• y llegaste tu cambiando mi mundo coral moon pdf - Coral Moon

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    Comenzaron a atacarme los recuerdos… y no supe como defenderme, asi termine pensando en el, otra vez.

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    27 ago 2018 — nº 2)” de Coral Moon. También disponible en formato PDF. Sinopsis: Empezaron a atacarme los recuerdos… No supe de qué forma defenderme y de esta ...

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    Y llegaste tu, cambiando mi mundo – Coral Moon · General. Comentarios. —¿Qué haces aquí? —La voz de Ana hace que el corazón se me acelere y dé un respingo ...

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    18 jun 2019 — Y llegaste tu, cambiando mi mundo- Coral Moon - documento [*.pdf] ⚜Y llegaste tú, cambiando mi mundo ⚜ Coral Moon TODOS LOS DERECHOS ...

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    8 ago 2018 — Y llegaste tu, cambiando mi mundo- Coral Moon ... Comenzaron a atacarme los recuerdos… y no supe cómo defenderme, así terminé pensando en él, otra ...

  • Romance (PDF) - Results from #680

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  • Y llegaste tu 1 de Coral Moon

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    Aburrida, mire hacia el otro lado de la barra y mis ojos se encontraron con los suyos. Destellos de imagenes comenzaron a desfilar ante mis ojos, hasta que todo dejo de existir entre nosotros. Solo estabamos el y yo, mirandonos el uno al otro, deseando poseernos. Respire hondo, simplemente no llegaba a comprender como podia sentirme tan atraida por alguien a que apenas conocia. Por increible que parezca, senti que era el hombre de mi vida hasta que se abrio la puerta. Mire hacia ella con la boca abierta cuando la vi entrar y se dirigio hacia el para besar los labios que yo llevaba deseando besar otra vez. Me miro de una forma tan intensa… que por un instante se me olvido respirar.

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • Guerra de imperios de Ben Kane

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    <> es la nueva saga del autor de la trilogia <>, el maestro de la novela historica.

  • Las lagrimas de Isis de Antonio Cabanas

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    Descubre a la reina mas fascinante del Antiguo Egipto. Por el autor de los best sellers El ladron de tumbas y La conjura del faraon.

  • La noche del fuego de Pablo Poveda

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    Tras unos anos fuera, Caballero regresa a la ciudad de Alicante durante la noche de San Juan. De forma accidental, sera testigo de un cruel asesinato y no podra evitar verse involucrado en el. Alli conocera a una misteriosa mujer de la que no podra deshacerse. Lo que en un principio parecera accidental, se convertira en toda una pesadilla para el periodista.

  • La memoria del tiempo de Lorena Franco

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    Tras una serie de tragicas circunstancias, malas decisiones y una amenaza de muerte, Chloe Ackerman huye hasta Greening Island, un lugar recondito en medio de la nada, marcado por un suceso del pasado. Durante el sosiego que garantiza la temporada baja en la que no se aloja ningun huesped, se escondera en el Hotel Raventhorp que dirige su tia Lydia, tratando de evitar a quienes trabajan en el. Un dia, Chloe tropieza con un hombre vestido con ropa de otra epoca que dice llamarse Isaac Hamsun. Para su asombro, el tambien se aloja en Raventhorp y le asegura que es el nuevo director del hotel en 1928, el ano en el que mucha gente morira. Chloe empezara a viajar sin control del presente al pasado y, al darse cuenta de que se esta enamorando de Isaac, quien le ha confiado el verdadero motivo por el que esta en la isla, hara lo posible por cambiar la memoria del tiempo.

  • El viaje de don quijote de Julio Llamazares

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    2016, ANO CERVANTES

  • Ninguna mujer llorara por mi de Jose Antonio Gurpegui

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    Reconociste a Simon nada mas verlo. Abandonabas el aula al terminar tu clase cuando alguien pronuncio tu nombre: <>. Te giraste y alli estaba el. Habia perdido el pelo pero conservaba la mirada picara de adolescente, su cara de suaves rasgos aninados y la misma sonrisa agradable y sincera. Os abrazasteis con carino. <>. Los dos recordabais con exactitud la ultima vez que os visteis: una tarde-noche lluviosa de otono intentando encontrar taxi al salir del cine. Ahora, en el pasillo de la facultad, especulabais sobre el tiempo transcurrido desde aquel encuentro casual, <>; <>; <>; <>. Simon tenia razon, la ultima vez que coincidisteis fue en 2005, hacia exactamente catorce anos. Sorprendente que no recordaras el ano exacto; tu memoria, en especial para acontecimientos senalados, es prodigiosa, y aquella fue la ultima vez que Pepe, tu marido, te acompano al cine. El preferia el futbol --socio del Real Madrid desde el dia que nacio-- y los toros --heredo de su padre un abono de barrera en el tendido 1 de Las Ventas--, incluso musicales como Los Miserables; decia que el cine no le emocionaba, que todas las peliculas eran predecibles. En el taxi te pregunto quien era <>, y respondiste que un viejo amigo de la facultad. Mas sorprendente que Simon apareciera de improviso por la facultad fue el motivo, el por que te buscaba: <>. Te quedaste sin palabras y volvio a repetir: <>; no reaccionaste e insistio por tercera vez: <>. Nunca conociste la identidad de tu padre y habias sonado con escuchar esa ultima frase incluso antes de tener uso de razon. Recuerdas un dia que estabas jugando con una muneca y preguntaste por tu padre y amatxu --nunca fue mama ni madre-- te dijo simplemente que se habia marchado muy lejos; volviste a preguntar con la candidez propia de tus cuatro anos: <>. No respondio. En algunas ocasiones, cuando renacia tu interes por el paradero de tu padre, tan solo lograbas excusas o justificaciones imprecisas y confusas entre si… evasivas con las que te mentian pero no enganaban. Comprendiste que aquel asunto era un tema delicado cuando en tu catorce cumpleanos pediste como regalo, inocente, conocer quien era tu padre; amatxu se desquicio y, desolada y con los ojos acuosos, abandono la casa y no volviste a verla hasta el dia siguiente. A partir de entonces te refugiaste en la soledad de tu cama, y por las noches permitias que tu imaginacion se recreara esbozando su figura: ni alto ni bajo, moreno unos dias y castano o rubio en otros, de ojos grandes, tal vez usara gafas, y nariz… la nariz era lo mas dificil de imaginar. A su vez lo situabas realizando todo tipo de trabajos: unas veces era profesor, otras medico, otras militar… aunque tambien podia ser maquinista de tren, o titiritero si tu espiritu estaba jugueton. Y le construias una casa con un gran salon desde donde se veian los arboles de un parque cercano. Esas ensonaciones resultaban agradables; en cambio, si tus fantasias lo situaban viviendo con otra familia, acariciando a otros hijos, tardabas en conciliar el sueno. Cuando alcanzaste la mayoria de edad, tu amatxu consintio en hablar: tu padre os abandono el mismo dia en que naciste --el 20 de noviembre de 1975-- y jamas se volvio a saber nada de el. Tampoco entonces te convencio; lo unico positivo en aquella conversacion fue conocer su nombre, Antonio Sanchez. Continuaste reclamando informacion. ?Quien era Antonio?, ?como era?, ?por que os abandono?, ?a que se dedicaba?… Nunca nadie dijo nada. Los mil intentos y delirantes estratagemas para averiguar los motivos de su abandono, de la misteriosa huida de tu progenitor, solo cesaron con el solemne funeral de tu abuelo. Bartolome Tellechea Basterrica murio un dia antes de tu decimonoveno cumpleanos. Para la tropa era el teniente general Tellechea; sus hijos se referian a el como <> y le trataban de usted; para la abuela fue siempre Bartolo --o Bartolome, cuando se enfadaba y se ponia seria --; sus companeros oficiales lo conocian por Tolo el Astuto; amatxu lo llamaba aita, y tambien tu utilizabas ese mismo apelativo paternal en vasco. Tu abuelo habia nacido con el siglo y resultaba facil establecer su edad en relacion a cualquier acontecimiento. Como todos los Tellechea seria enterrado en el senorial panteon de la FAMILIA TELLECHEA: un mausoleo de enmohecida piedra negruzca con una cruz en el centro --colgando la estola con el texto FORTES FORTUNA ADIUVAT, La fortuna favorece a los valientes--, flanqueada por dos arcangeles adoradores, en el cementerio de Vista Alegre en Bilbao. Alli descansaban desde hacia siglo y medio los restos del general Heliodoro Tellechea, ayudante de campo de Zumalacarregui, muerto en la batalla de Montejurra en noviembre de 1835; del joven capitan Crucito Tellechea, veinticinco anos, herido defendiendo Cavite en Filipinas y victima del paludismo cuando en agosto de 1899 regresaba a Espana a bordo del mitico Alicante; y de su hermano gemelo --tu bisabuelo-- Martin Tellechea, fallecido de insuficiencia renal en Sidi Ifni en 1939, comandante de la 4.a compania en el Desastre de Annual, que lavo su honor durante el desembarco de Alhucemas al punto de que el general Sanjurjo lo califico de <>; y de su hijo, el venerado tio abuelo Emiliano, muerto por el <> de la Legion Condor en Galdacano el 11 de junio de 1937, durante la toma de Bilbao. Tambien descansaban alli los restos de <>, fallecida a causa de la escarlatina el 27 de diciembre de 1948; y dos primos muertos demasiado jovenes de forma tragica: T T, como le llamaba carinosamente la familia --de veintitres anos, el 4 de enero de 1980--, y Maca --Macarena Tellechea O'Reilly, a quien considerabas mas hermana que prima, tu mejor y tal vez unica amiga--, de veinte anos, el 7 de julio de 1993. La comitiva con el feretro del general partio desde el hospital Gomez Ulla a primera hora de la manana. Al furgon funebre le seguia el coche del tio Martin, el primogenito, con la tia Upe, la abuela y tu amatxu, la menor y unica mujer de los seis hermanos Tellechea; despues el coche del tio Fernando con la tia Sheila, y el tio Vidal con la tia Montse; el tio Javier, tu padrino, y la tia Remedios llevaban a la tata, que habia criado a todos los vastagos Tellechea y era como una mas de la familia; les seguia el Renault Laguna del tio Ignacio, que se empeno en que le acompanaras con el pretexto de contarle <>; un pequeno autobus con los primos --excepto Adria y Ferran que estudiaban en Estados Unidos --, algunas amigas de la abuela y Jacobo, hijo del comisario Manuel Ballester, quien fuera buen amigo del aita, que se apunto al autobus en el ultimo momento porque a su coche le fallo la bateria; y, despues, una galaxia de estrellas peregrinando en una veintena de coches: amigos y companeros de armas de los tios Martin y Vidal, que tambien vestian sus uniformes de gala en Intendencia y Regulares. Inacito, como familiarmente llamaban al tio Ignacio sus hermanos y cunadas, era el menor de los varones y fue mellizo de la malograda Merceditas. Los Tellecheas acudiais a el en los malos momentos en busca de consejo y refuerzo espiritual y humano por su condicion sacerdotal: era padre escolapio en el colegio que la orden tenia en la calle Hortaleza y alli vivio hasta su cierre en 1989, cuando le trasladaron a Zaragoza de donde vino para el funeral. Comenzo la conversacion de forma distendida --incluso excesivamente jovial dada la luctuosa circunstancia del momento-- bromeando sobre lo incomodo que resultaba conducir con sotana. Despues te pregunto por la universidad, por los chicos, si tenias algun <>, y bromeo al comentar como seria tu vida sin el general, con la amatxu, la abuela y la tata bajo el mismo techo. Habia nevado mucho ese otono, y el paisaje de un blanco impoluto al coronar Somosierra era espectacular y sereno. <>; <>; <>. Inacito conto que el general lucho en la columna de Ricardo Serrador, <>, y que en aquellos campos ahora nevados a punto estuvo de salvar la vida a Onesimo Redondo. Siguio hablando de politica; pensaba que Espana <> cuando entro a formar parte de la Comunidad Europea y estaba contento porque <>. Los nacionalistas habian abandonado a Felipe Gonzalez y seguro que habria adelanto electoral. <>; <>. Fue entonces cuando tu tio desvelo el verdadero motivo de su interes en que le acompanaras durante el viaje apartandote del resto. Amatxu le habia pedido consejo y ayuda porque tu reciente empecinamiento en conocer la identidad de tu progenitor era para ella <>. Inacito hablaba con voz pausada y aterciopelada, a veces apartaba la vista de la carretera para enfatizar alguna frase con la determinacion de quien esta totalmente convencido de sus palabras. En el horizonte se divisaron las torres de la catedral de Burgos cuando se referia al orgullo del linaje Tellechea, y la entereza con que afrontabais el peso de la historia y el compromiso con los antepasados. Oias y no escuchabas, era la misma perorata que se habia contado cien veces en las reuniones familiares. Sin saber como, sin pensarlo dos veces, preguntaste: <>; tardo unos segundos en contestar, como si sopesara la trascendencia de su respuesta: <>. El tio Inacito podia ser un carcamal retrogrado chapado a la antigua, pero era un hombre de honor y palabra, incapaz de mentir en un tema tan serio. Llegasteis a Bilbao a la hora prevista. Entraste en la catedral de Santiago abriendo la pequena comitiva de familiares, portabas solemne la Laureada de San Fernando prendida en un pequeno cojin que colocaste sobre el feretro. Tenias reservado un lugar en el segundo banco de la derecha, detras del tio Vidal. Oficio el obispo y otros cinco sacerdotes, pero fue Inacito quien pronuncio la homilia. Estabas aturdida y prestaste la atencion justa para saber que hablaba de los valores personales y la moral, y como <>. Cito la Primera a los Corintios (3:18): <>. Tu mente saltaba de un pensamiento a otro como los cubitos coloreados de un territorio a otro cuando tus primos jugaban al Risk. Observaste los galones del tio Vidal, tenian una estrella de cuatro puntas en la interseccion de lo que parecian ser dos sables cruzados y una corona en la parte superior. Los galones del tio Martin, junto a la abuela en el primer banco de la izquierda, eran similares pero con dos estrellas en vez de una. Los dos hijos militares llevaban fajin de un rojo tan intenso como la sangre. <>. El tio Vidal se dirigio al banco del tio Martin, le estrecho la mano con una palmadita en el costado y regreso su sitio. Recordaste lo ocurrido en ese mismo momento del saludo de la paz durante el funeral de tu prima Maca. De aquello hacia poco mas de un ano y tambien oficio aquella misa de difuntos el tio Inacito. A diferencia de ahora que guardaron las formas, tus tios Vidal y Martin se abrazaron en medio del pasillo, les flaquearon las piernas y cayeron de rodillas llorando como ninos. Durante unos segundos interminables nadie reacciono y solo se escucharon los sollozos inconsolables de aquellos dos hombretones vestidos de uniformes color caqui. El aita cruzo sus manos y bajo la cabeza en actitud de dar gracias a Dios. Algunos asistentes intentaron calmarlos pero no habia fuerza humana que lograra separar los brazos musculosos entrelazados. El tio Inacito bajo del altar y todos se apartaron pensando que el lograria hacerles recobrar la compostura, pero tambien el se arrodillo y llorando se unio al abrazo. Nadie intervino, estuvieron asi durante un tiempo indeterminado hasta que cada uno regreso al lugar que les correspondia. Amatxu observaba al aita, sollozaba y dos lagrimones se escaparon rapidos por la mejilla, la palidez natural de su piel te parecio todavia mas blanca con el luto riguroso, y cuando te vio observandola sonrio y dijo que lloraba de felicidad. El funeral del aita estaba siendo mucho mas solemne y pomposo que el de Maca y todo ocurria segun lo previsto. Durante la comunion el coro de voces blancas entono un Te Deum. <>; <>. Inacito puso la sagrada forma en tu lengua y te acaricio con dulzura. Con la hostia pegada al paladar regresaste a tu bancada y te arrodillaste. Sentiste la luz del Espiritu Santo iluminando tu ser, tu existencia. Todos te consideraban la hija perfecta: buena estudiante --fuiste la tercera mejor nota de la selectividad--, ajena a cualquier rebeldia adolescente --aprendiste del aita que <>-- y, utilizando una expresion de la tata, <>. Todo lo contrario que tus primos: Martinchu estuvo detenido por apalear a unos comunistas que pegaban carteles en las elecciones que gano Suarez y fue investigado por el asesinato de los abogados de Atocha aunque nada tuvo que ver; Palma y Claudio acabaron en un centro de desintoxicacion; Carlos, <>, se fugo de casa el verano anterior y nada sabian de el… Lo que todos ignoraban era que en tu interior despreciabas y odiabas a tu madre, a quien considerabas un ser infame. Habias idealizado y ennoblecido a tu padre pese a que os habia abandonado; por el contrario considerabas a tu amatxu una mujer mentirosa y egoista. Tu eras la unica egoista y ademas mezquina por desagradecida. En ese momento te sentiste indigna de ella, que sacrificaba cada dia de su vida por ti. Rogaste a Dios con todas tus fuerzas que te ayudara a encontrar el camino. Fue como si El en su infinita sabiduria respondiera a tus preguntas en aquel preciso instante haciendote ver la mentira de tu vida: las virtudes que otros veian en ti eran en realidad una defensa, una autoproteccion. Entendiste que preferias la soledad de la lectura y el conocimiento que guardan los libros a discotecas y otras diversiones juveniles para que tu naturaleza timida y reservada no se viera publicamente expuesta a situaciones embarazosas. Seguiste hablando con Dios hasta que empezaron a sonar los acordes del himno nacional; seis militares cargaron con el feretro del aita, y comenzo un sonoro y prolongado aplauso. Amatxu te indico que volvieras a encabezar la procesion de familiares con la medalla, pero tu le entregaste el cojin y te prendiste a su cintura como si fuera un salvavidas en medio de la tempestad. Juraste no volver a dudar de ella durante el resto de tu vida y tampoco volverias a preguntar sobre tu padre. Y con tu espiritu reconfortado abandonaste el templo. Todos esos recuerdos afloraron cuando, espoleada por el mensaje de Simon, dejaste en tu despacho el material de clase y al salir agarraste en volandas el tote de Balenciaga, que era como un apendice de tu persona. Ni por un segundo pusiste en duda las palabras de tu viejo amigo anunciandote que tu padre queria verte. En otro tiempo te conocio como nadie volvio a lograrlo jamas y sabia de primera mano la importancia, lo que significaban para ti aquellas palabras. Tenia el coche en el parking del moderno edificio de los juzgados. Te desagrado el pestilente olor a tabaco incrustado en la tapiceria, tan repugnante como en casa de tu amatxu. En la radio Pablo Casado exigia al presidente Pedro Sanchez que adelantara las elecciones, y pediste a Simon que la desconectara. Conociste a Simon en tu segundo ano de universidad. Tu estudiabas Filologia inglesa y el estaba en cuarto de Filosofia. Ocurrio en la facultad esperando recoger en el servicio de reprografia unos apuntes de Historia de la lengua inglesa. Eras la ultima en la infinita cola de estudiantes cuando oiste a tu espalda: <>. Te sorprendio la ocurrente expresion y giraste la cabeza. Su aspecto roquero te resulto gracioso y contestaste con despecho <>, y respondio <>, ?conjetura del ser o del saber?; no conocias el significado de eikasia. Fue el inicio de una conversacion que se prolongo durante tres horas en la cafeteria universitaria. La primera impresion que te provoco el aspecto de Simon no se correspondia con la realidad; era un tipo inteligente, locuaz, intuitivo y, sobre todo, muy divertido. Os citasteis para el sabado y aunque revolviste tu armario resulto imposible encontrar una sola prenda que no desentonara con su forma de vestir. A la semana siguiente os veiais a diario al terminar las clases. Era dos anos mayor que tu, hijo de viuda, el tercero de cuatro hermanos. Tocaba el bajo en un grupo de rock llamado Los Hurricane Rock United, que nunca grabo un disco, y compartia piso por la zona de Tetuan con dos estudiantes de Ingenieria de Caminos --el Ferni, de nombre Fernando, y otro apodado el Espia, por su aspecto sombrio y gesto taciturno-- repetidores de un curso si y otro tambien. Dependia de una beca para seguir estudiando --sus notas eran casi tan buenas como las tuyas--, y del dinero que ganaba con su grupo en alguna que otra verbena popular y trabajando de camarero en las fiestas mas populosas y concurridas, donde mejor pagaban. Te enamoraste de el sin saber como. Tal vez porque sabia escucharte, o porque con el sentiste unas ganas de vivir como nunca antes, o, como solia decirte, porque aparecio en tu vida en el momento oportuno. Ademas de la musica, su otra gran pasion era el cine y gracias a el conociste en la Sala Dore a Billy Wilder, Bunuel, Kurosawa… La primera vez que te beso fue viendo Que bello es vivir de Frank Capra: al final de la pelicula, cuando James Stewart en medio de una fuerte nevada suplicaba a Dios que le devolviera a su mujer y sus hijos repitiendo <>, le cogiste intuitivamente de la mano; Simon se giro y te beso, y te gusto. Fue como si una descarga electrica te atravesara de la coronilla hasta el talon y escuchaste levitando a la hija pequena de Bailey decir en la escena final <>. En su piso de estudiantes Simon fue el primero, y unico hasta que te casaste con Pepe, que acaricio todo tu cuerpo; pero reprimiste tu deseo y venciste su insistencia enfebrecida para ir un paso mas alla.

  • Todo es posible… menos tu de Noe Casado

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  • Tu y El (El Juego 2) de Azminda Cangar

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    Kaira sabia que solo era un Juego, que debia seguir las reglas y que en caso de emergencia, debia gritar: “Dite”. No grito, rompio las reglas y se enamoro. Con nuevos jugadores en el tablero y las reglas rotas, decide hacer lo mas seguro para ella. Abandonar el Juego. Owen y Alex, aunque siempre tienen las puertas abiertas para escoger nuevas jugadoras, van contra pronostico y mantienen su apuesta por ella. Con su mejor juego en la mesa, buscan en los nuevos participantes las respuestas. ?El amor tiene cabida en el Juego? Lucharan por ella. por ellos, o moriran de placer en el intento. ?Se acaba el Juego o simplemente cambian las reglas? El Juego: Tu y El. ?Seguimos Jugamos?

  • El club del Grim (Witches 2) – Tiffany Calligaris de Tiffany Calligaris

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    La vida de Madison Ashford ha dado un vuelco en el ultimo ano. No solo encontro al amor de su vida, sino que ademas el desperto su magia a traves de un hechizo y la convirtio en bruja. Madison debe decidir si esta lista para asumir un compromiso tan grande mientras todavia lucha por sobrellevar los recuerdos de su secuestro. Sobre todo ahora, cuando Alexa Cassidy, la exnovia de Michael, la sigue de cerca.

  • Se busca duende a tiempo parcial (Hostal Dreamers 2) de Lighling Tucker

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    Para Kya las ultimas navidades fueron un desastre, por poco muere a manos de su amante Tom en el Hostal Dreamers. Pues este ano no parece mejor, su exmarido ha hecho publico su divorcio a los medios y las camaras la siguen a donde quiera que vaya.

  • Dias de lluvia de Angeles Ibirika

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    Tras la muerte de su mujer, Kaiet decide regresar, junto a su pequeno hijo, a la casa de su padre en Bermeo, despues de diecisiete anos de ausencia. Desde el primer instante se siente extrano, en un lugar al que ya no pertenece. Pero si su futuro se le presenta oscuro, retomar el pasado que dejo a medias tampoco le sera facil. Debera resolver todo lo que quedo pendiente con su precipitada marcha, explicar muchos de sus actos, enfrentarse a sus dudas, sus temores y sus prejuicios. y perdonar. Aunque lo que no imagina es que durante ese proceso se reencontrara con la dulce Maddi y que junto a ella la vida tratara de darle una segunda oportunidad. ?La dejara escapar de nuevo?

  • Siete dias de locura (Cala Espinada 2) de Tessa Dare

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    Cuando un picaro sinverguenza y una sabelotodo engreida intentan ponerse de acuerdo…, no siempre sale como ellos imaginan.

  • Despierta de Monika Hoff

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    Hace mucho, mucho tiempo atras, la intrepida Daniella, quien no creia en cuentos fantasticos, se adentro en las feroces fauces de una cueva, que decian, las malas lenguas, estaba testada de hediondos aromas. Pero ella, tan valiente y maravillosa que era, !no les hizo caso!, y tan pronto hubo entrado solto su bandera con “Daniella estuvo aqui” y se echo una siesta. Despues de todo se la merecia, habia andado por horas y horas. Estaba agotada y la humedad que habia alli tampoco es que ayudase a estar para echar cohetes. Se sento en una pequena esquina libre de piedras y suspiro, orgullosa, por haberlo logrado. No cualquier nina de trece anos era capaz de semejante hazana. Bostezo y apoyo la cabeza en la pared rocosa. Si estuviera donde deberia estar, se prepararia un tazon de leche caliente. Pero no, ella habia preferido llevar la contraria y asi estaba ahora. Sin fuerzas. Cerro los ojos pensando en descansar un rato. Dejo a su mente hacer su trabajo de recordar como habia llegado hasta alli, de cuan poco le costo (seguramente se estaria diciendo eso a si misma, cuando estuvo a punto de despenarse mas de cinco veces ladera abajo) llegar a aquella cueva, apartada de toda civilizacion. De como el cargado aire sentencio sus pequenos pulmones a quedarse sin apenas aire, pero que siguio como si el aire para ella estuviera de adorno. Recordo lo impresionante que era la cueva, tan grande, tan fornida, tan esbelta como una senora. La cueva llevaba anos existiendo, como todas las cuevas y como toda cueva estaba llena de rocas, y a Daniella le parecio que cada roca y piedra que alli reposaba era muy distinta a tantas otras tanto dentro como fuera, como si cada una fuera una persona distinta en el mundo, con sus pensamientos, con sus sentimientos, con sus quejas... Se perdio por sus pensamientos durante un rato mas. De un manotazo se quito la mano que tenia posada en su cabeza. Suspiro de alivio y volvio a acomodarse. --Despierta --escucho esa aguda voz mientras la mano volvia, esta vez, a tocarle los parpados. Daniella protesto y volvio a darle otro manotazo. Solo que esta vez fue a su propia cara. Aturdida, pestaneo y abrio los ojos. Arrugo la nariz, pensaba que todo habia sido un sueno. Craso error. Pero ya todo estaba hecho, habia comenzado a adentrarse mas en la cueva, movida por la curiosidad que tantas historias habia creado. Vio como las paredes tenian musgo pegado de una singular manera, pues simulaban dibujos como tantas veces habia visto en las paredes de su pueblo. Pero no eran dibujos de cosas que ella supiera que significaban, habia como pajaros al lado de arboles, al lado de picos de montana, al lado de otras cosas que ella no distinguia claramente. Quitando esos detalles nimios, aquella cueva la desilusiono al comprobar que no era mas que una cueva mas. Tenia trece anos y mucha imaginacion. Quizas esperaria… bueno, yo no se que esperaba encontrar. La cuestion es que se desilusiono. Pesarosa, miro con desdicha al techo, pero lo que alli se encontro no fue un techo rocoso... que habria sido lo normal teniendo en cuenta que estaba en una cueva, se encontro una manada de manchas negras de ojos brillantes que la miraban con hambre. Daniella empezo a temblar. Podia adentrarse en una cueva desierta en lo mas recondito de un bosque encantado. Pero murcielagos... Ese ya era otro tema. Les tenia panico. Empezo a darse la vuelta para salir corriendo (sin pensar que hacer eso los alertaria a todos cuando lo mas normal seria que caminara lentamente hacia atras y no los enojara), cuando alguien la detuvo. --No lo hagas --susurro una inteligente voz. Daniella giro la cabeza bruscamente a la izquierda e intento ver entre las sombras al ser que se encontraba alli. --Yo... yo... --tartamudeo, no era capaz de decir nada mas. --Tu quieres salir corriendo, imagino que te daran miedo los murcielagos. Porque habras pensado que eran eso --la voz cada vez se escuchaba mas cerca. --?Quien eres? --consiguio preguntar. --?Yo? ?Que quien soy? --se rio-- Dimelo tu. Daniella resoplo, no estaba para escuchar tonterias, tenia decenas de seres asquerosos chupasangre encima de su cabeza que en cualquier momento le morderian o la convertirian en vampiro (si, habia leido muchas historias ella), para andarse preocupando por alguien a quien no veia. Ella solo pensaba en correr. --Te dije que no lo hagas. ?Acaso quieres que todos vayan a por ti como su proxima presa? Esto la paro en seco. No habia pensado en eso. En realidad nunca pensaba mucho las cosas. Ella se escudaba en que era una nina y tenia que correr aventuras, pero un poco de sentido comun no le vendria mal. Claro que eso no se le podia decir, las aventuras estaban antes. --Me quiero ir --dijo con voz segura esta vez. --?Por que? --?Que por que? Bueno, esto... --?Crees que son vampiros, Daniella? --?Como sabes mi nombre? --Me lo dijiste tu. Daniella estaba empezando a impacientarse. --Mira, no tengo tiempo para tonterias-- dijo auto convenciendose de que todo estaba bien--. Me da igual quien seas, o quienes son esas cosas, yo me voy a casa y no hay mas que hablar. Comenzo a andar sin mirar atras creyendo ir hacia la salida de la cueva, la muy ingenua no sabia de las genialidades de esta "simple" cueva. --Espera --susurro de nuevo la molesta voz. Que diantres querra hacer o decir ahora--, por ahi no es. --Detesto a esa desagradable voz que suena. Deberia saber cuando callar... deberia... Deberia !morir! ?!Eh!? Bien, su voz sono tan fuerte que las criaturas se abalanzaron sobre ellos desde las alturas. Se pegaron a sus cuerpos como mucosas salvajes que eran. Este es el fin para las mocosas que van en busca de lo que no tienen que buscar, en vez de quedarse en casa cenando un tazon de cereales con leche.... ?pero, que? De pronto un haz de calor hizo chillar a las criaturas pegajosas, teniendo que deshacerse de sus presas y dejando a la pringosa Daniella libre de nuevo. Daniella se palpo todo el cuerpo y empezo a sentir escalofrios, era la primera vez que veia aquellas criaturas, pero sentirlas en su cuerpo, le hizo pensar que casi preferia haberse encontrado con murcielagos, y aquello la sobresalto demasiado. Se levanto del suelo, respirando pesadamente, parecia que el corazon le iba a salir por la boca. Cogio aire lentamente. Mas vale que os tapeis los timpanos, queridos lectores... --!?Pero que eran esas cosas?! --grito a pleno pulmon. Despues se preguntaria por que siempre estaba ronca...-- Jo... --se callo instantaneamente, recordando su edad y que habia ciertas palabras que no debia decir-- Pfff, !?que eran esas cosas?! --grito mas fuerte y agudamente esta vez, si es que eso era posible. Nadie respondio asi que miro a su alrededor, esperando ver al ser con el que habia hablado minutos antes. Iba a gritar de nuevo (lo se porque estaba volviendo a llenar sus pulmones de aire) cuando una sonora carcajada retumbo en la cueva. Daniella abrio los ojos, incredula. --?Te estas riendo? --pregunto. Pregunta que no necesitaba, la voz no dejaba de reir. --Perdon, --dijo entre risas-- es que no te viste. --Que no me vi... !Que no me vi! !?Como me iba a ver si esos seres estaban a punto de hacerme pure?! --Eres un poco exagerada --seguia riendo. Como Daniella no me escucha, os lo digo. La verdad es que un poco exagerada si era la nina, o un poco peliculera mas bien. Pero bueno, ella se divertia. --Soy exagerada. --refunfuno mientras empezaba a caminar de un lado para otro-- Unos asquerosos bichos se abalanzan sobre mi para chuparme la sangre cuales sanguijuelas y tu me dices que soy exagerada... No puedo creerme esto, a ver por que no me tome el tazon de leche y me meti en mi cama en vez de hacer lo que hice. Siempre igual, --empezo a mover las manos exageradamente-- la proxima vez hare caso a los adultos y dejare de meterme en lios. Pfff, --resoplo de nuevo, eso tambien lo hacia mucho-- cualquier dia muero de un infarto --dijo esto ya quieta, con una mano sobre su pecho y la otra en la frente. Peliculera. --Claro que si --convino la voz que mas bien sonaba como que no la creia. Ser inteligente... --Y tanto que si. --aseguro ella de nuevo-- No estoy dispuesta a morir joven, soy una nina, tengo trece anos, tengo muchas av... --se interrumpio, sabia que iba a meter la pata con la frase. --Aventuras que vivir. --termino la voz por ella-- No puedes negar lo que eres, Daniella. --Yo no... --Ahora dime, --no la dejo hablar-- ?estas dispuesta a vivir cada una de esas aventuras? --?Que aventuras? --pregunto ella, haciendose la tonta. --Aventuras como esta, Daniella. --No te entiendo --nego con la cabeza. Realmente no lo entendia. --Dejame explicarlo de otra manera. --la voz carraspeo-- ?Estas dispuesta a vivir cada uno de tus suenos y pesadillas? Daniella siguio mirando a su alrededor, preguntandose donde estaba, de quien era aquella voz, porque de alguien tenia que ser, o al menos eso era lo que su mente algo logica le reprimia. Las voces no pueden ir por ahi solas por la vida, como tampoco pueden ir los pies sin el resto del cuerpo. CAPITULO 1 Pfff... el comienzo Daniella era una nina muy curiosa que nunca solia hacerle caso a las cabezas pensantes de las personas de su alrededor. Y esto, muchas veces la llevaba a meterse en verdaderos problemas. Pero bien que le hacia caso a las voces sin cabeza que escuchaba en mitad de las cuevas en las que se adentraba. Era una nina muy extrana. Caminaba por un extenso pasillo de cristal liquido espeso, tan espeso que cuando pisabas por el, tus huellas se quedaban impresas como si de barro se tratase. Pero la suela te la dejaba limpia, invento de los diminutos del sur. Ella, por supuesto, iba sin darse cuenta de este detalle, si se fijara mas en las cosas que debia fijarse, estaria ahora en el septimo sueno. Pero ella no era asi. Y aqui estamos. Se encontraba en un edificio colindante de la cueva, estaba enteramente hecho de cristal, con las paredes bien alejadas del pasillo flotante. A veces caian gotas del techo, a veces se oian sollozos, eso era algo que le inquietaba a Daniella. Pero seguia caminando con el paso firme, como si no fuera la primera vez que estaba aqui. --?Hola? -- dejo caer de pronto. Y los sollozos pararon al mismo tiempo que dejaron de caer gotitas. Aunque pasados unos minutos, unas gotitas empezaron a subir hacia el techo y unas risas demenciales empezaron a brotar de las lejanas paredes. --Esto es un mundo de locos --se quejo en voz baja. Se acerco a uno de los cristales y, lentamente, al ver su reflejo, acerco la mano para tocarlo. --Lo que me faltaba, una sala llena de espejos --nego con la cabeza, demasiado tipico. Todo el mundo les tenia miedo a los espejos, pensaban que escondian oscuros secretos tras ellos. Todos menos ella, claro. Ella era muy valiente, hacia falta algo mas para asustarla. Ademas, ?un mundo dentro de un espejo? En fin... Habia que tener mas imaginacion. Miro la imagen reflejada y sonrio. Pero la imagen no lo hizo. El brinco que dio Daniella fue digno de ver. Aparecio en la otra punta de la sala en cero coma... --Pfff... --su resoplido favorito-- Vas a perder la cabeza, Daniella. Inspira, espira... Son los nervios y el cansancio, nada mas. Y el hambre y la sed y... Bueno, da igual, no viste lo que es. Ya mas tranquila, camino lentamente, muy lentamente, hacia el espejo. Podia mirar cualquier otro, seria por espejos... Pero no, era Daniella la valiente, tenia que ser ese. Cuando estuvo cerca, o mas bien, cuando estuvo al lado de ese espejo, reflejandose en otro, pero no en el espejo en cuestion, empezo a dudar. Toco el espejo esperando en su fuero interno que se tratase de un espejo, y chillo contenta al comprobar que efectivamente tenia tacto de espejo. --Vamos, Daniella, --se dijo a si misma-- tu puedes. Es un espejo, por dios. Poniendo su cuerpo en una extrana posicion, cual contorsionista del mejor circo del mundo, empezo a mover la cabeza para verse en "el espejo". Dio otro brinco cuando vio, aunque por supuesto ella lo negaba, una silueta correr dentro del espejo. Yo podria deciros como era esa silueta, pero no me corresponde, ni quiero. Sin embargo, aquel ultimo brinco le provoco hipo. Cada vez que hipaba, los espejos resonaban como altavoces en un concierto, y como todo estaba lleno de cristal, se escuchaba un concierto de repiqueteo de cristales. Una maravilla y Daniella no era capaz de bailar al son de la musica. Ella seguia hipando cuando en mitad de su asombro cedio la atencion en otro reflejo distinto. --?Que... hip... es... hip... eso?-- dijo sin aliento. Lo que ella se habia quedado mirando era el paisaje de las altas cumbres, se veian las nubes rosadas y el rio de cuadrados, la ventisca helando a su paso con glacial abrazo y las miradas huecas de sus habitantes mas comunes. Pronto, otro reflejo le llamo la atencion. En este caso se trataba de uno aun mas alto que el anterior, se trataba de un hombre sollozando, de apariencia grotesca y llena de arrugas. De su reflejo brotaban gotas que subian al techo, como antes de que pronunciara ninguna palabra nuestra inteligente Daniella, solian bajar al suelo. Aunque hay estudiosos que dicen que las gotas de ese reflejo nunca suben al techo ni bajan al suelo, sino que suben al suelo y bajan al techo. Pero eso ya son minucias que no vienen a cuento... Daniella se habia hartado de mirar a alguien llorar, asi que se paseo por los reflejos sin pensar demasiado, y se encontro con uno que daba a un conejo banandose en una olla enorme que estaba puesta al fuego, mientras se restregaba unas hojas de lechuga por el cuerpo a modo de esponja. Daniella sin poder impedirlo, volvio a hipar, pero lo que vio a continuacion le quito el hipo y la hizo adentrarse en un espejo: el conejo la miro con desagrado y corrio la cortina con gran indignacion. Pero eso ya es otra historia, Daniella ya no estaba rodeada de espejos... ahora... tenia otros asuntos mas importantes. --Jopetas. --refunfuno cuando se vio en el suelo. Se toco la frente, que era donde se habia llevado el golpe y levanto la cabeza para mirar malamente a la cama-- Siempre tengo que caerme de la cama, ?no puedo despertarme como cualquier nina normal? Esa pregunta sobraba, la palabra normal al lado del nombre de Daniella... Ja. Gimio de dolor al levantarse. No le digais quejica, pequenos lectores, tened en cuenta que dormia arriba de una litera. El por que aun no lo se, no tenia hermanos ni nada parecido y todos los dias se despertaba cayendose de la cama, asi que lo logico seria que durmiera en la cama de abajo, pero... Logica y Daniella. --Juro por Dios, que algun dia dejare de caerme la cama --senalo al techo a la vez que lo decia, cual Scarlata O'Hara. No os riais, recordad lo dramatica... --Deja de jurar en vano y ven a desayunar --grito su padre, como cada manana, desde la planta de abajo. --!Ya...! --se callo, con el ceno fruncido. Esperad... ?que? ?Su padre? --Otra vez me afecto el golpe --puso los ojos en blanco--. Mi padre llamandome a desayunar, si eso no es que esta vez me golpee bien fuerte, --se lavo la cara, o mejor dicho, se mojo los dedos en el agua que tenia en la pequena palangana que dejaba todas las noches en la mesilla de noche y se refrego los ojos para quitarse las leganas-- pues no se. El dia que mi padre se levante antes que yo y mi madre y nos haga el desayuno, hago el pino con la nariz. Se quito la camisa de dormir y se puso un vestido. Rosa, ella nunca cambiaba de color. Lo que hacia pensar a los demas que nunca cambiaba de vestido, pero lo hacia todos los dias, lo que pasa que tenia trece iguales. ?Por que trece? Pues vete a saber... Hay cosas que son mejor no preguntar. O conocer.

  • Jellyfish de Carlos Godoy

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    Yaki tiene diecinueve anos, es hija unica, estudia en la universidad y vive con su madre, una reconocida dramaturga. Su vida, centrada en los estudios, la noche y su relacion con Tomas, trece anos mayor que ella, se ve sacudida por la confirmacion de un embarazo. Sin especial afecto por su pareja y muy alejada de la posibilidad de ser madre, decide interrumpirlo con Misoprostol.

  • Tu pones el limite de Carolyn Sanfel

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    Un acorde de guitarra. Una cancion. Una voz. Una mirada felina.
    Toda la apacible calma que rodea a Payton Summers, cambia cuando Adam aparece en su vida, haciendo tambalear sus cimientos hasta ahora solidos y llevandola a lugares desconocidos para ella.
    Asi es Adam, un nombre biblico hecho pecado.
    Junto a Payton, viviremos un huracan de sensaciones, donde la razon y la pasion se enfrentan en una dura batalla de la cual solo una saldra vencedora.

  • Marlene de Florencia Bonelli

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    Enero de 1914. La famosa soprano Micaela Urtiaga Four, conocida en Europa como La divina Four, decide regresar a Buenos Aires, su ciudad natal, despues de anos de ausencia. Sin embargo, el remanso que ansiaba hallar entre sus seres queridos se transforma en un torbellino cuando su vida se vincula repentinamente a la de Carlo Varzi, un proxeneta del barrio de La Boca, un hombre temible y sin escrupulos, con un pasado tan oscuro como su presente. Y, aunque Micaela tratara de vencer la atraccion que ese hombre ejerce sobre ella, finalmente cedera al impulso que la domina. Remordimientos y temores, deseo y pasion; el conflicto sera inevitable. Esta novela, ambientada en el Buenos Aires que vio nacer el tango, retrata la historia de una mujer que lucha por superar sus miedos y defender su amor, y la de un hombre que intenta redimirse en el contexto mas denigrante, tambien por amor.

  • Su Amante Misteriosa (Los Hermanos Thorpe 3), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Te reservo mis derechos de Cristina Gonzalez

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    Alvaro habia forrado con folios blancos las dos novelas que habian llevado a la escritora Irene Leblanc a hacerse famosa por sus textos de romance. El joven profesor habia leido ambos libros con verdadera adiccion y los habia releido varias veces en ocasiones posteriores. No obstante, no queria que su hermano se enterase de que era un apasionado de las novelas romanticas de Irene Leblanc. En general, preferia no revelarle a nadie su ferviente interes por aquellas historias de amor y pasion que eran tan populares entre el genero femenino. Por eso ocultaba las portadas tras la opacidad del papel. Alvaro se incorporo sobre el escritorio de su gran despacho. Abrio su portatil y se pregunto a si mismo si no estaba llevando aquella obsesion demasiado lejos. Sin esperar la respuesta, tecleo el nombre de su escritora favorita en el buscador de Google. Unas cuantas entradas de blogs de novela romantica bombardearon la pantalla. Tendria que asegurarse de borrar el historial antes de que Jesus se apoderase del portatil. Su hermano era el editor de Irene Leblanc. Y aun asi Alvaro todavia no habia tenido la oportunidad de conocerla en persona. El, a diferencia de su hermano, habia preferido dedicarse a la docencia universitaria. Estaba orgulloso de haber adquirido una plaza como catedratico con tan solo treinta y dos anos. Suspiro. Solo un pequeno flexo de luz anaranjada alumbraba el escritorio. Deslizo el puntero hacia el buscador de imagenes de Google. Tenia cierta curiosidad por saber como era ella fisicamente. Queria comprobar que su imaginacion volaba acorde con la realidad. - Vaya - musito en el silencio de su solitario apartamento. Su hermano no mentia. Irene era una mujer particular. Alvaro habia dado con una imagen de ella de cuerpo entero, sentada sobre un taburete y vestida con un bonito traje de raya diplomatica. La fotografia pertenecia a una entrevista que le habian realizado un ano atras. El sabia perfectamente que Irene tenia veintiocho anos, habia leido su biografia unas cuantas veces. Lo que mas le llamaba la atencion era que Irene estaba licenciada en medicina. Y, sin embargo, ella habia dejado de ejercer para escribir. Desde luego, la profundidad de aquellos ojos grandes y castanos debia de proceder de algun lugar. Tenia el aspecto de ser una mujer compleja. La curva de sus labios finos mostraba a una Irene melancolicamente sonriente. Alvaro sacudio la cabeza. Era consciente de que elucubraba demasiado acerca de ella. A medida que habia ido leyendo sus libros, habia forjado una imagen de la escritora en su cabeza. Por eso no habia querido ver las fotos de Irene Leblanc antes de imaginarsela a su manera. Y ahora que por fin la tenia frente a sus ojos, no le quedaba mas remedio que reconocer que no le defraudaba. Tal vez le hubiese gustado que tuviera el cabello mas corto. No se esperaba aquella melena tan espesa y oscura. - Esta bien asi... Es como tiene que ser - dijo el. Con una sonrisa de triunfo, apago el ordenador y se dirigio a la cocina para cenar algo de verdura cruda. Mientras rayaba un trozo de zanahoria para anadirlo a su ensalada mixta, su Iphone comenzo a vibrar sobre la encimera. - Siempre en el mejor momento... - susurro para si mismo mientras se secaba las manos rapidamente con el pano de cocina. Descolgo y contesto. - Diga. - Abre la puerta - dijo su hermano al otro lado del telefono. Colgo y camino hasta la entrada. Al abrir dijo: - Los timbres no estan hechos para ti. - Es cierto, sobre todo cuando no suenan - dijo su hermano. Jesus arrastro su maleta por el pasillo enmoquetado hasta llegar a la habitacion de invitados. Un cuarto que en realidad solo utilizaba el porque su Alvaro no solia invitar a nadie, a excepcion de su hermano mellizo. Alvaro miro el boton del timbre con desconfianza. Tres dias. Eso era lo que habia tardado en romperse desde que lo cambio. - Debe ser un mal contacto... - murmuro el con frustracion al comprobar que, efectivamente, no funcionaba. - !Asumelo! - grito Jesus desde la habitacion. Camino de nuevo hacia la entrada, a medida que se fue acercando a la puerta principal fue disminuyendo el volumen de su voz - ?Sabes? Llamar a un electricista no es algo degradante... Te lo aseguro. Alvaro lo ignoro y fue a buscar su caja de herramientas. Cuando logro encontrar el destornillador adecuado, regreso junto al timbre averiado, dispuesto a repararlo. Costase lo que costase. Jesus se reia entredientes mientras su hermano se peleaba con el primero de los tornillos. - Lo aprete demasiado... - farfullaba Alvaro. - Manana lo arreglas. Ahora quiero que cenemos juntos. Tengo que contarte algo genial. !Te va a encantar! - dijo su hermano emocionado. Alvaro abandono por un momento al timbre y a sus tornillos y le presto atencion. - Puedes decirmelo ahora... Mientras intento sacar... Esto... - forcejeaba y forcejeaba con el destornillador. Con resultados desalentadores. Jesus decidio soltar la perla para hacer reaccionar a su hermano. - Manana te presentare a la mismisima Irene Leblanc. Fue rapido. Fue inesperado. Fue doloroso. - !Joder! - grito Alvaro. Habia hecho tanta fuerza con el destornillador que este se habia escurrido hasta acabar rajandole la palma de la mano contraria. - Me gusta tu actitud. Es muy emotiva - bromeo Jesus. Alvaro se incorporo y entro en el piso. Cerro la puerta y camino hacia el cuarto de bano para rociarse con agua oxigenada. - ?Y que te hace pensar que quiero conocerla? Por supuesto, Jesus no sabia que su hermano era uno de los lectores mas acerrimos de Irene Leblanc. - Nada en absoluto. Pero te la presentare de todas maneras. Alvaro apreto los dientes cuando peroxido de oxigeno comenzo a burbujear sobre su herida. Aun tenia en su mente la sugerente mirada oscura de la escritora. - ?Y si no quiero? - se apresuro a decir el. - Ella necesita un buen egiptologo para documentarse. Esta escribiendo un romance ambientado en la epoca de Cleopatra. A Alvaro se le ilumino fugazmente la mirada. Afortunadamente, Jesus paso por alto aquel gesto. - ?Y por que yo? - pregunto el intrigado. - Porque eres mi hermano y saldras mas barato. Alvaro resoplo. Entonces Jesus dijo: - Y porque eres de los mejores que hay en esta ciudad. Ambos hermanos se miraron con complicidad. Despues Alvaro le estrecho a Jesus la mano sana y le dijo: - Yo la conozco primero. Despues ya vere si colaboro. Jesus se fue a dormir contento. Estaba absolutamente seguro de que su hermano aceptaria el trabajo. Para Jesus, Irene era una mujer particularmente atractiva. Y estaba convencido de que Alvaro seria incapaz de resistirse a sus encantos. CAPITULO 2 Irene sudaba la gota gorda encima del banco de abdominales. No recordaba cuando dejo que su madre la convenciera para ir al gimnasio. - Cielo, yo te quiero, y como te quiero, te digo que se te esta empezando a poner fofa la barriga - habia dicho ella. Irene, rezongando y maldiciendo, habia llamado por telefono al gimnasio que habia a cinco minutos de su pequeno apartamento. Y alli estaba aquel lunes por la manana, recuperando la tonicidad perdida. Esa tonicidad que parecia importarle mas a su madre que a ella misma. - Doce... - dijo a punto de exhalar su ultimo aliento. Incapaz de forzar sus musculos una vez mas, anadio: - Y doce. Miro su BlackBerry. Las diez y cincuenta y ocho. - Llego estupendamente tarde - dijo con resignacion. De camino al vestuario se pregunto la razon por la cual habia accedido a escribir una novela que ella no queria escribir. !Cleopatra! !Arg! !Y lo quieren vender como el antiguo Egipto! Penso Irene Leblanc mientras arrojaba su camiseta sudada en la bolsa. Y no es que no le fascinaran los egipcios. Habia leido "Sinuhe el egipcio" varias veces. Al terminar tercero de medicina, dedico su verano a aquel clasico. Admiro una y mil veces al escritor Mika Waltari. Pero Cleopatra... La pobre Cleopatra estaba ya muy manida. - !Pero lo habras escrito tu! Y tus historias siempre conmueven a tus lectores - le persuadio su agente. - Yo he escrito romances medievales... De esos en los que el enamorado siempre tiene ganas de suicidarse porque su amada no le corresponde. Son bonitos, platonicos y sumergen a las lectoras en una fantasia romantica. !Pero yo no escribo sobre egipcios, ni griegos, ni romanos! No tengo conocimientos suficientes... No tengo ni pajolera idea de como ambientar la trama. Ah y tampoco se me ocurre ninguna trama... - habia alegado Irene a su favor. - Llamare a tu editor y le dire que busque a alguien que si tenga esos conocimientos para que te ayude - habia respondido su agente con un fingido optimismo. Y asi es como Irene salia corriendo del gimnasio, ataviada con un chandal limpio - que no dejaba de ser un chandal - en direccion a su pequeno Citroen Saxo del ano de la polca. Habia quedado con el doctor en historia antigua: Alvaro Ferreras y con su editor - Jesus Ferreras, Chus para los amigos - en el despacho de su agente. No queria conocer al tal Alvaro, ni queria escribir sobre Cleopatra. No queria escribir sobre algo que no conocia y que no le gustaba. !Pero Irene Leblanc tenia que escribir sobre algo que se pudiera vender! - Tus libros a veces son aburridos. Tienes que ser mas dinamica, mas actual - dijo su agente a continuacion. - Supongo que Cleopatra es una mujer actual. !Ayer lei una entrevista suya en el Yo Dona! - habia ironizado Irene. - Te prometo que se vendera... Ademas, estas bloqueada, tu misma lo has reconocido. No se te ocurre nada, y necesitamos material para que sigas publicando. Bien, fueron estas palabras las que hicieron que Irene accediese a escribir sobre la amante de Julio Cesar. Su agente no quiso discutir mas. Sabia que Irene tenia potencial y que habia una editorial dispuesta a publicar un romance nacido entre piramides. - Los semaforos en las glorietas son un engendro... - se quejo ella al volante de su pequeno Saxo. Verde. Irene piso el acelerador y giro el volante

  • Los amantes de Richmond de Maeve Anne

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    Lord Christopher ha decidido casarse con su amada, aunque antes toma distancia de Londres para poder comprender como ha llegado, de ser un hijo sin padre, desconocedor del protocolo de la alta sociedad, a heredero del condado de Hampshire.
    Tambien su amada, lady Grace, toma distancia para asumir que su medio hermana, no quiere saber de ella.
    Sin embargo, en Richmond, las cosas no son tan sencillas; los recuerdos estan vivos y el miedo tambien, pues la sociedad de Londres es muy estricta e hipocrita. Ademas, existen secretos en Richmond, que luchan por salir a la luz.
    ?Estan a la altura? ?Les aliviara la boda que tienen entre manos?

  • Las Luces de Septiembre de Carlos Ruiz Zafon

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    Un misterioso fabricante de juguetes vive recluido en una mansion gigantesca poblada de seres mecanicos y sombras del pasado.
    Un enigma en torno a las extranas luces que brillan entre la niebla que rodea el islote del faro. Una criatura de pesadilla que se oculta en la profundidad del bosque. Estos y otros elementos tejen la trama del misterio que unira a Irene e Ismael para siempre durante un magico verano en Bahia Azul.

  • El secreto de Toledo de Jaime Garcia Simon

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    Jaime Garcia Simon nos introduce, con este thriller de misterio, en la apasionante busqueda de un secreto fraguado en el pasado, que tambien atane al presente.

  • Enredos de amor (Los hermanos Smith 0) de Brenda Ford

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    --!Feliz cumpleanos, hermano! --Angelo me golpea fuerte en la espalda--. Treinta y cinco anos. ?Quien lo hubiera pensado? No creo que ninguno de nosotros creyera que vivirias tanto tiempo. --!Tio!, --Salta mi hermano menor, Nelson--. No seas tan insensible. --?Que? ?Por que soy insensible? Solo digo... --Angelo, si no entiendes lo que Nelson esta diciendo, entonces necesitas un golpe, --se une Wesley. Como siempre, cuando estamos todos juntos, acabamos teniendo una discusion de algun tipo. Supongo que eso es lo que obtienes por poner a seis hermanos en una habitacion, por lo que cualquier cumpleanos es una pesadilla. Incluso si es el mio, lo que deberia ser mucho mas digno, ya que hay una diferencia de edad de trece anos entre yo y el proximo en la linea, Oliver. Pero este argumento lo entiendo. Al menos, comprendo el punto de vista de Nelson y Wesley. Este es un cumpleanos particularmente dificil para mi porque nuestros padres tambien tenian treinta y cinco anos cuando un accidente automovilistico los mato hace dieciseis anos, dejandome a cargo de Oliver, que tenia solo seis anos en ese momento. Angelo y su hermano gemelo no identico, Alex, que tenian casi cinco anos. Wesley, que acababa de cumplir tres anos, y Nelson, que tenia dos. Decir que no fue facil seria quedarse corto. El hermano de nuestra madre vino de Inglaterra para cuidarnos por un tiempo, pero aun asi hice la mayor parte del trabajo. Luego, cuando cumpli los veintiun anos, todo recayo sobre mi, incluyendo la gestion de la exitosa compania de marketing de nuestro padre. He estado demasiado ocupado. La vida ha sido una locura desde que puedo recordar. --No importa. --Levanto mi botella de cerveza en alto para callarlos a todos--. No estoy enojado. ?Podemos pasar una buena noche en lugar de causar la misma mierda de siempre? --Si, claro. --Alex me da una palmada en el brazo--. En lugar de meternos unos contra otros, deberiamos estar dandote cana al ser tu cumpleanos. --Eso no es lo que quise decir… --Lo intento, pero por supuesto, nadie me esta escuchando. Ahora tienen un objetivo comun y es atormentarme. Sera mejor que me prepare. --Si, creo que tenemos que hablar de tu edad, hermano, -- Oliver sonrie--. Tu edad y el hecho de que no te hayas asentado. Quiero decir, ?que otro hombre de treinta y cinco anos conoces que nunca antes haya tenido una relacion a largo plazo? --!Porque no tengo tiempo!, --Grito. --El tiempo es una puta mierda. Tienes que conseguirlo. Si quieres encontrar a la mujer adecuada, debes hacerlo. --Bueno, tal vez no he encontrado a la mujer correcta --Me encojo de hombros--. Quiza llegue algun dia. De todos modos, ?por que demonios os importa? --Sabes… --Angelo se une, usando la voz que suele utilizar para causar problemas y que me lleva al limite. Parece que mi intento de quitarmelos de encima no ha ayudado--. Creo que conozco a alguien que es perfecta para ti. Alguien que es lo suficientemente caliente como para que te interese para siempre, pero tambien inteligente para que puedas conversar. --Claro, claro. --Pongo los ojos en blanco dramaticamente--. Y decidiste decirmelo ahora. --Bueno, hay una cosa que usaras como excusa para no salir con ella, pero creo que deberias mirar mas alla de eso, por una vez, y darle una oportunidad a la chica. --?Ella tiene una cabeza extra o algo asi? Vamos, sabes que no soy superficial. --Entonces, ?por que nunca le has dado una oportunidad a alguien? Y no digas que por falta de tiempo. --Alex me guina un ojo. --Me lleva mucho tiempo dirigir la empresa y cuidar de vosotros, bastardos. --Ahora somos todos adultos. Incluso Nelson tiene dieciocho anos. Ya no necesitas cuidarnos mas. Y no olvides que Angelo y Oliver trabajan para la empresa. Sabemos que el negocio practicamente funciona solo en estos dias. No es necesario preocuparte tanto. --Alex, ?quieres parar? No quiero pensar en eso. Solo quiero tomar unas copas y pasar una buena noche con todos vosotros. ?Es pedir mucho? A decir verdad, En estos dias he estado considerando como seria tener una relacion adecuada. He pasado tanto tiempo cuidando a otras personas que no me he cuidado a mi mismo, y seria bueno hacerlo. La idea de tener una esposa y una familia propia es emocionante… pero por otro lado, no he conocido a nadie que encaje en mi vida. No se exactamente lo que estoy buscando, a pesar de la insistencia de mi hermano de que no soy superficial. Es por eso que nunca les digo nada real sobre mi. --Pero no podemos tenerte con alguien como Maria de nuevo. --!Alex, dejalo! Se que se volvio loca y acosadora, pero no volvere a cometer ese error. Se suponia que iba a ser una aventura de una noche, nada mas. --Luego estaban Rebecca y Sally… --Esta bien, gracias. --Resoplo con burla--. No he tomado las mejores decisiones, lo admito, pero se supone que mi trigesimo quinto cumpleanos es una celebracion sobre todo lo que es bueno para mi. Se imagina que no debes atosigarme a menos que te lo pida… --Brad, hablo en serio acerca de conocer a alguien que creo que es perfecto para ti, --continua Angelo--. ?Por que no me das la oportunidad de presentartela? La conoces… --Si fuera tan perfecta como dices y ya la conozco, ?no estaria ya con ella? No estoy completamente ciego para todo. --No, porque siempre vas a por las chicas equivocadas. Mira, Brad, queremos que seas feliz. --Asiente otro de mis hermanos, de acuerdo con la preocupacion de Angelo--. No queremos que te sientas solo, y pretendemos que abras un poco tu mente… --No deseo escucharlo. --Acabo el resto de mi cerveza en un instante--. Dejenme salir a algun lado. No puedo quedarme sentado en la casa y escucharlos dandome esta mierda. --Brad, estas malinterpretando mis intenciones. Todo lo que quiero hacer es ayudar… Pero ya habia salido por la puerta, en direccion al club nocturno, necesitando musica a todo volumen y cerveza como distraccion de esta pesadilla. Aunque ya estoy luchando con mi edad y mi vida, no necesito que mi hermano siga a delante. Incluso si sus intenciones son todas buenas. Una mujer hermosa se contonea hacia mi, haciendo obvio que me desea. Ella tiene ese brillo descarado en sus ojos y se con certeza que podria llevarla a los banos y que tendria mi polla en su boca en un instante, dandome una liberacion muy necesaria… Entonces, ?por que no lo hago? ?Que me pasa? Parece que mi edad y la pequena charla que tuve con mi hermano todavia me esta afectando, jugando en mi mente. Todos mis hermanos tuvieron la oportunidad de trabajar para la empresa familiar cuando llegaron a la edad suficiente, pero Angelo fue el primero en hacerlo. Estaba emocionado de trabajar conmigo. Oliver lo disfruta ahora, pero solo aparecio cuando los tiempos se pusieron dificiles. Yo y Angelo probablemente estamos mas cerca que cualquiera de mis otros hermanos, asi que el me conoce mejor.

  • Sirens 5 de

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    Historia y mundo creado por Lena Valenti y Valen Bailon.
    El despertar de Thot ha llegado en la eclosion de la guerra.
    La Dama de Min mas poderosa del Universo tiene las claves para que el atlante mas soberano consiga detener la destruccion de un plan orquestado con milenios de antelacion.
    Pero nada les va a preparar para verse de nuevo y enfrentar sus miedos, y sus multiples cicatrices.
    ?Puede la responsabilidad primar por encima del unico y verdadero amor?
    ?Deberia la mujer mas poderosa de todos los tiempos someterse por el bien de las demas civilizaciones?
    Las batallas se ganan con la estrategia, pero la guerra la vence el mas apasionado.
    Con Semiasas provocando el caos en el exterior, la vida humana y el equilibrio de la Galaxia esta en manos del atlante mas sabio y hermetico, y de la Emperatriz de las Min.
    ?Quien claudicara y clavara antes la rodilla?

  • Suenos de Luna de Leo Mazzola

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    ?Alguna vez has sonado con una persona desconocida? ?Has sentido la imperiosa necesidad de buscarla? Sergio, un hombre que ha sufrido un tragico suceso familiar, y Alba, una mujer cautiva de un doloroso desengano sentimental, se conocen surgiendo entre ellos una fuerte atraccion. Pero el aun no es libre; Luna, una mujer desconocida que aparece con insistencia en los suenos de Sergio, y la actitud de el de encontrarla a toda costa, impiden que Alba pueda entregarle todo su amor. Sera en Egipto, a orillas del Nilo, donde Alba y Sergio descubriran quien es y que se esconde tras la enigmatica mujer del sueno, una revelacion sorprendente que jamas habrian podido imaginar. Dejate seducir por este trepidante y apasionado thriller romantico que mantiene la intriga y el suspense hasta la ultima pagina.

  • Siempre han hablado por nosotras de Najat El Hachmi

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    Si digo feminismo digo libertad. No la libertad de elegir, no la libertad de consumir, no la que consiste en ponerse delante de una estanteria llena de opciones y decantarse por una cualquiera, la que sea, implique lo que implique. No, cuando digo feminismo, cuando digo libertad, me refiero a vivir sin que me releguen a un segundo plano, sin que mi existencia, mi opinion, mi placer y mi dolor valgan menos que la existencia, la opinion, el placer y el dolor de mis hermanos hombres. Cuando digo libertad digo dignidad, me refiero a dejar de sentirme encerrada en la cocina, en casa, en la familia, en la religion o en la tribu. Sacudirme de encima las incontables mordazas, leyes del silencio y normas ancestrales que me limitan, que hacen que mi existencia sea infinitamente mas limitada de lo que podria ser, que me relegan, una y otra vez, a ocupar un lugar sin valor, sin importancia. Por eso feminismo, libertad, nunca sera elegir la sumision, la discriminacion, un orden natural segun el cual he de resignarme a ser un sucedaneo. Feminismo no es amoldarse a una libertad vigilada por las estructuras de la sociedad, cultura o religion de pertenencia ni rendirse a los pretextos que se alegan cuando levanto la voz para denunciar, o tan solo mencionar, la discriminacion. Hoy por hoy, necesito reiterar la reivindicacion de siempre, y no porque esta haya cambiado, sino porque lo han hecho las estrategias de quienes, pretendiendo silenciarnos, han dotado al machismo de nuevas formas, nuevas teorias, retoricas y discursos cautivadores. Sin embargo, y a pesar de su falsa apariencia, todas van a parar al mismo lugar de siempre: la perpetuacion del antiguo orden, que antes se consideraba natural, segun el cual no solo aceptamos la sumision, sino que la defendemos como rasgo identitario, cultural y religioso. En las paginas siguientes explicare el machismo concreto del que provengo y de que manera se ha ido transformando en teorias aparentemente feministas. Es decir, explicare lo que es y siempre ha sido obvio para volver a desmontar, todas las veces que haga falta, este nuevo envoltorio con el que pretenden vendernos las normas rancias del patriarcado. Volvere a decir feminismo para seguir defendiendo una libertad completa, sin restricciones ni sometida a vigilancia. Alzar la voz, el paso mas dificil Todavia hoy, cuando escribo para opinar sobre temas relacionados con mi origen, con mi condicion de hija de una familia musulmana marroqui, me tiemblan las manos, tecleo con miedo de ser castigada, una vez mas, por romper el silencio que me han impuesto desde pequena. Se que puede parecer extrano porque llevo anos abordando estos temas tanto en el ambiente protegido de la ficcion como en charlas, entrevistas, articulos de opinion y conversaciones privadas; de hecho, suelen decirme que soy valiente al hacerlo, pero eso no significa que no tuviera miedo la primera vez que escribi sobre lo que no se podia decir y que no lo tenga cada vez que vuelvo a tocar el tema de la violencia, la opresion y la injusticia en la que creci y en la que crecieron las mujeres a las que mas he querido. No hablo de estos temas con la intencion de hacerme la valiente, lo hago para sobrevivir. Durante muchos anos, la escritura fue el unico instrumento que tuve a mi alcance para no sucumbir del todo, para no rendirme a los embates del machismo. Todavia no he podido quitarme de encima la sensacion de que estoy quebrantando alguna norma cuando rompo el silencio que me impuso la ley del padre. No hables de eso, no lo cuentes, no comentes segun que cosas y que maneras de concebir la condicion de la mujer. Este mutismo es uno de los pilares fundamentales de la educacion que hemos recibido de manera constante a lo largo de toda la vida. Aunque parezca mentira porque vivimos en una sociedad moderna, occidental y democratica en la que la igualdad de derechos es una realidad legal y existe una conciencia feminista creciente, a las mujeres como nosotras (hijas de la inmigracion musulmana) todavia nos cuesta Dios y ayuda levantar la voz en la esfera publica para denunciar el machismo en el que hemos crecido. Nuestro miedo no es infundado: el temor a ser rechazadas, expulsadas de nuestro grupo de origen, esta mas que justificado. Si alguna de nosotras se atreve a levantar la voz para denunciar el sistema ferozmente discriminatorio en el que hemos vivido y hacer un memorial de agravios tanto de nuestras vidas como de las vidas de las mujeres con las que hemos convivido, sabe con certeza que la reaccion mas probable sera la expulsion sumaria, con mayor motivo si se tocan temas tan delicados como la sexualidad o la religion. Si el mero hecho de pedir la palabra para expresar -- o hacer constar, tan solo-- todas las injusticias que las mujeres hemos sufrido se considera un acto subversivo de por si, para los nuestros ese atrevimiento esta visto como una traicion a la familia, a la tribu, a la patria y, sobre todo, al islam. Armarse de valor para denunciar publicamente cuales son los mecanismos que nos han relegado a la condicion de ciudadanas de segunda, despues de haber tomado distancia para identificarlos, es una rebelion intolerable que merece todos los castigos terrenales y divinos. Estaba acostumbrada a sentir esa presion por parte de los que todavia creen que la lealtad al propio origen esta por encima de cualquier otra consideracion, que el islam es la religion verdadera y que por eso debe defenderse de un ambiente hostil. Ya me habia habituado a las criticas de los que querian que el orden establecido permaneciera inalterado. No me sorprendian sus criticas ni los sermones histericos de los barbudos que clamaban contra la liberacion de las mujeres. Pero no estaba preparada para el escenario actual en que las chicas mas jovenes, en vez de unirse a la lucha contra el machismo imperante, se suman al adoctrinamiento religioso, se apuntan a las versiones reaccionarias que quieren frenar el progreso de las mujeres y alzan la voz para defender, en nombre de la pertenencia identitaria y del esencialismo religioso, esos elementos objetivamente nefastos para nuestra dignidad. Y por si fuera poco, los imanes desde las mezquitas y las hijas alienadas en las redes sociales no son los unicos que nos instan para que asumamos la condicion de subalternas, sino tambien la izquierda, que de un tiempo a esta parte ha caido en la trampa del relativismo cultural y ha empezado a reivindicar acriticamente todo aquello de lo que hemos huido y por lo que hemos pagado un precio altisimo. Lei libros feministas durante anos y nunca se me ocurrio pensar que las ideas que contenian no eran para mi. Devore a autoras a las que ahora tachan de occidentales, de blancas, y a otras de mi misma procedencia --otra vinculacion que tambien esta llena de trampas, puesto que si lo que se impone a la hora de defender una posicion determinada es lo que somos y no lo que decimos, yo me veria obligada a descartar la obra de una burguesa como Fatima Mernissi, que guarda poca relacion con el mundo rural y empobrecido del que provengo-- para intentar comprender como resolvian el malestar que, como mujer, yo misma habia experimentado. Nunca pense que aquellas ideas eran exclusivas de algunas mujeres y que no se podian aplicar a las que procedemos de otras culturas o religiones. Sin embargo, resulta que ahora en las entrevistas me preguntan si de verdad soy feminista viniendo de un pais no occidental y habiendo nacido dentro del islam, como si de repente se hubiera impuesto una separacion entre las mujeres a la hora de hablar de feminismo. <>, me preguntan, <> Miro a mis interlocutores y tengo la impresion de que estoy fallando en algo, de que deberia anadir un adjetivo a mi posicion para matizar y explicar cual es mi feminismo. Hasta ahora no se me habia ocurrido. Siempre que decia feminismo, siempre que decia machismo, creia que me estaba refiriendo a todas las mujeres, tenia plena conciencia de que la vulneracion de nuestros derechos es un fenomeno universal contra el que hay que luchar desde cada una de las esferas en que nos movemos. Como escritora debo luchar contra las interpretaciones machistas de las obras escritas por mujeres, denunciar nuestra invisibilidad y senalar la escasa presencia de las mujeres en los medios de comunicacion, organos de poder del mundo de la cultura, debo denunciar sin tregua todo lo que me condiciona y no condiciona a mis companeros varones, no debo olvidar que si el machismo se perpetua y el feminismo tiene que ser explicado una y otra vez, como si cada generacion empezara de nuevo, se debe, en parte, a que en las plataformas mas influyentes de difusion del pensamiento todavia impera, de forma mas o menos explicita, el antiguo orden discriminatorio. Como trabajadora en una fabrica, mis preocupaciones no tenian nada que ver con las que tengo como escritora, pero la raiz profunda de ambas es la misma. Como trabajadora tuve que defenderme del acoso sexual en el ambito laboral, descubri que las limpiadoras cobrabamos menos que nuestros companeros por el mismo trabajo, vi con mis propios ojos que existia un sistema expresamente establecido para impedir el ascenso de las mujeres, y como los hombres entraban directamente de encargados mientras que nosotras seguiamos siendo trabajadoras de base sin ninguna oportunidad de ascenso. A pesar de que en nuestros carnets de identidad constaban nacionalidades diferentes, las mujeres descubrimos, en la fabrica, que nunca habiamos sido tan iguales. En pareja tuve que sortear los intentos de controlar mi libertad en nombre del amor, tuve que velar por mi propia sexualidad, tuve que reivindicar el valor de mi trabajo y la distribucion de las tareas domesticas.

  • Viaje al fin del oceano de Karina Luz

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    ?Alguna vez te has enamorado del mar? Viaje al fin del oceano es un canto a la belleza de los suenos imposibles haciendose posibles, a ese amor entre seres afines y al mismo tiempo opuestos, que encontraran el amor verdadero mientras libran infinitas batallas de supervivencia en un realidad paralela, junto a Dioses, reinas, corceles alados y criaturas monstruosas. Hulsh es una joven nomada que dejo su tragico pasado atras; quedara embelesada con la luz azul inmarcesible y esplendorosa, que terminara por transportarla a otro mundo, mas maravilloso, mas real. Alli conocera al oceano en persona, conocera la poesia y luchara por descifrar un poema misterioso que encierra la clave de su destino.

  • La estrellas de Nerea (Las estrellas 2) de Estrella Correa

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    Nerea intenta ser feliz al lado de lo que conoce, pero nada la llena.
    Nerea se siente sola, pero cree que, poco a poco, encontrara su camino.
    Nerea lucha, vive y suena, pero ni el tiempo sana las heridas de su corazon roto.

  • Bajo el arbol de los suenos de Sara Witch

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    Hacia calor. Se habia tumbado con su mochila bajo la cabeza, junto a un gran sauce lloron en el parque, despues de pasar el dia andando por toda la ciudad. No habia tenido suerte ese dia tampoco y cada vez le seria mas dificil encontrar un trabajo y un techo bajo el que guarecerse cuando empezara el frio. Se duchaba y comia en un albergue de la ciudad, y apenas le quedaban diez dolares en el bolsillo. Tenia que encontrar algo y pronto o su situacion seria desesperada. Ya hacia demasiado tiempo que estaba asi. No podia volver a casa, todo se habia precipitado con la muerte de su madre, y el seguia alli. Oyo una risa timida a su lado y, poco a poco, abrio los ojos. Sonrio al ver a una pequenaja de unos seis anos mirandola y tapandose la boca para amortiguar su carcajada. Ella la observo sonriendo sin entender de que se reia la nina, hasta que le senalo los pies. Despacio, giro su rostro hacia donde le mostraba y se sorprendio al ver a una ardilla en la punta de sus botas. Lentamente, saco de su bolsillo unos cacahuetes y se los mostro al roedor que empezo a oler el aire. Con toda la confianza del mundo, el pequeno animal se acerco a su mano, cogiendo uno de los frutos con los que la humana le tentaba. En el momento en que se hizo con el, se enderezo sobre sus patas traseras y huyo corriendo hasta el arbol mas proximo, escapando de algo que ellas ignoraban. --!Maggie! ?Cuantas veces he de decirte que no te separes de mi? --grito una rubia estilizada sacudiendo a la nina por el brazo. --No me hacias caso, estabas con el movil, me aburria y vi a la ardilla... Me haces dano. --Sam vio los ojos anegados de la nina y se levanto. --Deja de mentirme. Hablare con tu padre, esto no puede seguir asi. Eres una nina insoportable y muy desobediente. --Perdona, le estas haciendo dano. ?Por que no la sueltas? --?Y a ti que cono te importa? --La miro de arriba abajo con el desprecio marcando cada silaba--. Eres una muerta de hambre y no tienes ni idea de lo que puedo o no puedo hacer. --Solo te he dicho que le estas haciendo dano, ?por que no la sueltas y te calmas? No es mas que una nina --repitio. --!Policia! !Policia! --empezo a gritar la rubia, llamando la atencion de todos los que estaban proximos a ellas. --Pero ?que haces? --susurro asustada Sam--. ?Estas loca? --Ponerte en tu sitio, ?no lo ves? Sam cogio su mochila y empezo a alejarse. No podia hacer nada, solo meterse en problemas si la pija la denunciaba, aunque fuera con una mentira. Nadie la iba a creer a ella con sus pintas. Era una sintecho, alguien de quien no fiarse... Miro a la preciosa ninita, agacho la cabeza impotente al no poder ayudarla y se fue. Hacia una semana que dormitaba en la calle, concretamente en ese parque. Ya no podia ir al albergue, no queria que su pasado la encontrara, ya no podria ducharse ni buscar un empleo, porque nadie le daba una oportunidad al ver su aspecto desalinado y sucio. Aunque intentaba adecentarse con el agua de las fuentes, no obtenia el resultado optimo. Triste y decaida, se sento junto al arbol del parque donde pasaba algunos ratos pensando en como habia cambiado su vida en ese ultimo ano. --!Hola! Se giro y vio a la nina que conocio dias atras. --!Hola! ?Estas bien? --Le sonrio, pero, antes de que ella le respondiera, un hombre con traje se aproximo a ellas, cogiendole la mano a la pequena. --Maggie, ?que te tengo dicho? No se habla con desconocidos. --Miro a la mujer que estaba sentada junto al arbol y se dio cuenta de que era una indigente, que seguramente viviria en ese parque--. Disculpe a mi hija si la ha molestado. --!Papi, papi, papi! No es una desconocida. --Sonrio la pequena, mostrando la falta de un diente--. Es la chica de la ardilla. Ya te dije que estaria aqui. --!Vaya! --Volvio a observarla--. Es un placer conocerla, senorita... --Me llamo Sam, Samantha Johnson. Se sonrojo al ver como la escrutaba y como le tendia la mano para saludarla. Se sintio mas sucia que nunca y escondio las suyas a la espalda. Era un hombre muy atractivo con unos ojos oscuros, casi negros, que la observaban. El cabello largo, castano, recogido en un mono en la nuca que le daba un aire desenfadado en contraste con el traje oscuro y serio, seguramente hecho a medida. El se dio cuenta de su apuro y, como si no se hubiera percatado de su gesto, sonrio al ver como lo miraba. --Mi nombre es Andrew Turner. Maggie lleva dias viniendo a ver si te veia. Sam lo observo pensando que era la sonrisa mas bonita que habia visto nunca. Sonrio al recordar el momento en que descubrio la ardilla y las risas de la nina, pero volvio a ponerse seria al pensar en la rubia que iba con ella aquel dia. ?Andaria tambien por alli? No queria comprobarlo y meterse en lios. --Es mejor que me vaya. --?Por que? Por favor, no te vayas. Ibamos a tomar un helado, ?te apetece acompanarnos? --No --respondio tajante--. --No creo que sea buena idea. --Suavizo su respuesta y se sonrojo. --Vamos, tienes que contarme lo de esa ardilla, Maggie lleva dias hablando de ti y de ese bicho, y no estoy seguro de que lo que cuenta sea real. Ella miro su ropa y luego volvio la vista hacia el. --Es mejor que no, no quiero ser una molestia. Y mi aspecto... --No seras una molestia. ?Me permites que te ayude a levantarte? --Volvio a ofrecerle su mano ignorando sus ultimas palabras. Ella la miro y poco a poco la cogio. Cuando se tocaron una descarga le recorrio el cuerpo y se ruborizo. El no parecio sentirla, asi que no le dio mas importancia y, cuando estuvo de pie, se solto de inmediato. Cruzaron el parque andando uno al lado del otro y compraron los tres helados en un puesto ambulante. Mientras los adultos se sentaron en un banco, Maggie se fue a los columpios. --Entonces, ?de donde eres, Sam? --Soy de Chicago. --?Y como acabaste en Nueva York? --Es una larga historia... Y yo no... --Tranquila. Si no quieres hablar de ello, no pasa nada. ?Vives por aqui cerca? Ella nego con la cabeza. --Cerca no. Vivo aqui, en el parque. --Agacho la cabeza, avergonzada--. Las cosas no han ido demasiado bien. --Pero eso es muy peligroso para una muchacha. --Apreto la mandibula por lo que estaba oyendo. --Ahora mismo no puedo hacer otra cosa, no encuentro trabajo y todo es... --Lo miro a esos ojos oscuros que la habian cautivado--. Lo siento. Tengo que irme. --Por favor, no te vayas. --Se levanto al mismo tiempo que ella--. ?Puedo proponerte algo? --Sam lo miro con recelo. No era la primera vez que le ofrecian dinero a cambio de sexo. Sabia que debajo de toda la mugre que la cubria seguia siendo bonita. Sus ojos verdes eran un reclamo para los hombres--. No te asustes, por favor. Es una propuesta que puede ser ventajosa para los dos. --Le escucho. --Lo miro recelosa. --Veras, soy un hombre muy ocupado y estoy buscando a una chica interna para trabajar en casa y que se haga cargo de Maggie. Prepararle el desayuno, llevarla y recogerla en la escuela, venir al parque cuando salga por la tarde... Me preguntaba si te interesaria trabajar con nosotros. --?Por que? Quiero decir... ?Por que yo? No me conoce de nada. ?Y su madre? --Porque Maggie no suele relacionarse con nadie y desde que te vio en el parque no ha parado de hablar de ti, bueno, y de la ardilla. --Sonrio--. Tampoco conoceria a la chica que me mandaria la agencia. A Maggie le gustas y, por lo que parece, igual te vendria bien un cambio. Seria bueno para las dos, ?no crees? Su madre nos abandono cuando Maggie cumplio tres anos, asi que te encargarias de ella cuando no este en la escuela. --Me vendria bien, muy bien ese cambio. Eso seguro. Un trabajo... ?Lo dice en serio? --Muy en serio. No seras una ladrona o algo asi, ?no? ?Nada de drogas? --No, no. No soy una ladrona y estoy limpia. Solo que no he tenido suerte en esta vida. Puede investigarme... --Entonces, ?aceptas el trabajo? Creo que puedes ser buena para Maggie. Si necesitas pensarlo... --Acepto --respondio rapidamente, no queria que cambiara de opinion y seguir sobreviviendo en la calle. Esa era una buena oportunidad para ella. No habia nada que pensar. Le ofrecia un trabajo y un techo. No podia haber tenido mas suerte--. Pero usted no sera un psicopata o algo asi, ?no? Andrew lanzo una carcajada sin poder evitarlo. --No, no, puedes estar tranquila. --Recogieron a Maggie y, mientras le explicaba a la pequena lo que habia hablado con Sam, se dirigieron a su casa. Con los ojos como platos se quedo mirando la fachada de su nuevo hogar. La casa era mas grande de lo que habia pensado en un primer momento y se sorprendio cuando llegaron, al ver que una mujer de unos sesenta anos les abria la puerta. --Buenas tardes. --Ella creyo entender que buscaba una interina. --Buenas tardes, Molly, Te presento a Sam. A partir de hoy sera la nueva ninera de Maggie y te ayudara con las tareas de la casa cuando no se haga cargo de ella. Sam, esta es Molly, mi nana y asistenta. --Muy bien, senor. Encantada, Sam. --La muchacha hizo un pequeno asentimiento a modo de saludo. --Llevala a la habitacion de invitados para que se asee y se instale. Encargate de Maggie mientras tanto. Yo he de salir un momento. Nos vemos en un rato. --Papi, ?vuelves a irte? --Su hija lo miro con cara de pena, y el se agacho para ponerse al nivel de su cara y le susurro--: Voy a comprar unas cosas y vuelvo enseguida, ?vale? Puedes ensenarle tus juguetes a Sam cuando termine de asearse. --Ella asintio satisfecha, su nueva amiga se quedaba en casa--. ?Quieres que traiga hamburguesas para cenar? --Si, si, siiiii. --Salto abrazandose al cuello de su padre, con sus pequenos bracitos. --Molly, hoy no prepares la cena, yo la traere --se dirigio a su nana.

  • Ejemplaridad publica de Javier Goma Lanzon

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    Javier Goma, Premio Nacional de Ensayo 2004, propone la ejemplaridad como principio necesario y organizador de la democracia moderna.

  • SI SUPIERAS…, Kristan Higgins de Kristan Higgins

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  • Eres el ingrediente que me faltaba de Lina Galan

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  • Algo mas que una dama (Familia Marston 1) de Christine Cross

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  • Ardiente verano de Noelia Amarillo

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    Maria, una joven con un hijo adolescente, se prepara para afrontar las vacaciones estivales en el pueblo de su exmarido. Solo hay un pequenisimo problema. !Odia el pueblo! ! ?Que va a hacer alli durante todo un mes? ?Visitar el castillo? ?Banarse en la fuente? ?Pasear? !Aburrirse como una ostra! O quiza no. Un dia, harta del calor, se escapa al bosque. Sus pasos la llevan hasta una cabana escondida, donde experimentara juegos prohibidos a manos de un hombre que impide que vea su rostro... Un desconocido que le susurra ordenes y al que desea mas de lo que jamas pudo imaginar. Un extrano que parece conocer sus mas intimos deseos, satisfaciendolos, y del que es incapaz de alejarse.
    ?Podra ignorar sus mas secretas fantasias o se rendira a ellas... a el, a un hombre al que ni siquiera puede ver el rostro?

  • Agua verde, cielo verde de Mavis Gallant

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    Venecia, Cannes y Paris componen el falsamente glamouroso escenario de la vida de Florence McCarthy Harris, una muchacha americana que pasa su juventud viajando por Europa y viviendo de la caridad de los familiares de la mano de su madre, Bonnie, que, a causa de su divorcio, no podia soportar ya seguir viviendo en America. Mientras asistimos al atribulado descenso a la locura de Flor, seran cuatro las voces que, a modo de un cuadro cubista, se superpondran y revelaran la realidad fracturada de una joven que es arrastrada por su madre a una vida de movimiento constante en un continente desconocido. Una novela sobre la naturaleza humana que, enmarcada en una enfermiza relacion maternofilial, trata con gran delicadeza sobre la necesidad de un hogar y la fragilidad que supone el desarraigo.

  • Domina tu mente de Steve Allen

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    "La mente es tu propio palacio y puede hacer un infierno del cielo o un cielo del infierno" - John Milton, El paraiso perdido. Advertencia: No te dejes enganar. Este es un libro practico enfocado en la accion para el desarrollo de tu inteligencia y tu habilidad de pensamiento critico para tomar decisiones. No se trata de un relato abstracto sobre el pensamiento y te aseguro que despues de su lectura no seras la misma persona que esta leyendo estas palabras. Eres lo que crees. Todo lo que haces, como te sientes o lo que quieres, esta determinado por tus creencias. A medida que evolucionamos como seres humanos, aprendimos a transmitir informacion y creencias por medio del lenguaje, y a raiz de esto, muchas de las creencias que tienes en este momento no estan basadas en informacion objetiva ni en experiencias personales, sino en informacion transmitida por otras personas. Lo peor que le puedes hacer a tu mente es aceptar informacion y creencias como verdaderas sin analizar su veracidad. Y es mas perjudicial cuando esta informacion y creencias provienen de personas sofistas. La sofisteria es el arte de ganar independientemente de si hay problemas obvios con el pensamiento que se esta utilizando. Vemos esto a menudo en los abogados no eticos y en los politicos que se limitan a enfocarse en ganar la discusion y utilizan el emocionalismo y el engano para convencer y manipular. Con las herramientas y estrategias de pensamiento critico que te ensenare en este libro, aprenderas a no ser enganado por tecnicas de argumentacion astuta, a ser justo de mente, a trabajar para entender y apreciar los puntos de vista de los demas, a analizar los argumentos con los que no necesariamente estas de acuerdo y a cambiar tus puntos de vistas cuando te enfrentes a un mejor razonamiento. El mundo ya tiene demasiados pensadores sofistas expertos y estafadores intelectuales que se especializan en retorcer la informacion y las pruebas para adaptarlas a sus intereses egoistas. Tengo la esperanza de que con la lectura de este libro obtengas las herramientas necesarias para desarrollarte como un pensador altamente cualificado capaz de exponer a los maestros de los juegos intelectuales y la manipulacion. Te ayudare a mejorar la calidad de tu pensamiento, a tomar mejores decisiones, a desarrollar tu inteligencia y a comprender la forma en que otras personas estan influenciando tu propio pensamiento. Si de una forma u otra este libro llego a tus manos (o a tu Kindle), es porque llego el momento de que descubras el poder que tienes en tu vida. Eres capaz de lograr mayores objetivos, puedes ser un mejor tomador de decisiones, puedes volverte menos susceptible a la manipulacion, puedes vivir una vida mas satisfactoria, mas feliz y mas segura. La eleccion es tuya: Puedes cerrar este libro ahora y nada pasara, o puedes seguir leyendo para abrirte a una nueva dimension de tu propio pensamiento. Te invito a tomar el control de tu vida y de tu realidad. Como esta estructurado este libro El contenido de este libro esta disenado para ser una herramienta practica que puedas implementar inmediatamente en tu vida. Debo reconocer que algunos conceptos pueden parecer un poco abstractos en un primer vistazo, pero ten la confianza de que todo lo que aprenderas tiene aplicacion directa en tu vida cotidiana. En el capitulo 1 aprenderas que es el pensamiento critico e identificaremos los principales obstaculos psicologicos para su aplicacion. En el capitulo 2 descubriras cual es el principal defecto en nuestro pensamiento que estanca nuestra evolucion y poder mental. En el capitulo 3 aprenderas las falacias logicas mas comunes, cuyo desconocimiento nos vuelve una presa facil de cualquier tactica de manipulacion. En el capitulo 4 aprenderas un proceso de 4 pasos para analizar cualquier tipo de argumento y determinar si se trata de un buen o mal argumento. De esta forma evitaras adoptar creencias injustificadas. En el capitulo 5 te ensenare como pensar como un cientifico y como adoptar el estilo de pensamiento critico en tu vida cotidiana. A lo largo del libro encontraras varios ejemplos y ejercicios con respuestas para afianzar tu conocimiento. Espero que leas este libro con la mente abierta y que lo disfrutes. Capitulo 1 – ?Que es el pensamiento critico? Para saber como analizar, mejorar y usar nuestros pensamientos, necesitamos un metodo cuya eficacia ya haya sido comprobada. Es por eso que usamos el pensamiento critico. No te dejes intimidar por el nombre. El pensamiento critico es la mejor herramienta mental para desarrollar tu pensamiento y es muy facil de dominar (si cuentas con la guia adecuada). La habilidad del pensamiento critico no solo te hara resistente a la manipulacion, sino que te abrira nuevas perspectivas de la realidad que antes estaban ocultas. Nota importante: En la vida cotidiana el termino "critico" es visto como sinonimo de algo negativo o destructivo. Sin embargo, ser critico en el ambito intelectual no significa cuestionar las cosas al azar, o por el placer de "cuestionar". Ser critico en el ambito intelectual significa llegar lo mas cerca posible de la verdad mediante el uso de metodos y tecnicas desarrolladas con esta finalidad. Entonces, en terminos sencillos, el pensamiento critico es el proceso de usar el razonamiento para discernir entre lo que es verdad y lo que es falso. Para usarlo necesitamos: – Conocimiento basico de logica y falacias logicas. – Ser capaces de separar los hechos de las opiniones. – Mantener la mente abierta. – No descartar nada sin analisis, y tampoco aceptar nada sin analisis. Los pensadores criticos cuestionan todo y usan sus herramientas mentales para averiguar la verdad, dondequiera que se esconda. En otras palabras, el pensamiento critico se basa en el escepticismo. Sin embargo, me refiero a un escepticismo constructivo basado en el elemento de la duda cortes. En este contexto, el escepticismo no significa que debes ir por la vida desconfiando de todo lo que ves y oyes. Eso no seria util. El escepticismo en el pensamiento critico se refiere a mantenerte abierto a la posibilidad de que lo que sabes en un instante dado podria ser solo una parte de la imagen completa. El pensamiento critico te da las herramientas para usar el escepticismo y la duda constructivamente para analizar la informacion que recibes y te ayuda a tomar mejores decisiones de una manera mas efectiva y productiva. Algunas personas parecen ser naturalmente mas escepticas o mas confiadas que otras. Sin embargo, el pensamiento critico no se basa en los rasgos de personalidad, sino que se basa de un conjunto de metodos orientados a explorar la evidencia de una manera en particular. Las personas escepticas requieren de una aproximacion estructurada que los ayude a confiar en la probabilidad de un resultado, al igual que las personas confiadas requieren de metodos que los ayuden a usar la duda constructivamente.

  • Finca negra de Eduard Freundlinger

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    Ya hace anos que la hermana de Joana desaparecio sin dejar rastro. Entretanto Joana dejo su pais y construyo una nueva vida en Alemania. De pronto recibe un mensaje comunicando que Carmen aun podria estar viva y Joana vuelve a Andalucia. La certeza sobre el destino de Carmen esta al alcance de su mano, pero bajo el sol de la costa Tropical le esperan otras oscuras verdades…

  • El hijo del jefe 1 de Sierra Rose

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    Britt Collier estaba, peligrosamente, a punto de volverse loca. Ella era la unica contable contratada actualmente, y aunque no le importaba contestar preguntas relevantes, no necesitaba a su adulador jefe apoyado sobre su escritorio. Obviamente estaba estirando el cuello para conseguir ver algo debajo de la blusa. Como esta tactica le era familiar, ella llevaba la blusa abrochada hasta arriba y un chaleco de punto sobre ella, para que incluso en caso de un catastrofico accidente con los botones, ella estuviera aun protegida de sus ojos fisgones. Si la pequena empresa tuviera un departamento de Recursos Humanos, habria presentado una queja por acoso sexual. Tal y como estaba, la gerente de contratacion era tambien la asistente del COO, asi que tampoco seria novedad para ella. El COO, tambien llamado director general de operaciones, es un puesto en lo mas alto del ranquin de puestos ejecutivos en una organizacion. Quiza algun dia ella tambien alcanzaria lo mas alto de la escalera corporativa. Una chica siempre puede alcanzar el cielo, ?no? De hecho, Britt estaba bastante convencida de que la asistente habia conseguido ese doble titulo gracias a una entrevista horizontal con el Senor Freeman en persona. A Britt le habria gustado imaginarse a si misma como una mujer sensata, una feminista que no era prisionera de nadie. Sin embargo, se desplomo sobre su escritorio sin decir nada mientras el senor Freeman se acercaba a ella senalando a su monitor. El no podia dejar de mirarle el pecho. Ella se aparto del escritorio deslizandose con su silla de oficina con ruedas. -Es suficiente -dijo. - ?Disculpe, senorita Collier? -dijo el alzando las cejas. -Explique todo esto en mi correo electronico. Asi que si no le importa, tengo cuentas de gastos que actualizar. -Por supuesto. Se lo ocupada que esta. -Si me disculpa. El sonrio. Ella salio de su pequeno cubiculo y fue al bano de chicas, simplemente para estar lejos de el. Desearia poder haberle dicho algo mas astuto e inteligente, algo que humillara sus intentos de rozarse con sus pechos igual que eso la humillaba a ella. Para sentirse mejor, miro la fecha en su telefono. Seis dias mas, se dijo a si misma asintiendo. Britt consiguio acabar la ultima hora de trabajo rapidamente comprobando hojas de calculos y tachando tareas de su lista de cosas por hacer. Acabo todo diez minutos antes de las cinco, con tiempo suficiente para ordenar su escritorio y hacer su lista de tareas para el dia de trabajo de manana. En cuanto la manecilla de los minutos llego al doce, se levanto, bolso en mano. Bajo en el ascensor desde el undecimo piso, donde se encontraba la Consultoria Creativa, y llego al vestibulo justo cuando Marjorie, su mejor amiga, salia de las escaleras. Marj estaba entrenando para una media maraton y opinaba que los ascensores la debilitarian. Se dirigieron por acuerdo mutuo hacia Joe's Java la cafeteria a la vuelta de la esquina de la oficina. Tuvieron su habitual quedada de los jueves para el cafe de despues del trabajo. Sentadas en un reservado al lado de la ventana, Britt dio un sorbo a su cafe con caramelo y suspiro aliviada. Se estaba tranquilo alli, pero no el tipo de tranquilidad que tenia ella en la oficina, con ese molesto zumbido de las luces fluorescentes sobre su cabeza y ese expectante silencio como el de un tiburon en el agua mientras ella se esforzaba por escuchar si Freeman se acercaba. En realidad, no era un tiburon, razono ella, era mas bien como un pulpo con todos esos brazos y manos. Marjorie se pidio algo con soja y proteina en polvo que tenia un aspecto verdoso. -Eso parece pintura. Pintura fea. Como la de la sala de espera del medico. -Gracias. Pero esta bueno. Agua de coco y repollo con polvo de proteina… -Suena como al paraiso -gimio Britt. -No, el paraiso seria tres semanas en Bali con Ryan Gosling. - ?Aun con Ryan Gosling? ?Podemos pasar pagina, por favor? -Jamas. Yo soy muy fiel. - ?Con cuantos chicos has quedado este mes, senorita Fiel? - dijo Britt de broma. -Eso es quedar. Ryan Gosling y yo, eso es amor verdadero. - ?Sabe el algo de todo esto? -No, es mejor asi. No quiero quitarle la ilusion. -Oh, que generoso por tu parte. Freeman estuvo en mi oficina esta tarde senalando a mi monitor. -Uh. ?Tiro algun boli para asi echarle un vistazo a tu falda? -Llevo pantalones por algo. -Asi que se fue directamente a por las tetas. Te escucho… -dijo Marj con arrepentimiento. -En una semana estara jubilado y haciendose un hueco entre jugadores de bingo sin suerte en la residencia de ancianos. - ?Tiene pinta de que le guste el bingo? -No, tiene pinta de que pasara el rato en clubs de strippers e insistira en cambiar los tangas. -Eh, si. Pero bueno, al menos no le tendremos respirando detras de nuestros cuellos. -Querras decir respirando profundamente detras de nuestros cuellos. Es tan pervertido. -Creeme que no pienso echar una sola lagrima cuando se vaya, pero, ?y si el que viene es incluso mas mamon? - ?Pero eso es posible? Quiero decir, Hitler esta muerto, ?no? -Si, pero hay un monton de cerdos machistas en el mundo en puestos de altos directivos. Les gustan los puestos de autoridad cuando no estan tomando el sol en una comoda roca. -Cierto. Bueno, dejame ver las casas. -Apartamentos. He encontrado propiedades de entre las que elegir. Estoy deseando ensenarselos a Kevin esta noche. -Seis meses es mucho tiempo. ?Donde lo vais a celebrar? -Acaban de reabrir Tamarind despues de remodelarlo. Nos morimos de ganas de probarlo. -Britt dijo emocionada -Me he comprado un vestido y todo. - ?Has ido de compras? Debes de estar emocionadisima. -Bueno, nos mudamos juntos despues de todos estos meses. Estoy deseandolo. Ya no vere mas capitulos de Esta Casa es una Ruina porque estoy sola y aburrida. Estaremos juntos y realmente empezaremos nuestra vida. Yo queria coger algun sitio que pudieramos arreglar juntos, hacerlo nuestro, pero a Kevin no le va mucho lo de hacerlo nosotros mismos. - ?Hacerlo vosotros mismos? A ti eso tampoco te va. -Seamos justos, no, no tengo muchas habilidades para arreglar cosas en casa, pero me gustaria aprender. He visto algun tutorial de como lijar y pintar un banco del mercadillo y me gustaria probar. - ?Ves videos de bancos? Cielo, necesitas hacer algo mejor. - ?Que me sugieres que haga? -Encuentra algun video chulo en el que salga Ryan Gosling. -Estas imposible -dijo Britt moviendo la cabeza mientras se acababa el cafe. -Me gusta este primero. -A mi tambien pero creo que la cocina es demasiado pequena. ?Y si tengo que preparar una lasana o algo? No hay espacio suficiente en la encimera.

  • Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga

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    Tras el exito de El bosque sabe tu nombre, Alaitz Leceaga regresa a las librerias con una saga familiar ambientada en una bodega de La Rioja.

  • Comer y amar, todo es empezar de Mayte Esteban

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    El despertador salio de su letargo a la hora programada, las siete y media, al ritmo de una melodia animada. Carlos se levanto con el sueno todavia prendido en sus ojos, se vistio con la ropa de trabajo y, medio dormido aun, abrio la ventana. El viento helado de la madrugada castellana de finales de diciembre se colo en la habitacion como un visitante indeseado. El silencio lo presidia todo; en Grimiel aun seguia siendo de noche. Con el rastro del sueno marcado en el rostro --la sabana le habia dejado su impronta en la mejilla, oscurecida por la barba de un par de dias--, se preparo el desayuno. Carlos Herrero tenia veinticinco anos y era el dueno de un picadero en un pequeno pueblo. Su negocio se situaba a las afueras, a muy pocos metros de un extenso pinar. Dedicaba su actividad a la tutoria de caballos y a rutas para los eventuales inquilinos de las casas rurales de la zona. Tambien se ocupaba de la formacion de jinetes, aunque esto no fuera mas que una manera elegante de llamar a lo que en realidad era ensenar a unos cuantos ninos a no caerse del caballo. En un lugar donde apenas habia actividades de ocio, el picadero de Carlos casi era la estrella. Le proporcionaba a su propietario los recursos suficientes para vivir y tambien le habia ayudado a no tener que marcharse a la ciudad, como habian tenido que hacer la mayoria de sus amigos. Cuando despues de desayunar salio de casa, el frio de la calle le golpeo en las orejas. Rebusco en los bolsillos de su abrigo, pero el gorro que siempre llevaba se habia quedado en el tendedero, con la colada del dia anterior. Era inutil que volviera a entrar para buscarlo, lo mas probable era que siguiera empapado. Echo mano de la capucha del abrigo, que servia mas bien de poco, y se encamino hacia el trabajo. Fue andando hasta el a buen paso para entrar en calor. El picadero distaba de su casa kilometro y medio y, en mananas tan gelidas como aquella, tal vez pudiera estar justificado ir en coche, pero Carlos preferia no hacerlo si no era imprescindible. Era un firme defensor de la naturaleza y trataba de aportar su granito de arena todos los dias para cuidar de ella. Caminar un poco, ademas de que le venia bien a su forma fisica, le ahorraba al planeta unas cuantas emisiones toxicas. Dejo atras los vehiculos, que dormitaban tenidos de blanco, y las aceras desiertas, brillantes bajo la mortecina luz de las farolas que a intervalos rasgaban la penumbra del camino. Faltaban apenas un par de minutos para que dieran las ocho cuando llego a la puerta de acceso a su negocio. Saco la llave del bolsillo y se dispuso a abrir. --!Buenos dias! Una voz femenina, demasiado euforica para la temprana hora, lo tomo por sorpresa y le hizo dar un brinco involuntario. Era Paola, una de sus amigas de la infancia y tambien clienta asidua del picadero, que acababa de salir de un coche aparcado a unos metros de la entrada. Carlos, pensativo como iba y con la capucha tapandole parte de su campo de vision, no la habia visto. --!Que susto me has dado, Paola! ?Que haces aqui? --le pregunto. El dia apenas empezaba a deshacer en el horizonte las tinieblas que en la noche envolvian al pueblo dormido. No eran horas, ni mucho menos, para hacer uso de los servicios del picadero. Si por el fuera, se habria quedado en la cama un rato mas, pero no tenia mas remedio que levantarse temprano para ocuparse de los animales, limpiar las cuadras y ponerles agua y comida fresca. Era preciso que todo estuviera listo antes de la hora de apertura. --He venido a ver a Leyenda --le dijo ella. Leyenda era la yegua blanca de Paola, un impresionante ejemplar pura raza espanola de ocho anos que tenia desde que era una potrilla. Carlos introdujo la llave en la cerradura e intento abrir la puerta, pero esta se obcecaba en encasquillarse. Dio un golpe con el hombro para ayudarse y, al final, logro vencer su resistencia. En el forcejeo, la capucha se le cayo y se la volvio a colocar. La helada de la noche habia dejado su impronta como un manto blanco que lo cubria todo y hacia demasiado frio como para dejar al descubierto las orejas, que amenazaron con convertirse en tempanos de hielo en segundos. --?No tienes un gorro? --le pregunto Paola. --Se ha quedado en casa --respondio el. --Creo que tengo uno en el coche, espera. Paola volvio a su vehiculo, abrio la puerta trasera y recogio del asiento uno de lana en color crudo. Se lo ofrecio a Carlos en cuanto volvio frente a el. --Toma. Era un gorro muy poco masculino, uno de esos que Paola usaba a menudo y que a ella le quedaban tan bien. Enmarcaba su delicado rostro y dejaba escapar los rebeldes rizos de su pelo castano dandole aspecto de hada de invierno, pero no creia que en el tuviera el mismo efecto estetico. Mas bien pareceria un fantoche. Carlos se quedo mirandolo y sonrio. Era tipico de Paola pensar que el podria ponerse aquello. Rehuso utilizarlo con amabilidad, mientras atravesaba la puerta seguido de la chica. --Gracias, pero no. --Tu mismo... Hace un frio espantoso y nadie te va a ver, yo no lo rechazaria --le dijo Paola, adivinando por su cara de circunstancias lo que estaba pensando. No le era dificil seguir algunos pensamientos de Carlos, habian sido inseparables desde el colegio. --Perdona, tu me estas viendo --dijo el divertido, excusandose de nuevo por no querer ponerse el gorro. --Bueno, ni que no te conociera desde el primer dia de colegio... -- respondio ella, riendose tambien. Carlos termino de cerrar la puerta y echo el cerrojo interno. No volveria a abrir hasta que a las diez el negocio se pusiera en marcha. --Venga, no seas bobo y pontelo, porfa --le rogo. Le miro componiendo una mueca exagerada de suplica, a lo que el respondio emitiendo un resoplido que en cierto modo le recordo a Paola al de un caballo, lo que provoco que se riera con ganas. Sin esperar su permiso, ella levanto los brazos, bajo la capucha del abrigo y le coloco el gorro a Carlos. Se distrajo un momento mirando su rostro, los enormes ojos castanos y las facciones cuadradas de el que conocia desde siempre. Al ajustarlo sobre las orejas, las yemas de los dedos de Paola le acariciaron las mejillas. El suave roce accidental a el le descoloco un latido y un subito calor, que se contradecia con el gelido comienzo del dia, se apodero de su animo. --A ver si nos afeitamos --le dijo ella, divertida por la seriedad que mostraba de pronto. El volvio a resoplar. O mas bien fue un suspiro con el que trato de recomponerse. --?Por que has venido tan pronto? --le pregunto, para dejar de pensar en lo que habia sentido cuando ella le toco--. Aun no he preparado a los caballos, no abro hasta dentro de un par de horas. Es demasiado temprano para montar a la yegua. Paola solto el aire contenido en sus pulmones y, con el, la sonrisa se fue desinflando en su rostro. Trago saliva y tomo aire, como si lo que iba a contarle necesitara oxigeno nuevo para no ahogarse; como si le costase mucho confesar la verdadera razon por la que se habia levantado tan temprano y se habia presentado en el picadero. --Me quedan solo unos pocos dias con Leyenda, Carlos. La vamos a vender. Quiero pasar todo el tiempo que pueda con ella y a las diez tengo que entrar a trabajar en la farmacia. Necesito verla y por eso he venido ahora. Carlos no necesitaba que Paola le contase lo que sentia por ese animal. Llevaba con la yegua desde la adolescencia y Leyenda y Paola parecian un todo. No entendia muy bien por que habia tomado la decision de deshacerse de ella si era casi la prolongacion de si misma. --?Vender a Leyenda? ?Por que? ?Que me he perdido? --pregunto, extranado. --He encontrado un trabajo fuera y despues de Navidad me ire del pueblo --le dijo. --?Te vas? --pregunto. Las palabras salieron de su boca con una alarma que hubiera preferido ser capaz de evitar. --Si. Mi contrato de media jornada en la farmacia se acaba el treinta y uno de diciembre. La farmaceutica se jubila y su hijo ha decidido volver de Madrid y quedarse con el negocio. No cuenta conmigo. Su mujer tambien trabajara con el y ya sabes que esto no da para tres sueldos, ni siquiera para dos y medio. --Vaya, no sabia que te ibas. --Tampoco lo he contado, bastante me disguste cuando me lo dijo a principios de otono. Pero bueno, he tenido tiempo de buscar un nuevo trabajo en Valladolid, en otra farmacia, y esta vez seran ocho horas. Supongo que vendre a menudo, pero desde luego no podre montar a Leyenda todos los dias como ahora. Es mejor para ella que la venda y otra persona la cuide como necesita. --Te vas --afirmo Carlos, quiza para confirmarse a si mismo que lo que estaba escuchando era cierto. --Aqui no hay futuro ni trabajo. Si quiero progresar, tengo que hacerlo. Ademas, tiene su lado bueno; Ricardo vive en Valladolid, podremos vernos mas a menudo que ahora. Ricardo era el novio de Paola. Como la mayoria de los jovenes, habia decidido quedarse en la ciudad una vez terminada la universidad, seducido por una oferta de empleo. Las oportunidades de trabajo, mucho mas deslumbrantes que las del campo, ofrecian alli un futuro que distaba mucho del callejon sin salida que parecia el pueblo. Con la mayoria de edad recien estrenada, los chicos se marchaban a Madrid, a Burgos, a Salamanca, a Valladolid... ciudades que una vez terminada su formacion, no los devolvian. Al final, la madre de Carlos tenia razon cuando decia que en el medio rural, si no quieres perder a tus hijos y que la ciudad se los quede, no debes darles estudios. Carlos penso que Paola habia tardado mucho en seguir ese camino. Era, sin duda, una anomalia en ese proceso. Estudio, pero ella regreso a Grimiel y encontro un hueco en la farmacia. Fue la excepcion, aunque tiempo despues la realidad del desempleo la estuviera devolviendo de un empujon al mundo urbano. --Mi padre me ha dicho que ya tiene ofertas por Leyenda. Al escucharla, Carlos salio de sus pensamientos e intento poner cara de circunstancias y hacerse el sorprendido, aunque en realidad no lo estaba. Dias atras oyo una conversacion a medias en el bar y en ese momento empezo a atar cabos. Era de Leyenda de quien estaba hablando el padre de Paola con unos conocidos. Les habia preguntado si alguien se la queria quedar, pero Carlos no presto mas atencion. Ni se le paso por la cabeza que la conversacion girase en torno a la yegua. Se quedo observando a Paola, intentando encontrar en su rostro el beneplacito con la decision tomada de deshacerse del animal. --?Estas segura de que quieres vender a Leyenda? --Al mirarla, a Carlos no le parecio que estuviera muy conforme. --No me mires asi --le dijo la chica, ahogando las ganas que tenia de llorar. --?Asi como? --Con pena, Carlos. Era justo de ese modo como la estaba mirando, triste porque sabia lo que significaba la yegua para su amiga. Se imaginaba que nada de aquello estaba siendo facil para Paola. Ella, buscando unos instantes de intimidad en los que desahogar el nudo que se le habia hecho en el pecho, se dirigio hacia la cuadra y abrio el cerrojo que mantenia encerrados a los animales de noche. Dos perros de raza indefinida salieron corriendo, libres por fin despues de pasar la noche cautivos. Cada uno eligio un poste del cercado para deshacerse de la urgente necesidad matutina y despues corrieron hacia Paola, que los acaricio. Luego, como hacia siempre, cogio a uno de ellos, Drako, en brazos. --No hagas eso --le dijo Carlos--. Cuando te vayas yo no pienso mimarlo y lo echara de menos. ?O te lo piensas llevar contigo? Drako era un perro especial. Le faltaba una de las patas delanteras. Paola los habia salvado, a el y a su hermano, de una muerte segura a manos de su madre anos antes, cuando la perra se volvio loca y mato a mordiscos a la mayoria de la camada que acababa de parir. La chica, apenada por el suceso, se llevo a los dos perritos supervivientes a casa para cuidarlos en esos dias tan delicados. Black crecio sin problemas, pero sacar adelante a Drako costo bastante porque un mordisco de su madre lo dejo sin una de las patas delanteras. Tardo mas de cuatro meses en devolverlo al picadero y, desde entonces, el perro adoraba a la muchacha casi tanto como la yegua. --No creo que sea bueno que me lo lleve, esta demasiado acostumbrado a corretear por aqui y encerrarlo en un piso no es buena idea. Este perro necesita hacer mas ejercicio que los demas. Paola dejo a Drako en el suelo, que la siguio con su paso renqueante de perro de tres patas, y se dirigio al establo. Alli, Leyenda la recibio aproximando su enorme cabeza a la cara de la muchacha, que apoyo la frente en la de la yegua. Ambas estuvieron asi un rato, en silencio. Al verlas, uno suponia que se estaban contando secretos sin palabras. Incluso las dos cerraron los ojos al unisono, mientras el perrito lisiado y Carlos, apoyado en el quicio de la puerta, las observaban de cerca. El iba a echar de menos a Paola cuando dejase de ir tanto como los perros o la yegua. Estaba seguro de que extranaria los momentos en los que la muchacha se mantenia pegada a su animal y ambas se quedaban suspendidas en algun lugar indefinido que, si hacia caso de la sonrisa de Paola, era lo mas parecido a la felicidad que podia imaginar. Estaba seguro de que el tambien lo pasaria fatal cuando Paola tuviera que despedirse. Se lo estaban diciendo unos latidos erraticos en su pecho a los que le era imposible poner freno. Carlos decidio que ya habia perdido demasiado tiempo y abandono su posicion de espectador, por mucho que le pesara dejar de mirar a Paola. Le transmitia un millon de sensaciones que hacia mucho que preferia no analizar. Lo mejor que podia hacer era ponerse con su tarea y no pensar. Tenia apenas dos horas para dejarlo listo todo. --Si quieres, te ayudo --le dijo ella, cuando advirtio su presencia en la puerta del establo. --Me vendra bien, pero has venido a montar a Leyenda. --He venido a verla, pero te quiero ayudar. El joven le paso la pala que tenia en las manos y fue a buscar otra para el. Ambos, sin intercambiar mas palabras, se pusieron manos a la obra, mientras los perros correteaban a su alrededor. Durante una hora se dedicaron a reemplazar la paja sucia por otra fresca y rellenaron con agua fresca los abrevaderos. --Pao, deberias montar a Leyenda ya si no quieres llegar tarde a la farmacia. Son las nueve --le dijo Carlos cuando fue consciente de la hora. --?Pero cuantas veces te tengo que decir que no me gusta nada que me llames asi? --le dijo ella, con un tono que ni se aproximaba a ser de enfado. --!A sus ordenes, Pao! Hizo un gesto comico y ella puso los ojos en blanco y le lanzo unas briznas de paja. No habia manera. Carlos empleaba muchas veces el diminutivo absurdo que le habia puesto en el colegio y que dejaba a su nombre mutilado. Nego con la cabeza, resignada a no conseguir jamas que dejara de hacerlo, y preparo a Leyenda. Limpio sus cascos, cepillo con suavidad el lomo y despues ajusto los estribos y la cincha sobre la silla de montar antes de elevarla y colocarla sobre una almohadilla de ensillar que ya tenia encima de la yegua. Despues ato los arreos, tranquilizando al animal con suaves palabras. Coloco las riendas sobre la cabeza del animal y empujo con suavidad el bocado hasta que Leyenda lo tomo mansamente. Como siempre que hacia esto, premio al animal con una chucheria que guardaba en el bolsillo. Poco despues, subida a lomos de su yegua, daba vueltas por el recinto del picadero. Carlos llevaba razon, se habia entretenido y no tenia mas de veinte minutos porque deberia volver a casa, ducharse y cambiarse para ir a la farmacia.

  • La maestra de Marilo Montero

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    La maestra es la historia de Maria de Maeztu y su sueno de abrir la mente, el estudio y la universidad a las mujeres de su epoca.

  • Miradas que matan de Agustin Sanchez Gonzalez

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    Ellas matan mejor, ese era un titulo de un libro espanol que encontre casualmente en una de las librerias de la Cuesta de Moyano, en Madrid. Por aquel tiempo, aun no existia la moda televisiva que recogio diversas historias de mujeres asesinas. Esas historias de mujeres espanolas me conmovieron y me invitaron a recoger las historias de las damas connacionales que vivieron el drama del crimen, la tragedia por vivir en una sociedad que las aplasta. Poco a poco fui leyendo y releyendo historias que habia sub- rayado en diversos libros, en periodicos del siglo XIX o en las hojas volantes impresas por Antonio Vanegas Arroyo, que fueron ilustradas por Jose Guadalupe Posada. Asi me centre, en principio, en los primeros anos del Mexico Independiente con una historia que habria de repetirse una y otra vez: una mujer que asesina a su marido, en 1836, un diputado de aquella epoca. Ahi arranca este libro. Despues llegaron otras historias, hasta terminar en el siglo XX, cuando los Jurados Populares absolvieron Maria Teresa Landa, la primera Miss Mexico, una historia que ha cautivado durante decadas a quienes la conocen. Este libro, recoge cronicas que son un fiel retrato de una ciudad y un pais que se niega a cambiar sus patrones de conducta; mu- chas de ellas fueron transcritas tal cual, otras han sido reelaboradas, pero todas, confirmado, existieron, son parte de la tragedia y de la tragicomedia nacional. Por ello, este libro tiene una deuda con autores como Enrique Flores, que prologo Unipersonal del arcabuceado, que se constituyo en una fuente fundamental para recoger algunos de los primeros relatos. Varias lecturas mas, contribuyeron a la realizacion de este libro, como la marquesa Calderon de la Barca, quien no sale del azoro al descubrir muchas caras bonitas entre las mujeres matadoras de hombres. Otros grandes escritores como Federico Gamboa y Angel de Campo; el primero, famoso autor de Santa, fue un amigo de la Malaguena, una celebre prostituta, quien fue asesinada por la Chi- quita, otra hetaira que genero uno de los casos mas revisados de esa epoca y cuya referencia la escribio en Mi diario. De Angel de Campo, el gran escritor costumbrista que firmaba como "Micros" o como "Tick Tack", transcribimos un fragmento de una de las novelas fundamentales de nuestra historia: La Rumba. Importantes fuentes de consulta fueron los escritos de Carlos Roumagnac, sobre todo Los criminales en Mexico, de donde recogimos un par de casos; el estudio de Julio Guerrero, La genesis del crimen en Mexico: estudios de psiquiatria social; el texto El jurado absuelve, del abogado Federico Sodi, quien fue protagonista de una epoca en que, como dijimos antes, los Jurados Populares llegaron a tener tanto poder que absolvieron a muchas mujeres (y hombres) tan solo por simpatia, lo que a la postre condujo a su desaparicion. Fue esencial revisar una coleccion que escribimos hace varios lustros: La nota roja, en la cual participo una decena de autores, coordinados por Eugenio Aguirre, y entre los que se encontraban Victor Ronquillo, Victoria Brocca, Ana Luna, Gerardo de la Torre, Myriam Laurini, Rolo Diez y otros mas, ademas del que esto escribe. Finalmente, este libro tambien es un homenaje al genial Jose Guadalupe Posada, personaje fundamental en nuestra cultura, que ilustro un sinfin de historias de nota roja en hojas volantes que salian de la Imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, redactadas por diversos escritores hoy olvidados, cuyas palabras quedaron como un fiel testimonio de la epoca y que rescatamos ahora. Algunos de estos geniales maestros de la pluma, creadores de excepcionales cabezas que permitian a los ninos gritones, vendedores de periodicos, solazarse con ellas, y que escribieron muchas de esas cronicas fueron Constancio S. Suarez, Rafael Garcia, Rafael A. Romero, Ramon N. Franco, Manuel Romero, Manuel Flores del Campo, Francisco Zacar, El Choforo Vico, Ramon N. Franco, Pablo Calderon de Becerra, Armando Molina, Gabriel Corchado y Abundio Garcia. El libro culmina con la historia de como la primera Miss Mexico asesino a su marido, un militar que la habia enganado y que pago con la vida su burla a la mujer que habia representado la belleza mexicana moderna. Uno de los crimenes mas frecuentes cometido por mujeres fue contra los charlatanes que las enganaban, lo que genero en la decada de los anos treinta, inclusive, un escuadron de mujeres matadoras de hombres en la carcel. Las historias de mujeres asesinas del pasado no tienen mayor pretension que mostrar, a traves de las notas de prensa de la epoca, que el crimen y la miseria existencial, lamentablemente, siempre han estado presentes en nuestro mundo.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • El senor del castillo de Kate Simons

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    Una tragedia lleva a Victoria una joven inglesa a unas misteriosas tierras en las costas mediterraneas donde un apuesto marques la pondra a salvo pero tambien, le robara el corazon, lentamente…
    El marques de Terranova es un hombre extrano y solitario y le dobla la edad, el la ve como su pupila y solo piensa en ponerla a salvo y ayudarla a volver a su casa.
    Ella en cambio no deja de pensar que ese caballero espanol es muy guapo y gentil pero esconde un secreto..

  • Casa Cacao de Ignacio Medina , Jordi Roca

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    Jordi Roca comenzo trabajando con chocolates de distintos origenes y preparados de formas muy diferentes en sus elaboraciones. Hasta que decidio dar un paso mas y empezar un nuevo proceso creativo a partir del redescubrimiento del cacao. La experimentacion le llevo a afrontar un recorrido a traves de la historia del chocolate, que le ha transportado al lugar de origen del cacao, en la selva amazonica.

  • Munich de Robert Harris

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    Una novela de espias en el marco del encuentro entre Hitler y el gobierno ingles para impedir la guerra en 1938, por el autor de Patria y Enigma.

  • Al final mueren los dos de Adam Silvera

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    ?Puede un solo dia albergar toda una vida?

  • Lo esencial de Miguel Mila

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    Sus lamparas, sus sillas de cana o sus iconicos bancos barceloneses forman ya parte de nuestro imaginario, pero su obra es mucho mas amplia, atenta siempre a las necesidades humanas y con un profundo sentido de la funcionalidad y de la estetica. Miguel Mila ha sido tambien un ecologista avant la lettre y un defensor de <> y de la <> como elementos decisivos a la hora de disenar.
    Ha habido libros que estudian y analizan su obra, y un importante documental, pero nunca antes un <>. En Lo esencial, Mila habla de si mismo, de su obra, sus principios y sus ideas, pero tambien de su familia (tan vinculada a la historia de Barcelona), de su propia vida y de la educacion de sus hijos.

  • El millonario de Silicon Valley de Joshua A. Aguilar

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    Como El millonario de Silicon Valley puede convertirte en una persona mas sabia, rica y feliz.

  • Biovigilados de Roxana Tabakman

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    Un peligro viral se extiende sobre varias poblaciones sin que la comunidad cientifica tome cartas en el asunto. Una talentosa investigadora desarrolla la vacuna que podria evitar la tragedia, pero cuando inicia la inmunizacion libera involuntariamente una dosis alterada que produce mutaciones geneticas monstruosas.

  • Un lugar en el mapa de Shaun Prescott

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    Shaun Prescott es uno de los autores revelacion de la nueva literatura australiana: un relato alegorico y mordaz sobre la desaparicion de los pueblos.

  • Navidad de los Demonios de Becca Berger

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    Los Demonios del Infierno deciden festejar Navidad y Ano Nuevo. ?que podria salir mal?