• espejo hombro intermitente - Dorthe Nors

    https://gigalibros.com/espejo-hombro-intermitente.html

    Sonja, que tiene ya mas de cuarenta anos, vive en Copenhague. Sono con ser escritora, pero se gana la vida como traductora de thrillers nordicos ultraviolentos. La suya es una profesion solitaria, que contribuye a aislarla. Su vida es rutinaria y no se siente muy feliz con ella. Y, para colmo, empieza a padecer vertigos, acaso provocados por un problema en el oido interno, o tal vez anuncio de un proceso depresivo.

  • Espejo, hombro, intermitente - Nors, Dorthe - 978-84-339 ...

    https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/espejo-hombro-intermitente/9788433980366/PN_1005

    Espejo, hombro, intermitente ... Las tragicómicas andanzas de una mujer solitaria, ya cuarentona, que decide aprender a conducir y a vivir de otra manera. Sonja, ...

  • ESPEJO, HOMBRO, INTERMITENTE | DORTHE NORS

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    22 may 2019 — Sinopsis de ESPEJO, HOMBRO, INTERMITENTE ... Las tragicómicas andanzas de una mujer solitaria, ya cuarentona, que decide aprender a conducir y a ...

  • Espejo, hombro, intermitente: 1005 (Panorama de narrativas)

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  • Espejo, hombro, intermitente (Panorama de narrativas nº ...

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    Código QR para descargar la app de Kindle. Mirar en el interior de este libro. Espejo, hombro, intermitente (Panorama de narrativas nº 1005) de [Dorthe Nors ...

  • Espejo, hombro, intermitente, de Dorthe Nors - Libros y ...

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    10 jul 2019 — Así, más o menos, ha sido mi lectura de este libro. Lo elegí para unos días de desconexión en Portugal. Bueno, seré sincera: me llevé otro libro ...

  • «Espejo, hombro, intermitente», Dorthe Nors. Escritura ...

    https://welzen.wordpress.com/2019/07/29/espejo-hombro-intermitente-dorthe-nors-escritura-creativa-sin-control/

    29 jul 2019 — Espejo, hombro, intermitente de Dorthe Nors es ese tipo de libro, el que te deja con la duda de si has leído una…

  • espejo, hombro, intermitente - Cervantes y compañía.

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    ESPEJO, HOMBRO, INTERMITENTE ... El libro es también el retrato perspicaz y tragicómico de las soledades urbanas, plasmadas mediante un cúmulo de pequeños ...

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    Espejo, hombro, intermitente, libro o eBook de Dorthe Nors. Editorial: Anagrama. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Espejo, hombro, intermitente - Anika Entre Libros

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    Título: Espejo, hombro, intermitente ... Con este libro, Dorthe Nors hace un retrato intimista y personal de la vida de una mujer, pero también de la vida ...

  • Espejo, hombro, intermitente - Meganova

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    Espejo, hombro, intermitente. , Nors, Dorthe, 18,90€ ... El libro es también el retrato perspicaz y tragicómico de las soledades urbanas, plasmadas mediante ...

  • Buenos dias de Alicia Gonzalez

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    Obra ganadora del Certamen de Novela Corta Princesa Galiana, en la que se destaco su interesante estructura narrativa. Relata la vida de la joven Miriam, que se va completando para el lector con los enfoques de los diversos protagonistas. La existencia de Miriam se ve manipulada por las exigencias de cuantos la rodean; seres egoistas, guiados por la unica necesidad de satisfacer sus propios deseos. Una historia conmovedora e intensa; pero tambien llena de coraje y cargada de esperanza.

  • El alfabeto alado de Mario Satz

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    Entre el alma humana y las mariposas existe un estrecho parentesco: lo que en una es oscilacion y ascenso en las otras es aleteo y color. Aristoteles fue el primero en acunar la palabra “psique” para designar ese nexo, y, tras el, poetas y pintores representaron el alma alada, fragil e inasible pero hermosa. Hoy es la fotografia la que documenta la vida de estos esplendidos insectos, cuya milagrosa existencia muestra a su vez cuan volatil y extraordinaria es la vida humana. Breves e intensos, los relatos que Mario Satz reune en este bellisimo libro dan cuenta de las aventuras y desventuras de esas joyas aladas que han dado lugar a tantos mitos, leyendas y fabulas dignos de ser recordados.

  • La noche mas profunda de Coradino Vega

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    Bucarest, primavera de 1945. Un hombre camina por la ciudad medio derruida, en direccion a la universidad, y recuerda. Rumania cambio de bando a ultima hora y, en cuestion de meses, ha pasado de ser una dictadura fascista a convertirse en un pais controlado por la Union Sovietica. Pero el hombre ha sobrevivido, tanto a la brutalidad antisemita como a los bombardeos de las dos partes. Porque el hombre no es otro que el escritor Mihail Sebastian: judio; amigo, entre otros, de Cioran o Mircea Eliade; miembro de la intelligentsia rumana que, bajo la tutela del profesor Nae Ionescu, flirteo con la Guardia de Hierro. Y hasta que punto las palabras no son tambien responsables de la barbarie, como la frivolidad, el oportunismo, el mirar para otra parte… Concebida como una sinfonia, La noche mas profunda es el retrato de un temperamento concreto, de una manera de percibir la vida, pero a la vez es el friso de toda una epoca que termina; una novela que va desde las lealtades y traiciones de la amistad y el amor, hasta la gran crisis europea de los anos treinta y el horror de sus consecuencias.

  • DINASTIA (LOS HEREDEROS 1) de Alicia Matas

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    Kendall Ivanova ha terminado por asumir tres reglas vitales para la supervivencia: la primera no enfurecer demasiado a su madre. La segunda luchar contra todo aquel que quiera destruir las Cumbres, el lugar donde vive. Y tercero odiar a los Montesini tanto como pueda. Sin embargo, una cuarta regla se ha anadido a la lista: escapar. Los Montesini acaban de secuestrarla quebrantando la tregua que existe entre ambas familias y, no estan dispuestos a dejarla marchar tan facilmente. No hasta que proclamen su particular venganza.

  • Cuadernos De Rusia. Diario 1941 de Dionisio Ridruejo

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    Estos Cuadernos de Rusia, la obra cumbre de la literatura memorialistica sobre la Division Azul, los redacto Dionisio Ridruejo entre otono de 1942 y primavera de 1943, desde el confinamiento en Ronda, a su vuelta del frente ruso. Editados de forma postuma a finales de los anos 70 del siglo pasado, ahora cobran nueva luz en esta edicion critica y definitiva, a cargo del historiador Xose M. Nunez Seixas, cuando su figura ha quedado ya situada sin vacilaciones en la historia intelectual y politica espanola del siglo xx.

  • Alexa entre las olas de Ana Cantarero

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    ?Que responderias a tu mejor amiga si esta te propusiera abandonar tu vida para pasar un verano en una aldea costera de Portugal?
    <>.
    Pero imaginate que te invita a su boda el hombre con el que has convivido durante tres anos y del que todavia crees que sigues enamorada.
    <>.
    Permiso concedido, maletas cargadas en tu Mini amarillo, mil kilometros recorridos y de repente un regimiento de avispas autoestopistas se cuela por la ventanilla.
    <>.
    Entonces, aparece a lo lejos una destartalada furgoneta vintage conducida por un surfero de veinticuatro anos con pintas de Tarzan que resulta ser.
    <>.

  • A veces estoy contenta, pero tengo ganas de llorar de Jens Christian Grondahl

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    Cuando Ellinor, a los casi setenta anos, vuelve a quedarse viuda, decide que ha llegado el momento de ajustar cuentas. Al menos con Anna, la que fuera su mejor amiga, y con cuyo marido Ellinor se caso. Y quiza, tambien, ha llegado el momento de volver la vista atras y reconsiderar algunas decisiones que tomo en el pasado. Lo hara en una larga carta dirigida a esa gran ausente, Anna. Desde el presente --sus hijastros, las mujeres de estos y los nietos; el cambio de casa, que no es sino un regreso a sus origenes, a barrios mas humildes--, Ellinor va remontandose hasta su propia infancia y hasta su madre, quien vivio una hermosa pero arriesgada historia de amor que la marco, a Ellinor y a su madre, hasta limites insospechados.

  • El submarino del narco (El Albatros 4) de Federico Supervielle Berges

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    Walter dejo la carretilla en el suelo y cogio un trapo para secarse el sudor de la cabeza rasurada. A sus cuarenta y cinco anos, mantenia un fisico que le permitia mover aquellas cargas con cierta facilidad, pero el peso del artilugio era considerable y sus musculosos brazos y espalda brillaban con una fina capa de sudor. --Te dije que me dejaras ayudarte --dijo David al entrar por la puerta, senalando el pesado cilindro que descansaba en la carretilla. --No pesa tanto --contesto Walter--. Me viene bien hacer algo de ejercicio; al final, me paso todo el dia encerrado aqui en el taller. --Bueno, hoy ha sido una manana divertida --sonrio David. --No ha estado mal --dijo Walter, mesandose la fina perilla blanca que le rodeaba la boca. Habian salido temprano, aun de noche, hacia la pequena cala que llevaban anos usando como campo de pruebas. La vieja camioneta los llevo sin problemas, cargando en la parte de atras con dos de los prototipos de Walter. Guyana no era un pais en el que las fuerzas de seguridad supusieran un problema importante para negocios como el suyo, pero a Walter Darke no le gustaba correr riesgos. Ademas de tener a sueldo a algunos de los policias que ocupaban puestos clave en la zona, se molestaba en esconder sus actividades todo lo bien que podia. Sin embargo, no era la policia lo unico que le preocupaba; de hecho, le inquietaban bastante mas otras organizaciones. La cala que utilizaba, recluida y oculta a la vista desde otras playas, tenia la ventaja de que solo se podia acceder por un sinuoso camino. Su ultima defensa era Pluto, el viejo pointer ingles que habia bautizado su hermano pequeno poco antes de morir. El perro, obediente y leal hasta decir basta, se quedaba montando guardia en el camino y bajaba ladrando a la playa, si sus finos oidos o su poderoso olfato detectaban a alguien acercandose. El guyanes se permitio retroceder unos anos a sus tiempos en Colombia. Vasili habia sido un maestro rudo, pero sus ensenanzas estaban resultando impagables. Incluso, una vez el viejo ruso se encarino con el, los trabajos mas duros fueron recayendo en los otros mozos, mientras que el viejo submarinista sovietico dedicaba el tiempo que pasaba con Walter a ensenarle todo lo que sabia sobre el diseno de submarinos, que no era poco. Hasta el mas basico sumergible requeria de unos conocimientos avanzados y una cuidadosa construccion. --El otro cabron nos ha tenido entretenidos un rato --rio David, senalando el artilugio que aun descansaba sobre la carretilla. --Si --sonrio Walter. Vasili habia sido un maestro inigualable; su experiencia como submarinista y como ingeniero en la poderosa Rubin sovietica ofreciendo unos conocimientos que estaban al alcance de muy pocos. Pero el viejo ruso se habia limitado a construir un punado de lanchas de perfil bajo para los colombianos. La insistencia y entusiasmo del joven Walter le animaron a terminar el proyecto que siempre parecia aplazar: un verdadero submarino que fuera totalmente invisible para la policia y los guardacostas. Durante los anos que el guyanes paso alli, llegaron a botar tres minisubmarinos, que hicieron el viaje hasta Mejico docenas de veces y, algunas, hasta la mismisima California. Pero el alumno estaba obcecado en superar al maestro. Walter habia aprendido por las malas que, en Guyana y en su negocio, contentarse era peligroso. Siempre habia que ir un paso mas alla, buscar una nueva oportunidad y explotar cualquier ventaja que apareciese. Sus lanchas semisumergibles llevaban un par de anos haciendo la ruta a Cabo Verde, con un exito casi rotundo. Las escasas perdidas eran mas que compensadas por el volumen de mercancia que era capaz de transportar. Sin embargo, como en todo juego del gato y el raton, el otro bando empezaba a reaccionar. Los caboverdianos no tenian demasiados medios, pero ya comenzaban a ponerle empeno y, aunque Walter sabia que tenia las de ganar, no tenia ninguna intencion de dejar que el enemigo llevase la iniciativa. Si la policia o la marina de Cabo Verde subian las apuestas, el guyanes queria seguir teniendo las mejores cartas. Y ahi es donde entraban las pruebas de aquella manana. Walter llevo a la playa dos prototipos distintos. La diferencia fundamental era la propulsion: uno se movia mediante un motor de aire comprimido y el otro por baterias. A priori, el primero debia dar mas velocidad y alcance, con la desventaja de que dejaba una estela de burbujas muy visibles. Pero, en tan bisono torpedo, aquello no le preocupaba; el objetivo era comprobar cual de los dos funcionaba mejor. O, siendo mas rigurosos, ver si alguno funcionaba. La prueba del torpedo a pilas fue decepcionante, pero definitiva. El artilugio salio disparado en la direccion elegida, pero no habia recorrido ni la decima parte del camino previsto cuando se paro y se fue al fondo. Walter y David, debidamente preparados con equipos de buceo autonomo, habian bajado a recuperarlo, aunque el primero ya diagnostico el problema nada mas ver detenerse al torpedo. Las baterias con las que contaba no eran suficientemente potentes, y seria dificil encontrar unas que le valieran, teniendo en cuenta las enormes restricciones de espacio con las que tenia que jugar. Sus torpedos tenian que ser mucho mas pequenos que los que usaban las marinas de guerra. Walter aprovecho para mirar de reojo a David. Era unos anos mas joven que el, aproximadamente de la misma edad que hubiera tenido ahora Desmond. Walter habia vuelto de Colombia para descubrir la muerte de sus padres y su hermano pequeno. Los esfuerzos trabajando para el cartel no tuvieron ningun resultado: su familia acabo muerta mientras el se dejaba la piel para mandarles unos dolares todos los meses. Al volver, solo David, un nino mocoso con la cara picada por la viruela, fue capaz de decirle algo sobre su familia. El amigo de Desmond, que habia perdido a sus propios padres anos atras, vivia en la calle, dependiendo de la caridad de otros. Aun asi, no cejo hasta conseguir que los vecinos dieran una sepultura digna a los Darke. Walter se lo agradecio, acogiendolo, y el joven le correspondio con una lealtad comparable tan solo a la de Pluto. El guyanes devolvio sus recuerdos a las pruebas de aquella manana; al segundo prototipo, que habia resultado tan <>. El torpedo salio disparado desde el costado de la embarcacion y les habia costado seguirlo. Las pruebas las hacian desde una semirrigida que bajaban en un remolque hasta la cala. La lancha era muy rapida, pero apenas pudo seguir al torpedo. El ingenio siguio la trayectoria rectilinea prevista durante varios cientos de yardas; pero, de repente, se descontrolo por completo. El torpedo salio del agua dibujando una curva, con la mala suerte de que, al volver a impactar con la superficie, parecia haberse roto algo. Desde ese momento, su trayectoria fue completamente erratica, hasta detenerse e irse al fondo. Walter creia saber que habia pasado y sabia que recuperar suficientes piezas iba a ser dificil. El artilugio habia llegado a una zona mas profunda y estaba casi seguro de que algunas piezas se habrian desprendido al golpear con la superficie del mar. En cualquier caso, demostrar su teoria iba a ser relativamente sencillo: el pendulo con resortes que debia controlar la profundidad se habia quedado fuera de limites por la variacion de peso que suponia el consumo del aire comprimido. Nada que unas pocas pruebas en el taller no pudieran solucionar. Los rayos de sol incidian con fuerza sobre las aguas de la darsena, dandoles su paradisiaco color turquesa. Un barco de casco gris perturbaba la idilica imagen, su proa recta levantando pequenas ondulaciones que iban a parar contra los muelles y los demas barcos que llenaban el puerto de Mindelo. El Guardiao era el orgullo de la marina caboverdiana y Henrique Almeida se consideraba un afortunado por poder mandarlo. Habia conocido la mar de pequenito, de la mano de su abuelo, uno de los viejos pescadores de la isla. El entusiasmo por los barcos le llevo a la pequena marina local, donde destaco por su buen hacer y dedicacion, y un golpe de suerte hizo que tuviera la oportunidad de formarse en Lisboa, en la escuela naval portuguesa. --Segundo, todo tuyo --dijo Almeida, al librar el rompeolas. El comandante se sento en su sillon y observo como sus oficiales establecian la condicion normal de navegacion y dirigian al Guardiao a su zona de patrulla. Tras la formacion recibida en Portugal, la carrera del joven marino habia sido meteorica. Lo aprendido en Lisboa, unido a una habilidad marinera casi innata y a la pasion por su trabajo, le impulsaron hasta el puesto de mayor responsabilidad en la marina de Cabo Verde. El Guardiao era el barco de mayor porte de las fuerzas caboverdianas y, desde hacia unos anos, el unico con verdadera capacidad oceanica. Desde la retirada del viejo Vigilante, un dragaminas aleman del ano 70, reconvertido, los caboverdianos solo contaban con el Guardiao y una miriada de embarcaciones menores. Almeida era perfectamente consciente de que su pais no podia permitirse mucho mas y de que la marina se limitaba a un modesto servicio de guardacostas, pero eventos recientes estaban demandando mucho de las fuerzas navales caboverdianas. Un pais archipelagico, con poca o ninguna trascendencia en la geopolitica internacional y sin grandes incertidumbres de seguridad y defensa, no debia tener mayores problemas en proteger sus intereses maritimos; y todo habia sido asi hasta la reciente aparicion de una amenaza con la que nadie contaba. Como era logico, el trafico de droga desde Sudamerica a Europa, tradicionalmente, se hacia por barco; pero los grandes mercantes, entre cuya carga se escondia la mercancia, no tenian motivo para detenerse en Cabo Verde, y el archipielago habia vivido inmune a los peligros que este particular comercio suponia. Sin embargo, todo cambio hacia cosa de un par de anos. Almeida no sabia si fruto de la presion ejercida en las aduanas de los puertos, de un nuevo modelo de negocio o, simplemente, de la busca de nuevas oportunidades, pero los narcos evolucionaron: imitando la reciente eclosion de los narcosubmarinos en las rutas por la costa del Pacifico, los traficantes que llevaban la droga a Europa empezaron a usar estas pequenas embarcaciones. Inicialmente, todo el mundo descarto la posibilidad de que los ingeniosos, pero precarios, semisumergibles fuesen capaces de hacer la travesia transatlantica; pero los hechos demostraron que infravaloraban a los traficantes. El termino <> podia llevar a error, ya que la mayoria de las embarcaciones no eran completamente sumergibles, sino que navegaban semihundidas, con solo una pequena parte del casco sobresaliendo del agua. Cuando el fenomeno comenzo a tomar fuerza, Almeida, por curiosidad profesional, leyo un poco sobre el tema. En el Pacifico, era evidente que existian distintos modelos, lo que parecia indicar varios constructores diferentes; probablemente, cada uno asociado a un cartel. Sin embargo, el marino estaba convencido que todos los arribados a Cabo Verde habian salido del mismo <>. En Sudamerica, habia modelos derivados de embarcaciones de recreo, y otros fabricados expresamente. Los que estaban cruzando el Atlantico parecian de este segundo tipo. Hasta el momento, se habian encontrado dos narcosubmarinos abandonados en las costas del archipielago. Parecia que usaban las islas como nodo, usando otras embarcaciones para hacer el trayecto final hasta el continente. La policia les intentaba seguir la pista y los rumores apuntaban hacia una rama de la mafia rusa, pero hasta el momento no habian tenido ningun exito. Ambas embarcaciones encontradas compartian la forma de una lancha de carreras, aunque estaban disenadas para navegar casi hundidas, con solo un minusculo puente y las aspiraciones y exhaustaciones por encima del agua. Almeida sabia que se trataba de un enemigo a tener en cuenta; dificiles de detectar y, aunque no se habia dado el caso, un hombre con un arma automatica dentro podia hacerlos una presa dificil. Pero le preocupaban mas todavia los narcosubmarinos que no veia. No solo las lanchas semihundidas que se colaban sin ser vistas, sino que ya se habian encontrado varios ingenios verdaderamente sumergibles; la mayoria, en aguas del Pacifico o, incluso, siendo construidos en las selvas de Colombia. Sabiendo que ya habia aparecido un semisumergible nada menos que en el norte de Espana, Almeida estaba seguro de que habria verdaderos submarinos capaces de hacer la travesia transoceanica. Al marino caboverdiano no le cabia duda de que, si no estaba ocurriendo ya, pronto, toneladas de cocaina se escaparian de su control bajo las aguas del archipielago. El problema era que no tenia los medios para hacer nada al respecto. --Comandante, la primera guardia esta en sus puestos y hemos establecido la vigilancia de superficie.

  • Proteger a una dama (Baile de mascaras 2) de Alexia Seris

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    William Carmichael, octavo conde de Tillshire, es un hombre que se siente culpable por sus errores del pasado y que ha sido traicionado mas veces de las que le gustaria admitir. Ha perdido todo el interes por la vida tal y como la conoce. Por eso es el primer sorprendido cuando se erige como paladin de una dama que claramente esta en serios apuros.

  • Tiempo de lluvia de Helena Nieto

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    Laura acaba de quedarse viuda. Solo tiene cuarenta anos y una hija de quince, Rebeca. Ambas tendran que enfrentarse a una nueva realidad. Para Laura descubrir que su supuesto perfecto marido no era lo que aparentaba y para Rebeca, afrontar su adolescencia y los retos de esta. La ayuda de su cunado Edward sera fundamental en la vida de ambas.
    ?Superaran Laura y Rebeca todos los problemas que han surgido de repente? ?Podran vivir sin resentimientos dejando atras el pasado y perdonar para poder tomar las riendas de su nueva vida?

    Tiempo de lluvia es una historia de relaciones humanas, heridas emocionales y sentimientos de amor y perdon.

  • Alex (Mayores 1) de Maria Jose Tafur Quinones

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    Emily Stone. Dieciseis anos y completamente diferente a cualquier otra adolescente de su edad. Es mas o menos alta, bonita y aun una nina pequena. Le gustan los libros y el cafe, pero dejar que su mejor amiga la convenza de pedir uno en una tarde especifica podria resultar poner todo su mundo al reves.

  • Una fiebre de ti mismo de Gonzalo Torne

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    Una antologia que reune los grandes nombres del romanticismo ingles.

  • La sombra del zorro de Julie Kagawa

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    Criada por monjes en un templo escondido, Yumeko ha sido entrenada para ocultar su naturaleza. Mitad zorro kitsune, mitad humana, su habilidad para transformarse solo es comparable con su inclinacion por las travesuras. Hasta el dia en que su hogar es arrasado por demonios del averno y se ve obligada a huir con el mayor tesoro del templo, una parte del antiguo pergamino sagrado.

  • Eden de Pilar Parralejo

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    El pequeno reloj de pared marco las seis con su habitual y peculiar crujido, avisando a Ellie que ya era hora no solo de su fin de jornada sino de la particular fiesta de cumpleanos que tenia en menos de una hora. Se levanto, con una sonrisa de oreja a oreja despues de apagar su ordenador y, tras guardar todo debidamente, cogio su abrigo del perchero, lo dejo sobre su escritorio, se colgo el enorme bolso de su hombro derecho y camino hacia el despacho de su jefe, un tipo guapisimo del que llevaba casi tres anos platonicamente enamorada. Y es que… ?Como no estarlo? Chris era un seductor nato, rubio, ojos verdes, cuerpo atletico, alto, con una voz hipnotizadora… Tenia lo que ella consideraba un gran defecto y es que, aunque era como un Dios encarnado, era el tipo mas mujeriego del mundo, nada que una chica decente, como lo era ella, necesitaba. Llamo a su puerta con un par de toques y, cuando Chris le dio permiso para abrir, simplemente le dijo que ya era la hora de marcharse y que, si no necesitaba nada mas, se marchaba. --Puedes irte. --Dijo con una sonrisa--. Pero antes espera. Se levanto de la silla de cuero blanca y se acerco a ella. Ellie trato de dar un paso atras al creer que iba a hacer lo que ella pensaba, y no se equivoco, no al menos del todo. Chris la rodeo por la cintura, trayendola contra si, se inclino ligeramente y la beso. No fue un beso como el que cualquiera hubiera deseado, ella aparto la cara y sus labios terminaron en su mejilla izquierda, hecho que le hizo sonreir ya que Chris sabia que iba a hacer justo lo que hizo. --Feliz cumpleanos. --Gracias --respondio ella, colorada como un tomate. Chris volvio a su sillon con una sonrisa en la cara y ella simplemente salio de alli. En los casi tres anos que llevaba trabajando para Chris, ni una sola vez le habia felicitado en su cumpleanos. Supuso que, como todo estaba patas arriba por la boda de su hermano, el tambien estaba, en cierto modo, un poco traspuesto. Estaba recogiendo su abrigo cuando escucho unos tacones aproximandose. Al girarse se encontro con Tessa, la prometida de Kalos, el hermano de Chris. Esta se sorprendio al verla, como si acabase de pillarla infraganti con algo. --?Ya te marchas? --Pregunto, fingiendo desinteres. Ellie supo a lo que se referia con esa pregunta, y tampoco tenia motivos por los que quedarse, de forma que asintio con la cabeza y se alejo de su mesa--. Buenas noches. --Buenas noches, senorita Carpenter. Tenga un buen fin de semana. --!Tu tambien! --Exclamo con una sonrisa. Tessa era una mujer deseable, preciosa, simpatica, con buen cuerpo y muy buen gusto a la hora de vestir, sexy y provocativa sin ser vulgar. La miro un instante sintiendo algo de envidia, pero siguio su camino hacia el ascensor oyendo como se dirigia al despacho de Chris. Estaba subiendo al autobus cuando recordo la bolsa que habia olvidado bajo la mesa de su escritorio, algo que no podia dejar ahi sin mas hasta el lunes. Era el regalo para su sobrina, quien, de casualidad, tambien cumplia los anos el mismo dia que ella, solo que con casi veinte anos de diferencia. Habia caminado durante diez minutos y supuso que ya no habria nadie en el edificio, normalmente todos salian a la misma hora. --Hola Milo --sonrio al guardia de la entrada. --?Trabajo de ultima hora? --Que va. He olvidado algo de vital importancia en mi mesa. Corrio por la recepcion hasta el ascensor y llamo, esperando impaciente a que bajase. Habia quedado con su familia en una hora y ya habia perdido veinte minutos. Cuando las puertas se abrieron en la planta numero veinte, el corazon se le detuvo. Los gemidos de Tessa se mezclaban con los de Chris y llenaban toda la planta. Lo peor no era saber que su jefe estaba teniendo sexo en su oficina creyendo que no habia nadie, sino saber que, quien estaba teniendo sexo con el no era otra mas que su cunada, la prometida de su propio hermano. Se acerco despacio a su mesa para tirar del regalo de su sobrina y sin querer, desvio la mirada hacia el despacho. Chris arremetia contra Tessa, quien estaba completamente desnuda y pegada al cristal mate que separaba su despacho de la recepcion, desde el que se veia todo, algo borroso, pero sin dificultad, incluyendo a Chris, quien tenia los pantalones en los tobillos. Ella tuvo que ser testigo de ello sin querer. Desvio la mirada inmediatamente, tan avergonzada como deberian estar ellos y, sin hacer el menor ruido, regreso al elevador. En el vestibulo ni siquiera se despidio debidamente del guarda, simplemente le hizo un gesto con la mano y salio del edificio con un sentimiento de injusticia indescriptible. Kalos era un tipo bastante seco, y malhumorado. Fisicamente era igual de atractivo que su hermano Chris, o mas. Su pelo era oscuro, lo tenia algo mas largo que Chris y sus ojos no eran verdes, sino de un tono oscuro que parecia negro. Era mas alto que su hermano y con una complexion mas trabajada. Pero era una persona dificil de tratar en la empresa, solia reganar a los empleados que no hacian bien su trabajo, se enfadaba si las cosas no salian como el queria y era hosco y demasiado estricto con los horarios, todo lo contrario que su hermano, a quien todo parecia darle igual. A pesar de ser como era, le supo mal que, tanto su hermano como su prometida, estuvieran haciendole eso, en el mismo edificio en el que los dos trabajaban. Se arrepintio de haber vuelto a por el regalo, tendria que haber comprado otra cosa de camino y haberle dado el de la oficina en otro momento, de esa forma no se sentiria tan incomoda como lo estaba haciendo. --?Y esa cara? --Pregunto Jackson, el cunado de Ellie, quien estaba fuera, fumando, cuando ella llego. Habia estado tan sumida en sus pensamientos que no se habia percatado del trayecto desde la oficina hasta la casa de su hermana. --No es nada --dijo, sonriendo ampliamente. Adoraba a su cunado. Despues de su padre era el hombre al que mas admiraba. Cuando su hermana Chloe tenia dieciseis anos, se cayo al subir a un autobus, con tan mala pata que se dio contra un bordillo de la acera y se rompio la espalda. Fue la caida mas tonta de la historia, pero le costo sus piernas y desde entonces era invalida. Jackson habia estado toda su vida enamorado de ella y, aunque Chloe le rechazo creyendo que ya no era aceptable para ningun hombre, el insistio e insistio. A pesar de no poder salir con ella como lo haria con cualquier chica, no se separo de su lado y anos mas tarde se casaron. La adoraba, la queria con locura y junto a sus hijas, eran la familia mas entranable del mundo. Se acerco a el y, despues de un abrazo y un beso en la mejilla, entro en la coqueta casita en la que vivian. Saludo a sus padres igual que habia hecho con su cunado, con un abrazo y un beso en la mejilla, se inclino para besar tambien a su hermana mayor y levanto en brazos a la pequena cumpleanera. --Muchisisimas felicidades, mi pequena Missy. --Dijo levantandola por las axilas lo mas alto que pudo y empezo a girar con ella, algo que a la nina le encantaba. --Muchisisimas felicidades, tia Lizzy --rio. A pesar de llamarse Elisabeth, no le gustaba que la llamasen asi ya que le parecia un nombre demasiado serio para lo que ella era, siempre prefirio Ellie o Lizzy. Despues de bajarla, la llevo hasta el uno de los sofas del salon y le dio su regalo. --?Que es? --Pregunto la nina al ver la caja con un papel morado brillante envolviendola. --No es un elefante… --La nina rio--. Tampoco es… un panda… --le dijo, riendo esta vez ella --. Anda, abrela. La pequena no lo penso. Abrio el regalo rompiendo el papel y, cuando vio que se trataba de la muneca que mas queria, solto la caja a un lado y salto a los brazos de su tia. Envidiaba la familia tan bonita que hacian, los envidiaba por no haber podido hacer ella tambien una familia, mas aun, cuando tambien su hermana menor estaba felizmente casada y con un par de gemelos en camino. Pero Ellie no habia conocido al hombre indicado, si a chicos con los que salir a divertirse o con los que pasar el rato, pero no hombres con los que formar un hogar. Ese pensamiento le trajo a la mente a su jefe, al hermano de su jefe y a la prometida de este. Se pregunto si las familias ricas eran todas tan disfuncionales como la que iba a formarse el siguiente fin de semana, cuando la bella Tessa y Kalos se casaran. Mientras la nina corria a ensenarle a su hermana pequena su mas preciado regalo de cumpleanos, Chloe agarro la mano de su hermana y la llevo a la cocina mientras con la otra mano arrastraba su silla. --Hoy estas distante. --Le dijo. --No… Es solo que he olvidado el regalo de la nina al salir y cuando he vuelto a por el he tenido que ser testigo de una infidelidad. --Uuuuh… cuenta, cuenta. --Pidio curiosa. --Eran Chris y la prometida de su hermano. Chloe se llevo las manos a la boca con sorpresa. Ella no conocia a ninguno de ellos, pero Ellie le habia contado lo guapo y sexy que era su jefe. --Entiendo que estes asi… --Estaban en su despacho… contra los cristales de la mampara… --?Y como has contenido a la justiciera que llevas dentro? --Queria sacarla a pasear antes de ir a casa. Iba a ir al apartamento de Kalos, que vive a tres calles de aqui, y a decirle lo que he visto. --No te metas. Esa gente se junta con individuos como ellos. Chris es un mujeriego, la prometida de Kalos una indecente… ?Como crees que sera el? --Ellie levanto los hombros en un gesto de duda. --Casi no lo conozco. Solo lo poco que lo he visto en la oficina. Es despota, y altivo, y soberbio. Es malhumorado y grunon. --A lo mejor por eso su prometida le engana con su hermano, porque es todo lo opuesto. --No se… Pero no importa. No quiero pensar mas en ellos. Volvamos a la fiesta --le dijo, girando la silla de su hermana y empujandola de vuelta al salon. La fiesta no duro mucho, Jackson habia comprado billetes para llevar a su familia a Disney World, en Orlando, por lo que saldrian de viaje esa misma noche y estarian toda la semana en la otra punta del pais. A las ocho de la tarde se despidio de ellos en la puerta de su casita y emprendio camino hasta su apartamento. De camino a la parada del autobus miro en direccion al apartamento de Kalos, vivia a solo una manzana de ahi. Podia ir, decirle que su prometida y su hermano le estaban enganando y volver para coger su transporte. Asi lo hizo. Tomo una respiracion profunda, se aferro con fuerza al asa de su bolso y se encamino al lujoso edificio de tres plantas en el que vivia uno de los dos directivos de la empresa para la que trabajaba.

  • El premio de Brenda Joyce

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    “Devlin O'Neill, celebre capitan de la Marina Real britanica, vive consumido por el deseo de destruir al conde de Eastleigh, el hombre que asesino brutalmente a su padre. Tras llevarlo al borde de la ruina, aguarda el momento de asestarle el golpe de gracia. Y su oportunidad se presenta en forma de una impetuosa joven americana, sobrina del conde, que esta dispuesta a hacer estallar en llamas su vida fria y calculadora.

  • El chico gitano de Mikey Walsh

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    Mikey ha nacido en una familia gitana romani con larga tradicion como campeones de boxeo sin guantes. Ha vivido siempre en una comunidad cerrada. Rara vez iba a la escuela y pocas veces se mezclaba con personas que no eran gitanas. La caravana y el campamento eran su mundo.
    Esta orgulloso de su cultura pero el legado de su familia es agridulce, con una historia de pena y abuso donde se ve obligado a tomar una decision agonizante: quedarse y guardar los secretos, o escapar y encontrar un lugar al que realmente pueda pertenecer.
    A traves de su historia conseguimos saber mas y disipar muchos mitos creados alrededor de la cultura gitana romani. Pero tambien nos acerca a un relato duro, traumatico, de un chico que tiene que alejarse de lo unico que conoce para poder ser el mismo.

  • La batalla por el paraiso de Naomi Klein

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    Entre los escombros del huracan Maria, los puertorriquenos y los <> multimillonarios estan atrapados en una batalla campal para decidir como reconstruir la isla. En esta vital y asombrosa investigacion, Naomi Klein revela como las fuerzas de las politicas del shock y del capitalismo del desastre buscan minar la vision radical y resiliente de una recuperacion justa.

  • Mi felicidad en tus latidos de Conde Valko

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    1-Tristezas Una gota, quizas una lagrima en la piel vegetal que recorre, o recuerdos de un tiempo mejor. Un suspiro. O aire que escapa de un cuerpo cansado, castigado. Un silencio. Por la pureza ensuciada, inocencia olvidada, la oportunidad perdida. Frio y dolor. Disfraces de algo peor: temores, miedos, certezas… Ausencias. 2-Horizontes De un recuerdo, de un verano, de unos versos regalados, de una barca, de una costa abandonada... memorias. De una historia sin errores de una entrega sin reservas de un amor irrepetible, inolvidable... nostalgias. De un futuro luminoso de una tierra que alcanzar, suenos, ilusiones... esperanzas. 3-Trofeo Tu mirada guardada en mi camara secreta con tus besos nunca dados, y el olvido. Mis deseos vidriosos y mil pedazos, desencuentros, absurdos anhelos. Y escondido entre mis trofeos tu desden, amistad de hielo, nada de nada y aun asi, mucho mas de lo que merezco. 4-De tus labios La voz quebrada, la voz amable, la voz que ya no sale; esencias desvanecidas. Notas, acordes, susurros, lamentos, remotos recuerdos. Sabiendo con amarga certeza que de tus labios sellados no brotaran mis deseos. 5-Pendulo Vuelo y me sumerjo triunfo y dudo, sueno y muero. Voy y vuelvo. No hay territorio habitable con medianas realidades sin festejos, sin punales, solo con banalidades. Y en mis incertidumbres o en mis certezas, solo constato tu ausencia. ?Indiferencia? 6-Exposicion Rie, rie, rie. Llora, llora, llora. Rie, llora, rie, llora, grita musicas secretas del alma. No reprimas, no postergues, no lo ocultes, no bloquees. No te blindes, no te cierres, no te pudras, no te veles. !Exponte! 7-Reconstruccion Fuego condensado, amor de hielo; corazones envenenados por pecados de otro tiempo. Como llama vacilante con la amenaza del aire, tu pasion ha desbordado mi cordura conquistada. Reconstruyo, y ya no encuentro de tus restos los que encajan en mis pedazos de suenos. 8-Cuerpo y mente Piel sobre piel, sudor compartido, alientos encadenados, y pensamientos nunca alcanzados. Lenguas que exploran labios mordidos, sabores entremezclados, y mentes distantes que no llegan a encontrarse. Tacto intuido, compas de latidos, cuerpos conjuntos, y deseos insospechados. 9-La mala semilla Bajo un barniz, tras un disfraz aparentes capas de normalidad. Una semilla en tu interior. Late muy dentro, resiste el invierno, parece que muere o ignoras si crece. En lo mas profundo, en lo mas oscuro, algo dormido o algo podrido. Tu sonrisa alcanza, tu mirada dana. Nuestra felicidad… inocencia amenazada. 10-Profundidad Si en tus ojos vislumbrara los retazos de mis suenos, si tus labios ofrecieran mil sabores que no encuentro. En los pozos del recuerdo no veo ya tu reflejo. Ni en lo profundo, ni en lo mas oscuro, ni en lo mas hondo del vacio inmenso. Fluye el agua de la misma tierra. Desde las entranas, beberte quiero. Pero no te hallo, pero no te veo, y ya no te anoro, y ya no te siento. 11-Vidas separadas Esparcidos en los cielos, separados por el tiempo o quizas por la distancia. No hay lamento. Estamos cerca. Estamos lejos. Estamos donde queremos, y nos echamos de menos. Si pudiera, me acercaria y te diria al oido todo lo que no me atrevo, todo lo que ya sabemos. Esperaremos. A alejarnos, a olvidarnos, a no querernos; a borrar cualquier recuerdo. 12-La ruina del cuerpo Primeros dias: alimento y sustento, materia nueva. Tiempo y vida: Batalla, lucha, exceso, dolor; materia enferma. Despiertas, respiras. Sientes; deseas un cuerpo renovado, regenerado. Y ya no es posible. Es un dano irreversible. 13-Gestacion Crece de ti, crece de mi. Nos sucede, nos mejora. Late, respira, se alimenta. En tu interior se gesta un milagro. A Mar y a Natalia 14-Perversidad Frutos jugosos, verde en las hojas, savia que fluye de unas raices podridas. Los pajaros anidan en sus ramas retorcidas, los amantes se besan bajo sus copas sombrias. Corteza enferma, corteza muerta. En el bosque de silencios los animales aguardan. Presienten, intuyen, perciben el mal que avanza. 15-Horror En sus pupilas grabadas imagenes de violencia: sangre, destrozos, horrores, un infierno sin olvido. Con el peso de los anos la nitidez se ha perdido. El pavor aun permanece, un infierno sin olvido. Veo el dolor cuando mira, concentrado, corrompido. Siento el hedor de la muerte, instalado, nunca ausente. Quiero lavar sus heridas, reconfortar sufrimientos, eliminar los recuerdos, poner fin a su agonia.

  • Trece Maneras de Conquistarte (Steel 2) de Rose Gate

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    Segunda parte de Trece fantasias.
    Un cumulo de malentendidos esta haciendo resquebrajar los cimientos de la relacion entre Marco y Laura.
    Laura esta embarazada de Marco y el no quiere saber nada de ella, no le creyo cuando ella intento explicarle que lo que parecia real eran falacias o situaciones sacadas de contexto.
    Marco habia preferido no creerla y la habia arrojado fuera de su vida y de su corazon aunque eso significara su propia autodestruccion.
    Mathew quiere conquistar a Laura y no le importa tener que luchar si el premio final es tenerla a su lado.
    Laura se siente atrapada entre dos hombres uno al que ama y uno al que le gustaria amar.
    Marco se siente traicionado de nuevo, la mujer que le habia hecho volver a creer en el amor habia tomado su corazon para lanzarlo contra el suelo y pisotearlo despues. Era incapaz de escuchar sus explicaciones porque ante sus ojos solo habia una, habia sido enganado otra vez.
    ?Podran Marco y Laura superar las mentiras y dar luz a las sombras que les rodean?
    ?Le contara Laura a Marco que va a ser el padre de sus futuros hijos?
    ?Elegira amar hasta las ultimas consecuencias o ser amada hasta el fin de sus dias?

  • Rosy & John (Un caso del comandante Camille Verhoeven 3) de Pierre Lemaitre

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    Despues de Irene y Alex, llega la tercera entrega de la serie del comisario Camille Verhoeben, por el autor ganador de un premio Goncourt, de dos Dagger Awards, del Premio de Novela Negra Europea y del Permio Best Novel Valencia Negra, con mas de medio millon de lectores.

  • El bueno de Oliver de Liz Nugent

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    El monstruo perfecto

  • Palabras de otro lado de Alonso Cueto

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    Aurora es una joven abogada de treinta anos que vive en Lima. Es una profesional exitosa y lleva una vida apacible. En el inicio de esta novela, luego del secreto que le revela su madre en su lecho de muerte, se encuentra sin embargo frente a un abismo. Descubre que su padre es un espanol que vive en Madrid y, despues de algunas dudas, decide viajar a buscarlo. A lo largo de la busqueda en una ciudad que recien conoce, va a toparse con una serie de personajes. Carlos, Nuria, Paco, Luis y otros van a acompanarla en una jornada de revelaciones personales y sustituciones del pasado.

  • Mi Pais Inventado de Isabel Allende

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    Libro de memorias, en el cual la verdad es definitivamente mas extrana que la ficcion. Explorando los acontecimientos de su vida y los del pais en el que vivio hasta el asesinato de su primo, el presidente Salvador Allende, durante el golpe militar de Pinochet, Allende nos lleva en un recorrido muy personal a traves de su tierra natal, a la que le da vida. Aqui es donde su abuelo vio al diablo en un autobus, reconociendolo por sus <>, y a su tia abuela le brotaron alas. Es un lugar de amuletos de amor, fantasmas y continuas peleas de familia. Los retratos de su familia y amigos se disputan con vividas descripciones de las costumbres y creencias del lugar, y a pesar de todo, la figura indomable de la joven Isabel camina con decision. Rebelde y apasionada, una feminista mucho antes de saber lo que era el feminismo, su amor por (y a veces desesperacion con) Chile es infundido en todo el texto. Sus experiencias se transforman en una lectura inolvidable, a menudo delirante, que ningun admirador de la escritura de Allende se querra perder.

  • Parker y Amy (Hermanos Sullivan 1) de Abril Camino

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    Amy Morgan tenia tres propositos al entrar en la universidad: ser puntual, pasar desapercibida y mantenerse alejada de los chicos. El primer dia de clase incumplio los dos primeros. Y conocio a Parker. Parker Sullivan tiene tres aficiones: el whisky, los tatuajes y las mujeres. Y no piensa renunciar a ellas para complacer a su nueva companera de clase. Amy y Parker solo tienen una cosa en comun: necesitan huir el uno del otro para evitar que sus pasados los alcancen.

  • La vida es corta y luego te mueres de Enric Pardo

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  • La catedral del Anticristo de Fabio Delizzos

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    Bienvenidos al mas alla del bien y del mal. Rezar no os va a servir de nada

  • No olvidare tu rostro de Federico Correa Gil De Biedma

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    El escritor, Jaime Valdes, viaja a Santander para impartir su primer taller de novela. Su llegada coincide con el resurgir del caso del asesino bautizado como El Vengador. Una fotografia enviada a la policia y al Diario Montanes en la que se muestra el cuerpo sin vida de un individuo con un cartel sobre el pecho que reza; culpable, refleja sin lugar a dudas la forma de actuar del famoso asesino.

  • El exodo de Amanda de M. G. Aranguren

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    La protagonista, Amanda, decide emprender un viaje hacia el pasado. A lo largo de ese camino se ira encontrando con personajes que le trasmitiran la sabiduria de sus propias experiencias vitales.
    Los ejes centrales sobre los que gira la historia son el feminismo, el amor, la superacion y el perdon al que todos aspiramos.
    Una novela que entre humor y vivencias, nos ensenara como la mujer ha luchado a traves de los tiempos por la igualdad y por enarbolar la bandera del amor como emblema de algo que siempre debe ser bidireccional.
    La autora, ademas, nos sorprendera con un final totalmente inesperado.
    Sinopsis:
    Amanda, una mujer casi septuagenaria, se halla instalada en la rutina que el devenir del destino y los largos anos de matrimonio le han impuesto.

  • Exquisita tentacion de Nicola Marsh

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    Una noche deberia haber saciado su deseo...

  • Dos mozas de ciudad para dos senoritos de pueblo de Noni Garcia

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    E o1o ra agosto y Patricia no recordaba la ultima vez que habia cogido vacaciones. Cuando termino sus estudios de economia, tras hacer practicas en un hotel y varias empresas de mantenimiento de maquinaria industrial y agricola, comenzo a trabajar en la asesoria contable de la que ahora era socia, desde que fallecio el dueno y uno de los hijos le vendio su parte del negocio, aunque era ella la que lo manejaba todo; su companero de sociedad solo aparecia para hablar del dinero que se generaba y poco mas. Ganancias bastante considerables, ya que se trataba de una de las mas importantes del pais. Y dichos beneficios eran los culpables de que su vida girara en torno al trabajo. Sin importar que fuera lunes o sabado, cada dia se levantaba, tomaba un cafe negro, cogia su maletin, se iba a trabajar y volvia con el tiempo justo para cenar, leer media hora y acostarse a dormir. Asi, un dia tras otro, desde hacia algo mas de tres anos. Se miro en el espejo del bano privado de su despacho, y no le gusto la Patricia que mostraba su espejo, habia dejado de ser ella misma para convertirse en alguien que no conocia. Por primera vez en anos, decidio dejarse llevar, mandarlo todo al cuerno. El reloj marcaba las tres de la tarde cuando salio por la puerta del edificio donde estaba la sede de la asesoria. Fue hasta su piso y, tras meter algo de ropa en una maleta, volvio a salir, se subio al coche y emprendio un viaje que duraria los cuatro dias que tenia por delante. No sabia adonde iria. Simplemente, condujo sin mirar los carteles de la carretera, le daba igual el destino, y no se fijo en nada mas hasta que, una hora despues, la luz de la reserva de carburante se encendio. Entonces decidio que pararia en la siguiente estacion de servicio. Unos minutos mas tarde, un cartel indicativo le aviso de que el siguiente pueblo, Marquesado de Villosa, estaba a tan solo tres kilometros. Y lo supo. Ahi era donde pasaria esos tres dias si disponian de un hotel o una pension medianamente decente. Condujo con cautela por los siguientes siete kilometros que se le hicieron eternos. La carretera secundaria que conducia al condenado lugar era de doble carril, aunque dudaba mucho que cupieran dos coches en paralelo, y por ello rezo todo lo que supo para no cruzarse con nadie de frente. Las calles del pueblo estaban desiertas. Sabia que iba ser complicado encontrar alguien a esa hora de la tarde, ya que tenia que hacer un calor endemoniado fuera de su climatizado coche. Anduvo algunas calles mas y, como no habia manera de que alguien pudiera darle ninguna indicacion, saco su movil para buscar si habia algun hotel cercano a su ubicacion, pero la suerte no estaba de su parte. La compania telefonica que le daba servicio no tenia cobertura en aquel pueblo. Se vio sin carburante, sin cobertura, sin ayuda alguna y sin saber que hacer. En ese momento, la estupenda idea que tuvo en la oficina se estaba convirtiendo en otro momento de estres; como si no tuviera suficiente con su dia a dia. Decidio bajar del coche y continuar su busqueda a pie. El calor de aquel catorce de agosto hizo que, al respirar aquel aire caliente, sintiera como si sus pulmones se estuvieran quemando, hacia incluso unos grados mas que en la capital. Subio la calle donde habia dejado aparcado el coche, con cuidado de no caerse. Cosa que el inexistente acerado, la pendiente y los adoquines le hacia bastante dificil. Casi se puso a saltar cuando, unos metros mas arriba, vio el cartel de un bar. Acelero el paso, deseosa de encontrar algo de civilizacion que pudiera ayudarla. Sin embargo, su alegria se torno frustracion al llegar hasta el y descubrir que estaba cerrado, y tenia pinta que desde hacia bastante tiempo. Quiso gritar. Para terminar de rematar la faena, los zapatos estaban haciendole dano. Se los quito y mordio el tacon para ahogar el grito que tenia ganas escupir, hasta que cayo en la cuenta de que se estaba cargando unos Manolo que le costaron cerca de ochocientos euros. El asfalto quemaba, asi que corrio calle abajo lo mas rapido que la falda de tubo de aquel traje le permitia sin matarse en el intento... Con lo que Patricia no contaba era con que una de las puertas se abriera y apareciera una senora de unos ochenta y largos anos, bostezando como si llevara dias durmiendo y acabara de levantarse. El susto provoco que cayera al suelo y rodara unos metros, hasta que sus costillas frenaron contra un arbol. Arbol del que cayo un nido, haciendo que tres pequenos huevos impactaran contra su cabeza, chafando su perfecto peinado. Aquella maravillosa idea empeoraba por momentos, aunque peor ya no podia ser. Penso en levantarse rapidamente, llegar a su coche sin mirar atras y salir corriendo de aquel pueblo infernal que tan mal rato estaba haciendole pasar. Intento llevar a cabo su plan, pero sintio un dolor punzante en el costado que la dejo sin respiracion e hizo que apoyara una de sus manos sobre el arbol mientras con la otra se sujetaba el sitio donde habia sentido el dolor, como si aquello fuera a aliviarlo. --!Moza! ?Que te ha pasao? --dijo la anciana, gritando a pleno pulmon, y haciendo que Patricia pensara que aquel grito debio oirse dos pueblos mas alla. --No es nada, senora. Ya me iba... --?Adonde vas asi, mujer? Si tienes que tener rotas, por lo menos, dos costillas. Espera que te llamo al Raimundo, no te muevas de ahi. --No, yo... La senora la dejo con la palabra en la boca y volvio a entrar en la casa de la que habia salido. Patricia solo pensaba en salir de aquel maldito pueblo que en pocos minutos casi la mata, pero la senora tenia razon, debia tener al menos dos costillas rotas y era incapaz de dar un paso sin que aquel dolor punzante se manifestara de una forma mas infernal que el calor que estaba pasando. Un par de minutos despues, la buena senora salio y se acerco a ella, dando pasitos cortos y trabajosos debido a su avanzada edad. Le dio uno de los dos bastones que llevaba para que se apoyara, y Patricia no dudo en hacerlo, porque casi no podia mantenerse en pie. --Acompaname a la casa, moza, que Raimundo tarda una media hora en llegar. Esta asistiendo el parto de una de las vacas de Cipriano junto a David. --?Raimundo es el veterinario del pueblo? --Quiso salir corriendo en aquel preciso instante, pero casi no podia moverse. --No, el veterinario del pueblo es David, Raimundo es mi nieto y es medico en la capital, pero esta pasando aqui unos dias. Viene a visitarme casi todos los fines de semana porque su trabajo es muy estresante. Suspiro al saber que iba a atenderla un medico. Y escuchando hablar a aquella anciana, se dejo guiar hasta que, cuando quiso darse cuenta, ya estaba sentada en una silla, con una mano sobre el costado que le dolia y usando la que tenia libre para remover un cafe que olia a pueblo, que olia a hogar.

  • Por ti, por mi, por ellos… de Freya Asgard

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    No puedo detenerme. Debo seguir huyendo. De eso depende mi vida. Fui traicionado por mi companero y ahora debo escapar. --!Mierda! --resoplo desesperado, y con espanto veo que el camino se termina; sin darme cuenta, me habia metido a un pasaje sin salida. Miro hacia todas partes en busca deun lugar seguro. No me queda tiempo. Apenas tengo unos pocos minutos de ventaja sobre mis perseguidores. No lo pienso dos veces y me encaramo a la pared que tengo enfrente. Si no hay un buen escondite en el patio, tomare rehenes. No me queda opcion. --Mierda, mierda, mierda --protesto en voz baja. Todo el mundo tiene cachureos en sus patios, muebles, cajas, escombros… juguetes. Menos en esta casa en la que se me ocurrio meterme. Nada. Ni un solo papel. Nada. !Vieja conche…! No, no dije la palabra. Mi padre me enseno a respetar a las mujeres y por el es que siempre cumpliria la promesa que me hizo hacer de nunca faltarles el respeto. Los seis metros de largo y los cuatro de ancho no me dan mucha seguridad, la puerta trasera de la casa esta abierta y aprovecho de entrar. Si no puedo esconderme, intentare escapar por el frente. O la duena de casa tendra que ser secuestrada. Asi de simple. No permitire que me cacen ahora que estoy tan cerca de la verdad. La musica en un pequeno reproductor es lo unico que da senales de vida. Desde el umbral puedo ver la casa completa. Al menos el primer piso. Todo esta en un solo lugar. Es una vivienda basica del Estado donde living, comedor, cocina y bano se amontonan en dieciseis metros cuadrados. La puerta del bano se abre y yo me parapeto tras la pared que divide el bano de la cocina. La mujer no me ve, sube al segundo piso, corriendo, envuelta en una toalla. Tengo un poco de tiempo para salir de esa casa sin que me vea. Ella al menos. Me dirijo a la puerta de calle pero, antes de abrirla, las luces de la torreta del auto de Rolando Meneses me detienen. Esta afuera. Esperando por mi. !Malditos traicioneros y vendidos! Me devuelvo y entro al bano, que sigue con la puerta abierta, al sentir los pasos de la mujer que se acercan a la escalera. No tengo opcion. Tendre que tomarla como rehen. Al exacto momento en el que ella pasa por la puerta del bano, salgo, la tomo por asalto y la arrincono contra la pared. Le cubro la boca con una mano, le sujeto el cuerpo de la cintura y le aprisiono ambas munecas con la otra. Alzo mis ojos a su cara y, por poco, la dejo escapar. Su rostro y sus ojos horrorizados son iguales a otros que conoci hace unos tres anos, solo que estos son marrones y los otros eran de un extrano violeta. --No grite, no le quiero hacer dano --aseguro con la voz mas suave que puedo imprimir. Es verdad, no quiero lastimarla, solo quiero un lugar seguro donde esconderme hasta que pueda salir y escapar. Ella asiente con la cabeza. --?Con quien vives? --interrogo y suelto un poco mi mano para que me conteste. Ella no contesta, dos gruesas lagrimas corren por sus mejillas y mojan mi mano. Su terror es evidente. --No te preocupes, no te voy a lastimar, tampoco quiero hacerle dano a tu familia, solo quiero estar seguro que nadie dara mi ubicacion. Mi corazon late desbocado ante esa mujer que me recuerda demasiado un pasado que esperaba volviera un poco despues. No ahora. --?Con quien vives? --repito. --Sola --contesta en un hilo de voz. --?Seguro? ?No hay un marido? ?Hijos? --No. --Espero que no me mientas. --Vivo sola y usted deberia saberlo bien --espeta casi molesta. Ya no llora. Su frente tiene dos arrugas de enojo, sus cejas estan casi juntas; sus ojos, entrecerrados, emiten miedo y odio; sus mejillas, palidas, me demuestran lo atemorizada que esta; sus labios los siento en mi palma, humedos, cerrados, y su menton tiene un leve temblor que me provoca culpa. Terminada esta inspeccion a su rostro, ella baja la vista. La dejo libre. Algo me dice que no escapara de mi. --Usted me quito a mis hijos --me refriega en la cara, intenta no demostrar su miedo, lo que no logra. Yo le doy la espalda y cierro los ojos. Si, no me habia equivocado, esta mujer es Paola Donoso. --?Yo te los quite? --pregunto con recelo a la respuesta, no quiero admitir que se muy bien quien es ella. Abro los ojos y ella esta justo frente a mi, eleva su menton para enfrentarme. Si se colocara de puntillas, quizas su rostro quedaria cerca del mio, sin embargo, su cabeza quedaba justo debajo de mi cara. --Si, mi ex esposo, un tipo con mucho dinero y poder, me acuso de abuso y usted, como detective, lo corroboro y se llevo a mis ninos con el, dejandome como a un perro atada a una silla --declara con lujo de detalle --Estas distinta --admito sin querer recordar ese instante. --Usted tambien, no lo reconoci enseguida. Aparta su mirada de mi y se voltea. Viste tan solo una polera larga y pantuflas y puedo apostar que no lleva ropa interior. --Las cosas han cambiado, vengo huyendo de la policia --explico para olvidar el curso de mis pensamientos. --?Y eso? --pregunta interesada y gira su cabeza para mirarme. --Fui traicionado --respondo encogiendome de hombros como si gran cosa--. Te queda bien el pelo corto, ?que le paso a tus ojos? --pregunto y me siento a la mesa, no soy capaz de mantenerme en pie. Estoy cansado, agotado de seguir huyendo y, encima, por haber venido a dar, precisamente, a este lugar. --?Por que se vino a meter aqui? --Ella se sienta ante mi y clava su mirada de odio en mi--. ?Usted cree que me interesa salvarlo de alguien? Usted se vendio y me arrebato a mis ninos, ?cree que tengo algo que perder? ?Sabe cuantas veces he deseado morir y no he sido capaz de hacerlo? Si usted lo hiciera por mi, juro que se lo agradeceria. Su voz natural e intensa me hace sentir una punzada de lastima por ella. Le habia hecho dano, mucho, y estoy seguro que nunca ella creera que ese fue el punto de partida para lo que hoy estoy viviendo. Quise arreglar ese entuerto y por ello fui traicionado por lo que ahora estoy huyendo como un delincuente cualquiera cuando hasta hace unos dias era el comisario de mi division: Crimen organizado. Una verdadera ironia. El timbre nos sobresalta, sobre todo a mi. Ella aguanta el aire, yo la miro con desconfianza, ?esperaba a alguien y no me habia dicho? --Debe ser alguna vecina --me indica con voz temblorosa. --No le digas a nadie que estoy aqui --advierto, estoy seguro que podria ponerme en evidencia en el momento en que lo quisiera, no le habia mostrado un arma ni tampoco la habia amenazado, no en un sentido formal. Paola alza el menton, al parecer es un gesto caracteristico de ella, y sale a abrir; yo me escondo tras la puerta, al menos asi puedo amedrentar un poco a la duena de casa. --Dona Berta, ?como esta? ?Paso algo? --saluda con voz demasiado alta antes de salir hasta la reja. --Ando de pasadita, vecina --responde una mujer de voz madura, una voz que me recuerda a mi antigua entrenadora--, le venia a decir que anda un delincuente por aca, lo mostraron en las noticias y como se que usted no ve television --censura la vecina--, le vine a avisar, ademas usted siempre pasa con la puerta del patio abierta… Digo, para que cierre todo, dicen que es muy peligroso y la policia esta por llegar, revisaran todas las casas, para que este atenta y no la pille de sorpresa. --Gracias, dona Berta, voy a cerrar todo enseguida --responde con un leve temblor en su voz. --La gente anda muy mala en estos dias, hay tanto delincuente suelto, aunque los peores son los de cuello y corbata, ?no? Con esos si hay que tener cuidado. El silencio se torna incomodo. Quiero salir, quizas Paola me delato y ahora vienen por mi. --Nos vemos, dona Berta, gracias. --Cuidese y recuerde que van a pasar por todas las casas. Molesto silencio otra vez. La puerta se abre despacio. Yo cierro los ojos. Espero. El sonido del cerrojo me obliga a volver a la realidad. Paola me esta observando, en su rostro hay confusion. Yo hago un gesto, no quiero demostrar lo vulnerable que soy en esta situacion. Aunque la haya acorralado y la haya amenazado, seria incapaz de lastimarla. --Creo que llego algo tarde la recomendacion --comenta de mal modo. --Gracias --respondo laconico. --No lo hice por usted, lo hice por ella, tiene familia y aunque es la vecina “copuchenta” del barrio, la que riega todas las noticias, es muy querida pues siempre lo hace por la preocupacion por los demas. Como ahora. No podia permitir que la secuestrara igual que a mi. No digo nada. No se que decir. Ella avanza hasta la cocina, yo me quedo alli, inmovil. Me siento fuera de lugar, quiero irme, esa es la verdad, estar aqui con ella no me sienta nada bien. Un ruido llama mi atencion: el hervidor electrico. Me acerco y me siento en la mesa, observandola. Ella se mueve presta buscando todos los utensilios y materiales para cocinar. --Si estuviera secuestrada, como dice, no podria estar haciendo eso --expongo con calma. --A usted mismo le va a dar hambre en un rato mas --responde de mal modo. --Pareces mas enojada que asustada. --No estoy asustada, usted no me intimida. --Estas enojada entonces. --?Y que quiere? Tengo que proteger y alimentar al hombre que me robo a mis hijos, ?le parece poco?

  • La red purpura de Carmen Mola

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  • Que las matematicas te acompanen de Clara Grima

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    Mira a tu alrededor y preguntate quien controla el mundo. Efectivamente, el imperio usa las matematicas para conocer tus gustos, saber que necesitas y ofrecertelo en unas condiciones muy favorables., para ellos. El mundo actual esta controlado por las personas que saben trabajar con numeros. Como decia el matematico Edward Frenkel, <>.

  • No puedes ser tu de Sarah Rusell

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    Arranque el coche y casi se tiran los viandantes al suelo, ese tubo de escape ya estaba en las ultimas, pero claro, sin trabajo, apenas me daba mi madre para lo justo y poco mas, demasiado que ese dia me podia permitir el lujo de cogerlo pues tenia un restillo de gasolina. El coche era de mi padre que habia fallecido doce anos atras, para aquellos entonces ya lo tenia desde hacia ocho anos por lo cual, demasiado que siempre se le hacia un arreglo de ultima hora para pasar la ITV y lo bueno era que, un vecino mio que trabaja alli, nos echaba el cable y nos daba el visto bueno pues sabia con la poca pension que se vivia en mi casa. A mi madre solo le quedaron setecientos euros, los unicos ingresos que entraban en el hogar, ya que yo no encontraba trabajo o me duraban dos dias. La casa estaba pagada, por ese lado nos salvabamos, pero vamos, vivir con mi madre era vivir en un constante mal rollo impresionante y es que siempre tenia una cara que le llegaba al suelo y chocabamos bastante. Iba a una entrevista de trabajo para la que no tenia ni cita, pero me habian dicho que estaban buscando limpiadora para las oficinas de una de las mayores firmas de joyas. --?Su nombre y apellido, por favor? --me pregunto la chica de detras del mostrador. --Clara Bronca. --?Como? --Clara Bronca. --A ver, su nombre es... --Clara --resople. --?Y su apellido? --Bronca. B de Barcelona, R de Roma, O de Oviedo... --Ya, ya --negaba con la mano para que me callara mientras ponia mala cara, incredula por mi nombre. !Ni que tuviera yo la culpa de llevar ese San Benito! --?Y a que hora dice que tiene la reunion con Susana? --A las diez --sonrei. --No, no veo aqui ninguna cita, dejeme un momento que vaya a hablar con ella. --Gracias. Mentira cochina, no tenia ninguna reunion con la tal Susana, pero estaba claro que era la unica forma que tenia para llegar a la jefa de limpieza e intentar camelarmela para que me diera el puesto. Eche una visual y volvio, me hizo un gesto para que la siguiera. --???Clara??? --pregunto al verme. --Joder ???Susana??? --!Si! --exclamo emocionada y vino a abrazarme. --No me digas que eres la jefa de limpieza. --Si, desde hace un par de anos --agarraba mis manos. --El tiempo que no llevas con mi primo Ricardo. --Efectivamente --se rio--. Por cierto, perdona, no tenia constancia de esta cita. --Tranquila, ni yo, pero me dijeron que estaban buscando personal y ya sabes --rei. --Le echaste morro... --Volteo los ojos riendose. --Efectivamente. --Sabes que siempre tuve debilidad por ti y que te dare el puesto, pero me tienes que prometer que no la vas a liar. --No, no, pero ya sabes que los fines de semana son sagrados. --Tranquila --se reia negando--, el horario es de lunes a viernes de ocho a dos. --?Y no hay de diez a dos? --!Clara! --se rio. --Esta bien, hare un sacrificio y me levantare mas temprano. --No cambias --me dio un pellizco en la mejilla. --?Y cuando empiezo? --El lunes. --De lujo, asi tengo cuatro dias de descanso hasta entonces. --Que morro tienes. Anda ven, vamos a ir al despacho del asesor para que te prepare el contrato. --?Esta bueno? --Tiene sesenta anos, no esta mal, pero no empieces --me dio una colleja y la segui hasta alli. Tras dos golpecitos en la puerta y escuchar una voz de lo mas varonil, entramos y juro que casi me desmayo. !Madre mia como estaba el asesor! Si ese hombre era abuelo, yo firmaba por llegar a su edad en las mismas condiciones. Que bien llevados los sesenta anos, por Dios. Que yo me esperaba un senor asi bajito, mas bien calvo, regordete, con el traje tan apretado que le podria estallar el boton del ombligo en cualquier momento, y tenia delante a mi propio guardaespaldas, pero literalmente porque el tio era clavadito a Kevin Costner. Mas de metro ochenta, ojos azules, cabello castano con unas cuantas canas y bien apanadito. Vamos, que si yo tuviera veinte anos mas le tiraba los tejos. Un codazo me saco de mis pensamientos, mire a Susana y ahi estaba ella, con ceja arqueada y con la cara de "No la lies, que no te contrato", que me estaba dando hasta miedo. --Senor Perez, veniamos a que le prepare el contrato a la chica nueva para limpieza --le dijo ella. --Ahora mismo. Si me permites tu DNI --lo saque del monedero, se lo entregue y tras leer mis datos le vi contener la risa, y le estaba costando, pero el hombre era un caballero de los pies a la cabeza y no dijo ni pio. Media hora despues sali del despacho con una amplia sonrisa y mas feliz que todas las cosas, ya tenia mi nuevo empleo asi que a partir del lunes tocaba dar el do de pecho, madrugar y dejar aquellas oficinas como los chorros del oro. --Muchas gracias, Susana --dije dandole un abrazo. --Con que seas responsable y no me falles, me doy por satisfecha. --Lo hare, no te preocupes. --Nos vemos el lunes, en el vestuario tendras una taquilla con tu nombre y dentro la bata de limpieza. --Genial. Nos vemos. Lo de limpiar mesas y fregar suelos no era el sueno de mi vida, pero no habia estudiado, no encontraba otra cosa y necesitaba dinero, que con lo que me daba mi madre para salir algun fin de semana, no me llegaba. Subi al coche y por mas que le daba no queria arrancar, asi que espere cinco minutos ahi metida, asandome como un pollo, hasta que al fin me hizo caso. Volvi a casa, pero antes me pase por la panaderia a por una barrita de pan, era la matraca de mi madre, si sales trae pan y si no salia ese dia no comiamos pan. --Ya he vuelto --dije en cuanto entre. Viviamos en una casa baja, con un pequeno jardin delantero, tres habitaciones, salon, cocina y, a Dios gracias, dos cuartos de bano. Bueno, cuarto de bano y aseo, el segundo era el que yo me habia quedado para mi solita, que para algo estaba cerca de mi habitacion. --?Has traido pan? --pregunto ella, a voz en grito, desde la cocina. --Si --conteste cuando llegue a la puerta y lo deje en la mesa. --Vamos a comer en nada, pon la mesa. --Me cambio en dos minutos y voy. Y asi fue, me puse el pantalon corto y la camiseta de tirantes de andar por casa, puse la mesa y la ayude a servir la comida. Como de costumbre, ese rato el silencio era tan solo roto por los cubiertos chocando en los platos, pero es que preferia no hablar para no acabar discutiendo. Cuando acabamos, me puse un cafe, cogi un cigarro y me asome a la ventana del salon para fumarlo tranquila. Tardo poco en echarme la bronca. --No se las veces que te he dicho que lo dejes. --Pues como tropecientas, pero sabes que me da igual. --El mismo vicio que tu padre. --Algo tenia que tener de el, no iba a ser todo tuyo. Y es que me parecia fisicamente a mi madre un monton, pero el caracter era el de mi padre. --Mas valia que hubieras salido a mi en otras cosas. --?Por ejemplo? --pregunte sin mirarla. --En lo trabajadora, que no te dura un puesto mas de dos dias. Yo no se que hice mal contigo, de verdad que no lo se. --Pues si no lo sabes tu... --?Ves? Siempre contestando. Eres como el aceite hija, tienes que quedar por encima. --Papa decia eso mismo de ti. Me acabe el cigarro y el cafe de un trago, cuando iba a la cocina para fregar la taza, volvio a la misma cantinela de todos los dias.

  • Mi doctor ideal de Francesca Duran

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    Soy un distinguido medico, joven y reconocido por mis habilidades con el bisturi y mi propia herramienta.
    No hay enfermera que se queje de trabajar conmigo. A nadie le molesta, las mujeres quedan satisfechas y mis amigos ya me conocen y aceptan.
    Tener que viajar a ayudar a la hermana de mi amigo en el Boston General sera algo facil y nueva carne para gozar.
    No me gustan las mujeres mayores asi que sera facil mantener mi miembro quieto con la hermanita de mi amigo, Bea. Ella es quisquillosa y grunona, pero una gran Doctora, una profesional en su area, se que puedo aprender de ella tambien, y no es nada parecido a mi tipo de mujer (tontas y plasticas).
    Pero conocerla es una ilusion, su cuerpo, cabello, su elegancia, su dureza, ella es un sueno. Como me gustaria tenerla, pero puedo ver que esta rota por dentro, su corazon es un roca en su pecho, quisiera abrazarla, hacerla mia. Maldicion, mi amigo no me lo perdonaria y es como mi hermano.
    Debo controlarme.
    Pero ese cuerpo me llama a gritos, yo podria con fuego ablandar ese hierro. Ya no tengo como sacarla de mi mente...
    ?Que hago? ?La hago mia o controlo mis instintos? ?Que pasara cuando me entere de su verdadero dolor?

  • Vengare tu muerte de Carme Riera

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  • El dios de nuestro siglo, Lorenzo Luengo de Lorenzo Luengo

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    Daniella Mendes, una joven detective, investiga la desaparicion de tres ninos en una ciudad de clase alta estadounidense, donde las familias viven de espaldas a las tensiones raciales que comienzan a socavar las poblaciones perifericas. Entre largas noches de insomnio, sufriendo los rigores de su inoportuno embarazo y de la peor ola de calor del siglo, Daniella indaga en el entorno mas cercano de los tres pequenos en busca de pistas que la lleven a resolver el caso, sin sospechar lo que se esconde bajo una superficie de aparente normalidad.

  • Hilda y el espacio de la nada de Luke Pearson

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  • Odiandote, te empece a amar de Jessa Lacey

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    El sol empezaba a alargar los dias, y con ello se incrementaban los suenos, bueno a decir verdad de suenos eran pocos, mas bien se trataban de pesadillas. Unas pesadillas tan reales como las que vivi hace casi un ano. Pero ya habia pasado mucho tiempo y debia olvidar, o eso era lo que me repetian tanto mis padres incluso mis amigas. Pero ellos no estuvieron en ese momento, en ese instante donde todo se resquebrajo para mi, y eso no lo podia olvidar. Las clases acabarian en un par de semanas, y al contrario del resto de mis amigas, yo no estaba ilusionada en que llegase el verano. La sola idea de pensar en revivir cada instante me erizaba la piel, se me paraba la respiracion y las lagrimas de impotencia intentaban bajar por mis pomulos aunque no saliese ni una sola. --Venga Ely, solo ven un rato, podriamos pasarlo bien. Mi mejor amiga me seguia incordiando con la fiesta, esa fiesta que habian organizado los de ultimo curso y a la que por alguna razon que no entendiamos, habiamos sido invitadas. --No me apetece Jess, en otra ocasion, quizas. Ibamos andando camino de vuelta a casa, despues de terminar las clases, y como cada dia, desde que a Alexa le ofrecieron ir a esa fiesta, no habian dejado de cesar las insistencias en acudir. --?Cuanto tiempo piensas seguir asi?-- se paro en seco y me cogio del brazo para quedar las dos frente a frente. --Jess ya te lo he dicho muchas veces, no me apetece ir a ese tipo de sitios, donde hay tanta gente. --?Que piensas que van a estar pendientes de ti? Hace casi un ano de eso, solo tu lo sigues recordando.-- su tono fue aun mas duro que las palabras que solto. --Lo se, puede parecer que soy una exagerada, pero tu no lo viviste como yo, dame tiempo. --Lo que quiero es que seas como antes, a mi no me enganas con tu sonrisa y tu comportamiento, yo no soy tus padres. El resto del trayecto a casa, nos mantuvimos en silencio, no me apetecia hablar, no sobre aquello, que intentaba dejar oculto en mi vida, pero era evidente que mi caracter habia cambiado, ya no era esa chica risuena, con vitalidad y que me enfrentaba al mundo. No sin duda ya no habia ni rastro de esa antigua Ely. No me importaba pasar el fin de semana sola, eso mismo me hacia sentir mejor, mis padres por fin estaban confiando en mi. Eso y que mi hermano los necesitaba para volver a casa, ya que habia terminado el ano universitario y tenia que recoger todas sus cosas para traerlas de vuelta. Era sabado y mis amigas ya habian desistido, fueron muy insistentes durante toda la semana, pero no cedi, no es que me disgustase la idea, pues habia una parte de mi que me apetecia ir. Volver a sentirme desinhibida aunque fuese solo por una noche, pero el miedo era superior, no estaba preparada. Esa misma tarde era la esperada fiesta que tanto habian estado fantaseando, y que Alexa gracias a estar tonteando con uno de los chicos de ultimo curso, y que era parte de los organizadores de la fiesta, habia sido invitada, ella y nosotras. Me sorprendio pues una cosa era invitarla a ella, pero que Jank le dijese que fuesemos tambien nosotras dos, no fue algo que nos paso por alto a ninguna de las tres. Pero la ilusion de acudir a una fiesta de ese calibre, les eclipso, yo en cambio me negue hasta la saciedad. Estaba recogiendo los restos de la comida, y dejando la mitad de la pizza que me habia preparado para comer, cuando escuche el telefonillo sonar y me imagine que ellas no eran de quedarse con un no por respuesta, y en parte me alegre. Despues de un par de horas ya estaba embutida en un vestido negro de tirantes y que no me llegaba a la mitad del muslo y con unos tacones que me iban a dificultar mucho el poder andar. El miedo estaba superandome, pero por primera vez en mucho tiempo tenia ganas de salir de mi zona de confort, esa zona que habia conseguido ser mi refugio, pero a la vez mi via de escape, mi forma de evadirme de todo lo que me rodeaba y eso no era justo. La primera hora en la fiesta fue un poco caotica, pero una vez que me aclimate al espacio y a la gente, me fui sintiendo mejor. --Vamos deja el refresco y vamos a bailar.-- Jess me cogio del brazo y me tiro al gran salon donde habia tanta gente bailando. No me negue, no tenia sentido, me apetecia, asi que la segui y fui moviendome poco a poco al son de la musica. --?Te has dado cuenta como nos miran?--le dije un poco avergonzada. --Ely te estan mirando a ti, recuerda que siempre has sido el centro de todas las miradas, tu aspecto no ha cambiado. El conjunto de sus palabras unido a la forma en decirmelo gritando, consiguieron que me ruborizara. Era cierto que siempre habia tenido suerte en lo que respecta a mi fisico unido a las horas de entrenamiento. Por eso nunca habia tenido problema para ligar, pero lo que entonces me gustaba, ahora me estaba incomodando, no me gustaba sentirme observada. --Voy a salir a tomar un poco el aire, ahora vuelvo. Me entendio en el momento, pues sonrio y me guino el ojo. Era muy afortunada de tenerlas. Tanto Alexa como Jess permanecieron a mi lado, estuvieron apoyandome cuando todo paso y no me dieron la espalda como el resto, que se suponia que eran amigas, pero eso hizo darme cuenta de quien realmente estaba en mi vida por amistad y no por interes. Fui esquivando a la gente, mientras pasaba desapercibida, cosa que me gusto, parecia que todo estuviese en mi mente, puede que realmente la gente ni se acordase de lo que paso aquella noche. --Pense que este dia no llegaria, pero miren quien ha conseguido salir de las cloacas.-- Su tono despectivo solo incremento mi ira. Intente salir cuanto antes y llegar al jardin pero su mano me cogio. --?Crees que te vas a librar tan facil de mi? Logan estaba cogiendome fuerte del brazo, bloqueandome el paso, mientras un par de chicos se reian ante la escena. --Logan sueltame.-- le dije con la poca voz que me salio en el momento. --?Y si no quiero? no has pagado por todo lo que hiciste, conseguiste que nuestro mejor jugador desapareciese-- la rabia y angustia se estaba apoderando de mi interior.-- ?piensas que con unos meses de encierro te ibas a librar de todo? --Yo no hice nada-- mis palabras salieron como un torrencial, chillando, hasta que consegui zafarme de su agarre, y sali de esa casa corriendo. No era consciente hasta que no pare en medio de la calle agotada, de todo el trayecto que habia hecho corriendo. No sabia exactamente por donde habia ido, por lo que estuve deambulando por las calles hasta que vi unos carteles y supe donde estaba. No sabia si habia sido cosa de mi subconsciente o por pura casualidad, pero ahi estaba plantada frente a la casa del chico con el que estuve tanto tiempo y del que se se habia marchado despues de todo lo que ocurrio sin haber dado senal alguna. Esa casa habia estado abandonada desde que se fueron, primero fue Erwan el que desaparecio. Bueno la palabra exacta era que habia huido, dejando todo lo que habia pasado en el aire, sin explicaciones, ni siquiera unas palabras de perdon. Pero eso no fue lo unico, a los pocos dias, su hermano realizo la misma jugada, pero eso no fue noticia, al fin y al cabo que se fuera era lo mejor que podia ocurrirle al pueblo. A diferencia de Erwan que era un ejemplo a seguir, su hermano habia sido un chico conflictivo y poco dado a entablar buenas amistades. Mantuve la mirada en aquella casa que tantos recuerdos me evocaba, tantos momentos vividos junto al chico que pensaba que iba a ser parte de mi vida y que de la noche a la manana, se fue sin dejar rastro, sin un mensaje durante meses, sin una llamada confirmando que estaba bien. Nada, no recibi senal alguna, y los meses no hicieron que olvidase todo, pero fui aceptando la perdida y que no volveria a mi vida. Lo mejor era pasar pagina. Eso era lo que estaba intentando, pero lo que no sabia en ese momento, cuando me encontraba frente a esa casa, era que todo estaba a punto de cambiar, todo lo que yo habia creido ferreamente durante tanto tiempo

  • Rayo de esperanza de E. L. Todd

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    Ryker y yo no somos lo que se dice perfectos.

  • El lobo y la rosa (Destinos en la tormenta 1) de Zahara C. Ordonez

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    Malaga, agosto de 1845 Todo empezo con una tormenta. El cielo era una planidera llorando una muerte y los truenos eran gritos de su garganta anunciando desgracia. Aun no lo sabia, pero era la mia. La lluvia parecia clamar el fin del mundo y desde la seguridad de mi dormitorio la observaba, ajena a una realidad que pronto me encontraria y de la que no podria escapar. De pie junto al ventanal observaba los barcos alla en el puerto vapuleados por olas furiosas. Eran todo un simbolo de resistencia pues, aunque sus cascarones fueran embestidos una y otra vez, siempre se mantenian a flote. Me gustaba imaginarme tan fuerte, tan brava, tan resistente a las tempestades como ellos y fantaseaba a veces con que me subia a bordo de uno de esos fastuosos navios y lo comandaba hasta los confines de la Tierra. La culpa de tal fantasia, decia mi madre, la tenia Espronceda, y pronto me disuadia de mis ensonaciones contandome historias atroces de terribles y despiadados piratas. Ella de eso sabia mucho, pues sus antepasados levantaron su fortuna con barcos mercantes, asi que escuchaba sus relatos olvidando durante un tiempo mis pretensiones de darme a la pirateria hasta que mis ojos volvian a mirar el puerto y una sensacion de fuerza y libertad sin igual me embargaba. La voz de mi madre me saco de mis pensamientos. --Apartate de la ventana, Victoria. En su tono autoritario habia un deje tembloroso, pues temia a las tormentas mas que a la propia muerte. En aquel instante un relampago, que se me antojo que dibujaba la guadana de la Parca, cruzo el cielo y ella dio un respingo. El trueno pronto lo siguio con un bramido inmisericorde que retumbo en la estancia y que la hizo persignarse y advertirme de nuevo que me alejase de alli. Obedeci y mi madre llego al punto, corriendo los cortinajes de seda en color crema que habia estrenado unos meses atras con la llegada del verano. El fulgor de los quinques que habiamos tenido que encender desde primera hora en aquel dia gris ilumino la estancia oscura con sus tonos dorados. --?Todavia no estas vestida? --se quejo tras mirarme de arriba abajo y comprobar que seguia envuelta en mi comodo batin de organza. Mi madre fue hacia mi mesita de noche y agito la campanilla que reposaba sobre esta mientras yo fruncia el ceno, algo desconcertada. --?Vestida? ?Para que? --Hoy es el entierro de don Agustin de Herrera. Don Agustin era amigo de la familia desde que yo tenia memoria. Tanto el como mi padre eran propietarios de una ferreria y habian acabado trabando amistad mas alla del ambito comercial, pues compartian sus tribulaciones por las idas y venidas del comercio de hulla y otros asuntos del negocio. Pasaban los dias hablando de proyectos que habrian de encumbrarlos en lo mas alto de la sociedad industrial. Algunos llegaban a buen puerto y otros quedaban varados, pero nunca les falto ilusion. Don Agustin tenia familia en Bath, una ciudad inglesa, y a menudo expresaba su deseo de equiparar Espana a la isla en cuanto a avances industriales se referia, y ya hablaba de ferrocarriles y otras hazanas. Pronto se dio cuenta de que, aun habiendo dado algunos pasos hacia adelante, aqui las cosas iban a un ritmo distinto al del resto de Europa. Cuando a mi padre se lo llevaron las fiebres, Agustin se hizo todavia mas presente en nuestra familia. Ayudo a mi madre en los asuntos legales, acompano a mi hermano en sus primeros pasos en solitario al frente de la ferreria y pronto se hablo de que colmaba a mi madre de atenciones poco propias para una mera relacion de amistad. Las malas lenguas tuvieron trabajo de sobra con ellos, pues el estaba casado. Todo el mundo pensaba que su esposa, de mal caracter y peor salud, lo dejaria viudo y el se desposaria con mi madre; sin embargo, para sorpresa de todos, el pobre Agustin, de cabellos aun oscuros y rostro lozano, se fue antes que la macilenta senora de Herrera. Tras el velatorio, al que la viuda prohibio la entrada a mi madre, iban a enterrarlo en el Cementerio de San Miguel, en una tumba sobre la que algun dia se alzaria el panteon que habia ordenado construir. La muerte, asi de caprichosa, gusta de llevar la contraria llevandose a quien menos lo espera. Yo sabia lo mucho que don Agustin significaba para ella, pero si de por si acudir a un entierro era del todo inapropiado, ir al suyo transgredia todos los limites, y asi se lo hice saber. --No necesito el permiso de nadie para ir a despedir a un amigo -- respondio mi madre con gesto resuelto. --Madre… Ya sabe lo que dice la gente --insisti, recordandole las habladurias. --Ire a decirle adios a Agustin les guste o no --zanjo. --Como quiera --suspire--. Mas el tiempo tampoco acompana. Parece mentira que estemos en agosto. --Nunca llueve para siempre, Victoria. Y menos en Malaga. Si de algo sabemos aqui es de sol. Guillermina, mi doncella, a quien yo llamaba <> de forma carinosa, llego en ese instante y mi madre le dio ordenes de que preparase un vestido adecuado para las circunstancias. La muchacha, de apenas veinte anos, cabello dorado y rostro dulce, se quedo por unos segundos petrificada. Logro sobreponerse y hacer lo que le pedia. La observe mientras abria cajones y roperos y sacaba de ellos varias prendas que creyo convenientes, dejandolas estiradas sobre la cama, hasta que mi madre senalo al poco un vestido de raso negro con volantes de blonda y guarnecidos en azabache. Eligio tambien un echarpe de cachemira a rayas, un sombrero de capota a juego, cerrado con un lazo de raso violeta, y unos guantes de encaje. --Lastima que no haga dia para lucir sombrilla. La ultima que te regalo tu hermano habria sido perfecta para ese vestido --observo mi madre, que sentia pasion por los adornos--. Escogeremos un paraguas apropiado. Mina guardo el resto para despues ayudarme a vestirme. --?Que opina…? --Deje la pregunta a medias, pues me apreto con tanto brio el corse que me quede sin aliento. Era ingles, de raso, de los que todavia necesitaba ayuda para poder anudarlos por detras. Mi madre habia comprado algunos mas nuevos, con unos enganches delanteros que facilitaban la tarea de vestirlos, mas ese dia me puse aquel porque su tejido era muy fresco. --Afloja, Guillermina, que Victoria tiene la costumbre de respirar. --Perdon, senora --se disculpo, y me libero un poco de la presion. --Endiablados corses. Cada vez los hacen mas rigidos --me queje. --?Por que crees que Napoleon lo llamaba <>? --apunto mi madre. --Ni que hubiera tenido que llevar uno --le recorde. --Igual le habria ido mejor en Rusia de haber sido mujer --dijo ella--. Somos mas precavidas y siempre llevamos un chal por si refresca. --No creo que podamos llamar <> al frio de aquellos lares, madre. En medio del semblante enturbiado que lucia aquella manana, emergio una breve aunque animada sonrisa. Mina solto una disimulada risita por aquel comentario y termino de ponerme el vestido. Despues me sente en el tocador para que me peinase. --Un recogido sencillo bastara --le indico mi madre, observandome en el espejo. Me miraba con ternura y quise pensar que se sentia orgullosa de la hija que habia criado--. Es una pena que tu padre no este aqui para verte. Te habria dicho lo mucho que te pareces a mi cuando tenia tu edad: mi mismo pelo, mis mismos ojos negros… --Me gustaba mucho parecerme a ella, pues su belleza me resultaba ejemplar. La mire con carino, notando en su voz la nostalgia--. El siempre decia que terminariamos por casarte bien. Hacia tiempo que habia aprendido que la decision sobre cuando y con quien me desposaria estaba en sus manos, o en cualquier caso en las de mi hermano, y no en las mias. A ella le habia ocurrido lo mismo, a pesar de que habia quedado claro que sus sentimientos nunca habian pertenecido a mi padre y que si lo habia querido era a causa de la costumbre y no del corazon. Mi madre decia que el amor y el matrimonio eran cosas distintas, y que en contadas ocasiones confluian ambas, como si hablase de dos astros que se alinean y no de algo tan humano como los sentimientos. Por lo que de existir un enamoramiento por mi parte que no conviniese a sus prioridades, que eran su posicion social y economica, seria fuertemente reprobado. --?Y eso cuando sera? Usted se caso con dieciseis y yo ya tengo diecinueve. A su lado soy casi una solterona --dije, fingiendo un gesto amargo. --Sabes de sobra que no podria consentir que te casases con el primero que pasara a pedir tu mano. Hallar al esposo adecuado para ti lleva su tiempo. --Y supongo que vive en la luna, dado que no lo ha encontrado aun. --No digas tonterias --me regano--. Tu hermano y yo solo queremos lo mejor para ti. --Hablando de mi hermano --comence a decir con intencion de formular la pregunta que habia rondado antes por mi cabeza--, ?que opina el de que vayamos al entierro? --Rafael ha salido temprano para Sevilla a tratar asuntos de negocios. No tiene por que enterarse de nada --ordeno, dirigiendonos una mirada severa a Mina y a mi. Ella asintio de forma diligente y yo alce una ceja. --Pues tendra que sellar con cera los labios de media Malaga, porque como aparezcamos por el cementerio vamos a ir de murmuracion en murmuracion. --En ese caso ya me las sabre yo arreglar. --Se enfadara. --Victoria, puede que tu hermano, al ser hombre, sea el jefe de la familia por disposicion divina y humana, pero yo soy su madre, y sabe Dios que lo que una madre dice va a misa. Suspire, rezando porque, de darse conflicto, lo resolvieran entre ellos. Cuando Mina termino, pronto abandonamos la casa y llegamos en carruaje hasta la explanada previa al cementerio. Don Agustin era muy querido, asi que el lugar estaba abarrotado. Los carruajes se agolpaban unos junto a otros, con sus ocupantes en el interior esperando que la tormenta amainase. A resguardo de la lluvia, bajo algunos arboles cercanos, se agrupaban gentes de aspecto humilde. Supuse que serian sus trabajadores, o quiza solo curiosos que no perderian la oportunidad de asistir a un evento de tales caracteristicas. De entre la espesa lluvia, al final del paseo que conducia al cementerio, emergio un carruaje oscuro que parecio invocado de la nada. Era negro como la brea y estaba tirado por seis caballos de identico color, que en su testuz presumian de grandes plumas de igual tono. De entre las nubes grises surgio un repentino rayo de sol que ilumino el asombroso carruaje. Percibi entonces sus muchos detalles: angeles para guiar su alma, relojes de arena alados, flores de adormidera, letras griegas que simbolizaban el principio y el fin de los tiempos, asi como buhos y antorchas. Todo el estaba lleno de simbologia en referencia a la vida y la muerte. --Nunca he visto nada igual --murmure, estremecida. Era hermoso, aunque lugubre a la vez, dado su cometido. --Al parecer su viuda se opuso. No le parecia bien que a Agustin le llevasen el feretro animales en lugar de personas, como se ha hecho toda la vida --relato mi madre--. Aunque como ves ha prevalecido su voluntad, pues lo dejo todo por escrito. He oido que su sobrino lo ha hecho traer de Barcelona. --?Su sobrino? --pregunte extranada, pues desconocia de su existencia. --Julian Withmore --indico mi madre--. ?No lo recuerdas? Agustin no suele hablar mucho de el, quiero decir… solia --se corrigio--, pero estuvo en su casa por Pascua, hace unos diez anos. Tu padre vivia aun. A pesar de que intente rebuscar en mi memoria aquel recuerdo, no lo halle, asi que negue con la cabeza. --Es normal. Eras muy pequena. Fue antes de que sus padres lo mandaran a colegios de prestigio para… --se interrumpio, como si estuviera buscando las palabras concretas--, para suavizar su caracter. Estudio en Madrid, mas tuvieron que sacarlo de alli cuando tenia veintitres anos por asuntos de romances, contaba su tio. Volvio a Bath con sus padres hasta que murieron la primavera pasada --comento ella, sin dejar de atisbar el exterior. --?Los dos? --Los dos --afirmo--. Don Agustin era la unica familia que le quedaba. <>, pense. --Creo que ahora esta instalado otra vez en Madrid y he oido que va a hacerse cargo de buena parte de su fortuna, asi que tendremos que llevarnos bien con el. Las palabras de mi madre se perdieron bajo el sonido de los cascos de los seis ejemplares que tiraban del carruaje de don Agustin. Llego hasta las puertas del camposanto y, a pesar de la lluvia, bajaron el feretro entre varios hombres ataviados con elegante levita oscura y lo portaron sobre sus hombros, echando a andar solemnemente. La gente comenzo a abandonar su transporte, clavando los pies en el barro para seguirlo. Toda la burguesia malaguena se habia reunido alli para despedir a Agustin; grandes magnates del comercio, poseedores de navieras, fabricas o negocios en Ultramar. Ni uno solo faltaba, pues todos lo consideraban un gran amigo. La tormenta, que parecio apiadarse de nosotros, dio tregua, quedando apenas una llovizna que, aunque molesta, permitia estar al aire libre. Mi madre y yo descendimos de nuestro transporte, cuidando de no meter los pies en algun charco y resbalar; y aunque nos quedamos mas atras intentando no llamar en demasia la atencion, pronto todas las miradas se clavaron en nosotras. Al sentirme observada agache la cabeza, algo abrumada. Mi madre, sin embargo, alzo el menton y continuo caminando con paso decidido. Nadie le dijo nada, pero todos murmuraron. Y en sus ojos estaba el reproche que anidaba en sus labios. Algunos, muy pocos, los mas allegados a nuestra familia, se acercaron y nos saludaron de forma cortes, aunque parca. Por fin llegamos hasta una de las callejas del cementerio, entre las que comenzaban a perfilarse las parcelas que un dia ocuparian fastuosos panteones. La muchedumbre se agolpo frente a la que seria la tumba familiar de los Herrera y, mientras el feretro ocupaba su lugar, el sacerdote que asistia al entierro pronuncio su sermon con gran aplomo. Observe a mi madre y supe que estaba conteniendo las lagrimas, asi que la tome de la mano, buscando reconfortarla.

  • Vidas fragiles de Stephen Westaby

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  • No hay vuelta atras de Melinda Gates

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    Una llamada a la accion para empoderar a las mujeres y cambiar el mundo.

  • La Escala De Los Mapas de Belen Gopegui

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    La escala de los mapas es la historia del miedo a ser amado y su metafora, y una reflexion sobre la diferencia entre las cosas que ocurren en el espacio y aquellas que suceden en el tiempo.

  • Matadero de David Trivino

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  • La ultima noche contigo de Mabel Diaz

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    Derek es un prestigioso fotografo ingles al que solo le interesan dos cosas en la vida. Su carrera profesional y las mujeres. Nunca se ha enamorado y no tiene intencion de descubrir que se siente estandolo.
    Rebeca es enfermera en un hospital de Madrid. Ella si sabe lo que es estar enamorada, pero no quiere repetirlo. Su corazon ahora esta blindado.
    Cuando el destino los pone cara a cara surge una irresistible atraccion. Rebeca luchara contra ella con todas sus fuerzas. Derek la perseguira sin descanso, pidiendole solo una noche.
    Puede que una noche no signifique nada…o que sea el comienzo de todo.

  • Restauracion de Ave Barrera

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    Restauracion es la escalofriante historia de terror de una joven restauradora atrapada entre los recuerdos de una vieja casona de la Ciudad de Mexico y los siniestros planes de un fotografo obsesionado con recrear los escenarios de la novela Farabeuf, de Salvador Elizondo.

  • La Huerfana Rota de Magenta Perales

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    Samantha estaba sola. Abandonada.
    Lo habia estado siempre.
    De una casa de acogida a otra.
    De unos padres a otros.

  • Un adios con olor a lavanda de Mar Fernandez

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    Hannah esta destrozada tras la muerte de su mejor amiga, que ha formado parte de su vida desde tiempo inmemorial. No es facil asumir que ya no volvera, que no podra abrazarla ni la encontrara al llegar a casa.
    Aun sumida en la tristeza de la perdida recibe una llamada que le helara la sangre y la llevara a investigar sobre la muerte de Lindsay junto al hermano de esta, al que hubiera deseado no volver a ver pero que es la unica persona capaz de acompanarla en busca de la verdad.

  • El cielo en tus ojos de Angela Drei

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    Evan ha aprendido desde pequeno que cada logro va a acompanado de esfuerzo y dolor.
    Cuando por fin encuentra el amor, el pasado regresa para hacerle caer de nuevo.
    Quiza esta nueva vida junto a Allyson no es para el, tal vez solo es un sueno imposible.
    Tendra que luchar por ser el hombre que ella merece porque, despues de todo, el no sabe escribir poesia, pero sabe que esta enamorado de ella.

  • Como hilos de cristal, Tania Sexton de Tania Sexton

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  • La Implacable de Mary Bastidas

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    Desperto de madrugada, asustada, pero alerta, al ser sorprendida por una llamada. Tomo su arma al instante como un reflejo, siempre la colocaba sobre la mesa de noche. Era su mejor compania en aquel apartamento donde vivia sola. Al contestar solo escucho la respiracion de una persona... – !?quien es?!… !?que es lo que quiere?! Pero no hubo respuesta... – !Es la tercera vez que me llama esta semana! !Ya deje de molestarme! Al no recibir una respuesta, colgo con rabia para luego dejarse caer en la almohada rendida del sueno. 2 Al dia siguiente debia presentarse temprano ante su jefe, el Teniente Fabian Ortiz. Su hermana y companera de trabajo, la Detective Jenny Santiago, habia sido violada por un hombre que entro a su apartamento en horas de la noche. Jenny desperto asustada, gritando, pero nadie la oyo pues este la habia amordazado con cinta adhesiva mientras aun dormia. Intento golpearlo, pero el asaltante retuvo sus munecas con fuerza inmovilizandolas. Lamentablemente, estaba muy oscuro y Jenny solo pudo ver su sombra sobre ella. Su hermana, la Detective Lina Santiago, quien vivia en el apartamento de al lado, desperto al recibir su llamada minutos despues de los hechos. Tomo su arma inmediatamente y fue a su apartamento donde la encontro semidesnuda, presentando varios hematomas en distintas partes de su cuerpo. Lina juro encontrar al culpable, darle una paliza y encarcelarlo. Su hermana Jenny fue internada en cuidados intensivos. Esa manana, Lina presentia el motivo de la reunion con el jefe. Le asignarian un companero sustituto. Esa noche no pudo dormir bien, por eso al llegar a la oficina fue primero por su habitual taza de cafe sin azucar y sin leche para despertarse. Luego fue a la oficina del Teniente Ortiz para recibir, lo que ella consideraba, una mala noticia. – buenos dias – saludo sin entusiasmo – Lina, ?que son horas estas de llegar? – lo siento jefe, anoche no dormi bien, ?ya vio mis ojeras? – contesto para luego beber de su taza – Esta bien Lina, quiero presentarte al Detective Josue Velazquez, hoy es su primer dia, el sustituira a la Detective Jenny Santiago para que ambos investiguen su caso; Detective Velazquez, le presento a la Detective Lina Santiago El Detective Josue Velazquez se levanto de la silla y volteo a verla. Era un hombre alto, delgado y atletico. Su aspecto era muy profesional a diferencia de la Detective Lina Santiago quien, como de costumbre, vestia de negro como una especie de luto perpetuo. Vestia formal, chaqueta y pantalon de tela, usaba lentes que resaltaban sus ojos color almendra. Cabello negro brillante. Apuesto en realidad, pero Lina no lo noto. Velazquez, por su parte, admiro de arriba abajo su cuerpo esbelto y su cabello negro, el cual contrastaba con su piel blanca y sus ojos verdes enmarcados en aquellas cejas perfectas los cuales lo embrujaron al instante. Se miraron fijamente a los ojos, serios, manteniendo el profesionalismo. Velazquez le ofrecio su mano para saludarla. – !es un placer conocerla, Detective Santiago! – lamento no poder decir lo mismo Detective Velazquez, pero preferiria trabajar sola en este caso, no necesito su ayuda ni la de nadie para resolverlo – !Lina! – le reprendio su jefe – !que manera tan grosera de recibir al Detective Velazquez! !entiendo que este molesta por lo sucedido a su hermana, pero no justifica que se comporte de esta manera! Lina se mantuvo seria y callada. El Detective Velazquez aun la contemplaba en silencio. No parecia ofendido del todo... – pierda cuidado Teniente Ortiz, ya me habian advertido sobre el temperamento de la Detective Santiago, pero a pesar de su actitud irreverente, me da gusto conocerla – Su comportamiento es muy profesional, eso me brinda tranquilidad, acaba usted de demostrar que es muy paciente y tolerante, cualidades que, lamentablemente, no posee la Detective Santiago. Se que juntos haran un buen equipo para encontrar a ese delincuente. Yo tambien estoy molesto por lo ocurrido, pero por fortuna, se controlar mis impulsos mejor que usted Santiago. – disculpe Teniente, no se volvera a repetir – !eso espero! si asigne al Detective Velazquez al caso es por su vasta experiencia en Criminologia ademas de poseer una Maestria en Psicologia – !?Psicologo?! !Excelente, nos vamos a llevar muy bien! – exclamo Lina con sarcasmo para luego beber de su taza Al Teniente Ortiz no le agrado su actitud, pero al mismo tiempo la comprendia ya que sabia muy bien que Lina sentia repudio hacia los psicologos... – ya puede retirarse Santiago, aun hay cosas que debo hablar con el Detective Velazquez – con su permiso Teniente – adelante Lina se acerco a la puerta, pero se detuvo antes de salir, espero a que Velazquez se sentara de nuevo para decir con una sonrisa falsa y sarcastica... – !Detective Velazquez... el placer es todo mio! Luego salio tirando la puerta mientras Velazquez bajo la cabeza sonriendo... – !creo que le agrado!… !luce demasiado joven para tener 23 anos! – ?esta preparado para lo que viene? nadie quiere trabajar con ella, le dicen 'la implacable', supongo que ya entendio el por que, necesitara mucha tolerancia – no se preocupe, ya se acostumbrara – !es usted muy valiente! Lina es como una hija para mi, es como una nina malcriada, pero a pesar de eso la adoro, es muy dedicada a su trabajo, a veces violenta, pero eso tiene una explicacion que no quise incluir en los expedientes que le proporcione para decirselo personalmente Velazquez se mostro intrigado. El Teniente Ortiz se puso en pie, le dio la espalda e introduciendo las manos en los bolsillos continuo diciendo... – Detective Velasquez, la informacion que esta a punto de escuchar no debe salir de esta oficina, ?me comprende? es confidencial – tiene mi palabra – es necesario que usted lo sepa dado el hecho de que trabajara a su lado por un tiempo considerable, ademas usted es Psicologo, creo que no le costara trabajo entenderlo – soy todo oidos Ortiz suspira. – Como ya le he dicho anteriormente, Lina es como una hija para mi, pero no lleva mi sangre. Le ofreci empleo a ella y a su hermana como un favor a su madre en su lecho de muerte. Murio de cancer anos despues de que Lina huyera de la casa. Unos dias antes de morir, me rogo que cuidara de sus hijas, me pidio que no las abandonara a su suerte. Conoci a Lilly en un tiempo en que me habia separado de mi actual esposa. Nos hicimos muy buenos amigos, y con el tiempo me enamore de ella, pero mi amor no fue correspondido, asi que volvi con mi esposa y deje de verla por un tiempo. Luego me entere de que se habia casado con un tipo que la golpeaba y a Lina... Ortiz hizo una pausa, sus ojos se le humedecieron. Velazquez esperaba en silencio a que continuara... – le falto el respeto en varias ocasiones, ?si entiende lo que le quiero decir? – si senor, lo comprendo perfectamente – por fortuna no se fijo tambien en Jenny, supongo que era demasiado joven para el, apenas una adolescente – ?cuantos anos de diferencia hay entre ambas? – tres anos – ?y donde esta su padre? – no lo se, Lilly solo me dijo que se divorcio de el porque le fue infiel con otra mujer, Jenny estaba recien nacida cuando ocurrio Ortiz hizo una pausa de silencio. – Creo que Lina aun esta resentida con su madre, con su padrastro y con la vida, supongo que por eso es tan grosera y agresiva… a veces la reprendo, pero continua desafiante y rebelde – voltea – Es por esta razon que he requerido su presencia en este caso. Creo que usted puede ayudarla mejor que yo. – hare todo lo que este a mi alcance – se lo agradezco, solo le pido que sea cauteloso para que ella no lo descubra – sere discreto – solo espero que sepa manejarla, Lina detesta a los psicologos Josue solto una carcajada. – eso no es muy alentador Ortiz sonrio. – pero se nota que es usted muy paciente, se que hara un gran trabajo – gracias por su confianza, espero no defraudarlo Se dieron la mano y luego Velazquez abandono la oficina. 3 Tras salir de la oficina del Teniente Ortiz, Lina se dirigio al gimnasio donde otros policias se ejercitaban. Tan furiosa estaba que sabia que necesitaba golpear algo para calmarse. Se coloco sus guantes y su ropa de entrenamiento y comenzo a golpear y patear el saco con mucha destreza mientras balbuceaba... – 'pierda cuidado Teniente, ya me habian hablado de su comportamiento'… !psicologos! Lina grito de rabia y golpeo el saco con toda su fuerza. Continuo golpeando y pateando hasta quedar sin aliento y empapada en sudor. Terminado el entrenamiento, fue a las duchas y se metio a banar. Se quedo inmovil bajo el agua como un ritual de relajacion. Mas tarde, ya en su oficina y con el cabello aun mojado, trabajaba en la investigacion cuando tocaron a la puerta. – Adelante Se trataba del Detective Velazquez... – !Detective Velazquez! ?a que debo el honor de su visita? – exclamo Lina con sarcasmo – necesito que me pase el expediente y toda la informacion relacionada al caso de la Detective Jenny Santiago – por supuesto, deme 10 minutos y se lo hago llegar, ?algo mas que esta humilde servidora pueda hacer por usted? Su sarcasmo evidente le incomodo... – ?que tal si me invita a pasar y sentarme? – adelante, como si estuviera en su casa… ?desea tambien un masaje en los pies? Velazquez se acerco al escritorio algo disgustado y le dijo... – Detective Santiago, apenas van unas horas desde que fuimos presentados y usted no ha hecho sino mostrarse arrogante hacia mi, la razon la ignoro, pero de igual manera me pregunto ?por cuanto tiempo continuara en esa actitud? Lina continuo escribiendo en su computador ignorando su pregunta. Velazquez noto su cabello mojado y como su intencion era llamar su atencion se aventuro a comentar... – ?Estuvo nadando? Su cabello aun esta mojado A Lina le molesto el comentario, pero continuo escribiendo... – ademas de psicologo, indiscreto !interesante! – comento con una sonrisa sarcastica – !se ve muy bien asi! siempre he dicho que no hay nada mejor que introducir mis dedos en el cabello rebelde de una mujer – ?y a su esposa le gusta que le haga eso? – pregunto con sarcasmo Velazquez apoyo sus manos en el escritorio, se inclino y le dijo en secreto… – soy soltero - contesto guinandole un ojo Lina fingio que no lo habia escuchado al tomar un boligrafo para hacer una anotacion en una libreta. – la vere mas tarde, Detective Santiago Lo observo con expresion de desagrado mientras se marchaba de su oficina. Tan pronto cerro la puerta, Lina tiro el boligrafo con rabia. 4 Al dia siguiente, ambos se dieron a la tarea de investigar a fondo la violacion de Jenny. Lina la visito en el hospital para mostrarle varios sospechosos en base a antecedentes penales e historial de violacion. Jenny vio todas las fotos y escogio solamente a dos. Jenny no pudo ver el rostro del asaltante, pues estaba muy oscuro, sin embargo, indico que, a juzgar por su sombra, debia tratarse de un hombre alto, delgado y que posiblemente tendria barba pues le fue posible palpar su rostro en el forcejeo inicial y su textura era velluda. Afirmo ademas que su olor era muy peculiar como si estuviera drogado o alcoholizado. Fue lo unico que pudo percibir en la penumbra. El asaltante inmovilizo sus manos con cinta adhesiva y tapo su boca con la misma para evitar que gritara. Uso guantes asi que tampoco encontraron huellas digitales. Velasquez entrevisto al primer sospechoso, pero este tenia una coartada convincente asi que lo descartaron. Llevaron al segundo sospechoso a la sala de interrogatorios, esta vez el Teniente Ortiz presencio la entrevista del otro lado del espejo. Una vez mas, Velazquez se encargo de interrogarle y no hallo culpabilidad en el. Pero Lina no estaba satisfecha, queria interrogarlo ella misma y mirarlo a los ojos de cerca. – Teniente Ortiz, permitame que lo interrogue – !Lina, por favor, no empieces de nuevo! – disculpe, pero creo que Velazquez no hizo todas las preguntas necesarias – mis preguntas fueron mas que suficientes Detective Santiago, !ese hombre no violo a su hermana! – !?como puede estar tan seguro?! – !basta!… estoy satisfecho con el trabajo realizado por el Detective Velazquez, asi que no le permitire objeciones adicionales Detective Santiago! ?Quedo claro? – si mi Teniente, muy claro, con permiso Lina salio rabiosa tirando la puerta. – tal vez debio permitirle que lo interrogara – sugirio Velazquez – confie en mi, lo habria torturado, ya lo esta tomando personal por tratarse de su hermana – Solo esta reviviendo el pasado, todo esto le hace recordar los abusos cometidos por su padrastro, es logico que asuma esa actitud... hablare con ella Lina sintio ira al verse colocada en un segundo plano, como si su sexto sentido femenino no tuviera validez alguna. Se sentia inservible e impotente al no poder hacer nada al respecto. Salio de alli directo al bano el cual estaba desocupado en ese momento. Se paro frente al espejo y se contemplo a si misma. Su respiracion era algo agitada. Se echo agua en la cara para intentar calmarse, tomo un papel de un dispensador y se seco, luego volvio a mirarse en el espejo cuando, en un arranque de rabia, golpeo el espejo con toda su fuerza convirtiendolo en pedazos que cayeron al suelo manchados de sangre. Lagrimas de rabia comenzaron a brotar de sus ojos. Recosto su espalda a la pared al sentirse mareada y se dejo caer al piso lentamente sosteniendo su mano derecha herida. Encogio sus piernas y oculto su cabeza entre sus brazos mientras su llanto fue aumentando gradualmente a medida que la sangre continuaba brotando de las heridas en su mano. Luego escucho pasos firmes entrando al bano, los cuales se detuvieron justo frente a ella. Al levantar la cabeza, descubrio a Velazquez observandola con algo de lastima y compasion lo cual la enardecio aun mas. – este es el bano de damas, ?como se atreve? – le grito Velazquez se percato de su mano ensangrentada, luego vio los pedazos de vidrio en el suelo, al igual que el espejo roto... – !siete anos de mala suerte! – !pudrase! Velasquez se agacho y la miro a los ojos...