasta que su mundo cambio completamente con la muerte de sus padres y la traicion de su prometido.
    Ian McDaniels, el menor de su clan, es un hombre al que le gustan demasiado las mujeres y no ve nada de malo en estar con varias al tiempo, hasta que recibe un ultimatum de su padre donde lo obliga a conseguir una esposa de una vez por todas o corre peligro de perderlo todo. En estos momentos, Ian no puede darse el lujo de ser desheredado por su padre pues a pesar de ser un irresponsable a ojos del mundo entero, tiene un gran proyecto en manos.

  • Para el chico que nunca me amo de Carolina L. Aguirre

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    Ana Salazar.
    Fiel creyente del amor.
    Romantica empedernida.
    Aspirante a ser la protagonista de una historia de ensueno.
    A sus dieciseis anos esta convencida de que el amor es el sentimiento mas puro y hermoso que
    cualquiera podria experimentar, pues unicamente ha leido maravillosos versos sobre aquel.
    Sin embargo, tras conocer a Adrian, el chico que se convertiria en su mejor amigo y de cual caeria
    terriblemente enamorada, descubre el lado mas turbio y doloroso que no suelen desvelar en los
    cuentos de hadas.
    Y con ello debera aprender a lidiar, incluso, con la desconfianza en si misma.

  • Belleza Engreida de Rocio Verdejo

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    Una larga e intensa relacion habia dado como resultado que Scarlett finalmente se embarazara de su esposo Aukai, principe de la isla Eltah. Lo habia mantenido en secreto para esperar el momento adecuado y revelar la sorpresa. Lo habian estado intentando durante mucho tiempo, pero parecia que la naturaleza no estaba de acuerdo con proveer esta bendicion para la princesa Scarlett. Aunque hacia alarde de estar enamorada del principe Aukai, en el fondo, Scarlett vivia una completa farsa, ya que, no habia logrado realmente enamorarse y compenetrarse con el hombre con el que se habia casado a los 19 anos de edad, cuando habia llegado a la isla. En la necesidad de poder mantenerse estable en aquel lugar, habia podido mas el interes que otra cosa, ya que, el corazon de Scarlett siempre habia estado caracterizado por ser frio, calculador y muy conveniente. Tras la erupcion del volcan Awoke, la chica habia tenido que escapar, dejando atras a familiares y amigos, los cuales, habian muerto debido a la lava ardiente que habia cubierto gran parte de la isla Siham. El lugar que habia sido su hogar durante toda su vida, habia quedado reducido a escombros. Llamas y dolor era lo que habia quedado atras, mientras la chica habia escapado al mar. La corriente la habia llevado directamente hasta la isla central, Eltah, la mas grande de una cadena de 8 islas, las cuales forman un circulo perfecto con su centro alli. Scarlett era la princesa de aquella isla, y siempre se le habia hablado sobre su posible matrimonio con el principe de Eltah. Ante esta situacion, consideraba que no era correcto tener que contraer nupcias con un hombre que ni siquiera conocia, pero era su unica opcion. Cuando habia llegado a la isla siendo simplemente una jovencita moribunda, rapidamente la habian reconocido y la habian atendido como se merecia una princesa. Tan solo dos meses despues de su llegada a Eltah, ya el matrimonio estaba arreglado, ya que, el padre de Aukai estaba muy enfermo y requeria de alguien que se encargara de dirigir la isla de manera adecuada. Se llevaban labores de extraccion de diamantes y de oro, por lo que, era una familia adinerada, poderosa, una monarquia que mantenia el equilibrio en el resto de las islas. Cuando Siham fue devastada, habian propuesto la posibilidad de recuperarla, de realizar labores de limpieza, restructuracion, y convertirla en un lugar totalmente renacido de las cenizas. Pero la princesa Scarlett se habia negado rapidamente, ya que, decia que aquel lugar debia ser respetado, pues bajo los escombros solo habia muerte. No seria correcto convertir el lugar en un paraiso construido sobre los restos de aquellos que habian fallecido por la tragedia. Tampoco tenia demasiado sentido intentar construir en un lugar inestable, es decir, el volcan podria hacer erupcion en cualquier momento de una manera inesperada como lo habia hecho aquella vez. Los habia sorprendido a todos en medio de la madrugada, la tierra se estremecio, parecia que una gran explosion se genero en el centro de esta, mientras algunas de las viviendas en el poblado se derrumbaban ante el terremoto. Algunos apenas habian logrado salir de sus casas. Parecia que una gran roca habia mantenido al volcan silenciado, pues toda aquella energia finalmente habia sido liberada de forma repentina. La expulsion lanzo escombros por todos los alrededores, destruyendo algunas casas, las cuales recibieron el impacto directo de grandes rocas. Estas devastaron el lugar en unos pocos minutos. Habia sido la peor tragedia que se habia vivido jamas en aquellas islas, las cuales. Hubo pocos sobrevivientes que habian sido perdonados por el mar. Quiza, una de las mas afortunadas habia sido Scarlett, ya que, su futuro estaba asegurado al lado del principe de Eltah. Este, tampoco estaba demasiado de acuerdo en contraer nupcias con ella, pues siempre habia estado enamorado de una de las pobladoras de aquel lugar. Habia dejado aquel corazon roto para dirigir su atencion unica y exclusivamente a Scarlett, la cual, se convertiria en su princesa y futura reina. Esto significaba, que aquella relacion estaba levantada sobre las bases de la mentira y el engano, ninguno de los dos poseia un verdadero sentimiento hacia el otro, pero mantenian las apariencias para evitar un colapso de la monarquia. A los 19 anos de edad, cuando habia llegado a la isla, Scarlett no tenia la menor idea de lo que era el esfuerzo. Siempre habia sido tratada como una princesa en su tierra, por lo que, el ego, la arrogancia y la soberbia, eran tres elementos caracteristicos de su personalidad. Trataba a las personas con mucho desprecio, los hacia sentir humillados, menos importantes que ella si no tenian sangre real. Su personalidad era tan desagradable, que habia logrado reunir una gran cantidad de adversos en el pueblo. Las personas ya no la respetaban, y sentian un profundo rechazo cuando ella acompanaba al principe Aukai durante sus visitas a las calles de Eltah. Era evidente que nadie queria a Scarlett, y esto, profundizaba aun mas el rechazo que sentia al principio, el cual, estaba consciente de la belleza de su esposa, pero no tenia la mas minima conexion con su personalidad. A pesar de que era un principe guerrero, hijo de grandes peleadores, el corazon de Aukai siempre se habia caracterizado por la piedad, pero habia algo que no soportaba, y era la mentira. Era un poco ironico que tuviera que levantar una relacion amorosa precisamente sobre las bases del engano, pues este aspecto podia destruir por completo la vida de las personas. Podria perdonar cualquier cosa menos una mentira, y el mismo, estaba edificando un amor que tenia columnas muy fragiles. Habian pasado cuatro anos desde su llegada a la isla central de Eltah, alli, la princesa habia desarrollado una vida normal, tratando de salvar un matrimonio que podria asegurar su futuro. Las riquezas de la familia de Aukai, eran incalculables, habian logrado generar la extraccion de grandes toneladas de oro y diamante, siendo una de las islas mas poderosas de todo el planeta. Pero se habian mantenido cerrados al mundo, ya que, si se dedicaban de realizar actividades comerciales con otras tierras, posiblemente serian invadidos. La fuerza belica de Eltah, no podria contener el ataque de los habitantes de la tierra media, los cuales, utilizaban armas de fuego muy potentes, con las cuales, podrian exterminar a absolutamente a todos los habitantes de las 8 islas sagradas. Scarlett era una de las personas que constantemente trataba de cambiar esto, tratando de hacer entender a Aukai, que la unica manera de poder crecer economicamente, era vinculandose con otras civilizaciones. Este, se rehusaba tremendamente, ya que, ponia en practica los valores que fueron inculcados por su familia. Nunca podria poner en riesgo la vida de los habitantes utilizando como pretexto la intencion de evolucionar como civilizacion. Era feliz, mientras hubiera recursos naturales tan bondadosos como se los habian proporcionado los dioses, entonces no tendria problemas en seguir manteniendo las cosas en la bonanza caracteristica. Todos y absolutamente cada uno de los pobladores de Eltah, eran felices, nunca faltaba alimento en sus mesas, todos tenian trabajo, siempre habia algo que hacer, la miseria era inexistente en aquellas tierras. Desde siempre, el padre de Aukai, se habia preocupado porque todos en aquel lugar, pudiesen acceder a las riquezas de sus tierras, no habia egoismo, era una buena monarquia. Pero parecia que la codicia, la arrogancia y ego de Scarlett, tarde o temprano pondria en riesgo esta situacion de estabilidad, la cual, podria comprometer la vida de muchas personas. En la isla de Eltah, no habitaban demasiadas personas, eran al menos unos 2000 habitantes en total, ante lo que, era facil controlar las actividades en esta region. En el resto de las islas, las mas pequenas, apenas y alcanzaban poblaciones de 500 o 600 personas, ante lo que, la organizacion era mas simple. Habia cierto trafico de barcazas cargadas de alimento y gramos de oro que se trasladaban hacia algunas islas para tratar de potenciar su economia. Eltah funcionaba como una especie de atomo, con un gran nucleo lleno de riquezas y a su alrededor, las pequenas islas desarrollaban algunas actividades de artesania, elaboracion de armas y obtencion de recursos, que eran regresados como forma de pago para las contribuciones de la isla central. De las 8 islas, solo una habia caido, esta, era el lugar del gran volcan Awoke, un imponente monstruo natural, que simplemente estaba alli para recordarle a los hermanos del poder de la tierra podria acabar con ellos en el momento que lo deseara. Scarlett, no habia desarrollado aquella personalidad en vano, su propio padre, se habia dejado llevar por aquellos deseos de poder, y habia estado elaborando mas armamento, sentia la necesidad de poder reclamar el poder de la isla de Eltah, y de forma inesperada, aquel castigo, habia acabado por completo con sus planes, recursos y hasta con su propia vida. Habia una presencia espiritual muy fuerte en esta cadena de islas. Parecia estar protegida por los espiritus ancestrales, los cuales, canalizan todo su poder a traves de seres especiales, los cuales eran llamados sacerdotisas o hechiceros. Estos poderes, eran distribuidos en los diferentes elegidos de maneras distintas, asi que, habia adivinos, curanderos e inmortales. Se decia que solo debia haber un elegido por isla, por lo que, era muy extrano poder ver a uno de estos seres interactuando con otro de los sagrados. En el caso de la isla Eltah, habitaba una sacerdotisa adivina, la cual, era consultada con cierta frecuencia por algunos de los habitantes. Su corazon era oscuro, era malvada, pero la precision con la que podia narrar los eventos que sucederian, era impecable. Su nombre era Kainoa, era lujuriosa, con un terrible gusto por el sexo, el cual, la hacia esclava de sus propios deseos. Conquistaba a los hombres con sus atributos, ya que, era muy hermosa y exuberante. Kainoa se habia encontrado con Scarlett dias atras antes de los eventos que cambiaron para siempre la vida de la princesa. Si esta hubiese escuchado las advertencias de la sacerdotisa, quiza, las cosas hubiesen dado un giro inesperado a su favor, pero la incredulidad, escepticismo y personalidad arrogante de Scarlett, le habian hecho cerrar sus oidos ante cualquier advertencia. Mientras Scarlett caminaba por una de las calles de Eltah, llevando algunas frutas en sus manos, Kainoa se habia cruzado en su camino repentinamente. Le habia colocado la mano en su vientre, mientras sonreia de una manera agradable y pronuncio unas palabras que habian generado escalofrios en la princesa. -- Tres meses tiene el nino que llevas en tu interior. Cuidalo muy bien, o de lo contrario, tus suenos no se materializaran. -- Dijo la sacerdotisa. -- No te atrevas a tocarme nuevamente, bruja. Vuelve a la selva de donde nunca deberias salir. -- Dijo Scarlett mientras limpiaba sus ropas. -- Escucha lo que te digo, jovencita. Puede que creas que todos estamos a tus pies. Pero tu arrogancia, te llevara a la desgracia. -- Dijo la sacerdotisa. -- No perdere mi tiempo hablando con una bruja. Solo enganas a los inocentes manipulando sus esperanzas. -- Dijo Scarlett. La mujer, sonrio de una manera macabra, y se alejo de alli, cubriendo su cabeza con lo que parecia ser un manto de color marron, ya que, no solia revelar su presencia ante todos. La mayoria de los pobladores de Eltah, se acercaban a ella haciendo consultas, algo que era realmente extenuante, y no era un servicio gratuito. La personalidad de Kainoa tambien era codiciosa, necesitaba el dinero, y siempre habia estado detras de las riquezas de la familia real. Pero el propio padre de Aukai, la habia desterrado hacia la selva, ya que, enganaba de una manera descarada a las personas, aprovechandose de sus esperanzas. Scarlett sintio algo de miedo, pero no hizo demasiado esfuerzo por tomar en cuenta las palabras de la sacerdotisa. Continuo con sus actividades de manera natural, compro algunas verduras, hizo una revision de algunas frutas en el pueblo y volvio a su palacio. Su vida era tranquila, y aunque detestaba enormemente a los habitantes de Eltah, trataba de ser tan hipocrita como podia, ya que, su futuro dependia de respetar a los pobladores del pueblo que era dirigido por su esposo. El nino que llevaba en su vientre, era la unica esperanza de poder salvar a aquella relacion, pues, de lo contrario, estaria sumida en una depresion y tristeza. Si se dedicaba a su hijo, al menos tendria algo en que ocupar su mente y su tiempo. No tendria que soportar todo el tiempo a su esposo, por el cual, no sentia absolutamente nada sincero. Tres dias exactamente, habian pasado desde el dia en que Scarlett habia tenido aquel encuentro con la sacerdotisa Kainoa. Ella le habia hecho una advertencia muy clara acerca del peligro que podia correr si no cuidaba al nino que tenia en su vientre. Una de las actividades favoritas de Scarlett durante el atardecer, era ir a recoger flores y frutos frescos en la selva. Se acercaba solo hasta el bosque del perimetro, ya que, sabia que, en el interior de aquellos territorios, habitaban hombres malvados y agresivos, los cuales, se protegian con la naturaleza. Esta, no habia avisado a absolutamente a nadie que iria hasta alla sola, ya que, le gustaba su espacio, y detestaba tener que informar absolutamente todo lo que hacia a su esposo. Se habia escapado, necesitaba un tiempo libre, un momento a solas con sus pensamientos, ya que, constantemente estaba recibiendo instrucciones de Aukai, o rodeada de sirvientes.

  • La novia del lobo de Aino Kallas

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    Esta legendaria historia nace de los viejos mitos de los hombres lobo en Estonia, pero cuenta, en realidad, mucho mas que eso: es tambien una metafora de la ausencia de libertad de las mujeres en el siglo XVII. El relato se situa en Hiiumaa, una isla en el lado oeste de Estonia, y comienza con un guardabosques llamado Priidik que observa a un grupo de mujeres del pueblo que lavan a sus ovejas y se enamora de la joven doncella Aalo. Escrita con un hermosisimo lenguaje, consigue trasladarnos a los bosques de Estonia y a aquellos pueblos amenazados por los lobos en los que se castigaba duramente todo lo que se consideraba brujeria. Sara Morante ha logrado meterse en la piel de la rebelde Aalo y llevarnos con sus ilustraciones a su mundo mas alla de la aldea

  • El bosque infinito – Annie Proulx de Annie Proulx

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    A finales del siglo XVII, Rene Sel y Charles Duquet, peones contratados para cortar madera, desembarcan en Canada, conocido entonces como Nueva Francia, con un magro contrato para trabajar en durisimas condiciones en las tierras de un despota colono frances. Mientras Duquet, astuto y taimado, cae enfermo y escapa de esa <> para acabar dedicandose al comercio de pieles y, finalmente, de madera, Rene, sensible a su entorno, se queda en la plantacion y sobrevive a su <>, unido a una india mayor que el. Pese a que los destinos de ambos se anuncian tragicos, sus sucesores, a lo largo de tres siglos, seguiran ligados a lo que --cuando sus antepasados llegaron-- eran unos bosques sin limites, aparentemente inagotables. El bosque infinito sigue a los intrepidos descendientes de Rene y Charles hasta la actualidad, en un viaje a traves de Norteamerica, Europa, China y Nueva Zelanda: una aventura llena de peligros, venganzas, aniquilacion cultural y amor por las tradiciones indias, en una novela que explora no solo las relaciones entre los pueblos (indios y colonos; franceses, ingleses y norteamericanos; Oriente y Occidente), sino tambien la implacable destruccion de la naturaleza por el hombre.

  • La horda de los Malditos de Peter Sword

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    En un mundo donde la magia es tan comun como el aire, la amenaza de una nueva guerra contra el Imperio supone un duro golpe para los reinos del sur. Neoludan, uno de los paises afectados, decide liberar de su cautiverio a un poderoso mago, considerado un portento de la magia y capaz de realizar sortilegios ya olvidados. Sin embargo, este mago tiene sus propios intereses y demostrara que no es una persona sencilla de dominar, jugando el solo con el equilibrio de la guerra que se cierne sobre el continente. Magia, caballeros, duelos entre magos, politica, traiciones… Todo tiene cabida en La horda de los Malditos, el primer volumen de la saga Ocaso de Leyendas, escrita por Peter Sword.

  • El diablo tambien se enamora de Eleanor Rigby

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  • Contrato. Lo que esperas de mi de Aryam Shields

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    Para Katheryne Cortez la vida de su hija es lo mas importante y la salvara al precio que sea. Alessandro D'Angelo es un arquitecto italiano conocido por su mal caracter. Su vida y su pasado son mundos a los que pocas personas tienen acceso. Someterse al mundo del arquitecto es su ultimo intento para solucionar sus problemas, pero ?podra salvar la vida de su hija sin entregar la suya a la oscuridad de un hombre cuyo corazon ha estado congelado por anos? Cuando un lazo te une mas alla de lo imposible. Cuando es la ultima opcion que te queda. Cuando ya no hay mas caminos, ?que estarias dispuesto a sacrificar?

  • El tiempo de las orquideas salvajes, Nicole C. Vosseler de Nicole C. Vosseler

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  • El aspecto del diablo de Craig Russell

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    ?Como atrapas a un asesino cuando estas rodeado de locura?

  • El arte de la fuga de Vicente Valero

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    En verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.

  • Besar a un angel de Susan Elizabeth Phillips

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    ?Como se encontro Daisy en esta solucion? Ella puede ir a la carcel o casarse con el hombre misterioso que su padre ha elegido para ella. Alex Markov, sin embargo, no tiene la intencion de interpretar al amoroso novio de una nina mimada con gustos de champan. Sin humor y mortalmente guapo, arrastra a Daisy lejos de su vida en la parte alta de la ciudad. Este hombre sin alma ha conocido a una mujer que no es mas

  • Homo Lubitz de Ricardo Menendez Salmon

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    Richard O’Hara aguarda en un hotel de Shanghai la firma de un contrato entre el Gobierno de China y las farmaceuticas occidentales que lo convertira en un hombre rico. Tras su estancia en Asia, recibe un extrano encargo: hallar el paisaje que aparece en una vieja fotografia. Obsesionado por esa imagen, emprendera entonces un viaje alrededor del planeta en compania de una mujer llamada Amanda. En este thriller vertiginoso, en el que los accidentes juegan un papel decisivo, los vampiros son coleccionistas de arte y el cineasta David Cronenberg explica cual es el verdadero espiritu del siglo xxi, Ricardo Menendez Salmon muestra su confianza en la ficcion literaria como instrumento para interpretar nuestro mundo.

  • El panuelo negro de Rafael Sarmiento

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    Habian pasado treinta anos, pero el rostro de Elisaveta no lo aparentaba. Ni su figura, ni su porte ni el aura que rodeaba la elegancia de aquella hermosa mujer. Al menos asi lo pensaba Marek, su marido. Treinta anos hacia que la habia tomado por esposa y el seguia viendo en ella a aquella joven alta y rubia, de maneras lozanas, ojos picaros y sonrisa mordaz que le cautivo en su juventud y que, aun entonces, cuando ambos habian sobrepasado de largo la cincuentena, seguia dejandole sin habla cuando le miraba con ese gesto confiado tan cargado de sensualidad. La cena habia sido excelente, muy acorde con la celebracion de dicho aniversario. El siguiente seria un buen dia para continuar con la rutina de sus vidas, pero aquella noche pasearian tranquilamente, si el frio lo permitia. Marek nunca descuido a su esposa, a pesar de la enorme responsabilidad que conllevaba su trabajo, pero vivia con el pesar de no haberle dedicado mas tiempo, que era lo que de verdad le hubiera apetecido. Siempre penso que no se puede tener todo, que quien mucho abarca, poco aprieta y que llevaban una vida de ensueno, al menos en comparacion con la inmensa mayoria de la poblacion del pais en el que vivian. Pero dicha vida era consecuencia de su trabajo, de su estatus, y ese era el precio que debia pagar. Sin embargo, aquel dia era para ellos. Aquel dia, no habia otra cosa que no fueran ellos. Acababan de terminar los postres y, al tiempo que avisaba al camarero para que le trajera la cuenta, Marek hizo un gesto a Juliusz, su escolta, que esperaba en otra mesa mientras tomaba algo y leia un libro. De inmediato, se levanto de su asiento y se dirigio a la salida. Hasta que el no lo autorizara, Marek y Elisaveta no saldrian del restaurante. – Aqui tiene, senor-. El camarero, perfectamente vestido, como era propio en un sitio de lujo como aquel, tardo apenas un minuto en traerles la cuenta. Era quien les habia atendido desde que entraron en aquel lugar y habia hecho su trabajo de una manera mas que eficiente, lo cual satisfacia sobremanera a Marek. Era algo que el valoraba mucho en un profesional, daba igual el rango o el sector. En su opinion, el trabajo habia que hacerlo bien, terminar siempre lo que se empieza, nunca dejar nada a medias y emplearse a fondo para que el resultado sea el mas satisfactorio posible. A pesar del nivel en el que se manejaba en la vida, no juzgaba a los demas en funcion de su estatus o su ocupacion, sino por la efectividad con la que lo realizaba. Y aquel camarero habia aprobado con nota alta segun su escala de valoracion. Una vez pagada la cuenta, la pareja permanecio en sus asientos hasta que Juliusz se asomo desde la puerta de salida y les hizo un gesto. – Ya nos podemos ir-. Marek se levanto entonces y retiro la silla de su esposa para facilitarle a ella el que lo hiciera tambien. Luego, ambos se dirigieron al guardarropa, donde les dieron sus abrigos, se los pusieron y salieron del restaurante, ella agarrada al brazo de el y el encantado de sentir el contacto de ella. En verdad, hacian una pareja imponente. Ambos altos, bien parecidos y con el porte gallardo tan propio de quienes, por su posicion, miran la vida por encima del hombro, por mucho que traten de evitarlo viviendola con sencillez y sin estridencias, como era el caso. Juliusz se echo a un lado y les dejo pasar delante de el. Luego, espero unos segundos mientras Marek y Elisaveta caminaban, para empezar a hacerlo el unos metros por detras, de manera que pudiese tenerlos a la vista y al alcance, pero sin molestarles en lo mas minimo. – Hace una noche preciosa, a pesar del frio-. Exclamo Elisaveta, mostrando su agradable sonrisa. – No ha querido fallarnos y tambien ella nos acompana-. Asintio Marek, pasandole el brazo por encima de los hombros para abrazarla. – Podriamos ir al mismo lugar que fuimos cuando vino a visitarnos tu hermana el mes pasado-. Propuso ella entonces-. Me gusto mucho el vino que sirvieron. – Y con un poco de suerte, coincidiremos con el mismo pianista. Tocaba muy bien. Es un sitio muy agradable, me parece buena idea. – El problema es que hace demasiado frio para pasear. Podriamos acortar camino callejeando, en lugar de ir por la avenida. Marek hizo una mueca y se quedo callado. No le gustaba ir a los sitios por calles secundarias y solitarias. Eran, sin duda, mucho mas peligrosas que las principales. No llevaba escolta por gusto, la responsabilidad de su cargo lo hacia conveniente, y en el estaba facilitarle la tarea, no hacersela mas complicada. Y eso se conseguia, entre otras cosas, con pequenos detalles como aquel. Sin embargo, Elisaveta tenia razon. Hacia mucho frio y no queria que nada le estropeara una velada tan especial. Ni siquiera eso. Ademas, el lugar al que se dirigian estaba cerca y no les llevaria demasiado tiempo llegar hasta el, de modo que, despues de ese momento de duda, accedio a los deseos de su esposa. No fue buena idea, sin embargo. En absoluto. No llevaban recorridos ni cincuenta metros de una calle estrecha y oscura cuando un grito a sus espaldas sobrecogio a la pareja. Apenas se dieron la vuelta cuando aquel hombre les dio alcance. No era demasiado alto, pero tenia pinta de fuerte. Sus ropas eran oscuras y llevaba la cabeza cubierta con un gorro de lana. Les amenazaba con una navaja de grandes dimensiones, la misma que habia utilizado para herir a Juliusz, el cual yacia en el suelo unos metros mas alla, sin poder levantarse y retorciendose por el dolor. – Si no hacen ninguna tonteria, nadie mas tiene por que acabar herido-. Les dijo, pero Marek no hizo caso y trato de abalanzarse contra el para arrebatarle el arma. No obstante, el hombre fue capaz de revolverse y le hizo caer de un fuerte punetazo en la cara, tras lo cual, agarro con fuerza a Elisaveta por un brazo y la inmovilizo, para a continuacion amenazar su cuello con la hoja de la navaja. – Esta bien, no le hagas dano-. Le rogo Marek, que se habia levantado de inmediato y se llevaba la mano a la nariz para comprobar que le sangraba. – Ahora es tarde-. Respondio el hombre con frialdad-. Se lo adverti, nadie mas tenia por que salir herido, pero ahora es tarde-. Y entonces, apreto la navaja contra el cuello de Elisaveta, provocando el grito de esta y haciendola sangrar levemente. – !No! !No sigas! ?Que quieres de nosotros? – En principio, solo queria dinero, pero ahora no se… Marek suponia que aquel hombre solo pretendia robarles, pero estaba sobreactuando para provocarles mientras mas miedo mejor y asi conseguir lo que pretendia evitando que el volviera a revolverse. Ademas, debia ser consciente de que ellos eran buena presa. Incluso, era muy probable que llevara espiandoles desde hacia rato. Marek sabia que habia ladrones que controlaban las entradas de los restaurantes de lujo para atacar a los clientes que salian de ellos porque eran gentes de dinero, y aquel hombre debia ser uno de aquellos. Les habria estado observando, habria visto que llevaban proteccion y lo primero que hizo fue eliminarla. Se habia quitado de en medio al guardaespaldas antes que nada y ahora les atacaba a ellos, ya sabiendo que Juliusz no les podria ayudar. Sin embargo, saber todo eso no le valia para nada y Marek, al no encontrar la manera de salir de aquel entuerto, se decidio por lo facil, saco la cartera del bolsillo interior del abrigo y alargo el brazo para acercarsela. En ese momento, el hombre solto una carcajada. – Las cosas no son asi de faciles, aunque lo pueda parecer-. Le dijo entonces este-. Se quien es usted, pedazo de hijo de puta. ?Sabe? En verdad, le he mentido con eso de que nadie tiene por que salir herido. Solo pretendia que bajaran la guardia. La cartera me la voy a llevar, no le quepa duda, pero quiero hacer mas. Voy a hacer mas. Yo le odio a usted y todo lo que representa y no hay cosa que desee mas que tomarme venganza, aunque solo esto que voy a hacer no seria suficiente para todo lo que ustedes han hecho antes. Pero mejor que nada, sin duda. – Por favor, suelteme, no me haga dano-. Suplicaba entre lagrimas Elisaveta mientras Marek, impotente, no sabia que hacer.

  • La ira y el amanecer – Carmen Torres de Carmen Torres

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    “Cien vidas por la que tomasteis. Una vida por cada amanecer”.
    En una tierra regida por un monstruoso califa, cada nuevo amanecer rompe el corazon de una familia. Dia tras dia, el rey contrae matrimonio con una joven que al alba es ejecutada.
    “Si fallais una sola vez, os arrebatare vuestros suenos, os arrebatare vuestra ciudad.
    Y os arrebatare estas vidas multiplicadas por mil”.
    Por eso es un misterio cuando una desconocida se presenta voluntaria para casarse con el.
    Esa misma noche, ella le cuenta una historia.
    ‘Yo no estoy aqui para luchar. Estoy aqui para ganar’.
    Y por primera vez, la aurora no llega tenida de rojo.
    ‘Os juro que vivire para ver todos los atardeceres posibles.
    Y que os matare.
    Con mis propias manos’.

  • Suenos hechos realidad de Nora Roberts

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    La vio venir. Aunque llevaba unos pantalones vaqueros, una chaqueta y casco, Katch reconocio su feminidad. Tenia una moto Honda pequena. El le dio una calada al cigarro y admiro su forma competente de entrar en el aparcamiento del mercado. Ella aparco la moto y se bajo. Era alta. Debia de medir un metro setenta centimetros, y era esbelta. El se apoyo en la maquina de refrescos y siguio mirandola por pura curiosidad. Entonces, ella se quito el casco. Al instante, su curiosidad se multiplico. Era una mujer despampanante. Tenia el pelo suelto y liso, largo casi hasta los hombros, de un color moreno al que el sol arrancaba reflejos dorados y rojizos. Tenia una cara fina, de rasgos marcados. El habia conocido modelos que se mataban de hambre para conseguir los angulos y las sombras del rostro de aquella mujer. Sin embargo, su boca era carnosa, amplia. Katch conocia bien las sutilezas del uso de los cosmeticos, y sabia que ella no habia usado ninguno para anadirle interes a sus rasgos. No los necesitaba. Tenia los ojos de color castano. Le recordaban a los ojos de un potro, profundos, grandes y alerta. Sus movimientos carecian de afectacion; tenian una gracia indefinible, tambien parecida a la de un purasangre. Era una mujer joven, de unos veinte anos. El dio otra calada a su cigarro. Claramente, aquella mujer era magnifica. --!Eh, Megan! Megan se volvio, apartandose el flequillo de los ojos mientras se movia. Al ver a las gemelas Bailey parar junto a la acera, en su Jeep, sonrio. --Hola --dijo, y cuando termino de abrochar el casco con una correa a su moto, se acerco al coche. Les tenia mucho carino a las gemelas. Igual que ella, tenian veintitres anos. Eran rubias, de ojos azules y tez clara. El viento las habia despeinado por el camino. Ambas miraron mas alla de Megan, hacia el hombre que estaba apoyado en la maquina de refrescos. En un acto reflejo, ambas se atusaron la melena y se metieron los mechones detras de las orejas. Tacitamente, pensaron que su perfil derecho era el mejor. --Hacia tiempo que no nos veiamos --dijo Teri Bailey, sin apartar la mirada de Katch mientras hablaba con Megan. --He estado ocupada. Tenia que terminar algunas cosas antes de que comience la temporada --dijo Megan. Su voz era grave y tenia el acento suave de la costa de Carolina del Sur--. ?Como estais? --!Muy bien! --respondio Teri, que estaba sentada tras el volante--. Tenemos la tarde libre. ?Por que no te vienes de compras con nosotras? --le pregunto a Megan. Ella tambien tenia a Katch en su vision periferica. --Me gustaria... --Megan ya estaba negando con la cabeza mientras hablaba--. Tengo que recoger unas cuantas cosas aqui. --?Como por ejemplo, a ese hombre de los espectaculares ojos grises? --pregunto Teri. --?Como? --pregunto Megan con una carcajada. --Y hombros --anadio Teri. --No le ha quitado los ojos de encima, ?verdad, Teri? --comento Teri--. Y nosotras que nos gastamos doce cincuenta en esta camiseta --dijo, y toco con el dedo el tirante fino de la camiseta rosa que llevaba, igual a la de su hermana. --?De que estais hablando? --pregunto Megan con desconcierto. --Detras de ti --respondio Teri, inclinando ligeramente la cabeza--. Hay un monumento junto a la maquina de refrescos. Es guapisimo --dijo, pero al ver que Megan volvia la cabeza, continuo con un susurro desesperado--: !No te des la vuelta, por Dios! --?Pero como voy a verlo si no me doy la vuelta? --pregunto Megan, razonablemente, mientras se giraba. Era un hombre rubio, aunque su pelo no era tan claro como el de las gemelas, sino mas parecido al color de la arena de la playa. Tenia el cabello espeso y rizado. Era delgado y alto, y llevaba unos pantalones vaqueros desgastados. Tenia una expresion de inteligencia, de relajacion, y estaba apoyado en la maquina, bebiendo de una lata. Sin embargo, su semblante no era perezoso, penso Megan, sino de atencion. Necesitaba un buen afeitado, pero su estructura facial era fabulosa. Tenia una ligera hendidura en la barbilla, y una boca larga y delgada. Por lo general, a Megan le habria parecido un rostro fascinante, de rasgos fuertes y bellos. Sin embargo, su mirada era de insolencia. Tenia los ojos gris oscuro, y era algo maleducado, decidio Megan, frunciendo el ceno. Habia visto a aquellos tipos mas veces. Solitarios, errantes, en busca de una efimera compania femenina. Ella fruncio el ceno de nuevo. La estaba mirando sin disimulo, y al llevarse la lata a los labios, le guino un ojo lentamente. Al oir la risita de una de las gemelas, Megan volvio a girarse. --Es adorable --dijo Jeri. --No digas tonterias --respondio Megan--. Es tipico. Las gemelas se miraron, mientras Jeri arrancaba el motor del Jeep. --Eres demasiado selecta --declaro. Despues, las dos hermanas sonrieron y se alejaron de la acera. --!Adios! Megan les arrugo la nariz, pero les dijo adios con la mano antes de darse la vuelta. Ignoro a proposito al hombre que estaba a la entrada del supermercado y entro. El tendero la saludo, y ella le devolvio el saludo. Megan se habia criado en Myrtle Beach. Conocia a todos los comerciantes que habia a siete kilometros a la redonda del parque de atracciones de su abuelo. Despues de tomar una cesta, comenzo a recorrer el primer pasillo. Solo iba a comprar unas cuantas cosas, se dijo mientras agarraba un carton de leche. No tenia mas que las bolsas de la moto para llevar la compra. Si la furgoneta no se hubiera estropeado... Se quito de la cabeza aquel problema en concreto. No podia hacer nada por el momento. Megan se detuvo en la seccion de galletas. No habia comido, y las cajas y bolsas de aquella parte le resultaban tentadoras. Tal vez las de cebada... --Estas son mejores. Megan dio un respingo al ver una mano que se alargaba por delante de ella para tomar una bolsa de galletas con doble racion de pepitas de chocolate. Giro la cabeza y se encontro con aquellos ojos grises e insolentes. --?Quieres las galletas? --pregunto el, con la misma sonrisa que tenia fuera. --No --respondio Megan, mirandole significativamente la mano, que el habia posado en su cesta. El se encogio de hombros y aparto la mano, pero para irritacion de Megan, siguio caminando a su lado. --?Que tienes en la lista, Megan? --le pregunto cordialmente, mientras abria la bolsa de galletas. --Me las arreglare sola, gracias --dijo ella, y continuo caminando hacia el siguiente pasillo, en el que tomo una lata de atun. Megan advirtio que el caminaba como un pistolero, con pasos largos y con un poco de balanceo. --Tienes una moto muy bonita --dijo el hombre, y mordio una galleta--. ?Vives por aqui? Megan tomo un paquete de te y lo metio en la cesta. --No es asunto tuyo. --Que mona --dijo el, y le ofrecio una galleta. Megan le hizo caso omiso, y paso a la siguiente seccion. Sin embargo, cuando Megan iba a tomar una bolsa de pan, el puso una mano sobre la de ella--. Es mejor el pan integral. Megan noto la palma de su mano, dura y firme sobre el dorso de la suya, y con indignacion, se aparto. --Mira, tengo que... --Sin anillos --dijo el, e hizo que sus dedos se entrelazaran--. Sin compromisos. ?Te apetece cenar conmigo? --Ni hablar --respondio Megan, y zarandeo la mano, pero se dio cuenta de que el la habia atrapado con firmeza. --No seas antipatica, Megan. Tienes unos ojos muy bonitos --replico el, y le sonrio como si fueran las dos unicas personas del mundo. Alguien paso por detras de Megan con un murmullo de fastidio, para poder tomar una bolsa de rebanadas de pan de centeno. --?Quieres dejarme en paz? --le ordeno ella en voz baja. Se habia quedado asombrada de que el consiguiera afectarla con su sonrisa, aunque ella supiera perfectamente lo que pretendia--. De lo contrario voy a montar un numerito. --No pasa nada --dijo el--. No me molestan los numeritos. --Mira --respondio Megan enfadada--. No se quien eres, pero... --David Katcherton --informo el con otra sonrisa--. Katch. ?A que hora quieres que pase a recogerte? --No vas a recogerme. Ni ahora, ni nunca. Sueltame la mano. --La Camara de Comercio asegura que Myrtle Beach es un pueblo muy hospitalario, Meg -- dijo Katch, y le solto la mano--. Vas a darle mala fama. --Y deja de llamarme Meg --respondio ella furiosamente--. No te conozco de nada. Entonces, salio disparada por el pasillo, empujando la cesta por delante de ella. --Pero me conoceras --respondio el en voz baja. Sin embargo, Megan lo oyo. Sus miradas volvieron a cruzarse, la de ella, oscura de ira, y la de el, segura. Megan se dio la vuelta y camino rapidamente hacia la caja. --No te vas a creer lo que me ha pasado en el supermercado --dijo Megan mientras dejaba la bolsa de la compra sobre la mesa de la cocina, de un golpe. Su abuelo estaba sentado a la mesa, con toda su atencion en la mosca que estaba confeccionando. Gruno a modo de saludo, pero no levanto la vista. Ante si tenia plumas e hilo de pescar, y pesos, apilados con orden. --Un hombre increiblemente maleducado me ha abordado en la seccion de galletas --dijo ella, mientras comenzaba a guardar las cosas--. Queria que fuera a cenar con el. --Umm --dijo su abuelo, y siguio atando, meticulosamente, una pluma amarilla a la mosca--. Que lo pases bien. --!Abuelo! --exclamo ella con frustracion, pero no pudo evitar sonreir. Timothy Miller era un hombre bajito y delgado, de sesenta y cinco anos. Tenia el rostro arrugado y moreno, y el pelo y la barba blancos. Sus ojos azules conservaban todo el brillo, a pesar de la edad. Megan se dio cuenta de que estaba completamente concentrado en sus cosas. El hecho de que hubiera oido algo de lo que decia era prueba de lo mucho que aquel hombre queria a su nieta. Ella se acerco y le dio un beso en la cabeza.

  • Sin renunciar a nada, Laimie Scott de Laimie Scott

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    Jelena esta de vuelta en Edimburgo.

  • Mentiras que dan magia de Javier Garrido

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    <>. Esas fueron las palabras de quienes la vigilaban. Cuando nos avisaron de lo que sucedia por los walkiestalkies, mi companero y yo estabamos dormitando en nuestro escondite, dos plantas mas abajo. Salimos corriendo, con esa presion en las sienes chillandote que llegas tarde. Mi companero ya empunaba fuertemente la pistola, con la seguridad que le daba el haberlo hecho desde antes de que yo naciera. Mi caso era diferente. Hacia menos de un ano que habia entrado a formar parte de ese grupo, los grises, como nos llamaba esa chica a la que debiamos salvar de aquel que la estaba golpeando, esa chica que tanto odiabamos. Mi pistola, entre mis temblorosas manos, parecia de esas de juguete que vendian en la feria. Nos quedaba por subir una planta y, al menos a mi, ya me faltaba el aire. No sabria decir si por el exceso de ejercicio en esos pocos segundos o por la falta de valor ante lo que intuia que iba a suceder. Mientras corriamos por el pasillo de ese hotel perdido en la montana, no hacia mas que pensar que aquellos de quienes la protegiamos, esos a los que llamabamos los otros, nos habian alcanzado. Cuando llegamos al umbral de la habitacion, mi companero grito apuntando con el arma a lo desconocido. Yo hice lo mismo que el no porque supiese que eso era lo que tendria que hacer, sino como aquel nino inocente que copia a su idolatrado hermano mayor. Al entrar en la habitacion, la imagen era grotesca. La chica presentaba el labio roto y una herida sangrando levemente por la mejilla. Con sus brazos, se estaba sujetando su propio cuerpo, como si tuviese mucho frio. Empece a buscar sangre que brotase de sus antebrazos como consecuencia de alguna herida mortal que se estuviese tapando. No encontre rastro del liquido rojo. En ese momento di gracias por no haber llegado demasiado tarde. Gire la cabeza, buscando a Robert, y la imagen que vi me recordo que yo tambien tenia una pistola entre mis manos y que seguramente tendria que utilizarla. El miedo que irradiaba ese chico en sus ojos y que imprimia en el arma que tenia asida con fuerza en sus manos dejaba entender cuales eran sus intenciones. Estaba apuntando a la chica a menos de dos palmos de su pecho, a esa distancia era imposible fallar, a esa distancia seria inhumano pensar en disparar. El concepto a quemarropa se sentia excesivo en esa atroz escena. Mi companero le grito que parase. Yo no dije nada, el miedo me acunaba entre sus fuertes brazos, ahogandome en mi propia cobardia. De repente, un fogonazo ilumino la habitacion. El estruendo de la pesada pistola que Robert tenia en sus manos empequenecio el horror que sentia. En ese mismo momento, le disparamos, como si esa accion pudiese retroceder lo que le hizo a esa pobre chica, a tan solo dos palmos de su pecho, solo a dos palmos. No podia creerlo. Primero disparo mi companero, por supuesto. La experiencia le indico lo que tenia que hacer. Yo dispare despues, pero porque la salva de mi companero me recordo que eso era lo que se esperaba de mi, no porque quisiese hacerlo. Su disparo hizo lo correcto, lo que nos ensenaron. Le secciono la rodilla para poder inmovilizarlo. Mi disparo no tuvo tanta suerte, iba dirigido al mismo sitio, su rodilla, pero el segundo que dude en disparar fue tiempo suficiente para que ese chico, Robert, bajase el cuerpo y yo le atravesase el cuello, matandolo al instante. No me hizo falta buscarle un pulso que sabia que habia dejado de recorrer su cuerpo. Ese fue mi primer muerto. Esa fue la primera vida que quite. Y, lo peor de todo, si es que hay algo peor que eso, fue descubrir que Robert, aquel asesino que mate, al final, era inocente. PARTE I Capitulo 1 En un geriatrico empezo todo En un geriatrico empezo todo. Residencia Luna Nueva. Quiza no sea el lugar mas apropiado para empezar una historia, un lugar donde acaban las vidas de aquellos que viven, sobreviven o malviven en sus dependencias. Su nombre considero que no fue nada acertado. Luna Nueva. Cualquier residencia tendria que estar alejada de un apellido como Nueva. En sus pasillos y habitaciones, con ese olor a ceniza impregnado, se agotan los ultimos momentos de personajes tan pintorescos y maravillosos anos atras, que bien podrian ser los personajes de esta historia. Pero en la habitacion 33 es donde se encontraba Erlinda, hilo inicial en el que empezo todo lo que quiero contaros. No es la persona que ocupara la mayor parte de esta historia, ni la pieza mas importante de este puzle, pero, como cualquier rompecabezas, cada fragmento, por pequeno e infimo que sea, es parte del todo. Erlinda era odiada en la residencia por su lengua afilada e hiriente. Era amada por su inteligencia y sabiduria. Era detestada por su intolerancia ante el mas minimo error o descuido. Era adorada por su creatividad y gusto por el buen hacer. Era irritante en su tono condescendiente y prepotente, una cualidad que ya de por si te da la vejez en sus ultimos momentos. Era un personaje que, alla a donde fuera, no era tratada con indiferencia. De caracter complejo mas que complicado, poseia un aura de respeto y poder que la rodeaba alrededor de su eterna silla de ruedas. Sus verdes ojos, ahora acuosos por una ceguera tardia, habian visto belleza que podria llenar diez vidas de sus contemporaneos. Devoradora de miles de libros, que fueron semilla de una inteligencia y sabiduria abrumadora, le dotaron de la capacidad de herir con varias palabras y un par de verbos al mas poderoso de sus enemigos. Sus manos, huesudas y enhebradas en venas, temblaban acompanadas del tintineo metalico de anillos y pulseras, una cantidad indecente de joyas que las cuidadoras hacia anos ya dejaron de pedirle que las dejara en el cajon de su mesita. Esas manos que muchos anos atras acariciaban con un pincel un lienzo y lo transformaban en una ventana con color y alma, una cualidad que descubrio en sus anos mozos y le permitio vivir de su don el resto de su vida. Un exito que hasta le permitio en sus ultimos dias costearse una limpia habitacion y tres sencillas comidas en la residencia Luna Nueva, logrando mantener la poca autonomia que le quedaba fuera de la casa de su unica hija. De la habitacion 33, solo se escapaba silencio y tranquilidad, cualidades que solo se veian amenazadas cuando alguna cuidadora o enfermera se atrevia a aconsejar, mas que recriminar, a la recta Erlinda, y esta lanzaba alguna frase corta, directa, hiriente y tan cierta que lograba sacar de sus casillas a quien hubiese tenido la osadia de molestarla en su anciana calma. Pero ese silencio tan triste que acompana siempre a la vejez se suavizaba cada lunes, cada martes y cada miercoles. Esos tres dias todo cambiaba para la estricta Erlinda. Era cuando su nieto le regalaba el milagro de las palabras, esos simbolos que su ceguera le robo de por vida y por la que hubiese acortado su ya de por si corta existencia por volver a leer solo un libro mas. Dan, porque Daniel no le gustaba que le llamasen, y menos Dani, que le sonaba ridiculo, entraba en la habitacion 33 y le daba dos besos a su querida abuela. Nunca le preguntaba como estaba, porque sabia que muy bien no le iba a contestar. Nunca se interesaba por lo que habia hecho ese dia, porque la respuesta <> no aportaba mas que soledad. Nunca le preguntaba que hacia, porque una anciana ciega y en silla de ruedas de un limitado abanico de actividades podia disfrutar. Solo le saludaba con esos cortos besos que tanto bien les hacian a los dos, se quedaba quieto sin mirarla a los ojos y esperaba el mantra que Erlinda le regalaba a el y solo a el. <>. Esas tres palabras que de especial nada parecen tener eran el tesoro mas preciado de Dan y Erlinda. Era ese saludo que la anciana solo le brindaba a su querido nieto. Quien los escuchase nunca llegaria ni tan siquiera a vislumbrar el carino y respeto que contenian esas palabras. Despues de su peculiar y obligada presentacion, Dan cogia el libro que estuviesen leyendo de la pequena biblioteca, se sentaba y daba comienzo uno de los unicos momentos que Erlinda podia decirse que disfrutaba, aparte de oler una buena pintura, pero eso ya os lo explicare mas adelante. El origen de esa peculiar rutina venia de cuando todavia ella vivia en casa de su hija --Mara--, con su yerno --Osorio-- y sus dos nietos. Dan contaba todavia doce anos cuando una tartamudez nerviosa llevaba martirizandole ya cuatro anos. Esa limitante dolencia le obligo a visitar al logopeda mas famoso de la ciudad. Sismundo Roque se llamaba. Un nombre muy poco acertado para ser logopeda. Cuando su madre saludaba al doctor, Dan tenia que esforzarse cuando se dirigia a el, diciendo un tenso <>, con las mejillas sonrojadas y los ojos achinados mientras las eses le raspaban el paladar, lengua y labios hasta formar un siseo del que hasta su familia se sentia avergonzada. Ante tal presentacion, Sismundo les contestaba con un <>, porque, ademas de tener un nombre poco apropiado para ser logopeda, aquejaba de un ligero frenillo. El doctor gangoso, porque asi lo llamaba Dan, le exploraba, le miraba, le abria la boca y se quedaba observando dientes, muelas y lengua como quien se queda esperando la inspiracion divina y, sin mas que hacer, a los cinco minutos comenzaba la sesion. <>, le decia cada dia. Y asi transcurria la sesion; Dan leyendo en voz alta con la cara roja y una expresion de tirachinas en su boca, y su madre mirandole con tez cenuda y labios tensos de desaprobacion por el molesto tartamudeo. Asi empezo su pasion por la lectura, forzada al principio, pero que con la practica y la costumbre se transformo en una gran aficion. Y la persona receptora de esas largas sesiones entre libros no fue otra que Erlinda, quien, debido a su ceguera incipiente, no podia disfrutar de la magia de los libros. Esa hora de lectura obligatoria por las tardes, con Dan como orador y Erlinda como publico, se repetia de forma diaria, de lunes a domingo. Y esa hora se iba alargando a una hora y media, luego a dos. Los libros se transformaban en manuales de texto escolares en epocas de examenes y asi le ayudaba a estudiar. Decenas, centenares de libros pasaron por los ojos de Dan y se decantaron en los oidos de Erlinda, uniendolos mas y mas todavia. Eso y la pintura, pero ese tema ya os lo explicare. Volviendo a la habitacion 33, a ese tiempo contenido que solo una residencia puede transmitir, se escuchaba a Dan como recitaba sobre Atticus Finch, el encantador y etico protagonista de la novela que leia. Esa voz temblorosa, intermitente y tartamuda que tenia con doce anos fue pasando poco a poco a una voz dulce, calida y pausada ahora, con sus veinticinco. Esas interminables sesiones de lectura forzada que el logopeda Sismundo le receto lograron el objetivo que hasta el doctor gangoso no se esperaba. Pero ese dia fue distinto. Para ser mas exactos, esas ultimas semanas habian sido distintas, aunque Dan no fuese consciente de ese cambio. Todo aquello que comenzo a pasar esos dias sucedia en la 35, una habitacion que llevaba desierta el ultimo mes porque su inquilina fue despedida de la unica forma que una residencia puede deshacerse de sus ocupantes. Tras el muro que separaba las dos habitaciones, se encontraba alguien escuchando. Esa silueta se movia esquiva por la habitacion, deslizando su sombra causada por un unico punto de tenue luz situada en la mesita de noche, disfrutando furtivamente de una lectura a la que no habia sido invitada.

  • Fuera de tiesto de

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    Esta no es una antologia al uso. Esta es una antologia especial. Sorprendente. Unica.

  • La Dama y el Maraja de Maria Isabel Salsench Olle

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    Un paseo por el destino
    Helen, Condesa de York, vive un autentico infierno al lado de su esposo. El Conde es un alcoholico, infiel y canalla. Incluso mal trata a sus hijos. En una noche de arrebatadora locura se queda viuda, viendose implicada en el asesinato. Para huir de la justicia, se marcha a la India colonial inglesa junto a sus tios paternos.
    En India, un pais lleno de tradiciones y rico en cultura, ella sera obligada a ejercer como institutriz de los hijos del raja. En el palacio hindu, conocera al verdadero amor de su vida. El hombre que le ensenara a querer y a vivir: un principe oriental, el heredero del trono.
    Khaled es una belleza oriental, agasajado por todas las mujeres que desea y acostumbrado a tener cuanto pide. Desde pequeno ha sido entrenado en todo tipo de artes, incluso las amatorias. Haciendo de el un futuro rey, un hombre poderoso. Como futuro monarca tiene obligaciones, costumbres arraigadas… pero cuando ve a Helen… Su mundo se desestabilizara.
    Viviran una pasion sin limites, escondida, prohibida… Se amaran… ?Pero podran estar juntos? ?Es posible que una viuda contraiga matrimonio con un futuro rey? ?Escapara de la justicia Helen? ?O sera encontrada y castigada por haber asesinado a su esposo? Un paseo por el destino. Una historia original, diferente y con deseos de llegar a los corazones.
    !Acompana a Helen hasta la India!
    Vivamos una pasion prohibida
    Oriente y Occidente

  • El sentido de la locura de Jim Geekie , John Read

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    La obra que el lector tiene en sus manos analiza esa experiencia que solemos denominar locura, esquizofrenia o psicosis, la cual se halla presente en todas las sociedades y, hasta donde alcanza nuestro conocimiento, en todas las epocas, ya que la tendencia de la mente a desviarse de lo que una sociedad determinada considera <> y aceptable, junto con la propension del resto de los miembros de dicha sociedad a sancionar estas desviaciones, es uno de los aspectos centrales de la naturaleza humana.

  • El camino que me lleva hacia ti de Francisca Herraiz

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    Iba de compras con su madre, necesitaba ropa de invierno nueva para comenzar las clases en septiembre. A diferencia de otros chicos, a el le gustaba ir de compras con su madre, le gustaba pasar tiempo con ella y le gustaba probarse cosas nuevas. La unica pega era que su madre siempre decidia por el, nunca podia elegir su propia ropa y ella siempre compraba la misma ropa aburrida, de cuellos altos, tonos grises o marrones y pantalones azul oscuro. A el le gustaba el color, sobre todo el violeta, o el rosa, pero sabia que no eran colores apropiados para un chico, asi que no decia nada. Pero, aun asi, disfrutaba yendo de tiendas. Por aquel entonces tenia unos once anos y su vida no era complicada, solo debia obedecer a sus padres, estudiar y jugar, no tenia preocupaciones. Su madre se detuvo un momento en la iglesia, a ella le gustaba entrar y encender alguna vela por sus padres, que habian fallecido hacia poco. El les echaba de menos, fueron unos buenos abuelos. No tenia muchos recuerdos de ellos, pero los que tenia eran felices. Recordaba ir los domingos a comer a su pequeno piso de alquiler, donde se reunia toda la familia. Recordaba como su abuela siempre le daba una propina antes de irse y que siempre tenia chocolate en la nevera para sus nietos. A su abuelo le gustaba pasear y siempre le llevaba con el para que jugara en el parque. Al volver le compraba alguna golosina. Su madre se enfadaba, pero sus abuelos siempre le decian: <>. Y asunto zanjado. A el le gustaba recordarles, pero no entendia por que debia hacerlo en una iglesia, podia hacerlo en cualquier momento. A el no le gustaban las iglesias, eran frias y aburridas, aun asi, tenia que asistir cada domingo a misa. Estaba obligado a ir, pero no a entrar para poner velas a sus abuelos, asi que la espero fuera. Mientras esperaba se acerco a la libreria jugueteria que habia justo en frente de la iglesia. Le gustaba pararse a mirar el escaparate, siempre tenia un monton de munecas expuestas. Habia una en especial que le gustaba mucho, era preciosa. Sus cabellos eran largos y rubios, tenia una diadema rosa con una flor en el lateral, un vestido largo, de falta ancha, tambien de color rosa y unos delicados zapatos de tacon. Era muy bonita. Le encantaria poder tener una, pero no se lo podia decir a su madre, ella no lo veria bien. Sus padres siempre le compraban camiones, o coches para navidad y en su cumpleanos, soldados o libros de aventuras. Al menos los libros estaban bien, el resto lo guardaba en el armario, le aburria jugar siempre con coches y soldados. Su madre salio con una sonrisa, le encantaba la iglesia, decia que siempre se sentia mejor despues de asistir a misa o simplemente entrar y mirar la cruz. Segun ella era un lugar sagrado, donde sentia cerca a Dios. El no podia entenderlo, solo veia un bonito edificio con unas campanas escandalosas. Su madre se puso a su lado y continuaron el camino. No tenia hermanos, pero si una prima con la que se llevaba muy bien. Solian venir a visitarlos cada semana, comer juntos los domingos y, mientras los mayores tomaban cafe, fumaban y jugaban a las cartas, ellos dos se iban a jugar al cuarto. Le encantaban los domingos, cuando terminaba la misa de la manana. Despues eran divertido y pasar tiempo con su prima era de lo mejor, porque sentia que ella le entendia. En casa era como si fuera invisible, nadie le escuchaba y solo podia hablar de deberes y de tareas en casa. Con su prima era diferente, nunca le juzgaba, hablaban de cualquier cosa, se reian, lo pasaban bien juntos. Y le encantaba cuando hablaba de cosas de chicas, vestidos, amigas, chicos guapos, era entretenido. Aquel dia, Andrea, su prima, trajo sus munecas Barbie. Cuando el las vio le parecieron una preciosidad. Cogio una y la miro como si fuera el primer juguete que le hubiesen regalado nunca. Por fin tenia una en las manos, era tan delicada, tan bonita y ese vestido... --?A que son bonitas? --le dijo su prima. El asintio. --Vamos a jugar, venga, tu puedes ser esa misma que tienes en la mano, eres la amiga de esta que tengo yo, se llama Julia y la tuya es Sonia. Han quedado para ir a comprar ropa y alli se encontraran con Kevin, que es este chico tan guapo de aqui que, en realidad, es un principe. Su prima continuo hablando, Felipe asentia y se sentia de lo mas feliz. Ir de compras, encontrarse a un apuesto joven, todo le parecia ideal. Entonces su prima se detuvo y le miro. --Ahora que lo pienso, tu deberias ser el principe, sera lo mas normal, ?no crees? Le acerco al muneco. --No, me gusta Sonia, quiero ser Sonia. Andrea se encogio de hombros y continuo. --Esta bien, es normal, porque esa muneca es la mas bonita que tengo. El sonrio, le encantaba poder ser tan natural con ella y que no le mirara raro o se cuestionara nada. Los padres de Andrea la llamaron para volver a casa. --Oh, que fastidio --dijo ella-- ?te parece si continuamos la historia el domingo que viene? El asintio mientras le decia: --?Me dejas tu muneca esta semana? El domingo te la devuelvo, yo no tengo juguetes asi. --Claro, quedatela, igual le digo a mi madre que me compre otra, te puedes quedar a Sonia. Ademas, eres un chico, no creo que tus padres te compren una muneca. --No, ni pensarlo. --Bueno, nos vemos el domingo. Cuida bien a Sonia. Se dieron un abrazo y Andrea salio del cuarto. De forma instintiva, Felipe guardo la muneca bajo la almohada, no queria que la vieran sus padres. Salio a despedirse y despues volvio a su cuarto. Corrio hacia la cama y cogio la muneca, le acaricio el pelo y sonrio. Le gustaria poder tener otra para jugar con ellas, se quedo pensativo. No habia otra, sacaria los soldados y jugaria con ellos, podian rescatar a Sonia que, como diria su prima, era, en realidad, una princesa. Cogio los munecos y se sento en el suelo. Nunca le habia apetecido tanto jugar. Se invento una preciosa historia donde un soldado debia rescatar a la princesa, que se habia escapado de palacio porque no era feliz. Buscaba su amor verdadero, su padre, el rey, queria que se casara con alguien que ella no amaba... --?Se puede saber que haces? Felipe miro hacia la puerta, estaba tan concentrado en el juego que no le escucho entrar. ?Cuanto tiempo llevaria en la puerta? ?Le habria escuchado poner voz de chica? Su corazon latio deprisa y se quedo sin habla, no sabia que decir. Sintio que sus mejillas se ruborizaban, avergonzado. Se sintio culpable, ?de que? No estaba seguro, solo estaba jugando, pasandolo bien, sin molestar a nadie. Su padre se acerco a el y le quito la muneca de las manos. Se le veia enfadado. Al poco aparecio su madre. --?Que son esos gritos? --pregunto desde la puerta. Felipe seguia sentado en el suelo, sin moverse por miedo a la reaccion de su padre. --?Que hacias con esta muneca? --pregunto su padre con seriedad, zarandeando la muneca delante de el. --Es de Andrea, se la ha dejado. --?Y por eso tienes que jugar con ella? --Se giro para mirar a su madre--. Te dije que no era bueno que jugara tanto con Andrea, es una mala influencia, necesita jugar con otros chicos. Manana mismo te apunto al equipo de futbol del colegio. --Miro a su hijo, mostrandole la muneca--. ?Y esto? Si te vuelvo a ver con una muneca, de la paliza que te doy no te levantas en una semana, ?me oyes? --grito. --Solo estaba jugando. --Intento defenderle su madre. --?Con una muneca? Sabes tan bien como yo que eso no conduce a nada bueno, cuanto antes le queden las cosas claras, mejor. --Le volvio a mirar--. Eres un chico y juegas con juguetes de chicos, esto es una mariconada y no quiero volver a verte con una de estas, ?queda claro? Felipe asintio. Su padre salio del cuarto, entregandole la muneca a su madre. Ella le miro entristecida. --No te preocupes, ya sabes como es, guardare la muneca y se la devolvere a Andrea el domingo. Tu sigue jugando con tus soldados, eso estara bien, ?si? El asintio, seguia sin saber que decir. --Tranquilo, veras como jugar al futbol te gusta. Te llamo cuando este la cena. La vio cerrar la puerta con cuidado y llevarse la muneca con ella. Felipe siguio en el suelo, miro los aburridos soldados, la historia ya no tenia sentido. ?Jugar al futbol? Era un deporte absurdo, lo odiaba. Su padre siempre veia los partidos y el no entendia como podia gustarle. Ver a un monton de hombres corriendo detras de un balon. ?Y eso era muy masculino? No entendia a su padre, no se parecian en nada y tampoco queria parecerse. Era un hombre frio, hurano, siempre de mal humor, se enfadaba por cualquier cosa, nunca hacia reir a su madre y siempre la veia triste, sola. Y el ni se daba cuenta ni le importaba. Despues del trabajo solia irse a tomar alguna cerveza con sus companeros. Los sabados se iba al bar a jugar al domino y a seguir bebiendo. A veces venia algo borracho, lo que acentuaba su mal humor. Nunca le veia ir a pasear con su madre, nunca le traia ningun detalle, solia olvidarse de los cumpleanos y, sobre todo, del aniversario. Y su madre callaba, consentia y se refugiaba en la Biblia, que siempre llevaba encima. A veces la escuchaba llorar, pero ella siempre se escondia o fingia si Felipe la descubria diciendole que recordaba a sus padres. Felipe sabia que no era feliz en su matrimonio, pero el solo era un crio y ella no queria preocuparle. Si, era un crio, pero se enteraba de las cosas y sabia cuando su madre estaba triste o decepcionada, o enfadada, o se daba cuenta que sus padres no eran como los padres de Andrea. Sus tios se cogian de la mano, se besaban alguna vez, reian y parecian llevarse bien. Nunca vio a sus padres mirandose como lo hacian sus tios. Nunca los veia cogerse de la mano o besarse en la mejilla. Su madre se pasaba los dias en casa, sola, limpiando, cocinando y cuidando de ellos. Segun ella era lo que debia hacer una buena esposa y madre, cuidar de los suyos. Pero ella tambien era algo mas, era una mujer y deberia dedicarse tiempo a si misma. Por eso a Felipe le gustaba tanto pasar tiempo con ella los dias de compra, al menos la veia mas alegre. Ella se merecia algo mas, pero nunca le escucharia, era su hijo y era un nino, no tenia ninguna autoridad, solo debia obedecer y callar. Cogio los soldados y volvio a guardarlos en el armario. Ya no tenia ganas de jugar. Se tumbo en la cama y se puso a leer, al menos en los libros podia ser quien quisiera, sin miedo.

  • El hijo de la costurera de Nacho Montes

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    Ambientada en el San Sebastian y el Paris de principios del siglo xx y basada, en gran parte, en la historia del maestro Cristobal Balenciaga, esta novela es una conmovedora historia de amor, de secretos de amigos y de la divina y eterna ingenuidad de los veranos de la infancia.

  • Los amantes clandestinos de Ana Cabrera Vivanco

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    La historia de un hombre y una mujer que se amaron por encima de sus familias y sus propios temores, zarandeados por los vientos politicos de una isla hermosa y exuberante, calida y cruel.

  • El sermon del fuego de Jamie Quatro

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  • Mujeres en el frente de Freda Lightfoot

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    Una historia de esperanza y superacion del pasado.

  • Fabada mortal de Ignacio M. Cunat

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    Oye, lo tipico que pasa. Que coges el tren para ir a Madrid a dar una charla y firmar unos libros y acabas medio desnudo, cubierto de sangre y encerrado en un minusculo cuarto de bano con un senor muerto. Bueno, igual no es tan tipico y no pasa mucho, pero cuando pasa es molesto. Mira que al ver que el bano estaba ocupado podia haber ido al siguiente, que para eso iba en tren y habia mas, pero no. Como tenia el dia New Age, en plan <> y cosas de esas, me quede esperando mi turno pacientemente, sin poder imaginar que el universo, el loto y la brisa lo que son es unos cabrones. Y no es por insultar en vano. Es que mientras estaba mecido por el susurro de las esferas galacticas oigo unas toses convulsas muy terrestres, como de alguien asfixiandose. Preocupado, golpeo la puerta con los nudillos y descubro que no esta cerrada. Me asomo y veo que dentro del pequeno evacuatorio hay un senor con la cara azul. Que conste que no tengo nada en contra de la gente de cara azul, pero me resulta inquietante si no son un pitufo. Si es un pitufo no pasa nada, cantamos una cancion, ponemos verde al malvado Gargamel y luego el medico me da unas pildoritas y dejo de verlo una temporada. Pero aquel no lo era. Lo deduje enseguida porque no llevaba gorrito blanco en plan barretina y ademas era muy grande. Nada de un simpatico enanito. No. Aquel tipo ya debia venir grande y corpulento de fabrica, pero es que ademas se notaba enseguida que era de esos que se comen los corderos enteros, entre pan y pan, lana y cencerro incluidos. Un giganton. La cosa es que entro en el bano, me acerco a el para intentar ayudarle y me agarra la mano apretandola con fuerza, mientras dice con una cierta preocupacion: --Me muero… --y yo tengo que coincidir con el en que aquello muy buena pinta no tiene. En plan prudente no se lo digo, por no hurgar en la herida, pero el vuelve a estrujarme la mano y continua: --Comer la lata, la lata…-- y yo pienso que, hombre por Dios, eso ya es vicio: agonizando y pensando en comer. Pero tampoco se lo digo porque a partir de ahi todo es un desproposito. Que si se escurre de la taza del vater en la que estaba sentado, se desploma entre convulsiones y su generoso corpachon de senor talla XXL, ocupa todo el espacio del pequeno recinto, bloqueando la puerta; que si quiero ayudarle, pero estoy arrinconado sobre el lavabo y me clavo en la rabadilla el pequeno grifo, que ademas suelta chorros de agua cada vez que me apoyo; que si intentando no perder el equilibrio, me sujeto con la mano sin mirar y noto algo humedo y caliente, y compruebo que me he cortado. Con una lata vacia. Y pienso que menos mal que el agonizante caballero hambriento ya no se entera de nada, porque igual le digo que la lata esta vacia y le doy un disgusto. Pero no tengo mucho tiempo para pensar porque en eso una voz energica resuena al otro lado de la puerta --!Abra inmediatamente! !Soy el revisor! ?Que pasa ahi? Y antes de que se me ocurra nada original que contestar descubro que, aunque el corte de la mano es pequeno, sangra un monton, y si de por si la escena era dantesca ahora, salpicada con los borbotones de sangre que brotan de mi mano, parece directamente ya una escena del crimen de las de manual. Que intento contar la verdad y tengo tanta credibilidad como un menu del dia de ocho pavos con chuleton de buey kobe de segundo. Y el revisor venga a golpear la puerta, que con tanto meter prisa se estaba poniendo ya, todo hay que decirlo, un poco tocapelotas. Entonces el moribundo tiene un ultimo espasmo feroz, mientras le da un tiron a mi cinturon, que hace que los pantalones se me queden por las rodillas, antes de quedarse definitivamente quieto, tras exhalar un ultimo aliento que le deja la boca abierta con un rictus mortal y extrano, como cuando despues de comer pides cafe en un restaurante y te dicen que no tienen. Y se que esta muerto porque he visto en mi vida demasiadas merluzas difuntas como para no saber cuando algo es un cadaver. Y de repente caigo en que estoy encerrado en el infimo retrete de un tren con un cadaver enorme, chapoteando en agua, con los pantalones por las rodillas, en calzoncillos, rodeado de paredes salpicadas de sangre, y que el hecho de que vista de cocinero, lleve una nariz postiza y unas gafas de plastico y diga llamarme Falsarius Chef, no va a contribuir a hacer las cosas mas faciles. Mi abogado siempre dice que no vaya asi a los juicios, que tengo pinta de culpable. Luego los pierde porque es un manta y le echa la culpa a mi nariz. Asi que cuando por fin el revisor consiguio abrir la puerta, creo que desmontando las bisagras, y pude ver su rostro horrorizado por la escena que tenia ante el, iba a decirle aquello de <>, pero si eso no cuela cuando tu pareja te pilla en pelotas en la cama con una rubia (o un rubio, que en gustos va) no te cuento ya si lo que tienes al lado es un tio muerto. Asi que me lo ahorre. Aunque lo peor, lo peor de todo, es que disgustos aparte, con tanto cadaver y tanta tonteria no me habia dado tiempo a hacer pis. 2 Hay rubias que solo son rubias. Esto es, empiezan en rubia, terminan en rubia y son rubia por el medio. Poco mas. Esta no. Esta era una rubia de las otras. De esas que arruinan vidas, te implican en un asesinato, provocan guerras de Troya o hacen que acabes en la silla electrica y encima te parezca buena idea. Ese tipo de cosas. Una de esas rubias que sabes que van a complicarte la vida pero de las que no te puedes apartar, como si fueras un conejo en mitad de la carretera deslumbrado por los faros de un coche. Del coche que conduce la rubia. Pero no adelantemos acontecimientos porque en aquel momento lo que tenia era un problema, y no pequeno, con la Policia. Las fuerzas del orden son asi. Descubren encerrados en un minusculo cuarto de bano un cadaver y a un fulano ensangrentado a su lado, y enseguida se ponen en lo peor. Claro, que facil. ?Estos es que no ven la tele? En las series de television, ves una escena como esa al empezar y lo primero que tienes claro es que ese, el que esta ensangrentado junto al muerto, aunque tenga los higadillos del difunto a modo de chal por encima del cuello y en la mano un cuchillo jamonero, no es el malo. Pero claro, aqui la policia ve poco la tele y luego pasa lo que pasa. Claro que tu vas a interrogar a un tipo que ha aparecido en estas circunstancias, le pides que se identifique y te dice que se llama Falsarius Chef y que es cocinero impostor, e igual te mosqueas. Sobre todo porque le estas tomando declaracion a un tipo que viaja en tren vestido con un delantal negro, gorro de cocinero y unas gafas de plastico con nariz postiza y bigotillo de pelusilla. Y si encima el tal Falsarius, esto es, un servidor, insiste ademas en que viste asi para evitar ser reconocido por los sicarios de las peligrosisimas mafias internacionales de chefs, que hace anos que quieren liquidarle por poner al alcance de todo el mundo sus secretos de cocina, comprendes que se miren con la cara que se miraban los dos policias que tenia enfrente. Y digo que lo entiendo, no que lo comparta. Porque esa es otra. La policia ve a alguien con la cara cubierta y siempre piensa mal. Y digo yo ?y los superheroes? Ah, claro, de los superheroes enmascarados no nos acordamos nunca hasta que no hay un super villano cargandose el mundo. Luego si, luego cuando al planeta se lo esta engullendo un agujero negro de los malos, malos, o hay que salvarlo de un asteroide perdido que va a impactar sobre la Tierra, todo son llantos. Luego mucho <>, hechos unas nenazas, pero antes, el de la mascara, a la carcel, que, entre rejas, con esas mallas cenidas se va a echar novio enseguida. Pero vamos, que como estoy acostumbrado a que mi aspecto llame un poco la atencion, decidi tomarmelo con paciencia y darles mas explicaciones. Y les conte que yo lo que tenia era un blog de cocina en Internet. Una pagina a la que accedias tranquilamente desde tu ordenador y en la que podias encontrar un monton de recetas. Eso no tenia nada de raro, ni me hacia acreedor de las iras de los chefs. El problema consistia en que las recetas que yo preparaba estaban hechas con la ayuda de latas, botes, congelados y demas productos que podias encontrar en el super de la esquina. Eso lo mezclaba con algunos productos naturales y un par de trucos y conseguia unas recetas con las que cualquiera, por inexperto o torpe que fuera en los fogones, podia hacerse pasar por un chef mas que aceptable. Eso ya les dolio mas, pero mientras solo fue el blog, no hubo mayores problemas. Amenacillas, cabezas cortadas de caballo que me aparecian en la cama, un conejo blanco ahogado en el agua que hervias para preparar espaguetis. Lo tipico. Pero luego la cosa se complico. Me llamaron para la radio y comence a hacer una seccion con mis recetas de cocina impostora todas las semanas. Luego vino la tele, donde estuve tambien una temporada, y las publicaciones en prensa, y luego los libros. Y la cocina impostora comenzo a hacerse bastante popular. Y eso ya no pudieron resistirlo. Si todo el mundo podia cocinar como un chef y comer estupendamente en su casa ?que iba a ser de ellos? Pero los policias no parecian apreciar mi voluntad de cooperacion. Me miraban en silencio, con gesto inexpresivo. En realidad creo que pensaban que les estaba vacilando. Ellos seguramente hubieran preferido que, abrumado por su silencio, me derrumbara y confesara mis crimenes entre sollozos. Pero tenian dos problemas. Uno que era inocente. El otro, que no era la primera vez que jugaba a aquel juego. Asi que me dispuse a seguir contandoles cosas apasionantes y muy relacionadas con el caso que nos ocupaba. Por ejemplo, mi justificado odio por los microondas. Pero no me dio tiempo. De repente, uno de ellos, el mas mayor, el que tenia cuatro pelos mal puestos y se los peinaba hacia atras con gomina, en plan pijito de los noventa, me dijo: --Yo le conozco. Mi mujer no se pierde ni una sola de sus recetas los sabados en la radio. Y tiene todos sus libros. Y le veia en television y seguia sus colaboraciones en prensa. Eso estaba bien. En estos casos, cuando te han encontrado encerrado con un cadaver y chorreando sangre, siempre ayuda que uno de los policias que te interrogan sea fan. --Antes se pasaba el dia encerrada en la cocina, preparando guisitos. Hecha una esclava. Pero desde que le oye, los hace en diez minutos. Algo en su voz me dijo que aquello no estaba resultando tan bueno como yo pensaba. --Y no es que me de mal de comer --continuo--. El problema es que tiene mucho tiempo libre y se pasa el dia en el bingo. Y desabrochandose la chaqueta dejo ver como al descuido la pistola que llevaba en la cintura, antes de anadir: --Yo creo que tiene un lio con el que vende los cartones. El policia mas joven, el que lucia unos prominentes musculos bajo una cenida camiseta, llevaba una cazadora de cuero y parecia sacado de un concurso de horterillas de Telecinco, le miro con reverencia y luego giro la vista hacia mi y se abrio tambien como al descuido la cazadora, dejando ver otra pistola, aun mas grande que la de su companero. Pues oye, a chulo, chulo y medio. Si querian guerra psicologica la iban a tener. Me abri el delantal, como al descuido, y les deje entrever mi michelin derecho. El feo. No podria decir que efecto les causo tan pavorosa vision, porque en ese momento llamaron a la puerta un par de veces y entro un agente, que venia a buscarles. Cruzaron algunas palabras y se marcharon sin despedirse, dejandome recluido con mi equipaje en el pequeno cuarto que el revisor tenia en el tren. Solo y, chulerias aparte, un poco preocupado. Por suerte, siempre que viajo llevo una tartera con provisiones para imprevistos, que nunca sabes cuando vas a volver a tener un supermercado decente cerca. Y la tartera llevaba dentro unas empanalletas, un postrecito muy rico con pure de manzana, pasas y azucar un poco caramelizada que hago yo, y que tiene lo mejor de una empanadilla y lo mejor de una galleta, de ahi su astuto nombre, y despues de zamparme un par de ellas, el disgusto se me paso un poco.

  • Demencia de Eloy Urroz

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  • Carlota en las alturas de Mercedes Alonso

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  • Seis patas, dos amigos de Emilio Ortiz

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    El perro, el mejor amigo del hombre, ha influido de manera notable en grandes personajes del poder, la ciencia, la politica y la literatura. Sin la compania de estos seres peludos, la historia de la humanidad hubiera sido muy distinta.
    Seis patas, dos amigos, el nuevo libro de Emilio Ortiz, nos acerca a la sabiduria canina, que mezcla inteligencia, instinto y su capacidad de aprender del ser humano todo lo bueno y practicamente nada de lo malo.
    Un libro tierno hecho a la medida de los amantes de los animales.

  • Coleccionista de recuerdos de Eva Guerrero

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  • Cautivada de Iris Vermeil

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    Adentrate en esta romantica historia y dejate cautivar junto a Elea por uno de los hermanos Sutherland en esta primera entrega de En los Brazos del Highlander.

  • La chica del semaforo y el hombre del coche de David Orange S

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    Jack Miller es un genio de los numeros cuya especialidad es el estudio de la probabilidad, concretamente de los fenomenos aleatorios. Despues de anos trabajando en un misterioso proyecto que esta a punto de ver sus frutos, decide ponerlo todo en riesgo por algo que nunca ha tenido, una mujer…

  • Herencia envenenada de Fernando Neira

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    No queria saber nada del hombre que me habia dado la vida, lo odiaba. Nos habia dejado a mi madre y a mi cuando era un nino. Por eso cuando me informaron que habia muerto, no lo senti. Me dio igual, Ricardo Almeida nunca fue parte de mi vida y una vez fallecido menos.
    O al menos eso queria porque fue imposible. En un principio, cuando me entere que ese grano en el culo al morir me habia dejado toda su fortuna, la rechace. Pero al explicarme mi abogado que si hacia eso, mi mayor enemigo se haria con mi empresa, tuve que aceptar sin saber que irremediablemente unidas a su dinero venian cuatro cientificas tan inteligentes y bellas como raras.

  • Jefe por Sorpresa de Carmen Gracia

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    Un sobresalto, remuevo el antifaz antiarrugas de mis ojos y miro a mi alrededor. Las persianas de mi habitacion ya iluminadas por los suaves rayos de luz que penetraban, avisando que la hora ya era la justa. Mis ojos entrecerrados adormecidos y atormentados por la radiante iluminacion. Tomo mi movil y miro la hora. Son las 7:30, la misma hora de siempre. Me levanto de la cama y voy al bano. Deslizo por mis piernas mi short de pijama de seda para poder orinar. Contemplo un poco el desorden del lugar y en mi mente vuelvo a repetirme debo limpiarlo lo antes posible, como me lo he estado repitiendo desde hace ya dos semanas y como me recordaba a mi misma todas las demas cosas que debia hacer: la lavanderia, las compras, llamar a mi madre y reparar la luz de la sala. Era mi lista mental de las cosas que tenia que hacer y olvidaba hacerlas. Revise de nuevo mi telefono, llevaba una lista de los eventos a los que debia asistir cada dia, tarea que se supone que deberia hacer mi agente, pero mi contrato con mi agencia acababa de vencerse y estaba en espera para viajar y firmar uno nuevo, asi que por los momentos debia hacer el trabajo yo misma. Bostece un poco, habia dormido bien, unas solidas 9 horas, lo cual era casi un record Guinness en horas de descanso para mi, pero me sentia cansada. Eso es lo que sucede despues de cinco sesiones de fotos y tres castings. La verdad es que el mundo del modelaje no era todo color de rosas. Tenia cuatro anos en esta industria y se sentian como veinte. Comence a trabajar como modelo desde los dieciocho anos de edad. Naci en Mexico y en Latinoamerica, si una chica quiere ser modelo o actriz puede ser solo un cliche mas, pero si no trabajas lo suficientemente duro tu destino esta predeterminado a las novelas del mediodia, los programas de historias de la vida real con moralejas babosas o a las portadas de un catalogo de Avon, trabajos que no son horribles, claro esta, pero siempre supe que no eran lo que buscaba. Desde nina veia las pasarelas europeas, me encantaba la moda, los disenos, el caminar de las modelos, sabia que queria ser una modelo desde siempre y no solo me inspiraba la television, mi madre era una ex supermodelo muy famosa en mi pais, llego a aparecer en las mejores revistas y portadas del mundo entero. Hasta que quedo embarazada de mi a los 21 anos y tuvo que retirarse, sus amigos de la industria siempre me decian que triunfaria igual que ella o mas. Mi padre siempre ignoro mi existencia, mi mama dice que era un fotografo muy famoso con el que tuvo una alocada historia de amor, pero estaba casado con la editora de una revista muy conocida, lo cual a mi madre no le importo en lo mas minimo, claro esta. Al enterarse que ella estaba embarazada consiguio milagrosamente un trabajo en Moscu y se mudo alla. Cuando cumpli 8 anos me envio una carta diciendome que lo sentia y que queria conocerme para "disculparse personalmente por todo lo que habia sucedido", me visito por tres dias, me compro un pez y nunca mas volvi a verlo. Mi madre decia que todo estaba destinado a pasar y que ese hombre era un ser que Dios habia puesto en su camino para concebirme, mi madre tambien estaba un poco loca y atribuia razones de sucesos a posiciones astrales y energias cosmicas, asi que yo solo le seguia el juego. El punto es que estuve inmersa en el mundo del modelaje desde que tengo uso de razon. Desde los dos anos acompanaba a mi madre a sus sesiones de foto, las pocas que tuvo luego de tenerme, incluso modelo mientras estaba embarazada, viajamos por todo el pais, solo mi madre y yo, mientras ella perseguia su sueno de aun ser modelo incluso luego de tener un bebe. Durante la busqueda del exito mi madre conocio a Jorge, un veterano americano que estaba de vacaciones en Cancun, se enamoraron perdidamente, se casaron y cuando tenia 10 anos nos mudamos a Florida a vivir con el. Jorge era realmente dulce, amaba a mi madre y eso me hacia feliz, tambien me trataba como su hija y era realmente una figura paterna para mi. Nos habia adoptado como su familia y eso habiamos construido, una pequena familia, mas de mi madre que mia, pero igual la disfrutaba. Termine la escuela en Florida decidi irme a la capital de la moda: Nueva York. Trabaje desde los 16 anos ahorrando para mi proximamente vida sonada y al cumplir los dieciocho me mude a mi propio piso alli, era pequeno y estrecho pero para mi era justo lo suficientemente hermoso. Mi primer mes fue doloroso, mis expectativas se redujeron a menos cien y mis trabajos eran bastante escasos. Para cubrir con los gastos de la renta tuve que conseguir un trabajo como cajera en un cafe cercano. Luego de casi seis meses en la ciudad lo unico que habia logrado era aprender a hacer un macchiato delicioso y a sonreirle gentilmente a cualquiera que me dirigiera la palabra. Siempre que estaba a punto de rendirme y regresar a casa llamaba a mi madre. Ella habia pasado por lo mismo y siempre sabia las cosas correctas que decir. Mis animos subian un poco y volvia al ruedo, mi madre tenia un punto: mi apariencia era diferente a la de las demas chicas. Por ser latina, mi tono de piel era bronceado y mis facciones eran exoticas: labios gruesos, ojos verdes grandes, nariz fina y cabello castano oscuro que desde los quince llevaba con un flequillo desordenado cubriendo mi frente, media 1.80 y era delgada, pero con curvas y buenas proporciones. Definitivamente habia heredado la apariencia de mi madre y ser modelo aparentaba estar en mis genes. Muchos podrian pensar que incluso ella me impulsaba o me obligaba a lograr este sueno porque sentia que lo estaba logrando ella, que vivia a traves de mi, pero esa no era la historia. Tuve muchas oportunidades para negarme a entrar al mundo del modelaje, a comer lo que me provocase, a no ejercitarme y ser como cualquier chica que puede lucir como le plazca, pero eso no era lo que queria. Yo veia mucho mas, veia el arte, veia la gracia, veia el usar mi cuerpo para comunicar emociones, para vender a masas, para hacerme notar. Independientemente de lo que mi madre quisiese, yo siempre habia querido ser una modelo y mi madre fue solo una inspiracion que lo hizo todo mucho mas sencillo. Sin embargo casi ninguna de las personas que estuvo en la industria al mismo tiempo que ella seguia estando y sus llamadas para conseguirme contactos exitosos eran un fracaso. Ademas, tampoco queria ser esa chica que triunfaba a rastros del exito de su madre, queria triunfar por mi sola. Queria que la gente conociese a Carmela Varon, no a la hija de Mariana Varon. Una tarde, mientras me resignaba a mi futuro como cajera/barista/mujer sonrisa, conoci a Emma. Era una delgada rubia de Boston, que resulto estar viviendo en la ciudad persiguiendo el mismo sueno que yo, solo que ella ya tenia un ano en esto. Charlamos unos minutos mientras su pedido estaba listo y me comento que venia de un casting en el que la habian rechazado pues su apariencia era "demasiado casual" y buscaban algo mas diferente. Mientras conversabamos la rubia me miro de pies a cabeza y sugirio que quizas yo pudiese ser el tipo de modelo que buscaban. Minutos despues y con un turno de trabajo abandonado, me dirigi al lugar en el que era el casting. Para mi sorpresa el resultado fue excelente, me seleccionaron entre 80 chicas y consegui un contrato en una agencia muy buena. Mas sesiones fueron surgiendo y mas contratos fueron llegando, a mis 22 anos ya habia sido portada de diez revistas, lo que era considerada una gran hazana. Estaba en el punto maximo de mi carrera y parecia solo crecer mas. Viajaba cada semana a locaciones distintas. Vestia los mejores disenadores y mi pequeno piso de Nueva York se convirtio en un mucho mas comodo y espacioso loft. En cuatro anos habia logrado muchas cosas. Con el tiempo uno pensaria que se vuelve todo mas facil, pero la verdad es que es todo lo contrario. Es dificil obtener el exito, pero aun mas dificil mantenerlo. Mi rutina diaria era intacta: me despertaba a las 7:30 am maximo, me vestia e iba al gimnasio hasta aproximadamente las 10:00, regresaba a mi apartamento, me banaba, vestia y salia a cualquier trabajo que tuviese. Esta rutina se repetia aproximadamente 6 dias de la semana, a veces los 7 dias completos, dependiendo de la temporada. Comia entre sesiones, dormia en autos, y mis compromisos sociales eran nulos, sin embargo estaba feliz y eso era lo que me importaba. Habia conocido lugares hermosos y mi agencia era una de las mejores del mercado, mi nombre pertenecia a la lista de modelos mas exitosas del ano. Grabe algunos papeles extras para peliculas y, por supuesto, estuve en los tabloides por mis supuestos "romances" con uno que otro actor los cuales ni conocia o ni siquiera habia hablado con ellos alguna vez en mi vida. Sin embargo no era muy conocida fuera de Estados Unidos y esto me hacia querer expandirme un poco. Cualquiera podria pensar que ya era una persona famosa, pero ese no era el caso. Era famosa en el mundo del modelaje, pero no era ninguna celebridad. Vivia de la misma manera, hacia mis cosas de la misma manera, no habia paparazzis siguiendome por todos lados ni fanaticos que gritaran mi nombre, seguia viajando en clase comercial y mis habitaciones de hotel seguian siendo reservadas como las mas sencillas, yo era solo una modelo mas.

  • Nosotros contra el mundo de Anders Roslund

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  • Un pacto por amor de Aswan Dewin

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    Un beso es todo lo que necesitaran estos polos opuestos para convertirse en algo mas. El, un autentico desastre. Ella, la popularidad en persona.
    ?Que buscan? Su historia te lo contara y no te dejara indiferente.

  • Estare ahi de Sophie Saint Rose

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    Alexia practicamente acaba de llegar a Nueva York y liarse con su jefe era un autentico sueno. Cuando Rod da el paso en la fiesta de Navidad, no lo duda ni un momento dispuesta a todo. Las reglas eran claras, mientras aquello durara, nada de ninos y en la empresa silencio absoluto respecto a lo suyo. Despues de dos anos, su fria actitud hacia ella fuera de la cama, empezaba a molestarla. Ya era hora de dejar al jefe.

  • Un encuentro inolvidable de Miguel Alberto Domenech

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    Segun lo que he leido en los diccionarios, una de las definiciones de monotonia es; Falta de variedad, que produce aburrimiento o cansancio. Y es que esto es algo que muchas personas tenemos en nuestras vidas. En una vida monotona, todos los dias transcurren de manera similar, con las mismas obligaciones, identicos horarios, hablamos siempre con las mismas personas e inclusive a veces hasta de los mismos temas. La faceta ineludible de la vida diaria, que para algunas personas puede ser positiva y tranquilizadora, es un problema para otros sujetos. La monotonia puede volverse patologica y derivar en distintos trastornos psicologicos que incluyan la falta de interes en cualquier tipo de actividad, el aburrimiento en pareja o en familia y la sensacion de molestia en distintos ambitos. La finalidad de esta novela es, hacer saber a todas esas personas que llevan una vida tediosa y monotona, que hay un mundo mas alla de lo que sus ojos pueden ver. Algo muy cierto es que; la vida es muy corta, gente de la antiguedad llegaba a vivir mas de doscientos o quinientos anos, y en anos no tan antiguos llegaban a los cien, ahora en estos tiempos una persona que llega a los cincuenta o sesenta anos ya se les considera afortunados. La mayoria de las personas pasan el mayor tiempo de sus vidas trabajando, ya sea para enriquecer a otros, o buscar la estabilidad economica de ellos mismos, sin embargo, nos olvidamos de lo mas importante que es; vivir. No podemos ser siempre un banco de peces nadando hacia una misma direccion; no somos atunes. Hay que disfrutar nuestra vida al cien por ciento, el nadar contra corriente es divertido. Hay que vivir todos los dias como si fuera el ultimo dia de nuestra existencia, aunque suene cliche el decirlo, pero es verdad. Todos nacemos, crecemos y morimos, y quiza eso nos desconcierta, porque no hallamos el proposito de todo lo que hay, no encontramos nuestro lugar en este universo, y muchos ni si quiera se sientan a meditar en ello. Esta historia tiene la finalidad de hacerte meditar en que; la vida apesta porque no tiene sentido; las acciones que hagas, es lo que le puede dar sentido a tu vida. En esta novela se refleja el romance puro de la vida real, y no cae en los tipicos cliches de las novelas romanticas. Cuatro anos tardo el autor en escribir esta obra que nos deja un suave y delicioso sentido de la realidad, en donde el romance, es como muchas veces pasa en las vidas de las personas. Se dice que en la vida de un hombre, solo conocera a tres mujeres importantes, ya que el amor no se encuentra a la vuelta de una esquina. Pero hay que saber abrir bien los ojos para poder verlo. El amor es solo una palabra que adquiere significado cuando se conoce a esa persona ideal, y si tenemos suerte; el recuerdo de esos amores es lo que nos podremos llevar al morir. Por el momento solo le queda al lector adentrarse en esta historia, disfrutar y ser testigo de una historia mas de ese sentimiento que aunque tratamos de correr a veces nos alcanza, ese sentimiento que mueve al mundo y hace latir a los corazones, ese sentimiento llamado; amor. "Recuerdos en medio de atardeceres, sonrisas al atravesar un rio, aroma a tabaco y a vino tinto, todo envuelto en una bella sinfonia, ?como no seguirte amando? Si tu rompiste mi monotonia" -Alfredo Torres Capitulo 1 Tediosa monotonia Al empezar a escribir estas primeras lineas, unas cuantas preguntas surgen en mi mente: ?Como empezar esta historia? ?Como adentrarlos en la esencia de lo que soy? ?Como explicar lo que era y en lo que me he convertido? Bueno, vayamos paso a paso, empezare por presentarme. Mi nombre con el cual se me etiqueto en esta vida es; Ernesto Mendoza. Soy un chico comun y corriente, por cualquier parte donde me busque, no encuentro nada de que presumir sobre mi, pero si puedo decir que soy agradable y carismatico, o al menos eso pienso yo, aunque, claro; ?quien hablaria mal de si mismo? Fisicamente soy un tipo alto, moreno y delgado. No soy guapo, pero tampoco me considero un hombre feo. Vivo en Mexico, un hermoso pais con personas maravillosas, porque como Mexico no hay dos; me entenderan mis paisanos o los que ya hayan visitado mi pais. Mexico es un pais grande con varios estados y municipios, a mi me toco nacer dentro del estado de Veracruz, en una pequena ciudad llamada "Martinez de la torre" es una hermosa ciudad, aunque muy calurosa en los meses de mayo y agosto. Contamos con un hermoso rio, llamado (el rio bobos). Hablando brevemente sobre mi ciudad, una de las actividades mas importantes de Martinez es la siembra de citricos, por lo que a los lados de la carretera es comun observar huertos de naranjos y limoneros que, en tiempo de floracion, aroman la region y constituyen un bellisimo paisaje. Los principales platillos tipicos del municipio son: Acamayas al mojo de ajo y cocteles de mariscos; chilatoles (mi platillo favorito) garnachas, gorditas, empanadas y enchiladas (acompanadas de salsa tipica de la region). Chilposo de pollo y gallina. En el municipio para fiestas y reuniones sociales, se acostumbra elaborar los siguientes platillos, con un toque especial de la region: carnitas de cerdo; chafaina; mole de guajolote, gallina y pollo; tamales envueltos en hojas de platano, con carne de cerdo, pollo o frijoles; chilpachole de jaiba, minilla o saragalla, chilahuates y jugos de citricos tales como la naranja, limon, pomelo, mandarina y litchi. Como ya dije; Martinez de la torre es una hermosa ciudad. Soy el mayor de tres hijos, mis dos hermanas menores se llaman Victoria y Paula, son unas dulces y tiernas jovencitas, estudiantes de preparatoria con suenos y metas. Al igual que algunas mujeres, mis hermanas, fantasean con el verdadero amor; con ese principe azul que las adore. Entre ellas dos se llevan de diferencia medio ano de edad, la mayor es Victoria, la cual suena con ser una gran mujer de negocios. Y la menor es Paula, que suena con ser una gran escritora, ambas son de noble corazon, y muy guapas, y no lo digo solo porque sean mis hermanas. A diferencia de mi, ellas son de piel clara y cabello castano, lo heredaron de mi madre, la cual nos abandono cuando yo tenia 10 anos de edad, nunca he vuelto a saber de mi madre, aunque todas las navidades le escribo, le envio las cartas a una direccion que me invente. Mis hermanas y yo crecimos a lado de mi padre, Alonso Mendoza, el es un hombre fuerte, alto, forjado a la antigua, todo un mexicano, de caracter temple, pero muy estricto cuando se enoja, aunque de eso muy rara vez. Mi padre es fanatico de los libros y de los autos, por lo tanto, ama la literatura y la mecanica, asi fue como nos saco adelante, con sus manos metidas en motores dia y noche. Yo estudie solamente hasta la secundaria para trabajar y ayudar a mi viejo. Cuando cumpli los 18 anos me mude con un amigo llamado Rodolfo Posadas, en la calle Cuauhtemoc, dentro de villa independencia, una localidad perteneciente al municipio de Martinez, pero separada del centro por el rio "bobos". Asi que por esta cercania al centro de la ciudad, llegaba mas rapido a mi trabajo como asesor educativo en una escuela de ingles y computacion, de la cual omitire el nombre porque no me siento orgulloso de esa institucion, mas adelante les explicare el porque. El departamento no era un palacio, pero me gustaba, era grande y espacioso. Para ser mas exacto solo contaba con sala comedor, dos recamaras y el bano, pero pagar la renta entre dos resultaba barato, aunque un mes despues Rodolfo se caso y me quede solo, pero aunque empezaba a pagar todo el alquiler yo solo, disfrutaba de esa soledad. Pero no estaba solo del todo, tenia a mi gato Boris, de raza europeo domestico, de pelo amarillo y ojos color miel. Boris es un excelente gato hasta el dia de hoy, aunque algo anormal; rasguna, muerde y pocas veces se deja acariciar. Pero me quiere mucho y yo a el, en cuanto Boris ve que me acuesto en la cama, el sube conmigo y se echa a un lado de mi. Solo le doy de comer croquetas, por lo tanto esta muy gordo, pero su gordura no lo hace menos o mas lento; ya que es un excelente cazador de ratones. Asi que solo Boris y yo, eramos los unicos inquilinos del departamento. Soy un chico ordinario, desde que naci, siempre he vivido en la misma ciudad, de hecho nunca he viajado a ningun sitio, solo veo documentales de otros paises, por ejemplo me gusta mucho Italia, despues de Mexico, claro. En el colegio nunca fui el chico popular, pero tampoco un cero a la izquierda, y aunque siempre he llevado una vida rutinaria y aburrida, me he rodeado de amistades. Habia mencionado que mis hermanas fantasean con el amor verdadero, bueno, pues como por mis venas corre la misma sangre, soy un hombre muy romantico y apasionado, creo en la idea de que, algun dia, encontrare a mi media naranja. Solo he tenido dos novias en mi corta vida, la primera fue Alicia, mi novia de la secundaria, ella termino enganandome, si, me dijo que se iba con sus padres a vivir a China, lo cual no fue cierto, solo se cambio de escuela para estar con un chico que le gustaba. Como Alicia fue mi primera novia, me destrozo el corazon, tarde en recuperarme de esa ruptura. Mi segunda novia fue Beatriz, ella era una chica muy alegre, y tambien muy ruda, siempre me ganaba a las vencidas, le gustaban las motocicletas y jugar al futbol, tambien se inscribio a un gimnasio para levantar pesas y volverse muy fuerte. Beatriz a diferencia de Alicia no me engano con otro hombre, no, ella lo hizo con una mujer… Asi es, termino siendo lesbiana, pero con ella no sufri tanto, el cambio de su preferencia sexual se me hizo gracioso ?por que? No se, pero hasta la fecha somos buenos amigos. Asi que por la experiencia con esas dos chicas, me la pasaba trabajando todo el tiempo, porque ya no queria salir lastimado nuevamente; y el concentrarme solo en el trabajo me ayudaba <> esa era mi filosofia. Siempre fui todo un "Godinez" todos los dias salia de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa, no sabia lo que era tener vida social. En mis dias libres siempre visitaba a mi padre y hermanas, y los dias de mayor emocion, eran aquellos en los cuales me la pasaba tirado en el sofa frente a la television, comiendo pizza y bebiendo cerveza. Pero tenia dos pasiones: me gustaba dibujar a lapiz e ir a sentarme al parque a ver a las palomas, me gustan las aves, bueno, me gustan todos los animales. Pero ultimamente le habia tomado interes a la pesca, pero solo iba al rio de mi ciudad, ya que nadie queria salir conmigo. Habia dicho que siempre me he rodeado de amigos, pero estos a su vez, se han ido cada uno a vivir a otra parte, a otra ciudad, para cumplir sus metas y suenos, en ocasiones convivia con mis companeros de trabajo, pero no era igual, por eso me gustaba estar mejor solo la mayoria del tiempo. Aunque eso no ha cambiado mucho. Dicen que todo pasa por algo y que siempre conoces a alguien por alguna razon, bueno, pues eso fue lo que me paso a mi. En uno de esos caminos que te marca la vida; conoci a un profesor que se llama Ramiro, se licencio como maestro de idiomas. No paso mucho tiempo para que Ramiro y yo nos hicieramos amigos, le conte sobre mi sueno de conocer Italia y sus bellas ciudades y lo mucho que me gustaria aprender el idioma. Ramiro me dijo que tambien le gustaba Italia, pero no hablaba ese idioma, dijo que sabia hablar ingles y frances, y que si yo queria podria ensenarme. Siempre he pensado que el ingles es un idioma muy aburrido, al menos para mi, aunque quiza pueda ser algo incoherente, ya que la mayoria de la musica que escucho es en ingles, pero aun asi, nunca me ha gustado ese idioma como para estudiarlo, nunca he sentido el deseo por quererlo aprender. Ademas, llevaba una vida tan rutinaria que ya estaba muy acostumbrado a ella, me encontraba en mi zona de confort, se me hacia muy tedioso alterar mi agenda, aunque fuera aburrida. Pero despues de meditarlo, el estudiar frances se me hizo una buena opcion <> pense. Jamas imagine lo que sucederia despues de tomar la decision sobre hacer cosas nuevas; no pense que llegaria a conocer a alguien que cambiaria mi vida y la forma de verla; y que ademas; me daria varias lecciones de vida. Y mucho menos imagine como un chico ordinario como yo, desde mi punto de vista, pasaria la mas grande aventura en el tema del amor. Pero sin mas rodeos, llevare al lector a un viaje que hice, le ensenare como una nacion llego a mi, sin tener que salir de mi pais. Y como el amor se muestra en sus diferentes formas, sin ninguna necesidad de buscarlo, tan solo… Dejandose llevar.