• las chicas buenas tambien pueden ser malas pdf - Sarah Myers

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    A Wendy le quedaba poco tiempo para que el plazo de la nueva pagina web que le habian encargado se agotara, sin embargo, estaba ocupada anadiendo los ultimos detalles de tematica deportiva al diseno que Christian le habia pedido y que necesitaba esa misma tarde. Como companera de trabajo y buena amiga, habia aceptado enseguida. Sin embargo, no solo se trataba de eso, de ser amable o realizar un favor, se trataba de un sentimiento mucho mas profundo que la amistad que latia bajo su piel. Le gustaba que Christian contara con ella, no importaba para que, queria serle de utilidad, queria ayudarlo en todo lo que fuera posible, y asi su esperanza de que pudiera fijarse un poco mas en ella crecia cada vez mas. --?Te queda mucho? -- pregunto la misma persona que ocupaba los pensamientos de Wendy, asomando su cabeza por la puerta del despacho. --Christian --susurro Wendy, pasando de una expresion tediosa y algo cansada a una que irradiaba alegria por cada uno de sus poros--. Muy poco la verdad --se apresuro a decir al ver que se le habia quedado mirando mas de lo debido--. Pronto lo tendre listo --le aseguro con una sonrisa. --Esa es mi chica --dijo guinando uno de esos ojos dorados que tanto la cautivaban. La sonrisa de Wendy se ensancho, pero Christian no tuvo tiempo de apreciarlo ya que desaparecio de su vista con tanta rapidez que ni se habia dado cuenta. Tuvo que sacudir la cabeza para volver a la realidad, quiso volver a la tarea que tenia pendiente, pero no pudo evitar que sus ojos se desviaran de nuevo de la pantalla del ordenador para posarlos sobre ese pequeno conejo de peluche que se encontraba apoyado a la unica fotografia que tenia encima de su escritorio, la foto de su abuela. Su abuela, pero no solo fue eso sino tambien su madre y su padre, todo en una maravillosa persona. Y hacia dos anos que ya no estaba a su lado, penso con tristeza. Se hizo demasiado mayor y su cuerpo llego a un limite que ya no podia aguantar mas, pero la mujer estaba mas machacada que las otras personas de su edad y eso tuvo su inicio casi treinta anos atras, cuando su propia hija dejo a un bebe recien nacido en sus brazos, ya que no deseaba perder la libertad que una cria sin duda acapararia, para dejar la carga en su madre antes de desaparecer. Su abuela tuvo que realizar de nuevo todo el camino que debia seguir una madre con la desilusion de que su propia hija hubiera podido hacer un acto de egoismo semejante. Tuvo que luchar de nuevo para sacar a una nina adelante e intentar hacer todo lo posible para que no notara la ausencia de su propia madre. --Realizaste un buen trabajo --le comento a esa imagen impresa que de devolvia una sonrisa llena de alegria, pese a todo, fue una mujer que nunca dejo que las circunstancias le pesaran y siempre intentara levantarse con una sonrisa. Deberia aprender de ella, penso Wendy. Dandose cuenta en ese momento que ella hacia tiempo que no se levantaba de esa forma. Pero ese pensamiento quedo a un lado apartado cuando sus ojos volvieron a bajar, unos pocos centimetros mas, para llegar hasta un pequeno conejo de peluche, uno que le regalo Christian cuando su abuela fallecio, y no se separo de su lado hasta que el intenso dolor iba dejando de ser tan insoportable. Se habian conocido en la universidad, pero apenas habian mantenido contacto; se volvieron a reunir al ser contratados por la misma empresa, Wendy como creadora y disenadora de paginas web y Christian centrado en el area de marketing. Al principio poco tenian que ver y apenas se cruzaban, menos a la hora de comer que empezaron a hablar cuando sus caras les resultaron conocidas. Y su relacion de simples conocidos se volvio mas estrecha, pasando a convertirse en una bonita amistad. Pero Wendy experimento otra clase de sentimientos mas profundos hacia el, unos que no eran correspondidos. No obstante, esperaba que eso pudiera cambiar. Un rato despues, Wendy pudo finalizar el encargo de Christian y se apresuro a enviarselo para que lo tuviera cuanto antes mejor, esperando que le gustara y que le sirviera de utilidad. Y al fin tenia tiempo para terminar el diseno de la pagina web de la empresa de cupcakes que le habia pedido. --?Como vas? --pregunto su jefa. Marlene aparecio de repente y con un tono de voz alejado de la amabilidad y unos labios rojos intensos que volvian a juntarse para quedarse en una linea absolutamente recta, manteniendo solo medio de su pequeno y esbelto cuerpo dentro de su despacho.

  • Las chicas buenas también pueden ser malas (PDF)

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    16 jul 2019 — Descarga Gratis Las chicas buenas también pueden ser malas en PDF. Datos del Libro. Editorial: Kindle. Idioma: Español. Año: 2017. Tutorial de ...

  • Las chicas buenas también pueden ser malas - Libros De Mario

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    17 jun 2017 — Lee online la novela romántica “Las chicas buenas también pueden ser malas” de Sarah Myers. También disponible en formato PDF. Sinopsis: Se ...

  • Las chicas buenas también pueden ser malas - Sarah Myers

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  • Las chicas buenas también pueden ser malas - Goodreads

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    Las chicas buenas también pueden ser malas book. Read 7 reviews from the world's largest community for readers. Se podría definir a Wendy como; una bue...

  • Las Chicas Buenas van al Cielo y las Malas a ... - Nanopdf

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    En su opinión, las mujeres trabajan mejor en el área de prestación de servicios, donde, si bien en peque- ña escala, pueden ser independientes. Según él, « ...

  • Las chicas buenas- Sara Shepard - pdf Docer.com.ar

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    4 abr 2021 — Sin embargo, a veces el simple acto de plantearse la venganza puede ser peligroso… y acabar en asesinato. Es una lección que las cinco ...

  • Cuanto más malas, mejor | Cultura | EL PAÍS

    https://elpais.com/diario/1997/06/17/cultura/866498412_850215.html

    16 jun 1997 — Se edita en España el libro 'Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes...y son cada vez peores'

  • Un latido tuyo de Monica Maier

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    <>
    Paula comienza a sentirse comoda en su propia piel. Aitor lucha por reencontrase. Los sucesos del pasado han marcado su presente, pero ellos ya no son los mismos que se besaron en aquella playa. Sus caminos se entrecruzar n una vez mas trayendo consigo un maremoto de sentimientos que no llegaron a explorar y obligandoles a enfrentarse viejos temores. ?Ser n capaces de dejar atras sus fantasmas y arriesgarse de nuevo cuando es el corazon lo que esta en juego?

  • Los recuerdos son mentira de Noe Casado

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    Ignacio ha pedido una excedencia como profesor universitario para dedicarse en exclusiva a su gran pasion: escribir novelas de intriga.

  • Te amo, monstruo de Amy Lee

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    Davi, de 19 anos, se caso con un extrano a quien nunca vio para salvar a su hermano pequeno. Despues del matrimonio, se vio obligada a cumplir una determinada mision.
    Su mision es seducir a su marido frio como una piedra que nunca esta romanticamente interesado con nadie y tener a su hijo.

  • Por el camino de las grullas de Cristina Cerezales

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    Cristina Cerezales ha escrito una novela coral en la que varios personajes se unen en el trayecto vital y catartico del camino de Santiago. Por el camino de las grullas es una novela sobre las complejas relaciones familiares, sobre la amistad, sobre el nexo que une a personas que buscan, sobre la carga del pasado individual y, en definitiva, sobre el sentido del transito en si mismo. Cristina Cerezales crea un fresco de varios personajes complejos -que a la postre somos todos nosotros- en una narracion conmovedora.

  • Los caminos de Adela de Erina Alcala

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    Adela era espanola, era ginecologa en un hospital de Boston. Apenas unos anos atras cundo era adolescente, se vino a Nueva York con su hermano y su hermana.
    Sus padres habian muerto y su hermano mayor siempre quiso ser policia en Nueva York. Adela era la mas pequena y estudio en Cambridge, cerca de Boston y alli se quedo trabajando de ginecologa al terminar sus estudios. Tenia una casita alquilada y llevaba ya unos anos trabajando. Iba y venia, le acompanaba su perrita Tara una cachorra tekel que se anunciaba en un periodico y se quedo con ella.
    Luca, era be Boston, habia estudiado ingenieria con una beca de deporte, tambien en Cambridge, pero al terminar, la carrera se dio cuenta de que queria ser bombero y aprobo las oposiciones y se quedo en el cuerpo de bomberos de Cambridge. Se acababa de divorciar de Asli, su novia del instituto y con la que llevaba diez anos casado.
    El destino quiso que Adela se encontrara con Luca en un accidente que ella tuvo camino del trabajo a Boston. Se conocieron y se enamoraron.
    Unos meses despues aparecio de nuevo Asli, embarazada, en la vida de Luca, entorpeciendo la relacion de el y la de Adela, y cuando Adela no pudo mas, se cambio a vivir a Boston, se compro una casa y se llevo a su perra Tara.
    En vacaciones se fue a un rancho de recreo a Montana y alli conocio al hijo de los duenos, un arquitecto guapo y alto, llamado Connor que ayudaba en vacaciones a sus padres.
    Y entre Connor y ella surgio quimica pura, ?Que pasaria entre Connor y Adela y entre Adela y Luca?
    Ademas Adela se quedo embarazada...

  • El rompecabezas de los gatos blancos de Vlad Strange

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    Despues de dos anos, Arturo regresa a Mexico para asistir al funeral de Andrea, una companera de preparatoria. Ahi se reencuentra con Blanca, su exnovia y hermana gemela de su mejor amigo. Ella, totalmente destrozada, le comenta a Arturo sus sospechas sobre el supuesto suicidio de Andrea. Llevado por los sentimientos que Arturo aun tiene por Blanca, el accede a ayudarla a resolver el misterio tras la muerte de Andrea, sin prever que en su investigacion no solo descubriran las incognitas de un posible crimen, sino que tambien se destaparan los secretos de todos los que los rodean.

  • Los espias del Papa de Eric Frattini

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    A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y cuyos nombres he preferido que no aparezcan en este libro. A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y que me han pedido no ser citados en este libro. A Domenec Pastor Petit, el primero y mas importante historiador espanol sobre los servicios de inteligencia. Los de mi generacion han aprendido mucho con su medio centenar de libros sobre la materia. A Giuliana Bullard y Susan Cooper, del Archivo Nacional de Estados Unidos (NARA), por facilitarme el acceso a los documentos <> (IWG). A los miembros de la Comision para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Republica Argentina (CEANA), Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Al padre Piaras Jackson, S.J., del Centro de Comunicacion Jesuita de Dublin. A Siobhan O'Donovan, de la Biblioteca Nacional de Irlanda. A Ugo Carandino, de la Casa San Pio X de Roma. A Alison Weir, por su magnifica documentacion sobre el reinado de Maria Estuardo y su epoca y por sus ricos conocimientos sobre la figura de David Rizzio. A David M. Cheney, por permitirme revisar sus magnificos y bien documentados archivos historicos sobre la jerarquia catolica y la Curia romana. Sin ellos me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A Salvador Miranda, de la Florida Internacional University Library, verdadero maestro y experto en la historia del Sacro Colegio Cardenalicio. Sin su documentacion me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A la Oficina de Prensa de la CDU, Union Democrata Cristiana de Alemania (Christlich Demokratische Union Deutschlands), por su informacion sobre Josef Muller. Al Institute of Documentation for the Investigation of Nazi War Crimes en Haifa (Israel), por haberme facilitado toda la documentacion relativa a las relaciones del Vaticano con la Alemania nazi, la informacion sobre las relaciones de miembros de la jerarquia vaticana en la evasion de criminales de guerra nazis, asi como los expedientes originales relativos a altos jerarcas nazis que mantuvieron contactos con Pio XII durante la ocupacion de Italia. A Pilar Cortes, mi muy querida editora, por creer en esta historia y en mi. Y por ultimo, y muy en especial, un agradecimiento a todas aquellas personas y organismos que me han puesto trabas, barreras y cortapisas para evitar que este libro fuese como es hoy. Ello me ha permitido agudizar mi sentido de la curiosidad y, por lo tanto, mi investigacion. A t o d o s e l l o s, mi ma s humi l d e y s i nc e r o a gr a d e c i mi e nt o. Una p a r t e d e e s t e l i b r o e s d e t o d o s e l l o s. Nota del autor Hace ya cuatro anos aparecia publicado mi libro La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano en la editorial Espasa Calpe. En el relataba de forma pormenorizada y documentada las operaciones del servicio de inteligencia papal desde 1566 a 2004, desde el papa Pio V al papa Juan Pablo II. La obra se convirtio rapidamente en un gran exito de ventas, siendo traducida y publicada en otros paises como Portugal, Canada, Francia, Brasil, Polonia, Rusia, Estados Unidos, Australia, o Gran Bretana, Bulgaria, Rumania e Italia. Mas de dos centenares de libros resenados en su bibliografia, 39 archivos consultados y centenares de documentos fueron utilizados para relatar las operaciones de la Santa Alianza desde los tiempos de Felipe II, Isabel de Inglaterra o Enrique IV de Francia a la epoca de Ronald Reagan, Lech Walesa o Juan Pablo II. Aquel era un libro sobre la historia del servicio de espionaje, conocido hoy dia como La Entidad. Esta obra que tienen ahora entre sus manos, LOS ESPIAS DEL PAPA, bien podria ser definida como una segunda parte de la anterior, como una continuacion, una historia de aquellos actores o, mejor dicho, espias desconocidos que jugaron un papel decisivo en esa misma historia, defendiendo los intereses de Roma, del Papa, del catolicismo y del Vaticano a lo largo y ancho de todo el mundo. Este libro relata la vida y avatares de veintiun agentes y jefes del espionaje papal que se convirtieron en la llamada <>, en los soldados de las sombras siempre a las ordenes del Sumo Pontifice de Roma. David Rizzio, Lamberto Macchi, Roberto Ridolfi, Tebaldo Fieschi, Umberto Benigni, Michel d'Herbigny, Gunther Hessner, Nicolas Estorzi, Edouard Gagnon, Carlo Jacobini o Luigi Poggi son algunos de los hombres que operaron bajo el protector manto de la Santa Alianza. Ninguno recibio preparacion alguna en tareas de espionaje, pero todos ellos tuvieron una mejor oportunidad sobre otros espias de paises enemigos de llevar a buen termino las operaciones encomendadas por Roma. Mientras los agentes de la CIA operaban para defender el estilo de vida americano y los agentes del KGB el estilo de vida comunista, los agentes de la Santa Alianza espiaron y operaron siempre en defensa de la fe catolica. Ellos contaban con la proteccion del Sumo Pontifice y la cruz. No son James Bond, ni nada por el estilo, pero para muchos el haber estudiado sus vidas y dejarlas reflejadas en este libro bien podria no solo ayudar a comprender mejor el papel que los Sumos Pontifices jugaron en la historia de Europa, sino tambien a conocer los sacrificios de muchos de estos <> para llevar hasta los mas reconditos confines de la tierra la palabra de Dios, incluso a riesgo de su propia vida en lugares como la Inglaterra protestante, la Francia revolucionaria, la Alemania nazi o la Rusia comunista. Estas son sus historias… ERIC FRATTINI Prologo Anatomia de un <> ?Quien es, realmente, Eric Frattini?, ?que es y que no es? Se le ha podido presentar como <>. Los antropologos susurrarian de el: <>. Por mi parte, yo diria de Frattini que <>, y, a despecho del tiempo que pasa en archivos de Estados Unidos, Gran Bretana, el Vaticano e Israel, nadie alli le ha insinuado metodologias o contactos para desentranar cientos de misterios. Si el lector me lo permite, anadiria que yo se como es, debido a que yo soy algo asi como su doble. Eric Frattini es tal vez el gran heredero de mi casi medio siglo como historiador de los servicios de inteligencia de todo el mundo. Frattini no solo ha sido capaz de adentrarse en la madriguera del MI6 en Londres o de la CIA en Langley (Virginia); en la sede del FBI en Washington o del FSB (Servicio Federal de Seguridad) en Moscu, sino tambien en el corazon de La Entidad, el servicio de inteligencia vaticano. Ya con una obra anterior, La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano (Espasa Calpe, 2004), que ha sido tambien publicada en Portugal, Francia, Polonia, Rusia, Brasil, Estados Unidos, Canada, Australia, Gran Bretana, el autor nos revelaba la vida y milagros de los superdotados espias de la inteligencia vaticana. Eric Frattini, como uno de los mayores expertos historiadores de los servicios secretos, acaba de traspasar el umbral de algo que a mi, tambien como historiador, se me antojaba como tabu. El autor no es un ente que se nutre de mitos, morbosidades, ni ansias de poder o dinero. En su idiosincrasia no queda espacio para ejercer el arte de epater, palabra francesa para describir una sensacion de desconcierto en el lector, y es que el autor de este libro es un <> nato y puro. No podia ser de otro modo para osar, como el ha hecho, enfrentarse a organizaciones criminales como Al Qaeda o la mafia italiana; a grupos empresariales, como los magnates de la prensa, o al regimen de Saddam Hussein; a grupos politicos como la propia ONU o el Estado Vaticano; o a servicios secretos como la CIA, el KGB, el Mossad o el MI6. Llevado en su afan de conocerlo y abarcarlo todo, algun dia broto ese aguijon afilado que le sirvio para franquear esos altos muros eclesiasticos y encararse con la Curia romana: los agentes secretos papales y sus cinco siglos de operaciones encubiertas. ?Que subyace en los textos de Eric Frattini?; sin duda, el analisis profundo del dolor y la maldad que el poder provoca, y de ahi sus documentadas indagaciones, para comprender y hacer comprender.

  • Corazon y coraza de Tania Rodriguez

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    Corazon y Coraza se centra en las vivencias de una joven londinense llamada Sanah, cuya existencia dara un giro abrupto, tras conocer a un afamado artista de quien se enamorara profundamente. Con el poema de Mario Benedetti como eje, los enamorados daran rienda suelta a un amor jamas experimentado. Proveniente de una familia conservadora, la timida y obediente Sanah debera sacar a relucir su fortaleza interior para defender sus deseos y vivir su historia de amor a pleno y despojada de la coraza que la oprime.

  • Siempre ella de Mero Loor

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    A veces el amor no es lo que parece, a veces necesitamos conocer por muchos anos a una persona para saber que es la indicada, a veces basta una mirada, si, aunque suene a locura, basta una mirada, pero ?Que, cuando esa mirada crea lazos con el tiempo? ?Cuando el misterio es mas grande que el simple hecho del amor a primera vista?
    Preparate para describir un amor no solo a primera vista, un amor que trascendio y transcendera en el misterio del tiempo. Descubriras que quizas ya amabas a esa persona antes de conocerla, quizas ya la conocias, pero no lo recuerdas, sin embargo, existe ese presentimiento, ese “siento que te conozco de toda la vida” aun cuando apenas se han presentado. Descubre las posibilidades de que tu amor sea el amor de tu vida, el amor de todas tus vidas.

  • El sermon del fuego de Jamie Quatro

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  • La Esencia – Mila Martinez de Mila Martinez

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    Durante la estancia de fin de semana en un complejo enologico, el grupo formado por cinco amigas muy dispares se ve envuelto en una peligrosa trama, que da comienzo cuando desaparece repentinamente una de ellas.

  • Una Sorpresa por Accidente de Annie J. Rose

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    M C A P I T U L O 1 E M IL Y e quedo mirando al cielo monotono y gris por la ventana. Nueva York en primavera, vaya lugar en el que estar. Pero la cuestion era que estaba exactamente donde queria estar. Habia crecido sonando con la gran ciudad: las luces, la emocion; una ciudad donde siempre estaba sucediendo algo. De alguna manera, en el tiempo en que habia estado yendo a la escuela alli, me las habia arreglado para hacerme un lugar. Nueva York era mia. O eso era lo que siempre habia pensado. Suspire discretamente mientras el tren se alejaba del anden. ?Quien sabe cuando volveria a ver estos edificios? Si es que alguna vez los volvia a ver. Intente no pensar de forma tan pesimista, pero la verdad era que simplemente no tenia idea de lo que iba a pasar con mi futuro. Mis pensamientos estaban hechos un torbellino mientras lo contemplaba. Solia tener una vision clara para mi misma. Iba a ir a estudiar en Nueva York. Iba a hacer pasantias en algunas de las mejores casas de moda del mundo y a hacer conexiones. Ya con mi titulo en el bolsillo iba a lanzar mi propia linea con un poco de ayuda financiera de mis padres. Lo mas sorprendente es que todo habia estado yendo tan bien para mi. Todo habia marchado tan bien, hasta que dejo de ser asi. El pasado mes estuvo lleno de grandes cambios. No cosas como una nueva pasantia en algun pais extranjero exotico o algo bueno como eso. Estos fueron cambios malos. Y no cosas como un corte de cabello terrible, o incluso perder la beca de la escuela. Podria haber manejado eso. El tren disminuyo la velocidad al entrar a otra estacion. Salir de la ciudad siempre llevaba un poco de tiempo. No estaba segura de si queria que el tren no saliera nunca, o si queria que acelerara para no tener que quedarme mas tiempo en el lugar que habia llegado a amar. Pasara lo que pasara, no habia vuelta atras. Solo esperaba que este viaje a casa, a Saratoga Springs, me ayudara a solucionar algunas cosas. Desafortunadamente, no guardaba muchas esperanzas para mi estilo de vida actual. Mi apartamento de un solo dormitorio en Manhattan era, sin duda, algo del pasado. Mi posicion en uno de los programas de diseno de moda mas prestigiosos del mundo seria sin duda otra de las perdidas, porque no habia forma de que pudiera costearme la matricula, ni siquiera con mi beca. No habia ningun banco en el mundo que fuera a aceptar prestarme nada; no teniendo en cuenta el error de mi padre al confiar en el hombre equivocado. Deseaba poder entender como habia llegado a este punto. Pensaba que mi padre era un hombre astuto de negocios y un inversionista. ?No habiamos aprendido todos en este punto a no confiar en estafadores? Si tan solo pudieramos retroceder el tiempo al punto antes de que mi padre invirtiera practicamente toda la fortuna de la familia en lo que resulto no ser mas que un esquema Ponzi. Sin embargo, eso era imposible. Deseaba poder sacar lo mejor de la situacion, pero todo era completamente desconocido para mi. Mi telefono sono cuando llego un mensaje de texto de Alyssa. Supongo que eso era algo bueno que habia salido de todo este desastre. No habia visto a mis amigos lo suficiente desde que estaba en Nueva York. A pesar del escandalo, parecian estar listos para recibirme en casa con los brazos abiertos. Odiaba verme obligada a volver a casa, pero al menos podria pasar mas tiempo con todos ellos. Alyssa quiso saber cuando llegaria y si me gustaria que ella me llevara a casa de mis padres. Sabia que se ofrecia porque sentia lastima por mi. Ella sabia que estaba acostumbrada a autos privados con choferes que se sometian a todos mis caprichos. Esta es tu oportunidad para que veas como vivimos los demas, bromeo cuando me lamente por el viaje a casa. Puse los ojos en blanco al leer el mensaje. La familia de Alyssa no estaba para nada tan bien acomodada como lo habia estado siempre mi familia, pero definitivamente les iba bastante bien. Sin embargo, ahora considere su oferta. Habia planeado coger un taxi hasta la mansion de mis padres (o a su antigua mansion, supongo), pero con todo tan inestable, probablemente deberia estar ahorrando cada dolar que tenia. Le respondi el mensaje a Alyssa con la hora de mi llegada y le agradeci por ofrecerse a recogerme. Luego me recline en mi asiento pensando en lo que me esperaba en casa. Sabia que debia dejar de pensar en ese lugar como "casa". La casa ornamentada en la que habia crecido nunca le perteneceria a mi familia de nuevo. No hubo otra opcion mas que venderla. De hecho, esa era la unica razon por la que volvia a casa ahora: para ayudar a mis padres a recoger cualquier pertenencia que tuvieran ahi y trasladarlas de su mansion a un pequeno apartamento de dos dormitorios. Tendrian apenas suficientes ahorros para poder vivir modestamente cuando se jubilaran. Nada mas que eso. Trague fuerte mientras pensaba en ello. Nunca antes me habia sentido tan sola. La familia Andrews siempre habia tenido dinero. No habia sido una preocupacion para mis padres pagar mi matricula, o el alquiler de mi apartamento en Nueva York. Sin embargo, todo eso habia cambiado ahora. Cuando mis padres me dieron la noticia por primera vez, quede conmocionada porque no lo creia. Seguramente se las arreglarian de alguna manera para recuperar su fortuna. Seguro que las cosas mejorarian antes de lo que pensaban. Perderlo todo solo era el peor de los escenarios, y querian asegurarse de que yo estuviera preparada para eso, en caso de que llegase a suceder. En algun punto me di cuenta de que no era solo el peor de los escenarios. Era la realidad. Mis padres lo habian perdido todo; no habia ninguna duda al respecto. No habia manera de recuperar esa fortuna. Fue entonces cuando mis sentimientos se volcaron mas hacia la ingenuidad. No era lo que queria, pero sin duda podria conseguir un trabajo y conservar mi vida tal y como era en gran parte. Atenderia mesas o prepararia cafes, tal vez seria barman algunas noches a la semana. Pero conservaria mi apartamento y seguiria estudiando, aunque eso significara que ya no tendria mucha vida social. Creo que fue mas o menos al momento de mi tercera entrevista de trabajo cuando me di cuenta de que eso tampoco iba a pasar de ningun modo. Seria muy afortunada si encontraba a alguien que estuviera dispuesto a contratarme, dada mi falta de experiencia y el hecho de que el nombre de mi familia estaba metido en todos los tabloides y todos podian leerlos. Incluso si encontrara un empleo, tendria suerte si lograra reunir lo suficiente para pagar el alquiler de mi apartamento, por no mencionar todo lo demas. Pense en entregar mi apartamento. Podria encontrar un companero de cuarto y pagar menos renta. Si hacia eso y conseguia un trabajo, seguramente podria continuar con mi carrera, ?verdad? No me faltaba mucho para graduarme. Pero los unicos lugares para vivir que podria permitirme estaban muy alejados de la escuela, y cuando tome en cuenta los viajes de ida y vuelta a mis clases, supe que nunca podria conseguir suficientes horas en un trabajo para poder pagar mi matricula. ?Como lo hacian los otros estudiantes? Parecia imposible. Me quede mirando el cuaderno de bocetos en mi regazo. La pagina estaba en blanco, tan solo esperando que mi lapiz dibujara algunas lineas audaces. El resto del cuaderno estaba lleno de bocetos de disenos para la linea que esperaba lanzar. Siempre me habia encantado la moda. Me llevo una eternidad tener confianza en mis disenos, pero finalmente lo habia conseguido. Ahora estaba a punto de comenzar la carrera con la que siempre habia sonado, pero parecia que ese sueno estaba a punto de esfumarse. La neblina gris fuera de mi ventana se sentia tan constrictiva como el resto de mi situacion ahora mismo.

  • La roca de tanios de Amin Maalouf

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    Ambientada en el siglo XIX, en un Libano dividido por el enfrentamiento
    entre Egipto y el Imperio Otomano, LA ROCA DE TANIOS hecho real< gira en torno a la muerte violenta de un patriarca, cuyo
    asesino, refugiado en Chipre, es devuelto con enganos a su tierra para ser
    castigado. La reconstruccion de la historia va dibujando la figura de
    Tanios, convertido por obra del destino en heroe legendario y liberador de
    su pueblo. El amor, la venganza y la muerte sirven a Amin Maalouf para tejer
    la trama de este relato lleno de peripecias que es, a la vez, una deliciosa
    cronica de la vida cotidiana en un pueblo en el cual la tolerancia se ve
    amenazada por unos acontecimientos que presagian un futuro de violento
    antagonismo.

  • Infiltrado en el KKKlan de Ron Stallworth

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    En 1978, cuando Ron Stallworth -el primer detective negro en la historia del Departamento de Policia de Colorado Springs- encontro un anuncio clasificado en el periodico local pidiendo a todos los interesados en unirse al Ku Klux Klan que se pusieran en contacto a traves de un apartado de correos, hizo su trabajo y respondio con interes, usando su nombre real, pero haciendose pasar por un hombre blanco.

  • Hacer el amor contigo de Lena Dalgliesh de

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    Estoy encerrado en el bano con la espalda apoyada en la puerta, completamente desnudo. Tu estas al otro lado, en el dormitorio, sentada en un pequeno taburete con la espalda tambien contra la puerta, vestida unicamente con unas bragas sencillas de algodon blanco, feas e incomodas. Siento el peso de tu cuerpo desnudo apoyado contra la puerta, noto el roce de tu piel cada vez que te mueves. Puedo imaginarte sentada en el pequeno taburete, abierta de piernas, con tu vagina perfectamente marcada en las bragas. Me conoces y sabes cuanto me excita oirte jadear, algo que haces cada pocos segundos acompanando cada exhalacion con un breve movimiento de tus caderas; movimiento que se traslada a la puerta cerrada y de alli a mi espalda. Hace calor aqui dentro y a pesar de estar desnudo comienzo a sudar. Mi polla, enhiesta y dura, palpita entre mis dedos. Te conozco y se cuanto te excita escuchar el ritmo humedo de mi mano cuando me masturbo. Lamo mis dedos lentamente, regandolos con generosidad de saliva. Recubro la cabeza de mi polla con una patina de babas, admirando la forma de seta de mi glande hinchado. Escupo suavemente encima de el, procurando que la saliva impacte justo en el orificio. La saliva resbala por el tronco, siguiendo el recorrido de las venas, hinchadas y muy marcadas, hasta llegar a la base depilada de mi vientre. En seguida la agarro entre mis dedos y empiezo a masturbarme lentamente, procurando que la saliva chapotee lo maximo posible para que puedas escucharlo. Cada vez que mis dedos rozan la corona del glande dejo escapar un breve jadeo. A traves de la madera puedo oir tu respuesta a mi provocacion: unos golpecitos sordos, unas breves palmadas que conozco a la perfeccion: has ahuecado la palma de tu mano y te estas dando palmaditas encima de las bragas, justo sobre el bulto de tu vulva. Me conoces perfectamente y sabes cuanto me excita que hagas eso. Jadeo con mas fuerza y aprieto mi polla, dejando que la sangre se agolpe en la cabeza para que esta se hinche con rabia. Escupo un salivazo contra mis dedos y me masturbo con mas ganas. A veces mi codo golpea en la puerta. Tu respiracion se acelera, jadeas mas fuerte. Oigo el roce de tus pies desnudos contra el suelo al abrirte aun mas de piernas; tu espalda se arquea contra la puerta y oigo el suave rumor de tu cabello rozando la madera. A estas alturas se que ya te has metido una mano bajo las bragas para frotarte la capucha de piel que envuelve tu clitoris. Tambien se que estarias mas comoda sin las bragas, pero las llevas puestas porque yo te lo he pedido expresamente, y eso, cumplir mi deseo, agradarme y satisfacerme en ese pequeno detalle en contra de tus propios deseos, te excita aun mas. Deseas liberarte de la tela, arrancarla y despojarte de las bragas para restregarte la vulva a placer, meterte los dedos bien adentro sin que te estorbe el incomodo elastico que aprieta tus caderas, pero sabes que estoy al otro lado, excitado al maximo, gozando al saber que estas cumpliendo mi pequeno deseo. Conoces la anatomia de mi pene mejor que yo mismo. Lo has succionado, frotado, masturbado y mordisqueado. Has jugado con el de mil formas distintas. Lo has mirado desde todos los angulos posibles y has probado elsabor de sus jugos en incontables ocasiones. Te has acostumbrado a su forma y a sus curvas, has recorrido con tu lengua cada pliegue y cada vena de su tronco y has disfrutado de su grosor dentro de tu cuerpo. Lo deseas. Escuchas como me lo estoy frotando. Oyes perfectamente como la saliva se escurre entre mis dedos mientras me la machaco. Deseas ser tu quien este pajeandome. Quieres que mis dedos sean los tuyos. Quieres volver a sentir el fuego que desprende mi polla en tu mano, en tu boca, en tu cono. Jadeas mas fuerte. Tus labios menores exudan jugos que empapan tus dedos y los recoges bajo tus bragas para embadurnar la piel que rodea el clitoris. Tu cono arde y palpita entre tus piernas mientras intentas acompasar el ritmo de tus dedos al chapoteo que te llega a traves de la puerta. A veces se te escapa un breve grito. Lo escucho y mi corazon se acelera. Te conozco. Te he visto masturbarte muchas veces delante de mi y te he pajeado tantas veces que se en que estado te encuentras. Se que cuando estas tan cachonda que el jugo de tu vulva desprende diminutas pompitas. Que la entrada a tu vagina se dilata, que la vulva se hincha y se enrojece. Deseas que te folle. Quieres sentir mi polla, mis manos, mi cuerpo. Quieres el contacto directo de nuestra piel, humeda y ardiente. Agarro mi pene por la base y me golpeo con fuerza el vientre con ella para que escuches el sonido que hace contra mi cuerpo, palmeandola muy rapido. En seguida siento tu respuesta en forma de breves golpes contra la puerta. Tu espalda se arquea al ritmo de tu mano, tus caderas se agitan y tus muslos se abren y cierran. Quieres mas. No te quitas las bragas, pero tiras de ellas a tope a punto de rasgarlas para dejar al descubierto toda tu hendidura. Te escupes en la mano y mezclas las babas que segrega tu vulva con las de tu boca. Te metes dos dedos en el interior de tu vagina, dejando que la palma de la mano te roce la capucha del clitoris en cada embestida. Lo haces muy fuerte, para que el sonido humedo de la palmada me llegue a traves de la puerta.

  • Malon de amor y muerte de Graciela Ramos

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    Invierno de 1829. El pais estaba despiadado, ignorante y salvaje, asi lo definia don Julio Ramirez con sus amigos. Habia logrado liberarse de los colonizadores espanoles hacia trece anos, pero ahora la guerra civil era duena de las calles y los malones de indios dominaban los campos. La polvareda y la sangre embarraban los dias de los inocentes. Jose Maria Paz tomaba la gobernacion de la provincia. Juan Bautista Bustos pedia ayuda a Facundo Quiroga, pero ambos eran derrotados por Paz en la batalla de La Tablada el 23 de junio de 1829. En Villa de Tulumba, provincia de Cordoba, se establecia la hegemonia de la familia Reinafe, cuyos cuatro hijos eran federalistas. El interior del pais claudicaba ante los ataques de los malones que desgraciaban a las familias, los fusilamientos por diferencias politicas y las batallas que estaban a la orden del descuido… CAPITULO 1 LA APARICION Villa de Tulumba, estancia La Esperanza Rosalia suspiro y mientras miraba a sus hermanas se aletargo aburrida en el sillon. --!Tanta jarana por un vestido nuevo! --decia, harta de ver como perdian sus preciadas horas repitiendo la misma situacion, mirando una tela, luego otra, luego la misma. --!Rosalia!, acercate, manana viene Celia por las medidas y los modelos. Ven, amor, elige telas --decia carinosamente dona Ana Alvarez, madre de tres hermosas hijas y esposa de don Julio Ramirez. Una carismatica mujercita espanola, curvilinea, de gestos claros y mirada honda. --Si, claro, las vamos a usar para conquistar a los indios… --agrego Rosalia desafiante. --Hermanita, con estas telas vamos a ser la envidia de todas las muchachas, si Celia llega a tiempo con los vestidos para la tertulia de dona Mercedes y podemos viajar --decia Juana, la menor de la familia. --Si, y somos las primeras en elegir. Imaginate, las Cabrera se deben estar comiendo las unas --agregaba Teresa, la hermana mayor. La vida en el campo no era facil. Don Julio, viendo crecer a sus hijas, se preguntaba muchas veces si no debian mudarse a la ciudad. Alli tendrian mas posibilidades de ir al convento a estudiar, de viajar y hasta de poder conseguir un marido importante. Tal vez tendrian que pasar mas tiempo en la casa de la ciudad. Tal vez, tal vez… Las dudas mandaban en la mente de don Julio que veia como sus pequenas mujercitas se convertian en bellas e interesantes mujeres. Cada una de ellas se definia en su caracter, sus gustos. Eran totalmente diferentes entre si. Las hermanas Ramirez seguian eligiendo telas bajo la mirada de dona Ana, quien se detuvo en Rosalia. Tenia que hablar con su esposo sobre su segunda hija, ya deberia tener un pretendiente, sus inclinaciones por estudiar la habian alejado de la vida social que llevaban sus hermanas. Siempre estaba con un libro en la mano, o ensenando a leer a los criados. Rosalia, mas que un marido, pretendia un viaje a Francia o a Espana. Conocer el viejo mundo era una de sus ambiciones. Odiaba ese tipo de tertulias, un vestido y listo… para ella estaba bien. Teresa, la mayor, miraba minuciosamente las telas, se detenia en las puntillas… seguro estaba pensando en Francisco. El Reinafe la volvia loca, ?tendria un amorio a escondidas? La habia visto varias veces conversando con el; si don Julio se enteraba, la enclaustraba en las Carmelitas, no estaba en sus planes entregar a su hija a un coronel involucrado en la guerra civil que afectaba al pais en ese momento. Don Julio era un hombre de negocios muy respetado en la zona, recto y de pocas palabras, no compartia credo con los Reinafe, "esos caudillos criados por la hermana". Pensaba que no estaban bien asesorados, que eran buena gente con malas companias. No confraternizaba con las ideas del federalismo. Era mas amigo de algunos proyectos del unitario Paz, aunque sostenia que habia que sacar lo mejor de ambos partidos. Don Julio, al igual que habia hecho su padre, comerciaba sus productos sin considerar colores ni partidos. Esa conducta le habia infundido respeto a su imagen. Las horas pasaban y Rosalia se sentia empalagada por la situacion. Las telas empezaban a lucir todas iguales, el te posaba frio junto a la tortilla. Observaba a sus hermanas que simulaban diferentes modelos sobre sus cuerpos con los delicados generos. Las risas mostraban alegria y diversion. Agobiada, se levanto, busco su abrigo y salio a caminar un poco para despejarse. Esquivo la guardia que custodiaba la estancia ante los posibles ataques de indios, y anduvo sin rumbo durante un rato hasta que termino sentada sobre una piedra al costado del arroyo que se habia tragado su propia agua. Habia hecho caso omiso a sus pensamientos de prevencion; hacia apenas unos dias los indios habian atacado una estancia vecina dejando solo penuria y dolor. Don Julio habia prohibido la salida a sus hijas sin previa autorizacion. Rosalia decia que su padre era exagerado, pero el sabia muy bien de lo que hablaba. El frio gelido y seco enrojecia las mejillas de la muchacha. Le gustaba llenar sus pulmones de aire fresco, tomando revancha de los extremos calores del verano. Abrazo su chal de lana y cruzo el arroyo seco y hambriento de lluvias. Se lanzo al camino, las huellas le facilitaban el paseo. Sabia que no debia pasear sola por alli, nunca. Pero una de las caracteristicas de Rosalia era justamente su rebeldia. Caminaba inmersa en sus pensamientos y ese fue el motivo por el cual no sintio el taconeo del caballo que venia soplado por el viento. Cuando lo vio, ya estaba alli. Parecia que iba a atropellarla, sintio que su corazon se detenia. ?En que momento aparecio ese hombre? Se paro, tomo su faldon con ambas manos para salir corriendo, pero no pudo dar un solo paso. Habia quedado paralizada por el gran susto. --!Cuidado! --alcanzo a gritar al ver al caballo casi sobre su cuerpo y temiendo que el extrano quisiera cargarla en ancas y llevarsela. El corcel cayo de rodillas confundido ante las ordenes y tirones de las riendas del jinete asustado. --!?Pero que hace en el medio del camino, mujer?! Casi la aplasto con mi caballo --dijo el joven muy enojado, pero aliviado de no haber lastimado a esa muchacha que habia quedado impavida mirandolo. Salto del potro quedando al lado de Rosalia. En cuanto la vio se sintio conmovido y cambio enseguida su actitud: --Perdon, senorita, si la asuste, en realidad no la habia visto --dijo el muchacho. Rosalia habia perdido la voz, por mas esfuerzo que hacia, las palabras encallaban en su boca; de imaginarse sobre el caballo, tomada por un indio, ahora estaba frente a este caballero desconocido. Su voz salia acompanada de un dejo espanol, le recordaba a su madre. --?Esta usted bien? --insistio. --Si, si, claro, y usted casi me atropella --le contesto levantando su menton y estirando las cejas hacia arriba. --Tiene razon, lo que pasa es que no imagine que una hermosa mujercita sola estuviera en esta espesura. El joven estaba maravillado ante la aparicion en el medio del camino. No tenia ganas de seguir, pero… --Me dirijo a la estancia Santa Clara, ?sabe usted si estoy bien encaminado? --Caballero, no tengo idea, pero le sugiero que siga hacia el camino principal, seguro que alli sabran indicarle --dijo algo aturdida. Ese mocito habia logrado cortarle la respiracion, pero ella jamas perderia la compostura. --Mucho gusto. Me llamo Alfonso Cornejo. Y usted, ?cual es su gracia? --?Que? !Ah! Rosalia… --contesto ruborizada. --?Rosalia…? --Si, Rosalia Ramirez --dijo sin saber como continuar. Habia quedado cautivada por el atractivo del muchacho. Era alto y fortachon. Su cabello suave y rubio brillaba resaltado por su rostro bronceado. Sus rasgos duros contrastaban con su mirada suave; la boca grande y sus labios intensos. Queria irse de alli, pero no podia moverse. --Sigo mi trayecto, seguro nos volveremos a ver --dijo Alfonso mientras comenzaba a caminar al costado de su caballo. Luego de varios pasos regreso la mirada sobre su hombro y la vio, atontada, observandolo. Le guino un ojo y siguio. Con una sonrisa victoriosa, ahora si, salto sobre su potro y se perdio entre los espinillos. Le gustaba esa sensacion, siempre ganaba con las mujeres. Rosalia habia quedado embelesada con ese hombre. ?De donde habia salido? No era de por alli, conocia bien a todos los vecinos. Bueno, tal vez estaba de paso; por ese lugar transitaba mucha gente que venia de lejos. Pero estaba solo y nadie viajaba sin compania en esas epocas tan turbulentas. Automaticamente sus pensamientos cambiaron por el recuerdo del encantador rostro del mocito desconocido. Luego del altercado, y mirando hacia todos lados, regreso a la estancia con paso rapido y una sonrisa sonadora. ?Pero que habia pasado? La dura Rosalia, la intelectual… ?habia quedado prendada de la estampa de un desconocido? En la casa la reunion ya estaba llegando a su fin, se embrollo con disimulo entre sus hermanas, pero a dona Ana no se le escapaba nada y la miraba por el rabillo del ojo. Siempre excluida de todas las reuniones, solo lograba que asistiera bajo presion, y al menor descuido, desaparecia. ?De donde habia salido esta nina?, pensaba, ella era tan sociable, siempre pendiente de todos los detalles, los vestidos, las reuniones, los viajes… igual que sus otras dos hijas que siempre reclamaban vestidos nuevos y querian permanecer mas tiempo en la casa de Cordoba. A Rosalia solo le interesaba contradecir todas las opiniones y reclamar espacios libres para su lectura.

  • Espana de mierda de Albert Pla

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    Una novela on the road hilarante, bella, onirica y canalla por las tierras de Espana.
    Raul Gadea, un joven cantante uruguayo, y Tito, su representante y maximo exponente del Madrid de Lavapies, se embarcan en una gira de conciertos por varias ciudades espanolas.
    En su periplo quijotesco, un viaje iniciatico y rocanrolero no exento de critica salvaje, viviran episodios tan surrealistas como epifanicos, dotados de lirica y realismo cruel. Las aventuras y desventuras de Raul y Tito reflejan el espiritu de nuestro tiempo, el desconcierto del individuo ante un paisaje cambiante sin rumbo fijo, y dan fe del sabio, fresco y original estilo narrativo del autor: directo, lucido, comico-visceral, sensible, preciosista, tierno, cabron.
    Albert Pla irrumpe con fuerza en el panorama literario con este impresionante debut, lanzandose a los caminos de la ficcion con una voz tan personal como unica.

  • El ultimo dia de mi vida de David Orange S

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    ?QUE HARIAS SI SOLO TE QUEDASE UN DIA DE VIDA?

  • Aprende Aleman en 7 Dias de Ramon Campayo Martinez

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    Ramon Campayo, poseedor de numerosos records mundiales de memorizacion y autor de los bestsellers Desarrolla una mente prodigiosa y Aprende ingles en 7 dias, nos acerca su revolucionario metodo, en el que demuestra que una persona es capaz de defenderse en aleman en 7 dias. En sus paginas el lector encontrara tablas de vocabulario, recursos para poder formar frases en aleman de forma rapida y sencilla, pronunciacion figurada, asociaciones inverosimiles, !y mucho mas! Los 7 dias de trabajo y estudio estan adaptados de tal modo que no precisara ningun diccionario o curso adicional y, ademas, incluye toda la gramatica necesaria.

  • Despertar a tu lado, Camilla Mora de Camilla Mora

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    Libro 3o de la serie Corazones en Manhattan
    Nicholas Bale es el tipico hombre carismatico, tierno, amigo y del que cualquier mujer podria enamorarse. Sin embargo, d

  • Lady Morgan de Emma G. Fraser

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    Lady Morgan es una joven inglesa rebelde que, tras presenciar el asesinato de su madre, jura encontrar al responsable y hacerle pagar por sus actos. Despues de dos anos de intensa busqueda por toda Escocia, Morgan se cruza con Ray Logan, un atractivo escoces a quien acusa de ser el asesino.
    Tras esto, Ray huye y secuestra a Morgan hasta aclarar el malentendido que los llevara por una intensa busqueda en la que no solo encontraran al verdadero asesino, sino tambien el amor.

  • Rindete mi amor (Amor en cadena 2) de Lorraine Coco

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    ?Srta. Brooks? --!Mm...! --Srta. Brooks, disculpe. Estamos entrando en una zona de turbulencias. Tiene que abrocharse el cinturon-- le dijo la voz cada vez mas cercana de la azafata. --Gracias Anne--consiguio decir ella despertando abruptamente de su profundo sueno. Andy se abrocho el cinturon y giro en el asiento para mirar por la ventanilla. No habia mucho que ver. De noche, apenas algunas lucecitas de color anaranjado se divisaban bajo el avion. Observo su reloj. Hacia tres horas que habia salido de Tejas con destino Nueva York. Estaba agotada y deseando llegar a casa, recoger a Brook y darse un largo bano. Resoplo y volvio a mirar por la ventanilla, aun le quedaban unos cuarenta minutos para llegar. Decidida a hacer algo productivo con su tiempo, se agacho bajo su asiento y saco su maletin con el ordenador. No le gustaba la sensacion de sentirse desocupada, asi que decidio repasar el informe que habia estado realizando los ultimos quince dias. Pero cuando llevaba un rato con el, los numeros comenzaron a bailarle frente a los ojos obligandola a sujetarse el puente de la nariz con dos dedos, para intentar mitigar esa desagradable sensacion. --?Se encuentra bien?-- pregunto la azafata. --Si, gracias. Solo un poco cansada-- contesto con una sonrisa. Debido a su trabajo como directiva ejecutiva, para la Cadena Hotelera y de Turismo Cox, Andy tenia que viajar muy a menudo. Su empresa tenia un contrato con aquella compania aerea para realizar todos los vuelos de sus empleados, y aquella circunstancia, le habia permitido conocer durante los ultimos dos anos, a un gran numero de auxiliares de vuelo con las que solia coincidir. --?Desea tomar algo? --No se, ?cuanto queda para aterrizar? --Unos veinte minutos. --Perfecto, tomare un zumo de pina, por favor-- le pidio Andy. Habia pasado casi todo el vuelo dormida, no habia tomado nada y estaba sedienta. Bebio su zumo intentando relajarse, recordando los acontecimientos de los ultimos dias. Su viaje a Tejas, el reencuentro con Natalie, su mejor amiga, y haberla acompanado al altar el dia mas importante de su vida. Aquellos dulces recuerdos hicieron que el ultimo tramo de aquel viaje pasase volando, y unos minutos despues, estaban avisando el aterrizaje. Al salir del aeropuerto de La Guardia, el aire calido y humedo la impregno haciendola sentir incomoda y sucia. Impaciente por llegar a casa, tomo el primer taxi que encontro frente a la puerta de salida. Estaba en Queens y tenia casi media hora de trayecto hasta llegar a Manhattan, y otros quince mas, concretamente a la zona del Village, donde se habia mudado hacia casi seis anos, durante la universidad. !Le encantaba vivir alli! Era Nueva York, pero sin el ajetreo frenetico del centro de Manhattan. "Refugio de bohemios y escritores", recordo que habia leido en un papel del tablon de anuncios de la Universidad, y estaba en lo cierto. Se trataba de un barrio hermoso y pintoresco, de edificios bajos, zonas ajardinadas, galerias de arte, y cafes de musica alternativa y en directo. Cuando se mudo, lo hizo con otras dos companeras, una de ellas, fue Natalie. Habian compartido piso mientras fueron estudiantes. Una vez terminada la carrera, cada una tomo su camino, pero ella no habia querido marcharse. Se quedo en el piso, lo repinto y remodelo para quitarle aquel aspecto alocado de piso estudiantil, y desde entonces, se habia convertido en su hogar. Hacia un ano que Julia, su hermana pequena, se habia mudado con ella, pero como sus horarios eran muy distintos, y Julia compaginaba sus estudios con su trabajo como canguro, coincidian muy poco en la casa. Por lo que ambas disponian de toda la intimidad que precisaban. --?La dejo aqui? -- le pregunto el taxista cuando hubieron llegado. --Si, gracias. Pago, y mientras el taxista sacaba su equipaje del maletero, se dio cuenta de que Pierce habia puesto flores nuevas en los maceteros de su ventana. Estas, de un precioso blanco nacarado, contrastaban con la fachada de ladrillo rojo y rejas color chocolate del edificio. Daban un aspecto mucho mas alegre y hogareno. Apunto mentalmente que no debia olvidar alabarle el gusto a su casero. Cogio las maletas y subio la pequena escalinata que llevaba a la puerta. Estaba buscando las llaves en el interior de su bolso, cuando la ventana que habia junto a la puerta se abrio. --!Andy querida! Espera un segundo que voy a ayudarte con el equipaje -- le dijo Pierce. Pierce, ademas de ser uno de sus mejores amigos, era su casero. Andy lo adoraba, era entranable y protector como una madre. --Trae, dame la maleta grande -- le dijo este abriendo la puerta y agarrando el bulto que senalaba --. No me cansare de decirtelo querida, vas demasiado cargada; la ropa, la bolsa de aseo, la bolsa de mano y para colmo el ordenador y el maletin de trabajo-- le recrimino mientras dejaban todo en el recibidor de Andy --. Al menos viajas con un juego de maletas divino. !Tienes un gusto exquisito! --Continuo acompanando aquel ultimo comentario con grandes aspavientos de sus manos y un picaro guino de ojos. El juego de maletas, habia sido un regalo de Pierce y Paul, su pareja, para su ultimo cumpleanos, y si algo le gustaba a su casero-madre-amigo era recrearse en el enorme gusto que tenia para la moda. --Lo se, lo se. Me gusta viajar con clase, ya sabes -- le dijo devolviendole el guino-- . He tenido que utilizar todas mis maletas para poder dar envidia al resto del pasaje del avion. Parecia una autentica diva. Ademas, esta vez eran muchos dias de viaje, necesitaba todas estas cosas. Asi que deja de renirme por ir tan cargada y dame un abrazo. --Sabes de sobra que lo digo por tu bien. Para ir de vacaciones no hace falta llevarse las cosas del trabajo-- la rodeo con su brazo --. Vamos a dejar todo esto aqui, ven a tomarte un te y cuentame esa boda tejana tan maravillosa. --?Estas solo? --Si, Paul toca esta noche en el club. Paul, pareja de Pierce, era uno de los mejores musicos que habia escuchado jamas. Un virtuoso del saxo con una intuicion y sensibilidad increibles, se ganaba la vida tocando en clubs nocturnos, y a menudo Pierce, Julia y ella iban a verlo tocar mientras tomaban algun coctel sin alcohol. --Me quedo, pero solo un rato. Estoy agotada y manana tengo un dia movidito. --?Tenemos nuevo jefe en la oficina? -- Le pregunto Pierce entrando en su casa. --Si, finalmente el nieto del senor Cox tomara posesion manana de la empresa. --Bueno, en las revistas lo ponen como el soltero de oro de la ciudad, y no puedes negar que es !verdaderamente atractivo! -- Comento su amigo con picardia. --Pierce, tambien dicen que es un mujeriego empedernido y de sobra sabes que esa no es precisamente la caracteristica que mas valoro en un hombre. De cualquier manera, eso en nada tiene que importarme a mi, a fin de cuentas, aunque es mi jefe, nuestro trato va a ser minimo. --?Por que lo dices? --Hasta ahora siempre ha sido asi, el senor Cox y yo, me refiero al abuelo-- Aclaro Andy quitandose los tacones, y sentandose en el sofa--, solo nos veiamos a la hora de encargarme un proyecto y poco mas, y nuestra relacion era estupenda, no tiene porque ser diferente con su nieto... Y cambiando de tema, que ya se por donde van tus tiros... ?Donde esta Brook? --!Nina, eres una aburrida, no me dejas divertirme! Llevo todo el dia solo en casa, contandole mis delirios al pobre de Brook, y cuando tengo la oportunidad de hablar con alguien que puede contestarme, me aguas la fiesta-- contesto Pierce con una mueca burlona--. Ven, esta en el jardin trasero comiendose mis rosales. Pierce abrio la puerta trasera y un precioso lasha de pelo corto entro corriendo hacia Andy. --!Hola Brook! ?Me has echado de menos precioso? ?Te ha torturado mucho el malo de Pierce con sus historias?-- Pregunto al perro cogiendolo en brazos y abrazandolo. De reojo vio como su amigo miraba hacia otro lado haciendose el ofendido. Mientras, Brook le lamia la cara agradecido por la atencion--. !Vaya! Parece que si me has anorado, yo a ti tambien bonito -- le dijo ella en respuesta. --?Que tal la boda de Nati?-- le pregunto Pierce interrumpiendo sus juegos con Brook. Andy dio un gran suspiro. --!Estaba maravillosa, y tan feliz! --Radiante, ?como una novia debe estar el dia de su boda? --Si, la verdad es que si. Intuyo que van a ser muy felices. --Contesto ella distraida. Recordo a su Natalie en el altar junto a Tucker, mirandose enamorados. Tenia que reconocer que en algun momento habia tenido envidia de su amiga, feliz, casada y futura madre. Ella sin embargo, a sus veintiocho anos, habia renunciado a los hombres. Siempre la habian buscado para una cosa, y era algo que ella no estaba dispuesta a dar si no era unida al verdadero amor. ?Y quien podia estar segura en estos tiempos, de que los halagos y atenciones de un hombre no fuesen encaminados mas alla que a conseguir meterla en su cama? --?Te ocurre algo, carino? -- pregunto Pierce preocupado. --No, que va. Solo estoy un poco cansada, sera mejor que nos vayamos a casa. Quiero darme un bano antes de acostarme-- dijo levantandose con Brook en brazos --. ?Te parece bien que comamos manana juntos y te lo cuento todo? --Me parece perfecto. Espero que hayas sacado muchisimas fotos, sino no tendre nada que criticar-- dijo entre risas. --!Eres incorregible! Pero te quiero. Por cierto, las flores de la ventana son maravillosas. Muchas gracias-- le dijo dandole un beso. --No lo son ni la mitad que tu. Descansa, hasta manana carino. Andy entro en casa y fue directa a prepararse el bano. Abrio el grifo de agua caliente y luego un poco el del agua fria. El verano era realmente caluroso en Nueva York y no le apetecia escaldarse. Dejo el agua corriendo mientras deshacia las maletas y ponia de comer a Brook. Notaba el cuerpo dolorido por las horas de viaje y anadio al agua una bola de sales y aceite esencial de coco. El bano caliente seria la mejor ayuda para tener un sueno reparador. Comprobo que aun no se habia llenado del todo la banera y fue a su dormitorio a por ropa limpia. Momentos despues, estaba en el agua y a su lado en la alfombrilla, Brook, mirandola atento. Quiza se preguntase que encontraria ella de divertido en aquel ritual. --!Hola pequeno! ?Quieres jugar?-- le pregunto ensenandole un pequeno pato de goma. Al instante su amigo se levanto y empezo a mover la cola contento. Andy le tiro el juguete y el salio disparado al pasillo para cogerlo. Le encantaban los perros. En casa siempre habian tenido, asi que cuando termino la universidad y se quedo en el apartamento ella sola, decidio comprarse uno. En realidad ella preferia las razas grandes, los pequenos siempre le habian parecido muy histericos, pero los lasha, eran una raza especialmente tranquila y apropiada para un pequeno apartamento. El dueno de la tienda le conto que era un perro tibetano. Los monjes budistas los tenian en los conventos y segun se decia proporcionan tranquilidad. Cuando escucho aquello penso que era justo lo que ella necesitaba y despues de verlo, se enamoro de el. Tenia un pelo precioso, que ella le cortaba una vez al ano. Ahora lo llevaba un poco mas largo, por lo que parecia el pompon de una animadora, que se arrastraba por el suelo de madera de su apartamento. En ese momento regreso Brook con el pato. Estuvieron jugando un poco mas y luego termino su bano tranquilamente. Al rato se sentia mucho mejor. Se puso unas braguitas culotte blancas con una camiseta de tirantes. Se recogio la larga y rizada melena en una coleta y se fue a comprobar los mensajes del contestador. Solo tenia dos mensajes; el primero de su hermano cuatro anos mayor, Robert, para ver como estaba. Y el segundo de su madre, diciendole que la esperaba el domingo para comer, y recordandole que llamara a su hermana. Julia tenia veintitres anos y hacia uno que se habia mudado desde New Jersey, donde vivia su madre, hasta su apartamento en el village, junto a la universidad. Pero hacia tres semanas que se habia ido a hacer un curso becado de verano a Paris para perfeccionar su frances. Julia, Robert, y ella, eran muy parecidos. Fuertes e independientes, pero a las vez con un gran sentido de la familia. Suponia que debido a que solo se habian tenido los unos a los otros, desde hacia dieciocho anos, cuando su padre los abandono, dejando a su madre con la responsabilidad y carga de criar a sus tres hijos.

  • Driven. Cegados por la pasion de K. Bromberg

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    Que ocurre cuando la persona menos esperada se convierte en tu razon de ser?

  • La sombra de una venganza de Delfina Farias

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    Atras quedaron los enganos, amarguras y tristezas del pasado. Manuel, Davy y Sofi viven felices junto a su numerosa familia. Cuando sus negocios se lo permiten, viajan por el mundo perdiendose en paises increibles y disfrutan su gran amor. Una duda atormenta al gallego Manuel Ocampo Falcao todos los dias de su vida, sera aun mas fuerte con la llegada de Lucio el ingeniero, porque sacara a la luz una gran mentira que hara temblar hasta su cordura. Un enemigo se agazapa en las sombras tratando de destruir su felicidad y quebrar la paz familiar. !Los Falcao estan mas vivos que nunca y juntos enfrentaran a un nuevo enemigo! ?Lograran a pesar de todos los problemas encontrar la paz y tranquilidad que consiguieron a traves de los anos? ?Sera el mas temible o el mas siniestro? Mil preguntas y solo una respuesta… Descubre que se oculta en La sombra de una venganza

  • Perros que duermen de Juan Madrid

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    Madrid, 2011. Juan Delforo, periodista y escritor, hijo de padres republicanos y con un pasado de militancia en la lucha antifascista, acude a un chalet de El Viso para recoger el legado de un hombre que no conoce y que acaba de morir. Se trata de Dimas Prado, un comisario, viejo falangista, que se relaciono en el pasado con los padres de Delforo y ha ejercido de protector en la sombra del joven disidente.
    Burgos, 1938. Dimas Prado es encargado de la investigacion del espeluznante asesinato de una jovencisima prostituta a manos de un jerarca del bando nacional. La investigacion, que tendra por objeto borrar cualquier rastro del crimen, permitira relanzar la carrera policial de Dimas Prado, que cuenta con la ayuda del siempre fiel Guillermo Borsa.
    Malaga, 1945. El padre del protagonista, Juan Delforo, militar republicano que lucho en la Defensa de Madrid, es detenido y condenado a muerte. Dimas Prado intercede por el a cambio de una informacion fundamental para su futura carrera politica y le permite un encuentro con su mujer, Carmen Munoz, a la que le unian lazos nunca revelados.
    ?Por que el viejo comisario quiso como ultima voluntad que Juan Delforo heredara su historia?
    ?Puede un novelista contarlo todo?
    ?Que verdades se esconden tras las lealtades ocultas de estos personajes?
    Juan Madrid, en la que es su novela mas ambiciosa hasta el momento, nos lleva a traves de las paginas de “Perros que duermen” a aquella epoca sombria de la guerra y la posguerra civil, y a sus ecos en la construccion de nuestro presente. Una novela de intriga, inquietante y estremecedora, con personajes complejos, contradictorios y ricos en matices, que nos hara reflexionar sobre el genero humano y sobre la necesidad de contar historias.

  • Al rescate del amor de Isabella Abad

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    Es el ano 1843. Las oscuras y traicioneras aguas del Rio de la Plata, en el cono sur americano, se han cobrado otro navio: Nuestra Senora de la Caridad. Con el se hunde tambien una hermosa y enigmatica escocesa y su historia de amor, amen de un pequeno tesoro.
    Ciento setenta anos despues, una expedicion de rescate se organiza para encontrar los restos del naufragio. El buzo y capitan argentino Sebastian Cortes ignora que, al poner a rodar sus suenos de exploracion subacuatica, tambien activa una trama antigua de ambiciones y venganza.
    A bordo de su buque, el Incitatus, y custodiado por la bella Elvira Gamboa, de la familia noble de los Bedford, la busqueda se tenira de pasion y romance. Pronto todo se desvirtua y prima la lucha entre los deseos de poder del Conde de Bedford y los de revancha de los O’Connell, clan que clama justicia por su antecesora abandonada y enganada para morir lejos de su tierra natal.
    Un pequeno cofre en el lecho marino, un clan de airados escoceses, una rancia familia noble inglesa, un amor del pasado y otro del presente.
    Una historia en dos tiempos que te asegura romance, pasiones y suspenso.

  • El mundo en 2050 de Lauren C. Smith

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  • Coffee, Sex and Law. Enemigos o amantes de Avril Rose

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    ?Enemigos o amantes?

  • Amor intempestivo de Rafael Reig

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    Con mas de cincuenta anos, seguia echandome de menos a mi mismo, y empece a escribir en un cuaderno de doscientas cuarenta paginas tamano cuartilla, de pie, en un barril del bar de Lucia, con un whisky y frente a la piedra de La Maliciosa coronada de nieve. Tarde meses en llenarlo y cuatro anos en llegar hasta el final, desde el que ahora escribo. Las novelas --como la vida-- se leen desde el primer capitulo hasta al ultimo, pero se escriben siempre desde el final --tambien como la vida, que solo adquiere sentido una vez vivida--. Intente apartarlo de mi, escribi otras cosas (las novelas Senales de humo y Para morir iguales), pero el cuaderno de tapas negras seguia esperandome sobre la mesa con sus ciento veinte paginas escritas a lapiz por una sola cara; y otras tantas en blanco, al dorso. Quedaba una cara de mi que no me atrevia a descubrir. Como si hubiera hecho la cama al contrario, con la almohada a los pies, oia el ruido amenazador de mis pasos acercandose. Por eso decidi terminar la otra cara de las paginas: para salir a mi encuentro. Todo empezo con una reunion de viejos amigos, fantasmas del pasado. El Festival Ene se celebra en el Circulo de Bellas Artes de Madrid y cada ano lo organiza una persona distinta, a la que llaman comisario. En 2016 la comisaria fue Marta Sanz y --como es costumbre-- lo lleno todo de amigos de su edad, escritores nacidos en los anos sesenta. Marta me invito a lo que la prensa llama <> --como llama a las elecciones <>-- para que participara en una mesa redonda. Acepte por ver a los amigos y porque no puedo resistirme a nada que me proponga Marta, menos aun con su placa de sheriff. Tambien necesitaba que me diera el aire. Llevaba mas de un ano sin escribir, porque me habia convencido de que mis novelas eran como los inventos del profesor Bacterio: o no funcionaban o, si lo hacian, era siempre en contra del lector. La mesa redonda, que tuvo lugar el viernes 4 de noviembre a las 21:30, se titulaba <>, y el programa (que conservo) la presentaba asi: Hace veinte o treinta anos coincidieron en las aulas y en el bar de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Autonoma de Madrid cuatro muchachos que se han convertido en figuras centrales de las letras espanolas por su labor docente y literaria. Javier Azpeitia, Eduardo Becerra, Antonio Orejudo y Rafael Reig reviviran viejas conversaciones y sus temas de interes de ayer y de hoy. Me recordo a los dibujos de mi infancia, las Merrie Melodies, que se anunciaban como <>. Quiza fuera intencionado y Marta Sanz queria insinuar que nuestros <> son propios de los dibujos animados. Baje temprano a Madrid en el autobus de linea, el 684 de Larrea, decidido a administrarme en el oportuno bar la anestesia necesaria para afrontar la intervencion. Contra todo pronostico, la charla sobre el exito y el fracaso, sobre la lealtad y la traicion, no solo me parecio entretenida, sino que me devolvio las ganas de escribir. Esa noche dormi en Madrid y volvi a casa a mediodia, y al dia siguiente me levante, como siempre, a las cinco de la manana. Desayune y me di una ducha que termine con agua fria, hasta que empezo a salir el agua de <>, como se dice en el pueblo con tono solemne e intimidatorio. Aqui el agua siempre sale del grifo muy fria, te deja los dedos morados, pero llega un momento en el que aparece de pronto un agua heladora que viene de la remota tuberia profunda, soterrada bajo el nevero perpetuo de la montana, y que puede hacer que se te pare el corazon de golpe. Eso dicen en Cercedilla. Llevaba tanto tiempo resistiendome a escribir, que el ordenador se nego a arrancar. Por eso me fui a escribir a mano en el barril. David, el amigo informatico que todos tenemos, probo el <>, que no funciono, y me dijo que iba a buscar un <>. Segun me explico, el ordenador almacenaba el estado del sistema en varias fechas a las que podia retroceder para ponerse en marcha tal y como se encontraba entonces. Lo que hubiera sucedido a partir de ese momento, desapareceria --programas, archivos, documentos-- y volveriamos atras (sin memoria ni deseo) para empezar de nuevo. La idea me parecio sugerente. Igual que los ordenadores, quiza nosotros tambien establezcamos hitos en el tiempo, a los que volver cuando ya no seamos capaces de seguir adelante: antes de la primera novia, de la primera claudicacion, del nacimiento de un hijo, de la muerte de un ser querido. Como era previsible, la mesa redonda me transporto a uno de esos instantes: antes de terminar la carrera, cuando todos eramos genios y todavia inmortales. En mi caso, ese estado se prolongo un ano mas, porque obtuve una beca como lector en la Tufts University, en Boston, donde pude seguir siendo inmortal y un genio, mientras mis companeros preparaban la oposicion a secundaria y daban clases particulares o repartian pizzas en motocicleta para poder hacer el doctorado. Treinta anos despues, ya calvos, mediocres y mortales, con barrigas, canas y ojeras, arrastrando los pies y llevando a cuestas divorcios, hipotecas, deudas y sinsabores, nos fuimos encontrando en la famosa Pecera del Circulo, junto a la mujer desnuda esculpida por Moises Huerta y bajo los lienzos del techo pintados por Jose Ramon Zaragoza. Era dificil no mirar aquel cuerpo de marmol, tendido a nuestros pies en una postura muy poco natural, y con los ojos cerrados. No esta dormida, nos dijo Chavi Azpeitia: esta muerta. En mi familia todos tenemos dibujos de Zaragoza, que era de Cangas de Onis y debio de ser buen amigo de mi abuelo Benito. Sus pinturas, demasiado clasicas, sin duda se parecen al modelo y son --como tantos matrimonios-- fieles pero aburridas. De los dibujos lo que llama la atencion es que todos los que tenemos son de hombres desnudos. Alli, mirando con timidez el hermoso cadaver y las acartonadas pinturas, estabamos la presunta generacion de los sesenta, que casi nunca ibamos al Circulo de jovenes. En los ochenta aquello era poco mas que un casino de provincias, cuando decidieron resucitarlo con una primera medida decisiva: cobrar la entrada. A veinte duros. Y por supuesto funciono, aunque nosotros siguieramos yendo al Deportes (que estaba al lado de la editorial Cambalache), al Casa Riera, al Galdos o a tabernas como La Dolores. Si existiera una <> (pero no es mas que una conjetura), su caracteristica mas sobresaliente tendria que ser nuestra inoportunidad. ?Que clase de jovenes sonarian con ser novelistas cuando la literatura ya habia perdido toda relevancia social? Los ultimos que llegaron a tiempo fueron los que tenian diez o quince anos mas que nosotros: Javier Marias, Munoz Molina, Millas, Mendoza, Llamazares... Con veinte anos, en los ochenta, les vimos triunfar, pero no nos dimos cuenta de que eso nunca iba a volver a suceder. Debiamos de ser los tontos de la clase, el peloton de los torpes, porque el resto de los jovenes de nuestra edad no querian ser escritores, sino cantantes, directores de cine, arquitectos o simplemente ricos. Si existiera esa generacion (pero insisto, se trata de una idea de bombero), habria que llamarla <>, siempre estuvimos, como dice el diccionario, <>. Asi nos va. Nuestros predecesores aguantan el tipo como pueden, a sabiendas de que son un anacronismo. Miralos: uno escribe a maquina y se comunica por fax, otro se hace pasar por neoyorquino de Brooklyn con acento andaluz, otro se mete en armarios empotrados que dan a su otro yo... En fin, se comportan como cunados con una copa de mas en la boda de su hermana, o como filatelicos obsesos y empecinados. ?Y nosotros? No somos mas que un hatajo de acreedores, se nos debe la gloria y vamos reclamandola por los rincones. Nuestras novelas pertenecen todas al mismo genero literario que los cartones que ponen los mendigos al lado de su manta: pedimos una limosna de gloria contando nuestra triste vida, y lo llamamos autoficcion. Eso somos las <> que escupiamos en corro <>. Salvo por la ausencia de torres de vigilancia, aquella Universidad Autonoma de Madrid era identica a una prision provincial de grises muros de hormigon, aislada y laberintica, con patios interiores y escaleras supernumerarias que dificultaban la huida. La blanda hierba que decoraba el campus tambien le daba --combinada con la arquitectura penitenciaria-- ese aspecto de inocencia simulada que caracteriza a los laboratorios farmaceuticos y a los emplazamientos militares secretos. Lo mas acogedor era el bar de la Facultad. !El inolvidable bar de Juanjo! Con la no menos inolvidable tortilla de patatas en olla que hacia Mercedes, la mujer de Juanjo. Aquellos eran los tiempos, primera mitad de los ochenta, y en el bar de Juanjo habia parejas de literatos discutidores: Gerena y Echevarria, al que llamabamos Echabarriga, Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra, Pepe Ridao y Juan Blazquez, y Orejudo y yo. Ninguno esperabamos cumplir los treinta: moririamos jovenes, como los heroes, fulminados por nuestro propio talento, igual que el olmo viejo hendido por el rayo (y en su mitad podrido). Juan era el mas ambicioso de todos: bebia ginebra por las mananas y ni siquiera confiaba en cumplir los veinticinco. El bar tenia una barra en forma de ele; el lado corto acababa junto a una ventana que daba a la entrada principal; el largo recorria la sala hasta una pared, tras la que estaba la estacion de tren. En las otras dos paredes habia repisas para dejar las copas, los cafes o los botellines, y para apoyar el codo con displicencia y la cadera dibujando esa curva caracteristica de Praxiteles. El pequeno espacio de barra junto a la ventana era el lugar privilegiado, que ocupaban siempre los modernos, palidos, ojerosos, recien exhumados de sus tenebrosas sepulturas en el Penta, la Morasol, el Morgenstern o el Rock-Ola. Los plumiferos nos repartiamos el resto: Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra en el otro extremo de la barra, Echabarriga y Gerena en la repisa mas cercana a la puerta; Orejudo y yo en el angulo de la ele; Blazquez y Ridao, al lado de la entrada: todos incansables en nuestra liturgia de bendiciones y maldiciones. !Tolstoi es Dios! Mejor Dostoievski: !es el Demonio! !Clarin es un estrenido! !Las novelas de Galdos huelen a repollo, como un descansillo de escalera! !Neruda es mas plomo que el catastro! !Pues anda que Vallejo: un indio deslumbrado por las baratijas del simbolismo frances! Y asi cada manana. ?De que hablabamos? De nosotros mismos, todo el tiempo, de la identidad que intentabamos construirnos. Por eso eramos tan categoricos --estabamos dando palos de ciego-- y por eso estabamos tan impacientes: !teniamos los dias contados! Y sin embargo Azpeitia y Becerra siguen vivos (uno es un escritor bastante reconocido y el otro es catedratico), y viven tambien Echabarriga (alto cargo en una multinacional de fabricacion y distribucion textil) y Gerena (que fue actor y periodista, y ahora arregla el pais en las tertulias de la tele); y vive y publica libros Pepe Ridao (aunque ahora se llame Jose Maria y sea embajador, ademas de un ensayista importante), por no hablar de Orejudo y de mi, que insistimos en publicar novelas, pero cada vez mas cansados, porque ya solo hablamos de nosotros mismos, incapaces de encontrar nada de mayor interes. El unico que murio --pero no antes de los veinticinco-- fue Juan Blazquez, que tantas ambiciones tenia, el primero que publico una novela, aunque ya no volvio a escribir jamas hasta su muerte, de una cirrosis devastadora, a la edad de Garcilaso y sin ninguna gloria, salvo la de ser recordado por sus amigos treinta anos despues en la barra de un bar, a partir de la tercera copa. Alli los que queriamos ser escritores nos vigilabamos unos a otros. ?Y si alguno de pronto iba y escribia la gran novela de nuestro siglo? Esa era la amenaza, y a mi entonces lo que mas me aterrorizaba era que la escribiera Antonio Orejudo. Durante varios anos fuimos inseparables. Mas que amistad, se trataba de una folie a deux que ambos alimentamos, no tanto por espiritu de cooperacion, sino sobre todo porque ninguno estabamos lo bastante locos como para mantener el delirio por nuestra cuenta. Convertirse en novelista es como atracar un banco o cometer un crimen: se necesitan complices. Asi sucedia con Gerena y Echabarriga, con Chavi y Eduardo, con Ridao y Juan, y con Orejudo y conmigo. Solo he conocido a alguien lo bastante chiflado y con tanto ego como para intentarlo en solitario: Benavides. Una vez, seria por el 86, tras el referendum de la OTAN, en el semaforo de la calle Sagasta, a punto de cruzar hacia la taberna de Araceli, Jose Carlos Benavides nos revelo a Orejudo y a mi que el iba a ser <>. Tal cual. Casi nos atropellan, porque nos quedamos paralizados, mudos de admiracion, e intercambiamos esas miradas que indican que uno se halla por fin en presencia de un autentico orate. Benavides compaginaba Derecho y Filologia, asi que poco despues afirmo que Tomas y Valiente queria que, en su momento, le sustituyera en el Tribunal Constitucional, y luego que Lazaro Carreter le estaba tanteando para la Academia Espanola. Todo lo decia con el aplomo de los lunaticos: era fascinante. Y siempre actuaba solo, como un agente secreto o un francotirador. Durante un tiempo fue secretario de Estado de Cultura y ya no se por donde andara ahora: quiza haya remplazado a Lola Flores, a Tina Turner o a la madre Teresa de Calcuta --nada estaba fuera de su alcance-- o quiza este dando alaridos encerrado en una gavia. Orejudo y yo colaboramos para convencernos el uno al otro de algo no menos disparatado que las salidas de pata de banco de Benavides: que ambos ibamos a cambiar el curso de la literatura universal. Juan Blazquez en cambio no representaba una amenaza para nadie por una razon obvia: follaba demasiado. Gustaba a las chicas, las volvia locas, como si acabara de despertarlas de un profundo sueno en pleno dia, o tal vez de rescatarlas de una pesadilla. Tenia ojos azules, labios grandes y abultados, un flequillo rebelde que atravesaba la frente buscando un atajo, y cara de nino bueno, interrumpida de pronto por una sonrisa esquinada y provocativa que parecia decir: se lo que quieres, aunque tu todavia no lo sepas, y te lo voy a dar. Esa sensacion de peligro inminente --?quien no prefiere seguir ignorando su deseo oculto?-- debia de ser lo que les gustaba de el: el fondo pantanoso de sus labios bajo el agua diafana de su mirada. ?Que necesidad tenia de escribir novelas, si ya era tan atractivo? Ademas, para tener exito en los ochenta, bastaba con declararse cantante, actor, pintor o disenador; ya no era necesario ni aconsejable encerrarse a escribir cientos de folios que nadie iba a leer de todas formas. Los plumiferos nos habiamos convertido en mamarrachos, nos dabamos mucha importancia, pero actuabamos como exploradores polares cuando los polos --y la misma Antartida-- ya estaban repletos de McDonald's y cajeros automaticos. Mis unicos amigos no plumiferos eran los del club de ajedrez que formamos algunos de la Facultad, el club Al Paso, con el gran Ostolaza de presidente, el gordo Tomas, Macarena, Escalona y Carmen Avellan (a la que quise tanto y me dejo sin mas por Jaime Escalona). A Juan Blazquez mis amigos ajedrecistas le causaban bastante asombro: se negaba a creer que quisieran --tal y como afirmaban-- llevar vidas normales y corrientes. Estaba convencido de que esas vidas siempre desembocan en diverticulos en el colon, en la ominosa tos improductiva o en una inflamacion cronica de los tobillos. No eran mas que una perdida de tiempo, del buen humor y de la circulacion de retorno, eso decia, con su vaso de ginebra en la mano. Nosotros creiamos que solo se hacia escritor el que no tenia mas remedio. Si no tienes cuentas pendientes con el mundo, no te pones a escribir novelas. Eso es lo que les faltaba tanto a Juan como a Benavides: la inagotable energia del rencor. A final de cuarto Blazquez ya empezo a dejar de tener encanto. Cuando volvia del bano no era raro que trajera el pantalon manchado de pis, vomitaba en las fiestas o se quedaba dormido; y sus comentarios puede que siguieran siendo agudos, pero apenas se entendian tras la segunda ginebra. Nada mas terminar la carrera, se caso con Ines Baraona, una chica de provincias bastante pavisosa, y dejo de escribir. ?Por que dejo de escribir? Frente a una pregunta como esa hay varias respuestas posibles. La mas natural y razonable es otra pregunta: eso depende de para que escribiera. Otras opciones son: porque tenia otras cosas que hacer. Porque se aburria. Porque no recibio la recompensa que esperaba. Porque le parecia un esfuerzo excesivo. Porque prefirio la ginebra. Porque no se le ocurria nada. Ademas, ?que tiene de misterioso que alguien deje de escribir? Escribir no es tan importante. Todo el mundo deja muchas cosas: una carrera universitaria, a su pareja, de comer carne, una ciudad, de fumar, de llevar corbata o de ponerse vaqueros; pero nadie se preocupa, intrigado, de por que Fulano habra dejado de jugar al parchis, a las damas o a la petanca. En la Pecera le preguntamos a Azpeitia como sabia que la mujer de la escultura estaba muerta. Lo se, aseguro: y todos la conoceis. Creo que no fui el unico que se sintio acusado, tambien quiza culpable. ?Quien es?, pregunto Becerra, y en ese momento la comisaria Sanz nos aviso de que teniamos que empezar la tertulia. Al salir de alli ninguno pudo evitar mirar hacia el suelo, a la mujer desnuda, pero a mi me dio verguenza o quiza preferi despedirme, mirando al techo, de los tres tristes lienzos del amigo de mi abuelo: El Amanecer, El Dia y La Noche.

  • La sombra del alma de Pedro Suner G

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    Hola querido lector, aqui tienes mi novela. No cometas el error de leerla como una historia normal, pues no lo es. Es una trama compleja, llena de detalles hilvanados con precision. Es una gran locura en la que no hay nada al azar, por retorcido que te parezca todo, aun solo estaras aranando la superficie.
    Algunos de los misterios que se entreven mirando por las rendijas de las tramas seran desvelados, otros errados y otros permaneceran en mi mente hasta que tu curiosidad llame a mi puerta. Esa puerta estara abierta siempre para saciar tus dudas.

  • Extrana Obsesion, Cathryn de Bourgh de Cathryn De Bourgh

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  • Cronica jonda de Silvia Cruz Lapena

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    Cronica jonda es una road movie flamenca, un viaje por Espana y por el tiempo, con desvios que llevan a festivales de musica en Amsterdam y a hospitales al borde del colapso.

  • Los nombre de las cosas de Mariano Peyrou

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    Todos los jueves, tres amigos se reunen en un bar. Uno es director de cine y parece difuminar constantemente el limite que separa lo real de lo imaginario. Otro es novelista, aspira a la maxima libertad posible en la escritura y en la vida y tiene tantas caligrafias como amigas. El tercero trabaja en un ministerio y siente que no sabe casi nada de su esposa ni de su hijo. Haciendo gala de un extraordinario oido para el dialogo, asociaciones de ideas imprevisibles y una ironia efervescente, con su segunda novela Mariano Peyrou se aventura sin aspavientos a plantearnos una serie de preguntas sobre el amor, las relaciones familiares, la politica y el arte.

  • Las independencias de Africa de Custodio Velasco

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    Las independencias de Africa son, junto a las dos guerras mundiales, la bipolaridad Este-Oeste o la caida del Muro de Berlin, uno de los fenomenos capitales de la historia del siglo XX y, por tanto, un hecho fundamental para comprender la historia del tiempo presente. Custodio Velasco ofrece en este libro una amplia y documentada lectura de los procesos de esas independencias en el Africa Subsahariana. Una acotacion justificada por sus particularidades historicas con relacion al norte de Africa y por su trascendencia en los conflictos regionales y geopoliticos mundiales, cuyas secuelas se perciben en la renovacion de tensiones sociopoliticas y el creciente fenomeno migratorio, uno de los problemas de mas compleja solucion para la Europa del siglo XXI.

  • Ultima oportunidad de Ivory Angers

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    Ano 2326
    Iris Keller tiene una ultima mision antes de cogerse unas merecidas vacaciones: acabar con el peligro que supone una maquina capaz de manipular el tiempo. Pero durante el reconocimiento previo, el complejo sufre un accidente haciendo que ella, junto con su companero John y su sobrina Faith, terminen en la Escocia del siglo XIV.

  • El Efecto Humano de Miguel Angel Caro Galan

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    Ariadna Rhod, una mujer con un extrano pasado y a la que no le importa nada ni nadie despierta sola en un planeta desconocido sin recordar como llego hasta alli. En su viaje para averiguar lo que ocurrio, descubrira que su vida jamas volvera a ser la misma y sentira algo que la cambiara para siempre. El efecto humano. Este libro esta dedicado a los amantes de la ciencia ficcion. Los que cada noche suenan con tiempos futuros, tecnologias que aun no se han inventado y viajes a sitios que aun no se puede llegar. Todos imaginamos mundos mejores, pero por mucho que odies en el que vives, siempre hay algo por lo que vivir.

  • La desaparicion de Pilar Brackenbury de Rafael Salcedo Ramirez

    https://gigalibros.com/la-desaparicion-de-pilar-brackenbury.html

    Madrid, agosto de 1980. Rodrigo Pascual es un joven ex inspector de policia reconvertido en investigador privado quien, tras una desastrosa racha de infortunios ejerciendo como tal, decide abandonar la aventura detectivesca para dar un giro radical a su vida. Justamente en el momento que echa el cerrojo a su destartalado despacho, aparece de manera repentina una anciana llegada desde Sevilla para rogarle encuentre el paradero de su nieta, una jovencisima doctora de nombre Pilar Brackenbury, desaparecida sin dejar el minimo rastro en un pueblo de la serrania abulense.

  • Un Mal Nombre (Dos amigas 2) de Elena Ferrante

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  • Te presto mi voz de Cristina Pernas

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  • A veinte anos, Luz de Elsa Osorio

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    Luz sospecha que no es hija de Mariana, esa mujer desamorada, que hace comentarios despectivos sobre ella y que solo respeta a su padre, el teniente coronel Alfonso Dufau. Pero no se trata de una fantasia adolescente. En la Argentina de los anos noventa, muchos jovenes se vieron abrumados por la duda de haber nacido en cautiverio durante la ultima dictadura militar y de estar viviendo con sus apropiadores. Madres y abuelas se han organizado en su busqueda. ?Hasta donde se atrevera a llegar Luz para develar el secreto de su origen? Fortalecida por su propia experiencia de madre, remontara los veinte anos que la separan de su nacimiento. En un laberinto de voces, Luz habra de construir su identidad.

  • Savage & Blue de Karen Delorbe

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    El escribe novelas romanticas. Yo soy su mayor fan.

  • Descubriendo el Nirvana (Nirvana 3), Arantxa Anoro de Arantxa Anoro

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    La fortaleza de las personas no se mide por la cantidad de fragmentos en los que te rompes sino por la capacidad de unirlos tantas veces como sea necesario.

  • Como el agua de lluvia de Lugan Melblue

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    Josephine Lark vive llena de fobias desde que su novio la dejo. Han pasado tres anos desde la ruptura y Jo se ha apoyado en su amiga Bella y su familia. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Mike Middleton y empieza a trabajar para el.
    Con la ayuda de Mike ira recordando hechos olvidados que le llevaran al origen de sus miedos que, tal y como ella misma intuye, estan relacionados con el abandono de su ex y las experiencias vividas con el.
    “Como agua de lluvia” es un thriller romantico que combina amor, humor e intriga.

  • Mythos de Stephen Fry

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    Los mitos griegos contados como nunca hasta ahora: como una apasionante novela fantastica.
    He aqui los mitos griegos como nunca los habiamos visto hasta ahora. Como si se tratase de una superproduccion hollywoodiense; de una serie de television al estilo de Juego de tronos; de una narracion epico-fantastica de J. R. R. Tolkien. Y es que Stephen Fry -espiritu renacentista que tanto actua y presenta programas de television como escribe libros- aborda la mitologia griega con pasion y sin renunciar al rigor, y nos cuenta los avatares de sus personajes como en la mas trepidante de las novelas. Y asi, asistiremos boquiabiertos a la aparicion del Caos primigenio y al nacimiento de Atenea, que emerge de la cabeza de Zeus; nos sobrecogeremos al ser testigos de como Cronos castra y destrona a su padre; temblaremos al cruzarnos con Pandora dispuesta a destapar la temible jarra; contendremos el aliento al descubrir que Persefone osa probar la fruta del Inframundo; nos emocionaremos con los amorios de Eros y Psique; iremos de caza con la hermosa Artemisa.

  • Dulce romance de Alex Vera

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    Estoy expectante por adentrarme en el mundo del Marketing, logre mi pasantia en una prestigiosa empresa y es la oportunidad que necesito para poder crecer y convertirme en la mejor.
    Llegando conozco a un tipo, elegante, seductor, un macho atractivo por donde se le mirase y sin saberlo al dia siguiente me doy cuenta que es mi Jefe... Podria haberme despidio, pero no. El me dio la oportunidad de mi vida... Desde aqui el destino juega con nosotros y nos encontramos por los lugares menos pensados, haciendo que una inminente atraccion surja. Pero el dinero siempre tiene sus reglas y yo no soy lo que los demas esperan...

  • No me ames 3 de Norah Carter

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    Habian pasado diez dias desde que Lucia se habia plantado en mi casa para contarme lo que habia sucedido. Las lagrimas arrasaban mi cara y vi tambien como Lucia se estremecia al relatarme con todo lujo de detalles aquella historia terrible que me dejaba a mi como una mierda. Eso es. Yo me sentia como una mierda. No se puede definir mejor. Lucia me abrazo y yo cai al suelo como una marioneta a la que le han cortado los hijos. Ahora era un pelele en manos de todos. Mis sentimientos parecian no importar a nadie. Jamas me habia sentido asi. Ni siquiera cuando Jordi me dejo despues de unos dias de ensueno. No se podia caer mas bajo. No se podia. ?Que clase de vida me esperaba ahora? Lucia no sabia que decir. Por primera vez en mi vida, habia visto que Lucia era incapaz de animarme. Queria abrazarme, pero no podia levantarme del suelo. No entendia sus frases entrecortadas porque el dolor le impedia hablar con claridad. ?Que me importaba vivir ahora? ?Que importaba? Ella tambien se puso a llorar al verme asi. El destino volvia a cebarse conmigo. Y lo peor de todo es que yo tenia razon cuando dije que me daba miedo tanta felicidad. Jordi me prometio que aquello era parte de mi pesimismo y que yo merecia todo, que, a partir de ahora, todos los dias iban a ser tan dichosos y maravillosos como los del crucero junto a Alex y mis amigas de toda la vida. Necesitaba el calor de mis padres. No queria quedarme sola. No queria quedarme sola en esa cama, en esa cocina, que tantos recuerdos me evocaba. Lucia se quedo aquel dia conmigo. No queria dejarme sola y esa euforia y alegria que siempre me transmitia se volvio en una tristeza y en un silencio que no eran propios de ella. --No se que decir en estos momentos, Erika. No puedo bromear sobre esta situacion porque se lo que sientes por este hombre. Ha sido una putada, pero sabes que yo no voy a separarme de ti -- dijo Lucia con una leve sonrisa en los labios. --El mal ya esta hecho, Lucia, y siento que estoy atrapada en una telarana. Cualquier movimiento solamente empeorara las cosas -- anadi yo sin dejar de llorar, recordando cada una de las promesas que aquel cabron me hizo. --Nunca he pasado por algo asi. He roto con chicos, pero, salvo con Yosuf, nunca he tenido un compromiso serio con nadie. Mas de una vez te he dicho que me daba miedo vivir en pareja o casarme. Te admiro en el fondo. --?Por que me admiras, Lucia? --Porque has arriesgado. Has sido una mujer que siempre has arriesgado y, pese a los reveses que te ha dado la vida, siempre te has levantado y eso es vivir, Erika. Vivir es eso -- dijo ella con inteligencia, mirandome fijamente mientras intentaba abrazarme de nuevo para que yo me refugiara en sus brazos. --No sabes lo que te agradezco lo que me dices. Siempre tienes palabras para aliviarme, Lucia. --Pero no puedo animarte como acostumbro. Esta situacion me supera como superaria a cualquiera. --Pero estas aqui conmigo. La soledad me va a matar. --Vente a vivir conmigo, Erika. No te lo pienses -- dijo ella con decision. --Te lo agradezco, pero ahora quiero alejarme de aqui, Lucia. No te ofendas, pero necesito otro tipo de carino. --Como quieras, pero no pierdas el contacto con nosotras, por favor, y no preocupes demasiado a tus padres. Debes levantarte y lo haras porque siempre lo haces -- dijo Lucia besandome en una de mis mejillas mientras las lagrimas cesaban al fin de derramarse. Despues de aquel dia fatidico, yo me habia instalado en casa de mis padres para encontrar en ellos el consuelo que solo unos padres saben dar. Me apetecia volver a ser la nina mimada que con tanto carino habian protegido durante la infancia y la adolescencia. Siempre vi en la casa de mis padres un refugio en el que nada ni nadie me haria dano. Era como volver al vientre materno. Me sincere con ellos y les conte toda la historia completa. Les dolio mucho que estuviese atravesando por esos momentos y se volcaron de una manera sorprendente en intentar ayudarme. Estaban pendientes de mi en todo momento. Me preocupaba, como me habia advertido Lucia, esa actitud de mis padres. Realmente estaban muy preocupados y quiza yo no estaba haciendo lo correcto refugiandome alli. Cualquier decision que tomara en ese momento tenia consecuencias negativas para mi y para los que me rodearan. Lucia y Carmen estaban tambien muy pendientes de mi por telefono, pero evitaban hablar del tema. La verdad es que era lo mejor, pues yo no queria saber absolutamente nada de el.

  • Una vieja que leia novelas de amor de Luis Sepulveda

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    El cielo era una inflada panza de burro colgando amenazante a escasos palmos de las cabezas. El viento tibio y pegajoso barria algunas hojas sueltas y sacudia con violencia los bananos raquiticos que adornaban el frontis de la alcaldia. Los pocos habitantes de El Idilio mas un punado de aventureros llegados de las cercanias se congregaban en el muelle, esperando turno para sentarse en el sillon portatil del doctor Rubicundo Loachamin, el dentista, que mitigaba los dolores de sus pacientes mediante una curiosa suerte de anestesia oral. --?Te duele? --preguntaba. Los pacientes, aferrandose a los costados del sillon, respondian abriendo desmesuradamente los ojos y sudando a mares. Algunos pretendian retirar de sus bocas las manos insolentes del dentista y responderle con la justa puteada, pero sus intenciones chocaban con los brazos fuertes y con la voz autoritaria del odontologo. --!Quieto, carajo! !Quita las manos! Ya se que duele. ?Y de quien es la culpa? ?A ver? ?Mia? !Del Gobierno! Metetelo bien en la mollera. El Gobierno tiene la culpa de que tengas los dientes podridos. El Gobierno es culpable de que te duela. Los afligidos asentian entonces cerrando los ojos o con leves movimientos de cabeza. El doctor Loachamin odiaba al Gobierno. A todos y a cualquier Gobierno. Hijo ilegitimo de un emigrante iberico, heredo de el una tremenda bronca a todo cuanto sonara a autoridad, pero los motivos de aquel odio se le extraviaron en alguna juerga de juventud, de tal manera que sus monsergas de acrata se transformaron en una especie de verruga moral que lo hacia simpatico. Vociferaba contra los Gobiernos de turno de la misma manera como lo hacia contra los gringos llegados a veces desde las instalaciones petroleras del Coca, impudicos extranos que fotografiaban sin permiso las bocas abiertas de sus pacientes. Muy cerca, la breve tripulacion del Sucre cargaba racimos de banano verde y costales de cafe en grano. A un costado del muelle se amontonaban las cajas de cerveza, de aguardiente Frontera, de sal, y las bombonas de gas que temprano habian desembarcado. El Sucre zarparia en cuanto el dentista terminase de arreglar quijadas, navegaria remontando las aguas del rio Nangaritza para desembocar mas tarde en el Zamora, y luego de cuatro dias de lenta navegacion arribaria al puerto fluvial de El Dorado. El barco, antigua caja flotante movida por la decision de su patron mecanico, por el esfuerzo de dos hombres fornidos que componian la tripulacion y por la voluntad tisica de un viejo motor diesel, no regresaria hasta pasada la estacion de las lluvias que se anunciaba en el cielo encapotado. El doctor Rubicundo Loachamin visitaba El Idilio dos veces al ano, tal como lo hacia el empleado de Correos, que raramente llevo correspondencia para algun habitante. De su maletin gastado solo aparecian papeles oficiales destinados al alcalde, o los retratos graves y descoloridos por la humedad de los gobernantes de turno. Las gentes esperaban la llegada del barco sin otras esperanzas que ver renovadas sus provisiones de sal, gas, cerveza y aguardiente, pero al dentista lo recibian con alivio, sobre todo los sobrevivientes de la malaria cansados de escupir restos de dentadura y deseosos de tener la boca limpia de astillas, para probarse una de las protesis ordenadas sobre un tapete morado de indiscutible aire cardenalicio. Despotricando contra el Gobierno, el dentista les limpiaba las encias de los ultimos restos de dientes y enseguida les ordenaba hacer un buche con aguardiente. --Bueno, veamos. ?Como te va esta? --Me aprieta. No puedo cerrar la boca. --!Joder! Que tipos tan delicados. A ver, pruebate otra. --Me viene suelta. Se me va a caer si estornudo. --Y para que te resfrias, pendejo. Abre la boca. Y le obedecian. Luego de probarse diferentes dentaduras encontraban la mas comoda y discutian el precio, mientras el dentista desinfectaba las restantes sumergiendolas en una marmita con cloro hervido. El sillon portatil del doctor Rubicundo Loachamin era toda una institucion para los habitantes de las riberas de los rios Zamora, Yacuambi y Nangaritza. En realidad, se trataba de un antiguo sillon de barbero con el pedestal y los bordes esmaltados de blanco. El sillon portatil precisaba de la fortaleza del patron y de los tripulantes del Sucre para alzarlo, y se asentaba apernado sobre una tarima de un metro cuadrado que el dentista llamaba <>. --En la consulta mando yo, carajo. Aqui se hace lo que yo digo. Cuando baje pueden llamarme sacamuelas, hurgahocicos, palpalenguas, o como se les antoje, y hasta es posible que les acepte un trago. Quienes esperaban turno mostraban caras de padecimiento extremo, y los que pasaban por las pinzas extractoras tampoco tenian mejor semblante. Los unicos personajes sonrientes en las cercanias de la consulta eran los jibaros mirando acuclillados. Los jibaros. Indigenas rechazados por su propio pueblo, el shuar, por considerarlos envilecidos y degenerados con las costumbres de los <>, de los blancos. Los jibaros, vestidos con harapos de blanco, aceptaban sin protestas el mote-nombre endilgado por los conquistadores espanoles. Habia una enorme diferencia entre un shuar altivo y orgulloso, conocedor de las secretas regiones amazonicas, y un jibaro, como los que se reunian en el muelle de El Idilio esperando por un resto de alcohol. Los jibaros sonreian mostrando sus dientes puntudos, afilados con piedras de rio. --?Y ustedes? ?Que diablos miran? Algun dia van a caer en mis manos, macacos --los amenazaba el dentista. Al sentirse aludidos los jibaros respondian dichosos. --Jibaro buenos dientes teniendo. Jibaro mucha carne de mono comiendo. A veces, un paciente lanzaba un alarido que espantaba los pajaros, y alejaba las pinzas de un manotazo llevando la mano libre hasta la empunadura del machete. --Comportate como hombre, cojudo. Ya se que duele y te he dicho de quien es la culpa. !Que me vienes a mi con bravatas! Sientate tranquilo y demuestra que tienes bien puestos los huevos. --Es que me esta sacando el alma, doctor. Dejeme echar un trago primero. El dentista suspiro luego de atender al ultimo sufriente. Envolvio las protesis que no encontraron interesados en el tapete cardenalicio, y mientras desinfectaba los instrumentos vio pasar la canoa de un shuar. El indigena remaba parejo, de pie, en la popa de la delgada embarcacion. Al llegar junto al Sucre dio un par de paletadas que lo pegaron al barco. Por la borda asomo la figura aburrida del patron. El shuar le explicaba algo gesticulando con todo el cuerpo y escupiendo constantemente. El dentista termino de secar los instrumentos y los acomodo en un estuche de cuero. Enseguida tomo el recipiente con los dientes sacados y los arrojo al agua. El patron y el shuar pasaron por su lado rumbo a la alcaldia. --Tenemos que esperar, doctor. Traen a un gringo muerto. No le agrado la nueva. El Sucre era un armatoste incomodo, sobre todo durante los viajes de regreso, recargado de banano verde y cafe tardio, semipodrido, en los costales. Si se largaba a llover antes de tiempo, cosa que al parecer ocurriria ya que el barco navegaba con una semana de retraso a causa de diversas averias, entonces debian cobijar carga, pasajeros y tripulacion bajo una lona, sin espacio para colgar las hamacas, y si a todo ello se sumaba un muerto el viaje seria doblemente incomodo. El dentista ayudo a subir a bordo el sillon portatil y enseguida camino hasta un extremo del muelle. Ahi lo esperaba Antonio Jose Bolivar Proano, un viejo de cuerpo correoso al que parecia no importarle el cargar con tanto nombre de procer. --?Todavia no te mueres, Antonio Jose Bolivar? Antes de responder, el viejo se olio los sobacos. --Parece que no. Todavia no apesto. ?Y usted? --?Como van tus dientes? --Aqui los tengo --respondio el viejo, llevandose una mano al bolsillo. Desenvolvio un panuelo descolorido y le enseno la protesis. --?Y por que no los usas, viejo necio? --Ahorita me los pongo. No estaba ni comiendo ni hablando. ?Para que gastarlos entonces? El viejo se acomodo la dentadura, chasqueo la lengua, escupio generosamente y le ofrecio la botella de Frontera. --Venga. Creo que me gane un trago. --Vaya que si. Hoy dia saco veintisiete dientes enteros y un monton de pedazos, pero no supero la marca. --?Siempre me llevas la cuenta? --Para eso son los amigos. Para celebrar las gracias del otro. Antes era mejor, ?no le parece?, cuando todavia llegaban colonos jovenes. ?Se acuerda del montuvio aquel, ese que se dejo sacar todos los dientes para ganar una apuesta? El doctor Rubicundo Loachamin ladeo la cabeza para ordenar los recuerdos, y asi llego la imagen del hombre, no muy joven y vestido a la manera montuvia. Todo de blanco, descalzo, pero con espuelas de plata. El montuvio llego hasta la consulta acompanado de una veintena de individuos, todos muy borrachos. Eran buscadores de oro sin recodo fijo. Peregrinos, los llamaban las gentes, y no les importaba si el oro lo encontraban en los rios o en las alforjas del projimo. El montuvio se dejo caer en el sillon y lo miro con expresion estupida. --Tu diras. --Me los saca toditos. De uno en uno, y me los va poniendo aqui, sobre la mesa. --Abre la boca. El hombre obedecio, y el dentista comprobo que junto a las ruinas molares le quedaban muchos dientes, algunos picados y otros enteros. --Te queda un buen punado. ?Tienes dinero para tantas extracciones? El hombre abandono la expresion estupida. --El caso es, doctor, que los amigos aqui presentes no me creen cuando les digo que soy muy macho. El caso es que les he dicho que me dejo sacar todos los dientes, uno por uno y sin quejarme. El caso es que apostamos, y usted y yo nos iremos a medias con las ganancias. --Al segundo que te saquen vas a estar cagado y llamando a tu mamacita --grito uno del grupo y los demas lo apoyaron con sonoras carcajadas. --Mejor te vas a echar otros tragos y te lo piensas. Yo no me presto para cojudeces --dijo el dentista. --El caso es, doctor, que, si usted no me permite ganar la apuesta, le corto la cabeza con esto que me acompana. Al montuvio le brillaron los ojos mientras acariciaba la empunadura del machete. De tal manera que corrio la apuesta. El hombre abrio la boca y el dentista hizo un nuevo recuento. Eran quince dientes, y, al decirselo, el desafiante formo una hilera de quince pepitas de oro sobre el tapete cardenalicio de las protesis. Una por cada diente, y los apostadores, a favor o en contra, cubrieron las apuestas con otras pepitas doradas. El numero aumentaba considerablemente a partir de la quinta. El montuvio se dejo sacar los primeros siete dientes sin mover un musculo. No se oia volar una mosca, y al retirar el octavo lo acometio una hemorragia que en segundos le lleno la boca de sangre. El hombre no conseguia hablar, pero le hizo una senal de pausa. Escupio varias veces formando cuajarones sobre la tarima y se echo un largo trago que le hizo revolverse de dolor en el sillon, pero no se quejo, y tras escupir de nuevo, con otra senal le ordeno que continuase. Al final de la carniceria, desdentado y con la cara hinchada hasta las orejas, el montuvio mostro una expresion de triunfo horripilante al dividir las ganancias con el dentista. --Si. Esos eran tiempos --murmuro el doctor Loachamin, echandose un largo trago. El aguardiente de cana le quemo la garganta y devolvio la botella con una mueca. --No se me ponga feo, doctor. Esto mata los bichos de las tripas --dijo Antonio Jose Bolivar, pero no pudo seguir hablando. Dos canoas se acercaban, y de una de ellas asomaba la cabeza yaciente de un hombre rubio.

  • El ultimo cacique de Paco Bellver

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    Justina es una desafortunada joven que, tras perder a su padre, es acogida en una casa noble como sirvienta. Es humilde, audaz, valiente y con principios e ideologias basados en la igualdad y la justicia, pero no podra evitar ser victima de una sociedad donde prevalecen la aristocracia y el clero. Tendra que luchar contra todo ello en una epoca convulsa de constantes revueltas. A traves de las paginas de esta historia conoceremos el lado oscuro que presentaba la sociedad desde finales del siglo XIII a principios del XIX..

  • El mito de la transicion pacifica de Sophie Baby

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    La existencia de violencias politicas plantea, en toda sociedad, una serie de desafios que conocemos bien: en primer termino, la accion violenta y su contencion -sea en dictadura o ya en democracia-, pero tambien cuestiones de memoria y reconciliacion nacional, del papel de la ley y la violencia estatal, del papel politico de las victimas; muchas cuestiones que cabe abordar en un marco inedito -la transicion-hasta la aparicion de este magnifico libro. <> constituye un analisis revelador y pionero tanto de las violencias politicas que sacudieron Espana durante la transicion como del modo en que dichas violencias condicionaron y marcaron el devenir de la joven democracia espanola.

  • Bradem (Hermanos Ramsay 2) de Adrian Blake

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    Mi nombre es Bradem Ramsey, y soy dueno de los hoteles que llevan mi apellido. Dicen que soy Lucifer en los negocios y Dios en la cama. y supongo que es cierto. Las mujeres siempre terminan satisfechas entre mis manos… porque me encargo de que asi sea. Pero ahora tengo un serio problema. Reese no quiere volver a mi cama.
    Su cuerpo me persigue dia y noche, la sensacion de estar dentro de ella me esta volviendo completamente loco. Pero tarde o temprano sera mia. porque conseguire que lo desee tanto como yo.

  • Solo un beso para encontrarte (Besos 3) – Olivia Kiss de Olivia Kiss

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    Cuando Hollie Stinger era una nina, tuvo que soportar las burlas constantes de sus companeros de clase porque era timida, ademas de llevar gafas y aparato. Logan Quinn era uno de los cabecillas del grupo que siempre se metia con ella y, por desgracia, ha decidido volver a Sound River, el pequeno pueblo donde ambos crecieron.
    Logan, el chico malo por excelencia, esta de vuelta. Y una de las ultimas cosas que esperaba al pisar de nuevo aquel lugar era descubrir que, durante su ausencia, Hollie habia dejado de ser un patito feo para convertirse en un cisne. Broma del destino o no, sus caminos parecen cruzarse. ?Conseguira Logan conquistar el corazon de Hollie? ?Puede ella fiarse de el.?

  • Los placeres del poder de Candis Benitez

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