• aitor sanchez garcia instagram - Aitor Sanchez Garcia

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    Quien no ha oido, y repetido, muchas veces frases como <>, <>, <> o <>.

  • Mi Dieta Cojea - Aitor Sánchez on Instagram

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    1 ene 2018 — 2421 Likes, 49 Comments - Mi Dieta Cojea - Aitor Sánchez (@midietacojea) on Instagram: “Anoche los García me dieron luz verde para preparar ...

  • Sergio Fernández, Ciudadano García y Aitor Sánchez nos ...

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  • Aitor Sánchez García (@Midietacojea) / Twitter

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    Dietista-Nutricionista y Tecnólogo Alimentario Divulgo sobre nutrición y sostenibilidad en medios (RNE-TVE) 🎙️y libros Enseño nutri en @CentroAleris.

  • Querida comida de Instagram, tenemos que hablar - Mi Dieta ...

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    2 jun 2021 — A ver, esa tostada de aguacate tiene más montaje y que la hamburguesa del anuncio del Burger King. Está fantástico que quieras ganar likes, ...

  • 15 nutricionistas de Instagram que son un referente para ...

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    9 sept 2020 — Además, es coautor de los libros «No más dieta», «Secretos de la gente ... Si decides seguirle, en pocos días Aitor Sánchez te convencerá de ...

  • 50 profesionales de la nutrición que te recomiendo seguir en ...

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    Gracias a su especialización en microbiota humana ha escrito el libro “Dime qué ... Aitor Sánchez – @midietacojea – https://www.instagram.com/midietacojea.

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  • Esto me suena (RNE) - Facebook

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    El dietista-nutricionista Aitor Sánchez, Cocina con Sergio y yo, El Ciudadano García estaremos mañana en directo a las 19.30 en Instagram para presentar...

  • Mi dieta ya no cojea de Aitor Sanchez Garcia

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  • Tu, mi atraccion favorita (Sweet Love 3) de Lorraine Coco

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    Payton intento entrar en el edificio en el que se encontraba su nuevo apartamento, cargada con una caja, un bolson colgado al hombro y una gran maleta con ruedas. Pero la puerta era pesada y no pudo abrirla mas de un par de centimetros antes de que esta se volviese a cerrar. Por suerte, un hombre de unos cincuenta y tantos anos lo hizo por ella y la saludo dandole una calida bienvenida. --Buenas tardes. Es usted la senorita Payton, ?verdad? --le dijo arrebatandole la caja de las manos. --Si... --repuso casi sin resuello--, la misma. Muchas gracias por la ayuda. Le sonrio abiertamente, admirando al tiempo lo bonita que era la porteria de aquel edificio familiar. Sarah y Matt le habian asegurado que le encantaria vivir alli y empezaba a pensar que no habian exagerado. --No hay de que. Yo soy Irvin, el conserje. Puede contar conmigo para lo que necesite. Daniel y Eric me avisaron de que vendria y me pidieron que la guiase hasta el apartamento. --Irvin, es usted muy amable, pero no sera necesario. Ya tengo la llave. Puedo hacerlo sola --le dijo con gesto decidido. --Como usted desee --concedio el hombre--, pero al menos dejeme que la acompane al ascensor. --Y antes de que pudiese negarse, fue hasta alli y apreto el boton mientras seguia cargando con su caja. Payton espero junto a el mientras ambos, en silencio, aguardaban su llegada. Se sentia algo nerviosa. Habia tenido que buscar un apartamento compartido con urgencia, tras tener varios problemas serios con su casero, y el que Matt dejaba vacio estaba en una zona inmejorable. Era la primera vez que iba a tener que compartir vivienda con dos hombres, pero no le preocupaba demasiado. Eran cirujanos, como Matt, y eso hacia que estuviesen mucho tiempo fuera. Ademas, el hecho de que Sarah viviese tambien en el edificio, le hacia estar mas segura de su decision. Habian congeniado bastante en la boda de Lauren, su mejor amiga y hermana del novio de Sarah, Matt. Aun asi, la experiencia con su casero anterior habia sido tan mala que ahora iba con pies de plomo. Cuando el ascensor pito justo antes de que se abriesen sus puertas, se sintio aliviada. Tenia ganas de instalarse y tener, por primera vez en mucho tiempo, algo de paz. Estaba a punto de entrar cuando tuvo que dar un par de pasos atras al ver como el ser mas horrendo sobre la faz de la tierra, clavaba su mirada azul en ella con desconfianza. La portadora de semejante bicho, una senora octogenaria de expresion adusta, la observo con los parpados entornados. --Buenas tardes, senora Fleming. Buenas tardes, Lucifer --oyo decir al portero. En cuanto a ella, no tuvo tiempo de saludar a la extrana pareja porque la senora hablo primero. --?La nueva del 8B? --le pregunto sin rodeos repasandola de arriba abajo inquisitivamente. --La misma --dijo sin dejarse amedrentar por su tono seco. --Es usted... --La volvio a inspeccionar-- demasiado joven y atractiva --termino por declarar en un tono en el que no supo si la estaba halagando o insultando. Pero finalmente arrugo la nariz como si sus cualidades la convirtiesen en persona no grata--. Espero que no nos de problemas. Su declaracion la dejo alucinada y muda. La vio alzar la barbilla y salir del cubiculo con su gato, dando por zanjado aquel extrano intercambio de presentaciones. Sin embargo, la oyo anadir, farfullando mientras se dirigia a la salida del edificio: --Y mas viviendo con esos dos... ?Verdad, Lucifer? --se dirigio a su gato hablando de ella como si no pudiese escucharla. Algo a todas luces absurdo, con lo que le quedo claro que no le importaba un apice que lo hiciera. Payton abrio los ojos de par en par e hizo una mueca, sin terminar de creer lo que acababa de pasar. --Una senora encantadora --le dijo al portero tras sacudir la cabeza, decidiendo entrar en el ascensor. El hombre se limito a sonreir dejando la caja en el interior. Apenas le dio tiempo a salir del cubiculo antes de que se cerrasen las puertas y ella quedase sola en el interior. Apoyo la espalda en la pared metalica y suspiro. Estaba claro que vivir alli iba a ser mucho mas interesante de lo que habia imaginado. Decidio no tomarse los comentarios de aquella senora como una senal de que mudarse alli no habia sido una buena idea. Tenia que mantener su optimismo. Necesitaba pensar que estaba empezando una nueva etapa en su vida que le reportaria grandes alegrias. Y durante los escasos segundos que el ascensor tardo en llevarla hasta el octavo piso, tuvo tiempo de hacer un repaso rapido y mental a la lista de cosas que tenia a favor. Acababa de conseguir su propia seccion en la revista para la que trabajaba desde hacia tres anos como redactora: Revolution, la mejor publicacion femenina del momento. Adoraba trabajar alli porque sentia que estaba en un medio en constante crecimiento. Y tras su <>, con una proyeccion inmejorable en el trabajo. Su labor tambien le habia reportado un grupo de amigos y companeros muy agradables con los que llenar su vida social en un lugar tan vertiginoso como Manhattan, que en nada se parecia ni a su Austin natal, ni a Rhode Island, donde estaba ubicada la universidad de Brown. Echaba de menos a Lauren, su mejor amiga, pero estaba viviendo su sueno. Un sueno que el ser siniestro y despreciable de su anterior casero habia amenazado con hacer anicos. Habia aprendido la leccion y conseguido esquivar esa peligrosa bala, descubriendolo a tiempo. Habia escapado de su antiguo apartamento, como alma que lleva el diablo, en mitad de la noche y sin mirar atras. Tuvo que mudarse a un hotelucho durante varias semanas tras encontrarse en la calle, pero por suerte, en la boda de su mejor amiga, habia descubierto que Matt dejaba su increible apartamento en una de sus zonas favoritas de la ciudad: el West Village. Tenia el centro de la ciudad a veinte minutos en metro y el edificio era una pasada. No iba a estar sola, como en el anterior, y tendria que acostumbrarse a compartir espacio con dos hombres, algo que no habia hecho desde que abandono la casa de sus padres y con ellos a sus cuatro hermanos: una chica menor, y tres chicos mayores que ella. No recordaba la convivencia como un sencillo paseo; sus hermanos eran lo peor. Y ese fue uno de los motivos de decidirse a estudiar en la otra punta del pais. Preferia su independencia, pero a veces no importa lo que uno desea, sino saber adaptarse a las circunstancias. Y eso era lo que hacia ella, adaptarse y pagar por sus malas decisiones del pasado. Tampoco era algo definitivo, se dijo cuando la puerta del ascensor se abrio y, arrastrando la maleta, la saco del cubiculo metalico, coloco sobre esta la caja y se acomodo el bolson en el hombro. Comenzo a caminar por el pasillo mientras miraba los numeros de las puertas, recordandose que por malo que fuese lo que se iba a encontrar, era cien mil veces mejor que lo que habia dejado atras y que en pocos meses podria permitirse alquilar un espacio solo para ella. Con todo aquello en mente llego hasta la puerta junto a la que se podia leer en letras doradas, 8B. Saco la llave del bolsillo trasero de sus vaqueros y tomo aire un par de veces, mirandola antes de introducirla en la cerradura. <>, se dijo a si misma y, tras girarla un par de veces, entro en el que se convertiria en su nuevo hogar durante los proximos meses. La puerta daba a un pasillo que hacia las veces de recibidor. Alli solo encontro un perchero, vacio salvo por un juego de llaves que colgaba solitario de uno de los ganchos. Dejo caer el pesado bolson y solto la maleta con la caja para tomarlo con los dedos. Tenia un llavero en el que se leia: <>. Pero a ella no se le daba bien obedecer, asi que siguio haciendolo con una sonrisa en los labios. ?Que tenian de especial esas llaves? Encogio la mirada, pero sin cambiar el gesto sacudio la cabeza. Dejo el equipaje en la entrada y se dispuso a inspeccionar el apartamento aun con mas curiosidad. Y lo que encontro a continuacion la sorprendio bastante. El salon era amplio, pintado de blanco salvo por un par de paredes que mantenian el ladrillo original, rojo y desgastado. Las paredes estaban decoradas con cuadros de laminas en blanco y negro. El mobiliario era contemporaneo, eclectico, y en el se combinaban varios colores dando una sensacion acogedora. Estaba presidido por un gran sofa gris, con dos butacas a los lados, una blanca y otra morada que la enamoro al instante y en la que se imagino acomodada con un buen libro. Era una habitacion espaciosa y muy bien iluminada con tres ventanas altas. En la pared del fondo habia una chimenea con pinta de hacer decadas que no se usaba y en la que ahora habia una pila de libros. En realidad, le sorprendio la cantidad de ellos que habia dispersos por toda la estancia. Los habia en las estanterias de madera de las paredes, distribuidos sobre distintos muebles y en un cesto de mimbre junto al sofa. Era un lugar agradable, sin el aire excesivamente masculino que habia supuesto. Tampoco esperaba que hubiese tanto orden. Paso un par de dedos por la superficie de cristal de la mesita auxiliar que habia frente a ella y comprobo que estaba impoluta. Fruncio el ceno. Ella no era tan limpia ni de lejos. Esperaba que eso no fuese un problema. Con esa duda se adentro en la siguiente habitacion, la cocina. Le encanto. No era una gran cocinera, pero tenia tres o cuatro especialidades que solia cocinar cuando estaba estresada, y aquel espacio estaba equipado con todo lo necesario. Habian pintado el ladrillo de blanco y este combinaba con muebles del mismo color y encimeras de madera clara. Los electrodomesticos eran de acero y una mesa blanca, con ruedas, hacia las veces de isla, flanqueada por un par de taburetes. Tambien alli estaba todo limpio y recogido. Enarco una ceja y fue hasta el frigorifico. Y al abrirlo, sonrio. Estaba dividido en dos secciones claramente diferenciadas. La de la izquierda, llena de comida basura, precocinada, restos de pizza y otras cosas que no supo identificar. El lado de la derecha era diametralmente opuesto; productos frescos, muchas frutas y verduras, carnes y pescados, lacteos desnatados y zumos. Eso si, la zona inferior estaba llena de botellines de cerveza, que ademas eran de su marca favorita. Cerro la nevera y fue hacia el pasillo donde se encontraban las habitaciones y el bano. Este ultimo fue el primero que hallo. Tenia banera, algo que le encanto. Era sencillo, con un buen espejo y estaba igual de limpio que el resto de la casa. Al salir se dio cuenta de que, sobre la madera blanca de una de las puertas, habia un papel pegado en el que se leia: <>. Volvio a sonreir. Estaba a punto de entrar en su cuarto cuando vio que uno de los otros tenia la puerta abierta, no lo pudo evitar y asomo la cabeza. Una gran cama presidia el dormitorio en el que predominaban los tonos verdes y tierra. En la pared del cabecero habia un cuadro enorme con una de esas preciosas vacas escocesas de pelo largo. Le gustaba, era acogedor. La otra puerta estaba cerrada y no intento siquiera abrirla. Fue directamente a la suya y al girar el pomo, se sintio en casa. Era un dormitorio sencillo de cama doble y muebles de madera. Las paredes blancas y una butaca morada, gemela a la que le habia enamorado del salon. Ubicada en una esquina, era perfecta para dejar sus cosas cada dia. El armario era amplio y tenia una comoda de gran tamano tambien. Por lo demas, el cuarto estaba vacio y carente por completo de decoracion, pero cuando ella le diese su toque, haria de el un lugar perfecto. Su lugar perfecto, penso antes de tirarse de espaldas sobre la cama y suspirar aliviada. CAPITULO 2 Puso su lista de reproduccion en el movil y con ayuda de Bruno Mars apenas tardo un par de horas en sacar todas sus cosas y colocarlas. Eso la dejo en mitad de su cuarto, con media manana libre, algo que no le habia sucedido en mucho tiempo. No estaba acostumbrada a estar ociosa y se puso a maquinar. Estaba claro que limpiar no era necesario, habia hecho la colada antes de ir hasta alli y tenia el articulo de esa semana terminado. Podia haberse dedicado a investigar un poco sobre la idea que tenia para el siguiente, pero lo cierto era que hacia un dia precioso y se moria por conocer la zona. Tampoco le vendria mal recorrer el barrio, hacer algo de compra y localizar su futura nueva cafeteria favorita.

  • Martes con mi viejo profesor de Mitch Albom

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    Un libro sencillo e intenso que encierra profundas verdades. Conversaciones entre Mitch y su antiguo profesor de la universidad todos los martes. Una historia real para un libro de culto. El libro que ha cambiado la vida a millones de personas.

  • Seduciendo Al Jefe de Mia Ford

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    Cliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. <>, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. <>, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion.

  • La historia sonada – Silvia Ibanez Cambra de Silvia Ibanez Cambra

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    Paris, 1940. Esteban lleva un ano viviendo con su tio Eduardo, la persona que lo rescato de una Espana desolada tras la guerra. Alli, sin poder olvidar su pasado, le relata a Eric, amigo de su tio y escritor, sus vivencias, la muerte de sus acaudalados padres y las miserias que paso posteriormente, pidiendo limosna por las calles y siendo acogido en su casa por un inspector. Una acogida que no fue desinteresada ya que lo que el inspector queria de el era informacion sobre los Campillo, amigos de sus padres. La muerte de la mujer del inspector, Rosa, habia ocurrido en presencia de uno de los Campillo y se habia culpado del asesinato al hijo de uno de los empleados de la casa. Esteban era muy pequeno cuando todo ocurrio y apenas habia conocido a los Campillo, asi que, no pudo contarle nada.

  • Gimpel, el tonto de Isaac Bashevis Singer

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    El primer libro de relatos de Isaac Bashevis Singer, Premio Nobel de Literatura.

  • El temperamento melancolico de Jorge Volpi

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    El temperamento melancolico es una desenfrenada novela en la que Jorge Volpi ilustra las terribles consecuencias de fundir vida y arte, asi como la inevitable melancolia que conlleva este peligroso acto.

  • Crimenes Imperfectos de Francisco Merchan

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    Dame tu corazon

    Tirada una oscuras en el patio trasero de su casa, Ellen Cistar agoniza en medio de un gran charco de sangre mientras observa, con impotencia, como su asesino se pierde entre la lluviosa noche. Guarda un horrible secreto que unas horas despues consigue contar al anestesista del Hospital General del Condado que intenta salvarle la vida. El doctor Peter Tenway, junto al inspector de Policia de Augusta, Anderson Harper, se veran inmersos en una lucha contrarreloj por desentranar el pasado turbio que atormento a Ellen hasta su ultimo aliento.

  • Mas alla de la frontera de Luis Bauset Martorell

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    Mario perdio su empleo, hizo las maletas y emigro. Dejo atras todo aquello que amaba, incluida Sara, quien se uniria a el tiempo despues. En el nuevo pais conocera a Carmela, una emigrante gallega ya establecida, y a Braulio y Sebastian, dos jovenes recien llegados al nuevo pais. Juntos, viviran una experiencia que pondra de manifiesto la capacidad de superacion del ser humano y descubriran que emigrar, en contra de sus prejuicios, no era como ellos habian pensado.

  • Dos amores inesperados (Mejores amigas 2) de Alizee Duchamps

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    Me llamo Lisy y soy maestra de Educacion Primaria. He tenido la suerte de dedicarme a la profesion que siempre fue mi vocacion. Bueno, no solo la suerte ha tenido que ver, sino mi esfuerzo y los anos que he dedicado a estudiar y a prepararme. Atras quedo la etapa de hacer locuras con mis mejores amigas, Lara y Martina. Ahora, casi todo mi tiempo lo invierto en mi trabajo y en mis alumnos, sin renunciar a salir y a divertirme, pero pasando bastante de hombres y de lios.

  • Te ruego un beso mas (Unidos por el amor 6) de Fernanda Suarez

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    Una descarada joven y un Marques que se cree inmune a los encantos de cualquier mujer.

  • Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez

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    A mi abuela no le gustaba la lluvia y antes de que cayeran las primeras gotas, cuando el cielo se oscurecia, salia al patio del fondo con botellas y las enterraba hasta la mitad, todo el pico bajo tierra. Yo la seguia y le preguntaba abuela por que no te gusta la lluvia por que no te gusta. Pero ella, nada, evasiva, con la palita en la mano, frunciendo la nariz para oler la humedad en el aire. Si finalmente llovia, fuera garua o tormenta, cerraba puertas y ventanas y subia el volumen del televisor hasta tapar el ruido de las gotas y el viento -- el techo de su casa era de chapa--; y si el aguacero coincidia con su serie favorita, Combate, no habia quien pudiera sacarle una palabra porque estaba perdidamente enamorada de Vic Morrow. Yo adoraba la lluvia porque ablandaba la tierra seca y permitia que se desatara mi mania excavatoria. !Que de pozos! Usaba la misma pala que la abuela, una muy chica, del tamano que usaria un nino para jugar en la playa, pero de metal y madera, no de plastico. La tierra del fondo albergaba pedacitos de botellas de vidrio color verde, con los bordes tan lisos que ya no cortaban; piedras suaves que parecian cantos rodados o pequenas rocas de playa, ?por que estarian en el fondo de mi casa? Alguien debia haberlas sepultado. Una vez encontre una piedra ovalada, del tamano y color de una cucaracha pero sin patas ni antenas. De un lado era lisa, del otro unas muescas formaban los claros rasgos de una cara sonriente. Se la mostre a mi papa, enloquecida porque creia encontrarme ante una reliquia, y me dijo que las marcas formaban un rostro de casualidad. Mi papa nunca se entusiasmaba. Tambien encontre dados negros, con los puntos blancos ya casi invisibles. Encontre restos de vidrios esmerilados verde manzana y turquesa. Mi abuela se acordo de que habian sido parte de una puerta vieja. Tambien jugaba con lombrices y las cortaba en pedacitos bien chiquitos. No me divertia ver el cuerpo dividido retorciendose un poco para al final seguir adelante. Me parecia que si picaba bien la lombriz, como una cebolla, sin dejar contacto alguno entre los anillos, no iba a poder reconstruirse. Nunca me gustaron los bichos. Encontre los huesos despues de una tormenta que convirtio el cuadrado de tierra del fondo en un charco de barro. Los guarde en el balde que usaba para llevar los tesoros hasta la pileta del patio, donde los lavaba. Se los mostre a papa. Dijo que eran huesos de pollo, o a lo mejor de bifes de lomo, o de alguna mascota muerta que debian haber enterrado hacia mucho. Perros o gatos. Insistia con lo de los pollos porque antes, en el fondo, cuando el era chico, mi abuela tenia un gallinero. Parecia una explicacion posible hasta que mi abuela se entero de los huesitos y empezo a arrancarse los pelos y a gritar <>. Pero el escandalo no duro mucho bajo la mirada de papa: el admitia las <> (asi las llamaba) de la abuela siempre y cuando no se desbordara. Ella le conocia el gesto de desaprobacion y se tranquilizo a la fuerza. Me pidio los huesitos y se los di. Despues me pidio que me fuera a la habitacion a dormir. Yo me enoje un poco porque no entendia la causa de la penitencia. Pero mas tarde, esa misma noche, me llamo y me conto todo. Era la hermana numero diez u once, mi abuela no estaba demasiado segura, en aquel entonces no se les prestaba tanta atencion a los chicos. Se habia muerto a los pocos meses de nacida, entre fiebres y diarrea. Como era angelita, la sentaron sobre una mesa adornada con flores, envuelta en un trapo rosa, apoyada en un almohadon. Le hicieron alitas de carton para que subiera al cielo mas rapido, y no le llenaron la boca de petalos de flores rojas porque a la mama, mi bisabuela, le impresionaba, le parecia sangre. Hubo baile y canto toda la noche, y hasta hubo que echar a un tio borracho y reanimar a mi bisabuela, que se desmayo por el llanto y el calor. Una rezadora india canto trisagios, y lo unico que les cobro fueron unas empanadas. --?Eso fue aca, abuela? --No, en Salavino, en Santiago. !Hacia un calor! --Entonces no son los huesos de la nena, si se murio alla. --Si que son. Yo me los traje cuando vinimos para aca. No la quise dejar porque lloraba todas las noches, pobrecita. Si lloraba con nosotros cerquita, en la casa, !lo que iba a llorar sola, abandonada! Asi que me la traje. Ya era huesitos nomas, la puse en una bolsa y la enterre aca en los fondos. Ni tu abuelo sabia. Ni tu bisabuela, nadie. Es que nomas yo la escuchaba llorar. Tu bisabuelo tambien, pero se hacia el tonto. --?Y aca llora la nena? --Cuando llueve nomas. Despues le pregunte a mi papa si la historia de la nena angelita era cierta, y el dijo que la abuela ya estaba muy grande y desvariaba. Muy convencido no parecia, o a lo mejor le resultaba incomoda la conversacion. Despues la abuela se murio, la casa se vendio, yo me fui a vivir sola sin marido ni hijos, mi papa se quedo con un departamento de Balvanera, y me olvide de la angelita. Hasta que aparecio al lado de la cama, en mi departamento, diez anos despues, llorando, una noche de tormenta. La angelita no parece un fantasma. Ni flota ni esta palida ni lleva vestido blanco. Esta a medio pudrir y no habla. La primera vez que aparecio crei que sonaba y trate de despertarme de la pesadilla; cuando no pude y empece a entender que era real grite y llore y me tape con las sabanas, los ojos cerrados fuerte y las manos tapando los oidos para no escucharla, porque en ese momento no sabia que era muda. Pero cuando sali de ahi abajo, unas cuantas horas despues, la angelita seguia ahi con los restos de una manta vieja puesta sobre los hombros como un poncho. Senalaba con el dedo hacia fuera, hacia la ventana y la calle, y asi me di cuenta de que era de dia. Es raro ver un muerto de dia. Le pregunte que queria pero como respuesta siguio senalando como en una pelicula de terror. Me levante y sali corriendo hacia la cocina, a buscar los guantes que usaba para lavar los platos. La angelita me siguio. Apenas una primera muestra de su personalidad demandante. No me amedrento. Con los guantes puestos la agarre del cogotito y aprete. No es muy coherente intentar ahorcar a un muerto, pero no se puede estar desesperado y ser razonable al mismo tiempo. No le provoque ni una tos, nada mas yo quede con restos de carne en descomposicion entre los dedos enguantados y a ella le quedo la traquea a la vista.

  • Siempre hay un roto para un descosido de Cristina Gonzalez

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    Africa, acompanada por sus cuatro perros y su caballo, dirige un pequeno consultorio veterinario que la mantiene ocupada gran parte del dia -y de la tarde-. Le gusta la naturaleza, los libros, la soledad y todo lo que tenga pelo, cuatro patas y coma pienso.
    Africa vive en Villafranca: es un pueblo minusculo de calles empedradas y senoras haciendo ganchillo en la calle (senoras que hablan de mas).
    Javier es un medico de familia recien salido de la residencia que, por cosas de la vida, ha ido a parar al centro de salud de este mismo pueblo. Javier tiene muchas virtudes, pero entre ellas no se encuentra la simpatia. Ni la amabilidad. Ni el tacto. Por eso, los habitantes de Villafranca deciden, de manera temporal, que a partir de ahora, Africa va a ser el nuevo medico, saturando la consulta veterinaria de individuos de la tercera edad avidos de enalapril y paracetamol.

  • Casas vacias de Brenda Navarro

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    La maternidad, que casi siempre asociamos con la felicidad, tambien puede ser una pesadilla: la de una mujer cuyo hijo desaparece en el parque donde estaba jugando, y la de aquella otra mujer que se lo lleva para criarlo como propio. Ubicada en un contexto de profunda precariedad fisica y emocional, la historia de estas dos mujeres, madres del mismo nino y madres, ademas, de un mismo vacio, nos confronta con las ideas preconcebidas que tenemos de la intimidad, las violencias familiares o la desigualdad social. Brenda Navarro ha conseguido un prodigio: caminar, sin caerse nunca, sobre la delgada linea que separa el olvido y la memoria, la esperanza y la depresion, la vida privada y la vida publica, la perdida y el encuentro, los cuerpos de las mujeres y el acto politico.

  • Alas de mariposa de Begona Hernandez

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    Lili es una gimnasta de diecisiete anos que suena con competir en las Olimpiadas. Jota tiene veinte anos, y juega de alero en el equipo base de la Fundacion Lucentum. El destino les hace coincidir... ?el amor por el deporte les unira?

  • Absolutamente unica de Elena Garcia

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    Vanessa es una chica albina que sufre bullying en la universidad debido a su trastorno genetico. Aunque su mente es brillante, se ha visto obligada a cambiar de centro en varias ocasiones debido al acoso constante que recibe por parte de sus companeros.

  • Amor entre las nubes de Mary J. Forbes

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  • Canciones para Paula 1 de Blue Jeans

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    Paula es una adolescente de casi 17 anos que encuentra el amor por primera vez en Internet. Despues de estar dos meses hablando con Angel, un joven periodista que trabaja en una revista de musica, decide quedar con el y comprobar si lo que siente a traves de la pantalla tambien lo experimenta en el cara a cara. Pero el chico llega tarde y, mientras espera, Paula conoce a Alex, un aspirante a escritor con una sonrisa maravillosa. A partir de ese momento comienza una historia de amores y desamores, de la que seran testigo “la Sugus”, el grupo de amigas de Paula. Una chicas desenfadadas, alegres y, a veces, dificiles de tragar (como los caramelos Sugus), que ayudaran a la protagonista a tomar decisiones importantes en aquellos dias de marzo en un lugar de la ciudad.

  • No puedo vivir sin ti de Pat Casala

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    Julia y Zack estaban destinados a encontrarse y a enamorarse a pesar de la diferencia de edad, de las dificultades y de que el es un Capitan de la Fuerza Aerea al mando del padre de Julia. La vida les ha separado irremediablemente y ahora solo quedan las piezas rotas de su corazon.
    Esta en una encrucijada, no sabe como reaccionar, su cuerpo parece petrificado, le falta el aire y de su decision dependen muchas vidas. Quizas es demasiado peligroso dejarse llevar por los sentimientos, pero puede que no exista ninguna otra posibilidad de rehacer su vida y puede que esta vez el abismo se trague la unica opcion. O quizas el destino le tiene preparada una sorpresa.
    Amar significa entender, confiar y superar los obstaculos, aunque atente contra cualquier logica..

  • Un viaje sin brujula de Maria Gallego

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    ?Que harias si tuvieras que cruzar los limites de tu moralidad?

  • El dilema de Elsa de Begona Gambin

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    Si te atreves a conocer la historia de Elsa y Adam experimentaras una amalgama de sentimientos que no te dejaran impasible.

  • Un baile mas de Katherine Pancol

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    La novela que dio origen a la trilogia <>

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • Mantendre las luces encendidas para ti de Cherry Chic

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  • Amor, bienvenido a bordo de Elsa Jenner

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    Ana Suarez es una humilde joven que trabaja como dependienta. Nada puede hacerla sospechar que su despido cambiara su vida para siempre.

  • Cocinar un oso de Mikael Niemi

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    Verano de 1852. Durante un paseo por los bosques del norte de Suecia, el pastor Lars Levi Laestadius y el joven Jussi descubren el rastro de una joven desaparecida dias antes. Los malos presagios se cumplen al encontrar poco despues el cuerpo de la chica con indicios de haber sido atacada por un oso. Laestadius, gran aficionado a la botanica y con un ojo muy bien entrenado para los detalles mas pequenos, no ve tan claro que la muerte sea obra de un animal. Cuando una segunda joven sea atacada, en esta ocasion por un desconocido, Laestadius y su joven acompanante emprenderan una atipica investigacion que pondra contra las cuerdas a toda la comunidad.

  • Baile De Primavera de M. Cavani

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    Elizabeth Bennet esta visitando a su amiga Charlotte, ahora la nueva esposa de su primo, el senor Collins, cuando recibe una importante invitacion al baile de primavera que se realizara en Rosings, bajo los dominios de la estirada e inflexible, Lady Catherine de Bourgh. Baile de primavera es la continuacion de Baile de invierno, la serie relatos austenianos que fueron publicados por partes, y por primera vez, en el blog de la autora, Ficcion Femenina. Estas son versiones corregidas y ampliadas de los mismos y contienen material exclusivo.

  • El poeta que rugio a la luna y se convirtio en tigre de Atsushi Nakajima

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    En esta primera traduccion al espanol de uno de sus libros, los lectores tendran la oportunidad de familiarizarse con la obra de Atsushi Nakajima, uno de los grandes autores japoneses del siglo xx. El cuento La luna sobre la montana, incluido en esta recopilacion, se estudia en los manuales de los institutos de ensenanza secundaria en Japon.

  • El triunfo del artista de Tzvetan Todorov

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    La Revolucion rusa de 1917 es sin duda uno de los episodios mas cruciales del siglo xx y dio origen al primer estado totalitario de la historia. Muchos fueron los artistas y escritores que saludaron la revolucion y muchos tambien los que sufrieron la represion del totalitarismo que la siguio. En El triunfo del artista, Tzvetan Todorov se fija en una serie de creadores y analiza su posicion frente a la revolucion en dos momentos: en primer lugar la actitud que adoptan en relacion con la idea misma de revolucion antes de que se convierta en realidad. Y en segundo lugar la relacion que se establece, una vez producida, entre el arte y el poder, entre los creadores y los dirigentes politicos. Escritores como Pasternak, Babel, Bulgakov, Maiakovski, Tsvetaieva o Mandelstam; cineastas como Eisenstein; musicos como Shostakovitch; y pintores como Malevitch son analizados por Todorov desde el conocimiento profundo de su obra y la compasion por la tragedia de su vida. Para proclamar finalmente el poder del arte sobre aquellos que quieren su muerte.

  • Una vez atraido (Un Misterio de Riley Paige 4) de Blake Pierce

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    Mujeres estan apareciendo muertas en un tramo de carretera en Delaware. Algunas desaparecen por un periodo de tiempo inexplicable, mientras que otras estan apareciendo muertas, sus cadaveres exhibidos de formas extranas y misteriosas. Cuando se descubre un patron, al FBI le queda claro que un retorcido asesino en serie esta a la caza, atrayendo a chicas en conspiraciones sinuosas. Y el no dejara de matar jamas.

  • G de guardaespaldas de Sue Grafton

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    La misma semana que Kinsey recupera su piso destrozado por una bomba y cumple 33 anos ocurren dos cosas que durante un tiempo van a trastornar su vida: viajando desierto a traves en su Volkswagen en busca de una anciana desaparecida, alguien desde una camioneta le vuela inesperadamente los neumaticos. Solo entonces Kinsey se convence de que un ex convicto, a quien ella habia contribuido a apresar, al salir en libertad ha ofrecido 1.500 miserables dolares por su cabeza. Aun consciente de lo poco que vale su vida, decide no obstante contratar a Robert Dietz, un guardaespaldas, muy duro, algo introvertido y misterioso, quien -vaivenes del oficio- acaba protegiendole algo mas que la cabeza. Entretanto, si fue cosa facil dar con la vieja bruja de Agnes Grey, bastante mas complicado sera descifrar los inconfesables misterios en los que va enredando cada vez mas a Kinsey Millhone. ?Adonde la conducira esta vez su insaciable necesidad de meterse en lios?

  • Y si… no fuera el de Manoli Madrono Gomez

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    Me miro una y otra vez en el espejo. Cuento las marcas en mi cara; arrugas que a mis treinta anos empiezan a saludarme, marcas del frio y del calor que se han quedado comodas en mi joven, o ya no tan joven, rostro. Cojo del mueble del aseo unas pinzas y uno a uno voy deshaciendome de los pelos sobrantes de mis cejas. !Listo! Quedan tal y como me gustan, con su cabeza gruesa y su cuerpo fino. Me vuelvo a mirar de nuevo al dichoso espejo y poco a poco me acerco. Otro dia mas con ojeras, pienso para mi misma, pero esta vez son mas oscuras, moradas y con los lagrimales rojizos, que cualquiera que me observe bien se creera que estoy enferma. Me maquillo lo mejor que puedo, para que nadie note esa pena, esa miseria que llevo por dentro. Me dirijo a mi habitacion y me deleito otra vez en el espejo, pero esta vez en el de mayor altura para ver si algo no encaja en mi. Observo mi metro sesenta, cubierto por unos vaqueros grises ajustados a mis perfectas piernas, una blusa negra dejando ensenar un pequeno escote y mis botines marrones favoritos que me hacencrecer diez centimetros mas. Mi larga melena pelirroja cae en cascada por mi delgada espalda. Sonrio y me veo estupenda. Cojo mi chaqueta americana marron y mi bolso a juego, me cercioro de que tengo las llaves y las demas cosas dentro de mi peludo bolso y cierro de un portazo. Estaciono mi Seat Ibiza anaranjado en los aparcamientos subterraneos de la empresa. Me bajo de el y cierro las puertas. Me monto en el ascensor despues de saludar a Sam, ya entrado en anos y vigilante de la planta subterranea; si algo malo pasara, solamente el seria el culpable. Subo desganada, apenas duermo y ultimamente las musas me han olvidado, cosa que no me ayuda para escribir mi columna en el periodico. Respiro hondo y relajo mi cuerpo con tranquilidad, me espera un gran dia. Las puertas se abren, dejandome paso a la decima planta... Capitulo 1 Gire a mano derecha y sali como alma que lleva el diablo del ascensor. Odiaba los sitios cerrados, estrechos y, sobretodo, apelotonarme entre las personas, con los virus que pueden transmitir. !Vale, si! No lo voy a negar, soy demasiado escrupulosa. En su lugar estaba Hannah, mi leal secretaria, ya entrada en edad, pero fiel como un perrito. Era decir cualquier palabra y la tenia a mis pies. --Buenos dias, senorita Gel --me saluda tan amablemente. --Buenos dias, Hannah, un cafe cuando puedas, ?si? --casi le suplique. Tendria que saber despues de tantos anos al ver mi rostro que el cafe deberia de ser en vena y no en vaso. --?Un mal fin de semana? --me pregunto, sabiendo la respuesta. --Quizas peor que mal. --Me deje caer en mi silla y encendi el ordenador. --Vuelvo enseguida --dijo Hannah yendo a por mi cafe. Observe por encima los papeles que me habia dejado mi secretaria, y ni siquiera sabia por donde empezar. <>, me pregunte sin hallar la respuesta. Di una vista atras a mi pasado. Entre en la revista por mi padre. Me consiguio el mismo el puesto, justo despues de terminar la carrera de periodismo. Sabia que mi gran sueno era ser columnista y no estar en las calles buscando el ultimo informativo. Y por ello hablo con uno de sus mejores companeros del "mus", como el solia decir. Despues de hacer la entrevista, el senor Muester quedo encantado conmigo y decidio darme la columna que yo eligiera de las vacantes que existian en ese instante. Con apenas veintidos anos elegi la columna de "Los deseos". Quizas era mi vena romantica o los deseos encerrados en mi ser los que me llamaban a ocupar ese puesto. El comienzo fue duro, pero poco a poco me hice con la revista y sobre todo con el corazon de Muester, que me animo a darle un giro a mi propia columna. Decidi que los lectores tambien se volcaran en ella y no solo fueran historias que salieran de mi cabeza. La idea era que mujeres y hombres me relataran cual era su mayor deseo y yo poderles ayudar a cumplirlos. Asi, cada dia me llegaban emails de personas desconocidas con un pequeno seudonimo para que nadie al leer las preguntas los conociera, solo sabrian ellos mismossu identidad. Poco a poco me hice hueco y la revista subio un escalon a la fama, y todo gracias a mi, por lo que la empresa me estaria eternamente agradecida. Pero ultimamente mi vida era un caos. ?Como ayudar a los demas si ni yo misma podia ayudarme? Esa era mi pregunta diaria. Y lo peor era que en el unico sitio que me encontraba a gusto era en mi oficina, que todo habia que decirlo, aparte de la del senor Muster, era una de las mejores; con su azul cielo cubriendo tres de las cuatro paredes, ya que una de ellas era acristalada y me dejaba ver lo mejor de la ciudad, el mobiliario color gris carretera, y en el suelo una preciosa moqueta gris claro. Definitivamente me encantaba. Era un lujo trabajar en ella y me lo habia ganado honradamente. Seguia inmersa en mis pensamientos hasta que escuche un pequeno golpe en la puerta. --Pasa --le anuncie a Hannah con una de mis mejores sonrisas. La verdad es que la apreciaba muchisimo y no veia mi vida sin ella. --Senorita Bel, queria comentarle algo --me expuso, seria, mientras dejaba mi taza de cafe sobre el escritorio. --Hannah, te he dicho mil veces que me llames Julia. --Le senale la silla que se encontraba delante de mi para que se sentara. --Vera, sabe que... manana cumplo sesenta anos, ?verdad? --termino de decir. --!Si, lo se! --exclame entusiasmada.La semana anterior le habia ido a comprar un detalle que seguro que le encantaria. --Senorita, vera... --Empezo a inquietarse. ?Que le pasaba? --?Estas enferma, Hannah? Te encuentro algo palida --le pregunte, preocupada. --No, no es eso. --Se acerco un poco mas al escritorio. --?Entonces? Dime, me estas poniendo nerviosa. --le suplique. --Manana es mi ultimo dia de trabajo --solto. Y en ese momento senti como si me hubieran echado un cubo de agua encima. Me agarre a los brazos de la silla giratoria, porque crei tambalearme y caer. Respire hondo, lo mas que pude, y poco a poco me levante. Intentaba estar calmada, tarde o temprano esto iba a suceder. Pero yo... Ella… No podia estar pasandome esto a mi. !No! Y menos en esos momentos. --?Se encuentra bien? --observo Hannah alarmada. Ya no pude callar mas. --?Que si estoy bien? ?En serio me preguntas si estoy bien? --Eche el asiento hacia atras y vi miedo en los ojos de Hannah. --Senorita, yo... Lo siento. --Miro hacia sus pies. --!Que lo sientes! ?En serio? --Ella afirmo--. Mira, Hannah, te aprecio como si fueras mi madre. Me has visto crecer en mi puesto de trabajo y flaquear en el personal. Pero !No! Ahora no me puedes dejar. !Me niego! Deambule por el despacho, de una esquina a otra, asomandome por mi preciosa pared de cristal y observando a todos los transeuntes que parecian pulgas a mi merced. Senti caer una de mis lagrimas queriendo provocar un mar de lagrimas y desembocar en mis labios. Pero rapidamente me la limpie, impidiendo que esto no me derrumbara mas de lo que ya estaba. Me di la vuelta hacia Hannah, que estaba cabizbaja y llorando. Pero !Por Dios! ?Que culpa tenia ella? Me acerque y me agache a su altura. Hice que me mirara a los ojos y senti, por primera vez en los ocho anos desde que era mi mano derecha, pena, tristeza y desilusion. --Perdoname. No me he comportado bien. Sabes que no paso por una buena situacion en mi matrimonio y ahora me tengo que despedir de una de las personas mas importante en mi vida --le manifeste. --Pero, ya sabia que esto pasaria. Meses atras lo hablamos. Ademas, ya le tengo la persona perfecta para reemplazarme. Manana vendra conmigo para ensenarle todo y que usted de el visto bueno --anadio en un hilo de voz. --Seguro que sera tan perfecta como tu. Secate esas lagrimas y perdoname --le pedi mientras le daba un tierno abrazo--. Ademas, siempre podremos quedar para tomar un cafe, ?verdad? --Le sonrei. --Claro, senorita. --Se enjuago las lagrimas y me sonrio--. Vuelvo a mi puesto de trabajo, debo adelantar algunos papeles para manana. --Vale, ve. --Le deje via libre y se fue. La observe desde mi puerta. Me fascino nada mas conocerla. Y ya cuando me relato su historia la idolatre. Era una madre coraje y recorde entre lagrimas cuando se abrio a mi y me conto su vida. Madre de cinco hijos y viuda a los veintiseis...Una lastima, pense en ese momento. Perdio a su marido y mejor amigo en un accidente de coche. Por lo visto, el hombre regresaba a casa despues de dos semanas de trabajo sin parar, y un camion se le echo encima, haciendo que su Seat quinientos saliera por la cuneta y perdiera la vida en el acto. Era vendedor ambulante y ganaba lo justo para sobrevivir, aunque sin vicios, pero lo suficiente para que sus hijos y mujer comieran. Me conto que, al no estar asegurado ni tener un seguro de coche en condiciones, ella se vio con una mano adelante y otra atras. Su casero la ayudo porque siempre fueron fieles pagadores y nunca tuvo ningun problema con ellos, y al menos algunos meses podria estar sin pagar el alquiler. Se busco un trabajo en una casa un par de horas y limpiando portales. Despues de un tiempo, vio que esos trabajos no le daban para todo el mes, por lo que decidio terminar sus estudios. Por la tarde cursaba las asignaturas pertinentes para poder obtener el graduado escolar. Y poco a poco se saco su titulo de auxiliar administrativo. Despues de llamar a mas de una empresa en busca de un trabajo, a sus treinta y dos anos consiguio entrar por una baja maternal a su actual trabajo, y Muester quedo prendando de ella y le hizo un contrato fijo, y a la chica que trabajaba en ese puesto la derivo a otra columna de la revista.

  • Sumisa obligada (sumisas 6), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Elena es una mujer normal y muy trabajadora llamada por una empresa de empleo temporal accede a trabajar de camarera una noche en el hotel mas lujoso de Madrid, lo que no espera de esa noche es que seis ?hombres? se obsesionen por ella hasta el punto de querer matarse, secuestrarla o darle unas citas increibles, pero ella no cree en el amor para siempre y menos entre unos hombres que se obsesionan con ella como unos animales o seres de otro mundo, ?O si?

  • Uno entre diez mil (Crossboots 1) de Koral Standford

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    Abigail Sheppard lo pierde todo cuando se encuentra en el mejor momento de su vida.
    Hundida, regresa al pequeno pueblo de Texas que la vio crecer en busca del apoyo incondicional de su madre.
    Mientras intenta superar sus inestables emociones, su peor enemigo, Ryan Townsend, aparecera cuando menos se lo espera.
    Eso provocara que los recuerdos de su pasado la golpeen de nuevo.
    Sobre todo, cuando descubre lo que el le ha estado ocultando durante todos estos anos.

  • Como se fabrica un medicamento de Maria Del Carmen Fernandez Alonso

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    Todos nos hemos acercado en algun momento a la farmacia buscando un remedio para alguna dolencia, pero ?somos conscientes de como llega uno de esos medicamentos a estar a la venta?, ?cuantos farmacos han caido durante el largo y duro proceso desde el laboratorio hasta la farmacia?, ?cual es la semilla inicial a partir de la que se genera un farmaco?, ?como sabemos que el medicamento cura? De hecho, ?es lo mismo un farmaco que un medicamento?, ?y un principio activo? Disponer de un medicamento en el mercado para tratar o curar una enfermedad supones un largo viaje; se puede decir que es casi una carrera de obstaculos y de fondo que necesita de multiples etapas y varios anos por los que una molecula inicial va desarrollandose y evolucionando hasta convertirse en un medicamento. Tambien es un proceso caro: el coste medio para investigar y desarrollar cada medicamento con exito se estima en mil millones de euros, frente a la probabilidad de que un farmaco pase con exito todos los ensayos, que es inferior al 12%

  • Recuerdos prohibidos (eLit) de Julie Miller

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  • Uno mas uno son tres (Casate conmigo 3) de Delfina Farias

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    Como toda historia, esta llega a su fin... Sus protagonistas viviran una intensa historia de amor, con emociones a flor de piel, con peleas, celos y conflictos; amaran, sufriran y lloraran, ?lograran superar todas las dificultades? Con hijos ya grandes y varios problemas que resolver, los tres protagonistas lucharan para sobrevivir. ?A quien elegira Sofi para pasar el resto de su vida? A Davy un brasilero cabron, celoso y arrogante o a Manu, un banquero bello y sensual. ?A quien elegirian las ATREVIDAS?

  • Luz de luna de Daniel Valcarcel De Miguel

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    Luz de luna narra diferentes sucesos que acontecen a un pintor de nombre desconocido, de como tiene relaciones con diversas mujeres, entabla conversaciones profundas con distintas personas y experimenta una vida equilibrada y sin demasiados problemas.
    El libro desafia lo habitual, la realidad cotidiana, para aportar una percepcion peculiar, una nueva manera de construir lazos interpersonales que puede, de algun modo, servir y dar resultado al lector.
    Una obra original, cuanto menos.

  • La Dama indomable de J. S. Madisson Parker

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  • Ciudad total de Suketu Mehta

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    Un retrato de Bombay feroz, detallista, visceral e inteligente. Una lectura que es como embarcarse en un viaje en el que se conoce a fondo la ciudad de la India, sus habitantes y su historia.

  • El canon de hielo de Yunia Rodriguez

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    .Serena es una chica “comun” que quiere vivir en libertad, pero un giro inesperado la obliga a formar parte del haren del rey. Sin olvidar , ni por un segundo a su familia, y dispuesta a sobrevivir en aquel nido de fieras, lucha contra la traicion de su corazon, hecho que la lleva a enamorarse del soberano, un hombre del demonio, frio como el hielo.

  • Una alianza lujuriosa de Eneida Wolf

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    Continua <> con otra entrega de esta serie para las amantes de la regencia.

  • Todo todo (traduccion), Nicola Yoon [PDF] de Nicola Yoon

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    Todo todo es una novela sobre la emocion y la angustia que supone abrir nuestro corazon a otra persona, sobre esa sensacion tan unica que nos hace sentir mariposas en el estomago y sobre las locuras que cualquiera de nosotros podria cometer… por amor. Madeline Whittier es alergica al mundo exterior. Tan alergica, de hecho, que no ha salido de su casa en 17 anos. Aun asi, su vida transcurre feliz y tranquila hasta que el chico de ojos azules como el Atlantico se muda a la casa de al lado. El flechazo surge por mensajeria instantanea y va creciendo y complicandose a traves de un sinfin de conversaciones, anhelos, vinetas, senaciones, ilustraciones, suenos… Y es que resulta dificil volver a la rutina de siempre con todos los ruidos que llegan de fuera. De repente, Maddy es consciente del cotilleo de los pajaros y de los rayos de sol que se cuelan por sus contraventanas. Y cuanto mas trata de separarse del mundo exterior, mas empenado parece en entrar… ?Que tendra Olly que lo hace tan impredecible? ?Y tan… especial? ?Que tendra Olly para hacer que la realidad de Madeline se tambalee?

  • Casi una novela de Megan Maxwell

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    Hola amigos. Antes de que comenceis a leer este libro os quiero comentar algo. Necesito que sepais que CASI UNA NOVELA fue la primera novela que yo escribi en mi vida. Recuerdo que un dia estaba aburrida en casa, cogi papel y boligrafo (no habia ordenador) y comence a escribir. En ese momento, ni me imaginaba que estaba creando una historia. Yo solo me deje llevar por mi imaginacion y plasme lo primero que se me paso por la cabeza. Lo alucinante fue darme cuenta varios dias despues, que habia creado una historia y sobre todo unos personajes que me pedian que no les abandonara, que continuara creando sus vidas. Como curiosidad de esta novela, os dire que el personaje de Rebeca, en un principio se llamo Megan. Ella fue la primera MEGAN. Gracias a ella, yo comence a utilizar ese nombre en muchos aspectos de mi vida. Concursos literarios. Editoriales. Y quiero sepais que si le cambie el nombre, al publicar ahora la novela, ha sido porque ya hay otra protagonista con ese mismo nombre en otro de mis trabajos. Soy una fiel seguidora del campeonato del mundo de motociclismo. Lo sigo desde hace mas de veinticinco anos y quiza por eso cuando escribi esta novela, su protagonista masculino fue un piloto de lo que hoy se llama MotoGP. En esa epoca, yo trabajaba como secretaria en una asesoria juridica y mi novio (hoy mi marido) y yo, teniamos moto. Ibamos a concentraciones moteras, a grandes premios en Espana y lo pasabamos genial. El nombre de la novela tambien tiene su historia. Cuando la escribi, recuerdo que cuando los amigos venian a casa y veian sobre la mesa un gran monton de hojas, me preguntaban ?eso que es? Y yo siempre les respondia... <> por eso cuando la termine decidi llamarla asi. La llame por el nombre que ya habia decidido sin yo saberlo, CASI UNA NOVELA. Solo espero que esta historia y sus personajes os gusten tanto como me gustaron. Un besazo Megan Capitulo 1 --Por fin es viernes --susurro Rebeca al salir de la oficina. El trabajo algunos dias era agobiante. Y aquel habia sido uno de esos dias. Con prisa, anduvo hacia su coche. Lo abrio, metio su bolso y, cuando iba a cerrar, observo que debajo del coche de al lado habia una caja de pizza que se movia. Cerro la puerta rapidamente. Sera una rata, penso horrorizada. Pero, cuando encendio el motor, volvio a mirar y observo una pequena cara peluda y blanquecina asomar por el extremo de la caja. Era un perrillo. Sin poder resistirse apago el motor, bajo del coche y abrio la tapa de la caja de pizza. --Venga, pequeno, sal de ahi --murmuro sonriendo--. ?Donde estan tus duenos? Miro a ambos lados del parking. No habia nadie. Estaba sola. Con mimo miro al pequeno animal peludo. --Tienes hambre, ?verdad? --El cachorro parecio entenderla y ladro--. Oh, Dios... pero si eres una monada. Divertida, lo cogio con una mano y se lo acerco a la cara. Era menudo y sus ojos tristones le dejaron sin habla. La noche se acercaba y le daba pena dejarlo alli solo. Pero no podia tener un perro en casa. En su vida y con su trabajo no habia cabida para un animal. Lo dejo en elsuelo apenada. --Lo siento. No me puedo hacer cargo de ti. Abrio la puerta de su coche y, cuando fue a meter los pies, el cachorro intento subirse, pero ella no le dejo. --Ni un paso mas, amiguito. No puedo quedarme contigo. Fin de la discusion. Arranco y este se quedo sentado sobre su regordete trasero. Rebeca lo miro y se agobio. No podia dejarlo alli. Era un cachorro. Un bebe. Al final, abrio de nuevo la puerta, bajo del coche, lo cogio y, tras resoplar, murmuro: --Vale. Te llevo a casa. Pero solo sera una noche. Llamare manana a la protectora de animales y ellos te buscaran un hogar. Durante el camino a casa, el cachorro color canela y blanco se enrosco y se durmio en el asiento del copiloto junto al bolso. Rebeca, enternecida, lo miraba mientras pensaba en lo divertido que seria quedarse con el. Pero acto seguido se reprendio. No podia, o mas bien, no debia hacerse cargo de un animal. Ella casi nunca estaba en casa. Quedarselo seria cargar a Angela, una encantadora toledana que acudia a limpiar lo poco que ella ensuciaba. La conocia desde que era pequena y siempre la reprendia por lo poco que comia y lo sola que estaba. Una vez hubo aparcado en su casa, cogio al animalillo con mimo y entro con el en elsalon. --Bueno, precioso, te dare de comer algo mas digestivo que un trozo de pizza. Al entrar en la cocina, Rebeca lo solto y este lo primero que hizo este fue estrenar la cocina. --Oh... no... oh... no --se quejo Rebeca mientras se apresuraba a por la fregona--. Mal empezamos. Pero el cachorro parecia contento, y comenzo a correr y a ladrar como un loco. Rebeca sonrio mientras se dirigia al frigorifico, sacaba un carton de leche, y buscaba un cuenco y galletas. En cuanto aparecio con aquello el perrillo se abalanzo con apetito voraz. Mientras le veia rebozarse en la leche y las galletas, Rebeca llamo a informacion. Necesitaba el telefono delservicio de recogida de animales. Marco el numero que le habian dado y un contestador automatico le indico que el horario de recogida era de lunes a viernes. Debia dejar la direccion de recogida, raza del animal, telefono y nombre de la persona por la que debian preguntar. Durante unos instantes dudo. !Era tan bonito! Pero tras ver que este volvia a mearse en la tarima no lo dudo y dio sus datos. --?Y que hago yo contigo el fin de semana? --pregunto mirando al animal. Una vez hubo cenado decidio repasar unas estadisticas que se habia traido del trabajo. Siempre estaba trabajando. --Bueno, hay que ponerse a trabajar --dijo mientras observaba al cachorro enroscado sobre la alfombra.

  • Vestida de blanco de Mary Higgins Clark

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    Vestida de blanco es la segunda novela sobre el programa de television de Laurie Moran. El reality que trata de desvelar los misterios sobre casos sin resolver se centrara esta vez en la desaparicion de una novia el dia de su boda.

  • Walkscapes de Francesco Careri

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    El andar es un acto cognitivo y creativo capaz de transformar simbolica y fisicamente tanto el espacio natural como el antropico. Este libro narra una historia de la percepcion del paisaje a traves del acto de caminar: del nomadismo primitivo a las vanguardias artisticas de principios siglo XX, de la Internacional Letrista a la Internacional Situacionista, del minimalismo al land art, Francesco Careri repasa algunas de las propuestas historicas que han concebido el acto de deambular no solo como una herramienta de configuracion del paisaje, sino como una forma de arte autonoma, un instrumento estetico de conocimiento y modificacion fisica del espacio atravesado que pasa a convertirse en intervencion urbana.
    Esta nueva edicion actualizada del clasico de Careri incorpora un epilogo del propio autor donde hace un balance de la trayectoria del libro desde que fuera publicado por primera vez en 2002.

  • Una sorpresa en Navidad de Maritza G

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    La vida de Lorelei atraveso por un momento muy traumatico que la marcaria para siempre.
    Ella tenia dos caminos para escoger: lamentarse el resto de su vida por la terrible situacion a la que se enfrento o pasar pagina y seguir adelante sin dejar que eso la afectara. La decision que tomo, la llevo a vivir nuevas experiencias que a la vez le trajeron dolor a su vida, tanto como alegrias.
    Mark fue en busca de la hija de su tio al recibir una llamada de alerta que le hizo una persona de confianza, que lo mantenia al tanto de la vida de ella. Nunca la miro en persona, mas sabia lo que acontecia en su vida. Solo le daria su apoyo y nada mas, pero el destino le tenia preparada una sorpresa.
    Te invito a descubrir que fue de la vida de estos personajes.

  • Mi corazon irlandes de Francine J.c

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    Una novela romantica ambientada en la idilica y verde Irlanda.
    Una historia de segundas oportunidades y amores prohibidos.

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • Principe y Felino (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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  • Aquella playa desierta de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Puede el encuentro de dos personas ser como un destello de luz?

  • La traicion progresista de Alejo Schapire

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    Desde hace un tiempo, en Occidente, la batalla contra la normalidad es la epica burguesa. Foucault y su critica al poder se volvieron covers para las masas ansiosas: Lady Gaga les canta a los raros su <>, mientras las masas criadas entre likes y seguidores se aferran a su tentativa de monstruosidad como un triunfo politico sobre la opresion. El cuerpo propio es la utopia y el cuidado de si es la tierra prometida, bajo los ojos implacables de una sociedad que ya no busca reprimir desde afuera, sino que invita a autoclasificarse hasta la exasperacion y a gestionar la performance de si, porque todos somos iguales al competir (como mini-Gagas) por el favor de nuestras audiencias, sanguinarias o benevolas. Este libro es un viaje a las entranas de esa prolifica y polifacetica madre monstruo, la izquierda contemporanea. Alejo Schapire disecciona el devenir irreconocible de una gauche divine en cuyos valores se educo, pero con cuyas configuraciones actuales ya no se puede identificar. Desde el inicio advierte que este libro narra una ruptura amorosa; criado por esta madre, sintiendose parte sentimental de la familia cultural de izquierda, nunca sospecho que deberia disociarse de ella ni que seria la fidelidad a esos valores liberales primigenios la que terminaria expulsandolo. Pensar aqui es una actividad violenta, una apostasia: es senalar la deriva autoritaria de una traicion. En este sentido, La traicion progresista es una salida del closet y una herejia dolorosa, que medita acerca del desencanto con urgencia y lucidez. Interpela a la buena conciencia de izquierda apuntandole a la yugular. Como senala Schapire, <>. El imperialismo tiene caminos inescrutables: en efecto, el progresismo puritano es la mayor exportacion cultural de un imperio en decadencia y su avanzada cultural mas sorprendente. La izquierda tradicional, que siempre denosto los productos culturales norteamericanos, no tardo en engullir los pruritos puritanos y el sistema de valores de la izquierda norteamericana, que sustituyo el multiculturalismo por una guerra racial sorda donde ser victima es una forma de meritocracia. Si Francis Fukuyama expreso que la historia habia terminado (que con la caida del Muro de Berlin el capitalismo, y con el, la Historia, habia triunfado), el progresismo se hace eco de que la historia termino, y que por lo tanto su mision es ordenarla, aplicando su superioridad moral triunfal a la revision de todas las historiografias y canones, los productos culturales y el lenguaje. Como Pangloss en Candido, esta izquierda omnirrevisionista da por sentado que vivimos en el mejor de los tiempos posibles: lo que piensa es lo mejor pensable, y esta arrogancia le permite abocarse a la demolicion (y prohibicion) de obras y sistemas que no cierran dentro de su egida. La historia no existe: solo existe el presente de lo que puede ser pensado o dicho. Y los indeseables, los perversos y los malos, o los que no puedan probar su inocencia, deben ser excluidos. Los preceptos puritanos del nuevo progresismo norteamericano, que fluyen desde Estados Unidos hacia las versiones ecualizadas de cada pais occidental, son la norma actual que ha creado nuevos excluidos, nuevos raros que no tienen de donde asirse, que boyan entre configuraciones politicas a las que une el espanto. Schapire examina este nuevo closet, expone aquello de lo que no se habla. Organiza los ropajes argumentales brindando un estado de la cuestion en torno al lenguaje inclusivo, la construccion de un orden moral puritano que recuerda a las fantasias victorianas, la ya demodee libertad de ofender (o de escribir cosas que puedan ofender a la burguesia). Nota como incluso la condena al antisemitismo se ha visto revisada bajo este espiritu epocal. Como si haciendo a un lado Auschwitz y las condensaciones cristalizadas por los ritos de la memoria (la montana iconica de zapatos, los cadaveres apilados, los uniformes severos y los pijamas a rayas), el antisemitismo explicito de atacar a los judios por su condicion de judios en Europa ya no fuera un crimen de odio, para ser recatalogado bajo el mantra favorito de la actitud ilustrada de izquierda: <>. Schapire muestra los atavios hipocritas de este progresismo para el cual <>, y a la vez, expone como estas discusiones niegan la realidad de la violencia inspirada por el odio racial. Al exhibir el ajuar de bodas entre la izquierda y los intolerantes racistas, Schapire describe nuestra desnudez. La traicion progresista narra un problema cognitivo. Aquel que, con tal de no estigmatizar al diferente, no tiene reparos en estigmatizar lo que esta frente a el. Quizas el problema radica en que nuestras teleologias de la represion -que forjaron el pensamiento de izquierda como reaccion- ubicaron siempre al Otro afuera. Es el panoptico de Bentham, es la produccion de saberes y sexualidades de Foucault. Pero no nos prepararon para la represion que viene de lo mismo (tomo prestada esta nocion de Byung-Chul Han), cuando la cultura ya no es otra mas que si misma (ahora que la historia ha terminado, que solo existe el mercado y la competencia por lo mismo, por likes, privilegios y audiencias) y busca generar un sistema saturado de su mismidad para rehacer la historia a su imagen y semejanza. Orwell: <>. Este lado es el giro copernicano: la nueva Iglesia es la izquierda, y el hereje es quien ose criticarla. La izquierda tradicional buscaba responder a una pregunta secular por fuera de la religion y de la Iglesia: ?como ser buenos? Este libro desafiante arroja una respuesta. Como ser buenos equivale, una vez mas y como siempre, a ser valientes. A batallar la hipocresia. A no temer senalar toda forma de odio basado en la raza y la diferencia. A mostrar la injusticia de querer identificar el arte y la historia con sus creadores humanos y falibles. A apostar por los valores liberales universales para cambiar el mundo, o simplemente para tener una vida etica en el. Introduccion Estas paginas son el relato de una ruptura sentimental. Describen el divorcio de una pareja, alguien que despues de decadas de convivencia se habia vuelto irreconocible. Escribir sobre la propia familia es un ejercicio doloroso y arriesgado. Exponer las pequenas y grandes miserias de los suyos es disparar los mecanismos de defensa de quienes se sentiran intimamente agraviados. El precio de la desercion es alto. Para quien ha crecido y se ha educado en una tradicion intelectual, para quien ha defendido con el verbo, la manifestacion publica y el voto una vision del mundo, supone consumar una separacion en los peores terminos. Las acusaciones de quien traiciono a quien seran mutuas; la de no haber sido realmente parte de la familia tambien. Resultara esteril desplegar viejas credenciales de izquierda. Ademas, ?que registro queda de mi indignacion ante el descubrimiento de las injusticias sociales y el estimulante hallazgo de las armas intelectuales y el compromiso del campo ideologico que adopte en mi juventud? ?Donde esta el testigo de mi felicidad al ver publicada mi primera nota en el diario de izquierda que llevaba en la mochila a la escuela secundaria y al que envie mi primer curriculum? ?Como convocar hoy a los profesores universitarios, tan entusiastas al comprobar que su alumno podia reproducir con exito en los parciales los analisis marxistas que absorbia? De las discusiones estudiantiles, de las manifestaciones contra las politicas economicas de ajuste que pesaban sobre los mas vulnerables, primero en Argentina y despues en Francia, quedan apenas rastros: en la bisagra de los siglos XX y XXI, no se consignaban en las redes sociales. Tampoco hay testigos en el cuarto oscuro para dar fe de una fidelidad a lo que puede llamarse someramente el campo progresista. Si subsisten trabajos periodisticos en papel o en la web que reflejan, en la eleccion de los temas, sus enfoques, y en el manejo de los codigos, la pertenencia a esta corriente en la que he evolucionado. Tambien quedan la incomprension y la amargura de amistades rotas, la benevolencia de quienes supieron separar los tantos o compartieron el desasosiego. De todos modos, de nada serviran las pruebas ni importan, maxime para una izquierda fragmentada en una constelacion de capillas --revolucionarias o reformistas--, donde cada quien es un experto catador de la pureza ideologica, y la excomunion de sus semejantes, moneda corriente. Menos aun en el contexto de polarizacion argentino, enrarecido por el factor peronista. Este libro no va dirigido a ellos, o no principalmente, sino a otros huerfanos de la izquierda, en su sentido mas amplio, que se han visto abandonados por su familia politica como un barco que se aleja olvidando en el muelle sus valores cardinales. Estas lineas son para quienes han comprobado azorados como la izquierda que ayer luchaba por la libertad de expresion en Occidente hoy justifica la censura en nombre del no ofender; esa que ayer comia curas y ahora se alia con el oscurantismo religioso en detrimento del laicismo para oprimir a la mujer y a los homosexuales; esa que a la liberacion sexual responde con un nuevo puritanismo, que de la lucha contra el racismo ha pasado a alimentar y justificar su forma mas letal en las calles y en los templos de Europa y de las Americas: el antisemitismo. Estos capitulos son un intento por comprender las razones, los mecanismos y las consecuencias encerrados en esta traicion. El mandato de no decir verdades inconvenientes para <> es una intimidacion que funciono, durante demasiado tiempo, con eficacia. Es finalmente una autocensura que ha sido aprovechada desde el otro extremo del arco politico, por los que no se sentian amedrentados por una exclusion del sistema mediatico y academico al que no pertenecian. Asi empezaron a capitalizar en las urnas las claudicaciones, los silencios, el terreno desertado por la izquierda, allanando el camino para el ascenso de populismos de derecha y ultraderecha de ambos lados del Atlantico. El colapso de la Union Sovietica y su modelo llevo a una parte significativa del progresismo a cambiar de sujeto historico, la clase trabajadora por las minorias, y a abrazar nuevos aliados liberticidas: autocratas, teocracias de Oriente Medio y las identity politics, sepultando de esta manera la promesa de la emancipacion universalista. En esta reconfiguracion del paisaje ideologico, se fortalecieron dos polos iliberales, aplastando juntos cualquier legado de la tradicion de la corriente secular, humanista y antitotalitaria de la izquierda occidental.

  • Perdedores Natos de Andrea Munoz Majarrez

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    El destino hara que dos perdedores natos se atraigan irremediablemente.