• la musa jessie burton - Jessie Burton

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  • LA MUSA | JESSIE BURTON | Casa del Libro

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    23 feb 2017 — Sinopsis de LA MUSA · Una historia vibrante sobre las vidas de cuatro mujeres extraordinarias donde dos dramáticos episodios ocurridos en épocas ...

  • La Musa (NOVEL-LA) Tapa blanda - Libros - Amazon.es

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  • 'La musa' de Jessie Burton - Perdida entre mis libros. Blog ...

    http://www.perdidaentremislibros.com/2017/04/la-musa-de-jessie-burton.html

    28 abr 2017 — En definitiva, 'La musa' es una novela que alterna dos hilos temporales que se entrelazan de forma brillante, en que se alzan como protagonistas ...

  • La musa - Jessie Burton - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Burton-La-musa/41836

    El libro habla de la historia de varias mujeres, en dos tiempos y dos lugares distintos; la Andalucía de inicios de la Guerra Civil y el Londres de los años 60.

  • LA MUSA - BURTON JESSIE - Sinopsis del libro, reseñas ...

    http://quelibroleo.com/la-musa

    Andalucía, 1936. Con la guerra civil a punto de estallar, Olive Schloss, hija de un marchante de arte vienés y una heredera inglesa, vive con sus padres en ...

  • JESSIE BURTON - LA MUSA - Alibrate

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  • LA MUSA - Jessie Burton - La huella de los libros

    http://huellalibrosicc.blogspot.com/2017/09/la-musa-jessie-burton.html

    11 sept 2017 — Andalucía, 1936. Con la guerra civil a punto de estallar, Olive Schloss, hija de un marchante de arte vienés y una heredera inglesa, ...

  • LA MUSA - JESSIE BURTON - 9788498387797 - Agapea

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  • LA MUSA - JESSIE BURTON; JENNY OFILL - 9788416743216

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  • Como te veo yo de Abril Camino

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    !Cumpleanos feliz! !Cumpleaaaaaanos feliz! --La voz de una Hazel absolutamente desafinada entra atronadora en mi dormitorio, cuando aun no he tenido tiempo de abrir del todo los ojos--. Te deseeeeeeo, Holly Rose. !Cumpleaaaaaanos feliz! Siempre me he preguntado como es la vida de las personas que no son capaces de reirse de si mismas. O, mejor dicho, siempre me he compadecido de ellas. He tenido la suerte de criarme en una casa en la que la carcajada estaba a la orden del dia, y creo que eso ha moldeado mi caracter de una manera que algun dia tendre que recordar agradecerles a mis padres. Cuando abandone el nido para ir a la universidad, vino el segundo gran golpe de fortuna de mi vida: dar con una companera de habitacion tan payasa que hace que mis padres hasta parezcan serios. Con Hazel entendi que ser hija unica no es un impedimento para tener una hermana, una que me regalo la vida y la casualidad de que el orden alfabetico nos colocara juntas en aquella residencia universitaria de Stanford. Por todo eso, por lo mucho que la quiero y por la enorme capacidad de ambas de reirnos de nuestros avatares vitales, consiento el espectaculo que tengo ante mis ojos: Hazel, portando una bandeja llena de cupcakes, coronados por una vela con el numero uno. No, no cumplo un ano hoy. De hecho, mi cumpleanos es en primavera, y el verano hace ya semanas que ha acabado. Hoy hace un ano que no me acuesto con nadie, y a Hazel le ha parecido fantastico despertarme con este festejo, justo en el que va a ser mi primer dia de trabajo. --Sopla la vela, Holly. Y, por lo que mas quieras, pide como deseo echar un buen polvo. --Cada dia es mas dificil soportar tus excentricidades. --Pese a mis palabras, le hago caso. En lo de soplar la vela, no en la eleccion del deseo. En realidad, como me ocurre siempre, me acuerdo de que deberia haber pedido algo cuando la cera ya amenaza con estropear la cobertura del pastel--. Pero gracias por el desayuno, pequena. --A tus ordenes. Siempre. --Me da un beso en la mejilla y se lanza en mi cama. Se mete bajo las sabanas y se acurruca para combatir el frio de estas horas de la manana. Frio en octubre. Ver para creer. --?A quien le has robado todo esto? --?Y quien te ha dicho que no me he pasado la noche cocinando para ti? --El hecho de que la casa no este en llamas me ha dado una pista. --Nueva York es el puto paraiso. Hay una pasteleria en Queens que envia cupcakes a domicilio las veinticuatro horas. Eres tan marmota que ni has oido el timbre. --Ya veremos si Nueva York te sigue pareciendo el paraiso cuando llegue el invierno. --!?El invierno no es esto?! Somos dos chicas del sur de California recien llegadas a la ciudad que nunca duerme. Hazel se crio en una de esas zonas de Los Angeles que nadie recomendaria a los turistas, arrastrando una historia familiar de la que odia hablar y que yo solo conoci gracias a una noche de borrachera en la que se le solto la lengua. Yo, en cambio, creci en las colinas de West Hollywood, en una casa en la que, en cada armario, cabria nuestro apartamento actual entero, y en la que Hazel encontro, bajo la manta protectora de mi madre, lo mas parecido a un hogar que la vida decidio darle. Me gusta California. Me gustan el sol y la playa; me fascina el encanto decadente del Hollywood que se ve en las peliculas y del que solo se conoce desde cerca; tengo, ademas, la firme conviccion de que poder ir todo el ano en sandalias es un lujo que no se paga con dinero. Pero... !Ay, Nueva York! Cuando, hace un par de meses, me vi ante las pantallas de Times Square, con Hazel a mi lado y con nuestro miedo compartido por estar por primera vez tan lejos de casa, entendi que habia encontrado mi lugar en el mundo. No era la primera vez que visitaba la ciudad. Habia estado muchas veces con mis padres y tambien en un viaje con amigos el segundo ano de universidad. Pero, en ese momento, ya no estaba en calidad de turista. Tenia en la mochila las llaves y el contrato de alquiler de nuestro nuevo apartamento, asi que ya nos sentiamos neoyorquinas. Estabamos en casa. En realidad, nuestro piso queda un poquito lejos de Times Square. A unos cuarenta y cinco minutos en metro y mas kilometros de los que estoy dispuesta a calcular. En el Brooklyn profundo, por mas que desde la azotea del edificio se vislumbren las copas de los arboles de Prospect Park. Es un apartamento de unos cuarenta metros cuadrados, con dos habitaciones que en algun momento tendremos que molestarnos en decorar, un cuarto de bano diminuto y un saloncocina que podria ser retro, pero me temo que se queda en viejo. Pero... a quien le importa. Es Nueva York. --Como no muevas el culo, vas a llegar tarde en tu primer dia --me recuerda Hazel, sacandome de la ensonacion que todavia me produce pensar que estoy viviendo en la ciudad con la que siempre fantasee. --?Me ayudas a elegir que ponerme? --!Venga ya! ?La mismisima Holly Rose no tiene decidido el atuendo de su primer dia de trabajo desde hace una semana? --Si, por supuesto que si. --Se me escapa una carcajada porque, si Hazel tuviera un dia especialmente malevolo, rebuscaria entre mis cosas y encontraria un cuadro con todas las posibles combinaciones de ropa que me he planteado para el dia de hoy--. Pero es el rollito que se trae la revista el que me hace dudar. Dentro de una hora y cuarenta y siete minutos, si la eleccion de ropa o mis todavia precarios conocimientos del sistema de metro no lo impiden, comenzara mi vida laboral. Cuando me gradue en Periodismo y Lenguas Modernas en Stanford, hace unos meses, dedique unas semanas de mi vida a enviar curriculums a diestro y siniestro. No quedo una sola publicacion, canal de television, emisora de radio o agencia de noticias en todos los Estados Unidos que no recibiera ese exiguo documento en el que se detallaba que tenia un expediente estupendo en la carrera, pero ninguna experiencia profesional. Ah, y tambien tenia un orgullo muy arraigado que me impidio, desde el primer momento, tirar de los contactos de mis padres para acabar colocada en un puesto que, sin duda, no me mereceria. Contra todo pronostico, a principios del mes de agosto, recibi la llamada que me ha traido hasta aqui. Hasta Nueva York y hasta esta manana de nervios instalados en el estomago. No habia oido hablar de la revista online Millenyal en toda mi vida, pero fingi al telefono que era una lectora asidua de esa pequena publicacion de temas variados dirigida al publico neoyorquino menor de treinta anos. Buscaban una redactora junior, y la prueba de acceso consistia en elaborar un articulo de opinion sobre un tema libre y un reportaje completo sobre algun aspecto relacionado con el arte y con Nueva York. Creo que acepte, en parte, por el reto que suponia prepararlo todo. Elegi, puede que con muy poca cabeza, dedicar la columna a hacer un alegato de los votantes de Donald Trump y sus motivaciones, a pesar de que me habia pasado semanas despotricando contra ellos. Para el reportaje, espere a que Hazel y yo nos mudaramos a Nueva York, algo que ya habiamos decidido incluso antes de que llegara mi oportunidad laboral, y me pase dos semanas recorriendo las calles de South Bronx con mi camara reflex, aparentando mucha seguridad cuando me encontraba con alguna banda, pero cruzando internamente los dedos para no dar con la persona inadecuada. De aquella experiencia salio un reportaje de dieciseis paginas titulado El arte urbano de los grafitis de South Bronx y una entrevista personal en la sede de la revista, que acabo conmigo firmando, casi sin tener tiempo para asimilarlo, un contrato de un ano para trabajar alli. --Pantalon negro y camisa vaquera es una combinacion ganadora. --Hazel entra en el cuarto de bano con una percha en cada mano, y yo me limito a echar un vistazo a lo que ha elegido, con el cepillo de dientes metido en la boca. --?No sera demasiado informal?

  • Se acerca el invierno de Jesus Nieto Quintana

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    <>, <> o <> son algunas de las frases que han pasado de la serie Juego de Tronos a la cultura popular. Pero ?que hay detras de ellas mas alla de lo puramente televisivo para que tengan tanta repercusion y las utilicen millones de personas en los cinco continentes, seguidoras o no de la serie?

  • El arte de vivir de Gaspar Hernandez

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    Uno intenta convivir mentalmente con grandes escritores, la mayoria muertos. ?Como? Leyendolos. Hay una faceta de la realidad que solo la literatura puede ofrecer. El discurrir del pensamiento, por ejemplo. No existe pelicula, ni ensayo, ni libro de historia, ni siquiera de psicologia, que pueda aproximarse al pensamiento de una persona como lo hace la literatura. Sin embargo, las lecciones de vida que ofrece la literatura, la buena literatura, nunca son explicitas. Marcel Proust escribio que eso seria como dejarse el precio en la etiqueta de un regalo. Javier Marias cita a menudo a William Faulkner, quien dijo que lo que hace la literatura es lo que hace una cerilla cuando se la enciende en mitad de la noche, en mitad de un campo. No sirve para iluminar nada. Solo sirve para ver un poco mejor cuanta oscuridad hay alrededor. Los escritores que han encendido esa cerilla, a menudo han destilado, paralelamente, en otros libros o cartas, aforismos. He seleccionado algunos. Una seleccion personal, con licencias. Me he dejado muchos escritores mejores y con mejores aforismos que los que aqui presento. Cada lector podria hacer su lista de aforismos preferidos, y cada lista seria valida. ?Por que aforismos? Porque, como dice el amigo Alex Rovira, una frase nos puede abrir una ventana a una percepcion diferente. Segun Alex, lo que caracteriza un aforismo es que nace de la honestidad, aunque sea ironico o caustico. Y va mas alla: <>. Freud afirmaba que despues de cuarenta anos de estudio, siempre acababa llegando a lugares por donde ya habia transitado algun poeta. Me he permitido la licencia de empezar con Woody Allen, que no es exactamente un escritor (aunque nos encantaria dialogar mentalmente con el). Mi proposito era abrir el libro con una sonrisa. En cambio, no he incluido unas frases de Fritz Perls que son una guia en el arte de vivir: <>. Tampoco he incluido un aforismo de Clint Eastwood que resume a la perfeccion los males de nuestra epoca, que todo lo quiere tener garantizado: el trabajo, el amor, el futuro. No lo he incluido porque lo reservo para cerrar esta introduccion, a modo de posdata. Dice Clint Eastwood: <>. AFORISMOS Woody Allen Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma mas divertida. -- Odio la realidad, pero es el unico lugar donde se puede comer un buen filete. -- En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones. -- Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas. -- Richard Bach Cuando lleguemos al final de nuestra vida y miremos atras, lo unico que tendra importancia sera: ?cual fue la calidad de nuestro amor? -- Honore de Balzac La resignacion es un suicidio cotidiano. -- Lo mas bonito de la vida son las ilusiones. -- La vida militar exige pocas ideas. -- Todo poder humano esta compuesto de paciencia y tiempo. -- Cuando reconocemos nuestras debilidades, somos mas fuertes. -- El matrimonio une de por vida a dos seres que no se conocen en absoluto. -- Es mucho mas facil quedar bien como amante que como marido, porque es mucho mas facil ser ingenioso de vez en cuando que todos los dias. -- La alegria solo puede darse entre personas que se sienten iguales. -- Una tonteria que fracasa se convierte en un crimen. -- En las grandes crisis, el corazon se rompe o se curte. -- William Blake La persona que jamas cambia de opinion es como el agua estancada: su mente cria sabandijas. -- Jorge Luis Borges He cometido el peor de los pecados. No he sido feliz. -- Albert Camus No espereis el juicio final: llega cada dia. -- No es dificil tener exito. Lo dificil es merecerlo. -- Hacer sufrir es la unica manera de equivocarse. -- Crear es vivir dos veces. -- Truman Capote Que algo sea verdad no significa que sea convincente. Ni en la vida, ni en el arte. -- Anton P. Chejov Somos lo que creemos que somos. -- Confucio La serenidad es solo la corteza del arbol de la sabiduria. Pero sirve para protegerla. -- Lo que no quieras que te hagan, no lo hagas tu a los demas. -- El sabio no se entristece porque los demas no lo conozcan, se entristece por conocerlos. -- No son las malas hierbas las que estropean una buena cosecha, sino la negligencia del agricultor. -- Cuando veas a un hombre bueno, procura imitarlo; cuando veas a uno malo, examinate a ti mismo. -- Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. -- Joseph Conrad Si te falla tu barco, te falla el mundo entero. -- E. E. Cummings Hace falta valor para crecer y convertirte en lo que realmente eres. -- Charles Dickens No sabemos nunca de lo que somos capaces, hasta que lo intentamos. -- Cada fracaso nos ensena algo que necesitabamos aprender. -- Hay grandes personas que hacen que todas las demas se sientan pequenas. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todas se sientan grandes. -- Hay personas que solo parecen tener una idea. Y es una lastima que sea equivocada. -- Jamas debemos arrepentirnos de nuestras lagrimas. -- Emily Dickinson Para estar alegre, necesito compania. -- Todo lo que sabemos del amor es que el amor es todo lo que hay. -- La belleza no tiene pretexto. Es, sencillamente. Si la perseguimos, se esconde. Si nos detenemos, perdura. -- Fiodor M. Dostoievski Hay momentos en que aprendemos mucho mas que en anos enteros. -- El secreto de la existencia humana no solo se encuentra en vivir, sino tambien en saber para que se vive. -- Paul Eluard Solo tenemos una vida. Por lo tanto, es perfecta. -- Hay otros mundos, pero estan en este. -- Ralph W. Emerson Nunca se ha hecho nada grande sin entusiasmo. -- Nada se obtiene sin esfuerzo y todo se puede conseguir con el debido esfuerzo. -- El exito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar de lo que se obtiene. -- La confianza en uno mismo es el primer secreto del exito. -- La naturaleza es una nube que cambia incesantemente y que a la vez siempre es la misma. -- La naturaleza trabaja siguiendo un metodo basado en <>. -- El pensamiento es la semilla de la accion. -- Quienes conquistan son aquellos que creen que pueden conquistar. -- No puede haber grandeza si no sabemos dejar ir. -- La fe que se basa en la autoridad no es fe. -- Ser grande supone ser incomprendido. -- Haz siempre lo que tenias miedo de hacer. -- El buen lector hace el buen libro. -- Las epocas de heroismo son siempre epocas de terror. -- No escojas palabras en las que no veas claramente la verdad. -- La vida no es tan breve como para no impedirnos practicar la cortesia. -- La unica manera de tener un amigo es serlo. -- Aunque viajamos por todo el mundo para encontrar la belleza, si la queremos encontrar tendremos que llevarla con nosotros. -- El antepasado de todo acto es un pensamiento.

  • Amor entre espinas de Kristell Alvarez S

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    Carolina recorre los pasillos de la libreria totalmente absorta, anda buscando un libro en particular, tiene mucho tiempo queriendo encontrarlo, pero no ha tenido mucho exito. Tiene ya un rato recorriendo los estantes, primero siguiendo el supuesto orden que hay en cada uno, dejandose llevar por el genero que anuncian en la parte alta de cada estanteria, pero al descubrir titulos en desorden y fuera de contexto, ha decidido hacer una pesquisa mas minuciosa. Esta claro el caos en que estan acomodados, por lo tanto no debe dejar pasillo alguno fuera. Inicia desde el fondo de la libreria, revisando a consciencia cada uno de los estantes, hoy le llego la alarma a su correo electronico de que al fin habian vuelto a surtir esa novela. !Tiene que estar!, piensa con determinacion y sigue mirando titulos de arriba abajo, agachandose, moviendo libros para ver los que estan atras, no tiene la intencion de darse por vencida. --!Carajo! Exclama frustrada, no ha logrado dar con el dichoso libro, el encargado de la famosa libreria le dijo que aun quedaba un ejemplar, pero ni el logra hallarlo. Segun le conto el muchachito, ayer habian llegado los nuevos ejemplares, pero practicamente volaron como pan caliente. ?Por que no vine ayer? Se regana interiormente dejandose caer en el piso frente al pasillo del estante de lo paranormal, con la mirada perdida en el mar infinito de libros delante de ella, donde es muy poco probable que este la novela de Kristen Miller que busca. Sin embargo, pese a ser casi imposible sus ojos se clavan en el azul brillante de una portada: "DESEOS" lee sin dar credito. Ahi, en la ultima fila del estante esta la preciada continuacion de "ETERNOS", al fin lo ha encontrado. Sin levantarse del suelo practicamente gatea hasta el, sin fijarse en nada mas estira la mano para tomarlo cuando ve que de la nada es elevado por unas manos que no son las de ella. Atonita levanta la mirada lentamente hasta encontrarse de frente con un joven que sonrie entusiasmado con el libro en su poder. Carolina lo mira incredula. Ese es libo de chicas, una novela romantica, quiere gritarle al desconocido que la observa divertido, en cambio solo alcanza a balbucear: --Ese libro es mio... El desconocido en automatico lo prende a su pecho y con una sonrisa de medio lado le dice un poco apenado encogiendose de hombros: --Yo lo agarre primero, lo siento. Da media vuelta y sin dilacion practicamente corre hasta la caja. Carolina se levanta de un brinco para seguir al desconocido, ese es su libro, tiene seis meses esperandolo, muriendo por leer la segunda parte de tan maravillosa historia, no va a dejar que se lo arrebaten tan facil. --!Espera, por favor! --practicamente le grita al tipo. El desconocido gira a mirarla, pero no dice nada, sigue caminando hasta llegar a la fila de la caja. Carolina se planta junto a el y poniendo su cara mas dulce le exclama casi rogando: --!Tengo seis meses esperando por ese libro! Y llevo toda la manana buscandolo, pero no estaba en el estante correcto... --Lo se --la interrumpe el tipo--, yo lo he cambiado de lugar ayer que lo encontre, habia dejado mi billetera en el auto y estaban a punto de cerrar, no me daba tiempo de ir por ella. Me dijeron que era el ultimo, asi que lo escondi para venir por el hoy. Carolina lo mira desconcertada. !Lo escondio! ?Que tipo de persona hace eso? Si, ella lo hizo alguna vez, pero es un raton de biblioteca, esta justificado, el no tiene pinta de serlo ni a kilometros. Su aspecto es mas de chico fresa, muy guapo si, con sus intensos ojos verdes que no paran de mirarla con diversion, pero no un devorador de libros. Ladron de libros, si. Lector avido, lo duda. --?Por que? --Se trasluce la incredulidad en su voz-- Tu para que lo quieres, es lectura de chicas. Sabe que esta siendo prejuiciosa y discriminativa, estableciendo etiquetas de genero--algo que de verdad odia y no es nada propio de ella--, pero esta muy frustrada, molesta y a punto de llorar de la desesperacion. Casi nadie entiende eso de ella, de verdad se apasiona con sus libros, son sus mejores amigos. Y nada la puede desesperar mas que no leer la continuacion de alguna historia que la haya cautivado tanto como esta. El chico la mira un poco divertido, al parecer encuentra gracioso que ella lo este acusando de leer libros "para chicas", como si la literatura tuviera genero. --Si te tranquiliza saberlo, el libro no es para mi, es para mi novia. Ella tambien tiene un rato buscandolo. Carolina se queda de una pieza. !Perfecto! Ahora ademas de frustrada, siente envidia, otro de los sentimientos que mas detesta, tanto en ella como en los demas, pero caray, como no hacerlo, jamas nunca uno de sus ex novios tuvo un detalle de ese calibre con ella, ni siquiera le regalaron un libro, mucho menos estar pendiente del que ella estuviera esperando. Lo mira con tristeza y casi a punto de las lagrimas, no solo por el libro que acaba de perder, sino porque le hizo rememorar sus fatidicas relaciones y su recien roto corazon, hace tan solo un mes que su ex tuvo la brillante idea de serle infiel con su vecina, a la que casi consideraba su amiga. --!Chica afortunada! Exclama melancolica y se adelanta hasta la caja para hablar con el encargado de la libreria. Al parecer el sistema de correo electronico no es tan efectivo, por lo que decide dejar su nombre y numero telefonico para que le avisen a penas les llegue nuevos ejemplares de la novela. El sonriente dependiente anota los datos, pero le explica que cree que tardaran un poco en surtirlo. Carolina se encoge de hombros maldiciendo a su suerte. Se gira sobre si misma para salir de la libreria. Sus ojos estan a punto de soltar millones de lagrimas y no quiere hacerlo ahi delante de todos, menos del desconocido que se lleva su libro y quien no le quita la vista de encima, observando curioso su actitud. Seguro piensa como todos, que esta loca por ponerse asi por un "simple libro", como le han dicho antes. Camina un par de cuadras sobre la avenida Juarez, mentando madres por lo bajo por haber venido hasta el centro en balde. Entra en la plaza Juarez para llegar a la calle Independencia donde esta el estacionamiento donde ha dejado su auto. Poco a poco sus anegados ojos dejan salir todo ese llano reprimido, en parte por el libro y en mucho por todos esos malos recuerdos que se soltaron de golpe, los habia tenido un poco reprimidos y salieron en banda para joderle un poco mas, si eso es posible, la existencia. Sus leves sollozos se convierten de a poco en un llanto incontrolable, ni de broma puede manejar asi, por lo que tratando de acomodarse tantito la compostura entra en Cielito querido cafe, una cafeteria muy mexicana que esta al fondo de la plaza. Con voz entrecortada pide un chocolate caliente y un panquecito de nata: Las penas con pan son menos, lee en su mente uno de los muchos letreros pintados por todo el lugar, frases muy mexicanas cargadas de verdad. Armada con su enorme taza y su platito de peltre --un detalle muy original de la cafeteria--, busca la mesa mas solitaria en la terraza del lugar para sentarse a ahogar su tristeza en su chocolate y atragantarse un poco de pan para ver si asi sus penas se alivianan un poco. Carolina picotea el panque con la mirada absorta en la nada. El libro perdido ha pasado a segundo plano, ahora su memoria navega por sus siempre tragicas historias de amor. A sus treinta anos tan solo ha conocido el lado doloroso, a pesar de dar lo mejor de si a sus parejas, al final la han traicionado. ?Por que? ?Por que le toca perder cada vez? Se pregunta y el llanto ahogado vuelve a ella. No lo reprime, lo deja salir sin pudor, aunque quisiera no podria contenerlo, hay demasiada tristeza dentro de ella. Los pocos transeuntes que pasan junto a ella la miran curiosos, pero ni se fija, solo quiere vaciarse por completo para sentirse mejor. Mira sin ver el horizonte, con la vista nublada por las lagrimas y de repente alguien se detiene frente a ella, no lo distingue, tan solo ve una silueta. --?Estas bien? ?Necesitas algo? Le pregunta una voz masculina que le resulta familiar, se seca un poco los ojos para tratar de enfocar y descubre frente a ella al desconocido de la libreria. --He estado mejor --responde con amargura--, pero gracias por preguntar. A pesar de su adusta respuesta el joven jala la silla frente a ella y se sienta. Carolina lo mira desconcertada, sus ojos lanzan interrogantes silenciosas, abre la boca para decir algo, pero la cierra de nuevo. El joven le sonrie comprensivo. --Nadie que este tan triste debe estar solo --responde adivinando sus preguntas--, tal vez quieras hablar o tal vez no, pero me sentare un rato aqui contigo, a veces solo hace falta que alguien nos acompane. Por cierto, me llamo Nicolas. Carolina mira al desconocido, que ahora sabe se llama Nicolas, estupefacta. No da credito a la extrana situacion. Su dia ha pasado de fracasado a bizarro. Al menos ahora esta pensando en otra cosa distinta a su fracasada vida amorosa. --Me robas mi tan esperado libro y ahora quieres consolarme --dice con un dejo de ironia en la voz. --?Estas asi por el libro? --Cuestiona Nicolas perplejo--, si es asi, te juro que te lo doy, ya vere que otra cosa le compro a mi novia. Carolina esboza una media sonrisa girando con la cabeza. Podria aprovechar la situacion, pero su consciencia no la dejaria jamas en paz por quitarle la ilusion a alguien de regalar algo tan especial. --No podria aceptarlo, tu novia seguro va a ser muy feliz cuando se lo des, pero muchas gracias por el ofrecimiento. Yo soy Carolina, por cierto. El suelta el aire un poco aliviado, si bien lo ofrecio porque no soporta ver a alguien asi de triste, en el fondo no queria deshacerse del libro, su novia lo desea tanto y a el no hay nada que lo haga mas feliz que cumplirle sus deseos. --Mucho gusto, Carolina. Y, ?Entonces? ?Por que lloras?--pregunta curioso inclinandose hacia delante en clara senal de atencion. --Por todo y nada. Si, me dio pesar perder el libro, pero ver el esfuerzo que hiciste por darle a algo tan especial a tu novia me hizo recordar que nadie me ha querido de esa manera y, lo que es peor, creo que ni siquiera me han querido o no terminaria siendo siempre traicionada como me acaba de suceder hace tan poco. Suelta sin pestanar y de corrido. No sabe porque, pero se sintio en confianza para soltar esa perorata dramatica que la esta consumiendo desde que salio de la libreria. Nicolas la mira comprensivo, sin dejo alguno de lastima, la hace sentir que entiende por lo que esta pasando. Con dulzura estira su mano y toma la de ella, apretandola en un gesto que le resulta familiar y tranquilizador. --?Quieres hablar de eso? Te haria bien desahogarte.

  • Usher (Soul Circus series) de Kelly Dreams

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    Si le dijesen que iba a caerle un meteorito encima, Gwenevere Loft habria preguntado el dia y la hora exacta para apuntarlo en su agenda. Tras lo ocurrido esos ultimos tres meses, creia posible cualquier cosa, pero encontrarse jugando a las cartas para saldar una deuda que ni siquiera era suya, era mas de lo que podia soportar. Sobre todo porque el croupier resulto ser alguien salido del mismisimo infierno, empenado en demostrarle que el cielo tambien podia existir en la tierra.
    Usher supo que su nueva deudora seria un problema en cuanto la vio llevando zapatillas deportivas en el Soul Circus Casino. De espaldas a el, con la larga melena cayendole por la espalda y vestida de blanco, tal y como la habia visto en su vision, Gwen prometia ser un bonito y divertido desafio. El problema era que jugar con ella lo llevaria a tentar al destino, pues esa dulce y tierna mujer estaba destinada a compartir algo mas que un juego de cartas con el, estaba destinada a compartir su futuro.

  • Si el destino quiere de Amy Realto

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    Una noche puede cambiarlo todo, un desliz, una consecuencia. Atrevete a descubrir que tiene previsto el destino para Daniela.

  • Por ti Juliana de Charles Saintduval

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    Carlos es un nino que conocera los desafios del corazon, el miedo y la introspeccion constante. Es presa de los cambios de personalidad que causa la adolescencia y victima del hoy conocido Bullying, en la secundaria, lo que le orilla a un derrumbe emocional y academico. En su mente lo mas importante es el amor y unos pilares. Ya joven, no se sincera con ninguna chica sobre sus sentimientos, hasta que conoce a JULIANA. La mujer que le dara un haz de luz, una esperanza para volver a creer en el amor. La tristeza y la desolacion forman parte de su animo y fruto de ellas tambien la poesia, para Carlitos.
    Por ti Juliana.

  • Arriesgandolo todo por ti (Amores y decisiones 1) de Anna S. Segura

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    Lady Hortensia era rebelde y obstinada, un corazon libre que no estaba dispuesta a dejar que su abuelo, el marques de Aranda, la casase con un hombre al que ni tan siquiera amaba. Necesitaba un plan para poder escapar de ese compromiso. ?Pero cual era el precio? Cuando Nicolas Ferrer, su unico amigo de la infancia, le propone ayudarla desinteresadamente, Hortensia no dudara en aceptar su ayuda. Pero el plan de Nicolas es arriesgado y ambos jovenes desconocen hasta donde los puede llevar su decision. Hortensia solo desea escapar de esa prision en la que la tiene encerrada su abuelo. Nicolas es su ultima salida, pero entre ellos siempre existio una quimica que nunca supieron ver. Ahora los une el destino, ?podran guiarse por la fuerza de sus corazones? ?Hasta donde seran capaces de arriesgar su propia libertad? Hay decisiones capaces de mover montanas y en el amor a veces hay que arriesgarlo todo.

  • Encender de nuevo las estrellas de Karine Lambert

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    UNA HISTORIA DE AMOR A LA EDAD EN LA QUE NADIE LO ESPERA DE LA AUTORA DE ” EL EDIFICIO DE LAS MUJERES QUE RENUNCIARON A LOS HOMBRES ” ” Un soplo de aire fresco, vivificante, recorre las paginas de este libro. Una escritora que transforma la desesperanza en celebracion. ” Le Soir ” Lean, regalen, compartan esta novela. Puede llenar de esperanza incluso a los que no lo necesitan. ” Florence Servan-Schreiber Marguerite siempre ha vivido a la sombra de su marido, recien fallecido. Y Marcel ha perdido a la mujer que lo era todo para el. Marguerite es fan de Francoise Sagan y adora los pepitos de chocolate, escuchar canciones francesas de toda la vida y llevar flores a las tumbas. A Marcel le gustan la musica ” chaabi ” , las estrellas, las cabanas en los arboles y un viejo rinoceronte solitario. Sus caminos se cruzan, sus corazones se despiertan. Dos trayectorias diametralmente opuestas, dos personajes muy diferentes, el, fuerte y solar, un argelino de origen frances; ella, poquita cosa, deseosa de liberarse del yugo de los convencionalismos. ?Se atreveran a dejarse llevar, a aceptar el deseo y la alegria?

  • La catedral del Anticristo de Fabio Delizzos

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    Bienvenidos al mas alla del bien y del mal. Rezar no os va a servir de nada

  • Que se Levanten los Muertos de Fred Vargas

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    Despues de El hombre de los circulos azules, en esta nueva intriga policiaca nos encontramos a <>: Mathias, Lucien y Marc, tres jovenes historiadores en paro y sin un centimo, que intentaran resolver un caso muy complicado. Mathias es duro, casi de piedra, como la edad prehistorica de la que se ocupa; Lucien es un estudioso de la Primera Guerra Mundial, y Marc, un medievalista muy nervioso. No parecen el equipo idoneo para resolver un caso de homicidio que hunde sus raices en un pasado lejano, lleno de rencor y celos. Pero, a veces, la intuicion y la capacidad de analisis consiguen mas de lo que se pueda imaginar. El escenario: una calle del centro de Paris, donde todo el mundo se conoce y nada pasa desapercibido. En esta nueva entrega, Fred Vargas, con mucha ironia y un enorme talento, elige como protagonistas gente comun, con sus milagros y desastres cotidianos.

  • El Quinto Elefante de Terry Pratchett

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    Si lord Vetinari, el taimado gobernante de la metropoli de Ankh-Morpork, queria alguien con tacto y diplomacia para que representara a la ciudad durante la ceremonia de coronacion del nuevo rey electo de los enanos en el distante pais de Uberwald, ?por que -se pregunta Sam Vimes- lo ha escogido a el? Lord Vetinari quiere echarle a los lobos. Y a los enanos. Y a los vampiros. Porque estas son las tres mayorias que gobiernan el vasto y feudal reino de Uberwald. Donde se extrae el mejor sebo para velas y cirios, del que es absolutamente dependiente la ciudad de Ankh-Morpork. Asi que esta mision diplomatica es tambien una mision economica encubierta, para lo cual un curioso funcionario de palacio acompanara a los nuevos embajadores: el se encargara de todos los susurros y guinos mientras Vimes se dedique a servir los sandwiches de pepinillo. Aunque no le apetezca, sir Samuel Vimes, comandante de la Guardia de la Ciudad, no va a poder negarse a la orden de lord Vetinari, y pronto parte con su sequito hacia Uberwald, donde debera resolver un misterio inesperado...

  • La aprendiz (Cronicas del Mago Negro 2) de Trudi Canavan

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    El segundo libro de la trilogia de las <>.

  • Bajo los vientos de Neptuno de Fred Vargas

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    El comisario Adamsberg se dispone a cruzar el Atlantico para instruirse en unas nuevas tecnicas de investigacion que estan desarrollando sus colegas del otro lado del oceano. Pero no sabe que el pasado se ha metido en su maleta y le acompana en su viaje. En Quebec se encontrara con una joven asesinada con tres heridas de arma blanca y una cadena de homicidios todos iguales, cometidos por el misterioso Tridente, un asesino fantasmal que persigue al joven comisario, obligandole a enfrentarse al unico enemigo del que hay que tener miedo: uno mismo. Adamsberg esta vez tiene problemas muy serios.

  • Cristelle de Louis Alexandre Forestier

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    ?Amas las novelas eroticas interraciales? Cristelle despertara tus fantasias mas intimas. Tres inmigrantes negras, una africana y dos haitianas buscan al amor en Buenos Aires, un medio muy distinto al que ellas han conocido. A traves de vicisitudes van acercandose a su objetivo con retrocesos y avances. Cristelle es una nouvelle romantica cargada de erotismo, que explora las relaciones amorosas interraciales. Hay dosis de humor y un cierto contenido de episodios paranormales, vinculados con los sistemas de creencias de las muchachas. Una historia agridulce que te encantara.

  • Una novia para el jeque de Lynne Graham

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    Paso de ser una mujer en apuros… a una princesa por conveniencia.

  • !Tu te lo buscaste! 3, Emma Green de Emma M. Green

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  • La fuerza del amor (Blue Roses 3) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Sentia como los pulmones me dolian y como la lluvia se estrellaba contra mi cara. El corazon me iba a mil mientras corria detras del coche para intentar alcanzar al amor de mi vida. El se la estaba llevando y no me daba la oportunidad de poder hacer algo. Corri durante varios metros mas, mientras veia como Lyla golpeaba el cristal desesperada. Hubo un momento en el que el coche acelero y mis piernas y pulmones no lo resistieron. Cai al suelo y vi con lagrimas en los ojos como la alejaban de mi. Pero no me rendiria. Moveria cielo y tierra para encontrarla. No perderia la esperanza en lo perdido.

  • Belleza Enredada, K. L. Middleton de K.l. Middleton

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  • Bajo el cielo purpura de Roma de Alessandra Neymar

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    Ahora con escenas ineditas y exclusivas en una edicion

  • Princesa La Hija Prometida de de Alena Garcia

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    Los pasos de Eva sobre la nieve hacian a esta crujir como si fueran cristales aplastados. Una vez, un amigo de su padre, un ruso de origen cosaco, del Don, le dijo que aprenderia a conocer la intensidad del frio en cuanto diese dos pasos por la nieve. Y asi era. Cuando la nieve cruje mucho, es que el frio se acerca o pasa de los veinte grados bajo cero. Hacia veintiseis grados bajo cero aquella tarde de febrero en Moscu. Eva caminaba ensimismada, hipnotizada por el sonido de cada uno de sus pasos sobre la durisima y crujiente nieve. Tras una caminata de mas de veinte minutos, entro en un cafe para calentarse un poco y descansar. La cafeteria era pequena, coqueta y acogedora. Habia entrado alli sin saber muy bien por que; algo atrajo su atencion. Se sento en una mesa de la esquina, la mas alejada de la puerta. De inmediato aparecio un camarero para preguntarle que deseaba. El chico era alto, rubio, de grandes ojos verdes un tanto rasgados, con salientes pomulos casi mongoles. El tremendo atractivo fisico del muchacho no pudo pasar desapercibido a Eva, a la que le subio un leve rubor a las mejillas. Una cara como aquella era mas apropiada para el teatro o para el cine que para estar en aquel diminuto cafe de Barvija, a las afueras de Moscu. El joven le entrego a Eva la carta, pero ella la rechazo con un gesto de la mano. --No hace falta, gracias. Solo quiero te, te negro. Que este ardiendo, por favor. He entrado solo para calentar un poco el estomago y la garganta -- dijo ella elevando imperceptiblemente las comisuras de sus labios en un intento, vano, de sonreir. --Ahora mismo se lo traigo, senorita -- dijo el amable camarero con una franca y preciosa sonrisa que dejo ver las dos filas de dientes perfectos y blancos. Eva se sentia a gusto en ese lugar, como no se habia sentido desde hacia anos. No queria irse. Pidio otro te y un trozo de pastel casero que le recomendo el guapisimo camarero. Algun ingrediente no identificable por su paladar la traslado a su infancia. Recordo las fiestas en su casa de Marbella, en el sur de Espana, en la luminosa y sin par Andalucia, su amada tierra de adopcion. Su padre le preparaba unas fiestas de cumpleanos que eran la envidia de todos los ninos ricos de la zona de San Pedro de Alcantara, casi todos ellos hijos de extranjeros de todas las partes del mundo afincados en ese paraiso natural que es la Costa del Sol. Tantos recuerdos provocaron que Eva perdiera la nocion del tiempo. Se quedo alli sentada, como un barco anclado en alta mar, con el tenedor en la mano derecha y el ultimo trozo de pastel pinchado, pero sin terminar de llevarselo a la boca. El camarero noto que algo le ocurria a aquella extrana chica. No pudo dejar de percibir que era millonaria. El abrigo de pieles y el anillo de diamantes que lucia bastaban. --Senorita, ?se encuentra usted bien? ?Necesita que le llame un taxi? --Si, si, estoy bien, gracias -- contesto ella saliendo del letargico bucle de recuerdos que se habia apoderado de su mente. --Es que tengo que cerrar. Hace tiempo que dieron las once. No queria interrumpirla, lo siento, pero he de cerrar y marcharme a casa, es tarde. Son casi las doce. --Oh, perdoneme. ?Por que no me dijo nada? Estoy tan bien aqui, tan a gusto… Se me ha pasado el tiempo volando. Eva se levanto de la silla con apresuramiento. Rebusco en su bolso, saco la cartera y dejo un billete de cinco mil rublos sobre la mesa. La cuenta de los dos tes y el pastel no pasaban de los setecientos rublos, por lo que el camarero se apresuro a ir a la caja para darle el cambio. Cuando volvio a la mesa, Eva ya salia, diciendole buenas noches y dejandole alli con una propina de mas de cuatro mil rublos. Sasha salio a la calle. --Senorita, oiga, el cambio, se deja el cambio -- grito el. Eva estaba a punto de entrar en un Mercedes negro, de lunas tintadas, con un hombre de mas de dos metros que le abria la puerta. Ella se giro y le dijo, con una sonrisa: --Por las molestias. Sasha se quedo mirando, con la boca abierta, como desaparecia la berlina de lujo a toda velocidad, pero sin hacer un solo ruido. Se habia quedado con las ganas de decirle algo mas. Eva le parecio la mujer mas bonita que habia visto nunca. Y tambien la mas triste. * * * * --Me habeis seguido, ?verdad? – inquirio Eva tanto al chofer que conducia como al copiloto. --Esta zona, de noche y con esta helada, no es apropiada para una mujer joven -- contesto severo y frio Andrei, el copiloto. --Solo he salido a estirar un poco las piernas, a pasear. Os lo he dicho. Que salia a pasear. Me habria gustado volver andando a casa. --Tenemos ordenes, Eva Valerievna -- respondio Andrei con el tratamiento formal de nombre mas patronimico. --Si, lo se, lo se. Soy su esclava. No hace falta que me lo recordeis a cada paso. Yo misma renuncie a mi libertad -- le corto Eva, apretando los labios mientras intentaba contener una lagrima que pugnaba por precipitarse por la mejilla. * * * * El Mercedes llego al palacio de Viktor Sokolov, tras pasar tres controles de seguridad donde, en cada uno de ellos, salieron dos hombres con chalecos antibala y armados con fusiles de ultima generacion. Eva salio del vehiculo, entro en la casa y se dirigio a su habitacion, subiendo por las escaleras de madera. Una voz la interrumpio en su ascension. --!Eva! --Si, Viktor, dime… --?Por que has vuelto tan tarde? Hace mucho frio, te puedes resfriar. No estas acostumbrada a estos inviernos. --Solo he salido a estirar un poco las piernas. Queria andar. Finalmente he entrado en un pequeno cafe que hay a veinte minutos de aqui, en la carretera. Alli he perdido la nocion del tiempo. No me diras ahora que estabas preocupado por mi. Viktor subio unos pocos escalones y se quedo a dos metros por debajo de ella. La miro a los ojos, con intensidad, con una mirada que Eva aun no era capaz de descifrar. No sabia si la mataria algun dia o la forzaria como un salvaje cualquiera, amparado en su poder y su "trato". Pero Eva no bajo su mirada y se la sostuvo con firmeza. Finalmente, Viktor dijo: --Esta bien, haz lo que quieras. Despues, bajo las escaleras y se introdujo en su despacho, un cuarto al que Eva tenia prohibido el acceso. Ella entro en su dormitorio, una estancia de casi cien metros cuadrados, con bano propio y muebles italianos de lujo. La habitacion estaba demasiado recargada para su gusto. No se podia decir que fuera hortera, como sucedia en muchas casas de nuevos rusos (nuevos ricos), pero con menos de la mitad, se decia Eva, habria quedado mas elegante y espaciosa. Se tumbo en la cama sin quitarse la ropa y cogio el libro que estaba leyendo desde hacia unos dias. Doctor Zhivago, de Boris Pasternak. La pasion por los libros de Eva le venia de su madre, Natalia, poetisa y critica de arte, especialista en el Siglo de Plata de la literatura rusa, con varios ensayos publicados sobre el tema. Pero Natalia se caso con Valeri Novikov, un inteligente hombre de negocios que acabo metido en asuntos sucios de mafias. Se trasladaron a vivir a Espana y alli nacieron sus dos hijas: Yevguenia y Eva. Natalia dejo de escribir ensayos, mas nunca abandono la lectura, un habito que lego a la menor de sus hijas: Eva. Eva leia y leia. La lectura de los clasicos rusos suponia su unico consuelo y un eficaz antidoto contra la depresion y la amargura que amenazaban con instaurarse para siempre en su alma. Pensaba en el camarero que habia conocido esa tarde, y en el acogedor cafe donde se sintio libre por unas horas. Manana volveria a ir, se dijo, mientras recorria con la mirada las peripecias que les sucedian a Yuri y a Larisa. Al dia siguiente, hacia las cinco de la tarde, se disponia a salir de la mansion para tomar te en la pequena cafeteria que habia descubierto. Cuando cogia del perchero su abrigo de vison blanco, Viktor salio de su despacho para interesarse por su repentina salida. --?Adonde vas ahora? – inquirio groseramente. --A dar un paseo y a tomar un te. Llevo aqui todo el dia sin estirar las piernas, me duele la cabeza y necesito aire -- contesto Eva. Esta tarde vienen unos amigos a cenar y quiero que estes en casa. La cena es a las ocho en punto. No vengas mas tarde de las siete y media. --Podrias haberme avisado -- senalo ella. --Si, podria haberlo hecho. Pero ya ves que no ha sido asi -- zanjo el entrando en su despacho. Eva agarro el abrigo con rabia y salio al frio exterior donde la helada le golpeo en la cara nada mas abrir la puerta. Seguia haciendo veintiseis grados bajo cero, y ademas habia una leve brisa que metia el frio por el cuerpo a traves de los ojos. A Eva, de todas formas, le gustaba respirar la helada, sintiendo como el aire descendia hasta sus pulmones, siendo por vez primera consciente de tener esos organos

  • Descendiente de las tinieblas 3 de Tamara Kruger

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    La lucha por liberar a Badru de la oscuridad continua y Eleonor llegara al lugar en donde inicio todo. El Valle Oscuro. En este reino ademas de convivir y conocer las costumbres de sus habitantes tambien seguira descubriendo su tirania y el despojo de emociones de la vinculacion.
    Las visiones que fueron entregas y que revelaron como terminar con el encantamiento que une a hombres y lobos se convertira en la clave para que no pierda la esperanza. Lamentablemente el sombrio enlace sera mas poderoso de lo que pudo imaginar y la arrastrara a liderar una batalla entre la razon y las tinieblas.
    Un nuevo desafio la inducira a buscar su real naturaleza mientras que esta vez la destruccion del enlace la enfrentara a uno de sus mayores miedos.

  • El impostor de Lina Galan

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  • Si tan solo fuera sexo de Myriam Ojeda

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    Cuando amas desesperadamente, solo el ocupa tus pensamientos. Vives y respiras por aquel que da vida a tus dias. El misterioso y carismatico Klaus Grass, es el hombre que trastoca todos sus sentidos, transportandola a un mundo que nunca penso llegar a conocer.

  • El secreto oscuro de la carta de Ariel Omer

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    ?Cuantos de nosotros no nos hemos enamorado? ?Cuantos de nosotros no hemos escuchado una historia y no le hemos dado la minima importancia?

  • A la orilla del rio de Robyn Carr

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    Los habitantes del tranquilo pueblo de Grace Valley eran como una gran familia… y a todos les encantaba meterse en los asuntos ajenos.

  • Deja cantar a la muerte de Sandra Andres Belenguer

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    Tras la muerte de sus padres, su gran apoyo, Christine se siente incapaz de luchar por su sueno: la musica. Solo se siente libre durante las excursiones secretas que realiza con unos amigos a los subterraneos de Paris… En ese universo, alguien la ha oido cantar: un ser oculto tras una mascara, repudiado por todos, quien, impulsado por su voz y el deseo de romper su soledad, le ayudara desde las sombras a vencer sus miedos.

  • Hija unica de Mi-ae Seo

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    Se informo del incendio en el barrio de Eungam-dong a las 3.37 de la madrugada del 17 de junio. El aviso <> aparecio en la pantalla de la sala de control del cuartel general de la Direccion Nacional de Bomberos de Namsan y de inmediato se informo al cuerpo de bomberos del distrito Oeste, las comisarias de la zona y el equipo de investigacion sobre incendios de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. El investigador de incendios Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, estaba de guardia cuando llego la informacion, durmiendo en la sala de descanso del personal. Lo llamaron al movil y se levanto frotandose los ojos. Habia dormido apenas dos horas, porque habia tenido que quedarse hasta despues de la una de la madrugada redactando un informe. Los parpados se le caian, pero salio a tomar aire y el viento frio le espabilo. El aire fresco de la madrugada incluso se llevo los ultimos rastros del sueno. Sang-uk fue caminando al aparcamiento. Antes de subirse al coche, llamo a su companero, el sargento Yu Dong-sik. Su voz delataba que tambien lo habian cogido durmiendo. --Ya estoy despierto, ya. Al parecer, lo habian llamado antes desde la Policia de Seul. Aun sin verlo, visualice su reaccion. Estaria sentado en la cama sacudiendo la cabeza para impedir que su mente, que rehusaba despertar, se durmiera nuevamente. Tratando de espantar el sueno y escuchando con los ojos cerrados la voz al otro lado del telefono. Habia veces que el sargento Yu se movia como un nino, lo que contrastaba con su cuerpo fornido. Reprimiendo una risa que se le escapaba entre los labios, Sang-uk le aviso de que se dirigia al lugar del incendio. --No tardes. --Espera… --?Si? Cuando estaba por colgar, Yu le detuvo con prisa. Sanguk, pendiente de las palabras del otro, presto atencion. --?Donde dijiste que era el incendio? Seguramente sabia donde era. Sin embargo, pregunto de nuevo a Sang-uk, quiza porque la informacion se le habia pasado por estar medio dormido o para cerciorarse de que lo habia escuchado bien. --En Eungam-dong. Esta vez, en la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la interseccion del Colegio Chungam. Se oyo al sargento Yu suspirar. Un momento despues, un breve silencio. Estaria tratando de ordenar sus pensamientos. Pero a los pocos segundos se escucho un pequeno gemido y Yu murmuro. Probablemente estaria maldiciendo mientras se levantaba de la cama. Sang-uk se imaginaba como estaba, aunque no dijera nada, porque simpatizaba con el. --Si… A mi tampoco me hace gracia. --Esta bien. Me preparo y salgo enseguida. Nos vemos alli. Sang-uk colgo y se subio al coche. Introdujo la llave para arrancar y miro la hora. Ya eran mas de las cuatro de la madrugada. Suponia que no habria mucho trafico en las calles porque era de madrugada y penso que llegaria a su destino en unos veinte minutos, pasando por la puerta Sungnyemun y la zona de Muakjae. Saliendo del aparcamiento, intento enumerar los incendios que habia habido recientemente en el barrio de Eungam-dong. Desde el inicio de la primavera, la cifra ya ascendia a seis. A estas alturas, en Eungam-dong, un simple comentario sobre alguien con una cerilla ponia los pelos de punta a cualquiera. El primer caso tuvo lugar no muy lejos de unas obras de construccion, en el distrito Siete de Eungam-dong, cerca del Hospital Municipal de Eunpyeong. Habia mucho desorden en la zona por estar en marcha la edificacion de un megacomplejo residencial en las faldas del monte Baeknyeonsan, pues los materiales de construccion se amontonaban por doquier, asi como los camiones utilizados en esas obras. El incendio se produjo en un terreno baldio en la calle Baeknyeonsa-gil, frente a las obras, y lo extinguieron sin que muriera nadie. Aunque se quemaron planchas de madera y otros materiales de construccion, el dano material no fue grande y pudieron reprimir el fuego porque un obrero dio el aviso a tiempo. El cuerpo de bomberos a cargo tampoco encontro indicios sospechosos sobre las causas del incendio, de ahi que concluyera que habia sido accidental, quiza causado por un cigarrillo sin apagar que alguien habia arrojado. Sin embargo, como lo siguieron otros incendios en el mismo barrio de Eungam-dong, empezaron a investigar de nuevo ese primer caso que dieron por accidental. Hasta se planteo una nueva hipotesis: alguien pudo haberlo provocado deliberadamente, aprovechando que por la noche, cuando se interrumpian las obras, casi no pasaba gente ni coches por la zona. El incendio intencionado que mas danos ocasiono fue el tercero. Fue entonces cuando se incorporaron al equipo de investigacion el agente Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, y el sargento Yu Dong-sik, de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. Ese incendio, al otro lado de la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la iglesia que hay detras de la escuela de primaria de Eungam-dong, dejo perdidas serias, pues afecto a un edificio de viviendas al propagarse el fuego por culpa de las tormentas de arena que soplan cada ano en esas fechas. Asi que se quemaron tres apartamentos y fallecieron tres personas que estaban durmiendo, integrantes de la misma familia. Aunque ocurrio alrededor de las tres de la manana, al tener lugar en un area residencial, aparecio un testigo. Este declaro haber visto a una persona con una conducta sospechosa en las proximidades del lugar del incendio mientras regresaba a casa tras hacer horas extra en el trabajo. Atestiguo que, despues de que esa persona desapareciera por la calle principal, el fuego se extendio. Sin embargo, debido a que estaba oscuro, no pudo ver como era ni la ropa que llevaba. Junto con Yu, buscaron y rebuscaron entre las cenizas en el punto donde, segun el testigo, habia comenzado el fuego, para dilucidar las causas del incendio. No obstante, la investigacion se estanco, pues no coincidian las declaraciones del testigo ni el estado fisico del lugar. Los vecinos alegaron que los incendios reiterados podrian tener alguna conexion con el conflicto que existia desde hacia tiempo entre los residentes de la zona y la constructora por un proyecto de reurbanizacion. Le sono el movil a Sang-uk cuando el coche entraba en la calle Moraenae-gil desde la interseccion de Hongje tras atravesar Muakjae. --?Donde estas? --Yu hablaba en tono bajo y serio--. ?Ya has llegado? --No. Estoy en camino. --?No quedamos en vernos alli? --Es ya el sexto, ?no, Sang-uk? --Si. El silencio se prolongo. --?Tienes algo que decirme? --le pregunto Sang-uk en voz alta para asegurarse de que aun seguia al telefono. --Es que… He tenido una pesadilla… --?Un sueno? Sang-uk parecia estar inquieto por la pesadilla que habia tenido y encima va y le dicen que ha habido otro incendio, probablemente intencionado. Ese repentino momento de debilidad del sargento Yu lo perturbo. Nunca actuaba asi. Quiza su conducta se debia al estres por los incendios en serie. Sang-uk y el sargento Yu investigaban juntos los mismos siniestros; no obstante, sus perspectivas diferian. El trabajo de Sang-uk era analizar los restos de los incendios y el estado de los lugares afectados, asi como las declaraciones tanto de los testigos como de las victimas, para llegar a la causa. Mientras tanto, el sargento Yu se encargaba de inspeccionar los lugares de los mismos en caso de existir indicios de dolo o intencion deliberada con base en los hallazgos obtenidos en la investigacion preliminar, con la colaboracion de investigadores como Sang-uk. Luego su objetivo era encontrar rastros de los autores de los incendios y resolver los casos desde el punto de vista criminal. En otras palabras, el trabajo de Sang-uk terminaba en el lugar de los siniestros. En cambio, para Yu ese era el punto de partida. Si se trataba, en efecto, de un incendio intencionado, uno que involucraba un crimen, su trabajo no acabaria hasta encontrar al autor. Colaboraban intercambiando sus opiniones sobre los incendios; pero, inevitablemente, quien padecia mas estres era el sargento Yu. Para colmo, se habian producido varios en serie en un mismo barrio en un lapso de apenas unos meses. Era de esperar que se sintiera angustiado. En situaciones ordinarias, no acudiria al lugar del siniestro con tanta prontitud ante una denuncia. Pero, con el aumento de los incendios en Eungam-dong, a Sang-uk y al sargento Yu los requerian inmediatamente cada vez que surgia un nuevo caso. Sang-uk no sabia como responder. Solo ansiaba que el de ese dia fuera el ultimo. Que cogieran al autor y que no hubiera mas incendios. --?No crees en los suenos? --Si. Mi madre tuvo uno muy revelador durante mi nacimiento, y gracias a ese sueno me converti en bombero. ?No te lo he contado? Sang-uk aludia al sueno de su madre en un tono jocoso, que no solia usar, con la intencion de relajar a Yu, aunque fuera un poco. Pero el sargento, que habia escuchado aquella historia mil veces, colgo antes de que Sang-uk terminara. Sang-uk bajo el movil con una sonrisa y acelero el coche. Aunque faltaban varios metros hasta la interseccion del instituto Chungam, el caos ya avisaba de que habia habido un incendio en la zona. La gente, pese a la hora, estaba en la calle para ver que ocurria y los conductores desaceleraban con el mismo proposito y obstaculizaban el paso. Sang-uk pudo entrar por la calle que daba acceso al templo Baeknyeonsa despues de pitar varias veces, incluso con la luz de emergencia sobre el coche. Esquivando a la gente, logro estacionar en una esquina y se acerco al lugar del siniestro, donde se percibia el ambiente inquieto tipico de estas situaciones.

  • La conquista de esmeralda (Joyas de la nobleza 4) de Catherine Brook

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    Llega la cuarta entrega de la serie <> con la historia de Esmeralda.

  • No se lo digas a nadie de Harlan Coben

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    “El pediatra David Beck y su esposa, Elizabeth, han ido a celebrar un aniversario muy especial al lago Charmaine. Crecieron juntos, se besaron por primera vez a los doce anos, y, ahora, trece anos despues, la corteza del mismo arbol vuelve a recoger el testimonio de ese amor. Pero lo que empieza siendo un romantico fin de semana pronto se vera trocado en tragedia. Mientras nadan por la noche en el lago les asaltan: David es golpeado y queda inconsciente, su mujer, secuestrada. El cuerpo de la joven aparece sin vida en una zanja. Su propio padre se ocupa de reconocer el cadaver mientras Beck se recupera de la agresion en el hospital. Han pasado ocho anos desde aquella pesadilla y el culpable, un asesino en serie, espera en el corredor de la muerte, sin embargo, las heridas de Beck no han cicatrizado todavia. Se refugia en su trabajo y sus amigos, pero el recuerdo de Elizabeth no le abandona.

  • Los patitos feos y los cisnes negros de Jordi Grane

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    Diez anos despues de La resiliencia, Jordi Grane y Anna Fores exploran nuevamente este termino a la luz de los mas recientes estudios en neurociencia. En Los patitos feos y los cisnes negros, los
    autores analizan la resiliencia concebida como un desafio vital repleto de fragilidad, belleza, altibajos y plenitud.
    Basandose en la ciencia, la etica e incluso la espiritualidad, esta obra invita al lector a trabajar su capacidad de adaptacion e ir siempre un paso mas alla.

  • El amor que llego de Hollywood de Alessandra Torre

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    Cole Masten lleva anos siendo el marido perfecto de Hollywood, pero, alli, los amores eternos solo duran en la pantalla, asi que cuando su mujer le abandona, se convierte en el soltero dorado de la meca del cine. Que tengan cuidado las chicas de Los Angeles, hay un chico malo suelto en la ciudad, y esta dispuesto a arrasar con todo. Summer Jenkins. Esa soy yo, una chica surena atrapada en Quincy, Georgia.

  • Lo que fuimos de Golnaz Hashemzadeh Bonde

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    A Nahid le queda poco tiempo. O, al menos, eso le acaban de decir los medicos. Es una superviviente, pero la idea de que el mundo seguira girando sin ella la perturba. Ella, que lucho por la revolucion sin saber el alto precio que pagaria. Ella, que huyo de Iran y trabajo para construir un nuevo comienzo y plantar raices en un pais que no era el suyo, con el fin de que su unica hija tuviera un manana. Y ahora debe sobrevivir de nuevo, por ella, por su hija, por el futuro que ya esta en camino.
    Escrita desde la honestidad, la fuerza y el ingenio, Lo que fuimos es una novela de amor y supervivencia, una reflexion sobre los poderosos vinculos entre madres e hijas.

  • El Libro de Skye (Viajeros en el Tiempo 1) de Emily Delevigne

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    ?Serias capaz de dejar tu vida atras y viajar en el tiempo a la Escocia medieval para salvar la vida de un laird de las Tierras Altas?
    Cuando Alba Duque tiene la oportunidad de visitar una de las bibliotecas mas antiguas de Sevilla, no se lo piensa dos veces y acepta la oferta del Senor O’Neill, un irlandes cuya vida es un misterio para todos. Lo que Alba no sabe es que acabara encontrando un extrano libro que no solo le mostrara la vida de Cameron MacLeod, un laird de las Tierras Altas de Escocia, sino tambien su muerte.
    Tras esto, Alba decide tomar un vuelo hasta Escocia y seguir los pasos que le indica el libro, sin ser consciente de todos los peligros que le esperan.
    Por su parte, Cameron MacLeod dedica por completo su vida al clan. Cuando en uno de sus viajes de negocios a Edimburgo ve a una muchacha nadando semidesnuda en el Lago Ness, se siente irremediablemente atraido por ella y decide ofrecerle hospedaje en sus tierras, sin conocer las consecuencias que tendra tal decision.

  • Las esquinas rotas de Joaquin M. Barrero

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  • El peligro de amarte de Flor M. Urdaneta

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    Llevaba una vida normal, rutinaria, transcurria entre atender a mi padre, trabajar en el taller y salir con mis amigas algunos fines de semana. Pero todo cambio cuando Noah aparecio delante de mi, con su metro ochenta y cinco de perfeccion, sus penetrantes ojos celestes y esa capacidad asombrosa de hacerme perder la cordura. Noah era la fruta prohibida del Eden, su tacto era adictivo, sus besos apasionados, y aunque intente alejarme, renunciar a lo que sentia cuando estaba con el, no pude; se metio bajo mi piel, tomo mi corazon y luego, cruelmente, me lo arrebato.

  • Chicas de papel y de fuego de Natasha Ngan

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    Cada ano, eligen a ocho chicas hermosas que serviran al rey como Chicas de Papel. Es el mas alto honor al que pueden aspirar. y a la vez, el mas degradante. Este ano hay una novena chica.
    Y en lugar de papel, esta hecha de fuego.
    Lei pertenece a la casta de papel, la clase mas baja de Ikhara. A pesar de eso, un rumor sobre sus ojos dorados ha despertado la curiosidad del rey; por eso, la apartan de su hogar y la llevan al opulento palacio, una prision dorada, y su vida queda sometida a los caprichos del Rey Demonio.
    Mientras suena con escapar, Lei comete lo impensable: se enamora.

  • El camino de Greta de Rosa Boliart

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    Greta, Yolanda y Marta son tres amigas que deciden realizar el Camino de Santiago. El primer dia conocen a un hombre que viaja solo y con el cual comparten vivencias.
    Al salir de sus rutinas cotidianas surgen situaciones que ponen al descubierto actitudes y secretos personales. Las diferencias entre ellas aparecen cuando conversan sobre temas que antes no habian tratado y una de ellas se siente atraida por el desconocido.
    Al regresar a sus casas ya nada es igual, ni la relacion entre ellas, ni la relacion de la protagonista con su entorno familiar. Greta confecciona un plan para cambiar de vida, pero un reves causado por una circunstancia repentina le hace dar un vuelco a sus planes al tener que tomar la decision mas importante y dura de su vida.

  • Seducida por su Lobo (Los Lobos de Green Valley 2) de T.n. Hawke

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    Natalie:

  • Una apuesta arriesgada de Marta Andres

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  • Contra el separatismo de Fernando Savater

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    A modo de panfleto, este libro pretende ser un golpe directo a la sinrazon de los separatismos. Porque el
    separatismo no es una opinion politica o un ensueno romantico, como puede ser el nacionalismo, sino una agresion deliberada, calculada y coordinada contra las instituciones democraticamente vigentes y contra los ciudadanos que las sienten como suyas. No es un delirio mas o menos grave, sino un ataque en toda regla al nucleo mas importante de nuestra garantia de ciudadania, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay mas arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propositos.

  • Hombres Equivocados de Clara Montecarlo

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    El Montanero: Romance, Erotica y Segunda Oportunidad con el Viudo
    Adam Murphy.
    Viudo. Guardabosques. Montanero.
    Lobo solitario. Depresivo. Amargado.
    Ese era yo, solo en mi montana.

  • Un hombre al mando de Laurelin Paige

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    Tenia el brazo levantado y el movil en la mano mientras buscaba cobertura cuando lo oi. Un maullido leve. El tipico sonido de un gatito en apuros. Aguce el oido y examine a mi alrededor. Detras de mi, cuatro estructuras con forma de silo se erigian apinadas. Abajo, el bar de la azotea bullia de actividad. Enfrente, el Empire State atraia todas las miradas, resplandeciente con los colores del arcoiris (en honor a la manifestacion en favor del colectivo LGBTQ, convocada para ese fin de semana), pero el exceso de luces centelleantes de discoteca del local hacia palidecer la atraccion turistica. Habia mucho barullo, una de las razones por las que me habia escabullido a la parte mas alta del edificio: queria hacer una llamada. El otro motivo que me habia empujado a subir a la azotea era que todavia no habia conseguido que en mi pantalla apareciera mas de una raya de cobertura. Los maullidos, conclui, debian de proceder de los depositos, sirvieran para lo que sirvieran. Imagine que hacian las veces de trastero para guardar objetos mecanicos para el edificio: para el sistema electrico, el aire acondicionado y vete a saber que mas. Algun arquitecto de esos de prestigio habia decidido, por alguna razon, que unas torres cilindricas de un tono bronce con tapas que parecian un sombrero conico asiatico eran el mejor modo de hacer que el material industrial quedara mas bonito. De verdad, la ultima moda en diseno de la ciudad de Nueva York escapaba a mi entendimiento. Para mi, tenian una pinta rarisima. Ademas, los habian colocado en la parte mas alta de un edificio de sesenta plantas, de modo que la probabilidad de que hubiera oido a un gatito extraviado era bastante infima. De todas formas, el ruidito habia cesado. Es probable que hubiera sido el chirrido de un generador o que me lo hubiese imaginado. Volvi a centrarme en el movil. Dos rayas si me situaba en esa direccion. Termine de subir los tres escalones que faltaban para llegar por fin a la planta superior. !Tres rayas! Con eso bastaria. Pero... volvi a oir al gatito. Otra vez. Y otra. Quedaba descartado que fuera algo mecanico. Baje la mano con la que sostenia el telefono y empece a rodear uno de los depositos. Si no se trataba de un gato (porque tan arriba no podia ser, ?no?), ?que era entonces? ?Esos ruidos los podian hacer las ratas? Solo de pensarlo me puse a temblar. Lo cierto es que no tenia ningun motivo para ponerme a buscar de donde procedia el sonido. Pero ?y si era un gatito? Quiza los del bar hipster de abajo tenian uno aqui en la azotea para que mantuviera a raya a los ratones. No era una idea tan descabellada y me empezo a picar la curiosidad, asi que, en contra de lo que me dictaba el instinto, segui rodeando el segundo deposito. De pronto, me quede petrificada. Aquel ruidito no lo emitia un animal, sino una mujer. Se encontraba a unos cinco metros y apoyaba la espalda en la pared de ladrillos de una chimenea al otro lado de los depositos. Tenia los ojos cerrados, llevaba un vestido de fiesta remangado por la cadera y los sonidos que emitia eran gemidos de placer, no de sufrimiento. Segun parecia, se los estaba provocando el hombre situado delante de ella. En concreto, su mano, que se movia entre sus piernas. Y !uf!, a juzgar por la expresion de la mujer, el hombre sabia lo que hacia. Retrocedi con sigilo y a toda velocidad mientras rodeaba el deposito y solte el aire despacio. No sabia si echarme a reir o... bueno. ?Es que que otra reaccion iba a tener, si no? Desde luego, el cosquilleo instantaneo de excitacion que se me habia despertado entre los muslos no era la respuesta adecuada. Vamos, que lo mejor era reirse. Me rei en silencio, para no molestar a los <>. Sin embargo, cuando el impulso de tomarmelo con humor se desvanecio, el cosquilleo seguia ahi. Hacia mucho tiempo desde la ultima vez que habia echado un polvo. La ultima relacion seria que habia tenido termino en verano, y luego busque un clavo que sacara a otro calvo durante el fin de semana de Halloween, pero, desde entonces, nada... y estabamos a principios de septiembre. !Madre mia, pero si ya casi hacia un ano! No me extranaba que sintiera tanta curiosidad por aquel par de desconocidos que se metian mano en un rincon apartado de la juerga en la azotea. La excitacion indirecta era demasiado tentadora. Sin hacer ruido, rodee el deposito de puntillas con el cuerpo pegado al edificio. Solo queria... echar una miradita. Guau. Esta segunda vez, la escena era tan sensual como la primera. Mas incluso ahora, que la mujer empujaba las caderas hacia la mano de el. La forma en que el hombre le sostenia las manos por encima de la cabeza, el hecho de que no se estuvieran besando, que los unicos puntos de union entre sus cuerpos fueran la mano de el que le agarraba las munecas y la otra metida entre sus piernas, constituian un espectaculo obsceno, lisa y llanamente. Y cuando ella solto otro gemido, por poco no se me escapo uno a mi tambien. Tome nota mental: <>. Tanto, que habia olvidado por completo la razon por la que habia subido a la azotea. Tanto, que me palpitaba la entrepierna. Tanto, que ni se me ocurrio esconderme cuando la mujer profirio un ultimo grito ahogado y se estremecio al llegar al orgasmo. Era evidente que aquel era el preciso instante en que deberia haberme ido. Bueno, vale, deberia haberme ido antes, pero como no lo habia hecho, el momento era ese. Sin embargo, me quede ahi, pasmada por la actitud indiferente con la que el hombre se saco un panuelo de un bolsillo interior del esmoquin y se limpio la mano antes de metersela en el bolsillo. Ni siquiera se lo ofrecio a la mujer. No fui la unica que se dio cuenta. Ella puso mala cara mientras se recolocaba el vestido, pero enseguida recupero la sonrisa. Se echo la melena castana por encima del hombro (oscura, pero no tanto como la mia), se acerco a el y le toco la entrepierna. --Va, Eden, que tu ya has terminado... --Aunque no alcanzaba a oirlo todo desde mi escondite privilegiado, si que vi con claridad que el le apartaba la mano. --Pero tu no --dijo ella entre susurros. El la miro fijamente unos segundos. Ojala hubiera estado de cara a mi para poder ver su expresion. Oye, que complicado era espiar a gente que no cooperaba. --No te esfuerces --repuso al final. Una negativa, clara como el agua. No necesite verle el rostro para saberlo--. La unica razon por la que he hecho que te corrieras ha sido para que me dejes en paz. <>. !Menudo imbecil, el tio! Bueno, o quiza no. Habia que tener en cuenta que, antes de rechazarla, le habia provocado lo que, a todas luces, habia sido un orgasmo de calidad excepcional. Claro que carecia de la informacion necesaria para formarme una opinion a partir de lo que habia visto. Pero era dificil no figurarme los detalles de la situacion mientras observaba la escena como quien come palomitas, y, en mi imaginacion, al tipo se le daba tan bien follar como tener los modales de un autentico imbecil. La experiencia me habia ensenado que ambas caracteristicas iban de la mano. Eden se aclaro la garganta, pero parecia que sabia cuando retirarse: --Tu te lo pierdes. Sabes perfectamente que te trato muy bien. --Si, exacto. Ese es el problema. Madre mia, menudo cabron. Era el tipico tio que necesitaba poner distancia. El tipico que solo se enrollaba contigo una vez y si te he visto no me acuerdo. Recorde que habia alquilado el bar de abajo entero, en la azotea, para celebrar una fiesta con invitados de clase alta, y lo cale: un ricachon arrogante que se creia que tenia privilegios. Todo un casanova, vamos. Lo mejor que Eden podia hacer era salir disparada en direccion contraria. Se le borro la sonrisa. Irguio la espalda y lo fulmino con la mirada. --Eres un imbecil. <>. El casanova se encogio de hombros. --Ya te lo adverti. --Me avisaste, pero sabias que, al hacerlo, darias ni mas ni menos que la imagen contraria. Mira, ?sabes que? Te mereces estar tan amargado. Parecia que estaba a punto de irse, lo que significaba que yo debia salir por patas, pero vacile al ver que el alargaba la mano y la agarraba del brazo. --Espera, Eden. La expresion de esta se suavizo, aliviada, como si hubiera deseado que el la detuviera. Yo tambien sabia lo que era albergar esa esperanza. Ademas, estaba bastante segura de que Eden sabia donde se metia cuando se habia enrollado con este cabron, pero, aun asi, me costaba no empatizar. Le solto el brazo y le acaricio el rostro. Y, justo cuando creia que el casanova quiza no estaba tan mal, espeto: --Limpiate antes de bajar. Se te ha corrido el rimel. Eden se aparto de golpe y, sin mediar palabra, se fue echa una furia. Una furia que venia derechita hacia mi. <>. Sali disparada y rodee el deposito lo suficiente para que no me viera cuando bajara las escaleras, pero no tanto como para que don imbecil me viera desde el otro lado. Entonces, espere mientras trataba de oir sus pisadas para saber cuando podria salir de mi escondite. Por lo visto, el cabron caminaba de forma muy silenciosa, porque no se oia ni una mosca. Asi que me puse a contar hasta doscientos, solo para estar segura de que habia pasado el tiempo suficiente. Y me pase de los doscientos tambien, porque perdi la cuenta un par de veces cuando me asalto una imagen de la escena tan sensual con la que me habia encontrado. Sin duda, en la lista de pendientes debia anadir <>. No podia seguir asi. Al fin, asome la cabeza por donde lo habia visto la ultima vez. No habia nadie. Avance unos pasos para asegurarme. No estaba en ninguna parte. Suspire, aliviada. --?Buscas a alguien? Di un bote al oir la voz a mi espalda. Gire sobre los talones y lo vi de pie, entre las sombras, donde habia estado escondida hacia tan solo unos segundos. Era imposible que supiera que yo estaba alli. Imposible. Igual de imposible que que supiera que los habia visto. Llegue a esas conclusiones en un instante, de modo que me hice la inocente: --Me habia parecido oir a un animal. Un gatito atrapado. Solo estaba echando un vistazo. <>. --Un gato. En la azotea de un edificio de sesenta plantas. --No se lo creyo, como era logico. --Ya, a mi tambien me parecia raro. Por eso estaba echando un vistazo. --Aja. Estaba tan nerviosa que me habia puesto a sudar. Tenia muy presente que habia venido a la fiesta haciendome pasar por quien no era y, aunque no habia ninguna razon para que este tipo lo pusiera en duda, la posibilidad habia hecho que me pusiera en guardia. Pero eso no tenia por que ser positivo per se. Porque deberia haber defendido mi version (era la verdad, al fin y al cabo) y haberme largado. El seguia entre las sombras, con el rostro oculto en la oscuridad. Tampoco es que fuera a tratar de impedirmelo. Con todo, esas dos silabas encerraban una provocacion, un reto implicito, y quien me conocia sabia que yo no era de las que salian corriendo ante un desafio. Di un paso adelante para acercarme. --?Aja? ?Aja, que? ?Que quieres decir con eso? ?No me crees? Se encogio de hombros con la misma indiferencia que le habia demostrado a Eden. --Aja solo quiere decir aja. --Ah. --Quiza me lo habia imaginado. Toda esta odisea habia sido un error. ?Por que habia creido que seria capaz de hacerlo sin perder los papeles? Tal vez era el tipo de persona que no se achicaba ante un desafio, pero tampoco era estupida, y haber venido a esta fiesta habia sido una absoluta insensatez. Ademas, estaba imaginando conflictos donde no los habia--. Bueno, pues... --dije y me di la vuelta para alejarme de ese hombre misterioso. Del mismo modo que habia alargado la mano para detener a Eden, elevo la voz para detenerme a mi. --?Sabes? Creo que has venido a echar un vistazo porque has oido algo y luego te has topado con otra cosa. Y en vez de irte..., has preferido quedarte. Gire sobre mis talones de nuevo. --No me he... --perdi el hilo de golpe. Habia salido de las sombras y ahora, por primera vez, le vi la cara. Y era impresionante. Impresionante nivel: te quedabas sin respiracion. Impresionante nivel: braguitas chorreando. No me extranaba que Eden se hubiera muerto del gusto con el. Los hombres normales y corrientes no eran asi. Este era como un modelo de portada de revista. Si me hubiesen obligado a describirlo, no habria sido capaz de decir que lo hacia tan atractivo. Todo. La forma en la que encajaban sus rasgos. Los pomulos marcados. La mandibula cincelada y manifiesta bajo una barba castana, cuidada y corta. Los ojos... (habia demasiada poca luz para identificar el color, pero estaban colocados en el lugar perfecto). Y, aunque su apariencia por detras se disimulaba bastante, el traje confeccionado a medida que llevaba revelaba lo suficiente de la parte frontal para apreciar que tenia un cuerpo muy bien definido como quien no solo tiene un gimnasio en casa, sino que tambien se pasa horas en el. Me sorprendio tanto, me pillo tan desprevenida, que vomite las palabras antes de tener la oportunidad de refrenarlas: --Ostras, menudo pibon. La verguenza me subio por el cuello hasta el rostro. Mi piel olivacea no se sonrojaba con facilidad, pero la sangre todavia se me acumulaba en la cara cada vez que hacia el ridiculo. Y acababa de hacer un ridiculo monumental. Era imposible arreglarlo. Mientras me mosqueaba conmigo misma y me moria por el bochorno, el metio cucharada como si nada: --Justo estaba pensando lo mismo de ti. Me acababa de tirar los tejos. Y hacia nada que le habia provocado un orgasmo a otra mujer. Pero que bien lo habia calado. Era un donjuan de manual. Me eche a reir, en parte por los nervios y tambien porque no me lo podia creer. --Eh... no. Eso no. No vamos... No. Gracias, pero creo que me voy a ir. Estaba tan nerviosa que no habia acabado de dar la media vuelta cuando me detuvo de nuevo. --No, espera. Lo siento. No queria pasarme de la raya. Como lo has dicho tu primero, creia que podia responderte en los mismos terminos. Reflexione unos segundos antes de contestar (algo que sabia que deberia hacer mas a menudo). Bueno, vale. Habia decidido que no era mas que un ligon, pero no tenia pruebas de ello. Y luego habia sido yo quien le habia soltado aquello a un completo desconocido. Sin duda, era yo quien se habia pasado de la raya. --Si que lo he hecho --admiti--. Lo siento, me ha salido solo. --No hace falta que te disculpes. --Su sonrisa brillaba como el oro. Resultaba hipnotica. Capaz de convencer a muchas mujeres para cometer estupideces con tan solo exhibirla. Desee que ese <> no me incluyera a mi. Pero tambien era realista, asi que me puse en guardia porque lo mas probable era que yo tambien formara parte de dicho grupo. Y todavia estaba alli parada. --Tambien se aplica a que te hayas quedado aqui arriba despues de presenciar lo que te has encontrado. --Estaba decidido a obligarme a admitir lo que habia visto. Eran meras suposiciones. Solo tanteaba el terreno. Sin embargo, ?habia alguna razon de peso para negarlo? Sentia curiosidad por saber hacia donde queria llevar la conversacion, de modo que me limite a preguntar: --?Y? --Y eso, combinado con el comentario que has hecho sobre mi fisico, me ha dado a entender que esta conversacion podria terminar de una forma muy distinta. --Avanzo hacia mi al acecho, como un depredador. Lo juro. Como un depredador. Que locura lo sensual que podia resultar un hombre con tan solo dar un par de pasos. Y una locura todavia mayor era lo mucho que me estaba afectando. Y, ay, la madre, me habia costado unos segundos procesarlo, pero ?de verdad acababa de soltarme eso? --Por favor --dije, con un grunido de irritacion que iba tan dirigido a mi como a el--. Solo porque te he pillado en plena faena por casualidad, ?crees que ahora yo tambien voy a querer? --No, claro que no. --Se volvio a encoger de hombros con indiferencia--. Solo porque te hayas quedado mirando... Otra oleada de sangre me incendio las mejillas. El habia estado de espaldas a mi durante todo el rato. Eden ni siquiera me habia visto y era ella quien estaba de cara a mi. ?Me habia equivocado? Quiza en la pared de ladrillo habia algo reflectante. Me gire para examinar el lugar donde habia estado el. Volvi la vista atras hacia el punto donde habia estado yo. No, para nada. Imposible. No me habia visto. Me gire para enfrentarme a el con una sonrisa de satisfaccion. --Es imposible que lo sepas. Entonces, me devolvio la misma sonrisa, porque acababa de confesar que, en efecto, me habia quedado mirando. --Estaba evaluando si habia sido consentido --anadi, en un arranque. --Claro, te preocupaba la seguridad de otra mujer. --Exacto. --La mentira me hizo sentir honrada. Como si, en realidad, me hubiera comportado como una heroina en vez de una mirona, motivada por la preocupacion de si Eden estaba sufriendo una violacion o no. Su sonrisita de autosuficiencia me decia que no lo enganaba, pero me siguio el juego: --Espero que hayas llegado a la conclusion de que era consentido. --Al menos por parte de ella. --Lo dije porque pense que seria una pulla, pero, al oirlo, me di cuenta de que parecia que estuviera tonteando. Joder. Quiza si que tonteaba. Su expresion reflejaba la misma duda. --No me he visto obligado a hacer nada que no quisiera. Pero si, razon no te falta. Estaba un poco distraido. En cambio, tu tienes toda mi atencion. --Dudara o no, tenia un descaro impresionante. Y a mi me encantaban los ligones atractivos y descarados. Pero enrollarme con uno no formaba parte del plan de esa noche, asi que tenia que irme. --Ah, muy bien --continue, echa un lio y atontada--. Vale. Si. Me... Bueno. Gracias, pero no. Solo habia subido para hacer una llamada, asi que voy a ello. --Tuve la sensatez de largarme, pero fui incluso mas sensata al decirle mientras me iba--: Por favor, no me sigas. Bueno, quiza no habia sido la sensatez lo que me habia impulsado a echar un ultimo vistazo en su direccion. Queria saber si estaba mirando como me iba. Y, quiza soy una idiota, pero me encanto saber que, efectivamente, lo hacia. Capitulo 2 Teyana respondio tras el primer tono de llamada. --Cuentamelo todo. Yo seguia con la cabeza perdida entre los depositos, en ese desconocido tan atractivo y exasperante. Seguramente, deberia haberme esperado a que me bajara el sofoco antes de llamar, pero me moria por ponerme al telefono para que pareciera que estaba haciendo algo, por si se le ocurria seguirme. No obstante, no habia sido el caso y ahora estaba condenada a hacer un esfuerzo por hablar. Solte algo a medio camino entre un grunido y un suspiro. --Todo iria mejor si estuvieras aqui --asegure, y era la verdad, pero no lo habria expresado como una quejica si hubiese estado centrada. Al instante, trate de suavizar mi comentario--. Quiero decir, se que no seria lo mejor para ti, pero lo seria para mi, y no trato de hacer que te sientas mal, pero es que me gusta que me acompane mi amiga. Joder, que insensible. Mira que centrarme en como me sentia yo y lo mierda que era tener que estar sin ella en vez de preocuparme porque Teyana si que sufria a nivel fisico. Sabia comportarme como una buena amiga para alguien que padecia una enfermedad cronica y agotadora, pero, de vez en cuando, metia la pata hasta el fondo. --Lo siento --anadi, mientras desee haber comenzado por ahi. --Eh, va, no empieces... --Como solia pasar, Tey termino por consolarme a mi--. Soy muy consciente de que mis brotes no solo son una molestia para mi. --Pero es que ahi esta el problema: que solo para mi son una molestia. Para ti, son algo mucho peor. --Si --reconocio--. Son una absoluta mierda. Ojala pudiera estar contigo, de verdad. Ese habia sido el plan original: venir juntas. De hecho, cuando habia visto la invitacion entre la correspondencia de mi jefa, mi idea habia sido tirarla a la basura y no darle mas vueltas, pero Tey me la habia quitado de las manos y los ojos se le habian iluminado con un plan. <>, le habia senalado yo. <>. <>. <>. Fue entonces cuando me lo plantee en serio. Kendra nos habia prestado ropa a Teyana y a mi millones de veces desde que las tres nos conocimos y nos hicimos amigas cuando cursabamos el master en la Universidad de Georgetown. Aunque ya no eramos tan intimas como entonces (convertirse en mi jefa tras la graduacion habia cambiado las dinamicas de la relacion), sin duda me habria prestado algo de haber estado alli. Claro que, si hubiera estado alli, yo no habria fisgado entre su correspondencia y no habria descubierto que se celebraba esta fiesta. Tey debio de darse cuenta de que mi conformidad se abria paso: <>. Los Sebastian pertenecian a la realeza estadounidense. Tenian dinero invertido en todo, desde el acero y el petroleo hasta medios de comunicacion y tecnologia, de modo que, practicamente, la ciudad entera les pertenecia. Su apellido figuraba en tantos edificios como el de los Rockefeller, entre los que se contaba el Sebastian Center, la sede principal de la mayor parte de sus negocios en Nueva York. Y una fiesta con estos fabulosos millonarios como anfitriones resultaba, sin duda, tentadora. <>, habia insistido Tey. <>. Y como razon no le habia faltado en ese sentido, y dado que ultimamente estaba un tanto resentida con Kendra, yo habia accedido. Pero entonces, Teyana sufrio un brote que la mando derechita a la cama y en posicion fetal. Solo habia aceptado acudir a la fiesta para que ella pudiera vivirla de forma indirecta a traves de mi. Hacia tanto tiempo que eramos amigas que era consciente de que, a veces, lo unico que podia hacer para aliviar su enfermedad era vivir mi propia vida al maximo. En muchos sentidos, el hecho de que Teyana padeciera esta enfermedad me habia impulsado a ir mas lejos de lo que habria ido yo sola. Y eso me hacia sentir incluso mas culpable. --?Como te encuentras? --le pregunte esta vez. --Mareada, y es como si alguien no dejara de clavarme un cuchillo de sierra entre las costillas. Pero, sobre todo, estoy aburrida, asi que distraeme y cuentame como va la fiesta. --Bueno... --Lo cierto era que apenas habia pisado la fiesta. Me habia paseado de una punta a la otra de la azotea, habia pillado unos cuantos aperitivos exoticos de las bandejas que se paseaban por el local y, por fin, habia subido por la escalerilla para buscar cobertura y llamarla. Sin embargo, esta version de la noche no iba a distraerla, asi que trate de echarle mas miga: --Todo el mundo va muy elegante, por supuesto. Ropa exclusiva, de diseno. De hecho, me da la sensacion de que no voy todo lo arreglada que deberia, y mira que llevo un Dolce & Gabbana. --He visto la foto. Encajas a la perfeccion, te lo aseguro. Baje la mirada en direccion a la falda de tul rosado. --Parezco una bailarina. --Pareces la primera bailarina del ballet de Nueva York, en todo caso, y eres un pibonazo. Y punto. ?Que mas? Venga, cuenta.

  • Trazos de sangre de David Sando , Marc Juera Conchillo

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    La vida de Suri ha cambiado radicalmente tras el ataque a la Academia. Envejecido, lisiado y derrotado en cuerpo y alma, el mago debera afrontar ahora su mayor reto: viajar hasta el Continente Salvaje, un lugar situado en los confines de la Tierra al que solo un loco se atreveria a ir, en busca de una cura para su mal; una cura cuyo precio debera pagar con sangre.

  • Angel Millonario de Blanca Moral

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    Solo unos segundos frente a la TV habian sido suficientes para darse cuenta de la enorme atraccion que sentia por este hombre de traje que transmitian en vivo a traves del canal mas popular del estado. La mayoria de las cadenas de television en ese instante habian puesto su atencion en un evento muy importante de la ciudad de San Diego, California. La inauguracion de un nuevo edificio, destinado al desarrollo de la industria de la moda, habia captado la atencion de los curiosos, periodistas y fanaticos de este sector, los cuales habian abarrotado lugar, tomando fotografias y grabando a un hombre que se habia convertido en una celebridad. Angel Montero era la sensacion del momento, el gran crecimiento financiero que habia experimentado en los ultimos anos, lo habia convertido en uno de los jovenes empresarios con mayor exito en California. Tan solo con 28 anos de edad, habia logrado conseguir mas de 150 millones de dolares gracias a su ojo clinico para realizar inversiones precisas en el momento indicado. Con una gran cantidad de acciones en la bolsa, adjudicadas a multiples companias, Angel Montero simplemente tendria que sentarse en su escritorio a ver como sus cuentas bancarias crecian rapidamente sin que este generara una gota de sudor. Pero como todo en esta vida, no todo habia sido exito y satisfaccion en la vida de Angel Montero, ya que este habia tenido que afrontar duras pruebas para poder establecerse como el apuesto millonario en el que se habia convertido actualmente. Cualquier mujer habria dado lo que fuese por ganarse la atencion de Angel, quien hasta el momento no habia conseguido tener exito en ninguna relacion sentimental. Estaba casado absolutamente con los negocios, su pasion por hacer dinero constantemente le generaba rupturas sentimentales y una estabilidad emocional que dejaba mucho que desear. Detras de ese peinado perfecto, y un rostro de revista, Angel Montero sufria enormemente la ausencia de una companera, ya que, tener tanto dinero y exito era completamente absurdo para el si no tenia con quien compartirlo. Mujeres, abundaban notablemente en su vida, pero simplemente eran objetos temporales cuyo paso por su vida era realmente breve. En su lista, habia logrado marcar salidas con modelos, actrices, periodistas, y cualquier cantidad de chicas de multiples edades. Angel no se detenia a evaluar estatus social o edad, su busqueda incansable por una companera, lo llevaba a estar constantemente evaluando nuevas mujeres que se convirtieran en la elegida para compartir la fortuna del atractivo Angel millonario. La camara de la cadena de television central TV, hace una toma cerrada del rostro de Angel Montero, quien se encuentra abrazado a una reconocida modelo, cuyas medidas podrian detener el trafico de la ciudad. Mientras el rostro del empresario ocupa la totalidad de la pantalla de la TV de una cafeteria, unos dedos femeninos acarician la pantalla del viejo artefacto en el que solo funcionan dos canales. Mientras la mitad de la ciudad se encuentra en el lugar, gran parte de ella observa el evento a traves de la senal abierta, siendo Sandra Vidal uno de los espectadores que disfruta de un evento sin precedentes en la ciudad de San Diego, minutos antes de que Angel Montero corte la cinta inaugural del edificio. El hombre se acerca al podio, toma el microfono en sus manos, el cual hace un leve feedback y dirige unas palabras a la ciudad, en las que expresa su enorme agradecimiento por todo el apoyo que recibido hasta ese momento. Justo detras de el puede verse a la hermosa modelo cuya sonrisa de catalogo no deja de deslumbrar al publico, Angel Montero ha elegido a su companera ideal ese dia para causar una buena impresion ante los presentes. La superficialidad esta a flor de piel, nada es genuino en aquel lugar, ni la felicidad que irradia el rostro de Angel por su nuevo logro, ni la aparente conexion existente entre el y la modelo, todo es una completa farsa. Sandra Vidal habia escuchado multiples veces que, si deseabas algo con mucha fuerza y continuamente, posiblemente esto se haria realidad. Estas personas que habrian formulado esta teoria, posiblemente no se encontraban en la situacion que atravesaba Sandra cada dia de su vida. Mientras intenta desconectarse de su entorno, y se traslada directamente a un lado de Angel Montero, la chica logra generar un poco de satisfaccion en medio de tanto dolor. Por algunos segundos, la chica suena con llevar puesto el vestido negro que lleva la hermosa modelo. No tiene sus medidas, por lo que intenta transformar su cuerpo en una obra de arte, a fin de cuentas, es su propia imaginacion y no hay reglas en ese lugar. Pero, aunque intenta esforzarse, es muy dificil para Sandra Vidal poder proyectarse en una situacion como esa, ya que lo mas valioso que tiene en su vida es el calzado que lleva puesto en ese instante. La situacion financiera de Sandra nunca habia estado estable, siempre con deudas en su tarjeta de credito y un salario que generalmente estaba comprometido a la hora de recibirlo. No es nada dificil para ella sonar ser parte de una vida de lujos, pero si resulta complicado proyectarse en ella, ya que no conoce absolutamente nada de dicho entorno. Observa la forma en que Angel Montero se expresa, la clase y la elegancia que irradia, son notables, algo que posiblemente Sandra jamas lograria conseguir. Finalmente, su momento de ilusion y desconexion es interrumpido por el timbre ubicado en la barra de atencion de la cafeteria. La chica sujeta una pequena toalla de tela en sus manos, la cual, ante la impresion generada por el sonido agudo generado por un cliente, cae al suelo. Sandra se inclina para tomar la toalla, pero su falta de cuidado hace que su cabeza golpee el filo de uno de los muebles de madera que sobresale. El timbre suena una segunda vez, por lo que, el jefe de Sandra, Larry Keller, sale de su oficina muy molesto ante el descuido de sus clientes. -- ?Que se supone que haces alli en el suelo? -- Dijo Larry, mostrando una enorme inconformidad con el trabajo de Sandra. La chica no puede evitar colocar su mano derecha en su frente, justo en el lugar de la herida, la cual, a pesar de no estar abierta, palpita fuertemente ante el impacto contundente que recibido. Sandra se asegura de que no haya ningun sangrado antes de ponerse de pie. -- Me golpee y cai al suelo. Volvere a trabajar enseguida. -- Dijo Sandra mientras hacia un esfuerzo por levantarse del suelo. -- Sabes perfectamente que los clientes no pueden esperar. Ponte de pie y ve a la barra, no volvere a repetirtelo. -- Dijo Larry. Sandra siente una gran necesidad de gritarle a su jefe y golpearlo con el primer objeto contundente que se atraviese en su camino. El desposta sujeto, suele tratarla con mucha crueldad, ya que en sus multiples intentos de cortejarla e intentar llevarla a la cama por conveniencia, siempre ha terminado en rotundo fracaso. El orgullo del hombre lo ha llevado a comportarse como un completo patan con la chica, quien trata de hacer su trabajo de la mejor manera posible cada dia. A pesar de que hay multiples empleados en la cafeteria, Sandra Vidal es constantemente vigilada a traves de las camaras de seguridad para encontrar el momento exacto en el cual, Larry pueda llamarla la atencion y denigrarla justo como en esa ocasion. Sin demasiadas oportunidades de empleo, Sandra ha tenido que quedarse en este sitio de trabajo soportando los malos tratos y las vejaciones que lleva a cabo su jefe. Sandra se coloca de pie, arregla su uniforme y ajusta la cinta que amarra su cabello, observando directamente hacia la TV para ver el rostro de Angel Montero una ultima vez antes de que Larry Keller apague el equipo. -- Sueles distraerte demasiado con la TV. Me llevare estoy aqui. -- Dijo Larry mientras arrancaba el objeto del lugar, despegando el cable de alimentacion de corriente subitamente. El viejo objeto era lo unico que hacia medianamente amena la estadia de Sandra en aquel lugar, el cual detestaba en cada metro cuadrado de este. Sandra no ve la hora en que podra tirar literalmente la toalla al suelo y largarse de ese lugar para no volver jamas. La chica camina directamente hacia la barra para atender al cliente, quien solicita una taza de chocolate caliente, ha vuelto de nuevo a la rutina del dia, completamente desinteresada por hacer su trabajo de una manera adecuada. Tal como la sonrisa de la modelo de TV, Sandra debe fingir empatia por los clientes, forzando una felicidad que puede notarse desconectada de cualquier sentimiento agradable o satisfactorio. Despues de una jornada laboral de 9 horas de constante presion de Larry y los insoportables clientes, Sandra finalmente puede ir a casa. Cada dia sube al transporte publico y se traslada unas ocho calles, para luego continuar caminando unos 300 metros hasta llegar a casa. Es una ruta que podria hacer con los ojos cerrados y que ha venido haciendo durante los ultimos 3 anos de dia de su vida. Despues de abandonar sus suenos, planes y proyectos, Sandra ha quedado confinada a una vida que posiblemente este a punto de terminar. Al entrar a la vieja casa de su abuela, con quien ha vivido desde muy nina, la chica nota que algo no esta bien. Suele encontrar a la anciana Greta Olson sentada en su silla favorita justo enfrente de la TV, de donde solo puede levantarse con la ayuda de Sandra. -- !Abuela, ya estoy en casa! -- Dijo la chica mientras cerraba la puerta y aun no notaba la ausencia de la mujer de la silla. Posteriormente, al colocar su bolso en la mesa, la chica no escucha respuesta de la anciana mujer, quien suele dar un saludo bastante carinoso al reencontrarse cada dia con su nieta. La mujer habia dedicado su vida entera al cuidado de Sandra, pero en algun punto, la curva de su salud comenzo a descender vertiginosamente, convirtiendose en una carga para la chica, quien dejo la universidad y echo a un lado toda la vida que conocia para dedicarse al apoyo y cuidado de su abuela. El dinero existente en las cuentas bancarias de ambas mujeres era bastante escaso, a pesar de que la herencia de su difunto abuelo las habia dejado en una estabilidad parcial. Pero esta habia desaparecido tras los continuos tratamientos que debian llevarse a cabo para mantener a la abuela estable. La enorme necesidad de independencia, habia llevado a Greta a intentar trasladarse al cuarto de bano por sus propios medios. A pesar de que tenia un panal desechable que le permitia mantenerse en el mismo lugar y llevar a cabo sus necesidades fisiologicas sin mover un musculo, esta estaba cansada de la inutilidad. Su constante intencion de tener una vida independiente y liberar de su karma a la bella Sandra Vidal, la habia llevado a cometer un grave error, ya que sus piernas habian perdido una gran cantidad de masa muscular y no tenian la fuerza necesaria para mantenerla en pie. -- Abuela, ?donde estas? -- Pregunto la nerviosa Sandra, quien comenzo a caminar por todo el lugar. Al acercarse en el cuarto de bano, la chica pudo observar a la mujer en el suelo, lo que practicamente la dejo sin respiracion. Sandra y Greta eran realmente unidas, y era lo unico que tenian mutuamente, por lo que, Sandra corrio hacia la anciana mujer para determinar si aun tenia signos vitales. Tres horas habian pasado desde que la mujer habia caido al suelo, y aunque aun estaba con vida, habia golpeado fuertemente su rostro contra la superficie solida del suelo. Sandra llamo rapidamente a emergencias, quedandose a la espera de la llegada de la ayuda para la anciana mujer, un dia que habia sido nefasto e inolvidable para Sandra. Pero, mientras la tragedia se aduena de la vida de Sandra, aquel hombre que observaba por la TV horas atras, celebra su exito de una manera muy triunfal, llevando al trofeo que lo acompanaba durante todo el dia llevando un vestido negro, directamente a uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad. Tener dinero simplemente le proporcionaba el acceso rapido a este tipo de actos con las mujeres que deseara, ya que no tenia que preocuparse por convencerlas o enganarlas para poder disfrutar de los placeres de sus cuerpos. Despues de arrancarle el vestido a la chica y dejarla completamente desnuda, Angel se abalanza sobre la mujer y le hace el amor de una manera salvaje. La chica no tiene tiempo ni de respirar, ya que el hombre se encuentra completamente ebrio por las cantidades apoteosicas de champagne que ingirio durante toda la noche. La chica, intentando asegurar su futuro, permite que Angel haga lo que desee con ella. No opone resistencia a ninguna de las locuras que propone el sujeto, quien succiona su piel de una forma tan agresiva que genera cierto dolor. -- Angel, detente. Me estas lastimando. -- Dijo la modelo de cabello oscuro.

  • Si no hay un manana de Jennifer L. Armentrout

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    Lena Wise siempre esta mirando hacia el manana, especialmente al comienzo de su ultimo ano de instituto. Esta lista para pasar tanto tiempo con amigos como sea posible, para terminar las solicitudes universitarias y, tal vez, para hacerle saber a Sebastian, su mejor amigo desde la infancia, lo que realmente siente por el. Para Lena, el proximo ano va a ser epico, un ano lleno de oportunidades.
    Hasta que una eleccion, un momento, destruye todo.

  • Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/miscelanea-ana-alvarez.html

    Primera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.

  • Atentamente tuyo de Josephine Lys

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    Cuando Eleanor Bradford conocio a Nicholas Brame, conde Wiltshire, en el baile de su amiga Mary Beth Benning, las primeras palabras que vinieron a su mente fueron: presuntuoso, atractivo, libertino, irresistible. Su amiga la habia prevenido de hombres como el, y la fama del Conde lo precedia a donde fuera. Despues de la muerte de su padre y de haberse hecho cargo de su familia, lo ultimo que queria Eleanor era arruinar su temporada de presentacion con las galanterias de ese tipo de hombre. Pero ?seria capaz de hacerlo? Cuando Nicholas Brame vio a Eleanor Bradford entrar al baile que ofrecia la familia Benning, supo que la invitaria a la pista en la primera oportunidad y, mientras bailaba con ella, las primera palabras que vinieron a su mente fueron: malcriada, hermosa, rebelde, irresistible. A pesar de sus treinta anos, Nicholas no queria saber nada con jovencitas casaderas, y en especial, nada con Eleanor. Pero ?seria capaz de olvidarla? Un fin de semana compartido en la campina hace que ambos se conozcan mejor y que compartan sus secretos y dolores mas intimos, lo que los hara pensar en profundizar su vinculo. Sin embargo, el marque de Lavillee, nuevo marido de la madre de Eleanor, tiene otros planes para ella: casarla con su sobrino en Francia para asi aduenarse de su fortuna. La obligara con una feroz amenaza a desairar al hombre que ama y partir hacia Paris. Un ano y medio despues, tras la muerte de su familia, y todavia soltera, Eleanor regresara a Londres, donde sufrira el desprecio de Nicholas. A pesar de todo, el destino parece guardar una ultima carta y hara que, para salvaguardar su honor, deban casarse. "Un matrimonio por conveniencia", acordaran. Pero ?alguno de los dos creera esa mentira? Con maestria y elegancia, Josephine Lys nos deslumbra con otra historia de amor ambientada en el periodo de la Regencia inglesa.

  • Para siempre, Amaya Felices de Amaya Felices

    https://gigalibros.com/para-siempre-amaya-felices.html

    Relato ganador en el primer concurso de Narrativa Romantica de La maquina china.

  • La novena tumba de Stefan Ahnhem

    https://gigalibros.com/la-novena-tumba.html

    Simple Hooks<> Tony Parsons

  • Aguacero, Luis Roso de Luis Roso

    https://gigalibros.com/aguacero-luis-roso.html

  • Querida Veronica de Marta Escudero

    https://gigalibros.com/querida-veronica.html

    Querida Veronica,
    Te lo prometi todo. Y te lo di.
    Nuestra hija es lo unico que queda.
    El resto son cenizas.