• El jardin de los poemas (Un romance en la colonia 2) de Arlene Sabaris

    https://gigalibros.com/el-jardin-de-los-poemas-un-romance-en-la-colonia-2.html

    Amada Ana Lucia Salinas: El murmullo del viento trae hasta mi su nombre, como una caricia sublime que me envuelve. Siento su recorrido cual suave terciopelo, paciente, como aquella mirada de silencio infinito que me honra pocas veces, pero con tal dulzura que me embriaga enseguida. Se ve usted inalcanzable, como la cumbre inmensa que surge en la llanura y se pierde en las nubes. Mas muero por tocarla, por sentir en mis labios sus labios desafiantes, callarlos con un beso y dormir en sus pechos, me muero por palparla, por descubrirla entera y escuchar su voz tibia amedrentarme a veces y otras tantas cantarme. !Que lejos y que cerca! !Que fugaz y distante! Los vientos traen su nombre y dormir no me dejan, las luces en el cielo alumbran mi amargura de no ver su sonrisa, su graciosa figura subiendo a la calesa, su cabellera ondeante y el vaiven de su falda… me abruma su belleza. Si el cielo de esta noche no se desprende todo, si el mal tiempo termina, si la tormenta cesa… tal vez vuelva a sus ojos de centellas ardientes y me pierda en su voz de magica sirena, si el miedo me abandona, si esta carta le llega… si es que mi cruel destino, de verla y no tenerla, se lo llevan los vientos, en esta noche negra. Suyo, Un poeta enamorado Lucia no daba credito a lo que leian sus ojos. La carta misteriosa se la habia entregado su doncella Juliana la tarde del domingo, cuando estuvieron a solas en el aposento. <>, le dijo, la saco del bolsillo de su falda y se la entrego. La carta iba envuelta de forma cilindrica con un hilo de seda roja alrededor y el sello de lacre en color bermellon para cerrarlo donde colgaba el hilo. Al ver el pequeno papel que no media mas que su mano, abrio sus ojos verdes, invadida por la sorpresa, y lo tomo con rapidez. Al principio penso en reprender a Juliana, pero despues la advirtio a salir del aposento con un <>. Se sento en el tocador, de frente a su espejo. Desato con delicadeza el hilo y rompio el sello lacrado con un circulo sencillo. Leyo el contenido, y en cada palabra su confusion crecia. Era evidente que estaba dirigida a ella, no habia dudas; sin embargo, lo que decia no tenia sentido. <>, penso. Su incredulidad la llevaba a repasar los versos del poema: <>, y ella solo podia pensar en que los dias recientes habian sido soleados en la isla que albergaba la colonia espanola de Santo Domingo y la colonia francesa de Saint Domingue. Una espantosa tormenta habia azotado ambos territorios haria cosa de un mes, pero en el paraiso de interminable verano, el sol ya brillaba de nuevo. Lucia podia recordar con claridad el tiempo transcurrido desde aquella tempestad porque la verdadera tormenta se habia desatado dias despues, cuando salio a la luz el escandalo de Alonso Romero y su genuina identidad. El dia de Ana Lucia Salinas habia comenzado como cualquier otro. Ese domingo habian realizado la primera proclama del casamiento de Sofia, su hermana mayor, con el recien descubierto conde de Valette. La lectura se hizo con anticipacion a la misa, tal como dictaba la ley, pues a pesar de que los esponsales se habian celebrado unos dias antes, no podian casarse formalmente hasta que no fuera tres veces proclamada la union en la iglesia. !Que rapido habian cambiado los acontecimientos! Habian viajado desde Sevilla a visitar a su padre y para que Sofia celebrara sus esponsales con el marques Jean Pierre de Ferrand, el marido que habian escogido para ella. Pero de repente aquello habia quedado en el olvido, y ya la familia celebraba encantada los esponsales de Sofia con otro pretendiente, el conde de Valette, que ademas no tenia mas que unos dias siendo conde. Era una situacion excepcional que le costaba comprender, sabiendo que su padre, el vizconde de Salinas, era dificil de complacer. No podia dejar de preguntarse que habia pasado con el marques de Ferrand, pues al parecer habia abandonado la ciudad. Parecia como si la tormenta hubiera removido los planes de todo el mundo y ya nada era igual. La entrada de su melliza en el aposento que compartian la hizo esconder de subito el papel en el bolsillo de su falda. Fingio mirarse en el espejo y arreglar su cabello. --Si que sabes disimular tu envidia, Lucia. Recuerda que es un pecado capital, con esa forma de comportarte no podras convertirte en monja --dijo Leonor al entrar, mirando con enojo a su melliza. --No se de que me estas hablando. --?Me vas a decir que no quisiste venir con nosotros a casa del gobernador por pura casualidad? Tu amiga Maria del Carmen no hacia mas que preguntar por ti, que si estabas bien, si deberia venir a asistirte. --Me dolian los pies. Ademas, como bien sabes, nuestra madre no se encontraba bien y debia acompanarla a la casa, en caso de que me necesitara. --?Todavia te duelen los pies? Si, claro, por eso no has ido a verla por la tarde. De casualidad acabo de venir de su aposento y dice que no te ha visto desde que regresaron de la iglesia. No te entiendo, Lucia. Las religiosas son personas amables con todo el mundo, no importa cuanto le molesten. ?Estas segura de que podras dedicar toda tu vida a un convento si eres incapaz de alegrarte por la felicidad de los demas? --Crees leer mis pensamientos. ?Como podrias saber si estoy o no estoy feliz por Sofia? La he felicitado, ?no? --Dices unas cosas con esos labios enganosos, pero tus ojos verdes cuentan una historia de terror, hermana. No lo se… la envidia es algo verde tambien, ?no es asi? --Supones mal, no envidio nada que tenga Sofia, no envidio nada que tengas tu y, si quieres saberlo, lo unico que me parece extrano de esta situacion es que todo ha pasado muy rapido. Espero que no haya entregado su virtud por una simple promesa de casamiento, que ya vemos que no tiene valor para algunos en estos dias. --!Oh! !Ahora te vas a desquitar con el pobre marques de Ferrand! Mira que me parece aburrido, pero mala persona no debe ser. --Algunos reciben lo que no merecen y otros no valoran lo que si deberian. Me da igual el marques, me da igual Sofia y me das igual tu. Lucia tomo un rosario de su tocador y su abanico de encajes blancos. Se puso en pie, tomo la mantilla negra que reposaba sobre su cama y salio de la habitacion protestando en latin, idioma que su hermana apenas reconocia por las oraciones que repetia en la iglesia. A Leonor no le quedo mas remedio que sentarse en la cama y pensar en lo que en realidad molestaba a su hermana, que en un dia cualquiera no le hubiese respondido de aquel modo. La melliza mas joven siempre habia sido docil y sumisa, pero desde que pisaron la isla de Santo Domingo, los temperamentos de todo el mundo se habian alterado, y a cuatro meses de su llegada, la familia Salinas parecia una familia distinta. Las hermanas conocieron al senor Alonso Romero, pocos dias despues de llegar a la ciudad; el era administrador de las fincas de la condesa Angelique Saint-Hilaire, viuda de Valette, la duena de la propiedad colindante a la residencia familiar. Ahora tendrian que llamarlo conde a quien durante semanas no era otra cosa que un empleado de la viuda. Lucia era la unica a quien este cambio la exasperaba. Habria jurado por su alma que la viuda de Valette terminaria casada con Alonso Romero, pues iban juntos a todas partes, mas que unos verdaderos esposos. Sin embargo, un domingo a la salida de la iglesia, despues de la adoracion del angelus, Lucia vio a su hermana mayor con Alonso y supo en seguida que algo se traian entre manos, pero jamas penso que su padre lo permitiria, no eran de la misma clase social, por lo menos hasta ese momento; el era un criollo, y Sofia era la hija mayor de un vizconde. Pero de pronto, lo que antes hubiera sido un sacrilegio, ya era motivo de celebracion. En poco tiempo su hermana se casaria con el heredero del titulo del difunto conde de Valette, su unico hijo, quien habia logrado ocultar el secreto por mas de la mitad de su vida. Lucia, todavia disgustada por su intercambio con Leonor, bajo al salon inferior, alli estaban sentados Sofia y su prometido a poca distancia del vizconde de Salinas, que la invito a acompanarlos. --Querida, espero que ya te sientas mejor. ?Te quedas a conversar con nosotros? Tu amiga Maria del Carmen te manda sus recuerdos, queria saber si irias al angelus hoy. --Buenas tardes… Estoy bien, padre. Ire con Juliana a la iglesia, por eso he bajado. ?nos vamos, Juliana? La mulata, que acomodaba una bandeja sobre la mesa del salon, sin ningun entusiasmo, abandono la tarea enseguida para acompanarla. Faltaba poco para que las campanadas anunciaran el inicio de los rezos, y debieron salir apresuradas. Lucia aprovecho el trayecto para interrogar a su doncella. --Juliana, ?no tienes ninguna sospecha de quien pudo entregar esta carta? --No, su merced, se lo juro por mi alma. ?Dice acaso un mensaje peligroso? --No seas entrometida. No es asunto tuyo lo que dice. Solo quiero saber quien te la ha dado. --Perdon, su merced, no quise ofenderla. --?Puedes leer? --No, su merced. --Tendremos que ensenarte, asi podras escribir y leer tus propias cartas. Y dejaras de inmiscuirte en lo que dicen las cartas de los demas. --No tendria nadie a quien escribirle, su merced. --Todos tenemos a quien escribir, Juliana. Las campanadas se escucharon al principio del atardecer, justo cuando llegaban a la entrada de la iglesia. La conversacion se detuvo, y los pensamientos tomaron el lugar de las palabras. Lucia decia sus oraciones, sentada en el primer banco de la inmensa edificacion de piedra, pero su corazon recorria cada palabra en el papel que guardaba en su bolsillo, convirtiendo aquellas frases en su inolvidable oracion.

  • Si me quisieras de Arlene Sabaris

    https://gigalibros.com/si-me-quisieras.html

    La voz en mi cabeza vuelve a estallar en un escandaloso cantico repetido, ordenandome que apague el televisor. La serie de suspenso que estoy mirando ya casi esta llegando a su ultimo capitulo, y a pesar de que son las dos de la madrugada, me niego a pulsar el boton del control remoto para detenerla. Manana debo trabajar muy temprano y sin embargo aqui estoy, observando a los insipidos personajes descubrir un asesino que hace dos capitulos ya he descubierto (estoy segura de saber quien lo ha hecho). Espero a que se marque <> el mensaje que le he escrito a Marco unos minutos atras. A veces hace eso… me coloca un mensaje, le contesto y luego pasa un buen rato para que responda nuevamente. Pareciera que se le ocurre decirme algo, lo escribe sin pensarlo mucho y luego se pone a hacer quien sabe que, porque pueden pasar dias sin que sepa de el. No se por que me escribe, pero peor aun no tengo idea de por que respondo. Tengo rabia conmigo misma otra vez, decido alejar el telefono y, enfrentemoslo, es medico y tiene razones para estar despierto a estas horas, pero yo, por el contrario, debo lucir descansada y feliz como una mariposa en menos de cinco horas para mostrar mi mejor cara a un equipo de ventas de diez personas. Me gusta mi trabajo. He avanzado velozmente en estos ultimos tiempos y lejos ha quedado la pasante presurosa que recorria las oficinas de la multinacional farmaceutica, tratando de suplir las necesidades de todo el que me llamara. Hace ya seis anos de aquella reunion en la que me avisaron que podia quedarme como empleada fija dando asistencia administrativa. Me habian asignado especificamente al area de Registros, que era el lugar mas aburrido del mundo pues yo tenia un grado recien adquirido en Mercadeo, pero era trabajo, en un lugar importante donde habia muchos chicos guapos. Ademas, quedaba muy cerca del apartamento que compartia con mi mejor amiga y pagaban muy bien, incluso cuando solo era pasante. Sin embargo, mis metas eran claras, yo me queria ir al Departamento de Ventas… alli estaba la actividad mas interesante de toda la empresa y tocaba ir a mostrarle los medicamentos a los medicos mas encantadores. !Un trabajo genial! No fue tan facil cambiar el rumbo. El puesto de visitador era muy codiciado y toco esperar tres anos a que se abriera una vacante. Estuve tentada a buscar otro trabajo, pero la economia iba de mal en peor y debia dar gracias al universo que no fui victima de una de las multiples reducciones de personal que se dieron en aquella epoca. Sobrevivi con estoicismo a las crisis y aproveche la oportunidad cuando se presento. Ahora tengo mayores responsabilidades y manana es un gran dia para mi equipo pues lanzaremos un nuevo producto. Decido, sin titubeos, llevar mi movil al salon de estar para recargarlo y regreso a la habitacion decidida a dormir. El pijama de rayas azules casi borradas se confunde con las sabanas de cuadros y parezco una pintura vanguardista mientras me preparo para finalmente ir a la cama. Nunca he podido conciliar el sueno si me siento prisionera, y la coleta que recoge mi cabello corto pronto desaparece dejando los rizos dorados esparcidos en la almohada. El edredon me cubre por completo y arropo mi cara con el, percibiendo el suave perfume de jazmines del detergente nuevo que he comprado, ha sido una buena adquisicion. Me entretengo con cualquier pensamiento irrelevante cuando escucho el sonido del mensaje que han respondido. Vuelvo a cubrirme con el edredon tapandome el rostro, no pienso levantarme a responder… <>, me digo y respiro profundo para creerlo. No… ya he esperado una hora, y si bien quiero saber lo que dice, no voy a darle la satisfaccion. Lo vere manana… da igual, estoy dormida, o al menos deberia estarlo. Quiza deberia levantarme a colocar el movil en silencio, asi ya no lo escucho… !No! !Es una trampa! Que chille cuanto quiera, no ire… lo leere por la manana. Y asi, luchando con mis mas temidos demonios, venzo al fin y consigo olvidar que ha escrito. Duermo profundamente casi enseguida, pero las horas pasan volando y de repente son las siete de la manana y la lejana melodia del movil anunciando que debo tomar agua me despierta. Ya en pie, descubro las cortinas del amplio ventanal de mi cuarto, es una de las razones por la que escogi este piso, bueno… eso y que la estacion del tren esta a unos pasos y en dias como hoy, que la lluvia amenaza con empapar la manana, pues es de lo mas conveniente. El paseo de la Bonanova se muestra ligeramente activo ante mi, las calles humedas reciben sus primeros visitantes y el sol, aunque timido, despide sus primeros rayos reflejandose sobre la calle recien despierta. Respiro con profundidad y doy vuelta para continuar mi rutina de la manana. Remuevo de su perchero el vestido violeta de falda a media pierna que me han regalado en la oficina por mi cumpleanos, espero que me quede, porque esta tela se ajusta al cuerpo como guante a la mano. El escote discreto en forma de corazon, las mangas cortas al estilo tulipan y la cintura ajustada me dicen que ha sido Paula quien lo ha escogido. Estas caderas no caben en todas partes y por mas que me guste eso cuando uso pantalones, necesito que el cliente, esta manana, mantenga los ojos en la presentacion. Incluyo una chaqueta oscura de mangas tres cuartos a mi vestuario, pero dudo de mis zapatos negros de tacon con esta lluvia. <>, pienso y decido ponermelos de todos modos. Debi suponer cuando me corte el pelo este verano que estos rizos no iban a llevarse bien con la lluvia. Lucen mas encogidos de la cuenta, asi que coloco una pisa pelo de piedras brillantes para apaciguarlo al estilo Marilyn Monroe y asi verme menos divertida. Me maquillo sin exagerar con un labial lila y delineo mis ojos; los dias grises se reflejan en ellos y un poco de rimel les dara mas luz. !Vamos, que luzco preciosa! Si no nos compran la investigacion, al menos me haran la foto para la revista medica del mes. Me dirijo con mi paraguas hacia el tren, resistiendo las ganas de leer el mensaje de Marco, asumiendo que en realidad sea suyo. Esperare a estar en el vagon porque asi no podre responder de inmediato. Voy armando la presentacion en mi cabeza y rezando que mi equipo tenga todo listo. Cuando termine esta reunion debo dar una charla de bienvenida al personal de nuevo ingreso, almorzare con mi amiga Laia y espero ir a casa temprano. Es viernes. El vagon llega y entro con impaciencia esperando encontrar un asiento vacio. Por suerte, un chico se pone en pie para la proxima parada y solo voy unos minutos sosteniendome del extremo de un asiento. Finalmente abro el bolso y tomo el telefono con la misma curiosidad que venci minutos antes cuando lo he agarrado de la mesa de mi habitacion sin mirarlo. Efectivamente, tengo no uno, sino varios mensajes de el. Viernes 2:22 a.m. Marco: ?Estas despierta? Marco: ?Raquel? Marco: ?Ahora vas a ignorarme? Supongo que todas las dominicanas que conozco me ignoran… Marco: Te escribia, ademas de saber como estabas y si te habia gustado la pelicula, porque he decidido ir al congreso… Marco: Tu estaras alli, ?no? No pensaba ir, pero he cambiado de opinion y me voy manana para aprovechar el fin de semana… bueno, hoy… es de madrugada. Marco: Estas ahi leyendo en silencio o ya estas dormida? Marco: Bien… tu ganas, Raquel. Lo siento, mi movil se ha descargado antes y por eso no te habia contestado. Espero respondas en la manana… ?cenamos? Mi vuelo llega a Barcelona al mediodia y estare en el mismo hotel del congreso. ?Sera que por fin nos conocemos en persona?