Ver todos los libros de: Erica C. Morales
Cuando Ruth termino de poner la mesa maldijo que su marido no le hubiera avisado de que esa noche tendrian visita. Estaba cansada, no queria cocinar para nadie y ahora debia hacerlo para los tres companeros de trabajo de su marido. Con los anos, Jorge se habia convertido en un hombre impulsivo, ya no era aquel hombre del que se enamoro. Jorge sostuvo su telefono meditando durante unos segundos. Queria que su mujer luciera especialmente hermosa aquella noche. Dudo entre si pedirle que se pusiera el vestido negro ajustado o el semitransparente. Opto por la primera opcion y asi se lo hizo saber a su hastiada esposa. Durante la cena fueron muchos los elogios que Ruth recibio de sus tres invitados, tantos eran los halagos que sintio que aquellos desconocidos estaban compitiendo por ganarse su aprobacion. Jorge, que presidia la mesa, se mostraba satisfecho de lo que estaba sucediendo premiandose a si mismo al ver que su plan estaba funcionando. Cuando se caso con Ruth lo hizo creyendo que sus vidas cambiarian. Que el sexo seria mas placentero y que su vida se convertiria en una aventura. Mas los anos convirtieron a la pareja en un matrimonio insustancial. Su vida se hundia en la monotonia arrastrando a su matrimonio. El sexo se habia vuelto aburrido. Se acostaba con Ruth mas por obligacion que por deseo. Imaginar la escena le excito sobremanera. Si, queria ver como otro hombre se follaba a su mujer, queria ver como ella se corria. La imagen le resulto tan dantesca que alli mismo, tomo a su mujer hasta quedarse satisfecho. Despues de aquella noche, no volvieron a hablar de un posible intercambio de parejas. A Jorge le bastaba imaginarse a su mujer en manos de otro para excitarse. Fue asi como las noches de sexo dejaron de volverse aburridas y taciturnas. Al menos hasta que Jorge volvio a sentir una ansiedad que le corroia. Siempre queria mas, ambicionaba dar un paso que hiciera que follarse a su mujer fuese mas oscuro. Habia comprobado que le excitaba ver a mujeres practicando sexo entre ellas. La posibilidad de hacer un trio con una mujer se convirtio en su obsesion. Ruth sabia que su marido estaba cambiando. Su actitud para con el sexo rozaba la depravacion. Una noche, mientras doblaba ropa, Jorge le sorprendio con un kit para iniciarse en el mundo de las perversiones. No queria verse atada e incapacitada para hablar o moverse. Tampoco que Jorge la hiciese dano. No podia entender que algo tan sucio pudiera excitarlo, mas no se resistio. Su marido ya le habia amenazado con dejarla si no se rendia a sus exigencias. No queria perderlo, estaba enamorada de el. Esa noche junto sus manos permitiendo que Jorge cerrara las esposas. Cuando apenas habia empezado a andar, su marido la fustigo con un latigo que la hizo tambalearse sobre sus tacones de aguja. Para que no cayese, Jorge la sujeto con firmeza del pelo advirtiendola de que si no hacia lo que el queria tendria que castigarla. Ruth se acostumbro al dolor y las continuas humillaciones. Cuando Jorge se corria sobre ella rezaba para que aquello acabara, para que esa perversion diera lugar a otra en la que el dolor no tuviera cabida. Jorge sabia que a su mujer no le excitaba que la sometiese. Nunca estaba dispuesta a pelear ni a obligarlo a el a ocupar su lugar. Busco en internet algo que su mujer pudiera aceptar, algo menos sucio, menos peligroso. --Deberiamos hacer un trio. Hay una chica en mi oficina que alardea constantemente de darle vida a un matrimonio que estaba barajando divorciarse y ahora son mas felices que nunca--manipulo Jorge. --?Crees que metiendo a una mujer en nuestra cama nuestro matrimonio ira mejor? No se en que te basas para pensar una cosa asi. --Necesito aventura, Ruth. Vivir cosas nuevas. Entrar en casa feliz porque se que tengo una mujer que comprende mis necesidades. El sexo es una parte importante en una relacion, debes abrir la mente. Aceptar que podemos ir mas alla. El sexo puede ser muy placentero si te saltas las normas, al menos de vez en cuando. ?Acaso quieres que nos divorciemos? No, Ruth no queria pasar por un divorcio por lo que acepto tener un trio, solo necesitaba tiempo para asimilarlo. Una noche, despues de la cena, Jorge le propuso un juego a su esposa. Primero le mostro la imagen de una mujer rubia, despampanante y mas joven que ella. Jorge pronuncio su proposicion. --Se que quieres ir despacio, asi que he pensado que esta noche podriamos acostarnos pronto y jugar un poco. Quiero que esta noche, cuando te toque, cuando haga que te corras pienses que es ella quien lo esta haciendo. Yo hare lo mismo, asi normalizaremos que otra persona este en nuestra cama. No me digas que no, Ruth, estoy haciendo esto por nuestro matrimonio. ?Acaso no me quieres? Ante la debilidad de Ruth, Jorge se mostro mas fuerte consiguiendo que aquella noche su mujer cediera a uno de sus juegos con el que dar alas al hombre depravado en el que se estaba convirtiendo. El sexo era su unico pensamiento y siempre, siempre queria mas. Nada calmaba su sed. Esa misma noche, despues de la cena tras despedir a sus invitados, Jorge cogio en brazos a su mujer y se la llevo a la cama. No podia dejar de imaginar como reaccionaria el cuerpo de su esposa siendo follada por sus tres invitados. Durante la cena habia fantaseado con que la tomaban alli mismo, frente a el. Al recordarlo penetro a Ruth que aun no estaba preparada para recibirlo haciendo que su cuerpo se contrajese. --Me encanta cuando estas tan cerrada, asi puedo darme el gusto de ser yo quien te abra. Vamos, relajate y disfruta. Imaginate cuando uno de esos tres este aqui, con nosotros. Fantasea con ellos y dime a quien eliges para hacer el trio. Me lo prometiste, Ruth. Me lo prometiste--insistio en recordarle con cada empellon. A la manana siguiente, Jorge salio unos minutos antes hacia la oficina. Sabia que encontraria a Omar en su despacho sin su secretaria husmeando. Llamo a la puerta luciendo una sonrisa que a Omar le dio escalofrios. Sabia que estaba haciendo alli, el era el ganador del trofeo. Asi llamaba Jorge a su mujer. Era tan despectivo y humillante que Omar sintio nauseas. Queria decirle que no, que se negaba a ser participe de ese juego con el que Ruth no estaba de acuerdo. Jorge alardeaba del poder que tenia sobre su esposa humillandola frente a companeros y desconocidos despertando en Omar la necesidad de ayudarla a dejar esa vida infeliz. Si bien, Ruth no parecia recordarle, el no habia dejado de pensar en ella desde que la conocio en la universidad. Apenas mantuvieron contacto, suficiente para que Omar buscara en cualquier mujer a Ruth. --!Eh, tio! ?Me estas escuchando? --Jorge reclamaba atencion--. Ruth quiere que seas tu. Sera esta noche, no voy a permitir que se eche atras. !Ah, una ultima advertencia! Puedes hacerle a mi mujer lo que quieras, pero no se te ocurra acercarte a mi. --Descuida--respondio invitandolo a salir de su despacho. Ruth llego a casa dispuesta a darse un bano de espuma. Estaba agotada. Sentia tanta presion que necesitaba estar sola, aunque solo fueran durante un par de horas. Al entrar en el salon su marido le dio la bienvenida ofreciendola una copa de vino. Omar se mostro educado levantandose del sofa para saludarla. ?Que estaba haciendo alli? Se pregunto. ?Sera hoy? ?Sera esta noche? No habian hablado de una fecha en concreta, ni siquiera habian discutido sobre los detalles que necesitaba tratar. No iba a permitir que un desconocido se propasara. ?Que estoy diciendo? He permitido que mi marido meta a un hombre en nuestra cama, he sucumbido a ser parte de un juego sucio en el que no soy mas que un cuerpo que utilizaran para su disfrute. No quiero perder a Jorge, no quiero perderlo, pero no se si podre con esto. --No podemos decirle que se vaya, ?que pensarian de mi en la oficina? --discutio. --?Cuentas nuestras intimidades en el trabajo? --pregunto avergonzada. --Ya sabes, a los hombres nos gusta hablar de nuestras hazanas. Hablar de sexo entre colegas es lo normal, no te preocupes. Ninguno de mis companeros te conoce y los dos que te vieron anoche te olvidaron en cuanto los rechazaste. Ruth entro en el dormitorio con el picardias que su marido habia elegido para ella. Cuando cerro la puerta supo que habia perdido su dignidad para siempre. A la manana siguiente, Ruth se levanto temprano. Queria salir de su apartamento antes de que su marido se despertara. Despues de la noche que habian vivido preferia no mirarlo a la cara. Se sentia avergonzaba por haberse entregado a Omar. Un hombre que la habia hecho disfrutar mas de lo que jamas habia hecho su marido. Jorge la habia hecho creer que no era buena en el sexo, mas en brazos de Omar descubrio que el sexo no era el problema, si no el companero con quien compartia sus noches. Para hacer el menor ruido posible cubrio su cuerpo desnudo con una vieja sudadera. Descalza camino hasta la cocina con intencion de servirse un cafe cargado. Al descubrir la cafetera en manos de Omar se ruborizo. --Me servire un cafe y me marchare. No era mi intencion incomodarte--dijo sirviendo un segundo cafe. --Ruth, yo... da igual, no importa. Sera mejor que me marche. Cuando Jorge desperto, su mujer ya no estaba en casa. Aquello le dio la oportunidad de recordar, con todo lujo de detalles, lo que habia sucedido la noche anterior bajo la ducha. Al salir de casa, en el trayecto hacia la oficina no podia dejar de pensar en todas las aventuras que habian vivido en los ultimos meses. Todo empezo una manana. Mientras tomaba cafe antes de entrar a trabajar un articulo del periodico le dio la solucion que tanto ansiaba. Eran adultos y aunque el la queria necesitaba emocion en su vida. Aquella misma noche, al regresar del trabajo y durante la cena, Jorge le propuso ir a un club de intercambio de parejas. Ruth se nego tacitamente. Intento por todos los medios que su mujer aceptara, sin exito. Tenia que haberla amenazado con el divorcio, no se habria negado. Quiza, ahora que ha aceptado meter a un hombre en su cama, podria volver a proponerselo. Ruth hizo lo imposible por concentrarse en el trabajo, mas fracaso en cada intento. Cogio su telefono, necesitaba quedar con sus amigas. Salir de esa casa, aunque solo fuera durante unas horas. En la pantalla, descubrio un par de llamadas perdidas de un numero desconocido. Cuando se disponia a escribir a sus amigas una tercera llamada la interrumpio. Ruth respondio dispuesta a descubrir al remitente. Omar respondio al otro lado de la linea rogando para que no rechazara su llamada. Ruth acepto, queria saber porque la estaba llamando y volver a hablar con el hombre que le habia regalado la noche de sexo perfecta. A la hora de la comida quedaron en verse en una cafeteria cercana. Ruth sintio que, por primera vez en su vida, estaba siendo la protagonista de su propia aventura. Tomo asiento alejandose del gran ventanal fingiendo ser la amante del hombre que entraba por la puerta. Omar se sento frente a ella tras saludarla con un beso en la mejilla. No fue algo premeditado, al verla sintio la necesidad de volver a tenerla entre sus brazos, mas contuvo las ganas. El momento de hablar habia llegado y Omar no sabia como enfrentarse a la asustadiza mujer que tenia frente a el. Ruth exigio una explicacion, al no llegar, se dispuso a levantarse abandonando a su acompanante. Omar se interpuso en su camino sujetando su mano con suavidad. --Lo siento, no se por donde empezar. Imaginaba que seria mas facil pedirte que dejes a tu marido. Jorge no te respeta, es un depravado que siempre querra mas. No permitas que te siga humillando. --?Y que quieres? ?Que huya contigo y vivamos un amor de pelicula? Lo que paso anoche entre nosotros no significo nada y no volvera a repetirse--espeto ella a la defensiva. --No quiero que huyas conmigo, solo que dejes esa vida en la que no eres feliz. ?De verdad crees que no volvera a repetirse? No conmigo, yo solo era un cebo para que ahora no pudieras negarte a acostarte con una mujer. Lo tenia todo planeado, ?sabes que hara si te niegas? Amenazara con dejarte, con pedirte el divorcio. ?Me equivoco? Ruth sabia que su marido la estaba manipulando. No era la primera vez que se mostraba sumisa. En su infancia y durante su juventud permitio que su tia, con quien se habia criado, dispusiera de su herencia a su antojo. La habia amenazado con echarla de casa abandonandola en un orfanato. Se acostumbro a vivir con el temor de ser abandonado hasta aceptar que de suceder la culpa seria solo suya. ?Que podia hacer por ella si se negaba a abandonarlo? Si le contara la verdad, si desvelara que no es un desconocido del que sospechar, encontraria la manera de devolverle todo aquello que Jorge le robo al casarse con el. --?Por que no vuelves a Barcelona? Tu vida siempre ha estado alli. Ya se que tu tia murio, pero tienes amigos y companeros de trabajo que te echaran de menos. !Tienes tu casa! --exclamo desesperado. --?Que significa todo esto? ?Como sabes que yo...? Jorge no sabe que tengo una casa en Barcelona. ?Como es posible que tu sepas todo esto? --pregunto aterrada hasta que Omar le mostro su cicatriz--. ?Eres tu? !No puedo creerlo! Pensaba que vivias en Alemania y que te habias casado. Ruth rememoro la manana del accidente en la que conocio a Omar. El asfalto estaba mojado, freno todo cuanto su moto le permitio, mas no fue suficiente para evitar el atropello. La ambulancia los llevo a ambos al hospital mas cercano. Dos horas despues, la prometida de Omar aparecio en la sala de urgencias hablando por telefono intentando anular los billetes de avion que deberia llevarlos a Alemania. --Me fui con Ada dos dias mas tarde de lo previsto. Nuestra relacion iba bien, si, tenia planes de boda. Alemania lo cambio todo, especialmente a Ada. Cuando descubri que me estaba enganando regrese a Barcelona y pedi el traslado. Fue asi como me instale en Madrid hace ya diez anos--revelo para calma de Ruth--. Me gustaria volver a verte, si me dices que si no volvere a hablarte de Jorge ni de tu matrimonio. No pretendo inmiscuirme en tu vida, solo quiero que seas feliz. A aquel cafe le siguieron muchos otros. Cuanto mas tiempo pasaban juntos aumentaba la necesidad de volver a verse. Omar se descubrio enamorado de Ruth una noche de cena y pelicula. Aunque sabian que era peligroso, Ruth permitio que la acompanase hasta las inmediaciones de su casa. Para Jorge, esa noche solo era un reencuentro mas con sus amigas. Si bien habia empezado a sospechar que su mujer le ocultaba algo, supo que no seria capaz de enganarlo. La tenia tan sometida que estaba seguro de que jamas lo abandonaria. Cuando Ruth entro en el pequeno apartamento descubrio que Jorge estaba despierto, esperandola. Eso solo podia significar una cosa. Al entrar en su dormitorio obviando el beso apasionado de su marido descubrio sus intenciones. Sobre las sabanas la esperaba la mujer rubia que Jorge la habia mostrado meses atras. Jorge, a su lado, sostenia un conjunto de lenceria transparente. Omar tenia razon, solo era un truco para conseguir su botin. Jorge no queria tener aventuras con ella, solo queria follarse a la rubia semidesnuda que habia en su cama. Disculpandose con la excusa de ir en busca de una botella de champan dejo el apartamento en medio de la noche. Camino durante horas sin rumbo, sin saber a quien acudir para pedir ayuda. Inevitablemente penso en el. Cuando encendio su telefono descubrio las llamadas y mensajes de su marido exigiendo que regresara bajo una nueva amenaza de abandono. Agotada decidio pasar la noche en el hotel que estaba frente a ella. Evito usar la tarjeta, no queria que su marido descubriera donde se escondia. A la manana siguiente, Jorge llego al trabajo alardeando de su noche. Habia metido en su cama a la mujer mas atractiva de toda la oficina. Cuando Omar escucho su relato volvio a su despacho, necesitaba hablar con Ruth. Cuando estaba a punto de marcar el ultimo numero, Jorge lo interrumpio para solo a el desvelarle la unica verdad. Ruth lo habia abandonado en medio de la noche obligandolo a renunciar a su aventura.
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