un misterio de altos vuelos
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un misterio de altos vuelos - Kerry Greenwood
https://gigalibros.com/un-misterio-de-altos-vuelos.htmlLa nueva aventura de la detective mas sofisticada de los anos veinte que ha conquistado a los lectores de medio mundo. Sin perder ni un apice de su inimitable estilo, la siempre intrepida y sugerente Phryne Fisher vuela aun mas alto en esta segunda entrega. Encantada con su nuevo papel de investigadora privada, Phryne hara lo imposible por desbaratar los planes de unos siniestros secuestradores o por evitar las consecuencias de un tenso enfrentamiento familiar, todo mientras planifica su intensa vida amorosa o invita a cenar a una amiga en el lujoso hotel Windsor, por supuesto. Ya sea conduciendo a toda velocidad su Hispano-Suiza rojo, refutando los cargos por homicidio que pesan sobre uno de sus clientes, pilotando un biplano Tiger Moth o simplemente decidiendo que ponerse para salir, las encantadoras excentricidades de la mas clasica y moderna de las heroinas cautivaran de nuevo a su legion de incondicionales admiradores. Como sacada de una novela de Agatha Christie y con un vestuario que haria palidecer a la mismisima Coco Chanel, Phryne Fisher es exactamente lo que cabria esperar de ella: la detective mas inolvidable de los felices anos veinte. <
>. Cosmopolitan Australia
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Un misterio de altos vuelos - Ediciones Siruela
https://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=3403Un misterio de altos vuelos ... la siempre intrépida y sugerente Phryne Fisher vuela aún más alto en esta segunda entrega. ... Otros libros de este autor:.
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UN MISTERIO DE ALTOS VUELOS | KERRY GREENWOOD
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Un misterio de altos vuelos, de Kerry Greenwood: novela de ...
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UN MISTERIO DE ALTOS VUELOS - KERRY GREENWOOD
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misterio de altos vuelos, un - greenwood, kerry - Librería Luces
https://www.librerialuces.com/es/libro/misterio-de-altos-vuelos-un_569098Kerry Greenwood (Footscray, Melbourne, 1954) ha escrito veintisiete novelas. Además de las aventuras de la saga de Phryne Fisher, ha publicado libros para ...
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Todo el mundo es gilipollas. Y tu, mas de Eba Martin Munoz
https://gigalibros.com/todo-el-mundo-es-gilipollas-y-tu-mas.htmlMikel es un vendedor de zapatos que aspira a ser escritor. La misma manana en la que ha quedado con un agente literario interesado en el, todo comienza a torcerse y las desgracias se le agolpan por el camino. Despues de despedirse de su trabajo en la zapateria, recibe una visita de lo mas inesperada, una visita que sera el germen de una aventura sin precedentes para recuperar la felicidad. Acompana a Mikel en este viaje epico tridimensional lleno de sorpresas, amor, humor y mucho mas.
Todo el mundo es gilipollas estaria enmarcada dentro del genero de la fantasia urbana, aunque coquetea con otros generos y tematicas como son la ciencia ficcion, el humor, los viajes temporales, la novela gotica, y el amor en su concepto mas amplio y puro. -
El camino de Miguel Delibes
https://gigalibros.com/el-camino.htmlLAS cosas podian haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron asi. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once anos, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Despues de todo, que su padre aspirara a hacer de el algo mas que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a el afectaba... Su padre entendia que esto era progresar; Daniel, el Mochuelo, no lo sabia exactamente. El que el estudiase el Bachillerato en la ciudad podia ser, a la larga, efectivamente, un progreso. Ramon, el hijo del boticario, estudiaba ya para abogado en la ciudad, y cuando les visitaba, durante las vacaciones, venia empingorotado como un pavo real y les miraba a todos por encima del hombro; incluso al salir de misa los domingos y fiestas de guardar, se permitia corregir las palabras que don Jose, el cura, que era un gran santo, pronunciara desde el pulpito. Si esto era progresar, el marcharse a la ciudad a iniciar el Bachillerato, constituia, sin duda, la base de este progreso. Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullian muchas dudas en la cabeza a este respecto. El creia saber cuanto puede saber un hombre. Leia de corrido, escribia para entenderse y conocia y sabia aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas mas cabian en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, segun decian, de siete anos y, despues, los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos anos, por lo menos. ?Podria existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce anos de esfuerzo, tres mas de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo --pensaba el Mochuelo-- y, a fin de cuentas, habra quien, al cabo de catorce anos de estudio, no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boniga de un cagajon. La vida era asi de rara, absurda y caprichosa. El caso era trabajar y afanarse en las cosas inutiles o poco practicas. Daniel, el Mochuelo, se revolvio en el lecho y los muelles de su camastro de hierro chirriaron desagradablemente. Que el recordase, era esta la primera vez que no se dormia tan pronto caia en la cama. Pero esta noche tenia muchas cosas en que pensar. Manana, tal vez, no fuese ya tiempo. Por la manana, a las nueve en punto, tomaria el rapido ascendente y se despediria del pueblo hasta las Navidades. Tres meses encerrado en un colegio. A Daniel, el Mochuelo, le parecio que le faltaba aire y respiro con ansia dos o tres veces. Presintio la escena de la partida y penso que no sabria contener las lagrimas, por mas que su amigo Roque, el Monigo, le dijese que un hombre bien hombre no debe llorar aunque se le muera el padre. Y el Monigo tampoco era cualquier cosa, aunque contase dos anos mas que el y aun no hubiera empezado el Bachillerato. Ni lo empezaria nunca, tampoco. Paco, el herrero, no aspiraba a que su hijo progresase; se conformaba con que fuera herrero como el y tuviese suficiente habilidad para someter el hierro a su capricho. !Ese si que era un oficio bonito! Y para ser herrero no hacia falta estudiar catorce anos, ni trece, ni doce, ni diez, ni nueve, ni ninguno. Y se podia ser un hombre membrudo y gigantesco, como lo era el padre del Monigo. Daniel, el Mochuelo, no se cansaba nunca de ver a Paco, el herrero, dominando el hierro en la fragua. Le embelesaban aquellos antebrazos gruesos como troncos de arboles, cubiertos de un vello espeso y rojizo, erizados de musculos y de nervios. Seguramente Paco, el herrero, levantaria la comoda de su habitacion con uno solo de sus imponentes brazos y sin resentirse. Y de su torax, ?que? Con frecuencia el herrero trabajaba en camiseta y su pecho herculeo subia y bajaba, al respirar, como si fuera el de un elefante herido. Esto era un hombre. Y no Ramon, el hijo del boticario, emperejilado y tieso y palido como una muchacha morbida y presumida. Si esto era progreso, el, decididamente, no queria progresar. Por su parte, se conformaba con tener una pareja de vacas, una pequena queseria y el insignificante huerto de la trasera de su casa. No pedia mas. Los dias laborables fabricaria quesos, como su padre, y los domingos se entretendria con la escopeta, o se iria al rio a pescar truchas o a echar una partida al corro de bolos. La idea de la marcha desazonaba a Daniel, el Mochuelo. Por la grieta del suelo se filtraba la luz de la planta baja y el haz luminoso se posaba en el techo con una fijeza obsesiva. Habrian de pasar tres meses sin ver aquel hilo fosforescente y sin oir los movimientos quedos de su madre en las faenas domesticas; o los grunidos asperos y secos de su padre, siempre malhumorado; o sin respirar aquella atmosfera densa, que se adentraba ahora por la ventana abierta, hecha de aromas de heno recien segado y de resecas bonigas. Dios mio, !que largos eran tres meses! Pudo haberse rebelado contra la idea de la marcha, pero ahora era ya tarde. Su madre lloriqueaba unas horas antes al hacer, junto a el, el inventario de sus ropas. --Mira, Danielin, hijo, estas son las sabanas tuyas. Van marcadas con tus iniciales. Y estas tus camisetas. Y estos tus calzoncillos. Y tus calcetines. Todo va marcado con tus letras. En el colegio sereis muchos chicos y de otro modo es posible que se extraviaran. Daniel, el Mochuelo, notaba en la garganta un volumen inusitado, como si se tratara de un cuerpo extrano. Su madre se paso el enves de la mano por la punta de la nariz remangada y sorbio una moquita. <
>, penso el Mochuelo. Y sintio unos sinceros y apremiantes deseos de llorar. La madre prosiguio: --Cuidate y cuida la ropa, hijo. Bien sabes lo que a tu padre le ha costado todo esto. Somos pobres. Pero tu padre quiere que seas algo en la vida. No quiere que trabajes y padezcas como el. Tu --le miro un momento como enajenada-- puedes ser algo grande, algo muy grande en la vida, Danielin; tu padre y yo hemos querido que por nosotros no quede. Volvio a sorber la moquita y quedo en silencio. El Mochuelo se repitio: < >, y movio convulsivamente la cabeza. No acertaba a comprender como podria llegar a ser algo muy grande en la vida. Y se esforzaba, tesoneramente, en comprenderlo. Para el, algo muy grande era Paco, el herrero, con su torax inabarcable, con sus espaldas macizas y su pelo hispido y rojo; con su aspecto salvaje y duro de dios primitivo. Y algo grande era tambien su padre, que tres veranos atras abatio un milano de dos metros de envergadura... Pero su madre no se referia a esta clase de grandeza cuando le hablaba. Quiza su madre deseaba una grandeza al estilo de la de don Moises, el maestro, o tal vez como la de don Ramon, el boticario, a quien hacia unos meses habian hecho alcalde. Seguramente a algo de esto aspiraban sus padres para el. Mas, a Daniel, el Mochuelo, no le fascinaban estas grandezas. En todo caso, preferia no ser grande, ni progresar. Dio vuelta en el lecho y se coloco boca abajo, tratando de amortiguar la sensacion de ansiedad que desde hacia un rato le mordia en el estomago. Asi se hallaba mejor; dominaba, en cierto modo, su desazon. De todas formas, boca arriba o boca abajo, resultaba inevitable que a las nueve de la manana tomase el rapido para la ciudad. Y adios todo, entonces. Si es caso... Pero ya era tarde, hacia muchos anos que su padre acariciaba aquel proyecto y el no podia arriesgarse a destruirlo todo en un momento, de un caprichoso papirotazo. Lo que su padre no logro haber sido, queria ahora serlo en el. Cuestion de capricho. Los mayores tenian, a veces, caprichos mas tozudos y absurdos que los de los ninos. Ocurria que a Daniel, el Mochuelo, le habia agradado, meses atras, la idea de cambiar de vida. Y sin embargo, ahora, esta idea le atormentaba. Hacia casi seis anos que conocio las aspiraciones de su padre respecto a el. Don Jose, el cura, que era un gran santo, decia, a menudo, que era un pecado sorprender las conversaciones de los demas. No obstante, Daniel, el Mochuelo, escuchaba con frecuencia las conversaciones de sus padres en la planta baja, durante la noche, cuando el se acostaba. Por la grieta del entarimado divisaba el hogar, la mesa de pino, las banquetas, el entremijo y todos los utiles de la queseria. Daniel, el Mochuelo, agazapado contra el suelo, espiaba las conversaciones desde alli. Era en el una costumbre. Con el murmullo de las conversaciones, ascendia del piso bajo el agrio olor de la cuajada y las esterillas sucias. Le placia aquel olor a leche fermentada, punzante y casi humano. Su padre se recostaba en el entremijo aquella noche, mientras su madre recogia los restos de la cena. Hacia ya casi seis anos que Daniel, el Mochuelo, sorprendiera esta escena, pero estaba tan solidamente vinculada a su vida que la recordaba ahora con todos los pormenores. --No, el chico sera otra cosa. No lo dudes --decia su padre--. No pasara la vida amarrado a este banco como un esclavo. Bueno, como un esclavo y como yo. Y, al decir esto, solto una palabrota y golpeo en el entremijo con el puno crispado. Aparentaba estar enfadado con alguien, aunque Daniel, el Mochuelo, no acertaba a discernir con quien. Entonces Daniel no sabia que los hombres se enfurecen a veces con la vida y contra un orden de cosas que consideran irritante y desigual. A Daniel, el Mochuelo, le gustaba ver airado a su padre porque sus ojos echaban chiribitas y los musculos del rostro se le endurecian y, entonces, detentaba una cierta similitud con Paco, el herrero. --Pero no podemos separarnos de el --dijo la madre--. Es nuestro unico hijo. Si siquiera tuvieramos una nina. Pero mi vientre esta seco, tu lo sabes. No podremos tener una hija ya. Don Ricardo dijo, la ultima vez, que he quedado esteril despues del aborto. Su padre juro otra vez, entre dientes. Luego, sin moverse de su postura, anadio: --Dejalo; eso ya no tiene remedio. No escarbes en las cosas que ya no tienen remedio. La madre gimoteo, mientras recogia en un bote oxidado las migas de pan abandonadas encima de la mesa. Aun insistio debilmente: --A lo mejor el chico no vale para estudiar. Todo esto es prematuro. Y un chico en la ciudad es muy costoso. Eso puede hacerlo Ramon, el boticario, o el senor juez. Nosotros no podemos hacerlo. No tenemos dinero. Su padre empezo a dar vueltas nerviosas a una adobadera entre las manos. Daniel, el Mochuelo, comprendio que su padre se dominaba para no exacerbar el dolor de su mujer. Al cabo de un rato anadio: --Eso quedalo de mi cuenta. En cuanto a si el chico vale o no vale para estudiar depende de si tiene cuartos o si no los tiene. Tu me comprendes. Se puso en pie y con el gancho de la lumbre desparramo las ascuas que aun relucian en el hogar. Su madre se habia sentado, con las bastas manos desmayadas en el regazo. Repentinamente se sentia extenuada y nula, absurdamente vacua e indefensa. El padre se dirigia de nuevo a ella: --Es cosa decidida. No me hagas hablar mas de esto. En cuanto el chico cumpla once anos marchara a la ciudad a empezar el grado. La madre suspiro, rendida. No dijo nada. Daniel, el Mochuelo, se acosto y se durmio haciendo conjeturas sobre lo que querria decir su madre, con aquello de que tenia el vientre seco y que se habia quedado esteril despues del aborto. -
Te encontre entre corazones de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/te-encontre-entre-corazones.htmlA Nia no le gustan ahora mismo todas las fruslerias romanticas, y no hablemos de los cientos de corazones que hay por todos lados anunciando el dia de San Valentin.
Todo le irrita excesivamente, pues acaba de romper con su novio con el que llevaba desde la adolescencia y ella era todo corazones y cucadas con el.
De camino a Paris, la ciudad del amor, que ha inspirado cientos de canciones y enamorado corazones, no esperaba que pararse un instante a tomarse un cafe cambiara su vida para siempre.
Y es que entre corazones encontro a un hombre que iba a poner su vida patas arriba, Kenneth. -
Flores al cielo (Los dias robados 1) de Luna Duenas
https://gigalibros.com/flores-al-cielo-los-dias-robados-1.htmlRomance, misterio e intriga se unen y dan lugar a esta maravillosa nueva novela de Luna Duenas.
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Aftershock de Sylvia Day
https://gigalibros.com/aftershock.htmlNunca mezcles los negocios con el placer. Nunca metas la politica en el dormitorio. En cierto modo, yo habia hecho ambas cosas al aceptar a Jackson Rutledge como amante. No puedo decir que no estuviera advertida. Dos anos despues, Jax habia regresado. Se habia entrometido en un trato que me habia costado mucho cerrar. Pero desde su marcha yo habia aprendido una o dos cosas bajo la tutela de Lei Yeung, una de las empresarias mas sagaces de Nueva York. Ya no era la chica ingenua que habia conocido Jax. El, en cambio, seguia siendo el mismo. A diferencia de la ultima vez, yo sabia exactamente a que atenerme... y sabia lo adictivas que podian ser sus caricias. Jax estaba en su elemento en las altas esferas donde se mezclaban el glamour, el sexo y la riqueza. Pero esta vez yo conocia las reglas del juego. En el implacable mundo de los negocios imperaba una maxima por encima de todas: manten cerca a tus enemigos, y a tus ex-amantes, aun mas cerca.
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Desafiando Tokyo de Rachel Rp
https://gigalibros.com/desafiando-tokyo.htmlMia se ve obligada a mudarse a Japon por el trabajo de su madre. Chica nueva en instituto de ninos ricos que se creen el ombligo del mundo pero Mia es un poco diferente a lo que estan acostumbrados. Ella no es timida. Ella no se calla. Ella no pone la otra mejilla. Ella va a demostrar que no tiene vocacion de alfombra para que nadie la pise, aunque tenga que desafiar a una ciudad entera, aunque tenga que vivir Desafiando Tokio.
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Las lanzas rotas de Leon Arsenal
https://gigalibros.com/las-lanzas-rotas.html -
Tiempo de cenizas de Jorge Molist
https://gigalibros.com/tiempo-de-cenizas.html -
Dulce pacto (Dulce Londres 7) de Eva Benavidez
https://gigalibros.com/dulce-pacto-dulce-londres-7.htmlVuelve la serie de novelas romanticas de regencia <
> con la apasionante historia de Anthony y Blair. -
La reina del cementerio 1 de Vitto De Leone
https://gigalibros.com/la-reina-del-cementerio-1.htmlEnamorarse de un fantasma. ?Que tan fuerte es tu amor para aguantar las pruebas extremas de un mundo oscuro? Puedes vivir despues de tu muerte…si te dejan.
Ricchi es un adolescente que escapa de su casa y se encuentra con Ela, la chica que murio hace 2 dias. Se enamoran. ?Pero en que se convirtio ella, ya que no siente dolor, odia la comida humana y la persigue la policia de toda la ciudad? Este misterio lo tienen que descubrir para poder salvar el amor. Lo que no saben que los espera la prueba mas macabra de todas -- la Coronacion. -
Lectura facil de Cristina Morales
https://gigalibros.com/lectura-facil.htmlSon cuatro: Nati, Patri, Marga y Angels. Son parientas, tienen diversos grados de lo que la Administracion y la medicina consideran <
> y comparten un piso tutelado. Han pasado buena parte de sus vidas en RUDIS y CRUDIS (residencias urbanas y rurales para personas con discapacidad intelectual). Pero ante todo son mujeres con una extraordinaria capacidad para enfrentarse a las condiciones de dominacion que les ha tocado sufrir. -
Biografia de la humanidad de Jose Antonio Marina
https://gigalibros.com/biografia-de-la-humanidad.htmlLa memoria cultural de la humanidad.
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El gran miedo de James Harris
https://gigalibros.com/el-gran-miedo.htmlLa historiografia sobre el gran terror de los anos treinta en la Union Sovietica se ha dividido entre quienes han responsabilizado principalmente a Stalin y quienes han buscado lineas de continuidad respecto de una actuacion tipica del ejercicio del poder en Rusia y/o han hecho recaer las culpas sobre la sociedad en general y la cupula bolchevique en particular. El profesor James Harris, discipulo directo de autores comprometidos con la segunda interpretacion como Arch Getty o Sheila Fitzpatrick, se situa en la corriente de responsabilidad compartida. Dentro de ella, sin embargo, da un paso mas alla y a traves de documentacion original otorga un nuevo sentido a la expresion <
>, convirtiendolo en un concepto bidireccional. Es decir, a la de nicion clasica como eufemismo de la gran purga incorpora el terror real que la cupula bolchevique tenia --a veces fundadamente, a veces sin base alguna-- a ser derrocados, saboteados y/o asesinados. -
Luna roja de Miranda Gray
https://gigalibros.com/luna-roja.htmlEl ciclo menstrual era para nuestras antepasadas una fuente de maravillosas energias creativas, espirituales, sexuales, emocionales, mentales y fisicas. Se trataba de un don que impulsaba a la mujer a renovarse cada mes, a manifestar y crear el mundo que la rodeaba, a conectar profundamente con la tierra y su familia, asi como a expresar su sabiduria e inspiracion.
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Leccion de amor de Ebony Clark
https://gigalibros.com/leccion-de-amor.htmlMuchas personas en Juanita Fun creian que Lane McCrane era una mujer sin sentido del humor. Su palido rostro enmarcado por aquella espesa mata de cabello castano oscuro, sus ojos azules y los generosos labios que sonreian escasamente, podrian haber hecho de ella mujer hermosa si lo hubiese permitido. De hecho, lo era aun cuando ella pretendiera todo lo contrario, esforzandose lo minimo en destacar sus encantos. La forma en que rehuia la coqueteria confirmaba que no estaba interesada en destacar entre una multitud. Lane solia vestir de manera informal, con ropa comoda que le permitiera moverse con agilidad entre sus pequenos alumnos y con la que no tenia que preocuparse del peligro de las manchas de chocolate y otras sustancias que hacian gritar de pavor a las demas maestras. Mejor unos tejanos que una falda corta. Mejor una camiseta de algodon que unos inutiles volantitos. Mejor zapatillas planas que arriesgados zapatos de tacon. Mejor convenientemente vestida que sugerentemente medio desnuda. Ninguno de sus companeros de trabajo habia podido averiguar si aquel empeno de la joven en esconder cada centimetro de su cuerpo respondia a un alarde de puritanismo o por el contrario, ella deseaba ocultar alguna espantosa cicatriz. O sencillamente, y aquella era la opinion mas extendida, a Lane McCrane no le importaba si los demas la consideraban o no atractiva. De cualquier modo, nadie se habia interesado lo bastante como para tratar de descubrirlo. Nadie sabia nada de ella mas que lo que ponia en las excelentes referencias que habia aportado en su curriculo. Por supuesto, aquellas referencias habian sido comprobadas con meticulosidad como era costumbre en la escuela. Veintiocho anos, de madre norteamericana, se habia criado en un orfanato despues de que su padre las dejara y su madre fuera internada en un sanatorio. Por desgracia, la madre de Lane se habia abandonado al alcohol y los medicos la habian desahuciado cuando Lane solo contaba con cinco anos. Y asi, del orfanato a unos cuantos hogares de acogida, era un milagro que hubiera sobrevivido y sacado su titulo de maestra con excelentes notas. Sus antiguos profesores se sentian orgullosos de poder hablar bien de la senorita McCrane, aunque no ocultaron su sorpresa cuando la senora Andrew les habia llamado desde aquel pequeno pueblo perdido en la geografia del arido paisaje de Nuevo Mexico, la Tierra de Encanto. Habian creido que Lane estaria ya casada y seria madre de uno o dos crios. Pero no. Por alguna razon, ella estaba alli. En Juanita Fun, el lugar donde la gente se levantaba a las dos de la madrugada con el unico objetivo de ver cruzar una estrella fugaz. Fuera como fuera, Lane McCrane habia elegido aquel sitio para echar raices. Era cuanto sabian de ella. Nada de novios ni amigos ni familia. Por lo mismo, no era extrano que fuera algo hurana en sus relaciones personales. Los demas profesores la saludaban cada manana mientras servian el cafe en sus tazas, pero evitaban cualquier contacto. <
>, la llamaban a sus espaldas, aludiendo a su agrio caracter y en mas de una ocasion, la misma Lane habia escuchado aquel comentario por los pasillos, aunque fingia que no le dolia. Incluso por el pueblo la llamaban ya asi y la senora Andrew creia que no era justo para ella. Una mujer tan joven y bonita... Merecia algo mas que la compania de Patty Sims, otra profesora y quiza su mejor y unica amiga, y de unos cuantos mocosos, por mas que ella siempre dijera que su trabajo era lo mas importante en su vida. Lane era una joven agradable con sus pequenos alumnos, no cabia duda. Les escuchaba, se preocupaba por ellos y les dedicaba toda su atencion. Siempre tenia una palabra amable a pesar de que eran unos diablillos incansables. Y durante las clases, Lane se transformaba y dejaba de ser la mujer seria e inaccesible a cuyos pensamientos nadie podia llegar. Los chicos de su clase la adoraban en realidad. Pero con los adultos era otra historia. Es lo que pensaba todavia la directora de la Escuela Clarence cuando Lane se sento y la miro con expresion preocupada. La senora Andrew sonrio para tranquilizarla. En los dos meses que Lane McCrane llevaba trabajando alli, nunca habian recibido una sola queja sobre su comportamiento con los ninos. De hecho, muchos padres habian elogiado el trabajo que realizaba con ellos. Decian que sus hijos se mostraban mas receptivos, creativos y educados y lo achacaban al buen hacer de su maestra. Sin embargo... Echo una breve ojeada a la nota enviada por Clyde Bransow. La habia dejado sobre la mesa intencionadamente. Queria ver la reaccion de Lane cuando la descubriera porque, a pesar del aprecio que sentia por la nueva maestra, necesitaba estar segura de que no se equivocaba con ella. Hasta el momento, solo disponia de la version de Clyde, no muy fiable por cierto, dado su mal caracter y escasa paciencia. AmeliaAndrew conocia a Clyde desde que era un mocoso y sabia distinguir por el contenido de su nota cuando estaba realmente enfadado. Mientras la leia le venia a la mente una clara imagen del hombre: la mandibula apretada, escupiendole las palabras al papel, contrariado por el atrevimiento de la maestra, quien, por otro lado y como el mismo seguramente habria deseado anadir, < >. Era el estilo de Clyde. Ruidoso como un toro en una cristaleria, preparado para ponerse sus pinturas de guerra siempre que la batalla mereciera la pena. Por otro lado, y aqui es donde empezaba a preocuparse, estaba complemente segura de que el temperamental Clyde estaba a punto de conocer a un adversario de su talla. Lo peor de todo es que sospechaba que ninguno de los dos cederia un milimetro, por lo que su papel de mediadora se presentaba bastante dificil. --Senorita McCrane, ?sabe por que la he hecho venir a mi despacho? --pregunto con tono amable; era importante romper la tension en el ambiente. Lane le devolvio la mirada, sin poder evitar que sus ojos volaran con cierto disimulo hasta la nota firmada con el apellido Bransow. --Creo que si, senora Andrew --contesto y su voz era firme--. Es por el chico Bransow, ?no es asi? --En efecto. Parece que el pequeno Ben ha tenido problemas ultimamente --observo, aguardando la reaccion de la joven. Lane no dijo nada--. ?No va a contarmelo, Lane? --No es importante --mintio, pensando que era lo mejor para el chico. Lane se mordio los labios con una mezcla de rabia y remordimientos. ?Por que habia tenido que dirigirse a la senora Andrew precisamente? Clyde Bransow podia haber contestado a alguna de las diez notas que le habia enviado para citarle en la escuela. Sinceramente, habria querido solucionar aquello sin que las cosas fueran a mayores, pero aquel incidente el dia anterior... El terrible comportamiento de Ben lo habia acelerado todo. Y ahora, debia justificar ante la senora Andrew su silencio y se sentia fatal por haberselo ocultado. --?En serio? Entonces, ?puede decirme por que su padre me envia esta acalorada nota en la que me pide que le explique por que no somos capaces de controlar a su hijo? --El senor Bransow debio preguntarme primero, antes de enviar esa nota. Quiza debio preguntar tambien a su hijo y asi por lo menos conoceria el sonido de su voz --replico, tratando de mantener la calma. En realidad, le apetecia, y mucho, expresar abiertamente la opinion que le merecia el tal Clyde Bransow. Se contenia como podia. La sangre le hervia en las venas al imaginarse al insociable senor Bransow, dueno del mayor rancho del pueblo y tambien de la mayor cabeza dura por lo que sabia, desoyendo sus peticiones y derivando su responsabilidad como padre, una vez mas. Lane tenia la teoria, y si, aceptaba que estaba siendo prejuiciosa, de que Clyde Bransow habia perdido todo interes por la educacion de su hijo desde la muerte de su esposa, cinco anos antes. Pero sus prejuicios no eran del todo gratuitos. Aunque no solia prestar atencion a los chismes, no podia evitar escuchar algunos. Parecia que el senor Bransow habia sabido rodearse de gente amable y eficiente que le hiciera aquel trabajo. Personas que, como ella, suplian con su carino las atenciones que Clyde seguramente negaba a su hijo. Y aunque solo le habia visto en una ocasion, durante el baile de inauguracion del nuevo aserradero, habia bastado para que la mala imagen que tenia de el se confirmara. -
Te necesito esta noche: (need you tonight…), Sarah Wall de Sarah Wall
https://gigalibros.com/te-necesito-esta-noche-need-you-tonight-8230-sarah-wall.html -
Hoffland, mis reglas de Jazmin Riera
https://gigalibros.com/hoffland-mis-reglas.htmlToda historia de amor tiene dos partes.
Ella no pudo resistirse a sus reglas, ya escuchaste su version de la historia.
?Estas lista para conocer la otra? -
Dibujando una vida de Fanny Vega
https://gigalibros.com/dibujando-una-vida.htmlLo que Diego mas ama es dibujar, algo innato en el pero que su padre odiaba. Su infancia y la de su hermana no fue facil y los marco de por vida.
Un hombre inseguro, con miedos e inseguridades que jamas pudo decirle a la mujer que amaba lo que sentia, resignandose a amarla en silencio.
Hasta que un beso entre ellos lo cambia todo. -
Princesa de cenizas de Laura Sebastian
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Aislados en el paraiso de Clare Connelly
https://gigalibros.com/aislados-en-el-paraiso.htmlRio Mastrangelo no queria nada de un padre que nunca le habia reconocido. Por eso, cuando heredo inesperadamente una isla, decidio venderla tan rapidamente como pudiera. Sin embargo, la posible compradora que llego a sus costas no era la mimada heredera que Rio habia estado esperando y su sensual cuerpo lo atrapo con un torrido e innegable deseo.
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Las flores de tu silencio de Antoine Paje
https://gigalibros.com/las-flores-de-tu-silencio.htmlArnaud ya no escucha nada ni a nadie. Tiene una esposa docil, unos hijos a los que apenas ve en el desayuno y varias amantes a su disposicion. Pero un dia la nieve recien caida lo sorprende en la carretera y pierde el control de su vehiculo. En estado de coma, permanece encamado, aparentemente inconsciente.
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El Diario de un Clon. El Despertar de Andres Obando
https://gigalibros.com/el-diario-de-un-clon-el-despertar.htmlLa Corporacion Nolybab ha logrado fabricar ciborg y hacer clones de todas las especies incluida la humana. Esta Corporacion tiene dominado el mundo, gracias a que le da a los humanos lo que ellos quieren y a los clones les niega la educacion y son modificados geneticamente; pero Adan Prometeo es el primer clon en recibir nombre y educacion. Instruido por su dueno y viendo el poder criminal de La Corporacion, decide ir en busca del mesias clonado, para juntos destruir a Nolybab.
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Me olvide de olvidar de Ariadna Tuxell
https://gigalibros.com/me-olvide-de-olvidar.htmlEn <
> la protagonista, Sabela, vive la peor experiencia de su vida al convertirse en una de las victimas de un asesino en serie que esta sembrando el panico en la ciudad de Barcelona. La tiene sometida y juega con ella como le viene en gana haciendola participe de sus violentos asesinatos creando en ella una gran impotencia al no poder hacer nada ni hablar con nadie. La sexualidad estara muy presente ya que el asesino es un psicopata compulsivo con trastornos sexuales que viola y mata a sus victimas sin compasion alguna. -
Tomame (Atrapame 3) de Anna Zaires
https://gigalibros.com/tomame-atrapame-3.htmlPuede que Yulia haya escapado, no esta a salvo. El peligro que conlleva mi trabajo me tiene muy ocupado, pero vivo para perseguirla. Y cuando la encuentre, ya no volvera a escapar.
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Memorias de una Geisha de Arthur Golden
https://gigalibros.com/memorias-de-una-geisha.htmlEn esta maravillosa novela escuchamos las confesiones de Sayuri, una de las mas hermosas geishas del Japon de entreguerras, un pais en el que aun resonaban los ecos feudales y donde las tradiciones ancestrales empezaban a convivir con los modos occidentales. De la mano de Sayuri entraremos en un mundo secreto dominando por las pasiones y sostenido por las apariencias, donde sensualidad y belleza no pueden separarse de la degradacion y el sometimiento: un mundo en el que las jovenes aspirantes a geishas son duramente adiestradas en el arte de la seduccion, en el que su virginidad se vendera al mejor postor y donde tendran que convencerse de que, para ellas, el amor no es mas que un espejismo.
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La Isla (Thriller y suspense) – Asa Avdic de Asa Avdic
https://gigalibros.com/la-isla-thriller-y-suspense-8211-asa-avdic.htmlUna isla aislada, siete candidatos optan al mismo trabajo secreto, una espeluznante prueba de estres psicologico de 48 horas y el asesinato en directo de una mujer inestable.
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Los ojos vendados de Siri Hustvedt
https://gigalibros.com/los-ojos-vendados.htmlEn Los ojos vendados, Iris Vegan, una estudiante de literatura de la Universidad de Columbia, relata sus inquietantes encuentros, con personajes neoyorquinos que el azar y la coincidencia han puesto en su camino.
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Sabes que te quiero de Alexia Seris
https://gigalibros.com/sabes-que-te-quiero.html"Estoy deseando que llegue el verano" penso Irene mientras miraba por la ventana de su habitacion nada mas levantarse. Despues de ducharse, vestirse y comprobar que habia metido en la mochila todo lo que necesitaba, bajo a la cocina para desayunar con su madre, como tenia por costumbre, antes de que esta la llevase al instituto. --Buenos dias madre --saludo como cada manana. --Buenos dias Irene, ?has descansado bien? --una pregunta de rutina en la que solo cabia una respuesta. --Si madre, ?y tu? --Por supuesto --dijo tajantemente sin mirar a su hija. Mientras la joven se preparaba el desayuno penso con amargura: "la misma conversacion sin sentido una y otra vez. ?Todas las madres son iguales?", se sento en la mesa y desayuno, despacio y en silencio, tal como se esperaba de una senorita como ella. Veinte minutos mas tarde, ambas se subian en el coche en direccion al instituto, por supuesto en silencio, su madre no era muy dada a tener conversaciones profundas. Cuando Irene necesitaba hablar con alguien de confianza, acudia a su abuela materna, una mujer que no se parecia en nada a su madre, eran como la noche y el dia, pero desde su muerte hacia pocos meses, Irene se habia quedado sin nadie con quien compartir sus penas. --Aprovecha el dia Irene --esa era la despedida que le dedicaba su madre cada dia. --Por supuesto madre, que tengas un buen dia --contesto antes de cerrar la puerta del coche. Mientras subia por la escalinata del colegio catolico mixto donde estudiaba, pensaba en la relacion tan fria e impersonal que tenia con sus padres. A su madre la veia a diario, pero era muy raro si cruzaban mas de dos minutos de conversacion. Y nada de emociones, era fria como el hielo. Su padre viajaba mucho por trabajo y habia semanas en las que ni siquiera le veia. Se sentia tremendamente sola y ese sentimiento le pesaba en el corazon. --!Hola Irene! --saludo la loca de Maria. --Hola Maria --respondio sin mucho animo. --?Que te pasa? ?otra vez de mal humor? --pregunto preocupada por su amiga, ultimamente estaba siempre triste. --Llueve otra vez --dijo laconicamente. --Estamos en invierno, ya llegara el verano. Maria se dio cuenta de que su amiga no tenia muchas ganas de hablar, le pasaba mucho ultimamente. Desde hacia unos meses se retraia cada vez mas y la tristeza se apoderaba de ella por dias. Le tenia mucho carino y le apenaba enormemente saber que el unico consuelo que recibio Irene, por parte de sus padres, en el funeral de su abuela fue: "una senorita no llora en publico Irene, comportate". Cuando se lo conto al volver de Sevilla, destrozada por el dolor de la perdida mientras lloraba desconsolada, Maria quiso darle un bofeton a la madre de Irene. No era capaz de comprender por que los padres de su amiga no veian a la persona tan maravillosa que era. Las primeras horas de clase pasaron y llego el recreo, como llovia a cantaros decidieron ir a la biblioteca para pasar el tiempo, ya que ultimamente, Irene tampoco estaba muy receptiva a relacionarse con el resto de sus companeros de clase. No es que alguna vez hubiese sido la alegria de la fiesta, pero al menos se relacionaba con alguien mas que con Maria. Entraron en la biblioteca en silencio, saludaron con un gesto a Sor Rosa y se dirigieron al fondo de la habitacion. La sala era espaciosa aunque muy clasica, todas las paredes estaban forradas con estanterias de madera oscura con escalerillas para alcanzar las partes mas altas, el techo abovedado le daba un aspecto regio, en el centro habia dos filas de enormes escritorios con bancos de madera y unos cojines de color borgona delimitaban los asientos, solo habia una pared que no tenia estanterias, en su lugar un enorme ventanal permitia la entrada de luz natural. Cuando llegaron al ultimo banco, se dieron cuenta de que habia un chico al que no conocian. El las miro y las saludo con un gesto de cabeza mostrando una sonrisa que hizo que a Irene el corazon le diese un vuelco. Avergonzada por quedarse mirandole un segundo mas de la cuenta, se sento al otro extremo del banco y se alegro enormemente cuando levanto la vista y vio que aquel joven aun la miraba. No comprendia por que habia reaccionado asi, pero de repente el corazon le latia a toda velocidad y la sangre le renovaba las energias. "Menuda preciosidad acaba de llegar" penso el joven Nicolas cuando sonrio a las dos adolescentes que pasaron delante de el. Las dos eran guapas, una tenia el pelo liso de color castano claro y unos ojos azules intensos y bonita sonrisa, pero la otra, esa fue la que le llamo la atencion a Nicolas. Tenia el pelo ondulado color caoba rojizo, unos ojos casi negros que le hicieron suspirar y su sonrisa hizo que se le acelerara el corazon. Durante un momento no pudo dejar de mirar a la morena que se sento al final del banco. Era muy hermosa y delicada y cuando ella levanto la vista para echarle un vistazo, la sangre se le congelo en las venas. En ese instante supo que jamas olvidaria esos ojos tan oscuros como la noche. Cuarenta minutos despues, los tres jovenes se levantaron a la vez del banco y se dirigieron en silencio a la entrada. Nicolas, como un perfecto caballero, les cedio el paso, y cuando ellas se giraron en el pasillo para darle las gracias, clavo sus ojos en los de la chica que tanto le atraia. --Me llamo Nicolas Heredia y ha sido un placer coincidir con vosotras --dijo con una gran sonrisa. Irene intento ser educada y responder, pero la boca se le seco y las palabras se le atropellaron en la garganta. Maria al ver que esta no reaccionaba, intervino a favor de su amiga. --Encantada, yo soy Maria Ballester y mi amiga es Irene Vazquez. --Encantada --consiguio articular Irene. --Soy nuevo aqui y aun me lio bastante con la situacion de las aulas, ?seriais tan amables de indicarme donde estan las clases de COU? --Por supuesto --le dijo Maria al ver ruborizarse a su amiga. La clase donde tenia que ir Nicolas estaba al principio de un largo pasillo demasiado iluminado y despues de despedirse amablemente de las dos amigas, se quedo en la puerta observandolas en silencio. Cuando su padre le obligo a matricularse a mitad de curso en este instituto, Nicolas estuvo a punto de revelarse, pero al ver a esas dos chiquillas por el pasillo con sus faldas de tablas ondeando al ritmo de sus pasos, se sintio profundamente agradecido por no haberse negado. Estaba decaido y frustrado por tener que estar durante aquellos meses en Madrid, pero esa preciosa chica, llamada Irene, le habia devuelto la alegria. Los dias pasaron y los tres jovenes se veian en la biblioteca. Irene acudia cada dia para ver a Nicolas, este iba para ver a Irene y charlar con ella durante los minutos que les llevaba hacer el trayecto hasta sus respectivas clases y Maria estaba tan contenta de ver como su amiga dejaba de estar triste, que la acompanaba solo para asegurarse de que los ojos se le seguian iluminando al ver al chico nuevo. Dos semanas mas tarde, volvia a llover a mares y Nicolas espero frente a la puerta de la biblioteca a sus dos amigas. Aunque Maria era muy divertida y le caia realmente bien, quien le tenia fascinado era Irene. Esa chica tenia algo especial y el cada vez estaba mas decidido a averiguar que era. Pero el tiempo del recreo termino y ninguna de las chicas aparecio, eso molesto profundamente a Nicolas y con ese sentimiento abriendose paso hasta su corazon volvio a su clase y se sento en su mesa para continuar con sus clases diarias. No entendia muy bien el motivo, pero no podia dejar de pensar en Irene y tomo la decision de esperarla en la puerta de entrada del edificio para hablar con ella y averiguar que habia ocurrido. Cuando a primera hora, Maria no aparecio en clase, Irene se quiso morir. Su actual estado de inapetencia la habia alejado del resto de sus companeros y lo unico que la motivaba para ir a clase cada dia, eran esos maravillosos minutos que pasaba en la biblioteca intercambiando notas con Nicolas, pero si Maria no la acompanaba ?como iba a ir ella sola? Encontraba el valor de hablar con el y responder a sus notas, por la insistencia de su amiga. Si estaban los dos a solas no se atreveria ni a mirarle, asi que con gran pesar en su corazon, decidio que no saldria de clase durante el recreo y se disculparia con el al dia siguiente. --Hoy no has venido a nuestra cita --oyo Irene a sus espaldas. --Ho... hola Nicolas --consiguio balbucear cuando aparto la mirada de los intensos ojos del joven --queria terminar unos ejercicios que no acabe ayer, lo siento. Mintio y Nicolas supo que le ocultaba algo. --De verdad fue por eso, ?o es que no querias verme? --le pregunto acercandose hasta casi rozarla con todo su cuerpo. --Yo siempre quiero verte --contesto antes de pensar lo que decia por lo nerviosa que estaba. --A mi me pasa lo mismo contigo --respondio rapidamente Nicolas gratamente sorprendido. Ese dia, Nicolas acompano a Irene a su casa y se quedaron en el portal charlando durante casi media hora. Los dos estaban teniendo sentimientos muy intensos por el otro, pero ninguno queria ceder a lo que sentian, ella por miedo a perderle y el porque sabia que en unos meses tendria que volver a Londres. Pero por mucho que se resistiesen, cuando se miraban a los ojos, algo les impulsaba a no alejarse. Tras los examenes del segundo trimestre, los tres amigos decidieron ir a tomar un refresco por la tarde, a fin de cuentas, era viernes. El tiempo empezaba a templarse y dado que los tres estaban contentos por como les habian salido las pruebas, pensaron que seria bueno celebrarlo. --Estoy muy contenta por ti, Irene --le dijo Maria de camino a su casa, esa noche dormirian juntas. --?Por que lo dices? --contesto algo confusa. --Por Nicolas, te ha sacado de ese aletargamiento en el que estabas, te hace sonreir de nuevo, por eso me alegro. --Es un buen chico --dijo ligeramente avergonzada. --Lo es, y sin duda alguna, lo esta --las dos amigas rieron alegres. A Irene le encantaba estar en casa de su amiga Maria, !era tan diferente de la suya! Cristina, la madre de Maria era una extremena afincada en Madrid desde que se caso con Juan, el padre de su amiga. Ambos eran divertidos, extrovertidos y muy carinosos, siempre la trataban como a una mas, pero lo que mas le gustaba a Irene era que aprovechaban cualquier excusa para besarse y abrazarse entre ellos o a ellas. --Ninas, hoy he salido tardisimo del trabajo, ?pedimos una pizza para cenar? --dijo alegremente Cristina. --!Si! --gritaron las dos jovenes entusiasmadas. Maria observaba a su amiga comer con deleite la pizza, la bruja de su madre no le permitia comer nada que no fuese comida sana y por eso Irene no habia probado la pizza hasta la primera noche que pasaron juntas. Se acercaba el cumpleanos de Irene y eso siempre la ponia muy nerviosa, pero este ano la ponia especialmente tensa. Sus padres nunca le habian dejado celebrar una fiesta de cumpleanos aunque ella se lo suplicaba cada ano. Pero este ano era especial, habia una razon por la que Irene queria celebrarla, esa razon era Nicolas, era la excusa perfecta para pasar toda la tarde a su lado. Estaba totalmente fascinada por el. --Madre, queria preguntarte si este ano podria hacer una pequena celebracion por mi cumpleanos --pregunto mientras se preparaba el desayuno. --Irene, todos los anos la misma pregunta. Ya sabes cual es la respuesta, no vamos a meter a un grupo de desconocidos en nuestro hogar. La palabra "hogar" no se ajustaba para nada al lugar donde ella compartia techo con sus padres y esa idea la hizo tensarse, pero decidio que lo mejor para conseguir su objetivo era manejar a su madre con mano izquierda, un sabio consejo que su abuela solia darle. --No madre, por supuesto que no, mas bien habia pensado en que unos cuantos amigos fuesemos a tomar un refresco a la cafeteria donde solemos ir. --Eso me parece mas razonable, quedar la pandilla de siempre para reunirse y distraerse del dia a dia. Si, eso me parece mejor, al fin y al cabo, envejecer no es motivo de celebracion. --Por supuesto madre --respondio intentando controlar a su corazon que latia desbocado. Irene no cabia en si de gozo, su madre habia accedido a que se reuniese con varios amigos y no habia mencionado nada acerca de que hubiese algun padre para vigilarles. Debia esperarle un dia muy duro en el estudio de arquitectura si habia accedido sin reservas. Sintio como la alegria se apoderaba de ella y la sangre corria rauda por sus venas. Cuando le comunico las buenas noticias a su mejor amiga, Maria no paraba de sonreir. Ella sabia que a esa "celebracion" solo irian tres personas y ella ya tenia pensado darle planton a su amiga, llevaba tiempo fijandose en que entre esos dos saltaban chispas y queria facilitarles el camino. Una vez en la biblioteca, Irene estaba nerviosa por preguntarle a Nico si querria ir con ellas a tomar algo. Solo faltaba una semana y el corazon le latia tan deprisa en el pecho que apenas podia respirar, no es que no hubiesen ido mas veces a tomar un refresco los tres juntos, pero esas ocasiones habian surgido de repente, sin planificacion, esta vez, ella tenia que invitarle a el. "?Haces algo el sabado?" Irene doblo el papel y se lo extendio a Nico, este lo cogio y aprovecho para rozar la punta de sus dedos con los suyos, sonrio al leer lo que ponia. "Nada en especial, ?tienes algo en mente?" le extendio el papel por la mesa, esta vez no se tocaron. "Pensaba en tomar algo donde Josefina, ?te parece que nos veamos alli sobre las cuatro?" Nicolas sonreia al ver como ella se ruborizaba al acercarle el papel de nuevo. "Me parece perfecto, ?algo que celebrar?" pregunto curioso. "Mi cumpleanos" respondio ella sin mirarle. Cuando iban a salir de la biblioteca, Nicolas les cedio el paso como cada dia, pero cuando Maria paso por su lado le deslizo un pequeno trozo de papel en la mano y con una mirada le advirtio que no dijese nada. Asi lo hizo el joven, que se guardo el papel en el bolsillo y no lo saco hasta que estuvo sentado en su pupitre en la clase de economia. "Yo no voy a ir el sabado, pero Irene no lo sabe. Aprovecha el tiempo a solas con ella Nicolas, y portate bien, ella se lo merece" la nota le dejo bastante alterado y le costo centrarse el resto del dia, lo mismo que le paso en el gimnasio por la tarde, no se podia quitar de la cabeza el pensamiento de que el sabado por fin podria estar a solas con Irene.
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Empezar de cero de Kris O'coneill
https://gigalibros.com/empezar-de-cero.htmlElla…
Sensual, fuerte, vanidosa y dulce, como su nombre.
El…
Atractivo, misterioso, de caracter fuerte y debil a la vez. -
Manipulando la historia de Eric Frattini
https://gigalibros.com/manipulando-la-historia.htmlEl hundimiento del acorazado Maine, que desato la guerra de Cuba entre Espana y Estados Unidos; los intentos de derrocar a Fidel Castro; las dudas sobre si el ataque a Pearl Harbor pudo evitarse; las maniobras contra Vietnam del Norte por parte de Estados Unidos; los atentados atribuidos a los comunistas para minar su infl uencia en Europa son, entre otras muchas, algunas de las operaciones que, orquestadas desde el poder, han dado un giro a la historia.
El libro de Eric Frattini, apoyado en documentos desclasificados e imagenes de los protagonistas y acontecimientos mas significativos, nos descubre las principales operaciones de falsa bandera del mundo contemporaneo.
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La vida secreta de los escritores de Guillaume Musso
https://gigalibros.com/la-vida-secreta-de-los-escritores.htmlUn puzle literario que el lector que no lograra resolver hasta la ultima pagina
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Riu Lough. El misterio del plan Bonnie & Clyde de Uriel Morales Valverde
https://gigalibros.com/riu-lough-el-misterio-del-plan-bonnie-038-clyde.html?Crees en las maquinas del tiempo?, ?crees que puedes detener el universo?, si respondiste que si, sigue leyendo.
Esta historia continua, la confianza absoluta tiene un nuevo nivel, Riu Lough ha dejado de ser el protagonista para darle la oportunidad a Cuatro de lograr su plan.
Bonnie ha demostrado ser la mujer perfecta, una mente agil, noble y carinosa que sabe demostrar que su confianza es infinita. Cuatro ahora aprendera la leccion de su vida, pero para esto su mundo caera, su destruccion sera inminente y solo si es capaz de reconocer la conclusion universal podra recuperar su mundo.
Las reglas ya no existen, la sociedad ha quedado en el olvido y asegurar el siguiente paso ya no es necesario.
Un plan, un metodo para obtener lo que sea, y la magia de Riu Cuatro acompanan esta historia para ensenarnos que nosotros mismos podemos convertirnos en verdugos de nuestro mundo. -
Una deuda pendiente de Vicki Lewis Thompson
https://gigalibros.com/una-deuda-pendiente.htmlHabian pasado diez aOos desde que Dustin Ramsey y Erica Mann compartieron su primera experiencia sexual en el asiento trasero de aquel Mustang rojo, y habia sido un verdadero desastre. Ahora Dustin tenia que enfrentarse al enorme reto de dirigir el negocio familiar, pero antes queria resolver el .nico fracaso de su vida. Tenia que encontrar y seducir a Erica, y esta vez lo haria bien. Erica se quedo de piedra cuando se encontro a Dustin a la puerta de su casa. Quiza hubiera ido a hablarle de negocios, pero desde luego sus ojos le decIan que ese no era el unico tema que iban a tratar… Erica habia llegado muy lejos en esos diez anos, asi que si Dustin creia que podia llegar alli y seducirla tan facilmente, estaba muy equivocado… porque era ella la que lo iba a seducir a el.
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Juego de corsarios de Silvia Garcia Ruiz
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Las lagrimas de Julio Cesar de Jesus Maeso De La Torre
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Los caprichos del millonario de Melissa Hall
https://gigalibros.com/los-caprichos-del-millonario.htmlPeyton Raksy jamas imagino que vengaria la muerte de su hermana pequena. Estaba dispuesta a meterse en la cama del millonario Aleksander Bogdanov para que confesara el delito que cometio con la persona que mas queria en el mundo. Despues de arrebatarle lo unico que tenia en la vida, Peyton estaba dispuesta a jugar con Aleksander hasta hacerle sufrir. Seducirlo y enamorarlo hasta romperle el corazon. Pero no podia caer en la seduccion del hombre rico como hizo su hermana, o terminaria como ella; muerta.
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Un Legado Sorprendente de Cathy Williams
https://gigalibros.com/un-legado-sorprendente.htmlVIOLET DUDO durante un instante antes de enviar el correo. Habia empezado a sentir como el vacio de la perdida empezaba a clavarle los dientes. Respiro profundamente y trato de contener el panico al pensar en lo desconocido, que se abria ante ella como si fuera un abismo insondable. Ya no era una nina, sino una adulta de veintiseis anos. No resultaba apropiado tener miedo a lo que le esperaba a la vuelta de la esquina. Podia enfrentarse a ello. Apreto la tecla, cerro los ojos y trato de ignorar todos los ruidos de fondo, los que indicaban que la vida seguia desarrollandose con normalidad en el exterior de su lujosa casa a las siete y media de una preciosa tarde de domingo del verano londinense. Sabia exactamente como iba a reaccionar su jefe al recibir aquel correo. Para empezar, gracias a Dios, no lo leeria hasta la manana siguiente, cuando entrara en su despacho ridiculamente temprano, a las seis y media. Se prepararia una taza de cafe bien cargado, se sentaria a su escritorio, que siempre estaba cubierto de papeles, notas, informes y una impresionante coleccion de objetos de papeleria y empezaria su dia. Lo primero que haria seria leer sus correos y el de Violet estaria entre ellos. Lo abriria y entonces... enfureceria. Violet se puso de pie y se estiro para aliviar sus doloridas articulaciones. Decidio que, en aquel momento, habia un limite para las cosas en las que podia centrarse y, hacerlo en la reaccion de su jefe cuando supiera que ella habia dimitido tendria que esperar. No le quedaria mas remedio que enfrentarse a el cuando fuera al trabajo al dia siguiente. Habia decidido hacerlo a las nueve y media, que era una hora mucho mas segura. La oficina estaria llena de empleados y la posibilidad de que el perdiera el control delante del resto de todos ellos era menor. En realidad, a Matt Falconer parecia importarle un comino lo que pensara el resto de la gente. Se regia por sus propias leyes. En los dos anos https://www.facebook.com/novelasgratis 5 y medio que Violet habia estado trabajando para el, lo habia visto abandonar hecho una furia reuniones de alto nivel porque alguien le habia contrariado o porque no habia logrado seguir su directa y brillante logica. Ella habia impedido que rechazara informes redactados incorrectamente y habia trabajado con el hasta altas horas de la madrugada para completar un acuerdo simplemente porque no podia esperar. Violet tambien habia sabido evitarle su presencia cuando el se habia metido entre las cuatro paredes de su despacho, como en trance, porque la inspiracion le habia abandonado temporalmente. Antes, se habia preparado una ensalada, pero no le apetecia comer. Tenia la cabeza demasiado llena. En el espacio de solo una semana, su vida se habia puesto patas arriba y aun no habia conseguido serenarse. A Violet no le gustaban los cambios. Ni las sorpresas. Le gustaba el orden, la estabilidad... la rutina. Le encantaban todas las cosas que, normalmente, las chicas de su edad despreciaban. No queria aventuras. Nunca hubiera considerado dejar su trabajo, aunque, en lo mas profundo de su ser, sabia que habria tenido que hacerlo mas temprano que tarde porque... a lo largo del tiempo, los sentimientos por su inteligente, temperamental e imprevisible jefe se habian convertido en algo un poco incomodo. Sin embargo, verse obligada a dejarlo... Aparto el plato y miro a su alrededor. Se sintio como si lo estuviera viendo todo por primera vez, algo que, por supuesto, no tenia ningun sentido. Llevaba viviendo en aquella hermosa y exclusiva casa desde que tenia veinte anos. Sin embargo, la posibilidad de alquilarla a un perfecto desconocido le hacia considerar todo lo que tenia. Anos de recuerdos perfectamente organizados, las estanterias cargadas de sus tomos de trabajos musicales, de manuscritos con anotaciones realizadas a lo largo de muchos anos, de fotografias, de adornos... Las lagrimas amenazaron con aparecer. Una vez mas. Trago saliva y las contuvo. Se centro en recoger la cocina mientras la radio sonaba. Musica clasica, por supuesto. Su favorita. Solo se dio cuenta de que habia alguien en la puerta cuando resonaron unos fuertes golpes, incansables e innecesarios, porque, fuera quien fuera, no habia tenido la decencia de darle tiempo a reaccionar para poder llegar a la puerta. Se apresuro a abrir antes de que los vecinos empezaran a quejarse. Y alli estaba el. https://www.facebook.com/novelasgratis 6 Matt Falconer. Su jefe y la ultima persona que habia esperado ver alli en aquel momento. ?Como demonios sabia donde vivia? Ella ciertamente nunca se lo habia dicho. Habia convertido la reticencia de hablar sobre su vida privada en un arte. Sintio que se sonrojaba. Se sentia totalmente desprevenida, sin haber tenido tiempo para prepararse para el impacto que el ejercia sobre ella, por lo que solo pudo mirarlo y admirar los hermosos rasgos de su rostro. Dos anos y medio y el aun ejercia el mismo efecto sobre Violet. Era muy alto y su constitucion perfecta, con una estrecha cintura y unas largas y musculosas piernas. Llevaba el cabello algo largo y sus ojos azules estaban enmarcados por unas oscuras y espesas pestanas. Ademas, tenia un tono de piel muy exotico, ligeramente bronceado. Tenia sangre espanola por parte de su madre. A su lado, el resto de los mortales tenian un aspecto enfermizo y anemico. -?Como? Senor, ?que esta haciendo aqui? -tartamudeo Violet mientras se recogia unos mechones de su cabello castano detras de la oreja. -?Senor? ?Senor dices? ?Desde cuando me tratas de usted? Hazte a un lado. Quiero entrar. Violet dio automaticamente un paso atras, pero no retiro la mano del pomo de la puerta. Esta estaba ligeramente abierta, pero ella no podria impedirle el paso por muy suave que fuera el empujon que el le diera. Ademas, por el gesto airado que el tenia en el rostro, se veia que no iba a pensarselo mucho si tenia que forzar la entrada. -Es domingo -dijo Violet con voz muy tranquila, la voz que reservaba para el trabajo y, en especial, para su temperamental jefe-. Supongo que has venido por mi... carta... bueno, por mi correo. -?Carta? -rugio Matt-. De algun modo, una carta implica que el contenido de la misma va a ser cortes. -Vas a molestar a los vecinos -le espeto Violet. -En ese caso, dejame entrar y asi no los molestare. -Ha sido una carta de dimision muy educada. -?Quieres tener esta conversacion aqui fuera, Violet? A mi no me importa llamar a todas las puertas de tus acaudalados vecinos para invitarles a que salgan a escuchar. A todo el mundo le gusta estar al aire libre con este tiempo tan bueno y mucho mas si hay algo interesante que ver.
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Historia de las despedidas de Pedro Sorela
https://gigalibros.com/historia-de-las-despedidas.html?Donde comienzan los viajes?, se pregunta Crispin Rueda en el primer relato de esta Historia de las despedidas. Pero muy bien podria preguntarse: ?y como se cuentan? Pues estos relatos no cuentan el viaje en si mismo sino lo que inspiran, una suerte de creacion surgida del escenario, experiencia literaria en la que Pedro Sorela se adentra un poco mas, tras sus libros Ladron de arboles y Cuentos invisibles. Los cuentos de Pedro Sorela podrian caracterizarse por una ausencia de fronteras. Del desierto del Sahara a las manadas de nubes de Nuevo Mexico, de un Paris no contado aun a una sutil venganza en Hungria y a la lluvia de Portugal, que tiene efectos como en ninguna otra parte, se termina por comprender que estos episodios, narrados con una mirada sin duda original en su refi nado humor y en su nostalgia, componen a la postre una sola historia, y que todas las despedidas de las que habla son las de un solo viaje. Que continua.
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Mariam de J. Lallemant
https://gigalibros.com/mariam.htmlMariam narra la historia de un hombre torturado por la ausencia de su amada, quien fuera asesinada por unos malhechores mientras se dirijian a casa, y que luego es enterrada por el en el patio de la casa con el objetivo de tenerla cerca. Y aunque el conocera a Ilenia y convivira durante algun tiempo con ella, el idilio no durara mucho y el terminara en un sanatorio en donde no establece la mejor de las relaciones con los medicos ni con el resto de personas y en donde, en forma permanente, le vienen los recuerdos de Mariam y evoca las formas mas macabras en las que asesinaria a su verdugo.
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Juro vengarte (Agente especial Ainara Pons 1) de Raul Garbantes
https://gigalibros.com/juro-vengarte-agente-especial-ainara-pons-1.htmlUna agente decidida a encontrar la verdad. Un asesino que conoce sus pasos. Cada decision que ella tome puede ser la ultima.
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Suspirandote de Manu Ponce
https://gigalibros.com/suspirandote.htmlAlexandra Me he pasado los ultimos cinco anos viviendo la misma vida monotona. Cuando una se divorcia de su marido despues de mas de diez anos casados, no es para echar cohetes, pero era lo mejor. ?Sabes cuando teneis una seta por marido, que en la cama es como una estrella de mar que quiere que se lo den todo hecho y solo se tumban estirados en el colchon? Pues asi era mi marido. Esos que la limpieza les da alergia y les repele el simple hecho de coger un trapo para limpiar la mancha de la cerveza que se les acaba de caer en la mesa frente al sofa, donde se pasa las horas, mirando el televisor. A ese que podriamos llamar hombre cojin. Ese era mi marido, el que me lo cargaba todo a mi y ni siquiera me echaba una mano con nuestra pequena, de ocho anos. La verdad es que no se lo tomo muy bien cuando le dije que habiamos terminado. Era uno de esos hombres a los que miras y ya no vuelves a ser la misma. El tipico modelo de cuerpo de infarto, y eso que bebia que parecia una esponja. Me imagino que la constitucion genetica ayuda y mucho. Hace cinco anos que se me separe y vivo con mi nina, Rebeca, en un piso en el centro de Barcelona. Trabajo en una empresa de seguridad informatica. Soy la supervisora de todos y cada uno de los informaticos que hacen posible que la empresa este en el numero uno de su campo. --Buenos dias, Chloe, ?como se ha levantado hoy la princesa del deseo? --Pues la verdad es que estoy muy muy bien, y eso que no he comido arroz. --?Eing? --?No has visto el anuncio? --No. --Vale, no importa. --?Que planes tienes para el viernes? --Ninguno, ?has pensado en algo en particular? --?Que se te ha pasado por esa cabecita? Te lo veo en la cara, tienes algo en mente. --Me han invitado a una fiesta y la verdad es que pensaba ir, seria bueno que pudieras venir conmigo. --Es de esas de las tuyas, ?no? --Si. --Entonces no se yo. --Espabila ya, tienes casi cuarenta anos y tienes mas telaranas en la seta que mi altillo. --Esta bien, pero a mi no me metas en cosas raras, ?eh? Vamos, nos tomamos algo, bailamos y volvemos a casa. --Si, si, lo que tu digas, Sor Alexandra. --Te recogere el viernes a las diez. Dejale la nina a tu hermano, te lo debe. --Esta bien. --Genial. Nos vemos, y por cierto, hay que ir un poco decente a la fiesta. Quema tus chandales a lo profesora de gimnasia y ponte algo que resalte esos melones que tu madre te ha dado. --Vale. Ciao, puti. --Ciao, zorri. No tengo mas que tres amigas de verdad, y Chloe es una de ellas. Me cuesta dar mi corazon, sobre todo despues de lo que me paso con mi exmarido, por eso soy muy selectiva en mis amistades. Ojala pudiera cambiar, pero estoy demasiado dolida. Me imagino que necesito tiempo para sanar mis heridas, aunque realmente nunca me he permitido hacerlo y tampoco he querido, supongo. * Hoy es mi primer dia libre en anos y pienso saborearlo. Es viernes y me he podido levantar cuando me ha dado la gana, que ha sido sobre las once de la manana. Abro un ojo y veo a mi Rebeca con esa cara de angel relajada por completo, dormida como la Bella durmiente. Me levanto y hago del desayuno en silencio para no despertarla. La verdad es que estoy pletorica. Es festividad nacional y tengo todo el dia para mi, excepto la noche, que he quedado con Chloe para ir a esa fiesta suya del pecado en la que hacer orgias es como comer pipas en el parque, lo habitual. --Buenos dias zorri, zorri --miro al loco, que vuela por donde le da la gana de casa y niego con la cabeza. --Cierra el pico de una vez. No digas eso o esta noche comeremos pollo al horno, ?lo captas? --No pollo, zorri, zorri. Maldito loro. La culpa es de Chloe, que le ha ensenado a llamarme asi, la muy zorra. Antes era un animal tierno, carinoso, amable, y ahora si no me llama zorri revienta. --Te has quedado sin pipas, por listo. --Dame pipas, zorri, zorri. Coloco los ojos en blanco y entonces veo como mi estrella aparece restregandose los ojos con el dorso de la mano. La miro con ternura mientras le dejo el bol de leche con cereales y la cuchara en la mesa. --?Como ha dormido mi estrellita? --Muy bien mami, he dormido como un osito. --Me alegra carino. Y anda que no, hoy no tienes que ir al colegio, ?eh? Tienes que estar pletorica. --Si, hoy voy a pintar mis dibujos. --Bien, me alegra oir eso. La verdad es que tengo que hablar contigo carino. Esta noche he quedado con Chloe para ir a dar una vuelta y salir un poco, que no lo hago desde que papa no esta. ?Te importa si te dejo en casa del tito por esta vez? --!Siiiiii! Me encanta estar con el tito. --Genial. Ayer le mande un mensaje y tiene muchas ganas de verte. --Vale, mami. Me llevare al senor Potato para que lo montemos y las cartas para darle una paliza. --Genial. Ahora a desayunar estrellita, quiero que vayamos a dar una vuelta. --?Vamos a ir al parque? Porfa, mami. --Ya veremos. Aprovecho para limpiar toda la casa a fondo, cosa que no puedo hacer entre semana mientras Rebeca hace puzles, pinta y recorta figuras de papel con un molde que le compre. Acabo a las dos de la tarde y tras darme una ducha y hacer unos spaghetti, acabo llevandola al parque, asi tengo tiempo para organizarme la agenda de la semana que viene mientras ella se divierte. Tengo siete reuniones con inversores, empresas que quieren que trabajemos para ellos, otras que necesitan nuestra seguridad y un banco que precisa un programa encriptado para los datos de sus clientes. Me las organizo y mando un correo a cada uno de los representantes de las empresas para que se presenten el dia y la hora que les marco en el email. Una vez estoy lista, juego un rato con mi nina en el tobogan, empujandola en el columbio y cientos de cosas mas. A las siete, volvemos a casa para que podamos cambiarnos y hacer la pequena maleta con una muda, el neceser y el pijama de mi chica para que pueda ir a casa de mi hermano y pase alli la noche. Nos subimos en mi Range Rover Velar y pronto nos encontramos en casa de mi hermano Cristian. Bajamos del coche y Rebeca corre hasta la puerta de su tio, al que ama con locura y pulsa el timbre. El abre la puerta y cuando la ve, sonrie de oreja a oreja y la toma de la cintura para girar con ella haciendola volar. Yo sonrio al verlos. La verdad es que Cristian se ha convertido como un segundo padre para mi hija y le agradezco que este ahi cuando mas lo necesito. Cuando deja a mi pequena en el suelo esta viene corriendo hacia mi y la achucho antes de besarla. Es sencillamente preciosa. Jamas he visto algo tan bello en mi vida y no es porque sea mi hija.--Portate bien, no le des mucho la lata a tu tio. --Lo prometo mami. Portate tu bien tambien. Te quiero, mami. --Y yo a ti, mi princesa. Le tiro un beso a mi hermano y le doy las gracias gritando demasiado fuerte, creo que me han escuchado hasta los vecinos de la otra punta de la ciudad. Me subo en el coche y vuelvo a casa, tengo que prepararme para la fiesta de Chloe, bueno, en la que han invitado a Chloe. Cuando estoy ya en casa, abro el armario para ver que me pongo y solo encuentro trajes de ejecutiva, pero que el sexy se pierde entre los ribetes. No tengo nada que no diga: "hola, soy madre, casi tengo los cuarenta y no he echado un polvo desde que Jesus perdio la zapatilla. Tengo eso mas reseco que un estropajo" . Llamo a Chloe, porque la verdad es que estoy mas perdida que un pulpo en una cacharreria. Ya no me da tiempo a salir a comprar un vestido, asi que solo me queda pedirselo a mi mejor amiga, que tiene la misma talla que yo. --Hola puti, te necesito urgente. --?Que pasa? ?Necesitas tampones? ?Pruebas de embarazo? ?Un hombro en el que llorar? --No, solo un vestido. No tengo nada que no sea para llevar a la oficina y no creo que un traje sea lo mas apropiado para una fiesta. --Esta bien, te llevare en quince minutos un vestido de puton verbenero, pero despues no te quejes si ensena mas de lo que cubre. --Miedo me das. Aprovecho para maquillarme y escojo unos zapatos con un tacon de infarto mientras llega Chloe con el vestido. Me plancho el pelo y me coloco algun que otro tirabuzon que resalte antes de que el timbre suene y al abrir aparezca una Chloe demasiado emperifollada. --?Como esta la zorri mas sexy del mundo? --Pues desnuda y saliendole canas de esperar. --Anda, anda, no seas exagerada. ?Esa es la ropa interior mas sexy que tienes? La verdad es que da pena, parece la de una octogenaria con menos sexo que un caracol. --Tengo algo que una vez use con mi exmarido, pero es demasiado provocativo. Ruborizaria a un muerto. --Pues ese, ese, ese es el que tienes que ponerte. Te recuerdo que vamos al club de la lujuria, no al de las monjas de caridad. --Esta bien, aunque mi intencion es pasarlo bien, no exhibir mi ropa interior. --Bueno, ya veremos. Ahora ponte esto y esto y nos vamos pitando, que al final llegamos tarde. Me tira el vestido y una especie de mascara. Ahora parece que tambien hay que llevar mascaras, como si fuera esto una fiesta a lo Romeo y Julieta. Me pongo el vestido lo mas rapido posible sin estropear el peinado ni el maquillaje y cuando esta completamente ajustado a mi cuerpo, me coloco la mascara. No es que sea perfecta, pero estoy bastante mona. --No hacia falta que te pusieras la mascara aun, pero bueno. La verdad es que te queda muy bien, aunque no tanto como a mi. Es mia, pero te la regalo. --Gracias, Chloe. --?Nos vamos? --Claro. Vamos a salir por la puerta cuando el integrante de la familia que queda dentro y que me odia profundamente desde que me separe de su dueno, nos da su despedida particular. --Adios, zorri, zorri --dice el loro.
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El teorema Katherine (NUBE DE TINTA), John Green de John Green
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La CancioN Del Lobo. Wolfsong de T. J. Klune
https://gigalibros.com/la-cancion-del-lobo-wolfsong.htmlSuspiro por lo bajo de forma brusca y le tomo un momento voltearse en mi direccion. -?Cuando llegaste a casa? -Hace un rato -me dio una comezon que no se sintio nada bien. Papi echo un vistazo al reloj viejo sobre la pared. La cobertura plastica del frente estaba agrietada. -Es mas tarde de lo que pensaba -sacudio la cabeza-. Mira, Ox... Parecia nervioso. Confundido. Mi padre era muchas cosas: un alcoholico, rapido para enfadarse y atacar con palabras o punos, un dulce demonio con una risa que retumbaba como esa vieja Harley Davison que habiamos MOTAS DE POLVO/ FRIO Y METAL enia doce anos cuando papi puso una maleta al lado de la puerta. T-?Para que es eso? -le pregunte desde la cocina. reparado el verano anterior. Pero jamas se lo veia nervioso, jamas parecia confundido. No como lo estaba ahora mismo. Presenti algo terrible. -Se que no eres el muchacho mas listo del mundo -me dijo mientras ojeaba su maleta. Era cierto, no habia sido provisto de una gran inteligencia. Mi mama una vez dijo que yo estaba bien. Mi papa pensaba que era lento. Mama le respondio que no se trataba de una carrera. Papa ya habia bebido demasiado whisky y comenzo a gritar y romper cosas. No la golpeo. No aquella noche, de hecho. Mama lloro mucho, pero el no la golpeo, yo mismo lo verifique. Cuando comenzo a roncar en su vieja silla, me escurri a mi habitacion y me oculte bajo mis mantas. -Lo se, senor -replique. Me miro de nuevo y jurare hasta el dia en que me muera que vi amor en sus ojos. -Mas tonto que un buey -dijo. No se oia malicioso viniendo de el. Tan solo lo era. Me encogi de hombros. Esa no era la primera vez que me lo decia, incluso cuando mama le habia pedido que dejara de hacerlo. Estaba bien, era mi papa, sabia mas que cualquier otra persona. -La gente hara que tu vida sea una mierda. -Soy mas grande que la mayoria -afirme, como si eso significara algo. Y lo era, las personas me temian, aunque no queria que asi fuera. Era grande, como mi papa. El era un hombre de gran tamano con un temperamento inestable gracias a la bebida. -La gente no te comprendera. -?Eh? -No te entenderan. -No necesito que lo hagan -en verdad queria que lo hicieran, pero podia comprender por que no lo harian. -Debo irme. -?A donde? -Lejos. Mira... -?Lo sabe mama? -Claro... Tal vez. Sabia que sucederia, probablemente lo sabe desde hace tiempo -rio, pero no se oyo como si encontrara gracioso lo que acababa de decir. -?Cuando regresaras? -di un paso hacia el. -Ox, la gente sera mala. Solo ignoralos y manten tu cabeza baja. -La gente no es mala, no siempre -no conocia a demasiadas personas. De hecho, no tenia amigos. Pero la gente que si conocia no siempre era mala. Simplemente la mayoria no sabia que hacer conmigo. Eso no estaba mal, yo tampoco sabia que hacer conmigo. -No me veras por un tiempo -agrego-. Tal vez por mucho... -?Que hay del taller? -le pregunte. Papi trabajaba en lo de Gordo. Siempre olia a metal y grasa cuando regresaba a casa, y sus dedos estaban ennegrecidos. Tenia camisas con su nombre bordado con puntadas de rojo, azul y blanco: Curtis. Siempre pense que esa era una de las cosas mas maravillosas. La marca de un gran hombre, tener tu nombre grabado en una camisa. En ocasiones me permitia acompanarlo. Me enseno a como cambiar el aceite cuando tenia tres, como cambiar un neumatico a la edad de cuatro y como reconstruir el motor de una Chevy Bel Air Coupe de 1957 cuando tenia nueve anos. Esos dias llegaba a casa oliendo a grasa, aceite y metal, y sonaba que tenia una camisa con mi nombre bordado. Diria Oxnard o tal vez solamente Ox. -A Gordo no le importara -dijo mi padre. Se sentia como una mentira. A Gordo le importaba todo. Era algo malhumorado, pero una vez me dijo que cuando fuera lo suficien temente mayor, podria pedirle empleo. "Los tipos como nosotros deben mantenerse juntos", me dijo. No supe que quiso decir, pero me basto el hecho de que pensara en mi. -Oh -fue todo lo que pude decirle a mi padre. -No me arrepiento de haberte tenido -dijo-. Pero me arrepiento de todo lo demas. -?Esto se trata de...? No sabia de que se trataba. -Me arrepiento de estar aqui -continuo-. No puedo tolerarlo. -Bueno, eso esta bien -respondi-. Podemos solucionarlo. Quizas podriamos irnos a algun otro lugar. -No hay solucion, Ox. -?Cargaste tu telefono? -le pregunte porque jamas recordaba hacerlo-. No olvides cargarlo para que pueda llamarte. Hay cosas de Algebra que aun no entiendo. La senora Howse me dijo que podia pedirte ayuda. Aunque sabia que mi padre no entenderia los problemas numericos mas que yo. La llamaban Prealgebra. Eso me asustaba porque si ya era dificil siendo pre, ?que pasaria una vez que solo fuera Algebra, sin el pre incluido? -Maldita sea, ?acaso no lo entiendes? -grito. Conocia ese gesto, era su expresion de enfado. Estaba colerico. -No -le respondi, porque no lo entendia. Intente no encogerme por el miedo. -Ox, no habra ayuda para Algebra, ni llamadas por telefono. No hagas que me arrepienta de ti tambien. -Oh... -Ahora tienes que ser un hombre, por eso intento explicarte todo esto. La mierda te va a llegar, solo deberas sacudirtela y seguir adelante -tenia los punos apretados a los costados. No sabia por que. -Puedo ser un hombre -le asegure porque tal vez eso lo haria sentir mejor. -Lo se -respondio. Sonrei, pero aparto la mirada. -Debo irme -concluyo al fin. -?Cuando vas a regresar? -pregunte. Dio un paso vacilante en direccion a la puerta, con la respiracion repiqueteando en su pecho. Tomo su maleta y se marcho. Pude oirlo arrancar su vieja camioneta afuera, el motor tardo en encenderse. Se oia como si necesitara una nueva correa de distribucion. Tendria que re - cordarselo mas tarde. -?Ox? -pregunto. Se veia muy cansada-. ?Que sucede? -Hola, mama. -?Por que estas llorando? -No estoy llorando -y no lo hacia porque ahora era un hombre. -?Que sucedio? -acaricio mi rostro. Sus manos olian a sal, patatas fritas y cafe mientras frotaba sus pulgares sobre mis mejillas mojadas. Baje la cabeza para mirarla. Siempre habia sido pequena y yo, en algun momento del ano pasado, habia crecido mucho. Ojala recordara ese dia, debio haber sido monumental. -Cuidare de ti -le prometi-. Ni siquiera debes preocuparte. -Siempre lo haces -su mirada se suavizo. Pude ver las lineas alrededor de sus ojos, el cansado conjunto de su mandibula-. Pero... -se detuvo. Tomo aire-. ?El se marcho? -pregunto y su voz se oyo tan pequena. -Eso creo -enrosque su cabello con mi dedo. Oscuro, como el mio, como el de papa. Eramos todos oscuros. -?Que te dijo? -me pregunto. -Ahora soy un hombre -repeti. Eso era todo lo que necesitaba oir. Mama se partio de la risa. Mama llego tarde a casa esa noche, luego de trabajar doble turno en el restaurante. Me encontro en la cocina, de pie en el mismo lugar en donde estaba cuando mi papa atraveso la puerta. Las cosas eran diferentes ahora. Tampoco se llevo fotografias. Solo un poco de ropa, su afeitadora, su camioneta y algunas de sus herramientas. Si no lo hubiera conocido mejor, hubiera pensado que jamas estuvo aqui. Sono un par de veces hasta que un mensaje dijo que el telefono ya no estaba en servicio. La manana siguiente tuve que disculparme con mama, habia colgado con tanta fuerza que quebre la base del telefono. Ella dijo que estaba bien, y no volvimos a mencionarlo nunca mas. -Mantenlas limpias y Dios te libre si las encuentro tiradas afuera. Se oxidaran y te dare una paliza. Esta mierda no es para jugar, ?entiendes? -me dijo. -Si -respondi y las toque con reverencia porque eran un regalo. No podia encontrar las palabras para decir lo completo que se sentia mi corazon. Papa no se llevo el dinero cuando nos dejo. Al menos no todo. Aunque tampoco habia demasiado, a decir verdad. Lo llame en el medio de la noche, cuatro dias despues. enia seis cuando mi papi me compro mi propio set de herramientas. No de las que eran para ninos. Nada de colores brillantes ni plastico, eran de metal frio y reales. T Un par de semanas tras su partida, me hallaba de pie en la habitacion de ellos (de ella). Mama estaba en el restaurante otra vez, en un nuevo turno. Sus tobillos estarian adoloridos cuando llegara a casa. La luz del sol se vertia a traves de una de las ventanas sobre la pared del fondo y atrapaba las pequenas particulas de polvo. Olia a el dentro de la habitacion. A ella. A ambos, a una mezcla de los dos. Pasaria mucho tiempo hasta que el se desvaneciera. Pero al final lo haria. Abri la puerta del armario y uno de los lados estaba casi vacio, aunque quedaban algunas cosas. Las pequenas partes de una vida que ya no era vivida. Como su ropa de trabajo, cuatro camisas que colgaban al final del armario. Lo de Gordo, en cursiva. Todas decian Curtis. Curtis, Curtis, Curtis. Toque cada una de ellas con la punta de mis dedos. Quite la ultima de su gancho, la deslice por mis hombros. Era pesada y olia a hombre, sudor y trabajo. -Okey, Ox -me dije-. Tu puedes hacerlo. Entonces comence a abotonarla. Mis dedos se trababan sobre sus botones, muy grandes y redondos. Era torpe e ingenuo, solo manos y piernas, sin encanto y soso. Era demasiado grande. Acabe con el ultimo boton y cerre mis ojos, respire profundo. Recorde como lucia mama esa manana: las lineas moradas debajo de sus ojos, sus hombros caidos. -Se bueno, Ox, mantente lejos de los problemas -me habia dicho, como si los problemas fueran la unica cosa que yo conociera. Como si me metiera en problemas a menudo. Abri los ojos y me enfrente al espejo que colgaba en la puerta del armario. La camisa era demasiado grande o yo era demasiado pequeno. No estaba seguro de ninguna de las dos cosas. Me veia como un nino disfrazado, como si fingiera ser alguien mas. -Soy un hombre -dije con voz baja luego de fruncir el ceno al ver mi reflejo. >>Soy un hombre -no creia en mis palabras. >>Soy un hombre -repeti con una mueca de dolor. Al final me quite la camisa de mi padre, la devolvi al armario y cerre las puertas. A mis espaldas, las motas de polvo siguieron flotando en la luz solar que desaparecia.
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Sudor frio de Mari Carmen Sinti
https://gigalibros.com/sudor-frio.htmlMe parece oportuno aclararlo: no soy prologuista, ni academico, ni un profesional del ambito literario. Simplemente soy un lector, uno de tantos. Por eso cuando Mari Carmen Sinti me pidio unas lineas para introducir su primera novela, decline amablemente el ofrecimiento. Le dije que no le costaria demasiado encontrar a alguien mucho mas preparado que yo, alguien que estuviera a la altura de lo que su Sudor frio merecia. Pero insistio. Y lo hizo con tanta determinacion, que no me atrevi a negarme de nuevo. Y ahora se lo agradezco. Sudor frio me ha resultado una lectura gratamente sorprendente, que para nada parece la obra de una debutante. Aunque la autora ya ha publicado relatos breves en varias antologias, el salto a una novela me parece algo serio, una empresa mayor. La historia debe sostenerse en un espacio mucho mas prolongado. Y eso hay que trabajarlo duro, ademas de tener la capacidad de los buenos escritores para lograrlo. Y Sinti la tiene. Desde las primeras paginas te quedas con la sensacion de estar ante un proyecto maduro. Detras de cada palabra, de cada frase, de cada parrafo, se adivina una tarea concienzuda para encontrar la mejor forma de transmitir lo que quiere. Y lo consigue sin aspavientos innecesarios ni giros imposibles, con una prosa alejada de toda arrogancia, de manera sencilla. Lo de <
> viene a colacion porque ultimamente he tenido que dejar bastantes novelas a medio leer. Tal vez sea que con la edad te vas volviendo mas selectivo, y si al cabo de unas paginas ves que la historia no te llena lo suficiente, cierras el libro sin mas contemplaciones y lo mandas directamente a la estanteria. O es que quizas de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda intentar imitar a los autores barrocos del Siglo de Oro. Y eso me cansa de manera soberana. Hay quien cree que su obra tendra mas nivel literario por el hecho de emplear palabras que obliguen al lector a tirar de diccionario. Y utilizan hasta el aburrimiento figuras retoricas y metaforas que no vienen a cuento. !Que pereza! A todos ellos les recomendaria que tomaran buena nota de como escribian Jim Thompson, Mario Puzo o el Umberto Eco de El nombre de la rosa. Por suerte, Sinti ya lo hizo. El comienzo de Sudor frio apunta alto, es de esos que te dejan pegado a tu sofa orejero favorito, con el alma en un puno y una necesidad incontenible de seguir pasando paginas. Paginas de una historia de suspense de dialogos jugosos y con sentido, que discurre por una trama bien enlazada, que siempre mantiene el pulso, donde nada sobra. Los capitulos fluyen con deliciosa cadencia, te agarran, te sumergen en la ficcion. Sin darte cuenta, pasas a formar parte de ella, como un personaje mas. He disfrutado con la lectura de Sudor frio, me ha hecho pasar gratos momentos. Y me ha dejado ese dulce aroma que solo te dejan las buenas novelas. Y creo no equivocarme si afirmo que Sinti nos brindara grandes momentos literarios en el futuro. Y si no, al tiempo. Josep Camps Sudor frio Diciembre 2018 Capitulo 1 I always have an alibi You allow me there But tonight I have no conscience So what comes after that? Siempre tengo una coartada Tu me dejas ahi Pero esta noche no tengo conciencia Entonces, ?que viene despues de eso? < >, Robbie Williams. La noche estaba siendo un fracaso hasta que aparecio Marius. Alto, rubio y con una sonrisa seductora, le habia hecho olvidar que estaba en aquel pub de moda, en lo alto de Montjuic, totalmente asqueada de haber decidido aceptar la invitacion de su companera de piso. De hecho, ni siquiera era companera. Lo compartian cuatro chicas con derecho a una habitacion, lavabo y cocina, pero la mayoria de los dias ni siquiera se cruzaban. Hoy era el cumpleanos de Irina y no pudo negarse aun sabiendo que no era santo de su devocion. Lo notaba en aquellas miradas de envidia que se clavaban en su agraciada figura pues, no teniendo las proporciones perfectas, sabia sacar provecho de ellas. Y no entendia por que, ya que no tenia nada de exito con el genero opuesto. Quizas fuera su maldita falta de autoestima. Pero Marius, al contrario del resto para el que pasaba desapercibida, la vio nada mas cruzar sus miradas y ya no habia dejado de hacerlo hasta que, con el vaso en la mano y con total descaro, se habia sentado a su lado y, con un par de frases bonitas con esa voz que encandilaba, habia trocado su hastio desde hacia mas de una hora, sentada en aquel pub, en todo un mundo de colores, el corazon palpitando, el cuerpo incandescente y con la expectativa de acabar la noche con el hombre de sus suenos. Lejos de acelerar la situacion, Marius se tomo su tiempo. Durante hora y media le regalo los oidos con toda clase de piropos, y aunque algunos de ellos eran manidos, a ella le supo a gloria poder experimentar lo que tan solo habia leido en aquellas noveluchas romanticas que, de pequena, veia como devoraba su madre. Y siguieron bebiendo, incluso acepto cuando el se levanto para traerle otra copa. < > penso con una risita tonta, esperando a que le trajera el combinado y dando por hecho la obviedad del porque y del como iba a acabar la noche. Siguio flotando en su nube, escuchando su boca y sus ojos que la seducian, formando parte de aquel ritual de conquista. Incluso cuando ella se excuso para ir al lavabo, el la siguio con la mirada, recorriendo tanto su cuerpo por delante cuando se levanto, como por detras cuando se dirigia a la otra parte del local. Lo sabia, la sentia clavada en su culo. Y eso hizo que un latigazo de fuego le recorriera desde su sexo hasta la garganta, algo que hacia mucho tiempo que no sentia. Con la promesa de que iba a pedir una cancion para bailarla juntos, ella se tomo su tiempo en el servicio, arreglando su maquillaje y componiendo un poco las ojeras que, sorprendentemente vio en su reflejo del espejo. < > penso, aunque la cabeza le empezaba a dar vueltas, seguramente a causa de la bebida, ya que no acostumbraba a tomar alcohol. Volvio con una sonrisa en la boca, pero se le congelo sintiendo en las entranas el dolor de la evidencia. Marius estaba en la pista bailando demasiado agarrado a una rubia con un jersey de plumas rosas, de un modo en el que no cabian equivocos. El le decia algo al oido y ella reia con esa coqueteria de las chicas que estaban siendo seducidas con placer. Se tuvo que agarrar a la columna para no perder el equilibrio. Sintio el rechazo en lo mas profundo del pecho, un aguijonazo que le lastimo fisicamente y la hizo tambalearse. Por un momento no supo que hacer. Queria huir de alli, solo pensaba en alejarse precipitadamente de aquel lugar y sobre todo de aquella persona que estaba destrozando sus ilusiones y su dignidad. Pero habia venido con las chicas, no tenia coche ni medio de llegar a casa. Con los ojos anegados en lagrimas y mareada por el impacto, se acerco a la mesa, recogio el abrigo y el bolso y, sin tenerlo aun claro, se dirigio a la puerta. Aire, al menos tomaria el gelido aire del exterior y pondria los pensamientos en claro. En su escapada choco con un tipo. Sorprendida le miro. Aquellos ojos negros se le clavaron y con voz pastosa le solto: --!Que rica estas, nena! Vente conmigo. Te comeria el cono como nadie te lo ha comido jamas. Horrorizada salio por la puerta del pub con el unico pensamiento de abandonar todo aquello que se estaba distorsionando para convertirse en un infierno y, sin pensarlo siquiera, corrio carretera abajo. Estaba lejos, casi en el fin del mundo, en la cima de la montana, pero no se paro a pensarlo. Necesitaba llegar al centro de la ciudad, en la plaza Espana cogeria algun autobus y una vez en casa se tranquilizaria e intentaria olvidar esa mierda de noche. Bajaba trastabillando, no entendia por que las piernas le pesaban de aquella manera y por que le costaba tanto mantenerse derecha. La carretera estaba insuficientemente iluminada y en cada curva creia ver las sombras al acecho. El miedo empezo a apoderarse de su mente y no le ayudaba nada que estuviera empezando a ver todo borroso. Le faltaba el aire y la respiracion se le estaba volviendo desacompasada. El corazon le iba a estallar. No sabia cuanto le faltaba para llegar abajo, a la civilizacion tranquilizadora y segura, cuando una furgoneta se paro a su lado. No la oyo llegar, y en ese momento solo penso cuanto tiempo hacia que estaba siguiendola. Solo noto por el rabillo del ojo que la puerta lateral se abria y unas manos la agarraban cuando estaba a punto de desfallecer. Sintio el suelo frio y duro debajo de su espalda sin poder ni siquiera chillar. Debia haber sentido dolor por la brusquedad en que la arrojaron dentro, pero no lo noto. La paralisis en todo su cuerpo la hacia insensible y el sopor de su mente vulnerable. Un sudor frio le recorrio la espalda desde la nuca y antes de desvanecerse creyo ver en su delirio un pelo rubio que hacia poco tiempo le habia parecido maravilloso, unos ojos negros y unas plumas rosas. Con los ojos cerrados escucho a alguien decir: --Con mas cuidado. No vayas a estropear la mercancia ahora que todo nos ha salido a las mil maravillas. Eso fue lo ultimo. Perdio el conocimiento. -
Aqui le echamos muchos huevos… a la tortilla, Garcia de Saura de Garcia De Saura
https://gigalibros.com/aqui-le-echamos-muchos-huevos-8230-a-la-tortilla-garcia-de-saura.htmlMaica, alias Zape, es hija de un camionero, ferviente odiador de los franceses, y, a sus veintiseis anos, finalmente ha conseguido graduarse en Quimica.
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Oliver (Australia 3) de Emma Madden
https://gigalibros.com/oliver-australia-3.html-!Vamos, Sean!, corre... Agarro a su sobrino en brazos y corrio con el hasta el final del jardin para marcar un Try. El pequenajo, que solo tenia un ano y medio, no solto el balon hasta llegar a la linea de goal, tal como le habia ensenado, y se tiro con el sobre el cesped muerto de la risa. -!Sean Campbell marca cinco puntos, senores! !Bravo! !Campbell!, !Campbell! -?Que haceis? -Sophie se les acerco entornando los ojos y el nino, al ver a su madre, corrio hacia ella para abrazarse a sus piernas-. ?Que haces con el tio Oliver, carino? -Estamos aprendiendo a jugar al rugby, ?verdad, Sean? El balon que le he traido es perfecto. -Es muy bonito -inspecciono el balon pequeno y blandito que le habian hecho por encargo y luego miro a su hijo-. Que suerte tienes de que el tio te ensene a jugar al rugby, mi vida, pero ahora vamos a entrar a comer, ?quieres? -!No! -Si, si, campeon, para jugar al rugby hay que comer mucho y bien, asi que, a comer con mama, luego seguimos jugando. ?De acuerdo? -Le revolvio el pelo rubio y el asintio-. Genial. -Nosotros comemos en media hora, Oliver ?Te apetece tomar algo mientras tanto? Tengo croquetas, tortilla de patatas, jamon serrano... -Quiero de todo, eres la mejor, Sophie... espera... -se detuvo al sentir vibrar el telefono movil en el bolsillo de los vaqueros y le hizo un gesto para que entrara en la casa-. Tengo que contestar, ahora voy. -Vale... vamos, mi vida, ?tienes hambre? -Hola -Respondio siguiendolos con los ojos y su amiga Tricia, que ademas de amiga era su jefa de prensa y su asistente personal, lo saludo en su tono habitual. -Hola, macho, ?donde te metes? -Estoy en Piper Point, en casa de mi hermano William para comer una paella en familia. -?Casera? -Por supuesto, es una de las especialidades de mi cunada, que es medio espanola, ?recuerdas? -?Estais todos? -Si te refieres a los tres hermanos, si. Sashi esta como nueva y ha venido con el bebe y con Alex, tambien con mi sobrino Jackson, que ha llegado de Escocia para conocer a su hermanito, aunque se vuelve en seguida a Edimburgo. ?Tu que te cuentas? -?Cuando nacio el bebe de Sashi? -Hace un mes, dio a luz en cuatro horas y ahora esta igual que antes. Un milagro de la naturaleza. -Que envidia, dicen que eso es genetico. -Eso dice mi madre, pero no tengo ni idea. En fin, ?que necesitas?, no puedo entretenerme. -Isabella vuelve a Sydney. -... -Guardo silencio y al no recibir respuesta Tricia siguio hablando. -Ha dejado su trabajo en Wellington y pasara unos dias aqui porque se marcha a vivir con su novio a Inglaterra, la buena noticia es que ha suspendido la boda. -Madre mia -Respiro hondo pasandose la mano por la cara, porque llevaba muchas semanas intentando pasar de su ex y de su nuevo novio, y trago saliva. -Se que quieres olvidarla, pero tambien se que te mueres de ganas por tener noticias suyas. Te conozco demasiado bien, Oli. -En serio, no puedo seguir hablando, me estan esperando para comer. -Creo que esto necesitabas saberlo. Adios y portate bien, capullo. Colgo, arrepintiendose de inmediato de haber cogido el telefono a Tricia, que era amiga suya desde el instituto, una tia leal y muy divertida, aunque en lo referente a Bella solia sacarlo bastante de quicio, y penso en ella, en Bella, en Isabella Howard, su novia de siempre, la mujer de su vida, esa que lo habia dejado despues de anos de rupturas, dramas y reconciliaciones, y un agujero en el centro del estomago lo paralizo. Respiro hondo intentando calmarse, levanto la cabeza y se encontro de frente con su hermano Alex, que salia a buscarlo con un botellin de cerveza en la mano. -Tio, dijimos que nada de moviles. -Si, lo siento, pero era importante, ahora lo apago. Gracias -cogio la cerveza y camino hacia la casa tratando de espantar el desconcierto-. ?Que tal el peque? -Durmiendo, gracias a Dios, ha tomado el pecho y se ha quedado frito, pero a saber. Duerme fatal. -Bueno, es lo habitual, ?no?, es un recien nacido. -Hay otros mas tranquilos, a este le gusta la juerga. ?Estas bien? -Lo detuvo antes de entrar en la casa y busco sus ojos. -Si, ?por que? -Hace media hora estabas fenomenal y ahora te has venido abajo. ?Quien te ha llamado?, ?que te ha dicho?, ?hay algun problema? -Isabella vuelve a Sydney. -?Y? -Ha dejado su trabajo y se marcha a vivir con su novio a Inglaterra. -?Te ha llamado ella? -No, me ha llamado Tricia, ya sabes que nos conoce a los dos. -Vale, pero crei que ese tema estaba zanjado y que tu... -Si, hermano, no te preocupes, no pasa nada. Ha sido el shock inicial, pero estoy bien. Vamos a comer, me muero de ganas de probar esa paella. 1 -?Sigues a gusto en los Sydney Roosters, Oliver?, las malas lenguas aseguran que tienes ofertas para marcharte a jugar al Reino Unido. ?Es eso cierto? -Si, siempre hay ofertas, pero no es mi intencion mudarme a vivir al Reino Unido, no soportaria el clima. Bromeo, guinandole un ojo a esa chica tan guapa, la periodista de Men’s Health Australia, que le estaba haciendo una entrevista mientras un fotografo, dos asistentes, un productor, un estilista, una peluquera, una maquilladora, su representante, su jefa de prensa, su madre y dos personas que no tenia ni idea de quienes eran, los observaban atentos, y suspiro. -Me han contado que tienes familia en Escocia, eso podria facilitar las cosas ?no? -Todos los australianos tenemos familia en alguna parte. -Ya, pero igual te apetece estrechar lazos con tu familia paterna. -!Stop! -Solto Tricia muy seria y miro a la periodista desde su metro ochenta de estatura haciendola parpadear asustada-. Nada de temas personales, Lucy, y mucho menos en esa linea, en el contrato habia quedado claro. ?Necesitas que te lo ensene? -?Que tiene de malo hablar de su familia paterna? -No habla de su vida personal. -No le estoy preguntando quien es su novia o si piensa casarse este ano, le estoy preguntando por su familia escocesa, la Wikipedia dice... -Genial, ?documentas las entrevistas en la Wikipedia?, que profesional. -No te pases, Tricia, le estamos haciendo un reportaje fotografico espectacular, hemos hecho todo lo que no habeis pedido, solo necesito que me conteste a temas que vayan mas alla del rugby o de su rutina de ejercicios, ?sabes? -Y yo te repito que no vayas por ese camino o esto se acaba aqui... -Basta -levanto la mano para aplacar a Tricia, que solo estaba defendiendo su filosofia con respecto a la prensa, pero que se estaba pasando cuatro pueblos, y le sonrio-. Esta bien, no pasa nada, le contestare a Lucy un par de cosas personales para que complete su reportaje. -Tu mismo -Bufo ella, se dio la vuelta y desaparecio cabreada. -Gracias. Lucy -miro a la periodista y le sonrio-. Supongo que ya sabes que conozco desde hace poco a mi familia paterna. Es verdad que tengo tios y primos en Edimburgo, y son encantadores, pero no pienso mudarme a jugar a Escocia, ni a ningun otro equipo del Reino Unido o de Europa, me quedo en los Sydney Roosters hasta que me quieran aqui. -?Es cierto que tienes dos hermanos en Australia? -Dos hermanos, dos cunadas y tres sobrinos. Todas personas anonimas a las que quiero, con las que paso mucho tiempo y de las que no voy a dar mas detalles para respetar su intimidad. -?Por que ahora usas el apellido Campbell?, durante anos solo fuiste Oliver Watson, es... -Mi apellido es compuesto, me llamo Watson-Campbell desde siempre, mis padres lo decidieron asi, sin embargo, cuando entre a jugar en la liga profesional me empezaron a llamar solo Watson y ahora, desde hace un tiempo, la prensa usa el apellido completo. No es algo que yo decida o imponga o... -?No es un homenaje a tu padre que salio a la luz tras anos de permanecer en el anonimato? -Acabo de decir que no es algo que yo haya decidido o haya impuesto -Respondio un poco aspero y ella sonrio. -Es muy curioso que muestres tanto celo en lo referente a tu entorno familiar paterno, porque siempre has sido muy abierto con tus fans, con la prensa... -Bueno, hay cosas que son sagradas y me gusta respetarlas. -Acabas de cumplir treinta y dos anos, ?has pensado en sentar la cabeza?, ?casarte y ser padre? -Me encantaria ser padre, no se si llegare a casarme, pero espero, algun dia, formar una gran familia. -?Que buscas en una mujer? -No se, aun no lo tengo claro -Volvio a bromear para quitar hierro a la situacion, y miro a su madre, que observaba la escena con el ceno fruncido. -?Que opinas de ser uno de los hombres mas deseados del pais y el australiano mas deseado del mundo? -?Quien dice eso? -Una encuesta de nuestra revista y de otros medios de comunicacion. -?En serio? -?No te condiciona tu aspecto fisico?, obviamente eres muy atractivo, no puedes negar el efecto que produces en las demas personas. -No se de que me hablas.
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Peregrinos de Sofia Segovia
https://gigalibros.com/peregrinos.htmlTan lejos y tan cerca como el azar que,
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La Mayor Alegria de Judy Christenberry
https://gigalibros.com/la-mayor-alegria.htmlElla pensaba que alli encontraria trabajo... no esposo.
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Las doce y veinte de la noche de Daniel Galera
https://gigalibros.com/las-doce-y-veinte-de-la-noche.htmlUno de los grandes narradores contemporaneos del Brasil indaga sobre la falta de esperanza en nuestro mundo, a traves del retrato de un grupo de amigos que crecieron con el cambio del milenio.
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La suerte es nuestra de Ana Martin Manas
https://gigalibros.com/la-suerte-es-nuestra.html<
> es una palabra de solo seis letras, pero cabe tanto dentro de ella que, a veces, hasta asusta. Segun la RAE, significa experimentar sensaciones producidas por causas externas o internas. Cuando yo pienso en el verbo sentir me lo imagino como una uve enorme. Es estar en lo mas alto, caer de golpe hasta casi tocar el suelo para despues volver a resurgir y dejarte envolver por todas esas sensaciones que estallan en ti. Esta noche, la uve parece mas un guion plano, soso y sin subidas y bajadas excitantes. Unas horas antes... Abro la puerta de casa de un tiron y lo que me encuentro es a Marc con cara de perrito triste. --Siento llegar tarde. --La cosa no pinta bien esta noche, tenemos bajas, pasa. Y no se para que te disculpas, ya cuento con que vas a llegar tarde siempre. --Que poca fe tienes en mi --dice mientras pasa por mi lado y deja un beso en mi mejilla--. Bueno, me imagino que Sara y Evan no estan para fiestas, y Gabriel y Ada se quedan con el peque. ?Hugo y Carla? ?Edgar? --Espera, me acaba de llegar un mensaje de Carla. --Lo leo y suspiro haciendo pucheros--. Algo le ha sentado mal y dice que esta noche dormira abrazada a la taza del vater. --Mmm, pues Hugo estara cuidando de ella, me imagino. --Asi es... y Edgar me ha dicho que ya tenia plan. --Pues salimos tu y yo, anda que el problema... Antes de que se arrepienta, me pongo el abrigo --estamos en febrero y hace un frio que pela--, cojo mi bolso y lo arrastro hacia la calle. Llegamos a la discoteca, y no es que sea muy acogedora, pero la musica es buena y el ambiente tambien. Nadie lo puede negar, Marc es muy divertido y se anima a la primera de cambio. Siempre tiene una sonrisa plantada en la cara, es imposible que no te contagie su alegria vital. Ademas, el condenado baila muy bien. Suena una cancion de rock que le gusta y empieza a saltar fuera de si. Yo le sigo el rollo y nos ponemos a darlo todo hasta que nos dan casi las tres de la madrugada. Tras muchas risas y algo de alcohol, no se como, acabamos hablando de nuestras intimidades. Marc es asi, se puede hablar con el de cualquier cosa y sabes que no te va a juzgar. O, al menos, lo va a hacer como un amigo de verdad. --?Cuanto hace de la ultima vez? --?La ultima vez que me enrolle con un tio? --Miro al techo, pensativa--. Hara como un mes. ?Y tu, Marc? Que ya nos conocemos. --La semana pasada --dice orgulloso. --!Cabron! --Le doy un codazo de broma. --Los hay con suerte. --Me das un poco de envidia, pero es que solo me cruzo con capullos. Veo un tio que me parece guapo, me acerco, pero es que en cuanto abre la boca tengo que salir por patas. ?No puedo cruzarme con alguno decente de vez en cuando? A ver, tu eres normal. Si no me conocieras, ?nos iriamos a la cama esta noche? --Lo miro fijamente, el tira la cabeza hacia atras y suelta una carcajada. --Joder, vaya pregunta, Mir. ?En serio quieres que te conteste? --me dice cuando para de reir. --Va, no te cortes. ?Crees que estoy buena? --?Quieres la version < > o la version < >? --Quiero la version hombre adulto que sabe lo que quiere -- contesto seria, sin apartar mi mirada de la suya. --Que intensita estas hoy. --Se acerca a mi oido y, entonces, sigue hablando, tan cerca de mi oreja que puedo sentir como su aliento me acaricia--. Eres jodidamente sexi, tu cuerpo tiene unas curvas de infarto que cualquiera querria recorrer con su lengua y tu culo es perfecto. Si no fueras mi amiga, ahora mismo estaria suplicandote que me dejaras meterme entre tus piernas durante lo que queda de noche y, despues, una vez mas. Despacio, doy un paso atras. Se que mis ojos estan abiertos como platos mientras miro a Marc, que por una fraccion de segundo me observa serio, pero solo dura eso, ni un segundo, y entonces una sonrisa socarrona se extiende por su cara. A mi me entra la risa y ambos estallamos en carcajadas mientras nos doblamos por la mitad. Me acerco a el y le rodeo con un brazo la cintura para acercarlo y poder hablarle. --Eres un cabron. Me has puesto muy muy cachonda, ahora, si o si, voy a tener que buscarme un ligue para esta noche --le digo mientras el sigue riendo. Su brazo rodea mis hombros y me aprieta un poco para llamar mi atencion antes de hablar. --Creo que ya lo has encontrado. Lo miro confusa y el me senala con la cabeza hacia el otro lado de la pista. Me giro hacia alli y veo a un tipo que me mira sin disimular. --Lleva bastante rato observandote. --Oye, pues es bastante mono --le digo y me separo de el--. ?Que tal estoy? --Me aliso el vestido y doy una vuelta. Me mira durante unos segundos de arriba abajo con los ojos entrecerrados y la mano rascando su menton antes de contestar. --Explosiva. --!Genial! ?Sabias que me flipan las chupas de cuero? --Le guino un ojo y me doy la vuelta para ir a encontrarme con el bombon al otro lado de la pista. --Y no es por las motos, ?verdad? --grita Marc cuando me he alejado un par de pasos. --Es por Grease --le contesto por encima del hombro antes de seguir avanzando hacia mi objetivo. Al final, el tipo resulta ser un poco serio, pero besa bien. Bailamos algunas canciones, nos tomamos una copa hablando de todo y nada, cerca de la barra, y antes de darme cuenta, me esta preguntando si nos vamos a su casa. Acepto y le pido que me espere mientras aviso a mi amigo de que me voy. Cuando establezco contacto visual con Marc, veo que esta rodeado de mas gente. Desde lejos me pregunta con senas que tal ha ido. Le respondo con un gesto afirmativo y el sonrie. Entonces, hace otra senal empujando sus caderas hacia delante, para decirme si va a haber tema esta noche. < >, pienso, y asiento con mi cara mas perversa. Dejamos los gestitos y nos acercamos a un punto intermedio. --Enhorabuena, a ver si te da un buen meneo --me dice al encontrarnos. --Pinta bien, pero ya veremos. Oye, una cosa, cuando salgo con las chicas, siempre les envio la ubicacion cuando voy a casa de un tio. Mas que nada por si es un psicopata o un secuestrador, ?sabes? --Claro, pasamela cuando llegues alli. Cualquier cosa rara, me llamas. --Gracias, Marc. Lamento tener que dejarte, pero tu no estas del todo mal acompanado y yo necesito echar un polvo. --No te preocupes por mi, igual no eres la unica que se lo pasa bien esta noche. --!Suerte! --Le guino un ojo. --Ve, que tu amigo ya esta ahi, esperandote. --Hasta luego, bomberito --le digo mientras le doy un abrazo rapido. --Cuidate y pasalo bien. Nada mas entrar en casa del tipo, el coloca su mano en mi nuca y me atrae hacia su cuerpo. Nos besamos con ganas. Nuestras lenguas juegan entre si y sus manos empiezan a recorrer mi silueta para deshacerse de mi ropa. --Tranquilo, puedo hacerlo yo sola --le digo al ver que no acaba de acertar con la cremallera del vestido. Asiente y empieza a besarme el cuello mientras vamos dejando ropa tirada por el camino hasta que llegamos a su dormitorio. Me gusta como besa, asi que intuyo que lo que va a venir a continuacion solo puede ser bueno. Me acerco mas a el para sentir su cuerpo y dejo un reguero de mordisquitos en su cuello, provocandole un leve gemido de placer. Bajo mi mano hasta su entrepierna y puedo notar que lo acabo de poner a cien, porque, acto seguido, me empuja hacia la cama. Nos desprendemos de la ropa interior y veo que me mira avido. Yo sonrio, con la expectativa de que lo que puede venir a continuacion tiene que ver con su lengua, porque se coloca de rodillas sobre el colchon. Pero, claro, ya me extranaba a mi que todo fuera tan perfecto. Cuando me quiero dar cuenta, esta colocandose un preservativo. --Espera, ?no vas un poco rapido? --suelto sin pensarmelo dos veces. --?No quieres hacerlo? --Si, si quiero, pero... --?Entonces? < >. Pero eso, obviamente, no lo digo en voz alta. Me enderezo para besarlo de nuevo y es entonces cuando le cojo una de sus manos y la llevo hasta mi clitoris. El empieza a mover sus dedos, rapido y sin apenas mirarme. Por descontado, por mas que trato de concentrarme, no consigo sentir nada. O, al menos, nada agradable, porque mueve su mano como si estuviese completando una mision en algun videojuego; a la velocidad del rayo y, para mi desgracia, con nula destreza. < >. Decido que tengo que parar esto cuanto antes, asi que intento otra cosa que pueda excitarme. Coloco mi mano sobre la suya y empiezo a guiarlo sobre mi clitoris. Con la otra, agarro su pelo y lo acerco a mi cuello, indicandole lo que quiero que haga. Mi companero de cama, sin embargo, tiene bastante prisa y, en pocos minutos, se coloca sobre mi de nuevo y acopla sus caderas a las mias. Al principio no esta nada mal, se mueve decidido. Con cada uno de sus envites mi cuerpo se levanta un poco del colchon y una sensacion conocida empieza a serpentear por mi cuerpo. Me emociono y me dejo llevar. Pero la sensacion de < > se desinfla cada vez mas y, cuando me doy cuenta, oigo un grunido seco, y el tipo --Angel, ha dicho que se llama-- se desploma a mi lado. --Ha estado muy bien, Miranda --suelta con un hilo de voz tras un largo suspiro. <>. --Igual podriamos hacer otra cosa --propongo con mi mejor cara de nina buena--. Pero antes, voy un segundo al bano. El asiente y lo pierdo de vista por un momento cuando accedo al lavabo para asearme un poco. < >, pienso mientras vuelvo a la habitacion. Cuando me acerco a la cama, recibo mi respuesta en forma de sonoro ronquido. --!Joder! Pues vaya plan... --susurro. Seguramente, ahora mismo debo de tener cara de idiota mientras miro el techo de la habitacion de este tio. Estoy a punto de levantarme cuando pienso que primero echare una cabezadita; hace mucho frio en la calle y ahora mismo no me apetece salir. Pongo la alarma muy temprano en el movil y cierro los ojos mientras suspiro y espero a que me entre el sueno. Con lo bien que me hubiera ido un orgasmo para dormir a gusto. Cuando ya he dado como doscientas vueltas, intentando encontrar la posicion correcta para dormir, oigo unas voces amortiguadas. Debe de ser la companera de Angel, antes me ha explicado que compartia piso. Oigo que entra en la habitacion de al lado cerrando de un portazo y, despues, un golpe sordo y un jadeo. !Joder! Alguien la ha empotrado contra la puerta. Que suerte tienen algunas. Ella si ha sabido elegir. El rato pasa y un sinfin de gemidos, golpeteos de la cama contra la pared y demas sonidos llegan hasta mi. < >. No puedo dormir y, ademas, me estoy poniendo muy tontorrona mientras escucho a esos dos follar. ?Quedaria muy mal si pido unirme a la fiesta? Si, creo que si. Escondo la cabeza bajo la almohada e intento dormirme. *** La alarma del movil me despierta. La apago, echo una mirada rapida al lado y veo que Angel sigue dormido. Recojo mis bragas y mi sujetador y me los pongo antes de abandonar la habitacion. Cuando salgo, visualizo algunas de mis cosas en el suelo del comedor y avanzo hasta que... lo veo. Me refiero al hombre al que he escuchado darlo todo al otro lado de la pared. Esta de espaldas, en calzoncillos, y haciendo el desayuno en la cocina americana. Joder, te folla como Dios y despues te lleva el desayuno a la cama, eso si que es nivel para un ligue de una noche. --?Quieres un zumo? Estoy haciendo unas tostadas --pregunta sin darse la vuelta. Su voz suena ronca por el sueno o, mas bien, por la falta de el. Por mi mente pasan mil expresiones por minuto y ninguna de ellas es apta para menores de dieciocho. Este tio debe de ser deportista o algo, porque menuda espalda. Dios santo, madre del amor hermoso, virgen de las angustias, pecadores benditos. Fijo que tiene la uve de los oblicuos marcada. < >. Cojo uno de los vasos que hay preparados en la isla mientras, en mi cabeza, estoy imaginando como sera por delante. Entonces, se da la vuelta. Y eso que veo si que es una UVE de vertigo como Dios manda. Pero subo la mirada y... --!!Marc!! --Escupo el zumo de la impresion. Para ser mas exactos, lo escupo encima de su pecho. --!!Miranda!! ?Que cono haces aqui? --grita el, casi tan sorprendido como yo, mientras se seca con un trapo. --Podria decir lo mismo de ti. --?Deberia taparme? Ahora que se que es Marc, no se si es muy buena idea estar en ropa interior delante de el. Bah, demasiado tarde. En ese momento, el acaba de limpiarse el pecho y veo que me observa. Recorre mi cuerpo con la mirada. Empieza por la punta de los dedos de mis pies y sube muy lentamente, mucho, tanto que me pone un poco nerviosa y trago saliva con dificultad. Algo raro en mi, pero es que me esta dando un buen repaso. Cuando por fin nuestros ojos se encuentran, durante una decima de segundo, los suyos parecen nublados por algun motivo, pero rapidamente parpadea y habla de nuevo: --Madre mia, que casualidad encontrarnos aqui. Pero ?fue bien? Me enviaste un mensaje con la ubicacion y un triste ok y no sabia si tenia algo mas que descifrar de eso. No pense en abrir y mirar la ubicacion a no ser que me necesitaras, si no, hubiera sabido que estabas aqui. --Mejor no hablemos, Marc, tengo que salir de aqui antes de que se despierte ese tio. --Eso suena a polvo frustrado... --Estoy segura de que tu no puedes decir lo mismo, porque, joder, nene, cortate un pelin, que se habra enterado todo el vecindario de tus tres rounds sexuales. --Joder, Mir, ?me has escuchado? --Yo y estoy segura de que algunos mas --me burlo un poco y el bromea dandome un codazo--. !Mierda, mierda! --Digo en voz baja al ver que Angel sale de la habitacion. Paso al otro lado de la isla y me agacho para ocultarme de el. Marc esta justo delante de mi, tratando de disimular. --?Una tostada? --suelta Marc a modo de saludo para Angel. --No, gracias. Tengo que irme al hospital, me acaban de llamar para hacer una guardia. --Vaya, que te sea leve. --Si todavia esta aqui la pelirroja, dile que la llamare. --Vale. --La tengo loca. --?Tu no tenias prisa? --contesta Marc, que acaba de poner los ojos en blanco tras su comentario. --Venga, hasta luego. --Gilipollas --decimos Marc y yo al unisono cuando ya no puede oirnos. --Ya puedes salir --me dice Marc, cuando se oye la puerta de entrada cerrarse. --Yo solo te pido que la proxima vez procures no ponerme el paquete en toda la cara. --Solo estaba tratando de que no te viera. --!?Que cono estais haciendo?! ?En serio? ?Te lo haces conmigo y luego con ella en mi puta cara? --vocifera alguien por detras de Marc. --!No es lo que estas pensando! --se defiende el. --Si, claro, ?y me explicas que esta haciendo esta chica de rodillas a la altura de tu polla? !Capullo! --Calmate, es solo un malentendido --habla Marc en tono conciliador. --Y tu no puedes ser mas guarra, ?no? --Esta vez, la chica se dirige a mi--. ?Follaste anoche con mi companero de piso y ahora te quieres tirar a mi chico? --A cualquier cosa le llaman follar... Mira, guapa, yo me acuesto con quien me da la real gana --suelto al verme insultada. --?Por que le hablas asi? No te ha hecho nada, y no alucines, que no soy tu chico. Lo de anoche estuvo de puta madre, pero ya esta, creia que habia quedado claro --le dice Marc. --Pero ?como puedes...? !Largo de mi casa! !Fuera! Nos empuja de malas maneras y nos echa, literalmente, del piso. Marc coge al vuelo su ropa, que estaba apoyada en el brazo del sofa, y yo logro coger mi bolso antes de cruzar la puerta. --!Eh, eh! Pero dame el resto de mi ropa --grito, dando golpes en la puerta. --Por favor, Alejandra, te juro que has malinterpretado la situacion --vuelve a justificarse Marc, a ver si nos da la ropa que nos falta. --Ese vestido era mi favorito y el que mejor me quedaba. --Hago pucheros. --Doy fe de ello --dice en tono de broma Marc mientras se pone los pantalones. --!Marc! --Le suelto un manotazo. En el rellano del edificio y en bragas, lo miro sin saber muy bien si reirme o llorar. Cuando nuestras miradas se cruzan, estallamos en carcajadas porque la situacion no puede ser mas surrealista. --?Y ahora que hacemos? --?Pedimos un taxi? --sugiere. --Estoy en bragas y sujetador. --Toma, ponte mi camiseta. --?Y si llamamos a alguien de confianza y le pedimos que nos traiga algo de ropa? --propongo. --Buena idea, seguro que Evan estara despierto, suele salir a correr temprano. --Dale. Marc saca su movil del bolsillo del pantalon y empieza a llamar. --Tio, necesito que me hagas un favor. --... --Si, si, ya se que esto te recuerda a algo. Te debo una, pero, por favor, ven a buscar a este pobre infeliz. Te mando la ubicacion. Ah, y traete algo de ropa, por favor. Los pantalones mas pequenos que tengas y un par de sudaderas. --... --Mejor no hagas preguntas. *** Evan aparece en menos de quince minutos y, cuando nos ve juntos, medio en cueros, tiritando de frio y andando con el mayor de los sigilos, se descojona en nuestra cara. --Pero ?que...? Me teneis que explicar esto o sacare mis propias conclusiones y sera mucho peor --dice Evan--. Teneis ropa en el asiento de atras. --Gracias, Evan, Dios te lo pague con lo que sea que te haga feliz en esta vida --le digo mientras me contorsiono en el asiento de atras para ponerme los pantalones. --Pero ?me vais a contar que haceis en pelotas en la otra punta de Barcelona? --Pues no te lo vas a creer... --empieza a explicarle Marc. -
Cuatro dias de enero de Jordi Sierra I Fabra
https://gigalibros.com/cuatro-dias-de-enero.htmlPrimera entrega de la serie de novela policiaca ambientada en la Barcelona de postguerra <
>, de Jordi Sierra i Fabra. Una conmovedora historia que habla del hambre, de la venganza y, por encima de todo, del amor. -
La terquedad de las estrellas de Lara Beli
https://gigalibros.com/la-terquedad-de-las-estrellas.htmlAnne es timida, sonadora y un poco torpe. Trabaja de barista en un casino (o de barwoman, como le gusta decir a ella porque suena a superheroina) y espera pacientemente un amor que no llega.