Ver todos los libros de: Olympia Russell
Es duro llegar a los treinta y nueve anos y darte cuenta de que toda tu vida amorosa ha sido un autentico desastre. Eso es lo que me habia ocurrido un mes atras, cuando habia roto con Roberto, mi ultimo amante casado. Pero despues del hundimiento inicial, habia intentado resurgir de mis cenizas y reinventarme. Habia decidido dejar atras de una vez por todas mi adiccion a los hombres casados y hacerlo en un lugar nuevo y diferente. Al principio todo habia ido peor de lo previsto: mi alojamiento en E. --el pueblo al que habia escapado y donde mi difunta tia abuela Juani habia vivido-- se caia a pedazos y, aparte de eso, al dia siguiente de mi llegada me despidieron, por email y sin derecho a paro. Sin embargo, hubo algo que me sujeto e impidio que cayera en un pozo negro sin fondo: ese algo era alguien en realidad. Era Patrick, un conde ingles que tenia un palacio en E. Patrick me contrato para que gestionara su palacio como alojamiento rural, porque el no vivia en E. y tenia que volver a Inglaterra. Fue mi bote salvavidas, ya que me soluciono el problema del alojamiento y el trabajo. Pero tambien fue mi alegria y mi tentacion. Alegria, porque nada mas conocerlo senti la atraccion mas grande que habia sentido hacia un hombre en toda mi vida. Y tambien porque el tiempo que pase junto a el, durante el mes que permanecio en E. hasta su vuelta a Inglaterra, fue el mas feliz de mis ultimos anos, por no decir de mi vida entera. Pero fue tambien mi tentacion, porque Patrick estaba casado y yo habia huido a E. con una unica mision: no volver a tener una relacion estable con un hombre casado. A pesar de eso, disfrutamos de nuestro mes juntos y tuvimos incluso una ultima noche de amor --la mas maravillosa de mi vida-- como colofon a una historia que, aunque imposible, siempre guardariamos en nuestro recuerdo y nuestros corazones. Este bonito cuento es el que me contaba a mi misma todos los dias desde la partida de Patrick, y cuando los pensamientos me llevaban al ultimo punto, juro que oia violines y flautas en mi mente, como si fuera la protagonista de todas esas peliculas romanticas a las que era adicta. Peliculas que acababan mal, pero que, a la vez, te llenaban el alma de inmensos sentimientos desbordantes. Si, lo cierto es que los primeros dias despues de la partida definitiva de Patrick, en vez de hundida, me senti especial. Fuerte y privilegiada, por haber vivido lo que habia vivido junto a Patrick y tambien por haber resistido y haberme demostrado a mi misma que una nueva Katia habia nacido. Pero luego vino el whatsapp de Patrick, a pesar de que nos lo habiamos prohibido, (el habia sido mas debil que yo), y junto con los mensajes que intercambiamos, desaparecieron los violines y las flautas. Porque es duro llegar a los treinta y nueve anos y darte cuenta de que toda tu vida amorosa ha sido un autentico desastre, pero mas duro aun es darte cuenta de que la vida te ha ofrecido una nueva oportunidad y tu la has echado por la borda por imbecil. Capitulo 2 La frase de whatsapp demoledora llego dos semanas despues de su partida. Me quede paralizada mirando la pantalla del movil. Y juro que tarde mas de cinco minutos en entender que queria decir aquello que acababa de enviarme Patrick. Y eso que si no la lei cien veces, no la lei ninguna: " Katia, acababa de llegar de hacer 10 km corriendo… Cansado, dije CANSADO". La lei incluso en alto, para ver si escuchandome a mi misma terminaba de asimilarla . Pero, ?como iba a asimilar que habia sido una imbecil integral y habia mandado mi vida a la mierda por un malentendido? Cuando al final mi cerebro quiso aceptar lo que estaba leyendo, al cabo de aquellos cinco minutos interminables en los que ninguno de los dos escribio nada mas, a pesar de que sabiamos que el otro estaba esperando al otro lado, eso mismo es lo que empece a decirme a mi misma machaconamente: "Imbecil, imbecil, imbecil, imbecil, IMBECIL". Al principio solo en mi cabeza, pero enseguida en alto, cada vez mas fuerte, cada vez mas enfadada, mientras daba vueltas alrededor de la mesita sobre la que habia colocado el movil, que era el hilo que me unia a Patrick Despues de otro par de minutos flagelandome e insultandome a mi misma con palabras mas gruesas que aquella primera que me habia venido a la mente, me di cuenta de que con aquello no iba a arreglar nada y, ademas, estaba claro que tenia que responder al ultimo mensaje, porque Patrick, aparte de alucinando, estaria esperando una explicacion. Pero, ?que le podia decir? !!!???Que habia entendido mal una palabra que habia dicho el y en base a eso me habia montado una pelicula segun la cual nuestro amor era imposible???!!! Al final cogi el aparato y escribi lo unico que podia decir: "Patrick, lo siento, entendi que estabas casado y por eso me aleje de ti". Patrick tardo otros cinco minutos en responder, supongo que pasando por su propio proceso de asimilacion. Cinco minutos que se me hicieron eternos y en los que llegue a rezarle a mi padre, a mi tia Juani y a todos los santos que se me pasaron por la cabeza. Les pedi, por favor, que nos dieran una segunda oportunidad, que nuestro amor no podia acabar asi, que no era justo. Al final, la respuesta de Patrick llego, pero no en la direccion en la que habian ido mis ruegos. "Katia, no lo entiendo, bueno, si entiendo que me malinterpretaste el primer dia que nos conocimos, pero no entiendo que durante todo el mes que hemos pasado juntos no te hayas dado cuenta de que se habia tratado de un malentendido. En ningun momento volvi a mencionar que estaba casado ni el nombre de mi mujer (porque no la hay, claro)". Y ahi empezamos una nueva conversacion por whatsapp que nos quedo asi: "Es verdad que no volviste a utilizar la palabra casado, pero crei entender que utilizabas eufemismos para no nombrar el tema". "?Eufemismos?, sigo sin entender, explicate". "Decias: "mi vida en Inglaterra", y yo pensaba que te referias a tu mujer". " Me referia a mi trabajo, mi palacio, mi madre... y todos esos ambitos de mi "vida en Inglaterra" de los que te hable cantidad de veces, ?por que no iba a hablar de mi mujer si la hubiera tenido?" "Si Patrick, que tienes razon, que visto asi no tiene sentido, pero para mi la palabra casado es tan fuerte y tiene tantas implicaciones, que pense que a ti te ocurria lo mismo y por eso no la queria volver a decir en alto". Al llegar a ese punto, Patrick se tiro otro buen rato sin contestar, hasta que por fin llego su siguiente mensaje: "?Por que es tan fuerte para ti la palabra casado?" Y entonces fui yo la que espere un tiempo, porque aquello me iba a resultar mas dificil de lo previsto. Durante nuestro mes juntos yo habia creido entender que el estaba en la misma situacion que yo y que, por tanto, todas las medias palabras y eufemismos que utilizabamos eran compartidos. Al igual que cuando el decia "Mi vida en Inglaterra" yo entendia "mi esposa", yo daba por hecho que cuando yo le decia "ya he pasado antes por esto, no quiero repetirlo", el entendia que yo habia tenido relaciones estables con hombres casados. Pero, evidentemente, no habia sido asi y ahora su pregunta directa me obligaba a contarle el tipo de vida que habia llevado yo antes de conocerlo. El tipo de mujer que era. Pero, si ni siquiera mi madre y mis amigas lo sabian, ?como se lo iba a contar al que consideraba el amor de mi vida? Si mi metedura de pata habia sido antologica y habia mandado nuestra incipiente relacion a la mierda, aquello podia acabar sepultandola . En cualquier caso, si habia un resquicio de recomponer lo nuestro, tenia que ser con las cartas boca arriba y con la verdad por delante, asi que trague saliva y me dispuse a contarle la verdad. Aunque muy poco a poco. "?Recuerdas que te dije que no podia repetir errores del pasado?" "Si." "Pues eso es lo que me recordaba la palabra "casado": mis errores del pasado". "?Quieres decir que el desengano amoroso que te trajo a E. era un hombre casado?" "Si"
General
Para leer y descargar el libro "Un conde para Katia (Katia y Patrick 2) " puedes hacerlo gratis aquí.
un conde para katia