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Tanya Anne Crosby
--?H CAPITULO 1 KINGUSSIE, ESCOCIA. PRESENTE. as venido a Kingussie para el festival, muchacha? --pregunto la tendera. Parpadeando, Annie Ross levanto la vista del cristal que sostenia en la mano, desorientada por un momento. Tras un instante de confusion recordo que se encontraba en una tienda de regalos de High Street esperando a que llegara su prima. No solia mostrarse tan distraida. --No, lo cierto es... que me dirijo a Devil’s Point. La anciana le dedico una sonrisa burlona pero no dijo nada. Aun asi, Annie se dio cuenta de que a aquella mujer le habia hecho gracia la eleccion de sus palabras. Bien, lo cierto es que se dirigia a un lugar cuyo verdadero nombre era Bod an Deamhain. Ella y el consorte de la reina Victoria compartian el mismo pudor. Incluso en pleno siglo veintiuno, Annie habia conseguido salir del paso usando el nombre mas discreto de aquella cumbre cercana. No obstante, la traduccion literal para alguien que tuviera un conocimiento mas extenso del gaelico era el <
>. Al parecer, a pesar de que ya hubiera obras de teatro cuyo nombre homenajeaba a la vagina, ella aun no era capaz de mentar el miembro viril masculino delante de extranos. !Resultaba tan ridiculo! Precisamente ella, que era cientifica despues de todo. Achaco tanto recato a la falda que llevaba puesta. De alguna forma, parecia totalmente inapropiado pronunciar la palabra <> vistiendo una falda corta de tartan, estilo colegiala, que parecia mas propia de un poster para fetichistas que de un colegio catolico. Como si hubiese leido su pensamiento, la tendera bajo la mirada hasta el dobladillo de la falda que le habian prestado a Annie. --?Eres americana, verdad? --pregunto elevando la ceja de su ojo sano, pues el otro estaba cubierto por un parche. Annie fruncio el ceno. Por alguna razon, la pregunta la puso a la defensiva. !Como si solo los americanos llevaran aquellas pintas! Y, de hecho, lo cierto era que su prima, la propietaria de la falda, era escocesa hasta la medula. Annie suspiro. Desgraciadamente, durante el viaje a Kingussie su equipaje se habia extraviado y su prima Kate, que al parecer no tenia ropa de mas de un palmo de largo, le tuvo que prestar una camisa limpia y una falda. Ademas, la blusa de Kate tampoco tenia suficientes botones, y Annie habia tenido que utilizar un imperdible para evitar que la gente le viera los pechos. Aun asi, la longitud de su falda no era de la incumbencia de la tendera. Afortunadamente, a Annie no le importaba demasiado la ropa. Mientras le cubriera lo suficiente, impidiera que la arrestaran por escandalo publico, y no oliera como el borracho que iba sentado a su lado en el avion, su atuendo era la menor de sus preocupaciones. Su armario era bastante practico, y tenia por costumbre llevar la larga melena azabache recogida en una coleta desalinada, que su ex comparaba con una fregona. Por eso era su ex, y no como Kate solia decir, por su miedo al compromiso. Ella no tenia miedo de los hombres, pero si carecia de paciencia para darlo todo sin recibir nada a cambio en una relacion. --Mi familia es de aqui --dijo ella mientras estudiaba el cristal que tenia en la mano. --?Si? ?De donde? --pregunto la tendera--. No pareces escocesa. Espero que hayas traido algo mas calido que ponerte para la subida, muchacha -- continuo--. Vas a ir por ahi dando las largas. Annie no estaba muy segura de que queria decir con eso y no tenia muchas ganas de preguntar, pero levanto el brazo para ensenar a la anciana el jersey que llevaba, con la esperanza de que dejara de comportarse como su madre. --!Eh! --dijo la tendera--. !Con eso te vas a congelar! Vas a necesitar algo mas calido, querida. Tenemos tartanes en venta --sugirio--. Seguramente, alguno vaya a juego con tu pequena falda. <>, penso Annie. --Gracias --dijo, y volvio a examinar el cristal. El ascenso al pico Bod an Deamhain duraba unas ocho horas, pero Annie no pensaba llegar a la cima de momento. Solamente tenia la intencion de aventurarse lo suficiente para inspeccionar los alrededores. Pero sus planes le concernian unicamente a ella y por eso no se lo menciono a la anciana. Ya habia demasiada gente intentando convencerla de que no lo hiciera, incluida su prima. --Estare bien --aseguro. --Seguro que lo estaras --respondio la anciana y, al fin, se quedo callada mientras Annie volvia a contemplar la extrana roca que tenia en la mano. A diferencia del resto de cristales que habia en la cesta, este tenia una forma tan redonda que no parecia natural, como si se hubiera creado con algun tipo de molde. Pero su peso descartaba el plastico como material de fabricacion. Comprobando su peso con la palma de la mano, examino las estrias blanquecinas que tenia en el centro. La primera vez que lo miro, parecia incoloro. Sin embargo, ahora la tonalidad se tornaba verdosa, alterando su coloracion como si fuera una de esas piedras que cambian de color con el estado de animo. Alzo la vista y vio que la tendera la observaba alternando la mirada entre el cristal que sostenia y su rostro, como si estuviera esperando alguna reaccion. --Es bonito --comento Annie.
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tanya anne crosby