• el abrazo del sauce - May Ferreira

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  • El abrazo del sauce Tapa blanda – 8 marzo 2018 - Amazon

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    El abrazo del sauce : Ferreira, May: Amazon.es: Libros. ... El abrazo del sauce fue seleccionada entre las 10 obras finalistas del Premio Planeta de Novela ...

  • El abrazo del sauce (Novela) : Ferreira, May - Libros - Amazon ...

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  • el abrazo del sauce (ebook) - Casa del Libro

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    El abrazo del sauce es una novela de retos, descubrimientos y desafíos que empujan a Elena a perseguir sus sueños, no como una heroína, sino tan solo como una ...

  • EL ABRAZO DEL SAUCE - MAY FERREIRA - 9788417499310

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  • EL ABRAZO DEL SAUCE (EBOOK) - MAY FERREIRA - Agapea

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  • El abrazo del sauce - Librería Clarión

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  • El abrazo del sauce - Librerias Nobel.es

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    El abrazo del sauce, May Ferreira, 19,66€. Elena es apenas una joven, ... Encuadernación: LIBRO EN OTRO FORMATO. Idioma: CASTELLANO; Ancho: 150; Alto: 210 ...

  • El abrazo del sauce by May Ferreira - Goodreads

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    El abrazo del sauce book. Read reviews from world's largest ... Un libro intimista que nos cuenta la historia de Elena desde un punto de vista personal.

  • El Abrazo Del Sauce, De May Ferreira | MercadoLibre

    https://articulo.mercadolibre.com.pe/MPE-442934253-el-abrazo-del-sauce-de-may-ferreira-_JM

    Título del libro, El abrazo del sauce. Autor, May Ferreira. Idioma, Español. Editorial del libro, Letrame. Edición del libro, 1. Año de publicación, 2018.

  • El abrazo del sauce (@mayescritora) / Twitter

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    El abrazo del sauce, obra seleccionada entre las 10 finalistas del #PremioPlaneta 2017, ... Éxito total en la presentación del libro "El abrazo del sauce".

  • La cara norte del corazon de Dolores Redondo

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    “Cuando Amaia Salazar tenia doce anos estuvo perdida en el bosque durante dieciseis horas. Era de madrugada cuando la encontraron a treinta kilometros al norte del lugar donde se habia despistado de la senda. Desvanecida bajo la intensa lluvia, la ropa ennegrecida y chamuscada como la de una bruja medieval rescatada de una hoguera, y, en contraste, la piel blanca, limpia y helada como si acabase de surgir del hielo.”

  • Vestida de Otono de Kate Dawson

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    Catherine Dowse, famosa disenadora de moda, tiene una vida intensa y ajetreada dirigiendo la empresa que fundo su madre. Cuando se cruza en la vida de un buscado criminal todo su mundo sufre un cataclismo. Vivir en la piel de otra persona no es algo para lo que su madre la hubiese preparado y tener que dejar atras todo lo que le es familiar no es facil. Pero su vida corre peligro y tiene que huir. Una huida que se convierte en un viaje hacia su verdadera identidad y que la ayudara a descubrir quien es realmente.

  • 40 DIAS DE FUEGO de Mario Villen Lucena

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    A mediados del siglo IX una flota de mas de cien barcos vikingos recorrio el perfil de las costas de la peninsula hasta llegar a la desembocadura del Guadalquivir, por donde penetro en territorio de al-Andalus. Los normandos remontaron el rio hasta la isla de Qabtil (Isla Menor), donde establecieron una base de operaciones para el saqueo de Sevilla. Durante cuarenta dias robaron, quemaron, violaron y mataron sin mostrar clemencia. Sevilla se desangraba mientras Abd al-Rahman II organizaba una ofensiva que fuera capaz de derrotar y expulsar de sus tierras a los mas de dos mil vikingos que las asolaban. En estas circunstancias, el destino reune a personas dispares en un grupo de supervivientes que intentara mantenerse con vida en una ciudad acosada, entregada a las ansias de botin de los temibles piratas del norte…

  • Tiempos oscuros (Detective Charlie Parker) de John Connolly

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    Jerome Burnel se convirtio, anos ha, cuando trabajaba para una joyeria, en un heroe (a su pesar). Intervino para evitar un homicidio multiple, pero en su empeno se destruyo a si mismo. Su vida familiar y profesional se trunco, y el acabo encarcelado, embrutecido. Fuerzas desconocidas le humillaron, enviandolo a prision por un crimen que no cometio. Cree que es cuestion de tiempo el que esas fuerzas lo maten, pero antes de morir quiere respuestas, y recurre al detective privado Charlie Parker.
    Le habla entonces de la chica que estaba marcada para la muerte, pero fue salvada; le habla de los que lo atormentaban, y de una comunidad que se esconde en una empalizada en ruinas. Parker no es como los demas hombres. Murio, y volvio a nacer. Esta listo para presentar batalla. Y se acercara (junto a sus viejos amigos Angel y Louis) a una misteriosa y aislada comunidad, The Cut, en la que rigen el terror, la intimidacion y el asesinato, todo ello en nombre del ser al que sirven; todo en nombre del Rey Muerto.

  • El libro de los viajes equivocados de Clara Obligado

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    Todo viaje puede desarrollarse en tres ambitos: el interior, el que transcurre en el tiempo y el que transita por el espacio. El que tiene como dimension el espacio colma los sentidos, el temporal alimenta la experiencia, aunque es el viaje interior el que puede cambiar al ser humano. Pero ?puede un ser humano modificar el sentido del universo?

  • Todas las madres del mundo de Gustavo Martin Garzo

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    Edicion ilustrada de uno de los libros mas preciosos que jamas haya escrito Gustavo Martin Garzo.
    Con su habilidad y pasion para contarnos historias siempre distintas del mundo de la infancia, el de los recuerdos, el de la nostalgia, esta vez nos regala un viaje fantastico y unico a las mas de sesenta maternidades posibles que existen, vistas desde su imaginacion. A traves de brevisimas historias, recrea como si fueran fabulas, sesenta adjetivaciones que pueden aplicarse a la maternidad. Todas ellas forman un mundo que todos conocemos muy de cerca, ya sea por nuestra propia madre, por las madres que nos rodean, o por si somos madres, lo seremos algun dia o no lo seremos nunca.

  • Dime Otra Vez Te Quiero de Moruena Estringana

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    Mia regresa a casa sabiendo que anos atras perdio a los dos hombres mas importantes de su vida: su padre y su primer amor.

  • Soy yo o es que aqui hace mucho calor de Charo Izquierdo

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    Todas sabemos que llega, aunque no sabemos cuando. Se preve en silencio y se sufre en silencio la mayoria de las veces.
    Para segun que cosas, nuestra ultramoderna epoca no lo es tanto, y la menopausia sigue siendo uno de los grandes tabues que, aun en pleno siglo xxi, siguen instalados en nuestra sociedad.
    Este libro explica de forma rigurosa y accesible todo lo que tienes que saber acerca de la menopausia: desde la revolucion hormonal y los tratamientos medicos recomendados, pasando por la alimentacion y el ejercicio fisico mas adecuados, hasta todo lo relacionado con rituales de belleza especificos, tu estado animico o la actividad sexual.

  • Diabolica de S.j. Kincaid

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    Una diabolica es implacable.
    Una diabolica es letal.
    Una diabolica tiene un solo fin:
    matar para proteger a su dueno.

  • Mary y la serpiente de A.l. Kennedy

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    El espiritu de El principito reelaborado para el siglo XXI.

  • Dulce camino espinoso (Serie Rohard 1), Rita Morrigan de Rita Morrigan

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  • Tras la calima de Helen Rytkonen

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    La tarde que aterrice en Los Rodeos la lluvia caia como si alguien hubiese abierto un grifo en el cielo. La cortina de agua era tan densa que no me dejo ver el paisaje que me sabia de memoria a pesar de que llevase muchos anos viviendo fuera de la isla. Y al igual que la vez anterior, no experimente la dulce y calida sensacion de volver a casa. No, esta habia sido sustituida por una vibracion extrana, como si de pronto ese no fuese mi lugar, como si no fuese bienvenida, y aquello me hacia sentir una inquietud inesperada. De alguna forma intuia que los dias en la isla no iban a ser una mera visita de cortesia. Que no se iba a tratar solo de quitarme de encima la herencia material de mi madre, algo a priori frio y sin complicaciones. Ahora sonrio al pensar que si hubiera podido entrever que aquel viaje se iba a convertir en una voltereta del destino, de esas que te dejan descolocada, con el cabello revuelto y el corazon latiendo a mil por hora, me habria reido en voz alta. Con incredulidad, incluso con sarcasmo. La mujer que era yo en aquel entonces jamas hubiese vislumbrado que la vida me iba a poner en una encrucijada como la que estaba por venir. Me sobresalte al notar como las ruedas del avion rebotaban dos veces en la pista y finalmente se estabilizaron, permitiendome relajar los dedos de las manos y soltarlos del reposabrazos. Respire hondo y me dije que lo que estaba sintiendo era una tonteria. Que, aunque ahora fuese una ciudadana del mundo, el sitio donde habia crecido y me habia convertido en adulta siempre seria mi hogar, a pesar de que ya no quedase nadie, o casi nadie. Me estremeci con suavidad. El recuerdo de mi anterior visita estaba alli, tenido de esa especie de desazon que siempre me pasaba con cualquier cosa relacionada con mi madre. Sobre todo, con su muerte. Hacia unos meses habia viajado a la isla a enterrarla, o al menos eso era lo que me habia dicho mi tia tras aquella llamada que tuve que coger en medio de una negociacion. Ni siquiera ella supo lo que tenia pensado, mi madre jamas dijo nada ni lo dejo entrever. Resople: era muy tipico de ella obviar que habia decidido donar su cuerpo a la ciencia y que no la enterrariamos en Santa Lastenia, como a toda la familia. Aunque en el fondo era logico: siempre pense que, en vez de Margot, mi madre deberia haberse llamado scientia o cualquier palabreja latina que tuviese que ver con la medicina. El coche de alquiler que me habian adjudicado estaba aparcado al raso, por lo que me moje entera antes de entrar al vehiculo. Puse la calefaccion para combatir el frio humedo que reinaba dentro, y sonrei al pensar lo rapido que me habia olvidado del tiempo que podia hacer en la isla en febrero. Para mi, Tenerife siempre reposaba al sol, refulgiendo el verde de sus montes y el azul profundo del mar. Sin embargo, por lo que estaba viendo, tambien me habia olvidado de los microclimas, porque al rebasar la ciudad de La Laguna la lluvia habia remitido, y la costa de Santa Cruz se veia despejada, con apenas nubes. Conduje sin programar el GPS, con el piloto automatico activado de quien tiene grabados los trayectos de toda la vida en lo mas profundo de su memoria. Baje por la autopista contemplando el mar salpicado de alguna que otra plataforma petrolifera, y, cerca del puerto, el ferry que navegaba desde Gran Canaria iba dejando su estela blanca entre los cruceros atracados en las proximidades de la darsena pesquera. La entrada de las Ramblas me llamo la atencion por su inusual colorido, y me di cuenta de que toda la zona de las piscinas municipales estaba engalanada con pancartas colgadas de las farolas y, sobre una zona cebreada, se alzaba un gigantesco totem. <>, me dije sonriendo. No habia caido en la cuenta de que aquella era la semana en la que empezaba el carnaval, y que la ciudad estaria latiendo fiesta desde ese lunes, que era cuando se decoraban las calles. Menee la cabeza, preguntandome como no me habia acordado de aquel hecho, lo cual supuso una agradable distraccion a mis pensamientos, algo mustios por la tarea que tenia por delante. La suerte hizo que encontrase aparcamiento en la calle, en el barrio del Toscal, y arrastrando mi maleta me di un paseo hasta el hotel, que se encontraba en la zona de la plaza del Principe. A mi paso vi como ya se habian montado algunas casetas de metal de diferentes casas comerciales, las estructuras de los mesones tradicionales mas grandes y algunos coloridos puestos de comida rapida, y me sorprendi con las colas de gente que serpenteaban por fuera de las mercerias y tiendas de chinos. Sonrei con nostalgia. Hacia muchos anos que no asistia al carnaval, y todo aquello tocaba la tecla de mis recuerdos de juventud, esos que siempre parecian mejores de lo que realmente fueron. <>. El pensamiento se deslizo en mi cerebro como la serpiente tentadora con la manzana en la boca. No, negue con la cabeza. Habia venido para cerrar todos los flecos de la muerte de mi madre, y eso era lo que iba a hacer. Despues me iria sin mirar atras. Con carnaval y sin carnaval. Pero algo muy en el fondo, quiza cierto cosquilleo en la boca de mi estomago, me susurro que aquello no iba a ser tan facil. Que llevaba de fabrica el gen del carnaval y que solo bastaria una cancion de Celia Cruz para alborotar mi cuerpo y activar aquella chispeante jiribilla . Me rei por lo bajo y no pude evitar echar un vistazo a las boas de colores y los botes de purpurina que vendia un kiosco ambulante justo enfrente de mi alojamiento. El hotel era un antiguo edificio reformado, moderno y limpio, y aproveche para darme una ducha antes de salir de nuevo a la calle. Esa noche no me habia podido escapar de cenar con mi tia Arminda, la unica hermana viva de las Acosta, aquella triada de morenas amazonas que fueron famosas en su epoca por su belleza y su ferocidad. Cada una habia destacado a su forma: mi madre como la consagrada investigadora medica, mi tia Manuela como reina de la moda y diosa de la farandula local, y Arminda, quien hizo de las artes su amante y relacion mas duradera. Habia expuesto por toda Europa sus vibrantes cuadros, y siempre andaba metida en mil y un proyectos para impulsar la cultura y el arte en las islas. Al llegar a la calle San Jose la divise esperandome, alta y llamativa con su abrigo naranja y melena oscura veteada de anchos mechones de canas. Segun mis calculos ya tenia que haber pasado los setenta, aunque parecia diez anos mas joven. Tenia un carisma irresistible y una calidez abrumadora, como comprobe al hundirme en su abrazo. Siempre olia a especies orientales, y aspire con felicidad su aroma familiar. Me cogio la barbilla con la mano, y note como los ojos negros como el alquitran me escudrinaban como si estuviesen dragando el fondo marino. --Estas guapa, Zoe. Flaca, pero guapa. ?O sera que me gusta verte con tu color de pelo original? Sonrei, encogiendome de hombros. Armi estaba siendo muy benevola conmigo. Los ultimos meses habian sido complicados, entre lo de mi madre y lo que habia ocurrido en Singapur, y no habian contribuido precisamente a tener la mejor cara del mundo. --Mas bien es falta de tinte, Armi. Y que tu me ves con buenos ojos. Sonrio y me dio un beso en la mejilla. Luego me paso la mano por los hombros, estrujandome contra si, y me llevo a una terraza rodeada de plantas frondosas y luces indirectas. La observe dandole instrucciones al camarero y sonrei con disimulo. Armi solo tomaba bebidas de color rosa, asi que con ella me veia abocada al vino o champan de dicho color. Algunas veces la habia visto tomar refresco de fresa, sin embargo ahi no la secundaba: aquel liquido muy popular en las islas me sabia a jarabe de la tos. En cuanto nos hubieron servido una copa de vino, me lanzo la primera pregunta: --Cuentame, ?que plan tienes para estos dias? Porque conociendote habras venido con todo planificado y cuadriculado hasta el ultimo detalle. La mire, divertida, pero luego no pude evitar que la ironia tinese mi voz. --Esta bastante claro, ?no? Gracias a que el papeleo se hizo la otra vez, ahora solo me queda decidir que voy a hacer con las casas de mama. --?Y ya tienes alguna idea? Juguetee con la copa, admirando el liquido que por lo claro que era, parecia blanco. --La casa de Los Cristianos es perfecta para seguirla alquilando. Esta en buena zona y siempre habra gente que necesite quedarse durante un tiempo mas o menos largo. Eso si, se lo dare a la inmobiliaria para que lo gestione. No quiero tener demasiada vinculacion con ella. No, por supuesto que no. Era mejor pensarla como una inversion que como el lugar donde habia pasado mis veranos felices de la infancia. En esa casa se hallaban los jirones de los recuerdos de papa, mi hermana, los amigos en la playa del pueblo... De mama no tanto, pero eso era lo habitual. El que no estuviera, claro. Intente no pensar en mi madre y centrarme en el apartamento. Al dia siguiente tenia planificada una visita para verlo, debia hacerlo para cerciorarme de cual era su estado real. No obstante, malditas las ganas que tenia de enfrentarme al momento de abrir la puerta. Arminda me observo, sofocando un suspiro. De ella tambien conservaba muchos recuerdos alli: siempre se ponia un gigantesco delantal de propaganda para hacernos de comer, y recordaba sus gritos desde el balcon llamandonos para el almuerzo. En ese momento pense que hizo mucho mas de madre que Margot, y que mi padre se apoyaba mucho en ella. De hecho, pasaba gran parte de las vacaciones con nosotros. Su voz suave me saco de mis recuerdos. --?Quieres que vaya contigo? Mis labios se abrieron para declinar su invitacion, pero en el ultimo momento me calle. Dirigi la mirada a mis dedos, largos y cuajados de anillos de plata, la unica concesion que me daba dentro de mi estilo sobrio, y me entretuve con el brillo de una piedra azul. Armi espero, paciente, hasta que me decidi a hablar sin quitar la vista del pequeno zafiro. --?Vendrias? Puso sus manos sobre las mias y las apreto. Sus ojos se volvieron suaves, casi liquidos. --Claro que si. Se que esa casa fue importante para ti, lo fue para todos. No quiero que te enfrentes a ella sola. <>, pense, inmersa en la calidez que Armi creaba solo con su presencia. Yo, que nunca necesitaba a nadie, que era la mujer mas decidida y practica del mundo, tambien anhelaba a veces el calor humano. No tener que ser fuerte y lista, solo dejarme mecer por los bonitos recuerdos que compartia con mi tia. --Gracias --susurre con una sonrisa, y me dio unas palmaditas en la cara. --No te arregostes, que manana por la noche tengo una cita y si vas a ir tambien a la casa de Las Acacias, te las tendras que arreglar tu sola. Hizo un gesto divertido, difuminando la emocion del momento, y me rei. Asi era ella, original y especial hasta decir basta. --No te preocupes, la casa de Las Acacias sera mas facil. No tengo tantos recuerdos aparejados a ella. ?Fuiste por alli cuando... cuando mama vivia? Fruncio la boca en un gesto que no entendi demasiado, pero me distraje con el plato que el camarero depositaba en la mesa. Salive ante la hojaldrada de verduras, bien especiada y banada en salsa, y cogi el tenedor para cortar un trozo. --Tu madre y yo no nos vimos demasiado en este ultimo ano. Lo dijo en un tono de voz aparentemente normal, pero yo era experta en detectar cualquier cambio en el lenguaje corporal de las personas. --?Paso algo? Armi bebio de su copa, quiza buscando tiempo para encontrar una buena respuesta. Nuestros ojos se encontraron, azules contra negros, y no pudo enganarme. --Nada que yo pueda decir que fuese un encontronazo. Solo que... ella se alejo. Siguio trabajando a su ritmo habitual, pero luego me sorprendio al querer mudarse a la casa de mama y papa en Las Acacias. Una vez alli, desaparecio del mapa. Ni siquiera fui a visitarla para ver como estaba. Las pocas veces que hablamos, parecia reacia a ello. --?Pero esa casa era tuya tambien, no? Armi se encogio de hombros. --Llegamos a un acuerdo y compro mi parte. Yo no tenia ninguna intencion de vivir alli ni de hacer nada con ella, asi que me parecio un buen negocio. Y con ese dinero tape unos cuantos agujeritos. A pesar del tema, tuve que sonreir. Armi no era de las que calentaba un duro, sobre todo porque pecaba de demasiado generosa. Y por eso entendia que aquel dinero le habria venido de perlas. --Entonces la notaste diferente --dije, retomando el hilo de la conversacion. No se por que, pero tuve la sensacion de que mi tia no tenia demasiadas ganas de seguir hablando sobre aquello. Pero yo me ganaba la vida negociando, asi que no me fue dificil sonsacarle que en ese ultimo ano mi madre se habia mostrado mas sosegada que nunca, como el que descansa despues de una larga travesia a nado por un mar tormentoso. --Era como si estuviese... iluminada --silabeo Armi con cierta reticencia. Enarque las cejas sin poder creer lo que me estaba sugiriendo. --No me vayas a decir ahora que se metio en alguna religion o creencia que... --No. --Me interrumpio con un gesto abrupto de su mano--. No creo que fuera eso. Al contrario, la sensacion que transmitia era de haber aplacado sus demonios, esos que siempre avivaron su ansia de destacar y de ser la primera. Hizo un mohin travieso, rompiendo la seriedad del momento. --Tambien podria ser que se estuviera viendo con alguien, y que ese alguien la tuviera muy bien servida. <>, pense. No le habia conocido otra pareja desde la muerte de mi padre, asi que podia ser una posibilidad. Recorde a mi madre tal y como estaba la ultima vez que la vi, hacia ya casi un ano: alta y enjuta, con ese rictus en la cara del que siempre tiene prisa y no se puede detener por tonterias, luciendo esa belleza oscura y salvaje que siempre me hizo compararla con una pantera. Tenia cara de mujer dificil de domar, y eso a muchos hombres les parecia retador. --Ojala haya sido cualquiera de las dos opciones. --Que dices, yo hubiese preferido la del maromo.

  • Sonambulos de Christopher Clark

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    Sonambulos es el relato fascinante del historiador Christopher Clark de los inicios explosivos de la Primera Guerra Mundial.Sobre la base de nuevos estudios, Clark ofrece una nueva mirada a la Primera Guerra Mundial, centrandose no solo en las batallas y las atrocidades de la guerra en si, sino en la complejidad de los acontecimientos y relaciones que llevaron a un grupo de lideres bien intencionados a un conflicto brutal.Clark traza los caminos a la guerra minuto a minuto, en una narrativa llena de accion que nos lleva a los centros de decision clave en Viena, Berlin, San Petersburgo, Paris, Londres y Belgrado, y examina las decadas de la historia que nos condujeron a la acontecimientos de 1914; los detalles de los malentendidos mutuos y las senales no deseadas que llevaron a la crisis hacia adelante en unas pocas semanas.Meticulosamente documentado y magistralmente escrito, Sonambulos es una cronica dramatica de como Europa entro en una guerra que desgarro el mundo existente para siempre.

  • La promesa de Tristan White de Raul Cots Lopez

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    Tristan White es un joven britanico de procedencia militar que, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se ve obligado a combatir contra las fuerzas del Eje en el norte de Africa. Su aventura comienza cuando, por una promesa, decide tomar rumbo hacia tierras europeas. Durante su viaje aprendera a luchar, a estimar y a convivir con grandes personajes que se interpondran en su camino; profundizara en si mismo y conseguira cambiar la fantastica vision de su mundo idealizado. La naturalidad de los paisajes y la peculiaridad de sus personajes le ayudaran a crear un universo de ensueno oscurecido por la guerra. El esfuerzo, la constancia y el valor seran sus guias para, finalmente, tropezar con su preciada meta.

  • Porque tu lo vales de Noe Casado

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    Me llamo Maria Asuncion Peralta de la Merced y Luengo Medina. ?A que es un nombre elegante? Como no podia ser de otro modo, en mi circulo social todos tenemos nombres similares, aunque cuando cumpli los quince elegi uno mas abreviado e igual de elegante: Sun.

  • La semana laboral de 4 horas de Timothy Ferriss

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    Sorprendente y sensacional, este libro cambiara tu vida. Olvidate de la jubilacion y deja de aplazar tu vida: no hay ninguna necesidad de esperar y si un monton de razones para no hacerlo, sobre todo en momentos economicamente imprevisibles. Si tu sueno es dejar de depender de un sueldo, viajar por el mundo a todo tren, ingresar mas de 10.000 euros al mes, o simplemente vivir mas y trabajar menos, este libro es la brujula que necesitas. Esta guia para disenar un estilo de vida de lujo te ensena como Tim Ferriss paso de ganar 40.000 dolares al ano trabajando 80 horas a la semana a ganar 40.000 dolares al mes trabajando 4 horas a la semana; tambien a como externalizar tu vida en el extranjero con ayudantes virtuales por 5 dolares la hora y hacer todo lo que te plazca. Te muestra como artistas de primera fila viajan por todo el mundo sin abandonar sus trabajos o como eliminar el 50 % de tu trabajo en 48 horas aplicando los principios de un olvidado economista italiano, asi como cambiar una carrera de largo recorrido por breves espacios de tiempo dedicados al trabajo y frecuentes minirretiros.

  • Creo que me enamore de ti de Carmen Batista

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    Te quiero, le dije, como amigos...
    Amigos que comparten la vida, los gustos, la cama, esto ultimo no se lo dije, pero lo pense. Mejor guarde silencio y vi como continuaba hablandome de su novia con quien se iba a casar.
    La verdad no estoy segura de poder continuar ocultando mis sentimientos y fingiendo, " no importa que sienta esto, ya se me pasara".
    No se si podre seguir haciendo un lado esto que siento, por momento me podria confundir y creer en que lo nuestro funcionaria, pero luego esta su boda, su chica y el hecho de que espera que yo ayude con los preparativos. Definitivamente tengo ganas de arrancar... Deberia detenerme, estar a solas para componer mi corazon, mis heridas y desde ahi continuar... huir de todo, eso es lo que deberia hacer... Si tan solo el entendiera... si tan solo el me amara como yo...

  • La bruja de Biertan de Veronica Cervilla

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    Crina desperto, sobresaltada y algo aturdida. Oyo los golpes en la puerta y palpo el otro lado de la cama. Habia vuelto a pasar la noche sola, pero ya estaba acostumbrada. Ultimamente eran contadas las noches que su marido pasaba en casa. Ataviada con un camison celeste, se levanto y se cubrio con la manta de piel de oso que reposaba sobre la cama. Descalza, a pesar de las bajas temperaturas, se dirigio a toda prisa hacia la puerta de madera pintada y acerco el oido con cautela. --?Quien es? --!Abre, Crina! --respondio al otro lado una voz grave, de sobra conocida. Cosmin habia sido su confesor desde que tuvo edad suficiente para asistir a las liturgias. Era un antiguo amigo de la familia: confiaban en el lo suficiente como para relatarle sus miserias y aceptar el perdon que les ofrecia. Crina no le habia notado nunca tan preocupado como aquella manana, asi que abrio la puerta con un nudo en el estomago. Por la expresion grave del hombre, comprendio que no traia buenas noticias. --Guarda un par de mudas de ropa --la apremio el en cuanto vio asomar la cabeza de la joven --, los hombres del obispo se dirigen hacia aqui. --?Que sucede? ?Es Velkan? --Si, me temo que tiene algo que ver con tu esposo. No habia tiempo para mas explicaciones. El revuelo en los alrededores anunciaba que los hombres del obispo ya andaban cerca, asi que se apresuro a regresar al dormitorio y metio un par de vestidos y calzas en un bolso de cuero. Despues, cambio el camison por algo mas abrigado. El invierno ya asomaba por las empedradas calles de Biertan y pronto llegarian las nieves a los Carpatos. --!Crina Ardelean! !El Obispo de Biertan reclama tu presencia! Aquellos gritos, unidos al rumor expectante de los vecinos, que sin duda ya se habian congregado frente a la casa para cotillear, aceleraron los latidos de su corazon. Ya iba a salir cuando se percato de que aun andaba descalza, asi que tuvo que volver para colocarse las botas. --!Senora Ardelean! !Por favor! No nos obligue a utilizar la fuerza. --No sera necesario --Crina aparecio en la puerta con el bolso al hombro y forzando un gesto de dignidad en el rostro--. ?Por que me requiere el obispo de esta forma? --se acerco para susurrar a uno de los hombres--: ?No ve que me esta poniendo en evidencia? --El obispo sera quien le revele sus motivos. Por favor --respondio el hombre, un tipo de cuerpo espigado y bigote, apartandose a un lado y senalando el camino hacia la iglesia con un gesto de la mano. El otro caballero, mas corpulento, se situo delante para marcar el paso. Caminaba con la cabeza alta, el ceno fruncido y la boca encogida como si estuviera masticando un pomelo. Crina lo seguia, haciendo esfuerzos por no fijarse en las mujeres que cuchicheaban a su paso. Cada mirada que se cruzaba con la suya y cada dedo que la senalaba le recordaban que estaba siendo escoltada por los hombres del obispo, un <> reservado a delincuentes y condenados. El pasillo de curiosos se le hizo eterno y, a pesar del frio invernal que acechaba Biertan, sus mejillas se encendieron con un rojo intenso. No fue capaz de continuar con el rostro descubierto, asi que opto por colocarse la capucha del vestido. La iglesia no estaba lejos, pero le parecia que llevaba horas caminado. Durante el resto de la marcha no despego los ojos del suelo pedregoso, ni siquiera cuando subieron los ciento setenta y dos peldanos de la escalera cubierta con techo de madera que llegaba hasta la cima de la colina. Alli, en la parte mas alta del pueblo, se encontraba la muralla que abrazaba las tres naves de la iglesia. Con cada paso su furia y su preocupacion aumentaban, pero como la joven bien educada que sus padres la habian obligado a ser, lo disimulaba apretando los dientes y levantando las cejas, forzando una serenidad ficticia. No fue necesario atravesar la puerta de la capilla principal, el obispo los esperaba fuera con cara de circunstancias. A pesar de la barba y los cabellos blancos, el anciano era robusto y todavia conservaba una postura firme. Crina corrio hacia el hombre y se arrodillo. --?Que puede haber sido tan grave como para enviar a sus hombres a por mi y castigarme con esta deshonra, mi senor? --Levantate, Crina --le pidio el obispo con dulzura poniendole la mano en la cabeza, y luego la ayudo a ponerse de pie--. No soy yo ni es la Iglesia quien te reclama por tus pecados, solo he accedido a cumplir la solicitud que se me ha hecho. Pesa una amenaza sobre los sagrados lazos de tu matrimonio, hija. --?De mi matrimonio? --pregunto Crina, arqueando las cejas--. Senor, ahora si me esta asustando. --Y asustada debes estar, nina --el anciano se dirigio con pesar a los hombres que la habian traido--: llevadla a la Torre de la Prision. --!?A la Prision?! --grito, con las mejillas incandescentes y las lagrimas asomando a sus pequenos ojos azules. --Lo siento, Crina --susurro el obispo y luego bajo la cabeza. Crina sabia lo que eso significaba. Todo el pueblo lo sabia. La escoltaron hasta la Torre de la Prision sin que se resistiera y, con cada pisada sobre los peldanos de piedra que conducian a la parte superior, iba perdiendo un trocito de dignidad. En su familia habia algun matrimonio que habia recurrido a tal extremo y que habia sufrido la verguenza y el desprecio de sus conocidos. ?Como habia podido pasarle a ella? Los dos hombres abrieron la puerta de barrotes que daba acceso a la celda sin muchos miramientos y la empujaron dentro. A continuacion, volvieron a cerrar con llave y se marcharon. --?Quien ha sido? --grito Crina a los hombres que se alejaban--. ?Quien ha pedido nuestro encierro? Como respuesta, un portazo. I --He sido yo --respondi desde la unica silla de la minuscula estancia. --!Velkan! --se volvio hacia mi, confundida. --Tienes dos semanas, Crina --hice una pausa para empujar el nudo que tenia en la garganta --. Dos semanas para ser sincera o el divorcio sera efectivo. Crina se dejo caer hacia el suelo, despacio, y alli permanecio en silencio, con aquella mirada penetrante y triste, tan llena de odio. Habian pasado horas y Crina no se habia movido de los barrotes. Yo la observaba desde la esquina de enfrente, a tan solo un par de metros y, sin embargo, sentia que nos separaba un oceano. Mi esposa… y ni siquiera se dignaba a mirarme. De vez en cuando dejaba escapar un suspiro de hastio que me daba esperanzas: tal vez aun era posible conservarla. --Se que ahora me odias… --Dejare de odiarte si terminas con esto y nos vamos a casa, a seguir con nuestras vidas --me interrumpio ella con un tono de suplica al que poco antes habria sucumbido. --No puedo hacer eso --respondi, aunque deseaba hacerlo y continuar fingiendo que nos queriamos. --?Es por mis reproches cuando llegas tarde a casa? Porque puedo dejar de hacerlo… --?Y que pasara despues? --dije, acercandome a ella--. ?Que haras cuando ya no te quede mas espacio donde guardar tu rencor? Seras una vieja amargada… --Entonces deja de comportarte como un nino --Crina se levanto y me sujeto la cara con ambas manos, buscando mi mirada--. Ahora tienes una esposa. !No puedes andar por ahi cada noche! --?Por que te casaste conmigo? Crina dudo un momento, desvio su mirada ofendida y no respondio a la pregunta. Iba a necesitar algo mas que un par de horas para hacerla entender, asi que no retrase el momento mas y saque el diario de mi petate. Lo sujete con delicadeza, pues las cubiertas de cuero ya se estaban cuarteando y las hojas se habian vuelto fragiles y amarillentas. Me acerque a ella y lo deje a su lado, en el suelo. --?Que es eso? --pregunto mirandolo de soslayo, intentando ocultar su curiosidad. --Dos semanas tienen muchas horas y aqui no hay nada que hacer, salvo conversar y pensar. Intuyo que este libro puede hacer tu estancia mas amena. --!Ja! --solto ofendida--. !Que detalle! Gracias por encerrarme aqui y darme este libro mohoso para entretenerme. --?Tienes algo mejor que hacer? Incapaz de encontrar una respuesta ingeniosa, tomo el libro y lo abrio por la primera pagina. Estaba escrito a mano, pero bastaba con reparar en los renglones perfectamente rectos, en la letra redondeada y cuidada, para saber que quien lo escribio era meticuloso y seguro de si mismo. Crina poso el dedo en la primera linea y comenzo a leer en voz alta: --<> --cerro el libro de un golpe y lo lanzo con fuerza, haciendolo aterrizar bajo la estrecha mesa que habia en la celda--. Pero, ?como te atreves a darme un libro sobre brujeria? Es eso, ?no? !Hay otra! --se cubrio la boca con la mano como si hubiera descubierto un secreto y no pude evitar soltar una carcajada--. Dios mio, estas embrujado, ?no es cierto? Tengo que salir de aqui. Debo llamar al obispo y… --Pero, ?que dices? --la interrumpi. Me agache y la sujete por los hombros. --!No me toques! !No quiero que me contagies! --me empujo.

  • Cuento De Hadas de Danielle Steel

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    Christophe y Joy eran una pareja profundamente enamorada cuando convirtieron su suntuosa propiedad en California en una pequena bodega de prestigio. En ese entorno de ensueno criaron a Camille, su unica hija, que no tardara en regresar tras terminar los estudios para ayudar con el negocio familiar.

  • Noche y oceano de Raquel Taranilla

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    Bea Silva se topa con una noticia del diario que la deja atonita: alguien ha robado el craneo embalsamado del mitico director de cine mudo F. W. Murnau. Lo sorprendente es que Bea esta segura de conocer al culpable. Se trata de Quiros, un cineasta medio ocioso que un dia recalo en su enorme casa destartalada.
    A punto de cumplir treinta y dos anos, Beatriz es una mujer poco sociable, una profesora universitaria hastiada y culta hasta lo patologico. La llegada de Quiros acentua en ella una mirada lucida e hiperactiva que la condena al desencanto mas desquiciado.

  • Memorias de una salvaje de @srtabebi

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    La esperadisima primera novela de @SrtaBebi. K tiene 19 anos y una vida un tanto peculiar. Cuando su padre es asesinado en un ajuste de cuentas, se ve obligada a compaginar sus estudios con un trabajo muy poco convencional: el de recepcionista y chica de los recados en un local de alterne clandestino. Bajo la amenaza de los proxenetas y la asfixia de la deuda, vivira de cerca los horrores que el sistema de la trata de mujeres conlleva. La experiencia la llevara a gestar una metamorfosis que marcara su paso de la adolescencia a la edad adulta. Las mujeres que alli conoce y la violencia intrinseca al mundo criminal -que tambien sentira en sus propias carnes-, hara que comience a pensar en defenderse. Para ello acudira al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de genero tambien ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevara a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quiza si existan los hombres que aman a las mujeres. Pero un desafortunado suceso hara que las luces de neon comiencen a parpadear”

  • Revelacion (Los Guardianes de la Lagrima 1) de Simone Lari

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    Un pacto que no puede romperse. Una piedra che tiene que ser encontrada. Un equilibro que debe conservarse. La eliminacion de un vampiro Anciano y el regreso a Persepolis de un viejo cazador el dia en el que una fuerza desconocida sera revelada. Nina, Jude y Angelique se encontraran catapultadas en un mundo que no pensaban que pudiera ser real, un mundo habitado por vampiros y cazadores, enfrentados bajo la sombra de los Guardianes de la Lagrima.

  • Camelot (Britannia 2) La hechicera y la tabla redonda, Javier Pelegrin & Ana Alonso de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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    Magia, aventura, lucha y una historia de amor que trasciende la leyenda.

  • Lo primero es no hacer dano de Sonia A. Kirchen

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    En la vida todo suma, lo bueno, lo malo y lo regular. Es una sucesion de desajustes que conseguimos falsear hasta enderezarlos, creyendo que cuanto nos ocurre conviene, animados por un falso eslogan de bienestar.
    Pero ?que pasa si no te sientes duena de tus decisiones?
    ?Si amas tu profesion, mas no ejerces como deseas?
    ?Si las mentiras comienzan a ser menu de plato fijo?
    ?Si piensas mas en Thor que en tu marido?
    ?Que sucede cuando ya no eres feliz?
    Yo vi mi tiempo tan <> que de nuevo me guie por la sabiduria de Coral, experta en como disfrutar bajo cualquier circunstancia y docta en exprimir el jugo a los segundos hasta la ultima gota.
    Siguiendo su consejo, me traslade a Albricias, y ni en mil anos habria sospechado lo que el destino tenia previsto para una estirada pediatra de ciudad, ni como cambiaria mi manera de enfrentarme al misterio, al panico, a la perversidad, a la perdida y al amor.
    Y asi, sin pretenderlo, me codee con la maldad. con la muerte, y escapando de su guadana, consegui que mis semanas fueran de siete vidas.

  • Tres pisos de Eshkol Nevo

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    Es un edificio de tres pisos en un barrio tranquilo de la ciudad. Las plantas de la entrada estan podadas con esmero, el interfono recien renovado y los coches estacionan de forma ordenada. Desde los apartamentos no se oye musica fuerte ni ruidos molestos. Reina la quietud. Y, sin embargo, detras de cada una de las puertas, la vida no es tan silenciosa ni tranquila. Todos los vecinos tienen algo que contar. Un secreto que confesar..

  • Una segunda oportunidad a tu lado de Sophie Saint Rose

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    Rachel Mitchell parecia que lo tenia todo en la vida. Triunfaba en su profesion y estaba a punto de casarse. Ni se imaginaba que tendria que huir de los Angeles por la presion de la presa para esconderse en Montana. Y tampoco se imaginaba que tendria que compartir vivienda con un chiflado que solo deseaba que se fuera. Pero esas pequenas vacaciones le deparaban muchas sorpresas, y sobre todo la hicieron desear una nueva vida... Pero a su lado.

  • Confusion de Elisabeth Tower

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    Os presento el primer tomo de una triologia, deseo que sea una gran historia para todo aquel que la lea. Este primer libro lo tendreis en tapa blanda tambien.
    Triologia “INTRUSA”
    Tomo 1:”Confusion” – Tomo 2:”Mentiras” – Tomo 3:”Verdades”
    Argumento de la Triologia completa:
    Francisco Cortes, primogenito y el cabeza en los negocios de vinedos de una acaudalada familia espanola de la maravillosa Isla de Lanzarote, creia conocer a Carmen.
    La tenia por una mujer liberal, inmoral, una caza fortunas y sobre todo por una mala madre, capaz de entregar a los pequenos Juan y Daniela a los parientes de su padre a cambio de poder vivir comodamente gracias a una suma escandalosa de dinero y olvidarse de ellos.
    Pero Francisco Cortes tras su primer encuentro con ella, jamas podria haberse imaginado que secreto guardaria aquella hermosa mujer y como lograria enganarlo tras una falsa identidad .

  • Mujeres de Camborne de Pilar Lepe

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    Dos bellas historias unidas por lazos de sangre:

  • Las trampas del afecto de Mari Jungstedt

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    Una controvertida herencia desencadena acontecimientos inesperados en la isla de Gotland

  • Homicidium de Jerusalem Elizondo

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    Clara Schafer, una joven y novata investigadora, recien incorporada al Grupo de Delitos Civiles y Politicos de la Policia Foral de Navarra, recibe el aviso de un asesinato en las ruinas romanas de Santa Criz, una ciudad romana semidesenterrada por los arqueologos.
    La inspectora tendra que hacer frente a una serie de crimenes cuyas victimas tienen un nexo en comun, su trabajo en la Universidad Publica de Navarra. En sus pesquisas contara con importantes aliados, pero no todo sera lo que parece, ni el caso resultara tan sencillo, en una investigacion contrarreloj por descubrir a la persona culpable antes de que siga asesinando.
    Homicidium se desarrolla en torno a la universidad y a la arqueologia romana en Navarra, en una trama compleja, que combina las acciones policiales con los asuntos mas oscuros del mundo universitario, creando un ambiente de intriga y sospecha sobre las motivaciones de los personajes.

  • Mataras por mi de Rafael Salcedo

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    Aderezada con intriga, drama, romance y salpimentada con humor castizo, esta obra transcurre a principios de la decada de los 80 del siglo pasado y, ambientada en el mundillo del teatro de la capital de Espana, relata las vicisitudes de un joven actor, de nombre Daniel “Cary” Hidalgo -reputado “Don Juan” tanto sobre las tablas como, en mayor medida, fuera de estas- tras convertirse en sospechoso numero uno del asesinato de su esposa, cometido justo en la manana en la que se iba a celebrar la vista en sede judicial de su divorcio. Huyendo del acoso policial, utilizando para ello de forma magistral sus dotes teatrales, Daniel recibira la ayuda desinteresada de toda su compania, en especial de las feminas de esta, y tambien, aunque a reganadientes, de su abogada y amiga, Andrea Laborda quien, siendolo tambien de su esposa y albergando serias dudas sobre su autoria, recurrira al investigador privado Sebastian Santiago; un tipo peculiar, de dos metros de altura, recien llegado a la cuarentena, quien se jacta de ser ex paracaidista, ex policia, ex marido y, segun sus propias palabras, ex de todo, cuyo mejor amigo confiesa es un tal “Johnnie Walker, Etiqueta Negra”, y al que correspondera la tarea de salvarle de las garras policiales o, en su caso, desenmascararle pero, de cualquier modo, a contrarreloj.

  • Subete a unos tacones y tu vida cambiara de Amber Lake

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    Marcia Gallardo, treintanera, licenciada en economicas, soltera y sin compromiso, necesitaba dar un cambio a su vida y este debia comenzar por transformar su aspecto. Estaba cansada de que la ningunearan en su trabajo, de que ningun hombre decente se fijara en ella y de que sus amigas la pusieran como ejemplo de lo que no se debe hacer para triunfar en la vida. Sin embargo, lo que la habia acabado de decidir era la posibilidad de perder su trabajo en las proximas semanas.
    La rivalidad con una companera, que tenia muchas posibilidades de llevarse el ascenso que ella merecia, exigia utilizar todas las armas a su alcance, incluyendo el seducir al nuevo jefe. Pero ?hasta donde estaria dispuesta a llegar?
    Cuando Andre Bassard, el hombre del que dependia su futuro, resulta ser diferente a lo que esperaba, Marcia ve peligrar sus planes. Resuelta a no dejarse vencer, piensa en variar de estrategia; algo que tambien conlleva ciertos riesgos. como enamorarse de el.

  • Olga de Bernhard Schlink

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    Olga nace en la parte este del imperio aleman a finales del siglo XIX, sobrevive a dos guerras mundiales y muere en extranas circunstancias. Su vida, a caballo entre dos siglos, transcurre marcada por la historia. De familia pobre, es criada por su abuela tras la temprana desaparicion de sus padres; mas adelante se enamora de Herbert, un joven de una clase social superior, cuya familia se opone a la relacion. Deberan mantener su amor en la clandestinidad y despues la relacion quedara marcada por la distancia, porque Herbert, llevado por el entusiasmo de las guerras coloniales de Bismarck, decide alistarse en el ejercito. Viajara por Africa y por America del Sur y mas tarde formara parte de una expedicion polar, mientras Olga se queda en casa y le escribe cartas.
    La novela relata la vida de la protagonista en tres partes y desde tres angulos complementarios: un narrador en tercera persona, un testimonio en primera -el de un joven que la conoce en los anos cincuenta, cuando Olga plancha para su familia- y por ultimo las cartas que la propia Olga envio durante anos a su amado, sin obtener respuesta.
    Bernhard Schlink retrata con precision y sensibilidad un alma femenina y desgrana sus anhelos, pesares y secretos, y al mismo tiempo esboza una panoramica de algunos anos cruciales de la historia alemana contemporanea, con todas sus convulsiones y claroscuros. Olga es una obra a un tiempo intima y epica, en la que se entrecruzan las pequenas cuitas personales y los grandes acontecimientos historicos, con los deslumbrantes resultados a los que nos tiene acostumbrados el autor de la exitosisima El lector.

  • Lo que encuentro en tu boca (Suspense Romantico 2) de Lorriane Coco

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    Eva lleva casi veinte anos escondiendose de su pasado, de sus origenes, de sus peores pesadillas, hasta que una noche que prometia ser inolvidable, la devolvio a ellas de la forma mas brutal.
    Traiciones, secretos y mentiras tejieron el hilo de su destino. Ahora se encuentra en la encrucijada de seguir huyendo, o enfrentarlo para por fin ser libre. Y para ello tendra que hacer lo unico que no se ha permitido durante anos; confiar en alguien.
    Hunter Burke ha dedicado su carrera profesional a proteger a los demas. Su trabajo es preservar la seguridad de Filippa Baccani, la embajadora italiana en Washington. Es metodico, estricto, comprometido y letal. Pero de repente se ve en una situacion que escapa a su control; alejado de la mujer que debe proteger, y en su lugar, salvando la vida de otra que, desde el primer momento, amenaza con romper todas las reglas que lo hacen bueno en su trabajo.
    48 horas juntos, ?conseguiran cambiar la vida de ambos para siempre?

  • Anos de sequia de Jane Harper

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    Volver a Kiewarra, pequena comunidad al sureste de Australia, es lo ultimo que el investigador de delitos financieros Aaron Falk desea. Y no solo por el sol abrasador y la sequia pertinaz que han dejado al ganado famelico, a los granjeros desesperados y a la poblacion desquiciada, sino tambien por el temor a que su presencia reavive las heridas que su precipitada partida dejo abiertas veinte anos atras. Sin embargo, cuando le comunican que Luke Hadler, su amigo de la infancia, y su familia han muerto de forma violenta, presuntamente en un acto de parricidio y posterior suicidio, se siente obligado a regresar.
    Recibido con manifiesta hostilidad, Falk se propone no quedarse mas de un par de dias, pero las suplicas de los padres de Luke para que intente aclarar las circunstancias de la muerte de su hijo haran que reconsidere su decision. Asi, mientras colabora de forma extraoficial con el sargento Greg Raco, el jefe de policia local, Falk se vera obligado a encarar los fantasmas de su oscuro pasado y a enfrentarse al odio visceral que todavia le tienen algunos vecinos del pueblo.

  • El insolito final del senor Monroe de Dan Mooney

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    Joel vive en la Residencia de Ancianos Hilltop y la odia con toda su alma. Solo hay otra cosa que odie con mas fuerza, y es que le digan lo que tiene que hacer y cuando debe hacerlo. Cuando tiene que comer, cuando es hora de irse a la cama, cuando debe tomarse las pastillas Junto a su nuevo companero de habitacion, Frank, un actor de culebrones retirado, emprendera la mas singular de las aventuras: la de poner fin a su vida de una manera digna. En el transcurso de esta mision suicida, Joel y Frank descubriran que quiza nunca es demasiado tarde para experimentar la magia de los primeros momentos, y es que cuando piensas que todo ha pasado, la vida te regala una ultima y gran aventura.

  • Born to be free de Rachel Rp

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    Necesitaba el dinero y lo unico que tenia era mi cuerpo, asi que me vendi. Eso no significa que vaya a ser una esclava toda mi vida, no. Voy a escaparme y empezar de cero, lejos de todo y de todos, pero por el momento tengo que aguantar. Cuando pienso ?porque lo hice? simplemente toco mi cicatriz y todo queda claro.

  • El agua de la vida de Sara Gruen

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    Fin de ano, 1944. Para Maddie y Ellis Hyde, un joven matrimonio de clase alta de Filadelfia, la guerra y la privacion son conceptos lejanos. A Ellis solo le interesa divertirse gracias al dinero que recibe de su padre. Pero cuando el viejo general Hyde les corta su asignacion, Ellis decide recuperar el favor de su padre retomando el proyecto en el que este fracaso anos atras: encontrar al famoso monstruo del lago Ness.
    A pesar de las quejas de Maddie, y acompanados por su inseparable amigo Hank, los tres parten hacia Escocia y se instalan en un pequeno hotel rural, sin ninguno de los lujos que tan bien conocen. Ajenos a todo, cada dia los dos hombres salen a buscar al mitico monstruo, mientras otro monstruo, Hitler, esta arrasando Europa. Maddie, sola la mayor parte del tiempo en un pais extranjero, rodeada de desconocidos, debe comenzar a preguntarse quien es y que quiere en realidad.
    Apasionante y conmovedora, El agua de la vida narra una intensa historia de amor, pero tambien el despertar de una joven privilegiada que, a medida que va experimentando lo que sucede a su alrededor,
    aprende a entregarse a los demas como nunca antes lo habia hecho.
    Una tierra de misterio y leyendas. Un amor capaz de cambiarlo todo.

  • Crudo de Olivia Laing

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    Kathy tiene cuarenta anos y su vida esta a punto de cambiar para siempre: se acerca el dia de su boda, el dia en que dejara atras definitivamente su pasado excentrico y desordenado para entregarse al compromiso, el amor y los planes de futuro. Ahora bien, ?que futuro? ?Acaso cabe esperar algo bueno, a la vista de lo que esta sucediendo en el mundo? Mientras Kathy nos explica con minuciosidad obsesiva los preparativos de su enlace desde un enclave idilico en plena Toscana, se ve importunada por pensamientos delirantes, a veces oscuros, que basculan entre el escepticismo y la paranoia. En la Casa Blanca hay un loco que puede desencadenar una guerra nuclear con solo pulsar un boton rojo, y el mundo parece estar entrando en una fase de histeria colectiva de la que sucesos como el Brexit son mucho mas que un sintoma preocupante.

  • El chico del chubasquero amarillo de Sweet Melibea

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    Alice Evans, disenadora de moda, esta comprometida con Edward Brown, socio del padre de Alice del emblematico hotel de los Evans.
    No obstante, no esta muy segura de dar ese paso, sobre todo cuando Josh, un profesor de musica, sencillo, con pelazo y ojos de infarto se cruza en su camino de forma accidental.
    El destino, a pesar de que Alice no cree en el, pondra a prueba su capacidad de eleccion para poder alcanzar la felicidad.
    ?Y Josh? ?Que papel tendra el en esa decision?
    Descubre esta divertida historia en la que el amor es el protagonista.

  • A Sexy Berling Christmas (Sexy Berling 1) de Maya Blair

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    Hay nombres que preceden a las personas y el de Gabriel Berling es uno de ellos. Cuando mi socio y yo recibimos el encargo de organizar la fiesta de navidad del hombre del momento, pensamos que nos habia tocado la loteria. Lo que no es para menos, ya que Berling es el fundador, socio mayoritario y presidente de una multinacional muy, muy lucrativa --un verdadero imperio empresarial, en realidad--, aparte de un sujeto amado y odiado a partes iguales que siempre esta en boca de todo el mundo. No me refiero solo a uno de los habituales de la lista de millonarios de Forbes, sino a un icono de nuestra era. Alguien que acapara dia si y dia tambien la atencion mediatica y cuyo nombre se encuentra continuamente en la palestra; ya sea en programas de television, radio o en los continuos rios de tinta que hace correr en las paginas de economia, sociedad... Por no hablar de los jugosos y escandalosos chismes de prensa amarilla que, en la mayoria de los casos, tienen mas de pesimo guion de telenovela que de realidad. Pero la cuestion radica en que rara es la manana en que no desayunas con el nombre de Gabriel Berling junto con tu cafe y tus tostadas, lo que en estos momentos lo convierte en una mina de publicidad para Candilejas, nuestra ambiciosa empresa de organizacion de eventos. El caso es que es bien sabido por todo el que tiene oidos en esta ciudad que la alta sociedad se lo rifa, avida de la cobertura de medios que un personaje de estas caracteristicas arrastra siempre tras de si. La clase de atencion que la jet set cree que se merecen ellos, sus familias y sus celebraciones varias. Y el, con su presencia, les proporciona lo que tanto anhelan. Lo que me lleva a suponer que deben de lloverle invitaciones de lo mas variopintas a cada momento del dia, uff. De hecho, compadezco a su secretaria o asistente. Eso de arriesgarse a morir sepultada por una montana de pomposas tarjetitas escritas provenientes de gente snob con hambre de popularidad no debe de ser muy agradable. ?De que hablaba antes de desviarme con el tema de las invitaciones? !Ah, si! Berling, Berling, Berling. De un tiempo a esta parte, empiezo a pensar que el tipo es una especie de nuevo Dios del siglo veintiuno en una sociedad necesitada de idolos ante los cuales postrarse y a los cuales amar, envidiar u odiar por su exito. Cuando no imitarlos en una burda copia barata, como esos bolsos Louis Vuitton que vienen de tapadillo desde China. Los mismos que de pasada dan el pego, si, pero que en cuanto te acercas un poquito y los miras con detenimiento te das cuenta de que apestan a mala calidad por todas las costuras. Resumiendo; si quieres ser alguien en esta maldita ciudad, invita al <> a tu fiesta --aunque con cuarenta anos que tiene bien podrian cambiarle el apelativo-- y ten por seguro que sera un exito rotundo. Prensa, radio y television cubriran su comparecencia hasta el ultimisimo detalle, seras la envidia de tu circulo de amistades y conocidos, obtendras una avalancha de llamadas furibundas de todo aquel que oso rechazar la invitacion porque cometiste el tremendo error de no avisarles que iria Berling... Y, lo mas importante, si consigues que pose contigo, veras tu rostro estampado junto al suyo en las paginas centrales de los periodicos y revistas de mayor tirada de una costa a la otra. Por cierto, si eres una de esas ninitas monas de moral relajada, poco amor propio y gran apetencia por la popularidad, siempre puedes follartelo. !Para que andarse con rodeos! A tu papaito le saldra mas barato que el coste de una fiesta de ese calibre.

  • Una tarta de manzana llena de esperanza de Sarah Moore Fitzgerald

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    Esta es una historia maravillosa, hermosa y conmovedora que habla de esperanza y de tartas de manzana. Pero en este libro no encontraras tartas de manzana normales y corrientes. Encontraras tartas magicas. En cuanto las pruebes, el mundo te parecera muy diferente. Las cosas empezaran a cambiar y, cuando hayas tomado un trozo, sentiras que todo va a salir bien.

  • Acero Fundido de Susana Torres

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    La manana que a tantos les parecia una hora de ininterrumpida actividad en las calles del distrito de Flatiront, no era mas que una experiencia vacia para Arturo Matas. Un hombre que vivia del exito de su compania que claramente se evidenciaba en el lujo de su departamento. Un pent-house ubicado en el One Madison de la calle 23 de Manhattan que, a pesar de su vista alucinante, no le conseguia recompensa alguna en apreciar su entorno porque cada aspecto de su vida tenia de gris los escenarios del dia a dia. Se encontraba determinado a levantarse minutos antes de que sonase el despertador, pero, al igual que siempre, luchaba con la idea de atender asuntos de negocios. Esta seguro de que es hora de despertarse. Los sonidos de las ya activa calles de Nueva York intentan llamar su atencion, pero nada puede llegar a sus oidos. El sol atraviesa los vidrios reforzados que rodean su hogar y reflexionan en un adorno de metal pulido que tiene sobre la mesa de noche al borde de su cama. El brillo y calor que emana de la pequena estrella de su sistema solar, lo mantiene al tanto de la hora que es, a pesar de no haber abierto los ojos aun. Planea levantarse sin muchos problemas; el momento de salir a ganarse la vida ha llegado, para eso se ha esforzado tanto, para eso ha dejado de lado cualquier cosa que pudiese distraerlo de su profesion de ejecutivo importante --o a menos asi le dicen--, que por mas de nueve anos ha practicado en el puesto de dueno, CEO y gerente de su propia empresa. Trata de apagar el despertador con la mano que tiene libre y por fin abre los ojos. Se queda penetrando la ventana con la mirada. Por un momento, como hace cada manana, se pregunta <> con la intencion de encontrarle sentido a su rutina diaria. Se levanta y se dirige al enorme bano de su habitacion para comenzar el proceso de aseo matutino. Lo importante es arreglarse antes de las siete de la manana, para el, el llegar despues de esa hora es un retraso; eran las seis cuando se desperto. Luego de terminar su rutina de limpieza, se arregla con uno de los cientos de traje de etiqueta que siempre usa. Su casa, tan inmensa como solitaria, no esta repleta de la esencia que emana una compania bien merecida. Arturo Matas no tiene a nadie a su lado porque, segun el percibe, sus ambiciones son claras y la unica persona capacitada para entenderlas es el mismo. Las cosas le han funcionado muy bien hasta ahora con esa filosofia, no habia motivos para cambiarla. Al pisar suelo firme, despues de bajar por el ascensor que se conecta con el anexo que le permite ingresar a su hogar, se encuentra con que su coche y quien lo conduce, no ha llegado. Le busca con la mirada antes de sacar su celular del bolsillo con la intencion de llamarlo hasta que se da cuenta que esta estacionado en la calle de al frente. La cruza y luego lo aborda. --Buenos dias Tom --dijo al cerrar la puerta. --Buenos dias senor Arturo. ?Listo para comenzar el dia? --le pregunto animado. --Nunca lo estoy. Por favor, llevame lo mas rapido que puedas. --Como usted diga, senor Arturo --le respondio Tom no se molestaba al perder el tiempo en hablar con Arturo. Este no era de mucha platica, sin embargo, ocasionalmente le proferia alguna respuesta no muy pedante. Pero, despues de todo, la actitud del senor Mata siempre era la misma. Tom arranco el coche, subio el panel que separaba la vista entre el y su pasajero, y tomo las calles correspondientes hasta su trabajo. --!Ah!, Tom, un momento. --dijo Arturo. --?Si? --respondio bajando el panel. --Por favor, si no es mucha molestia, pasa por algun cafe cercano que quiero desayunar. --Le indico Arturo. Tom tomo la sexta para dirigirse a la septima avenida hasta el Seven Grams Caffe. Arturo se bajo, pidio un expreso, unos ponquecillos y se regreso al vehiculo. Una vez adentro, comenzo a consumir su desayuno con la mayor calma del mundo, sin apresurarse, mientras observaba por la ventana del coche las calles de Manhattan hasta llegar al Rockefeller Centre, en donde tenia una de sus sucursales, que, de hecho, era en donde el administraba todo. Al llegar a su oficina, le recibe un juego de diferentes papeles, reportes, llamadas y encargos como de costumbre. <> --su secretario-- penso, cuestionandose la idea de que Kate --la recepcionista-- le informe de ello cada vez que entre. No duda mucho en tomarlas ya que es su responsabilidad atender tales casos, a pesar de que su hermano y asistente (Kyle) es quien debe decirle que tiene pendiente. --!Buenos dias, senor Matas! --le dijo Kate antes de indicarle sus encargos. --Buenos dias, Kate, avisele a Kyle que ya llegue, que prepare mis cosas --respondio Arturo. --No hay problema, yo le hago llegar su mensaje, senor. --Gracias --dijo, mientras caminaba hacia el interior del recinto. Arturo, solo compartia su tiempo con su hermano menor. Kyle no tenia un trabajo estable hasta que se mudo a Manhattan con la esperanza de que su hermano lo tomase en cuenta en memoria de aquellos momentos que vivieron en su juventud, eso les decian a todos. La historia que manejaban aquellos que no fuesen ellos dos, era que Arturo lo contrato como su asistente personal para evitar que su madre le reclamase que no hacia nada por el. En efecto, no compartian tanto como muchos habrian de creer, a pesar de que le tenia afecto, no lo demostraba por su habito de pocos amigos. Nadie se escapaba de su forma de ser, siquiera Kyle. Camino a traves del conjunto de cubiculos que rodeaban lo que era su oficina actual hasta llegar en donde se encontraba su hermano, sentado, atendiendo unas llamadas importantes. En lo que este lo ve, cuelga y se levanta para seguirle el paso. --Arturo, llegaste --senalo Kyle-- Tienes un cafe en tu escritorio junto con los documentos que me solicitaste ayer. --No importa, Kyle, ya desayune. --Bueno, ?Que mas da?, ya voy y me lo tomo. --De acuerdo, ?algo mas? --pregunto sin detener su paso hasta la oficina. --Del resto, nada fuera de lo ordinario. Estoy esperando a que llegue el encargado de las relaciones publicas, tiene mas de dos semanas sin venir y no se ha comunicado para dar por lo menos una excusa. --Te dije que te ocuparas de eso antes de hoy. --Lo se, pero debia esperar dos dias mas para poder hacer cumplir el contrato. Arturo llego hasta su oficina, aparto el asiento y se acomodo en el, mientras, Kyle le seguia hablando. --El caso es que ya nos ha ido lo suficientemente mal como para tener que esperar a que David se indigne en regresar al trabajo. ?ya sabes que hacer? ?No? --le inquirio Arturo Segun el contrato que habia preparado, a aquel que lo incumpliese, le correspondia un despido inmediato. Kyle abrio la carpeta que tenia abrazando a su cuerpo y anoto <> en la Tablet junto al nombre de David, pensando que, a pesar de que no queria que estuviese despidiendo a las personas, no podia contradecirle ya que despues de todo, era un incumplimiento de su trabajo. --Listo, yo me encargare de eso. --No podemos darnos ese lujo Kyle, y tu lo sabes. --Si, lo se. Ahora toca buscar un remplazo. --Hazle llegar su carta de despido e inmediatamente comienzas a buscar alguien para que le remplace. --?Alguna persona en especial? --inquirio Kyle sin levantar su cabeza de la tableta electronica en donde estaba anotando. --Sorprendeme, no quiero a nadie inutil. Busca posibles candidatos, para pasado manana quiero estar entrevistandole. --Muy bien, hermano. ?Otra cosa? --Si, pide una reservacion para dos en el Eleven Madison Park --?Esta vez quien es la afortunada? --pregunto con un tono travieso. --Una chica que conoci el viernes, haz la reservacion y ya --le espeto Arturo. --?Para cuando? --Para hoy al medio dia, como a eso de las doce y media, habla con Billy, dile que es de mi parte. --Esta bien. Kyle tomo el cafe que habia dejado en el escritorio y se retiro de la oficina directo a realizar lo que su hermano le habia encargado. Escribio en una pagina de empleos la solicitud, llamo a diferentes pasantes y contacto a varias empresas para preguntar si no conocian a algun relacionista bueno en el area. Estaba al tanto de que mientras estuviese sin alguien encargado, el tendria que realizar el trabajo, que no le correspondia, por mas tiempo. Su prioridad era encontrar a alguien. Se paso ambas manos por la cara para despejar el cansancio de las noches sin dormir que le pegaban en el rostro por la misma razon por la que estaba buscando un remplazo. Al finalizar, se sumio en el resto de su trabajo. Tenia la esperanza de que alguien realmente util apareciera para el puesto. A Arturo solo le importaba el bienestar de su negocio. Se catapulto a la cima de su propia empresa como el dueno de una compania lucrativa de conglomerado. Pudo destacar entre ellas los bienes raices, articulos tecnologicos, parte de una revista y agencia de modas, tiendas de retailling y agregar otras poco a poco a lo largo de su carrera con la idea de hacer una corporacion que se aprovechase de un gran numero de multitareas. Parte de su exito no se debia a su carisma ni a su comportamiento abiertamente social, en cuanto a su forma de ser, las personas a su alrededor le percibian serio y reservado. Es un hombre sin muchos fantasmas, pero cuando se trata de mantener una relacion estable --amigos o pareja--, se determinaba a no darle mucha lena a lo que fuese que cobrase vida en su debido momento. Su ocupacion era la vida de negocios, la administracion de su propio trabajo. Nada debia ni tenia la potestad de causar problema alguno. A pesar de ser un hombre relativamente modesto, su forma de ser no aportaba mucho para la manera en que los demas le retrataban. Se veia como un empresario exitoso, pero gran parte de eso se debia al triunfo de su empresa, para el exterior, el mundo que lo rodeaba, no terminaba de adaptarse a el. El encargado de hacer de la imagen de la compania y del mismo Arturo fuese adecuada, se negaba a hacer bien su trabajo debido a que no toleraba su actitud. David no aceptaba tener que defenderlo frente a los demas peces gordo de la compania por lo que renuncio de manera indirecta. AArturo no le parecia algo adecuado ser objeto de criticas con respecto a su vida personal, su manejo de la empresa o de la forma en que esta no se llevaba bien con los medios. Cada que hacia una beneficencia, una fiesta importante, rueda de prensas, una junta directiva o lo necesario para catapultar a la organizacion, se veia en la obligacion de pagar de mas a causa de no tener el encargado adecuado. Su hermano, sufria gran parte de ese peso. Y, asimismo como el futuro de su corporacion estaba sufriendo su mala espina, actualmente, se encontraba en relaciones poco duraderas --por asi decirle-- que lo llevaban a gastar dinero o prestar un poco del mismo para evitar que se opusieran a la idea de no tener mas de una experiencia con el. Se alejaba lo mas que podia del compromiso, de las responsabilidades ajenas. Nada mejoraba su situacion. Ocasionalmente se le veia con varias mujeres hermosas: modelos, chicas jovenes, damas adultas. Ninguna relacion era a largo plazo, siempre una conversacion ocasional, un almuerzo en restaurantes elegantes para terminar en su departamento para el coito de media tarde. Ese era su ritual, algo imperturbable e inalienable. O eso creia. * * * * Pasada las horas luego de su llegada, Arturo se encontraba viendo los papeles de oficio que le habia entregado su hermano para que revisara. El reloj estaba a punto de marcar las doce y aun no se presentaba aquella chica con la que habia quedado para almorzar. Asomaba su muneca derecha para revisar si realmente la hora que mostraba su computador no era la correcta. Le disgustaba la impuntualidad, a pesar que el mismo se tomaba su tiempo * * * * Por otro lado, mientras el se encontraba sumido en su trabajo, en la recepcion llego su cita. -- Estoy buscando al senor Arturo Matas--anuncio a Kate. --?Tiene cita con el? --Pregunto la recepcionista. --Si, digale que Karen le esta buscando --le dijo. Karen estaba no muy lejos del aparador que la separaba de Kate, no sabia si estaba preocupada o nerviosa, pero el ambiente del lugar le daba una sensacion que la sacaba de su zona de confort. Era una de sus muchas mujeres de ensueno con las que se topaba Arturo. Aquellas que se acostaban con el hombre encargado de una compania multimillonaria, de las cuales, muchas estaban al tanto de la naturaleza de su relacion. No buscaban mas que sexo ocasional; un sex appeal de magnate, un cuerpo atractivo y ser un soltero cotizado, eran atributos suficientes para no tener una vida sexual dominada por la abstinencia. Las mujeres iban, venian o disfrutaban en el bano de algun establecimiento especial, pero, nunca se quedaban. Kate cumplio con su trabajo. Le comunico al asistente de Arturo que su cita de las doce habia llegado. Una vez la recibio, acercandose a la puerta y asomando parte de su cuerpo, le comunico a su hermano la noticia. --Arturo, Kate dice que hay una tal Karen en la recepcion preguntando por ti. --le dijo. --?Hiciste la reservacion? --pregunto levantando su mirada de los papeles que sostenia. Arturo lo veia como una cita mas, pero, sin embargo, no podia tener una relacion sexual adecuada sin llevar a su chica a un almuerzo elegante o a algun lugar respetable. Si tenia tanto dinero, debia usarlo adecuadamente. --Si, esta todo listo. --Esta bien, dile a Kate que ya voy para alla. --?Regresaras? --Le pregunto Kyle entendiendo el motivo de su cita. --Si, a las tres de la tarde estoy aqui --le dijo levantandose de su asiento. --Por favor no te ausentes, que ya suficiente trabajo me estas dejando --dijo moviendo hacia atras su cabeza en senal de cansancio. --Te dije que regresare, no te preocupes. Encargate de buscar el remplazo que te dije, eso es lo que debes estar haciendo ahora. --Ya estoy en eso --le respondio-- tu ocupate en llegar a las tres. --?Me estas dando ordenes? --le pregunto seriamente en tono desafiante. --No, solo hazlo. Ambos se miraron a los ojos, sin nada que decir. Eran hermanos, por encima de sus cargos, Kyle le hablaba como el hermano que era y Arturo lo dejaba pasar. Lo hacian todo el tiempo si tener animos de discutir, pero las personas a su alrededor lo veian como una relacion disfuncional nada positiva. No lo era. Ambos compartian mas que la sangre. Arturo salio de su oficina y se dirigio hasta la recepcion en donde se encontraba Karen esperandole. Kate le informo a la chica que le esperaba, que Arturo llegaria en cualquier momento, por lo que seria mejor que le esperase sentada. Era una mujer joven, sin muchas aspiraciones en su vida. Al momento en que Karen llego al edificio en donde se encontraria con Arturo se percato que parte del lugar ya era lo suficientemente lujoso para ella. Cuando le dijo que trabajaba en el Rockefeller Centre, no se imaginaba que lo hiciera en su propia empresa. No recordaba haber estado antes en ese lugar a menos que fuese pasando por las navidades a ver los arreglos de la epoca. <> penso, creyendo que podria ser simplemente una forma de atraer mujeres, pero, de todos modos, seguia con la duda. Arturo atraveso el umbral que separaba el interior de lo que dividia aquello que correspondia al area de trabajo con la recepcion mientras se acomodaba los botones del saco de su elegante traje. Karen se levanto inmediatamente lo vio y le demostro una sonrisa cohibida en son de saludo. --Hola, Karen, ?Tienes mucho tiempo esperando? --pregunto Arturo al llegar a la recepcion. --No --le dijo borrando la sonrisa de su rostro para cambiarla por un gesto de descuido-- Llegue hace veinte minutos. --Muy bien, muy bien. --le dijo, hizo una pausa y agrego-- te ves hermosa --agrego, observandola de pies a cabeza. --Gracias --Repuso. A comparacion con la forma de vestir de Arturo, sabia que no estaba ni cerca de sus mejores pintas. El no esperaba que estuviese vestida de gala. --No hay de que --excuso Arturo. --No me lo esperaba, la verdad. --No te preocupes --le indico-- ven, acompaname arriba para ir a comer. --?Arriba? --pregunto extranada-- ?Que hay arriba? --Arriba esta el helicoptero que nos llevara a nuestro destino. Estamos con el tiempo justo. No te preocupes --intento calmarle. --No sabia como debia vestirme, crei que no seria de mucha importancia. --agrego apenada. --No te preocupes, yo pienso que estas mas que perfecta. --le dijo Arturo con una sonrisa en el rostro-- ?nos vamos? Tenemos reservacion en el Eleven Madison Park, estamos un tanto lejos asi que debemos tomar un helicoptero para llegar a tiempo. --Oh... --agrego--, esta bien. Ahora sabia que definitivamente no estaba vestida para la ocasion. Arturo y Karen abordaron el transporte que los llevaria a su destino. Una vez adentro, el le extendio unos audifonos para poder conversar mientras llegaban al restaurante en donde comerian. --Cuentame un poco de ti, Karen --pidio Arturo con animos de parecer amable. --Bueno, tengo 25 anos, estoy estudiando medicina --comenzo a relatarle-- y vivo en el barrio chino. --Eso fue preciso. --Si, no tengo mucho que decir. --le respondio a medias -- y, de ti ?Que hay? --Bueno, como podras ver, tengo mi propia empresa, trabajo todos los dias, y cuando no, me quedo en casa para escaparme del mundo de los negocios. --Es una vida bastante emocionante --le observo sarcasticamente. --Lo es, dificilmente la puedo cambiar. --respondiendo a su sarcasmo. Aterrizaron en un edificio cercano del lugar y fueron en un coche privado hasta las puertas del restaurante. Al llegar a la calle, abordaron el coche negro que le perteneceria a Arturo. --Llevanos al Eleven Madison Park por favor --dijo Arturo al abordar el coche despues de Karen. --De inmediato, senor Matas --dijo Tom antes de arrancar el coche. Ella escucho aquel recado con un tanto de incomodidad; cada que escuchaba el nombre del lugar, del que habia oido hablar antes, le invadia una sensacion de engorro. Se apreto ambos brazos sobre el vientre para disipar la sensacion. --Y entonces, ?por que vas a comer tan lejos de tu oficina? --le pregunto Karen para desviar su atencion a la cantidad de lujos que habia presenciado en menos de una hora. --Bueno, porque puedo, la verdad --le respondio como un nino dice su edad. --?Asi, no mas? --Si, no se me ocurre mas nada. Para algo he trabajado tanto ?No? --Si, espero poder hacer eso algun dia --respondio, diciendoselo mas a si misma que a Arturo.

  • Viaje de Omar de Adrian Savino

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    --Ana Levstein--

  • Mi error fue confiar en ti. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Bianca ha sabido desde nina que las riendas de su vida nunca las llevaria ella, primero seria su padre y mas tarde su marido. Ha sido educada para ser la futura esposa del principe Liam, lo sabe todo de el…pero su corazon no lo ha elegido a el. Por desgracia mientras era la prometida de Liam se dejo seducir por un atractivo granuja de ojos negros…Alguien que la engano para su propia diversion y que destrozo su joven corazon…

  • Seremos Libres de Alexa Bleu

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    --Necesito salir de aqui, ya no aguanto mas encerrada --manifiesto, dando vueltas por el salon de este diminuto piso. --Pero si acabamos de empezar la cuarentena, Lucre --responde Bea, mi companera de piso y mejor amiga, mientras se atiborra a Doritos, enganchada a alguna serie de Netflix. La envidio. No le esta afectando casi nada el encierro porque ella siempre ha sido una persona casera. Yo soy todo lo contrario; necesito salir a que me de el aire, estar con gente o incluso asistir a clase, por muy extrano que parezca esto ultimo. Desde que el presidente del Gobierno declaro el Estado de Alarma hace casi una semana por culpa del virus, la gente no puede salir de sus casas, excepto para comprar comida, ir a la farmacia o pasear al perro, y en este instante me arrepiento de no haber adoptado uno, aunque la casera nos haya prohibido tener mascotas. De pronto, una grandiosa idea se me viene a la mente. Voy directa a mi habitacion, cojo papel y boli, y regreso al salon. Sobre la mesa que usamos para comer y que se halla llena de todo tipo de trastos, escribo lo que se me acaba de ocurrir. Soy Lucrecia, la vecina del 3degC. Me ofrezco como voluntaria para hacer la compra, ir a la farmacia a por medicinas o pasear a vuestro perro si sois personas de riesgo o con movilidad reducida. No pido nada a cambio. Podeis llamarme o mandarme un mensaje al movil. Le enseno la nota a mi amiga, que se burla de mi desesperacion, y abandono un momento la casa para pegar el papel en el espejo del ascensor. Ahora solo me queda esperar a que alguien contacte conmigo. Cuando vuelvo al piso, la lavadora ha finalizado y voy a la terraza, que se ha convertido en mi templo desde que ha comenzado el confinamiento, para tender la ropa. Basicamente mis dias son bastante rutinarios. Por la manana me levanto, desayuno, hago ejercicio y salgo a comprar el pan. Por la tarde estudio, aunque no sepa como va a acabar mi ano academico, y veo alguna serie con Bea. En fin... Un aburrimiento. --!Bea, ven, corre! --exclamo, asomada a la calle al terminar de tender. Mi amiga viene en mi busqueda con rapidez y las dos contemplamos como el vecino nuevo tira la basura en el contenedor con su elegancia. --?Tanta basura acumula todos los dias el solo? --pregunto. --Depende... --Bea frunce los labios, con la expresion de estar inventandose algo macabro --. Igual ha descuartizado a su exnovia y se esta deshaciendo del cadaver poco a poco. --Ladea su cabeza en mi direccion y me dedica una sonrisa traviesa--. Ya sabes... Para no generar sospechas. Por ejemplo, ayer le toco tirar un brazo; hoy, un pie; manana, la cabeza... --No creo. No tiene pinta de asesino. Seguimos con la mirada al vecino hasta que se mete en nuestro edificio. Compartimos rellano y su terraza esta justo al lado de la nuestra, asi que todos los dias lo veo un par de veces salir a fumarse un cigarro sin camiseta o leer un libro, dando un toque misterioso. Hace dos semanas se mudo aqui, pero no hemos entablado ninguna conversacion; solo nos hemos saludado con cordialidad. --?Y de que tienen pinta los asesinos? --inquiere Bea--. Los que parecen buenos, al final son los peores. Tenlo en cuenta, futura criminologa. --Voy a intentar conocerlo cuando lo pille en la terraza. Tengo curiosidad por saber cosas de el. A Bea se le escapa una carcajada. --Tu lo que quieres es que se meta en tus bragas. --Tambien --le doy la razon, riendome--. Estoy necesitada por culpa del confinamiento. No voy a mentir; ese tio esta muy bueno y supongo que tendra un par de anos mas que yo. Una alegria para el cuerpo no me vendra mal. --Me temo que no puedes acercarte a un desconocido a menos de un metro --me recuerda, mirandome fijamente--. Y mucho menos mantener relaciones sexuales con el. Suspiro, poniendo los ojos en blanco. --Gracias por romperme la ilusion. *** Tras los aplausos de las ocho, me quedo esperando un rato mas en la terraza por si el misterioso vecino da senales de vida, porque no ha salido ni un dia a aplaudir. Nuestro barrio es bastante tranquilo. Se encuentra en una zona apartada de Valencia, y la mayoria de vecinos son personas mayores o familias con hijos, asi que no dan mucho la lata. Algunos, tras aplaudir, se ponen a cantar y a bailar desde sus terrazas o balcones, y yo me uno a ellos porque tengo que aprovechar el unico momento del dia que puedo socializar con gente que no sean Bea o mis padres (por videollamada). Esta noche le toca a mi amiga preparar la cena con los pocos alimentos que nos quedan en la nevera. Manana me encargare de hacer la compra, y espero, de todo corazon, que haya papel higienico, porque nos queda solo un rollo. El olor del tabaco inunda el ambiente, lo que significa que el vecino sadico ha salido a su terraza a fumar. Observo que se asoma a la calle, apoyando los codos en su muro, mientras que con una mano sujeta el cigarrillo con expresion melancolica. Me doy el privilegio de estirar mi cuello desde donde me encuentro para estudiar al chico de cuerpo entero. Lleva una sudadera, un pantalon corto de chandal y va descalzo. De pronto, ladea su cabeza hacia mi, como si se hubiese dado cuenta de que me lo estoy comiendo con los ojos; enseguida aparto mi vista y me centro en observar el edificio de enfrente, fingiendo que no soy ninguna mirona de vecinos desconocidos y posibles asesinos en serie. --Buenas noches, vecina --oigo una voz masculina grave, que me parece muy sexy. Lo miro y le dedico una sonrisa. El tambien sonrie y despues exhala el humo del cigarro por la boca. --Buenas noches, vecino --le respondo. ?Le pregunto como lleva la encerrona? ?O por lo que hace todo el dia en su casa? ?O por que saca cada dia la basura? Siempre se me ha dado fenomenal mantener una conversacion con las personas, aunque no las conozca. De camino a mi facultad en el metro, nunca me he quedado callada y le hablaba al que tenia sentado a mi lado; no paraba de parlotear hasta que llegaba a mi destino, e incluso muchas veces me he despistado y he tenido que bajarme dos paradas despues. --?Que tal el confinamiento? --se atreve a preguntar, como si me acabase de leer el pensamiento. --Regular. --Me rio con tanto nerviosismo que parezco una tonta--. Estar enjaulada todo el tiempo no es lo mio. ?Y tu? --No veo la diferencia entre la cuarentena y mi vida normal. Estoy acostumbrado a estar en casa sin que me afecte. --Ah, que bien. Te envidio un poco. Yo estoy deseando que se acabe esta distopia para irme de fiesta. Lo hago reir con mi comparacion. Despues le da otra calada al cigarro y vuelve a echar el humo. --Em... Esto... Manana me toca hacer la compra. Si quieres que te traiga algo, no tienes mas que pedirmelo --le propongo--. Un paquete de papel higienico, harina, tabaco... Un paquete de preservativos para que uses con tu novia descuartizada, por si se te han gastado... --No tengo novia. Rompi con ella porque me puso los cuernos con mi companero de piso. Me quedo sorprendida. ?Como alguien puede serle infiel a este monumento? O a cualquier persona, en general. Yo no podria ni mirar a la cara a mi pareja. --Lo siento mucho --le contesto con lastima--. Si te sirve de consuelo, ella no te merecia. --Ya. --?Entonces no necesitas que te traiga nada del supermercado? --decido cambiar de tema. --No, gracias. Tengo de todo. --Vale, pues... --Enredo un mechon de pelo en mi dedo--. Voy a cenar. Ya nos veremos manana en la terraza. Se echa a reir. Dios mio, su risa desprende tanta sensualidad que hasta creo que me estoy enamorando. Asi, sin conocerlo ni nada. Muy bien. Puede que sea un psicopata que asesino a su ex por ponerle los cuernos, y yo estoy aqui, charlando tan ricamente con el y creyendo en el amor a primera vista y en tiempos de confinamiento. Sigo pensando que el encierro me esta afectando de mala manera. Tras despedirme del chico, que todavia no se ni como se llama, ceno con Bea y le cuento la pequena conversacion tan bobalicona que he tenido con el. Mi amiga me dice que de esta situacion puede surgir una bonita historia de amor entre vecinos, pero sin dejar de burlarse de mi. *** A la manana siguiente, me paseo por el supermercado del barrio, buscando todo lo que ha apuntado Bea en la lista de la compra y lo que me han pedido algunos vecinos tras leer mi anuncio pegado en el ascensor. La mayor parte de la gente va con guantes, mascarillas y respetando la distancia de seguridad. Gracias a mi amiga y a su alergia, me he podido poner una mascarilla de las que tiene por casa, porque en la farmacia ya no quedan existencias por culpa de los borregos que fueron a comprarlas a montones. Se creian que se avecinaba el apocalipsis o algo asi. Ahora mismo solo me queda coger el papel higienico para marcharme. Me dirijo hacia el pasillo por donde se encuentra y descubro, a escasos metros desde donde estoy, que nada mas hay un paquete y que el vecino sadico se esta acercando a toda pastilla para hacerse con el. Yo corro una maraton, con la esperanza de ganarle la carrera, pero cuando llego a su lado, el me sonrie con socarroneria y lo mete en su carrito. --Has llegado tarde --me dice, en tono burlon. Tambien lleva una mascarilla cubriendole la boca, pero lo que mas me llama la atencion de su rostro son sus ojos azules. --?No decias que no te hacia falta nada? --Anoche no necesitaba nada, pero hoy si. --Se separa un metro de mi, porque estabamos muy cerca el uno del otro--. Hay que respetar la distancia de seguridad. Podrias pegarme el bicho, Lucrecia. En este momento me queda claro que este tio es un psicopata. ?Como sabe mi nombre si no se lo he dicho? --O podrias pegarmelo tu --contraataco--. Yo estoy sana. --No lo sabes. A lo mejor eres portadora asintomatica. --O tu tambien. Se que esta sonriendo por debajo de la mascarilla; sus ojos lo delatan. Sin embargo, no me hace ni pizca de gracia que me haya robado el papel higienico. --Nos vemos, vecina Lucrecia. --Se despide de mi con la cabeza y no tarda en desaparecer de mi vista. Pues nada. Hoy me toca limpiarme el trasero con servilletas. Una vez que llego a casa, la exagerada de Bea me abre la puerta, sujetando un trapo, lejia y gel desinfectante, y vestida con un disfraz de astronauta, como si pensara que le traigo la lepra en la compra. Me obliga a desnudarme en mitad del rellano (solo permite que me quede con las bragas y el sujetador), y la dejo desinfectarlo todo mientras me doy una buena ducha de agua caliente. --!?Por que no has traido papel higienico, tia?! --me pregunta de sopeton, al colarse en el bano y descorrer la cortina de la ducha; yo casi me resbalo por el susto que me ha dado. --Porque solo quedaba un paquete --le explico, enjabonandome el cuerpo--. Adivina quien se lo ha llevado. --?La vecina loca del quinto? ?La que tiene veinte gatos? --No. El vecino descuartizador. Mi amiga permanece atonita durante unos segundos, y yo aprovecho para seguir duchandome. --?Como has permitido que te lo robara? --Llego antes que yo. Es idiota. --!Pues esto no se va a quedar asi! --exclama, senalandome con su dedo--. Pienso lanzarle basura a su terraza. --Y se esfuma del bano, dando un portazo. Salgo de la banera, me envuelvo el cuerpo con una toalla y mi cabello negro con otra, y me meto en mi habitacion con la intencion de ponerme el pijama, pero un mensaje en mi movil me interrumpe, asi que lo cojo de mi escritorio y entro en WhatsApp. Descubro que el numero no lo tengo guardado. Hola, Lucrecia, soy tu vecino. Como te has puesto tan triste cuando me he llevado el papel higienico, he decidido dejarte seis rollos sobre tu felpudo (yo me he quedado con otros seis). No te preocupes, que no los he tocado y continuan metidos en el paquete de plastico. De nada. Posdata 1: Tu numero lo he cogido de la nota que he visto pegada en el ascensor. Posdata 2: Limpiate bien. Mira que considerado el descuartizador... Tiro el movil sobre la cama y corro hacia la puerta de la entrada, sosteniendo la toalla con una mano para evitar que se me caiga y que los vecinos me vean como mi madre me trajo al mundo. Y ahi esta el paquete con los seis rollos de papel higienico, descansando en el felpudo. Echo un vistazo a la puerta de al lado, que se encuentra cerrada, y sonrio negando con la cabeza. Despues entro en mi piso y le cuento a Bea lo que acaba de suceder, pero ella, como es tan miedosa, se ocupa de desinfectar el plastico y le pasa a cada rollo un trapo por encima, por si da la casualidad de que el virus haya llegado hasta ahi.

  • Cuentame una noctalia de Monica Gutierrez

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    Esta noche las estrellas se han borrado del cielo y el silencio es mas denso que de costumbre. Hemos terminado de cenar y mientras mi padre cabecea frente al televisor el reloj de la repisa de la chimenea me mira burlon. El arbol de Navidad sigue con sus luces de colores encendidas y en la chimenea algunos troncos gruesos arden despacio. Mi abuelo lee a Homero con sus gafillas de concha, moviendo laboriosamente los labios silenciosos y secos. Lena aprieta entre sus manos blanquisimas un libro sobre embarazadas. La ilustracion de la portada muestra a unas mujeres que parecen muy furiosas. Mi abuela me llama a la cocina. --El aire es espeso esta noche --dice sin mirarme. Y es cierto. La quietud se ha instalado en los umbrales de piedra de Mic-Napoca. Al otro lado de la ventana, un susurro inquieta a los gatos de Natasha. Me pregunto si Nicolai ya se habra ido a dormir, si tendra un peluche preferido al que abrazarse por las noches. --Tu tambien vas a preguntarme por que he vuelto, ?verdad, buna? Mi abuela no contesta pero la veo sonreir levemente en el reflejo de la ventana. --A veces pienso que he vuelto solo para fastidiarlos, para no tener que darles la razon a todos los que murmuraron <> cuando me fui. --Pero esa no es la razon de tu regreso. --Seria idiota si esa fuera la razon y todos sabemos que Traian Bratianu no tiene idiotas en su familia. Los hubiese mandado fusilar. Mi abuela se rie despacito. Esta muy guapa con su pelo blanco destacando a contraluz, como si fuese el aura de un hada muy vieja. --Habras dejado en Londres amigos y companeros de trabajo --adivina. --Les llamare despues de Navidades, para despedirme de ellos como se merecen. De momento, tengo apagado el movil y solo mis jefes del hospital saben que no voy a volver. --?Te dejaron marchar? --Claro que no --sonrio orgullosa y avergonzada al mismo tiempo--. Se lo han querido tomar como un ano sabatico. Ya veremos. --?Salias con alguien? ?Como se llamaba aquel chico? --Don. Me gustaba mucho, muchisimo, lo suficiente para pensar que... Estuve a punto de invitarle a pasar unas vacaciones aqui el ultimo verano que vine. --?Y que paso? --No lo se, buna ?Cuanto es suficiente? ?Cuanto no lo es? Me gusta el sonido de los platos entrechocando bajo el agua caliente, el movimiento circular de las manos habiles de mi abuela. Carraspea un poquito, duda, y finalmente me mira con sus ojos acuosos de hada sabia. --?Sabes lo que es una noctalia? Niego despacito, interesada en la historia, en cualquier historia que me ligue para siempre a la piedra bucurestina de esta casa, a las raices solidas y legendarias de los Bratianu, las que se hunden en los tiempos inmemorables cuando los turcos amenazaban nuestras murallas y Vlad el Empalador suspiraba por una princesa de mirada oscura y alma rebelde. --Las noctalia son los cuentos que se explican desde siempre alrededor de un buen fuego. Para que sea una verdadera noctalia, deben darse tres condiciones indispensables: que sea de noche, que haga frio y que todos los que esten sentados escuchando esten cansados. Solo asi la noctalia da consuelo, porque siempre encierra un mensaje de esperanza. Como un faro, una luz calida, para los que estan perdidos y exhaustos, en busca del camino. La abuela aparta su mirada de mis ojos malditos y mira por la ventana, aunque no pueda ver nada mas alla de las luces del patio, del merodeo de los gatos. La oscuridad se espesa todavia mas y me sorprende caer en la cuenta de que hoy no se oye el aullido de los lobos. ?Por que estaran tan callados esta noche? Mi abuela me lee el pensamiento, mi padre se duerme delante del televisor y mi abuelo sigue moviendo sus labios resecos deletreando a Homero. Lena pasa las paginas de su libro de embarazadas furiosas. Y entonces los vasos empiezan a tintinear en las estanterias de la cocina, tan ligeramente que al principio creo que me lo estoy imaginando. El temblor crece precediendo un ruido lejano, casi como de tormenta. Pero ninguna tormenta hace vibrar los cristales de la ventana de esa manera. La abuela me mira asustada y se apresura a hacer la senal de la cruz mientras murmura algo sobre unos santos. Afuera el susurro crece como la marea en el Mar Negro, inunda con firmeza la oscuridad espesa y por fin entra en la casa. Cuando llego hasta el comedor mi padre esta en pie, algo desconcertado, y toda la casa vibra con el fragor de lo desconocido. Lena ha cerrado el libro y se lleva una mano protectora a su abultado vientre. El abuelo no aparta los ojos de Homero pese a que debe llegarle el ruido desaforado de nuestro ritmo cardiaco. Al fin se apiada de nuestra ignorancia y grune en voz alta. --Son helicopteros. Pero no son rumanos ni rusos --se rasca una oreja y pasa una pagina del libro viejisimo--. Suenan como si estuviesen aterrizando en el campo de heno de detras de la fabrica. Y eso es todo. El abuelo hace muchos anos que ha perdido su capacidad para sorprenderse. Murmura alguna cosa sobre que ninguna guerra merece mas atencion que las proezas de Ulises o la espera de Penelope y hace un gesto a su mujer de que le molesta con sus aspavientos de catolica. Asi que papa y yo salimos solos a la noche ensordecedora. La tierra tiembla y el pulso se nos acelera en las sienes. Mic-Napoca se despierta asustada, se encienden luces por toda la plaza de la Biserica y algunos vecinos salen desconcertados por el ruido. Todos hipnotizados por el rugido de la oscuridad, por la reverberacion del aire y de la tierra. Los primeros gritos nos sacan de nuestro estupor, papa y yo corremos a casa en busca de un maletin de primeros auxilios y sacamos el coche de la plaza en direccion al campo de heno en la parte mas suroriental del pueblo. Podriamos ir a pie, pero asi tardaremos menos y podremos tener transporte en caso de que haya heridos. El lugar es una locura de reflectores y helicopteros, de soldados armados y cercas de madera, de gritos y ruidos, todo envuelto en una tormenta de heno volador por culpa de los rotores gigantescos. De la panza de los monstruos aspados saltan a tierra algunos hombres pintados de verde y negro. Emil Cordenu tironea de la manga de mi chaqueta. Lleva un buen rato llamandome pero es imposible oirle con tanto estruendo. Me senala dos cuerpos tirados en el suelo rodeados de algunos soldados. Mi padre ha desaparecido. De repente el mundo se ha vuelto del reves, la locura ha encontrado a Mic-Napoca pese a que no sale en todos los mapas y los oidos me empiezan a doler tanto como el estomago. Las dos figuras tiradas en el suelo son Cesare con su brazo en cabestrillo y su nueva mula. Cesare no esta mas herido de lo que se encontraba esta misma manana cuando le cambie los vendajes, excepto por una pequena brecha sangrante por encima de su ceja izquierda, pero su mula se queja espantosamente. Los soldados gritan a Cesare y a la mula pero ninguno de los dos parece entenderlos. Gritan en ingles. Son americanos. --Necesitan ayuda --les digo en voz tan alta como me permiten los helicopteros--. Estan heridos. Soy medico --les enseno el absurdo maletin--. No les entienden, no hablan su idioma. --Senora... --Uno de ellos se me acerca y me grita en el oido, pero yo ya estoy arrodillada junto a Cesare--. Senora, tiene que salir de aqui, mantengase fuera de la zona acordonada. Pero Cesare no quiere saber nada de marcharse sin su mula herida, pese a la coz del miercoles, pese a su brecha sangrante. Supongo que los une la corriente de simpatia que un tozudo puede tener por otro. Conozco a Cesare desde que era pequena y se que no me queda mas remedio que examinar la pata herida de su mula mientras un Apocalipsis americano ruge por encima de nuestras cabezas. --Senora, por favor --el soldado me coge del brazo con la intencion de arrancarme de alli. --Dejeme atender al animal. Si conseguimos que se ponga en pie saldremos enseguida de su zona acordonada --se lo prometo en el mejor ingles londinense, sin el mas leve rastro de acento de Mic-Napoca. Uno de los reflectores pasa sobre nosotros. Los cabellos rojos de Cesare me recuerdan a Ulises, pero es demasiado tarde para envidiar la calma proverbial de mi abuelo asi que me apresuro a tirar de la pata dislocada de la mula hasta ponerla de nuevo en su sitio. Y de pronto, la constancia de que puedo oir mis pensamientos me trae un terror mucho mas definido. Los helicopteros se van de vacio, tras haber sembrado el campo de heno de soldados y artefactos militares. El ruido ensordecedor de sus motores se aleja por el oeste y por un momento parece que de nuevo vaya a ser posible el silencio. Apenas a unos metros veo a nuestro primar junto a toda la representacion de nuestra polizei, cuatro hombres en total en medio de la debacle de luces y gritos. Son cuatro hombres desarmados y en bicicleta, palidos, delante de un despliegue que jamas habrian imaginado tener que presenciar. El jefe de nuestra brillante polizei sostiene con desgana su porra en la mano derecha. Me reiria si no estuviese tan asustada. La mula de Cesare sobrevivira. Los soldados ayudan a retirarla de alli y nosotros les seguimos fuera del hormiguero en el que se ha convertido el campo. No se cuanto tiempo he estado arrodillada junto a los heridos pero, cuando me levanto y doy por concluida la cura de primeros auxilios, estoy un poco mareada y tengo manchas de sangre y yodo en las manos, en la cara y en el vestido. Y estoy a punto de decirle alguna cosa amable al sargento cuando una mano invisible borra todas las estrellas del cielo y espanta el aire de la noche. Un estruendo recorre el espinazo de la tierra y la hace temblar. El aire vuelve convertido en el rugido de una bestia de otro mundo. El cielo se ha partido en dos. Es lo unico que puedo entender. El rugido inhumano nos llega mucho antes de que podamos siquiera vislumbrar su silueta. Me reverbera en el pecho y me desordena los latidos. Cuando era pequena mi abuela solia leernos a Lena y a mi fragmentos de la Biblia por si todavia podia salvarnos del agnosticismo cientifico de nuestro padre, por eso siempre asocio la idea del terror a las trompetas que anunciarian el fin del mundo. Pero esta noche comprendo que un avion de combate rompiendo la barrera del sonido en la oscuridad espesa sobre el campo de heno de Cesare, en Mic-Napoca, es mucho mas terrorifico. El ruido nos ensordece a todos mientras el impresionante avion de guerra nos sobrevuela a baja altura. Los soldados que me rodean por todas partes lo siguen con la vista. Se han olvidado de mi presencia. En realidad se deben haber olvidado de todo, incluso del sentido comun, porque no entiendo que intereses pueden haberles llevado a invadir un campo de heno de un pueblecito transilvano que no siempre ha salido en los mapas. El caza vuelve a sobrevolarnos. Me tiemblan las rodillas y no logro encajar del todo mi mandibula en donde deberia estar. El unico pensamiento coherente que me acompana entre tanto ruido es el de que esta vez ni siquiera toda la piedra de Vladimir Drakul, el Empalador, sera suficiente para protegernos. El cielo se ha roto y desborda nuestras murallas. Debo llevar mas tiempo del que creo que ha transcurrido en medio de una tormenta de heno, olvidada de todos, paralizada en medio de una noche sin lobos. Porque los cazas por fin se han marchado y, desde el unico helicoptero que ha quedado en tierra, una figura se acerca. Quiero pensar que si mi sangre tuviera unos niveles mas bajos de adrenalina y mi corazon latiese mas despacio, no me impresionaria tanto la escena de una sombra desconocida perfilandose desde la lejania. Quiero pensar que todo es culpa de mi estado de shock y de mi confusion. Pero esta noche sin luna no me hace concesiones.

  • Dos maneras de decir te quiero de Nina Minina

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  • Dos copas y una noche (Dos mas dos 1) de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/dos-copas-y-una-noche-dos-mas-dos-1.html

    Primera entrega de la bilogia <> de una de las autoras mas exitosas del sello digital Selecta.

  • Por un minuto de vida breve unica de Esther Llull

    https://gigalibros.com/por-un-minuto-de-vida-breve-unica.html

    !UNA NOVELA TIERNA Y ENCANTADORA EN LA INOLVIDABLE, BULLICIOSA Y ESTRAFALARIA CIUDAD DE SAN FRANCISCO! SASHA TENIA SUS PEQUENOS RITUALES DE JUEGO PARA SALIR FUERA DE SU REALIDAD. Y ENTRA EN SU VIDA UN AIRE NUEVO, UN NUEVO RITUAL O JUEGO QUE PUEDE SER TRANSFORMADOR PORQUE LE PERMITE CONVERTIRSE DURANTE UN MOMENTO EN UNA PERSONA DIFERENTE.Sasha vive en la privilegiada ciudad de San Francisco pero no puede soportar el ritmo de la sociedad. Casi siempre ha tenido trabajos temporales, arreglados y esporadicos, aunque su sueno siempre ha sido poder viajar y escribir como copywriter en una agencia publicitaria. Sin embargo, ella tenia sus pequenos rituales de juego para salir fuera de su realidad, para sacarla de lo de siempre. Habia tenido una pareja estable pero su mundo emocional se habia tambaleado al llegar a la madurez. Ella logra no desperdiciar el poder del tiempo en sus pequenos rituales que la ayudan a salir de su realidad. Pero sigue buscando trabajos insolitos, con dementes y personas discapacitadas, y refleja tambien su mundo a traves de la lectura de libros. Su vida debe dar un giro pero no sabe a que agarrarse hasta que un dia recibe un mensaje especial en un sobre de papel. Nuevamente entra en su vida un aire nuevo, un nuevo ritual o juego que puede ser transformador porque le permite convertirse durante un momento en una persona diferente. Crea una realidad alternativa que le permite regresar a su mundo habitual habiendo cambiado un poco lo que ella era y sin tener que fingir

  • En los ojos de Gabrielle de Mariant Herrera

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    Tras un accidente que casi le cuesta la vida, Marina recibe de regalo de su inminente boda, una chaise-longue, para que pueda realizar en ella su hobby favorito, restaurar antiguedades. Pero algo ocurre con ese mueble, cuando lo toca, Marina comienza a ver imagenes. Se ve en distintas escenas, algunas de sexo con tres miembros de una familia. Poco a poco y a traves de la informacion de las imagenes averigua que lo que esta viendo es a traves de los ojos de la que fuera 2a esposa de una poderosa familia, los Pinel, fabricantes de joyas; Gabrielle que supuestamente huyo veintiun anos atras con el chofer.

  • El secuestro de la hermana Tegualda de Hernan Rivera Letelier

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    Viernes, 9.30 de la manana. El Tira Gutierrez llega al edificio Gomez donde tiene instalada su oficina. Viene apurado. Debo traer una cara de culo, piensa. Su insomnio cronico le hizo pasar una noche digna de ponerla en un marco y colgarla en una exposicion junto a El grito. Mas encima, ya se mea. En el lobby, el conserje y los dos guardias lo saludan reverenciales, ya saben que es un investigador privado como los de las peliculas, y el unico de la ciudad. El mas joven de los guardias --y el mas reverente-- mantiene abiertas las puertas del ascensor para que alcance a tomarlo (este guardia fue el que una noche, revisando las puertas de las oficinas, abrio de golpe la suya, que el olvido cerrar por dentro, y lo sorprendio en cueros con una pelirroja en el sofa de terciopelo verde. Esto fue antes de conocer a la hermana Tegualda). Ya en el ascensor, el Tira no quiere quedar frente al espejo, no quiere ver de que tamano le cuelgan las ojeras. Opta por ponerse frente a la unica otra pasajera, una anciana que aprieta su cartera de plastico contra su pecho. Las ojeras me deben colgar como el perigallo de esta viejita, piensa el Tira, y le hace un guino. La anciana lo mira de soslayo. El le pela los dientes. La anciana se aferra a su cartera como un naufrago a su tabla de salvacion. Cuando comienzan a subir, el ronroneo de la ascension le exacerba sus deseos de sacarse la pinga, como dicen los cubanos, y vaciar la vejiga ahi mismo. Cuba. La Habana. El recuerdo de su estadia en la isla logra que olvide un poco sus ganas diureticas. Piso doce. Antes de salir del ascensor se despide de la anciana con una sonrisa de hombre bueno. Luego saca las llaves de un bolsillo de su chaqueta (su llavero solo tiene dos llaves: casa y oficina) y, con la vejiga a punto de reventar, camina rapido los veinte pasos que hay del ascensor a la puerta de su oficina. ?Cuando se le ocurrio la tontera de contar esos pasos? Seguro debio ser un dia mas relajado que este. Llega a la puerta, introduce la llave, empuja y saluda: Buenos dias her… La hermana Tegualda no esta. Al cerrar la puerta tras de si, pisa un sobre que blanquea en el gris de la alfombra. No se molesta en recogerlo. Quitandose la chaqueta y dejandola caer en un sillon, pasa directo al bano. Antes de llegar ya se ha sacado la pinga y, con ella en la mano, levanta la tapa, apunta y aaaaaaaaaaah. El largo suspiro de alivio suena mas a gemido de actor porno. Desagua copiosamente, desagua con los ojos cerrados para no posar la mirada en los azulejos de las paredes. Es que la imagen que atormenta sus amaneceres, la imagen que su mente se ha formado del insomnio, es una vasta y encandilada sala revestida toda de azulejos blancos. Ahora ultimo, para rematar el cuadro, ademas del insomnio esta teniendo problemas de diuresis. ?Sera por el excesivo consumo de te? Tendra que ver a un matasanos. Con la antipatia que les tiene a esos tipejos. Sobre todo a los que se creen dioses y ni siquiera miran a los ojos del paciente mientras lo atienden. Algunos ni hablan. Hipocrates hipocrita. Termina de mear, abre los ojos y da un resoplido de alivio a su mechon blanco. Cuando al salir del bano se deja caer en el sofa de terciopelo verde, un olor que parece venir del balcon o del closet de los utiles de aseo le hace arriscar la nariz. Inhala para captar de que se trata, pero ya no lo siente. Mira hacia el balcon: acurrucados y flematicos, John y Yoko retozan al sol placidamente. Seguro que esos pajarracos acaban de darse un festin de perro muerto detras de los cerros. Y vuelve a despatarrarse en el sofa. Que ganas de dormir un millon de anos. Y podria perfectamente hacerlo pues no hay mucho trabajo. En verdad no hay nada de trabajo, las cosas hace rato que no caminan muy bien en la agencia. Siente ganas de incorporarse, ir a su computador a poner musica, pero se arrellena mas en el sofa. Al apoyar la cabeza en uno de los cojines, el terciopelo arestinado le raspa la nuca. Con razon la hermana le viene reclamando hace dias que ya va siendo hora de renovar el living. ?Y por que no mandarlo a tapizar nomas, hermana?, se ha resistido el. Pero que sea de otro color pues, oiga, por Dios. ?Y que tiene de malo el verde, si me hace el favor, hermana? Este verde reja de comisaria es irritante, caballero. ?O es usted daltonico? El Tira se rie solo. Mira la hora en su celular: 9. 37. Raro. La hermana jamas llega despues de el, y el ha llegado media hora tarde. Ella no acostumbra a darse esos relajos. Y si hubiese tenido que hacer algun tramite lo habria llamado. O se lo habria dicho ayer en la noche, cuando lo fue a dejar a su casa en su escarabajo amarillo y se quedo un rato con el, y terminaron <>, como dice ella. Se acuerda entonces del sobre en la puerta. Puede que sea un nuevo caso. Se para a recogerlo y vuelve al sillon. Es un sobre apaisado sin nada escrito, ni nombre, ni direccion, ni remitente. Lo unico que exhibe es la marca de la suela de su zapato. Lo rasga. Dentro, una hoja de oficio doblada en tres. La despliega. Lo que aparece ante sus ojos es una nota escrita, en cursiva, en un procesador de textos. Lee. Queda atonito. Vuelve a leer: Tengo a la senorita Tegualda. Si la quiere viva siga las instrucciones. Vaya a la playa El Cable y busque en la letra N. Ni en vehiculo, ni andando, ni corriendo. Debe ir en marcha olimpica. Y sin quitarse la chaqueta. No involucre a la policia. Estara vigilado todo el tiempo. Mientras mas rapido haga el recorrido, mejor para ella. Marche ahora, o ella muere. Mas loco que un zapato El Tira siente que cae en un vacio, como si de golpe lo hubiesen puesto en una campana de vidrio y sumergido en las profundidades de un lago turbio. Atolondrado, sumido en un frangollo de conjeturas, sospechas, presunciones, se ha quedado mirando la nota como caido en trance. Hasta que un ruido de aleteos en el balcon lo trae de vuelta a la realidad. Lo hace reaccionar. Toma entonces su telefono y marca el numero de la hermana: Lo sentimos, el telefono al que usted llama se encuentra apagado o fuera del area de cobertura. Marca de nuevo. Lo mismo. Se para de un salto, recoge su chaqueta y, antes de salir hecho una exhalacion de la oficina, toma un cojin y lo lanza contra los ventanales, afectuosamente. John y Yoko ni se inmutan.