Ver todos los libros de: Kevin Calvo
Habia vuelto a suceder. Otra vez la misma pesadilla que le estaba atormentando y dejandole en vela durante toda la semana. No habia dado resultado las pastillas para dormir que le habia recetado el psicologo hace dos dias, y eso que "resultaban" ser bastante fuertes. Despues de dos meses aun continuaba considerandose culpable de aquel accidente. Aquel en el que resulto catastrofica e irreparable, acabando con la vida de aquella mujer con su hijo, y aun sabiendo que la culpa fue de aquel camionero, se sentia rencoroso consigo mismo por no haber estado pendiente del trafico y no de aquel maldito Porsche 911 que le adelanto sin apenas poder ser visto de la velocidad a la que iba. Segun los forenses, el camionero triplicaba la tasa de alcohol y, por si fuera poco, se quedo dormido al volante e invadio el carril del coche de los difuntos, que tragicamente no sirvio de mucho el frenazo ya su coche colisiono con el e hizo que por muy poco que fuera, lo empujo hasta tal punto que se vio arrastrado con el camion y ambos salieron despedidos fuera de la carretera. Nadie sobrevivio a aquel accidente. El camionero terminara su vida entre rejas y el no volvio a ser el mismo. Despues de despejarse un poco, y de encender la luz de la radio que mostraron las 06:37h, decidio darse una ducha para quitarse el sudor que lo empapaba provocado por la pesadilla, pero mientras estaba preparando el agua caliente, sono el fono porta. ?Quien podria ser a estas horas? !Es sabado! Penso mientras se rascaba la barba de una semana de su rostro cuadrado con caracteres imponentes. Se acerco a la cocina y contesto a la llamada. -- ?Quien? -- con voz risuena y desganada. -- ? No vas a abrirle a un amigo ? --sono mientras se reia. --? Carlos…? ? Eres tu…? -- contesto. -- Pues claro hombre, ?quien sino…? -- dejando una pausa que duro mas bien poco. -- Vamos Oscar abre, aqui hace un frio de cojones, y no voy a esperar mas y tu querras escuchar lo que tengo que decirte. No respondio, directamente abrio la puerta y fue a la entrada a recibir a su amigo. La casa no estaba como para recibir visitas, no habia limpiado a fondo desde hace un mes minimo, desde que invito a sus padres a comer y de eso ya hace tiempo, al igual que el no habia ido a la barberia a arreglarse su pelo con grenas y negro como el carbon. Pero penso en que Carlos no diria nada por ello, seguramente lo entenderia, mucho trabajo y muchas mas comeduras de cabeza. Abrio la puerta quitando los dos cerrojos y ahi estaba el, con un abrigo de borrego y una bufanda que le cubria practicamente su diminuta cabeza redonda tiritando mientras soplaba a sus manos frotandolas entre si para entrar en calor. Hacia tiempo que no sabia nada de Carlos, y no recordaba que estuviera tan rechoncho y bajito, asi que con una sonrisa burlona lo invito a pasar senalandole permiso sin decir nada cerrando la puerta detras de si. Como un tornado se lleva todo a su paso, recogio toda la basura que pudo llevandola a la cocina. Pasaron 5 minutos bien largos y ninguno de los dos habia abierto la boca ni para suspirar. Carlos contemplando aquel estercolero y terminando de entrar en calor , fue el primero en decir algo. --Veo que has estado bastante ocupado. -- dijo mientras se quitaba la bufanda y los guantes.-- Si puedes prepararme un cafe largo te lo agradeceria. Algo caliente no sentaria nada mal. --Perdon por el desorden, ya sabes... trabajo...-- contesto Oliver mientras sonreia de forma vergonzosa. -- Y sobre el cafe, tengo en polvo. -- adjunto mientras observaba como su invitado inesperado daba el visto bueno con un simple movimiento de cabeza. Despues de preparar las tazas de cafe y ponerse una camiseta que pillo tirada en el respaldo de una silla de la cocina, se dirigio al salon donde le esperaba su amigo y aquello tan misterioso que queria saber y no iba a tardar mucho es descubrir. -- Sera importante para venir a estas horas un sabado. -- propino dejando las tazas sobre la mesa de centro.-- Aunque no te preocupes, me pillaste despierto. -- No te va a gustar, pero seguramente aceptaras seguro. -- contesto mientras daba un sorbo a la taza mojandose los labios con el cafe. -- Desembucha. -- Esta bien. Ejem…-- pauso mientras daba otro sorbo.-- Es con relacion al accidente Oliver... Ayer murio Tomas, el camionero. -- ?A muerto ? ?Y que pasa con eso?-- pregunto mientras estiraba las piernas encima de la mesa. -- Veras, no ha muerto de forma natural. Ha sido asesinado. Ayer a las 12h tenia su ultimo juicio para sentenciar el caso, pero se ha dado el caso de que iba a confesar algo que por ahora no sabemos. -- ? Asesinado ? Y por la confesion, me da que ya es un poco tarde...? No crees?-- dijo sonriendole.-- Ademas sabes que desde aquel dia estoy fuera de servicio, y no tengo porque saber lo que me estas contando, aunque ya es un poco tarde. -- Eso ya lo se, pero pense que podria servirte para dar un paso al frente y ayudarte a superar aquello. --contesto.-- Y sobre la confesion, su abogado es quien lo sabe, pero con lo ocurrido, se suspendio el juicio y el abogado esta en su domicilio con una patrulla bajo su casa por si las moscas.-- anadio poniendo su mano en el hombro de su amigo. -- No se si estoy preparado Carlos. Y parece un caso concluido. Ves a hablar con el abogado y fin de la historia.-- propuso recogiendo las tazas vacias para dirigirse a la cocina para dejarlas. --Puede ser, por eso quiero que vengas conmigo , me acompanes a la comisaria y vayamos a hablar con el abogado. No pierdes nada por ello. Oliver al escuchar lo que le propuso, penso en ello mientras ordenaba un poco la cocina y le servia un poco mas de cafe a Carlos. Y entre tantos pensamientos, su subconsciente o esa voz que todos tenemos y nos habla, le decia que aceptara la proposicion y ahuyentara a sus fantasmas de una vez por todas. Su fiel amigo, companero de trabajo y hasta hace unos meses, su segundo en resolver crimenes de casos abiertos, habia ido hasta su casa de buena manana solo por y para ayudarlo a superar el miedo que lo comia poco a poco, dia tras dia. Asi que, sin dudarlo mas , se dirigio a su habitacion, que estaba igual de desordenada que el resto de la casa ,se vistio, se aseo en el bano y cogio el abrigo del perchero que estaba entrando al salon. Cogio las llaves de la casa y miro a Carlos que aun tenia el abrigo puesto y estaba mirando a la nada con la mirada perdida. -- Vamos. -- le dijo abriendo la puerta y cerrandola con llave despues de que su amigo y companero, saliera antes que el. -- Antes tenemos que pasar por comisaria, recuerda. Sera rapido. Tras subir al coche, un Volkswagen Golf Mk2 negro del 92, que en mas de una ocasion habian pedido el cambio por uno mas nuevo, pero la contestacion del comisario Molina que siempre recibian era la misma, " no hay suficientes ingresos, y si os lleva donde quereis ir, aun hace su trabajo". La comisaria no estaba a mas de 15 minutos de la casa de Oliver, que vivia en Alboraya. Lo que le venia muy bien si queria irse al domicilio para descansar, comer, resolver dudas o planificar presentaciones para exponer al resto del cuerpo de policia. Hacia mas de 3 anos que junto a Carlos, habian subido al rango de inspector que tanto estaban deseando. Desde que entraron al cuerpo con 25 anos, los dos habian sido una y carne patrullando las calles de Valencia Centro y Norte, creyendose los reyes de las calles como en las peliculas de Hollywood. En mas de una ocasion han tenido que hacer persecuciones a conductores ebrios y sobre todo a adolescentes que llevaban estupefacientes o habian tenido algun encontronazo en grupo porque uno habia mirado mal o millones de otras excusas infantiles que solian decir. Pero, despues de casi 10 anos haciendo lo mismo, los dos querian aspirar a mas y poder llevar las pruebas de los casos y ser ellos quien van en busca de delincuentes gordos y no de los de poca monta. Tras tanto insistir al comisario de que les diera la oportunidad, llego el dia en que los llamo a los dos a entrar en su despacho. Tenian que atrapar a una banda que se dedicaba al trafico de armas y al blanqueo de dinero. Les llevo bastante tiempo en atraparlos ya que las pruebas y confidentes eran escasos o mas bien nulos. Se les apodo, Bolivares ,ya que la mayoria del grupo eran bolivianos y una pequena parte espanoles, del que formaban parte de una organizacion mas grande y del que ellos solo eran intermediarios al igual que otras pequenas bandas que han ido capturando.
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