• Mirate con mis ojos de Rosario Rodilana

    https://gigalibros.com/mirate-con-mis-ojos.html

    Siendo la hija pequena en una familia de cuatro hermanas, crecio como el patito feo del cuento y, lejos de protegerla, ellas se ocuparon de recodarselo cada dia de su vida. Pronto acato su lugar en el mundo y desarrollo una gran capacidad para expresar la vida a traves de su objetivo.
    Con sus veintidos anos, Alba es una de las mejores fotografas del panorama, muchos conocen su trabajo, pero no a ella, ya que apenas existen fotos suyas, sabe que su lugar esta detras de la camara.
    ?Que ocurrira si por una amistad comun se cruza con un hombre que la ve con otros ojos?
    Jorge, un empresario y modelo, vive por y para el negocio, rodeado de mujeres bellas que no le llenan el pecho, ?que pasara cuando conozca a una mujer que no encaja en las medidas de su mundo, pero si en las de su corazon?

  • Y si te toco yo de Chloe Collins

    https://gigalibros.com/y-si-te-toco-yo.html

    ?Como comenzar a contar mi historia? Todo empezo en el colegio. No es facil sobrevivir cuando eres pelirroja y tienes la cara llena de pecas, y todos te llaman <>. Te pasas escuchando la misma cantinela durante tu infancia y cuando vas al instituto o a la universidad la cosa cambia un poco, pero no mejora cuando te encuentras con el tipico tio que se enrolla contigo y, en el meollo del asunto, te dice: <>. Venga ya. ?En serio? !Pense que te gustaba yo, mi cuerpo, mi cara! Esta claro que nadie se enamora de Berta, la chica desastrosa y gafe, nadie se enamora de ella aunque haya heredado el cerebro de su padre y el fisico de su madre. Solo les interesa saber si soy pelirroja natural o si tengo pecas en el trasero. No soy nada popular, al contrario que mis padres: mi madre es presentadora de un reality en una famosa cadena de television y mi padre es un prestigioso cientifico. De ahi que al final, con mi buen don para las matematicas y la buena influencia recibida en casa, decidiera optar por sacarme la carrera de Quimica. Pero dada mi penosa popularidad y mis desastres continuos, tras finalizar mi carrera he decidido poner rumbo a Madrid para intentar comerme el mundo. Buen intento, Berta, pero se va a quedar en eso. No he tardado ni tres meses en darme cuenta de que todos mis intentos por conseguir un trabajo de lo mio se ven abocados al fracaso asi que tengo que conformarme con trabajos que no se adaptan a mis expectativas. Comparto piso con varias chicas que, aunque no son mala gente, no me entienden para nada asi que ahora solo como donuts, una nueva adiccion. Si mi madre la descubre estoy segura de que me mataria. Esa es mi nueva vida: donuts, entrevistas de trabajo, soledad y asco. Solo espero que pronto me toque la loteria, porque esto va de mal en peor... Capitulo 1 Apago el despertador por cuarta vez. !Vale hoy tengo otra entrevista! Pero aunque quiero ser positiva, no dejo de pensar que no me cogeran. Ademas, ?quien quiere trabajar como teleoperadora? La gente te cuelga cuando les intentas vender algo y para colmo el sueldo es minimo y comisionado por ventas. --!Berta! !Levantate de una vez! --me recrimina Carla, una de mis companeras de piso--. !Llegaras tarde! --Voy bien de tiempo... --le contesto mientras me desperezo sin mucha prisa. --!Ja! Son las ocho y media y tienes la entrevista a las nueve. ?Vas bien de tiempo? --Siiii, tranquila. Al final me levanto y ni siquiera me ducho, me visto con cualquier cosa y me pongo en camino. Tiene razon, no llego ni de chiste, la entrevista esta a la otra punta de la ciudad, pero da igual. No quiero ese trabajo. Solo estoy haciendo el paripe porque les debo ya dos meses de alquiler y tengo que admitir que yo en su situacion me habria echado a la calle a patadas, son unas santas. Pero, ?que culpa tengo yo de que no me duren los trabajos? Primero fue el de recepcionista en un hotel. Me duro quince dias. Me echaron en cuanto mande a tomar por donde amargan los pepinos, por decirlo de una manera mas finolis, a unos huespedes que tenian mucha prisa pero que resultaron ser VIP. Despues fue el de camarera. La bandeja se me cayo encima de unos clientes derramando toda la comida encima. A eso tengo que sumarle que me dieron otra oportunidad y destroce media vajilla. Dure una semana. Despues he trabajado de repartidora, de dependienta y de ninera. Ninguno me duro mas de un mes. El ultimo fue en una cafeteria con bolleria, donuts en su mayoria. Hace una semana que me despidieron. Me empache porque me comi diez donuts seguidos, todos de chocolate. Acabe vomitandole al jefe. Deprimente, esta claro. El problema es que para colmo de males, el contrapunto a lo que suele pasar cuando te empachas con alguna comida es que sueles odiarla despues, pero yo no, yo me he vuelto adicta a los donuts. ?Se puede ser mas estupida? A las nueve y media llego al lugar de mi entrevista y la persona que me va a entrevistar me mira de manera despectiva. Supongo que por llegar tarde, o por mis pintas, o por las dos cosas. --Siento el retraso --digo con fingida inocencia--. Perdi el metro. Vuelve a echarme un vistazo y me hace pasar. Revisa mi curriculo y despues me pregunta: --?Cree estar capacitada para el puesto? --No estoy segura... Pero necesito el dinero --le respondo con sinceridad. --Senorita Martinez, no me haga perder el tiempo. Tengo cincuenta entrevistas que hacer hoy, si no quiere el trabajo, ?por que viene? --pregunta malhumorado. --Si le soy sincera, no lo se. Mis companeras de piso llevan dos meses fiandome el dinero del alquiler y aunque este trabajo no es lo que ansio para mi futuro... --!Ya! Nadie quiere ser teleoperador toda su vida, lo entiendo. Ni yo quiero entrevistar a gente todos los dias --dice el entrevistador con sarcasmo--, lo que quiero es que me toque la loteria. --!Anda, y a mi! ?A que juega? --le pregunto y me mira cenuda. --Centremonos. ?Cree que puede trabajar, o no? --Sinceramente, no es lo mio. --Perfecto. Entonces no perdamos el tiempo. Gracias por su claridad. Salgo de alli y me dirijo a mi antiguo trabajo, pero en cuanto mi jefe me ve, su cara se enciende como un tomate. --!Fuera de aqui! --Perdone, vengo como cliente, ?acaso no puedo? --digo indignada--. Quiero, necesito donuts. Mi ex jefe resopla e indica a una chica nueva, diria que mi sustituta, que me atienda y pido un capuchino y un donut de chocolate para llevar. Luego me acerco al quiosco de la esquina a por el periodico, ademas de jugar a la Primitiva, al cupon de la Once y al Eurojackpot, y tambien he cogido un rasca de la Once. Bueno, me he gastado diez euros. Mi tarifa normal en juegos del azar. Si, quizas si guardara todo ese dinero podria pagar a mis amigas una parte del alquiler, pero es que la suerte esta a punto de llamar a mi puerta, estoy segura. !Lo presiento! Me siento en un banco y antes de mirar el periodico en busca de alguna oferta de empleo que me guste, rasco mi boleto y, como todos los dias, nada. Cero patatero. No ha habido suerte. Hoy mirare el resto de juegos a ver si esta vez suena la flauta. <>, me digo a mi misma, pero no me hago caso. Al final el que la sigue la consigue, ?no? Miro el reloj y creo que es la hora de irse a casa. Mis companeras me dejan estar en casa aunque por ahora no pueda pagar a cambio de que vaya a entrevistas, encuentre un empleo pronto y les haga la comida. Ya son las once y media, tengo que coger dos buses y comprar el pan. He ojeado un poco el periodico pero, como siempre, no hay ninguna oferta interesante para mi. Termino mi donut y, como el cafe me gusta mas bien frio, lo llevo en la mano para que termine de estar a mi gusto. Voy un poco despistada ojeando las redes sociales en mi movil cuando un armario empotrado se choca contra mi. --!Mierda! Podria usted mirar por donde va, ?no? --me suelta y cuando me fijo en el caballero que me ha recriminado con tanta osadia frunzo el ceno--. Alan, tengo que colgar, una estupida ha estampado su cafe en mi carisima camisa de Armani. Te llamo luego --espeta sin mas fijando duramente de nuevo su mirada en mi. ?Estupida? ?En serio? ?Y el, que? Voy a contenerme porque en cierto modo tiene razon, iba despistada, pero estoy segura que el tampoco iba mirando al frente. No soy tan pequena e insignificante como para que no me vea, ?o si? Vuelvo a mirarlo, tengo que admitir que es un tio bastante fornido y que quizas, solo quizas, no me haya visto. Aun asi, podria tener mejores modales, por muy camisa de Armani que lleve el chulo este. --!Ayudeme al menos! --dice, y cuando dejo de mirarle a el, veo que hay un monton de papeles por el suelo. --?Me llama estupida y quiere que le ayude? ?De verdad? --le replico indignadisima. --Senorita, o me ayuda o le hago pagar la camisa, usted decide. !Joder! Lo que me faltaba. No rechisto, aunque me gustaria decirle cuatro cositas bien dichas. !Esto es abuso de poder! Pero por la pinta, seguro que es abogado y me toca ir a los tribunales, y ya tengo bastante con deber a mis companeras de piso como para seguir aumentando mi morosidad. Con la suerte que tengo... Me arrodillo como puedo con la minifalda que llevo y recojo los papeles, y cuando me percato de la documentacion que estoy recogiendo mis ojos se salen de las orbitas. !Son formulas quimicas! !Santo cielo! ?Sera de los mios? --!Apremie! No tengo todo el tiempo del mundo. --Ya va, ya va... Recojo varios papeles y como este tio me esta puteando de lo lindo decido esconderme uno de los folios en el doblez del periodico. --!Tenga! --le digo entregandole los folios. Y cuando esta a una distancia prudencial, le grito --: !Estupida tu puta madre! Igual me he pasado, pero odio a los pijos prepotentes que se creen mas que nadie por tener un buen trabajo. Me voy a casa y mientras hago la comida echo un vistazo a la hoja que le he robado al pijo estirado. !Santo cielo! Esto es como volver a la universidad. En cuanto termino la comida, voy a mi habitacion, cojo un cuaderno y me centro en descifrar las formulas, no me lleva mas de una hora.--!Que te den, capullo! --digo triunfal al terminar--. ?Ahora quien es la estupida? Me gustaria decirselo a la cara, pero me conformare con la satisfaccion de saber que cuando llegue a su despacho no tendra las formulas, mientras yo las tengo aqui y en poco mas de una hora las he descifrado. Sonrio y cuando llegan mis companeras, comemos juntas, les cuento lo desastroso de mi entrevista, maquillando la realidad, pero no les hablo del pijo estirado. De momento esta es una victoria que quiero saborear en secreto.

  • Lead (Stage Dive 3) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/lead-stage-dive-3-traduccion-kylie-scott-pdf.html

    Como el cantante principal de Stage Dive, Jimmy esta acostumbrado a tener lo que sea que quiere, cuando quiere, ya sea bebida, drogas o mujeres. Sin embargo, cuando un desastre de Relaciones Publicas sirve como una llamada de atencion sobre su vida y lo manda a rehabilitacion, se encuentra con Lena, su nueva asistente para mantenerlo fuera de problemas.

Lena no esta dispuesta a tomar ni una mierda del sexy roquero y esta determinada a mantener su relacion completamente profesional, a pesar de la sofocante quimica. Pero cuando Jimmy la empuja demasiado lejos y Lena se va, se da cuenta que puede que haya perdido la mejor cosa que le ha pasado en su vida

  • Buscando a Ella de Juan Francisco Soto Rodriguez

    https://gigalibros.com/buscando-a-ella.html

    Buscando a ella es la primera novela
    de una saga. Basada en hechos reales, plasma el amor y en la libertad, en los derechos de las personas. Aunque el
    lector se encontrara una historia llena de amor, desamor, erotismo, y en ocasiones sexo crudo, Buscado a ella nos implica
    en los momentos familiares dolorosos y complicados de su protagonista, las peleas de instituto, el racismo, las drogas, y las situaciones verdaderamente dificiles que nos marcan en nuestra vida, y que en ocasiones hace que la vision particular que tenemos del mundo cambie, pero, que le han servido a el para madurar y para crecer como persona.

  • Sentirme enamorado de Julieta Bono

    https://gigalibros.com/sentirme-enamorado.html

    Hasta el momento, que Lilly tuviera un mal dia en el trabajo era el peor de sus males. Para colmo el dueno del Club donde estaba trabajando, habia ido sin previo aviso. Las cosas no estaban para buenas impresiones. Pero eso resulto no ser nada comparado con presenciar un asesinato.
    De un momento a otro se encuentra sin poder pedir ayuda y teniendo que emprender una travesia que, entre otras cosas, la lleva a conocer a un multimillonario y misterioso hombre. En el encuentra la proteccion que anhelaba y algo mas.
    Lo que ninguno de los dos sabe, es que para que las cosas salgan bien, tendran que enfrentar sus pasados, sus presentes y a un enemigo muy poderoso que podria poner en peligro sus vidas. Ambos pondran a prueba su suerte en esta historia donde la corrupcion, la traicion, la fe y el amor, se entrelazan en cada capitulo. Al final ambos tendran que luchar para intentar salvar no solo sus vidas sino tambien el amor que ha crecido dentro de ellos.

  • Atrapado en el infierno de otra mente de Monica Moreno

    https://gigalibros.com/atrapado-en-el-infierno-de-otra-mente.html

    Gabriela y Gerardo llevan muchos anos juntos en una vida relativamente feliz. Sin embargo, ella empieza a sospechar que el quiere dejarla y lo cela y presiona de mas, invitandolo con sus celos a hacer realidad esos temores. En este triller psicologico ubicado en la Ciudad de Mexico contemporanea encontraremos una historia de intensas emociones, secretos y obsesiones, podremos ver como las situaciones cotidianas pueden llevar a la locura a quien no sepa manejarlas, afectando a otras personas. Porque, a final de cuentas, hay mas demonios en una mente obsesiva que en el infierno.

  • Por el. Un amor que doblega el orgullo de Daniel Richards

    https://gigalibros.com/por-el-un-amor-que-doblega-el-orgullo.html

    Basil siempre amo Jason Lakis y egoistamente se quedo con su hijo cuando este, por azares del destino llego hasta el. Despues de todo, Lakis no sabia que tenia un hijo y el podia quedarse aquellos hermosos ojos identicos a los del padre solo para el.

    ?Que sucedera cuando con el tiempo Lakis se entere de la existencia de su hijo?

    Despues de todo, nadie le quita nada a un Lakis. El hecho de recuperar a su hijo no esta en discusion y menos cuando el ex-perro callejero que despierta mas de un oscuro deseo en el moreno viene en el paquete.

  • El caso Kurilov de Irene Nemirovsky

    https://gigalibros.com/el-caso-kurilov.html

    El hallazgo y la publicacion de Suite francesa volvio a situar a Irene Nemirovsky en la constelacion de los escritores mas importantes de su tiempo, propiciando la reedicion de sus obras, algunas ineditas y otras injustamente relegadas al olvido. Entre las primeras se encuentra El caso Kurilov, excelente muestra de la incisiva caracterizacion psicologica que caracteriza todas las novelas de esta gran autora.

  • Retorno a Cumbres Borrascosas de Ana Moon

    https://gigalibros.com/retorno-a-cumbres-borrascosas.html

    Una novela de las de toda la vida, escrita en un estilo clasico y atemporal, con nuevos personajes, que revisita y revive la historia original.
    Un joven enamorado y despechado huye en mitad de la noche, lejos de su amada, tras ser despreciado por ella. Todo cambiara a partir de entonces, excepto su pasion, que solo puede crecer en una espiral interminable, como la tormenta que acompana al corazon del pobre amante.
    Cumbres borrascosas es una obra unica del genero romantico, ademas de un clasico inmortal de estilo inconfundible e inclasificable. Si no la has leido, no es imprescindible para leer mi libro, aunque si recomendable. En esta continuacion trato de cubrir los espacios en blanco que dejo la autora en la historia, por ejemplo, ?que ocurrio con Heathcliff en los anos que estuvo huido de la casa tras saber que su amada se iba a casar con otro? ?Por que Heathcliff tiene esa personalidad? Aparte de rellenar las "paginas en blanco" de la novela original, en las que echaba de menos la version de primera mano por parte de los protagonistas, he dado una continuacion y otro final a la misma, porque creo que entre el amor salvaje y tormentoso de la primera parte y el amor resignado del final del libro, cabe otra opcion sin explorar, otro camino que devuelve la pasion vibrante a un escenario que ha provocado tanto fascinacion como escandalo entre los lectores de todos los tiempos.

  • Rose de Brianne Miller

    https://gigalibros.com/rose.html

    Rose Henderson permanecia mirando por la ventana de su habitacion los parterres de flores del jardin sumida en sus pensamientos. Llevaba toda su vida viviendo tras las paredes del Bedlam, el hospital psiquiatrico en el que sus padres la abandonaron cuando apenas era una nina por padecer una leve cojera en su pierna derecha. En vez de apoyarla y ayudarla a llevar una vida lo mas normal posible se deshicieron de ella igual que si fuese un mueble viejo y habia pasado todo ese tiempo echandose la culpa de ello. Pero ella no habia hecho nada malo, ahora lo entendia. Desde que el marques de Lansdowne llego a su vida hacia ya dos anos la habia ayudado a entender que ella era la victima de todo aquello, que sus padres eran dos despreciables seres sin corazon a quienes les habia podido mas el miedo al que diran que el amor por su hija. Pero ya no debia pensar mas en aquello, en pocas horas seria libre por fin y empezaria a llevar una vida normal gracias al conde Warwick. El mejor amigo del marques se habia autoproclamado su salvador y habia logrado que su madre firmase los papeles que le nombraban su tutor. Ahora el era su familia e iba a ocuparse de que se convirtiera en toda una dama. Rose estaba aterrada, se sentia como si se encontrase al borde de un precipicio a punto de saltar al vacio y no habia a la vista ningun saliente al que ella pudiera agarrarse. Llevaba diecisiete anos encerrada en ese manicomio y excepto el doctor Novak los medicos siempre la habian considerado tan loca como a todos los demas. ?Que pasaria si la sociedad tambien lo pensaba? ?Como iba a lograr vivir si terminaba por arrastrar a su salvador hacia el escandalo? --?Estas lista, Rose? Se volvio hacia el doctor Novak, que habia sido lo mas parecido a un padre para ella desde que se incorporo al equipo medico del hospital hacia casi un ano, y sonrio. --Tengo mucho miedo --reconocio ella. --Es normal estar asustada, pero cuando empieces tu nueva vida veras que no hay motivo para estarlo. --No lo entiende... siento panico, doctor. Novak se sento sobre el camastro con un suspiro e hizo un gesto para que Rose le acompanara. La muchacha obedecio apoyando la cabeza sobre su hombro y el le palmeo suavemente la mano. --Se bien que lo desconocido es aterrador, Rose --empezo a decir el doctor--, pero no habria accedido a darte el alta si no supiera que este cambio es beneficioso para ti. No mereces estar aqui, eres una persona completamente sana y no debes seguir viviendo entre personas que no lo son. --Aun no entiendo por que el conde ha querido hacerse cargo de mi. --Lansdowne se lo pidio. --No, doctor. Kenneth le pidio que intercediera por el, no que se hiciera cargo de mi. Warwick tendria que haberse limitado a cumplir sus deseos. --?Te importa mucho que Kenneth no sea tu tutor? --Warwick parece ser una buena persona, pero con Kenneth y Anne me sentiria mucho mas segura. --?Por que? --Porque son mis amigos y se que no les importara que termine metiendo la pata. Se que ellos se preocuparan mas por mi bienestar que por lo que digan los demas. --?Y crees que Warwick no? --No lo se, pero es mucho mas serio que Kenneth y temo decepcionarle. --?Por que ibas a hacerlo? --?Y si no puedo aprender a ser una dama? ?Y si no sirvo para ello? --Eso es una estupidez, Rose. Eres muy capaz de aprender modales y etiqueta, no es tan dificil y tu eres una chica lista. Novak se levanto de la cama y le tendio la mano con una sonrisa. --Vamos, es hora de que tengas la vida que mereces. La muchacha siguio obedientemente al doctor hasta el salon principal. Recordo las terapias que lady Cornick y Anne habian impartido en el acompanadas por muchas otras damas, las veces que se habia divertido ensenando a las chicas con problemas mentales a dibujar o a pintar con los dedos, y sonrio. Ella tambien se ocuparia de ayudar en las terapias en cuanto le fuera posible. Vio a lady Adelaine Allingham, una de las amigas de Anne, sentada en la mesa del fondo con un par de ninas de no mas de diez anos a quienes estaba ensenando a bordar una pequena flor en un trozo de tela, y se acerco a ella. La muchacha se levanto de inmediato con una sonrisa. --Me alegra verte, Rose --dijo besandola en la mejilla-- ?Quieres unirte? --Me encantaria, pero no puedo hacerlo. !Hoy me marcho de aqui! --?En serio? !Eso es estupendo! --exclamo Adelaine visiblemente contenta. --El conde por fin ha logrado que mi madre le firme los papeles para convertirle en mi tutor. --Me alegro muchisimo por ti, Rose, de verdad. Te mereces salir de aqui. --?Conoces a Warwick? --No demasiado --respondio su amiga pensativa--. En realidad no me he relacionado demasiado con caballeros estos ultimos anos, ya sabes que soy una chica florero. --Me gustaria conocerle un poco mas. --?Te gusta el conde? --pregunto su amiga con una sonrisa. --!Claro que no! --respondio ella azorada-- Pero si va a ser mi tutor me gustaria saber un poco mas de el. --?Y por que no le preguntas a Anne? Es el mejor amigo de su esposo, al fin y al cabo. --Creo que lo hare. ?No te ha acompanado hoy Hester? --Se encontraba algo indispuesta, creo que tiene una leve indigestion. --Normal, con lo que le gusta comer... Charles Alexander Bryant, septimo conde de Warwick, encontro a su nueva pupila riendo a carcajadas con una de las damas que iban a ayudar en las terapias del hospital. Su sonrisa era capaz de iluminar toda la habitacion y sabia que en parte esa sonrisa brillaba gracias a el. Despues de meses de buscar a su progenitora por todo el pais habia logrado encontrarla y obligarla a firmar los papeles de la cesion de su tutela. Ahora el era responsable de Rose y por tanto de su felicidad. Addison y Marion miraban con curiosidad a su nueva pupila. Sus hermanas eran la perfeccion encarnada... de cara a la galeria. En la intimidad tenian una personalidad tan parecida a la de Rose que no dudaba que terminarian llevandose muy bien. --Es muy guapa --comento Marion. --No parece estar muy loca --dijo Addison. --Ya os he dicho que no lo esta --protesto Charles--, unicamente padece una leve cojera. Vamos a acercarnos a ella. En cuanto Rose se volvio y le vio, Charles pudo ver la alegria en su mirada, pero tambien el miedo a lo desconocido que llevaba grabado en ellos desde que se entero de su decision de autoproclamarse su tutor. La muchacha se acerco lentamente a ellos e hizo una reverencia que dejaba mucho que desear antes de dedicarle una sonrisa. --Buenos dias, milord --susurro. --Buenos dias, Rose --contesto el--. Dejame presentarte a dos de mis hermanas, Addison y Marion. --Es un placer conocerlas --respondio Rose con otra reverencia. --Para nosotras tambien lo es --contesto Addison cogiendola del brazo--. Y deja los formalismos, ahora somos familia. --Es cierto --corroboro Marion--. Eres algo asi como nuestra sobrina, ?no es cierto? --?Tienes listo tu equipaje? --pregunto Charles antes de que las tres muchachas se enzarzaran en una chachara sin sentido. --Esta en mi habitacion --asintio Rose. --?Por que no la acompanais a recoger su abrigo mientras yo hablo con el doctor Novak? --sugirio-- No tardare demasiado. --Muy bien, Charlie, te esperaremos en el carruaje --respondio Marion. Inspiro con fuerza ante el apodo carinoso de su hermana. Le encantaba que le llamara asi pero le habia dicho mil veces que no lo hiciera en publico, ya hablaria con ella en cuanto llegasen a casa. Se acerco al despacho de George Novak con paso decidido y se dejo caer en el sofa con un suspiro. --Sigo creyendo que es una pesima idea de que mis hermanas pasen unos dias con Rose, Novak --protesto--. Solo llevan un dia en mi casa y ya me han provocado una migrana. --Sera bueno para ella relacionarse con jovenes de su edad, milord. --Pero tiene que concentrarse en sus estudios, tenemos muy poco tiempo y mucho que ensenarle. --Sus hermanas podrian ayudarle en ese aspecto, ?lo ha tenido en cuenta? --No soy capaz de controlarlas y terminaran haciendo lo que les venga en gana. Solo la reina es capaz de intimidarlas.

  • Vida en el jardin de Penelope Lively

    https://gigalibros.com/vida-en-el-jardin.html

    ?Fue antes la escritora o el jardin? Penelope Lively, una de las autoras britanicas mas celebradas del momento, abandona su papel de novelista y aborda en este delicioso libro su pasion por el arte, la literatura y la jardineria en un recorrido que la llevara en busca de los jardines (reales y literarios) que han marcado su vida: desde los patios de su casa de infancia en El Cairo hasta la finca de su abuela en Somerset, pasando por sus propios jardines de Oxford y Londres, y por la floresta de El paraiso perdido de Milton y los laberintos de Alicia en el Pais de las Maravillas. Un libro que explora el vinculo entre literatura y naturaleza, entre las palabras y las flores, entre la tinta y la tierra, en un embriagador recorrido que nos lleva de vuelta al hogar primigenio de la humanidad.

  • La expedicion al baobab de Wilma Stockenstrom

    https://gigalibros.com/la-expedicion-al-baobab.html

    UN CLASICO MODERNO DE LA LITERATURA ESCRITA POR MUJERES.

  • Espiritu festivo de Robertson Davies

    https://gigalibros.com/espiritu-festivo.html

    Chengdu, China Central, 1919. Los tres hermanos Gao, Juexin, Juemin y Juehui, viven conforme a las tradiciones que ha seguido su familia durante siglos; cuatro generaciones de la familia conviven ahora bajo el mismo techo, lo que supone un especial motivo de orgullo para el abuelo Gao, el patriarca del clan.

  • Sin Brunetti de Donna Leon

    https://gigalibros.com/sin-brunetti.html

    En la segunda parte de Enrique VI, de Shakespeare, uno de los personajes dice: <> Cuanto mas agradable no seria la vida contemporanea si pudieramos decir: <> Si parece muy drastica la medida y uno desea escapar del automovil y de todo lo que hace con nosotros, quiza lo mas aconsejable sea irse a vivir a Venecia. Buena parte de la satisfaccion que me produce vivir en Venecia se debe a esta razon: no hay coches. En principio, la cosa parece simple --y sin duda eso pensara la mayoria--: si no hay trafico, no hay ruido ni contaminacion. Pero Venecia tiene las tres cosas, y mas de lo que en justicia le corresponderia. Sin embargo, la ausencia de coches contribuye a alegrarnos la vida en otros aspectos, aspectos que hoy considero mas importantes, aunque tambien Venecia tenga su trafico, su ruido y su contaminacion. Como estamos obligados a ir a pie, tenemos que encontrarnos. Es decir, todas las mananas los habitantes de Venecia hemos de vernos, cruzarnos o coincidir en nuestros desplazamientos. Ello propicia la conversacion casual, el intercambio de informacion sobre el mundo o la vida personal, lo que sirve de pretexto para un cafe o un ombra que, a su vez, te haran relacionarte con otras personas y generaran mas conversacion y mas intercambio de informacion. Por lo tanto, como no hay coches, Venecia es, por lo menos para los residentes, lo que los meros numeros hacen de ella: una ciudad provinciana de apenas setenta mil habitantes en la que el principal medio de distraccion es el cotilleo y en la que, por consiguiente, no hay secretos. Para averiguar lo que sea de quien sea, nada como esos casuales encuentros matutinos, en los que no falta quien te prevenga acerca del anticuario, el dermatologo o determinado empleado de tal o cual oficina publica. En el aspecto positivo, estos contactos pueden conducirte al ebanista honrado o al mejor puesto de pescado del mercado de Rialto. Desde luego, esta clase de informacion se puede obtener en cualquier otro sitio, pero en otras ciudades te exige usar el coche o el telefono. En Venecia, el informador te sale al paso y, por lo general, el pago es un simple cafe y un brioche. Otro de los alicientes de la Venecia sin coches es analogo al otorgado a la Miss Brill del relato de Katherine Mansfield: el de atisbar en las vidas ajenas. Durante anos, te cruzas en la calle con las mismas personas; al cabo de unos meses, o de anos, esbozais un movimiento de cabeza, una sonrisa o cualquier otra forma de saludo. Aunque nunca salen de un amable anonimato, un dia las ves con otra pareja, o con ninos que luego apareceran con sus propios ninos. Envejecen, andan mas despacio, algunas desaparecen, y siempre te quedan las preguntas de quienes son, que hacen o como son en realidad. Por ultimo, la ausencia de coches nos impone dia tras dia la necesidad de aceptar el limite de nuestra capacidad fisica. Si queremos una cosa, hemos de poder cargar con ella hasta casa o encontrar a alguien dispuesto a llevarnosla. Ello hace mas dificil que nos enganemos respecto al paso del tiempo: estamos mas viejos y mas flojos, y ya no podemos acarrear las patatas, las naranjas y, ademas, el agua mineral. Ni hacer todos los recados en un solo dia, porque hay que ir de un extremo a otro de la ciudad, o porque los vaporetti van muy llenos, o porque hay demasiados puentes. En suma, yo creo que todas estas cosas, aunque triviales en apariencia, redundan en beneficio de los residentes. Vivimos en una epoca volcada en el empeno de borrar o negar todas las senales fisicas de la edad o la debilidad, y hacer resaltar el valor del individuo. Cada vez nos sentimos mas inclinados a buscar nuestro sentido de comunidad en internet y nos pasamos horas chateando con gentes a las que nunca veremos ni tocaremos. Venecia, aunque sea por accidente y modestamente a veces, contra nuestra voluntad, nos salva de esta tonteria. EL LATIDO DE LA CIUDAD Uno de los encantos de Venecia es la sensacion de misterio que transmite; nunca puedes prever lo que encontraras a la vuelta de la esquina ni lo que revelara esa puerta que se abre. Novelistas, cineastas, incluso el turista corriente, todos se han sentido atrapados por esta sugestion de que las cosas van a resultar diferentes de como parecen a primera vista. Para muestra, Alberto Peratoner, guarda de la Torre del Reloj de San Marcos, hijo y nieto de guardas, funcion con la que el y sus antepasados se han ganado el sustento desde hace casi un siglo. La Torre del Reloj de San Marcos fue inaugurada el 1 de febrero de 1499 y, durante cinco siglos, ha sido el simbolo perfecto de esta ciudad. A diferencia de todos los relojes de su epoca y tamano, este tiene dos esferas. Una mira hacia fuera, mas alla de las estatuas de San Teodoro y del Leon de San Marcos, a las aguas que dieron refugio a los primeros habitantes de la ciudad y que despues serian surcadas por las naves venecianas que partian a la conquista del comercio de dos continentes. La otra cara del reloj mira al interior, a la larga y estrecha Merceria y a Rialto, nucleo comercial de la ciudad. Al igual que Venecia, el reloj envejecio y fue objeto de dos grandes restauraciones, una en 1757 y la otra en 1858. Luigi Peratoner se hizo cargo de la conservacion de la Torre y el Reloj de San Marcos en 1916; su hijo Giovanni heredo su puesto en 1945, y Alberto, el actual custodio, entro en funciones en 1986, tras la repentina muerte de su padre. La tarea del guarda del reloj consiste en mantenerlo en buen fucionamiento, lo que supone dar cuerda a su ingente y complicada maquinaria dos veces al dia y realizar los ajustes necesarios a fin de que marque la hora exacta. Es tradicion que el guarda resida en la torre, lo que supone no solo vivir junto al corazon palpitante del reloj sino tambien disfrutar, desde su altura, de la fabulosa vista de una ciudad toda vistas fabulosas. <>, <>: en otra ciudad, estas palabras te harian pensar en un hombre encorvado, con delantal azul y extranas herramientas asomando de los bolsillos. Pero, probablemente, un mero <> no sabria interpretar ni la mas pequena anomalia con la debida rapidez. Pero esto es Venecia, donde pocas cosas son lo que parecen a primera vista. Asi, Alberto Peratoner es licenciado en Filosofia, especializado en Pascal, que se encontro metido en este trabajo casi por casualidad, cuando murio su padre, y que, a pesar de sentir el pulso del reloj en la sangre, encuentra su solaz intelectual en la filosofia de Pascal. Ni es encorvado, ni lleva delantal, ni es un solitario sino un hombre que viste bien, se expresa con elegancia y no disimula el amor que siente por su esposa, Rita Morosini. Tampoco puede ocultar su pasion por la musica de Handel. La idea de que Peratoner sea el simple guardian de este reloj, el mas celebre del mundo despues del Big Ben, no es del todo cierta. No. El es el hombre que, por haber vivido siempre al lado y hasta dentro de este mecanismo que casi tiene vida propia, identifica cada uno de sus caprichos y suspiros, cada crujido y cada tono de su voz. Conoce intimamente los efectos que tienen en el reloj la humedad, la presion atmosferica y los cambios de temperatura bruscos, y sabe la manera de neutralizarlos con la aplicacion de un aceite de una densidad determinada o el fino ajuste de una palanca. Si le preguntas como sabe que aceite ha de usar y en que cantidad, Peratoner sonrie y te responde, citando a Pascal, que se necesita <> para auscultar el corazon del reloj y comprender sus veleidades. Peratoner explica con satisfaccion que Piaget, una de las mas prestigiosas firmas de relojeria del mundo, ha brindado una generosa ayuda financiera y tecnica para contribuir a la restauracion del reloj que se llevara a cabo durante los dos anos proximos, en los que el reloj sera desmontado y transportado a un taller de las afueras de Mantua, donde se sustituiran las piezas desgastadas. Despues, sera sometido a minuciosas pruebas y devuelto a su torre de Venecia. El 1 de febrero de 1999, el dia en que se cumpliran quinientos anos de su inauguracion, el reloj sera puesto en marcha y otra vez medira los minutos y las horas de los dias de Venecia. Es de desear que Alberto Peratoner, custodio y filosofo, regrese a su hogar dentro del corazon que palpita en la ciudad.

  • Que quieres de mi de Mary Orvay

    https://gigalibros.com/que-quieres-de-mi.html

    A veces la oscuridad nos transmite paz y tranquilidad. En cambio, otras veces el silencio de la noche, esconde seres que se ocultan en la siniestra oscuridad. ?Quien sabe lo que se esconde entre las sombras? Criaturas atroces que harian que hasta la sangre del mas valiente se helase en sus venas, o quiza monstruos con un disfraz tan perfecto que ni el mas observador veria a traves de su perfecto disfraz. Angel o demonio, quien se oculta en la noche. Nadie lo sabe. LO SABES TU. 1 Megan siempre habia disfrutado del silencio de la noche. Despues de pasar practicamente toda la noche encerrada en ese tugurio en la que se veia obligada a trabajar era practicamente un regalo la paz y la tranquilidad que encontraba en el camino de vuelta a su pequeno apartamento. Justo antes del amanecer cuando todo esta en silencio, ella podia olvidar por un momento en la miseria que se habia convertido su vida, caminando en la oscuridad con la unica compania del eco de sus pisadas podia volver a una epoca donde todavia existia la esperanza. Esperanza de un futuro mejor. Esperanza de poder salir de su eterna oscuridad. Pero esa noche era diferente, donde antes las sombras le proporcionaban paz y tranquilidad hoy no podia desprenderse de una sensacion de desasosiego. Algo no estaba bien, era como si no estuviera sola, como si las mismas sombras hubieran cobrado vida. Acelero el paso, debia llegar cuanto antes a su apartamento donde tendria una puerta que cerrar a su espalda, donde podria recuperar su tranquilidad. Pero sus pasos acelerados no la llevaron lo suficiente lejos, en el silencio de la noche empezo a escuchar las pisadas de sus perseguidores, cada vez mas cerca cada vez mas rapido. Empezo a correr de forma casi caotica, siempre elegia ese camino para regresar a casa, era mas tranquilo que la calle principal, con sus bares y sus clubes. Ahora rezaba con cruzarse con alguien, cualquiera le hubiera servido solo necesitaba una mano amiga, no sabia porque, pero estaba convencida de que si sus perseguidores la alcanzaban algo horrible iba a ocurrir. --No correas pequena, solo queremos jugar un poquito. En el sonido de aquella voz se podia palpar el mal. No sabia que habia hecho para atraer a aquellos locos, pero estaba convencida de que su vida corria un serio peligro si no lograba escapar. --Venga munequita, porque corres, ?no quieres jugar con nosotros? Sentia el rugido de la sangre en sus oidos, el miedo era tan intenso que empezaba a ver puntos negros. Estaba a punto de desmayarme por el panico. Debia concentrarse y empezar a respirar, debia llegar a su pequeno apartamento como fuera, o al menos salir a la avenida principal y conseguir ayuda. De repente uno de sus perseguidores aparecio delante de ella cortandole el paso. --?Donde vas con tanta prisa pequena, no quieres jugar con nosotros un ratito? --le pregunto el hombre, si es que a aquel ser se le podia llamar hombre. Tenia un aspecto espeluznante que ponia los pelos de punta solo con mirarlo a sus extranos ojos inyectados en sangre. --!Dejad me en paz! ?Que quereis de mi? -- Megan notaba que su nivel de ansiedad iba subiendo por momentos si no lograba contralar sus nervios la situacion de por si dificil se le escaparia entre los dedos. No son mas que unos drogadictos penso, dales el dinero que llevas y huye. --Solo tengo un par de dolares -- dijo intentando negociar con ellos, pero son vuestros, solo dejadme en paz y os dare todo lo que llevo.

  • Respirando fuego de David Meseguer

    https://gigalibros.com/respirando-fuego.html

    La heroica resistencia kurda a los embates de Estado Islamico en Kobani puso a los kurdos de nuevo bajo el foco mediatico en 2014. Que un pueblo en su mayoria suni, como los yihadistas, se convirtiera en el dique que frenaba la expansion del califato --y ademas con un ejercito en el que las mujeres formaban una parte muy activa-- se vivio con asombro en Occidente, donde muchos descubrieron por aquel entonces la existencia en Oriente Medio de un pueblo con un proyecto politico y social sin precedentes en la region.

  • Los chicos malos las prefieren morenas de Paola Noguera Franco

    https://gigalibros.com/los-chicos-malos-las-prefieren-morenas.html

    Diana y Fabrizio, el noviazgo dorado teen de Buenos Aires rompe su compromiso. Y en medio de su pena, ella comete un desliz, entregandole su virginidad a Alexander Francois.
    Hay tres detalles fundamentales aqui: primero que Alex y Fabrizio son primos ; segundo, que Alex es el mayor casanova de la ciudad y tercero; que todos son amigos y van al mismo colegio.
    Diana ahora se encuentra atrapada en las nuevas sensaciones que le produce su mujeriego amigo y la sensacion de comodidad que tenia con Fabrizio ?que eleccion tomara?
    Un peligroso juego de seduccion y mentiras desarrollado en medio de la elite de la mas alta sociedad de Buenos Aires.

  • ?Quien diablos eres? de Raquel De La Morena Rubio

    https://gigalibros.com/quien-diablos-eres.html

    Alicia de la Vega, una joven periodista de origen espanol que vive en Nueva York con su madre y su hermana, comienza a trabajar para una revista especializada en fenomenos paranormales. Junto a un enigmatico fotografo, se enfrentara a misteriosos casos sobrenaturales que pondran a prueba su escepticismo: descubrira que las historias de casas embrujadas, exorcismos, maldiciones y vampiros esconden mas verdad de la que jamas imagino. De hecho, ella sera la unica capaz de ver al fantasma de un joven amnesico de aspecto decimononico, llamado Duncan, por quien pronto empezara a sentir una fuerte atraccion.
    ?Quien es el? ?Que vinculo los une? Para hallar las respuestas, Alicia emprendera un apasionante viaje a traves del espacio y del tiempo hasta la Escocia del siglo XIX. En su camino se cruzara con las huellas de personajes historicos como Jane Austen, Oscar Wilde o sir Walter Scott.
    Una trama llena de romance, misterio y aventuras que nos muestra que el amor es capaz de sobrevivir a cualquier adversidad. Incluso a la muerte.

  • La casa de los angeles rotos de Luis Alberto Urrea

    https://gigalibros.com/la-casa-de-los-angeles-rotos.html

    “La casa de los angeles rotos” es una saga familiar epica, encabezada por el patriarca Angelote, que transcurre durante la ultima fiesta de cumpleanos que este celebra en su casa de San Diego con ocasion de su inminente muerte a manos de un cancer letal.
    Pero cuando la madre de Angelote, mama America, fallece en fechas cercanas a la fiesta, este debe organizar tambien su funeral y decide celebrar dos actos familiares en el mismo fin de semana: una doble despedida. Entre los asistentes esta su tocayo Angelin, que vuela desde Seattle para presentar sus respetos y despedirse, y que se encuentra con la gente con la que comparte un progenitor pero, como el fin de semana no para de recordarle, no su vida.

  • Enparejarte de Nacho Tornel

    https://gigalibros.com/enparejarte.html

    Por mas que pasen los anos, el amor, la pareja (y sus problemas) nunca pasan de moda. Con una experiencia de mas de diez anos como terapeuta familiar, Ignacio Tornel nos ofrece un utilisimo libro de autoayuda para todas aquellas parejas que estan pasando por un bache, o simplemente para aquellas parejas que quieran reforzar su amor.

  • Anatomia de un escandalo de Sarah Vaughan

    https://gigalibros.com/anatomia-de-un-escandalo.html

  • La ley del espejo de Yoshinori Noguchi

    https://gigalibros.com/la-ley-del-espejo.html

    A partir de una historia sencilla y emotiva, Yoshinori Noguchi (Hiroshima, 1963), reconocido experto en coaching y asesoramiento psicologico, nos situa delante de un espejo para mirar hacia nuestro interior. A Eiko le preocupa que los companeros de colegio de su hijo Yuta lo maltraten, y se siente impotente y sola ante un problema que no sabe como resolver. Sin embargo, el enigmatico Yaguchi le facilita un metodo sorprendente gracias al cual vivira la situacion mas dificil de todas: enfrentarse a sus fantasmas y seguir adelante con espiritu nuevo. En el ano 2010, los lectores de Espana y America Latina descubrieron este relato de Yoshinori Noguchi y las reflexiones que lo acompanan. Esta ensenanza, a medio camino entre el coaching y las constelaciones familiares, nos acerca a una filosofia oriental renovada y nos propone pautas claras y efectivas para resolver de raiz los problemas de la vida.

  • Soledad de Carlos Bassas Del Rey

    https://gigalibros.com/soledad.html

    El dolor por la muerte de un hijo es innombrable y se manifiesta de modos muy distintos. Tambien lo hacen la soledad, el vacio, el miedo, la culpa y la rabia que traen consigo al saber que esa vida ha sido arrebatada. De la noche a la manana, Soledad se convierte en la madre muerta de una nina muerta. El inspector Romero, encargado de investigar el caso, vivira su propio calvario tratando de descubrir la verdad. La de la muerte de la nina y otra que solo le atane a el.
    Soledad narra esa doble busqueda desde la duplicidad constante de voces. Tambien es un recordatorio de que, en ocasiones, la verdad no libera, sino que lo calcina todo a su alrededor.

  • Muero por verte de Ondrea Lion

    https://gigalibros.com/muero-por-verte.html

    Diego creyo haber visto un hada flotando por los pasillos de la universidad cuando reparo en Camila por primera vez, sus cortos y ondulados cabellos hasta los hombros, castanos con destellos dorados; brillaban gracias a los rayos del sol que se filtraban por las claraboyas del techo, evadiendo la espesura del cielo nublado por el mal tiempo. Parecia una criatura mitica con ese rostro redondo, nariz perfilada y preciosos ojos azules. Era una vision que parecia sobrenatural. Agradecio la presencia de aquella hermosa chica ese dia en particular, contradictorias emociones lo mantenian incomodo y con un mal sabor de boca, deberia estar satisfecho de haber ingresado a la universidad, pero luego de tantos anos lejos de los estudios, habia perdido la confianza en sus habilidades academicas. Aquella encantadora criatura paso junto a el, su aroma lo embriago golpeando sus sentidos. No supo identificar el olor, solo estuvo seguro de que era lo mejor que habia olido en su vida. Intento seguirla, necesitaba averiguar su nombre, pero la chica atraveso una puerta que cerro, sin percatarse, en las narices de su seguidor. Un cartel que indicaba "SOLO PERSONALAUTORIZADO", evito que Diego abriera el portal para alcanzar su meta. Permanecio unos segundos paralizado, aturdido, indeciso sobre que hacer, ?se quedaba ahi esperando a que su hada saliera? Probablemente habia otra u otras salidas y perderia su primera clase para nada. Habia sacrificado mucho durante los ultimos anos, por lo que decidio confiar que la vida lo recompensaria con la oportunidad de conocerla. La veria de nuevo, quiso creer eso. *** Camila camino los pasillos de las oficinas administrativas con determinacion, rogando para sus adentros no toparse con el Decano Visser, el dirigente de la facultad, a quien no podia evitar identificar como un "viejo verde", siempre hablando con expresiones de doble sentido, insinuando la posibilidad de encuentros sexuales entre ellos. Solo una vez se le ocurrio tomar medidas y denunciarlo, debido a que su jefe estaba almorzando, la asistente del Director de Recursos Humanos de aquel momento fue quien la recibio, y cuando Camila le dijo en confidencia la razon de su visita, la secretaria le aconsejo que permaneciera callada y lo aguantara; que fuera fuerte y lo esquivara; Visser tenia el poder de arruinar su vida, acabar con sus estudios y su carrera, y arrebatarle cualquier oportunidad de ingresar a cualquier institucion educativa respetable. De vuelta en el presente, faltaban unos pocos pasos para que Camila llegara a su destino, la contable le habia solicitado un par de documentos adicionales para renovar su beca de estudios, en cuestion de segundos los entregaria, y luego saldria de ahi lo mas pronto posible. Durante los primeros dias de cada semestre academico, Visser se encontraba demasiado ocupado para deambular las areas de los salones de clases, y ella podia respirar durante ese tiempo. --Buenos dias, Camila --saludo una voz serpentina, o por lo menos de esa manera lo escuchaba ella, como el siseo de un animal rastrero que queria meterse bajo su piel. La chica sintio como su espalda se erizo, y una desagradable sensacion de vacio en el estomago la mareo. Se detuvo en seco, y observo como Vladimir Visser la bordeaba para encararla, cada uno de sus pasos producia un escalofrio que sacudia levemente su cuerpo. --Buenos dias, Decano Visser --replico Camila con baja voz, conteniendo el asco que sentia ante la presencia de aquel hombre. --?Que haces por aqui? ?Te puedo ayudar en algo? --pregunto el profesor, y al hacerlo, le quito el sobre que Camila llevaba presionado contra su pecho, aprovechando la ocasion para rozar uno de sus senos con sus dedos. Siempre aplicaba alguna tactica similar para tocarla inapropiadamente, ya fuera para "quitarle una pelusa de su camisa", o entregarle algun objeto; aquel hombre siempre se las arreglaba para rozar sus senos, su trasero o cualquier otra parte de su cuerpo. Camila se encogio hacia atras, y dijo tratando de sonar lo mas tranquila posible: --Debo entregarle esos documentos a Alexandra. --!Ah! Si. Los requerimientos faltantes para tu beca --replico el hombre ojeando los documentos. Camila supo en ese momento que nunca tuvo ninguna oportunidad de esquivarlo, el sabia que ella iria para alla, y que habia fingido no saber la razon de su presencia ahi. --Asi es --susurro la chica intentando recuperar su sobre. --?Que te parece si almorzamos para hablar de tu futuro? --pregunto el hombre lanzandole una mirada lasciva--. Quisiera proponerte que le hagas la suplencia a la profesora Meyer, sus medicos recomendaron extender su reposo para que se recupere totalmente antes de regresar al trabajo. Camila dudo por unos cortos instantes, necesitaba el dinero que ganaria con esa suplencia, y aunque consumiria gran parte de su tiempo, y le restaria necesarias horas de descanso, la ayudaria a avanzar mas rapido en su carrera profesional, pero la idea de pasar un par de horas junto a Visser, escuchando sus comentarios obscenos... un ligero estremecimiento recorrio su cuerpo, y tomo mucho esfuerzo de su parte ocultarlo. --Me gustaria cubrir las horas de la profesora Meyer, pero no dispongo del tiempo para sentarme a almorzar, debo prepararme para las clases, sabe lo importante que es estar preparada para los seminarios del doctor Remus... --Tienes que comer algo, mi nina --siseo el hombre acercandose mas a ella para tomarle un brazo--. Hay que ponerle mas masa a ese cuerpecito que puede partirse si alguien la estrecha con demasiada fuerza. --Camila --llamo la contable apareciendo en ese momento. --?Si? --replico la chica aprovechando la interrupcion para zafarse del agarre de Visser y aproximarse a Alexandra. --Te estaba esperando --dijo Alexandra intercambiando una mirada complice con Camila, el comportamiento del decano era un secreto a voces, todas las mujeres jovenes, y relativamente atractivas, eran sus victimas. --Hasta luego, Profesor Visser --dijo Camila moviendose con velocidad para recuperar su sobre y caminar agilmente tras Alexandra. Visser quedo solo, fantaseando con aquella hermosa mujer. Mientras Camila caminaba tras la contadora, se pregunto una vez mas, como alguien tas asqueroso como Visser habia logrado una posicion de tanta respetabilidad y poder, sus pensamientos fueron interrumpidos por su acompanante. --?Trajiste todos los requisitos? Camila respondio afirmativamente, y entrando a la oficina de Alexandra, le entrego el sobre, quien tomo el paquete y reviso documento por documento con una lentitud poco habitual de una empleada tan eficiente. --?Todo esta en orden? --Es mejor revisar todo con minuciosidad --replico Alexandra mirando tras Camila con disimulo. Camila se erizo pensando que Visser la estaba observando a sus espaldas. --Quiero asegurarme de que se vaya a su reunion, es a las 10 --susurro Alexandra hojeando los documentos por tercera vez. --A esa hora tengo una clase --mascullo Camila preocupada. --Se ira 15 minutos antes, tendras tiempo de llegar. Camila tomo asiento mientras miraba el reloj, era las 9:15. Tendria que esperar media hora para evadir al depredador. Capitulo II La primera clase de Diego, realmente no se pudo considerar como una clase, el profesor dio algunas indicaciones y dio por terminada la leccion del dia. Parecia estar molesto por algo, y que no estaba muy interesado en ensenar esa manana. Frustrado, Diego se dirigio a la sombra de un arbol para sentarse a leer, su proxima clase era Literatura Clasica, una catedra optativa que realmente no guardaba relacion con su meta de convertirse en Arquitecto. Pero necesitaba los creditos, y no todas las opciones que queria estudiar ese primer semestre estaban disponibles. Esa fue una de las consecuencias de enrolarse tarde en la Universidad. --?Diego? --pregunto con asombro una voz familiar. El chico levanto la mirada para encontrarse con dos pares de piernas, unas eran largas, provocativas, y estaban a la vista gracias a la corta longitud de la falda que poco las cubria. Le tomo pocos segundos reconocerlas, inclusive antes de terminar de subir su mirada para encontrarse con el rostro de su ex novia de la secundaria. --Angelina --dijo Diego a modo de saludo al ponerse de pie. Ella lo abrazo con fuerza, lo consideraba su primer amor, y por mucho tiempo, penso que seria el unico. Pero el desaparecio de su vida, evidentemente, no la amo como ella lo amo a el. --?Que haces aqui? --pregunto Angelina con un leve temblor en su voz, volverlo a ver le revolvio antiguos recuerdos de su pasado. --Estoy empezando, es mi primer dia de clases. --?De verdad? ?Arquitectura? Diego sonrio asintiendo, le causo cierto placer que Angelina recordara su meta despues de tantos anos. Hubo unos instantes de silencio en que ambos se miraron a los ojos sonriendo, rememorando la parte bonita de su romance juvenil. --Yo estoy terminando mi maestria --agrego Angelina. Por un par de segundos se arrepintio de su comentario, podia parecer que estaba presumiendo, pero en realidad, queria lucirse, verse bien ante el. --!Guao! ?En serio? ?Que has estudiado? Alguien carraspeo al lado de Angelina, su companera de estudios se encontraba de pie junto a ellos esperando ser presentada. --Diego, te presento a mi querida amiga, Tessa --dijo Angelina forzadamente, en ese momento deseaba estar a solas con su amor del pasado--. Tessa, este es Diego. --!El famoso Diego! --exclamo Tessa con impertinencia--. Me han hablado mucho de ti. --!No exageres! Te lo he nombrado porque fui mi primer noviecito de escuela, pero nada mas --replico Angelina avergonzada. --!Por Dios! !Primer noviecito! !Hablas de el como si fuera el amor de tu vida! --insistio su companera. --No es cierto --susurro Angelina dirigiendose a Diego. Con una mueca en su rostro y gesto de manos intento restarles importancia a las palabras de Tessa. Diego se tenso por la incomodidad, recordo con exactitud como le rompio el corazon a la chica. No lo hizo intencionalmente; las circunstancias de su vida, siete anos atras, lo coaccionaron a tomar la decision de sacarla de su vida; y, al verla ese dia, se avergonzo de haberle hecho dano. --Yo solo se que desapareciste de su vida rompiendole el corazon, ?por que no permitiste que te acompanara en tus momentos dificiles? Las mujeres podemos ser un muy buen soporte emocional --inquirio Tessa. --!Tessa! --exclamo Angelina lanzandole una mirada asesina. --?Que? Te has hecho esa pregunta durante anos, por que no aprovechar este reencuentro para averiguarlo --insistio su amiga. --No necesito preguntar, ni averiguar nada, Tessa. Basta --exigio Angelina de manera cortante. Diego cada vez se sentia mas incomodo, y penso que ese era el momento de retirarse por lo que dijo:--Bueno, debo pasar por la biblioteca antes de la proxima clase. Fue un placer conocerte, Tessa. Nos vemos por ahi, Angelina. La ultima supo que era una excusa, y asintio bajando la mirada. Tessa tenia la mirada perdida en los jardines, y actuo como si no se hubieran dirigido a ella.

  • En la mas alta torre de Marisa Ayesta

    https://gigalibros.com/en-la-mas-alta-torre.html

    El rencor y las ansias de venganza se desvanecen con la fuerza del amor.

  • Rosas amarillas para conquistar a la senorita Remington de Ana F. Malory

    https://gigalibros.com/rosas-amarillas-para-conquistar-a-la-senorita-remington.html

    Lancaster, Reino Unido, 1840 Demasiado excitada como para permanecer sentada, la joven senorita Elizabeth Grant caminaba de un lado a otro del dormitorio deteniendose de tanto en tanto frente al espejo del tocador. Estudiaba con atencion la imagen que este le devolvia, sonreia satisfecha y reanudaba el paseillo ante la divertida mirada de su prima Anna. --No comprendo como puedes estar tan tranquila --manifesto la muchacha, revisando por enesima vez su aspecto, atusandose los rizos que le enmarcaban el rostro y ahuecando el abullonado de las mangas de su vestido antes de girarse hacia su prima con una deslumbrante sonrisa en los labios--. ?No estas emocionada? Yo siento que podria estallar de un momento a otro, tan alborotada estoy --concluyo con una risita de puro jubilo. --Es comprensible, estas a punto de asistir a tu primer baile --senalo Anna, coreando la risa de Beth al ver que sus palabras no hacian mas que avivar el entusiasmo de la mas joven, y contagiandose del mismo. A fin de cuentas, esa tambien seria su primera temporada, aunque su edad distara mucho de ser la de una debutante. La inesperada muerte de sus padres tres anos atras la habia mantenido largo tiempo sumida en el dolor, la tristeza y el duelo, alejada de los salones y reuniones. Detalle este que, dado su caracter extrovertido, y a decir de su tia un tanto levantisco, le traia sin cuidado. Intentaria disfrutar de las fiestas y el baile como cualquier otra joven, sin importarle que el resto de la sociedad la considerara, a sus veintiun anos, poco menos que una solterona. A lo largo de aquella semana su tia Clarissa la habia abrumado con interminables sermones sobre como tenia que comportarse en el baile de presentacion de Beth. Ante todo, debia evitar ponerse en evidencia, pensando siempre en su futuro y en el de su prima que, con seguridad, esa misma temporada lograria prometerse con algun respetable y, por supuesto, adinerado caballero. --Con suerte, siempre y cuando tu conducta sea intachable, tu tambien encontraras esposo. Estas habian sido sus palabras la noche anterior. Palabras que en ese instante resonaban en su cabeza casi como una amenaza. <>. Ni mucho menos estaba en contra del matrimonio, pero tampoco lo consideraba una obligacion. Si algun dia se casaba lo haria por amor y no porque el caballero fuera adecuado, acaudalado y socialmente conveniente. Tampoco porque la sociedad asi lo dictara. --No tienes de que preocuparte. --Tranquilizo a Beth con una calida sonrisa, olvidandose de las monsergas de su tia y de un futuro que, por el momento, no le inquietaba lo mas minimo--. Causaras sensacion. Estas preciosa. --Eres muy amable, Anna, y me encantaria poder decir que tambien tu luces estupenda, pero... las dos sabemos que ese vestido rosa que mama ha escogido para ti no es precisamente favorecedor --apostillo con un mohin de disculpa. Anna se acerco al espejo, contemplo su imagen y dejo escapar un suspiro de resignacion. --Tu madre queria asegurarse de que esta noche fueras tu la que brillara, y para ello me ha convertido en una col rosa --senalo con gesto comico--. Creo que, de haber podido, habria hecho lo mismo con el resto de invitadas --anadio, muy seria. Su expresion solemne no logro enganar a Beth y un segundo despues ambas estallaban en carcajadas. --Llevas razon, pero no lo ha hecho con maldad, aunque he de reconocer que se le ha ido un poco la mano. Continuaban riendo cuando la puerta del dormitorio se abrio sin previo aviso. --?Que escandalo es este? --pregunto Clarissa, horrorizada. --Ha sido culpa mia, le contaba a Beth... --Dios bendito --la interrumpio con apurados movimientos de las manos--, a este paso terminare de los nervios --dijo mas para si que para las muchachas, que la observaban con fingida seriedad. Tomo aire y lo expulso despacio antes de volver a hablar--. Los invitados comienzan a llegar y debemos recibirlos como corresponde. Sabeis lo que debeis hacer, ?verdad? --pregunto al tiempo que las hacia abandonar la estancia y, saliendo tras ellas, acomodaba los volantes del vestido de su hija--. Anna… --?Si, tia? --Espero que recuerdes todo cuanto te he dicho estos ultimos dias. --Por supuesto que lo recuerdo, tia. --Clarissa, satisfecha, se les adelanto, dedicandoles una ultima mirada antes de comenzar a bajar las escaleras--. ?Como olvidarlo si ha pasado toda una semana martirizandome con ello? --susurro en cuanto la mujer les dio la espalda. --?Has dicho algo? --inquirio aquella, deteniendose para mirarla por encima del hombro. --!Oh! Nada importante, tia. --Beth a duras penas podia contener la risa--. Que puede estar tranquila, no se me ha olvidado ni una sola palabra de cuantas me ha dicho. --Confio en que asi sea, querida. --Respiro despacio y bajo a reunirse con su esposo, que ya recibia a los primeros invitados. *** Clarissa se sentia exultante; todos elogiaban su fiesta y comentaban lo encantadora que era su hija Elizabeth. Prueba de ello era que su carne de baile se habia completado en un abrir y cerrar de ojos, y varios caballeros, los menos avispados, habian perdido la oportunidad de disfrutar de su compania durante la danza. Anna tambien habia bailado, aunque preferia permanecer en un segundo plano. No resultaba agradable exhibirse con aquel horrible vestido lleno de lazos, sin mencionar que la mayoria de caballeros alli presentes solo tenian ojos para las mas jovenes de la reunion. Hacia un buen rato que observaba a las parejas moverse en el centro del salon, cuando diviso entre el gentio al senor Taylor. Recordo entonces que el nombre del caballero figuraba dos veces en su carne; por lo tanto, la buscaba. Habia bailado con el al inicio de la velada y sabia que sus pies no soportarian un nuevo encuentro con los desmanados zapatos del joven. Sin rastro de remordimiento, huyo, mezclandose entre los invitados que bordeaban la pista de baile, hasta despistarlo. Terminar junto a una de las puertas que daban al jardin le sirvio para escabullirse fuera y librarse asi de la tortura que supondria bailar con el. El aire fresco de la noche la hizo estremecer, pero preferia pasar frio a volver a la atestada sala donde, con total seguridad, el senor Taylor continuaria buscandola, al menos durante unos minutos. Con pasos distraidos y sin apenas ser consciente de ello, tomo el camino que conducia a los rosales. Era su lugar favorito del jardin, porque le gustaban las rosas, en especial las amarillas. Eran flores hermosas y delicadas, pero a la vez temibles, con sus grandes y afiladas espinas; le fascinaban. Le recordaban un poco a si misma: de apariencia fragil y fuerte caracter. Quizas por eso la cautivaban. Durante la caminata se cruzo con varias parejas, unas paseaban sin mas para descansar del barullo del salon, otras buscaban rincones un poco mas discretos, con seguridad para decirse palabras de amor e, incluso, besarse con pasion, penso, suspirando. Se pregunto si alguna vez hallaria un hombre que se fijara en ella. Cierto que habia despertado el interes de varios caballeros, pero, a su modo de ver, eran demasiado jovenes o demasiado mayores. Tal vez su aspecto menudo, carente de sugerentes curvas, su cabello anaranjado, herencia de su padre, y sus ojos tremendamente verdes, no fueran del agrado de los hombres que ella consideraba interesantes.

  • El sindrome de Wendy, Lucy Morton de Lucy Morton

    https://gigalibros.com/el-sindrome-de-wendy-lucy-morton.html

  • Insensible de Veronica A. Fleitas Solich

    https://gigalibros.com/insensible.html

    Publicar un libro es su sueno, sin embargo Gabriela jamas imagino que la primera obra que publicaria seria una biografia; mucho menos que la vida que deberia retratar con sus palabras, seria la del enigmatico empresario Felix Meden.
    Gabriela intentara conocer al hombre que se esconde debajo de esa fachada insensible y dura, embarcandose en una pequena odisea que la llevara a experimentar sensaciones de las cuales se creia demasiado lejana y con aquellas con las que no habia sonado jamas vivir.
    Un corto pero muy intenso viaje por Europa los empujara a ambos a reencontrase consigo mismos y con sus respectivos pasados.
    ?Lograra Gabriela aceptar su nueva realidad y su pasado, o Felix Meden sera algo con lo que ella no podra de lidiar?
    Ninguno imagino que una simple campana publicitaria les cambiaria la vida de ese modo.
    Erotica, conmovedora y divertida, Insensible es la primera parte de esta historia que te atrapara, apoderandose de tu sentir.

  • Lincoln en el Bardo de George Saunders

    https://gigalibros.com/lincoln-en-el-bardo.html

    Febrero de 1862. En medio de la sangrienta guerra civil que divide al pais en dos, el hijo de doce anos del presidente Lincoln esta gravemente enfermo. En cuestion de pocos dias, el pequeno Willie muere y su cuerpo es trasladado hasta un cementerio en Georgetown. Los periodicos de la epoca recogen a un Lincoln deshecho por la pena que visita la tumba en varias ocasiones para guardar el cuerpo de su hijo.
    A partir de este hecho historico, Saunders despliega una historia inolvidable sobre el amor y la perdida que se adentra en el territorio de lo sobrenatural, alli donde tiene cabida desde lo terrorifico hasta lo hilarante. Willie Lincoln se halla en un estado intermedio entre la vida y la muerte, el llamado Bardo segun la tradicion tibetana. En este limbo, donde los fantasmas se reunen para compadecerse y reirse de lo que dejaron atras, una lucha de dimensiones titanicas surge de lo mas profundo del alma del pequeno Willie.

  • Belleza y venganza (Rosa blanca 2) de Laura A. Lopez

    https://gigalibros.com/belleza-y-venganza-rosa-blanca-2.html

  • Tres entre montanas de Humphrey Slater

    https://gigalibros.com/tres-entre-montanas.html

    En un campo de prisioneros comunes del sur de Francia,coinciden un ladron de origen ingles, un estafador de origenalsaciano y un contrabandista de origen espanol. Los nazislos toman por tales. Sin embargo, el lector sabe que sontres espias con importantes misiones que cumplir.

  • Una noche en el Eden de Olga Salar

    https://gigalibros.com/una-noche-en-el-eden.html

    Cuando Eva decide salir esa noche, a pesar de que sus amigas la dejan plantada, lo que menos espera es terminar en el Eden, viviendo una serie de misteriosas y sorprendentes coincidencias. La mayor de ellas, Adam, un tipo que le acelera el corazon y le funde el cerebro con sus besos.
    ?Pero que le deparara la noche mas tentadora de su vida?

  • Memorias de hielo (Malaz. El Libro de los Caidos 3) de Steven Erikson

    https://gigalibros.com/memorias-de-hielo-malaz-el-libro-de-los-caidos-3.html

    Memorias del hielo es la tercera entrega de la saga <>, la decalogia originalmente publicada entre 1999 y 2011 que ha convertido al escritor canadiense Steven Erikson en una de las mayores voces de la fantasia epica contemporanea. Desde entonces, esta obra maestra de la imaginacion esta considerada una de las series mas ambiciosas del genero de los ultimos anos.

  • Mi jefe es un Highlander de Kate Bristol

    https://gigalibros.com/mi-jefe-es-un-highlander.html

    Bel Roig es una artista que trabaja en una cafeteria de Edimburgo, mientras intenta realizar su sueno: exponer sus pinturas. En su semana de vacaciones quiere recorrer las Highlands con su querido Manolo: el seiscientos de su abuelo. Todo va de maravilla hasta que… !Manolo se empotra contra un arbol! !Atropella a una oveja! !Y la secuestra un highlander!

  • Ser feliz no es gratis, pero tampoco cuesta tanto de Tamara Gorro Nunez

    https://gigalibros.com/ser-feliz-no-es-gratis-pero-tampoco-cuesta-tanto.html

    Para conseguir acercarnos a una vida plena y feliz es necesario llevar a cabo unas pautas que nos hagan sentirnos bien por dentro y por fuera.

  • La flor del azafran amarillo, Laila Ibrahim de Laila Ibrahim

    https://gigalibros.com/la-flor-del-azafran-amarillo-laila-ibrahim.html

    <>

  • 1980 de Juan Vila

    https://gigalibros.com/1980.html

    Fui a Barcelona pero no estaba buscando a mi padre. Fui a presentar una novela y ya no quedaba ni rastro de el. Ni de el ni de la ciudad que conoci de su mano, la de los viajes en Navidad para pasar las fiestas con su familia, la de mi adolescencia despues, cuando todos los anos me acercaba con mis amigos desde el pueblo en el que veraneaba para darnos una vuelta y romper la rutina de muchos dias seguidos a base de playa por las mananas y fiesta todas las noches hasta las tantas. Esa Barcelona para mi tenia algo muy superior a Madrid, era mas culta y civilizada, como lo era mi padre respecto a nosotros. El burguesito catalan presumia de su gran danesa color azul y de su palco en el Liceo. Era alto y fuerte, con aire aristocratico, tenia el pelo blanco y la nariz muy grande, los ojos claros, unas manos como no he vuelto a ver otras iguales en mi vida, unos brazos de acero. Olia muy bien papa, sobre todo cuando olia a el mismo, recien levantado y sin duchar, sin haberse rociado todavia en perfume como haria luego antes de salir de casa. Papa desayunaba zumo de pomelo todas las mananas y unas tostadas de pan con aceite de oliva virgen, cuando eso aun no se llevaba y era imposible encontrar en Madrid, o en Barcelona, otro aceite que no fuera el refinado. Y frente a el, frente al burguesito catalan, estabamos nosotros, los barbaros de la capital, la familia ordinaria y desestructurada que se entendia a base de gritos y malos modos. La abuela, siempre a un paso de estallar en un nuevo ataque de furia, siempre imponiendo su voluntad como una fuerza desatada de la naturaleza, como un tornado o un terremoto, siempre a regimen para controlar su obesidad y siempre comiendoselo todo aunque solo le quedara un diente. La recuerdo muy bien chupando las cabezas de los pescados y el cuello de los pollos, rebanando los platos, acabandose cualquier resto que los demas hubiesemos podido dejar. Era casi un ser mitologico, primitivo y oscuro, la gran ogresa, como la llama uno de mis primos mas queridos. Luego tambien hablaremos de ella, de cuanto la quise y cuanto aun hoy la sigo queriendo. El padre, mi primer padre, habia muerto en un accidente de coche, completamente aplastado por un camionero borracho, y eso fue una bendicion para mi madre. Mama, de pronto, se encontro viuda y con la necesidad de sacar a sus tres hijos adelante. Pero tambien mama se sintio libre en esos anos de cambio y falsa revolucion en Espana, mediados de los setenta, se volco en el trabajo y en divertirse. Mama, por lo tanto, se volvio ausente, invisible para sus hijos, poderosa al margen de ellos, y descubrio emociones hasta entonces desconocidas en diferentes redacciones y con diferentes hombres. La abuela se hizo cargo de esos tres ninos que entre sus gritos, pellizcos y lanzamientos de zapatilla fueron creciendo. Nada especialmente dramatico. No hubo abusos sexuales ni torturas. No hubo malos tratos. Los tres ninos, nosotros, no pasamos hambre, ni frio, ni penalidades de ningun tipo. Fue una infancia afortunada y llena de privilegios. Los tres hermanos hemos superado ya los cuarenta anos y en todo ese tiempo aun no hemos conocido ni la guerra ni la carcel ni una epidemia ni un cataclismo. Incluso el buen trabajo de la madre y su ascendente carrera en los medios le permitio pagar un carisimo pero mediocre colegio en las afueras de Madrid. Cada dia un autobus iba a buscarnos y haciamos, dormidos en el mejor de los casos, los casi treinta kilometros que separaban nuestra casa junto al Retiro de ese espanto de color verde y amarillo en el que perdimos un monton de anos y en el que solo aprendimos lecciones nefastas para el dia de manana. O sea, para hoy. Porque hoy ya es el futuro, incluso lleva tanto tiempo siendolo que el futuro tambien ha envejecido y se ha marchitado, tiene un aroma ligeramente rancio. Lo que quiero decir es que esa infancia no fue terrible, pero si triste, tristisima, y, al menos para el menor de los hermanos, estuvo marcada por una soledad absoluta, tanto en casa con el primer padre muerto, la madre ausente y la abuela gritona, como en el colegio, donde todo resultaba extrano y lejano, extranisimo, casi de otro planeta. Hasta que de repente obro el milagro y el burguesito catalan aparecio en nuestras vidas sin la doga ni el palco, porque esos los dejo en Barcelona, pero si con su presencia real e integradora, con su gran cuerpo, con su decadente sentido de la disciplina y de la familia, con sus viejos principios, que igual eran falsos, pero que consiguieron frenar el desastre y a mi me rescataron de ese vacio en el que flotaba a miles de kilometros de cualquier otro nino o adulto, de la tierra y del mundo, de cualquier cosa, concreta o no, a la que yo pudiera agarrarme o en la que yo pudiera encontrar un refugio, una referencia, un punto de apoyo, lo que fuera, ya digo, con tal de esquivar la tristeza y el miedo, ese vacio y aislamiento, el frio en las tripas y en los pies, un frio mas imaginado que real, pero un frio que helaba por dentro y que a mi estaba a punto de matarme justo cuando aparecio el. ?Como yo no iba a amar Barcelona y todo lo que tenga que ver con mi padre?, ?como, incluso tantos anos despues, yo no voy a sentirme vinculado con esa ciudad aunque nunca haya vivido en ella ni tenga el menor interes en hacerlo, aunque en esa ultima visita me dejara un sabor tan amargo de boca? He dicho que estaba a punto de morir cuando aparecio mi padre. He hablado de un frio en las tripas y en los pies. No exageraba. Aunque me ha podido el lirismo. Fue mas bien fuego, y no habia forma de detenerlo. Afectaba, sobre todo, a la cabeza. Fiebre. Un calurosisimo verano en Almeria y yo ardiendo sobre la cama, sudando y derritiendome, a punto de iniciar uno de esos procesos de combustion espontanea. Mi temperatura corporal se habia fijado en los cuarenta y uno o cuarenta y dos grados. Me deshidrataba por mas que bebiera. Empezaba a morir y nadie sabia que estaba pasando. Era el primer verano de mi padre con nosotros. Mi madre y el ni siquiera se habian casado. La relacion empezo en invierno. Recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y eso muy pocos hijos pueden decirlo. Recuerdo tambien cuanto le odie. Es una escena que ambos comentamos muchas veces y bromeabamos con ella. Debio ocurrir a media tarde. Ya habia oscurecido. Mi madre llamo de forma histerica al portero automatico. Es algo que aun sigue haciendo. Una fuerza desatada de la naturaleza ella tambien, un torbellino, un terremoto. Mama, entonces y ahora, aparece de pronto y le da al botoncito. Le da, le da, le da. Lo mantiene apretado un buen rato. Lo suelta. Vuelve a insistir, golpea con su dedo en el boton una y otra vez, una y otra vez. Ahora toca que suene de forma continuada. Cinco, diez, quince, veinte segundos. Suelta y vuelve a empezar... Mas que una llamada es una exigencia y una importantisima noticia. Es el anuncio de su llegada. El mundo entero debe pararse y rendirle pleitesia. Yo a los siete anos aun participaba del juego, ?como no iba a hacerlo? Ella llamaba y yo corria a abrirle desesperado y gritando: mama, mama, ha venido mama. Como si su vuelta a casa no fuera algo cotidiano sino excepcional. Porque en efecto asi era. Yo corria tan rapido como podia. Atravesaba el larguisimo pasillo de casa. Llegaba al hall. Hacia una breve parada para abrir la puerta. Continuaba corriendo por el descansillo y me lanzaba escaleras abajo para encontrarme con ella, que siempre subia andando, y la abrazaba. Pobre idiota de mi. Cuanto la queria y cuanto la echaba de menos, como me dejaba manipular, como consentia que estrechara y estrechara el vinculo para esclavizarme, para hacerme absolutamente dependiente de sus necesidades y caprichos, para asfixiarme en mas de dos y mas de tres sentidos, y para luego, al final, abandonarme otra vez al vacio y a la tristeza, al miedo, a esa soledad absoluta. Aunque justo esa tarde, o esa noche, despues de la carrera, cuando por fin iba a abrazarla, le vi a el. Le vi y le odie. Ya lo he dicho, pero lo repito. Es un detalle fundamental en esta historia. ?Quien era ese senor?, ?como se atrevia a aparecer en mi casa?, ?iba a robarme a mi madre como ese otro hombre habia hecho antes?, ?se la llevaria el tambien a aquel maldito apartamento de la calle Alberto Alcocer, lleno de libros estupendos, de humo, de whisky? Un paraiso, ya lo creo, para la relacion furtiva, o mas o menos furtiva, que ella habia mantenido con un periodista casado. Mi madre vivia alli mientras nosotros esperabamos junto a mi abuela a que sonara, de la manera mas violenta e impertinente posible, el timbre del portero automatico anunciando su vuelta a casa. Aquella tarde, mama dejo al senor con el que venia en el salon. Creo recordar que le sento en la vieja mecedora de mi abuelo. Es esa otra escena que tengo guardada de forma clarisima en la memoria, aun reconociendo que es muy probable que me la haya inventado: solo diez o quince minutos despues, mi hermana, ya casi en la adolescencia o, si no, en la pubertad, trepa por el cuerpo del burguesito catalan hasta llegar a su meta: las rodillas, y se sienta en ellas. Trata de camelarselo, de seducirlo para conseguir eso que tanto desea. Quiza luego explique de que se trata y por que la actitud de ella esta mas que justificada. De momento, me limitare a senalar hasta que punto somos ya a esa edad --mis siete anos y los once o doce de mi hermana-- la basura o el incalculable tesoro que el dia de manana podra ver el mundo. La idea en si resulta aterradora porque supone que el resto, cualquier cosa que pase o que hagas despues, no servira de mucho, o no servira de nada.

  • In love con la tribu de Varios Autores

    https://gigalibros.com/in-love-con-la-tribu.html

    !!Ey, tribu!! Hoy tengo la magnifica ocasion de redactar el prologo de un libro que va a colarse directamente en vuestros corazones, chicas de la tribu. Si os digo que me siento feliz, me quedo, muy, muy corto... Porque formar parte de esta maravillosa aventura es todo un placer y un privilegio para mi. No me voy a repetir, ya que contamos con un magnifico prologo en "Tres jefes y una tribu", en el que la increible loquita de Janis Sandgrouse narro al detalle de donde partia la iniciativa de esta tribu, que se esta convirtiendo en todo un emblema. Ahora es ella quien junto con Jenny Del, Ariadna Baker y los proclamados por todas vosotras como jefes, esto es, Dylan Martins, Hugo Sanz y Manu Ponce se han puesto al frente de... ?Exactamente de que? Pues de un nuevo compendio de relatos agrupados bajo el atractivo titulo de "In love con la tribu", que nace del deseo de homenajear a las seguidoras unicas en las que todas y cada una de vosotras os habeis convertido. ?Y como? Pues de un modo ciertamente ocurrente; haciendoos protagonistas de unos emotivos y desternillantes relatos con los que sentireis que las horas no pasan, sino vuelan. Lo que os estoy comentando no es mas que parte del tributo que los tres jefes, en compania de sus tres inestimables companeras, han querido rendir a unas seguidoras que, libro tras libro, les brindan un carino y un apoyo incondicionales... Y eso, estareis conmigo en que, en los tiempos que corren, no tiene precio. Y hablando de no tener precio, tampoco lo tiene para mi el regalo que supone que, en los aludidos tiempos dificiles que estamos viviendo, los jefes hayan tenido la gentileza y la generosidad de abrirme las puertas de su mundo. Lo mejor de todo es que no creais que lo han hecho por aquello de tener un gesto altruista con el que ganar puntos ante el publico, ni mucho menos... En mi caso, os puedo asegurar que otra cosa no tendre, pero mi memoria es de elefante (suerte que es la memoria y no las orejas), y no os miento si os digo que me han tratado como uno mas desde que he puesto los pies en este grupo. Y eso, queridas, es muy de agradecer... Reflexionando, creo que es facil resumirlo en una idea; porque cuando estas acostumbrado a que la mediocridad y la competitividad imperen, que te echen una cuerda, por el mero hecho de que te subas a un barco en el que ellos ya surcan los mares de la literatura... yo no se a vosotras, pero a mi me pone los pelos como escarpias. Para mi esta andadura comenzo con un post que un dia me comentaron los jefes y a partir de ahi, !se lio parda! Bendito dia y benditos comentarios que hicieron que las chicas de la tribu tambien se fijaran en los libros de servidor y, !bingo! No solo los leyeron, sino que su apoyo tampoco se hizo de rogar. ?Lo que senti? !Un subidon de campeonato! Para que lo voy a negar si me llena de orgullo y satisfaccion... y eso que no soy el rey emerito. En resumidas cuentas, que unas entendidas de ese calibre en novela y comedia romantica me animaran de aquella forma, logro que me viniera arriba de una manera asombrosa (!!Por Dios, no me he vuelto un creido, me refiero a que ahora trabajo con animos renovados, jaja!!). Es por eso y, dado que los jefes me han dado voz (y no se si voto) en este embolado, que me quito el sombrero a la hora de entonar un GRACIAS A TODAS en nombre de ellos (que me han hecho el encarguito) y en nombre propio (que hasta nerviosito estoy de poder verbalizar un agradecimiento que, por mucho que intente extender, continua quedandose corto, repito). Por mi parte, agradecer tambien a Dylan, Manu y Hugo, la posibilidad de seguir creciendo al lado de tres colegas a los que admiro profundamente y de los que procuro aprender, atesorando la esencia de la escritura de cada uno de ellos, !ahi es nada! No es mi intencion ponerme demasiado empalagoso, ni esparcir azucar por encima de este prologo, pero es que yo, aqui donde me veis, soy muy sentido. Y lo que siento por los jefes y por las chicas de la tribu es algo muy profundo... Ea, pues ya lo he dicho, o no soy yo... "Admiracion" es otro termino que no quiero que se me quede en el tintero, porque es el que se me viene a la cabeza cuando pienso en la forma en la que estos tres fenomenos, a los que ya considero amigos, lidian en el terreno pantanoso de las redes sociales. A ver si me explico sin enrollarme como las persianas, que soy un poco tendente a eso. Vereis, chicas, yo tengo la suerte (o la desgracia) de ver los toros desde la barrera en ese aspecto. La razon es que cuento con otro trabajo que no me permite simultanear la escritura con ser activo en las redes, no me da la vida para tanto. !No me juzgueis, please! Soy hombre y creo que con dos actividades ya voy en coche... Vale que vosotras podeis hacer muchas cosas a la vez, pero no le pidais peras al olmo... Yo no puedo. ?Entonces? Pues si lo confieso, para lo que me queda algo de tiempo es para echar un vistazo en las redes y ahi... Ahi veo que nadan peces de todo tipo en sus aguas revueltas. Ahora mas que nunca, cobra especial importancia eso de que "a rio revuelto, ganancia de pescadores"; pero lo que no puede ser es que unos quieran beneficiarse del trabajo de otros, ensombreciendo la labor de un esfuerzo que a veces llega a ser titanico. Pues bien, voy al meollo de la cuestion; que los jefes ademas son maestros en sortear los obstaculos virtuales y en salir airosos de los ataques gratuitos, que para eso siempre hubo clases... Mas puntos para ellos y otros tantos para las chicas, que con tanta gracia y arte les echais tambien un capote, defendiendolos por cielo y tierra, demostrando que sois una pina... Una pina de la que, gracias a todos vosotros, ya me considero un pinon mas. Porque yo no soy uno de los jefes, vaya eso por delante, pero si un componente mas de un grupo en el que se me trata con un carino y un respeto valiosisimos. GRACIAS DE CORAZON a las chicas y a los jefes por demostrar la pasta de la que estais hechos. No cambieis nunca porque sois grandes y eso esta a la vista... Y lo que esta a la vista, senores y senoras, no necesita un candil. !!Besos y mas besos, chicas!! Y a vosotros tres... un abrazo tremendo, que sois pero que muy grandes. P.D. Que lo que la tribu ha unido, no lo separe el hombre. Aitor Ferrer Tribu, verano y Conil !Vaya coctel! Hugo Sanz A ellas, por formar parte de esta historia... Maria Macias, Paqui Galera, Emi trigo, Ericka Hernandez, Yury Salcedo, Andrea Grillo, Montserrat palomares y Tati Tati. Capitulo 1 Abri la ventana y constate lo que ya sabia; vivia en el mismisimo paraiso. Cadiz y verano, ?puede existir una combinacion mejor? El sol entraba a raudales en mi salon dandome la bienvenida a la vida. Y es que, sinceramente, acababa de resucitar. La noche anterior habia salido y mi cabeza era una amalgama de recuerdos y flases entre los que no sabria muy bien distinguir la realidad de la ficcion. ?Gajes del oficio? Pues igual si, que como escritor vivia entre esos dos mundos paralelos; el real y aquel al que mi mente me llevaba varias horas al dia. Y por lo que podia ver... tambien de la noche. Vale, vale, lo confieso, el alcohol tambien tuvo algo que ver en eso, pero tampoco estoy en el confesionario de Gran Hermano para tener que abrirme en canal de buenas a primeras, dejad que me caliente... en el buen sentido de la palabra. Rei pensando que menos mal que eso de "que me caliente" lo habia dicho para mis adentros, y no en nuestro grupo de Facebook "Amor, erotismo y libros", en el que tantos y tan buenos momentos pasabamos. No en vano, en el estaban las chicas de la tribu, que asi llamabamos a ese grupo de increibles seguidoras con el que contabamos Dylan, Manu y yo. Y es que si, no lo vamos a negar, a veces en el grupo lo que se nos calentaba un poco era el pico y aquello parecia un reto a ver quien decia el disparate mas grande. "Un reto", precisamente de retos iba ultimamente la cosa y nosotros (los tres jefes como ellas nos apodaban), teniamos la enorme fortuna de que las chicas respondieran a los que les lanzabamos participando como si no hubiese un manana. Total, que me levante euforico y no porque hubiera triunfado la noche anterior, no seais mal pensadas. ?Sabeis cuando uno pone un pie en el suelo con la absoluta certeza de que tiene mas suerte que un quebrado? Pues eso era lo que sentia yo... Seria que la vida me sonreia, que el viento de levante acaba de cesar despues de una semana soplando a toda mecha, que el sol lucia radiante o que, simple y llanamente, decidi sacar del cajon mi mejor sonrisa para lucirla. Mientras me desperezaba con total parsimonia, que para eso era domingo y estaba decidido a no hacer ni el huevo, me dispuse a prepararme un cafe, que yo no renuncio a mi buena dosis de cafeina ni por todo el oro del mundo... !Hasta ahi podia llegar la broma! No puedo ni quiero evitarlo, para mi la cafeina es una de esas fuerzas que mueven el mundo. Total, que a mi no teneis que darme una palanca sino una buena taza de cafe humeante si quereis verme en accion (y de nuevo pido que no seais mal pensadas, que os estoy viendo la risilla libidinosa...) Una vez le di el primer sorbo, corroborando que se trataba de uno de los grandes placeres de la vida, me entregue a otra de mis aficiones favoritas; abrir el Facebook y reencontrarme con mis chicas. A veces me sorprendia su impresionante dinamismo y lo activas que eran... en las redes, en las redes...

  • El origen de una leyenda de Raul Ortiz

    https://gigalibros.com/el-origen-de-una-leyenda.html

    Jose Fernandez de Santillan es un profesor de historia que decide abandonar su hogar para dirigirse al otro lado del mundo a investigar la verdad que se esconde detras de las leyendas. Tenia la certeza de que una leyenda era una mezcla entre un mito y una historia real. De paso podra limpiar el nombre de su madre, repudiada y tachada de loca por defender la historia de su bisabuelo que todos creian descabellada. En su camino por ampliar sus conocimientos en la busqueda de la verdad descubre que la amistad, el amor y la traicion son el mismo rostro con diferente sonrisa.

  • Desearas de Erika Halvorsen

    https://gigalibros.com/desearas.html

  • Atrapada en mi pasado de Rose B. Loren

    https://gigalibros.com/atrapada-en-mi-pasado.html

    abajadora social que vive atrapada en su pasado, con unas ansias de venganza que no la dejan avanzar. Tras varios anos apartada de su ciudad natal y de su familia, decide regresar a Los Angeles para poner en practica un plan con el que resarcirse de todo el dolor que le han causado. Pero, al poco de llegar, un acontecimiento inesperado le hara conocer a Patrick, un bombero que pondra patas arriba su vida y que hara peligrar los planes que durante un tiempo ha elaborado con tanto detenimiento.
    ?Podra Erin deshacerse de Patrick y llevar a cabo su venganza? ?Que ocurrio en el pasado de Erin para que guarde tanto rencor? ?Conseguira Patrick desbaratar los planes de ella? Descubrelo en <>, una historia de intriga, pasion y sobre todo de la lucha de una mujer herida por avanzar hacia un nuevo futuro.

  • Senderos salvajes de Santiago Mazarro

    https://gigalibros.com/senderos-salvajes.html

    Un violin quebradizo llora desde hace dias la muerte de un hombre libre. Sus notas lanzan una melodia tan tenue que esta manana apenas alcanzaban la orilla civilizada del Misisipi. Imagino que el difunto arrastrara siempre la fama de hombre feroz y extravagante, pero los que le conocimos no ignoramos que, ante todo, y digan lo que digan, don Manuel Lisa fue una buena persona. En realidad, por aqui todos le llamabamos <>, o <>, por los anos en que lidero la compania de comerciantes mas prospera de Norteamerica. Lamento de todo corazon ser el ultimo de nosotros con vida. Habria sido mas facil entender esta historia si la hubiese escrito cualquier otro. Pese a ello, si estais leyendo estas lineas, es porque, nada mas volver de su sepelio, he decidido dejar constancia de quien fue Lisa y quienes fuimos los que le seguimos. Aunque espanol en origen, su verdadera patria fue siempre la frontera, y, con ella, cualquiera de los horizontes que visitamos los anos en que hicimos del mundo indomito y salvaje nuestro autentico modo de vida. Manuel, que en paz descanse, admiraba la curiosidad frente al resto de las virtudes, y sabia hallar fortuna en la libertad absoluta que le conferia su oficio. Tal vez por eso tuvo siempre la valentia de aventurarse en lo desconocido de nuestro continente; de sonar con un mundo nuevo. Los primeros recuerdos que vienen a mi cabeza --y mas ahora que en estas paginas trato de narrar como ocurrio todo-- son de la primavera de 1807. Si cierro los ojos, casi puedo ver a Manuel esperandome en un pequeno banco de la ciudad de San Luis. Yo llegaba a caballo, tras cuatro dias de penurias que ahora no procede contar. Alli estaba el, manos en los bolsillos y rostro inquieto tras una chalina de pano grueso. La enorme espalda apoyada en el respaldo de roble. Las piernas cruzadas, la una sobre la otra. Recuerdo pensar que estaba en plena forma. Era un hombre imponente, bastante alto, fuerte y poseedor de unos penetrantes ojos marrones. Aquel dia iba debidamente arreglado segun la moda de la epoca: frac negro con cuello de piel y sombrero de copa, aunque el pelo negro enmaranado y las botas altas anticipaban en su aspecto costumbres mas de campo que de ciudad. Me acerque. Se levanto lentamente. Pese a la voluptuosidad de sus patillas, no me fue dificil discernir que la herida fea que le recordaba en el cuello se habia tornado en cicatriz. Pocos sabran que se la hizo en la emboscada mas famosa del ano 1801, nada mas arrancado el siglo. Una expedicion de veinte espanoles volvia exitosa a Nueva Orleans tras pasar el otono cazando castores en el curso medio del rio Misisipi. Al parecer, la niebla les hizo acampar en un lugar poco aconsejado, y los indios arikaras defendieron su territorio degollando, uno tras otro, a aquellos hombres cristianos. Que se sepa, solo dos lograron escapar a semejante barbarie. Manuel Lisa fue uno de ellos. Cuentan que, en plena emboscada, se dejo caer bosque abajo, entre la maleza, esquivando los hachazos de los nativos. Por pura fortuna encontro malherido a su hermano, escondido tras un arbusto. Retrocedio unos pasos, aupo el cuerpo sobre sus hombros y le convirtio asi en el segundo superviviente de la velada. Mi padre era aquel afortunado. Joaquin Lisa. Lo que convierte a Manuel en mi tio. Ambos fueron companeros de incursiones durante muchos anos; compartieron no solo un lazo de sangre, sino tambien una de esas hermandades propias de haber vivido cientos de aventuras juntos. Desgraciadamente, mi padre murio al medio ano, fruto del mal curar de sus heridas. Recuerdo el malestar que estas le provocaron durante meses y lo sorprendido que siempre me quedaba cuando le veia bromear con mi tio Manuel sobre arrancarse la costra de cuajo y echarsela de comer a los cerdos. Eran otros tiempos, que decia mi madre. Con ella, por cierto, me fui enseguida a vivir al presidio de San Antonio de Bejar, en la provincia espanola de Texas. Alli pase cinco anos siendo mitad monaguillo en una mision catolica y mitad sirviente en la casa de unos criollos que pocos respetos le guardaban ya al rey Borbon al otro lado del oceano. Aunque hoy dia no me arrepiento, dudo mucho que, de haber conocido las actividades y companias de mi tio Manuel en aquellos anos, le hubiese ofrecido mis servicios tan a la ligera. Mas aun teniendo en cuenta lo que acababa de ocurrirle aquella misma manana. El caso es que, tras bajarme del caballo, le di un fuerte abrazo, y el me lo devolvio sin dudarlo ni un segundo. --Joaquin, cuanto has crecido --creo recordar que fue lo primero que me dijo--. Siento mucho lo de tu madre. De haberme enterado, habria tratado de ir al entierro. --Yo tambien me alegro mucho de verle, tio. Y le agradezco que me haya aceptado como ayudante. Tanta desgracia junta os resultara abrumadora, pero la realidad es que mi pobre madre murio unos dias antes del comienzo de esta historia --tras agravarsele una gripe-- y que yo me quede sin empleo el mismo dia que las tropas de San Antonio se marcharon a rendir cuentas al fuerte del Alamo. No recuerdo si, harto de servir a desconocidos o deseoso de tener a mi familia cerca, robe un caballo mas lento y flaco de lo que hubiera sido aconsejable para que me llevase directo a San Luis, lugar en que vivia mi tio Manuel como ciudadano estadounidense. Como sabreis, Napoleon le habia comprado toda la Luisiana a Espana para tres anos mas tarde vendersela a los Estados Unidos. --?Que tal el viaje? --dijo mi tio, observando la montura escualida que me acompanaba. --Muy bien --menti. Habia sido un autentico desastre. --Has llegado el dia esperado... y a la hora adecuada. Manuel se meso las patillas con calma y miro a su alrededor con un gesto de sospecha. --Tio, de verdad, no se como agradecerle... Pronto le permitire ver que soy una persona responsable... --Tranquilo. Es una buena noticia que estes aqui. Como digo, no podias haber llegado en mejor momento. --Gracias. --Tengo planes para ti. --No volvio a abrir la boca en un buen rato. Manuel Lisa no era hombre de muchas palabras, ni mucho menos. Solo hablaba si era estrictamente necesario, y, cuando lo hacia, era para poner punto y final a un debate, pues poca gente le contradecia. Subio a un caballo negro y robusto de un brinco y tiro de las riendas con agilidad. Yo hice lo propio para seguirle a paso ligero. Lisa era lo bastante conocido en San Luis como para que mas de una persona en el camino parase el carro o la montura con el animo de concederle un saludo cortes. La mayoria, sin embargo, parecia tenerle cierto respeto. Incluso me atrevere a decir que algo de miedo. Avanzamos por un camino de tierra que muy pronto se convirtio en otro elegantemente adoquinado. Me averguenza decir esto, pero otra cosa que me sorprendio nada mas pisar la ciudad fue la actitud y la vestimenta de las mujeres, mucho mas joviales y despreocupadas que en las ciudades de Nueva Espana, donde siempre andaban escondidas tras su misal y su rosario. En San Luis, los carruajes iban y venian con damas jovenes que no dudaban en mirarte de pies a cabeza para concederte una sonrisa. El trajin era sorprendente para tratarse de una ciudad ubicada en tierra tan inhospita. Pronto me di cuenta de que estabamos dando extranos rodeos. --Cuidado ahora. Acercate a mi --dijo Manuel con voz firme y segura--. Bajaremos al rio por la parte trasera; no quiero que nos descubran. --?Quienes? --pregunte. --Haz lo que te digo, Joaquin. --?Alguien nos persigue? --Pero no obtuve respuesta. Muchos habreis oido hablar de la expedicion de Lewis y Clark. Fue la primera llevada a cabo por estadounidenses con el objetivo de encontrar una ruta fluvial desde el Atlantico hasta el oceano Pacifico. Pues bien, hacia apenas unos meses que Lewis y Clark habian regresado a San Luis, y los carteles de bienvenida aun podian verse bajo las ventanas de los edificios mas proximos al rio. Con el objetivo de reclamar la presencia estadounidense en el Oeste americano antes de que franceses, espanoles o britanicos pudiesemos hacer lo mismo, la campana habia sido un gran exito. Y si os cuento esto es porque me parecio curioso enterarme de que mi tio, aun siendo espanol de nacimiento, habia tenido un papel destacado en todo aquello. Conocedor en buena parte de los territorios del oeste --gracias a la experiencia obtenida como cazador e interprete de los indios--, brindo a los estadounidenses un buen numero de consejos, mapas y provisiones a cambio de que el nuevo gobierno de Luisiana le otorgase una sola cosa: la posibilidad de seguir comerciando con los territorios espanoles de Texas y la Florida. Apeados del caballo y casi a hurtadillas, como escondiendonos de algo o de alguien, bajamos por el sendero adoquinado. A medida que nos acercabamos al rio, el numero de las calles iba descendiendo: 6, 5, 4... Finalmente llegamos a una via bastante larga en la que habia un poste del que colgaba un gran cartel: <>. Segui de cerca a mi tio, mirando de reojo a los vendedores de carne de los soportales y a los jovenes que jugaban a las cartas aranando los ultimos rayos de sol frente al muro de una iglesia protestante. No escapo a mi atencion un grupo de cuatro o cinco hombres que, observandonos desde lo lejos, intercambiaron susurros y palabras en un perfecto frances. --Es aqui --dijo Manuel por fin. Su voz era aspera y ruda como ninguna. Mientras atabamos mi caballo y el suyo a la parte trasera de su almacen, al otro extremo del pequeno jardin, desde una altura considerable y apoyado en la barandilla de madera, nos saludo mi primo Remon. Otros cabellos rubios y alborotados asomaban timidamente entre los balaustres. Debian de ser los de su hermano. Dieron las siete de la tarde en la torre de la iglesia. Y justo en ese instante, como si las campanadas hubieran definido con rigor la hora de llegada, subi con atino los peldanos de la casa, y antes de que pudiesemos hacer uso de la aldaba, la puerta se abrio de golpe. Mi tia Polly, a la que llevaba sin ver una eternidad, sonrio nada mas verme y me dio un fuerte beso en la mejilla. --Bienvenido, Joaquin. Siento mucho lo de tu madre. Ya sabes que ella y yo nos llevabamos bien. --Gracias, Polly. --Que mayor estas... ?Cuando fue la ultima vez que nos vimos? --En Nueva Orleans, hace al menos seis anos --respondio mi tio. Aunque hablaba espanol a las mil maravillas, su acento ingles seguia siendo inconfundible. Polly Charles Chew, una viuda a la que Manuel Lisa habia conocido anos atras en Nueva Orleans, era su mujer por aquel entonces. Timida, amable y carinosa, poseia unos preciosos ojos azules que combinaban a la perfeccion con una larga y ondulada cabellera rubia. No digo que no se quisieran, pero siempre tuve la sensacion de que Polly le estaba mas agradecida a mi tio que cualquier otra cosa. A fin de cuentas, Manuel Lisa se habia hecho cargo de ella --y de su pequena hija Rachel-- tanto afectiva como economicamente en un momento de suma delicadeza para sus vidas en la capital. Con el paso de los anos y tras su mudanza a San Luis, el matrimonio habia hecho crecer la familia, trayendo al mundo a Remon y a Manuel, mis dos pequenos primos carnales. --Te hemos preparado una cama en la habitacion de Remon, en el piso de arriba --dijo Polly. Creo que en aquel instante sonrei amablemente, le di las gracias por acogerme en su preciosa casa y segui a mi tio hasta el salon, donde se encontraban los tres ninos. Guardo de aquel momento un recuerdo tierno, de profunda calma y quietud. Los dos pequenos jugaban con un caballito de madera en torno a una mesa con la cena recien servida. Rachel, la mayor, leia junto a la chimenea. Cuando pienso en un hogar, tal vez por no haber tenido uno apropiado a lo largo de mi vida, viene a mi ese preciso instante. Entre en la habitacion y deje en el arcon lo unico que poseia: una camisa a rayas, ropa interior, unos calcetines bien gordos y un medallon de plata que solia cuidar como un tesoro, pues era lo unico que conservaba de mi madre. Pocos minutos despues, sentados a la mesa y tras haber ordenado lo poco que tenia, mi tio saco una botella de vino tinto de un cajon, sirvio tres copas y extendio una hacia mi con cuidado. <>, decia la etiqueta. --Pruebalo, Joaquin. Un barco solia llegar cargado de barricas desde el puerto de Cadiz. Directo a Nueva Orleans. Tu padre y yo las subiamos en bote por el Misisipi y lo vendiamos aqui y en San Carlos. --Mi tio evoco aquel recuerdo como si la llegada de su sobrino hubiese pellizcado de algun modo su memoria. --?Y ya no llega? --pregunto Rachel sin levantar la vista del libro que leia al mismo tiempo que cenaba. --El vino que llega ahora es frances. Todo es frances. ?Que estas leyendo, Rachel? Seguro que tambien es frances. Rachel sonrio, dio la vuelta a su pequeno librito y lo dejo sobre la mesa. El titulo de la portada estaba escrito en ingles: <>. Probe el vino. Estaba realmente bueno. --Creo que la novela es inglesa. Pero la protagonista es francesa --contesto Rachel--. ?Tu sabes leer, Joaquin? --Si que se --respondi orgulloso--, aunque no he tenido oportunidad de hacerlo muy a menudo. --?Cuantos anos tienes? --Veinte. --?Y no has tenido tiempo? No lo entiendo. --Si Dios quiere, pronto leere alguna novela. He oido que el Quijote de la Mancha es muy divertida. Mi padre tenia un ejemplar y solia recitar alguno de sus pasajes de memoria. --No la conozco. En las estanterias del salon habia al menos dos o tres decenas de libros viejos. Los observe con calma. Luego hubo un breve silencio que sirvio a mi tio para medir sus siguientes palabras. --Escucha, Joaquin. --Manuel lisa me miro firmemente--. Esta manana, unas horas antes de que llegaras, ha ocurrido algo. Algo que cambia mis planes. Olvida la carta que te mande: ya no me serviras en el muelle. --?Que ha ocurrido? --Pronto lo sabras. --Sus manos inquietas delataban en el cierto grado de nerviosismo--. Muy pronto. Por el momento, quiero que descanses bien esta noche y que estes preparado. No vamos a estar mucho tiempo en San Luis. --Asenti, acabe con presteza la sopa que Polly habia preparado y apure poco despues la copa de vino. Escuche el coloquio posterior sin volver a abrir la boca. Luego pedi permiso para levantarme de la mesa y retirarme a mi nueva alcoba. Me tumbe en la cama. Una cama dura y rigida de madera sobre la que colgaban sabanas gruesas y amarillentas. Aquella primera noche aprendi que Rachel, la hija adoptiva de Manuel Lisa, leia a menudo novelas de terror. Que Remon y el pequeno Manuel detestaban leer y preferian jugar con sus amigos en los canales del rio. Aquella noche, arropado ya entre mantas de piel, se me escapo una lagrima tras pensar un buen rato en mi pobre madre. No tuve tiempo de despedirme de ella, de poner en orden nuestros asuntos. Todo habia sido tan precipitado... Justo despues escuche a Polly lamentarse. Fuera lo que fuese aquello que habia ocurrido por la manana y que tanto inquietaba a mi tio, preocupaba sobremanera a mi tia. Por el quicio de la puerta vi la silueta apenas iluminada por las llamas de Manuel Lisa. Se acercaba a su mujer para darle un abrazo. Sobre el torso descubierto, y para mi sorpresa, Manuel Lisa lucia un enorme tatuaje. Una forma oscura, geometrica y alargada sobre la que se cruzaban un par de flechas. Entiendase que el impacto que me causo aquello fue debido a que, pese a que era comun entre marinos y otras profesiones, solo en una ocasion habia visto un dibujo similar sobre la piel, concretamente en el pellejo de un indio comanche al que llevaban preso los guardias de Santa Fe. Cuando se hubieron separado, observe como el le mostraba a ella una carta hecha anicos que llevaba en el bolsillo. --Lo haremos por nuestra cuenta --susurro--. No nos queda otra manera. Arrojo los pedazos de papel al fuego y observo lentamente como se consumian. --?Sigues confiando en el dibujo? --?En que dibujo? --El mapa de Heceta. --Por supuesto. --Manuel Lisa giro sobre si mismo y apago la pequena lampara de gas que iluminaba la estancia.

  • Doce oportunidades de vivir de Jossy Loes

    https://gigalibros.com/doce-oportunidades-de-vivir.html

    Sophia Baute ha pasado toda su vida entre cintas, saltos y danza, esforzandose en mantenerse en la elite de la gimnasia ritmica. Tras un error basico en una competicion, en la que queda en los ultimos puestos, duda si seria bueno retirarse como habia planeado.
    Sin embargo, todos sus planes se desmoronan en el momento que sufre un grave accidente, hundiendola en un foso oscuro del que no es capaz de salir, pero la insistencia de su amiga Marian la lleva a aceptar ir a Florida, donde un compromiso la pondra en el camino de Blake Clark.
    El no es un chico cualquiera. Durante toda su vida se ha esforzado por llegar a un buen puesto en su profesion y, a pesar de haber cumplido esa meta, lucha constantemente con el fantasma de su pasado. Un pasado que le pondra a prueba desde el instante que tropieza con Sophia, trastocando todos sus planes del presente y del futuro.
    Dos jovenes con vidas distintas y metas planificadas con antelacion que son puestos a prueba de doce maneras diferentes.
    Doce oportunidades para olvidar...
    Doce oportunidades para volver a empezar...
    Doce oportunidades para pedir perdon...
    Doce oportunidades para amar...
    Solo ellos entenderan el significado de: Doce oportunidades de vivir.

  • Comer y amar, todo es empezar de Mayte Esteban

    https://gigalibros.com/comer-y-amar-todo-es-empezar.html

    El despertador salio de su letargo a la hora programada, las siete y media, al ritmo de una melodia animada. Carlos se levanto con el sueno todavia prendido en sus ojos, se vistio con la ropa de trabajo y, medio dormido aun, abrio la ventana. El viento helado de la madrugada castellana de finales de diciembre se colo en la habitacion como un visitante indeseado. El silencio lo presidia todo; en Grimiel aun seguia siendo de noche. Con el rastro del sueno marcado en el rostro --la sabana le habia dejado su impronta en la mejilla, oscurecida por la barba de un par de dias--, se preparo el desayuno. Carlos Herrero tenia veinticinco anos y era el dueno de un picadero en un pequeno pueblo. Su negocio se situaba a las afueras, a muy pocos metros de un extenso pinar. Dedicaba su actividad a la tutoria de caballos y a rutas para los eventuales inquilinos de las casas rurales de la zona. Tambien se ocupaba de la formacion de jinetes, aunque esto no fuera mas que una manera elegante de llamar a lo que en realidad era ensenar a unos cuantos ninos a no caerse del caballo. En un lugar donde apenas habia actividades de ocio, el picadero de Carlos casi era la estrella. Le proporcionaba a su propietario los recursos suficientes para vivir y tambien le habia ayudado a no tener que marcharse a la ciudad, como habian tenido que hacer la mayoria de sus amigos. Cuando despues de desayunar salio de casa, el frio de la calle le golpeo en las orejas. Rebusco en los bolsillos de su abrigo, pero el gorro que siempre llevaba se habia quedado en el tendedero, con la colada del dia anterior. Era inutil que volviera a entrar para buscarlo, lo mas probable era que siguiera empapado. Echo mano de la capucha del abrigo, que servia mas bien de poco, y se encamino hacia el trabajo. Fue andando hasta el a buen paso para entrar en calor. El picadero distaba de su casa kilometro y medio y, en mananas tan gelidas como aquella, tal vez pudiera estar justificado ir en coche, pero Carlos preferia no hacerlo si no era imprescindible. Era un firme defensor de la naturaleza y trataba de aportar su granito de arena todos los dias para cuidar de ella. Caminar un poco, ademas de que le venia bien a su forma fisica, le ahorraba al planeta unas cuantas emisiones toxicas. Dejo atras los vehiculos, que dormitaban tenidos de blanco, y las aceras desiertas, brillantes bajo la mortecina luz de las farolas que a intervalos rasgaban la penumbra del camino. Faltaban apenas un par de minutos para que dieran las ocho cuando llego a la puerta de acceso a su negocio. Saco la llave del bolsillo y se dispuso a abrir. --!Buenos dias! Una voz femenina, demasiado euforica para la temprana hora, lo tomo por sorpresa y le hizo dar un brinco involuntario. Era Paola, una de sus amigas de la infancia y tambien clienta asidua del picadero, que acababa de salir de un coche aparcado a unos metros de la entrada. Carlos, pensativo como iba y con la capucha tapandole parte de su campo de vision, no la habia visto. --!Que susto me has dado, Paola! ?Que haces aqui? --le pregunto. El dia apenas empezaba a deshacer en el horizonte las tinieblas que en la noche envolvian al pueblo dormido. No eran horas, ni mucho menos, para hacer uso de los servicios del picadero. Si por el fuera, se habria quedado en la cama un rato mas, pero no tenia mas remedio que levantarse temprano para ocuparse de los animales, limpiar las cuadras y ponerles agua y comida fresca. Era preciso que todo estuviera listo antes de la hora de apertura. --He venido a ver a Leyenda --le dijo ella. Leyenda era la yegua blanca de Paola, un impresionante ejemplar pura raza espanola de ocho anos que tenia desde que era una potrilla. Carlos introdujo la llave en la cerradura e intento abrir la puerta, pero esta se obcecaba en encasquillarse. Dio un golpe con el hombro para ayudarse y, al final, logro vencer su resistencia. En el forcejeo, la capucha se le cayo y se la volvio a colocar. La helada de la noche habia dejado su impronta como un manto blanco que lo cubria todo y hacia demasiado frio como para dejar al descubierto las orejas, que amenazaron con convertirse en tempanos de hielo en segundos. --?No tienes un gorro? --le pregunto Paola. --Se ha quedado en casa --respondio el. --Creo que tengo uno en el coche, espera. Paola volvio a su vehiculo, abrio la puerta trasera y recogio del asiento uno de lana en color crudo. Se lo ofrecio a Carlos en cuanto volvio frente a el. --Toma. Era un gorro muy poco masculino, uno de esos que Paola usaba a menudo y que a ella le quedaban tan bien. Enmarcaba su delicado rostro y dejaba escapar los rebeldes rizos de su pelo castano dandole aspecto de hada de invierno, pero no creia que en el tuviera el mismo efecto estetico. Mas bien pareceria un fantoche. Carlos se quedo mirandolo y sonrio. Era tipico de Paola pensar que el podria ponerse aquello. Rehuso utilizarlo con amabilidad, mientras atravesaba la puerta seguido de la chica. --Gracias, pero no. --Tu mismo... Hace un frio espantoso y nadie te va a ver, yo no lo rechazaria --le dijo Paola, adivinando por su cara de circunstancias lo que estaba pensando. No le era dificil seguir algunos pensamientos de Carlos, habian sido inseparables desde el colegio. --Perdona, tu me estas viendo --dijo el divertido, excusandose de nuevo por no querer ponerse el gorro. --Bueno, ni que no te conociera desde el primer dia de colegio... -- respondio ella, riendose tambien. Carlos termino de cerrar la puerta y echo el cerrojo interno. No volveria a abrir hasta que a las diez el negocio se pusiera en marcha. --Venga, no seas bobo y pontelo, porfa --le rogo. Le miro componiendo una mueca exagerada de suplica, a lo que el respondio emitiendo un resoplido que en cierto modo le recordo a Paola al de un caballo, lo que provoco que se riera con ganas. Sin esperar su permiso, ella levanto los brazos, bajo la capucha del abrigo y le coloco el gorro a Carlos. Se distrajo un momento mirando su rostro, los enormes ojos castanos y las facciones cuadradas de el que conocia desde siempre. Al ajustarlo sobre las orejas, las yemas de los dedos de Paola le acariciaron las mejillas. El suave roce accidental a el le descoloco un latido y un subito calor, que se contradecia con el gelido comienzo del dia, se apodero de su animo. --A ver si nos afeitamos --le dijo ella, divertida por la seriedad que mostraba de pronto. El volvio a resoplar. O mas bien fue un suspiro con el que trato de recomponerse. --?Por que has venido tan pronto? --le pregunto, para dejar de pensar en lo que habia sentido cuando ella le toco--. Aun no he preparado a los caballos, no abro hasta dentro de un par de horas. Es demasiado temprano para montar a la yegua. Paola solto el aire contenido en sus pulmones y, con el, la sonrisa se fue desinflando en su rostro. Trago saliva y tomo aire, como si lo que iba a contarle necesitara oxigeno nuevo para no ahogarse; como si le costase mucho confesar la verdadera razon por la que se habia levantado tan temprano y se habia presentado en el picadero. --Me quedan solo unos pocos dias con Leyenda, Carlos. La vamos a vender. Quiero pasar todo el tiempo que pueda con ella y a las diez tengo que entrar a trabajar en la farmacia. Necesito verla y por eso he venido ahora. Carlos no necesitaba que Paola le contase lo que sentia por ese animal. Llevaba con la yegua desde la adolescencia y Leyenda y Paola parecian un todo. No entendia muy bien por que habia tomado la decision de deshacerse de ella si era casi la prolongacion de si misma. --?Vender a Leyenda? ?Por que? ?Que me he perdido? --pregunto, extranado. --He encontrado un trabajo fuera y despues de Navidad me ire del pueblo --le dijo. --?Te vas? --pregunto. Las palabras salieron de su boca con una alarma que hubiera preferido ser capaz de evitar. --Si. Mi contrato de media jornada en la farmacia se acaba el treinta y uno de diciembre. La farmaceutica se jubila y su hijo ha decidido volver de Madrid y quedarse con el negocio. No cuenta conmigo. Su mujer tambien trabajara con el y ya sabes que esto no da para tres sueldos, ni siquiera para dos y medio. --Vaya, no sabia que te ibas. --Tampoco lo he contado, bastante me disguste cuando me lo dijo a principios de otono. Pero bueno, he tenido tiempo de buscar un nuevo trabajo en Valladolid, en otra farmacia, y esta vez seran ocho horas. Supongo que vendre a menudo, pero desde luego no podre montar a Leyenda todos los dias como ahora. Es mejor para ella que la venda y otra persona la cuide como necesita. --Te vas --afirmo Carlos, quiza para confirmarse a si mismo que lo que estaba escuchando era cierto. --Aqui no hay futuro ni trabajo. Si quiero progresar, tengo que hacerlo. Ademas, tiene su lado bueno; Ricardo vive en Valladolid, podremos vernos mas a menudo que ahora. Ricardo era el novio de Paola. Como la mayoria de los jovenes, habia decidido quedarse en la ciudad una vez terminada la universidad, seducido por una oferta de empleo. Las oportunidades de trabajo, mucho mas deslumbrantes que las del campo, ofrecian alli un futuro que distaba mucho del callejon sin salida que parecia el pueblo. Con la mayoria de edad recien estrenada, los chicos se marchaban a Madrid, a Burgos, a Salamanca, a Valladolid... ciudades que una vez terminada su formacion, no los devolvian. Al final, la madre de Carlos tenia razon cuando decia que en el medio rural, si no quieres perder a tus hijos y que la ciudad se los quede, no debes darles estudios. Carlos penso que Paola habia tardado mucho en seguir ese camino. Era, sin duda, una anomalia en ese proceso. Estudio, pero ella regreso a Grimiel y encontro un hueco en la farmacia. Fue la excepcion, aunque tiempo despues la realidad del desempleo la estuviera devolviendo de un empujon al mundo urbano. --Mi padre me ha dicho que ya tiene ofertas por Leyenda. Al escucharla, Carlos salio de sus pensamientos e intento poner cara de circunstancias y hacerse el sorprendido, aunque en realidad no lo estaba. Dias atras oyo una conversacion a medias en el bar y en ese momento empezo a atar cabos. Era de Leyenda de quien estaba hablando el padre de Paola con unos conocidos. Les habia preguntado si alguien se la queria quedar, pero Carlos no presto mas atencion. Ni se le paso por la cabeza que la conversacion girase en torno a la yegua. Se quedo observando a Paola, intentando encontrar en su rostro el beneplacito con la decision tomada de deshacerse del animal. --?Estas segura de que quieres vender a Leyenda? --Al mirarla, a Carlos no le parecio que estuviera muy conforme. --No me mires asi --le dijo la chica, ahogando las ganas que tenia de llorar. --?Asi como? --Con pena, Carlos. Era justo de ese modo como la estaba mirando, triste porque sabia lo que significaba la yegua para su amiga. Se imaginaba que nada de aquello estaba siendo facil para Paola. Ella, buscando unos instantes de intimidad en los que desahogar el nudo que se le habia hecho en el pecho, se dirigio hacia la cuadra y abrio el cerrojo que mantenia encerrados a los animales de noche. Dos perros de raza indefinida salieron corriendo, libres por fin despues de pasar la noche cautivos. Cada uno eligio un poste del cercado para deshacerse de la urgente necesidad matutina y despues corrieron hacia Paola, que los acaricio. Luego, como hacia siempre, cogio a uno de ellos, Drako, en brazos. --No hagas eso --le dijo Carlos--. Cuando te vayas yo no pienso mimarlo y lo echara de menos. ?O te lo piensas llevar contigo? Drako era un perro especial. Le faltaba una de las patas delanteras. Paola los habia salvado, a el y a su hermano, de una muerte segura a manos de su madre anos antes, cuando la perra se volvio loca y mato a mordiscos a la mayoria de la camada que acababa de parir. La chica, apenada por el suceso, se llevo a los dos perritos supervivientes a casa para cuidarlos en esos dias tan delicados. Black crecio sin problemas, pero sacar adelante a Drako costo bastante porque un mordisco de su madre lo dejo sin una de las patas delanteras. Tardo mas de cuatro meses en devolverlo al picadero y, desde entonces, el perro adoraba a la muchacha casi tanto como la yegua. --No creo que sea bueno que me lo lleve, esta demasiado acostumbrado a corretear por aqui y encerrarlo en un piso no es buena idea. Este perro necesita hacer mas ejercicio que los demas. Paola dejo a Drako en el suelo, que la siguio con su paso renqueante de perro de tres patas, y se dirigio al establo. Alli, Leyenda la recibio aproximando su enorme cabeza a la cara de la muchacha, que apoyo la frente en la de la yegua. Ambas estuvieron asi un rato, en silencio. Al verlas, uno suponia que se estaban contando secretos sin palabras. Incluso las dos cerraron los ojos al unisono, mientras el perrito lisiado y Carlos, apoyado en el quicio de la puerta, las observaban de cerca. El iba a echar de menos a Paola cuando dejase de ir tanto como los perros o la yegua. Estaba seguro de que extranaria los momentos en los que la muchacha se mantenia pegada a su animal y ambas se quedaban suspendidas en algun lugar indefinido que, si hacia caso de la sonrisa de Paola, era lo mas parecido a la felicidad que podia imaginar. Estaba seguro de que el tambien lo pasaria fatal cuando Paola tuviera que despedirse. Se lo estaban diciendo unos latidos erraticos en su pecho a los que le era imposible poner freno. Carlos decidio que ya habia perdido demasiado tiempo y abandono su posicion de espectador, por mucho que le pesara dejar de mirar a Paola. Le transmitia un millon de sensaciones que hacia mucho que preferia no analizar. Lo mejor que podia hacer era ponerse con su tarea y no pensar. Tenia apenas dos horas para dejarlo listo todo. --Si quieres, te ayudo --le dijo ella, cuando advirtio su presencia en la puerta del establo. --Me vendra bien, pero has venido a montar a Leyenda. --He venido a verla, pero te quiero ayudar. El joven le paso la pala que tenia en las manos y fue a buscar otra para el. Ambos, sin intercambiar mas palabras, se pusieron manos a la obra, mientras los perros correteaban a su alrededor. Durante una hora se dedicaron a reemplazar la paja sucia por otra fresca y rellenaron con agua fresca los abrevaderos. --Pao, deberias montar a Leyenda ya si no quieres llegar tarde a la farmacia. Son las nueve --le dijo Carlos cuando fue consciente de la hora. --?Pero cuantas veces te tengo que decir que no me gusta nada que me llames asi? --le dijo ella, con un tono que ni se aproximaba a ser de enfado. --!A sus ordenes, Pao! Hizo un gesto comico y ella puso los ojos en blanco y le lanzo unas briznas de paja. No habia manera. Carlos empleaba muchas veces el diminutivo absurdo que le habia puesto en el colegio y que dejaba a su nombre mutilado. Nego con la cabeza, resignada a no conseguir jamas que dejara de hacerlo, y preparo a Leyenda. Limpio sus cascos, cepillo con suavidad el lomo y despues ajusto los estribos y la cincha sobre la silla de montar antes de elevarla y colocarla sobre una almohadilla de ensillar que ya tenia encima de la yegua. Despues ato los arreos, tranquilizando al animal con suaves palabras. Coloco las riendas sobre la cabeza del animal y empujo con suavidad el bocado hasta que Leyenda lo tomo mansamente. Como siempre que hacia esto, premio al animal con una chucheria que guardaba en el bolsillo. Poco despues, subida a lomos de su yegua, daba vueltas por el recinto del picadero. Carlos llevaba razon, se habia entretenido y no tenia mas de veinte minutos porque deberia volver a casa, ducharse y cambiarse para ir a la farmacia.

  • Romance de la luna llena de Juanjo Lamelas

    https://gigalibros.com/romance-de-la-luna-llena.html

    Esta es la fiel historia del caballero Martin y de Candela, su dama, contada por un trovador que les semeja en estampa. Intrigas, celos, mentiras. Angustias y penitencias. Guerras, sangres y venganzas. Regresos, huidas y olvido. Agravios que se reparan. Luna llena fue testigo de cuantas cosas pasaban. Una novela caballeresca llena de aventuras y desventuras en la epoca de Alfonso X, el Sabio, en el imaginario Condado de Valmayor del Reino de Sevilla.

  • El tiempo de la memoria de Carlos Pena

    https://gigalibros.com/el-tiempo-de-la-memoria.html

    Una indispensable reflexion sobre el rol de la

  • A Sexy Berling Interlude (Sexy Berling 3) de Maya Blair

    https://gigalibros.com/a-sexy-berling-interlude-sexy-berling-3.html

    Desnudo. Aprieto el cinturon del albornoz y levanto las piernas del suelo para apoyar los talones en el borde de la butaca a la vez que las rodeo con los brazos. Gabriel Berling esta... aqui. Desnudo. Con un suspiro suspendido en los labios, aposento la barbilla encima de las rodillas y me recreo en la vision de ese demonio que horas antes vestia de Armani, pero que ahora mismo duerme cual angelito en mi cama --!mi cama!-- tal y como su madre lo trajo a este mundo. Oh, Senor... Se que nada volvera a ser igual despues de que mi apartamento haya sido profanado por el mismisimo amo del inframundo. Me pregunto si habra anuncios de exorcismos expres en las paginas amarillas. El reloj digital que tengo encima de la mesilla marca las horas de manera inmisericorde, recordandome el tiempo que llevo despierta, incapaz de sosegar lo suficiente mi espiritu como para tenderme a su lado y dormir. Ya hace un rato que la luz del amanecer ha empezado a filtrarse sutilmente por las persianas, incidiendo sobre su poderosa anatomia, y yo no puedo despegar los ojos de el. Porque Gabe es una vision. Un dios neoyorquino recien caido desde lo mas alto del Olimpo de la Gran Manzana que duerme a placer enredado en mis calidas sabanas color crema. Le hago una foto mentalmente. Una sensual instantanea en la que el contraste de luces y sombras que lo envuelve realza todavia mas sus atributos fisicos. Lo recorro con la vista desde el negro cabello revuelto sobre la almohada, la relajada expresion de su rostro, los labios entreabiertos... Me deleito en su torso espolvoreado de oscuro vello por aqui y por alla mientras grabo su imagen en mis retinas; los anchos hombros, los fuertes pectorales, el definido abdomen, la sexy y pronunciada uve que se estrecha hasta perderse de vista entre las sabanas y... Me remuevo inquieta. Si sigo asi me excitare sin remedio, pero no puedo evitarlo. Y que conste en acta que estoy siendo buena, porque solapo el acuciante impulso de comermelo a bocado limpio con el inocente sucedaneo de hacerlo con los ojos. Aunque empiezo a replantearmelo seriamente. Quiza deberia de tumbarme a su lado y despertarlo con languidas y traviesas caricias de mi lengua a lo largo de su... De repente, se mueve. Apenas una ligera crispacion de dedos, un gesto que desaparece tan rapido como llego. Espero, expectante, a que surja de nuevo cualquier leve indicio que me diga que se esta despertando, pero los minutos transcurren sin que suceda nada. Si no fuera porque esta nevando, me pondria la ropa de deporte y saldria a correr por el barrio, pero los copos no han parado de caer desde las cuatro de la madrugada, asi que me encuentro oficialmente atrapada entre las paredes de mi apartamento, con un tentador bello durmiente apenas cubierto por la ropa de cama. Con un sonoro resoplido, me aparto de la frente un mechon de pelo que se ha escapado de mi mono, deposito los pies en el suelo y me levanto de la butaca para caminar descalza en direccion al cuarto de bano. En mi mente revolotea el recuerdo de sus incendiarios besos en el sofa, de nuestros cuerpos enredados sobre la alfombra. Cierro la puerta tras de mi y apoyo la espalda en ella con un gemido a la vez que cierro los ojos y vuelvo a sentir su lengua seduciendo la mia, sus labios deslizandose por mi cuello para terminar por devorar con despiadada fruicion mis pechos... Me digo que tengo que parar, pero soy incapaz de ponerle freno al desfile de imagenes que asaltan mis sentidos; fugaces flashes que me hacen estremecer presa del insaciable apetito que el ha despertado en mi. --?Por que? Es tan sencillo sucumbir... Tan, tan… bueno. Alzo los parpados, me adelanto hacia el lavamanos y, apoyandome en el mientras abro el grifo, recojo el agua fria en la ahuecada palma de mi mano para proceder a refrescarme el rostro y la nuca. Y lo hago una y otra vez, hasta que siento que las espirales de deseo que se arremolinan en mi vientre vuelven a aquietarse. --Aqui estas. Abro los ojos de golpe. Las manos de Gabriel entran en mi campo de vision y se asientan con firmeza a los lados del lavabo, atrapandome entre la fria ceramica y su vibrante calor corporal. Entonces, pega el torso a mi espalda y hunde el rostro contra mi cuello para depositar un humedo beso al tiempo que busca mi mirada en el reflejo del espejo que esta frente a nosotros. --Te tengo --musita entre mordisco y mordisco. Dios, si, me tiene. Y en mas de un sentido, maldito sea. Me estremezco y dejo caer los parpados, abandonandome al torbellino sensorial que despierta en mi con cada nuevo toque de sus labios, de su lengua, de sus dientes. Noto como mis pezones se erizan y mi vagina se derrite. Cada pulgada de mi ser lloriquea por el, por lo que va a venir a continuacion. Su brazo derecho me cruza el torso, se desliza por la abertura del albornoz y apresa mi pecho izquierdo en la cuenca de la mano. --Abre los ojos, Dee. Lo estruja y manosea hasta que lo siento insoportablemente tierno, sensible. Bajo la tortura de sus dedos, mi pezon se convierte en un apretado boton y los ramalazos de placer se disparan derechos a mi entrepierna, que se contrae con cada nuevo roce. --Miranos. Obedezco. El espejo del bano me devuelve dos reflejos; uno es el de una mujer ruborizada, de mirada vidriosa y labios entreabiertos en un silencioso gemido, el otro el del oscuro e imponente hombre pegado a su espalda. Gabriel abandona mi turgente seno y abre el albornoz, deshaciendo el nudo del cinturon con tirones impacientes. Puedo notar la solidez de sus intenciones presionando con insistencia mi trasero, sus manos remontando las curvas de mi cuerpo en una lenta caricia desde la cintura hasta los hombros, minandome la voluntad antes de hacer resbalar el tejido de algodon hacia abajo y dejarme expuesta casi por completo. --Preciosa --musita en mi oido antes de enredar sus dedos con los mios, que siguen aferrados al lavabo, y depositar un beso de boca abierta en la despejada nuca. Su lengua es fuego contra mi espalda. Me excita, me consume. Desciende con febril sensualidad a lo largo de la linea de la columna, haciendome sacudir presa de deliciosos escalofrios y poniendo mi piel en guardia. --Albornoz fuera --grune pegado a la curva de mi trasero, incapaz de avanzar mas a causa de la barrera de tejido que se interpone entre el y mi carne desnuda. Me obliga a aflojar el agarre y abandonar la frialdad de la ceramica para permitir que la prenda caiga al suelo. El algodon se arremolina a mis pies con un quedo susurro y Gabriel sonrie contra mi piel, satisfecho. Ahora estoy tan desnuda como el, cada pulgada de mi cuerpo revelada para su goce y disfrute. Sus dedos constrinen mis caderas y percibo el calido toque de su aliento sobre las nalgas segundos antes de que su boca se apodere de una de ellas.

  • Tentacion en Navidad de Penelope Dunn

    https://gigalibros.com/tentacion-en-navidad.html

    Un ano antes… Estaba en la casa de Mauricio, que la habia comprado recientemente. Ese lugar debia ser modificado cuanto antes por una chica. Note la escultura que daba la bienvenida al dormitorio de huespedes de mi hermano. Era una escultura terrible, y me hizo darme cuenta de lo que sucedia mientras los primeros rayos del sol golpearon mi cara. Gire para ver a los lados y senti algo de sospecha, que se fue incrementando poco a poco. Me levante lentamente. Cuando puse los pies en el piso, me queje en silencio. Pude recordar todo lo que habia pasado horas antes. Aunque no habia nada mas que algunas marcas en la sabana a mi lado, me di cuenta de que Simon habia dormido conmigo. Recorde las frases seductoras que me habia dicho, y que luego habia decidido dormir otra noche y asi recibir el Ano Nuevo en casa de Mauricio. Simon habia querido volver a El Rosal un dia antes. Planeaba recibir el ano en la fiesta del centro de la ciudad. Supuse que regresaria a esa ciudad superpoblada, por lo que fui a casa de mi hermano, con la intencion de liberar mi tension tras mis largas jornadas de trabajo antes de la Navidad. Fue un error. Sabia que Mauricio tendria licor como para abastecer a una ciudad. Cuando llegue alli, Simon me sirvio un whisky. Siempre por esas fechas, en el hotel estabamos desbordados de trabajo. Asi que ahora solo queria pasar una noche calmada y beber algunos tragos con mis amigos. “No esperaba verte aqui. ?No se suponia que regresarias a El Rosal?”, le pregunte. “Astrid, sabes que no hay forma de que me niegue a estar en una fiesta como esta”, dijo Simon con tono de broma. El deseo comenzo a fluir. Aunque nunca habiamos concretado nada, la tension sexual entre nosotros se habia incrementado con el paso de los anos. El tenia cuatro anos mas que yo, lo que parecia algo importante cuando eramos unos chicos, pero cuando crecimos le reste importancia. Fuimos al porche y comenzamos a oir las historias de mi hermano, todas muy divertidas. Me mantuve a su lado el resto de la fiesta. Continue bebiendo y me acerque mas a el, sintiendome cada vez mas relajada. Tome su brazo o escuche sus historias tambien, sin parar de reir. La lujuria que sentia ya estaba torturandome, pero sabia que Mauricio y Simon tenian una amistad de vieja data. Con cada fiesta, las imagenes de ese pasado tan feliz aparecian en sus historias. Mauricio paro de narrar una de sus anecdotas y Simon puso su mano en mi espalda. Tal vez era un simple gesto, ?o no? Volvimos a la sala de estar y puse mis dedos en su pierna mientras volvia a escuchar sus experiencias juveniles. Me di cuenta de que queria lo mismo que yo. Lo deseaba. Tome aire, con la idea de bajar el ritmo de mi ansiedad. Ibamos rumbo al comedor, un lugar en el que no habia nadie. “?Te sientes bien, Astrid?”, me pregunto. El deseo estaba flotando en el ambiente. El resto de los invitados permanecian en el porche. Eso nos dejaba a solas. Y me permitia comprobar como ambos nos deseabamos. Pase mis ojos por la cara de Simon, y me di cuenta de que pensaba lo mismo. Sin embargo, era el mejor amigo de mi hermano. Se trataba de alguien especial para el. Retrocedi, pero senti que estaba justo a mi lado, apenas a unos milimetros de un hombre que deseaba pero que siempre habia considerado como parte de mi familia. “Tal vez no deberiamos hacer esto”, dije, y di otro paso atras. “?Que pensabas que hariamos?”, me pregunto, susurrando. Dio un paso y tomo mis caderas para acercarme a el. El movimiento fue fuerte, aunque me senti comoda. De hecho, aumento el fuego en mi cuerpo y gemi sin poder evitarlo. Entonces eso basto para que continuara. Estaba claro que no era parte de mi familia. Y tambien que ya eramos adultos. Me condujo hasta una pared y quede entre su cuerpo y ella. Llevo sus labios a mi boca y luego hundio su lengua en el interior. Volvia a gemir mientras su aroma masculino inundaba mi nariz. Era el hombre al que habia deseado hacia anos. Ahora estaba apoderandose de mi cuerpo. Tome su pecho y deje que su lengua flotara en mi boca. “Deberias…”, dije, pero volvio a besarme, ahora con mas fuerza. Sabia que debiamos parar, pues cualquier persona podria encontrarnos. Estabamos corriendo peligro, aunque la sensacion de placer era maravillosa. “Podrian descubrirnos”, le adverti cuando pude retirar su boca. Sus dedos llegaron a mis senos. “Que se vayan al carajo”, dijo con fuerza. Bajo su boca hasta alcanzar mi sien. Cada beso que me dio erizo mi piel. Me encanto saber que lo excitaba tanto. Y tambien me excito, aunque sabia que era incorrecto estar con el. “Cielos”, dije en voz baja. Arquee mi espalda para ayudarlo a moverse. Era la primera vez que un hombre me trataba con tanta gentileza y rudeza al mismo tiempo. Simon era cuidadoso, pero tambien me mostraba su hambre. Un hambre que no podia guardar mas. Subio mi blusa y apreto delicadamente mi vientre con algunos de sus dedos. “No sabes cuanto tiempo he querido poseerte”, conto en voz baja. “Demuestramelo. Hazme tuya”, le pedi en un murmuro. Sonrio y subio mi cuerpo. Fuimos al dormitorio de huespedes y cerre mis ojos. Cuando desperte, vi la puerta de ese dormitorio cerrada. Una pregunta surgio en mi mente: ?que veria cuando abriera esa puerta? Exhale con fuerza, abri mis ojos y fui por mis cosas. Me impresiono lo mucho que me costo encontrarlas tras la noche de placer que habia tenido. ?Que diria Mauricio? Senti una terrible incertidumbre. Una sensacion que se mantuvo en mi. Sabia que no queria que Simon saliera conmigo. Era su hermana menor y me protegia. De todas maneras, ya tenia claro que debia enfrentar la situacion tras lo que habiamos hecho en uno de sus dormitorios. Recorde que Simon habia tomado mi ropa interior de encaje con su boca. Al encontrarla, senti otra ola de deseo. El parecia un jovencito desesperado por estar con su primera chica. Queria hacer todo con suma rudeza. Puse la ropa interior empapada, o lo que quedaba de ella, en mi bolso, y abri la puerta. Escuche sonidos que venian de afuera y supuse que se trataba de Simon. Camine sigilosamente hasta llegar a la sala de estar. No habia nadie en el pasillo. Todos los invitados dormian en los sofas o las alfombras. Se notaba que habian disfrutado la noche. Camine hasta la entrada en silencio. Mauricio noto que tenia mis zapatos en mi mano. “!Por fin despiertas!”, dijo. “?Ya es mediodia?”, le pregunte. El tono de mi voz era mas raro de lo habitual. Un recuerdo llego a mi mente, pero no queria contarle nada sobre el a Mauricio. Contuve el aliento y percibi un sabor en mi boca. “?Quieres vomitar? Acercate al cesped". “?De que hablas?”, le pregunte. Me ofrecio una rosquilla de la caja que tenia a su lado. Las habia comprado en mi tienda favorita. “De tu cara. Luces como si estuvieras a punto de vomitar. Deberias comer una rosquilla”, me sugirio Mauricio. “?Y Simon?”, le pregunte, como si no me importara la respuesta. “Se fue. Salio muy temprano. !Que buena fiesta tuvimos! Perdi el rastro de Simon a medianoche, pero hoy a las cinco de la manana se marcho con prisa. Menciono que su avion partiria temprano”, me respondio. Simon ya era un abogado importante en El Rosal. No tendria sentido iniciar algo con el. Sin embargo, esperaba que al menos se despidiera de mi. Entonces asenti y gire. No queria que mi hermano notara lo frustrada que me sentia. Puso la caja en mis rodillas y se levanto para sentarse en el columpio. “Toma la que quieras”, insistio Mauricio. Tal vez su actitud era la apropiada. Nuestras familias estaban en desacuerdo con una posible relacion entre nosotros. Ademas, no habria forma de que pudieramos estar juntos con tantos kilometros entre nosotros. Suspire y me sente al lado de mi hermano en el columpio. Comence a moverme, mientras me obligaba a hablar y simular que no habia ocurrido nada entre Simon y yo. Se habia marchado sin decir nada, asi que haria lo mismo que el. Como Mauricio no me pregunto al respecto ni queria saber nada, supuse que nadie mas se enteraria. Ser suya habia sido mejor de lo que habia pensado miles de veces en mis fantasias. Al recordar que habia podido acostarme con un hombre con el que habia querido tener relaciones por tantos anos, me senti afortunada. *** Pronto todo cambiaria en nuestra ciudad. La celebracion de San Valentin se acercaba. Ivana estaba soltera, como yo. Por esa razon planificamos una noche solo para nosotros. Lo habiamos hecho miles de veces. Prepare panecillos, compre dos botellas de vino y busque una pelicula sobre romance y enredos para que la vieramos.

  • Pequenos fuegos por todas partes de Celeste Ng

    https://gigalibros.com/pequenos-fuegos-por-todas-partes.html

    En Shaker Heights, una tranquila y prospera zona residencial de Cleveland, todo esta planeado, desde el trazado de las carreteras hasta los colores de las casas, incluso el triunfal futuro de sus vecinos. Nadie encarna mejor este espiritu que Elena Richardson, cuya vida se rige por un principio fundamental: jugar siempre dentro de las reglas sociales. La historia comienza cuando Mia Warren, artista enigmatica y madre soltera, llega a esta idilica burbuja con Pearl, su hija adolescente. Mia lleva consigo un pasado misterioso y un desprecio por las reglas que acabaran amenazando esta comunidad tan cuidadosamente ordenada.

  • Apostando todo (Poker Guy 1) [LGBTI] de Gabriele Foncis

    https://gigalibros.com/apostando-todo-poker-guy-1-lgbti.html

    Aiden debe recoger a su hermano que llega a los Angeles desde Miami, pero al encontrarlo advierte que Ansel se hallaba en compania de un misterioso y atrayente joven de nombre James, al que Ansel habia conocido durante el vuelo.

  • Las buenas amigas, Anton DiSclafani de Anton Disclafani

    https://gigalibros.com/las-buenas-amigas-anton-disclafani.html

    Joan Fortier es el paradigma del glamour tejano y el centro de la escena social del Houston de los anos cincuenta. Alta, rubia, bella y energica, destaca en los salones y su nombre esta en boca de todos. Los hombres la desean y las mujeres quieren ser ella, pero ese mundo opulento, con sus clubes de campo y sus bailes de presentacion en sociedad, tiene reglas estrictas. El dinero fluye tan libremente como el petroleo, pero la libertad y el poder son patrimonio de los hombres. ?Que sucede cuando una mujer de apetitos y deseos indecorosos como Joan quiere mas? Cece Buchanan, amiga de Joan desde la infancia, vive pendiente de ella, alternando entre la critica y la complicidad. Cuando la conducta de Joan se radicaliza, Cece se ve enfrentada a dificiles decisiones. Las buenas amigas no solo es una diseccion tan excitante como memorable de los circulos en que se mueven los ricos, bellos y famosos, sino la historia de una amistad tan obsesiva, apasionada y devoradora como una historia de amor.

  • El bosque de los hombres olvidados de M. G. Aranguren

    https://gigalibros.com/el-bosque-de-los-hombres-olvidados.html

    Una historia que te atrapara desde el principio y que no podras dejar de leer hasta el final ?Puede el pasado hacerse presente?Esto es lo que acaban preguntandose todos cuando Aurora acude a la policia para denunciar la desaparicion de su marido. Una extrana cita y un cadaver tendran en jaque a toda la policia de la ciudad. ?Debe el dolor causado quedar impune? El inspector al cargo de la investigacion descubre que el hombre asesinado sometio a sus companeros de clase, siendo solo unos ninos, a humillaciones y vejaciones dificiles de olvidar.Unos meses antes, un grupo de exalumnos asiste a una cena organizada por Aurora. En dicha velada, la victima comparte mesa y mantel con algunos de los damnificados por su crueldad. De esta forma, lo que a priori se presentaba como una reunion cordial entre viejos amigos, acaba convirtiendose en un pequeno acto de venganza. El inspector Ponce debe resolver un caso complejo en el que nada es lo que parece y donde lo razonable, se vuelve impredecible.