• un lugar olvidados - Ana Belen Ortega Mena

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    Un lugar Olvidado en la lejana y bella Transilvania.
    Una region misteriosa, cargada de leyenda a la que Alejandra decide marchar un buen dia con el proposito de encontrar sus origenes, lejanos a la Espana que siempre conocio.
    Un viaje marcado por la casualidad y el destino a la vez, provocando el enfrentamiento con su pasado, haciendola comprender aquello que ocurrio tiempo atras.
    Una abuela rumana y una herencia que promete desvelar muchos secretos son mas que motivos para una huerfana como ella, bohemia, solitaria y romantica a la vez.
    Alejandra abandona Granada para habitar la casa de su abuela Nicoleta Ivanov, en el lejano pueblo de Bram, un lugar rodeado de montanas boscosas en plenos Montes Carpatos, habitado por gente ruda e inaccesible, temerosos de la invasion de lobos que cada noche tiene lugar en la tetrica aldea.
    Pronto se desatara una trama que involucrara a las familias mas nobles de Rumania, y que de alguna manera la arrastraron hasta Bram, un pueblo maldito desde todos los tiempos, un lugar olvidado para muchos y que ella quiso recordar.
    Manuscritos reveladores, sotanos oscuros y cancioncillas infantiles capaces de estremecer a cualquiera. Secretos que parecian relegados al olvido y que de repente cobran vida y pretenden vengar con su larga existencia.
    Pero la bella region de Sinaia le proporcionara el refugio perfecto y el encuentro con el amor, el lugar idilico donde se forjaron dos historias de amor paralelas, marcadas por el pasado y el presente.
    Experimentos geneticos, enfermedades casi erradicadas capaces de marcar durante anos la vida de todo un pueblo y la historia de siete princesas que siempre parecieron habitar Bram, pese al transcurrir de los siglos… Un pueblo en el que se detuvo el tiempo y que con la llegada de Alejandra quiso echar a andar, aunque el precio a pagar fuera demasiado alto: su propia infancia.

  • Un Lugar Olvidado Versión Kindle - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Lugar-Olvidado-Bel%C3%A9n-Ortega-Mena-ebook/dp/B08133KHR2

    Un lugar Olvidado en la lejana y bella Transilvania. Una región misteriosa, cargada de leyenda a la que Alejandra decide marchar un buen día con el ...

  • Lugares abandonados: Descubrimientos insólitos de un ...

    https://www.amazon.es/Lugares-abandonados-Descubrimientos-ins%C3%B3litos-patrimonio/dp/2915807841

    Lugares abandonados: Descubrimientos insólitos de un patrimonio olvidado : Margaine, Sylvain: Amazon.es: Libros.

  • descubrimientos insolitos de un patrimonio olvidado - Popular ...

    https://www.popularlibros.com/libro/lugares-abandonados_413140

    LUGARES ABANDONADOS (Libro en papel). DESCUBRIMIENTOS INSOLITOS DE UN PATRIMONIO OLVIDADO. de MARGAINE,SYLVAIN. LUGARES ABANDONADOS.

  • El libro de los lugares abandonados más inquietantes del ...

    https://www.traveler.es/articulos/libro-reune-los-lugares-abandonados-mas-inquietantes-del-mundo

    30 oct 2021 — “En 'Green Urbex' aparecen fotos recientes, pero también muy antiguas. Siempre es sorprendente volver a un viejo archivo olvidado en el ...

  • "Los lugares olvidados de Altura", un libro para no perder la ...

    https://www.elperiodicodeaqui.com/epda-noticias/-los-lugares-olvidados-de-altura-un-libro-para-no-perder-la-memoria-colectiva-local/262922

    23 sept 2021 — La obra de Miguel Novella Sebastián plasma parte de sus muchos conocimientos y experiencias con el fin de transmitir la riqueza patrimonial ...

  • lugares abandonados - Librería Patagonia

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    LUGARES ABANDONADOS · DESCUBRIMIENTOS INSÓLITOS DE UN PATRIMONIO OLVIDADO · Artículos relacionados · Otros libros del autor · Boletín · Contacto · Páginas legales.

  • Un libro que te lleva a viajar por lugares abandonados y ...

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    Editado por Ediciones Jonglez, se titula 'Lugares Abandonados. Descubrimientos insólitos de un patrimonio olvidado' y su precio de venta es de 35.00 euros.

  • la sombra del viento (serie el cementerio de los libros ...

    https://www.casadellibro.com/libro-la-sombra-del-viento-serie-el-cementerio-de-los-libros-olvidados-1/9788408163350/3104109

    Un amanecer de 1945, un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazón de la ciudad vieja: el Cementerio de los Libros Olvidados.

  • Serie Dulce Perversion de Kelly Dreams

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    Cuatro historias, cuatro hermanos, cuatro formas de entender el placer.
    Adentrate en esta Dulce Perversion…

  • RAN. Desenlace de Devorame (STEEL 6) de Rose Gate

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    Ilke esta dispuesta a renunciar a su historia con Giovanni, lo que vio en el Masquerade marco el punto y final a su relacion.
    Un nuevo mundo se abre ante sus ojos gracias a la oportunidad que le brindan en el Ran.
    Hikaru esta obsesionado con Ilke, el heredero de una de las Yakuzas mas importantes del pais hara lo necesario para darle caza y que sea suya.
    Giovanni cree que todo esta perdido, se siente traicionado por Ilke cuando el consideraba que se pertenecian.
    Un pais lejano, unas tradiciones distintas y el juego del destino, entrecruzaran el camino de estos tres personajes por los designios mas salvajes del sexo, la violencia y el amor.
    No te pierdas el desenlace final de la intensa relacion de Ilke y Giovanni donde nada es lo que parece.
    Bienvenidos a Ran.

  • Cuidado con el pavo real de Isabel Bogdan

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  • Tipos singulares de Tom Hanks

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  • Salvadores Duros de Tatiana Garcia

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    Cavernicola: Romance con el Vecino y Padre Soltero
    Bruno parece el hombre perfecto. Alto, guapo, atletico, padre soltero y un autentico manitas que se gana la vida como carpintero y mecanico. Ademas, es mi nuevo vecino. Bueno, el y su hijo, que dificilmente llegara a los 7 anos.
    De lejos parece el partido perfecto, la clase de hombre que en la universidad hubiera tenido a todas las animadoras detras, muriendose por sus huesos.
    Sin embargo, Bruno es un cretino integral. Un alma atormentada sin modales. No podia soportarlo, y lo queria cuanto mas lejos mejor, hasta que llamaron a mi puerta los problemas de mi ex-novio, el cual, al parecer, debia dinero a los rusos equivocados.
    Estaba muerta de miedo, ante tres gorilas de 2×2 metros en mi puerta. Pero mas al ver a Bruno volver del trabajo y, sin mediar palabra, agarrar a uno de los tipos y tirarlo por las escaleras. Los otros dos no acabaron mucho mejor.
    Hablamos. Hablamos mas, y mas. Me sentia en deuda con el, asi que acepte quedarme con su hijo mientras el trabajaba. Y asi, poco a poco, comence a conocer al pequeno y a Bruno. Seria otro bruto de 2×2, pero parecia importante, y a cada conversacion parecia un poco menos cretino y mas. dulce.
    Aun asi, sabia que no me convenia. Pese a su instinto por protegerme, y lo j*didamente sexy que pudiera parecerme, Bruno equivalia a problemas. Por otro lado. no es como si no tuviera ya problemas, considerando que habia una mafia pidiendome el dinero de mi ex.
    Poco a poco comprendi que Bruno tenia sus propios problemas de los que ocuparse, sus propias razones para comportarse como lo hacia, y asi, poco a poco, fui enamorandome como una tonta sin remedio.

  • En Realidades Infinitas (Almas Suicidas 2) de Gonzalo Ruiz

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    Para conseguir la felicidad, un objetivo por el cual vivir, es necesario ir a buscarlo, no a esperar sentado o sentada. Sin importar nada, ni las distancias, los recuerdos, las dificultades, a veces algunos idiotas intentan lo que sea por sonreir una vez mas sin importar perderse a si mismos otra vez. Salir de la depresion es dificil. Buscar la felicidad y encontrarla es mas porque el mundo puede llegar a ser cruel o a veces algo bueno.

  • Atrapada en el tiempo (Forastera 2) de Diana Gabaldon

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    Veinte anos despues de haber experimentado la aventura mas extrana de su vida -un viaje a traves del tiempo hasta la Escocia del siglo XVIII-, Claire Randall regresa con su hija Brianna a las imponentes y misteriosas montanas escocesas donde todo comenzo. Con la ayuda de Roger, un joven historiador, Claire se lanza a una obsesiva busqueda de las tumbas de los caidos en la batalla de Culloden, librada en 1745. El paso del tiempo no ha podido borrar los intensos recuerdos de un amor dificil de explicar. Con el transcurrir de los dias, Claire ira descubriendo, ante los ojos incredulos de su hija y de Roger, el fascinante secreto cuya clave es el cauce interior que conduce al pasado.

  • Siete minutos de Carmen Serrano

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    7 minutos es el tiempo que Gara y Airam deben permanecer
    encerrados en un armario como parte de un juego.
    7 minutos a solas con todos los recuerdos de lo que han vivido
    como compania en el reducido espacio.
    7 minutos para recorrer su historia compartida;
    los anos en que se odiaban mutuamente y tambien la etapa
    en la que se ruborizaban al mirarse por sus propios sentimientos.
    7 minutos para terminar o comenzar aquello que sienten
    el uno por el otro.

  • Entre la Ley y el Amor de Betty Carrillo Z

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    “…estaba sumida en mis pensamientos cuando tocaron mi ventanilla, alli de frente a mi los ojos azules mas hermosos que habia visto en mi vida”….Milady Rigo una exitosa abogada que jamas imagino que el amor de su vida vendria en cuerpo de una hermosa mujer llamada Daniela Coss. Entre la Ley y el Amor es una historia repleta de ternura, pasion y la lucha por gritar a los cuatro vientos que el amor no se escoge…LLEGA.

  • Criaturas en la red de Tara Isabella Burton

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    No puedes enganarlos para siempre. La red siempre te atrapa.

  • Ella lo sabe, Lorena Franco de Lorena Franco

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    <>
    La rutina de Andrea, una escritora de thrillers traumatizada por un horrible suceso del pasado y un matrimonio que esta a punto de romperse, se ve interrumpida por la inesperada llegada de su cunado. Victor es un tipo silencioso y extrano del que no sabe nada.
    Su mania de fisgonear a traves de la ventana de la cocina la vida de sus vecinos, la llevara a descubrir que una madrugada estival cualquiera, en la calle de la urbanizacion en la que vive y donde nunca pasa nada, su vecina Maria se sube en el coche de su cunado. El vuelve pero Maria no.
    < lo que aparentamos.>>
    Nicolas Maquiavelo

  • Descubriendo A Lisa Kleypas (Todo Saldra Bien 2) de Veronica Mengual

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    El anuncio del estado de alarma por la COVID-19 habia pillado a Mayca en la cama. Sola, sin bateria en la tableta y con el unico cargador de la casa roido por el perro. La joven se asomo al balcon. La policia estaba apostada en su portal haciendo un control de identificacion. No podia saltarse la orden de confinamiento solo para ir a casa de su madre a por un cargador de repuesto, por mucho que la novela que tenia a medias la llamase a gritos. Reviso las estanterias. Sostuvo en su mano y desecho rapidamente las diez primeras lecturas. Los libros que alli habia eran todos teoricos, de cuando estudiaba derecho. Mayca siguio revisando y... !Un momento! ?Sucedio en otono? ?Ese que clase de libro era? ?Quien era Lisa Kleypas? Y lo mas importante, ?que diantres hacia un libro de... duques y ladies en su estanteria? La incertidumbre de tener un ejemplar de este tipo la hizo tener que sentarse en el sofa. Hacia tanto tiempo que no tenia un libro en sus manos, que la joven habia olvidado el olor tan caracteristico que desprendia un ejemplar fisico. Leer en la tableta era como mas cosmopolita, mas moderno, mas comodo y ordenado. La portada capto su atencion. Se veia tan romantica y encantadora... No. Ese tipo de libros no era para ella. Aparto el libro a un lado. Ya se imaginaba que esa tal Lisa Kleypas, la autora de Sucedio en otono, hablaria de tontos bailes, condes, duques o grandes senores arrogantes y muchachitas sin cerebro donde la unica ocupacion seria <> un marido. No. Definitivamente, no. Ese tipo de lecturas era el que le gustaba a su madre, y a buen seguro, por algun olvido de esta, ese curioso ejemplar habia acabado en su estanteria. !Ay! Pero es que la portada se veia tan ensonadora y romantica... Volvio a sostener el libro entre sus dedos. Lo acaricio con suavidad. Ese estilo historico no casaba para nada con su estilo de vida... Ella era una mujer moderna que hacia lo que se le antojaba con quien le daba la gana... Aun asi... Nunca sabria como, pero Mayca acabo devorando los primeros capitulos con un hambre feroz. El, un duque, apuesto, seguro de si mismo, arrogante y en ocasiones tonto. Ella, una senorita americana de buena familia a la que ni tan siquiera le gustaba el... hasta el primer beso, claro. <>, penso Mayca cuando llego a la primera escena de sexo... vaya, vaya con la puritana mujer que se las daba de santurrona... y, !oye!, esa tal Lisa describia de un modo muy elegante un acto tan excitante... !Anda! !Y encima el duque se ha atrevido a dejar a la muchacha con ganas de mas en medio de un jardin que parecia del Eden! ?Como seguiria aquello? Las paginas pasaron y pasaron. Mayca se sumergio en un mundo apasionante donde se imaginaba con un precioso vestido de encajes y sedas deslizando sus pies por un elegante salon de baile, donde una orquesta de camara tocaba en directo un dulce vals. Mayca sentia los brazos del duque sobre su cintura. Se veia admirando los labios de el al tiempo que pedia que la besara. Ese Marcus era magnifico, pero habia en esa dichosa historia otro en discordia que... !Buah! Ella se quedaria sin dudarlo con el vizconde de St. Vicent. Sin apice de dudas, porque Mayca se veia capaz de hacerlo entrar en vereda. La pobre Lillian, la protagonista de la novela, se veia de armas tomar, pero Mayca estaba tan segura de que la americana no podria trasformar a ese sinverguenza... que apostaria su fortuna. ?Apostar su fortuna? De donde venia esa afirmacion. Ciertamente la novela era contagiosa... La historia avanzo y Mayca simpatizo con la heroina. Lillian habia cogido una cogorza curiosa. Si, efectivamente, su madre tenia razon al decirle a Mayca que con el alcohol una debia tener especial atencion. !La de temeridades que habia cometido ella misma bajo los efectos de un cubata fresquito en pleno verano! Y si, tambien las disfruto al igual que estaba haciendo Lillian. Pero los pretendientes de Mayca resultaron ser, a diferencia del de la protagonista, unos sapos asquerosos, que si bien fisicamente estaban requetebuenos, a nivel emocional eran... !Mejor olvidarlos! ?Y ahora un secuestro? !Madre del amor hermoso! Esta novela que no queria leer tenia de todo. El perro ladro y saco a Mayca de la historia. Se habia hecho de noche y se resistia a dejar el libro sin saber que haria Marcus al respecto. El perro volvio a ladrar. Entonces Mayca dejo de lado el libro y se marcho en busca del collar del can para darle un corto paseo reglamentario. Mayca bajo y subio por la escalera a la velocidad de la luz, pensando en la suerte que tenia de que el ordenador no necesitase de un cargador, porque ella iba a meterse en internet a averiguar si Sucedio en otono formaba parte de una saga, tal y como sospechaba, y si el denominado lord St. Vicent tendria su propio libro, porque necesitaba conocer la historia de ese libertino encantador; y si Lisa Kleypas tenia mas libros como el que se moria por concluir... !Por Dios! Lo que se habia perdido hasta la fecha... Despues de comprobar que habia material para dar y vender con la conocida como saga de las Florero, Mayca retomo el libro con temor. Deseaba conocer el final de la historia, pero a la vez no queria que terminase la novela. Hacia mucho tiempo que algo como aquello no le sucedia. Ciertamente estaba agotada de haber leido sobre multimillonarios que se enamoraban de cenicientas. !Agotada, celosa y furiosa! Llamaron a la puerta y ella chillo con frustracion. Estaba en lo mejor del libro. El perro volvio a ladrar. Se puso de puntillas y miro por la mirilla. El corazon comenzo a bombear fuerte. La ultima temeridad cometida bajo la influencia del alcohol estaba en su puerta. No iba impecablemente vestido ni se presentaba a lomos de un blanco corcel, pero el condenado venia mas guapo que nunca y las rodillas de Mayca temblaron, como lo habian hecho las de Lillian cuando Marcus... !Dios santo! Una novela de epoca, mejor dicho, una novela de las de su madre, anclada en la epoca victoriana, habia conseguido que ella estuviera pensando en darse un revolcon en medio de un jardin. --Hola --saludo el cuando la tuvo delante. --Buenas noches, milord. --Mayca apreto los labios cuando lo vio a el estrechar el entrecejo. --?Como has dicho? --?Que quieres, Lucas? Estamos en confinamiento. No deberias estar aqui. --Sabia que habia sonado brusca, pero le daba igual. El mostro una pequena bolsa de viaje. --Tal vez sea osado por mi parte, pero me encantaria pasar el confinamiento contigo. <>, penso Mayca. Con lo agustito que estaba ella con su novela historica. Si su madre se enterase de que tenia pensamiento de comprar lasta el ultimo libro romantico historico que fuera similar al que estaba leyendo... --No creo que... --No sabia como terminar la frase. El chico estaba bien. Se habia divertido con el, pero no le apetecia nada tenerlo en su casa durante el confinamiento. Mayca lo observo. Esa mirada que el estaba poniendo... La verdad es que era guapo. Sus ojos verdes, su pelo corto moreno, su ancha espalda... Lucas bien podria ser un duque. --?Seguimos siendo amigos, Mayca? --El no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. --Quedo claro que lo de la otra noche fue un error que no habia tenido que suceder jamas. --La joven trago saliva. ?Eso que habia cruzado el rostro de el habia sido decepcion? !Imposible! Los dos estuvieron de acuerdo en que el alcohol fue el culpable de la alteracion en su relacion. Mayca y Lucas eran amigos. Muy buenos amigos, tan amigos que ella no queria empenar la relacion haciendo algo como lo que habian hecho hacia una semana. Estos dias lo habia evitado porque la situacion era incomoda a mas no poder. --No seria la primera vez que pasamos un fin de semana juntos, Mayca. Lo hemos hecho en multitud de ocasiones --menciono el, tenso como un edificio de cincuenta pisos. --Yo... --Mayca estaba dubitativa. Por un lado, queria que todo fuese igual a antes de aquella noche, pero por otra ambos sabian que todo habia cambiado. ?Por que lo tenian que haber complicado? Ciertamente haber roto con el sapo asqueroso de Tony fue un claro detonante para que ella se lanzase a los brazos de un buen samaritano. Si. Justamente asi era Lucas, un tierno respaldo sobre el que acurrucarse cuando algo iba mal.... Y, claro... tanto, tanto se habia acurrucado ella entre sus brazos, que al final sus labios se encontraron y los dos se metieron en el cuarto de bano de la discoteca para acabar dando paso a una lujuria salvaje y breve que los dejo saciados, pero a la vez avergonzados. Las sensaciones al recordar aquella sordida escena eran muy contradictoras. !Ella no queria estropear su amistad! --?Mayca? --El la devolvio a la tierra porque estaba tan inmersa en sus cavilaciones que se habia olvidado de que tenia que dejarlo entrar o echarlo. --Habia pensado en leer un rato. --Lo cual no era mentira--. Y luego acostarme. --Sus mejillas se tineron de rosa como lo habian hecho las de Lillian. Mayca maldijo interiormente al darse cuenta de que esa novela le habia influido mucho mas de lo que pensaba. ?Desde cuando tenia ella tendencia a ruborizarse al hacer mencion a una cama? ?Y por que estupido motivo imaginaba a Lucas tendido en la cama llamandola con un sutil movimiento de cabeza? Y lo peor de todo, ?por que diantres no paraba de imaginarlo como un noble enfundado en un traje elegante a lo Beau Brummell? --Fantastico. Yo hare la cena. --Lucas se hizo hueco y entro. Mayca tenia justo en la punta de la lengua una replica cuando el empezo a hablar--. No tengo bateria en el movil, Mayca, ?donde puedo cargarlo? --?Eso es un cargador Samsung? --pregunto ella mientras su corazon daba saltos de alegria. --Claro, ?ya no recuerdas ni la marca del movil que tantas veces me has robado porque el tuyo se quedo muerto? --El le sonrio de un modo que ella encontro adorable. !Un momento! ?Adorable? De donde venian estos pensamientos y palabras tan desconcertantes... !Maldita novela de epoca que habia calado en ella hasta extremos impensables! Mayca nego con la cabeza para sacar de sus pensamientos las escenas de Marcus y Lillian de su mente... en especial las eroticas, porque ese duque que la tenia conquistada comenzaba a tener la cara de Lucas en sus pensamientos y eso era demasiado peligroso. --?Mayca? ?Te encuentras bien? --Ese que se parecia al duque le habia puesto la mano sobre la frente--. ?No me digas que te has infectado con el bicho? --?Bi...cho? --balbuceo ella mientras se dejaba frotar la frente con la mano tierna de el, y contemplaba sus finos labios. --El coronavirus. --No, por supuesto que no estoy enferma. --Ella se enfado porque el habia roto la magia. ?Magia? Mayca volvio a negar. Tal vez estuviera enferma, pero la causa habia sido ese tonto libro de duques y damas. --?Mayca? --El se acerco mas a ella para inspeccionarla--. Estas muy rara... ?no sera por lo de...? --!No! --lo corto energica. No queria revivir aquello. Mayca se aparto de el. Por alguna extrana razon que no se atrevia a examinar, estar cerca de Lucas se estaba convirtiendo en un juego muy peligrosos. Su amistad era demasiado valiosa para ponerla en peligro. Los dos estuvieron de acuerdo despues de... de... de... !Si!, de aquello. Sus familias eran intimas y la sana fraternidad que los dos habian alimentado durante tantos anos, no era algo nimio para ponerlo en juego por una tonteria como un polvo rapido. --!Esta bien! --El alzo las manos en senal de rendicion. Lucas comprendia perfectamente que ese era un tema tabu. Decidio callar. --Dame el cargador, por favor. --Mayca se lo arrebato de las manos. El no opuso resistencia. Su amiga era muy temperamental y el estaba acostumbrado a dejar que se saliese con la suya. Sin embargo, habia una cuestion sobre la que tenia mucho que decir y Mayca no iba a conseguir que el se rindiese tan facilmente. Ella salio directa en busca de la tableta para darle corriente. Se sento de nuevo en el sofa cerca del enchufe y conecto el aparato. Amazon iba a recibir una visita y las novelas de la saga estarian en su poder en menos de lo que cantaba un gallo. Lucas la vio tan absorta que la dejo en paz. Dejo con cautela su bolsa de viaje en el suelo, porque si bien en la casa habia dos habitaciones, el se habia cansado de acostarse en la cama que ella le habia asignado cuando el se quedaba en su piso. Lucas se metio en la cocina dispuesto a preparar la cena. Abrio la nevera. Al menos la comida nunca faltaba en casa de Mayca. Seguro que su madre le habia hecho la compra. Para comer prepararia unos macarrones a la carbonara y habia traido una botella de vino dulce que se llamaba El Novio perfecto. No es que fuera algo sutil, pero... ?que tenia que perder a estas alturas? Mayca era dura de roer. Hacia siete dias y diez horas que al fin la habia tenido para el. Ella llevaba dos semanas muy tocada por la decepcion de su ultimo ligue. Lucas estaba a un paso de pedirle que se dieran un tiempo en su relacion como amigos porque habia llegado al limite de tolerancia ya. Eran muchos anos sabiendose enamorado hasta las trancas de ella, y no podia soportalo mas. Pero aquella noche todo cambio. La musica de la discoteca, un par de copas, un tema que la hizo bailar pegada a el y de pronto estuvo comiendole la boca como un descosido y apretandola contra su cuerpo. Fue agonico pero placentero. Torrido pero emocionante. La necesidad que sintieron ambos lo llevo a meterse en un cubiculo de mujeres. Mayca acabo pegada contra la pared mientras el peleaba con la correa de sus vaqueros para meterse dentro de ella. ?Preliminares? No hubo tiempo mas que de besarla en la boca para tragarse los gemidos de ella para hacer aquello un poco mas discreto. A Lucas le importaba muy poco que los oyesen follar. Si, aquello que hicieron no fue mas que aliviarse. El se quedo con ganas de mas, de hacerle el amor. Desnudarla, lamerla y hablarle al fin de sus sentimientos.

  • El amor vuelve en navidad de Amaya Evans

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    Opal Haley, es una joven enamorada de la vida y fiel creyente de que todas las mujeres merecen su principe azul. Hija de un terrateniente, y en sus veintitres anos, no tienes muchas posibilidades de conseguir un marido noble, y su madre junto con la tia Rachel, no hacen mas que empeorar el asunto con su insistencia de que debe casarse. Sin embargo eso no es impedimento para vivir estas festividades con mucha alegria pues es la navidad, su epoca preferida del ano, donde siempre ha pensado que todos los deseos pueden volverse realidad. Desafortunadamente anos atras, Opal cometio el error de enamorarse de un hombre que jugo con sus sentimientos y dejo una profunda huella en su corazon. Ahora, en estas fechas tan especiales ella trata de rehacer su vida sin mucho exito, pero el espiritu de la navidad sigue vivo en ella y eso podria hacer que los milagros se realicen.

  • Vidas contrastadas, Leah Dempster de Leah Dempster

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    Ella le ofrecio mas de lo que estaba esperando.

  • Como poner a un duque a tus pies (La comitiva del cortejo 1) de Eleanor Rigby

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    La venganza es un plato que se sirve bien frio… Pero con el hielo uno tambien puede quemarse.

  • Un beso de Navidad de Christina Mcknight

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    Lady Pippa ha sufrido la temporada mas terrible en Londres. Ella escapa hacia su propiedad en Somerset, para pasar una tranquila Navidad con su familia, lejos de los ojos atentos de la sociedad. Pero antes de que sus padres puedan alcanzarla, una tormenta cae en Somerset, destruyendo cualquier esperanza de una Navidad blanca. Los caminos se han inundado y es imposible viajar, dejandola encerrada y sola. Pero un guapo, enlodado, enojado y diabolico Lord aparece en su puerta, exigiendole refugio.

  • Munequita de Lori Beasley Bradley

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    E 1 l calor de la primavera tardia en la casa hacia el aire practicamente irrespirable. Dolly levanto la cabeza de los cojines tras su regazo cuando escucho el carruaje afuera. Dejo la tela a un lado y se acerco a la ventana para ver a Karl, el repartidor de la tienda de Haney, quien se bajaba. Ella fue a la puerta con una sonrisa en su rostro. El estaba alli con sus baneras de lavado para la ropa, las que tenian escurridores para sacar el agua de la ropa --Solo puedo llevarla hasta su porche, senorita Dolly --el vigoroso joven se disculpo. -- Tengo que correr a Holbrook para recoger mercaderia para el Sr. Haney en el deposito o me quedaria para llevarlas a la parte de atras y prepararlas para usted. Dolly se protegio los ojos de la luz del sol brillante con su mano agrietada. Esta bien, Karl. Puedo arreglarmelas desde aqui e instalarlas . Ella no estaba segura de que fuera verdad, pero Dolly sabia que tenia que sacar la caja y su contenido del porche delantero y llevarla al fondo antes de que Martin llegara a casa y las viera. Karl deslizo la gran caja de madera de la parte trasera del carruaje y la llevo al porche. Se quedo esperando hasta que Dolly buscara en el bolsillo de su delantal y sacara una moneda de cinco centavos. --Gracias --dijo y le entrego la moneda al joven. --Gracias, senorita Dolly --dijo mientras dejaba caer la moneda de cinco centavos en el bolsillo del pecho de su gastada camisa a cuadros--, esto me comprara un trago en Bud’s cuando llegue a Holbrook. El conductor se apresuro a cruzar la verja, se subio a su carro, quito el freno y libero a los caballos por la polvorienta calle con potencia. Dolly miro fijamente el cajon desgarbado y penso en como iba a llevarlo al porche trasero donde lavaba la ropa. Agarro la madera aspera y levanto un extremo. Lo bajo de nuevo al porche, agradecida de que no pesara demasiado. --?Necesitas ayuda con eso? Dolly levanto la cabeza para ver a su vecino, Trace Anderson, parado en la puerta. Dolly sintio que se le ruborizaban las mejillas. Habia sido muy dulce despues de haber enviudado hace algun tiempo. --Probablemente pueda conseguirlo, Trace --dijo Dolly--, pero realmente no quiero rayar el piso, arrastrandolo de regreso. Trace abrio la puerta y se dirigio al porche. --?Donde esta Martin? Dolly puso los ojos en blanco. --Tu invitado es tan bueno como el mio. No tengo ni idea de donde esta mi hermano hoy. --Ella abrio la puerta principal y se inclino para agarrar un extremo de la caja--. No es muy pesada. Trace se puso en cuclillas y recogio al otro. --No demasiado pesada --dijo con una calida sonrisa--, simplemente incomodo. Dolly le devolvio la sonrisa al grandulon. --Son tinas nuevas con un juego de escurridores para cuidar mis pobres manos cuando lavo la ropa. --Fue amable de parte de Martin hacer eso por ti. --Yah --dijo Dolly con un suave bufido. Su hermano no habia tenido nada que ver con eso. Dolly habia pagado las tinas con el dinero que habia ahorrado con los huevos y los productos que vendia al senor Haney. Llevaron la caja a traves del salon, con cuidado con las lamparas, y a traves de la cocina ordenada, donde el pollo hervia en una olla alta para hacer bolas de masa, y salieron al porche trasero. --Si tienes una palanca --dijo Trace--, yo hare pedazos esto por ti. --En el cobertizo. --Dolly salio del porche al patio y se dirigio al pequeno edificio detras de la casa conectado a su gallinero. Ella regreso con la palanca de hierro y se la entrego a Trace, quien la tomo y comenzo a arrancar los delgados listones de madera de la caja--. Puedo hacer eso --le dijo Dolly--, si estas ocupado en tu tienda. Trace Anderson tenia un negocio de monturas y tachuelas adjunto a su casa al otro lado de la calle de Dolly y su hermano en Concho, Arizona. Hacia un buen negocio con los rancheros y granjeros mormones de la zona y era muy querido en la ciudad. Las mujeres en la iglesia decian que el era uno de los solteros mas elegibles en la pequena comunidad desde que su esposa habia fallecido dos anos antes. Dolly habia puesto sus ojos en el hacia algun tiempo, pero el hombre nunca le habia prestado mucha atencion. Diez anos mayor que ella, tal vez Trace pensaba que era demasiado joven a los veinticuatro para ser una verdadera esposa y madre. --No es ninguna molestia. --Saco las tablas del extremo de la caja y comenzo a deslizar las dos tinas montadas sobre patas, para que Dolly ya no tuviera que lavar la ropa de rodillas. Saco los dos rodillos y los estudio. --?Que diablos son estos? --Escurridores --dijo con una sonrisa orgullosa. --Los montas en la banera, giras el mango alli y pasas la ropa. --Dolly se encogio de hombros. --Escurren la mayor parte del agua, por lo que la ropa no tarda tanto en secarse. --Seguro que cuidaras tus manos de las exprimidas. --Estudio las tinas--. ?En cual los quieres? --No importa, no importa --le dijo Dolly, y Trace comenzo a colocar los escurridores en una de las tinas galvanizadas--. Martin diria que esto era una perdida de buen dinero, pero son mis manos las que estan cuidando y no las suyas --dijo Dolly con una risa nerviosa--. Y fue mi dinero con el que las compre, no el suyo. Martin probablemente dira que estoy tomando el camino de la mujer perezosa para no lavar la ropa . Trace se aclaro la garganta mientras giraba su rizado cabello castano para mirar a Dolly. --No debes prestar atencion a lo que Martin dice sobre ti, Dolly. Se que trabajas duro para mantener la casa de Martin en orden y cuidar el jardin y las gallinas. --La miro a los ojos azules con los suyos color avellana y Dolly no pudo apartar la mirada--. No tiene derecho a decir las cosas que dice ni a decirlo de la forma en que lo dice. Dolly se quedo atonita por las palabras del hombre. ?Como podia saber que tipo de cosas le decia Martin? Ella miro la tela de queso sobre la ventana abierta de la cocina y suspiro. Martin era un griton como lo habia sido su padre. Cuando estaba bebiendo y queria hacer valer su punto, pensaba que decirlo mas alto haria el trabajo. Trace habia vivido al otro lado de la calle durante mas de diez anos, primero con su difunta esposa, Lucy, y luego solo. ?Cuantas de las furias malhabladas de Martin habria escuchado? ?Eran ellos la razon por la que nunca le habia prestado atencion? La verguenza repentina hizo que las mejillas de Dolly se encendieran y eso la lleno de ira. Respiro hondo y trato de controlar su irritacion. --Lamento que el despotricar de Martin le haya molestado, Sr. Anderson. Me asegurare de recordarle que las ventanas podrian estar abiertas la proxima vez . Trace, con el ceno fruncido en su hermoso rostro, apreto la tuerca final y probo la seguridad moviendo los escurridores con su gran mano. --Creo que lo hara. --Se quedo mirando el monton de listones de madera esparcidos por el porche. Asintio con la cabeza hacia el desastre--. ?Quieres que te las lleve? --Los llevare para la cocina --dijo Dolly sin mirarlo a los ojos--, pero gracias. Ella olio el pollo hirviendo en la cocina y rodeo al gran hombre, que se elevaba por encima de los cinco pies y siete pulgadas de Dolly por una cabeza y tenia hombros tan anchos que tenia que girarlos para atravesar la mayoria de las puertas. --Necesito comprobar el agua de mi pollo antes de que se queme en la olla. Trace volvio la cabeza hacia la puerta de la cocina. --Huele bien --dijo con una sonrisa--, pero toda tu cocina huele bien, Dolly . Dolly sonrio mientras levantaba la tapa de la olla esmaltada en azul. ?Habia estado oliendo su comida? Bueno, vivia al otro lado de la calle. A Dolly le gustaba cocinar y se enorgullecia de sus comidas. Tambien estaba orgullosa de su jardin libre de malas hierbas y sus gallinas regordetas. Todavia le irritaba un poco que Trace hubiese estado prestando tanta atencion a lo que estaba pasando en su casa cuando nunca le habia dado mas que un asentimiento de pasada en publico. Dolly sabia que Trace nunca habia sido un gran conversador. Quizas sea mas un oyente que un conversador. Ella sonrio para si misma. El Senor sabia que, para variar, le vendria bien que alguien la escuchara. Trace entro en la cocina. --Bueno, supongo que me ire si no necesitas nada mas --dijo mientras sus ojos recorrian la cocina ordenada--, pero recuerda lo que dije. Martin no tiene ninguna razon para llamarte perezosa o tratarte como lo hace . Dolly sintio que sus mejillas se ruborizaban de nuevo. --Se lo agradezco, pero Martin me ha estado cuidando desde que mama y papa murieron. --Se mordio el labio mientras reflexionaba sobre que decir a continuacion. --Puso su vida en espera para cuidar de mi. --Repitio las cosas que Martin siempre le decia. Trace resoplo. Te trata como a una nina y te usa como a una esclava domestica, Dolly. Ya no eres esa nina flaca que perdio a sus padres --resoplo--, asi que ten un poco de orgullo y defiendete como la mujer adulta que eres ahora. Has hecho mas de lo que te corresponde para pagarle a ese inutil borracho. --Le debo a mi hermano por cuidarme todos estos anos --protesto, defendiendo a su hermano con lagrimas en los ojos--, ?y que derecho tienes a escuchar nuestras disputas familiares privadas de todos modos, Trace Anderson? --No hay muchas formas de evitar escuchar --sonrio Trace, poniendo los ojos en blanco. Dolly no respondio, salio de la cocina, atraveso el salon y salio por la puerta. Dolly dejo que las lagrimas que habia estado conteniendo se deslizaran por sus mejillas. Si ahora pensaba que ella era una mujer, ?por que nunca la habia cortejado? Trace trago saliva mientras cruzaba la calle angosta que separaba su casa y su tienda de la de Dolly y Martin. ?Por que se habria puesto tan cascarrabias? Solo habia estado tratando de ayudar. ?Como se suponia que no iba a escuchar los alborotos borrachos de Martin cuando el hombre gritaba cada palabra?

  • Con un cassette y un boli Bic de Jose A. Gomez Iglesias

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    Poemario que auna poemas y prosa poetica, en la misma linea que los publicados anteriormente por el autor y con un contenido que entusiasmara a los lectores: la cotidianidad, la pasion, el desamor, la amistad, los momentos dulces, la tristeza, la infancia, los territorios del carino, la esperanza en un mundo mejor y, sobre
    todo, el convencimiento de que el amor puede con todo. La vida pasando.

  • Gladius Crasso de Javier Parham

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    Ano 60 D.C. . La vida transcurria sin sobresaltos en el reino de Anfipolis , antigua Macedonia , gobernado en ese entonces por la reina Briceidas de Tasos y su esposo , el rey Hipolito ” El Justo ” .Anfipolis , asi como toda Macedonia , era una provincia mas del vasto y poderoso imperio romano que gobernaba casi todo el mundo conocido de entonces , el emperador Neron estaba en el poder en Roma , el cual ejercia con mano ferrea y cruel en todo su imperio .Neron habria nombrado gobernador de Macedonia al heroe romano , general de mil batallas y condecorado hijo predilecto de Roma , el general Cayo Marius Agripa , este mantiene una buena relacion con la reina Briceidas y logra sostener a sus subditos macedonios en relativa paz , pagando sus tributos como Roma exigia .Pero esta paz no seria duradera , por razones oscuras no muy bien conocidas la guerra estalla de repente entre Roma y el reino de Anfipolis , el poderoso ejercito romano comandado por el general Marius aplasta la sublevacion macedonia sin problemas , destruyendo el palacio y ejecutando a la familia real .

  • Polos opuestos (Baile 1) de Monica Garcia

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    --Nos vemos manana, chicas --dije. Una a una mis alumnas fueron saliendo del aula en donde impartia clases de baile a ninas de entre seis y diez anos. Suspire mientras avanzaba hacia la parte trasera de la sala. Alli habia dejado mi bolsa y una fina chaqueta por si el dia se torcia. Abri la mochila y saque la botella de agua que siempre llevaba al estudio. La destape y di un gran trago. --Maddie --oi a mis espaldas. Me gire para encontrarme con Hayley, mi alumna mas joven --, tengo una duda. --Muestrame. --No se si he pillado bien el ultimo ejercicio de la coreografia. Le pedi que repitiera el rol rueda y asi lo hizo. Se tumbo en el suelo boca abajo y alzo las piernas a la vez que tenia la barbilla apoyada en el suelo. Poco a poco fue bajando las piernas hasta apoyarlas en el suelo delante de su barbilla, arqueando el cuerpo. La observe con detenimiento mientras ejecutaba el ejercicio. --Lo haces bien, pero debes tener cuidado a la hora de arquear la espalda. Ademas, debes alzar mas las piernas. No se si me he explicado bien --la fui corrigiendo. Ella asintio y repitio el ejercicio tal y como le habia dicho. --Bien hecho. Te veo manana, ?vale? La pequena afirmo con la cabeza con entusiasmo y salio disparada por la puerta hacia los vestuarios. Recogi mis cosas y sali de la sala que Hannah Brown, la directora de todo el estudio, me habia asignado para dar mis clases. Tenia que recorrer medio edificio para llegar al aula veintiseis, en donde ella nos daba clase a mis companeras de grupo y a mi. Diez minutos despues entre en los vestuarios. En ellos solo se encontraba Sarah, una de mis mejores amigas. Cada aula tenia el suyo adherido a ella. Se podia entrar a la clase por alli o por la puerta de entrada, aunque nosotras lo haciamos a traves del vestuario. --Buenas tardes, Maddie --me saludo. --Hola. --?Que tal la clase? Empece a cambiarme de ropa. Cambie mis gastados vaqueros por unas mallas ajustadas y mi camiseta de manga francesa por una camiseta verde sin mangas. --Bien. Creo que ya estan preparadas para competir. --?Se lo has dicho a Hannah? --pregunto. --Todavia no he tenido tiempo de hablar con ella. Me puse las punteras y despues me recogi el cabello en una trenza que me llegaba por debajo de los hombros. A mi lado, Sarah se hizo una coleta. Poco despues de terminar de prepararnos, Samantha, Emma, Tamara y Susana entraron en los vestuarios, todas ellas charlando entre si. --Muy buenas, chicas --nos saludaron, alegres. --Hola. Esperamos a que ellas terminaran de vestirse para ir juntas al aula. Esta era muy espaciosa, con los suelos revestidos en madera. El lado contrario a la puerta principal estaba ocupado por un gran espejo que terminaba un poco antes de donde se situaba la puerta de los vestuarios. Las paredes eran de un blanco impoluto y algunas zonas estaban tapadas por gigantescos posters de bailarines famosos que habian estudiado en ese mismo estudio. Practicabamos baile de lunes a viernes y algunos fines de semana. Empezabamos a las cinco de la tarde y terminabamos a las nueve, aunque habia algunos dias que las sesiones se alargaban o que, debido a algun concurso importante, nos veiamos obligadas a faltar al instituto. Concursabamos todos los fines de semana, los sabados para ser mas exactos. Como era de esperar, llegamos antes que Hannah, quien seguramente estaria entretenida dando clase o analizando concienzudamente algunos papeles. Ella se tomaba muy enserio su trabajo y, por ende, era muy dura con nosotras. Queria sacarnos el maximo partido a todas. Sarah y yo fuimos hacia una esquina y nos pusimos a estirar los musculos mientras charlabamos sobre asuntos triviales. Minutos mas adelante, mientras me tocaba la punta de los dedos de los pies teniendo las piernas completamente estiradas, Hannah Brown irrumpio en la estancia. El cabello lo llevaba recogido en un apretado mono del que se le escapaban un par de mechones castanos. Observo con seriedad el espacio, comprobando que todas estuvieramos alli. --Siento el retraso, chicas. La clase que he tenido a las cuatro se ha alargado considerablemente. --No pasa nada, Hannah --la tranquilizo Tamara, sonriendole. Todas nos acercamos a ella, formando un circulo a su alrededor. Como ya estabamos a mediados de semana sabiamos cual era nuestro papel en la competencia de este fin de semana; en mi caso, solo actuaria en el baile grupal. Estabamos esperando instrucciones. --Bien, chicas. Como sabeis, la competicion de este fin de semana es bastante importante. En ella bailaran los mejores estudios de la zona, asi que debeis ir a por todas. <<Empezaremos por el baile grupal. Despues, Tamara ensayara su solo. Cuando termine con ella, Samantha hara el suyo. Por ultimo, volvereis a practicar lo primero que he dicho --nos explico mirandonos a cada una--, ?entendido? Asentimos con la cabeza, sin decir ni una sola palabra. --Bien, en ese caso podemos comenzar. *** Volvi al Moonlight completamente reventada. El ensayo habia sido agotador, tanto que apenas podia mantenerme en pie. Hannah se habia esmerado con la clase de hoy. Segun ella, todo debia salir a la perfeccion. Sonrei al ver la enorme verja de hierro forjado y los setos que rodeaban los terrenos del orfanato. Saque las llaves de la bolsa y meti la mas pequena en la abertura de la cerradura. La gire hasta que se abrio con un clic. Entre cerrando la verja a mis espaldas y avance por el jardin delantero, plagado de flores y arbustos, hasta llegar a la entrada principal del Moonlight. Repeti el mismo gesto y entre. --Maddie --dijeron Maya y Owen, levantandose del sofa y viniendo corriendo hacia mi. Abri mis brazos y los abrace con fuerza, besando sus coloradas mejillas. --?Que tal estais, preciosos? --pregunte sin soltarles, poniendo la voz mas grave, tal y como se les habla a los ninos pequenos. Despues, avance por el salon hasta sentarme en uno de los numerosos sofas con ellos encima de mi regazo. Maya y Owen eran los mas pequenos que vivian en el Moonlight. Ambos tenian seis anos y eran adorables. Siempre estaban juntos, a todas horas, y nunca se peleaban; es mas, Owen siempre defendia a Maya en el colegio cuando alguien se metia con ella. --Muy bien. Hemos empezado a aprender a escribir palabras largas --dijo con orgullo Owen. --Tambien nos han ensenado a escribir varios numeros --agrego Maya sonriendo. Ambos me miraban con la emocion reflejada en sus rostros infantiles. --!Que mayores os estais haciendo! Que rapido pasaba el tiempo. Todavia recuerdo el dia en que empezaron a ir a preescolar, lo asustados que estaban ambos. Sonrei al recordarlo. Los dos rieron por mi comentario. --Todavia somos ninos, por si eso te consuela --hablo Owen en cuanto paro de reirse. Sonrei con dulzura y, acto seguido, les hice cosquillas. Unos pasos resonaron por toda la estancia, provocando que parara de torturarles. En el salon entro Kara, la directora del Moonlight, seguida de Alvaro, su marido, con quien compartia el cargo. Los dos discutian sobre algo. --...Te digo que no podemos permitirnoslo --decia ella frunciendo el ceno. --Y yo te digo que si. Podriamos... --Alvaro callo al vernos. A pesar de haber pocos internos en el hogar, los gastos eran excesivos. Entre el colegio, el instituto, las extraescolares y los gastos que generaba el Moonlight andaban justos de dinero. Es por eso que yo habia decido dar clases de baile, para ayudarles con los gastos, ya que la academia de baile a la que asistia era muy cara. Como las clases privadas eran las mas costosas, habia decidido pagarmelas. --La cena esta lista, chicos --comento Kara intentando que olvidaramos lo que habiamos oido. En cuanto esas palabras salieron de su boca, los ninos salieron disparados hacia el comedor, dandoles un beso en la mejilla a ambos antes de marcharse por la puerta. --?Tan mal esta la cosa? --pregunte cuando estuve segura de que nadie mas nos oia. Kara se toco el puente de la nariz con frustracion y Alvaro suspiro con pesadez. Las ojeras eran notables en ellos. Parecian agotados y estresados a la vez. --Hablaremos de ello luego. Ve a cenar --me ordeno Alvaro. Asenti con la cabeza. Subi las escaleras de caracol y camine por el largo pasillo hasta llegar a la habitacion que compartia con Lea. En total habia siete dormitorios: tres para las chicas y cuatro para los chicos. Si a eso se le sumaban la habitacion de los directores mas las de las cuidadoras y la de la cocinera... Ademas, por cada habitacion habia dos personas, salvo en el caso de las ninas mas pequenas, quienes dormian juntas. El caso es que entre y fui hasta el fondo de la estancia. Deje mi mochila de baile en mi cama, bajo una de las ventanas del gran dormitorio. Habia tres camas, aunque la habitacion solo estaba ocupada por Lea y por mi. Habia espejos aqui y alla y tres grandes armarios. Las paredes eran de un tono rosa pastel y el suelo estaba cubierto con una gran alfombra morada. Cuando baje al comedor, todos estaban alli, esperandome. Me sente entre Lea y Maya y, despues, me servi un buen plato de ensalada de pasta. --?Que tal las clases? --pregunto Lea mientras pinchaba una espiral con el tenedor. --Muy bien, la verdad. Cada vez ejecutamos mejor el baile grupal. Hoy, sin ir mas lejos, Hannah nos ha felicitado y nos ha dicho que si lo hacemos con la pasion con la que ensayamos, seguramente ganaremos el concurso del sabado. --?Sabes donde va a celebrarse o todavia no os ha revelado el lugar? Sonrei. --Va a ser aqui, en Portland. Mi amiga, quien habia estado bebiendo un sorbo de agua, casi se atraganto. Empezo a toser, dandose suaves palmadas en el pecho. --?En Portland? --pregunto en cuanto se hubo calmado. Asenti con la cabeza. --!Eso es estupendo! !Podre verte sin tener que salir de la ciudad! Rei al notar el entusiasmo que destilaba su voz. Normalmente los concursos solian ser en ciudades cercanas; por eso estaba tan emocionada Lea, porque se ahorraria el viaje. --?Que pasa en Portland? --pregunto Kara, mirandonos a ambas con el ceno fruncido. Seguro que estaria preguntandose en que andariamos metidas. --El concurso de Maddie --contesto Maya antes de que pudiesemos hacerlo nosotras. Nos la quedamos mirando sorprendidas--. ?Que? --pregunto la pequena--. Hablabais muy alto. --Asi que es en la ciudad... --dijo Alvaro pensativo--. ?Sabes ya la hora? --Empezara a eso de las cinco, mas o menos. Pero yo debo estar dos horas antes para prepararme --explique. --Estaremos ahi para animarte --me dijo Owen. --En primera fila --agrego Amber. Despues de eso, el comedor se quedo en silencio. Solo se oia el ruido que producian los cubiertos al chocar con los platos. Pocos minutos mas tarde, Lea me pregunto por las clases que daba y yo le conte lo orgullosa que estaba de mis ninas. Estaba completamente segura de que estaban preparadas para competir y asi se lo habia dicho Hannah, quien habia quedado conmigo en ver la clase de manana para determinar si estaban preparadas o no para asistir a concursos de baile. --Ojala estes en lo cierto y puedan participar --dijo Lea sonriendo--. Estoy segura de que eres una gran profesora. Me sonroje ante su comentario. Ni siquiera habia pensado en eso. Si mis alumnas tenian el nivel suficiente como para competir, eso significaria que mis clases habian dado sus frutos. --Yo tambien lo espero. Capitulo 2 Eric El maldito despertador casi me provoco un infarto. Maldiciendo, le di un manotazo, tirandolo al suelo. Di media vuelta en la cama, tapandome de nuevo con la sabana. --!Eric, es hora de levantarse! --grito mama desde la puerta de la habitacion pasados unos minutos, tocandola con fuerza. --Cinco minutos mas... --murmure adormilado. Oi como la puerta se abria con fuerza y enseguida empece a escuchar las pisadas de mama. Maldicion, habia entrado en mi dormitorio. --!Vamos o llegaras tarde! --Me zarandeo con fuerza. Me levante a reganadientes. Odiaba madrugar. Maldito instituto que nos obligaba a levantarnos temprano. Mi madre salio de mi territorio y pocos minutos despues fui al bano para darme una ducha de agua fria, a ver si asi lograba despejarme del todo. Cinco minutos despues, sali con una toalla enrollada en mi cintura. Seque mi cuerpo con rapidez y me puse una muda. Acto seguido, cogi del armario unos pantalones vaqueros y una camiseta gris, y me vesti. Cuando baje a desayunar, todos se encontraban en la mesa de la cocina. Papa leia el periodico mientras fruncia el ceno debido a alguna noticia que le desagradaba; mama preparaba el desayuno entonando en voz baja una cancion; Dylan y Andrew discutian tal y como lo hacian todas y cada una de las mananas; y Hayley tomaba en silencio su desayuno. --Buenos dias, familia. --Buenos dias, hijo --dijeron mama y papa a la vez, como si estuvieran sincronizados. Me acerque a mi madre, que seguia preparando el desayuno, y deposite un beso en su mejilla. Repeti el gesto con papa y con Hayley. Dylan y Andrew se creian demasiado mayores como para recibir besos. Me sente al lado de mi hermanita menor y cuando mama deposito mi desayuno en la mesa, lo devore. --Papi, recuerda que debes llevarme a clase de baile --le recordo Hayley. Todas las tardes ella daba clases de baile en la mejor academia de Portland, el Hannah Brown Studio. La que normalmente la llevaba era mama, aunque ese dia no podia porque le habian adelantado una operacion. Mama era cirujana y papa, periodista. --Tranquila, pequena, no lo olvidare. --Dejo el periodico sobre la mesa y sonrio con ternura. Termine mi desayuno y una vez deje mis cosas en el fregadero, subi a mi habitacion. Alli cogi la mochila con los libros. A continuacion, sali de mi habitacion y baje corriendo las escaleras. --!Me voy! --grite para que todos me oyeran. --!Ten un buen dia! --oi que decia mama desde la cocina. Sali de casa cerrando la puerta con un ruido seco. Camine hasta la acera, en donde estaba aparcado mi deportivo negro, regalo de cumpleanos de mis padres. Subi en el dejando la mochila en el asiento del copiloto, meti las llaves de contacto y las gire, provocando que el motor rugiera con fuerza. Sonrei, me encantaba ese coche. Conduje por varias manzanas hasta llegar a la casa en donde vivia mi mejor amigo, John. Ambos habiamos ido a la misma escuela primaria y desde el primer momento estuvimos juntos. Le vi sentado sobre el pavimento, mirando su telefono movil con interes. Toque el claxon antes de parar a unos metros de el. John alzo la cabeza, sobresaltado por el estridente sonido, pero cuando vio que era yo, sonrio burlonamente. --Ya te ha costado llegar --dijo a modo de saludo, rodeando el coche y ocupando el asiento del copiloto, aunque primero tuvo que quitar mis cosas de ahi. --Yo tambien me alegro de verte. Una vez mi amigo estuvo asegurado, arranque de nuevo el coche. --Odio las clases de hoy --comento John mientras miraba por la ventana. --Yo tambien las detesto. Ademas, hoy tenemos dos horas seguidas de matematicas. --Buf, ni me lo recuerdes. Solo de pensarlo me da dolor de cabeza. --Se llevo las manos a la cabeza exageradamente provocando que se me escapara una sonora carcajada. --!Que dramatico eres! ?Por que no te apuntas al club de teatro en vez de a baloncesto? --me burle. John me miro con total seriedad. --Ni de cona. Todos sabemos que ese club esta plagado de inadaptados sociales. Los siguientes cinco minutos transcurrieron en silencio, sin contar el hecho de que mi amigo se puso a buscar una emisora de radio que al final no encontro, ya que cuando llegamos al aparcamiento del instituto todavia seguia canaleando. Aparque el coche en donde solia dejarlo, cerca de la salida. --?Que tal te fue ayer con Tessa? --me pregunto a la vez que avanzabamos por el mar de gente. Hice una mueca. Ayer habia ido a su casa con la excusa de que me explicara un ejercicio. Habia intentado por todos los medios acostarme con ella, en vano. Esa chica no se enteraba de mis indirectas. --Ha sido horrible. Pese a que lo he intentado con todo, no captaba nada. Estaba empenada en explicarme las malditas derivadas. --Y eso ha sido un duro golpe para tu ego, ?verdad? --se burlo el haciendo una mueca. --No hablemos de mi ego --resople mientras entrabamos. Cuando estabamos lo suficientemente cerca de nuestras taquillas, divise a Jack, a Ethan y a Caden. Los tres estaban rodeados de chicas que iban ligeras de ropa y que coqueteaban con ellos sin parar. --?Que pasa, chicos? --nos saludaron mientras se apartaban de las chicas. Chocamos los punos a modo de saludo y fuimos directamente a nuestras taquillas. Puse la combinacion y la abri. Deje la mochila y saque los libros de las materias que tenia a la manana, en este caso tendria dos horas seguidas de matematicas. Tuve que esperar a que los lentos de mis amigos cogieran sus cosas, ya que de vez en cuando se paraban a hablar como marujas en un mercado. Sonrei ante esa idea. No me los imaginaba en un mercado chismorreando con senoras mayores. El timbre me devolvio a la realidad, y parece ser que les dio el empujon que necesitaban para terminar de coger lo necesario de las taquillas, ya que pocos segundos despues los tenia a mi lado. Los cinco nos pusimos en marcha. Andabamos con tranquilidad, total la clase no se moveria de sitio. De vez en cuando, la gente se giraba para lanzarnos miradas; muchas de ellas eran de admiracion o deseo, y otras, de pura envidia. Nosotros eramos los chicos mas deseados de la escuela. Todas las chicas suspiraban por nuestros pies. Yo nunca habia tenido una relacion duradera; lo mio era rollo de una sola noche. No me gustaba comprometerme y eso las chicas lo tenian claro. Cuando llegamos al aula, esta estaba ya repleta de companeros. En la primera fila ya se encontraban sentadas las empollonas de clase, dos chicas inadaptadas que siempre sacaban buenas notas. Charlaban animadamente sobre un tema que desconocia y que me importaba mas bien poco. A su lado tambien estaban sentados los que querian sacar buenas notas, aunque no lo eran tanto como las de ellas. En las filas centrales se sentaban los alumnos que no sacaban ni buenas notas ni malas notas. Y en las ultimas filas nos sentabamos nosotros, a los que menos nos importaba la asignatura. Nos acomodamos en nuestros sitios y nos pusimos a hablar hasta que el profesor nos mando callar. Las dos horas se me hicieron eternas. No entendia nada de lo que el profesor explicaba, por lo que los ejercicios los hacia de pena. Mis amigos intentaron ayudarme, sin exito. Era un zoquete. Al final de la clase el profesor me pidio que me quedara unos minutos porque queria hablar conmigo. Asi que me despedi de mis amigos y espere a que todos hubieran salido. --Senor Woods --me saludo--, ?sabe por que esta aqui? --No, senor. ?Por que razon querria hablar conmigo ese senor bajito, calvo, gordo y sudoroso? El profesor de matematicas era un tipo peculiar. Sudaba a mares todos los dias del ano y normalmente vestia con unos trajes que realzaban su descomunal barriga, ademas de ser totalmente espantosos. Pero lo peor de todo era su rostro arrugado, cuya guinda del pastel era su horrible uniceja. --Esta a punto de suspender mi asignatura. Palideci. !No podia ser posible! Pese a que se me daban muy mal las matematicas, siempre aprobaba esa maldita asignatura. Ademas, necesitaba aprobar todas para poder jugar en los partidos de baloncesto. --Es imposible --me negue a creerlo. --Mirelo usted mismo. Todos y cada uno de los ejercicios que ha hecho han estado mal. No solo eso, no se esfuerza en mi asignatura. Asi que como suspenda el examen, no aprobara--. Se paso un panuelo por el cuello y por la cara para secarse el notorio sudor. Reprimi una mueca de repulsion. --!No puedo suspender! --La rabia me consumia. No queria creerlo. Necesitaba con urgencia aprobar esa asignatura. --Creame, yo tampoco. Es por eso que se me ha ocurrido ponerle un tutor particular que pueda darle clases por la tarde. ?Que le parece? Lo sopese. Su oferta era muy tentadora. Pero no sabia si serviria de algo o no, teniendo en cuenta que no se me daban bien las mates. Ademas, ?quien sabia quien seria la persona encargada de ayudarme? Lo que menos queria era un friki a mi alrededor, dandome ordenes. Pero, por otro lado, lo necesitaba. Si no, suspenderia. --Esta bien. ?Cuando podria empezar con esas clases y con quien las haria? --pregunte. Sonrio. --Manana mismo puede empezar cuando le presente a su tutor. *** --?Profesor particular? --John no se lo creia. Abria mucho los ojos, tanto que parecia que se le iban a salir de sus orbitas. Hice un movimiento afirmativo con la cabeza. --?Como es eso de que vas a suspender? --Jack estaba estupefacto--. No puedes suspender. --?Crees que no lo se? --exclame pinchando un trozo de carne con el tenedor. Nos encontrabamos en el comedor del instituto, rodeados de gente que hablaba. La intensidad de las voces era tal que teniamos que alzar mucho la voz para oirnos entre nosotros. --?Y quien va a ser el afortunado de aguantarte? --pregunto Ethan. --?Aguantarme? Yo voy a ser el que tenga que aguantarle --dije molesto. La idea de que alguien tuviese que ayudarme no me gustaba ni un pelo--. Ademas --anadi--, el muy canalla del profesor no me ha dicho quien es. --Seguro que es uno de los empollones de clase --comento Caden mirando la mesa en la que estaban sentados un grupo de ellos, charlando animadamente, ajenos a nuestra conversacion. Suspire pesadamente. Lo que menos queria era que fuera uno de los sabelotodos de la clase, pero, bueno, no estaba en mis manos decidirlo. Terminamos el almuerzo y depositamos nuestras bandejas en su sitio. Estabamos avanzando por el pasillo, camino hacia las taquillas para coger las mochilas, ya que por la tarde no teniamos clase, cuando, de pronto, choque contra alguien, quien cayo redondo al suelo. Mis amigos y yo reimos por su torpeza. --Mira por donde vas, friki --dije.

  • Tristan. Dejate llevar de Jenny Del

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    Meti las cosas en el maletero y me dirigi hacia la ubicacion que me habian enviado, estaba de lo mas nerviosa con mi nuevo trabajo y vereis el por que... Tenia veintinueve anos y un futuro de lo mas incierto, mi madre alcoholica y no habia manera de ayudarla, me habia dejado la vida en ello, incluso habia sacrificado mis estudios que lleve hasta el final, me saque el bachillerato, pero ahi tuve que parar. Mi madre vivia de la pension que mi padre le habia dejado cuando murio, ademas muy buena pension, ya que el era un cirujano muy reconocido, asi que nos dejo bien cubiertas. La vida en mi casa era insostenible, no se gastaba todo el dinero en alcohol, pues la verdad que tenia una posicion comoda, pero era un desastre. Por las tardes comenzaba a beber y se acostaba como una cuba, al dia siguiente no era persona hasta la hora de la comida, donde tambien comia bien poco y, tras ella, de nuevo a su vaso de whisky a palo seco. Yo me encargaba de la casa, de la compra, de todo, incluso de ella, intente de mil formas que saliera de ese tunel en el que estaba metida, pero nada. Para colmo se habia echado un novio que, aunque no bebia como ella, no aguantaba a los dos en el salon por las tardes entre charlas de lo mas absurdas. No se como ese hombre no hacia por sacarla de esos malos habitos que se la iban a llevar por delante cualquier dia. Con la llegada de Manuel, su novio, comence a trabajar limpiando casas, cuidando ninos, todo lo que me salia con tal de salir de ese lugar en el que se me caia el techo encima. El trabajo me lo conseguia una empresa de trabajo temporal, esa que, tras un ano conociendo mi seriedad a la hora de trabajar y el impecable grado de satisfaccion que ocasionaba en los que me requerian, no dudaron en ofrecerme este nuevo empleo al que estaba a punto de llegar. Mi nuevo empleo consistia en estar durante un ano de interna en una casa a las afueras de Salamanca, en una casa de lujo ubicada en plena sierra en medio de un terreno. Mi jefe seria el senor Tristan, un arquitecto de treinta y nueve anos que vivia con su hijo Fidel, de cuatro, solo los dos, asi que mi trabajo seria encargarme del nino a tiempo completo, desde que se levantara hasta que lo acostara por la noche. Durante ese tiempo intentaria ahorrar al maximo para poder alquilar un apartamento y conseguir un empleo rapido con el que mantenerme, todo menos volver a la casa que me estaba matando en vida. Manuel, el novio de mi madre, era funcionario en el ayuntamiento, divorciado con cuatro hijos que ya vivian independientes, el se habia encaprichado con mi madre y ahi estaba, bailandole todas las aguas, al menos le hacia compania, pero vamos me daba mucha rabia que el, que entre semana no bebia, no fuera capaz de sacarla de ese vicio. Mi coche llevaba cuatro anos conmigo, pero cuando lo compre tenia ocho, asi que ya estaba un poco a falta de todo, pero bueno, me llevaba y me traia, me lo regalo mi madre unos Reyes. Quince minutos despues llegue ante aquella imponente casa, vamos que se notaba que era arquitecto y que estaba disenada por el. Una casa donde la planta de arriba salia en ala de la de abajo, todo en cristal, pero no se veia hacia dentro, era rectangular, mirando hacia fuera, pero claro, ya no veia mas, pero arriba de esa ala habia otra planta mas pequena, esta de madera con ventanas abuhardilladas. Llame al timbre de la puerta principal y, tras identificarme a una senora muy simpatica a traves del portero automatico, se abrieron las puertas. Dios si flipe con lo que tenia ante mi... Toda la parte de abajo estaba acristalada, pero esta vez si se veia y entre medias, separando habitaculos, unas tiras anchas de madera de arbol en relieve, tal cual, alucinante, se veia el salon, y la cocina donde una mujer miraba hacia mi coche. Habia un camino por el que ir hasta la izquierda donde habia unos aparcamientos techados y divididos, asi que en uno de los huecos aparque, solo habia dos coches y por lo menos veinte plazas. Esa entrada a la casa era espectacular, nada hacia presagiar que dentro de esos muros habia ese impresionante jardin que tenia de todo. Ni en las mejores novelas que veia en la tele salia una casa asi. En esta zona de la izquierda, el aparcamiento estaba techado en ladrillos toscos, era una maravilla como todo a lo que alcanzaba mi vista. Al otro lado habia una piscina en forma de lago, con dos palmeras que a la vez hacian de mesas altas y entre ellas una tabla de madera uniendolas. Detras de la piscina y pegado al muro, un techo gigante con sus pilares de madera y debajo una mesa para unas doce personas, con bancas alargadas, por supuesto todo en madera, ademas un billar, minibar, unas mesas individuales y fuera del techado una barbacoa impresionante con un diseno de lo mas moderno, como todo lo que ahi resaltaba. Balancines, camas tipo balinesas... Aquello parecia el exterior de un resort, madre mia la de dinero que habia ahi invertido, todo el que yo no ganaria en la vida. Tire de mis dos maletas por el caminito de madera hasta la entrada de la casa, de donde salio la mujer que debia de ser la que estaba en la cocina, una senora de unos cincuenta anos. --Hola, Jimena --sonrio cogiendo una de las dos maletas, me habia gustado que me llamara por mi nombre--. Me llamo Rosalia, y soy la mujer de la limpieza y cocina. --Hola, Rosalia, gracias --sonrei siguiendola. --El senor y su hijo no estan, salieron a hacer unas compras. --Vale --murmure sonriendo mientras la seguia por aquellas zonas que me dejaban perpleja, y es que toda la parte baja era un salon enorme, pero de lo mas impecable, la cocina, que era igual de impresionante, y un bano que vi desde fuera al pasar, ya que estaba abierto, pero era impresionante tambien. Al fondo a la izquierda estaba la escalera, pero es que habia una puerta que daba al jardin trasero donde vi una mesa en el porche con sus buenos sillones, una piscina para ninos, un parque de madera para el pequeno y una tienda grande de camping con dibujitos, se veia que esa zona era para el disfrute de su hijo. Subimos y en esa planta habia cuatro puertas, una estaba abierta y pude ver que era la del nino, una habitacion impresionante con su bano privado segun me iba explicando ella. La siguiente era la de Rosalia, me quede impactada cuando la abrio y vi aquella preciosidad todo hecho con troncos de arboles y a la que no le faltaba detalle, con un bano precioso, era para morir de amor. Mi cuarto era igual, estaba en frente, impecable, olia a nuevo, la cama gigante con ese edredon blanco y en alto, impresionante armario, mesitas de noche, comoda y el bano igual que el de Rosalia. --La habitacion de al lado es la de invitados, pero vamos, que aqui no viene ni Dios -- murmuro sonriendo--. La buhardilla de arriba es del senor, quizas algun dia, si le coge de buen humor, te la ensene. --?Suele estar de malhumor? --No es malhumor, es seriedad, no se rie ni con las cosas del nino --volteo los ojos--, pero es buena persona, si necesitas algo el te lo facilita todo. --Menos mal, ya lo que me faltaba, serio y capullo --le cause una carcajada y si, yo era muy payasa. --Bueno, te dejo que coloques todo y te espero en la cocina para prepararte un te frio, que te va a dejar como nueva. --Me encantan todos los tipos de te. --Pues veras los que yo hago --me hizo un guino antes de salir y cerrar la puerta. En ese momento me di cuenta de algo, las ventanas daban a los laterales, no podias ver ni adelante ni hacia atras de la casa, cosa que la hacia de lo mas intima, si senor, ese hombre pensaba con la cabeza. Coloque toda mi ropa y mis objetos personales, queria dejarlo todo listo antes de bajar, no sabia como se me iba a dar ese primer dia. Me llego un mensaje de Desire, mi mejor amiga, preguntando que tal habia llegado. Ni que me hubiera ido en coche a Groenlandia, vamos, pero asi era ella, exageradita a mas no poder. A ver, dire que la entendia, y es que un accidente de coche fue lo que le quito al amor de su vida hacia ya diez anos. --Hola, cosa guapa --me dio como saludo al contestar a mi llamada. Para que escribirla, cuando sabia que se quedaba mas tranquila si me escuchaba la voz. --Pues muy bien, Groenlandia no esta tan lejos de mi casa, despues de todo. --?Que dices de Groenlandia, loca? --Nada, hija, pero como te has preocupado por un viaje de quince minutos en coche, pues... --Para matarte, chocho, de verdad que si. ?Ya has conocido a tus jefes? --Jefe, solo es uno, el padre del nino. --Pues por eso, boba, jefes, que el chiquillo tambien sera un jefecillo. --No estan, la mujer que se encarga de la limpieza y de cocinar me ha dicho que han salido. --Vamos, que me quedo sin saber como es el. --?En que lugar se enamoro de ti...? --cante, y es que, si algo teniamos Desire y yo, es que nos veniamos arriba enseguida cuando alguna decia una frase que nos recordara a una cancion. --Preguntale, ?a que dedica el tiempo libre? Y luego me lo cuentas --solte una carcajada, y ella aun mas fuerte. --A ver, que he venido a trabajar, a encargarme del nino, no a ser tu reportera particular, que no soy periodista, hija mia. Si es que, tienes unas cosas... --Vaya por Dios, y yo que queria que me contaras chismes de prensa rosa. --Desire, eso para tus clases de zumba. --!Por cierto! "La plasticos" le esta tirando los trastos al monitor de spinning. Si, "la plasticos", asi llamaba ella a una de las habituales en el gimnasio donde ella trabajaba. Y es que esa mujer no parecia de verdad, tenia silicona, Botox y a saber que mas, en todas las partes posibles del cuerpo. Si hasta la piel le brillaba como si fueran las piernas flexibles de una Barbie. --Pues con bueno a ido a dar, que a ese no hace falta que lo animen mucho --Leo, el monitor al que se referia, era un hombre de treinta y seis anos de esos que ves y crees que es modelo de ropa, guapete, atractivo, muy simpatico y... un pica flor de tres pares de narices.

  • Eres parte de mi de Olivia Saint

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    El amor es una medicina bendita, para algunos es el motivo que endulza las noches y hace que cada dia sea una nueva oportunidad para amar. Para algunos otros, es un triste desacierto que le roba el sueno a las noches y hace de cada amanecer, un comienzo nuevo para seguir muriendo sin recibir la correspondencia del amor que se ha elegido alimentar. ?Y para los que no han tenido la oportunidad de sentirlo? ?Que les queda a esos otros?

  • Hermosa eternidad de Renee Ahdieh

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    El Aramis deberia haber legado al amanecer, tal como lo hacia en los suenos de Celine. El a se despertaria debajo de un cielo iluminado por el sol con la sal del oceano en la nariz y la ciudad se elevaria bril ante sobre el horizonte. Llena de promesas. Y de perdon. En vez de eso, la campana de laton que estaba en la proa del Aramis sono a la hora del crepusculo, el momento del dia que su amiga Pippa l amaba <>. Celine creia que eso era algo muy britanico. Habia comenzado a coleccionar ese tipo de expresiones al poco tiempo de conocer a Pippa hacia cuatro semanas, cuando el Aramis se habia detenido durante dos dias en Liverpool. Hasta el momento, su favorita era <>. Celine no sabia por que esas frases le habian parecido importantes en ese momento. Quizas era porque creia que, en los Estados Unidos de America, esas expresiones muy britanicas la bene ciarian mas que las expresiones muy francesas que el a era mas propensa a usar. En cuanto Celine oyo el sonar de la campana, se abrio camino hacia babor, seguida de los pasos ligeros de Pippa. El cielo estaba cubierto de zarcil os oscuros como la tinta que se expandian en forma de abanico, y una niebla fantasmagorica envolvia la Ciudad de la Luna Creciente. El aire parecio espesarse en el momento en el que las dos chicas escucharon al Aramis entrar en las aguas del Misisipi y acercarse cada vez mas a Nueva Orleans. Cada vez mas lejos de las vidas que habian dejado atras. Pippa inhalo y se froto la nariz. En ese instante, parecia tener menos anos que los dieciseis que tenia en realidad. --Despues de escuchar todas las historias, creia que seria mas bonita. --Yo creia que seria exactamente asi --respondio Celine con un tono tranquilizador. --No mientas. --Pippa le echo una mirada de reojo--. No me hara sentir mejor. --Quizas miento tanto para mi bene cio como para el tuyo. --Una sonrisa se asomo en la cara de Celine. --Sea como sea, mentir es un pecado. --Al igual que ser molesta. --Eso no esta en la Biblia. --Pero deberia estarlo. Pippa tosio para intentar disimular su sonrisa. --Eres terrible. Las hermanas del convento de las Ursulinas no sabran que hacer contigo. --Haran lo mismo que hacen con todas las chicas que no estan casadas y desembarcan en Nueva Orleans con todas sus posesiones materiales: me conseguiran un marido. --Celine contuvo el impulso de fruncir el ceno. El a habia tomado esa decision. Era lo mejor entre lo peor. --Si les pareces impia, te juntaran con el tonto mas feo de toda la cristiandad. No cabe ninguna duda de que sera alguien con una nariz bulbosa y una gran barriga. --Pre ero un hombre feo antes que uno aburrido. Y una gran barriga signi caria que es de buen comer, asi que... --Celine inclino la cabeza hacia un lado. --En serio, Celine. --Pippa rio, su acento de Yorkshire se entrelazaba entre las palabras como si se tratara de un encaje de Chantil y--. Eres la francesa mas incorregible que haya conocido. --Me atreveria a decir que no has conocido a muchas francesas. -- Celine sonrio a su amiga. --Al menos ninguna que hablara ingles tan bien como tu. Es como si hubieras nacido hablandolo. --Mi padre creyo que seria importante que lo aprendiera. Celine levanto un hombro, como si eso fuera todo y no apenas la mitad. Con la mencion de su padre, un frances respetable que habia estudiado linguistica en Oxford, una sombra amenazo con descender sobre el a. Una tristeza cuyo peso aun no podia soportar. Celine coloco una sonrisa torcida en su cara. Pippa cruzo los brazos como si se abrazara a si misma. La preocupacion parecia acumularse en su frente, debajo de su equil o rubio, mientras las dos chicas seguian observando la ciudad desde lejos. Todas las jovenes a bordo habian oido las historias susurradas. En alta mar, los mitos que habian compartido mientras bebian tazas de cafe arenoso y amargo habian cobrado vida propia. Se habian mezclado con las historias del Viejo Mundo y habian formado relatos mas ricos y oscuros. Nueva Orleans estaba embrujada. Habia sido maldita por piratas. Era merodeada por bribones. Se trataba de un ultimo refugio para quienes creian en la magia y el misticismo. Hasta habia algunas lenguas que hablaban de mujeres que poseian tanto poder y tanta in uencia como cualquier hombre. Eso habia hecho reir a Celine. Y, al mismo tiempo, el a se habia atrevido a tener esperanzas. Quizas Nueva Orleans fuera algo diferente de lo que parecia ser a primera vista. Afortunadamente, el a tambien lo era. Y si habia algo que podia decirse sobre las jovenes viajeras a bordo del Aramis, era que la posibilidad de conocer una magia como esa --un mundo como ese-- se habia convertido en algo vital. Sobre todo para quienes deseaban deshacerse del fantasma de sus pasados. Quienes deseaban convertirse en algo mejor y mas bril ante. Y mas que nada era vital para quienes querian escapar. Pippa y Celine observaban mientras se acercaban cada vez mas a lo desconocido. A sus futuros. --Tengo miedo --susurro Pippa. Celine no respondio. La noche habia tenido el agua, como si fuera una mancha oscura sobre un trozo de organza. Un marinero desalinado se balanceaba sobre una viga de madera con toda la gracia de un equilibrista mientras encendia una lampara en la proa del barco. Como si fuera una respuesta, el agua parecio l enarse de lenguas de fuego que cobraron vida y pintaron la ciudad con un tono verde todavia mas fantasmagorico. La campana del Aramis volvio a repicar para avisar a quienes estaban en el puerto que distancia le quedaba por recorrer al barco. Otras pasajeras subieron a la cubierta y se colocaron junto a Celine y Pippa mientras murmuraban en portugues y espanol, ingles y frances, aleman y holandes. Eran mujeres jovenes que habian dado un salto de fe y habian dejado sus tierras en busca de nuevas oportunidades. Sus palabras se mezclaban para formar una dulce cacofonia de sonidos que, en cualquier otra circunstancia, habria tranquilizado a Celine. Ya no. Desde aquel a noche fatidica entre las sedas del atelier, Celine habia anhelado estar rodeada de un silencio comodo. Hacia semanas que no se encontraba segura en presencia de otros. Ni segura con el alboroto de sus propios pensamientos. Lo mas parecido a la sensacion de vadear por aguas mas bien tranquilas habia sido estar en presencia de Pippa. Cuando el barco ya estaba bastante cerca del puerto, Pippa se aferro de forma repentina a la muneca de Celine, como si intentara armarse de valor. Celine ahogo un grito de sorpresa. Se estremecio ante el contacto inesperado. Como si hubiera recibido una salpicadura de sangre sobre la cara y la sal hubiera tenido sus labios. --?Celine? --pregunto Pippa con los ojos muy abiertos--. ?Que sucede? Celine respiro por la nariz para tranquilizar su pulso y envolvio ambas manos alrededor de los dedos frios de Pippa. --Yo tambien tengo miedo. UN ESTUDIO SOBRE CONTRASTES Veintitres pasajeras desembarcaron del Aramis, cada una con un baul de madera sencil o l eno con sus posesiones materiales. Despues de consultar el mani esto, el o cial de la aduana les permitio pisar suelo estadounidense. Una hora mas tarde, siete chicas subieron a un carruaje sencil o y comenzaron a avanzar a traves de las cal es oscuras de la ciudad hacia el convento de las Ursulinas. El futuro de las demas las aguardaba en el puerto. El carruaje descubierto rodaba sobre los adoquines. A todo su alrededor, habia ramas que colgaban con el peso de las ores coloridas. Las cigarras y los escarabajos sonaban desde las sombras y sus susurros parecian hablar de una historia embrujada. Una brisa tropical se sacudio entre las ramas de un roble que lindaba con una plaza pequena. Celine sintio de una forma rara la calidez de ese brazo contra su piel, sobre todo en contraste con el ligero frio de una noche de nales de enero. Pero el a sabia que no debia quejarse. Era muy probable que la cal e de Paris en la que estaba su casa estuviera salpicada de nieve, y faltarian semanas para que pudiera usar el comodo vestido de muselina que l evaba puesto en ese momento. Celine recordo el junio anterior, cuando lo habia confeccionado con los retazos que habian sobrado del elegante vestido que habia disenado para una mujer adinerada conocida por sus encuentros infames. En ese momento, Celine habia imaginado como seria asistir a una de esas reuniones y mezclarse con los miembros mas chic de la sociedad parisina. Los deslumbraria con su amor por Shakespeare y Voltaire. Usaria ese mismo vestido, cuyo tono purpura intenso contrastaba de forma encantadora con su piel clara y cuya sobrefalda estaba repleta de pliegues y volantes elaborados. Y l evaria sus rizos negros apilados sobre la coronil a, el ultimo peinado en adornar las cabezas de las amantes de la moda en la ciudad. Celine rio hacia sus adentros divertida por el recuerdo de la chica de diecisiete anos que solia ser. Por las cosas que esa chica habia sonado con experimentar. Por las cosas que habia deseado tener y disfrutar: la entrada a la sociedad de mujeres elegantes para quienes confeccionaba vestidos que el as desecharian un par de dias mas tarde. La posibilidad de enamorarse de un joven guapo que le robara el corazon con poemas y promesas. Ahora la mera idea le parecia ridicula. Despues de varias semanas de viaje en barco durante las cuales habia estado enterrado en las profundidades de un baul de madera, el vestido arrugado que Celine tenia puesto esa noche re ejaba el giro inesperado que habia tomado su vida. No era un atuendo apto para la misa del domingo, mucho menos para una esta. Al pensarlo, Celine se acomodo sobre el asiento de madera y sintio que el corse se clavaba en sus costil as. Cuando respiro hondo, las varil as le pel izcaron los pechos. Y percibio un aroma tan delicioso que la distrajo. Inspecciono la plaza en busca de su origen. En la esquina que estaba delante del roble, habia una panaderia al aire libre que le hizo acordarse de su boulangerie favorita en el Boulevard du Montparnasse. El aroma a masa frita y al azucar que se derretia con lentitud oto entre las hojas cerosas del arbol de magnolias. No muy lejos, las contraventanas de varios balcones se cerraron con un golpe y una celosia cubierta con buganvil as de un color rosa intenso se sacudio e hizo que las ores temblaran como si tuvieran miedo. O, quizas, como si anticiparan algo. Deberia haber sido algo bel isimo de contemplar. Pero la encantadora imagen parecia estar tenida con algo siniestro. Como si un dedo palido se hubiera colado entre las cortinas y la estuviera l amando hacia un abismo oscuro. La sabiduria le dicto que hiciera caso a la advertencia. Sin embargo, Celine se sintio fascinada. Cuando echo un vistazo a las otras seis chicas que estaban en el carruaje --habia cuatro sentadas a un lado y tres, al otro--, noto un conjunto de miradas de ojos bien abiertos y expresiones que parecian ser varios ejemplos de inquietud. ?O quizas fuera entusiasmo? Al igual que con las buganvil as, era imposible estar segura. El carruaje se detuvo en una esquina ajetreada y los cabal os que lo arrastraban sacudieron sus crines. Un grupo de personas con todo tipo de vestimentas --desde los mas adinerados con sus cadenas de relojes de oro hasta los mas humildes con sus harapientas prendas de lino-- cruzaron Decatur Street con paso rapido y determinado, como si tuvieran una mision que cumplir. La situacion parecia rara en ese momento del dia, que solia estar marcado por los nales mas que por los comienzos. Como Pippa era quien estaba mas cerca del conductor, fue el a quien se inclino hacia adelante para dirigirse a el. --?Hay algun evento importante esta noche? ?Algo que explique la multitud de personas?

  • Preston y Lisa (Hermanos Sullivan 3) de Abril Camino

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    --?Que voy a hacer sin ti, mi pequena Lisa Simpson? Lisa sonrio ante el comentario de Emily. Desde que tenian uso de razon, su mejor amiga la habia torturado con el apodo de la celebre empollona de los dibujos animados amarillos. En aquella calida tarde de primavera, sentadas en el sofa del apartamento que habian compartido durante casi siete meses, habria permitido que Emily le llamara como quisiera. Estaban celebrando una pequena fiesta de despedida. Despedida, porque hacia ya algunos dias que Emily se habia mudado a vivir con su flamante novio, Travis Sullivan. Y pequena, porque ambas se habian negado a invitar a nadie mas. Con casi una botella de vodka compartida, varias bolsas de patatas fritas de diferentes sabores a medio comer y un par de cigarrillos que Lisa guardaba para emergencias festivas, parecia que habia llegado el turno de ponerse sentimental. --?Que que vas a hacer? Follar como una loca con el chulazo de tu novio y acabar la carrera cuanto antes para darme un sobrino. Eso es lo que vas a hacer. --?No vas un poco deprisa? --?Yo? Te recuerdo que te has ido a vivir con el despues de tres semanas de relacion. --?Crees que me estoy equivocando? ?O que te estoy dejando colgada? --!No! !Claro que no! A ninguna de las dos cosas. Travis es fantastico, te va a tratar como a una reina. Y yo no creo que tarde demasiado en encontrar a otra companera de piso. --Pero tu dejaste toda tu vida en Boston para venir aqui a vivir conmigo, y ahora yo me marcho. --!Deja de torturarte, Emily, por Dios! Nos vamos a ver casi a diario. No pienso permitir que Travis Sullivan te acapare, tonta. --?De verdad no estas molesta? --Que noooo... Em, ?tu sabes lo que me alegro de que hayas encontrado a un hombre que te hace feliz? ?Es que te olvidas de todo lo que hemos pasado juntas? -- La voz de Lisa se quebro un poco. El alcohol y los recuerdos eran los claros culpables. --?Y tu que, Lis? ?Cuando vas a encontrar tu a alguien que te haga feliz? --!Aaaah, no! !Esto si que no! No voy a aguantar un sermon en tu fiesta de despedida. --Ya esta bien de tomartelo a broma, Lisa. Tienes que dejar de disfrazarte. --Emily... No quiero que nos peleemos en tu ultimo dia aqui. --Ni yo. Pero no soporto ver como te escondes del mundo. --No me escondo del mundo, Em, no me cabrees. Tengo un monton de amigos en la facultad, salgo con las chicas de vez en cuando... Hasta he socializado con los Sullivan, pese a que queria matar a dos de ellos hace menos de un mes. --Tienes que buscar ayuda, Lisa. Esto ya no tiene gracia. Mirate. Por Dios santo, !si estas buenisima! --se burlo Emily, senalando a su amiga. El aire acondicionado de su apartamento llevaba semanas estropeado, asi que habian tenido que aligerarse de ropa para celebrar aquella pequena reunion. Con un short blanco de algodon y una camiseta a juego atada bajo su pecho, el cuerpo de Lisa presentaba una version que nadie mas que Emily conocia. O, al menos, que nadie habia visto en los ultimos cinco anos. Lisa se apresuro a soltar el nudo de su camiseta, dejando que le cayera languida hasta las caderas, mientras emitia un sonoro bufido que habria asustado a cualquiera. A cualquiera menos a Emily, claro, que no solo la conocia lo suficiente como para saber que era inofensiva, sino que no cejaba jamas en su empeno de hacerla entrar en razon. --?Es que nunca vas a entender que lo ultimo que quiero en este mundo es estar buena? --Lisa, por favor. Aquello ya paso. Han pasado cinco anos, joder. --Emily... --Lisa reunio fuerzas para hablar; los nervios se le habian quedado atravesados en la garganta--. Aquello nunca pasara. || Una semana despues del traslado definitivo de Emily, Lisa se encontraba ante el tablon de anuncios de la escuela de Leyes de Columbia, tratando de hacer un hueco a su cartel. Mas le valia que apareciera alguien pronto o tendria que buscarse un trabajo para pagar la parte del alquiler de la que Emily se habia hecho cargo hasta entonces. Sus padres se habian ofrecido a aumentar el dinero mensual que le pasaban, pero Lisa preferia solucionar el problema de la companera de piso cuanto antes. Cuando empezo a recular para comprobar el efecto que producia su cartel en medio de aquella marana de anuncios, sintio que su talon se clavaba con fuerza en el pie de otra persona. --!!Ah, joder!! --chillo a su espalda una voz que le resulto conocida. Cuando se giro, se encontro cara a cara con Preston Sullivan, el hermano gemelo de Travis. --Lo siento, lo siento, lo siento --se disculpo, acalorada. Ella no era alumna de aquella universidad, pero no podia evitar morirse de verguenza tras su involuntario ataque a uno de los profesores. --?Laura? --Lisa. --?Que? --Que me llamo Lisa. --?No eres Laura, la amiga de Emily? --No. --Le sonrio--. Soy Lisa, la amiga de Emily. --Vaya. Mierda, perdona. No soy muy bueno con los nombres. --Ya veo. --Lisa senalo el pie de Preston--. ?Te he hecho dano? --No, que va. No te preocupes. --Pues gritaste como una nina. --?Eh? Ah... ya, ya. Es solo que me pillaste por sorpresa. --Vale. --?Estudias aqui? --No, estudio Informatica en la Universidad de Nueva York[1]. He venido a Columbia a colgar los carteles porque es la facultad mas cercana al piso. --?Estas buscando companero de piso? --Companera. --Ah, ya. --Si supieras de alguien interesado, ?podrias comentarselo a Emily, por favor? --!Claro! --Bueno, Peter, ya nos veremos por ahi --se despidio Lisa, guardando el resto de carteles en su maletin de cuero de forma apresurada. --Preston. --?Que? --Que me llamo Preston --respondio el con una gran sonrisa. --Lo siento. Yo tampoco soy muy buena con los nombres. --Le devolvio la sonrisa y se marcho por donde habia venido. Ya llegaba bastante tarde a la cita para comer con Emily en el restaurante de comida organica favorito de su amiga. Lisa cruzo la seccion de Broadway que atraviesa el campus de Columbia a toda la velocidad que le permitia el peso de su maletin. La parte incomoda de estudiar una carrera que le apasionaba era cargar con el portatil como un apendice mas del propio cuerpo. Echo un vistazo por el enorme ventanal del restaurante y arrugo la nariz con un poco de fastidio al divisar a Travis sentado junto a Emily. Se sintio asquerosamente egoista por un instante. Emily era su mejor amiga desde que tenia uso de razon. Habia sufrido una adolescencia horrible, postrada primero en una cama, y despues en una silla de ruedas. Habia superado todos sus complejos y miedos -algo cuya dificultad Lisa comprendia mejor que nadie- y se habia enamorado de un hombre encantador, que la trataba tan bien que ni siquiera Lisa tenia nada que objetar. Pero no podia evitar echar de menos las comidas de chicas a solas. Egoista, si, sin duda. --Perdon, perdon, perdon. Llego tardisimo, lo se. He tenido una manana de locos. --No te preocupes, nosotros acabamos de llegar --la disculpo Emily. --!Cono, Peter! --espeto Lisa en cuanto levanto la vista y se encontro de frente con el gemelo de Travis, del que se habia despedido apenas un cuarto de hora antes. --Laura... Travis y Emily se miraron con incomprension, justo antes de que a Lisa y a Preston les diera un pequeno ataque de risa. --No voy a preguntar --dijo Travis, entornando los ojos hacia su hermano. --Mejor. || Preston y Travis se pelearon por compartir la parte de los postres a la que renunciaron Lisa y Emily. Por mucho que las chicas hablaran maravillas de aquel restaurante tan moderno, los gemelos Sullivan seguian siendo unos buenos chicos del oeste que solo quedaban satisfechos despues de comer unas cuantas libras de proteina animal. Preston se repantigo lo mejor que pudo en aquella incomoda silla de diseno y analizo de arriba abajo a Lisa. No es que estuviera interesado en ella - !Dios lo librara!-, pero habia costumbres que iban ligadas al ADN de cada uno y la de repasar a cualquier mujer que se le pusiera delante era intrinseca a el. El aspecto de la amiga de Emily era terrorifico. Era bastante alta, mas que la propia Emily, pero no podria adivinarse su cuerpo ni con la vision de un superheroe, ya que siempre lo escondia tras capas y capas de ropa deportiva. Y ropa deportiva no eran, ni por asomo, tops de licra y mallas ajustadas. No. Eran chandales informes y sudaderas masculinas. Llevaba el pelo, de un color indeterminado entre el marron y el negro, mas corto que el propio Preston. No prestaba especial atencion a la depilacion, ya que siempre tenia sobre el labio superior una sombra de vello que, incomprensiblemente, parecia ser pelirrojo. Tenia los ojos claros, verde azulados, pero jamas la habia visto sin unas espantosas gafas redondas de montura metalica. Completaban el conjunto unos brackets metalicos que serian la pesadilla de cualquier adolescente y una cadena al cuello de la que colgaba una llave USB con forma de pinguino. Si todas las mujeres fueran asi, seria sencillisimo para Preston cumplir la promesa que habia hecho semanas atras a su asesor de campana de no volver a meterse en lios de faldas. Por desgracia, no lo eran, y el sabia que aquella promesa iba a ser muy dificil de cumplir. II --Una mas y me marcho, Preston. Emily va a matarme. --Por Dios santo, Trav, no seas calzonazos. Empiezas a parecerte a Parker... --No digas tonterias --rebatio Travis, como si le hubiese mentado al diablo--. ?Vas a ir a casa en las vacaciones de primavera? --No creo. Me apetece hacer una escapada a Londres para ver a mis amigos. La vuelta a Nueva York fue tan precipitada que de algunos ni siquiera pude despedirme. Ni de algunas... --Preston sonrio, al tiempo que indicaba a la camarera con un gesto de su mano que les sirviera otras dos copas y, con una sonrisa, que estaria disponible para lo que ella dispusiera. --No vas a cambiar nunca, ?no? --!Ojala! Me va a tocar cambiar dentro de poco. Mi asesor de campana me obliga a portarme bien. --Preston, ?tu estas seguro del paso que vas a dar? ?No seria mejor que siguieras dando clase y meterte en politica dentro de unos anos? --Es que el momento es ahora. Todo el partido quiere hacer una campana para modernizarse, sobre todo en la costa este. Y yo parezco la persona adecuada. Les gusta el hecho de que haya vivido en Europa, que tenga experiencia en derecho internacional, tambien una cuestion de imagen... --O sea, que te quieren por guapito --se burlo Travis. --No es eso, listo. Es por la edad, mas que nada. Quieren venderme como el futuro congresista mas joven del pais. --?Y como vas a llevar lo de portarte bien? --Pues mal. Lo que peor llevare, seguro. --Preston exhalo un suspiro resignado--. Asi que tendre que aprovechar el tiempo hasta que mi cara empiece a salir en la prensa. Travis se distrajo consultando el movil lo que a el le parecieron cinco segundos. Suficientes para que Preston invitara a sentarse con ellos a dos amigas que debian de ser, como minimo, modelos de Victoria's Secret . Cuando volvio en si de la sorpresa, la mano de una de ellas reptaba por su muslo, dejando muy claras sus intenciones. La cara de Emily se represento en su cabeza como si se hubiese hecho corporea alli mismo, lo que le hizo sonreir. Se levanto, le guino un ojo a su hermano y empezo a despedirse. --Senoritas, las dejo en buena compania. Yo tengo que irme. --!Oh! !Que pena! --dijo una de ellas, con tono tan impostado que hizo que Travis deseara estar ya en el taxi. --Mi querido hermano gemelo es un hombre emparejado. Vais a tener que conformaros conmigo. --Preston fingio un puchero. Travis puso los ojos en blanco y trato, sin exito, de contener la risa, cuando escucho aquella tecnica tan burda, incluso para Preston. --Adios, Preston. Nos vemos manana. A las ocho, ?de acuerdo? --?Manana? --Cena en Harlem. ?Recuerdas? --Pues, si no me lo llegas a recordar, ni de cona... Nos vemos alli. --Choco un puno con su hermano y, a continuacion, se dirigio a sus dos companeras de mesa--. Bueno, senoritas, ?sabeis que tengo un piso en Brooklyn con unas vistas fantasticas de la ciudad? Las risas de Travis aun se escuchaban mientras se subia al taxi camino del apartamento que compartia con Emily en Hell's Kitchen. || --Dios mio, esto esta increible, Amy --comento Lisa, con la boca medio llena. Los tres hermanos Sullivan, junto a Emily, Amy y la propia Lisa llevaban ya mas de una hora degustando las delicias de la cocina afroamericana. --?Verdad que si? El restaurante es de un amigo de mi madre. Han abierto hace poco tiempo. --?Y tu madre trabaja aqui? --pregunto Emily. --Si. Ahora que Katie vive ya con nosotros de forma casi definitiva, puede permitirse los horarios. --?Todo listo para la boda? ?No te has arrepentido aun de casarte con este imbecil? --se burlo Preston, ganandose un punetazo de Parker en el hombro. --Iremos a Arizona en las vacaciones de primavera para dejarlo todo cerrado --los informo Amy, riendose todavia de la indignacion de su novio. --Estais completamente locos. --Dejalos en paz, Preston. Que tu le tengas aversion al amor, no significa que ellos esten locos por casarse. --?Quien mas opina que hay que estar mal de la cabeza para casarse antes de los veinticinco? --pregunto Preston, medio en broma, medio en serio, al tiempo que levantaba la mano para emitir su voto. Todos se rieron, entre otras cosas porque Preston tenia, desde nino, la capacidad para reirse de todo y de todos sin que nadie se ofendiera. Solo Lisa alzo su mano tambien, ganandose una sonrisa radiante de Preston y un pequeno vuelco interior al ver que el le lanzaba un beso y un guino desde el otro lado de la mesa. La proxima boda de Parker y Amy monopolizo la conversacion de las chicas, y los planes de despedida de soltero, la de los chicos, pero la cabeza de Lisa estaba muy lejos de aquella mesa. ?Por que le habia afectado ese beso de broma de Preston? Hacia cinco anos que no recibia ningun tipo de atencion por parte de un hombre, y eso era justo lo que deseaba. Que nadie la mirara, que nadie se sintiera atraido por ella, pasar inadvertida. Y, ahora, ante la primera muestra de afecto, incluso en aquel tono frivolo, se estremecia por dentro. Parker y Travis debian de estar muy interesados en la despedida de soltero para no darse cuenta de que Preston tenia la mente en otro lugar. Sabia que el coqueteo era inherente a su comportamiento, pero no tenia ningun sentido haberse puesto tonto con Lisa. Llevaban cerca de un mes coincidiendo con frecuencia, y cada vez le caia mejor aquella chica. Sus hermanos siempre habian bromeado con que era imposible que Preston tuviera una amiga, porque tardaria apenas unas horas en llevarsela a la cama. Lisa parecia desafiar aquella afirmacion, por mucho que Preston se avergonzara de que el motivo fuera su aspecto fisico. Y, ahora, de repente, le lanzaba un beso, le guinaba un ojo y se comportaba como si de verdad estuviera intentando acostarse con ella. --Entonces, ?Las Vegas? --escucho, como a lo lejos, a su hermano Travis. --Las Vegas. Sin duda. --Preston retomo el contacto con el mundo real, y se le hizo la boca agua al pensar en lo que Las Vegas podria ofrecerles en esa despedida de soltero. --Por cierto, Preston, ?te tiraste ayer a las dos rubias del bar? --Pseeee... Un caballero no habla de esas cosas. --O sea, que si. --Parker se echo a reir, al tiempo que alcanzaba un paquete de cigarrillos del bolsillo de su cazadora y le hacia un gesto a Preston para que lo acompanara fuera. Hacia una noche excelente, asi que salieron a la calle en manga corta. Los seis ojos femeninos siguieron cada uno de sus movimientos, desde los tatuajes de Parker tensandose sobre los musculos de sus brazos hasta las largas piernas de Preston enfundadas en unos vaqueros que le quedaban como un guante. --Hola, chicas... Sigo aqui --protesto Travis entre risas--. !Emily! !Al menos tu, mirame a mi! --No seas bobo, no estabamos mirandolos a ellos --se defendio su novia, apoyando, carinosa, la cabeza sobre su hombro. Lisa y Amy ni siquiera hicieron amago de justificarse. En la calle, Preston trataba de convencer a Parker para salir esa noche. --No puedo. Es la primera vez que dejamos a Katie con una canguro, y quiero ver que tal le ha ido. --Eres todo un padre de familia --se burlo Preston, encendiendo el cigarrillo que le habia ofrecido su hermano. --Si, no te lo voy a negar. Tu puedes reirte, pero yo estoy encantado. --Ya lo se. Sabes que te lo digo de broma, ?verdad? --Claro que si. --Parker le sonrio--. Y tu, ?que rollo te traes con Lisa? --?Yo? ?Con Lisa? --?Era cosa suya o su voz se habia agudizado unos cuantos tonos?--. Nada, joder. Hemos coincidido un monton de veces con Travis y Emily, y me cae muy bien, pero nada mas.

  • Si tenemos suerte, alguien nos amara de Berenice Islas De La Paz Perez

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    Si tenemos suerte, alguien nos amara, es la historia de una joven que sufre una perdida, la cual la lleva a embarcarse en una serie de aventuras para buscar el amor y la felicidad, las que finalmente la hacen reencontrarse consigo misma.

  • La jugueteria magica de Angela Carter

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    Una noche, Melanie camina por el jardin con el vestido de boda de su madre y, a la manana siguiente, todo su mundo se ha hecho anicos. Asi de simple, asi de inconcebible. Melanie y sus dos hermanos pequenos se veran obligados a mudarse a Londres, a casa del tio Philip, un hurano y genial artesano juguetero que vive con su esposa Margaret -una mujer <>, muda desde el dia de su boda- y los dos extravagantes hermanos de esta. Tras una infancia idilica en la casa familiar, Melanie se ve ahora confinada en un entorno opresivo y delirante, lleno de artilugios y mecanismos creados por su tio, un ser inquietante acostumbrado a tratar a las personas como si fueran otros de sus titeres.

  • Sucedio en Cambridge de Bruno E. Gomez

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    Cambridge, Inglaterra. Verano de 1959. Una de las cosas que mas me llama la atencion cuando hablamos de la vida, es el hecho de que no importa cuanto trazamos un camino para nosotros, nos sorprenden los detalles que son capaces de cambiar totalmente la direccion que vamos a seguir. En primer lugar, quiero dejar muy claro que esta no es una historia de una sola persona. Pero uno de ellos es el mejor autor de todo esto. Es el “detalle”. Mi nombre es Anthony Henderson, escoces, con un padre agricultor y una madre docente y que cumplio su sueno de estudiar literatura en la Universidad de Cambridge. Fue alrededor de la una de las mas prestigiosas universidades del mundo, en la noche del 27 de junio de 1959 que se inicio una fase de mi vida que me ha traido muchas alegrias. Como de costumbre, Louis De Lamartine y yo fuimos al George’s Pub los fines de semana. George’s fue uno de los bares mas famosos de la ciudad. Sus principales visitantes eran estudiantes que no solo disfrutaban de su cerveza sino que tambien coqueteaban con las hermosas camareras que trabajaban alli. Su diseno rustico y su musica celta me recordaron la epoca de mi infancia en la casa de mis abuelos. - No deberiamos haber venido aqui hoy, esta lleno de gente - Le dije a Louis, estabamos en la entrada del bar, nunca habia visto ese lugar tan lleno de gente - Creo que es una especie de celebracion. - El nombre de esto es vacaciones de verano - Louis estaba tan feliz como siempre, fuimos al balcon - Sin pruebas, sin responsabilidad, muchas mujeres y lo mejor, cerveza. - Este es el problema, Louis, la cerveza. Manana estaras camino a Francia, necesitas estar sobrio. - Tengo que disfrutar de este ultimo dia en Cambridge - dijo Louis, con el vaso en la mano, mientras le servian - Si mis padres me ven borracho en Paris, me matan - se lleno la boca con el primer sorbo - Y no estoy bromeando. Louis era el unico frances que conocia, aunque irresponsable la mayor parte del tiempo, era el mejor amigo que cualquiera podia tener. Tuve mucha suerte de tenerte como companero de cuarto. Como cada verano, Louis volveria a pasar sus vacaciones familiares en Paris. - Por cierto, Anthony, ?que vas a hacer mientras estoy fuera? - Louis me pregunto - Lo se, te encerraras en esa habitacion escribiendo otra de tus historias. Lo entendiste bien. Ni siquiera tuvo que decir lo aburridas que serian mis vacaciones. - Quizas lo haga - me rei - Caminar y visitar a mis padres tambien estan en la lista de cosas por hacer. Louis rio con ironia. - ?Sabes lo que pienso? Que usted debe conocer a alguien. Si alguien Hoy. Hay muchas chicas hermosas aqui. ?Que hay de que aqui? - Louis senalo a una de las camareras que estaba sirviendo una mesa a cinco metros de donde estabamos. - Louis, no me hagas avergonzarme de nuevo. Saludo a la nina. Gire la cara, avergonzado. Ella se nos acerco. - ?Senorita? ?Por favor? Ella camino hacia nosotros. - Servirnos. Ella se cerro para nosotros, la iluminacion nos permitio ver la cara de esa mujer. Y fue en este mismo momento que vi por primera vez a Mary Collins, “el detalle”. Capitulo 2 Mary Collins Mary Collins era la mujer mas hermosa que habia visto en mi vida. Ella era inglesa, nacio en Cambridge en 1938, hija de una madre inglesa y un padre escoces, vivio una vida simple en esa ciudad, desde la cual nunca habia pisado afuera. Su madre fallecio despues de dar a luz a su hermano, cuando Mary tenia solo 3 anos. Paso parte de su infancia y adolescencia cuidando al nino, mientras que su padre, George Collins, trabajaba en la unica fuente de ingresos de la familia, George’s Pub. Inteligente, ella lo sabia todo, y lo que no sabia, siempre trataba de aprender. Le encantaba todo lo que era bello y armonioso, siempre estaba conectada con el arte y le encantaba pasar tiempo pintando cuadros. La hija del Sr. George era conocida en todo el vecindario, su amabilidad y simpatia eran admirables. Su belleza no llamo la atencion de uno, ni de algunos, sino de todos los hombres que la vieron. Era una chica dificil y no se dejaba influenciar por todos los tipos de coqueteo que recibia. Mary era demasiado romantica; ella creia en el amor verdadero y sonaba con una vida de princesa. Hasta entonces, ella habia vivido solo una pasion, un chico de secundaria, que la dejo para estar con otra chica. A los 17 anos, Mary comenzo a trabajar con su padre en George’s Pub. Como nunca tuvo la oportunidad de ingresar a una universidad, comenzo a trabajar a tiempo completo en la cocina del establecimiento, un hecho que nunca la habia visto alli. Su padre preferia que ella trabajara como reclusa porque temia el acoso de los hombres. Era el destino que esa noche de junio de 1959, debido a la demanda, Mary Collins tuviera que asumir el papel de camarera. Cuando me di vuelta, vi a esa chica, de 1,65 metros de altura, con el pelo liso rizado en un tono oscuro, una cara hermosa y una mirada gentil que denunciaba sus ojos marrones que me miraban acompanados de una sonrisa capaz de hacer que cualquier hombre en el mundo se pusiera de pie enamorar. Pasaron milisegundos antes de que Mary llenara mi vaso con cerveza y desapareciera entre la multitud de hombres. Nunca crei en el amor a primera vista, pero confieso que en ese momento mi respiracion se detuvo y mi corazon se acelero. Algo me dijo que acababa de conocer al amor de mi vida. El instinto tenia razon. Capitulo 3 El reencuentro - ?De verdad crees que exagere la bebida? - Louis me pregunto. Cerro su maleta, se detuvo y me miro: ?Anthony? ?Anthony? - ?eh? - ?Que paso? No presto atencion a nada de lo que te dije. Esta disperso. - Oh no, no fue nada - dije - Pero creo que llegas un poco tarde. Era el domingo por la manana despues de esa noche en George’s. Unas horas mas tarde, Louis estaria camino a Paris. Subiria a un barco a Calais, en la costa francesa, y desde alli, continuaria por tierra hasta la capital del pais. - No cambies de tema, Anthony. Te conozco. ?Que esta pasando en tu cabeza? Lo se, otro verano sin tu amigo aqui. Louis se rio y me arrojo una toalla de bano mojada. - Idiota - con buen humor lo tire de vuelta. - Pero entonces, ?me lo diras? - Esa camarera de ayer. - ?Cual de ellas? - Nos sonreimos - Ah… Yo se quien es. - Ella misma, creo - me rei. - Entonces significa que ademas de ser un buen amigo, yo soy tu angel de cupido, despues de todo, yo fui quien te la presento. - Convencido - le dije - Y no me presentaste, ni siquiera se su nombre. - ?Y a que esperas? Vuelve ahi. Estoy seguro de que a ella le encantaria dejarte. - Siento que me estas subestimando, Louis - dije juguetonamente. - Entonces prueba que estoy equivocado. Ve alli y habla con ella. - Quizas lo haga. - ?”Tal vez”? No esperes demasiado. - Si… tienes razon. Al menos una vez en esa vida. Louis sonrio. - Cuando la vi, no se, senti algo diferente. Es como si todas las demas mujeres salieran por mi y yo solo la viera. - !Maldita sea! ?Por que no me di cuenta? Tal vez estaba ciego. Louis se rio. - Esto es serio… Es como si algo me dijera que la persona que estoy buscando esta alli, justo ante mis ojos. - Mira, caballero enamorado, luego dime los detalles, envieme una carta, tal vez la reciba antes de que regrese. Nos reimos, como siempre, las conversaciones con Louis siempre fueron animadas. Durante esa tarde sola en nuestra habitacion en la Republica, no podia dejar de pensar en esa chica. Sin Louis alli todo el verano, pasaria la mayor parte de mi tiempo asi, yo y mis pensamientos. Me preguntaba, ?como podria estar tan conmovida, pensando en una chica que ni siquiera sabia su nombre? La ansiedad y la curiosidad no me dejaron dormir esa noche. Estaba mas que decidido a ir a ese bar lo antes posible y descubrir quien era la chica que conmovio mi corazon. ... En la tarde del dia siguiente fui al pub de George. El bar parecia cerrado; aun asi, la presencia de alguien dentro del establecimiento, decidi ver si la puerta estaba abierta. Se abrio facilmente. El bar estaba vacio, camine lentamente hacia el mostrador. - El bar esta cerrado. Me di la vuelta. Fue ella. - Hoy es lunes, abriremos mas tarde. Estaba extasiado. Esta vez la vi por mas de un segundo. Ella me miro sin entender nada de lo que estaba sucediendo. - Yo… no vine a beber. - ?Entonces estas buscando a mi padre? - ella me pregunto. - ?Su padre? - Si, George Collins, el dueno del bar. Ella era la hija del dueno. Al menos el apellido que ya conocia. - No, no, solo estaba pasando y… - Te conozco - dijo mirandome - Estuviste aqui en el bar el sabado con tu amigo, ?verdad? Ella recordaba mi cara. Sonrei como nunca antes, como para decir que si. - Sientate, te servire una cerveza. Estaba sentado en un taburete. - No, no, sientate en una de las mesas - tomo una cerveza y se fue detras del mostrador. Encontre la orden extrana, me sente, ella se sento en otra silla, frente a mi y me entrego un vaso que acababa de llenar. - El bar no esta a la venta. - ?Que? - Eres guapo, bien vestido; Apuesto a que eres uno de esos estudiantes que quieren convertir este bar en un club de strippers. !Dije que era una mujer dificil! - No, no, no es eso… quiero decir, soy estudiante, pero no es por eso que vine aqui - Tartamudee por un momento, me miro con recelo - Pase por aqui, pense que estaba abierto y… - ?Y decidiste tomar una cerveza a esa hora? ?Ella siempre me interrumpiria? - Estoy bromeando, sientase libre, senor… - Se levanto - ?Como se llama? - Anthony, Anthony Henderson. - Bueno, Sr. Henderson, si lo necesita, llameme. Ella se iba, le toque el brazo y me miro con miedo. - ?Y el suyo? - Mary, Mary Collins. !Realizacion! - Solo llamame Anthony, senorita Collins. Ella sonrio - Solo llamame Mary, Anthony. Nos reimos mirandonos el uno al otro. Parecia un poco avergonzada, miro a ambos lados y dijo: - Bueno, pensandolo bien, no tengo mucho trabajo por hacer - se sento de nuevo - Tu no pareces ser de Cambridge. ?Es escoces? - ?Como sabe? - me sorprendi. - Mi padre tambien es de Escocia. Reconozco uno de lejos - ella rio. Esa decoracion del bar fue explicada. - Tu no eres... - No, soy de aqui. En realidad nunca deje Cambridge. - Wow, de verdad? - No finjas sorprenderte - sonrio - Mirame, no me veo como una viajera. Tenia miedo de reir. - Bueno, eres una nina, tendras muchas oportunidades de viajar. - Me quedare con tu optimismo - me sonrio - ?Estudiar que? - Literatura - Hmm, ?literatura? ?Y tiene la intencion de ser uno de esos maestros que se presenta en el bar despues de las clases para enojarse y quejarse de los estudiantes? - ?Es este mi futuro? Nos reimos - No, no, realmente quiero ser escritor - le dije. - Ah, entonces, senor… ?escribe? - Si… lo intento. Ella sonrio - Ah… Dios mio, mi papa estara aqui pronto - ella se levanto - El no puede verme sentado aqui con un cliente. !Maldita sea! - Te veo, Anthony - estaba alegre - puedes seguir bebiendo.

  • Antes de que el pasado nos alcance de Stefania Gil

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    Elaine dejo la camara sobre el taburete de apoyo que tenia en el cesped para los momentos en los que se tomaba un descanso. Su telefono empezo a sonar y supo por el ringtone, de quien se trataba. --Estaba por llamarte, porque... Un ruido estatico, muy fuerte, hizo que Elaine se separara de inmediato el telefono de la oreja. No por ello dejo de percibir la voz de Ilona entrecortada y parecia... ?nerviosa? --Els. Necesi... por fav... --Ilona, carino, muevete un poco porque no entiendo que es lo que... Otra interferencia. --!Els, por favor, ayudame! --Ilona lloraba, hablaba en susurro y estaba aterrada--. Viene de nuevo... y no se como… La comunicacion era terrible y estaba haciendo entrar en desesperacion a Elaine. --Ilona, ?en donde estas? --Es Constan... Els, ayud... Es... ella. La llamada se corto al instante en el que a Elaine se le erizaban cada uno de los vellos de la nuca; como cuando tenia que atravesar a oscuras uno de los pasillos de la seccion mas antigua de Blaston House. No entendia que pasaba con su amiga y mucho temia que corria peligro y ella desde alli no sabia como diablos ayudarla. Las manos empezaron a temblarle. Corrio al interior de la casa en tanto marcaba de nuevo el telefono de Ilona. La llamada parecia no activarse. Colgo. Saco su portatil y lo abrio. Marco una vez mas el numero, pidiendo en lo mas profundo de su ser que Ilona le atendiera y le dijera en donde estaba; pero no, esta vez respondio la operadora automatica de la compania de telefonos indicandole que el movil estaba fuera de cobertura. ?Que diablos estaba pasando? El ordenador se encendio y activo el buscador para buscar un pasaje de inmediato a Inglaterra. Pierce entro en casa a tiempo. --!Hola carino! --Elaine lo vio a los ojos y su fortaleza flaqueo unos segundos, diciendole a Pierce, con solo verlo, que algo no iba bien--. ?Que ocurre? --Voy a casa en el primer vuelo que encuentre --Pierce la vio con logico desconcierto--. Algo ocurrio con Ilona y tengo un mal presentimiento, Pierce. Ella tomo el movil de nuevo y marco el numero de la oficina de Ilona en tanto el ordenador arrojaba resultados de vuelos proximos a Londres. Linette, la asistente de Ilona, respondio la llamada con la formalidad que la empresa requeria. Elaine no estaba para formalismos en ese momento. --Linette, soy Elaine. --Elaine, encantada de saludarte. ?Estas bien? --la chica de inmediato noto que Elaine no era la misma de siempre. Lo usual era que le saludara con cortesia antes de pedirle lo que necesitara. Elaine no queria alarmar a nadie mas hasta no saber que diablos pasaba. --Necesito hablar con Ilona y no la encuentro en su movil, ?sabras en donde estara? --Mmmm, no. Yo tambien intente comunicarme con ella ayer pero no lo logre. Tal vez este en algun lugar apartado, sabes que ella a veces lo necesita. Aquello pintaba peor de lo que Elaine pensaba. --Nunca se va sin avisar, Linette --le hablo con fuerza e ironia. Necesitaba que la chica le diera datos sin ella tener que explicar nada. --Oh, si lo hizo. Me llamo hace dos dias... ?o tres? --se pregunto a si misma en voz alta porque obviamente no lo tenia muy claro--. Me indico que saldria de la ciudad por unos dias, que lo necesitaba. Ahora que lo pienso, no la escuche del todo bien. <> Elaine sintio exasperarse. --?Sabras que hacia cuando te llamo? --No era propio de Ilona irse a tomar un respiro con tanta prisa--. En su agenda seguro podemos deducir algo. Es bastante urgente que hable con ella. Un asunto personal que solo ella... --Ok, no te preocupes, te dire que esta escrito en su agenda de ese dia. Ilona siempre me ha dicho que te facilite todo cuanto pidas. Solo dejame aclararme primero si fue el... --se quedo pensando, intentaba deducir cuando fue que hablo con ella--... !Aja! Si, lo tengo. Estoy segura que la llamada me la hizo antes de ayer porque se fue antes de lo previsto. Ese dia estaba ansiosa. Y cuando decidio marcharse, me sorprendio, porque aun no terminabamos la jornada; solo me dijo que habia surgido algo importante y que tenia que irse antes de tiempo. De hecho, ahora que lo recuerdo, dijo que era una reunion importante con alguien que no era de su completo agrado pero que no tenia mas alternativa... --esta chica era capaz de saberse toda la vida de Ilona y sabra Dios de cuanta gente mas. Ilona la mantenia en su puesto por la eficiencia con la que dirigia todo cuando estaba sola--… Elaine, no se si su agenda va a ayudarnos, solo tiene dos siglas: BH. Nada de direccion ni... --Gracias, Linette, eso es suficiente. Adios. No le dio tiempo de respuesta a la chica y colgo. Observo a Pierce inmovil y con el ceno fruncido. Estaba tratando de poner en orden sus pensamientos. --?Y? --Pierce la vio con desespero--; ?que te dijo? Elaine estaba ocupada observando como su cerebro, hilaba algunas cosas de la conversacion con Ilona y luego, con su empleada. --Pierce, esto es demasiado extrano --seguia viendo en su cabeza las coincidencias y asi mismo, seguia sin entender--. Cuando Ilona llamo, la llamada tenia muchisima interferencia y ruidos extranos que hacia que la voz de Ilona se alejara y se entrecortara. No llegue a entender nada... me pedia ayuda, Pierce. Nunca la habia escuchado tan aterrada. Pierce la escuchaba a ella con toda la atencion del mundo, como solia hacer siempre. --Linette me dijo que no volvio a saber de ella desde que salio de la oficina con prisas para una cita importante --Pierce no pudo disimular su preocupacion--. Y la ultima cita que tuvo fue antes de ayer. ?Lo que no entiendo es por que tenia una cita en su agenda para ir alli? --?En donde era la cita? Dos cabezas piensan mas que una, Els Elaine sacudio la cabeza como si quisiera despejar sus pensamientos con esa accion y atraer a ella a los hilos que estuvo atando hacia unos segundos. Recordo que antes, entre las interferencias, Ilona menciono a... ?Constance? ?Constance Daniels? --En Blaston House --Pierce la vio con clara confusion--. Exacto, y eso no es lo mas raro. Carino, cuando Ilona me llamo, entre lo poco que pude escuchar, me decia que la ayudara porque <> --uso la palabra exacta que salio de los labios de su amiga--; venia de nuevo. <> me dijo en un susurro --finalizo Elaine anunciando en voz alta. Pierce abrio los ojos recordando su encuentro con Constance Daniels cuando tuvo que ayudar a Elaine a buscar algo que les diera una pista con respecto a Alma y August. El estaba acostumbrado a ver los fantasmas del castillo, sin embargo, admitia que nunca vio uno como Constance. Esa mujer, desde el mas alla, destilaba maldad. --Quiza Maxwell podria ayudar a aclarar todo, Els. --No lo creo --comento ella; igual, no descartaria ninguna opcion, tomo su telefono para llamar a su hermano--: ?podrias hacer lo de los boletos? --En cuanto hables con Max, tomaremos decisiones. Elaine nego con la cabeza pensando que no queria darle la razon a Pierce aunque admitia que existia la posibilidad de que la cita de Ilona en Blaston House pudiera ser en referencia a Maxwell. <> No, aquello tenia que ser con otro Daniels. --Elaine --respondio su hermano en ese tono en el que intentaba mostrarse alegre de recibir su llamada y que a la vez quedaba opacado ante la seriedad y la educacion que tenia que demostrarle al mundo al ser un Daniels--. Me alegra que me llamaras porque nece. --Max --lo corto en seco--; si quieres luego te hago una llamada con mas calma. Ahora es urgente y necesito tu ayuda. Maxwell que no estaba llevando su vida nada bien en esos dias, se quedo en silencio, se incorporo en la cama y fruncio el ceno. <>, penso en Ilona rezando que no fuera nada malo referente a ella. Seguia sin noticias de la chica y esperaba que solo se debiera a que ella no queria saber nada mas de el. --?Que diablos te ocurre? --No es a mi, Max. Es Ilona... Max sintio que el corazon se le redujo a una bola. Y salio de la cama con prisa. --Els, te juro que yo solo... --resoplo-- yo solo... --no le salian las palabras y empezo a temer lo peor cuando su hermana se echo a llorar. --!Els! !Con un demonio! ?Que le paso? --No lo se, no lo se, solo me llamo, habia interferencia y yo esperaba que estuviera contigo y...

  • Mientras llueva de Teresa Viejo

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    <>: esa es la frase que retumba desde la cabeza al corazon de Alma Gamboa Monteserin, una mujer en fuga a la que nadie persigue. Es el invierno de 1946 y Alma viaja a la casa de sus antepasados donde, en vez de la paz que tanto necesita, le espera, ineludible, una revelacion trascendental.

  • El rio que nos separa de Ngugi Wa Thiong'o

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  • Atrevete a quererme (Amigos del barrio 4) de Noelia Amarillo

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    Hector ya no es un nino: ha terminado sus estudios, ha encontrado trabajo y se ha mudado a otra ciudad. Solo. O todo lo solo que se puede estar viviendo con siete personas en una casa diminuta. Esta decidido a disfrutar de su recien obtenida libertad. o al menos eso pretende hasta que conoce a Sara, una mujer que le da calabazas sin ni siquiera pestanear despues de haberle permitido probar el placer mas exquisito.
    Sara sabe perfectamente lo que puede esperar de la vida, y eso no incluye salir con un jovencisimo principe azul con cara de angel. Es cantante de noche, secretaria de dia y madre a jornada completa. !No tiene tiempo para cuentos de hadas! Y aunque lo tuviera, tampoco tiene ganas. Un poco de sexo, si, por supuesto, y mas si es del bueno. Pero ir mas alla, no. Es demasiado vieja y sabia para complicarse la vida con historias de amor imposibles.
    Musica, sexo y amor en un coctel explosivo en el que la impaciente juventud y la calmada madurez echan un pulso entre las sabanas.

  • Arrancame de la Oscuridad de Isai Flores

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    Atrapados en una ciudad caotica, golpeada por un asesino que esta exterminando a hombres gais, Edgar y Rodrigo tendran que encontrar la ruta de escape, adentrandose en las artes holisticas y paranormales, asi como escuchando a sus instintos para sobrevivir las calamidades de la sociedad, confrontar sus propios demonios, rescatar a sus familias y todavia vivir para contarlo.

  • Sinfonias en la piel de Varios Autores

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    "Sinfonias en la piel"
    Dibuje en tu tez las notas de mis caricias... guarde en mis oidos la melodia de tus gemidos... grabe en mis ojos la pasion de los tuyos... deguste tu sabor en mi boca... me embriague con el perfume de tu piel…"Sinfonias en la piel" es una antologia que reune a siete autoras. En sus relatos, encontraran sensualidad, pasion, romance y erotismo. Cada uno esta inspirado en una cancion, la que desatara emociones y sentimientos que seran dificiles de olvidar.
    Prologo: Fernanda Perez.
    "Gabriel's oboe" de Ascen Nunez.
    "I want to know what love is" de Camilla Mora.
    "Bring me to life" de Chris De Wit.
    "Crazy" de Dacar Santana.
    "Me gustas mucho" de Marta D'Arguello.
    "Only you can love me this way" de Mimi Romanz.
    "Entre dos amores: Intro" de Victoria Aihar.

  • Manual de seduccion de Lee Vincent

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    MANUAL DE SEDUCCION
    Pocas veces la vida nos coloca frente a una tremenda oportunidad.
    Eso es lo que le sucede a Patricia Campbell cuando su mejor amiga le propone un plan descabellado mediante el cual podra probar las 58 tesis del manuscrito de su primer libro, Manual de Seduccion, y asi lograr su publicacion con una de las mejores editoriales del mundo. Sin embargo, alcanzar esa meta parece imposible, pues tendra que seducir al CEO de la empresa para la cual trabaja.

  • Todavia sueno contigo (Destino 2) de Lina Galan

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    Alex, un chico sencillo y humilde, aun no ha conseguido olvidar a Clara, su gran amor, casada ahora con un rico empresario.

  • Con la Tierra nos Basta de Isaac Asimov

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    En este volumen, el maestro Asimov muestra en quince lecciones como se escribe el cuento corto de ciencia ficcion: la idea brillante, el desarrollo rapido con economia de medios expresivos, el sorprendente giro final, encerrando tal vez la pequena moraleja que nos hace pasar de risuenos a pensativos.

  • Miel de verano de Sara Paborn

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    Es un remitente inusual en ese tipo de revista semanal. Estoy sentada en la salita de espera, pasando las paginas. La columna que ha logrado captar mi atencion lleva por nombre <> y el tema es: <>. La carta esta firmada por <>. Solemne y seria, entre recetas de galletas y consejos para que los jacintos aguanten el invierno y sobre como limpiar manchas de grasa en tejidos de seda. Empiezo a leer con creciente interes. La carta dice asi: Estimada Monica: Te escribo porque en los ultimos meses he empezado a pensar cada vez con mas intensidad en un joven con el que mantuve una relacion en mi juventud. Tuvimos una breve pero intensa historia de amor el verano de 1955. El era estudiante de arte y se hospedo durante un par de semanas en la pension que regentaba mi madre, en la peninsula de Bjare. Nos separamos en circunstancias un tanto dramaticas y desde entonces no he vuelto a saber de el. La cuestion es que mi marido murio hace poco mas de cuatro anos. Estuvimos casados seis decadas y tuvimos una vida hermosa y gratificante juntos, aunque no llegamos a tener hijos. A lo largo de todos estos anos, casi nunca he pensado en el otro, pero ultimamente su recuerdo me viene cada vez mas a menudo, e incluso sueno con el por las noches. ?Que significa eso? ?Esta intentando comunicarse conmigo o no es mas que una fantasia que me he montado yo sola? ?Que debo hacer? Tengo setenta y nueve anos. Te agradezco una pronta respuesta. UNA QUE SUENA Y luego la contestacion, cuando menos sorprendente, por parte de la medium, que aparece en una foto: una mujer regordeta con mejillas brillantes y una especie de tiara en la cabeza. Estimada Una que suena: !Tu viejo amor esta vivo! Me llega una clara imagen de un hombre muy elegante, ahora cano. Lleva una camisa azul celeste y saluda alegre con la mano. A veces, personas que han estado muy unidas en el plano fisico pueden seguir en contacto en el plano espiritual, incluso despues de muchos anos. No es infrecuente que alguien presienta que otra persona ha sufrido algun tipo de accidente y necesita su ayuda. Tambien puede ser que haya emociones no trabajadas por tu parte. ?Cual fue el motivo de vuestra ruptura? Dices en tu carta que os separasteis en circunstancias dramaticas. A lo mejor es en estas en las que tienes que ahondar para conseguir la paz que buscas. ?Sabes donde esta ahora el amor de tu juventud? Si es que no, ?has probado a hacer algo tan sencillo como buscarlo en internet? !Te deseo mucha suerte! Un calido abrazo, MONICA Primero, no oigo al terapeuta cuando me llama por mi nombre. Estoy conmovida. Han pasado sesenta anos. Y luego esta la pregunta que la autora de la carta le hace a una persona a la que no conoce de nada ni ha visto nunca. ?Y si la medium hubiese contestado: <>? Dejo la revista en la mesa a reganadientes y le estrecho la mano a Joar. No nos hemos visto demasiadas veces, pero ya lo considero un viejo conocido. A lo mejor de algun festival de musica de mi juventud. La combinacion de pelo crespo de color castano, la postura un tanto alicaida, los tejanos negros ajustados y los ojos mas afables del mundo me resulta familiar y reconfortante. Me sujeta la puerta de su consulta, donde nos reciben dos butacas y un gran escritorio. La luz del sol bana la mesita de contrachapado con los panuelos de papel de rigor. Joar saca una carpeta que ha ido engordando hasta adquirir proporciones preocupantes y toma asiento. El llavero que lleva colgado de la cintura del pantalon tintinea. --Bueno, ?como has estado? --Me mira con carino. --Jodida --digo yo. Joar sonrie. --?Has hecho los ejercicios de relajacion que acordamos? --Si, pero me cuesta concentrarme. Y tampoco noto ninguna diferencia. Me parece todo bastante imposible. Cambio de postura en la butaca. --Las cosas no tienen por que ser imposibles solo porque asi nos lo parezcan --me recuerda Joar--. El efecto de los ejercicios no suele notarse hasta pasadas varias semanas. Es importante que les des una oportunidad. Si no, nunca sabremos si te sirven o no. Lo miro con cierta suspicacia. Joar es joven, puede que ronde los treinta, pero su presencia es solida. En las paredes hay algunos posteres de arte. En el escritorio reina un orden impecable. En la pizarra blanca ha pintado unos triangulos bajo el titulo <>. --?Existe siquiera el ruido este? --pregunto--. ?O soy yo la que se lo ha inventado? --Tu lo oyes, por tanto, existe. ?No es asi? --Joar me mira con atencion--. Hay personas a las que les molesta muchisimo un volumen aparentemente bajo y otras que pueden estar oyendo un tono estridente sin que les afecte demasiado. Todo depende de las vivencias de cada cual. Empieza a ojear la carpeta que tiene en el regazo. Acudo a Joar por tantas razones que cada area requiere de su propia pestana. Quiza los acufenos sean el menor de mis problemas. Tambien esta la culpa por haber dejado a Tom y darle a Oskar unos padres divorciados. El enamoramiento con Erik y la ruptura. La humillacion publica que vino luego. La perdida del ya mencionado Erik. La depresion de baja frecuencia. Y, como guinda, la preocupacion por los encargos laborales, o por la falta de estos. Los acufenos son mas bien un glaseado que lo recubre todo. --Desde la ultima vez que viniste, he estado investigando un poco acerca de los acufenos -- dice Joar, y asiente con la cabeza--. Muchos lo consideran un problema moderno que se debe a agresiones auditivas, pero el fenomeno parece existir desde el comienzo de la humanidad. He encontrado algunas cosas interesantes. Entre otras, un texto sobre el tratamiento medico en la epoca de los faraones del Antiguo Egipto. Entonces vertian un aceite especial en el oido de la persona afectada. Se creia que el oido estaba embrujado. Joar saca una hoja del monton de papeles. --Y la teoria de Aristoteles era que, en realidad, los acufenos son un viento que se ha quedado atrapado en el oido y no puede salir. La persona puede adquirir capacidades sobrenaturales: presentir sucesos, viajar en el tiempo y cosas por el estilo. En otras palabras, tenia su punto. Pero el tratamiento no era demasiado efectivo: consistia en abrir un orificio en el craneo para dejar salir el viento que estaba atrapado. Obviamente, el paciente moria durante la operacion. Asi que hemos dejado de hacerlo. Perforar craneos. Joar sonrie, dejando al descubierto un hueco entre sus incisivos. --Por cierto, ?quieres un poco de agua? Me llena el vaso con una jarra. Joar esta prometido, lleva un anillo liso de oro en el dedo. En otono sera padre. Creo que es feliz, es la impresion que da. Me gusta pensar que el y su novia se cuidan mucho el uno al otro. Que se escuchan. El tipo de pareja que nunca alza la voz por vicio, que consiguen infundirse seguridad mutua. Me pregunto si Joar tiene algun viejo amor que acecha entre bastidores. No, no lo creo. Si lo tuviera, seguro que a estas alturas ya habria roto con ella. Joar prefiere el presente, no es una persona que se preocupe ni les de vueltas a las cosas. Es alguien que cree en la toma de decisiones. En nuestras sesiones hago anotaciones que luego tiendo a esconder en sitios seguros. La idea es que me entren ganas de sacarlas y empezar a aplicar los consejos en lugar de pasearme por casa sin nada que hacer. Pero lo cierto es que no lo he conseguido. Me olvido de donde he metido las notas, igual que me pasa con casi todo lo demas. Por otro lado, algunas me las se de memoria. Genera calma y paz. Espera que pase la tormenta, buscar un puerto seguro. No actues cuando estes en el climax emocional. !Miralo todo desde fuera! Deja pasar el tiempo. Los consejos son pequenos ventiladores de esperanza que, por lo menos durante un breve instante, pueden hacerme creer que vendran tiempos mejores. Desgraciadamente, a menudo el efecto va desapareciendo a medida que me alejo de la consulta. Llevo mal lo de aplicar los consejos en mi propia vida. El terreno entre la mente y el corazon se me antoja escarpado. Y los caminos que me recorren por dentro estan tan transitados que cada intento de voladura para abrir uno nuevo en la roca me supera por completo. Aun asi, aqui, en la pequena consulta de Joar, puedo tener la sensacion de que el cambio es posible. Se estira para coger un folleto de su escritorio. --Me acaba de llegar esto de imprenta. Cogelo, a lo mejor encuentras algo que te sirva. Me entrega el folleto: <>. Cuando el siguiente paciente ha entrado en la consulta y la salita de espera vuelve a quedar vacia, me acerco de puntillas a la mesa, arranco discretamente la hoja de la revista con la carta al director y me la guardo en el bolsillo. Luego salgo, cojo el ascensor, bajo al oscuro vestibulo y me lanzo al apremiante sol que brilla en la acera. Te crees que te vas a acordar de lo que se siente al estar sola. Te crees que te vas a acordar de lo que se siente al ser querida. Tanto lo uno como lo otro son un error. Son muy pocas las cosas que acabas recordando, ni siquiera aquellas que te prometiste que no olvidarias nunca. Puedo recordar momentos puntuales en los que pense: <>. Como cuando estaba de pie en un paso de peatones bajo una lluvia torrencial el otono que acababa de conocer a Erik. <> Luego lo olvide. Ahora me paso la mayor parte del tiempo metida en el piso de una sola habitacion que compramos en las afueras, un autentico horno, tratando de hallar algo a lo que aferrarme: un futuro, un plan, una forma de vivir el resto de mi vida. Menudencias asi. Hace veinte anos estaba convencida de mi indefectible capacidad de ver cual era el camino correcto para mi. Ahora me veo en una cuneta llena de hierbas y matojos sin poder siquiera distinguir por donde transcurre el camino. Me parece oir que mas adelante esta pasando algo, me llega el bullicio, pero hay demasiadas cosas tapandome la vista. Ademas, el ruido bien puede provenir de mi propio oido. Estoy desorientada y atormentada, no es ninguna exageracion. De camino a casa paro en una pasteleria. Me pido un cafe y un pastel y me siento en una mesa de la terraza, ubicada en el chaflan, justo donde el sol de principios de verano arroja sus elegantes rayos. Era uno de los placeres de domingo que compartiamos Erik y yo: ir a diferentes pastelerias y fingir que eramos del barrio. El siempre se pedia alguno de los pasteles mas empalagosos, con mazapan verde o gelatina temblorosa. Yo solia pedirme un rollito o tartaleta de mazapan. Ambos leiamos el periodico y nos ibamos turnando las secciones. Ambos bebiamos cantidades ingentes de cafe. Ambos gustabamos de quedarnos en ese espacio, de visitar un domingo el barrio de otra gente. Coger el autobus y el metro hasta Estocolmo me parece viajar atras en el tiempo, cuando aun conservaba mi empleo de presentadora de programa de radio y jamas tenia tiempo para sentarme en una cafeteria en pleno dia. Un viaje a un yo mas joven y despreocupado. Quiza por eso vengo a este barrio, aqui sigo teniendo a mi dentista y ahora tengo a Joar. En realidad no tengo dinero ni para la terapia cognitivo conductual ni para los pastelitos de una de las cafeterias mas caras de la ciudad. Pero elijo, pese a todo, interpretar este papel, sentarme en una terraza y hacer como que esta pausa para el cafe forma parte de mi rutina diaria, como un leve deseo de vivir. Treinta y dos coronas por un dulce de mazapan. Treinta y ocho por un cafe solo. Menos mal que te dejan rellenar la taza. Y coger algunas servilletitas cuadradas con el nombre Tosse impreso en azul regio. Me meto unas cuantas en el bolsillo de la chaqueta junto con un sobre de azucar. Nunca se sabe cuando lo vas a necesitar. Por el rabillo del ojo veo a un hombre de pelo plateado y bien peinado, sentado unas pocas mesas mas alla, que me mira con suspicacia. Diez anos atras quiza se habria inclinado un poco, con cierta timidez, y me hubiese dicho: <>. Y yo habria respondido cortesmente: <>. Y luego habria vuelto a acomodarme como una lagartija bajo el sol. Pero ahora las cosas son como son. Ya nadie me reconoce. En las fotografias de estudio que aparecen en la contraportada de mis libros de autoayuda no hay ningun rastro que conduzca hasta mi actual cara palida y mas angulosa. Nunca os vayais a dormir peleados, Ama a diario y Lo mejor de <> son todos mis titulos. Superventas. Al menos en esta nacion. Desgraciadamente, el libro que me arrepiento de haber escrito, teniendo en cuenta todo lo que paso despues, Divorciate feliz, se comento mas de lo que se vendio. Siempre habia algun consejo sabio del que burlarse en relacion con mi propia y sucia separacion. Todos esos libros fueron escritos en mi vida anterior, cuando creia que casi todo podia remediarse con buena voluntad y obstinacion. No hay nada que la gente quiera oir mas que eso. Que las cosas saldran bien siempre y cuando lo desees lo suficiente. Que puedes influir en todo. Que te puedes convertir en lo que tu quieras. Decidir tu destino. Simplemente, no es cierto. Si hay alguien que lo sabe, soy yo. Tambien hay algo impredecible, un pequeno rio de la vida que corre hacia mares que no conocemos y de cuya existencia no estabamos enterados. Despues de rellenarme la taza de cafe, saco del bolsillo la carta al editor, la despliego sobre la mesa y la vuelvo a leer. Me pregunto que aspecto tendra la mujer que la ha escrito. ?Como se llamara? ?Donde estara? ?Vive en una casa o en un piso, o quiza en un geriatrico? ?Todavia se les llama geriatricos? Me pregunto si tiene alguna intencion de buscar a su amor de juventud. ?Que le dices despues de sesenta anos? ?Te he echado de menos? ?Donde has estado? La autora ha perdido a su marido al mismo tiempo que yo. El suyo ha muerto. El mio solo me ha dejado. Pero mientras yo apenas tengo fuerzas para mirarme al espejo, ella ha empezado a fantasear con su amor de juventud. Una que suena. Suena con que su viejo amor todavia piensa en ella y trata de ponerse en contacto con ella despues de todo el tiempo que ha pasado. Hace unos anos, yo habria ventilado rapido el asunto tildandolo de sandeces. No se si es la edad o la crisis o una repentina transformacion en mi naturaleza, pero ya no puedo despachar a los demas con la misma facilidad con la que lo hacia antes. Era tan agradable tener claro quien era listo y quien era estupido…, estar convencida de mi buen juicio y de que controlaba la situacion… Incluso sentia cierta alegria cuando veia a otros cometer errores. Me jode que la vida me haya quitado hasta esa pequena satisfaccion. Ahora, en el mejor de los casos, me rio con los demas. Si me rio de alguien es por panico, porque la linea que separa su desgracia de la mia es demasiado fina. Nunca me he mostrado especialmente solidaria con la gente mas vulnerable. He salido asi, punto. Una que suena quiere ver el destello de viejas ondas en el agua. Una que suena se pregunta como puede sentirse en paz. No es la unica. Sea como sea, no deja de parecerme conmovedor que haya gente que es capaz de poner su vida en manos de una persona completamente desconocida cuando el asunto que les concierne les viene demasiado grande. Durante muchos anos estuve trabajando de reportera en un popular programa de radio al que la gente podia llamar y hablar de amor y relaciones. Cumpli tan bien con mi papel que al final consegui mi propio programa, Laboratorio de amor, con un plantel de expertos. Intentabamos ayudar al soltero o a la soltera de la semana a encontrar una pareja adecuada, bromeabamos con los fallos de la primera cita y dabamos consejos para la relacion de pareja. Cuando una editorial me llamo para pedirme que escribiera un libro, me lo tome como una consecuencia natural. A ese primer libro le siguio otro. Los dos tuvieron mucho exito. Di por sentado que asi serian las cosas de ahi en adelante. Presentaciones en auditorios llenos. Propuestas infinitas para colaboraciones en esto y lo otro. Mi marido, Tom, y yo eramos la viva prueba de que se podia conservar el amor de juventud. Nos habiamos conocido con poco mas de veinte anos y eramos una pareja duradera y luchadora. Yo lo usaba a menudo de ejemplo en mis libros y compartia anecdotas graciosas y moralejas sacadas de nuestra propia vida. Preferiblemente, de pequenos desacuerdos que terminaban con final feliz. No podiamos estar mas de acuerdo en que nos completabamos el uno al otro. Yo era espontanea, el era reflexivo. El hacia planes a largo plazo, yo pensaba mas a corto. Su personalidad era azul. La mia era roja. Los dos nos aburriamos. Ahora lo unico que tengo es una cronica en una revista mensual, aunque el redactor ha expresado cierta preocupacion por que mis textos actuales mas bien hacen que el publico quiera terminar con su vida, no vivirla. Los contratiempos solo tienen atractivo comercial cuando ocurren en la vida de personas exitosas, cuando el lector puede sentirse reconfortado por la certeza de que son pasajeros. La miseria pura y dura vende mal. Para llenar un poco la caja, este ultimo ano he hecho un curso online de creacion de crucigramas y me invento algunos rebuscados para distintos periodicos, en los que me gusta meter palabras como <>, <> y <>. Asi, algunas personas se ven obligadas a pensar en esas cosas aunque no quieran. Me tomo la tercera taza y reemprendo a reganadientes mi marcha en direccion al metro. No tengo nada a lo que volver, pero en algun momento hay que hacerlo. En cuanto me siento en el vagon, abro el folleto de Joar sobre los acufenos. Tinnitus, o acufeno, viene del latin tinere, <>. Puede describirse como un pitido o un zumbido, un chirrido, un siseo o un timbre constante. Algunos de los remedios que se han empleado a lo largo de los anos para el tinnitus han sido la prescripcion de grasa de zorro, bilis de buey, pulgon, savia de cedro, aceite de rosa, miel, vinagre y vino blanco. Al vino blanco me apunto. Miro por la ventana sucia del metro. Justo estamos pasando por la parada cerca de la que Erik vive con su nuevo amor. El vagon traquetea. Llevo varios meses sin hablar con el. Puede que ahora este sentado en alguna parte por encima de mi cabeza, a la mesa de la cocina, con ella; o quiza ella este tumbada en el futon donde solia acostarme yo mientras el pega la oreja a su barriga para oir los ruiditos que hace el bebe. En cualquier caso, yo estoy debajo de el. Muy por debajo, en el subsuelo, en un tunel de roca. Intento que no parezca algo cargado de simbolismo. Un fugaz recuerdo me viene a la mente: los dos tumbados en su cama y el diciendo: <>. Las ruedas chirrian cuando el tren frena. Cierro los ojos y noto la corriente de aire en el anden. He empezado a dormir hasta tarde por las mananas ahora que no tengo trabajo fijo. Cuanto mas duermes, mas parte del dia te saltas. Tambien es bueno para la piel. Cuando los demas terminan de comer, yo empiezo a pensar en levantarme de la cama. Pero justo hoy me despierta el telefono, que ayer me olvide de apagar. Echo un vistazo al reloj. Las nueve y media. Plena noche, vaya. Es Anna, la redactora de la revista para la que escribo. --Hola, Ebba, ?como lo llevas? --Su voz suena dispersa, ausente. --Bien --digo yo somnolienta--. O todo lo bien que puedo. --Ya. Oye, hemos estado hablando un poco, aqui en la redaccion. --Hace una pausa. Oigo ruido y voces de fondo, los sonidos normales de gente que tiene un trabajo al que ir--. Hemos llegado a la conclusion de que ha llegado el momento de hacer un cambio en materia de cronicas. --?Que significa eso? --Me incorporo lentamente en la cama. --Necesitariamos fichar a una redactora nueva, alguien que no venga de los medios de antes. --Anna se aclara la garganta--. Se que tu columna es muy apreciada y todo eso, pero hace bastante tiempo que la tienes y este ultimo medio ano la sensacion ha sido…, bueno, como si estuvieras yendo un poco al ralenti. A lo mejor tampoco es bueno para ti eso de volcar tus problemas personales en la revista, ?no crees? Si te digo la verdad, estoy un poco preocupada por ti. Me quedo callada. La mano que esta sujetando el movil se ha quedado helada. --Ademas, nos lo exigen desde arriba. Tenemos que reconfigurar. --Es mi unica fuente de ingresos estable --digo. La voz de Anna suena forzada. --Entiendo que te pueda resultar duro, pero la situacion es la que es. Tenemos que hacer cambios. --?Que significa eso? ?Que me tome un descanso? --Significa que ahora mismo no hay ninguna posibilidad de continuar con la colaboracion. Al menos no con la actual, pero pueden aparecer otros encargos. Trabajos puntuales. --Pero mi siguiente cronica ya esta terminada --protesto con voz estridente--. La que habla de la fatiga mental y la inseguridad personal. --Esa saldra segun lo planificado, pero despues… pensamos coger a otra persona. No se me ocurre nada mas que decir. Me quedo mirando por la ventana. El pino de fuera ha perdido las agujas. --Ebba, ?estas ahi? --La voz de Anna suena intranquila. --Estoy aqui --miento. --Podemos seguir hablando de esto mientras tomamos un cafe despues de las vacaciones, pero ahora mismo tenemos la agenda apretadisima. --Tapa el microfono e intercambia unas palabras con alguien de fondo. Cuando vuelve conmigo, su voz suena apresurada--. Tengo una reunion. Ya hablamos. Cuidate. Me cuelga.

  • Vidas cruzadas de Ana Coello

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    Isabella; una joven decidida, fuerte y. huerfana que debe luchar por sacar a sus dos hermanos menores adelante sin la menor posibilidad de lograrlo pues siempre la vida se ha empenado en quitarle, no darle.

  • Franquismo S.A de Antonio Maestre

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    Esta obra relata y desmonta las fructiferas relaciones, con nombres y apellidos, que proporcionaron a grandes empresas e importantes familias de industriales el trato directo con las cupulas franquistas. Un pormenorizado repaso por los origenes de las oligarquias economicas franquistas y su implicacion directa en los crimenes del franquicia y del nazismo, y cuyas herencias manchada de sangre fueron blanqueadas durante la transicion para que hoy en dia ocupen los lugares mas emblematicos del Parque espanol y de las altas esferas industriales y empresariales espanolas. Un libro que confronta los procesos de preparaciones y de memoria que se vivieron en Alemania y Espana estudiando el poder mas importante y mas temido, el economico.

  • Maldito karma de David Safier

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    La presentadora de television Kim Lange esta en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estacion espacial rusa. En el mas alla, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha enganado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cual es su castigo: esta en un agujero, tiene dos antenas y seis patas. !es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel tras haber eludido los hidratos de carbono toda su vida. Ademas, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Solo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escala de la reencarnacion y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser plagado de contratiempos. Un millon de lectores en Alemania ya han disfrutado de esta hilarante novela, que ha colocado a David Safier en lo mas alto de la escena literaria europea. Maldito karma es una historia de desbordante fantasia, una entranable fabula que, entre carcajadas, nos ayuda a reflexionar sobre las prioridades de nuestra vida. Leela y descubre el secreto de la felicidad.

  • La estrella robada de Mary Higgins Clark

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    Faltaban veintidos dias para Navidad, pero este ano Lenny queria comprar sus regalos con antelacion. Seguro de que nadie conocia su presencia y tan inmovil y silencioso que apenas se oia respirar, observo desde el confesionario como monsenor Ferris recorria la iglesia cerrando con llave las puertas para la noche. Con una sonrisa despectiva en los labios, aguardo impaciente a que las luces del sagrario se apagaran. Al ver que el monsenor echaba a andar por el pasillo lateral encogio el cuerpo, pues eso significaba que iba a pasar por delante del confesionario. Una de las tablas del cubiculo crujio y Lenny blasfemo en silencio. Por un resquicio de la cortina vio que el clerigo se detenia y aguzaba el oido. Luego, creyendo que no era nada, monsenor Ferris siguio hasta el fondo de la iglesia. Instantes despues la luz del vestibulo se apago y se oyo una puerta al cerrarse. Lenny se permitio un suspiro audible. Estaba completamente solo en la iglesia de San Clemente, en la calle 103 Oeste de Manhattan. Sondra se hallaba bajo el portal de una casa situada justo enfrente de la iglesia, al otro lado de la calle. El edificio estaba en reformas y el andamio, levantado a ras de suelo, la ocultaba de la vista de los transeuntes. Queria asegurarse de que el monsenor salia de la iglesia y entraba en la rectoria antes de dejar al bebe. Durante los dos ultimos dias habia asistido a los oficios de San Clemente para conocer las costumbres del clerigo. Tambien sabia que cada dia a las siete, en epoca de Adviento, dirigia el rosario. Debilitada por la tension y el esfuerzo del parto ocurrido unas horas antes, con los pechos hinchados por el liquido que precedia a la leche, se apoyo en el marco de la puerta. Un debil gemido procedente del interior de su abrigo parcialmente abotonado hizo que sus brazos, llevados por el instinto materno, hicieran el gesto de mecer. En la hoja de papel que planeaba dejar con el bebe habia escrito cuanto podia revelar sin delatarse: <>. Sintiendo un nudo en la garganta, Sondra vio la figura alta y algo encorvada del monsenor salir de la iglesia y dirigirse a la rectoria, situada justo al lado. Era el momento. Habia comprado dos camisitas, unos patucos, un camison largo, un abrigo con capucha, algunos biberones y panales desechables. Habia arropado a la pequena al estilo indio, con una bata de lana gruesa y dos mantas, pero la noche era tan fria que en el ultimo momento habia traido consigo una bolsa de papel marron. Habia leido en algun lugar que el papel era un buen aislante contra el frio. De todos modos, el bebe no iba a pasar mucho tiempo a la intemperie, solo hasta que Sondra encontrara un telefono y llamara a la rectoria. Lentamente, se desabrocho el abrigo y cambio de postura al bebe teniendo especial cuidado con la cabeza. Las farolas de la calle le permitian ver la cara de la pequena con claridad. --Te quiero --susurro con vehemencia--. Siempre te querre. La nina levanto la vista. Tenia los ojos totalmente abiertos por primera vez. Unos ojos marrones, unos mechones claros y rizados sobre una frente diminuta, labios pequenos y encogidos buscando el pecho de la madre. Sondra estrecho la cabecita y sus labios rozaron la suave mejilla de la criatura al tiempo que le acariciaba el cuerpecito. Luego, con gesto decidido, introdujo la diminuta figura en la bolsa marron y cogio el cochecito de segunda mano que, cerrado, descansaba a su lado. Los coches aparcados la protegian de las miradas curiosas al cruzar la calle en direccion a la rectoria. Subio los tres escalones de la estrecha entrada y abrio el cochecito. Tras colocar el freno, deposito a su hijita debajo de la capota y dejo la bolsa con la ropa y los biberones a sus pies. Se arrodillo y la contemplo por ultima vez. --Adios --susurro, y echo a andar a toda prisa hacia la avenida Columbus. Telefonearia a la rectoria desde una cabina situada a dos manzanas de alli. ***** Lenny se enorgullecia de ser capaz de entrar y salir de una iglesia en menos de tres minutos. Podria haber alarmas silenciosas, penso al abrir su mochila y sacar la linterna. Tras dirigir el haz de luz al suelo, inicio el recorrido de costumbre. Primero se encamino hacia el cepillo de los pobres. Sabia que ultimamente la cuantia de las limosnas habia disminuido, pero este cepillo contenia una recaudacion mas sustanciosa de lo normal, entre treinta y cuarenta dolares. Los cepillos de las ofrendas, situados debajo de las velas votivas, fueron los mas satisfactorios de las ultimas diez iglesias que habia saqueado. Habia siete, cada uno instalado frente a la estatua de un santo. Con mano rapida, forzo los cerrojos y recogio el dinero. Durante el ultimo mes habia acudido a misa en dos ocasiones para estudiar la distribucion de la iglesia y habia observado que el cura consagraba el pan y el vino en copas muy sencillas, de modo que no se molesto en forzar el tabernaculo. Ademas, se alegraba de no hacerlo. En su opinion, los dos anos vividos en la escuela parroquial le habian afectado profundamente, pues ahora le creaba remordimiento hacer ciertas cosas, lo cual era un fastidio a la hora de saquear iglesias. En cambio, no tenia reparos en hacerse con el trofeo que le habia llevado hasta aqui: el caliz de plata con el diamante en forma de estrella en la base. Habia pertenecido al sacerdote Joseph Santori, el fundador, un siglo atras, de la parroquia de San Clemente, y era el unico tesoro que poseia esta iglesia historica. Sobre una vitrina de caoba, en un nicho situado a la derecha del sagrario, colgaba un retrato de Santori. La vitrina, muy ornada, poseia una reja destinada a proteger el caliz. En una de las ocasiones en que habia asistido a misa, Lenny se habia acercado para leer la placa expuesta debajo de la vitrina: <>.

  • La hojarasca de Gabriel Garcia Marquez

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    En La Hojarasca nacio Macondo, ese poblachon cercano a la costa atlantica colombiana que ya se ha convertido en uno de los grandes mitos de la literatura universal. En el transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un personaje extrano, un antiguo medico odiado por el pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empenado en enterrarle frente a la oposicion de todo el poblado y sus autoridades.

  • El chico de las mil almas de Maria Herrejon

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    Misterio, amor y superacion se unen en esta primera novela de Maria Herrejon.

  • Te regalo mi corazon de Alma Fernandez

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    Ya lo estas mirando otra vez, Debora, despues dices que no, pero es que se te cae la babita con el forastero. --Vaya tela, Pili, lo dices como si fuera un indio sioux, que el muchacho solo es de Texas. --Ea, y lo dices asi, "solo" como si en realidad fuera de Triana. Pues tu misma, pero que te digo yo que se te esta notando y, como Mateo diga eso de "que te veo", no vas a tener hospital para correr, te vas a encontrar con la boda anulada. --Anda y callate ya, Pili, que eres mas exagerada que el cine. ?No tienes otra cosa que hacer que estar a mi lado dandome la vara? --Yo siempre estoy a tu vera, a la verita tuya, como dice la cancion, guapa, ?o es que alguna vez has tenido una mejor amiga que yo? --Tendria que pensarlo, ahora mismo no caigo. --Me la gane y ella no tardo en darme con el portafolios que tenia entre sus brazos en plena cocorota. El buen rollo que imperaba entre nosotras era conocido en todo el hospital. Pili y yo estabamos alli desde que aprobamos el MIR y obtuvimos plaza en nuestra especialidad; la traumatologia. Dicho asi parece una cosa de lo mas normalita, pero nuestro dia a dia transcurria entre miembros partidos y hasta cabezas abiertas, como si de una nuez se tratase. En ese entorno, habia que echarle humor y eso se nos daba de fabula. La tierra en la que viviamos, Jaen, tambien ayudaba lo suyo porque no hay un solo rincon de Andalucia que no este regado de alegria a borbotones, y las tierras jiennenses no constituian una excepcion, ni mucho menos. El hospital en el que trabajabamos era para nosotras nuestra segunda casa, dadas las muchas horas que pasabamos alli, entre turnos y guardias que, a nuestros veintiocho anitos, estabamos como quien dice "empezando a vivir" y todo el dinerito extra que caia en nuestras manos nos parecia poco. En el habia conocido tambien a Mateo, un pediatra cuatro anos mayor que yo con el que iba a contraer matrimonio el siguiente verano, por lo que estabamos a seis meses del gran dia. Mateo era el prototipo de hombre que siempre me habia gustado, uno de esos que tienen las ideas claras y que, cuando quieren a una mujer, no dudan en ir directos a por ella. Esa fue su tactica para conquistarme y no puede decirse que le fuera mal, ya que en unos meses nos hicimos inseparables y un tiempo despues ya teniamos un pie casi en el altar. Mi amor hacia el no era obice para que una, que tambien tiene ojitos en la cara, le echara un vistacito de vez en cuando al bombon aquel que nos habian enviado sin caja ni nada por el estilo, desde Texas, semanas atras. John, que asi se llamaba el vaquero en cuestion, no solo era una moneria, con aquel pelo dorado y sus ojazos azules enmarcados en un rostro siempre risueno, sino que ademas tenia un piquito de oro con el que se habia metido en el bolsillo a todo el personal femenino. E incluso a parte del masculino, como Ivan, un enfermero gay que se quedaba hipnotizado ante el. Cuando nos lo trajeron, dudamos un poco de si tendria algun hueso entero, tras el brutal accidente de trafico que acababa de sufrir y que habia dejado su coche como un acordeon. Vale que he exagerado un poquito, pero si que tenia fracturas para parar un tren. Ahora ya estaba a punto de obtener el alta, por lo que en breve perderiamos de vista al que constituia la principal atraccion del hospital, dado que la mayoria de sus fracturas habian sanado y ya parecia tenerlo todo en su sitio. Si graciosa resultaba su cara peluseando con unas enfermeras y con otras, mas divertido era escucharle hablar en su perfecto castellano, eso si, con un acento americano que tiraba para atras. Por lo que nos habia contado, su madre era espanola y desde su mas tierna infancia el aprendio ambos idiomas, pero claro, su acento era el que era y eso le hacia todavia mas interesante. Vi avanzar hacia a el a Melisa, la auxiliar de clinica mas pamplinosa del mundo mundial, que se las daba de artista, y senti una cierta rabia. Un poquillo si que me estaba pasando yo de la raya, puesto que no era ella la que tenia novio, sino yo. Otra cosa era que yo no pudiera ni verla. Lo mismo no es que tuviera nada que ver con John, sino solamente que me daba coraje su afan de protagonismo. O lo mismo si que lo tenia y, aunque yo quisiera negarlo, en mi fuero interno el vaquero me hacia un poco de tilin. ?Podia ser eso? Esperaba que no, porque yo estaba enamorada de Mateo y punto pelota. Claro esta que con el no me reia como lo hacia con John, pero sin duda era el hombre de mi vida y la persona que se partia la cara porque yo estuviera siempre happy, pero happy de verdad... --?Donde esta la enfermera mas sexy del globo? --me pregunto Mateo al llegar a mi altura y yo aparte todo tipo de pensamiento ajeno a nosotros, sobre todo aquellos que me pudieran dar algo de remordimientos. --Aqui, exhausta y cansada, pero ?a que no lo parece? --Claro que no lo parece, yo te veo preciosisima como siempre, mi nina. --?Que haces por este ala? Lo tuyo es estar con los mocosos, ?o me equivoco? --Yo no lo hubiera dicho mejor, pero estaba deseando verte y decirte que te invito a comer a la salida, ?lo ves bien? --Lo veo estupendo, pichoncito mio. Eso si, hoy toca comida basura y no me repliques, que estoy de tus verduras hasta donde yo te dije. Mateo y yo viviamos juntos desde hacia unos meses y, aunque nos llevabamos fenomenal, la dieta estricta que el seguia me iba a encanijar a marchas forzadas. En la vida habia conocido yo a nadie que se cuidara mas, lo que incluia que no perdonara unas maratonianas sesiones de gimnasio que hacian que luciera un cuerpazo de esos de quitar el hipo, que tampoco pasaba desapercibido entre el personal femenino que nos rodeaba. Pili a menudo solia bromear al respecto. --Pues no se que le ves ni al uno ni al otro, porque a mi es que no me entran por el ojo ninguno de los dos. --Y si te entraran seria la bomba, que para eso eres lesbiana, bonita. Siempre la misma cantinela que nos hacia reir. Pili mantenia una relacion con Camila, una enfermera mejicana de armas tomar por la que ella bebia los vientos. Claro esta que mi amiga tampoco era una hermanita de la caridad, de modo que de vez en cuando formaban entre las dos unos fandangos que duraban dias... Eso si, luego se les pasaba y tan campantes, aunque por medio se hubieran puesto la una a la otra las maletas en la calle y discutido sobre cual de las dos era la que tenia que irse a tomar vientos de alli. Despedi a Mateo y me acerque a la cama de John, aprovechando que ya Melisa se habia esfumado. --Dicen que te vas manana, ?no es asi? --?Como que dicen? Pero si eres tu la que tienes que darme en alta, ?no? --En alta no, se dice darte el alta, pero si, eso parece, de modo que igual me lo pienso. --Yo tampoco estoy seguro de querer irme, la verdad, aqui me habeis atendido como en ninguna parte y esto parece un repertorio de modelos, ?donde mejor que en este lugar? No era broma, nos iba a dar pena que se fuera. John habia sido un paciente muy especial porque, ademas de la gravedad del estado en el que ingreso, sufrio amnesia durante unas cuantas semanas, de modo que supimos de su vida poco mas que lo que indicaban sus documentos de identidad. Poco a poco fue recordando, para lo que tambien fue providencial la llegada de su hermana Sara, quien le ayudo con fotografias y un millar de relatos a recomponer su olvidadiza cabecita. Cuando Sara volvio a partir rumbo a su tierra, el ya tenia bien claro quien era y cual habia sido su vida, aunque no logramos sacarle ni media palabra de cual era el motivo de su viaje a Espana. Pili y yo suponiamos que, dado que nos conto que era aventurero hasta la saciedad, probablemente habria sido su deseo de conocer nuestro pais (que vio nacer a su madre) el que le habria traido hasta aqui, donde alquilo un coche con el que se pego la gran papa de su vida una lluviosa noche. --Tu diras lo que quieras, pero los vaqueros le dan mucho al drinking y a mi no me extrana que el muchachito estuviera pasado y mas que pasado de copas la noche que ingreso, y seguro que fue por el mero placer de empinar el codo--especulaba mi amiga a menudo. --Pues yo no se que decirte, es verdad que la tasa de alcoholemia a punto estuvo de reventarla, pero yo no creo que uno se ponga a beber asi sin mas hasta tener alcohol en vez de sangre en las venas. --Eso lo dices tu porque no conoces a mi tio Valentin, ese desayuna todos los dias con un vaso entero de aguardiente, que lo sepas, listilla... --No jodas, ?pero un vaso lleno? -- Lleno y de esos de tubo. Mira que de nina yo pensaba que era agua, de modo que una manana le eche mano al vaso en un despiste suyo y, cuando me quise dar cuenta, el gaznate me ardia como si me hubieran prendido fuego. Y a renglon seguido me cai y pensaban que estaba muerta, hasta que alguien me abrio la boca y se percato de que borrachuza era poco... --Ay, que me parto, Pili, asi que tu has sido viciosilla desde la cuna... --Muy graciosa, dejate de cachondeo, que no probe una cerveza hasta los veinte anos, del asquito que le cogi al asunto. --Ah, eso lo explica todo, y ahora tienes que recuperar el tiempo perdido... Yo no tenia mas guasa porque no entrenaba. Mi amiga no es que bebiera tanto ni mucho menos, solo en ocasiones en las que podia pillarse una buena melopea como cualquiera. En realidad, la rarita del grupo era yo, que no bebia nada, pero es que a mi el alcohol no me llamaba. Mateo tampoco es que fuera especialmente bebedor ni trasnochador, por lo que ibamos al compas. --Si, pues cuando seas tu la que tengas que recuperarlo vas a tener el acumulado como en los premios de la loteria, que te vas a haber perdido medio siglo, que sosita eres, hija de mi vida... Volviendo al tema de John, que me he dispersado mucho, le di la razon en que en ningun lado le iban a mimar como lo habiamos hecho nosotras. Incluso Melisa le habia dejado alli una caricatura, como si fuera el tipico modelo de una marca de cigarrillos, en cuyo pie indicaba que era el nino bonito de la clinica. --?Y que piensas hacer ahora? ?Te vuelves a tu tierra o te quedas para venir a visitarnos una temporadita? --Me quedo, me quedo, llevaba solo un dia en Jaen cuando me di la torta en el coche, no me ha dado tiempo a ver nada. --Pues, si te apetece, podrias llamarme una tarde y nos tomamos un cafe. No es por nada, pero soy una buena cicerone. Lo dije sin pensar demasiado y despues eche un poco el freno, ya que no sabia si aquello le iba a hacer demasiada gracia a Mateo y yo no queria gresca. Poniendo las cosas en su sitio; mi novio no es que fuera un neandertal ni mucho venos, pero una chispilla celoso si que se manifestaba a veces. Eso no queria decir que yo no tuviera mis amigos, que hasta ahi podria llegar la broma, pero que quedara de buenas a primeras con alguien que habia sido un paciente lo mismo le hacia ya menos gracia. Y sobre todo con uno que sabia que era blanco de una impresionante cantidad de miradas. --Claro que te llamare y, ademas, te contare un secreto; todas os habeis portado fenomenal conmigo, pero tu eres mi favorita. --?Yo soy tu favorita? ?Y eso a santo de que? --No te entiendo muy bien, ya sabes que algunas hechas frases como que no las pillo. --Ah, ya, algunas frases hechas, quieres decir. Bueno, que te preguntaba que por que. --Porque tu tienes un duende de esos, como dice Pili. --Un duende, no, se refiere a "duende", pero ?tu sabes lo que es eso? --Si, un duende muy bonito dentro, eso es lo que tu tienes. Por Dios que sus palabras me encendieron como a una bombilla. Resultaba que el de Texas era un cobista de cuidado y yo iba a tener que poner un poco pie en pared si no queria que aquello se me fuera de las manos. Pensandolo bien, tampoco seria tan complicado, con decirle que me habia pillado mas liada que la pata de un romano cuando me llamara, asunto concluido.

  • Protegiendo su Corazon de Vicki Lewis Thompson

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    Stacy Radcliffe estaba dandole problemas al guardaespaldas Mick Farrell… era una mujer muy mimada y demasiado sexy. Por eso no podia contratarla como ayudante… hasta que su primer cliente resulto ser una ex amante que necesitaba de sus “servicios”.

  • Carpe diem (Tu me ves 2) de Gemma Herrero Virto

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    El tranquilo pueblo de Rockport se despierta con la noticia de la desaparicion de uno de sus habitantes mas ancianos. Varias patrullas ciudadanas rastrean el pueblo en su busca, pero no consiguen encontrar una sola pista. Al amanecer de la manana siguiente, el cadaver mutilado y desangrado de un joven desconocido aparece en la playa. Comienza a extenderse el rumor de que no existe ser humano ni animal conocido que sea capaz de un ataque tan brutal.
    Mes tras mes, las desapariciones y asesinatos se siguen sucediendo, sin que la policia consiga ningun avance en sus investigaciones. En el pueblo se habla de asesinos en serie, trafico de organos y rituales satanicos, mientras la paranoia va extendiendose entre sus habitantes.
    John Campbell, antiguo investigador psiquico del Grupo Alpha de Boston, empieza a sospechar que algo sobrenatural se esconde tras esos hechos, por lo que acude a Aleister McNeal y Eloise Carter, los jovenes investigadores que terminaron con la maldicion de la casa Cavendish.
    ?Conseguiran descubrir que peligro acecha a los habitantes de Rockport?

  • Primavera en Viena de Petra Hartlieb

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    UNA LECTORA, UN LIBRERO, UN ESCRITOR. Y LA BELLA CAPITAL AUSTRIACA EN PRIMAVERA.

  • La chica que sonaba con una cerilla y un bidon de gasolina de Stieg Larsson

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    Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atencion y salir de Estocolmo. Trata de seguir una ferrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por que ha desaparecido de su vida sin dar ningun tipo de explicacion. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto mediante el estudio de las matematicas y con ciertos placeres en una playa del Caribe.

  • Sensible a ti (Bilogia Angel 2), Olga Diaz de Olga Diaz

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    A Enzo y Lucia le ha costado mucho mantener su amor a flote, ellos se aman con locura, con pasion, pero para Lucia cada dia a su lado es una montana rusa, no ha sido facil lidiar con los miedos e inseguridades de Enzo. Ha sido todo un proceso que el entienda y crea que ella no es como esas que lo abandonaron a su suerte, que ella es diferente.

  • ?Quien mato a Alex?: El secreto desvelado, Janeth G.S de Janeth G. S.

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  • Narcisista, Sociopata e Irresistible de Jorge Borges

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    Arthur Robbins era un gigante.
    Metro noventa, musculado.
    Tatuado, sexy, descarado.
    Y un narcisista patologico.

  • Heroe Anti-Virgenes de Jorge Borges

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    Pocas eran las veces que Helio habia amanecido con una chica. Su regla principal siempre habia sido nada de abrazos, nada de caricias, nada de ternura despues del sexo. Era el mejor en la cama, de eso no habia duda, y si habia alguien que podia convertirse en un verdadero Superheroes mientras se encontraba sin ropa era Helio Jones. Por su sangre corria la ardiente sensualidad de un hombre que estudiaba a las mujeres una manera minuciosa como si se tratara de una ciencia. Buscaba siempre sus puntos debiles, las mejores formas de hacer las correrse de una manera magnifica, pero, aunque era uno de los mejores en la cama, siempre, todo superheroe tenia una debilidad de un punto debil. Para el siempre habia sido el amor, algo con lo que no sabia manejarse en lo absoluto, perdia por completo la razon cuando sentia que estaba vinculandose de una manera muy estrecha con alguna mujer. Esto lo hacia descontrolarse totalmente y terminaba o yendo para no enfrentar a este enemigo que siempre terminaba de rotando. Desde muy joven, Helio siempre habia sido un chico enamoradizo, su corazon permanecia constantemente abierto a nuevas posibilidades, nuevas experiencias, pero su aspecto poco agraciado, gafas gruesas, cuerpo desnutrido, y diminuto tamano, siempre lo habian hecho ser victima del engano de las chicas. Era el mas inteligente de su clase, y eso lo convertia en el objeto de atencion de algunas aprovechadas que trataban de sacar partido del talento y la inteligencia de este joven. La falta de experiencia y malicia en su personalidad lo hacian sucumbir rapidamente ante los encantos y el aroma de alguna chica linda. Rapidamente les prestaba su ayuda sin ningun tipo de interes, no pedia nada a cambio, pero se ilusionaba con rapidez y siempre terminaba con el corazon lastimado. Cada una de estas experiencias que se fueron sumando en la vida de Helio, fueron construyendo un concepto completamente distorsionado del amor y los verdaderos sentimientos que podian crecer entre dos seres humanos. Para el, era mucho mas sencillo compartir con alguien sin ningun tipo de responsabilidad, sin compromisos, ir a la cama, pasar un buen rato, fumar un cigarrillo y salir huyendo por la ventana sin dar demasiadas explicaciones. Nunca podia repetir con una mujer, de esto ni siquiera podia haber negociaciones, el hecho de volver a la cama con alguien significaba a mayores probabilidades de que se creara un vinculo, asi que, el prodigioso chico de amante del sexo, era como una especie de vengador que lo unico que podia proveer era placer magnifico a sus acompanantes. Pero luego dejarlas exhaustas y completamente rozagantes en gusto, desaparecia para proveerle esta oportunidad de conocer sus talentos a otra chica diferente. Pero aquella manana, mientras Helio se encuentra completamente dormido, su principal regla, la cual nos mantiene firme, estable y segura emocionalmente, habia sido completamente rota. Este, habia amanecido en los brazos de Amy, quien estaba absolutamente rendida con su cabeza reposando en su pecho. Esta era una de esas pequenas situaciones insignificantes que rapidamente se convertian en un verdadero dolor en las bolas de cualquier hombre. Todo habia iniciado como una simple conversacion en un bar, posteriormente, habian salido en un par de oportunidades, ya que, la primera noche aquella mujer no habia querido abrir las piernas. Helio no podia rendirse con facilidad, asi que, trataba constantemente de crear la ilusion de que estaba mas interesado en ella de lo que esta creia. Su verdadera intencion era encontrarse entre sus piernas, rebotar contra ella durante toda una noche y hacer un poco de ejercicio mientras la hacia gritar de placer. Una vez que consiguiera esto, nunca mas volveria a verla, de eso estaba absolutamente seguro. Pero sus constantes intentos por llevar a la cama a Amy habian terminado en multiples salidas que habian permitido que este hombre conociera algo mas profundo de aquella mujer. Habia una faceta de ella que le fascinaba, le agradaba estar azulado, y paso de ser un simple vengador del placer hacer un hombre que se interesaba en una chica comun. El unico detalle es que Amy estaba comprometida. La habia conocido durante la celebracion de su despedida de soltera, mientras iba acompanada de algunas amigas. La vio en la barra, le sonrio y esta quedo absolutamente perdida por el. Su futuro esposo era un importante empresario de gran renombre, con una reputacion impecable y quien se habia encargado de mostrar a la chica en todas las paginas de sociales que podia. Amy era una mujer espectacular, con un cuerpo delgado, ya veras anchas, senos naturales que solia exhibir constantemente en deliciosos escotes que hacian poner duro a cualquier hombre. Helio habia sido una de estas victimas que habia quedado completamente cautivado por la perfeccion anatomica que mostraba esta divina dama. Ella tampoco habia podido evitar quedar cautivada con este hombre, un chico misterioso que se encontraba completamente solitario en la barra sujetando aquel vaso de cristal a punto de llevarlo a su boca. Era enigmatico, con una sonrisa llena de picardia y una mirada profunda que la habia escaneado por completo sin ningun tipo de verguenza. Helio se inclino para visualizar a la victima desde la punta de sus pies hasta sus ojos, quedando completamente seguro de que esta era la proxima opcion para aquella noche. Despues de que estrecharon sus manos, habian quedado absolutamente atrapados el uno en el otro, no habia forma de separarlos, y lo que habia sido una celebracion de despedida de soltera especialmente para Amy, se habia convertido en la primera oportunidad que habia tenido esa pareja para conocerse. Desde aquella noche, todo habia comenzado avanzar de una manera rapida, ninguno de los dos habia planeado inmiscuirse en la vida del otro, pero mientras mentian, para tratar de salir del apuro, sentian que no tenian posibilidades de escapar. Amy se habia convertido en una invasora de su realidad, tenia una pareja que respetar y una vida por construir, pero no habia tenido valor para dar los pasos hacia esa vida que esperaba por ella. Ella solo habia retrasado el dia de la boda una y otra vez sin ninguna razon. En algunas oportunidades simplemente no le gustaba realmente el vestido, en otras, trataba de ubicar el lugar perfecto, y en otras, la lista de invitados sera modificada una y otra vez. Su futuro esposo estaba a punto del colapso, ya no queria seguir esperando por ella y lo unico que deseaba era contraer matrimonio con aquella perfeccion de mujer. Pero la decision esta en las manos de Amy y esta no terminaba de decidirse si realmente este sujeto y sus millones eran la opcion adecuada o tenia que optar por aquel curioso hombre de 29 anos que habia encontrado de manera aleatoria en un bar de la ciudad de San Francisco. Habian conocido juntos los lugares mas emblematicos de la ciudad, la joven se habia convertido en toda una experta para sacar el tiempo y escaparse junto a Helio, algo que lo hacia sentir completamente especial y seguro de que tarde o temprano conseguiria que esta chica rompiera con este compromiso. Pero Helio se cuestionaba realmente si esto era lo que estaba buscando, ya que, no le parecia justo destruir una relacion y modificar la vida y los planes de Amy para un juego. Esto es basicamente lo que eran para el los vinculos y las relaciones, juegos que nunca terminaban en absolutamente nada serio, pero esta chica, habia modificado por completo su manera de ver el mundo. Era imposible dejar de pensar en ella, y durante un par de meses, se volvio absolutamente exclusivo para esta mujer. Salieron en multiples oportunidades, y aunque nada habia pasado, y la carne los habia tentado, pero no se habian rendido, seguian compenetrandose cada vez mas. Era la regla principal que no se podia violar, pero Helio hacia caso omiso de lo que estaba ocurriendo y seguia perdido en la mirada de ojos grises de esta espectacular mujer con un lunar bajo sus labios. El simple hecho de tenerla a su lado, disfrutar de su aroma, de los juegos entre sus dedos, los roces involuntarios, haciendo que cada dia fuese mas especial, pero cuando finalmente habia logrado hacer que esta mujer terminar en su cama, todo habia llegado al punto de quiebre. El ego de un hombre como Helio Jones es gigantesco, el sabe perfectamente que cualquier mujer puede dejarlo todo por el, puede modificar cualquier decision para salvar el vinculo existente con este sujeto. Pero quizas, con Amy este completamente equivocado, ya que, tiene una vida prometedora en el horizonte, un esposo amoroso que da la vida por ella, mientras en el otro lado lo unico que tiene es un amante espectacular que esta acostumbrado a cazar nuevas chicas para darles un placer excepcional. Este era el punto mas fuerte a favor de Helio, un hombre que jamas fallaba en su tarea de complacer a sus amantes. La vida sexual de Amy y su esposo era absolutamente aburrida y monotona. Era un hombre de 55 anos que simplemente se quedaba alli postrado en una cama mientras ella tenia que hacer practicamente todo el trabajo para el. De alguna otra forma, sentia que lo que pasaba entre ellos no era hacer el amor, era simplemente un acto de sexo en el cual ella le retribuia todos sus regalos y lujos. Pero con Helio era completamente diferente, este hombre se dedicaba totalmente a satisfacerla, a tocarla, a crear una conexion entre ellos, al menos asi lo habia descubierto aquella noche en que habia entregado su cuerpo. Hubiese querido tener la voluntad para resistirse, pero al entrar al departamento del seductor sujeto, sintio que finalmente habia tomado la decision. Entregarias cuerpo a aquel hombre despues de beber algunos tequilas, algo que la habia calentado de una manera sobrenatural. Termino bailando con aquel hombre un poco de musica latina, algo que jamas habia hecho ya habia terminado en una escena completamente vergonzosa pero muy divertida. Sus pies descalzos caminaban por toda la sala al ritmo de las trompetas de la musica mexicana, mientras Helio sentia que el momento, aunque era bastante curioso, no podia ser mas perfecto. Esta, habia tropezado sin querer con la pata de una silla de caoba ubicada en la sala. Habia golpeado su dedo menique del pie, y el profundo dolor que se habia generado habia llevado a la chica a caer al suelo para tratar de apaciguar el dolor. El grito se habia escuchado en todo el departamento, y Helio habia corrido en auxilio de la chica. Mientras esta se retorcia en medio de los fuertes dolores, Helio simplemente masajea va el pequeno dedo menique, el cual lucia bastante enrojecido e inflamado. -- Vaya golpe que te has dado. Dejame darte un pequeno beso de sanacion. Dicen que tengo poderes magicos para hacer que el dolor se vaya. -- Dijo Helio mientras acercaba el pequeno dedo a su boca. -- No lo hagas, morire de las cosquillas. -- Dijo la chica mientras se resistia. Helio logro dominar a la chica y entre sus labios logro obtener el pequeno dedo. Succionaba con un erotismo tremendo, mientras la chica comenzaba excitarse gradualmente. La lengua de este hombre se entrelazaba entre sus delicados y perfectos dedos, mientras esta sabia que no podria resistirse. No hubo cosquillas, lo que hubo fue un estimulo increible que la mujer no pudo dominar. Helio comenzo a ascender directamente hacia su tobillo, con pequenos besos delicados que caian como pequenas gotas sobre el tejado durante la lluvia en invierno. La joven simplemente pudo cerrar sus ojos y experimentar un estimulo tremendo, sentia que la gravedad estaba desapareciendo y dejaba de actuar sobre ella permitiendo que flotar hacia la galaxia. No tenia control de su voluntad, hubiese querido rechazarlo, de tener toda esa locura, era una mujer que estaba por casarse, de hecho, ya finalmente habia definido la fecha para que se llevara a cabo este acto. Helio tenia que aceptar definitivamente que habia perdido la batalla, pero ni siquiera sabia que, en horas de la manana, Amy debia marcharse rapidamente ya que, debia alistar absolutamente todos los ultimos detalles para casarse cerca de horas del mediodia. Esto era basicamente una especie de despedida que estaba a punto de llevar a cabo la joven, una apasionada mujer que simplemente estaba entre dos caminos y estaba a punto de elegir el mas seguro. Desde cualquier perspectiva, cuando analizaba lo que tenia junto a Helio, sabia que no tenia ningun futuro, y aunque este hombre la habia hecho sentir una ilusion tremenda, lo unico que quedaria despues de todo ese fuego que ardia entre ellos aquella noche serian cenizas. La ardiente chica, quien llevaba un vestido corto hasta las rodillas, dejaba ver sus muslos lisos y tercios, completamente emocionada ante la lluvia de besos que le proporcionaba este hombre. Su corazon latia fuertemente y sus manos sudaban, y al ver como los labios de este hombre comenzaban a ascender hacia sus rodillas, sentia que no habria manera de detenerlo. Estaba absolutamente decidido a complacerlas, era un hombre totalmente seguro de si mismo, y la manera en que la tocaba, la llevaba a un lugar en el cual se sentia especial y unica. Aquellos besos corrieron por toda su pierna en direccion ascendente, ubicandose directamente en la zona genital. Cuando comenzo a besar su clitoris por encima de su ropa interior, la chica temblaba de miedo, ya que, eran sensaciones explosivas que detonaban en su vientre y terminan directamente su columna vertebral. -- Espera, Helio. Mejor detente, creo que hay algo que debes saber. -- Dijo la chica. -- No quiero escucharte negarte mas, Amy. Lo que esta a punto de pasar lo deseamos ambos. Dejemos que sean nuestros cuerpos los que se expresen y luego escuchare lo que tengas que decir. -- Dijo Helio mientras colocaba su dedo sobre la boca de la chica. Esta, se vio tentada a tomar a su dedo indice y comenzar a succionarlo, y asi lo hizo. Su lengua rodeaba su dedo, comenzaba a lubricarlo y a humedecerlo mientras Helio hacia su trabajo en la zona genital de la chica. Su lengua habia hecho un trabajo magistral apartando la pequena tanga, alli, habia comenzado a generar un sexo oral tremendamente perfecto. No tenia comparacion, Amy habia acertado en su idea de que este hombre debia ser un amante excepcional. Lo veia en su mirada, en sus actitudes, asi que, el arrepentimiento comenzo a disminuir, ya que, esta era la mejor despedida de soltera que podia tener. La infidelidad terminaria aquella noche, ya que, a partir del momento en que se convirtiera en la esposa de Julio Cazolli, no volveria a ver nunca mas a Helio, y esto era exactamente de lo que hablarian. Aquel hombre finalmente se habia deshecho de la tanga de la joven, se habia ubicado en el medio de sus piernas. Sus pantalones en sus rodillas habian dejado ver un enorme y jugoso pene que estaba a punto de entrar en la excitada mujer. Amy no tenia mas opcion y lugares a donde ir, queria que yo fuese mas romantico y especial, pero habia iniciado de una manera muy improvisada y asi debia continuar. Apoyaron en el suelo de la sala, como dos adolescentes apasionados sin reglas. Ni siquiera se habian dado a la tarea de quitarse la totalidad de la ropa, ya que, emociones, asi como la pasion y la lujuria era completamente descontrolada.