Ver todos los libros de: Elizabeth Betancourt
La maleta vieja y desgastada sobre la cama matrimonial provocaba que sus pensamientos revolucionaran otra vez. Las preguntas asaltaban su cabeza sin contemplacion, cada reflexion parecia un latigo que golpeaba su cabeza como si deseara castigarla. --Esto es una completa locura, Melania. --Las palabras de su prima, la perfecta, siempre coherente y logica Danna, aparecian en su mente como si de un disco rayado se tratara. Su familia adoptiva, La tia Mitzi, el tio Arnold y por supuesto, Danna, conseguian hacerla dudar de si misma desde que tenia memoria. Todo lo que comenzaba a emprender y cualquier idea que se le cruzara por la mente era considerada una "locura". --"Deberias de pisar la tierra firmemente, Melania. !Fijate en tu prima! Ha logrado conseguir un contrato fijo en el supermercado y ahora tiene un trabajo digno y mas o menos bien pagado. Tu siempre aspirando a cosas imposibles... !Debes ser realista Melania! --Solia decir la tia Mitzi a menudo y tarde o temprano lograba disuadirla de aquellas ideas fantasiosas que provocaban suenos de una vida diferente, una en la que se sintiera llena y ese vacio que la llevaba persiguiendo desde siempre finalmente se disipara como las cenizas del fuego que se las llevaba el viento. La mayoria de las personas, al menos aquellas que formaban su entorno, elegirian la seguridad que les proporcionaba esa rutina y aparente apacible vida que mas que pacifica era tediosa, tan estatica que llegaba a ser pesada y hartaba. Si, en definitiva, su alma necesitaba poder brincar, poder sentir una emocion nueva, sentirse viva en verdad. Hasta hacia una semana ni se le habria cruzado por la mente algo como lo que estaba a puntito de hacer. Trabajaba en el taller de costura de sus tios porque a Danna nunca se le habia dado bien aquella labor, el taller y la costura la aburrian de sobremanera, encontrar el empleo de jornada completa en el supermercado habia sido una feliz noticia para ella, pues le gustaba moverse y en ese trabajo una siempre reponia estanterias, ordenaba, hacia inventarios y mil cosas mas, ademas se llevaba estupendamente con sus companeras de trabajo y no la habia costado integrarse en el grupo de "Mercomax". Quien habia tenido que cargar con la dificil pareja que eran Arnold y Mitzi Wilson, habia sido la joven Melania que habia aprendido desde nina a lidiar con el temperamento de sus tios. Lo cierto es que les amaba con locura, se habian hecho cargo de ella sin dudarlo ni por un segundo en cuanto sus padres, cuyos rostros apenas recordaba, no, lo cierto es que no los recordaba, se habian muerto en un accidente automovilistico dejandola sin el amparo que representaban sus figuras con tan solo un anito de edad. El agradecimiento que sentia por los Wilson era infinito, pues la habian dado techo, comida e incluso amor a su manera, pero sus formas de pensar contrastaban muchisimo con la suya. Ella deseaba con ansias poder caminar por muchos senderos y ver hasta que destino la llevarian. Sus suenos eran grandes y sin limites, a veces sentia que podia conseguir cualquier cosa que se propusiera, pero sus tios la bajaban a la tierra de inmediato, matando de un tiro todos los pajaritos que volaban por su cabeza. Tal vez fuera una sonadora irremediable a la que la realidad podia golpear con fuerza, pero una vida sin suenos, deseos y objetivos le parecia una forma de respirar insipida, como esos platos saludables que cocinaba a veces la tia Mitzi y que sabian basicamente a nada. Ni sal, ni condimentos... !Nada! Suspiro por enesima vez mientras borraba las gotitas de sudor de su frente con la manga de su camisa de algodon. En su mente habia una batalla, un gran dilema: Por una parte, su lado salvaje, ese tan lleno que aspiraba por nuevas emociones que podria conservar toda la vida en forma de recuerdos y por otro, la sensatez con la que habia crecido gracias a la firme educacion de sus parientes que preferian vivir en una burbuja contemplando el mundo a traves de su fina capa transparente. Para ellos, la realidad consistia en ciertos pasos que uno debia dar: El primero, por supuesto nacer. El segundo, estudiar. Despues elegir si continuar con estudios superiores o trabajar. Segun el tio Arnold, la educacion en la crisis que amenazaba al mundo actualmente era algo inutil que solo representaba gastos innecesarios que se podian ahorrar por si algun dia los necesitaban. El tercer paso consistia en encontrar un empleo e intentar ahorrar dinero, parecia que cuanto mas se trabajaba y menos se gastaba era mejor, como si el dinero se coleccionara. Algo que a Melania la costaba comprender, pues, aunque no habia compartido su opinion con nadie de sus conocidos, ella pensaba que si uno trabajaba tenia el pleno derecho de disfrutar de la manera en que vea correcta de su esfuerzo. Curiosamente, sus tios siempre se quedaban con todo el dinero que ganaba de las clientas del taller. Con los anos, la vista de Mitzi habia empeorado y a Melania se le daba muy bien coser y confeccionar... por lo tanto las mujeres del contorno solian acudir a ella. El dinero que ganaba iba directamente a las cartillas de ahorro de la familia, para posibles percances futuros, decian sus tios... Era una pena porque Melania deseaba desde hacia mucho tiempo poder pagarse un curso de Diseno de moda corte y confeccion. Le gustaba en verdad ese trabajo, era lo unico que provocaba el brillo en su mirada, queria avanzar, sentia una enorme creatividad en su interior que deseaba explorar. A veces se imaginaba a si misma creando disenos de vestidos y conjuntos hermosos, como las que llevaban las modelos en las pasarelas mas espectaculares de Paris que una podia ver gracias a internet. En su habitacion, tenia monton de libros que la duena de la libreria que se encontraba al lado del taller, habia tenido la amabilidad de regalarla. Casi todos eran sobre moda, era algo que la fascinaba e inspiraba. Melania movio su cabeza de un lado a otro, sus cabellos del color del vino tinto se movieron salvajemente golpeando la piel de sus mejillas, como si de esa forma pudiera borrar las dudas que estaban a punto de convencerla de quedarse y seguir con su vida tal y como llevaba veinte anos, pero una voz interior la gritaba que prosiguiera, que no debia temer y que ya era hora de abandonar el nido, de alzar las alas y ver lo que la deparaba esta nueva aventura, este nuevo capitulo del libro de su vida que deseaba abrir. --Llevas reflexionando una semana, Melania. !Ya lo tienes decidido! --Se dijo a si misma y un brillo adorno su mirada de color verde oliva. La hoja que habia imprimido seguia sobre su cama, al lado de su vieja maleta que habia logrado adquirir en una tienda de segunda mano. Era antigua, pero desprendia clase, segun Melania que se habia enamorado de aquella maleta a primera vista, imaginando un viaje memorable con una sonrisa de oreja a oreja, pues para alguien que llevaba estancada en la pequena ciudad pintoresca de "Boring", en el corazon de Oregon, era como una peripecia. Siempre que venia un visitante al lugar donde habia crecido y al cual conocia como a la palma de su mano, reia a carcajadas ya que el eslogan de aquella mini ciudad que ni debia ser catalogada como "ciudad", era: "El lugar mas excitante para vivir, todos los dias son una aventura". La frase que habia elegido el alcalde, un vejestorio que debia tener ciento veinte anos, pero que no cambiaba ni un apice de aspecto fisico como si fuera la reina de Inglaterra, contrastaba totalmente con el nombre de aquel sitio. Se acerco al papelito que se habia arrugado ligeramente, pues lo miraba cada noche antes de acostarse pensativa. Pronto las reflexiones sobre si esta decision era tan acertada como en su imaginacion, se convertian en suenos. Con una media sonrisa, lo tomo entre sus dedos y leyo por enesima vez el anuncio que iba mudar su vida: Fabbriche di Vergemoli (Toscana) La hermosa zona, frecuentada en el pasado glorioso del pais por grandes artistas, esta dentro del proyecto europeo de la compra de casas por un euro. Debido al gran descenso de habitantes del pais por culpa de la crisis, el gobierno ha optado por este nuevo y revolucionario metodo que es perfecto para los amantes de la naturaleza, las almas sensibles y artisticas que deseen la libertad y lanzarse a la gran aventura de reformar un hogar y devolverle su grandeza de antano en cinco anos. Para mas informacion, consulte a la siguiente direccion web: www.casasporuneuroeuropa.it El anuncio estaba acompanado de una imagen de la zona que quitaba el aliento. El verdor de los prados, el cielo de un azul tan claro y hermoso que seguramente las mejores poesias se debian haber inventado contemplando semejante panorama. Aquella tierra en plena primavera, adornada por varios colores intensos que se mezclaban en el verde del inmenso prado. Los rayos del sol parecian caminar por el campo y las flores parecian aplaudir antes de que la luna, como buena madre que era, les mandara dormir y descansar en el confort de la noche. Aquellos rayos iluminaban a un caseron de tejas verdes como si fuera el protagonista de un escenario de algun musical famoso. La paz que transmitia la imagen llevaba a la joven mujer a visualizarse sentada en las escaleras blancas decoradas con pequenas macetas de flores bien cuidadas, bebiendo una copa de vino blanco y observando la luna mientras sonaba despierta. En la pagina web, la descripcion de la hermosa casa, resultaba muy apetecible de aceptar la unica y especial oferta con la cual uno pocas veces podia encontrarse en la vida. Seis habitaciones, una sala de estar y comedor, una cocina, un mirador amplio con vistas espectaculares e inspiradores y un sotano, ademas de las extensas tierras que tambien estaban dentro de aquella oferta mas que generosa. --Es una propuesta tan diferente y singular que no aceptarlo y lanzarse podria llevarme a lamentarme y preguntarme durante el resto de mi vida lo que habria pasado en caso de haber aceptado... Hablo sola consigo misma, como solia hacer. A veces su familia la miraba como si fuera un bicho raro cuando hacia ese tipo de cosas.
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