• Los trucos de los ricos de Juan Haro

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    Nadie nos ensena los trucos para, legalmente, incrementar nuestro patrimonio y ponerlo a resguardo de Hacienda. Pero existir, existen. Y los mas ricos, bien asesorados, los utilizan para maximizar su patrimonio y minimizar los impuestos a pagar. Y, tambien, para evitar que en un golpe de mala fortuna bancos o acreedores puedan quedarse con lo acumulado a base de esfuerzo y trabajo.

  • Antes de Perderte (Solteronas 3) de Amaya Evans

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    Adalind Payton estaba sentada con sus protuberantes 6 meses y medio de embarazo, comiendo pastelillos mientras su hermana Alexandra cargaba a su bebe Theo de un ano y jugaba con el. -Adam debe estar feliz con un heredero. -Oh si, lo esta. Pero el no mira esas cosas, para el habria sido lo mismo nina o nino. Solo queria ser padre. Aunque bueno…tampoco se queja de que sea un varoncito. -En todo caso, mi sobrino es muy guapo-dijo observando al nino de hermosos ojos claros, con cachetes rechonchos, que reia en brazos de su madre. – ?Y que hay de Damien? Me imagino que no ve la hora de tener a su hijo o hija en brazos. -Si fuera solo eso, me reiria de la vida. Pero desde que supo que estoy embrazada, todo le parece peligroso. Insiste en que para bajar las escaleras debe haber una criada y una doncella conmigo para ayudarme. Me ha dicho que no quiere que vaya a las caballerizas a ver a mi yegua, porque considera peligroso que pueda acercarse mucho. No se que es lo que se imagina, tal vez cree que va a patearme o algo asi, aunque tu conoces a mi yegua, tiene el caracter mas dulce -elevo su mirada al cielo-juro que si no doy a luz pronto, enloquecere. Alexandra, se echo a reir. No creas que Adam se quedaba atras. Hacia lo mismo, hasta que le hice saber que me estaba volviendo loca y eso parecio hacerlo caer en cuenta. -Le dio una mirada picara a su hermana-sin embargo es poco de lo que me quejo con el. Es muy atento y amoroso. -Me da tanto gusto, hermana. Te lo mereces, y el tambien merece ser feliz. Y aproposito de felicidad conyugal ?Has visto el rostro de Anne? Alexandra asintio-me preocupa mucho. Hace tanto tiempo no la veo reir, que hasta se me ha olvidado como se ve feliz. -Debemos hacer algo-dijo Adalind con tristeza. No es justo que ella que era la mas alegre y sonadora de las tres, haya terminado decepcionada y odiando a todos los hombres. -No es facil pasar por lo que a ella le toco. Ese desgraciado de Emerett, le hizo dano. -Pudo hacerle mucho mas, Alex-dijo Addie levantandose con trabajo del sillon- Si tu no hubieras estado aquel dia, habria sido una desgracia para ella. -Lo se, pero ya es hora de que olvide todo aquello-Alexandra fue hasta donde estaba Addie para ayudarla y miro por todos lados- ?esta cerca?-dijo susurrando. -No, creo que esta recogiendo flores en el jardin. -Bueno… ?Y que podemos hacer?-se acerco a la ventana para mirar cuando entrara su hermana. -No lo se, yo no quiero verla sola el resto de su vida, y la veo tan resignada que hasta miedo me da el asunto. -La verdad es que no permite que nadie se le acerque y tampoco da muestras de estar interesada en alguien. – !Ya se!!-Exclamo Adalind emocionada- ?Que tal si la llevo en estos dias a una feria que llego al pueblo hace poco? Alex la miro extranada- ?y eso como va a ayudarla? ?Acaso van muchos prospectos alli? Adalind rodo los ojos-por supuesto que no. Va todo tipo de personas, pero lo que nos incumbe, es que hay una gitana. Y es muy buena, en verdad. Yo fui hace dias y me dijo muchas cosas ciertas. -Ay por Dios, Adalind ?Cuando dejaras de creer en gitanas, brujas y astros? -Pues aunque tu no creas en ellos, son cosas muy ciertas-ella se molesto-ademas no tenemos nada que perder. -Bueno…eso si. Ademas no se me ocurre nada. Tal vez si le dice algo bueno de su futuro, si le habla de alguien especial, ella se entusiasme. -El problema es que no sea asi. Me preocupa que le diga que no habra nadie en su vida. – ?Y si hablas con la mujer primero? Tal vez si le pagas una buena cantidad porque diga cosas buenas, ya no nos preocuparemos si la mujer es una charlatana o si dice algo que no convenga. -No lo se…-Adalind parecia dudosa de hacer eso. -Lo pensare y te dire que resuelvo ?bueno? -Bien, pero por favor mantenme al tanto. ***** Anne estaba incomoda en aquel lugar. Su hermana habia insistido en que la acompanara a una feria porque queria comprar unos dulces que solo vendian alli. Ella no era tonta y sabia que algo tramaba Adalind, pero tambien era cierto que con el embarazo se le habia despertado el gusto por los dulces y no queria negarle nada. -Mira-senalo una carreta-es por ahi. – ?Alli venden los dulces? -Si…alli es donde los venden. -parecia nerviosa y cuando llegaron una mujer las hizo pasar. Anne miro furiosa a su hermana-este fue tu plan todo el tiempo ?verdad? Adalind la miro avergonzada-hermana, por favor. Ya hemos venido hasta aqui, y yo tengo muchas ganas de que ella te adivine el futuro. La mujer las miraba como aburrida. -No me gustan estas cosas, nunca he creido en ellas-dijo molesta. -Entonces nina, no tienes nada que perder-comento la anciana. ?Que dano te puede hacer que te diga cosas en las que no vas a creer? -Milady, por favor, vaya. -Dijo su doncella con entusiasmo-le aseguro que la mujer es buena. Yo tambien me lei la fortuna con ella y me hablo de cosas que no tenia como saber. -Otra pobre alma que cree en esas cosas-miro a su hermana Adalind con reproche porque sabia que de seguro, ella tenia mucho que ver en eso. – ?Anne entraras o no?-insistio su hermana, vendo como la mujer pasaba de cara de aburrimiento a desespero. -Esta bien, pero he de aclarar que no comparto estas ideas tuyas. -Ya me lo has dejado muy claro, querida. Anne entro a la tienda de la gitana y cuando estuvo alli, vio que dicha tienda estaba construida como una extension del carromato de la mujer. De esa manera era muy facil desarmarla cuando ya se fueran. -Sientate, muchacha. Anne tomo asiento en la pequena silla de madera frente a una mesa, que tenia una bola de cristal. – ?como te llamas? -Lady Anne Payton -Muy bien, lady Anne. Quiero que mires fijamente esta bola de cristal y coloques una mano sobre la mia, solo un momento. Anne tomo la mano que la mujer le ofrecia y miro la esfera de cristal que para ella no mostraba nada. La mujer en cambio la veia como si mil cosas distintas pasaran por ella. Veo que buscas el amor. -Oh no, yo… -Silencio-la mujer la mando a callar de forma inmediata. -No trates de negarlo. Quieres tener un amor, pero te han herido y ahora temes que eso vuelva a suceder. Sin embargo…veo en tu futuro que llega un hombre muy apuesto. Anne quiso echarse a reir. Seguramente era lo que decia a todo el mundo, o por lo menos a muchachas incautas. -Veo que no me crees. Pero te digo que pronto habra luna llena y cuando esta pase, los astros se alinearan de manera perfecta para que tu puedas encontrarte con tu destino. Te acordaras de mi cuando tengas al amor frente a ti. El es un caballero gentil, de buen humor a pesar de que su vida no ha sido facil. Es trabajador y debido a eso tiene una gran fortuna. Anne la miro horrorizada- ?Oh por Dios, el hombre trabaja? – ?Y eso que tiene de malo? Pues que si trabaja sencillamente no puede ser un noble. – ?Y eso te importa mucho?-los ojos negros como la noche de la mujer, la observaron de una forma extrana.

  • Proveedores de almas de Oscar Brizuela Bello

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    La vida de un apacible pueblo agricola de Indiana se ve sacudida violentamente por un tragico acontecimiento que alterara la convivencia de sus habitantes. La muerte de dos personas en el atraco al banco de la ciudad deja al Sheriff Atkinson una herida que no puede cicatrizar. Senalado por sus vecinos, emprendera un viaje al pasado para liberar sus demonios y redimirse ante su pueblo. En su camino surgiran dudas que le haran tambalearse entre dos mundos: el nuestro, y el del mas alla.

  • La sirena de Florencia Etcheves

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    En el cierre de su novela Cornelia, Florencia Etcheves deja flotando la ilusion de que la protagonista ya no es una amenaza. Sin embargo, en La Sirena, hay quienes sienten lo contrario. No basta con que Cornelia Villalba porte una nueva identidad y goce de una mejor vida en el pueblito espanol en el que se ha refugiado, ni que trabaje en una panaderia de Besalu horneando y decorando torteles. Hay alguien que aun padece por ella. Y no se trata de una cobarde sensacion de amenaza. Cornelia, la Sirena, es una espina clavada en el cuerpo, que pide a gritos un castigo.

  • Te quiero, baby (HQN), Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Por que los ricos se vuelven mas ricos de Robert T. Kiyosaki

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    Hace mucho tiempo los ahorradores eran ganadores.
    Hace mucho tiempo el ahorrador podia ahorrar y enriquecerse.

  • Forjada en acero vikingo (Skjaldmo 1) de A. R. Cid

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    El invierno siempre habia sido su estacion favorita. Eyra se sentia reflejada en la crudeza de sus temperaturas, en la crueldad que podias hallar en la blanca nieve que cubria el bosque. Los arboles apenas soportaban el peso y se plegaban ante la joven, los animales estaban escondidos y la convertian en la unica inconsciente que alli se encontraba. Alzo los ojos azules euforica, deseando forzar sus musculos todavia mas, furiosa en el fondo. No sabia que le pasaba, no queria pensar en ello. Se dejo caer sobre una piedra y estiro los dedos, recordando la primera vez que se habia visto forzada a cruzar la linea. Ese instante que debia convertirla en una verdadera guerrera y que la transformo en un fantasma hurano que apenas soportaba la presencia de otras personas. "Siempre has sido una asesina. ?Acaso lo has olvidado?" La voz de su abuelo inundo su cabeza. --Solo era una nina. Tu me obligaste a hacerlo... --gimoteo Eyra, sin atreverse a alzar la voz contra el fantasma de quien tanto dano le habia causado. En la aldea todos festejaban. Bebian y comian en honor a los vencedores, disfrutando de un botin maldito. Sin embargo, eran sus preguntas y comentarios para los que ella no estaba preparada. Ellos esperaban una gran historia, palabras que ensalzarian las hazanas de su pueblo sin comprender que lo que Eyra habia visto era solo oscuridad y dolor, tristeza y lagrimas, que dejaban sobre su piel una ponzonosa sensacion. ?Por que habia elegido ir? Ya no habia marcha atras. "He protegido a mi pueblo, a mis hermanos", se dijo Eyra. ?Por que entonces no habia sido capaz de volver a levantar la espada desde esa incursion? Ahora preferia correr, saltar los arroyos y alejarse tanto como podia, hasta que la proximidad de la noche la obligaba a regresar. El orgullo que los ojos de los suyos le mostraban era el peor de los venenos. "Jamas podre olvidarlo", comprendio Eyra, ahogandose en un sollozo que no permitio salir. Ella no lloraba, no caia, no se rendia. Fue el silencio sepulcral que ahora preferia el que la ayudo a escuchar lo que estaba demasiado lejos. Aunque puede que fuera su instinto, lo cierto era que giro la cabeza y miro en direccion a su pueblo sin saber que era lo que buscaba. Una columna negra se alzo buscando las blancas nubes. "No se atreverian", ni siquiera ella fue capaz de creerse tamana mentira. ?No se atreveran? La venganza era un sentimiento poderoso que conferia fuerzas a quienes ya habian sido derrotados. Solo un pueblo los odiaba lo suficiente, perdio unos valiosos segundos ante la sensacion de que se lo merecian. Entonces, ?por que corria? Era sencillo, puede que mereciera morir, mas eso no implicaba que fuera a permitir que acabasen con los que apreciaba, que permitiera que colocasen unas cadenas en sus munecas y convirtieran sus vidas en un infierno permanente. La aldea era un caos cuando llego. Rostros con marcas de guerra perseguian a otros que buscaban como defenderse. No quiso reconocer a nadie, cerro los ojos con fuerza mientras llegaba a su choza y buscaba a una vieja amiga que nunca creyo que volveria a empunar. "Son tiempos de guerra", solia comentar su abuela cuando se sentaba frente al mar en verano. Para ella siempre lo eran y, lo cierto, era que rara vez se equivocaba cuando se aventuraba a discernir lo que el futuro les habia preparado. --Y para que la paz llegue es preciso dar un tributo a Tyr --solto Eyra, disculpandose cuando se planto ante un hombreton y flexiono las piernas--. Supongo que de poco valdra que trate de negociar. --Os arrancaremos la cabeza a todos. No habra prisioneros --prometio el guerrero, sediento por la sangre de sus enemigos. Sus pupilas eran tan diminutas que Eyra dudaba que pudiera verla, estaba perdido en otro lugar y otro tiempo. No por eso era menos peligroso. --Lamento esa decision. Nunca fue mi intencion arrancar mas vidas. --?Tu? --escupio el hombreton lanzando el hacha sobre su cabeza. Golpe que esquivo de tal forma que parecia bailar, sus pies se movian con tanta habilidad que ella no tenia que pensar como, permitir que su instinto tomase el control era suficiente --Deja de correr, de nada te servira. --Estoy segura. Llevo escapando de quien soy anos y, aqui nos hallamos. Mis pecados me escupen de frente. --Sonrio con los labios, sin que el gesto llegase a sus ojos. Su interior estaba tan helado como el bosque que habia dejado atras, eso no impedia que un fuego explotase en sus musculos cuando la espada estaba en su mano--. Estoy destinada a ser una asesina. El guerrero era inmenso y sus movimientos lentos. Ella buscaba herir y fue a por su gemelo, apunto a sus piernas sabiendo que habia muchos otros a los que debia detener. Rapida y eficiente, tanto que se detuvo tras cuatro cuerpos caidos sin recordar como habia llegado tan lejos. Su cerebro desconectaba como si pelear fuera todo cuanto necesitase, como si fuera ella misma arrancandose las cadenas, cadenas que su conciencia trataba de grabar a fuego en un alma negra como la noche misma. Era ella y no queria serlo. No queria sonreir al demostrar que podia doblegarlos, no queria ulular cuando corria ni cerrar los ojos de placer cuando el viento movia su pelo y refrescaba su piel. Viva, se sentia viva. Gritos, promesas, amenazas y ruegos. ?Para que? Eso no cambiaria nada. Los enemigos no se rendirian y ellos no dejarian de luchar por sobrevivir. Algo le llamo la atencion, hizo girar la espada en su mano mirando hacia el norte sin comprender por que ese hombre atraia sus ojos. Un paso, dos pasos, tres pasos... Llego hasta la esquina y esquivo un golpe mortal. Giro sobre si misma y aprovecho la nieve para cegar a alguien, que gruno furioso haciendo que los ojos verdes, de quien tanto le habia llamado la atencion, virasen a su persona. "Hermoso..." Eyra retuvo el aire que pugnaba por salir de sus pulmones. El estaba cubierto por sangre, sangre de los suyos. Debia matarlo... "?Por que?" --?Una mujer? --se carcajeo Snorri, alzando la ceja derecha. ?Debia sentirse insultada? Ella lo miro con mas curiosidad-- ?Ahora mandan a las mujeres a protegerlos? Eyra miro a su alrededor buscando a la joven debil que el parecia estar observando, desde luego no se sentia identificada. Se senalo a si misma con la empunadura de la espada y volvio a hacerla girar, un gesto que demostraba su nerviosismo y, al mismo tiempo, lo bien que se desenvolvia con ella. Era un apendice mas. --Debo detenerte --se dijo, ?o se lo habia dicho a el? ?Importaba? --No te matare. --?Estas loca? --inquirio el, pareciera verdaderamente interesado en la respuesta a dicha pregunta. Se habrian pasado horas mirandose si el grito que rasgo el aire no perteneciera a Lena. El estaba en el medio, lo convirtio en un hermoso estorbo. Ataco cegada, sintiendo la prisa espoleando sus movimientos. Grito dandole fuerza a sus golpes, haciendo que las espadas chocasen de tal forma que Snorri acabo retrocediendo.

  • La ladrona de Rebeca Corrales

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    Cuando los dos caballeros conocen a Angela, una ladronzuela con cara de angel, no pueden creer su suerte. Bella y con una habilidad pasmosa en sus agiles dedos, parece perfecta para el trabajo. El unico inconveniente, es que tiene los modales de una verdulera, aparte de que no parece muy ansiosa por aceptar. Si consiguen pulir aquel diamante en bruto, puede que tengan una posibilidad, eso si Alonso consigue sacarsela de la cabeza, y concentrarse en la mision.

  • Los siete maridos de Evelyn Hugo de Taylor Jenkins Reid

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    Evelyn Hugo, el icono de Hollywood que se ha recluido en su edad madura, decide al fin contar la verdad sobre su vida llena de glamour y de escandalos. Pero cuando elige para ello a Monique Grant, una periodista desconocida, nadie se sorprende mas que la misma Monique. ?Por que ella? ?Por que ahora?

  • Semanas de siete martes de Dona Ter

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    Dicen, se habla, se comenta que las novelas romanticas son muy previsibles, que desde el inicio se sabe como van a terminar. La boda suele ser el recurso utilizado en el noventa por ciento de los casos y esta no va a ser la excepcion. Pero ?para que esperar?
    Por eso he pensado que lo mejor sera que te cuente mi historia mientras nos tomamos una copa de champan (o las que surjan) y damos buena cuenta de la tarta nupcial.
    Querid@ lector@, ponte guap@ porque nos vamos de boda ya desde el prologo.

  • Movie Star 2 de Alex Cartier

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    Ophelie dejo a su novio ideal el dia en que Michael, el actor mas sexy del mundo, le propuso irse de crucero en su yate, el Pleasure is mine, anclado frente a las costas de Corcega. Las vacaciones de Ophelie incluyen champan, lujo y amor en los brazos del hombre de sus suenos, en compania de su mejor amiga.

  • La ternera de Aurora Freijo Corbeira

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    Quieta, piensa, si es que es un pensamiento, que no le importaria morirse. Tampoco no morir. No parece funcionar en su cabeza el silogismo disyuntivo, al menos en este asunto. Le es algo indiferente, pero tal vez muerta doleria menos. Si se la llevase el viento o si no despertara, nada cambiaria demasiado, pero descansaria. Le asoman a la cabeza las hortensias azules de su madre y las flores celestes de su pared. Inexplicablemente, desoidos sus lamentos, amanece de nuevo con la rutina brutal. El ancla que es su pantalon bajado hasta las rodillas en esas tardes ya no se separara de sus pies durante anos, quiza nunca. ?Que interminable conversacion hay entre todos ellos que impide que la vean? Su padre mira a su madre, su madre mira a su hermana, los dos miran a su hermano recien nacido. Alli se paran todos los ojos. Puede quedarse dormida sobre el suelo sin que nadie lo note. No es divertido, aunque la madre crea que el desorden engrandece y aligera. Toda ella es un sinsentido. Puede volver a casa con la falda del reves y nadie repara en ello. ?Como no darse cuenta de lo que sucede en una falda de cinco anos? No piensa comer. No va a abrir la boca: ni para comer, ni para hablar. Bien cerrada. Toda ella cerrada, en lo que pueda. Que sordera de casa. De acuerdo: si se trata de tener secretos, habra que tenerlos. Otra vez huele mal en la escalera. Todos los chicos se rien del asunto; es repugnante. Es el olor del 3.o B. Ahi vive el zapatero. Se tapa la nariz porque lo hacen todos los demas. Sin embargo no es lo unico putrefacto, bien lo sabe ella, y de nada vale taparse la nariz. Ni no respirar. Bien lo sabe ella. LA CUERDA DE PITA El padre se reia de aquel vecino flaco y desmadejado porque en lugar de un cinturon se ajustaba el pantalon con una cuerda de pita. De pita; a ella le hacia gracia esa expresion de resonancias de gallina. La risa de su padre no era franca sino algo cobarde, enredada, gallega al fin y al cabo. Reia igual cuando hablaba de unos perros de su pueblo de nino, perros emaciados, como galgos sin cuidados, cuya extrema delgadez, decia, les hacia caminar juntos para formar una pobre unidad que permitiese resistir la soledad de su vida miserable. Tenia ese padre una risa hacia dentro censurada siempre por la madre, que lo ignoraba en el mejor de los casos, cuando no despreciaba su mediocridad inamovible. Pero a ella su padre le gustaba. Siempre seria su complice, pese a la desatencion de su madre, o quiza por ello. Esperaba horas cerca de la puerta para oir su llave abrir el cerrojo anunciando su vuelta a casa. Papa no sabe nada de su cazador porque tiene que ausentarse para trabajar. No esta en casa para vigilar a sus cachorros. Ni sabe que a veces le roban uno un rato para, despues de manosearlo, devolverlo al mismo sitio. No puede oler el asqueroso rastro que dejan las manos del raptor. LA LIEBRE No fue dificil cazarla. No parecia una trampa ni quiza el tampoco fuese un cazador, pero resulto atrapada. Irrelevante que, al terminar, la puerta de aquel modesto bano del 4.o A volviese a abrirse: el pestillo, aunque retirado despues, quedaba atrampado en su boca y sus visceras de cinco anos. El debio intuir lo facil que le resultaria llevarsela a las manos, traerla a su pantalon. No hizo falta demasiada destreza. Todo fue calmo. El 4.o A y el 4.o C eran de buena vecindad. El pantalon para ella hasta entonces era un sustantivo que concernia unicamente al de su padre, del que colgado en el galan, al llegar de trabajar, solian caerse algunas monedas haciendo un ruido de arropo y seguridad. En casa sobraban las monedas. El pantalon guardaba cada noche la forma de su padre y cuidaba la casa. Era el pantalon del bienestar y el resguardo. Su madre amorosamente la llamaba liebre. No sabia que su liebre habia sido cazada en la pernera de un pantalon. Ahora todos tienen que ir a la calle a jugar. No es que le apetezca, pero su madre le encarga a su hermana que la cuide. Pobre madre insensata. Sus ojos verdes no ven nada mas que versos. No acierta a saber que esta ya descuidada del todo. Y no se puede vivir en verso. A ver si se entera. Bien. Baja a jugar. ROSADO ?Por que nadie interrumpe en esa sala de bano cuando estan? Si lo hicieran encontrarian la sala de dano. Ni rastro de peces, ni flores, ni nubes. El nunca la tumba. Le basta tenerla quieta y a mano. Mansa como es, puede acercarsela al inodoro, donde siempre se sienta para tocarla. El lavabo es blanco, la bayeta gris, la lejia azul, el suelo negruzco. Y su sexo rosado. Y su sexo rosado. NO LE VE LA GRACIA Tendra que ser amiga de Rosi. Pero la Rosi es tan tonta. No se dice <> delante de un nombre propio, le insiste su madre, y es que su madre es culta. Ella siempre tiene que contentarse con lo que sobra: con la ropa heredada de su hermana, con el padre despreciado por su madre, con las amigas que nadie quiere, con las palabras que quedan bajo la boca de su madre despues de que esta converse con su hermana y arrulle a su hermano. Vale. Bajara con Rosi al pretil. Pero que nadie espere grandes cosas: sera una amiga casi muda y herbivora. Y seria. Ella no le ve la gracia ni a correr unos tras otros, ni a esconderse, ni a las comiditas. SE LA VAN A COMER Iba a parir inminentemente y podrian verlo de muy cerca. Les despertaron para ello muy de madrugada, en las horas insolitas para que los ninos esten despiertos, pero la ocasion lo merecia. Si todo iba bien veriamos salir primero la cabeza y las patas delanteras. La misma luz amarilla que en sus suenos de carniceria. Nacio con esa rareza de feto que hace que todos parezcamos un pez al nacer, desamparado, extranado, sin saber si respirar es la mejor opcion. Se pegaba a su madre el tiempo que la dejaron hacerlo, con un miedo de cabeza irracional y de cuerpo sin limites. Pronto las separaron: -Si no lo hacemos ahora, luego es imposible. No lo sabia, pero se la iban a comer, como dios manda, como se debe hacer con los terneros. Si todo iba bien estaria algunos dias mas sola y engordando. Si todo iba bien vendria el camion a buscarla. Carne de primera.

  • Sin control de Zara Cox

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    Nada mas conocer a Lily Gracen, todo un prodigio en programacion, Caleb Steele supo que iba a saltarse su regla de no acostarse con las clientas. Sin embargo, antes tenia que dar con su acosador. Estaba a cargo de la seguridad de Lily, aunque era ella la que tomaba la iniciativa cuando se encerraban en su mansion de Silicon Valley. La cuestion era que, de tanto contenerse, Caleb estaba a punto de perder el control.

  • Caza de brujas de Colleen Cross

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    <<…Una cautivadora historia sobrenatural. Si te gusta el misterio te encantaran Cendrine West y su extravagante familia de brujas.>> Cendrine West esconde un secreto, no quiere ser bruja. Tampoco es que sea una de las buenas, algo que su tia Pearl no deja de recordarle. Pero no puede huir de sus raices, y menos en el pequeno pueblo de Westwick Corners, donde la familia de brujas West lleva generaciones causando problemas. Todo empieza cuando aparece un cadaver justo antes de la boda de Cendrine. Su investigacion detectivesca desvela una conexion sobrenatural y un secreto sobre su prometido que preferiria no haber descubierto. Cendrine se ve obligada a poner a prueba su brujeria. ?Sera lo bastante buena como para salvar a su familia y a todo el pueblo? La escena del crimen apunta a su malhumorada tia Pearl que ha prometido acabar a toda costa con el turismo en el pueblo. Ademas, esta empenada en echar a Tyler Gates, el nuevo y atractivo sheriff, al igual que hizo con sus predecesores. Por si no fuera suficiente, el fantasma de la abuela Vi quiere entrar en accion. Cendrine promete ayudar a su tia, aunque ella misma salga perjudicada. Mientras se construye la acusacion contra la tia Pearl vuelan chispas entre Cendrine y Tyler. ?Podra Cendrine encaminar la investigacion (y su corazon) en la buena direccion? Si te gustan las historias de misterio con una dosis de humor y un toque sobrenatural, te encantara esta paranormal historia de brujas. A 1 cababa de sacar el movil del bolso porque estaba sonando, cuando la tia Pearl llego volando a mi nueva sala de redaccion. Literalmente. Algo totalmente prohibido durante las horas de luz. El hecho de que fueramos brujas no era un secreto guardado a cal y canto en el pequeno pueblo de Westwick Corners, pero mejor no ir alardeando de ello. Se planto en el marco de la puerta y grito: --!Cendrine! La tia Pearl solo usaba mi nombre completo cuando estaba enfadada. Yo tambien tenia derecho a estarlo. Llevaba en la oficina desde las seis de la manana para ponerme al dia. Era casi mediodia y estaba cansada, hambrienta y sudorosa, y encima el aire acondicionado habia decidido estropearse en el momento mas oportuno. Y el resto del dia estaba a punto de complicarse. Bueno, no si podia hacer algo por evitarlo. La ignore mientras mi telefono seguia sonando y comprobe el nombre que aparecia en pantalla. Era mama otra vez. Ya me habia llamado media docena de veces esa manana con preguntas sobre el ensayo de la boda y la inauguracion oficial del hostal Westwick Corners, ambas cosas previstas para ese mismo dia. Tendria que haberme quedado en casa. --Cendrine, el nuevo sheriff es un imbecil. Quiero que lo pongas al dia de todo --dijo desde el umbral de la puerta, esperando una reaccion por mi parte. --No --respondi dandome a vuelta y contestando al telefono. Mama estaba frenetica. --Cen, no encuentro a Pearl. Me preocupa que se haya ido y haya hecho otra de sus locuras. Active el altavoz y levante las cejas en direccion a la tia Pearl. --Esta aqui, conmigo. La tia Pearl se acerco a mi mesa y le grito al telefono: --No necesito ninguna ninera, Ruby. Soy perfectamente capaz de divertirme sola. --Eso es lo que me preocupa --respondio mama--. No puedes seguir echando a la gente del pueblo, sobre todo si son autoridades. No esta bien. --?Por que no me pones un dispositivo de seguimiento? Por Dios. --La tia Pearl se dejo caer en una silla frente a mi mesa--. No soy una nina. --A veces actuas como tal. Parece ser que yo no era la unica que se preguntaba con que tipo de bienvenida habia recibido la tia Pearl al nuevo sheriff. Era mejor no alardear de nuestras habilidades. Los West fueron una de las familias fundadoras, hace mas de un siglo, cuando mis bisabuelos se instalaron en Westwick Corners. Sin embargo, podiamos dejar de ser bienvenidos en cualquier momento. La tolerancia de los demas tenia un limite. La tia Pearl ignoro mi respuesta. Tal vez nuestro legado familiar le habia hecho creer que tenia derecho a comportarse asi. Era una lastima, porque su continua falta de respeto por las reglas amenazaba nuestra convivencia en el pueblo, aunque parecia no importarle lo mas minimo. Me arranco el movil de las manos y bramo: --Es una molestia, Ruby. Cen va a tener que explicarle todo. Recupere mi movil. --No voy a hacer nada de eso. Lo que tu quieres y lo que hace que se vendan periodicos son dos cosas muy diferentes, tia Pearl. No puedo ayudarte. El Westwick Corners Weekly esta a punto de publicarse. Habia conseguido mi trabajo comprandole el periodico al anterior propietario cuando se jubilo. La mayor parte de la industria local habia decaido cuando desviaron la carretera estatal hace unos anos. La mayoria de jovenes de mi edad se habian marchado a lugares con mas futuro poco despues. Los pocos que nos quedamos ganabamos lo justo para sobrevivir. Escuche la voz de mi madre a traves del telefono: --Cen, Pearl solo intenta ayudar. Te tomas tu trabajo demasiado en serio. No me sorprendio el repentino cambio de tono de mi madre. Simplemente se habia posicionado del lado de su hermana mayor para minimizar los danos colaterales y curarse en salud. Como la tia Pearl normalmente se salia con la suya, mama habia adoptado la estrategia de evitar los conflictos. Una estrategia que, a largo plazo, creaba mas problemas de los que resolvia. --Tengo que irme. Nos vemos en unas horas. --Mama habia permitido que la tia Pearl siguiera con su mal comportamiento tras los inutiles intentos por mantener la paz. No sabia como habia movido los hilos la tia Pearl para conseguir lo que queria. Yo, en cambio, me mantenia firme. El resultado final era que mi tia y yo siempre acababamos tirandonos de los pelos. La tia Pearl se hundio en la silla y resoplo: --Esto no es un periodico. Solo hay publicidad y cupones de descuento coleccionables. ?Por que malgastar tu tiempo? Nadie lee los articulos que escribes. Aceptalo, Cen. Este periodico es una porqueria. --Por lo menos me gano la vida de forma honesta. --Cada vez que me estaba de bajon, la tia Pearl me hacia sentir aun peor. Aunque no le faltaba razon. Habia invertido todo mi dinero en un trabajo a tiempo parcial mal remunerado, y ni siquiera se me daba bien. Habia pocas opciones para ganarse la vida en el pueblo, asi que la mayoria de nosotros teniamos que ser emprendedores--. Podrias decir algo amable para variar. Mi tia se quedo mirandome en silencio unos segundos. Eran pocas las veces se quedaba sin palabras. Mas me valia escuchar su ultima retahila de improperios si queria salir de la oficina a tiempo. Se inclino hacia adelante. --Te dare una exclusiva para que, por una vez, tengas una historia decente. El nuevo sheriff es un corrupto y quiero que publiques sus delitos. --?Que delitos? --Comprobe el reloj. Era casi mediodia--. El sheriff Gates solo lleva unas horas en su puesto. ?Que delito podria haber cometido en tan poco tiempo? --Tiene un pasado, Cen. Un pasado oscuro. --?Acaso no lo tienen todos? Tyler Gates era el quinto sheriff en seis meses. Solo atraiamos a desertores, holgazanes e indeseables a los que no emplearian en ningun otro lugar. Estaba dispuesta a dejarle un poco de margen, ya que una figura de autoridad era mejor que ninguna. Teniamos lo mejor que podiamos conseguir. --Se por que dejo su ultimo trabajo. --Pearl me guino el ojo--. Es un escandalo. --?En serio? Lo unico bueno del cambio de autoridades era que las habilidades sobrenaturales de mi familia se mantenian mas o menos en secreto. Lo malo era que no tendria que ser asi. La razon principal por la que abandonaban su puesto era por la delincuente que tenia justo enfrente. --Si, en serio. Y una cosa mas, el cartel de la autovia atrae al tipo de gente equivocado. --Entorno los ojos mientras se ponia de pie para parecer mas alta. Toda ella era indignacion e intimidacion. --Atrae a turistas, tia Pearl. Es el tipo de gente que necesitamos. La tia Pearl odiaba a los visitantes, y, a menos que dejara sus travesuras, Westwick Corners estaba destinada a convertirse en otro pueblo fantasma del estado de Washington. Nuestro pueblo no tenia industria local, solo ancianos granjeros por los alrededores que no gastaban mucho. El turismo era nuestra unica opcion, asi que habiamos pasado meses reavivando Westwick Corners para darle la imagen de un lugar idoneo para una escapada rural de fin de semana. Tenia el presentimiento de que el fruto de nuestros esfuerzos estaba a punto de echarse a perder. --?A que huele? Olisquee el aire preocupada porque el tipico aroma a lavanda pasada de la tia Pearl hubiera cambiado por un desagradable olor a gasolina. La ultima vez que olio a gasolina se habia metido en el radar de la policia del estado de Washington. Ni al pueblo ni a la familia nos convenia que eso se volviera a repetir. La tia Pearl sonrio con superioridad pero guardo silencio. --El pueblo voto si a la nueva senalizacion de la autopista, tia Pearl. Los siento pero la mayoria manda. Casi nunca venian visitantes desde que la interseccion de la autovia habia sido desviada a Shady Creek hacia unos anos. Teniamos que cambiar ese hecho urgentemente.

  • Mensajes desde el infierno de Meg Gardiner

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    Dos asesinatos. Las victimas llevan la firma del Profeta, un psicopata calculador que hace veinte anos sembro el terror en la bahia de San francisco y luego desaparecio. Aquel asesino en serie destruyo al padre de Caitlin Hendrix cuando era una nina. Ahora ella es policia y no piensa dejarle escapar. Aunque para ello tenga que asomarse al abismo.

  • Un asesinato en la escuela de Yiros Dakay

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    Cumplir 40 y luego 50 en realidad no me molesto, pero cumplir 60 era algo que simplemente no podia aceptar. Lo ignore el dia que sucedio e hice todo lo posible para hacerlo a pesar de los intentos de mi familia y amigos de asegurarme de que no lo olvidaba. Malditos sean. Ahora tenia mas de un mes de los 60 y todavia me molestaba. Lo unico bueno de esto es que estaba solo un ano y once meses mas cerca de la seguridad social. Refunfune en mi pequena habitacion tocando los teclados de mis computadoras, sacandolas del modo de suspension y deseando tener algo mejor que hacer con mi vida. En realidad, cualquier cosa hubiera sido mejor ya que ahora no estaba haciendo nada en el momento presente de mi vida. Estaba desempleado debido a la estupidez de mis antiguos empleadores, un antiguo problema para la mayoria de los buenos trabajadores, y la agencia estatal de desempleo decidio que no calificaba para los beneficios. Quizas sea el hecho de que habia dejado mi trabajo porque realmente lo odiaba, posiblemente esa fue la razon por la que me negaron la compensacion. Escribi una bonita carta en respuesta a su solicitud de mas informacion explicando que mis antiguos empleadores eran unos idiotas y que solo estaban abusando de mi buena naturaleza y obligandome a abusar de mi automovil en el deber de mi trabajo. Habia pasado los ultimos 22 meses como guardia de seguridad conduciendo mi automovil alrededor de un gran concesionario de Cadillac en los suburbios de Detroit a medianoche desde las 7 p.m. hasta las 6 a.m. de la manana siguiente, protegiendo los neumaticos de los automoviles que eran el objetivo principal de que los adictos y los pobres robaran. Los robarian directamente de los autos. Me asombro que arrastraran un gato hidraulico pesado, hierros para llantas y bloques de concreto para quitar alrededor de 2 a 4 llantas que venderian por un par de cientos de dolares arriesgandose a ser atrapados. Yo era un buen soldado y logre detener dos intentos de robo, cuando mi empleador me dijo que obtendria veinte dolares como recompensa, que nunca recibi. No es la primera mentira que dijeron. Mi pobre coche, un Ford Crown Victoria de veinte anos, estaba sintiendo lentamente las mismas dolencias que yo, la vejez. Tuve que hacer una serie de reparaciones durante el tiempo que estaba trabajando y el calentador se apagaba, generalmente cuando llegaba el invierno aqui en el sureste de Michigan. Bueno, para abreviar los detalles aburridos, me canse del abuso del coche y pedi tiempo libre para arreglarlo correctamente. Lo tomaron alegremente como mi renuncia y me quede sin trabajo. Mis computadoras finalmente cobraron vida y conecte la computadora portatil a la conexion de acceso telefonico a Internet y revise mi correo electronico, que generalmente consistia en spam y una serie de bromas reenviadas, fotos sucias y cartas en cadena de Mark, mi antiguo companero de trabajo y el unico amigo que tengo. Eliminaba el correo no deseado y las cadenas de cartas y luego leia los chistes, admiraba los cuerpos desnudos nubil de las mujeres en las fotos de Mark, tratando de recordar el ultimo sexo que tuve hace unos 12 anos. Se estaba desvaneciendo de mis bancos de memoria, ahora una imagen nostalgica que ya no podia disfrutar. No me malinterpretes, tengo sexo ocasional, pero no con otro ser humano. Mark era otro guardia con el que trabaje y no era una persona a la que los ladrones quisieran tener enfrentandolos. Mark era un motociclista corpulento y con bigote que llevaba una .38 niquelada en su cinturon. Se suponia que no ibamos a cargar, pero el preferiria ser atrapado con el que sin el. Yo, simplemente me negue a salir de mi auto si me enfrentaba a criminales. Ok, soy un cobarde. Mark tambien era un gran oso de peluche con una debilidad por los demas, le importaba, un bien escaso en la gente hoy en dia. Se preocupaba por mis problemas y ocasionalmente me compraba un paquete de 30 cervezas a cambio de prestarle mi coleccion de peliculas en DVD. Mark era el unico amigo que tenia aparte de mis computadoras y mi cerveza. Mire el reloj de pared, eran las 7:45 de la noche y todo estaba en silencio en la casa. Mis padres estaban en la cama, por lo general estaban en la cama al menos a las 6:30. Mi papa estaba enfermo y mi mama era su cuidadora. Ayude a mama con cosas que ella no podia manejar, como llevar a mi papa a la cama, hacer las compras y los trabajos ocasionales de la casa. Era un arreglo que le sentaba bien a mi mama, pero siendo un hombre desempleado, bebedor de cerveza, de 60 anos que vivia con sus padres, no era exactamente un candidato principal para ninguna mujer que buscara una relacion. Dios, que perdedor fui. Puedo ver el perfil en el formulario de citas en linea: “Bueno, vivo en mi antigua habitacion en la casa de mis padres, puntaje de credito pobre, sobrepeso, calvicie, barba gris, bebo al menos 8 cervezas por noche, desempleado y acabo de convertirme en una persona mayor. Puedo ser el hombre de tus suenos, El reloj ahora corria hasta las 8:00 pm y abri la primera de las seis cervezas que tenia que recortar ahora que estaba sin trabajo y sin dinero. Un paquete de treinta cervezas ahora duraba cinco dias y mantenia bajos mis gastos. Mi mama me daba un poco de dinero cada semana para que le funcionara la gasolina, asi que dividi la asignacion entre la gasolina para el automovil y el combustible para mi. Tengo una regla fundamental, nunca bebo cerveza antes de las 8:00 de la noche y nunca conduzco ni siquiera despues de lata. He visto el infierno que puede atravesar una persona despues de un jersey de policia y unas cervezas. Esta noche mi correo electronico contenia la basura habitual, junto con las cosas de Mark, pero una carta me llamo la atencion. El remitente era ” [email protected] ” y el sujeto decia en letras grandes: “!JAMES, POR FAVOR AYUDA!” Conoci a Bee Bryant en la escuela primaria y siempre me llamaba James. En realidad, estaba muy enamorado de Bee e incluso nos mantuvimos firmes durante aproximadamente un mes antes de que el distrito escolar se dividiera en divisiones mas pequenas y la enviaran a una escuela diferente. Fui a la descarga de mi programa de correo y recupere la carta. Decia: “James, se que han pasado anos desde que nos vimos, pero hable con Joyce Harper y me dijo que escucho que estabas trabajando para una compania de detectives. Obtuve tu direccion de correo electronico del sitio web de ex alumnos y no se a quien acudir pero temo por mi vida, no puedo llamar a la policia y pense que podrias ayudarme. Si me puedes llamar, estoy al 555-3682. Ni siquiera puedo salir de mi apartamento. Por favor llama, Bee “. Imprimi la carta y la volvi a leer. Saque mi confiable telefono celular Palm Treo de mi bolsillo y marque el numero. Sono unas cuatro veces y luego respondio una voz masculina. “?Hola?” “?Puedo hablar con Bee, por favor?” “?Quien llama?” “Soy un amigo suyo de la escuela secundaria, ?puedo hablar con ella por favor?” “Me temo que no puede atender el telefono”. El pauso. “Ella fue asesinada hoy”. Escuchar esas palabras envio un escalofrio a traves de mi cuerpo. La voz del telefono pregunto: “?Quien eres tu de nuevo?” No supe que decir. “Soy un amigo de la escuela secundaria”. Solte. “Ya dijiste eso, pero ?quien eres?” El demando. “Bueno, ?quien pregunta?” Exigi de vuelta. “Sargento detective Will Trapper, policia del municipio de Clinton. Ahora, quiere responder a mi pregunta”. “Oh.” Mi mente estaba en blanco. “Uh, mi nombre es Luis Brown, conoci a Bee de la escuela secundaria”. “Si, ya lo entendi. ?Cuando fue la ultima vez que vio a la senorita Bryant?” “Supongo que han pasado mas de 40 anos”. Mi cerebro trato de hacer los calculos, pero simplemente lo redondee. “Llamas ahora despues de 40 anos, ?por que?” “Ella me envio un correo electronico hoy para llamarla”. Hubo un silencio por un momento y luego pregunto: “?Que decia el correo electronico?” Se lo lei de la copia impresa, volvio a guardar silencio. “?Eso es todo lo que dijo?” Le asegure que eso era todo. “?Que paso con ella, puedo preguntar?” “Estamos investigando, eso es todo lo que puedo decir en este momento. Bryant dijo en su correo electronico que estabas en una compania de detectives, ?para quien trabajas?” “Oh, en realidad es una compania de seguridad, yo era un guardia. Tenian un contrato con Dooley Cadillac en Eight Mile y trabajaba alli 4 noches a la semana vigilando los autos. No estoy trabajando para ellos en este momento. Renuncie. ” “?Por que renunciaste?” “Larga historia, sera un placer contartela en algun momento, a menos que ahora tengas unos 20 minutos para escucharme despotricar sobre mis empleadores”. Lo dejo ir. Me pregunto como podian localizarme, le dije y dijo que probablemente me llamarian para responder algunas preguntas mas. No se que mas podria haberle dicho, aparte de Bee y yo nos mantuvimos firmes durante un mes hace 40 anos. Espero que eso no haya sido motivo de sospecha. Colgue el telefono, aturdido. Una chica de la que estaba super enamorado hace anos habia sido asesinada y queria que la ayudara. Me sente alli por un largo rato, mi mente simplemente entumecida. Sabia que Mark estaba trabajando en el turno de medianoche esta noche en el concesionario, asi que lo llame. El y yo hablamos entre nosotros casi todas las noches por telefono, pero desde que deje el trabajo alli, nuestras llamadas ascendian a cuando el estaba trabajando, no queria molestarlo en casa. “!Oye, Luis, se acabo!” Su voz era suave con un toque sureno. Nunca le pregunte sobre eso. “Bueno, tengo un misterio en mis manos.” “Hablame, hombre, estoy intrigado”. Podia escuchar su sonrisa a traves del telefono. Le hable del correo electronico y la llamada telefonica. Le lei la carta y se quedo callado un rato. “Vaya, un asesinato misterioso. ?Cuando vas a empezar a investigar?” Volvio a sonreir. “Mark, ella fue un amor hace mucho tiempo en mi vida y ahora su vida se acabo. No se como sentirme ni que debo hacer al respecto”. “Bueno, ella penso que podrias ayudarla, tal vez deberias.” Mark tiene esta perspectiva de la vida para aprovechar el dia y condenar los torpedos. Me encantan las buenas historias de crimenes / misterio y tengo mas de cien libros electronicos que leo en mi Palm TX cuando tengo algo de tiempo libre. Lei casi todos los libros de Alex Cross de James Patterson y estaba hasta mi vigesimo libro “in Death” de Nora Roberts escribiendo como JD Robb sobre la detective de policia futurista, Eve Dallas. Mis otros heroes del crimen fueron Spenser, Sunny Randall y Jesse Stone en libros separados de Robert B. Parker y, ultimamente, Travis McGee de John D. MacDonald fueron la sabrosa carne que devore. La idea de ser un investigador privado me intrigaba. “Ok, entonces, ?por donde empezamos?” Hice la pregunta. “Vaya, ?me estas ofreciendo un trabajo como detective junior?” Bromeo.

  • Por Elisa (Elisa 2) de Lily Perozo

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    Despues de superar muchas pruebas el amor entre Elisa y Jules se ha fortalecido, cada vez es mas dificil ocultar el sentimiento que comparten, y la urgencia por estar juntos los lleva a revelarse contra aquellos que mas duro los juzgan.
    Sin embargo, su felicidad no puede ser completa, aun las culpas pesan en sus almas, ambos saben que no pueden olvidarse de todo y vivir su amor plenamente y en libertad, no a costa de la infelicidad y el sufrimiento de Frank.
    Nuevas situaciones daran un giro a la historia y haran que este amor sea puesto a prueba una vez mas, exigiendo mayores sacrificios. Nuevos personajes, algunos aliados y otros enemigos de este sentimiento, jugaran un papel muy importante en la toma de decisiones de Elisa y Jules.
    Por Elisa, nos llevara a traves de emociones que nos haran cuestionarnos, hasta donde se puede llegar por amor y cuanto estamos dispuestos a sacrificar por la persona que amamos.

  • Juegos prohibidos 5 de Emma M. Green

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    Ese beso tan sublime… La pantalla subiendo… Tristan y yo, cayendo en la trampa, frente a todos esos rostros impresionados. Si tan solo pudiera borrar esa imagen. Arrancarla de mi mente donde esta tan grabada, para siempre. Sienna esta furiosa. La castana, humillada por nuestra culpa, atraviesa la multitud del country club y nos ordena con una voz glacial que la sigamos. Tristan obedece, se pone de pie y me ofrece la mano animandome con su mirada grave y protectora. Mi corazon me incita a tenerle confianza, a creer en el, en nosotros, pero me quedo postrada, incapaz de moverme. Los murmullos se multiplican, se hacen mas fuertes. Craig interviene, llega hasta mi sosteniendo todas las miradas acusadoras, toma suavemente mi muneca y me convence de seguirlo hasta el estacionamiento. Recupero el uso de mis pies, pero de la palabra todavia no. En el auto reina un silencio de muerte. Lucho contra las lagrimas, estoy en otro mundo. Harry se duerme rapidamente, acurrucado en su asiento del auto. Tristan esta volteado hacia el otro lado y sus amplios hombros forman una barrera entre nosotros. Al bajar de la SUV, me doy cuenta de que lo peor todavia esta por llegar. - !No se conformaron con arruinar la ceremonia de mi premio, no! !Hicieron que no me atreva NUNCA mas a salir de mi casa por la verguenza que siento! Los gritos de Sienna llevan mas de una hora resonando en la residencia familiar. Mientras que mi padre permanece mudo, volteado hacia la ventana, su mujer se desganita sin parecer para nada cansada. Y a pesar de mis timpanos que timbran, a pesar de todo lo que me molesta de ella, me siento culpable. Me odio por haber arruinado su velada. Me odio por haber decepcionado a mi padre, por haber dado ese espectaculo, por haber manchado el retrato familiar. Y por haberle hecho sufrir todo eso a Tristan. Pero mas que nada, me odio por haberme enamorado del unico chico al que no tenia derecho de amar. << No tienen derecho >>, eso es lo que todos deben estar pensando. Justo cuando acababa de decirle, o casi, que lo amaba. Siento que regresamos al punto de partida. Tristan no me ha mirado, no me ha dicho ni una sola palabra desde que dejamos el country club. Con la mirada dura y pareciendo intocable, el mira la pantalla plana de la television apagada, como si fuera a lograr atravesarla para huir. Cuanto lo comprendo... Y Sienna continua hecha una furia dando vueltas alrededor de mi: - !Maldita sea, digan algo! !Al menos eso nos deben! !Craig, reacciona! ?Te das cuenta de lo que hicieron? - ?Solo fue un beso? pregunta de pronto mi padre, pareciendo cansado y sin mirarnos. ?Uno solo? ?Nada mas? Estoy agotada. Agotada de tanto mentir, de tanto actuar, de tanto esconderme. Estoy a punto de confesarlo todo cuando Tristan voltea finalmente hacia mi. Mi corazon se detiene, me doy cuenta de que ya no es el mismo. Nuestra burbuja, nuestra serenidad, nuestra osmosis realmente acaba de romperse. ?Todo el camino que recorrimos fue en vano? Tiene los brazos cruzados, la mordida apretada, sus ojos me examinan cuidadosamente, con cierta ternura. Esperaba encontrar en ellos enojo, desconfianza, pero estaba muy equivocada. El parece comprender que estoy a punto de confesarlo todo. Parece leer la desesperacion en mi mirada. Y con una infima senal de la cabeza, me dice que no. Me impide hacerlo. No estoy segura de entender por que. Me siento confundida. Una lagrima corre por mi mejilla. Tristan se voltea y toma el control de la situacion. Su voz ronca llega a rescatarme. - Fue un error… resopla hacia mi padre. Lamento lo que hice. Yo soy el unico responsable, no sean tan duros con Liv. Esto no se va a repetir. Nunca. Mi corazon se rompe en mil pedazos. Se que no dice estas palabras en serio. Se que solo esta buscando sacarnos del apuro, pero ya no logro quedarme alli y seguir fingiendo, asi que huyo. Una vez que llego a mi habitacion, puedo darle rienda suelta a mi llanto. Toda la noche. *** La informacion recorrio toda la isla en menos de veinticuatro horas. Bonnie y Fergus llegaron a mi casa al dia siguiente de la catastrofe, mientras que Tristan estaba desaparecido, aparentemente decidido a no verme ni hablarme. La casa estaba desierta, ya era hora de que me liberara. Mis mejores amigos tuvieron derecho a la version completa, a toda la historia de Tristan et Liv desde el principio. Bonnie estaba furiosa, Fergus impresionado. Ambos convencidos de que lo odiaba. Disgustados de que hubiera podido mentirles por tanto tiempo. Y luego se hicieron a la idea, poco a poco, venciendo el dolor. Hay que decir que probablemente mis abundantes lagrimas les ayudaron a sentir compasion. Despues de hacerme un millon de preguntas, Bonnie concluyo que siendo mi mejor amiga debia haberlo sabido antes. Fergus se conformo con suspirar y admitir que oficialmente era el ultimo loser del grupo. Y los tres nos pusimos de acuerdo en que estaba prohibido volver a hablar del tema, hasta que pusiera mis ideas en orden. Y que la vida normal retomara su curso.

  • Si los gatos desaparecieran del mundo de Genki Kawamura

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    Un joven cartero regresa a su casa despues de que el medico le diagnosticara un tumor cerebral en fase avanzada. Alli se encuentra a su gato Col y a un extrano personaje, identico a el excepto en su actitud y en su vistosa indumentaria. Dice ser el diablo y le anuncia su muerte inminente. Pero le ofrece un trato: por cada objeto animado o inanimado que acepte que desaparezca del mundo, ganara un dia de vida. Empieza por los telefonos, sigue el cine, luego los relojes… Pero cada uno le evoca aspectos de su vida, la relacion con su exnovia, con su padre cuya relacion termino mal… Cuando le llega el turno a los gatos, encuentra una carta que su madre le dejo escrita antes de morir pidiendole que se reconciliase con su padre. ?Y que pasara cuando desaparezcan los gatos? Genki Kawamura nos deleita en ” Si los gatos desaparecieran del mundo ” con una novela agil, evocadora, emotiva, fantastica…, divertida en la interrelacion entre el gris e introvertido cartero, el peculiar diablo y el gato Col. Una novela que pone en valor nuestra existencia cotidiana y lo que nos rodea, al mismo tiempo que critica a una desnortada sociedad en la que prima el individualismo y lo superfluo sobre lo esencial de la vida.

  • La suerte de los idiotas de Roberto Martinez Guzman

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    Lastrado por una ultima mision policial en Madrid que no acabo de la mejor manera, el policia Lucas Acevedo regresa a Galicia para poner en orden su cabeza. Cuando cree que lo ha conseguido, una noche conoce a una mujer que le hara plantearse la solitaria existencia que ha llevado hasta entonces. Sin embargo, pronto se complican sus planes. Mucha gente comienza a morir en su entorno y, en el momento en que se da cuenta de que el tambien esta en el punto de mira, tendra que librar una batalla de la que no conseguira salir indemne.

  • Insensatez de Horacio Castellanos Moya

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    Sin pensarselo dos veces, y sin prever hasta que punto esa decision cambiara su vida, el protagonista de Insensatez acepta un comprometido encargo de su amigo Erick: revisar la version final de un informe que consigna el genocidio padecido por los pueblos indigenas de un pais centroamericano. Asi, instalado en una exigua habitacion del arzobispado de la ciudad, el protagonista se enfrenta a mas de mil cuartillas que reproducen denuncias de supervivientes y testigos. Atisba entonces un horror que lo fascina y abruma, pues en los textos que va leyendo encuentra metaforas, giros y dislocaciones de lenguaje que recrean vividamente matanzas y actos de crueldad que, de otro modo, serian inexpresables. Al margen de esa ingente tarea, sin embargo, transcurre la realidad cotidiana del protagonista,una realidad a veces frivola y promiscua que contrasta conla sensacion de acoso y peligro que lo invade y con su obsesion por una violencia que podria convertirse en su infierno.

  • Contigo amor de Ester Davo

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    TU HERMANA VOLVERA a la ciudad esta noche. Esperaba que pudieras quedarte por aqui hasta entonces, al menos hasta que llegue, seria lo ideal. --No se si puedo. El trabajo ha estado agitado y necesito volver a la ciudad. Mi mama me miro como si no me creyera o no pensara que era lo suficientemente importante como para dejar de lado lo que ella estaba pidiendo. No era el trabajo lo que me iba a retrasar. Era el hecho de que tenia otras cosas que hacer. No era el trabajo de 9 a 5 lo que me mantuvo ocupado, sino lo que hacia en mi tiempo libre y que ella no conocia, lo que me causo tanto dolor. Lo que se suponia que no debia saber, pero siempre sospecho algo cuando su regalo costaba demasiado durante las fiestas. Todavia estaba tratando de mantenerla en la oscuridad sobre el trabajo, asi que nunca fue una buena idea tratar de usarlo como mi excusa. --Vas a tener que hacer tiempo para Karla. No la he visto en todo el ano y seria bueno tener a mis dos hijos de vuelta en el mismo lugar. Sabes que nunca se queda mucho tiempo. ?No extranas a tu hermana? Aqui viene la culpa y sabia que iba a perderme en ella si no encontraba rapidamente una razon por la que no pudiera quedarme. --La echo de menos, pero creo que va a regresar por un tiempo. ?No se va a demorar un tiempo en volver a irse? Se suponia que me encontraria con Mario mas tarde. --Bueno, dile que venga. Yo tampoco lo he visto en mucho tiempo. Nunca te veo desde que te mudaste a la ciudad. Espero que Karla no haga lo mismo. Ustedes se van a la universidad y no regresan. Se supone que debes volver a casa despues de graduarte. --Tuve que ir donde estaba el dinero. Nadie de por aqui quiere pagar nada, asi que a menos que quieras que extraiga gasolina en la estacion, no hay nada para mi aqui. Se mecia de un lado a otro en su mecedora de madera, con un te en la mano. El porche ofrecia una buena vista y mama estaba disfrutando de la brisa. Lo que no entendia era por que todo se reducia a esto. ?Por que ella no podia ver que era miserable en este pequeno pueblo para alguien menor de cincuenta anos? No habia trabajos, ni gente a la que realmente quisiera ver por ahi. Hartford siempre habia sido el tipo de lugar que querias dejar. No importaba como llegabas alli, no era un lugar para quedarse. Era un lugar para saltar y no queria volver a la vida lenta que tenia aqui. Preferia la vida acelerada que habia hecho para mi en la ciudad. --Lo se hijo. Ojala estuvieras mas cerca y no tan ocupado… --Intentare venir mas. El viaje no es tan malo. Ella se sonrio a si misma y ambos sabiamos que habia ganado. Mama conseguia lo que queria con sus suaves sugerencias porque Karla y yo sabiamos que era su manera de manipularnos para que hicieramos lo que ella queria. Aunque lo sabiamos, no cambio la eficacia de sus tacticas despues de todos estos anos. --Bueno, me gustaria verlos mas y por una vez me gustaria que ambos estuvieran en casa al mismo tiempo y cenaramos juntos, echo de menos eso. Si ustedes empezaran a tener sus propios hijos, yo tendria nietos para mantenerme ocupada. --Vale, tu ganas. Me quedare hasta que vuelva Karla, pero no hablemos de nietos. Ni siquiera tengo una novia estable ahora mismo, asi que eso va a tener que esperar. --?Que hay de Andrea? Parecia una buena chica. Me rei para mi mismo y movi la cabeza. Andrea fue una chica con la que tuve un buen sexo y lo hacia como si su vida dependiera de ello, pero ella no era realmente el tipo de mujer con la que me gustaria casarme, si es que existiera tal cosa. Era algo pasajero y solo la habia mencionado antes para evitar una conversacion similar sobre mi vida amorosa. Nunca fue lo que queria conversar con mi madre. --Simplemente no funciono. Solo tengo veinticuatro anos. Nadie que yo conozca esta casado todavia. Es mejor encontrar la correcta, ?no? --Supongo, pero no esperes demasiado. Me estoy haciendo vieja y tu padre tiene cinco anos mas que yo. Me gustaria ver a mis nietos antes de dejar este mundo. Le sonrei y volvi a mover la cabeza. Era dificil que me irritara con ella y en este momento no podia hacerlo. Se salio con la suya, siempre lo hizo y no pude hacer nada al respecto. Los que nos conocian a los dos me decian que obtuve ese rasgo especifico de ella. Ni siquiera el diablo podria rechazarme. Bueno, ella era la unica persona a la que no podia convencer. --Bien, entonces tengo un par de llamadas que hacer y luego voy a recoger a Mario. --Vuelve para la cena. Voy a hacer tu plato favorito. Ahora me estaba sobornando con comida. Monica usaria cualquier cosa que estuviera en su poder y como siempre habia sido una gran cocinera lo utilizaba para chantajearme. No podia decirle que no a su lasana y ella lo sabia. --Estare aqui a las seis. Papa estara en casa para entonces, ?verdad? Monica asintio con la cabeza. --Como un reloj. Me gustaria que tuvieras algo como para que yo sepa donde estas y cuando esperarte. --Vale mama, tengo que irme. Volvere en un momento. Sali del porche antes de que me arrastrara a otra cosa. Realmente necesitaba volver a la ciudad de inmediato, pero iba a tener que esperar y ver como me iba. No habia forma de salir de la cena y luego ver a Karla. Karla era hostigosa como mi madre. Ella me obligaba a hacer las cosas. Eso es lo que habia hecho antes de cruzar el pais para ir a la universidad. Dudaba de que algo hubiera cambiado. La unica diferencia que vi en el verano cuando ella regreso fue que era mas molesta de lo normal. Al subirme a mi pequeno coche rojo, sali de la entrada, pero no lo suficiente, podia mirar a la mujer mayor en el porche. Me lo diria si pensara que estoy siendo demasiado torpe. Mire hacia atras en mi espejo retrovisor y juro que pude ver el ceno fruncido en su cara. Suspirando para mi mismo, pense en no volver. Sabia que la proxima vez que la viera habria consecuencias. Solo seria una cena, ?verdad? Entraria y saldria en un abrir y cerrar de ojos. Mario y yo tendriamos que conducir cuando todo terminara. Tenia asuntos de los que habia que ocuparse esta noche, de una forma u otra. Si no, tendria que resolverlo todo cuando volviera. Odiaba dejar el club desatendido por mucho tiempo, especialmente un sabado por la noche. Era como buscar problemas. CAPITULO 2 MARIO --?COMO demonios sabia que te encontraria aqui, Mario, con una mujer sexy en tus brazos? -- Mire a Camilo y movi la cabeza. --Porque vienes en el peor momento como siempre y solo hay un bar en toda la ciudad. ?Donde diablo iba a estar si no aqui tratando de probar la comida local? Ha pasado un tiempo desde que encontre una tan dulce. La mujer a mi lado se puso a reir, le gusto la atencion y me dio a entender que ella era el tipo de chica que estaba buscando. --Cierto. ?Y a quien tenemos aqui? Estaba mirando a la rubia sexy que acababa de conocer con el nombre de Lucy. Estaba seguro de que no era su nombre real, pero no importaba. La mujer era dulce y me apetecia un poco de azucar. Lucy lo haria muy bien. Ademas, queria ser bailarina y ser famosa en Chicago, asi que, ?quien era yo para matar sus suenos? Eramos duenos de un club en Chicago y siempre estabamos buscando chicas nuevas. Todas las chicas tenian otras aspiraciones, esperando esa unica oportunidad. Lucy queria ser actriz algun dia. Por ahora le iria bien desnudandose en el escenario. --Quiere venir con nosotros al club. Ella es Lucy y quiere bailar para nosotros, Camilo. Le dije que tiene lo que hace falta, ?no crees que si? Bonito cuerpo y una cara bonita. Creo que los chicos pagaran bien por verla desnuda. ?No lo harias? El la miro de arriba a abajo y yo pude ver un ligero brillo en sus ojos. --Si, ya lo veo, pero no es un buen momento para traer mas chicas. Tenemos que volver a cenar a mi casa antes de irnos. Monica no nos dejara ir sin compartir la cena y esperar a que llegue Karla. Dijo que tu tambien debes venir, asi que estoy aqui para recogerte. No quiero entrometerme en tu diversion que sin duda estas a punto de tener con esta encantadora jovencita. No iba a discutir con la madre de Camilo, especialmente si estaba cocinando. Desde que Camilo y yo eramos amigos desde hacia anos, siempre me habia encantado su cocina. Pero tenia razon sobre para que estaba alli. Queria deslizarme en esta mujer inmediatamente. No queria esperar, pero lo haria. Mi mama se habia ido hace mucho tiempo y ni siquiera la recordaba, asi que la mama de Camilo siempre me habia invitado a pasar las fiestas. Monica me hizo sentir bienvenido y no podia rechazarla. --Bueno, ella consigue lo que quiere. --Si que lo hace. ?Quizas puedas recoger a tu amiguita mas tarde cuando salgamos? Siempre podemos usar otra cara hermosa en el club. Lucy y si, tienes lo que hace falta. Estoy seguro de que muchos hombres van a perder mucho dinero tratando de estar de tu lado. Ella se rio y parecio tomarse un minuto para seguir la conversacion, pero no reacciono muy pronto. Era guapa, pero seguro que no era tan lista. Se trataba de como me gustaban. Menos pensamientos siempre es bueno para menos dolores de cabeza. Cuando le deje claro que estaba a punto de salir, le di mi numero y le dije que preparara algunas cosas para el viaje. Tambien le prometi que iba a hacerla gritar esta noche cuando todo estuviera dicho y hecho. --Tenemos algunos departamentos en la ciudad y puedes compartir con una de las otras chicas. Creo que esto va a ser un buen cambio para ti, Lucy. Chicago es una ciudad hermosa con todo tipo de oportunidades para mujeres atractivas como tu. Ella me miro fijamente y luego me beso en los labios antes de salir a hacer lo que le pedi. No me gustaba demasiado, pero era exactamente lo que los chicos buscaban en casa y yo siempre me apresuro a probar a las chicas nuevas. Tenia un anhelo por la rubia y me lo sacaria muy pronto. Era una situacion en la que todos saldriamos ganando.

  • Deja cantar a la muerte de Sandra Andres Belenguer

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    Tras la muerte de sus padres, su gran apoyo, Christine se siente incapaz de luchar por su sueno: la musica. Solo se siente libre durante las excursiones secretas que realiza con unos amigos a los subterraneos de Paris… En ese universo, alguien la ha oido cantar: un ser oculto tras una mascara, repudiado por todos, quien, impulsado por su voz y el deseo de romper su soledad, le ayudara desde las sombras a vencer sus miedos.

  • Adolescente Afortunada de Elena Romero

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    Laura tenia 19 anos.
    Victor 40.
    Ella estudiaba en la universidad.
    El era un tiburon de los negocios.

  • Antes de que digas adios de Victoria Vilchez

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    Y ese? --dijo Lola, senalando a un chico rubio que acababa de salir de la piscina. Negue con la cabeza--. Pero si es perfecto. No se quien de las dos estaba mas harta de aquel jueguecito, si ella, que se empenaba en encontrar un tio que me gustara, o yo, que no tenia intencion alguna de liarme con nadie. --Vamos, Lola --replique, al darme cuenta de que babeaba--, cierra la boca de una vez. No se acerca ni de lejos a la palabra perfeccion: juraria que el rubio no es natural, tiene el culo plano y, de esto no estoy segura, pero creo que el tatuaje del hombro es de pega. Mi amiga se volvio hacia mi con el ceno fruncido y su clasica expresion de <>. La ignore y volvi a tumbarme en la hamaca. --Bruja --farfullo entre dientes. --Te he oido. Se puso las gafas de sol y se acomodo en su tumbona. Me recordo a Uma Thurman en Pulp Fiction, con su corta melena morena y completamente lisa a pesar de la humedad. --No lo entiendo, Ari. Llevas un ano pasando de todo tio que se te acerca, y de los que no se te acercan tambien. --Trate de seguir ignorandola, consciente del discurso que se avecinaba--. No me digas que no te apetece darle una alegria al cuerpo. --Estoy bien asi. Eres tu la que parece necesitar con urgencia un buen repaso --le espete, con un tono de voz algo mas duro de lo que esperaba. --No cambies de tema. --No lo hago --proteste, dedicandole una sonrisa inocente que no me sirvio de nada. --Lo haces y muy mal, anadiria. Se cruzo de brazos, enfurrunada, como si en vez de veintiun anos tuvieramos siete y le hubiera robado su juguete preferido. --No debes ni acordarte de como se hace --dijo, tras convencerse de que no iba a seguirle el juego. Puede que fuera verdad. Mi desencanto respecto al genero masculino habia ido aumentando a lo largo del ultimo ano. Todo habia empezado a asemejarse a una mala novela romantica que se repitiera una y otra vez: chico conoce a chica, a chica le gusta chico, chico se muere por ponerle las manos encima a la chica, chica cree que siente algo por el, chico tambien... chico conoce a otra chica, chica se da cuenta de que el tipo es un imbecil y fin de la historia. Eso cuando no era la chica la que conocia a otro chico. Resumiendo: que me habia hartado. Dada mi estrepitosa carrera amorosa, habia decido plantarme y dejar de complicarme la vida. En honor a la verdad, tendria que decir que mi voluntad a veces flaqueaba, pero por norma general llevaba bastante bien la castidad autoimpuesta. --Me acuerdo perfectamente --afirme, no del todo convencida. --Vale, porque vas a tener oportunidad de demostrarlo --se jacto con una sonrisa maliciosa asomando en sus labios--. Por ahi viene un morenazo perfecto para ti. Segui la direccion de su mirada y salte de la hamaca cuando me di cuenta de a quien pertenecian aquel par de ojos verdes que me estaban observando con descaro. --!Lucas! --Me arroje en sus brazos y el me alzo del suelo, envolviendome con los suyos. Tras unos segundos, escuche el carraspeo de Lola a mi espalda. Lucas me dejo en el suelo y se aparto para dedicarme una larga mirada. --Dime que bailaras conmigo --murmuro, dedicandome su mejor sonrisa torcida, esa que usaba para que las chicas dejaran de respirar a su paso. --Antes de que digas adios --recite en respuesta, tal y como hacia cada vez que el me lo preguntaba. Su cara se ilumino al escucharme. Le guine un ojo antes de girarme hacia Lola, que habia permanecido en silencio durante nuestro peculiar saludo. --Lucas, esta es Lola --los presente, reprimiendo la risa ante la expresion perpleja de mi amiga--. Lola, este es Lucas. --Encantado, Lola. Mi amiga, que continuaba recostada en la hamaca, asintio con la cabeza, desarmada por la picara sonrisa de Lucas. Puse los ojos en blanco, consciente de que esa era la reaccion tipica de la mayoria de chicas, e incluso de algunos chicos, al conocerlo. No podia negar que era una respuesta logica. Su metro ochenta, el pelo moreno despeinado, un cuerpo practicamente perfecto (que yo sabia que mantenia a base de natacion y jogging) y la seguridad que destilaba eran, entre otras, razones de peso para provocar que desviaras la vista a su paso para asegurarte de que no te lo estabas imaginando. Incluso la cicatriz que adornaba su ceja izquierda, en lugar de afear su rostro, le otorgaba un mayor atractivo. Lo habia conocido al iniciarse el curso pasado, e inmediatamente nos habiamos hecho amigos. Compartiamos ratos de estudios en la biblioteca y salidas a cenar o al cine, siempre que el no hubiera quedado con alguna de sus muchas conquistas. No puedo decir que no se mereciera la fama de mujeriego de la que gozaba en la facultad. Pero nosotros eramos amigos, solo eso. --Encantada --farfullo al fin Lola. Mi amiga desvio la vista de Lucas para mirarme, enarcando la cejas de forma interrogante. Estaba claro que iba a tener que darle muchas explicaciones. Ella habia oido hablar de Lucas en muchas ocasiones, pero puede que yo hubiera obviado algunos detalles de su fisico con la esperanza de que ella no me machacara al respecto. --No esperaba encontrarte aqui --afirmo Lucas, reclamando nuevamente mi atencion. --Quedan dos semanas para que comiencen las clases. Lola tendra que regresar a Londres y yo a Madrid. Pensamos que nos vendrian bien unos dias de descanso antes de volver a la cruda realidad. --En realidad --intervino Lola--, teniamos la esperanza de conseguir que Ari se diera un buen revolcon y dejara de comportarse como una amargada. --!Lola! --la reprendi, mientras Lucas rompia a reir a carcajadas. Aquello era la venganza de mi amiga por lo que le habia ocultado, y seguramente no se iba a contentar con eso. --Nada serio --continuo ella--, ya sabes, con un rollete de una noche seria suficiente. --Suerte con eso --senalo Lucas--. No creo que le falten voluntarios... --Estoy aqui --dije, y levante la mano por si habian olvidado que me encontraba presente. El chico del tatuaje, del que momentos antes Lola me habia intentado vender sus bondades y atractivos, llamo a Lucas desde el otro lado de la piscina. --He de irme. --Me acerco a el para darme un beso en la mejilla--. Esta noche organizamos una fiesta en la casa de un amigo, luego te envio un mensaje con la direccion. --Cuenta con nosotras --acepto con rapidez Lola--. Puede que aun haya esperanza para Ari. El resto de la tarde, Lola se dedico a someterme a un completisimo tercer grado que ya quisieran los de la CIA. Cuando se ponia asi, me recordaba a uno de esos perros que pasa horas enteras con un hueso roido entre los dientes y grune cada vez que alguien intenta quitarselo de la boca. --Para que yo me entere, ?has estado quedando durante todo el curso con ese semidios del sexo y no te lo has montado con el? --me increpo a traves de la cortina de la ducha. Mi amiga me habia seguido hasta el bano y se habia atrincherado entre la banera y la puerta, sin concederme siquiera el beneficio de una ducha reparadora. No pude evitar suspirar ante la enesima vez que formulaba la misma pregunta. Solo iba cambiando algunas palabras, entre ellas, los adjetivos que empleaba para describir a Lucas. Todos, para que negarlo, bastante graficos. Aparto la cortina y me lanzo una mirada inquisitiva, algo asi como un: <>. Me senti culpable. Habia algo que no le habia contado a Lola, algo que me habia esforzado por olvidar. --Bueno... --titubee, y mi tono de duda azuzo su espiritu detectivesco, condenandome. --Lo sabia, lo sabia, lo sabia --repitio, exhibiendo una sonrisa triunfal. --No es lo que crees --trate de desdecirme, pero ya era demasiado tarde.

  • Amarte a escondidas de Mabel Diaz

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    Ana vio entrar a la joven en la cafeteria y alzo la mano para indicarle donde estaba sentada. Mientras se acercaba, la observo. Era muy guapa y voluptuosa. Piernas largas que ensenaba la minifalda que llevaba puesta, cintura estrecha y pecho grande, fruto de la cirugia estetica. Se pregunto que talla seria. ?Una noventa y cinco o una cien? !Bah, que mas daba! Subio los ojos hasta su cara para encontrarse con una expresiva mirada verde y unos labios carnosos, tambien operados. <>, penso Ana. Sabia por su marido, companero en el concesionario de coches donde trabajaba la joven, que rondaba los treinta anos y que se llamaba Noelia. Lo que desconocia y le intrigaba era por que se habia citado alli con ella si apenas tenian relacion. Cuando recibio un wasap de un numero desconocido, estuvo a punto de borrarlo, pero no lo hizo porque la chica se identificaba como la companera de Damian. En el breve mensaje le decia que tenia que reunirse urgentemente con ella. Le indico el lugar, la hora y el dia. Y alli estaba Ana, intentando averiguar que era lo que queria decirle esa jovencita. Supuso que, como el cumpleanos de su marido estaba cerca y siempre recibia regalos de sus companeros en la pequena fiesta que organizaban en la oficina del concesionario, querria hablar con ella de eso para que le diera ideas sobre que comprarle entre todos. Pero ?por que no se lo habia comentado por WhatsApp y ya esta? Noelia llego a la mesa a la que estaba sentada Ana y esta se levanto para darle dos besos. Tras el saludo inicial, ocuparon las sillas, una frente a la otra, y Ana alzo la mano para llamar la atencion del camarero y que fuese a servirles. --Yo no quiero tomar nada, Ana. Ademas, tengo poco tiempo. Ya sabes que me he escapado del trabajo solo para hablar contigo y tengo que regresar en quince minutos --explico Noelia muy seria. --Oh, vale --contesto Ana haciendole otra senal al camarero para que no se acercase al final--. Bueno, pues tu diras. Coloco las manos entrelazadas sobre la mesa y espero a que la joven comenzase a hablar. La notaba tensa y muy seria. Las pocas veces que habia visto a Noelia siempre tenia una preciosa sonrisa en los labios y, segun Damian, era la alegria del concesionario. ?Que le pasaria ese dia? Se dio cuenta de que esquivaba su mirada. Parecia no tener valor suficiente para clavar sus ojos verdes en los castanos de Ana y hablar con ella. --Estoy embarazada --solto a bocajarro. Tras unos segundos de desconcierto, Ana reacciono. --!Vaya! !Enhorabuena! --dijo con una gran sonrisa mientras se preguntaba: <>. Noelia alzo por fin los ojos y la miro con lagrimas en ellos. --Yo no queria que esto pasara. De hecho, el me prometio que no sucederia. Pero le gusta jugar, sentir piel con piel. Ha salido a tiempo todas las veces que lo hemos hecho en estos meses. Supongo que esto de ahora ha sido mala suerte. Ana se habia quedado estupefacta. ?Eso no deberia hablarlo con su madre, su mejor amiga o incluso con el padre del bebe? Mientras recordaba que Damian le habia comentado que Noelia llevaba tiempo saliendo con un chico de su edad, la joven comenzo a sollozar. Gruesos lagrimones cayeron de sus ojos y se deslizaron por sus pomulos dejando un rastro de rimel negro hasta la barbilla. Ana se apiado de la pobre chica. Coloco una mano sobre las de ella en un intento de infundirle animo y consuelo. --Tranquila. No llores. Tener un hijo es lo mas maravilloso que te pueda pasar. Cuando le veas la carita, se te olvidara este mal trago --susurro con ternura para calmarla--. Ademas, ya no eres una nina. ?Cuantos anos tienes? ?Veintinueve? ?Treinta? Tienes un trabajo estable, y supongo que tu novio tambien lo tendra. No habra ningun problema para criar al bebe. --?Mi novio? --pregunto la chica descolocada sin dejar de llorar --. Yo no tengo novio. --Hizo una pausa, en la que se sorbio los mocos de una manera nada educada, y confeso--: Estoy embarazada de tu marido. Acto seguido, se levanto de la silla y se marcho veloz, dejando a Ana con la boca abierta por la sorpresa, preguntandose si habria oido mal aquella declaracion. Pero no. Lo habia oido perfectamente. Y, aunque su mente le decia que no podia ser, su corazon le gritaba que era cierto. Damian habia tenido una relacion --no sabia si sentimental pero si sexual-- con esa chica. O seguia manteniendola. Le estaba siendo infiel o lo habia sido en algun instante del pasado. Cayo en la cuenta de que ella habia dicho <>, o sea, que su marido se la habia follado en repetidas ocasiones. No habia sido un desliz de una noche de juerga cuando tenian la cena de empresa. No. En ese momento se dio cuenta de todas las veces que su marido llegaba a casa con excusas que ella se creyo sobre por que habia salido mas tarde del concesionario; el repentino interes por mantenerse en forma apuntandose a un gimnasio con la consiguiente perdida de peso y la mejora en el estilo de vida saludable, controlando lo que comia para no engordar; el perfume de otra en su ropa y en su piel; las pocas ganas --por no decir ninguna-- de hacer el amor con ella, que Ana achaco al estres porque las ventas de coches habian bajado y el corria el riesgo de perder el empleo; el cansancio y otros detalles mas que no habia querido ver. Las senales estaban ahi y ella las obvio. Su corazon se rompio en mil pedazos. El dolor se extendio por su pecho igual que si le hubieran clavado un punal para abrirlo en canal. La respiracion comenzo a faltarle y supo que se iba a desmayar. El ultimo pensamiento antes de que todo se volviera negro fue que su marido le habia sido infiel y habia dejado embarazada a su amante.

  • Prohibido contar verdades de Jorge Zuniga Flores

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    No siempre la vida universitaria marca a uno. De hecho, muchas de las personas que conozco o que he conocido, me comentaron alguna vez entre reuniones de trabajo academico, que les encantaba la universidad porque llegaba uno a sentir un grado de independencia, un sitio donde puedes construirte un nuevo tu, un nuevo inicio o una nueva carta de presentacion. A veces me pongo a dudar de las personas que dicen extranar la escuela. En algunos casos, si tu extranaras la escuela, estas diciendo que admites las llamadas de atencion, el jalado de ojeras por parte de la auxiliar de turno, el hecho de reprobar ese curso o materia que no te gusta (que por lo general es fisica o matematica) y demas cosas. Dudo mucho que alguien extrane por un momento ese tipo de vida. La universidad era un nuevo comienzo que toda persona que va a estar en ella debe pasar, debe temer, pero debe vivir. Habia pasado ya 2 anos desde que Juan aprendio a convivir en esa universidad a ejecutar su nueva carta de presentacion. No le fue facil. No por el hecho de no creersela para aprobar los cursos, sino por el hecho de formar vinculos de amistad. Era un tipo timido, pero con ganas de comerse al mundo. Dos anos despues era el mismo, pero pensaba quizas diferente. Habia logrado un cierto nivel de madurez y tenia mas claro lo que queria para su vida. Era la primera semana de la universidad y el comedor principal estaba repleto en su mayoria por becarios en todas sus mesas. Grupos de 4 o 5 estudiantes las ocupaban y habia una cola larga esperando las raciones de la comida diaria, muy basico para cualquier campus. Juan no tenia apetito alguno y se dispuso a ir a la Casa Guzman a sentarse en un comodo sofa y decidio leer Los Miserables. Era un libro que Juan lo habia tratado como meta personal. El profesor de literatura Pancho Navarro (que en paz descanse), senalo alguna vez en su curso de literatura que dicho libro era una de las mas grandes obras de la literatura, que tenia el mismo nivel que Hamlet de Shakespeare, que Ulises de Joyce o que tenia tanta aventura como los cuentos de Verne. Habia dicho alguna vez en su clase: "Si alguno en esta sala quiere dedicarse a la literatura o ser un pinche escritor en secreto, tiene que leer este libro. Si no, abstenganse a escribir", dijo provocando las risas de las cachimbada. Ese era Pancho. Los que han estudiado a partir del 2016 no lo entenderan, pero siempre considere que una manera de ser bautizado en la Ruiz era recibir un coscorron del querido profesor Navarro. Imponia disciplina mediante la comicidad, y eso es muy dificil para el mundo en el que vivimos hoy. Era la clase de profesor que todo estudiante queria tener y creo que fue el perfecto puente de la vida escolar hacia la vida universitaria. No era de gritar ni de llamar la atencion, ni mucho menos de resondrar a todo aquel que no hacia caso. Lo que imponia era una suerte de orden a la ligera. Como buen dotador de artes, entendia, creo yo, la vertiginosa vida juvenil. Por eso, sus coscorrones era una forma de adaptarse a esa vida tan ajetreada, pero a la vez comica y risible. Una vez, trabajabamos uno de los capitulos de Don Quijote de la Mancha. Eran las 11 o 12 por lo menos, y como que a esa hora no sabiamos decir si queriamos salir a tomar un poco de aire o pedir que prendan el aire acondicionado, porque era un marzo caluroso. Pancho, como siempre, llevaba sus lentes grandes y a cada rato se pasaba la mano a su cabello. Todos coincidiamos de que el peinado del profesor era posible gracias a los dotes de la energia electrica, pues siempre parecia muy despeinado el pobre docente. – Tienen que entender muchachos la complejidad que tiene esta obra. Esta pieza fundamental de la literatura universal vio la luz en 1605, en pleno nacimiento del siglo XVII. Dulcinea es un imaginario presente en la vida del quijote y tambien por su puesto para la vida de Sancho. ?No lo crees asi Juan? - dijo acercandose a Juan poniendole una cara de asombro y abriendo bien los ojos. – Pues si, lo creo. - dijo nervioso el pobre. Emilia tuvo que contener la risa. – ?Has leido el capitulo? – ?El que estamos viendo? – ?Cual otro mas Juan? - Muchos empezaron a reir. – No - dijo apenado. – Ven aqui - dijo con voz resignada. Hizo que Juan agache su cabeza y Pancho le dio su merecido coscorron. Ese era el espiritu del profesor Francisco Navarro, quien carinosamente todos llamaban Pancho, de aquel dotador de arte refugiado tiernamente en la fe. Son el tipo de profesores que te dejan un mensaje oculto que agarra significado anos despues cuando te dices a ti mismo que fuiste feliz sin darte cuenta. Ese momento cumplia todos los requisitos para que perdure en el tiempo y dificilmente aquello se podra borrar uno de la memoria. 2 Habiendo pasado media hora, los estudiantes iban y venian en la casa Guzman. Unos minutos despues de que Juan habia logrado cierta concentracion, entro Carlos por el lado izquierdo del lugar. Era uno de los pocos amigos cercanos de la universidad, aunque a veces renegaba de el. Iba exhausto y caminaba de forma indignada. – !Carlos! - dijo Juan ni bien noto su presencia. – Juancito - respondio - Disculpa. No te habia visto. Mas bien, antes que nada. ?Has visto a Liliana? – No. ?Por que? – ?Como que por que? ?No te has enterado? – ?Enterarme de que? Soy el ultimo en enterarme de cualquier cosa. - dijo Juan a reganadientes Carlos no perdio tiempo y le mostro un comunicado redactado por el consejo estudiantil. En el, mostraban su profunda indignacion a la universidad por contratar a Elena Torres como profesora de Teologia e Introduccion al Derecho. Bajo la perspectiva del consejo, el estilo de ensenanzas morales no iba acorde a la universidad, y que era un grave error contratarla como docente. Invocaban a todos los alumnos interesados a una reunion de emergencia para el miercoles 15 a las 2 en punto. Juan habia escuchado aquel nombre antes y se acordo inmediatamente de un par de entrevistas que habia escuchado en la radio cuyo tema era la union civil y de unos cuantos discursos moralistas que sinceramente a nadie le interesaba. A el le encantaba renegar cada vez que la veia o escuchaba en cualquier medio de comunicacion. – ?Cuando publicaron esto? – Lo vi en una publicacion en Facebook y yo me encargue de pasarlo a Word para hacerlo mas notorio. De hecho, iba a pegarlo cerca a la fotocopiadora o en la entrada del comedor. – ?Sabes algo de Francisco? – ?Que tiene que ver el? Si es el mas feliz. - dijo Carlos – Cholo, acaban de declararle la guerra a su vieja. ?No crees que lo minimo que puede pasar es que Francisco le menta la madre a Lili o a alguien del consejo? – ?Para que? – ?Como que para que Carlos? Francisco es el primero que quiere que su madre este ensenando en la Ruiz. Y te puedo apostar que incluso lo quiere mas que el propio rector o quien quiera que haya tenido la idea de traerla - dijo Juan y al terminar se tomo la cara – ?En serio fue idea de la Ruiz? – Ni siquiera una fuerza sobrenatural ha querido desgraciar la tranquilidad aqui. - dijo Carlos - Me niego rotundamente a creer que la idea de traerla haya salido de aqui. Serian unos huevones. Traer a esa mujer es lo equivalente a una santa inquisicion. – Y somos jesuitas, ?verdad? - dijo Juan provocando la risa de su amigo. – Por supuesto estas en contra. ?Verdad? - dijo Carlos – Mira, su nombramiento me va y me resbala. Puede haber otras terroristas de la religion si quieren, pero ella no. Las veces que la veo en programas o en el celular me da pena. Es como una mujer que quiere tener la razon a todo, y yo aborrezco a esa clase de personas. Por lo general, terminan siendo incompetentes. – ?Vas a ir? Creo que hasta cierto punto es importante que tus vayas, para que la reunion este balanceada. – Tu sabes que nunca he sido bienvenido a ese colectivo. Lo comprobe el ano pasado cuando fueron las presidenciales. Ya no veia las horas para que terminaran las elecciones. Si te contara todo el bullying que me hicieron. – Vamos pues Juan. Por esa pavada puedo comprenderlo - dijo Carlos - pero aqui estan en juego intereses de la universidad huevon. Tienes que estar ahi. – ?Tengo? – Bueno, eres de la Ruiz ?No? ?No defendias las causas humanistas? – Lo siento. Anda y representame. No puedo estar en esa reunion. Si quieren botarla, haganlo. Pero me sentiria incomodo estar rodeado de personas con quien no me llevo bien. Juan se paro y no tuvo reparo en despedirse de Carlos de una forma agridulce. En su mente, si quiera ir a batallar o dar pelea verbal. Necesitaba hacer sentir su voz de protesta, en especial a Monica, una estudiante de tendencia izquierdista. Apoyaba cualquier idea de hacerle a Elena Torres una especie de callejon oscuro. Intervenir en esa asamblea era una buena oportunidad. Sin embargo, cuando sus deseos iban en un crescendo rapido, se acordo de los personajes que iban a estar. No era malos, pero por cuestiones meramente politicas y por lo tanto meramente estupidas, habia cierto roce y malestar. Por algo, los politicos en la Ruiz eran llamados fosforitos. Armado el problema, armada la huelga, solian decir algunos. Muchos simpatizantes izquierdistas que iban de huelga en huelga marchaban contra cualquier medida por parte del gobierno de turno que "infrinjan" a los estudiantes. Lamentablemente, la Ruiz no era exclusiva de aquellas marchas. Dicho colectivo se pronunciaba con la esperanza de ganar mas adeptos. Hay estudiantes que de verdad les encanta perder el tiempo en alguna manifestacion que, al final de cuentas, no llevara a nada. La epoca de Hugo Blanco se termino y las marchas de San Marcos tambien, amigos mios. Eso pensaba Juan. 3 Al llegar a la avenida Bolivar, Juan no dudo en ponerse los audifonos, segun decia para aislarse de ese ruido gris llamado Lima. Fue al paradero de siempre y se puso a esperar a que pase la linea 11 o la 32-B, buses que lo dejaban mas cerca de su casa por ese entonces. Mientras venia los carros venir de su lado, volteo y se dio cuenta que, al otro lado de la calzada, una chica le estaba alzando la mano. Parecia gritar, pero Juan no podia oir porque escuchaba a Charly Garcia. Se dio cuenta que era Juliana. Tras cambiar el semaforo en rojo, ella cruzo y fue directo a su amigo a intercambiar palabras. Tras ello, quedaron (y al decir quedaron significa que Juliana obligo a Juan) en subir a la 40, linea de buses que la dejaba a ella en su casa y a el en la Avenida San Luis, un poco lejos para ir a pie, pero no era cosa seria. Tenian suerte porque habia varios asientos desocupados. – ?Vos te enteraste de Lili? - pregunto Juliana – Justo me encontre con Carlos y me conto lo que paso. Quiere que este en la reunion. – Yo voy a ir. A mi me da asco que esa mujer ensene en la Ruiz. Da ganas de irse a la catolica enserio. - dijo ella – ?Y que? ?Quedarte sin plata? – Amigo, vos estas hablando con alguien que tiene plata. Asi que dejate de preocupar, che. - dijo Juliana cruzando las piernas y poniendole la mano en la mejilla. – ?Sabes? Lei un articulo donde senalaba una pregunta interesante. ?Que prefieres? ?Estudiar tu maestria en la catolica o comprarte una casa o un departamento? Porque ambas cosas tienen el mismo precio. No te preocupes, que se que me vas a responder la casa. – Vaya, no lo vi desde esa logica. - dijo ella reflexionando – Pero enserio Juan, conforme pasan los anos la Ruiz se esta volviendo cada dia mas cerrado. – Lo entiendo, pero no es para que digas eso. ?o acaso quieres ir a estudiar mas abajo? Si es asi, tienes suerte de que la 40 llegue hasta la catolica. – Si lo pones como tu dices, no. - dijo Juliana – Si quieres ir manana, anda y ve. - dijo Juan retomando el dialogo anterior – Pero te digo lo que le dije a Carlos. Yo podre estar en contra, pero por cuestiones de ciertas personas que no puedo ver, me abstengo a ir. – ?No vas por Monica? - dijo ella. – No es solamente Monica. Ella me cae bien, pero te apuesto que el miercoles va a hacer un recital absurdo sobre sus ideas politicas y tantas cosas. Para mi resulta un tanto incomodo observar su supuesta indignacion. Es como si Eva Peron y Zuleika Esnal hubieran hecho el amor y de esa transmutacion salio ella. – ?Quien es Zuleika Esnal? – Una argentina progresista que le falta huevo. Parece que nunca se lo dieron porque la chica para amargada cuando habla. – dijo el haciendo reir a Juliana – Bueno, yo manana voy a ir. Si quieres te cuento como fue. – Vale, pero yo estoy preocupado por algo. – ?Que cosa? – dijo ella mientras miraba su celular – Lamentablemente, tu y yo somos amigos de Francisco, y en el comunicado, la firma de Liliana esta en la parte final. Le dije a Carlos que lo minimo que va a hacer el es mentarle la madre. Y si Lili fuese hombre, olvidate le puede dar un punete. – Juan, ?En serio crees que haga eso? - pregunto Juliana – ?Tu no? ?Soy el unico que vela por la integridad de Liliana acaso? Me encontre con Carlos tambien me dio a entender de que no cree que pase cualquier cosa. – Bueno, yo tambien lo creo capaz, pero hay dos posibilidades. Si lo hace, posiblemente lo haga fuera del campus o en los alrededores. De pasar eso, te apuesto que se va a armar un escandalo en el grupo de Facebook de la Ruiz. Si no lo hace, posiblemente quede como el nino que no hizo nada por su madre. – En ambos va a tener rabia. – Relajate, Juan - dijo Juliana – Francisco tiene mierda en el cerebro, pero no tanta. No es como su madre. Lo mas probable es lo primero. Y eso si es que se da, porque ese huevon grita un culo, pero a la hora de la hora se caga de miedo.

  • Las flores del frio de Silvia Carrandi

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    “En la vispera del Dia de Todos los Santos, el 31 de octubre de 1937, sucedieron en Penon tres hechos tragicos. Mi padre desaparecio. A mi madre estuvieron a punto de matarla, y yo, descubri, en la fuerza con la que alguien se colgaba de las campanas de la iglesia, que vivia en un valle lleno de mentiras.”

  • La luna en las minas – Rosa Ribas de Rosa Ribas

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    Se decia que durante la guerra, la otra, la nuestra, le habia cogido demasiado gusto a la sangre. Una querencia de sangre. Un apetito de sangre. Como un lobo.

  • Infierno y Paraiso (Todos mis demonios 3), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Tercer libro de la saga “Todos mis demonios”.
    Eliza creyo que ya nada la sorprenderia, que estaba todo dicho.
    Ella ha quedado varada entre dos mundos y es una sola cosa, la que desea, pero en su urgencia por conseguirla no ve que a su alrededor, existe mucho mas que los misterios que ya desvelo. Ni se imagina lo que esta a punto de sucederle

  • Mister 7 (Titania amour), Nadia Noor de Nadia Noor

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    * Una novela que nace como un fanfic del famoso futbolista Cristiano Ronaldo.
    * Con un estilo agil y adictivo, Nadia Noor debuta en la romantica con una novela original que trata un tema muy de moda: la paternidad en solitario.
    * La tension entre los protagonistas y el carisma sexy de Cristian convierten esta historia en una novela llamada a despertar pasiones.

  • Un caballero de East End de Ana De Lievana

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    Lo habia perdido todo… y entonces la encontro a ella.

  • non_MOD de David Jimenez Cano

    https://gigalibros.com/non-mod.html

    ?Que pasaria si la humanidad fuera capaz de trascender como especie y evolucionar hasta llegar a interaccionar con Inteligencia Artificial (IA)?

  • No me debes nada de Conti Constanzo

    https://gigalibros.com/no-me-debes-nada.html

    Cuando Antonia recibe una llamada desde una clinica de Buenos Aires, lo deja todo para ir al lado de su hermana. En el aeropuerto conoce a Jose Ignacio, un hombre que tiene la virtud de sacarla de quicio, pero que a su vez le atrae profundamente.

  • Fantasia Interminable de Daniel Santos

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    Vikingo: El Guerrero Alfa y la Princesa

  • Maria Estuardo (El Acantilado 263) de Stefan Zweig

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    Coronada reina de Escocia con apenas seis dias, Maria Estuardo es uno de los personajes mas enigmaticos y apasionantes de su tiempo. Su vida y sus desdichas han suscitado la curiosidad de multitud de estudiosos. Educada en Francia, refinada, culta y hermosa, su adhesion al catolicismo en la turbulenta epoca de las revueltas protestantes, la complicada politica sucesoria en Inglaterra, asi como la fragilidad politica del reino de Escocia la convirtieron en una traidora intrigante y en una santa de la Iglesia catolica al mismo tiempo. El retrato de toda una epoca.

  • Todos menos tu (Menos tu 2) de Estrella Correa

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    Itxel se traslada a Madrid a vivir su sueno.
    Nico tambien esta alli, intentando rehacer su vida. Busca, pero no encuentra. Nada lo llena.

  • Mientras duermen los murcielagos de Emilio Aragon Bermudez

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    Berlin, 1945. Un bombardeo aliado destruye la Casa del Artista en la que viven grandes figuras del espectaculo ya retiradas. Juan Carlos Barrachina, considerado el mejor trapecista del mundo, es el unico joven que se encuentra alli durante la catastrofe, y toma la decision de huir rumbo a Espana junto con los diecisiete ancianos supervivientes. Se inicia asi un inquietante viaje en autobus por la Alemania nazi, la Francia ocupada y la Espana de posguerra. Ademas, la Gestapo los persigue por la desaparicion de un misterioso sobre perteneciente al mismisimo Fuhrer.

  • Un pacto por amor de Aswan Dewin

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    Un beso es todo lo que necesitaran estos polos opuestos para convertirse en algo mas. El, un autentico desastre. Ella, la popularidad en persona.
    ?Que buscan? Su historia te lo contara y no te dejara indiferente.

  • Amante Despierto de J. R. Ward

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    Antiguo esclavo de sangre, el vampiro Zsadist todavia lleva las cicatrices de un pasado lleno de sufrimiento y humillacion. Conocido por su innegable furia y su siniestro caracter, es un salvaje temido tanto por humanos como por vampiros. La rabia es su unica compania, y el terror su unica pasion, hasta que rescata a la hermosa aristocrata de la diabolica sociedad de restrictotes. Bella se siente irremediablemente atraida por el increible poder que Zsadist posee. Pero incluso mientras su mutuo deseo empieza a apoderarse de ambos, la sed de venganza de Zsadist contra los secuestradores de Bella le lleva a la locura. Ahora Bella debe ayudarle a superar las heridas de su tortuoso pasado, y encontrar un futuro con ella...

  • Tu y yo en la Gran Manzana de Estrella Correa

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    Anna Stewart cree haber encontrado la felicidad. Piensa que su trabajo de columnista en la revista de referencia de la ciudad de Nueva York y la compania de sus dos grandes amigos es suficiente para sentirse completa.

  • Si no hubiera manana de Alexis Ravelo

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    Hay amores que pueden joder cualquier negocio y hay negocios que podrian joder el amor mas grande. A Eladio Monroy se le ocurrio pensar esto mientras encendia un cigarrillo para ahumar el hambre. Los cruasanes y el cafe con leche los habia metabolizado hacia rato y la cosa no tenia pinta de que pudiese almorzar temprano. Por supuesto, podria haberse metido en el Bodegon Suso, el bar que tenia casi delante del coche, o ir al Europan para comprarse algo con lo que entretener la muela. Pero no queria arriesgarse a perderle la pista al del chandal. Habria sido dificil: la plaza donde habia aparcado estaba solo a una decena de metros del portal en el que habia entrado el tipo y, aunque no hubiera sido asi, no habria podido marcharse sin que el lo viera, porque el coche permanecia enmarcado en su retrovisor izquierdo. Sin embargo, mas valia un por si acaso. Asi que ahi estaba el, al filo del mediodia, fumando y echando la ceniza por la ventanilla de Naranjito, preguntandose por que carajo seguia dejandose arrastrar por la corriente, metiendose en lios como este mismo, que lo habia conducido hasta ese aparcamiento en los bloques de viviendas de La Pantera Rosa. En medio de la manana grisacea del barrio obrero por cuya unica acera realeaba el paisanaje, miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo tardaria el tipo en bajar para que el pudiese regresar a casa con la satisfaccion del deber cumplido. Baja ya de una puta vez, plasta de los cojones, acabo diciendole mentalmente al del chandal. Y entonces, como si lo hubiera estado escuchando, el tipo bajo. Bajo rapidamente. A toda velocidad. Tanta que a Monroy casi no le dio tiempo de verlo antes de oir el taponazo contra el pavimento a unos metros del coche. Cayo a plomo desde vaya usted a saber que piso del edificio y acabo despatarrado sobre la acera. UNA COSA DE AMORES Por supuesto, todo habia empezado antes. Todo, siempre, ha empezado antes y seguro que, en la cadena causal que conducia hasta aquel instante, uno podria haberse remontado al momento en el que el papa de Jorge Mesa deposito su semillita en los fertiles ovarios de su mama, pero para Eladio Monroy aquel lio habia comenzado como solian empezar todos sus lios, con un cortado en el bar Casablanca, con un encargo que llegaba en uno de esos momentos en los que Eladio andaba sin perras o con el suficiente aburrimiento encima como para dejarse enredar en un trifostio de ese tamano. Era viernes, se avecinaba octubre, los incendios forestales le habian dado a Gran Canaria un verano de mierda y las camaras acababan de disolverse, con lo cual se estaba quedando un otono estupendo para volver a votar por no se sabia que vez en un par de anos. En el Casablanca, Casimiro trasteaba tras la barra, Juan el del Pescao casi sesteaba sobre ella con el arrullo de la television donde una presentadora de magazin matinal y unos tertulianos de lo mismo intentaban que la inminente separacion de un matrimonio de cachanchanes resultase un asunto de interes, y Monroy se aburria. Si, se aburria. Y puede ser que eso haya sido la causa de todo o, al menos, un aspecto importante de la cuestion. Porque ese dia (igual que los inmediatamente precedentes) Monroy se aburria como un sordo en un concierto de arpa solista mientras hojeaba (o, mas bien, ojeaba) los periodicos manchados de grasa y cafe que Casimiro ponia a disposicion de su cada vez menos distinguida clientela. Monroy ya no compraba El Pais. Uno de los motivos era que Forges habia muerto. El segundo, que entre Manolo y Las Tres Desgracias lo habian ido acostumbrando a picotear la prensa en digital y hasta se habia suscrito a un par de periodicos online. Por eso, a la hora del cortadito, solo echaba un vistazo a los ejemplares de La Provincia y el Canarias 7 comprados por Casimiro en el estanco de enfrente y que, cuando el llegaba, ya se habian convertido varias veces en un monton de hojas impresas, como contaba Cortazar que ocurre con los diarios una vez leidos. Amen de la ventaja economica (los periodicos no son caros, pero leerlos gratis es todavia mas barato), eso le permitia disfrutar tanto de las vinetas de Morgan como de las de Padylla y Montecruz. Entre los tres acumulaban suficiente ingenio y mala baba como para que la ausencia del maestro Antonio Fraguas doliese un poco menos. Aunque doliese. Asi, echandose el cortadito, fue como Eladio Monroy se entero de que Garcia Medina parecia haber encontrado al fin su sitio en la politica. Tras quince anos intentandolo, primero entre la derecha insular y luego entre el neoliberalismo nacional, el muy malnacido se habia hecho un hueco a la derecha de la derecha de la derecha e iria en las nuevas elecciones de numero dos en las listas de Democracia Espanola Nacional, que no arrasaria en Canarias (donde hay poco Opus y casi ninguna aficion a los toros), aunque contara con el suficiente numero de desinformados como para aranar algun escano. Leyendo aquello, se le comenzo a calentar la sangre, como siempre que se acordaba del millonetis. Si no llego a alcanzar el punto de ebullicion fue porque una mujer entro en el Casablanca, se planto frente a el y pronuncio su nombre. Eladio Monroy alzo la vista y se quedo mirandola, preguntandose de que la conocia. --No te acuerdas de mi, ?verdad? Monroy busco en su base de datos los ojos marrones y achinados, el rostro alargado de bronceado a punto de caducar, la mandibula algo ancha para hacer sitio a unos dientes quiza demasiado grandes pero bien ordenaditos en una sonrisa amplia. Le sonaban aquellos ojos y aquella sonrisa, pero no la melena tenida de caoba ni el vestido rosa palo demasiado fresco para la epoca. Enseguida descubrio la chamarrita de falso cuero azul puesta de traves sobre el bolso que pendia de uno de sus hombros. Volvio al rostro, intentando dar con un nombre. Ella, divertida, se dejo observar y el le calculo la edad entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos y registro el colgante con una pequena pintadera de plata, los pendientes discretos, la cicatriz casi imperceptible en el extremo de la quijada, muy cerca de la oreja izquierda. Unicamente entonces, al percatarse de la cicatriz, vino a su memoria una casa en Escaleritas, un nino triste, el olor de un caldo de pescado, la amable hospitalidad de unos ancianos. --?Sonsoles? Sonsoles, la hija de Paco Nieves, el ferretero, asintio. --Muchacha, ni te conoci --dijo Eladio, sonriente. --Normal. Hace tiempo. --?Cuando fue la ultima vez? --En el funeral de mi padre. Ambos asintieron y mantuvieron una sonrisa de cortesia. Sonsoles podria haber disimulado. Habria sido facil para ella decir que lo habia visto al pasar o, incluso, que habia entrado a tomar algo y se lo habia encontrado. En lugar de eso, le pregunto si podia sentarse y eso dejo claro que venia expresamente para verlo a el. En el Casablanca nunca sabes si el tuerto Casimiro te atendera en la mesa o te hara ir a la barra. Dependera de lo atareado que este, de lo mal o bien que le caigas, de si ha dormido mejor o peor, de si le sale de los huevos. Puede que le apetezca, que levante una mano para indicarte que permanezcas en el sitio y venga a preguntarte que se te ofrece, condescendiendo incluso a mirarte con su ojo operativo. O puede que, despues de sentarte en una de las tres mesitas miserientas, lo descubras apoyado en el bastidor de la cafetera, fingiendo que has caido en el angulo muerto de su visual y aguardando a que te levantes a pedir porque el no es un esclavo y que cono te habras creido tu, que ya es bastante con que soporte tu presencia en su puto bar. Ese dia Casimiro no tenia una manana especialmente buena: a primera hora habia intentado reclamar una factura de Endesa y luego habia discutido con un proveedor. Pero su oido y su memoria funcionaban mejor que su percepcion de la profundidad espacial y, al entender que se trataba de la hija de Paco Nieves, acudio no solo a tomarle el pedido, sino hasta a preguntarle por su madre. Y, para variar, con buena intencion. Sonsoles conto, para el y para Eladio, que Sarito estaba estupenda. Se pasaba fuera todas las tardes, entre cursos de ganchillo, excursiones y clases de tango. Ahora hasta se habia apuntado a un club de lectura. --Ahi, en la Biblioteca Insular --explico, ante el asombro divertido de ambos hombres--. Yo, despues de lo de mi padre, pense que iba a tener que estar mas pendiente de ella y, mira tu, para verla tengo que coger numero. Los tres se sonrieron al pensar en Sarito yendo del tingo al tango con las amigas. Pero Monroy tambien la imagino sola entre figuritas de porcelana siempre expuestas para unas visitas inexistentes, viendo la telenovela en la soledad de la casa que habia compartido con Paco Nieves durante casi cinco decadas, y se alegro por ella. --A tu hermano si lo veo a veces, en la ferreteria --dijo Casimiro, inesperadamente locuaz. --Si, ahi sigue. El negocio aguanta, aunque con tanto Leroy Merlin y tanto centro comercial, ya sabes… --Quita pa'lla, muchacha --convino el tuerto--. A los chicos, si nos dejamos, nos quitan hasta la cerilla de los oidos. --Eso es verdad. --Bueno, ?que se te apetece, mi hija? Sonsoles pidio un cafe con leche y un vasito de agua de Firgas, si podia ser, y Casimiro, por una vez, se dio prisa en prepararlo y traerlo. Luego, para dejarlos tranquilos, regreso a sus labores y a su mala leche habitual. No obstante, si alguien se hubiese tomado la molestia de fijarse, habria podido observar que su expresion se habia ablandado hasta casi resultar amable. Quiza por la visita de la mujer a quien habia dado caramelos cuando era nina, o por lo que le habia contado acerca de su madre, a quien apreciaba, o por el recuerdo del difunto Paco Nieves, el ferretero que los habia surtido a el y a media ciudad de herramientas y materiales durante anos sin enganar nunca, aconsejando siempre y hasta fiando cuando hacia falta. Vaya usted a saber exactamente, pero lo cierto es que su gesto casi parecia simpatico. A Paco Nieves, Monroy le debia mas que un buen consejo o un fiado. Sin embargo, siempre habian sido Paco Nieves y su familia quienes se habian considerado en deuda con el. Especialmente Sonsoles. No hablaron de eso. Mientras ella endulzaba el cafe con leche, Eladio prefirio interesarse por su hijo, aquel nino triste que tenia sus motivos para serlo. --?Y el pibe? --pregunto. A Sonsoles volvio a iluminarsele el rostro, como al hablar de su madre: --?Aitor? En Granada esta. Ya en la universidad. ?Te puedes creer? Le dio por la filologia: Lenguas Modernas. --Un garbanzo negro le sale a cualquiera --se sonrio Monroy. --Dicen que no tiene mucha salida. Pero ?que carrera te da hoy en dia una seguridad, muchacho? Mira yo, que estudie veterinaria y me pase un monton de anos sin trabajar. Para como esta la cosa, por lo menos que estudie algo que lo haga feliz. --Dices bien. Por supuesto, Monroy no le pregunto por el padre del chico. Despues de su ultimo encuentro con Eladio, a Carmelo Jimenez Vega no le habrian quedado ganas de volver a molestar a Sonsoles. O, quiza, simplemente, el tiempo lo habia ido amansando. El no recordaba la fecha con exactitud, pero si el nino que habia visto como golpeaban a su madre estaba ya en la universidad, tenia que haber pasado un buen punado de anos. --?Y tu, a que te has dedicado? Sonsoles sonrio y sus ojos buscaron la respuesta mas alla de el. No volvio a mirarlo a la cara hasta que la hubo encontrado. --A madurar, supongo. --Hizo una pausa. Sin perder la sonrisa, acaricio con dos dedos el filo de la mesa, como si pensara en arreglos florales o en una cesta de mimbre con cachorritos. Luego explico--: Me centre mucho en Aitor. Al final, he conseguido que no se parezca al padre. O eso creo. Pero tambien me dedique tiempo a mi misma. Volvi a trabajar. Monte una clinica pequenita, con un par de companeros de la facultad. --?Ah, si? ?Donde? --Monroy no tenia animales, pero le parecio cortes preguntarle. Ella saco como de la nada una tarjeta y se la entrego. La clinica estaba en el extrarradio, en uno de los barrios que se distribuian en diseminados a lo largo del Guiniguada. --En realidad, no me hacia falta; mi padre siempre nos dio buen echadero. Pero ya sabes: la independencia. O, mejor dicho, la autosuficiencia. No es lo mismo vivir de las rentas que ganarte el jornal. Monroy asintio. No necesitaba mas explicaciones, pero si un cigarrillo y empezo a temerse que la cosa fuera para largo. Pero Sonsoles debia de tener el terreno casi preparado para contarle lo que hacia alli, porque tomo un sorbo de su taza, se quedo mirando la mancha de carmin que habia dejado en el borde como si pudiese borrarla con la vista y dijo: --Mi padre te apreciaba mucho. --Y yo a el. --Siempre decia que eras de fiar. Y se que te debo un favor. --?Un favor? ?Que dices, muchacha? Yo no… --A ver, Eladio --lo corto Sonsoles--, mis padres nunca entraron en detalles, pero yo se sumar dos y dos. Con lo poquito que me contaron ellos, lo que le paso a Carmelo y el cambio de actitud que tuvo luego, tuve suficiente para solucionar la ecuacion. Las ganas de fumar socavaron la cortesia de Eladio lo suficiente como para que le dijese a Sonsoles: --?A que viniste? ?A hablar de matematicas? Sonsoles se rio. Tenia una risa amable, de las que convidan. --Me estoy yendo por las ramas, ?no? --Un poquito. --De acuerdo, vamos a centrarnos. Necesito que me ayudes con una cosa. --Monroy comenzo a hacer un gesto de rechazo. No obstante, ella se apresuro a anadir--: No, no es nada violento, ni ilegal. Pero es algo que no puedo hacer yo y se me ocurre que tu, que tienes mucho mundo y eres un hombre discreto, me podrias echar una mano. --?Con que? Sonsoles volvio a reirse, pero esta vez con cierto pudor, mirando a los lados como si estuviese prohibido. --Te vas a descojonar, pero es una cosa de amores. Eladio Monroy no se descojono. Ni tan siquiera le parecio cursi la expresion elegida por Sonsoles. A estas alturas de su vida, las cosas de amores eran ya casi las unicas que le inspiraban respeto. Esa reaccion animo a Sonsoles a sacar del bolso un telefono movil, buscar una imagen en la pantalla y ponerla ante el. Era una de esas fotos que uno se saca a si mismo junto a personas a las que quiere o de cuya relacion desea presumir o ambas cosas. Mostraba a la propia Sonsoles con un hombre que era quien debia de manejar el telefono con el que habia sido hecha la retratadura. Ambos vestian de verano, sonreian, bebian vino en un restaurante con terraza, eran felices y, por el fondo y el entorno, debian de estar en las inmediaciones de una playa de alguna de las islas orientales. El tipo era mas bien apuesto, de cabellos castanos y rizados y hermosos ojos que tiraban al gris. El afeitado perfecto, la nariz y la boca hechas de encargo, la ausencia de marcas visibles y hasta el polo color violeta hicieron a Eladio sospecharle una vida mas o menos confortable, sin demasiados contratiempos fisicos o economicos, unos padres orgullosos de haber criado a aquel muchacho tan guapo y agradable. Monroy dejo de mirar la fotografia un momento antes de que el movil entrara en hibernacion. --Se llama Diego --dijo Sonsoles. --?Y que le pasa? -- E s o e s l o q u e q u i e r o s a b e r.

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    ?Que pasaria si la persona mas aterradora que jamas hayas conocido es tu hermana de diez anos?

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  • ?Suave como la seda? (Amigos del barrio 3) de Noelia Amarillo

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    El esplendido principe azul vencio al fiero dragon, desafio a la malvada bruja y rescato a la hermosa princesa. Con los primeros rayos de sol, montaron sobre el blanco corcel y emprendieron viaje hacia un castillo de cuento de hadas...

  • Circulo diabolico de Javier Nunez

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    El camino por el que avanzaba era polvoriento y estaba alejado de la civilizacion. No era la primera vez que lo pisaba. A diferencia de los cuatro desconocidos con los que iba a reunirse en el claro que habia un poco mas adelante, Jorge sabia que aquello no seria ningun inocente juego esoterico. Guzco era real. Tan real como las historias que se contaban sobre el y su irrefrenable atraccion por el miedo.

  • Dedicado a ti, mi amor de Chris De Witt

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    El no se dara por vencido hasta que consiga lo que quiere de ella.
    Ella no se dejara cautivar tan facilmente…

  • Lago negro de tus ojos de Guillem Lopez

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    por todo el mundo. La periodista Carla Babiloni regresa a El Clot, donde esta la mas grande de todas ellas, para investigar la desaparicion de una actriz. Pero el regreso es un ajuste de cuentas con el pasado, un reencuentro con todo aquello que creia haber dejado atras de forma definitiva. Debera enfrentarse a policias corruptos, militares de una agencia de seguridad mundial y sectarios fanaticos, ademas de a sus propios miedos y temores, atrapada en un torbellino de recuerdos y profecias funestas.

  • Los amantes de Richmond de Maeve Anne

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    Lord Christopher ha decidido casarse con su amada, aunque antes toma distancia de Londres para poder comprender como ha llegado, de ser un hijo sin padre, desconocedor del protocolo de la alta sociedad, a heredero del condado de Hampshire.
    Tambien su amada, lady Grace, toma distancia para asumir que su medio hermana, no quiere saber de ella.
    Sin embargo, en Richmond, las cosas no son tan sencillas; los recuerdos estan vivos y el miedo tambien, pues la sociedad de Londres es muy estricta e hipocrita. Ademas, existen secretos en Richmond, que luchan por salir a la luz.
    ?Estan a la altura? ?Les aliviara la boda que tienen entre manos?

  • Abismo Sexual de Fermin Melendez

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    Jose Canelas es un adicto a las mujeres. Machista, cinico, vividor y sinverguenza, se vera envuelto en una serie de pasiones y mentiras que lo haran vivir un… ABISMO SEXUAL.

  • Tienes que entenderlo de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/tienes-que-entenderlo.html

    Lama se va a vivir a los Estados Unidos siguiendo un impulso. Pensaba que iba a ayudar a su amiga Ninette, que iba a traer al mundo a sus trillizas, pero se llevo una sorpresa al conocer al hombre de su vida. Al fin le habia encontrado. Aunque se resistia un poco, le conseguiria. Era el destino y cierto destino es imposible de cambiar. ?O no?

  • La venganza de un hombre paciente de Alfonso Tello

    https://gigalibros.com/la-venganza-de-un-hombre-paciente.html

    En un pequeno pueblo andaluz, que sobrevive a los anos de carestia y miedo de la posguerra, aparece un cadaver en mitad de la plaza. La investigacion apunta a asuntos de contrabando, pero nada esta claro en un lugar donde todo el mundo guarda secretos