• cuando el amor es eterno - Caroline Mickelson

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    Cuando Ava McKenna dejo el vecindario donde habia crecido, nunca planeo mirar atras. Y durante diez anos no lo hizo. No hasta que Mateo Ortega, el atractivo y encantador muchacho de la casa de al lado, aparecio para pedirle ayuda. Mateo necesitaba un favor; en realidad, necesitaba una falsa prometida, y penso que Ava seria la mujer perfecta para la farsa. Ava sabia que le debia un favor a la familia Ortega pero, cuando miro a los esplendidos ojos marrones de Mateo, se dio cuenta de que saldar la antigua deuda podria poner en peligro su corazon.

  • CUANDO EL AMOR ES ETERNO | VV.AA. | Casa del Libro

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  • Amor eterno: Libros - Amazon.es

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  • Amor eterno Tapa blanda – 14 agosto 2020 - Libros ...

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  • Cuando el amor es eterno - Libros De Mario

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  • 5 LIBROS QUE LEEN LOS QUE BUSCAN EL AMOR ...

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    24 nov 2020 — 5 LIBROS QUE LEEN LOS QUE BUSCAN EL AMOR ETERNO · 1.- Jennifer Niven – Todos los lugares brillantes · 2.- Jojo Moyes – Yo antes de ti · 3.- Jane ...

  • cuando el amor es eterno - Iberlibro

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    CUANDO EL AMOR ES ETERNO de HELEN EXLEY y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • cuando el amor es eterno - exley - Cervantes y compañía.

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  • cuando el amor es eterno - La llar del llibre

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    CUANDO EL AMOR ES ETERNO, EXLEY, HELEN, 8,00€. ... ... Añadir a favoritos. Enviar a un amigo. Comentarios. Sé el primero en comentar este libro ...

  • Eterno amor - Editorial Páginas de Espuma

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    Kike de la Rubia nació en Madrid en 1980. Su trabajo se centra principalmente en la ilustración de libros de poesía (Nórdica Libros) y la realización de ...

  • Una Propuesta casi Indecente de Mia Del Valle

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    Su saldo no es suficiente para realizar la siguiente llamada_ Nuevamente lo mismo, mi celular sin saldo. Apoyo los codos en la mesa del comedor y descanso la cabeza en mis manos. Mi perro Lechuga mueve su cola a mi lado esperando algun mimo, acaricio su papada y rasco sus orejas, bueno mejor dicho su oreja y media, es que una de ellas la tiene por la mitad. Cuando lo encontramos en la calle era tan solo un cachorro, yo volvia del secundario andando y unos ninos malvados lo estaban torturando, lo pateaban y uno de ellos con una navaja le corto su pequena oreja. No dude ni un segundo ante semejante pelicula de terror, tome un palo que encontre en la calle y mande un fuerte y caracteristico grito de los mios. --Bastaaaaaaa, dejen ese animal ya mismo o van a ver. Uno de ellos, el mas grande, que tendria unos 12 anos se me vino encima. --Si no queres lo mismo para ti nenita, mejor vete. --Nenita tu madre mariconcito, es mejor que dejes a ese animal o te las veras conmigo --mantenia mi menton en alto tratando de intimidar a los agresores. El comenzo a reir, en verdad daba miedo, era de mi altura y robusto, un pequeno proyecto de maton, dio unos pazos y me empujo, trastabille pero me mantuve firme. La pequena bola de pelos blanca con manchones negros temblaba y lloraba, no paraba de sangrar. El otro nino dejo por un momento al animal mientras observaba la contienda que se estaba armando, tambien lo disfrutaba, dos sadicos, !que asco! --Mejor dejamos al perrito, y nos ocupamos de esta pequena putita, creo que necesita atencion --esa fue la frase antes de tocar uno de mis pechos, estiro el brazo y con una mano me manoseo. <> Puede sonar parecido al sonido que produjo el tronco rompiendo su cara, o su cara rompiendo el tronco; todo depende del cristal con el que se miran las cosas. Fue uno; no, fueron dos. Tres, si, fueron tres dientes los que escupio el gordo baboso, luego que yo estrellara el tronco en su nariz y boca. Ante el asombro del segundo nino, tome en brazos al cachorro y sali corriendo como alma que lleva el diablo. Esta bien que sea valiente, pero vamos, tampoco loca, y era seguro que en cuanto salieran del shock vendrian por mi. Corri lo mas rapido que pude, con el animal sangrando en brazos, hasta llegar a mi querido barrio. Directo a la veterinaria del senor Flanginsky, el y su hijo, me vieron entrar y colocar al sangriento cachorro sobre la camilla. No pude decir mas, me largue a llorar aflojando toda la tension que habia dentro mio. Flanginsky padre, me acompana hasta la pequena cocina, me entrega un vaso con agua, yo lo acepto con mi temblorosa mano. No puedo dejar de llorar. El buen hombre toma asiento frente a mi con los codos apoyados sobre sus rodillas. --?Maria Victoria, te paso algo?, ?te han hecho dano? --me observa con preocupacion. --No, solo al cachorro. --logro responder. --Bueno, tranquila. Tu quedate aqui, vamos a ver al pequeno. --Sale de la cocina y acto seguido entra Daniel, Flanginsky hijo. --Victoria, papa me dijo que te haga compania --intento sonreir, no lo consigo, mi labio tiembla con la amenaza de otro llanto inminente. --Gracias --logro decir. Daniel es un chico dulce y guapo, tiene un bello rostro, y espalda ancha. Es tres anos mayor que yo, vamos al mismo instituto, dentro de poco ingresara a la Facultad de Veterinaria y asi continuar con su pasion; los animales. Mas tarde llegaba mi tio por mi. Por suerte, el cachorro, mejor dicho mi cachorro, con el correr de los dias se fue recuperando hasta que por fin pude llevarlo a casa. Con media oreja menos y unos traumas, llego a ser un perro feliz. !Si hasta rie! <> Es bandido, le gusta esconder cosas, si se molesta por algo orina dentro y !rie! Amo a Lechuga. Se preguntaran porque el nombre, bueno eso no tiene nada muy cientifico que digamos, la noche que vino a casa, su primer acto de vandalismo fue tirar el bote de basura, luego de revolver todo se durmio con una hoja de lechuga encima, y asi fue su nombre, Lechuga para aqui; Lechuga para alla. Pero bueno, es mi turno de presentarme, soy Victoria, Maria Victoria Rodriguez, a sus ordenes, 25 anos, cabello castano claro, ojos miel o verdes dependiendo el clima, solterisima y en este momento de mi vida pobre, muy pobre. Bien, no se que mas contar. <>... ?ya lo mencione? Vivo con mi tio, un viejo pastelero alegre y muy simpatico, amante de la buena comida y la lectura. Solo somos nosotros, no tengo mas familia, mis padres; o mejor dicho la hermana de mi tio, la cual vendria a ser mi "madre" me abandono cuando tenia tres anos de edad, no se preocupen, casi no la recuerdo <> y mi padre; bueno, jamas supe nada de el. Mi vida no es muy interesante, estudio psicologia, estoy a un ano y medio de recibirme. No trabajo, me dedico a los libros y hacer las entregas de los pasteles en nuestra destartalada camioneta. A cambio, recibo propinas y una mesada para mis gastos. Tio Mario me entrega una humeante taza de te con limon. <> Estamos en nuestra gran y despintada casa, es muy calida, mi hogar desde que tengo uso de razon. Tio esta amasando Tortas fritas, una tipica preparacion de mi pais y un clasico de los dias de lluvia. Son unos discos de masa con un pequeno orificio en medio u ombligo como se les dice, las que se frien en grasa y luego se espolvorean con azucar. El secreto esta en comerlas bien calientes, cuanto mas calientes mas ricas y mas grande la indigestion, pero bueno, "SARNA CON GUSTO NO PICA". Como les contaba anteriormente estoy o mejor dicho estamos en bancarrota, las entradas del tio como pastelero, no alcanzan para mantenernos, y mis magros ingresos como repartidora menos que menos. Los impuestos se estan acumulando y no tenemos respiro. Dentro de algunos meses nos remataran la casa. Mi tio no sabe esto aun, temo que se enferme por tantas preocupaciones, por lo que planee pedir un prestamo estudiantil, saldar los pagos de impuestos y buscar un empleo urgente o sacarme la loteria; o !algo! Necesito un trabajo de verdad, uno de ocho horas. Es momento de dejar a un lado mis estudios y retribuir todo lo que el tio ha hecho por mi, deseenme suerte me voy al banco. --!Tio me voy! --?Pero con esta lluvia? ?A donde vas querida? --Me junto a estudiar con las chicas, vuelvo de tarde. -- se que no deberia mentirle, pero es por su bien. Beso su frente calva, coloco mis botas de lluvia, campera, bolso y me voy. En la calle el agua cae sin piedad. Abro mi paraguas transparente y comienzo a caminar en busca de un autobus, un condenado autobus que me lleve al puto Banco. Un despiadado camion, que pasa a toda velocidad por un bache hace que el agua salte empapandome de pies a cabeza. Tengo ganas de ponerme a llorar. Ganas de que alguien me abrace y cuide, una madre, un padre, un novio, alguien que aligere el stress de vivir con el corazon en la boca, por las deudas. En fin no voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar repito una y otra vez como si fuera un mantra. Sin darme cuenta choco contra una mujer la cual reacciona de mala manera insultandome y empujandome contra un semaforo, mi paraguas se rompe. <> En un momento asi, solo queda reir. No se puede hacer mas que eso, cuando las fuerzas de la naturaleza estan en contra de uno ?verdad? Claro que la "pesadilla" continua, subo al autobus que va repleto de personas. Dentro el vapor deja los cristales empanados, no hay ni siquiera una ventana abierta, el gentio mas la humedad del dia impide que se respire bien. El viaje dura unos treinta minutos, cuanto ya casi no puedo mantenerme en pie, llego a destino y bajo del sauna con ruedas. <> !No puedo creer! !Me robaron el celular! Oh si senores, claro que si, ilusa yo de viajar con el telefono en el bolsillo de mi chaqueta en un medio de transporte capitalino !repleto! Lo unico que me queda es abrazar fuerte mi bolso <> e ingresar al lujoso Banco a toda prisa. No es raro que el guardia de seguridad me observe de arriba abajo deteniendose mas de lo necesario en mi "delantera". Mi pelo es un desastre, esta pegado a mi frente por la lluvia, el maquillaje se me ha corrido, la mascara de pestanas se transformo en un gran manchon debajo de mis ojos, parezco un mapache ojeroso, la ropa esta empapada y aun gotea. <> Llega mi turno de ser atendida. Una gentil dama de unos cincuenta anos me invita a tomar asiento. Entrego mi documento de identidad y formularios completos para el prestamo, no es tanto dinero el que necesito, solo diez mil dolares. A cambio traigo como respaldo las escrituras de mi casa que estan a mi nombre. Uno de los tantos resguardos de mi paranoico tio. En el caso de que le suceda algo, yo pueda contar con un techo donde vivir. Y no terminar siendo una indigente que viva en las calles con un carro de supermercado rodeada de perros; textuales palabras suyas. "Nena, estudia mucho. No soy eterno, en algun momento no estare. Y si eso ocurre ahora, !puedes terminar viviendo en las calles!, salvo que te saques la loteria o te cases con un viejo calvo y millonario" Mi respuesta siempre era la misma "Jamas me casare, prefiero jugar a la loteria". --Buenos dias. Tome asiento por favor, enseguida ingresamos los formularios --pide amablemente la ejecutiva. --Gracias senora, hoy fue un dia un poco complicado. Creo que mi cuota de mala suerte queda cumplida con la tarde de hoy. --Comento al tiempo que cuelgo mi ensopado abrigo en el respaldo de la silla. --Bien, nombre completo ?Maria Victoria Rodriguez?-- escribe sin mirar la profesional empleada. --Correcto... --?Segundo apellido? --la pregunta que atormento mi vida desde nina. --No hay segundo apellido. --tengo mis manos entrelazadas sobre el escritorio, estas comienzan a transpirar. --Lo siento --se disculpa incomoda. --No lo haga, no hay problema. De nina me era mas dificil responder esa pregunta. Por suerte ya no. --Comento en un balbuceo, mientras descascaro el esmalte de mis unas. Cuando ingresa mis datos en el ordenador la observo. Cuanta elegancia. Viste falda y chaqueta negra. Cabello castano no muy largo, gafas sin montura, anillos y en su cuello una cadena de oro, que lo mas cerca de ella que puedo estar es sacando una foto con mi telefono, desde fuera de la joyeria; claro, eso si tuviera movil. Tendra unos cuarenta anos; quizas mas, es bella y educada. Corroboramos unos cuantos datos mas y !CATAPLUM! O algun sonido onomatopeyico que pueda reproducir el de mi culo cayendo al suelo a causa de la noticia que recibo. --Bien senora Rodriguez, solo nos faltaria la firma de su esposo para poder ingresar el pedido de prestamo. En el caso de los matrimonios firman ambos conyuges. <> !Pero si esa palabra no entra en mi vocabulario! --!No!, disculpe pero debe haber un error. Yo no soy casada --Me produce risa imaginarme casada, pero !no definitivamente no! Es que nunca estuvo en mis planes el matrimonio, ni lo estara. --Pero en el sistema figura que usted esta casada con.... --la elegante y desquiciada mujer corrobora en su ordenador. Y con sus lentes apoyados en la punta de la nariz escupe el nombre -- Senor Federico Betner --en ese instante, fue la primera vez que escuche su nombre. Su maldito nombre. Respiro hondo. Trato de explicarme mejor. Aclaro mi garganta. --Perdon senora, pero le repito. !Yo no estoy casada! --noto que poco a poco me voy alterando. El tono de mi voz aumenta unos decibeles, esta bien que tenga una buena actitud ante la vida, y que trate de sacar lo positivo a cada situacion. Pero esto es simplemente !demasiado! --?Te separaste? <> --!Pero como mierda hago para que entienda, no se quien cuernos es ese hombre! --la palma de mi mano golpea fuerte sobre el escritorio de la loca mujer. Tocan mi hombro. Un guardia de seguridad, me advierte que baje la voz o tendre que salir del recinto en ese momento. Levanto mi dedo indice y pido solo un minuto. --Disculpe mi manera de hablar, pero le juro soy soltera. Jamas me case, ni comprometi, es mas no tengo novio,... !si hasta soy virgen! Le ruego me crea --Estoy temblando y ahora si noto que estoy perdiendo los modales. Tengo ganas de romper todo y gritar, no puedo controlar mas mis ganas de llorar. Una lagrima escapa, la limpio rapido con mi mano. --Bueno senorita, aqui le anoto el nombre de su NO esposo, hablelo con el y arreglen sus asuntos --y si los estaba por perder, a mis modales me refiero, en ese instante los pierdo por completo, y lejos estoy de encontrarlos nuevamente. Estoy furiosa e indignada y escupo toda la mierda que venia conteniendo --!Que no soy casada! !ESTUPIDA MUJER DE LENTES DE VIEJA! --grito a todo pulmon antes de ser sacada a la fuerza del Banco. <> Miro el post it amarillo que hay en mi mano. Federico Betner, debo conseguir la direccion de este hombre. Todo es muy raro, estas cosas no pasan, bueno o no deberian pasar. Esa noche en la seguridad de mi hogar, salgo del bano, ya con mi pijama puesto y una toalla en la cabeza. La ducha de hoy duro mas de lo que acostumbro. Pase cuarenta y cinco minutos bajo el agua tratando de limpiar esa mezcla de frustracion y enojo, con la musica a todo volumen. Hay dias como el de hoy, en el que disfruto el tener musica en el bano. Un capricho un tanto excentrico de mi tio, el cual adopte yo tambien. Menos mal que en casa hay dos retretes, porque con este chiche, demoramos bastante mas de la cuenta en banarnos. Entro en mi dormitorio.

  • Tatiana cuesta abajo 1 de Rosario Martin Martinez

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    Era feliz. Estaba en un momento de mi vida en el que me sentia tranquila, a gusto conmigo misma. Tenia un trabajo que me encantaba aunque he de reconocer que era algo donde estaba estancada sin opcion a ascender, aun asi, incrustada en una rutina diaria sin subidas ni bajadas, era muy feliz rodeada de gente que me confortaba, complementaba y aportaba. El ambiente era ideal, me sentia como pez en el agua, quiza eso era lo que me seguia manteniendo alli y, aunque en algunas ocasiones resultaba complicado, seguir viendole el lado positivo a aquello. Trabajaba como administrativa en una jugueteria, pasaba mas horas alli que en mi propia casa, pero no me importaba. Llevaba trabajando en la jugueteria cinco anos y alli conoci a Pablo, mi chico. Pablo es de esas personas que parecen haber hecho un pacto con el mismisimo diablo, pareciera que los anos se habian olvidado pasarle factura. A sus treinta anos podia hacerse pasar por uno de veinte perfectamente. Pablo es un chico de piel clara y unos ojos azules como el oceano, sus labios son finos y muestran al sonreir unos perfectos y blanquisimos dientes. Tiene el pelo color almendra peinado siempre con un tupe perfecto de minutos eternos de reloj frente al espejo, realzando asi unas mechas naturales de su flequillo. Pero ahi no queda la maldita perfeccion fisica de Pablo, eso es de mandibula para arriba, de mandibula para abajo es aun mejor si cabe... Fisico atletico, hombros formados, pecho formado, brazos formados y abdomen hiper formado. La competencia hecha carne del David de Miguel Angel. ?Sabes que es lo que mas rabia me da? Que no se priva en la comida, que apenas hace ejercicio y que todo es debido a su puta genetica… Pablo es bastante mas alto que yo aunque, con mi metro sesenta y tres, no es complicado. Pablo era mi novio y a la vez, mi companero de trabajo, mi amante y mi mejor amigo. Llevabamos juntos tres anos y desde hacia seis meses viviamos juntos. Empece con el cuando tenia veintidos anos y el veinticuatro pero yo siempre pareci mayor a su lado. Al principio decidimos llevar nuestra relacion en secreto en el trabajo porque no queriamos que nuestra relacion personal afectase a nuestra relacion profesional, pero tras un ano escondiendolo, empezamos a contarlo a nuestros companeros con los que estabamos codo con codo todos los dias, aquellos que nos hacian sentir como en casa y con los que nos sentiamos comodos desnudandonos (no literalmente, entiendaseme). Pablo tenia una relacion muy especial con Victor (su companero en la seccion de almacenaje de la jugueteria), fue al unico que se lo conto. Victor es un chico de una estatura media y no es muy atractivo fisicamente, no es de los que hacen que la cabeza se te voltee sola a su paso pero tiene ese algo que hace que lo veas con buenos ojos e incluso llegues a verle guapo al desatar su verborrea... En todos los trabajos existe el tipico bromista que te intenta sacar una sonrisa con cada situacion que se va presentando, en la jugueteria, era el. Victor parecio encantado con la noticia. Para mi, Victor era un companero mas, no cruzabamos muchas palabras aunque si que me habia echado muy buenas risas cuando subia a la oficina y dejaba caer alguna de sus payasadas. Sabia que era muy especial para Pablo por como me hablaba de el, era el unico amigo que le conocia a mi chico pero no me extranaba, yo tambien tenia una unica y mejor amiga, Eva. Por mi parte, se lo conte a ella, a mi otra mitad, la que siempre ha estado a mi lado. La conoci al entrar en la empresa y al mes parecia que la conocia de toda la vida. Eva es simplemente perfecta. Una tia super inteligente, simpatica y guapisima... Tiene una melena rizada y de color rojiza natural que le roza casi el culo, un culo por cierto, perfecto. A Eva le apasiona el deporte, siempre dice que su vida se basa en el trabajo y el gimnasio y que no quiere ni necesita nada mas. Mientras que en nuestras horas de descanso Eva comia una ensalada y se iba al gimnasio, yo me comia una hamburguesa doble con queso y extra de salsa, a poder ser barbacoa, y me iba a casa a dormir un rato para volver con mas sueno aun a mi puesto de trabajo y claro, eso en el culo, se nota... Eva es una negada para el amor, tuvo un novio y le duro cinco meses creo recordar... Siempre decia que no queria novio cuando le preguntaban que cuando tenia pensado centrar la cabeza. Tenia veintiseis anos y su familia siempre fue muy tradicional asi que en cada BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones), siempre le tocaba responder a las mismas preguntas… No era capaz de recontar la de veces que escucho aquello de "!Que se te va a pasar el arroz!". Cada vez que se lo decian soltaba su ya frase oficial: "Para comerme un jamon no tengo que comprar el cerdo entero". Aun siendo una negada para el amor, celebro mi noviazgo con Pablo como si fuese suyo... Capitulo 2 TODAS LAS ROSAS TIENEN ESPINAS Llegue aquella manana feliz al trabajo, como cada dia, dispuesta a empezar a hacer el nuevo catalogo para la campana de verano de la jugueteria. Eva tenia la cara descompuesta, como si solo le hiciese falta sacar una palabra de su boca para romper a llorar... Aun asi saco fuerzas para dirigirme unas palabras que me dejaron casi al borde del infarto... --Tati, amor... La jefa quiere que pases a su despacho. Una frase corta con un mensaje que no me podia dejar indiferente. Empece a temblar gobernada por los nervios. Llame a la puerta de Estela, mi jefa, una mujer ya entrada en anos pero que parecia que tenia menos edad que yo gracias al Botox que se pinchaba religiosamente... --Adelante --su voz me resulto bastante rotunda aunque eso no era ninguna novedad. --Buenos dias, Estela. Eva me ha dicho que queria verme. --Buenos dias Tatiana, sientate por favor --hice lo que me dijo, las rodillas me temblaban, asi que lo agradeci--. La empresa no esta pasando por su mejor momento, estamos intentando mantener la empresa activa pero claro, para ello, tendremos que prescindir de algunos empleados... Hemos llegado a la conclusion de que reducir plantilla puede ser un buen metodo para seguir manteniendo esto a flote... Lo siento, Tatiana… !!Me estaba despidiendo la muy zorra!! Y justo alli, sentada con la mirada perdida, repasando mis anos dedicados a aquella jugueteria, se me vino a la mente Pablo y todos los planes que teniamos pensado hacer juntos; dejar de vivir de alquiler y comprarnos un pisito decente en una zona bonita y centrica, dar un paso mas en nuestra relacion y casarnos, plantearnos seriamente y sin miedos la idea de ser padres... Todos, absolutamente todos mis planes a la mierda... Joder, ?como cojones podian cambiar tanto las cosas de un dia para otro, o de una hora para otra, o de un puto minuto para otro? --Estela, quizas haciendome una reduccion de jornada podria seguir en la empresa... --me senti una autentica idiota haciendo aquello, pero me parecia tan necesario, que tire mi dignidad por los suelos y segui--. Llevo cinco anos aqui, estoy muy contenta con mi puesto de trabajo, siempre he hecho bien el trabajo que se me exigia en mi puesto --y el que no pertenecia a mi puesto, como pedirte citas para hacerte las unas, las mechas o algunos retoquitos faciales y corporales, zorra de los infiernos--, ?cabria esa posibilidad? --Tatiana, se cuanto vales como empleada, llevas anos demostrandomelo, pero cuando los numeros no cuadran... --Podriamos buscar otra solucion. Estoy segura de que algo podriamos hacer... --Lo siento, Tatiana, no sabes cuanto. --No mas que yo... --dije practicamente susurrando. --La renovacion de tu contrato iba a ser en dos semanas y siento decirte que no se te va a renovar. Puedes buscarte otro trabajo, o mimarte un poco y darte unas merecidas vacaciones... -- esbozo una sonrisilla falsa. Quise llorar, tirarme al suelo y dar patadas como un nino en plena rabieta, por suerte soy de las que piensan las cosas dos veces… Sali del despacho con un nudo en la garganta que presagiaba lo que pasaria minutos despues. Los ojos se me llenaron de lagrimas e intente contenerlas por los pasillos para que los clientes que se encontraban por alli no se percatasen de nada. Fue cuando vi a Eva que rompi a llorar... De buena gana me hubiese tirado a patalear en el suelo, pero segui viendolo infantil… --!Me han despedido! --Tati... --me abrazo tan fuerte que hasta dolia pero me senti protegida entre los brazos de mi mejor amiga. --No es justo --dije con rabia. --Seguro que te ha pasado esto porque el destino te tiene preparado algo mejor... --Si, pertenecer a una fila eterna en el INEM… Sentada en mi mesa, con la mente estancada en lo oido, cogi mi movil siendo consciente de lo mucho que me temblaban las manos. Busque el numero de Pablo y le deje un WhatsApp: *Malas noticias amor... te veo a la hora del almuerzo en la entrada... Te amo. Deje mi movil en el cajon del escritorio e intente hacer mi trabajo como si dentro de dos semanas no tuviese que irme de alli. No se de donde saque las ganas de trabajar correctamente y no llevar a cabo mi malefico plan de descolocarle el registro de stock, lo se, como villana dejo mucho que desear… --!No me mandes un mensaje diciendome que tienes malas noticias y despues no me cojas el telefono cuando te llamo! No he tenido tiempo en toda la manana de subir a las oficinas --Pablo estaba nervioso, reconozco que en su lugar yo hubiese estado igual porque no soy Dona Paciencia que digamos--. ?Que es lo que pasa? --Me han despedido --eso es Tati, con tacto, como solo tu sabes hacerlo...--. Estoy fatal, Pablo. La expresion de Pablo cambio instantaneamente , se le petrifico el rostro. --?Como? ?por que? --La empresa no va todo lo bien que deberia y tienen que prescindir de algunos empleados, es en ese punto donde me hago actriz principal de este puto papelon de mierda que es mi vida en la jugueteria, aqui, donde he invertido miles de horas de mi vida para acabar en la puta calle-- me salieron las palabras a borbotones, no podia pararlas, no cogi aire y fui desinflandome como un globo al final de la frase--. Pablo, en dos semanas estoy en la puta calle... No se que cojones vamos a hacer… Sinceramente, desee que Pablo dijese algo que me tranquilizase, algo dejandome entender, aunque ni yo misma me lo creyese, que era un bache que pasariamos juntos, que la vida no acababa con la llegada de mi despido y que, seguramente, la vida me tendria preparado algo mejor, pero no, no me dijo nada, el solo me abrazo y se mantuvo callado...

  • El secreto del orfebre de Elia Barcelo

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  • El Comienzo de Yiros Dakay

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    Me desperte de una pesadilla gritando, otra vez. Estaba respirando fuertemente con mi cabello colgado sobre mi cara casi derramando una lagrima. Me incline y alcance mi manta; Girandolo hacia un lado y sobre mi cuerpo. Poniendo un pie a la vez en el piso de madera, me pare y camine hacia mi tocador. Me puse una camiseta sin mangas, un par de jeans rasgados negros y un sueter holgado y luego baje las escaleras. Fui a la cocina a buscar agua, estaba abriendo la nevera, hasta que vi a mi borracho, gilipollas, papa. Lo cerre de golpe y cerre la cocina practicamente corriendo, justo cuando me puse los zapatos y estaba listo y cerca de la puerta, grito; “!Perra! !Trae tu culo aqui y hazme algo de comida!”. Mire hacia atras y me detuve por un momento. Iba a decir algo; Hacerle desear que nunca hubiera dicho eso, pero yo no. Mas bien me volvi hacia la puerta y corri a la escuela. Nadie estaba fuera de las puertas de la escuela. Deslizando mi desgastado Converse por el pasillo de la escuela Llego a un chillido cuando golpeo mi casillero. Lo abro y agarro mis libros con un poder intenso. Lo cerre de golpe y con una velocidad rapida fui a mi primera clase. Me detuve en la tercera puerta y mire el cartel negro en la puerta, decia; “Sala de artesania”. Gire la perilla y abri la puerta a la atencion directa de todos los estudiantes. Odio ser el centro de atencion, me enferma el estomago al darme cuenta de que los estudiantes tienen la oportunidad de decir cosas como “?Por que llegas tarde? ?Atrapado con el corte de nuevo?” O simplemente la vieja y original “Chica emocional” no original. Mientras miraba el piso, levante mi capucha y camine hacia el fondo de la habitacion hasta mi asiento asignado. El maestro, el Sr. Wheeling, dijo despues de un silencio incomodo “Hood Off, Allie”. Despues de que el miro hacia otro lado, levante mi capucha hacia atras y sobre mi cabello lacio y largo y negro. Pasaron periodos y sonaron las campanas. Me siento en la parte de atras de cada clase, asi que, como siempre, me sente en mi asiento, saque mis libros y espere la leccion intensamente agotadora de mis maestros jodidos. Cuando termine la clase, me levante deslizando mis libros por la esquina de mi escritorio. Fui el primero en salir de las puertas, y cuando llegue a mi casillero saque mi bolso de la parte inferior y lo golpee en mi espalda. Mi bolso es muy viejo, he tenido el mismo durante 4 anos. Mi mama lo compro para mi Es una bolsa de material suave negro liso. Es todo lo que me queda de ella desde que murio. Caminaba hacia las puertas de la escuela, cuan contento estaba de salir de la escuela, pero cuan asustado estaba de irme a casa. No mucho antes de golpear las puertas de metal azul, mi bolso decidio rasgarse desde la parte inferior, revelando mis muchos blocs de dibujo, cuadernos y mi cuchilla Sharpe. Arruine los papeles y libros del piso; Probraly arruinando algunas de mis obras de arte, pero no me importo. Estaba en busca de mi espada y cuando la encontre la recogi y sali corriendo por la puerta. Escuche que me llamaban, pero no mire hacia atras para ver que solo caminaba por la calle. Camine por el camino hasta que vi mi casa. Mi papa estaba en el porche con su amigo Rob. Botellas de cerveza en todas partes. Rapidamente me aleje confiando en que no me notaria sino en Corse; El hizo. Vio mi cabeza inclinarse hacia un costado y camine por el camino. Gritando con una voz fuerte, fuerte e intensa Las palabras “!Jodida puta, entra aqui ahora mismo!” Echo’ed The Street. Me detuve y volvi. Mi papa siempre ha sido abierto sobre su vida, sin secretos, sin remordimientos. Evito mi casa cuando su amigo Rob esta alli, siempre intenta violarme. Le deje algunas contusiones, pero mis cicatrices de el son mucho mas permanentes. Avance despacio por las escaleras delanteras, y mientras caminaba por la puerta rota de la pantalla, mi papa arrojo una botella de cerveza en la parte posterior de mi cabeza. Me desmaye. Me desperte con el olor a hierba encendida y Achohal derramado, estaba acostada en el sofa con solo un sujetador y ropa interior. Robar vino a mi mear borracho. “Hellof Allieef”, dijo Stammerd. Y mientras caminaba por la puerta rota de la pantalla, mi papa arrojo una botella de cerveza en la parte posterior de mi cabeza. Me desmaye. Me desperte con el olor a hierba encendida y Achohal derramado, estaba acostada en el sofa con solo un sujetador y ropa interior. Robar vino a mi mear borracho. “Hellof Allieef”, dijo Stammerd. Y mientras caminaba por la puerta rota de la pantalla, mi papa arrojo una botella de cerveza en la parte posterior de mi cabeza. Me desmaye. Me desperte con el olor a hierba encendida y Achohal derramado, estaba acostada en el sofa con solo un sujetador y ropa interior. Robar vino a mi mear borracho. “Hellof Allieef”, dijo Stammerd. Me levante “?Donde estan mis ropas que te arrastras?”, Le grite. Me abofeteo en la cara. Mi papa estaba sentado al otro lado de la sala de estar en una vieja silla de madera, riendo. Ransack le sonrio y le dio otro golpe. Mire a mi padre. “Amablemente no dejes que haga esto”, dije mientras las lagrimas caian por mis mejillas. “?Prefieres que lo hagas yo mismo, perra!” Mi papa grito de vuelta. Comence a llorar. El botin sentia mis muslos, lo empuje lejos. “!No! … !Contactame!” Dije. Me dio un punetazo en la mandibula Makin. Mi labio sangra la sangre roja mas brillante. Me golpeo una y otra vez hasta que me maree lo suficiente como para no poder sacarlo de mi. Senti un pellizco afilado y cuando eche un vistazo a mi brazo, me inyectaron una inyeccion de droga en mi piel palida. Mis ojos se pusieron caidos y mi cabeza se debilito. Apenas podia distinguir lo que estaba sucediendo, pero aun podia sentirlo tratando de tocarme. Esta vez me drogo, estaba en control total. Sin embargo, todavia soy virgen, el me habia conseguido este temperamento antes, pero esta vez nada se interponia en su camino y estaba tan seguro de ello. Estaba deslizando su mano por mis pantalones, sintiendome levantada; Hasta que los policias atravesaron mi puerta. Mi papa y Rob mirando en estado de shock. Burglarize se levanto y corrio hacia la puerta de atras, pero los policias regresaron. Un oficial me recogio y me llevo a la parte trasera del coche de policia. Estuve alli hasta que la policia entro y me llevo a la estacion. Me ayudaron a salir del auto y mis pies descalzos aterrizando firmemente en el cemento. Individuos corriendo hacia mi llevandome a una habitacion y tumbandome en el sofa de cuero. Me cai en un sueno profundo. Mi padre me desperto, salte de nuevo en estado de shock, un oficial de policia me llevo a casa. Perdi la escuela ese dia. Mas bien pase mi tiempo haciendo comida para mi papa. Esa noche no pude dormir. Me sacudi y me di la vuelta. Cuando amanecio, abri los ojos para ver a mi papa parado sobre mi con un cinturon largo. Me incline y sostuve mis rodillas contra mi pecho. “Simplemente termine con esto, voy a llegar tarde a la escuela”, dije con un suspiro. No obstante, doblo su cinturon en dos y lo azoto a mi espalda, dejando una marca de sangrado. Me contuvo el dolor y cuando se fue Mi habitacion se puso una sudadera con capucha blanca, algo delgada y me arregle el cabello en un mono desordenado. Me tropece por las escaleras y sali por la puerta. Corri a la escuela y lo hice 3 minutos antes de la campana. Camine, arroje las puertas y hacia abajo de la escuela El salon, todos susurraban. Estoy acostumbrado a escuchar “monstruosidad o perdedor”, pero todos cubrieron sus bocas en silencio mientras me miraban. De la nada senti que alguien estaba detras de mi abrazandome con fuerza y llevandome al gimnasio. No podia mirar hacia atras por la forma en que estaba posicionado, pero cuando llegamos al gimnasio y se reconocio la espera, me di la vuelta y antes que yo era un chico. Estaba a punto de gritarle hasta que mire su sudadera y hacia mi desesperacion vi sangre. “!Dios mio, tu sangrado! ?Estas bien?” Pregunte rapidamente. “!Estoy bien! Sea como fuere, !no soy yo quien sangra, lo que sucedio en tu espalda!” El respondio bastante tenso. Lo mire fijamente cuestionablemente. Me dio la vuelta suavemente y levanto mi sudadera blanca, luego mi camiseta sin mangas. Dude por una pieza pero acepte. Estaba a punto de gritarle hasta que mire su sudadera y hacia mi desesperacion vi sangre. “!Dios mio, tu sangrado! ?Estas bien?” Pregunte rapidamente. “!Estoy bien! Sea como fuere, !no soy yo quien sangra, lo que sucedio en tu espalda!” El respondio bastante tenso. Lo mire fijamente cuestionablemente. Me dio la vuelta suavemente y levanto mi sudadera blanca, luego mi camiseta sin mangas. Dude por una pieza pero acepte. Estaba a punto de gritarle hasta que mire su sudadera y hacia mi desesperacion vi sangre. “!Dios mio, tu sangrado! ?Estas bien?” Pregunte rapidamente. “!Estoy bien! Sea como fuere, !no soy yo quien sangra, lo que sucedio en tu espalda!” El respondio bastante tenso. Lo mire fijamente cuestionablemente. Me dio la vuelta suavemente y levanto mi sudadera blanca, luego mi camiseta sin mangas. Dude por una pieza pero acepte. Despues de mirarme la espalda, me di la vuelta. “?Que pasa?” Pregunte suavemente. “Tu espalda, esta sangrando. ?Cual fue el trato? ?Es cierto que fuiste golpeado? ?Quien hizo esto?” Hizo tantas preguntas que no sabia que decir. Mis ojos comenzaron a lagrimear y el me abrazo. I Barley se dio cuenta de el, pero sabia de el: tenia 16 anos, era tranquilo, timido, algunos amigos, vestia de negro, tenia un corte de pelo con pinchos y tenia el labio, la nariz y la ceja penetrados. Era extremadamente oscuro, pero definitivamente era el chico mas dulce que jamas hayas conocido. Simplemente no sabia su nombre. Despues de momentos de silencio y protagonismo, y llorando, finalmente rompi lo incomodo. “Te lo agradezco mucho … lo siento, tuviste que ver eso, y lamento que tengas que sentir lo siento por mi”, dije. “He visto cosas peores, peores, y siento pena por ti pero no por la razon” s Piensas “el siguio.” Estaba mirando desde el otro lado de la calle, y lamento haber llamado a los policias “, dijo lentamente. Mire hacia el”. Lo detuve con un abrazo. “Me alejaste de mi papa, mi hogar, la realidad”, dije mientras lo miraba a los ojos. El sonrio. “?Quieres ir a dar un paseo?” Pregunto dulcemente. Asenti y el me condujo por las puertas traseras del gimnasio. Caminamos por la calle hasta llegar a un campo grande a unas 4 cuadras de la escuela. Caminamos por los bordes del campo y nos sentamos en una colina. Dije mientras lo miraba a los ojos. El sonrio. “?Quieres ir a dar un paseo?” Pregunto dulcemente. Asenti y el me condujo por las puertas traseras del gimnasio. Caminamos por la calle hasta llegar a un campo grande a unas 4 cuadras de la escuela. Caminamos por los bordes del campo y nos sentamos en una colina. Dije mientras lo miraba a los ojos. El sonrio. “?Quieres ir a dar un paseo?” Pregunto dulcemente. Asenti y el me condujo por las puertas traseras del gimnasio. Caminamos por la calle hasta llegar a un campo grande a unas 4 cuadras de la escuela. Caminamos por los bordes del campo y nos sentamos en una colina.

  • El ultimo susurro, Gema Tacon de Gema Tacon

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    Una serie de asesinatos sin resolver asaltan la ya de por si complicada vida de la inspectora de policia Kate Warne, sin que sepa que la calve de todo se encuentra en ella misma.
    Tras el duro golpe de perder a su pareja y companera en una mision encubierta, Kate se convierte en la sombra de lo que fue, hasta que un asesino en serie la obliga a regresar a la realidad. Las partes amputadas y desaparecidas de las victimas del Silenciador de Susurros, apodado asi por la prensa, hacen que la investigacion de Kate sea a contrarreloj para evitar que el homicida deje otro cadaver mas. Cada vez que cree estar a punto de atraparlo la historia da un giro y alguien cercano a ella sufre las consecuencias.
    Nuevas pistas reconducen el caso guiandola por los entresijos de su pasado. Equivocarse de persona la llevara al borde de la locura, pero ?que pasara cuando descubra la verdad? ?Que tiene que ver el asesino con los asmrtist muertos? ?Podra Kate asimilar lo que esta por descubrir?
    Un thriller policiaco lleno de sucesos inesperados, que haran al lector adentrarse en la mente de nuestra protagonista y vivir con ella cada nuevo obstaculo a superar.

  • El Alcalde y la Activista de Laura Benet

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    Cristina aparco su coche frente al lujoso hotel donde tendria la reunion. Habia llegado el momento. A sus veinticinco anos, era la presidenta de Ecomovie, una asociacion dedicada a la defensa del medio ambiente, y por fin habia conseguido una audiencia con el alcalde. Ese hombre debia entender que no podia jugar con la salud de las personas. Que no podia permitir que se construyera esa urbanizacion. La vida salvaje tambien era importante. Sonrio. Lo conseguiria. Sabia ser convincente. -Debe de ser por aqui -murmuro mirando a su alrededor. De estatura media y morena, Cristina era guapa, pero destacaba sobre todo por sus llamativos ojos azules y su personalidad arrolladora. Su mayor atractivo era su valentia y su decision. Su cita era a las doce y faltaban cinco minutos. Perfecto. No llegaria ni pronto ni tarde. Solo le faltaba encontrar la sala donde la recibiria el alcalde. La Sala 3. Un letrero senalaba la ubicacion de dicha sala, y Cristina se dirigio hacia alli. -!Cristina! -una voz conocida la llamo desde unos metros atras. -!Carlos! -exclamo Cristina sonriendo. Vaya. !Que casualidad! Cristina conocio a Carlos en una boda. En realidad, en una boda doble. Andrea y Teresa, sus mejores amigas, se casaron con Alberto y Daniel, dos amigos de Carlos. Durante el banquete que siguio a la ceremonia, alguien, no recordaba quien, se lo presento. Y a ella le parecio superatractivo. Alto, rubio y con la cara cuadrada, no solo la dejo impactada, sino que lo paso realmente bien con el. Carlos y ella estuvieron flirteando durante toda la noche. Bailaron, rieron, pero no llegaron a nada. Carlos le gustaba y esperaba que la llamara, pero todavia no lo habia hecho y ella estaba algo mosqueada. -Justo estaba pensando en llamarte -dijo Carlos cogiendole las manos y mirandola a los ojos. Se mostraba tan contento de verla, que Cristina lo perdono enseguida. -Estas guapisima -dijo el haciendola girar sobre si misma-. ?Que haces por aqui? -Una reunion con un pez gordo -contesto ella evasiva. No le gustaba dar datos sobre sus actividades-. Un tio desagradable de verdad -fruncio el ceno. -!Pobrecita! ?Como de desagradable? -pregunto el solidario. -Seguro que tiene sobrepeso y una papada descomunal -Cristina sonrio de su imaginativa descripcion-. ?Y tu? -Una reunion tambien, pero la mia es aun peor -Carlos bajo la cabeza-. Es con una tocapelotas. Una senora que se ha pasado las ultimas semanas fastidiando de todas las formas que se le ocurrian. Supongo que no tendra sobrepeso – Carlos suspiro con paciencia-. Pero si lo tuviera, puede que no estuviera tan amargada y que no les amargara la vida a los demas. Se miraron a los ojos y ambos sonrieron con simpatia. Cada uno compadeciendose del otro. -?Nos tomamos un cafe en cuanto nos libremos de ellos? -pregunto Carlos mientras se dirigian juntos hacia las salas de reuniones. -Vale -contesto ella-. Supongo que ese tio me echara en media hora o asi. -Pues yo creo que tambien podre librarme de la mia mas o menos en ese tiempo. Quedamos en la cafeteria despues. -De acuerdo -sonrio ella. Casi habia llegado a su destino. -?A que sala vas? -pregunto el. -A la tres. ?Y tu? Carlos paro en seco y miro los papeles que llevaba en la carpeta. Leyo algo, incredulo, y luego fijo la vista en Cristina con los ojos muy abiertos. -!Eres la activista! -acuso-. Cristina Bartual, ?verdad? !Me has tomado el pelo! -?De que me hablas? -pregunto Cristina sorprendida. -Tienes una reunion con el alcalde, ?no es cierto? Cristina afirmo con la cabeza. ?Como lo sabia? Y ademas, ?que le pasaba? Estaba muy raro. -?Lo conoces? -pregunto Carlos al cabo de unos instantes, que a Cristina se le hicieron eternos. -No -contesto ella-. No lo he visto nunca en persona. No tengo ningun interes en conocer a ese tipo de gente -explico muy ufana-. Son unos explotadores. Hablare con el, intentare convencerle de algo que es mas que evidente que debe hacerse, y luego espero no volver a verlo nunca. ?Por que lo preguntas? -Soy yo. Carlos Fuenlabrada soy yo. Cristina se quedo traspuesta unos segundos. Eso no podia ser verdad. ?Carlos el alcalde? El majisimo Carlos, tan agradable y educado, no podia ser ese tipo egoista y marrullero que habia concedido la licencia para la construccion del bodrio. Imposible. Ademas, el alcalde no podia estar tan bueno. El alcalde tenia que ser gordo. Y feo. Por las cosas que hacia. Carlos la miraba con el ceno fruncido. -!Me tomas el pelo! -exclamo ella. -Hablo en serio. Mira -dijo el mostrandole los datos de la reunion a la que ambos tenian que acudir. Cristina estaba viviendo una pesadilla. Nunca se le habria pasado por la cabeza que, el Carlos alcalde, fuera tambien el atractivo Carlos que tenia frente a ella. -Preparate -dijo finalmente, sobreponiendose a su incomodidad, y entrando decidida en la Sala 3-, porque esa tocapelotas enjuta y amargada va a hacer honor a su nombre. -Bien -contesto Carlos entrando tras ella-, porque el gordo de la papada no va a dejarse amedrentar. * * * La reunion estaba siendo un desastre. Cristina no podia convencerlo de nada, Carlos no daba su brazo a torcer en ninguno de los puntos que trataban, y ninguno de los dos cedia. -!No quieres entenderlo! -exclamo Cristina. -Eres tu la que se empena en no aceptar las ventajas de una gran urbanizacion. La gente podra comprar su primera vivienda con mas facilidad. -?Y que pasa con el medio ambiente? ?No te das cuenta de la repercusion ecologica? -pregunto Cristina desesperada- Eso sera un desastre. -Hemos calibrado las ventajas y los inconvenientes -dijo Carlos sin inmutarse. -Esa zona incluye un humedal. Muchas aves anidan ahi. Pero Carlos se empenaba en no entenderlo. Durante mas de media hora estuvieron calibrando fuerzas. Se levantaban, volvian a sentarse, amenazaban, razonaban,… y seguian discutiendo. Pero naturalmente, la autoridad jugaba con ventaja y Cristina se fue con las manos vacias. Salio tal y como habia entrado, pero con un sentimiento de rabia y frustracion anadido. -!Olvidate del cafe! -dijo Cristina cuando salio. Tuvo que esforzarse en no cerrar de un portazo- Y hasta nunca. !Ojala que no se hubiera enterado de que Carlos, el Carlos que ella conocia, era tambien el alcalde! Aun le costaba creerlo. Carlos, el simpatico y encantador Carlos, seria el responsable del deterioro de una zona paradisiaca. Esa urbanizacion acabaria con la vida animal de la zona. Total para que unos cuantos urbanitas, que no tenian ni idea de las consecuencias, pudieran comprar sus casas algo mas baratas. Subio al coche enfadada y se dirigio hacia el emplazamiento donde pretendian construir el bodrio. Alli habia quedado con los demas activistas y socios de Ecomovie. -Manana empieza la movida -dijo como saludo. -?Como ha ido? -pregunto Alejandro, uno de los manifestantes-. !Ah! – exclamo al mirar su cara con atencion- Parece que no muy bien. Alejandro era un joven arquitecto muy vinculado a las asociaciones en defensa de la naturaleza. Alto, rubio y en buena forma fisica, era muy atractivo, y Cristina sabia que ella le gustaba. Pero a ella no le gustaba el. Le faltaba garra y era demasiado predecible. Aunque era un buen tipo y un buen amigo. Podia confiar en Alejandro. No como en otros. -Pues no, no ha ido bien. Habra que movilizarse. Todos prometieron acudir al dia siguiente. No eran muchos, pero tenian que impedir la tala de dos alcornoques. Eran muy antiguos y merecian un respeto, pero los constructores querian cortarlos para meter las excavadoras. -Nosotros vendremos a las ocho -dijo Alejandro. -Supongo que empezaran a las nueve -contesto Cristina-, pero saben que estaremos aqui, asi que nunca se sabe. -No saldra bien -dijo Alejandro con tristeza-. Lo intentaremos, pero no saldra bien. No era el momento de hundirse, y Alejandro era demasiado pesimista. -Yo seguire intentando parar esto de la forma habitual -hizo una pausa-. Pegando la paliza -sonrio-. Pero no conseguire nada. El alcalde es demasiado cazurro. Lo que si espero es tocarle las narices lo bastante como para que nos haga caso a la larga. Al final, ganaremos. -?Y que pasara con los alcornoques? -pregunto Alejandro. -De los alcornoques te puedes despedir. No llegaremos a tiempo. * * * Cristina se dirigio preocupada hacia el pueblo cercano. No habia comido en todo el dia y necesitaba nutrirse. ?Donde podria encontrar fruta fresca? Porque no le servia cualquier comida. Cristina era vegana. No comia ni animales ni sus derivados. Y no siempre le resultaba facil encontrar alimentos adecuados y nutritivos fuera de casa. Por suerte, pronto encontro una fruteria y pudo comprar la cena y el desayuno del dia siguiente. Ya mas tranquila, se dirigio hacia su hotel. Mejor dicho, hacia el que habia sido su hotel hasta ese dia. Porque ya no podria quedarse alli, pero tenia que recoger su maleta

  • Con las manos en las bragas de Noelia Medina

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    La expresion <>, al igual que la aburrida existencia de Amber, cambiara el dia que se encuentre a su cunado, el perfecto, adinerado y elegante de su cunado, encerrado en el bano, con el pantalon levemente bajado y masturbandose con una de sus bragas de la noche anterior. Pero claro, la vida de cualquier persona puede cambiar despues de una situacion de tal envergadura. Sobre todo si, minutos antes, brindando con un caro champan, anunciaba que llevaria a su hermana mayor al altar dentro de pocos meses.
    Ella intentara olvidarlo, hacer como si nada hubiese ocurrido, pero el destino no esta dispuesto a permitir que todo termine ahi, y los envolvera en un excitante, prohibido y peligroso juego.
    Eso si, Amber debera tener en cuenta que, en todo juego, por mucho que el azar este de tu parte, siempre hay un jugador que destaca en estrategia

  • Musica de opera de Soledad Puertolas

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    Todas las familias guardan secretos. Esta novela cuenta la historia de tres generaciones de una familia de provincias marcada por algunos de ellos. Desde los turbulentos anos de la guerra civil hasta la ultima etapa del regimen franquista, los inolvidables personajes de esta Musica de opera nos desvelan las heridas y preocupaciones que no se les ha permitido mostrar. A todos ellos, generacion tras generacion, les ha tocado vivir tiempos oscuros, pero siempre ha habido rafagas de luz y brechas por las que se ha colado el amor. Tres seran las mujeres a las que llegaremos a conocer mas: dona Elvira, a quien la vida ha puesto en una situacion de comodidad y privilegio y a quien la guerra civil sorprende lejos de Espana y de sus hijos; Valentina, una joven huerfana abocada a depender de la generosidad de sus parientes; y Alba, una chica enfermiza que empieza a asomarse a la vida, dejando atras la adolescencia.

  • Te deseo de Katee Robert

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    Roman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?

  • Te deje marchar de Helena Pinen

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    Ray London se marcho de Blue Valley porque su padre le dio la espalda de la manera mas
    cruel. Con la excusa de ayudar a los hermanos Montgomery, ella ha regresado al unico lugar donde puede llorar su corazon roto. Alli se reencontrara con viejos amigos, viejos amores… pero tambien con viejos enemigos.

  • El paraiso de las mil islas de Elena Clarke

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    Una mujer. Un viaje a un paraiso de playas virgenes. Una historia de amor prohibida.

  • Un desastre fabuloso de Maite Herranz

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    ?Y si nunca estuviste hecha para encontrar a tu media naranja, sino que en el mundo te esperaba un medio limon?

  • Ladronas de Nueva York 2 de Estefania Yepes

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    La vida de las chicas se ha precipitado en apenas unos dias. Ninguna de ellas esperaba que una simple lista escrita a los veinte pudiera haber afectado de ese modo a todo lo que, hasta ahora, configuraba su estable mundo.

  • El secreto de Julieta (Mi jefe 1) de Dylan Martins

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    Observe tras los cristales de mi despacho que el sol comenzaba a brillar con mas intensidad de lo habitual, se asomaba la primavera en su maximo esplendor. La taza de cafe en la mano era mi mejor aliada para afrontar un nuevo dia lleno de trabajo y, ademas, una entrevista para ocupar la vacante de secretaria. Mi anterior secretaria se habia casado con un chico militar y a este lo habian destinado fuera por lo que perdi a la joya mas valiosa de mi dia a dia y fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que encontrar otra igual iba a ser mision imposible. Victor, mi amigo de toda la vida me pidio el favor de echarle un cable a la hermana de su novia, o sea, a su cunada que se habia quedado en paro despues de trabajar tres anos en una empresa que ahora habia quebrado, por lo que al menos experiencia tenia, solo quedaba entrevistarla. Faltaban cuatro dias para el sabado, el dia de mi cumpleanos. Al cumplir cuarenta anos iba a celebrarlo como Dios manda y por todo lo alto. Lo estaba preparando todo con mucho ahinco, no iba a permitir que faltara detalle y para eso era muy meticuloso. Habia invitado a todos mis amigos, compromisos de trabajo, familiares... En total, unas doscientas personas. Ya que no tenia planes de casarme y mucho menos pareja, al menos lo haria en plan bodorrio y a lo grande. Mi empresa era una de las redes sociales mas importantes del mundo, por lo que habia tenido una suerte impresionante cinco anos atras y ahora contaba con un equipo de mas de cien trabajadores en diferentes partes del mundo, ademas de la oficina central donde yo tenia mi despacho y una parte del personal. Ademas de haber conseguido el sueno de mi hermana Estibaliz: ser influencer. Llevaba dos anos en ello y ahora a sus veinte era una de las mas codiciadas y cotizadas. Ni que decir tiene que hicimos cuanto pudimos para que tuviera la mayor visibilidad del mundo y que en menos de un mes contara con millones de seguidores. Ella era veinte anos menor, y es que, como decian mis padres, habia venido de sorpresa, pero eso si, se convirtio en la princesa de la casa, era la nina de todos, hasta casi la crie como si fuera mi propia hija. Mis padres estaban jubilados, los dos habian sido profesores y ahora estaban mejor que nunca viviendo en unas infinitas vacaciones, donde cada dia hacian algo. Era un matrimonio de esos unidos para toda la vida, donde el respeto, el amor y el carino los mantenian en un absoluto enamoramiento. Yo creia en el amor de los de antes, aunque no me lo aplicaba, era estar con una chica viendome mas de una semana y me entraba el agobio, me alejaba fulminantemente, era como no querer afrontar mi vida ligada a la de otra persona. Queria ser libre. Mi amigo Victor era como yo hasta que conocio a Susy, en la sala de urgencias cuando fue por un colico nefritico y alli trabajaba ella como enfermera. Segun el, fue un flechazo a primera vista, yo no me lo crei, pero la broma ya lleva casi un ano, asi que por lo visto tenia razon. Poco me habia durado la paz esa manana, por la puerta aparecio mi hermana, sin llamar siquiera, tipico en ella. --Buenos dias, hermano --entro directa a sentarse en uno de los sillones de mi mesa. --Buenos dias --sonrei mientras le senalaba mi taza por si queria un cafe. --No, ya sabes que no tomo mucha cafeina --volteo los ojos--. Vengo a pedirte un favor. --Que raro... --ironice. --Bueno, ?a quien mejor que a tu hermana favorita? --Eres a la unica que tengo --voltee los ojos. --Pues blanco y en botella... --Pide por esa boca --solte el aire viendo venir que tantos rodeos no eran buenos. --Necesito que me acompanes esta noche a un evento que me han invitado. Me entere de que va un influencer que me gusta y quiero darle celos contigo. --?Tu estas loca? --resople negando. --Un poquito, pero ya a estas alturas no me podeis devolver. --Ni suenes que ire --le adverti senalandola con el dedo. --Si que iras --se levanto--. Recogeme a las ocho en casa de nuestros padres. --Claro, ?donde si no? !A ver cuando te independizas! --?Yo? --Se senalo a ella misma desde la puerta haciendo un gesto de lo mas exagerado--. Ni que fuera tonta. ?Donde voy a vivir mejor que alli? --me saco la lengua y dio un portazo que debio resonar en todo el edificio. Lo peor de todo es que a las ocho en punto estaria el "menda" en la puerta de casa de mis padres esperando a que la nina saliera para acompanarla a darle celos a un chico, que seguro seria de esos que solo sabian hacer poses en las redes. Vamos, que lo tenia claro. Dos golpes en la puerta y no podia ser mi hermana porque se hubiese dejado algo, ella no llamaba. --Adelante. --Hola --sonrio una joven preciosa con un gesto entre despiste y nervios. --Hola, buenos dias --me levante para dale la mano--. Soy Lorenzo y tu debes de ser Julieta. --Claro --se sento sin darme tiempo a ofrecerle asiento--. Vengo a firmar el contrato que me consiguio mi cunado Victor, menos mal que sirve para algo --dijo con indiferencia causandome una carcajada. --?Como que para el contrato? Lo de Victor hare como que no lo he escuchado, te recuerdo que es mi amigo --carraspee aguantando la risa--, pero esto es una entrevista --arquee la ceja. --Bueno, pero estoy recomendada, ademas, como sabras vengo de trabajar tres anos de secretaria, a lo que hay que anadir que tengo unos trillizos que mantener y soy viuda con treinta anos. --Vaya, lo siento... --No sabia si estaba intentando convencerme, puesto que era una descarada, o es que Victor casi le habia garantizado el empleo, pero cualquiera le decia que no. !Menudo genio gastaba la senorita! --Entonces, ?firmamos el contrato? --Claro, empezaras con seis meses de prueba y si funcionas se te pasara a la plantilla fija. Manana a las ocho puedes comenzar y tendre preparado el contrato para que lo firmes. Deja a mi companero de la primera puerta del pasillo una copia de tu documento de identidad. --?Horario? --De ocho a tres --sonrei negando. --Pues me voy, he dejado a los ninos con mi madre, hoy no fueron al colegio porque tenian pediatra, asi que me aligero que deben estar volviendola loca. --Claro --madre mia, esta mujer era puro nervio. ?Donde me habia metido Victor? Se fue dando un portazo como habia hecho un rato antes Estibaliz, aqui parecia que tenian algo en contra de la puerta y al final iba a tener que quitarla por la seguridad del edificio. Trabaje esa manana revisando graficos y datos que me habian enviado de la semana, la verdad es que todo crecia a la velocidad de la luz y no habia un solo dia que no me impresionara la cantidad de nuevos clientes que entraban para ver su publicidad plasmada en nuestra pagina. Llame a Victor para darle mi primera impresion. --Hola, hermano, ?que tal? --pregunto con ese tono de felicidad que siempre le acompanaba. --Hola, bien, ya entreviste a Julieta. --?Viste que es la perfecta? --Bueno, que quede entre nosotros, la vi un poco descarada. --Pero en su trabajo es profesional, es un poco alocada, pero responsable. --Se fue rapido porque tenia que recoger a sus trillizos que los habia dejado en casa de su madre. --?Sus trillizos? --Si, ya me conto que era viuda. --Yo la mato... --?Pasa algo? --Obviando que no tiene hijos, nunca estuvo casada y no le duro un novio dos telediarios, nada mas... Bueno si, vive con sus padres. --?En serio? --me eche a reir, no me quedaba otra, me la habia colado sin venir a cuento de nada. --Nada, esa es Julieta en su estado puro, bromista y alocada, pero de verdad, en el trabajo es profesional, por lo demas no le hagas ni caso. --Vale, es bueno saberlo --trague saliva y ladee la cabeza. Quedamos en vernos el sabado en mi cumpleanos, asi que, segui trabajando pues la manana se iba de forma veloz y queria terminar de revisar varias cosas. Dos golpes en la puerta y volvio a aparecer Julieta. --Dime --sonrei. --Nada, que ya deje mi documento ahi, para que veas que soy eficaz --un gesto de adios con sus dedos y otro portazo mas. Estaria bueno que dejar un documento fuese digno de eficacia y no de responsabilidad para poderle hacer su tan ansiado contrato, pero bueno, se veia que ella vivia en su mundo y yo me iba a tener que adaptar a el, por el bien de mi tranquilidad mental, al menos iba a intentarlo. Para colmo esa noche tenia un evento con mi hermana, el dia parecia que habia comenzado movidito e iba a terminar de igual manera...

  • Muchas mentiras y unas cuantas verdades de Olga Hermon

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    No existen las mentiras grandes ni pequenas, tampoco las blancas, grises o negras, pero si las mentiras obligadas.

  • Alicia en el pais sin wifi de Nina Minina

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    Alicia Trevi vive su particular vida de GLAMUR en Madrid. Pronto estrenara pelicula, esta mas delgada que nunca, goza de una privilegiada tarifa de datos que satisface su NOMOFOBIA y, ademas, se esta tirando al GUAPAZO nacional del momento.
    ?Que mas podria desear? Lo tiene todo.

  • Padre Modelo de Elena Romero

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    Mario lo tenia todo.
    Dinero de sobra.
    Admiradoras tras el.
    Amigos en todas partes.

  • Apostando el corazon de Helena Pinen

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    Tanner Montgomery se ha dedicado a su rancho y a la familia en cuerpo y alma. Pero ahora puede perder la custodia de su hija y la unica persona que puede evitarlo es Rebeccah.

  • No confiare (Rebeca Olsen 1) de Raul Garbantes

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    LA CALLE ESTABA DESIERTA. El tacon de una de sus botas tropezo con una losa rota, pero Melissa maniobro con fugaces reflejos. No queria caerse, porque su amigo Thomas debia de estarla mirando aun, aunque ya estuviese lejos. Todo le habia salido bien aquella noche. A ultima hora decidio acompanar al grupo al cine, fue una de esas cosas que se resuelven sin pensarlo mucho por el simple hecho de haber escuchado a alguien elogiar la pelicula. Despues del traspie sin consecuencias, continuo caminando hacia la boca del metro cuando la senal del paso de peatones cambio a verde. Se cerro el abrigo al sentir una rafaga de viento helado en el momento en que unas luces la iluminaron con violencia; provenian de un auto que se acercaba. --?No has visto la senal de stop? --pregunto Melissa en voz alta. Luego penso que seria alguien insensato que frenaria de forma brusca al tenerla mas cerca. A pesar de que el vehiculo continuaba acercandose, Melissa siguio caminando. De pronto, otra oleada gelida le pego en la cara y escucho que el automovil acelero. Era como si el conductor tuviese la intencion de acabar con ella; entonces, el creciente ruido del motor la puso nerviosa. Se detuvo por un instante. Lo hizo sin razonar que quedarse paralizada era peor. Luego, en una fraccion de segundo, penso en volver atras, pero no lo hizo. Corrio hacia adelante y de nuevo la bota le jugo una mala pasada y cayo en la mitad de la via. A esas alturas ya sabia que la iban a atropellar, y sus pulmones se quedaron sin aire por la impresion que esa idea le causaba. El auto venia a toda velocidad y paso sobre ella. Se oyeron gritos a lo lejos. Alguien repetia: <>, <>; mientras tanto, el cuerpo de Melissa yacia inmovil sobre el pavimento. Dentro del auto que acabo con la vida de Melissa Coleman se escuchaba la radio a todo volumen. Pero luego --cuando atravesaba el puente sobre el rio Potomac-- la conductora la apago y llamo a alguien para decirle dos palabras: --Esta hecho. Despues corto, puso el celular en la guantera y sonrio. Estaba calculando cuanto crecerian sus ahorros. Volvio a encender la radio porque quedaban unas cuantas horas de camino y no queria dormirse. 2 ALGUNAS VECES ES dificil pensar en el principio. Sin embargo, podria decir que todo empezo en el justo momento en que le escuche decir al veterano periodista Norman Jackson aquellas palabras en la cena del cumpleanos de Anita Lansbury. --Una conversacion casual puede ser determinante... --habia dicho mientras se acomodaba en la silla del comedor. Me sentia bien estando con ambos, y a solas. Era una celebracion para tres; Anita, quien ademas de haber sido mi profesora ahora era una buena amiga, el periodista del Washington Post y yo. A Jackson acababa de conocerlo y lo habia imaginado diferente, puede que mas viejo. Resulto ser un hombre menudo, de abundante pelo negro, ojos verdes y el rostro muy tostado por el sol. Anita aquella noche en su casa estaba como siempre; arreglada y desenvuelta, vistiendo un traje verde oscuro que resaltaba su bonito pelo rubio y luciendo un prendedor ovalado de marfil que me llamo la atencion. Recuerdo que esa noche terminamos hablando de los escandalos politicos que habian sacudido a Washington y confese --despues de varias copas-- que tenia en el estudio de casa un cartel que yo misma idee con la lista de todos ellos. Desde los escandalos sexuales hasta los de evasiones fiscales, pasando por los de corrupcion, mal manejo de recursos y contrabando de armas. Aquellos eran de mis temas preferidos y sabia que tambien eran los de Norman Jackson. Lo supe antes de conocerlo porque habia revisado su historial en el Washington Post y, si uno investigaba bien, siempre salia a relucir su nombre tras los rumores de los delitos de cuello blanco. Aunque yo trabajara en la revista Polis escribiendo articulos sobre politica que nada tenian que ver con tales sucesos, siempre intente mantenerme al tanto de lo que se <> en las altas esferas del Senado y de los ministerios porque desde adolescente he sabido que las cosas que suceden en la ciudad capital casi nunca son lo que parecen, y que muchos accidentes, crimenes y siniestros tienen una conexion comun: las manos ocultas de los poderosos que mueven los hilos. Fue esa noche de la cena cuando conoci lo que Jackson llamaba la Black Key: una pavorosa red criminal que utilizaba informacion para extorsionar a varias personalidades y organizaciones politicas. Lo que el estaba diciendo era grave porque tocaba el propio corazon del Gobierno de los EE. UU. Los informes de WikiLeaks alertaban de la existencia de una filtracion en la agencia llamada Kramer Team, la empresa privada de inteligencia mas importante, filtracion que a juicio de Jackson habia dotado a un grupo anonimo de delincuentes de cuello blanco de informacion clave que utilizaban para <> las decisiones politicas y economicas de gran envergadura a su favor, o en funcion de lo que pagaran sus <>. En otras palabras, Black Key se trataba de un grupo de alto nivel operativo y sin escrupulos ligado al Gobierno que vendia informacion a grupos poderosos, que extorsionaba a lavadores de dinero y a grandes corporaciones que cometian delitos de todo tipo. Jackson lo habia bautizado con ese nombre porque era como una llave maestra que abria todas las puertas usando los peores secretos que la gente es capaz de guardar. No pude quedarme tranquila despues de aquel perturbador encuentro con el amigo de Anita y construi mi propia teoria sobre el asunto durante los meses siguientes. Recuerdo que me parecio extrano el repentino silencio de Jackson y llegue a pensar que a el tambien lo habian extorsionado, ya que no solo no volvio a escribir del tema en ninguna otra investigacion, sino que se desdijo, y afirmo que no habia sido muy responsable al momento de hablar de la Black Key. Eso me habia dicho Anita varios dias despues de su cumpleanos. --Querida Rebeca, la pase muy bien en casa contigo y con Norman, y queria agradecerte. Aunque ha pasado algo realmente interesante. Jackson me ha llamado justo ahora para decirme que lo excuse contigo, que olvides la conversacion que sostuvimos porque estaba borracho y no sabia lo que decia. ?Te imaginas? Creo que le estan pegando los anos... Cuando corte la llamada con Anita, recuerdo que pense que la Black Key lograba callar a cualquiera, y lo peor era que no se sabia quien la dirigia. Confirme mis sospechas aquella manana de la conferencia de Anita, seis meses despues de la cena de su cumpleanos, cuando Katya --mi amiga del Times-- me llamo para hablarme de la repentina muerte de Melissa Coleman. 3 --?COMO sabias que le iba a pasar algo malo al asesor Benjamin Coleman? Agradece que no te presto mucha atencion despues de varios gin y que no soy del FBI, porque ahora mismo serias la primera sospechosa. No se como pudiste vaticinar lo que… --?De que estas hablando, Katya? --le pregunte, parandome en seco junto a los bancos del caminito que conducia al edificio donde tendria lugar la conferencia de Anita, en el campus universitario. --?No recuerdas lo que me dijiste hace un par de noches cuando visite Washington? Me refiero a lo de tu teoria conspirativa. Me burle de ti, pero ahora no lo hago. Antes de irte del bar te acercaste y me dijiste al oido: <>. Y tenias razon, algo le paso. Nos acaba de llegar la noticia al periodico de que atropellaron a su hija anoche y murio, asi que tenemos que hablar por videollamada… --Esta bien, Katya --la interrumpi, siguiendole la corriente y todavia asombrada por lo que contaba--. Ahora no, pero en cuanto pueda te llamo --le prometi y corte. Katya dice que siempre quiero ver los <> que en realidad no existen porque me niego a aceptar que la realidad es muy aburrida. Pero la muerte de la hija del asesor clave de la Comision me daba la razon y necesitaba que alguien me tomara en serio. No podia contar con Norman Jackson. Muchos decian que algo grave le habia pasado, pero nadie sabia con certeza que. Habia pedido un permiso y ni siquiera estaba en la ciudad. Pense que la red de soporte a actividades ilicitas de la que me hablo ahora estaba atacando a quienes podian denunciar malos manejos de la informacion privada de los ciudadanos. No tenia ninguna prueba, pero no podia negarse que era muy extrano que al miembro mas importante de la Comision Asesora para la Seguridad de la Informacion se le viera envuelto en una tragedia. Ya le habia pasado a la asesora anterior, a Deborah Clayton, quien casi muere en un incendio nocturno inexplicable en su propia casa. Una serie de accidentes inusuales habian venido sucediendoles a personas cercanas a los miembros de esa comision gubernamental y por ello vaticine que algo le pasaria a Coleman. Recuerdo que meti el celular en el pequeno morral negro que cargaba, pero lo hice de manera automatica. En realidad, pensaba en mi hermana Rose. Ella me hubiese dicho que no expresara todo lo que sabia de un solo golpe --o algo asi-- porque solia ser peligroso. No recordaba haberle contado a Katya nada sobre Coleman, pero era cierto que habia tomado algun trago de mas aquella noche y estaba particularmente habladora. Senti un escalofrio y todo mi cuerpo se movio con un espasmo sin quererlo. Una chica que caminaba a mi lado en la calle me miro, dibujo una sonrisa burlona y luego apresuro el paso. Me detuve y me quede mirandola alejarse, y al hacerlo escuche un ruido muy cerca de mi. Otra persona, hasta ese momento silenciosa, venia pisandome los talones. No me fije en su cara ni en su cuerpo, solo vi unos jeans negros moverse y pasar de largo. No me gusta sentir que alguien camina detras, tan cerca, como si me estuviese persiguiendo y me fuese a atacar. La verdad es que llevaba varias semanas creyendo que me vigilaban y ese dia lo habia sentido mas que nunca.

  • Promesas de arena de Laura Garzon

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    Solo el amor y la tolerancia pueden trazar rutas entre la violencia, la desolacion y el odio.
    Lucia acaba de terminar su carrera y viaja a Palestina como cooperante de una ONG. Esta llena de ilusiones, de buenos propositos, pero lo que encuentran en los Campos de refugiados rompe todas sus ideas preconcebidas. Las carencias rozan el limite de la supervivencia y nadie les espera, ni espera nada de ellos. En los campos de refugiados no solo hay intereses altruistas, las facciones politico-religiosas mantienen una lucha de poder constante entre si y contra su enemigo Israel y por extension Occidente.
    Lucia se encontrara con los dos polos humanos que imperan en los Campos: quienes lo dan todo, como Fathia y Hamid; y con el Halcon, un palestino de padre ingles, educado en diferentes paises, y con un magnetismo y atractivo que subyuga perdidamente a la joven cooperante. Descubrir quien es este hombre en realidad le va a costar muy caro a Lucia. Su pasion le alcanzara la gloria y la arrastrara al abismo.

  • AQUELLO QUE FUIMOS de Pilar Munoz Alamo

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    En plena juventud y tras cuatro anos de ausencia, Blanca regresa a su Malaga natal arrastrando una maleta y un pasado que no sabe si podra afrontar.
    En otro punto de la ciudad, un ano mas tarde, Victor recibe una llamada de telefono en relacion con Fuensanta, su madre, que pondra su vida en jaque dejando al descubierto una estela de enganos en la que todos se veran implicados, hasta descubrir una oscura verdad.
    Vidas con diferente origen, fuertemente marcadas por decisiones propias o ajenas de aparente insignificancia. Futuros rotos que requeriran un maximo de valor, fuerza y coraje para poderlos superar.

  • Un mandato de reinas de Morgan Rice

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    EL DECRETO DE LAS REINAS es el Libro#13 de la serie de best-sellers EL ANILLO DEL HECHICERO, qu empieza con LA SENDA DE LOS HEROES (Libro#1).

  • Andrea, mi otra yo – Mauro Pavon Martinez de Mauro Pavon Martinez

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    Una mujer tranquila, con pocos amigos, sin emociones en su vida, conoce a un joven que le ofrece amor incondicional pero que descubre en ella una faceta sexual que ni la misma Andrea sabia que vivia en su interior, asi nuestra protagonista se adentra en el mundo del sexo duro, explicito y sin tabues, mientras conoce a otro hombre que la hara dudar en el amor y le dara un giro inesperado a su cotidiana vida.
    No solo en las grandes ciudades del mundo se desarrollan historias interesantes, tambien en las pequenas y que muchas veces no figuran en la memoria de los lectores, el lugar, Puebla ciudad colonial con leyendas, mitos, y muchas realidades que se mezclan con la fantasia..

  • El naufragio de las civilizaciones de Amin Maalouf

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    Cuando los espectaculares avances tecnologicos de nuestros dias nos han facilitado el acceso al conocimiento como nunca hasta ahora, que vivamos mas y mejor, que el “tercer mundo” se desarrolle…, cuando por primera vez se podria conducir a la humanidad hacia una era de libertad y progreso, el mundo parece ir en direccion opuesta, hacia la destruccion de todo lo conseguido. ?Como hemos llegado hasta aqui?

  • Los besos que nos quedan (Trilogia completa) de Priscila Serrano

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  • Por tu sangre (Cancion de Vampiro 1) de Diana Buitrago

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    La oscuridad de la noche alberga secretos que Estel no ha conocido jamas. Tras la precipitada muerte de sus padres decide cambiar de rumbo. Mudarse a un lugar pequeno y apartado para alejarse del dolor, la conducira a descubrir un mundo oscuro y siniestro, lleno de criaturas peligrosas y cautivadoras. La paz que anhela se vera truncada por una persecucion sin tregua y la lucha por su vida. Encontrara el amor en el momento mas inesperado y descubrira viejos secretos personales que la haran dudar sobre si misma. Aceptar el destino o rebelarse contra el.
    “Por tu sangre” es la primera parte de la saga Cancion de Vampiro, un viaje a lo desconocido y a la profundidad del alma, donde solo los mas fuertes sobreviven y la sangre mancha el principio y el fin de nuestra historia.

  • Sesion nocturna de Michael Connelly

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    Renee Ballard trabaja en el turno de noche en Hollywood. Empieza muchas investigaciones, pero no termina ninguna, porque cada manana entrega sus casos a los detectives del turno de dia. A la que fuera prometedora detective le han asignado ese puesto como castigo despues de presentar una demanda por acoso sexual contra un superior.
    Sin embargo, una noche le tocan dos casos de los que no quiere desprenderse: la brutal paliza a una prostituta que es abandonada y dada por muerta en un aparcamiento, y el asesinato de una joven camarera durante un tiroteo en un club nocturno. Ballard esta decidida a no renunciar a los casos al amanecer. Contra las ordenes y los deseos de su propio companero, se dedica a ambas investigaciones de dia mientras cumple con su turno de noche. Los casos se complican y acercan a Ballard a sus propios demonios y a la razon por la que no renunciara al trabajo por mas dificultades que le ponga el departamento.

  • Alas de confianza (Edentown 10) de Annabeth Berkley

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    Nora Reaves miraba orgullosa la fachada de la casa que habia comprado en Edentown. Tenia toda la confianza y la ilusion puesta en su nuevo hogar y en la reciente oportunidad que se habia dado a si misma para empezar de nuevo. Sus ojos azules brillaban iluminando aun mas su sonrisa Miro a su amiga que estaba junto a ella, como siempre que daba un paso adelante en la vida. Shelby Payne le cogio la mano en senal de apoyo. Su alegria y sonrisa eran sinceras. --Todo ira genial a partir de ahora, ya lo veras --le susurro Shelby--. Me alegro muchisimo de que estes aqui. Nora asintio con un suspiro de esperanza. Tomar la decision de salir de Nueva York no habia sido facil. Estaba acostumbrada a la seguridad que le daba su apartamento, a lo cerca que estaba la editorial que publicaba sus libros y a la proximidad del instituto de su hijo, pero nada de eso le habia proporcionado esa tranquilidad que tanto buscaba y que habia perdido desde que Doug comenzara las clases. Su complicada edad adolescente y los pesimos companeros que habia elegido como amigos le habian obligado a dar el paso de irse de la ciudad por miedo a que las cosas fueran peor de lo que ya estaban yendo. --Si --le respondio, reafirmando su decision--. Estoy segura de que todo ira bien aqui. --Esto es una mierda --exclamo un malhumorado adolescente rubio, de ojos tan azules como los de su madre, situandose a su lado. Las dos amigas miraron al chico que habia terminado de dar la vuelta a la casa seguido de Scott, el hijo de Shelby, de ocho anos y fiel escudero del que consideraba su primo. --?Como pudiste comprar esta casa? Es una casa de viejos --siguio refunfunando. Megan Saint James, la duena de la inmobiliaria a traves de la que habia hecho todas las gestiones, llegaba justo en ese momento con las llaves en la mano y uno de sus habituales vestidos largos y vaporosos que no disimulaba su avanzado estado de gestacion. --Tienes toda la razon --comento despreocupada por la queja del joven--, pero asi podras dejar la habitacion a tu gusto tras la reforma. Hola, chicas --le tendio las llaves a Nora--. Ahora si que es oficial, bienvenida a Edentown. Nora sonrio a Megan. La habia conocido en alguna de sus anteriores visitas a Shelby, y habia visto la casa con ella poco despues del fallecimiento de su anterior propietaria, madre de la administrativa del alcalde. Cogio las llaves y todos juntos fueron hacia la puerta. Ya sabia que a Doug no le habia gustado la idea de la mudanza. Se lo habia dejado claro muchas veces. Tambien suponia que no se lo iba a poner facil, aunque estuviera muy unido a Scott, pero queria pensar que solo duraria un tiempo y luego volveria a ser el nino carinoso y respetuoso que siempre habia sido. Doug tenia razon. El interior de la casa, aunque se veia limpio y cuidado, estaba muy pasado de moda y bastante abarrotado de muebles oscuros y voluminosos. --Todo esta sin tocar desde que Gertrud fallecio, ya te conte --les explico Megan abriendo las ventanas del salon para airearlo--. En menos de media hora vendra la empresa que Erin contrato para desocuparla totalmente. A primera hora de la tarde podras hacerte mejor una idea de como puede quedar. El agua y la luz no se dieron de baja, asi que no tendras problemas para instalarte cuando quieras. Nora asintio con una sonrisa. Habia seguido un impulso comprandola en cuanto Shelby le habia hablado de la posibilidad, sin dar opcion siquiera a que saliera a la venta y habia aprovechado para verla muy fugazmente en una anterior visita a su amiga. Pocas veces solia dejarse llevar por impulsos en las decisiones importantes, pero en ese momento lo habia visto como un regalo del cielo. El salon le parecia un poco pequeno, aunque junto a el habia una pequena habitacion que servia de trastero o de almacen y supuso que podria unirlos. Lo mismo haria con la cocina que pese a estar recogida y despejada, se veia tremendamente antigua. --?Quieres que avise a Cameron para que te haga la reforma? Supongo que querras hacer obras y Cameron trabaja muy bien. --Perfecto --acepto Nora, confiada y agradecida apoyando la mano en una de las paredes--. Si tiro esta pared podre comunicar la cocina y el salon --comento, ilusionada con la obra. --Cameron te resolvera cualquier duda --le aseguro Megan llevandose la mano a su abultado vientre. --?Te encuentras bien? --le pregunto Shelby. --Si, si --le respondio Megan--. Ha debido despertarse y se esta estirando. Las dos amigas sonrieron. Para ellas quedaban muy lejanos sus embarazos. Shelby se llevo la mano a su vientre y Nora la miro sorprendida, pero sin decirle nada. Subieron al piso superior donde habia solo un cuarto de bano y cinco dormitorios no muy grandes. Uno de ellos estaba lleno de posters antiguos, banderines de un equipo de beisbol y pompones de animadora. --Ya tengo ganas de empezar con las obras --les confeso Nora--. Quiza se pueda tirar alguna de estas paredes. Siempre he querido un vestidor con acceso desde mi dormitorio. --Pero si no tienes tanta ropa --le comento Shelby. Nora hizo una mueca. Llevaba tanto tiempo trabajando desde casa que su guardarropa dejaba mucho que desear. Mallas, leggins, camisetas, sudaderas y solo un par de vestidos que se habia comprado para salir con Stuart, el hermano de su editor, que habia sido su ultima y fracasada relacion. --Eso va a cambiar. Ahora los jueves acudire a las exposiciones esas que se hacen frente a la pizzeria o ire al Shamrock alguna vez. --?Cual sera mi habitacion? --le pregunto Doug entrando y saliendo de todas ellas con una mueca despectiva. --La que tu quieras, Doug, cuando el senor Cameron venga le puedes pedir que te haga lo que quieras en ella. --Con que me ponga conexion wifi me vale --le respondio--. Esto es una mierda. No se por que hemos venido aqui. Nora lo miro enarcando una ceja, amenazadora. --?Quieres que te repita las razones? Doug miro desafiante a su madre y luego bajo la mirada. No queria que Shelby las conociera, aunque sospechaba que las sabia pese a que no le habia dicho nada al respecto. --Vamonos abajo --le dijo a Scott. --Adolescentes --sonrio Megan justificando sus comentarios negativos. --Ya te tocara --suspiro Nora--. Sera mejor que nos vayamos y volvamos cuando este la casa vacia despues de comer. ?Puedes decirle al senor Cameron que venga a las cuatro? Megan sonrio. --Es solo Cameron, Cameron Lawrence --la corrigio mientras bajaban las escaleras--. Se lo dire y no creo que tenga ningun problema. Le dare tu telefono por si acaso. Nora se lo agradecio y siguio a las dos jovenes, satisfecha ante las nuevas perspectivas que la decision que habia tomado le ofrecia. Cuando Nora llego por la tarde a su nueva casa la encontro totalmente vacia y su aspecto le gusto todavia mas. Habia manchas en el papel de las paredes donde se habian apoyado los muebles, pero todo parecia mas amplio y limpio. Lamento que Doug se hubiera quedado en casa de Shelby, porque seguro que le hubiera gustado mas que antes verla asi. Volvio a recorrerla emocionada. Tenia muy buen presentimiento con respecto a esa mudanza. Confiaba en que todo cambiara para ellos. O por lo menos eso esperaba que sucediera. Queria volver a tener esa relacion de cordialidad que tenia con su hijo y que habia perdido desde que el empezo el instituto. Todo entre ellos se habia enfriado y tensado cada vez mas. Doug nunca habia sido muy influenciable, pero juntarse con los mas gamberros del instituto habia sido devastador, por lo menos para la relacion entre ambos. Ella lo achacaba a la falta de una figura paterna a la que imitar, y, por esa razon, se habia animado a salir con Stuart, despues de muchisimos anos sola, pero no habia funcionado. Ni siquiera habian pasado de la tercera cita. Nunca habia tenido suerte en el amor. Su novio en la universidad y padre de Doug se desentendio de ambos en cuanto supo del embarazo, y desde entonces ella no habia vuelto a abrir su corazon a nadie mas. Habia salido alguna vez con algun otro hombre, pero para ella lo unico que le importaba era su hijo, y que el estuviera bien atendido. Sus padres tambien le volvieron la espalda tras la noticia de su embarazo y habia tenido que dejar los estudios y ponerse a trabajar desde ese momento para que ni a su hijo ni a ella les faltara nada. Durante ese ultimo trimestre habia cursado la asignatura de literatura, algo que siempre le habia gustado, y en sus pocas horas libres habia empezado a escribir pequenos relatos. Con el apoyo incondicional de Shelby, companera de clase por entonces, se habia decidido a contactar con algunas editoriales y despues de un tiempo, mucho trabajo duro y bastantes noches en vela, habia conseguido vivir de sus novelas muy bien. Ahora solo rezaba para que su hijo se adaptara sin mayores problemas al instituto, aunque probablemente perdiera ese ano por sus bajas calificaciones. Sonrio al abrir uno de los dormitorios pequenos del piso superior. Quiza pudiera conseguir ese vestidor del que estaba decidida a disfrutar. Bajo al salon. Tenia muchas ganas de empezar con la obra. Vio junto a la puerta una esquina despegada del papel de la pared y no pudo evitar la tentacion de cogerla y tirar con fuerza para comenzar a quitarlo. La satisfaccion que sintio mientras lo hacia era indescriptible. Ilusion, satisfaccion, esperanza... dio un fuerte tiron. --Joder --exclamo malhumorado Cameron Lawrence, que entraba por la puerta en ese momento.

  • 423 colores de Juan Gallardo

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    En la Siria de 2011 la vida se desarrolla con toda la intensidad, la pujanza y el colorido de unos ciudadanos esperanzados en su futuro. Ghada, la protagonista de esta historia, tiene apenas ocho anos y es ciega de nacimiento. Una noche, su padre la despierta con urgencia; tienen que ponerse a salvo porque un feroz dragon sobrevuela los tejados de la ciudad.

  • Dejame conocerte de Emma Sheridan

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    Brendan Connolly es un hombre atractivo, exitoso y con una aparente seguridad en si mismo que dista mucho de ser real. Las heridas de su tortuoso pasado le han dejado profundas cicatrices, pero aun asi, no se rinde y lucha para ser feliz.
    Julia Rivera, es una madre que intenta dia a dia salir adelante, tratando de dejar atras el dolor causado por quien penso que mas la amaba, dejandola sola y enfrentando las consecuencias.
    Un encuentro fortuito unira las vidas de Brendan y Julia, dos almas heridas que deberan luchar en contra de sus inseguridades, el miedo y la desconfianza. ?Podran encontrar la cura para sus almas rotas y volver a amar, o las sombras de su pasado no les dejaran espacio para alcanzarlo?

  • Vidas Paralelas de Charli Farinha Toni

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    Un mismo tiempo en un solo pais, con cinco chicos, cinco clases sociales, cinco mundos. Los mismos problemas vistos desde otras perspectivas y todos deseando lo mismo: una valvula de escape.
    Miedos a enfrentarse a si mismos, fracasos personales, ilusiones rotas, decepciones amorosas y familiares, suenos realizados, desafios a cada instante, y solamente se tienen a si mismos.
    Distintas historias, diferentes nacionalidades, varias ciudades, donde no somos tan distintos los unos a los otros como podriamos pensar, y todos buscamos lo mismo: un punto en comun.

  • Lo extraordinario de Fran Zabaleta

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    Un hombre que quiere desaparecer. Un paraiso envuelto en leyendas. Una busqueda milenaria a punto de terminar.

  • Sucios y malvados, Juanjo Braulio de Juanjo Braulio

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  • Maldita Bruja de Silvia Arru Esteve

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    Una historia de amor, de desamor ,de clavos, de padres, de hijos, de adolescentes, de perritos abandonados y de amigos que se quieren mas que a uno mismo.
    Vais a reir.
    Vais a llorar.
    Os vais a enamorar.

  • Que te parta un rayo, Candela de Paula Rivers

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  • Sangre entre la hierba de Maribel Medina

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    Thomas Connors y Laura Terraux vuelven con un nuevo caso relacionado con el mundo de la trata de mujeres.

  • Malditas palabras de amor de Monica Maier

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    <>
    Eva necesita distancia. De Marco. De ella. De los lugares comunes que le recuerdan lo que ya no son. Por todo ello, decide dejar su ciudad y refugiarse en un pequeno pueblo cerca de la Costa Brava donde busca la calma que le permita dar un nuevo rumbo a su vida. Un lugar sin sobresaltos, hasta que Eva tropieza con un huracan de ojos azules que arrasara con todo lo que creia saber y la empujara a enfrentarse a lo que mas teme: ella misma.
    Una historia intensa y emotiva que nos habla de las conversaciones, a viva voz o silenciosas; las decisiones, cobardes o valientes; y las mentiras y verdades a medias, que condicionan nuestra vida y felicidad.

  • Nadie como ellos (Nadie 3) de Martina D’antiochia

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    Sentimientos encontrados se peleaban dentro de mi. Era como una lucha interna entre no solo dos, sino un millon de Zoes, y cada una pensaba una cosa distinta. O peor: cada una sentia una cosa distinta. Pero me era imposible distinguirlas, era como si mi cuerpo no me dejara sentir una unica emocion solamente. Estaba hecha un lio. Era tan dificil para mi asimilar todo lo que habia pasado tan de repente… Era tanto todo lo que me desgastaba por dentro… Los pensamientos melancolicos se apoderaban de mis silenciosas noches y me carcomian la cabeza, se colaban en mis suenos hasta terminar rompiendo en lagrimas. Eran lagrimas de tristeza, pero tambien de impotencia por no ser capaz de volver al pasado, o al menos arreglarlo en el presente. En realidad, daba igual. Daba igual si pensaba en el pasado o en el presente, porque en los dos lugares siempre sufria por el mismo…, por el, por Cody. Era el dueno de mis sentimientos y sabia que al enamorarme de el le entregaria la llave de mi fragil corazon. ?Como se le llama a una persona que se deja llevar por el corazon sin tener en cuenta las posibles consecuencias que conlleva? Estupida, supongo. Soy una estupida y no precisamente por haberlo hecho sin proteccion. Eso fue estupido, por supuesto, pero eso fue culpa de ambos. Fui estupida por creer que Cody seria capaz de entenderme y, sobre todo, apoyarme, de implicarse conmigo en el problema, ya que era de los dos. Fui estupida por pensar que si me queria seria capaz de tirarse al vacio conmigo en esto. Las personas que te quieren no se largan cuando un problema se presenta, eso me han ensenado a mi siempre. Pero quizas soy demasiado ingenua por pensarlo. ?Pero no deberia ser asi? ?Acaso no deberiamos estar al lado de aquellos que queremos cuando estan en problemas? Y mas si el problema es de los dos. Las personas que te quieren sufren contigo hasta arreglar las dificultades que se interponen entre vosotros, en vez de largarse porque necesitan <>. Quiero decir que entiendo que es mucho, entiendo que te sobrepase, pero… ?y que pasa conmigo, que tambien soy la que tiene el problema? Yo tambien quiero largarme una temporada para olvidar, pero, por desgracia, no puedo. Cada vez que pienso en ello, cada dia que pasa y veo que no me llega la regla, soy yo la que vive el martirio. Aunque quisiera, no podria hacer lo mismo, ya que estoy atrapada en este bucle de ansiedad y sin nadie que me rescate de el. Ya han pasado dos semanas y me siento como si hubieran pasado tres meses arrastrando el secreto. Ando ocultandolo dia y noche, necesitando con urgencia gritar a los cuatro vientos y que todos lo oigan y al menos ya estara dicho. Pero todavia no lo se. El problema es que me da demasiado miedo saberlo, no puedo dar el paso. Intento pensar que en realidad puede que todo este en mi cabeza. ?Y si no estoy realmente embarazada y simplemente mi regla es irregular? Pero luego me doy cuenta de que es poco habitual en mi la irregularidad… y vuelvo a tener miedo de hacerme la prueba y que se confirmen mis miedos. Ojala pudiera evadirme de este agujero negro que me consume desde que me despierto por la manana. Ojala pudiera traspasarle los susurros masoquistas que escucho en mi cabeza a alguien ajeno y poder respirar tranquilamente como si el mundo no se acabara manana. ZOE --Bueno, ?que? ?Piensas quedarte aqui todo el dia? ?Para eso has convencido tanto a tu padre de que te trajera de vuelta a casa? --pregunto Margaret irrumpiendo en mi habitacion. Estaba apoyada en el marco de la puerta con una mano en la cintura, como esperando alguna reaccion por mi parte. Yo estaba todavia tumbada en la cama y la observaba con impasibilidad. Llevaba el pelo repeinado en un mono alto y un chandal de deporte. O se iba a ir al gimnasio o fingia que iba. No se me escapaba que no tenia que cabrear a Margaret. No habia sido facil estar de nuevo en esta cama de la que ahora no tenia ningunas ganas de moverme. Habia sido complicado, una negociacion dura, poder volver a estar en casa. Despues de convencer dia y noche a mi padre para dejarme volver, no se como, pero, milagrosamente, me dio otra oportunidad. Y ahora no podia decepcionarle. De eso nada, pensaba aprovecharla para demostrarle que no me meteria en mas lios y seria responsable. --Vaya, pareces mi canguro. ?Vienes a vigilarme desde que me despierto? --me queje mientras me levantaba con parsimonia. --No vengo a vigilarte desde que te despiertas porque ya llevas un rato despierta, Zoe --me solto. Por lo visto, analizaba cada movimiento que hacia, juzgandome con la mirada. Solte un pequeno bufido, lo cierto era que le tenia tanto asco que ya ni intentaba disimularlo. --Entonces es verdad que me llevas vigilando un buen rato. ?Soy la unica a la que espias o tambien entras en el cuarto de Max para ver si ya se ha vestido para el cole? --proteste con sarcasmo y repulsion. Pero mis sarcasmos no parecian impactarle. No dijo nada, se dio media vuelta y se largo, no sin antes mirarme de arriba abajo con aires de superioridad. Me vesti rapido con lo primero que pille y baje a desayunar antes de que pudiera ponerme como un trapo con mi padre. --No te veo muy contenta de estar de vuelta, hermanita --me dijo Max mientras se preparaba un bol con cereales y se sentaba frente a mi. <>, pense para mis adentros. Como estaba tardando en responder, me di cuenta de que mi padre estaba empezando a prestar atencion a nuestra conversacion, metiendo la oreja sin querer que se notara. Se estaba preparando su cafe y tomando sus vitaminas de la manana, disimulando que seguia sus rituales matutinos, pero yo notaba como me miraba de reojo, extranado, para ver si me pasaba algo. Asi que decidi adelantarme a sus sospechas y responder con un simple: --Estoy bien. --Y segui mirando para abajo a mis tostadas con huevo. --Max, es lunes, ?que esperas? --se rio Margaret falsamente. Me sorprendio que estuviera defendiendome frente a mi padre y mi hermano, pero luego recorde que era su costumbre. Solo lo hacia estrategicamente para causar buena impresion, para que pareciera que nos llevabamos bien. Por mucho que odiara que hiciera eso, tengo que admitir que, cuando habla por mi, evito tener que fingir y eso me relaja, porque, a diferencia de ella, yo odio tener que fingir las emociones, me causan dolor de cabeza por no saber que responder. Es como meter un monton de ropa a presion en el armario, al final no cierra y se te cae todo encima. Despues de eso, nos pasamos un rato desayunando en un silencio tenso. Yo apenas toque el plato, tenia tantos nervios acumulados en la boca del estomago que no habia espacio para el apetito. Ya de por si la idea de volver a clase me daba ganas de vomitar. --?Has terminado? --me pregunto Max retirandome el plato sin dejarme responder. --No --respondi seria, a pesar de que la idea de meterme un bocado mas en la boca me daba fatiga. Max siempre estaba de mi lado, era mi aliado, pero incluso su voz me daba grima ahora. No queria estar para nadie. Simplemente queria quedarme comoda en mi casa enterrandome bajo las sabanas sin que nadie lo supiera. No sabia que iba a decir ni hacer cuando me encontrara de nuevo con las chicas… y sobre todo con Cody. --No me hagas esperarte --dijo medio en broma medio en serio, cogiendo su chaqueta negra de cuero del perchero y sin apenas mirarme. Nos montamos en el coche, y el mismo trayecto de todos los dias hoy lo senti como si llevaramos una hora conduciendo. --Venga, baja, que tengo que irme a clase. --Me quede mirando la entrada abarrotada de gente e inmediatamente me hice esclava de aquel antiguo panico que volvio a aparecer dentro de mi para amargarme la existencia, pero tambien para advertirme de que nada bueno podria pasar --. ?Se puede saber que te pasa hoy? --me pregunto al verme tan seria. --?Y a ti? ?Por que me hablas asi? --No se me ocurrio otra cosa que decir, estaba tan nerviosa que no le estaba prestando la atencion que le prestaria normalmente. --Muy bien, como quieras. --Piso el acelerador de camino a su instituto. Mierda, habia cabreado a Max y el seguramente solo se estaba interesando por mi y por saber que me pasaba. Realmente estaba siendo una idiota, estaba secuestrada por mis emociones y, si seguia asi, terminaria alejando a las pocas personas que podian ayudarme. Max lo decia en serio, estaba dispuesto a seguir hasta su instituto y dejarme alli, ya me las apanaria para volver. Poco a poco vi como la imagen de toda la gente agolpada en la entrada se iba alejando. --Espera, para, para, por favor. --Me ignoraba mientras miraba fijamente al frente--. !Max! Por favor --le rogue. Y en ese momento note como, a pesar de mis esfuerzos por disociarme, e incluso a pesar de mis esfuerzos por estar cabreada, se me quebro la voz. Estaba empezando a llorar sin poder controlar mis lagrimas. Sabia que, si lloraba, menos caso me iba a hacer. Odiaba a la gente llorona, algo ironico, ya que tenia a una maestra del llanto en la familia. --!!!Max!!! --grite con fuerza al ver que iba a atropellar a una chica en el paso de peatones. Al final freno tan de golpe que si no llego a tener el cinturon de seguridad salgo volando atravesando el cristal. Aproveche el momento y no perdi ni un segundo al bajarme del coche. Cuando vi a la chica del paso de peatones me di cuenta de que era Marina. No me apetecia ponerme a hablar con ella nada mas llegar y en esta situacion, asi que me di la vuelta antes de que pudiera verme y empece a caminar con paso firme hacia delante, queria ser invisible. Si me esforzaba lo suficiente, estaba segura de que lo conseguiria. --?Zoe? Cuando escuche mi nombre acelere el paso intentando como fuera evitarla. Al final me alcanzo y poso su mano en mi hombro para frenarme. --!?Zoe?! --exclamo sorprendida de verme. --?Como me has podido reconocer desde alli? --dije reservada, a pesar de que llevaba mucho tiempo sin verla y me imaginaba este momento mucho mas emotivo. --Mmm… No se --dijo sarcastica tocandome el pelo. Maldito pelo, siempre me delataba, deberia alisarmelo y tenirme de morena. --No sabia que habias vuelto. ?Que te pasa? ?Es que echas de menos el internado? --Que va, lo que yo mas deseaba era largarme de alli. --Entonces ?que te pasa? --Estoy nerviosa --dije mirandola a la cara por primera vez desde que me la encontre. --Tranquila, te trataremos todos bien --se rio sabiendo de sobra de que iba mi preocupacion. Me sentia atrapada en el bucle de una historia sin fin. De nuevo volveria a entrar por primera vez desde hacia mucho y Marina volveria a integrarme, volverian a mirarme mal y volveria a sentir la necesidad de querer encajar. La misma historia se repite una y otra vez y no logro ver el final. Siento que en todo este tiempo no me han echado de menos y algunos ni se han percatado de que no estoy, soy esa pieza indiferente que carece de importancia en la vida de los demas. Solo me prestan atencion cuando estoy para jugar conmigo como si fuera su juguete. Llegamos al patio y, como siempre, estaban todas sentadas en las gradas. --Espera. --Esta vez fui yo la que frene a Marina antes de ir para alla. --?Que? ?Es por la falda? --pregunto sarcastica recordando viejos momentos. --No, es que… se que algo va a pasar. --Zoe, ?a que te refieres? Claro que va a pasar algo, en la vida pasan cosas constantemente. --No finjas que no me entiendes. --Marina me empujo hacia delante sin dejarme rechistar, y poco a poco empezaba a notar ese familiar sentimiento de inferioridad, el corazon empezaba a latirme tan fuerte que en cualquier momento explotaria. --!Pero mira a quien tenemos aqui! --exclamo burlona y sorprendida Jacqueline, llamando la atencion del resto, que dejaron su interesante conversacion para mirarme a mi. --?Zoe? --preguntaron Jessica y Maddie a la vez. Mi cabeza iba a mil por hora, pero no se me ocurria nada que decir. --Hola --dije sin mas. --Parece ser que hoy es el dia de las llegadas sorpresa, primero vino Jessica, ahora Zoe, me pregunto quien sera el siguiente --interrumpio Jacqueline el silencio--. ?Por que has vuelto, Zoe? ?No te gustaba el internado? --pregunto Jacqueline con un tono dificil de identificar, no sabia si iba a malas o realmente le interesaba saber. --En realidad… --Abri la boca por primera vez desde que llegue, pero me interrumpieron… Maddie, como no. --Lo que no le gustaba era sentirse alejada de mi novio --me ataco Maddie, orgullosa de haberlo hecho. Lo que ella no sabia era que yo ya no solia callarme las cosas como antes, ya las conocia y no me importaba en absoluto formar una pelea, sobre todo desde que empezo a meterse con mi familia. --Espera un segundo, pensaba que tu novio era mi hermano --le respondi ironica con un tono falso de confusion--. ?O es que has vuelto a cambiar de novio? Perdon, es que se hace dificil llevar la cuenta cuando te echas uno cada semana --espete lo mas controlada posible, estaba furiosa y a la vez satisfecha por haber hablado. A partir de ahora no me iba a callar nada mas. --?Que querias que hiciera? No me quedaba otra opcion que darte de tu propia medicina, fastidia, ?verdad? No haberme robado a Cody, asquerosa --solto con malicia la ultima palabra. --!Ya esta bien! --interrumpio Marina, y Jacqueline puso cara de queja por haber frenado la discusion--. Hablais de Cody como si fuera una posesion. El es dueno de sus acciones y decide con quien se va y de quien se aleja. --?Como es tu relacion con el? ?Es ese cuento de hadas que todas deseamos tener? Por cierto, ultimamente no sabemos nada de el, ?donde te has dejado a tu principe? --siguio atacandome, ignorando por completo la respuesta de Marina. <>, pense para mi, y ojala me hubiera podido leer el pensamiento.

  • Pasajero 64A de Luciana V. Suarez

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    Un siniestro pasajero de un avion hara que la protagonista de esta historia viva una inesperada historia de amor.

  • Si te miento de Clare Mackintosh

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    Vuelve la magistral Clare Mackintosh con un nuevo thriller psicologico.

  • Amor contracorriente de Annabeth Berkley

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    La joven lady Allyson Connelly se miraba en el espejo con cierta inseguridad. Estaba en el salon de la modista a la que solian acudir al inicio de cada temporada. Podria decirse que le gustaba lo que veia. Su cabello rubio perfectamente recogido, el precioso vestido celeste que resaltaba el azul de sus ojos, los bonitos y comodos botines que le permitirian bailar toda la noche... Estaba satisfecha del resultado, sin embargo... sentia que le faltaba el aire. Madame Leonard, la solicitada modista francesa a la que la mayoria de la nobleza de Londres encargaba sus vestidos desde que se habia instalado alli hacia unos anos, la miraba extranada con varios alfileres sujetos entre sus finos labios. Era alta, delgada y su demostrada experiencia y los altos precios que cobraba daban la razon a la soberbia con la que se conducia. Miro la estrecha cintura de la joven. Estaba segura de que el corpino no estaba tan apretado como para no dejarle respirar, asi que no le presto mayor atencion. Allyson sintio como sus mejillas perdian el color y un sudor frio le recorria el cuerpo. Intento distraerse mirando a su alrededor. Las paredes forradas con papel en tonos claros, las lujosas telas de diferentes colores sobre una mesa alargada, varios espejos diseminados por la habitacion, estanterias con diferentes tocados que sobresalian de sus cajas, cajones a medio cerrar con vistosas plumas, abalorios y delicados encajes... --Crei que ya tenia pretendiente --comento Madame Leonard mientras se alejaba para dar el visto bueno a su diseno desde la distancia. --Y lo tiene --afirmo altiva y satisfecha lady Josephine Connelly, la elegante matriarca de la familia--. Esta temporada, Christine causara la misma sensacion que su hermana en la anterior. No tengo duda de ello. Josephine miraba a su hija mayor con el ceno fruncido, molesta porque aun no hubieran fijado la fecha de la boda. Si la modista sabia que tenia pretendiente, pero aun no se habia casado, lo sabria, sin duda, el resto de la alta sociedad. No comprendia el porque de su reticencia cuando el conde de Nokfolk era tan buen partido para cualquier joven casadera. --El delicado vestido de color petalo que han escogido, sin duda, hara que encuentre pretendiente tan rapido como su hermana --comento la modista sonriendo friamente a la joven morena de ojos azules a la que acababa de quitarle el elegante y decoroso vestido encargado para la fiesta. Allyson miro a Christine, su hermana un ano menor, que la miraba con los ojos brillantes, emocionada por su inminente presentacion en sociedad. Sin duda, estaria preciosa y mas que preparada para encontrar esposo. La mas pequena, Laura, rubia como ella y de ojos verdes, estaba sentada indiferente junto a su madre. Ella aun tendria que esperar un ano mas para su presentacion en sociedad, y no parecia que tuviera mucho interes al respecto. Allyson volvio a mirarse en el espejo. A ella se le acababa el tiempo. La falta de aire era cada vez mas acuciante. El conde de Nokfolk, el afortunado pretendiente al que sus padres habian aprobado, ademas de pertenecer a su clase social y ser correcto y educado, habia sido muy paciente con sus caprichos de retrasar la boda entre ambos. Ese ano la acompanaria en los bailes para confirmar la union matrimonial que todos esperaban que se fuera a producir en breve. Era un buen hombre y seria un buen marido, se dijo tratando de convencerse. --Allyson, por Dios, ?que te ocurre? --le pregunto alarmada su madre, notando su palidez y angustia, cada vez mas visible. Allyson cogio aire y lo solto con rapidez varias veces mientras se doblaba sobre sus rodillas. Christine y Laura fueron preocupadas hasta ella. Madame Leonard se acerco agitando un abanico de color crudo con su mano. Solo Josephine la miraba seria, levantado una ceja con frialdad. --Se... me pasara pronto.... --les tranquilizo Allyson con un hilo de voz mientras la modista le soltaba los lazos del vestido para quitarselo. --No creo que sea necesario arreglarlo --les comento Madame Leonard con firmeza--. Quiza la joven esta nerviosa. Josephine apreto los labios con fuerza, mirando cenuda a la mayor de sus hijas. --Probablemente --murmuro entre dientes. Allyson miro de reojo a su madre antes de desaparecer tras la cortina que servia de biombo para vestirse con su ropa de paseo. --Al ano que viene me tocara a mi ponerme otro de estos vestidos --comento la joven Laura pasando la mano por el vestido que Christine iba a llevar. Christine asintio, mirando risuena su bonito vestido. Sabia que todos la compararian con su bonita hermana mayor, pero afortunadamente ella no seria rival puesto que a su boda con el conde solo le faltaba establecer la fecha. Josephine no se movio de donde estaba hasta que no vio salir a Allyson vestida con su traje de paseo de colores crudos y visiblemente mas recuperada. Christine y Laura fueron hasta ella preocupadas. Allyson les sonrio evitando la mirada de su madre. --Muy bien, Madame Leonard --le comento Josephine a la modista mientras se dirigia a la puerta--. Espero que envie estos vestidos manana mismo, y el resto de los que le hemos encargado, en una semana. La mujer asintio satisfecha. Poco antes de empezar la temporada en Londres, recibia cientos de encargos que le permitian vivir muy holgadamente el resto del ano, cuando la alta sociedad solia retirarse a pasar la temporada de caza a sus segundas viviendas alejadas de la vida social de la ciudad. Justo antes de salir, se encontraron con lady Flanigan, una vieja conocida de la familia, que entraba con su hija, probablemente con la misma intencion con las que ellas habian ido. Era alta y ligeramente corpulenta, y llevaba un moderno sombrero sobre su cabello oscuro. Su hija, con el cabello un poco mas claro, parecia su joven reflejo. Las madres se saludaron con una afectuosa sonrisa. Las jovenes se miraron con curiosidad. No solian relacionarse entre ellas. --Supongo que nos veremos en la fiesta de lord Bondshire --comento lady Flanigan. Josephine asintio complacida. --Si, Helen, aunque tenia entendido que Josselyn ya habia encontrado pretendiente el ano pasado. La mujer sonrio asintiendo y manteniendo la mirada a su interlocutora. --Asi es, pero parece ser que tiene la misma prisa que Allyson por contraer matrimonio. Las dos jovenes aludidas se miraron y se sonrieron con amabilidad. Aunque recordaban haberse visto en alguna ocasion, apenas habian hablado entre ellas. Josephine miro al cielo, como si pidiera la paciencia que necesitaba para la incomodidad que le producia la situacion de su hija mayor. --Este ano debuta Christine. Ya lo tenemos todo preparado, y estamos seguras de que todo ira... mejor. Helen asintio con una sonrisa educada. --Te deseo la mejor de las suertes, Christine --miro a la ilusionada joven--. Mucho gusto en saludarlas. Josephine y sus hijas volvieron al carruaje que les estaba esperando al otro lado de la calle. Allyson se distrajo mirando a su alrededor. Las calles de la ciudad eran amplias y estaban limpias. Habia varias personas paseando distraidas. Todo le parecia que estuviera dentro de la normalidad a la que estaba acostumbrada... y de la que habia empezado a dudar. --Allyson, ?por que te detienes? Allyson miro a su madre sonrojada. Bajo la cabeza y fue hacia el carruaje justo cuando otro carruaje similar paro frente al de ellas. Un joven apuesto de cabello castano y ojos del mismo color bajo de el para saludarlas. --Lady Connelly, Christine, Laura, Allyson. Todas sonrieron y devolvieron el saludo al prometido de Allyson. --Es un placer haberlas encontrado. Ahora iba a ver a su esposo --les explico mientras Allyson se acercaba a el. --Madre, ?puedo irme con Robert? --pregunto la joven tratando de aparentar indiferencia. --No es buena idea, Allyson. Cualquiera puede veros... --Aun no es mediodia, madre --insistio Allyson. --Voy a una de las fabricas --le explico Robert, el conde de Nokfolk, serio--. Nada me gustaria mas que compartir el tiempo contigo, Allyson, pero quiza no sea buena idea... Allyson fruncio el ceno mientras hacia un entrenado mohin con los labios que le dedico a Robert y a su madre. --Siempre os quejais de que no pasamos tiempo juntos... Josephine entrecerro los ojos mirando a su hija mayor con desconfianza. Allyson evito su mirada fijandola en su guapo pretendiente, que miraba a su madre esperando un permiso. --Puedo quedarme esperando en el carruaje... --insistio Allyson con dulzura. --Yo cuidare de ella, lady Connelly, y en cuanto termine la diligencia que me lleva hasta alli, la acompanare a casa. Josephine asintio con un gesto serio, visiblemente molesta con su hija mayor. Allyson se despidio de su madre y sus hermanas sin perder mas tiempo y dedico a Robert una bonita sonrisa mientras subia al elegante carruaje con asientos de terciopelo en color verde oscuro. El joven la siguio al interior, sentandose frente a ella. La miro detenidamente mientras golpeaba con su baston el techo para indicar al cochero que se pusiera en marcha. Pocas veces conseguian estar a solas. --No esperaba que quisieras venir conmigo --le comento Robert, con mucha calma, casi arrastrando las palabras. Allyson se encogio de hombros, sintiendose ligeramente incomoda con su tono de voz. Sentia su mirada condescendiente sobre ella, como si todavia la estuviera evaluando para saber si seria o no una buena esposa, o como si estuviera dispuesto a reganarla si no hacia lo que el consideraba correcto. --Apenas nos vemos... --le contesto ella, suponiendo que era logico que pasaran algun momento a solas. --Tu madre ya no esta. No tienes que fingir delante de mi --le indico serio mirandola a los ojos. --No estaba... --?A quien trataba de enganar? Quiza Robert habia empezado a conocerla--. Nunca he visto una fabrica --le respondio compartiendo la verdadera razon por la que habia querido acompanarle. --Ni tienes por que verla --le explico con cierta frialdad, manteniendole la mirada. Allyson lo miro por unos segundos. Habia creido que Robert apoyaria sus inquietudes o le permitiria dirigirse con mas libertad que la que tenia en casa de sus padres. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero en determinadas ocasiones, el le hacia sentir insegura y no era nada agradable sentirse asi. --?Por que no? ?Que habria de malo? --le pregunto mirando hacia la ventana para disimular su decepcion. --Ese no es un sitio para una dama --insistio Robert mientras el carruaje iniciaba un incomodo traqueteo debido al desgastado suelo de las calles por las que habian empezado a transitar. --Oh, vamos... --Allyson le miro impaciente. --Ademas, has dicho que te quedarias en el carruaje. Allyson le miro seria. Cierta tension se palpaba en el ambiente. Ella sabia que no debia llevarle la contraria, que debia mostrarse sonriente y sumisa, pero cada vez le costaba mas comportarse asi con el. --Allyson... --le recrimino molesto--. No se que esperas encontrar alli, pero no es como te lo imaginas. Las fabricas... --entorno los ojos con una mueca--. ?Que has estado leyendo? Allyson se sonrojo, pero no le respondio. Se limito a mirar por la ventana, dandose cuenta de que habian dejado muy atras el centro londinense. --?Donde vamos exactamente? --A una parte del East End... barrios obreros... tu padre se encuentra en una de las fabricas --Allyson se asomo por la ventana sin ningun reparo--. Allyson, esto no es un viaje de placer. Vuelve dentro. Allyson lo miro molesta. --Nunca he estado en un barrio obrero. --Y no vas a estarlo --le respondio serio--. Te repito que no es sitio para una dama. Pasaremos por el barrio, pero no nos detendremos. Allyson le mantuvo la mirada, pero cedio separandose de la ventana. De nada iba a servir enfrentarse con el, ademas de que seria algo imperdonable por su parte. --?Por que no? --susurro a reganadientes. --Allyson, no hay nada que quieras ver, creeme. Allyson lo miro extranada y molesta. Ella queria asomarse por la ventana. Por eso habia ido con el. Era algo que no se podia quitar de la cabeza desde que habia leido a escondida los ultimos libros de Charles Dickens. Le costaba creer que la ciudad que el describia fuera donde ella residia. Robert decidio cambiar el rumbo de la conversacion. Tenia claro que discutir con Allyson no llevaba a nada, ademas de que no tenia por que hacerlo. Sin duda seria una esposa perfecta cuando se acostumbrara a su verdadera posicion como condesa. La acaricio con la mirada. Era preciosa, quiza demasiado transparente en sus expresiones. --Crei que querias estar conmigo... a solas. Allyson se sonrojo consciente de la intimidad del momento. Estiro su espalda pegandose aun mas al asiento en el que estaba, como si pudiera poner mas distancia entre ellos. --Si, claro... --le respondio visiblemente incomoda mientras el carruaje se movia de manera mas abrupta al dejar totalmente atras las cuidadas calles de la ciudad. Miro a Robert. Era un buen hombre, guapo, distinguido, educado. Estaba casi convencida de que seria un buen esposo, pero no sabia por que le estaba costando tanto fijar una fecha para su boda. Sabia que era lo que un marido podia exigir a su esposa. La habian educado para ello. Estaba dispuesta a ser una esposa sumisa y obediente, aunque solo pensarlo le causaba cierta ansiedad. Los pocos y robados besos que el le habia dado en contadas ocasiones no la conmovian lo mas minimo ni mucho menos le interesaba repetirlos. Su madre le habia explicado, sin muchos detalles, lo que pasaba en la intimidad del dormitorio entre un hombre y una mujer, y no tenia ningun interes en experimentar el molesto momento. Lo peor era saber que no habia manera de evitarlo. Desvio su mirada sonrojandose ante sus pensamientos. Parecia que entraba un olor fuerte y desagradable por la ventana y Allyson saco un panuelo del pequeno bolsito que llevaba colgado de la muneca y se lo llevo a la nariz. Robert la seguia mirando detenidamente. --Allyson... ?buscabas estar a solas conmigo? Allyson lo miro ruborizada. Cierto desasosiego la invadio ?Por que insistia? Los ojos de Robert habian empezado a brillar. Realmente estaban los dos a solas. ?Lo veria como una oportunidad de acercarse a ella y besarla? No le apetecia en absoluto. --No digas esas cosas, Robert. Soy una mujer decente. Robert sonrio con arrogancia. Por fin parecia que Allyson se habia dado cuenta de que estaba en sus manos, de que dependia de el. --No dudo de que lo seas... --?Donde estamos? --le interrumpio con curiosidad acercandose a la ventana al ver que pasaban junto a unos edificios que no conocia. Robert le impidio que lo hiciera sujetandola por el brazo. --Allyson, no tienes por que ver esto. Se mantuvieron la mirada por unos segundos. La tension entre ambos fue mas que visible y parecia que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. Robert se incorporo ligeramente sobre ella. Allyson se rindio. Lo tenia demasiado cerca. Bajo la mirada, sumisa y volvio a apoyarse en su asiento. --Si no querias estar conmigo a solas, ?Que pretendias con este viaje? --No lo se. Pense que podria ver a mi padre... --?Ahora? ?Tienes algo urgente que decirle? Una fabrica no es lugar para una mujer de tu clase. Te ruego que no bajes del carruaje cuando lleguemos. Puede ser peligroso. Allyson lo miro con cierta desconfianza. Sus palabras parecian sinceras y su tono de voz amenazador. --?Peligroso? ?Y por que mi padre viene todos los dias? ?Por que vienes tu? --Peligroso para una mujer como tu, querida --le respondio protector sin dejar de mirarla. Allyson asintio antes de girar la cabeza hacia la ventana. Estaba deseando ver lo que habia en las calles. Siempre habia vivido protegida, entre sedas y algodones, pero ultimamente tenia muchas dudas acerca de si su vida era real o era un espejismo en el que solo unos cuantos afortunados podian vivir. Robert se sento de repente a su lado buscando su contacto. Allyson se sobresalto y con rapidez se levanto de su asiento para ocupar el que el habia dejado libre. --!Robert, por favor! Robert hizo una mueca de autosuficiencia.

  • La cabana de Natasha Preston

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    Un fin de semana de juerga en una cabana remota es justamente lo que Mackenzie necesita. Quiere divertirse a tope con sus amigos, lejos de los padres y las obligaciones. Pero tras una noche loca dos de ellos mueren. asesinados.
    Sin signos de que la puerta haya sido forzada y ningun rastro de forcejeo, las sospechas recaen sobre el grupo de amigos.
    Entre ellos solo hay un asesino. Pero ninguno es inocente.

  • El serpenteante ser pensante de Julio Suarez Guerrero

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    Desventuras, perversiones, reflexiones y adicciones de un expatriado Millennial quien, fruto de una crisis existencial, decide emprender una nueva vida en Asia. Alli encuentra trabajo como agente inmobiliario de lujo en una importante multinacional con sede en el centro financiero de Shanghai.

  • La iniciacion (Venganza 2) de Malenka Ramos

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    Junto a Dominic, Samara ha conocido una vida que nada tiene que ver con la real y a una familia que se rige por sus propias normas, por sus parafilias y por una sexualidad atrevida y poco compasiva.

  • Y llegaste tu de Aryam Shields

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    La vida de Brithanny Stevenson dio un vuelco total, despues de la muerte de sus padres, dejo atras parte de su familia y amigos para aprender a vivir con una hermana que para ella era una completa extrana.
    David Muller es un hombre sexy y arrogante, cuya enigmatica sonrisa esconde muchos secretos.
    Para el Brit es un fastidio y para ella David es un cabron.
    Una noche puede cambiarlo todo. En medio de los conflictos, una profunda atraccion surge entre ellos, envolviendolos en un huracan de sensaciones donde prima el deseo y el unico lenguaje es el placer, sin sentimientos, sin nombres, sin ataduras, simplemente dos adultos disfrutando de su sexualidad ?que puede salir mal?
    De la autora de la bilogia Ensename, Contrato y Nueve Meses entre otras llega esta romantica y pasional historia que cautivara tus sentidos.

  • Entre los rotos de Alaide Ventura Medina

    https://gigalibros.com/entre-los-rotos.html

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  • Las Hermanas Wadlow de Lily Cerda

    https://gigalibros.com/las-hermanas-wadlow.html

    Las Hermanas Wadlow

  • Tu destino (Rancho Anderson 1) de Eva River

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    Los Anderson tenian un ultimatum. O encontraban esposa o encontraban esposa.
    ?Que tan dificil podia ser? ?Acaso no tenian a todas las chicas babeando por ellos? Pues… estaban a punto de comprobarlo.

  • Palmeras de la brisa rapida de Juan Villoro

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    Juan Ruiz llego a Yucatan a ver por que los yucatecos comian tanta azucar. Trabajaba para una compania sonorense dispuesta a hacer grandes negocios con el apetito peninsular. En Progreso conocio a una muchacha que acababa de despachar a un pretendiente "porque fumaba cigarros rusos muy apestosos". Estela Milan pertenecia a una familia cuya buena reputacion emanaba, no de sus blasones nobiliarios, como hubieran querido algunos de sus miembros, sino de sus sabrosos helados. A unos pasos de la estacion del tren, la Neveria Milan ofrecia sorbetes y chufas. Durante anos, la familia habia probado su habilidad para confitar en frio, pero su verdadera aspiracion era el bel canto. Estela Milan solia interrumpir los bailes para interpretar un aria, el codo apoyado en el hombro de su galan. Juan Ruiz tomaba decisiones con la llana simpleza de quien es rustico y es espanol. Un dia abrio la puerta de su choza en la sierra de Leon, vio la nieve en derredor, penso en el trabajo que lo aguardaba en el corral de las ovejas y decidio irse al continente donde todas las frutas son posibles. En sus primeros anos americanos "labro futuro" durmiendo en el mostrador que atendia por las mananas. Sus penurias fueron tantas que aquel mostrador acabo por parecerle confortable. Varios anos despues habia logrado reunir algun dinero. El salon de bailes de Progreso debio parecerle un recinto del imperio austrohungaro y aquella muchacha que se abanicaba sin cesar, una princesa de Dalmacia (algo que ella no hubiera vacilado en aceptar). Ante Estela, sus mejores credenciales eran su acento espanol (en las raras ocasiones en que hablaba) y su "pinta distinguida" (una manera de decir que a pesar de su corta estatura y la calvicie incipiente, sus facciones alargadas sobresalian en los salones yucatecos donde abundaban las caritas picnicas). Asi como un dia el aire helado cuajo en una insolita palabra, "America", asi supo que viviria toda su vida con Estela. Nada mejor para un profugo del frio que una muchacha para quien la nieve era algo que sabia a guanabana. Yo los conoci muchos anos despues como mis abuelos. Su matrimonio tuvo el tipo de exito que solian tener los matrimonios de entonces: no se divorciaron y no se hablaron en los ultimos veinte anos. Viviamos en el duplex que mi abuelo construyo en Mixcoac y que era un ejemplo de su caracter; si el arquitecto decia que las paredes debian tener medio metro de espesor, el disponia que fueran de dos metros; no habia manera de convencerlo de que no estaba edificando las murallas de Campeche. Y no solo le molestaban las paredes de medio metro. En su caso, "estar de buen humor" significaba elogiar durante dos minutos a Rojo, el caballo de su infancia, o apiadarse de su unico amigo, el senor Maranon, que tenia un trapo en la cara porque le habian quitado la nariz. No le entusiasmaba nada que no fuera beber cafe negro en una botella de refresco o morder bolillos durisimos. En esa epoca era identico a Fernando Pessoa, cosa que, por supuesto, todos ignorabamos. Sin embargo, a diferencia del poeta, lo permanente en el no era la depresion sino el enojo. De las muchas emociones simples de que dispuso en vida, el abuelo escogio la colera para sus ultimos anos. A veces, al ver que los jugadores de futbol americano se pegan en el casco para celebrar una jugada, pienso que los coscorrones del abuelo eran cripticas felicitaciones. Como quiera que sea, nada podia impedir que pasaramos la mayor parte del tiempo en la parte inferior del duplex, la casa de los abuelos. Ellos si tenian television. --Chiquiti pollo, chiquiti pollo --decia mi abuela, y se pellizcaba el cuello repetidas veces, cuando el 7deg de caballeria liberaba a "los buenos". Esta era su forma de decir "lero lero candelero". Para nosotros Yucatan era la peculiarisima forma de hablar de la abuela. Sabiamos que venia de un lugar remoto y que varios de nuestros parientes habian muerto luchando contra Mexico. Tal vez porque el abuelo no daba otros signos de vida que un bastonazo de ocasion, su patria no parecia tan lejana. Mi abuela tenia una amplia memoria, siempre mejorada por su imaginacion. Nos conto mil veces el bombardeo de Progreso (la familia corrio hasta Chicxulub y se refugio en una casa repleta de alacranes), la llegada del cometa Halley, la visita de Madero a Yucatan: el heroe la tomo en brazos en un parque, dijo "que bonita nina" y le planto un beso en la mejilla (para mi abuela, la Revolucion habia sido obra de forajidos, pero guardo un buen recuerdo del "pobre hombre" que la beso de nina). Lo mas interesante de sus historias era que estaban llenas de misterios insolubles. Todo lo que contba de su abuelo, Jose Nicoli, era para demostrar que no era negro. El habia llegado de Honduras en compania de su esclava, la futura nana de mi abuela... "Era un hombre de pelo crespo, boca amplia, algo morenito, pero no negro." La ignominia maxima para una mujer consistia en no ser blanca (pronunciaba con tal enfasis que se oia balanca) y la siguiente (disponia de una vastisima escala de oprobios) ser blanca y "revolcarse con un turco". Todos los dias renovaba su decencia describiendo con lujo de detalle la indecencia de los demas. Si hubiera dicho "Fulana se fue con Mengano" jamas habria reparado en ello, pero cuando se referia a "!esa que se revuelca con los turcos!", me daban ganas de conocerla. La frase tenia una innegable carga sexual y hacia pensar en amores circenses, arabigos, magnificos. Una tia abuela mia habia sido raptada (y devuelta) en su juventud... "pero no por un turco", aclaraba mi abuela. La sangre arabe solo le parecia recomendable para la cruza de los caballos a los que mi abuelo le apostaba los domingos. Los apellidos de ciudades suelen senalar un origen judio sefardita y los Milan no debian ser la excepcion, pero mi abuela habia dado con un documento (perfectamente imaginario) que la vinculaba con Fernando VII. Vivia para ser blanca, decente y hasta santa. Cuando mi abuelo y yo regresabamos del hipodromo, nos informaba que alguien habia ido a preguntar si ahi vivia la santa. --Se conoce que estan enterados --anadia, con un gesto de la mas transparente vanidad. --!Esta mujer! --farfullaba mi abuelo. Yo estaba de parte de la abuela. Era carinosa, inventiva, malediciente y encontraba una justificacion extralogica para cualquier cosa. Una de nuestras actividades centrales consistia en sopear panes en su cafe con leche (acaso por ese don yucateco para azucarar las cosas, el suyo sabia mas rico que el de los demas). Cuando mi madre nos encontraba lamiendo las gotas que habian ido a dar a nuestros antebrazos, iniciaba una reprimenda: --!Que porqueria! Entonces ocurria la fabulosa explicacion de mi abuela: --Si asi lo hacen los americanos --y a continuacion inventaba una pelicula de gente refinadisima que sopeaba el pan, con un reparto avasallador: Ingrid Bergman, James Stewart, Grace Kelly y Humphrey Bogart. --Pero ellos no se lamen los antebrazos. --H'm. Se acabo --y las lagrimas fluian puntuales de sus ojos. --!Si, hazte la victima! --Tienes razon --sollozaba--, se me figura que la Bergman no estaba en la pelicula, sino Rita Hayworth --era imposible regatearle un argumento. Mi abuela es la unica persona que he visto llorar sin sentirme mal. Las lagrimas eran la exacta puntuacion de sus historias. Me gustaba que contara el episodio del chocolate. En una epoca en que fueron muy pobres, su padre gasto sus ultimas monedas en comprar un trozo de chocolate que tuvo que repartir entre sus siete hijos. La primera lagrima siempre caia en la palabra "trozo". Pero su capacidad histrionica conocia momentos mas intensos. Sus desmayos y sus ataques eran esplendidos. Sabiamos que los fingia, pero parecian tan veridicos que nos arrodillabamos a rezar mientras mi abuelo iba por el alcohol. Mi abuela habia querido ser cantante de opera. Por suerte para nosotros su padre no la dejo; de lo contrario nos hubiera privado de las escenas que iban del arbol de hule en el jardin a la azotea donde recitaba un aria de fin de mundo hasta que descubria que no valia la pena lanzarse de algo que no fuera un castillo. Esta pasion la llevo a incluirme en un drama: --Te voy a costurar un trajecito --me dijo cuando le hable con entusiasmo de la pelicula El Cid Campeador. Su inagotable capacidad de extravagancia tambien pasaba por la Singer. Habia hecho titeres en forma de dedales, la familia Tuch (ombligo). Por desgracia he olvidado los parlamentos que le asignaba a los diez ombligos. En el caso del Cid, nada le parecio mas natural que yo llevara mis gustos castizos a la calle. Velamos las armas en el antecomedor y luego me hablo pestes de los moros (un moro era un enemigo terrible, un turco historico). Asi, un dia de gracia de 1964 sali a combatir moros a la calle de Santander, enfundado en un traje medieval, con cruz roja al pecho y espada de palo a manera de la Colada. Por una vez los indios y los vaqueros se unieron para destruir esa incoherente aparicion. Mi abuela quedo feliz con la escaramuza. Curo mis heridas con violeta de genciana, arreglo el traje y se ofrecio a confeccionar una cota de malla con un mosquitero. No soporte la idea de un nuevo enfrentamiento. Le hable de los penachos indios y las afiladas botas de los vaqueros, con tal intensidad que se aficiono al rodeo. Ante la mirada disolvente de mi abuelo, la sala se transformo en un lienzo donde mi abuela toreaba perros de peluche. --Lo mas importante es el publico --no podia iniciar una escena sin testigos suficientes; pasabamos la mayor parte del juego abarrotando la falsa chimenea de munecos y mascotas. Alguien tan habil para contar descalabros ajenos debia tener una fuerte nocion del que-diran. Y mi abuela la tenia, pero solo abarcaba a los yucatecos. Si le llegaba una boleta de luz excesivamente alta, decia: --!Machis!, se me figura que me quiere perjudicar un yucateco de la compania de luz. En su mente, el pequeno mundo de Progreso se habia trasladado a la ciudad para observarla. Sus actos seguian siendo tan comentados como cuando iba a la neveria o al teatro Melchor Ocampo. A juzgar por su recelo, Yucatan debia ser una sociedad de conspiradores. Si alguien le ofrecia presentarle a un paisano, exclamaba: --!Fo!, !a redo vaya! --que mas o menos significa "fuchi, vete al diablo". En cuanto a la familia, solo entraba en su vida en forma de molestia. Su madre era una figura tiranica. Se acostaba en su hamaca, el unico sitio donde estaba "comodita", a comer platanos con leche y decidir la vida de sus hijos. A Florinda la destino a la solteria: "Eres la fea, tu me vas a acompanar de vieja". Florinda desarrollo tal fobia a los espejos que gritaba si le colocaban uno enfrente. Ernesto, el hermano mayor, era malisimo, se comia todo el arroz de los anos pobres "y ni siquiera engordaba". Este apetito sin provecho apenas era compensado por el humor "del pobre Gonzalo" (mi abuela no podia hablar de alguien bueno sin pobretearlo). Gonzalo murio joven y lo unico que se de el es la frase que dijo en una alberca: "Hago tan bien el muertito que hasta me empiezo a pudrir". Elvia tenia jaquecas todos los dias a las cuatro en punto; se acostaba unos minutos antes, a esperar su hora de dolor. La unica amiga de mi abuela era la senora Villa, una italiana (sus elaborados prejuicios le hubieran impedido tratar a alguien que se apellidara como el Centauro del Norte), casada con un ex piloto de Mussolini que se mantenia jovencisimo gracias a una dieta de miel. Ademas de la senora Villa, Italia tenia otras virtudes: era el pais de la opera y no era Espana. Y es que la abuela habia emprendido una cruzada antihispanica. Aunque el Cid merecia su aval moral para decapitar moros, los espanoles del duplex (mi abuelo y mi padre) solo podian ser objeto de intriga. En aquellos dias primarios, me convencio de que Espana era el pais donde la gente no se cambiaba de camisa. Ella era fanatica de la limpieza; los jabones que pasaban por sus manos cobraban otra consistencia, como si hubieran servido a un regimiento, y tenia no menos de tres polveras en servicio. El caso es que una de nuestras complicidades consistia en contar los dias que mi padre llevaba con la misma camisa. Es obvio que alguien que crecio en un internado jesuita, donde habia que romper el hielo en el aguamanil para lavarse la cara, no podia tener la misma relacion con el agua que una dama del tropico, pero mi abuela aprovechaba cualquier oportunidad para que la vida de la casa se volviera interesante, es decir, sospechosa. Vivia rodeada de extranjeros. Mi hermana y yo eramos "mexicanos", y por mas lastima que esto le causara, jamas hubiera pensado en compartir nuestra suerte. Mi madre nacio en Yucatan, pero su vida estaba marcada por el estigma de los descastados: habia empezado a fumar. Todas sus ideas eran fijas: mi hermana Carmen y yo eramos perfectos, a pesar de que jamas lograramos cumplir una de sus mas caras obsesiones: dibujar "un tucho nadando". El tema estaba a la altura de nuestros gustos estrafalarios, pero desperdiciamos cientos de crayones sin lograr que el simio nadara. Cuando mi madre le dijo (llorando en serio, sin la menor teatralidad) que yo era sonambulo y hablaba solo, ella respondio: "Como sufre el nene". Los culpables de mis defectos siempre eran otros, en especial mis insoportables amigos: --!Estos chiquitos solo vienen a hacer laberinto! --se quejaba.

  • Un escape casi perfecto (Novias Fugitivas 1) de Pamela Palma Mendoza

    https://gigalibros.com/un-escape-casi-perfecto-novias-fugitivas-1.html

    !Oh no! !Hannah Monroe lo habia hecho!

  • El misterio de Ardlamont de Daniel Smith

    https://gigalibros.com/el-misterio-de-ardlamont.html

  • Canciones de amor y guerra de Santa Montefiore

    https://gigalibros.com/canciones-de-amor-y-guerra.html

    *Santa Montefiore, la reina del romance epico, une de manera magistral la convulsa historia de Irlanda a lo largo de varios siglos con una trama familiar y romantica que atrapa desde las primeras paginas.
    *El tono recuerda mucho a la serie Downton Abby (tramas romanticas, conflicto entre irlandeses e ingleses, y como afecta la Primera Guerra Mundial a la caida del tipo de vida de la aristocracia.). Otros referentes podrian ser Diana Gabaldon o Florencia Bonelli.
    *Primera entrega de la trilogia: Cronicas de los Deverill.