• estoico y frugal - Pedro Juan Gutierrez

    https://gigalibros.com/estoico-y-frugal.html

    Asi arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega a Madrid en medio de un gelido invierno, con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y alli vivira aventuras vitales y sexuales sin freno. A Carolina, que un buen dia se marcha a Londres, la sustituiran una madre y un hijo que lo acogen en su casa repleta de juguetes antiguos, un circulo de mujeres maduras nada asexuadas, una fotografa belga aficionada al sadomaso que tiene un amante gay y voyeur, una chica que esta haciendo una tesis sobre literatura cubana. Y despues, viajes a Burgos, Benidorm, Alemania e Italia, donde siguen los encuentros singulares: con un escritor que lo lleva a un club gay, con un serbio enloquecido, con un viejo amigo de la antigua RDA, con una fotografa que se dedica a sacar fotos en la morgue romana. Y, entre lance y lance, Pedro Juan se plantea su futuro y se pregunta si quiere ser un autor famoso y de exito o un autor invisible.

  • Estoico y frugal - Gutiérrez, Pedro Juan - 978-84-339-9881-1

    https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/estoico-y-frugal/9788433998811/NH_632

    Así arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega a Madrid en medio de un gélido invierno, con un libro ya publicado y una incipiente ...

  • Estoico y frugal: 632 (Narrativas hispánicas) - Libros - Amazon ...

    https://www.amazon.es/Estoico-frugal-632-Narrativas-hisp%C3%A1nicas/dp/8433998811

    Aunque está escrito recientemente, el libro habla de lo que pasó hace muchos años, tras el éxito de la Trilogía sucia de La Habana. La gira del autor por España ...

  • Estoico y frugal (Narrativas hispánicas nº 632) Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Estoico-frugal-Narrativas-hisp%C3%A1nicas-632-ebook/dp/B07T259L5R

    Estoico y frugal (Narrativas hispánicas nº 632) eBook : Gutiérrez, Pedro Juan: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro. Estoico y ...

  • ESTOICO Y FRUGAL | PEDRO JUAN GUTIERREZ - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-estoico-y-frugal/9788433998811/9643566

    5 jun 2019 — El libro ESTOICO Y FRUGAL de PEDRO JUAN GUTIERREZ en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • ESTOICO Y FRUGAL - LAIE

    https://www.laie.es/es/libro/estoico-y-frugal/9788433998811/907835

    Así arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega a Madrid en ... con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, ...

  • ESTOICO Y FRUGAL - GUTIÉRREZ PEDRO JUAN

    http://quelibroleo.com/estoico-y-frugal

    Así arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega a Madrid en ... con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, ...

  • estoico y frugal - Librería La Puerta de Tannhäuser.

    https://www.puertadetannhauser.es/libro/estoico-y-frugal_32887

    ESTOICO Y FRUGAL, GUTIÉRREZ, PEDRO JUAN, 16,90€. ... con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y allí vivirá aventuras vitales ...

  • Estoico y frugal - El Español

    https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20190701/estoico-frugal/410460725_0.html

    1 jul 2019 — Sin embargo, cuando Estoico y frugal llega a su fin, Pedro Juan Gutiérrez (Matanzas, Cuba, 1950) hace que su personaje y narrador Pedro Juan ...

  • estoico y frugal - gutiérrez, pedro juan - Cervantes y compañía.

    https://www.cervantesycia.com/libro/estoico-y-frugal_295748

    Así arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega a Madrid en ... con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, ...

  • ESTOICO Y FRUGAL (Libro en papel)

    https://www.popularlibros.com/libro/estoico-y-frugal_934715

    ESTOICO Y FRUGAL 16,06€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. «Hacía muchos años que mi vida se había convertido en un juego de ruleta rusa.

  • Perfecta para mi de Rita Morrigan

    https://gigalibros.com/perfecta-para-mi.html

    Julieta Diaz no era una persona sin expectativas; de hecho, en algunas ocasiones habia llegado a creer que sus suenos se habian convertido en el centro de su existencia. Cuando solo faltaban unos dias para su trigesimo quinto cumpleanos podia asegurar, sin atisbo de dudas, que sus objetivos eran claros. Sabia exactamente lo que queria, lo unico que le impedia lograrlo era su total y determinante falta de dinero. Lo que no dejaba de ser hasta cierto punto paradojico, pues desde pequena habia hecho todo cuanto le habian dicho que tenia que hacer para conseguir sus propositos. Sus padres se marcharon de la aldea a la gran ciudad y siempre habian subsistido con multiples dificultades. Fueron ellos los que le inculcaron la necesidad de un buen curriculum academico para optar a los mejores empleos. Y pronto Julieta se dio cuenta de que esto ultimo era esencial para alcanzar una posicion economica que le permitiera una existencia feliz. Estudio mucho hasta licenciarse con honores en Turismo. Habia elegido este sector porque era un valor en alza para el futuro. No obstante, cuando habia llegado el momento de comenzar a recoger los frutos de su esfuerzo surgio la dichosa crisis economica, y los valores seguros dejaron de existir. Aunque se podia decir que ella todavia contaba con el ultimo de ellos: la esperanza. Apenas se permitia el pago del alquiler de su apartamento con las traducciones esporadicas que algunas empresas le encargaban, pero ella seguia creyendo que algun dia conseguiria vivir tal y como queria. Y lo que deseaba con todas sus fuerzas era poder restaurar la casa que su abuela le habia dejado en herencia para devolverle su antiguo esplendor, convirtiendola en un encantador hotel rural a donde la estresada gente de la ciudad acudiera en busca de paz. Sus padres habian ahorrado para que ella y su hermano pudiesen ir a la universidad. Jamas se habian ido de viaje y en diciembre, cuando a su padre le daban vacaciones en la fabrica de coches en la que trabajaba, su familia se trasladaba a la aldea en la que sus abuelos vivian, a la casa en la que varias generaciones de Diaz habian nacido. Alli, fuera del claustrofobico piso urbano que compartia con su familia en la ciudad, Julieta habia sido feliz. Toda aquella situacion aportaba cierto grado de ironia a su existencia. Pues sus planes consistian en contradecir el sacrificio que sus padres habian realizado treinta anos atras, cuando abandonaron el pueblo. Habian llevado una existencia sin lujos para que sus hijos aspiraran a una vida mejor, y ahora ella creia haber encontrado su futuro en aquel mismo sitio. Al final, resultaba que su felicidad se encontraba en el lugar del que sus progenitores habian huido. No solo resultaba ironico; era comico, y hasta tragico. A diferencia de sus preocupados y atareados padres, el recuerdo de sus abuelos siempre le habia transmitido mucha serenidad. Como pescador, su abuelo habia desarrollado un caracter paciente que a Julieta le recordaba a una roca en mitad del oceano. Por el contrario, la abuela era una mujer pequena y nerviosa que se pasaba el dia de un lugar a otro. A Julieta le encantaba ir a pescar con su abuelo. Le gustaba caminar largas distancias entre los senderos de la costa para luego sentarse mirando al mar, aguardando a que los peces picaran. Claro que ningun pez, ni siquiera uno despistado, habia caido nunca en su anzuelo. Pero el tiempo a solas con su abuelo les permitia hablar durante horas, con la unica compania de los pajaros suspendidos en el viento y el fascinante sonido del mar. --Tu abuela es como la marea --le dijo el un dia mientras observaban el horizonte, aguardando a que algun pez mordiera el anzuelo. Julieta le miro con curiosidad, y el sonrio al ver su gesto de desconcierto. --Ella va y viene, y algunas veces se agita nerviosa como el mar --explico. Julieta observo el horizonte con aire sonador cuando el sol ya comenzaba su descenso hacia el ocaso. --?Y tu que serias entonces? --pregunto, volviendo los ojos a su abuelo--. ?Un barco? La sonrisa de el se hizo aun mas amplia, hasta que las arrugas se le marcaron alrededor de los ojos. --Eso lo dices porque me trae y me lleva a su antojo --dijo, con la voz afectada por la risa--. No, Julieta. Yo seria el acantilado; que aguanta las tempestades, impidiendole desbordarse. Sonriendo, Julieta asintio. Pero se quedo largo rato en silencio pensando en la metafora de su abuelo. Adoraba oirles discutir hasta que los dos terminaban muertos de la risa, hasta que su abuelo tomaba en brazos a su abuela y los dos desaparecian durante horas. Eran la pareja perfecta: diferentes, pero aun asi complementarios. Como la marea y el acantilado. A Julieta le gustaba fantasear con que en el mundo existia una persona igual para ella. Desde hacia tiempo, aprovechaba cualquier oportunidad para escaparse al pueblo para verles. Despues de cincuenta anos juntos, los abuelos parecian vivir en un eterno noviazgo. Tal vez fue por eso que, tras la muerte de su marido, su abuela apenas espero dos meses para reunirse con el. Le fue imposible vivir sin su roca. Y Julieta sintio como la base de su pequeno y perfecto universo junto al mar se tambaleaba Varias semanas despues de aquello, descubrio sorprendida que le habian nombrado como heredera de su casa. El viejo caseron se encontraba en la costa, a tan solo unos kilometros del pueblo. El alto y escarpado acantilado se encumbraba sobre el oceano como una fortaleza inexpugnable, y alli, encarando a los vientos, se alzaba la vivienda de sus antepasados. Frente a ella, unicamente se extendia el horizonte infinito que el cielo dibujaba con el mar. **** La senal luminosa que indicaba que la bateria de su camara digital se terminaba, aparto a Julieta de sus cavilaciones y la trajo al presente. Debia darse prisa en terminar aquellas fotos de la casa de sus abuelos, o tendria que volver al dia siguiente; siempre y cuando eso fuera posible ya que, por el aspecto del cielo y el atronador ruido del mar en los acantilados, se diria que se avecinaba una buena tormenta. Y si eso acontecia no sabia cuando podria volver, pues con las fuertes lluvias el camino hasta alli se volvia intransitable. Ese era precisamente uno de sus encantos; estaba lejos de todo y era tan hermoso que sobrecogia. Miro a traves del objetivo de la camara, intentando que la desnuda rama del roble centenario apareciese en primer termino. La idea era que los desconchones de la fachada se apreciaran lo menos posible. Su casa debia presentar el mejor aspecto en su Plan de Empresa, aquel informe en el que basicamente exponia su idea de la forma mas atractiva posible a los bancos e instituciones. Con todo lo que habia aprendido en la universidad y la ayuda de una amiga economista, Julieta aguardaba que aquel dossier que llevaba dias preparando terminase por conquistar a muchos inversores. Porque la reforma iba a ser cara, y ella apenas conseguia llegar a fin de mes con sus limitados ingresos. Los abuelos le habian contado que la vivienda habia sido edificada por un rico antepasado cubano como regalo para una amante, la cual, al parecer, decidio abandonarle en cuanto descubrio lo inhospito del lugar. La influencia de la arquitectura colonial era clara: los dos pisos y la buhardilla del desvan, la doble escalinata de acceso a la entrada principal, el majestuoso pasamano de piedra al que le faltaban varios balaustres, la gran vidriera de la galeria que ocupaba todo el frontal del primer piso, y que era uno de los elementos que a Julieta mas le apetecia ver restaurado. El edificio habia estado pintado de azul cielo pero, salvo en algunas esquinas en las que todavia se apreciaban algunos restos de pintura, nada quedaba del color original de la casa, que ahora ofrecia una triste mezcla de tonos ocres. Todo en el decadente palacete revelaba el pasado de una familia que desde hacia decadas habitaba una vivienda desproporcionada a su estatus. Pues, ?cuantos pescadores podian mantener un palacio al borde del mar? Julieta apreto el boton de la camara tras echar otro vistazo al desconsolado aspecto de la casa de sus antepasados. Estaba decidida a rescatarla de la demolicion y a construir su futuro alli. Dispuesta a no prestar atencion a quienes le decian que lo mejor que podia hacer era venderla, tomar el dinero que le dieran por aquella ruina, y olvidarse del asunto

  • Regreso a Eterna de Mila Martinez

    https://gigalibros.com/regreso-a-eterna.html

    La botella de vino que Norma Barnett habia descorchado era de una calidad magnifica. No obstante, la etiqueta traia recuerdos a su mente que necesitaba mantener lejos. Lleno una copa y la llevo hasta la mesa auxiliar donde habia dejado el ordenador portatil abierto. Paseo la vista por el salon, demorandose en los detalles. El apartamento que habia alquilado no era grande, pero resultaba acogedor. Aunque de decoracion sencilla, las luminosas vistas al mar eran impagables. Le procuraban el entorno de paz que venia buscando. Su vida habia entrado en una fase de estancamiento y tenia que tomar decisiones, variar el rumbo. Tras llamar a un restaurante italiano para que le trajeran comida, se acomodo en el sofa. Tenia hambre, asi que esperaba que no tardaran demasiado. Paso la mano por su corto cabello casi blanco, de tan rubio. El cambio de look fue una de las primeras medidas que tuvo que adoptar antes de regresar a Espana. Habia dejado atras muchas cosas, pero una de ellas le costo sobremanera: su espesa melena pelirroja. Con todo, el nuevo corte de pelo le daba un aire desenfadado y juvenil, al tiempo que femenino. Tambien se habia operado de la vista, con lo cual ahora solo usaba gafas para leer y sus ojos grises mostraban una expresividad mucho mas manifiesta. La transformacion fisica radical constituia toda una declaracion de intenciones sobre lo que pretendia hacer con su vida. Despues de que la Guardia Civil desmantelara La Esencia, la organizacion que habia fundado en Espana junto a su padre, no le quedo mas remedio que alejarse un tiempo del pais y continuar dirigiendo sus actividades en las sedes que seguian funcionando en el extranjero. Si no hubiera sido por algunas personas entrometidas de las que preferia no acordarse, el ahora no estaria en la carcel, sino disfrutando de una merecida jubilacion en Estados Unidos, su pais de origen. Le echaba muchisimo de menos. No podia ir a visitarlo, ni siquiera podian hablar. No obstante, sabia que, debido a su edad avanzada y a la ausencia de antecedentes penales, no tardaria en quedar libre. Por suerte, la que entonces era su amante, Lola, estaba fuera de toda sospecha. Fue quien llamo para avisarle de lo ocurrido y la que se encargo de comprar los billetes de avion que las conducirian a miles de kilometros de alli. Un pasaporte falso que la identificaba como Norma Barnett, el nombre que ahora utilizaba tanto para sus negocios internacionales como en su vida privada, le permitio salir del pais sin ser detenida. A Lola tambien le procuro documentacion falsa. No podia arriesgarse a que descubrieran que habia desaparecido y ataran cabos. Esas identidades ocultas las tenia guardadas celosamente por si algun dia las necesitaba. Y el dia, desgraciadamente, llego. Habian transcurrido algunos meses desde aquello y era hora de regresar. Todavia tenia que arreglar algunos asuntos. Noelia Blanchard estaba en busca y captura. Norma Barnett tenia las manos libres. El timbre del videoportero interrumpio sus pensamientos. Se levanto con rapidez. La comida debia de estar alli. Por la pantalla vislumbro a una joven con el logo del restaurante estampado en el frontal de la gorra y de inmediato apreto el boton para que entrara en el edificio. Al cabo de unos segundos, oyo el sonido del ascensor deteniendose en su planta y abrio la puerta. La mujer de la gorra era altisima --rondaria el metro noventa-- y todavia le parecio mas alta cuando se aproximo a ella portando la caja de comida. Estaba a punto de entregarle el dinero, que llevaba preparado en la mano, cuando la chica levanto la vista y la miro a los ojos. Norma se quedo repentinamente sin habla. Aquellos iris grises jaspeados de verde y ambar eran dificiles de olvidar, al igual que su llameante melena ondulada de color caoba. Y muchisimo mas el perfume que desprendia, que llenaba la mente de imagenes ancestrales, que hacia recordar el olor de la tierra humeda tras la lluvia. De aquella mujer emanaba algo visceral, estimulante y peligroso a un tiempo. --Te traigo tu comida --anuncio con una voz grave y particular que hacia tiempo que no oia. Recuperada de la impresion, Norma sonrio levemente y se hizo a un lado para dejarla pasar. --Gracias --dijo la recien llegada--. No esperaba menos, despues de haber sobornado con una bonita suma al chico del restaurante. Hasta me ha regalado su gorra. --No te voy a preguntar como me has encontrado esta vez. Nunca dejas de sorprenderme, Iduna. --Te dije que lo haria, aunque en esta ocasion me ha costado un poco mas, debo reconocerlo. Has abandonado tu melena pelirroja y las gafas. El nuevo aspecto te sienta bien, <>. La mujer le agradecio el cumplido con una sonrisa. --Imaginaras que con mi verdadero nombre no podia regresar a Espana. --Obviamente. Te hubieran detenido de inmediato --senalo, caminando hacia el interior de la casa. Localizo la cocina y dejo la comida sobre la bancada--. A pesar de lo ocurrido, las dos sabemos que tus investigadores siguen jugueteando en los laboratorios, convencidos de que algun dia encontraran la formula magica de la eterna juventud. Y tampoco es un misterio que hasta ahora no han obtenido ningun exito. Creo que es el momento de que aceptes mi ayuda. Y yo, en cierto modo, necesito la tuya. Norma la contemplo entrecerrando los ojos. --Compruebo que sigues bien informada --dijo con cautela. --Muchas cosas dependen de ello, ya lo sabes. Se quedo callada unos segundos observando a su visitante con interes. Despues cogio otra copa del armario y le sirvio un poco del vino que habia abierto hacia unos minutos. --Gracias --dijo, aceptando la bebida. Iduna siguio a Norma hasta el salon. La mujer rubia se acomodo en el sofa y ella se sento enfrente. -- Mi propuesta sigue en pie --insistio. Norma dio un pequeno sorbo y dejo transcurrir unos segundos antes de volver a hablar. --Has elegido bien el momento. Ahora estoy sola y, como bien sabes, mis investigadores han entrado en un punto muerto. --Lo se. Por eso estoy aqui, doctora Blanchard. Por cierto, he visto a tu expareja muy atareada en su nuevo centro de belleza en Los Angeles. Le va todavia mejor que en Valencia, tengo entendido. --Llamame Norma, por favor. Ahora soy Norma Barnett. A Noelia Blanchard la he dejado atras. En cuanto a Lola, tiene ADN de triunfadora, siempre sale adelante. Es una de las cosas que me atrajo de ella desde el principio. Pero todo tiene un final. Las dos llegamos a un acuerdo de separacion muy convincente, sin estridencias ni llantos. Nunca nos ha gustado el melodrama. --Os felicito. Entonces, ?has tomado una decision? ?Vendras a continuar tus investigaciones en mi ciudad? --Todavia no me has dicho para que me necesitas. Me intriga mucho, sobre todo porque has afirmado que tienes la formula de la inmortalidad. --Es cierto, pero necesito tus conocimientos para algo que ahora mismo no puedo contarte. Lo hare en el momento adecuado. Lo prometo. Norma la miro con fijeza a los ojos y finalmente hablo. --Estare encantada de entrar en Eterna. Iduna alargo el brazo y ambas se estrecharon la mano. --Perfecto. Ahora tengo que irme --anuncio, dejando su copa sobre la mesa auxiliar para ponerse en pie--. Manana te recojo a las nueve. Elige ropa comoda, conozco una zona perfecta no lejos de aqui para hacer escalada. Norma puso cara de sorpresa ante la propuesta, pero Iduna ni siquiera le dio opcion a preguntar. En cuanto la mujer pelirroja desparecio dentro del ascensor, entro en la casa y se arrellano de nuevo en su comodo sofa, apurando lentamente la copa de vino. Haria lo que fuera necesario para alcanzar sus objetivos. La excitacion le habia quitado el hambre. Acababa de embarcarse en una peligrosa mision que podia costarle la vida si aquella mujer descubria sus maquinaciones. Por el contrario, si todo transcurriera como se habia propuesto se convertiria en la persona mas influyente del momento. Si todo saliera bien, pasaria a formar parte de la Historia. Confiaba en que, una vez dentro de Eterna y obtenida la finalidad perseguida, podria contactar con Margot, su mas fiel empleada y amiga. Si Margot no podia por si misma sacarla de alli, estaba segura de que recurriria a Athila Broc. Norma habia aconsejado a este que la contratara para su empresa. Broc, magnate de la industria farmaceutica y socio de La Esencia, tenia medios de sobra para ayudarla en el caso de que las cosas se complicaran. Iduna lo dejo claro: la decision de entrar en Eterna era irreversible. Tendria que quedarse a vivir alli, aislada del resto del mundo, para siempre. Y, segun ella, esto era literal, ya que le habia prometido que no iba a morir nunca. Para siempre era para siempre. La mujer pelirroja insistio en que no echaria de menos nada del exterior. No obstante, Norma queria asegurarse de que, conseguido su objetivo, podria irse de alli. Siempre habia querido volar libre. Para eso quizas necesitara a Margot y, como ultimo recurso, a Athila Broc. Aquel hombre le venia muy bien a La Esencia, era un contacto muy valioso. Tenia dinero, poder y escasos escrupulos. Norma sabia que habia logrado levantar su imperio mediante negocios no demasiado limpios, pero no le importaba. De hecho, se rumoreaba que disponia de un pequeno ejercito de hombres excelentemente entrenados. Lo unico que interesaba a Norma eran los contactos, medios e instalaciones que habia puesto a su servicio. No podia exigir a sus socios que fueran un dechado de virtudes despues de los atajos que utilizaba La Esencia para conseguir sus fines. Era hora de llamar a Margot y explicarle los planes. Por fin iba a conocer Eterna, esa ciudad utopica que tantos secretos escondia.

  • La tentacion del Cowboy de Lighling Tucker

    https://gigalibros.com/la-tentacion-del-cowboy.html

    *Patrice Davis nunca se hubiera imaginado viendose regresar a casa despues de diez anos. Hacia una decada que habia salido huyendo de ese pequeno y arido pueblo dejandolo todo atras.
    ?Y lo mejor? Que ni con GPS es capaz de llegar, se pierde a escasos kilometros, como si el destino le dijese que saliera corriendo de alli. Y justo cuando esta a punto de tirar la toalla se topa con Wyatt, un cowboy que no la dejara indiferente.

  • 11 ciudades de Axel Torres Xirau

    https://gigalibros.com/11-ciudades.html

    El futbol es mucho mas que un deporte que enfrenta a dos equipos de once jugadores. Axel Torres lo sabe bien y, a pesar de su juventud, es actualmente una de las voces mas brillantes y respetadas del periodismo deportivo en lengua castellana. Sus comentarios e ideas sobre el deporte rey han forjado una extensa comunidad de oyentes y telespectadores -desde el programa “Marcador Internacional”, de Radio Marca, y desde “Planeta Axel”, de Gol TV- que viven el futbol como un fenomeno que trasciende lo deportivo y que forma parte de la cultura personal de un modo vivo e intenso.

  • Vuelves loco mi corazon, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/vuelves-loco-mi-corazon-sophie-saint-rose.html

    Shandra Tanner no se podia creer que tuviera tan mala suerte como para que su padre le encontrara trabajo con su antiguo monitor del campamento. Aquel psicopata le habia amargado la vida cuando era una adolescente y dudaba que ahora tuviera mejor caracter. Pero no tenia mas remedio que trabajar con el, asi que se intento mentalizar para ello. Lo que no se esperaba era seguir sintiendo por Robert Callaghan la misma atraccion que experimento con quince anos.

  • Queen Square de Bali Rosenqvist

    https://gigalibros.com/queen-square.html

    Caitlin Bailey ha gozado de una vida llena de comodidades gracias a su condicion de protegida en la lujosa casa de Queen Square. Aunque no pertenece a ese mundo de grandes fiestas, su posicion de observadora le permite tomar ideas para las novelas de corte liberal y romantico que en secreto publica bajo el seudonimo de la Condesa de Clare.

  • La venganza del ciego y otros cuentos de Victor Garcia Barquero

    https://gigalibros.com/la-venganza-del-ciego-y-otros-cuentos.html

    “La venganza del ciego y otros cuentos” es un libro de relatos de intriga, misterio e investigacion policial. Algunos de estos relatos son continuacion de los casos de los detectives Mark y Marcus (“Una llamada en mitad de la noche”, Editorial Planeta).

  • El editor indiscreto – F. Bellart de F. Bellart

    https://gigalibros.com/el-editor-indiscreto-8211-f-bellart.html

    Una embarazada en reposo absoluto que se aburre sola en casa.
    Un marido editor con mucho trabajo.
    Una pareja de nuevos vecinos que parece esconder algo.
    Unas paredes estrechas.
    El misterio esta servido para cualquier amante del domestic noir.Cristian y Miriam estan esperando su segundo hijo. Su matrimonio no pasa por su mejor momento. Por riesgo a un parto prematuro, los medicos han ordenado a Miriam reposo absoluto. Su marido anda muy liado con el trabajo en la editorial y no tiene tiempo para estar con ella. Confinada en casa, sola, Miriam procura escapar del tedio leyendo novelas policiales y espiando a sus nuevos vecinos, Juan y Sara, una joven pareja que acaba de llegar de Madrid. A medida que pasan los dias, debido a una serie de extranas circunstancias, Miriam empieza a sospechar que la pareja esconde algun secreto. Su marido la tacha de paranoica, pero ella esta empenada en llegar al fondo del asunto.

  • Mejor el diablo de Ian Rankin

    https://gigalibros.com/mejor-el-diablo.html

    En 1978 una joven llamada Maria Turquand fue asesinada en una habitacion de hotel. Se investigo a los sospechosos, pero el culpable nunca aparecio. John Rebus siempre tuvo la sensacion de que algun detalle importante se le escapaba a la policia. Ahora ha decidido recuperar el caso y parece que eso aun puede acarrear imprevisibles consecuencias. No es lo unico que le preocupa al exinspector Rebus. Darryl Christie, aspirante a controlar las actividades delictivas en Edimburgo, ha recibido una paliza que lo ha dejado fuera de combate. Todas las miradas recaen sobre un viejo conocido de Rebus: el ganster Big Ger Cafferty, que asegura haberse retirado del negocio.

  • La secretaria del jeque de Brenna Day

    https://gigalibros.com/la-secretaria-del-jeque.html

    Ella jamas imagino ESO de su jefe…

  • Voluntades de Papel de Anali Sangar

    https://gigalibros.com/voluntades-de-papel.html

    -Perdoname por haberte roto el corazon una docena de veces, por no ser un hombre normal y tener el alma podrida. Y perdoname por no poder dejarte ir. Pero es que no puedo, maldita sea. Te quiero tanto que.
    -Te duele. Igual que me duele a mi. Tu no tienes el alma podrida, Samu, solo una voluntad de hierro que no se puede manipular.

  • Mi media naranja de Elizabeth Betancourt

    https://gigalibros.com/mi-media-naranja.html

    Amber Moore es una joven bastante impulsiva, alegre y extrovertida. El pequeno pueblo de Beaufort en Carolina del Sur, donde lleva viviendo veintisiete anos con sus padres le empieza a aburrir y a agobiar. Todos sus amigos se han alejado ya que o estan casados felizmente y han formado familias o tienen carreras que les han permitido irse fuera de la pequena localidad, asi que en cuanto recibe una invitacion de su tia Meredith para visitarla a Nueva York y ayudarla con su nueva pasteleria, no lo duda. !Es la oportunidad perfecta para ver mundo y de paso encontrar a su media naranja, la que lleva esperando toda su vida!

  • La mujer fuera del cuadro de Nieves Garcia Bautista

    https://gigalibros.com/la-mujer-fuera-del-cuadro.html

    La extraordinaria historia de una mujer, la del cuadro que la inmortalizo y la de una epoca, la bohemia parisina de finales del siglo XIX, tan bella como extrema en sus contrastes.

  • Una tienda en Paris de Maxim Huerta

    https://gigalibros.com/una-tienda-en-paris.html

    ?Alguna vez has pensado empezar de cero en otra ciudad? Fue entonces cuando todo cambio. Justo al acercarme a aquel viejo cartel de madera escrito en frances que vendian en un anticuario improvisado de Madrid. Aux tissus des Vosges, Alice HUMBERT, nouveautes.

  • Clave Matisse de Reyes Calderon

    https://gigalibros.com/clave-matisse.html

    La juez Lola MacHor y su marido Jaime, medico investigador del CSIC, llevan mas de treinta anos juntos. Una noche, Jaime invita a cenar a dos amigos, JJ, un medico americano, y a Rafael Scott, asesor de un senador de Texas de origen argentino. Ambos han trabajado duro para conseguir que el prestigioso premio Wolf a la investigacion medica recaiga este ano en Jaime.
    Durante la cena, en la que Lola luce una pulsera que habia pertenecido a su suegra, JJ muestra vivo interes por la joya y tambien por un cuadro, regalo de los padres de Jaime y que segun ellos es una horrible copia de un Matisse. La pulsera desaparece despues de la cena y el cuadro unos dias despues, cuando se produce un robo en casa de la familia.
    A dos voces, desde la perspectiva de Lola y por primera vez, dando voz a Jaime, acompanaremos a la pareja en una investigacion que en esta ocasion involucra directamente a la juez y a su familia. Clave Matisse es un thriller absorbente que ahonda en temas como la confianza, las relaciones de pareja y las dificiles fronteras entre la mentira, la verdad y el dolor.

  • Forajido (Seleccion RNR) de Marisa Sicilia

    https://gigalibros.com/forajido-seleccion-rnr.html

    Media docena de ninos de diferentes edades bostezaban apoyados sobre las mesas que hacian de improvisados pupitres. Felicity alzo la voz tratando de contagiar su entusiasmo al infantil auditorio. --Y es por eso que no debemos robar ni mentir, ni por supuesto asesinar a nuestros semejantes. Veamos, ?quien puede recitar de corrido los Diez Mandamientos? Solo una mano se alzo con rapidez. Felicity sonrio a la pequena de los Richardson. --Se que los sabes, Laura, pero ?que tal si dejamos que alguien mas se anime? ?Que me dices, Jimmy? ?O tu, Samuel? Los aludidos se rascaron la cabeza, pensativos. Jimmy empezo: --Amaras a Dios sobre todas las cosas. --Muy bien --le alento Felicity--. ?Y que mas? --No mataras. --Estupendo, ?y...? --No robaras. --Eso es. --Y... Jimmy puso cara de hacer un esfuerzo tremendo, pero la inspiracion no llego. Laura volvio a alzar la mano impaciente. --Piensa tranquilo, no tenemos ninguna prisa. Varios suspiros desencantados sonaron de fondo. --?No pegaras a tu hermano pequeno? Las risas sonaron a coro. --No, Jimmy, aunque es un buen punto. Podemos considerarlo un extra. ?Te acuerdas de alguno mas? El pequeno siguio pensando. La paciencia de Felicity comenzo a resentirse. ?Era tanto pedir que se aprendiesen diez sencillas normas al dedillo? Otra mano se levanto al fondo. --Si, dime, Peter, ?conoces la respuesta? --No, senorita McIntyre, ?pero puedo irme ya? Mi madre me ha dado permiso para ir de pesca. Todos los rostros se volvieron hacia ella esperanzados. Cualquiera de ellos tenia mejores cosas que hacer una manana de domingo de primavera que quedarse alli encerrados. Felicity se supo derrotada. --Esta bien. Podeis iros, pero recordad leer en vuestras casas el fragmento que hemos estudiado. No lo olvideis: Moises y la travesia del desierto. --No, senorita McIntyre -- respondieron a coro y salieron huyendo de la escuela dominical. Todos. Incluso Laura. Suspiro, pero no perdio el animo. Estaba acostumbrada a tratar con aquellas pequenas bestezuelas. Era un triunfo mantenerlos sentados y que se presentasen vestidos y calzados. Ademas, penso a la vez que consultaba el pequeno relojito que llevaba prendido del vestido con una fina cadena, ella tambien tenia mas cosas que hacer. Constance la estaba esperando en la puerta del salon parroquial. Era una mujer bajita, redonda y pacifica, de cabellos oscuros entre los que se mezclaba alguna cana. Muy distinta de Felicity que era de estatura mediana, constitucion no generosa pero tampoco en exceso delgada, de cabellos cobrizos que llevaba recogidos muy tirantes en torno al rostro y piel blanca salpicada de pequenas pecas. Sus ojos entre verdes y grises habrian sido bonitos si los cristales de las gafas no hubiesen velado su desconcertante efecto. Ambas tenian treinta anos cumplidos y estaban solteras. Mala combinacion para una mujer en Carsons o en cualquier otro lugar, pero tanto la una como la otra habian asumido su condicion y no dejaban que les impidiese llevar un vida activa y gratificante a los ojos del Senor, que era la vara por la que median sus actos. Con todo, habia limites que siempre seria complicado traspasar para cualquier mujer, fuese soltera o casada, en Carsons o en Missouri. --?Lista, Constance? --pregunto Felicity colocandose los guantes y ajustandose el chal. --Si tu lo estas... --contesto su amiga que era fundamentalmente timida, y solo su timidez y la docilidad de su caracter la empujaban a seguir la corriente a Felicity. --Pues adelante.

  • Bajo un cielo escarlata de Mark T. Sullivan

    https://gigalibros.com/bajo-un-cielo-escarlata.html

  • El espia del rey de Jose Calvo Poyato

    https://gigalibros.com/el-espia-del-rey.html

    Espana a mediados del siglo XVIII. La Ilustracion empieza a ser realidad, pero la Inquisicion aun tiene fuerza. Los marinos espanoles publican obras de gran importancia cientifica. Es el caso de Jorge Juan, que ha medido el meridiano terrestre y acaba de publicar un libro sobre ello, pese a los reparos de la Inquisicion. Por su parte, el marques de la Ensenada, principal ministro de Fernando VI, esta dispuesto a potenciar la flota moderna capaz de enfrentarse a la britanica.

  • Mariposas en tu estomago (Cuarta entrega) de Natalie Convers

    https://gigalibros.com/mariposas-en-tu-estomago-cuarta-entrega.html

    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • El alma de la radio de Angeles Donate

    https://gigalibros.com/el-alma-de-la-radio.html

    Querida Senorita Leo, Me llamo Elisa y es la primera vez que escribo una carta. !Ojala no hubiera tenido que hacerlo nunca! Se la envio a usted, pero en realidad va dirigida a mis padres. A ellos no tengo el valor de mandarsela. Espero que puedan perdonarme algun dia por lo que estoy a punto de hacer. Estoy cansada y solo tengo diecisiete anos. Pero es que cada dia he vivido por dos y lo que es peor... se que asi sera el resto de mi vida. ?Se imagina usted lo que es eso? Mis padres tuvieron gemelos, pero mi hermano murio con cinco anos. Habia nacido muy debil, con problemas de corazon. Desde entonces, me converti en la superviviente. No soy mas que eso. Haga lo que haga, el siempre esta presente. Por muchos anos que pasen, hay personas muertas que ocupan mas espacio y hacen mas ruido que las vivas. Cuando me miran, no pueden evitar pensar en el y reviven el dolor de su ausencia. Marco es la sombra pegada a mis talones y yo soy la sal que cae en la herida abierta de mis padres, que no les deja cicatrizarla. Cada oportunidad que pierdo la pierdo para mi, pero tambien para el. Si desaprovecho una habilidad, la desaprovecho tambien para el. Cada sueno que no cumplo, cada error que cometo, cada... Y lo peor de todo es que yo tambien echo de menos a Marcos. A veces creo que me estoy volviendo loca. Siento que lo voy a traicionar, porque yo tuve la suerte de quedarme con la vida, la de los dos. Preferiria no haber llegado hasta aqui. Necesito descansar, senorita Leo, espero que pueda entenderme. Todo pesa mucho para mi. Quiero descansar, papa y mama. No lloreis por mi. Por eso digo adios y os pido perdon. Elisa German cerro los ojos. Tumbado en su cama, trato de imaginar a la chica mientras escribia aquella carta tan triste. ?Habria cumplido su amenaza? Tal vez, mientras el escuchaba sus palabras por la radio, Elisa ya no existia, como una estrella lejana que vemos, pero ya se ha extinguido. La voz de la locutora lo habia transportado a una pequena habitacion con las paredes de color celeste. Por algun motivo la imaginaba asi. Alli, una chica de diecisiete anos con mirada de cincuenta se inclinaba sobre una hoja de cuadritos, aferrada a su pluma con el mismo desespero que un naufrago se agarra a lo que queda de su barca. Desde su oscuro cuarto en la pension, German podia incluso ver las palabras de tinta emborronadas por las lagrimas Unos golpes en la puerta le sobresaltaron. --Abra inmediatamente --dijo una voz chillona al otro lado--. ?Como se lo tengo que decir? No es la primera vez que se duerme con el pitillo en la mano... !Un dia se quemara vivo! Y de paso a todos nosotros. German contuvo la respiracion y trato de no mover un solo musculo de su cuerpo. Habia visto en los documentales que algunos animales del Amazonas, para escapar de sus depredadores, se pasaban horas en la misma postura. Si podia hacerlo un bicho cualquiera... ?por que no lo iba a conseguir el, un representante de la especie superior? --No me tome por tonta, senor Gomez. Se que esta usted ahi --insistio la mujer--. ?No me quiere abrir la puerta? !Pues abra el cajon de la mesita! El solitario viajante siguio sin moverse. No le hacia falta obedecer la orden para saber que encontraria ahi dentro: una biblia de bolsillo y un papel plastificado que contenia los Diez Mandamientos de la pension La Perla. El quinto era: <>. German abrio los ojos solo para confirmar que el humo del ultimo cigarro enturbiaba aun la habitacion. Sonrio con satisfaccion. Desafiar a dona Concepcion y a su regimen tiranico en aquel piso de huespedes de la Barceloneta le provocaba cierto placer. Al otro lado de la madera, oyo la respiracion entrecortada de su patrona. Se la imagino olisqueando su puerta como un perro sabueso. --Un dia tendremos un disgusto --murmuro la mujer mientras se alejaba cojeando por el pasillo--. Y todo sera rechinar de dientes y lamentaciones... Solo entonces German se atrevio a revolverse en su cama, dando la espalda a aquella voz agria. Luego se puso en pie. Se dio cuenta de que, al colgar el traje en el armario, se habia quedado abierto. El espejo interior le devolvia ahora su propia imagen: un varon de treinta y muchos, alto para los de su generacion, hombros anchos y una promesa de tripa a corto plazo. Un hombre sin mujer y sin hijos, pero con siete maletas descansando a sus pies. <>, solia decir cuando pedia cama en las pensiones y hostales. De mas joven, cada semana habia buscado clientes en una ciudad distinta. Y, por las noches, los companeros de bar eran todos nuevos. En aquellos primeros anos solo era fiel a Cherie, aunque supiera que su relacion se sustentaba en una mentira. La marca que representaba en exclusiva para el litoral mediterraneo presumia de ser <>. Asi lo explicaba el en las pequenas mercerias que visitaba a lomos de su Seat 1400. --Estos sujetadores vienen de Paris, como los ninos. Solo que a ellos los traen las ciguenas y a esta maravilla de saten la traigo yo --repetia una y otra vez para embaucarlas. Los primeros anos, de tanto decirlo, casi llego a creerselo, aunque los viajes a primeros de mes a la fabrica de Mataro le devolvian a la realidad. Aquello le habia resultado divertido hasta que dejo de serlo. Quince anos despues, ya tenia sus puntos de venta fijos y a las dependientas les daba igual de donde venian los productos. Eran vistosos, salian bien de precio y a las clientas les gustaban, tres motivos suficientes para hacer pedidos generosos. Sus primeros companeros de barra, viajantes como el, se acabaron casando y fueron sustituidos por otros con menos arrugas y una conversacion que le sonaba a repetida. Hacia tiempo que German preferia pasar las noches con su vaso de whisky Dyc en el cuarto, a solas con la voz y las historias que narraba su unica posesion de valor: la radio. Sintonizaba el dial con pericia y, mientras aguardaba el sueno, descubria vida y milagros de otros oyentes a traves de sus cartas al consultorio radiofonico. Lo habia descubierto por casualidad y, al principio, el morbo y el aburrimiento le llevaron a engancharse. Sin embargo, ni uno ni otro tenian ya importancia. Era con ella, fuera quien fuera, con quien se citaba cada noche. Con la presentadora del programa. O mejor dicho, con su voz, dulce pero con un punto seco que impedia que se hiciera empalagosa. <>, suspiro mientras se encendia el ultimo cigarrillo de la jornada. Mil y una noches habia tratado de imaginarse como seria su amiga y cada vez el resultado era distinto. <>, penso. Sin saber muy bien por que, se la imaginaba con una melena castana, no muy alta, y con una talla noventa de sujetador. En su fantasia, la voz de la senorita Leo vivia en el centro de Barcelona. Habia enviudado prematuramente y tenia dos hijos que iban a la escuela, tal vez a la Salle Condal, como su padre. Aunque era mujer, tenia que trabajar para llevar el pan a la mesa. --Hoy te quiero asi --le hablo a la radio, exhalando circulos de humo. Justo en ese momento, la voz repitio el nombre de Elisa, que desplazo a la locutora en los pensamientos de German. --No lo hagas, chiquilla, no lo hagas... Espera un poco. ?No sabes que en menos de veinticuatro horas todo puede cambiar? Aguanta, Elisa, te lo ruego. Solo unos dias. !Espera! No tienes nada que perder. -- Fueron las ultimas palabras que el viajante lanzo a la noche anonima antes de quedarse dormido, sin saber si aquella chica aun podia escucharle.

  • El lamentable descenso de Henry Norton de Angel Delgado Rodriguez

    https://gigalibros.com/el-lamentable-descenso-de-henry-norton.html

    Marzo de 1981. Henry Norton se ha recluido en su apartamento de Manhattan y escribe el final de su tercera novela cuando recibe una llamada telefonica de un desconocido que le da una direccion y le informa de que su mujer, desaparecida hace unos anos, esta viva.

  • ?Dormimos juntos? de Andrea Hoyos

    https://gigalibros.com/dormimos-juntos.html

    Andrea es escritora, aunque no vive de los libros. Quiza por eso sucumbe a la propuesta de Borja y se encierra para escribir con el un relato erotico que la haga millonaria y la libere. Pero el placer es gratis y la libertad es cara: a los dos les gusta el sexo y les da miedo el amor. ?Llegaran a dormir juntos o haran solo todo lo demas?

  • Quitate de en medio (Una escritora con suerte 3) de Noah Evans

    https://gigalibros.com/quitate-de-en-medio-una-escritora-con-suerte-3.html

    Blanca esta haciendo historia con su libro Azael, prepara una gran gira mundial y pronto comenzara el rodaje de la pelicula basada en su novela. La casualidad ha querido que en su camino se cruce su idolo desde la adolescencia, un cantante llamado Leo.
    A pesar de venir de mundos diferentes , tienen mucho mas en comun de lo que creen y aunque Blanca sabe que no esta en su mejor momento personal para meterse en lios, acepta una invitacion para asistir a uno de sus conciertos.

  • No exactamente una cita de Catherine Bybee

    https://gigalibros.com/no-exactamente-una-cita.html

    Llega la primera novela de la deliciosa serie No exactamente… de Catherine Bybee, autora de grandes exitos de venta reconocidos por las listas del New York Times, USA Today y el Wall Street Journal. Jessica Mann es una camarera y madre soltera practica hasta el exceso. Incluso si tuviera tiempo de salir con hombres, y no es el caso, buscaria decididamente darle a su hijo una infancia mas solida de la que tuvo ella, lo que significa un marido con mucho dinero.

  • Arrowood de Mick Finlay

    https://gigalibros.com/arrowood.html

  • Flores fuera de estacion de Margarita Leoz

    https://gigalibros.com/flores-fuera-de-estacion.html

    Un inesperado viaje en pareja, un joven poco decidido a convertirse en adulto, una visita a la infancia olvidada; historias con un aire familiar, conocido, que contienen un elemento imprevisto, sorpresivo, que las transforma y las universaliza. Los personajes que pueblan estos relatos son antiheroes, seres perdidos, empujados por la corriente. Todos viven en un no-lugar, en un entorno que les resulta extrano, ajeno, transitorio. Se enamoran de forma platonica, tienen suenos que no se atreven a cumplir, desean ser otra persona. Son personajes que viven a contrapie, fuera de lugar.

  • Esperando su perdon (Tiempos de cambio 3) de Bel Diciembre

    https://gigalibros.com/esperando-su-perdon-tiempos-de-cambio-3.html

    Michael de Ressy y Florence de Fanthom se amaron desde el mismo instante que se conocieron y pese al compromiso de ella con el mejor amigo de el, acabaron casandose y uniendo sus vidas en la promesa del matrimonio.

  • Salvadores Duros de Tatiana Garcia

    https://gigalibros.com/salvadores-duros.html

    Cavernicola: Romance con el Vecino y Padre Soltero
    Bruno parece el hombre perfecto. Alto, guapo, atletico, padre soltero y un autentico manitas que se gana la vida como carpintero y mecanico. Ademas, es mi nuevo vecino. Bueno, el y su hijo, que dificilmente llegara a los 7 anos.
    De lejos parece el partido perfecto, la clase de hombre que en la universidad hubiera tenido a todas las animadoras detras, muriendose por sus huesos.
    Sin embargo, Bruno es un cretino integral. Un alma atormentada sin modales. No podia soportarlo, y lo queria cuanto mas lejos mejor, hasta que llamaron a mi puerta los problemas de mi ex-novio, el cual, al parecer, debia dinero a los rusos equivocados.
    Estaba muerta de miedo, ante tres gorilas de 2×2 metros en mi puerta. Pero mas al ver a Bruno volver del trabajo y, sin mediar palabra, agarrar a uno de los tipos y tirarlo por las escaleras. Los otros dos no acabaron mucho mejor.
    Hablamos. Hablamos mas, y mas. Me sentia en deuda con el, asi que acepte quedarme con su hijo mientras el trabajaba. Y asi, poco a poco, comence a conocer al pequeno y a Bruno. Seria otro bruto de 2×2, pero parecia importante, y a cada conversacion parecia un poco menos cretino y mas. dulce.
    Aun asi, sabia que no me convenia. Pese a su instinto por protegerme, y lo j*didamente sexy que pudiera parecerme, Bruno equivalia a problemas. Por otro lado. no es como si no tuviera ya problemas, considerando que habia una mafia pidiendome el dinero de mi ex.
    Poco a poco comprendi que Bruno tenia sus propios problemas de los que ocuparse, sus propias razones para comportarse como lo hacia, y asi, poco a poco, fui enamorandome como una tonta sin remedio.

  • Por impulso de Nora Roberts

    https://gigalibros.com/por-impulso.html

    Por una vez en su vida, Rebecca Malone habia decidido seguir sus impulsos. Tras dejar su trabajo y vender todas sus pertenencias, partio hacia Grecia en busca de aventuras. Asi pues, cuando un atractivo empresario local se prendo de ella, no puedo resistirse al deseo de hacerse pasar por una mujer sofisticada y viajera. Pero enamorarse de Stephen Nickodemus no entraba en sus planes. Tendria que encontrar un modo de revelarle su verdadera identidad sin romperle de paso el corazon.

  • Playboy x contrato de Noa Xireau

    https://gigalibros.com/playboy-x-contrato.html

    Una novela sexy y divertida, ideal para relajarte y olvidarte del mundo que te rodea.

  • La deshonra de Sarah Ikker de Yasmina Khadra

    https://gigalibros.com/la-deshonra-de-sarah-ikker.html

    El teniente Driss Ikker esta en el mejor momento de su vida. Disfruta de un feliz matrimonio con Sarah, la hija de un alto cargo de la policia marroqui; vive de forma mas que acomodada y le han dado un destino sin complicaciones en Tanger, a las ordenes de uno de los hombres de confianza de su suegro. Pero todo se le va a venir abajo cuando un dia regresa antes de tiempo a su chalet y se encuentra a Sarah en la cama, desnuda y maniatada. Cuando intenta socorrerla, recibe un fuerte golpe. Al recuperar la conciencia se va a enterar de que Sarah ha sido violada.
    La desesperacion se apodera del joven teniente. Su unica obsesion es averiguar quien cometio tal crimen. Aunque sus mandos intentan apartarle del caso, Driss Ikker va a hacer sus propias pesquisas al margen de la investigacion oficial. Sin imaginarse que el resultado de sus investigaciones puede llegar a ser peor que el dano ya cometido.
    Una nueva novela de intriga de Yasmina Khadra; un retrato de la sociedad magrebi en sus distintos niveles sociales; una reflexion sobre el honor y los prejuicios, sobre la condicion femenina en el mundo musulman.

  • De pasion y deshonra, Constanza Chesnott de Constanza Chesnott

    https://gigalibros.com/de-pasion-y-deshonra-constanza-chesnott.html

    Best Seller Romance historico

  • La casa de las voces de Donato Carrisi

    https://gigalibros.com/la-casa-de-las-voces.html

    Una caricia en suenos. En el nebuloso confin con la vigilia, un instante antes de caer en el abismo del olvido, el suave toque de unos dedos frios y finos en la frente, acompanado de un triste y dulce susurro. Su nombre. Al oir la llamada, la nina abrio los ojos de par en par. Y en ese mismo instante, sintio miedo. Alguien habia venido a visitarla mientras se iba quedando dormida. Podia ser alguno de los antiguos habitantes de la casa; a veces charlaba con ellos o los oia moverse como ratones, rozando las paredes. Pero los fantasmas hablaban en su interior, no fuera de ella. Tambien Ado --<>-- iba a visitarla. Sin embargo, a diferencia de todos los demas espiritus, Ado no hablaba nunca. Por eso ahora un pensamiento mas concreto la turbaba. Aparte de mama y papa, nadie sabia su nombre en el mundo de los vivos. Era la <>. La idea de haber violado una de las cinco recomendaciones de sus padres la aterraba. Siempre habian confiado en ella; no queria decepcionarlos. Y menos ahora que papa le habia prometido ensenarle a cazar con el arco y que mama habia estado de acuerdo. Pero entonces reflexiono: ?como iba a ser culpa suya? <>. No habia dicho su nuevo nombre a extranos, y tampoco era posible que alguno de ellos se hubiese enterado accidentalmente. Ademas, hacia al menos un par de meses que no veian a nadie merodeando por los alrededores de la casa de campo. Estaban aislados en medio de la nada; la ciudad mas cercana se encontraba a dos dias de camino. Estaban a salvo. Solo ellos tres. <>. Entonces, ?como era posible? Quien la habia llamado era la casa; no encontraba otra explicacion. A veces, las vigas producian siniestros crujidos o gemidos musicales. Papa decia que la casa se asentaba en sus cimientos como una senora entrada en anos sentada en un sillon y que, de tanto en tanto, necesita acomodarse mejor. En el duermevela, uno de esos ruidos le habia parecido el sonido de su nombre. Eso era todo. La inquietud en su alma se aplaco. Volvio a cerrar los ojos. El sueno, con su silencioso reclamo, la invitaba a seguirlo a ese lugar acogedor y calido donde todo se disuelve. Cuando ya iba a abandonarse, alguien volvio a llamarla. Esta vez la nina levanto la cabeza de la almohada, se incorporo y, sin bajar de la cama, sondeo la oscuridad de la habitacion. En el pasillo, la estufa hacia horas que se habia apagado. Al otro lado de las mantas, el frio sitiaba su lecho. Ahora estaba completamente despierta. Quienquiera que la habia invocado no estaba en casa; se hallaba fuera, en la oscura noche de invierno. Habia hablado con la voz de las corrientes de aire que se insinuan por debajo de las puertas o entre las persianas cerradas. Pero el silencio era demasiado profundo, y ella, con el corazon latiendo con impetu en los oidos como un pez dentro de un vaso, no lograba distinguir ningun otro sonido. <>, le habria gustado preguntar a las tinieblas. Pero temia la respuesta. O tal vez ya la conocia. <>. Se levanto de la cama. Pero, antes de moverse, busco a tientas la muneca de trapo con un solo ojo que dormia a su lado y la agarro para llevarla consigo. Sin encender la luz de la mesilla, se aventuro a ciegas por la habitacion. Sus pequenos pasos descalzos resonaban en el suelo de madera. Debia avisar a mama y a papa. Salio al pasillo. El olor del fuego que se consumia lentamente en la chimenea subia por la escalera que conducia a la planta de abajo. Se imagino la mesa de olivo de la cocina, todavia con los restos de la pequena fiesta de la noche anterior. La tarta de pan y azucar que habia preparado mama en el horno de lena y a la que le faltaban tres raciones exactas. Las diez velas que habia apagado de un solo soplido, sentada sobre las rodillas de papa. Mientras se acercaba al dormitorio de sus padres, los pensamientos felices se evaporaron y dejaron paso a oscuros presagios. <>. Lo habia visto con sus propios ojos: los extranos cogian a la gente, se la llevaban lejos de sus seres queridos. Nadie sabia donde iban a parar ni que era de ellos. O tal vez todavia era demasiado pequena, todavia no estaba preparada, de modo que nadie se lo habia querido contar nunca. Lo unico de lo que estaba segura era de que esas personas ya no regresaban jamas. Nunca mas. --Papa, mama... Hay alguien fuera de la casa --susurro, pero con la determinacion de quien no quiere que sigan tratandola solo como a una nina. Papa se desperto el primero y, un instante despues, lo hizo mama. La nina obtuvo inmediatamente toda su atencion. --?Que has oido? --pregunto la madre, mientras el padre cogia la linterna que siempre tenia a mano junto a la cama. --Mi nombre --contesto la nina, titubeando, temiendo una reganina por haber violado una de las cinco reglas. Pero ninguno de los dos le dijo nada. Papa encendio la linterna y cubrio el foco con la mano para iluminar apenas la oscuridad de la habitacion y que los intrusos no supieran que estaban despiertos. Sus padres no le preguntaron nada mas. No sabian si creerla o no. Pero no porque sospecharan que hubiera mentido, sabian que nunca mentiria sobre algo asi. Solo debian determinar si lo que habia contado era real o no. A la nina le habria gustado que simplemente se tratase de su imaginacion. Mama y papa estaban alerta. Pero no se movieron. Permanecieron en silencio, con la cabeza ligeramente erguida, escrutando la oscuridad, como los radiotelescopios de su libro de astronomia, que escrutan lo ignoto que se esconde en el cielo, esperando y a la vez temiendo captar una senal. Porque, como le habia explicado su padre, descubrir que no estamos solos en el universo no seria necesariamente una buena noticia: <>. Discurrian interminables segundos de silencio absoluto. Los unicos ruidos eran el viento que agitaba las copas de los arboles secos, el llanto quejumbroso de la veleta de hierro oxidado en lo alto de la chimenea y los grunidos del viejo granero, como una ballena durmiendo en el fondo del oceano. Un sonido metalico. Un cubo cayo al suelo. El cubo del pozo, mas concretamente. Papa lo habia atado entre dos cipreses. Era una de las trampas sonoras que colocaba cada noche alrededor de la casa. El cubo estaba situado cerca del gallinero. Ella estaba a punto de decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, su madre le puso una mano en la boca. Queria sugerir que tal vez se tratara de un animal nocturno --una comadreja o un zorro--, no necesariamente de un extrano. --Los perros --susurro el padre. No se le habia ocurrido hasta entonces. Papa tenia razon. Si hubiese sido un zorro o una comadreja, despues del ruido del cubo al caer, sus perros guardianes sin duda habrian empezado a ladrar para senalar su presencia. Como no lo habian hecho, solo habia una explicacion. Alguien los habia hecho callar. Ante la idea de que les pudiera haber ocurrido algo malo a sus amigos peludos, unas calidas lagrimas le hirvieron en los ojos. Hizo un esfuerzo por no echarse a llorar; su disgusto se mezclo con un repentino ataque de terror. Sus padres intercambiaron una mirada. Fue suficiente para saber exactamente lo que debian hacer. Papa fue el primero en bajar de la cama. Se vistio rapidamente, pero sin ponerse los zapatos. Mama lo imito, pero ademas hizo algo que dejo a la nina atonita durante un instante: le parecio que su madre esperaba el momento en que el padre no se diera cuenta, y a continuacion vio como metia una mano debajo del colchon, cogia un pequeno objeto y se lo introducia rapidamente en el bolsillo. La nina no tuvo tiempo de ver que era. Le extrano. Mama y papa no tenian secretos. Antes de que ella pudiera preguntarle nada, la madre le dio una segunda linterna y se arrodillo delante poniendole una manta sobre los hombros. --?Recuerdas lo que debemos hacer ahora? --pregunto, mirandola fijamente a los ojos. La nina asintio. La mirada decidida de la madre le infundio valor. Desde que empezaron a vivir en la casa abandonada, hacia alrededor de un ano, habian ensayado decenas de veces el procedimiento: asi lo llamaba papa. Hasta entonces nunca hubo la necesidad de llevarlo a la practica. --Agarra fuerte a tu muneca --le recomendo su madre. A continuacion, cogio su pequena mano con la suya, calida y fuerte, y se la llevo. Mientras bajaban la escalera, la nina se volvio un instante y vio que el padre habia cogido uno de los bidones del trastero y ahora esparcia el contenido por las paredes de la planta de arriba. El liquido se filtraba a traves de las vigas del suelo y tenia un olor penetrante. Cuando llegaron a la planta inferior, mama la arrastro consigo hacia las habitaciones traseras

  • El lenguaje de las ciudades de Deyan Sudjic

    https://gigalibros.com/el-lenguaje-de-las-ciudades.html

    <>

  • Luz de Abril. Un viaje a la India. Un viaje hacia el amor de Clara Fuertes

    https://gigalibros.com/luz-de-abril-un-viaje-a-la-india-un-viaje-hacia-el-amor.html

    Dos mujeres.
    Un diario que habla de lo mas triste, el abandono.
    Un viaje a la India.
    El destino.
    Un viaje hacia el amor.

  • La caza de M. A. Bennett

    https://gigalibros.com/la-caza.html

    Una exclusiva invitacion de los Medievales, el grupo mas poderoso de la elitista escuela STAGS, para un fin de semana de <> parece una gran oportunidad para que la recien llegada Greer descubra un mundo de lujo y excesos. Ademas, segun los rumores, al invitado que mas impresione a los Medievales se le concedera el privilegio de convertirse en uno de ellos, pero Greer no debe olvidar que.

  • Libre de Promesas (Maestros del Blackish 3) de Kelly Dreams

    https://gigalibros.com/libre-de-promesas-maestros-del-blackish-3.html

    --Buenas noches, ?en que puedo ayudarte? Sophie sostuvo la mirada del hombre que se movia detras del mostrador de la recepcion del exclusivo y discreto club de BDSM de Chelsea, se lamio los labios y se inclino hacia delante. --Estoy buscando a Alexander Brooks --le informo--. ?Podrias decirme donde puedo encontrarle? El recepcionista fruncio el ceno y la miro entre intrigado y suspicaz al escuchar el nombre real del propietario del Blackish. No era alguien que pasase precisamente desapercibido con ese pelo blanco peinado de punta, unos profundos ojos azules e inquietantes y unos biceps que parecian un par de troncos. Tenia los dedos largos, como los de un pianista y no pudo evitar preguntarse si seria capaz de tocar el cuerpo de una mujer con la misma destreza. Todo el exudaba masculinidad y una seguridad que solo poseian los dominantes. El hecho de que vistiese una camiseta negra con el logotipo del club no hacia mas que afianzar su suposicion. --El Amo Horus ya esta dentro. --Hizo hincapie en la palabra <> sin quitarle la mirada de encima. Horus era el primer nombre de Alexander, si bien nunca habia dejado que lo llamase por el--. Llegas por los pelos, estamos a punto de cerrar las puertas. ?Cual es tu nombre? Observo al tipo que se inclino sobre el ordenador. --Sophie Joyce. Parecio introducir el nombre en el programa y, al no encontrarlo, levanto la mirada con suspicacia. --?Tienes membresia en el club? No. De hecho, ese era el principal motivo por el que estaba alli, mirandole, y no habia atravesado las puertas que habia detras para buscarle por si misma. Sin embargo, esa no seria una respuesta adecuada, no frente a ese Dom. --No, senor --respondio con suave educacion. El enarco una ceja, sin duda curioso ante su presencia y su abierta asuncion de su lugar como sumisa. --Este es un club privado, princesa --le informo con tono firme aunque igual de amable que habia utilizado hasta el momento--. No puedo dejarte entrar sino estas en la lista. Dejo que sus labios se curvaran en una lenta sonrisa que sabia llamaria su atencion. --No le he pedido que me dejase entrar, senor --le recordo dulcemente--. Mi unica intencion es tener unas palabras con Alexander. Su respuesta le arranco una inesperada carcajada. Sus ojos brillaron de diversion y sus labios se estiraron. --Tienes una manera unica de insultar a un dominante con esa dulce y educada voz -- aseguro risueno--. Deberias tener cuidado de a quien diriges tus respuestas. Bajo los ojos lentamente. --Lo siento, senor --replico sumisa--. Me he limitado a constatar un hecho. El sacudio la cabeza, la miro de soslayo y se froto la barbilla. --De acuerdo, Sophie, has despertado mi curiosidad --le dijo dando un golpecito al mostrador--. Quedate aqui. Ire a ver si Horus esta libre para tener unas palabras contigo. Asintio y contuvo la excitacion que acelero su corazon. --Gracias... --pregunto sutilmente su nombre. --Amo Lucien, carino --le guino un ojo. --Gracias, Amo Lucien. El inclino la cabeza, se giro y se acerco a la puerta, la abrio y asomo la cabeza unos momentos. --Oye. Rick. Necesito que te quedes en la recepcion un par de minutos. Tengo que localizar al jefe. Una voz juvenil respondio al momento. --Si, senor. Al momento un joven de aproximadamente su edad atraveso la puerta vistiendo unos pantalones de cuero rotos, y una camiseta de red bajo la que podian verse los piercings que tenia en ambos pezones. Su pelo negro estaba peinado de punta y llevaba los labios negros, al igual que la sombra de ojos. Le dedico una mirada entre curiosa y apreciativa y ocupo su lugar tras el mostrador. --Hola --la saludo. --Hola --respondio a su vez. --No te habia visto antes por aqui --continuo echandole un buen vistazo de arriba abajo. --Estoy segura de ello --asintio manteniendo sus respuestas cortas por temor a que su voz vacilase. Estaba muy nerviosa y sabia que eso la llevaria a tartamudear. La respuesta parecio sorprenderle pero acabo por reirse. --De acuerdo, se cuando hablo de mas --acepto risueno, se echo hacia atras y se sento en el taburete sin insistir en la conversacion. Suspiro interiormente. Sabia que le habia dado la impresion de borde, pero necesitaba de todas sus fuerzas para seguir adelante con esa visita. No has pasado por todo esto para rendirte ahora, Sophie. Coraje. Se lamio los labios con nerviosismo y se entretuvo mirando a su alrededor, sus ojos cayeron sobre un tablon de anuncios y se aproximo a leer el contenido. Apenas habia tomado nota de algunas cosas cuando la puerta volvio a abrirse y escucho una conocida voz junto a la del Amo Lucien. --...rizos de color negro, ojos verde esmeralda y unos labios de lo mas besables. --Escucho el resumen del recepcionista--. Llego preguntando por ti. Se giro de inmediato hacia la puerta para ver a ambos hombres, aunque sus ojos se detuvieron sobre el mas alto. --Sophie. --La sorpresa bailo unos instantes en los ojos azul oscuro antes de desaparecer y adquirir un brillo de especulacion--. ?Que haces aqui? Las palabras se hundieron en su estomago como si fuesen de plomo. ?Eso era todo lo que tenia que decirle despues de cuatro anos sin verse? Alzo la barbilla y se obligo a respirar profundamente para lograr que las siguientes palabras no temblasen en sus labios. --Vengo a pedirte algo --respondio encontrando su mirada y sosteniendola, algo que siempre le habia resultado dificil. Esos ojos parecian poder ver a traves de ella. El enarco una ceja, abandono el umbral y camino hacia ella. --?De que se trata? Se lamio los labios una ultima vez y respondio directa. --Quiero que me acojas bajo tu tutela en el Blackish. CAPITULO 1 --No puedes decirme que no, asi, sin mas. Una frase demasiado contundente para una mujer tan menuda, penso Horus recorriendola con la mirada. Sentada frente a su escritorio parecia una pequena hada vestida de forma escandalosa, lo suficiente escandalosa para que encajase con el ambiente de esa noche en el club. Pero ella no iba a entrar, no habia luchado consigo mismo tanto tiempo para echarlo ahora todo a perder. Contemplo disimuladamente su curvilinea figura, el negro pelo rizado cayendole sobre los hombros y esos bonitos ojos verdes brillando de irritacion. Tenia las mejillas sonrojadas, sus labios se movian con ritmico erotismo provocandole unas irrefrenables ganas de mordisquearlos. ?Habia tenido que pasar cuatro anos sin verla para encontrarla jodidamente deseable? Estaba enfermo. Debia haber recibido mas golpes en el ring de los que pensaba y alguno de ellos habia impactado directamente en su cabeza. --Acabo de hacerlo, querida --replico a su vez, cruzando las manos con gesto aburrido sobre el estomago--. No voy a tutelarte en el Blackish y tampoco voy a darte una membresia. La manera en que apreto los labios formando un pequeno mohin irritado lo conocia demasiado bien. Conocia cada una de sus tretas, cada una de las expresiones de esa pequena y discola hembra; la misma con la que habia compartido seis anos de su vida. Una actuacion demasiado larga, una promesa hecha a su mejor amigo y que trajo consigo un tiempo mas alla de la simple complicacion. Sophie Joyce habia sido su esposa. Casarse con ella fue su forma de mantenerla a salvo, de cumplir con la promesa hecha a Robert, su hermano, y alejarla de las garras del hijo de puta que se tiraba a su madre. <>. La justicia era una autentica hija de puta, habia dejado de confiar en ella cuando tenia trece anos y fue internado en un reformatorio a peticion de sus propios padres. <>. Si, tanto su vida como la de Sophie no habian sido precisamente un camino de rosas, sus respectivos progenitores eran los unicos culpables de que sus destinos se hubiesen cruzado y ella hubiese terminado a su cuidado. --No puedes hacerlo --insistio ella modulando cada palabra, concentrandose en no tartamudear--. No puedes decidir por mi. Hace tiempo que perdiste ese derecho. Enarco una ceja y suspiro. --Empiezo a preguntarme si lo tuve alguna vez --replico con palpable sarcasmo--. Lo que si puedo asegurarte es que mi respuesta a tu pregunta sigue siendo la misma: No. No la queria alli. Bajo ningun concepto iba a dejar que esa mujer se pasease con menos ropa de la que llevaba puesta por las entranas del club. Los ojos verdes brillaron con una punzada de dolor ante sus palabras, pero pronto ocupo sus pupilas la irritacion que emanaba de cada poro de su cuerpo. --Ya no te-tengo dieciseis anos. --La leve vacilacion en su voz le indico que estaba empezando a perder el temple y el tartamudeo que tanto odiaba volveria a entrar en escena. Sabia lo que eso significaba para ella, lo vulnerable que se sentia en esos momentos y, en circunstancias normales, habria hecho lo que fuese para tranquilizarla, pero ahora solo deseaba sacarla de su oficina y que no volviese a poner un pie alli. --Gracias a Dios --admitio con una mordaz carcajada--. Con sufrir una vez tu adolescencia, fue mas que suficiente. Preferiria que me moliesen a golpes antes que tener que lidiar de nuevo con una mocosa hormonal. Cruzo los brazos sobre unos encantadores y llenos pechos. Si, ya no quedaba nada de la adolescente que habia estado a su cuidado, a la que habia querido, quien despertaba el deseo en sus venas y a la que se habia prohibido tocar. --?Sigues siendo virgen? --Dejo caer la pregunta con gesto aburrido. Estaba decidido a herirla con sus palabras si con eso conseguia su objetivo; disuadirla--. Si estas buscando la manera de ponerle remedio... estas en el lugar equivocado. Su rostro enrojecio todavia mas, esos ojos esmeraldas se entrecerraron hasta formar dos pequenas rendijas. --No-o, des-desde que nos separamos me he ti-ti-tirado a todo tio que encontre por el camino, algo que ha siii-sido de lo mas sa-saaa-satisfactorio --tartamudeo visiblemente afectada por sus palabras--. Tu no me qui-quisiste. Por su-suerte el mundo esta lleno de hombres menos... seee-selectivos que tu. Se obligo a morderse una replica. No tienes la menor idea de nada, Kitty. Si, se habia casado con ella pero no la habia tocado en los seis anos que habian estado juntos. Su unica intencion al contraer matrimonio era evitar que quedase desprotegida. Robert se habia encargado de obtener la custodia de su hermana pequena despues de que su madre dejase claro que no estaba preparada para cuidar de una cria. Y habia sido con su bendicion y permiso que la entonces menor, habia terminado bajo su tutela por medio del matrimonio. <>. Se estremecio interiormente al recordar aquellas duras palabras, el sentimiento de ira que habia despertado en su fuero interno ante la indefension de una nina y lo que podia pasarle si Robert no estuviese alli para protegerla. Deberia haber sido una conversacion condicional, un <> totalmente lejano, pero Robert Joyce habia hablado con conocimiento de causa, sabiendo lo que ocurria en su cabeza y que si seguia luchando, su vida estaria en peligro. Se habian conocido en las calles, Rob habia evitado que terminase con la garganta abierta solo para llevarle a conocer al Reverendo John. El padre era un hombre de color robusto que creia que incluso los mas idiotas se merecian una segunda oportunidad. Su necesidad de ayudar al projimo lo habia llevado a crear un lugar en el que los jovenes con problemas de ira, actitud o que vivian en la calle podian aprender a controlarse y al mismo tiempo hacer deporte. El peculiar reverendo fue el unico capaz de llegar a el despues de que lo internasen en ese lugar. El hombre le escucho sin juzgar y le dio la oportunidad de descargar su ira contra el mundo ofreciendole un deporte que le aporto la disciplina y el control que a menudo le faltaba. El fue tambien el unico que tuvo el valor de decirle que no estaba preparado para tomar sobre sus hombros una responsabilidad tan grande como Sophie, pero fiel a su rebeldia y a la palabra dada, no le escucho. ?Como hacerlo cuando le debia a Robert su propia vida? Se sacudio los recuerdos y miro de nuevo a la mujer que tenia frente a el, la misma con la que se habia casado a los veintisiete --teniendo ella solo dieciseis--, para separarse seis anos despues sin haberle tocado ni un pelo. ?Acostarse con ella? Habia sido impensable hacerlo, no con una nina y, cuando dejo de serlo, el ya se habia internado en un mundo que no deseaba para ella. --No vas a obtener una membresia en este club, Sophie --le informo de manera tajante--. No voy a tutelarte, no voy a permitir que entres en mi club, no pienso secundar lo que sea que tengas en mente. Mi respuesta es no. Ella se tenso, se incorporo hasta permanecer con la espalda muy recta y recatadamente sentada en la silla frente a el y lo miro sin parpadear siquiera. --Tengo entendido que el club lo llevan do-dos socios --replico con una ligera vacilacion, senal inequivoca del volcan de emociones que transmitia su cuerpo--. Veamos que tiene el que de-decir al respecto. Chasqueo la lengua, descruzo las manos y se apoyo en los brazos de la silla para levantarse. --El Amo Fire te dira lo mismo que te estoy diciendo yo ahora --declaro abandonando su asiento y rodeando la mesa hasta detenerse a su lado--. Este es un club privado, solo se puede acceder a el por recomendacion de alguno de los miembros existentes o en las convocatorias de acceso que se dan una vez al ano. Y tu no estas en posicion de obtener ninguna de las dos.

  • Vindicta de Monique Amoedo

    https://gigalibros.com/vindicta.html

    Daniela tiene un futuro prometedor como periodista, pero ha aparcado todo sus proyectos por permanecer al lado de Alex. Hasta que descubre quien es el realmente. Herida y llena de rencor urdira un plan para vengarse con la intencion de devolverle todo el dano que el le ha causado.
    La intriga y la expectacion son los elementos conductores de esta historia de ajuste de cuentas y vindicta

  • Eso que llaman amor de Vanessa Lorrenz

    https://gigalibros.com/eso-que-llaman-amor.html

    Anne estaba al borde de las lagrimas, habia escapado de su casa pues su esposo en uno de sus arranques de ira y borrachera le habia golpeado y amenazado con llevarse lo mas valioso de su vida, su pequena hija Camile que tenia tres anitos, que en esos instantes dormia profundate en brazos de su madre cubierta por una frazada ligera que la protegia del frio, no sabia a donde se dirigian ni que era lo que iba a ser para darle techo y comida a su pequena , pero ya no soportaba seguir viviendo en ese infierno que era su matrimonio. Cuando su marido llego ese dia y la golpeo lo unico que pudo pensar fue en salir corriendo cuanto antes de ese infierno por eso saco la poca ropa que tenia colocandola en una mochila, algunas cosas de uso para pequena, tomando el poco dinero que tenia ahorrado de lo que su marido le iba dando pero no era demasiado estaba segura que no le iba a alcanzar ni siquiera para una habitacion de un hotel. Estaba a punto de anochecer y el cielo amenazaba con soltar una gran tormenta, sintio que todas sus esfuerzos la abandonaban se sento en la entrada de una casa donde habia un pequeno toldo, si llovia le permitiria cubrirse un poco para que no se mojara, se sento en un pequeno escalon y acariciando el rostro de su pequena hija dejando correr las lagrimas que llevaban amenazando con salir desde que salio de la que por cuatro anos habia sido su casa. De pronto se solto una tormenta y ella acerco todo lo que fue posible a su pequena contra su pecho para poder brindarle todo el calor que le fuera posible mientras esta de removia entre sus brazos. Contemplando la carita de su hija le susurro --Duerme mi amor,mami te cuida mientras lagrimas corrian por su rostro le acariciaba el suave cabello rizado de la pequena --Todo va estar bien princesa ya nadie nos va hacer ningun dano En ese momento la pequena abrio sus ojos y sonrio a su mami cuando un relampago callo haciendo un ruido sonoro el cual espanto a la pequena, haciendo que las dos se abrazaran con fuerza. --Mami tengo miedo --Anne acaricio el rostro de su pequena la abrazo con fuerza para brindarle proteccion -- No pasa nada carino solo es una relampago ?recuerdas para que son los relampagos mi amor? La nina con el rostro cual munequita de porcelana, su cabello rizado color castano claro, ojitos marron, y labios y pomulos sonrosados nego con la cabecita, en su carita se veia claramente que estaba muy asustada por la tormenta --Recuerda carino los relampagos son solo para que las mamis que lavaron ropa se den cuenta que va llover y la metan antes de que se moje mi amor no tienes por que tener miedo yo estoy aqui y yo te cuido Beso con mucha ternura su frente y la nina sonrio, Anne con toda la fuerza del mundo contuvo las lagrimas para que su pequena no se preocupara aun tenia muchos problemas por resolver y no queria que su hija la viera derrotada. --Si mami yo tambien te cuido --la pequena se abraso a su almohadita --pero mami creo que mi pancita ya tiene hambre Anne tuvo que tragarse el nudo en la garganta pues en todo el dia su hija solo habia tomado dos porciones de leche y unas manzanas que pudo comprar en una tienda de autoservicio, aun le quedaban unas barritas de cereal que habia comprado pero sabia que su pequena necesitaba alimentarse bien no era justo que por los errores de los adultos ella tuviera que sufrir carencias y no tenia ni idea de donde iban a pasar la noche y la tormenta no daba senas de querer desistir , en esos momentos desearia que su vida fuera diferente, desearia no haberse enamorado como una tonta como tampoco haber soportado tantos maltratos por parte de su marido, pero esos deseo eran imposible ya no habia marcha atras tendria que procurar el bienestar de su hija, "lo lograria asi se le fuera la vida en ello "pensaba mientras veia la lluvia torrencial caer. Miro a su pequena sonriendo, saco una barrita de cereal para que la pequena se la comiera, aunque ella llevaba todo el dia sin probar alimento de manera que por momentos sentia que su cuerpo ya le estaba pasando la factura. --Mira amor come esta barrita de cereal para que tu pancita no tenga hambre-- La pequena tomo la barrita devorando con ansias, tomo un poquito de leche para despues abrazar a su mami mientras esperaban que pasara la lluvia, justo cuando la tormenta esta en su punto mas fuerte paso un coche demasiado cerca de la banqueta y las mojo completamente. --Dios mio no puede ser, ahora estamos mojadas--atrajo a su pequena para brindar calor lo mas que pudiera --maaammiii teenngooo friiooo --la nina castaneaba los dientitos por el frio que sentia --Tranquila mi amor no pasa nada ahorita te abrazo y el frio se pasa, quieres que cantemos una cancion --tratando de cobijar lo mas que le permitia la mantita, la estrecho entre sus brazos para proporcionarle mas calor.

  • Un destino propio de Maria Montesinos

    https://gigalibros.com/un-destino-propio.html

    El mundo esta cambiando y nadie podra impedirlo. Una sociedad se resiste al fin de una epoca. Una mujer busca su propio destino.

  • 21 lecciones para el siglo XXI de Yuval Noah Harari

    https://gigalibros.com/21-lecciones-para-el-siglo-xxi.html

    Vuelve Harari

  • Culpa mia (Culpa Mia 1), Mercedes Ron de Mercedes Ron

    https://gigalibros.com/culpa-mia-culpa-mia-1-mercedes-ron.html

    <>, <>, <>, <>, <>, <>
    (La opinion de los lectores)

  • La herencia de Agneta de Corina Bomann

    https://gigalibros.com/la-herencia-de-agneta.html

    Una esplendida finca en el sur de Suecia se convierte en el escenario de los acontecimientos del vertiginoso siglo XX, protagonizados por varias mujeres de una misma familia.

  • Los senores del tiempo (La ciudad blanca 3) de Eva Garcia Saenz , Eva Garcia Saenz De Urturi

    https://gigalibros.com/los-senores-del-tiempo-la-ciudad-blanca-3.html

    Vitoria, 2019. Los senores del tiempo, una epica novela historica ambientada en el medievo, se publica con gran exito bajo un misterioso pseudonimo: Diego Veilaz.

  • Una Flor en el Oeste de Sandra Bree

    https://gigalibros.com/una-flor-en-el-oeste.html

    Jessica Sconner esta indignada porque su familia le ha concertado una boda con un hombre al que no conoce. Por eso, cuando conoce la noticia de que Edward, el hermano de su amiga Lara Hamilton, ha sido asesinado en Cheyenne, decide alejarse de todo y viajar con ella para descubrir que ha pasado.
    El mestizo Craven Logan, mas conocido como Alce Gris, es un hombre enigmatico y peligroso cuya vida nunca ha sido facil. Cuando Jessica se entera de que es el encargado del caso, se niega a aceptarlo, pero hay algo en el que la impresiona y atrae demasiado.
    Por su parte, Craven jamas hubiera imaginado que una joven distinguida despertaria en el tal torbellino de emociones. Por el bien de la investigacion, Jessica y Logan deciden trabajar juntos, pero no cuentan con que la pasion se desate y se vean en medio de una relacion prohibida y peligrosa a la que seran incapaces de resistirse.

  • Ebrias decisiones de Antonio Preciado

    https://gigalibros.com/ebrias-decisiones.html

    El reloj del auto marcaba las 18:45 horas. Conducia el Mini convertible por el carril de alta velocidad sobre la avenida Garza Sada dirigiendome a casa de Daniel, el unico de mis amigos al que le emociona la idea de volverse mas viejo cada seis de octubre. Nos reuniriamos en su casa para cenar junto con su familia y celebrar su cumpleanos veintisiete: la excusa perfecta para abrir la botella de vino tinto que me acompanaba en el asiento del copiloto. "Espero que Daniel tenga un sacacorchos en casa", pense al voltear y asegurarme de que el cinturon de seguridad estuviera ajustado sosteniendo la botella. Mas vale prevenir que lamentar. Despues de atravesar la metropolis, llegue a la calle donde se encuentra su casa. Localizar espacio para estacionarse en el estrecho camino parecia imposible por la absurda aglomeracion de autos sobre las banquetas. Aparque en una esquina a cinco casas del portico. Verifique el acomodo del flequillo negro sobre mi frente en el espejo retrovisor. "Perfecto". Sali del auto; mi mano derecha sostenia la botella de vino y con la otra presione el boton de la llave para cerrar el coche. Me quede parado unos segundos frente a la entrada principal, imaginando a la familia de Daniel del otro lado de la puerta. Casi podia verlos sentados en circulo frente a la mesa del comedor repleta de platos con comida y de bebidas. Su madre organizando el viaje a Cancun para asistir a la boda de su sobrino el ano siguiente. Su hermana Gloria contando los meses que faltaban para dar a luz al nuevo integrante de la familia. Yo ya esperaba que sus hermanos me hicieran, en tono burlon, aquella pregunta que se volvia cada dia mas irritante: ?Cuando nos van a llegar las invitaciones de tu boda, Alonso? Pero estan muy acostumbrados a verme sin pareja; han dado por hecho que ese evento nunca lo celebrare en esta vida. Ni en la siguiente. Presione el timbre dos veces y Daniel aparecio del otro lado de la puerta, invitandome a pasar con unas palmadas en la espalda. --!Te haces del rogar! --dijo, apuntando al reloj digital en su muneca--. Habiamos dicho que llegarias hace una hora. El color blanco de la camisa hacia que su piel morena resaltara. Nuestra similar complexion y el metro setenta y cinco de altura han hecho que la gente nos pregunte en mas de una ocasion si somos hermanos. Caminamos por el corto pasillo hacia la cocina. Daniel tomo la botella de vino tinto y la coloco en la mesa del comedor. Conozco la casa a la perfeccion. Suelo venir los domingos cuando Daniel me invita a ver los partidos de Los Rayados de Monterrey. No soy fanatico del equipo y tampoco me interesa el futbol soccer, pero me gusta sentarme frente al televisor a beber una o dos cervezas... o tres. Salude a sus padres y hermanos. Tras la cordial y corta bienvenida, pase al bano. Moje mis manos y el rostro acercando mi cuerpo al lavabo de ceramica. Parado frente al espejo, me quede observando la profundidad de mis ojos cafe oscuro. Me pase los delgados dedos sobre la cara y note que mi aspecto mostraba senales de fatiga. Las ojeras por las trasnochadas de los dias y semanas anteriores comenzaban a notarse cada dia mas; la resequedad en mis labios suplicaba beber algo mas que alcohol. A pesar de eso, no me veia mal en absoluto. El aspecto joven y varonil reflejaba la edad precisa: veintiseis anos. Mantenia mi cuerpo esbelto y en su lugar gracias a las horas semanales de ejercicios cardiovasculares y pesas. La balanza de prioridades estaba muy bien distribuida: trabajo, ejercicio y vida social. Todos importantes, ninguno mas que otro, ?o si? Seque mis manos en los Levi's azul oscuro y sali del bano. Daniel me esperaba con una copa de vino tinto; todo el mundo sabe que es mi favorito. Nos dirigimos hacia el patio trasero donde sus hermanos preparaban cortes de carne sobre el pequeno asador. Habian instalado mesas plegables redondas con sillas alrededor, separamos dos de ellas. Mi mano izquierda sostenia la botella de vino que agarre de la mesa antes de salir al patio, y la derecha resguardaba la copa a medio llenar. --Ahora si, !cuentame! ?Ya decidiste donde quieres continuar la fiesta despues de la cena? -- pregunte justo antes de dar un sorbo a la copa. Me rodo una gota sobre el menton. --No, aun no decido --Daniel dio un sorbo a la botella de agua que saco de la nevera--. Ademas, no seremos muchas personas. Karen viene en camino, podemos discutirlo cuando llegue. Ya sabes que no puedo decidir por ella. Esperar a que llegue la novia de Daniel a cualquier lugar es como esperar una nevada en Monterrey: !absurdo! Karen es la persona mas impuntual que conozco. No me sorprenderia que llegara tarde a la celebracion de su propio funeral. Del bolsillo derecho de mi pantalon saque el celular. No tenia notificaciones de WhatsApp ni comentarios en mis estados recientes de Twitter y Facebook, pero si en mi ultima publicacion de Instagram, que era una foto de una lasana instantanea extendida sobre un plato de loza. La imagen hacia que el valor comercial del platillo aumentara su precio al triple. Junto al plato habia una copa de vino blanco y la botella de Verdeo importada desde Espana. La publicacion era del dia anterior con la descripcion: Cena para uno #Wine. Deslizando mi dedo sobre la pantalla, me dirigi al buscador de Google para escribir Horgans. La pantalla mostro el mapa de Monterrey y la ubicacion del club en el centro de la ciudad. Pase mi dedo sobre la informacion, y al encontrar el numero de telefono, marque. --Buenas noches, quisiera hacer una reservacion para hoy a las once --dije, y escuche a la chica al otro lado apretando un extremo del boligrafo, preparandose para apuntar--. !Claro! La reservacion a mi nombre, Alonso Rodriguez. Termine la llamada, di un trago a la copa y me dirigi a Daniel. --Ahora ya puedes decir a tus invitados hacia donde moveremos la fiesta el dia de hoy --dije guardando el celular sin notificaciones en el bolsillo. --Sabia que no aguantarias las ganas de ir a Horgans --y saco su celular. Escabulli la mirada por encima de su brazo: Daniel mandaba un mensaje a un grupo de WhatsApp llamado Parejitas para dar aviso a los integrantes sobre el nuevo plan de la noche. Yo no estaba incluido en ese grupo, ?por que habria de estarlo? El nombre del grupo era una ofensa a mi eterna solteria por eleccion, ?o seria por obras y planes del destino? No lo sabia y no me importaba… ?o si? --?Tienes pensado invitar a mucha gente? --pregunte--. ?A tus amigos de la oficina, a los del equipo de futbol? --y verti mas vino en la copa medio vacia. --La verdad solo voy a invitar a los de este grupo --Daniel me enseno la pantalla del celular con la conversacion reciente de las "parejitas"--. No le dije a nadie mas. Mis amigos tenian otros compromisos y casi nunca tienen dinero para ir a esos lugares. Ademas, Karen insiste en que convivamos mas con Anna y Ricardo. No entiendo por que, si nos vemos cada semana. En fin, seriamos solo nosotros cinco, incluyendote. El sonido del timbre interrumpio nuestra conversacion. Su hermana Gloria habia llegado en compania de su esposo y una enorme barriga de siete meses. --?Te molesta si te dejo por unos minutos mientras atiendo a mis invitados no alcoholicos? -- pregunto Daniel. --!Por supuesto que no! Tengo la compania que necesito --y levante la copa. Me quede solo y en silencio por un par de minutos mientras terminaba el liquido que restaba en la botella. Los hermanos de Daniel entraban y salian de la casa hasta el patio trasero cargando ingredientes para la cena. Puse mi mano sobre el bolsillo izquierdo del pantalon y note que algo faltaba. Me levante de inmediato de la silla y entre a la casa para buscar a Daniel. --Te vere junto con los demas afuera de Horgans --le grite mientras me aproximaba a la puerta con las llaves del auto en la mano. --?A donde vas? Acabas de llegar --pregunto Daniel acompanandome hasta la puerta--. ?Puedes esperar al menos a que termine la cena? Mi familia se ira despues de eso y no quiero que bebas alcohol con el estomago vacio. ?Recuerdas como te pusiste en nuestro ultimo viaje a Playa del Carmen? Lo recordaba, o al menos algunas cosas; por suerte no tenia memoria para las mas embarazosas. Hice una pausa antes de girar la perilla y me dirigi a Daniel. --Me acabo de dar cuenta de que olvide mi cartera en casa. Pero no te preocupes, te vere afuera de Horgans antes de las once. Dile a Karen que... Justo antes de cruzar la puerta, la cabellera rizada y castana de Karen se interpuso en mi camino hacia la salida. --?Te vas tan pronto? Apenas comienza la noche --dijo Karen entre risas, colocando su mejilla junto a la mia. El saco rojo la cubria desde los hombros hasta las rodillas, dejando al descubierto las medias negras. Los zapatos de tacon aumentaban su corta altura hasta casi emparejarse con la mia. El poco maquillaje en su cara y el labial rojo hacian que su piel blanca se viera mas palida de lo normal. --Olvide algo en casa y tengo que ir a recogerlo, pero no te preocupes, los vere en Horgans mas tarde. --?Quien decidio ir a ese lugar? --pregunto Karen. --Fue Daniel, le dije que debiamos esperar a que llegaras, pero es muy insistente --dije antes de salir por la puerta. Karen comenzo a reir y agito la mano, despidiendose. Daniel la recibio con un beso en los labios y la invito a pasar. La puerta se cerro a mis espaldas. Encendi el motor y me dirigi rumbo a casa. El trafico era denso: las filas de autos transitando entre municipios crecian mientras avanzaba la noche. El tablero marcaba diecinueve grados y las nubes se esparcian por el cielo de la ciudad. El Mini convertible circulo sobre la Carretera Nacional al sur de Monterrey hasta llegar a la caseta de vigilancia de la colonia Sierra Alta. El portero me saludo desde lejos y alzo la barrera metalica que dejo pasar al auto. Varado frente a la casa, esperaba a que el porton electrico se elevara para poder entrar. La camioneta Suburban de mi padre, el ingeniero Rodriguez, estaba estacionada dentro de la cochera. Conozco aquella maquina desde el exterior: podria contar con los dedos las veces que he subido al vehiculo, ya sea en el asiento del copiloto o en los traseros. El ingeniero Rodriguez nunca me ha dejado conducirla; su risa burlona dice que lo arruinaria, como con todo lo que pasa en mi vida. Esa risa no logra ocultar la verdadera intencion de sus palabras: "Nunca la vas a conducir, no tienes las aptitudes". Aparque al lado izquierdo de ese vehiculo medio metro mas alto que yo. El porton se cerro sin prisa detras de mi. Sali del auto y camine hacia la puerta lateral de la cochera para entrar a casa.

  • Nunca beses a un roquero (Stage Dive 4) de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/nunca-beses-a-un-roquero-stage-dive-4.html

    El desliz de una noche con una estrella de la musica unira sus destinos…?llevara ese algo a que sus corazones se unan tambien?
    Positivo. Dos rayitas en un test de embarazo y todo en la vida de Lizzy Rollins cambiara para siempre. Y solo por un error, uno de los grandes, cometido en Las Vegas con Ben Nicholson, el irresistible y sexi bajo del grupo Stage Dive. Lizzy sabe que el roquero no busca nada permanente, solo pasar un buen rato, y no importa cuanto desee ella que eso no fuera asi.

  • ?Donde crece el dinero? de Laura Mascaro

    https://gigalibros.com/donde-crece-el-dinero.html

    ?Por que las huchas tienen forma de cerdito?

  • El gen: Una historia personal de Siddhartha Mukherjee

    https://gigalibros.com/el-gen-una-historia-personal.html

    Magnifico, necesario y absorbente, Siddhartha Mukherjee, ganador del Premio Pulitzer por El emperador de todos los males, ha escrito una extraordinaria <> del gen y una respuesta a una de las cuestiones mas relevantes del futuro: ?Que significa ser humano cuando se es capaz de manipular la informacion genetica?

  • El heredero de Rafael Tarradas Bulto

    https://gigalibros.com/el-heredero.html

    Un majestuoso lando avanza en direccion a la imponente finca de los Marques. Con tan solo siete anos, la pequena Josefa entra a trabajar como sirvienta en la casa, incapaz de imaginar como su presencia cambiara para siempre la historia de dos poderosas familias.

  • Una historia insolita de la neurologia de Sam Kean

    https://gigalibros.com/una-historia-insolita-de-la-neurologia.html

  • Amor a Segunda Vista. El amor golpea dos veces de Karina Rolon Reyes

    https://gigalibros.com/amor-a-segunda-vista-el-amor-golpea-dos-veces.html

    Christian Dabance ha decidido
    empezar de nuevo lejos de su amor unilateral de
    diez anos. Nueva ciudad, nuevo trabajo, la
    perspectiva resulta atractiva con el cambio de aire, Sin
    embargo, cartas comenzaran a llegar a su despacho sin razon
    aparente devolviendole la ilusion que habia creido perdida.
    Ariadna Fellon es una chica entusiasta, ocurrente y bastante
    lenta en el amor, Tras el consejo de su mejor amiga decide
    plantarle cara al chico de le gusta de la unica forma que
    considero viable.
    Una carta diaria en el buzon del correo y una confusion
    en el destinatario son los ingredientes que uniran a dos
    personas que nada tienen que ver entre si.
    O eso es lo que ellos creeran.