• cosmin flavius stricescu fuego eterno - Cosmin Flavius Stircescu

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  • Fuego Eterno Versión Kindle - Stircescu, Cosmin Flavius

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  • Fuego Eterno - Cosmin Flavius Stircescu - Babelio

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  • Fuego Eterno - Cosmin F. Stircescu - Ediciones Arcanas

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  • Reseña: «Fuego Eterno», de Cosmin F. Stircescu ...

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    15 may 2021 — Cosmin Flavius Stircescu es un escritor de origen rumano que se desenvuelve excepcionalmente bien en la narrativa fantástica, así como en la de ...

  • FUEGO ETERNO - Librerías Picasso

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    FUEGO ETERNO, STIRCESCU COSMIN FLAVIUS, 16,00€. «Cuando el traidor pase a ser el traicionado, la venganza no será suficiente para saldar viejas deudas».

  • fuego eterno - stircescu, cosmin flavius - CLIPSMERIDA

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    FUEGO ETERNO. STIRCESCU, COSMIN FLAVIUS. 16,00 €. 15,20 €. IVA incluido. Disponible en 48/72h. Editorial: EDICIONES ARCANAS; Año de edición: 2019 ...

  • Fuego Eterno - Tapa Dura - Stircescu, Cosmin Flavius ...

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    1 may 2019 — Disponemos también de otros títulos del autor Stircescu, Cosmin Flavius que podemos encontrar en nuestra tienda online de libros además de Fuego ...

  • Di que eres mia de Elena Romero

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    El humo de un cigarrillo abandona el coche a traves de la ventanilla, el espeso humo se desvanece rapidamente en el ambiente debido a la velocidad considerable a la que se desplaza el vehiculo. Un par de caladas mas tarde, es lanzado hacia la nada, ya que, siempre habia sido una mala idea fumar antes del desayuno. Acto seguido, sosteniendo un vaso desechable con el logo de una reconocida marca de cafeterias, Derek es victima de los espasmos involuntarios que le generan una tos incontrolable y que no le permite continuar avanzando. Se ve obligado a detener el vehiculo por unos segundos a la orilla de la carretera, maldice una vez mas y toma un sorbo de cafe. Habia dos cosas que Derek detestaba enormemente, una de ellas era el cafe frio, y la otra, una sesion de sexo mediocre. La vida de Derek no ha sido sencilla, ha tenido que afrontar algunas duras pruebas que lo han convertido en el hombre actual, no se siente orgulloso de nada de lo que ha logrado, ya que, todo parece haber sido una serie de fracasos desde hacia seis anos atras. Ahora, con 25 anos, Derek tiene mas historias que contar que cualquiera de las personas que conoce, se ha visto obligado a abandonar su ciudad natal para poder conseguir oportunidades en la ciudad de Nueva York, que ha sido la unica que le ha dado un voto de confianza al joven conductor de una furgoneta de entregas a domicilio. De hecho, es lo unico que tiene, y lo que considera de valor en su vida. Vive en un pequeno departamento sobre un bar nocturno que opera durante toda la noche y raras veces le permiten dormir por el volumen elevado de la musica. Aunque sabe que su vida es un completo desastre, Derek sabe perfectamente como compensar la desgracia, ya que, no duda ni un solo segundo cuando tiene una oportunidad de divertirse. Aquella manana, es evidente en sus ojos el agotamiento de no haber cerrado y sus parpados en toda la noche. Siendo un lunes por la manana, debe asumir sus responsabilidades para poder tener algunas monedas al final de mes. Hubiese deseado quedarse en la cama, pero las responsabilidades matutinas del inicio de semana lo han impulsado a salir de su departamento con la misma ropa con la que ha pasado todo el dia del domingo. Solo le ha dado tiempo de tomar la chaqueta de la compania de entregas para la cual trabaja y tras subir a su camioneta, condujo rapidamente para recoger la encomienda y entregarla en el destino indicado. Su vida ha sido automatica desde su llegada a Nueva York, una rutina muy bien definida por el trabajo durante el dia y el placer durante la noche. Necesita un escape efectivo de la realidad en la cual se encuentra, y a pesar de que, ha tenido muchos vicios rodeandolo constantemente, el unico ante el cual ha sucumbido de manera inevitable ha sido el placer que le puede proporcionar el sexo. Nunca es suficiente para Derek, quien, despues de haber tenido una vida bastante agitada durante sus dias de adolescente, ha retomado esta vida despues de volver a las calles una vez mas. Si, Derek ha estado ausente de las calles durante cuatro anos, despues de que, con tan solo 20 anos ingresara a la penitenciaria estatal al haber estado vinculado con multiples estafas. Es un hombre sumamente inteligente, pero esta inteligencia no ha sido utilizada para los fines correctos. Siendo un genio de la computacion y un maestro de los numeros, Derek se habia vinculado con las personas equivocadas. A traves de las practicas ilicitas, habia logrado conseguir una importante fortuna que aseguraria su futuro, pero nunca habia contemplado la posibilidad de ser atrapado. La mente de un criminal siempre evade esta posibilidad, deshaciendose del miedo ante la posibilidad de vivir encerrado durante el resto de su vida, y asi poder efectuar sus crimenes de manera impecable y exitosa. Una equivocacion minima le habia costado la libertad a Derek, quien fue rapidamente rastreado por los federales, quienes estaban tras su pista despues de haber conseguido enganar a uno de los empresarios mas importantes de la ciudad de Nueva York. Miles de dolares ingresaron a su cuenta personal en solo unos segundos, siendo un exito tanto para el como para sus companeros, quienes confiaban en las habilidades de este genio, quien aseguraba en todo momento que nunca podrian atraparlo. Tan solo un par de horas despues, los federales estaban rompiendo sus puertas para ingresar y llevarlos a todos detenidos. Al parecer, este seria el final de la vida de crimenes de Derek, quien tuvo suficiente tiempo para recapacitar mientras estuvo encerrado. Tras este suceso, sabia perfectamente que no contaria con absolutamente nadie a partir de ese momento. Sus padres, llenos de decepcion, le dieron la espalda para siempre, dejando a Derek por su cuenta durante los siguientes anos. Su buen comportamiento le habia permitido salir antes de que se cumpliera la condena de los cinco anos. Fue asi como, despues de cuatro anos encerrado en aquella penitenciaria, finalmente saldria a las calles llevando a cuestas una pequena mochila con algunas de sus pertenencias, un corazon lleno de esperanzas y una gran necesidad de llenar el vacio que habia sentido durante los ultimos cuatro anos. La adolescencia de Derek que habia sido un completo desastre, llena de locuras y accion debido al exito que tenia con las chicas. Estatura de 1.90 m, piel blanca, ojos cafes y personalidad particular, siempre le han permitido tener acceso a la chica que deseara, por lo que, no seria dificil poder conseguir a alguien con quien divertirse desde aquella primera noche en las calles de Nueva York. Cada centavo del dinero que habia conseguido estafando habia sido confiscado, por lo que, todos asumian que Derek estaba completamente quebrado. Pero, un joven tan inteligente y habil con la tecnologia, habia conseguido guardar algunos dolares en una cuenta que no habia sido rastreada. Este seria su fondo de retiro, el cual pensaba que utilizaria muchos anos despues, el cambio en los planes de manera tan drastica lo habia obligado a disponer de este dinero para poder comprar un pequeno departamento en la ciudad de Nueva York y una furgoneta. No habia sido demasiado meticuloso a la hora de escoger su departamento, entrando al primer lugar que se le presento y cerrando el negocio casi instantaneamente. Era un lugar tranquilo durante el dia, pero durante las horas nocturnas era un completo caos. El bar que funcionaba en la parte de abajo, generalmente tenia niveles insoportables en el volumen de la musica, algo con lo que no contaba Derek aquella tarde cuando cerro el negocio para comenzar a vivir en aquel lugar. Esto lo obligaba a compartir el festejo y bajar hacia el bar a disfrutar de unas cervezas y buena compania. Esta era una apuesta segura, ya que, cada vez que acudia completamente solo al bar, generalmente terminaba en la habitacion principal de su apartamento follando con cualquiera de las chicas que sucumbieran ante sus encantos. Era un hombre misterioso, siempre tenia una buena conversacion para compartir. Su talento con las mujeres era algo innato, no era algo que practicara o premeditara antes de llevar a cabo, con solo sentarse al lado de una de las chicas y proporcionarle una cerveza, ya tenia la mitad del trabajo realizado. Pocas habian sido las que se habian rehusado a compartir un trago con este caballero, muchas de ellas por su preferencia sexual y otras por estar acompanadas de su pareja, quienes aparecian segundos despues para quitar del medio al joven conquistador. Despues de continuos intentos por conseguir un empleo, se le estaba acabando el dinero, hasta que finalmente habia logrado ser contratado por esta compania de entregas a domicilio, la cual requeria de un joven con vehiculo propio que le permitiera realizar las entregas de paquetes de diferentes dimensiones. Aunque aquel viejo hombre no estaba demasiado convencido de darle la oportunidad a un exconvicto, finalmente logro sucumbir ante la insistencia de Derek. Fue asi como consiguio aquel empleo que le obligaba a salir muy temprano de casa en la manana para pasar todo el dia conduciendo su furgoneta de un lugar a otro para realizar las entregas asignadas por la secretaria de la compania.

  • Lealtad de Letizia Pezzali

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    ?Que tienen hoy en comun nuestras relaciones amorosas y nuestra voracidad economica?

  • La casa del arroyo de Conchi Aragon

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    <thriller cuyas claves se encuentran en los secretos que esconden los vecinos de un pequeno pueblo>>

  • Una esposa para el jeque de Tara Pammi

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  • Un lugar donde quedarme de Jana Westwood

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    Hace ya anos que Felicia Bellgard, hija de un pequeno terrateniente de Houston, Texas, encandilo con sus dulces ojos azules a Sam, uno de los hermanos Harbord, duenos del rancho Little Bit, consiguiendo uno de los matrimonios mas prosperos de todo el estado. Sam era el mayor y compartia la propiedad con Walter, su hermano pequeno, pero la tierra nunca seria un problema entre estos hermanos porque 507105 acres era suficiente terreno para los dos. La vida de Felicia se vio, a partir de ese momento, adornada con toda clase de lujos y comodidades, si tenemos en cuenta que vivia en un rancho. Felicia tenia una hermana, Jillian, que deberia haber seguido sus pasos si hubiese sido inteligente. Todos pensaban que Jillian era mucho mas guapa que Felicia y estaban seguros de que conquistaria a Walter sin apenas esfuerzo, de manera que los cuatro hermanos vivirian juntos y felices para siempre, en los dos mil kilometros cuadrados de terreno que poseian. Pero cuentan que Walter se enamoro de Irene Abey, la mejor amiga de las dos hermanas, y se hizo construir otra casa a unos cuantos kilometros del edificio principal, dentro del rancho, dejando a todos con cara de imbeciles. Jillian tuvo entonces que buscar el amor en otros lares y con el buen ojo que la caracterizaba fue a fijarse en Roberto Guzman, un mexicano que trabajaba en el rancho y cuyas mayores cualidades eran sus desarrollados musculos y una poderosa labia. La familia Bellgard, en concreto el padre de Felicia y Jillian, un hombre chapado a la antigua y con poco aprecio por los extranjeros, ordeno a su hija que se desenamorase inmediatamente, a lo que Jillian reacciono escapandose con Roberto para casarse. Thomas Bellgard borro a su hija de la vieja Biblia en la que la habia inscrito al nacer y prohibio a todos los miembros de la familia que tuviesen contacto con ella, de ninguna clase. Repudiada por todos, Jillian se marcho con su esposo a Saltillo, Mexico, y no volvio a tener noticias de su familia tejana. El amor que sentian el uno por el otro se fue agriando a fuerza de penurias, y mientras Jillian tenia que cuidar de sus cuatro hijos, Roberto encontro en el vino a un fiel amigo. Habian pasado diez anos sin que tuviesen noticias de la descarriada Jillian, cuando Felicia recibio una carta de su hermana. El orgullo habia muerto de hambre y le pedia ayuda. Felicia entonces tampoco era demasiado feliz, tenia todo lo que podia desear, excepto lo que mas deseaba. Dios no habia querido bendecirla con el don de la maternidad, y ver como Irene traia al mundo a Nathan y Samantha no la ayudo mucho. La contricion de su hermana y sus suplicas para que la perdonase tuvieron efecto en Felicia, que leyo a su esposo la carta en la que la susodicha le pedia ayuda diciendole que volvia a estar embarazada y que no se veia con fuerzas de cuidar a otro nino mas. Sam Harbord sabia de sobra lo necesitada que estaba su esposa de un hijo y se le ocurrio una idea, podian quedarse con el nino que llevaba Jillian en el vientre, adoptarlo como suyo y proporcionarle una vida con todo lo que pudiese necesitar. Para ello imponia una unica condicion: que fuese varon. Felicia paso toda la noche sin dormir pensando en ello. Aunque le hacia una gran ilusion ser madre, nunca se habia tenido que preocupar por otro ser humano. Entonces se le ocurrio una idea. En lugar de quedarse con uno de los hijos de su hermana, se quedarian con dos, el que aun no habia nacido y que adoptarian como propio, y la mayor de las ninas, a la que acogerian como protegida y que seria en realidad quien se encargase de atender al bebe. Su esposo estuvo totalmente de acuerdo con ella. Jillian, que amaba profundamente a sus hijos, sintio que se le partia el corazon al tener que separarse de dos de ellos. En especial de Tracy, que era plenamente consciente de lo que ocurria. Aun asi fue capaz de convencer a Roberto de que aquello era lo mejor para todos. Gracias al dinero que les darian podrian comprarse una casita y montar el taller mecanico que el siempre habia querido. Ademas, Sam y Felicia costearian la educacion de todos sus hijos. Incluso de Tracy. Roberto firmo los papeles de adopcion y entrego a su hijo recien nacido, mientras Jillian abrazaba a su pequena sin soltar una lagrima y repitiendo en su cabeza que Tracy y Harry tendrian una maravillosa vida lejos de ellos. La nina lloraria suficientes lagrimas por todos. (c) Jana Westwood Portada:Jana Westwood Foto portada: 123rf 1aEdicion: febrero de 2017 Todos los derechos reservados. Queda prohibida, bajo la sancion establecida por las leyes, la reproduccion total o parcial de la obra sin la autorizacion escrita de los titulares del copyright. Capitulo 1 Tracy era pequena y estaba demasiado delgada para su edad. A Felicia le parecio que ademas tampoco parecia muy simpatica, pero quiza se debiera a lo exageradamente timida que era. --No se parece a mi hermana, ?verdad? --dijo mirando a su marido que estaba sentado junto a ella en el avion. --Es una cria, ?que esperabas? --dijo el sin prestar demasiada atencion a nada que no fuese el bebe que tenia en los brazos. Resulto que Sam se encontraba comodo con el nino y el instinto paternal habia eclosionado en el como por arte de magia. Felicia siguio mirando a la pequena que iba sola en los asientos de la derecha. Al menos habia dejado de llorar. Cuando llegaron al rancho les esperaban con globos y carteles de bienvenida con el nombre de Harry por todas partes. Todos se portaron muy bien con Tracy. Incluso su primo Nathan que con doce anos tenia poco interes en la llegada de un bebe y una nina a la familia. Samantha, a la que todos llamaban Samy, se mostro un poco nerviosa, para ella la idea de tener una prima de su misma edad con la que jugar era todo un acontecimiento, pero Tracy no parecia muy entusiasmada por conocerla. A Tracy le parecio que todos eran increiblemente grandes y que su prima era realmente hermosa con aquella ropa tan bonita y el pelo largo sujeto en una coleta alta. Se sentia fea, pequena y tremendamente triste. No levantaba la cabeza y apenas dijo nada temiendo que se pondria a llorar. Cuando cortaron la tarta y pretendieron que comiera una porcion a punto estuvo de atragantarse al intentar contener las lagrimas. Irene Abey comprendio que la nina necesitaba desahogar su pena a solas y se ofrecio a mostrarle su habitacion dejando a los demas con el pequeno Harry. A Irene no le gustaba nada como habia decorado la habitacion su cunada. Tampoco le parecia bien que hubiese colocado a la nina en aquel cuarto tan pequeno con la excusa de que era el unico que estaba al lado del de Harry. --?Te gusta? --pregunto con ternura. Tracy asintio con sinceridad mirando a su alrededor. Habian pintado las paredes en color azul cielo, que era su color preferido. Se acerco al armario y lo abrio, estaba lleno de ropa. Se volvio a Irene. --Felicia te ha comprado ropa --dijo su tia acercandose--, penso que no tendrias mucha. Tracy miro su pequena maleta que alguien habia dejado sobre una silla y luego volvio a mirar la ropa que estaba colgada en el armario. Entre todos sus hermanos juntos no tenian tanta ropa como habia alli. --Samy hizo de modelo para escoger la talla --dijo Irene--, es posible que te esten un poco grandes, mi hija esta mas rellenita que tu. Al ver que la nina estaba incomoda con su presencia decidio dejarla sola. --Te dejare para que te instales --dijo Irene--. Supongo que querras sacar tus cosas de la maleta. Y puedes descansar o bajar cuando te apetezca. Tracy asintio y vio como Irene salia del cuarto dejando la puerta abierta. Despues de unos segundos fue hasta su maleta y la abrio. Sus pantalones raidos la miraron avergonzados y sus zapatillas gastadas parecieron esconderse tras el papel con los dibujos de Clara. Cerro la maleta, se sento en el suelo y se abrazo las rodillas con fuerza tratando de contener los sollozos que se le escapaban sin que pudiese impedirlo. Su primo Nathan entro en el cuarto y la observo unos segundos hasta que ella levanto la vista y lo miro con la cara mojada por las lagrimas. --Asi que ya conoces la tradicion --dijo el muchacho. Tracy fruncio el ceno. --La de que llorar cuando estrenas una casa trae buena suerte --dijo el muchacho sentandose frente a ella en el suelo--. Supongo que te lo ha contado mi madre, pero no hace falta que te esfuerces tanto. Venga, que te ayudo. El nino empezo a gemir y a hacer como que lloraba y Tracy se echo a reir al ver sus muecas. --?Sabes montar? --pregunto cuando la nina se limpio las lagrimas. Tracy nego con la cabeza. --Pues aprenderas --respondio Nathan--. Yo monto muy bien, y caballos grandes, no como los que monta Samy. Pero es que ella es una cria. Como tu. --?Cuantos anos tienes? --pregunto Tracy. --Trece --respondio orgulloso--. Tu no debes tener mas de ocho. --Tengo diez --dijo ella molesta. El nino la miro de arriba a abajo. --Pues eres muy pequenaja para diez anos --dijo--. Mi hermana te saca una cabeza, por lo menos y tiene nueve. ?Todos tus hermanos son tan pequenajos como tu? Tracy asintio y la tristeza volvio a invadirla al pensar en su familia, sobre todo en su hermana Clara. --Estas triste --dijo Nathan. Tracy asintio. --Echo de menos a mi familia --dijo. Su primo la miro con ternura. --?Quieres hablarme de ellos? --pregunto. A la nina se le iluminaron los ojos y asintio repetidamente

  • El milagro de una ninfa y otros relatos de Cristin Ferro

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    La vida tiene diferentes fases, pruebas que hay que pasar y dificultades que hemos de superar. En este recopilatorio de relatos, hay dolor, amor, sufrimiento y risas. Porque todo tiene su momento y lugar.Sumergete en la inocencia, la amistad y la familia, dejate llevar por los sentimientos y descubre diferentes formas de vivir en estos siete relatos llenos de sensaciones.

  • Manana tendremos otros nombres de Patricio Pron

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  • La trampa de Ele Serfstone

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    Hugo esta solo, o asi es como se siente. Su mama murio cuando el aun era muy pequeno. No la recuerda, por eso no la extrana. En cuanto a su papa, digamos que las cosas no van muy bien con el. No hablan, y el contacto fisico es practicamente nulo. Es, como si no existiera. Pero las cosas cambian el dia en que su papa decide pasar pagina y empezar a salir de nuevo. Con el tiempo se enamora de una mujer con la que decide casarse. Asi la familia crece, ahora tiene una nueva mama y un nuevo hermano. Todo normal, ?o no?

  • Somos tu y yo de Claudia Velasco

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    Un amor inmenso e inquebrantable que desafiara las reglas y convenciones sociales.

  • Tu no mataras de Julia Navarro

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  • De las cenizas renaceras de Laura Marquez Garcia

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    Lo que parece haber sido una noche demasiado larga de la que Marta no recuerda nada, se convierte en el inicio de la busqueda de su pasado, un pasado que parece haber sido borrado de su memoria como por arte de magia. Las situaciones que va viviendo durante esa busqueda le van recordando fragmentos de un pasado que poco a poco debe ir uniendo, como las piezas de un puzle, para llegar a descubrir el origen de todo. Por el camino, Joaquin, un autentico desconocido que se ofrece a ayudarla, jugara un papel muy importante.Narrada en flashback, la historia te sumerge en la mente de Marta para conocer en primera persona como fue su juventud, su primer amor, su amor verdadero, el peor acontecimiento y la peor perdida de su vida y como lo supero para renacer de las cenizas.

  • Un amor para siempre de Pilar Lepe

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    Entre las colinas y montes de la Toscana, pueden suceder muchas cosas, desde ser asaltada por motociclistas; ser confundida por lo que no eres, a causa de la barrera idiomatica; encontrarte perdida de pronto entre los vinedos; o conocer a un hombre con actitud de macho alfa.
    Todo esto le paso a Brittany, luego que decidiera disfrutar la luna de miel a solas en Italia. Un viaje, planeado desde la frustracion se convertira en uno de absoluto placer, pero ?estara preparada para lidiar con una nueva atraccion?

  • En el ultimo trago nos vamos de Edgardo Cozarinsky

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    Siempre hay un trago despues del ultimo en las obras de Edgardo Cozarinsky, y aunque la cancion lo anuncie nadie se va del todo. Los insomnes errantes encuentran un bar abierto donde los esperan historias inauditas. En Buenos Aires los muertos sobreviven en una precaria segunda vida; en la selva guarani o en las ruinas de Angkor palpitan, invictos, los sacrificados. Y en un rincon de Brooklyn atiende una vidente que puede transformarse en la madre del incauto que se anima a consultarla. Como un caleidoscopio de todos sus registros narrativos, Cozarinsky explora las muchas dimensiones de lo imaginario, de la memoria afectiva y sus imprevistas confluencias, de distintos rostros del deseo. El resultado es un libro inquietante, donde la superficie de lo narrado se quiebra constantemente para revelar una realidad insospechada.

  • Una Atraccion Enmascarada (Romance En Londres 2) de Emily Jo Cooper

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    --!Clarissa! --grito espantada lady Honoria Bladesdton, como sucedia a menudo, cuando vio ingresar al salon a su pequena hija. La rubia nina la ignoro por completo y se dirigio decidida hacia donde su padre leia el periodico. Cuando escucho el alarido de su esposa, el duque miro a su hija y sus ojos se abrieron por sorpresa. Ella se paro frente a el, acomodando la cola del vestido de novia que la duquesa habia usado cuando se caso con el duque y, embutida en metros de tela, lo contemplo muy seria. --Padre, ?puedes concederme un minuto, por favor? --le dijo con su dulce voz y sus enormes ojos azules expectantes. --Claro, princesa, dime lo que esta tramando esa preciosa cabecita -- respondio su padre, luego de una pausa en la que intento reprimir la risa. --?Recuerdas que me dijiste que cuando me casara yo podria escoger a quien seria mi esposo? -- Siguio la pequena mirandolo fijamente, sin inmutarse ante la exclamacion de su madre. --Mmm si, por supuesto --asintio el duque, ocultando una sonrisa tras su taza de te. --Bien, vengo a informarle de que ya lo he decidido --anuncio Clarisa, repasando a sus padres con la mirada. --?Que has decidido? No te entiendo, hija --inquirio perplejo. --Quiero decir que ya elegi a quien sera mi esposo --aclaro ella con voz impaciente. --Ah, ?si?, pero ?no crees que aun eres muy pequena para pensar en casarte? --pregunto el duque muy divertido ante las ocurrencias de su hija. --Noo, no lo creo. Ayer celebre mi sexto cumpleanos. Ya soy grande, padre --contesto ella negando con su cabeza repetidamente. --Clarisa, hija, por favor, de don... --comenzo a decir su madre, pero se interrumpio al ver la sena imperceptible que le hacia su esposo. --?Por eso estas vestida asi, hija? Aunque tu lo decidas, todavia debes contar con mi permiso y mi bendicion. Puedes decirme quien es el nino --dijo el hombre con los ojos que brillaban de hilaridad. --Clayton..., no le sigas el juego en todas sus ocurrencias --le advirtio Honoria afligida, aunque se veia que trataba de no mostrar su diversion. --No es un juego, madre. Me he enamorado. Y tampoco es un nino, sino un caballero. Hoy mismo me casare; si quieren, pueden asistir a mi boda --los corto la nina. --Asi que un caballero. Pues no puedo prometer que ire, si antes no me aseguro de que es el hombre adecuado para ti --replico Clayton fingiendo meditarlo. La nina los miro sonadora, y con voz solemne anuncio: --!Ohh, es mas que el adecuado! El hombre que escogi es un conde: me casare con lord Steven Hamilton. Capitulo 1 Recuerda que la atraccion no siempre ocurre a primera vista... Capitulo uno del libro Consejos para un romance exitoso Los celos, a menudo, son el comienzo de la atraccion… Capitulo dos del libro Consejos para un romance exitoso Londres, Inglaterra, 1815 Sentada en la ventana de su sala favorita de la casa, Clarissa Bladeston miraba, con melancolica expresion, la profusion de rosas que decoraba el hermoso jardin de su madre. La primavera estaba en su esplendor; mayo llegaba con aire de romance y amor, contagiando a todo aquel que pululaba por la bella Londres. La temporada social estaba a pleno en esos momentos: cada noche se celebraban multiples fiestas, por lo que las anfitrionas debian competir para tratar de atraer a la multitud noble a su evento, y asi garantizar el exito del mismo. Para cualquier persona, ser la hija de un duque y pertenecer a la clase noble y privilegiada, estar en su primera temporada, asistir cada noche a un baile distinto, pasar sus tardes paseando por Hyde Park o en meriendas campestres y tener como pasatiempo ir de compras por Bow Street seria el paraiso absoluto, un sueno cumplido. Para cualquiera menos para ella. Poniendose de pie, salio de la sala de estar para subir a su cuarto. Una vez alli, se sento en su tocador y observo su reflejo en el espejo. Su imagen era la de siempre: su cabello rubio claro seguia impecablemente peinado, sus ojos azules y sus largas pestanas la miraban con fastidio, y una mueca de enojo se percibia en sus labios con forma de corazon. No era que su apariencia le molestara, o que no estuviera agradecida por ser considerada hermosa; lo que le fastidiaba era que su imagen era la de una joven candida e inocente, la de una fragil flor. Por supuesto que su aspecto fisico coincidia con su edad, ya que no hace mucho habia cumplido sus dieciocho anos, pero no por eso le molestaba menos parecer tan nina y poco mujer. A pesar de ser considerada una beldad y un exito en su temporada, y de tener a una joven corte masculina suspirando por ella, nada de eso la satisfacia o hacia feliz. Porque cambiaria todo eso, sin dudarlo, por una sola mirada de ese hombre, el caballero al que le pertenecian sus pensamientos, sus suspiros y su amor, y al que no podia olvidar ni quitarse de la cabeza. Lo habia intentado cientos de veces a lo largo de los anos, pero su corazon se negaba a resignarse. No podia aceptar que su amor por el fuera un completo imposible, por lo que se dedicaba a anorarlo, desearlo y quererlo en silencio. Ese era su secreto: amaba como una loca a un hombre que no la veria nunca como ella queria, aunque por lo menos tenia su amistad, su cercania y su carino, y con eso debia conformarse, porque era a lo maximo que podria aspirar. Para el solo era una agradable jovencita, alguien a quien cuidar, proteger y querer. Tal y como a una de ellas, el la veia como a una de sus tres hermanas. La miraba como a una nina y ella odiaba eso. <>, penso Clarissa mas fastidiada aun. Un golpe en la puerta interrumpio sus tortuosos pensamientos. --Adelante --dijo, girandose en la banqueta para recibir al visitante. --Hija, ?que haces vestida asi todavia? Anda, debes cambiarte o llegaremos tarde al baile de lady Asthon --dijo su madre, con su acostumbrado tono quejoso, cuando la vio. Clarissa la observo unos segundos. A pesar de ya no ser una jovencita, Honoria era realmente bella: conservaba su rubio cabello con apenas unas canas y su gracil y esbelta figura estaba intacta. Ella, como su hija, era su vivo retrato. Eran practicamente iguales, con la diferencia de que su madre no tenia ojos azules, sino que eran de un raro color gris verdoso. --Madre, ?no puedo quedarme en casa hoy? --le pregunto, sabiendo lo que responderia. --Clarissa, no lo repetire. Ya bastante tiempo perdimos yendo a visitar a Bath a mi hermana, y luego con todo lo que sucedio con Nicholas. Esta es tu primera temporada; casi se arruina y caemos en desgracia. Y ya que por un milagro todo se soluciono, debemos aprovechar para conseguirte un buen marido, ?esta claro, hija? --Termino su madre, lanzando una de sus miradas intimidantes. --Si, madre. Estare preparada --respondio, reprimiendo un bufido exasperado. --Bien, llamare a tu doncella. Ponte el vestido lavanda --le ordeno Honoria y luego salio. Suspirando frustrada, Clarissa observo su retirada. Por mas que lo intentase, ella no podia imponerse a su madre. Honoria tenia un caracter dominante e intimidante a partes iguales. Era una madre dedicada y presente, pero tenia la tendencia al drama y a la exageracion. Rara vez sonreia, porque habia sido criada con las reglas inflexibles de la etiqueta y el decoro de la mas exigente alcurnia inglesa. Sin embargo, hacia gala de un gran sentido del humor cuando queria, y Clarissa pensaba que secretamente disfrutaba de la irreverente actitud que siempre tenian Nick y ella. Su familia estaba compuesta por su hermano mayor y actual duque de Stanton, Nicholas; su segundo hermano Andrew, vizconde de Bradford; y su madre, duquesa viuda de Stanton desde que su padre hubo fallecido, hacia ocho anos. Su hermano mayor se habia casado dos dias atras, luego de haber protagonizado el escandalo mas rutilante de los ultimos anos, cuando huyo con una mujer comprometida, lo que hizo que, por poco toda la familia cayese en la ruina social. Si no fuera porque finalmente se casaron dando relativa respetabilidad a esa relacion, y porque a un duque pocas cosas no se le perdonaban, la historia seria otra: estarian sufriendo total ostracismo y ningun apellido o dote alcanzaria para lograr que un caballero pidiese su mano, o siquiera se le acerque, para el caso. Pero como eso no paso, era hora de volver a los salones de baile y hacer de tripas corazon para intentar conseguir un esposo, mientras veia al dueno de su corazon reir, bailar, admirar y, tal vez, seducir a otras mujeres. Y pensar que su reciente amiga y recien estrenada cunada, Elizabeth, habia conseguido el corazon de su duque en un mes, y ella en dieciocho anos no habia logrado ni un beso de su conde. <>. De vuelta en Londres, Steven Hamilton, sexto conde de Baltimore, debia volver a la rutina diaria: divertirse y gozar de los placeres que Londres ofrecia. Su vida si que era buena, de verdad no podia quejarse. Se le habian concedido todas las virtudes: linaje, dinero, apostura y simpatia. Eso no debia sonar muy humilde, pero era cierto. Y no era que el se habia endilgado a si mismo aquellas caracteristicas, sino la propia sociedad inglesa. No seria el quien se lo discutiera; no cuando se habia beneficiado veintiocho anos de ello. Por supuesto, no era tan frivolo para no ver que lo que lo hacia de verdad afortunado era su familia y sus amigos. Luego de la repentina y tragica muerte de sus padres, producida diez anos atras, debio hacerse cargo de sus hermanitas. Se sentia realmente orgulloso de sus tres hermanas pequenas, quienes ya no eran tan ninas, aunque le enfermara admitirlo. Las gemelas Rose y Violet habian cumplido sus dieciseis anos; por esto decidieron retrasar un ano la presentacion de Daisy, la hermana del medio, la cual ya habia cumplido la mayoria de edad, y asi entrar en sociedad juntas. <>, penso Steve atribulado. Asi que, por lo menos, le quedaba un ano para disfrutar de su vida de soltero irresponsable y pensaba aprovecharlo; no como su mejor amigo Nicholas, que ya se habia echado la soga a su cuello ducal. No, el compromiso no era para el conde. El no podia imaginar su vida atada a una sola mujer. Definitivamente no; el tenia un corazon generoso y grande, amaba a todas las mujeres y ellas, a el. El amor y el matrimonio eran demasiado complicados para Steve. ?Para que arruinar su perfecta existencia?: tendria que ser necio para hacerlo. <>, le susurro ese molesto tipo que vivia en su interior. --!Tu, callate! --refunfuno en voz alta justo cuando su carruaje se detenia. --?Milord? --pregunto su lacayo, parado junto a las puertas del coche, intentando ocultar su perplejidad. --Olvidalo, Tim. Te vere mas tarde --respondio Steven, bajandose del vehiculo y dirigiendose a las escalinatas de la gran mansion. El baile de lady Asthon estaba en su auge cuando Steven hizo su entrada. Las parejas se esforzaban girando en la pista y las conversaciones se volvian estridentes, intentando hacerse oir. Con Nick en Edimburgo quien disfrutaba de su luna de miel, se veia obligado a buscar distraccion por su cuenta. Tomo una copa que un lacayo le habia ofrecido, y decidio ir a la sala de juegos, ya que los carnet de baile de las mayoria de las damas estarian llenos a esa altura de la velada. Saludando a sus amistades, que lo detenian a cada paso, comenzo a sentirse sofocado por el agobiante calor que reinaba en la estancia. Asi que, valiendose de su gran estatura, ubico los ventanales que, seguramente, daban paso al jardin de la casa. Cuando se abria paso hacia las puertas ventanas, vio salir a una pareja, ambos altos y rubios, por ellas. De inmediato le llamo la atencion la mujer; sabia de quien se trataba, pues no eran muchas las damas que hacian gala de esa altura. Dejando a un colega con la palabra en la boca, apresuro el paso hasta salir al exterior. La pareja bajaba las escaleras de la terraza, y pronto se perdieron por los altos setos del jardin. <>, penso molesto y frustrado, acelerando la marcha tras de ellos. Luego de un momento de infructuosa busqueda, dio con ellos y lo que vio lo dejo petrificado y furioso. Ellos no habian notado su presencia, asi que camino hasta posicionarse bajo la luz nocturna que la luna les proporcionaba. --Si no apartas tus manos de ella en este instante, puedes darte por muerto, Gauss. --Su voz resono con tono mordaz y amenazante, lo cual logro intimidar mas que su mirada letal y su postura tensa. Capitulo 2 Aveces, intentar desviar la atencion del objeto de su deseo puede resultar una buena estrategia para despertar la atraccion... Capitulo tres de libro Consejos para un romance exitoso En ocasiones, el antagonismo que surge entre dos personas solo es un intento de camuflar la mutua atraccion... Capitulo cuatro del libro Consejos para un romance exitoso Luego de bailar su cuarta cuadrilla, Clarissa se sentia acalorada y un poco mareada; su companero de baile la llevo hasta su madre y se alejo con una reverencia. <>. --Si sigue arrugando asi su linda cara, le quedara una marca --dijo una voz muy grave y masculina justo en su oido, que la hizo sobresaltar. --!Lord Gauss!, !que placer volver a verlo! --Lo saludo cuando giro y vio a Sebastien Albrigth, conde de Gauss, el hermano mayor de su reciente cunada Elizabeth. El se inclino sobre su mano enguantada y deposito un beso un poco mas largo que el permitido por el protocolo. Clarissa de inmediato se ruborizo. El conde era muy apuesto y extremadamente masculino; tenia el pelo muy rubio, como el de ella, pero lo mas fascinante de su apariencia eran sus increibles ojos purpuras, enmarcados por unas largas pestanas muy claras. Gauss se enderezo, dejando ver su gran altura; su contextura era poderosa, con una espalda muy ancha. El la miraba con un brillo travieso en sus ojos y una sonrisa indolente aparecio en su rostro de mandibula cuadrada. --El placer es mio, lady Bladeston, estaba buscandola --comento con voz ronca. !Ohh, Dios!, esa sonrisa era fascinante, pero no le quitaba el aliento ni la hacia sonreir como tonta. ?Por que?, !Por que no podia sentir ni de cerca lo que Steven le provocaba! --?En que puedo servirle, milord? --Se apresuro a responder, antes de que pensara que era lenta o tonta. --Queria saber si ha tenido noticias de mi hermana; desde que la deje en su casa, no he sabido mas de ella --dijo el, luego de saludar a la duquesa viuda, que se habia vuelto hacia ellos para marchar a la sala de bebidas, y dejarla asi con el conde. --Si, milord. Despues de que usted partiera, Lizzy paso la noche en casa. Y al dia siguiente decidio partir con mi hermano hacia Escocia --contesto ella, intentando sonar tranquila. No sabia como reaccionaria el conde si se enteraba de que su hermano habia raptado a la suya. --?Escocia dijo? --respondio perplejo, mostrandose serio de repente. --Mmm... Milord, vera, como le explico... --Empezo a tartamudear incomoda. <>. --No se inquiete, lady Clarissa. ?Le parece que salgamos al jardin para poder hablar mas tranquilos? --La interrumpio el conde al ver su apuro; cuando ella asintio le ofrecio su brazo e iniciaron la marcha. El aire fresco les dio la bienvenida cuando salieron por las puertaventanas, llevandose su sofoco y acaloramiento, pero no su nerviosismo. --Milady, no debe sentirse nerviosa. Puedo asegurarle que no me enfadare con usted por las acciones de su hermano --aseguro el, interrumpiendo el silencio. --Esta bien, milord --asintio Clarissa, mirando su perfil--. Nicholas y Elizabeth decidieron viajar a Gretna Green, hace dos dias se casaron y ahora estan pasando su viaje de novios en Edimburgo. --Termino rapidamente antes de arrepentirse. --Bien, creo que, dada la situacion, es mejor que este alli que en Londres --cavilo el mientras bajaban las escalinatas del hermoso jardin. --Si, ?como esta su padre? --pregunto ella, observando como su expresion se ensombrecia. Dias atras, el padre de su cunada, el marques de Arden, habia sido detenido por la Corona bajo graves acusaciones de espionaje y traicion. --Mi padre esta como cabria de esperarse de un hombre al que lo han injuriado poniendo en duda su honorabilidad. Pero ya ha sido liberado, aunque no puede abandonar Londres hasta que su nombre y su inocencia sean probados --respondio el conde con tono y mirada indescifrables. Clarissa no sabia si Gauss seguia enojado con su hermano y con Steven por haber participado en la investigacion que habia terminado en la detencion del marques. --Lo siento, milord --se disculpo, afligida por aquella situacion, en la que se sentia involuntariamente involucrada. --Aceptare tu ofrenda de paz si me explicas por que Hamilton nos esta siguiendo con un ceno feroz en su rostro --propuso Gauss, volteando a mirarla con una sonrisa divertida. Clarissa tropezo al oirlo y, ayudada por el, retomo el equilibrio, devolviendo su mirada con los ojos abiertos como platos y con las mejillas sonrojadas furiosamente. Incredula, intento girar su cabeza hacia atras para comprobar si su comentario habia sido real. --No lo hagas, o nos delataras --le advirtio el noble, impidiendole mirar y haciendola doblar a su derecha por el camino de setos verdes, perfectamente recortados. --Milord, creo que es mejor que regresemos. No quiero que tenga problemas con lord Baltimore --respondio con repentina inquietud y con la voz temblorosa, tratando de calmar el loco retumbar de su corazon. --No se preocupe; aunque sea evidente que no les agrade a su hermano, el duque, y a su amigo conde, no por eso debo cortar con esta incipiente amistad que esta naciendo entre nosotros, ?no cree? --inquirio Gauss con tono intimo, poniendo una mano sobre la suya, lo cual logro que su sonrojo llegara hasta la raiz de su cabello. --Mmm... si, usted me agrada y, despues de todo, ahora somos familia -- acepto Clarissa tras reflexionar sobre sus palabras. --Que bueno que coincide conmigo. Entonces, ?me dira por que Steven Hamilton nos esta siguiendo? --repitio el conde hilarante. --No lo se, milord. Seguramente se lo pidio mi hermano, siempre actuan asi. Si Nicholas no puede cuidarme, lo hace Steven. No entienden que ya no es necesario: creci y ya no soy una nina --respondio, sin poder ocultar su enojo. El conde la guio hacia un banco de piedra que estaba ubicado junto a una hermosa fuente. Clarissa miro hacia el camino y no vio a Steven, por lo que respiro tranquila, aunque seguia molesta. Estaba harta de ser tratada como una nina. Negandose a admitir que tal vez se estaba comportando como una al esconderse de Steven y permitir que Gauss, quien era conocido por ser un libertino seductor, la alejara de la vista de los demas invitados. Se concentro en su acompanante, que la miraba con una sonrisa indolente y algo perturbadora. --Me parece que es justo, porque lo entendieron, que la protegen tanto, milady --vaticino el, deteniendo sus pensamientos. --?Que quiere decir, milord? --pregunto ella, sin llegar a comprender el sentido de sus palabras. --No, llameme Sebastien, por favor --solicito el, negando con la cabeza y tomando su mano con delicadeza. Sin poder evitarlo, Clarissa se sentia hipnotizada por esos ojos violetas; no era que lo queria, pero no podia negar que se sentia atraida.

  • Play (Stage Dive 2) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    Ericson, baterista de la famosa banda de rock Stage Dive, necesita limpiar su imagen rapido -al menos por un corto tiempo. Tener una chica buena en su brazo deberia hacer el trabajo facil. Pero no contaba precisamente con lo divertido que podria ser estar con la chica correcta. Anne Rollins nunca penso que conoceria al dios del rock con quien empapelaba las paredes de su dormitorio de adolescente-especialmente no en estas circunstancias. Anne tiene problemas de dinero. Unos grandes. Pero que te paguen para fingir ser la novia de un loco baterista nunca podria terminar bien. Sin importar cuan caliente fuera. Y ahora que aparentemente no esta libre, el finalmente esta prestandole atencion. Si tan solo la quimica entre ella y su estrella de rock dejara de alcanzar tales alturas.

  • las vueltas que da la vida de Cristin Ferro

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    Esa noche Vicky estaba de fiesta con su mejor amigo Fran y sus amigas Almudena y Alba, juntos celebraban el final de su epoca de universidad y el inicio de las practicas laborales. Copa tras copa y brindis tras brindis la noche iba avanzando, todos llevaban tanto alcohol en el cuerpo que no eran conscientes ni de la mitad de las cosas que decian y menos aun de las que hacian. Vicky y Fran bailaban juntos en el centro de la pista disfrutando de su ultima noche de juerga antes de pasar a formar parte de la lista de becarios, esos que casi no cobran pero trabajaban tanto como los demas. La musica atronadora impedia cualquier tipo de charla, aunque tampoco era necesaria, tras anos de amistad se entendian solo con mirarse y cualquiera de los dos era capaz de descifrar los gestos del otro sin necesidad de palabras. Estaban bailando ajenos al mundo, cuando de la nada aparecio un hombre tan alto y guapo que atrajo la atencion de todo aquel que estaba a su alrededor, Fran guino un ojo a su amiga y se escabullo hacia la barra en busca de Almudena y Alba, que seguro que habian encontrado con quien pasar un buen rato bailando o tomandose una copa. Con el valor que aporta el alcohol lejos de dejar de bailar, Vicky, siguio meciendo sus caderas de manera sensual consciente de la atenta mirada de aquel atractivo desconocido, envalentonada por su atencion se atrevio a recorrer su cuerpo con la mirada mientras se relamia los labios. La mirada dorada del desconocido se hizo mas intensa ante su escrutinio, que con paso decidido y sin apartar la mirada se paro a solo unos centimetros de ella. Sonriendo como un depredador no espero su permiso y pego su cuerpo al de Vicky, de manera insinuante, a la vez que posaba una mano en su cintura mientras enredaba la otra en su larga melena, sin previo aviso acerco su labios al cuello de ella desde donde se impregno de su aroma y susurro en su oido. --Mi nombre es Alex y me encantas Vicky no fue capaz de articular palabra aunque no era porque no lo deseara, mas bien estaba alucinada porque un hombre asi se hubiera fijado en ella, con disimulo busco a su amigo entre la gente y cuando sus miradas se encontraron el asintio y no hizo falta mas. Vicky agarro la mano de Alex y tiro de el hacia la salida del club, el alcohol le dio la valentia que en un estado normal no tenia, ella nunca habia hecho algo asi en su vida. Sus amigas decian que era un poco mojigata, menos mal que no la vieron en ese momento o se lo recordarian el resto de su vida. Cogidos de la mano se subieron a un taxi, al cual Alex dio una direccion y ella ni siquiera presto atencion a cual era, Vicky estaba tan absorta mirandole que no pudo apartar la vista de el en todo el trayecto. No hablaron y tampoco hizo falta, cuando llegaron a su destino entraron en el hotel donde el taxi los dejo y tras pedir una habitacion subieron en el ascensor. El aire en ese espacio tan reducido estaba cargado de tension sexual, las miradas de los dos no dejaban lugar a dudas de lo que ambos deseaban, cuando el ascensor se paro, Alex, agarro la mano de Vicky y la arrastro hasta la habitacion. Introdujo la tarjeta y la puerta se abrio, en cuestion de segundos estaban dentro y esta cerrandose de una patada que Alex le propino. Con la tension acumulada y sin ganas de perder el tiempo, la apreto contra la pared y ella solo atino a balbucir. --Me llamo Vicky --dijo mientras la boca de Alex la devoraba. Ella no estaba muy segura de haber escuchado su respuesta, pero podria jurar que habia podido distinguir las palabras que ya lo sabia o algo similar. No hubo tiempo de nada mas, su cerebro ya no proceso mas informacion desde el momento que la mano de el se colo por debajo de su vestido y lo subio. Esa noche se dejo llevar como nunca antes, no cabia duda de que ese hombre sabia lo que hacia y disfruto de cada instante que compartio con el. De madrugada Vicky se desperto y un tremendo dolor de cabeza la saludo, gimiendo se incorporo en la cama y con la poca claridad que entraba por la ventana, ya que aun era de noche, extendio la mano por la cama y encontro algo calido y duro, dio un respingo y retiro la mano veloz. Permanecio quieta un par de minutos por si le habia despertado, al no percibir movimiento y con sus ojos ya acostumbrados a la penumbra. Se tomo la libertad de observalo mas de cerca, la sabana dejaba entrever la parte inferior de su cuerpo, que dejaba su torso expuesto. Como una voyeur lo contemplo recreandose en cada parte de su anatomia, aun no se podia creer que ella estuviese ahi con ese hombre. Recordaba vagamente el momento en que se habian encontrado en el bar y como ella se habia insinuado hasta que subieron a un taxi... su cabeza estaba llena de lagunas... Tenia que salir de alli, asustada camino lo mas rapido que pudo y sin hacer ningun sonido que pudiese despertarle se vistio sin dejar de mirarle, estaba a punto de ir al bano a lavarse al menos un poco cuando reacciono y negando se encamino hacia la puerta, en el fondo era un poco cobarde y no se atrevio por temor a que el sonido del agua lo despertara, asi que, se ato el pelo con una goma que siempre llevaba en la muneca y con los zapatos en la mano salio de la habitacion. Mi vida. Mi nombre es Victoria Salinas, Vicky para los amigos, me gusta pensar que soy una buena persona, aunque mas de uno diria que soy un poco desagradable. Esta bien, lo admito, soy un poco desagradable, siempre me he regido por mis propios principios y no me importa lo que los demas opinen de mi, asi soy feliz, o lo intento. Mido un metro y sesenta y nueve centimetros aunque si me preguntan digo uno setenta, asi me ahorro los chistes faciles con el sesenta y nueve, no es una gran altura, lo se, pero es mas que suficiente. Si fuese mas alta, con mi fuerte personalidad la gente me tendria un poco de miedo. Si, soy una persona con un caracter dificil ?que se le va a hacer? Mis ojos son de un color raro, ni verdes ni marrones, dependiendo de mi estado de animo o de la luz del sol, es un rasgo tipico de mi familia materna, la mayoria comparten esos ojos indescriptibles. Mis facciones son de lo mas comunes, nariz ligeramente puntiaguda sin parecer un pajaro, labios normales aunque definidos, pomulos un poco elevados, piel fina y muy palida, lo mas destacable de mi cara son las pecas que al primer rayo de sol inundan mi piel y me hacen parecer muy nina, cosa que odio. Mi cabello es un tono de rubio muy confuso, entre dorado y anaranjado, pero que suele impactar a la gente. Tengo una bonita melena, o al menos a mi me lo parece, mi pelo ondulado me llega hasta la cintura. No soy una mujer delgada, mas bien diria que me sobran unos kilos, pero... ?quien puede resistirse al chocolate? Desde luego, yo no. Uso una talla cuarenta, una mujer normal a mi parecer, pero si las modelos son mas delgadas que un junco solo puede significar que no soy el prototipo de mujer de lo que esta sociedad considera atractiva. Si soy realista nunca quise ser el prototipo de nadie asi es que no veo ningun problema con esto. He tenido una vida complicada, a mis veintiocho anos he pasado por la separacion de mis padres, con mas pena que gloria, cuando no era mas que una adolescente. Siempre se dice que las separaciones son para bien y que los mas afectados son los hijos, bueno, es cierto, pero tambien son los mas beneficiados, cada vez que queria algo y uno te me decia que no, iba al otro a probar suerte. Siempre con la esperanza de que me lo cumplieran, lo malo era cuando ninguno me concedia mi capricho, a mi esa tecnica no me funciono muy bien pero puedo asegurar que lo intente. Lejos de mantener una relacion cordial por mi o por lo anos que compartieron juntos, mis padres se odian y eso hace mi vida aun mas complicada. Estar en un lugar donde esten los dos es como vivir en plena guerra fria, por suerte ya apenas se ven, pero cuando era nina vivia en continua tension, lo unico que hacia era estar quieta y callada esperando que la batalla empezara y me pillara en medio. Ellos nunca supieron lo que yo sentia, aunque tampoco se preocuparon en saberlo, asi que, he de admitir que yo tambien los odie y aun hoy lo hago la gran mayoria del tiempo. Me convirtieron en la persona que hoy soy y quiza deberia de agradecerselo, con todas esas corazas que ayudaron a poner en mi corazon, es muy dificil que alguien me haga dano. Con dieciseis anos empece a trabajar de camarera, no es algo que se me de muy bien, pues no tengo la santa paciencia que se necesita para ese oficio tan sacrificado y menos aun para aguantar borrachos. Desde entonces he ido cambiando de trabajo aunque nunca he vuelto a la hosteleria. Mi curriculum laboral va desde cajera de supermercado a repartidora de propaganda y de pizzas, es decir, todo trabajo temporal que podia lo aceptaba, siempre y cuando no afectara a mis estudios, eso siempre fue lo primero, y si no ya se encargaban mis hermanas y Fran de recordarmelo. Tengo dos hermanas, Paula y Silvia, que son lo opuesto a mi, algo logico si tenemos en cuenta que son mayores y, se supone que mas maduras. En este caso ser lo opuesto se refiere a que ellas son alegres y confiadas, la mayoria del tiempo al menos. Quiza Paula no sea tan alegre... ni tan confiada.... !yo que se! La vida nos trato mal a las tres, ellas no deberian ser muy diferentes a mi, ?no? Silvia esta casada con Carlos y tienen un hijo que es un trasto, Santi, que es la alegria de la casa. El resto de la familia, es decir mama y papa no son ni de lejos importantes, desde que soy mayor de edad les evito como si tuviesen la peste, se que suena muy fuerte el hecho de que casi ni les hable, pero deberiais poneros en el lugar de una pobre nina de doce anos soportando que sus padres la usen como caballo de Troya, no es divertido, creedme y menos aun si se dedican a recordartelo las pocas veces que les ves. Ahora os hablare de mis amigos, no tengo muchos, como dije antes mi forma de ser no atrae precisamente a la gente, tengo algo que o caigo muy bien o por lo contrario soy la persona que mas odian en el mundo, que es lo que mas suele pasar. Es por ello que la gente no suele acercarseme, y los que se atreven sudan sangre para llegar a conocerme de verdad. Fran es mi amigo de toda la vida o mas bien mi amigo desde el divorcio de papa y mama. Alba y Almudena son amigas recientes, no por ello menos importantes. ?Mis demas amigos? Se quedaron en el pueblo donde vivia antes de que mis padres tomasen la decision de que deberian separarse y por ello sus hijas debian cambiar de vida. Si los llamara estoy segura que querrian quedar y verme, pero soy yo las que los evita, es como un recordatorio constante de la parte mas dolorosa de mi vida. Se que parece egoista, puede que lo sea, pero tengo que cuidar de mi misma ya que nadie mas lo hace. Hasta aqui las presentaciones, como podreis comprobar no hay demasiada gente a mi alrededor. La verdad es que soy de la opinion que la falsedad es algo innecesario, por ello no la acepto ni la aplico, asi es que tengo pocos amigos, si, pero son los mejores que se puede tener. Vivo en el barrio del Pilar, en Madrid, comparto piso con mi amigo Fran, en ningun momento al venir aqui tuvimos idea de separarnos, cuando estabamos en el instituto nos prometimos que nunca lo hariamos. Por ello, el dia que Fran me vio llorando por la enesima discusion con mi madre, me hizo jurar que ambos ahorrariamos y nos iriamos de Santiago a la capital. Alli la gente se suponia que no era tan intransigente y a los dos nos gusto la idea de estar sin nuestros padres. Cuando elegimos la universidad no lo dudamos, iriamos a la misma o al menos lo mas cerca uno del otro que nos fuera posible, el siempre quiso hacer derecho yo por mi parte no lo tenia tan claro. Al principio pense en hacer Bellas Artes, por eso de que me encanta la fotografia, pero no deja de ser un hobby, ?que hubiese pasado si empiezo la carrera y a mitad me doy cuenta que como aficion esta bien pero me aburre como el infierno para todos los dias? Luego me plantee Publicidad y Marketing, quedaria genial Victoria Salinas publicista, me lo imagino y sonrio, lo malo es que odio la publicidad. Ya se, medio mundo la odia, pero yo la odio de un modo muy extremista. Cada vez que estoy viendo la tele y empiezan los anuncios practicamente le gruno. Fran se divierte haciendome sufrir y no me deja cambiar el canal. Como comprendereis, no era la mejor opcion, por muy bien que sonara mi nombre. Finalmente opte por la carrera que mayor salida tendria y con la que mas facil encontraria trabajo, Economicas. Al unico que parecio gustar mi decision fue a mi cunado, sera porque es lo suyo, todo numeros y eso. Ni yo estaba muy convencida de mi decision, pero ese era el menor de los males

  • Raices de mujer de Luisa Garcia Martinez

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    Una infancia marcada por el maltrato, la soledad y el aislamiento. Una vida llena de porques. Un lugar al que no le permiten volver.Sara es una periodista reconocida en la ciudad de Londres. Ha luchado con fuerza para enterrar su pasado y forjarse un futuro prometedor, pero la enfermedad de su hermano la obligara a volver a sus raices. Regresara al lugar donde crecio, a sus tierras, al anisado aroma de las vinas. Volvera a sentarse bajo la sombra del arbol gordo, donde conocio el amor por primera vez, un amor que creia perdido.Los fantasmas del pasado la enfrentaran a sus miedos, a revivir pasiones olvidadas y a perderse en los ojos que un dia la cautivaron. ?Es posible recuperar un amor al que se habia renunciado? ?Seran tan fuertes sus raices como para elegir un nuevo destino?

  • Mis poderes y tus polvos magico de Garcia De Saura

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  • El Libreto de Alejandra Diaz

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    El 18 de julio de 1936, mientras el general Francisco Franco llegaba desde Canarias para tomar el control del ejercito del Protectorado y Santiago Casares Quiroga, incapaz de contener la rebelion ya generalizada, dimitia de su cargo de presidente del Gobierno, Hilda Valladares abrazaba su abultado vientre y le pedia al ser que habitaba en su interior que se mantuviese en silencio y tranquilo durante esta ola amenazante; el mismo silencio que ella mantendria meses mas tarde, cuando se llevaran a su propio padre delante de sus narices... Nunca mas supo de el. A la manana siguiente, entre el horror y el desconcierto, y con la adrenalina en descenso a causa del agotamiento y el hambre, Hilda sintio la oleada de oxitocina que su cuerpo gravidico necesitaba liberar. Ayudada por su madre, dona Lucia, y por una comadrona de manos grandes y fuertes, apodada dona Cata, que residia en su mismo barrio de la sacudida ciudad de Madrid, dio a luz con dolor y desesperacion mientras Espanase quebraba parasiempre. Juan Dominguez Albornoz fue uno de los pocos hombres que no estaba en el frente. El trabajo de parto de su mujer lo mantuvo a salvo. Queria salir y defender su pensamiento y sus ideales republicanos. Las calles militarizadas y el ambiente de rebelion exaltaban su espiritu, pero cuando vio al recien nacido y sintio la esperanza del llanto energico de este nuevo ser que dependia de el, decidio que haria lo que fuese necesario para protegerlo de cualquier destino infantil indigno. Sin embargo, esto no se concretaria hasta trece meses despues en Alicante, cuando tuvo la oportunidad de embarcar con destino a Argentina gracias alos contactos politicos de dona Lucia. --!Las oportunidades se presentan para tomarlas! --les comento depositando sobre la desgastada mesa de la cocinalos papeles que harian posible el viaje hacia America del Sur. --!Tengo miedo, madre! --Hilda, vais a estar bien o, al menos, mejor que aca. !Eso os lo aseguro! --la calmo mientras la rodeaba con sus rollizos brazos. --!Si vinieses con nosotros...! --sollozo Hilda con un nudo en la garganta. --Una madre nunca abandona a un hijo. Tu hermano no va a descansar hasta saber el paradero de vuestro padre --agrego dona Luciaala par que le daba palmaditas en laespaldaasu acongojada hija. Las dudas y las preguntas merodearon por los suenos de Hilda. Los meses previos a iniciar la travesia fueron de incertidumbre, pero intuia que esa guerra civil anticiparia un cataclismo mundial y ello le pesaba aun mas y alteraba su descanso. No queria dejar a su madre, pero la familia que estaba formando merecia una oportunidad parasobrevivir. --Nos iremos a Mexico. Es la alternativa mas sensata en estos momentos. Es el unico pais que tiene unainstitucion organizada paralos espanoles --manifesto Hilda. --Si vamos a emigrar, prefiero que sea a la Argentina --rebatio Juan--. Es un pais que ofrece un mayor potencial para mentes inquietas como la mia. --Pero Argentina no recibe republicanos. Ellos simpatizan con el regimen franquista --discrepo ella, intentando calmar los nervios que laaquejaban desde hacia varios dias. --Los lazos intelectuales de este pais de Sudamerica podrian acallar verbalmente mi espiritu para salvar alafamilia que llevo --aseguro el para convencerla. Fue asi como los Dominguez Valladares partieron rumbo a America con su hijo Enrique, de tan solo dos anos, bien sujeto a su espalda; y lo que en principio era un objetivo ansiado y desesperado se transformo en un sentimiento de angustia y desolacion. La travesia por mar duro veintiseis dias y finalizo en el puerto de Buenos Aires. Viajaron con otras familias de espanoles que lograron convertirse en la suya propia. Junto con ellos formaron una comunidad de refugiados de la guerra, con contactos que daban apoyo necesario para poder asentarse en las mejores condiciones posibles. A traves de estas redes Juan consiguio su primer trabajo. Gracias a sus estudios y a sus conocimientos en el area de la filosofia, ocupo un cargo como asistente de catedratico en la Universidad Estatal de Buenos Aires. El trabajo completaba la mente de Juan, pero la remuneracion era insuficiente para mantener a una familia que anunciaba su crecimiento. Poco tiempo despues se entero de que en el pais vecino existian tierras a la venta que poseian las condiciones necesarias para ser cultivadas; de buena calidad y a un precio minimo. Todo ello con el objetivo de tratar de poblar ese pais tan aislado. --?Donde queda Chile? --pregunto Hilda, desconcertada. Los meses de adaptacion habian sido un sufrimiento para ella, asi que el simple hecho de pensar en la posibilidad de moverse otra vez la descoloco. --Estamos cerca y latravesiasera corta --le aseguro Juan, intentando calmarla. La personalidad sonadora de este espanol le otorgaba audacia de sobra para conseguir cualquier objetivo propuesto. Hilda, por el contrario, era una mujer terrenal a la que las situaciones de riesgo o ambivalenciale provocaban ansiedad. --No estoy segura --titubeo, y se llevo ambas manos a la cabeza a la vez que cerraba sus pequenos ojos color miel--. Aqui yatenemos un trabajo estable. --!Pero tendremos nuestras propias tierras, Hilda! --solto el, exasperado. Despues se acerco a paso lento a la ventana y miro a traves del cristal. Pudo observar la suciedad y la inmundicia que presidian las calles de aquel barrio. Luego de un instante, agrego--: Tendriamos la posibilidad de criar a nuestros hijos en un lugar que fuese nuestro... Podriamos construir un hogar paraellos. --!Nuestro hogar lo perdimos para siempre al dejar Espana! --expreso ella, que ya habia perdido bastante. Dias despues, con otras dos familias, partieron rumbo a aquel pais ubicado al final del mapa. Con los contactos adecuados, adquirieron las visas chilenas requeridas. Aun resonaban en su mente las recomendaciones de dona Lucia sobre la importancia de llevar efectivo para comprar tierras y poder trabajarlas ellos mismos. Ese fue el argumento que utilizo Juan asu favor para convencer asu mujer. La travesia duro dos semanas. Lo mas dificil fue cruzar la cordillera de los Andes. El frio se calaba en los huesos a traves de los fierros del ferrocarril y Juan temio por la vida de su hijo y del pequeno que crecia en el vientre de Hilda; los abrazo y rezo para que pudiesen mantenerse a salvo. Y en ese momento desesperado decidio que, si sobrevivian, lo unico que hariaen esta vidaseriaser feliz. Chile les otorgo todo lo que esperaban al dejar Espana. Las veinte hectareas en el sur fueron mas que suficientes para vivir de todas las bondades que proporcionaba la tierra y mantener a esa gran familia. Pero lo que este pais no pudo lograr fue borrar el resentimiento y el rencor en la mente de Hilda. Ella era una mujer menuda, de contextura media y personalidad fuerte, con facciones marcadas por los gestos expresivos de su rostro. Con solo veintidos anos sus ojos revelaban mas historias de las que ella hubiese deseado. A esas alturas habia perdido a su padre y a su unico hermano, de tan solo dieciseis anos. A este ultimo lo detuvieron mientras buscaba informacion sobre el desaparecido progenitor y lo fusilaron en el norte de Espana. --!Dime que mi hermano no esta muerto! --le grito a Juan con la carta, arrugada, todavia en las manos--. !Erasolo un nino! El pensamiento constante de la vida olvidada hacia que la energia ya no le alcanzara, asi que a los veintisiete anos se le notaba la labilidad y el peso del sufrimiento en las lineas de expresion que surcaban su cara. Anos mas tarde, la llegada de una segunda carta, esta anunciando la muerte de dona Lucia, la unica persona que le quedaba en Espana, acabo por resquebrajarle el alma. Rezo en silencio a los pies de su cama de fierro y maldijo el instante en el que abandono a los que mas queria. Odio la Espana mutilada que la separo de los suyos y la obligo a dejar sus suenos por la imposicion de los otros. Entonces tomo la determinacion de que nunca mas hablaria de sus raices, y mucho menos de la guerra. Hilda cerro el libro de su pasado porque no podia vivir el presente con dolor. Se resigno a la suerte y al destino impuesto y envejecio a una velocidad acelerada: primero de espiritu, pues perdio las ganas de seguir, y luego fisicamente. Su cuerpo parecia el de una mujer senil. Ni todas las palabras romanticas de Juan ni los besos efusivos y pegajosos de sus hijos pudieron retenerla en esta tierra que no queria. Anhelaba lo perdido y, sin angustia alguna, un dia dejo de respirar. A los cuarenta y dos anos abandono este mundo y aquel pais americano y dejo a un esposo destrozado y nueve hijos. La vida de Juan Dominguez Albornoz corrio distinta suerte. En Espana vivian sus padres y sus dos hermanas menores, Ines y Rosario, quienes tenian doce y seis anos, respectivamente, al momento que este habia emigrado. Habian sobrevivido a la guerra y a la dictadura. Pese a ello, el rostro de Juan nunca pudo borrar las huellas del llanto por los que se habian quedado en su tierra natal. Para alejar de su mente los pensamientos del recuerdo de sus seres queridos, trabajo la tierra en Chile como si siempre lo hubiese hecho; estafue en el sustento de su descendencia. Su hijo, Enrique Dominguez Valladares, crecio siendo un nino feliz, como anhelaba su padre. Aunque habia nacido en Espana, dejo este pais en el pasado. No habia nada que recordar, pues toda su vida habia transcurrido en Chile. Aqui habia aprendido a leer y a escribir gracias a su madre, dona Hilda, porque la escolaridad era un lujo que no podian permitirse. Sin embargo, ayudo a sus hermanos menores a ir a la escuela y aprendio de ellos. Leyo todos los libros que estuvieron a su alcance, se relaciono con la gente mas influyente de la epoca y se convirtio en uno de los hombres mas apuestos y refinados, con un gusto innato por el arte. Se habia casado con Matilde de la Fuente, una chilena proveniente de una familia conservadora y acomodada, con quien tuvo cuatro hijos. El mayor se llamaba Fernando. Matilde era una mujer de descendencia alemana, cuyos antepasados tambien habian llegado al pais en un afan colonizador. Era robusta, con el cabello dorado, y tenia hermosas y delicadas facciones. Enrique y Matilde fueron un matrimonio pleno y dichoso; tanto es asi que el dia que Enrique abandono este mundo Matilde decidio que no aceptaria que la muerte los separase y, simplemente, dejo de comer. Intentaron alimentarla de mil maneras, con caldo de avena, sustancia de cogote de gallo y compota con harina tostada, pero ella solo queria morir. Era demasiado catolica para hacer una autolisis directa, asi que dejo que su cuerpo se apagase despacio por la inanicion. Treinta y cinco dias despues y en soledad acompano parasiempre asu espanol inmigrante. Felipe Dominguez Abarzua, cuarto en la linea sucesoria, afloro con su espiritu inquieto y artistico y quiso recuperar el pasado espanol de su linaje. --!Recuperemos la nacionalidad espanola, papa! --?Para que la quieres? No tenemos nada alla --afirmo Fernando, convencido de que aquel esfuerzo no acarrearia ningun beneficio. --Me gustariairme a vivir a Europa --explico. Pese a los esfuerzos de ultratumba de Hilda Valladares, los genes no se pueden cubrir con tierra y el instinto por subsistir de las generaciones futuras dibujo la historia. De este modo, las busquedas y los recuerdos borrados salieron de nuevo a la luz y lograron descifrar lentamente el arbol cortado, sus enlaces y su descendencia. Fue asi como Sara se entero de que la hermana de su bisabuelo Juan, Rosario Dominguez Albornoz, estaba viva... y residiaen Madrid.

  • El adelantado Juan de Onate de Alber Vazquez

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    Juan de Onate es el ultimo de los grandes conquistadores espanoles y ha decidido encontrar el reino perdido de Quivira, un lugar cuya ubicacion exacta nadie conoce, pero cuyas riquezas son legendarias.

  • Te quiero, Marta de Maria Ferrer Payeras

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    Porque las segundas oportunidades si existen…

  • Cena de amigas de Daniel De La Pena

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    ?Podemos confiar en nuestros seres queridos? Creemos que nuestras parejas, familiares o amigas son personas que conocemos perfectamente y que se han ganado nuestra confianza con el paso del tiempo. Han estado a nuestro lado en los momentos duros, celebrando los triunfos, descolgado su telefono movil cuando necesitabamos desahogarnos, siendo confidentes de nuestros secretos mas intimos. Por suerte, siempre contamos con una vocecita en nuestra mente que nos aconseja no revelar todo lo que sabemos... Aunque a veces, dicha voz parece que se ha tomado varios dias, meses o, incluso, el ano entero de huelga. Yo era una mujer confiada, amiga de mis amigas, despreocupada... hasta que un dia averigue que una de ellas me habia traicionado de la forma mas vil y rastrera que se puede hacer. Supe el pecado, pero no el pecador... Voy a haceros un spoiler de esos que quitan el hipo. Trace un descabellado plan para descubrir cual de mis supuestas amigas habia abusado y pisoteado mi amor y confianza ciega hacia ella. Atreviendose a robarme lo mas amado para mi. La noche de mi cuarenta cumpleanos las invite a cenar a un lujoso restaurante, como era costumbre cada ano. Todo seria igual que siempre, buena comida, vino a raudales, un ambiente agradable, risas, regalos... Nada fuera de lo normal, salvo un pequeno detalle, una invitada inesperada que me ayudaria a conocer cual de todas ellas era la pedazo de hija de puta que se habia atrevido a sabotear mi paz. Lo que ignoraba es que aquella noche, cuando entre en aquel restaurante, lo unico que me preocupaba era averiguar quien me habia traicionado. Despues de todo lo que paso, solo queria saber si saldria de alli con vida. EN LA PUERTA Como todos los quince de agosto, desde hacia mas de siete anos, me dirigia con prisa al restaurante Triango. Iba a celebrar mi cena de cumpleanos con mis cuatro mejores amigas. !Que pesima anfitriona era! !Todos los anos llegaba tarde! Siempre las citaba a las nueve y nunca era puntual. En aquella ocasion tampoco lo fui. Mire la hora en la pantalla de mi telefono movil para comprobar que mi retraso excedia los diez minutos. Supuse que Diana y Nancy ya habian llegado gracias a su puntualidad britanica y, sentadas a la mesa, estaban despotricando sobre mi falta de educacion al no asistir a la hora acordada. Cerre los ojos e imagine la que se me avecinaba. Primero, soltarian alguna indirecta para echarme en cara mi poca formalidad. <> esa parecia ser su frase predilecta. Despues, animadas por el vino, derrocharian gracia y simpatia, olvidando mi descuido. Para finalizar, cantarian el dichoso Cumpleanos feliz y me colmarian de abrazos cuando pagara la cuenta de todas. Ano tras ano, pasaba lo mismo y cada vez era mas divertido. Adoraba a mis amigas, gozabamos de una complicidad envidiable y nuestras quedadas eran miticas. La ultima vez, no recuerdo como, nos colamos en el Zoo a las tantas de la madrugada. Correteamos, borrachas como una cuba, por los callejones de las instalaciones, saludando a todo bicho viviente. Hasta que los guardias nos detuvieron y nos sancionaron por allanamiento, alterar el orden publico y por gilipollas. Eso ultimo no lo incluyeron en la denuncia, pero lo digo yo. !Nosotras si que sabiamos como montar un buen sarao! Las cinco juntas dabamos mas miedo que Jack el destripador, la letra de una cancion de reggaeton y Hacienda juntos. Ni siquiera fui capaz de soltar una carcajada al recordar aquella anecdota. Caminaba nerviosa hacia nuestra cita. Sabia que ese ano todo iba a ser diferente. Dudaba mucho que reinara el buen rollo, las risas y las bromas. No. Una de ellas me habia traicionado. Y yo me habia propuesto descubrir quien era esa arpia sin escrupulos. Solo sabia que se hacia llamar <> para que yo no la descubriera. !Ring, ring! El tono de llamada del telefono me saco de mis pensamientos envenenados. Descolgue sin comprobar quien era. --?Si? --Valen, ?has llegado ya? --pregunto Tania. Solo ella me llamaba asi. --No han pasado ni quince minutos, ?que te hace pensar que estoy dentro? --bromee--. No seria propio de mi aparecer tan temprano. Lo mio no es la puntualidad !Piensa en mi reputacion! Cuando estaba nerviosa soltaba mas estupideces en una misma frase que un politico corrupto aparentando ser inocente o que cualquier participante de La isla de las tentaciones. !Guau! Eso era mucho decir. Por suerte, Tania me detuvo. --!Para! Loca del cono. Estas histerica, ?verdad? --Un poco... --murmure. --Vale, relajate. Te espero en la puerta y entramos juntas --dijo entre risas. Tania era mi mejor amiga y casi como una hermana. Todo el mundo daba por hecho que lo eramos por nuestro asombroso parecido fisico. Las dos rubias, de metro setenta, ella un poco mas alta que yo, delgadas y con la piel morena. Eso si, Tania presumia de unos preciosos ojos verdes frente a los mios que eran marrones. Nos conociamos desde el instituto y era la persona en la que mas confiaba. De hecho, solo ella conocia mi plan. Me tranquilizaba contar con su ayuda para cazar a la traidora. Apresure mis pasos al notar una presencia extrana siguiendome. Mas que una certeza, senti como si alguien estuviese observandome a lo lejos. Un escalofrio recorrio mi cuerpo aquella calurosa noche de verano. Me detuve con brusquedad y gire, deseando que no hubiese nadie a mis espaldas. Respire aliviada y solte una risa espontanea al encontrarme sola en la calle. <> dije para mis adentros. Cruce la esquina, a unos treinta metros de distancia, vi a mi querida amiga esperandome delante de la entrada del local. Estaba imponente con un vestido corto turquesa que se ajustaba a su moldeado cuerpo. Sonrio al verme. --!Felicidades! --me abrazo. --Gracias, bombon. !Joder! Estas impresionante. --Levante su mano para que girara sobre si misma--. !Vas a ser el centro de atencion! --!Tu que me ves con buenos ojos! --exclamo humilde y nos abrazamos--. Creo que Nancy y Diana estan dentro ... Solte un suspiro. Aun no estaba preparada. Deseaba saber quien era la culpable, pero al mismo tiempo me daba pavor. Una vez que desvelara la traicion no habria vuelta atras; la amistad entre ella y yo seria nula. ?Como iba a perdonarla? Me sentia tan humillada. Y, si era sincera, la posibilidad de perder la relacion con cualquiera de ellas me dejaba sin aliento. Aunque, alguien capaz de hacer eso no era digna de ser llamada <>. --Damos un paseo, por favor --implore con los ojos vidriosos--. Necesito relajarme antes de montar todo el paripe que hemos organizado. --?Nos arriesgamos a retrasarnos mas y que nos descuarticen a base de reproches? --ironizo Tania entre risas. --Solo seran unos minutos y asi rebajo la tension que llevo acumulada. Mientras sacudia mi cuerpo para intentar liberarme de la ansiedad, caminamos por la calle. Parecia un boxeador antes de entrar al ring, dispuesta a repartir leches como una loca. --?Estas segura de lo que vas a hacer? --me miro a los ojos--. Podemos dejarlo para otra ocasion. Es tu cumpleanos... olvida lo que sabes y pasamos una noche agradable. Ya habra tiempo para tu ajuste de cuentas. Sabia que lo decia con la mejor de las intenciones. No tenia por que agriar una cena tan especial por no saber esperar, pero yo era asi. Necesitaba saber la verdad ya. --Desde hace dos dias, que fue cuando descubri el pastel, cuento las horas para enfrentarme a la tiparraca que ha osado clavarme un punal por la espalda con su deslealtad --dije furiosa. --Como quieras... !Rubias al poder! --Levanto un puno--. Por cierto, tu tambien estas guapisima. Ya sabes que encanta ese vestido. A mi tambien me gustaba. Adoraba como me abrazaba para disimular mis cartucheras propias de la edad. Su color azul cielo me sentaba bien a la cara y los volantes de los brazos me daban un toque de glamur. Y lo necesitaba, estaba convencida de que aquella noche perderia la compostura en mas de una ocasion. --Seguro que te critican por llevarlo mas de la cuenta... --Puso los ojos en blanco--. Detesto esa actitud de mujerona rica que nunca repite modelito en un evento social, pero despues se compran las bragas en el Primark. Un dia pille a Nancy alli, rebuscando entre los tangas... Se quedo muerta cuando me vio. --No seas mala --dije entre risas--. Ya se que no te caen muy bien y que te juntas con ellas porque te obligo yo. Aunque, tienes que admitir que las cinco nos hemos corrido buenas juergas. --!Lo se! Son majas... lo unico que me molesta es que de vez en cuando me miran por encima del hombro para recordarme que no pertenezco a su clan. --Eso es porque te tienen envidia. Eres una mujer fuerte, segura, independiente... --asegure, pasandole el brazo por la cintura. --Barrendera... Yo no tengo vuestras mansiones, ni me mantiene un marido millonario. Vivo de alquiler en un piso de cincuenta metros cuadrados. Tampoco estoy casada, sin embargo, disfruto de una vida sexual estupenda --dijo, riendo. --A mi no me mantiene nadie, !eh! --me defendi como una leona. Aunque sabia perfectamente que ese comentario no iba dirigido a mi--. Tania, eres mi mejor amiga y eso no lo cambia nadie. Si te miran por encima del hombro, peor para ellas porque al final cogeran torticolis... --!Tienes razon! !A mi me da lo mismo! Como si me miran por el ojo del culo. Estallamos en risas. Solo ella podia arrancarme una carcajada en los momentos mas tensos. Le di un beso en la mejilla.

  • Victimas de fantasia oscura de Gema Perez

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    La Elegida del Vampiro: Romance y Fantasia con el Inmortal y la Campesina
    Adam tiene toda la eternidad por delante.
    Dalila, a sus 20 anos, solo unas decadas.
    Adam ya no siente ilusion por nada.
    Dalila aun esta descubriendo el mundo.

  • En la piel de Lucia de Luz Hidalgo

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    Acababa de anochecer. Por suerte, los ninos estaban arriba, cada uno en su habitacion, entretenidos en sus cosas. Yo estaba ligeramente echada en el sofa, soportando el efecto que las tres copas de vino habian producido en mi organismo. Un dia mas, por suerte, llegaba a su fin. Mario estaba a punto de venir y no queria que me encontrara en ese estado. Pero, por mas que pretendia levantarme, los musculos no podian obedecerme. El ruido de la cerradura retumbo en mis oidos como si de un martillo y un cincel se tratara. No gire la cabeza, pero sabia que era el. Cerre los ojos, implorando que no se cabreara mucho. Aunque en el fondo sabia que no lo iba a hacer; Mario poseia el caracter mas apacible que conocia. Oi sus pasos acercarse lentamente. Levante los ojos y lo mire resignada, esperando escuchar cualquier apelacion a mi embriaguez. --Carino, ?como te ha ido hoy el dia? --Por supuesto, no iba a montar una escena, no era su estilo. --Bien, uno mas --dije con desgana. --Me imagino que no has comido nada... --No, no tenia hambre. --Amor, tienes que comer, ya lo sabes. Ya te dijo el medico... No lo deje acabar, salte como una condenada posesa. No podia soportar que me tratara como a una nina. --!Ya estamos otra vez! No me agobies, Mario, te lo he dicho mil veces. !No me agobies! -- le grite, saliendo a trompicones y dando un portazo al entrar en nuestra habitacion. Mario se quedo sentado en el sofa, la cabeza gacha y los ojos cerrados, queriendo apartar la realidad en la que se estaba convirtiendo nuestra vida. Me sente en la cama intentando tranquilizarme, oi a los ninos bajar corriendo las escaleras para dar la bienvenida a su padre. Daniel, nuestro pequenin, le estaba preguntado a Mario si traia el regalito que le habia prometido. --No, carino, papa hoy ha tenido un dia muy ajetreado y no he podido ir a tu tienda preferida. Manana voy, ?vale, campeon? Me hizo sonreir oir como Daniel subia las escaleras refunfunando. Ahora le tocaba el turno a Laura. Escuche con toda la atencion que los quince escalones me permitian oir. --Papa, mama ha estado bebiendo otra vez. --Las palabras de Laura me pusieron los pelos de punta. --Carino, ten paciencia, mama esta pasando por una etapa delicada. Estate tranquila, seguro que pronto se le pasara. --Pero es que tenia que preguntarle unas cosas de los deberes de clase y ni siquiera me ha mirado a la cara. He tenido que encender tu ordenador y buscar la informacion en internet. No nos hace caso ni a mi ni a Daniel. Se emboba mirando la nada y parece que no sabe que existimos. Estoy harta, papa --lo solto todo de carrerilla. Me la imaginaba mirando a su padre con los brazos en jarras, esperando una respuesta que resolviera de un plumazo el problema. Esas palabras actuaron en mi corazon como si un puno lo hubiera estrujado, hasta dejarme sin respiracion. Las lagrimas rodaron por mi cara, silenciosas y sin permiso. Mi nina se estaba dando cuenta de todo y, lejos de decirmelo, se lo callaba dia tras dia. Se descargaba con su padre. En que mierda de madre me estaba convirtiendo para que mi hija no fuera capaz de confiar en mi como antes y confesarme sus inquietudes. Antes era yo la que la escuchaba. Esa realidad dolia, dolia mucho. Era la hora de cenar, pero no me sentia con animo de cocinar, asumir el papel de mujer perfecta y enfrentarme a las miradas de Mario y Laura. No, no podia. Daniel era muy pequenito todavia para darse cuenta de nada. Me sente en la cama, apretandome las manos sin saber que hacer. Me mortificaba pensar que no quedaba casi nada en la nevera. Esperaba que Mario se las apanara con los cuatro alimentos que quedaban. <>, pense para hacer callar los remordimientos. Cuando oi el abrir y cerrar de armarios y nevera, supuse que Mario buscaba viveres con los que cocinar algo decente. Intente hacer memoria de lo que quedaba, pero no podia concentrarme. Al momento oi chisporrotear algo en el fuego. Suspire aliviada. Al rato, el sonido de los cubiertos chocando con los platos, mezclado con la conversacion animada de los tres, subia escaleras arriba, acentuando asi la sensacion de que sobraba en la intimidad que se habia creado entre ellos. Decidi darme una ducha. Me saque como pude el jersey por la cabeza y me baje los pantalones del pijama a la vez que las bragas; los pisotee, dejando ambas prendas en el suelo, arrugadas y de forma desordenada. Me las quede mirando y senti que era parte de ellas, a la espera de una limpieza que se llevara de una vez toda la suciedad que se estaba acumulando en mi cuerpo y en mi alma. Cuando sali del bano, Mario estaba de pie en medio de la habitacion, las manos en los bolsillos y el gesto serio. Que guapo estaba. Me llamo la atencion que a esas horas de la noche todavia llevara puesta la corbata. Aflojada, pero alli estaba. Denotaba el grado de cansancio que a esas horas arrastraba. Otra vez el sentimiento de culpa, aplastandome como una losa. --Antes de que digas nada, quiero disculparme. Se que esto esta llegando demasiado lejos. Voy a poner remedio, no te preocupes. --Vale --suspiro--. Venia dispuesto a darte una charla, pero ya veo que te has dado cuenta tu solita. Solo necesito decirte una cosa. Laura tiene doce anos, ya no es tan nina. En tu mano esta que vuelvas a ser la excelente madre que eras o, por el contrario, que pierdas a tu hija para siempre, porque eso puede pasar, necesito que seas consciente. Sabes que te quiero, hare todo lo que necesites que haga. Pideme ayuda, Lucia. Soy yo... --prosiguio, acercandose. --Ese es precisamente el problema, Mario --le dije con desprecio. El se paro en seco--. Que me quieres, que me ayudas, lo quieres controlar absolutamente todo. Deja que me caiga. Si lo hago, sere yo la responsable. Estoy ahogandome. ?No lo ves? --Mi voz sono temblorosa, a causa del nudo que se estaba formando en mi garganta. --Pero estas ahogandote... ?donde? --dijo alzando las manos con incredulidad--. !Es que no lo entiendo! !Explicamelo, por favor! !Lo tienes todo! --grito--. Vivimos en una casa espectacular con todas las comodidades, con la decoracion que tu elegiste, tienes tiempo para ir al gimnasio, para tomar algo con tus amigas, unos hijos preciosos y sanos, dinero de sobra para no preocuparnos por el futuro... ?Que cojones quieres? Si es por la decision de dejar tu trabajo, siempre estas a tiempo de volver, lo sabes. No me hagas sentir mal por eso, Lucia, fue una decision mutua. Estoy enamorado de ti desde el primer dia, es que ya no se que mas hacer... --Se masajeo la frente y las sienes, gesto que siempre hacia cuando le empezaba a doler la cabeza. Me quede mirandolo. --Yo tampoco, Mario, yo tampoco... --Me voy a la cama. --El cupo de discusion habia llegado a su tope--. Manana me espera un dia duro en la oficina. Tengo un negocio que regentar y mi cabeza ya no da para mas. Nos acostamos dandonos la espalda. <>, pensaba mientras intentaba dormirme. Al dia siguiente, Mario ya se habia ido cuando me desperte. El vacio que dejo en su lado de la cama era similar al que yo sentia en el corazon. Entre en la habitacion de Daniel y, con susurros de carino, lo desperte. El paso los bracitos alrededor de mi cuello y, con voz adormilada, me dijo que no queria ir al colegio. Estuvimos un rato jugando y riendo hasta que mi pequeno se despejo y bajamos juntos al gran salon-cocina que presidia la mayor parte de la primera planta. Laura ya estaba alli. Me dirigio un escueto <> mientras se preparaba el desayuno ella misma. La mire y quise romper el hielo, pero algo me lo impidio. Quiza el gesto serio o mi propia inseguridad. Asi que volvi a cerrar la boca y me limite a observar los movimientos seguros de mi hija mientras se desenvolvia con soltura por la cocina. Cuando fui a despedirlos al autobus escolar, lo primero de lo que me encargue fue de hacer la compra a traves de la web del super. Sentia que mi deber mas inmediato era llenar la nevera lo antes posible. Tambien me propuse limpiar y ordenar la casa de arriba abajo. Iba por la tercera lavadora cuando sono el timbre. Baje y mire por la mirilla; a esas horas no solia tener visitas. Ver la cara de mi amiga tan cerca del visor, deformandole asi un poco el rostro, me hizo sonreir. --Hola, Sandra, pasa. Que raro tu por aqui a estas horas. --Le di dos besos a modo de bienvenida. --Me he escapado un momento y he pensado hacerte una visita de diez minutos. --Hija mia, que medido tienes el tiempo. Para una vez que vienes... --Algunas trabajamos, ?sabes? --dijo en tono de burla--. Bueno, ?como esta mi preciosa amiguita? Anda, preparame un cafe, que he salido de la oficina en mi hora del desayuno. Sandra se acomodo en un taburete de la barra que hacia de separacion del salon con la cocina. Mientras yo le preparaba el cafe, los avidos ojos iban de aca para alla. --Madre mia, Lucia, la ultima reforma que habeis hecho ha dejado este espacio de revista. Que grande se ven el salon y la cocina juntos. Y que blanco todo... Me encanta. --Gracias, Sandra. La verdad es que ha quedado bien al final. --Bueno, dejemonos de banalidades y cuentame como va todo. La ultima vez que nos vimos estabas mustia. --Pues justamente anoche tuvimos una gorda Mario y yo --dije torciendo el gesto--. Bueno, mas bien el. Normalmente no sube el tono de voz, pero reconozco que la situacion esta llegando demasiado lejos. No se como me he metido en este circulo vicioso. Este caracter indeciso y bipolar mio me esta llevando a actuar de mala manera contra Mario. Ayer me dio una especie de ultimatum. No fue asi de especifico, pero casi. Me dijo que podia llegar a perder a mi hija si seguia con esta conducta. Llego a gritarme, Sandra --dije con lagrimas en los ojos. --No me lo puedo creer, con lo mesurado que es el. Yo creo que nunca lo he visto alzar la voz en mi vida --dijo abrazandome--. ?Que le has hecho a mi amigo para sacarlo de sus casillas? Confiesa. --Se aparto de mi y sonrio, intentando dar un toque de humor a la conversacion.

  • Gente normal de Sally Rooney

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    Despues de Conversaciones entre amigos, Sally Rooney vuelve a deslumbrarnos con una historia sobre la fascinacion mutua entre dos personas que no consiguen encontrarse.

  • I love you, mon amour de Tamara Balliana

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    Cassie ha cruzado el charco para aterrizar en el corazon de la Provenza. En esta idilica region francesa, la norteamericana podria desempenar su ultima mision como consultora del grupo hotelero Richmond. Si supera con exito el trabajo, alcanzara el sueno de su vida: dirigir su propio hotel. Sin embargo, la experiencia va a ser muy distinta de lo que ella espera. Los encantadores pueblos y paisajes, el agradable soplo del mistral, la deliciosa gastronomia, el canto de las cigarras, la pintoresca familia de su companera Olivia... la sumergiran en un universo de ensueno, al que se sumara el turbador atractivo de Damien, el director del hotel. Con todos estos ingredientes, ?conseguira Cassie seguir el plan que se habia trazado? ?O se interpondran la Provenza y el amor?

  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

    https://gigalibros.com/cuando-la-sociedad-es-el-tirano.html

    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • El gran lobo feroz de Daniel Santos

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    Durante siglos, el bosque del pueblo de Hellen ha vivido gobernada bajo el yugo de una manada de lobos peligrosos, agresivos y poderosos. Este ano, como cada ano, el pueblo se jugo a suertes a quien debian ofrecer como tributo. Hellen fue la elegida.

  • Un canalla que no lo era (Escandalos y canallas 1) – Sarah MacLean de Sarah Maclean

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    Cuando Sophie, la menos interesante de las hermanas Talbot, empuja a su cunado y lo hace aterrizar dentro de un estanque de peces ante toda la sociedad londinense, se convierte en el blanco perfecto para el desprecio publico de la nobleza. Su unica opcion es huir de Londres. Por desgracia, el carruaje en el que se cuela no la va a salvar de la ruina… Kingscote, <>, marques de Eversley, no ha conocido a ninguna mujer a la que no pueda conquistar, por lo que su reputacion no esta a la altura de lo que se espera de un futuro duque. Lo que no sabe es que su vida va a dar un vuelco inesperado cuando descubra a Sophie en el carruaje que le conduce a la mansion de su padre, en la frontera con Escocia.

  • El Principe Cautivo 1 de C. S. Pacat

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    Damen es un heroico guerrero y el legitimo heredero del trono de Akielos. Pero cuando su medio hermano se hace con el poder, Damen es capturado y vendido como esclavo de placer al principe de una nacion enemiga. Su nuevo amo, Laurent, es atractivo, manipulador y mortifero: es decir, encarna lo peor de Vere, su pais. Pero en la telarana letal de la politica de la corte, nada es lo que parece, y Damen se vera obligado a trabajar con su enemigo para sobrevivir y salvar a su pais, y descubrira que al hombre que mas necesita para conseguir su libertad es al que nunca debera revelar su identidad. por mucho que lo desee.

  • Everless. La hechicera y el Alquimista de Sara Holland

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    -Best seller del New York Times

  • El fuego de la hereje (Sacrilegus 1) de B. Maestro

    https://gigalibros.com/el-fuego-de-la-hereje-sacrilegus-1.html

    A comienzos del siglo XVII, la peligrosa triada conformada por la peste, el hambre y la muerte, azotaba cada ciudad. La Inquisicion, ferrea perseguidora de la luz de la verdad, dominaba en Espana ahogando en el silencio a judios, hechiceras, magos y nigromantes que ya eran cuando el tiempo aun no existia. En medio de toda esta apocaliptica realidad, surgira una historia de amor imposible entre un inquisidor y una judia que deberan superar los limites y las barreras que la sociedad de su tiempo, avida de fuego, les interpondra. EL FUEGO DE LA HEREJE es la primera novela que compone SACRILEGUS, la saga que promete desvelar los secretos de la Inquisicion…

  • La rebelion de las brujas de Maria Jesus Estepa

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    La clarividencia de Angie Holbein no es suficiente para esclarecer el misterioso pasado que la persigue. El destino le tiene preparado una revelacion de antano, que dejara en entredicho el papel de la Santa Iglesia. Tras un ritual de magia, su cuerpo viaja a traves de un portal a la Alemania del siglo xv donde descubrira, en sus propias carnes, la falta de escrupulos de una sociedad dominada por la religion.

  • Una mentira de alto Standing de Ariadna Baker

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    !Ya voy, Eric, amor! ?Te estas quemando? --No, mama. --Se rio como solo el sabia hacerlo, con esa sonrisa de oreja a oreja que me recordaba cada dia por que debia sentirme la mujer mas afortunada del mundo. --?Quien es el bichito mas impaciente del globo? --Le hice cosquillas y volvi a pensar que aquella risa bien valia cualquier esfuerzo que yo tuviera que hacer, por mucho que a veces mi dia a dia me pareciera titanico. Cualquiera que mirase a mi alrededor no lo entenderia. Aquel maravilloso atico de 300 metros cuadrados en uno de los edificios mas modernos de Madrid valia una pasta gansa. Suerte que ese si que lo pagamos durante mi matrimonio con Edu, que ya era agua pasada. Edu, o Eduardo Manostijeras, como yo solia referirme a el cuando estaba de chachara con mi amiga Sofia (dado que todo lo que tocaba terminaba hecho jirones), habia sido mi marido hasta un ano antes. Un buen dia, despues de volver de un viaje de negocios a Nueva York, me comento que su secretaria y el mantenian una relacion "un poco mas estrecha" de lo que podria considerarse meramente profesional, lo que se tradujo en que a mi me fueran dando, mas o menos, por donde amargan los pepinos. Me quede petrificada porque yo estaba enamorada de Edu como el primer dia y jamas habia sospechado que una cosa asi me pudiera suceder a mi. De hecho, a ojos de todas nuestras amistades, eramos la pareja perfecta; tan monos y amorosos. Lo que yo no sabia entonces era que hasta las "parejas perfectas" podian irse al garete de la noche a la manana, con tal que soplara un aire un poco mas fuerte del habitual. Llore a mares ante aquella confesion que no tardo demasiado en hacerme. Marga, que asi se llamaba su secretaria, lo esperaba ya en su casa, pues lo suyo estaba mas avanzado de lo que parecia; como un tumor que se extendia a mi alrededor sin que mis ojos hubieran podido detectarlo. La nueva parejita de moda se instalo en plena Moraleja poco despues y yo maldije mi suerte; una decada perdida a su lado, de los dieciocho a los veintiocho... Bueno, decir perdida seria escupir al cielo, que para eso tenia a mi pequena joya de la corona; mi Eric, que contaba con seis anitos. No hace falta calcular demasiado para comprobar que lo tuve muy joven, a los veintidos. Probablemente fue engendrado en la noche de mi graduacion en Derecho cuando Edu y yo caimos en aquel hotel, borrachos como piojos. Digamos que mi padre, que era diplomatico y que vivia un tanto de cara a la galeria, no tomo aquello nada bien. Y no porque el chico no fuera de lo que llaman "de buena familia", que era hijo de uno de los principales asesores de una de las companias de electricidad mas celebres del pais, sino porque ya apuntaba maneras, segun el. Yo no veia aquellas maneras por ninguna parte, sino solo a un joven enamorado que puso el mundo a mis pies. De hecho, cuando me quede embarazada, no tardo en pedirme matrimonio. Nos casamos antes de que Eric naciera, asi de fuerte, aunque de mi padre no hubo rastro en aquella boda. Meses antes habiamos tenido una fortisima discusion y ambos nos retiramos la palabra. Tan orgullosos fuimos que ni el volvio a dar senales de vida en los siguientes anos ni yo tampoco. Hubiera esperado una llamada por su parte cuando nacio Eric, pero en mi telefono no se registro y no creo que lo hiciera a traves de un vaso de yogur con un hilo, como solian hacer los ninos antiguamente. Desde entonces mi padre estaba desaparecido en combate pues, al jubilarse, dado que ya me tuvo con cuarenta anos, se habia marchado a vivir a Suiza. Por aquel entonces me entere de que habia rehecho su vida con una marquesa llamada Agueda y que les iba bastante bien. De aquello si que me alegre mucho, pues el hombre apenas habia tenido ninguna relacion seria desde que mi madre murio, cuando yo contaba con dos anitos. Ya era hora de que fuera feliz como una perdiz y de que me dejara serlo a mi. Mi vida con Edu, en ese instante podia por fin verlo, habia sido un enganabobos como otro cualquiera. Para mi que todo iba sensacional, pero, cuando nos separamos, algunos de esos "amigos" de nuestro circulo empezaron a darle al pico y me dijeron que yo habia tenido mas cuernos que un ciervo. Entrecomillo lo de amigos porque ese tipo de personas siempre me han parecido correveidiles al uso. Mi verdadera amiga era Sofia, una especie de hermana a la que conoci en mi epoca del instituto, que se convirtio en mi tabla de salvacion desde que me separe. El verdadero problema fue que mi ex establecio una contienda legal de categoria a raiz de nuestra separacion. Por lo que pude saber, Marga era la ambicion en persona y le apreto bien las tuercas. --Yo he sido una tonta, siempre crei en tu palabra de que debia dedicarme en cuerpo y alma al nino durante sus primeros anos y que no nos faltaria de nada, ?y ahora que? --le pregunte cuando puso sobre la mesa de mi abogado aquella propuesta de convenio que no podia ser mas penosa para mi. --Tendrias que haber espabilado antes, Dafne, el mundo es como una jungla, ahora lo comprobaras... Si el mundo era una jungla, el era el rey de las hienas. Su unico proposito era sacar la maxima tajada de aquel divorcio a costa de cortarnos el grifo a tope a Eric y a mi. No quiero que se me malinterprete. Cierto que fui una incauta al creer en su palabra y al dedicarme a nuestro matrimonio y al nino, pero siempre tuve en mente volver a trabajar pronto. El caso es que cada vez que lo intentaba, Edu me decia que esperara un poco mas, a que Eric fuera algo mayor y entonces podria incorporarme con el en la compania en la que tambien ocupaba un altisimo cargo ya por aquel entonces, tras la jubilacion de su padre. Tonta de mi, porque lo que no queria mi marido bajo ningun concepto era que yo metiera las narices en sus asuntos. Y, como dinero era precisamente lo que le sobraba, preferia tenerme en una jaula de oro a salvo de comentarios...

  • Las visiones de Edmundo Paz Soldan

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    Un juez comienza a tener visiones de los hombres que ha condenado a la carcel. Un doctor encargado de experimentos con armas quimicas se dispone a probar un compuesto letal con su propia gente.

  • Por la fuerza (Parte 2 de 2) de Pilar Parralejo

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    Continuacion de Por la fuerza.

  • Me entregaras tu corazon de Sophie Saint Rose

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    Sondra Anderson es la hija del ranchero mas importante de la zona y desde su nacimiento sabe que va a ser quien dirija el negocio. La llegada de Kevin al rancho provoca mil cosas, sobre todo en su corazon, pero no le gustaba nada que metiera las narices en las decisiones que ella debia tomar con su padre. Vale que era muy bueno en su trabajo y los hombres le respetaban, pero ella era la duena. Aunque eso no era lo unico que le molestaba. Que la considerara una cria la ponia de los nervios y solo habia una manera de vengarse, fastidiarle todo lo que podia.

  • A mi amigo escoces de Maria Barbal

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    Benet y George se conocen en el hospital al que han sido trasladados tras las heridas recibidas en el frente de la Guerra Civil espanola. George, de origen escoces, sirve en las brigadas internacionales, mientras que Benet es un chico de provincias destinado en el frente. A pesar de ser poco habladores, Benet a causa de un problema que le afecta al sistema nervioso y le impide el habla, y George por su poco dominio del idioma local, conectaran rapidamente y forjaran una amistad que perdurara a lo largo de los anos.
    Tiempo despues, George buscara a su amigo de la guerra. De sus cuadernos, que Benet le regalara, George decidira escribir un libro.
    Una historia de amistad forjada durante la guerra y que perdurara a lo largo de los anos.

  • Nuestras riquezas de Kaouther Adimi

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    En 1935, Edmond Charlot, un joven de veinte anos, regresa a Argel desde Paris con la idea de fundar una libreria y una editorial. Su minuscula libreria, que bautiza como Las Verdaderas Riquezas, se convierte en lugar de encuentro de aspirantes a escritores y de figuras como Antoine de Saint-Exupery y Andre Gide. Alli publica tambien el primer texto de un autor desconocido: Albert Camus. Pero Charlot ignora que dedicar la vida a los libros no le eximira de verse zarandeado por los infortunios de la historia: en visperas de la segunda guerra mundial, una revuelta esta a punto de estallar en Argelia.

  • Born to be free de Rachel Rp

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    Necesitaba el dinero y lo unico que tenia era mi cuerpo, asi que me vendi. Eso no significa que vaya a ser una esclava toda mi vida, no. Voy a escaparme y empezar de cero, lejos de todo y de todos, pero por el momento tengo que aguantar. Cuando pienso ?porque lo hice? simplemente toco mi cicatriz y todo queda claro.

  • Rivales de la seduccion (Libertinos Enamorados 5) de Vanny Ferrufino

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    Por su bien, lady Stanton, evite esta boda. Va a arrepentirse hasta el ultimo dia de su existencia por haberse puesto en mi camino, lady Devonshire. Mercancia danada. Su piel es tan repugnante que me ofende pensar que pretende seducirme. Mire su cicatriz, cree que querre desvestirla. Es usted lo peor que pudo tocarme como esposa. ?Dinero? ?Quiere dinero de su dote? Le recuerdo que ese dinero me pertenece. Yo se lo iba a devolver si evitaba nuestra boda, pero al unirnos en sagrado matrimonio, es el minimo pago que merezco por desposarla y tener que soportarla hasta el ultimo dia de mi existencia; aunque, hasta ahora que llevamos mas de tres meses casados y se ha presentado cuatro veces desnuda en mis aposentos con la intencion de consumar nuestro matrimonio, me doy cuenta que ni por cien mil libras la habria aceptado. Esas fueron unas cuantas de las humillaciones que lady Riley Gibbs, condesa de Devonshire, tuvo que escuchar por parte de su marido. Cada una mas dolorosa que la anterior. En los libros que alguna vez tuvo el placer de leer, el amor entre la pareja protagonica surgia de a poco, paso a paso con distintos acercamientos que con el tiempo empezaban a hacerse mas comunes entre ellos; no obstante, ahora se daba cuenta que ella no era ese tipo de personaje que salia de la inspiracion de un buen samaritano que tenia una historia de amor para contar. Lastimosamente ese no era su caso. Era una persona de carne y hueso que se habia unido en matrimonio por una promesa que su padre, el marques de Winchester, hizo con el de su marido, porque cuando ella nacio, su dote fue cedida a la familia Gibbs, que en aquel entonces se encontraba en la quiebra. Algo en lo que ahora no estaban, sino todo lo contrario. Desde que tenia uso de razon, todas sus lecciones y ensenanzas se resumian en satisfacer al conde de Devonshire, en cada nueva leccion le hablaban sobre sus gustos, aficiones y talentos, aptitudes que a cualquier nina enamoradiza habrian emocionado facilmente. En aquel entonces, Riley sentia que su sueno estaba al alcance de sus manos: el cual consistia en tener un matrimonio a base de amor, porque su unico objetivo era enamorar al conde. Sin embargo, nadie le hablo sobre el odio que lord Devonshire sentia hacia ella, un error bastante catastrofico desde su perspectiva. Enterarse que su esposo sentia repugnancia hacia su cicatriz --de la cual el se entero el mismo dia que la adquirio hace muchos anos--, fue un golpe letal para su autoestima y entusiasta perseverancia. Su familia le habia escondido la parte mas fea de su futuro esposo y no habia previsto el infierno que ella tendria que vivir junto a el. Porque si, lastimosamente el individuo con quien la prometieron no era el caballero de armadura que ella se habia imaginado en su infancia; sino todo lo contrario. Su vida de casada no era sencilla. Durante el primer ano de matrimonio, su madre, Noelle Stanton, le habia dotado de un sinfin de consejos para seducir a su esposo y poder enamorarlo; pero Riley comprendia que ningun consejo le serviria porque para poder seducir a un hombre, lo primero era que el susodicho se sintiera minimamente atraido hacia ella. El cual no era su caso ni lo seria nunca. Su esposo no la consideraba hermosa, ni siquiera aceptable, siempre tenia un comentario despectivo para ella. El primero de lo que el consideraba uno de sus defectos --que no dudo en cubrir--, fue la tonalidad de su piel: la cual era un poco mas dorada, en comparacion a la que poseian las damas inglesas, por los origenes italianos de su amada madre. Solucion: vestidos de cuello alto y mangas largas. Su estatura era de uno cincuenta y cinco, una altura misera para un hombre que pasaba los uno ochenta y cinco. Su cuerpo no era voluptuoso, carecia de curvas y sus ojos eran demasiados grandes para el agrado del conde, a quien no le gustaba mirarle a la cara. En cuanto a sus aptitudes, penso que podria gustarle que adorara leer, admirar el buen arte y pintar; pero lord Devonshire nunca se esforzo por conocerla y la denomino como una esposa aburrida e insipida, criada en el campo. Los primeros meses trato de ser optimista, creyo que pronto todo cambiaria y el se daria cuenta que estar casado con ella no era tan malo como pensaba; pero habia momentos donde simplemente no podia seguir soportando tantos desplantes. El conde habia optado por la aplicacion de nuevas restricciones que solo iban dirigidas para ella, lo cual la llevaba a sentirse mas retraida y preocupada. En esa casa no le importaba a nadie, su suegra la odiaba y su cunada tenia prohibido hablarle. Con el tiempo se dio cuenta que esas restricciones aumentaban en numero cada vez que el conde recibia una nueva correspondencia, en ocasiones el dejaba su despacho hecho un desastre. Desde hoy no te quiero en la mesa en la que como; desayunaras, almorzaras y cenaras en tu alcoba, a no ser que lo hagas antes o despues que nosotros. Intento comer antes, pero no funciono, el llegaba a la mitad de su comida y la echaba con una simple mirada del comedor que compartia con su madre, la condesa viuda, y su hermana, lady Laurine Gibbs. Opto por comer despues, pero todo se salia de su control cuando el permanecia mas tiempo de lo normal en el comedor conversando con su madre. Al final se resigno a comer en su alcoba, incomoda, pero a la vez contenta de tener su alimento a la hora correspondiente. Eso fue facil de sobrellevar, aunque odiaba comer sola, hasta que vino la segunda restriccion. No quiero que entres a mi biblioteca, no puedes tocar nada de ahi, y tampoco quiero que camines por mi casa mientras yo este dentro, el verte me pone de mal humor. Todas sus alarmas se prendieron y no tuvo mas remedio que acudir a su madre y pedirle una serie de consejos para enamorar a su marido, quien parecia querer matarla dentro de las cuatro paredes de su alcoba. Confeso, con verguenza, que su matrimonio no estaba consumado, que por mas que luchara, lord Devonshire no tenia intencion alguna de tocarla. La indignacion de su madre fue tal, que Noelle ideo un plan que haria que su marido se postrara a sus pies. Con sus alentadoras palabras, fue imposible no ilusionarse y volver a creer, por lo que esa tarde salio de la casa de sus padres con la idea de iniciar una nueva lucha. Despues de su primera noche junto a su esposo, Riley penso que todo ese ano de sufrimiento habia llegado a su fin. Sin embargo, cuando la luz del dia emergio, la realidad le dijo que las cosas no funcionaban asi y un verdadero infierno se desato para ella. Su matrimonio ya estaba consumado, pero para conseguirlo se habia burlado de un noble orgulloso, prepotente y vengativo, humillandolo vilmente. En aquel momento, habria dado todo lo que tenia para volver el tiempo atras y obedecerle cuando le ordeno que anulara todo, que renunciara al compromiso para dejarlo en libertad. Sus gritos e insultos le hicieron regresar a su horrible realidad, advirtiendole que las segundas oportunidades no existian; y su mundo de ilusiones y esperanza se tino de negro cuando el dolor fue palpable en su rostro. Totalmente desnuda, junto a la comoda a la que fue a parar, todo se hizo anicos a su alrededor. Ya no deseo mejorar su vida conyugal, ya no quiso ser aceptable para el, ya no penso en la feliz familia que siempre quiso formar. En aquel momento solo queria huir, esconderse de la furia que ella habia desatado en su esposo. Que tonta fue. Esa era la vida real, un mundo donde la mujer debia obedecer a su marido. Por suerte, ese dia desperto en su realidad; aunque le hubiera gustado que no fuese el peso de la mano masculina sobre su rostro lo que le advirtiera que acababa de cometer el mas grande error de su vida y su tormento apenas estaba dando inicio.

  • Rios de Martin Michael Driessen

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    Las historias que se cuentan en este libro estan ambientadas en tres rios del norte de Europa. En el Aisne, en Francia, un hombre libra una batalla contra los elementos y contra si mismo; en Alemania, a traves del Rodach, el Meno y el Rin, dos almadieros persiguen un sueno que se encuentra mas alla de sus fronteras; en un remoto valle de Bretana, un arroyo es la causa, durante siglos, del enfrentamiento entre dos familias.

  • Todos nuestros presentes equivocados de Elan Mastai

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    Una irreverente novela de ciencia ficcion romantica.

  • Tu te lo buscaste! 4 de Emma Green

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    Valentine Nils... ?Un asesino? Se supone que el objetivo de la Black Gala es recolectar fondos reuniendo a varias estrellas vestidas de negro. En todo caso, eso es lo que contaran, a partir de manana temprano, las paginas de las revistas de espectaculos y los sitios de Internet que no tendran nada mejor que decir. Pero en ningun lado estara escrito que este evento de caridad mando muy lejos mis creencias mas profundas. Y sin embargo, siento como si estuviera presenciando uno de esos momentos clave, cuando uno todavia no sabe que direccion tomara su vida, pero que puede presentir desde ahora que dara un giro radical. Justo ahi, en medio de la noche y del vestibulo lleno de gente, Milo acaba de acusar a Nils de asesinar a una rica heredera… y por lo tanto, de tener las peores intenciones conmigo. El primero ha bebido ligeramente de mas, o por lo menos lo suficiente para tener el valor de enfrentar a su rival. El segundo no temblo ni un instante: eligio huir en vez de defenderse. Mientras que lo miro alejarse, con el corazon hecho pedazos y el estomago hecho nudo con miles de preguntas, Milo se burla a mi lado, con una voz demasiado fuerte y gestos sin control: - !Valentine, abre los ojos, maldita sea!! !Ni siquiera intenta negarlo! !Le abriste la puerta a ese hombre, le confiaste toda tu vida sin siquiera saber nada de el! Sus palabras entran en mi cerebro, lentamente, como un suero de la verdad ardiente. Luego el Vikingo da media vuelta, a veinte metros de alli. Su mirada gris acero me fusila. Le bastan algunos pasos, inmensos y agiles, para venir a plantarse frente a mi. Cerca, muy cerca. Su figura de iceberg me domina, sus ojos glaciares me petrifican, su aliento fresco se filtra entre mis labios abiertos, y su voz grave llega hasta mi como una ola poderosa, devastadora. - No voy a justificarme frente a ese idiota. Si quieres la verdad, sigueme. Dos frases, trece palabras. Es todo lo que se necesito para que la ola me arrastrara con el. Nils me ha salvado la vida dos veces ya, me siento obligada a darle una oportunidad. Una sola. Dejo ahi a Milo, Aina, Roman, Charlie y sus ojos redondos, inquietos, furiosos. Tomo la salida, recorro la alfombra roja desierta, atravieso la calle sin mirar, sigo a mi bodyguard en traje negro, que camina frente a mi, sin voltearse jamas, seguro de que lo estoy siguiendo. Nils se detiene frente al auto negro que nos trajo hasta aqui y golpea con la palma de la mano la ventanilla delantera. Dos veces. Ted, el chofer, sale precipitadamente ajustandose el gorro en la cabeza. Mientras llego hasta ellos, veo al coloso rubio dejandole un billete de cien dolares sobre el torso antes de murmurarle, suavemente pero con firmeza: - Toma un taxi. Ahora. Luego Ted se va y Nils se sienta detras del volante. Azota la portezuela con un gesto brusco que me parecio decir: << !Tu, la princesa, sentada! !Aqui! !Y pronto! >> Jamas dejaria que un hombre me hablara con ese tono, que me diera ordenes como si fuera un perro, pero aun asi obedezco. Como hipnotizada. Tomo el asiento delantero, el del copiloto, preguntandome si estoy cometiendo la peor estupidez de mi vida, si este hombre con modales de cavernicola va a dejarme muerta en la cajuela de este auto, o a hacerme firmar un seguro de vida para poder recibir una enorme suma despues de degollarme. Y comienzo a esperar que por lo menos hagamos el amor antes. Esta vez es seguro, estoy desvariando. Nils cierra con seguro el auto desde el centro de control pero no enciende el motor. Se desamarra la corbata mirando directo hacia el frente y rodea su mano con la tela como si fuera la venda de un boxeador. Me estremezco. Pero extranamente, no tengo miedo. Tengo frio, calor, nauseas, pero miedo no. Me jalo el vestido (definitivamente demasiado corto) y su voz grave resuena en la cabina como un cerro partiendose. - De Clare no sabe nada de esa historia. Fue uno de los tantos fracasos de mi padre, a quien tuve que rescatar moviendo mis relaciones en la policia. Samuel recien acababa de salir de la carcel. Tuvo la genial idea de hacerse mantener por una mujer tan vieja como rica. La sedujo. La convencio de que modificara su testamento a su favor. Y con eso pensaba asegurarse un futuro tranquilo. Solo que la abuelita murio en un accidente sospechoso poco tiempo despues. Mi hermano no tuvo nada que ver con eso. Pero unos investigadores demasiado dedicados a su trabajo y demasiado idiotas concluyeron que habia sido asesinato sin ir mas lejos. Sam no tenia coartada, sus motivos parecian evidentes y, con su historial de fraudes, todo lo acusaba. Yo era policia, asi que hice lo posible para evitarle la cadena perpetua. Por mi parte, no fui acusado de nada. Me vi envuelto en ese problema para salvar el trasero de mi hermano. Como siempre. Eso todo lo que hay que saber. - De acuerdo… – farfullo con una voz casi inaudible. - Otra cosa: la proxima vez que Milo de Clare se divierta mandandome a investigar por un detective privado, recuerdale que conozco a todos los de aqui. - OK... – asiento estremeciendome. Siento la mirada de Nils recorriendo la carne de gallina por mis brazos, mis muslos desnudos. Eso me perturba pero no basta para calentarme. No se que pensar, que sentir, ni siquiera por que tengo tanto frio. Solo quisiera que dejara de mirarme, para poder pensar. - Y una ultima cosa – murmura el gigante frio a mi lado – ese vestido es definitivamente demasiado corto. El se inclina hacia el frente, recarga la mandibula sobre el volante, se quita el saco con un gesto sutil y luego lo extiende sobre mi como una cobija. Este es tan grande, tan largo, que logra cubrirme de los hombros a las rodillas. Me acurruco en el y me dejo ir contra el reposacabezas. Mi cerebro en ebullicion se tranquiliza por fin. Le creo a Nils. Creo que le creo. Digamos, en un 9 9 ,9 %. La minuscula duda que subsiste en el fondo de mi me permite solamente permanecer alerta, no ceder totalmente ante su voz hechizante, su mirada fascinante, sus gestos protectores, su aplomo infalible (y totalmente exasperante). Me siento aliviada de que me haya dado esa explicacion sin rodeos, sin que necesitara pedirsela, sin dejar preguntas sin respuesta. Tengo las ideas claras. Durante algunos segundos, estuve a punto de creer que el disfraz de Vikingo irresistible escondia a un espia, un manipulador, o peor aun; a un asesino. Todavia no se lo que se encuentra debajo de la armadura, pero eso no me preocupa. Ya no. Casi. - ?Tienes algo que decir? – me pregunta abriendo los botones de sus punos, antes de enrollarse metodicamente las mangas de la camisa. - Si – digo recobrando por fin el animo. – Gracias por no haber destrozado a Milo. - Ni sus huesos ni su ego lo hubieran soportado – se burla Nils abriendo y cerrando los punos, como si estos se lo hubieran pedido. – ?Alguna otra cosa? - Si. Deja en paz mi vestido – anuncio muy seriamente, sosteniendo su mirada. Los ojos de niebla dejan los mios para ir a rozar su saco negro, ahi donde mis muslos desnudos se cubren (y se estremecen, pero Nils no necesita saber eso). - Si quieres regresar a esa gala, te espero aqui – declara mirando al vacio, con una sonrisa sobre los labios. - No, regresame a casa – decido, encendiendo yo misma el auto. - Sabia decision – concluye, aparentemente satisfecho. Mi bodyguard conduce en silencio hasta la mansion Cox. Me dejo arrullar por el suave ronroneo del comodo auto. Me dejo invadir por mi propio calor bajo el saco de Nils y por un sentimiento extrano, mezcla de serenidad, tension, seguridad y vulnerabilidad. A medida que dejamos la animacion nocturna de L.A. para entrar en la quietud de Santa Monica, me repongo suavemente de mis emociones, respondo los mensajes enloquecidos de Aina para tranquilizarla, vuelvo a pensar en Milo y su prisa por quitar al coloso de su camino (sin duda con buenas intenciones). En este instante, tal vez mi vida ha dado un giro. Pero no el que temia. Confio en mi chofer para hacerse cargo del camino y me duermo contra la ventanilla. Nils me cargo del auto hasta mi habitacion, sin despertarme, todavia abrigada con su saco. El me coloca delicadamente de pies, justo frente a la puerta, sin invitarse a entrar a mi mundo. Le resoplo un gracias y le regreso su saco. El me sonrie. Con un ligero tono de burla en su voz grave, murmura: - Puedes darme tu vestido tambien, si quieres. - ?Para que lo conviertas en confetti? No gracias. - No... Finalmente, creo que podria quedarme bien… – me provoca comiendome con la mirada, de arriba hacia abajo. - Ni siquiera lo intentes – susurro, sintiendome flaquear. - Buenas noches, princesa consentida. El Vikingo se burla en silencio y se va, caminando hacia atras, en medio de la obscuridad. Bien pudo haberlo intentado un poco mas. ?Puede ser que se de la media vuelta, como en la Black Gala? ?Puede ser que espere que lo alcance esta vez? Pero Nils se voltea y se aleja, con el saco colgado de un dedo sobre su hombro. Y mierda, nuevamente tengo frio.

  • Mi mundo imperfecto de Nuria Pariente Nogueras

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    BIENVENIDA A MI MUNDO IMPERFECTOUna comedia-romantica desternillante

  • Lady Sarah (Lady`s 2) de Jane Mackenna

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    Desde que Sarah conocio a James el cunado de su hermana Brianna, se enamoro perdidamente, pero su amor no era correspondido, por lo que al ver su amor despreciado, toma una decision drastica matando asi cualquier posibilidad.
    James por su parte conoce a Helen McBree de quien se enamora, luego de pensar que no volveria a amar a otra mujer que no fuera Brianna, su cunada.
    Sin pensarlo demasiado se casa con ella y asi comienza lo que el piensa sera un amor de esos que duran para siempre, conoce la felicidad y en vispera de su primer hijo, la vida le arrebata a la mujer que ama, sumiendolo en la pena y el dolor.
    Pero los caminos de James y Sarah se volveran a cruzar cuando ella decida tras la muerte de su esposo, dedicar su vida a Dios.
    James ira por ella en un intento por resarcir el dano ocasionado en el pasado.
    ?Lo hara por sentimiento de culpa? ?Podra salvar a Sarah de otra errada decision? Ambos descubriran que hay que perderse para encontrarse.

  • Ladronas de Nueva York 3 de Estefania Yepes

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    La historia que encontraras a continuacion no es distinta a la tuya, a la mia o a la de cualquier mujer que se encuentre en un momento decisivo de su vida. Aqui no hallaras la respuesta a un gran interrogante, ni tampoco misterios que resolver o una trama enrevesada. Si buscas algo asi, esta no es tu novela.

  • Dia y noche de Linda O. Johnston

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    La reportera Cara Hamilton acababa de conseguir la historia de su vida. Pero lo que la ponia mas nerviosa era el insoportable… e increiblemente atractivo ayudante del sheriff.

  • Prisionera de tu venganza (Los Mendoza 2) de Natalia Roman

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    Monica Mendoza es una muchacha sonadora que suena con encontrar a un hombre que la ame para formar una familia y vivir en Nube Blanca. Aunque vive rodeada de militares, se ha prometido a si misma que jamas se desposara con uno de ellos y, a pesar de que sus padres nunca la obligarian a casarse, el tiempo pasa y ningun hombre llama su atencion. Hasta que un dia el destino cruel y jugueton pone en su camino a Gabriel.

  • Destruyendo un egolatra de Valentina O. Sierra

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    ?Como se destruye a un egolatra? Un chico altanero y desdenoso con una infancia que lo habia llevado casi a la quiebra emocional. La frialdad en su mirada se expandia como oleadas innegables de evitar y la crueldad estaba impresa como tinta negra propagandose en su ser. ?Como lo combatias? Simplemente, lo apuntabas con las armas. Un cabello esponjoso hasta los hombros, unos grandes y honestos ojos, ademas de un tierno corazon. Elizabeth contaba con aquellas armas que no estaban llenas de violencia exactamente, pero ?quien dijo que aquel gran egolatra podria resistirse?

  • El hombre sin memoria de Rem Aurismaki

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    Pietro sufre de una particular forma de amnesia y no recuerda nada de Antro, el pueblo donde crecio. Algo tiene que haber pasado cuando era nino. Ahora, con su mujer Bernardina, vive en Occiduo. Un dia, una terrible aluvion destruye Antro, y con el, las ultimas posibilidades de Pietro de acordarse su pasado. Hasta que un sueno lo guia en medio de los escombros y el encuentra un ultimo sobreviviente, Antoni. Pietro cree conocerlo y se lo lleva a casa convencido que este pueda devolverle sus recuerdos.

  • Amor en la Frontera (Western 1) de Lee Vincent

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    Ano 1870 en el Oeste Americano. Hace cinco anos que culmino la Guerra Civil entre el norte y el sur, y el territorio en el oeste de los Estados Unidos comienza su pleno desarrollo, en lo que se denomina la nueva Frontera, un lugar tan excitante como peligroso. Dos hermanas se ven forzadas a huir del Territorio de Wyoming ante la inminente muerte de su padre, victima de la tisis. A su llegada al pueblo de Monroe Park, en el reciente instituido estado de Colorado, se veran obligadas a luchar por su sobrevivencia en una comunidad, cuya unica ley es el revolver. Alli, Heather Harrison, la mayor de las hermanas, se topara con el temible vaquero Luke Montana, un hombre cuyo pasado esta plagado de misterios y que se empenara en conquistarla. En medio de sus luchas por abrirse paso en Monroe Park, las hermanas tendran que sortear diversos peligros, desde bandoleros hasta indios enfurecidos, pero su peor pesadilla se hara realidad cuando el despiadado cuatrero Richard Perkins reaparezca en la vida de Heather y la reclame como su mujer. ?Se saldra con la suya este bandido o tendra que enfrentarse a la inclemencia del mejor pistolero de la Frontera, Luke Montana? Al estilo unico de las novelas del Viejo Oeste llega la primera entrega de la bilogia Serie Western, Amor en la Frontera, una historia de amor, pasion y aventuras.