• dos mil noventa y seis gines sanchez - Gines Sanchez

    https://gigalibros.com/dos-mil-noventa-y-seis.html

    En el ano 2056 los servicios sociales han colapsado y los estados se han retirado de amplias zonas del mundo. La poblacion huye hacia el norte escapando de las epidemias. En una ciudad cualquiera, un grupo de familias cierran el pozo en torno al que viven y se unen al rio de desplazados. Muchos anos mas tarde la misma zona no es mas que un monton de ruinas donde sobreviven bolsas aisladas de poblacion, acuciadas por la sequia y el hambre. Alli viven Enis y Andera, un muchacho y una nina de ojos transparentes que juntos abandonaran la ciudad en 2096 y marcharan a traves de un mundo de soledad y desiertos interminables. Siempre hacia el norte, siempre en busca de la preciada agua. Hasta que den con una ciudad descomunal, en la que vive la tribu del misterioso Taner.

  • Dos mil noventa y seis - Ginés Sánchez | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-dos-mil-noventa-y-seis/242138

    19 ene 2017 — Sinopsis de Dos mil noventa y seis: ... Una despiadada historia de supervivencia en un mundo apocalíptico. En el año 2056 los servicios sociales ...

  • Dos mil noventa y seis: 11 (Andanzas) : Sánchez, Ginés

    https://www.amazon.es/Dos-noventa-seis-Volumen-independiente/dp/8490663637

    Dos mil noventa y seis: 11 (Andanzas) : Sánchez, Ginés: Amazon.es: Libros.

  • DOS MIL NOVENTA Y SEIS | GINES SANCHEZ | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-dos-mil-noventa-y-seis/9788490663639/4761845

    19 ene 2017 — El libro DOS MIL NOVENTA Y SEIS de GINES SANCHEZ en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Dos mil noventa y seis - Libro de Ginés Sánchez - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/97580/dos-mil-noventa-y-seis

    Resumen y sinópsis de Dos mil noventa y seis de Ginés Sánchez. En el año 2056 los servicios sociales han colapsado y los estados se han retirado de amplias ...

  • dos mil noventa y seis - gines sanchez - Letras a la taza

    https://www.letrasalataza.com/libro/dos-mil-noventa-y-seis_22453

    DOS MIL NOVENTA Y SEIS, GINES SANCHEZ, 18,00€. En el año 2056 los servicios sociales han colapsado y los estados se han retirado de amplias zonas del mundo.

  • dos mil noventa y seis - Librería La Botica de Lectores.

    https://www.libreriaboticadelectores.es/libro/dos-mil-noventa-y-seis_495075

    DOS MIL NOVENTA Y SEIS. GINES SANCHEZ. 18,00 €. IVA incluido. Editorial: TUSQUETS; ISBN: 978-84-9066-363-9. Páginas: 336. Encuadernación: Otros ...

  • Dos mil noventa y seis - Anika Entre Libros

    https://anikaentrelibros.com/dos-mil-noventa-y-seis

    Título: Dos mil noventa y seis. Título Original: (Dos mil noventa y seis, 2017) Autor: Ginés Sánchez Editorial: Tusquets Colección: Andanzas. Copyright:.

  • dos mil noventa y seis - Margen Libros.

    https://www.margenlibros.com/libro/dos-mil-noventa-y-seis_402557

    DOS MIL NOVENTA Y SEIS, GINES SANCHEZ, 18,00€. En el año 2056 los servicios sociales han colapsado y los estados se han retirado de amplias zonas del mundo.

  • DOS MIL NOVENTA Y SEIS - GINES SANCHEZ MUÑOZ

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    Comprar el libro Dos mil noventa y seis de Ginés Sánchez Muñoz, Tusquets Editores S.A. (9788490663639) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería ...

  • Reseña de 'Dos mil noventa y seis' - JSC - Juan Serrano ...

    https://www.juanserranocazorla.com/2018/11/15/rese%C3%B1a-de-dos-mil-noventa-y-seis/

    15 nov 2018 — El escritor Juan Serrano Cazorla realiza una crítica literaria de la novela postapocalíptica de Ginés Sánchez.

  • Mujeres en la oscuridad de Gines Sanchez

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    Mujeres en la oscuridad narra la huida de tres mujeres distintas, cuyas vidas estan entrecruzadas sin saberlo, y que comparten algo en comun: una vida deslustrada y la busqueda de luz en el amor, en el deseo. Julia, catedratica universitaria, atraida por los muchachos jovenes. Miranda, latinoamericana que trabaja en clubs selectos, padece de una profunda nostalgia por su tierra, y un marcado desprecio por todo cuanto tenga que ver con el sexo. La mas joven, Estefania, veinteanera e incurablemente romantica, aunque en las relaciones se siente como un globo que se pincho demasiado pronto. Las tres se veran empujadas por sus respectivos fracasos a viajar a Amsterdam en un mismo coche. No obstante, sin saberlo, llevan una mochila de color azul cuyo contenido desconocen y que deben entregar al hermano de Julia.

  • Diez dias de sabor de Clara Estival

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    --Ese hombre es un desalmado, Paula. !Si diez dias no dan para nada! Valentina tenia razon, era un plazo cortisimo. Solo diez dias hasta el 1 de julio en que, o pagaba el alquiler, o el dueno del local me cerraba el restaurante y me echaba directamente a la calle. --Ay, este sitio esta muy lindo, mija --me dijo Maya, con todo su acento cubano--. La cosa no puede quedarse asi... ?Quien nos va a hacer ahora las empanadas? Mire a mi alrededor y era verdad que el Amigos del Naranco estaba precioso incluso teniendo en cuenta los tres meses que llevaba cerrado. El pequeno restaurante de mi familia era luminoso y abierto, pintado en blancos y verdes llenos de alegria, y en verano poniamos hasta una terracita. Tenia unas diez mesas normalmente, pero podiamos meter hasta quince con la terraza y a veces tambien habia gente comiendo en la barra. Conociamos muy bien a nuestros clientes, sus preocupaciones y sus vidas, porque el nuestro era el unico asturiano en mitad de Houston, en pleno Texas, y casi todos eran espanoles desplazados que echaban de menos su casa. Asi que eramos amigos, casi como familia. Y en aquellos tres meses nuestro lugar especial, ese pequeno trocito de casa en un pais extranjero... simplemente habia desaparecido. Hasta entonces el dueno del local habia tenido paciencia, por lo de mi padre, porque eran amigos pero... despues de tres meses ya se le habia acabado toda. Me tocaba reabrir el negocio o bien cerrarlo definitivamente. Asi que ahora estabamos las tres alli sentadas, Valentina, Maya y yo, en mitad del restaurante por el que mi padre tanto habia luchado, durante mas de diez anos, y que yo estaba a punto de perder en diez dias. --Mija, no pongas esa cara --dijo Maya--. Te sacaste la rifa del guanajo, ok, pero ya... dale... hay que ponerse a trabajar. No vas a dejar que esto te pase por arriba, ?no? !Quien va a hacer los frisuelos, si no! --!Pues no lo se! !Pero a mi no me mires! !Es verdad que ahora soy la duena, pero yo no he cocinado en mi vida! El que sabia cocinar era papa... --Buscaremos a alguien --dijo Valentina--. No te agobies que esto es un problema y los problemas tienen solucion matematica. Entraremos en los portales de empleo, haremos entrevistas... esas cosas. --!Esto no es una formula, Val! ?Quien va a saber de cocina asturiana aqui, en Houston? Ademas, no me vale con lo que ponga en un papel. Tengo que ver como cocina y poder probar las cosas. --Muchacha, si nos quitan el Naranco tenemos que volver a la cantina junto al Johnson y eso si que no --dijo Maya--. Mi madreeee, todos los dias comiendo esos fritos... --Y ese pollo chicloso. --!Ay, mi madre! --Y ese tomate de lata. --!No sigas, nina! !Tu quieres que se me de la vuelta el estomago! --Tan malo no sera... --dije. --?Has visto la comida de los astronautas en los videos de Youtube? Las salsas saliendo de los tubitos y las fresas secas !y ese helado solido que parece una piedra pomez de limarse los callos! Bueno, pues eso es comida gourmet comparado con lo que hay en esa cantina. Sonrei. Valentina llevaba mucho tiempo preparandose para ser astronauta. Estaba segura de que la iban a llamar de un momento a otro. Maya trabajaba en la agencia de noticias y me habia dicho, en secreto, que tenia muchas papeletas de salir durante el proximo mes. !Me iba a reir mucho cuando la viera en la Estacion Espacial, comiendose su helado solido! --En serio, tenemos que salvar tu restaurante. ?Donde vamos a ver Eurovision? ?Y el pactometro de las elecciones? Y... !y la Feria de abril y el Carnaval de Tenerife! --Pero si nunca hemos visto ninguna de esas cosas, Val... --Bueno, pues ahora habra que verlas. El restaurante se queda. No hay mas que hablar. --Hablare con Julio --dijo Maya. Era su novio cubano, que estaba en una escuela de cocina--. Y le pedire que busque a alguien. !Esto se va arreglar si o si! --?Tu crees que en diez dias vamos a encontrar cocinero? --No te preocupes, Paula --dijo Valentina--. Que el Amigos del Naranco se va salvar. Vamos a ir a por todas. Valentina y yo asentimos, decididas, pero Maya parecia no tenerlas todas consigo. --?Y seguro que esto es lo que quieres, mija? Porque llevar un restauran no es nada facil y a tu papa le llevaba la vida entera esto de los fogones... ?Que pasa con tus estudios? --En cuanto tenga a alguien. Yo estaba terminando estudios de empresa, contabilidad y gestion. Los necesitaba para el restaurante, claro, pero tambien podia emprender otros caminos. Ahora lo mas urgente era atender el dia a dia. Hacer lo necesario para salvar el restaurante. Es lo unico que se. Cruzo los dedos. A ver a quien me envia Julio. Sea quien sea tendra que ponerse ya. 2 Dos manos mas Al dia siguiente me esforce por dejar el restaurante impecable. Despues de tres meses cerrado habia que ponerlo a punto. Me recogi el pelo en una coleta y me puse un panuelo en el pelo, una bandana, como en las peliculas. Saque una tonelada de polvo a base de escoba y plumero y refregue bien todas las esquinas y las mamparas. Necesitaba que los candidatos se sintieran comodos y pudieran cocinar tranquilos. Ahora faltaba el hueco que habia dejado mi padre, el alma de la cocina, la parte mas importante y sin la que nada podia funcionar. Le habia dado un infarto cerebral que le habia dejado hecho polvo y llevabamos tres meses horribles de hospitales. Al final se habia tenido que volver a Espana, con mi madre. Suerte que yo seguia en Houston y podia encargarme de todo. Quizas hasta se recuperase y, algun dia, pudiera volver. Yo le habia echado una mano hasta ahora, pero solo de pensar en que en diez dias iba a tener que cerrar... La verdad es que el local estaba precioso. Repase con el trapo cada parte: las barricas gemelas de la sidra en la pared, altas y planas. Las habia traido mi padre directamente de Asturias, en avion, y las habiamos pintado de blanco decapado y adornado con flores. Las sillas tambien eran artesanales, de "madera buena", hechas en Oviedo... Barriendo y fregando se me habian hecho ya las once de la manana, se me estaba revolviendo el estomago del hambre y no habia aparecido nadie. !Si me habia dicho Julio que hasta cinco companeras de su escuela se habian apuntado! Pensaba que seria una buena oportunidad de encontrar trabajo incluso antes de acabar los estudios... pero ni una sola entrevista. Yo seguia sentada con el libro de recetas sobre las piernas, mirando hacia la puerta, entreteniendome con el brillo de las encimeras, las mesas y el aluminio de los hornos despues de frotarlos yo misma de arriba abajo. !Hasta habia puesto flores en los jarroncitos de las mesas para dar buena impresion! Tenia hambre, vaya que si, a mi la gusa me entra justo a las once de la manana. A primera hora tengo el estomago cerrado, no me cabe nada recien levantada, pero luego voy haciendo el hambre y a las once lo que me apetece ya es un pincho o una barrita de pan tumaca. Pero acababa de reabrir el local y no tenia en el restaurante ni para hacer un bocadillo. No sabeis lo extrano de esperar en un sitio que sirve comidas y que no haya nada que echarse a la boca. Paso otra hora de reloj y se hicieron las doce en mi movil. Ya estaba bien. Llevaba una hora perdida y me fui a echar la persiana. Estaba claro que, por una cosa o por otra, nadie iba a aparecer. Al fin y al cabo eran todavia estudiantes, lo mas seguro es que no pudieran compaginarlo. Ademas, ninguna de las amigas de Julio seria espanola y tendrian miedo de meter la pata. Tampoco esperaba demasiada seriedad por parte de unas chavalas, pero... !por lo menos podrian haberme avisado por telefono! Yo ya sabia que no iba a ser facil encontrar a mi cocinera o cocinero espanol. ?Donde? ?Como? ?Y en diez dias?

  • El algoritmo de la felicidad de Mo Gawdat

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    Durante muchos anos, Gawdat estuvo interesado en disenar una formula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de felicidad permanente. Despues de incontables horas de investigacion, por fin descubrio una ecuacion basandose en la comprension de como el cerebro absorbe y procesa la alegria y la tristeza.

  • Dulce enemiga de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1838 Las ruedas del carruaje parecia que se saldrian de su eje en cualquier momento, la velocidad con la que se dirigian no era la normal. Los duques de Brentwood no sabian lo que estaba ocurriendo, habian intentado llamar al cochero, pero nunca recibieron respuesta. Venian rogando por no encontrarse con algun asaltante de caminos, pero parecia que la suerte no les habia sonreido. La duquesa sabia que ese viaje desde que habia comenzado fue una completa locura, pero ahora que estaban en camino de regreso a su casa, no esperaba que los fueran a atracar. Se lamentaba haber sido tan imprudente. --Edward, ?que esta sucediendo? --la voz de alarma de la duquesa no paso desapercibida para el duque, sobre todo teniendo en cuenta que entre sus brazos llevaba a su pequena hija que tenia una semana de nacida, una nina hermosa que habia heredado el mismo color de cabello que su esposo, los ojos redondos del mismo color de la miel lucian en ese instante cerrados, mientras dormia ajena a la preocupacion de sus padres. Se sobresaltaron al sentir que el carruaje giraba de manera desenfrenada, provocando que casi se voltearan, las ruedas aumentaron la velocidad, aunque eso parecia imposible, mientras el duque golpeaba de nuevo la ventanilla de comunicacion sin obtener respuesta alguna. No se escuchaban mas que el ruido de los cascos de los caballos galopando a una velocidad fuera de lo normal. Su esposa volvio a llamar su atencion preguntando que sucedia, pero en ese instante no tenia la menor idea, mucho se temia que nada bueno estaba pasando. No sabian que era mejor; si detenerse y enfrentar a los asaltantes, terminar en medio de un lago, o en el mejor de los casos volteados en medio del camino. --Pase lo que pase, Charlotte, necesito que mantengas la calma --dijo el duque tratando de parecer sereno, cuando no lo estaba en absoluto. Sus vidas estaban en peligro y si algo le pasaba a su esposa o a su hija jamas se lo podria perdonar. --Me estas asustando, Edward --le contesto la duquesa, mientras aferraba a su hija contra su pecho en un gesto de proteccion. --Cielo, no debe de ser nada, solo te lo digo para que estes prevenida por si nos llegamos a topar con forajidos. Un jadeo escapo de los labios de la duquesa por el temor que la recorrio, eran bien conocidas las historias sobre los asaltantes; solian ser despiadados sino conseguian hacerse con el botin, de manera inconsciente se llevo la mano al collar que habia pertenecido a su familia, su valor sentimental era incuantificable, pero ella daria todo lo que poseia porque los tres lograran salir de ese peligro sin un solo rasguno. Cerro los ojos rogando para que todo se tratara de una simple equivocacion. Bajo la mirada al regordete rostro de su hija y lo acaricio con ternura mientras veia el brillo destellante del camafeo que llevaba ese dia colgado en su pequeno pecho; el carruaje fue perdiendo velocidad y en cuestion de minutos se detenia poniendolos mas nerviosos. El duque busco el arma que estaba siempre guardada debajo del asiento; en un compartimiento secreto, pero no la encontro. Ambos se sobresaltaron al escuchar el estruendo con el que se abrio la puerta dejando ver a un hombre corpulento con la cara cubierta, apuntandolos directamente con un arma. No les dio tiempo de decir una sola palabra, dos disparos se escucharon en aquel camino desolado, mientras el llanto de un bebe se alejaba al igual que los pasos de los forajidos. CAPITULO 1 Londres 1855 El agua cristalina del lago reflejaba los intensos rayos del sol. Marian sonrio cubriendose los ojos para contar hasta diez mientras Olivia corria a esconderse. Solo tenian una hora de juego dentro del convento que, hacia la funcion de orfanato, ya que despues tenian que regresar para hacer sus labores. Asi que trataban de disfrutar al maximo de esos momentos. --!!Diez, listos o no, alla voy!! --Encontrar a Olivia no fue dificil, ya que nunca lograba estarse quieta en un solo lugar, aunque Marian trato de fingir que no la veia caminando alrededor del campo, buscando por todas partes, aunque el tenue sonido de su cantarina risa la delato, asi fue como la encontro de manera rapida detras de un arbol frondoso de manzanas, su mejor amiga estaba en cuclillas tratando de sofocar una carcajada--. !!Te atrape!! Ahora tenemos que regresar antes de que nos den unos azotes por no ayudar en la cocina. Ese era el pan de cada dia, acababan de cumplir diecisiete anos, y habian llegado al convento cuando tenian unos dias de nacidas, con la unica diferencia que Marian llego unas horas antes que Olivia; de ahi que todas dijeran que eran hermanas. Nadie sabia el paradero de sus padres, ni siquiera si tenian algun familiar lejano. Las hermanas del convento las recogieron dandoles la bienvenida a las dos pequenas que se sumarian a los mas de cincuenta que ya atendian. Como Marian fue la primera en llegar decidieron llamarla con el nombre de la madre superiora y, a la otra pequena la nombraron Olivia, ya que era el nombre que traia el santoral. --Apresurate, Olivia, tenemos que llegar a tiempo. --Su amiga resoplo, mientras ella se sacudia una mancha de tierra que se habia adherido a su vestido color gris, odiaba esa vestimenta, pero no tenian mas ropa que esa, y la verdad es que deberian estar muy agradecidas con las hermanas que las adoptaron pues les debian todo, les habian dado lo mas parecido a un hogar. Camino lo mas rapido que pudo, pero sus botines de cuero que eran un numero mas grande se le atoraron en una piedra provocando que trastabillara. Por suerte, su amiga la sostuvo del brazo evitando que cayera. --!?Por que siempre sois tan torpe, Marian?! --dijo su amiga con el ceno fruncido como si estuviera enojada--, deberian de ponerte un cartel de peligro. --Lo siento, es culpa de estos zapatos, me quedan grandes --dijo tratando de acomodarse el botin que se habia salido de su pie. --?Sabes?, cuando salga de este lugar, voy a buscar a un duque que me lleve a vivir a su castillo. --Los duques no viven en castillos --dijo sonriendo, porque su amiga siempre decia lo mismo, repetia mil veces que estaba harta de vivir en ese lugar y que algun dia saldria de ahi para conquistar a un caballero de armadura dorada que la rescatara de la pobreza donde estaban sumergidas. --Pues conquistare a un principe, no importa, lo unico que quiero es no tener que utilizar estos vestidos tan horrendos. --Marian miro a su amiga con enfado, no le gustaba la manera en la que se expresaba de lo que les daban en ese lugar, pero las hermanas no podian hacer gran cosa por ellas, ya que vivian de la caridad de la buena sociedad londinense. --Sabes que la madre superiora hace todo lo posible por darnos ropa y calzado, debemos estar agradecidas --dijo Marian reprendiendola. --Marian, pero ?es que no has visto cuando la duquesa ha venido a dejar los viveres de este mes? --dijo Olivia refiriendose a la duquesa de Brentwood, que cada mes se dedicaba a llevar en persona todos los apoyos del comite de beneficencia. Esa era una de las funciones de las damas de sociedad, bueno, tal vez solo de las damas mas respetadas, porque habia tambien las que se dedicaban unicamente a asistir a los bailes hasta caer el amanecer y dormir hasta que el atardecer les despertaba para asistir de nuevo a otra velada. --Debes dejar de sonar con esas ideas, aunque encontraras a un duque dispuesto a enamorarse de ti, solo te utilizara y te dejara por no tener sangre noble. --Tal vez si muestro el camafeo que me regalaste, pueda aspirar a tener un buen marido. Me niego a ser una criada en casa de esos ricos. --Doncella, Olivia --la reprendio porque su amiga siempre hablaba con desprecio de las personas que servian en la casa grande--. La duquesa aun no ha mencionado a quien se llevara a su casa para que se integre al servicio, pero seria un honor que nos eligiera, nuestra vida cambiaria por completo. ?No te ilusiona?, estariamos todo el dia trabajando, siendo parte del mundo que los rodea. --Pues espero que no me elija a mi, yo naci para bailar a la luz de las velas, entre los brazos de un apuesto caballero --dijo Olivia, simulando que tomaba entre sus manos la tela de un vestido de fiesta y daba vueltas por el patio trasero del convento. --Estas mas loca que una cabra --dijo, mientras sonreia y comenzaba a caminar mas deprisa. En cuanto pusieron un pie dentro del convento la actividad no ceso hasta que todas las huerfanas estuvieran en sus camas.

  • DINASTIA (LOS HEREDEROS 1) de Alicia Matas

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    Kendall Ivanova ha terminado por asumir tres reglas vitales para la supervivencia: la primera no enfurecer demasiado a su madre. La segunda luchar contra todo aquel que quiera destruir las Cumbres, el lugar donde vive. Y tercero odiar a los Montesini tanto como pueda. Sin embargo, una cuarta regla se ha anadido a la lista: escapar. Los Montesini acaban de secuestrarla quebrantando la tregua que existe entre ambas familias y, no estan dispuestos a dejarla marchar tan facilmente. No hasta que proclamen su particular venganza.

  • Escala en tus besos de Erina Alcala

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    Daniela Moore, era una abogada laboralista de apenas veinticuatro anos, que trabajaba en el bufete importante de abogados que su padre tenia cerca de los juzgados de Viapol, en Sevilla, un australiano que vino treinta anos atras con un amigo a Espana y que se enamoro y se caso con su madre.
    Nunca perdio contacto con su amigo en Sidney. Este tambien era dueno de un despacho en el centro de su ciudad y tenian un hijo unico tambien, llamado Liam, un abogado criminalista prestigioso , serio, formal y muy conservados.
    En vacaciones, tanto los padres de Liam venian a Sevilla e iban a la playa o los padres de Daniela iban a Australia. Pero los hijos nunca iban, por tanto no se conocian.
    Daniela queria salir de Espana y viajar y ser independiente y el amigo de su padre la invito a trabajar en su bufete de Sidney.
    puso rumbo a las antipodas y justo en el avion, con Escala en Dubai conocio por casualidad a Liam, un hombre con el que tuvo sexo en primera clase, sin saber que era el hijo del amigo de su padre.
    ?Que pasaria cuando se encontraran de nuevo? ?Soportaria ese hombre alto y sexy tan conservador a la extrovertida e ironica sevillana? ?Y sus faldas cortas, sus escotes y sobre todo su descaro?

  • Confesiones en la despensa de Juvenal Alvarez Uzcategui

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    Al entrar a la casa de Cien Victorias, un arbusto de ajies dulces enredado en un rosal que sostenia un universo de telaranas nos impidio el paso al portoncito de la entrada. Dicen que los arboles de ajies duran poco, pero tia Candela juro haber sembrado ese hacia cuarenta anos atras, junto con Eloisa. <>, decia tia, recordandola. Por todos lados habia arbustos y planticas de condimentos y de hierbas, de todas cuantas se conocian, y de las que los viajeros llevaban por saber que Eloisa les buscaria algun buen uso. <>, recordaba tia Candela, de una tarde en que llego un arriero de mulas a Cien Victorias tratando de ganar un almuerzo. <>, se burlaba Eloisa del regalo de su aspirante. El portoncito de atras de la casa fue imposible atravesarlo: con una enredadera de alambre de puas alguien habia sellado aquella otra entrada, y entre aquel huerto de ajies olvidados era trabajoso el intento. Tia Candela mando a romper la puerta principal de la casona con un peon que algun dia pidio al abuelo Manuel morir en aquella casa, y el nonito lo dejo como un traste mas de aquella finca olvidada, que para entonces ya no valia nada. --Aquel era mi cuarto y el de tu mama --senalaba hacia un altillo tia Candelaria--. Por aquella baranda nos bajabamos a escondidas cuando tu abuelo nos castigaba por no querer probar un horrendo jugo de rabanos que el aseguraba que impedia para siempre el catarro. Eloisa nos tapaba bajo su falda y nos cambiaba aquel menjurje por una aguita dulce que papa jamas sospecho. Eloisa era capaz de invertirlo todo en la cocina, conocia cualquier nuevo sabor que podria cambiar otro y tambien enganar los ojos de cualquiera, haciendo ver lo que no habia. Papa, entre alborotos de hombre necio, jamas sospecho que lo que nos tomabamos era un agua de cayena y lima que en olor y color semejaba el terrible rabano, pero en sabor era el agua mas dulce y fresca que Eloisa habia inventado para nosotras. Al caer la enorme puerta de la casona, una oleada de palomas salieron despavoridas de todos los rincones de Cien Victorias. Aquella puerta gigante de madera hizo un ruido aterrador que rompio las baldosas enlutadas por la corrosion del terrible gallinazo. Aun se lograba ver, entre la invasion de la hiedra que lo envolvia todo, la forma dormida de un sinfin de trastes y objetos olvidados por la vida y el afan que hubo en algun tiempo. <>, repetia insistentemente tia Candela, envejecida, ya sentada en un anden, como rendida por su memoria. Tia Candelaria y mama habian huido durante cuarenta anos del recuerdo de Cien Victorias y ahora tenian que enfrentarse a ella y a cada presencia que con el lugar viniera. <>, me mostraba Tia, aun llamandome como si fuera un nino. <>, y me contaba, asi, que habia estado tan contento que vendio trecientas reces para el casorio. <>. --Justo ahi habia un chifonier con dos puertitas pintadas a mano; las habia pintado mama, un manojito de flores en cada puerta --continuaba tia Candelaria--. Dentro de el solia esconderme de tu abuelo: yo siempre de penosa con papa, me daba un aire de verguenza el temerle. No se si era por ser tan perfecto, tan alto y tan callado que preferia a veces no verlo; tu mama, en cambio, era una regalada, lo esperaba en el balconcito de nuestro cuarto y cuando escuchaba el galope del caballo, se venia corriendo a recibirlo, sentada aqui en el salon; se le guindaba atras como un animalito del monte, mientras papa siempre le decia <>; entonces el sacaba algunas piedras con formas raras que habia encontrado en el rio, o un trozo de palo que, segun le decia a Nina, se lo habia regalado especialmente para ella algun duende en el camino. Nina se impresionaba, luego se dormia en las piernas de papa hasta que llegaba Eloisa y se la llevaba para nuestro cuarto. Y yo, siempre desaparecida, me quedaba dormida dentro del chifonier, escondida; luego llegaba Eloisa, me encontraba, y me llevaba a dormir, tarareandome unas lindas canciones inventadas al instante. Eloisa fue un regalo de los cielos. Papa mando a buscar en Las Virtudes a quien fuera, para que se hiciera cargo de tu mama y de mi cuando murio tu abuelita. Llego aqui para ensenarnos cosas buenas, como decia papa. Nina dejo de hablar por mucho tiempo luego de la muerte de tu abuela. Quedamos tan tristes y solas las dos, que papa, desesperado al vernos tan vacias, y con la plena conciencia de su incapacidad para criarnos solo, mando a buscar a alguna buena muchacha con buenas costumbres que nos ensenara a leer y al menos a terminar la labor inconclusa de mama en la crianza de nuestros primeros anos. Hablo con Jacinta, una vieja cocinera que habia trabajado aqui desde la fundacion de Cien Victorias, y asi fue como llego Eloisa, nuestra amada Eloisa, traida por la vieja Jacinta, por ser parientes de algun modo. Recuerdo algo de cuando llego: era tan jovencita, tan decente, cargada de folletines y manuales para ensenarnos tantas cosas a nosotras, que ya comenzabamos a ser salvajes en esta casa envuelta en cafetales; pero este sitio le transformo su labor de maestra y, sin que ella se diera cuenta, termino siendo tambien cocinera, eso si, la mejor de Cien Victorias. Nos ensenaba a contar seleccionando los granos de las sopas, y a leer con un fantastico librito de cocina, mientras terminaba algun guisado. Al morir Jacinta, Eloisa no solo quedo a cargo de nosotras, termino dirigiendo la casa entera, la comida de papa, el orden de la casa, la comida de los peones, las fiestas y reuniones. Ella, en medio de su escondite, termino siendo la casa misma, lo sabia todo, lo ordenaba todo. Nina decia siempre que cuando creciera no tendria esposo, sino que se casaria con Eloisa para estar siempre con ella... tu mama y sus desvarios. Tia Candela no paraba de contar algo de cada rincon de la casa; todo volvia a ella de una manera tan precisa y lucida como nunca la habia visto antes: animosa en el habla, con una rapidez inusual y una clarividencia que llegaba a asustarme en instantes. --Este era el cuarto de papa; asomate por esa ventana, veras entera toda Cien Victorias. Aqui se paraba el cada manana y planificaba sus jornadas, la recolecta del cafe, el arreglo de alguna tostadora, o aquellos viajes que Nina y yo tanto detestabamos y temiamos. Papa se iba de vez en cuando y tardaba semanas en volver. Cuando los pagos demoraban en llegar del puerto, el mismo iba y los cobraba, mientras tu mama y yo nos quedabamos solas con Eloisa, y aunque en la luz del dia no parabamos de corretear por la casa, se que en las noches las tres nos sentiamos desprotegidas por la ausencia de papa. El premio de aquellas largas noches era el retorno de tu abuelo, pues nos premiaba con un sinfin de regalos que nos hacian olvidar las penas de los monstruos de nuestras noches.

  • Sombras en el bosque de Phoebe Locke

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    Un asesinato sin sentido. Una leyenda terrorifica. Una familia poseida.

  • El gen: Una historia personal de Siddhartha Mukherjee

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    Magnifico, necesario y absorbente, Siddhartha Mukherjee, ganador del Premio Pulitzer por El emperador de todos los males, ha escrito una extraordinaria <> del gen y una respuesta a una de las cuestiones mas relevantes del futuro: ?Que significa ser humano cuando se es capaz de manipular la informacion genetica?

  • Solo tres citas… y una mentira – Victoria Vilchez de Victoria Vilchez

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    Cuenta la leyenda que originalmente los humanos poseian cuatro piernas, cuatro brazos, dos rostros y una sola cabeza, y en ellos convivian el sexo femenino y masculino; pero Zeus, sintiendose amenazado por la fortaleza de estos seres, les lanzo un rayo y los dividio en dos, condenandolos a vivir sin su mitad y a vagar en busca de ella para estar completos.

  • La sabiduria de los psicopatas de Kevin Dutton

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    Y es que cuando hablamos de psicopatas nos vienen a la cabeza personajes, reales o ficticios, como Hannibal Lecter, el carnicero de Milwaukee o Dexter. Y, sin embargo, en este libro no solo se habla de ellos. En el salen otros nombres como los de Neil Armstrong, Bill Clinton, Vincent Van Gogh, John Stuart Mill o J. F. Kennedy.

  • Catarsis 1 de Anabel Garcia

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    Noa tiene una vida normal y corriente, como la de cualquier chica moderna rozando la treintena. Pero de repente, un buen dia, ocurre algo increible que transforma su monotonia en una trepidante aventura sin precedentes. Tanto es asi que incluso cree que esta inmersa en algun extrano sueno o broma pesada. Y para que os hagais una ligera idea de lo que estoy hablando, digamos que se ve rodeada de elfos, dragones, serafines, unicornios y un sinfin de criaturas extraordinarias.
    Mientras intenta desesperadamente escapar de ese mundo llamado Catarsis, o al menos sobrevivir a el, ya que sus inesperados dotes como hechicera son nefastos y sus enemigos no se andan con jueguecitos, descubre que alli todos consideran que es La Elegida, aunque la cuestion es ?elegida por quien y para que?
    Ademas, y para colmo de males, si pretende cumplir con su paradojico destino como salvadora del mundo, debe acatar las descabelladas ordenes del ser mas odioso que jamas haya existido, nada mas y nada menos que el mismisimo Senor del Mal, que no tardara en descubrir atonito lo que conlleva el caracter de una gaditana enojada.
    !Adentrate en Catarsis y demuestrame que el miedo no existe!

  • Coaching de John Whitmore

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    Esta edicion revisada y ampliada de la <> del coaching profesional revolucionara como se aborda tradicionalmente la cultura de las organizaciones. Ejercicios practicos, ejemplos corporativos, dialogos de coaching y un glosario nuevo refuerzan el proceso de aprendizaje, mientras que un capitulo nuevo y crucial explica como medir los beneficios del coaching en terminos de rendimiento de la inversion.

  • Menuda tropa de Joaquin Luna

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    Joaquin Luna ha estado en la guerra de Irak y Kuwait, pero tambien en el cortejo funebre de Paquirri en Sevilla. Ha cubierto cuatro Juegos Olimpicos y tres Mundiales de futbol, asi como el debut copero de Messi en el Barca en el campo de la Gramenet. Informo de la matanza de Tiananmen en 1989 y de los atentados del 11-S en Nueva York, de tres elecciones presidenciales estadounidenses y de dos francesas, y fue protagonista de noches memorables en Paris, Hong Kong y Washington, cuando lo de ser corresponsal era otra cosa.

  • La geek y el highlander (Tecleame te quiero 1) de Isabel Jenner

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    Un apuesto highlander entrenado solo para la batalla… Una timida joven experta en ordenadores… !Y unos juegos de las Tierras Altas repletos de tecnologia en plena Escocia del siglo XVIII!

  • Una mentira al dia (Unidos por el amor 5) de Fernanda Suarez

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    !Vuelve la serie romantica de regencia <>!

  • Secretos inconfesables de Emma Colt

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    Un policia de moral intachable. Una sospechosa tan tentadora como misteriosa.

  • Erase una vez un canalla (Calaveras redimidos 3) de Mary Jo Putney

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    Gabriel Hawkins Vance estaba de pie frente a la inmensa puerta mientras intentaba controlar los temblores. Se habia alistado en la Marina Real con doce anos y no era el mas joven de su grupo de guardiamarinas. Durante los seis anos siguientes, se enfrento a balas de canon y a enfermedades letales, ayudo a controlar un motin y, a los dieciseis, comando un barco frances apresado que debia llegar a Portsmouth. Aunque nada lo habia aterrado tanto como tener que enfrentarse al hombre que estaba al otro lado de aquella puerta. Respiro hondo mientras aceptaba su destino. Llamo un par de veces a la puerta antes de entrar en el gabinete de su abuelo. El almirante Vance estaba sentado detras de su mesa con el ceno fruncido, pero se puso de pie en cuanto vio a su nieto y fruncio el ceno aun mas. --!Eres una verguenza para la familia! --exclamo sin detenerse en formalidades. Era alto, de pelo canoso, inflexible como un roble curtido--. !Los Vance han servido y han muerto por la Marina Real durante generaciones sin mancillar nuestro honor hasta que tu llegaste! --Lamento haberlo decepcionado, senor. --Gabriel intento controlar un estremecimiento. --Estabas haciendolo bien, estaba orgulloso de ti. Y vas y lo tiras todo por la borda. --El anciano torcio el gesto--. !Habria sido preferible que murieras en la batalla! Gabriel penso en los cuerpos de sus companeros muertos, hechos pedazos por las balas de canon francesas. Esa seria, normalmente, una manera rapida de morir y habria complacido al viejo almirante, pero el no habia llegado al punto de desear estar muerto. --Lamento haberlo desobedecido --replico mientras intentaba mantener la voz firme--. Pero es consciente de las circunstancias que llevaron a mi destitucion. --Esas circunstancias, tu juventud mas el apellido de la familia, te salvaron de un consejo de guerra y de acabar en la horca --le solto su abuelo--. Aunque te lo merecias. --Haria lo mismo otra vez si me encontrara en las mismas circunstancias --confeso Gabriel, que sintio una repentina necesidad de sincerarse. --!Canalla impertinente! !Fuera de mi vista! --grito su abuelo--. !Y no vuelvas a menos que hayas restablecido el honor de tu apellido! --Como desee, senor --respondio con fria formalidad. Las palabras eran como hielo en sus venas. Se despidio con un saludo militar perfecto y se dio media vuelta para salir de la estancia, con la certeza de que no volveria a ver al anciano... Jamas. --!Ay, carino mio! --Su abuela le salio al paso mientras se dirigia a ciegas hacia la puerta principal--. ?Tan desagradable ha sido? --Lo estrecho con calidez entre sus brazos como si se tratara de un nino y no de un muchacho que le sacaba cabeza y media. --No quiere volver a verme en la vida. --Gabriel abrazo a su abuela mientras reprimia sus vergonzosos deseos de llorar--. No a menos que haya restablecido el honor de mi apellido, algo que no sucedera nunca porque para el el honor esta ligado a la Marina Real. Ahora que me han licenciado, eso no pasara. Sera imposible. --!Oh, Gabriel, carino! --Lo solto mientras lo miraba con expresion triste--. Es duro contigo porque se preocupa demasiado por ti. ?De verdad se preocupaba su abuelo por el o mas bien lo veia como un medio para continuar la tradicion familiar en vez de verlo como a una persona en si misma? Llego a la conclusion de que sabia la respuesta. --No va a echarme de menos, tiene otros nietos. --Si, pero tu siempre has sido su preferido --repuso con ternura--. Que conste que creo que hiciste lo correcto y estoy orgullosa de ti. --Gracias. --La beso en la mejilla. Sus palabras lo ayudaron un poco. --?Que vas a hacer ahora? --No estoy seguro --contesto, incapaz de pensar en otra cosa que no fuera el reciente enfrentamiento con su abuelo--. Supongo que encontrare un puesto en un barco mercante. --?Habrias elegido la armada de pequeno de haber tenido eleccion? --le pregunto su abuela con mirada perspicaz. Sus palabras habian dado justo en el clavo. --No lo se. --Penso en el mar y en su temperamento: hermoso y aterrador, emocionante y aburrido--. Tal vez no --agrego con honestidad--. Pero es el unico oficio que conozco. --Y en ese momento el mar le proporcionaria consuelo. --Elijas el camino que elijas, recorrelo bien --dijo su abuela con firmeza--. !Y, por favor, escribe! Puedes enviar las cartas a la tia Jane. --Lo hare --le prometio, incapaz de soportar la idea de perder a la unica persona de cuyo amor nunca habia dudado--. Y me cambiare de nombre para que el abuelo no se averguence por mi culpa. --Usa Hawkins --dijo con sorna--. Es tu segundo nombre y Jack Hawkins fue uno de los marinos mas heroicos de Inglaterra. --Su abuela siempre habia compartido su sentido del humor. --Me apropiare de ese nombre. De ahora en adelante, sere Gabriel Hawkins. --Le dio un ultimo abrazo y salio por la puerta, hacia un futuro que aun no podia imaginarse. 1 Londres, otono de 1814 Lord y lady Lawrence estaban disfrutando de una tarde placentera en su biblioteca cuando llego la carta. El mayordomo en persona se la entrego al conde. Sylvia Lawrence levanto la vista y vio que la misiva estaba envuelta en una tela manchada de aceite y supo que debia de haber recorrido una gran distancia. --?Es una carta de Rory? --pregunto con entusiasmo--. !Hace tanto que no tenemos noticias de ella! ?Volvera a casa? Su marido abrio la carta y la leyo con el ceno fruncido. Luego solto una blasfemia tan malsonante que ninguna otra persona se habria atrevido a pronunciarla. --!Tu hija, lady Aurora Octavia Lawrence, la ha hecho buena esta vez! --Tambien es hija tuya --le recordo Sylvia mientras comenzaba a preocuparse--. ?Que ha ocurrido? --La carta viene del consulado britanico en Argel --mascullo el conde--. !Unos piratas berberiscos han secuestrado a tu dichosa hija y ahora exigen un rescate desorbitado para liberarla! --?Como es posible? --grito Sylvia mientras su buen humor se convertia en horror--. Creia que los piratas berberiscos habian abandonado su actividad despues de su derrota a manos de los estadounidenses y de la firma del tratado. --Los piratas de Berberia no son muy de cumplir tratados --dijo su marido con amargura--. El consul dice que no esta herida, pero esta retenida en un haren y pronto la venderan como esclava a menos que paguemos su rescate de !cincuenta mil libras! --Alzo la voz--. !Cincuenta mil libras! --Tiro la carta en la mesa e hizo que la elegante pluma de ganso saliera volando--. Muy bien, !pues que se la queden! No les pagare un solo penique a esos malnacidos para recuperarla. --Geoffrey, !no puedes estar hablando en serio! --exclamo Sylvia--. !Es nuestra hija pequena! Rory era la alegria de tu vida. --Hasta que crecio y desde entonces solo nos ha dado problemas. --Miro a Sylvia con el gesto torcido--. No podremos casarla como Dios manda y se ha gastado la herencia de su tio abuelo en sus viajes. Es una descarada muy lista. Que se las apane sola. Ya me ha costado bastante. --!Es nuestra hija! --?Crees que no lo se? --Su ira inicial lo estaba abandonando y el dolor asomaba a sus ojos --. Tal vez sea conde, pero no me puedo permitir semejante suma. Me llevo varios anos saldar las deudas que mi padre me dejo. Ya sabes la cantidad de prestamos hipotecarios que hemos tenido que pedir para mantener a los ocho hijos que has tenido. --Tu tambien pusiste de tu parte con esos ocho --senalo con sequedad--. Hemos sido bendecidos con ocho hijos saludables, encantadores e inteligentes. ?A cual de ellos quieres abandonar? --A ninguno --respondio el con un suspiro--. Pero haberles proporcionado los futuros que merecian han agotado las reservas familiares. Simplemente no hay dinero disponible para pagar ese descomunal rescate. Ni siquiera para Rory. --Pero !sera una esclava en Berberia, Geoffrey! --Sylvia se mordio el labio porque sabia lo dificil que habia sido reunir el dinero para ayudar a que sus hijos mayores se establecieran en sus nuevas vidas--. No es una travesura, !es un desastre! !Piensa en los horrores que tendra que pasar! --Es lo bastante guapa como para evitar las peores atrocidades --dijo con los labios apretados--. Es probable que acabe como la favorita del dey de Argel. Lo siento, Sylvia, Rory se lo ha buscado. --Se le quebro la voz, demostrando asi lo que le dolia--. Y ahora tendra que aguantar al hombre que este dispuesto a pagar por ella. La condesa se estremecio. Su marido habia decidido que el rescate era imposible de pagar y que no moveria un dedo para ayudar a su hija Rory. Cerro los ojos mientras las terribles imagenes de lo que podria sucederle a su hija pequena le pasaban por la cabeza. Queria muchisimo a todos sus hijos, pero Rory fue un bebe precioso y feliz. Por ese motivo Sylvia le puso Aurora, porque le recordaba a un amanecer. Aurora pronto se transformo en el diminutivo Rory, mientras su hija crecia entre risas y travesuras. Si, a veces se metia en problemas, pero se debia a su apetito por la vida. No habia maldad en ella. Sylvia conocia bien a su marido. Una vez que Geoffrey habia analizado la situacion y habia decidido que no habia nada que hacer, le cerraria la puerta a Rory y se concentraria en los problemas mas cercanos a su hogar que si podia solucionar. Enterraria el destino de su hija tan profundamente que no sentiria el dolor, excepto en sus pesadillas. Aunque eso no queria decir que ella tuviera que hacer lo mismo. Le habian llegado rumores de un hombre capaz de lidiar con situaciones peligrosas. Un aristocrata relacionado con todo tipo de personas al que visitaria por la manana. Quiza, !por favor, Senor!, conociera a alguien capaz de traer a su hija de vuelta a casa. Goleta Cefiro, Pool of London, rio Tamesis, Inglaterra Cuando era nino, Gabriel habia sonado con ser el audaz capitan de un velero. Un corsario como Drake y el legendario sir Jack Hawkins, su homonimo. Sus suenos no incluian las largas y aburridas semanas en el mar ni las galletas con gorgojos del barco ni el pan acimo duro como las piedras. Ni los libros de cuentas. Los suyos eran sencillos porque era el dueno y tambien el capitan, pero debia de hacer algunas cuentas para que la Cefiro pudiera funcionar de manera adecuada. Por suerte, su ultima mision a Estados Unidos para rescatar a la viuda inglesa abandonada habia sido muy rentable gracias a la generosidad de la familia de la mujer. Como extra, incluso habia evitado acabar hecho pedazos por los barcos de guerra de la Marina Real que pululaban por la bahia de Chesapeake.

  • El carmin y la sangre – Montero Glez de Montero Glez

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    Novela de espionaje con trasfondo politico e historico: la Guerra
    Civil, la II Guerra Mundial y la lucha entre el comunismo, los Aliados y
    el fascismo.

  • Una bruja sin escoba de Antonia J. Corrales

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    Una bruja sin escoba, primera parte de la trilogia Historia de una bruja contemporanea.

  • Inundacion y sequia de Zahra Owens

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    Un libro de la saga Nubes y lluvia

  • Un talento natural de Ross Raisin

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    Tom ha sabido siempre el tipo de persona que quiere ser: un futbolista de exito. Un hombre al que otros hombres admiran y respetan. Pero el futuro brillante que imagino esta amenazado. Mientras se mueve entre la soledad y la necesidad de reconocimiento, un encuentro fortuito le ofrece una via de escape y le hara cuestionarse a si mismo. Un talento natural profundiza en el corazon de un club de futbol profesional: la presion, la soledad, la amenaza de escandalos, la fragilidad del cuerpo humano y la lucha, dentro y fuera del campo, por convertirnos en la persona que todos esperan que seamos.

  • Fragil de Belgica Cortes Jimenez

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    Un dia para otro puede cambiar tu vida, ya sea para bien o para mal.
    Emilia Jimenez es una exitosa directora creativa en Chile. Su mejor amigo Alejandro Ossandon es un reconocido fotografo internacional que la “mima” como solamente un amigo lo puede hacer.
    Una extrana situacion dara origen que Emilia conozca a un desconocido extranjero, lo cual provocara que su secreto salga a la luz.

  • Tres besos de Katherine Pancol

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    Si te gustaron Los ojos amarillos de los cocodrilos, El vals lento de las tortugas, Las ardillas de Central Park estan tristes los lunes o Muchachas, no te puedes perder Tres besos.

  • La isla del Grifo de Daniel Mateos

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    El pequeno buque atraco en el malecon y los dos marinos bajaron de inmediato. Vestian uniforme gris, el cuerpo cubierto desde las suelas hasta la cabeza. Bajaron del buque a pasos largos, una mano en las escaleras para subir y la otra en la M16. Una vez estables, el buque se alejo y su tripulante hizo un gesto de despedida; los dos marinos lo imitaron y dieron media vuelta despues de eso. Avanzaron por el camino de concreto que los llevo hasta la playa y que, si avanzaban un poco mas, los llevaria hasta la selva. Pero la revision de la isla implicaba todo, y para revisar todo, se tiene que empezar por donde se entra. Ambos pisaron la arena, casi blanca, y continuaron caminando por toda la orilla del mar; uno por la parte seca y el otro mojaba sus botas con la poca agua que llegaba del oleaje. -- Quisiera poder quitarme las botas --dijo Santiago -- este calor me va a quemar los pies. -- No creo que te convenga --contesto Leonardo, su companero -- te dan permiso de quitarte el casco y los guantes, pero las botas nunca. No te apures, pronto bajara el sol y con el la temperatura. Ademas, se ve que va a llover, eso refrescara un rato. -- Por eso mismo hay que apurarnos. No quiero que me agarre la lluvia en este lugar. Terminaron la franja de arena, se encontraron con unas rocas frente a ellos y decidieron escalar unas cuantas. Leonardo, con mas experiencia por haber nacido en un lugar con mar, ayudaba a Santiago a dar cada paso sobre las rocas, dandole a veces la mano para que no resbalara con las rocas lamosas; y con la otra mano, ambos, sujetaban su arma porque "ella era su vida y la de su companero", les dijeron. Cuando se dieron cuenta de que por ahi ya no habia acceso, retrocedieron pisando las mismas piedras por las que habian avanzado y, de la misma manera, regresaron por toda la franja de la playa, uno por la arena seca y el otro por la humeda. -- Tomemos el camino pavimentado, para que te sientas mas en casa --dijo Leonardo. -- Y por la sombrita, al cabo que ya vamos para la selva. Los dos marinos subieron las escaleras que conectaban la playa con el camino de concreto y el malecon. Habian recibido ordenes de recorrer toda la isla para vigilar que las normas dictadas por la Secretaria de Marina se estuvieran cumpliendo a cabalidad. -- Segun dijo el teniente, con que recorramos todo el camino de concreto, hasta donde nos lleve, con eso terminamos el trabajo. Dijo que aunque vieramos otros caminos, si no eran de concreto, no los siguieramos, porque corremos el riesgo de perdernos --apunto Santiago a su companero, como si el no hubiera estado presente cuando les dieron las ordenes. -- Ya lo se --dijo Leonardo -- yo estaba ahi, al lado tuyo, cuando nos dieron las ordenes. Pero no te preocupes, esta isla es pequena, no nos perdemos. Y si lo hacemos, por muy pendejos que podamos estar, el chiste es caminar derecho para ubicar en que lado de la isla estamos -- frente a ellos estaba la trifurcacion del sendero, el camino de en medio parecia subir, el de la derecha recorrer por el barranco de la isla y el izquierdo conducia por el mismo espacio que la playa abarcaba -- ?cual tomamos? -- Derecha --contesto Santiago sin pensarlo -- una vez lei que para salir de un laberinto siempre hay que tomar el camino de la derecha. -- ?A poco si muy lector? -- Solo a veces, cuando nos tienen encerrados en la base. Mientras los otros se masturban entre ellos prefiero hacer cosas menos homosexuales, y leer es lo poco que nos queda. Tambien investigue esta isla y se que por el camino de la derecha llegas a una playa oculta donde nadie te veria desde alguno de los buques o desde la base... -- ?Traes? --pregunto Leonardo con una sonrisa. -- Nunca salgo sin ella. Caminaron por el sendero de la derecha, solo hojas cafes tiradas por todos lados. El sendero era estrecho, por lo que caminaron uno delante de otro; el de enfrente con la M16 sujeta, apuntando al suelo; el de atras con el arma colgada en la espalda. Cuando sintieron dar la vuelta a la isla al seguir ese camino, pensaron que era interminable y que, aunque el paisaje cambiaba constantemente de su lado derecho (arboles en diagonal colgando hacia las rocas del mar, luego mar sin rocas y luego rocas con mar pero sin arboles), no parecia haber ninguna novedad del lado izquierdo, solo rocas y plantas, nada mas. -- No encontre mucho. --dijo Santiago -- Lo que se de la playa me lo dijeron unos companeros que ya habian venido. Y a pesar de que la gente si la visita, pareciera ser una isla abandonada. -- Una isla maldita... -- Abandonada, dije. Eso si. Se cree que vivia gente aqui antes de que la Marina se encargara de ella. Se dice que estos caminos de concreto fueron hechos sobre los caminos naturales, hechos con los pies, de los antiguos pobladores del lugar, a los que nadie sabe que les paso. -- Algo los habra hecho desaparecer. -- Tal vez --dijo Santiago -- solo fueron pescadores que frecuenten estas aguas, o contrabandistas que esconden cosas aqui o piratas, tambien; recuerda que este puerto es muy viejo, esto no tiene por que ser una historia encontrada en un libro. El camino se separa de la costa y sube y se adentra en la selva, al llegar a este punto, ellos tambien lo hicieron y se sintieron aliviados de caminar hombro con hombro. En lo que subian, vieron un camino de tierra. El viento soplaba fuerte aun en esa profundidad de la selva y, sin embargo, el camino de tierra no se lleno de hojas como si lo estaba el sendero de concreto. Los dos marinos solo lo miraron. Mas adentro, ya con las copas de los arboles como techos protectores del sol y el calor, encontraron otro camino de tierra que subia una ladera y parecia que regresaba por donde el camino de cemento los habia traido. -- ?A donde crees que lleve? --pregunto Leonardo. -- De regreso. Parece --contesto Santiago. -- ?De verdad me estas diciendo que te lleva al mismo lugar a donde te lleva este mismo camino? -- ?Y por que no? -- Escuchate. Dices que la gente que hizo ese camino con sus pies, llego a este punto, quiso regresarse y, en lugar de darse una media vuelta y bajar por donde habia venido, decidio dar una vuelta en U y regresar por otro camino al mismo punto de donde partio. ?Te parece logico? -- Lo que me parece logico --dijo Santiago -- es lo que nos ordeno el comandante. Que siguieramos solo el camino de cemento. No te distraigas con eso, por favor, si te pierdes tendre que buscarte y sabes que soy malo con los ambientes naturales. Seguro me perdere yo tambien y tendre que reportar tu desaparicion con el comandante. Ven, hay que apurarnos que ya quiero llegar. Cuando empezaron el descenso, Leonardo estaba seguro de que ya habian encontrado la playa; el sabia distinguir el ruido del oleaje, el olor a sal y lo fresco del aire, pero fue Santiago el que se emociono al escuchar el comentario de que estaban a punto de llegar. Bajaron por un camino que zigzagueaba como una serpiente y Leonardo recordo estar alerta de que ningun animal se les acercara. -- ?Sabes como le decian antes a esta isla? El grifo, por el animal con alas de aguila, cuerpo de leon y quien sabe cuanta madre mas. -- A lo mejor en otro tiempo si vivia un animal asi por estos lados. -- O vivian varios animales parecidos, de los que se componia el grifo ese... o viven... mantente alerta. Bajaron lo suficiente como para ver, por fin, una ola rompiendo en las rocas y llegando sin fuerza hasta la playa. "Playa palmitas. Por favor, no ensucie la playa ni corte ninguna planta. Area protegida por la Marina Armada", decia el letrero colocado un escalon antes de tocar la arena. -- Mira --dijo Santiago -- somos nosotros. -- Y venimos a cuidar --sentencio Leonardo. Los marinos estaban por quitarse los uniformes cuando Leonardo recordo que debia echar un vistazo al mar para cerciorarse de que no habia buques que pudieran verlos. Santiago, por su parte y en lo que su companero regresaba, busco entre sus multiples bolsas el cigarro de mariguana que habia traido para esa ocasion. Cuando Leonardo, desde las piedras mas cercanas al mar, dio la senal de todo en orden, Santiago dejo el cigarro acomodado en una piedra, se quito el uniforme y desnudo entro al agua. De aquel lado el oleaje era mas intenso que en la primera playa que visitaron. El marino que se encontraba desnudo y dentro del agua tenia dificultades para mantenerse estable ya que las olas lo arrastraban con violencia y, si se descuidaba lo azotaban contra rocas atoradas en la arena. -- Con cuidado, no te vaya llevar. -- La que me llevo fue la chingada --respondio Santiago -- pero eso hace mucho tiempo. ?Tu ya has zarpado? -- Si, cuando estaba en la escuela. ?Tu no? Pense que eso era lo primero que le hacian a los grumetes cuando entran. -- Alla no. De donde yo soy lo primero que haces el lavar banos y cambiar jabon. Esta es la primera vez que vengo al mar desde que entre. Leonardo prendio el cigarro de mariguana y comenzo a inhalar. Reposo su espalda en la arena, bajo un arbol, concentrado en los sonidos: el agua golpeando contra las rocas, los pajaros que, creia, estaban justo arriba de su cabeza, otros animales, los gritos que hacia su companero mientras luchaba contra la corriente y de repente, el ruido de un animal extrano que nunca habia escuchado y que olvido al poco rato de haberlo oido. El tiempo para Leonardo se habia detenido, se sentia suave, como un insecto mas de la isla y los arboles giraban alrededor suyo. Enterraba los dedos en la arena, sentia cada grano entre sus unas, como para contarlos todos. Leonardo estaba en paz, y fue por eso que el agua salpicandolo se sintio en cada parte de su cuerpo. Al principio penso que era Santiago saliendo del agua el que le estaba jugando una broma, sin embargo, al incorporarse y recuperar la atencion hacia el exterior, se dio cuenta de que el oleaje habia crecido peligrosamente, tanto, como para salpicarlo hasta donde el estaba. Lo primero que hizo fue ponerse de pie y buscar a su companero. A primera vista no lo encontro. El agua estaba agitada, asi que la espuma y la arena revuelta le impedian ver lo que estaba sumergido. Grito el nombre de Santiago mientras lo buscaba en las rocas. Fue por su M16 gritando por su companero. Quito el seguro y apunto. Una mano se coloco sobre la empunadura de su arma. -- ?Y luego que? --dijo Santiago -- ?Ibas a dispararle a las rocas? No se malviaje, marino. La corriente esta muy fuerte y el sol se esta tapando por las nubes, es mejor que nos vayamos. Cuando Santiago se puso el uniforme prendio de nuevo el cigarro de mariguana e inhalo tres veces. Luego se nego a darle a su companero, lo apago y tiro los restos en la tierra una vez que subieron a la selva. -- El plan ahora es seguir los otros caminos --dijo Santiago -- ?te parece si vamos al faro hasta que se te pase el efecto? No quiero que por casualidad vuelvas a hacer otra pendejada y alguien, por casualidad nos este viendo. Leonardo no dijo nada. Solo asento con la cabeza. Regresaron a la trifurcacion, esta vez tomaron el camino de la izquierda. Recorrieron toda la franja de la playa por entre los arboles y, cuando termino la playa, el sitio por el que no habian podido subir por entre las rocas del mar. Sintieron, otra vez, que daban la vuelta a la isla pero ahora del otro lado y llegaron a una especie de plaza hecha quiza por la naturaleza o por el hombre, era dificil saberlo. En ella, la vista era espectacular. La naturaleza cubria una especie de cuadro que semejaba a una pantalla, la vision era de tierra firme, las dos puntas de la bahia: la vista de siempre pero al reves. -- ?Ya viste eso? --dijo Santiago senalando una roca enorme, casi redonda, colocada como con las manos en una superficie de rocas ultradelgada, de donde no se entendia como era posible que la roca grande se mantuviera inmovil sobre esa base tan inestable -- No entiendo como es que esa roca grande se mantiene inmovil sobre esa base tan pequena. Leonardo no dijo nada. Ambos se quedaron mirando la roca. Santiago tomo tres piedras del suelo, del tamano de un puno y las arrojo contra la roca, creyendo que con un leve movimiento iba a poder desestabilizar aquello. Pero nada paso y los dos marinos continuaron el recorrido. Regresaron a la trifurcacion. La nube gris ahora estaba encima de la isla pero todavia no llegaba a tierra firma. Parecia mas grande cada vez. Ahora tomaron el camino de en medio, el que subia, y subieron. Eran escaleras pequenas que parecian no tener fin aunque no provocaban cansancio. Cuando por fin llegaron a una planicie, se encontraron frente a un puente como de unos 3 metros de alto y 5 de largo, estaba hecho de madera pero no se veia peligroso, solo un poco viejo, pero nada que hiciera pensar en peligro. -- ?Escuchaste al teniente mencionar esto?

  • Aullando en los bosques de Reidar Muller

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    En las profundidades del bosque humedo y espeso, Reidar Muller, un hombre habitualmente reservado, aulla. ?Como ha acabado ahi, desganitandose como un hombre lobo?

  • Por ser mujer de Mila Reyes

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    Aqui, los personajes juegan un papel muy importante. Libra, es la oprimida pero que con la ayuda de su madre logra escapar de un futuro de sumision. Yares, es la luz con la que todas suenan y a la que estan dispuestas a seguir. Y Lago Verde, no es otro que el camino hacia la libertad.

  • Maldita Suerte de Susana Aragon

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    Rebeca es una estudiante de arquitectura que trabaja como camarera en un local dedicado al baile de salon. Ha huido del amor durante mucho tiempo, de la idea que representa estar enamorada. Esto cambia cuando el egocentrico, chulo e insoportablemente irresistible dueno de Arquitecturas Torres entra en su clase una manana, provocando una lucha en su interior que pondran a prueba algunos de los principios con los que cada uno rige su vida.

  • No soy un angel de Sandra Somera

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    Un ardiente encuentro en una fiesta de mascaras. Un secreto revelado. Un desengano. Traicion y venganza.

  • Martes con mi viejo profesor de Mitch Albom

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    Un libro sencillo e intenso que encierra profundas verdades. Conversaciones entre Mitch y su antiguo profesor de la universidad todos los martes. Una historia real para un libro de culto. El libro que ha cambiado la vida a millones de personas.

  • Vosotros sereis mi vida (Corazones heridos 3) de Towanda Richardson

    https://gigalibros.com/vosotros-sereis-mi-vida-corazones-heridos-3.html

    Alex y Emma llevan juntos toda una vida. Enamorados casi desde ninos, cumplen en San Francisco todos sus suenos. Hasta que, pocas horas despues de graduarse en la universidad, y con todo listo para empezar su nueva vida, Alex le rompe el corazon a Emma. Ella solo encuentra consuelo en los brazos de Sam, un buen amigo de ambos, al que acude porque el dolor es tan fuerte que no puede soportarlo sola.

  • Dinero sucio de Cristina Alger

    https://gigalibros.com/dinero-sucio.html

    La aparentemente perfecta vida de Annabel en Ginebra se rompe cuando el avion de Matthew, su esposo banquero, se estrella en los Alpes. Cuando empieza a encontrar pistas de lo que puede ocultar su muerte, Annabel se pone en la mira de enemigos poderosos y comienza a preguntarse si realmente conocio a su esposo. Mientras tanto, la periodista Marina esta investigando a Swiss United, el banco donde trabajaba Matthew. Pero cuando descubre evidencia de un escandalo financiero global impactante que implica a alguien cercano a su hogar, se vera obligada a tomar una decision imposible

  • Ultima noche en el fuego de Ana Maria Draghia

    https://gigalibros.com/ultima-noche-en-el-fuego.html

    Cuando Lara Aguirre, una editora afincada en Madrid, recibe la noticia de la muerte de Raul, el unico hombre del que ha estado enamorada, decide, devastada, aceptar un proyecto editorial que la llevara hasta Santa Fe, Mexico. A su regreso, su vida se entrecruzara con la de Rafael Bernabeu, un abogado catalan -amigo de su hermano-, que habia estado viviendo en su casa durante su ausencia sin que ella lo supiera. Aun siendo consciente de que volvera a Barcelona, para ella, conocer a Rafael sera un recordatorio de sensaciones pasadas, aunque tambien de una noche a muchos kilometros de ahi, una noche que tiene otro nombre, Lucas Santamaria, y otra ciudad, Melbourne.

  • Pax Romana de Adrian Goldworthy

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  • Victory, en algun lugar desconocido de Maite R. Ochotorena

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    Plymouth, Inglaterra, 1817.
    Tras el horrible asesinato de Anne Pembleton, Sebastian Avendale embarca en el Victory, con destino a la lejana colonia penal de Port jackson. Pero el navio desaparece sin dejar rastro y su familia no vuelve a saber nada de el. Sophie se niega a perder la esperanza. Cuando su padre le habla de la posibilidad de enviar al Oracle a buscarle, siente que la vida vuelve a sonreirle.

  • AMOS Y MAZMORRAS X de Lena Valenti

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    EL MUNDO DE LA NOCHE Y EL PECADO.
    UNA CIUDAD CORRUPTA Y PROHIBIDA.
    TRES HERMANOS DOMINANTES, SALVAJES Y MALDITOS.
    Y UNA MUJER QUE NO ESTA PARA TONTERIAS.
    QUE EMPIECE EL JUEGO.

  • El pais del prisma de Diego Armando Arciniegas Malago

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    Nuestras mentes divagan mas despiertas que entre suenos, fantasear es tan sencillo si olvidamos dormir. Ahora mismo, las letras que saben del mundo entero, de lo que es mas distante, de aquello que se lleva a cuestas sin reproche, se articulan, hablan de ti, hablan de mi. Ellas lo conocen todo; quieren ser comprendidas; buscan ansiosas disiparse en el universo que senalara el papel. No obstante, son pocas las manos capaces de atraparlas... !Cuanto el miedo de asaltar la infinitud del eter! Las alturas, solo potestad de unos pocos. Unicamente, esos, que no temen a la belleza inconmensurable de la conjugacion ritmica, pudieran alcanzar alguna vez el beneplacito del verbo. El pensamiento, siempre ambiguo, en clara muestra de querer dejar atras -al menos momentaneamente- la que es su esencia (no llegar jamas), demanda la idoneidad de la pluma como paso a seguir. Luego de que los sentidos proporcionaran iniciales formas a las cosas, se debe abrir paso a los caracteres entrelazados en lineas, a las verdades hechas de tinta, susceptibles de ser dadas a conocer. Amigos: para tener dia y noche presente el rostro de la mujer amada, que se redacten unos suaves versos; para sentirle cerca, a pesar de lo insalvables que parecieran las distancias, que el perfume de su pelo se haga poesia, que el intenso rosa de sus hermosos labios conozca lo mucho que le deseas. Entonces, la princesa sabra de ti; sus ojos, exclusivamente, querran verte si les escribes con pasion. Es mi intencion que el corazon por fin se enuncie libre, distante de cualquier agitacion extrana a su sincero palpitar. Anhelo la llegada de los vocablos eficazmente dispuestos en mis expresiones. Espero, espontaneo, el arribo a las direcciones maximas de este amor; el, seguro de las virtudes que condensa, se despoja de toda suspicacia para asi dar inicio a una historia juntos, desconocedora de los limites de esta superficial realidad. Si, el pais de las fantasias advierte lo cercano de nuestro vuelo, en las nubes mas profundas se celebra esta union perfecta. Descansaran entre los seres del mito, en medio del azul obsequiado por los dioses, las cautivas ambiciones de dos almas que, atrapadas por las tonalidades del arcoiris, aun perdidas en un beso, renuncian a la libertad de los hombres para hacerse de los privilegios del espejismo eterno. CAPITULO II EL RITO Vientos incandescentes merodean mis pupilas, la agudeza del fuego ya se confunde en el cristal. Las ninfas del escabroso bosque que trenzan utopias, detallan en sus coros de la lluvia el golpear. Con cada gota un guino que desase el firmamento, una estrella cae profetica en el mar; desnudas las formas del astro que se hundiera, me entrego al desvelo del que no puede esperar. La oscuridad es testigo del romance que envolviera, al seductor brillo en las olas para amar. De repente, un irascible tornado ha rebasado las fronteras que impusieran Cefiro, Boreas, Noto y Euro a los mortales. El tiempo pierde consistencia, la luna, ?a donde va?; con el sol esta la noche, preferible no inventar. La verdad es que la tinta: ni mucho menos, muerta esta. Las pinceladas del rapsoda, cobran vida aqui y alla. Los atomos concurren a la bolsa del artista, las pizcas de cosmos zozobran en su altar; se banan en cadencia los bocetos que al instante, proyectan la otra cara del genio en su mirar. La intemperie del silencio, disfraza la ceguera de un millon. En lo inhospito de la selva, solo el verde es senor. ?Agua en el desierto?… No mas que una ilusion. Unos novios de la mano, !que sucumba la razon! Mi nina: !que Morfeo deje sus alas! Comprendi que para volar lo unico que hace falta es que estes a mi lado. Asi, si tu acompanas mi destino (evaporarme), indomitas se desplegaran las ideas. Se refugiaran en el extasis, la fiebre y la risa. CAPITULO III SENDAS MUERTAS - !Recuerdas!: la felicidad solia tentarnos, lo hacia sin excepcion alguna. Era la constante, las piernas perseguian fin cualquiera; el horizonte, a veces noble, desfallecia hecho conformismo. Aliento tras aliento se dilapidaba. Sosiego: de presentarte en la creacion, injurioso, cual soplo te esfumabas; los amigos del apremio instaban al resto a ser como ellos. Si, eran poquisimos los que viviamos convencidos de la generosidad del amor; irrisorio el numero de quienes al igual que nosotros, expectantes de la invencion maxima, tuvieran a bien arriesgarlo todo. Nomadas, profesionales saltadores de epilogos: seguro siguen dando vueltas en busca de lo ya resignado al nacer. Aun en mis oidos es el eco de sus contritos pasos. Muchas de las empresas consideradas trascendentales por la humanidad, confesaban abrigar entranas que carcomia la envidia, alimentar rencores que atesoraban fortunas en medio del hambre. El aletargado panorama apenas permitia la coexistencia en las ciudades; coincidian en la misma urbe, bohemios y enajenados por el senorio. ?Como erigirse en el poder?, maquinaba el imperio del desanimo; incluso para los mas notorios corazones, para aquellos en capacidad de hacer vecindad con el "mundo de las ideas", era un peligro inminente el que se dejara de sonar. Los libros, atestados de numeros, no senalaban ninguna esperanza; la temperatura del infierno, que hacia las veces de estres, era todopoderosa. De los ilustrados en los principios de la codicia, de los maestros a la hora de formular leyes que inducian a la indiferencia, exclusividades de ellos, eran: La voz del pueblo, los aguardos de literatos y clerigos, quienes al unisono elevaban oraciones a la Divina Providencia. Nina, volvamos la vista atras, sin dejar de ser detalles de la fantasia, volvamos la vista atras. Las montanas que nos rodean, evocan el follaje que la barbarie arruino; los manantiales que pisan nuestros pies, son el agua de la cual ya no se bebe. Innegable, la solucion, aqui la vemos correr; ellos, pasivos, solo dibujan su sed. Somos en donde nada mas es, paseamos por los senderos en que las sombras se visten de colores para servir de compania a la aventura. !Convencete!, aqui las mentes lo desvian todo hacia la perfeccion. - !Recuerdas!: la felicidad solia tentarnos. Mi amor, !sigueme! Nuestras mejores paginas estan por escribirse. CAPITULO IV CON ASOMBROSA EXACTITUD -Abordemos ese barco... - ?A cual de todos te refieres? - !Hermosa, mira!… hablo del que esta debajo del puente. ?Lo ves? !Alla en las cataratas! Si bien es cierto que hay navios por doquier, adornados con rosas y fina pedreria, solo aquel puede contar esas magicas velas entre los tesoros que custodia. Parece que son hechas de acuarela, ni el mejor de los paisajistas lograria siquiera aproximarsele en exquisitez de formas y texturas. Es que insinuar cualquier correccion seria absurdo; aun aqui seria inadmisible. Mi vida: ?Que deseas hacer, a donde vamos?; nuestras opciones no tienen clausura. Tal vez quisieras un trineo halado por elefantes que nos hablaran de tantas y tantas romerias al fondo del oceano; o que una pequena hada, con un golpecito de su dorada varita, tuviera a bien trasladarnos al monumental zoologico en el que se congregan las mascotas de las tiras comicas para hacer las delicias del publico junto a sus respectivos amos. Quizas te gustaria que algunos de los serafines que pescan salmos en la orilla desplieguen esas alas de luz, asi abriendo en el tiempo un vertice que pueda conducirnos a donde pastan los unicornios. Claro, si lo prefieres, a la cima del volcan que esta a nuestras espaldas, para recibir la bienvenida de los osos blancos. Acaso, ?apeteces viajar en el tren de las diez de la manana? En el que siempre nos sorprende con un disfraz nuevo. Cuentan los aldeanos que hace cinco minutos era un temible dragon, que hace seis hacia las veces de serpiente, que unicamente hace siete minutos parecia un cohete. -Si, el tren seria una muy buena eleccion; a lo mejor y quiere hacernos creer esta vez que es algo asi como... !Una rueda de la fortuna! -A lo mejor, pero yo preferiria que fuera una saeta, una que sin tener prisa sale a darle vueltas a las manzanas del reino, asi como al resto de las frutas. -Oye, !Amor!, seria grandioso que Lassie y Princesita pudieran disfrutar de este lugar. Hay tantas criaturas graciosas que las harian reir. Imaginalas corriendo al lado de Pluto en las minas de diamantes de los enanitos o escuchando las peripecias por las que han pasado Pongo y Perdita para educar a mas de cien cachorritos. -Claro que las imagino... !Miralas!, ahi vienen. - !Hola Princesa! !Hola Lassie! Ahora si que esto es un sueno. Ninas, escuchenme bien: ni se les ocurra morder a nadie. Se que quieren corretear sin que las molesten. Vayan, las veo al rato. - !Que alegre estas, preciosa! - ?Como no?, en serio, soy la mujer mas feliz de todos los mundos. -A proposito, ?como vamos a recorrer la inmensidad de este? ?Que propones, esperamos la mutable locomotora? -No se, comamos algo antes de que sean las diez. - ?Desayunar?… Promuevo esa iniciativa. !Que tu estomago y el mio se sacien de todo tipo de manjares! !Que hambre no! - !Mira!, sabia que eran elegantes, pero ella. -Senora jirafa, buenos dias. Excuseme por interrumpir su lectura, seria tan amable de indicarnos la ubicacion de un castillo, de uno de galletas y fresas. - ?Dijiste un castillo de galletas y fresas? -anoto mi nina. -Si !Amor!, sospecho que hay uno cerca -dije. -Joven, usted y su novia son identicos a los protagonistas de la novela que leia. Aquel par se queria tanto; ellos tambien preguntaban por castillos para comer. !Siempre quieren azucar! Dejenme adivinar. Diego, ahora mismo escribes lo que sucede en este lugar... ?Verdad? -Supongo, sera por ello que tus manchas son azules. Claras y oscuras. -Fue un color muy bien escogido, debe ser tu favorito -ostentaba la jirafa. -Si, pienso que es sobrio y a la vez distinguido. Tenias que ser una jirafa especial. -Maestro, ya que estas por aqui: !que ingenioso fue que los optimistas hipopotamos interpretaran a Hesiodo! La mitologia griega es desenmaranada en las aulas de clase a partir de la atinada recitacion de la Teogonia. Te participo: los discipulos de los duros cuadrupedos, a diario ponen en tela de juicio las suficiencias de los hombres, dando asi cumplimiento a tus mandatos. -Gracias por esos informes, Azulita. - !Que adecuado!, Azulita sera mi nombre. Y antes de que me preguntes, ?que horas tienes? !Observa!… Aquel avioncito de papel, el que se esconde detras de las secoyas. !Es nada mas y nada menos que nuestro puntual trencito de las diez, el mismo acucioso avestruz que hace ocho minutos los rieles engullia! -mirando al cielo, dijo la jirafita. -Gracias Azulita, !si que se asemejaba a un avestruz! -comento mi nina.

  • Muneca de Ebano de Cristina Validakis

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  • La cabeza decapitada de Cecilia Magana

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    Habian pasado Marcelino pan y vino unos dias antes. Esa si la vi completa, pero la biografia de Benito no. Creo que me quede en la parte cuando entra al seminario. Supongo que de ahi vino la confusion; en la cabeza de un nino las cosas tienen sentido de una manera distinta. Para nosotros se trataba de la imagen de un santo: san Benito. <>, dije, pensando en una estampita que tenia mi abuela, en la que aparecia san Pablo despues de que lo decapitaran: los ojos borrados y un circulo amarillo alrededor de las canas. Aidee me miraba con la boca abierta, sacando el aire por el espacio entre la lengua y los dientes, inclinados hacia fuera como si tambien ellos quisieran escaparsele de las encias. Me gustaba Aidee, aunque caminara torcida hacia delante, y lo poco que dijera pareciera venir de un lugar por debajo de su garganta cargada de flemas. A pesar de que mi hermano insistiera en que era mi novia: <>. Benito nos miraba fijamente desde su fondo naranja, con el pelo muy peinado. Lo habiamos descubierto gracias a Aidee. Cuando subimos a la azotea de mi edificio, el Guadalupe Victoria, senalo el cuadrado blanco rodeado de mugre en el cuarto piso y dijo: <>. A mi me urgia esconder el trapeador que le habiamos robado a Evelia en alguna de las jaulas y crei que hablaba de ella. <>, conteste, nervioso. No fuera a ser que la conserje terminara de barrer el patio y se diera cuenta de lo que le faltaba mientras nosotros seguiamos arriba. <>, insistio Aidee. Abri la puerta de metal y corri a encerrar el mechudo, agitando su melena. <>, le dije corriendo el cerrojo que nadie usaba. Pero mi complice seguia en el pasillo preguntando casi a gritos: <>. Asi que nos perdimos del espectaculo de Evelia y terminamos frente al retrato en su torre de departamentos. <>, pregunto. No supe que contestarle. Me acorde de lo que dijo mi abuela sobre san Antonio: como ella y sus hermanas le quitaban al nino Jesus para pedirle deseos y no se lo regresaban hasta que cumpliera. A lo mejor alguien habia robado el cuadro de mi edificio. En todo caso, si nadie lo habia regresado significaba que era malo para hacer favores. Decidimos revisar las otras tres torres, pero solo encontramos marcas de polvo sobre la pared: el santo de Aidee era unico. <>, escuche mi nombre estirandose por los barandales de cemento; era Evelia. Nos pegamos a la puerta del departamento ocho, haciendonos flaquitos para que el marco nos tapara. <>. Venia por las escaleras. Escuchamos el chicote de sus sandalias cada vez mas cerca. <>. Aprete la mano de Aidee y cerre lo ojos, imaginando al santo: <>. Ella repitio junto a mi, a su manera, y nos escuche diciendo: <>. Como si de verdad fueramos uno solo, nuestra voz rogo: <>. El sonido de la ese parecia el de una serpiente que subia a cada paso de Evelia. <>. Y seguimos con la letania, quietos, hasta que oimos el derrapon de su chancla y despues los golpes, los quejidos suaves rodando hacia abajo. Aidee me solto. Senti la mano adolorida. Nos quedamos ahi, en silencio. Evelia se quejaba. La senora Munoz salio de su departamento y llamo a gritos a su marido. Dijeron algo asi como que el pie se le habia volteado. Seguimos acurrucados en la puerta del numero ocho hasta que la llevaron al hospital. El pasillo fue oscureciendo y al llegar la hora de que las luces se prendieran, el foco sobre nosotros zumbo sin encenderse. Abri la puerta despacio, casi sin hacer ruido. Tuve miedo de encontrarme a mama sentada en la sala: el telefono en la mano, llamando al portero del condominio. Pero solo estaba Josue, iluminado por las luces amarillas en la tele. <>, dijo sin soltar la palanca. <>. Giro la silla para verme. <>. Levanto las cejas, esperando que le respondiera. <>. Sonrio y regreso a cazar fantasmas que corrian de regreso a su base con los ojos muy abiertos. <>. No le conteste, no tenia ganas de discutir. Tampoco tenia hambre. <>, murmure, pero los fantasmas ya se habian recuperado y comenzaban a perseguir a Pac-man. En la cama estuve dando vueltas sin dejar de pensar en el santo. Habia sido efectivo, sin duda, pero el milagro que habia hecho estaba mal. Cada vez que cerraba los ojos lo veia, con su fondo naranja, como de fuego, y su cara de enojo. Sone al trapeador muerto de sed en la azotea y al pie de Evelia, torcido hacia arriba, llamandolo. Me desperto el ruido de la puerta cuando mama salio a trabajar. Me cubri con la sabana. Tal vez habia sido solo una casualidad y Benito Juarez no tuvo nada que ver con la caida de Evelia; esas cosas pasan. Mi abuela se resbalo alguna vez en el piso humedo a pesar de que traia zapatos de plastico. La unica manera de saber si el cuadro en el edificio de Aidee habia sido responsable del accidente era hacer una prueba. Aidee toco el timbre a las diez de la manana. Supe que era ella porque dejaba el dedo pegado al boton. Josue, reinstalandose frente a la tele, me grito: <>. No me habia atrevido a contarle lo de Benito. La voz ronca de Aidee atraveso la puerta preguntando, como todos los dias durante ese verano, si yo seguia de vacaciones. <>. Cerre la puerta de golpe para no escucharlo gritar silabas sueltas como tarado, imitando a mi amiga. En el patio tuve que explicarle varias veces a Aidee lo del experimento. Pense que se me quedaba viendo y soltaba la carcajada porque no tenia idea: que iba a saber de milagros, si no asistia a la escuela ni al catecismo. <>. Y ella se reia otra vez y jalaba mi brazo. El problema era que no se me ocurria nada que cumpliera los requisitos. ?Aventar al gato de la senora Munoz desde arriba y pedir que cayera parado? No. ?Revivir alguna de las plantas que tenia mama en su ventana? A lo mejor, aunque la resurreccion era mucho pedir. Aidee tiraba fuerte de mi, doblando las piernas como si estuviera a punto de hacerse pipi. Quise sacudirla y hablar como lo haria Josue: <>, pero no pude. Ella siguio risa y risa con esa lengua gorda, chorreante de saliva, que hizo una mancha redonda en el cuello de su blusa. <>... <>, repitio, abriendo la boca tan grande que pude verle hasta las muelas. Parecia tan tonta. Decidi no cerrar los ojos, sino fijar la vista en la mirada oscura de Benito Juarez. No tenia tiempo para explicarle. Solo le pedi que repitiera conmigo: <>, que rogara como cuando lo de Evelia. Empezamos en voz baja, siguiendo el ritmo de nuestras palabras con las manos: <>, subiendo de volumen hasta decirlo fuerte, fuerte como un martillo: <>. La senora Munoz abrio la puerta de su departamento y se asomo chitando: <>. Y entonces Aidee hablo a mi lado, pronunciando cada palabra: <>. La senora Munoz se quedo parada sobre su tapete de bienvenida, sin decir nada, mientras Aidee y yo pasamos junto a ella: yo con la impresion de que los escalones del edificio tenian un color distinto; Aidee saltandolos de a dos en dos. No me solto de la mano hasta que llegamos a la planta baja y su cuerpo se torcio de nuevo hacia delante. A veces todavia sueno con la cabeza de Benito sobre sus hombros.

  • Cortocircuito, Iris Mackenzie de Iris Mackenzie

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    Ainara, una estudiante de segundo de Bellas Artes, es atacada por un desconocido a la salida del cine una noche de finales de verano. A partir de ese momento, su vida se convierte en un infierno: alguien quiere matarla y desconoce el motivo.
    En medio del caos que supone la vuelta a clase, la rutina diaria y tener un acosador detras, Ainara conoce a Lucas, un chico que hara que su existencia cambie por completo. Enamorarse es algo que ella no contempla y menos, despues de haber pasado por una ruptura que le ha traido consecuencias catastroficas: padece ansiedad por el dano que le hizo su ex. Por mucho que Ainara quiera evitarlo, en el corazon no se manda y Lucas despierta en su interior sentimientos capaces de provocar un autentico cortocircuito.

  • Adios a Cinecitta de Julian Comas

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  • La noche que bailamos juntos de Laura Maqueda

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    Tras pasar por una dolorosa y complicada ruptura, Chloe se refugia en el trabajo. Pero cuando su ultimo proyecto fracasa de forma estrepitosa, todos sus suenos y esperanzas se vienen abajo. Ni siquiera la inminente fiesta de despedida de soltera de su mejor amiga consigue animarla hasta que.

  • El gran hombre de Blanca Moral

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    Cree que es demasiado grande para mi.
    Siempre me han gustado los desafios.

  • El designio de los dioses de Alfonso Solis

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    Kalam, un joven medico procedente de la ciudad de Assur, emigra con su esposa Damkira y su hijo Nabui a Ninive, capital del imperio asirio. Gracias
    a sus habilidades medicas, consigue salvar la vida del todopoderoso rey Assarhaddon. Este, como agradecimiento, le nombra su medico personal y Kalam se traslada con su familia al palacio real. Pero poco le dura la felicidad al joven medico. Assarhaddon se encapricha de Damkira e intenta alejarle de ella enviandole a la guerra contra los temibles cimerios. Comienza asi un largo peregrinaje que le llevara desde el Egipto de los faraones hasta el Kushan de los yuezhi. El odio y los deseos de venganza guiaran sus pasos de nuevo hasta Ninive con el objeto de hacer justicia y asesinar al hombre que le habia separado de su amada familia.

  • Cuando llegue a Monfort de Noah Evans

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    Tras el abandono de su pareja y la muerte de su madre, Lina llega a Monfort en busca de una nueva vida. Animada por Lucia, una antigua amiga, se instala en la casa que comparte con Kitty y Margot. Lo que Lina no sabe es que la mayor sorpresa que le guarda Monfort, vive en la casa de al lado.

  • Volvieron cantando de Valerio Cruciani

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    Son las navidades de 1898, en Paris acaban de firmar el tratado de paz entre Estados Unidos y Espana y la guerra de Cuba se zanja tras miles de muertos y heridos en una desastrosa derrota.

  • Te ayudare siempre de Corin Tellado

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    Te ayudare siempre:
    “-Estamos arruinadas -dijo Romy subitamente, con gran firmeza.
    Yo me estremeci, pero aun no me atrevia a mirar a Romy. Oia su voz diferente, firme, escueta, casi ronca.
    No preguntaba. De repente se diria que un presentimiento la asaltaba y no queria huir de el.
    -Si, Romy. Asi es. Hace mucho tiempo que veniamos tu madre y yo haciendo muchos equilibrios para ocultaros la situacion economica. Cuando hace anos fallecio tu padre, yo le sugeri a tu madre, que en paz descanse, la formula para evitar el terrible desenlace. Vender la gran casona aneja, llena de gratos e intimos recuerdos y esplendores pasados. Alguna tierra, para hacer frente a la situacion critica. Tu madre se nego.”

  • La Alfa es mia de Iris Montes Meseguer

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    CUANDO LA PASION LLEGA…NADIE PUEDE ESCAPAR DE ELLA
    (De la autora de Indomable pero mia con mas de 1 millon de lecturas en Wattpad):

  • Te buscare mientras viva de Paco Lobaton

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  • Para tener casa hay que ganar la guerra de Joan Margarit

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    Despues de centenares de poemas publicados, Joan Margarit nos ofrece un broche narrativo, un recorrido vital que llega hasta la primera juventud. La intencion que lo acompana es comprender por que determinados recuerdos siguen presentes, duros y luminosos, sin necesidad de acudir a ningun diario o album de familia. ?Por que la vida se construye de una manera y no de otra? ?Por que Joan Margarit ha escrito los poemas que ha escrito?

  • Dime que te quedaras (Terciopelo) de Corinne Michaels

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    POR LA ACLAMADA AUTORA CORINNE MICHAELS, BEST SELLER EN EE. UU., LLEGA UNA NOVELA SOBRE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES.

  • Piedra viva de Luis Gonzalvo

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    Esta apasionante historia atrapa al lector desde la primera pagina y lo guia a las profundidades del mundo artesanal romanico del siglo XII.
    Luno, un simple aprendiz de tallista, se ve obligado a no desarrollar su pasion por la escultura en una sociedad medieval organizada en rigidas estructuras sociales y jerarquias gremiales. A pesar de todo, decide trabajar la piedra y, a lo largo de su vida, deja su huella en diversas iglesias y monasterios de Huesca y las Cinco Villas. Incluso llega a tener una escuela, pero en solo una ocasion firma su obra con el me fecit tipico de la epoca.
    Luis Gonzalvo Flores expone en esta, su primera obra, una explicacion a este hecho tan curioso, asi como al misterio de la desaparicion de “la gota” (el tesoro) del monasterio de San Juan de la Pena, en Santa Cruz de las Seros.

  • Entre estas paredes de J.l. Berg

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    *Primer libro de la serie "Paredes"
    *Una increible historia de amor entre dos supervivientes.
    *JL Berg te emocinara y te hara sufrir a partes iguales.
    Entre estas paredes, el se convirtio en mi santuario, mi consuelo y mi fortaleza.
    No soy una chica fuerte. Solo una superviviente. Pero, ?acaso no es lo que intentamos todos, sobrevivir? Cada uno tiene sus propios problemas y sus circunstancias para salir adelante. Las mias nunca han sido muy buenas... Con un defecto cardiaco de nacimiento, he vivido mas entre las paredes de un hospital que en mi propia casa.
    Hasta que el aparecio, me sentia prisionera de mi enfermedad, me faltaba el aire... El piensa que se aisla del mundo con sus tatuajes y su aspecto de chico duro, pero yo puedo ver su verdadero yo.
    Me pregunto si Jude es la respuesta a mis oraciones o si acabara por romper del todo mi corazon.
    Mi nombre es Lailah Buchanan, y esta es nuestra historia. La de Jude y la mia. Una historia de esperanza, redencion y sacrificio hacia la persona que amas.