• las huellas de lo invisible - Jesus Toral Fernandez

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    UN THRILLER SOBRENATURAL

  • Las huellas de lo invisible eBook - Libros - Amazon.es

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  • 'Las huellas de lo invisible', la nueva novela de Jesús Toral

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    27 abr 2019 — 'Las huellas de lo invisible', la nueva novela de Jesús Toral ... Según el autor, "una de las cosas que ayudan a que un libro se conozca más ...

  • Las huellas de lo invisible - Goodreads

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  • Las huellas de lo invisible de Jesús Toral Fernández - Hola ...

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  • LAS HUELLAS DE LA VIOLENCIA INVISIBLE - Casa del Libro

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  • Las huellas de lo invisible - Escritores.org

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  • Las Huellas de lo Invisible - Jesús Toral Fernández - Google ...

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  • Las huellas de lo invisible - Jesus Toral Fernandez - PDF ...

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    La hoja afilada y brillante de aquel incisivo cuchillo de acero penetró hasta el puño. El cuerpo inerte del hombre se desplomó sobre el suelo del salón y él ...

  • Papa secreto de Stephanie Foss

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    -?P uedo ayudarlo, Senor? --pregunte exhausta mientras un mechon de cabello salio volando de mi mono bajando por mi cara--. ?Le gustaria que le leyera los especiales? El toco su nariz y me miro como si no fuera mas que un pedazo de suciedad de perro en su zapato. Aunque he estado trabajando como mesera los ultimos ocho meses y he recibido esa mirada en muchas oportunidades, nunca me acostumbre a ella. Odiaba ser juzgada, me enloquecia. Ninguna de estas personas sabia algo de mi, asi que, ?como se atreven a presumir que sus vidas eran mucho mejores que la mia? --?No me escuchaste la primera vez? --dijo--. Dije que aun no estoy listo. Pero eso fue hace diez minutos, quise gritar, y me estoy cansando de tu fuerte e insoportable voz retumbando en mi seccion. Pero por supuesto no podia decir nada de eso porque el cliente siempre tiene la razon. Aun si yo estaba cansada, con once a doce horas de turno, y el estuviera siendo un idiota. --Por supuesto, Senor --dije entre dientes--. Por favor, aviseme cuando este listo para ordenar algo de beber. Di la vuelta con mis tacones y me aleje. Desafortunadamente, no fui lo suficientemente rapida como para no escuchar el ultimo comentario sarcastico que se dijo adrede lo suficientemente fuerte como para que lo oyera. --Honestamente, estas aspirantes a actrices son tan estupidas. Creen que son muy hermosas y que valen mucho, pero la mayoria de ellas vienen a Nueva York y se dan cuenta de que no son nada. --Pendejo --murmure para mi, moviendo la cabeza con disgusto. Si, vine a Nueva York de un pueblo pequeno en Pennsylvania, pero no porque tuviera ningun sueno en particular de actuar o modelar. En realidad, lo que realmente queria era convertirme en una abogada, y tenia el cerebro para hacerlo, tambien. Solo que no tuve la educacion necesaria y eso fue por una sorpresa inesperada que surgio en mi vientre cuando solo tenia dieciocho anos de edad, y justo cuando sali de la escuela secundaria, lo cual cambio absolutamente todo. Una vez que me di cuenta del milagro que crecia dentro de mi, Yale no parecio tan importante despues de todo. Cuando le dije a mis padres que estaba embarazada, del hombre mayor que no aprobaban, despues de solo cuatro meses, mi padre enloquecio. Grito y maldijo e insistio en que necesitaba deshacerme del 'pequeno problema' antes de que se interpusiera en mi carrera de alto vuelo. Sin embargo, no lo escuche, no pude hacerlo. Ya amaba mi paquete de alegria cuando era solo una pequena semilla. La ame tanto que renuncie a mi lugar en la universidad, sacrifique mi carrera, y escape de casa. Por supuesto, en mi infantil determinacion de poner a mi bebe como prioridad, nunca le dije al padre de Leah que ella llegaria al mundo, pero al comienzo estaba tan enfocada en obtener un empleo y algun lugar donde vivir que no pense mucho en el. Entonces, una vez que estuve en un buen lugar para decirle, me tope con la dura realidad de que no habia estado buscandome... ?y por que lo haria? Solo estuvimos juntos por un corto tiempo. Seguro, fue intenso y me enamore rapidamente, pero eso no significaba que fuera lo mismo para el. El era ambicioso tambien, e intentaba ferozmente establecerse en el mundo de los negocios. Si eso lo tenia muy ocupado para buscarme, entonces seguramente lo tendria muy ocupado para Leah. Ya ella habia sido rechazada por mi padre, y no queria que nadie mas la alejara; asi que me enfoque en hacer una vida para nosotras sin mirar atras. Ahora, cinco anos mas tarde, teniamos un apartamento de una habitacion, el cual no era el peor lugar del mundo para vivir, y tenia este trabajo como mesera. Quizas lo odiaba, pero eran horas fijas y pagaba las facturas, ademas cubria los gastos de cuidado infantil cuando Leah no estaba en la escuela. Quizas no era la vida ideal, pero lo haciamos funcionar. En realidad, me sentia orgullosa de lo que habia alcanzado. No fue facil, fue un camino solitario, pero al menos lo habia hecho sola. --?Que sucede? --me grito Thomas, el malhumorado jefe de la cocina. Era bien conocido por sus cejas anudadas y expresion furiosa, sabia bien que no debia tomar sus comentarios de manera personal, pero no estaba de humor--. Tienes una cara de trasero abofeteado --Tu tambien la tendrias si tuvieras que lidiar con todos los idiotas que soporto a diario. No sabes lo facil que es para ti escondiendote aqui, sin tener que ver a nadie. --Oh si, seguro, asegurandome de que cada una de las comidas este cocida a la perfeccion... incluso cuando llegan decenas a la vez. Muy facil, Ava -- nego con su cabeza y se sacudio ruidosamente--. Saca tu cabeza de tu trasero, nina. De verdad. Solo una hora mas... una hora mas y puedo escapar de este infierno. Por lo menos hasta manana cuando todo comience de nuevo. --Como sea, saldre de nuevo. Quiero ver si el bocon esta listo para ordenar. El vapor de la cocina me siguio mientras salia al restaurant, probablemente haciendome lucir aun mas aterradora de lo normal. Mi cabello, largo y oscuro nunca se quedaba donde lo colocaba por mucho tiempo, y pude sentir la transpiracion humedeciendo mi frente y espalda. No tenia dudas de que mi maquillaje ya se habia desvanecido desde hace tiempo, pero estaba muy cerca del final como para preocuparme por eso ahora. Solo queria sobrevivir los ultimos minutos de mi turno aqui. --Ava, ?puedo hablar contigo, por favor? --La voz agria de Stella, la jefa de las meseras, interrumpio mis pensamientos--. Parece que tenemos un problema. --Seguro --suspire, sin pensar mucho en su tono estresado. Stella siempre estaba estresada, era una de sus cualidades menos atractivas--. ?Que sucede, Stella? --El Sr. Michaels, de quien estoy segura que sabes que es un hombre muy importante. --Me encogi de hombros, no lo sabia--. Bueno, ha presentado una queja sobre ti, y ahora necesito hacer algo al respecto. --Espera, ?te refieres al tipo realmente ruidoso sentado en mi seccion? --me rei con amargura y cruce mis brazos defensivamente sobre mi pecho--. !Quiero presentar una queja sobre el!

  • Sed de Neal Shusterman

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    ?Hasta donde llegarias para conseguir la ultima gota de agua?

  • Mi luna de miel contigo (Amores imprevistos 2) de Emma Colt

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    Un encuentro inesperado. Una vieja llama. Una venganza por cumplir.

  • Operacion Bifrost de Nuell Martin

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    Zach Schneider lo ha perdido todo. Lo unico que le queda es su palabra; y quizas incluso deba darsela a un grupo de personas con pocos escrupulos y mucho poder que desde un chalet de lujo en los Alpes alemanes se encuentra en situacion de ofrecerle reflotar su vida si les ayuda con sus ambiciosos planes. Su busqueda de justicia le embarcara en un arriesgado viaje sin retorno que hara tambalear sus firmes convicciones morales y en el que debera elegir entre mantener su palabra o su integridad; aun a riesgo de perder ambas.

  • Jugando con fuego 1 de Tanatos 12

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    Pablo llevaba una vida feliz y tranquila junto a su novia Maria hasta que Edu, un companero del despacho de abogados de ella, irrumpe en su vida de forma casual. A partir de ese primer encuentro, Pablo comienza a fantasear con la idea de compartir a su novia con Edu o de incluso entregarsela a el.

  • Una mentira de alto Standing de Ariadna Baker

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    !Ya voy, Eric, amor! ?Te estas quemando? --No, mama. --Se rio como solo el sabia hacerlo, con esa sonrisa de oreja a oreja que me recordaba cada dia por que debia sentirme la mujer mas afortunada del mundo. --?Quien es el bichito mas impaciente del globo? --Le hice cosquillas y volvi a pensar que aquella risa bien valia cualquier esfuerzo que yo tuviera que hacer, por mucho que a veces mi dia a dia me pareciera titanico. Cualquiera que mirase a mi alrededor no lo entenderia. Aquel maravilloso atico de 300 metros cuadrados en uno de los edificios mas modernos de Madrid valia una pasta gansa. Suerte que ese si que lo pagamos durante mi matrimonio con Edu, que ya era agua pasada. Edu, o Eduardo Manostijeras, como yo solia referirme a el cuando estaba de chachara con mi amiga Sofia (dado que todo lo que tocaba terminaba hecho jirones), habia sido mi marido hasta un ano antes. Un buen dia, despues de volver de un viaje de negocios a Nueva York, me comento que su secretaria y el mantenian una relacion "un poco mas estrecha" de lo que podria considerarse meramente profesional, lo que se tradujo en que a mi me fueran dando, mas o menos, por donde amargan los pepinos. Me quede petrificada porque yo estaba enamorada de Edu como el primer dia y jamas habia sospechado que una cosa asi me pudiera suceder a mi. De hecho, a ojos de todas nuestras amistades, eramos la pareja perfecta; tan monos y amorosos. Lo que yo no sabia entonces era que hasta las "parejas perfectas" podian irse al garete de la noche a la manana, con tal que soplara un aire un poco mas fuerte del habitual. Llore a mares ante aquella confesion que no tardo demasiado en hacerme. Marga, que asi se llamaba su secretaria, lo esperaba ya en su casa, pues lo suyo estaba mas avanzado de lo que parecia; como un tumor que se extendia a mi alrededor sin que mis ojos hubieran podido detectarlo. La nueva parejita de moda se instalo en plena Moraleja poco despues y yo maldije mi suerte; una decada perdida a su lado, de los dieciocho a los veintiocho... Bueno, decir perdida seria escupir al cielo, que para eso tenia a mi pequena joya de la corona; mi Eric, que contaba con seis anitos. No hace falta calcular demasiado para comprobar que lo tuve muy joven, a los veintidos. Probablemente fue engendrado en la noche de mi graduacion en Derecho cuando Edu y yo caimos en aquel hotel, borrachos como piojos. Digamos que mi padre, que era diplomatico y que vivia un tanto de cara a la galeria, no tomo aquello nada bien. Y no porque el chico no fuera de lo que llaman "de buena familia", que era hijo de uno de los principales asesores de una de las companias de electricidad mas celebres del pais, sino porque ya apuntaba maneras, segun el. Yo no veia aquellas maneras por ninguna parte, sino solo a un joven enamorado que puso el mundo a mis pies. De hecho, cuando me quede embarazada, no tardo en pedirme matrimonio. Nos casamos antes de que Eric naciera, asi de fuerte, aunque de mi padre no hubo rastro en aquella boda. Meses antes habiamos tenido una fortisima discusion y ambos nos retiramos la palabra. Tan orgullosos fuimos que ni el volvio a dar senales de vida en los siguientes anos ni yo tampoco. Hubiera esperado una llamada por su parte cuando nacio Eric, pero en mi telefono no se registro y no creo que lo hiciera a traves de un vaso de yogur con un hilo, como solian hacer los ninos antiguamente. Desde entonces mi padre estaba desaparecido en combate pues, al jubilarse, dado que ya me tuvo con cuarenta anos, se habia marchado a vivir a Suiza. Por aquel entonces me entere de que habia rehecho su vida con una marquesa llamada Agueda y que les iba bastante bien. De aquello si que me alegre mucho, pues el hombre apenas habia tenido ninguna relacion seria desde que mi madre murio, cuando yo contaba con dos anitos. Ya era hora de que fuera feliz como una perdiz y de que me dejara serlo a mi. Mi vida con Edu, en ese instante podia por fin verlo, habia sido un enganabobos como otro cualquiera. Para mi que todo iba sensacional, pero, cuando nos separamos, algunos de esos "amigos" de nuestro circulo empezaron a darle al pico y me dijeron que yo habia tenido mas cuernos que un ciervo. Entrecomillo lo de amigos porque ese tipo de personas siempre me han parecido correveidiles al uso. Mi verdadera amiga era Sofia, una especie de hermana a la que conoci en mi epoca del instituto, que se convirtio en mi tabla de salvacion desde que me separe. El verdadero problema fue que mi ex establecio una contienda legal de categoria a raiz de nuestra separacion. Por lo que pude saber, Marga era la ambicion en persona y le apreto bien las tuercas. --Yo he sido una tonta, siempre crei en tu palabra de que debia dedicarme en cuerpo y alma al nino durante sus primeros anos y que no nos faltaria de nada, ?y ahora que? --le pregunte cuando puso sobre la mesa de mi abogado aquella propuesta de convenio que no podia ser mas penosa para mi. --Tendrias que haber espabilado antes, Dafne, el mundo es como una jungla, ahora lo comprobaras... Si el mundo era una jungla, el era el rey de las hienas. Su unico proposito era sacar la maxima tajada de aquel divorcio a costa de cortarnos el grifo a tope a Eric y a mi. No quiero que se me malinterprete. Cierto que fui una incauta al creer en su palabra y al dedicarme a nuestro matrimonio y al nino, pero siempre tuve en mente volver a trabajar pronto. El caso es que cada vez que lo intentaba, Edu me decia que esperara un poco mas, a que Eric fuera algo mayor y entonces podria incorporarme con el en la compania en la que tambien ocupaba un altisimo cargo ya por aquel entonces, tras la jubilacion de su padre. Tonta de mi, porque lo que no queria mi marido bajo ningun concepto era que yo metiera las narices en sus asuntos. Y, como dinero era precisamente lo que le sobraba, preferia tenerme en una jaula de oro a salvo de comentarios...

  • La muerte de la verdad de Michiko Kakutani

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    En Los origenes del totalitarismo, Hannah Arendt escribio que “el sujeto ideal para un gobierno totalitario no es el nazi convencido ni el comunista convencido, sino el individuo para quien la distincion entre hechos y ficcion, y entre lo verdadero y lo falso han dejado de existir”. En este libro, Michiko Kakutani advierte que las palabras de Hannah Arendt ya no parecen referirse a acontecimientos de hace mas de un siglo sino que describen lo que ocurre en el mundo en que hoy vivimos. Kakutani analiza como los diversos populismos y fundamentalismos erosionan la idea de verdad y las instituciones democraticas al imponer el miedo y la ira por encima del debate razonado, y de que manera se imponen aquellas construcciones retoricas que apelan unicamente a la emocion y al sentimiento. ?Como ha sido posible que la verdad y la razon se hayan convertido en especies en peligro de extincion? ?Que augurasignifica su agonia para nuestro discurso publico y el futuro de nuestras politicas y nuestra gobernanza? Responder a todas estas cuestiones es el objeto de este libro.

  • Agua de Claudio Hernandez

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    Siempre, en alguna parte, debia brillar el sol; pero en Chamberlate, una amorfa cara opaca parecia sonreir desde lo alto del cielo mas negro que el culo de una marmota. La mezquina luz lamia el cementerio, con sus estacas incluidas, y los Fresnos que lo rodeaban en unos bosques realmente frondosos extendian sus copas como refugios a las almas perdidas de su interior, igual que a los cuervos. Sean tenia puesta la gabardina de color beis que le llegaba hasta las punteras de sus zapatos. Estaban tan desgastados que, ahora, empezaban a brillar mas que el mezquino destello de la que venia despues del astro rey. Un puro humeante como la chimenea de un vapor hacia las delicias en los pulmones de Sean, un anciano retirado que habia sido detective, pero que narices, el pensaba que todavia lo era. ?Por que no? Se enjuago la boca con gran cantidad de saliva y escupio un enorme chorro de espesa mucosa sobre una lapida. La cruz, que parecia un espantapajaros, con los brazos extendidos y laxos sobre una superficie llena de vacio, ignoro tal guarrada. Y, con todo eso, la cosa no habia hecho mas empezar para Sean Rickman (apodado y conocido como Coningan). Apoyando su barbilla poblada de una barba gris, como las cenizas, sobre una de sus manos, concretamente la derecha; clavo la mirada en otra de las tumbas y penso como se encontraria el fiambre alla abajo, es decir, bajo tierra. Se inclino en creer que simplemente dejaba pasar el tiempo mientras el cuerpo se descomponia en medio de guturales ruidos, grunidos ignorados y flatulencias repentinas. Y penso en el. El asesino. Entonces, de repente, el cielo tosio un par de veces haciendo estremecer la tierra bajo sus pies, y, al mismo tiempo, solto un graznido como un perro cabreado. La lluvia, una de las mas intensas de aquel jodido otono del 99, en Chamberlate, habia retomado de nuevo su proyecto para repiquetear el suelo y todo lo que habia sobre el, con sus grandes gotas, al ritmo de decenas de pajaros carpinteros. Sean Rickman levanto ahora la mirada hacia el cielo y dijo: --Mierda. Sabia por que. 2 Locos los hay en todas partes del mundo, pero como David Harring no lo habia. Sus ojos oscuros parecian proyectar una luz disciplinariamente roja, pero era frialdad lo que arrojaban, como destellos oscuros, si, era eso. Una mirada profunda. Traumatizada y perturbadora. Inquietando incluso para las miradas perdidas o aviesas de aquellos que estaba encerrados en un psiquiatrico. Su camisa de fuerza era ella: Melissa Harring, de soltera Aarons. Y para nada hacian pensar que era del estado de Maine: ni por sus nombres, ni por sus costumbres. Solo eran forasteros, y su acento dejaba loable el deseo de pertenecer a un pueblo tranquilo. Su acento estaba lejos de ser sureno. Todas las noches, cuando el astro rey se estrellaba en los picos de las montanas rocosas desangrAndose, levantaba el pie derecho y lo apoyaba sobre un taburete cojo de una pata. El jodido perro, es decir, Dan, lo habia mordisqueado como a un hueso. Entonces dejaba que el palillo correteara por toda la cantera de los dientes mientras se mesaba la barba rala. Profundamente relajado, pensaba en lo bien que lo hacia. Como la amaba y que polvo iba a echar esa noche, quisiera Melissa o no. Era una rata de alcantarilla. O peor aun: Una mierda aplastada por las botas sucias del sheriff del condado. Que, a decir verdad, era un borracho embaucado por las deudas del juego y la escoria de Chamberlate. Tan corrupto como los politicos del mundo. Solo que el era ignorado. Pero ?por que todos los hijos de puta -- bueno, los cabrones-- tenian tanta suerte de ocupar puestos tan ostentosos? David era uno de ellos. Abogado de profesion habia dejado atras los problemas de sus clientes --mayoritariamente lunaticos y obsesionados con las leyes-- para cambiar su vida por completo. Menos el de seguir siendo el mas capullo del mundo, pero eso tenia diferentes connotaciones. Cabron, perturbado, celoso patologico, asesino… Todo se quedaba corto cuando estaba frente a ella. Y su capacidad para ser tan amable como un mayordomo ante las estupidas sonrisas de los testigos de Jehova, no hacia que Melissa pensara lo contrario de el. Hijo de la gran puta. Y Dan empezo a ladrar al sol que habia dejado el rastro sangriento a la deriva. 3 Habia un loco suelto y Sean lo sabia. Cada atardecer, como una esposa en pena, acudia a visitar el cementerio bajo una manta de agua. Tosia como un descosido y se encendia un enorme puro que lo sacaba de ese estado penoso a su edad. Rondaba los setenta anos y ya habia decidido parar de contar los cumpleanos. A partir de cierta edad, los huesos sonaban como unas piedras en el interior de una bolsa y los dolores reumaticos se extendian hasta la polla. Ademas, habia descubierto que los huevos crecian sobremanera a partir de los sesenta. Sin mujer ni hijos, ni trabajo a que dedicarse mas que aplastar cucarachas con un cuarenta y dos de pie: tenia la impresion de que el asesino no se retorcia como un gusano en ningun lugar de ese cementerio, que era visitado por un oscuro gato dando por culo con sus maullidos desgarrados. Sean lo miraba con cierta incomprension y bajaba la vista. El jodido gato siempre estaba en lo alto de una de aquellas cruces que miraban a un cielo tan zozobrante como un mar embravecido. Despues el gato saltaba al suelo y se hundia en el lodo. Sean Rickman, ajeno a los poderes mentales de algunos perturbados que pasaron por Castle o Boad, o incluso Derry, estaba mas tieso que una estaca en el cementerio. Astillada y sin vida, bueno, ninguna estaca tiene vida, pero las habia que brillaban cuando salia el sol, y ese otono no habria mas sol que una lampara en lo alto de su cabello de color cobrizo. Era su cabello natural que, al contrario que la barba, no conocia mas ceniza que la de una chimenea muerta en el interior de una casa de una familia que no tenia ni lena para calentarse. Camino hasta la cripta. Solo habia una y se detuvo a dos metros mientras el humo del puro se arremolinaba alrededor de su cabeza con la intencion de arrancarsela y elevarla al aire. Sus dedos rollizos tiraban del puro, que se despegaba de sus labios secos, y entonces movia el cuello como queriendo hacer un circulo, aunque le crujian las cervicales como las bielas de un motor viejo. --Maldito seas. Se que no estas aqui --murmuro entre el ruido de la lluvia. En lo alto de todo, algo ilumino el cielo y la tierra, pero despues no sucedio nada mas. El detective retirado se quedo con las ganas de sentir el atronador ruido como una de las bombas del Vietnam. El gato le respondio. Pero el asesino no. 4 --Hoy no tengo ensalada --dijo Melissa con cierto temblor en su voz, la cual formaba un vibrato que se paseaba por la cocina como un chorro de aire lleno de obstaculos. --?Y que se supone debo cenar esta noche? --pregunto arrogante David. Le clavo la mirada como dos chinchetas. Ella estaba apoyada en el fregadero. Su tez era palida y el estaba sentado en la silla, con los brazos laxos sobre la mesa rugosa. Ella cabeceo un instante. El repentino dolor del miedo la sobrecogio. --Ya sabes que hoy no hemos bajado al pueblo y… De pronto, un puno cerrado quiso agujerear la tabla de la mesa, y los ojos de ella casi saltan de sus cuencas para botar como bolas en el suelo. Los dientes de el estaban rechinando de tanto que los apretaba. --!?Acaso no tenemos huerto?! --grito mientras permanecia encorvado como un buitre al borde de la mesa. Le dolia el puno, es decir, el canto de la mano. Los cubiertos habian saltado como unas ranas plateadas, pero seguian sobre la dichosa mesa. --No he… podido... recoger nada --termino de decir ella, visiblemente asustada. El miedo se cruzo de nuevo delante de sus ojos y, bajo sus tetas --bueno, bajo su pecho-- aquello golpeo el esternon. Su corazon. --!Estas temblando! ?Por que? ?Te han hablado de mi esas pellejas? --Su mirada acusadora evoco la puerta y parecio verlas a traves de ella. Eran dos amigas, entre comillas, para un monstruo como el. Solo tenia cuarenta y dos anos, era de estatura alta, atletico y guapo, pero por dentro bombeaba petroleo en lugar de sangre. Hasta los demonios huian de el. Ella no pudo responder. No, al menos, de inmediato. --Me ayudan… --!Callate! --El golpe, esta vez, fue con la palma de la mano abierta, que sono tan fuerte que parecia que se le iban a salir todos los dedos como lapices. Su profunda mirada le mostraba el monstruo que nunca habia estado dormido y que habitaba en el. Incluso cuando usaba la cosmetica de su mujer, para ver a un payaso reflejado en un espejo que acusaba con romperse en mil pedazos en un vomito repentino. Si, David hacia eso cuando ella no estaba en casa. 5 La insignia de policia relucia de manera imponente sobre su pecho, pero no era asi siempre. Burt no era el tipo de agente que se las daba de algo que no podia ser competente. De modo que siempre tenia la jodida insignia guardada en algun bolsillo del pantalon. Junto a la funda cerrada del revolver. A la gente del pueblo le importaba un bledo que la llevara brillando bajo su hombro. Todos sabian quien era el. Incluso Sean, el viejo detective. Burt decia que el pueblo no se dedicaba a hacer insignias ni tampoco a rozarlas con sus miradas de desacuerdo. En realidad pensaba que a todos se la inflaban si la tenia o no. Pero por supuesto que todo el mundo en Chamberlate sabia quien era el. Su ayudante Harris tambien tenia una, y por supuesto que este si la llevaba clavada en su pecho. En su piel, y los dientes le brillaban junto a la insignia. Eso solo cuando hacia sol en el mes de junio, julio y el punetero agosto, en el que los lagartos sacaban sus rosadas lenguas en las canteras. Harris no comprendia la decision de Burt de llevarla en la billetera o junto a las llaves de casa. Era algo que el hombre de la ley jamas habia podido entender. Claro que en el pueblo todo el mundo sabia que el era el agente. El mas borracho de todo el estado de Maine, pero habia que tener en cuenta la tradicion centenaria, desde que los indios MickMac desaparecieran de alli. Pero habia que tener en cuenta la responsabilidad y la seriedad. Cuando se estaba al servicio de la ley, habia que pensar en esas cosas y en las tetas de la vecina de enfrente. Harris pensaba frecuentemente en ellas, es decir, en las cosas de la ley, aunque solo podia ser agente con dedicacion parcial, dado que casi todo el tiempo Burt estaba resoplando en el viejo sofa de su casa. Y asi fue como unos degenerados mentales construyeron un lago de sangre en el pasado, que, visto lo visto, parecia no haber acabado todavia. Si, ahora habia detectives. Y lo sabia. Mejor. 6 Pero Sean era el protagonista, porque no dejaba de pensar en el asesino que se ocultaba en el silencioso cementerio, que, a su vez, sonaba como miles de exhalaciones de todos los que reposaban panza arriba. No tenia sombrero y ni falta que le hacia. Su cabello mojado era ahora una plaga de algas sobre su cabeza y las gotas se columpiaban en su menton, agarradas en el pelo de la barba. Sus ojos mantenian aviesamente la mirada sobre aquellas tumbas, dia tras dia, mientras recordaba. El jodido gato aparecia maullando todos los malditos dias, y eso le cabreaba de forma lenta y oficiosa, hasta estar a punto de gritarle, pero no lo hacia. Todo su temple era un abedul esperando que el tiempo pasara ante sus ojos…, bueno, sus hojas verdes. --Te llevaste a todas esas pobres chicas a la tumba de la forma mas asquerosa que pueda emanarse de un monstruo como tu. Eras algo horrible. Una especie de locura a la que cualquier autoridad no se puede enfrentar. Ni siquiera un maldito psiquiatra, con sus gafas de empollon sujetandose con cierto malabarismo en su descendente curva de la nariz. Claro que no. Te condenaron a la cadena perpetua y, despues, a la muerte. No vi tus cenizas, cabron, pero eso es porque no te metieron por el culo todo aquel fuego, cabron. Se que no estas aqui tampoco; pero, como soy un idiota, vengo cada dia por si veo una bota tuya en medio de un charco de agua. Que jodido eres. A veces creo que yo mismo me estoy volviendo loco. ?Lo sabias? La edad me sienta fatal. ?Por que no me contestas ya de una punetera vez? El detective abrio mas los ojos y clavo su fria mirada en el gato que cada dia parecia mas negro. Sus ojos verduzcos brillaron en aquel atardecer de lluvia intensa, y mostro sus afilados colmillos cuando maullo de forma aguda. Sean sonrio con la menor intensidad del mundo, tanto, que su rostro no lo reflejo. Y se sintio un verdadero capullo cuando supo que le estaba hablando al gato. Si, al jodido gato. Y, mientras tanto, seguia lloviendo con tal intensidad que el cementerio parecia ya un lago con las cupulas de los edificios asomando en el agua, como cabezas humanas que se iban a ahogar. 7 Melissa se encontraba ajetreada con los platos sucios de la cena de esa noche. El ruido era ensordecedor y a veces golpeaba la vajilla de porcelana contra el metal del fregador para descargar la ansiedad que el comportamiento de David le generaba. Habian pasado los primeros dias idilicos en la nueva casa de la colina. Si, esa que estaba en lo mas alto de la misma y desde donde se podia divisar la carretera polvorienta --ahora llena de lodo-- que llevaba al centro del pueblo tras una serpentina brillante. Y por mas que golpeaba y pensaba, no conseguia encontrar un solo pedazo de carino en el. Era puro odio y un enfermo mental, enajenado por las psicopatias de las manias, los celos y las peculiaridades. --Maldito seas --mascullaba mientras sus hermosos labios se arrugaban como una cuerda enrollada. Su cabello rubio le cubria los hombros, y las puntas le llegaban a la parte mas baja de la espalda. Normalmente solia tenerlo atado con una goma elastica que chillaba cada vez que se tensaba, pero esa noche no. Lo tenia suelto y, de espaldas, cualquier hombre la veria hermosa aunque sus manos se movieran como remos al ritmo de los tambores de guerra. Su corazon estaba convulsionado y sabia que… Arriba, en la habitacion, su marido estaria haciendo algo extrano. No para el, sino para ella. Si hubiera subido las escaleras de puntillas, le habria visto pintarse los labios de rojo, de forma sutil, y, despues, apretando con un poco mas de fuerza la barra de labios, mientras decia: eres preciosa, Keti. Y en eso estaba. 8 --La maldita lluvia me tiene hasta los huevos, Forrest. Me duele hasta eso. --Se senalo la entrepierna de un pantalon vaquero, tan gris como su cabello. Estaba sentado en lo alto de un taburete que podria ser un atril perfectamente y ser el reverendo repartiendo ostias a sus feligreses.

  • Mi autonomia de Nadia Colella

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    E Capitulo 1 l humo de mi cigarrillo se formaba delante de mis ojos como una nube de tormenta a punto de estallar sobre mi. Me quede observando como el tiempo lo atravesaba, milimetro a milimetro, devorandolo como un virus que avanzaba a rapida velocidad hasta hacerlo desaparecer por completo. Y, de un momento a otro, ya no quedaba nada, salvo la mancha negra que estaba en el techo. Fije la mirada para intentar descifrar el posible origen de aquello y me pregunte si seria humedad o algo mas, pero no se me ocurrio nada. Me encogi de hombros y le di otra pitada a mi cigarrillo. Cansada de estar acostada, me puse de pie y senti como si hubiera pisado sobre hielo. Busque con la mirada mi calzado, pero no sabia donde lo habia dejado, asi que le di la bienvenida al frio y segui mi camino. La ventana del balcon estaba abierta y la brisa matutina envolvio mi cuerpo desnudo. Me acerque a la computadora y abri mi casilla de correo. Lo primero que vi era un mail del propietario del edificio con un asunto en mayusculas y mas de tres signos de admiracion: <>. Ni siquiera lo lei; lo borre directamente. Lo peor de todo era que no habia mas correos nuevos. --!La puta madre! --grite. Tire el cigarrillo al piso y me sostuve la cabeza entre las manos. Respire profundo y me obligue a hacerlo mas de una vez. No iba a poder encontrar una solucion a mi problema si me dejaba llevar por las emociones. Tenia que serenarme y buscar alternativas. De pronto, senti una mano sobre mi hombro y me levante saltando de la silla. Tenia una media sonrisa que se esfumo en cuanto me observo con atencion. --Perdon, no queria... --No me asustes asi, Javier. --Jonathan. --Si, Jonathan --le respondi volviendo a mi habitacion. Me acerque al armario y abri mi segundo cajon. Alli se encontraba mi remera favorita, la que mi mejor amigo me habia comprado en Nueva York. Despues de ponermela, encontre mis pantuflas asomandose por debajo de la cama, del lado izquierdo. Me agache para juntarlas y volvi a salir hacia el living. --Gracias por la cena --le dije mientras ponia agua a hervir. Jonathan se acerco a mi lado y apoyo su cintura contra el borde de la mesada. Se cruzo de brazos y giro su cabeza para poder mirarme, pero yo me aparte de la cocina y busque en las alacenas mi taza. --Tomo lo que tomes vos --me dijo. Me rei. --Voy a desayunar sola. Gracias por todo, Jonathan. --Y busque el polvo para hacerme un capuchino. Por el rabillo del ojo pude ver como se apartaba de la mesada y se quedaba de pie observandome. Yo segui con mi tarea. Busque el azucar y me puse a revolver el contenido. Escuche su bufido y se dirigio hacia la habitacion con pasos pesados. Unos segundos despues, salio de mi departamento sin siquiera decirme adios. Yo tampoco lo salude. Cuando mi infusion estuvo lista, sali al balcon y me sente en la reposera. El cielo azul claro de Buenos Aires estaba impoluto. Me entretuve observando el horizonte mientras degustaba mi bebida. Intente que nada atosigara mis pensamientos. Necesitaba reconectarme, dejar a un lado todos los problemas y sentirme presente en el momento. Si en cada minuto que respiraba pensaba en mis problemas, era lo que iba a seguir atrayendo. Eso me habia ensenado mi mama y lo habia comprobado con el tiempo, asi que dejaria en blanco mi mente y respiraria. Pero el sonido de mi celular me hizo sobresaltar y por poco me hizo tirar lo que me quedaba del capuchino. Deje a un lado la taza y volvi al interior del departamento a buscar el aparato. Era una llamada entrante de Quimey. --!Hey! --le dije con una sonrisa y busque el reloj que estaba colgado sobre el escritorio de mi computadora--. ?Que haces levantado tan temprano? --Me estoy yendo a Ezeiza --me respondio riendose. Recien en ese momento me percate del sonido del exterior. No estaba solo. --?A Ezeiza? --le dije sentandome en una silla--. ?Tenias un viaje planeado y no me dijiste nada? --No, fue un viaje espontaneo. --Bajo la voz--. Me estoy yendo con Lucas. --Te escucho igual --dijo una voz lejana. --?Lucas? --pregunte asombrada--. ?Lucas, Lucas? ?El del bar de Palermo? --El mismo --me dijo volviendo a hablar normal--. Le salio un viaje de negocios y me invito a Londres. --Ah, pero... !que natural! --Y no pude evitar reirme--. Siempre te suceden cosas extraordinarias. --Las busco. No suceden de la nada. ?Y vos como estas? Trague saliva y, sin querer, mire la computadora. --Bien. --A mi no, Hunter --me dijo con su voz reprochadora--. Contame como estas. Mira que cancelo todo y voy para alla. --!No! --me apresure a decirle. Sabia que era capaz de hacerlo--. Estoy bien. El negocio no lo esta. --?Otra vez? Te dije que te paso plata si necesitas. --Y yo te dije que no hace falta. Que voy a encontrar una solucion. --Se que la vas a encontrar, pero, mientras tanto, puedo ayudarte. No seas cabeza dura. --No, te agradezco de verdad. --?Te volvio a contactar el dueno del edificio? --Si. Me dio un mes. --!Mia! --Me grito al oido y tuve que alejar el celular--. ?Por que no queres aceptar la plata? !Te pueden echar del departamento! --Porque no voy a tener como devolvertelo en el corto tiempo. --Quimey iba a quejarse, pero lo interrumpi antes de que lo intentara. --Y ya se que no te importa cuando te lo devuelva, pero a mi si me importa. Ya todos me ayudaron lo suficiente; no puedo seguir dependiendo de los demas para vivir mi vida. Tengo que encontrar las soluciones por mi cuenta. Y, si me llegan a echar, tendre que encontrar otro departamento que se adapte mejor a mi nueva realidad. Habia vivido en ese lugar casi cuatro anos. Me gustaba el balcon porque cada noche salia a respirar el aire de la ciudad y a disfrutar del murmullo bajo de una ciudad viva. Incluso cuando tenia compania. Me escabullia del dormitorio para estar un rato en paz. O la amplia cocina, que me permitia experimentar con la comida cada vez que tenia ganas. Aunque, realidad, mas la usaba Quimey cuando jugaba con las bebidas e inventaba tragos. Las dimensiones del living tambien me permitian alojar a toda mi familia y que pudieramos disfrutar de una buena pelicula o algun tentempie. Y, por supuesto, mi estudio fotografico. Habia usado una de las habitaciones de huespedes para mis utensilios de fotografias, los marcos que compraba, las imagenes que mandaba a imprimir... Era un departamento grande para mi sola, pero habia podido pagarlo. Aunque, si era sincera, el primer ano me habia ayudado mi familia, el segundo y el tercero habia tenido que ayudarme mas de una vez Quimey y el cuarto lo estaba soportando... Pero dia a dia las ventas caian. Habia estado enviando solicitudes para realizar muestras digitales en las paginas de las grandes galerias de arte, pero ninguna me habia respondido. Ni siquiera me habia llegado un pedido de compra. ?Que iba a hacer? Pensar en dejar la fotografia me oprimia la garganta, pero tenia un ultimatum del dueno del edificio. Solo treinta dias para que, finalmente, me echara. No me agradaba la idea de tener que mudarme a un lugar mucho mas chico. No me agradaba la idea de reconocer otro fracaso. --?Y si buscas un empleo de medio tiempo, aunque sea? Suspire. --Por el momento no quiero hacerlo. No querria tener que hacerlo nunca. Pero algo voy a encontrar. Lo se. --Sos una persona creativa. Abri tu mente y vas a ver que la solucion te llegara sin esfuerzo. Dicen que salir del lugar donde uno se encuentra estancado ayuda. ?Por que no vas a dar una vuelta con tu camara? --Es una buena idea. --Era verdad--. Subi muchas fotos a Instagram. !Que tengas un lindo viaje! --Gracias, mi amor. Y cualquier cosa... --Lo se. Te llamo. Te quiero. --Yo tambien. Entre a mi estudio y lo primero que vi sobre la mesa de vidrio fue mi camara fotografica. El peso que tenia sobre los hombros parecio desvanecerse por un instante. Por un escaso momento, el sentimiento de satisfaccion y calidez que me generaba ese aparato me recorrio por completo, como si en medio de una tormenta de nieve, encontraras una cabana con una chimenea encendida. Eso era la fotografia para mi. Mi refugio. Aun asi, no la habia tratado con el respeto que se merecia. No la habia cuidado lo suficiente y en ese momento estaba viendo las consecuencias. No podia volver a buscar un trabajo esclavo al que tuviera que dedicarle mas de ocho horas de mi vida. No podia volver a hacerlo. De solo pensarlo, me dolia la cabeza. Tenia que encontrar una solucion pronto. Asi que respire hondo y segui el consejo de mi amigo. Escogi Puerto Madero, cerca del Puente de la Mujer. No podria explicarte como funciona, pero la camara es como una extension de mi cuerpo que me pide que haga ciertas cosas. A veces, no se bien lo que hago, pero le hago caso a mi instinto. Confio en el y se que hacia alguna direccion intenta llevarme. Asi que, cuando mi camara me pidio que empezara a sacar fotografias a mi alrededor, no lo dude ni un segundo. Mi fuerte siempre fueron los paisajes. He tenido la suerte de poder recorrer el mundo, dado que mis padres lo viven recorriendo constantemente y tengo un hermano asentado en Alaska. Me resulto natural captar esos momentos maravillosos que nos regala la madre naturaleza. Sin embargo, en el ultimo tiempo me sentia presa de una rutina que no me gustaba. Asi que sacar fotos a extranos se sintio como una brisa fresca en pleno verano. Familias, grupos de amigos, parejas. Mi mente comenzo a expandirse y las historias se iban formando solas en mi cabeza. Un padre abrazaba a su esposa, quien sonreia contenta porque el acababa de decirle que finalmente podrian irse de vacaciones. Era alli cuando los hijos se sumaban al abrazo y, entre los cuatro, formaban una especie de fortaleza impenetrable. Despues habia dos amigas que reian a carcajadas porque una de ellas habia conseguido el trabajo que tanto anhelaba. Al lado de ellas, un hombre besaba a una mujer, susurrandole mentiras al oido. Ella sonreia sin saber el dolor que le esperaba. De a poco, fui captando distintas situaciones, momento a momento, formando una historia en imagenes. Y, entonces, un hombre me llamo la atencion. Mi instinto supero cualquier control que podria llegar a ejercer sobre este. Mi dedo no paraba de tocar el obturador. Una tras otra. Hasta mi corazon se habia acelerado de la emocion. Tenia el cabello oscuro, en abundante proporcion, y sin el minimo resguardo por acomodarlo. La barba era pareja en la altura de los cachetes, pero en el menton la tenia mas poblada y algunos de sus cabellos estaban tenidos de color ceniza. Sin darme cuenta, me acerque a el para poder verle mejor el rostro. Estaba vestido con un jean negro desgastado y de su cintura colgaba una cadena plateada sujetada a un cinturon con tachas. En la parte de arriba llevaba una camisa cuadrille de color negro y rojo. Y no podia obviar a la mujer que estaba con el. Su melena lacia y rubia bailaba con el viento. Ella sonrio con sus labios de rojo carmesi cuando el apoyo su cuerpo contra su espalda. Sus fuertes brazos la capturaron y le susurro algo al oido. Aparte la mirada incomoda, como si estuviera espiando algo secreto. Me aleje de alli y me acerque hacia la baranda que rodeaba el rio para poder mirar las imagenes en la camara. Tanto las que habia sacado al resto del mundo como las que le habia sacado a ese hombre me hacian sentir una chispa en el cuerpo. Sobre todo, las que aparecia el... Una tras otra, fui pasando todas las fotos que le habia sacado. No me di cuenta del tiempo que habia pasado observandolas hasta que escuche una voz. --?Salimos bien en las fotos? Cuando levante la mirada, me encontre con unos ojos azules y una melena oscura. Debajo de la camisa tenia una musculosa blanca que se le cenia al cuerpo. La sorpresa de su aparicion me hizo perder el control de mis extremidades. Nunca me saco la correa del cuello, por cualquier cosa que me suceda en las manos. Sin embargo, el paso por alto ese detalle. Y, asumiendo lo que podia pasar, estiro su mano para sostener mi camara de fotos y sacarla de la zona del agua. La capturo en el aire y la atrajo hacia su cuerpo, por lo que la correa en mi cuello me tiro contra el. Levante mis manos para frenar el choque y pude sentir la dureza de su pecho y su aliento contra mi coronilla. En ese momento, me senti como un pajaro al que le sacuden su jaula.

  • Esmeralda de Elena Romero

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    Soy un tiburon de los negocios.
    Multimillonario. Trajeado.
    Acostumbrado a mandar.
    Y a ganar.

  • Los trucos de la bestia de Lide Aguirre

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    Estoy convencido al ciento cincuenta por cien de que es mi vecino quien lo tiene secuestrado. Me da igual su aspecto de angel redentor y que sea el nino bonito de un barrio atestado de momias que ya solo quieren creer y se rinden a sus maneras de oveja encarrilada, a su voz llena de graves que ahora suena a terciopelo de salon pero que hace nada barria los silencios de los locales mas miserables de la ciudad: el sabe donde esta el chico por el que todo el mundo llora. El tiene a Pablo Martiarena. Lo supe ayer, al anochecer. Volvia a casa entre calles brillantes por la lluvia, dejando atras los pasos apresurados de quienes corrian a resguardarse bajo los soportales y sintiendome algo mejor que los dias anteriores, seguramente porque la oscuridad del nuevo invierno parecia darme un refugio y el cuello del abrigo solo me devolvia el calor de mi respiracion. Y entonces lo vi. Salia con su coche por la cuesta del parking de la plaza Cataluna y no me habria fijado en el si no fuera porque volvio la cara y me miro de repente; y sus ojos eran dos agujeros transparentes, no esa mirada azul a lo Paul Newman que tanto explota hoy dia por aqui y que tan bien le funciona, sino dos ojos redondos, vacios, de pirado, que me abrieron la puerta, por un segundo, a los calculos de hielo que se forman dentro de su cabeza. Y detras, en el asiento trasero, estaba el, Pablo Martiarena, el joven de la <>, el nino bien por el que se han levantado las alfombras de la ciudad, con su cicatriz en forma de jota en la sien izquierda, <>, como explicaba su angustiada madre en el programa de ETB de ayer por la tarde, y su pelo rubio cortado a lo casco, un peinado antiguo, de los noventa, que le da aspecto de nino o de yonki, segun quien lo mire. El caso es que vi a Pablo de perfil, a cuatro metros de mi y medio cubierto por una sombra corpulenta que le habia lanzado el autobus 17, que circula por la Gran Via como si se fugara de Alcatraz, pero lo reconoci a pesar del escupitajo oscuro del autobus y las bailarinas de lluvia que se estampaban contra su coche. Pero eso no es todo: algo le estaba sucediendo. Porque habia algo mas ahi, en el interior del vehiculo que conducia mi vecino Ivan Katz; algo lo suficientemente impactante como para que mi conciencia lo eliminara al instante, algo que llevo intentando rescatar desde entonces sin lograrlo. Ahora camino hacia mi casa en el barrio de Gros, en San Sebastian. Hoy no llueve, pero el dia suena a cristal helado. A mi derecha, el horizonte mastica los ultimos restos de la tarde y las paredes de los edificios a mi izquierda se van apagando cubiertas de carteles con el rostro de Pablo, carteles de color naranja fosforito para que destaquen sobre la rona que esta levantando su silencioso imperio de oscuridad sobre las fachadas de este barrio bohemio, obtuso y marino que el chico frecuentaba bastante, segun he podido saber. En los carteles, la familia de Pablo Martiarena subraya que se trata de una desaparicion de riesgo, asegura que se recompensara cualquier informacion sobre su paradero y facilita un numero de telefono. El chaval sonrie en la foto con una tristeza latente que te hace pensar que si no hubiera desaparecido ahora lo habria hecho mas adelante, de alguna otra manera. Tiene una expresion apocada y una mirada ojerosa y descolorida que revela noches de juerga y dias oscuros y tristes. Segun voy leyendo, me entero de que a Pablo Martiarena, donostiarra de 27 anos, se lo trago la tierra hace tres semanas, pero hace solo un dia estaba sentado en el Volvo gris de Ivan, el artista, el emprendedor, el nino mimado que se perdio en las fauces del lobo durante mas de diez anos y se reencontro con su parte ganadora antes de que se lo tragara la bestia. El mismo nino al que todos los demas del edificio teniamos miedo de pequenos. La Ertzaintza, sin embargo, tiene su propia version de lo ocurrido. Una version que me ha roto todos los esquemas. Una version con la que no estoy de acuerdo. Pero empecemos por el principio. Ayer por la noche, cuando llegue a casa y le conte a mi prima okupa lo que habia ocurrido, me convencio de que me acercara a una comisaria de la policia a contarles lo que vi o, mejor dicho, a ponerles al corriente de <>, como la llama ella ahora. No lo hice, no inmediatamente; no lo tenia claro del todo. En cambio, opte por tirar de contactos haciendo uso del listin siglo XXI: Facebook. Alli di con Edorta, un buen tipo con aspecto de toro viejo y espiritu acolchado, antiguo companero de clase en mi primer colegio y ertzaina de profesion. Le envie un mensaje diciendole que queria verle por un asunto que quiza era una tonteria, pero quiza no, y que, eso, que mejor encontrarnos. Y hoy mismo a primera hora me ha contestado animandome a que me pasara por la comisaria de Hernani, un pueblo a pocos kilometros de San Sebastian, <>. Al final, ha sido el quien me ha puesto al corriente de la verdadera situacion de Pablo. Y, en pocas palabras: Edorta desmiente todo lo que se cuenta sobre el caso en los medios de comunicacion. Pablo Martiarena <>, me ha insistido. Ni desaparecido ni en el coche de Ivan Katz. El chico de los carteles esta, simplemente, haciendo su vida muy lejos de aqui con una mujer que ha conocido y que su madre no aprueba. <>, me comenta bastante molesto. Al parecer, la madre se niega a aceptar esa version de la desaparicion y les pone <> alla por donde va, me cuenta. Por otra parte, los familiares de otros desaparecidos han empezado a criticar la repercusion que esta teniendo el caso de Pablo y la supuesta atencion que recibe por parte de la policia, y lo achacan a que el chico viene de una familia con dinero. <>, lamenta mi ex companero. En realidad, todo lo que me ha contado Edorta sobre el caso me ha dejado bloqueado, con una extrana sensacion muy parecida a la de tener las manos atadas y no poder abrir un regalo. Porque nada tiene mucho sentido, y cuanto mas habla el mas nitida se hace en mi memoria la imagen de Pablo en aquel coche. ?Estaba llorando?, pienso. Igual. Igual si. --Es un caso archivado, Mikel, aunque te agradezco la preocupacion --me suelta Edorta tranquilamente apoyado sobre el escritorio de un despacho anodino. Estoy sentado en la tipica sala de paso que imagino es la que utiliza cualquier agente cuando se reune con alguien poco relevante como yo--. Pablo Martiarena Gallardo se marcho voluntariamente a Iquique, en Chile, con su novia, hara tres semanas. Esta localizado y sano y salvo, pero no podemos evitar que su madre insista en que no es asi y se dedique a empapelar la ciudad y a llamar a la tele y a la radio, donde no comprueban la veracidad de casos como este porque son demasiado morbosos y les dan audiencia. El chaval da pena, su madre da pena y viene de una familia bien, y eso vende. En cualquier caso, te agradezco la informacion, Mikel, me alegra que hayas venido, te tenia perdida la pista despues de tantos anos y me ha gustado verte. Seguramente viste a alguien que se parece a Pablo, pero quien sabe, tal vez el chaval haya vuelto a San Sebastian. Nos pondremos en contacto con la madre para saber si ha tenido noticias. Trato de digerir la informacion. No se por que, no me cuadra. --?O sea, que al final lo unico que ha pasado es que se ha fugado con una chilena? --le pregunto con la vista fija en su costado derecho mientras intento poner los puntos sobre las ies. Edorta se ha levantado de su asiento y le hace un gesto a alguien a traves de la pared acristalada que separa el despacho del resto de habitaculos. --Si; bueno, no, no se ha fugado --cuando vuelve a tomar asiento, mi antiguo companero me sonrie con amabilidad y recuerdo fugazmente aquellos tiempos en los que era un nino regordete que me ayudaba a resolver problemas en clase de matematicas, treinta anos atras--. Lo unico que ha hecho es marcharse de mala manera con una chica, lo que hacen algunos enamorados, nada del otro mundo. El padre de Pablo murio hace cuatro anos y el no tiene hermanos, y su madre no quiere creer que se haya ido porque no asume que el hijo unico haya puesto una novia y un oceano entre ellos. Una locura pasajera, al parecer acababa de conocer a la chilena cuando hizo las maletas y se largo, una cosa rara, pero no ilegal. La madre niega la evidencia y asegura que esta secuestrado, que no lo localiza y que ni siquiera cree que este en Chile, pero lo cierto es que, por ahora, tenemos todo: los billetes de avion, su direccion… Ya volvera. O no. De todas maneras, nunca se sabe y es mejor tener todo atado. ?Dices que te parecio que Pablo viajaba en el coche con un vecino tuyo? --Si, en la parte trasera del coche de Ivan Katz, seguro que lo conoces. Ultimamente ha salido bastante en los periodicos. De chaval fue un grafitero bastante popular y ahora dirige una academia de pintura que organiza exposiciones de arte cada dos por tres en toda la ciudad, en Tabakalera y en el Kursaal y… Bueno, en muchos lados. Edorta se encoge de hombros --no lo reconoce-- y empieza a anotar en su ordenador. La luz blandengue de un halogeno cae sobre nosotros como lo haria en la sala de espera de un hospital. --Katz se escribe con k y tz, entiendo --murmura mientras teclea. --Si. Katz, como suena. Su abuelo era aleman. Ivan tiene nuestra edad, 42. Vivia en mi edificio, en la calle Zabaleta. Ahora vive en Segundo Izpizua, casi al lado. --?Y que sabes de el? Porque si has venido aqui sera por algun motivo. La gente no va denunciando a sus vecinos… --la mirada de Edorta se vuelve indescifrable. --Ivan Katz… --me siento como una maruja cotilla, pero trago saliva y me animo a continuar-- es un tipo raro. --?Raro? --Edorta es demasiado bueno para mirarme con mala cara, pero hasta yo me doy cuenta de que mi descripcion no tiene un pase valido en una comisaria. --Es peculiar… Peligroso --continuo, intentando despertar su interes--. Ahora parece un tio normal, asentado, ya sabes. Se esta haciendo un hueco en la sociedad guipuzcoana de renombre, digamos. Abrio la academia de pintura hace unos cinco anos, despues de recuperarse en Proyecto Hombre y…

  • El sacerdote de Sheila Maldonado

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    Kevin cumple la promesa que le hizo a su padre en el lecho de muerte y se convierte en sacerdote tal como era su mayor deseo, ver a su hijo conduciendo a la humanidad como guia espiritual. Tras veinte anos ejerciendo su obligada vocacion, se siente atraido por la joven viuda Esther, a la que ayuda en la granja tras la tragica muerte de su difunto esposo. Entre los dos surgiran sentimientos dificiles de controlar , y mas cuando ambos van a tener que vivir bajo el mismo techo.

  • Anaconda de Alberto Vazquez-figueroa

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    Anaconda, es la autobiografia de Alberto Vazquez-Figueroa. El autor nos lleva desde las Canarias (Tenerife), y desde alli a la Escuela Oficial de Periodismo, en Madrid, donde se formo tecnicamente el gran periodista y escritor. En Anaconda, obra que se lee con el mismo interes que la mas apasionante de sus novelas, Vazquez-Figueroa relata su infancia, su juventud y su extraordinaria trayectoria como reportero.

  • Sagrada de Elia Barcelo

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    Fang Tai, enigmatica y distante, elegante y sigilosa, ha elevado su profesion a la categoria de arte. Es, quiza, la mejor asesina que ha conocido el universo y jamas ha fallado una sola mision. Pero ahora se encuentra atrapada en un mundo atrasado y desconocido, sin mas guia que la del joven arquero Arven, que la ira poniendo al tanto de las costumbres y leyendas de su pueblo. Fang Tai empieza a pensar que tal vez esta vez no le resulte tan facil llevar a cabo su cometido, a medida que sentimientos que creia enterrados para siempre empiezan a florecer de nuevo. ?Podra llevar a cabo la mision que le han encomendado y poner fin a la vida de la Intocable, la Madre Sagrada del Mundo?

  • En la oscuridad. Diez meses secuestrado por Al Qaeda en Siria de Antonio Pampliega

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    A mediados de julio de 2015 tres periodistas espanoles cruzan la frontera de Turquia en direccion a Siria. Es el duodecimo viaje a la zona de Antonio Pampliega, que tiene la sensacion de que esta vez algo no va como siempre. De improviso, una furgoneta les corta el paso. Del interior salen seis hombres armados que les sacan a gritos del coche en el que viajan. Su contacto en la zona, pronto resulta evidente, les ha traicionado.

  • La Revolucion rusa contada para escepticos, Juan Eslava Galan de Juan Eslava Galan

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    El triunfo de la Revolucion rusa transformo el mundo y fue trascendental para la historia de la politica contemporanea. Este libro, riguroso y ameno, nos ayudara a entender los motivos que provocaron el derrocamiento de los Romanov y el triunfo de la Revolucion.

  • Hija de la luna de Sophie Saint Rose

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    Greer lleva toda su vida esperando que las puertas del convento se abran y que los McMurray vayan a buscarla al fin. Su padre la habia dejado alli cuando apenas tenia dos anos y su gran ilusion era regresar al clan para conocerle. Ser hija del Laird era una responsabilidad y la madre superiora le habia ensenado bien. Estaba preparada o eso creia ella porque cuando Angus McMurray, el futuro Laird fue a buscarla, empezo a sentir cosas por el que la tomaron por sorpresa.

  • La piramide de fango de Andrea Camilleri

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    Profundamente afectado por la muerte del joven Francois, y mientras intenta asimilar lo que esta perdida significa para Livia y para el, Salvo Montalbano tiene que sobreponerse al cansancio y al desanimo antes de enfrentarse a un caso ligado a esa lacra que, por desgracia, tanto abunda en el mundo de hoy: la corrupcion politica en las adjudicaciones de obra publica.

  • Angela desvalida de Rocio Verdejo

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    Habia sido un largo periodo de calma aparente, inclusive, las aves que habian emigrado, habian comenzado a regresar al reino de Falcaria. Pero, sobre todo, habia sido un periodo de calma y reflexion para el rey Milo Gatrell, quien habia estado en soledad y una profunda tristeza. Este, se habia dedicado a guiar a su pueblo nuevamente hacia la tranquilidad, despues de que hubiesen atravesado uno de los periodos mas dificiles y llenos de incertidumbre, donde las amenazas parecian llegar desde cualquier parte. Falcaria era un reino envidiable, un lugar magnifico donde cualquiera quisiera habitar, donde las tecnologias de guerra llamaban enormemente la atencion de los reinos vecinos, y constantemente, debian mantener el equilibrio para evitar un declive y verse sumergidos nuevamente en una traicion como la que habian tenido que afrontar en el pasado. El reino de Falcaria habia tocado fondo, definitivamente, la colaboracion, y el trabajo en conjunto de los intereses positivos, habian logrado restablecer el control de este lugar, pero si no hubiese sido asi, posiblemente el mundo se habria transformado notablemente, ya que, habia caido en manos del poder de seres codiciosos, malvados, y con un espiritu retorcido y cruel. Milo se habia ganado el lugar de rey de Falcaria simplemente por el apoyo de su pueblo, no tenia sangre real, no tenia linaje monarca, asi que, simplemente habia sido un lugar que se habia ganado a pulso, yendo detras de la cabeza de aquellos que, en algun momento, habian tratado de robarle la paz a los habitantes de este lugar. Dirigir a Falcaria hacia la gloria, era una labor realmente dificil para un hombre que tenia el corazon destrozado, Milo, sentia que habia perdido una parte de su alma cuando su esposa se habia marchado. La habia tenido que dejar en medio de la guerra, ya que, esta no era cualquier mujer, no era la tipica reina comun y corriente. Milo habia sabido elegir con muy buen ojo a la companera que lo respaldaria durante el resto de su vida. Angela Derrick se habia separado de el, despues de que la guerra entre los angeles y demonios, iniciara en Gradonia. Aquel lugar, habia sido el escenario en el cual, muchos habian abierto los ojos ante una realidad que parecia casi imposible. Las personas vivian asumiendo que la realidad y la logica, era lo que conocian, pero los angeles y los demonios, existian, tal y como muchos los habian retratado en el pasado, con grandes alas, cuerpos espectaculares y rostros perfectos. Cualquiera que hubiese sido practicante del escepticismo hasta ese momento, solo tenia que levantar la mirada hacia los cielos de Gradonia, y ver como cientos de angeles, descendian como estrellas fugaces directamente desde los cielos. Estos angeles habian llegado a la tierra en un ejercito de salvacion, que tenia como objetivo principal, volver a encerrar a Crackall, la furiosa bestia demoniaca que seguramente acabaria con todos si no hubiesen hecho lo posible para encerrarla de nuevo. No era la primera vez que Crackall escapaba desde las fauces del inframundo, esta bestia, tenia la habilidad constante de escurrirse de manera habilidosa para regresar a la tierra y mantener el control, o al menos esto era lo que se presumia, ya que, nunca habia logrado cumplir totalmente con los objetivos. Aquella bestia abominable de grandes cuernos y de fauces de las que salian grandes cantidades de fuego, estaba alimentada de energia y sangre divina, ya que, a pesar de que los humanos habian distorsionado realmente sus creencias, en el interior de cada una de las personas vivia un nucleo de energia que era el alimento perfecto para los demonios. Era facil aduenarse de las personas con una voluntad debil, aquellos cuya autoestima estaba devastada, y que facilmente podrian ser manipulados y controlados, siendo sumados a las tropas de la oscuridad. La tierra de Gradonia estaba poblada por teutones, los cuales, practicamente habian sido erradicados despues de aquella batalla. Aquellos que se habian arrepentido y habian pedido perdon, habian sido asilados en Falcaria, mientras que, aquellos orgullosos que simplemente aseguraban que estaban haciendo lo correcto, habian sido asesinados, ya que, su interior estaba ya contaminado por la oscuridad de los demonios, algo que no podia erradicarse. El mundo habia cambiado drasticamente, pues la tierra conocida por la mayoria que solo era habitada por humanos, habia quedado en el pasado. Ahora, una realidad completamente expuesta, habia sido dilucidada, y ahora, era un lugar que contaba con la presencia de angeles, criaturas malvadas y seres sobrenaturales, que de un momento a otro se volvieron nuevamente imperceptibles, pero ya era imposible negar su existencia. Habian sido periodos muy especificos en la historia, pero los angeles habian salido del anonimato simplemente para proveer salvacion. Era una ultima medida, un recurso de emergencia que tendria que emplearse para poder evitar la catastrofe. Los angeles conocian el potencial de los seres humanos, ellos, tambien confiaban plenamente en la mayoria de las personas, aunque sabian que habia seres debiles que eran capaces de tomar el camino facil, dejandose seducir por las tentaciones y manipulacion de criaturas aberrantes, las cuales, habitaban en el inframundo. Los seres humanos descubrieron que tenian a su favor la defensa y proteccion de los Angeles, y esto, en lugar de hacerlos sentir mas alerta acerca de las amenazas, habia generado un efecto totalmente contrario, ya que, estaban confiados, bajaron la guardia, y de alguna u otra manera, se volvieron mas vulnerables ante la posibilidad del surgimiento de una nueva amenaza. Tener un ser protector como los angeles constantemente vigilando la posibilidad de riesgo, era un claro motivo para descuidar las defensas, abandonar la espiritualidad, y quiza asumir que cualquier situacion de peligro, seria resuelta por los angeles. Aquello genero una decepcion tremenda en estos seres, y muchos de ellos, habian abandonado progresivamente a la tierra una vez mas, otros, habian quedado convencidos de que debian permanecer protegiendo a las personas, y se distribuyeron por todo el planeta. Algunos retornaron a sus vidas previas antes de la guerra, tal y como lo habia hecho Angela, mientras que otros, comenzaron a buscar un significado, necesitaban una razon para continuar, y esto, era basicamente lo que buscaban. En Gradonia las artes oscuras habian estado en auge debido al poder que las energias que emanaban del inframundo les proporcionaban a aquellos que aseguraban poder controlarlas. Muchos anos atras, habian descubierto el potencial de estas energias, y habian jugado peligrosamente con estos recuerdos, prometiendo a los ingenuos, que la manipulacion de esta energia, podria llevar al exito descomunal a cualquier civilizacion. Estas energias tan poderosas, eran tan inestables para un simple humano, que era mas peligroso jugar con ellas que abandonarlas. Fue por esto, que despues de la guerra, todos los que habian tratado de manipular esta energia, habian terminado siendo consumidos por el fuego de sus pecados y la codicia. En la salida de Crackall desde las fauces de aquel pasaje hirviente, muchos no notaron la liberacion de una gran cantidad de entidades demoniacas que habian logrado evadir aquella guerra descomunal, en la que Angela habia tenido un protagonismo tremendo. Ella siempre habia estado preparandose para el momento de la batalla decisiva, habia profecias que aseguraban que llegaria el dia del juicio final, y todos los angeles se precipitarian a la tierra, para tratar de contener la maldad de la oscuridad. Aunque muchos aseguraban que este dia no podria contenerse, y que la oscuridad reinaria durante un periodo, los Angeles no podian permitir que esto ocurriera eventualmente. Cada batalla, se presumia que seria la ultima, pero tenian que tener la seguridad en si mismos, y la conviccion absoluta de que contaban con el apoyo de dios para salir victoriosos. Pero la creacion de dios, su principal logro; el hombre, habia demostrado en multiples etapas, ser fragil, debil e inseguro. La inestabilidad de sus decisiones, y la conveniencia en algunos de sus actos, dejaba mucho que desear, ya que, el bienestar que siempre habia sido deseado para la humanidad, se ponia en riesgo ante el surgimiento de propuestas que garantizaban un facil acceso a las riquezas y al exito. Los lideres de las diferentes civilizaciones, que habian sido practicamente erradicadas, habian sido victimas de todas estas falsas ilusiones. Eran promesas imposibles de cumplir, eventos que nunca se desarrollarian, y los cuales, simplemente permanecian en la imaginacion de aquellos que movilizaban a sus pueblos hacia la guerra y la miseria, simplemente a cambio de un poco de riquezas. El portal que habia sido abierto por los teutones, habia servido como un pasadizo para que muchas energias cursaran, y aunque los angeles estaban enfocados en Crackall, no habian notado el ingreso de algunas criaturas que, aunque parecian mas inofensivas, podrian ser mucho mas peligrosas y letales. El tamano, la dimensiones o el aspecto amenazante que tenga una criatura, no necesariamente era proporcional a su peligro, bien un rinoceronte podia ser devastador y demoledor, pero nunca seria tan letal como la mordida de una pequena arana viuda negra. En aquella guerra, Crackall parecia haber actuado como el factor distractor, ya que, lo que se requeria, era la entrada de algunos entes demoniacos, los cuales, bien podrian hacer vida en la tierra, ya que, estos eran mas pacientes, y planificaban absolutamente todo. Para un demonio, podian transcurrir siglos de espera para que llegara el momento adecuado para ellos poder dar su estocada letal. Angela, como uno de los guerreros angeles mas habiles, y con destrezas mas destacadas, habia tenido que tomar el control de la batalla para poder reducir a Crackall. Aquella bestia enorme, casi le habia asesinado, ya que, la habia tomado entre sus grandes garras, y casi estuvo a punto de calcinarla. Por suerte, su amiga Issa Gulland, habia realizado un corte en la gruesa cola de Crackall, haciendo que la criatura se girara, enfocandose en cobrar venganza por este ataque a traicion. Aquello seria un festin magnifico para Crackall, ya que, en medio de aquella guerra, muchos habian caido. La bestia se alimentaba una y otra vez, de cada uno de los angeles que se acercaban para asesinarla, pero finalmente, alguien iba a dar la estocada mortal para la bestia. Crackall solia devorar los cuerpos, y se alimentaba con la sangre pura de los angeles, y Angela estaba decidida a detener aquella locura, ya que, no seguirian afrontando mas bajas en el ejercito divino. Angela habia sido la encargada de meterle una de las espadas de oro directamente en el corazon a este ser malevolo, el cual, habia sido derrotado ante la vista de muchos. Pero Crackall solo habia servido como distraccion para que grandes miembros de la elite oscura entraron a la tierra sin ser identificados o detectados. Tobias Verger era uno de estos seres imperceptibles que tenian habilidades completamente desconocidas para los hombres. Ni aquellos que tuviesen la mayor imaginacion posible, podrian recrear lo que era capaz de hacer Tobias, el cual, tenia la habilidad de convertirse en cualquier bestia viva. Sin importar el tamano, este podia adoptar la forma de cualquier animal e infiltrarse en cualquier lugar, lo que le daba la posibilidad de atacar inesperadamente a sus victimas, y sorprender a sus adversarios de maneras inimaginables.

  • Peligro !Alto voltaje!, India Alvarez de India Alvarez

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    Despues de sufrir varios desenganos en el pasado y haber perdido todo por lo que se habia esforzado tanto en conseguir, a Abril la vida le brinda otra oportunidad, pero su radar, algo estropeado, comienza a darle senales de PELIGRO, unas corrientes que solo el le hace sentir e intenta alejarse antes de volver a sufrir.
    Noah, un guapo y joven empresario, conoce de una manera un tanto extrana a la chica que va a necesitar en su trabajo y en su vida, pero ella no esta dispuesta a ponerselo facil.

  • Anomalias de amor de Eleanor Rigby

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  • Moronga de Horacio Castellanos Moya

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  • El pequeno libro de la superacion personal de Josef Ajram

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    Una recopilacion de frases, citas y maximas escritas tanto por personas anonimas como grandes pensadores en las que el atleta de pruebas extremas, empresario y coach personal Josef Ajram ha encontrado fuerza y motivacion para conseguir sus retos y objetivos. En cada pagina habra una frase, una ilustracion y una explicacion de Josef.

  • El regreso del soldado de Rebecca Winters

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    Juntos aprenderian a confiar de nuevo. Anabelle Marsh estaba deseando partir hacia la costa de Amalfi para trabajar como modelo durante un mes en una excitante campana publicitaria. En un entorno tan bello, podria olvidarse de sus pesares y superarlos. Pero ella habia planeado curarse las heridas en privado, no compartir la estancia con un turbulento piloto herido en combate. Como antigua enfermera, Annabelle se sintio en la obligacion de ayudar a Lucca, aunque era evidente que el no queria que nadie se le acercara. Sin embargo, cuando la chispa prendio entre ellos, fue imposible detenerla. Capitulo 1 Annabelle Marsh se miro en el espejo del cuarto de bano mientras se quitaba el maquillaje, pero no reconocio la imagen de la mujer que vio reflejada en el. Era rubia y con los ojos de color violeta como ella, pero se la veia mas bella y radiante. Habia tenido un buen numero de hadas madrinas a su servicio para conseguir que estuviera tan hermosa. Marcella, disenadora de una famosa tienda de alta costura en Roma, habia elegido todos los modelos que llevaria en las sesiones fotograficas que tendria que hacer por media Italia. Contaba tambien, como complemento imprescindible, un selecto juego de joyas. Hacia cuatro dias que habian realizado el primer reportaje en una base militar cerca de Roma, frente al avion de combate MB-Viper, el mas moderno de la fuerza area italiana. Aun no podia creerselo mientras recordaba como habia empezado todo. --Seran solo tres semanas siendo la chica Amalfi --habia dicho Guilio --. Mi esposa y yo estaremos encantados de tenerla entre nosotros. Y despues, si usted quiere, volvera a ser la senorita Marsh. Ella estaba tratando de superar uno de los peores momentos de su vida. Hacia dos anos se habia divorciado de su marido. Habia recuperado su nombre y su vida de soltera, pero habia una cosa que no habia conseguido recuperar: la confianza en si misma. --Aun no se lo que ha podido ver en mi --habia replicado ella con cara de incredulidad. --Usted tiene justo el perfil que andaba buscando. Mis hermanos y yo, y toda la familia Cavezzali, llevamos en el mundo de los coches de diseno desde la Segunda Guerra Mundial, pero yo era el unico que sonaba con lanzar al mercado una linea de coches deportivos. Ha sido siempre la ilusion de mi vida. Los veia, en suenos, con su linea elegante y su atractiva carroceria, como si fueran el esqueleto de una mujer hermosa. --?Ha visto usted alguna vez mi esqueleto? --dijo ella con una sonrisa burlona. --En cierta manera, si, y me di cuenta de que tiene usted un encanto y un glamour indiscutibles que encajan perfectamente con Italia. Es la combinacion perfecta para mostrar al mundo una linea elegante pero completamente nueva del coche deportivo italiano. Annabelle nunca olvidaria aquel dia, hacia un par de meses, en que aquel disenador de coches llego al concesionario Amalfi en Los Angeles, California, para hablar de negocios con su jefe, Mel Jardine, el mayor distribuidor de automoviles Amalfi del pais. Guilio dijo que pensaba lanzar al mercado un nuevo y espectacular modelo de coche deportivo. Ella, como ayudante personal de Mel, se habia encargado de atender a Guilio en todos los aspectos tanto logisticos como de trabajo, y el habia insistido en que ella estuviese presente en todas las reuniones y se habia mostrado en todo momento muy atento con ella. Tanto, que Annabelle habia llegado a pensar que quiza el interes que aquel hombre casado demostraba por ella pudiera ir mas alla del terreno estrictamente profesional. Pero pronto vio disiparse sus temores al ver que su interes iba por un terreno que ella nunca se hubiera imaginado. Guilio le dijo, delante de su jefe Mel, que queria que ella fuera la modelo de la campana publicitaria del lanzamiento de su nuevo coche. Ella se rio al principio por lo absurdo de la idea, pero no se atrevio a decir nada al ver la mirada seria de Mel que parecia indicarle que no se precipitase en tomar ninguna decision sin escuchar antes lo que dijera aquel italiano. --Estoy hablando completamente en serio. Llevo todo el ano buscando a la mujer idonea y sabia que la reconoceria nada mas verla. Usted es la chica Amalfi. Usted es unica, igual que mi coche. Mel podra decirle que nunca he utilizado hasta ahora una mujer para anunciar uno de mis modelos de automovil. Annabelle sabia que decia la verdad. Estaba familiarizada con los catalogos de la tienda, en los que solo aparecian hombres italianos ricos y elegantes, como hombres de negocios de Milan, aristocratas de Roma o miembros de la alta sociedad de Florencia. --Me siento tan halagada que no se que decir, senor Cavezzali. --Llamame Guilio, por favor. --Esta bien, Guilio. ?Pero por que quieres presentar ahora una mujer en tu campana publicitaria? Tus anuncios son, desde hace tiempo, los mas atractivos e impactantes de toda la industria del automovil --le dijo ella con toda sinceridad. --Me agrada mucho oir eso, pero quiero que esta campana sea algo especial. Es en honor de mi querido hijo del que me siento muy orgulloso. Lucca fue a la escuela militar a los dieciocho anos y desde entonces no ha hecho mas que recibir condecoraciones en premio a su valor y heroismo como piloto de combate --dijo Cavezzali muy emocionado--. En honor a el, he bautizado mi ultimo diseno de deportivo con el nombre de Amalfi MB-Viper. Es el nombre del avion de combate que el pilota, ?sabes? Quiero que tu imagen aparezca en todos los folletos, en los anuncios de todos los medios de comunicacion, en el video promocional y hasta en el calendario que estoy preparando para el lanzamiento. Enviaremos posters y calendarios a todos nuestros concesionarios Amalfi para suscitar entre el publico el deseo de tener un producto unico en el mercado. Puedes estar segura de que todo el material grafico se hara con las maximas garantias de calidad y siempre contando con tu aprobacion previa. --Sera un gran honor para mi participar en ese lanzamiento --replico finalmente Annabelle. Su propio exmarido, Ryan, se habria quedado tambien boquiabierto de haberlo sabido. El tambien habia sonado con tener un dia un deportivo llamativo cuando terminara su periodo como medico residente en el hospital y se habria quedado hipnotizado viendo aquel lujoso y elegante modelo Amalfi MB-Viper. Pero su impresion habria sido aun mayor si hubiera visto a su exesposa, a la que el consideraba una mujer sosa y aburrida, ataviada de seda y diamantes y apoyada en el capo de aquella maravilla de coche. Durante su matrimonio, Annabelle se habia enterado de que el estaba manteniendo una relacion paralela con una enfermera en el mismo hospital donde ella habia hecho sus cursos de enfermera diplomada. Eso le habia partido el corazon. Pero no todo habian sido malas experiencias en aquel hospital. Alli habia conocido a Mel, ingresado por una grave patologia cardiovascular en una habitacion de la planta en la que ella estaba de servicio. Mel le habia hecho una buena oferta de trabajo y ella la habia aceptado, deseando dejar atras aquel hospital de tan infaustos recuerdos y empezar una nueva vida. La confianza que Guilio habia depositado ahora en ella le brindaba una nueva oportunidad de reafirmar su personalidad, tan deteriorada en los ultimos meses. --Te quedaras en mi casa con mi esposa, Maria, y conmigo. Estoy deseando presentarte a mis hermanos y a mis dos hijastros casados, que trabajan para mi. Viven muy cerca de mi casa. --Me encantaria, pero no puedo aceptar. Seria mucha molestia para tu esposa y para ti, Guilio.

  • Menudas historias de la Historia de Nieves Concostrina

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  • Cayendo en el Amor (Los McCarthys de Gansett Island 4) de Marie Force

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    Desde que gano el Premio de la Academia al mejor guion original hace unos anos, la vida personal y profesional de Grant McCarthy se ha desmoronado. Abby, la mujer con la que se suponia que iba a casarse, esta comprometida con otra persona y el ha vuelto a casa, a Gansett Island, para ayudar a llevar el negocio familiar del puerto deportivo mientras que su padre se recupera de una grave lesion que ha sufrido recientemente. Aunque lo unico que Grant quiere es recuperar al amor de su vida, la inoportuna Stephanie, encargada del restaurante del puerto deportivo, sabe como abrirse camino bajo su piel y entre sus sabanas. Cuando la tormenta tropical Hailey aisla a Gansett del continente, Grant sospecha que Stephanie esta ocultando algun asunto espinoso de su pasado. ?Que sera mas importante para el cuando se entere de lo que se trata? ?Recuperar a Abby o ayudar a Stephanie a enmendar un terrible error?

  • Llegar a Marte de Adela Basch

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    En estas obras de teatro los personajes se encuentran y se desencuentran, se embrollan y se confunden, se alejan y se acercan.

  • Historias de un agente inmobiliario de Jacobo Armero

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    UNA NOVELA PARA ENTRAR A VIVIR

  • Los secretos de Assam (Aromas de te 4) de Janet Macleod Trotter

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    Tras la Segunda Guerra Mundial, Libby Robson deja Inglaterra para volver a la India, el hogar de su infancia y en donde dejo a su queridisimo padre, James, catorce anos atras. La embriagadora belleza del subcontinente le da la bienvenida: el bullicio de Calcuta, la exuberancia de los campos de te de Assam., pero bajo la superficie se esta gestando una revolucion y los dias de la dominacion britanica estan contados.

  • El orgullo del dragon (El dragon y el unicornio 1) de Iria G. Parente

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    Viria es la tierra de los hombres; Gineyka, la de las mujeres.

  • Destruccion 2 de Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

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    No era mi cuerpo. No, tampoco era la sombra de un pajaro. Ojala lo fuese. Ojala hubiera tenido esa libertad que tanto anoraba en esos animales para volar alto y desaparecer de este jodido mundo. No podia decir que estaba confusa. No. Yosabia con claridad lo que habia sucedido en mi vida, loque me habia llevado a ser esa mujer engreida y vanidosa durante tantos anos. Llevaba varias semanas en Irlanda. No tenia contacto con nadie. Ni siquiera habia tenido la valentia de coger algunas llamadas de Jess. Ahora yo habia elegido esa vida de soledad y de retiro. Nunca imagine que eldineropudiera hacer tanto dano en una persona. No era la primera vez que pensaba en el mal uso que le estaba dando a la fortuna de mi padre. Podia haber ayudado a mucha gente que lo estaba pasando francamente mal con un poco de esos ingresos que semanalmente llenaban mi cuenta corriente. Pero hay algo que hace que las personas vanidosas lo sean, que sean codiciosas y que solamente piensen en si mismas. Y se trata de la falta de generosidad. Lo vi en James, en mi hermano, que malgastaba con voluntad el dinero de mis padres, y lo vi en mi, que solo pensaba en modelitos y en tratamientos de belleza. Para ser una persona vanidosa, lo que tienes que hacer es no pensar en el resto de la humanidad, sino solo en ti. Ahora me daba cuenta, lejos, muy lejos de Brad y quienes podian haber sido unos amigos excepcionales, de que mi vida habia sido un puto desastre. Me martirizaba pensandolo una y otra vez. Aquella manana de lunes no sali de casa. Llovia. Aproveche para quedarme en la cama. Pensaba en montar algun negocio o en buscar trabajo para deshacerme de esa vida de excesos y pereza continuada que siempre habia llevado. Queria ser otra mujer. Mi separacion de Brad habia sido un punto de inflexion en mi vida. Que el hermano del que podia haber sido el hombre de mi vida hubiese sido atropellado, asesinado, por James, me ponia enferma. Estaba a punto de enloquecer. Quiza, lo unico positivo que habia detras de aquella tragedia es que yo podia renegar de mi pasado turbio y comenzar desde cero. Debia poner tierra de por medio. No desayune. Me levante a mediodia y me duche. No tenia ganas de meterme nada en el estomago aquel lunes. Ademas, no sabia cocinar nada. Solo habia comprado latas y platos precocinados desde que me instalara alli. Y aquello todavia me hacia menos apetecible acercarme a la nevera o a la encimera. Me prepare un te y estuve mirando por la ventana. Una pequena plaza con una diminuta arboleda era el paisaje que contemplaba desde mi salon, todo un lujo en aquella ciudad donde la neblina y una llovizna intermitente desdibujaban las fachadas de las casas que me rodeaban. ?Tenia miedo? Si, lo llamare miedo. Tenia miedo, no a comenzar, sino a recordar. Cada vez que recordara, sentiria el temblor, la nostalgia, la ausencia de Brad y de lo que podia haber sido el inicio de una vida feliz. Tenia miedo a tantas cosas. Ni siquiera tenia a Marlene ayudando en casa. No tenia a nadie con quien hablar, con quien desahogarme. Me ahogaba, pero era un castigo que merecia, maldita sea. Pese a la fina lluvia, decidi salir a dar una vuelta por la ciudad. Cuando una viaja por tantos lugares del mundo y duerme en los hoteles mas caros, termina por no darle importancia a las ciudades que visita. Lo que cambia un lugar es tu punto de vista, tu estado de animo, la compania. Yo siempre habia viajado sola o con James. Ahora me daba cuenta de que, si Brad estuviese a mi lado, Dublin me pareceria una ciudad maravillosa, pero ahora era otra de esas ciudades europeas que habia visitado sin que me emocionara significativamente. Me puse ropa deportiva. Queria pasar desapercibida. No queria que nadie se fijara en mi cuerpo, en mi rostro. Alli no era conocida. De hecho, no era conocida en ningun lugar delmundo, salvo por mi apellido McRay. Yo llevaba la sombra de mi padre alla donde fuese y eso era un estigma con el que James y yo debiamos cargar. Camine durante un largo rato por Grafton Street y curiosamente algo hizo que me detuviera delante de un escaparate. No tenia ganas de llenar mi nuevo armario con ropa cara. No me apetecia nada ir de compras. ?Donde me detuve? Fue delante de una libreria. No habia reparado en ella pese a haber pasado por aquel lugar decenas de veces las ultimas semanas. De nuevo fue un libro sobre pajaros la que me atrajo la atencion. Sin pensarmelo dos veces, entre. Compraria aquel libro donde una preciosa gaviota suspendida en el aire aparecia en la portada. Se trataba de un ensayo del prestigioso biologo Trevor Jones. Entre sin pensarmelo dos veces. Una anciana amable regentaba aquella pequena libreria. Me sonrio. Estuve hojeando diversos libros y algunos albumes infantiles que tenian unas ilustraciones preciosas. Aunque nunca habia sido proclive a leer, salvo esos libros sobre aves, decidi que no me vendria nada mal hacerme con una pequena biblioteca en casa. Seguramente contribuiria a darle un caracter mas acogedor y romperia con esa fria atmosfera que ahora tenia en su interior. Mientras me hacia con unos cuantos libros, entre ellos, ese ensayo sobre aves, alguien cruzo el umbral de la puerta de entrada, alguien que desperto mi curiosidad. Era un hombre que, seguramente, rondaba los cuarenta anos. No era un jovenzuelo, pero se notaba que se cuidaba muy bien. Su porte atletico y una mirada seductora enseguida hicieron que bajara la mirada. Me estaba poniendo muy nerviosa. ?Como podia sucederme eso? No sabia como reaccionar o comportarme. El magnetismo que despedia aquel hombre, cuya madurez y seguridad se notaban en su voz al hablar con la dependienta y en la eleccion de un traje gris, estaba en sintonia con esa actitud varonil que destilaba con cada gesto. Como lalibreria no era muy grande, enseguida se percato de mi presencia. Que idiota era. Estaba ante un tipo muy interesante y yo llevaba un chandal y unas zapatillas de deporte. Sin embargo,mi rostro estaba ahi, frente al suyo, en esa distancia justa y prudente en que dos personas pueden mirarse detenidamente sin que ninguno de ellos se sienta intimidada. Y eso hizo el. Fijarse en mi. Y yo me sonroje. Tenia claroque, a estas alturas, yo no creia en los flechazos y en nada parecido a enamorarse a primera vista. Si alguna vez experimente algo parecido a eso, fue con Brad. Pero creo que, a estas alturas, no me sentia capacitada para volver a experimentar algo asi. Pero he de confesar que la aparicion de aquel hombre en la libreria hizo que, por unos momentos, me olvidara de todo lo que habia sucedido en Manhattan, de todo lo que habia dejado alli. Imaginaba continuamente a Brad, aniquilado al saber que yo, a la que habia amado salvajemente, era la hermana de su mayor enemigo. Con atrevimiento y, sin saber por que, me dirigi al mostrador para pagar mis libros. El hombre habia comprado una antologia de cuentos orientales que la dependienta estaba envolviendo pacientemente. Estaba claro que era un libro para regalar. Al acercarme, senti su fragancia oscura y penetrante. Tenia gusto al elegir el perfume como habia tenido al elegir su indumentaria. Un corte de pelo refinado y algunas canas le daban un aire misterioso. Si me preguntais si me acordaba de Brad en aquel momento, os dire que no lo habia olvidado. Que aquel chico al que James habia destrozado su vida seguia en mi corazon y el hecho de que yo me hubiese trasladado a Dublin a vivir era la prueba fehaciente de lo que estaba diciendo. Pero la presencia de aquel hombre me tenia cautivada. En otro tiempo, ni siquiera lo hubiera mirado. Pero ahora que habia descendido al reino de los mortales, me encantaba recrearme en la belleza de la gente corriente. Habia escarmentado. Estaba harta de aquellas falsas amistades en los circulos de mi hermano y en esos ligues de una noche donde no habia ninguna diferencia entre un consolador y aquellos chicos de portada de revista. Fingi que no estaba interesada por la curiosa eleccion de aquella antologia de cuentos, pero el, sin embargo, no pudo evitar comentar algo sobre el libro que habia elegido. --No sabia que a alguien le pudiese interesar ese trabajo sobre aves -- manifesto con una voz suave y tersa. --Si. Me encanta leer sobre pajaros. --?Quien me iba a decir que una joven tan hermosa tendria esos gustos tan peculiares? --?A que se refiere con "peculiares"? -- pregunte seria, tratando de seguirle el juego. --No me malinterprete, senorita. Conozco al autor. --?De verdad? -- volvi a preguntar. --Si, ademas, es un tipo extraordinario. --No he leido ningun libro de el, solamente algunos articulos que ha ido publicando en Internet --dije con tono apagado. --No le va a defraudar si le gusta el apasionante mundo de los pajaros -- dijo el esbozando una leve sonrisa. --No se si se esta burlando de mi. --No me estoy burlando. Simplemente me encanta saber que hay personas que sienten pasion por estos temas. ?Es usted biologa? --Bueno, algo parecido -- menti con un tono enigmatico. El hombre volvio a sonreir y sus ojos parecian que querian leer algo en los mios. No sabia comointerpretar aquellas palabras y aquel tono que, aunque natural y espontaneo, no dejaba de tener un halo de seduccion.

  • Dieciocho meses y un dia de Paz Castello

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    Dieciocho meses y un dia es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peniscola, lleva encerrada en el atico donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estres postraumatico que desarrollo tras ser la unica testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido. Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que tambien es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peniscola, ciudad que eligio para desarrollar su carrera profesional.Esta convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prision provisional a la espera de juicio, este encerrado para siempre, sera capaz de superar su angustia y podra salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterraneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraiso de la costa mediterranea. Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aun mas entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad anadida de no poder salir de casa. Para conseguirlo tendra que enfrentarse a si misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofobica vida en un medio para escapar de si misma.

  • Tres semanas seran suficientes de Hugo Sanz

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    La vida de Leo se pone patas arriba cuando Ainhoa, su pareja, le confiesa que esta enamorada de otro hombre. Es entonces cuando toma conciencia de que su relacion sentimental, que parecia muy estable, no ha sido mas que una farsa.

  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • Tiempos dificiles (Scarlet Falls 1) de Melinda Leigh

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  • Tragedia en el tribunal de Cyril Hare

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    En el otono de 1939, el juez William Hereward Barber del Tribunal Supremo recorre el sur de Inglaterra presidiendo casos de municipio en municipio. Cuando una carta le advierte sobre una inminente venganza sobre su persona, el magistrado le resta toda importancia, atribuyendola sin duda a algun inofensivo lunatico. Pero al recibir el segundo anonimo, seguido esta vez de una caja de bombones envenados, Barber empieza realmente a temer por su vida. Sera el abogado y detective aficionado Francis Pettigrew ;probo, poco exitoso y enamorado en su dia de la esposa del juez; quien intente desenmascarar al autor de las amenazas, antes de que sea demasiado tarde;

  • Descubriendo el Nirvana (Nirvana 3), Arantxa Anoro de Arantxa Anoro

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    La fortaleza de las personas no se mide por la cantidad de fragmentos en los que te rompes sino por la capacidad de unirlos tantas veces como sea necesario.

  • El extrano de mis suenos 1 de Selenia Grant

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    Dalia a comenzado a conocer en carne y hueso al desconocido que aparece cada noche en sus suenos que se acabara convirtiendo en alguien muy importante y a su vez muy misterioso.

  • Arriesgate conmigo (Unidos por el amor 3) de Fernanda Suarez

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    Tercera y esperada entrega de la serie de Fernanda Suarez <>.

  • Vivir abajo de Gustavo Faveron Patriau

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    Me he puesto en contacto con Gus Fowley Partridge, con el objetivo de confirmar si ambas resenas biograficas, las unicas que he encontrado en estos veintitres anos, corresponden a la misma persona. Tambien para averiguar si mantiene algun tipo de contacto con George Bennett. Las respuestas, como supuse, han sido si a la primera pregunta y no a la segunda. Ha querido saber a que se debe mi interes. Le he contado parte de la historia. Tambien le he dicho que tengo todas las peliculas que George filmo en su vida. Como era de esperarse, ha mordido el anzuelo y me ha pedido una entrevista: quiere ver las peliculas. Quiere que le cuente todo lo que se sobre George. Fowley vive en Savannah. Ha dicho que puede venir a Boston la proxima semana. Le he explicado que la entrevista no puede ser en mi casa pero que las peliculas, en cambio, solo las puede ver aqui. No ha parecido comprender (ya entendera). Despues de colgar, he buscado en mis libretas de 1992 las cosas que escribi sobre George. He arrancado algunas paginas que no quiero que vea. A los fragmentos que le dare les he anadido una que otra frase explicativa, enmiendas, muchos borrones. LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Llega a Lima el 3 de enero de 1992. En julio es el secuestro. Despues vienen las torturas. En setiembre, el final. A principios de octubre comienzo a investigar... ... Viene desde Chile, a bordo de un autobus que ha tomado en alguna ciudad no lejos de la frontera. Baja en una estacion de La Victoria. Lo ven entrar y salir de hotelitos miserables. Alto, tripudo, de pasos largos. Lleva una maquina de escribir en un estuche. Se sienta en bancas en parques color tierra, al pie de estatuas. Redacta documentos, dibuja planos. Trae bluejeans, zapatones de montanista, un guante en la mano derecha, un gorro azul con una B roja en la frente. Entra y sale por compuertas y garajes; entra y sale de edificios en ruinas, excavaciones. Se reune con malvivientes en descampados. Acude a citas en casas vacias. Las paredes le dicen nombres. Divisa mensajes escritos en alcantarillas. Vaga entre bares, se detiene en las esquinas, la gente se lo queda mirando: el observa, enumera. Cruza una avenida del orfanato al manicomio, otra del malecon al colegio militar. El cielo se abre, el lo mira... ... En Lima, nadie sabe su nombre ni que hace ni por que esta en la ciudad. En huariques de Barranco toma de pie. Vigila un agujero del Centro. Camina con extrema rapidez por callejuelas de Lince y Jesus Maria. Se sienta en el atrio de una iglesia en Barrios Altos. Acude a burdeles pero no habla con nadie. Repudia a las prostitutas. Obsesivamente mira un vaso de whiskey. Tiene veintinueve, treinta anos. Espectral, el sol lo quema [es palido como su padre]. Anda con un mapa en las manos y encuentra los sitios que le interesan. Por ejemplo, los cineclubes: va de noche. Los chicos de San Marcos y la Catolica lo ven, se preguntan quien es. Circulan rumores, como pasa siempre en Lima. El mira la calle Colina desde una mesa en un tugurio. El hielo hace clic, clac. Hay edificios con ventanas rotas, esquirlas de vidrio en las veredas, tanquetas en las pistas, camiones con infantes de Marina, tranqueras y barricadas. Pero la gente circula alrededor como si no viera nada. Yo, por ejemplo: nunca veo nada... ... En Miraflores encuentra un hostal para mochileros en la esquina de Alcanfores y Cantuarias. El lleva diez dias en Lima la manana en que la mujer de la recepcion, que se llama Rita Moreno, como la actriz, lo ve arrastrar los pies por el tunel entre espejos de la recepcion. Ojeroso, seco, una sombra de barba, la boca grande, entreabierta. Camina cabizbajo. Le parecera divertida, a ella, su pinta de gringo estrafalario. Le hara gracia su cara anacronica de nino. Pero no sabe que pensar, Rita Moreno, cuando el coloca sobre el mostrador dos pasaportes americanos y le pide que escoja uno. Ella duda pero acepta el juego. Sonrie, se pasa dos dedos de unas turquesas por la mejilla, elije un pasaporte al azar. El abre el otro, le echa una mirada, lo guarda en su mochila. Dice: entonces llamame George. Ella ladea la cara, abre mas la sonrisa, le pide que llene un formulario. El firma: George Walker Bennett. Mas abajo, donde esta escrito domicilio permanente, apunta una direccion en Paraguay: el sotano de un edificio en la avenida Juscelino Kubitschek, en Asuncion. Le dice a Rita Moreno que quiere dormir en un cuarto compartido, de camas-camarote. Un cuarto lleno de extranos, es lo que dice. Ella responde que tiene muchos cuartos asi pero que estan vacios. George coge la llave y sube la escalera... ... Cuando no anda de ronda por las calles de Lima, lee y escribe. Escribia en una maquina que parecia de juguete y que, cuando la guardaba en su estuche, parecia un acordeon para ninos, me dice Rita Moreno. Y lo que escribia eran cartas, porque al terminar doblaba los papeles y los colocaba en sobres de correo. Un gordo en la oficina postal de Petit-Thouars lo ve todas las mananas. Esta de pie junto a la puerta antes de que abran la oficina, somnoliento, bostezando, leganoso. (El gordo, no el. El llega minutos despues, hace cola, despacha su carta). Rita jura haber leido mas de una vez el dorso de esos sobres, en el restaurante del hostal, despues del desayuno. El nombre del destinatario tambien era George Bennett, dice Rita: se enviaba cartas a el mismo, a una especie de carcel-manicomio en Estados Unidos. DIARIO, 24 de agosto de 2015 ... George se fue de Maine a los dieciocho, cuando le faltaban semanas para acabar la secundaria. La historia de sus padres es oscura, angustiante, implica tijeras. Toda su infancia la paso en la misma casa, en la calle McKeen, en Brunswick, dos horas y media al norte de Boston. En la casa habia un sotano y en el sotano estaba la coleccion de tijeras de su padre. La coleccion de camaras antiguas y la coleccion de libros de poesia estaban en el atico de la cochera. En el atico nunca murio nadie pero en el sotano si: un muchachito apunalado en 1980. Durante la decada siguiente, viajo por los paises en los que alguna vez vivio su padre. Despues llego a Lima... LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Pasa horas de cuclillas bajo los puentes de la Via Expresa. Estudia a los pordioseros. Algunos muladares le causan sobresalto. Otros lo imantan como un abismo. Come en puestos de mercado, da vueltas alrededor del Estadio Nacional. Un dia se queda mirando a unos ninos que juegan futbol en la explanada de Occidente. Huerfanos, piensa: tienen padres pero son huerfanos... ... Lleva una mochila de excursionista, de la que saca una camara. Segun unos, es una Leica obsoleta y oxidada; segun otros, una Instamatic, igualmente obsoleta y oxidada. Retrata hospicios, palacetes republicanos, un osario de carros desbaratados junto al Cuartel San Martin, casuchas malparadas, letras desprendidas de avisos de neon, animales agonicos. Segun otros, su camara no es ni una Leica ni una Instamatic, sino una filmadora. [Mucho despues se que son cuatro]. En la mochila tambien estan la maquina de escribir y la mascara de oso. Se ponia la mascara por las noches y dormia con ella, me dicen tres personas... ... Lee un libro distinto cada dia. Despues los revende donde los compro: en la feria de libros viejos de Grau. Interrogo a los vendedores: nadie lo recuerda. En otros circulos escucho dos rumores (ahora, en octubre, los rumores sobre George se han multiplicado, incluso los de caracter bibliografico). De acuerdo con el primero, todos sus libros son de poetas alemanes. Holderlin, Schiller, Trakl, Brentano, Rilke. Alguien menciona a Hans Carossa. Alguien, a Paul Celan. Pero Celan es rumano y Trakl es austriaco. Otros afirman que solo lee memorias, o novelas que parecen memorias, escritas por sobrevivientes del Holocausto, escritores que estuvieron en Auschwitz o en Buchenwald: Primo Levi, Jean Amery, Immanuel Krakauer, Tadeusz Borowski. [Tiempo despues, esto es extrano, descubro que, en 1992, no habia traducciones de Borowski]. En el fondo, esa parte de mi pesquisa me parece irrelevante. Porque nadie menciona a Robert Frost, y yo se, desde mayo o junio, que George lee concienzudamente a Robert Frost... ... La pregunta es si George llega a Lima sabiendo lo que hara. En otras palabras, si llega con un plan. Calculo que la respuesta tiene que ver con sus recorridos por la ciudad. De ahi que sea relevante describir sus caminatas. Al principio parecen azarosas, enloquecidas. Sonrie ante la Morgue Central. Fuma en ventanales de Pueblo Libre. Se sienta en la berma de la avenida del Ejercito, entre el Perez Aranibar y el Larco Herrera: ?atraido por orfanatos y manicomios? Gravita hacia los cementerios, en Ate, en El Agustino. Se para en una esquina de Aguajales y mira debajo de los carros. Comparte cigarrillos con los soldados de guardia. Lee bajo semaforos. Prefiere no subir a microbuses ni tomar taxis. En el Rimac ve a un loco con la piel renegrida y una caja de carton en la cabeza y se sienta a su lado y sostiene con el una animada discusion: hay un testigo presencial. Ademas del loco... ... Todos los jueves, en un callejon de Puente Piedra, habla con alguien a traves de un vitroven. ?Mentalmente le da la vuelta a un reloj de arena? En efecto, esa es la impresion que produce; es decir, parece un chiflado, en las primeras semanas. ?Eso es parte de su plan? Creo que no. Lo de George, en ese momento de su vida, no es una forma de locura pero tampoco es el fingimiento de la locura. Es el paso intermedio: el ultimo manoteo de su cordura antes de que la cuerda se rompa (cuerda: cordura). Debate consigo mismo, considera si es correcto hacer lo que ha proyectado (asumamos que si lo ha proyectado). Lee lapidas en los cementerios. Lee periodicos en basurales. Lee las lineas de su mano izquierda. Camina como un orate por la ciudad. Todo eso parece la locura pero todavia no lo es. No ha traspuesto por completo, por decirlo asi, el umbral de la demencia. Esta pensando en huir, en no hacer lo que ha planeado hacer, en renunciar a todo y largarse... ... Por eso es importante que, mas tarde, a principios de febrero, su conducta cambie: sus recorridos cobran un cierto orden, un aire rutinario. Todas las mananas camina del hostal a la avenida Larco. En Miraflores, no se aleja de la costa, sigue el borde del acantilado. Sube por la Perez Aranibar, baja por el Ejercito. En la Costanera regresa al malecon, camina por San Miguel hasta Maranga... ... A mediados de febrero su ruta se hace precisa, inalterable, diriase que maniatica: las mismas calles, las mismas esquinas, todos los dias. No cabe duda de que, en esa ruta, y en esa precision, se esconde una clave, porque en esos dias tiene que ser cuando George determina finalmente llevar a cabo su plan. Febrero, en esta historia, es el final de la duda. Eso se ve en el cambio que sufren sus recorridos. Ayer hice la prueba con un mapa. Esboce las rutas de George en enero: un garabato, un laberinto. Despues dibuje, una vez por dia, su camino de todas las mananas desde mediados de febrero. Tuve que trazarlo tantas veces que el papel se agujereo. El simbolo es evidente. ?Quien esta mal de la cabeza? ?El que camina indistintamente por cualquier parte o el que infinitamente recamina sus propias huellas, una y otra vez?... ... Y sin embargo, aun mas que la ruta, lo importante es el lugar donde termina. La ultima cuadra de la Costanera. En enero ha pasado por ahi mas de una vez, pero en febrero va todos los dias. A un lado ve el malecon, mas alla la playita de piedras ovales, mas alla el mar, al fondo las islas. Detras de el hay nueve casas, de cara a la costa. Se vuelve a mirarlas: la tercera de izquierda a derecha es simple, de dos pisos, con cercos de madera blanca a cuyos pies crecen hileras de hortensias y geranios. Es pulcra, pequenita, modesta (es una casita rosada). Tres puertas mas alla, ve una casona antigua, de los anos treinta. ?Esos muros ennegrecidos, esa torsion de los fierros en los tragaluces, esa hendidura de los tejados, son senales de que alguna vez la consumio un incendio? Averiguo. El incendio ocurrio a fines de los sesenta, pero, cosa rara, nunca han refaccionado la casona. Es una ruina flaca, enhiesta, de ventanas longitudinales, tiene un mirador (una especie de torre sobre el segundo piso) y, abajo, ante la puerta, una escalinata de siete peldanos. Todas las mananas camina hasta ahi, permanece un instante al pie de los escalones, no se acerca mas. Cruza la pista en direccion al malecon, se encarama en el murito. Desde ese sitio, entre el mar y la ciudad, ve a ratos la casita rosada y a ratos las barandas cenicientas, los mastiles torvos de la casona incendiada. (Piensa: tantos anos despues, es como si siguiera en llamas)... ... En la casona incendiada no debe vivir nadie (eso tambien es importante). En la casita rosada, en cambio, vive una chica llamada Ariadna Enzensberger. Tiene veintitres anos pero parece de diecisiete. Ha terminado historia en la Catolica y sopesa la idea de entrar a la maestria pero tambien estudia cine en talleres que toma de noche, uno en Barranco y otro en San Miguel. Su madre nacio en Lima pero se crio en la sierra y aunque Ariadna piensa en ella con frecuencia, nunca la conocio. Siempre ha vivido con su padre, que ensena Historia del Arte y se llama Rainer Enzensberger. Ariadna es bonita, simple, de ojos negros y corto pelo rubio a lo Jean Seberg. Es austera, la gobierna una especie de alegria melancolica o tal vez una conformidad con la vida que ella quiere hacer pasar por alegria. Tiene un grupo de amigos de San Marcos y otro de los talleres nocturnos pero prefiere la soledad. Va al cine cada vez que puede. Al cineclub del Banco de Reserva, al cineclub del Museo de Arte, al del colegio Raimondi, al cine Roma, al Cinematografo de Barranco, los mismos lugares a los que George va todas las noches. Es casi imposible que sea una coincidencia... ... Desde el muro del malecon, el la ve. Ella sale poco, casi siempre esta en casa cuidando a Rainer, que es un hombre mayor: mas parece su abuelo que su padre. Juntos arreglan el jardin de hortensias y geranios (o el jardin de margaritas y llamaplatas: la observacion es literaria, ornamental). Rainer se sienta bajo el dintel de la puerta, Ariadna entra y sale de la casita rosada. Laboriosa, lleva y trae mangueras, semillas, regaderas. ?Nunca ven a George al otro lado de la pista? Buena pregunta: un extrano con una mochila a la espalda, camaras fotograficas, una filmadora, una maquina de escribir, sentado en el muro del malecon, es un personaje conspicuo. ?Sera que George, apenas ellos salen de la casita rosada, se deja caer por el lado opuesto del muro, hacia la playa? Esa es mi conjetura: el se esconde, y, hasta entrada la tarde, los espia desde ahi. George es metodico, desde febrero... LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando Ariadna sale sola, por las noches, los lunes y los miercoles, a los talleres, o al final de la tarde, los viernes o los sabados, para ir al cine, el va tras ella, guardando la distancia. En mi coleccion de VHStengo las imagenes que filma cuando la sigue por la calle. Rompe su costumbre de no subir a microbuses. Trepa al mismo que ella, se sienta en la ultima fila o se queda de pie cerca de la puerta trasera. Ariadna mira la ciudad. George mira a Ariadna. Cuando ella va a los talleres, el regresa al hostal. Cuando va al cine, el continua acechandola: se escurre en la sala detras de ella. Solo la primera vez hay un contratiempo: el portero le dice que no puede entrar con la mochila (Sendero Luminoso, las bombas). George se enfurruna, vuelve al Medialuna, a su cuarto vacio. Se pone la mascara de oso, supongo, intenta dormir ... ... Los dos sabados siguientes ella ve Portero de noche en el Cinematografo y El rey de Nueva York en el Museo de Arte. George se esconde en el viaje de ida, pero, en los cines, se asegura de que Ariadna note su presencia. Tropieza adrede con ella a la salida, se para justo detras en la cola de la boleteria. Ella lo mira de reojo. El sacon de camuflaje militar, la camiseta negra de ilegibles letras amarillas, los borceguies, la gorra de beisbolista: un tipo peculiar. ?Que cosa ve George cuando mira a Ariadna? Me cuesta responder esa pregunta... ... El tercer sabado es 29 de febrero (1992 es un ano bisiesto). Ariadna ve La batalla de Argel, de Pontecorvo, en el Raimondi. Al final, George se le acerca. ?Le dice algo sobre la pelicula? Lo imagino hablando acerca de la primera escena (seria lo logico: en la primera escena hay una tortura). Ella no sabe que responder. Esta asombrada de que George le hable: es un extrano. George quiere aprovechar su desconcierto. Le dice que no sabe si ella se ha dado cuenta, pero, en las ultimas semanas, se han cruzado tres veces en los mismos cines. Ariadna se sobrepone al pudor, inusualmente: responde que si se ha dado cuenta. George dice que eso no puede ser coincidencia. Ella le dice que, en efecto, no parece coincidencia, y que tal vez el la esta siguiendo. George sonrie, dice: quizas eres tu la que me esta siguiendo a mi. ?Ella tambien sonrie? No esta acostumbrada a hablar con desconocidos, y sin embargo, cuando se aleja del cine y George avanza a su lado, no se siente invadida. Vuelven a hablar de La batalla de Argel. El le ha de hacer notar que algunos de los actores no son profesionales, sino rebeldes argelinos que, en la pelicula, hacen el papel de ellos mismos. Ella dira que entonces no es una ficcion. El respondera que no puede no ser una ficcion. Sobre todo las escenas de torturas, debe decir. Ella ha de preguntar por que. El dira: porque una tortura siempre entrana una ficcion. ?Ella vuelve a preguntar por que? Supongamos que si y que George le dice que una persona que tortura a otra espera que le cuenten una historia, pero no siempre le interesa que la historia sea real: solo que parezca verosimil. Ella le da vueltas a esa idea... ... ?George le parece atractivo desde esa primera noche? Las cosas que dice tienen un pie en la truculencia pero suenan interesantes, piensa Ariadna. Van del Raimondi a Miraflores por la avenida Arequipa, una larga caminata (que para George no es nada) por la berma central. Mas alla del cerco de lanzas del Palacio Marsano, una niebla negra viene del parque de Miraflores, devora los jardines de pasto muerto, los troncos cascados de los arboles, las fachadas mugrosas de los edificios, la respiracion de los mendigos en las veredas. Cuando llegan al ovalo de Pardo, George la invita al Haiti. Eligen una mesa afuera. Al rato aparece un grupo de muchachos con chuspas y bigotitos y patillas incipientes, que conocen a Ariadna de los talleres de cine, y se sientan a su lado. Uno de ellos es importante en mi relato porque esta enamorado de Ariadna y porque unos meses mas tarde, despues del crimen, y durante muchos anos --?debido a su amor por ella?-- intentara recomponer los fragmentos de esta historia... DIARIO, 24 de agosto del 2015 (noche) Ese chico era yo. ?Hablaba con malvivientes en terrenos baldios? ?Les contaba historias a las lapidas en los camposantos, a medianoche? ?Marchaba por las calles de Lima con una brujula cuya aguja siempre me apuntaba al corazon? Nada de eso. Era callado. Habia ensenado Literatura al salir de la universidad, en academias preuniversitarias, pero desde hacia unos meses era fotografo en un periodico y por las noches iba a talleres de cine, en uno de los cuales conoci a Ariadna. Mis padres habian muerto dos anos antes. SIGUE LA LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando veo a George, la manera en que reclina la cabeza sobre el hombro derecho y mira los hielos en su vaso de whiskey me produce la certeza de que entre su gorro de beisbolista y el vaso hay un dialogo que le interesa mas que las cosas que ocurren a su alrededor. ?Me demoro en notar que su filmadora, sobre la mesa, esta encendida? No, me doy cuenta de inmediato. En ese momento, no se por que (no me pregunten por que), yo, que tambien traigo una filmadora (vengo del taller), interpreto la suya como un desafio. Quizas es su pinta de americano sucio -- aunque George no esta sucio, nunca esta sucio, sino apenas desalineado-- lo que me sumerge en la atmosfera de un viejo western. El asunto es que de inmediato enciendo mi camara como si desenfundara un revolver. El se da cuenta, sonrie, es la primera imagen suya que grabo... ... Los chicos, mientras tanto, se han puesto a hablar de cine, de la manera en que los chicos de San Marcos y la Catolica hablan de cine, en Lima, en los noventa: entusiastas y aburridos a la vez. George los escucha; tengo la impresion de que los deja hablar. La conversacion es irrelevante. Yo menciono una pelicula de Klimov que nunca he visto. Digo que es la obra maxima del cine ruso. George dice que es una mala pelicula. Despues hace una pausa y se corrige, o eso parece (en verdad no se corrige: siempre responde dos veces, cosas opuestas). Al rato habla sobre una pelicula llamada Menilmontant, de Dimitri Kirsanoff. (Otra noche, mas adelante, una noche cualquiera en un lugar cualquiera de Lima, George me dira algo sobre Menilmontant pero de inmediato se interrumpira y hablara de Los olvidados de Bunuel y dira que una pelicula solo es buena si nos deja la sensacion de que sus personajes nunca perderian el tiempo mirandola). Dice que en Menilmontant esta la clave para entender la historia de la humanidad. Todos esperamos que elabore esa idea (y nadie tiene nada que argumentar porque no sabemos quien es Kirsanoff). George dice tres o cuatro frases sobre la bruma de la realidad y los agujeros que horadan las estrellas y de inmediato se queda callado y vuelve a mirar el vaso de whiskey. Ariadna dice que su pelicula favorita es Sola en la oscuridad, de Terence Young [la mujer ciega, la muneca, el sotano, los manotazos: tiene sentido, pobre Ariadna]... ... En las horas siguientes, George habla a ratos con los chicos y a ratos solo con ella, en voz baja. Ariadna sonrie, el parece sonreir. Le pide su numero de telefono. Ella se lo da. Yo miro todo (mi camara sigue encendida)... ... Esa tambien es la primera vez que veo a Rita Moreno. Dobla por Diagonal, saluda a George, tiene pinta de gitana. Le dice que esta yendo al hostal. El le pide que lo espere. Paga la cuenta de todos, acerca la cara a la cara de Ariadna, le habla al oido. Les pregunta a los chicos cuando piensan ir al cine. Le dicen que el jueves. Quedan en juntarse en el Paseo Colon, a las seis, para ver una de Costa-Gavras. George se va con Rita. Cuando los perdemos de vista, le pregunto a Ariadna como piensa irse a casa y ella me pide que la acompane a tomar un taxi. Nos internamos en la neblina del parque Kennedy. Le pregunto donde ha conocido al gringo y a su novia. Ariadna dice que la mujer no es la novia de George, sino la recepcionista de su hostal (eso le ha dicho). Recien entonces escucho el nombre de George. Es tan predecible que me suena falso, como el nombre de un personaje americano en una pelicula mexicana. El gringo torpe que muere acuchillado en un callejon --pero George no es torpe y solo es medio gringo y no muere, o no muere acuchillado, al menos no en un callejon--. Cuando Ariadna sube al taxi, me quedo mirando la calle y el taxi en la calle e imagino que estoy en el taxi con Ariadna y que le cojo la mano y ella no la retira (por eso se que el momento es imaginario) y que ella inclina la cabeza sobre mi hombro y yo le beso el corto pelo rubio a lo Jean Seberg. El taxi se pierde entre el barullo de los peatones y los microbuses de la calle Berlin, mas alla de la nube purpura del parque, y yo vuelvo a la realidad, y me quedo un rato en la realidad como adentro de una mazmorra y despues me voy caminando a la casa de mi tia...

  • Mas alla de los 50 de Lola Masmola

    https://gigalibros.com/mas-alla-de-los-50.html

    Una novela de ficcion contemporanea que te atrapara entre sus paginas.
    Cumplir 50 anos, dejarlo todo atras (familia, casa, amigos…) y comenzar una nueva vida, es el sueno de algunas mujeres. El de Maria tambien. Acompanala en este apasionante viaje lleno de amor, amistad y pasion por la vida.
    Una novela repleta de personajes entranables de los que te costara despedirte. Un canto a la vida, a la ilusion por vivir.

  • Beatriz decidio no casarse de Maria Paulina Camejo

    https://gigalibros.com/beatriz-decidio-no-casarse.html

    Beatriz dedico toda su vida a cumplir su unico sueno, el cual era ser una escritora exitosa y reconocida. A sus cuarenta y cinco anos, sus largas horas de trabajo se vieron recompensadas con el Premio Cervantes de Literatura, premio que alcanzo despues de tener una vida llena de noches que transcurrieron en soledad con la unica compania de un vino y musica. Han pasado veintitres anos desde que termino con su novio Santos, con quien habia disfrutado de una bella relacion. En el avion que la lleva a Madrid para recibir su premio, Beatriz se reencuentra con Santos y juntos rememoran momentos que ninguno ha olvidado. Al saberla merecedora del prestigioso Premio Cervantes, Santos le pregunta a Beatriz <>.

  • Loba negra de Juan Gomez Jurado

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    El thriller que los 250.000 lectores de Reina Roja estan esperando.

  • Te amo, luego existes de R. Freire

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    Te gustara si te gusto “Y acompasar nuestros pasos por la acera”.
    ?En que instante una amistad inocente se transforma en una atraccion irresistible? ?Que palabras o que hechos son necesarios para que todas las barreras que erigimos con cautela salten por los aires dejandonos sin defensa? Me habia hecho a mi misma la firme promesa de no enamorarme jamas de una mujer heterosexual y, sin embargo, habia sucedido. !Era tan dificil resistirse al encanto de Angela!
    “?Como podiamos estar tan cerca la una de la otra, en una casita perdida en la montana, y a la vez tan monstruosamente separadas? No conseguia dejar de pensar en ello: Angela dormia a escasos cinco metros de mi, Julian se habia ido. y sin embargo me faltaba el valor para tomar la iniciativa.”
    “La espalda de Angela era esbelta y aristocratica, su cintura tan breve que hubiera podido abarcarla con la mitad de mi brazo. Sus caderas, amplias y femeninas, me hacian temer perder el control. !Hubiera sido tan facil bajar un poco mas, asir sus nalgas, extender por alli la crema fingiendo indiferencia y simple amistad! O besar sus hombros, tan cerca de mis labios que podia aspirar su aroma, imaginar su sabor, anhelar su contacto.”

  • Chantal (Paris 2) de Emma Madden

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    Entro en el invernadero intentando ignorar el telefono que no paraba de sonar, y se concentro en sus frutas sin pensar en nada, una media hora muy productiva hasta que no pudo mas, cogio el aparato y contesto a Harry, su ex, que llevaba dos dias acosandola. --!?Que quieres, Harry?!, si tienes algo que decirme hazlo a traves de mi abogada, ya lo sabes. --Es personal. Ha muerto mi padre. --Vaya... Se enderezo para prestarle atencion y recordo a su exsuegro, ese hombre britanico tan agradable, de los pocos de la familia Archer que desde el principio habia sido amable con ella, y se sintio un poco culpable. --Lo siento mucho ?Que ha pasado? --Un infarto de miocardio, el funeral sera la semana que viene, te aviso por si quieres venir a Manchester. --Te lo agradezco, pero no puedo, sin embargo, manda mis condolencias a toda tu familia, por favor. De verdad que lo siento mucho, ?tu como estas? --Me gustaria que vinieras, Chan, necesito que vengas a acompanarme. --Lo siento de veras por ti y por tu familia, Harry, pero no voy a ir, no puedo y tampoco es necesario, llevamos tres anos divorciados. --?Ni siquiera en un momento asi vas a bajar la guardia, Chantal?, ?cuando te has convertido en una hija de p...? No siguio escuchandolo, le colgo de inmediato, apago el telefono y volvio a su huerto respirando hondo. De verdad le daba mucha pena la muerte del senor Archer, que debia tener poco mas de setenta anos, pero no pensaba caer en las garras de Harry otra vez, nunca mas, porque ese tio era capaz de utilizar cualquier cosa con tal de manipularla. Cerro los ojos procurando no debilitar su posicion y no claudicar despues de tres anos de esfuerzos por quitarse a ese individuo de encima, y se puso a limpiar malas hierbas pensando en Etienne y Sol, que le habian contado esa manana que iban a ser padres. Una noticia maravillosa para todo el mundo, especialmente para su amigo, que siempre habia sonado con tener una docena de ninos correteando por su casa. Etienne, con el que se habia criado y al que consideraba un hermano, era hijo unico, al menos dentro del matrimonio de sus padres, y admiraba profundamente a las familias con muchos hermanos, en eso era muy convencional, y, aunque se habia pasado toda la vida ejerciendo de seductor de una noche y de rompecorazones oficial, al fin habia encontrado una mujer con la que sentar la cabeza y tener hijos, y eso no la podia alegrar mas porque ambos se lo merecian, tanto el como Sol, porque ambos eran increibles, y estaba segura de que iban a ser unos padres extraordinarios. Sin querer calculo que Sol iba a ser madre a los treinta y tres anos, una edad muy avanzada para el criterio de su abuela, pero una edad estupenda para los tiempos que corrian, y suspiro un poco contrariada, porque eran los anos que ella habia previsto para ser madre, por eso se habia casado justo antes de cumplir los treinta. Lamentablemente, con la joyita de marido que habia elegido, el proyecto de tener familia numerosa habia quedado aparcado desde el principio, se habia hecho inviable y en el fondo se alegraba, porque haber dado a sus hijos un padre con Harry Archer habria sido una verdadera faena. --!Chanty! La voz de Jean-Jacques la saco de golpe de sus elucubraciones y salio del invernadero para saludarlo. El entraba por el jardin muy abrigado y acompanado por un hombre de su misma estatura, muy atractivo, con el pelo y los ojos oscuros, que le sonrio incluso antes de que los presentaran, provocando que ella casi se cayera al suelo de la impresion. --Te he traido a Luca, hoy tenia la tarde libre y hemos venido a echar un vistazo. ?Puedes dedicarle unos minutos? --Claro. Hola, Luca, encantada de conocerte al fin. Se dieron la mano y el se la estrujo de una forma muy contundente, cosa que agradecio, porque odiaba a las personas que te rozaban los dedos y te dejaban a medias. --Lo mismo digo, encantado de conocerte, Chantal. Madre mia, tienes un senor invernadero --Dijo acercandose para mirarlo de cerca y ella asintio. --Lo construyo mi abuelo, yo solo lo mantengo lo mejor que puedo. --Y ?que cultivas? --Cerezas, fresas, frambuesas, moras... tambien algunas flores. Es grande y puedo tener un poco de todo. --Es muy solido, precioso, me encanta. --Gracias. --Y ?que es lo que quieres reformar concretamente? --La cocina y si me queda presupuesto el comedor e incluso la escalera. La casa es vieja, como podras ver tu mismo, y necesita un buen lavado de cara. --Perfecto, voy a echar un vistazo. Pronuncio con un leve acento que ella no identifico, y camino de vuelta a la casa. Chantal miro a Jean-Jacques, que le habia recomendado muchisimo a ese hombre, un contratista muy profesional que habia hecho la ultima reforma a su restaurante-vivienda-almacen de Montmartre, y le sonrio. --Vaya, es guapisimo. --Eso dicen las chicas del restaurante. --?No era que estaba muy liado y...? --Lo esta, esta muy liado, pero hemos tenido suerte y ha hecho un hueco para venir a ver la casa --Se acerco, la abrazo por los hombros y le beso la cabeza-- ?Que tal, pequenaja?, ?va todo bien?--Me ha llamado Harry, ha fallecido su padre. --Lo siento, pero no se para que te llama a ti. --Yo tampoco... y... Etienne va a ser padre --detuvo el paso y busco sus ojos--, esperan un bebe para el verano y estan muy felices. --Con Sol, supongo. --?Quien sino? --observo como se echaba a reir y ella fruncio el ceno-- ?De que te ries? --De que el cabron hasta para eso ha tenido suerte. --Jean-Jacques... --Siempre cae de pie, Chanty, hasta para superar el universo de tias superficiales y absurdas con las que ha salido toda la vida, y lograr que una mujer como Sol se enamore de el y le quiera dar hijos. Si eso no es suerte, no se lo que es. --Son tal para cual, estan muy enamorados y es una noticia maravillosa. Ellos estan felices, asi que no me seas tan cinico y alegrate un poco. --Y me alegro, trasladales mi enhorabuena. --?Ni en un momento asi de trascendental vas a llamar a tu mejor amigo? --Hace cuatro anos que no hablo con mi mejor amigo. --Igual ahora tienes un buen motivo para acercarte... !Jean-Jacques! Lo siguio al ver que le daba la espalda para entrar en la casa y lo sujeto por el brazo, pero el la esquivo muy serio y le clavo los ojos oscuros. --Chantal, te quiero, eres mi mejor amiga, mi hermana, pero, por favor, no te metas en esto, te lo he dicho muchas veces, no intentes mediar. Tu sabes lo que hay. No voy a llamar a Etienne Clermont-Torrenne, ni ahora ni nunca, y no quiero discutir contigo por su culpa. ?Lo tenemos claro? --Si. --Muy bien, muchas gracias. ?Entramos para hablar con Luca?, no creo que disponga de mucho tiempo para que le expliques lo que quieres hacer. 1 --Quiere otras dos tartas. --No puede poner tres tartas, es una boda, solo hace falta una. --A mi no me mires, Chantal, yo solo te transmito lo que me ha dicho llorando por telefono. --Merde! Exclamo enfadadisima, porque habia clientes que realmente era para matarlos, se limpio las manos y salio de la cocina para entrar en su despacho, cogio el telefono y llamo a Marlene, esa actriz tan famosa que se casaba a los cuarenta anos por tercera vez y que les estaba complicando la vida desde el principio, incluso antes de firmar el contrato para hacerse cargo de los postres y la reposteria de su boda. --Hola, Marlene, soy Chantal Durand. --Hola, cielo, acabo de hablar con tu ayudante y... --Lo se, por eso te llamo. ?Como es que ahora quieres dos tartas nupciales mas? La boda es manana. --Solo son dos tartas. --?Solo son dos tartas?, ?no te imaginas el trabajo que da una tarta y mas aun siendo de boda? --Bueno, yo... --Sin contar con que la tradicion manda UNA tarta, no dos o tres. --Bueno, eso es asunto mio. --Claro, si hubieses avisado antes y no a veinticuatro horas de tu banquete seria asunto tuyo, pero ahora es asunto mio y solo puedo decir que no, no puedo multiplicar mi plantilla para hacer dos tartas mas. --Tenemos un contrato. --Minuciosamente detallado y ahi aparece una sola tarta de boda. --Chantal... --Es lo que hay, Marlene, esto es un catering, una cocina con sus limitaciones, y a veinticuatro horas de tu boda no puedo hacer milagros, lo siento mucho. --Joder, es que se verian muy bonitas a cada extremo de la mesa principal y luego una en medio... --Haberlo pensado antes. --Ya me has amargado el dia, Chantal. --Lo siento mucho, tengo que dejarte. Adios. Le colgo y no penso ni diez segundos mas en ella, miro la oficina, que estaba un poco desordenada, la ignoro y regreso a su taller-cocina para seguir trabajando porque, afortunadamente, Marlene no era su unica clienta, tenian muchos encargos y muy poco tiempo para perderlo con las chorradas de la gente, mucho menos si esa gente era tan poco respetuosa con el trabajo de los demas. Echo un vistazo general a su equipo, seis chicas y dos chicos de cocina, mas Joan, la administrativa, y Marie, su mano derecha, vio que estaban todos concentrados en sus respectivas tareas, y decidio hacer lo mismo, es decir, centrarse en la suya, precisamente para rematar la tarta de boda de Marlene, que les habia quedado preciosa. En realidad, las tartas de boda le estaban salvando la vida desde hacia tres anos, justo despues de que Harry arruinara su restaurante, y de paso toda su existencia, cuando habia hipotecado su casa, pedido creditos a bancos e incluso dinero a un prestamista para tapar sus negocios ruinosos, sus vicios y su doble vida, porque encima le habia empezado a ser infiel nada mas casarse. Jamas se podria perdonar el haber tardado tanto tiempo en darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor. Ella era consciente de que sus padres, su hermana, Jean-Jacques y Etienne algo sabian, porque muchas veces habian intentado abrirle los ojos con respecto a las "maniobras" de Harry a sus espaldas, pero no habia hecho caso a nadie, se habia empenado en proteger y defender a su marido, se habia peleado con todo el mundo por el, y al final, la cruda realidad le habia estallado en la cara. Solo cuando el banco la habia llamado para advertirle que iban a subastar su piso, cuya hipoteca creia haber estado pagando religiosamente durante mas de tres anos, habia despertado, habia parado el mundo y se habia dedicado a comprobar personalmente sus cuentas, sus tarjetas y todo eso que Harry habia manejado a su antojo, y habia descubierto que estaban arruinados, que tenian infinidad de deudas y que estaban en la calle, porque ya no habia forma humana de rescatar su casa, y entonces, solo entonces, habia enfrentado a su maridido, que lo habia negado todo, claro, escurriendo el bulto para terminar culpandola a ella y a su restaurante de semejante ruina. Era curioso, porque incluso tres anos despues del divorcio, Harry Archer seguia negando la mayor, seguia negando que sus malas inversiones en bolsa, sus negocios absurdos patrocinando galas de boxeo, torneos de poker clandestino o apuestas deportivas, los habian empujado al abismo; seguia diciendo que no habia sido culpa suya e incluso delante de Etienne, que por ella, para no verla en la carcel, habia asumido la integridad de sus deudas, se atrevia a asegurar que su bistro en el distrito IX, junto a la Opera de Paris, los habia arruinado y llevado a la indigencia. Asi de cabron era, ni siquiera habia querido apechugar con sus errores y no le habia importado nada cargarla a ella con toda la responsabilidad. Ese era el amor que le tenia, y que seguia reclamando porque era un imbecil muy persistente, y apenas lo podia soportar. Apenas podia soportar pensar en el, menos hablar de aquella epoca oscura y aterradora en la que habia tenido que enfrentarse a empresas de cobros, llamadas de los bancos, acreedores... hasta acabar rindiendose, volviendo primero a casa de sus padres, luego pasando por aceptar el dinero de Etienne y por ultimo cerrando su precioso bistro, mientras iniciaba un proceso de divorcio igual de espantoso porque Harry no habia tenido ni la decencia de apartarse de su vida como un caballero. Y la pura verdad es que encima, a pesar de todo, se tenia que considerar una afortunada, porque al menos habia tenido a su familia, a Jean-Jacques y a un amigo rico como Etienne dispuesto a salvarla, y no la habian dejado sola. Gracias a todos ellos habia empezado de cero haciendo pasteles y tartas en la cocina de su madre para vender puerta a puerta en restaurantes y cafeterias, incluso en colegios u oficinas, y poco a poco, trabajando los fines de semana en el restaurante de Jean-Jacques, habia juntado dinero suficiente para contratar una ayudante y comprar artilugios de cocina mas sofisticados, y cuando el mismo Etienne, del que no queria recibir mas ayuda economica, la habia presionado para que se mudara a la casa que le habia comprado a su abuela en Belleville, casa donde ambos habian pasado muchos anos de su infancia, se habia independizado del todo, habia empezado oficialmente su catering alli y cuatro meses despues, con mucha ilusion, habia podido alquilar un taller grande y con muchas comodidades en el centro de Belleville, desde donde se estaban dando a conocer a todo Paris gracias a su reposteria y a sus ya celebres tartas de boda. Por supuesto, los contactos de sus amigos y su familia habian ayudado a allanarle el camino, los encargos de Jean- Jacques o de otros chefs conocidos le habian dado el primer espaldarazo, pero lo cierto es que se lo habian currado mucho, todo su equipo, empezando por Marie, que era un as en las redes sociales y los habia convertido en primera opcion para muchos clientes VIPS, y de ella misma, no pensaba quitarse el merito, porque llevaba dejandose la piel en su negocio tres anos enteros y sin parar ni siquiera los fines de semana. "Tantos estudios, tanto Le Cordon Bleu y tanto master en la Academia de Artes Culinarias Suiza para acabar regentando una pasteleria de toda la vida", decia su abuela Milu cuando se enfadaba con ella por no buscar trabajo en un restaurante de categoria, y tal vez tuviera razon, pero a ella le daba igual, porque lo importante era cocinar, crear piezas preciosas y deliciosas como la tarta de boda que tenia delante, y en el fondo daba igual donde lo hiciera. --Hola, guapa. --!Hola! --Levanto la cabeza para saludar a Sol, a la que no habia oido entrar en la cocina, y ella le sonrio dejando encima de la mesa varias cajas rectangulares de carton--. Vaya sorpresa. --Te traigo los Eclairs, ocho docenas. --!?En serio?!

  • Los poderes de la oscuridad de Bram Stoker

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  • Nuestro amor no fue casualidad de Rose B. Loren

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    Inma es una joven disenadora madrilena cuyo unico objetivo es alcanzar la fama en el mundo de la moda, por lo que se traslada a Nueva York en busca de un futuro mas prometedor, dejando a sus padres desilusionados por su decision.
    Con su duro trabajo y tras anos de dedicacion casi en exclusiva, consigue que sus disenos desfilen por una de las pasarelas de moda mas importantes del mundo, pero un fatal accidente hara que tenga que dejarlo todo y regresar a Espana. Alli conocera a Lucas, inspector jefe de policia y mano derecha de su padre.
    Durante semanas, ambos conviviran juntos, mientras el amor comienza a florecer sin que ellos se percaten mas que de una fuerte atraccion.
    Sus vidas se complicaran, una trama se cierne detras del accidente de sus padres, aunque siempre estara presente el amor que ambos se profesan y lucharan contra todos los obstaculos que la vida les depara.

  • Trajano y Decebalo en la Rumania del Siglo XXI de Santiago Posteguillo

    https://gigalibros.com/trajano-y-decebalo-en-la-rumania-del-siglo-xxi.html

    Las novelas de Santiago Posteguillo consiguen atrapar a los lectores gracias, entre otras cosas, a su exhaustiva labor de documentacion. Para recrear con la mayor fidelidad posible la conquista de la Dacia por Trajano, Santiago Posteguillo realizo un viaje por la Rumania actual siguiendo los pasos del emperador hispano. En este documento el lector podra recorrer paso a paso, calzada a calzada, los movimientos que el ejercito romano realizo en su guerra contra Decebalo. Un documento de gran valor informativo, escrito con una pizca de humor y aderezado con imagenes de fotografias tomadas por el propio autor; asi surge la complicidad con los lectores.

  • Muertes pequenas de Emma Flint

    https://gigalibros.com/muertes-pequenas.html

    Elegida entre las diez mejores novelas negras de 2017 por los periodicos The Guardian, The Wall Street Journal y The Irish Times.

  • Chapter, Estefania Yepes de Estefania Yepes

    https://gigalibros.com/chapter-estefania-yepes.html

    Max, Salva, Amaya y Julio forman uno de los tres grupos de escapistas mas experimentados de la ciudad, cuyo exito les precede cada vez que visitan una nueva sala de escape.
    Sin embargo, estan tan acostumbrados a seguir unas premisas basicas, en la mayoria de casos identicas, que cuando se presenta ante ellos una oportunidad de traspasarlas, todo lo que creian dominar hasta el momento adquiere de repente una nueva dimension.
    Dos monedas; dos unicas monedas suponen la diferencia entre jugar o pasar, entre correr o frenar, entre pensar o actuar e, incluso. entre vivir o morir.
    Las salas estan cambiando, los juegos son cada vez mas reales, mas vivos, y la tecnologia de las pruebas mucho mas avanzada y excitante.

  • Mientras dure el verano de Jessa Lacey

    https://gigalibros.com/mientras-dure-el-verano.html

    Ariadna no era consciente de que ese verano y esa familia iban a poner su mundo patas arriba. Su nuevo y extravagante trabajo no era ni mas ni menos que el de fingir ser una sobrina lejana de la familia para conseguir controlar y vigilar al hijo de los Walker que ya no sabian que mas hacer para que su hijo no dejase echar a perder mas su vida entre fiestas, mujeres y malas companias y que ademas que poco se responsabilizaba del negocio familiar.

  • La canibal del Duero de Ambrose Mayor Duomo

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    Un turbio psiquiatra experto en hipnosis, un abogado de mafiosos y una joven que aparece devorando una pierna humana conforman un caso que puede suponer un impulso en la carrera de la inspectora Fina Cruz o una losa que la sepulte.