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Arlene Sabaris
La voz en mi cabeza vuelve a estallar en un escandaloso cantico repetido, ordenandome que apague el televisor. La serie de suspenso que estoy mirando ya casi esta llegando a su ultimo capitulo, y a pesar de que son las dos de la madrugada, me niego a pulsar el boton del control remoto para detenerla. Manana debo trabajar muy temprano y sin embargo aqui estoy, observando a los insipidos personajes descubrir un asesino que hace dos capitulos ya he descubierto (estoy segura de saber quien lo ha hecho). Espero a que se marque <
> el mensaje que le he escrito a Marco unos minutos atras. A veces hace eso… me coloca un mensaje, le contesto y luego pasa un buen rato para que responda nuevamente. Pareciera que se le ocurre decirme algo, lo escribe sin pensarlo mucho y luego se pone a hacer quien sabe que, porque pueden pasar dias sin que sepa de el. No se por que me escribe, pero peor aun no tengo idea de por que respondo. Tengo rabia conmigo misma otra vez, decido alejar el telefono y, enfrentemoslo, es medico y tiene razones para estar despierto a estas horas, pero yo, por el contrario, debo lucir descansada y feliz como una mariposa en menos de cinco horas para mostrar mi mejor cara a un equipo de ventas de diez personas. Me gusta mi trabajo. He avanzado velozmente en estos ultimos tiempos y lejos ha quedado la pasante presurosa que recorria las oficinas de la multinacional farmaceutica, tratando de suplir las necesidades de todo el que me llamara. Hace ya seis anos de aquella reunion en la que me avisaron que podia quedarme como empleada fija dando asistencia administrativa. Me habian asignado especificamente al area de Registros, que era el lugar mas aburrido del mundo pues yo tenia un grado recien adquirido en Mercadeo, pero era trabajo, en un lugar importante donde habia muchos chicos guapos. Ademas, quedaba muy cerca del apartamento que compartia con mi mejor amiga y pagaban muy bien, incluso cuando solo era pasante. Sin embargo, mis metas eran claras, yo me queria ir al Departamento de Ventas… alli estaba la actividad mas interesante de toda la empresa y tocaba ir a mostrarle los medicamentos a los medicos mas encantadores. !Un trabajo genial! No fue tan facil cambiar el rumbo. El puesto de visitador era muy codiciado y toco esperar tres anos a que se abriera una vacante. Estuve tentada a buscar otro trabajo, pero la economia iba de mal en peor y debia dar gracias al universo que no fui victima de una de las multiples reducciones de personal que se dieron en aquella epoca. Sobrevivi con estoicismo a las crisis y aproveche la oportunidad cuando se presento. Ahora tengo mayores responsabilidades y manana es un gran dia para mi equipo pues lanzaremos un nuevo producto. Decido, sin titubeos, llevar mi movil al salon de estar para recargarlo y regreso a la habitacion decidida a dormir. El pijama de rayas azules casi borradas se confunde con las sabanas de cuadros y parezco una pintura vanguardista mientras me preparo para finalmente ir a la cama. Nunca he podido conciliar el sueno si me siento prisionera, y la coleta que recoge mi cabello corto pronto desaparece dejando los rizos dorados esparcidos en la almohada. El edredon me cubre por completo y arropo mi cara con el, percibiendo el suave perfume de jazmines del detergente nuevo que he comprado, ha sido una buena adquisicion. Me entretengo con cualquier pensamiento irrelevante cuando escucho el sonido del mensaje que han respondido. Vuelvo a cubrirme con el edredon tapandome el rostro, no pienso levantarme a responder… <>, me digo y respiro profundo para creerlo. No… ya he esperado una hora, y si bien quiero saber lo que dice, no voy a darle la satisfaccion. Lo vere manana… da igual, estoy dormida, o al menos deberia estarlo. Quiza deberia levantarme a colocar el movil en silencio, asi ya no lo escucho… !No! !Es una trampa! Que chille cuanto quiera, no ire… lo leere por la manana. Y asi, luchando con mis mas temidos demonios, venzo al fin y consigo olvidar que ha escrito. Duermo profundamente casi enseguida, pero las horas pasan volando y de repente son las siete de la manana y la lejana melodia del movil anunciando que debo tomar agua me despierta. Ya en pie, descubro las cortinas del amplio ventanal de mi cuarto, es una de las razones por la que escogi este piso, bueno… eso y que la estacion del tren esta a unos pasos y en dias como hoy, que la lluvia amenaza con empapar la manana, pues es de lo mas conveniente. El paseo de la Bonanova se muestra ligeramente activo ante mi, las calles humedas reciben sus primeros visitantes y el sol, aunque timido, despide sus primeros rayos reflejandose sobre la calle recien despierta. Respiro con profundidad y doy vuelta para continuar mi rutina de la manana. Remuevo de su perchero el vestido violeta de falda a media pierna que me han regalado en la oficina por mi cumpleanos, espero que me quede, porque esta tela se ajusta al cuerpo como guante a la mano. El escote discreto en forma de corazon, las mangas cortas al estilo tulipan y la cintura ajustada me dicen que ha sido Paula quien lo ha escogido. Estas caderas no caben en todas partes y por mas que me guste eso cuando uso pantalones, necesito que el cliente, esta manana, mantenga los ojos en la presentacion. Incluyo una chaqueta oscura de mangas tres cuartos a mi vestuario, pero dudo de mis zapatos negros de tacon con esta lluvia. <>, pienso y decido ponermelos de todos modos. Debi suponer cuando me corte el pelo este verano que estos rizos no iban a llevarse bien con la lluvia. Lucen mas encogidos de la cuenta, asi que coloco una pisa pelo de piedras brillantes para apaciguarlo al estilo Marilyn Monroe y asi verme menos divertida. Me maquillo sin exagerar con un labial lila y delineo mis ojos; los dias grises se reflejan en ellos y un poco de rimel les dara mas luz. !Vamos, que luzco preciosa! Si no nos compran la investigacion, al menos me haran la foto para la revista medica del mes. Me dirijo con mi paraguas hacia el tren, resistiendo las ganas de leer el mensaje de Marco, asumiendo que en realidad sea suyo. Esperare a estar en el vagon porque asi no podre responder de inmediato. Voy armando la presentacion en mi cabeza y rezando que mi equipo tenga todo listo. Cuando termine esta reunion debo dar una charla de bienvenida al personal de nuevo ingreso, almorzare con mi amiga Laia y espero ir a casa temprano. Es viernes. El vagon llega y entro con impaciencia esperando encontrar un asiento vacio. Por suerte, un chico se pone en pie para la proxima parada y solo voy unos minutos sosteniendome del extremo de un asiento. Finalmente abro el bolso y tomo el telefono con la misma curiosidad que venci minutos antes cuando lo he agarrado de la mesa de mi habitacion sin mirarlo. Efectivamente, tengo no uno, sino varios mensajes de el. Viernes 2:22 a.m. Marco: ?Estas despierta? Marco: ?Raquel? Marco: ?Ahora vas a ignorarme? Supongo que todas las dominicanas que conozco me ignoran… Marco: Te escribia, ademas de saber como estabas y si te habia gustado la pelicula, porque he decidido ir al congreso… Marco: Tu estaras alli, ?no? No pensaba ir, pero he cambiado de opinion y me voy manana para aprovechar el fin de semana… bueno, hoy… es de madrugada. Marco: Estas ahi leyendo en silencio o ya estas dormida? Marco: Bien… tu ganas, Raquel. Lo siento, mi movil se ha descargado antes y por eso no te habia contestado. Espero respondas en la manana… ?cenamos? Mi vuelo llega a Barcelona al mediodia y estare en el mismo hotel del congreso. ?Sera que por fin nos conocemos en persona?
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