Ver todos los libros de: Jorge Zuniga Flores
No siempre la vida universitaria marca a uno. De hecho, muchas de las personas que conozco o que he conocido, me comentaron alguna vez entre reuniones de trabajo academico, que les encantaba la universidad porque llegaba uno a sentir un grado de independencia, un sitio donde puedes construirte un nuevo tu, un nuevo inicio o una nueva carta de presentacion. A veces me pongo a dudar de las personas que dicen extranar la escuela. En algunos casos, si tu extranaras la escuela, estas diciendo que admites las llamadas de atencion, el jalado de ojeras por parte de la auxiliar de turno, el hecho de reprobar ese curso o materia que no te gusta (que por lo general es fisica o matematica) y demas cosas. Dudo mucho que alguien extrane por un momento ese tipo de vida. La universidad era un nuevo comienzo que toda persona que va a estar en ella debe pasar, debe temer, pero debe vivir. Habia pasado ya 2 anos desde que Juan aprendio a convivir en esa universidad a ejecutar su nueva carta de presentacion. No le fue facil. No por el hecho de no creersela para aprobar los cursos, sino por el hecho de formar vinculos de amistad. Era un tipo timido, pero con ganas de comerse al mundo. Dos anos despues era el mismo, pero pensaba quizas diferente. Habia logrado un cierto nivel de madurez y tenia mas claro lo que queria para su vida. Era la primera semana de la universidad y el comedor principal estaba repleto en su mayoria por becarios en todas sus mesas. Grupos de 4 o 5 estudiantes las ocupaban y habia una cola larga esperando las raciones de la comida diaria, muy basico para cualquier campus. Juan no tenia apetito alguno y se dispuso a ir a la Casa Guzman a sentarse en un comodo sofa y decidio leer Los Miserables. Era un libro que Juan lo habia tratado como meta personal. El profesor de literatura Pancho Navarro (que en paz descanse), senalo alguna vez en su curso de literatura que dicho libro era una de las mas grandes obras de la literatura, que tenia el mismo nivel que Hamlet de Shakespeare, que Ulises de Joyce o que tenia tanta aventura como los cuentos de Verne. Habia dicho alguna vez en su clase: "Si alguno en esta sala quiere dedicarse a la literatura o ser un pinche escritor en secreto, tiene que leer este libro. Si no, abstenganse a escribir", dijo provocando las risas de las cachimbada. Ese era Pancho. Los que han estudiado a partir del 2016 no lo entenderan, pero siempre considere que una manera de ser bautizado en la Ruiz era recibir un coscorron del querido profesor Navarro. Imponia disciplina mediante la comicidad, y eso es muy dificil para el mundo en el que vivimos hoy. Era la clase de profesor que todo estudiante queria tener y creo que fue el perfecto puente de la vida escolar hacia la vida universitaria. No era de gritar ni de llamar la atencion, ni mucho menos de resondrar a todo aquel que no hacia caso. Lo que imponia era una suerte de orden a la ligera. Como buen dotador de artes, entendia, creo yo, la vertiginosa vida juvenil. Por eso, sus coscorrones era una forma de adaptarse a esa vida tan ajetreada, pero a la vez comica y risible. Una vez, trabajabamos uno de los capitulos de Don Quijote de la Mancha. Eran las 11 o 12 por lo menos, y como que a esa hora no sabiamos decir si queriamos salir a tomar un poco de aire o pedir que prendan el aire acondicionado, porque era un marzo caluroso. Pancho, como siempre, llevaba sus lentes grandes y a cada rato se pasaba la mano a su cabello. Todos coincidiamos de que el peinado del profesor era posible gracias a los dotes de la energia electrica, pues siempre parecia muy despeinado el pobre docente. – Tienen que entender muchachos la complejidad que tiene esta obra. Esta pieza fundamental de la literatura universal vio la luz en 1605, en pleno nacimiento del siglo XVII. Dulcinea es un imaginario presente en la vida del quijote y tambien por su puesto para la vida de Sancho. ?No lo crees asi Juan? - dijo acercandose a Juan poniendole una cara de asombro y abriendo bien los ojos. – Pues si, lo creo. - dijo nervioso el pobre. Emilia tuvo que contener la risa. – ?Has leido el capitulo? – ?El que estamos viendo? – ?Cual otro mas Juan? - Muchos empezaron a reir. – No - dijo apenado. – Ven aqui - dijo con voz resignada. Hizo que Juan agache su cabeza y Pancho le dio su merecido coscorron. Ese era el espiritu del profesor Francisco Navarro, quien carinosamente todos llamaban Pancho, de aquel dotador de arte refugiado tiernamente en la fe. Son el tipo de profesores que te dejan un mensaje oculto que agarra significado anos despues cuando te dices a ti mismo que fuiste feliz sin darte cuenta. Ese momento cumplia todos los requisitos para que perdure en el tiempo y dificilmente aquello se podra borrar uno de la memoria. 2 Habiendo pasado media hora, los estudiantes iban y venian en la casa Guzman. Unos minutos despues de que Juan habia logrado cierta concentracion, entro Carlos por el lado izquierdo del lugar. Era uno de los pocos amigos cercanos de la universidad, aunque a veces renegaba de el. Iba exhausto y caminaba de forma indignada. – !Carlos! - dijo Juan ni bien noto su presencia. – Juancito - respondio - Disculpa. No te habia visto. Mas bien, antes que nada. ?Has visto a Liliana? – No. ?Por que? – ?Como que por que? ?No te has enterado? – ?Enterarme de que? Soy el ultimo en enterarme de cualquier cosa. - dijo Juan a reganadientes Carlos no perdio tiempo y le mostro un comunicado redactado por el consejo estudiantil. En el, mostraban su profunda indignacion a la universidad por contratar a Elena Torres como profesora de Teologia e Introduccion al Derecho. Bajo la perspectiva del consejo, el estilo de ensenanzas morales no iba acorde a la universidad, y que era un grave error contratarla como docente. Invocaban a todos los alumnos interesados a una reunion de emergencia para el miercoles 15 a las 2 en punto. Juan habia escuchado aquel nombre antes y se acordo inmediatamente de un par de entrevistas que habia escuchado en la radio cuyo tema era la union civil y de unos cuantos discursos moralistas que sinceramente a nadie le interesaba. A el le encantaba renegar cada vez que la veia o escuchaba en cualquier medio de comunicacion. – ?Cuando publicaron esto? – Lo vi en una publicacion en Facebook y yo me encargue de pasarlo a Word para hacerlo mas notorio. De hecho, iba a pegarlo cerca a la fotocopiadora o en la entrada del comedor. – ?Sabes algo de Francisco? – ?Que tiene que ver el? Si es el mas feliz. - dijo Carlos – Cholo, acaban de declararle la guerra a su vieja. ?No crees que lo minimo que puede pasar es que Francisco le menta la madre a Lili o a alguien del consejo? – ?Para que? – ?Como que para que Carlos? Francisco es el primero que quiere que su madre este ensenando en la Ruiz. Y te puedo apostar que incluso lo quiere mas que el propio rector o quien quiera que haya tenido la idea de traerla - dijo Juan y al terminar se tomo la cara – ?En serio fue idea de la Ruiz? – Ni siquiera una fuerza sobrenatural ha querido desgraciar la tranquilidad aqui. - dijo Carlos - Me niego rotundamente a creer que la idea de traerla haya salido de aqui. Serian unos huevones. Traer a esa mujer es lo equivalente a una santa inquisicion. – Y somos jesuitas, ?verdad? - dijo Juan provocando la risa de su amigo. – Por supuesto estas en contra. ?Verdad? - dijo Carlos – Mira, su nombramiento me va y me resbala. Puede haber otras terroristas de la religion si quieren, pero ella no. Las veces que la veo en programas o en el celular me da pena. Es como una mujer que quiere tener la razon a todo, y yo aborrezco a esa clase de personas. Por lo general, terminan siendo incompetentes. – ?Vas a ir? Creo que hasta cierto punto es importante que tus vayas, para que la reunion este balanceada. – Tu sabes que nunca he sido bienvenido a ese colectivo. Lo comprobe el ano pasado cuando fueron las presidenciales. Ya no veia las horas para que terminaran las elecciones. Si te contara todo el bullying que me hicieron. – Vamos pues Juan. Por esa pavada puedo comprenderlo - dijo Carlos - pero aqui estan en juego intereses de la universidad huevon. Tienes que estar ahi. – ?Tengo? – Bueno, eres de la Ruiz ?No? ?No defendias las causas humanistas? – Lo siento. Anda y representame. No puedo estar en esa reunion. Si quieren botarla, haganlo. Pero me sentiria incomodo estar rodeado de personas con quien no me llevo bien. Juan se paro y no tuvo reparo en despedirse de Carlos de una forma agridulce. En su mente, si quiera ir a batallar o dar pelea verbal. Necesitaba hacer sentir su voz de protesta, en especial a Monica, una estudiante de tendencia izquierdista. Apoyaba cualquier idea de hacerle a Elena Torres una especie de callejon oscuro. Intervenir en esa asamblea era una buena oportunidad. Sin embargo, cuando sus deseos iban en un crescendo rapido, se acordo de los personajes que iban a estar. No era malos, pero por cuestiones meramente politicas y por lo tanto meramente estupidas, habia cierto roce y malestar. Por algo, los politicos en la Ruiz eran llamados fosforitos. Armado el problema, armada la huelga, solian decir algunos. Muchos simpatizantes izquierdistas que iban de huelga en huelga marchaban contra cualquier medida por parte del gobierno de turno que "infrinjan" a los estudiantes. Lamentablemente, la Ruiz no era exclusiva de aquellas marchas. Dicho colectivo se pronunciaba con la esperanza de ganar mas adeptos. Hay estudiantes que de verdad les encanta perder el tiempo en alguna manifestacion que, al final de cuentas, no llevara a nada. La epoca de Hugo Blanco se termino y las marchas de San Marcos tambien, amigos mios. Eso pensaba Juan. 3 Al llegar a la avenida Bolivar, Juan no dudo en ponerse los audifonos, segun decia para aislarse de ese ruido gris llamado Lima. Fue al paradero de siempre y se puso a esperar a que pase la linea 11 o la 32-B, buses que lo dejaban mas cerca de su casa por ese entonces. Mientras venia los carros venir de su lado, volteo y se dio cuenta que, al otro lado de la calzada, una chica le estaba alzando la mano. Parecia gritar, pero Juan no podia oir porque escuchaba a Charly Garcia. Se dio cuenta que era Juliana. Tras cambiar el semaforo en rojo, ella cruzo y fue directo a su amigo a intercambiar palabras. Tras ello, quedaron (y al decir quedaron significa que Juliana obligo a Juan) en subir a la 40, linea de buses que la dejaba a ella en su casa y a el en la Avenida San Luis, un poco lejos para ir a pie, pero no era cosa seria. Tenian suerte porque habia varios asientos desocupados. – ?Vos te enteraste de Lili? - pregunto Juliana – Justo me encontre con Carlos y me conto lo que paso. Quiere que este en la reunion. – Yo voy a ir. A mi me da asco que esa mujer ensene en la Ruiz. Da ganas de irse a la catolica enserio. - dijo ella – ?Y que? ?Quedarte sin plata? – Amigo, vos estas hablando con alguien que tiene plata. Asi que dejate de preocupar, che. - dijo Juliana cruzando las piernas y poniendole la mano en la mejilla. – ?Sabes? Lei un articulo donde senalaba una pregunta interesante. ?Que prefieres? ?Estudiar tu maestria en la catolica o comprarte una casa o un departamento? Porque ambas cosas tienen el mismo precio. No te preocupes, que se que me vas a responder la casa. – Vaya, no lo vi desde esa logica. - dijo ella reflexionando – Pero enserio Juan, conforme pasan los anos la Ruiz se esta volviendo cada dia mas cerrado. – Lo entiendo, pero no es para que digas eso. ?o acaso quieres ir a estudiar mas abajo? Si es asi, tienes suerte de que la 40 llegue hasta la catolica. – Si lo pones como tu dices, no. - dijo Juliana – Si quieres ir manana, anda y ve. - dijo Juan retomando el dialogo anterior – Pero te digo lo que le dije a Carlos. Yo podre estar en contra, pero por cuestiones de ciertas personas que no puedo ver, me abstengo a ir. – ?No vas por Monica? - dijo ella. – No es solamente Monica. Ella me cae bien, pero te apuesto que el miercoles va a hacer un recital absurdo sobre sus ideas politicas y tantas cosas. Para mi resulta un tanto incomodo observar su supuesta indignacion. Es como si Eva Peron y Zuleika Esnal hubieran hecho el amor y de esa transmutacion salio ella. – ?Quien es Zuleika Esnal? – Una argentina progresista que le falta huevo. Parece que nunca se lo dieron porque la chica para amargada cuando habla. – dijo el haciendo reir a Juliana – Bueno, yo manana voy a ir. Si quieres te cuento como fue. – Vale, pero yo estoy preocupado por algo. – ?Que cosa? – dijo ella mientras miraba su celular – Lamentablemente, tu y yo somos amigos de Francisco, y en el comunicado, la firma de Liliana esta en la parte final. Le dije a Carlos que lo minimo que va a hacer el es mentarle la madre. Y si Lili fuese hombre, olvidate le puede dar un punete. – Juan, ?En serio crees que haga eso? - pregunto Juliana – ?Tu no? ?Soy el unico que vela por la integridad de Liliana acaso? Me encontre con Carlos tambien me dio a entender de que no cree que pase cualquier cosa. – Bueno, yo tambien lo creo capaz, pero hay dos posibilidades. Si lo hace, posiblemente lo haga fuera del campus o en los alrededores. De pasar eso, te apuesto que se va a armar un escandalo en el grupo de Facebook de la Ruiz. Si no lo hace, posiblemente quede como el nino que no hizo nada por su madre. – En ambos va a tener rabia. – Relajate, Juan - dijo Juliana – Francisco tiene mierda en el cerebro, pero no tanta. No es como su madre. Lo mas probable es lo primero. Y eso si es que se da, porque ese huevon grita un culo, pero a la hora de la hora se caga de miedo.
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