• Mas alla de marte y venus de John Gray

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    El autor del libro sobre parejas mas famoso de todos los tiempos vuelve con una guia actualizada para las nuevas generaciones. Un verdadero experto entiende que a medida que los tiempos cambian, los metodos que se consideraban probados deben ser reexaminados y actualizados. Hace mas de dos decadas, John Gray revoluciono la forma en la que concebimos al amor y la pareja con su libro Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus.

  • Tiempo de cenizas de Jorge Molist

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  • 75 Fantasticos Acertijos de Logica de M. S. Collins

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    Este libro te invita, seas mayor o pequeno, a desafiar tu mente, a jugar descubriendo y estimulando la habilidad de pensar de forma diferente. Tendras que poner a prueba todas las partes de tu inteligencia: la agudeza, la imaginacion, la perspicacia, la deduccion, la creatividad, la memoria, la reflexion etc. ?Te atreves?

  • Se curan rotos, descosidos y deshilachados de Alex Toledo

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    El arte de dar vuelta a la pagina.

  • El senor Mani de A. B. Yehoshua

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    AGAR SHILOH, nacida en 1962 en Mashabei Sade, un kibutz fundado en 1949 que se encuentra a treinta kilometros al sur de Beer Sheva. Sus padres, Roni y Yael Shiloh, llegaron al kibutz en 1956 cuando estaban haciendo el servicio militar. Roni cayo en la guerra de los Seis Dias, el ultimo dia de la guerra, en los combates de los Altos del Golan. Agar tenia entonces cinco anos, por lo que muy bien puede ser cierto, como ella sostiene, que guarde un claro recuerdo de su padre. Agar fue educada en el instituto regional de Revivim. Cuando dejo los estudios le faltaban dos asignaturas del ultimo curso de bachillerato, las de ingles e historia, pues no se habia presentado a los examenes. Fue reclutada en agosto de 1980 y sirvio como soldado en una unidad de paracaidistas, en el campamento base de la misma en la zona de Beth Lida. A causa de la distancia existente entre la base y el kibutz, Agar solia pasar los permisos de fin de semana en Tel Aviv, donde dormia en casa de su abuela paterna, Noemi, a la que se sentia muy unida y a la que le hacia contar los recuerdos de la infancia de su padre. La abuela, que disfrutaba con la presencia rebosante de vida de la nieta, trataba constantemente de convencerla para que se matriculara en la universidad de Tel Aviv una vez que se hubiera licenciado en el ejercito. Asi, cuando Agar termino el servicio militar, cuyos ultimos meses fueron muy movidos a causa de la guerra del Libano que habia estallado en junio de 1982, y a pesar de la oposicion de su madre, que creia que Agar tenia que volver a trabajar en el kibutz por lo menos por un periodo de un ano antes de empezar a estudiar, consiguio convencer a la asamblea formada por los miembros del kibutz para que la autorizaran a estudiar, siendo como era, ademas, que aquellos estudios serian financiados en su totalidad por medio de una subvencion que el ministerio de Defensa tenia destinada a los huerfanos de guerra. Agar se matriculo en el departamento de cine de la facultad de Bellas Artes de la universidad de Tel Aviv pero, como no tenia ultimados los estudios secundarios, no fue admitida para cursar el primer ano de la carrera, sino que se vio obligada a estudiar antes, en la misma universidad, un ano de preparacion academica. Ese curso lectivo tiene por objeto que los alumnos aprueben los examenes de bachillerato que les falten, asi como que se les impartan las asignaturas de expresion hebrea, ingles y matematicas como refuerzo para su capacitacion academica. A principios del mes de diciembre la abuela Noemi cedio ante la insistencia de su hijo, el tio de Agar, Benzion Shiloh, alto funcionario del consulado israeli en Marsella, aviniendose a ir a visitarlo, ya que el habia tenido que anular su visita estival a Israel a causa del incremento de las tareas de informacion que recayo sobre los empleados del ministerio de Asuntos Exteriores por la guerra <>. A pesar de que no queria alejarse de su querida nieta por mucho tiempo, no pudo menos que responder afirmativamente a su unico hijo, que tenia cuarenta anos y cuya solteria seguia preocupandole mucho. Siempre habia creido que su presencia cerca de el podria quiza conducir a algun arreglo matrimonial, por lo que prolongo su visita para participar en las recepciones organizadas por el consulado con motivo del ano nuevo civil. Agar, de baja estatura, dinamica y que habia heredado el purpureo color de cabello de su difunto padre, se solazaba pensando que el grande y hermoso piso de la abuela estaria ahora por completo a su entera disposicion. Primero penso en invitar a vivir con ella a una amiga que habia conocido en las clases del curso preparatorio, una muchacha muy decidida llamada Iris, tambien huerfana de guerra, que habia perdido a su padre en la guerra de Yom Kippur y era toda una experta en las distintas bonificaciones y ayudas del ministerio de Defensa para con las familias de los caidos; pero finalmente la invitacion no prospero, y mejor para Agar que asi fuera, porque a principios de diciembre empezo a tener relaciones en casa de la abuela con un estudiante, un alumno de master llamado Efraim Mani, profesor de la asignatura expresion hebrea del curso de preparacion universitaria. La relacion tuvo un comienzo muy intenso, aun cuando ya el 9 de diciembre salio Efraim como reservista hacia la franja occidental del Libano, que no acababa de calmarse a pesar del <> que habia sido firmado entre Jerusalen y Beirut. YAEL SHILOH, de soltera KRAMER. Nacida en Kiriat Motzkin en 1936. Militante activista socialista en los movimientos juveniles de los campamentos de inmigrantes, trabajo tambien como instructora. En 1952 salio a realizar un curso de campamentos juveniles en el kibutz Ein Harod por un periodo de un ano, por lo que vio interrumpidos sus estudios secundarios que despues ya no finalizaria. En 1954 se unio al grupo Re'im, que inicio su servicio militar en el kibutz Rosh Hanikra. Al grupo, compuesto por gente de los alrededores de Haifa, se unieron tambien unos cuantos jovenes mayores, del movimiento de Tel Aviv y Rishon Lezion, entre los que se encontraba su futuro marido, Roni Shiloh, que habia finalizado sus estudios en Tel Aviv. El noviazgo se consolido ya en Rosh Hanikra. Despues de que Roni finalizara su curso de paracaidismo y de que tomara parte, en el verano del 56, en dos breves operaciones belicas y, por supuesto, tambien en la campana del Sinai, partieron ambos, junto con el resto de los miembros de la unidad, a servir en el kibutz Mashabei Sade. La vida en aquel kibutz meridional les gusto y, al licenciarse, decidieron quedarse a residir alli, donde se casaron en 1958. Los dos trabajaban en la granja: Roni en los campos de grano y Yael en las plantaciones de frutales. En 1962, despues de un viaje a las ruinas arqueologicas de Grecia organizado por la sociedad de estudiosos de la historia, nacio su primera hija, a la que llamaron Agar, en honor al apego que los dos sentian por el desierto. Cuatro anos despues, en 1966, tuvieron otro hijo, que murio a la semana de nacer a causa de una hepatitis aguda debida a la incompatibilidad sanguinea de sus padres, problema que no habia sido tenido en cuenta por el departamento de obstetricia del hospital de Beer-Sheva. Despues de recibir asesoramiento medico decidieron tratarse para tener otro nino, pero este nunca llego porque Roni cayo al final de la guerra de los Seis Dias, en los combates por los Altos del Golan, en la carretera de Quneitra a Damasco. A pesar de las suplicas de sus propios padres y, sobre todo de los padres de Roni, para que se marchara del kibutz y regresara a la ciudad, Yael decidio quedarse con su hija de cinco anos en la granja e incluso fortalecio sus vinculos con el lugar. Sabia perfectamente, sin embargo, que las posibilidades que tenia de volverse a casar irian disminuyendo de ano en ano en aquel apartado kibutz de tan pocos habitantes, pese a lo cual siguio trabajando en la plantacion e incluso dirigio las entonces innovadoras tentativas de cultivo del aguacate. Durante la guerra de Yom Kipur, cuando el secretario del kibutz tuvo que salir como reservista por un largo periodo de tiempo, Yael fue nombrada para ocupar aquel cargo que ejerceria despues durante varios mandatos con el beneplacito general, a pesar de que a algunos miembros de la comunidad les parecia demasiado extremista desde el punto de vista ideologico. La relacion con su hija Agar, una relacion por lo general muy intensa, tropezaba de vez en cuando con algunas crisis dificiles, por lo que mas de una vez la animaron los amigos mas proximos a que asistiera a los cursos especiales del movimiento kibutziano sobre educacion y psicologia juvenil. Esos cursos divulgativos y eventuales resultaron muy de su agrado y de vez en cuando incluso viajaba a la universidad de Beer Sheva para oir conferencias relacionadas con temas de educacion y psicologia. En 1980, a pesar de que se acercaba ya a los 44, accedio a participar en uno de los encuentros de solteros y solteras que organiza el movimiento kibutziano, jurandose despues a si misma que jamas volveria a asistir a un encuentro de ese tipo. Yael temia que la estrecha relacion que su hija habia mantenido durante el servicio militar con su suegra, la abuela Noemi, que habia enviudado a mediados de los anos setenta, pudiera tentar a Agar a marcharse del kibutz, por lo que se opuso a que Agar comenzara sus estudios en la universidad inmediatamente despues de haber terminado su servicio militar, prefiriendo que volviera a la granja a trabajar durante por lo menos un ano. Cuando Agar presento la solicitud para salir a estudiar, Yael intento en secreto y por todos los medios que aquella le fuera denegada. Pero la politica liberal por la que se regian los kibutzes a principios de los anos ochenta en todo lo referente a la <> de los nacidos en el kibutz que habian terminado su servicio en el ejercito y que pretendia, en realidad, impedir cualquier pretexto para marcharse apresuradamente del kibutz, ademas de que los estudios de Agar fueran a ser financiados por el ministerio de Defensa dentro del programa de ayudas que este otorga a los huerfanos de las guerras de Israel, inclinaron la balanza en contra de la postura de Yael en la asamblea general. El hecho de que Agar viviera en Tel Aviv con la abuela contribuia a que pudieran comunicarse por telefono con cierta frecuencia, y Yael y Agar acordaron hablarse, por lo menos, dos veces por semana, a pesar de que en 1982 todavia no habian instalado en Mashabei Sade telefonos personales con extension propia en las casas de los miembros del kibutz. En el dialogo que sigue faltan las palabras de Yael. * * * --Pero aunque hubiera desaparecido, mama, ha sido por muy poco tiempo, no es para haberse preocupado asi por mi... --Si te llame, mama, claro que te llame, el miercoles por la tarde, desde Jerusalen... --Claro que si, el miercoles todavia estaba en Jerusalen, ayer tambien... --Tambien ayer, mama, y hoy, pero si deje el aviso... --?Como no te lo han dicho? --!Ay, Dios mio, mama, no me digas que esta vez tampoco te ha llegado uno de mis recados! --Yo que se... A quien descolgo el telefono... --Uno de los voluntarios alemanes... --?Pero que querias que hiciera, mama? Yo no tengo la culpa de que nadie que este todavia en su sano juicio quiera contestar ya al telefono en el comedor general despues de la cena, porque a nadie le apetece corretear entre las casas, con el frio que hace, para avisar al que esten llamando. Intenta tu llamar al kibutz una noche de invierno y ponte a hablar en ingles con un voluntario medio drogado que ya ni se acuerda de como se sujeta un lapiz entre los dedos y, entonces, quiza comprendas que no ha sido muy inteligente por tu parte dirigir con tanto fanatismo esa cruzada contra los telefonos privados, como si de eso dependiera que el socialismo fuera a seguir adelante o a desaparecer. En otros kibutz hace ya tiempo que los telefonos particulares en casa de cada uno forman parte de la calidad de vida... --Todavia no he visto ningun kibutz, mama, que se haya hundido economicamente por culpa del telefono... eso son fantasias tuyas... --Pero si no he desaparecido, mama... si solo he estado fuera de Tel Aviv durante los tres ultimos dias... --?El? Que va, pero si todavia sigue en el Libano, si fue el quien me mando a Jerusalen, a casa de su padre, y no he podido salir de alli hasta esta manana. --En conciencia, no podia marcharme... --Pero si eso es precisamente lo que te quiero contar... si es eso lo que he venido a contarte... --No, fue el miercoles por la tarde cuando empezo a nevar en Jerusalen, pero ayer ya no quedaba ni rastro... --No, ha sido el quien me ha dado este viejo abrigo, su padre, el senor Mani ese... --Si, yo lo llamo el senor Mani... no se por que... --Pero si esa es precisamente la cuestion, si es solo por toda esa historia por lo que he vuelto hoy a casa, aunque debo de haberme vuelto loca por estar ahora aqui sentada contigo en vez de haberme encerrado en Tel Aviv a estudiar para el examen... --Si te lo he contado, tengo un examen de ingles el domingo, y me fastidiaria tanto que me volvieran a suspender...

  • Heredero (La Segunda Revolucion 1) de Costa Alcala

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  • Nuestro tiempo perfecto de Leah Heart

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    Viola Halley, estudiante de los primeros anos de Historia del Arte en la Universidad de Saint Andrews, durante una de las visitas de aprendizaje de campo en una de las galerias del Londres se ve atraida por la pintura del joven Duque de Somerset.

  • Alba infinita de David Nel

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    A mediados del siglo XXI, Chipre es la envidia de la comunidad internacional. Tras abolir el sistema monetario, convertirse en una EBR (Economia Basada en Recursos) y construir Galatea, la primera ciudad sostenible de la historia, el pueblo chipriota disfruta de una prosperidad y una felicidad no comparables a cualquier otro lugar de un decadente planeta sumido en una crisis financiera, energetica y climatica.
    Pero, ?que llevo a Chipre a prohibir la existencia del dinero? ?Cual es el secreto que posibilita el funcionamiento de su innovador sistema? ?Como afecta este regimen a los habitantes de la utopica ciudad de Galatea? Y… ?cuales son los verdaderos planes de su lider?
    Leah, una psicologa americana que solo busca un hogar decente para su familia. Ande, un astrofisico espanol con una gran obsesion. Marcelo, un ejecutivo chileno enamorado de una bella chipriota. Y Lin, una activista china perseguida por su gobierno. Todos ellos, muy a su pesar, descubriran la respuesta a estas preguntas.

  • El caso Durroway de Laia Vilaseca

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    Un cadaver flotando en el Canal de la Robine. Un detective apartado del caso de su vida. Un ingles cautivador y solitario de pasado oscuro. Y el incendio de una mansion llena de secretos que resultara una pieza clave para la resolucion de un complejo puzle.

  • Joel (Black Butterfly 3) de Adrian Blake

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    Mi nombre es Joel, y soy el portero del Black Butterfly, un pub donde puedes hacer todas tus fantasias realidad. La mia es muy simple: follarme a la mejor amiga de la hermana de mi jefe, Monica. Esta noche estara en el bar celebrando la despedida de soltera de Erin y me tocara a mi vigilarlas…

  • Los demonios de mi vida de Angie Rossi

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    La vida de Tess estaba por cambiar drasticamente. Todo acabaria convertido en miles de piezas de un rompecabezas que nunca volveria a armarse.

  • Fue una suerte encontrarte de Sophie Saint Rose

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    Sine es la hija del Laird de los Calhoun y cuando descubre que van a casarla en contra de su voluntad, no le queda mas remedio que huir de su hogar acompanada de su madre. ?A que clan acudir para que las protegieran de su despiadado padre? Solo se le ocurre pedir ayuda al Laird mas poderoso de las Highlands. El Bendecido no se espera su llegada y seguramente las expulsaria en cuanto cruzaran sus tierras, pero era su unica opcion y a ella no le faltaba valor para intentar convencerle. Un valor que demostrara que el amor lo puede todo.

  • La esencia de tu alma (Secretos del alma 4) de Victoria Magno

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    Continua la emocionante historia de Zarah y Allan en esta nueva entrega de la serie <>.

  • Tierra de bisontes (Cienfuegos 7) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Una nueva aventura del guanche Cienfuegos, el cabrero de La Gomera que se embarco por error en una de las naves en las que Cristobal Colon se dirigia al Nuevo Mundo.

  • Tu dale samba, y yo… rock and roll, Sylvia Marx de Sylvia Marx

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  • Caballos lentos de Mick Herron

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    Caballos lentos es la primera entrega de la multipremiada serie protagonizada por el irreverente y sarcastico Jackson Lamb, un libro que The Mail on Sunday describe como <> y que The Daily Telegraph escogio entre las veinte mejores novelas de espias de todos los tiempos. De lo que no cabe duda es de que Jackson Lamb y sus <> no dejaran indiferente a ningun lector. En esta serie, Mick Herron ha modernizado con brillo y humor la tradicional novela de espionaje y nos brinda una mirada critica y sin concesiones sobre la sociedad britanica actual. Londres, hoy en dia: la Casa de la Cienaga es el reino de Jackson Lamb; un vertedero al que van a parar los miembros de los servicios de inteligencia que han metido la pata alguna vez: por dejarse un documento olvidado en un tren, por despistarse en una vigilancia, o porque la bebida los ha vuelto poco fiables. Son los <>, los parientes pobres del espionaje britanico, y tienen una cosa en comun: todos quieren volver a la accion, salir de alli a cualquier precio. El mas amargado de todos es River Cartwright, que se pasa la vida transcribiendo conversaciones interceptadas de telefonos moviles. Sin embargo, cuando se produce el secuestro de un joven y los autores amenazan con decapitarlo y mostrarlo en directo por internet, River lo ve como una oportunidad para redimirse. ?La victima es quien parece ser? ?Y que relacion tienen los raptores con el periodista caido en desgracia que los caballos lentos investigan? Mientras suena el tictac del reloj que nos acerca al plazo establecido para la ejecucion, River descubre que cada uno de los implicados tiene intereses ocultos. Si los caballos lentos no consiguen demostrar que no son tan inutiles como los consideran los demas, el eco de la muerte de un joven resonara por todo el mundo. Mick

  • La formula de la felicidad, Alvaro Asensio de Alvaro Asensio

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    Aqui tienes un libro de referencia, con el cual vas a aprender las tecnicas que me permitieron y te permitiran aumentar tu felicidad de forma exponencial.

  • Todo es posible en Navidad de Vanessa Gonzalez Villar

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    ?Te has preguntado que pasaria si alguien te hiciera entrega de un calendario de adviento con veinticuatro propositos navidenos y tuvieras que cumplir todos ellos? Tal vez tu vida cambiaria, tal vez volverias a creer que los deseos se cumplen, tal vez, solo tal vez, descubririas que: Todo es posible en Navidad.Pablo, un publicista sarcastico e introvertido. Gabriela, una psicologa alegre y excentrica. Julia, una nina muy lista y simpatica. Juntos abriran ese calendario esperando cumplir sus deseos. ?Se haran realidad? Una novela llena de amor y mucha esperanza. Vuelve a sentir la magia de la Navidad.

  • El mundo que viene de Juan Martinez-barea

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    Todos convivimos con el profundo impacto que han ocasionado la globalizacion y la hiperconectividad y, en el futuro inmediato, se sumaran dos nuevas olas de cambio: la aceleracion tecnologica -que en los proximos anos explotara con toda su intensidad- y la irrupcion de mas de 4.000 millones de personas de los paises emergentes. Estas megatendencias revolucionaran nuestra sociedad y modificaran radicalmente cada aspecto de nuestra vida.

  • Tuyo Para Siempre de Gwendolen Hope

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    A este tengo que hacerlo sufrir. Es parte del encargo, y si ese fue el pedido, solo puedo pensar que debe merecerselo. A mi, honestamente, no me importa. Puedo usar el baston y demorar unos cuarenta segundos o tomarme dos buenas horas en la bodega que Turturro pone a mi disposicion para esta clase de trabajos. Este, por ejemplo, debe terminar en la bodega, eso fue lo que me dijeron. Y alli terminara. Apago el cigarrillo y lo veo saldar la cuenta del restaurante con el camarero. Tiene el estomago colmado con su ultima cena y yo estoy listo para irme con el. Ha dejado de nevar pero la calle aun se encuentra resbaladiza, por este motivo una mujer que pasa a mi lado esta a punto de perder el equilibrio y habria terminado en el suelo si el hombre que la acompanaba no la hubiese sostenido. Rien del accidente que han evitado, luego intercambian algunas palabras, se besan rapidamente en los labios y me superan. La gente feliz me deja totalmente indiferente; no la envidio, no la compadezco. Simplemente no comprendo como se puede tener tanta necesidad de alguien mas. Sera que yo siento que no necesito a nadie. Me envuelvo con mas fuerza en mi chaqueta. Hace frio. Tengo que estar listo. Miro al otro lado de la calle. Mi objetivo ha pagado la cuenta pero aun no ha abandonado la mesa. Esta estudiando su telefono. Escribe, escucha una nota de voz. Luego, a su vez, graba una. Soy paciente, metodico, no me importa esperar, ni bajo la nieve, ni bajo el sol que quema la piel. Lo importante es completar con exito el trabajo que me han encomendado. Finalmente hace a un lado su telefono y se pone de pie. Se coloca su abrigo, en el ingreso saluda al maitre, quien le hace una reverencia. La ultima. Atraviesa la puerta del restaurante y se encuentra en la calle. Yo cruzo, comprobando fugazmente que no vengan coches, y me posiciono detras de el. Confundirse entre las personas que pasan, hoy es facil. Son las nueve de la noche y estamos proximos a Navidad, las calles del Queens estan repletas de personas que van en todas las direcciones, con las cabezas gachas y las manos llenas de regalos y bolsas de compras. Todos estan atontados por las luces, nadie mira exactamente donde deberia. Regresan a casa para cenar o pasar la noche luego de una jornada de trabajo y diligencias. La gente es adicta a estos habitos, tanto que no nota lo demas, lo que la rodea, los detalles. Mi hombre no es la excepcion. En lugar de girarse cada tanto para comprobar si alguien lo sigue, mira fijo, saca el telefono y responde una llamada, termina y devuelve el movil al bolsillo. Y con todo, no se trata de un santo, una minima sospecha deberia tener. Sin embargo, no. Se detiene en una tienda y me veo obligado a demorar el paso y luego a detenerme tambien yo, a distancia para no ser descubierto. Finjo estudiar un escaparate pero lo mantengo bajo control con el rabillo del ojo. Cuando las calles estan discretamente atestadas es dificil hacer lo que tengo que hacer sin ponerme en evidencia. Pero no me importa. Ni un gramo de preocupacion pesa sobre mi alma. Me siento completamente vacio y no me detengo a preguntarme si eso es algo bueno o malo. Mi objetivo comienza a caminar de nuevo y lo mismo hago yo. En la esquina gira. Se dirige a buscar su coche. Vive un tanto lejos de aqui y yo he estudiado bastante bien sus movimientos como para saber que no utiliza medios de transporte publicos. Se mueve en su propio automovil y nosotros estamos en las proximidades de un gran parking subterraneo. Podria haberlo dejado alli abajo. Parking subterraneo quiere decir camaras de vigilancia. Tengo que poder interceptarlo antes. Para mi sorpresa, no baja al aparcamiento sino que se dirige a otro lado. Gira en un callejon aun menos concurrido. Se acerca a un coche pequeno, coge las llaves de su bolsillo y, mientras tanto, mira una vez mas al telefono. Esta maldita mania de los moviles hace que la gente se vuelva estupida, como el. Si no estuviese mirando su telefono, podria ver a un hombre con gorro de lana aproximandose y tener una pequena duda acerca de lo que quiere. Pero no, no lo hace. De modo que, cuando apresuro el paso, me avecino y le hablo, desconoce por completo la situacion y no se encuentra preparado. --?Tienes fuego? --le pregunto cuando estoy practicamente a su lado. --No --responde en forma poco cortes y sin levantar la vista. Mirar menos el telefono en ocasiones puede salvar vidas, seria necesario tenerlo presente. Ya he sacado la mano derecha del bolsillo, la que empuna la pequena jeringa llena de Rohypnol. La clavo en su cuello con un gesto seco. Se gira, insulta y me mira primero con sorpresa y luego con terror. Sostengo su mirada mientras tomo las llaves directamente de su mano. Con un brazo rodeo su cintura para evitar que caiga y con el otro abro la puerta del coche. Se ha aflojado y rapidamente lo deposito en el asiento del conductor, luego con un par de maniobras muevo su cuerpo al sitio del pasajero. Le ajusto el cinturon de seguridad y me ubico detras del volante. Su cabeza se balancea, la posiciono de modo tal que parezca que esta dormido. Bien, ahora puedo trasladarlo a mi lugar secreto para terminar aquello con lo que acabo de comenzar. Si debe sufrir, sufrira. *** Me tomo cuatro horas, de las cuales una la utilice para limpiar. Sali del viejo sotano arrastrando dos bolsas de residuos negras y reforzadas. Las cargue en el furgon para descartarlas. Luego regrese y limpie con meticulosidad. Lo hago siempre, cada vez que vuelvo aqui todo debe estar en perfecto orden. Me muevo en absoluto silencio, como de costumbre. Ninguna distraccion, nada de musica, nada de pensamientos que se entrometan en mi cabeza. Es mi trabajo, lo demas no me importa. Llevo el furgoncito al vertedero que funciona dia y noche. Hay un hombre de Turturro en el ingreso. Me conoce, sabe que debe dejarme pasar y de hecho lo hace, levanta la barrera sin hacer preguntas y estoy dentro. La maquina que se ocupa del tratamiento de los residuos trabaja siempre y yo despacho alli los dos sacos. Hecho. Giro y me voy sin sentir nada: ni alivio, ni remordimiento, ni nervios. Nada de nada. ?Que puedo hacer? Beber algo. En este momento, es la unica idea que consigue despertar algo de interes en mi. Subo nuevamente al furgon y lo llevo al sotano. Tomo el coche y conduzco hasta un bar que se encuentra en la carretera principal, al que visito con bastante frecuencia. No dejo que nadie aqui dentro se me acerque demasiado ni entre en confianza conmigo y, mientras nadie ponga atencion en mi, podre continuar viniendo. Me siento en la barra y el barman me pregunta que quiero. --Un whisky solo --respondo. He aprendido a decirlo asi, aunque lo que verdaderamente querria es un rakija torcibudella, de esos que bebia cuando era chico en Sofia. Tomaba fundamentalmente brlja porque el alcohol de calidad no podia permitirmelo. Bebo pequenos sorbos del liquido, disfrutandolo. Es lo unico bueno, lo unico que esta noche puede suscitar un sentimiento positivo en mi. Pero pronto se acaba y deja tras de si un sabor amargo. Apuro la copa y abandono el bar. Necesito descansar. Capitulo 2 Anna Han llamado a la puerta. --!Yo voy! --Ya estoy bajando las escaleras que del piso de arriba conducen al salon, por lo tanto no me cuesta nada acercarme a la entrada. Tocan nuevamente, quien quiera que sea debe estar impaciente y yo se quien es. --!Voy! --digo en direccion a nadie en particular. Abro la puerta de casa y una rafaga de aire frio me golpea precisamente en el momento en que veo a mi hermana y a su novio en el portico. --Haznos pasar, !hace un frio de perros! Su entrada a la casa trae salpicones de agua mezclada con nieve por doquier y una sensacion de frio intenso y penetrante. Rose tiene un abrigo verde salvia que se enlaza en la cintura y que cubre gran parte de sus piernas. Guantes, bufanda y gorro son negros, al igual que su bolso. Pero su bufanda es demasiado ligera y el gorro lleno de lentejuelas es solo decorativo si se tiene en cuenta el frio que hace por estos dias. Ronald, su novio, es tan elegante como ella pero sufre menos el frio. Su abrigo gris debe ser pesado, con toda esa piel de oveja en el interior, y ademas lleva guantes acolchados que parecen mantener sus manos bien calientes. Para los hombres es mas simple ser elegantes. Para los hombres todo es siempre mas facil, al menos en mi familia. Rose hace que Ronald la ayude a quitarse el abrigo y mientras tanto no deja de hablar. Se deshace del sombrero y una cascada de cabellos oscuros y gruesos flota sobre sus hombros. Sus ojos brillan por el entusiasmo. Ha vivido alguna aventura, esta contenta y no puede esperar para contarnoslo. --?Donde esta mama? Tenemos que hablar del almuerzo de Navidad, aun no hemos acordado la segunda parte del menu y debemos hacerlo cuanto antes. Los padres de su novio pasaran Navidad con nosotros y Rose quiere causar la mejor de las impresiones. Es por eso que en estos ultimos dias previos al evento esta siempre alterada y nerviosa. Sera la ocasion perfecta para una presentacion oficial, un paso mas para sellar la amistad de nuestras familias. Yo no tengo novio, por lo tanto no puedo comprender que se siente pero creo que, incluso si lo tuviera, de todos modos no entenderia. Rose y yo somos completamente diferentes y no solo esteticamente hablando. Ella tan femenina y refinada, y yo tan simple y practica. --?En que punto te encuentras con tus regalos? --me pregunta jadeante mientras hurga en su bolso. --Voy bien --respondo. Para no decir que no he comenzado aun. --Debes darte prisa, si esperas al ultimo minuto no encontraras nada. --Ha cogido su celular y comienza a revisar sus mensajes. No encontrar nada en Manhattan es practicamente imposible, pero no se lo senalo porque Rose esta en pleno delirio. En cambio miro a Ronald, quien me hace un guino comprensivo que yo devuelvo con una sonrisa. En terminos generales me gusta Ronald, es perfecto para Rose. Y no lo pienso solo yo, lo piensa tambien mi familia y en especial mi padre, Joe Turturro. Si el no lo quisiera, mi hermana no podria ver a Ronald ni siquiera con binoculares. En la familia Turturro uno no se casa por amor o por eleccion. El matrimonio es un contrato, un trampolin, un modo de estrechar alianzas entre familias. Afortunadamente mi padre quiere. Y quiere porque Ronald es un Russel y su familia es lider en el sector de la cria intensiva de aves de corral. Parece que, para mi progenitor, los Russel son socios indispensables en la gestion de su cadena de restaurantes. Sea como sea, Ronald es un hombre guapo, parece enamorado de Rose y eso es suficiente para mi. Sera el mechon rubio que cae sobre su frente o ese aire de principe azul de cuento de hadas. Son perfectos el uno para el otro, como dos piezas de un puzzle que encastran a la perfeccion para formar un diseno. Los sigo al gran salon de la planta baja, alli a donde me dirigia antes de que llamaran a la puerta. El gran pino fue ubicado frente a la ventana que da a la calle. Siempre en el mismo sitio, cada ano, desde que tengo memoria el arbol de Navidad en mi casa nunca ha cambiado de ubicacion. Marita, nuestra ama de llaves, esta de pie en el ultimo peldano de las escaleras y sigue con la frente fruncida las instrucciones de mi madre que le dirige: un poco mas arriba, un poco mas abajo, para colocar la guirnalda. Mi madre lleva un vestido moteado que no estiliza su figura en absoluto, pero a ella no le importa porque es de disenador y eso es lo unico que basta para convertirlo automaticamente en una prenda apta para formar parte de su guardarropas. No puede conjugar la pasion por la moda con la que siente por la mesa, especialmente por la pasta y los platos italianos, pero tambien eso parece no interesarle. Para ella unicamente es importante hacer ver que tenemos dinero, lo demas viene solo. --Rose, Anna, vengan aqui. ?No deberia estar mas alto ese grupo de bolas rojas? ?Aquel bajo el puntal? !Marita, date prisa con ese puntal! --Marita se pone en puntillas balanceandose hacia delante y hacia atras y por un instante pienso que sucederia si cayera de la escalera. Mi hermana se lanza inmediatamente en la discusion y tambien ella le da instrucciones a Marita. A mi, sinceramente, no me importa. Solo me limito a notar lo similares que son mi madre y mi hermana. Rose es mas alta y mas delgada pero dentro de treinta anos sera redonda como mama. Tienen los mismos ojos oscuros y el cabello de una tonalidad de negro que parece casi azul. Ambas poseen un desarrollado sentido del buen gusto y no saldrian de casa si no pudieran hacer combinar correctamente zapatos y bolso. Yo soy diferente. Tengo la impulsividad y la impaciencia de mi padre, ademas de dos ojos de color verde melancolico y tez clara. Verde melancolico. No verde claro u oscuro o verde intenso. Durante un periodo lo defini como "bosque" para ser menos cruda, pero mi madre siempre ha dicho melancolico, un adjetivo que por si solo tiene el poder de absorber toda la poesia del verde. Luego esta mi palidez. Siempre me veo asustada, con estos grandes ojos que destacan en un rostro demasiado redondo. No soy fea, pero tampoco guapa, lo que es seguro es que soy muy diferente a Rose. No tengo su altura, no tengo su clase, no tengo su belleza. Solo tengo el mismo apellido. Marita ejecuta las ordenes de pie sobre la escalera, mientras mama y Rose no consiguen decidirse. Llaman nuevamente a la puerta. Estoy lista para ir otra vez, ya que soy la menos implicada en la decoracion, pero Ronald me detiene en el corredor tomandome por un brazo. Literalmente me frena, con bastante energia, como si pudiera escapar de su agarre. --Deja, voy yo. --No entiendo el por que pero le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me adelanta y con su altura obstruye mi campo visual. No deberia importarme, pero soy curiosa por naturaleza y el brazo por el que Ronald me ha cogido me duele todavia un poco. Echo un vistazo nuevamente hacia el salon y luego miro la entrada. La puerta esta abierta, hay un hombre en el umbral, que veo con dificultad debido a la presencia de Ronald. Intercambian algunas palabras, luego el prometido de mi hermana lo hace entrar y entonces yo lo veo al pasar. No lo conozco, debe ser alguien que esta aqui para ver a mi padre. Es alto, robusto y macizo. No me mira. Giro de inmediato la mirada hacia el corredor que lleva al estudio. Ronald va a sus espaldas, escoltandolo, aunque el desconocido es mas alto y poderoso que el. Ambos desaparecen rapidamente de mi vista. Un escalofrio recorre mi cuerpo. No se por que, pero ese hombre me ha causado un sentimiento de inquietud y miedo. Rose se asoma. --?Ronald? --Esta con papa --respondo-- con un tipo que acaba de llamar a la puerta. --Quisiera agregar "alguien que mete miedo con solo verlo" pero me contengo. Fue simplemente una sensacion y es usual que a casa vengan personas desconocidas, socios de negocios de mi padre. Pero son en su mayoria hombres distinguidos, envueltos en abrigos de cachemira, no tipos grandes y robustos que parecen recien salidos de la carcel. --?Quien? --No lo se. Casi dos metros de alto, macizo, no le he visto bien la cara. Rose no responde, entonces dejo de mirar el corredor y me giro. Su rostro esta serio, casi asustado. --?Lo conoces? Pero no tiene tiempo de responder porque la voz de mi madre interrumpe la conversacion. --?Quereis venir? ?O tengo que hacer todo sola? *** Han pasado mas de cuarenta minutos. Casi hemos terminado de adornar el arbol y yo he ido cien veces del salon al corredor, asomandome con frecuencia ante el mas minimo sonido. Quiero ver al hombre que se encerro con Ronald en el estudio de mi padre. Tengo curiosidad, ni siquiera yo se por que. Era tan alto, grande, con un aire esquivo y misterioso. No misterioso. Temible. Debo llamar a las cosas por su nombre. Estoy colocando las guirnaldas que hemos decidido no usar en la caja que se encuentra justo fuera de la sala de estar, cuando escucho que la puerta del estudio de mi padre se abre y luego se cierra. Pasos en el corredor. De dos personas. Me tenso pero permanezco inclinada guardando los adornos y luego levanto la cabeza para mirar. Ronald escolta al desconocido hasta la puerta de entrada. Lo miro nuevamente, esta vez de espaldas y una vez mas tengo la sensacion de encontrarme junto a un hombre que da miedo. Ronald abre la puerta de casa. No se estrechan la mano y el hombre se marcha ya. Yo estoy inmovil, como hipnotizada, mirando ese par de hombros gigantes que hacen parecer pequeno incluso al novio de mi hermana. El sujeto voltea por un instante en mi direccion. Ahora si, me ha visto, estoy segura. Por una fraccion de segundo nuestras miradas se cruzan y advierto una extrana sensacion en la base de la espina dorsal, como un hormigueo insistente, una senal de alarma que induce a escapar a toda velocidad sin mirar atras. Me siento como paralizada mientras Ronald abre la puerta y el tipo sale. Se va. El novio de mi hermana abandona el corredor y regresa sobre sus pasos en direccion al estudio de mi padre. Hay algo en el suelo, un trozo de papel, tal vez un boleto, no se que es. Yace alli, en la alfombra. Sin pensarlo, avanzo hasta la puerta ahora cerrada. Podria ser suyo, del hombre que acaba de dejar nuestra casa. Podria ser importante o no representar nada. No estoy segura que es lo que me lleva a hacerlo, pero abro la puerta. Una rafaga de aire frio me golpea, como antes, sin piedad, pero de todas formas avanzo y bajo los pocos escalones que separan nuestra casa de la calle. El hombre de enorme figura y contextura de luchador ha hecho varios pasos ya y esta casi llegando a la esquina. Mis pantuflas se empapan con la nieve y mis pies comienzan a enfriarse, pero de todos modos avanzo, con una mezcla de temor y expectativa. Ni siquiera se por que lo estoy haciendo pero probablemente me arrepentire. --!Disculpe! --llamo. Pero el no voltea. Hay viento y avanzo con dificultad. --!Hey! --continuo y lo alcanzo. Mi voz tan cercana hace que se gire y, en el instante en el que voltea su cuerpo hacia mi, me pregunto que se me paso por la cabeza. Me detengo y siento que me falla la respiracion. El me mira y yo no se que decir. Parece que lo he olvidado. El hecho es que hay algo raro en su cara. Tal vez la mirada. Si, debe ser eso, tiene un ojo mas abierto y en el otro el parpado esta algo bajo, ambos son de un azul intenso pero no exactamente identico. En conjunto posee una belleza ruda y desconcertante, una belleza no para ser admirada sino temida. De cerca su rostro es serio. Si esta sorprendido no lo deja ver, mas bien parece indiferente. No sabria bien como definir su aspecto, sino diciendo que me resulta interesante en un modo tosco y casi temible. Tiene la barba rasurada pero evidentemente, acaba de volver a crecerle, negra y poblada. Sus cabellos, por lo poco que se puede ver en las sienes, son oscuros y cortisimos y sus labios estan cerrados y se ven duros. Parece un condenado a cadena perpetua que evadio su pena. Esta comparacion me salta en mente tan de repente que ciertamente no consigue tranquilizarme. No dice nada, espera que yo le esclarezca por que lo detuve. Y subitamente parece que lo he olvidado. Extiendo la mano, la que tiene el folleto y, para mi gran pesar, tiemblo. --Creo que se te ha caido a ti --le digo tendiendole el papel pero mirandolo a los ojos. Esos ojos: ?que tienen de diferente? El alarga su mano y toma lo que le doy sin dejar de mirarme. Nuestros dedos se rozan ligeramente pero no esta prestando atencion a mi mano. Me mira solo a mi. No dice gracias, no dice nada. --Tal vez es importante --dejo caer avergonzada. Algo no esta bien. ?Por que no habla? ?Por que no dice nada? Aunque sea un simple gracias seria suficiente para romper la tension. --Ok, era solo eso --agrego casi arrepentida de mi impulsivo gesto. Yo soy impulsiva. Si no lo fuera no lo habria seguido, me hubiese quedado adornando el arbol de Navidad y no hubiese pasado mas de media hora con las orejas paradas para controlar quien salia del estudio de mi padre. Ahora que he aplacado mi curiosidad, ?que he ganado? Solo verguenza. Cuando ya he perdido las esperanzas de que este tipo pudiera decir algo, me sorprende. --Gracias --pronuncia con un acento extrano. Tiene una voz baja y profunda. --De nada --respondo. Es extranjero, seguro. --?Como te llamas? --me arriesgo. Si ha hablado una vez... Parece pensarlo mientras no deja de penetrarme con sus ojos. Luego mira a su alrededor, como comprobando si habia alguien mas ademas de nosotros, como si satisfacer mi curiosidad no fuese una buena idea y estuviese dispuesto a hacerlo solamente si no hubiese gente en las inmediaciones. --Andrei --responde al final. Definitivamente es extranjero. --Entonces, !chau, Andrei! --digo. El no me devuelve el saludo. Simplemente me da la espalda y se va.

  • Serendipia de Carol S. Brown

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    La doctora Victoria Allendale es una de las mejores forenses de la ciudad. Asi que, cuando un joven aparece asesinado en Trafalgar Square, Scotland Yard no duda en solicitar su ayuda.
    Lo que en principio parecia un simple robo, pronto se complica al descubrir que el movil del asesinato esta relacionado con una obra de arte que lleva un cuarto de siglo perdida.
    El inspector Stone, encargado del caso, se vera obligado a incluir en la investigacion a su hermano Oliver, un famoso catedratico en Historia del Arte, al que no ve desde hace quince anos. Dia a dia, Oliver tratara de ignorar la fuerte atraccion que siente por Victoria y de recuperar la relacion que tenia con su hermano, sabiendo que el secreto que lleva anos guardando podria separarlos todavia mas.
    De la mano de Carol S. Brown, vive esta historia de amor, con toques de misterio y thriller.
    !No te la puedes perder!

  • Miercoles (Atemporal 3) de E. L. Todd

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    Seguir adelante tras mi relacion con Hawke fue lo mas dificil que he tenido que hacer jamas.

  • Una casa en la palmera de Margarita B. Sainz

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    Santander 1930.Ines Calleja se ve obligada a huir de su casa despues que su novio la abandonase para casarse con otra. Humillada y rechazada por la sociedad, conoce durante el viaje a Lucia Madrazo, que tambien ha abandonado su pueblo dejando atras un doloroso pasado. Juntas abriran un negocio en Sevilla, donde triunfaran.Pancho Madrazo, hermano de Lucia, regresa a Espana desde Mexico, donde ha hecho fortuna. Atractivo y culto, es un hombre hecho a si mismo. Cuando conoce a Ines sabe con certeza que es la mujer de su vida pero pronto descubrira, y quizas demasiado tarde, que en la vida no siempre es posible conseguir todo lo que se desea.

  • Loca de Chloe Esposito

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    A Alvie no le ha ido bien en la vida hasta ahora. Cuando el destino le brinda la oportunidad de robar la perfecta vida de su hermana gemela, Alvie cree que puede abandonar, por fin, su deuda con la tarjeta de credito y su improductiva relacion a tres bandas con Tinder y Twitter. Es una verdadera pena que Beth tenga que morir para que los suenos de Alvie se cumplan.
    Asi empieza una semana salvaje en la que Alvie rompera cada una de las normas de lo que esta bien y lo que esta mal. Ella, en el fondo, nunca tuvo mucho respeto por los limites. Puede ser una locura, pero las reglas estan para romperlas, ?no?

  • Corazon de perro de Mijail Bulgakov

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    Situada en el Moscu de 1924, Corazon de perro relata la transformacion de un bondadoso perro callejero en un hombre insufrible, brutal y soez que acaba militando en el Partido Comunista. El talento de Bulgakov para la satira queda patente una vez mas en esta narracion en la que critica los intentos comunistas para crear el Nuevo Hombre Sovietico, fiel a la patria como un perro a su amo, y transformar radicalmente la humanidad. Su publicacion fue prohibida en la Union Sovietica y solo pudo ser publicada en 1987, mas de sesenta anos despues de haber sido escrita.

  • Playa de barro de Silvia Lopez

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    Un policial novedoso cuyo enigma es la desaparicion del hijo de una pareja que acaba de separarse.

  • De nadie: Que no te digan como has de vivir de May R Ayamonte

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    Nadia, Olivia y Narella lo tienen claro: van a vivir la vida a su manera, y nadie las va a parar.
    Se enamoraran, disfrutaran del sexo, iran de fiesta, y superaran todos los obstaculos... como quieran y con quien les de la gana, ya sea un chico o una chica, en una relacion abierta o en exclusiva. El ultimo curso en el instituto sera memorable, y aprenderan las lecciones mas importantes: que hay muchas maneras diferentes de amar, que su libertad esta por encima de todo, y que nada sabe mejor que el primer bocado de comerse el mundo.

  • Derrame mis lagrimas (Por amor 5), Maria Beatobe de Maria Beatobe

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    Tras el shock sufrido por Naira ante una confesion que no esperaba, sus amigas intentan animarla llevandosela de fin de semana a un divertido y original cumpleanos celebrado entre tiendas de campana, mucha diversion, algunas locuras y un encuentro inesperado. Nuestras unicornias haran de esa fiesta una fecha para recordar.

  • Silence en el ultimo invierno de Geli Wittmann

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    Uno de los jueces americanos, con voz impersonal, le solicito identificarse: --Jochen Probst. Numero 42. Miembro desde 1934 hasta el final de la guerra de las Fuerzas Armadas del Reich. Y, mientras tanto, presa de nostalgia, su alma se traslado al amanecer del dia 16 de diciembre, donde 22 divisiones alemanas --acorazadas y de infanteria-- se lanzaron contra las debiles lineas aliadas en el frente de las Ardenas. Un gelido amanecer donde le parecio escuchar, conjurada como un encantamiento, Silence de Ludwig van Beethoven, y que luego de la guerra seguiria escuchando mezclada en esos copos de nieve que ya no caian en los bosques extensos y montanosos, las carreteras heridas y los pueblos dispersos. Marie Louise tuvo razon. El hechizo no lo protegeria mas alla de la arbolada. Ahora, contra su deseo, todo lo que le quedaba, dolorosamente, era la resignacion y la reminiscencia. De improviso vio en la interprete sentada a su lado la fragil fisonomia de la belga bajo la danza evanescente de los copos de nieve. Estaba mirandolo con las pupilas humedecidas, implorandole para que regresara a su lado, donde nadie lo lastimaria. El fiscal, que vestia el uniforme marron del enemigo, le hablo en ingles: --Voy a leer un parrafo de la declaracion que hizo el 25 de abril: A mi pregunta de que se debia hacer con los prisioneros, respondio: <>. ?Eso es cierto? La interprete tradujo al aleman y Jochen, circunspecto, contesto: --Dije que no perdonariamos a nadie porque ellos nos habrian tiroteado del mismo modo, si hubieramos caido en sus manos. Y ese mismo dia pusimos en marcha la operacion con las mismas condiciones. No obstante, la mujer se confundio en lo ultimo al traducir al ingles y algo turbada le pidio en aleman que repitiera. --Con lo que hacia el mando britanico --anadio luego de escucharlo, levantando la vista y fijandola en el fiscal. Volvio a prestar atencion a la voz de Jochen a su costado, se removio en la silla y transmitio: --Estuve detenido cinco semanas en un sotano que estaba completamente a oscuras. No habia ningun resquicio por el que pudiera entrar la luz. Y en el transcurso de esas cinco semanas, solo pude asearme una sola vez. La interprete ya no le presto atencion. Por el momento, las preguntas del fiscal habian concluido. El acusado numero cuarenta y dos fue conminado a abandonar la silla para reintegrarse al grupo de los setenta y tres hombres que en el ultimo periodo de la guerra estuvieron a su cargo y que ahora permanecian sentados, en hileras, con un numero sobre el torso al fondo de la sala. Jochen fingio que no le importaba. La interprete se levanto y salio de la sala. Era mejor asi. Mientras no viera su fantasma, podria dominar la melancolia. <>. Aunque sabia que no lo haria, pues se habia quedado con el desde el primer invierno. Capitulo 2 --Te contare algo, mi nina. Amelie, tu madre, decia que la nieve de Viena estaba hecha de chocolate, en medio del aroma embriagador que se desprendia de los granos de cacao que se iban derritiendo a fuego lento en su cocina. A veces tenian olor a menta, otras a canela, otras a frutilla, otras a almendras. Incluso a petalos de rosa. El sabor nunca era el mismo. Desde que su esposo habia muerto, para ella, el chocolate, siempre sabia a hiel. Sin embargo, no podia dejar de prepararlo. Se habia vuelto una terapia y una lenitiva conexion al pasado. Maximilian murio amando el chocolate. Ese gigante de mejillas arreboladas y barba blanca disfrutaba elaborando refinadas trufas, barritas y pasteles. Habia abierto una pasteleria en la Stephansplatz, --que en navidad ella decoraba con figuras de mazapan, nueces, anis, bastones rojos, campanas doradas y guirnaldas verdes-- y en un amplio escaparate con relieve exhibia las delicias que nacian de sus manos culinarias. Estaba haciendo un pastel de tres pisos cuando su enorme corazon bondadoso se detuvo y el polvo y la viruta cubrieron los rincones como una maldicion. Era pleno invierno y llovia con cuajarones de nieve. La tienda no volvio a abrir y aquella lluvia se trasunto con el aroma del chocolate de Maximilian. --Estas hablando de papa. Sonrio. Chloe estaba acodado sobre la mesa con aire sonador y su larga cabellera lisa irradiando como un rayo de sol servia de marco a unos ojos grandes y ceruleos como el sueter de cuello alto que la cubria, y se aparto para acercarse a la ventana. Ya era una nina de ocho anos. El tiempo pasaba rapido. Marie Louise se inclino para continuar escribiendo. --!Esta nevando, abuela! Sin levantar la vista, declaro: --Y no dejara de hacerlo mientras dure el invierno. La nina contemplo otro rato mas la nieve que se apinaba como cerros de azucar a lo largo de ese bosque encantado en las Ardenas. Luego volvio a fijar su atencion en la anciana, quien estaba sentada a la mesa escribiendo en un cuaderno que muchas veces vio junto a la estufa de lena. --?Que escribes, abuela? --le pregunto frunciendo el ceno. La anciana, con su eterna cabellera blanca y su sonrisa noble, se detuvo y la miro. --Una receta. --?De que es? --regreso a la mesa y se instalo en la silla frente a ella. --Es secreta y no deberia decirtela. Pero lo hare porque no cesaras en tu curiosidad. Escribo una receta de mermelada de frambuesa que le gusta mucho a tu abuelo Noah --le confidencio. --A papa le gustaba el chocolate. --Asi es. --A mi marido tambien le gustara el chocolate y caera en los copos de nieve. La mujer volvio a sonreir ante su ocurrencia y le froto el dorso de la mano. --No lo dudo, mi pequena Chloe. El chocolate es el alimento del amor. ?Quieres que te prepare un tazon de chocolate caliente? No olvides nunca que tambien ayuda a quitar las penas del alma. Esos cielos borrascosos, algun tiempo despues, sirvieron de telon a la descarnada escena que se estaba desarrollando en los bosques desde principios de diciembre de 1944. Entonces tuvo la impresion de que se trataba de un deja vu. Le parecio visualizar a la pequena Chloe pegada a la ventana resquebrajada de la cocina, mientras le confesaba su deseo de ver caer a su futuro marido del cielo entre los diminutos copos de nieve. En ese momento, con una rara inquietud en el pecho, supo que el anhelo de su nieta se trato de una premonicion, un hecho que ya estaba predestinado. Lo mas curioso de todo era que un rato antes, Chloe, convertida ya en una mujer de veintiseis anos, habia podido conciliar el sueno con una sola caricia de su mano, ajena a los demonios que solian atormentarla desde que su marido, un hombre mayor que no cayo del cielo precisamente, decidio enviarla de regreso a su lado. Cerro las cortinas, persignandose. Almas en pena. Desde hacia unos dias que la tierra se estremecia y, a ratos, una luz apocaliptica iluminaba el firmamento. Al otro lado del bosque, estaban combatiendo alemanes y americanos. Ella habia visto no hacia mucho como los alemanes trasladaban sus blindados a traves de los meandros, machacando raices y asustando a las hadas que se ocultaban en el follaje que cubrio la ventisca. Para no asustar a su amado Noah ni a su nieta, se lo habia callado. Los preferia distantes a esta realidad, protegidos en medio de esas paredes de madera aneja que habian resistido decadas en medio de aquella zona de valles, prados y colinas. El follaje espeso servia de fortaleza a la morada de un piso que habia heredado de su propia abuela. La guerra, que habia comenzado cuatro anos antes, no llegaria ahi. Un hechizo que nadie sabia la envolvia, cual escudo. De todos los cuentos que le relato a Chloe de nina, este fue el unico que se reservo, aunque la pequena siempre presintio que algo magico se escondia en la ancestral casa de su abuela, junto a la cual corria un pequeno arroyo susurrante. Apenas el dia despuntara iria por lena, se dijo mientras se acercaba al lecho de hierro antiguo de Chloe para arroparla. Le acaricio los cabellos y su fisonomia delgada la enternecio. Habia pasado penurias en Bremen y eso no lo podia negar. Pero ya no importaba. Porque ella siempre estaria ahi para contenerla en sus brazos. Asi como lo estaba para Noah. --Mi pequena Chloe, al parecer no estabas tan equivocada... --le susurro cuando se inclino a besarla en la sien, pensando que a lo mejor alguna de esas siluetas que combatia al otro lado del bosque era el marido que su nieta anhelo de nina. Capitulo 3 Al otro lado del bosque, lejos del realismo magico de Marie Louise, Jochen Probst oteo por sus prismaticos. La neblina envolvia al pueblo como si se tratara de una opera macabra y el viaje por aquella carretera tortuosa se habia relentizado convirtiendo al reloj en un asesino. Varios vehiculos se habian perdido por averias mecanicas. Preocupado, bajo los prismaticos y ordeno llamar al SS Haptsturmfhurer Diefenthal, quien descendio de su Sdkfz 251 y se presento ante su comandante: --A la orden SS Haptsturmfhurer. --Acerquese, Diefenthal --le dijo con la mirada fija en la pequena localidad belga--, eche un vistazo, ?que opina? El veterano capitan de las Waffen SS se llevo los prismaticos a los ojos y, asintiendo, replico con voz grave:

  • Y por fin juntos de Mariah C

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    <>.Esas preguntas hacen que Tom Collins reviva un pasado que recuerda con amor, pero tambien con dolor. Las verdades que ha escondido durante anos salen a la luz, al mismo tiempo que otras mas emergen del interior de Susan, su hija, cuando su adorada nieta intenta descifrar el sinuoso camino que le toco vivir.Aventuras, enganos, giros del destino y esperanzas se unen en esta historia que transcurre entre Vermont, un condado de hermosas vistas, el Boston mas refinado y elitista, y el lago Champlain como telon de fondo.

  • En nuestro proximo destino de Carolina Munoz Fuentes

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    Te conozco desde antes. ?lo sabes?
    Despues de un accidente, Teresa se enfrenta a una serie de enigmaticos recuerdos, los cuales entrecruzan su vida en dos epocas diferentes: 1940 y 2017. En medio del vacio y la confusion, comienza una importante busqueda que se vuelve cada vez mas compleja, traspasando incluso la barrera del tiempo.

  • El asesino de La Pedrera de Aro Sainz De La Maza

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    En la fachada de La Pedrera aparece colgado un cuerpo en llamas. La investigacion posterior descubre un grado de crueldad extrema: la victima fue colgada viva antes de prenderle fuego. Todo indica que en la Barcelona para turistas ha empezado a actuar un psicopata. Y politicos, policia y jueces tienen prisa por detenerlo. Para ello, el Grupo Especial de Homicidios de los Mossos pide ayuda al inspector Milo Malart, apartado del servicio por un expediente disciplinario. Solo el parece capaz de detener al monstruo que amenaza con sembrar Barcelona de cadaveres.

  • Algo mas que una bonita voz de Lorraine Murray

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    Jess termino el ensayo de su ultimo tema, se bajo del taburete y dejo la guitarra apoyada sobre este. Fruncio el ceno y torcio el gesto dando a entender que no estaba convencida de lo que acababa de hacer. --?Por que pones esa cara? ?No estas contenta con lo que has hecho? La pregunta se la hizo su amiga y representante musical Victoria, quien la contemplaba salir de la cabina de grabacion del estudio. Jess resoplo. Se coloco algunos mechones detras de las orejas devolviendo la mirada a su amiga, y fruncio los labios en un gesto de no estar a gusto. --Pues si te digo la verdad, no acaba de convencerme. No se por que, pero... --permanecio pensativa mordiendose el pulgar de su mano derecha con gesto pensativo. Su mirada vagaba por el local. --Tonterias, Jess --Victoria sacudio la mano delante de ella restando importancia a este hecho--. Sera mejor que te vengas conmigo a tomar algo. Tengo cosas que contarte. Y de paso descansas. Jess levanto la mirada de un punto en el vacio hasta el rostro de su amiga y sacudio la cabeza. --Tengo que seguir con la cancion hasta que consiga lo que busco --le reitero senalando con el pulgar hacia atras, al estudio de grabacion. --Olvidate de eso ahora, ?quieres? Coge tus cosas y vente conmigo. Vamos --Victoria se encargo de coger su chaqueta y su bolso para colocarselos en sus propios brazos al darse cuenta de que su amiga no parecia dispuesta a hacerle caso. --?A que viene tanta prisa? --Tengo algo que comentarte, y no puede esperar. A eso viene. --Pues podrias decirmelo aqui y ahora. De ese modo nos ahorrariamos tiempo. Tu volverias a tus negocios de representacion y yo seguiria componiendo un poco mas. Las dos saldriamos ganando, ?eh? --elevo sus cejas y miro a Victoria como si le estuviera implorando que aceptara. --Soy tu representante y te digo que te vengas conmigo. Ya esta. Jess fruncio los labios y se cuadro ante su amiga haciendo un saludo militar. --Lo que tu digas, jefa. Victoria puso los ojos en blanco ante su gesto, pero no dijo nada. Se limito a darle la espalda a Jess dirigiendose hacia la salida. --Ciao, Mark. Me llevo a la estrella --dijo al dueno del estudio donde Jess acudia a grabar. --?Vas a volver? Mark le hizo la pregunta a Jess al verla pasar por su lado. --Dejo mi guitarra. --No te preocupes. Si no vuelves te la guardo y sin problemas. --Te apuesto lo que quieras, grandullon a que vuelve --le aseguro Victoria guinandole un ojo y haciendo referencia a la estatura y corpulencia de el. --Habra alguien por aqui si decide hacerlo. Que os vaya bien. Minutos despues las dos entraban en un cafe cercano al estudio de grabacion. Ocuparon una mesa al fondo y mientras aguardaban a que las sirvieran, Jess contemplaba a Victoria. Esperaba que se decidiera a contarle que era eso tan importante que no podia esperar, y que la habia sacado del estudio. Entonces su amiga que la estaba observando de refilon, saco un folleto de su bolso y se lo paso. Jess lo cogio para echarle un vistazo. Entrecerro sus ojos y sacudio la cabeza. --?Que pasa? ?Que quieres que haga con esto? ?Un festival? --He recibido un correo esta manana preguntando por ti. --Ah. ?Y que querian? --pregunto sin mucho interes mientras dejaba el triptico, que tenia entre sus manos, sobre la mesa. Sonrio al camarero cuando les trajo los cafes y volvio a centrar su atencion en Victoria. --Quieren que participes --senalo ella poniendo su dedo sobre el folleto como si quisiera hacer mas hincapie en la proposicion. --?Quieren que intervenga en este festival? Pero yo hago folk rock mas que musica celta -- Jess parpadeo en repetidas ocasiones sin terminar de creerlo. Volvio a coger el folleto y a leerlo por encima, para tener una vision general. --El festival de musica folk en las islas Hebridas es uno de los mejores de musica folk de Escocia. Y se han puesto en contacto conmigo para saber si tenias fechas libres durante los dias en los que se celebra. Poco a poco Jess fue consciente de la noticia. Sintio un sudor frio en un primer momento que dio paso a una ola de calor extremo provocada por una taquicardia. --?Yo? ?En Escocia? ?En un festival de musica? ?Me lo dices en serio? --observo a Victoria asentir en repetidas ocasiones sin abrir la boca. --Eso es lo que te estoy contando. Se celebra durante cuatro dias. Desde el jueves al domingo. --?Y cuando se supone que tengo que estar alli? --Comienza el quince de julio, pero tu tendrias que estar alli al menos el dia antes de tu actuacion. Jess comenzo a prestarle un poco mas de atencion al folleto. --Las Hebridas estan al norte de Escocia. --Eso es. El festival se celebra en Stornoway. Ya nos indicarian la manera de llegar, pero puedes buscarlo en Internet. Si te hace ilusion. --Si, claro. Puedo echarle un vistazo. --Quieren contar con la emergente estrella de la musica folk en las islas britanicas. Esas fueron las palabras de la tal Caroline en el cuerpo del correo. Es la persona que se puso en contacto conmigo. Me ha hecho llegar toda la documentacion del festival. Creo que es una muy buena oportunidad para seguir ascendiendo. ?Quien sabe? A lo mejor te conviertes en telonera de algun artista importante. Recuerda a The Corrs que lo fueron de Celine Dion. Jess asentia y resoplaba al mismo tiempo debido a los nervios que habia comenzado a experimentar en ese preciso instante. --Sin duda. Que te llamen de un festival como este para que actue, no es una broma --sonrio y volvio a soltar el aire. --?Que les digo? Que cuenten contigo, ?no? Tengo que escribir a Caroline para confirmar tu asistencia cuanto antes no vaya a ser que al final te quedes fuera del cartel de artistas. Jess permanecia como en una nube. No esperaba que la llamaran de un festival de Escocia. Pero era una oportunidad mas para seguir subiendo en su carrera musical. --Si, claro. Mi guitarra y yo estaremos alli. --Lo sabia. Sabia que te encantaria la idea --dijo Victoria sin poder ocultar su emocion. Incluso dio un pequeno grito de felicidad--. Te pasare la informacion que he recibido para que la mires. --Claro. Yo por mi parte ire mirando en Internet donde esta esa localidad, como llegar y que cosas se pueden hacer, o que sitios puede visitarse. --Podrias centrarte en la cancion en la que estas trabajando y presentarle alli como anticipo de tu proximo album. --No lo se. No acaba de convencerme. Ya te lo he dicho. Pero vere que puedo hacer. --Tienes tiempo todavia. --Oh, si... Faltan dos semanas y media para el festival. Es tiempo suficiente --ironizo Jess con una mueca de fastidio. --Estoy convencida de que lo conseguiras. --Supongo que el viaje y el alojamiento corren de su cuenta ?no? Me refiero a la organizacion. --Si, no te preocupes. A ver que me cuenta Caroline cuando le confirme que asistiras. Tu vete estudiandote el lugar y todo eso. --Chica, no hace falta indagar mucho. Es una isla. Supongo que iremos en avion. ?no? --le comento Jess con cara de autosuficiencia. Victoria asintio. --Cierto. Es algo que ya veremos. --Genial. --Y hablando de todo un poco... No me has vuelto a contar nada sobre Adam --Victoria cogio su taza observando como el gesto en la cara de su amiga cambiaba. Jess se paso la mano por el pelo y desvio la atencion hacia otro punto del cafe. --Creo que nuestra historia no da para mas, si te soy sincera. --Vaya. Pues no es la imagen que dais... --le comento con la mirada entornada con curiosidad. --Estoy centrada en mi carrera musical. Es todo lo que puedo decirte y Adam... --se encogio de hombros y apreto los labios como si no supiera que decir. --No lo entiende, ?no? --Preferiria que tuviera un trabajo con un horario fijo en una oficina. --Como el. --Si. --Y tu no quieres. Ya me hago una idea. --Estoy subiendo en la industria musical. No puedo pisar el freno. Y mas ahora con lo de este festival --afirmo como si fuera la excusa idonea. --Entiendo que es complicado de aceptar cuando tienes que estar viajando para presentar un nuevo trabajo. Pero el publico espera ansioso tu segundo album despues del exito que tuviste con el primero --Victoria apreto los labios y elevo las cejas. --Lo se. Lo se. Y por ese motivo no puedo detenerme ahora. ?Lo ves como ni Adam ni ningun otro tio encajarian? --Estoy segura de que en el futuro encontraras a alguien que lo comprenda. Jess puso los ojos en blanco y comenzo a reirse. --Seguro. A lo mejor lo invoco con una de mis nuevas canciones. --Nunca se sabe. Tal vez logres enamorar a alguien con tu voz aterciopelada y dulce. Y no lo digo yo sola, sino la critica --levanto las manos para dejar clara cual era su postura en esa afirmacion. Jess volvio a reirse ante ese comentario. Estos eran los calificativos que le habian dado cuando la escucharon por primera vez. Y luego cuando la conocieron comenzaron a preguntarse de donde habia saldo aquel angel, debido a su melena rubia y su mirada azul cielo. Ella se limito a responder que de un barrio humilde. *** Rod descolgo el telefono de su despacho en el hotel que dirigia. Se reclino hacia atras en su sillon poniendose comodo. Le llamaba su hermana Megan desde Stornoway, de manera que podia relajarse. --Hola cielo, ?que tal todo? --se aflojo el nudo de la corbata y se desabrocho el boton del cuello de la camisa. De ese modo podria respirar un poco. --?Te pillo en mal momento? --Nunca lo es cuando me llamas. ?Que pasa? --En serio Rod, no me gustaria interrumpirte. --No lo haces. Espera voy a pulsar el boton del altavoz. De ese modo puedo pasearme por el despacho. --De acuerdo. --Ya esta. Supongo que me llamas por lo del festival de musica celta, ?me equivoco? --Su voz sono algo ironica, igual que su sonrisa cinica. Paseaba por el despacho con las manos metidas en los bolsillos de los pantalones del traje. --Si. Asi es. ?Podras venir a echarnos a una mano? Ya sabes que colgamos el cartel de completo durante los cuatro dias que dura el festival. --No hay problema. ?Que dia quieres que este alli? --?En serio? ?Podras dejar tu hotel unos dias para venir hasta aqui?

  • Km 123 de Andrea Camilleri

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    La novela arranca con un movil apagado. Ester es la que llama; quien no responde, Giulio, que acaba de ser trasladado al hospital en estado grave a causa de un accidente en el kilometro 123 de la Via Aurelia de Roma. Sin embargo, quien conectara el telefono es Giuditta, la mujer de Giulio, quien logicamente no sabe nada de Ester. Podria parecer el inicio de una comedia de enredo, pero nada mas lejos de la realidad: un testigo afirma que el accidente de Giulio ha sido en realidad un intento de asesinato, por lo que la investigacion sera asignada al perspicaz inspector de la policia criminal Attilio Bongioanni, quien debera enfrentarse a un caso en el que nada es lo que parece.
    Un thriller muy inteligente, rapido, de multiples voces que nuca dan respiro y que sumergen al lector en una trama endiabladamente habil para disfrutar de principio a fin y que confirman, una vez mas, a Andrea Camilleri como el maestro de la novela negra contemporanea.

  • Casi pierdo el norte de Jenny Del

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    No hacia ni siquiera seis meses que habia terminado una relacion de cerca de ocho anos con el que yo consideraba el amor de mi vida, cuando cai literalmente en las garras de Armando. No exagero con lo de las garras, y es que, tras esa impresionante fachada suya por la que suspiraban muchas mujeres del barrio, se escondia el animal que casi nunca se dejaba ver mas alla de la intimidad. O sea, de cara a la galeria era un santo varon que respondia gustoso con sus favores a quien fuese y que disfrutaba invitando a beber y comer a todo el que se le arrimase. Pero de puertas para adentro era un hijo de Satanas, por tanto, muy pocos los que de verdad sabian quien era aquel tipo. Con su carita angelical y sus risuenos ojillos azules, era capaz de embaucar a cualquier mujer que se le antojase, para despues, teniendola ya en su terreno, machacarle el cerebro con toda clase de vejaciones. Al menos, esa habia sido mi experiencia a su lado. No se si realmente se trataba de un mismo patron de comportamiento con unas y con otras o si se cebo conmigo, aprovechando que por esos dias yo no tenia mas salida que aguantar el chaparron y capotear como pudiera todo lo que me echara. Bueno, si, si se de al menos un caso como el mio. Marta, su anterior pareja, le soporto tambien como pudo durante unos anos. Ahi es nada, partiendo de la base de que yo habia estado con el apenas cinco meses y casi me vuelvo loca. De hecho, estoy plenamente convencida de que, si no me volvi loca de aquellas, no lo perdere jamas. Creo que, despues de lo vivido entre las paredes del apartamento que compartieramos, estoy preparada psicologicamente para afrontar todo lo que la vida me tenga asignado. La diferencia entre la pobre Marta y yo es que ella habia tenido un hijo con el. Asi pues, la pobre infeliz soporto por la criatura lo indecible, hasta que exploto y le planto tras sufrir un millon de humillaciones, algunas en publico. Como no la creia capaz de plantarle, eso habia supuesto un golpe bajo para aquel capullo integral. De entrada, a sus cuarenta anos, era un hombre atormentado por las consecuencias del termino de esa relacion y por el influjo de una serie de malas companias, lo que, en suma, le provocaba unas pesadillas horrorosas. Se despertaba en mitad de la noche chillando como los locos y dando unos saltos de la cama que a mi, mas de una vez, casi me hacen echar el corazon por la boca del susto. Recuerdo que, en una de esas ocasiones, dando gritos sobre el colchon como un desquiciado, salio escopetado hacia la ventana y saco medio cuerpo por ella. Parecia totalmente que fuera a tirarse. Es mas, estoy segura de que lo hubiera hecho si no vuelo tras el y se lo impido. Episodios parecidos a ese se repetian noche si y noche no, de manera que, si el dia era un sinvivir, la noche no resultaba un calvario menor. Cuando por fin se tranquilizaba y volvia a acostarse, a mi me daba normalmente por llorar, aunque no quisiese, y es que los sobresaltos que me llevaba me hacian reventar de esa forma. Lo peor es que ni eso me estaba permitido siquiera… --Bueno estamos, ?ya vas a empezar otra vez con las lagrimitas, Ana? --solia decirme. --Es que me has asustado. --Pues echate a dormir, que ya veras lo pronto que se te pasa. Era el el unico que volvia a enganchar el sueno. Esta que esta aqui ya se pasaba el resto de la noche en vela. No obstante, a Armando tampoco le duraba mucho el descanso, porque raro era que no abriese los ojos a eso de las cinco y no empezara ya con la misma retahila de siempre, y asi, hasta que sonaba el despertador. --A mi esta no me va a vacilar mas. El dia que la enganche por ahi, la mato. --Carino, por favor, dejalo ya. Ella no te esta molestando. Solo quiere vivir su vida. --?Vivir su vida? !!!???Vivir su vida???!!! Esta comiendole el coco a mi hijo, ?te enteras? !El nino solo se acerca a mi para pedirme dinero! ?O es que no te das cuenta? Claro que me la daba. Y tenia todita la razon del mundo en lo que decia, pero si el nino actuaba asi con el, no era porque la madre le estuviera comiendo el coco, sino que, a sus trece anos, ya iba adquiriendo la madurez suficiente como para ver por si mismo que clase de perro tenia por padre. Y no es que con el chiquillo precisamente se portase mal, al contrario. Era carinoso y, con tal de ganarselo y quedar como el bueno de la pelicula, le daba todos los caprichos habidos y por haber, sabiendo que Marta no podia rivalizar con el en ese sentido, dada su precaria situacion economica. Pienso que tampoco hubiese sido positivo para su educacion que ella hiciera igual con el nino comprandole todo lo que se le antojara, al reves. El tema es que Mario era consciente de las faenas que el otro seguia haciendole todavia a su madre, aun habiendo transcurrido ya cuatro anos de la separacion, y eso a Armando le estaba pasando factura. Volviendo al tema de sus pesadillas, estas tambien traian cola para mi durante el desayuno. --Te tengo dicho que no me despiertes cuando me veas asi. Nada mas que estoy sonambulo, y despertar a un sonambulo es malo, ?o no lo has escuchado nunca? Algo me sonaba, pero ?quien podia mantenerse impasible en esas circunstancias? Estar durmiendo tan tranquila y que a una la despierten de sopeton en la mas absoluta oscuridad con esas voces era mision imposible. Dejando a un lado sus pesadillas por tratarse de algo totalmente involuntario, Armando me las hacia de todos los colores. Podia pasar en decimas de segundo de estar mirandome embobado a bombardearme con una sarta de puyitas que dejaba caer "en broma". No podia estar mas ciega. --Que guapa eres, mi nina, que ojos tan bonitos tienes. No me dejes nunca, ?eh? En esos momentos me sentia la mujer mas dichosa sobre la faz de la tierra, pero poco me duraba la ilusion; el tiempo de volver a abrir su miserable boca. --...aunque esas patitas de gallo que te estan saliendo te los afean un poco. Venga, vistete, que te voy a invitar a cenar unas ostras, pero no te me pongas ropa de fulana barata. Una de cal y otra de arena. Asi se las gastan este tipo de maltratadores, que tienen dos caras perfectamente definidas. A ratos, te hacen creer que eres la persona mas especial del mundo para ellos, sin la que no pueden vivir. En otros, es decir, la mayoria, te ofenden, te desprecian, tratan de hacerte ver que en comparacion con ellos no eres nadie porque se consideran dioses y que les debes hasta el aire que respiras. Lo mas triste es que saben montarselo tan bien que llega un momento en que de verdad te sientes inferior y empiezas a ver a ese malnacido como tu dios particular. En este punto hay que decir que no todos son iguales. Unos se pasan el santo dia dando voces e incluso son capaces de levantar la mano, mientras que otros, como el susodicho, actuan con mas sutileza, aunque al final el resultado es el mismo; logran que te sometas a su dominio sin darte cuenta y que te sientas como un mojon temeroso incluso de abrir la boca. Un sabado cualquiera, a eso de las ocho de la manana, estabamos remoloneando en la cama cuando escuche una notificacion de wasap. Habia dejado por la noche el movil cargandose en la cocina y me dispuse a levantarme para cogerlo, sabiendo de sobra de quien era el mensaje: o de mis padres o de Yolanda, mi intimisima amiga. --Eso, corre, corre, que sera alguno de tus amantes --Lo escupio y se quedo tan pancho. --Armando, por favor... --Ni Armando ni hostias. Ten cuidadito con sacar los pies del plato, porque sales por la ventana. Tu y tu coleccion de zapatos detras. No se si hubiese sido capaz de llegar a ese extremo, pero no quise tentar a la suerte nunca ni replicandole, por si acaso. En realidad, mi conducta durante aquel tiempo en que convivi con el fue intachable desde primer dia hasta el ultimo. Tenia silenciados mis contactos en la agenda, como si fuera una delincuente que me relacionara con gentuza de mi "misma calana" o una golfa que tuviera ahi un listado interminable de rollos. De sobra sabia el que ni lo uno ni lo otro era cierto, pero para no darle lugar a comentarios como aquel porque ya estaba viendo de que palo iba, quise curarme en salud de esa manera; aparentando que mi movil estaba como muerto porque no me hablaba ni con Cristo. Eso era precisamente lo que el queria; aislarme por completo del resto de los mortales para tenerme bajo su ala a todas horas y que nadie fuese a intentar abrirme los ojos al respecto. Pero a mis padres, como es logico, no iba a tenerles silenciados. Mucho menos, encontrandose solos en el pueblo. Para colmo, mi padre llevaba un tiempo regularcillo de salud. En cuanto a Yolanda, era otra excepcion, y es que, aparte de ser mi amiga del alma, tenia la "suerte" de contar con la simpatia de mi verdugo por su caracter, su saber estar y por no tener un rabo entre las piernas, claro. Si Armando hubiese sabido el concepto que ella tenia de el y el contenido de ciertas conversaciones entre nosotras, otro gallo hubiera cantado. Bueno, la verdad es que en aquella epoca poco pude hablar con mi Yoli, mal que me pese. Efectivamente, el wasap era de esa chica que habia nacido ademas con el don de la humildad y que se hacia querer por todo el que la conociera.

  • Al pie de la Muralla de Begona Pro Uriarte

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    Fui arrancado con sana de la inocencia de la ninez. Los banelatus robaron mis juegos infantiles y aniquilaron a mis parientes y amigos, obligandome a presenciar su exterminio. Decidieron robarme mi vida para jugar con ella. Me crie entre seres sin sentimientos, que aunque de aspecto semejante al nuestro, carecen de alma y, simplemente, buscan el modo de aniquilar a una raza que creen inferior. Lo hacen a base de herirnos una y otra vez con el fuego de sus mentes. Creci en Bankada, la ciudad mas importante del supremio banelatu del oeste, y juro que cada dia alli fue una batalla continua en la que todos queriamos morir. Pero ellos se empenaban en sanarnos una y otra vez para volver a intentar matarnos al dia siguiente. Hasta que una vez lo consiguieron; me mataron.

  • Casos de pruebas circunstanciales de Janet Lewis

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    Las tres novelas que forman la celebre trilogia de Janet Lewis <>, reunidas en un solo volumen.

  • El arte de romperlo todo de Monica Vazquez

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    El arte de romperlo todo es el estreno literario de @ElectricNana, seudonimo de Monica Vazquez, una novela descarada, caotica, atrevida y profundamente libre.

  • No me debes nada de Conti Constanzo

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    Cuando Antonia recibe una llamada desde una clinica de Buenos Aires, lo deja todo para ir al lado de su hermana. En el aeropuerto conoce a Jose Ignacio, un hombre que tiene la virtud de sacarla de quicio, pero que a su vez le atrae profundamente.

  • Descubierta de Trixie Jones

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    Sabia que algun dia alguien descubriria mi perfil erotico en la pagina de los chats. Ese dia ha llegado y lo habia esperado. Lo que nunca imagine fue que me descubra un companero de trabajo: Chris. Nuestros cubiculos quedan enfrentados. Solo nos vemos a la entrada y a la salida, a veces en el estacionamiento, otras en el ascensor. Nunca nos hemos dirigido la palabra. Ahora el estaba aqui, de pie frente a mi cubiculo, mostrandome las capturas de pantalla de mi show de anoche. --?Alguien mas sabe de esto, Pam? Nunca me habia fijado en el hasta ese momento, mientras me extendia el telefono que me muestra de forma inconfundible, semi desnuda, lamiendo mi dildo de vidrio, coqueteando a la web cam. Su sonrisa tambien era inconfundible. Vendria a sacar provecho. --No, claro que no, nadie sabe. No pude evitar sonrojarme ante Chris. Nunca le habia prestado atencion. Somos companeros en este aburrido call center, donde los operarios jamas cruzamos palabra. Yo hago este trabajo como cortina ante mi familia para ocultar mi verdadera fuente de ingresos: soy modelo en las web cam eroticas. Tambien hago videos a pedido. Vendo rifas en las que sorteo sets de fotos profesionales de alto contenido sexual. Pero nunca, nunca me he acostado con nadie por dinero. --Mmm... entiendo Sweet Lust. --Shhh... --trate de silenciarlo-- por favor. Sweet Lust es el nick name bajo el cual escondo mi identidad. Pero eso es lo unico que escondo. En la imagen que me mostraba Chris, mi rostro se distingue frontalmente, estoy identificada, expuesta. --Si eres un buen amigo, sabras guardarme el secreto. --?Amigo? Si nunca me has contestado un saludo Pam. Tuve que preguntarle a otros tu nombre para estar seguro, porque tu y yo no somos amigos. --?Preguntarle a otros? ?A quienes? --A los otros companeros: Adam, Luke, Hugh. ?Acaso sabes mi nombre, "Sweetie"? Chris con su actitud hostil me dio a entender que pensaba mas que sacar provecho, senti que querria desquitarse de mi por no haber sido amigable en el trabajo. Pero !como podria socializar a la hora del cafe! Yo paso agotada todo el dia. Mi verdadero trabajo comienza a las 11 de la noche, cuando encerrada en mi dormitorio, monto mis shows frente a la camara. Me quedo a veces hasta las 5 de la manana, conversando, riendo, masturbandome y conversando mas. Por eso siempre actuaba de forma antisocial en el call center. Por el sueno acumulado. --?Les mostraste esta captura de pantalla Chris? --Ah, veo que si sabes mi nombre "Sweetheart". --Chris, por favor. Si quieres, a la hora de la salida te cuento mas. Pero no muestres eso por favor. --Bueno Pam, luego me cuentas mas. Sin decir mas, Chris guarda el telefono en su bolsillo y se sienta frente a mi, en su cubiculo. Su mirada incomoda empezaba a desnudarme. Se que estaba adivinando mis pezones bajo mi sueter. Volvi a enrojecer. Me sentia en sus manos. A la hora del cafe, como nunca, me acerque a Chris, quien compartia con Adam, Luke y Hugh. Senti que los cuatro me miraron con lujuria, a pesar de mi aspecto descuidado. Chris se arrima un poco dejando un espacio para que me siente yo con ellos: --!Companera, que milagro que nos viene a brindar su "dulce" compania! Senti el doble sentido que Chris impartia a sus palabras y gestos. Mi nerviosismo crecia. ?Sabrian ya mis otros companeros a lo que me dedico por las noches? --Tome asiento --dijo Luke con galanteria. Los otros parecieron no tomar mucha atencion de mi presencia. Entonces entendi que mi paranoia me empezaba a traicionar. Yo interprete sus miradas como lascivas, cuando ni siquiera se daban cuenta de que yo estaba ahi. Pero no todos actuaban indiferentes. Chris se acerco a mi cuello y me dijo en voz muy baja: --Mas tarde me cuentas mas, dulzura. Tensos minutos pasaron. Al fijarme en las miradas que se intercambiaban Luke y Chris empece a sospechar que Chris le habia mostrado ya la captura a Luke. Y si tiene esa captura, puede que tenga mas. Recuerdo que anoche jugue un poco con ese dildo en el chat publico ya que uno de los habituales dejo una generosa propina, seguida de una inusual propina de diez mil tokens por un espectador anonimo. Me levante de la mesa con la sensacion de que mis recuerdos se podian ver reflejados en mis ojos. --?Ya te vas Pam? --dijo Chris, con esa sonrisa picara de medio lado que empezaba a fastidiarme y al mismo tiempo... a excitarme. --No te vayas Pam, --interrumpe Luke, tomandome suavemente del antebrazo. Su contacto inesperado me sorprendio... y tambien me excito. --Tengo que llenar el reporte del dia. Nos vemos luego chicos. Sali de ahi casi corriendo, con la mirada incisiva de Chris clavada en mis gluteos, pude sentir sus ojos hasta el final. Empece entonces a considerar retirarme de este trabajo que no necesito. Poder al fin descansar durante el dia, y mentirle a mi madre que me despidieron y que con la liquidacion podre pagarme vacaciones. Estaba decidido. Me ire de ahi. Voy a renunciar. Al dirigirme a la oficina de mi jefe para comunicarle mi decision, Chris me intercepto. --?Donde vas tan apurada sweetie? --Chris, no se que pretendes llamandome asi. Estoy muy nerviosa, me tienes muy tensa, dejame en paz. --Este no es un buen lugar para hablar. ?Por que mejor no me dejas que te lleve esta noche a tu casa y ahi hablamos? --Yo tambien tengo carro. --Lo se, nos estacionamos juntos tambien, aunque en el estacionamiento tampoco me has contestado el saludo. --Dejate de resentimientos Chris. No puedo trabajar en un ambiente tan tenso. Voy a renunciar. Chris saca el telefono y me muestra mas captures, de otros dias. Videos. !Ahora si que me senti acosada! --No renuncies. No hagas que le muestre esto a nadie. Mientras hablaba, seguia mostrando escenas candentes protagonizadas por mi. Al reconocer una imagen mas antigua, tome fuerzas y le arranque el telefono de su poder. Chris sonreia triunfante al notar que me di cuenta de que me ha venido siguiendo el rastro desde hace tiempo.

  • Ojala estuvieras aqui, Julio Cesar Cano de Julio Cesar Cano

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    Pasado y presente confluyen en otra apasionante novela de la serie ambientada en Castellon.

  • No debiste aparecer de Hugo Sanz

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    Poco podia imaginarme la sorpresita que me encontraria aquella manana al salir con mi pequena Sara a la calle. Corria el mes de marzo y, aunque en Ferrol el tiempo parece estar siempre enfadado, el sol se habia levantado con fuerza ese dia, como preludio de una primavera que estaba a la vuelta de la esquina. Era sabado y Juanjo, mi marido, se encontraba trabajando. No volveria hasta la noche, por lo que habia decidido salir a dar un paseo con mi nina, con idea de comer por ahi y comprarle a el un regalito por sus treinta y cinco anos, que los cumpliria la semana siguiente. --?Donde esta la cosa mas bonita del mundo? --le pregunte sonriendo a mi peque al acercarme a su cama. Con dos anitos y medio nada mas, mi renacuaja no es que entendiera mucho, pero esa pregunta la tenia bien asimilada y cada vez que se la hacia levantaba rapidamente el dedito indice, sonriendome tambien ella picaramente. --Te voy a comer esa naricilla chatunga. !Nam, nam, nam, nam, nam! --hacia como que se la mordisqueaba y Sara se apartaba, nerviosa, dandome manotazos. Me encantaba provocarla de esa manera--. Venga, vamos a desayunar y nos ponemos guapas para salir a dar un paseito. En ese momento me sono el movil. Era mi hermana Clara, desde Badajoz; esa tierra en la que me crie y de la cual me habia marchado hacia ya un tiempo. Reconozco que al principio me costo salir de alli, a pesar de que el nuestro era un pueblo bien pequenito. Ferrol tampoco es Nueva York, las cosas como son, pero yo ya me habia acostumbrado a la vida en esa ciudad gallega y era muy feliz en ella. Mucho mas de lo que imagine en principio que podria llegar a ser. --?Que tal, guapa? ?Como esta mi sobrinita? --la voz de mi hermana al otro lado del telefono siempre representaba tambien para mi un motivo de alegria. --Aqui voy a levantarla, que acaba de despertarse. Pues tu sobrinita esta hecha un trasto, para no variar. ?Que tal por ahi? --Tu sabes, preparando ya las maletas como quien dice. Pasado manana firmamos por fin el contrato de alquiler. --Que guay, estaras loca de contenta, nina. --No lo sabes tu bien, Diana. No veo la hora. Ya sabes que mama es muy buena y muy santa, pero a veces se da dinero por no aguantarla con sus manias. Razon no le faltaba. No es que mi madre sea mala persona, ni mucho menos. Pero es una de esas amas de casa obsesionadas con la limpieza que no deja vivir a nadie a su alrededor. No puede soportar una huella en un mueble de cocina ni los cojines desparramados por el sofa, por poner algun ejemplo. Todo tiene que estar perfecto a todas horas, como si fuesen a pasarle revista en la casa. Es algo que nunca he entendido. A mi tambien me gusta el orden y tener las cosas decentes, pero no hasta ese extremo. Pienso que la casa es algo que tiene que estar al servicio de las personas, y no a la inversa. De la ropa, con ella, ya ni hablamos. Las prendas se tienen que lavar siempre por separado; por un lado, las sabanas, por otro las toallas, por otro los calcetines... Total, quinientas lavadoras al mes a un tercio de su capacidad, sin dolerle los recibos de luz ni el gasto en detergentes de todas las clases. Y una camisa que se ponga un rato, una camisa que va directamente para la lavadora. Eso de volver a colgarla en el armario, nanai de la china. Dice que las prendas que uno se ha puesto, aunque sea solo media hora siempre llevan algo de olor a sudor. Esa es otra; el olfato tan fino que tiene. Cualquiera se la da, no quiero ni acordarme de cuando empece a fumar a escondidas siendo una adolescente. Pero bueno, no es plan de extenderme ahora hablando de ella. --?Y los preparativos de tu boda? --le pregunte a Clara por cambiar de tercio. --Ahi vamos. La semana que viene tengo la primera prueba del vestido. Creo que he engordado un par de kilos desde que lo elegi, asi que... vamos a ver si me cierra la cremallera o si tienen que soltarme las costuras de los costados. Madre mia, que jaleo, que de pijotadas, Dianita de mi alma. --Anda ya, mujer. Seguro que estas divina. --Ya, pero estoy muy nerviosa tambien, y tu sabes... me da por comer como un camionero, bueno, como siempre, para que nos vamos a enganar. Otra cosa, no, pero comer, todo lo que me echen, que te voy a contar yo a ti. --Si, pues dejate de nervios, boba, que no hay motivos para ello. No los habia, la verdad. Clara iba a casarse con un chico estupendo que bebia los vientos por ella y la vida les sonreia a ambos. Sin embargo, es algo que a todas nos pasa llegado el momento. Yo misma estaba hecha un flan dias antes de mi enlace con Juanjo. --Bueno, Diana, pues no te entretengo, era solo por saludarte. --Tranquila, guapa. No tengo ninguna prisa. Juanjo esta en el hotel y hoy tiene alli para todo el dia, asi que vamos a desayunar y ahora en un rato saldre a dar una vuelta por ahi con la nina, que hace un dia muy bueno. --Genial. Dale un beso a la pitufa. Que ganitas tengo de verla. --Se lo dare. Otro para ti, corazon. --Aupa, campeona --le dije a mi peque nada mas colgarle, cogiendola en brazos--. Venga, vamos a prepararnos un Cola Cao y a ponernos bien guapas tu y yo. Con ella a cuestas, baje las escaleras. Juanjo y yo viviamos en un bonito unifamiliar en una zona privilegiada de Ferrol. No era nuestra primera vivienda, pero si la primera en propiedad. Antes viviamos de alquiler en un pequeno piso del centro que no estaba mal, pero tuvimos que irnos enseguida de el por diversos motivos. Por un lado, los vecinos de arriba; una pareja joven, bastante arisca y mal educada (a cada cual peor), que no tenia ningun miramiento con los vecinos. Lo mismo armaban unas juergas de aqui te espero con los amigos cualquier dia de la semana, como que volvian los dos de fiesta un sabado de madrugada a las tantas y seguian en casa con el cachondeo. La senorita no se dignaba ni a quitarse los tacones y se dedicaba a pasear por el piso de punta a punta, dando taconazos como la que esta en la pasarela Cibeles. Si los demas no podiamos dormir, a ella le importaba un pimiento. Por su parte, el cogia la guitarra y se ponia a cantarle hasta desganitarse. Cuando les parecia, tambien se peleaban a grito pelado poniendose a parir. Ellos las gastaban asi y a mi me habian tocado en suerte. El asunto es que nadie se quejaba. Eramos dos vecinos por planta y enfrente de nuestro piso no vivia nadie. Justo debajo vivia Mariana, una anciana sorda como una tapia que se quitaba los audifonos antes de dormir y que, por tanto, no se enteraba nunca de la misa la media.

  • Sophie (Simplemente Amor 1) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • Desde que te dije adios de Isabelle Cruz

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    Lucia Duran parece tenerlo todo: un trabajo apasionante, un novio carinoso y una carrera en ascenso.
    Juan Carlos Legarreta es un hombre al que el destino ha probado duramente. Sin embargo, ahora lleva una vida plena y satisfactoria como abogado de prestigio.
    Muchos anos atras los dos vivieron un gran amor que termino en desastre, pero un perfume se encargara de reunirlos de nuevo.
    Para Juan Carlos, defender Eclipse, la ultima creacion de Lucia, sera la oportunidad de ayudar a una vieja amiga y de estar cerca de la mujer a la que no ha podido olvidar. Para ella, sera la gota que derrame el vaso. ?Como confiar el destino de su fragancia al hombre que considera el peor de los traidores? Peor aun, ?que va a hacer con la atraccion que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos?

  • Una cancion de amor de Mercedes Alonso

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    --No importa lo que te pongas. Los tios son muy basicos y van a lo que van, asi que elige cualquier cosa y no te compliques mas --le digo a Paola mientras saca un vestido tras otro del armario. --Tus comentarios no me ayudan en absoluto --me regana ella. --Te estoy ayudando, solo digo que escojas un vestido al azar y te lo pongas. --A veces creo que eres mi peor enemiga en lugar de mi mejor amiga. He conseguido que Paola se enfade, aunque, para ser sincera, no entiendo el porque. Si no fuese su mejor amiga, algo que ella acaba de poner en duda, no estaria aqui tras una llamada desesperada pidiendome que viniera inmediatamente a su casa. Yo tambien tengo una cita esta noche y, en lugar de estar preparandome para ella, estoy ayudandola a elegir algo que ponerse para su cita. --Solo he dicho algo que es evidente, Daniel estara mas interesado en lo que hay debajo de la ropa que en lo que lleves puesto encima --repito--. Ademas, eres guapisima, no necesitas ningun artificio para parecer lo que ya eres. El rostro de Paola se relaja, pero solo un poco. Mis palabras parecen haber funcionado, pero si quiero que deje de estar enfadada tendre que esforzarme un poco mas. Sin embargo, no he mentido, Paola es una de las mujeres mas guapas que he conocido, de esas pocas afortunadas que no necesitan nada para lucir espectaculares y cuya belleza, las malas lenguas, atribuyen a la cirugia estetica. No es demasiado alta, pero tiene una bonita figura sobre la que un saco de patatas luce como un modelo del mejor de los disenadores. Ojos azules, pelo largo, sedoso y rubio, labios carnosos y, para rematar, una bonita y pequena nariz. Una autentica munequita con cara de angel a cuyo paso nadie se resiste a volver la cabeza. --Esta bien, el verde --digo cogiendo un vestido del monton que ha sacado del armario--. Es sexy y el verde es tu color. --?De verdad lo crees? --Estoy segura --afirmo--. Ademas, no parece dificil de quitar --digo cogiendolo por los tirantes y mirandolo desde todos los angulos. --!Trae aqui! --me ordena arrancandome el vestido de las manos. --?Que pasa ahora? --Lo que pasa es que no te tomas esto en serio y es importante para mi. Daniel me gusta, me gusta mucho, es nuestra decima cita y aun no ha habido sexo. Me respeta y eso me gusta aun mas, porque no busco una relacion de una noche. --Vale, creo que lo he entendido. Daniel te gusta y tu le gustas a el. No quieres una relacion de una noche, pero ya habeis salido unas diez veces, asi que, ?que me he perdido? --No te has perdido nada, no te hagas la tonta. Se que no crees en las relaciones duraderas desde que tu y... --No quiero que pronuncies ese nombre --la interrumpo--. En cuanto a que no te tomo en serio, eso no es cierto, estoy aqui contigo, ayudandote a elegir un vestido para tu cita. --Sera mejor que te vayas --dice comenzando a guardar la ropa en el armario. --?Por que? Sinceramente, no entiendo por que me pides que me vaya si hace tan solo un rato me has pedido que viniera. --No quiero que me ayudes. Me parece perfecto que no creas en el amor, pero deberias entender que yo si, al igual que millones de personas en el mundo. --De acuerdo, si eso es lo que quieres, me voy --le digo poniendome en pie y cogiendo el bolso que he dejado sobre la cama. --Rebeca --me llama Paola cuando estoy saliendo por la puerta de su habitacion. --?Que quieres ahora? --pregunto mirandola con cara de pocos amigos. Estoy molesta con ella por sus comentarios y empieza a cansarme que achaque todo lo que me pasa a una mala experiencia sentimental del pasado. --No puedes seguir viviendo asi --responde. --?Ahora tambien vas a meterte con mi forma de vida? --Te estas convirtiendo en una persona frivola y vacia. Se lo mal que lo pasaste cuando Lucas te dejo y lo mucho que te esta costando olvidarle, pero deberias intentarlo. Tu media naranja existe, esta en alguna parte y solo tienes que encontrarla. --Si, claro. La buscare manana si tengo un rato libre, pero ahora voy a prepararme para mi cita. No necesito amor, pero ya sabes que no he renunciado al sexo --le digo a Paola guinandole un ojo, y veo como ella pone los ojos en blanco. En cuanto salgo de la casa de mi amiga borro la sonrisa de mi rostro y bajo corriendo las escaleras de los dos pisos que me separan de la calle. Cuando llego abajo me falta el aire y apenas puedo respirar. Aspiro profundamente varias veces, hasta que mi respiracion se normaliza y empiezo a sentirme un poco mejor. Cruzo la calle para ir en busca del coche que he dejado aparcado en la acera de enfrente. Paola vive en la zona nueva de Segovia, en un edificio de dos plantas de reciente construccion, y el aparcamiento no supone ningun problema, al contrario de lo que sucede en el centro de la ciudad, que es donde yo vivo. Me subo al coche y busco la botella de agua que siempre llevo en el bolso. Bebo despacio, tengo la boca y la garganta secas, y me cuesta tragar. Siempre me sucede lo mismo cuando el pasado regresa y el dolor que senti hace anos vuelve a golpearme con fuerza. Pero soy incapaz de evitarlo. Arranco el coche y pongo la musica a tope. La cancion Stereo Hearts de Gym Class Heroes comienza a sonar y yo canto. Canto cada vez mas alto, hasta que la musica invade mi mente por completo y no hay sitio para nada mas. Una nueva cita, otra noche de sexo, otro dia lejos de sus brazos. Capitulo 2 Luciernagas en nuestras manos --Estas estupenda esta noche --dice Alex mientras me toma por la cintura y me besa. En cuanto nuestros labios se rozan abro la boca y noto como su lengua busca con avidez la mia. Acabamos de salir del restaurante en el que hemos cenado y ya en el exterior, lejos de las miradas curiosas y tras pasar la mayor parte de la velada intercambiando caricias por debajo de la mesa, solo puedo pensar en una noche de sexo de esas que consiguen transportarme hasta un lugar donde los unicos protagonistas somos mi amante de turno y yo misma. Alex me da la mano y tira de mi. Le sigo expectante hasta su coche, el me abre la puerta con galanteria y subo despacio, aprovechando nuestra cercania para rozar su cuerpo con el mio. Le oigo respirar profundamente y me vuelvo hacia el para guinarle un ojo con picardia. Nada mas poner el coche en marcha y sacarlo del aparcamiento, coloca su mano derecha sobre mi muslo izquierdo. Me acaricia con suavidad para despues deslizar la mano hacia arriba, hasta rozar el encaje de mis bragas. De mi garganta se escapa un gemido ronco y profundo, cierro los ojos y echo hacia atras la cabeza disfrutando de ese contacto que consigue excitarme. --Me vuelves loco --susurra Alex mientras sus dedos se cuelan por debajo de mis bragas alcanzando mi sexo--. Si vuelves a gemir de ese modo no tendre mas remedio que parar el coche y hacerte mia. --Y si tu sigues acariciandome asi, sere yo quien te pida que detengas el coche y me hagas tuya. Alex suelta una sonora carcajada que resuena en el reducido espacio interior del vehiculo y me giro hacia el para mirarle. Su perfil se recorta contra la luz de la luna llena y es simplemente perfecto. Su pelo, espeso y negro, luce algo despeinado a estas horas de la noche y la incipiente barba le da un aire canalla que le sienta de maravilla. Tiene los ojos tan oscuros como la noche y tan profundos que te atrapan en ellos con solo mirarle. Es alto, algo desgarbado y extremadamente atractivo. --?Por que te ries? --le pregunto. --Tu siempre consigues hacerme reir --dice mirandome a los ojos al mismo tiempo que sus dedos se abren paso hacia mi interior. No lo esperaba y grito por la sorpresa, el dolor y el placer que ese movimiento me proporciona. --Antes era una amenaza, ahora es un hecho --dice girando repentinamente a la derecha, por un camino de tierra que conduce al interior de un pinar. Conduce durante un par de minutos y despues detiene el coche abruptamente, se quita el cinturon de seguridad y hace lo mismo con el mio. --Ven aqui --me pide, y me ayuda a colocarme a horcajadas sobre el--. Me encanta tu olor, tu sabor y tu tacto. Eres como una droga para cada uno de mis sentidos. Desliza los tirantes de mi vestido por los brazos y tira de la tela hacia abajo, dejando el sujetador a la vista. Sus manos y su lengua se cuelan bajo el delicado encaje haciendome suspirar, y me aprieto contra su cuerpo deseando sentirle dentro de mi.

  • ?Cual es tu historia? – Ana Paula Benitez de Ana Paula Benitez

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    Con el corazon roto, Cara, una escritora promedio, se dirige a la cafeteria en busca una dulce taza de te para aliviar su tristeza. Alli se encontrara con Albert, un anciano con quien forjara una gran amistad y de quien aprendera sobre la vida, el amor y la muerte.

  • Pecados a la luz de la luna de Jennifer Armentrout

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    --?Es cierto eso que dicen de las mujeres que vienen aqui? --Las unas pintadas de un rojo resplandeciente recorrieron el estomago de Lucian de Vincent y le sacaron la camisa por la cintura--. ?Que se vuelven locas? Lucian enarco una ceja. --Porque ahora mismo siento que estoy perdiendo la cabeza. Que estoy fuera de control. Llevo tanto tiempo deseandote... --Los labios del mismo color que las unas rozaron el pelo mas corto alrededor de su oreja--. Pero tu nunca te fijaste en mi. Hasta esta noche. --Eso no es cierto --dijo el con voz cansada mientras alcanzaba la botella de Old Rip. Se habia fijado en ella en mas de una ocasion. Hasta podia habersela comido con los ojos un par de veces. Con esa melena rubia y el cuerpo de infarto embutido en un vestido tan escotado, por supuesto que se habia fijado en ella, al igual que la mitad de los clientes del Red Stallion. !Joder! Seguramente el noventa por ciento de ellos, tanto mujeres como hombres, habian mirado en su direccion mas de una vez, y ella lo sabia. --Pero siempre estabas pendiente de otras cosas --continuo ella. Lucian casi pudo oir el mohin que formaron esos preciosos labios rojos. Se sirvio un poco del burbon de veinte anos, intentando recordar en cuantas mujeres mas podia haber estado pendiente. Las posibilidades eran ilimitadas, pero nunca se centraba en nadie en particular. En realidad, tampoco estaba prestando atencion a la mujer que tenia detras de el, ni siquiera cuando presiono contra su espalda lo que, sin duda, tenian que ser unos pechos espectaculares y deslizo una mano debajo de su camisa. El gemido gutural que dejo escapar ella mientras le acariciaba los abdominales tampoco tuvo ningun efecto en el. Hubo un tiempo en el que solo necesitaba una sonrisa de complicidad y una voz sensual para tener una ereccion capaz de taladrar una pared. Incluso se habia follado a mujeres y se habia perdido en ellas por menos que eso. ?Pero ahora? Ahora no tanto. Sus pequenos dientes afilados le mordieron el lobulo de la oreja mientras deslizaba la mano hacia abajo y movia sus dedos agiles en el cinturon. --?Pero sabes que, Lucian? --?Que? --Se llevo el vaso bajo y pesado a los labios y se bebio el potente liquido de un trago sin pestanear. El burbon se deslizo por su garganta y le calento el estomago mientras miraba el cuadro que habia sobre la barra. No era de los mejores que habia alli, pero esas llamas tenian algo que le gustaba. Le recordaban al ardiente descenso a la locura. Ella le desabrocho el cinturon. --Voy a asegurarme de que no vuelvas a pensar en nadie mas. --?En serio...? --Se detuvo y fruncio el ceno, buceando en su memoria. !Mierda! Se habia olvidado de su nombre. ?Como cono se llamaba esa mujer? Las llamas purpuras y rojas del lienzo no iban a darle la respuesta. Respiro hondo y estuvo a punto de ahogarse con su perfume dulzon. Sintio como si le hubieran vomitado un monton de fresas en la boca. El boton de sus pantalones se solto y el sonido amortiguado de la cremallera bajando resono en la espaciosa habitacion. Un segundo despues, la mano de ella descendio por la cintura de los boxers, hasta el lugar donde descansaba su pene. Y entonces detuvo la mano en seco. Parecia haber dejado de respirar. --?Lucian? --pregunto ella con tono sugestivo. Sus calidos dedos se cerraron en torno a su miembro medio erecto. La obvia falta de interes de su cuerpo hizo que Lucian torciera el labio disgustado. ?Que le pasaba? Tenia a una mujer impresionante tocandole el pene y el estaba tan excitado como un colegial en una habitacion llena de monjas. Estaba... !Joder! Solo estaba aburrido. Aburrido de ella, aburrido de si mismo, aburrido de todo. En circunstancias normales, esa mujer era su tipo. Habria pasado un buen rato con ella y no la habria vuelto a ver jamas. Nunca se acostaba dos veces con la misma mujer, porque si lo hacia, corria el riesgo de crear un habito, y luego a uno le costaba mucho romper los habitos. Ademas de que alguien siempre acababa albergando sentimientos, y nunca era el. Pero se habia... hastiado de todo eso. La sensacion de estar harto, de no importarle nada, llevaba persiguiendole desde hacia un par de meses, asfixiando casi todas las facetas de su vida. La inquietud se habia metido bajo su piel y se habia extendido por sus venas como la maldita hiedra que se habia apoderado de la fachada de la casa. Habia empezado a sentir esa incomodidad mucho antes de que todo se pusiera del reves. Ella deslizo su otra mano debajo de la camisa mientras apretaba su agarre alrededor de su sexo. --Voy a tener que esforzarme para ganarme esta verga, ?verdad? Lucian casi se rio. !Joder! Teniendo en cuenta el rumbo de sus pensamientos, iba a tener que esforzarse mucho. Dejo el vaso en la barra, echo la cabeza hacia atras y cerro los ojos, intentando que su mente estuviera en paz. Por suerte, la mujer estaba callada mientras lo estimulaba con la mano. Necesitaba eso mas que nunca. Un orgasmo sin preocupaciones. Y ella... ?Clare? ?Clara? Estaba bastante seguro de que empezaba por <>... Bueno, daba igual, ella sabia lo que estaba haciendo. Su miembro se iba endureciendo cada vez mas, pero su cabeza... Si, su cabeza no estaba centrada en eso. ?Pero desde cuando necesitaba que su cabeza estuviera centrada en eso? Cambio de posicion para darle mas margen de maniobra y tanteo con la mano hasta alcanzar la botella de wiski de varios miles de dolares. Esa noche queria perderse en el alcohol, sentir que estaba vivo de verdad. Lo que tampoco era muy diferente del resto de las noches, pero hoy le hacia mas falta, porque manana tenia que encargarse de algo muy importante. Aunque ahora no tenia por que pensar en eso. Lo unico que necesitaba en ese momento era sentir esa mano, esa boca y tal vez... El sonido apenas perceptible de unos pasos en la planta de arriba hizo que abriera los ojos de golpe. Ladeo la cabeza, pensando que su imaginacion le estaba jugando una mala pasada, pero ahi estaban. No le cabia la menor duda de que eran pasos. ?Pero que cojones? Bajo la mano y agarro la muneca de la mujer para detenerla; algo que a ella no le hizo ninguna gracia, porque empezo a masturbarle con mas ahinco. Asi que tuvo que apretar un poco mas para inmovilizarla. --?Lucian? --pregunto con tono confundido. No respondio. Estaba demasiado ocupado intentando prestar atencion a cualquier sonido. Era imposible que hubiera oido aquello. Las habitaciones de arriba estaban vacias. Alli no podia haber nadie moviendose. Los miembros del personal no dormian alli. Se negaban a quedarse en la mansion de Vincent en cuanto caia la noche. Silencio. Era muy probable que se lo hubiera imaginado. Seguramente gracias al burbon. !Dios! Puede que estuviera perdiendo la cabeza. Despues de sacar la mano de ella de sus pantalones, se dio la vuelta y la miro. Mientras contemplaba su cara respingona penso que en realidad era muy guapa, pero hacia mucho tiempo que habia descubierto que la belleza era un regalo caprichoso. La mayoria de las veces solo era superficial, y en la mitad de los casos ni siquiera era natural, sino fruto de los diestros dedos de los cirujanos. Rodeo su nuca con los dedos y se pregunto donde terminaria su belleza y empezaria su parte mas fea. Presiono el pulgar en su pulso y este se acelero. La vio entreabrir los labios mientras bajaba las espesas pestanas, ocultando los iris del mismo color que el de la mayoria de los nativos de Luisiana. Se apostaba lo que fuera a que en su casa guardaba una o dos coronas, junto con unas cuantas bandas que la declaraban una de las tantas caras bonitas que el sur tenia en su seno. Cuando empezo a bajar la cabeza hacia ella, su telefono sono sobre la barra. Se separo de ella de inmediato y se dio la vuelta, sin importarle el murmullo de decepcion que la oyo soltar. Le sorprendio ver el nombre de su hermano en la pantalla. Era tarde, seguro que el hijo prodigo ya estaba en la cama, en algun lugar de esa misma casa. Y Dev ni siquiera estaria con su prometida, follando toda la noche como se imaginaba que haria cualquier pareja normal y feliz. Aunque, por otro lado, le costaba horrores imaginarse a la inmaculada Sabrina teniendo sexo. Se decian muchas cosas de los hombres y las mujeres de la familia De Vincent. Una de ellas parecia una mentira absoluta. Por lo visto, un dia su tatarabuela afirmo que cuando un varon De Vincent se enamoraba, lo hacia rapido y perdidamente, con locura y sin medias tintas. Una tonteria enorme. El unico de ellos que se habia enamorado habia sido su hermano Gabe, y mira como habia terminado. Como un completo desastre. --?Que? --respondio mientras alcanzaba la botella de nuevo. --Tienes que venir al despacho de papa ahora mismo --le ordeno Dev. Alzo ambas cejas al oir que su hermano colgaba sin mas. Era una peticion de lo mas interesante. Se metio el telefono en el bolsillo, se abrocho los pantalones, se quito el cinturon y lo lanzo sobre el sofa que tenia al lado. --Quedate aqui. --?Que? ?Me dejas asi? --Hablo como si ningun hombre hubiera osado alejarse de ella en cuanto le ponia la mano en el pene. La miro con una sonrisa y abrio la puerta que conducia a la galeria de la segunda planta. --Si. Y seguiras aqui cuando vuelva. Su respuesta la dejo boquiabierta, pero salio al aire fresco de todos modos. Sabia que, a pesar de su enfado, le esperaria. Atraveso la galeria, tomo la escalera cerrada y salio por el almacen de la planta principal a la que daba. El mausoleo que tenian por casa apenas estaba iluminado a esas horas y reinaba el silencio. Sus pies descalzos pisaron el suelo de baldosas que enseguida paso a ser de madera. Tardo un par de minutos en llegar al despacho, ya que estaba al otro lado del ala derecha, lejos de las miradas curiosas de todo aquel que visitaba la casa De Vincent. Incluso tenia su propia puerta y camino de entrada. Lawrence, su padre, se habia asegurado de garantizar su privacidad hasta limites extremos. Fue aminorando el paso a medida que se acercaba a las puertas cerradas. No tenia idea de que le podia estar esperando en aquel despacho, pero sabia que su hermano no le llamaria en plena noche por una nimiedad, asi que se preparo para cualquier eventualidad. Las pesadas puertas de roble se abrieron silenciosamente. Cuando entro en la habitacion bien iluminada se detuvo en seco. --?Pero que...? Dos piernas se balanceaban ligeramente; los mocasines de piel de cocodrilo de Brooks Brothers colgaban a metro y algo del suelo. Habia un pequeno charco debajo. El hedor nauseabundo que flotaba en la habitacion le dijo lo que era. --Por esto te he llamado --dijo Dev desde algun lugar de la estancia con tono neutro. Lucian miro hacia arriba, a lo largo de los pantalones oscuros que estaban mojados en la parte interior de los muslos, la camisa torcida de cachemir azul a medio meter, las manos y los brazos laxos a los lados, los hombros caidos y el cuello doblado en un angulo antinatural..., sin duda, por el cinturon que lo rodeaba. Un cinturon que estaba atado al ventilador de techo importado de la India que habian instalado hacia poco mas de un mes. Cada vez que el cuerpo se balanceaba, el aparato emitia un tictac similar al de un reloj de pie. --!Dios bendito! --gruno Lucian, con las manos a los costados mientras echaba un vistazo rapido al despacho. El charco de orina se iba extendiendo hacia la antigua alfombra persa beis y dorada. Si su madre hubiera estado viva se habria llevado la mano a su collar de perlas horrorizada. Al pensarlo, esbozo una sonrisa ironica. Echaba de menos a su madre todos y cada uno de los dias desde que lo habia dejado, a el y al resto, aquella humeda y sofocante noche de tormenta. A su madre siempre le habian gustado las cosas bellas, atemporales e inmaculadas. Por triste que fuera, no era de extranar que se hubiera ido de este mundo de esa forma. Preocupado por esos pensamientos mas que por la muerte que impregnaba el despacho, fue a la derecha y se dejo caer en un sillon de cuero. El mismo en el que se habia sentado durante horas y horas de nino, con la espalda recta, escuchando en silencio las multiples razones por las que era una decepcion. Ahora estaba mas repantingado, con los muslos separados. No necesitaba un espejo para saber que llevaba el pelo rubio (a diferencia del de sus hermanos, que era oscuro) despeinado como si una docena de manos se hubieran deslizado entre sus mechones. Tampoco tuvo que respirar muy hondo para captar el maldito aroma afrutado que se adheria a su ropa. Si Lawrence le hubiera visto con ese aspecto, habria torcido los labios como si estuviera oliendo algo profundamente desagradable. Pero teniendo en cuenta que ahora estaba colgado del ventilador de techo como un trozo de carne en el gancho de un carnicero, jamas volveria a mirarle de ese modo. --?Ha llamado alguien a la policia? --pregunto. Tamborileo con los dedos en el brazo del sillon. --Eso espero --repuso Gabriel arrastrando las palabras. Su otro hermano estaba apoyado en el aparador de roble de cerezo recien pulido. Las copas de cristal chocaban unas con otras. Los decantadores de brandi y wiski apenas se movian. Gabe, al que todo el mundo consideraba el mas normal de los hermanos De Vincent, todavia parecia medio dormido. Solo llevaba un par de pantalones de chandal y se frotaba la mandibula mientras observaba el balanceo de las piernas. Se le veia demacrado y palido. No obstante, aquellos que sostenian esa opinion, no conocian al autentico Gabriel. --He llamado a Troy --respondio Dev con gravedad desde el lugar en el que se encontraba, al otro lado del despacho. Tenia todo el aspecto que un hijo mayor, el hijo que ahora era el cabeza de la dinastia De Vincent, siempre debia tener. Pelo oscuro peinado a la perfeccion, mandibula afeitada y ni una sola arruga en los pantalones de lino con los que dormia. Conociendolo, seguro que los habia planchado antes de venir. --Le he contado lo que ha pasado --continuo Dev--. Viene de camino. Lucian lo miro. --?Te lo encontraste tu? --No podia dormir. Me levante y baje aqui. Cuando vi que la luz estaba encendida, entre y me lo encontre asi. --Dev se cruzo de brazos--. ?Cuando llegaste a casa, Lucian? --?Y eso que tiene que ver con esto? --Solo responde a la pregunta. Lucian esbozo una lenta sonrisa de comprension. --?Crees que he tenido algo que ver con el estado en el que se encuentra nuestro querido padre? Devlin no dijo nada. Solo espero. Aunque eso era muy tipico de Dev. Era silencioso y frio, como una tumba recien cavada. Nada que ver con el. Absolutamente nada. Fue Gabe el que lo miro como si estuviera tratando de discernir la verdad. Lucian puso los ojos en blanco. --Ni siquiera se si estaba despierto cuando llegue a casa. Use mi propia entrada y, hasta que me llamaste, estaba pasando un buen rato, entretenido con otro tipo de actividades. --No te estoy acusando de nada --respondio Dev con el mismo tono que habia usado cientos de veces cuando eran ninos. --Pues eso no es lo que parecia. --Aquello no era normal. Su padre estaba colgando del ventilador de techo, con un cinturon de cuero de seiscientos dolares al cuello, ?y Dev le preguntaba por su paradero? Detuvo el tamborileo en el brazo del sillon. Ahi fue cuando se dio cuenta de una mancha roja en la punta. Metio los dedos hacia dentro--. ?Y donde estabais vosotros? Dev alzo las cejas. Gabe aparto la mirada. Lucian movio la cabeza y se rio entre dientes. --Mirad, no soy ningun forense experto, pero todo apunta a que se ahorco. --Es una muerte no intencionada --senalo Gabe. Lucian se pregunto en que serie criminal habria aprendido ese termino--. Aun asi, la policia querra investigarla. Sobre todo porque no parece que haya dejado ninguna carta o nota. --Senalo con la barbilla el escritorio--. Aunque tambien es cierto que ninguno de nosotros se ha puesto a buscar nada. !Mierda! No me lo puedo creer. Lucian volvio a mirar el cuerpo de su padre. Si, el tampoco se lo creia. --?Has llamado a Troy? --Se centro en Dev--. Seguro que se alegra muchisimo. !Joder! Deberiamos estar celebrandolo. --?Es que no tienes ni un apice de decencia? --escupio Dev. --?De verdad me estas haciendo esa pregunta? ?Por nuestro padre? Dev apreto la mandibula. Fue el unico indicio de emocion que mostro. --?Te haces una idea de lo que va a decir la gente sobre esto? --Mirame a la cara. ?Hay algo en mi expresion que te haya llevado a creer que me puede llegar a interesar lo que piense la gente? --inquirio en voz baja--. ?O que me ha interesado alguna vez? --Puede que no te importe, pero lo ultimo que necesita nuestra familia es que la vuelvan a arrastrar por el fango.

  • Rebelde de Lory Squire

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    La dura era vida en Texas durante los anos posteriores a la guerra civil americana. Una epoca en la que los bandidos y los guerreros indios, condicionaban la vida de los rancheros, y en la que las mujeres no tenian oportunidad a decidir sobre su vida.

  • Cerca de un nuevo paraiso de Luciana V. Suarez

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    Una intensa historia de amor que sorprendera a la protagonista en el momento que menos se lo espera pero que mas lo necesita.

  • En mis suenos de Rose B. Loren

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    Aanisa Salek es la directora de una multinacional del petroleo con sede en Valencia. Durante varios meses y debido a su estresante ritmo de vida, cada noche se despierta sobresaltada, siempre con un mismo y perturbador sueno. En el aparece un hombre al que no reconoce, solo recuerda sus preciosos ojos verdes, su penetrante mirada y despues. un destino incierto.

  • Cien verdades y una mentira de Juan Antonio Carreras Espallardo

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    Cien verdades y una mentira es un compendio de articulos relacionados con el mundo policial, las ciencias criminologicas, la seguridad vial y el ambito periodistico. Pero no solo eso, a lo largo de cien verdades el lector encontrara algun relato y poesia, fruto de la pasion frustrada de su autor, que siempre admiro estos dos generos. La mentira queda reservada para el final.

  • Las aventuras del buen soldado de Jaroslav Hasek

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    Una gran epoca pide grandes hombres. Hay heroes desconocidos y oscuros, privados de la fama y de la gloria historicas de un Napoleon. Hoy mismo podriais encontrar, por las calles de Praga, a un hombre desalinado que no se da cuenta de la importancia que tiene para la historia de la magna epoca moderna. Si le preguntarais como se llama, os contestaria con sencillez y modestia: Soy Svejk…”” Asi empieza una de las novelas mas hilarantes y subversivas de la literatura universal:Las aventuras del buen soldado Svejk. Heredero de Cervantes, Rabelais, Fielding o Sterne, en la segunda decada del siglo XX el escritor checo Jaroslav Has?ek dio vida al entranable y humilde soldado Svejk, enrolado en las filas del ejercito austrohungaro durante la Primera Guerra Mundial. Las desternillantes y sorprendentes andanzas de este simpatico picaro moderno, estupido y sabio a la vez, ninguneado por los estamentos militares -“La comision me declaro oficialmente idiota. !Soy un idiota oficial!”, llega a declarar el propio Svejk-, constituyen un manifiesto antibelicista de primer orden, una proclama satirica e irreverente contra la futilidad y el sinsentido de la guerra narrada desde la optica de un idiota genial.